Antecedentes de La Revolución Científica

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Antecedentes de la Revolución Científica: Los gigantes

que la iniciaron

En el siglo XVI se produjo un cambio radical en la mentalidad del hombre europeo.


Es una de esas épocas en la que se puede observar cómo el hombre se hizo más
inteligente. Parte de las nieblas que rodeaban su mente comenzaron a disiparse.
Surgió una cierta claridad, y ocurrió en muchos hombres a la vez, aunque en
algunos de ellos la luz fue mucho mayor que en otros. Tienen nombres y apellidos
y sus ideas fueron publicadas y difundidas en grandes obras que forman parte del
patrimonio de la humanidad. Se hace referencia en lo que sigue a los personajes
— llamados filósofos naturales entonces y hoy científicos — más conocidos de esa
época, a los que Isaac Newton se refirió como “los gigantes sobre cuyos hombros
me subí para ver más lejos”. Frase llena de sentido en cuanto a la evolución de la
ciencia pero que se había usado en varias ocasiones en épocas anteriores. y que
no está claro, ni siquiera, que Newton la utilizara. Lo que no quiere decir, desde
luego, que los personajes en cuestión a los que nos referimos, no fueran
verdaderos gigantes y no influenciaran de forma decisiva a los que vinieron
después de ellos. Las nuevas concepciones que introdujeron tenían que ver con la
teoría heliocéntrica del Sistema Solar. Con ellas surge una nueva racionalidad
humana y comienza lo que hoy llamamos “ciencia”.

La Revolución Científica, como ya hemos dichos en posts anteriores, es un


fenómeno netamente europeo surgido en los siglos XVI y XVII. Se caracteriza en
términos simplistas por nuevas ideas y nuevos y avanzados conocimientos en el
terreno de la astronomía, la física, la química y varias otras materias. En términos
más amplios por la aparición en el mundo de una nueva cosmovisión y por un salto
cualitativo respecto a lo que el hombre pensaba y creía en la época medieval
inmediatamente anterior. 484 de 2017

Viene precedida en lo relativo al hombre y sus ideas por cambios generales como
el Humanismo y el Renacimiento, a los que ya se ha hecho referencia. En términos
más particulares relativos a las relaciones del hombre con el mundo físico y la
naturaleza del planeta en el que habita sus raíces son antiguas, ya que siempre ha
habido hombres interesados en explicar dicho mundo y sus leyes y en actuar sobre
él. De forma resumida, no obstante, se puede acudir a varios “gigantes” como
responsables inmediatos de dicha revolución. Se trata de Nicolás Copérnico (1473
– 1543), Tycho Brahe (1546 – 1601), Johannes Kepler (1571 – 1630), Galileo
Galilei (1564 – 1642) y Francis Bacon (1561 – 1622).

Esos autores son los pioneros, sus obras se interrelacionan unas con otras y los
avances de unas nutren a las otras. Todos son, por otra parte, hombres del
Renacimiento, es decir, hombres nuevos que han aprendido a pensar libremente y
se han convencido de que es bueno que el hombre explique su mundo y busque
las leyes que lo gobiernan. Dios no puede estar en contra de ello y la religión no
debía estarlo tampoco. A pesar de ello sabemos que Copérnico no atrevió a
publicar su obra cumbre “De las revoluciones de las esferas celestes” hasta el
mismo año de su muerte por miedo a la crítica y a la Inquisición, quizás más a la
primera que a la segunda como dicen algunos de sus biógrafos (1). En esa línea de
cómo fueron las cosas a pesar del Renacimiento y del cambio radical del hombre,
Galileo tuvo problemas con la Iglesia por sus ideas y fue condenado por el tribunal
de la Inquisición a cadena perpetua en junio de 1633. Pena posteriormente
conmutada por el papa por arresto domiciliario de por vida tras abjurar de sus
ideas (a pesar de que en lo más profundo de su ser nunca abjuró de ellas como
demuestra su famosa frase «Eppur si muove»).

Tuvo más suerte que otro pensador notable algo anterior, Giordano Bruno (1548 –
1600), quien fue quemado vivo el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori,
Roma.

Copérnico, como es sabido, fue un astrónomo polaco, matemático, jurista, físico,


sacerdote católico y muchas cosas más, que estudió durante más de veinticinco
años la teoría heliocéntrica del Sistema Solar. No fue el único que estudió esta
teoría en esos años y en épocas anteriores, siendo algo, como ocurre siempre en
la humanidad con las nuevas ideas, que “estaba en el ambiente”. La teoría, por
otra parte, fue concebida por primera vez por Aristarco de Samos (310 a. C. – 230
a. C.).

En su libro se indicaba, como puede verse en la biografía de este autor en


Wikipedia, lo siguiente:

“Los movimientos celestes son uniformes, eternos, y circulares o compuestos de


diversos ciclos (epiciclos).

El centro del universo se encuentra cerca del Sol.

Orbitando alrededor del Sol, en orden, se encuentran Mercurio, Venus, la Tierra y


la Luna, Marte, Júpiter, Saturno.

Las estrellas son objetos distantes que permanecen fijos y por lo tanto no orbitan
alrededor del Sol.

La Tierra tiene tres movimientos: la rotación diaria, la revolución anual, y la


inclinación anual de su eje.

El movimiento retrógrado de los planetas es explicado por el movimiento de la


Tierra.
La distancia de la Tierra al Sol es pequeña comparada con la distancia a las
estrellas”.

A pesar de que ideas similares a las suyas eran utilizadas por más autores de la
época, su obra tuvo un impresionante impacto en la Europa de mediados del siglo
XVI. Con ella se superaban definitivamente los principios aristotélicos de homo-
centrismo celeste y geo-estaticismo que habían constituido la interpretación básica
del mundo desde los antiguos griegos.

El astrónomo danés Tycho Brahe es considerado el más importante observador del


cielo antes de la invención del telescopio. Diseñó aparatos diversos para medir la
situación de las estrellas y de los planetas y estableció la necesidad de observar el
cielo de forma continua y sistemática. Utilizando aparatos muy precisos para la
época consiguió acumular innumerables datos y medidas sobre los cuerpos
celestes que resultaban insólitas para aquellos años.

_______________________________________
(1) Hay muchas explicaciones históricas de cómo los hombres empezaron a pensar
libremente y de cómo muchos creyeron y dijeron que no se necesitaba a Dios para
explicar las leyes de la naturaleza. Una de las más claras y sencillas es la aportada
por Isaiah Berlín en su libro “El Poder de las Ideas”, Espasa Calpe, Madrid, 2000.

(Continúa en el post siguiente)

Antecedentes de la Revolución Científica: La nueva


racionalidad humana.
Escrito por  Adolfo Castilla  enCosmovisiones

Se continúa en este post la revisión de los orígenes de la Revolución Científica


iniciada en el anterior. Se sigue mencionando la labor de los autores que más
contribuyeron a las nuevas concepciones del mundo surgidas en la Europa del
Siglo XVI, pero se intenta sobre todo la identificación de los componentes de la
nueva cosmovisión y de la nueva racionalidad surgida de ella. Se concluye que
dicha nueva racionalidad humana es producto de la convergencia de componentes
diversos, entre los que cabe mencionar el racionalismo y el emperismo.
Johannes Kepler trabajó con Brahe en Praga y parece ser que fue el principal
heredero de todas sus datos y medidas sobre la situación de los planetas. La
historia nos dice que dichas medidas le sirvieron para formular las bien conocidas
leyes de Kepler. Dichas leyes son:

• Primera ley: todos los planetas se desplazan alrededor del Sol siguiendo órbitas
elípticas. El Sol está en uno de los focos de la elipse.

• Segunda ley: el radio vector que une un planeta y el Sol barre áreas iguales en
tiempos iguales.

La ley de las áreas es equivalente a la constancia del momento angular, es decir,


cuando el planeta está más alejado del Sol (afelio) su velocidad es menor que
cuando está más cercano al Sol (perihelio). En el afelio y en el perihelio, el
momento angular L es el producto de la masa del planeta, su velocidad y su
distancia al centro del Sol.

• Tercera ley: para cualquier planeta, el cuadrado de su período orbital es


directamente proporcional al cubo de la longitud del semieje mayor de su órbita
elíptica.

Lo más importante de la obra de Kepler, por otra parte, es que formuló sus leyes
de forma matemática. Algo que también resultará básico para la nueva ciencia que
se gestó en los años a los que nos referimos. Las leyes de la gravedad tal como
fuero expuestas por Newton años después, se apoyaron en dichas formulaciones.

Galileo, del que ya hemos hablando ampliamente en este blog, es el más


importante de estos pioneros de la Revolución Científica. Sus avances fueron
grandiosos porque inventó el telescopio y lo utilizó ampliamente en sus
investigaciones y comprobaciones. Un aspecto, este de los aparatos empleados en
la ciencia, que va a constituir una parte importante de la “nueva ciencia”.

Francis Bacon, por último, no fue exactamente ni un investigador ni un científico,


aunque si un hombre muy ilustrado y estimado como filósofo, político, abogado y
escritor. Su contribución a la Revolución Científica hay que buscarla en el hecho de
que fue considerado padre del empirismo e impulsor del método científico. En lo
primero, como bien sabemos, hay que considerarlo heredero de los nominalistas y
empiristas ingleses medievales como Roger Bacon (1214 – 1294), Juan Duns
Escoto (1266 – 1308), Guillermo de Occam (1280/1288 – 1349) y otros. En lo
segundo hay que ponerlo al lado de otros “padres” del método científico como los
citados, particularmente Galileo, y, por supuesto, René Descartes (1596 – 1650) y
otros autores posteriores.

En cualquier caso su obra “Novum Organum” fue fundamental para la aceptación


en la ciencia de la necesidad de una observación y experimentación precisas.
Mantenía en tal obra que el hombre debe abandonar los ídolos de todo tipo, tanto
los debidos a modos comunes de pensamiento, como los basados en los prejuicios
o costumbres individuales, y los relacionados con el lenguaje y con la tradición.

Las conclusiones que cabe obtener de estos autores y de sus obras en relación con
la Revolución Científica son las siguientes:

 Todos ellos fueron hombres del Renacimiento, es decir, hombres con una
nueva mentalidad y una nueva interpretación del mundo, de las ideas, de
los conocimientos y del pensamiento en general. Hombres que participaron
de, y contribuyeron a, la aparición de una nueva “cosmovisión”. Una parte
importante de la cual era la interpretación del mundo como un órgano,
como una máquina o como un reloj. Dios fue considerado como el Gran
Relojero que había formulado las leyes y que quería que el hombre las
descubriera.

 Todos eran filósofos a la vez que físicos, matemáticos, con frecuencia


políticos y con conocimientos muy diversos. La filosofía, no lo olvidemos,
englobaba antes de la época a la que nos hemos referido todo tipo de
conocimientos, salvo las matemáticas y la medicina que fueron las dos
primeras ciencias que se independizaron de ella, tal como hemos explicado
en posts anteriores. En los años mencionados comenzó la separación de la
filosofía de muchos conocimientos tales como la física, la química, la
biología y otros.

 Todos sentían curiosidad por el mundo físico en el que habitamos,


empezando por el universo en el que nuestro mundo está ubicado. El
interés por la Astronomía era común a todos ellos.

 Eran también matemáticos y consideraban que los conocimientos debían


expresarse en los términos de esta disciplina. La ciencia de los siglos
venideros va a ser en gran manera producto del fuerte desarrollo de las
matemáticas de los siglos XVI y XVII.

 Todos descubrieron, unos más y otros menos, la importancia de la


observación, la medida y la comprobación, así como la necesidad de
demostración de las concepciones y teorías.

 Todos eran racionalistas de origen pero convertidos al empirismo por


evolución ideológica y por pura necesidad. No lo formularon todavía con
tanta claridad, pero comenzaron a entender que las concepciones en
interpretaciones de la mente (deducción) debían combinarse con las
experiencias reales conseguidas con los sentidos (inducción).
 Algunos se lanzaron a la construcción de aparatos de medida y de
observación y entraron así en el mundo de la tecnología que tanto se
desarrollaría en los siguientes siglos.

 En resumen, una nueva racionalidad y un cambio radical en la humanidad


basado en: un nuevo hombre libre, creativo y con capacidad de entender su
mundo por sus propios medios; el principio de una nueva cosmovisión
basada en un universo no centrado ni en la Tierra ni en el hombre; un
interés renovado por la naturaleza y sus leyes; una inclinación hacia el
empirismo y hacia la necesidad de observar, medir y demostrar; un interés
de los pensadores por los instrumentos, las máquinas y los aparatos, es
decir, por la tecnología; un uso generalizado de las matemáticas; una
separación creciente de las distintas ciencias del seno común de la filosofía,
las cuales llegarán a desarrollarse con total independencia unas de otras; y,
finalmente, un nuevo método para adquirir conocimientos: el método
científico.

 El cielo y las estrellas. Desde Ptolomeo hasta Newton. Esquema. Ma Isabel Barba.
Cristina Varon. Ma Antonia Binimelis ` Universitat de les Illes Balears 1 1
Introduccion´ Desde que el hombre tiene conocimiento, las estrellas han
maravillado a los hombres hasta tal punto que podemos encontrar representaciones
del cielo en las pinturas rupestres de las cavernas y en los grabados en piedra del
paleol´ıtico superior. La boveda celeste ha sido y es ´ una tema que intriga al ser
humano. As´ı pues, no es de extranar que ˜ nuestro trabajo vaya dedicado al estudio
de las estrellas y el cielo y a como han influido en cada ´ epoca las distintas teor ´
´ıas que sobre ellas se han formulado. De hecho, dichas teor´ıas han provocado mas
de un ´ conflicto en la sociedad, por ello podemos decir que los planetas y las
estrellas han causado mas da ´ no en la Tierra que en cielo. ˜ Es las siguientes
paginas, intentaremos explicar de forma amena la ´ evolucion que ha seguido la teor
´ ´ıa celeste desde Ptoloeo hasta Newton pasando por grandes autores como
Copernico, Tycho Brahe Brahe y ´ Newton. Si nos paramos a observar el cielo,
comprobaremos la existencia de astros que se mueven. A estos, el j ´ onico Anax ´
´ımenes los llamo plane- ´ tas, en el siglo VI, para difereniarlos de las estrellas que
siempre permanec´ıan fijas, d´ıa a d´ıa. El creador de las primeras ideas que se
tuvieron del movimiento de los planetas fue Euxodio, 400 anos antes de Cristo. Su
sistema ˜ estaba formado por esferas cristalinas con las cuales representaba el
movimiento de los planetas. Mas tarde, Arist ´ oteles modific ´ o el sistema ´ de
Eudoxio y lo transformo en un modelo mec ´ anico con 55 esferas. En ´ ambos
sistemas se considera que la Tierra es el centro del Universo. Con el paso del
tiempo, Aristarco de Samos formulo la teor ´ ´ıa heliocentrica. Cuenta Arqu ´
´ımedes, S.III a.C, que Aristarco escribio la ´ hipotesis de que las estrellas y el Sol
permanec ´ ´ıan inmoviles, y la Tie- ´ rra giraba alrededor del Sol dibujando una
circunferencia. Mas ade- ´ lante, Hiparco, astronomo griego, fue el recopilador del
cat ´ alogo que ha ´ llegado hasta nuestros d´ıas a traves de Ptolomeo en su
Almagesto. ´ 2 Evolucion desde Ptolomeo hasta Newton ´ Claudio Ptolomeo (o
Tolomeo) fue un astronomo y ge ´ ografo nacido en ´ el S.I d.C que propuso el
sistema geocentrico como base de la mec ´ anica ´ celeste. Este sistema llego a
perdurar m ´ as de 1400 a ´ nos, de hecho, ˜ sus teor´ıas y explicaciones dominaron
el pensamiento cient´ıfico de ese campo hasta el siglo XVI. Por ello, es considerado
el ultimo cient ´ ´ıfico importante de la antiguedad. ¨ 2 Como ya hemos descrito
anteriormente, Hiparco fue la primera persona en suponer que las estrellas pose´ıan
movimiento. Ahora bien, tambien fue el encargado de revisar la teor ´ ´ıa
heliocentrista de Aristarco de Samos y crear un escrito con sus conclusiones
defendiendo finalmente el geocentrismo. Gracias a ese escrito, Claudio Ptolomeo
(S. I d.C) pudo recopilar cierta informacion acerca de las observaciones de ´ la
antiguedad preservando la misma teor ¨ ´ıa puesto que el era una persona ´ empirista
y los resultados del geocentrismo se ajustaban muy bien a sus observaciones desde
la tierra. Ptolomeo agrupo todos los conocimientos cient ´ ´ıficos de la epoca, a ´ los
que anadi ˜ o sus observaciones y las de Hiparco, en una obra titulada ´ Almagesto.
El tema central de de este libro es la explicacion del sistema ´ ptolomaico: la Tierra
se encuentra situada en el centro del Universo rodeada por 8 esferas: el sol, la luna,
los 5 planetas conocidos en aquel momento (Mercurio, Venus, Marte, Jupiter,
Saturno) y las estrellas fijas ´ en la boveda celeste. Todas estas esferas giran en
torno a la Tierra en un ´ periodo de un ano describiendo ˜ orbitas circulares. ´
Ptolomeo llego a catalogar 1022 estrellas con 48 constelaciones ´ cuyas
descripciones aun se utilizan hoy, de ah ´ ´ı la importancia de este autor en la
astronom´ıa. Tambien se encarg ´ o de escribir y publicar su ´ Hipotesis Planetaria ´
en lenguaje sencillo para facilitar el acceso a sus lectores ya que en aquella epoca,
poca gente ten ´ ´ıa la suerte de saber. Uno de sus mayores trabajos fue Geograf´ıa,
donde realizo mapas del ´ mundo dando coordenadas a los lugares mas importantes
con latitud y ´ longitud, los que sin embargo, conten´ıan graves errores debido al
complicado metodo que empleaba. Se dice que esta obra fue lo que llev ´ o´ a Colon
a llegar a las ´Indias por el oeste ya que en ellos parec´ıan estar mas cerca. ´ 3 Como
ya hemos dicho, su concepcion del universo es una s ´ ´ıntesis de la astronom´ıa que
le precedio. Recopil ´ o una gran cantidad de datos ´ sobre la observacion de los
movimientos de los planetas y construy ´ o a ´ posteriori un modelo geometrico que
permitiese predecir las posiciones ´ de los astros en el futuro. Su modelo era un
metodo de c ´ alculo a pesar de ´ utilizar complejos sistemas basados en multiples
esferas relacionadas. ´ A pesar de saber, hoy en d´ıa, que esta teor´ıa es falsa, su
obra tuvo gran influencia en la Edad Media, comparandose con la de Arist ´ oteles ´
en filosof´ıa, puesto que se ajustaba muy bien al pensamiento de la epoca ´
reforzado por la Iglesia: el hombre era el centro del universo y nada hab´ıa mas
importante que ´ el. Ahora bien, su ´ exito dur ´ o hasta la cr ´ ´ıtica realizada en
1543 por un clerigo polaco llamado Cop ´ ernico en su libro ´ De revolutionibus.
Nicolas Cop ´ ernico, S.XV, es conocido por su teor ´ ´ıa heliocentrista (descrita ya
por Aristarco de Samos) que supon´ıa que los planetas giraban en orbitas circulares
alrededor del sol. Dicha obra supon ´ ´ıa un cambio de concepcion para la sociedad
y una ´ ofensa hacia lo que en la Bibl´ıa estaba escrito. Por este motivo, Copernico
no quiso hacer p ´ ublica su li- ´ bro De Revolutionibus Orbium Coelestium a pesar
de que sus calculos ´ permitir´ıan a la Iglesia desarrollar un calendario con mas
exactitud que ´ el que ten´ıan. Copernico era consciente de que plantear un sistema
en ´ el que los planetas giraban en orbitas circulares alrededor del Sol re- ´ sultaba
peligroso: sus veinticinco anos de trabajo no fueron publicados ˜ hasta despues de
su muerte en 1543 cuando uno de sus d ´ ´ıscipulos le convencio de publicar la obra
con otro t ´ ´ıtulo. A partir de entonces, la teor´ıa heliocentrica comenz ´ o a
expandirse. ´ Rapidamente surgieron tambi ´ en sus detractores, siendo los primeros
los ´ teologos protestantes. En el a ´ no1600, Giordano Bruno fue condenado ˜ a la
hoguera por apoyar las ideas de Copernico y en 1616, la obra del ´ clerigo fue
puesta entre las her ´ eticas. ´ Podemos concluir entonces, que el texto de Ptolomeo
fue el manual de astronom´ıa que mas influy ´ o a los pensadores de la antig ´
uedad, hasta ¨ la irrupcion de la Escuela de Maragha en el siglo XIII, y
posteriormente ´ el Renacimiento. La obra de Copernico sirvi ´ o de base para que,
m ´ as´ tarde, Galileo, Brahe y Kepler pusieran los cimientos de la astronom´ıa
moderna. Tycho Brahe Brahe nacio en Dinamarca en el a ´ no 1546. Con tan ˜ solo
13 a ´ nos ya mostraba inter ˜ es por la astronom ´ ´ıa. Ten´ıa tal capacidad que el
emperador Rodolfo I le regalo un castillo en la isla de Hven ´ donde Brahe instal ´ o
su observatorio. All ´ ´ı empezo el estudio de los ´ movimientos de la Luna, de los
planetas y de las estrellas. Sin em4 bargo, enseguida enfermo lo que provoc ´ o que
no pudiera continuar con ´ sus observaciones. Con el objetivo de que sus Tablas
Rudolfinas, tablas del movimiento planetario, no quedaran incompletas contrato a
un ayu- ´ dante para que continuara con su labor. Este era Johannes Kepler, el ´ cual
heredo todo su trabajo. ´ Kepler nacio en Weil der Stadt en 1571, era pobre pero a ´
un as ´ ´ı se pudo graduar como astronomo y matem ´ atico con apenas 20 a ´ nos.
Estu- ˜ dio teolog ´ ´ıa y se convirtio de cat ´ olico a protestante, motivo por el cual ´
lo echaron de su catedra. Con la p ´ erdida del trabajo, volvi ´ o a la pobreza. ´ Tuvo
que emigrar y viajo a Praga, d ´ onde conoci ´ o a Tycho Brahe Brahe ´ quien
buscaba un nuevo asistente. Muerto Tycho Brahe, Kepler heredo´ todo su estudio
relacionado con la astronom´ıa, lo cual ayudo a Tycho ´ Brahe a averiguar como se
movian los planetas, cosa que Tycho Brahe no hab´ıa cre´ıdo necesario contestar.
Eran tiempos de guerras religiosas y epidemias de peste: expulsaron a los
protestantes de Praga y Kepler emigro a Linz. La peste mat ´ o a su ´ esposa y a sus
hijos. Ademas, condenaron a su madre, pero fu ´ e puesta ´ en libertad gracias a que
el mismo estudi ´ o las leyes para defenderla. ´ Kepler y Tycho Brahe estaban de
acuerdo con Copernico en que los ´ planetas giraban alrededor del Sol, pero Kepler
observo en las tablas ´ rudolfinas que las orbitas no eran circulares, llegando a la
conclusi ´ on´ que deb´ıan ser elipses. Despues de 4 a ´ nos de la muerte de Tycho
Brahe, ˜ Kepler hizo lo que hoy en d´ıa conocemos como la primera ley de Kepler:
”Las orbitas de los planetas configuran una elipse y el Sol se ´ encuentra en uno de
sus focos” En 1602, Kepler hab´ıa encontrado la Segunda Ley: ”El vector que une
al planeta con el Sol recorre areas iguales en ´ tiempos iguales” Llego a demostrar
estas dos leyes con datos experimentales y plasm ´ o´ sus resultados en el libro
Astronomia nova, en 1609, ademas de incluir ´ una cr´ıtica de los conocimientos
anteriores. Muchos piensan que estas leyes estaban impl´ıcitas en los estudios que
realizo Tycho Brahe, pero ´ como a el solo le interesaba saber donde estaban los
objetos y no el por ´ que estaban all ´ ´ı se las atribuyeron a Kepler. En 1618, Kepler
publica su tercera ley en su libro Harmonices mundi: ”El cuadrado de los tiempos
orbitales es proporcional al cubo de las distancias recorridas” Kepler se puede
considerar como fundador de la mecanica celeste ´ y la astronom´ıa moderna, ya
que su descubrimiento es universal, es decir, se cumple en todos los puntos del
universo. Ademas de ser preciso, ´ se puede verificar: su exactitud es del 100% y
cualquiera puede com5 probar los calculos. Tuvo la suerte de poder observar el
movimiento ´ de los planetas gracias a la invencion del telescopio por el ingl ´ es
John ´ Lippershey. Aunque nunca llego a saber que las elipses orbitales eran ´
producidas por la gravedad del Sol y de la Luna, cosa que descubrio Sir ´ Isaac
Newton. Kepler murio de hambre y su tumba fue bombardeada y destruida. ´ Cabe
destacar el trabajo de Galileo que con su rudimentario telescopio fue el descubridor
de los satelites de J ´ upiter, las fases de Venus, las ´ manchas solares, y otros
descubrimientos que ayudaron a comprobar los trabajos de Copernico y Kepler. ´
Finalmente tenemos el autor que puso las bases matematicas de la ´ astronom´ıa
planetaria, es decir, Isaac Newton. Este celebre autor escribio ”Philosophia
Naturalis Principia Mathe- ´ matica”, obra en la cual fija las bases de la f´ısica
moderna. Newton con su creencia sobre la teor´ıa corpuscular de la luz, se vio
enfrentado a la teor´ıa ondulatoria que defend´ıa Hook, posteriormente estos dos
autores acabaron trabajando juntos, a causa de esos trabajos se pone en duda cual
fue de los dos que tubo la idea original que llevo a Newton a formular la ley de la
gravitacion universal. Lo gracioso es ´ que esta ley pudo explicar los fenomenos f ´
´ısicos mas importantes del universo observado, donde tambien explic ´ o las leyes
de Kepler. ´ Una de las frases que sol´ıa decir Newton era L.Lo que sabemos es una
gota de agua, lo que ignoramos es el oceano”, es curioso que dijera ´ eso porque
tenia fama de ser un hombre que le gustaba ser el primero ´ en todo. En su epoca era
un hombre reconocido en la sociedad por sus ´ trabajos, pero tambien era conocido
por la gran belleza de su sobrina. ´ Este gran hombre, propuso una teor´ıa sobre el
origen de las estrellas. Es curioso que gracias a el se pudo poner un ”punto final”a el
estudio de la astronom´ıa planetaria por as´ı decirlo, porque se demostr ´ o que
como ´ era profundamente religioso, dedico much ´ ´ısimo mas tiempo de su vida en
estudios religiosos que cient´ıficos. 3 Consecuencias Estos autores ayudaron a la
creacion de la mec ´ anica celeste, que es una ´ rama de la astronom´ıa y la
mecanica que tiene por objeto el estudio de ´ los movimientos de los cuerpos en
virtud de los efectos gravitatorios que ejercen sobre el otros cuerpos celestes. Se
aplica la ley de gravitaci ´ on´ universal dada por Isaac Newton y estudia el
movimiento de dos cuerpos (problema de Kepler). 6 Gracias a ley de gravitacion de
Newton, se pueden demostrar las ´ leyes de Kepler. Eistein con su teoria de la
relatividad, ayudo a crear la ´ teor´ıa de perturbaciones.

 Uno de éstos fue William Haytesbury, de la universidad de


Oxford, quien en 1335 definió por primera vez una ley de la
aceleración.
 Tres siglos más tarde, la teoría de Haytesbury fue vital para los
trabajos prácticos de Galileo sobre el movimiento y su formulación
de la ley de la inercia.

Asimismo existen vínculos evidentes entre la metodología del cardenal alemán


Nicolás de Cusa (1401-64), que observó e hizo anotaciones sobre las
fases en el crecimiento de las plantas y llevó a cabo el primer experimento
científico propiamente dicho, y los meticulosos métodos con los que los
científicos del siglo XVII investigaron los fenómenos naturales.

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