12.1 Trauma ManejoInicial
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INDICE
1. Introducción
2. Prioridades iniciales de la evaluación
3. Evaluación primaria
4. Evaluación secundaria
5. Evaluaciones diagnosticas
6. Triage
7. Derivación y transporte
8. Cuidados definitivos
9. Puntos Claves
10. Referencias
1- INTRODUCCION
Los accidentes representan una importante causa de morbilidad y mortalidad a cualquier edad.
La organización mundial de la salud estima que mueren en todo el mundo aproximadamente 100
niños cada hora a causa de lesiones de los cuales 90% no son intencionales (1) Según la
Organización Panamericana de la Salud, la tasa de mortalidad por causas externas en todas las
edades varía ampliamente entre los diferentes países. Tabla 1
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La palabra trauma proviene del griego τραύµα que significa herida. El trauma pediátrico está
definido como todas aquellas lesiones “no intencionadas” que ponen en peligro la vida del
paciente en forma global (2). Se define politraumatismo como el daño corporal resultante de un
accidente que afecte a dos o mas órganos o sistemas o el que, aunque solo afecte a un órgano,
ponga en peligro la vida o la supervivencia del niño o existe el riesgo de secuelas graves (3).
El proceso de crecimiento y desarrollo le confiere al niño según su edad, características
anatómicas, fisiológicas y psicológicas especiales que mencionaremos a continuación al igual que
sus consecuencias.
La cabeza del niño es proporcionalmente mayor que el cuerpo condicionando un centro más alto
de gravedad. Al mismo tiempo, el lactante posee fontanelas abiertas que permiten tolerar masas
expansivas por una lesión intracraneal. El vómito y las convulsiones son comunes y auto
limitadas en niños (4). La hiperlaxitud de la columna y el poco desarrollo de la musculatura y
ligamentos permiten un mayor alargamiento de la columna cervical haciendo posible que haya un
daño medular sin alteraciones radiológicas (Síndrome de SCIWORA) (5). Las apófisis articulares
de los cuerpos vertebrales tienen una orientación más horizontal que el adulto, lo que permite
mayor desplazamiento de las vértebras (,6).
La lengua es proporcionalmente mucho mayor en relación a la zona bucofaríngea, la epiglotis es
menos rígida, la laringe esta más arriba y adelante, el cartílago cricoides es la porción mas
2
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angosta de las vías respiratorias. La tráquea de los niños es más corta y su caja torácica tiene
mayor compliance condicionando que la energía de un traumatismo sea transmitida al contenido
torácico, por ello las contusiones pulmonares y hematomas son relativamente comunes,
observados en el 60% de los niños con trauma torácico severo con mínimos signos externos de
trauma.
Los niños al ser respiradores diafragmáticos tienen un alto consumo de oxígeno y poca capacidad
residual funcional. Por el contrario, el mediastino es más móvil, lo que contribuye a una baja
incidencia de lesiones de los grandes vasos y la vía aérea.
La musculatura abdominal es menos desarrollada, con menor grasa cutánea, por lo que sus
órganos están más expuestos a un traumatismo y al ser más grandes presentan lesiones múltiples
frecuentemente.
Su volumen sanguíneo normal es de 7 a 8% del peso corporal: Prematuro de 90-100mls / Kg.,
recién nacido a termino 80-90 ml / kg., < 1 año 75-80 ml /kg, 1-6 años 70-75 ml /kg, > 6 años 65-
70 ml / kg.
Los niños debido a que poseen una superficie corporal mayor a los de los adultos, son más
susceptibles a la deshidratación al tener una mayor pérdida insensible de agua y mayor peligro de
hipotermia, sobre todo en los menores de seis meses por presentar menor grasa subcutánea y un
mecanismo de termogénesis mecánica inmaduro (7).
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Circulación
Palidez
Piel marmórea
Cianosis
La apariencia involucra la observación inicial del paciente donde el rescatador o líder a cargo
deben de valorar el tono muscular y la interacción del paciente, las características de su mirada y
su forma de hablar.
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Durante la valoración del esfuerzo Respiratorio se investigan 5 componentes que son: Ruidos
anormales audibles, posicionamiento anormal, retracción o uso de los músculos accesorios, aleteo
nasal, apnea jadeo o falta de esfuerzo respiratorio.
De la circulación de la piel se valora el cambio en la coloración de la misma: palidez, marmórea,
obscura, cianótica o presencia de hematoma o petequias. Ante cualquier anormalidad detectada
deberá de activarse el Sistema Médico de Emergencias o trasladar al paciente a una unidad
especializada en traumatología.
3- EVALUACION PRIMARIA
La evaluación primaria usa un enfoque sistemático del paciente utilizando una nemotecnia
descrita como A, B, C, D, E:
A (Vía aérea), B (Respiración), C (Circulación), D (Déficit neurológico), E (Exposición), que
incluye la evaluación de los signos vitales incluida la saturación de oxígeno. Tabla 3.
• Vía Aérea
• Buena respiración
• Circulación
• Déficit neurológico
• Exposición
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ruidos respiratorios y al movimiento del aire, percibiendo el movimiento del aire en la nariz y la
boca del paciente.
3.3 Circulación
La evaluación de la circulación permite evaluar si el estado de perfusión tisular.
Evaluar coloración, pulsos, tensión arterial, frecuencia cardiaca, ritmo cardiaco de acorde a los
signos vitales por grupo etario (Tabla 4)
Tabla 4. – Signos Vitales en el Paciente Hospitalizado. Evans D, Hodkingson B, Berry J. Vital
signs in hospital patients: a systematic review. Internal J Nursing Studies 2001; 38: 643-650.
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3.5 Exposición
El niño lesionado grave debe de revisarse según sea necesario sin ropa para realizar un examen
físico detallado.
Se recomienda ir desnudando una a una las distintas extremidades teniendo cuidado al movilizar
al paciente con sospecha de lesión de columna cervical y buscar zonas de lesiones, deformidades,
sitios de hemorragia, heridas y exposición de órganos. En este rubro se debe de evaluar la
temperatura corporal del niño. (10,11)
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A
Abierta y mantenible No mantenible
Esfuerzo respiratorio (aleteo nasal/retracciones)
Palidez Cianosis
D
Ansiedad, agitación letargo o ausencia de respuesta
E Temperatura variable
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A: Vía aérea: si el paciente está consciente tiene una vía aérea permeable y mantenible, hay que
dejar que adopte una posición cómoda y administrar oxígeno al 100%. Si el paciente no está
consciente y la vía aérea no es mantenible y permeable: abra la vía aérea con tracción mandibular
sin extensión de la cabeza si se sospecha de lesión de la columna cervical. Colocar collarín
cervical para protección de columna cervical, despeje la vía aérea si está indicado (aspiración de
nariz y boca, retire cualquier cuerpo extraño visible), considerar la opción de cánula orofaringea
para mejorar la permeabilidad de la vía área. El tamaño de la cánula correcto debe extenderse
desde la comisura de la boca al ángulo de la mandíbula. (10,12)
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C: Circulación: Siempre que sea posible se canalizan 2 vías venosas periféricas en los
antebrazos con catéteres cortos de grueso calibre, en caso de no poderlo lograrlo se debe de
considerar la colocación de accesos intraóseos. Todos los medicamentos que se administran por
vía intravenosa se pueden pasar por la vía intraósea. El uso del acceso venoso central requiere
más tiempo y solo se hará cuando el paciente este estable o por dada su etiología sea necesario
para un tratamiento adecuado del paciente.
En general los bolos de solución cristaloide se deben de administrar a 20 ml por kg durante un
período de 10 min en niños con choque hipovolémico, hipotenso y grave. Despues de la
aplicación de las cargas de volumen es importante se debe de reevaluar y repetir los bolos de 20
ml por kg hasta reestablecer la presión arterial y la perfusión tisular.
La administración de concentrados de glóbulos rojos para reponer la pérdida de sangre traumática
se realizará si la perfusión del niño es inadecuada a pesar de la administración de 2 a 3 bolos de
solución cristaloide isotónica a 10 ml/ kg /dosis de concentrado de glóbulos rojos lo antes posible.
Las prioridades para el tipo de sangre o hemoderivados usados en orden de preferencia son: 1)
Sometidas a pruebas cruzadas, 2) especificas por grupo 3) grupo O negativo preferido para el
sexo femenino y O + u O (-) para masculino.
El Plasma fresco se manejará cuando existe una pérdida de una cantidad equivalente a uno y
medio del volumen circulante del paciente, a 10 ml/kg, en caso de desconocerse el grupo
sanguíneo del paciente se indicará plasma AB Rh (-).
Cuando exista una pérdida de dos veces la volemia del paciente o coagulación intravascular
diseminada estará indicado el uso de Plaquetas a 1 unidad por cada 7 kg de peso.
Los Crioprecipitados se manejan a una dosis de 1 unidad por cada 10 kg de peso en caso de
pérdida de dos volemias o coagulación intravascular diseminada.
En los pacientes traumatizados, la corrección de la coagulopatía debe ser precoz recomendación
de restitución de productos sanguíneos a tasa de 1:1:1 (administración de un concentrado de
plaquetas y un volumen de plasma por cada volumen de sangre desplasmatizada requerida). Por
lo tanto, cuando en un paciente traumatizado se estima un sangrado, que requiere la transfusión
de sangre desplasmatizada de más de 30% de la volemia, se sugiere comenzar simultáneamente la
transfusión de plasma y plaquetas (10,14-16).
E: Exposición: Se debe de evitar la hipotermia, con el uso de mantas térmicas y soluciones tibias.
Estabilizar las fracturas e inmovilización de las mismas. (10,11)
10
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4- EVALUACION SECUNDARIA.
La evaluación secundaria permite el reconocimiento y tratamiento de lesiones que no fueron
identificadas en la evaluación primaria, consta de 3 componentes: historia clínica y examen
físico detallado y reevaluaciones continuas del estado fisiológico y la respuesta al tratamiento.
1-Historia clínica detallada: para obtener datos de la historia clínica de una manera sistematizada
se utiliza la regla nemotecnia SAMPLE: S (signos y síntomas), A (alergias), M (medicamentos),
P (previa historia clínica), L (la ultima comida), E (eventos).
2. Examen físico detallado: una vez manejándose las alteraciones cardiovasculares se debe de
realizar un examen físico completo de cabeza a pies, el cual estará determinado por la gravedad
de la lesión o enfermedad del niño.
3. Reevaluación continua: la reevaluación continua de todos los pacientes es esencial para evaluar
la respuesta al tratamiento y para realizar un seguimiento de la progresión de los problemas
anatómicos y fisiológicos identificados.
Los elementos de la reevaluación continua son:
• El Triangulo de Evaluación Pediátrica (TEP).
• El enfoque ABCDE de la evaluación primaria con mediciones repetidas de los signos vitales,
incluida la pulsioximetria.
• Evaluación de los hallazgos fisiológico y anatómicos anómalos
• Revisión de la eficacia de las intervenciones del tratamiento (10).
5- EVALUACIONES DIAGNOSTICAS
Son aquellas pruebas de laboratorio radiografías y otras pruebas avanzadas que ayudan a
identificar el diagnostico y el estado fisiológico del niño.
5.1 Laboratorios
En los pacientes politraumatizados se debe de pedir la realización de exámenes de base para un
control adecuado del mismo: Grupo y Rh, Biometría hemática completa, tiempos de coagulación,
química sanguínea, gasometría arterial y venosa, lactato arterial. Si se sospecha de intoxicación
es adecuado solicitar un perfil toxicológico (10).
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Hemotórax: presencia de sangre en el espacio pleural que aparece como una opacificación con
densidad líquida (blanca) entre la pared torácica y el pulmón. Contusión pulmonar: presencia de
condensaciones blanquecinas, a veces algodonosas o nodulares que aumentan en tamaño y
densidad con el paso de las horas.
C: Circulación: valorar aumento de tamaño de la silueta cardiaca (derrame pericárdico, contusión
cardiaca) y del mediastino, (ruptura aórtica o esofágica).
D: Diafragma: La rotura diafragmática asocia niveles hidroaéreos con presencia de la cámara
gástrica en el hemitórax. El neumoperitoneo se caracteriza por la presencia de aire bajo los
diafragmas.
E: Estructuras: se valorará la presencia de fracturas óseas en costillas, clavícula, zona proximal
del húmero y columna vertebral. Es necesario fijarse en las estructuras abdominales visibles,
como el estómago y el hígado. Se revalorará la colocación correcta de tubo endotraqueal, sonda
nasogástrica, vías centrales, vías centrales de acceso periférico, tubos de drenaje torácico.
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6- TRIAGE
Se recomienda usar para predecir la mortalidad y la gravedad de las lesiones en situaciones de
urgencia, el Índice de Trauma Pediátrico diseñado ´por Tepas y colaboradores, el cual es un
índice pediátrico, con elevada sensibilidad y especificidad.
Permite valorar al paciente, describir las lesiones y, en caso de catástrofe con múltiples víctimas,
clasificar a los pacientes según sus necesidades y pronóstico.
Consta de 6 componentes:
• Tres parámetros anatómicos (peso, heridas, fracturas)
• Tres parámetros funcionales (vía aérea, presión sistólica y evaluación del nivel de
conciencia). (Tabla 7)
El peso tiene correlación con el tamaño del paciente. Cuanto más pequeño es el paciente, menor
superficie corporal y mayor gravedad potencial del traumatismo.
Las heridas y fracturas permiten cuantificar la extensión de las lesiones recibidas.
El mantenimiento con dispositivos avanzados de la vía aérea (VA) es un índice de la gravedad del
daño y del compromiso funcional del paciente.
La tensión arterial sistólica (TAS) evalúa la respuesta hemodinámica al traumatismo. La
detección de pulsos tiene un valor equivalente a la TAS
La evaluación del nivel de conciencia determina la gravedad y el pronóstico, siendo el nivel de
conciencia el signo global más importante para la evaluación.
La escala de categorización para cada componente implica la graduación de éstos como crítico o
grave (-1), moderado (+1) o mínimo (+2).
La víctima se cataloga de acorde a este índice dándole un valor máximo de 12 y un mínimo de 6.
El ITP no sólo predice la gravedad de la lesión por una relación inversa y lineal entre el ITP y el
Injury Severity Score (ISS) (la disminución del ITP implica aumento de la gravedad de la lesión),
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sino que también identifica a los niños con riesgo de muerte de no mediar una intervención
adecuada.
Para evaluar su valor pronóstico, Tepas estableció una comparación con el ISS, una herramienta
con una excelente correlación con la mortalidad.
La importancia del ITP radica en su valor predictivo, ya que casi la totalidad de los niños con
puntuaciones iguales a 9 o mayores sobreviven con una atención correcta.
Por debajo de 8 se eleva progresivamente el riesgo de mortalidad. Por tanto, 8 representa la
puntuación por debajo de la cual un niño politraumatizado debe ser derivado a un centro de
atención de trauma pediátrico. (Tabla 8)
7- DERIVACIÓN Y TRANSPORTE
Una vez realizada la categorización, el paso siguiente será el transporte primario o secundario al
centro adecuado para su tratamiento definitivo, generalmente a un centro de tercer nivel.
Debe recordarse que es necesario realizar reevaluaciones frecuentes del paciente, de forma
repetitiva, para detectar cambios o complicaciones durante todo el proceso de la evaluación
pediátrica
En lo referente al traslado es conveniente recordar la triple adecuación:
-Paciente adecuado: Individuo clínica y hemodinámicamente estable.
-Momento adecuado: En el hospital de origen se deben efectuar sólo los procedimientos que
requiera el paciente y no retrasarse el traslado por efectuar estudios innecesarios o no urgentes
que retrasen el cuidado definitivo.
-Hospital adecuado: La elección del hospital se debe basar en el tipo de lesiones que tenga el
paciente, la gravedad de las mismas, la disponibilidad de transporte aéreo y/o terrestre, las
condiciones del clima y el tráfico de la zona.
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8- CUIDADOS DEFINITIVOS
Una vez que el paciente se le ha realizado un manejo inicial adecuado y el niño se encuentra
estable, sea en la misma institución donde recibió la atención inicial o en el centro hospitalario al
que fue transferido, se le realizará los exámenes complementarios necesarios y se decidirá si el
niño pasa a un área de hospitalización, a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos o a sala
quirúrgica de acorde a condiciones clínicas (18)
9- PUNTOS CLAVES
• El trauma es un problema de salud pública que afecta de forma variable a todos los países
del mundo, es la primera causa de mortalidad en la población de 1 a 44 años.
• En el paciente pediátrico politraumatizado es necesario considerar situaciones como la
edad, diferencias anatómicas, mecanismo de lesión y sospecha de lesiones no evidentes
• Es prioritario iniciar la monitorización básica del paciente en forma conjunta, con la
evaluación primaria para no retrasar la identificación de entidades traumáticas que
comprometan la estabilidad del paciente.
• Del mismo modo y una vez teniendo en cuenta que nuestro paciente se encuentra
estabilizado en la medida de lo posible con base en los puntos anteriormente citados,
debemos realizar un reconocimiento secundario con una exploración más minuciosa de
manera craneocaudal por secciones y una adecuada historia clínica, considerando
enérgicamente la colocación de sondas tanto gástricas o urinarias, siempre y cuando el
trauma y la urgencia del mismo lo permitan.
• Se deben de realizar radiografías básicas que incluyan columna cervical, tórax y pelvis,
así como ecografía abdominal (de preferencia FAST) y los estudios tomográficos
craneales, torácicos y abdominopélvicos cuando se tengan disponibles, considerando
siempre la inminencia de traslado a centros especializados de trauma pediátrico para una
mejor supervivencia del niño.
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