Norma Procesal

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Concepto Norma Procesal

Norma Procesal
El estudio de la norma procesal significa el planteamiento de sus problemas, cuyo
enunciado-que efectuamos a continuación- revela su complejidad.

Concepto de la norma Procesal.

La norma procesal es una norma jurídica destinada a regular la realización de la función


jurisdiccional del estado. Considerada como forma de manifestación, el concepto de
norma procesal se extiende:
a) al precepto constitucional, si emana del órgano legislativo con poder constituyente; b) a
la ley, si emana del órgano legislativo; ") al decreto resolución, si emana del
poder administrador; D) al reglamento judicial o acordad, si emana del tribunal judicial,
porque todas estas manifestaciones presentan los caracteres de generalidad,
imperatividad, abstracción y creatividad de los que las otras formas
de manifestación carecen.

Objeto de la norma Procesal


El objeto del derecho procesal es el proceso judicial. El proceso judicial es a su vez una
de las soluciones posibles para dirimir conflictos con relevancia jurídica.
Cuando se produce una violación de los preceptos establecidos por la ley (cuando hay
una insatisfacción jurídica, una discordancia entre la ley y lo que sucede), debe buscarse
un medio para solucionar y cesar el conflicto. Son posibles al menos tres soluciones: la
auto tutela, la autocomposición y el proceso mismo.

1. La auto tutela es la acción directa y personal de quien se hace justicia por mano
propia. En general esta se ve limitada y en algunos casos prohibida por la ley.
Entre los casos en que se la admite está el derecho de huelga o la legítima
defensa. La autotutela significa una solución parcial en favor del interés privado de
una parte.
2. La autocomposición (también llamada sumisión o renuncia) es la renuncia total o
parcial de quien sufre el perjuicio, de su pretensión. Ejemplos de esto son la
remisión de la deuda o la transacción.

3. El proceso, en el que las partes dirimen su controversia ante el tribunal imparcial y


que las partes quedan sometidas a su decisión.

Clasificación de la norma procesal.

Las preguntas: ¿que ordena la ley?, que permite la ley?, que prohíbe la ley? establecerían
embrionariamente una clasificación de las normas jurídicas en imperativas, permisivas y
prohibitivas, de la cual derivan sub clasificaciones que, en su tiempo, pudieron interesar a
la ciencia procesal: tales como normas de derecho público y normas de derecho privado,
normas de orden público y normas de interés privado, etcétera, que son inadmisibles por
contradecir el carácter público del derecho procesal: la norma jurídica procesal es
imperativa.

Las normas procesales han sido clasificadas desde distintos puntos de vista.

Se distingue, por ejemplo, entre normas orgánicas y normas procesales propiamente


dichas, según que, respectivamente, regulen la organización y competencia de los
órganos judiciales o los actos del proceso y el desarrollo del procedimiento. También
entre normas procesales formales y materiales:

mientras las primeras regulan las condiciones de forma, tiempo y lugar de los actos
procesales, las segundas determinan los requisitos de capacidad y legitimación, el
contenido y los efectos de esos actos. Mayor importancia practica reviste
la clasificación de las normas procesales en absolutas (o necesarias) y dispositivas(u
optativas o voluntarias).

La Jurisdicción
La jurisdicción (en latín: iuris dictio, ‘decir o declarar el derecho a su propio gobierno’)? es
la potestad, derivada de la soberanía del Estado, de aplicar el derecho en el caso
concreto, resolviendo de modo definitivo e irrevocable una controversia, que es ejercida
en forma exclusiva por los tribunales de justicia integrados por jueces autónomos e
independientes.1
Uno de los principales rasgos de la potestad jurisdiccional es su carácter irrevocable y
definitivo, capaz de producir en la actuación del derecho lo que técnicamente se
denomina cosa juzgada.
En sentido coloquial, la palabra "jurisdicción" es utilizada para designar el territorio
(Estado, provincia, municipio, región, país, etc.) sobre el cual esta potestad es ejercida.
Del mismo modo, por extensión, es utilizada para designar el área geográfica de ejercicio
de las atribuciones y facultades de una autoridad o las materias que se encuentran dentro
de su competencia; y, en general, para designar el territorio sobre el cual un Estado ejerce
su soberanía.
En palabras del distinguido profesor Eduardo Couture: "Es la función pública, realizada
por los órganos competentes del Estado, con las formas requeridas por la ley, en virtud de
la cual, por acto de juicio, se determinan los derechos de las partes, con el objeto de
dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica, mediante decisiones bajo
autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de ejecución".
De manera más simplificada, la jurisdicción, es el poder de administrar justicia en un
territorio, es la potestad pública de conocer y sentenciar los casos judiciales, dentro de su
capacidad territorial.
El Diccionario Jurídico-Rafael de Pina Vara indica que es la "Potestad para administrar
justicia atribuida a los jueces, quienes la ejercen aplicando las normas jurídicas generales
y abstractas a los casos concretos que deben decir"
En Chile es posible definir jurisdicción siguiendo al abogado y profesor Mario Mosquera
como el poder deber del Estado radicado preferentemente en los tribunales de justicia
para que estos como órganos imparciales, resuelvan de manera definitiva e inalterable
con posibilidad de ejecución, los conflictos de intereses de relevancia jurídica suscitados
entre las partes o que surjan de una violación del ordenamiento jurídico social.

Jurisdicción Judicial
Conjunto de los tribunales del orden judicial (tribunales represivos, tribunales civiles),
sometidos al control de la Corte de Casación. V. Orden de las jurisdicciones. Todo acto
cumplido por un juez o tribunal de justicia que contenga los elementos incluidos en la
noción de acto jurisdiccional constituye una exteriorización de jurisdicción judicial.

Para determinar su alcance es menester precisar cuál es el sector del derecho dentro del


cual no resulta admisible privar del ejercicio de la función jurisdiccional a los
órganos judiciales.

En ese orden de ideas cabe señalar que siempre que medie


un conflicto entre particulares, o entre un particular y el estado, referente a derechos
subjetivos privados de aquellos, o se encuentre en tela de juicio la aplicación de
alguna sanción de naturaleza penal, la intervención de un
órgano judicial es constitucionalmente ineludible. El primero, porque la garantía de
la defensa en juicio supone, básicamente, que todos los habitantes tienen, en situaciones
como las señaladas, el derecho de ocurrir ante algún órgano judicial a fin de obtener el
amparo de los derechos que estimen amenazados o lesionados. Y el segundo, porque al
prohibir al presidente de la República ejercer funciones judiciales, descarta e poder de
dicho funcionario, e implícitamente, el de los funcionarios y organismos administrativos,
en el sentido de conocer y decidir el mencionado género de conflictos.

Sin embargo, esta prohibición constitucional no es absoluta. Atendiendo a la creciente


complejidad de las funciones asignadas a la administración y a la necesidad de hacer
efectiva la más expedita tutela de los intereses públicos, se ha admitido, en numerosos
casos, la actuación de órganos administrativos con atribuciones para decidir asuntos de la
mencionada índole. Pero se ha cuidado de dejar establecido que la validez constitucional
de las leyes que acuerdan ese tipo de atribuciones se halla supeditada al requisito de que
el pronunciamiento jurisdiccional emanado del órgano administrativo quede sujeto
a control judicial suficiente, es decir, que sea susceptible de revisión en
una instancia judicial ulterior, cuyo alcance o amplitud depende de las modalidades que
cada situación jurídica ofrezca.

Jurisdicción Administrativa
(Derecho Administrativo) Conjunto de los tribunales del orden administrativo sometidos
normalmente al control del Consejo de Estado, por la vía de la apelación o por la vía de
la casación. Desde el punto de vista del órgano habilitado para decidir el conflicto,
la jurisdicción puede dividirse en judicial y administrativa.

La jurisdicción administrativa consiste en la actividad que despliegan los órganos


administrativos tanto en la aplicación de sanciones a los administrados o a
los funcionarios o agentes de la propia administración, como en el conocimiento de las
reclamaciones y recursos que tienen por objeto asegurar el imperio de
la legitimidad dentro de la esfera administrativa. Esas decisiones son, en principio,
revisables por los jueces y tribunales de justicia, salvo que versen sobre materias
privativas del poder administrador. Pero no debe confundirse
dicha jurisdicción administrativa con la competencia que las leyes asignan al Poder
judicial para conocer de los conflictos que se suscitan cuando el Estado, en su carácter
de poder público, y en ejercicio de facultades regladas, afecta un derecho subjetivo del
administrado. En estos casos, en efecto, se trata de jurisdicción judicial y
de competencia tradicionalmente denominada, por influjo del derecho francés,
contencioso administro.

Jurisdicción Civil
Los órganos jurisdiccionales colegiados, dentro de la jurisdicción civil, de mayor a
menor categoría, son: el Tribunal Supremo, el Tribunal Superior de Justicia de
la Comunidad Autónoma y la Audiencia Provincial. Los órganos
jurisdiccionales unipersonales, en la misma jurisdicción civil, de mayor a menor categoría,
son: Juzgados de Primera Instancia y Juzgados de Paz. Con esta estructuración ha
culminado un largo proceso de modernización de la organización jurisdiccional, con lo que
han desaparecido las Audiencias Territoriales, sustituidas por los Tribunales Superiores
de Justicia; asimismo, desaparecen los Juzgados de Distrito, refundición en su día de
los Juzgados Municipales y Juzgados Comarcales, sustituidos ahora, y según los casos,
por los Juzgados de Primera Instancia y los Juzgados de Paz.

Ley orgánica del Poder judicial, artículos 53 a 103, con las modificaciones introducidas por


la Ley orgánica 16/1994, de 8 de noviembre. Ley 38/1988, de 28 de diciembre,
de Demarcación y de planta judicial, artículos 1 a 5.

Jurisdicción Penal
Se entiende por jurisdicción en sentido general, el campo de acción o esfera de influencia
de los actos de una autoridad. Por jurisdicción penal entendemos la capacidad de un
órgano juzgador para intervenir en un proceso de naturaleza penal, mediante la aplicación
de normas de la misma naturaleza. La jurisdicción penal se conforma de los siguientes
elementos:
a) Órgano juzgador;
b) Sistema con técnica jurídica;
c) Comportamiento imparcial, y
d) Resoluciones motivada y fundadas.

Jurisdicción Contenciosa
La contenciosidad está íntimamente vinculada al objeto litigioso, considerado
como pretensión puramente procesal (solicitud) que un sujeto del proceso fórmula al juez
para que dicte una sentencia. La contenciosidad, pues, consiste en un acto
de voluntad de un sujeto procesal que, ante el órgano jurisdiccional, pide contra otro o
frente a otro una resolución judicial.
En principio, hablar de jurisdicción contenciosa podría ser redundante, pues
toda cuestión jurídica tendría que ser sometida al principio del contradictorio; la
circunstancia de que, ciertas cuestiones, sin ser sustraídas de la jurisdicción, carezcan de
contenciosidad, solamente significa una orientación de política procesal, pues readquieren
aquel carácter en cuanto aparece en el proceso un sujeto procesal que pide algo contra
otro.

Jurisdicción Graciosa
La jurisdicción voluntaria o graciosa comprende la atribución que tienen los tribunales del
desempeño de obligaciones que interesan a los derechos y obligaciones de los
particulares sin que se dilucide contenciosamente, es decir, sin litigio abierto entre las
partes. Estas funciones, no requieren que sea instruido un proceso público, contradictorio
y abierto para que sea juzgada la contestación. Se provee la tutela y protección de los
intereses por la vía administrativa de los tribunales, y no mediante su función
jurisdiccional. La ley ha señalado este tipo de desempeño de los tribunales por la vía
administrativa, como jurisdicción graciosa (ver art. 78.d de la Ley de Organización Judicial
№821 de 1927)
El Doble grado de Jurisdicción
Es la facultad recursoria que tienen las partes de procurar que una causa donde han sido
partes o tienen un interés directo y legítimamente protegido, de solicitar que un tribunal
superior conozca nueva vez el caso en que están envueltos.
A lo largo del desarrollo de este tema veremos como algunas normas jurídicas han sido
derogadas o declarada inconstitucionalidad, por limitar el doble grado de jurisdicción, el
cual tiene un carácter del orden constitucional y que sobrepasa las fronteras del derecho
nacional y se coloca a nivel del derecho internacional por cuanto la Republica Dominicana
es y ha sido parte de diversos tratados internacionales que consagran el doble grado de
jurisdicción.
El Doble grado de jurisdicción tiene un carácter constitucional, en virtud de que es la
manera de revisar si en una sentencia de primer grado, ha sido emitida ceñida a las
normas del debido proceso y si no se violentado el derecho de defensa de las partes; por
cuanto no observar el cumplimento de estos parámetros del derecho de defensa y el
debido proceso, entonces ocurriría una violación a los derechos de la persona consagrado
y reguardado por la Constitución de la Republica.

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