Ponencia de La Magistrada Doctora DEYANIRA NIEVES BASTIDAS
Ponencia de La Magistrada Doctora DEYANIRA NIEVES BASTIDAS
Ponencia de La Magistrada Doctora DEYANIRA NIEVES BASTIDAS
Por esos hechos, el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en Función de Juicio del
Circuito Judicial Penal del estado Táchira, a cargo de la ciudadana Juez Luz Dary Moreno
Acosta, en aplicación del procedimiento abreviado por flagrancia y, previa admisión de los
hechos por parte de los ciudadanos acusados EDIXON JOSÉ QUINTERO
CASTELLANOS y GILBERTO DE JESÚS BECERRA DÍAZ, titulares de las cédulas
de identidad Nros. 17.095.163 y 16.883.432, respectivamente, y de conformidad con lo
establecido en el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal (hoy artículo 375),
emitió los pronunciamientos siguientes:
Cumplidos como han sido los trámites procedimentales del caso, la Sala de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 459 del Código Orgánico Procesal Penal, pasa a dictar
sentencia en los términos siguientes:
RECURSO DE CASACIÓN
ÚNICA DENUNCIA
La recurrente señaló en el capítulo denominado “FUNDAMENTO DEL RECURSO”
lo siguiente:
“(…) Con fundamento en el numeral 4 del artículo 452 del Código Orgánico Procesal
Penal, denuncio la violación de ley, por errónea interpretación del contenido de los
artículos 37 del Código Penal venezolano y 376 del Código Orgánico Procesal Penal.
En este sentido, en el recurso de apelación interpuesto por la Defensa en contra de la
sentencia condenatoria dictada por el Tribunal Primero de Juicio en contra de los
acusados EDIXON JOSÉ QUINTERO CASTELLANOS y GILBERTO DE JESÚS
BECERRA DÍAZ, la defensa denunció la inobservancia por parte del Tribunal de Juicio,
por errónea aplicación de los artículos 37 del Código Penal venezolano y 376 del Código
Orgánico Procesal Penal (…)”.
“(…) existe una interpretación errada pues la misma no solicitó la repetición constante y
lacónica de los artículos que señalan la forma en que debe ser calculada la pena en los
procesos penales, que fue lo que hizo la Corte de Apelaciones en todo el extenso de su
sentencia, sin pronunciarse sobre la dosimetría penal que debió aplicar en el presente
caso, la defensa lo que solicitó fue que se dictara sentencia propia a fin de que se
rectificara el quantum de la pena, en interés de la ley y la justicia, a tenor de lo establecido
en el artículo 257 de nuestra Constitución, no ocurriendo así en la presente causa,
solamente la Corte de Apelaciones transcribió el íntegro de la sentencia dictada por el
Tribunal Cuarto de Primera Instancia en Función de Juicio del Circuito Judicial Penal del
estado Táchira, con sede en San Cristóbal, aduciendo que dicho Tribunal había realizado
el cálculo aritmético, cuando nunca lo realizó, ni el Tribunal de Juicio ni la Corte de
Apelaciones (…)”.
“(…) siendo que el vicio denunciado acarrea como consecuencia una decisión propia, con
fundamento en el contenido del artículo 459 del Código Orgánico Procesal Penal, lo
ajustado a derecho es que el presente recurso sea declarado con lugar y se anule la
sentencia emitida por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado
Táchira y se dicte una nueva decisión rectificando la pena (…)”.
En este sentido, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado
Táchira, indicó respecto al cómputo de la pena a cumplir por los ciudadanos EDIXON
JOSÉ QUINTERO CASTELLANOS y GILBERTO DE JESÚS BECERRA DÍAZ, lo
siguiente:
Esta Sala advierte que, el artículo 149 de la Ley Orgánica de Drogas, describe el
tipo penal de “Tráfico”, de la manera siguiente:
“Artículo 163.- Se consideran circunstancias agravantes del delito de tráfico, en todas sus
modalidades, fabricación y producción ilícita y tráfico ilícito de semillas, resinas y
plantas, cuando sea cometido (…) 11. En medios de transporte, públicos o privados,
civiles o militares (…) En los casos señalados en los numerales 2, 7, 9, 10 y 13, la pena
será aumentada de un tercio a la mitad, en los restantes casos la pena será aumentada a
la mitad.” (Destacado agregado).
Conforme a la citada norma, la pena por la comisión del delito de tráfico, en todas
sus modalidades, será aumentada a la mitad, cuando sea ejecutado en medios de transporte
públicos o privados, civiles o militares, siendo que, en el caso de autos, la Corte de
Apelaciones al computar la pena por el delito de TRÁFICO ILÍCITO EN LA
MODALIDAD DE TRANSPORTE AGRAVADO DE SUSTANCIAS
ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS, tipificado en el artículo 149, en relación
con el numeral 11, del artículo 163, de la Ley Orgánica de Drogas, sólo aumentó la tercera
parte de la pena, siendo lo correcto, aumentar la mitad.
Ante este supuesto, el artículo 433 del Código Orgánico Procesal Penal, prohíbe de
manera categórica reformar la pena en perjuicio de los ciudadanos acusados, en virtud de lo
cual, atendiendo las circunstancias precedentemente expuestas, la Sala concluye que en el
presente caso resulta improcedente la rectificación de la pena correspondiente, respecto al
aumento de la agravante contenida en el numeral 11, del artículo 163, de la Ley Orgánica
de Drogas.
En relación con la autonomía que tienen los jueces, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en decisión N° 1834 de fecha 09 de agosto de 2002,
ratificada en decisión N° 584 de fecha 22 de abril de 2005, ha señalado que:
“(…) los jueces gozan de autonomía e independencia al decidir las causas sometidas a su
conocimiento, de igual forma disponen de un amplio margen de valoración del derecho
aplicable a cada caso, por lo cual pueden interpretarlo y ajustarlo a su entendimiento,
como actividad propia de su función de juzgar (...)”.
De tal manera, la potestad para hacer las rebajas de las penas, de conformidad con lo
establecido en la atenuante contenida en el numeral 4 del artículo 74 del Código Penal, es
discrecional del juez, siendo que, en el presente caso, si bien el Tribunal Cuarto de Primera
Instancia en Función de Juicio del Circuito Judicial Penal del estado Táchira, así como, la
Corte de Apelaciones del referido Circuito Judicial Penal, no rebajaron la pena hasta el
límite inferior del delito, sí se evidencia de la pena que en definitiva fue impuesta a los
acusados, una disminución respecto a la que realmente correspondía por la comisión del
delito de TRÁFICO ILÍCITO EN LA MODALIDAD DE TRANSPORTE
AGRAVADO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS,
tipificado en el artículo 149, en relación con el numeral 11, del artículo 163, de la Ley
Orgánica de Drogas, con lo cual resulta acreditado la aplicación de la atenuante contenida
en el numeral 4 del artículo 74 del Código Penal.
Finalmente, el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal (hoy artículo 375),
establece que:
“El procedimiento por admisión de los hechos procederá en la audiencia preliminar una
vez admitida la acusación o ante el tribunal unipersonal de juicio una vez admitida la
calificación y antes de la apertura del debate.
En caso de que el juzgamiento corresponda a un tribunal mixto, el acusado o acusada
podrá solicitar el presente procedimiento una vez admitida la calificación y hasta antes de
la constitución del tribunal.
El Juez o Jueza deberá informar al acusado o acusada respecto al procedimiento por
admisión de los hechos, concediéndole la palabra. El acusado o acusada podrá solicitar la
aplicación del presente procedimiento, para lo cual admitirá los hechos objeto del proceso
en su totalidad y solicitará al tribunal la imposición inmediata de la pena respectiva.
En estos casos, el Juez o Jueza deberá rebajar la pena aplicable al delito desde un tercio
a la mitad de la pena que haya debido imponerse , atendidas todas las circunstancias,
tomando en consideración el bien jurídico afectado y el daño social causado, motivando
adecuadamente la pena impuesta.
Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia contra las personas, y en los
casos de delitos contra el patrimonio público o de los previstos en la Ley que regula la
materia de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, cuya pena exceda de ocho años en
su límite máximo, el Juez o Jueza sólo podrá rebajar la pena aplicable hasta un tercio.
En los supuestos a que se refiere el párrafo anterior, la sentencia dictada por el Juez o
Jueza, no podrá imponer una pena inferior al límite mínimo de aquella que establece la
ley para el delito correspondiente.”. (Destacado de la Sala).
“(…) el procedimiento por admisión de los hechos constituye una institución que procede
cuando el imputado consiente en ello, reconoce su participación en el hecho que se le
atribuye, conllevando así a la imposición inmediata de la pena que haya debido
imponerse, atendiendo todas las circunstancias y considerando el bien jurídico afectado,
así como el daño social causado; sin embargo, tal disposición también prevé que en
aquellos casos en los cuales haya habido violencia contra las personas y en los casos
contra el patrimonio público o en los casos de los delitos sobre sustancias estupefacientes
y psicotrópicas, la pena que exceda en su límite máximo de ocho años el Juez sólo podrá
rebajar la pena aplicable hasta un tercio. Es decir, el legislador otorgó a los jueces
autonomía para establecer la pena hasta ese límite y valorando, claro está, el daño que
causan a la sociedad; ello en tanto las penas no sean irracionales, desproporcionadas, ni
atenten contra principios constitucionales o procesales (…)”. (Sentencia N° 210, de fecha
26 de mayo de 2011).
No obstante, esta Sala advierte que, a los ciudadanos EDIXON JOSÉ QUINTERO
CASTELLANOS y GILBERTO DE JESÚS BECERRA DÍAZ, se les condenó a
cumplir una pena de DIECINUEVE (19) AÑOS Y SEIS (6) MESES DE PRISIÓN, por
lo que resulta evidente que, la recurrida ya había compensado la circunstancia atenuante
prevista en el numeral 4 del artículo 74 del Código Penal, en relación a la circunstancia
agravante, contenida en el numeral 11, del artículo 163 de la Ley Orgánica de Drogas, con
anterioridad a la rebaja por admisión de los hechos, siendo ésta en definitiva (rebaja por
admisión de hechos) la última que se aplicó.
De todo lo expuesto, se puede constatar que los vicios denunciados por la recurrente
no resultaron acreditados en el presente caso, ya que, en primer lugar, se evidencia que la
recurrida realizó la compensación correspondiente de las circunstancias atenuantes y
agravantes, para calcular la pena imponible a los acusados por la comisión del delito
enjuiciado, conforme a las estipulaciones legales previstas para ello, así como, el artículo
376 del Código Orgánico Procesal Penal (vigente al momento de los hechos), no resultando
infringido en los términos señalados por la recurrente.
“Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto cuando imponga menor
pena. Las leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento mismo de entrar en
vigencia, aun en los procesos que se hallaren en curso; pero en los procesos penales, las
pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto beneficien al reo o rea, conforme a la ley
vigente para la fecha en que se promovieron.
Cuando haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo o a la rea.”
Conforme a la citada norma, en los procesos penales que se encuentren en curso
(que no hayan pasado en autoridad de cosa juzgada), la retroactividad obedece a la
existencia de una sucesión de leyes penales (ya sean sustantivas o adjetivas) más favorables
al sujeto activo del hecho punible acaecido bajo el imperio de la ley derogada, de manera
que, atendiendo al principio de favorabilidad del reo, la ley penal puede ser aplicada en
forma retroactiva o con efecto retroactivo por los administradores de justicia, en caso que
sea procedente.
El artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal (actual), establece lo siguiente:
“El procedimiento por admisión de los hechos tendrá lugar desde la audiencia preliminar
una vez admitida la acusación, hasta antes de la recepción de las pruebas.
El Juez o Jueza deberá informar al acusado o acusada respecto al procedimiento por
admisión de los hechos, concediéndole la palabra. El acusado o acusada podrá solicitar la
aplicación del presente procedimiento, para lo cual admitirá los hechos objeto del proceso
en su totalidad y solicitará al tribunal la imposición inmediata de la pena respectiva.
En estos casos; el Juez o Jueza podrá rebajar la pena aplicable al delito desde un tercio a
la mitad de la pena que haya debido imponerse, pudiendo cambiar la calificación jurídica
del delito, atendidas todas las circunstancias, tomando en consideración el bien jurídico
afectado y el daño social causado y motivando adecuadamente la pena impuesta.
Si se trata de delitos en los cuales haya habido violencia contra las personas cuya pena
exceda de ocho años en su límite máximo, y en los casos de delitos de: homicidio
intencional, violación; delitos que atenten contra la libertad, integridad e indemnidad
sexual de niños, niñas y adolescentes; secuestro, delito de corrupción, delitos que causen
grave daño al patrimonio público y la administración pública; tráfico de drogas de mayor
cuantía, legitimación de capitales, contra el sistema financiero y delitos conexos, delitos
con multiplicidad de víctimas, delincuencia organizada, violaciones graves a los derechos
humanos, lesa humanidad, delitos graves contra la independencia y seguridad de la nación
y crímenes de guerra, el Juez o Jueza sólo podrá rebajar hasta un tercio de la pena
aplicable”. (Destacado agregado).
DECISIÓN
VOTO SALVADO
“la potestad para hacer las rebajas de las penas, de conformidad con lo establecido
en la atenuante contenida en el numeral 4° del artículo 74 del Código Penal, es
discrecional del juez, siendo que, en el presente caso, si bien el Tribunal Cuarto de
Primera Instancia en Función de Juicio del Circuito judicial Penal del estado
Táchira, así como, la Corte de Apelaciones del referido Circuito Judicial Penal, no
rebajaron la pena hasta el límite inferior del delito, sí se evidencia que la pena
definitiva fue impuesta a los acusados, una disminución… sólo resulta aplicable la
rebaja de un tercio de la pena por el uso del procedimiento de admisión de los
hechos, (SIC) se obtiene la misma pena de DIECINUEVE (19) AÑOS Y SEIS (6)
MESES, a cumplir por los ciudadanos… por la comisión del delito de TRÁFICO
ILÍCITO EN LA MODALIDAD DE TRANSPORTE AGRAVADO DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PISCOTROPICAS, tipificando en el
artículo 149, en relación con el numeral 11, del artículo 163, de la Ley Orgánica de
Drogas, lo cual evidencia que, no procede la rectificación de la pena impuesta a los
acusados, ni siquiera aplicando lo dispuesto en el artículo 376 del vigente Código
Orgánico Procesal Penal. En razón de lo expuesto, esta Sala de Casación Penal, de
conformidad con el artículo 459 del Código Orgánico Procesal Penal, considera que
lo procedente por ajustado a Derecho es, declarar SIN LUGAR el recurso de
casación…”.
En este apartado, el legislador también distinguió dos supuestos, como efecto del
control casacional. En el primer supuesto, se interpreta que entran todas las violaciones
indirectas por errores de juzgamiento que convierten la decisión en inconstitucional, por
estar erróneamente fijada la premisa menor de la norma aplicada. Del mismo modo, el
legislador reza que la Sala Penal del Tribunal Supremo de justicia repondrá el proceso al
estado en que se incurrió en el error de procedimiento que originó el recurso. A juicio de la
disidente, en este supuesto, hay que distinguir no sólo que los errores de procedimiento se
subdividen en errores de estructura y errores de violación de garantías constitucionales,
sino también tener presente que el único aparte del artículo 452 del Código Orgánico
Procesal Penal, al diseñar los motivos de casación previó que:
Siguiendo con el análisis del artículo 459 eiusdem, el mismo establece lo siguiente:
En este aparte el legislador enfatizó las directrices en los supuestos de errores por
falso juicio de derecho por errónea interpretación, facultando a la Sala Penal del Tribunal
Supremo de Justicia ejercer el control casacional cuando la premisa menor se encuentra
fijada sin violaciones constitucionales, y sólo el error radica en el juicio de Derecho por
errónea interpretación donde la norma aplicada es la correcta, al caso en concreto, pero el
operador jurídico (juez recurrido) se equivocó al otorgarle un alcance diferente en la
consecuencia jurídica que impone la norma sustantiva. De modo que, el legislador
encomendó a la casación realizar las correcciones en la especie o cantidad de la pena,
dictando una decisión propia.
En este orden de ideas, considero que en el presente caso están dados todos los
supuestos para que la Sala de Casación Penal hubiese dictado una decisión propia sobre el
caso, en virtud de que no era necesario un nuevo debate sobre los hechos por la exigencia
de la inmediación y la contradicción ante un tribunal distinto del que se realizó el juicio, tal
y como lo prevé el artículo 459 del vigente Código Orgánico Procesal Penal.
Ahora bien, visto todo lo anterior considero que en el presente asunto la Sala Penal
del Tribunal Supremo de Justicia ha debido declarar CON LUGAR el Recurso de Casación
interpuesto por la Defensora Pública del Estado Táchira y CORREGIR la pena impuesta a
los ciudadanos Edixon José Quintero Castellanos y Gilberto De Jesús Becerra Díaz, todo
ello en virtud de que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Táchira
no precisó los fundamentos de Derecho en su fallo, al establecer la dosimetría penal, por lo
que esta Sala, una vez individualizado el error, debió realizar correctamente el cálculo de la
pena que deberían cumplir los ciudadanos acusados.
Ahora bien, esta disidente observa que la abogada Nélida Beatriz Terán Nieves,
Defensora Pública Penal Primera del estado Táchira planteó en el Recurso de Casación la
falta de motivación de la decisión dictada por parte de la alzada, alegando lo siguiente:
“… Con fundamento en el numeral 4 del artículo 452 del Código Orgánico
Procesal Penal, denunció la violación de ley, por errónea interpretación del
contenido de los artículos 37 del Código Penal Venezolano y 376 del Código
Orgánico Procesal Penal…”.
Posteriormente manifiesta que:
Vista la anterior denuncia, esta disidente observa que la recurrente plantea la falta
de motivación por parte de la Corte de Apelaciones del Estado Táchira, por considerar que
no se pronunció sobre la dosimetría penal, que debió aplicar el juzgado de juicio.
Ahora bien, el Juez Cuarto de Primera Instancia en funciones de Juicio del Circuito
Judicial Penal del Estado Táchira, en sentencia de fecha 26 de enero de 2012, CONDENÓ
a los ciudadanos EDIXON JOSÉ QUINTERO CASTELLANOS y GILBERTO DE
JESÚS BECERRA DIAZ a cumplir la pena de DIECINUEVE (19) AÑOS y SEIS (6)
MESES DE PRISIÓN, por encontrarlos culpables del delito de TRANSPORTE
ILÍCITO EN LA MODALIDAD DE TRANSPORTE AGRAVADO DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS, tipificado en el artículo
149 en concordancia con el artículo 163 numeral 11 de la Ley Orgánica de Drogas, y en el
capítulo denominado “DOSIMETRÍA PENAL”, consideró que:
En este mismo orden de ideas, en aplicación del procedimiento por admisión los
hechos, de conformidad con el artículo 376 del Código Orgánico Procesal Penal,
en los casos de delitos previstos en la ley que regula la materia de sustancias
estupefacientes y psicotrópicas, cuya pena exceda de ocho años en su límite
máximo, el juez o jueza sólo podrá rebajar la pena aplicable hasta un tercio, y por
cuanto no consta en la causa, que el acusado de autos posea antecedentes penales,
se hace procedente rebajar la misma, quedando en definitiva como pena a imponer
la de DIECINUEVE (19) AÑOS Y SEIS (06) MESES DE PRISIÓN, por la
comisión del delito de TRÁFICO EN LA MODALIDAD DE TRANSPORTE
AGRAVADO DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS,
previsto en el artículo 149, segundo aparte de la Ley Orgánica de Drogas, en
concordancia con el artículo 163 numeral 11, ejusdem en perjuicio del Estado
Venezolano…”.
Así pues, el legislador estableció una regla especial para estos hechos y consideró
que por ser tan grave el tráfico de estupefacientes en sus modalidades (transporte,
ocultamiento, entre otros) el daño causado se estima como grave; en ese caso la
magnitud del daño se debe entender como la magnitud del peligro del daño como
grave. Al tomar en cuenta esa circunstancia especial, el legislador la valoró y fijó
la regla de la prohibición de rebajar más de un tercio de la pena, y estableció que
no podía aplicar menos del límite inferior.
Ello significa por una parte, que hay delitos en los que la rebaja puede conllevar la
imposición de una pena que traspase el límite inferior, y que según haya o no haya
violencia, la rebaja puede oscilar desde un tercio hasta la mitad. Y por el contrario
cuando el delito sea de los relacionados con el tráfico de estupefacientes cuya
pena sobrepase los ocho años de prisión, sólo se le puede rebajar un tercio de la
pena en concreto; pero que aún con esa rebaja de un tercio, a pesar de admitir los
hechos, no se puede aplicar menos del límite inferior, según lo establecido en el
artículo 376 de la norma adjetiva penal…
“(…) todo acto de juzgamiento, a juicio de esta Sala, debe contener una motivación
de la sentencia, en criterio de esta Sala, un vicio que afecta el orden público…
Fallos judiciales sin juzgamiento motivación atentan contra el orden público (...)”.
(Sentencia N° 150, del 24 de marzo de 2000).
Se observa que el mencionado artículo 149 de la Ley de Droga, establece una pena
que oscila entre quince (15) y veinticinco (25) años de prisión y por cuanto la pena está
comprendida entre dos límites, se entiende que la pena aplicable es el término medio que es
de 20 años de prisión, todo de conformidad con el artículo 37 del Código Penal.
En este sentido, se observa de las actas que reposan en el expediente y así lo dejó
sentado el juzgador de juicio, que los ciudadanos acusados no tienen antecedentes penales,
por lo que de conformidad con lo establecido en el artículo 74 ordinal 4° del Código Penal,
se le debe aplicar la pena mínima establecida en el artículo 149 de la Ley Orgánica de
Drogas, la cual es de 15 años de prisión.
Ahora bien, el artículo 163 numeral 11° de la Ley Orgánica de Drogas establece la
circunstancia agravante del delito de Tráfico de Drogas cuando es cometido “…en medios
de transporte públicos o privados, civiles o militares…”, estableciendo el mismo artículo en
el último párrafo que, “… En los casos señalados en los numerales 2,7,9,10 y 13 la pena
será aumentada en un tercio a la mitad , en los casos restantes la pena será aumentada a la
mitad…”; siendo el caso, que nos encontramos ante la agravante contenida en el Numeral
11° se debe aumentar la mitad de la pena.
Ahora bien, al aplicar el artículo 163 numeral 11° eiusdem, a la pena de 15 años de
prisión, se le suma la mitad de la misma, es decir Siete (7) años y Seis (6) meses, quedando
en Veintidós (22) años y Seis (6) meses de prisión.
Ahora bien, la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia desarrolla el recurso
de revisión específicamente, contra las sentencias dictadas por las restantes Salas del
Tribunal Supremo de Justicia, siendo uno de los casos, cuando la sentencia es dictada como
violación de los principios fundamentales contenidos en la Constitución de la República, tal
como ocurre con la presente decisión.
La Magistrada Presidenta
DEYANIRA NIEVES BASTIDAS
El Magistrado Vicepresidente
HÉCTOR MANUEL CORONADO FLORES
Los Magistrados
PAÚL JOSÉ APONTE RUEDA
YANINA BEATRIZ KARABIN DE DÍAZ
ÚRSULA MARÍA MUJICA COLMENAREZ
Disidente
La Secretaria
GLADYS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
UMMC/hnq.