Levis
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Levis
de los grandes pensadores del siglo XX, nació en Bruselas el 28 de noviembre de 1908,
en el seno de una familia de intelectuales franceses de origen judío.
Tras un breve paso por la docencia secundaria, fue nombrado miembro de una misión
universitaria en Brasil y de 1935 a 1939 ejerció como profesor en la Universidad de Sao
Paulo.
En 1944 fue llamado a Francia por el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero al año
siguiente regresó a Estados Unidos para ocupar las funciones de consejero cultural en
la embajada francesa en Washington, cargo que abandonó en 1948 para dedicarse a su
trabajo científico.
En 1949 fue nombrado subdirector del Museo del Hombre y en 1950 director de
estudios en la Escuela Práctica de Altos Estudios.
Este fue el método usado para estudiar la organización social de las tribus de Brasil y la
de los indios del norte y sur de América.
Fue vital su encuentro en 1941 con el lingüista americano Roman Jakobson, tras lo que
decidió aplicar el estructuralismo a los fenómenos humanos, comenzando por el
parentesco.
Autor de numerosos libros, en 1949 publicó "Las estructuras del parentesco" y de sus
expediciones por Brasil nació en 1955 su obra "Tristes trópicos", considerado un texto
fundamental de la etnología contemporánea.
Poseedor de la Gran Cruz de la Legión de Honor desde 1992, era además miembro
extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, de la Academia
Americana y del Instituto de Artes y Letras, también en Estados Unidos.
Era doctor "honoris causa", entre otras, de las universidades de Bruselas, Oxford
(Inglaterra), Chicago (Estados Unidos), Stirling (Escocia), Montreal (Canadá), de la
Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad Laval de Quebec, así
como de Yale, Harvard, Johns Hopkins y Columbia, en Estados Unidos.
En 1966 recibió la medalla de oro y el premio de la Fundación Viking, otorgado por el
voto internacional de la profesión etnológica; y en 1967 logró la medalla de oro de
Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.
Falleció a los 100 años, a finales de octubre del 2009. A un mes de cumplir los 101
años.
ESTRUCTURALISMO. SOCIOLOGÍA.
2) Los elementos que integran la estructura social son radicales desde el punto de vista
analítico, esto es, aparecen en la literatura sobre el tema de cuadros últimos de
referencia en la explicación positiva de los fenómenos sociales.
3) Son relativamente estables: como la sociedad misma, se renuevan y transforman,
pero manifiestan históricamente cierta lentitud en sus cambios que permiten
distinguirlos de otros más episódicos y transitorios, conocidos en la literatura sobre el
tema como cambios coyunturales.
Sin embargo, este término tiene otra significación más profunda y aséptica, que se
refiere no a lo que el hombre debe hacer en una situación dada de acuerdo con el
sistema de valores, las expectativas sociales o las reglamentaciones del Derecho, sino a
lo que efectivamente puede hacer en orden a su promoción, comportamiento,
educación y forma de vida en general.
Por último, como sexta característica, los elementos que integran la estructura son
interfuncionales, ejercen funciones objetivas, semiautomáticas y observables. La
funcionalidad de la estructura no tiene carácter teleológico, ni es de suyo buena ni
mala; constituye su proyección dinámica sobre la sociedad y no puede calificarse de
buena o mala, útil o dañosa por referencia a criterios culturales de orden ético o
jurídico.
En síntesis
Sus estudios antropológicos son un alegato científico contra el racismo, por cuanto
verifica la existencia de un mínimo denominador común de información que alcanza a
la universalidad del género humano, esto es, la existencia de raíces comunes de la
especie a través de la diversidad de expresiones raciales y culturales que engarzan el
pensamiento universal. Esa universalidad estructural radica en un sustrato biológico
común, la mente, que habilita la dirección de los procesos constructivos.