Bermúdez, N - La Noción de Ethos - Historia y Operatividad Analítica
Bermúdez, N - La Noción de Ethos - Historia y Operatividad Analítica
Bermúdez, N - La Noción de Ethos - Historia y Operatividad Analítica
Nicols Bermdez
(Instituto de Lingstica, Facultad de Filosofa y Letras, Universidad de
Buenos Aires)
Resumen: Este artculo tiene tres objetivos. En primer lugar, quiere hacer
una breve historia de la nocin de ethos, desde la retrica antigua hasta los
actuales estudios del discurso. En segundo lugar, intenta demostrar la
operatividad como categora de anlisis de esta nocin, ethos, en tipos
textuales distintos a los que se aplica corrientemente. El tercer objetivo es,
a partir de los dos anteriores, reflexionar acerca del desarrollo actual de la
lingstica del discurso.
Palabras claves: ethos representacin social retrica lingstica del
discurso - pragmtica
Abstract: This article has three aims. The first one is to do a brief history
about the notion of ethos, from ancient rhetoric to the current discourse
studies. The second tries to prove that ethos is an analysis category suitable
for to analyze types of texts different from those that generally it is used
for. The third is to think about the current development of the discourse
linguistic
Keywords: ethos social representation rhetoric discourse linguistic pragmatic
Introduccin
trabajo
es
referirnos
sintticamente
al
recorrido
histrico
Las
pruebas,
distingue,
pueden
ser
(intra)tcnicas
distintos
polos
(orador/ethos,
auditorio/pathos
que
ser
asediada
travs
de
mltiples
dispositivos
conceptuales por parte de las ciencias del lenguaje: la del vnculo entre lo
discursivo y lo prediscursivo.
Vir boni dicendi peritus: as define Cicern al orador perfecto. Hay aqu
una transitividad ineludible entre vida y habla pblica, resultado de la
preocupacin de los retricos latinos por controlar el uso de las destrezas
oratorias, subordinndolas a la virtud y a la reputacin en general y a su
compromiso como ciudadano romano en particular. De este modo, tanto
Cicern como Quintiliano, quien afirmaba que un hombre de bien es el
nico que puede hablar bien (en Amossy, 2000: 63), considerarn, al
revs que los griegos, el nombre del orador, su imagen pblica, como un
argumento prediscursivo con mayor peso que los que provienen del mismo
discursov. Esta disociacin entre el comportamiento real del individuo y su
conducta discursiva, dislocacin al fin y al cabo entre ser y parecer va a
inquietar a los maestros de retrica de la Edad Media y a colaborar con el
debilitamiento de esta disciplina. Ms all de la naturaleza y preeminencia
de los datos, discursivos o prediscursivos, que la retrica antigua haya
considerado para la configuracin del ethos, esta escisin que nace con el
mismo trmino fue recurrentemente actualizada y teorizada por los estudios
de las diversas corrientes del anlisis del discurso, la retrica y la
pragmtica.
Aristteles precisa, asimismo, cuales son las causas que informan a la
credibilidad del orador, es decir, el elenco de atributos que suelen inspirar
confianza en el auditorio y que el locutor debera tener en cuenta en la
construccin discursiva de su ethos. Dice al comienzo del libro segundo:
Tres son las causas de que los oradores sean dignos de fe, pues
otros tantos son, fueras de las demostraciones, los motivos por
los cuales creemos, a saber, la prudencia, la virtud y la
benevolencia. Porque los oradores engaan en lo que dicen o
aconsejan, bien por falta de todas estas cosas, bien por falta de
alguna de ellas; pues, o no opinan correctamente por su
imprudencia, o aunque opinen con exactitud, no dicen por maldad
los que les parece; o son ciertamente prudentes y honestos, pero
no son benvolos; por lo cual ocurre que no aconsejan lo mejor
aunque lo conozcan. Fuera de estos motivos no existen otros (LII,
I, 1378 a).
Aqu tambin la interpretacin ha variado sensiblemente. Prudencia,
virtud y benevolencia son los trminos que, en general, han sido
elegidos por los traductores (i.e.: el de la versin espaola que trabajamos,
Dufour
para
la
suya
francesavi)
para
phrnesis,
aret
enoia
contemporneos
han
apelado
al
trmino
ethos,
aunque
que la restringida
haba lateralizado,
la inventio, como su
argumentativo,
propaganda)
ingresan
deliberativo)
en
las
otros
reflexiones
gneros
de
(i.e.:
esta
publicidad,
corriente.
La
argumentos,
que
son
apropiados
para
ciertas
perelmaniana
anuncia
las
grandes
orientaciones
10
11
naturalmente
objeto
de
una
segunda
lingstica.
Esta
12
13
14
15
capacidad
estatutariamente
reconocida
una
persona
Performativa,
que
pretende
(con
las
mayores
autoridad
institucional
actan
de
modo
simultneo
5. Un anlisis
16
justificacin
y/o
refutacin
de
puntos
de
vista
17
nos
Instituto
de
desempeamos
formacin
precisamente-
docente
hace
en
tiempo
un
que
Dnde?
casi
inmediatamente
empezamos
18
19
6. Conclusiones
El anlisis del discurso y la pragmtica han ampliado significativamente la
nocin de ethos, aunque lo han hecho bajo el riesgo cierto de volverla
inestable y poco til para dar cuenta de un fenmeno de modo consistente.
Sin embargo, para concluir, quisiramos insistir sobre algunas cuestiones
bosquejadas antes, a fin de balizar los elementos de esta ampliacin que
aparecieron como analticamente productivos.
Primero, la recuperacin de la actio. Olvidada con el avance de la
retrica sobre los textos escritos, es recuperada tanto por Ducrot como por
Maingueneau a travs de la consideracin de la entonacin implicada por su
antropomorfizacin del ethos.
En segundo lugar, la nocin de ethos que manejan el anlisis del
discurso y la pragmtica no tiene, como sucede en su uso retrico, ninguna
especificacin a priori ms que la de remitir a un cuerpo y a un carcter: ni
honestidad, ni carcter moral, ni decoro. Anclada a las representaciones que
circulan socialmente, la nocin es descriptivamente neutra y corresponde al
analista determinar qu indicios lingstico-discursivos y paratextuales va a
considerar para el anlisis del ethos en un texto concreto (i.e.: eleccin del
registro de lengua y de las palabras a la planificacin textual, pasando por
el ritmo y la facilidad de palabra, etc.). As, se ha ampliado el uso prctico
de esta nocin, aunque, como bien seala Mainguenau (2002: 67), cobra
entonces
importancia
definir
por
intermedio
de
qu
disciplina
la
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Bibliografa
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21
Sostiene Barthes (1982: 44) que la inventio remite menos a una invencin que a un
descubrimiento, sera una nocin caracterizada por lo extractivo antes que por lo creativo.
De hecho, la tpica es un lugar de donde se pueden extraer los argumentos. Un corolario
fundamental tiene esta remisin: la certidumbre en el poder de lo metdico y de esa tcnica,
tejn, que es la inventio.
ii
Nos pertenecen tanto esta como las otras cursivas que aparecen en las citas de la obra de
Aristteles.
iii
As, por ejemplo, fue el excesivo privilegio otorgado al polo del logos uno de los costados
por donde recibi ms crticas la obra de Perelman.
iv
Como en todos los casos en los que la edicin de la obra citada no sea en espaol, la
traduccin nos pertenece.
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Segn Amossy (2000: 62) es, sin embargo, el ateniense Iscrates (436-338 a.C.),
contemporneo de Aristteles, quien ya plantea en el mundo griego la preeminencia
argumentativa de la reputacin; en su Antidosis se pregunta Quin puede ignorar, en
efecto, que el discurso de un hombre bien considerado inspira ms confianza que el de un
hombre desprestigiado y que las pruebas de sinceridad que resultan de toda la conducta de
un orador tienen ms peso que las que provienen del discurso?. En el ao 392 a.C., fund
una escuela de oratoria que se volvi clebre no slo por la calidad de su instruccin, sino
tambin porque inclua en su programa de estudios la formacin tica del ciudadano,
distinguindose as claramente de sus competidores, los sofistas.
vi
La prudence, la vertu et la bienveillance (citado por Eggs, 1999: 35).
vii
El representante ms reputado de una corriente filosfica dentro de la retrica restringida,
Paul Ricur, discute con esta explicacin de corte estructuralista sobre la reduccin del
campo de la retrica. Para l, el ocaso de la retrica se explica por el papel dominante que se
le concedi a la palabra dentro de la teora de los tropos (1980: 71-84).
viii
Cristianizacin fundada, en parte, en la idea de que Antiguo y Nuevo testamento estn
repletos de figuras.
ix
Por esto mismo, va a consagrar muchas pginas de la primera parte de El tratado de la
argumentacin a tipologizar auditorios. Este ordenamiento an hoy no deja de suscitar
comentarios entre los estudiosos de la obra de Perelman. Al respecto, puede considerarse
sintomtico el artculo de E. Danblon Nouvelle Rhtorique de Perelman et la question de l
auditoire universel, publicado en Meyer, M. (coord), 2004, Perelman. Le renouveau de la
rhtorique, Pars, PUF, as como la mayora de los textos publicados en esa obra.
x
Aqu tambin Perelman subraya la importancia de ciertas situaciones, ciertos gneros
discursivos e, incluso, ciertos tipos textuales: Cuando se trata de comunicar hechos, la
persona del orador parece estar mucho menos comprometida que cuando se trata de emitir
apreciaciones (1989: 493).
xi
As, por ejemplo, Perelman recomienda evitar en general el elogiarse a s mismo, dado que
la doxa comn lo considera ridculo y fuera de lugar (ibid.: 491).
xii
La primera reflexin discursiva sistemtica de este juego especular corresponde a M.
Pcheux, a travs, fundamentalmente, de la introduccin de la nocin de formaciones
imaginarias (1978: 49).
xiii
Dado el enfoque terico en el que nos posicionamos, esta lectura slo comprende el
campo epistemolgico en el que se inscribe el anlisis del discurso francfono. Muy distinta
fue la suerte de la retrica en los pases anglosajones; en Estados Unidos, por ejemplo,
nunca se interrumpi la reflexin sistemtica sobre esta disciplina (cf. Adam, 2002).
xiv
Dimensin que el ethos comparte con el pathos (atributos del auditorio).
xv
Para designar este fenmeno, Perelman va a optar por el trmino preferible: acuerdos
que pueden funcionar como premisas y que engloban valores, jerarquas y lugares (1989:
120).
xvi
Claro que esta no es una dimensin que se cia nicamente a la construccin del ethos,
sino que se extiende al intercambio y a la produccin argumentativa en general: topoi, doxa,
preconstruido, ideologema son aristas del mismo fenmeno, aunque elaboradas desde
enfoques diferentes.
xvii
Lo que con claridad est indicando esta ampliacin es el proceso de conformacin de un
campo transdisciplinario, el de una translingstica; esbozada por Voloshinov (1992: 167),
Benveniste (2001: 127-130) y Barthes (1970: 580-584), ya haba sido reconocida por el
mismo Saussure: Semiologa = morfologa, gramtica, sintaxis, sinonimia, retrica,
estilstica, lexicologa, etctera, pues todo esto es inseparable (2004: 48).
xviii
Para el orador afirma, uno de los secretos de la persuasin, segn se la analiz a
partir de Aristteles, es dar de s mismo una imagen favorable, imagen que seducir al
oyente y captar su benevolencia. Est imagen del orador, designada como ethos o
carcter, en ocasiones tambin es llamada expresin rara pero significativa costumbres
oratorias. Con ellos se alude a las costumbres que el orador se atribuye a s mismo por la
manera en que ejerce su actividad oratoria. No se trata de las afirmaciones jactanciosas que
puede emitir sobre su propia persona dentro del contenido de su discurso, afirmaciones que
por el contrario arriesgan chocar al oyente, sino de la apariencia que le confieren la cadencia,
la calidez o severidad de la entonacin, la eleccin de las palabras, de los argumentos []
(1986: 205).
xix
Nombre con el cual se conoce a los proyectos de investigacin pertenecientes a la
Secretara de Ciencia y Tcnica de la UBA (Argentina).
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