Técnicas Narrativas
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Técnicas narrativas
Si La Regentafuera tan solo una novela atrevida y escandalosa, su interés como obra
literaria hubiera durado lo mismo que su capacidad de llamar la atención. Pero ya hemos
visto que en su día no fue una obra de éxito entre el público ni tampoco alcanzó un gran
reconocimiento de la crítica. Si sobrevivió a un largo período de ostracismo y pudo ser
unánimemente reconocida como una de las mejores novelas de la literatura española,
fue porque tiene grandes aciertos que la convierten en una obra clásica, que supera
las circunstancias históricas en las que fue creada.
Ya hemos hablado de la amplísima visión que La Regenta nos ofrece de todos los
temas fundamentales del ser humano. A continuación observaremos las técnicas
narrativas más utilizadas en ella que contribuyen a este interés:
● En contra del dogma naturalista, que prescribía la casi desaparición del autor
en aras de la objetividad, Clarín hace intervenir al narrador omnisciente (“Frígilis,
personaje darwinista que encontraremos más adelante”), que a veces da la razón a
alguno de los personajes (“Tenía razón el delantero. De Pas no se pintaba. Más bien
parecía estucado”), o certifica alguna creencia de un personaje (“Porque además del
primer anticuario de la provincia, creía ser y esto era verdadel hombre más fino y
cortés de España”). Este narrador alardea de saber mucho más que sus
personajes: “Esta señora que llamaban en Vetusta la Regenta, porque su marido,
ahora jubilado, había sido regente de la Audiencia, nunca supo la ardiente pasión del
arqueólogo”. Y sabe también lo que ocurriría en un futuro hipotético: “Si los
pilletes hubieran osado mirar cara a cara a don Fermín, le habrían visto, al asomarse
en el campanario, serio, cejijunto”.
Es esta una de las bien escasas ocasiones en que Clarín acepta el reto del
diálogo, incluso dramatizado y con acotaciones. Y no es que a Clarín no le
interese el diálogo. El naturalismo le ha dado unas características coloquiales y
callejeras y se lo ha devuelto, renovado, a la novela. El diálogo era necesario en la
novela desde la defensa naturalista de la impersonalidad del narrador. Y Zola es un
verdadero maestro y en España Galdós. Para Clarín, a pesar de su interés,
considera que para reproducir el mundo interior del personaje es mucho mejor el
estilo indirecto libre. La asunción desde el narrador de la voz del personaje.
Creemos, por tanto, que para medir la dificultad de reproducir con naturalidad la
palabra oral o la palabra mental Clarín apuesta por el estilo indirecto, en lugar
del monólogo interior o diálogo. Y La Regentaes un buen ejemplo de esta
decisión.