Circulos Viciosos
Circulos Viciosos
Circulos Viciosos
CÍRCULOS DE VIDA
Por Raúl Zaldivar
www.raulzaldivar.com
Es muy posible que usted que lee este artículo este viviendo en un círculo vicioso de
alcohol y drogas. Usted cae en el vicio, se arrepiente, vive un corto período bien, pero
vuelve a incurrir en lo mismo o puede ser un círculo vicioso de violencia intrafamiliar, o
un círculo vicioso con su carácter. Lo cierto es que usted ya esta harto de esta
situación y desea de una vez por todas romper con ese círculo. La pregunta es
¿Puedo romper con un círculo vicioso? y si puedo ¿Cómo puedo romperlo? La
respuesta a la primera pregunta es afirmativa. Sí, usted puede romper cualquier
atadura. La segunda pregunta la contestamos de la siguiente manera.
Para romper un círculo de vicio es necesario crear hábitos de vida. Hábito es una
conducta que se repite sin análisis. Usted no analiza si se lava los dientes.
Simplemente lo hace y punto. El detalle es crear el hábito. La mejor manera de romper
con un círculo vicioso es crear hábitos de vida, es decir, iniciar una conducta nueva y
comenzar a repetirla hasta que la hagamos por inercia. Si usted no tiene el hábito al
cigarrillo y alguien le ofrece uno, a usted no le cuesta nada decir no. No tiene el hábito.
En sentido contrario, si tiene el hábito, no le costará nada decir si. Hábito es la palabra
mi amigo. La única forma de contrarrestar las conductas malas y es con conductas
buenas. Las conductas repetitivas son hábitos. Si la conducta es mala es porque los
hábitos son malos y la única forma de cambiarlos es con hábitos de vida.
Para romper un círculo vicioso es necesario creer que nuestra vida vale. Esto es
clave. Si yo creo que mi vida vale y que yo soy una persona que merezco una mejor
vida, haré todo lo que haga falta para lograrlo. El problema muchas veces es que la
gente no valora su vida y cree que no vale la pena el esfuerzo. También Satanás pone
un espíritu de derrota y baja autoestima en la persona y cuando eso sucede las
personas saben que están mal y siguen en la misma situación. Se necesita un toque
especial de Dios para despertarle y que les haga ver que nunca es tarde para corregir
un error cometido.