Beck Prologo Lash La Individualización

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:Jlrich Deck/ Elisabeth Beck-Gernsheim

~aindividualización ..
~Jindividualismo institucionalizado
; sus consecuencias sociales y políticas
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~dós Estado y Sociedad 114
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-- Prefacio de Scott Lash 1 ~~ 1

-- INDIVIDUALIZACIÓN A LA MANERA NO LINEAL



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La sociedad del riesgo de Ulrich Beck, y para el caso la teoría de la
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«modernización reflexiva», se caracteriza principalm.ente por dosttsis: j

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la tesis medioambient~i (o la «tesis del riesgo») y la «tesis de la hlmvi- 1
, ,
dualización». Desde mediados de los años ochenta, la obra de Beck !?e !

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viene entendiendo en Alemania desde una especie de equilibrio entre es- j

I
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tas dos tesis. En la sociología anglosajona, la tesis del riesgo ha ejercido
un influjo enorme, mientras que la tesis de la individualización ha pasado Il-

- prácticamente inadvertida. Una laguna que trata de colmar precisamente


la publicación de este libro, La individualización. En el original alemán, la !
1:
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1

tesis sobre la individualización la podemos encontrar en toda una gama


(

... - de artículos y libros. Los lectores de lengua inglesa [y española] están


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'- ahora de enhorabuena: en este volumen, dicha tesis recibe atención ex-
clusiva por parte de Ulrich y de Elisabeth Beck. Este .libro ofrece la otra
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vertiente de la obra de Beck. Una vertiente que puede ser la más impor- il,-
i .

(' -- tante en la actualidad.


En este libro se apuesta por una noción del individuo y un proceso de
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(;. -- «hac~rs~i~4ividuo» que es claramente de una galaxia muy distinr; al in-


dividualismo -posesivo y egotista de Thatcher, Reagan, George W. y el
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(: moderno liberalismo global del libre mercado. Una noción delindividuo I

,
I que es también básicamente distinta del individualismo • ético y altruista
de la Ilustración. En efecto, el individualismo de la ilustración tiene más
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que ver con <~~individuo» que coIÍh'~cerse'ihdividuo. y ello porque el ',f

1,
individualismo de la Ilustración tien~ lugar en la que según Beck es la
- «primera modernidad» o la «simple modernidad», mientras que el indi-
vidualismo que se baraja en este libro es un fenómeno de la «segunda mo-

- dernidad» o «modernidad reflexiva». Si la ~a


predominantemente en una lógica de estructuras,
~
caso a Manuel Castells, implica una lógica de ~~~
~d se basa
la segunda, de hacer
.

flujos. Las nociones de


-

-- Beck acerca de las consecuencias no queridas, del conocimiento siempre


incompleto, no de la irracionalidad sino de una racionalidad que se
muestra para siempre indeterminada, se encuentran a gusto dentro de la
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...J
10 La individualización
/

lógica de los flujos. La crónica indeterminación en Beck del riesgo y de la


asunción de riesgos, de vivir con el riesgo, encaja no tanto con la deter-
minación de la estructura como con la determinación parcial, y elusiva, J

del flujo.
Así, cabe preguntarse, junto con Ulrich y Elisabeth Beck-Gernsheim,
qué puede significar la ~ndividualización y el individualismo en la era de J
los flujos. Ante todo, hay dos cuestiones que saltan a la vista. Una es lo
que Durkheim denominó el individualismo anómico. En el paso de una
serie de disposiciones sociales a otra, existe un período de nlovimiento
necesario, un período de perturbación que se percibe com~~sí,
en el tránsito de la Gemeinschaft tradicional y del anden régfme se-da una
.J
fase transitoria de desarraigo hasta que la primera modernidad, la indus-
trial, desarrolla sus propias normatividades y el clásico individualismo de
la nustración se vuelve rutinario. Es así como Hegel entendió el paso de los
J
~ excesos anómicos de la Revolución francesa al individualismo institucio-
nalizado de la propiedad, el contrato, la familia burguesa y la sociedad ci-
vil de la Filosofía del Der~cho. Pues bien, la nlÍslna su~rte de proceso se
ventila en la transición de la primera modernidad, industrial, a la segunda J

modernidad, «informacional»~Al principio, había un individualismo anó-


mico. Lo que dice Beck es que ni siquiera tras la transición a la moderni-
dad reflexiva se vuelve rutinario el nuevo individualismo. Incluso en su
fase madura, es una libertad indeterminada, arrie~gada y precaria.
Para captar bien la noción becKíana de lndwidualizaéIóD:e ~dividua-
lismo, no creo que ayude mucho establecer una comparación con Haber-
mas o Anthony Giddens. Y lo digo porque la sociología alemana tiene
una genealogía marcadamente distinta a la angloamericana. En muchos
aspectos, tanto Habermas. como Giddens escribieron desde una profun-
da insatisfacción con el funcionalismo estructural, así como con la lineal
.J
teoría de los sistemas de T alcatt Parsons y el predominio de la sociología
parsonsiana en las décadas que siguieron a la guerra. Tanto Habermas
como Giddens tenían claras afinidades con el marxismo. Los dos hicieron
i un hincapié especial en la importancia de la «agencia», en contraste con
! la estructura. Ésta fue la postura dominante desde los años setenta, cuan-
do la~dos teorías alcanzaron posiciones hegemónicas en la sociología ger-
mana y anglosajona. Pero Beck procede, en realidad, de otra generación.
Beck marcó una fuerte impronta en la Alemania de los años noventa,. una
década de historia intelectual que se definió a sí misma frente a Haber-
.3)mas, el corpotativismo y la democracia social influida por Marx. En reali-
dad, Beck saltó a la palestra en medio de una generación cuya figura prin- J

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Individualización a la manera no lineal 11 '1

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cipal ya no era Habermas, sino Nildas Luhmann. Conviene recordar que 1:
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los dos colegas de Giddens más jóvenes, y más influyentes, han sido J ohn ¡:

Thompson y David Held, dos sociólogos influidos por Habermas que


cuentan con una obra sencillamente impresionante. En cambio, Beck sal-
tó al primer plano de la actualidad desviándose de la pauta trazada por
Habermas y escorándose d,ellado de Luhmann. Sin duda, en los primeros
años del actual milenio, la irrupción en Alemania delluhmannismo dog-
mático es algo que a Beck le produce un claro disgusto. Es evidente que
Beck no es luhmanniano. Sin embargo, toda una generación de estudian- !
r tes alemanes ha madurado en un ambiente informado tanto por Beck co- 1:
.~
mo por Luhmann, un ambiente caracterizado tanto por el conflicto como
por la convergencia de sus respectivos marcos conceptuales.
En esto último, y en la temática que define al presente libro, domina
una noción decididamente no lineal del individuo y la individualización.
En la primera modernidad, o modernidad de la estructu,ra, la sociedad
está concebida como un sistema lineal. El sistema social de Talcott Par-
sons es uno de estos sistemas lineales. Los sistemas lineales tienen puntos
.- de equilibrio separados, y sólo unas fuerzas externas pueden perturbar I
,

este equilibro y conducir a un cambio de sistema. La individualización ?\ "

reflexiva de la segunda modernidad presupone la existencia de sistemas


no lineales; el desequilibrio del sistema y el cambio son inducidos inter-
namente mediante bucles de retroalimentación. Son sistemas abiertos.
Ocurre que el bucle de retroalimentación, es decir, la propiedad defini-
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toria de los sistemas no lineales, pasa a través del individuo. Ahora, la in-
dividualización es al mismo tiempo desestabilización del sistema. Los sis- I!
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temas complejos no se reproducen simplemente; cambian. El individuo : f'


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es el punto de tránsito para las consecuencias no queridas que conducen 1I

al desequilibrio del sistema. Beck no utiliza este tipo de lenguaje, pero sin I
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duda este tipo de no linealidad está en el .p:1eollode la individualización


de la segunda modernidad. Una no linealidad que rompe con el indivi-
dualismo lineal (a la vez posesivo y ético-moral) de la simple modernidad. I

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En este sentido, se puede decir que la parsonsiana linealidad de los siste- ,
mas fue en muchos aspectos el otro lado de la linealidad de la «agencia» J
de Habermas. Por la misma regla de tres, la no linealidad de los sistemas de ~ j.
la segunda modernidad de Luhmann encuentra su paralelismo en el indi- 7 I

vidualismo no lineal de Beck. . . II


También en este sentido, el individuo de la primera modernidad es I

reflectivo, mientras que el de la segunda modernidad es reflexivo. El con- 1.


cepto de reflectivo pertenece a la filosofía de la conciencia de la primera

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14 La individualización
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_)ntep.si~n"l~nte,respecto _dela nación-Estadg. En varios capítulos de este
J
libro se aborda el tema de la familia. ¿Qué ocurre con la familia de la se-
J
gunda modernidad, o modernidad reflexiva? Lo que ocurre es, hasta
J
cierto punto, un outsourcing~': generalizado. En la «sociedad del riesgo»
de Beck, o en el que Joyn Urry y yo denominamos por la misma época el J

«capitalismo desorganizado», existe un outsourcing generalizado de fun- J

ciones y operaciones. La organización económica y jerárquica empieza a. J

tomar decisiones de manera regular, mejor dicho, no a «tomarlas» sino a J


«comprarlas>? Así, en esta época de desintegración vertical existe toda J
una panoplia de funciones empresariales aprovisionadas externamente. J
El Estado del bienestar empieza a delegar funciones en organizaciones
sectoriales privadas y caritativas. Al parecer, se está dando también un J
outsourcing de la familia; se da una desorganización anómica, pe~o, a con- J
tinuación, también una nueva normalización, que a su vez institucionali- J
za la anormalidad, es decir, que institucion~liza no lo normal, sino el es- J
tado de excepción (como habría dicho Cad Schmitt). En cierto sentido,
J
es una rutinización del carisma weberiano, que se resuelve no en una bu-
......}
rocracia, sino en un carisma por así decir más regularizable.
J
Pero no sólo se está produciendo un outsourcing, sino también un in-
J
sourcing. ~'d: Por supuesto, Anthony Giddens siempre ha sido consciente
J
de esto. Es decir, que se han resituado un buen número de propiedades,
funciones y actividades anteriormente atribuibles a la nación-Estado, al J
Estado del bienestar, a la empresa jerárquica, a la familia y a los sindica- J

tos centralizados. Algunas de ellas se han desplazado extensivamente a J


instancias globales, mientras que otras se han desplazado intensivamente J
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al individuo, a la subjetividad consciente o inconsciente: a instancias pri- J
...--------
vadas en tódos los sentidos de la palabra. Incluso las formas pequeñas J
que han adoptado determinadas actividades constituyen una intensifica- J
ción de este tipo. Las nuevas empresas que salen a bolsa en la actualidad .J
.(y no sólo las «punto com», sino también las tecnológicas que generan ...J
patentes y otras empresas mediáticas que generan derechos de autor) tie-
J
nen características privadas, personales e intensas. No son, por así decir,
J
paternalistas, como lo fueron en tiempos pasados, entre otras razones
J
porque un buen número de ellas están dirigidas en la actualidad por mu-
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jeres y, sobre todo, porque muchos de los empleados son freelanc,e y es-
.J
J
,~ Aprovisionamiento externo, subcontratación, delegación de funciones, operación
.....}
hacia fuera, externa]ización ... (N. del l.)
"i:* Aprovisionamiento interno, operación desde dentro o internalización. (N. del l.) J
J
J
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-- Individualización a la manera no lineal 15

-- tán subcontratados, por lo que «individualizan» en grado sumo. Las ra-


zones tienen que ver con el individuo, no con el carisma paternalista de I
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los empresarios. Éstos no son, por así decir, «dirigentes de hombres», )
sino «corredores de riesgos» e innovadores.
Así pues, en nuestra época existe un outsourcing de las funciones de
gobernancia del Estado, de los derechos nacionales a convertirse en

-- derechos globales, de las organizaciones contables y de las funciones eco-


nómicas respecto a cuerpos económicos supranacionales e instancias cul-

- turales igualmente supranacionales (como es ~l caso de la difusión mun-


dial de las bienales). También se ha extendido.la práctica de delegar

-- funciones en instancias privadas. Por lo tanto, por un lado tenemos globa-


lización y por otro -y de manera paralela- individualización, es decir,
las características distintivas de la segunda modernidad. En la primera mo-
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dernidad, el individuo estaba constituido en consonancia con una serie de
o. :,

- roles dentro de una variedad de instituciones. En la actualidad, estas insti-

- tuciones están en crisis, y muchas funciones que en otro tiempo tenían lu-

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(
gar en el interfaz institución e individuo están teniendo lugar actualmente
de una manera más in_t_e~a~ásJ2!~xima al individuo. Lo que ha ocurri-

-
(.
do es que se ha producido una «desnormalización» de roles. El individuo
se ha vuelto -y Beck utiliza esta palabra- «non'ládico». Ha habido un
movimiento hacia la complejidad, por no decir incluso hacia el «caos», ~
pero un caos en cierto modo ,-~---~-
regularizable. Los «roles» de la primera mo-
dernidad dependieron en gran medida de lo que Kant denominó un juicio
determinado; a saber, en la prescripción, en unas reglas determinadas. En
nuestros días, el individuo de?e ser más bien un buscador de reglas. El jui-
cio determinado ha sido sustituido por el «jui~io reflexivo». El juicio re-
flexivo no es reflexión porque hoy no existe ningún universal que subsu-
ma lo particular. En el juicio reflexivo, el individuo debe buscar la regla.
El juicio reflexivo es siempre una cuestión de incertidumbre, de riesgo,
pero también deja la puerta abierta a la innovación. Esto apuntan Beck y
Beck en Der ganz normale Chaos der Liebe cuya traducción literal es, aun-
J

que no guste, «el completamente normal caos del amor». ~'c El amor se diso-

--
r
cia aquí de los roles y, por tanto, se vuelve caótico. Sin embargo, este caos
se convierte en algo completamente normal. Se regulariza, por así decir. Se

-- vuelve más o menos predecible. Y, sin embargo, al mismo tiempo sigue


siendo caos. El amor caótico, el amor caótico regularizable, es amor no li-

--
r
neal, en paralelismo con la individualización no lineal de Beck.

* El normal caos del amor, Barcelona, Paidós, 2001. (N. del e.)
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16 La individualización
J

Todo esto nos lleva a la cuestión de las instituciones. Los debates ac- J

tuales sobre globalización y cosn~opolitislnohan generado un considerable


corpus bibliográfico sobre el outsourcing extensivo de, en este caso, la so-
beranía; por ejemplo, la búsqueda de la gobernancia (tal como la aborda
Held) o de las funciones económicas (tal y como las aborda Sassen) o de los
derechos (Homi Bhabha,). Pero ¿qué ocurre con las instituciones que re- J
gulan el antes mencionado insourcing de funciones. ¿Qué tipo de institu-
ciones pueden regular lo que Beck y Beck vienen denominando desde los J
años ochenta «la propia vida» (eigenes Leben)? ¿Qué tipo de instituciones .J
pueden regular a un individuo cuyos rasgos diferenciales estriban en el no J
estar determinados por las normas de las instituciones? ¿Qué instituciones
pueden permitir a los individuos ser reflexivos en el sentido de ser busca-
dores de normas? Aquí está en juego un individuo que no es tanto anómi-
co como auto-nómico. Y ésta es la pregunta del millón. La gobernancia de
los flujos de la segunda modernidad siempre va a ser muy diferente a la go-
bernancia de las estructuras de la primera modernidad ..Tal vez estén en
juego unas instituciones tan distintas para nosotros que resulten casi irre-
conocibles como instituciones. En este contexto, podría tener sentido pen-
sar en términos de dos tipos de instituciones que nos ofrecen sendos tipos J

de normas. Volvamos a la distinción entre normas' constitutivas y normas


reguladoras. Las normas constitutivas son las que nos permiten jugar el jue-
go, de UÍlamanera muy parecida al derecho constitucional. Sin ellas no hay J

campo o cancha para jugar. Por su parte, las normas reguladoras son más
bien prescriptivas. ¿Qué tipo de normas constitutivas son compatibles con
una serie de normas reguladoras que no regulan? ¿Qué tipo de norma
constitutiva es compatible con una serie de actividades de búsqueda de J
normas, distintas de actividades de determinación de normas? Tal vez haya
que considerar básicamente las nuevas instituciones de la segunda moder-.
nidad como normas no reguladoras, sino constitutivas. y en este sentido
J
puede que no sean reconocibles para nosotros como instituciones.
J
Actualmente, todo el mundo está de acuerdo en que en esta era de la in-
formación global, en esta segunda modernidad, el poder y la desigualdad ac-
túan menos a través de la explotación que de la exclusión. Beck es muy cons-
ciente de este problema, como demuestra su noción de «brasileñización». J

Lo que pretendo decir con esto es que la explotación se da a través de nor-


mas reguladoras mientras que la exclusión se da mediante normas constitu- J

tivas. Esto encaja perfectamente con lo que dicen Hardt y Negri en Imperio"¡'~

* Barcelona, Paidós, 2002. (N. del e.)

J
-- Individualización a la manera no lineal 17

-- en el sentido de que la transición de un modo de producción a otro está

-- regida menos por la lucha de clases que por «líneas de fuga». Aquí, la cla- ~
se subordinada escapa literalmente -a modo de fuga o flujo- de la clase
dominante y de sus instituciones. AsÍ, tal vez las instituciones clave que

- están en juego en la segunda modernidad sean las que regulan la exclu-


sión. Y es aquí donde creo no estar totalmente de acuerdo con la obra de

- Beck. En mi opinión, un gran número de las instituciones que caracteri-


zan a la segunda modernidad, si es que decidimos aceptar esta expresión,

,--
tienen actualmente no sólo carácter social, sino también sociotécnico.
....... Esto se compagina perfectamente con la tecnologización de la tesis de la
.•...~. ciencia; tan importante en la obra de Beck. De entre todas las institu-
ciones sociotécnicas (más bien constitutivas que reguladoras) que rigen

.- las relaciones de poder contemporáneas, son, para mí, fundamentales las


plataformas, los sistemas operativos, los protocolos de las comunicacio-
-
--
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nes, los estándares, la propiedad intelectual y otras instituciones por el es-
tilo. También existe cierta conciencia de dichas instituciones sociotécni-
cas en la obra de Elisabeth Beck sobre las bases de datos genéticos que
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aparecen en este libro. Pero yo no creo que la dimensión tecnológica sea
suficientemente tenida en consideración por los Beck, ni tampoco la

-- cuestión de saber en qué dimensión, o medida, están «mediadas» las re-


laciones sociales por los (actualmente interactivos) medios de comunica-

-
(

(,
ción, de masas o no. La individualización, según sostienen los Beck en
este libro, es una cuestión de «poligamia de lugar». En mi opinión, dicha
poligamia de lugar está siempre mediada, tecnológicamente hablando,
por los vuelos aéreos más baratos, por los teléfonos móviles, por los mi-
croprocesadores -presentados con los soportes más variados y «chu-
los>>- y por los protocolos y canales que permiten que se produzca la co- ¡:
-".
municación a distancia entre los individuos.
Esto. me retrotrae a la centralidad de la no linealidad que preside la
noción beckiana del individuo. La primera modernidad fue lineal, mien-
1
\
tras que la segunda es no lineal. La primera modernidad fue una cuestión
de juicio determinado y de un seguir las normas, n~ientras que la segunda ¡
es una cuestión de búsqueda de normas y de juicio reflexivo. Como he di- l'

- cho más arriba, existe una noción muy imprecisa e implícita de los siste-
mas complejos (y abiertos, en los dos sentidos) y no lineales en la obra de
I
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Beck. Pero éstos son siempre sistemas sociales. Lo que yo intento decir
en este prefacio es que aquí se ha producido un desplazamiento, que es
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asimismo abordado implícitamente en la obra de Beck. En la primera
modernidad, nos enfrentamos a unos sistemas que más o menos se ex- I
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18 La individualización
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cluían y 'agota~ap, ~'!t~atl1,~nt~:;~ 'un;g:~/sistein~ss'ócialest(parsonsianos),.,


por una parte, y a'~no,s,s,i~ten{as,t~cnic6s de ingerüei-ía, por la otra. El o
caos de la segund,a mOdei'.p.id~él, 'tot'alni,ente'normal,..está regulapo por
sistemas no lineales. También' está' regUlado por un entrelazamiento, e;". .•..' .,' 1 ~ ~, ~ .••. '

traordinariamente¡P??er~s6: d,e s~stemas'soCiales y técnicos, o; más prc;~ VI


cisamente, porsistem'associátécnicos:Es en 'el interfaz entre lo social y lo o
técnico donde encontrámos ';'¡ ¡;'divid~o de la' segunda modernidad ..Es o
en este interfaz,'dondé obten'~mos la pretaria libertad de u~a_«vida pro- ~ . t .. . f' ,-'1 . 1 ,r ~...-~. ' '<-
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das con J ak~¡':Atp';ldi y J uri~'i'IeeJ urig."A' dIos les agradezco varios, <:le, '
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los razonal11-iento~aquí ~x'puestos. Sin' 'enibargo,'-.de;los juicios quejos o
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acompañá111a.ente,~~!esPo.Jilsabilidadés ~'I1Ía.-'-"
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Para,serj~s~os c~n' Gid~ens; su'noc.ión de 'agencia,tiene unªsi~en-, ., o


siones impºr~~n~,e~:..de;~?,~ne,~~id~4,.'~specialn:~nte' con respecto ,ala ce~- o
tralidad .de las consecuencias no' queridas y al individuo como experl-' o
) mento en su.obra." ". --" -. , , .
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