Custodio Aguas Subterraneas 2011

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CUATRO DÉCADAS DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN EN AGUAS SUBTERRÁNEAS

CUATRO DÉCADAS DE
INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN
EN AGUAS SUBTERRÁNEAS

LIBRO HOMENAJE AL

LIBRO HOMENAJE AL PROFESOR EMILIO CUSTODIO


PROFESOR EMILIO CUSTODIO

Zaragoza, septiembre 2011

CON LA COLABORACIÓN DE

María del Carmen Cabrera


Luis Javier Lambán
Marisol Manzano
Margarida Valverde
(editores)

ASOCIACIÓN
INTERNACIONAL DE
HIDROGEÓLOGOS ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE HIDROGEÓLOGOS
GRUPO ESPAÑOL
GRUPO ESPAÑOL
CUATRO DÉCADAS DE
INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN
EN AGUAS SUBTERRÁNEAS

LIBRO HOMENAJE AL PROFESOR


EMILIO CUSTODIO

Editores:

María del Carmen Cabrera


Luis Javier Lambán
Marisol Manzano
Margarida Valverde

ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE HIDROGEÓLOGOS


GRUPO ESPAÑOL

Zaragoza, septiembre 2011


ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE HIDROGEÓLOGOS - GRUPO ESPAÑOL
ISBN: 978-84-938046-1-9
Depósito Legal: M-28899-2011
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

PRÓLOGO

La hidrogeología o hidrología subterránea es la disciplina que estudia las aguas


subterráneas. Tiene una vertiente técnica muy práctica destinada a solucionar problemas de
suministro, pero también constituye una ciencia multidisciplinar cuyo desarrollo riguroso es
necesario para un mejor conocimiento del medio y, por tanto, para un mejor aprovechamiento
de los recursos hídricos. Como ciencia, se ha desarrollado de forma muy notable a partir de la
segunda mitad del siglo XX y actualmente aglutina un cuerpo de doctrina con múltiples líneas
abiertas, desde las más clásicas, como la hidráulica subterránea o la hidrogeoquímica, hasta
las más punteras, como la modelación de todo tipo de procesos mediante códigos numéricos.

Durante las últimas casi cinco décadas el Profesor Emilio Custodio ha jugado un papel
destacado en el desarrollo de la hidrogeología como ciencia, especialmente en el ámbito
hispano. Artífice de innumerables contribuciones científicas en todos los campos de la
hidrogeología, el Profesor Custodio ha sido y es aún el “maestro” de la mayoría de los
hidrogeólogos en España y Latinoamérica. Por ello, de todos los homenajes realizados a
científicos excepcionales de nuestro tiempo en el ámbito de la hidrogeología, creemos que
pocos son tan merecidos y necesarios como el que nos ocupa en estas líneas. Como editores
de esta publicación, es para nosotros una enorme satisfacción, así como un verdadero honor y
placer, presentarles este Libro Homenaje al Profesor Emilio Custodio.

Este libro pretende ser el instrumento para expresar nuestro homenaje y reconocimiento a
nuestro maestro, y recoge el sentir de muchos que nos dedicamos a estos menesteres a los que
nos ha cobijado la sombra de Emilio. Son muchas las personas (prácticamente todas con las
que se ha contactado) que desde un principio no han dudado y han puesto lo mejor de sí
mismos en contribuir a esta idea, a pesar de sus compromisos, agenda y complicaciones de
todo tipo. Este libro homenaje consta de dos partes claramente diferenciadas: la primera
recoge su biografía así como el perfil científico y humano de Emilio, mientras que en la
segunda parte se abordan una serie de contribuciones científicas sobre aquellas líneas de
investigación en las que Emilio Custodio más intensamente ha trabajado a lo largo de su
dilatada y brillante carrera profesional. Los temas escogidos son la hidrogeología de
formaciones e islas volcánicas, los acuíferos costeros, los métodos de cuantificación de la
recarga, la hidroquímica y la isotopía ambiental y la gestión de las aguas subterráneas. En
cada capítulo se incluyen contribuciones de expertos internacionales y otras que muestran el
curso de trabajos actuales sobre estos temas por parte de jóvenes investigadores (“hijos” y
“nietos” científicos del Profesor Custodio en muchos casos).

Como editores de este libro homenaje esperamos y deseamos que los textos que en él se
incluyen estén a la altura de la figura de Emilio Custodio. En total, son más de 90 autores
nacionales e internacionales los que han contribuido de manera completamente desinteresada
a hacer posible esta publicación. Agradecemos la disposición desinteresada de todos los
autores y la ilusión con que han acogido la idea. El trabajo se ha planteado mediante la
coordinación por capítulos de las siguientes personas: Lucila Candela, Javier Heredia,
Christian Herrera, Francisco J. Alcalá, Gerson Cardoso da Silva, Mireia Iglesias, Manel
Prólogo

Pascual, Enric Vázquez, Teresa Condesso de Melo y Leonardo Almagro. A todas ellas
queremos agradecer especialmente su trabajo. Las tareas de edición han estado a cargo de
Raquel Burgos, que con su buen hacer ha acabado de rematar un trabajo siempre complicado.

Por último, agradecer el apoyo del Grupo Español de la Asociación Internacional de


Hidrogeólogos, impulsor de este libro y a la Sociedad Geológica de España que se ha sumado
a la financiación del mismo; y a los organizadores del “Congreso Ibérico sobre las aguas
subterráneas: desafíos de la gestión para el siglo XXI” por acoger entre sus actividades el
homenaje al Profesor Emilio Custodio.

Los que hemos tenido la suerte de conocer más de cerca a Emilio Custodio sabemos que,
detrás de una cierta imagen de seriedad y distanciamiento, se esconde una persona coherente,
consecuente, trabajadora, desinteresada, fiel, llena de valores y de calidad humana. La
generosidad de sus conocimientos, su disponibilidad para ayudar con ideas certeras a quien
las necesita y su disposición para poner sus conocimientos al servicio de todos son
características que le definen perfectamente. Estos valores, conjuntamente con su amplia
contribución científica, nos llevan a afirmar que, sin lugar a dudas, la hidrogeología en el
entorno latinoamericano no hubiese sido la misma sin la emblemática figura del Profesor
Emilio Custodio.

Los editores
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

ÍNDICE

Pág.

PRIMERA PARTE. EL PERFIL HUMANO Y PROFESIONAL DEL PROFESOR


EMILIO CUSTODIO
1.1. Breve biografía profesional del Profesor Emilio Custodio. Margarida
Valverde…………………………………………………………………………… 3
1.2. Contribución de Emilio Custodio a la formación académica de especialistas
en hidrología subterránea.
1.2.1. Reconocimiento a Emilio Custodio. Alex Alom Poveda………………... 11
1.2.2. Emilio Custodio versus Curso Internacional de Hidrología
Subterránea - CIHS. Eduardo Batista Piera……………………………... 13
1.2.3. Emilio Custodio, Maestro de Hidrogeólogos. Josep Dolz………………. 19
1.2.4. Emilio Custodio, referente de hidrogeólogos. Miguel Ángel García
Vera………………………………………………………………………… 21
1.2.5. Recuerdos de Emilio Custodio. Jordi Guimerà………………………….. 25
1.2.6. El buen hacer del Profesor Emilio Custodio. Antonio Pulido Bosch…... 27
1.2.7. Emilio en la formación de recursos humanos en Uruguay. Ing. Luis
Silveira, Ph. D……………………………………………………………… 29
1.3. Concesión de premios y títulos honoríficos.
1.3.1. Nombramiento del Dr. Emilio Custodio como Profesor Honorario en
la Universidad Nacional de La Pampa, Argentina. Resolución del
Consejo Superior 144/09 del 12 de Agosto del 2009. Carlos Schulz…… 33
1.3.2. Nombramiento del Dr. Emilio Custodio como Profesor Honorario en
la Universidad Nacional del Litoral – Santa Fé, Argentina (2005).
Ofelia Tujchneider…………………………………………………………. 35
1.3.3. Concesión de visitante ilustre de la municipalidad de Cusco – Perú
con ocasión de la conferencia impartida el 1 de octubre de 2010 como
invitado al XV Congreso peruano de geología. Es un reconocimiento a
su trabajo en la Universidad Politécnica de Cataluña y en la
Fundación Centro Internacional de Hidrología Subterránea………….. 39

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

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1.4. Contribución a la observación y a la gestión de las aguas subterráneas en
España.
1.4.1. La participación de los usuarios en la gestión del agua subterránea en
España. Jordi Codina y Josep Ferret……………………………………… 43
1.4.2. Emilio Custodio, un amigo. José Antonio Fayas Janer………………….. 49
1.4.3. Emilio Custodio y las Islas Canarias. José Jiménez Suárez…………….. 51
1.4.4. Emilio Custodio: el agua subterránea llevada a su excelencia. Carlos
Loaso Vierbücher…………………………………………………………... 53
1.4.5. Vivencias con Emilio Custodio. Manuel Martín Arnáiz…………………. 55
1.4.6. Emilio Custodio: un legado y un ejemplo. J. Manel Pascual…………… 59
1.4.7. Homenaje a Emili Custodio / Homenatge a Emili Custodio. Francesc
Vilaró i Rigol……………………………………………………………….. 63
1.5. Contribución a la promoción del estudio y la investigación de las aguas
subterráneas.
1.5.1. Emilio Custodio y el Programa Hidrológico Internacional de la
UNESCO: un ejemplo de colaboración. Alice Aureli…………………... 69
1.5.2. Contribución del Dr. Emilio Custodio a la promoción del estudio e
investigación del agua subterránea en Argentina. Emilia María
Bocanegra…………………………………………………………………... 71
1.5.3. Emilio Custodio el primer hidrogeólogo en la Dirección General del
IGME. Juan Antonio López Geta….……………………………………… 79
1.5.4. Emilio Custodio: Some personal impressions of his international
contribution to groundwater science. Prof. Dr. Stephen Foster………… 85
1.5.5. Contributo de Emilio Custodio para o desenvolvimiento da
hidrogeologia em Portugal. Manuel Augusto Marques da Silva e Maria
Teresa Condesso de Melo………………………………………………….. 89
1.5.6. Desarrollo de la hidrogeología en el Perú y contribución del Dr.
Emilio Custodio. Fluquer Peña Laureano………………………………… 95
1.5.7. Emilio Custodio: 45 años de Curso Internacional de Hidrología
Subterránea. Xavier Sánchez-Vila, Salvador Jordana, Roser Escuder,
Josep Fraile, Fidel Ribera y Enric Vázquez-Suñé………………………….. 103
1.5.8. El papel de Emilio Custodio en la AIH-Grupo Español. Fermín
Villarroya Gil………………………………………………………………. 105
1.6. El perfil humano y profesional de Emilio Custodio: resumen y conclusiones.
Luis Javier Lambán…………………………………………………………........... 113

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Pág.

SEGUNDA PARTE. EL PERFIL CIENTÍFICO DEL PROFESOR EMILIO


CUSTODIO
2.1. Hidrogeología de formaciones e islas volcánicas.
2.1.1. Hydrogeology of the Hawaiian Islands. Stephen B. Gingerich and
Delwyn S. Oki……………………………………………………………… 119
2.1.2. Hydrogeology of the Azores archipelago: a review. José Virgilio Cruz.. 135
2.1.3. La modelación numérica de las aguas subterráneas en Canarias.
Tatiana Cruz………………………………………………………………... 155
2.1.4. Caracterización del flujo del agua subterránea a partir de registros
térmicos en la isla de Fuerteventura, archipiélago de Canarias,
España. Christian Herrera y Emilio Custodio…………………………….. 167
2.1.5. Hidrogeología e hidroquímica del agua subterránea del acuífero
volcánico de las vertientes a partir de datos medidos en galerías (La
Palma, Islas Canarias). Roberto Poncela Poncela y Elzbieta Skupien
Balon……………………………………………………………………….. 181
2.2. Caracterización de acuíferos costeros.
2.2.1. Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area:
modelling, monitoring, climate change and solutions. Gualbert Oude
Essink………………………………………………………………………. 195
2.2.2. Principios y conceptos básicos sobre intrusión marina y gestión de
acuíferos costeros. Jesús Carrera, María Pool, Elena Abarca, Juan J.
Hidalgo, Luit J. Slooten, Enric Vázquez-Suñé, Esteban Sanz, Desiré
Gámez y Andrés Alcolea…………………………………………………… 215
2.2.3. El acuífero costero del este de Gran Canaria: un ejemplo de
salinización en un acuífero volcánico complejo. María del Carmen
Cabrera……………………………………………………………………... 229
2.2.4. Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las
aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal crítico de extracción
en acuíferos costeros. María Pool y Jesús Carrera……………………….. 239
2.2.5. Study of groundwater recharge, geochemical evolution and
salinization processes in the coastal aquifers of the Santiago Island
(Cape Verde). María Teresa Condesso de Melo, António Filipe Lobo de
Pina, Alberto Mota Gomes and Manuel Augusto Marques da Silva............. 255
2.3. Métodos de cuantificación de la recarga.
2.3.1. Application of managed aquifer recharge methods for the effective
management of water resources. Mario R. Lluria………………………. 265

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

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2.3.2. Aplicación de métodos en la zona no saturada para cuantificar la
recarga. Ejemplos bajo agricultura intensiva. Joaquín Jiménez-
Martínez y Lucila Candela…………………………………………………. 289
2.3.3. Caracterización isotópica de la recarga en el curso inferior del valle
del río Huasco, región de Atacama, Chile. Christian Herrera, Pía
Avalos, Hugo Fernández, Carlos Araos y Constanza Rojas……………….. 299
2.3.4. Evaluación de la recarga difusa y concentrada en macizos
carbonatados mediante técnicas físicas y de trazadores: resultados
obtenidos en Sierra de Gádor (Sureste de España). Francisco J. Alcalá,
Albert Solé Benet, Yolanda Cantón, Luis Ribeiro, Sergio Contreras, Ana
Were, Penélope Serrano-Ortiz, Juan Puigdefébregas y Francisco Domingo. 307
2.3.5. Estimación de la evaporación real para modelos de recarga usando la
información de estaciones meteorológicas automáticas. Juan Vicente
Giráldez, Javier Estévez, Karl Vanderlinden y Rafaela Ordóñez………….. 319
2.3.6. Recarga de lluvia y de acuitardos en un acuífero kárstico. Estudio con
balances hídricos y modelación. Vicente Iríbar Sorazu y Mónica Valls-
Márquez…………………………………………………………………….. 329
2.3.7. La recarga en zonas endorreicas semiáridas: el caso de la cuenca del
río Ebro. Miguel Ángel García Vera……………………………………… 337
2.3.8. La evaluación de la recarga en zonas urbanas: un enfoque
multidisciplinar del balance hídrico. Enric Vázquez-Suñé, Jesús
Carrera, Isabel Tubau y Xavier Sánchez-Vila……………………………… 349
2.3.9. Avances en la estimación de la recarga a los acuíferos. Javier Samper
Calvete……………..……………………………………………………….. 361
2.4. La hidroquímica y la isotopía ambiental: herramientas clave en el estudio de
los acuíferos.
2.4.1. Aplicação de técnicas geoquímicas e isotópicas no estudo dos aquíferos
costeiros detríticos do Estado de Rio de Janeiro, Brasil. Gerson
Cardoso da Silva............................................................................................ 375
2.4.2. Implicaciones de la composición isotópica del agua y de la relación
rCl/rBr en la interpretación de los procesos hidrogeológicos del
acuífero de Las Cañadas del Teide, Tenerife, Islas Canarias. Rayco
Marrero, Dina López, Nemesio Pérez y Emilio Custodio………………….. 383
2.4.3. Caracterización hidrogeoquímica e isotópica del acuífero
carbonatado-kárstico drenado por el manantial de Fuenmayor
(Huesca). Carlota Oliván, Luis Javier Lambán, José Antonio Cuchí y José
Luis Villarroel……………………………………………………………… 393

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Pág.
2.4.4. Caracterización hidrogeoquímica e isotópica preliminar de las
Lagunas de Estaña (Huesca, España). Cristina Pérez y Luis Javier
Lambán……………………………………………………………………... 403
2.5. Gestión de aguas subterráneas.
2.5.1. La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas. Andrés
Sahuquillo Herráiz…………………………………………………………. 413
2.5.2. El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e
impactos producidos. Joan Corominas Masip…………………………… 437
2.5.3. Las aguas subterráneas en los países de la Unión Europea Meridional.
Lucia de Stefano y M. Ramón Llamas Madurga…………………………... 459
2.5.4. Perspectiva de la gestión de las aguas subterráneas en Cataluña.
Mireia Iglesias Carrera, Alfredo Pérez-Paricio y Josep Maria Niñerola Pla. 467
2.5.5. Optimización de la gestión combinada y sostenible de un acuífero
costero con la aportación de una desalinizadora. Felip Ortuño, Genís
Freixas, Leonardo Almagro, Mireia Iglesias, Agustín Medina, Jordi
Molist, Alfredo Pérez-Paricio y David Comino……………………………. 477
2.6. Relación de libros, artículos, comunicaciones y capítulos de libros del
Profesor Emilio Custodio. Jordi Sánchez Vila…………………………………... 489

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

PRIMERA PARTE

EL PERFIL HUMANO Y PROFESIONAL DEL PROFESOR EMILIO CUSTODIO


Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.1. BREVE BIOGRAFÍA PROFESIONAL DEL PROFESOR EMILIO CUSTODIO

Margarida VALVERDE*

(*) Fundación Centro Internacional de Hidrología Subterránea (FCIHS). Provença 102,


6ª planta. 08029 Barcelona. gerencia@fcihs.org

Emilio Custodio Gimena nace en Barcelona en 1939.

Finaliza sus estudios de Ingeniería Industrial en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros


Industriales de Barcelona en 1964. Premio extraordinario de proyecto final de carrera “Planta
para la producción de hexaclorociclohexano utilizando como catalizador primario la radiación
gamma del isótopo cobalto-60” de ingeniería industrial, con una calificación media de
sobresaliente (18,87 sobre 20) y ordenado el número 1 de la promoción de Barcelona y el
número 2 de la promoción general de España.

En 1972 obtiene el título de Doctor Ingeniero Industrial por la Escuela Técnica Superior de
Ingenieros Industriales de Barcelona. Tesis doctoral titulada “Datación de aguas
subterráneas: datación mediante radioisótopos, variación en relaciones isotópicas y caracteres
puramente químicos: aplicación al delta del río Llobregat”.

Su actividad profesional se inicia en la Universidad, en el curso 1963-1964 como profesor


ayudante y a partir del curso 1964-965 como profesor adjunto interino, en la cátedra de
tecnología nuclear de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona.

Compagina la docencia universitaria con la de ingeniero de estudios contratado (1964-


1979), en la especialidad de hidrología subterránea, en la Comisaría de Aguas del Pirineo
Oriental (CAPO – DGOH, MOP) de Barcelona.

Cofundador, en 1966, del Curso Internacional de Hidrología Subterránea de Barcelona


(CIHS) y miembro de su Comisión Docente y Director hasta 1990, en la actualidad imparte
clases en él.

Desde 1970 socio de la Asociación Española de Hidrogeólogos (AEH). De 1976 a 1984


forma parte de su Junta Directiva y de 1984 a 1987 es el Presidente.

Desde 1974 socio de la International Association of Hydrogeologists (IAH) y del Grupo


Español de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos.

De 1980 a 1984 y de 1996 a 2000 forma parte de la Junta Directiva de la IAH, de 2000 a
2004 es el Presidente y de 2004 a 2009 es miembro de la Junta Directiva y expresidente. En

3
Breve biografía profesional del Profesor Emilio Custodio · M. Valverde

relación al Grupo Español, de 1980 a 1984 presidió su Comisión Gestora y de 1994 a 1998
fue Presidente del GE de la AIH.

De 1975 a 1986 Profesor Titular de Universidad de Tecnología Nuclear en la Escuela


Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona.

De 1979 a 1984 ejerce como Ingeniero del Cuerpo de Ingenieros Industriales al servicio
del Ministerio de Obras Públicas (DGOH) en la especialidad de hidrología subterránea, en
Barcelona.

De 1980 a 2005 Miembro del Comité Español del Programa Hidrológico Internacional de
UNESCO y vicepresidente.

De 1980 a 2005 Miembro a título personal del Consejo de Seguimiento de Seguridad


Nuclear de Cataluña (Generalitat de Catalunya).

En 1982 se le concede el Diploma de honor de la Escuela de Hidrología del Instituto de


Hidrología (CSIC) – Centro de Estudios Hidrográficos (CEDEX) de Madrid.

De 1982 a 1996 Miembro del Instituto Europeo del Agua.

De 1986 a 1997 Catedrático de Universidad, Ingeniería del Terreno, especialidad


Hidrología Subterránea en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y
Puertos de la Universidad Politécnica de Cataluña.

Desde 1989 Académico vitalicio correspondiente de la Real Academia de Ciencias


Exactas, Físicas y Naturales de España.

En 1990 creador del Máster en Hidrología Subterránea como actividad de Postgrado de la


UPC.

De 1990 a 1994 Presidente del Grupo Español de la Asociación Internacional de


Hidrogeólogos (AIH-GE).

En 1991 y en nombre y representación como Presidente de la Asociación “Curso


Internacional de Hidrología Subterránea” funda la Fundación Privada “Centro Internacional
de Hidrología Subterránea” (FCIHS) en Barcelona.

De 1992 a 1997 Director de la Fundación “Centro Internacional de Hidrología


Subterránea”.

En 1995 es nombrado Doctor honoris causa por la Universidad Nacional de Tucumán en


Argentina.

En 1995 y 1996 forma parte de la Comisión de Expertos del Programa Sectorial de I+D
sobre Recursos Hídricos de la Secretaría General del Plan Nacional de I+D de la Comisión
Interministerial de Ciencia y Tecnología.

En 1996 la Generalitat de Catalunya le concede la Medalla Narcís Monturiol al mérito

4
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

científico y tecnológico.

En 1996 y 1997 Gestor Nacional de Recursos Hídricos de la Comisión Interministerial de


Ciencia y Tecnología (CICYT) del Área de Medio Ambiente.

De 1997 a 2004 ejerce la gestión en un organismo público de investigación, como Director


General del Instituto Geológico y Minero de España en Madrid y Profesor Ad Honorem en la
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la UPC en
Barcelona.

En 1998 la International Association of Hydrogeologists (IAH) le concede el premio


Presidents Award.

De 1997 a 2000 miembro y vicepresidente del Consejo Nacional de Minería de España.

De 1997 a 2004 Miembro del Consejo Nacional del Agua.

De 1997 a 2004 Consejero de Minas de Almadén y Arrayanes (MAYASA), SEPI, Madrid.

De 1997 a 2004 Consejero vicepresidente de AITEMIN, empresa de estudios e


investigación vinculada a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la
Universidad Politécnica de Madrid.

De 1997 a 2004 Miembro directivo de EuroGeoSurveys, Asociación de los Institutos


Geológicos de los países de la Unión Europea. En 1999 Presidente de EuroGeoSurveys.

De 1997 a 2004 Miembro directivo de ASGMI, Asociación de los Servicios de Geología y


Minería de Iberoamérica.

De 1997 a 2004 Miembro directivo de FOREGS, Forum de los Servicios Geológicos


Europeos y en 2000 Presidente de FOREGS.

De 1997 a 2004 Miembro del Patronato de la Fundación Centro Internacional de


Hidrología Subterránea y del Comité de Dirección del Curso Internacional de Hidrología
Subterránea.

De 1998 a 2001 Presidente del Consejo de Administración de la Empresa Estatal


Depuradora del Baix Llobregat (DEPURBAIX).

De 1998 a 2000 Consejero de la Red de Parques Nacionales.

En 2000 el Grupo Español de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos le concede el


Premio al Mérito de la AIH-GE (1ª Edición).

De 2000 a 2004 Presidente de la Internacional Association of Hydrogeologists (IAH), de


1996 a 2008 miembro de su consejo.

De 2000 a 2004 Gestor de la nueva creación del Consejo Nacional de Geología.

5
Breve biografía profesional del Profesor Emilio Custodio · M. Valverde

De 2001 a 2004 Miembro del Comité de Coordinación de Organismos Públicos de


Investigación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

De 2004 a 2010 Catedrático de Hidrología Subterránea de la Universidad Politécnica de


Cataluña.

En 2005 la National Ground Water Association (NGWA) le concede el premio “Life


member award to individuals who have contributed some special service in the furtherance of
groundwater industry or to NGWA”.

En 2005 es proclamado Profesor Honorario de la Universidad Nacional del Litoral de


Santa Fe en Argentina y Huésped de honor de la Universidad Nacional de Río Cuarto de
Córdoba en Argentina.

En 2006 la Comunitat d’Usuaris d’Aigües Subterrànies del Delta del Llobregat (CUADLL)
le concede su máxima distinción.

De 2004 a 2006 representante del Rector de la Universidad Politécnica de Catalunya en el


Patronato de la Fundación Centro Internacional de Hidrología Subterránea y en el Comité de
Dirección del Curso Internacional de Hidrología Subterránea.

De 2006 a 2009 Director departamento universitario del Departamento de Ingeniería del


Terreno, Cartográfica y Geofísica de la UPC.

En 2008 la Asociación Latinoamericana de Hidrología Subterránea para el Desarrollo


(ALHSUD) le proclama, en Ciudad de Quito – Ecuador, Hidrogeólogo Ilustre de América
Latina.

En 2008 la International Association of Hydrogeologists (IAH) le proclama, en Toyama –


Japón, Miembro honorario vitalicio.

En 2009 es proclamado Profesor Honorario de la Unversidad Nacional de La Pampa de


Santa Rosa en Argentina.

De 2006 a 2009 representante en el Patronato de la FCIHS y en el Comité de Dirección del


CIHS como Director del Departamento de Ingeniería del Terreno, Cartográfica y Geofísica de
la UPC.

De 2007 a 2011 Presidente del Comité Asesor del Patronato de la FCIHS.

Su actividad investigadora comprende la colaboración en más de 30 estudios de


investigación, siendo investigador principal en casi 20 de ellos e investigador principal
asociado a proyectos europeos en otros cuatro. Estudios principalmente de carácter
experimental territorial.

Desde 1976 ha dirigido y codirigido más de 20 tesis doctorales, principalmente de carácter


experimental territorial y ha dirigido 6 tesis de Máster en Hidrología Subterránea.

Ha participado en 6 acciones de intercambio científico con Portugal, Reino Unido, Francia,

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Argentina y Colombia y ha participado en diferentes estancias en USA y Francia.

Colabora como miembro del comité científico y también como revisor regular en diversas
revistas especializadas en recursos hídricos y en hidrogeología.

Ha participado en numerosos proyectos de estudio financiados por diferentes organismos y


empresas, y en actividades de apoyo o asesoría, en su mayoría de carácter experimental
(territorial) en el entorno de Barcelona, Cataluña, Islas Baleares, Islas Canarias, Parque
Nacional de Doñana, Valencia, Aragón, Isla de Malta, Italia, Portugal, Brasil, Argentina y
Chile.

Ha formado parte de diversos grupos de trabajo constituidos para abordar cuestiones


hidrológicas generales, en relación con UNESCO y con la Comunidad Europea, o problemas
territoriales.

Autor o coautor de 6 libros, entre ellos los 2 volúmenes del manual de Hidrología
Subterránea (Custodio – Llamas 1976, reedición 1983, reimpresión Vol. 1: 2001 y 2008; Vol.
2: 2005 y 2006) de la editorial Omega de Barcelona, de mayor difusión internacional en
lengua castellana. En 2005 y en 2007 traducidos al italiano. Además Editor o Coeditor de 14
libros.

En 1965 inició la redacción y publicación de más de 500 artículos, comunicaciones y


capítulos de libros publicados, cuya temática es dominantemente de diversos campos de la
hidrología subterránea, aunque incluye también aspectos de docencia, energéticos, nucleares y
de recursos de agua en general y su contexto social.

A partir de noviembre de 2010 Catedrático Emérito de la Universidad Politécnica de


Cataluña en Barcelona.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.2. CONTRIBUCIÓN DE EMILIO CUSTODIO A LA FORMACIÓN ACADÉMICA


DE ESPECIALISTAS EN HIDROLOGÍA SUBTERRÁNEA
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.2.1. RECONOCIMIENTO A EMILIO CUSTODIO

Alex ALOM POVEDA*

(*) SABOREDO, S.A. Pobla de Lillet, 22. 08028 Barcelona. saboredo@saboredo.com

Escuché hablar por primera vez de Emilio Custodio a mis mayores, siendo prácticamente
un adolescente.

Recuerdo el día en que se me envió, en el ya lejano 1971, a la extinta Comisaría de Aguas


del Pirineo Oriental (CAPO) con el encargo de cortar y pegar “sensu stricto” unas tiritas de
papel que modificaban ejemplares ya editados del estudio REPO, así como el de realizar
algún que otro calco de cortes hidrogeológicos a “Rotring”. Todo ello en un ambiente de
copias de amoniaco y bajo la ocasional inspección, con mirada de profesor estricto, de un
joven Custodio al inicio de su treintena, aunque para mí en aquellos momentos me
representaba la de un señor considerablemente mayor.

Pasados los años, ya alumno en el curso de Hidrología Subterránea, tuve a Custodio como
uno de los profesores más presentes a lo largo de todo el año.

Recuerdo mis esfuerzos para seguirlo en sus clases, en especial hidroquímica, en que mi
mente se quedaba en los primeros conceptos de una explicación, cuando la argumentación iba
ya casi hilvanando las conclusiones. No niego una cierta desesperación y desánimo. Al final
no suponía nada que fuera tremendista. Unas pequeñas consultas y unos comentarios, por
parte de Emilio, en un lenguaje accesible, acababan dándote los elementos fundamentales que
regían el tema en cuestión.

Posteriormente, volví a reencontrarlo cuando trabajé una temporada en el también extinto


Servicio Geológico de Obras Públicas, de la mano del mal logrado amigo Alfonso Bayó.
Tengo muy presente su imagen de cuando entraba amablemente en la salita, casi de puntillas
para no distraerme, donde con lápiz de carbón y papel milimetrado yo elaboraba diagramas y
cortes. Recuerdo también como si fuera ayer, un comentario acerca de la gran importancia de
sacar punta al lápiz, tanto física como intelectualmente… Obviamente todo ello con
anterioridad al uso masivo del PC.

La última vez que trabajamos juntos fue a mediados de los 80, en la realización de los
Planes Hidrológicos. Recuerdo este trabajo con un especial cariño. Reconozco que en ese año
y de su mano, se propició un cambio en mi actitud profesional, de forma que pasé de ser el
estudiante buscador de la mejor relación esfuerzo-resultado, a un profesional en el que
primaba el resultado sin ningunear esfuerzos. Custodio supo transmitirme un intangible que
permite convertir el supuesto tedio de un trabajo, en un motivador reto para montar una

11
Reconocimiento a Emilio Custodio · A. Alom Poveda

especie de puzle de “n” dimensiones y variable en el tiempo que de explicaciones al


funcionamiento de una caja negra.

Por aquel entonces Emilio compaginaba sus clases en la Politécnica de Cataluña con sus
trabajos en la Comisaría de Aguas de Pirineo Oriental (CAPO). Mi percepción sobre Custodio
en aquellos tiempos, es la de una vida muy estresada entre estas obligaciones, el curso de
hidrogeología, asesoramientos varios y sobre todo sus publicaciones. Podía con todo.

A partir de aquí, de esto ya hace 30 años, y sobre todo al llegar a conseguir su plaza como
catedrático y poder abandonar sus trabajos en la Administración, su grado de ajetreo
inmediatamente disminuyó, si bien sus trabajos, como es bien conocido, no cesaron.

En los últimos tiempos hemos coincidido en algún evento en que la premura del tiempo no
ha permitido más comunicación que una sincera y mutua sonrisa.

Será por aquello que te comenté un día que cuando te veo, hay un no sé qué en mi mente
que me hace sentir como aquel alumno que no ha hecho todos los deberes.

En cualquier caso, es de agradecer a Emilio que a pesar de todas sus obligaciones y


constantes metas, siempre haya dispuesto de tiempo para acceder a una consulta sobre
determinadas dudas, dándole luz y sentido.

Por último, y para mí de gran trascendencia, fueron sus esfuerzos a principios de los 60
para crear el curso de Hidrología Subterránea conjuntamente con el profesor Llamas. Curso
poco comprendido en su día y que finalmente ha dado lugar al curso de postgrado más
longevo y posiblemente más acreditado del espectro académico español, y aún más: Ha dado
un gran impulso a un oficio cuyo contenido académico es fundamentalmente pluridisciplinar,
el cual he tenido la suerte y el gusto de poder ejercer hasta estos días, no muy alejados de mi
jubilación.

Con admiración y cariño.

12
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.2.2. EMILIO CUSTODIO VERSUS CURSO INTERNACIONAL DE HIDROLOGÍA


SUBTERRÁNEA DE BARCELONA - CIHS

Eduardo BATISTA PIERA*

(*) Miembro del Comité Asesor de la FCIHS. eduardo.batista@flash10.net

RESUMEN

La figura de Emilio Custodio es inseparable del Curso Internacional de Hidrología


Subterránea de Barcelona y viceversa. Tal simbiosis no disminuye un ápice su labor como
catedrático de Hidrogeología de la UPC, ni sus méritos y logros en los distintos cargos y
responsabilidades que ha tenido en organismos nacionales y en entidades profesionales
nacionales e internacionales. Se pretende, en esta comunicación, dar una breve pincelada de
su importante contribución a la formación de especialistas en hidrogeología a través del
CIHS. A lo largo de 42 años hemos observado y compartido directamente y entre bastidores,
parte de la labor de Emilio Custodio que le ha llevado al más alto reconocimiento nacional e
internacional en el campo de la hidrogeología. Su contribución a la formación no se ciñe
exclusivamente a una labor docente en aula, sino que incluye un conjunto de actividades que
van desde organizar cursos, prácticas, dirigir trabajos de campo, visitas técnicas, redacción de
libros de textos, apuntes, informes, artículos, ponencias y comunicaciones, participar en
mesas redondas, seminarios, congresos, etc., etc. hasta organizar al mínimo detalle todos los
registros de dichos acontecimientos. En todas estas actividades el papel de Emilio Custodio ha
sido el generador de las mismas y activo participante, su capacidad parecía y parece no tener
límites. En este libro de homenaje y reconocimiento por parte de sus colegas, alumnos y
amigos quisiéramos resaltar no sólo sus conocimientos ampliamente reconocidos sino
también las particularidades de su carácter y trabajo que hacen posible no una mera
transmisión de conocimientos sino una verdadera formación de especialistas en
hidrogeología.

INTRODUCCIÓN

La coincidencia durante 42 años con Emilio Custodio en muy diversas facetas docentes y
de organización del CIHS permite exponer una versión creo que bastante fundamentada,
aunque quizá algo ladeada por el peso de la amistad, sobre la contribución del Profesor
Custodio en la formación de especialistas en aguas subterráneas. Permítaseme pues una breve
reseña personal que explicita esta relación profesional.

Mi primera visión o contacto con él fue en calidad de alumno participante en la III Edición

13
Emilio Custodio versus Curso Internacional de Hidrología Subterránea de Barcelona – CIHS · E. Batista Piera

del CIHS (1969). Emilio Custodio era el Jefe de Estudios y encargado del Tema 9 Hidráulica
de Pozos a la sazón el tema más extenso y a su vez considerado el más temible del programa.
Esto no fue óbice para que a parte de sufrir su rigor y exigencia, reconocer su valía, voluntad
e interés para que los participantes -en aquellos tiempos algunos eran mayores que él y tenían
experiencia en la administración o en empresas consultoras- adquirieran los conocimientos
básicos del tema.

Finalizado el curso, me incorpore al Servicio Geológico del MOPU, organismo que


compartía con la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental (en la que Emilio Custodio era el
responsable de aguas subterráneas) la realización del “Estudio de los Recursos Hídricos
Totales de la Cuenca Hidrográfica del Pirineo Oriental” (bien simplificado como REPO), así
como el patrocinio y organización del CIHS.

Esta incorporación, como novato, a uno de los Organismos públicos encargados del REPO,
me permitió formar parte de un equipo de hidrogeólogos (formados en el CIHS y en el que
figuraban también distintos profesores del mismo) y técnicos de los que aprendí y fui testigo
directo de su manera de trabajar y enfocar un estudio de aquellas dimensiones. Aunque en
organismos distintos, así establecí contacto con Emilio Custodio en su pequeño y atiborrado
de informes, libros y comunicaciones, despacho de la 3ª planta de la calle Beethoven y
comprobar su dedicación y entrega en los trabajos del REPO.

Pero en donde se ha intensificado la relación personal y profesional ha sido en el CIHS del


que pasé a formar parte de su Comisión Docente cuando ya lo dirigía Emilio Custodio y
posteriormente le sucedí en el cargo de Director.

ACTIVIDAD EN EL CIHS

Sus actividades para la creación del CIHS en 1967, se iniciaron en el año 1966 cuando
siguiendo las directrices del Decenio Hidrológico de la UNESCO y de acuerdo con la
voluntad y el esfuerzo conjunto de los Organismos: Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental,
el Servicio Geológico de Obras Públicas, el Centro de Estudios Hidrográficos (CEDEX), el
CSIC, la Sociedad General de Aguas de Barcelona, la Escuela de Ingenieros Industriales
(posteriormente la UPC) y con el apoyo especial del Comisario de Aguas José Mª Llansó y el
empeño de M. Ramon Llamas y Francesc Vilaró, se materializó la creación de un Curso para
la formación de especialistas en aguas subterráneas.

En el CIHS, su actuación se ha desarrollado como Jefe de Estudios (1967-1970);


Subdirector (1971-1975) y Director (1975-1989).

En 1991 se creó la Fundación Centro Internacional de Hidrología Subterránea, en la que


pasó a ser su Director hasta 1997. En la actualidad es Presidente del Comité Asesor de la
Fundación CIHS.

Desde el primer Curso (1967) hasta la actualidad es profesor permanente, por lo que es el
decano de los profesores y único docente que ha participado en todas las ediciones del CIHS.

Este breve bosquejo de su trayectoria dentro de la organización del CIHS no refleja en


absoluto su intensa, amplia y decisiva labor en el mismo. Como uno de los creadores del

14
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Curso, diseñó (y por tanto conoce) todos los registros del mismo, desde su especial estructura
gerencial económica, la dependencia de distintos Organismos Patrocinadores, hasta el más
mínimo detalle en las ceremonias de Inauguración y Clausura, pasando evidentemente por lo
más importante que es el programa académico y la labor docente. Esto requiere la
coordinación de un núcleo de profesores permanentes, principalmente Miembros de la
Comisión Docente y un número apreciable de los mejores especialistas nacionales o
extranjeros en cada tema que permiten estar al día en los más avanzados aspectos teóricos y
prácticos de la hidrogeología.

El material didáctico que usaban las primeras promociones eran los apuntes redactados por
los miembros de la Comisión Docente y los profesores invitados. A partir de estos apuntes y
en una intensa labor de los Coordinadores (la CoDo) se llegó a editar, en 1976, el célebre
Manual o texto “Hidrología Subterránea” de Emilio Custodio- M.R. Llamas. Es tan destacada
y reconocida la labor de Emilio Custodio, en la redacción de varios capítulos, la revisión de
otros, así como la elaboración de los extensos índices, que al libro ya se le conoce como “El
Custodio”.

Como complemento indispensable de las materias teóricas está la presentación de la


problemática de los distintos escenarios hidrogeológicos, aspecto que dada la variedad
geológica de nuestro país permitía observarlos in situ. Su conocimiento exhaustivo de estos
escenarios y otros más lejanos enriquece el grado de conocimiento de los participantes.

El trabajar con Emilio Custodio en la organización y en las tareas docentes del CIHS junto
a excelentes profesionales y el equipo de gerencia-secretaría ha sido muy enriquecedor.

Como un miembro más de la Comisión Docente que él presidía y dirigía he podido


compartir una tarea docente y gestora marcada por una voluntad y dedicación extraordinaria
que a veces podía parecer agobiante pero que bien analizada era eficaz, fructífera y
reconocida por todos. Gestión que era fruto del trabajo y de la estrecha colaboración y
sintonía, evidentemente no exenta de discusiones, entre todos los componentes de la Codo y
equipos de gerencia-secretaría que a lo largo de los años Emilio Custodio ha gestionado
directamente en el CIHS.

El profundo conocimiento de todas las actividades del CIHS, su acentuado sentido de la


responsabilidad y un rigor que le obliga a no tener un fallo ni dejar cabos sueltos daban la
impresión de que su control podía implicar una disminución de la autonomía de los demás
componentes del CIHS (Comisión Docente, gerencia-secretaría). Al contrario la autonomía
estaba garantizada, pero su extraordinario interés para lograr el éxito de los Cursos y
completar la formación de los participantes le instaba a asegurar y comprobar personalmente
el perfecto funcionamiento de todas las actividades.

El afán para optimizar la formación de especialistas, no se termina en el Curso, también


tenía y tiene un gran interés para difundir los conocimientos y avances de la hidrogeología a
través de Seminarios, Congresos, Jornadas, etc., e incluso defender en los medios de
comunicación la necesidad de tratar científicamente los temas relacionados con las aguas
subterráneas.

Tanto en la iniciativa como en la realización de estas actividades, paralelas al CIHS, se


veía la impronta de Emilio Custodio, que lograba la implicación de los estamentos oficiales

15
Emilio Custodio versus Curso Internacional de Hidrología Subterránea de Barcelona – CIHS · E. Batista Piera

para realizarlas conjuntamente o con su apoyo y asistencia.

Sirvan como ejemplo las siguientes actividades realizadas mientras él dirigía el CIHS:

- Seminario Modelos Matemáticos y Digitales en Hidrología Subterránea, en Barcelona en


1976.
- Seminario Aspectos Básicos de la Evaluación, Explotación y Gestión de las Aguas
Subterráneas, en Castelldefels en 1977.
- Jornadas Análisis y evolución de la contaminación de las aguas en España, en Barcelona
en 1981.
- Short Course on Groundwater, en lengua inglesa, en Barcelona y en Madrid en 1982.
- Simposio y Taller Internacional de las Naciones Unidas Aspectos Económicos del Agua
Subterránea, en Barcelona en 1987.
- Jornadas Instrumentación y Técnicas de Medición y Muestreo para el Control
Piezométrico y de la Contaminación de las Aguas Subterráneas, en Barcelona en 1987.

Y muchas otras más…

Mención aparte son sus esfuerzos y gestiones para lograr la estabilidad temporal del Curso
con un reconocimiento jurídico, primero como Asociación “Curso Internacional de
Hidrología Subterránea” y después como Fundación “Centro Internacional de Hidrología
Subterránea”.

Como Director de la Fundación primero y actualmente como Presidente de su Comité


Asesor son de destacar sus esfuerzos y dedicación para ampliar las actividades de formación y
el desarrollo científico-técnico de la Hidrogeología.

Todo lo anterior es simplemente una pequeña muestra de la extraordinaria contribución de


Emilio Custodio a la formación académica de especialistas en aguas subterráneas
exclusivamente a través del CIHS, que es una pequeña parte del conjunto de su labor
profesional y que se refleja en otros capítulos de este libro.

No tengo ninguna duda que Emilio Custodio, cuando lea estas líneas, rápidamente hará las
correcciones pertinentes diciendo que lo que reflejan no es la realidad, sino que todo ha sido
obra de un equipo, etc., etc. Puede ser cierto en parte, pero he querido resaltar no sólo algunos
logros de parte de su vida profesional sino el esfuerzo, la dedicación, el tesón su voluntad,
rigor… y porque no… su a veces testarudez… que le ha permitido lograr lo que parecía
imposible. Hoy es su homenaje y no el del CIHS por más que no se considere merecedor.

Como sucesor de Emilio Custodio en las tareas de dirección del Curso, he de agradecerle el
apoyo que siempre he recibido, apoyo ciertamente amable y crítico en momentos
determinados, pero siempre con la voluntad de ayudar y colaborar para alcanzar los objetivos
del CIHS: la buena y correcta formación de especialistas en aguas subterráneas. Gracias
Emilio.

El CIHS ha ido evolucionando con los años, se ha ampliado con el CIHS a distancia, ha
pasado a formar parte de una Fundación con actividad investigadora y han ido cambiando los
componentes, de la Comisión Docente y del equipo de gerencia-secretaría, han cambiado los
tiempos, las técnicas y métodos, pero queda la impronta que Emilio Custodio (y los

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

fundadores del CIHS) le dieron desde la primera edición: el rigor y la profesionalidad.

Como ejemplo del reconocimiento y la simbiosis entre Emilio Custodio y el CIHS, valga
una pequeña anécdota: hace unos pocos años dictando un Curso en un país Iberoamericano y
tras ser presentado como el Director del CIHS de Barcelona, al terminar la clase un
participante se me acercó y me preguntó que, por ser de Barcelona, si conocía el Curso de
Custodio. Evidentemente dije que sí pensando… ¡Caramba con Emilio!

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE
 

1.2.3. EMILIO CUSTODIO, MAESTRO DE HIDROGEÓLOGOS

Josep DOLZ*

(*) Instituto FLUMEN. Universitat Politècnica de Catalunya. j.dolz@upc.edu

Poner de manifiesto la destacada labor de Emilio en la formación de hidrogeólogos es


tarea bien sencilla: basta recordar que nos referimos al co-director y principal autor del
Custodio-Llamas y también tener en cuenta su determinante papel en el Curso Internacional
de Hidrología Subterránea.

Tanto el manual de Hidrología Subterránea (aparecido en 1976, y del que han habido 2
ediciones y 4 reimpresiones, con más de 6000 ejemplares distribuidos), como el Curso
Internacional de Hidrología Subterránea (iniciado en 1967 y, por tanto, ya con 45 ediciones),
han sido, y siguen siendo, referentes de rigor y calidad en la formación de especialistas en las
comunidades hidrológicas española e iberoamericana. Ambas iniciativas supusieron un
notable impulso para la plena incorporación del método científico al estudio de la hidrología
subterránea y, de este modo, superar un análisis de marcado carácter empírico no siempre
respetuoso con el concepto de ciclo hidrológico. Emilio y Ramón Llamas fueron en gran
medida los artífices de esta renovación. Para ello contaron con el decidido apoyo de la
Administración Hidráulica en Catalunya y con la entusiasta colaboración de (en aquel
entonces) jóvenes y bien preparados universitarios que formaban un excelente equipo
multidisciplinar. De este modo se inició la brillante trayectoria científica que ha recorrido, en
el último medio siglo, la hidrología subterránea en España.

Conocí a Emilio en otoño de 1977, recién incorporado como becario de doctorado a la


Escuela de Caminos de la UPC. Me hablaron de un curso que se impartía en la Escuela de
Industriales, dedicado a la hidrología subterránea (por aquel entonces materia prácticamente
desconocida para mí), que exigía una notable dedicación (había muchos exámenes) y en el
que se establecía un grato ambiente (incluso más allá del aula) entre alumnos y profesores.
Todo me resultó atractivo, por lo que fui a visitar a Emilio para pedirle por primera, y no
última vez, un favor: que se me concediera una beca para realizar el Curso.

La XII edición del Curso resultó ser tal y como se me había anunciado, en particular lo
referido a la excelente formación y a la más que cordial convivencia lúdico-docente. Ambas
facetas se constataron de forma simultánea cuando fueron aplicados los conocimientos
adquiridos en la realización de un análisis interdisciplinar de sentido inverso: la utilización de
la hidrología subterránea como herramienta para el estudio en profundidad de otras materias.
Ocurrió que uno de los participantes interpretó ciertos párrafos de la novela de Henry Miller
“Trópico de Cáncer” apoyándose en los conocimientos recibidos durante el Curso. Esta
metodología se mostró muy útil para que, en plena transición española, unos jóvenes

19
Emilio Custodio, Maestro de hidrogeólogos · J. Dolz
 

aspirantes a hidrólogos subterráneos pudieran captar la esencia de una obra controvertida y


cuya publicación había estado prohibida hasta ese momento. No obstante, pudo intuirse que
no todo el cuadro docente coincidió con la clara valoración positiva que los alumnos hicimos
del estudio. Sirva esta anécdota de guiño a mis compañeros del curso de 1978 y también
como recuerdo de los buenos momentos compartidos ahora hace más de treinta años.

La relación establecida con Emilio a lo largo del Curso se intensificó cuando nos asesoró
en el trabajo que se realiza al final del mismo. En ese momento fue cuando percibí por
primera vez sus cualidades profesionales: gran capacidad de trabajo, rigor científico
acompañado del necesario criterio ingenieril para establecer soluciones realistas y una notable
facilidad para la visión global apoyada en el análisis interdisciplinar. Este carácter
interdisciplinar es, a mi entender, una de las principales características de la actividad
desarrollada por Emilio, tanto por lo que se refiere a su aportación personal como al fomento
de la colaboración entre expertos de diferentes ámbitos científicos. Sus profundos
conocimientos en un amplio abanico de materias lo han hecho posible. No obstante, en ese
trato más próximo que tuve con Emilio a finales de curso, fueron sus valores personales los
que más llamaron mi atención, especialmente su total disponibilidad para atender nuestras
consultas y su gran sensibilidad a las circunstancias personales.

Mi relación con Emilio, iniciada en el XII Curso, se ha mantenido e intensificado en los 35


años transcurridos. A lo largo de ella he disfrutado de su generoso apoyo en lo profesional
(siempre discreto y eficaz) y de su valiosa amistad en lo personal.

Por todo ello, muchas gracias Emilio.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.2.4. EMILIO CUSTODIO, REFERENTE DE HIDROGEÓLOGOS

Miguel Ángel GARCÍA VERA*

(*) Confederación Hidrográfica del Ebro. Pº Sagasta, 24-26. 50006 Zaragoza.


mgarciave@chebro.es

Cuando a uno le piden escribir un texto en homenaje a una gran persona, surgen dos
sentimientos contrapuestos. Por un lado un profundo agradecimiento porque los
organizadores te hayan tenido en cuenta. Por otro lado se siente miedo de no estar a la altura
de la persona de la que se habla. Ya sé que es difícil, pero espero que las palabras que siguen
sean dignas de todo lo que ha significado Emilio para la hidrogeología de España y
Latinoamérica.

Mi formación específica en hidrogeología comenzó cuando, una vez terminada la carrera


en Zaragoza, asistí a la XXIV edición del Curso Internacional de Hidrología Subterránea en el
primer semestre de 1990. Desde entonces y con la dirección del profesor Javier Samper
Calvete me integré en el potentísimo grupo de hidrogeología de la Escuela Técnica Superior
de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Cataluña del
que uno de los profesores principales era Emilio. A finales de 1994 finalicé el doctorado y mi
desarrollo profesional se orientó hacia la planificación hidrológica en la Confederación
Hidrográfica del Ebro. Desde entonces y hasta ahora mis contactos con Emilio se han
mantenido de forma discontinua mediante mi participación en la Junta Directiva de la AIH
(2000-2003), reuniones de seguimiento de proyectos, coincidencia en jornadas y congresos,
asistencia a algunas tesis doctorales,…

Durante la realización del Curso Internacional de Hidrología Subterránea en el año 1990


conocí a Emilio Custodio Gimena, profesor y miembro de la Comisión Docente. Sus clases
eran lecciones magistrales en las que para un recién licenciado no cabía lugar al despiste si se
querían asimilar todo el flujo de conocimiento que transmitía. En Emilio se conjunta esa
doble circunstancia de una gran inteligencia y un trabajador perseverante, lo que da como
resultado un bagaje intelectual que proporciona caudales de sabiduría. La gran presencia de
Emilio, su tono serio y exigente en la forma aunque tremendamente humano en el fondo, así
como su potente y precisa voz iban perfilando durante las clases aquellos conceptos
hidrogeológicos fundamentales. Esta ha sido la materia prima que ha ido formando a una gran
mayoría de los hidrogeólogos de España.

Generaciones y generaciones de hidrogeólogos le debemos mucho al trabajo y esfuerzo de


Emilio. La publicación en 1977 de la primera edición del manual Hidrogeología Subterránea,
de la que fue Director del Comité de Edición, ya fue una clara constatación del papel que
Emilio iba a tener en la formación hidrogeológica no solo en España, sino también de los

21
Emilio Custodio, Referente de hidrogeólogos · M.A. García Vera

países de habla hispana. Este compendio de la hidrogeología fue resultado de un intenso


trabajo del que nos hemos beneficiado muchos estudiantes, opositores y profesionales del
agua subterránea. Por ello y por mucho más, tanto Emilio como Manuel Ramón Llamas han
sido reconocidos como los padres de la hidrogeología contemporánea en España.

El desarrollo de los trabajos de investigación, como son las tesis doctorales, en el ámbito
de un grupo de investigación genera una relación muy estrecha con todo el equipo humano.
Durante todo el proceso de aprendizaje investigadora que mantuve en la UPC en el periodo
1990-1994 Emilio fue un maestro constante. Las primeras reuniones sobre los aspectos
hidrogeológicos de la zona regable de Los Monegros en las que se empezaba a dilucidar el
modelo hidrogeológico conceptual que tantos quebraderos de cabeza nos daría durante cinco
años, los viajes a Mallorca con Emilio y con Roberto Poncela para hacer trabajos de campo,
los cursos de doctorado de Hidrogeoquímica e Isótopos en los que Emilio mostraba con todo
su esplendor sus vastos conocimientos y experiencia, las reuniones para discutir aspectos
concretos de la zona de los Monegros o incluso para el ensayo de la lectura de la Tesis
Doctoral, fueron todos ellos momentos puntuales que no son más que un reflejo de la actitud
incansable de apoyo y ayuda con la que Emilio nos regalaba a todos los que estábamos en su
entorno.

La participación y colaboración positiva y activa de Emilio en Asociaciones de


Hidrogeología nos ha dado también una lección de lo que ha de ser compromiso y coherencia
con lo que uno cree. Y como no puede ser de otra manera también en esto ha llegado a lo más
alto, tal y como muestra el haber sido presidente de la Asociación Internacional de
Hidrogeólogos durante el periodo 2001-2004. En ese periodo yo colaboraba de forma activa
en el Grupo Español de la AIH y he de decir que era un auténtico orgullo tenerle como
presidente y una garantía de un funcionamiento intenso, serio y responsable, tal y como así
fue.

También ha sido un ejemplo de compromiso en la gestión de las aguas subterráneas, como


lo demuestra su mandato como Director General del Instituto Geológico y Minero de España
durante el periodo 1997-2004. Siendo Director le tocó acometer la importante reconversión
del Instituto para pasar a ser un Organismo Público de Investigación dependiente del
Ministerio de Ciencia y Tecnología. Durante ese periodo la Junta Directiva del Grupo Español
de la AIH mantuvimos alguna reunión en la sede del IGME de la Calle Ríos Rosas. Todavía
recuerdo ese gran despacho del Director con una pequeña mesa repleta de libros e informes en
la que mantenía su frenética actividad y también las comidas en el restaurante del instituto en
las que no podían faltar menús de corte vegetariano siguiendo las preferencias del infatigable
Emilio.

Para acometer grandes proyectos es necesario disponer de una generosidad igualmente


grande. Su entrega y esfuerzo han sido reflejo de un gran entusiasmo por el trabajo y de una
generosidad sin límites. Sus tantas y tantas horas de dedicación a sus investigaciones, a sus
becarios, a sus alumnos, no se pueden explicar si no se entiende que detrás de ellas ha habido
una persona convencida de todo lo bueno que puede hacer dándose a los demás. Esta
capacidad de entrega, que en algunas ocasiones se convierte en una gran exigencia a sí mismo
y a sus colaboradores más directos, es otra de las lecciones magistrales que día a día nos da
Emilio.

También es un hombre con una tremenda humildad. De hecho estoy seguro que esta

22
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

publicación de homenaje a su persona le pondrá muy nervioso y hasta es posible que se


enfade con todos los que hemos participado en ella. Esto también le hace ser más grande. Es
la humildad de los grandes, la pequeñez de los que saben y se entregan completamente, de los
que son conscientes de que cuanto más conocen menos saben.

La humanidad de un hombre se pone de manifiesto en cómo le tratan los que están más
cerca suyo. Y en este sentido me gustaría destacar el sentimiento que me surgía siempre que
he estado con la familia de Emilio. Recuerdo a Olga, su mujer, en aquellas ocasiones en las
que coincidíamos en viajes del Curso de Hidrogeología (por ejemplo el de Doñana en 1992),
congresos de Isótopos en Viena (1993) o más adelante en Santiago de Compostela (2007). En
esos momentos es cuando uno se da cuenta de lo importante que es que al lado de un hombre
grande haya una mujer más grande todavía. La alegría canaria de Olga destacaba
conjuntamente con el profundo aprecio, respeto, comprensión y amor que transmitía hacia
Emilio. También el cariño que sus dos hijos, Javier y Elena, demostraban por su padre era una
palpable y manifiesta demostración de la gran humanidad de Emilio.

Durante este recorrido que es la vida estamos continuamente buscando modelos, ejemplos,
referencias que nos ayuden a seguir el camino de la forma más satisfactoria posible. En mi
trayectoria puedo decir sin ninguna duda que Emilio ha sido una de esas personas ejemplares
que me ha dado muchas lecciones. En el ámbito de la formación académica Emilio es un
profesor excelente, en la investigación me enseñó la importancia del tesón, esfuerzo y de la
inteligencia, me demostró la importancia del compromiso con su implicación en asociaciones
y como gestor administrativo. Y sobre todo, como persona, me ha dado lecciones magistrales
de humildad, sencillez, gran generosidad y afán de superación cuando surgen los problemas
de salud.

Por todo ello, Emilio, no me queda más que añadir lo siguiente: Muchas Gracias.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.2.5. RECUERDOS DE EMILIO CUSTODIO

Jordi GUIMERÀ*

(*) Amphos 21 Consulting, S.L. Passeig de Garcia i Faria, 49-51, 1-1. 08019 Barcelona.
jordi.guimera@amphos21.com

Los que tuvimos la suerte de recibir clases de Emilio recordaremos con cariño los
problemas con enunciado de una página y respuesta de una cifra a rellenar en una casilla.

Los que tuvimos el privilegio de trabajar con él en proyectos de investigación, sabemos lo


que significan las muchas horas dedicadas a orientación, discusión, crítica y solución; a fin de
cuentas, aprendizaje y formación del espíritu profesional que después nos acompaña a lo largo
de nuestra vida.

Los que tuvimos el privilegio no solamente de dar clases en el CIHS sino de pertenecer a la
CoDo, tuvimos muy cerca la huella del liderazgo de Emilio, que tan bien preparó el camino
para los que pasamos después.

Una suerte conocerte Emilio. Gracias por todas esas horas que nos has dedicado.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.2.6. EL BUEN HACER DEL PROFESOR EMILIO CUSTODIO

Antonio PULIDO BOSCH*

(*) Catedrático de Hidrogeología de la Universidad de Almería. 04120 La Cañada (Almería).


apulido@ual.es

Mi formación hidrogeológica se inició en la Universidad de Granada donde el profesor


Fernández Rubio se estrenaba como catedrático, allá por el año 1971. Los libros de Castany
eran las obras de consulta. Tras un año en Francia me incorporé a la oficina de EPTISA en
Valencia, en donde pasé casi 5 años en proyectos para el IGME. Varios compañeros, Gonzalo
Doblas q.e.p.d., José Fuster (mi primer jefe) y creo que Fernando Peralta, habían hecho el
“Curso de Barcelona” que ya contaba con un notable prestigio, que competía con los del
Centro de Estudios Hidrográficos, de la Escuela de Minas y alguno más.

Si mi memoria no me falla, conocí a Emilio Custodio en 1975 con motivo de la


celebración del Simposio Nacional de Hidrogeología. El Profesor Llamas –presidente del
comité organizador-, con buen criterio, prefirió no denominar “primer” Simposio, ya que “no
sabemos si habrá un segundo”. Aunque ya había asistido a algunos eventos científicos, era la
primera vez que había que dejar por escrito las preguntas que se hacían a los que exponían
trabajos. Además, y con el fin de incentivar la participación, se había estipulado que se daría
un premio a quien más preguntas hiciera. Lógicamente, Emilio Custodio fue quien ganó por
amplia mayoría. Durante el recorrido de campo a los manantiales salinos de la Sierra de
Mustalla, que fue una de las excursiones del evento, Emilio se mostró también especialmente
participativo y brillante, dando multitud de nuevas ideas para mejorar las interpretaciones
sobre el origen de estas surgencias salinas de la sierra de Mustalla.

En plena fase de redacción de mi tesis doctoral apareció la monumental obra que ha


marcado la Hidrogeología en todo el mundo de habla española y portuguesa; dos enormes
volúmenes, escritos en letra muy pequeñita, conocida como “el Custodio” que sintetizaban
una parte importante de las clases del citado Curso. Esta obra colectiva ha sido siempre
asignada y sigue siéndolo todavía a Emilio Custodio, con Ramón Llamas, pero en segundo
lugar, al ser el orden en el que figuran ambos editores. Varias reediciones han conservado la
parte básica y mejorado algunos aspectos, pero sigue siendo “la biblia del agua” en el mundo
hispanoamericano. Lo cierto es que me vino como anillo al dedo en esa fase final de
redacción, ya que introducía cantidad de nuevos aspectos poco o nada tratados en la escuela
francesa.

Recuerdo una anécdota con motivo de la presentación que hice a los estudiantes de un
curso del Fondo Social Europeo que yo organizaba en la Universidad de Granada, en la que
indiqué que el profesor que nos visitaba ese día, Emilio Custodio, no era muy partidario del

27
El buen hacer del Profesor Emilio Custodio · A. Pulido Bosch

término hidrogeología, y sí de otros que a mí me parecían rebuscados tales como


geohidrología o hidrología subterránea…. Para mi sorpresa, Emilio Custodio justificó ante
los estudiantes el empleo de otros términos diferentes al de hidrogeología por, dijo, merecerle
demasiado respeto dicho término. Eso no le impidió llegar a ser Presidente de la Asociación
Internacional de Hidrogeólogos.

Por último, y espero que me perdone D. Emilio por desvelar ese secreto, en uno de los
numerosos encuentros que posteriormente tuvimos, me confesó su afición a leer con cierta
frecuencia, antes de dormir, historietas de Mortadelo y Filemón, lo que me alegró
enormemente, ya que es una afición que he tenido también durante muchos años.

Emilio ha sido ante todo, para mí, un ejemplo de trabajo constante y ordenado, de
perfeccionismo, y de innovación continuada. De ahí la gran admiración que siempre he
sentido por él, y por esa persona que siempre ha tenido a su lado, que es Olga, y que es
totalmente imprescindible para comprender la trayectoria de tan brillante persona.

28
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.2.7. EMILIO EN LA FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN URUGUAY

Ing. Luis SILVEIRA, Ph.D.*

(*) Facultad de Ingeniería. Universidad de la República de Uruguay. IMFIA. Julio Herrera y


Reissig, 565. 11300 Montevideo – Uruguay. lesy@fing.edu.uy

En el mes de septiembre de 1979 culminé la carrera de Ingeniería Civil, opción Obras


Hidráulicas e Ingeniería Ambiental, en KTH (traducción libre: Universidad Politécnica Real
de Estocolmo), Suecia. Luego de un breve pasaje laboral por el Instituto de Obras
Hidráulicas, en que incursioné en la Hidrología Urbana, me incorporé a la empresa sueca
Vyrmetoder AB, conocida por el método Vyredox para tratamiento “in situ” de aguas
subterráneas con altos contenidos de hierro y manganeso. En ese entonces, la empresa era
representada en Cataluña por la Oficina de Gestión Minera, sita en Gerona, España. Lo cierto
es que, entre los directivos suecos y Enrique Viñals Gisbert, se acordó que para profundizar
mis conocimientos en Aguas Subterráneas y familiarizarme con el vocabulario castellano,
cursara el XIV Curso Internacional de Hidrología Subterránea. Ahí conocí a Emilio Custodio
y el profesorado de esa edición, con quienes forjamos una amistad que perdura hasta hoy día.

Dos de mis compañeros de estudios en la XIV edición fueron Oscar Cattaneo (uruguayo) y
Eduardo Usunoff (argentino), fallecido en 2008. Oscar desempeñaba la jefatura del
Departamento de Aguas Subterráneas de las Obras Sanitarias del Estado (OSE), una empresa
estatal uruguaya que tiene a su cargo el abastecimiento de agua potable para toda la población
del país. Recuerdo las disputas entre Oscar y Emilio, por el trato “escolar” para con nosotros,
pero lo cierto es que para Oscar, Emilio fue una figura trascendente, y en las ediciones que
siguieron se sucedieron los participantes uruguayos a instancias suyas: Jorge Montaño (1984),
María Teresa Roma (1986), Lourdes Rocha (1987) y Leonardo Almagro (1991), con el claro
objetivo de formar al equipo humano que tenía a su cargo en las oficinas de OSE.

Regresé a Uruguay a fines de 1988, para incorporarme al Instituto de Mecánica de los


Fluidos e Ingeniería Ambiental (IMFIA), de la Facultad de Ingeniería, Universidad de la
República. En mi actuación docente impulsé la incorporación de una formación en Hidrología
Subterránea, en la carrera Ingeniería Civil, opción Hidráulica y Ambiental, una aspiración
largamente requerida por Oscar Cattaneo, sin duda producto de la formación que adquiriera
en el XIV curso que compartimos juntos.

En el IMFIA logré entusiasmar a Jorge de los Santos, quien inició un programa de


formación de posgrado que lo llevó a Cuba, México y Barcelona, España. Años más tarde, en
1995, Jorge y yo organizamos conjuntamente con el Programa Hidrológico Internacional de
UNESCO, el “1er Taller sobre Gestión y reglamentación del uso de aguas subterráneas”, que
se desarrolló en tres jornadas, 18 y 19 de septiembre en Montevideo y el 20 de septiembre en

29
Emilio en la formación de recursos humanos en Uruguay · L. Silveira

la ciudad de San José de Mayo. En el evento se contó con dos conferencistas invitados:
Emilio Custodio y Diosdado Pérez Franco, del Instituto Superior Politécnico “José Antonio
Echeverria” (ISPJAE) de La Habana, Cuba. Ese encuentro con Emilio, en tierras uruguayas,
propició las primeras conversaciones con Carlos Fernández Jáuregui, Hidrólogo Regional de
UNESCO para América Latina y el Caribe, para implementar una versión Hispanoamericana
del Curso Internacional de Hidrología Subterránea. Al año siguiente, organizamos el “2º
Taller sobre Gestión y reglamentación del uso de aguas subterráneas”, contando esta vez con
Eduardo Batista como conferencista invitado, con quien comenzamos a delinear el programa
del primer Curso Hispanoamericano de Hidrología Subterránea, contando con el apoyo de
Emilio, y los generosos aportes de Marisol Manzano y Eduardo Usunoff.

La primera edición del Curso Hispanoamericano de Hidrología Subterránea tuvo lugar


entre septiembre y noviembre del año 2000, contando con la participación de los docentes de
la hoy Fundación Curso Internacional de Hidrología Subterránea, y el apoyo en la
organización de Eduardo Usunoff, por el Instituto de Hidrología de Llanuras, de la
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, y Carlos
Schulz, por la Universidad Nacional de la Pampa, Argentina, y el auspicio de UNESCO.
Indudablemente, la primera edición del curso pudo concretarse merced al trabajo de muchos y
el decidido respaldo de Emilio, con todo lo que significa su trayectoria profesional y docente,
y su rol como director del Curso Internacional de Hidrología Subterránea, con tan merecido
prestigio. Lamentablemente, por sus obligaciones, no fue posible contar con su participación
directa como catedrático en lo que fue esa primera edición.

Para la segunda edición se logró el apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica
(OIEA), que permitió consolidar el curso, estableciéndose una modalidad de dictado bianual:
2002, 2004, 2007, 2009 y la VI edición, que tendrá lugar el presente año 2011, en esta
oportunidad con el concurso de Emilio. Además, en la transición a año impar que se produjo
en 2007, en el año 2006 se dictó un versión de un mes que se denominó Curso Teórico –
Práctico en Hidrología Subterránea.

En lo que hace a la esencia del rol de Emilio en la formación de recursos humanos en


Uruguay, además de los que nos formamos en el Curso Internacional de Barcelona, hay que
agregar el rol que muchos hemos cumplido formando profesionales (Geólogos, Ingenieros
Civiles opción Hidráulica y Ambiental, Ingenieros Agrónomos). Además, el indudable
prestigio del Curso Internacional de Barcelona y el rol desempeñado por Emilio en el mismo,
jugaron también lo suyo en la consolidación del Curso Hispanoamericano, destacándose que
en las cinco ediciones que tuvieron lugar entre los años 2000 a 2009, participaron estudiantes
de: Argentina (6), Austria (1), Bolivia (2), Brasil (7), Colombia (8), Costa Rica (2), Cuba (2),
Chile (4), Ecuador (6), El Salvador (6), Guatemala (4), Haití (2), Honduras (6), México (2),
Nicaragua (6), Panamá (2), Paraguay (4), Perú (16), Dominicana (2) Uruguay (27), Venezuela
(10).

En nombre de los colegas uruguayos, amigos argentinos y todos aquellos que desfilaron
por el Curso Hispanoamericano de Hidrología Subterránea: ¡gracias, Emilio!

30
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.3. CONCESIÓN DE PREMIOS Y TÍTULOS HONORÍFICOS


Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.3.1. NOMBRAMIENTO DEL DR. EMILIO CUSTODIO COMO PROFESOR


HONORARIO EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PAMPA, ARGENTINA.
RESOLUCIÓN DEL CONSEJO SUPERIOR 144/09 DEL 12 DE AGOSTO DEL 2009

Carlos SCHULZ*

(*) Universidad Nacional de La Pampa. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.


Uruguay, 151. 6300 Santa Rosa / La Pampa – Argentina. cjschulz@cpenet.com.ar

En La Pampa, existe un concepto muy enraizado sobre la concepción de que, tanto la


Universidad como la Facultad, son en esencia entes al servicio de la comunidad y, en
consecuencia, sólo pueden justificar su existencia proyectando su trabajo al servicio de la
sociedad, es por eso que profesores, alumnos y profesionales tienen un rol que cumplir con la
comunidad en general. También es innegable que en esta época nos preguntemos cual es el rol
de los hidrogeólogos, más cuando a cada momento esa sociedad nos trae a colación sobre la
problemática del agua en el mundo.

Desde mi punto de vista, y creo que no deferirá de la mayoría que pasamos por el Curso
Internacional de Hidrología Subterránea de Barcelona (siempre referenciado como el “El
Curso de Custodio”) nos marcó, no solamente desde el punto de vista profesional, sino como
signo de vida.

Es por eso que, cuando se nos dio la posibilidad de encontrarnos los hidrogeólogos de
Argentina y nuestros amigos de España en La Pampa inmediatamente la lamparita de la
ilusión se nos encendió pensando que Emilio Custodio podría conocer nuestra Provincia y a
su vez los Pampeanos tener el privilegio de escuchar su sabiduría, sueño que se haría realidad
al reunirnos hidrogeólogos de todo el país y gran numero de extranjeros en un gran debate
sobre la problemática de las aguas subterráneas con aportes y propuestas; y sobre todo con la
presencia de Emilio Custodio como generador de muchas ideas al respecto.

La presencia de Emilio es también doble mérito de su parte, dado las condiciones de salud
en la que se encontraba y la situación en la que estaba el país, pero la férrea decisión de
compartir unos días con nosotros pudo más.

Por eso, en la Universidad Nacional de La Pampa los profesores extraordinarios son


nombrados por el Consejo Superior de la Universidad, sobre la base de méritos de excepción.
Son de dos categorías: eméritos y honorarios, y los profesores honorarios son personalidades
eminentes en el campo intelectual o artístico, ya sea del país o del extranjero, a quienes la
Universidad honra especialmente con esa designación.

Esta actitud de desprendimiento académico, fue cualidad característica del Dr. Emilio

33
Nombramiento del Dr. Emilio Custodio como Profesor Honorario en la Universidad Nacional de La Pampa, Argentina… · C. Schulz

Custodio, quien, desde su posición, supo siempre transmitir a los hidrogeólogos sus
conocimientos y experiencias dejando de lado el afán protagonista e individualista, en aras de
contribuir a la formación de jóvenes investigadores.

En ese contexto, resalto el propósito del Dr. Emilio Custodio por hacer de la hidrología un
poderoso medio de lograr el progreso de nuestros países, y ahí están como testimonio objetivo
de tan trascendente compromiso todas las publicaciones, tesis dirigidas, conferencias y
fundamentalmente las largas conversaciones con sus dirigidos, producto también de su
vertiente humanística y social, que demuestran que Emilio ha profesado siempre una especial
devoción por el análisis del capital humano en la investigación, tratando de optimizar su
integración y desarrollo en ellas.

Pocas veces es posible encontrar en alguien la versatilidad y la integración que se reúnen


en la persona de Emilio. Una destacada trayectoria académica e investigadora que atraviesa y
se desenvuelve por igual en los terrenos de la empresa y de la universidad. Un brillante
desempeño profesional que cubre los campos de la Hidrología en General.

Es por eso que la incorporación del Dr. Emilio Custodio como profesor honorario de la
Universidad Nacional de La Pampa, servirá como testimonio de un desempeño ejemplar que
contribuya a incorporar en la agenda académica una visión apropiada del papel que cumplen
los estudios de extensión y perfeccionamiento en la formación profesional en el nivel de
postgrado.

Por todo ello, nuestra Casa de Estudios no puede menos que sentirse especialmente
honrada con esta investidura.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.3.2. NOMBRAMIENTO DEL DR. EMILIO CUSTODIO COMO PROFESOR


HONORARIO EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL – SANTA FÉ,
ARGENTINA. (2005)

Ofelia TUJCHNEIDER*

(*) Universidad Nacional del Litoral. Ciudad Universitaria. Casilla de Correo 495. 3000
Santa Fé, Argentina. ofeliatujchneider@yahoo.com.ar

Algunas fotografías del Acto en el cual el Sr. Rector de la Universidad Nacional del
Litoral, Ing. Mario Barletta entrega el Diploma al Dr. Emilio Custodio. Fue una ceremonia
muy cálida e intensa, con la presencia de los Secretarios de Ciencia y Técnica, Académico, de
Extensión. También el Sr. Decano y la Sra. Vicedecana de la Facultad de Ingeniería y
Ciencias Hídricas, entre otros.

35
Nombramiento del Dr. Emilio Custodio como Profesor Honorario en la Universidad Nacional del Litoral – Santa Fé,… · O. Tujchneider

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.3.3. CONCESIÓN DE VISITANTE ILUSTRE DE LA MUNICIPALIDAD DE


CUSCO – PERÚ CON OCASIÓN DE LA CONFERENCIA IMPARTIDA EL 1 DE
OCTUBRE DE 2010 COMO INVITADO AL XV CONGRESO PERUANO DE
GEOLOGÍA. ES UN RECONOCIMIENTO A SU TRABAJO EN LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA DE CATALUÑA Y EN LA FUNDACIÓN CENTRO
INTERNACIONAL DE HIDROLOGÍA SUBTERRÁNEA

39
Concesión de Visitante Ilustre de la Municipalidad de Cusco – Perú con ocasión de la conferencia impartida el 1 de octubre de 2010…

40
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4. CONTRIBUCIÓN A LA OBSERVACIÓN Y A LA GESTIÓN DE LAS AGUAS


SUBTERRÁNEAS EN ESPAÑA
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.1. LA PARTICIPACIÓN DE LOS USUARIOS EN LA GESTIÓN DEL AGUA


SUBTERRÁNEA EN ESPAÑA

Jordi CODINA* y Josep FERRET*

(*) Comunidad de Usuarios Aguas Delta Llobregat (CUADLL). Av. Verge Montserrat, 133,
1º-2ª. 08820 El Prat de Llobregat. jcodina@cuadll.org

RESUMEN

El hombre y las aguas subterráneas han estado vinculados de una u otra manera desde
siempre. La participación de los usuarios en la gestión del agua subterránea es la fórmula más
idónea para resolver los problemas que se originan en el proceso de explotación de una misma
unidad hidrológica. La experiencia de la Comunidad de Usuarios de Aguas del Delta del
Llobregat, primera iniciativa de este tipo en todo el Estado, con la participación activa de sus
usuarios desde su creación ha permitido una más fácil adecuación de la extracción del agua a
las posibilidades reales del acuífero, un mejor conocimiento del sistema hídrico sometido a
explotación y una mejor colaboración de los usuarios de los distintos tipos de
aprovechamientos – abastecimiento, industriales, agrícolas y domésticos – entre ellos y con la
administración. El papel de la actividad del profesor Emilio Custodio en el ámbito de la
participación de los usuarios en la gestión de las aguas subterráneas y en la creación de las
primeras comunidades de usuarios del ámbito del Llobregat resultó decisivo.

Palabras clave: Acuíferos, participación, comunidades de usuarios

LA NECESIDAD DE PROTECCIÓN DE LOS ACUÍFEROS DEL DELTA DEL


LLOBREGAT. LA CREACIÓN DE LA COMUNIDAD DE USUARIOS

Finalizada la importante sequía de 1973, que afectó especialmente a la cuenca del río
Llobregat, la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental (CAPO) designó a quien era ingeniero
de este organismo, Emilio Custodio Gimena, para iniciar una campaña de sensibilización
entre los usuarios de las aguas subterráneas del Delta del Llobregat e informarles de los
graves problemas que acechaban a los acuíferos de esta formación deltaica. Cabe decir que
Emilio Custodio había participado junto al ingeniero de caminos y geólogo, Ramón Llamas
Madurga, en los estudios de los recursos hídricos de los deltas del Llobregat y Besós, motivo
por el cual, era conocedor de los problemas que afectaban a los acuíferos del delta del
Llobregat. Esta campaña de sensibilización tuvo lugar principalmente en el municipio del Prat
de Llobregat, lugar en el que se concentraban las mayores extracciones de agua de uso
industrial de los acuíferos del citado delta.

43
La participación de los usuarios en la gestión del agua subterránea en España · J. Codina y J. Ferret

Con la creación de la Comisión de Aguas en el seno del Ayuntamiento del Prat en el año
1974, se inician los primeros estudios sobre los problemas que afectaban las disponibilidades
hídricas de los acuíferos y la calidad de sus aguas. Emilio Custodio colabora muy activamente
con el consistorio municipal y con la referida Comisión de Aguas, advirtiendo de la delicada
situación a la que estaban sometidos los acuíferos deltaicos y de las repercusiones que esto
podría reportar en el futuro si no se tomaban rápidamente las adecuadas medidas.

A partir de ese mismo año, la antes citada Comisión de Aguas estableció una red de pozos
dentro del término municipal del Prat de Llobregat para determinar la evolución de diversos
parámetros hidrológicos de las aguas subterráneas del acuífero profundo del delta, en los que
se incluían las determinaciones de cloruros, comprobándose un incremento de la salinidad de
las aguas en diversos pozos. Se cumplían las previsiones de Emilio Custodio. Vista esta
situación, el pleno del Ayuntamiento del Prat celebrado el 2 de mayo de 1975 acordó, a
propuesta de su Comisión de Aguas, solicitar de la Autoridad Hidráulica un Régimen Jurídico
Especial para la protección de los acuíferos del Valle Bajo y Delta del río Llobregat.

Constitución de la Junta Gestora de la Comunidad de Usuarios de Aguas del Delta del


Llobregat

En 1976 la Comisaria de Aguas del Pirineo Oriental (CAPO) recomendó al Ayuntamiento


del Prat de Llobregat la formación de una Comunidad de Usuarios del Delta del Llobregat,
inicialmente para los términos municipales del Prat de Llobregat y la Zona Franca de
Barcelona, ordenándose posteriormente la inclusión de las zonas aluviales de los municipios
de Cornellá y Hospitalet de Llobregat.

En virtud de la recomendación de la CAPO, ese mismo año, el Ayuntamiento del Prat de


Llobregat encarga la realización del primer inventario de aprovechamientos de aguas
subterráneas existentes en su municipio y se constituye la primera Junta Gestora (provisional)
formada por representantes industriales, agrícolas y de servicios públicos de abastecimiento
de aguas.

Primeras actuaciones de la Junta Gestora y la constitución oficial de la Comunidad de


Usuarios

Conscientes de la necesidad de seguir avanzando en la línea iniciada, y conscientes de la


necesidad de adquirir los máximos conocimientos técnicos, se decide la constitución de la
Comisión Técnica de la Junta Gestora.

En el ámbito administrativo se completa el inventario de aprovechamientos, se organiza


una asamblea general de usuarios para la elección de la Junta Gestora definitiva y se procede
a la elaboración de los Estatutos que tenían que regir la futura comunidad de usuarios.

A partir de 1977, reconociendo la Comisión Técnica que era prioritario reducir las
extracciones de agua de uso industrial y después de diversas reuniones con los principales
usuarios de las empresas del Prat, éstos aceptan disminuir sus extracciones de agua a cambio
que el Ayuntamiento prohíba la perforación de nuevas captaciones de aguas subterráneas,
iniciándose a partir de ese momento una serie de inversiones en las industrias de la localidad

44
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

para reducir las extracciones y con ello favorecer la recuperación de los niveles
piezométricos. Durante ese período resultaron imprescindibles el apoyo, la colaboración y los
conocimientos de Emilio Custodio a quien se iba informando periódicamente de todas las
actuaciones que se llevaban a cabo.

La situación política, retrasa las actuaciones en el ámbito administrativo y no fue hasta


octubre de 1981 que son aprobados los Estatutos de la Comunidad de Usuarios de Aguas del
Delta del Llobregat (O.M. de 27 de octubre de 1981).

A partir de la constitución oficial de la Comunidad de Usuarios de Aguas del Delta del


Llobregat, en el año 1982, prosiguió y se estrechó aún más, si cabe, la colaboración entre ésta
y el Profesor Custodio. Ante el interés demostrado por los especialistas y expertos para
conocer el funcionamiento y las actividades llevadas a cabo por la comunidad de usuarios y
encontrándose en fase de preparación el Reglamento de la nueva Ley de Aguas, fueron
diversos los encuentros de expertos organizados por los Profesores Emilio Custodio y Ramón
Llamas en los que se invitó a los representantes, de la que era la primera comunidad de
usuarios constituida en todo el territorio español. Por aquella época dio también inicio la
colaboración, vigente actualmente, entre la CUADLL y la Fundación Centro Internacional de
Hidrología Subterránea.

LA PARTICIPACIÓN DEL PROFESOR EN EL PROCESO DE CONSTITUCIÓN DE


LA CUBETA DE SANT ANDREU DE LA BARCA (CUACSA)

El aumento de la explotación y la reducción de las aportaciones de aguas superficiales por


una laminación de las riadas del Llobregat, provocaron una disminución de los niveles
freáticos del acuífero de la Cubeta de Sant Andreu de la Barca con el peligro de agotamiento
de las reservas hídricas de esta pequeña unidad hidrogeológica, situación que se agravó en la
primavera de 1985. Dada la alarma que esto supuso para los usuarios, entre ellos las dos
compañías de abastecimiento de aguas y las más importantes industrias existentes en la zona,
las autoridades locales procedieron a convocar con carácter de urgencia las primeras
reuniones. En éstas, para encontrar una solución al problema planteado, se acordó pedir
asesoramiento a los técnicos de la Dirección General de Obres Hidráulicas de la Generalitat
de Cataluña.

En este marco es cuando se contactó con los hidrogeólogos Emilio Custodio y Andreu
Galofré, quienes plantearon a la comisión que presidia el alcalde de Sant Andreu de la Barca
dos actuaciones. La primera que formalizaran la constitución de una Comunidad de Usuarios
de Aguas Subterráneas aprovechando los conocimientos y las experiencias en la gestión de
acuíferos de la CUADLL, que se había constituido en 1976 en el delta del Llobregat y que los
citados hidrogeólogos ya consideraban modélica. La segunda acción aconsejada era que
procediera a la construcción de unas balsas para la recarga artificial del acuífero, cosa que al
poco tiempo se hizo con notable éxito.

45
La participación de los usuarios en la gestión del agua subterránea en España · J. Codina y J. Ferret

LA INFLUENCIA DEL PROFESOR CUSTODIO EN LA AMPLIACIÓN


TERRITORIAL DEL ÁMBITO DE LA CUADLL

A finales de los años 80 el Profesor Emilio Custodio asistía con frecuencia a las Reuniones
Generales Técnicas que organizaba periódicamente la CUADLL. En sus siempre interesantes
intervenciones había propuesto en más de una ocasión la necesidad, para mejorar la gestión de
los acuíferos de la zona, ampliar el ámbito territorial de la CUADLL a la totalidad del
acuífero del Valle Bajo y Delta del río Llobregat. Su propuesta venia razonada por el hecho
que, justamente, en el Valle Bajo del río Llobregat se produce el principal proceso de recarga
natural de los citados acuíferos, sobre todo durante las crecidas del río Llobregat.

Por otra parte, y con el mismo razonamiento, defendía que los usuarios de los
aprovechamientos de aguas subterráneas de los municipios del delta que por entonces no
formaban parte de la comunidad de usuarios, debían regular sus extracciones de agua
estableciendo los mismos requisitos y criterios acordados por la comunidad de usuarios para
reducir el proceso de sobreexplotación y mejorar los niveles de agua.

En 1988 el Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat de


Cataluña, mediante el Decreto 328/1988, de 11 de octubre, por el que se establecieron las
normas de protección y adicionales en materia de procedimiento con diversos acuíferos de
Cataluña, se recogía la ampliación territorial del ámbito de la CUADLL en el sentido
propuesto y defendido tantas veces por el Dr. Custodio.

LA COLABORACIÓN ACTUAL ENTRE EL PROFESOR EMILIO CUSTODIO Y LA


COMUNIDAD DE USUARIOS DEL DELTA DEL LLOBREGAT

En el año 2003, la Junta General de la Comunidad de Usuarios de Aguas del Delta del
Llobregat acordó, por unanimidad, la creación y la incorporación en sus Estatutos de un
nuevo órgano denominado Consejo Consultivo, órgano asesor de la Junta de Gobierno cuya
finalidad es la emisión de informes de carácter no vinculante sobre aquellas materias que le
sean encomendadas. Fueron nombrados miembros del citado órgano, desde su creación, el
profesor Emilio Custodio y los ingenieros José María Miralles y Josep Ferret. Indicar que el
Consejo Consultivo ha asesorado sobre distintos temas, destacando especialmente, los
trabajos relacionados con las bases técnicas de explotación de los acuíferos del Baix
Llobregat, trabajo que parte de 40 años de historia de datos y se planifican los 40 años
siguientes.

Destacamos en este apartado la atención brindada por el Profesor Custodio a Vinyet Solà,
Hidrogeóloga miembro del Departamento Técnico de la CUADLL, en la realización de su
Tesis de Máster titulada: “Actualización hidroquímica e isotópica de los acuíferos del Baix
Llobregat para la determinación de la intrusión marina, con consideración de la isotopía del
sulfato” presentada en julio de 2009.

No queremos finalizar nuestra aportación sin mencionar que, en atención a los méritos
contraídos por el Dr. Emilio Custodio en relación a la Comunidad de Usuarios de Aguas del
Delta del Llobregat, en la reunión de la Junta de Gobierno celebrada el día 15 de junio de
2006 se acordó por unanimidad otorgarle, aprovechando los actos de celebración del treinta
aniversario de la citada comunidad y a modo de modesto homenaje, su máxima distinción.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

REFERENCIAS

CUADLL (1986). Resumen actividades de la Comunidad de Usuarios durante el período 1982 – 1986. Archivo
Comunidad Usuarios Aguas Delta del Llobregat.

Ferret. J. (1985). El aprovechamiento de las Aguas subterráneas del Delta del Llobregat, 1933 – 1983. Edita
Comunidad Usuarios Aguas Delta del Llobregat. El Prat de Llobregat.

Custodio. E. y Llamas. R.M. (1986). Conclusiones Jornada Nacional sobre Comunidades de Usuarios y la
Nueva Ley de Aguas. El Prat de Llobregat (febrero 1986).

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.2. EMILIO CUSTODIO, UN AMIGO

José Antonio FAYAS JANER*

(*) Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos


Diplomado en Hidrología General y en Hidrología Subterránea
jfayjan@ciccp.es

Enero del año 1968: se inicia, en Barcelona, la 2ª edición del Curso Internacional de
Hidrología Subterránea, curso que me dispongo a seguir desplazándome para ello desde
Madrid, donde trabajo en el Servicio Geológico del Ministerio de Obras Públicas. Conozco
entonces a Emilio Custodio, que es quien nos instruye en los vericuetos de la Ley de Darcy,
las ecuaciones diferenciales del flujo subterráneo, los modelos matemáticos, etc., etc. Mis
primeras impresiones sobre Emilio: lo sabe todo, desde química del agua hasta técnicas
nucleares de investigación, desde la Ley de Darcy hasta las más complejas ecuaciones del
flujo variable en medios porosos anisótropos, desde cómo interpretar los resultados de un
ensayo de bombeo en el caso de régimen no permanente en un pozo completo sobre un
acuífero cautivo en terreno homogéneo e isótropo hasta el caso de un bombeo escalonado en
un pozo parcialmente penetrante en un acuífero semiconfinado en terreno heterogéneo y
anisótropo, etc., etc. Y es trabajador infatigable. Y es amable y atento a las necesidades de
todos y cada uno de los alumnos. Y es quien lleva el mayor peso organizativo del Curso. Y
es una buena persona.

Septiembre del año 1968: por una de esas “casualidades” de la vida con las que, a veces, el
destino nos obsequia, se me ofrece la oportunidad de ser destinado a ocupar el puesto de
Ingeniero Encargado de la Oficina en Barcelona del Servicio Geológico antes citado, “cabo
comandante del puesto” como me gustaba decir entonces (sin ninguna connotación militarista,
por supuesto) y traslado mi residencia a la Ciudad Condal. Arranca así una etapa gratamente
inolvidable en mi trayectoria profesional. Conozco y empiezo a trabajar codo con codo con
Jordi Molist, Josep Doménech y Alfons Bayó; más tarde Molist marcha al mundo profesional
privado y se incorpora José Luis Gomá. Todos ellos geólogos de gran valía, con muy buena
visión estructural y expertos en investigación hidrogeológica y en geología aplicada. Más
Arturo Faura, Ingeniero Técnico que tenía a su cargo la gestión inmediata de los equipos de
perforación que formaban nuestro parque de maquinaria. Y este “equipo técnico” se enfrentó
con éxito a numerosos trabajos de investigación geológica tanto en relación al proyecto y
construcción de obras hidráulicas (presas, canales, conducciones, etc.) como para la
localización de acuíferos, la evaluación de recursos hídricos subterráneos y la construcción de
pozos para la captación de aguas subterráneas. Y colaboro con el equipo homólogo de la
entonces Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental; y ahí es donde se repite mi encuentro con
Emilio Custodio, quien formaba parte de dicho equipo junto a Paco Vilaró, Andrés Galofré y
Manolo Martín Arnáiz. Son los años en que realizamos, entre todos y contando con las

49
Emilio Custodio, un amigo · J.A. Fayas Janer

directrices y consejos del maestro común Manuel R. Llamas, estudios tales como el de los
Recursos Hidráulicos Totales del Pirineo Oriental, trabajo pionero en España por su
concepción programática y su desarrollo, amén los resultados que en él se alcanzaron. Y de
nuevo destaca Emilio por su capacidad de trabajo y su entusiasmo.

Y paralelamente a ello el Curso Internacional de Hidrología Subterránea, con sus alumnos


renovados año tras año y con la redacción de los correspondientes “apuntes” que más tarde se
convierten en los dos tomos de la obra “Hidrología Subterránea”. Y en ambos, el trabajo
excepcional de Emilio Custodio sin el cual ni el Curso habría alcanzado las cotas de prestigio
hasta las que ascendió ni existirían los dos tomos de “Hidrología Subterránea”. El inspirador
de ambos, su “creador”, fue Ramón Llamas, maestro de cuantos en aquellos años de finales de
la década de los 60 y principio de los 70 nos iniciábamos en el mundo de las aguas
subterráneas, pero el “discípulo” por excelencia fue Emilio. Al desarrollo del Curso y a su
consolidación dedicó Emilio ilusión y esfuerzo. Las materias más “enrevesadas” de su
temario eran las que explicaba Emilio. El “tiraba del carro” con la misma constancia y
dedicación con las que ha enfrentado todos los retos que se ha planteado a lo largo de su vida
profesional y que le han valido el merecido reconocimiento internacional que le distingue.
Puedo dar fe de ello, pues, además de tener a mi cargo algunos temas en dicho Curso durante
los años que permanecí en Barcelona, fui Jefe de Estudios del mismo en los cursos de 1971 a
1974, siendo Emilio su Director; quiero decir que pude vivir de cerca su enorme capacidad de
trabajo y su gran dedicación al Curso.

Añádase a todo ello la elaboración de la obra “Hidrología Subterránea”, en la que, además


de compartir con Ramón Llamas la dirección del grupo de colaboradores que aportamos algún
grano de arena a dicha elaboración, asumió personalmente la redacción de varios de sus
capítulos hasta el punto de que un 39 % del total del texto final de la obra se debe a su pluma.

El hecho de que, por otra carambola del destino me trasladara a Palma de Mallorca en
octubre del año 1982 no fue razón suficiente para romper mis lazos con el Curso Internacional
de Hidrología Subterránea ni con Emilio. Incluso menos éstos que aquellos. Con el Curso
mantuve enlace durante un tiempo en forma de alguna charla esporádica. Con Emilio he
conservado y mantengo una cordial y sincera amistad, que me honra especialmente, amistad
que sin embargo no me impide ser muy objetivo en la calibración de mis opiniones sobre él
tal como las he expuesto en los renglones que anteceden.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.3. EMILIO CUSTODIO Y LAS ISLAS CANARIAS

José JIMÉNEZ SUÁREZ*

(*) Dirección General de Aguas. Gobierno de Canarias. Plaza de los Derechos Humanos, 22.
Edificio Servicios Múltiples. 35071 Las Palmas de Gran Canaria.
jjimsua@gobiernodecanarias.org

Emilio llegó a Canarias en los inicios de la década de los años sesenta a cumplir un deber,
la milicia universitaria, y las Islas Canarias le atraparon; no sólo le cautivaron las islas, su
peculiar hidrología y sus gentes sino lo más importante, le encandiló una canaria, OLGA, su
mujer y desde entonces los lazos con las islas Canarias han sido permanentes e indisolubles.

En la década de los años setenta coincidiendo con el año hidrológico internacional, Emilio
formaba parte de un restringido grupo de profesionales que trataban de poner a la hidrología
subterránea en el lugar que le correspondía. Estaba en la vanguardia de la aplicación de las
ciencias del agua. Desde la Comisaría de Aguas y la Universidad impulsó el Curso
Internacional de Hidrología Subterránea y sus ideas brillaban en todos los eventos científicos
de la época.

Era sólo una cuestión de tiempo que otro profesional brillante como José Sáenz de Oiza,
Director del Estudio Científico de los Recursos de Agua en las Islas Canarias y el coordinador
del mismo estudio, Rafael Heras, lo incorporaran al equipo de asesores principales del
proyecto Spa 69/15, así se le denominó al referido Estudio Científico.

El estudio duró cuatro años y Emilio pilotó todos los estudios de química del agua, asesoró
en la modelación de acuíferos y determinación de la estructura del acuífero. Se ocupó de la
redacción de algunas partes del proyecto como miembro del comité de redacción del Estudio.
A su término organizó el simposio de hidrología en terrenos volcánicos y fue el “alma mater”
de su funcionamiento y se encargó de recopilar, revisar y publicar las ponencias del Simposio.

Pero los estudios e investigaciones del agua no terminaros ahí, continuaron con el Proyecto
de Planificación de los Recursos de Agua en las Islas Canarias, Proyecto Mac-21, donde
participó en aspectos fundamentales y continuó colaborando con las universidades e
instituciones, dirigiendo tesis doctorales, dirigiendo estudios específicos como el del macizo
de Amurga en Gran Canaria.

Y posteriormente desde su cargo de Director General del IGME, potenció los trabajos del
Instituto en Canarias con convenios con las Instituciones y excelentes resultados como el
estudio del Este de Gran Canaria.

51
Emilio Custodio y las Islas Canarias · J. Jiménez Suárez

Desde sus inicios del Curso Internacional de Hidrológica Subterránea de Barcelona,


procuró y gestionó becas para técnicos Canarios para participar en el curso y varias decenas
de alumnos, han podido disfrutar de sus enseñanzas, gracias a sus desvelos y cuando, con
frecuencia, participa en eventos científicos se le trata como “querido profesor” como signo de
distinción de la autoridad científica que se le profesa.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.4. EMILIO CUSTODIO: EL AGUA SUBTERRÁNEA LLEVADA A SU


EXCELENCIA

Carlos LOASO VIERBÜCHER*

(*) Jefe de la Demarcación Territorial de la Agència Catalana de l’Aigua en les Terres de


l’Ebre. Maria Rosa Molas, 41. 43500 Tortosa. jloaso@gencat.cat

Conocí a Emilio Custodio en 1984 después de algunos periplos en el mundo de la minería


del carbón. De la mano de Lucila Candela ingresé en el Curso Internacional de Hidrología
Subterránea en la que acabó siendo la XVIII promoción; una apuesta por descubrir el mundo
del agua y su almacén, la roca. Y efectivamente fue una buena apuesta. Lo puedo decir con
plena seguridad 25 años después pero también desde el primer momento en el que pude y
supe apreciar la maestría de su enseñanza, ese saber llegar con lo que se quiere transmitir y
acompañado de una modulación sin parangón.

El CIHS representó un esfuerzo notable, a veces casi inalcanzable, por cuanto en poco más
de 6 meses se debía asimilar una enciclopedia del agua, un tratado armoniosamente expuesto
por un conjunto de Profesores liderados por Emilio Custodio. Pero era algo más; el
aprendizaje acaba formando parte de uno mismo, de su esencia, y esa combinación de la
disciplina con el apasionamiento acaban forjando una personalidad.

Finalizado el curso tuve la oportunidad de seguir ligado al él; la exploración de un


territorio poco conocido desde la óptica hidrogeológica, el Bajo Ebro, posibilitó una
continuidad en la relación iniciada. A ello se sumó la aparición en escena de una nueva y
joven administración hidráulica catalana, bajo la denominación de Junta d’Aigües y con el
mejor repertorio de hidrogeólogos que se ha podido tener: Pepe Domènech, Eduard Batista,
Andrés Galofré, José Luis Gomá y Alfons Bayó. Quienes sino, a la sazón, alumnos y
compañeros de Emilio Custodio.

Durante varios años se pudieron llevar a cabo trabajos de curso en la zona del Ebro, en los
que gustosamente pude colaborar, ayudando así a una tarea docente pero también a un
conocimiento, en muchas ocasiones, inicial de ciertas regiones y entornos hidrogeológicos.
De este modo se pudo ir completando el mapa hidrogeológico iniciado en la década de los 80
con algunos trabajos puntuales sobre abastecimientos municipales que llevó a cabo el Servicio
Geológico de Obras Públicas. Aluvial del Ebro, Planas Litorales del Montsià, Cardó, Plana
del Burgá, Planas de la Galera y del Regne, y especialmente el Delta del Ebro, el gran
desconocido hasta entonces, son buenos ejemplos.

Si bien los trabajos de curso supusieron siempre un excelente vínculo de relación personal
con Emilio Custodio y el resto de profesores que los dirigían, dónde más y mejor pude

53
Emilio Custodio: el agua subterránea llevada a su excelencia · C. Loaso Vierbücher

apreciar su calidad como científico, su metodología, su precisión, en fin, tantos otros


atributos, fue si duda en la preparación y realización de las excursiones final de curso.
Durante más de una década se realizaron estas salidas de campo con sede siempre en Tortosa,
siguiendo una larga tradición, que permitieron dar conocer a más de 15 promociones de
hidrogeólogos la geología, la hidrología, la agricultura, la belleza de los parajes naturales y la
cultura de este amplio y entrañable territorio.

Guardo excelente recuerdo de un trabajo de investigación hidrogeológica regional, titulado


M2, en el que forme equipo junto con Alfons Bayó, Pere Badiella y Javier Sanromán, y como
Director Emilio Custodio, dónde nos enfrentamos a la caracterización del modelo del flujo
hidráulico subterráneo en una amplia región de la Península Ibérica, el Maestrazgo. Desde el
Delta del Ebro pasando Tortosa, Alcañíz, Montalbán, Teruel y cerrando en Sagunto, se realizó
durante 2 años este apasionante estudio dónde fue posible experimentar toda aquella
estrategia de conocimiento aplicada a las grandes cuencas sedimentarias que tanto habíamos
ensayado a pequeña escala en trabajos y salidas de curso.

Mención obligada es la referencia a la Plana de la Galera, sin duda el ejemplo de conjunto


de acuíferos litorales mejor caracterizados y representativos y a los que más nos dedicamos
junto con nuestro buen y común amigo Alfons Bayó y que con seguridad ha recibido un
renombre internacional. Sin duda se trata de un modelo real de recarga, circulación y descarga
que siempre abrigará la esperanza de que la gestión de los recursos puede ser local, sin
obligada sujeción a los límites de las grandes cuencas hidrográficas.

Durante años seguí colaborando aunque siempre con la carga que la distancia y la
dedicación a un trabajo tan amplio como la administración hidráulica y su gestión del dominio
publico hidráulico, a la que llevo dedicado los últimos 23 años siempre con sede en Tortosa y
parte en Tarragona, me han permitido, sin olvidar nunca el origen y la magia de ese
aprendizaje y de esa escuela de la que estoy orgulloso de haber participado y de la que Emilio
Custodio es máximo protagonista.

Recientemente otra nueva oportunidad de colaborar se ha puesto en marcha, esta vez de la


mano de la hidroquímica y una vez más aplicado al omnipresente acuífero de la Plana de la
Galera. Este nunca acabar de aprender de Emilio es uno de los mayores tesoros que uno puede
llevarse siempre consigo. Gracias amigo y profesor, no hay acuífero que se te resista, no hay
alumno que te olvide.

54 
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.5. VIVENCIAS CON EMILIO CUSTODIO

Manuel MARTÍN ARNÁIZ*

(*) Dr. Ingeniero de Montes / Abogado / Graduado Social. arnaizmm@gmail.com

Recién terminada mi carrera -ingeniero de Montes-, en 1965, tuve la inmensa fortuna de


iniciar la andadura profesional en la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental (CAPO), de la,
entonces, Dirección General de Obras Hidráulicas (DGOH), del Ministerio de Obras Públicas
(MOP), con sede en Barcelona. Curioso nombre que, en la vida ordinaria y en aquella época,
era mejor no simplificar -“trabajo en Comisaría”- para evitar el inmediato recelo del
sorprendido interlocutor. Nadie ni nada lo justificaba: Dirigía el organismo, José Mª Llansó,
ingeniero de Caminos; el jefe de la Sección de Estudios, donde me destinaron, era Francisco
Vilaró, asimismo ingeniero de Caminos y la actividad en dicha unidad, era más cercana a la
que desarrollan lo que hoy se conoce como “empresas de ingeniería o consultoría”, que a la
propia del principal cometido del ente -la policía de cauces y aguas-. Aunque éste,
lógicamente, fuese el objetivo del referido apoyo técnico.

Otra circunstancia, igualmente afortunada, fue la ubicación, en el mismo local de trabajo,


de la Delegación del Servicio Geológico de Obras Públicas (SGOP) -organismo también de la
DGOH, pero independiente de la CAPO- a cargo del ingeniero de Caminos y geólogo,
Manuel Ramón Llamas Madurga.

En este singular marco laboral – ninguna otra Administración hidráulica de cuenca,


española, tenía en su organigrama una unidad similar a la Sección de Estudios, ni una
proximidad tan estrecha con el SGOP- coincidí con profesionales que, con el tiempo, han
gozado de merecido prestigio. Basta añadir, a los citados anteriormente, algunos nombres:
Jordi Molist, Alfonso Bayó y Andreu Galofré, geólogos, desgraciadamente ya desaparecidos;
José Antonio Fayas, ingeniero de Caminos y, con mención especial, Emilio Custodio,
ingeniero industrial.

Eran tiempos en que las competencias sectoriales se ejercían por los correspondientes
Cuerpos de funcionarios –en este caso los Ingenieros de Caminos en el MOP- con escasa o
nula permeabilidad para otras profesiones técnicas. Allí, por el contrario, los dirigentes
promovieron la intervención multidisciplinar y el trabajo en equipo. A juzgar por los
resultados fue una excelente visión de futuro y una certera aplicación del concepto de ciclo
hidrológico, casi incipiente (Mainzer, 1940) y, por aquel entonces, poco utilizado, en razón de
la especial dedicación de los técnicos del MOP a las aguas superficiales.

De nuevo la fortuna me favoreció cuando, en la CAPO, durante los primeros años de


ejercicio profesional, compartí espacio físico -sólo separado por unas sencillas mamparas,

55
Vivencias con Emilio Custodio · M. Martín Arnáiz

transparentes, de carpintería metálica- con Emilio Custodio y así pude observar, día a día,
como se forja un experto. Su dedicación y autoexigencia eran contagiosas. Su interés
científico, por cuanto se relacionase con las aguas subterráneas, no parecía tener límite y
nunca escatimó divulgar los crecientes conocimientos adquiridos para enriquecimiento del
equipo. De la cercanía derivó una sincera amistad que conservo entre mis principales activos.

Fueron años fecundos de los que podría elaborarse una larga relación de actividades en las
que la participación de Emilio fue sustancial. Ciertamente, sería inexcusable olvidar el papel
de Ramón Llamas, como “motor de arranque” en muchas de ellas y la paciente labor
coordinadora de Francisco Vilaró, pero Emilio exhibía, con naturalidad, su enorme capacidad
de trabajo. Destacaré a modo de ejemplo, el “Estudio de los recursos hidráulicos totales de los
ríos Besós y bajo Llobregat”, pionero en España por lo que se refiere a la consideración
conjunta de las aguas superficiales y subterráneas y su aprovechamiento interdependiente y el
“Estudio de los Recursos Hídricos Totales del Pirineo Oriental” extendiendo el planteamiento
del anterior a todo el territorio competencial del organismo que supuso adelantarse en casi dos
décadas a la obligatoria planificación hidráulica de los Organismos de Cuenca, contemplada
en la nueva Ley de Aguas (1985).

Capítulo aparte merece la gigantesca labor de Emilio en el Curso Internacional de


Hidrología Subterránea (CIHS), próximo a celebrar su 50 edición anual, presencial,
consecutiva. Fue a su regreso de una misión de la UNESCO, en Buenos Aires, de carácter
docente, a finales de 1965, cuando Ramón Llamas planteó la posibilidad de organizar, en
Barcelona, un curso sobre la materia. La tradición catalana en explotación de acuíferos
justificaba la necesidad de formación científica en este campo y la propuesta resultó aprobada
tanto por la CAPO como por el SGOP, contando, además, con el patrocinio del Instituto
Jaime Almera del CSIC y la Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB) y con la
colaboración de la ETS de Ingenieros Industriales para el uso del aula y material docente. En
enero de 1967 se inauguraba la 1ª edición. Llamas (SGOP); Vilaró, Custodio, Galofré y yo
mismo (CAPO); e Isidro Aparicio (SGAB), constituíamos la Comisión Docente. Varios
profesores invitados y… la Divina Providencia nos echaron una mano. Algunos asistentes
veteranos contaban, sin duda, con mayor experiencia práctica que los disertantes, en
determinados temas, pero todos aceptaron de buen grado el esfuerzo encaminado a dar cuerpo
a la nueva disciplina. La presencia de un 25% de participantes extranjeros animaba a la
difusión internacional en próximas ediciones. Desde los inicios, Emilio dio rienda suelta a su
vocación docente y poco después asumió la dirección del Curso, se multiplicó para dar la
máxima coherencia al programa y se responsabilizó de un buen porcentaje de temas.

Con el apoyo económico de los organismos patrocinadores y un nuevo esfuerzo colectivo


del equipo redactor, capitaneado por Llamas y Custodio, la editorial Omega dio a luz, en 1976,
los dos voluminosos tomos del libro “Hidrología Subterránea”, del cual, hasta la fecha, se han
hecho dos ediciones y cuatro reimpresiones, además de una edición en italiano. Muchos de
sus capítulos se redactaron en base al abundante material docente distribuido en sucesivas
ediciones del CIHS, en forma de apuntes, ejercicios, tests, prácticas, etc. Una vez más, Emilio
cargó con un gran porcentaje de la elaboración.

Es anécdota curiosa, que refleja el afán por superar las dificultades, la manera “artesanal”
que empleamos, Emilio y yo, responsabilizados de la magna tarea, para elaborar los índices
del libro. Aún no se había universalizado el uso del ordenador y, ni uno ni otro, fuimos nunca
adelantados operarios informáticos, así que, ni cortos ni perezosos, confeccionamos miles de

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

tarjetitas con el término seleccionado y número de página de la cual, tras su minuciosa lectura,
lo habíamos extraído. Juntar todas las tarjetas con el mismo término era el modo de
relacionarlo con las diferentes páginas en que aparecía. Supongo que Asterix habría hecho
algo semejante para superar el reto. Pero queda patente que, al menos, medio libro nos hemos
leído cada uno.

Y ya para terminar, cabe decir que las anteriores pinceladas se limitan a describir ciertos
trabajos de Emilio Custodio de los que puedo dar testimonio personal. No abarca, ni de lejos,
toda su obra científica, de dimensión ciclópea. Ni siquiera incluye alguna publicación o
estudio conjunto. Pero puedo afirmar que su influencia sobre el conocimiento, gestión y
conservación de las aguas subterráneas tiene carácter universal. Esto, unido a su bonhomía,
elevan a la categoría de honor, haber gozado siempre de una magnífica relación personal.

Cuenten los promotores del homenaje con mi sincera adhesión.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.6. EMILIO CUSTODIO: UN LEGADO Y UN EJEMPLO

J. Manel PASCUAL*

(*) Ex-alumno y amigo. Jefe de la Demarcación de Lleida. Agència Catalana de l’Aigua.


Avgda. Alcalde Areny, 24. 25002 Lleida. jpascuald@gencat.cat

INTRODUCCIÓN

Dentro del contexto de los recursos hídricos totales, en Catalunya, las aguas subterráneas
han constituido un vector esencial para el desarrollo social y económico de sus tierras y
gentes. Desde tiempos del Imperio Romano, o antes, hasta nuestros días, los pobladores de
estas tierras han subsistido gracias a la magia de los manantiales, fuentes y pozos de la
geografía catalana. Un ejemplo significativo es como hasta los años 1950 – 1960 los acuíferos
del delta del Llobregat abastecían íntegramente a la ciudad de Barcelona.

Sin descartar el sentido común y la lógica práctica de nuestros antepasados, conocedores


del territorio y de sus recursos, el alumbramiento de aguas subterráneas se enmarcaba en una
aureola de misterio fácilmente incautada por la magia y las creencias, pero es a mediados del
siglo XX cuando adquiere cuerpo la hidrológica subterránea como una ciencia basada en el
método científico. Puede decirse que en esta época, en Catalunya, nace esta ciencia de las
manos de Emilio Custodio y sus colaboradores algunos de cuales también contribuyen a este
homenaje.

HOMENAJE

Este escrito quiere ser mi particular homenaje a la persona, al profesor, que ha influido con
su integridad, honestidad y sabiduría a un alumno, a un amigo, que bien seguro es compartido
por la mayoría de sus exalumnos.

Muchos de los que, a principios de los 1980 éramos jóvenes recién licenciados que
habíamos cursado alguna asignatura de hidrogeología conocíamos los nombres de Custodio y
Llamas por el libro de texto que teníamos que consultar para superar la materia. En aquella
época en que la mayoría de los libros de texto universitarios eran en inglés, disponer de uno
en castellano y de la magnitud del “Custodio” nos impresionaba. Recuerdo que al finalizar los
estudios para la mayoría de nosotros, en una época difícil, la meta principal era trabajar y
ganarnos la vida y la hidrogeología era una posibilidad. Personalmente no conocía la
importancia social de aquella ciencia, pero si, que existía un curso de postgrado importante en
el que el “alma mater” era “el Custodio”. Cursar aquel curso era un privilegio y veía pocas
posibilidades de realizarlo.

59
Emilio Custodio: un legado y un ejemplo · J.M. Pascual

Tuve la suerte de disponer de una beca. Recuerdo la entrada de Emilio Custodio, como si
fuera ahora mismo, el primer día de clase, en el aula al lado del camión seccionado de la
Escuela de Industriales, cuando nos teníamos que presentar alumnos y profesores. Para mi era
como conocer a un mito, pensaba, con mucho respeto, este es el Custodio, el del libro. No me
defraudó. Su personalidad ya se vislumbrada en su estar, en su porte. Como Director, nos
explicó en que consistía el curso, su intensidad y exigencia, fue uno de aquellos momentos
que te impresionan y te quedan en la mente de por vida.

Afortunadamente pude disfrutar de sus clases y enseñanzas, tanto por su contenido y rigor
científico como por el entusiasmo que ponía en sus explicaciones. Emilio disfrutaba y
contagiaba, podía impartir conocimientos durante cuatro o más horas seguidas sin cansar a sus
alumnos. En el XVI CIHS Emilio, junto a Alfonso Bayó, Andreu Galofré y Eduard Batista se
encargaba de la mayoría de las clases y Felisa Zurbano nos atendía estupendamente. Tuvimos
la oportunidad de conocer a compañeros sudamericanos y los problemas de los acuíferos de
sus países de los que Emilio era un buen conocedor. Fueron seis meses inolvidables, que
como a la mayoría de los que comenzábamos en aquellos años, marcarían nuestro futuro
profesional en las décadas venideras. La hidrología subterránea ya no solo era un “modus
vivendi”, Emilio nos había contagiado la pasión por una profesión.

Ante mi agradable sorpresa, acabado el curso, el profesor Emilio me ofreció colaborar


junto a Antoni Gurguí en un estudio para la modelación matemática del acuífero del Camp de
Tarragona en su porción de Reus – Vilaseca – Salou, financiado por la “Direcció General
d’Obres Hidráuliques de la Generalitat de Catalunya”. En aquellos años, un trabajo de
aquellas características fue un gran reto para mí. Asimismo fue el inicio de una larga y
fructífera relación profesional con Emilio y el reto se convirtió en honor y orgullo: no todo el
mundo podía trabajar y aprender de la mano del profesor.

Emilio, en la primera mitad de los años 1980, además de Director del CIHS, como
funcionario de la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental, era el responsable de los estudios
específicos de aguas subterráneas para los Planes Hidrológicos del Pirineo Oriental (PHPO),
estudios que eran la continuación del “Estudio de los Recursos Hídricos Totales del Pirineo
Oriental” que en 1965 se había adelanto en casi dos décadas a la obligatoria planificación
hidráulica de los Organismos de Cuenca, contemplada en la Ley de Aguas de 1985. Pude
colaborar con él en los estudios mencionados, y su magistral dirección me permitió, junto a
Vicente Iribar que trabajaba en el modelo del delta del Llobregat y Aurora Martínez que nos
soportaba, seguir aprendiendo a marchas forzadas. Estos estudios y su información anexa se
encuentran en los archivos de la actual Agencia Catalana del Agua, pero, en mi opinión, no
son suficientemente tenidos en cuenta ni consultados por los actuales planificadores,
perdiéndose conocimiento y lo que aún es más importante, “savoir fair”.

Cuando en 1986 Emilio ganó las oposiciones de la Cátedra de Hidrología Subterránea a la


Escuela de Ingenieros de Caminos de la UPC, la administración hidráulica perdía al mejor
profesional de que disponía y dispondrá en muchos años, pero su labor a favor de la sociedad
catalana, española y mundial continuó, esta vez desde la Universidad. Alternaba su función
docente con la investigadora lo que le permitía dirigir trabajos de fin de carrera, de masters y
tesis doctorales. Personalmente volvía a tener suerte: Emilio me aceptaba como doctorando.
Los profesores Will Back y Blair Jones del US Geological Survey y Ramón Llamas de la
Complutense de Madrid, junto con Emilio, lideraban un interesante proyecto sobre “la
integración de procesos geoquímicos y de transporte de masa y energía en los sistemas

60
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

regionales de flujo de agua subterránea” financiado por el comité conjunto Hispano –


Norteamericano para cooperación científica y tecnológica. Emilio me concedía la oportunidad
de realizar mi tesis en aquel marco tan privilegiado, en el antiguo convento de la Escuela de
Caminos en la calle Manuel Girona coincidiendo con Marisol Manzano, Manuel Marques da
Silva, Vicente Iríbar, Xavier Bosch, Germán Galarza, Elzbieta Skupien, Luis Vives, Javier
Heredia, Agustí Medina, entre otros. Alfons Bayó, Andreu Galofré, Eduard Batista, Josep
Lluís Gomà, Jesús Carrera, Lucila Candela, junto a Emilio, siempre estaban dispuestos a
enseñar a aquel grupo de doctorandos con suerte, entre los que me encontraba. Aquellos
trabajos de tesis fueron importantes contribuciones al conocimiento para la planificación
hidrológica de Catalunya.

Emilio, como siempre, era nuestra referencia, nuestro modelo. Era exigente con nosotros
como lo era consigo mismo, pero no paraba de proponernos ideas, bibliografía, nuevas líneas
de investigación, métodos de trabajo, formas y precisión en la redacción de las tesis y de las
publicaciones que generaban. Recuerdo que sus correcciones eran continuas y si hacia falta
cogía el lápiz y con su letra “ilegible” escribía al derecho, al revés, boca abajo, de lado...
emborronando tu folio (eran épocas sin PCs ni portátiles). ¿El resultado?: trabajos rigurosos,
de alta calidad científica y el aprendizaje del que todos nos beneficiábamos. Si las cosas no
salían como estaba previsto nos alentaba a no desfallecer y corregir el camino. Si lo
necesitabas, a cualquier hora estaba disponible, y si tenías un problema personal hacía un
paréntesis en su alto ritmo laboral y se adentraba en tu problema y empatizaba contigo para
aconsejarte y reconfortarte.

Desgraciadamente las circunstancias de la vida, tus orígenes, etc. hacen que esta cambie de
derroteros y no te permitan seguir por donde hubieras deseado. A finales de los años 1980, al
incorporarme como hidrogeólogo de la administración hidráulica en Lleida, tuve que alejarme
un poco de aquel gran equipo de personas de una calidad científica indiscutible, pero
principalmente humana. El distanciamiento fue parcial. Emilio, en la década de los años 1990,
fue elegido Presidente del Grupo Español de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos;
me volvió a dar la oportunidad de ayudarle como secretario de la Junta que él presidía.
Durante seis años coincidimos en la AIH-GE, Emilio, Ramón Llamas (para mi el otro
profesor), Javier Samper, Margarida Valverde, entre otros. Emilio en la AIH-GE (que
coincidió con su etapa de Director del Instituto Geológico y Minero de España) impulsó
reuniones científicas y jornadas de intercambio de conocimientos y experiencias sobre temas
legislativos, técnicos y científicos del agua (Murcia, Madrid, Las Palmas, Lleida, Valencia,
etc.). Fue una época de divulgación científica importante a nivel español, y en 1996, el
“President de la Generalitat de Catalunya” le otorgaba la medalla Narcís Monturiol al mérito
científico y tecnológico. Para las siguientes Juntas, Emilio, como siempre, les dejó un camino
y un buen hacer bastante definidos. Posteriormente Emilio sería elegido Presidente de la AIH
a nivel de todo el mundo, lo que a mi entender fue un merecidísimo reconocimiento
internacional a su labor.

¿Cuáles son los resultados de todo ello?

Una producción científica y técnica encomiable: mas de 500 publicaciones científicas, casi
30 tesis doctorales dirigidas, más de 30 estudios de investigación y trabajos técnicos que han
sentados las bases conceptuales y metodológicas para la gestión y la planificación, etc., etc.

A través del CIHS, al que dedico muchísimos esfuerzos (se conocía como el curso del

61
Emilio Custodio: un legado y un ejemplo · J.M. Pascual

Custodio), hay centenares de hidrogeólogos trabajando por todo el mundo latinoamericano y


europeo principalmente. Decenas de hidrogeólogos del curso trabajan en la Administración
hidrológica española y catalana, ejerciendo en todos los niveles de responsabilidad técnica.

Los actuales conceptos de gestión del agua cada vez mas alejados de los meros catálogos y
programas de obras hidráulicas y mas cercanos a la gestión conjunta de aguas superficiales y
subterráneas, acorde con la sostenibilidad ambiental compatible con las necesidades del
progreso social y económico, resultan de la influencia de los postulados que han predicado
durante tiempo los diferentes equipos que Emilio ha dirigido o colaborado.

La mayoría de los que nos honramos haber pertenecido a estos equipos hemos podido
desarrollarnos como profesionales en la empresa privada, en la Universidad y en la
Administración del agua de forma más o menos exitosa. Hemos estado y estamos trabajando
lo mejor que podemos, según nuestras capacidades, pero sin ninguna duda estamos ejerciendo
con los hábitos que Emilio nos enseñó: rigor, honestidad, compromiso social, responsabilidad,
capacidad de trabajo, lealtad. Es decir las palabras clave que definen a nuestro profesor y
amigo.

POR TODO ELLO ¡GRACIAS EMILIO!

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.7. HOMENAJE A EMILI CUSTODIO

Francesc VILARÓ i RIGOL*

(*) Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos

El recuerdo de la actividad al lado de Emili me transporta a una amplia etapa de mi vida


profesional, unos años que encarrilaron mi trayectoria futura, y de este contacto enriquecedor
le estoy muy agradecido.

Corrían los años 1960 y en la Comisaria de Aguas del Pirineo Oriental, a las órdenes del
Comisario de Aguas, Sr. J.M. Llansó, se formó un equipo de gente recién salida de la
Universidad que dió un carácter más técnico a la actividad propia del servicio, un equipo
pluridisciplinar que bajo mi dirección estaba formado por Emili Custodio (ingeniero
industrial), Andreu Galofré (geólogo), Manuel Martín Arnáiz (ingeniero de montes), y con un
vínculo fundamental con M.R. Llamas (ingeniero de caminos y geólogo) que pertenecía al
Servicio Geológico de Obras Públicas, y que, a parte de su categoría profesional es, aún hoy,
un extraordinario “motivador de personal”.

Si en algo me he distinguido en mi vida profesional ha sido por haberme rodeado de


equipos de gran valía, y este fue uno de los mejores.

El control y la ordenación de los recursos de agua en las cuencas internas de Catalunya,


que afectan a la mayor parte de su población e industria, era el objetivo del servicio, y a parte
de la aplicación de la ley de aguas de 1879, naturalmente anticuada y obsoleta, no había un
conocimiento general de los recursos, especialmente de los subterráneos, pues no había
estudios de acuíferos, ni técnicas para llevarlos a cabo, ni una bibliografía aplicada al
territorio, y con una legislación que separaba aguas públicas y privadas que aún complicaba
más su gestión.

Para abordar esta situación se creó la Sección de Estudios en la que tuve la suerte de
disponer del magnífico equipo formado por las personas que he citado. El Dr. M.R. Llamas
era el impulsor, el que marcaba el camino, y lo que hoy en día llamaríamos el ideólogo, pero
Emili era el técnico-científico capaz de asimilar las teorías más al día, desarrollarlas y
aplicarlas, era realmente la locomotora.

El primer trabajo que se llevó a cabo que nos permitiría situarnos fue el inventario de
pozos hecho según las técnicas y experiencia del BRGM de Francia, y con los conocimientos
recogidos realizamos el “Estudio de los recursos hidráulicos totales del Besòs y el Llobregat”.

Fruto de los conocimientos que íbamos adquiriendo, de la capacidad de trabajo de Emili,

63
Homenaje a Emili Custodio · F. Vilaró i Rigol

y de la motivación y espíritu académico de M.R. Llamas, se inició el Curso Internacional de


Hidrología Subterránea, que ampliado y mejorado sigue hoy en día, y que cumple el objetivo
de formar nuevos técnicos en una especialidad tan necesaria para la ordenación y gestión de
los recursos hidráulicos en todo el mundo.

Emili dentro del Curso seguía siendo la locomotora, daba gran parte de las clases,
redactaba los apuntes, más adelante substituídos por un libro de importancia general sobre la
materia, y trabajaba en un nuevo estudio de recursos que ahora abarcaba todo el Pirineo
Oriental. El familiarmente denominado REPO (Recursos Totales del Pirineo Oriental).

Un paso importante era extender los estudios a los usuarios de aguas subterráneas, para
evitar que las publicaciones de estudios realizados fueran a parar a un cajón a falta de
personas con el conocimiento suficiente para aplicarlos en la mejora de la explotación. La
primera aplicación fue en el Delta del Llobregat, amenazado de sobreexplotación, intrusión
marina, salinización e interferencia mútua entre usuarios. Para empezar, un estudio demostró
la unidad de las aguas del Delta, las superficiales y las subterráneas de los diferentes niveles
acuíferos, y demostró que era necesario autoimponerse una disciplina de explotación en
beneficio de los propios usuarios. Se aceptó formar la primera Comunidad de Usuarios del
Delta del Llobregat. Esto se aceptó gracias a la solidez de los estudios realizados y del
prestigio del equipo realizador.

En fin, Emili, cuanto más recuerdo nuestro recorrido profesional, más profunda es tu
presencia. Disfruta de tu homenaje ampliamente merecido.

64
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.4.7. HOMENATGE A EMILI CUSTODIO

Francesc VILARÓ i RIGOL*

(*) Dr. Enginyer de Camins Canals i Ports

El record de l’activitat al costat de l’Emili em transporta a tota una ampla etapa de la meva
vida professional, uns anys que van encarrilar la meva trajectòria futura, i d’aquest contacte
enriquidor li estic molt agraït.

Corrien els anys 1960, i a la “Comisaria de Aguas del Pirineo Oriental” a les ordres del
Comissari d’Aigües, Sr. J.M. Llansó, es va formar un equip de gent recent sortida de la
Universitat, que va donar un caràcter més tècnic a l’activitat pròpia del servei, un equip pluri-
disciplinar que sota la meva direcció estava format per Emili Custodio (enginyer industrial),
Andreu Galofré (geòleg) Manuel Martín Arnáiz (enginyer de monts), i amb un lligam
fonamental amb M.R. Llamas (enginyer de camins i geòleg) que pertanyia al Servei Geològic
d’Obres Públiques, i que a part de la seva categoria professional és, encara avui, un
extraordinari “motivador de personal”.

Si per alguna cosa m’he distingit a la meva vida professional ha sigut en rodejar-me
d’equips de gran vàlua i aquest fou un dels millors.

El control i ordenació dels recursos d’aigua a les conques internes de Catalunya, que
afecten a la major part de la seva població i industria, era l’objectiu del servei, i a part de
l’aplicació de la llei d’aigües de 1879, naturalment antiga i obsoleta, no hi havia un
coneixement general dels recursos especialment dels subterranis, doncs no hi havia estudis
d’aqüífers, ni tècniques per portar-los a terme, ni una bibliografia aplicada al territori, i amb
una legislació que separava aigües públiques i privades que encara complicava més la seva
gestió.

Per a abordar aquesta situació, es va crear la Secció d’Estudis en el que vaig tenir la sort de
disposar de l’equip magnífic amb les persones que he esmentat. El Dr. M.R. Llamas era
l’impulsor, el que marcava el camí, i el que avui en diríem l’ideòleg, però l’Emili era el
tècnic-científic capaç d’assimilar les teories més al dia, desenvolupar-les i aplicar-les, era
veritablement la locomotora.

El primer treball que es va portar a terme que ens permetria situar-nos, era l’inventari de
pous fet segons les tècniques i experiència del BRGM de França, i amb els coneixements
recollits varem realitzar el “ Estudi dels recursos hidràulics totals del Besòs i Llobregat”.

Fruit dels coneixements que anàvem adquirint, de la capacitat de treball de l’Emili, i de la

65
Homenatge a Emili Custodio · F. Vilaró i Rigol

motivació i esperit acadèmic de M.R. Llamas, es va iniciar el Curs Internacional d’Hidrologia


Subterrània, que ampliat i millorat segueix avui dia, i que compleix l’objectiu de formar nous
tècnics en una especialitat tan necessària per a l’ordenació i gestió dels recursos hidràulics
arreu del món.

Emili dins del Curs seguia sent la locomotora, donava gran part de les classes, feia el
apunts, més endavant substituïts per un llibre d’importància general sobre la matèria, i
treballava en un nou estudi de recursos que ara tenia l’abast de tot el Pirineu Oriental. El
denominat familiarment el REPO (Recursos Totales del Pirineo Oriental).

Un pas important era estendre els estudis als usuaris d’aigües subterrànies, no fos cas que
les publicacions d'estudis realitzats anessin a parar al calaix, sense el coneixement de la gent
que podia aplicar-los per a millorar-ne l’explotació. La primera aplicació va ser al Delta del
Llobregat amenaçat de sobre-explotació, intrusió marina, salinització, interferència mútua
entre usuaris. Per a començar, un estudi va demostrar la unitat de les aigües del Delta, les
superficials i les subterrànies dels diferents nivells aqüífers i va demostrar que calia
autoimposar-se una disciplina d’explotació en benefici dels propis usuaris. Es va acceptar
formar la primera Comunitat d’Usuaris del Delta del Llobregat. Això es va acceptar gràcies a
la solidesa dels estudis realitzats i del prestigi de l’equip realitzador.

En fi, Emili, quan més recordo el nostre recorregut professional més fonda es la teva
presència. Gaudeix del teu homenatge amplament merescut.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5. CONTRIBUCIÓN A LA PROMOCIÓN DEL ESTUDIO Y LA INVESTIGACIÓN


DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5.1. EMILIO CUSTODIO Y EL PROGRAMA HIDROLÓGICO INTERNACIONAL


DE LA UNESCO: UN EJEMPLO DE COLABORACION

Alice AURELI*

(*) Responsable de Actividades de Aguas Subterráneas. Programa Hidrológico Internacional.


División de Ciencias del Agua. UNESCO. 7 Place de Fontenoy. 75700 Paris – Francia.
a.aureli@unesco.org

Me complace asociarme a este homenaje al Profesor Emilio Custodio que ha brindado,


desde la década de los setenta, una inestimable colaboración y un apoyo incondicional a las
actividades relacionadas con las aguas subterráneas de la Década Hidrológica Internacional y
posteriormente al Programa Hidrológico Internacional (PHI) de la UNESCO desde su
creación en el año 1975.

El profesor Custodio siempre ha respondido positivamente a las solicitudes, mostrando con


esta permanente disponibilidad su constante interés por el progreso en estas áreas.

Numerosas publicaciones en las que ha colaborado permiten apreciar no solo la pertinencia


de sus conocimientos sino también su visión global sobre el rol de la ciencia y sobre la
responsabilidad de los expertos en una gestión responsable de los recursos hídricos.

Queremos asimismo agradecer su generosidad por haber brindado un inestimable


asesoramiento aceptando formar parte de comités científicos de un gran número de seminarios
y conferencias.

Aun sin relación directa con la UNESCO, queremos también destacar su actuación como
profesor de la UPC, en la que su dedicación y excelencia han contribuido a realizar un aporte
significativo a la promoción del estudio y la investigación de las aguas subterráneas a nivel
internacional.

Finalmente, queremos expresar la satisfacción de poder contar con la participación del


Profesor Custodio en actividades que estamos llevando a cabo actualmente, ya que su
respaldo científico asegura pertinencia a nuestra reflexión y responsabilidad a las acciones a
emprender.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5.2. CONTRIBUCIÓN DEL DR. EMILIO CUSTODIO A LA PROMOCIÓN DEL


ESTUDIO E INVESTIGACIÓN DEL AGUA SUBTERRÁNEA EN ARGENTINA

Emilia María BOCANEGRA*

(*) Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario. UNMDP. CC722. 7600 Mar del Plata,
Argentina. ebocaneg@mdp.edu.ar

RESUMEN

El Dr. Emilio Custodio ha desarrollado una intensa y continua actividad profesional en


Argentina por más de 30 años a través de numerosas visitas científicas que fueron
acompañadas del desarrollo de cursos, seminarios, jornadas y acciones integradas para la
formación, el estudio y el conocimiento de las aguas subterráneas en el país. Su actuación
sentó las bases para el fortalecimiento de la comunidad hidrogeológica argentina y la
realización de congresos periódicos de la especialidad. La trayectoria del Dr. Emilio Custodio
le ha valido para el reconocimiento académico en distintas universidades del país, y el
agradecimiento de muchas generaciones de hidrogeólogos a las que con mucha generosidad
brindó su experiencia profesional.

INTRODUCCIÓN

En la década del 40 en el siglo pasado, en muchos hogares españoles se consumía carne y


se amasaba el pan con harina que llegaban en envases que decían “Producto de Argentina”.
Tal vez este hecho haya hecho brotar en Emilio un sentimiento de gratitud hacia la Argentina,
de la cual en alguna oportunidad dijo “es mi segunda patria”.

Una experiencia muy importante en su vida profesional, a la que se refirió en contadas


ocasiones, fue participar como invitado de la Primera Conferencia de Naciones Unidad sobre
el Agua, que tuvo lugar en la ciudad de Mar del Plata en marzo de 1977. Este evento
internacional adoptó por primera vez un enfoque integrador al reconocer que el agua no es
sólo un bien para ser usado, sino también un bien para ser protegido y cuidadosamente
administrado.

El Plan de Acción de Mar del Plata en lo que respecta a investigación mencionaba que uno
de los inconvenientes identificados para la correcta y eficiente utilización de los recursos
hídricos era la falta de técnicos y científicos en los países en desarrollo, destacando la
necesidad de fortalecer los servicios de capacitación y favorecer la investigación encaminada
al desarrollo de nuevas técnicas y tecnologías. Emilio prestó especial interés a uno de los
aspectos centrales de este Plan de Acción, el de fomentar la cooperación internacional;

71
Contribución del Dr. Emilio Custodio a la promoción del estudio e investigación del agua subterránea en Argentina · E.M. Bocanegra

seguramente esta experiencia profesional junto con su afecto por Argentina, lo hayan llevado
a una verdadera entrega personal y profesional, sembrando amigos a lo largo y a lo ancho del
territorio nacional y volcando su conocimiento y experiencia para promover el estudio y la
investigación del agua subterránea en el país.

VISITAS CIENTÍFICAS A LA ARGENTINA

Su primera visita científica se desarrolló en 1977 y se refirió a la identificación del proceso


de intrusión marina y la necesidad de estudios para definir futuras áreas de abastecimiento de
la ciudad de Mar del Plata según comentó un periódico local años después: “En oportunidad
de la realización de la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Agua, se
expuso el problema de la progresiva salinización del agua en las sucesivas reuniones
científicas y técnicas realizadas durante ese congreso. En la oportunidad fue auscultada la
opinión de expertos internacionales como los franceses Margat y Castany, Custodio de
España y Failacce de Italia, entre otros. Asimismo y aprovechando la presencia de miembros
expertos internacionales se discutió ampliamente en reuniones especiales el programa de
trabajo a desarrollar para el conocimiento geohidrológico de las cuencas subterráneas de Mar
del Plata” (Diario La Capital, 9 de abril de 1980).

A partir de ese momento se sucedieron numerosas visitas científicas a la Argentina que


incluyeron, principios de la década de los 80, la evaluación de problemas sedimentológicos e
hidrológicos en áreas de llanura en la provincia de Buenos Aires, el estudio del sistema
hidráulico del río San Juan y valle de Zonda, epigénesis del río San Juan en la Precordillera
Andina y formaciones del valle intermontano del Valle Calingasta, el análisis de desarrollos
hidrogeológicos en el área de descarga del sistema de Sierra de la Ventana, Bahía Blanca y la
visita al Laboratorio de modelos del proyecto del Paraná Medio y Valle del Paraná.

En 1992 recorrió el área costera de la Provincia de Buenos Aires evaluando los problemas
de abastecimiento de aguas subterráneas en Pinamar, Mar del Plata y Miramar. En 1997
visitó Bahía Blanca para el estudio de la hidrogeología y geología de Sierra de la Ventana y
en 2009 participó de una visita para analizar aspectos hidrológicos y ecológicos en Santa Rosa
de La Pampa. Por otra parte, realizó asesorías para la ejecución de un gran colector de drenaje
inducido en la provincia de Tucumán y sobre la posible contaminación inducida por la mina
de Alumbrera en Catamarca.

Todas estas visitas fueron acompañadas del desarrollo de cursos, seminarios, jornadas y
acciones integradas para la formación, el estudio y el conocimiento de las aguas subterráneas
en Argentina.

ACTUACIÓN DOCENTE EN CURSOS Y REUNIONES CIENTÍFICAS

El Dr. Emilio Custodio se desempeñó como docente dictando cursos de Hidroquímica,


durante el periodo 1980-1986, en las sucesivas ediciones del Curso Internacional de
Hidrología con Énfasis en las Aguas Subterráneas, organizado por la Comisión Nacional
Argentina para el PHI–UNESCO con la participación de las Universidades Nacionales del
Litoral, Cuyo y San Juan. Este Curso tuvo la virtud de ser semillero de hidrogeólogos, no sólo
de Argentina, sino también de Latinoamérica.

72
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

En esa década dictó cursos extensos sobre Isótopos ambientales, geohidroquímica y


planificación de las zonas semiáridas en Bahía Blanca, Ensayos de rocas fisuradas y
aislamiento de residuos radioactivos, e Hidrología subterránea e hidrogeoquímica en San
Juan.

A lo largo de su amplia trayectoria en territorio argentino ha dictado más de 25


conferencias o ponencias invitadas en reuniones científicas sobre las siguientes temáticas:

- Técnicas hidroquímicas e isotópicas aplicadas a la hidrología subterránea


- Contaminación de aguas subterráneas
- Vulnerabilidad de los acuíferos a la polución
- Problemática de la intrusión marina
- Utilización de acuíferos costeros para abastecimiento
- Evaluación de la recarga de acuíferos
- Explotación racional de las aguas subterráneas
- Gestión y protección de acuíferos
- El uso intensivo de las aguas subterráneas y la conservación de los humedales.

La participación del Dr. Custodio en las reuniones científicas siempre ha resultado


altamente convocante para los hidrogeólogos formados y en formación, así como para
funcionarios responsables de la gestión de los recursos hídricos, ya que el desarrollo de cada
conferencia ha constituido un verdadero tratado sobre la temática expuesta.

Sus publicaciones en actas de reuniones científicas realizadas en Argentina o en revistas


internacionales referidas a casos de estudio argentinos se listan al final del texto.

Un aspecto muy importante a considerar es la formación de recursos humanos a través del


Curso Internacional de Hidrología Subterránea, del cual el Dr. Emilio Custodio ha sido
fundador, director y profesor. Desde 1967 hasta la actualidad han participado unos 1200
profesionales de los cuales el 27% proceden de Latinoamérica, y de éstos, el 17% de
Argentina. Se trata de un total de 54 profesionales, mayoritariamente geólogos e ingenieros de
distintas disciplinas, con una alta afluencia al CIHS principalmente durante las primeras
veinte ediciones del mismo (Figura 1). Puede deducirse que los profesionales argentinos
formados en Barcelona en ese período contribuyeron, a partir de la década del 90, a generar
ofertas de cursos de posgrado en el ámbito nacional.

73
Contribución del Dr. Emilio Custodio a la promoción del estudio e investigación del agua subterránea en Argentina · E.M. Bocanegra

12

A lumnos agentinos al C IH S
10

0
1

6
97

1
97

6
98
-1

1
98
-1

6
99
67

-1

1
99
72

-1
77

6
00
-1
19

82

0
00
-1
19

87

01
19

-2
92
19

-2
97
19

-2
02
19

07
19

20

20
Figura 1. Participación de alumnos argentinos al CIHS.

ACCIONES INTEGRADAS Y FORTALECIMIENTO DE LA COMUNIDAD


HIDROGEOLÓGICA ARGENTINA

La Agencia Española de Cooperación Internacional a través del Programa de Cooperación


Científica con Iberoamérica financió el Proyecto de Investigación Conjunta “Estudio
cuantitativo y de los procesos geohidroquímicos en acuíferos costeros”, desarrollado por la
Universidad Politécnica de Cataluña y la Universidad Nacional de Mar del Plata durante el
período 1992 – 1994, siendo responsable por la parte española, el Dr. Emilio Custodio.

En el marco de dicho proyecto se organizó en 1992 en Mar del Plata una sesión de
conferencias sobre “Contaminación, modelación y gestión de aguas subterráneas”, y se invitó
a representantes de los diferentes grupos de investigación de Argentina, los cuales
compartieron su experiencia profesional con el Dr. Custodio.

En 1993 se realizó en Mar del Plata el I Seminario Hispano–Argentino sobre Temas


Actuales de la Hidrología Subterránea. Fue organizado en forma conjunta con el Consejo
Federal de Inversiones y contó con la participación de 104 profesionales argentinos. Se
expusieron y luego se publicaron 25 trabajos sobre aspectos conceptuales y metodológicos y
casos de estudio en el país. La Conferencia Magistral de clausura del Seminario trató sobre
“Gestión y protección de acuíferos” y estuvo a cargo del Dr. Emilio Custodio. Este evento fue
además una oportunidad para el acercamiento y vinculación de los diferentes grupos de
investigación y sentó las bases para el fortalecimiento de la comunidad hidrogeológica
argentina y la realización de congresos periódicos de la especialidad.

En 1994, durante el Congreso Nacional del Agua en La Plata, se creó el Grupo Argentino
de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos, del cual el Dr. Custodio fue mentor, dando
todo el apoyo para su creación y organización.

En 1995 se realizó el I Congreso Argentino de Hidrogeología y el II Seminario Hispano–


Argentino sobre Temas Actuales de la Hidrología Subterránea en la ciudad de Tucumán. En

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

estos 16 años se han realizado 7 Congresos nacionales y 5 Seminarios que, por su alcance
regional, actualmente se llama Seminario Hispano-Latinoamericano sobre Temas Actuales de
la Hidrología Subterránea. La mayoría de estos eventos contaron con la participación del Dr.
Emilio Custodio, a través de conferencias invitadas o presentación de trabajos.

En 2002 se realizó en Mar del Plata el Congreso Conjunto de la Asociación Internacional


de Hidrogeólogos y la Asociación Latinoamericana de Hidrología Subterránea para el
Desarrollo, el XXXII AIH & VI ALHSUD Congreso, bajo el lema Aguas Subterráneas y
Desarrollo Humano (Figura 2). Se realizó durante la Presidencia del Dr. Custodio en la AIH y
contó con la participación de más de 400 profesionales. Fue un evento de relevancia mundial
muy significativo para la comunidad hidrogeológica argentina que le permitió intercambiar
experiencias y establecer vínculos con profesionales de diferentes países.

El Dr. Emilio Custodio ha participado activamente en el Proyecto IGCP-UNESCO


“Gestión integrada de acuíferos costeros en Iberoamérica” (2005-2010), desempeñándose
como responsable español. En el marco del proyecto se ha realizado un estudio sobre el
estado del conocimiento y gestión de los recursos hídricos subterráneos en 33 acuíferos
iberoamericanos, y profundizado la caracterización de los acuíferos de Mar del Plata y de
Recife.

Figura 2. Acto de clausura del Congreso XXXII AIH & VI ALHSUD. Eduardo Usunoff (Presidente Grupo
Argentino AIH), Emilio Custodio (Presidente AIH), Emilia Bocanegra (Presidente Comité Organizador del
Congreso), Mario Hernández (Presidente ALHSUD).

75
Contribución del Dr. Emilio Custodio a la promoción del estudio e investigación del agua subterránea en Argentina · E.M. Bocanegra

RECONOCIMIENTO Y DISTINCIONES RECIBIDAS EN ARGENTINA

La trayectoria del Dr. Emilio Custodio en Argentina le ha valido para el reconocimiento


académico en distintas universidades del país. Fue designado Doctor Honoris Causa de la
Universidad Nacional de Tucumán (1995), Profesor Honorario de la Universidad Nacional del
Litoral (2005), Huésped de honor de la Universidad Nacional de Río Cuarto (2005) y Profesor
Honorario de la Universidad Nacional de La Pampa (2009).

El mayor reconocimiento sin duda lo tiene de la comunidad hidrogeológica argentina, que


a lo largo de más de 30 años se ha formado tanto en cursos de grado y de posgrado, así como
en el estudio, investigación y gestión de las aguas subterráneas, utilizando como texto base el
libro “Hidrología Subterránea”, “el Custodio –Llamas”, como se lo llama familiarmente.

Esa comunidad argentina que se ha consolidado con el aporte del Dr. Custodio, a la cual él
le ha brindado generosamente su amistad, el testimonio de sus valores y su experiencia
profesional, hoy le dice:

¡GRACIAS, EMILIO!

PUBLICACIONES RELACIONADAS CON LA ACTIVIDAD CIENTÍFICA EN


ARGENTINA

Alcalá, F.J. y E. Custodio (2005). Datos preliminares sobre el contenido en cloruro del agua
de recarga por la lluvia a los acuíferos españoles. II Seminario Hispano Latinoamericano
sobre Temas Actuales de Hidrología Subterránea: Relación Aguas Superficiales–Aguas
Subterráneas (Ed. M. Blarasin, A. Cabrera y E. Matteoda). Universidad Nacional de Río
Cuarto, Córdoba, Argentina: 67–75. ISBN: 950–665–349–6.

Aliaga, R.; A. Sahuquillo y E. Custodio (2005). Análisis de las oscilaciones piezométricas


producidas por la recarga de un río efímero. II Seminario Hispano Latinoamericano sobre
Temas Actuales de Hidrología Subterránea: Relación Aguas Superficiales–Aguas
Subterráneas (Ed. M. Blarasin, A. Cabrera y E. Matteoda). Universidad Nacional de Río
Cuarto, Córdoba, Argentina: 213–221. ISBN: 950–665–349–6.

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(Ed. M. Blarasin, A. Cabrera y E. Matteoda). Universidad Nacional de Río Cuarto,
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Vives, L.; Custodio, E.; Rodríguez, L. (Eds.) (2009). Planificación y gestión de aguas
subterráneas. VI Congreso Argentino de Hidrogeología, 24–28 Agosto 2009, Santa Rosa,
La Pampa (Argentina). Asoc. Intern. Hidrogeólogos–Grupo Argentino / Fac. Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales. Universidad Nacional de La Pampa: 1–234. ISBN: 978–987–
1082–38–4.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5.3. EMILIO CUSTODIO EL PRIMER HIDROGEÓLOGO EN LA DIRECCIÓN


GENERAL DEL IGME

Juan Antonio LÓPEZ GETA*

(*) Dr. Ingeniero de Minas. Instituto Geológico y Minero de España (IGME).


Ríos Rosas, 23. 28003 Madrid. lopez.geta@igme.es

Han pasado más de catorce años cuando en aquél 1997 nos despertábamos en el Instituto
Tecnológico Geominero de España (ITGE) con la noticia del nombramiento del Profesor
Emilio Custodio Gimena, como trigésimo séptimo Director General del ITGE, desde que D.
Fermín Arteta y Sesma, en el año 1849 fue designado como primer Presidente de la Comisión
del Mapa Geológico de Madrid y del Reino.

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Emilio Custodio el primer hidrogeólogo en la Dirección General del IGME · J.A. López Geta

Son muchos los recuerdos acumulados durante sus más de siete años como Director
General (1997-2004). De esos, algunos permanecen anclados en la memoria, seguramente,
como en la mili, los mejores; otros han quedado olvidados u ocultos a través de la niebla del
pasado. Pero el tiempo, lo que sí nos permite es analizar las cosas con más perspectiva,
objetividad y sosiego. En mi caso, ese momento ha llegado como consecuencia de la
invitación que, por parte de los organizadores del Homenaje a Emilio Custodio, me han
hecho; invitación que agradezco, especialmente a Javier Heredia, amigo y compañero del
IGME desde hace ya unos cuantos años, con quien he compartido tareas profesionales y
también, por qué no, deportivas; pero siempre con un mayor protagonismo “en la charla” por
parte suya, o dejaría de ser buen argentino.

Mi único mérito para participar en este Homenaje, se debe a los muchos años que hace que
nos conocemos, y especialmente a los más de siete años que compartimos, de una manera más
estrecha, nuestra actividad en el IGME; en mi caso como Director de Aguas Subterráneas y
Geotecnia, y posteriormente como Director de Hidrogeología y Aguas subterráneas, cambio
de denominación propiciado por Emilio. De esos años me han encargado que haga una
sencilla semblanza.

Trataré de recordar y plasmar en estas líneas, algunos de los hechos que destacaría de esos
años, aunque seguramente me dejaré muchos en el tintero; presento por adelantado mis
disculpas por las ausencias que haya y pido la comprensión del lector. En cualquier caso,
intentaré hacerlo de la forma más objetiva posible y, siempre, de forma personal, con el
mayor respeto y estima a la persona a la que me unen estrechos lazos de amistad. Con esto
quiero decir que lo que quiero reflejar es, únicamente, mi opinión.

Como siempre ocurre, las noticias tienen sus vísperas, y algo se rumoreaba en aquél ya no
próximo año de 1997: informaciones anónimas -que si Fulanito, que si Menganito-, rumores,
dimes y diretes, etc., en muchos casos, como suele ocurrir, interesados. Por mi parte, no tenía
noticia, y eso que unas fechas antes, del 27 de enero al 1 de febrero de 1997, habíamos
coincidido, en Las Palmas de Gran Canarias, en las Jornadas sobre Las aguas subterráneas en
la planificación hidrológica en las Islas Canarias, y más tarde en el Seminario sobre La
evaluación de la recarga a los acuíferos en la planificación hidrológica, en cuya publicación
habíamos contribuido el Profesor Custodio y yo mismo por parte del ITGE. Lo que sí puedo
decir de primera mano, es que si en aquellas fechas él lo sabía, que es posible, no se le notó
nada, y a mí particularmente no me hizo ningún comentario, ni confidencia, difícil cosa
conociéndole.

La llegada de Emilio al ITGE supuso una novedad importante por su marcado perfil
académico. En la casa era bastante desconocido, salvo para las personas dedicadas a las aguas
subterráneas, que de una u otra forma habíamos tenido contacto con él y compartido tareas
comunes, como la organización de eventos, clases, reuniones de proyectos, etc. De algunos
había sido profesor en el Curso de Hidrología Subterránea organizado por la Fundación
Centro Internacional de Hidrología Subterráneas (FCIHS). Ahora que menciono esta
Fundación, y entrando en el complejo mundo de las noticias rosas, se decía que su
nombramiento se había cocinado en la inauguración del citado curso, al que había asistido
Benigno Blanco, Secretario de Estado del Agua, y también el Profesor Ramón Llamas,
posiblemente el verdadero impulsor del nombramiento. Como decía, noticias rosas. Lo que sí
recuerdo es que su primera comida en el ITGE, fue con Loreto Fernández y conmigo, en el
comedor de invitados. No recuerdo de lo que hablamos; seguramente de la Institución.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Después de esa comida no nos invitó más a ninguno de los dos, salvo algún que otro bocadillo
en alguna estación de tren o bar próximo al lugar de reunión. A su austeridad, habría que
añadir que Emilio es catalán, y ya se sabe, la pela es la pela.

Como en casi todos los casos, cada Director General del IGME ha dejada marcada su
impronta profesional. En el caso de Emilio, de sus manos han salido decisiones importantes
que han afectado no sólo a aquellos momentos, sino también a tiempos futuros. Así, pasaron
muchas cosas importantes; algunas con mayor transfondo institucional. Sobre estas últimas
me voy a referir, siempre con la limitación del espacio concedido por los organizadores.

Para analizar estos hechos, hay que ver cuál es el panorama institucional que Emilio se
encuentra a su llegada. Sin remontarnos mucho al pasado, nos fijaremos en la situación
heredada de los dos Directores Generales anteriores a él: D. Emilio Llorente Gómez y D.
Camilo Caride de Liñan (fallecido hace dos años), ambos con perfiles profesionales muy
diferentes, y para mí los dos de muy grato recuerdo; por cierto, fue Camilo el que me nombró
Director de Aguas Subterráneas y Geotecnia. El primero de estos Directores, Emilio Llorente,
reunía un corte más científico por su procedencia: Catedrático en la Escuela Superior de
Ingenieros de Minas de Madrid, sin olvidar su paso por el Ministerio de Defensa como
Subdirector General de Investigación. Camilo, por su parte, procedía de la empresa pública y
privada, lo que le hacía más próximo al mundo empresarial y, por tanto, con una visión más
aplicada e inmediata. Camilo Caride fue un defensor incansable del ITGE, de su papel
institucional y de su incorporación al Ministerio de Medio Ambiente como organismo
experto.

¿Dónde se situaba Emilio Custodio? Para mí, su perfil profesional era muy similar al de
Emilio Llorente y, por lo tanto, se esperaba de él una orientación y un impulso del ITGE
hacia la investigación, como luego, a mi entender, se confirmaría. El ITGE o IGME había
adquirido la figura jurídica de Organismo Autónomo y de Organismo Público de
Investigación, como consecuencia de la aprobación de la Ley de 13/1986, de 14 de abril, de
Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica. Desde esa fecha,
los pasos recorridos para incorporar esa nueva función de organismo investigador, no habían
sido muchos; casi todo siguió igual, aunque cabe destacar dos hechos relevantes. El primero
fue la facilidad que concedía la Ley para la contratación de personas en régimen temporal,
adscritos a proyectos: esto sí fue un hecho que permitió hacer una labor más directa por parte
del IGME. El segundo, una modificación muy importante de la RTP. Emilio Llorente
incrementó los niveles e incluyó, en un número importante de puestos de trabajo, la
denominación de investigador. Sin embargo, es Emilio Custodio el que inicia de forma más
contundente la transformación del ITGE en organismo público de investigación, sin dejar de
apoyar algunos temas de infraestructura como fue el Plan MAGNA, que fomentó desde la
dirección para que se completara. Emilio era consciente de su importancia pues conocía el
interés que esta cartografía tenía para ciertas ramas de la ingeniería aplicada, como es el caso
de la hidrogeología.

Se inicia por tanto un periodo donde la investigación tiene un protagonismo especial. Así,
se fomentan e impulsan una serie de actividades: proyectos de investigación, tanto internos
como externos; difusión de este conocimiento en artículos y comunicaciones nacionales e
internacionales; asistencia a reuniones y eventos diferentes; constitución de comisiones
(internas y externas) de evaluación de las propuestas de proyectos; incorporación de becarios
de tesis doctorales, etc. Y, aunque parezca raro por su perfil, se establecen por primera vez

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Emilio Custodio el primer hidrogeólogo en la Dirección General del IGME · J.A. López Geta

una serie de procedimientos, tal vez un poco excesivos, tanto administrativos como
científicos, para regular prácticamente toda la actividad del ITGE (IGME). Además, destaca
en esta etapa que se inicia, que podemos considerar espectacular, la incorporación de técnicos
e investigadores a través de convocatorias propiciadas por la Administración central. Como
consecuencia, se incorporan un número importante de investigadores y técnicos, procedentes
de la propia institución o externos, principalmente de la universidad.

Para mí tuvo también mucha importancia en esos años, el cambio de denominación de


IGME a ITGE, y su retorno posterior al nombre original. No sé si mi opinión puede ser
compartida con otras personas; sea lo que fuere, en cualquier caso se buscaba lo mejor para el
Instituto. La modificación a ITGE se produjo como consecuencia de la aprobación del Real
Decreto 1270/1988, de 28 de octubre, donde se recogía el cambio de denominación y su
adscripción al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MICYT), a través de la
Secretaría General de la Energía y Recursos Minerales. El cambio tuvo lugar durante el
periodo de D. Emilio Llorente como Director General (1987-1991). La causa de esta
modificación fue para mi desconocida, aunque intuyo que pudo deberse a la tentativa de
entonces de adscribir el IGME al Ministerio de Educación, propuesta que no agradó a la
Dirección de ese momento por considerar más conveniente la permanencia del Instituto en el
MICYT, debido a su mayor relación con las actividades de la Secretaría General de la Energía
y Recursos Minerales. La solución buscada pasó por modificar el nombre e incluir la palabra
tecnológico como más afín al mencionado Ministerio.

Sobre el cambio de nombre hubo muchos desacuerdos; en ocasiones con posicionamientos


que desconocían los motivos reales y tal vez llevados por una cierta nostalgia, y en otros
casos debidos a razones interesadas. Parece que en aquel momento fue conveniente el cambio
de denominación. Mi duda es, de haber seguido con esa denominación de ITGE, que el
Instituto pudiera dar una imagen singularizada respecto a los otros organismos públicos de
investigación.

La llegada de Emilio Custodio supuso volver a retomar el nombre original: Instituto


Geológico y Minero de España. De nuevo se abrió la polémica, posiblemente con una
mayoría a favor de la decisión del nuevo Director General. Por mi parte, aun con la solera y
nostalgia del nombre, casi 150 años, considero que la incorporación de la palabra tecnológico,
como se comentaba anteriormente, nos hacía diferentes y nos abría un nicho muy importante
de actividad investigadora especializada, más acorde con los tiempos que vienen donde se
prima la innovación, campo en el que el IGME puede decir mucho en el futuro. No obstante,
como dice el refrán, rectificar es de sabios: la historia valorará la decisión.

La adscripción a un Ministerio u otro, también tuvo importancia en el tiempo de Emilio


Custodio en el IGME. Camilo Caride (1991-1997), había apostado por aproximarse al
Ministerio de Medio Ambiente; se habían estrechado las relaciones llevando a cabo una serie
de convenios de colaboración en materia de aguas subterráneas que culminaron en la
elaboración del Libro Blanco de las Aguas Subterráneas, realizado conjuntamente por los
técnicos de ambas instituciones. Con el cambio de partido en el Gobierno en 1996, pasó a
depender del Ministerio de Medio Ambiente (R.D.1894/1996, de 2 de agosto, por el que el
ITGE pasaba a depender de la Secretaría de Estado de Aguas y Costas, del Ministerio de
Medio Ambiente), siendo entonces ministra Isabel Tocino, y Secretario de Estado de Aguas y
Costas, Benigno Blanco. Es en ese momento cuando se incorpora Emilio Custodio al ITGE.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

En ese periodo de tiempo de adscripción al Ministerio de Medio Ambiente, se produjo la


ruptura de la presa de lodos de la mina de Aznalcollar. Recuerdo este hecho, porque para el
IGME, encabezado por Emilio Custodio, supuso una demostración del potencial de
conocimiento de los diferentes especialistas del Instituto. Estos participaron en las diferentes
labores y reuniones de toma de decisiones desde el primer momento. Fueron días incansables
donde los técnicos del IGME, conjuntamente con los de otras instituciones, llevaron a cabo la
valoración del accidente, su alcance y las primeras propuestas para remediar algunos de los
daños producidos. Los años en el Ministerio de Medio Ambiente fueron muy importantes para
el IGME, y dejaron una huella y un recuerdo que en algunos aún perdura.

Pero el trasiego de un Ministerio a otro no termina, sino que el IGME vuelve a cambiar de
adscripción pasando al recientemente creado Ministerio de Ciencia y Tecnología, y de ahí, al
Ministerio de Educación y Ciencia. De todos estos cambios disfrutó Emilio Custodio, por
decir algo amable que sirva de epílogo de esta breve semblanza. Emilio no participaría del
último cambio al Ministerio de Ciencia e Innovación.

Como comentaba al principio, son muchos los recuerdos que podían haberse recogido en
esta breve semblanza. Me he centrado sólo en aquéllos que, desde mi punto de vista, tuvieron
una trascendencia especial en ese momento y que han dejado huella para el futuro. No quiero
terminar sin dedicar unas líneas de recuerdo a su mujer, Olga, amable y súper cordial, que
compartió con nosotros largas jornadas en el IGME durante su estancia en Madrid, sus
numerosos viajes y sus comidas maratonianas en el comedor del Instituto.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5.4. EMILIO CUSTODIO: SOME PERSONAL IMPRESSIONS OF HIS


INTERNATIONAL CONTRIBUTION TO GROUNDWATER SCIENCE

Prof. Dr. Stephen FOSTER*

(*) (International Association of Hydrogeologists – Immediate Past President)


(World Bank/Global Water Partnership GW-MATE Director)
(University College London – Visiting Professor)
IAHFoster@aol.com

AN INTRODUCTORY BACKGROUND

In attempting to make an objective overview of Emilio’s contribution to groundwater


science, and its practical application to resource development, management and protection, I
believe that I may have a significant advantage over many of his compatriots. While they
may know him better on a ‘close-up basis’ my perspective is, I suspect, unquestionably much
broader!

Although I know relatively little about the detail of Emilio’s everyday life and work down-
the-years as an academic at the Universitat Politècnica de Catalunya in Barcelona, I have
known him now for more than 30 years and have observed his contribution from three very
different perspectives:
- first – during 1985-89 while I was working for the WHO Pan-American Health
Organisation as Groundwater Advisor for the Latin America & Caribbean Region, when
in a professional capacity I encountered various of his former post-graduate students and
innumerable devotees of ‘Hidrologia Subterranea’ (his ‘hydrogeological textbook’)
- second – during 1991-99 in the ambit of EuroGeoSurveys, whilst I was serving as British
Geological Survey–Divisional Director of Environmental Geology, since for the latter
part of that period (and beyond) Emilio was IGME (Spanish National Institute of
Geology & Mining)-Director General.
- third – during 2000-04 in the ambit of the International Association of Hydrogeologists
(IAH), when Emilio held the office of President and I was serving under him as IAH
Vice President-Western Europe and as an IAH Executive & Council Member.

CONTRIBUTION TO LATIN AMERICAN CAPACITY BUILDING

During 1985-89 I had the pleasure of being based in Lima-Peru and working as WHO-
PAHO Groundwater Advisor for the Latin America & Caribbean Region, and Coordinator of
their Regional Groundwater Source Development & Protection Programme. This brought me
into close contact with a large number of practising groundwater professionals from most of

85
Emilio Custodio: some personal impressions of his international contribution to groundwater science · S. Foster

the Latin American nations. Many of these had received their post-graduate vocational
training in Barcelona at the long-standing and much-loved ‘Curso Internacional de Hidrologia
Subterranea’ – all regarded this training as the key to their academic development and their
achieving professional confidence, and had very fond memories of their ‘sojourn’ in
Barcelona under the demanding eye of Professor Custodio (and the ‘loving care’ of his
devoted wife Olga Ayala) ! It is my understanding that around 320 students from the Latin
American-Caribbean Region have passed through the ‘Barcelona Course’ since its foundation
in 1966 – and I only hope the Course (and we) survive to celebrate its 50th Anniversary Party
in 2016!

Beyond this I found copies of the seminal Spanish textbook ‘Hidrologia Subterranea’
(Custodio & Llamas : Omega-Barcelona – then in 1976 & 1982 Editions, but now with
further 2001 & 2008 versions) in every office across Latin America that I visited – albeit
often in illegally-photocopied, roughly-bound and dog-eared versions, that had returned little
income to the Catalan publisher nor royalties to the hard-working authors!! But the
organisation, clarity and utility of the text did have the effect of propagating an enormous
respect for Emilio right across the continent. I have a vision (definitely not verified and
possibly erroneous) of the original writing of ‘Hidrologia Subterranea’ – this encompasses the
aggressive vision of Ramon Llamas determinedly ‘sowing the seed’ of the idea, and an
enormous amount of systematic hard-work, meticulous attention to detail and persistence
‘beyond the cause of duty’ by Emilio (then in his mid-30s) to ‘make the thing happen’!!

Furthermore, Emilio has supervised the Ph D Thesis of 4 Latin American post-graduates at


the Universitat Politècnica de Catalunya. I am delighted to say that Emilio’s contribution to
developing capacity for groundwater science in Latin America has subsequently been
recognised formally by:
- the award of a DSc Honoris Causa by the Universidad Nacional de Tucuman–Argentina
in 1995
- his naming by ALHSUD (the Latin American Groundwater Association) as
‘Hidrogeologo Ilustre de America Latina’ in Quito-Ecuador in 2008
- and his receiving Honorary Visiting Professor status in a number of Latin America’s
universities.

CONTRIBUTION AS A LEADING EUROPEAN GEOSCIENTIST

For many the naming of Emilio as IGME-Director General in 1997 came as a bit of a
surprise – not, of course, that he was not extremely well qualified for the job, but more
because it had the inevitable implication of his temporarily abandoning his beloved Catalunya
for the alien sidewalks of Madrid ! He continued in this demanding post, with regular
commuting between Barcelona and Madrid until 2004 – mainly by RENFE (train), his
favourite mode-of-travel, and no doubt with piles of paper in a classic brown-leather briefcase
to study, review or draft (since in those days he was suffering from a serious (but
understandable) allergy to PC screens and there would not have been a ‘laptop’ in sight!).

Long before his taking-up this prominent position, Emilio has established himself as a
leading European geoscientist for his major work on:
- the development and application of hydrochemical and isotopic techniques in evaluating
the physical dynamics and chemical evolution of a wide range of groundwater systems

86
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

- the scientific understanding and practical management of coastal aquifer systems (both
under natural and perturbed conditions), especially in the circum-Mediterranean region
- the investigation and analysis of groundwater occurrence and flow in complex modern
volcanic deposits (on which he is the global authority), inspired in part by his fascination
with the Canary Islands – which he first visited (I believe) way back in his 20’s whilst
doing his ‘mili’ (compulsory national military service). For once (it seems) the ‘military
got it right’ by throwing him headlong into some interesting volcanic rocks (at a time
when no doubt he could not afford to travel there by any other means) and straight ‘into
the arms’ of Olga (una canaria) and his ‘wife-to-be’!!!

During his period as IGME Director General, Emilio launched his ‘Instituto’, and Spanish
hydrogeologists strongly into work relevant to the implementation of the ‘groundwater
dimensions’ of the EC Water Framework Directive of 2000, and the foundation work for the
Groundwater Protection ‘Daughter’ Directive of 2006, notably with a major contribution on
the definition of ‘baseline groundwater quality’.

He also demonstrated his wide grasp of European groundwater issues at numerous


meetings and assumed much wider responsibilities as a EuroGeoSurveys Partner, culminating
as President of the Forum of EuroGeoSurveys for 2000, in addition to having been President
of the Asociacion de Servicios Geologicos y Mineros Iberoamericanos in 1998-99.

It was during his time at IGME that he also amplified considerably his knowledge and
authority on two very topical subjects at global level:
- the hydrodynamic and hydochemical evaluation of groundwater-dependent aquatic
ecosystems – especially through leading some painstaking research on the threatened
Coto Doñana RAMSAR wetlands in Andalucia
- the appraisal and remediation of major environmental pollution incidents from mining
and industrial activity – especially through coordinating work on the ‘Aznacollar
contamination episode’ also in Andalucia.

CONTRIBUTION TO PROMOTING INTERNATIONAL ASSOCIATION

Emilio was elected President of the International Association of Hydrogeologists (the


World-Wide Non-Governmental Groundwater Organisation with almost 4,000 members in
more than 100 countries) for the period 2000-04. He assumed office at the memorable IAH
30th (Millennium) Congress in Cape Town–South Africa.

During this time he worked tirelessly to promote the mission of the Association
(professionalism in groundwater work and advocacy for groundwater science). He was
always meticulously prepared for (the normally protracted) IAH Executive & Council
Meetings, and always sensitive and sympathetic to the IAH Secretariat in their undertaking of
the painstaking preparatory work for such meetings.

Before taking on the President’s role, Emilio had already contributed a great deal to the
scientific and organisational development of the IAH, in particular having:
- received the IAH Presidents’ Award 1998 (on the decision of the IAH Executive & Past
Presidents) for his career contribution to hydrogeological science and in promoting the
aims and development of the Association

87
Emilio Custodio: some personal impressions of his international contribution to groundwater science · S. Foster

- played a major role in organising the IAH XXIII Congress of April 1991 in Santa Cruz
de Tenerife and an associated follow-up UNDP Seminar in Las Palmas de Gran Canaria,
both of which included excellent discussion around the controversial topic of ‘Aquifer
Overexploitation’
- served on the IAH Council during three preceding periods, in addition to his great effort
in various capacities to support the development of one of the most successful IAH
national groups, the Grupo Nacional Espanol (Spanish National Chapter), and to help
promote the formation of a sister national group in Portugal.

During his term as IAH President (2000-04) Emilio made a major effort to propagate the
Association in Latin America, seeking a complementary position and positive relation
ALHSUD (the Latin American Association for Groundwater Hydrology). This included the
IAH 32nd & 33rd Congresses, implemented collaboratively with ALHSUD, respectively at
Mar del Plata-Argentina in October 2002 and at Zacatecas-Mexico in October 2004.

SOME CONCLUDING INSIGHTS

There is no doubt that Emilio has an enormous capacity for scientific work, an exceptional
level of professionalism and unusually ‘forward looking’ vision – but what be maybe less
evident to some is his ‘scientific generosity’ and willingness to work as a whole-hearted
collaborator in scientific teams.

One more obscure anecdote (of special significance to an Englishman) was that for many
years he was a fierce defender of so-called ‘Queen’s English’ (no doubt having gone to
extremes of mental anguish to learn it the ‘difficult way’) against the more popular, and to
many others more ‘user-friendly’, North American or Dutch versions !

ACKNOWLEDGEMENTS

The writer wishes to acknowledge the considerable help of Lucila Candela (Universitat
Politècnica de Catalunya), John Chilton (IAH Executive Manager) and Andrew Skinner (past
IAH Executive Manager & Secretary General) in providing and/or verifying some of the
facts, dates and impressions recorded in this article.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5.5. CONTRIBUTO DE EMILIO CUSTODIO PARA O DESENVOLVIMENTO DA


HIDROGEOLOGIA EM PORTUGAL

Manuel Augusto MARQUES DA SILVA* e Maria Teresa CONDESSO DE MELO**

(*) GeoBioTec. Departamento de Geociências. Universidade de Aveiro. Campo Universitário


de Santiago. 3810-193 Aveiro - Portugal. mmsilva@ua.pt
(**) CVRM – Centro de Geosistemas. Instituto Superior Técnico. Av. Rovisco Pais, 1049-
001 Lisboa - Portugal. teresa.melo@ist.utl.pt

INTRODUÇÃO

Foi em 1973, em Luanda (Angola), que um de nós ouviu, pela primeira vez, uma
referência ao Doutor Emilio Custodio. Foi o Dr. Fernando Gomes Soares, o primeiro geólogo
português que frequentara, em 1971, a 5.ª Edição do Curso Internacional de Hidrologia
Subterrânea (CIHS) de Barcelona, que dizia: “Há lá um professor, ainda novo, que é um
portento!!!”. E justificava a sua avaliação: “sabe de hidraúlica de captações, de teoria do fluxo
subterrâneo, de hidroquímica, de isótopos, de gestão de aquíferos costeiros, etc, etc”… Pelas
nossas contas, Emilio Custodio teria uns 30 anos quando foi leccionado o V CIHS. E já era
um “portento”!!!

O trato directo entre nós aconteceu em 1977, aquando da realização do XI CIHS. Nessa
altura já tinha sido editada a 1ª edição do que ainda hoje é o melhor e o mais completo tratado
de Hidrologia Subterrânea do mundo. E, pese embora a excelência do outro autor, Ramón
Llamas, Professor Emérito da Universidade de Madrid, esses famosíssimos dois volumes do
livro HIDROLOGIA SUBTERRÁNEA são conhecidos em Portugal como “OS
CUSTODIOS”!!!. Este facto é bem revelador da importância que Emilio Custodio teve e
continua a ter no estudo e evolução do conhecimento hidrogeológico em Portugal.

CURSO INTERNACIONAL DE HIDROLOGIA SUBTERRÂNEA (CIHS)

O principal factor que fundamenta a notável importância de Emilio Custodio no estudo e


desenvolvimento da Hidrogeologia em Portugal radica no facto de ter sido o mais carismático
dos professores de todas as edições do Curso Internacional de Hidrologia Subterrânea (CIHS),
também conhecido entre hidrogeólogos pelo “CURSO DE BARCELONA”. Durante muitos
anos foi o Director do Curso e, para além da sua inegável categoria como docente, era
também um óptimo pedagogo que se preocupava em ensinar os mais elementares cuidados a
ter em diversas situações da profissão de hidrogeólogo. Por exemplo, a preparação de todo o
material necessário para qualquer acção de campo (ensaios de caudal, amostragens para
análises, etc, etc) era tratada com uma minúcia extraordinária, onde nem o lápis ou as pilhas

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Contributo de Emilio Custodio para o desenvolvimento da hidrogeologia em Portugal · M.A. Marques da Silva e M.T. Condesso de Melo

eram esquecidos. Costumava alertar: “Deslocar pessoas e equipamentos, percorrer


quilómetros, montar e preparar tudo, despender milhares de pesetas e…não haver pilhas nas
sondas para medir níveis, algo que custa uns “duritos”…”. E subjacente a tudo o que
respeitava à aprendizagem proporcionada pelo Curso, havia a disciplina. “Amanhã a saída de
campo é às sete da manhã, na calle Beethoven…”. Às sete horas, em ponto, arrancava o
autocarro. “As aulas terão início às dezoito horas”. Às dezoito horas … Dom Emilio já estava
no estrado.

Até hoje, foram 27 os portugueses que frequentaram o CIHS. Eis a listagem completa,
segundo a informação que nos foi remetida pela gerência do Curso.

Profissionais Portugueses que frequentaram, com aprovação, o CIHS (versão presencial


ou à distância)

ANO APELIDOS NOME PROFISSÃO

1971 GOMES SOARES Fernando GEÓLOGO


1973 ESTEVES DA COSTA Fernando GEÓLOGO
1973 MAGALHAES OLIVEIRA Júlio H. GEÓLOGO
1973 MARQUES PAIXÃO Gilberto L. GEÓLOGO
1973 PARRANÇA GONÇALVES José GEÓLOGO
1975 MANGUALDE BARRADAS José J. GEÓLOGO
1975 SANTOS GARCÍA Rui GEOFÍSICO
1975 SIMÕES DUARTE Raul A. GEÓLOGO
1976 CUNHA CARVALHO António GEÓLOGO
1976 PEREIRA LOPES Joaquim GEÓLOGO
1976 SOARES VELOSO Carlos GEÓLOGO
1976 CASTRO VELOSO Fernando A. GEÓLOGO
1977 MARQUES DA SILVA Manuel A. GEÓLOGO
1977 PAIS QUINA Alberto GEÓLOGO
1977 SOUSA SARAIVA Mário GEÓLOGO
1977 TRAVANCA CAPUCHO Joaquim A. GEÓLOGO
1980 FERNANDES NUNES José J. GEÓLOGO
1982 PEREIRA CASTRO Jaime GEÓLOGO
1982 NEVES PALMA Francisco GEÓLOGO
1982 VIEIRA DA SILVA António M. GEÓLOGO
1983 PEIXINHO DE CRISTO Fernando GEÓLOGO
1988 ABRUNHOSA Manuel J. GEÓLOGO
1989 FÉRIA Alice GEÓLOGA
1993 CONDESSO DE MELO Mª Teresa GEÓLOGA
2005 ARAUJO SENA DA SILVA Clara GEÓLOGA
2007/08 BENTO MATÍAS Pedro Miguel GEÓLOGO
2009 CALADO NEVES Célia Maria ENG. GEÓLOGA

É óbvia a predominância dos geólogos nesta listagem, sendo que a maioria era proveniente
da extinta Direcção Geral do Saneamento Básico, onde o Eng.º Pedro Paradela incentivava os
seus funcionários a “irem a Barcelona”. Sendo bem conhecida a alta exigência do CIHS, a
dureza da aprendizagem aí ministrada, sem falsos facilitismos, que obrigava os participantes a

90
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

um esforço altamente desgastante…sabemos que alguns se recusaram, apesar de lhes serem


facultadas bolsas para essa finalidade.

A face da projecção de autêntica excelência do CIHS em Portugal (e, em todo o mundo,


sem qualquer dúvida) era…o Professor Emilio Custodio. Que, diga-se em abono da verdade,
tinha pelos portugueses muita estima. Como nota elucidativa, refira-se que, em 1977,
convidou os participantes portugueses a irem jantar, em sua casa…o que deixou alguma
perplexidade e… muita “ciumite” nos colegas de outras nacionalidades!!!

Apesar da sobreposição, digamos mesmo, do binómio CIHS/ Emilio Custodio, houve


outras actividades que envolveram o Professor Emilio Custodio no desenvolvimento da
Hidrogeologia em Portugal. Citamos, por exemplo, várias Acções Integradas Luso-
Espanholas que foram sendo sucessivamente aprovadas pelo Conselho de Reitores das
Universidades Portuguesas (CRUP), desde 1982. Refira-se, como pormenor interessante e
mais que significativo, que numa das edições dessas Acções Integradas, o então Reitor da
Universidade de Évora, sendo o primeiro a apresentar a sua avaliação aos projectos
concorrentes, propôs liminarmente para a primeira aprovação, a candidatura da Universidade
de Aveiro... “por ter como parceiro o Professor Emilio Custodio …de Barcelona”!!!

OUTRAS ACÇÕES DE COLABORAÇÃO COM PORTUGAL

Para além do que já se apresentou, outras acções houve em que o Professor Emilio
Custodio se envolveu e deu a sua meritória e tantas vezes desinteressada colaboração a
Portugal. Citamos as conferências com que nos brindou em várias ocasiões, quer na
Universidade de Aveiro, quer na Faculdade de Ciências da Universidade de Lisboa, quer no
LNEC, sempre de salas cheias, a colaboração em programas de Mestrados, a assessoria em
projectos como o da Península de Setúbal, a parceria em projectos Europeus (Palaeaux,
Baseline, etc), a sua orientação científica em dissertações para doutoramento, participação em
Júris de provas académicas, etc, etc.

Um dos seus contributos também importantes foi na criação do Grupo Português da


Associação Internacional de Hidrogeólogos (AIH-GP), entidade de dimensão mundial,
com núcleos em muitos países. Emilio Custodio acarinhou e apoiou sempre a criação do
Grupo Português da AIH, desde que o Prof. Carlos Costa Almeida apresentou essa intenção,
na Assembleia-Geral realizada durante o XXIV Congresso da IAH, que teve lugar em Oslo
em 1993. Foi mesmo durante a sua presidência da AIH e com o seu empenho pessoal, que os
membros portugueses desta Associação se reuniram e decidiram criar o Grupo Português, de
que foi primeiro presidente o saudoso colega Fernando Peixinho de Cristo, ele também aluno
do CIHS. Como curiosidade…o Dr Peixinho de Cristo foi frequentar o CIHS, em 1983,
porque o Professor Emilio Custodio conseguiu, em Dezembro de 1982, que lhe fosse
atribuída uma bolsa espanhola com essa finalidade. No decurso da estadia de Peixinho de
Cristo em Barcelona, tornaram-me amigos pessoais e entre eles havia tal empatia, que na
famosa visita de estudo a Tortosa (vale do Ebro), a animação foi tal que o Fernando Peixinho
de Cristo “levou” o Professor Emilio Custodio, pela primeira vez, a uma discoteca.

91
Contributo de Emilio Custodio para o desenvolvimento da hidrogeologia em Portugal · M.A. Marques da Silva e M.T. Condesso de Melo

HOMENAGENS A EMILIO CUSTODIO EM PORTUGAL

Foi em 1982 que a Associação Portuguesa de Geólogos (APG) prestou a primeira


homenagem ao Professor Emilio Custodio. Foi singela essa homenagem, realizada em Aveiro,
tendo-lhe sido oferecido um bonito exemplar de volframite, das minas da Panasqueira, pelo
colega Doutor Eurico Pereira, então da direcção da APG. Pois, ainda hoje, esta lembrança dos
geólogos portugueses se encontra numa mesinha da sua sala de visitas, na sua residência, em
Barcelona, com a lápide: ”Homenagem da Associação Portuguesa de Geólogos ao Professor
Emilio Custodio”.

Mais recentemente, e durante o Congresso de Intrusão Salina (SWIM21) que teve lugar em
2008 na ilha de São Miguel, Emilio Custodio foi homenageado, tendo sido o único orador
convidado. No livro de actas do congresso, os editores justificam da seguinte forma este
convite especial: ‘During SWIM21 there will be just one featured speaker and the invitation
was extended this year to Prof. Emilio Custodio, who will give an overview of saline water
problems in small volcanic islands. This invitation is a tribute to Emilio Custodio’s career and
a special thank you from Portuguese colleagues, who have been learning from him and his
books for decades. His long experience in the study of the hydrogeology of small volcanic
islands will certainly be welcomed in the Azores.’

O CIENTISTA E …O HOMEM

Dizer que o Professor Emilio Custodio é autor ou co-autor de duas dezenas de livros,
destacando-se, por ser justo, o melhor tratado de sempre, mundialmente assim reconhecido,
dos saberes hidrogeológicos (HIDROLOGIA SUBTERRÁNEA, das Edições Omega) e que
continua a produzir artigos, tendo mais de meio milhar publicados… parece-nos mais que
suficiente para se fazer uma ideia da sua capacidade científica. É justamente comentado, com
justa admiração, o seu apego ao trabalho, o seu envolvimento permanente quer na
Universidade Politécnica da Catalunha (UPC), quer no Curso Internacional de Hidrologia
Subterrânea, quer como Presidente dos Instituto Geológico e Mineiro de Espanha (IGME),
quer como assessor em tantos projectos e várias instituições. A sua entrega ao trabalho é algo
que transcende o normal de um cidadão dedicado. Em situações de saúde periclitante, como
foram os anos em que necessitou de intervenções de hemodiálise em dias alternados,
continuou a escrever, a apoiar os seus alunos e a dar sempre a mão em realizações de cursos,
congressos, jornadas, etc.

E, no entanto, Emilio Custodio na sua privacidade, que ambos temos o privilégio de bem
conhecer, é um ser humano simples, terra-a-terra, singularmente honesto, de muito bom
coração e sentido de humor fora do comum. Recordo a sua reacção a uma “daquelas”
perguntas sobre a água da rede pública de Barcelona que, em 1977, era proveniente do rio
Llobregat, ultra-tratada, com um cheiro e um sabor verdadeiramente desagradáveis. “Es
potable, OK, pero, doctor Custodio, ¿se escribe con una o … o con una u?” Naquele
momento, o Professor Emilio Custodio largou uma gargalhada tão de dentro, tão sincera e
sem qualquer reserva, que deixou completamente intrigados os colegas catalães, habituados a
vê-lo sempre circunspecto e respeitável. Depois… quase todos os dias me contava uma
anedota…sempre que possível de galegos…

Terminamos com outra inconfidência, que também tem a ver com Portugal. Numa

92
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

daquelas noites em que jantávamos descontraídos depois de um dia de denso trabalho,


perguntei-lhe se não tinha gosto por certas actividades, como assistir a espectáculos, ver
museus, ver um filme. Que sim gostava dessas coisas, futebol não, mas o problema era ter
tempo. Mas gostava muito de andar de carro eléctrico (tranvia), por ser o meio de transporte
que lhe dava mais prazer utilizar quando jovem e ia para o liceu. E, como em Barcelona já
não havia eléctricos… deliciava-se a andar de eléctrico…em LISBOA!!! O SENHOR
PROFESSOR EMILIO CUSTODIO GIMENA!!! Sempre amigo dos portugueses!!!

Bem haja, dos geólogos lusos.

93
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5.6. DESARROLLO DE LA HIDROGEOLOGÍA EN EL PERÚ Y CONTRIBUCIÓN


DEL DR. EMILIO CUSTODIO

Fluquer PEÑA LAUREANO*,**

(*) INGEMMET – Instituto Geológico Minero y Metalúrgico. Av. Canadá 1470, San Borja.
Lima 41. Perú. fpena@ingemmet.gob.pe
(**) Sociedad Geológica del Perú. Sección Especializada de Hidrogeología. Av. 28 de Julio
745. Miraflores. Perú

RESUMEN

La primera parte del artículo, describe de manera sucinta el desarrollo de la hidrogeología


en el Perú, los cambios y avances que se fueron dando a través del tiempo, la aparición y
consolidación de instituciones públicas y privadas, que vieron en el agua subterránea el
desarrollo de una ciencia importante y necesaria. En una segunda parte, se detalla el vínculo y
la influencia que tuvo el Dr. Emilio Custodio para el desarrollo de la hidrogeología en el Perú.
Su presencia en el XV Congreso Peruano de Geología, donde su participación fue bastante
activa, impartiendo conferencias, charlas magistrales, un curso avanzado de dos días y visitas
de asesoría a las principales instituciones que gestionan e investigan las aguas subterráneas en
el Perú.

LA HIDROGEOLOGÍA EN EL PERÚ

La hidrología subterránea en el Perú, comenzó en el año 1957, con un grupo reducido de


investigadores. Con el apoyo de la U.S. Geological Survey se realizan los primeros estudios
hidrogeológicos, en la parte central y norte de la costa peruana, determinando las principales
características de los materiales detríticos en los valles y acuíferos costeros (Lima, Chiclayo y
Chancay). En 1961, el ex Ministerio de Fomento y Obras Públicas, creo la Comisión de
Aguas Subterráneas, contando con el apoyo de la cooperación francesa. Durante los años
1962-1966, se desarrollaron programas de prospección hidrogeológica en acuíferos porosos
no consolidados a los largo de la costa peruana. Este trabajo puso en evidencia dos grandes
reservorios, el acuífero de las pampas de Villacurí interconectado con el valle de Ica (Región
Ica) y el acuífero la Yarada, ubicado en la cuenca del río Caplina, que corresponde a la
Región Tacna.

A partir de 1965, el Ministerio de Agricultura creó la Sub-Dirección de Aguas


Subterráneas, la cual desarrolló numerosos estudios de prospección y exploración
hidrogeológica en valles de la costa, conociéndose así, las características hidrogeológicas de
los acuíferos de Piura, Trujillo, Zorritos (Tumbes), en la Región Lima, los valles de Chillón,

95
Desarrollo de la hidrogeología en el Perú y contribución del Dr. Emilio Custodio · F. Peña Laureano

Rímac y Lurín. Uno de los productos principales de estos estudios fue la Carta
Hidrogeológica de la Gran Lima, elaborada a escala 1:50.000 y publicada en el año 1971, la
cual, fue elaborada con el apoyo técnico de la Universidad de Estrasburgo de Francia.
Posteriormente, la Sub-Dirección de Aguas Subterraneas, pasa a ser la Dirección General de
Aguas y Suelos del Ministerio de Agricultura (DGAS), la cual realiza muchos proyectos de
infraestructura hidráulica utilizando las aguas subterráneas y aguas superficiales en forma
conjunta. Estos trabajos se desarrollan en gran parte de la costa, sierra y selva del territorio
peruano.

El 27 de noviembre de 1992, por Decreto Ley N° 25902, se crea el Instituto Nacional de


Recursos Naturales (INRENA), adscrito al Ministerio de Agricultura, el cual descentraliza las
funciones de gestión e investigación en aguas subterráneas, a través de las Intendencias de
Recursos Hídricos. El INRENA, entre los años 1997 y 2004, ha realizado estudios detallados
en 33 valles (32 en la vertiente del Pacífico y uno en el Atlántico), logrando determinar
reservas totales (10.222,27 MMC), almacenadas en 8 acuíferos detríticos. El INRENA,
también logra ubicar sectores favorables para la perforación de nuevos pozos profundos (691
pozos), elabora cartas hidrogeológicas de 6 valles, actualiza la información sobre las fuentes
de agua subterránea (32.531 pozos y 360 surgencias y/o manantiales), determina la masa total
de agua explotada en 33 acuíferos (1.267,05 MMC) y finalmente, establece la calidad de las
aguas subterráneas para riego y uso poblacional.

El 13 de marzo del 2008, con el Decreto Legislativo N° 997, se crea La Autoridad


Nacional del Agua (ANA), que se convierte en el ente rector y la máxima autoridad técnico-
normativa del Sistema Nacional de Gestión de los Recursos Hídricos. El ANA absorbe las
intendencias de recursos hídricos (ex INRENA) y, continúa con los estudios hidrogeológicos
en los valles de la costa peruana. Actualmente, el ANA se viene implementando con la visión
de cuenca hidrográfica, ha creado 14 Autoridades Administrativas del Agua (AAA), con
jurisdicción en las Autoridades Locales del Agua (ALA), que viene a ser cada una de las
cuencas hidrográficas que tiene el país en sus tres regiones.

Paralelamente, en las últimas dos décadas, numerosas instituciones del estado, ONGs,
universidades y empresas privadas (minería, agricultura de exportación, industria, empresas
consultoras, etc.), han desarrollado trabajos de prospección, exploración y explotación de
aguas subterráneas. Las técnicas geofísicas, hidroquímicas, la teledetección, los modelos
matemáticos, los trazadores, las perforaciones diamantinas, ha pasado ser parte de la
metodología habitual en los estudios hidrogeológicos.

Durante el desarrollo de las distintas etapas de la hidrogeología en el Perú, siempre existió


una guía, un libro didáctico y completo que respondía a todas las consultas que se presentaban
en los trabajos, “Hidrología Subterránea” tomos I y II, escrita en el año 1965, por el Dr.
Emilio Custodio y el Dr. Ramón Llamas.

Actualmente, y a pesar de los últimos avances científicos, tecnológicos y en la explotación


de las aguas subterráneas, el libro y los numerosos artículos publicados por el Dr. Emilio
Custodio, continúan siendo los grandes referentes de consulta que utiliza la mayoría de los
hidrogeólogos del Perú y América Latina.

96
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

CONTRIBUCIÓN DEL DR. EMILIO CUSTODIO A LA PROMOCIÓN DEL


ESTUDIO Y LA INVESTIGACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS

En el Perú, 8 universidades cuentan con la carrera profesional de Geología o Ingeniería


Geológica, 2 en Lima y 6 en provincias. La curricula educativa de estas universidades
contempla un curso general de hidrogeología. Generalmente, los geólogos que egresan de la
universidad buscan especialización en universidades del extranjero, siendo la Universidad
Politécnica de Cataluña (UPC) y la Fundación Centro Internacional de Hidrogeología
Subterránea (FCIHS), las que más hidrogeólogos peruanos ha formado (15). Sin embargo,
debemos mencionar que en carreras profesionales como Ingeniería Civil, Ingeniería Agrícola
e Ingeniería Ambiental, se imparte la asignatura de Aguas Subterraneas. Además, en la
Universidad Agraria La Molina, desde la década de los 70, del pasado siglo, se dicta una
maestría y un doctorado en recursos hídricos, los cuales tiene como una de las materias
principales las “Aguas Subterraneas”.

Sin lugar a dudas, durante la etapa universitaria, los referentes académicos más
importantes, son los libros de Hidrología Aplicada (Pulido, 1978); Prospección y Exploración
de Aguas Subterraneas (Castany, 1975) y, el más importante, Hidrología Subterránea, Tomo I
y II (Custodio & Llamas, 1996), los que además de ser libros de aprendizaje universitario,
también son libros de permanente consulta.

En el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico del Perú (INGEMMET), en el año 2002 se


dio inicio al Programa Nacional de Hidrogeología, gracias al convenio firmado entre el
Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y el INGEMMET, el cual fue firmado por el
Director General del IGME, Dr. Emilio Custodio y el Presidente del Concejo Directivo del
INGEMMET, Ing. Rómulo Mucho. El convenio incluye la realización del primer mapa
hidrogeológico del Perú, a escala 1:2.000.000, el cual fue elaborado por profesionales de
ambas instituciones, Vicente Fabregat por parte del IGME y numerosos geólogos por parte
del INGEMMET, quienes recientemente han publicado la carta geológica 1:100.000. En el
año 2004, se obtuvo la primera versión de Mapa Hidrogeológico del Perú a escala
1:2.000.000 (Figura 1), con las siguientes características:

- Se consideraron las propiedades hidráulicas de las formaciones geológicas, en función de


su estado actual: consolidados, no consolidados, tipo de porosidad, litología, ubicación y
presión hidrostática del agua contenida.
- La reclasificación del mapa geológico, atribuyendo a los diferentes códigos de este mapa,
una nomenclatura de carácter hidrogeológico, aprovechando el conocimiento de campo
de las diferentes formaciones geológicas.
- La preparación de una tabla con códigos, descripción, color de leyenda hidrogeológica y
trama hidrogeológica atribuida.
- En este mapa, se ha incluido una leyenda hidrogeológica de acuerdo con la propuesta de
tramas litológicos y la lista de simbología que propone la Asociación Internacional de
Hidrogeólogos (AIH).

Sin lugar a dudas, el Mapa Hidrogeológico del Perú, fue el comienzo para el desarrollo de
numerosos estudios hidrogeológicos en el INGEMMET, contribuyendo con ello a la
generación del conocimiento y al desarrollo de una investigación más detallada de las aguas
subterráneas. A partir del año 2006, se consolida el Programa Nacional de Hidrogeología, de
manera sostenida, con la realización constante de estudios hidrogeológicos que llevan como

97
Desarrollo de la hidrogeología en el Perú y contribución del Dr. Emilio Custodio · F. Peña Laureano

componente principal los mapas hidrogeológicos a escala 1:100.000 y, tomando como unidad
de análisis la cuenca hidrográfica delimitada por la Autoridad Nacional del Agua. En el año
2011, se han estudiado 12 cuencas hidrográficas, todas en la vertiente del Océano Pacifico.

Los estudios hidrogeológicos en cuencas, se desarrollan considerando las características


litológicas y estructurales de las formaciones geológicas (unidades permeables e
impermeables), los puntos de surgencia de aguas subterráneas, el cálculo de parámetros
hidrogeológicos (porosidad, permeabilidad, transmisibidad, etc.), la hidroquímica de las
aguas, el análisis de vulnerabilidad de acuíferos, etc., cuyo objetivo es encontrar sistemas de
acuíferos regionales y locales que sean el primer paso para realizar investigaciones más
detalladas, que solucionen los problemas de gestión y abastecimiento de agua para consumo
humano y riego en el Perú.

VÍNCULO DEL DR. EMILIO CUSTODIO CON EL DESARROLLO DE LA


HIDROGEOLOGÍA EN PERÚ

La mayoría de profesionales peruanos, con especialidad en hidrogeología, se formaron en


el Curso Internacional de Hidrología Subterránea (curso de postgrado más completo y
referente de la profesión en habla hispana) de la Universidad Politécnica de Cataluña y la
Fundación Centro Internacional de Hidrología Subterránea (FCIHS), recuerdan con agrado y
especial admiración las enseñanzas, consejos, asesorías y forma de trabajo del Dr. Emilio
Custodio.

En el año 2004, con el apoyo de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos y la gran


influencia del Dr. Emilio Custodio, se desarrolló en el Perú, el primer y hasta ahora el único
Congreso Peruano de Hidrogeología, con asistencia y participación de las universidades,
centro de Investigación, empresas consultoras, organismos no gubernamentales, instituciones
públicas y privadas del país y el extranjero.

Del 27 de setiembre al 01 de octubre del 2010, se desarrolló el XV Congreso Peruano de


Geología, por primera vez fuera de la ciudad de Lima. Esta vez la descentralización llegó a la
ciudad del Cusco, ciudad con 400.000 habitantes y conocida por la cercanía a una de las 8
maravillas del mundo “Machu Picchu”. El día viernes 01 de octubre del 2010, se desarrolló el
Simposio Temático ST3 “Aguas Subterráneas: recursos y su manejo”. La mesa de conducción
estuvo a cargo del Ing. Fluquer Peña (INGEMMET) y del Dr. Emilio Custodio (UPC).
Durante el desarrollo del simposio, se presentaron 12 artículos, de los cuales 9 fueron sesiones
orales y 3 posters. Las sesiones orales se desarrollaron en la Sala Saqsayhuaman (con
capacidad para 100 personas), donde la conferencia “Nuevos datos sobre la intrusión marina
en el acuífero del delta del Llobregat, Barcelona, España” presentada por el Dr. Emilio
Custodio, fue la más relevante y novedosa para los asistentes peruanos y sudamericanos.
Asimismo El Dr. Custodio, finalizo el simposio temático con la conferencia magistral
“Relación de los humedales con las aguas subterráneas”, la cual se llevó a cabo en el
auditorio principal, salón Ollantaytambo (con capacidad para 400 personas).

98
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 1. Mapa Hidrogeológico del Perú, elaborado por el INGEMMET, con la participación del IGME.

99
Desarrollo de la hidrogeología en el Perú y contribución del Dr. Emilio Custodio · F. Peña Laureano

Durante los días 4 y 5 de octubre del 2010, el Dr. Custodio dicto el curso “Introducción a
la hidrogeoquímica e isotopía ambiental orientada al conocimiento y evaluación de aguas
subterráneas” contando con la participación de números representantes de empresas públicas
y privadas del Perú y Sudamérica. El curso fue considerado, como el de más alto nivel dictado
en el Perú. Motivo por el cual, el Dr. Emilio Custodio fue invitado a realizar visitas técnicas y
de asesoría en las instalaciones de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y SEDAPAL
(empresa que abastece de agua potable a Lima y Callao), donde compartió experiencias y
recomendaciones para mejorar la gestión de los recursos hídricos en el Perú.

Las numerosas actividades de carácter técnico y educativo que desarrolló el Dr. Emilio
Custodio durante su permeancia en el Perú, han sido reconocidas por los hidrogeólogos y
autoridades. El Dr. Custodio recibió dos distinciones importantes: El primero fue otorgado
por la Sociedad Geológica del Perú, de manos del presidente de la sección Especializada de
Hidrogeología MSc. Ing. Fluquer Peña (Fotografía N° 1) por su gran contribución durante el
XV Congreso Peruano de Geología, el segundo por la Municipalidad Provincial de Cusco, por
su distinción como visitante ilustre, de manos del Dr. Mario Martorell (Fotografía N° 2). Esta
distinción es conocida, por que solo se concede a los personajes de categoría mundial,
nacional o extranjera que se distinguen por su trayectoria en la generación del conocimiento al
servicio de la humanidad y que visitan la ciudad de Cusco en misión oficial.

El Dr. Emilio Custodio fue invitado como conferencista al XV Congreso Peruano de


Geología, donde difundió los últimos avances en materia de gestión y exploración aguas
subterráneas. Esta fue una ocasión propicia para consolidar el desarrollo de la hermandad
entre el pueblo español y peruano, a través del intercambio, cooperación e integración de
ambos países preocupados por la investigación, difusión y cuidado de las ciencias de la tierra.

REFERENCIAS

Autoridad Nacional del Agua (2010). Ley de Recursos Hídricos y su Reglamento, Ley 29338. Lima, Perú. 37 p.

Castany, G. (1975) - Prospección y explotación de las aguas subterráneas. Barcelona: Omega, 738 p.

Custodio, E. & Llamas, M. (1996) - Hidrología subterránea. 2a. ed. Barcelona: Omega, 2 t.

INRENA (2004). Las aguas subterráneas en el Perú. Lima. 65 p.

Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (2004). Mapa Hidrogeológico del Perú. Lima; INGEMMET.1 mapa.
Ministerio de Agricultura (1969). Ley General de Aguas, decreto ley 17752. Lima, Perú.

Pulido, J. (1978) - Hidrogeología práctica. Bilbao: URMO, 314 p.

100
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Foto N°1. Dr. Emilio Custodio recibiendo el Foto N° 2. Dr. Emilio Custodio recibiendo la
reconocimiento de parte de la Sociedad Geológica condecoración de visitante ilustre de la ciudad
del Perú, entregado por el Ing. Fluquer Peña en del Cusco, de manos del Dr. Mario Martorell
XV Congreso Peruano de Geología. Cusco Perú. representante del Municipio de Cusco – Perú.

Foto N°3. Dr. Emilio Custodio y los asistentes al curso “Introducción a la


Hidrogeoquímica e Isotopía Ambiental Orientada al Conocimiento y Evaluación de
Aguas Subterráneas, desarrollado en octubre del 2010.

101
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE 

1.5.7. EMILIO CUSTODIO: 45 AÑOS DE CURSO INTERNACIONAL DE


HIDROLOGÍA SUBTERRÁNEA

Xavier SÁNCHEZ-VILA*, Salvador JORDANA*, Roser ESCUDER*, Josep FRAILE*,


Fidel RIBERA* y Enric VÁZQUEZ-SUÑÉ*

(*) Miembros de la actual Comisión Docente del CIHS. gerencia@fcihs.org

El Curso Internacional de Hidrología Subterránea tiene una deuda contraída y de difícil


amortización con el profesor Emilio Custodio. Conviene remontarnos a los años 60 del siglo
XX para poder enmarcar desde un punto de vista histórico la visión de la hidrología en
nuestro país, absolutamente sesgada por razones históricas hacia las aguas superficiales. La
disponibilidad de recursos en un país que se puede clasificar como semiárido, unida a la
creciente demanda producida por el desarrollo agrícola, industrial y humano, hizo plantearse
una visión más integrada del ciclo del agua, uno de cuyos componentes son las aguas
subterráneas. Pronto se vio que la formación de profesionales en el campo de la hidrogeología
era escasa, e incluso nula en los currícula de los ingenieros, muchos de los cuales terminaban
siendo finalmente los gestores del agua. Así, en 1967, un grupo de personas encabezado por el
profesor M. Ramón Llamas, y entre los que se encontraba el profesor Emilio Custodio fundó
el Curso Internacional de Hidrología Subterránea (CIHS).

Es conocida la frase “lo difícil no es llegar, sino mantenerse”. Toda actividad humana se
sostiene si y sólo si se ve permanentemente impulsada. El Curso arrancó con mucho brío,
pero su mantenimiento ha venido muy condicionado a la labor de un conjunto de personas que
han invertido desinteresadamente su tiempo. Y aquí es donde emerge la figura del profesor
Emilio Custodio. En concreto, y durante las 45 ediciones ininterrumpidas del Curso, Emilio
Custodio ha llevado a cabo distintos papeles. En diferentes etapas ha sido Profesor, Miembro
de la Comisión Docente, Director y Miembro del Comité de Dirección del CIHS. En la
actualidad es el Presidente del Consejo Asesor de la Fundación CIHS. Su presencia ha
garantizado el rigor docente y ha contribuido a mantener el apoyo de los diversos organismos
(patrones y patrocinadores) cuyas contribuciones económicas permiten el mantenimiento del
Curso.

Un aspecto muy singular de la contribución del profesor Emilio Custodio al Curso y que
merece una consideración especial es el manual de Hidrología Subterránea. Se trata de una
obra comprehensiva, que supera las 2400 páginas en dos volúmenes y que nació para cubrir el
hueco existente de un libro que ayudara a formar a los futuros hidrogeólogos. El manual se
nutrió de las aportaciones de un número importante de personas, pero todos ellos coinciden en
otorgar a Emilio Custodio un papel preponderante en la gestión y la edición del libro,
incluyendo una notable cantidad de material nuevo o de reescritura para darle un aspecto
homogéneo al texto. Las horas realmente dedicadas a conseguir incluir la gran mayoría del

103
Emilio Custodio: 45 años de Curso Internacional de Hidrología Subterránea · X. Sánchez-Vila et al.

conocimiento existente en la época con un grado científico y un detalle se consideraría


impensable en la actualidad. El libro resultante fue publicado en 1976 por Editorial Omega y
reeditado en 1983, y ha sido y sigue siendo el libro de referencia para los estudiantes de
muchas ediciones del Curso y, en general para todas las generaciones posteriores de
hidrogeólogos, particularmente del mundo hispanohablante.

El temario del Curso, así como la Comisión Docente, responsable del mismo se ha ido
renovando paulatinamente a lo largo del tiempo. En los últimos años se ha producido un
cambio generacional. La nueva Comisión Docente ha actualizado el Curso en aspectos
relativos a contenidos y metodología docente, incluyendo aspectos que han ido adquiriendo
interés en los diversos campos de la hidrogeología, pero esta actualización se ha hecho
siempre manteniendo el espíritu con el que se creó el CIHS.

Con estas líneas la actual Comisión Docente del CIHS quiere reconocer públicamente la
extraordinaria labor realizada en los 45 años de existencia del Curso por el profesor Emilio
Custodio. Él debe ser un ejemplo para nosotros y para las personas que tomen el relevo del
Curso en el futuro.

104
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.5.8. EL PAPEL DE EMILIO CUSTODIO EN LA AIH-GRUPO ESPAÑOL

Fermín VILLARROYA GIL*

(*) Departamento de Geodinámica. Facultad de Ciencias Geológicas. Universidad


Complutense de Madrid. José Antonio Novais, 2. 28040 Madrid. ferminv@geo.ucm.es

RESUMEN

Emilio Custodio ha desempeñado una labor muy notable como motivador de la


participación de la comunidad hidrogeológica en asociaciones y simposios. El papel
desarrollado por Emilio, siempre ha sido el de fomentar la unión entre los profesionales, así
como impulsar encuentros donde participar y poner en común los avances de la hidrogeología
en nuestro país. Y todo ello huyendo de pequeñas o grandes endogamias relacionadas con la
titulación de los profesionales o su adscripción a una u otra de las principales asociaciones
existentes en España. Este breve artículo recoge la contribución de Emilio en este apartado.
Finalmente se recogen algunos rasgos que reflejan la personalidad de Emilio.

Palabras clave: Emilio Custodio, Grupo Español de la AIH

EMILIO Y EL GRUPO ESPAÑOL DE LA AIH

La vinculación de Emilio con la AIH se inició en 1975. Desde entonces su participación en


eventos organizados por la Asociación fue progresivamente en aumento. En otro apartado de
este libro se trata de su labor en la AIH a nivel mundial, pero me gustaría destacar,
brevemente, que perteneció al Council Member en tres mandatos (1980-1984, 1996-2000 y
2004-2009) además de ejercer como presidente entre el año 2000 y 2004, simultáneamente a
su cargo como Director General del IGME.

La relación de Emilio con el Grupo Español de la AIH (GE-AIH) se remonta al inicio o


formación del Grupo, pues formó parte de la Comisión Gestora entre 1980 y 1984. A partir de
esa fecha se fueron sucediendo las diversas Juntas Directivas. Durante la gestión efectuada
por la Junta Directiva entre los años 1988 a 1991, que el autor de estas letras tuvo el honor de
presidir, se observó un notable incremento tanto de los asociados como de los eventos
organizados (mesas redondas, jornadas, conferencias, simposios…). Siempre se contaba con
el apoyo de Emilio, bien por sus sugerencias, bien por su participación directa como ponente,
bien por la autoría de trabajos presentados.

Posteriormente, durante los años 1994 a 1998 fue el Presidente del Grupo Español de la
AIH. Quiero destacar que Emilio siempre se ha caracterizado por tener un carácter integrador

105
El papel de Emilio Custodio en la AIH – Grupo Español · F. Villarroya Gil

participando e involucrándose al máximo en cuantos eventos se han organizado en nuestro


país tanto por el GE-AIH, como de la AEHS (Asociación Española de Hidrología
Subterránea), como del Grupo Español de la Asamblea de Geodesia y Geofísica, en las cuales
siempre ha desempeñado un papel muy activo. Por ejemplo, desde su fundación en 1976 hasta
1987 fue miembro de la Junta Directiva de la AEHS y, entre 1984 y 1987, presidente de la
misma.

En el año 1991 tuvo lugar el XXIII Congreso Internacional de la AIH dedicado a la


“Sobrexplotación de acuíferos” y se celebró en España en Puerto de La Cruz (Tenerife). El
autor de estas líneas era entonces el Presidente del GE-AIH y del Comité Organizador. Tengo
que reconocer que Emilio nos dedicó mucho tiempo para allanar gestiones, siempre laboriosas
dada la distancia desde la península donde estaba la sede del Grupo español. Sus sugerencias,
recomendaciones y gestiones, dado su gran conocimiento de las islas y de sus instituciones
políticas y administrativas, resultaron muy valiosas para llevar a buen término aquél Congreso
de grato recuerdo y que hasta la fecha ha sido uno de los principales que la AIH ha
organizado en España. Ejemplos de su aportación al Congreso es Custodio (1991), Cabrera et
al, (1991).

Otras intervenciones destacadas de Emilio se dieron en Zaragoza en 1988 con motivo de


las Jornadas sobre la Aplicación de la Ley de Aguas en la gestión de las aguas subterráneas
(Custodio, 1988) y al año siguiente en Almería en el Congreso Nacional dedicado a la
Sobreexplotación de acuíferos organizado conjuntamente por el GE-AIH y la AEHS y que fue
el embrión del Congreso Internacional de la AIH para tratar ese mismo tema, celebrado dos
años después en las Islas Canarias (Custodio, 1989; Custodio et al, 1989).

El papel que el Grupo Español ha desempeñado en la hidrogeología en España fue


analizado en un artículo conjunto elaborado por Emilio, Ramón Llamas y el autor de estas
líneas en 1998 (Custodio et al, 1998). El GE-AIH ha contribuido notablemente a que las
aguas subterráneas hayan sido tenidas más en cuenta en los procesos de planificación
mediante el fomento de una mayor atención por parte de los gestores y responsables de los
recursos hídricos de nuestro país. Igualmente ha contribuido a un mayor y mejor
conocimiento de temas tan importantes como la sobreexplotación de acuíferos, calidad y
contaminación de las aguas subterráneas, análisis de la recarga a los acuíferos, etc.

Particularmente vamos a analizar la colaboración de Emilio con el Grupo Español de la


AIH en dos tramos: 1980-1984 y 1984-1988. El primero corresponde a la Comisión Gestora y
el segundo al término durante el cual fue presidente del GE-AIH.

Período 1980-1984: Comisión Gestora del GE-AIH

Sin lugar a dudas la puesta en sociedad del GE-AIH tuvo lugar a auspicios principalmente
de Emilio en el año 1981 con motivo de las Jornadas sobre “Análisis y evolución de la
contaminación de aguas subterráneas en España”. En el ámbito de esas jornadas organizadas
en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales con la participación del Curso
Internacional de Hidrología Subterránea, se convocó una asamblea informativa y
constituyente para iniciar la andadura del Grupo español. En estas jornadas Emilio desplegó
una inmensa tarea organizativa y de presentación de trabajos científicos (Custodio, 1981).

106
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Período 1994-1998: Presidente del GE-AIH

El tiempo en el que Emilio estuvo como presidente del Grupo se caracterizó por una
ingente tarea de organización y convocatoria de reuniones científicas entre las que destacan
las siguientes:

- Las Aguas Subterráneas en la Ley de Aguas Española: un Decenio de Experiencia.


Organizada en Murcia en 1995.
- Las Aguas Subterráneas en las cuencas del Ebro, Júcar e Internas de Cataluña y su papel
en la planificación hidrológica. Organizada en Lérida en 1996.
- La evaluación de la recarga a los acuíferos en la planificación hidrológica. Organizada en
Las Palmas de G.C en 1997.
- Las aguas subterráneas en la planificación hidrológica en las Islas Canarias. Organizada
en Canarias en 1997.
- La contaminación de las aguas subterráneas: un problema pendiente. Organizada en
Valencia 1998

En todas estas reuniones Emilio presentó varios trabajos científicos y mantuvo una gran
implicación en la responsabilidad de la organización.

El congreso organizado en la Universidad de Alcalá en 1994 dedicado al “Análisis de la


contaminación de las aguas subterráneas”, sirvió como marco para el cambio de Junta
Directiva y en donde el autor de estas líneas pasó el testigo de Presidente del GE-AIH, a
Emilio. Algunas de las aportaciones de Emilio fueron Guimerá y Custodio, (1994);
Domínguez y Custodio, (1994).

En el Congreso de Murcia, antes nombrado, aparecen las siguientes contribuciones:


Custodio, (1995,a,b.c); Custodio et al, (1995).

En la reunión de Lérida sobre los planes hidrológicos, se registran las siguientes


aportaciones: Custodio, et al, (1996); Custodio, (1996, a,b).

En las jornadas dedicadas a la recarga, celebrada en las Islas Canarias, se registran los
siguientes artículos: Custodio, et al (1997); Custodio (1997,a,b,c), Iglesias, et al, (1997).

Igualmente, en el mismo año y en Canarias en las jornadas dedicadas a la planificación


hidrológica aparecen las citas: Cabrera, et al, (1997); Custodio, (1997); Custodio y Skupien
(1997).

Finalmente, en Valencia en la reunión dedicada a la contaminación de las aguas


subterráneas nos encontramos con los siguientes trabajos: Custodio, (1998) y Cabrera y
Custodio, (1998).

Todavía en 1998 se celebraron otras jornadas organizadas por la GE-AIH dedicada al


estudio de la medición de las extracciones de las aguas subterráneas.

Después de este amplio “botón de muestra” no es de extrañar que la prolífica labor de


Emilio se eleve a más 515 las publicaciones aparecidas hasta ahora (marzo de 2011), lo que

107
El papel de Emilio Custodio en la AIH – Grupo Español · F. Villarroya Gil

supone una media de casi una contribución al mes durante 45 años seguidos.

ALGUNOS RASGOS DE LA PERSONALIDAD DE EMILIO

Han pasado muchos años desde que conocí a Emilio cuando participé como alumno en la
VIIIª edición del Curso Internacional de Hidrología Subterránea (1974). Ya por entonces tenía
una fama muy acreditada de hidrogeólogo. A los alumnos, nos parecía un sabio y nos causaba
gran respeto su figura y ahora caigo en la cuenta que tan sólo contaba Emilio, por aquél
entonces, 35 años.

La seriedad y exigencia que emanaba de su presencia no era incompatible con momentos


de confidencias, especialmente en las salidas de campo. Y es aquí donde quisiera destacar un
primer rasgo: su infatigable dedicación al trabajo. En algunas de salidas del Curso traía
consigo un paquete con exámenes que iba corrigiendo durante el trayecto. Sólo lo interrumpía
para, con el micrófono dar explicaciones (largas y profundas) sobre el contenido de las
paradas o rasgos geográficos e históricos sobre el terreno que atravesábamos. En muchos de
estos viajes de prácticas, al llegar de nuevo al punto de partida (la Escuela Técnica Superior
de Ingenieros Industriales, por aquéllos años), mientras nos despedíamos para ir a nuestras
casas, él pasaba a dar clases de “Tecnología Nuclear”, creo recordar. Abundando en lo
mismo, me contaba nuestro querido Andreu Galofré, que durante algunas noches en que
Andreu se desvelaba por cualquier motivo y se asomaba al patio (ambos vivían en el mismo
edificio), allí veía, bien entrada la madrugada, la luz del cuarto donde trabajaba Emilio… y de
allí surgió ese texto tan importante para los hidrogeólogos de España y de Latino América de
donde hemos “bebido” tantos: “Hidrología subterránea” de la Editorial Omega.

He nombrado a Andreu y me viene el recuerdo de profesores que he tenido y que nos han
dejado en plena madurez como; Dolores Peláez, Alfons Bayó, Andreu Galofré todos ellos
muy queridos y muy respetados por Emilio en su labor profesional. A este respecto tengo que
mencionar que me causó una honda impresión cuando leí el texto “In memoriam”, que
aparece en el libro de homenaje a Alfons y que escribió Emilio con una hondura que me
conmovió y donde deja relucir, y es esta otra característica que quisiera destacar, sus
creencias trascendentes y cristianas de la vida.

Un rasgo que enseguida destaca de la personalidad de Emilio es su desapego a los temas


económicos a la hora de percibir las justas retribuciones en compensación por el trabajo
efectuado. Me relataba de nuevo Andreu (que compartió un viaje a Brasil con Emilio), en
donde Emilio le planteaba ciertos escrúpulos y dudas sobre la cantidad que debería percibir a
cambio de su trabajo. Andreu ante la cifra insinuada por Emilio le comentaba que había
resuelto el trabajo rápida y eficazmente, había dedicado largas jornadas de campo y trabajo en
la oficina y en el hotel, y que eso cualquier profesional honesto estaría pidiendo el doble o
triple de la cifras que Emilio, con dudas, le planteaba a Andreu.

Una vida tan dilatada en experiencias profesionales como la de Emilio, tiene sin duda
multitud de referencias que han ido marcando el transcurrir diario. Sin embargo, quiero
percibir tres ámbitos que son de especial querencia para Emilio: en primer lugar Cataluña
como lugar de origen y de fragua hidrogeológica de Emilio (¿no deberíamos empezar a
denominar al Delta del Llobregat como el “Delta de Custodio”?). El gobierno de la
Generalitat de Catalunya reconoció esta vinculación y su importante contribución científica y
tecnológica otorgándole el premio Narcis Monturiol, en 1996. En segundo lugar Canarias,

108
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

patria de su esposa Olga y donde ha llevado una ininterrumpida labor investigadora, y en


donde Emilio sirvió como alférez para cumplimentar el periodo del servicio militar
obligatorio. Ya en 1978, fruto de la experiencia obtenida merced a numerosos trabajos
hidrológicos en todas las islas, si bien con mayor énfasis en la de Gran Canaria, publicó el
libro “Geohidrología de terrenos e islas volcánicas” editado por el CEDEX (Custodio, 1978).
En la misma línea de trabajo referente a terrenos volcánicos cabe destacar otras
contribuciones notables (Heras y Custodio 1974, Falkland y Custodio 1991). Por último,
Latinoamérica. En mis viajes profesionales a países latinos por mi anterior cargo de
presidente de la AIH-GE o por otros motivos profesionales, he constatado, la gran admiración
y respeto que concita la labor de Emilio. Muchos alumnos del Curso Internacional de
Hidrología Subterránea han ocupado y ocupan cargos relevantes sobre gestión del agua en sus
respectivos países. El libro de “Custodio y Llamas” como así lo llamamos coloquialmente, ha
supuesto en numerosas ocasiones, el buen fundamento en la implementación de estudios,
obras y proyectos en países de habla castellana. Una muestra de reconocimiento a esta labor
fue el otorgamiento en 1995 del doctorado “honoris causa” por la universidad de Tucumán
(Argentina). Entre otras distinciones, en 2008 fue galardonado con la mención de
“Hidrogeólogo Ilustre de América Latina” por la AHLSD (Asociación Latino Americana de
Hidrología Subterránea para el Desarrollo).

Una característica que como profesor de Universidad he apreciado cada vez más con los
años, es la coherencia ó garantía que ofrece un investigador. Esta es una distinción o categoría
que no es cuestión de un día o fruto de un golpe de suerte, si no que se trata de “el goteo
diario” (nunca mejor que en esta ocasión) fruto de una labor hacendosa, rigurosa y no
oportunista. Cuando cae en nuestras manos algún estudio hidrogeológico podemos sospechar
acerca de la objetividad u osadía de algunos datos, o apartados; pues bien, en los trabajos de
Emilio y en general en toda su obra, la presunción es justo la contraria: podemos utilizar los
datos y afirmaciones con total garantía de honestidad y pulcritud. Esto desgraciadamente no
siempre ocurre en este mundo vertiginoso donde el criterio de “publicar ó perecer” prevalece
por encima de la calidad y el rigor científico.

Un rasgo “muy de Emilio” es su puntualidad a la hora de cumplir plazos de entregas de los


trabajos y artículos (los “malditos dead-lines”). En cuantos eventos he organizado, a veces
incluso invitando a Emilio con escaso plazo, siempre el texto de Emilio ha sido el primero en
llegar al comité organizador de turno. Esto me lleva a destacar otro rasgo de su personalidad
como lo es la humildad. Nunca se dio importancia, aunque supongo que no desconocía (o lo
disimulaba) la distinción que los demás le asignábamos. Su presencia en congresos y
asambleas supone siempre la animación en los debates, pues casi siempre, cualquiera que
fuera el tema, había trabajado, y leído algo sobre lo que se estaba tratando. ¿Quién no
recuerda las sesiones matinales de los congresos tras la fiesta de la cena de gala del evento
correspondiente? Al día siguiente, a la hora en punto y con la sala casi vacía, allí estaba
Emilio, humildemente, en primera fila y con la comunicación previamente leída, subrayada y
con anotaciones y preguntas preparadas: ¿de dónde sacas el tiempo, Emilio?

Por encima de todo Emilio es un investigador y docente universitario dotado de una


envidiable capacidad de trabajo. A lo largo de su vida profesional ha ocupado cargos que
suponen una alta dedicación como fueron el de Presidente de la AIH, y el de Director General
del IGME y en algún tramo ambos de forma simultánea. Pues bien, no fueron obstáculo para
que trabajos de investigación, tesis doctorales y artículos fueran apareciendo como
habitualmente venía ocurriendo, como se puede cotejar consultando su curriculum vitae. Lo

109
El papel de Emilio Custodio en la AIH – Grupo Español · F. Villarroya Gil

mismo cabe decir con respecto a su larga enfermedad extendida a lo largo de 2007 y 2008,
que le obligaba a largas sesiones de tratamiento en el hospital y que sin embargo apenas
repercutió en su producción científica.

El agua tiene un carácter multifacético y en un país como España ha sido objeto de


polémicas y disputas. También en este sentido, Emilio no ha eludido la responsabilidad social
haciendo crítica en cada caso e independientemente del color del político de turno. Se ha
implicado en críticas, siempre constructivas, tanto en su expresión escrita como verbal, ante la
Ley de Aguas de 1985, la reforma de la Ley de aguas de 1999, los anteproyectos del PHN de
1993 y del, finalmente aprobado, PHN de 2001. Como una muestra del estilo constructivo de
Emilio a la hora de mostrar una discrepancia y/o crítica puede servir una carta dirigida al
Director del “El País” (Custodio, 1993) relativa a unas opiniones vertidas sobre el PHN. En
numerosas ocasiones ha sido consultado Emilio por la administración estatal y autonómica,
para dar su opinión... ¡y la opinión de Emilio siempre ha tenido un fundamento muy sólido¡

La hidrogeología de España siempre estará en deuda con Emilio, a pesar de que ya en vida
esté teniendo el reconocimiento, cercanía y cariño de muchos de los que componemos la
comunidad hidrogeológica. Sin duda Emilio es un caso “fuera de serie” y esto a los que
apenas sobrevivimos en este culto mundo de la Academia y la Universidad nos puede servir
de consuelo: personas como él “compiten fuera de categoría” y nos pueden servir, de hecho
nos está sirviendo, como un punto de referencia como una tensión hacia lo que constituye un
excelente jalón de referencia en nuestra profesión.

Hace ya 37 años que realicé el Curso Internacional de Hidrología Subterránea. El año que
viene se cursará su 46ª edición. Considero un privilegio haber sido testigo de todo el bien que
a la comunidad hidrogeológica, sobre todo del ámbito de la lengua de Cervantes, ha hecho
este curso en donde Emilio ha contribuido de forma tan elocuente (y aquí es preciso
mencionar a Ramón Llamas como Director y co-fundador del Curso). De igual forma el haber
sido contemporáneo de Emilio y testigo de su trayectoria, siquiera en la distancia, es una
oportunidad que me dio la vida y que con los años sabré apreciar cada vez más. Si en los
distintos ámbitos de la Ciencia hay personas que destacan claramente tanto por su prestigio en
el campo profesional como en el académico y que concita el reconocimiento general de la
comunidad profesional, éste sería el caso de Emilio y la Hidrogeología.

REFERENCIAS

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

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El papel de Emilio Custodio en la AIH – Grupo Español · F. Villarroya Gil

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292–6.

112
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1.6. EL PERFIL HUMANO Y PROFESIONAL DEL PROFESOR EMILIO


CUSTODIO: RESUMEN Y CONCLUSIONES

Luis Javier LAMBÁN*

(*) Vicepresidente AIH-GE. Instituto Geológico y Minero de España. Oficina de Proyectos de


Zaragoza. Manuel Lasala, 44, 9º B. 50006 Zaragoza. javier.lamban@igme.es

Esta misma mañana, a pesar de no estar previamente contemplado y de la imperiosa


urgencia de tener que enviar todos los textos a la imprenta, releyendo las contribuciones de
todas las personas que han intervenido en esta primera parte, he sentido la necesidad y me he
permitido la licencia de tratar de sintetizar algunas cosas y decir también algunas palabras
sobre el Profesor Emilio Custodio.

Todas las personas que hayan leído esta primera parte del libro, habrán podido comprobar
cómo independientemente del perfil, cargo, institución, edad e incluso idioma en el que se
expresan los distintos autores, hay una serie de palabras que se repiten continuamente:
dedicación, ilusión, admiración, compromiso, esfuerzo, trabajo, inteligencia, reconocimiento,
agradecimiento… Palabras que lamentablemente y aún mas en estos tiempos que corren no
suelen utilizarse frecuentemente para referirse a casi ninguno de nuestros “referentes”
actuales. Conviene tener en cuenta, además, que los autores que han intervenido en esta
primera parte tan sólo son una pequeña representación de otra muchas personas que seguro
comparten la misma opinión sobre el perfil humano y profesional del Profesor Emilio
Custodio, quien como bien se dice en líneas anteriores, constituye un modelo y un referente
para muchos de nosotros.

Es bien conocido el reconocimiento internacional que tiene Emilio en muchos otros países
y especialmente en Latinoamérica. Cuando he tenido la oportunidad de recorrer países como
Argentina disfrutando de sus paisajes y de sus gentes, relacionándome con los hidrogeólogos
de allí he comprendido perfectamente la veneración y el respeto que sienten todos ellos ante la
figura de Emilio Custodio.

Releyendo estas líneas también se ha puesto de manifiesto la predisposición de Emilio a


apoyar, sugerir ideas y participar activamente en todos los eventos relacionados con las aguas
subterráneas. En este sentido me gustaría destacar que Emilio sigue actuando igual a día de
hoy. Sirva como ejemplo este mismo “Congreso Ibérico sobre las aguas subterráneas:
desafíos de la gestión para el siglo XXI”, en el marco del cual hemos intentado realizarle el
homenaje que sin duda merece. Desde el mismo momento en el que se inició la organización
de este congreso y especialmente durante la fase inicial del mismo, su participación ha sido
esencial, tanto en la selección de los temas a tratar como en la elección de los ponentes.
Además, va a contribuir muy activamente tanto impartiendo la “conferencia inaugural” del

113
El perfil humano y profesional del Porfesor Emilio Custodio: resumen y conclusiones · L.J. Lambán

congreso como mediante la presentación de un buen número de comunicaciones. Y como


siempre, tal y como se recordaba también previamente, Emilio ha sido de nuevo el primero en
enviar sus contribuciones.

Finalmente, permítanme el atrevimiento de en nombre de todos los que hemos tenido la


suerte de poder colaborar en este tan merecido homenaje (autores, revisores, coordinadores y
editores) así como de otros muchos compañeros y amigos que seguro hubiesen querido poder
colaborar mas activamente, volver a agradecer a Emilio, una vez más, que sea como es y
haber tenido la suerte de conocerlo personalmente y aprender tanto de él, deseando que
podamos seguir contando con su presencia y sus enseñanzas durante muchos años.

114
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

SEGUNDA PARTE

EL PERFIL CIENTÍFICO DEL PROFESOR EMILIO CUSTODIO


Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.1. HIDROGEOLOGÍA DE FORMACIONES E ISLAS VOLCÁNICAS


Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.1.1. HYDROGEOLOGY OF THE HAWAIIAN ISLANDS

Stephen B. GINGERICH* and Delwyn S. OKI*

(*) U.S. Geological Survey Pacific Islands Water Science Center. 677 Ala Moana Blvd.
#415. Honolulu, Hawaii, USA 96813. sbginger@usgs.gov ; dsoki@usgs.gov

ABSTRACT

Volcanic-rock aquifers are the most extensive and productive aquifers in the Hawaiian
Islands. These aquifers contain different types of groundwater systems depending on the
geologic setting in which they occur. The most common groundwater systems include coastal
freshwater-lens systems in the dike-free flanks of the volcanoes and dike-impounded systems
within the dike-intruded areas of the volcanoes. In some areas, a thick (hundreds of meters)
freshwater lens may develop because of the presence of a coastal confining unit, or caprock,
that impedes the discharge of groundwater from the volcanic-rock aquifer, or because the
permeability of the volcanic rocks forming the aquifer is low. In other areas with low
groundwater-recharge rates and that lack a caprock, the freshwater lens may be thin or
brackish water may exist immediately below the water table. Dike-impounded groundwater
systems commonly have high water levels (hundreds of meters above sea level) and
contribute to the base flow of streams where the water table intersects the stream. Recent
numerical modeling studies have enhanced the conceptual understanding of groundwater
systems in the Hawaiian Islands.

Keywords: Hawaii, Island hydrology, Volcanic aquifer

INTRODUCTION

The Hawaiian Islands are the exposed parts of the Hawaiian Ridge, which is a large
volcanic mountain range on the sea floor. Most of the Hawaiian Ridge is below sea level. The
State of Hawaii consists of a group of 132 islands, reefs, and shoals that extend for more than
2,400 kilometers from southeast to northwest across the central Pacific Ocean between about
155 and 179 degrees west longitude and about 19 to 28 degrees north latitude. The main
inhabited islands are at the southeastern end of the group (Figure 1); not all the small islands,
reefs, and shoals included in the State are shown.

The Hawaiian Islands are geologically youngest in the southeast and oldest in the
northwest. This report discusses only the eight largest islands near the southeastern end of the
group; these eight main islands account for practically all of the 16,640-square-kilometer land
area of the State. The total resident population in 2009 was 1,295,178, of which about 70

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Hydrogeology of the Hawaiian Islands · S.B. Gingerich and D.S. Oki

percent were on the Island of Oahu. Honolulu, which is on Oahu, is the largest and most
developed city and had a population of 374,701 in 2009 (State of Hawaii, 2011). In addition
to the resident population, a visitor population of about 150,000 has typically been present at
any given time since the 1990s. Many of these visitors stay in Honolulu.

The Island of Hawaii is the largest island of the State (Figure 1) and has the highest
altitude at 4,205 meters. Maui is 3,055 meters above sea level in its eastern part and 1,764
meters above sea level in its western part; a broad lowland area separates the two parts.
Kahoolawe is the smallest of the eight major islands and is only about 450 meters above sea
level in its eastern, highest part. Lanai is about 1,026 meters above sea level in its highest
part, but much of the island is less than 300 meters above sea level. Molokai is mountainous
in its eastern half, where it rises to 1,514 meters above sea level, but most of the island is less
than 300 meters above sea level. Oahu has a mountainous ridge along its eastern side and
another mountainous area along the western side, where it rises to 1,220 meters above sea
level; however, most of Oahu is less than 300 meters above sea level. Kauai is about 1,600
meters above sea level in its central part, but from the base of the mountains shoreward, large
areas of the island are less than 300 meters above sea level in the southern, eastern, and
northern parts. Niihau is mostly less than 300 meters above sea level, except for a narrow
ridge about 390 meters above sea level along its northeastern side. The topography of each
island has a profound effect on development and climate.

Figure 1. Topography of the main Hawaiian Islands.

CLIMATIC EFFECTS

The Hawaiian Islands are near the northern margin of the tropics, and because of the

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

prevailing northeast tradewinds and the buffering effect of the surrounding ocean, air
temperature at a given location in Hawaii is generally equable. Air temperature can vary
greatly from one location to another in Hawaii. The air temperature in the eight-island group
can range from about 35 degrees Celsius at sea level to below freezing at the top of some
peaks on the Island of Hawaii. In the geologic past, these peaks have been glaciated.

Northeasterly tradewinds are present about 85 to 95 percent of the time during the summer
months (May through September), and 50 to 80 percent of the time during the winter months
(October through April) (Sanderson, 1998). The tradewinds are occasionally interrupted by
large-scale storm systems that pass near the islands. The southwestern parts of some islands
receive most of their rainfall from these severe storms, which produce a relatively uniform
spatial distribution of precipitation. In general, the northeastern, or windward sides of the
islands are wettest (Figure 2). This pattern is controlled by the orographic lifting of moisture-
laden northeasterly tradewinds along the windward slopes of the islands. Maximum rainfall
occurs between altitudes of 600 and 1,800 meters above sea level, but exact amounts vary
depending on the form, location, and topography of each island (Giambelluca et al., 1986).
Above 1,800 meters, precipitation decreases and the highest altitudes are semiarid. High
mountain areas are dry because the upslope flow of moist air is prevented from penetrating
above altitudes of about 1,800 to 2,400 meters by a temperature inversion. Areas that are
leeward (southwest) of mountain barriers are generally dry because air is desiccated during its
ascent over an upwind orographic barrier. This is known as the rain-shadow effect. Two
rainfall seasons are typical–a wet season during the winter months from October through
April and a dry season during the summer months from May through September. An
exception is the western side of the Island of Hawaii, where summer months are wettest
because of a thermally driven sea breeze.

Figure 2. Rainfall distribution of the main Hawaiian Islands

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Hydrogeology of the Hawaiian Islands · S.B. Gingerich and D.S. Oki

Recharge is directly related to rainfall, topography, soil type, and land use and ranges from
less than 100 to more than 5,000 millimeters per year. Recharge typically averages about 10
to 50 percent of the average annual precipitation. Recharge may be greater than average
where precipitation is high and falls on permeable land surfaces; recharge may be less than
average where precipitation is low, land surfaces are poorly permeable, or evapotranspiration
is high.

GEOLOGY

A long chain of volcanoes known as the Hawaiian Ridge extends northwestward across the
central Pacific Ocean. The volcanoes are youngest in the southeast and become progressively
older to the northwest. The volcanoes of the Hawaiian Ridge have formed as a plate of the
Earth's crust beneath the Pacific Ocean moves northward and westward relative to an area of
anomalously high temperature, called a hot spot, in the Earth's mantle. As a volcano moves
northwestward away from the hot spot, eruptions become less frequent, and a new volcano
begins to form above the hot spot. Many of the younger volcanoes have grown above sea
level, forming islands. As islands age, they erode and subside, eventually becoming atolls and
then seamounts.

Some of the eight major Hawaiian Islands, such as Kahoolawe, are composed of a single
volcano, whereas Hawaii is formed by five volcanoes (Stearns, 1946). Some of the older
volcanoes have not erupted for millions of years, but as many as eight of the younger
volcanoes may have erupted in the last 10,000 years. Historic eruptions have been recorded
on five volcanoes: East Maui Volcano--on the Island of Maui; Hualalai, Mauna Loa, and
Kilauea--on the Island of Hawaii; and Loihi--a submarine volcano currently (2011) forming to
the southeast of Hawaii. Kilauea also is currently erupting. The volcanoes are called shield
volcanoes because they are shaped like broad, flattened domes.

The evolution of Hawaiian volcanoes generally progresses through four distinct stages-
preshield, shield, postshield, and rejuvenated (Langenheim & Clague, 1987). However, not all
Hawaiian volcanoes have a postshield stage or a rejuvenated stage. The preshield stage is the
earliest, submarine phase of activity, and is known primarily from studies of Loihi. Lava from
the preshield stage consists predominantly of alkalic basalt (basalt that is low in silica and
high in sodium and potassium). Lava from the principal stage of volcano building, called the
shield stage, consists of fluid tholeiitic basalts (silica-saturated basalt) that characteristically
form thin flows. This basalt forms during submarine, as well as subaerial, eruptions. A large
central caldera, or craterlike depression, can form during the preshield or shield stages and
might later be partly or completely filled during subsequent eruptions. Thousands of flows
erupt from the central caldera and from two or three rift zones that radiate out from the
caldera. Intrusive dikes fed by rising magma extend down the rift zones and may erupt if they
reach the surface. The shield stage is the most voluminous phase of eruptive activity during
which 95 to 98 percent of the volcano is formed. The postshield stage is marked by a change
in lava chemistry and character. Postshield-stage lava includes alkalic basalt, and more
viscous hawaiite, ankaramite, mugearite, and trachyte. Lava from the postshield stage may
erupt from locations outside of the rift zones formed during the shield stage. Postshield-stage
lava forms a veneer atop the shield-stage basalt. Eruptions of more viscous lava generally are
explosive and may produce pyroclastic material (ash, cinder, spatter, and larger blocks), as
well as thick, massive lava flows. After a period of quiescence, lava such as alkalic basalt,

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

nephelinite, and basanite, might issue from isolated vents on the volcano during the
rejuvenated stage. Pyroclastic material can be deposited during all of the subaerial stages of
eruption.

Clastic sedimentary deposits, which primarily are alluvium derived from erosion of the
volcanic rocks, have accumulated on the flanks of the islands. In some places, the clastic
sediments are interbedded with coralline limestone that formed as reef deposits in shallow
marine waters.

AREAL DISTRIBUTION OF AQUIFERS

The rocks of the Hawaiian Islands can be grouped into two general hydrogeologic
categories. The principal aquifers occur in volcanic rocks ranging in age from Miocene to
Holocene. Less-important aquifers occur in Quaternary-age sedimentary deposits of alluvium,
coralline limestone, and cemented beach or dune sand. Volcanic-rock aquifers are found
throughout the eight major islands and are locally overlain by sedimentary deposits.

Volcanic-rock aquifers are by far the most extensive and productive aquifers in the
Hawaiian Islands (Takasaki, 1978). These aquifers are formed by layered sequences of
permeable basalt. Less-productive volcanic-rock aquifers are formed by sequences of less-
permeable, thick-bedded basalt. The basalt found in some areas, such as much of Kahoolawe,
Niihau, and the western third of Molokai, may be permeable, but yields little potable water
mainly because these areas receive little recharge.

Consolidated sedimentary deposits are found mostly in the coastal areas. The limestone is
highly permeable in many places and usually yields brackish water or saltwater because of
good hydraulic connection with the ocean and because of low recharge to the limestone. The
brackish water is used for cooling and industrial purposes, particularly in southern Oahu. In
addition, treated wastewater is injected into the limestone where it contains brackish water or
saltwater. Coralline limestone overlies much of the isthmus area of Maui, but these rocks are
not a significant source of potable water.

The unconsolidated sedimentary deposits consist of alluvium, beach and dune sand, and
lagoonal mud and clayey sand. In some places, these deposits are interbedded with
consolidated rocks. Sedimentary deposits, as well as weathered volcanic rocks are important
to the groundwater hydrology of the islands in some areas. The combination of weathered
volcanic rocks and overlying sedimentary material forms a low-permeability material called
caprock in areas overlying high-permeability volcanic rocks. The caprock confines water in
the volcanic rocks so that, in places such as the coastal plain of Oahu, freshwater exists in the
volcanic rocks beneath brackish water or saltwater in the caprock.

The climate of the Hawaiian Islands has a profound effect on weathering processes that
affect the hydraulic properties of sedimentary deposits and volcanic rocks (especially ash and
tuff). The permeability of the sediments and volcanic rocks can be greatly reduced by
chemical weathering. During the weathering process, original pore spaces are closed by
swelling of mineral particles as chemical changes cause the deposits and rocks to disintegrate.
Weathering processes consist chiefly of oxidation, hydration, and carbonation (reaction with
carbon dioxide) of various minerals in the rocks.

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Hydrogeology of the Hawaiian Islands · S.B. Gingerich and D.S. Oki

GROUNDWATER OCCURRENCE AND MOVEMENT

Certain geologic and hydrologic characteristics of the Hawaiian Islands favor the
occurrence and retention of freshwater. The larger islands have extremely productive
freshwater aquifers. However, the geologic and hydrologic characteristics of the aquifers vary
widely. The modes of emplacement of the volcanic rocks and sedimentary deposits and the
subsequent weathering processes to which they have been subjected have resulted in a wide
range of the hydraulic properties that control the storage and flow of water. Sedimentary
deposits and some types of volcanic rocks (chiefly pyroclastic material) that typically are
considered to be productive aquifers in continental areas are commonly confining units or
relatively poor aquifers in the Hawaiian Islands. Basalt with thick lava-flow units, weathered
ash and tuff beds, and unconsolidated coastal-plain and valley-fill sedimentary deposits
generally are of low permeability, and impede the seaward and lateral movement of
freshwater (defined in this chapter as water that contains less than 1,000 milligrams per liter
dissolved solids).

The largest bodies of fresh groundwater float on saltwater within the aquifers. This
occurrence is known as a freshwater lens because of the lenticular shape of such bodies of
water (figure 3A). In most field situations, the lower limit of the freshwater is not a sharp
boundary because mixing creates a zone of transition that separates freshwater from the
saltwater body. The transition zone contains brackish water (water that contains between
1,000 and 35,000 milligrams per liter dissolved solids) and can be quite thick (several tens to
more than 1,000 meters depending on the extent of mixing.

On a small island that receives little precipitation or is made up of rocks that are highly
permeable, the water level is just above sea level and the thickness of freshwater below sea
level may be very thin. In some places where freshwater is significantly mixed with saltwater,
brackish water may exist immediately below the water table. Where an aquifer receives more
rainfall or is less permeable, the freshwater lens is thicker. The regional movement of fresh
groundwater is from interior areas toward the ocean, and the water discharges diffusely to the
ocean or at springs near sea level.

In some coastal areas, such as southern Oahu, highly permeable volcanic-rock aquifers are
overlain by a confining unit, called caprock, that consists of unconsolidated and consolidated
sediments and weathered volcanic rock. The low overall permeability of the caprock impedes
groundwater discharge to the ocean and results in a freshwater wedge inland that is thicker
than it would be in the absence of the caprock. In places with a caprock, inland groundwater
levels are at higher altitudes and the freshwater lens is significantly thicker than in
comparable places without a caprock.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figure 3. Hawaii’s groundwater systems.

For a given recharge rate, freshwater hydraulic heads will be lower in high-permeability
rocks than in low-permeability rocks. In the most permeable volcanic rocks, the water table is
generally no more than a few tens of meters above sea level, indicative of a freshwater lens. In
low-permeability volcanic rocks, groundwater flow is impeded to a greater extent, and higher
water levels result. Water levels in these rocks are commonly greater than several tens of
meters above sea level, and the rocks are fully saturated below the water table.

In some low-permeability volcanic-rock aquifers, such as in eastern Kauai or northeast


Maui (Figure 3B), a vertically extensive freshwater-lens system develops with freshwater
standing several hundreds of meters above sea level (Izuka & Gingerich, 1998; Gingerich,
1998). In such vertically extensive freshwater-lens systems, substantial vertical, freshwater
hydraulic-head gradients exist in the aquifer. Much of the fresh groundwater in a vertically
extensive freshwater-lens system discharges directly to stream valleys above sea level where
the ground surface intersects the water table.

125
Hydrogeology of the Hawaiian Islands · S.B. Gingerich and D.S. Oki

Dike-impounded water is an important source of low-salinity water on some of the islands.


Sub-vertical dike systems tend to compartmentalize areas of permeable volcanic rocks,
chiefly in the rift zones or caldera of a volcano (Figure 3A). The dikes and rocks they intrude
are known in Hawaii as dike complexes. Dikes impound water to great heights, as much as
1,000 meters above sea level on the Islands of Maui and Hawaii and as much as 500 meters
above sea level on Oahu (Takasaki & Mink, 1985). The depth to which freshwater extends
below sea level within a dike complex is not known. Where dikes have been eroded or
fractured, springs might issue from openings in the dikes. Shafts in dike complexes are
particularly important sources of freshwater on the eastern side of Oahu, where much of the
island's precipitation falls over the dike complex.

In some areas, a low-permeability geologic structure of unknown origin separates a high-


permeability aquifer with water levels high above sea level from a freshwater-lens system,
slowing the flow of water between them (Figure 3C). One example is on the west side of the
Island of Hawaii, which has an aquifer of relatively unweathered flows of layered basalt with
hydraulic conductivities higher than 350 m/d (Oki et al., 1999). A buried low-permeability
impediment oriented nearly parallel to the coast appears to slow the movement of
groundwater toward the ocean, so that the elevation of the water table is less than 3 meters on
the ocean side and nearly 100 meters on the inland side of the impediment. Other examples of
areas with high groundwater levels resulting from a structure of uncertain origin are the
central plateau of Oahu (Hunt, 1996) and the northern part of the Island of Hawaii.

Perched water can occur in areas where low-permeability rocks impede the downward
movement of groundwater sufficiently to allow a saturated water body to develop over
unsaturated rocks (Figure 3D). These low-permeability rocks include massive, thick-bedded
lava flows (for example in the northeastern part of Maui [Gingerich, 1999]) and extensive soil
and weathered ash layers. Some perched water bodies supply usable quantities of water to
wells.

Recent deep exploratory drilling on the Island of Hawaii indicates that freshwater-lens
systems may be layered in some settings, particularly where one volcano overlaps another
(Thomas et al., 1996). Freshwater layers separated by a saltwater layer may occur where a
confining unit exists near the contact between two volcanoes (Figure 3E). The confining unit
may be formed by buried soil or weathered volcanic rock or ash. The upper freshwater lens
receives recharge from rain falling on the surface overlying the lens and possibly from an
upgradient groundwater system. The deeper freshwater lenses receive recharge from rain
falling at higher elevations.

The occurrence of groundwater in the volcanic-rock aquifers of Oahu is summarized in


Figure 4. A freshwater lens underlies much of Oahu. Well A, which is nearest the coast,
produces saltwater from below the transition zone, and well B produces brackish water from
the transition zone. Well C is the inland-most well and produces freshwater. Horizontal shaft
D (sometimes called a Maui shaft) has been dug into the volcanic rocks along and just below
the water table and produces large volumes of freshwater by skimming water from near the
top of the freshwater lens. Shafts E and F (sometimes called Lanai shafts) are dug horizontally
into one or more of the dike-bounded compartments. Location G indicates a perched water
body containing minor amounts of water. Fresh groundwater generally moves from
topographically high areas towards the ocean. Fresh groundwater flow is predominantly

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downward in the inland areas, upward in the coastal areas, and horizontal in between.
Groundwater from the dike compartments recharges downgradient freshwater lenses. A
saltwater circulation system exists beneath the freshwater lens. Saltwater flows landward in
the deeper parts of the aquifer, rises, then mixes with fresher water and discharges to the
ocean.

Figure 4. Groundwater occurrence on Oahu.

The occurrence of fresh groundwater in each of the Hawaiian Islands can be depicted using
water levels measured in wells, shafts, and springs (Figure 5). Water levels less than 15
meters above sea level were arbitrarily chosen to show occurrences of freshwater lenses (Oki
et al., 1999). Water levels greater than 15 meters above sea level were chosen to show areas
where vertically extensive freshwater-lens systems or dike-impounded water exist. Non-dike-
intruded areas containing wells that penetrate below sea level and that have high water levels
are considered to have vertically extensive freshwater-lens systems. Where high water levels
are found in wells that do not penetrate below sea level, the possibility of a perched-water
system cannot be ruled out. Although many of the groundwater systems of the islands are well
understood, exploration in others is only just beginning, and these areas are not fully
understood.

127
Hydrogeology of the Hawaiian Islands · S.B. Gingerich and D.S. Oki

Figure 5. Groundwater occurrence of the main Hawaiian Islands.

The Island of Hawaii contains high water levels (greater than 15 meters above sea level) in
the rift zones of Kilauea and Kohala Volcanoes. High water levels, possibly associated with a
buried rift zone of Hualalai Volcano or fault scarps draped with lava flows, also are present
along the western coast. Areas of high water levels also are found along the northern flank
and eastern flanks of Mauna Kea near Hilo and on the southeastern flank of Mauna Loa. The
central isthmus and most of the coastal areas of Maui have low water levels (less than 15
meters above sea level) indicative of a freshwater lens. High water levels are found in the
interior of West Maui Volcano where rocks are intruded by dikes. On East Maui Volcano,
high water levels are found along the northern flanks of the volcano in the high rainfall areas.
Both high and low water levels occur along the northern rift zone of the volcano, indicating
that a perched-water system exists above a freshwater lens. Further to the east outside of any
known rift zone, high water levels occur in wells drilled below sea level indicating that a
vertically extensive freshwater-lens system is present. Few wells exist on Kahoolawe but
because rainfall is low, the freshwater lens is probably thin. Lanai has high water levels in the
interior of the island within the rift zone and caldera complex. In the northern part of Molokai,
areas of high water levels are found in association with the northwest rift zone of East
Molokai Volcano. A large number of wells on Oahu in nearshore areas around most of the
periphery of the island have low water levels. High water levels are found in rift zones near
the eastern and western sides of the island and low-permeability features create high water
levels in the central part. Some small areas of perched water in the southern part of Oahu are
in alluvial deposits, but the perched water is not a significant source of supply. Kauai has a
large area with high water levels along the eastern side of the island. High water levels in
wells that penetrate below sea level outside of any known rift zone indicate that a vertically
extensive freshwater-lens system is present. Niihau receives little rain and data from existing
wells indicate that a thin freshwater lens is present throughout much of the island.

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WATER-LEVEL FLUCTUATIONS

Water levels in wells fluctuate in response to both short- and long-term natural factors and
human-induced stresses. Short-term (diurnal time scale or shorter) water-level fluctuations are
caused by ocean tides, barometric pressure changes, evapotranspiration by phreatophytes, or
earthquakes, and also by human-induced stress. Long-term fluctuations can be caused by
pumping and changes in recharge.

Changes in groundwater storage caused by withdrawals of water from distant or nearby


wells are reflected by water-level changes in wells. Groundwater levels generally are highest
in the winter months because of greater rainfall and reduced demand for groundwater, and
decline during the summer months when demand for groundwater is greatest. In the Pearl
Harbor area, where groundwater demand for agriculture historically has been high, seasonal
fluctuations in water level range from a less than 1 to as much as 3 meters (Figure 6). In the
Honolulu area, seasonal fluctuations in water level are less pronounced. Long-term records
indicate that water levels in parts of southern Oahu reflect an overall downward trend since
the early 1900s because of increased groundwater withdrawals. In the extensively developed
Honolulu area, water levels have declined from about 13 meters above sea level in 1880 to
about 6 to 8 meters above sea level during the early 1990s. In the Pearl Harbor area, water
levels have declined from about 6 to 8 meters above sea level in 1910 to about 4 to 6 meters
above sea level during the early 1990s. In an area of central Oahu, where groundwater
withdrawals have generally been small relative to recharge, groundwater levels fluctuate
mainly in response to changes in rainfall. The water-level response generally lags the
averaged rainfall by several months to a year.

Figure 6. Water-level fluctuations on Oahu, Hawaii.

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Hydrogeology of the Hawaiian Islands · S.B. Gingerich and D.S. Oki

Spring discharge is related to aquifer water levels. The discharge of springs that issue from
the volcanic-rock aquifer in the Pearl Harbor area of Oahu varies directly with changes in the
water level (hydraulic head) in the aquifer. When the water level in the aquifer is highest,
spring discharge is greatest, and, conversely, when the water level is lowered, spring
discharge decreases.

GROUNDWATER QUALITY

In general, salinity of groundwater in the Hawaiian Islands decreases with distance inland
from the coast and increases with depth in the aquifer. Elevated concentrations of sodium and
chloride in groundwater in nearshore rocks generally are the result of mixing of fresh
groundwater with saltwater derived from the ocean. These mixing effects are most
pronounced in aquifers with highly permeable rocks exposed at the ocean floor because
saltwater can readily flow into such aquifers. In addition, elevated concentrations of sodium
and chloride in groundwater may reflect a low recharge rate. In some of the western parts of
the Island of Hawaii, for example, a freshwater lens does not exist: only brackish water
overlies saltwater in the highly permeable volcanic-rock aquifer because of both low recharge
and lack of a coastal caprock. Water in coralline limestone along the southern coast of Oahu is
also generally brackish because recharge is low and because highly permeable limestone
crops out at the ocean floor, allowing easy inflow of saltwater. Aquifers with the largest
amounts of freshwater are in areas where low-permeability coastal sediments impede the
inflow of saltwater to and the discharge of groundwater from the aquifer. The Pearl Harbor
area of southern Oahu and the central and western part of Maui, the two most productive
aquifers in Hawaii, are examples of thick groundwater bodies formed in this manner. Each of
the main Hawaiian Islands has aquifers with groundwater of varying salinity due to local
geologic conditions and rainfall distribution.For example, the Island of Maui has groundwater
of higher salinity in highly permeable rocks along the dry southern coast but large quantities
of low salinity groundwater in central and western Maui where rainfall is high and low
permeability rocks allow a thick freshwater lens to develop.

When water is withdrawn from a freshwater lens, the freshwater lens shrinks and saltwater
will encroach or intrude into parts of the aquifer that formerly contained freshwater. The
degree of saltwater intrusion depends on several factors, which include the hydraulic
properties of the rocks, recharge rate, and pumping rate. The effect of intrusion on a particular
well depends on the vertical and lateral distance between the well and the transition zone. In
the Honolulu area of Oahu, some free-flowing artesian wells that originally produced fresh
groundwater were later abandoned because of increased salinity associated with saltwater
intrusion. Pumping from a well can cause the freshwater-saltwater transition zone to rise into
the pumped well. Many wells in Hawaii that are pumped at high rates or drilled too deeply are
affected by this process, resulting in increased concentrations of sodium and chloride in
pumped water.

Groundwater is chemically altered as a result of human activities in developed areas.


Shallow, unconfined aquifers are most susceptible to contamination through the land surface,
especially where infiltration of water from the surface rapidly recharges the aquifers. Even
deeply buried aquifers are not immune to contamination. In general, areas that receive large

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amounts of rainfall or irrigation water and that have highly permeable soils are susceptible to
groundwater contamination.

Sources of groundwater contamination that result from human activities are classified as
point or nonpoint. Point sources are specific local sites from which pollutants are discharged.
Common types of point sources are cesspools, disposal wells, landfills, industrial sites, and
underground storage tanks. Nonpoint sources extend over broad areas and include agricultural
fields treated with pesticides or fertilizers and residential areas where chemicals are used near
homes and on lawns. Human activities associated with agricultural, industrial, and residential
areas can have profound effects on the quality of water in affected aquifers.

GEOTHERMAL WATER

Geothermal water can be an important water resource in the Hawaiian Islands. At present
(2011), however, the only geothermal water actively being developed is in the eastern part of
the Island of Hawaii, where steam from geothermal wells is used to generate about 25
megawatts of electrical power. The wells are drilled in the east rift zone of Kilauea Volcano
near eruptive vents that were active in 1955. Wells have encountered elevated water
temperatures in eastern Kauai, near the caldera of Waianae Volcano and northeastern part of
Oahu, near the summit of West Molokai Volcano on Molokai, near the summit of Lanai
Volcano, the western part of Maui, and the western part of the Island of Hawaii.

INTERACTION BETWEEN GROUNDWATER AND SURFACE WATER

High-level groundwater bodies commonly are sources of perennial discharge that sustain
streamflow at higher elevations. (Freshwater-lens systems generally contribute to streamflow
only at low elevations near the coast because the water table is close to sea level.) Erosion has
exposed volcanic dikes in many of the deeply incised valleys on the windward sides of the
Hawaiian Islands, and discharge of the dike-impounded water is the source of base flow to
many streams. Perched groundwater bodies may discharge to isolated springs, or to more
regionally extensive features that provide base flow to several streams. For example, an area
on the north flank of Haleakala Volcano (Island of Maui) appears to be an extensive perched
aquifer. An extreme example of groundwater discharge to streams is the Lihue Basin on the
southeast side of the Island of Kauai. The regional hydraulic conductivity for the Lihue Basin
is low, creating a vertically extensive freshwater-lens system with a water table at or near the
land surface. This water table intersects stream channels into which water discharges from the
aquifer. Discharge to streams accounts for 60 to 70 percent of the total groundwater recharge
in the basin, with the rest either discharged directly into the ocean or withdrawn by wells.
Because groundwater and surface water are hydrologically connected in some areas,
groundwater withdrawals by wells and development tunnels can affect streamflow (see, for
example, Hirashima, 1962, 1963, 1965; Izuka and Oki, 2002).

GROUNDWATER MODELING

Numerical groundwater models have been developed for selected areas in different
volcanic-rock aquifer settings. These models have been developed to evaluate the conceptual

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Hydrogeology of the Hawaiian Islands · S.B. Gingerich and D.S. Oki

understanding of an area (Gingerich, 1998; Izuka and Gingerich, 1998; Oki et al., 1998),
quantify the effects of groundwater withdrawals on saltwater intrusion (Oki, 2005; Gingerich,
2008) and nearshore coastal environments (Oki, 1997, 2007; Oki et al., 1999), and
characterize the extent of wastewater injection on the nearshore environment (Hunt, 2009).
Gingerich (1998) demonstrated that a fully saturated aquifer with water levels hundreds of
meters above sea level in northeast Maui could be caused by a combination of low
permeability rocks and high rainfall. Izuka and Gingerich (1998) used a numerical model to
understand the low permeability aquifer of eastern Kauai characterized by water levels more
than 100 meters above sea level and the majority of groundwater discharging to streams rather
than the ocean. Oki et al. (1998) investigated how the hydraulic properties of coastal
sedimentary deposits affect discharge from the underlying volcanic-rock aquifer of southern
Oahu. Studies by Oki (2005) and Gingerich (2008) demonstrated how various pumping
distributions could be used to minimize salinity in existing pumped wells and where
additional wells could be drilled to increase yield (as much as 27 percent on Maui) from
Hawaii’s two most productive aquifers. Additional groundwater withdrawal on Molokai (Oki,
1997, 2007) and the eastern coast of Hawaii Island (Oki et al., 1999) was shown to reduce
groundwater discharge to the nearshore environment by more than 50 percent in some places;
an amount that could prove critical to nearshore ecosystems or the productivity of valued
ocean biota. Hunt (2009) presented results of a modeling study showing that a buoyant plume
of injected treated sewage effluent would be about 1 km wide and reach the coast in 1-5 years
after injection beneath the freshwater lens of southern Maui.

BIBLIOGRAPHIC REFERENCES

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.1.2. HYDROGEOLOGY OF THE AZORES ARCHIPELAGO: A REVIEW

José Virgílio CRUZ*

(*) CVARG, Geosciences Department, Azores University. Edifício do Complexo Científico,


3º Piso, Ala Sul. 9501-801 Ponta Delgada, Portugal. jvc@uac.pt

ABSTRACT

Groundwater is a strategic resource in the Azores archipelago (Portugal), playing an


important role in water supply and ecosystem support, therefore been subjected to an increase
pressure. Resources are estimated as about 1600 hm3/yr, but are asymmetrically distributed
along the nine islands that compose the archipelago. According to hydrogeological data, 54
groundwater bodies have been defined. Specific capacity ranges from 1.4x10-2 to 266.7 L/sm.
Transmissivity also depicts a large range, resulting from the hydrogeological characteristics of
volcanic terrain, with values ranging between 1.65x10-5 and 4.03x10-1 m2/s.

Groundwater on perched-water bodies is cold, presenting usually a low mineralization and


a pH range from 4.7 to 8.6. Main water types are Na-Cl to Na-HCO3 waters, with numerous
samples lying in the intermediate compositional fields that characterize Na-Cl-HCO3 and Na-
HCO3-Cl waters. Due to the influence of sea salts, groundwater composition in the basal
aquifer system is usually from the Na-Cl type and presents higher mineralization.

Mineral waters are spread along the archipelago, with a large range of chemical
characteristics and diverse water types. Temperature range between 15ºC and 99.5ºC,
conductivity between 139 and 43100 μS/cm, and pH reveals waters with extreme acidic
character (2.2-7.82). Main water types are Na-HCO3, Na-SO4 and Na-Cl waters.

Keywords: Volcanic aquifers, hydrogeochemistry, Azores archipelago

INTRODUCTION

Volcanism is one of the most powerful geological phenomena on Earth and is testimony of
the planet dynamic processes. Despite posing a threat to mankind, volcanic activity also
influences other physical process, as the water cycle. Despite the fact that volcanic rocks
corresponds to a small fraction of the earth surface, hydrogeology of aquifers made of
volcanic deposits is a vital research issue both in continental areas or islands where these
materials are prominent (Peterson, 1972, 1993; Custodio, 1978; Hunt et al., 1988; Stieltjes et
al., 1988; Coutinho, 1990, 2000; Cruz, 1992, 1997; Ingebritsen & Scholl, 1993; Lau & Mink,
1995; Cabrera, 1995; Yamamoto, 1995; Azevedo, 1998; Carvalho, 1999; Prada, 2000; Muñoz

135
Hydrogeology of the Azores archipelago: a review · J.V. Cruz

Sanz, 2005; Cruz, 2008).

The hydrogeological behaviour in volcanic islands is influenced also by specific physical


and environmental conditions intrinsic to those environments. Several hydrogeologic
conceptual models of volcanic islands have been described in the literature, and these can be
grouped into two main types: (1) the Hawaiian model, considering a low-lying basal water
body linked to inland dike-impounded and perched-water bodies (Peterson 1972, 1993;
Macdonald et al. 1983); and (2) the Canary Islands model, that considers a continuous basal
water body (Custodio 1975, 1978).

Groundwater is a strategic resource at Azores archipelago, playing an important role as


both main water supply source and ecosystem support matrix. This role is shown by the fact
that about 98% of the water supply is dependent of groundwater resources (Cruz & Coutinho,
1998). However, and despite the environmental, social and economical value of groundwater,
aquifers at Azores support an increasing pressure, already recognized in the Azores Water
Plan, as the more conservative of the scenarios presented foresee an increase of 43% for the
water demand in the year 2020 (DROTH-INAG, 2001). Therefore, sustainable groundwater
management is a challenge to the regional government of the Azores archipelago, because
being an autonomous region from the Portuguese republic it has an specific authority to
define specific water resources management and protection policies, to which science
contribution is envisaged.

The Azores archipelago is one of the seven outermost regions from the European Union.
Located in the North Atlantic Ocean, between 37° to 40°N latitude and 25° to 31°W
longitude, about 1500 km from Portugal mainland, the archipelago is made of nine islands of
volcanic origin, spread along a NW trending strip, about 500 km long (Figure 1). It has a total
surface area of 2333 km2, but the dispersion and the fragmented character of the territory is
shown by the islands surface area, ranging from 17 to 747 km2. The islands have about 240
000 inhabitants, mainly living at São Miguel (54%) and Terceira (23%), associated to an
irregular distribution of the population, with islands with a density range of 28 to 179
inhabitants/km2.

136
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figure 1. Location of the Azores archipelago in the North Atlantic Ocean.

In the present paper the major developments on the hydrogeological research in the Azores
archipelago are reviewed, both in what concerns groundwater occurrence and chemical
composition, in the context of scientific developments worldwide.

GEOLOGICAL SETTING

The Azores archipelago is located near the triple junction between the American, African,
and Eurasian plates. The geodynamic setting is complex and several main tectonic structures
are observed in the Azores region. The Middle Atlantic Ridge separates Flores and Corvo
islands (western group) from the other islands, which are spread toward East.

All the islands are of volcanic origin and only in Santa Maria, the eastern most island of
the Azores, are there sedimentary units interbedded in the volcanic succession of basic nature.
Although the oldest volcanic rocks are dated at 8.12 ± 0.85 Ma at this island (Abdel-Monem
et al., 1975), a large portion of the archipelago consists of potentially active volcanoes. Since
the settlement in the 15th century, about 30 eruptions have occurred, the last of which was a
submarine event that occurred near Terceira island in 1998-2000 (Gaspar et al., 2004).

The volcanic activity responsible for the existence of the islands varies from effusive
eruptions, characterised by a steady outpouring of lava, to more explosive events, with violent
magma fragmentation. As a result, where Hawaiian and Strombolian eruptions are the
dominant eruptive mechanism, basaltic lava flows are associated with fissure zones and scoria

137
Hydrogeology of the Azores archipelago: a review · J.V. Cruz

cones. In contrast, prominent central volcanoes, truncated at the summit by up to 6 km-


diameter calderas and associated with highly explosive eruptions, explain the large areas
covered in certain islands by pumice fall deposits and pyroclastic flow deposits.

Resulting from this volcanic setting, Santa Maria, Pico and São Jorge islands are made of
basaltic rocks. On the other islands, the volcanic rocks are chemically more evolved, ranging
from basalts to trachytes. Large areas of islands such as São Miguel and Faial are covered by
pumice fall deposits, ignimbrites and other types of pyroclastic flow deposits and trachytic
domes.

CLIMATE AND SURFACE WATERS SETTING

The climate can be considered as marine temperate, which is reflected by the low thermal
amplitude, high precipitation, high air humidity and persistent wind, as well as a sharp
contrast between a dry season and a colder and wet season (Ferreira, 1980). Estimates from
the monthly precipitation measurements show that about 75% of the annual precipitation
occurs between October and March (DROTRH-INAG, 2001).

Average annual precipitation is equal to 1930 mm, ranging between 966 mm/yr (Graciosa
island) and 2647 mm/yr (Flores island), exceeding by far the average annual actual
evapotranspiration (581 mm/yr). The average annual actual evapotranspiration ranges
between 502 mm/yr (São Jorge island) and 632 mm/yr (Graciosa island; DROTRH-INAG,
2001).

The average annual runoff is 680 mm/yr, ranging between 134 mm/yr (Graciosa island)
and 1371 mm/yr (Flores island). Estimates for the average discharge depicts a value equal to
322x106 m3/yr, with a range between 8x106 m3/yr (Graciosa island) and 1731x106 m3/yr (São
Miguel island; DROTRH-INAG, 2001). Surface flow is mainly torrential in nature, and water
quality is influenced by inefficient sewage systems (Cruz et al., 2010a).

The surface area of the 88 inland lakes, spread in most islands with the exception of Santa
Maria, Faial, Graciosa and São Jorge, is equal to 9.5 km2, about 0.4% of the Azores surface
area (Porteiro, 2000; DROTRH-INAG, 2001; Cruz et al., 2006). Two other lakes occur inside
volcanic caves (namely at Terceira and Graciosa) and there are also three coastal lakes at São
Jorge island, which are the transition water bodies in the region (in the absence of typical
estuarine systems). The volume of water contained in the lakes is estimated at about 90 hm3,
from which 93% and 5% corresponds respectively to water bodies at São Miguel and Flores
islands. The most voluminous lake is located at São Miguel and contains about 48 hm3.

The impact of agriculture activity in the water quality of lakes has been widely reported, as
a large number of these surface water bodies are eutrophic, leading in certain cases to the
seasonal occurrence of algae blooms (Santos et al. 2005; Martins et al. 2008; Ribeiro et al.,
2008). A recent survey on the land use patterns at the Azores archipelago using LANDSAT 7
imagery have shown that about 56% of the surface area corresponds to agricultural
occupation, mainly by pasture lands, exceeding by far the fraction occupied by forests and
natural vegetation, that equals 22% and 13% respectively (DROTRH, 2007). These
conclusions enable to stress the potential magnitude from diffuse agricultural pollution
sources.

138
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

HYDROGEOLOGY

According to article 5th of the EU Water Framework Directive (WFD), 54 groundwater


bodies were delimited in the Azores, and according this provisional classification all have
been designated as not at risk of not meeting the WFD objectives (Figure 2) (DROTRH
2006).

Groundwater at Azores occurs in two major aquifers systems: (1) basal aquifer systems,
that corresponds to fresh-water lenses floating on underlying salt water, and (2) in perched-
water bodies. The basal aquifer systems are in the coastal area, presenting generally a very
low hydraulic gradient, and groundwater abstraction is from drilled wells. There are no
evidences of basal water lens continuity under the island, but it is possible in certain areas.
Nevertheless, it is suggested that a hydraulic liaison occurs with the perched-water bodies at
altitude, which eventually releases water to the basal unit.

The perched-water bodies correspond to pervious units, with impermeable to very low
permeable layers at the bottom and, where topographic conditions are favorable, are drained
out by a large number of springs in the volcano slopes. Therefore, these aquifers at altitude
correspond to confined layers or to leaky aquifers, with a flow like water over a succession of
roof tiles, as suggested by Viollete et al. (1997) for Reunion Island. There is no evidence to
support the hypothesis of the existence of dike-impounded aquifers (Peterson 1972), as in the
Hawaiian conceptual model for volcanic islands; however this is not excluded with the
present status of knowledge (Cruz & Silva, 2001).

In both aquifer systems, aquifer units correspond mainly to lava flows of basaltic nature,
which the more permeable elements are clincker levels, and coarse pyroclastic fall deposits.
Nevertheless, aquifer geometry and hydraulic properties can be altered due to secondary
factors as weathering.

139
Hydrogeology of the Azores archipelago: a review · J.V. Cruz

Figure 2. Delimitation of groundwater bodies in the Azores archipelago.

The distribution of springs and drilled wells over the archipelago is heterogeneous and is
influenced by climatic, geomorphologic, and hydrogeological constraints (Figure 3). The
density of springs ranges from 0.01 springs/km2 (Pico) to 0.72 springs/km2 (Santa Maria)
(Cruz & Amaral 2004), and the springs discharge from perched-water bodies in the volcano
flanks. Exploitation of the basal aquifer systems occurs mainly from drilled wells, which
began to be drilled in the late 1950s to reinforce the water supply of the islands, such as Pico
or Graciosa, where the number of natural discharges is smaller, and groundwater abstraction
relies almost exclusively on the basal aquifer system.

Specific well capacity ranges between 1.40 × 10-2 L/sm and 266.67 L/sm, with a median of
32.29 L/sm (Cruz 2001a, 2004). The values exhibit marked variability among the wells from
the different islands. The highest specific capacity is observed on Pico and Graciosa, with
wells drilled in recent basaltic lava flows, which generally are thin and fractured, with
frequently interbedded clinker levels. Transmissivity values also present a large variability,
with values in the range between 1.65x10-5 and 4.03x10-1 m2/s (median = 3.66x10-2 m2/s
(Cruz, 2004).

The characterization of the groundwater response to tidal fluctuations, in order to estimate


hydraulic diffusivity, has been made in studies of other volcanic islands (Custodio, 1978; Join
et al., 1988). An advantage of using tidal-effect observations to estimate hydraulic diffusivity
is that one can consider the aquifer as being relatively homogeneous, due to the fact that a
much larger volume of the aquifer is affected by tidal fluctuations as compared, for example,
with the volume affected by a pumping test.

140
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

This approach was tested in a study made in Pico island, and 17 tests were made to
measure water-level fluctuations in drilled and hand-excavated wells (Cruz & Silva, 2001).
The half-amplitude of groundwater fluctuations ranged from 0.075–0.472 m, at a distance of
38–2,750 m from the coastline, for a corresponding sea-tide half amplitude ranging from 0.2–
0.6 m. The existence of a tidal effect at such a large distance from the sea coast was also
shown in studies conducted in the Canary archipelago, where water-level fluctuations were
observed 4–5 km inland (Ecker 1976).

Figure 3. Distribution of springs and drilled wells in the Azores archipelago.

The application of the solution derived for confined aquifers, which is valid for unconfined
aquifers when water-table fluctuations are of small amplitude compared to the saturated
thickness (Todd, 1980; Erskine, 1991; Fetter, 1994), provide results in the range of 2.08x10-2
m2/s to 4322.65 m2/s (median = 52.11 m2/s). The leaky-aquifer model which was also
investigated, due to the similarities between those aquifers and double-porosity fractured
aquifers (Barenblatt et al., 1960; Streltsova, 1975), provided results in the range between
3,77x10-2 m2/s and 214.56 m2/s (median = 6.09 m2/s).

Estimates in the Azores are higher comparing to measurements made in modern basalts of
Tenerife (Canary Islands), which are equal to 1.16x10–1 m2/s (Custodio, 1978). This latter
result is similar to the lower estimates for Pico obtained for hand-excavated wells in very
thick unfractured aa lava flows, which shows the contribution of rock fractures to
groundwater flow in basalts. Two values for hydraulic diffusivity estimated for Reunion

141
Hydrogeology of the Azores archipelago: a review · J.V. Cruz

Island (France), 34 and 41 m2/s (Join et al., 1988), are similar to the average value of 38.08
m2/s estimated for Pico using the leaky-aquifer model.

Recharge rates range from 8.5% to 62.1% of the annual rainfall, with the highest values
observed on Pico, Terceira, Faial, São Miguel, and Graciosa, especially in areas where the
terrain is covered by recent basaltic lava flows and the soil is sparse. Groundwater resources
estimates indicate a total volume of about 1580 hm3/yr, ranging from 8.3 hm3/yr on Corvo to
582 hm3/yr on Pico (Cruz, 2001a). Values above the median of 101.3 hm3/yr are observed on
São Miguel, São Jorge, Terceira, and Flores islands.

HYDROGEOCHEMISTRY AND GROUNDWATER QUALITY PROBLEMS

Perched-water bodies

The geochemistry of aqueous fluids in volcanic regions have been studied in rivers
worldwide in order to characterize weathering of basaltic rocks, giving an input to the study
of geochemical cycles and atmospheric CO2 consumption (Gíslason et al., 1996; Louvat,
1997). Data on groundwater composition in basaltic aquifers are also encountered in the
literature (Almeida et al., 1984; Gíslason & Eugster, 1987; Silva, 1988; Wood & Fernandez,
1988; Gislason & Arnórsson, 1993; Join et al., 1997; Allard et al., 1997; Cruz & Silva, 2000;
Aiuppa et al, 2000). Studies about the groundwater composition on aquifers made of volcanic
rocks of acid nature are not so common in the international literature (Giggenbach, 1992).
Based on the cationic content is possible to establish a relation between the groundwater
composition and the rock type, and several rations have been proposed in the literature:
olivine-rich basalts can present values of r(Mg+Ca)/r(Na+K) higher than 10, while volcanic
rocks of acid nature can present values lower than 0.1 (Custodio, 1989).

Due to their volcanic nature, the groundwater geochemistry at Azores is partially


influenced by the dissolution of primary minerals on the volcanic rocks. Therefore, the release
of major ions depend on the saturation state of primary minerals, precipitation of secondary
minerals and the aqueous chemistry of each element, leading to the formation of soluble and
insoluble species, and the acidic character of the environment (Aiuppa et al., 2000). However,
as in other areas the chemical composition of the groundwater depends also of other factors,
as rainfall chemistry, climate, rock type, residence time of water, rock division, temperature
and pressure (Custodio, 1989).

A dataset on the major ionic composition of cold spring discharges from perched-water
bodies at Azores presented by Cruz & Amaral (2004), shows that waters are mainly slightly
acid to slightly alkaline, with a pH ranging between 4.70 and 8.60, but showing an average
value equal to 7.01 (median=7.20). Lower values are attained at São Miguel and Santa Maria.
Only at Santa Maria island the pH median is above neutrality by almost one pH unit.

Groundwater composition is dominated by Na+ and Cl-+HCO3-, which is reflected in the


water types, that ranges between Na-Cl to Na-HCO3 waters, with numerous samples lying in
the intermediate compositional fields that characterize Na-Cl-HCO3 and Na-HCO3-Cl waters
in the Piper plot (Figure 4). Chloride and sodium can account for respectively 7.3% to 40.8%
and 18.7% to 50.4% of the relative anionic and cationic content of the groundwater.

142
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

The contribution of volcanic rocks dissolution to the groundwater anionic relative


composition is generally considered to be limited, and in humid or semi-humid climates
HCO3-+CO32- are dominant due to CO2 in soil and in rain water (Custodio, 1989). Therefore,
and especially at archipelagos, like the Azores, atmospheric deposition is very important, due
to the seawater control of the rain water chemistry over islands and coastal regions worldwide
(Berner & Berner, 1996). Previous studies using trend surface analysis shown that areas
where springs discharging from perched-water bodies are particularly enriched in chloride
corresponds to regions exposed to dominant winds (Cruz et al., 1992).

The influence of seawater spraying in the groundwater compositional evolution is shown


by the close positive correlation between Na+ and Cl- (r=0.819; Figure 5), and their
contribution to the overall chemical composition of the groundwater can be shown by the
good correlation between Cl- and the water conductivity (r=0.848) (Cruz & Amaral, 2004).

The contribution of silicate hydrolysis to the water chemistry is depicted by the


relationship between alkalis and alkalis earths plotted using basic and acid rock compositions
as reference (Figure 6) (Cruz & Amaral, 2004). Samples are plotted between both reference
lines, which is consistent with the low water mineralization that shows that springs discharge
waters with a very short residence time, in an environment characterized by high groundwater
flow velocities, implying a high water-rock ratio (Langmuir, 1997), and therefore hydrolysis
of silicate minerals is limited. Groundwater from São Miguel, Terceira and Faial are mainly
plotted over the rain water composition, with ratios similar to seawater, while the samples
from islands with perched-water bodies of basic nature fall mainly in the field between the
Ca2++Mg2+ = Na++K+ and seawater lines.

Coastal aquifers

In the case of volcanic islands, or coastal regions in general, the interaction with seawater
can influence groundwater chemistry leading sometimes to severe constraints to water supply
and impose economic losses to society be relevant (Cruz & Silva, 2000; Cruz, 2001b; Kim et
al., 2003; Herrera & Custodio 2008; Cruz et al., 2010b, 2011). In the Azores archipelago
salinization of wells in coastal aquifers is a major problem for water quality and the present
study addresses one of the most demanding questions for water managers, as the
hydrogeological characteristics, such as the presence of thin freshwater lenses overlying salt
water within highly permeable coastal aquifers, favour seawater intrusion.

A dataset regarding major-ion chemistry from groundwater of drilled wells in basal aquifer
systems in Azores, shows that waters presents highly variable mineralization, reflected by the
electrical conductivity measurements, which range from 127 to 9670 μS/cm, with an average
of 1512 μS/cm (median=862 μS/cm). Higher values are generally observed on Santa Maria,
São Miguel, Pico, Graciosa, and São Jorge. Generally, values observed in wells present higher
mineralization compared with springs discharging from perched-water bodies at altitude.

Waters are mainly slightly acidic to slightly alkaline, with a pH ranging between 5.63 and
8.50, with an average of 7.36 (median=7.40). On Graciosa, Pico, and Faial islands, wells
present pH values usually above neutrality. The projection of the major-ion composition in a
Piper-type diagram shows that the majority of the waters are of the Na-Cl type, despite a few

143
Hydrogeology of the Azores archipelago: a review · J.V. Cruz

samples that actually present Mg-enrichment in the cationic triangle and HCO3-enrichment in
the anionic triangle (Figure 7).

Legenda:
S.Maria
80 80 S.M iguel
Terceira
Faial
60 60 Grac iosa
Pico
S.Jorge
40 40 Corvo
Flores

20 20

Mg SO 4

80 80

60 60

40 40

20 20

80 60 40 20 20 40 60 80
Ca Na HCO 3 Cl

Figure 4. Piper diagram showing groundwater major-ion composition in the perched-water bodies.

Rock contribution to groundwater composition in volcanic regions is also strongly


dependent of in-depth volatile release (Brusca et al., 2001; Federico et al., 2002). In the
Azores numerous mineral and thermal springs shows the influence of these processes (Cruz et
al., 1999; Cruz, 2003; Cruz & França, 2001c, 2006; Cruz et al., 2010c). In certain areas of the
Azores archipelago volcanic CO2 diffusive emanations were studied, sometimes
corresponding to a hazardous situation to inhabitants, and the CO2-dominated composition of
the gaseous phase on fumaroles was clearly established (Ferreira & Oskarsson, 1999).

144
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

5.0

4.5

4.0

3.5

3.0
Cl- (meq/L)

2.5

2.0

1.5

1.0

0.5

0.0
0 1 2 3 4 5 6
Na+ (meq/L)

Figure 5. Relationship between Cl- and Na+ content in groundwater from perched-water bodies (best fit line:
y=0.756x+0.042).

Figure 6. Relationship between Na++K+ and Ca2++Mg2+ in groundwater from perched-water bodies.

145
Hydrogeology of the Azores archipelago: a review · J.V. Cruz

Legenda:
S.Maria
80 80 S.M iguel
Terceira
Faial
60 60 Grac iosa
Pico
S.Jor ge
40 40

20 20

Mg SO 4

80 80

60 60

40 40

20 20

80 60 40 20 20 40 60 80
Ca Na HCO 3 Cl

Figure 7. Piper diagram showing major-ion composition in the basal groundwater bodies.

Mineral waters

Mineral waters commonly discharge in volcanic regions worldwide, reflecting the nature
of the eruptive processes responsible by the volcano edifice growth, and their composition is
influenced by the different geochemical processes in the volcano edifice as well as in its roots.
Previous hydrogeochemical studies on mineral waters in volcanic terrains either highlight the
geochemical processes explaining water composition during volcano dormancy (Delmelle et
al. 1998; Valentino et al. 1999; Valentino and Stanzione 2003; Brombach et al. 2000;
Varekamp et al. 2001; Evans et al. 2006; Grassa et al. 2006; Minissale et al. 2007;
D´Alessandro et al. 2008; Dotsika et al. 2009), or changes associated to eruption episodes
(Goff et al. 2000; Shevenell and Goff 1993).

In the Azores, mineral waters discharge in 7 of the 9 islands, namely at São Miguel,
Terceira, São Jorge, Pico, Faial, Graciosa and Flores. About 75% of the mineral water
discharges are located at São Miguel island, and the remaining are more equally distributed in
other islands (Cruz & França, 2006; Cruz et al., 2010c). The dominant type of discharge are
springs, that corresponds to 74% of the total, but drilled wells and boiling pools at fumarolic
fields are both about 10%. The more traditional hand-dug wells correspond only to 2% of the
discharges.

146
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Mineral waters are mainly discharging from perched-water bodies (66%), about twice the
discharges on the basal aquifer systems. From the discharges from São Miguel, the majority
are located in the 100 to 300 m-altitude range, and only 7 are at an altitude lower than 10 m.
Discharges from Terceira and Pico are all located at an altitude lower than 10 m, while the
majority of the springs at São Jorge are located in the 50 to 200 m-altitude range.

A data base on mineral waters composition depicts a large range of chemical


characteristics and diverse water types. Temperature measurements range between 15ºC and
99.5ºC (median=35ºC), conductivity between 139 and 43100 μS/cm (median=906 μS/cm),
and pH reveals waters with an extreme acidic character (2.2-7.82; median=5.78). Considering
only the samples collected on discharges located in São Miguel island, by far the larger group,
patterns are similar: temperature varies between 15ºC and 99.5ºC (median=35.6ºC),
conductivity between 139 and 28000 μS/cm (median=587 μS/cm) and pH ranging in the
interval 2.2-7.71.

The sodium bicarbonate and sodium chloride are the main water types, besides samples
that can be considered as intermediate between these end-members in the anionic triangle of a
Piper-type diagram (Figure 8). Na-HCO3 waters are commonly observed in the periphery of
geothermal fields been typical of early stages of interaction between meteoric water and rocks
(Cioni et al., 1992; Chiodini et al., 1996; Lewicki et al., 2000). The effect of water-rock
interaction is shown by the relation between HCO3 and SiO2, which depict a common
enrichment in mineral waters and is controlled by water temperature. The bicarbonate
enrichment derives from fluid acidity neutralisation trough silicate, enhanced by a volcanic
source corresponding to the absorption of CO2-rich vapors in perched-aquifers.

São Miguel

Terceira
Graciosa

São Jorge
Pico

Faial
Flores

Figure 8. Piper diagram showing major-ion composition from mineral waters in the Azores.

147
Hydrogeology of the Azores archipelago: a review · J.V. Cruz

The sulphate-enrichment trend presented by a few samples results from steam-heating


processes in perched-aquifers. The oxidation of reduced sulphur species in the shallow steam-
heated aquifer explains also the low pH observed in SO4-rich samples from boiling pools. A
similar effect has been discussed in the case of acid-sulfate waters from Yellowstone Park
(USA) (Nordstrom et al., 2009) and from Copahue volcano (Argentina) (Varekamp et al.,
2009).

In the Na/1000-K/100-Mg1/2 ternary plot proposed by Giggenbach (1988), to couple Na-K


and K-Mg geothermometers, the majority of thermal waters are plotted near the Mg1/2 corner,
suggesting immature conditions (Figure 9) (Cruz et al., 2010c). A trend is depicted by a few
waters, which indicates an equilibration temperature of about 160ºC for the geothermal end-
member involved in their origin respectively for São Miguel and Graciosa islands.
Nevertheless, despite samples from fumarolic boiling pools are plotted near the full
equilibration line, suggesting a close approximation to geothermal reservoir temperature in
São Miguel, measurements conducted in deep wells in this island indicates a higher
temperature range (230ºC-240ºC; Carvalho et al., 2006).

Na*.001

80 20

60 40
160

80
240
40 60

320
20 80

K*.01 80 60 40 20 SQR(Mg)

Figure 9. Representation of the Na/1000-K/100-Mg1/2 ternary plot for thermal waters.

CONCLUDING REMARKS

Groundwater is one of the most valuable natural resources at Azores archipelago, and
despite the environmental, social and economical value of groundwater, is subjected to an
increase of pressure as already recognized in several studies. Groundwater pollution due to
agricultural activities, salinization or lack of appropriate waste water sewage systems have
been reported in the majority of the nine islands. As a result, sometimes, failure to comply
regarding EU and national water quality regulations may occur, even if locally, and this

148
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

stresses the need to improve groundwater monitoring and management practices, to which the
legal instruments are capital.

An example of such a legal instrument corresponds to the Water Framework Directive


(Directive 2000/60/CE; WFD), adopted on the 23rd of October 2000, which is the main EU
water policy instrument, associated to a rather demanding implementation strategy. According
to the WFD, groundwater should achieve the so-called “good status” by 2015, regarding
quantitative and chemical aspects, and to reach this overall objective a proactive approach
toward sustainable resource exploitation is defined. This legislative act was later
complemented by the Groundwater Directive (2006/118/CE), which came to force on the 12th
December in order to develop principles to groundwater protection and sustainable
development, especially in what concern to pollution prevention and control.

Water monitoring is one of the key aspects of the WFD and the Groundwater Directive,
and monitoring of the chemical status of groundwater bodies, in the overall context of EU
legislation, has been implemented at the Azores archipelago (Cruz et al., 2010d). Despite
priority given to chemical status, a new challenge is now foreseen in the Azores, as the
quantitative monitoring of groundwater bodies should be implemented in a second phase in
order to fully comply regarding EU Directives.

Therefore, and building on this example, the new Azores River Basin District management
plan must address groundwater issues with a solid science background, to which
hydrogeologists community should be instrumental. The interrelationship between science
and water policy must be improved in order to enhance full integration of both subjects, and
the inspiring contributions from Professor Emilio Custodio depicts the advantages of proceed
along that path.

ACKNOWLEDGEMENTS

The example of scientific wisdom and friendship provided by Professor Emilio Custodio is
fully acknowledged. The author is grateful to Professor Custodio for providing major
hydrogeological science breakthroughs, namely in what concerns groundwater occurrence and
quality in volcanic islands. The author is also grateful to the editors of this book, as well as to
all researchers and stakeholders that contribute to strengthen hydrogeological research in the
Azores.

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154
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.1.3. LA MODELACIÓN NUMÉRICA DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN


CANARIAS

Tatiana CRUZ*

(*) Dpto. de Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Campus de Tafira.
35017 Las Palmas de Gran Canaria. tcruz@becarios.ulpgc.es

RESUMEN

Las Islas Canarias han sido objeto de varios modelos de flujo de aguas subterráneas con la
finalidad de mejorar el conocimiento de los recursos hídricos subterráneos, permitiendo afinar
el modelo conceptual previo que se tenía de los sistemas y optimizar la gestión de los mismos.
Los modelos numéricos se basan en el modelo conceptual aceptado para cada isla de un
acuífero único con un zócalo impermeable con baja permeabilidad y gradiente hidráulico
descendiente hacia la costa. En este esquema, y en régimen natural, la recarga tiene lugar en
las zonas altas y medianías y las descarga se produce hacia el mar o por manantiales donde
los materiales impermeables afloran. Existen modelos desarrollados en las islas de Tenerife
(para toda la isla) y Gran Canaria (en su conjunto y en varios sistemas acuíferos concretos).
La elaboración y el desarrollo de los modelos han presentado gran dificultad debido la falta de
información hidrogeológica y la complejidad estructural de las islas volcánicas con una
heterogeneidad y anisotropía muy marcada.

Palabras clave: Modelación hidrogeológica, terrenos volcánicos, Islas Canarias

INTRODUCCIÓN

La modelación hidrogeológica constituye una herramienta potente tanto para la


investigación de sistemas hidrogeológicos, como para diseñar una gestión hídrica sostenible
de los mismos. Sin embargo, para abordar la modelación de un sistema hidrogeológico se
debe contar con un modelo conceptual previo y una cantidad suficiente de información de
calidad que permitan desarrollar la representación numérica de forma consistente. Los
acuíferos volcánicos no constituyen una excepción a esta premisa: sus características
particulares, como heterogeneidad y anisotropía marcadas, un nivel de saturación regional no
siempre reconocible a pequeña escala y variaciones laterales en los parámetros hidráulicos no
predecibles, pueden hacer la labor de modelado especialmente dificultosa. A ello hay que
sumar la falta de información en algunas zonas.

En el caso concreto de las Islas Canarias, los primeros modelos de flujo se realizaron al
finalizar el proyecto MAC-21 en 1980 en las islas de Tenerife y Gran Canaria (INTECSA,

155
La modelación numérica de las aguas subterráneas en Canarias · T. Cruz

1980, 1981). Todos los modelos realizados parten de la hipótesis de considerar cada isla como
un acuífero único con un zócalo impermeable, aunque se admite la existencia de acuíferos
colgados (SPA-15, 1975). Las permeabilidades en general son bajas y el gradiente hidráulico
es elevado en las cumbres y medianías y bajo en las zonas costeras. Las entradas de agua se
producen por la infiltración del agua de lluvia y de los excedentes del riego, que generalmente
se producen en las zonas costeras. La descarga se produce por las extracciones en pozos y
galerías y el flujo subterráneo hacia el mar, definido en volumen por el gradiente hidráulico y
la permeabilidad. Cuando hay excedente se acumula en las reservas del acuífero, y cuando
hay déficit, estas reservas proporcionan el agua necesaria.

Hasta fecha reciente no se ha abordado la modelación en detalle de una zona concreta


como la zona este (IGME, 2006) y la oeste (CRUZ, 2008) de Gran Canaria.

Figura 1. Localización de las Islas Canarias remarcando las islas de Gran Canaria y Tenerife. En Tenerife, se ha
desarrollado un modelo de flujo de la isla completa, mientras que en Gran Canaria, se han modelado el valle de
La Aldea al oeste (CRUZ, 2008) y el acuífero costero al este de la isla (IGME, 2006).

DESCRIPCIÓN DE LOS MODELOS

Gran Canaria

El primer estudio hidrogeológico de carácter general realizado en la isla de Gran Canaria


(Figura 1) fue el Estudio Científico de los Recursos de Agua en las Islas Canarias (SPA-15,
1975), donde se elaboraron estudios de hidrología de superficie y subterránea de todas las
islas del archipiélago. En 1980, la empresa INTECSA completó los datos del SPA-15 en el
Proyecto titulado “Planificación y Explotación de los Recursos de Agua de las Islas Canarias
(MAC-21)” (MAC-21, 1980). En este proyecto se inventariaron una serie de pozos
distribuidos por toda la isla. Los datos recabados en los distintos pozos daban información de
la situación, administrativos, de propiedad, características constructivas de los pozos, régimen

156
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

de explotación, piezometría, parámetros químicos del agua tomados en el campo y parámetros


químicos obtenidos en el laboratorio. A partir de estos datos, la misma empresa realizó un
modelo matemático de simulación de flujo subterráneo en Gran Canaria (INTECSA, 1981).

El modelo matemático se realizó mediante un programa de simulación de flujo


tridimensional por el método de las diferencias finitas (Trescott, 1976), y constaba de tres
capas de 1020 nudos cada una (Figura 2). Se realizaron tres modelos matemáticos, dos en
régimen estacionario para datos de 1971 y 1980, y uno, en régimen transitorio con datos del
periodo de 1971 a 1980. El modelo matemático en régimen estacionario de 1971 se realizó
para alcanzar un estado inicial coherente con las permeabilidades calibradas. El modelo
matemático en régimen estacionario de 1980 tenía como objetivo calibrar las permeabilidades
y acotar las magnitudes de los elementos que constituyen el balance (entradas y salidas). Por
último el modelo matemático en régimen transitorio del periodo 1971-1980 permitió calibrar
el coeficiente de almacenamiento.

Figura 2. Discretización horizontal de la isla de Gran Canaria realizada por INTECSA (1981). También se
muestra la geología superficial considerada para cada celda.

La escasez de datos y su distribución espacio – temporal irregular, fue la principal causa de


los problemas en el proceso de análisis, elaboración y síntesis de los mismos. Tan solo un 8%
de todos los datos introducidos en el modelo se conocían con fiabilidad. La falta de datos en

157
La modelación numérica de las aguas subterráneas en Canarias · T. Cruz

el oeste de Gran Canaria impidió la simulación completa de la isla. Debido a ello, se optó por
asignar una permeabilidad estimada en algunas zonas, por lo que los resultados del modelo
presentan notables limitaciones, inconsistencias e incertidumbres.

Tenerife

En la isla de Tenerife (Figura 1) el Consejo Insular de Aguas de Tenerife, en colaboración


de la empresa SURGE Estudios Hidráulicos e Hidrológicos S.A, ha llevado a cabo un modelo
de flujo de toda la isla basado en el que se elaboró al finalizar el proyecto MAC-21 en 1980
(INTECSA, 1980), que ha ido sufriendo posteriores actualizaciones (SURGE, 1991; SURGE,
2002).

El principal objetivo del primer modelo realizado en Tenerife (INTECSA, 1980) fue
alcanzar una calibración satisfactoria en régimen estacionario para los datos disponibles, para
ello se integró toda la información existente de la zona en el modelo, aunque con resultados
poco satisfactorios debido a la excesiva sencillez del modelo conceptual de partida y al escaso
conocimiento de la estructura hidrogeológica de la isla. Este primer modelo no obtuvo
resultados que permitieran simular la evolución del sistema, principalmente porque no se
tuvieron en cuenta la anisotropía horizontal de los ejes estructurales o dorsales, la capacidad
de almacenamiento de agua en las zonas profundas de dichos ejes, la distribución de la
infiltración y recarga de riegos, la estimación de la superficie freática inicial y su evolución, el
efecto de las extracciones durante ese periodo, la posición del fondo impermeable o zócalo,
y/o la distribución geométrica. En 1991 y ante la imposibilidad de comprobar la capacidad
predictiva del anterior modelo, se optó por desarrollar un nuevo modelo que fue denominado
MOD-91 (SURGE, 1991). Los objetivos de este nuevo modelo eran los mismos que los del
anterior: sintetizar y comprobar la coherencia de los datos, permitir su uso como instrumento
de análisis, realizar un diagnóstico de la situación en ese momento y permitir su uso para
pronósticos futuros. El programa usado fue el MODFLOW (McDonald and Harbaugh, 1988)
modificado para adaptarlo a las características hidrogeológicas de la isla, recibiendo el
nombre de MODTENE. Permitía simular las anisotropías de los ejes estructurales de la isla, el
tratamiento de la sequía de celdas y profundización de galerías. Sin embargo, la falta de datos
en algunas zonas continuaba siendo un problema. Por último en el 2002 se realizó una
actualización del MOD-91, aumentando los datos de precipitaciones, el estado de galerías y
pozos y modificando la estructura hidrogeológica (Figura 3) y la recarga por infiltración del
agua de lluvia.

El modelo se calibró en régimen estacionario para el año 1925 con datos de recarga media
anual estimados. Se consiguió un ajuste entre los niveles observados y calibrado correcto, los
errores elevados se observaban en zonas reducidas, y en muchas de ellas no se disponía de
datos de niveles con precisión suficiente. Durante el proceso de calibración se pudo obtener
un mejor ajuste, pero se decidió perder precisión numérica a cambio de adaptar mejor el
modelo a las hipótesis de funcionamiento hidrogeológico de la Isla. El modelo también se
calibró en régimen transitorio para el periodo 1925-1997. El ajuste a la superficie freático
observada en 1997 fue, en general, correcto y el balance hídrico resultó consistente. No
existían datos o estimaciones directas de las conductividades hidráulicas y coeficientes de
almacenamiento de las distintas zonas debido a la dificultad de realizar ensayos de bombeo en
galerías y de interpretar los resultados de los ensayos de bombeo realizados en los pozos
debido a la heterogeneidad y anisotropía del medio, por lo que fueron calibrados durante la

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

modelación en base a criterios hidrogeológicos. El ajuste del nuevo modelo tiene una calidad
semejante o incluso peor que la del MOD-91, sin embargo su representación del flujo
subterráneo es más realista (SURGE, 2002).

Una vez calibrado, el modelo se utilizó para analizar la evolución futura del acuífero bajo
diferentes hipótesis hidrológicas y de explotación. Para la recarga se consideraron dos
hipótesis, una hipótesis denominada como pesimista con un valor de recarga inferior a la
media, y otra calificada como media, con un valor de recarga promedio de los últimos años.
Estas hipótesis de recarga se combinaron con dos hipótesis de extracciones, una restrictiva, en
la que las extracciones disminuían, y otra tendencial, donde se suponía un aumento en la
explotación. En todos los casos, el acuífero era capaz de proporcionar las extracciones
aplicadas y en la simulación más desfavorable se observaba un ligero descenso de los niveles.

Figura 3. Discretización horizontal de la isla de Tenerife. También se muestran algunas condiciones de contorno
(SURGE, 2002).

Zona este de Gran Canaria

En la zona este de la isla de Gran Canaria (Figura 1), el Instituto Geológico y Minero de
España en convenio con el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria realizó un modelo
numérico de flujo (IGME, 2006). La modelación fue usada como herramienta para cuantificar
la sobreexplotación existente en la zona oriental de la isla tomando como punto de partida el

159
La modelación numérica de las aguas subterráneas en Canarias · T. Cruz

modelo previo realizado para el proyecto MAC-21. Durante la descripción del modelo se
subrayó que la información hidrogeológica disponible de la zona es escasa y muy dispersa en
espacio y tiempo, y su calidad es muy variable y debido a ello, la modelización del sector
estudiado presenta importantes limitaciones remarcando la necesidad de su mejora y
actualización permanente.

La modelación del flujo se realizó mediante un modelo tridimensional, sobre una


superficie de 418,5 km2, aplicando el código en diferencias finitas MODFLOW (Harbaugh,
2005). La zona se dividió horizontalmente en una malla de 46 columnas y 59 filas (de 0.5 x
0.5 km2) y verticalmente en 3 capas de espesor variable, con un total de 5.127 celdas activas
(Figura 4). Las capas no representan formaciones geológicas, las cuales se aproximan
mediante la distribución de los parámetros hidráulicos en el sistema, sino estaban
condicionadas por el límite superior de la zona saturada y la profundidad de los pozos de
bombeo. Durante la modelación se realizó una simulación en régimen estacionario, utilizando
como elementos de comparación los resultados del modelo de Gran Canaria (INTECSA,
1981) y los datos piezométricos del período en el que se llevó a cabo el estudio MAC-21
(1980-81). También se realizó una simulación en régimen transitorio en la que, partiendo del
ajuste alcanzado en régimen estacionario para las condiciones de 1981, se realizaron
simulaciones para el período 1981-1999, mediante 19 períodos anuales, utilizando como
elementos de ajuste las piezometrías en planta, correspondientes a la capa superior, para los
años 1985- 87, 1990-93 y 1997-99. El período de simulación se prolongó hasta el año 2002,
no contando en este caso, con datos de piezometría.

El modelo conceptual asumido considera un flujo tridimensional que, en planta, es radial


divergente desde la zona de cumbres hasta las zonas de salida de agua del sistema, que son los
bombeos y el mar. Las entradas de agua al sistema son la recarga procedente de lluvia, los
retornos de riego y las fugas de la red de abastecimiento. En algunos sectores, se incluyó la
entrada de agua de mar.

La escasez de información en una parte importante de la zona de estudio (centro y


suroeste) originó que las piezometrías calculadas no pudieran ser comparadas con las
observadas aunque el ajuste, según IGME (2006), fue aceptable en las zonas con datos
suficientes.

Para la elaboración del modelo no se disponía de medidas directas de ninguno de los


términos principales del balance hídrico regional, términos importante para establecer las
zonas de sobreexplotación, objetivo principal del trabajo. Únicamente los datos de
explotación tenían medidas directas, pero los datos disponibles correspondían a encuestas
realizadas de forma puntual que fueron extrapoladas a todo el período modelado. El análisis
de los resultados de explotación mostró que los datos eran inconsistentes y por tanto no en la
modelización debido a que las extracciones eran superiores a la demanda total de agua en la
zona de estudio.

La distribución superficial final obtenida por el modelo de los parámetros hidráulicos no


parece obedecer a ningún criterio geológico ni topográfico y los valores calibrados durante la
modelación no están dentro de los rangos obtenidos en la bibliografía para esos parámetros.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 4. Discretización horizontal y vertical del acuífero de la zona Este de Gran Canaria (IGME, 2006). Las
celdas azules representan el contacto con el mar.

Al final del proceso de modelación se plantearon dos hipótesis de evolución futura de los
niveles de aguas subterránea: 1) un incremento de las extracciones para uso urbano e
industrial y 2) una disminución de las extracciones para riego y abastecimiento urbano. En la
primera hipótesis, el incremento de bombeos estaba acompañada de una mayor recarga por
lluvia por lo que no se observaron sus efectos. En la segunda hipótesis, al disminuir los
bombeos, el sistema incrementa sus reservas y disminuye la intrusión marina (que se limitaba
sólo a la zona meridional) aumentando las salidas al mar.

161
La modelación numérica de las aguas subterráneas en Canarias · T. Cruz

Valle de La Aldea en Gran Canaria

El modelo numérico de flujo del valle de La Aldea (Fig.1) fue realizado con el objetivo de
mejorar de conocimiento hidrogeológico del acuífero a partir del modelo conceptual pre-
establecido para este y constituyó la tesis doctoral de Cruz (2008).

La modelación del flujo se realizó mediante un modelo tridimensional aplicando el código


en diferencias finitas MODFLOW (Harbaugh, 2005). El área fue discretizada
tridimensionalmente en celdas de 50x50 m considerando 3 capas (Figura 5). La capa superior
está constituida por materiales sedimentarios y volcánicos (aluvial, derrubios de ladera y
basaltos alterados) y las capas intermedia e inferior por basaltos. En el modelo de flujo se
simuló el régimen estacionario para las condiciones medias anuales de recarga y explotación
de 1992. Su calibración tuvo como objetivo obtener un valor de conductividad hidráulica
previo a abordar la calibración del transitorio y disponer de una piezometría inicial para este
régimen. El régimen transitorio se simuló para el periodo de 1992 hasta 1999 debido a la
disponibilidad de datos. La validación se realizó con los datos de los años 2005-2006
obtenidos en la red de control establecida para este fin. Los límites norte, sur y este se
definieron como bordes impermeables, la línea de costa se definió como nivel constante y la
cabecera del barranco se simuló mediante un tramo de caudal prefijado representando el
aporte de la cuenca alta del barranco. Las entradas consideradas en la zona son: recarga por
lluvia, retornos de riego, pérdidas en la red de abastecimiento, cabecera del barranco principal
y desde la zona interior de la isla (Caldera de Tejeda). Las salidas son bombeos y descarga al
mar. El borde inferior se define por el flujo nulo en el contacto entre los basaltos alterados y
basaltos sin alterar.

Los niveles calculados y observados presentaron un buen ajuste y el balance hídrico resultó
consistente. El modelo matemático de flujo confirmó que el patrón de flujo resultante del
modelo conceptual, donde el agua es transferida de los diferentes dominios hidrogeológicos al
aluvial principal y circula por el aluvial de este a oeste. Los parámetros resultantes de la
calibración del modelo y en particular, la transmisividad, eran del mismo orden que los
obtenidos en estudios previos a partir de ensayos de bombeo.

Los resultados obtenidos por el modelo evidenciaron el condicionamiento que la topografía


y la geología imponen a la piezometría en la zona del estudio. La consideración de los
derrubios de ladera y aluviales secundarios, que hasta ese momento no se habían tenido en
cuenta, fue un factor muy importante para obtener un buen ajuste entre niveles observados y
calculados. Este hecho motivó que se redefiniera su importancia hidrogeológica en el modelo
conceptual identificando a estos depósitos como grandes drenes que facilitan y contribuyen a
la recarga del aluvial principal desde las laderas. Por otro lado, la entrada de agua desde la
zona intra-caldera también fue un factor importante para el ajuste modelo, a pesar de que esta
entrada no tiene una gran magnitud, motivando otro cambio en el modelo conceptual de flujo.
Estas nuevas consideraciones en el modelo conceptual son extensibles al resto de los modelos.

A partir de la modelación del flujo y la modelación hidroquímica, realizada para establecer


los procesos de mezcla y la evolución de las reacciones químicas que tienen lugar en el
acuífero, se realizó un modelo numérico de transporte de cloruro. El modelo de transporte
reproduce la distribución espacial de las concentraciones de cloruro en la zona de estudio y
confirma el modelo conceptual del flujo obtenido a partir de la elaboración del modelo de
flujo. El modelo de transporte también pone en evidencia que se desconocen aspectos

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

importantes para tener un modelo conceptual coherente en zonas donde no hay datos
suficientes.

Figura 5. Discretización horizontal y vertical del acuífero de La Aldea (Cruz, 2008).

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

El desarrollo de los modelos numéricos de flujo en las Islas Canarias confirma la potencia
de esta herramienta para obtener un mejor conocimiento del funcionamiento hidrogeológico
en las distintas áreas de estudio modeladas. Asimismo, sientan las bases necesarias para un
posterior modelo de transporte. Los modelos deberían ir unidos a un proceso de validación

163
La modelación numérica de las aguas subterráneas en Canarias · T. Cruz

que fortalezca la confianza en la capacidad predictiva del modelo a pesar de la incertidumbre


asociada como es el caso del modelo numérico desarrollado en el valle de La Aldea (oeste de
Gran Canaria). Finalmente, la bondad de los resultados del proceso de modelación puede
validar el modelo conceptual establecido que se puede revelar robusto y coherente con el
conocimiento que se tiene del sistema hidrogeológico, si bien puede presentar incertidumbres
lógicas debido a la complejidad de este tipo de medio.

Durante el primer paso de la modelación, el modelo conceptual establecido en los modelos


numéricos realizados presenta carencias e incertidumbres lógicas en el conocimiento del
medio, que van a incidir en la modelación numérica. Debido a ello, los resultados van a ser
más consistentes en las zonas donde se dispone de información suficiente, pero van a perder
consistencia y entran en el orden de lo plausible en las zonas donde faltan de datos.

Por otro lado, los datos introducidos en los modelos numéricos presentan un alto grado de
incertidumbre. La recarga procedente de la lluvia, en todos los casos, no se ha cuantificado
con exactitud. Los valores de los bombeos se obtienen en encuestas realizadas a lo largo de
varios años, sin recogerse si en esos períodos los puntos de bombeo han cambiado en el
espacio o en volumen extraído. Los retornos de riego y las pérdidas de redes urbanas son
estimaciones indirectas en función de los suministros de cada uno de esos usos del agua
subterránea. Además, no se conoce para Canarias niveles piezométricos en una situación de
régimen estacionario, los niveles “estáticos” medidos en los pozos están influenciados por el
bombeo de pozos vecinos. Los parámetros hidráulicos no son suficientemente conocidos
debido a la heterogeneidad y anisotropía del medio y a la falta de ensayos de bombeo y
sondeos profundos. La geometría y parámetros hidráulicos de los acuíferos se podrían
conocer de un modo más profundo si se llevaran a cabo inversiones económicas para realizar
nuevos sondeos profundos y ensayos de bombeo. Por todo ello, los modelos deben ser
considerados como una herramienta de revisión de la información disponible, detectando su
inconsistencia para llegar a establecer un sistema de datos coherentes.

La discretización horizontal y vertical del área a modelar debe realizarse procurando


atender de forma más fidedigna a consideraciones geológicas e hidrogeológicas. Sin embargo,
las grandes pendientes topográficas de las islas contribuyen a problemas de estabilidad
numérica debido a los fuertes gradientes existentes entre celdas contiguas, que inducen a su
vez al secado de celdas que pueden impedir la resolución del sistema de ecuaciones de flujo,
esto hace que se tengan en cuenta otras consideraciones para la discretización y que hay que
considerar al evaluar los resultados.

En los modelos se imponen una serie de condiciones de contorno que también presentan
distintos grados de incertidumbre. Algunas de estas condiciones de contorno poseen una gran
consistencia y son el resultado de observaciones de campo. Sin embargo hay otras
condiciones de contorno que aun siendo plausibles poseen cierta incertidumbre. Es el caso de
las divisorias de aguas superficiales que se hace coincidir con las de las aguas subterráneas,
cuando la primera constituye una divisoria topográfica mientras que la segunda lo es
hidrogeológica, como ocurre en los modelos numéricos del valle de La Aldea y el este de
Gran Canaria. Igualmente, los límites inferiores o zócalos de los distintos modelos en los que
se asume que el flujo es prácticamente nulo, supone una hipótesis plausible pero no un
conocimiento cierto. Por otro lado, algunas distribuciones espaciales de las permeabilidades
son supuestas, pues no existen datos que las verifiquen. Pese a todas estas incertidumbres, la
mayoría de los modelos desarrollados reproducen en gran medida las observaciones del

164
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

sistema obtenidas.

Los modelos resultantes, dependiendo de la calidad de sus ajustes y validación, se


presentan como potenciales herramientas de apoyo a la gestión hídrica en una zona donde este
recurso es ambiental y socio-económicamente estratégico. No obstante, la utilización de los
modelos para la gestión hídrica del acuífero, necesitaría de un aporte adicional de información
piezométrica y de calidad en aquellas zonas donde no existen, para que la validación fuera
más fiable, ya que durante la elaboración de los modelo se evidencia la falta de datos
confiables y un monitoreo sistemático de niveles y calidad de las aguas subterráneas, sobre
todo en los modelos realizados en la isla de Gran Canaria. Por otro lado, los datos existentes
no están cohesionados en una única base de datos, sino forman parte de distintos inventarios o
bases de datos oficiales y no oficiales de las distintas instituciones o empresas privadas
dedicadas a la gestión y/o investigación de las aguas subterráneas no siendo, en muchas
ocasiones, de fácil acceso, al igual que mucha otra información necesaria para la elaboración
de los modelos. Por ello, se hace necesaria una gran base de datos pública de información
hidrogeológica y de calidad de las aguas subterráneas de obligatorio cumplimiento con la
Directiva Marco del Agua, que no existe en Canarias.

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2.1.4. CARACTERIZACIÓN DEL FLUJO DEL AGUA SUBTERRÁNEA A PARTIR


DE REGISTROS TÉRMICOS EN LA ISLA DE FUERTEVENTURA,
ARCHIPIÉLAGO DE CANARIAS, ESPAÑA

Christian HERRERA* y Emilio CUSTODIO**

(*) Universidad Católica del Norte. Av. Angamos 0610. Antofagasta, Chile.
cherrera@ucn.cl
(**) Dpto. de Ingeniería del Terreno, Cartográfica y Geofísica. Universidad Politécnica de
Cataluña (UPC). Gran Capità, s/n, edif. D2. emilio.custodio@upc.edu

RESUMEN

La isla de Fuerteventura es la más antigua del Archipiélago de Canarias y está constituida


por materiales que reflejan eventos geológicos desarrollados desde el Cretácico Superior hasta
el Reciente. Con el objetivo de evaluar el flujo del agua subterránea en el acuífero se
realizaron registros verticales de temperatura en los sondeos. Los resultados muestran que las
aguas se desplazan preferentemente a través de las rocas volcánicas situadas en las partes más
altas del sistema, mientras que a mayor profundidad los flujos son muy reducidos debido a la
existencia de rocas intrusivas de menor permeabilidad. Esta situación produce un flujo
preferencial subhorizontal a través de las rocas volcánicas del Complejo Basal y lavas del
Edificio Gran Tarajal.

Palabras clave: registros térmicos, flujo, agua subterránea, Fuerteventura

INTRODUCCIÓN

La isla de Fuerteventura forma parte del Archipiélago de Canarias y es la más próxima a


África, de la que dista sólo 100 km (Figura 1). Tiene forma alargada en dirección NE–SW,
una longitud aproximada de 100 km desde su extremo norte hasta el extremo sur y una
superficie es de unos 1650 km2, a la que se añaden otros 15 km2 de la Isla de Lobos, pequeño
islote situado al noreste.

La característica climatológica más importante de la isla de Fuerteventura es la aridez. La


orientación de la isla y la escasez de alturas topográficas importantes con respecto a la
trayectoria de los vientos alisios, son hechos poco favorables a la generación de lluvias. Esto
se traduce en que las precipitaciones medias anuales en las partes más altas de la isla apenas
superan los 200 mm anuales, mientras que en las partes bajas en algunos casos no alcanzan
los 70 mm/año. Las precipitaciones más importantes se concentran entre los meses de
noviembre y marzo.

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Caracterización del flujo del agua subterránea a partir de registros térmicos en la isla de Fuerteventura,… · Ch. Herrera y E. Custodio

Una parte importante de los recursos hídricos de la isla están destinados para el
abastecimiento de la población, la cual es de aproximadamente cuarenta y cinco mil
habitantes. Sin embargo la creciente actividad turística de la isla, que muestra un incremento
sostenido desde la década de 1970 ha hecho que la demanda de agua para el abastecimiento
de la población sea creciente. Estas necesidades de agua se cubren básicamente con la
desalinización de agua de mar (86-88%), la cual se complementa con desalinización de agua
subterránea (10-11%) y en menor cantidad por el abastecimiento directo de agua subterránea
en algunas localidades del interior (ITGE, 1991). En la actualidad el método utilizado
mayoritariamente para la desalinización del agua de mar es la osmosis inversa y la fuente de
energía utilizada es la eléctrica. La principal planta desalinizadora de agua de mar se localiza
en la ciudad de Puerto del Rosario y le siguen en importancia las de Gran Tarajal, Corralejo y
Morro Jable.

Figura 1. Situación de la isla de Fuerteventura. La zona de estudio está sombreada y se indican los puntos de
agua subterránea que existen en la misma.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

MARCO GEOLÓGICO

Las rocas sedimentarias, volcánicas e intrusivas que afloran en la Isla de Fuerteventura


reflejan eventos geológicos desarrollados en ambiente volcánico desde el Cretácico hasta el
Reciente (Figura 2). De acuerdo a sus características petrológico–estructurales, edad y
ubicación geográfica se han agrupado en dos megaunidades, que corresponden al Dominio del
Complejo Basal y el Dominio Subaéreo (Coello et al., 1992; Balcells et al., 1994). El
Dominio del Complejo Basal está constituido por lavas submarinas, rocas intrusivas y un
denso enjambre de diques; el Dominio Subaéreo está integrado por emisiones volcánicas
posteriores a la emersión del Complejo Basal, de edades miocenas, pliocenas y cuaternarias.

El Complejo Basal (Cretácico Superior–Mioceno Inferior) representa el período de


construcción más antiguo de la isla. Aflora en la parte centro–oriental de Fuerteventura. Las
rocas más antiguas reconocidas en esta unidad corresponden a sedimentitas marinas de edad
Cretácica, formadas en un ambiente oceánico profundo y compuestas por series turbidíticas
con intercalaciones calcáreas y silíceas. Toda la serie esta deformada y plegada.
Inmediatamente sobre las sedimentitas submarinas se desarrolló una importante actividad
volcánica submarina, que corresponde a lavas y tobas basálticas y traquibasálticas
submarinas, intruidas por plutones de composición básica y ultrabásica. Durante el
Paleógeno–Mioceno se desarrolló una importante actividad magmática con el emplazamiento
de numerosos cuerpos intrusivos de composición básica y ultrabásica. Asociado a esta
actividad magmática se emplazó un complejo filoniano de extraordinaria densidad (Fúster et
al., 1980).

El Edificio Gran Tarajal (fase volcánica Miocena) constituye el primer episodio subaéreo
tras el emplazamiento del Complejo Basal y corresponde a coladas de lava que dieron origen
al antiguo estratovolcán. Ocupa la parte oriental del área de estudio y se compone de coladas
de lava de composición basáltica de poco espesor, suavemente inclinadas hacia el E, que
pueden presentar intercalados niveles de piroclastos. En la parte inferior de la secuencia
abundan los basaltos piroxénicos o ankaramíticos, y en menor proporción se encuentran
basaltos olivínicos y olivínico–piroxénicos. En el tramo medio–superior los tipos litológicos
más característicos son los basaltos olivínicos, a los que le siguen basaltos olivínico–
piroxénicos y en menor cantidad traquibasaltos. La unidad sobreyace en discordancia angular
a las coladas de lava de origen marino del Complejo Basal e infrayace en discordancia a las
coladas basálticas de la Fase Pliocena–Holocena.

El Malpaís (fase volcánica Pliocena–Holocena) corresponde a coladas de lava de


composición basáltica que se localizan principalmente en la parte central del área considerada.
Geográficamente y morfológicamente reciben el nombre de Malpaís. Son coladas de lava tipo
a–a que alcanzan espesores de 3 a 10 m. En la parte superior de las mismas presentan gran
cantidad de vesículas y en la parte central de algunas coladas se reconocen estructuras
columnares. Son de composición basáltica olivínica con texturas porfídicas, y ocasionalmente
basaltos olivínico–piroxénicos. Los volcanes que dieron origen a estas coladas de lava se
presentan alineados en dirección norte–sur en la parte occidental de la unidad. Las coladas de
lava cubrieron la mayor parte de esta pequeña depresión central y algunas deslizaron por
barrancos y alcanzaron el mar en Pozo Negro, en el lado oriental de la isla.

Los Depósitos Aluviales y Coluviales agrupan depósitos de relleno de barranco y


depósitos aluviales en los principales barrancos del área de estudio, no consolidados y con una

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Caracterización del flujo del agua subterránea a partir de registros térmicos en la isla de Fuerteventura,… · Ch. Herrera y E. Custodio

mala selección de sus materiales. Se han identificado depósitos aluviales bajo los flujos
volcánicos más recientes que recorrieron los actuales barrancos y algunos de estos depósitos
están intercalados entre flujos volcánicos.

Figura 2. Mapa geológico de la parte central de la isla de Fuerteventura (Modificado de IGME., en prensa).

GEOMETRÍA DEL ACUÍFERO

La definición de la geometría de las unidades acuíferas se basa en las descripciones


litológicas de sondeos incluidos en el inventario del ITGE (1991), que es una recopilación de
datos aportados por las empresas perforadoras. También se cuenta con algunas descripciones
más detalladas de sondeos de reconocimiento geológico e hidrogeológico realizados por el
Servicio Geológico de Obras Públicas (SGOP). En algunos sondeos para captación de agua
existen dudas en cuanto a la calidad de la interpretación, debido a que la descripción se hizo a
partir del detritus recuperado de la perforación. La mayor cantidad de información procede de

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

pozos ubicados en la parte oriental del área de estudio, debido a que en la parte occidental el
relieve abrupto y la baja permeabilidad de las rocas no favorecen que se haya desarrollado
actividad agrícola.

A partir de la distribución de las unidades geológicas más importantes se puede dividir el


área de estudio en dos dominios principales: un Dominio Occidental, constituido por rocas
volcánicas e intrusivas del complejo Basal y un Dominio Oriental, compuesto por lavas
miocenas del Edificio de Gran Tarajal y por depósitos volcánicos y sedimentarios del
Pleistoceno–Holoceno (Figura 3). El límite entre ambos dominios se sitúa en la Depresión
Central, que en parte se encuentra cubierto por depósitos aluviales recientes y depósitos de
caliche. Se trata de un cambio litológico brusco que en planta es aproximadamente rectilíneo,
por lo que no se descarta que pueda corresponder a un contacto por falla (Figura 3). La
existencia de esta falla puede argumentarse por que en los sondeos profundos realizados en el
Malpaís y contiguos a las rocas volcánicas del Complejo Basal no se encuentran las rocas de
esta última unidad. Esto indicaría que la continuidad de las lavas submarinas del Complejo
Basal se truncan abruptamente en este contacto y no tienen continuidad bajo las lavas de la
Serie I Inferior del Edificio Gran Tarajal, aunque cabría también considerar un gran escarpe
de deslizamiento o costero.

Figura 3. Perfil hidrogeológico de la zona de estudio en dirección Este–Oeste (Herrera, 2001).

El Dominio Occidental abarca la mitad occidental del área de estudio y está compuesto
principalmente por rocas volcánicas e intrusivas del Complejo Basal. De la interpretación
geológica de los numerosos sondeos realizados en las localidades de Tuineje se deduce que
espacialmente las rocas volcánicas se sitúan sobre las rocas intrusivas. A partir de las
diferencias geológicas, hidrogeológicas y espaciales de los materiales que constituyen este
dominio se identifican dos unidades hidrogeológicas: Unidad Superior y Unidad Inferior.

La Unidad Superior está constituida por lavas submarinas y tobas del Complejo Basal.
Desde el punto de vista estructural, la Unidad Superior está atravesada por una malla de

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Caracterización del flujo del agua subterránea a partir de registros térmicos en la isla de Fuerteventura,… · Ch. Herrera y E. Custodio

diques de orientación principal N15ºE. El espesor de la unidad es variable, siendo el máximo


valor perforado de 70 m, aunque no se descartan espesores mayores. En superficie esta unidad
puede estar cubierta por depósitos de relleno de barranco, depósitos coluviales y costras de
caliche. El límite inferior de la unidad es irregular y queda definido por un contacto por
intrusión con rocas plutónicas del Complejo Basal.

La Unidad Inferior está compuesta por rocas intrusivas correspondientes a la Serie


Ultraalcalina Inicial y de la Serie Plutónica Alcalina Indiferenciada. La mayor cantidad de
puntos de observación de la Unidad Inferior corresponden a sondeos profundos localizados en
la localidad de Tuineje. En la vertiente occidental del Macizo de Betancuria existen escasos
puntos de observación de esta unidad. También se pueden encontrar zonas donde las rocas
intrusivas se encuentran próximas o en superficie. El límite superior de esta unidad queda
definido por un contacto, en el que rocas de esta unidad aparecen intruyendo a rocas
volcánicas del Complejo Basal.

El Dominio Oriental se localiza en la mitad Este del área de estudio y está constituido por
lavas basálticas e intercalaciones de piroclastos correspondientes al Edificio Gran Tarajal, así
como por un antiguo aluvial reconocido bajo el campo de lavas recientes del Malpaís. En el
Edificio Gran Tarajal la zona saturada se localiza específicamente en la Serie I Inferior de este
antiguo volcán y corresponde a la base de la estructura volcánica. Son coladas de lava
tabulares que pueden alcanzar una continuidad de varios kilómetros y que se encuentran
ligeramente inclinadas hacia el Este. La erosión ha excavado profundos cañones lineales,
dando un relieve abrupto denominado localmente “cuchillos”. En la Depresión Central esta
unidad aparece cubierta por depósitos aluviales y por las lavas recientes del Malpaís, mientras
que en los “cuchillos” aparece cubierta por rocas de la Serie I Intermedia y Superior del
mismo volcán. El límite inferior de esta unidad no se ha alcanzado en ninguno de los sondeos
profundos del área de estudio.

En el área del Malpaís, sobre las rocas de la Serie I Inferior y bajo las coladas de lava del
Malpaís se reconoce un antiguo aluvial que presenta forma tabular, alargada en dirección E–
W y que se inclina ligeramente hacia el Este. Hacia los bordes Norte y Sur esta unidad se
acuña. El espesor máximo de esta unidad es de 18 m, aunque aumenta en dirección al borde
costero. Está unidad está constituida por dos niveles principales: a) una capa superior de
cantos de rocas volcánicas antiguas y b) una capa inferior de arenas, en parte cementadas por
caliche, que han sido descritas como un antiguo paleosuelo.

PIEZOMETRÍA

La mayor cantidad de datos para la elaboración del mapa piezométrico del Macizo de
Betancuria corresponden a niveles piezométricos de la parte oriental de la Isla. Esto ocurre
debido a la escasa cantidad de pozos y sondeos en la parte occidental, como consecuencia del
relieve más montañoso de este sector y por la menor permeabilidad que presentan las rocas, al
tratarse principalmente de rocas intrusivas del Complejo Basal. Por esta razón la piezometría
elaborada presenta un mayor detalle en la vertiente oriental del área de estudio (Figura 4).

En general se observa que la distribución de la superficie piezométrica sigue


aproximadamente la forma de la topografía del terreno. En esta se observa la continuidad
hidráulica entre el flujo de agua del Dominio Occidental y el Dominio Oriental. Esta

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

característica permite asumir que el flujo lateral proveniente del Dominio Occidental continúa
después por las rocas volcánicas miocenas del Edificio Gran Tarajal.

A partir de la piezometría obtenida en la vertiente oriental del Macizo de Betancuria se


identifican dos sectores de descarga preferencial hacia el mar. El más importante se localiza
en las inmediaciones de la localidad de Gran Tarajal y corresponden a las aguas provenientes
de las partes altas del Macizo de Betancuria que con un sentido de flujo S-E descienden hasta
alcanzar la Depresión Central. En la Depresión Central cambia suavemente el sentido de flujo
hacia el Sur, canalizándose aproximadamente por el Valle de Gran Tarajal para descargar
finalmente en el área de la localidad de Gran Tarajal. También descarga en este sector el agua
que proviene de una elevación piezométrica localizada en los “cuchillos” orientales, la cual
desciende con un sentido de flujo S-O hasta alcanzar la Depresión Central (aproximadamente
en el Barranco de Gran Tarajal) para posteriormente cambiar el sentido de flujo hacia el sur
en el Valle de Gran Tarajal.

El otro punto de descarga preferencial hacia el mar se localiza en el Barranco de Pozo


Negro. En la parte norte del área de estudio el agua proviene de la vertiente occidental del
Macizo de Betancuria con un sentido de flujo hacia el este y continúa su descenso
aproximadamente de forma rectilínea, alcanzando la Depresión Central y continuando
posteriormente por el Barranco de Pozo Negro. Esta descarga estaría canalizada a través de
las rocas volcánicas de la Serie I Inferior, así como en los depósitos detríticos del antiguo
aluvial cubierto por las coladas del Malpaís y las lavas del Malpaís.

En las partes más altas del área de estudio, en rocas del Complejo Basal, el gradiente
piezométrico tiende a aumentar paulatinamente hasta alcanzar valores cercanos a 0.03. Este
gradiente guarda relación con zonas donde se reconocen rocas volcánicas e intrusivas del
Complejo Basal y probablemente con zonas donde la recarga es mayor. En la vertiente
occidental del Macizo de Betancuria, donde el relieve es más abrupto y predominan rocas
intrusivas, el gradiente piezométrico es muy alto y parece tener una continuidad entre las
distintas unidades intrusivas. No obstante, no hay suficientes datos para completar la
piezometría de este sector.

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Caracterización del flujo del agua subterránea a partir de registros térmicos en la isla de Fuerteventura,… · Ch. Herrera y E. Custodio

Figura 4.- Mapa piezométrico construido con datos tomados en el período 1999-2001. Isopiezas cada 20 m.

REGISTROS DE CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA Y TEMPERATURA DE LAS


AGUAS SUBTERRÁNEAS

Una de las características más notorias de la química de las aguas en la isla de


Fuerteventura es la gran variabilidad espacial de la salinidad. Así, se observa en general que
las aguas de pozos poco profundos (menos de 50 m y construidos en las lavas submarinas del
Complejo Basal) presentan una menor mineralización que las obtenidas de sondeos
profundos. Asimismo, el agua subterránea se presenta estratificada, con un incremento de la
salinidad con la profundidad.

Con el objetivo de estudiar variaciones de la composición química del agua subterránea en


la vertical, en los sondeos abandonados del área de estudio, se realizaron registros verticales
de temperatura y conductividad eléctrica. La falta de sondeos con entubación y rejillas que
permitan definir la profundidad de muestreo y pocos registros litológicos de los sondeos han
impedido definir claramente una relación entre las agua de mayor y menor mineralización con
las litologías presentes. En la mayoría de los casos las aguas de mayor mineralización se
asocian a rocas intrusivas del Complejo Basal. Específicamente, los mayores aumentos de la
salinidad con la profundidad se registran en el área de Tesejerague y Tuineje, donde las aguas
menos mineralizadas de la parte superior de la columna de agua pueden tener una
conductividad eléctrica de 2,5 mS/cm, mientras que las más profundas pueden llegar a
alcanzar 24 mS/cm.

La Figura 5 presenta un corte hidrogeológico de orientación aproximada E-W realizados en

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el área de Tesejerague y en el cual se representan curvas de igual conductividad eléctrica de


las aguas subterráneas. Desde el nivel freático hasta aproximadamente 50 m de profundidad
se reconocen aguas de menor mineralización y a mayor profundidad las aguas superan los 24
mS/cm.

Figura 5. Corte con representación a escala de la conductividad eléctrica (mS/cm) del agua subterránea en el área
de Tesejerague - Valle de Gran Tarajal.

Las aguas de menor mineralización ubicadas en la parte superior de la columna de agua en


los sondeos presentan temperaturas y gradientes de temperatura muy variables de un lugar a
otro. En general los gradientes verticales de temperatura en la parte superior de la columna de
agua de los sondeos son muy pequeños, por debajo del gradiente térmico normal, lo que ha
sido interpretado como una mayor influencia de flujos de agua en los sondeos. En algunos
casos estos gradientes son menores de 0,01 ºC m-1 (Fig. 6). Por otro lado, en las aguas más
profundas y de mayor mineralización, en la mayoría de los casos se observa un gradiente
térmico más alto y próximo al normal, lo que indicaría que los flujos verticales tienen una
menor influencia en el sondeo. A partir de los registros litológicos de los sondeos, sólo en
algunos puntos de agua se ha logrado establecer una relación clara entre las unidades
geológicas atravesadas y las zonas en que se registran mayores flujos verticales de agua en los
sondeos. En el área de Tuineje se puede deducir que las zonas en que existen mayores
indicios de flujos verticales de agua en los sondeos se correlacionan con rocas volcánicas del
Complejo Basal, mientras que las zonas sin flujos verticales significativos de agua en los
sondeos corresponden a rocas intrusivas también del Complejo Basal.

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Caracterización del flujo del agua subterránea a partir de registros térmicos en la isla de Fuerteventura,… · Ch. Herrera y E. Custodio

18 20 22 24 26 28 30

0 0

50 50
Profundidad (m)

100 100

150 150

Punto
P-112-TU S-51-TU
S-63-TU S-104-TE
200 S-121-TE S-159-GT 200
S-124-TE S-59-TU
S-74-MP S-131-TE
S-107-MP S-97-TU
S-86-TU S-30-PN
S-142-MP S-23-TU
S-166-TE S-154-PN
250 250

18 20 22 24 26 28 30
Temperatura (ºC)

Figura 6. Representación de todos los perfiles de temperatura (ºC) del área de estudio respecto a la profundidad
(m) bajo el terreno. TU= Tuineje, TE=Tesejerague, MP=Malpaís, GT=Gran Tarajal, PN=Pozo Negro.

La Figura 7 muestra un corte hidrogeológico de orientación aproximada N-S con la


distribución de las curvas isotermas del agua subterránea construidas a partir de la unión de
puntos de igual temperatura de los registros de los sondeos. En esta figura se ha inferido la
temperatura del terreno a partir de la continuidad de las isotermas medidas en el agua. Esta
representación pone de manifiesto una cierta influencia del relieve en la distribución térmica
en la parte superior del acuífero, mientras que a mayor profundidad estas diferencias se
atenúan. En el sector de Tesejerague se observa un ascenso de las isotermas que coincide con
las cotas más altas del sector e indicaría la influencia del relieve en la distribución de la
temperatura en el agua. Hacia el oeste también se observa un ascenso de las isotermas que
coincide con una elevación topográfica (hacia el sector de los “cuchillos”) lo que confirmaría
la influencia del relieve en la distribución de la temperatura en el terreno.

En el caso del registro de temperatura realizado en el sondeo S-131-TE se observa una


alteración importante en el gradiente térmico local que es atribuido a la recarga preferencial
producida a partir de las numerosas presas próximas a este punto de registro y que también
queda corroborada por una pequeña elevación del nivel piezométrico.

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Figura 7. Corte con representación a escala de la temperatura (ºC) del agua en el área de Tesejerague - Valle de
Gran Tarajal. La situación espacial del corte es la misma que la del corte representado en la Figura 5.

Al comparar los cortes hidrogeológicos de las Figuras 5 y 7 se observa que en las cotas
altas del área existe una correspondencia entre las alteraciones de los gradientes de
temperaturas del agua y la menor salinidad del agua, ambos aspectos físicos característicos de
la Unidad Superior. En el sector de Tesejerague se observa un ascenso de las isotermas que
coincide con las cotas más altas del sector e indicaría la influencia del relieve en la
distribución de las temperaturas en el agua. Hacia el oeste también se observa un ascenso de
las isotermas que coincide con una elevación topográfica (hacia el sector de los “cuchillos”)
lo que confirmaría la influencia del relieve en la distribución de la temperatura en el terreno.

UNIDADES HIDROGEOQUÍMICAS

A partir de la interpretación de los perfiles de temperatura y conductividad eléctrica


realizados en los sondeos se han definido 2 unidades hidrogeoquímicas: la Unidad Superior
compuesta por aguas menos salinas (conductividad eléctrica variable entre 2,5 y 5,5 mS/cm)
con temperaturas que varían entre 18 y 25ºC y una Unidad Inferior compuesta por aguas de
mayor mineralización (conductividad eléctrica variable entre 5,5 y 24 mS/cm) y temperaturas
variables entre los 25 y 30ºC. De esta interpretación también se deduce que la mayor parte de
las aguas representativas de la Unidad Superior se restringen a las rocas volcánicas del
Complejo Basal, mientras que las aguas más salinas se situarían preferentemente en rocas
intrusivas del Complejo Basal (Herrera, 2001).

Respecto a los orígenes de la salinidad en el agua subterránea de la zona, se han


determinado distintas fuentes, según correspondan a aguas de la Unidad Superior
representativas de la recarga y aguas más profundas correspondientes a la Unidad Inferior. A
continuación se presenta un breve resumen de los resultados de la interpretación
hidrogeoquímica e isotópica (Herrera y Custodio, 2003).

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Unidad Superior

En el estudio de la composición química de las aguas de la Unidad Superior se han


considerado todas las muestras obtenidas en manantiales, pozos y sondeos poco profundos.
Dentro de la Unidad Superior se agrupan aquellas muestras de agua representativas de la
recarga, localizadas en rocas volcánicas correspondientes al Complejo Basal y que presentan
una mínima interacción con el terreno por el que circulan. Corresponden a aguas de tipo
clorurado sódico, que en general presentan una alcalinidad moderada y bajos contenidos de
sulfato y sílice disuelta, con conductividades eléctricas que llegan a 5,5 mS/cm. La
concentración de nitrato en estas aguas son variables de un punto a otro, pero en la mayoría de
los casos se sospecha que hay efectos antrópicos asociados a usos agropecuarios.

La composición característica del agua subterránea somera en el Malpaís es interpretada


como agua recargada en las coladas basálticas cuaternarias. En su camino hacia la zona
saturada circula a través de un medio poco meteorizado que no permite una incorporación
iónica importante al agua. De esta manera, las aguas presentan una mineralización de baja a
moderada, que obedece principalmente a la deposición seca y la aportada por las
precipitaciones.

Unidad Inferior

Las aguas de la Unidad Inferior son aguas profundas, con un grado de mineralización más
alto que la Unidad Superior. Corresponden a aguas de tipo clorurado sódico, sulfatadas y con
altos contenidos de sílice, con conductividades eléctricas por encima de 5,5 mS/cm. A
diferencia de las aguas de la Unidad Superior, la concentración de nitratos en estas aguas es
muy baja e incluso queda bajo los límites analíticos de detección.

Existen algunas diferencias en la composición química de las aguas muestreadas en los


sondeos profundos de Tuineje y los sondeos profundos que se encuentran en las proximidades
de la localidad de Tesejerague. Estas diferencias quedan definidas por un aumento en la
concentración de sodio y cloruro en las aguas subterráneas en Tesejerague, mientras que los
contenidos de sulfato se mantienen prácticamente iguales.

Por otro lado también se realizaron determinaciones de bromuro en muestras de


precipitación y aguas subterráneas. Las aguas de los sondeos profundos que son
representativas de la Unidad Inferior presentan un valor de la relación rCl/rBr (r = meq/L)
entre la marina (660) y el entorno de 800, sin que exista una clara relación con la salinidad de
cada área, pero el conjunto tiende a acercarse al valor marino al aumentar la salinidad del
agua. Estos datos confirman la existencia de agua marina atrapada en las rocas intrusivas del
Complejo Basal.

También destaca las concentraciones de sulfato en las aguas de la Unidad Inferior, entre
23,9 y 58,6 meq/l. Se descarta que los elevados contenidos de SO4 en las aguas de la Unidad
Inferior estén relacionados con retornos de riego, pues no se detectan contenidos importantes
de NO3 en estas aguas. A medida que aumenta la concentración de cloruros en el agua de la
Unidad Superior y la Unidad Inferior, el valor de la relación rSO4/rCl se aproxima al valor
para el agua del mar. A partir de estos resultados se deduce que los sulfatos de Unidad

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Inferior tienen un origen distinto al meteórico, posiblemente disolución de yeso, pero con una
componente de origen marino importante (Herrera y Custodio, 2003).

CONCLUSIONES

La estructura geológica en el Dominio Occidental está constituida principalmente por un


núcleo de rocas intrusiva de composición básica y ultrabásica, a las cuales las sobreyacen
rocas volcánicas de origen submarino también del Complejo Basal. Por otro lado la estructura
geológica del Dominio Oriental queda definida por coladas de lavas basálticas en parte
erodadas del edificio Gran Tarajal, las cuales se encuentran manteando con bajo ángulo hacia
el este. Estas coladas de lava en la Depresión Central se encuentran cubiertas por un extenso
campo de lavas recientes (Malpaís) y por materiales aluviales.

Las aguas de menor mineralización ubicadas en la parte superior de la columna de agua en


los sondeos presentan temperaturas y gradientes de temperatura muy variables de un lugar a
otro. En general los gradientes de temperatura en la parte superior de la columna de agua de
los sondeos son muy bajos y quedan por debajo del gradiente térmico normal, hecho que ha
sido interpretado como una mayor influencia de flujos de agua en los sondeos. En algunos
casos estos gradientes son menores de 0,01 ºC m-1. Estas aguas tienen una composición
química característica que ha permitido definir una Unidad Superior.

Las aguas más profundas y de mayor mineralización en la mayoría de los casos presentan
un gradiente térmico más alto y próximo al normal, lo que indicaría que los flujos verticales
tienen una menor influencia en el sondeo. La correlación de los registros de temperatura con
la información de las litologías reconocidas en los sondeos, muestra una clara correlación con
las rocas intrusivas del Complejo Basal. En el área de Tuineje se puede deducir que las zonas
en que existen mayores indicios de flujos de agua en los sondeos se corresponden con rocas
volcánicas del Complejo Basal, mientras que las zonas sin flujos verticales significativos de
agua en los sondeos corresponden a rocas intrusivas también del Complejo Basal. Estas aguas
presentan una composición química característica según la que se ha definido una Unidad
Inferior.

REFERENCIAS

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.1.5. HIDROGEOLOGÍA E HIDROQUÍMICA DEL AGUA SUBTERRÁNEA DEL


ACUÍFERO VOLCÁNICO DE LAS VERTIENTES A PARTIR DE DATOS MEDIDOS
EN GALERÍAS (LA PALMA, ISLAS CANARIAS)

Roberto PONCELA PONCELA* y Elzbieta SKUPIEN BALON**

(*) Eurogeólogo, Profesional libre. Moreiba 2, 5ºB. 38111 Santa Cruz de Tenerife.
rponcela_geo@yahoo.es
(**) Dra. Ingeniera de Minas, Profesional libre. Moreiba 2, 5ºB. 38111 Santa Cruz de
Tenerife. elzsku2006@yahoo.es

RESUMEN

El acuífero volcánico de las vertientes constituye el principal reservorio de agua


subterránea para la gestión de recursos hídricos en La Palma, que ha sido drenado
tradicionalmente por galerías a diferentes cotas. Los caudales alumbrados en dicho acuífero
ascienden en promedio a 1500 L/s. Son aguas de excelente calidad por su muy baja
mineralización, en general inferior a 200 μS/cm, muy apreciadas para abasto y riego. La
composición isotópica de las aguas subterráneas parece ajustarse razonablemente a una recta
meteórica clásica de pendiente 8, con un exceso de deuterio +19, especialmente en la zona
nororiental. El contenido en tritio < 0,5 UT es indicativo de sistemas de flujos regionales, con
aguas recargadas hace décadas (incluso centurias) y posiblemente mezcladas con aguas más
recientes pero de escasa contribución directa en la zona de alumbramiento (generalmente a
cota inferior a 1000 m), aunque con posibilidades de estratificación en los niveles superiores
del acuífero. Los sistemas de flujos locales (galerías a cotas superiores a 1000 m) responden a
rápida circulación, baja mineralización y presencia de tritio > 2 UT.

Palabras clave: Acuífero de las vertientes, hidrogeología, galerías, isótopos del agua, La
Palma

INTRODUCCIÓN

En la Isla de La Palma, más del 70% del agua que se utiliza proviene de galerías que
drenan el agua de excelente calidad que circula por las diferentes formaciones acuíferas que
constituyen el acuífero volcánico de las vertientes, asimilado a la masa de agua subterránea
LP001: acuífero insular-vertientes, de acuerdo con los requerimientos de la Directiva Marco
del Agua 2000/60/CE. Dichas galerías se construyeron con iniciativa privada y, es a partir de
1950, cuando se produce el auge de su desarrollo, especialmente por el conocido "efecto
llamada", hasta acumular algo más de 270 km de longitud excavada. Esta singularidad ha
permitido disponer de relevante información geológica del interior de los edificios volcánicos;

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Hidrogeología e hidroquímica del agua subterránea del acuífero volcánico…La Palma… · R. Poncela Poncela y E. Skupien Balon

sin embargo, el conocimiento de parámetros hidrogeológicos no ha sido paralelo, a lo que se


une la dificultad de realización de ensayos fiables en terrenos volcánicos. No obstante, una
parte de la información necesaria ya existe (caudales e hidroquímica) aunque no siempre es
sencillo disponer de la misma debido a la dispersión de las fuentes y, en bastantes casos, a la
"privacidad y confidencialidad" de la misma.

El alumbramiento realizado a partir de galerías provoca una modificación del flujo


subterráneo (fundamentalmente de cumbres a mar) de manera irreversible que hace que el
agua fluya continuamente, se utilice o no, excepto en los casos en donde la geología es
favorable y pueden realizarse cierres hidráulicos por compuerta (generalmente apoyados en
diques bastante impermeables), que permiten una regulación del caudal drenado en función de
las necesidades requeridas. No obstante, hasta la fecha no se ha analizado convenientemente
su evolución ni existe una monitorización sistemática, en parte debido a que esta regulación
únicamente responde a criterios agrícolas, y no hidrogeológicos propiamente dichos.

Los trabajos sobre hidrogeología insular en La Palma con criterio técnico-científico se


inician con el denominado Proyecto SPA-15 (SPA-15, 1975), que integró por primera vez en
un documento todos los aspectos relacionados con el ciclo hidrológico en las Islas Canarias.
Con criterios similares se desarrolló el Proyecto MAC-21 (1980). A estos trabajos se unen los
documentos correspondientes a los Planes Hidrológicos de La Palma (ITGE, 1993; DGA,
1988; APHP, 1992; PHP, 2001 y CIAP, 2009). Para contribuir a una mejora de esta situación,
en esta comunicación se analiza la información hidrogeológica disponible en relación al
modelo conceptual de funcionamiento del acuífero de las vertientes.

MARCO GEOGRÁFICO, GEOLÓGICO E HIDROGEOLÓGICO

La Isla de La Palma se localiza en el sector noroccidental las Islas Canarias, situadas al


noroeste del continente africano, entre las latitudes 27º 37' y 29º 25' Norte (situación
subtropical) y las longitudes 13º 20' y 18º 10' al oeste de Greenwich. Presenta forma de
triángulo isósceles invertido, cuyos ejes principales miden 47 km (N-S) por 29 km (E-O), y
tiene una extensión de unos 708 km2 (Figura 1).

La pluviometría promedio de la zona nororiental es P= 1200-1300 mm/año como


consecuencia de la acción de los vientos alisios, y para la zona del arco de Cumbre Nueva, la
pluviometría promedio es P= 1000-1200 mm/año (CIAP, 2007a). La recarga natural se
produce por infiltración del agua de lluvia en la zona de cumbres, y se ha estimado en
promedio para la zona norte en R= 550-600 mm/año (Skupien & Poncela, 2009a), y para
Cumbre Nueva (dorsal central) en R= 500-550 mm/año (CIAP, 2007a).

El área nororiental es excedentaria entre 3-4 hm3/año (PHP, 2001), si bien está sometida a
una fuerte presión como consecuencia de la demanda, en estos momentos influenciada por las
extracciones de la captación "túnel de trasvase" (unos 150 L/s) y del hontanar "Nacientes de
Marcos y Cordero" (situado al NE de la isla), que en conjunto drena un caudal promedio en
torno a los 120 L/s (Skupien & Poncela, 2009a y 2009b).

El archipiélago canario, situado en el Océano Atlántico y próximo al margen continental


occidental africano, constituye la parte emergida de una formación volcánica emplazada sobre
la litosfera oceánica, en el dominio intraplaca del borde occidental de la placa africana. Su

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

génesis se asocia con el desplazamiento de este a oeste de un punto caliente (“hotspot”) del
manto, actualmente situado en el extremo occidental del archipiélago.

Figura 1. Situación geográfica de la zona de estudio. Base cartográfica: SITCAN (Sistema de Información
Territorial de Canarias). Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial – GRAFCAN. Mapa de
isoyetas medias (mm) de la Isla de La Palma (CIAP, 2009).

La Palma es la segunda isla canaria más joven y se encuentra en la fase más rápida de
crecimiento del archipiélago, dentro de una etapa denominada de “shield-building”
(Carracedo et al., 1997). La sucesión estratigráfica está bastante bien definida (APHP, 1992;
Carracedo et al., 2001; PHP, 2001; Poncela (en DGA, 2009)) debido al profundo corte natural
representado por la Caldera de Taburiente, y a las numerosas galerías que penetran en el
subsuelo radialmente, principalmente desde las pendientes exteriores, destacando:

1. Complejo Basal, constituido por un núcleo de edad superior a 3 Ma (Plioceno),


formado esencialmente por materiales volcánicos submarinos y rocas intrusivas, que
solo aflora en el fondo de la Caldera de Taburiente (con afloramientos por encima de la
cota 1500 m).
2. Unidades Volcánicas Subaéreas (lavas, piroclastos, diques, etc.) que recubren
discordantemente (periodo de inactividad volcánica del orden de 1 Ma) el Complejo
Basal y que han sido emitidas de manera discontinua y dispersa espacialmente durante
los últimos 2 Ma, imbricándose diferentes edificios volcánicos singulares
coetáneamente al desplazamiento de la actividad volcánica principal de norte a sur.

La zona de estudio se corresponde con las unidades volcánicas subaéreas del cono norte
(toda la zona septentrional y nororiental) y oriental de la isla, englobando los edificios
Taburiente I y II (el más extenso en superficie) y el Edificio Cumbre Nueva (Figura 2). Estas
unidades están constituidas, en general, por un apilamiento alternante de lavas basálticas
predominantes (tanto tipo "pahoehoe" como "aa") y escorias asociadas, de moderada
extensión lateral, y frecuentemente disectadas entre sí por sucesivos episodios volcánicos.
Intercalados en la secuencia estratigráfica aparecen diversos mantos piroclásticos y niveles
aglomeráticos de diversa naturaleza. Presentan escasa alteración y compactación.

Su génesis y desarrollo obedece al desplazamiento de la actividad magmática (punto


caliente) de norte a sur. La principal característica común a estos edificios es la formación de
estructuras tipo estratovolcán que, localmente, alcanzó alturas superiores a 3000 m (APHP,
1992). Un aspecto destacable es la presencia de una estructura erosiva, localmente
discontinua, conocida como "estructura COEBRA" (APHP, 1992; Navarro, 1993) en cuyo

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Hidrogeología e hidroquímica del agua subterránea del acuífero volcánico…La Palma… · R. Poncela Poncela y E. Skupien Balon

contacto (lavas de relleno de intracaldera-depósitos aglomeráticos del antiguo volcán Garafía)


existen numerosos manantiales, algunos con elevado caudal.

Figura 2. Mapa geológico de la Isla de La Palma (De la Nuez et al., 2008).

Esta estructura, al igual que otras que afectaron al Edificio Cumbre Nueva, tiene su origen
en grandes deslizamientos gravitacionales que truncaron parte de los flancos de dichos
edificios volcánicos.

Marco hidrogeológico

La zona de estudio comprende la masa de agua subterránea denominada LP001: acuífero

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

insular-vertientes (DGA, 2005; CIAP, 2007b; Poncela, en DGA, 2009), que contiene el
principal reservorio de agua subterránea (edificios Taburiente I y II) y que comprende toda la
zona de cumbres (zona de mayor precipitación insular y de recarga natural del sistema
hidrogeológico), desde el cono norte hasta la mitad sur y hasta la franja costera hasta la cota
600 msnm (de ahí hasta el mar, el modelo de gestión insular incluye las captaciones mediante
pozos), incluyendo el arco de Cumbre Nueva. Este sistema acuífero insular está
frecuentemente compartimentado en bloques por la presencia de una intrincada red de diques,
tanto más densa cuanto más próxima a las zonas de “rift” o ejes estructurales de La Palma, a
modo de celdas de estanqueidad variable. Estos diques actúan de barrera hidrogeológica,
apantallando el flujo subterráneo y haciendo que los niveles piezométricos presenten un
elevado gradiente hidráulico como consecuencia de la fuerte anisotropía vertical de las
formaciones acuíferas involucradas (Figura 3). Muchas de las galerías productivas han
alumbrado agua después de atravesar un dique o sistema de diques; en otros casos, la
permeabilidad de las formaciones saturadas ha sido suficiente para drenar el frente o frentes
de saturación, hasta alcanzar un cierto equilibrio en ausencia de influencias externas.

En general, los apilamientos de lavas y escorias del Edificio Taburiente II favorecen la


infiltración y posterior recarga natural al acuífero principal (Edificio Taburiente I). No
obstante, existen notables contrastes de permeabilidad como consecuencia de la
heterogeneidad litológica presente, como en las series infrayacentes que constituyen el zócalo,
ya sean aglomerados de tránsito, contacto con la estructura COEBRA o Complejo Basal, que
actúan como un nivel de base de baja a muy baja permeabilidad (a efectos prácticos, en
general impermeable).

El flujo subterráneo se dirige desde la zona de cumbres hacia mar, mediante caminos
tortuosos dificultados por la presencia de diques (Custodio, 1978 y 1983), llegando a alcanzar
los niveles piezométricos regionales alturas próximas a los 1800 m en la zonas internas, hasta
llegar al nivel del mar en la zona costera.

La presencia de formaciones tipo avalancha de derrubios (“debris avalanche” o "mortalón"


en terminología local) han formado auténticas cicatrices erosivas, como la que se manifiesta
en la estructura COEBRA, modelando geomorfologías tipo "cubeta calderiforme asimétrica"
que han sido las precursoras del principal reservorio insular de agua subterránea de la isla. En
ocasiones, estos mortalones suelen semiconfinar localmente el sistema acuífero, lo que
también contribuye a un mayor nivel gradiente hidráulico local.

CAUDALES, CURVAS DE AGOTAMIENTO Y PARÁMETROS


HIDROGEOLÓGICOS

El drenaje de la masa de agua subterránea LP001 se realiza principalmente a través de


galerías y nacientes. El análisis de la evolución de caudales en galerías desde la década de
1970 hasta la actualidad permite observar la existencia de periodos significativos de
agotamiento de dichos caudales. Se han seleccionado aquellos tramos en los que las curvas de
agotamiento son lo suficientemente representativas, lo que ha permitido agrupar unos
patrones de agotamiento similares por zonas en dicha masa LP001 (Figura 4). Los valores
obtenidos del coeficiente de agotamiento mediante el método exponencial decreciente de
Bossinesq-Maillet (en Custodio y Llamas, 1983) muestran que los valores se sitúan entre
0,001 y 0,0001 días-1 (Zona Occidental: 0,0002 – 0,0004 , Zona Septentrional: 0,001 – 0,0003

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Hidrogeología e hidroquímica del agua subterránea del acuífero volcánico…La Palma… · R. Poncela Poncela y E. Skupien Balon

y Zona Oriental: 0,001 – 0,0003 (Poncela, en DGA, 2009)).

Figura 3. Cortes hidrogeológicos representativos del sistema acuífero complejo insular en el entorno de la masa
de agua subterránea LP001.- Acuífero insular-vertientes Poncela, R. (en DGA, 2009). Elaboración propia a partir
de datos de Navarro (1983), PHP (2001) y Carracedo et al. (2001).

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Asimismo, se ha estimado la difusividad hidráulica mediante la expresión de Rorabaugh-


Singh (en Custodio y Llamas, 1983). Los valores de difusividad hidráulica (en m2/día) son:
50–100 (Entorno del Roque de Los Muchachos y Caldera de Taburiente), 400–600 (Noroeste
(Garafía)), 1000–2000 (Nororiental (Barlovento, San Andrés y Sauces, y Puntallana), 750
(Naciente Marcos), 1750 (Naciente Cordero), 1100–1200 (Conjunto Marcos y Cordero),
5000–6000 (Este (Santa Cruz de La Palma) y 200–600 (Este (Breña Alta y Cumbre Nueva).
Su representación gráfica se muestra en la Figura 5 (Poncela, en DGA, 2009).

Figura 4. Tipología de las curvas sintéticas de agotamiento de caudales en galerías de La Palma según su
distribución espacial en la masa de agua subterránea LP001. Fuente: elaboración propia a partir de datos de
CIAP y Comunidades de Usuarios (Poncela, en DGA, 2009).

Figura 5. Izquierda: distribución de las captaciones en la Isla de La Palma (PHP, 2001). Centro: situación
geográfica de las masas de agua propuestas para DMA en La Palma. En verde la masa de agua subterránea
LP001: acuífero insular-vertientes (DGA, 2005). Derecha: Distribución espacial de la variación de la difusividad
hidráulica en la masa de agua subterránea LP001. Elaboración propia a partir de datos de CIAP y Comunidades
de Usuarios (Poncela, en DGA, 2009).

A partir de la información recopilada, se ha analizado un ensayo de recuperación sintético


a partir de la variación de presiones de los cierres hidráulicos en galerías, asimilando éstas a

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metros de columna de agua, y la disminución presiométrica como ascensos residuales, lo que


permite una regionalización de los resultados y, por lo tanto, involucra una mayor porción de
acuífero volcánico (lavas, escorias y diques, con influencia de borde impermeable constituido
por el Complejo Basal). Se ha supuesto que no se producen fugas por otros elementos ni
recargas adicionales, si bien, su posible incidencia, se estima poco significativa a pesar de la
heterogeneidad litológica y por lo controlado del ensayo. Para la interpretación del ensayo se
ha partido de la solución del problema propuesta en 1935 por Theis (en Custodio y Llamas,
1983). Los resultados dan una transmisividad del acuífero en la zona norte de la isla entre 15
y 30 m2/día (Figura 6).

Figura 6. Interpretación de un ensayo de recuperación a partir del cierre hidráulica de una galería. Aplicación a
partir de los datos ponderados en zona de intracaldera (sector norte de cumbres en la masa de agua subterránea
LP001.- Acuífero insular-vertientes (Elaboración propia (Poncela, en DGA, 2009)).

HIDROQUÍMICA, ISÓTOPOS ESTABLES Y TRITIO

Entre los meses de junio a agosto de 2007 se realizó una campaña de muestreo de las aguas
subterráneas de la masa de agua subterránea LP001 para su caracterización físico-química e
isotópica ambiental, basada en la red de control propuesta en cumplimiento con los
requerimientos de la DMA (CIAP, 2007b). Los resultados se presentan en la Figura 7.

La conductividad eléctrica ponderada se sitúa entre 175 a 200 μS/cm (aguas de débil
mineralización), siendo que las aguas captadas en galerías a cotas superiores a 700-1000 m
suelen presentar valores promedio inferiores a 150 ìS/cm, lo que indica una clara influencia
del agua de recarga, con tiempos de permanencia relativamente cortos en el acuífero y con
poca interacción agua-roca. Valores superiores a 200 μS/cm suelen corresponderse con
galerías por debajo de la cota 700 m, con tiempos de permanencia superiores y con
posibilidad de interacción agua-roca.

El pH ponderado se sitúa entre 7-7,5. Los valores más elevados suelen corresponderse con
aguas captadas en las proximidades del Complejo Basal, aflorante en el interior de la Caldera
de Taburiente sobre los 1500 m de altitud, considerado el zócalo impermeable.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Parámetro Valores
CE (μS/cm) 85-438
pH 6,5-8,4
HCO3- (mg/l) 36-232
Cl- (mg/l) 9-29
SO4= (mg/l) 5-18
NO3- (mg/l) 2-13
Na+ (mg/l) 10-48
K+ (mg/l) 5-16
Ca++ (mg/l) 5-25

Mg++(mg/l) 3-24

Figura 7. Intervalo de valores de los parámetros físico-químicos seleccionados en las aguas subterráneas de 18
captaciones muestreadas en la MAS LP001 y representación en diagrama de Schoeller.

Desde el punto de vista hidroquímico coexisten al menos dos sistemas regionales de


circulación de flujo: uno regional y otro más superficial, caracterizados, además, por una
relación rNa+/rCl- = 2-4 para el primero y < 2 para el segundo. En promedio, las aguas
subterráneas son bicarbonatadas sódicas cálcico-magnésicas, con bajo contenido en cloruros y
sulfatos (Figura 7), y todos los parámetros analizados se hallan por debajo de los límites
fijados en el RD140/2003, siendo potables. Asimismo, son aptas para uso agrícola.

En relación a los isótopos estables, en zonas de recarga natural (zona de cumbres) se ha


caracterizado una recta meteórica local, con pendiente clásica 8 y con exceso de deuterio en
el entorno de +19 (CIAP, 2006; Skupien & Poncela, 2007). Localmente, si existe mezcla con
aguas recargadas a cotas más bajas dicho exceso de deuterio puede llegar hasta +14, como es
el caso del naciente Cordero (Skupien y Poncela, 2009a y 2009b). El gradiente altitudinal
observado se ajusta relativamente bien a la relación definida por Vegeer (1991) para la Isla de
La Palma, reflejando claramente las zonas de cumbres como las áreas de recarga natural por
infiltración del agua de lluvia (Poncela y Skupien, 2008), y que puede expresarse mediante:
Altura ( m ) = − 416 ⋅δ 18O − 755 .

Los datos de tritio son más limitados pero muestran que las aguas subterráneas drenadas en
galerías a cotas por encima de 700-1000 m suelen presentar un contenido en tritio contrastable
(entre 1,5 a 2,0 UT), mientras que las concentraciones para captaciones por debajo de 700 y,
en general entre 300 a 500 m, presentan concentraciones en el entorno de 0,5 UT o inferiores.
Las mediciones realizadas en agua superficial en el interior de la Caldera de Taburiente,
características del agua de precipitación, presentan concentraciones del orden de 2,0-2,5 UT.

Asumiendo que el modelo de mezcla exponencial en el acuífero es válido para la


interpretación de la concentración de tritio, y considerando que el tiempo de tránsito a través
de la zona no saturada es relativamente rápido (entre 2 y 4 meses), puede establecerse la
existencia de dos sistemas principales de flujo subterráneo, de cumbres a mar, en
concordancia con las observaciones hidroquímicas:

- Sistema regional: caracterizado por la presencia de agua de origen prenuclear (< 0,5 UT),

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Hidrogeología e hidroquímica del agua subterránea del acuífero volcánico…La Palma… · R. Poncela Poncela y E. Skupien Balon

sin indicios de recarga reciente, con interacción agua-roca, con posibilidad de conexión
directa al acuífero o muy poco significativa en las zonas de alumbramientos
(posiblemente con estratificación de aguas más recientes en los niveles superiores del
embalse subterráneo). Los tiempos de tránsito pueden ser centenarios (Poncela, 2009).
- Sistema local: caracterizado por la presencia de sistemas de rápida circulación y
renovación (galerías a cotas superiores a 700-1000 m), de interacción rápida con el
terreno, muy baja mineralización y con indicios de recarga reciente (> 1,5-2,0 UT).

CONCLUSIONES

El acuífero volcánico de las vertientes (masa de agua subterránea LP001) constituye el


principal reservorio de agua subterránea para la gestión de recursos hídricos en La Palma, con
un volumen actual promedio drenado de 1500 L/s. Sus aguas son bicarbonatadas sódicas
cálcico-magnésicas, con bajo contenido en cloruros y sulfatos, de excelente calidad y muy
apreciadas tanto para abasto como riego por su muy baja mineralización, en general inferior a
200 μS/cm. La composición isotópica de las aguas subterráneas se ajusta razonablemente a
una recta meteórica clásica de pendiente 8, con un exceso de deuterio +19, especialmente en
la zona nororiental.

El contenido en tritio < 0,5 UT es indicativo de sistemas de flujos regionales, con aguas
recargadas hace décadas (incluso centurias) y, posiblemente, mezcladas con aguas más
recientes pero de escasa contribución directa en la zona de alumbramiento (generalmente a
cota inferior a 1000 m), aunque con posibilidades de estratificación en los niveles superiores
del acuífero. Los sistemas de flujos locales (galerías a cotas superiores a 1000 m) responden a
rápida circulación, baja mineralización e indicios de recarga reciente marcados por la
presencia de tritio en concentraciones > 2 UT.

Los valores del coeficiente alfa de agotamiento obtenidos, entre 0,001 y 0,0004 días-1,
muestran diferencias zonales significativas por influencia de la geología insular. Representan
importantes reservorios de agua subterránea que, en el caso de algunas galerías, permiten
regular volúmenes de varios hectómetros cúbicos.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a las Comunidades de Usuarios, Regantes y titulares privados de las
captaciones, al Consejo Insular de Aguas de La Palma (CIAP) y a la Dirección General de
Aguas (DGA) del Gobierno de Canarias la consulta de información de base.

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definición a nivel de proyecto básico de su cierre hidráulico, con el propósito de conseguir el buen estado de

191
Hidrogeología e hidroquímica del agua subterránea del acuífero volcánico…La Palma… · R. Poncela Poncela y E. Skupien Balon

las masas de agua subterránea que indica la Directiva Marco 2000/60/CE. Caracterización hidrogeológica.
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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.2. CARACTERIZACIÓN DE ACUÍFEROS COSTEROS


Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.2.1. SALINISATION OF GROUNDWATER RESOURCES IN THE DUTCH


DELTAIC AREA: MODELLING, MONITORING, CLIMATE CHANGE AND
SOLUTIONS

Gualbert OUDE ESSINK*

(*) Deltares, Unit Subsurface and Groundwater. P.O. Box 85467. 3508 AL Utrecht. The
Netherlands. gualbert.oudeessink@deltares.nl.

ABSTRACT

With increased pressure on fresh water resources in deltaic areas due to increased human
activities and climate change, (applied) research on hydrogeological processes has been
intensified these last decades. From detection in the nineteenth century of the fresh water
lenses due to the analysis of Badon-Ghyben, and via Custodio’s hydrogeological water
system analysis, we nowadays can combine different disciplines to monitor, understand,
model, asses and simulate the relevant phenomena. In this paper different aspects of
salinisation of groundwater resources in the Dutch coastal zone will be discussed. This Dutch
delta can be considered as a blueprint for other deltas in the future as ground surface is
already some meters below mean sea level. We are in the process of combining numerical
models with innovative monitoring techniques to better understand the complex subsurface
and to assess the impacts of increased anthropogenic and climate pressures. The next step for
the coming decades will be to successfully implement measures to adapt to or to mitigate
salinisation, based on accurate quantifications of the (future) coastal hydrogeological system.
This will be done together with stakeholders such as farmers, water boards, provinces, other
water knowledge institutes, by starting with pilot studies and via upscaling local successes to
regional solutions…all to get to our the final professional goal: enabling delta life!

Keywords: Salt water intrusion, modelling, climate change, water management, measures

INTRODUCTION

For ages, mankind has been attracted to deltaic areas throughout the world because of the
availability of an abundance of food (e.g., fisheries and agriculture) and the presence of
economic activities (e.g., trade, harbours, ports and infrastructure). Fresh groundwater
resources in these deltaic areas are utilized for domestic, agricultural, and industrial purposes.
The availability of huge quantities and the high quality (unpolluted), relative to surface water,
makes it a popular resource.

For the future, the use of fresh groundwater resources is probably increasing due to

195
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

population rise, economic growth, intensified agricultural development, and the loss of
surface water due to contamination. In addition, the anticipated sea level rise and associated
changes in recharge and evapotranspiration pattern will intensity the pressures on the coastal
groundwater system.

It is not clear, however, to what extent deltaic areas are threatened, from a groundwater
point of view, though conceptually, aquifers will probably become more saline at a greater
pace. This could lead to a reduction of fresh groundwater resources. In addition, the present
capacity of the discharge systems may be insufficient to cope with the excess of seepage
water, especially in those areas which will be below (future) Mean Sea Level (M.S.L.). This
seepage will probably have a higher salinity than at present. As a result, poor crop yields are
produced due to salt damage and indigenous crops might be substituted by more salt-tolerant
crops. If even the salt-tolerant crops cannot withstand the high salinities, the population
might eventually migrate from the barren land and resettle in more fertile arable territories,
which could cause severe social commotions.

On top of the above-mentioned slow processes, very quick processes can also threaten
fresh water resources at a much quicker pace. The loss of freshwater after severe floods of
low-lying areas after tsunamis caused by underwater earthquakes has been a serious topic
after the Sumatra Tsunami December 2004.

In this article, we will quickly pass the problems we are facing in our Dutch delta in terms
of fresh water, and move on to a combination of several possible solutions. In addition, we
should not only be pessimistic about future fresh water supply in coastal zone. From a
physical point of view, salinisation of the water resources is sometimes accompanied with
freshening processes, whereas technical innovations are about to be implemented in
showcases. Moreover, stakeholders like farmers and drinking water companies, universities
and knowledge institutes are more and more involved into the topic, and via o.a.
governmental funding procedures, the willingness to experiment and implement in climate
proof fresh water supply is firm. With (ground)water becoming more precious and expensive,
solutions not considered before may become feasible. A number of solutions will be shown in
this article.

LEARN TO COPE WITH SALINITY FROM THE DUTCH APPROACH

As the coastal parts of The Netherlands (of porous medium composition) are already
several metres below M.S.L., the Dutch already have to cope with salinisation of their
freshwater resources: upconing drinking water resources, saline seepage. Basically, where the
Dutch are standing now, many low-lying coastal areas will experience similar problems
within 20-50-100 years. The way we cope with the threats and the strategies we adopt for
adaptation and mitigation can be seen as a blueprint for other deltas in the future. We believe
the impact patterns on the Dutch fresh water resources due to future changes are similar to
other delta areas worldwide with similar hydrogeological conditions (Figure 1), including the
Po, Mississippi, Nile, Mekong, Chinese and Indian deltas and the US Atlantic coast (Custodio
and Bruggeman, 1987; Van Weert et al., 2008; Deltares, 2009; Post and Abarca, 2010;
Custodio, 2010; Barlow and Reichard, 2010; Oude Essink et al., 2010). Although the
characteristics of these delta areas are obviously different, the general picture is that
groundwater management in the coastal zone must face serious impact from future stresses

196
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

(Ranjan et al., 2008).

In addition, within the Delta Programme (Deltacommissie, 2008) but also within research
programmes such as the Knowledge for Climate, different adaption and mitigation strategies
have been suggested, tested, evaluated and are about to be implemented to make Future Fresh
Water Supply in The Netherlands Climate Proof. What we already learned is that a
combination of local as well as adaptive strategies is the most effective one, from a robust and
flexible point of view, given the uncertainties in the long-term prediction of future climate
change effects, and of other relevant socio-economic developments!

Figure 1. World map with possible vulnerable coastal deltaic areas suffering salt water intrusion problems, now
or in the future (Oude Essink et al., 2011).

Some of those uncertainties are listed below and place things into perspective. For
instance, what will be the effect on the groundwater systems if these phenomenons occur:

- Land subsidence
- Climate change
- Increased groundwater extractions
- Development energy use/production (heat-cold storage underground)
- Development of land use (land reclamation offshore)
- Politics, policy & water management

SALINISATION IN THE NETHERLANDS

The Netherlands is situated in the deltas of three rivers: the Rhine, the Meuse and the
Scheldt. Like in many other deltaic areas, in The Netherlands salinity in groundwater ranges
from brackish to saline. This groundwater is mainly old seawater that has been trapped in the
ground when the sea transgressed the delta. In a large part of the Netherlands, permanent
groundwater drainage keeps the polder areas sustainable. However, this on-going draining
resulted in mobilizing and upconing of deeper and more saline groundwater, leading to

197
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

salinisation of shallow groundwater and surface water (Figure 2). In addition, sandy boils, a
localized form of preferential groundwater flow, also increase the salinisation (De Louw et
al., 2010). This may pose problems for (drinking) water supply, agricultural production (salt
damage) and fresh water ecosystem.

Nowadays, one of the major water issues in the low-lying Netherlands is to make The
Netherlands climate proof for the coming century. Second to safety against flooding, climate
proof fresh water supply is a top priority in the Delta Programme and in the National Water
Plan. When water related problems (flooding, drought, salinisation, land subsidence) seem to
get worse, possibilities to be part of solutions to these problems seem to be more than ever:
sharing knowledge via internet and meetings, advanced data-collections (satellite, AEM),
combing modelling and monitoring, increasing computer capacities, and finally, the sense of
urgency with stakeholders such as water boards, provinces and the national government.

Figure 2. Schematization of the groundwater system in the Dutch deltaic area and of the possible processes
which may occur in case of climate and global change.

NUMERICAL MODELLING

In contrast with 10-15 years ago, numerical modelling of variable-density dependent


groundwater and coupled solute transport on a large regional to national scale is now
technical feasible (e.g. see Figure 3 for the situation in The Netherlands and Oude Essink,
1996; 2003b). With the developments in computer capacity due to the increase in speed of
processors but especially the additional extended and hard drive memory storage, 3D models
with many tens of millions model cells simulating 100 years are not special any more.
However, these 3D models still have coarse model cells (e.g. 250 m * 250 m), and can
therefore not be used to simulate small phenomena such as shallow freshwater lenses or saline
seepage from sand boils (Louw et al., 2010). New innovative techniques, from parallelisation
to graphical cards, are necessary to make large-scale numerical models with small grid cells

198
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

possible for the near future.

In-house hydro(geo)logical databases with high resolutions, numerical modelling


techniques, monitoring results are available to thoroughly investigate salinisation issues.
Since 1996, only the data problem still exists: not enough hydrogeological data available,
especially not in data-poor countries.

50.0

Number model cells 45.0


40.0

35.0
(* millions)

30.0
25.0
20.0

15.0
10.0
5.0

0.0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Time (AD)

Figure 3. (a) Difficult 3D numerical models for variable-density and coupled solute transport on a regional and
national scale: name, number of model cell and size of squared model cell in the horizontal plane. (b) Number of
model cells of every case versus the date of the creation of the model: the shape is correlated to the capacity in
extended memory as well as hard disk.

IMPACT OF CLIMATE CHANGE ON COASTAL GROUNDWATER

Since quite some years now, the impact of climate change and sea level rise on coastal
groundwater resources has been investigated. Various articles have been published on this
topic, whereas during meetings such as the SWIM or AGU spend sessions on this topic (e.g.
Meisler et al., 1984; Navoy, 1991; Jelgersma et al., 1993, Oude Essink, 1996, 1997, 1999,
2001a, 2001c, 2003a; Klein et al., 1998; Sherif and Singh, 1999; Bobba, 2002, Ranjan et al.,
2006, 2008; Masterson and Garabedian, 2007; Vandenbohede, 2008; Werner and Simmons,
2009; Oude Essink et al., 2010). In addition, the UNESCO initiative GRAPHIC Groundwater
Resources Assessment under the Pressures of Humanity and Climate Change has been set up
to improve our understanding of how groundwater interacts within the global water cycle
under pressures of human activity and climate change. Basically, the mean focus on most
articles is focussed on the direct impact of a sea level rise on lateral salt water intrusion
(Figure 4). However, in deltaic areas, upward saline seepage may be a more important issue
(Figure 2).

In the coming sub-sections, some examples of numerical modelling studies in the Dutch

199
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

deltaic setting will be shown.

Figure 4. Conceptual approach of the impact of sea level rise on coastal aquifers: (a) the basic Henry solution:
lateral salt water intrusion, circulation, mixing and outflow of fresh water. (b) the same case with a sea level rise:
as a effect of overpressure at the coastal side, salt water will intrude more inland.

Netherlands Hydrological modelling Instrument (NHI)

To assist water managers in their choices to make our country ready for future stresses
such as flooding, drought, land subsidence and salinisation, a modelling framework has been
set up. The so-called Netherlands Hydrological modelling Instrument (NHI) includes a
module to take into account fresh and saline groundwater in the coastal zone. This NHI fresh-
saline groundwater module assesses on a national scale the impact of stresses such as sea
level rise, land subsidence, increasing groundwater extraction and changes in natural
groundwater recharge on groundwater in the Dutch coastal zone. Modelling results show that
the water system significantly becomes more saline these coming 50-100 years, and that water
courses need to be flushed more intensively if water boards want to maintain the water quality
in the surface water system.

National databases on topography, geology (REGIS), chloride concentration (combining


Vertical Electrical Soundings (VES), borehole measurements and analyses with the brackish-
saline interface within the ZZREGIS database), geohydrology (extraction rates) and
hydrology (surface water system, precipitation, evapotranspiration, drain and water channels
characteristics) are used to set up the 3D module for the simulation of variable-density
groundwater flow and coupled salt transport. The initial chloride distribution is determined
with 3D interpolation of analyses, VES and borehole measures via geostatistical procedures
and a mapped brackish-saline interface of 1000 mg Cl-/L (taking into account the geological
set-up of the groundwater system). The dimension of the covered area is 325 km by 300 km
by 290 m thick, whereas over 20.6 million active model cells of 250m*250m were used in 31
model layers (the top layers are thinner than the lower ones) to characterize the vertical
distribution of fresh-brackish and saline groundwater with enough detail. Figure 5b shows a
result of a 100 years modelling of groundwater flow in the Dutch coastal area: salinisation as
well as freshening of the system is taking place.

200
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figure 5. (a) The present chloride distribution (mg Cl-/L) at the bottom of the Holocene aquitard. (b) Change in
chloride concentration in relative terms due to autonomous development (caused by past lowering in polder
water levels).

Zeeland: regional model

For the Province of Zeeland in the Netherlands, a 3D-model for density-dependent


groundwater flow and coupled solute transport has been developed to assess the impact of sea
level rise and changing precipitation and evapotranspiration patterns on the freshening and
salinisation processes of shallow groundwater systems. The model is used to determine
feasible and robust adaptation or mitigation measures in the water system to secure the
vulnerable fresh water resources in this low-lying coastal zone. In the building of the complex
3D numerical model (15 million model cells) the focus was on the determination of the initial
chloride distribution (Goes, 2009). For this, different types of (geophysical) techniques are
combined with groundwater sampling data (Figures 6b and 7).

Figure 6. (a) Geological model of the area: detailed information of the geology is implemented in the (Holocene)
top of the system. (b) Initial fresh-brackish-saline distribution in the Zeeland groundwater system.

201
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

Figure 7. (a) Groundwater surface. (b) Fresh/brackish/saline profiles through the 3D chloride distribution.

Province of Zuid-Holland

Large parts of the Province Zuid-Holland, the Netherlands, are situated several metres
below mean sea level. Saline groundwater from the North Sea and from deep marine fine-
grained deposits intrudes the upper aquifers (Oude Essink et al., 2010). Natural processes and
anthropogenic events of land surface settling, that have been going on for nearly a
millennium, cause the salinisation of the subsoil. In addition, future sea level rise and land
subsidence are expected to jeopardise the groundwater system even more. Water managers are
concerned about the future state of this dynamic groundwater system during the coming 100
years. A 3-dimensional model was constructed to quantify changes in the groundwater
system. The model predicts that past land subsidence and sea level rise lead to an accelerated
inflow of saline groundwater towards the coastal groundwater system in the next centuries.
The groundwater system, especially the upper part, will contain more saline groundwater. The
salt load to low-lying areas will increase, which will seriously affect surface water
management in these lower parts of the Netherlands (Table 1).

202
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figure 10. Calculated with the 3D model: (a) seepage and infiltration to the top system; (b) head distribution in
the groundwater system; and (c) chloride concentration.

Figure 11. Zone of influence of a sea level in the central part of the Netherlands. The figure shows the difference
in head at -12.5 m relative to M.S.L. between 2000AD and 2050AD: e.g. 20% means 20% of the sea level rise at
the sea itself.

Island of Texel

Salt water intrusion is investigated at Texel, which is a Wadden island in the northern part
of The Netherlands with a surface area of approximately 130 km2 (Oude Essink, 2003a). In
this coastal groundwater system of Quatenary deposits, salinisation of the upper layers is
taking place. At present, brackish water already occurs close to the surface of the low-lying
polder areas at the eastern part of the island. Freshwater occurs up to –50 m M.S.L. in the
sand-dune area at the western part. Groundwater flow and salt transport was simulated for the
coming centuries. The salinity in the top layer as well as the salt load at the surface of the
polders will increase substantially during the next centuries. In addition, a relative sea level
rise of 0.75 meter per century definitely intensifies the salinisation process, causing a further
increase in salt load in the polders (Table 1). As such, the increased salinisation of the top
layer will affect the surface water system from an ecological as well as a socio-economical
point of view.

203
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

Figure 12. (a) and (b) Chloride concentration distribution to the top system at 2000AD and 2100 AD of the
island of Texel. The figure shows an increase of concentration, especially at the polder areas with low water
levels. (c) Initial chloride distribution in Texel.

Studied area Texel Provincie Zuid-


Holland
Change in seepage (%) +22 +4
Change in salt load (%) +46 +34
Hinge area (from infiltration to seepage) (%) +3 +5

Table 1. Change in seepage and salt load at the bottom of the Holocene aquitard in the two groundwater systems
over a period of 100 years. Areas from infiltration to seepage, the so-called hinge areas are also quantified (these
areas are vulnerable from an ecological point of view).

SCALING ISSUES

These last five years, 3D coupled groundwater-surface water models have been constructed
for Climate Proof Fresh Water Supply In The Netherlands, called the Netherlands
Hydrological Instrument (www.nhi.nu). The scale of these models 250 even up to 1 km,
depending on the questions.

On this scale, some phenomena that are probably relevant for national water management
policy within the framework of climate and anthropogenic change cannot be modelled
accurately. For instance, the interaction between surface water and groundwater and shallow
or saline seepage though sand boils (Louw et al., 2010) demand a much finer resolution. N
addition, the Figures 8 and 9 show a another scaling case: the effect of different model cell
sizes on the freshwater volumes in a shallow freshwater lens. In incorporate these local
phenomena, sophisticated up- and downscaling techniques must be developed to couple these
different hydrogeological scale. This field of applied research is still open for new ideas.

204
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figure 8. Depth of the brackish-saline interface of a shallow freshwater lens (3000 mg Cl-/L) on different model
cell scales (5m, 10m, 25m, resp.).

Figure 9. Modelling chloride concentration in groundwater at different model cell scales: (Dx=5m, 10m, 25m,
resp.). The coarser the model cell, the thinner the fresh water lens is modelled; in addition, the salt load to the
surface water system is also quantified differently.

205
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

USING A RELIABLE 3D DISTRIBUTION OF FRESH-SALINE GROUNDWATER

Data scarcity often limits sustainable management of these groundwater systems


worldwide. Mapping and monitoring the current spatial extent of fresh groundwater resources
normally requires detailed in-situ information of large areas, which is seldom available. As an
alternative, remotely sensed data are a cheap way of collecting data and cover large areas in a
short time span. For instance, Airborne Electromagnetic (AEM) geophysical methods can be
exploited.

AEM methods are especially suited for detecting the salinity of groundwater due to the
impact of salinity on the conductivity for electrical currents used in EM. Complicating factors
include the effect of man-made infrastructure that transports electrical currents (power lines,
railways, etc.) and the effects of the underlying geological structure. Both salinity and
lithology influence the response of the EM system and it is therefore important to be able to
unravel the combined effect of these two factors.

Though Fitterman (1998) already successfully used AEM in fresh-saline groundwater


environments (South-Florida, USA) during the 1990s, it is within the framework of the
Interreg IV-B project CliWat (www.cliwat.eu) that Deltares, TNO, BGR and Aarhus
Geophysics work together to make these AEM methods suitable and accessible for several
stakeholders for mapping fresh groundwater resources over large areas (Figure 10). Pilot
studies in The Netherlands, Denmark and Germany have been set up to combine Airborne
EM results with detailed 3D geological models to get a much better insight in the spatial
distribution of saline groundwater as well as in the geological setting.

Subsequently, 3D variable-density groundwater and coupled salt transport numerical


models use these salinity data to more accurately predict the possible effects of climate
change, sea level rise and human activities on the availability of fresh groundwater resources.
Adaptive strategies will be more effective (and cheaper) to limit the impact of negative future
stresses. We think that incorporating this technique with traditional (geophysical) techniques
such as TEC, CVES, EM31 and sampling groundwater will, in the end, lead to a more
sustainable water management (Goldman and Kafri, 2006).

Figure 10. Helicopter borne geophysical systems: a. left: BGR system recording simultaneously frequency-
domain electromagnetic, magnetic and radiometric data, b. right: SkyTEM system recording time domain
electromagnetic data.

206
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

VULNERABILITY OF FRESH GROUNDWATER RESOURCES TO DISASTERS

Mapping and monitoring existing coastal fresh groundwater resources is an important


activity that should be high on the agenda of water related institutes worldwide. The
following example shows that a known safe fresh water resource is important for the
survivors in case of disasters.

In this case, the impact of the 26-12-2004 Sumatra Tsunami on freshwater resources on
islands is shown. Figure 11 gives a sketch of possible impacts on freshwater resources in
coastal aquifers. Questions can be asked about how serious the impacts of the floods on fresh
groundwater resources are; about how harmful they are from a drinking water point of view;
and about how long it takes before the contaminated freshwater resources are clean again for
consumption.

Figure 11. Schematic representation of the possible effects of the Sumatra Tsunami on coastal groundwater
systems: upconing of brackish groundwater under abstraction wells, intrusion of brackish or saline water from
ponds, fingering of brackish water from pools and the reduction in freshwater volume due to shoreline retreat.

By analyzing several possible situations in the subsoil that may have occurred, it is tried to
describe the relevant processes of salt water intrusion in the coastal aquifers by means of
conceptual models (Figure 12a to 12d). The main hypothesis is that sea water that flooded the
land may have intruded into the subsoil, causing density driven flow through salt water
fingers (Figure 13). Factors of importance are:

- Disturbance and reduction of the freshwater lens by the subsurface pressure wave.

- Local geometry of the inundated areas.

- Duration of sea water standing on the land.

- Leaching of salts from the soil.

- Local weather conditions during the coming months.

207
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

Figure 12. Conceptual models are used to analyse the impact of the Tsunami on groundwater resources (from left
to right and top to bottom): (a) Concept 1: evolution of a freshwater lens after flooding by sea water. (b) Concept
2: fingering processes in the subsoil. (c) Concept 3: salinisation due to flow caused by density differences (free
convection). (d) Concept 4: freshwater lens in a coastal aquifer with a brackish lagoon.

Figure 13. Chloride concentration as a function of time at various depths and at various positions in the
freshwater lens. Flooding with seawater occurs at year 0. Seasonal variation in concentration is mainly caused by
seasonal variation in recharge.

208
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

RESPONSES/ SOLUTIONS

The modelling tools are used to assess the future changes in the groundwater system. With
this information, measures can be modelled and evaluated. The next step is normally showing
the effectiveness of successful measures in pilot studies and showcases. Some adaptation
measures give results quickly on a local level, though on a regional scale it will take a long
time before freshening of aquifers will be observed, since groundwater flow is a slow process
(e.g. Oude Essink, 2001c).

Basically, there are two mean strategies to cope with salinity: adapt or mitigate/resist.
Within several studies, these two concepts are worked out into details (e.g. De Vries et al.,
2009), whereas future water management policy will be developed along these two lines.
Here some technical solutions to stop salinisation of coastal freshwater resources will be
shown (Figure 14):

- ‘The Freshmaker’: scavenger wells to stop upconing of saline groundwater. By both


extracting fresh and saline groundwater;

- Land reclamation in front of the coast, thus creating a foreland where a freshwater body
can develop which could delay the inflow of saline groundwater. This is actually
happening in front of the coast in Zuid-Holland, The Netherlands, where sand suppletion
(‘The Sand Engine’) creates a foreland to better protect the low-lying hinterland against
flooding, see also Figure 15;

- Freshwater injection barriers through injection or (deep-well) infiltration of fresh


(purified sewage) water near the shoreline;

- Extraction of saline and/or brackish groundwater (and desalinisation of this extracted


water);

- Increase of (artificial) recharge in upland areas to enlarge the outflow of fresh


groundwater through the coastal aquifer, and thus, to reduce the length of the salt water
wedge;

- Modifying pumping practice through reduction of withdrawal rates or adequate


relocation of extraction wells;

- Creating physical barriers, such as sheet piles, clay trenches and injection of chemicals
(crystallisation or biosealing). This solution is applicable in shallow aquifers and
probably at high costs.

209
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

Figure 14. Some countermeasures to control salt water intrusion (Oude Essink, 2001b).

Figure 15. Effect of land reclamation on the freshwater lens under the coastal dunes: the lens becomes deeper
and wider.

210
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

SCIENTIFIC CHALLENGES FOR THE NEXT DECADE

Main scientific challenges for the next decade include to:

- Improve the 3D density and chloride concentration matrix, e.g. by using different types
(geophysical) measurements;

- Optimise groundwater management in coastal aquifers by using 3D variable-density flow


models and innovative monitoring techniques;

- Improve calibration of 3D models by using transient data of solute concentrations, as


well as fluxes instead of alone piezometric heads;

- Incorporate reactive multicomponent solute transport in double-diffusive convection


density-driven (heat and solute) groundwater flow: use PHT3D!

- Facilitate platforms and knowledge exchange of numerical innovations, viz.


parallelisation, graphical cards, 64 bits-computer, improved visualization techniques,
complex computer codes (e.g. PHT3D), integrating groundwater-surface water.

CHALLENGES FOR THE NEXT DECADE(S)

When focussing on coastal lowlands, the main challenges for the next decades should be
to:

- Export the knowledge retrieved of complex phenomena to data-poor countries such as


submarine groundwater discharge, shallow freshwater lenses and sand boils (Louw et al.,
2010);

- Collect data in data-poor areas, e.g. with Airborne Electro-Magnetic, as demonstrated in


the EU-funded INTERREG IV-B project www.cliwat.eu;

- Implement effect of climate change and sea level rise on coastal aquifers, maps
vulnerable areas, test compensating measures in pilot studies/showcases and upscale the
successful showcases to the whole regional system;

- Share knowledge via web-sites, internet communities, international meetings, lectures,


exchange of students and personnel;

- Set up a UN programme to (financially) facilitate excellent students worldwide to


participate in existing salinisation projects;

- Create maps of fresh groundwater resources vulnerable to disasters such tsunami’s or


extreme future drought;

- Create showcases of successful measures to mitigate salinisation of fresh water resources


or to adapt to a climate proof fresh water supply, and communicate success stories
worldwide. Examples of adaptive and mitigation measures to stop salinization of the

211
Salinisation of groundwater resources in the dutch deltaic area: modelling, monitoring, climate change and solutions · G. Oude Essink

coastal groundwater system are the fresh keeper, the coastal collectors, the water farm,
special drainage systems and freshwater storage underground;

- Incorporate stakeholders to solution of salinity problems. They need to be part implement


of innovative solutions for a robust climate proof fresh water supply in their coastal zone.

ACKNOWLEDGEMENTS

I herewith thank Emilio to be one of persons who inspired me to stick to the beautiful
theme of salt water intrusion and groundwater flow in the coastal zone. For me, already since
1992, the year of the 12th Salt Water Intrusion Meeting in Barcelona where I met him the first
time, his knowledge on the disciplines geology, hydrogeology and geochemistry was
astonishing, especially his capability to combine and incorporate these disciplines with each
other. Emilio, I enjoyed our night walk though Cairo in 1993, during the FAO meeting, and
our discussions on more than alone hydrogeology. Emilio: thank you for helping me to make
my job so nice!

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214
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE
 
 

2.2.2. PRINCIPIOS Y CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE INTRUSIÓN MARINA Y


GESTIÓN DE ACUÍFEROS COSTEROS

Jesús CARRERA*, María POOL*, Elena ABARCA**, Juan J. HIDALGO*,**, Luit J.


SLOOTEN***, Enric VÁZQUEZ-SUÑÉ*, Esteban SANZ****, Desiré GÁMEZ**** y
Andrés ALCOLEA*****

(*) Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, CSIC. 08034 Barcelona.
jcarrera@ija.csic.es ; maria.pool@idaea.csic.es ; juan.hidalgo@upc.edu ;
enric.vazquez@idaea.csic.es
(**) MIT, Departamento de Ingeniería Civil & Ambiental. Cambridge, MA 02139. USA.
eabarca@mit.edu
(***) Departamento de Ingeniería del Terreno. UPC. 08034 Barcelona
(****) ExxonMobil Corporation. Houston, TX. USA.
esanz@ija.csic.es ; desire.gamez@live.com
(*****) Geo-Energie Suisse AG. Basilea. Suiza. andres.alcolea@tkconsult.ch

RESUMEN

Se sintetizan los conceptos básicos que rigen la intrusión marina, ámbito en el que Emilio
Custodio ha realizado múltiples contribuciones, y las implicaciones de estos conceptos para la
gestión de acuíferos costeros. En primer lugar, la penetración del agua de mar está limitada
por el empuje del agua dulce, lo que conduce a la expresión de Ghyben-Herzberg según la
cual el espesor del agua dulce es del orden de 40 veces su nivel sobre el del mar. En segundo
lugar, el agua dulce y la salada se mezclan, lo que da lugar a un apreciable flujo de agua
salada y a una zona de mezcla de espesor también apreciable, en la que se producen múltiples
reacciones químicas. La unión de estos dos principios hace que se produzca mucha más
intrusión en las zonas profundas, cuando hay una pendiente lateral que favorezca la salida del
agua de mezcla, y que el agua salada se encuentre a 60 o 70 veces el nivel de agua dulce, en
lugar de 40. De lo anterior se deduce la necesidad de dejar descargar algo de agua dulce para
controlar la intrusión y con ello la de controlar el balance de masa con precisión (limitar y
repartir las bombeos). La situación puede mejorarse mediante barreras, pero todas las medidas
de control requieren una caracterización exquisita y, por tanto, una modelación con
actualización frecuente, por no decir continua.

INTRODUCCIÓN

Los acuíferos costeros constituyen la principal fuente de agua dulce en muchas zonas
áridas. Por ello, suelen explotarse con intensidad, lo que termina conduciendo a la intrusión
marina. Dado que un 5% de agua de mar (2% si nos ponemos estrictos) convierte un agua

215
Principios y conceptos básicos sobre intrusión marina y gestión de acuíferos costeros · J. Carrera et al.
 
 

dulce en no potable, resulta obvio que el problema es grave.

Pese a ello, sólo recientemente la literatura científica ha empezado a prestar a la intrusión


marina la atención que merece. Ello refleja probablemente el hecho de que la intrusión es un
problema de países (semi)áridos (con la notable excepción de Holanda), que no son los que
han dedicado más recursos a investigación e innovación. Durante muchos años, Custodio ha
sido la “voz del Sur” de la Hidrogeología y sus aportaciones al estudio de la intrusion marina
han sido múltiples. Cabe destacar, entre muchas otras, las relativas a estudios de calidad del
agua (Custodio, 1967), a su datación (Custodio, 1968), a modelación (Vilaró et al., 1970;
Cuena y Custodio, 1971; Custodio y Vilaró, 1975; Custodio, 1984, 1985), a trabajos de
síntesis (Custodio, 1984, 1985; Vilaró et al., 1970; Custodio et al., 1971; Custodio et al.,
1976, 1977, 1983; Custodio y Corominas, 1981), a las descargas submarinas (Custodio y
Galofré, 1976) o al estudio de procesos químicos en la zona de mezcla (Bosch y Custodio,
1988; Bosch et al., 1990). Su visión global de la problemática de los acuíferos costeros en
Europa y Sudamerica se ha visto plasmada en tres trabajos de síntesis (Custodio y
Bruggeman, 1987; Custodio, 2010; Bocanegra et al., 2010), como se ve, dos de ellos muy
recientes.

La situación ha cambiado en los últimos años. El aumento de la demanda de agua y los


programas de investigación de la Unión Europea, han impulsado a este ámbito de trabajo, de
manera que el número de artículos publicados ha venido creciendo linealmente desde 1990
(Figura 1). Irónicamente, el aumento de investigación en un tema no siempre se traduce en
una mejora de la gestión. La investigación que hacían Custodio y sus colegas sí se traducía
inmediatamente en mejoras en la gestión del agua porque su trabajo estaba motivado por los
problemas y porque ellos estaban próximos a los gestores. Con frecuencia, el avance de la
investigación se traduce en un aumento de la complejidad y en un cierto distanciamiento de
los problemas y de las personas. En este contexto, el objetivo de este artículo es contribuir a
reducir dicha distancia y resumir algunos de los resultados de la investigación en intrusión
marina que pueden ser relevantes para la gestión de los acuíferos costeros.

140
Evolución del número de articulos indexados sobre 
Núm. de artículos/año

120
intrusión marina
100

80

60

40

20

0
1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010

Figura 1. Resultado de una búsqueda en la “web of Science” con palabras clave (“saltwater” OR “seawater”)
AND ”intrusion”]. El número de artículos publicados sobre temas de intrusión marina ha crecido linealmente
desde 1990.

216
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE
 
 

PRINCIPIOS BÁSICOS

El flujo con densidad variable es complejo. Engañó a los griegos.

Se cree que una de las causas por las que los griegos antiguos veían el ciclo hidrológico a
la inversa es un fenómeno natural que, hasta la fecha, se observa en Cefalonia, isla del Egeo.
En la misma, el agua de mar fluye por un canal hacia el interior de la isla, donde desaparece
en una sima. Desde la perspectiva de los griegos, era natural pensar que el agua perdía la
componente térrea que la hace salada al circular por los “humores” de la Tierra. Ello coincidía
con las observaciones de que el agua se va haciendo más dulce al “subir” montaña arriba. En
el proceso se iba haciendo más ligera, tanto que al llegar a la cima se convertía en aire, dando
lugar a las nubes que suelen cubrir las montañas.

Hoy sabemos que esta paradoja se debe a la diferencia de densidad entre el agua de mar y
la del agua que aflora al otro lado de la montaña. Una paradoja análoga es la que hace aflorar
agua salobre en el manantial S’Almadraba (Mallorca, España), con un caudal medio de 400
L/s y una salinidad de hasta el 60% de agua de mar (Figura 2).

Manantial Nivel 
del mar
Agua 
Agua  de 
dulce
mezcla Agua 
salada

Figura 2. La fuente de S’Almadraba descarga caudales que llegan a superar los 1400 L/s con salinidades de
hasta el 60% de la del mar a una altitud de 8 m.a.s.l.

El concepto de nivel está tan asumido que cuesta entender que el agua de mar pueda
descender por debajo del nivel del mar y que, una vez diluida, pueda subir a una cota más alta.
El hecho es que, cuando la concentración o la temperatura son variables, deja de tener sentido
el concepto de nivel piezométrico y es preciso empezar a tener presentes las variaciones de
densidad y las fuerzas de flotación.

El agua dulce flota sobre la salada y la empuja

Ghyben (1888) y Herzberg (1901) observaron que los pozos costeros suelen interceptar
agua salada a una profundidad bajo el nivel del mar aproximadamente igual a 40 veces la cota
del agua dulce sobre el nivel del mar. Esta relación se denomina de Ghyben-Herzberg y es
extremadamente útil para entender la penetración del agua del mar. La explicación, que había
sido dada por Du Commun (1828) unos 60 años antes, se basa en imponer equilibrio de

217
Principios y conceptos básicos sobre intrusión marina y gestión de acuíferos costeros · J. Carrera et al.
 
 

presiones en la interfaz agua dulce-salada. Es decir, que el peso de la columna de agua dulce
(γ f ( z + h ) ) sea igual a la presión del agua salada, que es γ s z , suponiendo que el agua de mar
es estática (Figura 3). Aunque en la próxima sección relajaremos esta condición, el concepto
es válido: lo que frena la penetración del agua salada es el empuje del agua dulce. De aquí se
deducen tres principios básicos de gestión:

1) Hay que dejar descargar algo de agua dulce. No es posible interceptar toda la
descarga natural de agua dulce sin salinizar los pozos.

2) La interfaz agua dulce-salada es bastante tendida. Si el gradiente del nivel freático


es del orden de 0,1%, la pendiente de la interfaz será del orden del 4%.

3) Es mejor distribuir las extracciones que concentrarlas. El bombeo tiende a reducir


el espesor de agua dulce en 41m por cada metro de descenso, lo que contribuye a
aumentar el descenso y a provocar la salinización por la base del pozo (upconing). El
efecto es análogo en planta.

Custodio y Llamas (1983) presentan numerosas soluciones para el problema de intrusión


bajo la hipótesis de Ghyben-Herzberg, también denominada de interfaz abrupta.

ρf
a) Ghyben-Herzberg PA = γ sξ = γ f (ξ + h) ⇒ ξ = h f / ε con ε =
ρs − ρ f
Tubo en U de
Du Commun
[1828]
Mar
b q
A f
Seawater
Agua salada Agua dulce

b) Mixing zone

Ghyben‐Herzberg
(Pool y 
Carrera, 2011)

Figura 3. La ecuación de Ghyben-Herzberg (arriba) proporciona una aproximación preliminar de la profundidad


de la interfaz entre agua dulce y salada. Sin embargo, el agua salada se mueve para suplir la sal que vuelve al
mar por la zona de mezcla (abajo). Esto hace que la penetración sea menor. Pool y Carrera (2011) han derivado
una expresión sencilla que proporciona una estimación de la profundidad a la parte más salada de la zona de
mezcla que predice bien las condiciones de salinización de los pozos de bombeo costeros.

218
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE
 
 

El agua salada también se mueve

El contraste de concentraciones da lugar a un flujo difuso (de hecho, dispersivo) de sales


disueltas. Es decir, el agua salada se mezcla con la dulce a través de la interfaz. Esto, que fue
estudiado por Henry (1964) y Cooper (1964), tiene varias implicaciones:

1) La interfaz no es abrupta, sino que tiene un espesor que puede ser de varios metros.
Abarca et al., (2007) la cifran en 2,7 αG , donde αG es la media geométrica de las
dispersividades longitudinal y transversal.

2) El agua salobre asciende por la zona de mezcla. El agua de mezcla tiene menos
densidad que la salada, por lo que tiende a fluir hacia arriba por la interfaz.

3) El agua salada también fluye para alimentar el flujo de sales por la zona de mezcla.

4) El agua salada penetra menos de lo predicho por Ghyben-Herzberg. Dado que el


agua de mar fluye, pierde energía, por lo que la presión del agua de mar en el punto A
de la Figura 3 es menor que γ sξ . Ello hace que el agua salada penetre menos. El
término correctivo depende de α G (a 2
x )
rk , donde a x es q ε k x , rk es K z K x , q es el
flujo saliente y Kx y Kz son los valores principales de la conductividad hidráulica.

5) La zona de mezcla es más profunda de lo predicho por Ghyben-Herzberg. Como


consecuencia del punto 4, el espesor de agua dulce no es ξ = h f / ε sino
ξ =h f / ε (Figura3), donde ε * = ε [1-(αT/b) ], αT es la dispersividad transversal y b el
* 6

espesor del acuífero (Pool y Carrera, 2011).

Pozo
Pozo
(Tellam et al, 
1986)
Profundidad (m) bajo el terreno

Agua dulce

Agua 
salada

Figura 4. El perfil de salinidad medido en un pozo suele ser más abrupto y elevado que la zona de mezcla real, lo
que puede explicar que, aunque la ecuación de Ghyben-Herzberg funciona bien en los pozos estáticos, no refleja
adecuadamente la profundidad de la zona de mezcla y subestima el caudal que se puede extraer, sin salinizar el
pozo, de un acuífero homogéneo.

219
Principios y conceptos básicos sobre intrusión marina y gestión de acuíferos costeros · J. Carrera et al.
 
 

Sería válido preguntarse por qué una corrección como la anterior, que da lugar a
profundidades del orden de 60-70h (en lugar de 40h para αT b =0.01), ha pasado
desapercibida durante tanto tiempo. La explicación es doble. Por un lado, esta ecuación
predice la profundidad de la parte más salada de la zona de mezcla (del orden de 70% de agua
salada). Por otro, los perfiles de salinidad observados en los pozos no son reales. Los pozos
actúan como cortocircuitos hidráulicos (Figura 4). En todo caso, esta corrección permite
incorporar fácilmente el segundo gran factor de la intrusión marina (la mezcla) en las
soluciones de interfaz abrupta.

La penetración es máxima en las zonas más profundas

Aunque las figuras sobre intrusión marina suelen representar una sección vertical para
poder mostrar el flujo de agua salada bajo el agua dulce, la realidad es que el fenómeno es
tridimensional. De hecho, la penetración del pie calculada con la aproximación de Ghyben-
Herzberg es bK x ε 2q , que depende del espesor del acuífero (en realidad de la profundidad de
la base del acuífero). Por lo tanto, no es sorprendente que el agua de mar penetre
preferentemente por las zonas más profundas. Sin embargo, el fenómeno es un poco más
complejo. El agua salada que penetra por las zonas profundas vuelve al mar fluyendo
lateralmente, por lo que lo importante no es sólo la profundidad, sino también la pendiente
lateral (Figura 5, Abarca et al., 2007b). Esto pone de manifiesto que la caracterización de la
penetración de la interfaz de intrusión bajo condiciones naturales requiere conocer toda la
batimetría del acuífero.

A’ A’

A A
A A’ A A’

Figura 5. El agua penetra preferentemente por las zonas más profundas de los acuíferos. Nótese, sin embargo,
que la profundidad no es suficiente. Si no hay pendiente lateral (a), la penetración es análoga a la del acuífero
plano. La pendiente lateral da lugar a gran penetración (b) porque permite que el agua salada que penetra por las
zonas profundas fluya lateralmente hacia las someras (c) (Abarca et al, 2007b).

La zona de mezcla es geoquímicamente muy activa

Las aguas dulce y salada son muy distintas desde el punto de vista químico. Por ello,
aunque ambas estén en equilibrio con los minerales del acuífero, la mezcla no lo estará

220
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE
 
 

(Wigley y Plummer, 1976). Este desequilibrio es especialmente relevante para acuíferos


carbonatados donde la mezcla conduce a subsaturación con respecto a calcita y a su
disolución. Esto, unido a las fluctuaciones del nivel del mar, explica la ubicuidad de
fenómenos kársticos en los acuíferos costeros de rocas carbonatadas (Sandford y Konikow,
1989). Este problema es bastante sorprendente. Cuando se mezclan aguas dulce y salada en
equilibrio con calcita, a presiones parciales de CO2 próximas a la atmosférica, la máxima
subsaturación tiene lugar para una proporción de mezcla en torno al 15% de agua dulce. Sin
embargo, en condiciones estáticas, la máxima disolución tiene lugar para una proporción de
mezcla del 50% (Sanz et al., 2011). Por el contrario, si las aguas se están moviendo, situación
de la zona de mezcla, la máxima disolución se produce en el lado de agua dulce. Es decir,
para saber dónde, cómo y cuánta calcita se disuelve es preciso abordar el problema de
transporte reactivo (Rezaei et al., 2005).

CONCEPTOS BASICOS PARA GESTION

Los aspectos discutidos en el apartado anterior son especialmente relevantes para la


intrusión bajo condiciones naturales, es decir, sin bombeos. Las cuestiones relevantes para la
gestión son en cambio del tipo: ¿cuánto, cómo y dónde se puede bombear?, ¿Qué se puede
hacer para controlar, prevenir y corregir la intrusión marina? En este apartado se revisan
dichas cuestiones.

La intrusión bajo condiciones de bombeo

El bombeo provoca un descenso de niveles y, con ello, una reducción del empuje (presión)
del agua dulce, lo que favorece la intrusión. Mientras los pozos de bombeo no se salinicen, el
flujo de agua salada tenderá a ser bajo (excepto transitoriamente en los periodos de avance o
retroceso de la cuña de intrusión). Por tanto, bajo estas condiciones, sigue siendo
esencialmente válido todo lo discutido.

La situación cambia radicalmente cuando el pozo se saliniza. El flujo de agua salada


empieza a ser importante. Ello implica que el agua de mar pierde mucha energía al fluir tierra
adentro y no puede suponerse que su presión sea comparable a la que existe en el mar a la
misma profundidad. De hecho, las fuerzas viscosas pueden pasar a ser más importantes que
las de flotación. Ello facilita el estudio de la intrusión marina porque, si los gradientes de
nivel de agua dulce son altos, los efectos de densidad variable pueden ser despreciables,
especialmente cuando el espesor del acuífero es bajo y la pendiente lateral pequeña (Iribar et
al., 1997).

En todo caso, hay que tener presente que la intrusión tiene impactos graves (Figura 6):

1) Pérdida de pozos. La salinización, cuando es alta, provoca el abandono del pozo y


fomenta el daño de los equipos por la agresividad no sólo del agua salada sino también
de la mezcla (e.g., Bosch y Custodio, 1988).

2) Pérdida de recursos. Incluso cuando el grado de salinización es bajo, el pozo actúa


como dispositivo de mezcla. En la bomba se mezclan el agua dulce y la salada, por lo
que el agua bombeada tiene mucho menos valor.

221
Principios y conceptos básicos sobre intrusión marina y gestión de acuíferos costeros · J. Carrera et al.
 
 

3) Pérdida de funcionalidad del acuífero. Como consecuencia de lo anterior, el acuífero


pierde parte de sus funciones de elemento regulador y distribuidor de agua.

4) Impacto ambiental. Muchos ecosistemas costeros dependen del delicado equilibrio


entre agua dulce y salada. Aunque suelen tener una resistencia importante, no soportan
la salinización a largo plazo. Entre los impactos más notables cabe destacar la
salinización de lagunas costeras, la salinización del suelo por ascenso capilar y
precipitación superficial de sales y la muerte de freatofitas. Los impactos
medioambientales pueden propagarse hasta las aguas costeras, ya que, en muchas
zonas, la descarga de agua subterránea aporta la mayor parte de los nutrientes al océano
(Valiela, 1979). De forma que un descenso drástico del flujo de agua dulce supone a su
vez una reducción importante de los nutrientes a los ecosistemas marinos costeros.

Todo ello pone de manifiesto que es importante prevenir la salinización.

Laguna
costera

Agua dulce Agua salada

Laguna
costera

Agua 
dulce Agua salada

Figura 6. El bombeo excesivo de acuíferos costeros no solo saliniza los pozos, sino que también produce
impactos ambientales como la salinización de humedales y lagunas costeras y de las freatofitas.

Prevención de la salinización

Los principios básicos son claros, aunque su implantación puede no ser sencilla.

1) Controlar el balance de masa. Como se dijo, hay que aceptar que una parte del flujo
del acuífero salga al mar. De lo contrario, el agua salada penetra. Esto es verdad no sólo
a escala de todo el acuífero, también se salinizarán aquellas porciones en las que no
haya salida de agua dulce, aunque el balance global sea de salida.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE
 
 

2) Lo relevante es el nivel del agua dulce. Para prevenir la contaminación del agua dulce
sería suficiente asegurar que el nivel en el pozo fuese superior a ε*b, donde b es el
espesor del acuífero. Esta condición puede ser poco realista en pozos próximos a la
costa. No obstante, se puede relajar aceptando que el nivel sea inferior siempre que esta
condición se cumpla en algún punto de cualquier línea que una el pozo con la costa.
Obviamente, esto implica un seguimiento y modelación precisos.

3) Bombear en puntos mal conectados al mar. Una forma sencilla de asegurar lo


anterior es bombear en aquellos pozos cuyo cono de descensos se extiende hacia tierra
adentro. Esto es relativamente fácil de asegurar cuando el pozo está mal conectado
hidráulicamente con el mar, cosa que puede analizarse observando la respuesta a las
fluctuaciones del nivel del mar (Slooten et al., 2010). Por el contrario, los pozos bien
conectados al mar se salinizarán con rapidez.

4) Observar las fluctuaciones de nivel en el pozo. El grado de conexión con la costa


puede derivarse a partir del amortiguamiento y desfase de las fluctuaciones de nivel en
el pozo respecto a las del mar. La solución clásica (Ferris, 1951) permite derivar la
difusividad, que es el mejor indicador de conectividad (Knudby y Carrera, 2006). De
hecho, Slooten et al. (2010) muestran que, si existe una zona de baja transmisividad, las
fluctuaciones aumentan del lado de la costa y disminuyen tierra adentro. Ello implica
que, si se dispone de observaciones en muchos pozos, es posible determinar la
distribución espacial de transmisividades (véase, p.ej., Alcolea et al., 2007). La
situación se complica si el acuífero es confinado, porque la fluctuación se transmite a
partir de la carga mecánica del mar sobre el acuitardo y acuífero y, aunque las
fluctuaciones indican la conectividad con la costa, no implican necesariamente una
igual conectividad con el mar.

5) La recarga artificial como elemento para aumentar los recursos. La recarga


artificial es siempre un medio para aumentar los recursos y regular el agua disponible.
Además, es una herramienta especialmente importante en acuíferos costeros, en los que
es esencial controlar el balance de masas. Recuérdese que, como en tantos temas
ambientales, es mucho más fácil prevenir que curar.

6) Distribuir los bombeos. Ya se ha dicho y es consecuencia inmediata de que la


intrusión esté controlada por el nivel (no por el flujo, o el descenso), pero debe
insistirse. Hay que evitar los bombeos concentrados.

7) Disponer barreras contra la intrusión. Aunque no estén muy extendidas, cabe pensar
que lo estarán, por lo que le dedicamos el apartado siguiente.

Barreras contra la intrusión marina

Una forma de prevenir la intrusión es construir barreras que dificulten la entrada de agua
de mar. Las barreras pueden ser de varios tipos (Figura 7)

1) Barrera de baja permeabilidad. Consiste en crear una pantalla de muy baja


permeabilidad (mediante pozos de inyección de lechada de cemento, tablestacas, o
pantalla de hormigón o bentonita). Su principal inconveniente es el coste,

223
Principios y conceptos básicos sobre intrusión marina y gestión de acuíferos costeros · J. Carrera et al.
 
 

especialmente si el acuífero es profundo.

2) Positiva. Se basa en inyectar agua dulce para subir el nivel piezométrico. Si se


consigue que el nivel sea superior a ε*b, se habrá conseguido frenar el avance del agua
salada.

3) Barrera negativa sencilla. Se basa en interceptar el flujo de agua salada mediante


pozos de bombeo. Este tipo de barrera se implanta accidentalmente en muchos procesos
de salinización, en los que el bombeo de los pozos más próximos a la costa inhibe la
salinización de los que se encuentran en el interior. El inconveniente es que estos
últimos se salinizan poco después de que el propietario del pozo costero se canse de
bombear agua salada. Aunque se haga de manera controlada, otro inconveniente es que
los pozos de la barrera bombean agua dulce y salada por lo que fomentan la mezcla y,
por si mismos, contaminan el agua dulce.

4) Barrera negativa doble. Pretende paliar el problema de la mezcla en el pozo


dividiéndolo en dos, uno que bombea agua dulce tierra adentro y otro que bombea agua
salada del lado del mar. La idea es generar una zona de estancamiento en el medio. En
realidad, el concepto no es fácil de implementar. El doble bombeo genera una zona de
niveles bajos que favorecen la penetración lateral del agua salada (Pool y Carrera,
2010).

5) Mixta. Es fácil imaginar métodos mixtos que se beneficien eclécticamente de las


ventajas de cada tipo de barrera. Por ejemplo, se puede pensar en una barrera de baja
permeabilidad muy somera con pozos que solo bombeen agua salada en las capas más
profundas del acuífero. También puede ser razonable una barrera mixta, positiva en las
capas someras y negativa en las profundas.

Barrera de baja permeabilidad Barrera hidráulica positiva

Barrera negativa sencilla Barrera negativa doble

Figura 7. Tipos de barreras para prevenir la intrusión marina.

El problema de todos estos tipos de medidas correctoras es que requieren un esfuerzo


colectivo y continuado. Además, requieren una muy buena caracterización estratigráfica del
acuífero, tanto a escala local como regional y en particular, de la zonas de buena conexión con

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE
 
 

el mar (Gámez, 2007; Edwards et al., 2009). En este sentido debe citarse el caso de las
barreras construidas en los años 1950-60 en Los Ángeles County (California, EE. UU.). Una
conexión lateral con el mar a través de un paleocanal enterrado en profundidad ha llevado al
agua salada aguas arriba de la barrera, salinizando el acuífero y evidenciando que la geología
de la zona era mucho más compleja que la prevista en el diseño inicial (Edwards y Evans,
2002). Un ejemplo más cercano es la barrera del delta del Llobregat, cuyo funcionamiento
parece impecable (Ortuño et al, 2009).

Hay que enfatizar el papel de protección que juegan las barreras. Abarca et al. (2006) lo
cuantificaron mediante la “eficiencia hidráulica” que en el caso del Llobregat está entre 1,4 y
1,7, dependiendo de las hipótesis. Es decir, 1 L/s inyectado en la barrera permite aumentar el
bombeo interior entre 1,4 y 1,7 L/s. Por ello, y porque los problemas de escasez de agua
parecen agudizarse, y porque aún queda mucho trabajo por hacer en el diseño de barreras
adecuadas a cada situación, auguramos que esta será un área fértil de investigación y
desarrollo en el futuro próximo.

CONCLUSION, OBSERVAR, MODELAR Y CONTROLAR

Hay que concluir de la misma manera que empezamos, reconociendo que el flujo con
densidad variable añade una nueva dimensión de complejidad a la hidrogeología de acuíferos
costeros. La incertidumbre es una parte esencial, y aceptada, de la hidrología subterránea.
Nunca se conoce con precisión la geometría del acuífero, ni sus parámetros, ni cuánto se
bombea. Y, sin embargo, un porcentaje relativamente alto de acuíferos van aguantando de una
manera sorprendente (también sobre esto, tenemos aportaciones notables de Emilio Custodio).
Ello ha conducido a una cierta pasividad en las actuaciones de la Administración hidráulica.

En acuíferos costeros, la pasividad no sirve porque los efectos son graves. Si no se conocen
los bombeos es probable que se desequilibre el balance de masa, lo que conducirá
inexorablemente a la salinización del acuífero. Desconocer la geología y los patrones de
variabilidad espacial de la conductividad hidráulica es peligroso porque puede dar lugar a que
se bombee en zonas muy conectadas al mar lo que, también inexorablemente, conducirá a la
salinización del acuífero. En fin, tampoco podemos ignorar la geometría del acuífero, porque
ignorarlo conducirá a la, una vez más inexorable, salinización. Todo ello se ve agravado por
la relativa inercia de los acuíferos y de sus impactos. Los errores de hoy tendrán efecto años
después, por lo que es necesario modelar ahora para tener una prognosis del impacto futuro.

Es posible imaginarse un futuro en que se disponga de múltiples puntos de observación,


que las medidas de dichos puntos alimenten modelos cuyas predicciones se actualicen.
También es posible imaginar que estos modelos den pautas sobre cómo explotar el acuífero.
La ciencia y la tecnología para explotar los acuíferos costeros de manera responsable están
disponibles, y no hace falta insistir en que Emilio Custodio ha contribuido a ambas.

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2.2.3. EL ACUÍFERO COSTERO DEL ESTE DE GRAN CANARIA: UN EJEMPLO


DE SALINIZACIÓN EN UN ACUÍFERO VOLCÁNICO COMPLEJO

María del Carmen CABRERA*

(*) Dpto. de Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Campus de Tafira.
35017 Las Palmas de Gran Canaria. mcabrera@dfis.ulpgc.es

RESUMEN

Las aguas subterráneas explotadas en la costa este de Gran Canaria (por debajo de la cota
300) muestran una notable salinización de origen múltiple y variable en el tiempo. Los
estudios hidrogeológicos e hidrogeoquímicos llevados a cabo desde los años 1970 a la
actualidad han permitido definir un sistema acuífero de gran complejidad geológica. Dicha
complejidad es debida a las intercalaciones entre materiales sedimentarios y volcánicos de
diversas edades y composiciones. En este sistema, la explotación ha dado lugar a amplias
zonas con conos de descenso notables por debajo del nivel de mar, así como a una
salinización progresiva de amplias zonas costeras debido a procesos de intrusión marina. Sin
embargo, la salinización puede deberse también a procesos de aridificación de la recarga,
retornos de riego y a aportes de CO2 endógeno. Todo ello configura un sistema muy complejo
cuyo control debe ser exhaustivo antes de su posible declaración como zona sobreexplotada
según la legislación vigente.

Palabras clave: Acuífero volcánico, Acuífero costero, Gran Canaria, Salinización,


Hidrogeoquímica

INTRODUCCIÓN

Los acuíferos volcánicos son heterogéneos y anisótropos, y sus características


hidrogeológicas presentan una alta variabilidad, estando marcadas fundamentalmente por su
composición, el tipo de vulcanismo que las ha producido y por su edad. Todo ello conforma
un medio en que las alternancias entre lavas y escorias, la presencia de diques y el relleno de
porosidades primarias por el crecimiento de minerales secundarios condicionan el
movimiento del agua subterránea (Custodio, 2004, 2007). En el caso de las islas volcánicas de
punto caliente, las estructuras volcánicas pueden ser muy complejas, debido a un crecimiento
dilatado en el tiempo, con varias etapas eruptivas separadas por grandes deslizamientos
gigantes, calderas volcánicas rellenas posteriormente, intrusiones de diques localizados en
rifts y diferenciaciones magmáticas en los magmas emitidos (Custodio y Cabrera, 2008).

En el caso de Canarias, cada isla es un único conjunto hidrogeológico complejo que se

229
El acuífero costero del este de Gran Canaria: un ejemplo de salinización en un acuífero volcánico complejo · M.C. Cabrera

recarga por la infiltración de la lluvia en las zonas altas y de medianías y descarga al mar por
la costa, con algunas salidas a barrancos en forma de manantiales en aquellas zonas donde
afloran materiales menos permeables. El nivel de saturación (freático) puede alcanzar cotas
muy altas en el interior de las islas, donde existe un “núcleo” de muy baja permeabilidad
conformado por cuerpos intrusivos, áreas de roca muy alterada y enjambres de diques. El
papel de los diques es variable dependiendo de su permeabilidad respecto a la roca de caja,
por lo que a veces pueden actuar de barrera impermeable y otras de vías preferentes de flujo
(Custodio, 1978, 1989, 2004).

Los aspectos de las relaciones agua dulce-agua salada en las regiones costeras de los
terrenos volcánicos responden a la estructura y composición de los materiales que los
conforman, según las características enumeradas anteriormente. Así, en islas volcánicas, es
usual que los procesos de intrusión marina se frenen si el núcleo impermeable está situado en
la zona costera. Sin embargo, cuando en la costa se sitúan materiales volcánicos más jóvenes
(y normalmente, más permeables), a veces interestratificados con formaciones sedimentarias,
la explotación de los acuíferos costeros pueden producir conos salinos y desplazamientos
laterales de la cuña de agua marina (Custodio, 2010).

La isla de Gran Canaria, con una superficie de 1560 km2, presenta una morfología circular
en planta con un perfil transversal cónico coronado por una altitud máxima de 1957 m. Dentro
de este esquema, la costa este de la isla (Figura 1) constituye una plataforma con pendientes
menores de 5%, con costas bajas, sin acantilados de gran envergadura en las que alternan
playas con cantiles y salientes rocosos ligados a la actividad volcánica reciente hacia el norte.
Hacia el sur, se sitúan materiales sedimentarios detríticos de diverso origen, como los
conglomerados de delta de barrancos o campos de dunas costeras. En esta plataforma se
encajan numerosos barrancos y barranquillos que desaguan hacia el este.

Figura 1. Localización y fisiografía del este de Gran Canaria. Se indican los pozos y sondeos situados por
debajo de la cota 300, así como la situación de las zonas de estudio de las tesis doctorales realizadas en Amurga
(Gasparini, 1989) y en Telde (Cabrera, 1995).

230
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

La isla presenta una gran variedad climática, condicionada por su posición en la dinámica
general y por otro lado por su orografía. El clima de la isla puede dividirse en húmedo y
fresco en la fachada norte y seco y cálido en la fachada sur, debido a la existencia de los
vientos alisios, de componente norte. La zona de estudio se encuentra situada
mayoritariamente en la zona seca de la isla, con temperaturas que oscilan entre los 22º y los
26º C, una precipitación media que no supera los 150 mm/año en la costa y la influencia casi
permanente del alisio. Estos condicionantes hacen que esta área ofrezca una extrema aridez,
con suelos encalichados y pedregosos.

La zona ha sido objeto de abundantes estudios hidrogeológicos desde la década de 1970 a


la actualidad, partiendo de los inventarios de puntos de agua que se llevaron a cabo dentro del
Proyecto Canarias SPA-15 (1974). Entre 1979 y 1990, el IGME instauró una red de control de
acuíferos costeros dentro del plan de gestión y conservación de acuíferos (PGCA) (IGME,
1983; La Moneda y Olmedo, 1988, ITGE, 1990), con toma de datos bianuales.

El Macizo de Amurga (Figura 1) fue objeto de una tesis doctoral que contempló
fundamentalmente el problema de la salinización del agua mediante estudios isotópicos
(Gasparini, 1989; Gasparini et al., 1990). Esta zona fue objeto posteriormente de una tesis de
ingeniería que consideraba el comportamiento de los pozos profundos (Custodio-Ayala, 1999;
Custodio–Ayala y Custodio, 2001). Esta área ha sido posteriormente objeto de otra tesis
doctoral (Carrascosa Chisvert, 2006), en la que se han manejado un gran número de datos
hidroquímicos del agua subterránea en la zona (entre 1994 y 2004); se ha estudiado la
evolución temporal y las reacciones roca–agua, y se han realizado determinaciones de algunos
compuestos orgánicos.

La zona de Telde (Figura 1) fue objeto de otra tesis doctoral que caracterizó
geológicamente un complejo sistema acuífero y su funcionamiento hidrogeológico e
hidrogeoquímico (Cabrera, 1995; Cabrera y Custodio, 2003; 1998; 2004). Posteriormente, el
Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria llevó a cabo un inventario de puntos de agua entre
1997 y 1998, año en que comenzó un proyecto desarrollado por el IGME mediante convenio
con el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria titulado “Estudio hidrogeológico para la
definición de áreas sobreexplotadas o en riesgo de sobreexplotación en la zona baja del este
de Gran Canaria” (IGME, 2003). Este proyecto recogió todos los datos obtenidos y concluyó
con un modelo de simulación de la zona destinado a plantear diversos escenarios de
explotación del acuífero para paliar la intrusión marina existente. Por último, la zona ha sido
objeto de un proyecto fin de carrera que ha analizado la evolución hidrogeoquímica del
acuífero debido a la intrusión marina con el efecto sobreimpuesto del aporte de CO2 de origen
magmático (Hernández, 2009; Hernández et al, 2010).

El presente trabajo resume los trabajos realizados en este acuífero a lo largo de los años.
Hay que resaltar la importante contribución que el Dr. Custodio ha tenido en la mayor parte
de los mismos, dirigiendo y codirigiendo las dos tesis doctorales realizadas y colaborando en
mayor o menor medida en la mayoría del resto.

CARACTERIZACIÓN GEOLÓGICA

Los materiales presentes en la zona abarcan desde Basaltos Miocenos (que constituyen en
substrato), hasta recubrimientos sedimentarios cuaternarios. Estos basaltos afloran en la parte

231
El acuífero costero del este de Gran Canaria: un ejemplo de salinización en un acuífero volcánico complejo · M.C. Cabrera

central de la zona, pero no se han encontrado bajo el Macizo de Amurga (de composición
fonolítica) en las perforaciones que se han realizado hasta una cota de 250 m bajo el nivel del
mar. Tampoco aparecen en los pozos presentes en la zona de Telde. Los materiales del Grupo
Roque Nublo se encauzaron por los barrancos existentes cuando el Estratovolcán del mismo
nombre entró en erupción, por lo que su localización en profundidad está restringida a estos
paleovalles. La Figura 2 muestra el mapa geológico de la zona (indicando las edades de las
formaciones presentes) así como la geología en profundidad de la zona de Telde y un corte
simplificado paralelo a la costa hasta las estribaciones del Macizo de Amurga.

Figura 2. Mapa geológico simplificado del Este de Gran Canaria. Se muestra un bloque diagrama interpretativo
de la geología en profundidad de la zona de Telde (Cabrera y Custodio, 2004) y un corte geológico realizado a lo
largo de la costa.

Hay que destacar la existencia de materiales detríticos en profundidad en la zona de Telde.


Se trata de sedimentos pertenecientes a la Formación Detrítica de Las Palmas, que afloran
hacia el NE de Gran Canaria y la sedimentología de los mismos permite distinguir un
Miembro Inferior conformado por conglomerados aluviales, un Miembro Medio de origen
marino y un Miembro Superior que representa facies de transición entre piroclastos y
sedimentos aluviales (Cabrera, 1995). La situación de estos sedimentos en profundidad apunta
a la existencia de una zona de falla hacia el norte de Telde, dada la diferencia de cotas
existente entre los materiales aflorantes al norte y en el subsuelo de Telde.

232
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

CARACTERIZACIÓN HIDROGEOLÓGICA

La explotación en la zona comenzó a finales del siglo XIX y tuvo un desarrollo notable
entre 1940 y 1970, existiendo en la actualidad unas 720 captaciones emboquilladas por debajo
de la cota 300 (la mayoría pozos canarios de 3 m de diámetro excavados a mano), con una
profundidad media de unos 140 m. Desde los años 1980 a la actualidad se ha producido un
decrecimiento de la explotación con el consiguiente abandono de pozos. Ello ha sido debido
fundamentalmente al empeoramiento de la calidad del agua y ha dado lugar a la instalación de
unas 50 desaladoras de agua de pozo. Los materiales que se explotan actualmente son
fundamentalmente la Formación Fonolítica y los Basaltos Miocenos (con permeabilidades de
0.10-0.50 y 0.05-0.50 m/d respectivamente). En Telde se explotaban en un principio los
materiales Roque Nublo, post-Roque Nublo y la FDLP (alcanzando permeabilidades de hasta
8 m/d), que han quedado por encima de la zona saturada.

El flujo del agua subterránea en la zona de estudio se produce de cumbre a costa, según se
desprende de las piezometrías realizadas en los momentos en que hay mayor número de datos:
1971 (Figura 3a) y 1991 (Figura 3b). Esta figura refleja el desarrollo generalizado de conos de
bombeo por debajo de la cota 300 entre 1971 y 1991. No existe suficiente número de datos a
partir de este año para elaborar una piezometría fiable de toda la zona, aunque los datos de
1997 y 1999 (IGME, 2003) apuntan a que no hay cambios notables respecto a 1991.

Figura 3. Piezometrías de la zona para 1971 (a) y 1991 (b). Se destacan las zonas donde se sitúan los conos
de bombeo (modificado de Hernández, 2009).

EVOLUCIÓN HIDROGEOQUÍMICA

Las aguas subterráneas en las cumbres presentan contenidos en Cl- menores de 30 mg/L,
incrementándose la salinidad hacia la costa debido a factores como la intrusión marina y la
recarga de aguas salinas en las zonas más áridas (como Amurga). Además, la franja costera ha
sufrido una progresiva salinización del agua subterránea según se muestra en la Figura 4.

233
El acuífero costero del este de Gran Canaria: un ejemplo de salinización en un acuífero volcánico complejo · M.C. Cabrera

También existen otros factores que afectan a la química del agua, como el aporte de CO2
endógeno en algunas zonas y la presencia de retornos de riego (existen zonas con contenidos
en NO3- que superan los 300 mg/L en la zona de Telde).

Figura 4. Mapas de isocontenidos en Cl-(mg/L) de la zona para 1971 (a) y 1991 (b) (modificado de
Hernández, 2009).

La presencia de diversos tipos de materiales así como la superposición de fenómenos


modificadores da lugar a una gran variedad de familias hidrogeoquímicas en las aguas
subterráneas de la zona. Existe una correlación razonablemente buena entre las
concentraciones de Na, K, Ca y Mg de la roca y el agua, de forma que existe un
enriquecimiento relativo del agua en Na y K frente al Ca y Mg en aquellas captaciones que
explotan la Formación Fonolítica frente a las que explotan los Basaltos (Miocenos, Roque
Nublo y Post-Roque Nublo). El aporte de CO2 endógeno da lugar a aguas bicarbonatadas
magnésicas si explotan los Basaltos Miocenos o bicarbonatadas sódicas si sacan agua de las
Fonolitas. En la franja costera, las aguas son clorurada-sulfatadas sódicas con altas
salinidades. Estas aguas sufren un claro intercambio catiónico según aumenta la salinidad, y
por tanto el porcentaje de agua de mar en la mezcla (Hernández, 2009) (Figura 5).

En el Macizo de Amurga, los sondeos existentes explotan agua salina, con una
conductividad eléctrica media de 5300 µS/cm (bastante homogénea) y contenidos en cloruros
que alcanzan los 1.5 g/L. La intrusión marina en esta zona debe ser descartada debido a las
condiciones hidrodinámicas del acuífero y a la inexistencia de estratificación salina en los
sondeos. Asimismo, las relaciones rSO4/rCl y rNa/rCl no son congruentes con la existencia de
cambios de bases en caso de que fueran aguas marinas relictas que están siendo desplazadas
por agua dulce actual. Así, la única explicación posible para la salinidad de las aguas
subterráneas es el efecto climático.

234
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 5. Relación entre los excesos/defectos en Ca2+ (a), Mg2+ (b), Na+ (c) y K+ (d) y el porcentaje de agua de
mar para las muestras de las captaciones afectadas por la intrusión marina en zona (modificado de Hernández,
2009).

Teniendo en cuenta los datos de cantidad y salinidad de la precipitación de la zona, el agua


de recarga tiene un contenido en Cl- que varía entre los 200 y los 500 mg/L, evidenciando un
importante proceso de evaporación antes de la recarga (Custodio, 1990). Este proceso de
evaporación queda patente en los gráficos δO18-δD, en los que las aguas subterráneas se
disponen según una línea con una pendiente típica de evaporación respecto a la línea
meteórica local (Gasparini 1989; Gasparini et al, 1990). Las edades de estas aguas fueron
determinadas mediante C14 corregido con C13 entre 10000 y 12000 años, incluyen el tránsito
por la zona no saturada, lo que ha sido interpretado debido al largo tiempo de retención en una
zona no saturada muy espesa y un largo tiempo de residencia en el flujo por el acuífero,
teniendo en cuenta que la recarga estimada en el ápice del Macizo se estima en unos 11
mm/año y en la costa es igual a 0 (Custodio, 1993).

CONCLUSIONES

El acuífero costero del este de Gran Canaria ha sido objeto de numerosos trabajos a lo
largo del tiempo con objeto de determinar el origen de la salinidad del agua subterránea. La
caracterización geológica, hidrodinámica e hidrogeoquímica ha permitido determinar el
origen de la salinidad por zonas. Así, a la intrusión marina actual en las zonas llanas y la
aridificación de la recarga en Amurga se suman a procesos de aportes de CO2 endógeno y
retornos de riego en algunas zonas.

En el estudio llevado a cabo para estudiar la viabilidad de ser declarado sobreexplotado


según la Ley de Aguas de Canarias (IGME, 2003), se delimitaron aquellas zonas en las que la
salinidad se atribuía directamente a la intrusión marina. Específicamente se marcaron 123
captaciones situadas en la franja costera como afectadas por este proceso. Los criterios

235
El acuífero costero del este de Gran Canaria: un ejemplo de salinización en un acuífero volcánico complejo · M.C. Cabrera

utilizados fueron: captaciones con cotas de fondo negativas y contenidos en Cl- por encima de
300 mg/L (o una tendencia creciente de este ión en el tiempo). También se tuvo en cuenta los
valores rCl/rHCO y rMg/rCa y las concentraciones en sulfatos y nitratos. En este estudio se
elaboró un modelo numérico de flujo que permitió delimitar las zonas con intrusión marina
(coincidentes con los criterios anteriores) y las zonas sobreexplotadas con riesgo de intrusión,
contiguas a las anteriores. Dentro de los objetivos de programa de control y estado de las
masas de agua en cumplimiento de la DMA (DGA, 2006), se han establecido dos programas
de vigilancia y de control operativo de las masas de agua subterránea, existiendo 16 puntos de
control en los que se toman datos de niveles y de química del agua de forma anual, lo que es
manifiestamente insuficiente para lograr un mejor conocimiento de la evolución del acuífero a
la escala necesaria.

A fecha de hoy, no se ha llevado a cabo la declaración de sobreexplotación de la zona,


posiblemente debido a criterios técnicos (complejidad hidrogeológica de la zona y falta de
información sistemática en los últimos años que esté siendo objeto de interpretación) y a
criterios socioeconómicos. Es de destacar que la gestión de los acuíferos costeros es muy
complicada y más en una zona donde se superponen varios efectos responsables de la
salinización, como es el caso. La mejora de las condiciones hidrogeológicas en la zona
debería venir de una adecuada planificación de la explotación del acuífero, para lo que es
necesario el desarrollo de tomas de datos específicas continuadas en el tiempo y su
interpretación, así como el desarrollo de una modelización numérica validada que sea
constantemente alimentada con datos fiables. Todo ello sería mucho más viable si se llevara a
cabo con la intervención de los usuarios del acuífero mediante la creación de una comunidad
de usuarios del acuífero, mecanismo que ya da resultados positivos en otras zonas de España.

AGRADECIMIENTOS

Vaya este trabajo como agradecimiento a la labor del Dr. Emilio Custodio en Canarias.
Esta labor ha sido y sigue siendo ingente, mostrando siempre una notable generosidad tanto
en sus ideas como en su enseñanza a los grupos que seguimos trabajando en las islas.

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238
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.2.4. FACTOR CORRECTOR PARA INCLUIR LOS MECANISMOS DE MEZCLA


EN LAS APROXIMACIONES DE GHIJBEN-HERZBERG Y CAUDAL CRÍTICO DE
EXTRACCIÓN EN ACUÍFEROS COSTEROS

María POOL*,** y Jesús CARRERA**

(*) GHS. Dept. Geotechnical Engineering and Geosciences. Universitat Politècnica de


Catalunya. UPC-BarcelonaTech. Jordi Girona 1-3. 08034 Barcelona.
maria.pool@idaea.csic.es
(**) GHS. Institute of Environmental Assessment and Water Research IDAEA, CSIC. Jordi
Girona 18. 08034 Barcelona. jcarrera@ija.csic.es

RESUMEN

La clásica estimación de Ghijben-Herzberg para la interfaz de agua dulce-agua salada en


acuíferos costeros junto con la aproximación de Dupuit, forman una herramienta
verdaderamente útil en el desarrollo de soluciones analíticas para el estudio de la intrusión
marina. Bajo estas simplificaciones, Strack, 1976, desarrolló un método analítico para
calcular caudales críticos de extracción en acuíferos costeros. La simplificación de interfaz
abrupta y en particular este método analítico, han sido ampliamente utilizados en el estudio de
la intrusión marina, así como en la definición de esquemas de gestión y planificación en
acuíferos costeros. Sin embargo, la aproximación de interfaz abrupta asume inmiscibilidad
entre los dos fluidos, despreciando la mezcla entre ambos, e implícitamente desprecia el flujo
de agua salada. Consecuentemente, estas aproximaciones sobrestiman la penetración de la
cuña salina y subestiman los caudales críticos para el abastecimiento de agua dulce. En este
estudio, investigamos el error introducido al adoptar la aproximación de interfaz abrupta e
incluimos los efectos de la dispersión en la formulación de Strack. Para ello, utilizamos una
metodología numérica basada en simulaciones tridimensionales de flujo y transporte con
densidad variable. Demostramos que la formulación de Strack, así como la aproximación de
Ghijben-Herzberg, pueden ser extendidas para el caso de mezcla si el factor de flotación es
multiplicado por un factor dispersivo empírico, que representa los mecanismos de mezcla.
Este factor nos permite generalizar los resultados de interfaz abrupta, y permite predecir
adecuadamente la profundidad de la interfaz, así como los caudales críticos de extracción para
un amplio rango de condiciones, asegurando una gestión más realista y efectiva en los
acuíferos costeros.

Palabras clave: escenario de bombeo, interfaz abrupta, factor de flotación de Ghijben-


Herzberg, mecanismos de mezcla, caudal crítico de extracción

239
Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal… · M. Pool y J. Carrera

INTRODUCCIÓN

La primera aproximación cuantitativa al estudio de estudio de la relación de agua dulce-


agua salada en acuíferos costeros se remonta a más de un siglo. Ghijben, 1888, y Herzberg,
1901, independientemente observaron que la profundidad de la interfaz entre agua dulce y
agua salada en acuíferos costeros es directamente proporcional a la elevación del nivel de
agua dulce sobre el nivel del mar. Suponiendo que no existe flujo de agua salada, que la
presión es hidrostática en la vertical y que ambos fluidos son inmiscibles existiendo una
interfaz abrupta entre ellos, la profundidad de dicha interfaz puede escribirse como ξ = h f /ε ,
donde h f es el nivel piezométrico y ε es el factor de flotación dado por ε = (ρ s − ρ f )/ρ f con
ρ f y ρ s , la densidad de agua dulce y agua salada, respectivamente. Si se toma como
densidad relativa del agua salada 1.025, entonces la profundidad de la interfaz por debajo del
nivel del mar es aproximadamente cuarenta veces la cota de agua dulce por encima del nivel
del mar.

La expresión de Ghijben-Herzberg junto con la aproximación de Dupuit permite linealizar


el problema, facilitando el desarrollo de soluciones analíticas (ver, p.ej., Bakker, 2003, 2006;
Nordbotten and Celia, 2006). De este modo, Strack, 1976, separando el acuífero en dos zonas
una dulce y otra salada, y definiendo un potencial para cada una de dichas zonas, desarrolló
una simple expresión para el caudal crítico de extracción (máximo bombeo sin salinización
en el pozo). La simplificación de interfaz abrupta y, en particular, la solución analítica de
Strack constituyen la base para las técnicas de optimización aplicadas a la evaluación del
abastecimiento de agua dulce y gestión sostenible en acuíferos costeros (ver, ej., Willis and
Finney, 1988; Finney et al., 1992; Emch and Yeh, 1998; Naji et al., 1999; Cheng et al., 2000;
Park and Aral, 2004; Reinelt, 2005; Reichard and Johnson, 2005; Qahman et al., 2005; Park et
al., 2009; Mantoglou, 2003, 2004), y para el estudio de la eficiencia de medidas de control
(Mahesha, 1996a, b, c; Abarca et al., 2006).

Desafortunadamente, la simplificación de interfaz abrupta desprecia la mezcla entre el


agua dulce y agua salada, que es una de las características más distintivas del problema de
intrusión marina y su dinámica asociada (Henry, 1964; Abarca, 2007). La intrusión marina es
un fenómeno complejo y tridimensional en el que el agua dulce flota por encima del agua
salada desarrollándose una zona de mezcla entre ambos fluidos. Como resultado se desarrolla
una celda de convección vertical, en la cual el agua salada entra al acuífero en profundidad, se
dispersa en la zona de mezcla y es arrastrada al mar por la descarga de agua dulce (Cooper,
1964). La pérdida de energía asociada al flujo de agua salada causa un cierto retroceso de la
cuña hacia el mar. Por tanto, la simplificación de interfaz abrupta es conservativa y
sobreestima la penetración del agua salada, subestimándose el caudal máximo de extracción.

El proceso de mezcla entre agua dulce y agua salada hace que el flujo y el transporte estén
acoplados por la densidad dando lugar a un problema no lineal. En las últimas décadas se han
desarrollado numerosos códigos capaces de simular problemas de flujo con densidad variable
(ver, ej., Diersch y Kolditz, 1998; Voss y Provost, 2002; Guo y Langevin, 2002; Ackerer et
al., 1999; 2004), sin embargo, debido a la complejidad del mismo, sería deseable representar
el fenómeno de intrusión marina mediante modelos sencillos. De este modo, el desarrollo y
uso de soluciones analíticas o semianalíticas sencillas es realmente indispensable para el
estudio de intrusión marina. Sin embargo, como se ha comentado anteriormente, las
soluciones analíticas existentes parten de severas simplificaciones limitando en la mayoría de

240
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

los casos su aplicación a problemas reales. Por tanto, una cuestión relevante que se plantea en
este trabajo es si la aproximación de interfaz abrupta es adecuada y válida para la gestión de
acuíferos costeros, es decir, si la mezcla entre ambos fluidos y los flujos de agua salada
pueden despreciarse.

Figura 1. Posición de la interfaz de agua dulce-agua salada en un acuífero costero (líneas continuas) según las
hipótesis de Ghijben-Herzberg, ξ = 40h f , mostrando el efecto de un pozo de bombeo sobre la interfaz (línea
discontinuas).

A día de hoy, el ancho de la zona de mezcla sigue siendo objeto de discusión en la


comunidad científica. Estrechas zonas de mezcla se obtienen a partir de experimentos de
laboratorio (ej. Zhang et al., 2001; Raymond E. Volker, 2002; Goswami y Clement, 2007;
Abarca y Clement, 2009). Sin embargo, los experimentos de laboratorio son adecuados para
representar problemas de escala real. Por otro lado, importantes zonas de mezcla se han
observado a partir de medidas en campo, llegando a medirse zonas de mezcla de hasta
centenares de metros (Xue et al., 1993; Price et al., 2003; Langevin, 2003; Kue-Young Kim,
2007). No obstante, medir correctamente el ancho de la zona de mezcla en pozos o
piezómetros puede llegar a ser verdaderamente complejo. Así, en los pozos se favorecen
flujos verticales de agua salada debido a diferencias de densidad creándose perfiles de
salinidad erróneos. Por tanto, la interfaz medida en pozos y piezómetros raramente representa
la interfaz en el acuífero (Tellam et al., 1986; Kohout, 1980; Rushton, 1980; Carrera et al.,
2009).

Diversos estudios se han realizado en la búsqueda de los parámetros determinantes en el


ancho de la zona de mezcla. Según Paster y Dagan, 2007, el ancho de la zona de mezcla está
principalmente controlado por la dispersividad transversal. Sin embargo, Abarca et al., 2007,
ilustraron que tanto la dispersividad longitudinal como la transversal contribuyen al ancho de
la zona de mezcla. Así, la dispersividad longitudinal controla en ancho de la zona de mezcla
paralelo a la base del acuífero y hasta el pie de la cuña salina, y la dispersividad transversal
controla el ancho a lo largo de toda la interfaz.

Por supuesto otros factores pueden jugar un papel importante en el acho de la zona de
mezcla. Abarca, 2006, demostró que la heterogeneidad en la conductividad hidráulica produce
un retroceso de la penetración de la cuña, mientras aumenta el ancho y la pendiente de la zona

241
Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal… · M. Pool y J. Carrera

de mezcla. Por otro lado, Dentz y Carrera, 2005; 2007, evidenciaron que la dispersión a
escala local y las fluctuaciones temporales del campo de velocidad, producidas, por ejemplo,
por viento o mareas, aumentan la dispersión transversal, y, por tanto, el ancho de la zona de
mezcla.

Hoy en día, la modelación numérica nos permite avanzar en el estudio de problemas


contaminación reales, evaluando e incluso ampliando el uso de soluciones sencillas para
dichos problemas. Dentro de esta discusión, en este trabajo se evalúa empíricamente el
impacto de los mecanismos de mezcla en las soluciones analíticas de Ghijben-Herzberg y
Strack. De este modo, proponemos un factor corrector, que representa precisamente los
procesos de mezcla entre el agua dulce y agua salada, facilitando así un enfoque más realista a
la hora de definir y controlar el fenómeno de intrusión marina

CONCEPTOS Y MÉTODOS

Consideramos un acuífero costero confinado y homogéneo de espesor constante b′ [ L ]


con una descarga específica de agua dulce de q′f [ LT −1 ], Figura 2. Un pozo completamente
penetrante bombea un caudal constante Qw′ [ L3T −1 ] a una distancia de la costa x′w [ L ].
Debido al bombeo, el flujo de salida al mar se reduce causando una mayor penetración de la
cuña salina conforme Qw′ aumenta. De este modo, en el pozo se bombeará un cierto
porcentaje de agua salada mezclada con el agua dulce del acuífero. Definimos caudal crítico
de extracción como el máximo caudal de bombeo para el cual la proporción de agua salada
bombeada es despreciable. De este modo, tomamos como límite de salinización 0.1% de
mezcla de agua salada en el pozo.

Ecuaciones fundamentales

La modelación de intrusión marina requiere resolver de forma iterativa las ecuaciones de


flujo y transporte acopladas. Dado que estas ecuaciones han sido descritas en detalle (ver,
p.ej. Bear, 1972), nosotros las presentamos tan sólo en su forma adimensional. De este modo,
las variables con prima (ej. Qw′ ) representan las variables físicas dimensionales.

En el sistema de coordenadas tridimensional adoptado el eje- z ′ apunta verticalmente hacia


arriba y el eje- x′ está orientado tierra adentro perpendicular a la línea de costa, Figura 1. Las
coordenadas adimensionales definidas son x = x′/x′w , y = y′/x′w y z = z ′/x′w .

Definimos el flujo de Darcy adimensional como q = q′/q′f y la densidad adimensional


como ρ = ρ ′/ρ s , donde ρ s es la densidad del agua del mar y ρ ′ [ ML−3 ] es función linear de
la fracción másica de solutos ω ′ [ M 3 M −3 ], masa disuelta de sal por unidad de masa de fluido.
De este modo, adoptamos para la densidad la expresión ρ ′ = ρ f (1 + ε ω ) , donde ω representa
la fracción másica de solutos adimensional, que puede ser vista como la proporción de agua
salada, con ωs la fracción másica de solutos del agua del mar ( ωs = 3.86 ×10 −2 kg/kg) y ε el
factor de flotación cuyo valor típico es de 1/40.

242
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Usando estas expresiones, la ley de conservación de la masa de fluido en estado


estacionario en forma adimensional resulta

∇ ⋅ ( ρq) = ρQwδ ( x − xw ,0) f w ( z ) (1)

donde ∇ expresa la forma adimensional del operador, la delta de Dirac δ representa la


localización adimensional del pozo de extracción, la función adimensional f w ( z ) expresa la
distribución vertical de la extracción, asumida como uniforme en este caso, y Qw es el caudal
de bombeo adimensional, definido como Qw = Qw′ /(b′ x′w q′f ) .

La ecuación (1) se resuelve con las siguientes condiciones de contorno: flujo prescrito ( q′f )
a lo largo del límite continental ( x′ = Lx ), y nivel equivalente de agua dulce prescrito a lo
largo del contorno de mar ( x′ = 0 ), que en términos de variables adimensionales se expresa
como

∂h 1
| L = −1 ; h | x =0 = − z (2)
∂x x= x′x a
w

donde el nivel de agua dulce adimensional y el número adimensional a son definidos por

h′K q′f
h= , a= (3)
x′w q′f εK

donde h′ [ L ] nivel equivalente de agua dulce ( h′ = p′/ρ f g + z ′ ), K [ LT −1 ] es la


conductividad hidráulica, que es asumida isótropa por simplicidad. Cabe resaltar que a
representa la relación entre el flujo de agua dulce y el flujo característico de flotación (Henry,
1964; Abarca et al., 2007).

Con respecto al transporte de solutos, empleamos números de Peclet para describir la


importancia relativa de los mecanismos de transporte advectivo y difusivo y dispersivo.

Dm φ D' α
dm = , D= , dp = T (4)
q′f x′w α T q′f x′w

donde φ [ L3 L−3 ] es la porosidad, Dm [ L2T −1 ] el coeficiente de difusión molecular, α T el


coeficiente de dispersividad transversal [ L ] y D' es el tensor de dispersión definido como

qi′ q′j
Dij′ = δ ijα T q′ + (α L − α T ) , i , j = x, y , z (5)
q′

con estas definiciones, la forma adimensional de la ecuación de transporte resulta

[
( ρq) ⋅ ∇ω − ∇ ⋅ ρ (Dd p + d mI )∇ω = 0 ] (6)

243
Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal… · M. Pool y J. Carrera

donde I es la matriz de identidad.

La ecuación de transporte (6) está sujeta a lo largo del contorno del mar a una condición de
contorno no-dispersiva, definida como

⎧ ρq ⋅ nω s if q ⋅ n < 0
− (ρqω − D∇ω ) | x = 0 ⋅n = ⎨ (7)
⎩ ρq ⋅ n ω | x = 0 if q ⋅ n > 0

donde n es el vector unitario normal al contorno dirigido hacia fuera del dominio. Esto
implica que la fracción másica de solutos es igual a la del agua salada ( ω = 1 ) si el agua entra
al dominio, o igual a la fracción másica de solutos residente si el agua sale del dominio.

Aproximación con interfaz abrupta

En este apartado se revisa la solución analítica de Strack, 1976. La formulación está basada
en la fórmula de Ghijben-Herzberg junto con la aproximación de Dupuit. Bajo estas
condiciones, el nivel es constante a lo largo de la vertical en la zona de agua dulce (sólo
depende de x y y ) y el flujo es nulo en la zona de agua salada (ver Figura 1). El potencial
definido por Strack, nos permite escribir la ecuación de flujo como

∇ 2h Φ = 0 (8)
donde ∇ h = (∂/∂x′, ∂/∂y′)

La solución de (8) para un pozo de bombeo adyacente a un contorno de potencial prescrito


puede obtenerse superponiendo la solución de Thiem centrada en el pozo y su imagen,
respectivamente. Dada la descarga específica de agua dulce desde continente y el caudal de
extracción del pozo, la posición de la interfaz ξ puede ser calculada por

1 Q′ ⎡ ( x′ − x′w ) 2 + y′2 ⎤
K ξ 2 ε = q′f b′ x′ + w ln ⎢ ⎥ (9)
2 4π ⎣ ( x′ + x′w ) 2 + y′2 ⎦

La solución de Φ permite además calcular la línea de corriente que separa el flujo de agua
hacia el pozo de aquel hacia el mar. Esta línea de corriente llega a ser estanca ( q x = 0 ), en el
eje de simetría ( y =0) y a una distancia de la costa de (Figure 1):

1/2
⎡ Q ⎤
xs = ⎢1 − w ⎥ (10)
⎣ π ⎦

Conforme el caudal de bombeo aumente, la penetración de la interfaz aumenta y el punto


de estancamiento migra hacia el mar. Cuando se cruzan, el agua salada entra en la zona de
captura del pozo, y el pozo se saliniza. El caudal crítico de extracción Qw′ = Qc′ se deduce
imponiendo ξ = b′ a una distancia de x′ = x′s . Por tanto, insertando (10) en (9) se deduce la
ecuación implícita para el caudal crítico de extracción.

244
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

⎡ Q ⎤
λ = 2⎢1 − c ⎥
1/2
Qc [1 − (1 − Q /π ) ]
1/2
+
[1 + (1 − Q /π ) ]
c
ln (11)
⎣ π ⎦ π 1/2
c

donde Qc ( Qc′ /(b′ x′w q′f ) ) es el caudal crítico de extracción adimensional y la constante
adimensional λ se define como λ = b/a donde b representa el espesor adimensional del
acuífero ( b = b′/x′w ) y a está definido por la ecuación (3). Cabe resaltar que el caudal crítico
de extracción solo depende de las siguientes variables: la descarga específica de agua dulce
desde continente, la conductividad hidráulica, el espesor del acuífero, la distancia del pozo a
la línea de costa y el factor de flotación.

Metodología Numérica

Para evaluar el impacto de los mecanismos de mezcla en el caudal crítico de extracción,


resolvemos numéricamente las ecuaciones de flujo y transporte con densidad variable en un
acuífero confinado de extensión 1100 × 2200 × 50 m 3 , con un pozo totalmente penetrante a
una cierta distancia de la costa. Por simetría con el eje x′ y para disminuir el coste
computacional, simulamos únicamente la mitad del acuífero, Figura 2b.

Los parámetros del acuífero se muestran en la Tabla 1. Las simulaciones numéricas se


llevaron a cabo con el código SUTRA (Voss, 2002). Inicialmente el acuífero se simula sin
bombeo, una vez el pozo se activa, el caudal de bombeo se incrementa gradualmente. Para
cada test, el caudal de bombeo es constante hasta alcanzar el estado estacionario.

Figura 2. Descripción esquemática del caso de estudio: (a) Distribución de la fracción másica de solutos para
distintos caudales de bombeo en la sección vertical que contiene al pozo (b) Dominio a modelar (c) Evolución
de la salinidad en el pozo con respecto al caudal de bombeo.

245
Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal… · M. Pool y J. Carrera

Parámetro Valor Descripción


K 10 m/d conductividad hidráulica (isótropa)
b′ 50 m espesor de acuífero
x′w 200, 300, 400 m distancia del pozo a la línea de costa
φ 0.2 Porosidad
α Lmax ,med 10 m Max./med. dispersividad Longitudinal
α Lmin 1m Min. dispersividad Longitudinal
αT 1m dispersividad Transversal
Dm 8.6e-5 m 2 /d coeficiente de difusión molecular
μ 86.4 kg/md viscosidad del agua dulce
q′f 2.5e-2 m/d flujo prescrito en el contorno continental

Tabla 1. Parámetros para el caso base usados en las simulaciones numéricas.

MECANISMO DE SALINIZACIÓN

Si el pozo no está bombeando, se desarrolla la clásica celda de convección vertical por


combinación de las fuerzas de flotación y dispersión hidrodinámica. Una vez el pozo
comienza a bombear, el agua salada avanza tierra adentro. Cuando el caudal de bombeo es
pequeño o moderado, el agua salada se dispersa por la base del acuífero ampliándose el ancho
de la zona de mezcla en dirección longitudinal. Sin embargo, el flujo medio por encima de la
cuña salada se mantiene perpendicular al gradiente de concentración. Una vez el pozo
comienza a bombear agua salada, es decir, alcanzado el caudal crítico de extracción Qc , las
velocidades en el cuerpo de agua salada aumentan, incrementándose la dispersión e
invalidándose la hipótesis de agua salada estática utilizada para calcular la posición de la
interfaz. Si el caudal de bombeo sigue aumentando, la velocidad del agua dulce entre el pozo
y el mar se reduce drásticamente causando un aumento en el ancho de la zona de mezcla.
Finalmente, si persiste el aumento en el caudal de bombeo, el agua salada fluye hacia el pozo
ocupando todo el espesor del acuífero, y la pendiente de la interfaz aumenta hasta llegar a una
posición prácticamente vertical. Este mecanismo de salinización se ilustra en el Figura 2a

Cabe resaltar que cuando se alcanza el caudal máximo de extracción, la forma de la


interfaz agua dulce-agua salada contrasta con la clásica representación tomando interfaz
abrupta, Figura 1. De este modo, el fenómeno de upconing no ocurre si se bombea sobre todo
el espesor del acuífero.

La salinidad alcanzada en el pozo depende del caudal de bombeo, de la distancia del pozo
al mar, del espesor del acuífero y de la dispersión hidrodinámica. Evidentemente, si se
aumenta la distancia del pozo al contorno de mar, el caudal crítico de extracción aumenta. Se
han considerado tres valores distintos para xw , ver Tabla 1.

Por otro lado, se ha realizado un análisis de sensibilidad a ciertos parámetros para


determinar el impacto de la flotación y de la dispersión sobre la distribución en la
concentración y caudal crítico de extracción. Así, se han realizado diversas simulaciones
variando independientemente el espesor del acuífero (entre 9 y 50 m) y la dispersividad

246
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

longitudinal y transversal (entre 10 y 50 m, y entre 0.25 y 10 m, respectivamente). Los efectos


de flotación aumentan con el espesor del acuífero, favoreciendo el avance de la cuña salina
tierra adentro. Por otro lado, también se incrementan los flujos laterales alrededor del pozo.
Como resultado, a mayor espesor de acuífero, menor es el caudal máximo de extracción. Con
respecto a la dispersión, al aumentar la dispersividad longitudinal el ancho de la zona de
mezcla aumenta, pero este aumento sólo se produce en la base del acuífero y en dirección al
mar. Es decir, la porción más salina de la zona de mezcla retrocede hacia el mar, mientras la
porción menos salina permanece inalterada con el aumento de la dispersividad longitudinal
(Abarca et al., 2007). Por tanto, al aumentar la dispersividad longitudinal sólo se produce un
cierto descenso en la salinidad en el pozo cuando el caudal de bombeo es importante. En
conclusión, los resultados a partir de las simulaciones numéricas sugieren que la dispersividad
longitudinal no afecta al caudal crítico de extracción. Estos resultados están en concordancia
con los obtenidos por Reilly y Goodman, 1987, para el problema de upconing en estado
estacionario. Por otro lado, al aumentar la dispersividad transversal el ancho de la zona de
mezcla aumenta y toda la cuña salina retrocede hacia el mar. De este modo, la salinidad en el
pozo se reduce y el caudal máximo de extracción aumenta. Por tanto, la dispersividad
transversal juega un papel crucial en el cálculo del caudal crítico de extracción.

Figura 3. Salinidad en el pozo para distintos caudales de extracción mostrando el análisis de sensibilidad a x′w ,
distancia del pozo a la línea de costa (caso-base), b′ , espesor del acuífero (para α T =1m y x′w =300m) y
α T ,dispersividad transversal (siendo b′ =25m y x′w =300m).

COMPARACIÓN ENTRE SOLUCIÓN ANALÍTICA Y RESULTADOS NUMÉRICOS

En este apartado, se comparan los resultados obtenidos por la ecuación de Strack para el
caudal crítico, ecuación (11), con aquellos obtenidos numéricamente, Figura 4. Aunque los
resultados numéricos siguen la misma tendencia que la solución analítica, existen notables
diferencias entre ambos. Según lo esperado, las diferencias son mayores a mayor espesor de

247
Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal… · M. Pool y J. Carrera

acuífero, debido a las diferencias de densidad. Por otro lado, no es sorprendente que las
diferencias se acentúen al aumentar la dispersividad transversal. Despreciando la mezcla entre
el agua dulce y al agua salada, la aproximación de interfaz abrupta sobrestima la penetración
de la cuña salina, y, por tanto, subestima el caudal crítico de extracción. Sin embargo, la
aproximación de interfaz abrupta es excesivamente conservativa, y limita demasiado la
extracción. Sin duda, estas diferencias pueden llegar a ser verdaderamente relevantes en
acuíferos costeros en la mayoría de los cuales el abastecimiento proviene exclusivamente de
las aguas subterráneas.

Figura 4. Comparación entre los resultados numéricos y analíticos para el caudal crítico de extracción con
respecto a la constante adimensional λ .

CORRECCIÓN EMPÍRICA

Debido a la necesidad en la planificación y definición de una gestión sostenible en


acuíferos costeros, se ha seguido un procedimiento sencillo para incluir la mezcla en la
determinación de caudales críticos de extracción. Definimos λnum , sustituyendo los resultados
numéricos de Qc obtenidos en las simulaciones en la ecuación (11). Evaluamos la desviación
de λnum con respecto a λ , y usamos un modelo de regresión lineal para identificar los
parámetros que mejor explican esta desviación. De este modo, obtenemos un factor corrector
empírico para el caudal crítico de extracción.

Básicamente, utilizamos el algoritmo de Furnival and Wilson Jr., 1974, para determinar
por mínimos cuadrados el mejor modelo de ajuste con el menor número de variables posibles,
proponiendo como variables independientes los parámetros adimensionales definidos en el
apartado de ecuaciones fundamentales. La ecuación que mejor representa la desviación se
muestra en la Figura 5.

248
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 5. Regresión obtenida para la desviación de los resultados numéricos con respecto al parámetro λ
obtenido a partir de los caudales críticos calculados por la solución analítica de Strack.

Acorde a todo lo explicado anteriormente, la desviación de λnum con respecto a λ es


debida a la dispersión, y, consecuentemente, esta desviación es sensible a la dispersividad
transversal y al espesor del acuífero. Por tanto, proponemos continuar usando la ecuación (11)
para estimar Qc tan sólo reemplazando λ por

ε * K b′
λd = (12)
q′f x′w

donde la única diferencia con respecto a la definición original de λ se encuentra en ε * , que


modifica para tener en cuenta el mecanismo de mezcla el factor de flotación ε como

⎡ ⎛ α T ⎞1/6 ⎤
ε = ε ⎢1 − ⎜ ⎟ ⎥
*
(13)
⎣⎢ ⎝ b′ ⎠ ⎦⎥

La Figura 6 demuestra la validez de la ecuación (12) mostrando el caudal crítico


adimensional con respecto a la constante dispersiva λd para diferentes valores de espesor de
acuífero y dispersividad transversal. Cabe resaltar que la solución analítica con el factor
corrector predice con bastante exactitud los caudales críticos de extracción teniendo en cuenta
la mezcla para un amplio rango de condiciones.

249
Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal… · M. Pool y J. Carrera

Figura 6. Caudal crítico adimensional versus la constante dispersiva λd ( λd = ε * K b′/q′f x′w ) con
[
ε * = ε 1 − (α T /b′)1/6 ].
El hecho de que la corrección en la ecuación (13) capture los efectos de mezcla sobre el
caudal crítico de extracción, sugiere que dicha expresión pueda ser utilizada además para
predecir la profundidad de la interfaz. Por tanto, esto nos permite reescribir la expresión de
Ghijben-Herzberg como

hf
ξ= (14)
ε*

La validez de esta fórmula se ha demostrado comparando los resultados numéricos de la


distribución de la fracción másica de solutos con los resultados obtenidos a partir de la
solución analítica corregida. Para ello, se ha considerado un acuífero de espesor b′ =25m y
dispersividad transversal α T =0.25 m con un pozo totalmente penetrante a una distancia de la
costa de x′w =300m. En dicho ejercicio, se ha aumentado el caudal de bombeo ( Qw ) hasta
alcanzar el caudal crítico de extracción ( Qc ). Como se muestra en la Figura 7, la corrección
propuesta para el cálculo de la profundidad de la interfaz predice satisfactoriamente la porción
más salina (entre 50 y 75% de mezcla) de la zona de mezcla.

250
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 7: Cortes perpendiculares a la línea de costa de un acuífero de espesor b′ =25m y dispersividad


transversal α T =0.25 m con un pozo totalmente penetrante a una distancia de x′w =300m a la línea de costa.
Mostramos la solución numérica de las simulaciones tridimensionales (las líneas continuas representan las líneas
de isoconcentración del 25%, 50% y 75% de mezcla), la solución de Ghijben-Herzberg con interfaz abrupta
(ecuación (9), ξ = h f /ε , círculos vacíos) y la solución obtenida con la aproximación propuesta (ecuación (9),

ξ = h f /ε * con [
ε * = ε 1 − (α T /b′)1/6 ], círculos rellenos), al aumentar el caudal de bombeo en el pozo
( Qw = Qw′ /x′w b′q′f ) hasta alcanzar el caudal crítico de extracción ( Qc = Qc′ /x′w b′q′f ). La solución propuesta
por la ecuación (9) aproxima satisfactoriamente las isolíneas de alta concentración.

CONCLUSIONES

Debido a su simplicidad, los modelos de interfaz abrupta son ampliamente utilizados en el


estudio de la intrusión marina. Sin embargo, la aproximación de interfaz abrupta desprecia la
mezcla entre al agua dulce y el agua salada y, consecuentemente, sobrestima la penetración de
la cuña salina y subestima los caudales crítico de extracción.

En este trabajo, investigamos el error introducido al adoptar esta aproximación. A partir de


una metodología numérica, concluimos que se pueden obtener resultados realmente
satisfactorios con un simple factor corrector derivado empíricamente que depende
exclusivamente de la dispersividad transversal y del espesor del acuífero: ε * = ε 1 − (α T /b′) .
1/6
[ ]
Los resultados obtenidos demuestran que se llega a excelentes predicciones cuando se usan
las aproximaciones de interfaz abrupta (tal como Ghyben-Herzberg o Strack) con ε * en lugar
de ε . Así, la profundidad de la interfaz incluyendo el factor corrector propuesto permite
identificar con exactitud la porción más salina de la zona de mezcla (mezcla de agua salada
del 50 y 75%).

251
Factor corrector para incluir los mecanismos de mezcla en las aproximaciones de Ghijben-Herzberg y caudal… · M. Pool y J. Carrera

De este modo, el factor de corrección nos permite fácilmente generalizar los resultados de
interfaz abrupta, facilitando la planificación y la gestión de acuíferos costeros de una forma
más realista y efectiva.

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transport in unconfined coastal aquifers, Journal of Contaminant Hydrology, 49 (3-4), 201-215.

254
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.2.5. STUDY OF GROUNDWATER RECHARGE, GEOCHEMICAL EVOLUTION


AND SALINIZATION PROCESSES IN THE COASTAL AQUIFERS OF THE
SANTIAGO ISLAND (CAPE VERDE)

Maria Teresa CONDESSO DE MELO*, António Filipe LOBO DE PINA**,***, Alberto


MOTA GOMES** and Manuel Augusto MARQUES DA SILVA***

(*) CVRM - Geo-Systems Centre. Instituto Superior Técnico. Av. Rovisco Pais, 1049-001
Lisboa, Portugal. teresa.melo@ist.utl.pt
(**) GeoBioTec. Geosciences Department. University of Aveiro. Aveiro, Portugal.
(***) Universidade de Cabo Verde. Praia, Cape Verde, Portugal. mmsilva@ua.pt

ABSTRACT

Fresh water resources in Santiago (Cape Verde), a volcanic island of the Macarronesia
region, are limited and extremely vulnerable to climate changes and management practices.
Surface water circulation is often confined to the highest parts of the islands and/ or to short
periods after the heavy rainfall events, which occasionally occur during the wet season.
Groundwater resources are usually the principal source of fresh water for local populations
and agriculture. However, due to the common water shortage problems that affect this semi-
arid region, the emphasis is placed on groundwater availability rather than quality and
groundwater resources face an increasing risk of salinization. Detailed hydrogeochemical
studies have been carried out in order to study the origin of the groundwater salinization. This
was accomplished by studying and comparing the chemical and isotopic composition of
groundwater samples, through determination of ionic, molar and isotopic ratios in
groundwater samples and comparing to those on seawater, and by identifying the controlling
processes responsible for the downgradient changes in water chemistry, focusing on seawater
mixing processes and water/ rock interactions. The results obtained confirm that groundwater
salinization by intrusion of seawater occurs along the coastline but that inland, the observed
salinization is the result of water-rock interaction in aquifer formations formed by submarine
facies, which have high natural background salinities.

Keywords: Volcanic islands, recharge, groundwater quality, salinization, Cape Verde

INTRODUCTION

Santiago is a mountainous volcanic island located in the south part of the Cape Verde
archipelago between 15º 20’ and 14º 50’ N parallels of latitude and 23º 50’ and 23º 20’ W
meridians of longitude (Figure 1), which has very limited natural resources, including serious
water shortages. It is the largest island of the Cape Verde archipelago, both in size (991 km2)

255
Study of groundwater recharge, geochemical evolution and salinization processes in the coastal aquifers of… · M.T. Condesso de Melo et al.

and population (236 627 inhabitants), and where the capital, Praia, is located.

Fresh water resources in the island of Santiago are limited and extremely vulnerable to
climate changes and management practices, and due to its characteristically steep relief and
eroded soils, most surface water drains into the ocean immediately after the occasional rains.
Groundwater resources are usually the principal source of fresh water for local populations
and agriculture, but nowadays still less than one-third of the Santiago population connected to
any type of water supply system and safe drinking water is, therefore, in short supply.

Figure 1. Location of the Santiago island and the Cape Verde archipelago in the mid-Atlantic Ocean some 570
km off the west coast of Africa.

HYDROGEOLOGICAL BACKGROUND

The Santiago island is mainly composed by volcanic rocks, such as alkaline basaltic rocks,
phonolites, carbonatites and pyroclastes (breccia, lapilli and tuffs). The lavas occupy most of
the island, with a subordinate amount of pyroclastic, phaneritic and sedimentary rocks. The
carbonate rocks are present mainly in the neighbourhood of the Praia city in the south of the
island and in the bays of São Francisco and Tarrafal in the southeast and northwest of the
island, respectively. Metamorphic rocks are rare and are associated to incipient contact
metamorphism. The intercalation between conglomerates, grainstones, breccia, and basaltic
formations indicates that the island was partially submerged in previous times, having been
subsequently subjected to the volcanic activity (Cabral Pinto, 2010).

Volcanism in the studied region occurred intermittently since at least Palaeogene in an


environment characterized by dramatic eustatic and isostatic sea-level fluctuations and active
tectonics. Periods of prolonged volcanic activity under submarine or subaerial conditions

256
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

alternated with phases of volcanic quiescence dominated by intensive erosion and deposition
of sedimentary formations.

Seven main geological formations have been identified by Serralheiro (1976) in the
Santiago island (Figure 2): CA - Complexo Eruptivo Interno Antigo Formation (mainly
intrusive dykes of basaltic-basanite or phonolitic-trachytic composition, and carbonatite
rocks); Flamengos Formation (submarine formation of basaltic-basanite lavas), CB - Órgãos
Formation (sedimentary formation of primarily conglomerates), PA - Complexo Eruptivo
Pico Antónia Formation (submarine and subaerial formation of basaltic-basanite lavas,
pyroclasts, phonolitic-trachytic), AS - Assomada Formation (subaerial formation of basaltic-
basanite lavas), MV - Monte das Vacas Formation (pyroclastic cones) and CC – Modern
Sedimentary Formations (alluvium, conglomerates, gravels and sands).

LEGEND:
Assomada Alluvium, elluvium, Pico da Antónia Monte das Vacas
Formation dunes and cliff Eruptive Complex formation
deposits

Figure 2. Geological map of the Santiago island with the legend indicating the principal geological formations
with hydrogeological potential (Serralheiro, 1976).

Main hydrogeological formations

Studied volcanic formations are often very heterogeneous from the hydrogeological point
of view. The principal hydrogeological formations are formed by the modern unconsolidated

257
Study of groundwater recharge, geochemical evolution and salinization processes in the coastal aquifers of… · M.T. Condesso de Melo et al.

sedimentary formations (mainly, alluvium and conglomerates, but also gravels and sands) that
outcrop downstream the principal spring-fed streams or by volcanic formations with
interstratified high permeability levels of pillow lavas and breccia.

Based on a detailed study of the geological formations and on the integration of borehole
and logging data, pumping test results and inventory of water wells and springs, three main
hydrogeological units have been identified by BURGEAP (1984) – the Basal
Hydrogeological Unit, the Intermediate Hydrogeological Unit and the Recent
Hydrogeological Unit. The principal hydrogeological characteristics and properties of the
three hydrogeological units have been summarized on Table 1.

Hydrogeological Transmissivity
Geological Formations Productivity
Units (m2/s)

Variable depending on the fracturation degree and number of


Complexo Eruptivo Interno
dykes 0,2 to 5·10-5
Antigo (CA)
Completely non-productive in the areas with tuffs
Basal
Variable depending on the relation between pillow-
Unit Formação dos Flamengos
lavas/breccias 0,2 to 5·10-5
(λρ)
Completely non-productive in the areas with tuffs
Variable depending on the percentage of pyroclastes and
Formação dos Órgãos (CB) 0,2 to 5·10-5
number of dykes
Layers of basaltic rocks with intercalations of pyroclastes 1·10-4 to 5·10-4
and tuffs
Complexo Eruptivo do Pico
da Antónia
Intermediate Predominance of tuffs and breccias 0,2 to 3·10-4
(PA)
Unit Predominance of pillow-lavas 10-1 to 2·10-2
Basal Breccia of thick layers 10-1 to 2·10-2
Alveolar basalt and pyroclasts
Formação da Assomada (A) 10-4 to 5·10-4
Thick sucession of layers
Monte das Vacas (MV) Main recharge area -
Recent Variable according to the tickness and percentage of clay
Unit Upstream – narrow valleys and small thicknesses 10-4 to 10-5
Alluvium (a)
Downstream – large valleys and coarse and thick alluvium 10-1 to 2·10-2
materials.

Table 1. Principal hydrogeological units and properties (adapted from BURGEAP, 1974).

For this research, the actual groundwater database from INGRH (Santiago, Cape Verde)
has been used to plan all the field work and groundwater sampling campaigns. From this
database, 742 wells, 323 springs and 243 boreholes were selected for a detailed
hydrogeological study. Samples for groundwater quality and isotopic analysis were collected
from preselect wells (25), springs (40) and boreholes (68).

Conceptual model of the island

In the central part of the Santiago island, the Intermediate Hydrogeological Unit formed
mainly by the Assomada and Pico da Antónia formations, constitutes the most important
source of groundwater resources. This central reservoir decreases in thickness from the central
part of the island towards the coast. It receives direct (or indirect) infiltration from rainfall
and/ or fog condensation. It is drained by many springs and streams that flow downhill into
the ocean. It may also discharge directly to the sea along the coastline where there is a
positive hydraulic gradient.

The formations of the Basal Hydrogeological Unit are usually of very low permeability

258
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

and in the great majority of the island area, this hydrogeological unit is not considered to be
productive. However, in the regions where this Basal Unit is crossed by a great number of
dykes (Assomada, Sansão, Covão Grande, Achada Gregório, Engenho, Palha Carga and
Ribeira de Sedeguma), they may work has preferential pathways to discharge from overlaying
hydrogeological units, and numerous springs may appear.

The modern sedimentary formations of the Recent Hydrogeological Unit are usually high
permeability geological formations (alluvium and Monte das Vacas formation) where rainfall
infiltration occurs, constituting the main groundwater recharge areas of the island.

Groundwater recharge

The quantification of groundwater recharge is important in determining the size of


sustainable groundwater development in the island of Santiago. But groundwater recharge
presents several difficulties related to: (1) the heterogeneity of the geological media; (2) the
arid to semi-arid climate; (3) the strong altitude effect in the rainfall (Figure 3); (4) the erratic
and extreme characteristics of the rainfall events.

The main groundwater recharge areas are located in the most central and highest parts of
the island, where: - most rainfall and fog precipitation occur; - potential and actual
evapotranspiration are not so significant compared to rainfall; and, - permeable geological
formations that facilitate rainfall infiltration outcrop. But recharge in the lowest parts of the
island where the high permeable alluvium formations outcrop may also be important during
heavy rainfall events.
Altitude Climate Rainfall
(m) (mm/year)
----- 1394 m
| Humid
| to semi- > 600
| humid
----- - 600 m
| Semi- 300 to
----- - 400 m arid 400
|
----- 0m Arid < 300

Figure 3. A cross-section of the Santiago island showing topography and the strong altitude effect on climate and
annual rainfall.

The combined use of physical methods which rely on direct measurements of hydrological
parameters (Penman-Grindley and water table fluctuation method) and tracer techniques
applied to saturated zone studies (chloride mass balance) has been used to substantiate
recharge predictions awaiting for some consistency in results.

The use of the chloride mass balance approach required the knowledge of three
environmental variables: (1) the mean annual rainfall for the study region; (2) the average
annual total chloride fallout; and (3) the average groundwater chloride concentrations in
shallow wells the study area. The use of the water table approach clear shows that there are
processes of direct recharge of rainfall events, but that indirect recharge may also occur
several months after rainfall events (Figure 4).

The results show that annual recharge volumes for the island vary between 22 and
38 hm3/year depending on the estimation method used. Recharge estimation methods based

259
Study of groundwater recharge, geochemical evolution and salinization processes in the coastal aquifers of… · M.T. Condesso de Melo et al.

on tracers provided more realistic values when compared to physical methods such as the
Penman-Grindley method, which completely fails to estimate recharge on the low altitude
arid parts of the island even in wet years. However, these recharge estimates based on field
data still have an important degree of uncertainty and have to be constrained in the future
using flux observations (e.g. groundwater ages).

250

6.0

NHE 50-5 (mabove m.s.l.)


200
Rainfall (mm)

150
4.0

100

2.0
50

0 0.0
99 00 01 02 03 04 05 06 07 08
Rainfall Water level Indirect recharge Direct recharge

Figure 4. Identification of the impact of direct and indirect recharge processes in groundwater level.

Groundwater piezometric heads

The spatial distribution of the groundwater piezometric heads show that: (1) high hydraulic
gradients exist in the central part of the island; but, that (2) the groundwater level is below
mean sea level (M.S.L) in most of the eastern and southeast coast of the Santiago island,
where the island is quite flat and most of the urbanization takes place (Figure 5). Besides, in
this part of the island there are several stream valleys, which alluvium materials are illegally
exploited for construction materials, potentiating the risk of seawater intrusion.

LEGEND: LEGEND:

Piezometric Level 2003 Piezometric Level 2008


200 (metres above M.S.L.) 200 (metres above M.S.L.)

Flow vectors showing Flow vectors showing


principal groundwater principal groundwater
flow directions flow directions

0m 5000m 10000m 0m 5000m 10000m

Atlantic Atlantic

Ocean Ocean

Figure 5. Groundwater piezometric heads distribution in the Santiago island: (a) 2003 and (b) 2008 showing risk
areas of salinization.

260
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

HYDROGEOCHEMISTRY AND SALINIZATION PROCESSES

Groundwaters in the Santiago island display a great variability in their chemical and
physical composition. They range from dilute waters (EC=362 μS/cm) with an average
temperature of 26ºC to groundwaters that are generally more saline (CE~1 000–12 000
μS/cm). Groundwater samples collected along the coast often have Cl- concentrations
exceeding 500 mg/l as a result of saline intrusion (Figure 6).

Natural groundwater composition is of Na-HCO3-Cl type in the highest parts of the island,
where the Basal and Intermediate Hydrogeological Units outcrop and where most of the
rainfall occurs. This chemical composition when identified in diluted groundwater samples
reflects the influence of marine aerosol in the recent infiltrated groundwaters. The pH values
of these groundwaters are slightly acidic (<7,0) and the typical electrical conductivities
relatively low (<1000 μS/cm), in part justified by the short residence times.

Along the main groundwater flowpaths, from the highest parts of the island (recharge
areas) towards the coastline (discharge areas), the time for water-rock interaction increases,
increasing also the time for groundwater reaction with silicate and other minerals
characteristic of the volcanic geological formations. These reactions increase bicarbonate
concentration and also pH, but do not change dominant groundwater hydrochemical facies
(Figure 6).

LEGEND:

Samples CE<5 mS/cm Samples CE>5 mS/cm


0 25 meq/L 0 25 meq/L
| | | |
Na Cl Na Cl
Mg SO4 Mg SO4
Ta r r a f a l
Ca HCO3 Ca HCO3
Basal Intermediate Recent Basal Intermediate Recent
Hydrog. Unit Hydrog. Unit Unit Hydrog. Unit Hydrog. Unit Hydrog. Unit

0 5000 10000 m

I sl a n d o f

S a n t i a g o
S a n t a C r u z

S a n t a C a t a r i n a

A c h a d a B a l e i a

Praia

Figure 6. Distribution of the principal hydrochemical facies using Stiff diagrams in the three main
hydrogeological units of the Santiago island.

Groundwaters circulating in the Recent Hydrological Unit composed of high permeability


materials outcrop mainly along the coastline, at low altitudes (sometimes below M.S.L.),
which makes them very vulnerable to seawater intrusion. In these areas the dominant
hydrochemical facies is of Na-Cl type associated to relatively high values of electrical

261
Study of groundwater recharge, geochemical evolution and salinization processes in the coastal aquifers of… · M.T. Condesso de Melo et al.

conductivity (2500 to 3000 μS/cm). Mg-Cl type waters may also occur in these coastal areas.

Stable isotopic data shows a slight enrichment in shallow high salinity groundwater
samples which may also indicate an additional contribution of evaporation for increasing
salinities (Figure 7). Thus the geochemical results obtained show that different processes –
evaporation, water-rock interaction and sea water intrusion are contributing for groundwater
salinization and limiting its use for public supply, requiring a more sustainable management.

0.0

Delta O-18 (per mil)


Groundwater chloride
(Cl in mg/l)
-2.0
2500
2000 -4.0
1500
1000
250
150
100
-6.0
50
25
0
-8.0
0 200 400 600 800 1000 1200
Cl (mg/ L)
Atlantic 800
Ocean
600
Altitude (m)
400

200

0
Atlantic
0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000
Ocean CE (microS/cm)

Figure 7. Groundwater chloride distribution and evolution of stable isotopic content as a function of
groundwater salinity in Santiago island.

ACKNOWLEDGMENTS

M. Teresa Condesso de Melo would like to thank Prof. Emilio Custodio for all the
teaching, support and discussions to improve her data interpretation and hydrogeological
knowledge since 1993, when she followed the CIHS. His capability of integrating information
on different hydrogeological backgrounds and subjects is unique and a lesson for present and
future generations.

BIBLIOGRAPHIC REFERENCES

BURGEAP (1974) – La Mise en Valeur des Eaux Souterraines dans l`Archipel du Cap Vert, Rapport de Fin de
Mission. Praia.

BURGEAP (1984) – Étude générale du massif de Serra Malagueta (Santiago). Rapport. Praia.

Cabral Pinto, M.M.S. (2010). Geochemical mapping of Santiago Island with a medium/ low sampling density.
PhD tesis. University of Aveiro, 410 pp. Aveiro.

Lobo de Pina, A.F. (2008). Hidroquímica e qualidade das águas subterrâneas da ilha de Santiago - Cabo Verde.
PhD tesis. University of Aveiro, 258 pp. Aveiro.

Serralheiro, A. (1976) – A geologia da ilha de Santiago. PhD tesis. University of Lisbon, 218 pp. Lisboa.

262
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.3. MÉTODOS DE CUANTIFICACIÓN DE LA RECARGA


Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.3.1. APPLICATION OF MANAGED AQUIFER RECHARGE METHODS FOR THE


EFFECTIVE MANAGEMENT OF WATER RESOURCES

Mario R. LLURIA*

(*) Senior Professional Hydrogeologist, HydroSystems, Inc. 85044 Phoenix, Arizona, U.S.A.
Mario@hydrosystems-inc.com

ABSTRACT

The increasing demand for water in the world has produced the realization that the large
underground reservoirs formed by aquifers are invaluable water sources as well as water
storage facilities. The natural replenishment of the aquifers occurs very slowly and persistent
groundwater production causes aquifer depletion. Managed aquifer recharge (MAR) is the
most effective way to correct the overdraft condition of the aquifers and during the last five
decades it has become an integral component of advanced water resources management
systems. In those systems such as the ones in the states of California, Arizona and Florida in
the U.S.A. comprehensive conjunctive use of surface water and groundwater is extensively
used as is groundwater basin management in which MAR is an essential component. Direct-
surface, direct-subsurface and indirect recharge methods have contributed to groundwater
augmentation in regions of intensive groundwater use. In the semiarid southwestern U.S.A.,
the operation of very large surface water-spreading facilities using imported water has
maintained and made possible the population growth of mega cities like Los Angeles and of
large cities like Phoenix, San Diego, and Tucson. In Phoenix, a technique used before the
1980s to drain urban runoff underground, was successfully modified and adapted for aquifer
recharge of mainly reclaimed water. This conversion of “dry wells” to “vadose zone wells”
have provided the replenishment of groundwater and eliminated the wasteful practice of
reclaimed water disposal into dry river channels where a large part was lost to evaporation.
The use of in-lieu or indirect recharge where an available source of surface water is
exchanged for the abstraction of an equivalent volume of groundwater has protected the over
drafting of aquifers and has become an effective tool in the efficient large scale management
of water resources. In Florida and the Atlantic seaboard states of the U.S.A. aquifer storage
and recovery (ASR) wells have provided the means for an effective management of their
water resources in addition to their use for the control of seawater intrusion. During the last
decade MAR techniques have undergone considerable improvement especially in the use of
their supporting procedures and equipment. The use of new geophysical methods,
groundwater flow and transport numerical modeling and geochemical procedures have made
site selection and feasibility studies more reliable and cost-effective. Improvements in
techniques and equipment are making the application of MAR more available to water
providers of all sizes lowering the initial capital investment required to develop, operate, and
maintain groundwater banking facilities.

265
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

Keywords: Artificial recharge water management, conjunctive use, water districts, new
recharge technology

INTRODUCTION

The practice of introducing water by methods controlled by humans into subsurface


structures capable of storing and transmitting it has been ongoing for centuries. It is the
opposite of its extraction and use for a large number of human uses such as direct drinking,
bathing, agriculture, and power. This practice has been commonly known as ‘artificial
recharge of groundwater’. Although groundwater professionals and scientists may differ in
some details, there is general agreement in its concept. Several definitions follow which
illustrate its meaning:

(i) Todd (1980). “Augmenting the natural movement of surface water into underground
formations by some method of construction, by spreading of water or by artificially
changing natural conditions.”
(ii) Pettyjohn (1981). “Artificial recharge is a means of augmenting the natural infiltration
of surface water into a groundwater reservoir at a rate that vastly exceeds that which
would occur naturally.”
(iii) Custodio (1986) and Custodio & Llamas (1986). “The set of techniques having its
principal objective to allow a better exploitation of aquifers by augmenting its
resources and the creation of reserves by means of a direct or indirect intervention in
the hydrologic cycle”.
(iv) Western States Water Council (1990). “Groundwater recharge refers to any active and
artificial means of enhancing natural recharge.”

For the application of artificial recharge of groundwater in water resources planning a


more appropriate term was lacking. In the decade of the 2000s the use of Managed Aquifer
Recharge (MAR) gain acceptance in the scientific and engineering literature and is presently
used in the context of conjunctive use of surface water and groundwater. MAR is an integral
component of developed water resources management systems. The term “managed recharge”
possibly originated in the state of California, U.S.A., where artificial groundwater recharge
was a constituent of integrated water management since the 1950s (Asano, 1985). Another
term that has recently gained acceptance and now appears throughout the hydrologic literature
worldwide is “Aquifer Storage and Recovery” or ASR. As with MAR, it refers to the use of
artificial groundwater recharge as a component of water resources management. It is more
restrictive since it specifically applies to the temporal aquifer storage of surface water using a
well and its recovery by the same well. As defined by Pyne (1988), it is “the underground
storage of treated drinking water in a suitable aquifer during times when the capacity of water
supply facilities exceeds system demand, and subsequent recovery from the same wells to
meet seasonal peak, emergency or long term demands.” ASR is also restrictive, as herewith
defined, in the water quality aspects as it only refers to the use of drinking (potable) water as
the water source for recharge and it is also tied to operational factors such as those of water
treatment plants of municipalities or privately owned water purveyors. Later, Pyne (2005)
modified the definition to read “the storage of water in a suitable aquifer through a well
during times when water is available, and recovery of the water from the same well during
times when it is needed.” The term ASR originated from its use predominantly in the State of
Florida in the 1980s (Pyne & Garcia-Bengochea, 1988) for storage of potable water in

266
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

confined aquifers with highly saline native groundwater. This application was a follow up of
studies on feasibility of recharge and injection tests in the Floridan aquifer system carried out
in the early mid 1980s by the U.S. Geological Survey using fresh water (Merritt et al., 1983;
Fitzpatrick, 1985). ASR work in Florida was also directed and have application to mitigating
environmental impacts on one of the world’s largest wetlands, Lake Okeechobee (Garcia-
Bengochea & Muñiz, 1988). ASR could be considered a part of MAR both being water
resources management procedures. This paper will focus on the use of MAR methods and
their application for the improvement of the management of water resources with ASR being
one of the methods. The analysis and discussion contained herewith are based on the author’s
professional experience of more than 25 years in the planning, design, construction, testing,
and operation of MAR facilities. It will be supplemented with experiences acquired in
research activities on MAR subjects, such as those in the fields of geochemistry and
geophysics, and in technical exchanges and very close cooperation with colleagues in the field
of groundwater recharge in different parts of the world. Case histories will be used to
illustrate the application of MAR methods and to show its value as a water resources
management tool.

HISTORICAL INFORMATION ON MANAGED AQUIFER RECHARGE

Although artificial groundwater recharge has been practiced for centuries, especially in
arid regions like that of the Mediterranean Sea, it has been for very limited objectives such as
the reactivation of natural springs. The use of retaining dams in dry river beds (wadis) where
an artificial aquifer was created and later drained by hand dug galleries is another example of
controlled groundwater recharge. This was a common practice throughout the Middle East
region. Similar installations apparently operated in the semi-arid Southwestern U.S.A. where
agricultural native civilizations like that of the Hohokam (300 B.C. to 1400 A.D.) built
retaining and diversion dams on dry river channels behind which runoff was stored in river
sediments and was later recovered by tunneling. In Europe, recharge was undertaken earliest
in Sweden, Germany, and France in the very late 1800s and early 1900s. In the U.S.A. as
early as 1895, floodwaters were spread over the alluvial fan at the mouth of the San Antonio
Canyon to sustain many artesian flowing wells in the upper reach of the Santa Ana Valley in
Southern California (O’Hare et al., 1986). Even earlier in 1890 recharge ponds were
constructed in the banks of the South Platte River near Denver to increase the yield of
infiltration galleries (Pettyjohn, 1981).The first attempts to recharge the Ogallala aquifer in
the High Plains of Texas occurred in 1918.

However, the use of artificial groundwater recharge as a component of a water


management program came much later in the mid 20th Century. The concept of conjunctive
use of surface water and groundwater gained emphases in the 1930s and even stronger in the
1950s particularly in the State of California in the U.S.A. (Todd & Priestaf, 1997). The rapid
population growth of that state after World War II, the limited water resources of this mostly
semi-arid region and the high water demand for agriculture, a very strong competitor of the
urban water supply, necessitated effective management solutions for the water supply
challenges. Conjunctive use with groundwater augmentation and storage employing
groundwater recharge became a favorable strategy to assist in solving water supply
limitations. Since surface water source was needed for aquifer storage and was not available
within the semi-arid region of Southern and Central California, this lead to the planning and
construction of the three major water aqueducts: The Los Angeles Aqueduct, the Colorado

267
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

River Aqueduct, and the State Water Project Aqueduct. The first conveys water from Owens
Valley to Los Angeles, the second delivers Colorado River Water to the Los Angeles
municipalities and to San Diego and the third one conveys runoff from Sierra Nevada to the
Central Valley region and to Southern California. Water from these three sources is recharged
in several river channels of the Los Angeles Basin to replenish the aquifer.

In Europe, the development of conjunctive use strategies using artificial groundwater


recharge chronologically parallel those in the U.S.A. An example are the facilities developed
to supply the cities of Amsterdam, Leiden and the Hague which commenced in a small scale
in 1940 and were enlarged in the 1950’s with a combined supply of 165 million cubic meters
per year (Peters, 1988). The source is water from the Rhine and Meuse Rivers which is
recharged into the coastal dune aquifer. More than 75% of the potable water supply of
Amsterdam comes from the Rhine River. The water is recharged in the dunes of north
Holland using basins. The water for recharge is pretreated (coagulation and rapid sand
filtration) and after a short residence in the dunes of approximately three months it is
recovered and delivered to Amsterdam without chlorination (Ter Horst, 1998). An example of
a comprehensive and highly integrated conjunctive use water resource management system is
that in Orange County, California. This system consists of river water-spreading, off-channel
basins, two sea water intrusion protection injection barriers and production wells (Richardson,
1988a, b). The water source is mainly secondary treated effluent supplemented by intermittent
runoff from the Santa Ana River and smaller volumes of imported water purchased from the
Metropolitan Water District of Southern California. The operator of this MAR system, the
Orange County Water District (OCWD) commenced recharge operations in the 1930s. It is an
excellent example of a self-sustaining groundwater basin using MAR methods.

MANAGED AQUIFER RECHARGE, A WATER MANAGEMENT ALTERNATIVE

The feasibility of groundwater recharge and recovery, both technical and economic, has
been demonstrated in its application in many water projects. It is very site-specific and lack
of the site-specific information limits its application as a water management option in many
cases. It has also been proven to be a cost-effective choice to provide peaking, seasonal and
emergency or drought related water supplies in arid and semi-arid regions especially those in
the Southwestern U.S.A. However, MAR does not create water. Rather, it allows more
efficient conjunctive use of limited water resources by providing greater control over the time
and place of use (Western States Water Council, 1990). In evaluating the potential feasibility
of any MAR project it is important to accept that the project will usually be a part of a wider
comprehensive water management plan or strategy. Needs and interests vary and so will the
purposes for the use of MAR. Usually, the main issue to be addressed will be an insufficient
water supply, given current demands. There are many other very important factors involved
that require consideration in assessing any water project. Some of these factors are
environmental, engineering, infrastructure, geologic, hydrogeologic, geochemical, economic,
financial, institutional, legal, political, and social. They all need to be addressed to make the
project happen. Many are inter-related and frequently it is very difficult to rank them by
priority. To evaluate the feasibility of a MAR project it is advisable to consider the questions
listed below:

- What is the problem?


- What alternative solutions are available?

268
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

- Can groundwater help solve the problem?


- Are groundwater resources being mined?
- Is enough information available?
- Is there water available for recharge?
- Do local (state/province, municipality) water laws address groundwater recharge?
- Is the project economically efficient?
- Is the project financially feasible?
- Is the project socially, politically, and environmentally acceptable?

The first priority is to properly identify the problem to be addressed by the project. MAR
may or may not be the adequate solution so alternative management options should be
identified and evaluated. There may be more efficient, effective, and less costly alternatives
available. Groundwater supplies may offer unique management advantages and there may be
areas where MAR can be used to solve management and supply problems. But again like
surface water storage, MAR does not create water it only permits better management of
existing water supplies by storing surface water supplies in times of plenty (wet cycles) and
making it available for recovery in times of shortages or droughts (dry cycles). Integrated
management and conjunctive use may offer significant hydrologic and economic advantages.
MAR may help resolve water supply problems without causing negative environmental or
other effects or alternatively may provide economic benefits with the least social and
environmental costs compared to alternative projects.

The use of MAR is suited to mitigate the problems occurring in areas where groundwater
resources are being mined. In these areas without overdraft conditions, groundwater recharge
and conjunctive use of groundwater and surface water offer an opportunity to make efficient
use of limited water resources. To evaluate the potential application of MAR to solve a water
problem sufficient hydrogeologic, geochemical, alternatives for supplying and storing water
and local or regional economic conditions is necessary. If it is not available, it may have to be
obtained. If this is the case in an area that has little to none groundwater exploitation
obtaining this needed information may be very expensive and MAR may not be then the most
cost-effective alternative. One or several water sources are needed for recharge. In most cases
of MAR, the water available is usually “excess” or “surplus” water. This is the water that is
available after all the direct uses of the water source/sources are satisfied. As an example in
Arizona, the principal water source for aquifer storage is Colorado River water diverted from
this river and conveyed via the Central Arizona Project (CAP) Aqueduct to cities and
agriculture. The elevated construction, maintenance, and operation cost of this water
conveyance system results in a considerable unit cost of this water to the user. Therefore,
before any aquifer storage of the CAP water is realized direct use obligations need to be
fulfilled. It is important to consider the project’s economic benefit by determining its cost as
compared to its expected benefits. However, determining efficiency also involves social,
environmental, and legal costs and benefits that may not be easily quantified in monetary
terms. This then may determine that the project alternative with the greatest net monetary
benefit may not be the best option to solve the problem. Of high importance to the realization
of a MAR project is its financial feasibility. It involves the project beneficiary’s ability and
willingness to finance and repay direct project costs. This also involves cost sharing, cost
recovery, public and private funding. Project benefits may outweigh costs and it may be
economically efficient, but it may not be financially feasible.

269
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

CONJUNCTIVE USE AND MANAGED AQUIFER RECHARGE

If MAR is to be used in the context of conjunctive use of surface water and groundwater it
is important to clearly establish their relationship. In its general concept, conjunctive use is
the management of surface and groundwater resources to ensure that the benefits of the
system of these two components exceed the total benefits of the two components if they are
managed separately (Sahuquillo & Lluria, 2003). There are two major types of conjunctive
use systems: alternative and comprehensive. In alternative systems, also termed passive
(Todd & Priestaf, 1997), the water user alternates between surface water and groundwater
based upon available supplies and cost. These systems do not have active or intentional
(artificial) groundwater recharge as a component. Natural recharge replenishes the aquifer. A
possible member of the alternative system is the limited conjunctive use system. In this
system, natural and incidental recharge replenishes the aquifer (ASCE, 2001). The water for
the incidental recharge portion comes from sources such as irrigation, seepage from irrigation
canals, leakage from dams, infiltration of urban runoff collected in detention basins, seepage
from recreational lakes and infiltration of storm water released by dams into ephemeral
streams when reservoirs are full or safety of dam regulations mandate its release. This type of
water discharge from dams in Arizona for example, contributes a considerable volume to the
replenishment of the aquifers due to the high hydraulic conductivity of the sediments of the
dry river channels and the vadose zone. However, this infiltrated storm water, defined as
incidental recharge, cannot be claimed for storage credits. If the storm flow is diverted from
the river channel and delivered to basins or wells for recharge, it can then be claimed for
water banking if the entity or person claiming the credits holds the surface water rights of the
volume of water diverted (ADWR, 2003). In comprehensive conjunctive use systems, surface
water is actively developed for deliberate groundwater recharge and groundwater abstractions
are controlled. These systems are composed of units for diversion, storage, treatment,
recharge, extraction, and delivery. It is for these systems that MAR is an integral component
(Figure 1).

Figure 1. The GRUSP, Phoenix, Arizona. This MAR facility stores 120 million cubic meters of water a year
from three sources in the Salt River Groundwater Basin.

There are many benefits that ensue from the use of MAR as a component of
comprehensive conjunctive use systems. The ones directly connected to water management
are:

270
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

- Provide subsurface storage for local and imported waters


- Offer a subsurface water distribution system to wells
- Restore or maintain groundwater levels in basins with intense pumping and increasing
well yield
- Improvement of groundwater quality and renovation/treatment of wastewater (SAT)
- Reduce the size of areas needed for water supply systems
- Reduce evaporative losses

Some other benefits are also important but are more restricted in application as they are
specific to an area or issue such as environmental factors. Some of these are:

- Prevent or mitigate sea water intrusion


- Mitigate land subsidence
- Reduce flood flows
- Mitigate groundwater contamination by plume management
- Help maintain environmental flows mandated by regulations to protect habitats

In the state of California, where the comprehensive conjunctive use systems originated and
are extensively used, most of these systems have realized all or most of these benefits. These
are described by Madrid (1988) for the numerous facilities operating in Southern California.
This region with a population of nearly 20 million uses 2,500 million cubic meters per year of
water. More than half this volume is provided by MAR as a component of comprehensive
conjunctive use systems such as those operated by the Los Angeles Department of Public
Works, the Orange County Water District, the United Water Conservation District, and others
in San Bernardino and Riverside Counties. All these water providers work closely with the
Metropolitan Water District of Southern California (MWD) which provides most of the
imported water employed in the MAR operations of the local water agencies (Kendall &
Sienkiewich, 1988; Sienkiewich, 1995). In chronological order as of the date that they were
established the major conjunctive use systems in California are (Woodling, 2003):

- Santa Clara Valley Water District (1929)


- Orange County Water District (1933)
- United Water Conservation District (1955)
- Arvin-Edison Water Storage District (1960s)
- Los Angeles County Barriers (1970s)
- Alameda County Water District (1970s)
- Mojave Water Agency (1990s)
- Calleguas MWD (1990s)
- Kern Water Bank (1995)

Each one of these projects uses surface water-spreading as its principal MAR method for
long and short term aquifer storage. This method was the most cost-effective at the time the
projects started, offering the lower unit cost for storage. Since then, the increase in the cost of
land in areas like Los Angeles, Orange County, Alameda County, and Santa Clara Valley
(Silicon Valley) has made it difficult to expand the recharge facilities with some of the water
agencies considering the use of ASR or vadose zone wells to increase the recharge capacity of
their facilities. Even if surface water-spreading is the preferred MAR method many variations
of this method are used which each agency deems the most appropriate based on cost,
aesthetics, existing infrastructure and environmental factors. Santa Clara Valley uses recharge

271
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

basins that are mostly in parks and are also for recreation. Alameda County Water District
uses inflatable rubber dams in Alameda Creek to pond water in its channel and abandoned
gravel pits. Orange County Water District uses channel modification by T levees, off-channel
basins, some abandoned gravel pits and some inflatable dams.

CASE HISTORIES OF WATER MANAGEMENT SYSTEMS WITH MAR


COMPONENTS

A few case histories will be presented to show the effectiveness of MAR as an integral
component of water resources management programs. This will also illustrate the
components, structure, and operation of comprehensive conjunctive use systems. The case
histories have also been selected to show that different methods of artificial groundwater
recharge are used for the aquifer storage of surface water from various sources: river flows,
treated effluent/reclaimed water and imported water of several origins. The case histories that
have been selected are:

- Orange County Water District (OCWD)


- Santa Clara Valley Water District (SVWD)
- Los Angeles County Flood Control District (LACFCD)
- Phoenix Metropolitan Area Water Resources Management System (PMAWRMS)
- South Florida Water Management District (SFWMD)

The Orange County Water District

The Orange County Water District (OWCD) was formed in 1933 to preserve the rights of
the Santa Ana River is the only river which flows through Orange County. This large urban
sector is a part of the Los Angeles Metropolitan Area. OWCD is responsible for the
management of the quantity and quality of the water in the Orange County Groundwater
Basin (Richardson, 1988a). This provides 75% of the water demands of about 2.5 million
residents. This basin has a surface area of approximately 930 square kilometers and it is
bounded on the west by the Pacific Ocean. Overdraft of the aquifer system required
correction measures and in the 1970s, two hydraulic barriers were constructed to mitigate sea
water intrusion across two fault gaps. MAR is the essential element in maintaining the
hydrologic balance in the basin and OCWD has done and continues to do an excellent job in
managing the limited water resources available. OCWD has also demonstrated outstanding
innovative initiative in all aspects of groundwater recharge technology. Their research in
several aspects of MAR has led to solutions that are now standard for its practice. One very
important area has been that of recharge basin clogging (Richardson, 1988b). The OCWD
comprehensive conjunctive use system consists of production wells, recharge facilities,
conveyance units, and reclaimed water treatment facilities. The recharge facilities consist of
surface water-spreading grounds and injection wells. The water-spreading is carried out using
in-channel and off-channel basins located in the flood channel and the conservation channel
of the Santa Ana River, respectively. In addition to these, OCWD uses abandoned sand and
gravel mining pits for recharge. The injection wells are only used to control the sea water
intrusion in the Alamitos and the Talbert barriers near the coast (Mills, 2002). Surface
recharge accounts for 76% of the Orange County Groundwater Basin replenishment. Only
3% is injected and 21% is natural recharge (Herdon, 1999). The surface water used for

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

managed aquifer recharge in OCWD comes from three sources: runoff from the Santa Ana
River, tertiary treated reclaimed water and imported water. The reclaimed water is discharged
in the Santa Ana River and has become most of the base flow during non-storm periods. The
imported water is purchased from the Metropolitan Water District of Southern California and
is either water from the Colorado River or the State Water Project. Since the principal water
source for OCWD is reclaimed water in the Santa Ana River this causes very frequent
clogging of the recharge basins necessitating down time for drying and scarification. Studies
done in the 1980s indicated that the principal cause for clogging was the growth of diatoms
which secrete a biopolymer that traps clay and silt particles in the soil of the bottom of the
basins (Goodrich & Flowers, 1991). Further research revealed that particulate clogging was
by far the dominant clogging mechanism and a Desilting System was developed. However,
only the coarser fraction could be removed, with clays and colloids continuing to clog the
basins (Hutchinson & Woodside, 2002). OCWD is now experimenting with pre-recharge
bank filtration to solve this problem. To clean deep basins a submersible device was designed
and successfully tested. This is the Basin Cleaning Vehicle (BCV) that vacuums the basin
floor. In the 1980s, OCWD commenced a basin wide multi-level well monitoring program
which has built a geohydrologic database that has assisted in solving many challenges
presented by the complex multi-aquifer system of the Orange County Groundwater Basin
(Black et al., 1988).

Santa Clara Valley Water District

The Santa Clara Valley is located south of the San Francisco Bay. In the early 1900s the
area was abound with orchards and vineyards. Wells produced all the water needed for crop
irrigation. The groundwater levels started to decline and severe land subsidence followed.
The alarmed farmers and businessmen organized the Santa Clara Valley Water Conservation
Committee. They hired famous engineer Fred Tibbets which recommended the construction
of 17 surface water reservoirs to collect runoff and immediately commence replenishment of
the aquifer by groundwater recharge. In 1929 the Santa Clara Valley Water Conservation
District was formed. In the 1930s, six water reservoirs were built and percolation facilities
were constructed. In 1968, the water conservation and flood control functions merged and
formed the Santa Clara Valley Water District (SCVWD). In 1965, a pipeline started
delivering water from the San Joaquin-Sacramento Delta and sufficient water was recharged
to stop land subsidence. In the 1970s, SCVWD was concerned with the design and operation
of their recharge facilities including water quality and multi purpose use. A report by the
University of California addressed all these issues and recommended action plans (Scalmanini
& Scott, 1979). In 1996, SCVWD established the Integrated Water Resources Plan (IWRP)
with the goal of augmenting water conservation, water recycling, water banking, and long
term water importation.

The activities of the SCVWD in their 80 years of water management succeeded in stopping
groundwater level decline and stop land subsidence. MAR was the principal procedure to
attain this goal. SCVWD encompasses the area popularly known as Silicon Valley. The
drastic change from agriculture to high technology industry started after World War II
accompanied by a tremendous population growth. Today it is one of the highest per capita
income areas of the U.S.A. It enjoys very mild weather in a very attractive environmental
setting. Accordingly, SCVWD constructs and maintains its recharge facilities within strict
ecological standards. A visit to the recharge facilities in the city of San Jose will show that

273
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

they are located within parks or beautifully maintained green areas and are used for
recreation. There are 18 recharge facilities which consist of in-stream and off-stream units.
The Alamitos recharge ponds, the Penitencia recharge ponds and the Dr. Bob Gross recharge
ponds are set in wooded parks that disguise well their principal function of aquifer recharge.
Recharge is also done by spreading water in streams where percolation rates are high.
SCVWD recharges an average of 194 million cubic meters of imported water annually. About
the same volume is permitted as abstraction from the basin’s aquifer system thus maintaining
a hydrologic balance. Groundwater supplies constitute 50% of the water demand of the Santa
Clara Valley with the balance coming from imported water. In addition to land subsidence,
the aquifer overdraft of the early 1900s caused saltwater intrusion in the area adjacent to San
Francisco Bay especially in the vicinity of Palo Alto. An injection barrier was designed but
never implemented. An excellent analysis of the groundwater conditions and a plan for its
effective management was prepared for SCVWD in 1987 (Todd, 1987) and implemented
thereafter.

Los Angeles County Flood Control District

The Los Angeles County Flood Control District (LACFCD) was formed in 1915. As with
OCWD and SCVWD, it has two missions: flood control and water conservation. For water
conservation, it operates 15 dams, 27 groundwater recharge facilities, and 3 seawater barriers.
Its jurisdiction covers what is recognized as the Los Angeles Basin and includes the city of
Los Angeles. Most of the dams were built from the 1920s to 1939. Their reservoirs have a
storage capacity of 146 million cubic meters. These reservoirs store storm water which is later
released downstream for groundwater recharge. The MAR facilities for this water source use
basins, pits, rubber dam impoundments, and releases in streambeds. The 27 water-spreading
facilities cover an area of 1,012 hectares. The first ones were in operation in the 1930s.
Infiltration rates of these facilities range from 0.2 to 1.5 meters per day. LACFCD maintains
the water-spreading basin by drying, scrapping, and disking (Hildebrand, 2000). The main
water-spreading facilities are located in or adjacent to the two major rivers that cross the Los
Angeles Basin. These are the San Gabriel River and the Rio Hondo River. In addition to
runoff, the LACFCD recharges reclaimed water and imported water. One example of the
LACFCD water-spreading facilities is the Rio Hondo Coastal Spreading Grounds. It consists
of 20 shallow off-channel basins with a wetted surface area of 174 hectares that can percolate
11 cubic meters per second. Delivery of runoff is from the adjacent Rio Hondo River using
an inflatable rubber dam. This facility also recharges imported and reclaimed water.
Paralleling OCWD and SCVWD, the LACFCD started in the late 1990s a program to
optimize aquifer storage. This plan, named the Percolation Optimization Investigation (POI),
was developed to maximize the recharge capacity of the existing spreading grounds. Similar
to Orange County and to San Jose the cost of purchasing new land to expand recharge
facilities is extremely high (in excess of 3 million USA dollar/hectare) in Los Angeles.
Therefore, the only reasonable option is to maximize recharge in the land owned at present.
The POI main objective was to identify maintenance techniques for sustaining and optimizing
basin infiltration since clogging is the principal cause of loss of recharge volume and cost of
operation.

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Phoenix Metropolitan Area Water Resources Management System

The Phoenix Metropolitan Area has a population which exceeds 4 million and continues to
have one of the fastest growing rates in the nation. It was transformed from a large agriculture
area to one of the USA’s major centers for high technology. Its warm climate attracts people
with a desire for outdoor activities and has become a major tourist attraction. It is this large
population and the expanding industrial activities that require effective management of the
limited water resources in this semi-arid region to support its continued development.
Although agriculture has been reduced more than 80% of its maximum production in the
1940s and 1950s, it still requires a reliable water supply and has to be included in regional
water resource management plans.

Water Sources of the Phoenix Metropolitan Area

The water sources to supply the needs of this urban center and its peripheral agriculture
are:

- Salt and Verde Rivers water (SRP water)


- Groundwater
- Colorado River water (CAP water)
- Reclaimed water (municipal and industrial)
- Local runoff
- Agriculture tail water

The volume and availability of SRP water and CAP water are dependent on weather
conditions on the watersheds of the Salt, the Verde, and the Colorado Rivers. The supply of
CAP water is also dependent on the priority of water allocation of the various states that use
the Colorado River. A maximum of 2,713 million cubic meters per year can be conveyed by
the Central Arizona Project (CAP) Aqueduct to Southern Arizona. SRP water deliveries to
Phoenix average 1,230 million cubic meters. The balance of the water supply comes mostly
from groundwater and progressively increasing municipal and industrial reclaimed water
volume.

Water Management in the Phoenix Metropolitan Area

To effectively manage the volumes of water from the different sources described above
and fulfill the present demands, a complex water management system is in place in the
Phoenix Metropolitan Area. This system has many components which are owned and
operated by several entities. The operation of this system requires planning and cooperation
among various water entities to optimize the efficiency of its operation. It is regulated by
state laws (ADWR, 2003).

The Water Resources Management System

The principal components of the water resources management system of the Phoenix
metropolitan area are:

275
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

- The SRP water system


- The CAP water system
- The water system of the municipalities
- The agricultural irrigation system

The Salt River Project Water System

The SRP water system consists of the following components:

- Surface water storage: four reservoirs in the Salt River and two in the Verde River
- A surface water delivery unit also connected to the CAP water system
- A groundwater production unit
- An aquifer storage unit

The total surface storage capacity is 2,880 million cubic meters. There is also additional
storage space of 1,850 million cubic meters in Roosevelt Lake for floodwaters. The water
delivery unit consists of a diversion dam and an extensive network of two major canals and
branching laterals, which cover most of the metropolitan area. All the delivery is by gravity.
The groundwater unit consists of 250 high capacity wells (160 to 315 liters per second) that
range in depth from 150 to 900 meters. The aquifer unit consists of two large water-spreading
recharge projects, the Granite Reef Underground Storage Project (GRUSP) and the New
River-Agua Fria Recharge Project (NAUSP) with a combined annual capacity of 215 million
cubic meters (Lluria, 2008). The production wells can pump approximately 620 million cubic
meters per year. A pilot ASR system has been tested successfully and may add an aquifer
storage capacity of 50 million cubic meters per year (Macia &Lluria, 2001). The SRP has
been successfully using conjunctive water management since the 1930s when the entity also
became an electric utility in order to provide inexpensive power to drive the irrigation wells
(Figure 2).

Figure 2. The NAUSP water-spreading facility, Glendale, Arizona. Basins and delivery channel. Here CAP, SRP
and reclaimed water blend at the surface before infiltration.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

The Central Arizona Project Water System

The Central Arizona Water Conservation District (CAWCD) operates the Central Arizona
Project water system. It consists of the following units:

- An aqueduct of 540 kilometers long with turnout structures and a capacity of 2,713
million cubic meters per year (CAP, 2007)
- Pumping stations
- One surface reservoir (New Waddell, with 1,000 million cubic meters capacity)
- Six groundwater recharge facilities with an annual capacity of approximately 490 million
cubic meters

The CAP system handles a single water source: Colorado River water (CAP water), which
is pumped from a reservoir in this river and delivered to agricultural districts and to the cities
of Phoenix and Tucson.

The Water System of the Municipalities

The Phoenix Metropolitan Area is a conglomerate of more than 20 municipalities. Each


municipality is responsible for the treatment of the raw water to potable and the effluent as
well as for the conveyance of both. Most use both SRP and CAP water and supplement the
demands with groundwater from their own wells or from SRP wells. Their water systems
vary in capacity according to the population they serve but are usually formed by the
following components:

- Water treatment plants (WTP): filtration and disinfection


- Water reclamation plants (WRP)
- Potable water and sewage delivery units
- Wells connected directly to the potable water delivery system. Water is chlorinated at the
wellhead

Two large WRPs treat the effluent of several municipalities. In addition, there are smaller
plants which deliver the reclaimed water for direct use (turf irrigation in golf courses, parks,
recreational lakes) or recharge the highly treated water for credits.

The Irrigation System for Agriculture

The remaining farms in the periphery of the Phoenix metropolitan area receive SRP and
CAP water, which is delivered by gravity to the cultivated fields via the SRP and other
irrigation districts delivery systems. Water for the industrial facilities of the area is delivered
from the water system of the municipalities or the SRP system.

Management of the Water System of the Phoenix Metropolitan Area

There are several key factors in the management of the water resources to provide a safe
and reliable supply of water to the Phoenix Metropolitan Area, these are:

277
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

- Water conservation
- Water importation
- Water recycling/reuse
- Aquifer water storage
- Water transmission

For water conservation, both public education and creating a fair but adequate user cost
rates have been successful. The import of CAP water has provided a supplemental and
reliable supply, which has considerably reduced the use of groundwater. Direct aquifer
recharge has augmented the volume of groundwater for use during drought periods and has
served as an effective tool to mitigate demand peaks. The GRUSP recharge facility has stored
1240 million cubic meters of water in a stressed aquifer during its sixteen years of successful
operation (Lluria, 1998) and many other local MAR facilities have added to water banking.
The extensive use of vadose zone wells for aquifer storage of reclaimed water has been a
major contributor to aquifer replenishment in the Phoenix Metropolitan Area. The Water
Campus facility is the largest facility in the world using this technology (Small, 2001).
Indirect recharge programs have reduced the use of groundwater in the high water demand
agricultural areas. The success of providing a safe and reliable supply of water to the sixth
largest urban center in the USA is the result of the efficient operation of the Phoenix
Metropolitan Area water resources management system.

South Florida Water Management District

The South Florida Water Management District (SFWMD) is one of five water districts in
the State of Florida. It is responsible for the water management of a large region extending
from south of the City of Orlando to the Florida Keys and encompasses Lake Okeechobee and
the Everglades among the largest wetlands on earth. The region is subtropical with high
annual precipitation and exposed to frequent tropical storms. Severe floods in the 1940s
encouraged the Federal Government to finance a project to study and undertake measures to
mitigate this problem. In 1948, the Central and Southern Project was approved by Congress
to undertake a massive 20 year flood control project under the supervision of the U.S. Army
Corps of Engineers (USACOE). In 1972, the Florida Legislature established the SFWMD
(www.sfwmd.org). A regional water management agency is responsible for flood control,
water supply, water quality, and ecological restoration. The SFWMD operates and maintains
3000 kilometers of canals and levees, 25 pumping stations and over 2,000 water control
structures. It does not own nor operates wells although it has worked cooperatively with
public utility water facilities to develop groundwater supply projects. The agency has funded
28 ASR projects in South Florida. Dual purpose, recharge and recovery wells for potable
water and storage in saline aquifers commenced in the late 1970s and early 1980s in Central
and South Florida. The U.S. Geological Survey undertook a comprehensive study and
injection testing and recovery in the Upper Floridan Aquifer (Merritt et al., 1983: Fitzpatrick,
1985). Manatee County ASR testing and operation commenced in 1978 (Pyne, 1988). One
very successful ASR project in southeast Florida is that for the potable water supply of
Boyton Beach. A 40 centimeter diameter well recharges 65 liters/second in an interval 30
meters thick and 260 meters below land surface, (Muñiz & Ziegler, 1995). This interval is in
the Suwanee Oligocene Limestone, a hydro-stratigraphic unit of the Floridan Aquifer System
(FAS). This well started operation in 1991.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

A large water management project is under way within the SFWMD. This is the
Comprehensive Everglades Restoration Plan (CERP). This plan is described as the world’s
largest ecosystem restoration effort. It has also as principal objectives ensuring clean and
reliable water supplies and providing flood protection. It has numerous components, among
them a proposal to construct 330 ASR wells to provide a flexible water storage and supply for
Lake Okeechobee, the Everglades and large urbanized areas in South Florida. The water
source for the ASR component of the CERP is treated stormwater that will be stored in the
FAS for later recovery during dry weather cycles (Verrastro & Brown, 2007).

EXAMPLES OF MAR PROJECTS

A few selected MAR projects are succinctly described to illustrate both their technology
and their positive impact in water resources management. They all are components of
comprehensive conjunctive use systems.

The Granite Reef Underground Storage Project

In the late 1980s, the Central Arizona Project Aqueduct conveying water from the
Colorado River was completed to Phoenix. There was insufficient surface storage capacity at
that time in the Salt River Valley for any unused portion of the Central Arizona Project (CAP)
water. Storage in the distant reservoirs of the Salt and Verde Rivers would have been very
costly (Lluria, 1987a). This prompted the Salt River Project (SRP) and several municipalities
to work together in developing a large underground water storage facility. A study completed
in 1986 had selected favorable sites in the Salt and Agua Fria Rivers for in-channel
groundwater recharge. This methodology appeared to be the most applicable for the
underground storage of large volumes of water in the Salt River Valley. The GRUSP facility
was built in 1994.

One of the most important factors that have contributed to the successful operation of the
GRUSP is the very favorable hydrogeologic characteristics of the site. It is located on the
periphery of the large Salt River Valley tectonic basin where high energy sediments were
deposited as a thick alluvial fan. These coarse grained unconsolidated sands and gravels have
high permeability and water storage capacity (Lluria, 1987b). This allows rapid recharge rates
of large volumes of water with limited impacts to groundwater mounding. The storage of the
area of hydrologic impact of GRUSP exceeds 5,000 million cubic meters. The quality of the
native groundwater in the aquifer underlying the site is very good as a result of natural
recharge during flood events of the Salt River for hundreds of years. The original water
sources for recharge at GRUSP were CAP water and Salt and Verde Rivers water. In 2007,
reclaimed water was added.

Four recharge basins with a total of 70 hectares were built in 1994 (Lluria & Fisk, 1995).
In 1999, two more basins were added and one more in 2005 increasing the recharge surface to
90 hectares. Water is delivered to the basins from SRP’s South Canal by a 3 kilometers long
delivery channel. All the delivery units and recharge units are constructed in the channel of
the Salt River of river bed material and are subjected to damage or destruction during storm
water releases from Granite Reef Dam. The very coarse sediments at the site provide recharge

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Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

rates that range from 0.5 to 2 meters per day. Inflows to the facility are measured at a
dedicated turnout structure in the water delivery channel and those of the reclaimed water at
the end of the pipeline. The water from the SRP canal and the water reclamation mixes before
being delivered to the recharge basins.

The GRUSP has operated successfully for 17 years having stored in the aquifer in excess
of 1,240 million cubic meters (Lluria, 1998). The facility is used for both short term and long
term storage. Although the facility has operated efficiently and with cost-effectiveness, there
have been some issues that required attention. Of these the damage caused by storm water
releases in the channel of the Salt River are of concern because of the cost of reconstruction.
Four flood events have partially damaged the facility. These were in the winters of 1995,
2005, 2008, and 2010. Measures that have been successful in mitigating damage consist of
breaching some of the structures to route the flows and minimize erosion. In 1994, a sanitary
landfill was completed one mile north of the GRUSP site. Groundwater mounding under this
landfill is controlled by regulating inflow, rotating the operating recharge basins, and
increasing the hydraulic gradient from the landfill by pumping some of the SRP’s high
capacity wells. Surface seeps to nearby mining pits are suppressed by decreasing the water
depth in the closer recharge basins and by eliminating the use of portions of the basins that
have preferential flow pathways connecting with the gravel pits. Evapotranspiration losses are
minimized by a systematic control of the vegetation in the delivery and recharge units of the
facility. The principal benefit of the operation of the GRUSP groundwater basin has been its
contribution to the replenishment of the aquifer of the Salt River Valley. The recharge
operation has produced favorable changes in the quality of the groundwater in the proximity
of the site with considerable reduction in its content of arsenic and nitrate (Lluria, 1999).
Being the first project in the Phoenix area it was able to store a large volume of CAP water
which otherwise would have been lost to Arizona. The addition of GRUSP as a component of
the large SRP water resources has improved its operational flexibility and resulted in better
water management practices for several municipalities. GRUSP is an excellent example of
close interagency cooperation including a Native American Community. The very small
construction, operation, and maintenance costs coupled with the accessibility via the proximal
SRP water delivery system of several water sources results in a very cost-effective recharge
operation. GRUSP’s operation has demonstrated that it is an economic efficient and
financially feasible project and further demonstrates the economic and financial flexibility of
MAR as a significant water supply alternative for efficiently meeting base demands.

The Water Campus Facility

The City of Scottsdale, one of the municipalities of the Phoenix Metropolitan Area,
developed an innovative water reclamation facility which is known as The Water Campus. Its
uniqueness consist of the use of vadose zone recharge wells to store in the aquifer advanced
treatment municipal effluent of potable grade. Initial testing of these wells started in 1993
(Marsh et al., 1995) and full-scale operation of a vadose zone well field commenced in 1998.
There are 27 vadose zone wells (VZW) connected to the recharge system and an additional 27
of these for emergency use in case of treatment plant failure. The VZWs are 55 meters in
depth bored to 1.2 meters in diameter. Their eductor pipe ranges in diameter from 15 to 46
centimeters. Some wells are equipped with VOV (variable orifice valve), some with fixed
orifice plates (OP) easily removable from the surface (Small, 2001). The orifice plate controls
the rate of flow (recharge) of each well and allows for an efficient management of the

280
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

recharge operation. Both the VOV and changeable OP were used for the first time in this
project. The treatment process used for the water recharged in the VZWs is conventional
tertiary reclamation followed by microfiltration, reverse osmosis, and UV disinfection. The
Water Campus also has a conventional water treatment (filtration and disinfection) plant that
treats the Colorado River (CAP) water to drinking standards. This water has been recharged
using VZWs but now it is being stored in the underlying alluvial aquifer using ASR wells.
With time of use, the VZWs decrease in recharge capacity (Gastelum, et al., 2009).
Innovative techniques to prolong the useful life of the VZWs are under development and
being tested at the Water Campus Facility (Figure 3).

Figure 3. The Water Campus facility, Scottsdale, Arizona. Drilling a vadose zone recharge well with a bucket
auger rig.

NEW TECHNOLOGIES TO IMPROVE THE PERFORMANCE OF MANAGED


AQUIFER RECHARGE

The methods to intentionally transmit and store water in an aquifer, which are direct
subsurface recharge and a combination of both, are still used today as they were decades ago.
Improvements have been in the application of new technologies to enhance their efficiency
and cost-effectiveness. Just a few examples have been selected and will be very briefly
discussed to illustrate their contribution in increasing the performance of MAR operations.
They are included in one or more of five areas that are essential in the development and
operation of MAR projects. These are:

- Site selection
- System design
- Operation
- Maintenance
- Data acquisition, data processing and monitoring

Site Selection

Determining the geology and hydrogeology of possible sites where MAR projects can be
located is of utmost importance. Before investments are made in acquiring the land and before
undertaking costly detailed studies, such as drilling, there should be sufficient information
that indicates that the site or sites selected will receive and store in the aquifer the target

281
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

volume of water in the desired period of time. Sequence Stratigraphy is a very valuable tool to
assist in the selection of sites in alluvial aquifers that have adequate storage capacity and
hydraulic conductivity. This method developed for the oil industry, combines the type of
sediments, their spatial distribution with their depositional environment to obtain a very
complete three dimensional model of the subsurface stratigraphy (Ehman & Cramer, 1997).
This technique was successfully used in determining the hydrostratigraphy and complex
geometry of the aquifer system in the area of the Dominquez Gap sea water intrusion
hydraulic barrier in the coast of Los Angeles, California. It was also applied with very
satisfactory results in evaluating the hydrostratigraphy and aquifer architecture for siting
MAR facilities in the Livermore-Amador Groundwater Basin in California (Ehman et al.,
2005). For groundwater recharge to fractured bedrock aquifers the use of tectonic analysis
combined with surface and borehole geophysical methods are a powerful site selection tool
(Lluria, 1988). Surface geophysical methods like gravity, controlled source audio-frequency
magnetotellurics (CSAMT), and aeromagnetics have been used successfully for regionally
screening sites suitable for large water-spreading facilities in alluvial groundwater basins in
Arizona. Transient electromagnetics (TEM) is an excellent technique for imaging the
subsurface stratigraphy and evaluate the infiltration capacity of sites selected for basin
recharge in fluvial depositional environments (Lluria, 2002). Temporal gravity surveys can
evaluate the recharge potential of sites and be used as a monitoring procedure during MAR
operations (Pool & Schmidt, 1997).

System Design

The innovations on the design of a MAR system combine both increased performance and
visual attraction. Long narrow shallow basins have demonstrated increased infiltration and
reduced mounding compared to deep circular or square ones. These are empirical
observations but seem to hold for most alluvial sediments. Where aesthetics is imperative the
shape of recharge basins can be conformed to the surroundings trying to optimize the recharge
function by, for example, removing the less permeable or perhaps the more contaminated
surface soils. Two excellent cases for which functionality, ecology, and visual appeal have
been combined in a MAR project are those of the City of Avondale and of the Town of
Gilbert in Arizona. The City of Avondale developed the Crystal Lakes Project. Here river
water flows through wetlands in aesthetically shaped lakes where the water is naturally
filtered and further treated by soil aquifer processes when recharged to be later recovered by
wells for potable use. The wetlands and basins are lakes within a residential community. The
Riparian Preserve at Water Ranch of the Town of Gilbert recharges reclaimed water in basins
that are within a park and a desert habitat of wildlife. This facility combines water
conservation, environmental preservation, and education.

Operation

The introduction of automation in the operation of surface water-spreading facilities has


made these facilities more efficient and cost-effective by improving the delivery of water to
the recharge basins and reducing the number of man-hours required. The use of
programmable logic controllers (PLC) permitted the regulation of inflows to basins based on
real-time data collected at the site and thus optimize the total recharge volume of the facility
(Figure 4). Mobile wellhead filtration and disinfection units are now available that permit the

282
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

recharge of raw water, such as stormwater or canal water, to be recharged directly without
clogging the well (Macia et, al., 1995). For ASR the development of several types of
downhole flow valves have made well recharge free of entrained air and cavitation problems.
These valves have permitted a wider range of recharge rates and pressures.

Figure 4. The MBT Ranch MAR facility, outside the Phoenix area. Elongated recharge basins recharge CAP
water to an alluvial aquifer.

Maintenance

The use of environment friendly chemicals to control algae has reduced the clogging
problems of recharge basins. This has also been attained by using certain types of fish such as
tilapia and white amur. Vegetation controls, using selective chemicals, has also reduced
evapotranspiration losses from desilting and recharge basins. ASR wells loose recharge and
pumping capacity by clogging with chemical precipitates, biological growth and introduced
particulates and need rehabilitation. An innovative procedure to treat this problem is using a
procedure called Agua Freed (Small et al., 2007). It consists of introducing gaseous carbon
dioxide in several zones of the well screen. This procedure freezes the groundwater which
causes disinfection and dislodging of encrustation. This is then followed by swabbing and
airlifting and final removal by over pumping.

Data Acquisition, Data Processing and Monitoring

The accelerated advance of electronics and information technology has made many
contributions to improve the acquisition and processing of data for MAR projects especially
in the area of remote communication. This has permitted obtaining real-time information to
make decisions on project operation. Communications via microwave and satellite systems
permit the collection of water level and inflow rates into recharge basins. In an ASR well the
pressure transducer, the inflow meter and the inflow valve connected to a PLC will control the
recharge rate and maintain the elevation of the mound at a desired level. If clogging occurs,
the inflow rate to the well will accommodate to the changed condition.

283
Application of managed aquifer recharge methods for the effective management of water resources · M.R. Lluria

CONCLUSIONS

Even though artificial recharge of groundwater has been used by water practitioners and
professionals for over one hundred years and in some regions of the world even longer, its
application has been only to solve specific groundwater problems. Its use as a component of
an integrated water resources management system started in the two decades before World
War II with more extensive development beyond the 1950s. The rapid population growth of
the State of California at that time and its limited surface water supply accelerated the use of
conjunctive use of surface water and groundwater for which managed aquifer recharge
(MAR) is an essential component. The use of comprehensive conjunctive use became the
water resources management preferred practice for the large metropolitan areas and
agriculture districts of California once imported water became available. This was possible
for southern California at the completion of the Colorado River Aqueduct and that of the State
Water Project. When Colorado River water became a source of water for southern Arizona
after the completion of the Central Arizona Project Aqueduct in the 1990s, MAR projects
were very rapidly completed throughout this region. This expansion in the use of MAR will
continue next into New Mexico when the water rights on the Rio Grande are settled. The
public acceptance for the use of reclaimed water has also increased the use of MAR. This
technology not only provides storage but also further treatment of this water. The growth in
the use of MAR as part of water resources management is also rapid in Europe, Australia and
many parts of Asia and now has an early start in some countries of Latin American. It has
become a reliable, proven, and needed technology for urban water resources management as
demonstrated in its application in achieving sustainability in areas like the Los Angeles
Metropolitan Area, the San Francisco Bay Area, and the Phoenix Metropolitan Area in the
United States and the cities of Amsterdam and Berlin in Europe. It has also helped sustain
extensive agricultural production in the Central Valley of California and large irrigation
districts in Arizona as well as mining in Western Australia. Numerous technical innovations
introduced in the last two decades have made MAR projects more efficient and cost-effective
making it accessible to smaller urban communities, agriculture, and industry. Well technology
has advanced considerably as a result of the use of aquifer storage and recovery and vadose
zone wells for both short and long term aquifer storage and soil aquifer treatment of reclaimed
water.

ACKNOWLEDGEMENTS

The author wishes to recognize the groundwater recharge professionals that preceded his
MAR practice and from which he obtained all the necessary knowledge and guidance. Some
of these were pioneers in the development of this technology in the world and in Arizona
among them Dr. Herman Bouwer of the U.S. Water Conservation Laboratory, Dr. L. Gray
Wilson of the University of Arizona, and Mr. Gary G. Small of the Salt River Project. Special
recognition is given to Professor Emilio Custodio of the Universitat Politécnica de Catalunya
a pioneer in MAR technology for Spain and an outstanding scientist and educator.

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2.3.2. APLICACIÓN DE MÉTODOS EN LA ZONA NO SATURADA PARA


CUANTIFICAR LA RECARGA. EJEMPLOS BAJO AGRICULTURA INTENSIVA

Joaquín JIMÉNEZ-MARTÍNEZ* y Lucila CANDELA**

(*) Geosciences Rennes UMR 6118 CNRS. Université de Rennes I. 35042 Rennes, France.
joaquin.jimenez-martinez@univ-rennes1.fr
(**) Departamento de Ingeniería del Terreno, Cartográfica y Geofísica. Universidad
Politécnica de Cataluña. Jordi Girona, 1-3, Módulo D-2. 08034 Barcelona.
lucila.candela@upc.edu

RESUMEN

La gran variedad de técnicas existentes para el cálculo de la recarga pueden agruparse en


función de la zona hidrológica estudiada, pudiéndose distinguir métodos basados en la medida
del agua o una propiedad asociada en superficie, en la zona no saturada y en la zona saturada.
Para suelos con vegetación, autóctona o cultivada, y en climas áridos y semi-áridos, las
técnicas aplicadas en la zona no saturada son las más apropiadas al abordar de forma detallada
el intercambio suelo-planta-atmósfera. Estos métodos permiten estimar la recarga potencial,
puesto que en algunos casos la presencia de flujos laterales puede condicionar que parte del
drenaje no alcance el nivel freático. Para reducir la incertidumbre asociada es necesario
calcular la recarga mediante diferentes técnicas. En regiones áridas y semi-áridas, es habitual
la agricultura intensiva debido a las condiciones ambientales existentes, sin embargo, dada la
escasez de recursos hídricos superficiales también es común que los acuíferos constituyan la
principal fuente de agua. En estas regiones, los métodos para el cálculo de la recarga se basan
frecuentemente en valores potenciales de evapotranspiración. Sin embargo, para periodos de
tiempo suficientemente largos e incluso bajo condiciones de regadío la evapotranspiración
real puede ser inferior a la potencial. En este trabajo se describen diversas técnicas para el
cálculo de la recarga potencial en zonas de agricultura intensiva, aplicadas en la zona no
saturada, y basadas en la combinación de experiencias de campo con modelos numéricos.

Palabras clave: recarga, zona no saturada, clima semiárido, agricultura intensiva

INTRODUCCIÓN

La valoración precisa de la recarga es de vital importancia para evaluar la disponibilidad de


recursos hídricos y la vulnerabilidad de los acuíferos a la contaminación (Scanlon et al.,
2002). En regiones áridas y semiáridas, donde por lo general la recarga es puntual (e.g. cauces
efímeros, ramblas), su estimación resulta particularmente compleja e incierta. También se
debe destacar que aunque se considera que la recarga distribuida por la precipitación tiene

289
Aplicación de métodos en la zona no saturada para cuantificar la recarga. Ejemplos bajo agricultura… · J. Jiménez-Martínez y L. Candela

menor relevancia en este tipo de climas, valores pequeños de recarga distribuida sobre
grandes superficies pueden constituir una contribución volumétrica importante al acuífero
(Kearns & Hendrickx, 1998). Por otro lado, la existencia de cultivos agrícolas dificulta la
estimación de la recarga, lo que requiere adaptar o modificar las técnicas.

Se pueden identificar un gran número de procesos y factores que controlan la recarga.


Entre ellos se pueden destacar los procesos atmosféricos (precipitación, evaporación),
vegetativos (profundidad de raíces, transpiración, intercepción), edáficos e hidráulicos en la
zona no saturada (capacidad de infiltración). Por lo que respecta a su cuantificación, los
métodos empleados se agrupan en tres categorías dependiendo de que su aplicación consista
en medir el agua o una propiedad asociada en superficie (incluido el suelo), la zona no
saturada (objeto de este trabajo), o la zona saturada. Su elección es función de la escala
espacial y temporal y del objetivo perseguido. Por lo general, las técnicas basadas en la zona
no saturada son las más habituales en regiones áridas y semiáridas.

Las técnicas de zona no saturada, al igual que las de aguas superficiales y zona saturada,
descritas de forma detallada por Hendrickx & Walker (1997), Scanlon et al. (1997), Gee &
Hillel (1998) y Zhang (1998) se basan en parámetros físicos (e.g. lisímetros), trazadores (e.g.
calor, históricos, ambientales), y modelos numéricos (Figura 1). En general, proporcionan
estimaciones de la recarga potencial basadas en el drenaje producido bajo la zona radicular.
La existencia de flujo lateral puede limitar la aplicabilidad si el drenaje no alcanza el nivel
freático.

Figura 1. Técnicas aplicadas en la zona no saturada (modificado de Scanlon et al., 2002). (a) Rango de flujo. (b)
Representatividad espacial. (c) Representatividad temporal.

Los métodos de estimación de la recarga a escala regional, generalmente a partir de


técnicas basadas en el comportamiento del agua subterránea, no proporcionan la precisión
suficiente para evaluar la variabilidad de la recarga a escala local.

El análisis de los estudios llevados a cabo por diversos autores indica que la recarga en
regiones húmedas es mayor que en las áridas; que la presencia de vegetación produce su
reducción (Gee et al., 1994); que la recarga es mayor en zonas cultivadas que en bosques

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

(Prych, 1998); y es mayor en suelos con textura grosera que fina (Cook & Kilty, 1992).

Sin embargo, la mayor dificultad se presenta en las áreas agrícolas dada la gran
variabilidad espacial y temporal debido al tipo de laboreo (Ndiaye et al., 1997), estadios de
crecimiento, rotación, necesidades hídricas y métodos de riego asociados a los cultivos
existentes. Aunque un buen número de trabajos han tratado de cuantificar la recarga a partir
de cultivos (Ghulam & Bhutta, 1996; Dawes et al., 1997; Zhang et al., 1999; Kendy et al.,
2003; Brunner et al., 2004; Wang et al., 2008) este aspecto todavía se encuentra en fase de
desarrollo. Los valores de recarga obtenidos a partir de estudios en zonas de regadío indican
una dependencia conjunta de la precipitación y del riego (media 15%). El trabajo realizado
por O’Connell et al. (2003) muestra que para periodos de barbecho el drenaje profundo se
incrementa en unos 2 mm a-1 aproximadamente si se compara con sistemas permanentemente
cultivados y para un amplio rango de precipitación (134-438 mm a-1). En estudios similares se
observa una reducción de la recarga asociada a la intensificación de cultivos y su rotación
(Latta & O’Leary, 2003; Sadras & Roget, 2004). Por todo ello, tanto la agricultura de regadío
cómo la de secano, producen un gran impacto sobre la recarga y en consecuencia sobre los
recursos hídricos (Scanlon et al., 2006).

RECARGA EN ZONAS CON REGADIO INTENSIVO

Para cuantificar uno de los componentes más inciertos del balance hídrico, la recarga de
acuíferos en zonas de agricultura intensiva, se presenta la aplicación de diversos métodos
basados en la combinación de experiencias de campo y modelación numérica, centrados en
cultivos hortícolas anuales. Las experiencias de campo se realizaron en el Campo de
Cartagena (SE España), cuya principal actividad económica es la agricultura intensiva. Para
ello se emplearon métodos basados en el estudio de la recarga potencial en la zona no
saturada.

Área de estudio y prácticas agrícolas

La llanura del Campo de Cartagena se extiende sobre una superficie de 1440 km2 en la
Región de Murcia, (SE España). El clima de tipo mediterráneo semi-árido presenta una
temperatura media de 18ºC y una precipitación media anual de 300 mm, producida
principalmente en primavera y otoño, y distribuida en unos pocos eventos intensos y de gran
variabilidad espacial y temporal. La evapotranspiración potencial oscila entre 800 y 1200 mm
a-1 (Sánchez et al., 1989). La agricultura constituye el principal uso de suelo. El regadío cubre
una superficie de 299 km2 (128 km2 de cultivos hortícolas anuales, principalmente lechuga y
melón; 34 km2 cultivos hortícolas perennes, principalmente alcachofas; 137 km2 de árboles
frutales, principalmente cítricos) (CARM, 2008) (Tabla 1).

Para la realización del estudio se definieron tres parcelas experimentales sometidas a


prácticas agrícolas comunes en el Campo de Cartagena, incluyendo la rotación de cultivos
hortícolas (lechuga y melón), riego por goteo y necesidades hídricas (Tabla 1). En el caso de
los cultivos hortícolas estivales (e.g. melón), se aplicó una cobertura de plástico para reducir
la evaporación directa desde el suelo e incrementar la eficiencia del riego.

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Aplicación de métodos en la zona no saturada para cuantificar la recarga. Ejemplos bajo agricultura… · J. Jiménez-Martínez y L. Candela

Altura Profundidad Riego por goteo


Espaciado de Necesidades hídricas
Cultivo media máxima de raíces Espaciado de Caudal
márgenes (m) (m3 ha-1 a-1)
(cm) (cm) emisores (cm) (l h-1)
Lechuga /
30 / 30 30-50 / 80-150 1 30 4 3287,8 / 6169,2
Melón
Alcachofa 70 60-90 1,7 40 4 6622,8
Cítricos 300 80-150 6 25-125 4 6407,1

Tabla 1. Características de los principales cultivos y sistema de riego en el Campo de Cartagena (fuente Allen et
al., 1998 y CARM, 2007).

Técnicas aplicadas en la zona no saturada

Flujo no saturado

Los mecanismos que gobiernan el flujo transitorio en el medio no saturado son complejos.
Durante el drenaje y redistribución del agua en la zona radicular, el flujo puede ser inducido
por la vegetación; la distribución de las raíces no es uniforme y la extracción de agua por
parte de éstas puede jugar un papel dominante en el proceso de infiltración y redistribución
del agua que podría constituir recarga.

Para la aplicación de este método, se instrumentó una parcela experimental con el objeto
de controlar la dinámica del agua en la zona radicular y bajo esta. La instrumentación
consistente en instalar tensiómetros y TDRs (Reflectrometría Dominio Tiempo) para obtener
datos del potencial matricial o succión y del contenido de humedad del suelo a diferente
profundidad. En la parcela se llevaron a cabo cultivos hortícolas anuales (lechuga y melón) en
rotación desde el 7 de Febrero de 2007 al 21 de Agosto de 2008 (Jiménez-Martínez et al.,
2009).

La evapotranspiración potencial se calculó a partir de Allen et al. (1998), mediante un


coeficiente de cultivo (Kc) que caracteriza la toma de agua por la planta y la evaporación
respecto a un cultivo de referencia. Para cultivos hortícolas anuales es necesario considerar la
variación de Kc en estadios de crecimiento y longitud de estos. Al no disponer de datos
correspondientes al índice foliar, la evapotranspiración potencial se modeló a partir de una
función sigmoidal. Para reducir la evaporación directa en la superficie del suelo se asumió
como condición de contorno un valor umbral de succión. El crecimiento de raíces se simuló
de acuerdo a una función logística, alcanzando la máxima profundidad al final del estadio de
desarrollo del cultivo (Allen et al., 1998).

Para simular el flujo y la extracción de agua por las raíces se utilizó el código HYDRUS-
1D (Šimůnek et al., 2005), que permite calcular el flujo mediante la ecuación de Richards. La
extracción de agua por parte de la raíces se calculó mediante el modelo de Feddes (Feddes et
al., 1978), que limita la extracción para condiciones de suelo seco o sobresaturado.

La Figura 2 muestra los valores de contenido de agua y de succión medidos a diferentes


profundidades en el perfil del suelo, junto con los valores simulados a partir del modelo para
el cultivo estival de melón.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 2. Succión (h) y contenido de agua del suelo (θ) medidos (puntos) y simulados (líneas) a 45 cm de
profundidad para uno de los cultivos (melón). Se representa el periodo de días sucesivos desde 17 de Mayo a 10
de Septiembre de 2007; el día 1 fue el 1 de Enero de 2007 (modificado de Jiménez-Martínez et al., 2009).

Transporte multifásico de tritio

Una característica de los métodos isotópicos es el poder integrar todos los procesos que
afectan de forma conjunta al flujo de agua en la zona no saturada (Allison et al., 1994; Dugner
et al., 1995). El tritio, trazador quasi-ideal, es químicamente idéntico al hidrógeno y en
consecuencia interactúa directamente con el agua y las substancias orgánicas. El agua tritiada
(HTOl), tiene un carácter volátil o fase gaseosa (HTOg), que le permite difundirse fácilmente
en agua o moverse con esta, tanto en fase líquida como vapor. Si el suelo esta cubierto por
vegetación, la extracción de agua por las plantas y la perdida de tritio por intercambio de
vapor con la atmósfera a través de los estomas (Kline & Stewart, 1974), constituyen un
importante sumidero del tritio almacenado en el suelo. Aunque isotópicamente diferentes, las
moléculas de agua y agua tritiada tienen un comportamiento similar. Por ejemplo, no existe
fraccionamiento isotópico durante la absorción de agua por la raíces, aunque existen
excepciones para algunas especies vegetales (Ellsworth & Williams, 2007). Sin embargo,
existen diferencias entre la evaporación y el llamado proceso de "reemisión nocturna". La
reemisión es un mecanismo que actúa durante la noche y depende de la concentración de HTOl en
la parte superior del suelo y la concentración de HTOg en el aire adyacente a la superficie
(Ingraham & Criss, 1993). Durante el día, la reemisión esta acoplada al proceso de evaporación
(Täschner et al., 1997).

A la segunda parcela experimental del estudio se le aplicó a modo de lluvia una solución
tritiada y se realizaron perfiles de concentración en el suelo a partir de muestreos destructivos.
Los cultivos hortícolas anuales (lechuga y melón) se fueron rotando desde el 17 de Mayo de
2007 al 21 de Agosto de 2008.

La modelación del transporte ascendente y descendente de tritio próximo a la superficie del


suelo generalmente requiere modelos complejos y una detallada información, ya que la
variación de la concentración de tritio es muy rápida y muy sensible a numerosos factores
interrelacionados, incluyendo la cantidad de lluvia, evapotranspiración o profundidad de
raíces. El ensayo de trazador con tritio se simuló mediante SOLVEG (Yamazawa & Nagai,
1997; Yamazawa, 2001), un modelo numérico que permite simular transporte de calor, agua y
agua tritiada, ambas en fase líquida y vapor, a través de un suelo desnudo, así como el
intercambio suelo-atmósfera. El código fue modificado y adaptado a las condiciones
experimentales descritas, incluyendo los procesos de cubrimiento del suelo, crecimiento de

293
Aplicación de métodos en la zona no saturada para cuantificar la recarga. Ejemplos bajo agricultura… · J. Jiménez-Martínez y L. Candela

raíces y extracción de agua por estas.

La Figura 3 muestra los valores de concentración de HTOl medidos a diferentes


profundidades, junto con los valores simulados a partir del modelo para tres momentos del
experimento.

Figura 3. Perfiles de concentración de tritio liquido (HTOl) medido (puntos) y simulado (líneas). Desviación
típica (barras horizontales) e intervalo muestreado (barras verticales) para los valores medidos. El perfil de
concentración inicial esta representado por la línea de puntos. hdi: horas después de la inyección.

Balance en el suelo, en la zona no saturada y en el acuífero

El método de fluctuación del nivel freático se incluye dentro de las técnicas aplicadas en la
zona saturada o acuífero. Se basa en la premisa de que los ascensos de nivel freático son
debidos únicamente al agua de recarga procedente de la zona no saturada. El retardo entre la
aplicación de agua, precipitación y/o riego, y la llegada del agua al acuífero durante un evento
de recarga es crítico en esta técnica. Su aplicación es válida para cortos periodos de tránsito
del drenaje por la zona no saturada (horas o pocos días). Si el flujo en el acuífero no es
significativamente más lento que el flujo no saturado, entonces el método presenta poca
validez (Healy & Cook, 2002). Sin embargo, esta técnica también permite caracterizar el flujo
a través del medio no saturado.

La mayor limitación de este método es la total dependencia de la precisión con la que son
cuantificadas las componentes de la ecuación del balance de agua en el suelo. Esta limitación
es crítica cuando la magnitud de la recarga es pequeña en comparación con otras variables, en
particular con la evapotranspiración. Algunos autores cuestionan la fiabilidad de esta técnica
en regiones áridas y semi-áridas. Sin embargo, si el balance hídrico se calcula a escala diaria,
la precipitación excede la evapotranspiración en un solo día, el método permite obtener
resultados válidos, incluso en regiones áridas (Scanlon et al., 2002).

Este tercer método se aplicó a una parcela experimental de grandes dimensiones (10000
2
m ) bajo cultivo hortícola con rotación (lechuga y melón) a lo largo de nueve años
hidrológicos (Octubre 1999-Septiembre 2008). El registro del nivel freático en la parcela se
obtuvo a partir de un piezómetro situado en el centro de la misma (Jiménez-Martínez et al.,
2010).

294
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Las oscilaciones del nivel freático a lo largo de los nueve años se simularon mediante el
código VisualBALAN (Samper et al., 2005), que permite realizar un balance hídrico a partir
de los procesos producidos en tres sub-modelos o zonas hidrológicas: a) suelo (hasta la
profundidad de raíces), b) zona no saturada, y c) zona saturada (acuífero).

La Figura 4 muestra los valores de nivel freático en la parcela, junto con los valores
simulados a partir del modelo, para los periodos seleccionados de calibración y validación.

Figura 4. Nivel freático medido (puntos) y simulado (calibración: línea roja; validación: línea azul) en la parcela
experimental de cultivos hortícolas anuales. La precipitación diaria es mostrada con barras (modificado de
Jiménez-Martínez et al., 2010).

Discusión

Las estimaciones de recarga obtenidas a partir de los tres métodos aplicados presentan
valores similares, siendo la recarga media obtenida para cultivos hortícolas (rotación de
lechuga y melón) de 496±53 mm para el año hidrológico Octubre de 2007-Septiembre de
2008. Se observa una ligera sobreestimación para el valor por flujo no saturado (Tabla 2).
Respecto al método del balance, la recarga media obtenida para el periodo estudiado (Octubre
de 1999-Septiembre de 2008) es de 397±70 mm. Los métodos de flujo no saturado y
transporte multifásico de tritio, aplicados a una escala temporal menor, resultaron fiables en
comparación con el método de balance, este último aplicado para un intervalo de tiempo
mucho mayor.

Recarga
Transporte
Cultivo I (mm) P (mm) I+P (mm) Flujo no saturado Balance
multifásico de tritio
(mm) (%) (mm) (%) (mm) (%)
Lechuga (Septiembre-Diciembre) 206 (206) 197 (189) 403 (395) 275 68.2 194 48.1 209 52.9
Lechuga (Enero-Abril) 123 (269) 61 (45) 184 (314) 48 26 57 30.9 49 15.6
Melón (Mayo-Agosto) (con cubierta de
617 (471) 80 (81) 697 (522) 238 34.1 225 32.3 194 35.1
plástico)
Recarga total año hidrológico 2007- 1284
946 (946) 338 (315) 561 43.7 476 37.1 452 36.7
2008 (1231)

Tabla 2. Valores simulados de recarga potencial a partir del total de agua aplicada para cada cultivo. P:
precipitación; I: riego; entre paréntesis se indican los valores utilizados para el método de balance; %: porcentaje
de recarga respecto de I+P.

295
Aplicación de métodos en la zona no saturada para cuantificar la recarga. Ejemplos bajo agricultura… · J. Jiménez-Martínez y L. Candela

A lo largo del periodo de estudio la evapotranspiración real fue siempre inferior a la


potencial, dado que la humedad en el suelo fue insuficiente para satisfacer la transpiración
potencial, a pesar de las altas dosis y frecuencia de riego.

Aunque las prácticas agrícolas por parte de los agricultores son las adecuadas dada la alta
eficiencia del riego, los valores de recarga obtenidos son elevados. La distribución de la lluvia
en pocos eventos de intensidad muy variables en el espacio y en el tiempo, común en regiones
semi-áridas, y por otro lado el constante elevado contenido de agua en el suelo, favorecen la
percolación profunda durante los intensos eventos lluviosos. Mejorar la gestión de riego a
partir del conocimiento del contenido de agua en el suelo y las condiciones meteorológicas es
un aspecto clave para reducir significativamente la recarga. Sin embargo, este aspecto no
parece una tarea fácil, considerado el régimen de precipitación existente en este tipo clima.

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Aplicación de métodos en la zona no saturada para cuantificar la recarga. Ejemplos bajo agricultura… · J. Jiménez-Martínez y L. Candela

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2.3.3. CARACTERIZACIÓN ISOTÓPICA DE LA RECARGA EN EL CURSO


INFERIOR DEL VALLE DEL RÍO HUASCO, REGIÓN DE ATACAMA, CHILE

Christian HERRERA*, Pía AVALOS*, Hugo FERNÁNDEZ*, Carlos ARAOS* y


Constanza ROJAS*

(*) Universidad Católica del Norte. Av. Angamos 0610. Antofagasta, Chile. cherrera@ucn.cl

RESUMEN

Este trabajo presenta los resultados de un estudio isotópico realizado en el curso inferior
del valle del río Huasco. El área de estudio se localiza en el desierto de Atacama y se
caracteriza por presentar una aridez significativa con una precipitación media anual que sólo
alcanza los 50 mm. Con el objetivo de estimar la recarga se ha establecido un balance de
cloruros entre el agua de lluvia y los principales puntos de muestreo (manantiales y pozos). El
estudio isotópico de las precipitaciones muestra una variación importante del δ18O. El estudio
de la composición isotópica de las aguas de manantiales con las distintas rectas altitudinales
indica que la recarga se correlaciona con los eventos de lluvia con una composición isotópica
δ18O más enriquecida. Se plantean algunas hipótesis que explicarían esta correlación. El
análisis de la composición isotópica de δ18O del agua de lluvia y la altitud, muestra que la
recarga se produce entre los 1400 y 2000 m.s.n.m.

Palabras clave: recarga, isótopos, río Huasco, Chile

INTRODUCCIÓN

La Cuenca Hidrográfica del río Huasco se localiza en la Tercera Región de Atacama, norte
de Chile, entre las coordenadas 6857634 y 6821059 N, y 27124 y 346040 E. El área de
estudio corresponde al tramo entre el Embalse Santa Juana y el puerto de Huasco (Figura 1).
El área de la cuenca es de 9850 km2, y el escurrimiento de las aguas es continuo hasta su
desembocadura en la ciudad de Huasco. En el poblado de Alto del Carmen, el valle se divide
en dos, el Valle del Tránsito por el norte, y el Valle del río del Carmen por el sur. Por estos
dos valles fluyen cursos importantes de agua, afluentes del río Huasco.

El clima es árido y se caracteriza por un aumento máximo de las precipitaciones junto con
una disminución de la temperatura en invierno. Existe déficit hídrico durante más de la mitad
del año.

299
Caracterización isotópica de la recarga en el curso inferior del valle del río Huasco, Región de Atacama, Chile · Ch. Herrera et al.

Figura 1. Situación del área de estudio (recuadro azul).

UNIDADES HIDROGEOLÓGICAS

Las unidades hidrogeológicas se definieron en base a criterios hidroquímicos e


hidrodinámicos y, en parte, a las características litológicas de los rellenos clásticos como
porosidad, grado de compactación, cementación y presencia de finos (Figura 2).

Unidad 1: Acuíferos de alta a media importancia hidrogeológica, compuesta por depósitos


fluviales, moderadamente consolidados y no cohesivos asociados al curso del río Huasco, por
lo que forman parte del lecho actual, terrazas adyacentes y bancos presentes en el curso desde
Huasco Bajo hasta Vallenar. La tranmisividad obtenida en esta unidad muestra una
variabilidad espacial importante, siendo de 0,5 a 1,3 m2/día en las cercanías de borde costero
hasta 44 m2/día en la cercanía de Vallenar.

Unidad 2: Acuíferos de media a baja importancia hidrogeológica, compuesta por depósitos


fluvio-aluviales (Gravas del Huasco) y aluviales. La mayoría de estos depósitos se localizan
en los faldeos de las vertientes del valle y corresponden a los depósitos acumulados de los
distintos abanicos aluviales. Los ensayos de bombeo realizados en esta unidad dan valores de
transmisividad que varían entre 0,8 y 3,9 m2/día.

Unidad 3: Acuíferos de baja a nula importancia hidrogeológica. Corresponde a las rocas


que conforman el basamento rocoso del valle. La mayoría de las rocas que componen esta
unidad corresponden a rocas volcánicas antiguas y rocas intrusivas. Corresponden a unidades
de baja permeabilidad y en la cual no se han reconocido acuíferos. Es posible que localmente
debido a la fracturación asociada a fallas, existan zonas con mayor permeabilidad.

300
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 2. Unidades hidrogeológicas presentes en el curso inferior del valle del río Huasco.

BALANCE DE CLORURO

Dentro de las técnicas ambientales utilizadas para la estimación de la recarga, aquellas


basadas en el transporte de sustancias disueltas conservativas desde la superficie del terreno al
nivel freático son los más aplicadas. El ión que mejor cumple estas condiciones es el ión
cloruro (Custodio y Llamas, 1983). El método se basa en la comparación del aporte de cloruro
en la lluvia con respecto al contenido de cloruro que transporta la recarga al nivel freático.
Para la realización del balance de cloruros se requiere conocer la aportación media de cloruro
del agua de lluvia, la recarga y la escorrentía. Debido a la falta de datos, y para tener una idea
de la recarga, se ha realizado un primer balance sin considerar la existencia de escorrentía
superficial.

Para realizar el balance de cloruros en la zona, se instalaron seis colectores de agua de


lluvia, los cuales fueron debidamente preparados e instalados en lugares estratégicos y de fácil
acceso, para evaluar las variaciones de la concentración del ión cloruro a distintas distancias
del mar y a distintas altitudes. Los resultados muestran una importante variación de los
contenidos de cloruro de las precipitaciones, los cuales varían entre los 0,5 y 118 mg/L,
estando la mayoría de los valores comprendidos entre 0,54 y 5,1 mg/L. Se escapa de esta
tendencia una muestra obtenida en la estación de Huasco Bajo, la cual por su proximidad al
mar es la que presenta una mayor concentración iónica (118 mg/L). Se han calculado dos
valores medios de la concentración de cloruros. Un valor incluye todas muestras obtenidas y

301
Caracterización isotópica de la recarga en el curso inferior del valle del río Huasco, Región de Atacama, Chile · Ch. Herrera et al.

otro descarta los valores extremos. El valor medio de las concentraciones de cloruros de la
lluvia es de 15,5 mg/L. Descartando los valores extremos el contenido medio de cloruro baja
a 4,2 mg/L. Ambas concentraciones medias de cloruro han sido utilizadas para calcular la
recarga por precipitaciones y así obtener un rango de variación de la recarga usando esta
metodología.

En general, las concentraciones de cloruro más elevadas de las precipitaciones


corresponden a la primera muestra de agua de lluvia que ocurre después de un largo período
sin precipitaciones. La razón de este fenómeno es que el colector de agua de lluvia se ha
juntado una cantidad importante de deposición seca, la cual es disuelta cuando ocurren las
precipitaciones. Así, el agua que se infiltra hacia el acuífero tiene una mayor salinidad.

La tendencia general es que los contenidos de cloruro de las precipitaciones son mayores a
medida que las muestras están más próximas al litoral. La precipitación en el área de recarga
de cada manantial se ha estimado a partir de un mapa de isoyetas elaborado por la Dirección
General de Aguas (DGA, 1987). La Tabla 1 presenta los valores de cada uno de los
parámetros utilizados en el balance de cloruros y el valor estimado de la recarga.

En el curso inferior del valle de Huasco se han utilizado las muestras obtenidas en los
sondeos de Maitencillo. Estas muestras representan el agua de la recarga que se infiltra en los
abanicos aluviales de los márgenes del valle del río Huasco. En el curso medio-superior del
valle de Huasco se ha utilizado la concentración de cloruro del agua de algunos manantiales
como representativa del agua de recarga.

Precipitación
media anual
Punto Cp Cr R (mm)
en Vallenar
(mm)
Pozo Maitencillo 31 4,2 218 0,6
Pozo Maitencillo 31 15,5 218 2,2
Pozo Faenadora 31 4,2 23,4 5,5
Pozo Faenadora 31 15,5 23,4 20
Manantial Tongoy 31 4,2 775 0,2
Manantial Tongoy 31 15,5 775 0,6
Manantial Ojos de Agua 31 4,2 258 0,5
Manantial Ojos de Agua 31 15,5 258 1,86
Manantial Huasco Bajo 31 4,2 280 0,5
Manantial Sur Maintencillo 31 4,2 398 0,3

Tabla 1. Parámetros utilizados en el balance de cloruros y valores de recarga obtenidos. Cp = contenido de


cloruro de la precipitación; Cr = contenido de cloruro del agua de la recarga (mg/L); R= recarga (mm).

ISOTOPÍA DE LAS AGUAS

Los datos utilizados para la caracterización isotópica de la precipitación fueron obtenidos


íntegramente en esta investigación. En la Tabla 2 se presentan los datos de δ18O y δD de 22
muestras de agua de lluvia, las cuales se tomaron en las localidades de Corral, San Félix, Alto
del Carmen, Junta de Valeriano, Orito, Vallenar y Huasco Bajo. En la tabla podemos ver que
los datos isotópicos muestran un amplio rango de valores que van desde -15,69 ‰ a 1,41 ‰
para el δ18O y entre -114,1 ‰ y 1,4 ‰ para el δ2H.

302
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Fecha de δ2H δ18O


Lluvia Altitud (m)
muestreo (‰ SMOW) (‰ SMOW)
22-07-2007 -47.9 -6.89
30-06-2008 -98.8 -13.35
Corral 1673
25-08-2008 -91.2 -12.77
10-09-2008 -21 -4.03
22-07-2007 -21.7 -1.84
30-06-2008 -78 -10.32
San Félix 1126
27-08-2008 -80.9 -11.84
10-09-2008 -1.9 1.41
30-06-2008 -69 -8.64
Alto del
845 27-08-2008 -66.4 -9.90
Carmen
10-06-2008 1.4 1.15
07-01-2008 -99.7 -13.73
Junta de
1882 23-08-2008 -114.1 -15.69
Valeriano
10-06-2008 -27.5 -5.73
07-02-2008 -42.9 -6.57
Orito 1025 22-08-2008 -57.9 -9.26
10-05-2008 -15.1 -3.93
07-02-2008 -29.9 -3.74
Vallenar 452 26-08-2008 -45.6 -7.04
10-03-2008 -7.6 -2.75
07-02-2008 -18.2 -2.89
Huasco Bajo 27
22-08-2008 -34.8 -6.25

Tabla 2.- Datos isotópicos de las precipitaciones de la cuenca de Huasco.

La Figura 3 presenta la relación de δ18O vs. δ2H, donde se observa que los datos caen
relativamente cerca de la línea meteórica mundial, salvo dos valores que son isotópicamente
más pesados y mostrarían indicios de evaporación. Se observan tres agrupaciones principales
de datos de la lluvia. El primer grupo corresponde a las muestras tomadas en junio y agosto de
2008, las cuales muestran valores isotópicos más ligeros. El segundo grupo corresponde a las
muestras tomadas en julio de 2007, las cuales muestran un leve enriquecimiento isotópico
respecto al primer grupo. Por último se observa un tercer grupo de muestras con aguas
isotópicamente más enriquecidas y que tienen un aparente fraccionamiento isotópico por
evaporación.

Descartando las muestras que presentan claro enriquecimiento por evaporación se deduce
la línea meteórica local mediante interpolación lineal por mínimos cuadrados como: δ2H =
8δ18O + 10,2 (n = 19; r2 = 0,99). Esta línea meteórica local para el Valle del río Huasco se
aproxima mucho a la línea meteórica mundial definida por Craig (1961).

Al comparar la composición isotópica de δ18O y δ2H del agua de lluvia con la composición
isotópica del agua de los manantiales muestreados en el curso inferior del valle del río

303
Caracterización isotópica de la recarga en el curso inferior del valle del río Huasco, Región de Atacama, Chile · Ch. Herrera et al.

Huasco, se observa que la composición isotópica de las aguas de los manantiales se ajusta
bien con la composición isotópica de las muestras de lluvia isotópicamente más enriquecidas.
Sólo un manantial situado más al Este presenta una composición más ligera y cabe la
posibilidad que sea alimentado por aguas recargadas en el curso superior del valle.

El escaso número de datos isotópicos de precipitación existentes en la zona de estudio y la


gran variabilidad temporal de la composición isotópica no han permitido establecer una
tendencia clara de la composición isotópica de la precipitación respecto a la altitud. Sin
embargo, a partir de dos eventos de precipitación de los que se cuenta con numerosos datos
isotópicos, se han podido establecer algunas características de interés.

Figura 3. Relación δ18O/δ2H (‰) SMOW correspondientes a todos los análisis de agua de lluvia, nieve y
manantiales de la cuenca del río Huasco. LMM = Línea Meteórica Mundial.

La Figura 4 presenta la relación entre la composición isotópica (δ18O) y la altitud (m) de


las muestras de precipitación, a partir de la cual se pone de manifiesto que las mayores
precipitaciones ocurridas en los meses de junio, julio y agosto de 2008 son las que presentan
una composición isotópica más ligera. La menor cantidad de precipitaciones ocurridas en el
invierno de 2007 son las que presentan una composición isotópica más enriquecida.

Los gradientes altitudinales obtenidos para δ18O oscilan entre -0,45 y -0,53 ‰/100 m y
son muy altos respecto de los gradientes isotópicos esperados para la zona centro-norte de
Chile. Estos gradientes isotópicos resultan más coherentes con otros gradientes altitudinales
reconocidos en el norte grande de Chile (Herrera et al., 2006). Estos gradientes de
composición isotópica obtenidos en el área de estudio son altos si se comparan con los

304
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

existentes en otras regiones del mundo y que, en general, oscilan en torno a 0,25‰ / 100 m
(Plata, 1994). Aravena et al. (1999) también han descrito elevados gradientes isotópicos
respecto de la altitud para las precipitaciones de verano reconocidas en la Pampa del
Tamarugal (norte Grande) y en el que el gradiente altitudinal de δ18O alcanza hasta -1‰ / 100
m. En el caso de las precipitaciones muestreadas en el área de estudio, no resulta claro un
efecto de variación de la composición isotópica de δ18O asociado a la estacionalidad de las
precipitaciones.

Figura 4. Relación δ18O (‰) SMOW vs. altitud correspondiente a los distintos eventos de precipitaciones
registrados en la cuenca del río Huasco y comparación con muestras de manantiales.

Es difícil considerar gradientes isotópicos tan elevados de δ18O a partir de sólo el


fraccionamiento isotópico de masas de humedad procedentes del Océano Pacífico. Por lo
tanto, se espera que este gradiente isotópico tan elevado corresponda a precipitaciones que
incorporan humedad procedente de la Amazonía, la cual presenta composiciones isotópicas
más ligeras como las reconocidas en las precipitaciones más orientales.

Las muestras de precipitación tomadas a mayor altitud (Junta de Valeriano) presentan


marcadas diferencias en la composición isotópica para cada uno de los eventos de
precipitación. Así el rango en la composición isotópica de δ18O en este punto varía entre -

305
Caracterización isotópica de la recarga en el curso inferior del valle del río Huasco, Región de Atacama, Chile · Ch. Herrera et al.

5,73 y -15,69‰. Es probable que estas marcadas diferencias isotópicas de 18O correspondan a
distintos orígenes de las masas de humedad que las originan y, así, las precipitaciones
isotópicamente más ligeras incorporen humedad proveniente de la Amazonía y las
precipitaciones más enriquecidas incorporen más humedad proveniente del Océano Pacífico.

A partir de las rectas altitudinales obtenidas del estudio de la relación isotópica (δ18O) y la
altitud (m) se puede estimar la altitud de la recarga de las aguas subterráneas entre los 1500 y
2000 m s.n.m.

CONCLUSIONES

La recarga estimada a partir de un balance de cloruros en el curso inferior del valle de


Huasco varía entre 0,2 y 5,5 mm y representa entre el 1 y 18% de las precipitaciones que se
registran en el área de estudio. No obstante, las estimaciones de la recarga a través de
balances hidrometeorológicos dan valores entre 0,2 y 0,6 mm.

La isotopía de δ18O y δ2H de las precipitaciones muestran una variación muy importante de
valores que puede ser atribuida a la procedencia de las masas de humedad que originan las
lluvias. Así, las precipitaciones con una composición isotópica de δ18O y δ2H más ligera
incorporarían humedad procedente de la Amazonía, mientras que las precipitaciones más
enriquecidas serían originadas por masas de humedad procedentes del Océano Pacífico.La
composición isotópica de δ18O y δ2H de las aguas de los manantiales reconocidos en el curso
inferior del valle de Huasco se ajusta bien con la composición isotópica de las aguas de lluvia
originadas por frentes originados en el Océano Pacífico.

REFERENCIAS

Aravena, R.; Susuki, O.; Peña, H.; Pollastri, A.; Fuenzalida, H. and Grilli, A. (1999). Isotopic composition and
origin of the precipitation in Northern Chile. Applied Geochemistry, 14(4): 411-422.

Craig, H. (1961). Isotopic variations in the meteorics waters. Science, 133: 1702-1703.

Custodio, E.; Llamas, M.R. (1983). Hidrología Subterránea. Editorial Omega, Vol. No. 2, 2350 pp. Barcelona

DGA (1987). Balance Hídrico de Chile. Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de Aguas.

Herrera, C.; Pueyo, J.J.; Saez, A. y Valero, B. (2006). Relación de aguas superficiales y subterráneas en el área
del lago Chungará y lagunas de Cotacotani, norte de Chile: un estudio isotópico. Revista Geológica de
Chile, Santiago, 33(2): 299-325.

Plata, A. 1994. Composición isotópica de las aguas subterráneas de la Península Ibérica. Centro de Estudios y
Experimentación de Obras Públicas, 139 pp. Madrid.

306
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.3.4. EVALUACIÓN DE LA RECARGA DIFUSA Y CONCENTRADA EN MACIZOS


CARBONATADOS MEDIANTE TÉCNICAS FÍSICAS Y DE TRAZADORES:
RESULTADOS OBTENIDOS EN SIERRA DE GÁDOR (SURESTE DE ESPAÑA)

Francisco J. ALCALÁ*, Albert SOLÉ-BENET**, Yolanda CANTÓN***, Luis


RIBEIRO*, Sergio CONTRERAS****, Ana WERE*****, Penélope SERRANO-
ORTIZ**, Juan PUIGDEFÉBREGAS** y Francisco DOMINGO**

(*) Geo-Systems Centre/CVRM. Instituto Superior Técnico. 1049-001 Lisboa, Portugal.


francisco.alcala@ist.utl.pt
(**) Estación Experimental de Zonas Áridas, CSIC. 04120 Almería
(***) Departamento de Edafología y Química Agrícola. Universidad de Almería.
04120 Almería
(****) Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, CSIC. 30100 Murcia
(*****) Department of Hydrology and Geo-environmental Sciences. Vrije Universiteit
Amsterdam. 1081 HV Amsterdam, The Netherlands

RESUMEN

Algunos manantiales locales que drenan la recarga potencial en tránsito (RT) en Sierra de
Gádor (SE de España), han permitido evaluar la aplicabilidad del balance de masa del ión
cloruro atmosférico (CMB) para estimar RT en macizos carbonatados heterogéneos. La
influencia del clima sobre RT se ha evaluado en el año hidrológico 2003-04 (con precipitación
(P) cercana a la media) y en el año seco 2004-05. RT a escala de pequeña cuenca se comparó
con RT obtenida mediante balance hídrico en el suelo (SWB) a escala puntual, tras medir la
evapotranspiración real (E) mediante la técnica de Eddy Covariance. En 2003-04, RT varió
entre 0,35 y 0,40 de P anual, y en 2004-05 varió desde <0,05 de P en la medianía hasta 0,20 a
cota alta. La diferencia entre métodos fue ~5% en ambos años. A partir del contenido de
humedad en el suelo se determinó la fracción de recarga difusa (RD) y, por diferencia con RT,
la recarga concentrada (RC) a escala puntual en ambos años. RD anual fue 0,16 de P en 2003-
04 y ~0,01 de P en 2004-05. El método de CMB aplicado a escala de pequeña cuenca permite
validar RT a escala puntual a la vez que aporta estimaciones en lugares sin posibilidad de
calcular RT con métodos de SWB, incluso durante episodios de marcada aridez climática.

Palabras clave: recarga, difusa, concentrada, macizo carbonatado, semiárido, SE España

INTRODUCCIÓN

En la mayoría de regiones montañosas carbonatadas semiáridas existen condiciones para la

307
Evaluación de la recarga difusa y concentrada en macizos carbonatados mediante técnicas físicas y de trazadores… · F.J. Alcalá et al.

generación de recarga difusa (RD) y concentrada (RC) que contribuyen de forma variable a la
recarga potencial total (RT) (Wood et al., 1997; Simmers et al., 1997). Aunque su división no
es clara, y admitiendo una fracción relevante de RC en RT, se puede decir que RC está menos
afectada por la evapotranspiración (E) que RD y puede incluir parte de la escorrentía infiltrada
en lugares preferenciales (Custodio et al. 1997). En estas zonas, la variación estacional y
altitudinal del clima se combina con ciclos climáticos globales para aumentar RT desde <0,1
de P anual a baja altitud hasta >0,5 de P a mayor altitud, con una proporción variable de RD y
RC (Gee & Hillel, 1988). Las técnicas hidrodinámicas y de balance de agua en el suelo (SWB)
son las más utilizadas para estimar RT desde climas áridos a húmedos y a diferentes escalas
espacio-temporales. Su complejidad y precisión dependen del número de variables que
puedan instrumentalizarse (Simmers et al., 1997; Scanlon et al., 2006). RT suele presentar una
magnitud residual frente a P y E, y por tanto su resultado puede ser incierto y sesgado cuando
se utilizan métodos semi-empíricos para estimar E, especialmente en regiones con clima árido
(España et al., 2011). En este sentido, es recomendable utilizar métodos alternativos para
comparar las estimaciones (De Vries & Simmers, 2002; Scanlon et al., 2006).

En macizos carbonatados montañosos, la descarga de una fracción de la recarga en tránsito


a través de manantiales locales - a veces efímeros – que drenan pequeños acuíferos colgados
permite estudiar RT mediante el balance de masa del ión cloruro atmosférico (CMB). Esta
técnica ha sido muy utilizada para estimar RT en regiones llanas semiáridas continentales
(Scanlon et al., 2006). Su uso en zonas costeras montañosas debe considerar el alto gradiente
espacial de la deposición atmosférica de cloruro (Alcalá & Custodio, 2008a) y la posibilidad
de que el agua subterránea muestreada integre la recarga producida en diferentes partes del
territorio y altitudes, aumentando la incertidumbre de estimación de RT (Custodio, 2010).

Por otra parte, RT y RD se pueden cuantificar con precisión a escala puntual en lugares
experimentales mediante métodos basados en el balance de agua en el suelo (Simmers et al.,
1997; Eliers et al., 2007), como procedimiento alternativo a la separación de hidrogramas. La
estimación precisa de RT en unos pocos lugares limita la posibilidad de validar resultados
regionales de E obtenidos mediante teledetección o interpolación de la variable. El método de
CMB puede complementar el número de estimaciones necesarias para regionalizar RT.

Este trabajo muestra (1) la aplicabilidad del método de CMB para estimar RT a escala de
pequeña cuenca en acuíferos carbonatados montañosos en clima semiárido, y (2) el reparto
esperable de RT entre RD y RC a esa escala espacial. Para ello, (1) se evalúa la influencia
climática en la estimación de RT en dos años hidrológicos contrastados, el año medio 2003-04
y el inusualmente seco 2004-05, y (2) se comprueba que es mínima la diferencia entre RT
obtenida mediante los métodos de CMB y SWB para el mismo período y rango de elevación,
para proponer como orientativo el reparto de RT entre RD y RC calculado a escala puntual.

ÁREA DE ESTUDIO

Sierra de Gádor (altitud máxima de 2246 m s.n.m.) es un macizo carbonatado de 670 km2
situado al SW de la provincia de Almería (SE de España). Es la principal zona de recarga de
los acuíferos profundos del Campo de Dalías, una llanura semiárida costera de 360 km2 donde
se capta agua subterránea para el riego de 260 km2 de invernaderos y el abastecimiento de
250.000 habitantes (Figura 1). Sierra de Gádor consiste en una serie potente de calizas y
dolomías triásicas sobre un basamento metapelítico pérmico-triásico de menor permeabilidad

308
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

perteneciente a las Unidades de Gádor y Felix (Complejo Alpujárride, Zona Interna Bética).
El acuífero carbonatado triásico continúa bajo el Campo de Dalías, donde queda confinado
por calcarenitas y margas mio-pliocenas y coluviales cuaternarios (Domínguez, 2000).

Figura 1. Localización y esquema geológico de Sierra de Gádor, modificado de Alcalá et al. (2011); a la derecha
se muestra un esquema de detalle de dos manantiales locales estudiados (EN Enix, FA Fuente Alta). (1)
Esquistos paleozóicos (N); (2) Esquistos paleozóicos (A); (3) Mármoles triásicos (N); (4) Filitas pérmicas-
triásicas (A); (5) Calizas y dolomías triásicas (A); (6) Calizas triásicas (A); (7) Sedimentos neógenos; (8)
Sedimentos cuaternarios. Complejos tectónicos Nevado-Filábride (N) y Alpujárride (A) de la Zona Interna
Bética.

El clima semiárido regional modula una alta variabilidad intra e interanual de la


precipitación, cifrada en torno al 38% de la precipitación anual en la estación meteorológica
La Zarba (36º55'00''N, 2º38'21''W, 1219 m s.n.m.; Figura 1), con un registro de 30 años. Los
valores promedio oscilan desde 215 mm año-1 en el Campo de Dalías hasta 650 mm año-1 en
la cumbre de Sierra de Gádor, con volúmenes máximos mensuales en otoño y mínimos en
verano. La temperatura media anual es de 18 ºC en la plana costera y de 9 ºC en la cumbre, lo
que induce una tasa de evapotranspiración de ~0,5 de P anual en la cumbre y de ~0,85 de P
anual en las zonas bajas (Contreras et al., 2008).

A partir del análisis de isótopos estables en la precipitación y el agua subterránea, se ha


deducido un rango principal de recarga entre 1000 m s.n.m. y la cumbre (Vallejos et al., 1997;
Alcalá et al., 2007). Dentro de este rango de altitud, se han seleccionado los manantiales
locales de Fuente Alta (36º52'02' N, 2º48'36'' W, 1735 m s.n.m.) y Enix (36º52'58'' N,
2º36'11'' W, 825 m s.n.m.) para evaluar RT mediante el método de CMB en los años
hidrológicos 2003-04 y 2004-05. Estos manantiales drenan pequeños acuíferos colgados que
interceptan parte de la recarga total potencial (RT) en tránsito que debería llegar al nivel
freático regional en el futuro.

En el Llano de los Juanes (36º55'56'' N, 2º44'55' W, 1600 m s.n.m.), un sitio cercano de

309
Evaluación de la recarga difusa y concentrada en macizos carbonatados mediante técnicas físicas y de trazadores… · F.J. Alcalá et al.

investigación dentro de este rango de altitud (Figura 1), se han cuantificado RT diaria
mediante métodos de SWB y RD diaria a partir del contenido de agua en el suelo para evaluar
la fracción de RD y RC en RT. Se ha comprobado que la estructura geológica, la litología, el
tipo y propiedades del suelo y la cubierta vegetal de las cuencas de los manantiales de Fuente
Alta y Enix y del Llano de los Juanes es similar, lo que permite comparar tasas y mecanismos
de recarga entre ambas escalas de observación.

MÉTODOS

Estimación de la recarga total, difusa y concentrada a escala puntual

El Llano de los Juanes es un área endorreica. En régimen estacionario de humedad en el


suelo, para un período suficientemente largo como un año hidrológico (octubre a septiembre),
el balance hídrico en el suelo se puede expresar como:

P = E + RD + RC (1)

donde P = precipitación, E = evapotranspiración real; RD = recarga difusa producida en un


medio poroso; RC = una combinación de mecanismos de recarga desde quasi-difusa afectada
de forma variable por E hasta concentrada en macro-poros, fracturas, etc. Los términos se
expresan en mm y se refieren a un período diario de balance. La suma de RD y RC representa
la recarga total potencial (RT). Los detalles sobre la medida de E mediante la técnica de Eddy
Covariance pueden consultarse en Serrano-Ortiz et al. (2009).

El cálculo de RT considera que el suelo deja de drenar cuando su contenido de humedad (θ)
recupera la capacidad de campo (θFC) tras un evento de P. Para cuantificar RT diaria, se midió
P, E y θ diarias y se simuló la condición de humedad del suelo durante todo el año (Rushton
et al., 2006). El contenido de agua del suelo se calcula en cada paso de tiempo a partir del
valor previo, como:

RT = θ D (para θD < 0) y RT = 0 (para θD ≥ 0) (2)

θ D = θ PD − P + E (3)

donde θD = déficit diario de humedad necesario para que el suelo alcance la θFC (θ a -33 kPa);
θPD = θD el día anterior. El primer valor de θPD = 131 mm se obtuvo calibrando las
estimaciones hasta que la suma de RT diaria coincidió con el valor anual de RT.

RD fue calculada a escala de evento de P a partir de datos de θ medidos cada 30 minutos a


6 y 25 cm de profundidad, asumiendo que un evento i de RD comienza cuando θ alcanza θFC y
termina cuando θ vuelve a decrecer bajo θFC (Eliers et al., 2007). θ(t) = contenido de humedad
promedio del suelo en el tiempo t en cada profundidad del suelo. Si θ(t) > θFC entonces:

R Di = ∫ (θ (t ) − θ FC )dt
t
(4)
0

donde θ(t) es parte de θFC al final de cada evento RDi. La suma de los RDi eventos proporciona

310
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

la tasa anual de RD. Los detalles sobre la medida de θ y la simulación de RT y RD aparecen en


Cantón et al. (2010). RC diaria fue calculada como diferencia de RT y RD diarias.

Estimación de la recarga total a escala de pequeña cuenca

El reducido rango de elevación de las cuencas de los manantiales de Fuente Alta y Enix
propicia similares condiciones de contorno que en el Llano de los Juanes. La diferente escala
espacial afecta a los resultados si existe diferente litología, vegetación, estado del suelo, etc.
Este no es el caso, y por tanto es esperable similar magnitud de RD y RC en RT a largo plazo.

En régimen estacionario de humedad en el suelo y de aporte de sales atmosféricas, el


balance de masa de cloruro atmosférico (CMB) durante un año hidrológico se puede expresar
transformando la ecuación [1] como:

P·C P = RD ·C RD + RC ·C RC ± F (5)

donde C = concentración media de cloruro de cada término del balance durante el intervalo de
muestreo (CP para P), o la concentración media de un número de muestras en el intervalo
(CRD y CRC para RD y RC). F = otras fuentes de cloruro como contribuciones litológicas, o
minerales precipitados en el suelo durante largos periodos de sequía anteriores. A largo plazo,
la descarga de los manantiales locales se supone igual a la media ponderada de RT en la
cuenca, con fracciones desconocidas de RD y RC, que se suponen bien mezcladas en la zona
no saturada antes de la descarga. Se supone que: (1) es corto el tiempo de tránsito medio de
RT por la zona no saturada; (2) los procesos de difusión, dispersión, etc. no modifican las
condiciones de muestreo; (3) el aporte de cloruro de la humedad del suelo se adiciona a RT; y
(4) F es insignificante. Así RT se estima mediante la transformación de la ecuación [5] en:

P·C P = RT ·C RT (6)

donde AP = P·CP es la deposición total de cloruro en el período de estudio (g m-2) medida en


colectores abiertos que recogen el aporte de cloruro por la precipitación y por la deposición
seca la misma muestra, o la tasa anual cuando se suman períodos sucesivos hasta completar
un año (g m-2 año-1) (Alcalá & Custodio, 2008a). La frecuencia de muestreo del agua
subterránea se determinó a partir de su tiempo medio de renovación. A partir de la geometría,
espesor saturado y parámetros hidráulicos del acuífero, y asumiendo un flujo de tipo pistón
(plug), Alcalá et al. (2011) determinaron una frecuencia de entre 1 y 3 meses para el muestreo
de ambos manantiales.

El muestreo de la deposición total atmosférica en los colectores de Atalaya (36º52'36'' N,


2º45'28'' W, 1702 m a.s.l.) y Cajilón (36º50'28'' N, 2º47'27'' W, 438 m a.s.l.) entre octubre de
2003 y octubre de 2005 se realizó trimestralmente para asegurar que se cubre todo el periodo
potencial de renovación del agua subterránea (Figura 1). Los detalles sobre el muestreo, el
análisis de cloruro en muestras de deposición atmosférica y manantiales y la precisión
alcanzada aparecen en Alcalá & Custodio (2008b).

311
Evaluación de la recarga difusa y concentrada en macizos carbonatados mediante técnicas físicas y de trazadores… · F.J. Alcalá et al.

RESULTADOS

RT y RD a escala puntual en el área experimental del Llano de los Juanes

La suma de los balances de agua diarios para los años 2003-04 y 2004-05 ha permitido
obtener los valores mensuales y anuales de RT (Figura 2a). Casi el 70% de RT anual en 2004
se produjo entre febrero y mayo; en 2005 toda la RT se produjo en marzo. RT fue 189,1 mm en
2003-04 (0,37 de P) y 7,8 mm en 2004-05 (0,04 de P).

RD anual fue ~ 81,3 mm (0,16 de P) en 2003-04 y de ~2,3 mm (0,01 de P) en 2004-05


(Figura 2a). Los resultados muestran que en estos suelos delgados, el efecto hidráulico de RD
se demora varios días, mientras que RC es coetánea a los eventos de P.

RT a escala de pequeña cuenca en manantiales locales

En los colectores de Atalaya y Cajilón, los valores acumulados de P (mm) y su contenido


en CP (mg L-1) permitieron obtener valores trimestrales de deposición total atmosférica de
cloruro. Su suma durante un año proporciona la tasa anual (AP). En 2003-04, AP fue 0,73 y
0,89 g m-2 año-1 en Atalaya y Cajilón, mientras que en el año 2004-05 AP fue 0,45 y 0,47 g m-
2
año-1 (Figura 3).

312
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 2. P (precipitación), E (evapotranspiración real), y recarga total (RT), difusa (RD), y concentrada (RC) para
los años hidrológicos 2003-04 y 2004-05. (a) valor diario acumulado de P, E, RT, RD y RC en el Llano de los
Juanes. (b) P trimestral acumulada en los colectores de Atalaya y Cajilón y RT trimestral calculada a partir de los
valores de deposición total de Cl (corregidos respecto de la altitud) en los citados colectores y los valores de CRT
registrados en los manantiales de Fuente Alta y Enix.

A partir de las series temporales disponibles de 3-4 años de AP, Alcalá et al. (2007) y
Alcalá & Custodio (2008a) calculan un gradiente exponencial de disminución espacial de AP
hacia el interior de 0,5 g m-2 año-1 km-1 en la costa hasta 0,05 g m-2 año-1 km-1 en el interior. A
partir de 10-15 km de la costa, el gradiente espacial de AP pasa a ser lineal. Esto permite
expresar la variación espacial de AP en términos de variación altitudinal para determinar el
valor medio ponderado de AP en la cuenca vertiente de los manantiales de Fuente Alta y Enix
a partir de los valores de AP medidos en los colectores de Atalaya y Cajilón. La variación
estacional de RT en los manantiales de Fuente Alta y Enix se obtiene a partir de los valores
corregidos de AP y del valor de CRT promedio de varias medidas realizadas durante ese
periodo (Figura 3). RT anual fue 209 y 132 mm en el año 2003-04, y 44 y 9 mm en el año
2004-05 en los manantiales de Fuente Alta y Enix.

313
Evaluación de la recarga difusa y concentrada en macizos carbonatados mediante técnicas físicas y de trazadores… · F.J. Alcalá et al.

Figura 3. Proyección de los manantiales de Fuente Alta y Enix, los colectores de Atalaya y Cajilón, y la estación
del Llano de los Juanes sobre una sección topográfica desde la cumbre de Sierra de Gádor hasta la costa. Sobre
el modelo hidrogeológico regional simplificado, las líneas discontinuas representan las líneas de flujo regional de
RT a través de la zona no saturada y las líneas de flujo local de RT integradas en el punto de descarga de los
citados manantiales. Se incluye la variación lineal con la altitud de las tasas anuales de P, AP, CRT y RT para los
años 2003-04 y 2004-05.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

En macizos carbonatados con relieve abrupto y geología compleja en climas áridos, es


previsible que la magnitud de RT tienda a ser algo superior que la estimada para la recarga
neta que alcanza el nivel freático regional. La diferencia puede alcanzar hasta el 30% (Andreu
et al., 2011) cuando el nivel freático regional es profundo, la zona no saturada incluye niveles
de menor permeabilidad que favorecen la transferencia lateral entre acuíferos de parte de RT,
o existe una orografía abrupta que induce una descarga – a veces en forma difusa - de una
parte de RT ya cuantificada a distinta altitud. Esta situación requiere combinar métodos
físicos, hidrodinámicos, de balance hídrico, de trazadores y de modelación numérica en la
zona superficial, no saturada y saturada para calcular con precisión RT y la recarga neta.

RT anual a escala de pequeña cuenca estimada mediante el método de CMB y a escala


puntual mediante el método de SWB (midiendo E con la técnica de Eddy Covariance)
representan entre 0,35 y 0,40 de P anual para el año hidrológico medio 2003-04. La diferencia
entre métodos es ~5%. En el año seco 2004-05, RT aumenta desde <0,05 de P a cota media
(800-1200 m s.n.m.) hasta 0,20 de P a mayor altura (>1700 m s.n.m.), con similar diferencia
entre métodos. La evolución temporal de RT con ambas técnicas es similar, y ambas se
consideran precisas para estimar tasas bajas de RT (incluso <0,05 de P anual ~200 mm). Las
técnicas de trazado permiten validar la estimación de RT basada en técnicas físicas y obtener
nuevas estimaciones en lugares no instrumentalizados cuando existen manantiales locales
donde aplicar con precisión el método de CMB. Esto, que es bien conocido en zonas
semiáridas permeables llanas y homogéneas - donde es intuitivo poder despreciar la
escorrentía en el balance hídrico (Simmers et al., 1997; Wood et al., 1997) –, constituye un
paso para mejorar la estimación de RT en zonas semiáridas montañosas heterogéneas cuando

314
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

la estimación se puede realizar en pequeños manantiales locales. La aplicación requiere


asegurar que toda la recarga producida en al cuenca vertiente equivale a la descarga medida
en el manantial. Sin embargo, pueden existir limitaciones en años húmedos cuando la
escorrentía suele suponer más de 0.1 de P anual en macizos carbonatados (Frot et al., 2008) y
el flujo de cloruro por la escorrentía puede alcanzar casi una tercera parte de AP (Alcalá &
Custodio, 2008c).

La similitud de RT a escala puntual y de pequeña cuenca apunta hacia una similitud de la


magnitud de RD y RC a escala de pequeña cuenca, donde no es posible obtener estimaciones
directas. Determinar como varía RD y RC a lo largo del tiempo en pequeños acuíferos
colgados con baja interacción agua-roca – cuya descarga representa una fracción de la recarga
en tránsito - puede informar sobre la variabilidad esperable del fondo químico del agua
subterránea y de la ciclicidad de llenado-vaciado en macizos carbonatados. La relación RC/RD
aumenta conforme aumenta la aridez climática. La variación de la salinidad asociada, trazada
mediante el contenido de CRT medido en los manantiales, está controlada por una contribución
variable de RC (recarga cuyo CRC está menos afectado por evapoconcentración salina) y RD
(recarga cuyo CRD está más afectado por evapoconcentración salina) inducidas por el clima.
La relación promedio anual de CRT entre 2003-04 y 2004-05 en los manantiales de Fuente
Alta y Enix fue de 0,27 y 0,16. Esta relación (1) aumenta a medida que disminuye la aridez
climática con la altitud; (2), proporciona el factor de salinidad adquirida por RT en esos
lugares (o elevaciones) (~3,5 en Fuente Alta y ~6 en Enix) entre un año medio y un año seco
posterior; (3) se puede utilizar para modelar la salinidad de la recarga neta que alcanzará el
nivel freático regional después de producirse un conjunto de eventos de RT bajo diferentes
condiciones climáticas a diferente altitud. Estas aplicaciones requieren medidas precisas y
bien distribuidas espacialmente de la deposición total atmosférica a lo largo de la ladera.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen el ofrecimiento de los editores para participar en esta publicación
homenaje al Profesor Emilio Custodio. Esta investigación está financiada por los proyectos de
la FCT PTDC/CLI/72585/2006, de la CICYT CGL2006-11619/HID, y de la Junta de
Andalucía P06-RNM-01732, RNM-332 y RNM-3721. El primer autor agradece al Ministerio
de Ciencia, Tecnología e Investigación de Portugal la concesión del contrato C2008-
IST/CVRM.1 del Programa “Ciência 2008”.

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317
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.3.5. ESTIMACIÓN DE LA EVAPORACIÓN REAL PARA MODELOS DE


RECARGA USANDO LA INFORMACIÓN DE ESTACIONES METEOROLÓGICAS
AUTOMÁTICAS

Juan Vicente GIRÁLDEZ*, Javier ESTÉVEZ*, Karl VANDERLINDEN** y Rafaela


ORDÓÑEZ***

(*) Universidad de Córdoba e IAS-CSIC. Ctra. de Madrid km 396. 14071 Córdoba.


ag1gicej@uco.es ; jestevez@uco.es
(**) IFAPA Centro Las Torres-Tomejil. Ctra. de Sevilla-Cazalla km 12.2. 41200 Alcalá del
Río, Sevilla. karl.vanderlinden@juntadeandalucia.es
(***) IFAPA Centro Alameda del Obispo. Avda. Menéndez Pidal s/n. 14004 Córdoba.
rafaelam.ordonez@juntadeandalucia.es

RESUMEN

Se explora el uso de la intensidad de la evaporación real estimada a partir de la hipótesis de


complementariedad de Bouchet en los modelos de balance de agua en cuenca. Se han
comparado las estimaciones de la evaporación real mediante un modelo hidrológico del
balance de agua en cuenca, en este caso el de Thornthwaite y Mather, con las estimaciones
basadas en la hipótesis de Bouchet según tres propuestas distintas, a escala diaria. La
aplicación se ha desarrollado en la zona de El Abalario, en el Parque Natural de Doñana. Los
resultados indican que las estimaciones de la evaporación real basadas en la hipótesis de
complementariedad de Bouchet son adecuadas en el intervalo de humedad controlado por las
condiciones meteorológicas, el más húmedo.

Palabras clave: Evaporación real, Modelos de balance de agua en cuenca

INTRODUCCIÓN

La determinación del balance de agua en una cuenca se suele encontrar con la dificultad de
una estimación precisa de la evaporación. Aún disponiendo de una buena estación
meteorológica, sólo se puede estimar la intensidad de la evaporación desde superficies
saturadas de vapor de agua que no dan sino un límite superior de la magnitud del proceso. A
partir de la propuesta de la hipótesis de Bouchet (1963), según la cual el déficit de la energía
no satisfecha por la evaporación real debía ser igual a la diferencia entre la evaporación
potencial y la de equilibrio, correspondiente a condiciones ambientales de humedad elevada,
fue posible formular algunas soluciones como las de Morton (1975, 1983).

Posteriormente Brutsaert & Stricker (1979) comprobaron la eficacia de la hipótesis de

319
Estimación de la evaporación real para modelos de recarga usando la información de estaciones meteorológicas… · J.V. Giráldez et al.

Bouchet adoptando la ecuación de Penman para la evaporación potencial, y la ecuación de


Priestley & Taylor (1972) para la evaporación de equilibrio, en una cuenca experimental en
Holanda durante el verano de 1976, que fue particularmente seco en Centroeuropa. Más
recientemente Hobbins et al. (2001), Ramírez et al. (2005), Crago & Crowley (2005) y
Pettijohn & Salvucci (2006), entre otros, han aplicado con éxito esta hipótesis en estudios
hidrológicos a diferentes escalas espaciales y temporales.

Por otra parte, muchos de los estudios de balance de agua en cuenca iniciados de forma
sistemática desde los años cincuenta se han basado en la simplificación del suelo a un cubo
con más o menos compartimentos, en los que la entrada de agua se debe a la lluvia, absoluta o
neta si se separan los efectos de interceptación o retención superficial, y las pérdidas se deben
a la evaporación sensu lato, incluyendo la absorción y posterior transpiración de la planta, la
percolación profunda y la escorrentía superficial o subsuperficial. Estos modelos, incluso con
el más sencillo, como el de Milly (1994), en el que la intensidad de la evaporación real diaria
se estimaba en función de las intensidades diarias de precipitación y evaporación potencial (o
de referencia) y el volumen de humedad en el suelo, describen procesos hidrológicos como la
descarga de los ríos de la vertiente oriental de los Estados Unidos con bastante precisión. La
introducción de una resistencia a la pérdida de agua por evaporación y transpiración, como la
relación lineal entre intensidad de la pérdida y la humedad en el suelo de Thornthwaite &
Mather (1957, citado por Steenhuis & van der Molen, 1986), mejora la calidad del modelo
como comprobaron de Haro et al. (2000) en la recarga de acuíferos someros en la zona de El
Abalario, en el Parque Natural de Doñana (Huelva). A pesar del buen funcionamiento de estos
modelos, tienen aún numerosos aspectos que mejorar (e.g. Martínez & Gupta, 2010). Entre
tales aspectos está la introducción de la evaporación real como dato de uso directo.

Hasta ahora la intensidad de la evaporación real se estima como una corrección de la


evaporación potencial. Sin embargo, sí se puede aproximar con mayor precisión la intensidad
de la evaporación real, ¿es posible usar esta información directamente en los modelos de
balance de agua en cuenca?. El propósito de este trabajo es tratar de responder a esta pregunta
usando la información disponible en una zona de topografía llana con suelos de poros gruesos
como es la zona de El Abalario previamente mencionada, con lo que se evita la necesidad de
incluir como variable la escorrentía sub- o superficial. Los autores agradecen al profesor
Custodio la motivación para trabajar en esta zona desde un día de 1991, a partir del cual el
nombre de un libro de Hidrogeología de referencia obligada pasó de Custodio a Emilio para
ellos.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se ha seleccionado la zona de El Abalario por las características indicadas de topografía


superficial llana y suelos arenosos que garantizan la infiltración de una fracción relevante del
agua de lluvia. Los datos meteorológicos se han recogido de la Red de Información Agraria
de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, RIAA, (Estévez et al. 2011).
En la estación próxima de El Rocío se dispone de medidas diarias de radiación directa de
onda corta, temperatura, humedad relativa y velocidad de viento con la que se estima la
intensidad de la evaporación diaria según la ecuación de Penman, usando el método propuesto
por la FAO (Allen et al., 1998). También se mide la precipitación.

La intensidad de la evaporación real, Ea, se estima a partir de la intensidad de la

320
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

evaporación potencial, Epo, mediante la hipótesis de complementariedad de Bouchet (1963),


usando tres métodos distintos: (i) la ecuación de Brutsaert & Stricker (1979), EBS, en la que la
evaporación potencial es la evaporación estimada por la ecuación de Penman, EPen, y la
evaporación de equilibrio, la que corresponde a condiciones ambientales húmedas, es la
estimada por la ecuación de Priestley & Taylor (1972), EPT,

EBS = 2 EPT − EPen (1)

(ii) la ecuación de Granger (1989) usada por Crago & Crowley (2005), EGra, en la que se usa
la pendiente de la curva de Clausius-Clapeyron, que relaciona la presión del vapor de agua en
saturación en el aire con la temperatura, Δ, y la constante psicrométrica, γ,

⎛ γ ⎞ γ
EGra = ⎜1 + ⎟ EPen − EPT (2)
⎝ Δ⎠ Δ

(iii) la ecuación desarrollada por Kahler & Brutsaert (2006), EKah, para emplear la
evaporación medida en cubeta, Epa,

⎛ 1⎞ Δ c
EKah = α e (1 − cR ) ⎜1 + ⎟ Rn − P E pa . (3)
⎝ b ⎠ Δ +γ b

En esta ecuación, αe es la constante de la ecuación de Priestley & Taylor (1972),


usualmente igual a 1.26, cR es un factor que representa la contribución de la radiación neta,
Rn, a la radiación que va al terreno, cP es un factor de conversión de la intensidad de
evaporación determinada en la cubeta a la intensidad de evaporación de la vegetación que
rodea a ésta, usualmente igual a 1, y b es un factor que representa la transferencia de calor
entre la cubeta y los alrededores. Esta ecuación se puede reescribir adoptando cP=1, y
substituyendo la intensidad de la evaporación en cubeta por la evaporación de Penman
obtenida con el método de Allen et al. (1998) que recurre a simplificaciones por ausencia de
otras medidas meteorológicas, como:

⎛ 1⎞ Δ 1
EKah = α e (1 − cR ) ⎜1 + ⎟ Rn − EPen (4)
⎝ b ⎠ Δ +γ b

El modelo de Thornthwaite & Mather, aplicado por de Haro et al. (2000) en esta zona,
estima la intensidad de la evaporación real, Ebal, como:

⎧ E po E po ≤ P

Ebal =⎨ ⎡ ⎛ Pht −1 ⎞ ⎛ Pht ⎞⎤ (5)
⎪Wcc ⎢ exp ⎜ − W ⎟ − exp ⎜ − W ⎟⎥ E po > P
⎩ ⎣ ⎝ cc ⎠ ⎝ cc ⎠⎦

En esta ecuación Wcc es la humedad quasi-estable en el perfil, lo que tradicionalmente se


admite como capacidad de campo, y Ph es la pérdida acumulada de humedad en el perfil entre
un tiempo t y un tiempo anterior t-1.

Se han aprovechado los años hidrológicos completos disponibles en la estación de El

321
Estimación de la evaporación real para modelos de recarga usando la información de estaciones meteorológicas… · J.V. Giráldez et al.

Rocío para comparar entre sí los valores de Ebal y los de EBS, EGra y EKah.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Al aplicar las ecuaciones precedentes a los datos del año hidrológico 2005-06 se han
obtenido los datos que recoge la Figura 1. Como se aprecia en la Figura, los valores de la
evaporación real estimada a partir de los datos meteorológicos mediante la ecuación (1), EBS,
y los estimados a partir del modelo de balance de agua, EBal, se aproximan bastante a lo largo
del año excepto en los periodos entre chubascos demasiado prolongados, especialmente a
partir del día 240 (28 de abril de 2006) hasta el final del año hidrológico (31 de agosto de
2006). Este resultado cabe esperarse considerando cualquiera de las ecuaciones (1), (3) o (4)
si la contribución del déficit de presión del vapor de agua no es lo suficientemente sensible, la
apropiadamente denominada por Monteith & Unsworth (1990) componente adiabática. Los
datos de evaporación real estimada a partir de datos meteorológicos, EBS, que aparecen sobre
el eje de tiempo corresponden a los días en los que la evaporación de equilibrio, de Priestley
& Taylor, EPT, es igual o incluso superior a la evaporación potencial de Penman, EPen, debido
a las imperfecciones del método de estimación de la evaporación.
12 0
2005-06
eBS
25 eBAL
ePEN
ePEN,eBS,eBAL, mm d-1

8 50
P
P, mm d-1

75

4 100

125

0 150
0 60 120 180 240 300 360
t, d

Figura 1. Evolución diaria de la precipitación, P, y las intensidades de evaporación potencial ePen, y real estimada
a partir de los datos meteorológicos, eBS, y del balance de agua en la cuenca, eBal, durante el año hidrológico
2005-06 en la estación de El Rocío.

322
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

200 0
W
P
160 40

120 80

W, mm

P, mm
80 120

40 160

0 200
0 60 120 180 240 300 360
t, d

Figura 2. Evolución de la humedad del perfil del suelo, W, estimada con el modelo de Thornthwaite y Mather
usando la información meteorológica de la estación de El Rocío en el año 2005-06.

De forma más precisa se pueden separar los datos más divergentes entre sí considerando la
evolución de la humedad del perfil del suelo, que se recoge en la Figura 2.

El suelo, o el conjunto suelo-planta, está sometido a la influencia atmosférica en


condiciones húmedas, en las que no se ejercen restricciones al movimiento del agua, y a la
influencia edáfica, cuando la conductividad hidráulica se reduce por la baja humedad del
suelo y los controles estomáticos de la planta impiden o restringen la transpiración. Estos son,
respectivamente, los controles de clima y suelo que indicaba Eagleson (1978). Adoptando
como criterio de separación de los dominios de ambos controles un valor del 55% de la
humedad máxima del perfil del suelo, 55 mm en este caso, un valor razonable aunque
arbitrario en esta primera exploración, se distingue la primera etapa de humedad decreciente
al comienzo del año hidrológico, hasta que ocurren los primeros chubascos de octubre, y la
segunda etapa importante de humedad decreciente, al término de la temporada de lluvias, a
finales de abril, como los periodos del año en el que predomina el control edáfico. El resto del
año corresponde, aproximadamente al control meteorológico. Si se comparan las ecuaciones
basadas en la hipótesis de Bouchet, (1), (2) y (4), con la estimación del modelo de balance
hidrológico, (5), en el periodo de control meteorológico se observan los resultados que
recogen las Figuras 3 y 4. Observando los datos de evaporación real se distinguen los
diferentes comportamientos de las propuestas de Brutsaert & Stricker, ecuación (1), Granger,
ecuación (2), y Kahler & Brutsaert, ecuación (4), en los periodos en los que los chubascos
estaban menos separados, días 40 a 240, Figuras 3 y 4.

323
Estimación de la evaporación real para modelos de recarga usando la información de estaciones meteorológicas… · J.V. Giráldez et al.

8 8
2005-06 261 2005-06 261

265 265

6 6
266 266
269 264 269 264
eBAL, mm d-1

eBAL, mm d-1
268 268
215 215

4 260 4 260
186 191 186 191
205 205

217 217
218 218
172 203 172 203
234 234
200 177
174 200 177
174
74
152 179
65 160
190 56 274 7470
152 179
65
160
190 274
70 54 56 54
2 245 67
184 163
71
2 245
184
67
71163
150 664285 226
173 68 42226
173
85
84 150
90 87 66 8472
68
199 88
87
91 91199 204
88
181
20497 72 181 97
86
133
123145 73 123
106111126 86 73
133
145
111
104 126
170 64 233 104 170 64 233
117134
94
10712569
99
120
124 117 94125
134 69
99
120
124
50 107
109103
128
156
169
57 128
272
109
156
169
103
235 132
136 89 235
136132
89
118 118
119 171 119 171
0 0
0 2 4 6 8 0 2 4 6 8
-1
eBS, mm d eGRA, mm d-1
Figura 3. Comparación entre los valores de la evaporación real diaria estimada por los métodos de Brutsaert &
Stricker (a la izquierda) y de Granger o Crago & Crowley (a la derecha) con los valores estimados con el método
de balance de agua, EBAL, en el eje de ordenadas en ambos casos, para algunos días del año hidrológico 2005-06.
Los números que acompañan a los círculos son los días del año contados a partir del 1 de septiembre de 2005.

En la Figura 4 se comparan los datos de evaporación real estimados con el método de


Kahler & Brutsaert, ecuación (4), y el método de balance para los valores de los parámetros
cR=0 y b=7, seleccionados tras algunos tanteos previos.

De las Figuras 3 y 4 se deduce que con el método de Kahler & Brutsaert se producen
valores más próximos a los estimados por el modelo de balance de agua, que los otros dos.
Los datos anómalos corresponden a estados de humedad bastante baja en el perfil, como se
aprecia en la evolución diaria de la humedad del perfil del suelo en la Figura 2. La Tabla 1
recoge los parámetros de las rectas de regresión entre los valores de la intensidad de la
evaporación real estimados por los métodos meteorológicos, y por el balance hidrológico que
se muestran en las Figuras 3 y 4.
8
2005-06 261

265

6
266
269
264
eBAL, mm d-1

268
215

4 260
186 191
205

217
218
172 203
234
2001741 77
74 70160
152 179
65
190 274
100 56 54
2 101 245 184
163
71
67
112 102 150226
42
17385 68
66
9087 84
199
9188204
97 72
181 133
12386 73
106
111 145
126 64
162 104
117134
151 94 170
69
125 233
5250 107
57109
128 103120
99
124
115
105 272
156
169
235 132
121
13689
118
76
119 171
0
0 2 4 6 8
eKAH, mm d-1
Figura 4. Comparación entre los valores de la evaporación real diaria estimada por el método de Kahler y
Brutsaert y por el método de balance de agua, EBAL en el eje de ordenadas, para algunos días del año hidrológico
2005-06. Los números que acompañan a los círculos son los días del año contados a partir del 1 de septiembre de
2005.

324
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

ecuación pendiente ordenada en coeficiente de


el origen determinación
Brutsaert & Stricker, EBS, (1) 0.807 0.467 0.8314
Granger, EGra, (2) 0.792 0.422 0.8655
Kahler & Brutsaert, EKah, (4) 0.801 0.314 0.8847

Tabla 1. Parámetros de las rectas de regresión entre los valores de la intensidad de evaporación real estimados
por los tres métodos meteorológicos que se indican y por el modelo de balance hidrológico en los datos de la
Estación de El Rocío en el año hidrológico 2005-06.

Estos resultados confirman las tendencias señaladas por los trabajos previos, en particular
Brutasert & Stricker (1979), Crago & Crowley (2005) y Kahler & Brutsaert (2006), de la
buena aproximación a la estimación de la intensidad de evaporación real usando la hipótesis
de complementariedad, aunque en este caso demuestran la utilidad de la información
proporcionada por las estaciones meteorológicas automáticas, como la de la RIAA, con datos
diarios. Es cierto que, como apuntan Lhomme & Guilioni (2006), algunas hipótesis teóricas
en las que se basa la hipótesis de complementariedad tienen fundamentos teóricos
incompletos. Sin embargo, en tanto no se profundice más en este campo, los resultados
obtenidos con los modelos permiten estimar de forma más precisa un proceso tan importante
para evaluar el balance de agua con fines ecológicos y agronómicos, como es la evaporación
real.

La estimación de la evaporación real diaria plantea dificultades mayores que la mensual o


la anual (e.g. Szilagyi & Josza, 2009), en especial en zonas con periodos secos prolongados
propios de climas como el mediterráneo, en los que el control edáfico de la humedad del suelo
es difícil de caracterizar con medidas meteorológicas. Este hecho es un problema advertido
también en estudios del balance del agua efectuados en ambientes más húmedos como el de
Teuling et al. (2010). Este es un reto que deberemos afrontar en un futuro próximo.

CONCLUSIONES

La aplicación de la hipótesis de complementariedad para estimar la intensidad de la


evaporación real en una zona a partir de la información obtenida en estaciones meteorológicas
automáticas permite obtener unos valores bastante precisos para el cálculo diario del balance
de agua.

Entre las expresiones sugeridas para aplicar la hipótesis de complementariedad, las


fórmulas de Granger (1989) y de Kahler & Brutsaert (2006) dan resultados parecidos con
ligera ventaja de la segunda en el conjunto de datos analizados.

Cuando la humedad del perfil del suelo desciende y se ponen en marcha los procesos de
control edáfico, las estimaciones meteorológicas sobreestiman la intensidad de la evaporación
esperada por lo que es preciso recurrir a la evaluación del balance por otros medios.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen el soporte de los Proyectos P09-AGR-4782 de la Junta de

325
Estimación de la evaporación real para modelos de recarga usando la información de estaciones meteorológicas… · J.V. Giráldez et al.

Andalucía, y AGL2009-12936-C03-02 de la CICYT para la realización de este trabajo.

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327
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.3.6. RECARGA DE LLUVIA Y DE ACUITARDOS EN UN ACUÍFERO KÁRSTICO.


ESTUDIO CON BALANCES HÍDRICOS Y MODELACIÓN

Vicente IRIBAR SORAZU* y Mónica VALLS-MÁRQUEZ**

(*) Universidad del País Vasco. Dpto. de Geodinámica. Apdo 644. 48080 Bilbao.
vicente.iribar@ehu.es
(**) ARUP, 21025A Transcanadienne. Ste. Anne-de-Bellevue. Quebec H9X 3R2, Canada.
monica.valls-marquez@arup.com

RESUMEN

Se estudia la recarga de un acuífero kárstico que fue objeto de una explotación minera. El
nivel piezométrico fue abatido 245 m para extraer el mineral, y ascendió 145 m al final de la
explotación. La modelación precipitación-escorrentía ha permitido simular el caudal de
descarga actual y estimar la recarga por infiltración de lluvia. Los balances hídricos en el
periodo de intensa explotación y posterior recuperación, han permitido conocer que durante la
explotación del acuífero, la recarga desde el acuitardo fue del orden del 43% de la recarga
total. Además se ha podido estimar que actualmente la contribución del acuitardo al acuífero
es del orden del 25 % de la recarga total, la aportación del acuitardo se debe principalmente a
la modificación de la cota de drenaje del acuífero por la actividad minera.

Palabras clave: recarga, acuitardos, aguas de mina, balances hídricos, sobrexplotación

INTRODUCCIÓN

La recarga de un acuífero puede tener varias procedencias: infiltración del agua de lluvia,
recarga a partir de los ríos, riego, urbanización, o por transferencia de acuitardos o acuíferos
externos al sistema acuífero en consideración (Custodio, 1998). Cuando un sistema acuífero
está en régimen natural, no es frecuente que se tenga en cuenta la recarga a partir de
acuitardos. Cuando se hace referencia a este tipo de recarga, normalmente suele ser detectada
por anomalías químicas, isotópicas o térmicas. Sin embargo, la recarga a partir de acuitardos
se suele tener en cuenta en los siguientes casos: (1) cuando hay sobreexplotación de acuíferos
y el descenso del nivel piezométrico se ralentiza en el tiempo aunque se mantenga el bombeo
(Carrillo-Rivera, 2000; Custodio, 2002), y (2) cuando se trata de predecir el ascenso del nivel
piezométrico por finalización de una actividad minera en la que se ha deprimido de forma
considerable el nivel del agua (Van Tonder et al., 2007; Banks et al., 2010). En este artículo
se estudia cual fue la recarga desde un acuitardo a un acuífero kárstico en los dos tipos de
situaciones comentadas. Se pretende mostrar las técnicas de balance hídrico y de modelación
que permiten conocer dicho componente de la recarga.

329
Recarga de lluvia y de acuitardos en un acuífero kárstico. Estudio con balances hídricos y… · V. Iribar Sorazu y M. Valls-Márquez

EL ACUÍFERO DE TROYA

El acuífero de Troya se encuentra en la provincia de Gipuzkoa y está formado por calizas


del Aptiense Inferior con un espesor entre 120 y 250 m (Figura 1). Bajo las calizas están las
areniscas y limolitas del Barremiense (espesor mínimo de 1000 m), y sobre las calizas se
encuentran unas margas masivas. Las calizas se disponen en el flanco N de una estructura
anticlinal. En un corte N-S profundizan inicialmente de forma rápida hacia el N, luego forman
un rellano y más hacia el N vuelven a profundizar por fallas. En un corte E-W, hacia el E hay
una falla con un salto superior a 1000 m, y hacia el W hay otra falla con un salto de 200 m. La
zona de recarga del acuífero tiene una extensión de 1.84 km2: 0.6 km2 de afloramiento de
calizas, 0.24 km2 de calizas y margas, y 1 km2 de cuencas externas, cuya escorrentía
superficial drena hacia las calizas y puede infiltrarse parcialmente en las mismas.

Figura 1. Mapa y cortes geológicos del acuífero de Troya. Modificado de Fano (1994).

En el techo de las calizas se encuentra una mineralización de sulfuros masivos con un


espesor de unos 5 m (Fernández-Martínez & Velasco, 1996). La mineralización se explotó
con una mina subterránea que tenía dos rampas de acceso (rampas Norte y Sur) con salidas al
exterior a cota 335 m y 394 m respectivamente. La explotación comenzó en 1986 y finalizó
en 1993. Después de la explotación el volumen de hueco total en el terreno es de 0.46×106 m3,
0.38×106 m3 de este volumen se encuentran inundados (DFG, 1998).

Hasta 1983, el acuífero descargaba al manantial de Troy situado a cota de 435 m.


(Fernández-Rubio et al., 1983 a, b). En 1983 se comenzó a drenar el acuífero mediante
bombeo de pozos, y el manantial de Troy se agotó definitivamente. El caudal medio
bombeado entre 1983 y 1993 fue de 53 L/s (Fano, 1994). Después de finalizar la actividad

330
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

minera, el bombeo se paró y el nivel piezométrico del acuífero ascendió (Figura 2) hasta que
alcanzó la cota de 335 m y el agua comenzó a salir por la Bocamina Norte, que es el punto de
drenaje actual del acuífero. El caudal medio de la Bocamina Norte era de 39 L/s en el periodo
1995-2000. Los datos de caudal se registran periódicamente (www.telur.es/redbas).

Figura 2. Evolución del nivel piezométrico en el acuífero de Troya.

Los indicios de la existencia de aporte de otros acuíferos son los siguientes: la velocidad de
descenso del nivel durante el drenaje del acuífero se fue ralentizando progresivamente.
Además la temperatura del manantial de Troy era de 16ºC, pero el agua sale de la Bocamina a
22ºC; también la mineralización del agua fue aumentando progresivamente durante el bombeo
(Fano, 1994), pero el aporte iónico por oxidación de sulfuros que ocurre actualmente dentro
de la mina (Iribar et al., 2000), es muy superior al observado durante el bombeo y enmascara
el posible aporte de agua desde el acuitardo.

METODOLOGÍA

En primer lugar se ha estimado la recarga a partir de la precipitación con un modelo de


precipitación-escorrentía. El ajuste se ha hecho con los datos de caudal registrados en el
periodo 1995-2000. Con este modelo, se calcula la recarga del acuífero en años anteriores a
1995, a partir de los datos de precipitación. En segundo lugar, teniendo en cuenta los datos de
recarga por precipitación, los bombeos, y el caudal de la Bocamina, se han realizado balances
del acuífero en el periodo 1983-2000, para estimar la recarga a partir de acuitardos y el
almacenamiento del acuífero. Finalmente, se ha usado otro modelo que tiene en cuenta la
recarga de acuitardos y el almacenamiento. Con éste modelo se han simulado los niveles para
los periodos de drenaje y recuperación (1984-1995).

MODELACIÓN PRECIPITACIÓN-ESCORRENTÍA (PERIODO 1995-2000)

Para modelar el caudal de la Bocamina se ha usado el programa Visual Balan (Samper et


al., 1999). Se simuló el caudal diario durante un periodo de 5 años usando los datos de
precipitación de la estación meteorológica de Legazpia, situada a unos 4 km de la zona de
recarga del acuífero y a una altitud de 402 m, (Valls-Márquez, 2001). Con el modelo se
usaron las siguientes opciones: método de Horton y cubierta de pequeñas herbáceas para el

331
Recarga de lluvia y de acuitardos en un acuífero kárstico. Estudio con balances hídricos y… · V. Iribar Sorazu y M. Valls-Márquez

cálculo de la intercepción, método de Thornthwaite para el cálculo de la evapotranspiración


potencial, método de Penman-Grindley modificado para el cálculo de la evapotranspiración
real, y ley de Horton para el cálculo de la escorrentía superficial sin considerar la existencia
de flujo hipodérmico.

Los parámetros hidráulicos estimados mediante calibración del suelo, zona no saturada y
zona saturada, así como un resumen del balance hídrico se encuentran en la Tabla 1. Debido
al desconocimiento de la fracción de la superficie de las cuencas externas que contribuyen a la
recarga, una de las variables que se ajustó en el modelo fue la superficie del acuífero.

Componente del ciclo Parámetro Valor Componente del balance Valor medio
hidrológico (mm/a)
Suelo edáfico espesor suelo (m) 0.8 precipitación 1387
capacidad de campo (vol. %) 33 intercepción 77
punto de marchitez (vol. %) 20 ETR 284
conductividad hidráulica (cm/s) 0.0005 escorrentía superficial 12
Zona no saturada conductividad hidráulica vertical 1000 recarga / descarga 1014
(mm/día)
coeficiente de agotamiento de la 0.6462
percolación (d-1)
Zona saturada coeficiente de agotamiento del 0.012
superficie del acuífero (km2) 1.23
acuífero (d-1)
coeficiente de almacenamiento 0.14

Tabla 1. Valores calibrados de los parámetros del modelo y resumen del balance hídrico.

En la Figura 3 se puede apreciar el ajuste de caudales obtenido. En general hay buen ajuste,
pero entre 1995 y mediados de 1997 el caudal calculado es superior al caudal observado. La
diferencia entre el volumen calculado y el observado entre 1995 y 1997 es de 0.52×106 m3.

Figura 3. Caudales observados y ajustados en la Bocamina Norte. Periodo actual.

BALANCES DEL ACUÍFERO DE TROYA (1983-2000)

La ecuación de balance hídrico utilizada se expresa como:

Qpre + Qbom + Qout + Qgot = ± ASΔh/t (1)

donde:

Qpre = Recarga por infiltración de la precipitación (L3/T). Se calcula usando los datos de
precipitación de Legazpia y el modelo Visual Balan (Valls-Márquez, 2001).

332
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Qbom = Caudal bombeado de la mina Troya (L3/T) (Fano, 1994).


Qout = Caudal que surge por la Bocamina Norte (L3/T) (DFG, 1998; www.telur.es/redbas).
Qgot = Recarga o goteo desde acuitardos (L3/T): Qgot = C × (h’-h) es proporcional a la
diferencia entre la cota de salida del antiguo manantial de Troy a 435 m (h’) y el nivel
piezométrico (h), y C = conductancia hidráulica del acuitardo (L2/T).
ASΔh/t = Variación del almacenamiento del acuífero (L3/T): A = superficie del acuífero (L2);
S = coeficiente de almacenamiento (adimensional). Δh = variación del nivel piezométrico (L);
t = intervalo de tiempo que dura el balance (T).

Se hicieron balances del acuífero en 4 periodos: (1) drenaje 1: hasta que el nivel
piezométrico desciende hasta la cota de 335 m; (2) drenaje 2: hasta que el nivel piezométrico
desciende hasta la cota de 190 m; (3) periodo de recuperación; y (4) periodo actual. Los
balances se realizaron para años hidrológicos o para intervalos menores con el objeto de
ajustarse a los límites de los periodos definidos previamente. En la ecuación de balance [1]
hay 2 variables incógnitas: la recarga desde acuitardos (Qgot) y los parámetros C y AS que
determinan la variación del almacenamiento. Para resolver ambas, se procuró que la variación
del almacenamiento fuera igual durante los periodos de drenaje 2 y de recuperación. En la
Tabla 2 se presenta un resumen de los resultados.

t (días) h inicial (m) Δh (m) H1 (m3×106) H2 (m3×106) H3 (m3×106)


Drenaje 1 528 420 -65
Vol. Qpre 2.27 2.27 1.66
Vol. Qgot 0.00 0.15 0.29
Vol. Qbom -2.52 -2.52 -2.52
ASΔh 0.25 0.09 0.57
Drenaje 2 3591 335 -145
Vol. Qpre 11.27 11.27 8.23
Vol. Qgot 0.00 3.65 6.79
Vol. Qbom -16.48 -16.48 -16.48
ASΔh 5.21 1.57 1.46
Recuperación 423 190 145
Vol. Qpre 1.57 1.57 1.15
Vol. Qgot 0.00 0.37 0.69
ASΔh -1.57 -1.95 -1.84
Actual 2033 335 0
Vol. Qpre 6.97 6.97 5.09
Vol. Qgot 0.00 1.06 1.97
Vol. Qout -6.48 -6.48 -6.48
ASΔh -0.49 -1.55 -0.58

Tabla 2. Balances hídricos del acuífero de Troya bajo tres hipótesis de cálculo (H1, H2 y H3). Los valores de
Qpre, Qgot, Qbom y ASΔh de cada hipótesis están dados como volumen en m3 respecto del intervalo de tiempo (t)
considerado en cada periodo de simulación.

La ecuación [1] de balance hídrico se ha resuelto explorando 3 hipótesis. En la primera


hipótesis (H1, Tabla 2) se consideró que no se producía recarga de acuitardos. El
almacenamiento calculado durante la recuperación es solo el 30% del almacenamiento
calculado durante el periodo de drenaje 2 a pesar de que no se tiene en cuenta el
almacenamiento “extra” producido por la excavación de galerías de explotación minera.

333
Recarga de lluvia y de acuitardos en un acuífero kárstico. Estudio con balances hídricos y… · V. Iribar Sorazu y M. Valls-Márquez

En la segunda hipótesis (H2, Tabla 2), se consideró que había recarga desde acuitardos (C
= 5.2 m2/d) y, además, durante la recuperación se tuvo en cuenta el almacenamiento “extra”
producido por la excavación de galerías de explotación minera. Con esta hipótesis el
almacenamiento calculado durante las etapas de drenaje 2 y la de recuperación es el mismo.
Sin embargo, en la etapa actual, el caudal calculado es superior al observado ya que el aporte
desde los acuitardos es del orden de 6 L/s.

La tercera hipótesis (H3, Tabla 2) es similar a la H2 pero la recarga por precipitación es el


73 % de la recarga calculada con Visual Balan. La recarga desde acuitardos es mayor que la
calculada en H2 (C = 9.7 m2/d), en torno al 43 % de la recarga total durante el periodo de
drenaje de la mina. Con esta hipótesis el almacenamiento durante las etapas de drenaje 2 y de
recuperación es el mismo. El caudal que sale por la Bocamina sería la suma de la recarga por
precipitación (72 %) y del aporte de acuitardos (28 %). Además, si se compara el
almacenamiento especifico (AS) entre las etapas de drenaje 1 y drenaje 2, la relación ASdrenaje
1/ASdrenaje 2 es parecida en la hipótesis H3 (0.87), mientras que en H2 es de 0.13.

SIMULACIÓN DE LA EVOLUCIÓN DEL NIVEL PIEZOMÉTRICO (PERIODO


1984-1995)

Para simular la evolución del nivel piezométrico del acuífero se utilizó un modelo de celda
única con ecuación de balance hídrico (Van Camp & Walraevens, 2009). Se fijaron los
parámetros de recarga de acuitardos y de almacenamiento, y se calculó la cota del nivel
piezométrico. El intervalo de tiempo usado fue diario. Se han hicieron dos simulaciones: la
primera con los parámetros obtenidos en la hipótesis H3 (C = 9.7 m2/d) y con el
almacenamiento calculado en el periodo de drenaje 2 (AS = 10000 m2). Posteriormente se
modificaron dichos parámetros para obtener el mejor ajuste entre niveles calculados y
observados. Esto se consiguió con C = 9.25 m2/d y AS = 12500 m2. En las dos simulaciones la
recarga por precipitación es el 73% de la recarga calculada con el modelo Visual Balan. Los
resultados se muestran en la Figura 4.

Figura 4. Resultados del modelo de celda única con balance hídrico.

El modelo simula de forma satisfactoria tanto el drenaje como la recuperación del acuífero
(Figura 4). Los valores de los parámetros de recarga de acuitardos y de almacenamiento

334
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

usados para conseguir un buen ajuste de niveles en la recuperación son muy similares a los de
la hipótesis H3 del balance. En la simulación se ha considerado que el almacenamiento sea
constante para el periodo de drenaje y el de recuperación.

CONCLUSIONES

Los balances hídricos y la simulación de niveles piezométricos bajo diferentes hipótesis


indican que es necesario tener en cuenta la recarga desde acuitardos en el modelo de
funcionamiento del acuífero. Es probable que la recarga de acuitardos proceda en su mayor
parte de las areniscas y limolitas del Barremiense. Ello se justifica por dos razones, la primera
por su carácter más permeable en comparación con las margas masivas que están sobre el
acuífero; Fano (1994) indica que la mina era “seca”, sin apenas goteo desde el techo. La
segunda razón es que un aporte desde zonas más profundas puede aumentar la temperatura de
las aguas del acuífero. No es posible descartar aportes laterales a través de las fallas (Figura
1), pero no hay datos sobre la permeabilidad de las fallas, y la superficie de contacto fallas-
acuífero es menor que la superficie de contacto Barremiense-acuífero.

La recarga de acuitardos que puede producirse actualmente se justifica porque el área de


recarga calibrada con Visual Balan (1.23 km2) es alta en relación con la superficie conjunta de
afloramiento del acuífero y cuencas vertientes al mismo (1.84 km2), y porque la relación
recarga/precipitación obtenida en la calibración también es relativamente alta (73 %).

Puede suponerse que parte de la diferencia entre el volumen calculado con el modelo
Visual Balan y el observado en la Bocamina Norte entre 1995 y 1997 (0.52×106 m3) va a
rellenar parte del volumen drenado del acuitardo. En los balances calculados en la hipótesis
H3, el volumen que aumenta el almacenamiento también es similar (0.58×106m3).

La evaluación de la recarga a partir de otros acuíferos o acuitardos es difícil de detectar en


condiciones no influenciadas, ya que su valor puede quedar incluido en otros componentes del
balance, aún usando modelos hidrológicos que ajustan bien niveles o caudales. Sin embargo
su influencia es patente cuando el nivel piezométrico tiene variaciones importantes debido a
ascensos o descensos forzados respecto a su variación estacional habitual natural. El ejemplo
expuesto indica que la cuantificación de esta recarga es más precisa si los datos de descenso y
ascenso son tenidos en cuenta de forma conjunta a la hora de hacer balances o ajustar modelos
de simulación.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo ha sido financiado por los proyectos (IT516-10) del Gobierno Vasco, y por la
Diputación Foral de Gipuzkoa.

REFERENCIAS

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abandoned coal mine complex: Siersza Mine, Upper Silesian Coal Basin, Poland. Hydrogeology Journal, 18
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335
Recarga de lluvia y de acuitardos en un acuífero kárstico. Estudio con balances hídricos y… · V. Iribar Sorazu y M. Valls-Márquez

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kárstico de Troya (Guipúzcoa) mediante la utilización del modelo Visual Balan y la realización de balances
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336
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.3.7. LA RECARGA EN ZONAS ENDORREICAS SEMIÁRIDAS: EL CASO DE LA


CUENCA DEL RÍO EBRO

Miguel Ángel GARCÍA VERA*

(*) Confederación Hidrográfica del Ebro. Pº Sagasta, 24. 50071 Zaragoza.


mgarciave@chebro.es

RESUMEN

La determinación de la recarga a los acuíferos en medios semiáridos es un problema


complejo que requiere una aproximación progresiva mediante el uso rigoroso de distintas
metodologías apoyadas en la mayor cantidad posible de datos de campo. En este artículo se
presenta el ejemplo de la estimación de la recarga en el sector central de la cuenca del Ebro
mediante la integración de estudios basados en el análisis de la información aportada por las
estaciones de aforo, la modelación precipitación-aportación a gran escala, balances de
cloruros, balances hidrometeorológicos de detalle en cuencas endorreicas semiáridas y
modelos matemáticos. Con toda esta información se realiza una discusión sobre la
cuantificación de la recarga en zonas endorreicas de la cuenca del Ebro y de sus
incertidumbres.

Palabras clave: estaciones de aforo, recarga, zonas endorreicas, humedales, evaporación


capilar, clima semiárido, cuenca del Ebro

INTRODUCCIÓN

La cuantificación de la recarga a los acuíferos mediante balances de agua es un problema


de compleja resolución y su precisión está condicionada por la disponibilidad de información
de campo específica que permita validar las estimaciones. El dato más importante para
realizar una estimación precisa de la recarga es el caudal descargado por los acuíferos, que en
el caso de los ríos se realiza mediante la medición periódica del caudal circulante en las
estaciones de aforo y en el caso de los humedales mediante el registro de la variación del
volumen de agua.

En muchas ocasiones esta información de validación no está disponible o, si lo está, no es


suficientemente precisa. Por este motivo surge la necesidad de realizar otras aproximaciones
al valor de la recarga mediante el empleo de diversas metodologías.

La cuenca hidrográfica del río Ebro comprende una superficie de 85.941 km2. En ella se
desarrolla una red de drenaje principal de 12.821 km (Figura 1). La precipitación media de la

337
La recarga en zonas endorreicas semiáridas: el caso de la cuenca del río Ebro · M.A. García Vera

cuenca es 622 mm/año en el periodo comprendido entre 1921 y 2002 con una importante
variabilidad interanual (452 mm/año en el año hidrológico 1949/50 y 809 mm/año en el año
1958/59) y espacial. La temperatura media de la cuenca es 12,5 ºC siendo característica la
existencia de un déficit hídrico muy importante en el sector central de la cuenca del Ebro.
Francia N

río Ebro Andorra


Vitoria Francia
Pamplona

Logroño

río Huesca
E br
o

Zaragoza Lagunas
Lleida
Monegros

río Eb ro

Laguna
Gallocanta

0 50 100 150 km

Figura 1. Mapa de situación de la cuenca del río Ebro y de las lagunas analizadas en el texto (Monegros y
Gallocanta).

En la actualidad se estima que los recursos hídricos de la cuenca del Ebro en régimen
natural son de 16.448 hm3/año (1940/41-2005/06) de los que 5.600 hm3/año proceden de
escorrentías lentas. La infiltración por agua de lluvia se estima en 5.175 hm3/año (CHE,
2010). Existe una variabilidad espacial importante de la recarga a los acuíferos entre las zonas
más montañosas situadas en la periferia y las zonas semiáridas del sector central de la cuenca
del Ebro.

El objetivo de este artículo es profundizar en el conocimiento de la recarga de los acuíferos


de la cuenca del Ebro, y en especial en cuencas endorreicas del sector central, mediante la
integración de toda la información disponible. Para ello se analizarán en primer lugar
metodologías generales de determinación de la recarga y posteriormente se hará referencia a
la estimación de la recarga en dos cuencas endorreicas.

MARCO GENERAL: TRES APROXIMACIONES A GRAN ESCALA PARA


EVALUAR LA RECARGA EN LA CUENCA DEL EBRO

Análisis de los datos de las estaciones de aforo

La información aportada por las estaciones de aforo constituye una referencia básica para
identificar las diferentes fracciones de escorrentía que recogen los cauces. Si bien la relación
entre escorrentía y recarga a los acuíferos no es directa, para valorar la recarga es muy
importante tener en cuenta los caudales específicos producidos por las cuencas hidrográficas.

338
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

En la cuenca del Ebro se ha realizado un detallado análisis de los caudales circulantes por
las estaciones de aforo (CHE, 1995, 1996, 1998). En estos trabajos se realizó una
descomposición de los hidrogramas de las estaciones de aforo en escorrentías rápidas,
intermedias y lentas y se obtuvieron los caudales específicos en l/s/km2 en el periodo
10/1953-9/1995. La principal aportación de estos estudios es la elaboración de una cartografía
de caudales específicos producidos por cada subcuenca hidrológica (Figura 2) y el cálculo del
porcentaje de estos caudales que podrían asignarse a la escorrentía subterránea.
N
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Estaciones de aforo utilizadas S ##
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S < 1 l/s.km2 ( < 31 mm/a)
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S
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#
S 1 - 2 l/s.km2 ( 31 - 63 mm/a)
# S
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S S
#
S 2 - 3 l/s.km2 ( 63 - 95 mm/a)
# ##
SS S
#
S 3 - 7 l/s.km2 ( 95 - 221 mm/a)
# S
# S
#
S
#
S 7 - 16 l/s.km2 ( 221 - 505 mm/a)
# #
S ##
S
S #
# S # S
S S
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S
#
S 16 - 30 l/s.km2 ( 505 - 947 mm/a)
# S
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S
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S
S
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S 30 - 44 l/s.km2 ( 947 - 1.400 mm/a)
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Caudal específico total S
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< 1 l/s.km2 ( < 31 mm/a ) S
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1 - 2 l/s.km2 ( 31 - 63 mm/a ) ##
SS
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SS
2 - 3 l/s.km2 ( 63 - 95 mm/a ) S
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S #
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S
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3 - 7 l/s.km2 ( 95 - 221 mm/a )
7 - 16 l/s.km2 ( 221 - 505 mm/a ) S
#
16 - 30 l/s.km2 ( 505 - 947 mm/a ) 0 50 100 150 km
30 - 44 l/s.km2 ( 947- 1.400 mm/a )

Figura 2. Caudales específicos totales (superficiales y subterráneos) estimados para la cuenca del Ebro a partir de
la interpretación de los datos de las estaciones de aforo rellenas en el periodo 10/1953-9/1995. Los datos son de
elaboración propia y tomados de CHE, 1998.

Los valores de productividad hidrológica - entendida como el caudal que circula en los ríos
procedente de todas las escorrentías - de la cuenca del Ebro presentan unos valores mínimos
que oscilan en el rango de entre 0 y 31 mm/año para el sector central. Este sector es el que
presenta las menores tasas debido a la condición climática semiárida, a la menor pendiente y a
las características de los suelos. Por otro lado, las productividades más altas se obtienen en el
Pirineo central con valores que pueden llegar a 1.400 mm/año, coincidiendo con la zona
donde se producen las mayores precipitaciones de la cuenca. Los análisis de hidrogramas
realizados para todas las estaciones de aforos permiten asignar, de modo general y sin tener en
cuenta las especificidades de algunas cuencas, porcentajes medios de escorrentía lenta
(asimilable a la subterránea) del 60 % de la escorrentía total.

Balance de cloruro para la estimación de la recarga

Estudios recientes para la determinación de la recarga aplicando la metodología del balance


de masa del ión cloruro atmosférico, Alcalá (2006) y Custodio (2010) aportan unas cifras
globales de la recarga media virtual para todo el territorio continental español (Figura 3). Para
el sector central de la cuenca del Ebro se estima una recarga media inferior a 30 mm/año. En
estos trabajos una de las zonas piloto empleadas para el desarrollo metodológico fue la del
complejo lagunar de Bujaraloz-Sástago (Monegros) que será analizada posteriormente para la
determinación de la recarga mediante balance de agua en el suelo.

339
La recarga en zonas endorreicas semiáridas: el caso de la cuenca del río Ebro · M.A. García Vera

Figura 3. Estimación preliminar de la recarga media virtual calculada por Alcalá (2006), adoptada en Custodio
(2010).

Estimación de la recarga con el método del número de curva

La estimación de la recarga más reciente realizada en el marco de los trabajos de


preparación del Plan Hidrológico de la cuenca del río Ebro 2010-2015 (CHE, 2010) ha
utilizado una metodología basada en la aplicación del número de curva. Se ha estimado la
recarga total por infiltración del agua de lluvia sobre la superficie permeable de la cuenca en
2.679 hm3/año para el periodo 1980/81-2005/06. Además, se estiman en 2.950 hm3/año la
escorrentía hipodérmica generada sobre materiales de menor permeabilidad de toda la cuenca.

La distribución de la tasa de recarga (Figura 4) muestra valores mínimos en el centro de la


cuenca del Ebro de 5 mm/año y valores máximos en el Pirineo central del orden de 1000
mm/año. Estos valores no tienen en cuenta la recarga adicional por el retorno de riegos ni las
entradas procedentes de infiltración de ríos y barrancos de zonas exteriores a los acuíferos.
N

Tasa infiltración Plan cuenca 2010-2015


< 1 l/s.km2 ( < 31 mm/a )
1 - 2 l/s.km2 ( 31 - 63 mm/a)
2 - 3 l/s.km2 ( 63 - 95 mm/a)
3 - 7 l/s.km2 ( 95 - 221 mm/a)
7 - 16 l/s.km2 ( 221 - 505 mm/a)
16 - 30 l/s.km2 ( 505 - 947 mm/a) 0 50 100 150 km
30 - 44 l/s.km2 ( 947 - 1.400 mm/a)

Figura 4. Tasa de infiltración de las masas de agua subterránea de la cuenca del río Ebro obtenida a partir de la
aplicación del método de número de curva en el borrador del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro 2010-2015
(CHE, 2010). Las partes en blanco no han sido definidas como masas de agua subterránea.

340
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

ESTIMACIÓN DE LA RECARGA EN ZONAS ENDORREICAS DE LA CUENCA


DEL EBRO

La cuenca del Ebro se caracteriza por la existencia de cuencas endorreicas favorecidas por
su topografía plana. Las primeras caracterizaciones generales de este fenómeno proceden de
Ibáñez (1975). En muchas de estas depresiones se desarrollan cuerpos de agua cuyo equilibrio
hídrico depende de la relación entre las distintas componentes del balance hidrológico.

El balance hidrológico en cuencas endorreicas ha sido estudiado con especial detalle en la


cuenca del Ebro para el complejo lagunar de Bujaraloz-Sástago y para la laguna de
Gallocanta. Estas investigaciones han confirmado la conexión de los humedales con sistemas
subterráneos; estos sistemas sirven de referencia para la estimación de la recarga de los
acuíferos.

El complejo endorreico de Bujaraloz-Sástago (Monegros, Zaragoza)

El sistema endorreico de Bujaraloz-Sástago está compuesto por un total de 99 depresiones


(Balsa et al., 1991) situadas sobre un sustrato de yesos, calizas, margocalizas y lutitas del
Oligoceno y Mioceno. En estas depresiones se desarrollan lagunas temporales que
normalmente suelen secarse todos los veranos. En García Vera (1996) se plantea el modelo
hidrogeológico conceptual de los dos acuíferos de baja permeabilidad descritos en esta zona.

El balance hidrometeorológico realizado combinó datos meteorológicos de precipitación y


temperatura diaria, velocidad de viento y humedad relativa de estaciones situadas en las
inmediaciones en la zona de estudio. Empleó una cantidad importante de valores estimados de
porosidad total, capacidad de campo, puntos de marchitez y espesor de suelo tomados de
granulometrías y calicatas realizadas en estudios de viabilidad de riegos. También se
utilizaron datos de reserva útil obtenidos a partir de ensayos de escorrentía superficial, datos
de permeabilidad vertical obtenidos de ensayos de permeabilidad y ensayos de infiltración
con el método del doble anillo de Muntz.

El balance hidrometeorológico se realiza con el programa de balances diarios Balan10 para


el periodo de 17 años comprendido entre 1976 y 1993. Para la determinación de la
evapotranspiración potencial se utilizan dos métodos: Thornthwaite y Blaney-Criddle,
considerando que el cultivo principal es la cebada.

Se realizó un análisis de sensibilidad del balance respecto de los principales parámetros -


dentro de sus valores posibles - a partir de toda la información previa disponible. En especial
se analizó el efecto de los coeficientes de infiltración de escorrentía superficial (CIM0 y
CIM1), el método de cálculo de la ETP, los índices de Blaney-Criddle y el espesor del suelo
(Tabla 1). Este balance resulta de interés puesto que supone un buen ejemplo de la
incertidumbre de los resultados para un caso en el que se dispone de buena información para
definir los parámetros de entrada, pero sin datos de referencia para su validación.

341
La recarga en zonas endorreicas semiáridas: el caso de la cuenca del río Ebro · M.A. García Vera

Sensibilidad al método de cálculo de la ETP y a los coeficientes de infiltración


Suelo Fr (Franco y franco limoso con reserva útil de 38 mm)
ETPThornthwaite = 788 mm/año ETPBlaney-Criddle = 909,38 mm/año
CIM0-CIM1 ETR Esup R ETR Esup R
(mm/día) (mm/año) (mm/año)
100-100 299,80 0,00 60,00 310,95 0,00 48,89
30-50 299,80 2,66 57,37 391,95 2,34 45,66
20-40 299,69 11,53 48,62 310,82 10,33 38,69
10-30 295,07 36,98 22,79 305,98 32,69 21,17
Suelo Fa (Franco arcilloso con reserva útil de 53,5 mm)
ETPThornthwaite = 788 mm/año ETPBlaney-Criddle = 909,38 mm/año
CIM0-CIM1 ETR Esup R ETR Esup R
(mm/día) (mm/año) (mm/año)
100-100 315,37 0,00 41,77 325,83 0,00 31,31
30-50 315,32 2,66 39,17 325,78 2,31 29,02
20-40 313,81 10,63 32,69 324,38 9,14 23,62
10-30 306,81 33,32 17,02 316,89 28,07 12,19
Suelo Ac (Arcillo limoso y arcilloso con reserva útil de 66,5 mm)
ETPThornthwaite = 788 mm/año ETPBlaney-Criddle = 909,38 mm/año
CIM0-CIM1 ETR Esup R ETR Esup R
(mm/día) (mm/año) (mm/año)
100-100 324,19 0,00 32,24 333,82 0,00 22,60
30-50 324,19 2,43 29,81 333,82 2,21 20,39
20-40 322,59 9,93 23,90 332,39 8,23 15,80
10-30 313,70 31,07 11,65 323,11 25,05 8,26

Sensibilidad al espesor del suelo en un suelo Fa (Franco arcilloso)


(método de cálculo de la ETP de Blaney-Criddle y coeficiente de infiltración de 20-40 mm/día)
Espesor del suelo Reserva útil ETR Esup R
(m) (mm) (mm/año)
0,3 32,1 300,70 10,74 46,89
0,4 42,8 315,52 9,94 32,28
0,5 53,5 324,38 9,14 23,62
0,6 64,2 331,25 8,38 16,92
0,7 74,90 335,39 7,76 12,81
0,8 85,60 338,41 7,22 9,73
0,9 96,30 341,12 6,71 6,94
1 107,00 343,36 6,23 4,59

Tabla 1. Análisis de sensibilidad para las distintas opciones del balance en el complejo endorreico de Bujaraloz-
Sástago (García Vera, 1996). ETP = evapotranspiración potencial; ETR = evapotranspiración real; Esup =
escorrentía superficial; R = recarga. En estos balances no se ha considerado la existencia de procesos de
generación de escorrentía hipodérmica.

Existe una importante dispersión de los resultados del balance cuando se considera la
variabilidad y la incertidumbre de los datos de entrada y de los métodos utilizados. Esta
variabilidad, para el caso de la zona endorreica de Monegros, se traslada al valor de la recarga
con un rango que oscila entre 1,5 mm/año (suelo arcilloso con una profundidad de 1 m y

342
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

considerando el uso de la ETP por Blaney-Criddle) y 75,5 mm/año (suelo franco con una
profundidad de 0,3 m y considerando el uso de la ETP por Thorntwaite).

El modelo de flujo estacionario con una malla bicapa unida por elementos
unidimensionales permitió integrar los datos de recarga de los acuíferos con los datos de
geometría, permeabilidad de los acuíferos y descarga por evaporación estimada en las lagunas
y en las zonas exteriores del acuífero. Como conclusión se obtuvo un buen ajuste de datos
observados con una recarga de 20 mm/año, aunque no se puede descartar que con una menor
recarga se pueda obtener un mejor ajuste a los valores de transmisividad obtenidos a partir de
los ensayos de bombeo.

Para una mejor comprensión del sistema, en Castañeda (2004) y Castañeda y García Vera
(2008) se ha aplicado una metodología para la calibración de los balances
hidrometeorológicos con datos de alturas de agua en las lagunas. Para ello se realiza un doble
balance: (1) balance en la cuenca vertiente de la laguna para obtener las fracciones de
escorrentía superficial, hipodérmica y subterránea; (2) balance en las lagunas para, con los
datos anteriores de fracciones de escorrentía, obtener los niveles esperados en las lagunas y
compararlos con los medidos. Se ha aplicado a las lagunas de La Playa, Salineta y Guallar,
comparando los niveles calculados con datos medidos de altura de lámina de agua y con
superficies obtenidas por teledetección.

Este tipo de análisis permite relacionar los parámetros del balance hidrometeorológico con
el régimen hidrológico de las lagunas. Los estudios realizados permiten confirmar que a partir
de una recarga media de 20 mm/año se reproducen adecuadamente los niveles estimados en
las lagunas en el periodo 1993-1997 (Figura 5).

Salineta_MON_6: 135 mm de reserva útil

1
calado de referencia
0,9
calado calculado
0,8

0,7

0,6
calado (m)

0,5

0,4

0,3

0,2

0,1

0
01/01/1993

04/04/1993

06/07/1993

07/10/1993

08/01/1994

11/04/1994

13/07/1994

14/10/1994

15/01/1995

18/04/1995

20/07/1995

21/10/1995

22/01/1996

25/04/1996

27/07/1996

28/10/1996

29/01/1997

02/05/1997

03/08/1997

04/11/1997

Figura 5. Altura de la lámina de agua calculada y de referencia (medida por teledetección) en la laguna de
Salineta considerando un balance en la cuenca vertiente con una recarga media de 20 mm/año (Castañeda, 2004).

343
La recarga en zonas endorreicas semiáridas: el caso de la cuenca del río Ebro · M.A. García Vera

Laguna de Gallocanta

La laguna de Gallocanta ha sido un medio estudiado con mucho detalle con el objetivo de
definir las normas de explotación de los usos de agua que se desarrollan en su cuenca (CHE,
1997; San Román et al, 2008; García Vera et al, 2009) para preservar sus valores naturales.
La laguna tiene una cuenca de una superficie inundable máxima registrada de 16 km2 y son
frecuentes periodos de escasez de recurso que la llevan hasta la desecación total.

La metodología aplicada partió de la recopilación y toma en campo de una gran cantidad


de información entre la que se puede destacar la elaboración de una batimetría de detalle, la
disponibilidad de medidas de la laguna desde el 5/5/1974 hasta la actualidad y la instalación
de una estación meteorológica automática (CHE, 1999; CHE-CSIC, 2001, 2002, 2003, 2004).
Esta instrumentación ha permitido estimar la evaporación en lámina libre (tanques de tipo A)
y la evaporación real en las inmediaciones de la laguna mediante el método de renovación de
superficie (Spano et al., 1997, 2000)].

Toda esta información ha sido integrada mediante la realización de un balance


hidrometeorológico y un modelo de flujo subterráneo que ha permitido la estimación de la
recarga a los acuíferos en esta laguna del sistema ibérico, en la cuenca del Ebro. Uno de los
aspectos más novedosos del balance realizado ha sido la estimación de la evaporación capilar
de la laguna a partir de datos medidos de evapotranspiración real.

La evaporación real calculada para el periodo 17/2/2000-22/7/2001 en la estación


meteorológica de Gallocanta, situada en las inmediaciones de la laguna y con el nivel freático
situado a menos de 1 metro de profundidad, es notablemente superior a la precipitación
registrada en ese periodo (Figura 6a). Se ha interpretado que el exceso de evaporación real
con respecto a la precipitación se debe a procesos de evaporación capilar y, a partir de los
datos obtenidos en la estación, se ha realizado una aproximación empírica para la
determinación de la evaporación capilar. La profundidad límite a partir de la cual se produce
este fenómeno se puede estimar en torno a 2 m a partir de la formulación de Kovda et al.
(1986; en Cuchí Oterino, 1986).

La evaporación capilar se aplica a la superficie máxima inundable de 14,5 km2 que no


siempre está inundada. La tasa de evaporación capilar (Ec) se calcula en función de la tasa de
evaporación en lámina libre (El) y del número de día correlativo del año (D), comenzando a
partir del 1 de enero (Figura 6b), de manera que:
(a) Si D ≤ 125 ó D ≥ 287 Ec = El
(b) Si 126 ≤ D ≤286 Ec = El – def
siendo def = (-2.85·10 )D +(1.87·10-5)D3–(4.59·10-3)D2+0.535D-24.8. Si después de
-8 4

aplicar lo anterior, Ec < 0, entonces Ec = 0.

Este planteamiento es una propuesta realizada a partir de una serie de datos de evaporación
real medidos en únicamente dos años y por ello ha de considerarse como una propuesta muy
preliminar. En el periodo 1974-2001 la tasa de evaporación capilar de la laguna de Gallocanta
a partir de la formulación anterior fue de 762 mm/día, que corresponde a un 70 % de la tasa
de evaporación en lámina libre.

El balance hidrometeorológico combinado con un modelo matemático de flujo ha


permitido estimar un caudal específico total (superficial y subterráneo) en el periodo 1/1925-

344
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

12/2004 para toda la cuenca vertiente de la laguna de 0,63 l/s·km2 de los que la aportación
subterránea es el 75 %. Estos valores permiten obtener un buen ajuste respecto de los
volúmenes registrados (Figura 6c).
10
ETR renovación de superficie
9
(a) Tanque tipo A agua dulce
8

7
Evaporación (mm)

0
1/10/00

1/11/00

1/12/00
1/2/00

1/3/00

1/4/00

1/5/00

1/6/00

1/7/00

1/8/00

1/9/00

1/1/01

1/2/01

1/3/01

1/4/01

1/5/01

1/6/01

1/7/01
ETR Precipitación
Periodo
mm mm
17/2/2000-27/11/2000 750 370
21/3/2001-22/7/2001 365 58
7
EV lam libre - EV RS
6 Curva de corrección (b)
Polinómica (EV lam libre - EV RS)
5
EV lam libre - EV RS (mm)

-1

-2

-3
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330 360
Día correlativo del año

22 (c)
20 Calculados Medidos

18
Volumen laguna (hm3)

16
14
12
10
8
6
4
2
0
oct-70
oct-71
oct-72
oct-73
oct-74
oct-75
oct-76
oct-77
oct-78
oct-79
oct-80
oct-81
oct-82
oct-83
oct-84
oct-85
oct-86
oct-87
oct-88
oct-89
oct-90
oct-91
oct-92
oct-93
oct-94
oct-95
oct-96
oct-97
oct-98
oct-99
oct-00
oct-01
oct-02
oct-03
oct-04

Figura 6. Balance en la laguna de Gallocanta. (a) Comparación entre la evaporación real y la evaporación de
lámina libre en la estación automática de Gallocanta; (b) Curva de ajuste para obtener la aproximación al método
de cálculo de la evaporación capilar; (c) Ajuste entre los volúmenes medidos y calculados por el modelo de flujo
en la laguna de Gallocanta.

345
La recarga en zonas endorreicas semiáridas: el caso de la cuenca del río Ebro · M.A. García Vera

CONCLUSIONES

Se ha presentado una síntesis resumen de las principales metodologías a considerar para la


estimación de la recarga de cuencas endorreicas en el sector central de la cuenca del río Ebro.
La estimación de la recarga ha de ser abordada mediante la aproximación a partir de
diferentes metodologías y teniendo siempre en cuenta las incertidumbres asociadas a cada una
de ellas.

Uno de los elementos primordiales para la determinación de la recarga a los acuíferos son
los datos derivados de la Red Oficial de Estaciones de Aforo (ROEA) del Ministerio de
Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. La información procedente de estas estaciones
proporciona una valiosa estimación sobre la importancia de las fracciones de escorrentía
(superficial, hipodérmica y subterránea) ya que, a pesar de que tienen asociado un margen de
error que puede llegar a ser importante (10-20 %), son series que aportan estadísticos
significativos por abarcar un amplio periodo temporal (desde 1913 hasta la actualidad) y
hacen referencia a muchos puntos de la red hidrográfica. El análisis riguroso y completo de
estos datos de aforo ofrece un marco básico que ha de ser tenido en cuenta no sólo en los
estudios que se refieran a la determinación de la recarga a los acuíferos, sino también para
cualquier cuantificación de los recursos hídricos.

Otros estudios con resultados de carácter global como los descritos: método de balance del
ión cloruro, procedimiento del número de curva, o el modelo de precipitación-aportación
empleado en la planificación de recursos hídricos, son referencias también a tener en cuenta.

Sin embargo, para determinar la recarga en zonas locales es imprescindible disponer de


datos de campo que permitan validar los resultados obtenidos. La realización de balances
hidrometeorológicos es una buena herramienta de estimación cuya incertidumbre queda
limitada a la propia de los datos de partida con los que se acotan los parámetros del balance y
a la información para contrastar los resultados obtenidos.

El ejemplo de los balances hidrometeorológicos realizados en el Complejo lagunar de


Monegros (Bujaraloz-Sástago) es una buena muestra de un caso con una prolija información
de tipo agronómico y de parámetros hidrológicos de suelos realizados para la elaboración de
los estudios previos de aptitud para los regadíos que se han desarrollado en esta zona.
Considerando el rango admisible de los parámetros del balance se concluye que existe una
elevada variabilidad de los valores de la recarga, con un rango entre 1,5 y 75,5 mm/año. La
integración de todos los datos en un modelo matemático global de flujo aporta valores de
recarga más precisos e integrados dentro del modelo conceptual hidrogeológico.

Los humedales del sector central de la cuenca del Ebro han sido utilizados para poder
acotar la magnitud de la recarga. Para ello se ha aplicado una metodología basada en la
realización de un doble balance: (1) en la cuenca vertiente al humedal; (2) en el propio
humedal considerando las fracciones de escorrentía del balance anterior. Esta metodología se
ha aplicado en tres lagunas del complejo endorreico de Bujaraloz-Sástago (La Playa, Salineta
y Guallar) y en la laguna de Gallocanta.

La realización de estos balances lleva asociada incertidumbres importantes y por ello es


especialmente importante disponer de la información con la mayor calidad posible como:
evolución de niveles en las lagunas, batimetría, datos meteorológicos locales entre los que

346
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

destacan la precipitación, temperatura y evaporación en lámina libre.

Una de las componentes más complejas de estimar en el balance es la evaporación capilar


en el entorno de las lagunas. Su magnitud puede llegar a ser importante. El análisis de los
datos de evaporación real por el método de renovación de la superficie y la evaporación en
lámina libre en la estación meteorológica automática de Gallocanta ha permitido hacer una
propuesta para la estimación de esta componente del balance. Se ha estimado que en la laguna
de Gallocanta la evaporación capilar es el 55 % de la evaporación directa que se produce en la
laguna.

Los balances realizados en las lagunas de Monegros y Gallocanta aportan cifras medias de
recarga en torno a los 15-20 mm/año, que son del mismo orden que las manejadas a partir de
otras fuentes de información a distintas escalas espaciales (datos de estaciones de aforos,
balance de cloruro y aplicación del método del número de curva). No obstante estos valores
todavía no pueden considerarse definitivos puesto que todos los métodos aplicados tienen
márgenes de incertidumbre significativos por lo que es necesario seguir planteando
investigaciones dirigidas al mejor conocimiento de la recarga de los acuíferos del sector
central de la cuenca del Ebro.

AGRADECIMIENTOS

El autor desea expresar su agradecimiento a los editores de esta publicación por darle la
oportunidad de participar en la misma y a los revisores del artículo, que con sus sugerencias
han contribuido notablemente a su mejora. La información que se recoge en este texto
procede en gran parte de estudios financiados por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio
Rural y Marino y por la Confederación Hidrográfica del Ebro. La colaboración con Carmen
Castañeda del Álamo (CITA-DGA) en la realización de balances en Monegros y con Antonio
Martínez Cob (Aula Dei-CSIC) en el mantenimiento y explotación de la información de la
estación automática de Gallocanta fue fundamental para el desarrollo de las metodologías
planteadas en este trabajo.

REFERENCIAS

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347
La recarga en zonas endorreicas semiáridas: el caso de la cuenca del río Ebro · M.A. García Vera

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348
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.3.8. LA EVALUACIÓN DE LA RECARGA EN ZONAS URBANAS: UN ENFOQUE


MULTIDISCIPLINAR DEL BALANCE HÍDRICO

Enric VÁZQUEZ-SUÑÉ*, Jesús CARRERA*, Isabel TUBAU** y Xavier SÁNCHEZ-


VILA***

(*) GHS, Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), CSIC. Jordi
Girona 18. 08034 Barcelona.
enric.vazquez@idaea.csic.es ; jesus.carrera.ramirez@gmail.com
(**) GHS, Dept Ingeniería del Terreno, UPC. Jordi Girona 1-3. 08034 Barcelona
Actualmente en: Institut Geològic de Catalunya, IGC. Balmes 209. 08006 Barcelona.
isabel.tubau@upc.edu
(***) GHS, Dept Ingeniería del Terreno, UPC. Jordi Girona 1-3. 08034 Barcelona.
xavier.sanchez-vila@upc.edu

RESUMEN

Muchos de los métodos de cálculo de la recarga se basan en el usos de trazadores naturales


o artificiales. La evaluación de la recarga en ambientes urbanos, respecto a la que ocurre en
los sistemas naturales, se caracteriza por: (1) se dispone de menos experiencia y (2) por la
existencia de numerosos procesos (fuentes) involucradas. En relación a lo último, la
infiltración superficial se ve muy reducida dado que una gran proporción del suelo urbano se
impermeabiliza. Por otro lado, la evapotranspiración también se reduce, con lo que finalmente
se suele incrementar la proporción de infiltración que recarga a los acuíferos. Además, en las
ciudades, se dan nuevas formas de recarga como son las pérdidas de las redes de
abastecimiento o alcantarillado.

Se ha realizado un nuevo e importante estudio hidrogeológico en la ciudad de Barcelona


para caracterizar sus aguas subterráneas, tanto en cantidad como en calidad, con el fin de
aportar nuevas ideas para su gestión y explotación. Para ello, la evaluación de la recarga ha
sido de gran importancia. En primer lugar, se ha calculado la recarga total mediante la
integración de la información disponible en un modelo, y en segundo, se han discriminado las
diferentes fuentes mediante el uso de datos hidroquímicos e isotópicos. La contribución de
cada fuente fue evaluada como una fracción de la recarga total mediante análisis estadístico
multivariado. Poder discriminar la aportación de cada fuente es fundamental para evaluar los
riesgos ante la contaminación y la evaluación de alternativas de gestión.

Palabras clave: hidrogeología urbana, recara urbana, análisis de mezcla, end-member

349
La evaluación de la recarga en zonas urbanas: un enfoque multidisciplinar del balance hídrico · E. Vázquez-Suñé et al.

INTRODUCCIÓN

Las aguas subterráneas se han convertido en un factor importante en la gestión de las zonas
urbanas (ver trabajos de: Lerner, 1996; Chilton et al. (eds.), 1997; Eyles (ed.), 1997; Chilton
(ed.), 1999; Ellis (ed.) 1999; Llamas y Custodio (eds.) 2002; Howard y Israfilov (eds.) 2002;
AIH_GE, 2004; Vázquez-Suñé et al, 2005a). Para realizar una buena evaluación de la calidad
del agua subterránea hay que cuantificar la recarga general, así como analizar la calidad de las
diferentes fuentes involucradas y conocer qué procesos afectan la calidad química y
microbiológica del agua.

Así pues, es necesario evaluar la recarga procedente de las diferentes fuentes. La recarga
general puede cuantificarse mejor si se conoce la importancia relativa de cada fuente, pues
algunas de estas fuentes pueden resultar más fáciles de estimar que otras. En segundo lugar, el
riesgo de contaminación y los diversos procesos geoquímicos dependen de las características
químicas y biológicas de las aguas de recarga. Por último, decisiones de gestión, como la
reducción de pérdidas y el aumento del rendimiento de los sistemas de distribución (Thornton
et al, 2008), pueden verse mejor respaldadas si se conoce la importancia relativa de las
diversas fuentes de recarga.

Los modelos de flujo y transporte de solutos suelen constituir una buena herramienta para
evaluar la recarga total (Vázquez-Suñé et al., 1999; Yang et al., 1999; Bauer et al., 2001;
Hussein y Schwartz 2003; Dahan et al., 2004; Trowsdale y Lerner 2003, 2007; Cox et al.,
2007). Sin embargo, este tipo de modelación no siempre permite identificar la contribución de
cada una de las fuentes a la recarga total.

Cuantificar las fuentes de recarga no es una tarea sencilla, pues sólo en algunos casos es
posible la medida directa y con grandes incertidumbres. Es el caso de la evaluación de
pérdidas en el alcantarillado (Wolf et al., 2004; Blackwood et al., 2005) o en el suministro de
agua potable (Valdés y Castelló, 2003). Teniendo en cuenta estas incógnitas, el cálculo de las
proporciones de mezcla de las diversas aguas puede ser un buen método para cuantificar la
importancia relativa de las diferentes fuentes de recarga.

En la Figura 1 se ilustra el cálculo de las proporciones de mezcla a partir de dos fuentes de


recarga. Asumiendo que existen dos especies conservativas, las concentraciones C1 y C2 de
una mezcla son combinaciones lineales de las “aguas extremo” o “fuentes” (end-members)
ponderadas por su proporción de mezcla. Las variaciones de este concepto se han utilizado
ampliamente tanto en hidrología superficial como subterránea. Estas variaciones incluyen (1)
el denominado “End Member Mixing Analysis (EMMA)” (Hooper et al., 1990; Hooper 2003;
Christophersen et al., 1990; Christophersen y Hooper, 1992; James, et al., 2006; Jones et al.,
2006), (2) los modelos de caja o “Box Models” (Neal et al., 2004) y (3) los “Mixing Ratios” o
cálculo de proporciones de mezcla (Schemel et al., 2006; McLaughlin et al., 2007; Bickle et
al., 2007).

350
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 1. Representación esquemática del cálculo de mezclas con incertidumbre en los “end-members”.

Para el cálculo de las proporciones de mezcla se requiere que (1) las concentraciones de los
“end-members” sean diferentes y se conozcan en detalle, pero esta situación no suele ser la
habitual. (2) el número de especies o compuestos necesario para realizar el balance de masas
aumenta con el número de fuentes potenciales (se necesitan tantas o más especies
identificadoras como “end-members” y (·3) las concentraciones de las diferentes especies en
los “end-members” puede que no se conozcan bien, o que varíen mucho en el espacio y en el
tiempo, o que la recarga no sea constante, lo que en conjunto lleva a que la concentración del
“end-member” puede no ser equivalente del agua finalmente recargada. Este problema se
ilustra también en la Figura 1, donde se muestra como en el caso de poder identificar bien las
mezclas, los datos de concentración pueden usarse para mejorar la estimación de
concentraciones en los “end-members”.

Para resolver algunas de estas cuestiones se ha desarrollado una metodología (Carrera et


al.; 2004) que permite calcular las proporciones de mezcla teniendo en cuenta que no se
conocen bien las concentraciones en las aguas fuente o “end-members”. Sin embargo, su
aplicación a casos reales con múltiples “end-members”, como la recarga urbana, se ve
dificultada por varios motivos. El primero está relacionado con la escasa experiencia que se
dispone a la hora de escoger los trazadores adecuados. El segundo es la linealidad, que hace
que la solución resulte no identificable o inestable. Es decir, los pequeños cambios en los
datos de entrada (por ejemplo, las desviaciones estándar de las medidas de concentración)
llevan a grandes cambios en la solución. Este tipo de problemas pueden solucionarse
“fijando” las proporciones de mezcla para algunos “end-members”.

Seguidamente se muestra la metodología necesaria para solventar dichos problemas, de


manera que se pueda evaluar la contribución relativa de los diferentes “end-members” a un
conjunto de aguas resultado de la mezcla. Esta metodología se ha aplicado para determinar las
fuentes de recarga en los acuíferos de la ciudad de Barcelona.

351
La evaluación de la recarga en zonas urbanas: un enfoque multidisciplinar del balance hídrico · E. Vázquez-Suñé et al.

METODOLOGÍA

Identificación de las fuentes de recarga y selección de trazadores

La identificación de las fuentes de recarga es específica de cada zona de estudio, por lo que
sólo se pueden hacer algunas recomendaciones de tipo general. Es necesario un modelo
conceptual previo para identificar los posibles “end-members” y para obtener valores
preliminares del balance general de las aguas subterráneas. También es necesario para
determinar qué trazador o especie química mostrará un rango más amplio de concentración
entre los diversos fuentes de recarga o “end-members”. No todos los métodos que se usan
para evaluar la recarga en sistemas naturales pueden aplicarse a los sistemas urbanos, pero en
ambos casos, el uso de trazadores medioambientales antropogénicos o naturales es quizás una
de las mejores alternativas.

Metodología básica

Las proporciones de mezcla se calculan utilizando el método de Carrera et al. (2004), que
es una extensión del de Kent et al. (1990). Para obtener información más completa del
método, el lector puede consultar los trabajos de Carrera et al. (2004) y Vázquez-suñé et al.
(2010). Como resumen de la metodología se puede destacar que, se asume que se conocen las
concentraciones de las especies ns en los puntos np. Estas concentraciones resultan de la
mezcla conservativa de ne “end-members” Las ecuaciones de mezcla pueden expresarse en
forma de matriz de la siguiente manera:

Y = XΔ + ε (1)

donde Y es una matriz ns x xp, cuyas columnas son las concentraciones de todas las especies
de cada muestra, X es una matriz ns x ne que contiene la concentración ns de cada “end-
member”, Δ es la matriz a ne x np que contiene las proporciones de mezcla de cada “end-
member” en cada punto, y ε contiene los ns x np errores de medida. Las proporciones de
mezcla deben sumar hasta un total de 1 y ser positivas, es decir:
0 ≤ δ pe ≤ 1 p = 1,....np : e = 1....ne (2)

δ tp 1ne = 1 p=1, …, np (3)

donde δ pe es la componente pe de Δ , y δ p es la columna correspondiente al vector ne que


contiene las proporciones en que los “end-members” se mezclan en la muestra p.

Mediante mínimos cuadrados es posible el cálculo de las proporciones de mezcla cuando


se asume que las concentraciones de los “end-members” son conocidas. Pero es muy
frecuente que las concentraciones en dichos “end-members” no se conozcan con precisión,
por lo que es necesario estimarlas. La estimación conjunta (composición de los end-members
y proporciones de mezcla de los pozos) se puede formular en el marco del método de máxima
similitud.

El modelo conceptual puede estar sujeto a revisión, por lo que puede ser que haya que
repetir todos los pasos. Por experiencia, los resultados son bastante fiables cuando (1) las

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

concentraciones en los “end-members” cubren un amplio intervalo y son no-colineales, (2) los
trazadores escogidos son realmente conservadores y (3) la cantidad de especies consideradas
es mucho mayor que la de “end-members”. El código resultante (MIX2), incluidos la
descripción de los datos de entrada y pueden descargarse de
http://www.h2ogeo.upc.edu/software/MIX_PROGRAM/index.htm

APLICACIÓN A LOS ACUÍFEROS URBANOS DE LA CIUDAD DE BARCELONA

Modelo conceptual. Fuentes potenciales de recarga

Barcelona se encuentra al noreste de España, entre la Sierra de Collserola y el Mar


Mediterráneo (ver Figura 2), que discurren aproximadamente en dirección Norte Nordeste-Sur
Sudoeste. Al sudoeste se ve limitada por el río Llobregat y al nordeste por el Besòs. Juntos
forman un área que se inclina suavemente hacia el mar y que es surcada por algunos arroyos,
la mayoría de lo cuales se encuentran actualmente urbanizados. La Figura 2 muestra
esquemáticamente la distribución areal de los diversos acuíferos presentes. Dichos acuíferos
se han visto expuestos a una intensa extracción desde finales del siglo XIX. El bombeo fue
particularmente intenso en ambos acuíferos deltaicos y provocó grandes descensos en el nivel
con la consecuente intrusión marina. Desde los años 70 del siglo XX, se han reducido
progresivamente estas extracciones con la consiguiente recuperación de los niveles
piezométricos. (Vázquez-Suñé et al., 2005b). Se han identificado hasta ocho fuentes de
recarga diferentes en la ciudad: (1) río Besòs (RIV), (2) recarga por agua de lluvia en el área
no urbana del norte (REC), (3) red de abastecimiento del río Ter (TER), (4) red de
abastecimiento del río Llobregat (LLOB), (5) agua residual del río Ter (SW_TER), (6) agua
residual del río Llobregat (SW_LLOB), (7) escorrentía urbana (RUNOFF) e (8) intrusión de
agua de mar (SEA).

Figura 2. Esquema de los principales dominios hidrogeológicos de Barcelona. Los puntos negros y las etiquetas
corresponden a los puntos muestreados.

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La evaluación de la recarga en zonas urbanas: un enfoque multidisciplinar del balance hídrico · E. Vázquez-Suñé et al.

Selección de trazadores

Desde el año 1996 hasta la actualidad se miden los niveles piezométricos y se realizan
muestreos hidroquímicos e isotópicos periódicos en una extensa red de control. De todas las
especies químicas e isotópicas se han seleccionado aquellas especies que mejor discriminan
las diversas fuentes de recarga y a la vez tienen un comportamiento (teórico) más
conservativo. Finalmente se han seleccionado 12 especies: Cl, SO4, 34S, B, F, Br, EDTA, Zn,
18
O, D, Nitrógeno Total (N) y Alcalinidad Residual (AR). Pese a ello se ha constatado que
algunas de las especies consideradas parece que no tienen un comportamiento “muy”
conservativo. Por ejemplo, el EDTA es un compuesto que teóricamente es muy conservativo
y característico de las aguas residuales, pero en el agua subterránea sus concentraciones son
muy bajas. Pese a estas incertidumbres se han calculado las proporciones de mezcla y se han
comparado los resultados considerando dos casos: (1) con las 12 especies seleccionadas a
priori y (2) sólo con 8 especies, de las 12 se eliminan las 4 menos conservativas: Cl, SO4, 34S,
F, Br, 18O, D y N. Se han empleado los datos de campaña de mayo de 1999, con 25 puntos de
muestreo (Figura 2).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La recarga es a menudo el término más difícil de evaluar en el ciclo hidrológico; lo cual es


especialmente cierto en los medios urbanos. Se presenta una metodología para cuantificar las
proporciones de mezcla de las diversas fuentes de recarga en las aguas subterráneas urbanas.
El método se basa en el balance de masa de solutos y tiene en cuenta la incertidumbre en la
composición de las aguas extremo.Las estimaciones pueden mostrarse muy inestables en caso
de contar con un gran número de fuentes de recarga potenciales (comparable al número de
especies conservadoras). Entre los problemas potenciales destacan los siguientes:

Tratamiento de los “outliers”

Los valores de concentración que claramente resultan fuera de los rangos esperables
(outliers) pueden afectar negativamente al proceso de estimación general, forzando a que las
concentraciones estimadas se correspondan con datos erróneos. Los outliers pueden afectar
también de manera negativa a todo el proceso de cálculo. Los outliers pueden identificarse por
su contribución a la función objetiva. Su efecto negativo puede reducirse eliminándolos del
proceso de cálculo o incrementando artificialmente la desviación estándar de los errores de
medición. En el presente caso se desestimó el uso de los datos del pozo TITN, afectado por
procesos de contaminación locales.

Identificación de la colinealidad

La identificación de la colinealidad previene la estimación de algunas combinaciones


lineales de fuentes de recarga. La colinealidad puede identificarse mediante un autoanálisis y
fijarse restringiendo las proporciones de mezcla a algunas muestras (en un caso, fijando a cero
la proporción de fuentes que pueden asumirse ausentes en algunos pozos). Esto requiere
resolver el problema conceptualmente (es decir, utilizar datos independientes). En este caso,
por ejemplo, la parte sur de la ciudad se ve principalmente abastecida por el agua LLOB, de

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

manera que las proporciones de mezcla para TER y SW_TER puede fijarse a cero con
antelación. Lo contrario ocurre en la parte norte de Barcelona. Sin embargo, estas dos áreas
no están perfectamente delimitadas y puede considerarse que existe una zona de la ciudad
donde se pueden dar las dos aportaciones. Las proporciones de mezcla se calculan para tres
casos: (1) si se fijan los índices de mezcla de TER y SW_TER a cero en los pozos localizados
en esta zona (pozos DBNK, PEDR, SALL, TAIG, TENB y TXAL), (2) si se fijan LLOB y
SW_LLOB a cero y (3) si no se fijan. Las variaciones en los resultados en las estimaciones de
las proporciones de mezcla en los tres casos afectan fundamentalmente solo a los pozos
considerados, lo que sugiere que estas consideraciones realizadas son bastante fiables.

Inclusión o exclusión de especies no fiables

Es necesario decidir si es más apropiado utilizar un gran número de especies químicas,


incluidas algunas que no son conservadoras, o un número menor de especies más fiables. La
Figura 3 muestra los índices obtenidos usando 8 y 12 especies. Los resultados son similares
en cuanto a los índices de mezcla medios, pero diferentes cuando se estiman localmente. Si se
analizan cuidadosamente ambos casos, el de las 12 especies resulta más realista.

Figura 3. Comparación de los resultados de mezcla obtenidos con 24 pozos, 8 fuentes de recarga y 12
(izquierda) o 8 (derecha) especies.

Por ejemplo, el pozo SCO1, ubicado al norte y que básicamente se nutre de agua del río
Besòs (RIV) y agua de recarga (REC), genera proporciones importantes de agua de TER,
cuando sólo se usan 8 especies. Es por ello que se ha optado por trabajar con un grupo de 12
especies.

Fiabilidad de las concentraciones de miembros-finales

Es habitual que las concentraciones medidas en los end-members no permitan justificar los
valores de su mezcla en las aguas del acuífero. La inconsistencia de las medidas implica que
los cálculos de mezcla no pueden llevarse a cabo con los datos originales, de ahí la necesidad
del enfoque que se propone. Sin embargo, estas inconsistencias, que son demasiado grandes
como para deberse exclusivamente a errores de medida, hacen surgir nuevas dudas. Hay que

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La evaluación de la recarga en zonas urbanas: un enfoque multidisciplinar del balance hídrico · E. Vázquez-Suñé et al.

considerar tres opciones: (1) algún end-member desconocido ha desaparecido, (2) las especies
escogidas no son conservadoras o (3) los valores adoptados para las concentraciones en los
end-members no son representativos.

La discusión acerca de cuál de las opciones es más realista puede llevarse a cabo mejor si
se comparan las concentraciones medidas y las calculadas (Figura 4). La Figura 5 muestra
estos resultados, que permiten identificar a los end-members que se sitúan más lejos de la
línea 1:1.

Figura 4. Datos calculados versus medidos. Nótese que las concentraciones medidas no siempre caen dentro del
rango que definen los “end-members”. Obviamente en los calculados si.

Figura 5. Datos calculados versus medidos por cada especie. Nótese que las concentraciones de Cl, F, Br, y
EDTA se reducen mucho en las aguas procedentes del Río Besòs. Esto probablemente indica una recarga más
diluida en periodos de avenida.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

De ahí que puedan realizarse varias observaciones: (1) Las concentraciones calculadas de
cloruro y nitrato en el río son significativamente más bajas que las de los valores medidos.
Este resultado puede significar que la recarga real ocurre primordialmente en caso de
inundación, que es cuando el río discurre más diluido; (2) por otro lado, el nitrógeno total (N)
en las aguas de escorrentía se ha visto muy incrementado. El nitrógeno en escorrentía es en su
mayoría amoníaco, proveniente del NH3 atmosférico de fertilizantes orgánicos distribuidos
por la ciudad y del NOx de los motores de combustión (Querol et al., 2008; Pérez et al., 2008).
La concentración de N en estas dos fuentes varía mucho en el espacio y en el tiempo; (3) el
EDTA a menudo se supone que es muy conservador. La Figura 4 sugiere lo contrario. La
mayoría del EDTA proveniente del agua residual y de escorrentía parece que ha desaparecido,
quizás porque ha sido absorbida hasta formar partículas que el suelo filtra. Lo mismo puede
comentarse del Zn.

Distribución espacial de las proporciones de mezcla

La ubicación en un mapa de los índices de mezcla en pozos proporciona una comprensión


clara de la distribución general de las fuentes de recarga. Los índices calculados normalmente
son consistentes con el modelo conceptual que aquí se presenta y las concentraciones
resultantes se acercan bastante a las medidas. Esto significa que los resultados son
satisfactorios y que la metodología puede ser válida. Sin embargo, es obvio que los resultados
podrían haber sido más fiables si el número de miembros-finales hubiera sido menor, lo que
habría simplificado también el proceso de cálculo.

La metodología presentada puede utilizarse para cuantificar el origen de recarga en las


áreas urbanas. Sin embargo, la transferencia de las proporciones de mezcla a valores de
recarga no es sencilla. En general, se necesitaría un modelo de flujo para tener en cuenta las
variaciones espaciales y temporales de manera adecuada. Un análisis preliminar (asumiendo
que los pozos medidos representan el comportamiento general de todo el acuífero) sugiere
que el 22% de toda la recarga proviene de la red de abastecimiento de agua, el 30% del agua
residual, el 17% de la recarga de agua de lluvia en un área no urbana situada al norte, el 11%
del río Besòs y el 20% de la filtración por escorrentía, mientras que la contribución por
intrusión de agua de mar es prácticamente inexistente.

El uso de estos resultados no es sencillo. Por un lado, reflejan las concentraciones de agua
residente y las proporciones de mezcla. Es de esperar que se produzcan variaciones en el tiempo a
diferentes escalas. Estas variaciones reflejan cambios en la composición de los end-members (debido a
los cambios en el uso de agua, infraestructuras, etc.) y en las proporciones de mezcla (debido al
movimiento de las masas de agua). El resultado es que la composición del agua subterránea en
Barcelona no cambió de manera significativa durante las campañas realizadas, excepto cerca de las
zonas en que las fuentes de recarga pueden cambiar mucho en cuanto a volumen y composición, como
es el casos del área de influencia del río Besòs, en que las variaciones estacionales en la calidad del
agua del río pueden también observarse en el acuífero.

Todo esto tiene consecuencias tanto en la evaluación de los balances de aguas subterráneas
y en la identificación de la calidad potencial del agua subterránea según las calidad del agua
de los miembros-finales (o fuentes de recarga), lo cual tiene también implicaciones
potenciales en la gestión de aguas subterráneas en las áreas urbanas.

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AGRADECIMIENTOS

Estos trabajos se han realizado en el marco de un proyecto financiado por el Ayuntamiento


de Barcelona y la colaboración de Clavegueram de Barcelona (CLABSA). También se ha
contado con la financiación de la Generalitat de Catalunya mediante los proyectos 2009 SGR
103 y 2009 SGR 1057.

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2.3.9. AVANCES EN LA ESTIMACIÓN DE LA RECARGA A LOS ACUÍFEROS

Javier SAMPER CALVETE*

(*) ETS de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos, Universidad de Coruña. Campus de


Elviña, 15192, Coruña. jsamper@udc.es

RESUMEN

La estimación de la recarga de los acuíferos continua siendo uno de los aspectos


hidrogeológicos más complejos. En este trabajo se presenta un breve análisis de lo que se ha
avanzado en el conocimiento de la recarga a los acuíferos desde el Seminario de la Evaluación
de la Recarga realizado en Las Palmas de Gran Canaria en el año 1997 organizado por la
AIH-GE cuya Junta Directiva presidía entonces Emilio Custodio (Custodio et al., 1997). Se
describen los desarrollos realizados en la serie de códigos BALAN (VISUAL-BALAN y GIS-
BALAN) y sus principales aplicaciones. También se analizan los siguientes aspectos
relacionados con la evaluación de la recarga: 1) Para la estimación de los recursos
subterráneos en Galicia; 2) La evaluación de los efectos de los túneles en las aguas
subterráneas, 3) La estimación de los recursos subterráneos en zonas de montaña, y 4) La
evaluación de los flujos de contaminantes lixiviados por escombreras mineras; 5) En el
aluvial de Andújar (Jaén), que fue el acuífero en el que se comenzó a desarrollar el código
BALAN en el año 1987.

LA ESTIMACIÓN DE LA RECARGA CON LOS CÓDIGOS *BALAN

En 1988 se comenzó a desarrollar el código BALAN (Samper y García Vera, 1992), un


modelo hidrológico agregado para estimar la recarga en acuíferos. En 1999 se puso a punto la
versión interactiva del código VISUAL BALAN v1.0 (Samper et al. 1999) que incorpora un
entorno amigable tanto para la entrada de datos como para el postproceso de resultados, y
también un mayor número de opciones para la realización del balance. En 2005 se desarrolló
la primera versión de GIS-BALAN mediante el acoplamiento de las rutinas de VISUAL
BALAN a un Sistema de Información Geográfica (Samper et al., 2005) que posteriormente
fue mejorada y ampliada por Pisani (2008) y Alvares (2010). En esos años se añadieron a
VISUAL-BALAN toda una serie de mejoras como la consideración de los procesos de
precipitación, almacenamiento y escorrentía nival. BALAN, VISUAL BALAN y GIS
BALAN han sido utilizados por numerosos técnicos e investigadores españoles y
latinoamericanos en muy diversos ámbitos hidrológicos (Samper y García Vera, 1992, 1997).
Algunas de las principales aplicaciones incluyen:

1. La planificación hidrológica. BALAN ha sido utilizado para la evaluación de los


recursos hídricos en numerosas cuencas del Ebro (García Vera y Arqued, 2000;

361
Avances en la estimación de la recarga a los acuíferos · J. Samper Calvete

Samper y García Vera, 2000, 2004; Alvares, 2010). Heredia y Murillo (2002)
modelizaron una gran cantidad de cuencas en el Sureste de la Isla de Gran Canaria;
2. La estimación de la recarga de acuíferos (Samper y García Vera, 1997; Samper, 1998);
3. La evaluación de los recursos hídricos en zonas kársticas de Baleares, Cataluña y el
País Vasco (Valls, 2001);
4. Los estudios hidrológicos para la gestión de residuos radiactivos de baja actividad y
migración de uranio en el acuífero aluvial de Andújar (Samper y Carrera, 1995).
5. La caracterización hidrológica para el almacenamiento de residuos tóxicos en zonas de
baja permeabilidad (Aliaga et al. 2004);
6. La hidrología de zonas húmedas en Doñana (Samper et al. 1993), Monegros (Samper
y García Vera, 1997; Castañeda y García Vera, 2004; Castañeda, 2004), y Gallocanta
(Blasco et al. 2004);
7. La hidrología de cuencas graníticas en Galicia (Samper et al. 1997, 2000, 2005);
8. La hidrología de zonas de montaña (Samper et al. 2005; Pisani, 2008; Espinha
Marques, 2010);
9. La evaluación de la recarga en acuíferos costeros y el estudio de la intrusión salina
(Romero et al. 2004);
10. La evaluación de la influencia del embalse de Rules en el acuífero subyacente (García
Aróstegui et al. 2001).
11. La evaluación de los efectos del cambio climático en los recursos subterráneos
(Alvares, 2010; Pisani et al., 2011).

LA ESTIMACIÓN DE LOS RECURSOS SUBTERRÁNEOS EN GALICIA

A continuación se recogen algunas reflexiones sobre la evaluación de los recursos


subterráneos de Galicia. Un estudio de la XUNTA de 1991 estimaba en 2.000 hm3/año los
recursos subterráneos de toda Galicia que equivalen a un valor medio de 66 mm/año. Los
cálculos realizados para la elaboración del Libro Blanco del Agua en España indicaban que
esta cifra podía ser casi 2.5 veces la anterior, es decir, 4.979 hm3/año (Samper, 2003).

Molinero et al. (2009) para la elaboración del Plan Hidrológico de Galicia Costa han
evaluado los recursos subterráneos de las cuencas de Galicia-Costa, que ocupan una superficie
aproximadamente igual a la mitad de toda Galicia, mediante balances hidrológicos con
VISUAL-BALAN. Los valores de recarga estimados oscilan entre 200 y 300 mm/año que
equivalen a una fracción de la precipitación que oscila entre el 21 y el 33%. Los recursos
subterráneos estimados para Galicia Costa oscilan entre 2600 y 3900 hm3/año. Hay que
indicar que esta estimación,

1) Es muchísimo mayor que la inicial de la XUNTA (1991) basada en índices de


infiltración estimados de la literatura
2) Es algo mayor que la del Libro Blanco

La evaluación de los recursos de Galicia-Costa de Molinero et al. (2009) es posiblemente


la más fiable de las realizadas hasta la fecha. Sin embargo, tiene incertidumbres que habrá que
abordar y resolver en futuros trabajos.

Una forma de reducir estas incertidumbres va a consistir en estimar la recarga varios


métodos independientes entre sí como los métodos: 1) Basados en balances hidrológicos

362
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

calibrados con datos de caudales de ríos y manantiales y niveles piezométricos en sondeos y


pozos; 2) Químicos e isotópicos como el del ión cloruro.

La experiencia adquirida en trabajos y estudios realizados en los últimos 18 años en


cuencas de Galicia indica que:

1) La recarga depende de la precipitación.


2) La precipitación en Galicia presenta una gran variabilidad espacial asociada a
a. La proximidad al mar
b. Un control orográfico
c. La altitud. La recarga suele ser mayor en las zonas altas en las que suele llover
más
3) Variabilidad temporal de la precipitación es mucho menor que la espacial. Los
periodos de sequía son mucho menos acusados que en el resto de España.
4) La recarga está limitada por la permeabilidad del terreno
5) La recarga puede estar impedida por la curvatura del terreno. Si la topografía es
convexa no puede existir recarga ya que la superficie freática corta al terreno (Figura
1).
6) La relación entre los valores anuales de la recarga y la precipitación es diferente a la
habitual en zonas áridas o semiáridas ya que la recarga anual sólo aumenta con la
precipitación en años muy húmedos (Figura 2).

Perfil por zona de falla para túnel Osebe - Padrón


220

200

180

160
Cota (m.s.n.m.)

Vaguada
140

120

100
NF
80
Autopista
60 Rio Manzanillo

40

20

0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800


Distancia (m)

Figura 1. Corte por un perfil vertical en una falla en granitos en Padrón. Se muestra la superficie del terreno y la
superficie freática estimada. En las zonas donde la superficie freática es cóncava se produce recarga. En la parte
izquierda en la que la superficie freática es convexa, en lugar de recarga, hay descarga subterránea.

363
Avances en la estimación de la recarga a los acuíferos · J. Samper Calvete

Recarga-precipitación en Valiñas

200

150
Recarga (mm)

100

50

0
0 500 1000 1500 2000
Precipitación (mm)

Figura 2. Relación entre los valores anuales de la recarga y la precipitación en la cuenca del Valiñas obtenidos
mediante un balance hidrológico.

LA RECARGA Y LA EVALUACIÓN DE LOS EFECTOS DE LOS TÚNELES EN


LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS

La construcción de excavaciones subterráneas como los túneles alteran las condiciones


hidrogeológicas del entorno de la excavación y en general conducen al descenso de los
niveles y la reducción de los caudales de manantiales y arroyos. En España se han construido
en los últimos años numerosos túneles para las líneas del tren de alta velocidad (TAV).
Muchos de los túneles han afectado a la hidrogeología del entorno. En el caso del TAV del
Eje Atlántico, se han construido numerosos túneles que atraviesan rocas fracturadas
cristalinas y metamórficas. Los túneles que discurren cerca de los núcleos de población suelen
afectar a los manantiales y las captaciones de agua subterráneas.

Cuando la construcción de un túnel coincide con una época de estiaje, se puede superponer
el efecto del estiaje con el de las obras en los descensos del nivel y la reducción de los
caudales. En estos casos, disponer de una red de control piezométrico y de caudales de
manantiales y realizar balances permite discernir entre las causas naturales y las obras. La
Figura 3 muestra el hidrograma de niveles medidos y calculados con un modelo hidrológico
que tiene en cuenta las variaciones del nivel freático debidas a causas naturales (calculado con
VISUAL-BALAN) en un sondeo de control perforado cerca del túnel de San Amaro) del
TAV en Pontevedra. Se tomaron medidas del nivel en el punto de control en el año 2009 antes
de que el frente de avance del túnel llegase a dicho de punto de observación. Estas medidas se
marcan con símbolos en la Figura 3. Con estos datos se calibró el modelo hidrológico de
balance. Una vez calibrado el modelo hidrológico, se calculó el hidrograma para el año 2010.
En la citada figura se muestra el hidrograma de niveles esperable en condiciones naturales (el
que se muestra con una línea). El hidrograma calculado muestra que el nivel desciende casi 15
m dese el máximo de diciembre de 2009 hasta el verano de 2010. Los datos medidos, sin
embargo, muestran que el nivel freático en el estiaje de 2010 se sitúo más de 25 m por debajo

364
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

del medido en 2009. Los hidrogramas medido y calculado con el modelo hidrológico en este
caso muestran claramente que el descenso de la superficie freática observado en el punto PO1
no fue debido solamente a la recesión asociada al estiaje. Se produjo además un descenso
adicional causado por el túnel. Los datos de niveles medidos en otro sondeo perforado cerca
del hastial del túnel corroboraron que efectivamente el túnel había producido un descenso de
niveles de 20 a 25 m.

Los modelos hidrológicos se han utilizado para estimar la recarga en zonas afectadas por
las obras de construcción de túneles también de forma conjunta con modelos de flujo. La
recarga calculada con VISUAL-BALAN se ha utilizado como dato de entrada a un modelo
numérico de flujo en el acuífero. El modelo de flujo se ha calibrado con datos de niveles
medidos antes de la construcción del túnel. Posteriormente, el modelo se ha utilizado para
simular el efecto de la construcción del túnel en los niveles calculados en una serie de puntos
de control. La Figura 4 muestra los hidrogramas de niveles medidos y calculados en el sondeo
de control SC4 con un modelo de flujo subterráneo resuelto con el código CORE (Samper et
al., 2009a) que considera la recarga al acuífero calculada con VISUAL-BALAN para
condiciones naturales y condiciones de túnel abierto para el túnel de Rialiño del TAV en
Coruña. Esta es una selección de algunos casos de estudios del efecto de la construcción de
túneles en las aguas subterráneas, en las captaciones y aprovechamientos de agua existentes
que se han realizado para las obras del TAV en Galicia. Se han realizado estudios en otros
túneles. Algunos de ellos ya se han difundido (Samper et al., 2009b) y otros están en fase de
publicación. Raposo et al. (2010) presentan también un caso de aplicación de los modelos
hidrológicos para evaluar el descenso de la superficie freática producido por la construcción
de un túnel cerca de Ferrol en Coruña.

Figura 3. Hidrograma de niveles medidos (símbolos) y calculados con VISUAL-BALAN (línea) en el punto de
observación PO1 de San Amaro (Pontevedra). La línea vertical indica la fecha en la que el frente del túnel llegó
al sondeo PO1.

365
Avances en la estimación de la recarga a los acuíferos · J. Samper Calvete

SC4 Efecto del


túnel

127
Measured data
Tunnel open day
126
Natural condition
Open tunnel
125
H (m)

124

123

122

121
06/02/2009 06/07/2009 03/12/2009 02/05/2010 29/09/2010 26/02/2011
Tiempo
Time (day)

Figura 4. Hidrogramas de niveles medidos (símbolos) y calculados con un modelo de flujo subterráneo resuelto
con el código CORE (líneas) que considera la recarga al acuífero calculada con VISUAL-BALAN para:
condiciones naturales y condiciones de túnel abiert para el sondeo de control SC4 del túnel de Rialiño del TAV
en Coruña. La línea vertical indica la fecha en la que el frente del túnel llegó al sondeo SC4.

LA EVALUACIÓN DE LA RECARGA EN ZONAS DE MONTAÑA

Las zonas de alta montaña suelen tener recursos hídricos de alto valor estratégico y medio
ambiental. Pisani (2008) y Espinha et al. (2010) presentan varios casos de estudio de
realización de balances hidrológicos con VISUAL-BALAN en zonas de montaña de España y
Portugal que incluyen: la cuenca alta del Gállego en los Pirineos, la cuenca del Bernesga en
Pajares, la cuenca del Valiñas en Coruña y la Serra de la Estrella en el centro del Portugal.
Algunos de los aspectos cruciales del balance hidrológico del balance en cuencas de montaña
son: 1) La necesidad imperiosa de considerar de forma explícita la dependencia de los datos
de precipitación y temperatura con la altitud; 2) La gran relevancia del flujo hipodérmico que
puede oscilar entre el 15% y el 55% de la precipitación anual; 3) La precipitación nival.
Recientemente, Samper et al. (2011) han realizado un análisis detallado del flujo hipodérmico
en cuencas de montaña, concluyendo que la cuantificación del flujo hipodérmico plantea un
reto considerable debido a que: 1) Es difícil comprobar su ocurrencia y medirlo de forma
directa; 2) No es fácil distinguir entre el flujo hipodérmico y el flujo subterráneo de corto
recorrido; 3) Este flujo puede quedar “enmascarado” por el efecto laminador de las obras de
regulación y embalses que alteran el régimen hidrológico de una cuenca.

LA RECARGA Y LA EVALUACIÓN DE LOS FLUJOS DE CONTAMINANTES


LIXIVIADOS POR ESCOMBRERAS MINERAS

Las actividades mineras pueden producir graves impactos en los recursos hídricos y en los
ecosistemas cuando los materiales piríticos quedan expuestos a la intemperie generando
drenajes ácidos de mina (DAM). El DAM es un problema medioambiental de alcance
mundial. Su predicción y modelización es una tarea difícil y costosa. La mina a cielo abierto
de As Pontes, en La Coruña, es una de las mayores minas de carbón de España. Las

366
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

actividades de extracción minera en As Pontes terminaron en diciembre de 2007. Las


escombreras generadas en la actividad de la mina ocupan una superficie de 11.4 km2. En el
hueco de la mina se ha creado un lago artificial con las aguas de escorrentía procedentes de
las escombreras exteriores, de la cuenca vertiente a la antigua mina y las desviadas del río
Eume. Las escombreras de As Pontes contienen una amplia gama de suelos de diferentes
propiedades físicas y químicas y estados de meteorización. El clima templado y húmedo de la
zona favorece los procesos de meteorización y lixiviación. La pirita presente en algunos de
estos materiales causó durante la construcción de las escombreras la acidificación del suelo y
del agua. Las aguas de escorrentía de las escombreras exteriores se recogen en los canales
perimetrales norte y sur. Estas aguas muestran variaciones estacionales en la composición
química, c(t), relacionados con la variabilidad estacional de la escorrentía, Q(t). La adecuada
gestión de las aguas de la mina y la necesidad de predecir la evolución de su calidad motivó el
desarrollo de modelos hidrológicos e hidroquímicos acoplados. Ma (2010) en su tesis doctoral
desarrolló y aplicó un modelo acoplado hidrológico y geoquímico de mezcla completa para la
predicción cuantitativa de la evolución transitoria de los caudales Q(t) y de la composición del
agua, c(t), de las aguas de escorrentía las escombreras exteriores de la mina de As Pontes.

El modelo tiene en cuenta simultáneamente: 1) El balance hídrico en las escombreras; 2)


Las reacciones geoquímicas claves en las escombreras; y 3) Los tipos químicos de las aguas
resultantes de esas reacciones. El modelo se basa en la hipótesis de que la química de las
aguas de escorrentía es el resultado de la mezcla de tres aguas extremas “end members”: 1)
Aguas naturales no afectadas; 2) Aguas ácidas altamente mineralizadas; y 3) Aguas neutras
altamente mineralizadas (Figura 5).

La cantidad de cada agua extrema en una determinada muestra química se mide en


términos de las fracciones de mezcla químicas (FMQ). Las composiciones químicas de los
aguas extremas se estiman a partir de los datos químicos medidos usando métodos gráficos y
estadísticos multivariantes. La hidrología de las escombreras exteriores de As Pontes se
representa mediante un modelo hidrológico agregado. El modelo calcula diariamente los
valores de los componentes hidrológicos a partir los datos hidrometeorológicos. La
escorrentía total de las escombreras es la suma de: 1) La escorrentía superficial, 2) El flujo
hipodérmico; y 3) El flujo subterráneo. La fracción de cada una de estas componentes
hidrológicas en determinado día constituye la fracción de mezcla de cada flujo (FMF). El
modelo hidrológico y el geoquímico se acoplan mediante una relación lineal entre las
fracciones de mezcla químicas FMQ y las fracciones de flujo FMF definida mediante una
matriz hidrológica-química A cuyas componentes Aij representan la fracción de la
componente química j-ésima en la componente hidrológica i-ésima. El modelo acoplado
hidrológico y geoquímico se resuelve de forma secuencial. En primer lugar, el modelo
hidrológico se resuelve con el código VISUAL-BALAN, que proporciona los valores diarios
de las fracciones FMF. A continuación, la composición química de las aguas extremas y las
fracciones de mezcla químicas se determinan mediante un método estadístico multivariante.
Las componentes de la matriz A se calculan mediante un método de mínimos cuadrados que
optimiza la consistencia entre las fracciones de mezcla química e hidrológica. Por último, la
composición química de una muestra determinada se calcula con un modelo de transporte
reactivo que se resuelve con CORE (Samper et al., 2009a). Este modelo tiene en cuenta la
mezcla de las aguas extremas y también un conjunto de reacciones químicas tales como
complejación acuosa, ácido-base, redox, disolución-ex-solución de gases, disolución-
precipitación de minerales de Fe y Al y complejación superficial de protones. El modelo
proporciona unos resultados excelentes para el pH y la mayoría de las especies químicas

367
Avances en la estimación de la recarga a los acuíferos · J. Samper Calvete

disueltas (Figura 6).

Escombrera Cuenca natural

Canal
Zona no
saturada

Escorrentía
AM superficial
Hipodermic
Acuifero

NM
A subterranea

Figura 5. Esquema conceptual del modelo acoplado hidrológico-hidroquímico de las escombreras de carbón de
As Pontes. AM = aguas de mina acidas; NM = Aguas de mina neutralizadas (Ma, 2005).

LA RECARGA EN EL ALUVIAL DE ANDÚJAR

El código BALAN se desarrolló inicialmente en 1988 para dar respuesta a las necesidades
del modelo de flujo y transporte de uranio en el aluvial de Andújar (Jaén) en el entorno de la
antigua Fábrica de Uranio de Andújar (FUA). El acuífero ha sido estudiado y modelizado
desde el año 1988 con casi todas las versiones del código BALAN, desde BALAN v8 hasta la
más reciente, GIS-BALAN. Pisani (2008) ha realizado las últimas actualizaciones del modelo
de balance con VISUAL-BALAN y GIS-BALAN. Además, Pisani (2008) ha contrastado los
resultados obtenidos con versiones anteriores del código. Samper y Pisani (2009) presentan
los resultados actualizados del balance hídrico, recalibrando modelo de balance hidrológico
para sus resultados fuesen más consistentes con las observaciones de campo.

368
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

1000
Measured data
Coupled model

800
SO42- (mg/L)

600

400

200

01/11/06 01/02/07 01/05/07 01/08/07 01/11/07 01/02/08 01/05/08 01/08/08 01/11/08


Date

Figura 6. Concentraciones medidas (símbolos) y calculadas (línea) de sulfato con el modelo acoplado
hidrológico-hidroquímico de las escombreras de carbón de As Pontes.

El modelo original de 1988 proporcionaba una estimación de la recarga R que era


necesario reducir entre un 50 a un 80 % para su utilización en el modelo de flujo. Dicha
reducción de la recarga se atribuyó originalmente a las incertidumbres intrínsecas de los
modelos hidrológicos de balance de agua. Sin embargo, Pisani (2008) y Samper y Pisani
(2009) muestran claramente que es posible recalibrar el modelo de balance de forma que la
recarga calculada con VISUAL-BALAN se puede utilizar de forma directa, sin ningún tipo de
reducción, para su utilización en el modelo de flujo del acuífero. La recalibración del modelo
de balance se consigue gracias a la combinación de: 1) Un aumento de la ETR; y 2) La
consideración de la escorrentía superficial en la zona. El modelo de 1988 suponía que la
escorrentía superficial en la zona era despreciable ya que la llanura aluvial se consideraba
muy llana y por tanto incapaz de generar escorrentía. Sin embargo, los recientes mapas
digitales del terreno has revelado que la llanura aluvial tiene una pendiente no despreciable y
que, por tanto, la escorrentía superficial puede ser relevante.

Por otro lado, el caso de estudio del aluvial de Andújar donde se ha mantenido una red de
control de niveles piezométricos desde 1983 hasta 2011 ha permitido contrastar las
estimaciones de la recarga obtenidas con VISUAL-BALAN con los datos de niveles. El
modelo de balance da resultados excelentes en la mayoría de los años. Sin embargo, en
episodios excepcionalmente lluviosos el modelo de balance subestima la recarga al acuífero.

Pisani (2008) además ha realizado la comparación de los niveles piezométricos calculados


con VISUAL-BALAN mediante un modelo de flujo simplificado y con un modelo de flujo
detallado (CORE). El contraste en cinco puntos del acuífero sugiere que el modelo de flujo
simplificado puede ser suficiente para calcular los niveles piezométricos en las zonas de
regadío (Figura 7).

369
Avances en la estimación de la recarga a los acuíferos · J. Samper Calvete

PIEZOMETRIC HEAD (m)


BOREHOLE P413
197.00

196.50
CORE
196.00 BALAN
Measures
195.50

195.00
.
194.50

194.00

193.50

193.00
1986

1987

1988

1989

1990

1991
1992

1993

1994

1995
1996

1997

1998
1999

2000

2001

2002
2003

2004
Figura 7. Comparación de los niveles piezométricos calculados con VISUAL-BALAN usando un modelo de
flujo simplificado y con un modelo de flujo detallado (CORE) en el pozo 413 de Andújar.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece a todas las instituciones, organismos y empresas que han financiado los
trabajos que han permitido elaborar el contenido de esta contribución. También se agradecen
las aportaciones de todas los estudiantes, becarios y profesores que han contribuido al
desarrollo de los códigos BALAN y CORE y sus aplicaciones, especialmente a Bruno Pisani,
Diego Alvares, José Alvares, Llorenc Huguet y Miguel Angel García Vera por sus
aportaciones a los códigos BALAN, VISUAL-BALAN y GIS-BALAN.

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372
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.4. LA HIDROQUÍMICA Y LA ISOTOPÍA AMBIENTAL: HERRAMIENTAS


CLAVE EN EL ESTUDIO DE LOS ACUÍFEROS
Aplicação de técnicas geoquímicas e isotópicas no estudo dos aquíferos costeiros detríticos do Estado de… · G. Cardoso da Silva Jr. et al.

2.4.1. APLICAÇÃO DE TÉCNICAS GEOQUÍMICAS E ISOTÓPICAS NO ESTUDO


DOS AQUÍFEROS COSTEIROS DETRÍTICOS DO ESTADO DE RIO DE JANEIRO,
BRASIL

Gerson CARDOSO DA SILVA Jr.*, Andrés PERALTA TAPIAS**, Vinicius


SEABRA***, Ghislaine DE ALMEIDA MEDEIROS*, Vinicius DO NASCIMENTO
CRISTO* e Alexandre CRUZ****

(*) Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ) – IGEO. Av. Athos da Silveira Ramos,
274. Laboratório de Hidrogeologia Sala J0 05. Cidade Universitária. Rio de Janeiro, Brasil.
gerson@acd.ufrj.br
(**) Sveriges Landbruksuniversitet in Umeå. Sweden. apendretas@gmail.com
(***) Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ) – IGEO. Av. Athos da Silveira Ramos,
274. Laboratório de Geoprocessamento. Dep. Geografia. Cidade Universitária. Rio de
Janeiro, Brasil.
(****) Instituto Estadual do Ambiente – INEA. Av. Venezuela 110 Centro. Rio de Janeiro,
Brasil. alexandre.inea@gmail.com

ABSTRACT

Rio de Janeiro State coast, in Brazilian south-eastern shoreline, faces the challenge
common to many urban areas around the world, where fresh groundwater resources used for
public and industrial supply are in close contact with seawater, increasing the risk of
groundwater salinization. In this regard, development and use of techniques to characterize,
control and ultimately protect areas susceptible to seawater contamination is crucial. In the
present study, application of hydrochemical tools along with geophysical methods and
hydrodynamic techniques in the coastal area of Maricá, a pilot study zone in Rio de Janeiro
Eastern Coast aquifer, has led to insights about aquifer functioning. Cross sections were
studied for main geological and hydrogeological properties in order to evaluate aquifer
behaviour and elucidate the groundwater flowing and geochemical evolution mechanisms.
Transects showed the salt/fresh water interface in that area and a monitoring of phreatic head
registered a generalized drawdown during the summer. The most vulnerable areas coincide
with the most significant zones of urban occupation. Results fostered the proposal of
measures to prevent mismanagement and overexploitation of this aquifer, avoiding risk of
salinization in near future.

Keywords: Coastal aquifers, hydrochemical modelling, Maricá, Rio de Janeiro eastern


coast, Brazil

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

INTRODUCÃO

Historicamente, os aquíferos costeiros brasileiros, embora explotados desde tempos


coloniais, não têm sido objeto de muitos estudos científicos sistemáticos. Mais recentemente,
diversos temas vêm sendo estudados em anos recentes nos aquíferos costeiros brasileiros,
desde a evolução e distribuição da salinidade, ocorrência e destino de cargas contaminantes
até o desenvolvimento e aplicação de métodos para realizar a gestão desses mananciais
hídricos subterrâneos costeiros. Isso se deve ao interesse despertado pela escassez de fontes
seguras de água para uma população com acentuada expansão nas áreas costeiras. Pesquisas
referentes a diversos temas da hidrogeologia de aquíferos costeiros vêm sendo realizadas em
diferentes estados e regiões, notadamente: Rio Grande do Norte e Pernambuco, na Região
Nordeste (Cabral et al., 2009; Lucena et al., 2006; Montengero et al., 2009; Melo et al., 2010),
Rio de Janeiro e São Paulo, na Região Sudeste (Silva-Filho et al., 2009) e Rio Grande do Sul
e Paraná, na Região Sul (Niencheski et al., 2007; Babu et al., 2008).

O Brasil conta com um extenso litoral de aproximadamente sete mil quilómetros de


extensão, sendo extremamente diverso em sua fisiografia. Ao todo, essa grande extensão de
costa está dividida em dezessete estados e uma centena de municípios. O estado do Rio de
Janeiro, em pouco mais de 600 km de litoral, por exemplo, possui três grandes unidades
fisiográficas bastante distintas entre si: do litoral sul do estado até capital do estado, o litoral
tem restingas e baías como principais feições costeiras; da capital do estado até o litoral leste
as lagunas-barreira são encontradas com muita frequência; e, as falésias são a característica
marcante do litoral norte do estado do Rio de Janeiro.

A população do estado do Rio de Janeiro é de cerca de 16 milhões de habitantes


distribuídos em 48 000 km2, sendo que aproximadamente 56% (cinquenta e seis por cento)
deste contingente populacional habitam áreas costeiras ou áreas próximas ao litoral do estado.
Não obstante, o conhecimento hidrogeológico da zona costeira é escasso e somente em anos
recentes começa a ser ampliado. Tal densidade populacional acaba por impactar nos aquíferos
da região, pois a maioria dos municípios não possui sistemas públicos de fornecimento de
água e tratamento de esgoto e muitas vezes utilizam a água subterrânea para suprir as diversas
necessidades de demanda de água.

Neste trabalho apresentam-se os resultados de pesquisas que vêm sendo realizadas sobre,
dentre outros, aspectos geoquímicos e hidrodinâmicos dos aquíferos costeiros do Estado do
Rio de Janeiro, em particular a sua porção a leste da capital. O escopo foi limitado à cobertura
sedimentar que recobre os terrenos cristalinos que ocorrem nessa região. São sumarizados os
resultados de vários trabalhos publicados nos últimos anos com ênfase na aplicação de
técnicas geoquímicas e isotópicas na elucidação de problemas hidrogeológicos na área do
município de Maricá, área enfocada no estudo (Seabra et al., 2008, Almeida e Silva Jr. 2008,
Cruz, 2006; Silva Jr. et al. 2010; Silva Jr. et al., 2003).

GEOLOGIA E HIDROGEOLOGIA

O estado do Rio de Janeiro encontra-se na região sudeste do Brasil, geologicamente


situado no domínio designado por Serra do Mar, constituído por ortognaisses
paleoproterozóicos e por xistos supracrustais (complexo Búzios) (CPRM, 2001). No litoral,
sobrepondo esses domínios têm-se depósitos arenosos de idade pleistocênica, na forma de

376
Aplicação de técnicas geoquímicas e isotópicas no estudo dos aquíferos costeiros detríticos do Estado de… · G. Cardoso da Silva Jr. et al.

arcos de praia associados a cordões/barreiras litorâneas. Entre esses cordões e o continente


desenvolveu se um complexo lagunar que se estende por quase todo litoral (Figura 1). Ao
norte o litoral é composto por um complexo de depósitos de idade holocênica, de origem
flúvio-lagunares e depósitos praiais marinhos e/ou lagunares, o Grupo Barreira.

Figura 1. Situação geográfica da região de estudo mostrando os limites da cobertura sedimentar cenozoica
costeira que corresponde à área de estudo e o sistema lagunar nela presente (adaptado de Seabra et al., 2008).

Os aquíferos dessa área são do tipo granular e fraturado. O granular é caracterizado por
depósitos aluvionares heterogêneos compostos por areias quartzosas, com porções siltosas e
argilosas próximo as lagunas, nestes, o nível de água é geralmente elevado, com água clara e
menos salobra que de áreas mais baixas; e porções de solo e rocha alterada, em que a o nível
freático é raso aflorando próximo as lagunas com influencia das marés. O fraturado
constituído por litologias do embasamento cristalino, é um aquífero semi-confinado, não
abordado no presente artigo. Dentre as características mais importantes dos aquíferos
estudados, podem-se apontar as seguintes:

A) O sistema interno é formado por grandes lagunas locadas entre as unidades cristalinas
pré-cambrianas e o cordão arenoso pleistocênico, tais como as lagoas de Araruama,
Saquarema, Guarapina e Maricá (Figura 2). Esse sistema desenvolveu-se durante o
Pleistoceno e foi novamente submergido durante a transgressão holocênica;
B) Cordões arenosos quaternários, com um sistema de lagoas rasas mais próximas à costa
originado durante o auge da última transgressão, entre 7000 e 5000 anos A.P. Tais
lagoas tendem a secar-se.

377
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 2. Detalhe do sistema lagunar e de cordões arenosos do litoral leste do Estado do Rio de Janeiro
(adaptado de Seabra et al., 2008).

A latitude tropical e a proximidade do oceano, associadas à dinâmica de massas de ar na


região, fazem com que coexistam diferentes microclimas em pequenas distâncias na costa
leste do Estado do Rio de Janeiro. Na porção oriental predomina um clima tropical úmido
com índices pluviométricos superiores a 1000 mm por ano, enquanto na porção ocidental, a
leste da laguna de Saquarema, ocorrem os menores índices pluviométricos da região Sudeste
do Brasil, com médias anuais inferiores a 750 mm por ano, bastante seco para a latitude local.

A área de estudo é composta por aquíferos do tipo granular, desenvolvidos como


conseqüência da formação de planícies costeiras durante as últimas variações do nível do mar
durante o Holoceno, entre 5000 e 7000 anos A.P. A planície costeira é constituída por
intercalações de barras arenosas mais elevadas, cobertas com vegetação rasteira de cordões
arenosos, com áreas mais deprimidas inundáveis cobertas com sedimentos areno-argilosos,
todas estas paralelas ao mar. O nível da água é em geral raso, com profundidades de alguns
centímetros até alguns metros. Na área das barreiras de areia, o que corresponde a parcelas de
terreno um pouco mais elevadas, a água é geralmente menos salgada e turva do que as
depressões das barreiras, por vezes sujeitas a eventos de inundação (Figura 2).

A qualidade da água está relacionada com a posição do aquífero: em geral, a salinidade da


água aumenta com a proximidade da costa e, ao mesmo tempo, com a profundidade. A
salinidade também é controlada pela densidade de ocupação humana. No entanto, existem
outros fatores determinando a salinidade das águas subterrâneas, como no caso da cidade de
Cabo Frio, perto do estuário do rio Una, onde outras características condicionantes da
distribuição da salinidade das águas subterrâneas podem ocorrer, como fatores estratigráficos
e estruturais (Cruz, 2006) . Em cordões de areia, o aquífero freático nas faixas central é mais
profundo, tornando-se mais raso na medida em que se aproxima do mar ou das lagoas

378
Aplicação de técnicas geoquímicas e isotópicas no estudo dos aquíferos costeiros detríticos do Estado de… · G. Cardoso da Silva Jr. et al.

interiores. Tais características, particularmente em depósitos aluviais, dão aos aquíferos


freáticos uma elevada susceptibilidade à contaminação bacteriológica.

METODOLOGIA

O levantamento hidrogeológico compreendeu a elaboração de mapas potenciométricos,


mapas e seções geológicas, mapas estruturais e medição de parâmetros físico-químicos em
campo (tais como: condutividade elétrica, pH, teor de nitratos, alcalinidade e nível d’água e
temperatura). Amostras de água subterrânea foram levadas ao laboratório e analisadas para
íons maiores, nitrato, nitrito e amônia com cromatografia iônica e plasma indutivamente
acoplado (ICP-OES). Também se realizaram análises de isótopos estáveis (como 2H, 18O).
Dentre as ferramentas utilizadas no estudo de aquíferos costeiros estão as análises químicas e,
em menor escala, isotópicas da água, já que permitem a observação de indícios do processo
de salinização e tempo de residência na água no meio aquífero a relativo baixo custo.

Com os dados obtidos nas análises químicas outras análises e elaborações puderam ser
realizadas. A avaliação da qualidade das águas subterrâneas através da aplicação de um
Índice de Qualidade de Água (IQA) foi uma delas. O IQACCME (desenvolvido pelo
Canadian Council of Ministers of the Environment (CCME) em 1997) foi aplicado em
mais de 60 amostras, calculado com duas composições: a) Na, Fe, Al, SO4, Mn, NO3 e
Cl; e b) diversos cátions e ânions e pH (Menezes et al., 2008).

Os métodos de análise utilizados foram representações gráficas de Piper e Stiff, séries


temporais de concentração no aquífero, mapas de CE, gráficos de cátions vs. cloreto e razões
isotópicas.

RESULTADOS

Quanto à caracterização química, realizou-se uma avaliação dos componentes das amostras
de água subterrânea quanto a sua potabilidade e principais características geoquímicas. As
concentrações excedem os limites adequados para consumo humano para vários componentes
(p.ex. Na+, Fe2+ e K+). As variações temporais observadas nos parâmetros foram pouco
significativas. Algumas das amostras de água obtidas no final do verão apresentaram valores
de condutividade elétrica superiores ao das normas europeias de 2500 μS cm-1. O pH varia
entre 5,0 para o valor extremo de 8,3, sendo em geral moderadamente ácido. A água
subterrânea apresenta-se insaturada quanto aos minerais mais importantes e a água de recarga
(precipitação pluviométrica) apresenta-se em média muito pouco mineralizada e com um pH
em torno de 5,9, o que relfete o ambiente pouco profundo e a rápida recarga pelas
precipitações atmosféricas. As lagunas de água salgada ou salobra apresentaram pH mais alto,
em torno de 8. Mais de 47% dos poços de produção amostrados apresentaram concentrações
elevadas de Na+ e Cl-. Nenhuma das amostras de água apresentou concentrações acima dos
limites permitidos para F-, Br -, e Ca2+. A maioria dos poços investigados apresentou valores
elevados de NO-3 e Fe2+ e alguns de PO-4.

A distribuição da salinidade na Barra de Maricá pode ser observada com o mapa de


condutividade elétrica (Figura 3). A variação de texturas na figura reflete as variações
sazonais na salinidade do aquífero entre o início da estação chuvosa e o seu final. As

379
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

principais características observadas são uma faixa mais salinizada com CE variando entre
1230 e 6000 μS cm-1 na parte oeste, uma zona central relativamente pouco salinizada com
valores entre 396 e 1350 μS cm-1 e a leste valores entre 305 e 2110 μS cm-1. Esse padrão
mostra, com a aplicação do IQACCME, que as águas dos aquíferos costeiros da faixa litorânea
Leste do Estado do Rio de Janeiro podem ser classificadas em sua maioria como entre
regulares e de muito má qualidade quanto ao consumo humano. Aparentemente, o fator
dominante na distribuição de salinidade é a espessura do cordão arenoso, mais que a
proximidade ou presença dos corpos lagunares e do mar. A análise das concentrações de
cálcio e sódio, contudo, com o cálcio acima da linha de mescla no gráfico de Piper é
indicativa de intrusão salina, o que está de acordo com as observações de campo.

Com a avalição das razões isotópicas para 18O e 2H em todas as amostras analisadas,
confirmou-se a tendência das águas subterrâneas locais situarem-se entre a chuva média local
e os valores de água do mar também obtidos localmente, apresentando um comportamento
linear ao longo das linhas de mescla. As amostras de água subterrânea apresentam um
pequeno desvio à direita da Reta Meteórica Mundial/Local, indicando um provável efeito
evaporativo em pequena escala.

CONCLUSÕES

O estado do conhecimento dos aquíferos costeiros do Estado do Rio de Janeiro é ainda


incipiente para uma avalição fidedigna de sua situação quanto à sua qualidade, recursos
disponíveis e funcionamento hidrogeológico. Pesquisas que vêm sendo desenvolvidas nos
últimos anos por diversos autores têm lançado alguma luz sobre o tema. Não obstante, os
resultados até o momento permitem traçar um panorama da condição atual desses corpos
hídricos. Tais estudos possuem relevância para a população da zona litorânea, principalmente
para aquela parcela que depende exclusivamente da utilização deste recurso.

Os resultados do presente trabalho, que constitui uma síntese de vários artigos e de um


estudo em andamento na área de estudo de Maricá, no litoral leste do Estado do Rio de
Janeiro, indicam que possivelmente está ocorrendo um processo de intrusão marinha na área.
A alta concentração de nitratos em vários pontos, bem como de fosfato em alguns, indicam
que deve estar ocorrendo a contaminação do aquífero freático local, provavelmente pelas
fossas sépticas utilizadas de modo generalizado na área.

380
Aplicação de técnicas geoquímicas e isotópicas no estudo dos aquíferos costeiros detríticos do Estado de… · G. Cardoso da Silva Jr. et al.

Figura 3. Mapa de condutividade elétrica da área de estudo refletindo a variação sazonal entre o início do verão
(estação chuvosa) em dezembro de 2008 e o início do outono em março de 2009 (final da estação de chuvas).

AGRADECIMENTOS

Os autores desejam expressar os agradecimentos pela oportunidade em participar dessa


publicação para homenagear o grande educador e cientista Prof. Emilio Custodio. As
pesquisas foram financiadas pelo Conselho Nacional de Pesquisas – CNPq e a Fundação de
Apoio à Pesquisa do Estado do Rio de Janeiro FAPERJ.

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382
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.4.2. IMPLICACIONES DE LA COMPOSICIÓN ISOTÓPICA DEL AGUA Y DE LA


RELACIÓN Cl/Br EN LA INTERPRETACIÓN DE LOS PROCESOS
HIDROGEOLÓGICOS DEL ACUÍFERO DE LAS CAÑADAS DEL TEIDE,
TENERIFE, ISLAS CANARIAS

Rayco MARRERO*,**, Dina LÓPEZ***, Nemesio PÉREZ*,** y Emilio


CUSTODIO****

(*) División de Medio Ambiente. Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER).


38611 Granadilla de Abona, Tenerife, Islas Canarias. raycomd@gmail.com ; nperez@iter.es
(**) Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN). 38400 Parque Taoro, Puerto de la
Cruz, Tenerife, Islas Canarias. rmarrero@involcan.org ; nperez@involcan.org
(***) Department of Geological Sciences. Clippinger Laboratories. Ohio University.
Athens. Ohio. EE.UU. lopezd@ohio.edu
(****) Departamento de Ingeniería del Terreno, Cartográfica y Geofísica. Universidad
Politécnica de Cataluña. Gran Capitán s/n, Módulo D-2. 08034 Barcelona.
emilio.custodio@upc.edu

RESUMEN

En Tenerife, al igual que en el resto del Archipiélago Canario, los recursos hídricos
superficiales son prácticamente inexistentes, siendo las aguas subterráneas las que aportan
más del 90 % de los recursos hídricos naturales que se consumen. El acuífero de Las Cañadas
es la principal reserva de aguas subterráneas de la isla, por lo que su estudio tiene una
importancia socio-económica clave. Además, dicho acuífero posee una estrecha interacción
con el sistema volcánico-hidrotermal del volcán Teide, que lo convierte en un potencial
“trazador” de la actividad sismo-volcánica de la zona.

En el presente trabajo se muestran los resultados del estudio del acuífero de Las Cañadas
llevado a cabo con el fin de explicar las características físico-químicas e isotópicas del mismo
y así proporcionar un mayor conocimiento de su funcionamiento y una mejor gestión de sus
recursos hídricos. Se ha podido determinar una nueva línea meteórica local de Tenerife y
varios gradientes altitudinales y se ha confirmado que la principal área de recarga es la zona
de la Caldera de Las Cañadas. La composición de Cl y Br de las aguas de las galerias y pozos
de este sistema, ha permitido identificar una serie de aguas de recarga en la Caldera de Las
Cañadas así como las regiones del acuífero que están recibiendo mayor entrada de gases
magmáticos ricos en Cl y que corresponde con las areas de volcanismo mas reciente.

Palabras clave: Tenerife, acuífero de Las Cañadas, conexión hídrica, origen salinidad,
relación Cl/Br, δ18O, δ2H

383
Implicaciones de la composición isotópica del agua y de la relación Cl/Br en la interpretación de los procesos… · R. Marrero et al.

INTRODUCCIÓN

El acuífero de Las Cañadas del Teide, en Tenerife, comprende la Caldera de Las Cañadas
(CLC) en cuyo interior se encuentra el Complejo Volcánico Teide – Pico Viejo (CTPV), y el
Valle de Icod-La Guancha (VIG) (Figura 1). Las aguas subterráneas del acuífero de las
Cañadas son en su mayoría bicarbonatadas sódicas excepto algunas bicarbonatadas magnésico
sódicas, aunque todas muy mineralizadas con conductividades eléctricas medias superiores a
los 800 µS·cm-1 y concentraciones importantes de fluoruros (desde 2,5 mg·L-1 a más de 10
mg·L-1) (Figura 2) (Marrero, 2010). Este trabajo de investigación aborda el estudio del origen
y características de las aguas subterráneas del acuífero de Las Cañadas a través de la
composición isotópica de δD y δ18O y de la relación Cl/Br en las mismas.

Figura 1. Mapa geológico simplificado de Tenerife, en el que también se han representado las más de 1000
galerías y 400 pozos que existen actualmente en la isla para extraer el agua subterránea, permitiendo acceder al
subsuelo insular a diferentes cotas y profundidades. En el recuadro inferior derecho, cuya ubicación se indica en
el mapa general, se ha representado el área de estudio con los diferentes tipos de uso del suelo, los límites del
acuífero de Las Cañadas (línea roja punteada), así como las isoyetas de la precipitación anual media (líneas
blancas) calculadas por el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATFE) en el Plan Hidrológico Insular (PHI,
1996). Proyección UTM (m), WGS84, 28N.

METODOLOGIA

Para el estudio de las aguas subterráneas del acuífero de Las Cañadas se realizó
previamente un estudio isotópico del agua de lluvia en Tenerife. Para ello, se diseñó e instaló
una red de 22 pluviómetros a lo largo de un perfil N-S, atravesando la isla y el acuífero de Las

384
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Cañadas, desde los 9 hasta los 2149 m.s.n.m., para disponer así de puntos a cotas bien
distribuidas y obtener una buena representatividad espacial del área de estudio (Tabla 1 y
Figura 2). El período de observación fue de septiembre de 2005 a febrero de 2007, durante el
que se recogieron y analizaron muestras mensuales acumuladas en cada pluviómetro.

X UTM Y UTM Z
Nombre Descripción Vertiente δ18O δD
(m) (m) (m.s.n.m.)
P1 ITER Sur 351799 3105761 9 -1,4 -0,8
P2 EL RIO Sur 350381 3114098 477 -3,9 -18,2
P3 HORNO DE LEÑA Sur 341054 3110622 817 -4,4 -20,7
P4 AYTO. GRANADILLA Sur 345129 3111785 644 -5,4 -32,5
P5 LAS PUNTAS Norte 336500 3142461 60 -4,0 -20,7
PARQUE MOVIL AYTO. LA
P6 Norte 338360 3140098 436 -4,6 -20,2
GUANCHA
P7 ESTADIO RAQUI S. ISIDRO Sur 346380 3107236 264 -3,1 -9,9
P8 POZO Sur 339537 3114140 1257 -6,2 -36,8
P9 PARADOR Sur 340412 3123177 2149 -7,9 -49,2
P10 HOTEL SPA VILLALBA Sur 338727 3115940 1486 -7,3 -40,8
P11 EL GARABATO Norte 337079 3141282 180 -6,7 -38,9
P12 PINALITO Sur 338973 3117475 1656 -7,8 -48,2
P13 TANQUILLA VERGARA Norte 337195 3138924 612 -5,2 -27,6
P14 EL LAGAR Norte 337952 3136138 1033 -6,9 -39,3
P15 CASA JUAN PEÑA Norte 339524 3138221 875 -5,6 -27,2
TORRE VIGILANCIA S.J.
P16 Norte 342064 3134615 1711 -8,3 -49,8
RAMBLA
P17 TORRE VIGILANCIA VILAFLOR Sur 337872 3117347 1832 -6,7 -38,9
P18 PARQUE LAS LAJAS Sur 336384 3119292 2081 -8,5 -54,2
P19 VERGARA 2 Norte 340666 3135283 1316 -6,8 -33,9
P20 BCO.VERGARA Norte 340628 3134547 1475 -8,5 -52,0
P21 CENTRO VISITANTES TEIDE Norte 346405 3132013 2059 -8,7 -54,8
DEPÓSITO AGUA AYTO. SAN
P22 Sur 340364 3112262 1027 -5,2 -26,7
MIGUEL

Tabla 1. Promedio ponderado de la composición isotópica de δD y δ18O (‰ vs V-SMOW) del agua de lluvia en
cada pluviómetro. Los pluviómetros en azul son aquellos ubicados dentro de los límites o en las proximidades
del acuífero de Las Cañadas (ver Figura 2).

Para el estudio del origen de las aguas subterráneas del acuífero de Las Cañadas, se usaron
principalmente los datos químicos e isotópicos recopilados en dos campañas de campo
realizadas en los años 2004 y 2006, y algunos registros históricos de estudios previos. Se
seleccionaron 74 puntos de muestreo que corresponden a 69 galerías, 3 pozos y 2 sondeos,
pertenecientes a 12 regiones diferentes, de las que 6 poseen galerías que penetran en el
acuífero (Figura 2).

RESULTADOS

Caracterización isotópica del agua de lluvia

A partir del promedio ponderado de la composición isotópica del agua de lluvia se dedujo

385
Implicaciones de la composición isotópica del agua y de la relación Cl/Br en la interpretación de los procesos… · R. Marrero et al.

una nueva línea meteórica local para Tenerife (LMLTF) de δD=7,7·δ18O+13,4. Esta línea
meteórica local es muy similar a la de δD=8·δ18O+15 propuesta anteriormente por Custodio et
al. (1987) con un menor número de datos. Dado que la nueva LMLTF tiene una pendiente
similar a la de la línea meteórica mundial (LMM) (Craig, 1961), si se ajustan los valores de
δD y δ18O a dicha pendiente, se obtiene un exceso de deuterio medio de d=+15,5 ‰. Este
valor es muy similar al obtenido por Custodio et al. (1987) para Tenerife (d=+15‰), con un
menor número de datos. El exceso de deuterio, algo mayor del esperado para un ambiente
oceánico atlántico, confirma que este valor es notablemente mayor de 10 en islas oceánicas,
debido tal vez a un clima seco con baja humedad relativa, posiblemente relacionado en este
caso con la cercanía al continente africano (Jiménez-Martínez & Custodio, 2008).

En el presente estudio también se calcularon los gradientes altitudinales para δD y δ18O,


tanto en la vertiente norte (-1,8 y -0,23 ‰/100m, respectivamente) como en la vertiente sur
(-2,1 y -0,28 ‰/100m, respectivamente). Estos gradientes altitudinales también son
coherentes con los estimados por Custodio et al. (1987) para Tenerife.

Origen de las aguas subterráneas

Los iones cloruro (Cl) y bromuro (Br) disueltos en las aguas tienen un comportamiento
próximo al de trazadores ideales (Custodio & Llamas, 1976; 1983). Normalmente los
procesos físico-químicos que tienen lugar en el terreno pueden afectar a la concentración
absoluta de ambos iones. Sin embargo, la relación molar rCl/rBr (o R) suele guardar memoria
de la composición de la materia soluble que ha dado origen a la salinidad. Por ello, dicha
relación ha sido ampliamente usada para identificar el origen de la salinidad en las aguas
subterráneas (i.e. Custodio & Herrera, 2000).

El valor de R en el agua de mar, que es la principal fuente de aportación de ambos, ha sido


muy bien definida por diferentes autores como de 655 ± 4 (i.e. Custodio & Herrera, 2000).
Según los valores de R en las muestras de agua subterránea disponibles de la zona de estudio
se ha tratado de identificar el origen de la salinidad en función de los diferentes procesos
descritos por Alcalá y Custodio (2008) en las aguas subterráneas de Tenerife: (1) intrusión
marina (R=623±80); (2) recarga a elevadas altitudes (R=484±93); (3) recarga modificada por
efectos climáticos en zonas costeras (R=981±169); (4) disolución de haluros volátiles solubles
de origen profundo (R=1046±425); (5) uso de plaguicidas con Br en agricultura (R=296±35).

A partir del valor de R en las aguas subterráneas muestreadas (Figura 2) se han identificado
en la CLC varias aguas de recarga, captadas a grandes altitudes en la pared externa e interna
de la misma, como las del sondeo Nº 2 (S-2) o las de las galerías Nº 7 (NIA) y 10 (TAM). Por
otro lado, el origen de la relativamente elevada salinidad en las aguas subterráneas de los
pozos Nº 17 (BEL), 18 (FLO) y 34 (CVO) en la franja costera del VIG (Figura 2), está
relacionado posiblemente con un proceso de incorporación selectiva de Cl en las aguas de
recarga a lo largo del mismo, debido al efecto climático, por lo que se descarta al menos en
este punto un proceso de intrusión marina en las aguas subterráneas. En zonas aún más
próximas a la costa, este fenómeno tendría que ser estudiado con más detalle.

Las aguas subterráneas con los valores más altos de R, y que han sido interpretados como
producto de la interacción con gas volcánico (i.e. disolución de HCl) (círculos rojos), se
encuentran próximas a las zonas de actividad volcánica histórica y/o reciente, como son el

386
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

CTPV, la Dorsal Noroeste (DNO) y las aguas más profundas de la región de Chasogo.

Figura 2. Mapa de la zona central de Tenerife donde se ha representado las isolíneas de contorno de la
conductividad eléctrica (C.E.) medida en el campo en las aguas subterráneas. Los puntos de muestreo (círculos,
y triángulos) poseen diferentes colores en función del origen o proceso de la relación rCl/rBr. Flechas rojas:
principales líneas de flujo inferidas. Notar que no se ha indicado flujo de agua hacia la vertiente sur de la isla.
Proyección UTM (m), WGS84, 28N.

En la Figura 3 se ha representado la línea meteórica (LMLTF) estimada junto a las


muestras de aguas subterráneas del acuífero de Las Cañadas y de las zonas adyacentes y la
composición isotópica promedio ponderada de las aguas de lluvia. Se observa que todas las
aguas subterráneas son de origen meteórico, situándose sobre la LMLTF, descartando la
existencia de una contribución importante de aguas hidrotermales o magmáticas al acuífero.
Este resultado indica que, de existir este tipo de aguas bajo el acuífero de Las Cañadas, debe
representar un sistema relativamente bien aislado. Por otro lado, también se deduce que los
procesos secundarios que han podido tener lugar tras la precipitación, tales como evaporación,
evapo-transpiración, interacción agua/roca, etc., parece que no han modificado
sustancialmente la composición isotópica de las aguas subterráneas. Por tanto, los valores de
las relaciones isotópicas δ18O y δ2H en las mismas pueden usarse razonablemente bien como
trazadores geoquímicos.

387
Implicaciones de la composición isotópica del agua y de la relación Cl/Br en la interpretación de los procesos… · R. Marrero et al.

-20
68
-25 LMLTF
LMM
18
δ2 H (‰ vs SMOW) IGME

-30 56
54
26
-35 50 7 59
48
5 58 15 32 69
46 11 35 66
-40 64 6 57
22 3 4
55 12 36 65
28 67
-45 24 71 Lluvia Norte Lluvia Sur Orotava
49 70 42
61 73 30 29
72
Valle E Valle O Dorsal NO
-50 16
21 74 43 14 Chasogo Taucho Guajara
60 44 2 47
13 Dorsal Sur Granadilla Arico
-55 63
Arico-Fasnia

-60
-9 -8 -7 -6 -5 -4
18
δ O (‰ vs SMOW) IGME

Figura 3. Diagrama binario de la relación δD y δ18O (‰ vs SMOW) en las aguas subterráneas representadas en
función de las 12 regiones diferentes y del agua de lluvia promedio ponderado de las vertientes norte y sur.
También se ha representado la Línea Meteórica Local de Tenerife (LMLTF) y la Línea Meteórica Mundial
(LMM).

Conexión hídrica de la Caldera de Las Cañadas con las zonas adyacentes

La CLC representa una gran cuenca natural situada a más de 2000 m.s.n.m. en la parte más
elevada de Tenerife. Las moderadas precipitaciones, la escasez de suelo edáfico, la elevada
porosidad y permeabilidad primaria de los materiales del CTPV que recubren su superficie,
unido a una topografía casi plana y a la inexistencia de grandes capas horizontales
impermeables, favorece la rápida recarga y acumulación de elevados volúmenes de reserva de
agua en esta zona y reducen al mínimo la escorrentía superficial que se pueda producir. Por
ello, el acuífero de Las Cañadas se considera la principal reserva hídrica de la isla (PHI,
1996).

Uno de los aspectos más importantes para la correcta gestión del acuífero de Las Cañadas
es determinar la conexión hídrica entre la CLC y las zonas adyacentes. Si la mineralización de
las aguas subterráneas sólo se produjera en la Caldera de Las Cañadas como consecuencia de
una fuerte interacción agua-roca, el flujo de agua subterránea entre ésta y las zonas adyacentes
vendría indicado por las zonas de mayor conductividad eléctrica de las aguas subterráneas de
la Figura 2. En este supuesto, las principales líneas de flujo de agua subterránea se
producirían hacia el mar por el VIG, hacia la DNO y hacia la zona de Arico-Fasnia. No
obstante, hay que tener en cuenta que las regiones de Arico-Fasnia y la DNO, han sido
protagonistas de volcanismo reciente e incluso histórico, que también representan zonas de
flujo preferencial de gases que favorecen los procesos de interacción agua-roca y, por
consiguiente, un aumento de la conductividad eléctrica. Por ello, una de las herramientas que
ha permitido comprender mejor dicha conexión hídrica ha sido la composición isotópica de
δ18O tanto de las aguas subterráneas como de las precipitaciones.

388
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

En el mapa de la zona central de Tenerife se han representado las líneas teóricas de flujo
estimadas de cada punto de muestreo a partir del gradiente altitudinal, de la composición
isotópica de δ18O de las aguas subterráneas y de las isopiezas del año 1997 estimadas por el
CIATFE (Figura 4). Para ello se ha asumido que las precipitaciones no han variado su
composición isotópica desde que se infiltraron en el terreno hasta que alcanzan la zona de
descarga en las galerías y pozos. En la Figura 2 se ha indicado con flechas rojas las
principales zonas de descarga desde la CLC hacia las regiones colindantes inferidas en el
presente estudio. La cota de la recarga estimada representa un valor mínimo, ya que
posiblemente, dada la ausencia de formaciones confinantes de gran extensión, a lo largo de la
circulación del agua subterránea hacia las zonas más bajas ésta ha recibido aportes de aguas
de recarga de menor cota, generando aguas isotópicamente más pesadas. Para poder estimar la
altura máxima a la que se han podido recargar las aguas subterráneas y las correspondientes
líneas de flujo, sería necesario cuantificar con precisión la recarga a las diferentes cotas y
vertientes, y aún no se dispone de dicha información. Por tanto, las cotas de la recarga que se
presentan en la Figura 4 han sido usadas más de una manera cualitativa para interpretar la
hidrología regional que como valores absolutos.

En la Figura 4 se observa que la mayor parte de las aguas subterráneas del VIG se han
infiltrado en el margen occidental de la CLC, confirmando que el principal área de recarga al
acuífero es la CLC. En comparación, las aguas subterráneas de la vertiente sur de la isla
proceden posiblemente de la propia vertiente con muy poca o ninguna contribución del agua
de la CLC, excepto algunas aguas de la región de Arico y Arico-Fasnia, como las de las
galerías Nº 60 (NSL) y 72 (ANG). La descarga hacia el Valle de La Orotava es, a partir de los
datos químicos e isotópicos obtenidos, posiblemente mucho más limitada de lo que se ha
supuesto en estudios anteriores basados en los caudales y las características físico-químicas de
las aguas de las galerías Nº 13 (ALM) y 14 (CUM) (i.e. PHI, 1996). Dichas galerías han
empezado a drenar caudales relativamente importantes de agua procedente del acuífero sólo
cuando han penetrado en los materiales de relleno de la CLC. Teniendo en cuenta que en esa
región el espesor saturado del acuífero es como mínimo de 300 m, debe haber algún tipo de
estructura o barrera hidrogeológica que permita esa enorme acumulación de reservas.

389
Implicaciones de la composición isotópica del agua y de la relación Cl/Br en la interpretación de los procesos… · R. Marrero et al.

Figura 4. Mapas del acuífero de Las Cañadas y de las zonas adyacentes con las cotas de recarga y las líneas
teóricas de flujo de los diferentes puntos de muestreo (líneas rojas), estimados a partir del gradiente altitudinal,
de la composición isotópica de δ18O de las aguas subterráneas y de las isopiezas del año 1997 estimadas por el
CIATFE (líneas verdes). Nota: algunas galerías y pozos presentan varias líneas posibles de flujo. Proyección
UTM (m), WGS84, 28N.

390
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

CONCLUSIONES

El estudio isotópico de las aguas de lluvia ha permitido determinar una nueva línea
meteórica local y los gradientes altitudinales de las vertientes norte y sur de Tenerife. La
composición isotópica de δ18O y δ2H de las aguas subterráneas del acuífero de Las Cañadas
permite inferir que el origen de las mismas es fundamentalmente meteórico, aunque existen
algunos puntos de muestreo donde la química del agua evidencia una mayor interacción con
gases de origen endógeno procedentes del sistema volcánico-hidrotermal del Teide. Al mismo
tiempo, se han inferido las líneas teóricas de flujo y se ha confirmado que la principal área de
recarga es la zona de la CLC. La relación rCl/rBr en las aguas subterráneas de este sistema, ha
permitido identificar las regiones del acuífero que están recibiendo mayor entrada de gases
ricos en Cl y que corresponde con las áreas de volcanismo mas reciente. Por tanto, el estudio
hidroquímico e isotópico del acuífero de Las Cañadas puede ser de gran utilidad para mejorar
la compresión del funcionamiento del mismo, y así realizar una gestión más eficaz y racional
de sus recursos hídricos.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo de investigación, que forma parte de la tesis doctoral del Dr. Marrero, ha sido
posible gracias al apoyo de la División de Medio Ambiente del Instituto Tecnológico y de
Energías Renovables (ITER) y del Cabildo Insular de Tenerife. También agradecer las
revisiones del Dr. Herrera que han contribuido a mejorar la calidad final de esta publicación.

REFERENCIAS

Alcalá, F. & Custodio, E. (2008). Using the Cl/Br ratio as a tracer to identify the origin of salinity in aquifers in
Spain and Portugal. Journal of Hydrology, 359, 189-207.

Craig, H. (1961). Isotopic variations in meteoric waters. Science, 133, 1702-1703.

Custodio, E. (2010). Estimation of aquifer recharge by means of atmospheric chloride deposition balance in the
soil. Contributions to Science, 6(1), 81-97.

Custodio, E. & Llamas, M. R. (1976; 1983). Hidrología Subterránea. Vol. 1-2. Ed. Omega. Barcelona, 2359 pp.

Custodio, E. & Herrera, C. (2000). Utilización de la relación Cl/Br como trazador hidrogeoquímico en
hidrología subterránea. Boletín Geológico y Minero, 111, 4, 49-68.

Custodio, E., Hoppe, J., Hoyos-Limón, A., Jiménez, J., Plata, A., Udluft, P. (1987). Aportaciones al
conocimiento hidrogeológico de Tenerife utilizando isótopos ambientales. Hidrogeología y Recursos
Hidráulicos. Asociación Española de Hidrogeología Subterránea, 11: 263-280.

Jiménez-Martínez, J. & Custodio, E. (2008). El exceso de deuterio en la lluvia y en la recarga a los acuíferos en
el área circuí-mediterránea y en la costa mediterránea española. Boletín Geológico Minero, 119(1), 21-32.

Marrero, R. (2010). Modelo Hidrogeoquímico del acuífero de Las Cañadas del Teide, Tenerife, Islas Canarias.
Tesis doctoral, Universidad Politécnica de Cataluña, 500 pp. + Anexos.

Plan Hidrológico Insular de Tenerife (PHI) (1996). Decreto 319/1996, de 23 de diciembre, BOC.

391
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.4.3. CARACTERIZACIÓN HIDROGEOQUÍMICA E ISOTÓPICA DEL


ACUÍFERO CARBONATADO-KÁRSTICO DRENADO POR EL MANANTIAL DE
FUENMAYOR (HUESCA)

Carlota OLIVÁN*, Luis Javier LAMBÁN*, José Antonio CUCHÍ** y José Luis
VILLARROEL***

(*) Instituto Geológico y Minero de España (Unidad de Zaragoza). Manuel Lasala, 44, 9ºB.
50006 Zaragoza. c.olivan@igme.es ; javier.lamban@igme.es
(**) Escuela Politécnica Superior de Huesca. Universidad de Zaragoza. Cª Cuarte s/n.
22071 Huesca. cuchi@unizar.es
(***) Dpto. de Informática e Ingeniería de Sistemas. Centro Politécnico Superior.
Universidad de Zaragoza. María de Molina, 3. 50071 Zaragoza. jlvilla@unizar.es

RESUMEN

Los principales acuíferos definidos en las Sierras Exteriores del Pirineo en su parte oriental
están formados por los niveles permeables de las facies Muschelkalk (Triásico), Cretácico
superior y Eoceno, relevantes debido a su gran extensión y espesor de afloramiento. La
composición química e isotópica del agua de precipitación y subterránea en el entorno de San
Julián de Banzo (Huesca) ha permitido caracterizar los acuíferos diferenciados en la zona. La
evolución hidrogeoquímica entre 1985-2006 en varios puntos de agua y la caracterización
hidrogeoquímica regional permite diferenciar los principales acuíferos, el tipo de agua
subterránea que drenan, deducir cualitativamente los procesos hidrogeoquímicos dominantes
y ayudar a conocer el acuífero que drena el manantial de Fuenmayor, principal punto de
descarga de un acuífero de naturaleza carbonatada-kárstica. Los acuíferos estudiados
presentan, en general, una homogeneidad hidrogeoquímica temporal, observado una
variabilidad química regional atribuida a los diferentes niveles acuíferos. Los resultados
obtenidos permiten caracterizar hidrogeoquímicamente los diferentes acuíferos próximos a la
zona de estudio y ayudan a definir el tipo de acuífero que drena el manantial de Fuenmayor
así como su área de recarga.

Palabras clave: acuífero carbonatado-kárstico, hidrogeoquímica, isótopos, manantial de


Fuenmayor

INTRODUCCIÓN

El manantial de Fuenmayor se encuentra en el sector central de las Sierras Exteriores, en el


entorno de San Julián de Banzo, Huesca (Figura 1). La Sierra de Guara es la alineación
montañosa más importante del Prepirineo aragonés, declarada en 1990 como “Parque Natural

393
Caracterización hidrogeoquímica e isotópica del acuífero carbonatado-kárstico drenado por el manantial de Fuenmayor… · C. Oliván et al.

de la Sierra y los cañones de Guara” que culmina en el Tozal de Guara a 2077 m de altitud.
Una de las principales características de estas sierras es el predominio de los afloramientos
carbonatados con un importante desarrollo kárstico. El karst es responsable de numerosos
manantiales que drenan el agua de los principales acuíferos carbonatados definidos en estas
sierras. Desde hace unos años se ha ido recopilando información y tratando datos de un
manantial de naturaleza carbonatada-kárstica, el manantial de Fuenmayor, situado al pie de
las sierras prepirenaicas, en la localidad de San Julián de Banzo (Huesca) (Cuchí et al, 2002;
Villarroel et al, 2002; Villarroel et al, 2004; Cuchí et al, 2006a, 2006b). También se ha
muestreado agua de lluvia entre junio de 2009 y octubre de 2010 en tres tomamuestras
situados a cotas 708, 1055 y 1268 m). En el presente trabajo se ha realizado un primer estudio
hidrogeoquímico e isotópico del agua de precipitación y de las aguas subterráneas cuyos
objetivos son caracterizar los diferentes acuíferos próximos a la zona de estudio e intentar
delimitar la posible área de recarga, así como definir el tipo de acuífero drenado por el
manantial de Fuenmayor.

Figura 1. Situación geográfica y geológica del área de estudio.

GEOLOGÍA

Las sierras estudiadas forman parte del frente de cabalgamiento surpirenaico que,
procedente de las Sierras Marginales, se prolonga hasta las Sierra Marginales Aragonesas o
Sierras Exteriores. La orientación preferencial de estas estructuras es ONO-ESE y en ellas
afloran rocas de edades comprendidas entre el Triásico y el Mioceno (Figura 1). La localidad
de San Julián de Banzo, se encuentra en un glacis del Somontano oscense dominado por el
frente del Prepirineo. Los principales materiales aflorantes en este sector son los
conglomerados, areniscas y lutitas de la Formación Uncastillo (Mioceno), las areniscas y
lutitas de la Formación Belsué-Atarés (Eoceno), las margas grises de la Formación Arguis
(Eoceno), las calizas bioclásticas y calcarenitas de la Formación Calizas de Guara (Eoceno),
las arcillas rojas y calizas lacustres de la Formación Boltaña (facies Garum), las calizas
micríticas y bioclásticas de la Formación Adraén y Bona (Cretácico superior) y las arcillas,
calizas y dolomías tableadas de la Formación Pont de Suert (Triásico). Estructuralmente es
una zona muy compleja ya que se encuentra enmarcada en la inflexión del cabalgamiento
frontal surpirenaico, entre San Julián de Banzo y La Almunia del Romeral caracterizada por
los retrocabalgamientos, de San Julián y Cuello Bail (Millán, 1996) (Figura 2).

394
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

CARACTERIZACIÓN HIDROGEOLÓGICA

Los tipos principales de materiales acuíferos que se pueden diferenciar en la zona de


estudio son dos: materiales carbonatados aflorantes por toda el área de las sierras y materiales
detríticos presentes en el área del Somontano. El presente trabajo se centra fundamentalmente
en los materiales carbonatados definidos por las calizas bioclásticas y calcarenitas de la
Formación Calizas de Guara (Eoceno), calizas micríticas y bioclásticas de la Formación
Adraén y Bona (Cretácico superior) y las calizas y dolomías tableadas de la Formación Pont
de Suert (Triásico), además de los conglomerados masivos carbonatados de la Formación
Uncastillo (Mioceno), caracterizados esos últimos no tanto por su capacidad de
almacenamiento de agua sino por su papel hidrogeológico como transmisores de agua.

Manantial de
Fuenmayor

Figura 2. Mapa geológico del entorno de San Julián de Banzo con los límites definidos para este estudio y cortes
geológicos de Millán, 1996.

Para este estudio se han diferenciado dos zonas principales de trabajo (Figura 2). La Zona 1
(línea azul) según los límites definidos por una primera hipótesis sobre la posible área de
recarga del acuífero que drena el manantial de Fuenmayor (Cuchi et al, 2002). La Zona 2
(línea roja), más extensa y delimitada al este y al oeste, por dos ríos ganadores, Flumen y
Guatizalema respectivamente. El límite coincide al norte con la divisoria de aguas superficial
y al sur se ha establecido por la curva de nivel 680 m s.n.m, cota mínima de descarga en el
manantial de Fuenmayor.

Uno de los puntos de agua más interesante de toda la Sierra de Guara es el manantial de
Fuenmayor, situado en las inmediaciones de San Julián de Banzo (Huesca) y único punto de
descarga del acuífero en estudio. Con un caudal mínimo de 40 L/s, máximo de 1500 L/s y un
promedio de 80 L/s para el periodo comprendido entre abril 2002 y marzo 2005 (Cuchí et. al.,

395
Caracterización hidrogeoquímica e isotópica del acuífero carbonatado-kárstico drenado por el manantial de Fuenmayor… · C. Oliván et al.

2006a). Es importante destacar que este punto de agua ha servido como abastecimiento a la
ciudad de Huesca en épocas de sequía. La información obtenida hasta el momento de este
manantial, define al acuífero que drena Fuenmayor como un acuífero carbonatado-kárstico de
doble porosidad, con una respuesta muy rápida a las precipitaciones y un caudal base
relativamente constante (Figura 3).

Figura 3. Hidrograma del manantial de Fuenmayor (modificado de Cuchí et. al., 2006a).

La información previa del inventario de puntos de agua se ha obtenido principalmente a


partir de la base de datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Se ha llevado
acabo la revisión y actualización de este inventario, recopilando toda la información previa y
llevando a cabo dos campañas de muestreo en 2009 y 2010. Actualmente, existen un total de
32 puntos de agua, de los cuales 28 son manantiales, dos pozos y dos sondeos. El 90% de los
puntos de agua inventariados son manantiales y drenan agua en verano, con unos caudales
muy bajos, (entre 0,01-0,5 L/s en época de estiaje), a excepción del manantial de Fuenmayor
(45 L/s en época de estiaje) y la zona del manantial de Liguerri (unos 30 L/s en época de
estiaje por estimación visual).

RESULTADOS

La composición química de la precipitación pone de manifiesto el predominio de aguas


bicarbonatadas cálcicas, coherente con la litología predominantemente de la Sierra de Guara.
En general, se observa cómo la composición química de la precipitación no depende tanto de
la cota de muestro sino de la época del año en la que se realiza dicho muestreo. Por otro lado,
se observa una mayor mineralización en los análisis químicos muestreados en Ciano (1055 m)
lo que se interpreta como debido a la situación de dicho tomamuestras sobre las calizas de la
Formación Calizas de Guara

396
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

El estudio de la relación δ18O versus δ2H del agua de precipitación indica que, en general,
la mayoría de los análisis presentan una composición isotópica cercana a la Línea Meteórica
Mundial (LMM) (Figura 4). Las muestras tomadas durante los meses de septiembre y octubre
coinciden con la LMM o se sitúan próximas a ella, en cambio las muestras tomadas entre
junio y julio se encuentran más alejadas de la LMM, estando en algún caso evaporadas. Si se
comparan los análisis del evento más completo, entre septiembre y octubre 2009 se
comprueba que la composición isotópica está relacionada con la cota de muestreo. El
tomamuestras de Fuenmayor (708 m), presenta una relación de 18O/D mas pesada en
comparación a los otros dos tomamuestras, Ciano (1055 m) y Muladar (1268 m).

Figura 4. Relación δ18O versus δ2H en la precipitación (según tomamuestras y evento de lluvia.

La información en los puntos para los que se dispone de más de un análisis químico es
muy escasa, a excepción del manantial de Fuenmayor. En general, estos resultados ponen de
manifiesto una relativa homogeneidad hidrogeoquímica temporal, tratándose en general de
aguas bicarbonatadas cálcicas y/o cálcico magnésicas. El manantial de Fuenmayor presenta
una mayor concentración en bicarbonato y calcio, seguida por la concentración en magnesio y
en menor proporción por la concentración en sulfato. La mayor variabilidad la presenta el
sodio y principalmente el cloruro. La representación de las principales relaciones iónicas,
rHCO3/rCa, rMg/rCa, rSO4/rCa y rCl/rNa parece indicar que el proceso dominante es la
disolución de la calcita, con un exceso relativo de la concentración en Ca con respecto al Mg
y el SO4. La relación rCl/rNa parece indicar un proceso de disolución de halita.

Teniendo en cuenta los análisis químicos de aquellos puntos de agua en los que se conoce
con seguridad el tipo de acuífero que drenan, se han diferenciado cuatro tipos principales de
agua subterránea: bicarbonatada cálcica, bicarbonatada cálcico-magnésica, sulfatada cálcica y
clorurada sódica. Estos tipos se han relacionado con los acuíferos existentes en la zona
(Figura 5). Las Calizas de Guara presentan un agua bicarbonatada cálcica con una
concentración relativamente alta en Mg y baja en Na, Cl y SO4. Las calizas bioclásticas del
Cretácico superior se caracterizan por presentar también una composición bicarbonatada
cálcica con baja mineralización. Las calizas y dolomías de la Facies Muschelkalk (Triásico)

397
Caracterización hidrogeoquímica e isotópica del acuífero carbonatado-kárstico drenado por el manantial de Fuenmayor… · C. Oliván et al.

son bicarbonatadas cálcico-magnésicas con una relación rMg/rCa próxima a 1 y una


concentración baja en Na y Cl.

DIAGRAMA DE SCHOELLER-BERKALOFF DIAGRAMA DE SCHOELLER-BERKALOFF

Conglomerados (M1), areniscas y lutitas (M4) del Mioceno Calizas de la Fm. Calizas de Guara. Eoceno.

meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3 meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3


100.0 100.0

POZO SGOP-26-
08-10
F.DULI-07-09-10

10.0 10.0
BCO.VADIELLO-
06-09-10

F.CALCON-30-08-10

FUENSANTA-04-
1.0 08-09 1.0

EL CAXIGAR
31/08/09

PUERTA
CIERZO 01-08-
09

0.1 0.1

F. BRAZO MAR-16-
F.DOS CAÑOS- 09-09
26/08/10

0.0 0.0
meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3 meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3

DIAGRAMA DE SCHOELLER-BERKALOFF DIAGRAMA DE SCHOELLER-BERKALOFF

Calizas del Cretácico superior. Facies Muschelkalk y Facies Keuper del Triásico

meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3 meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3


100.0 100.0

F.LIGUERRI-26-
08-10

F.SAN MAMES-27-
08-09

10.0 10.0

F.LIGUERRI-31-
08-09

F.CHINABRO-26- F.ORDÁS-01-09-
1.0 08-09
1.0
10

F. DEL PIOJO-27-
08-10

0.1 0.1

FTE PUEBLO-01-
09-2010

F.CANTERA-15-
09-09

0.0 0.0
meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3 meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3

Figura 5. Análisis químicos de agua subterránea agrupados por acuíferos.

398
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Uno de los manantiales muestreados (Fuente del Piojo) se puede considerar como
representativo de las arcillas y los yesos del Keuper (Triásico) con una composición sulfatada
cálcica, alta concentración en Mg pero baja en Cl y Na. Por último, el acuífero formado por
los conglomerados masivos de la Formación Uncastillo (Mioceno) presenta un tipo de agua
bicarbonatada cálcica con una importante variabilidad en la concentración de Mg, Na, Cl y
SO4, a excepción de un análisis con una composición clorurada sódica (Figura 5).

Las relaciones iónicas rHCO3/rCa, rMg/rCa, rSO4/rCa y rCl/rNa permiten deducir los
principales procesos hidrogeoquímicos que se producen en cada uno de los acuíferos. Para las
Calizas de Guara (Eoceno) y calizas del Cretácico superior el proceso dominante es la
disolución de calcita. El acuífero de las calizas y dolomías de la Facies Muschelkalk parece
indicar disolución de dolomita. En la muestra de agua representativa de las arcillas y yesos de
la Facies Keuper (Triásico) el proceso dominante es la disolución de yeso y/o anhidrita. Por
otra parte, en los conglomerados carbonatados de la Formación Uncastillo es probable que se
produzcan todos los procesos hidrogeoquímicos definidos anteriormente, además de una
posible disolución de halita.

La comparación de los principales tipos de agua subterránea con la composición química


del manantial de Fuenmayor permite concluir que las relaciones iónicas obtenidas para las
Calizas de Guara, calizas del Cretácico superior y en menor proporción, conglomerados del
Mioceno, coinciden con las relaciones iónicas obtenidas en el manantial de Fuenmayor. No
parece que exista, sin embargo, ninguna relación con las calizas y dolomías de la Facies
Muschelkalk (Triásico) ni con las arcillas y yesos de la Facies Keuper (Triásico).

El estudio de la relación δ18O versus δ2H de todos los puntos analizados en verano de 2010
se representa en la Figura 6.

Figura 6. Relación δ18O versus δ2H en la precipitación y en las aguas subterráneas (según punto de muestreo).

399
Caracterización hidrogeoquímica e isotópica del acuífero carbonatado-kárstico drenado por el manantial de Fuenmayor… · C. Oliván et al.

Se observa una composición isotópica bastante homogénea y próxima a la LMM y LMME,


aunque se pueden establecer dos grandes grupos de agua teniendo en cuenta su mayor o
menor proximidad a la LMM: 1) manantiales con una composición muy próxima la LMM,
con una cota de descarga comprendida entre los 1000-1200 m de altitud y con un tipo de agua
bicarbonatada cálcica y bicarbonatada cálcico-magnésica (en el que se incluiría el manantial
de Fuenmayor) y 2) manantiales más alejados de la LMM con una cota de descarga entre 800-
900 m de altitud y con una composición más sulfatada cálcica.

CONCLUSIONES

El agua de precipitación se caracteriza por ser bicarbonatada cálcica, coherente con el


predominio de las litologías carbonatadas a lo largo de la Sierra de Guara. La composición
isotópica de la precipitación es muy próxima a la LMM, poniendo de manifiesto del
predominio de frentes de origen atlántico.

La caracterización hidrogeoquímica regional del agua subterránea ha permitido diferenciar


cuatro tipos principales de agua: 1) Bicarbonatada cálcica, representativa de los acuíferos
formados por los conglomerados del Mioceno, las Calizas de Guara del Eoceno y las calizas
de la Formación Adraén-Bona del Cretácico superior. 2) Bicarbonatada cálcica magnésica,
característica de las facies Muschelkalk (Triásico). 3) Sulfatada cálcica, representativa de las
arcillas y yesos de la facies Keuper (Triásico) y 4) Clorurada sódica, representativa de algunos
análisis puntuales tomados en los conglomerados del Mioceno.

La caracterización isotópica regional parece indicar que el agua subterránea presenta una
composición isotópica muy próxima a la precipitación, no pareciendo haber sufrido ningún
proceso modificador durante la recarga. Los acuíferos que drenan un tipo de agua sulfatada
cálcica y clorurada sódica, con una cota de descarga entre 800-900 m de altitud presentan una
composición isotópica mas alejada de la LMM.

El estudio de las relaciones iónicas principales parecen poner de manifiesto que el


manantial de Fuenmayor puede estar drenando un acuífero formado por las Calizas de Guara
y/o por las calizas del Cretácico superior y/o por los conglomerados del Mioceno, no
pareciendo existir relación con los acuíferos del Triásico. El agua que recarga el acuífero que
drena el manantial de Fuenmayor presenta una composición isotópica igual o muy próxima a
a la precipitación, lo que podría indicar una rápida infiltración coherente con un desarrollo
kárstico importante en el acuífero, lo cual resulta coherente a su vez con la rápida respuesta
del manantial frente a la lluvia.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos la ayuda de Ricardo Fortuño para muestrear y tomar medidas in situ del
manantial de Fuenmayor. Agradecemos a Antonio Azcón (IGME) por sus continuas
sugerencias sobre hidrogeología, su ingenio y su colaboración en campo.

400
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

REFERENCIAS

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Banzo, Huesca). Geogaceta, 31, 75-78.

Cuchí, J.A., Villarroel, J.L., Carceller, T., y Azcón A. (2006a). Comportamiento del manantial de Fuenmayor
(San Julián de Banzo, Huesca) durante la sequía de 2005. En : Durán, J.J., Andreo, B. y Carrasco, F. (Eds.).
Karst, cambio climático y aguas subterráneas. Publicaciones del Instituto Geológico y Minero de España.
Serie: Hidrogeología y Aguas Subterráneas Nº 18. 135-143. Madrid.

Cuchí, J.A. (2006b). Geología y geomorfología. En: Comarca de la Hoya de Huesca. Colección Territorio 22.
Diputación General de Aragón. Gobierno de Aragón. Castán, A. (editor) 27-32 p.

Millán, H. (1996). Estructura y cinemática del frente de cabalgamiento surpirenaico en las Sierras Exteriores
Aragonesas. Tesis Doctoral. Universidad de Zaragoza. 330 p. 3 mapas.

Villarroel, J.L. y Cuchí, J.A. (2004). Estudio cualitativo de la respuesta, de mayo 2002 a abril 2003, del
manantial kárstico de Fuenmayor (San Julián de Banzo, Huesca) a la lluvia y a la temperatura atmosférica.
Boletín Geológico y Minero, 115 (2): 237-246.

Villarroel, J.L. y Cuchí, J.A. (2002). Análisis de respuesta de Fuenmayor (San Julián de Banzo, Huesca).
Primeros resultados. Geogaceta, (31): 71-74.

401
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.4.4. CARACTERIZACIÓN HIDROGEOQUÍMICA E ISOTÓPICA PRELIMINAR


DE LAS LAGUNAS DE ESTAÑA (HUESCA, ESPAÑA)

Cristina PÉREZ* y Luis Javier LAMBÁN*

(*) Instituto Geológico y Minero de España (Unidad de Zaragoza). Manuel Lasala, 44, 9ºB.
50006 Zaragoza. c.perez@igme.es ; javier.lamban@igme.es

RESUMEN

El área de estudio conocida como las Lagunas de Estaña se sitúa en las Sierras Marginales
Pirenaicas y constituye un humedal formado por una serie de lagunas naturales localizadas
sobre materiales evaporíticos, arcillosos y carbonatados del Triásico. En este trabajo se
presentan los resultados obtenidos de una primera caracterización hidrogeoquímica e
isotópica (δ18O, δ2H y 3H) tanto de la precipitación como de las Lagunas de Estaña. Dicha
caracterización ha permitido diferenciar los principales tipos de agua subterránea, así como
deducir cualitativamente los procesos hidrogeoquímicos dominantes. El Estanque Pequeño de
Arriba presenta una composición sulfatada-bicarbonatada cálcica poco mineralizada. En el
Estanque Grande de Abajo la composición del agua es sulfatada cálcica, manteniéndose
constante tanto en profundidad como en el tiempo. Los perfiles multiparamétricos realizados
(CE, Tª, pH, Eh, OD, δ18O...) confirman su carácter monomíctico, con una estratificación del
agua entre los meses de marzo a octubre y una termoclina entorno a los 6 m de profundidad.

Palabras clave: karst, hidrogeoquímica, isótopos, humedal, Lagunas de Estaña

INTRODUCCIÓN

El área de estudio, conocida como las Lagunas de Estaña, se localiza al sur de los Pirineos
(Norte de España) (Figura 1). Se incluye en la Red Europea de Protección de Zonas Naturales
Natura 2000 como “Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)”. A pesar de su reconocimiento
medioambiental, su funcionamiento y límites hidrogeológicos no han sido estudiados
previamente. Se trata de una serie de lagos salobres naturales, con lámina de agua
permanente y origen kárstico. Se sitúan en una cuenca cerrada en la que los carbonatos y las
evaporitas son las litologías dominantes, en un área tectónicamente muy compleja, sin
información subsuperficial

Las Lagunas de Estaña presentan un notable interés tanto hidrogeológico como ecológico y
se ubican sobre materiales triásicos karstificados, tanto carbonáticos de las facies
Muschelkalk, como evaporíticos y arcillosos del Triásico (IGME, 1994, 1995, 2007), que
afloran como bloques hectométricos aislados, donde pueden encontrarse los materiales del

403
Caracterización hidrogeoquímica e isotópica preliminiar de las Lagunas de Estaña (Huesca, España) · C. Pérez y L.J. Lambán

Muschelkalk en contacto mecánico o por falla con el Triásico (Pérez-Bielsa et al., 2008)
(Figura 1). Se diferencian dos lagunas principales, una superior (Estanque de Arriba) y otra,
situada a una cota inferior (Estanque Grande de Abajo) y de mayores dimensiones (unos 680
x 270 m). Esta presenta paredes verticales y un umbral central que la divide en dos cubetas
independientes con profundidades máximas actuales de 10 y 17 m (Pérez-Bielsa y Lambán,
2008), aunque existe constancia histórica de que las mismas han presentado una extensión
mayor que la actual (Morellón et al., 2007). Se interpreta que proceden de procesos de
disolución que afectan a los materiales salinos del Triásico, dando lugar a las lagunas a partir
de dolinas de colapso (López-Vicente, 2007). La contaminación difusa por sustancias
fitosanitarias de actividades agrícolas y puntual por actividades ganaderas, son las principales
presiones a las que se encuentran expuestas, incrementando la posibilidad de contaminación
por nitratos y/o metales pesados.

Figura 1. Situación de las Lagunas de Estaña (Huesca).

CARACTERIZACIÓN HIDROGEOQUÍMICA E ISOTÓPICA

Caracterización hidrogeoquímica e isotópica de la precipitación

A partir de la instalación de cinco tomamuestras de agua de lluvia a diferentes cotas se ha


obtenido una buena representatividad espacial y temporal. Los resultados que se recogen en la
Tabla 1 corresponden a las muestras pertenecientes al periodo comprendido entre septiembre
de 2007 y mayo de 2008.

404
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

La representación y análisis de los datos obtenidos pone de manifiesto la existencia de una


importante variabilidad composicional tanto a nivel espacial como temporal, siendo menos
mineralizadas las aguas correspondientes a invierno, de acuerdo con lo esperado. En general,
las facies hidroquímicas varían entre bicarbonatadas cálcicas y sulfatadas cálcicas, coherentes
con los materiales aflorantes en el área de recarga.
Cl SO4 HCO3 NO3 Na Mg Ca K NO2 NH4 SIO2 pH CE RS DQO
T1-AERÓDROMO mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l mg/l (µS/cm)
MEDIA 1,3 3,0 4,7 1,3 0,2 0,9 2,3 0,1 0,6 0,2 2,9 6,8 18,7 21,0 3,7
MEDIANA 1,0 2,0 4,0 1,0 0,0 1,0 1,0 0,0 0,0 0,0 0,1 7,0 13,0 24,0 4,0
DESV. TIPICA 0,8 2,9 2,9 1,0 0,3 0,2 2,2 0,3 1,5 0,5 5,0 0,6 11,5 7,9 1,6
T2-PURROY
MEDIA 1,3 6,8 10,5 3,0 0,3 1.4 5.7 0.1 0,0 0,0 0,5 6,5 37,9 31,7 3,2
MEDIANA 1,0 3,0 5,0 3,0 0,0 1.0 3.0 0,0 0,0 0,0 0,1 6,6 24,0 20,0 2,8
DESV. TIPICA 0,6 8,4 14,7 3,1 0,6 0.5 8.5 0,3 0,0 0,1 1,3 0,3 39,9 29,4 1,8
T3-SAN QUILEZ
MEDIA 2,7 8,7 23,3 3,0 1.5 1,2 10,5 1,2 0,0 0,2 0,6 6,2 67,3 57,8 9,8
MEDIANA 1,5 6,0 6,5 0,0 0,6 1,0 4,5 0,0 0,0 0,0 0,1 6,5 34,5 31,0 6,1
DESV. ESTANDAR 2,7 8,9 40,8 6,9 2,1 0,4 16,2 2,8 0,0 0.5 1,3 0,8 95,9 73,7 9,9
T4-MOLAR
MEDIA 1,0 2,5 3,8 2,4 0,2 1,1 1,6 0,0 0,0 0,2 0,1 6,2 14,6 14,8 4,2
MEDIANA 1,0 1,5 3,5 1,5 0,0 1,0 1,0 0,0 0,0 0,0 0,1 6,2 12,5 14,0 4,0
DESV. TIPICA 0,0 2,7 2,2 3,6 0,3 0,4 1,1 0,1 0,0 0.4 0,0 0,5 7,8 4,9 2,8
T5-LAGUNA
MEDIA 3,0 9,6 9,9 1,7 0,6 1,6 6,3 2,0 0,0 0,3 0,6 5,8 52,4 39,9 2,4
MEDIANA 1,0 6,0 8,0 1,0 0,0 1,0 3,0 0,0 0,0 0,0 0,1 6,1 32,0 24,0 1,7
DESV. TIPICA 5,3 10,0 5,8 1,7 1,4 0,8 5,9 5.2 0,0 0,7 1,1 0,7 63,0 47,4 1,8

Tabla 1. Parámetros estadísticos (media, mediana y desviación típica) de la composición química de la


precipitación para cada estación entre septiembre de 2007 y mayo de 2008.

Para la caracterización isotópica de la precipitación, se ha analizado la relación δ18O y δ2H


con respecto al VSMOW ‰ (Figura 2), observándose de nuevo una gran variabilidad en su
composición. Las aguas correspondientes a los meses de enero a abril son más ligeras.
LMMT
dO
dO-18
-18
δ18O ‰
-10 -9 -8 -7 -6 --5
5 -4 -3 -2 -1 0 LMM

-10

-20

-30

-40
δ H‰
2
dD

-50

-60
LluviaLEYENDA
septiembre 07
Lluvia septiembre 07
Lluvia noviembre07
Lluvia noviembre07
Lluvia enero08 -70
Lluvia enero08
Lluvia marzo08
Lluvia abril08
Lluvia marzo08
Lluvia mayo08 -80
Lluvia abril08
Lluvia mayo08 -90

-100

Figura 2. Relación δ18O versus δ2H para diferentes eventos de precipitación (2007-2008).

405
Caracterización hidrogeoquímica e isotópica preliminiar de las Lagunas de Estaña (Huesca, España) · C. Pérez y L.J. Lambán

En general todas las muestras obtenidas hasta el momento de ajustan a la Línea Meteórica
Media Mundial. Los valores de d varían entre 10-14%, indicando un origen
predominantemente Atlántico, y en menor proporción Mediterráneo Occidental. En algunos
casos se han encontrado valores de d menores a 10‰, que se supone son debidos a
fraccionamiento isotópico por evaporación en los tomamuestras.

Caracterización hidroquímica e isotópica de las Lagunas de Estaña

Se ha observado una composición sulfatada cálcica en el Estanque Grande de Abajo, que


se mantiene constante tanto en profundidad como en el tiempo (Figura 3 y Tabla 2). El
Estanque Pequeño de Arriba presenta una composición sulfatada-bicarbonatada cálcica menos
mineralizada. Se han realizado perfiles de CE, temperatura (T), pH, Eh, Oxigeno Disuelto
(OD) y del contenido en δ18O tanto en el Estanque Grande de Abajo como en el Estanque
Pequeño de Arriba. Se han representado los perfiles obtenidos en verano de 2008 (Figura .4),
confirmando el carácter monomíctico del Estanque Grande (Ávila et al., 1984), que sufre una
estratificación entre los meses de marzo a octubre con una termoclina en torno a los 6 m que
se ver reflejada en el descenso brusco de la temperatura.

meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3


100.0

Estanque Grande

10.0

Estanque Pequeño

1.0

SUPF SE 20sep07 5M SE 20sep07


9M SE 20sep07 11M SE 20sep07
16M SE 20sep07 SUPF NW 20sep07
3M NW 20sep07 6M NW 20sep07
9M NW 20sep07 SUPF SE 17ene08
5 M SE 17ene08 9 M SE 17ene08
11M SE 17ene08 16M SE 17ene08
SUPF NW 17ene08 4M NW 17ene08
9M NW 17ene08 L. PEQUEÑA 17ene08
0.1
meq/l Ca Mg Na Cl SO4 HCO3

Figura 3. Diagrama de Schöeller-Berkaloff mostrando la composición química del Estanque Grande y del
Estanque Pequeño de Estaña. En el Estanque Grande se presentan los análisis químicos para diferentes
profundidades y fechas.

406
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Cl SO4 HCO3 NO3 Na Mg Ca K NO2 NH4 SIO2 pH CE RS DQO


ESTANQUE GRANDE (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (µS/cm)
MEDIA 302,5 1833,5 114,7 1,4 202,2 186,8 516,9 20,6 0,2 0,9 5,8 7,0 4679,9 3430,1 6,9
MEDIANA 302,2 1851,8 108,5 1,0 200,5 184,0 533,5 20,8 0,0 0,4 6,0 6,9 4684,0 3407,5 6,9
DESV. TIPICA 8,7 142,5 21,2 1,7 19,3 4,4 51,9 1,7 0,5 1,1 1,4 0,2 72,5 75,4 1,0
ESTANQUE PEQUEÑO
MEDIA 133,0 275,5 123,5 3,5 86,0 39,0 101,0 5,0 0,0 0,0 10,9 7,3 1009,0 745,5 1,5
MEDIANA 133,0 275,5 123,5 3,5 86,0 39,0 101,0 5,0 0,0 0,0 10,9 7,3 1009,0 745,5 1,5
DESV. TIPICA 4,2 29,0 26,2 0,7 2,8 1,4 1,4 0,0 0,0 0,0 5,5 0,0 2,8 10,6 0,1

Tabla 2. Parámetros estadísticos (media, mediana y desviación típica) de la composición química de las lagunas
entre 2007 y 2008.

En general, se observa como la CE se mantiene constante a lo largo de todo el perfil,


mientras que tanto la T como el pH sufren un descenso brusco a partir de los 6 m de
profundidad. Tanto el OD como el Eh se mantienen invariables de nuevo hasta los 6 m, donde
se observa un incremento en ambos parámetros, para volver a disminuir bruscamente a partir
de unos 10 m de profundidad. Es importante destacar la existencia de condiciones anóxicas en
profundidad. En el perfil de δ18O, se observa que tanto en la zona próxima a la superficie,
como entorno a la termoclina el agua se hace ligeramente más pesada.

Figura 8. Perfiles realizados en el Estanque Grande de Abajo (agosto 2008) a) CE-Tª, b) Eh-pH, c) OD-Tª d)
δ18O.

Con respecto al estudio de la relación δ18O versus δ2H en las Lagunas de Estaña (Figura
9), se observa como ambas lagunas se encuentran claramente evaporadas con respecto a las
aguas subterráneas del Sinclinal de Estopiñan. Esta evaporación es mayor en el Estanque
Grande de Arriba con respecto al Estanque Pequeño de Abajo y dentro del Estanque Grande,
es mayor en superficie que en profundidad.

407
Caracterización hidrogeoquímica e isotópica preliminiar de las Lagunas de Estaña (Huesca, España) · C. Pérez y L.J. Lambán

δ 18O ‰ LMME
dO-18 LMM
-10 -9 -8 -7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0

0
Estanque
-10
Grande
-20

-30
Estanque
Pequeño -40

δ H‰
2
dD
-50

-60
Verano08
Marzo08 -70
Laguna Grande
-80

-90

-100

Figura 9. Relación δ18O versus δ2H en las Lagunas de Estaña (2007-2008).

Por último, si se tiene en cuenta el contenido en tritio correspondiente a una campaña


realizada durante el verano del 2007, se observa que el Estanque Grande de Abajo presenta un
contenido de 5.7 UT, mientras que en el Estanque Pequeño de arriba es de 7.39 UT. Ambos
valores resultan coincidentes con el muestreado para la precipitación durante el mismo
periodo de tiempo (entre 4 y 8 UT), lo que parece indicar un tiempo de tránsito relativamente
rápido del agua por el acuífero. Así mismo, las diferencias obtenidas entre ambas lagunas
podrían indicar una desconexión hidráulica entre ambas, además de un tiempo de transito
superior en la Laguna Grande. No obstante, las diferencias no son suficientemente
significativas como para confirmarlo.

CONCLUSIONES

El estudio hidroquímico e isotópico realizado contribuye a mejorar el conocimiento del


funcionamiento hidrogeológico las Lagunas de Estaña. La composición química de la
precipitación resulta coherente con los materiales aflorantes en el área de recarga. Con
respecto a su composición isotópica, todas las muestras obtenidas hasta el momento
(campañas 2007 y 2008) se ajustan a la Línea Meteórica Media Mundial. Los valores de d
varían entre 10-14%, indicando un origen predominantemente Atlántico, y en menor
proporción Mediterráneo Occidental

En el Estanque Grande de Abajo predominan las aguas sulfatadas cálcicas, tanto en


profundidad como en el tiempo, lo que se interpreta como debido a la disolución de los
materiales evaporíticos (yesos) del Triásico. El Estanque Pequeño de Arriba presenta una
composición bicarbonatada-sulfatada cálcica, lo que se interpreta como debido a la mayor
cercanía de los materiales carbonatados del Trías. Los perfiles realizados en el Estanque

408
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Grande, confirman su carácter monomíctico y ponen de manifiesto una importante


homogeneidad química tanto temporal como en profundidad, mientras que en los perfiles
realizados en verano, durante el periodo de estratificación de sus aguas, se observan
variaciones importantes tanto en el contenido de oxígeno disuelto como en el Eh. Además, el
bajo grado de mineralización del agua en las lagunas y la estabilidad de la concentración en
sales en profundidad, parece indicar la existencia de una importante renovación del agua en
las lagunas seguramente relacionada con las aguas subterráneas. Por último, la composición
isotópica de las Lagunas de Estaña pone de manifiesto una evaporación más importante en el
Estaque Grande de Abajo que en el Estanque Pequeño de Arriba así como un tiempo de
tránsito relativamente rápido del agua por el acuífero

REFERENCIAS

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409
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.5. GESTIÓN DE AGUAS SUBTERRÁNEAS


Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.5.1. LA GESTIÓN TÉCNICA Y LA GOBERNANZA DE LAS AGUAS


SUBTERRÁNEAS

Andrés SAHUQUILLO HERRÁIZ*

(*) Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente. Escuela Técnica Superior


de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Universidad Politécnica de Valencia.
Camino de Vera, s/n. 46071 Valencia. asahuq@hma.upv.es
Real Academia de Ciencias

RESUMEN

El coste relativamente pequeño de la explotación de las aguas subterráneas y su ubicuidad


en amplias zonas, las hacen muy adecuadas para su explotación. Otros atributos importantes
de los acuíferos son su gran capacidad de almacenamiento y el gran volumen de agua que
suelen contener, con frecuencia cientos de veces mayor que su recarga media anual o que el
almacenamientos de los grandes embalses. Esto hace que, si se operan adecuadamente, los
acuíferos puedan jugar un papel muy importante como elementos de almacenamiento y
distribución de agua en sistemas de recursos hidráulicos, al ser estos atributos
complementarios con los de las componentes superficiales; embalses, canales, acueductos y
sistemas de distribución de agua. La explotación de las aguas subterráneas produce descensos
en los niveles piezométricos y en los caudales de ríos y manantiales e influye en los
humedales, y pueden afectar negativamente la calidad del agua. Efectos que son importantes
cuando esta explotación es intensa y prolongada afectando también la disponibilidad de otros
usuarios al ser limitados los recursos a explotar y los volúmenes almacenados en los
acuíferos.

Tanto para su utilización conjunta con las aguas superficiales, como si se utilizan de forma
separada de estas requieren una gestión adecuada. La gestión de las aguas subterráneas tiene
dos aspectos fundamentales e inexcusables. El primero es el de la gobernanza de la
explotación de los acuíferos en las que intervienen cientos o miles de interesados, y la
segunda la necesidad de mantener la calidad del agua y protegerlos de la contaminación, de
mantener las redes adecuadas de observación y control y de mejorar progresivamente el
conocimiento de los acuíferos para poder predecir su comportamiento ante alternativas más
estrictas de utilización de sus recursos.

INTRODUCCIÓN

A lo largo de todo el siglo pasado ha aumentado la utilización de las aguas subterráneas en


todo el mundo, tanto para abastecimiento urbano como para el riego, en particular en los

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

últimos decenios del siglo. El uso intensivo del agua subterránea empezó hace unos 100 años
en los Estados Unidos, fundamentalmente en California, hace 50 en áreas semiáridas de
Méjico, España, Australia y Norte de Brasil, y hace unas décadas en Pakistán, India, China y
el Oriente Próximo, en la mayoría de los casos con poca experiencia de gestión (Custodio
2007). En los países desarrollados la utilización del agua subterránea para usos urbanos es
muy importante. Supera el 50% en los Estados Unidos y al 70% en muchos países de Europa.
Algunas de las ciudades más pobladas del mundo desarrollado y en desarrollo desde Calcuta y
México a Paris y Londres se abastecen con aguas subterráneas y más de un tercio de los
habitantes de Nueva York se suministran del acuífero que hay bajo sus pies en Long Island. El
riego con aguas subterráneas supera el 50% en la mayoría de los estados del Oeste de EE.UU.
En España se riegan con ellas un millón de hectáreas. En el Sureste de Asia, el norte de China
y otros países, entre los que está México, se ha producido un aumento espectacular del riego
con aguas subterráneas, (Llamas y Custodio 2003), en un proceso que se ha denominado
revolución silenciosa por haberse realizado por los agricultores pobres de esos países, sin
apenas control ni ayuda técnica de las agencias de agua, ni subvenciones del estado o de
organismos estatales (Llamas 2005; Llamas y Martínez Santos 2005; Fornés et al 2005). En
todo el mundo se riegan cerca de 130 millones de hectáreas con aguas subterráneas, tanto de
productos agrícolas de gran valor, como es el caso de las áreas mediterráneas españolas, o de
productos más básicos en países menos desarrollados que han proporcionado grandes
beneficios a sus usuarios y han contribuido a erradicar o mitigar la pobreza en muchas áreas
(Llamas y Custodio 2003). La disminución del precio del arroz y el grano, que bajó a un
tercio y a la mitad respectivamente entre la década de 1960 y la de 1990, además de a los
avances agronómicos se debe a la posibilidad de disponer de agua barata y segura en el
Sureste de Asia (Giordano y Villholth, 2007). La India, donde se riegan casi 50 millones de
hectáreas con aguas subterráneas y se extraen más de 200 km3 de agua al año, en comparación
con los 17 millones que se riegan con aguas superficiales, ha pasado a ser un exportador
importante de alimentos (Dains y Pawar 1987; Dhawan 1995; Llamas y Martínez Cortina
2002), y Bangla Desh ha conseguido recientemente su autoabastecimiento de productos
agrarios, aunque en este último país los avances en cuanto al abastecimiento de agua y riego
están contrapesados por el grave problema del contenido en arsénico del agua subterránea,
que afecta a casi veinte millones de personas.

El agua subterránea tiene un papel importante en la naturaleza y sustenta muchos de los


servicios que se derivan de su manifestación en manantiales, ríos, lagos, humedales y áreas de
freatofitas (Younger 2007; Custodio 2001, 2005). El agua subterránea es barata y eficiente.
Es esencial en muchas situaciones para atender las necesidades de agua de la humanidad de
forma fiable, además de para riegos y usos urbanos, ganaderos e industriales. En España se
utiliza agua subterránea para regar el 30% de la superficie total de riego (unos 3,5 millones de
ha) aplicando sólo el 20% de toda el agua usada para regar, incluida la procedente de fuentes
superficiales, pero sin contar las pérdidas por evaporación en embalses, en el transporte y en
la distribución. El almacenamiento subterráneo y la distribución por el mismo acuífero son
más eficientes que los construidos artificialmente. Además hay que considerar los ahorros en
la construcción de embalses, tanques y elementos de distribución para captar, almacenar y
distribuir el agua, especialmente en las zonas más pobladas y con más ocupación del suelo. En
los países áridos las pérdidas por evaporación son importantes, en Nuevo Méjico el ingeniero
del estado estimó que en 1985 las pérdidas por evaporación de agua en los embalses del
Estado fueron el 20% del total de sus usos consuntivos y en Montana se estimaron en el 54%,
y en España también son elevadas en las cuencas más secas del sur de la península. La
construcción de embalses para hacer frente a estas necesidades requeriría unas inversiones

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

muy importantes.

Además de contener grandes volúmenes de agua, los acuíferos tienen una capacidad de
almacenamiento muy por encima del de los embalses superficiales. Los pozos de un acuífero
pueden proporcionar agua cerca del punto donde se necesita. Los acuíferos de la cuenca de
muchos ríos tienen almacenado un volumen de agua que supera a su recarga media anual en
decenas o centenares de veces a su recarga, e incluso a las aportaciones superficiales y
subterráneos de toda la cuenca. En muchos aspectos esto es muy deseable al estar los recursos
distribuidos en una superficie importante, lo que añade a los papeles de disponibilidad,
reserva y almacenamiento de agua, el papel de elemento de distribución. Las ventajas del
almacenamiento subterráneo y la distribución unidas a las limitaciones de los embalses
superficiales han aumentado el valor de estos dos atributos. En términos económicos es
evidente que son los usos más valiosos de los acuíferos. El valor de los acuíferos como fuente
y almacenamiento de agua se ha incrementado además por el aumento de la utilización de
agua, el gran desarrollo de las aguas superficiales en el pasado, la creciente preocupación por
la calidad del agua, la necesidad de proteger los caudales superficiales y por el aumento de la
confianza en las aguas subterráneas como fuente de agua, (U.S. Advisory Commission 1991).

Los acuíferos funcionan como fuentes de agua, embalses subterráneos y elementos de


distribución, que descargan a los ríos o fuentes de agua superficial, excepto en los casos de
acuíferos costeros y menos corrientemente en cuencas cerradas o lagos salinos. Lo que antes
era un recurso que se podía obtener de manantiales y del caudal base de los ríos, ahora se
puede conseguir individualmente en zonas extensas. Esta visión cambia el panorama de los
recursos hidráulicos y del ciclo continental del agua, (Custodio et al 2005). Los tipos de
acuíferos teniendo en cuenta su tamaño y relaciones con las aguas superficiales varia
ampliamente, lo que sin duda influye de forma decisiva en las posibilidades que ofrecen para
la utilización conjunta y coordinada con los recursos superficiales y hacer una gestión más
eficaz de los recursos de agua.

En la mayoría de los casos las aguas superficiales y subterráneas se gestionan


separadamente a pesar de las posibilidades de aumentarse y complementarse mutuamente. En
muchos casos se utiliza una sola fuente de agua y el sistema es más vulnerable en casos de
sequía, averías, accidentes u otras catástrofes, y las fuentes alternativas no pueden hacerse
disponibles de forma inmediata; aunque casi siempre es más fácil, económico y eficaz
incorporar al sistema aguas subterráneas. La planificación y gestión se ha hecho hasta ahora
casi exclusivamente para los recursos superficiales. Los subterráneos se supone que podían
continuar sin planificar y sin realizar una gestión rigurosa. Aunque hay casos bien conocidos
en los que se está haciendo una gestión eficaz de la utilización conjunta de ambas fuentes de
agua. Existe un buen conocimiento científico e ingenieril del funcionamiento de la hidrología
subterránea, incluso superior al de otras fases del ciclo hidrológico, pero no se ha comunicado
adecuadamente a los educadores y a los medios de comunicación. Por eso las aguas
subterráneas son consideradas en muchos países, incluidos los desarrollados como algo
misterioso y poco fiable por muchos de los gestores de la administración hidráulica, (Custodio
1996).

Los recursos de agua son muy diferentes de unas regiones a otras y la puesta en marcha de
nuevos recursos debe considerarse para cada caso particular. Pero como ya se han
desarrollado las mejores oportunidades y las más baratas para el aprovechamiento de los
recursos superficiales, cada vez es más difícil y más caro el desarrollo de nuevos embalses, y

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

su construcción suscita mayor oposición por motivos ambientales. Por el contrario no se ha


desarrollado plenamente el potencial de las aguas subterráneas para resolver las necesidades
de agua. Esto sucede en una gran mayoría de países, e incluso en regiones en las que el agua
superficial proporciona una solución adecuada se pueden desarrollar, de forma rápida y
barata, alternativas con agua subterránea, en casos de sequía, contaminación y averías, o para
resolver problemas de escasez o satisfacer nuevas necesidades, conjuntamente o no con las
superficiales.

Si las aguas subterráneas se cuantifican y gestionan adecuadamente, se abren nuevas


posibilidades y soluciones de los problemas de agua. Muchos de los problemas reales o
aparentes de disponibilidad de agua se resolverían con mucha mayor facilidad. Pero este
criterio aún no se ha incorporado plenamente en las técnicas de planificación y gestión
hidráulica. La planificación y la gestión de las aguas subterráneas es más una excepción que
la regla (U.S. Advisory Commission 1991), y no solamente en nuestro país.

Efectos de la explotación de las aguas subterráneas

La explotación de los acuíferos hace descender los niveles del agua subterránea, disminuir
los caudales de los ríos y manantiales y afectar a los humedales y ecosistemas asociados. En
algunos acuíferos se ha producido degradación de la calidad del agua y en los costeros puede
producir intrusión de agua de mar. Aunque los recursos renovables de los acuíferos son
importantes, y en algunos casos los volúmenes almacenados en ellos son muy grandes,
forman un recurso limitado y también vulnerable que debe ser gestionado para mantener los
objetivos de su explotación y tener controlados los efectos que se derivan de la explotación de
estos. Si no hay un control efectivo y se utilizan anárquicamente pueden aparecer problemas
serios. En acuíferos grandes o medianos los efectos tardan en manifestarse, a veces varias
décadas, como consecuencia de la inercia que le proporcionan los grandes volúmenes de agua
almacenada.

Al principio del bombeo el agua proviene del almacenamiento en el entorno del pozo y
paulatinamente se va extendiendo su influencia. Solo después de un cierto tiempo, se produce
una disminución del flujo del acuífero al río, o un aumento de las pérdidas si es perdedor. Si
continua el bombeo aumenta el caudal que procede del río y disminuye el que procede del
acuífero hasta que se alcanza un régimen de equilibrio en el que toda el agua procede de la
que se resta al río. Dependiendo de las características del acuífero y de la distancia del pozo
de bombeo al río en acuíferos medianos o grandes pueden pasar de algunos años a decenios
para que los efectos de los bombeos sean significativos.

La explotación de los acuíferos para el riego de unas 100.000 hectáreas fundamentalmente


en la provincia de Albacete, ha producido la disminución de los caudales del río Júcar, que
deja de ganar una buena parte del caudal que le aportaba el acuífero de la Mancha Oriental.
Actualmente una parte del río que era ganador ha pasado a ser perdedor al final del periodo de
riegos. La intensa explotación de los acuíferos del acuífero de la cuenca alta del Guadiana han
provocado la práctica desaparición de los humedales del Parque Nacional de Las Tablas de
Daimiel, (Sahuquillo et al 1982). La explotación se incrementó desde 200 hm3/año en 1974 a
575 hm3/año a finales de los 1980s para regar 130.000 ha, siendo 300 hm3/año la recarga
media del acuífero (Martínez Cortina y Cruces 2005). Los bombeos se redujeron en los años
siguientes por las ayudas de la Unión Europea a los agricultores en concepto de

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

“compensación de rentas” como compensación por disminuir las extracciones del acuífero;
lo que unido a unos años más húmedos produjo una pequeña recuperación de los humedales.
Otros humedales importantes, como son los del Parque Nacional de Doñana, están afectados
por la explotación de algunos acuíferos en sus proximidades (Custodio 1996, Llamas 1989,
1993).

En muchos casos de explotación intensa de los acuíferos ha desaparecido el caudal base de


los río que han pasado a ser ríos efímeros por los que solo circula escorrentía superficial
después de precipitaciones de cierta intensidad. El agua que se bombea no solo procede del
caudal de los ríos asociados y del almacenamiento del acuífero, en muchos casos procede de
la disminución de la evapotranspiración de zonas húmedas, del descenso de niveles en las
zonas en la que crecen freatofitas, que extraen agua directamente del acuífero del acuífero, o
de la compactación de acuítardos entre capas acuíferas.

Los efectos de la explotación de los acuíferos se pueden predecir razonablemente con un


conocimiento de sus características y de sus relaciones con los ríos, mar o manantiales. Los
análisis iniciales hay que irlos mejorando paulatinamente con el análisis de las redes de
observación y el control de la explotación, pero es imprescindible tener un modelo conceptual
del funcionamiento del acuífero, limites, recarga y descarga y relaciones con los ríos o
manantiales. En etapas posteriores se pueden desarrollar modelos de flujo o modelos de
transporte de contaminantes en el caso de tener que analizar problemas de calidad y/o
contaminación.

ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO DE UN ACUÍFERO

En lo que sigue se hace un análisis global del comportamiento de acuíferos y sus relaciones
con un río al que desaguan, que aunque sean simplistas pueden darnos algunas claves sobre el
comportamiento global de los acuíferos. Provisionalmente se puede adoptar la denominación
clásica de recursos que los identifican con la recarga media del acuífero, o el “caudal seguro”
de Meinzer (1920) y recogido en muchos libros de texto, que en un principio serían los
explotables de forma permanente, y por otra parte las reservas que sería el volumen de agua
utilizable una sola vez. El concepto de “caudal seguro” se ha criticado porque puede ser
insostenible (Bredehoeft1997, Sophocleous 1997). Custodio (2002) hace un análisis detallado
de los efectos producidos por la explotación intensa de los acuíferos y concluye que estos
efectos no están necesariamente relacionados con el hecho de que la extracción sea mayor que
la recarga, puesto que pueden ser simplemente el resultado del volumen de agua almacenado
en el acuífero que depende del tamaño del acuífero, y de su permeabilidad y del dilatado
período transitorio que sigue a los cambios en los términos del balance de agua. En esta línea
de pensamiento en lo que sigue se hace un análisis global del comportamiento de un acuífero
ante un bombeo continuado.

Los modelos unicelulares y pluricelulares

Se considera que la relación entre el volumen V almacenado en el acuífero por encima del
nivel de salida y el caudal D de salida es D = α.V donde α es un coeficiente de desagüe con
dimensiones de la inversa del tiempo. Como se verá después es una primera aproximación
muy útil y simple que es válida en muchos casos.

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

La ecuación diferencial que representa el balance en la celda es

R –α.V =

Cuya solución para una recarga R constante en el tiempo es:

V=V0. + (1- )
D=D0. +R (1- )

Figura 1

Con condiciones iniciales nulas, D0=0 y V0=0, se obtiene el efecto de los bombeos o
recargas sobre el volumen del acuífero y sobre el caudal del río. En acuíferos con
comportamiento lineal, es decir en los que se puede aplicar la superposición, (a los que
pueden considerarse que la transmisividad T y el coeficiente de almacenamiento S del
acuífero son prácticamente invariantes al oscilar su nivel piezométrico y además tienen
condiciones de contorno también invariantes), la solución analítica rigurosa, para cualquier
geometría y distribución espacial de las propiedades hidrodinámicas T y S del acuífero, de la
ecuación de flujo subterráneo y de la detracción, o aumento, del caudal de un río en respuesta
a un bombeo, o recarga, Q en un acuífero conectado a él se puede representar de forma
general por infinitos modelos unicelulares (Sahuquillo 1983 y Sahuquillo y Cassiraga 2010).
De forma que se puede determinar el efecto sobre el caudal del río con la fórmula siguiente:

Qr=Q.

Esta formulación es idéntica, pero con infinitos términos, a la expresión del modelo
unicelular. Al aplicar una acción unitaria Q distribuida de una forma determinada sobre el
acuífero, para cada una de las infinitas celdas se tiene un valor de bi, y a la celda i se aplica la
recarga bi Q. La salida de cualquier acuífero con comportamiento lineal es equivalente a la
suma del drenaje de un número infinito de celdas virtuales. Cada una tiene un coeficiente de
descarga αi, un volumen Vi almacenado por encima del nivel de salida y un desagüe Di al río.
Un esquema representando esta idea se puede ver en la Figura 2. La suma de los infinitos
valores de bi es la unidad ∑bi =1. La salida total del acuífero es la suma de las salidas de todas
y el volumen de agua en el acuífero por encima del nivel del río es la suma algebraica de
todos los volúmenes. Es la solución por el método de los autovalores que también puede
proporcionar los valores piezométricos como suma de las soluciones de las infinitas

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

componentes, (Sahuquillo 1983).

Figura 2

Los valores de los valores bi son distintos cuando cambia la distribución espacial de las
acciones exteriores, pero no cambian los valores de αi. Hay que tener en cuenta que estas
celdas son celdas virtuales. No representan porciones físicas del acuífero, como sucede
cuando se discretiza espacialmente un acuífero al utilizar modelos de elementos finitos o
diferencias finitas. Estas celdas virtuales sólo tienen existencia conceptual, y están englobadas
o embebidas en la solución analítica resultante.

Se han desarrollado soluciones para distintas geometrías y para ríos con conexión parcial o
totalmente penetrantes (Sahuquillo 1983b, Pulido et al 2005, Sahuquillo y Cassiraga 2010),
pero para el objetivo de esta presentación nos concentramos en el caso de acuífero rectangular
homogéneo e isótropo, de ancho L, con conexión perfecta o parcial con el río y acciones
distribuidas uniformemente sobre el acuífero, aunque es fácil obtener los resultados para
cualquier distribución de las acciones exteriores. Para el caso de río totalmente penetrante
perfectamente conectado los coeficientes de desagüe son para i de 0 a infinito:

= con α=

Siendo T la transmisividad, S el almacenamiento y L el ancho del acuífero

Los valores de bi para acción distribuida uniformemente sobre el acuífero bi=


que corresponde a:

b0= 0.81057, b1=0.09006, b2=0,03242, b3=0.01654, b4=0.01000….

Coincide con la solución de Rorabaugh (1963) de una recarga uniforme instantánea, que
utiliza para determinar la difusividad T/S de un acuífero a partir de la pendiente de la curva de
agotamiento del logaritmo del caudal de un río que lo drena inmediatamente después de la
producirse la recarga. Para geometrías que no se pueden reducir a casos sencillos Daniel
(1976) propone considerar una anchura media del acuífero igual a su superficie dividido por
dos veces la longitud Lr de cauces permanentes en el acuífero A/2Lr.

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

Para el caso de conexión parcial, la solución depende además del factor Fr= , siendo B
el espesor saturado del acuífero, o el semiancho del cauce del río en el caso de rio
parcialmente penetrante, k´ la conductividad hidráulica de la capa semipermeable y e su
espesor (ver Figuras 3 y 4).

Figura 3

Figura 4

Los coeficientes de descarga αi son

αi = con α=

Los coeficientes de reparto también dependen del parámetro de conexión hidráulica a


través del factor adimensional λ, cuyos valores son las infinitas soluciones de la ecuación

tan = λ siendo λ=

Los factores de reparto bi vienen dados por la fórmula

bi =

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

En muchos casos el acuífero, se puede asimilar a uno rectangular. Para el caso de conexión
a través de un acuitardo o río parcialmente penetrante se puede estimar el factor de conexión
Fr, lo que no es fácil y suele presentar incertidumbres, pero hay que decir que las
incertidumbres también se presentan cuando hay que proporcionar valores de los parámetros
de modelos numéricos aunque existan datos abundantes del acuífero. Con los valores de Fr, L
y T se obtendría el valor de λ y con él los valores de ρi y que influyen de forma decisiva en
los valores de αi y bi. En la Tabla 1 se puede ver que para valores del parámetro adimensional
λ iguales o menores de 1, la celda dominante es la primera que absorbe prácticamente el total
de las acciones exteriores. Con lo que para conexión imperfecta puede ser suficiente la
utilización de una o dos celdas para reproducir de forma suficientemente exacta la relación río
acuífero, sobre todo para tiempos un poco largos.

Tabla 1. Coeficientes de reparto bi para el caso de acuífero parcialmente conectado y acción distribuida.

Igualmente los valores de en la tabla 2 son menores que los cuadrados de los números
impares 1, 9, 25, 49, 81. ..Sobre todo importa el valor de , que para valores de λ de 0,1, 1 y
10 toma los valores de 0,0392, 0,3000 y 0,8275. Con lo que los valores respectivos de α1 se
hacen 0,0392.α, 0,30.α y 0,8275.α, en vez de α que es la solución para acuífero perfectamente

penetrante y siendo α = . Esto se traduce en una mayor inercia del acuífero, debido a la
mayor dificultad del mismo de transferir el agua al río y en un mayor retraso de los bombeos
sobre el caudal del río que para el de acuífero perfectamente conectado. Para un acuífero no
explotado, con una recarga media R igual al desagüe medio D, el valor del volumen V
almacenado en el acuífero es sensiblemente mayor al ser menores los parámetros αi de
desagüe de las celdas; particularmente de la primera, teniendo en cuenta además que Vi=Di/αi.
Es importante recordar que el volumen V se refiere al volumen del acuífero por encima de las
salidas al río. En la mayoría de los acuíferos el volumen almacenado por debajo del nivel de
salida puede ser incluso muy superior al que hemos denominado como V. Después de
bombeos intensos prolongados, el río puede hacerse perdedor en algunos tramos, o incluso
convertirse en río efímero; con lo que el volumen antes definido como V podría ser negativo.

Si suponemos que no hay otras salidas superficiales, por evaporación, freatofitas u otras, el
volumen medio Ve del acuífero por encima de su salida en equilibrio con la recarga media del
acuífero R, o lo que es lo mismo para tiempo infinito, seria:

Ve = R

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

λ i=0 i=1 i=2 i=3 i=4


0.1 ρi2=αi/α 0.0392 4.0806 16.0809 36.0810 64.0810

1 ρi2=αi/α 0.3000 4.7560 16.7945 36.8032 64.8064

10 ρi2=αi/α 0.8275 7.5139 21.1743 42.1680 70.7687

100 ρi2=αi/α 0.9803 8.8228 24.5084 48.0382 79.4141

1000 ρi2=αi/α 0.9980 8.9820 24.9501 48.9022 80.8383

Tabla 2. Valores de ρ para distintos valores de λ.

En cualquier caso se puede decir que Ve es de 0.333 R para el caso de acuífero


rectangular homogéneo e isótropo, totalmente penetrante y conexión perfecta, en caso de
equilibrio y recarga R, distribuida uniformemente y constante en el tiempo. Para un acuífero
aluvial de dimensiones reducidas de ancho L=5000m, T = 500 m2/día y S = 0.2, el volumen
Ve es 9,13 veces la recarga anual. Si la dimensión de L es 16.500 m, y la transmisividad y
almacenamiento los mismos que para el caso anterior, el volumen Ve seria 100 veces mayor,
que la recarga anual media, siendo α=α0= 0.00822 año-1. Para un valor de L de 52.350m con
los demás valores iguales, el valor de α=α0= 0.000822 año-1 y Ve es 1000 veces mayor que la
recarga media anual. Si el río, como suele suceder en acuíferos de dimensiones grandes no
está perfectamente conectado con el río se tiene que considerar el valor de λ. El valor de Ve

sería entonces (0.333+ ) Esto sería significativo para valores de λ del orden de 5 y
aumentaría para valores menores. Esto muestra que las dimensiones del acuífero, en realidad
la distancia media L entre el río y el límite impermeable del acuífero pueden tener una
importancia decisiva en la relación entre recursos y reservas, y también puede ser importante

la conexión con las aguas superficiales. El valor de (0.333+ ) , sería lo que se suele
denominar como tiempo de renovación del agua del acuífero, muy poco inferior al inverso de
α0 que tiene dimensiones del inverso del tiempo [T-1]. Para la determinación del volumen total

Ve se puede utilizar el primer término del sumando o sea b0/α0, que para el caso de río

totalmente conectado y perfectamente penetrante sería 0.328 en vez de 0.333 Ry

para el caso de λ=1 resulta 1,331 R en vez de 1,333 R.


El parámetro λ indicaría no solo las características de la capa semipermeable sino también
las pérdidas de potencial debidas a la anisotropía y la penetración parcial, las pérdidas de la
componente de flujo vertical y las heterogeneidades del acuífero. Es difícil valorar este
parámetro pero se puede hacer una estimación previa para utilizarlo en cálculos o
estimaciones provisionales. En Sahuquillo y Cassiraga (2010) se pueden encontrar otras
soluciones analíticas para distintas relaciones río acuífero, condiciones de contorno y

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

cualquier distribución de las acciones exteriores, pero para el análisis que nos interesa ahora
es suficiente considerar los resultados del caso de acuífero rectangular.

Para apreciar la influencia que puede tener la dimensión de un acuífero se pueden hacer
simulaciones muy sencillas para los tres casos de acuíferos con α progresivamente mayores
que hemos referido antes. En estas simulaciones se obtiene precisión suficiente, utilizando
como máximo las tres componentes primeras, haciendo que b2=1-b0-b1 para conservar el
balance (Sahuquillo 1983). En realidad para el caso de acuífero aluvial el error es siempre
mucho menor del 1%, para el intermedio es menor del 1% después de 3 años, y para el mayor
es menor del 3% al cabo de 3,5 años. Aunque también se puede hacer de forma muy fácil, no
consideramos otros casos fuera del acuífero rectangular, ni los de menor conexión río
acuífero. Para el acuífero aluvial, de ancho L=5.000m, T = 500 m2/día y S = 0.2, el volumen
Ve es 9,12 veces la recarga anual R, para el que los valores de α0=0,09006 año-1 y el valor del
almacenamiento en equilibrio Ve=9,13 R. El intermedio con los mismos valores de T y S y un
valor de L= 16.500m con α0= 0.00827 año-1. El valor del almacenamiento definido antes
como Ve sería de 100R y el mayor con el valor de L=52.350m, α0=0.000827 año-1 y
Ve=1000R. Son valores que pueden encontrarse en la realidad. Partimos del acuífero con un
valor de almacenamiento en equilibrio con su recarga media y le aplicamos de forma continua
un bombeo B distribuido uniformemente. Es fácil calcular los volúmenes almacenados en el
acuífero a lo largo del tiempo y los efectos sobre el caudal del río conectado al acuífero. A
partir de los volúmenes almacenados en el acuífero se pueden estimar los descensos medios
de niveles en el acuífero sobre la situación de equilibrio inicial. Se supone que además el
acuífero sigue recibiendo continuamente la misma recarga Para el cálculo de los descensos,
que se dan para B=R, se ha hecho la hipótesis de una recarga anual media del acuífero de
100mm/año y S=0.2. Si el acuífero sigue comportándose linealmente se puede seguir
aplicando la superposición. Cuando los descensos sean suficientes para producir la
desconexión río acuífero y se pueda producir el conocido efecto ducha ya no sería válida la
superposición, los descensos de caudal se amortiguarían o se estabilizarían y los descensos de
nivel serían mayores que para el comportamiento lineal.

Acuífero aluvial L=5000m 1 año 5 años 10 50 100 500


α = 0.09006 año-1 Ve=9,13 R años años años años
Descenso con bombeo B=R 0.45m 1.69m 2,74m 4.51m 4.55m 4.55m
Caudal detraído al río 0.216B 0.482B 0.67B 0.91B ≈B B
Acuífero intermedio
α = 0.00822 año-1 Ve=100R
Descenso con bombeo B=R 0.45m 2.38m 4.28m 17.3m 28.3 m 49.2 m
Caudal detraído al río 0.031B 0.124B 0.197B 0.461B 0.644B 0.987B
Acuífero grande
α=0.000822 año-1 Ve=1000R
Descenso con bombeo B=R 0.45m 2.38m 4.65m 22.6m 42.9m 173 m
Caudal detraído al río 0.004B 0.016B 0.031 B 0.124 B 0.197B 0.407B

Tabla 3. Descensos medios y caudales detraídos al río, para tres acuíferos.

En el acuífero de dimensiones más reducidas se superan los dos tercios del efecto sobre los
niveles y el caudal del río a partir de los 10 años de bombeo y ambos efectos se estabilizan
prácticamente a los 50 años. El intermedio alcanza estas situaciones aproximadamente algo
después de los 100 y los 500 años. Y en el mayor ambos efectos no llegan al 50% después de

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

500 años de bombeo, pero el efecto sobre los niveles llegan a ser importantes después de
algunos decenios de explotación del acuífero, aunque en esos decenios el efecto sobre las
detracciones del caudal del río es aun relativamente escaso, llegando al 12% a los 50 años. El
bombeo B afecta entre el 40% y el 50% a los tres acuíferos a los 5, 50 y 500 años, siendo los
descensos medios 1.7m, 17,3m y 173m respectivamente. Es evidente que en el caso del
acuífero mayor los espesores saturados tendrían que ser de varios centenares de metros en
situación de equilibrio con las hipótesis de transmisividad invariante y recarga de 100mm/año,
lo que no es posible mas que en algunas situaciones geológicas, y que el comportamiento
podría dejar de ser lineal con descensos tan grandes. A no ser que la transmisividad fuera
mayor los niveles superarían el nivel del terreno en algunas zonas y sin duda aumentaría la
densidad del drenaje, pero no estamos haciendo más que un análisis global simplificado del
comportamiento de grandes acuíferos ante su explotación.

Con bombeos mayores, o menores, de R las detracciones de caudal del río varían
proporcionalmente al caudal bombeado. De igual modo sucedería con los descensos, es decir
si se bombea el doble de R los descensos serían el doble de los de la tabla 3 y el efecto de los
caudales los mismos de la tabla. Con una distribución espacial de los bombeos muy distinta
de la uniforme tendríamos resultados diferentes y de hecho se pueden modificar las
influencias sobre el río o los niveles de alguna zona para que resulten más favorables a los
intereses de los usuarios. Lo que se pretende en este trabajo es poner de manifiesto el efecto
global de las dimensiones del acuífero, de su difusividad y de la conexión con el río ante una
explotación intensa y prolongada. Con la misma intensidad total de bombeo pero con
bombeos más próximos al río, los efectos sobre el caudal de este se producirán más
rápidamente y los descensos de nivel piezométrico serán menores. Por el contrario cuando los
bombeos están alejados el efecto sobre los caudales del río se produce más tarde y los
descensos aumentan con respecto al caso de bombeos con distribución uniforme.

En el caso del acuífero intermedio los efectos del bombeo empiezan a amortiguarse
después de los 50 años siguen aumentando y se estabilizan a unos 50 m para unos 500 años.
Pero en el caso del acuífero mayor los descensos continúan aumentando casi con el mismo
ritmo durante los años 50 y 100. Estos podrían sugerir, a un observador que no tuviese otro
conocimiento del acuífero, que se está produciendo un bombeo superior a la recarga del
acuífero y que se éste está sobreexplotando. Limitar el bombeo del acuífero solo por este
criterio no tendría sentido. Por otra parte en el primer año los descensos de nivel serían
prácticamente idénticos para los tres acuíferos, y no habría mucha diferencia entre los
acuíferos intermedio y grande en primeros veinte años de explotación, lo que significa que
hay que ser cautos en la interpretación de resultados y es preciso un conocimiento más
profundo de sus propiedades.

Hay que notar que en los tres casos se ha considerado el coeficiente de almacenamiento S
de 0.2 propio de un acuífero detrítico. Con un almacenamiento de un orden de magnitud
menor, como puede ser el de acuíferos carbonatados o fisurados, o un aumento de la
transmisividad, la difusividad aumentaría. Lo que se reflejaría en la mayor celeridad de la
influencia sobre los niveles o los caudales del río y también un aumento de las variaciones de
nivel debidas a la disminución del coeficiente de almacenamiento.

Es evidente que no se pueden gestionar los acuíferos con criterios simplistas. Lo más
importante para el acuífero aluvial es que el bombeo influye rápidamente sobre el caudal del
río. Se pueden conseguir ventajas de una utilización conjunta del río y el acuífero bombeando

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

más en épocas y periodos secos, debiendo existir una buena coordinación en la operación de
ambos componentes. Social y políticamente se encontraría menos resistencias en una
ordenación conjunta y única de las aguas superficiales y subterráneas como sucede en los
casos en los que se aplica esta estrategia. Es una opción muy clara en los casos de gestión
conjunta río acuífero en acuíferos pequeños o rápidos, como son el de los aluviales del South
Platte o Arkansas en Colorado, el río Grande en Nuevo Méjico, y de la consideración legal de
los acuíferos como “afluentes” del río principal, o la gestión los de los acuíferos del Reino
Unido en los que se practica el river augmentation, bombeando de los acuíferos para
complementar los caudales superficiales en periodos secos.

En el caso de los acuíferos mayores resulta aparente la disponibilidad de reservas


importantes de agua y de almacenamiento subterráneo, y las posibilidades de utilizar los
recursos, las reservas y el almacenamiento y distribución que proporcionan los acuíferos para
el uso conjunto con las aguas superficiales; ya sea con recarga artificial o a través del uso
conjunto alternante (Sahuquillo 2002, Sahuquillo y Lluria 2003). Reservas y almacenamiento
a los que hay que añadir las disponibles, tanto de agua como de espacio, por debajo del nivel
de salida de los acuíferos. En estos acuíferos tiene menos importancia relativa la coordinación
temporal de la explotación de las aguas superficiales y subterráneas, y el conocimiento de la
relación río acuífero que en el caso del acuífero aluvial.

Limitar el bombeo con los criterios de “caudal seguro” no tiene sentido en los grandes
acuíferos. En muchos de estos acuíferos en zonas áridas hacerlo así conduciría a reducir de
forma inaceptable social y económicamente los bombeos. Lo que nos interesa es el
comportamiento temporal del acuífero al bajar con mayor o menor rapidez los niveles en
función de la intensidad de los bombeos. Son otros criterios los que habría que aplicar;
económicos, sociales, legales y ambientales, por la bajada de niveles, coste energético y
afección a los caudales superficiales y humedales. Lo que no implica no tratar de mejorar la
eficiencia de utilización del agua, tratar de utilizarla en las actividades más productivas,
aumentar la recarga de los acuíferos o utilizarlos conjuntamente con las disponibilidades
superficiales; aunque para estos acuíferos no representan en realidad alternativas de
explotación diferentes.

En muchos casos reales se amortiguan, al menos temporalmente, los descensos de niveles.


Las causas pueden ser varias; la disminución de la evapotranspiración por freatofitas, el
secado o disminución de humedales, la evaporación en zonas húmedas, la compactación de
capas semipermeables poco consolidadas, la recarga de aguas superficiales o retornos de
riego, y otras (Custodio 2002). Además considerar solo los aspectos hidrodinámicos la
evolución del flujo es demasiado simplista. Los acuíferos nunca son homogéneos, ni se
explotan de forma homogénea. La recarga tampoco se distribuye de forma homogénea y casi
nunca se conocen con detalle, ni su distribución espacial, ni sus variaciones estacionales o
temporales de plazo más largo. El comportamiento hidrodinámico estricto casi nunca es
absolutamente lineal; en un bombeo prolongado se pueden ir secando tramos de ríos
ganadores que pasan a ser perdedores y parte de los caudales superficiales que antes podían
circular por esos tramos que se han convertido en perdedores se infiltran en el acuífero.
Aunque un análisis como el que se ha realizado antes puede proporcionar una primera idea del
comportamiento de los acuíferos ante la explotación, puede desviarse del real para modelos
conceptuales distintos. Es el caso de acuíferos semiconfinados, heterogéneos o cuando existen
acuíferos superpuestos separados por capas más o menos impermeables, o cuando las
relaciones con acuíferos limítrofes o los supuestos límites impermeables difieren de los

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

supuestos inicialmente.

Otra cosa que parece meridianamente clara es que los acuíferos más extensos tendrán para
parámetros hidrogeológicos análogos descensos mucho mayores, se puede afectar más
intensamente a los tramos de río más altos, o a afluentes permanentes al río principal, que
podrían pasar a ser ríos efímeros. También se pueden afectar humedales situados en
interfluvios al descender más y de forma más rápida los niveles que en acuíferos más
reducidos.

LA GESTIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS

La gestión de las aguas subterráneas tiene unos objetivos de orden técnico y administrativo
muy diverso como son: a) mejora del conocimiento de los acuíferos y seguimiento de su
situación en el tiempo y control de la sobreexplotación en los casos de explotación intensa, b)
mantenimiento y operación de las redes de control piezométrico, de calidad y de extracciones,
y publicación de los resultados, c) la protección de la calidad del agua y control de la
contaminación, d) registro de captaciones y derechos de agua, e) asignación de los costes de
las operaciones de gestión del acuífero.

El conocimiento de los acuíferos

Para un uso racional y sostenible de un acuífero hay que conocer ante las distintas
alternativas de explotación, la reacción de los niveles y las aportaciones de los acuíferos a los
ríos, y en su caso los cambios en la concentración de contaminantes. En los casos de
explotación intensa, o cuando hay problemas de calidad o contaminación, los modelos
simples descritos antes no son adecuados y hay que recurrir a modelos más detallados de flujo
y transporte de masa, en diferencias finitas o elementos finitos. Los efectos de la explotación
pueden anticiparse con estos modelos, basados en un buen modelo conceptual, si se conocen
los acuíferos razonablemente bien. Pero el conocimiento solo se puede mejorar después de
analizar los efectos producidos por una explotación intensa durante varios años, más cuanto
mayor sea el almacenamiento global del acuífero.

Una gestión responsable precisa de una red de observación adecuada a las características
de cada acuífero y a la explotación a la que están sometidos. Esta red debe proporcionar
información sobre niveles y calidad química del agua y, en su caso, sobre la influencia de la
explotación sobre el flujo y calidad del agua de los manantiales y ríos, y sobre los humedales
con los que está relacionado. Además los datos anuales de explotación y su influencia sobre
niveles, flujo superficial y calidad del agua, deberán publicarse regularmente, como se hace
con cualquier actividad económica, o con las aguas superficiales, así como otros aspectos que
pueden influir en la descarga o recarga de los acuíferos como son: agua aplicada para riegos,
vertidos que puedan infiltrarse en cauces no permanentes, caudales aforados de manantiales,
etc. Periódicamente deberían hacerse informes detallados de la explotación y comportamiento
de los acuíferos más importantes. Los modelos deben ser actualizados o recalibrados
periódicamente, en particular cuando se produzcan desviaciones sobre los resultados de las
simulaciones realizadas. Son pocos los acuíferos españoles sometidos a una explotación
intensa, o que pueden estarlo en un futuro próximo, en los que se tiene un conocimiento
adecuado y además se estén tomando datos para poder hacer las actualizaciones

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

satisfactorias. Las causas de este déficit se deben a la carencia en casi todas las
Confederaciones Hidrográficas, o agencias de gestión del agua, de personal con preparación
hidrogeológica adecuada, de financiación y de programas de gestión de la cantidad y calidad
de las aguas subterráneas. Y parece que es un requerimiento que va a ser absolutamente
imprescindible debido a la disminución de las disponibilidades de agua, que se están
anticipando, por los efectos del cambio climático.

La escala de muchos de los estudios disponibles es demasiado amplia y en muchos casos


solo se dispone de estudios muy globales. La recarga se conoce relativamente bien a escala
global, y también en algunos acuíferos en los que se han realizado estudios detallados por
diversos métodos. Pero hay carencias importantes en el conocimiento e investigación más
detallada de muchos de los sometidos a una explotación intensa, o cuando se precisa estudiar
la contaminación y las relaciones con las aguas superficiales y humedales. Estas tareas están
parada o muy ralentizada desde hace más de veinte años, lo que se ha denunciado desde la
Universidad y asociaciones profesionales (Sahuquillo et al 2009). Para la realización del Plan
Hidrológico Nacional se obtuvieron las recargas de los acuíferos de las distintas cuencas
aplicando el modelo SIMPA (Estrela y Quintas 1996) a todo el territorio español. Aunque
supuso un avance importante, los resultados solo pueden tomarse como una primera
aproximación aunque se haya hecho a la escala de celdas de 1 km2. Los balances se realizaron
a intervalos mensuales, solo se considera la infiltración directa de lluvia y no la infiltración de
la escorrentía en ríos perdedores, que puede ser importante en las zonas áridas y semiáridas y
en cuencas calcáreas, o por otros conceptos y no se han realizado calibraciones
particularizadas para cada acuífero, ni analizado la incertidumbre de los resultados. El modelo
Balan (Samper y García Vera 1992) parece muy adecuado para modelar la recarga de los
acuíferos al estar también implantado sobre un SIG, pero solo se ha aplicado en algunos
acuíferos. Alcalá y Custodio (2007) han estimado las recargas de los acuíferos utilizando el
balance de cloruros, considerando las medidas de este ión en la precipitación en una serie de
estaciones de todo el territorio nacional. Estas estimaciones suponen una confirmación
adicional de la recarga media a nivel nacional, pero no eximen de la necesidad de hacer
análisis más detallados para cada acuífero concreto y a otras escalas espaciales y temporales
(Healy 2010).

La gestión de la calidad. Protección de los acuíferos contra la contaminación

Descuidar el papel de la calidad de las aguas subterráneas es un error grave. En el pasado


se solía argumentar que las aguas subterráneas estaban protegidas de la contaminación. La
experiencia ha demostrado que aunque están más protegidas que las superficiales, existen
muchos acuíferos con contaminación importante. La modificación de los intercambios de
flujo ente río y acuífero, tanto en ríos ganadores como perdedores, tienen que tenerse en
cuenta en relación con los problemas de calidad y episodios de contaminación. La
contaminación más generalizada a nivel mundial y también en nuestro país es por nitratos, y
parece que en el futuro seguirá esta tendencia.

En las zonas áridas la preocupación sobre los problemas del agua se suele centrar en los
problemas de cantidad. Pero en las zonas con recursos escasos es donde tiene pleno sentido
aplicar la afirmación de que calidad es cantidad. La calidad del agua subterránea es
normalmente buena aunque en algunos casos en zonas áridas tiene una salinidad elevada y en
otros puede tener componentes tóxicos o nocivos para la salud, como es el caso del arsénico

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

que es un problema grave en Bangladesh o el Este de la India y en algunos acuíferos de


Argentina y otros países. En los dos países asiáticos, donde también es un tema preocupante
el alto contenido en flúor, el problema es grave debido al gran número de personas expuestas
al riesgo de cáncer a largo y medio plazo, pero sin duda es mucho mejor que cuando
utilizaban agua superficial y de acuíferos someros para abastecimiento humano (Custodio
2007).

La protección de los acuíferos de la contaminación es esencial debido a la dificultad y


coste de retornarlos a un estado aceptable, que hace que en la práctica sea inviable en la gran
mayoría de casos a pesar de que se ha conseguido limpiar algún acuífero. La actividad
humana es la causa de muchos de los problemas al producir modificaciones en el flujo en
acuíferos costeros. El descenso de niveles puede deteriorar la calidad del agua por intrusión de
agua del mar sobre todo si se producen bombeos intensos en todo el acuífero, o los pozos son
demasiado profundos y atraviesan la interfaz o zona de mezcla. En otros casos los problemas
se producen por la entrada de aguas subterráneas salinas o de calidad química o biológica
deficiente en zonas contiguas, o desde acuíferos con calidad deficiente atravesados por la
misma perforación. También se pueden producir problemas por la entrada de contaminantes
químicos o biológicos de aguas residuales, vertederos, o vertidos accidentales o inadvertidos
en zonas urbanas industriales o agrícolas.

Los contaminantes que se introducen desde la superficie tienen que atravesar el suelo y la
zona no saturada, que introducen un retraso en la llegada de los contaminantes, y en algunos
casos pueden ser degradados, atenuados o absorbidos por el suelo y zona vadosa. En el caso
de formaciones fisuradas, el movimiento es más rápido y las interacciones más reducidas. Los
contaminantes pueden introducirse directamente en la zona saturada de forma artificial en
excavaciones, perforaciones, o pozos mal construidos o diseñados. En los casos de
contaminantes no miscibles ligeros o pesados (LNAPLs o DNAPLs) o volátiles los procesos
de transporte y transferencias de contaminantes entre las fases sólidas, liquidas y gaseosas son
complicados y requieren análisis más complejos (Pankow and Cherry 1996).

La Directiva Marco del agua impone unas tareas importantes a realizar especialmente en lo
referente a la protección de la calidad. El proyecto de redes piezométricas y de calidad
necesita un conocimiento mínimo del acuífero, aunque existan incertidumbres que hay que ir
superando. También es importante conocer las extracciones existentes y sus oscilaciones e ir
mejorando el conocimiento del acuífero. Los perímetros de protección de las zonas de recarga
plantean dificultades por las limitaciones que puede ser necesario imponer a algunas
actividades. Pueden ocasionar la oposición de los afectados y colisionar con la legislación de
ámbito territorial.

El ministerio responsable del ambiente debe promulgar con carácter nacional normas
estrictas y claras para controlar algunas actividades que pueden producir contaminación en los
acuíferos, exigiendo normas de proyecto y ejecución adecuados, y en su caso la construcción
de redes de observación para cada actividad concreta para detectar los posibles efectos de esas
actividades. Parece que deberían existir normas concretas de control para, tanques enterrados
de productos químicos, estaciones de servicio, vertederos de residuos sólidos urbanos,
vertederos de residuos sólidos, construcción sellado y abandono de pozos en algunos
acuíferos, inyección profunda de residuos, aplicación y manejo de insecticidas y plaguicidas,
etc. En algunos acuíferos se debería exigir el aislamiento de la parte superior de los pozos
para evitar la infiltración de vertidos, aguas residuales, agroquímicos y otros productos que

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

pueden deteriorar la calidad química del agua subterránea. Una medida análoga es la de evitar
en algunos casos la conexión hidráulica de acuíferos a través de la captación. El sellado de
pozos abandonados debería ser siempre obligatorio. En algunos casos el sellado de los niveles
acuíferos superiores con concentraciones elevadas de nitratos ha producido una mejora
importante en la calidad del agua bombeada que ha hecho posible su utilización para consumo
humano. La necesidad de protección de las aguas subterráneas, tanto por su papel ecológico
como por ser una fuente agua, es cada vez más urgente. La comunidad hidrogeológica viene
insistiendo en esto desde hace más de veinte años sin demasiado éxito. Las autoridades
competentes deben asumir que el cumplimiento de la DMA representa un notable esfuerzo en
dotación de medios humanos e inversión. No se pueden dictar leyes o trasponer directivas sin
poner los medios para poder desarrollarlas e imponerlas. El no hacerlo significa convertir los
textos legales en documentos muertos (Sahuquillo 1999, Samper et al., 1999, Sahuquillo et al
2009).

EXPLOTACIÓN INTENSA Y SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS ACUÍFEROS

La extracción de volúmenes importantes de agua subterránea proporciona beneficios


sociales, pero puede modificar el ciclo hidrológico al disminuir los niveles del agua y la
aportación subterránea a los ríos, manantiales y humedales, cambiar las relaciones río acuífero
y en algunos acuíferos inducir la subsidencia del terreno, o el colapso de cavidades en
terrenos kársticos al disminuir el nivel piezométrico. Las afecciones pueden ser intensas para
el medio ambiente, los usuarios de las aguas superficiales, y para los que bombean del mismo
acuífero. También es corriente el deterioro de la calidad del agua subterránea en acuíferos
muy explotados debido a la migración de aguas de mala calidad, o la presencia de terrenos
salinos. En otras ocasiones se debe al aumento de salinidad al infiltrarse los retornos de riego
con mayores concentraciones salinas que las del agua aplicada

La asunción de externalidades no tiene por qué implicar la no consideración de las aguas


subterráneas como fuente segura y efectiva de agua. Lo que procede es evaluar los beneficios
y efectos negativos de las distintas alternativas de suministro de agua, y de las medidas
correctoras necesarias, pero sin que ello suponga postergarlas para preferir otras fuentes
hídricas que con frecuencia son menos eficientes y económicas. Para minimizarlos se
necesitan instituciones que sean capaces de realizar un control adecuado de los niveles y del
comportamiento del acuífero, de las extracciones y de la protección de la calidad del agua con
la participación de los usuarios e interesados.

Prácticamente cualquiera que este encima de un acuífero puede extraer agua de él con un
pozo y una bomba. Esta enorme ventaja de los acuíferos es citada como una de sus
debilidades al estar situadas múltiples demandas sobre una única fuente y se puede esperar
que conduzca a la sobreexplotación por el efecto denominado la tragedia de los comunes
(Hardin, 1968). El problema lo describe de forma llamativa un periodista californiano célebre
en su blog, “Imagine que 10.000 californianos tienen su tarjeta de crédito y número de PIN.
Imagine la dificultad de mantener un balance positivo en su cuenta bancaria e imagine que
además las salidas ni siquiera están reflejadas en sus saldos mensuales. Esta es la situación
del agua subterránea en alguna zona del Valle Central, cualquier otro estado hubiera hecho
dado otros pasos para gestionar este crítico recurso común”, Barry Nelson (2011). Después
matizamos estas afirmaciones.

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La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

La gestión de algunos acuíferos utilizados fundamentalmente para riego requiere tener que
controlar cientos o miles de pozos. Esto tiene otras particularidades y es mucho más difícil
que la gestión de decenas o cientos de pozos para usos urbanos e industriales. La solución de
este tipo de problemas requiere la participación activa de los usuarios. El número de usuarios
en las aguas superficiales es en general mucho menor. Las soluciones solo son posibles con
instituciones adecuadas, como son las asociaciones de usuarios, y regulaciones que puedan
imponerse legalmente. Los problemas que hay que adoptar son los que en la actualidad se
denominan como gobernanza en la ciencia política, (Sahuquillo et al 2009). Las soluciones
varían entre la administración centralizada y la administración participativa de los interesados
con la supervisión, tutela y control de una administración o agencia central o regional. No hay
ningún modelo que parezca ser preferible en todos los aspectos y circunstancias (U.S.
Advisory Commission 1991), pero parece indudable que tienen más posibilidades de éxito los
sistemas en los que se ha desarrollado el autogobierno por los usuarios.

En España la ley de aguas de 1985 declara las aguas subterráneas de dominio público. Las
concesiones de agua que se otorgan desde la promulgación de la Ley, así como los
aprovechamientos privados preexistentes que se acogieron a la oferta de protección, han de
inscribirse en el Registro de Aguas de los Organismos de Cuenca. A los propietarios de
aprovechamientos privados que prefirieron continuar con ese régimen se les dio un plazo de
tres años para inscribirse en el Catalogo de aguas privadas. Pero después de más de
veinticinco años la situación legal práctica de las aguas subterráneas sólo puede definirse
como de caos. No se sabe bien cuantos aprovechamientos hay, y se han realizado miles de
perforaciones (quizás la mayoría de ellas) sin permiso ni concesión de los organismos de
cuenca, que son los que tienen que aprobarlas. Estos organismos son incapaces de controlarlas
y no tienen medios, apoyos, ni directrices adecuadas para hacerlo (Llamas y Martínez Cortina
2002).

Tras la promulgación de la Ley de Aguas en 1985 se advierte un descenso de las


inversiones públicas en los estudios de aguas subterráneas. En las dos décadas anteriores hubo
inversiones importantes, se realizaron estudios en todo el país en los que intervinieron
bastantes empresas consultoras y se identificaron los principales acuíferos, que fueron objeto
de una caracterización preliminar. Pero posteriormente las inversiones del IGME
disminuyeron al pasar muchas de las responsabilidades a las Confederaciones Hidrográficas.
A pesar de haberse declarado públicas las aguas subterráneas y de la insistencia de la
comunidad hidrogeológica, no se contrataron más que unos pocos hidrogeólogos por parte de
algunas de las Confederaciones Hidrográficas, que en parte se tuvieron que dedicar a aspectos
más administrativos que técnicos. Y se hicieron pocas inversiones en estudios o desarrollos de
aguas subterráneas. La falta de inversiones y personal ha ocasionado que un número muy
importante de perforaciones, que hubieran proporcionado un caudal inmenso de información
hidrogeológica, no se han incluido en los inventarios y bases de datos oficiales. Sin duda el
caos legal ocasionado por la incapacidad de poner a punto el Registro y el Catálogo de
perforaciones ha sido también una de las causas de esta carencia, (Sahuquillo et al 2009).

En los EE.UU hay estados en los que han adoptado una ley estatal que gestiona de forma
absoluta la gestión del agua subterránea como Arizona con el establecimiento de las AMAs
para intentar reducir los bombeos que en algunas áreas en las que eran del orden de 10 a 12
veces la recarga media de los acuíferos. O en Nuevo Méjico donde las leyes autorizan al
ingeniero del estado a delimitar áreas y administrarlas de acuerdo con permisos a petición de
al menos el 10% de los usuarios, por lo que se le ha llamado el zar del agua”. En Colorado se

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

le ha dado el mismo sistema de prioridad a los derechos de agua superficial y subterránea que
considera un río y los acuíferos tributarios, lo que estimula la utilización conjunta de aguas
superficiales y subterráneas y elimina la disyuntiva entre los derechos de aguas superficiales y
subterráneas lo que simplifica de manera importante la gestión. La asociación de usuarios del
Río South Platte ayudo al desarrollo de la coordinación de los recursos superficiales y
subterráneos. Parece claro que en estos acuíferos pequeños si se actúa desde un principio es
posible un control por una autoridad administrativa central con la colaboración de los usuarios
del acuífero.

Por el contrario California no ha adoptado una ley estatal para su gestión y se ha criticado
la inexistencia de una ley del agua subterránea en California diciendo que no hay gestión de
agua, como en el blog que se ha comentado antes que refleja mejor la situación española que
la de California. En California se ha impulsado que los usuarios apoyen una política de
desarrollo de la gobernanza de la gestión del agua a través de distritos de agua y asociaciones
de usuarios con el apoyo de agencias estatales como el DWR. Esta política se ha seguido en la
mayor parte del sur de California y en distintas zonas del norte. Los legisladores han sido muy
cautos con respecto a los problemas del agua y han procurado el empleo de soluciones
locales, con énfasis en la importancia de las condiciones y necesidades locales que varían de
un sitio a otro (Kretsinger y Narasiman 2006). El papel de las asociaciones de usuarios de
aguas en el desarrollo del uso conjunto fue estudiado en 1978 por la RAND Corporation que
hizo un informe sobre el papel de las asociaciones de usuarios de agua del sur de California
donde afirma que fueron el motor del diseño de planes de gestión y elementos decisivos en la
aceptación y creación de los apoyos institucionales y los instrumentos de gestión para su
implantación. Forzaron la creación de distritos locales para importar agua y ayudaron en los
procesos de negociación jurídica. Promovieron la legislación del estado para permitir la
organización de distritos de recarga y el registro de bombeos. Se hace recarga artificial desde
los años 1920, en los años 1980s se recargaron más de 2400 millones de metros cúbicos de
agua anualmente por las agencias locales. Y los planes para las próximas actualizaciones del
plan de Aguas de California 2013 son de hacer un uso conjunto más agresivo aumentando la
recarga artificial de los acuíferos y el bombeo de aguas subterráneas se gravó para disponer de
fondos para la recarga artificial. El estudio de la Corporación RAND concluyó en “puesto
que en la mayoría de los acuíferos del sur de California tienen sus programas de gestión,
deben mantenerse sujetos a una revisión adecuada del estado y no hay razón para imponer
otros esquemas de gestión (U.S. Advisory Commission 1991). Hay que notar que una
preocupación generalizada entre los que están a favor y los críticos es la carencia en la
cuantificación de los derechos de cada usuario. Es una de las preocupaciones primordiales de
las agencias locales para poder realizar una gestión efectiva que muchas veces se ha basado en
las instituciones y procesos judiciales.

Otras innovaciones en la gestión del agua subterránea incluyen la recarga “in lieu”, por la
que se anima a los usuarios del agua con acceso a agua superficial a utilizarla en vez de
bombear del acuífero, la construcción y operación de barreras contra la intrusión marina y la
reutilización de agua después del uso de procesos de tratamiento avanzados, como
microfiltración, osmosis inversa rayos ultravioleta y ozonización. La desalación y la
desalobración y la reutilización con tratamientos avanzados del agua, abren sin duda campos
nuevos a distintas escalas para la gestión de los recursos hidráulicos, en las que muchas veces
hay que contar con el almacenamiento en los acuíferos.

431
La gestión técnica y la gobernanza de las aguas subterráneas · A. Sahuquillo Herráiz

CONCLUSIONES

Los avances en las tecnologías de perforación y extracción de agua y en la hidrología


subterránea han permitido ampliar las posibilidades del aprovechamiento y gestión del agua.
Lo que antes era un recurso que se podía obtener de manantiales y del caudal base de los ríos,
ahora se puede conseguir individualmente aprovechando los acuíferos en zonas extensas y
gestionándolos adecuadamente, separadamente de los recursos superficiales o convencionales,
o conjuntamente con estos. El agua subterránea se ha usado cada vez más en abastecimientos
y riego. Durante décadas los acuíferos se han desarrollado intensamente y ha habido cambios
notables en la recarga, flujo, descarga y calidad del agua. Estos cambios han sido
acompañados de desarrollos tecnológicos que han permitido resolver sus problemas de agua
de forma económica y disminuir la pobreza y mejorar las condiciones sanitarias en áreas
empobrecidas. Las aguas subterráneas son un recurso finito y también vulnerable. El uso
intenso de los acuíferos puede modificar de forma notoria su funcionamiento, producir
cambios notables en las relaciones con las aguas superficiales y consecuencias negativas en
el medio ambiente. Se necesita una gestión efectiva y redes de control de niveles y calidad del
agua para evitar efectos negativos. La gestión efectiva de los acuíferos necesita instituciones
adecuadas y que se involucren activamente los interesados en el desarrollo e implementación
y realización de planes de gestión adecuados. Para ello hacen falta medios económicos y
legales para que las instituciones puedan llevar a cabo su gestión.

La gestión de los acuíferos lo mismo que la de los demás recursos hidráulicos debe hacerse
teniendo en cuenta sus características, las relaciones con las aguas superficiales, el
conocimiento hidrogeológico, las condiciones socioeconómicas de la zona y la experiencia y
características de las instituciones implicadas. Parece claro que en un futuro próximo habrá
más necesidad de hacer una gestión más exigente de los recursos hidráulicos en nuestro país
ocasionada por la influencia del cambio climático, y que hay que aumentar de forma general
las redes de observación y control, y aprovecharlas para mejorar el conocimiento de los
acuíferos y sus relaciones con los demás componentes del ciclo hidrológico. Pero en algunas
zonas será imperativo un uso más ajustado y un control más estricto que en las zonas más
húmedas con mayor pluviosidad donde no sea urgente recurrir a una gestión muy exigente.

Se deben promulgar con carácter nacional normas estrictas y claras para controlar las
actividades que puedan producir contaminación en los acuíferos, exigiendo normas de
proyecto y ejecución adecuados, y en su caso la construcción de redes de observación para
cada actividad potencialmente contaminante.

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435
 

 
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.5.2. EL ACUIFERO ALMONTE-MARISMAS: RETROSPECTIVA DE SU


UTILIZACION E IMPACTOS PRODUCIDOS

Joan COROMINAS MASIP*

(*) Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía.


juan.corominas@juntadeandalucia.es

RESUMEN

Se realiza un repaso a los primeros estudios hidrogeológicos y del inicio de la explotación


del acuífero Almonte-Marismas, centrados en el período 1965-1985, el menos conocido en la
literatura científica, debido a que muchos informes internos de las Administraciones que los
impulsaron, permanecen inéditos. Con optimismo los primeros estudios del Proyecto
Guadalquivir-FAO valoraban las recargas del acuífero en unos 450 hm3 y proponían una
explotación de unos 190 hm3. El IRYDA decidió la transformación en regadío de 24000 ha de
la zona Almonte-Marismas, ejecutándose 460 sondeos de captación con un caudal aforado de
31700 l/s. Pronto se comprobó que el balance del acuífero y sus posibilidades de extracción
eran inferiores a la mitad de lo inicialmente previsto.

La importancia del Parque Nacional de Doñana y su entorno aumentó las cautelas en la


explotación del acuífero, transformando el IRYDA, y posteriormente el IARA solamente unas
6500 ha en regadío, de las que se riegan unas 5000 ha; por el contrario, la iniciativa privada
ha ido aumentando el regadío, sin el debido control administrativo, hasta unas 7000 ha en la
zona regable y otras 6000 ha al norte de la Corona Forestal de Doñana. Los impactos de estas
transformaciones desordenadas tienen más incidencia en los ecosistemas de Doñana los
relacionados con la actividad agrícola intensiva, que las detracciones de recursos
subterráneos, salvo en zonas puntuales del acuífero. Un Plan Especial de la Junta de
Andalucía pretende ordenar estos regadíos compatibilizando desarrollo económico y el
espacio de Doñana.

INTRODUCCION

El acuífero Almonte-Marismas reúne la doble condición de ser uno de los más estudiados y
conocidos de España y, a la vez, de los que mayor polémica científica, mediática y política ha
generado por la confrontación de intereses de desarrollo agrario y turístico con la
conservación de Doñana y su entorno. Esta confrontación se origina desde el inicio de
diversas actuaciones públicas, a finales de los años 60 del siglo pasado, que inciden sobre el
territorio muy poco alterado de las marismas y arenales de la margen derecha del
Guadalquivir: en 1969 se creó el Parque Nacional de Doñana y el centro de Interés Turístico

437
El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

Nacional de la Urbanización de Matalascañas; en 1971 se declaró de Interés nacional la


colonización de la zona regable de Almonte-Marismas con recursos de aguas subterráneas.

Puede ser muy útil para los estudiosos actuales del acuífero Almonte-Marismas ( el
antiguo acuífero 27 y la actual unidad 04.14) conocer las primeras etapas de investigación y
explotación del acuífero, así como el desarrollo inicial de las actividades ligadas al uso del
agua subterránea y la creciente importancia por los ecosistemas de Doñana. Aportaré mi
experiencia de los años 70, y primeros 80, del siglo pasado en los que me dediqué a la
captación de recursos subterráneos y a la transformación en regadío, en estos territorios.

Sirva de homenaje a Emilio Custodio, mi profesor de Geología en la Escuela de


Ingenieros Industriales de Barcelona, en 1964. Afianzó en mí el interés por la geología y el
agua, lo que me llevó al terminar la Ingeniería Agronómica, a realizar el IV Curso de
Hidrogeología Aplicada del IGME, que me sirvió de formación para trabajar como Ingeniero
de Sondeos en los trabajos de captación de aguas subterráneas para el riego del “Plan
Almonte-Marismas”.

El importante equipo científico-técnico del Proyecto Guadalquivir, en el que intervino la


FAO, el IGME y el IRYDA, supuso un importante avance en la introducción de
conocimientos y técnicas que permitieron la formación de muchos jóvenes universitarios y
personal sondista en la naciente Hidrogeología y en la perforación de sondeos profundos.
Dentro del proyecto que abarcaba toda la cuenca del Guadalquivir, el acuífero Almonte-
Marismas, a caballo entre Huelva y Sevilla, mereció la máxima atención y levantó las
mayores expectativas de su explotación. Aquí empieza esta retrospectiva histórica.

INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL PROYECTO GUADALQUIVIR-FAO


(1966-1974)

La FAO financió el Proyecto Guadalquivir de investigación hidrogeológica de 1966 a


1974, identificando los principales acuíferos de la cuenca y de la del Guadalete y Barbate.
Inicialmente la contraparte española recayó fundamentalmente en el IGME, incorporándose a
partir de 1970, de manera más importante, el IRYDA y en menor medida la Dirección
General de Obras Hidráulicas.

En el primer documento de síntesis hidrogeológica del Guadalquivir (FAO, 1970) se


describen dos acuíferos, Almonte y Marismas del Guadalquivir (margen derecha),
interconectados pero que merecían un estudio distinto. El nivel de descripción de los
principales parámetros que definen el acuífero, tratándose de un análisis genérico de la
cuenca, es bastante acertado tanto en la concepción de funcionamiento del acuífero, como en
la representación espacial de la información.

El conjunto de los dos acuíferos ocupaba una superficie de unos 2800 km2 en la margen
derecha del estuario del Guadalquivir, coincidiendo en gran parte con el espacio poco alterado
por la acción humana de Doñana y su entorno. Como propuesta de explotación futura
planteaba unas extracciones de 100 hm3/año en Almonte y con prudencia intentar llegar hasta
15 hm3/año en las marismas.

438
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Tabla 1. Síntesis de información de los acuíferos de Almonte y Marismas del Guadalquivir.

La baja recarga del acuífero de las marismas, junto con la existencia en dirección al
Guadalquivir de una interfase salina, fue el motivo de aconsejar prudencia en la explotación
de este acuífero.

Figura 1. Residuo seco del acuífero de las Marismas del Guadalquivir (FAO, 1970).

A partir de 1970 se amplían los trabajos hidrogeológicos en estos acuíferos, con


campañas geofísicas, nuevos sondeos mecánicos, seguimiento piezométrico y elaboración de

439
El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

un modelo matemático de su funcionamiento. Las aportaciones tecnológicas en todos estos


campos fueron importantes para hacer avanzar la Hidrogeología en España.

Tabla 2. Información hidrogeológica del acuífero Almonte-Marismas y sus posibilidades de explotación.

Figura 2. Digitalización propia de las formaciones del acuífero Almonte-Marismas según FAO, 1972.

El modelo matemático del acuífero Almonte-Marismas, el primero desarrollado en España


en un gran acuífero, permitió un conocimiento de las condiciones generales de su
funcionamiento, aunque al ser limitada la información hidrogeológica y el tamaño de las
mallas poligonales utilizados, las magnitudes de los elementos del balance representaban una
primera aproximación a la realidad.

440
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 3. Mallas poligonales del Modelo Matemático del Proyecto Guadalquivir (FAO, 1972).

LA CAMPAÑA DE EJECUCIÓN DE SONDEOS DEL IRYDA

Las prometedoras perspectivas de explotación del acuífero Almonte-Marismas que


pusieron de manifiesto los trabajos hidrogeológicos del Proyecto Guadalquivir-FAO, llevaron
al Gobierno a declarar en 1971 de Interés Nacional la transformación en riego con aguas
subterráneas de la zona de Almonte-Marismas, con una superficie regable de 28532 ha que
requería un volumen de extracciones del acuífero de 145 hm3. Se encargó al IRYDA la
ejecución de los sondeos de explotación, con el apoyo técnico del Proyecto Guadalquivir-
FAO, iniciándose la campaña en 1972.

Las características de las formaciones acuíferas, con litologías básicamente formadas


por arenas, gravas y areniscas, aconsejaron realizar la perforación de los sondeos con la
técnica de rotación con circulación inversa, que se introducía por primera vez en España. La
ventaja principal respecto al tradicional método de perforación en formaciones detríticas, el de
circulación directa, era la no necesidad de utilizar lodos de bentonita para ayudar a sostener
las paredes de la formación y permitir el arrastre de los detritus a la superficie, consiguiéndose
así un mejor desarrollo del sondeo, y mayores caudales específicos.

Para acometer las 650 captaciones inicialmente previstas se preparó un importante


parque de maquinaria constituido por 4 equipos completos de perforación, desarrollo de
sondeos y aforo de los mismos, junto con los equipos auxiliares necesarios. Las sondas de
perforación eran Failing Jed-A, de rotación a circulación inversa que permitían diámetros de
perforación de hasta 34” y profundidades de unos 120 m., que podían aumentarse hasta unos
300 m. con la ayuda de un compresor que ayudara a la extracción de detritus. Para la
perforación de los sondeos en la unidad Marismas se incorporó otra sonda de rotación a
circulación directa Failing 2500.

441
El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

Figura 4. Sonda de rotación a circulación inversa Failing Jed-A (fotos del autor).

La perforación se realizó directamente con diámetro de 24” a 34” según terrenos,


utilizando policonos de 5 ó 6 piñas, entubándose los sondeos con tubería de acero helicoidal
de 18” de diámetro y 9 mm de espesor. Las zonas drenantes se equiparon con tubería con
rejilla de puentecillo Nold galvanizada, del mismo diámetro y espesor, con aberturas entre 0,5
y 2,5 mm en función de la granulometría de la formación. El empaquetamiento filtrante de
grava se formó con gravillas seleccionadas con granulometrías desde 1-3 mm a 4-6 mm,
adecuadas a la litología atravesada.

Figura 5. Policonos y barrenas de perforación y entubación de un sondeo (fotos del autor).

En los sondeos de Marismas, en los que había que atravesar una capa confinante de arcillas
y limos, intercaladas de lentejones de gravas con aguas muy salinas, con mayor permeabilidad
de las capas acuíferas y de espesores superiores a los 120 m, se perforó igualmente a 24” de
diámetro, equipándose la zona cautiva con tubería de 18” de diámetro, que serviría como
cámara de captación, y la zona drenante con tubería de 12” de diámetro, igualmente de rejilla
de puentecillo Nold galvanizada. Se procedió a la cementación del espacio anular entre
perforación y tubería en toda la cámara de captación para evitar la contaminación salina de las
capas inferiores. La colocación del macizo de grava en la parte filtrante se realizó mediante el
método de columna perdida.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 6. Equipo de cementación Halliburton (foto del autor).

Se realizó la testificación eléctrica de una gran parte de sondeos, encontrándose una


gran correlación entre la resistividad y el potencial espontáneo medido y las permeabilidades
de las muestras recogidas cada metro de perforación, corroborando la buena representación de
estas del terreno atravesado, algo característico de la perforación a circulación inversa.

Los equipos de limpieza y desarrollo de sondeos estaban constituidos por una sonda a
percusión para las tareas de valvuleo, junto con una bomba de lodos para la inyección de
tripolifosfato sódico y un compresor para la eliminación de arenas finas mediante el
sobrebombeo producido por una emulsión aire-agua.

Figura 7. Desarrollo de un sondeo con inyección de tripolifosfato sódico y con compresor (fotos del autor).

Los aforos de los sondeos se realizaron con bombas verticales alimentadas por un grupo
electrógeno. Se disponía de bombas para caudales entre 10 y 150 l/s en función de las
características de los sondeos. Se procuraba realizar las pruebas de aforo al máximo caudal
que podía proporcionar el sondeo, con una depresión inferior a 2/3 de la potencia del acuífero.
La duración de los aforos fue normalmente de 10 horas, al conseguirse una buena
determinación de los parámetros hidráulicos a partir de las 5 horas. La toma de datos
continuaba al finalizar el bombeo por igual tiempo, durante la recuperación de niveles. En
muchos casos se utilizaron los sondeos cercanos como piezómetros para determinar la
influencia del bombeo en los mismos.

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El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

Figura 8. Aforos de sondeos (fotos del autor).

La interpretación de los ensayos de bombeo se realizó por el método de régimen


transitorio de Jacob, determinándose la transmisividad del acuífero en el punto, tanto durante
el bombeo como en la recuperación de niveles, así como el coeficiente de pérdida de carga,
indicador de la eficiencia en la construcción del sondeo. En los sondeos cercanos, utilizados
como piezómetros se pudo determinar la transmisividad y el coeficiente de almacenamiento
del acuífero.

El equipo humano que llevó a cabo los trabajos de ejecución de los sondeos de la zona
de Almonte-Marismas estaba formado por 17 técnicos de sondeos e hidrogeólogos del
Proyecto Guadalquivir-FAO y del IRYDA, y 160 sondistas, aforadores y demás especialistas
en equipos auxiliares. La campaña de sondeos duró desde el año 1972 a 1977, alcanzándose
un ritmo medio de ejecución de un sondeo, desde la perforación hasta el aforo del mismo, de
6,5 días. El coste de todas estas obras alcanzó los 606 millones de pesetas de aquella época
(unos 49 millones de euros de 2011).

Los mejores parámetros hidrológicos obtenidos respecto a los estimados por el Proyecto
Guadalquivir-FAO en la fase de investigación, así como la buena ejecución de los sondeos,
permitió obtener los caudales necesarios para la transformación en riego de las 24 mil ha
previstas en el Decreto que aprobaba en 1974 el Plan de Transformación de la zona regable,
con 416 sondeos útiles, frente a los 650 inicialmente programados. El caudal total aforado
alcanzó los 31667 l/s, aconsejándose un régimen de explotación continua de 24034 l/s.

La buena calidad de la ejecución de las captaciones lo atestigua el que aún siguen


funcionando una buena parte de los originales sondeos, con una antigüedad de 35 años.

Tabla 3. Resumen de los sondeos de explotación de Almonte-Marismas.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

MEJORA DE LA INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DURANTE LA CAMPAÑA


DE EJECUCIÓN DE LOS SONDEOS

La ejecución de los sondeos de explotación para la zona regable de Almonte-Marismas


generó una inmensa base de datos hidrogeológicos (litología, piezometría, parámetros
hidrológicos, calidad del agua) que permitió un conocimiento de alto detalle en la zona de
captación y permitió mejorar la información del conjunto del acuífero en base a sondeos y
piezómetros complementarios que se realizaron para la elaboración de un nuevo modelo
matemático iniciado en 1975.

Se elaboraron informes individuales de cada sondeo realizado, y al finalizar la campaña


se resumió e interpretó la información obtenida, representándose en mapas las variables
hidrogeológicas de la zona de captación y de su extrapolación al total del acuífero
(Corominas, et alter, 1976).

Figura 9. Niveles estáticos en la zona de captación en mayo de 1976 (Corominas et alter, 1976).

Figura 10. Potencia del acuífero (Digitalización propia, de Corominas et alter, 1976).

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El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

Figura 11. Transmisividades del acuífero (Digitalización propia, de Corominas et alter, 1976).

En general, la información obtenida era congruente con las investigaciones del Proyecto
Guadalquivir-FAO, aunque se observaron diferencias importantes en dos aspectos esenciales
para conocer el funcionamiento, y posible explotación, del acuífero:

- el frente salino estaba desplazado unos 5 Km. en dirección NW y con un gradiente


mucho más acentuado, afectando a parte de las captaciones de la zona de marismas que
se pretendía transformar en regadío.
- los coeficientes de almacenamientos en la zona de arenas obtenidos en los ensayos de
bombeos eran del orden de 10-3 a 10-4, cuando el Proyecto Guadalquivir-FAO los había
estimado entre el 5% al 10%, lo que sugería que el manto no se comportaba como libre,
sino como semicautivo con drenaje diferido debida a la existencia de una capa
superficial (hasta 10 m) de baja permeabilidad que actuaría como semiconfinante,
cuestión clave a la hora de establecer los balances del acuífero.

Figura 12. Residuo sólido del agua (Digitalización propia, de Corominas et alter, 1976)

Durante la campaña de sondeos se acometieron diversas experiencias e investigaciones


destinadas a aclarar las divergencias conceptuales importantes observadas en relación a la
prevista por el Proyecto Guadalquivir-FAO, (Corominas et alter, 1976) y (IRYDA, 1976):

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

- Técnicas para la mejora de la eficiencia de los sondeos.


- Experiencia de corrección de la salinidad de sondeos situados en la interfase salina de
marismas por cementación de la capa salina inferior.
- Metodología de determinación de los caudales máximos de explotación.
- Correlación entre transmisividad y gradiente del acuífero, y entre caudal máximo de
explotación de un sondeo y el producto de la transmisividad y la potencia del acuífero.
- Aforos de larga duración de varios sondeos conjuntamente y determinación de
influencias en sondeos de alrededor, con el fin de observar la variación del coeficiente
de almacenamiento con el tiempo y validar la hipótesis de manto semicautivo con
drenaje diferido: entre 10 y 30 días desde el inicio del bombeo se producía la transición
a un comportamiento propio de manto libre.
- Implantación de una red piezométrica formada por 60 puntos de medición quincenal y
otros 55 puntos de observación trimestral.
- Análisis de la dificultad de desalinización, para su cultivo en regadío, de los suelos de
marismas, en comparación con los de la zona regable del Bajo Guadalquivir (margen
izquierda), debido a las filtraciones verticales desde el acuífero a través de la capa de
arcilla y limos confinante, muy salina, y que aporta gran cantidad de sales al suelo.
- Comprobación de la conexión del acuífero con el mar en el sondeo La Señuela, a 33 km
del mismo, amortiguándose las oscilaciones de marea a un 7% de las correspondientes a
la desembocadura del Guadalquivir en Bonanza, y con un desfase de 3,5 horas.

Toda esta información permitió establecer hipótesis de funcionamiento del acuífero,


necesarias para la elaboración de nuevos modelos matemáticos. Adelantándose a los mismos,
el autor hizo una estimación del balance del acuífero en la zona de influencia de los sondeos
de explotación de la zona regable y del resto del acuífero (Corominas, 1975), con un orden de
magnitud de las entradas y salidas del acuífero entre 170 y 220 hm3 y reducía de forma
considerable las posibilidades de extracción sostenible en el entorno de 70-80 hm3,
limitándose la transformación en regadío a algo más de la mitad de las 24000 ha iniciales.

Tabla 4. Estimación del Balance hidrogeológico del acuífero Almonte-Marismas (Corominas, 1975).

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El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

LOS PRIMEROS MODELOS MATEMÁTICOS DEL ACUÍFERO

El proceso de transformación en regadío de la zona de Almonte-Marismas suscitó, desde el


primer momento, preocupación por su posible afección a los ecosistemas de Doñana,
obligando al IRYDA y al IGME, promotores del proyecto, a extremar las precauciones para
asegurar que el ritmo de la transformación en riego fuera compatible con la mejora del
conocimiento del acuífero y su posible interferencia con la conservación de Doñana.

Con el gran nivel de información obtenida en la campaña de sondeos tanto el IGME como
el IRYDA decidieron en 1975 acometer sendos modelos matemáticos que permitieran
confirmar las hipótesis del Proyecto Guadalquivir-FAO en que se basaba la transformación en
regadío iniciada.

El IGME realizó con sus propios medios el nuevo modelo matemático basándose en las
hipótesis del modelo del Proyecto Guadalquivir-FAO de 1972, corregidas con los datos
obtenidos en la campaña de sondeos. El modelo del IRYDA, realizado con la colaboración de
la consultora INTECSA, elaboró nuevas hipótesis basadas principalmente en la información
hidrogeológica de los 460 sondeos realizados y en una serie de experiencias específicas, ya
comentadas en el apartado anterior.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Tabla 5. Comparación de los primeros modelos matemáticos del acuífero Almonte-Marismas.

Como consecuencia de estas divergencias de partida los dos nuevos modelos se separaron
en la cuantificación del balance del acuífero y de las posibilidades de explotación del acuífero.
El IGME obtenía resultados parecidos a los del modelo del Proyecto Guadalquivir-FAO, con
unas entradas y salidas del orden de 450 hm3 en régimen permanente, que se reducían a 410-
425 hm3 en régimen transitorio, y una posibilidad de explotación de 137 hm3, lo que
permitiría mantener el proyecto de transformar 24000 ha en regadío. Los descensos del
acuífero alcanzaban los 30 m al norte del Rocío y el frente salino en el interior de la marisma
avanzaría unos 30 m/año.

El modelo del IRYDA redujo sensiblemente los términos del balance al orden de magnitud
de 150 hm3 en régimen permanente y a unos 130 hm3 en régimen transitorio. La simulación de
una explotación de 135 hm3 producía descensos de niveles del orden de 25 m, sin tendencia a

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El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

la estabilización en un período de 25 años. Una nueva simulación de explotación a la mitad de


la inicial, 67 hm3, producía una estabilización de los niveles en períodos entre 10 y 25 años,
según zonas, y descensos de niveles inferiores a 10 m.

Figura 13. Pasada de explotación de 135 hm3, después de 25 años (IRYDA, 1976).

Los descensos más importantes se producían, en la pasada de explotación de 135 hm3


después de 25 años, en los alrededores del Rocío y en el centro de la marisma, especialmente
en esta unidad del acuífero, con una repercusión muy importante, aunque no evaluada en el
modelo matemático, de avance del frente salino situado en la margen derecha de las marismas
del Guadalquivir.

En la pasada de explotación mitad, 67 hm3, desaparecía el profundo cono de depresión de


hasta 25 m del centro de la unidad marismas, poniendo de manifiesto que este era el límite
máximo de explotación sostenible del acuífero Almonte-Marismas.

Figura 14. Pasada de explotación de 67 hm3, después de 25 años, (IRYDA, 1976).

El modelo matemático del IRYDA (1976) ya situó las posibilidades de transformación en


regadío de la zona de Almonte-Marismas en un horizonte mucho más modesto del
inicialmente proyectado. El nivel de explotación recomendado era cercano al que han
determinado la mayor parte de estudios y modelos matemáticos actuales.

La narración que he hecho del desarrollo de las iniciales investigaciones sobre el acuífero
Almonte-Marismas es la parte menos conocida de la literatura científica sobre el mismo,
debido a que gran parte de los trabajos, por su carácter interno a los Organismos que
intervinieron, ha resultado inédita para muchos investigadores posteriores.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

EL ACUÍFERO Y SU RELACIÓN CON DOÑANA

Un nuevo modelo matemático (ITGE, 1982) y la interpretación del análisis isotópico de las
aguas subterráneas confirmaron, años después, buena parte del funcionamiento del acuífero,
las magnitudes de la infiltración y la situación de la interfase salina (Baonza et alter, 1984).

A partir de mediados de los años 80 del siglo pasado el profesor Llamas (SCOPE, 1987 Y
Suso & Llamas, 1990), y a finales de la misma década el profesor Custodio, retomaron con
sus equipos y colaboradores de varias Universidades el perfeccionamiento del funcionamiento
y las magnitudes hidrogeológicas del acuífero. El IGME ha continuado actualizando sus
modelos matemáticos afinando las partes del balance. La red piezométrica actual la gestiona
la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y recoge series de más de 35 años de las
antiguas redes del IRYDA e IGME. Asimismo la Universidad Politécnica de Cataluña ha
realizado un nuevo modelo matemático (UPC, 1999) y se han realizado estimaciones del
balance con el nivel de conocimiento actual del acuífero (Custodio et alter, 2005). Todos los
modelos perfeccionan, la concepción del funcionamiento del acuífero, determinando como
magnitudes de las entradas y salidas del acuífero entre unos 160-210 hm3 y la explotación
entre 60 y 100 hm3.

Por la importancia ecológica de Doñana, y su repercusión internacional, gran parte de los


nuevos trabajos se han orientado a determinar la relación de los ecosistemas y el acuífero, y la
incidencia de su explotación en los equilibrios de los ecosistemas.

Quizás por ello se ha simplificado conceptualmente la ligazón del funcionamiento del


acuífero con los ecosistemas del Entorno de Doñana, sin valorar las distintas partes del ciclo
hidrológico del territorio, ni priorizar el conocimiento sobre la disponibilidad de agua en la
capa edáfica del suelo que es la que permite el desarrollo de la vida en los ecosistemas de
Doñana.

Asimismo, a mi parecer, se ha sobrestimado el drenaje del acuífero a los arroyos y su


importancia en el mantenimiento del humedal de la marisma de Doñana. Los aforos del
Proyecto Guadalquivir-FAO en diversos arroyos ya ponían de manifiesto la pequeñez de este
componente del ciclo hidrológico (una media de 40 mm de lluvia, variando entre 22 y 57
mm). Observaciones del autor, entre 1972 y 1978, relativas al arroyo de la Rocina, el
principal arroyo del acuífero que vierte a la marisma, constataban caudales en invierno,
exceptuando los días posteriores a un temporal de lluvias, del orden de 0,5-1 m3/s,
menguando rápidamente a principios de mayo y dejando de circular a mediados de julio,
aunque permanecían encharcadas zonas de alto valor ecológico de este arroyo; a finales de
septiembre, sin haber llovido, volvían a manar los bordes del arroyo de la Rocina,
restableciéndose el flujo.

Una primera aproximación a los componentes del ciclo hidrológico del Entorno de Doñana
y su relación con el acuífero fue desarrollada por el autor (Corominas, 1983), poniendo de
manifiesto la preponderancia de la capa edáfica como principal fuente de agua de los
ecosistemas de Doñana, y en los humedales de las marismas el agua de lluvia y los aportes
superficiales de arroyos y externos del Guadiamar. Más recientemente han enmarcado los
componentes de la hidrología de la zona varios estudios (Custodio et alter, 2005) y (WWF,
2009).

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El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

Figura 15. Esquema de flujos y balance hídrico representado en un perfil N-S, (Corominas, 1983).

En un trabajo posterior (Corominas, 1994), se realizó una estimación de los componentes


del ciclo hidrológico y sus interrelaciones, correspondiendo al ciclo superficial un 18% del
agua de lluvia, al ciclo edáfico un 84%, recibiendo aportes externos del río Guadiamar de un
3% y drenando el acuífero al mar un 2%. El ciclo subterráneo representa del orden del 10%
del total de recursos hídricos. Es importante resaltar por su importancia en la conformación de
los ecosistemas mediterráneos la irregularidad interanual, con una relación entre el máximo y
el mínimo del orden de 3 para la precipitación, de casi 16 para el ciclo superficial y el
humedal de las marismas, reduciéndose a 2 para el ciclo edáfico y a cerca de 3,5 el ciclo
subterráneo.

Tabla 6. Resumen del balance hidrológico del Entorno de Doñana (Corominas, 1994).

Esta perspectiva integral y ecológica es la que requiere, a fecha actual, una mayor
elaboración metodológica y la realización de modelos que la simulen.

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EL DESARROLLO DE LOS REGADÍOS DE ALMONTE-MARISMAS

A partir de los informes hidrogeológicos y modelos matemáticos de la segunda mitad de la


década de 1970, y de los estudios sobre los ecosistemas de Doñana, fue calando la percepción
de que debía irse con prudencia en la transformación en regadío y limitarse el objetivo inicial
(IRYDA, 1983).

No obstante, la inercia administrativa retrasó hasta 1984 (Real Decreto 357/1984) la


reducción de los riegos a un máximo de 22000 ha, pero con un desarrollo ligado a que no se
produjeran impactos en el Entorno de Doñana.

Posteriormente los instrumentos de planificación territorial de la Junta de Andalucía en


este ámbito volvieron a limitar y pusieron nuevas cautelas a la transformación en riego con
aguas subterráneas:

- el PDTC de Doñana (Decreto 181/1988) limitó a 9935 ha la transformación, aunque


admitía una posible ampliación hasta 14725 ha
- el POTAD de Doñana (Decreto 341/2003) fijaba la superficie de riego en la existente en
aquella fecha, no autorizando nuevas transformaciones en riego en gran parte del
acuífero

Como resultado de este proceso la actuación pública se circunscribió a 6500 ha, de las que
se riegan actualmente unas 5000 ha. Sin embargo la disponibilidad de sondeos de captación
no utilizados por la Administración, el buen clima y la oportunidad de establecer cultivos
hortofrutícolas muy competitivos ha conducido al establecimiento de riegos privados en unas
7000 ha, siendo la superficie total regada de unas 12000 ha, del orden de la mitad inicialmente
programada.

Figura 16. Superficie regada en la zona Almonte-Marismas, (Corominas, 2009).

En la totalidad del acuífero se riegan unas 18000 ha, de las que unas 4500 ha sustituirán, a
corto plazo, sus recursos subterráneos por superficiales procedentes de un trasvase de la
cuenca del Tinto a la del Guadalquivir. Las extracciones se evalúan en unos 100 hm3, que se
reducirán al entorno de 70 hm3 al aplicarse el cambio de recursos del futuro trasvase.

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El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

Figura 17. Regadíos con aguas subterráneas en el acuífero Almonte-Marismas (Corominas, 2009).

IMPACTOS PRODUCIDOS POR LOS REGADÍOS CON AGUAS SUBTERRÁNEAS

Ha sido la planificación territorial (PDTC y POTAD de Doñana) la encargada de intentar


ordenar el territorio compatibilizando el desarrollo económico de la zona y la preservación de
Doñana y su Entorno. Se ha ligado este equilibrio a la aceptación por los habitantes del
territorio del modelo de desarrollo sostenible, fomentando la participación social y el
consenso en los objetivos. De una etapa inicial de rechazo social a las limitaciones al
crecimiento de las actividades económicas se ha avanzado bastante en la aceptación de la
bondad de la interdependencia de Doñana, y del bienestar y la calidad de vida de sus
habitantes.

La utilización de aguas subterráneas en los regadíos de la Corona Forestal de Doñana se ha


producido de una manera desordenada, pudiendo afectar a los ecosistemas. Un Plan Especial
(Junta de Andalucía, 2011) pretende compatibilizar las oportunidades de desarrollo de este
territorio, con la protección de los valores naturales de Doñana y el uso racional del agua.

Aunque el uso intensivo del agua, y no siempre legalmente, está en el origen de los
conflictos con la conservación de los ecosistemas de Doñana, cada vez más se vinculan los
impactos con la actividad agraria desordenada más que en el uso del agua. Hasta el momento
no hay evidencias claras de deterioros generalizados en los ecosistemas naturales, aunque si
se han detectado impactos en las áreas de contacto de las arenas y la marisma (la Vera y la

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Retuerta) y se ha producido un importante cono de depresión al NE de la marisma, con


probable avance importante del frente salino.

Figura 18. Impacto de las extracciones en los niveles del acuífero (Corominas, 2009).

Parece que se está produciendo una estabilización de los descensos de niveles en el


entorno de los 25-30 años de explotación del acuífero tal como preveía el modelo del IRYDA
de 1976

Figura 19. Hidrograma de descensos de niveles del acuífero (1976-2004), (Corominas, 2009).

Los impactos más preocupantes de la actividad agraria están relacionados con la ocupación
de montes públicos sin autorización y la apertura de pozos sin concesión, la proliferación de
caminos, líneas eléctricas y vallados, la erosión, el exceso de fertilizantes y pesticidas
utilizados, los residuos de plástico no controlados, el deterioro del paisaje y en especial el
efecto barrera sobre el desplazamiento de la fauna, con especial impacto en el lince, especie
emblemática de Doñana en peligro de extinción.

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El acuífero Almonte-Marismas: retrospectiva de su utilización e impactos producidos · J. Corominas Masip

CONCLUSIONES

Los notables avances en el conocimiento de los acuíferos del Guadalquivir que


proporcionó el Proyecto Guadalquivir-FAO se interpretaron, desde una óptica tecnocrática,
como un realce del papel de las aguas subterráneas para ser utilizadas a gran escala para las
actividades económicas. El proyecto de transformación en riego de 24000 ha de la zona de
Almonte-Marismas respondía a esta dinámica. Pronto se constató que las posibilidades reales
de extracción de agua del acuífero, sin poner en peligro los ecosistemas de Doñana, requería
una reducción importante de la transformación en riego y un control de las extracciones y de
sus impactos.

La profusión de estudios sobre el acuífero y la mejora de la tecnología en la monitorización


de parámetros hidrológicos y de los modelos matemáticos han ido aminorando las
incertidumbres sobre la gestión del uso del acuífero y su incidencia en Doñana. La exhaustiva
información sobre el acuífero ha comportado la paradoja de sobrevalorar la incidencia de la
explotación del acuífero sobre los ecosistemas, no valorando suficientemente los
componentes superficial y edáfico del ciclo hidrológico. Asimismo se ha considerado que el
mayor impacto de la agricultura de regadío era la extracción de agua subterránea, sin incidir
en las múltiples huellas que genera la actividad de la agricultura intensiva, más
transformadora del territorio y con mayor incidencia en los espacios de Doñana que la propia
captación de agua.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.5.3. LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LOS PAÍSES DE LA UNIÓN EUROPEA


MERIDIONAL

Lucia DE STEFANO* y M. Ramón LLAMAS MADURGA*

(*) Observatorio del Agua. Fundación Botín. Universidad Complutense de Madrid.


Departamento de Geodinámica. Ciudad Universitaria. 28040 Madrid.
luciads@geo.ucm.es ; mrllamas@geo.ucm.es

RESUMEN

En los países del sur de la Unión Europea, las aguas subterráneas tienen un gran valor
estratégico al ser una importante fuente de suministro para la agricultura y para el uso
doméstico. Los desafíos del uso y protección de las aguas subterráneas en estos países son
similares y están relacionados con la degradación de la calidad de las aguas (sobre todo por
contaminación difusa), la explotación incontrolada del recurso, y el conocimiento todavía
insuficiente de las aguas subterráneas (estado cuantitativo, relaciones río-acuífero, evolución
de la calidad hidroquímica, usos del agua y su productividad económica, coste ambiental y del
recurso). La consecución de los objetivos de la Directiva Marco del Agua en relación con las
aguas subterráneas va a requerir un gran esfuerzo por parte de los estados miembros del sur de
la Unión Europea. Elementos clave en este contexto van a ser la mejora de la gobernanza de
las aguas subterráneas y un replanteamiento estratégico de la agricultura, para encontrar un
equilibrio entre los valores económicos, socio-políticos y ambientales asociados a las aguas
subterráneas.

Palabras clave: Unión Europea, Mediterráneo, aguas subterráneas, gestión, gobernanza

INTRODUCCIÓN

En la Unión Europea (UE) el agua subterránea es considerada un recurso estratégico y así


lo reflejan la protección que de ella se hace a través de la Directiva Marco del Agua (DMA,
Directiva 2000/60/CE) y de la Directiva de Aguas Subterráneas (2006/118/CE). La
importancia de las aguas subterráneas en el conjunto de la UE se debe a que éstas son la
principal fuente de suministro para usos domésticos (55%), sobre todo gracias a su calidad
superior con respecto a las aguas superficiales (EEA, 2010). Esta calidad, sin embargo, en
muchos países de la UE se ve amenazada por problemas de contaminación por nitratos (EEA,
2010) y la intrusión salina en zonas costeras (EEA, 2009).

En los países del sur de la UE, las aguas subterráneas adquieren un valor todavía más
significativo, ya que juegan un papel estratégico en la agricultura en regadío – mientras que

459
Las aguas subterráneas en los países de la Unión Europea meridional · L. de Stefano y M.R. Llamas Madurga

en el conjunto de la UE, las aguas subterráneas representan menos de un 25% del agua azul
utilizada en la agricultura (EEA, 2009) – y en la gestión de las sequías prolongadas, que son
un rasgo característico del clima esas regiones.

Al observar que los países del sur de la Unión Europea tienen desafíos parecidos en el uso
y protección de las aguas subterráneas, en 2006 el Consejo Asesor de las Academias Europeas
de Ciencias (EASAC, en su sigla inglesa) decidió realizar un estudio comparado de los retos
de la gestión del recurso subterráneo en esa región, contando con la colaboración de las
Academias de Ciencias de los países involucrados. El estudio abarcó cinco países de la Unión
Europea Meridional (PUEM, Francia, Grecia, Italia, Portugal y España) y sus resultados se
publicaron en junio de 2010 (EASAC, 2010). Los datos recogidos en el informe de EASAC
se recogieron a través de estudios nacionales en cada uno de los cinco países analizados y de
tres seminarios donde se discutieron temas comunes y diferencias entre los estados miembros
de la UE meridional.

Este capítulo presenta algunos de los temas que surgieron del trabajo de síntesis de
EASAC, y los complementa con una visión de esas problemáticas desde la perspectiva de los
desafíos del uso de las aguas subterráneas en España. El capítulo termina con algunas
recomendaciones para mejorar el uso y gestión de las aguas subterráneas en el sur de la Unión
Europea y en España.

SIMILITUDES ENTRE LOS PAÍSES DEL SUR DE LA UE

Exceptuando áreas específicas que normalmente se encuentran en el norte de cada país, los
países de la UE Meridional considerados en este estudio (en adelante, PUEM) tienen un clima
árido o semi-árido. Algunas de sus regiones están caracterizadas por un uso intensivo del agua
subterránea para el regadío y por tener un número elevado de pequeños usuarios que abstraen
agua desde el subsuelo. Otros rasgos comunes a los PEUM son la escasa tasa de recarga
natural de los acuíferos y los desafíos asociados a la implementación de la Directiva Marco
del Agua.

En la mayoría de los PUEM estudiados, las aguas subterráneas satisfacen más del 50% de
abastecimiento urbano (Tabla 1). En este contexto y si se considera el consumo global a nivel
estatal, España representa una excepción, ya que, por razones históricas, las aguas
subterráneas se utilizan para hacer frente a menos del 25% de la demanda para uso doméstico.

En general, el principal uso del agua subterránea en los PEUM es la agricultura en regadío,
que en algunos países puede llegar a representar hasta el 90% del uso de este recurso (Tabla
1). Más del 50% de la producción de la agricultura regada depende de las aguas subterráneas
y este tipo de regadío en general utiliza volúmenes significativamente menores de agua por
hectárea que el regadío con aguas superficiales.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

País Fuente Doméstico Regadío Industrial y Uso Total


otros*
Francia Todas las aguas 6.300 4.900 3.800 15.000
Aguas 3.700 1.100 1.500 6.300
subterráneas
Grecia Todas las aguas 957 6.859 268 8.084
Aguas 400 3.100 110 3.610
subterráneas
Italia Todas las aguas 7.940 20.140 13.900 41.980
Aguas 5.400 8.000 500 13.900
subterráneas
Portugal Todas las aguas 561 6.551 1.642 8.754
Aguas 349 4.210 188 4.747
subterráneas
España Todas las aguas 5.500 24.500 7.500 37.500
Aguas 1.000- 4.000- 300-400 5.500-6.500
subterráneas 1.500 5.000

Tabla 1. Estimación del uso de las aguas subterráneas por sector e importancia relativa de las aguas subterráneas
en los PEUM. Cifras expresadas en hm3/año. Modificado de EASAC, 2010. * No incluye la producción de
energía

Problemas compartidos por los países del sur de la Unión Europea incluyen la
contaminación difusa de origen agrario y la degradación de la calidad de las aguas
subterráneas. En España esto se ve reflejado en que, según datos recogidos hasta 2008 en el
marco del proceso de planificación de la DMA, 343 de las 699 masas de agua subterránea
existentes se encontraban en riesgo comprobado de no cumplir con los objetivos de la DMA
debido a problemas de contaminación (93 estaban todavía en estudio) (Dumont et al, 2011).

En los PEUM, en general se observa un escaso interés de los políticos y de la sociedad


hacia las aguas subterráneas, debido a su poca visibilidad y ‘rentabilidad política’, y a que la
política hidráulica tradicionalmente se ha centrado sobre las aguas superficiales. Otro trato
común a los países estudiados es el desarrollo a menudo incontrolado de las aguas
subterráneas y el desgobierno generalizado de este recurso, que, en algunos acuíferos, ha
contribuido a crear una situación de sobreexplotación. En España el uso alegal o no
autorizado es un fenómeno que se observa en varios acuíferos y que representa un importante
desafío no sólo para la Administración pública, si no para toda la sociedad española. Por
ejemplo, en el Alto Guadiana la existencia de miles de pozos alegales o ilegales resta eficacia
a las numerosas medidas de gestión aplicadas hasta la fecha para recuperar el acuífero
(Martínez Santos et al., 2008). En la cuenca del Guadalquivir, el fuerte déficit hídrico de la
cuenca - 562 hm3/año según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (2010) - se ve
agravado por la extracción ilegal de cerca de 323 hm3/año. Un estudio de la eficacia del
Programa de Medidas del nuevo Plan del Guadalquivir muestra que un control estricto del uso
de las aguas subterráneas podría suponer un ahorro neto de cerca de 80 m3/año, más que todas
las demás medidas de ahorro juntas (Berbel et al., 2011).

461
Las aguas subterráneas en los países de la Unión Europea meridional · L. de Stefano y M.R. Llamas Madurga

NIVEL DE CONOCIMIENTO DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS

Del análisis de los informes nacionales de EASAC se desprende que, en general y aunque
con algunas excepciones, el conocimiento de las aguas subterráneas en los PEUM es muy
mejorable tanto en relación con la calidad como con la cantidad del recurso. La información
disponible sobre la contaminación de los acuíferos no siempre es fiable y, sobre todo, no
parece ser suficiente para identificar tendencias en el estado de las aguas subterráneas y hacer
un seguimiento exhaustivo de la intrusión salina en las zonas costeras. En España, este
problema está relacionado con la escasa continuidad temporal en las series de medidas y en la
cobertura geográfica de los puntos de control, ya que en algunos casos se cuenta con muy
pocas estaciones de medida por masa de agua subterránea (Fernández Ruiz, 2011). Además,
según conversaciones informales con funcionarios de la Administración del agua, se ha
observado cierto abandono de las medición de los puntos de control existentes, que se está
viendo agravado por los recortes presupuestarios debido a la presente crisis económica.

Otra importante laguna en los datos de los PEUM se refiere al volumen total de agua
subterránea realmente extraída y consumida, el número y uso de los pozos utilizados para
obtener el recurso, y las interacciones entre agua superficial y agua subterránea.

Para poder llevar a cabo una planificación racional del uso de las aguas subterráneas,
parece necesario poder contar con más datos sobre costes, precios y productividad del agua
subterránea. En España la información sobre el precio del agua subterránea utilizada en la
agricultura es fragmentado, y no se cuenta con una visión de conjunto actualizada de la
productividad del agua. El análisis económico de los usos del agua realizado en 2005 por la
Administración española optó por no distinguir entre agua superficial y subterránea
(MIMAM, 2006) y el Censo Agrario de 2009, que proporciona información sobre la
extensión del regadío con agua subterránea, al terminar este artículo todavía no había sido
publicado.

Otro elemento a considerar es que en España cada vez más aprovechamientos agrícolas son
de uso conjunto de aguas subterráneas, superficiales e incluso de fuentes no convencionales.
Si disponen de aguas de varios orígenes, los usuarios las utilizan tratando de conseguir en
cada momento la mejor combinación desde el punto de vista económico y de la calidad del
recurso requerida. Por tanto, la división entre aguas superficiales, aguas subterráneas y
fuentes no convencionales necesita ser revisada para adaptarse a esta realidad.

Es importante destacar que la mejora de la calidad de los datos tiene que ir acompañada
por un esfuerzo de transparencia en términos de acceso y organización racional de los datos.
El Índice de Transparencia en la Gestión del Agua calculado en 2010 por Transparencia
Internacional muestra que la puesta a disposición del público en general de datos sobre la
gestión del agua es todavía una asignatura pendiente de la Administración española (De
Stefano et al. 2011). Incluso si los datos están disponibles, su forma de presentación no
siempre facilita la comprensión de la magnitud de los problemas a afrontar en la planificación.
Por ejemplo, en los Planes de Demarcación, los resultados de la evaluación de las masas en
riego o en mal estado, se suelen presentar como porcentaje de masas en mal estado. Sin
embargo, esta representación no muestra de forma clara la situación actual de las aguas
subterráneas. Por ejemplo, el borrador del Plan la Demarcación Hidrográfica del
Guadalquivir muestra que 19 de las 60 masas de agua subterránea – es decir el 32% del total –
se encuentran en mal estado cuantitativo. Si se calcula el porcentaje relativo al uso asociado a

462
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

estas masas, se observa que el 75% de las extracciones se realizan en una masa en mal estado
cuantitativo, mostrando que la magnitud del problema es significativamente mayor de lo que
indica el porcentaje de 32% arriba mencionado (Dumont et al. 2011).

DESAFÍOS ECONÓMICOS E INSTITUCIONALES

Según los expertos involucrados en el estudio de EASAC, algunos de los PEUM tendrán
serias dificultades para alcanzar los objetivos de la DMA en lo que concierne las aguas
subterráneas. En particular, las áreas identificadas como más problemáticas desde el punto de
vista institucional son la gobernanza del recurso subterráneo, la coordinación entre estado
central y regiones y la gestión de acuíferos inter-regionales.

En muchas partes de los PUEM el agua subterránea tiene un alto valor económico, ya que
el uso de este recurso permite mantener una agricultura o actividades turísticas de gran
rentabilidad económica. Esto confiere un gran valor a las aguas subterráneas y, sin un
desarrollo controlado del uso del recurso y sin una política de precios que interiorice todos los
costes asociados al acceso al agua, puede acarrear problemas de sobreexplotación.

En España, el debate sobre la recuperación de los costes de los servicios del agua y de una
política de precios que fomente el uso eficiente del agua se intentó afrontar en la fallida
reforma de la Ley de Aguas de 2007, en la que, entre otras cosas, se proponía crear un canon
para contribuir a los gastos de gestión de las aguas subterráneas. En aquel momento la
reforma encontró una resistencia frontal del lobby de la agricultura en regadío y, desde
entonces, no se ha vuelto tratar el tema a pesar de los requerimientos establecidos en este
sentido por la DMA. Al mismo tiempo, parece haberse aparcado también el debate sobre la
recuperación de costes, al afirmar en la mayoría de las Demarcaciones que se tiene un
porcentaje de recuperación de los costes para el agua de riego de 85-98% para las aguas
superficiales y de casi el 100% para las aguas subterráneas (MIMAM, 2007). Estas cifras, sin
embargo, han sido duramente criticadas por basarse en metodologías que tienen “errores y
trucos financieros” (Arrojo & Sánchez, 2007). En el caso de las aguas subterráneas los costes
de la construcción, mantenimiento y la explotación del pozo recaen totalmente en el dueño del
mismo. Sin embargo, existen otros gastos relacionados con la degradación del recurso, con su
gestión y con las medidas que se llevan a cabo con dinero público para paliar los daños
causados por la explotación excesiva o inadecuada de las aguas subterráneas (desaladoras,
desalobradoras, rescate de derechos, trasvases para paliar la sobreexplotación) que no se
computan ni por tanto se recuperan.

La disponibilidad de grandes volúmenes de agua en la mayoría de los acuíferos


sobreexplotados hace poco probable que la falta agua en cantidad para mantener las
actividades económicas que dependen de ella. Sin embargo, la calidad del agua y la
consecuente salinización del suelo, los daños a los ecosistemas terrestres que dependen de las
aguas subterráneas, la reducción de los caudales de base en los ríos y las ingentes inversiones
públicas para contrarrestar la sobreexplotación, son impactos de la explotación intensiva que
se observan en varios acuíferos de los PEUM. Esta situación requiere una revisión crítica y un
replanteamiento estratégico de la agricultura, en los que es necesario encontrar un equilibrio
entre consideraciones de tipo económico, socio-político y ambiental.

Al momento de terminar este escrito se conocía por lo menos un borrador de los Programas

463
Las aguas subterráneas en los países de la Unión Europea meridional · L. de Stefano y M.R. Llamas Madurga

de Medidas en cerca de la mitad de las Demarcaciones Hidrográficas españolas. Estos


Programas de Medidas tienen entre sus objetivos la mejora del estado de las masas de aguas
subterráneas. Existen, sin embargo, muchas incertidumbres sobre la eficacia final de estos
Programas.

La primera es de carácter técnico y es intrínseca en todo programa de mejora de un


acuífero, ya que se tiene un conocimiento muy parcial de la respuesta del medio a unas
medidas de gestión. Además, la interconexión física entre distintas masas de agua dentro del
mismo acuífero y la estrecha relación entre la estado cualitativo y cuantitativo del recurso
hacen que si no se aplican las medidas previstas en su totalidad y a todas las masas de agua,
difícilmente se conseguirá una mejora del estado de las aguas subterráneas. A esta
incertidumbre hay que añadir que la contaminación difusa de origen agrario es un problema
de muy difícil solución sin cambios muy drásticos en las prácticas agrarias actuales y que, por
tanto, no puede resolverse sólo mediante los Planes de Demarcación.

En segundo lugar, hay muchas incertidumbres sobre la voluntad política real para
implementar medidas no técnicas que pueden tener cierto rechazo social (p. ej. el control
estrito de las extracciones). Un estudio realizado en el Alto Guadiana ha concluido que, para
alcanzar el objetivo de recuperar el acuífero dentro de los plazos establecidos, es necesario
aplicar de forma rigurosa todas las medidas previstas en el Plan Especial del Alto Guadiana
(PEAG; Zorrilla et al., 2011). Sin embargo, en los tres años transcurridos desde la aprobación
del PEAG, se ha observado que se están comprando menos derechos de lo previsto y que los
derechos rescatados con la compra no se están usando mayoritariamente para mejorar el
estado del acuífero – tal y como se preveía en el Plan –, si no para legalizar aprovechamientos
irregulares.

Finalmente, existe entre los funcionarios encargados de la planificación hidrológica, una


creciente preocupación de que no se pueda contar con los recursos económicos requeridos
para llevar a cabo las medidas definidas en los nuevos Planes, lo que añade incertidumbre a
su la eficacia y hace recomendable una priorización de las medidas según criterios de
eficiencia económica, para el óptimo aprovechamiento de los fondos finalmente disponibles
(De Stefano, 2011).

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Los PEUM tienen numerosas similitudes en cuanto al uso de las aguas subterráneas y a
retos de gestión asociados a dicho uso. Debido al estado de las aguas subterráneas y a las
presiones a las que éstas están sometidas, es sin duda fundamental que se implementen de
manera decidida las obligaciones de la Directiva Marco del Agua y la Directiva de Aguas
Subterráneas. Es por tanto deseable que los países redoblen sus esfuerzos en este sentido y
que la Comisión Europea contribuya a este proceso con un seguimiento exhaustivo del
proceso de implementación de la normativa Europea en materia de agua.

Los programas para recoger, organizar, elaborar los datos relativos a las aguas subterráneas
se deben reforzar y acompañar por un esfuerzo de transparencia en términos de libre acceso y
organización racional de los datos. En particular, se deben mejorar los inventarios de puntos
de agua, definiendo su localización, abstracción anual media, destino del recurso extraído y
calidad de las aguas. Se considera fundamental mejorar también la recogida de datos

464
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

socioeconómicos sobre el uso de las aguas subterráneas. Para que esto se pueda conseguir es
necesario que la Administración involucre mayormente a todas las partes interesadas y que,
de esta manera, se consiga una mayor fiabilidad de los datos relativos al estado y uso del
recurso.

En los PEUM hay una percepción generalizada de que las instituciones de gobernanza no
consiguen afrontar los retos actuales de la gestión de las aguas subterráneas. En muchos casos
las instituciones existentes se crearon teniendo como referencia el modelo de gestión de las
aguas superficiales que, sin embargo, no se ajusta a las características y a los retos del recurso
subterráneo. Como consecuencia, no se ha conseguido mantener el paso del rápido
crecimiento del uso de las aguas subterráneas, quedando muchos usuarios y usos al margen
del sistema regulatorio y de la planificación hidrológica. Por ello, es necesario afrontar el reto
del desgobierno de las aguas subterráneas con programas de sensibilización de la sociedad y
de los usuarios sobre la necesidad de proteger y utilizar de forma racional los recursos
subterráneos. Así mismo, es preciso diseñar sistemas de incentivos que promuevan un uso del
agua que no perjudique al estado cuantitativo y cualitativo de los acuíferos, y así facilitar un
mayor cumplimiento voluntario de la ley por parte de los usuarios.

AGRADECIMIENTOS

Este capítulo se basa parcialmente en los esfuerzos realizado por un grupo de trabajo de las
Academias Europeas de Ciencias, coordinado por el Prof. Ramón Llamas y compuesto por los
siguientes académicos: Prof. Luis Veiga da Cunha, Prof. Giovanni Seminara, Prof. Antonio
Massarutto, Prof. Gislain de Marsily, Prof. Maria Loizidou y Dr. John Murlis. Los autores
agradecen también el trabajo de los expertos que contribuyeron a la realización del estudio de
síntesis de los informes nacionales del estudio de EASAC: Prof. Denis Peach, Dr. Pedro
Martínez Santos, Prof. Bernard Barraqué, y Prof. Luis Ribeiro.

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465
Las aguas subterráneas en los países de la Unión Europea meridional · L. de Stefano y M.R. Llamas Madurga

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Contribución de las redes bayesianas a la gestión del agua en el Acuífero de la Mancha Occidental
¿Conseguirá el Plan Especial del Alto Guadiana resolver los conflictos sociales y recuperar las Tablas de
Daimiel? VII Congreso Ibérico sobre Gestión y Planificación del Agua “Ríos Ibéricos +10. Mirando al futuro
tras 10 años de DMA”. 16/19 de febrero de 2011, Talavera de la Reina.

466
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.5.4. PERSPECTIVA DE LA GESTIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN


CATALUÑA

Mireia IGLESIAS CARRERA*, Alfredo PÉREZ-PARICIO* y Josep Maria


NIÑEROLA PLA**

(*) Agencia Catalana del Agua. Provença, 204-208. 08036 Barcelona.


mriglesias@gencat.cat ; aperezpa@gencat.cat
(**) FCIHS. Provença, 102. 08029 Barcelona. jmninerola@telefonica.es

RESUMEN

En el presente artículo se exponen aspectos significativos de la gestión de las aguas


subterráneas y los avances conseguidos durante las últimas décadas en materia de hidrología
subterránea en Cataluña, los cuales han sido notables en lo que respecta a caracterización,
cuantificación, uso conjunto, protección y prevención, divulgación, e implantación de nuevas
tecnologías.

Se repasan las actuaciones principales de la Agencia Catalana del Agua (ACA) desde su
creación hasta la aprobación de la nueva planificación hidrológica, en noviembre de 2010, que
integra el programa de medidas necesarias para lograr el buen estado de las masas de agua
subterránea. Estas medidas se agrupan principalmente en dos bloques: reducción de la
contaminación de origen agrario y gestión y protección de los acuíferos.

Una gestión eficaz y sostenible requiere la participación y colaboración de otras


administraciones, de los usuarios del agua subterránea y de los grupos sociales con
sensibilidad medioambiental.

Palabras clave: gestión del agua en Cataluña, Plan de Gestión, programa de medidas,
participación

INTRODUCCIÓN

El concepto de gestión del agua engloba todo el conjunto de actuaciones encaminadas a


lograr el manejo integral y sostenible de un sistema hídrico con el fin de optimizar el
beneficio ambiental, económico y social. Incluye la caracterización, planificación, ordenación
y control del ciclo hidrológico. En dicho concepto convergen todas las líneas de trabajo, tanto
técnicas, como administrativas y legales. A continuación, se hace un breve repaso de los hitos
más destacados en la gestión del agua subterránea en Cataluña.

467
Perspectiva de la gestión de las aguas subterráneas en Cataluña · M. Iglesias Carrera et al.

El proceso de industrialización y progresión social del conjunto de Cataluña no hubiera


sido posible sin la utilización de las aguas subterráneas. Sin embargo, su explotación no
regulada condujo a la salinización y a episodios de contaminación puntual de los principales
acuíferos, comprometiendo usos prioritarios como el abastecimiento público.

A mediados de los años 1950, la degradación de los acuíferos del bajo Llobregat, llano de
Barcelona y bajo Besòs, de los que dependía el abastecimiento del área metropolitana de
Barcelona, marcó un punto de inflexión en los criterios de gestión de las aguas subterráneas
de las Cuencas Internas de Cataluña. Fundamentos clave de este cambio fueron, de una parte
la constitución de la comunidad de usuarios de aguas subterráneas del Delta del Llobregat
como ente de presión para abordar la problemática de contaminación y salinización y apoyar
la regulación de las explotaciones de pozos, fundamentalmente industriales y de
abastecimiento. De otra parte, el organismo competente en el momento (Comisaría de Aguas
del Pirineo Oriental) dictó una orden de limitación de nuevos aprovechamientos que se
fundamentaba en el principio de interdependencia entre aguas superficiales (de dominio
público, regidas por la Ley de Aguas de 1879) y subterráneas (de carácter privado y reguladas
por la Ley de Minas).

En este contexto, la creación del Curso Internacional de Hidrología Subterránea, que se


lleva realizando ininterrumpidamente desde 1966, ha ido formando un conjunto de
hidrogeólogos sin los cuales hubiera sido difícil alcanzar los conocimientos reflejados en
trabajos como por ejemplo el Estudio de los recursos hidráulicos totales del Pirineo Oriental
(REPO, 1970), que aun sirve de referencia en la actualidad.

La Ley de Aguas de 1985 supuso un cambio normativo de primer orden, al tratar todo el
ciclo del agua e incorporar los acuíferos al dominio público hidráulico. En Cataluña, se
aprobó el Decreto 328/1988, de 11 de Octubre, por el que se establecían normas de protección
y adicionales en materia de procedimiento en relación con diversos acuíferos (DOGC, 1988).
Sirvió para ejercer un control más severo de las autorizaciones y concesiones de
aprovechamientos en los acuíferos más relevantes de las Cuencas Internas, que fueron
catalogados y delimitados.

Hasta el día de hoy, tanto desde el ámbito de la Administración como del académico y del
privado se han seguido produciendo estudios, reflexiones y comunicaciones sobre diversos
aspectos de la hidrogeología así como de la necesidad de adecuación normativa para la mejora
de la gestión de las aguas subterráneas. Entre ellos interesa referirse al artículo de Pascual
(1998), que identificaba los puntos débiles a corregir o potenciar, repasaba la historia y
situación del momento, y, analizaba una serie de cuestiones relevantes desde la perspectiva de
la administración hidráulica catalana.

En 1998 se crea la Agencia Catalana del Agua (ACA) como entidad de derecho público
que asume todas la funciones de administración hidráulica única y tratamiento integral del
ciclo del agua (DOGC, 1998). Y es en ese contexto en el que se inició el proceso reformador
de aprobación de la Directiva Marco del Agua (DMA), y de la complementaria para aguas
subterráneas (Directiva 2006/118/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de
diciembre de 2006, relativa a la protección de las aguas subterráneas contra la contaminación
y el deterioro).

468
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

LA GESTIÓN DEL AGUA SUBTERRÁNEA ENTRE 2000 Y 2010

La gestión y la protección del agua subterránea en Cataluña se han beneficiado del impulso
y “visibilidad” derivado de las directivas europeas. Asimismo, los episodios cíclicos de sequía
y en particular los comprendidos entre 2005 a 2008, representaron un serio aldabonazo a las
administraciones ambiental y local en orden a adoptar medidas de garantía de suministro
mediante las aguas subterráneas, recuperando pozos abandonados así como la explotación de
acuíferos que no habían sido objeto de interés pese a su potencial y proximidad a las zonas
más afectadas.

La DMA establece la jerarquía agua subterránea-acuífero-masa de agua subterránea. Esta


última constituye una unidad de gestión que se define como un acuífero o parte de uno o de
varios acuíferos, de forma que se tenga que establecer un programa específico de medidas
homogéneas para su conservación o mejora y, con ellas, alcanzar o mantener el buen estado
según un calendario prefijado en la propia norma.

En el proceso de su implantación en primer lugar, se elaboró el documento IMPRESS de


presiones e impactos, en cumplimiento de los artículos 5, 6 y 7 de la DMA. Al tiempo se han
perfeccionado y ampliado, donde ha sido necesario, las redes de control de vigilancia y de
control operativo, mediante la redacción y el desarrollo del plan de seguimiento y control
(DOGC, 2008). Se prosiguió con la delimitación oficial del distrito de cuenca fluvial de
Cataluña y de las masas de agua que lo integran (DOGC, 2009). En último término, se ha
redactado el Plan de Gestión, que ha sido aprobado por el Gobierno de la Generalitat
mediante el Decreto 188/2010, de 23 de noviembre (DOGC, 2010). El conjunto de
documentos obtenidos así como los datos fenomenológicos obtenidos pueden consultarse en
el web de la ACA (http://aca-web.gencat.cat/aca/appmanager/aca/aca/).

El ingente trabajo realizado para alcanzar el buen estado de las aguas difícilmente puede
traspasar el ámbito técnico-administrativo y ser asumido por la sociedad sin un proceso
continuado de conocimiento y participación ciudadana que permita el intercambio de ideas.
Esto es particularmente importante en el caso de las aguas subterráneas, cuya protección es
compleja por su propia naturaleza, así como por la dinámica del flujo subterráneo, por su
ubicuidad territorial y por la facilidad de acceso a las mismas con obras de bajo coste y
tecnología en comparación con los aprovechamientos de aguas superficiales. Por ello sin una
adecuada implicación social a través de entes de participación es muy difícil alcanzar una
protección eficiente.

Como no es posible entrar en detalles, la Tabla 1 sintetiza algunos de los instrumentos de


gestión de las aguas subterráneas en Cataluña que ha desarrollado el ACA durante la última
década. Recoge la redacción de normativas de diferentes rangos, el establecimiento y la
unificación de criterios, edición de guías y protocolos, así como aspectos de funcionamiento
interno.

469
Perspectiva de la gestión de las aguas subterráneas en Cataluña · M. Iglesias Carrera et al.

Programa de seguimiento y control


Normas de explotación
Planes zonales de caudales de mantenimiento
Gestión
Descontaminación de acuíferos
Programa de recarga artificial
Guía de geotermia orientada a los sistemas abiertos
Designación de zonas vulnerables
Medidas Designación de zonas protegidas
Guía de sellado de pozos
Protección
Criterios sobre perímetros de protección
Criterios para actividades extractivas
Criterios de infraestructuras
Comunidades de usuarios de aguas subterráneas
Participación Consejos de cuenca
Intervención directa de otras administraciones
Base de datos hidrogeológicos
Sistema de información de redes
Sistema de información geográfica
Herramientas Herramientas Tramitación digitalizada y corporativa de expedientes
Autocontroles de aprovechamientos de agua
Modelación numérica
Redes de control

Tabla 1. Instrumentos de gestión.

En relación a las medidas, hay que destacar la implantación de normas explotación de


acuíferos, el establecimiento de áreas de protección de abastecimientos y la elaboración de
guías sectoriales. Las herramientas aplicadas son variadas y han permitido una mejor
cuantificación, esencial de cara a la gestión sostenible.

DESARROLLO DEL PROGRAMA DE MEDIDAS DEL PLAN DE GESTIÓN

En Cataluña, la gestión de las aguas subterráneas se enfrenta esencialmente a dos


problemas: la explotación intensiva en ciertos sectores y el deterioro de la calidad. En el 2009,
se determinó que el 52% de las 53 masas de agua subterránea de Cataluña se hallaban en mal
estado: 26 de ellas en mal estado químico y 6 en mal estado cuantitativo (Figura 1). El Plan de
Gestión distrito de cuenca fluvial de Cataluña, donde hay identificadas 39 masas, clasifica 23
en mal estado químico y 6 en mal estado cuantitativo. Los problemas de calidad se deben
sobre todo a la contaminación difusa de origen agrario y a la salinización por intrusión
marina. Un tercer grupo, de menor trascendencia, es el de los compuestos químicos asociados,
fundamentalmente, a la actividad industrial.

470
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 1. Masas de agua subterráneas en mal estado químico y cuantitativo (2009).

Ante este panorama, el Plan de Gestión plantea dos líneas de actuación prioritarias para los
años venideros, a través del programa de medidas: la reducción de la contaminación de origen
agrario, y la gestión y protección de los acuíferos. Otras medidas específicas han de incidir en
la mejora del estado general de las masas de agua y de la garantía de abastecimiento, tales
como políticas de fomento del ahorro, instalaciones de potabilización y de desalación,
reutilización de aguas regeneradas y mejora del saneamiento.

Las medidas para afrontar la contaminación de origen agrario parten de la Directiva


Nitratos (91/676/CEE) y contempla la designación de las zonas vulnerables, la aplicación de
programas de actuación en dichas zonas, el fomento de buenas prácticas en el sector agrícola
y ganadero, y el establecimiento de pautas y estrategias en la gestión del estiércol y purines y
en las prácticas de fertilización. El problema debe abordarse conjuntamente por parte de las
administraciones con competencias específicas en agricultura y medioambiente, que deben
ejercerlas para desarrollar, implantar y controlar los planes adecuados. Sin embargo, es
previsible que no se puedan alcanzar los objetivos ambientales de la DMA en el horizonte del
2015 debido a factores como el rol socioeconómico del sector, el impacto acumulativo de las
prácticas agrarias, la respuesta inercial de los acuíferos, o los complejos procesos bioquímicos
que tienen lugar en el subsuelo.

Las medidas orientadas a mejorar la gestión y protección de los recursos hídricos


subterráneos, en calidad y cantidad, tienen como finalidad última gestionar el agua de forma
sostenible, desde la perspectiva ambiental, económica y de garantía de suministro. Se han
previsto actuaciones muy variadas, tanto directas como indirectas. En el primer grupo, se
incluye la recarga de acuíferos, barreras contra la intrusión marina y descontaminación de
acuíferos. En el segundo, una batería de actuaciones que abarca entre otros, la caracterización

471
Perspectiva de la gestión de las aguas subterráneas en Cataluña · M. Iglesias Carrera et al.

de acuíferos y masas de agua, mejora del conocimiento de las relaciones río-acuífero y de los
balances hídricos, establecimiento de normas de explotación, definición de criterios técnicos,
perímetros de protección, sellado de pozos, revisión de títulos de derecho otorgados y
regularización de aprovechamientos.

Como actuaciones especialmente significativas, cabe referirse al acuífero estratégico del


Delta del Llobregat, donde se está verificando una sensible mejora en la intrusión marina que
puede conducir a la inversión de la tendencia al incremento significativo y sostenido de la
contaminación exigida por la DMA. Esta mejora se debe a una combinación de factores, entre
los cuales están la operación de balsas de recarga, la puesta en funcionamiento de una barrera
hidráulica de inyección de aguas regeneradas (Figura 2), la reducción de las extracciones, y la
elaboración de normas de explotación.

Figura 2. Mejora en la distribución de cloruros en el acuífero principal del Delta del Llobregat entre 2007 y
2010. Se indica la ubicación de la barrera de pozos de inyección de agua regenerada contra la intrusión marina.

Otro buen ejemplo de recuperación es el de los acuíferos aluviales de la Baja Tordera, que
fueron declarados sobreexplotados en el año 2003 a causa de la intrusión marina pero que
experimentaron una rápida mejoría a partir de la puesta en marcha de la desalinizadora, con
una capacidad de producción de 10 hm3/año y que se amplía a 20 hm3/año en el 2011. Esto ha
permitido alcanzar el buen estado cuantitativo y químico (Figura 3).

472
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Figura 3. Mejora sustancial cuantitativa y química en el Delta de la Tordera como consecuencia de la puesta en
marcha de la desalinizadora de Blanes (Girona).

Además de las medidas contempladas expresamente en el Plan de Gestión, hay otras líneas
de actuación que pueden contribuir a una mejor gestión de las aguas subterráneas. Es el caso
del Reglamento catalán del dominio público hidráulico, en elaboración, que agilizará la
eficiencia administrativa. Asimismo, también se está trabajando en la delimitación normativa
de los acuíferos que se han identificado y caracterizado durante la elaboración del Plan de
Gestión. Medidas de estas características y un mejor control de las captaciones son clave para
gestionar los aprovechamientos de aguas subterráneas.

En definitiva, combinando adecuadamente normas de explotación, aportación de aguas


externas, instalaciones de recarga artificial, fomento del ahorro y otras medidas de gestión, se
prevé alcanzar los objetivos ambiéntales en 4 de las 26 masas de agua subterránea declaradas
en mal estado: 19-Gaià-Anoia, 33-Fluviodeltaico del Bajo Ter, 37-Cubeta de Abrera y 38-
Cubeta de Sant Andreu y Valle Bajo del Llobregat.

MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN EN LA GESTIÓN

Ya se ha indicado la necesidad de participación y colaboración de otras administraciones,


de los principales usuarios del agua y de diferentes grupos sociales para conseguir una gestión
eficaz y sostenible. En este aspecto, son conocidos los conceptos de “círculo vicioso” y de
“círculo virtuoso”. Para pasar de uno a otro, la Nota informativa 1 del Banco Mundial (2006)
afirma que “resulta esencial reconocer que gestionar el agua subterránea implica trabajar
con gente (usuarios de agua y tierra) tanto como gestionar el agua (recursos de acuíferos) o,
en otras palabras, que las dimensiones socioeconómicas (gestión de la demanda) son tan
importantes como la dimensión hidrogeológica (gestión de la oferta), y que siempre se
requiere integrar ambas”.

473
Perspectiva de la gestión de las aguas subterráneas en Cataluña · M. Iglesias Carrera et al.

Uno de los instrumentos más eficaces es la constitución de comunidades de usuarios de


aguas subterráneas. Estas instituciones representan intereses particulares que no siempre
coinciden con los objetivos de la Administración pública del agua. Pese a ello, constituyen un
elemento dinamizador, resultando imprescindible una eficiente coordinación y entendimiento
entre ambas partes. Una reflexión del profesor Custodio (2008) resume que los usuarios deben
“ceder parte de su soberanía a instituciones suficientemente participadas por ellas,
alcanzando corresponsabilidad en la gestión y poniendo medios”.

Otro instrumento de interés es el de los Consejos de cuenca, entes de representación que


deben ser desarrollados en cumplimiento del artículo 15 de los estatutos del ACA. Se trata de
órganos colegiados de participación pública para promover, garantizar y facilitar que los
diferentes sectores y la ciudadanía participen en el seguimiento e implementación de las
medidas de planificación y de gestión del ciclo del agua.

Por último, es deseable una mayor implicación de los municipios en la gestión y protección
de los acuíferos, en calidad de responsables del abastecimiento a la población. Partiendo de la
base de que es el organismo de cuenca quien define y promueve los ámbitos y directrices de
protección, las municipalidades tienen tendrían que actuar la facultad de actuar a través de los
planes urbanísticos y del establecimiento de áreas de protección.

REFERENCIAS

Banco Mundial (2006). Gestión de Recursos de Agua Subterránea: una introducción a su alcance y práctica.
Serie de Notas informativas, Nota 1. http://siteresources.worldbank.org/EXTWAT/Resources/4602122-
1210186362590/GWM_Briefing_1_sp.pdf

Boletín Oficial del Estado (1985). Ley 29/1985, de 2 de Agosto, de Aguas. BOE núm. 189, 08/08/1985.

CEE (1991). Directiva 91/676/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de diciembre de 1991, relativa
a la protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos utilizados en la agricultura.

CEE (2000). Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2000, por la que
se establece un marco comunitario reactuación en el ámbito de la política de aguas.

CEE (2006). Directiva 2006/118/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 12 de diciembre de 2006,
relativa a la protección de las aguas subterráneas contra la contaminación y el deterioro.

Custodio, E. (2008). La gestió de les aigües subterrànies: un problema d’ordenació de les extraccions i els usos
(en catalán). Incluido en el monográfico “L’aigua: un fre al desenvolupament?”, publicado por el Colegio de
Ingenieros industriales de Cataluña, pp 20-21. http://www.eic.cat

Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (1988). Decreto 328/1988, de 11 de Octubre, por el que se
establecen normas de protección y adicionales en materia de procedimiento en relación con diversos
acuíferos de Cataluña. DOGC núm. 1074, de 28/11/1988.

Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (1998). Ley 25/1998, de 31 de Diciembre, de medidas


administrativas, fiscales y de adaptación al euro. DOGC núm.2797A, de 31/12/1998.

Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (2008). Acuerdo GOV/128/2008, de 3 de Junio, por el que se
aprueba el Programa de seguimiento y control del Distrito de cuenca hidrográfica o fluvial de Cataluña.
DOGC núm. 5180, de 24/07/2008.

474
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (2009). Decreto 31/2009, de 24 de febrero, mediante el cual se
delimita el ámbito territorial del Distrito de cuenca hidrográfica o fluvial de Cataluña y se modifica el
Reglamento de la planificación hidrológica, aprobado por el Decreto 380/2006, de 10 de Octubre. DOGC
núm. 5328, de 27/02/2009.

Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (2010). Decreto 188/2010, de 23 de noviembre, de aprobación del
Plan de gestión del distrito de cuenca fluvial de Cataluña. DOGC núm. 5764, de 26/11/2010.

Pascual, M. (1998). L’administració de les aigües subterrànies a Catalunya. Situació general i prospectiva.
Revista Espais, monográfico en catalán titulado “La gestió dels recursos hídrics a Catalunya”. Núm. 44,
tardor 1998.

REPO (1970). Estudio de los recursos hidráulicos totales del Pirineo Oriental. Comisaría de Aguas del Pirineo
Oriental, Servicio Geológico de Obras Públicas. Barcelona.

475
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

2.5.5. OPTIMIZACIÓN DE LA GESTIÓN COMBINADA Y SOSTENIBLE DE UN


ACUÍFERO COSTERO CON LA APORTACIÓN DE UNA DESALINIZADORA

Felip ORTUÑO*, Genís FREIXAS**, Leonardo ALMAGRO***, Mireia IGLESIAS*,


Agustín MEDINA***, Jordi MOLIST*, Alfredo PÉREZ-PARICIO* y David
COMINO*

(*) Agència Catalana de l’Aigua (ACA). Provença 204-208. 08036 Barcelona.


fjortuno@gencat.net
(**) Grupo de Hidrología Subterránea. Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Jordi
Girona, 1-3. 08034 Barcelona. genisfreixas@yahoo.es
(***) Aluvial Consultoria S.L. Vilamarí 71, Local 2. 08015 Barcelona. aluvial@aluvial.net

RESUMEN

El acuífero principal del delta y valle bajo de la Tordera (Girona) es una reserva estratégica
de agua para el desarrollo socio-económico de la región. Hasta el año 2002 era el único
recurso de agua de la zona, y su sobreexplotación produjo serios problemas de intrusión
marina. Ese año la extracción de agua subterránea se redujo en 10 hm3/año por la
incorporación a la red de distribución de agua potable de la planta desalinizadora Tordera-1, y
en pocos años el acuífero se ha recuperado por completo y la intrusión marina ha retrocedido.
El sistema actual de gestión hídrica está basado en que la desalinizadora proporciona la
misma cantidad de agua durante todo el año a las tres principales compañías de
abastecimiento del área, y la diferencia hasta cubrir la demanda total, muy estacional por la
actividad turística y el riego, se bombea del acuífero. Durante el año 2011 se ha doblado la
capacidad de producción de agua desalinizada, por lo que se plantea la posibilidad de analizar
nuevos escenarios futuros más óptimos para la gestión conjunta del acuífero y la
desalinizadora que impliquen un menor coste satisfaciendo la demanda. El planteamiento para
ello es establecer un régimen de explotación más suave, consistente en extraer una cantidad de
agua del acuífero lo más constante posible durante todo el año y cubrir la demanda estival con
la planta desalinizadora. Para determinar el volumen mínimo mensual a suministrar por la
desalinizadora con el fin de minimizar la intrusión marina y reducir los costes de producción
se ha utilizado un modelo numérico del acuífero calibrado en flujo y transporte con Visual
Modflow. Los resultados muestran que este nuevo modelo de gestión permitiría incluso
incrementar la extracción de agua subterránea entre 3 y 4 hm3/año manteniendo el buen
estado del acuífero, consumiendo menos agua desalada y beneficiándose tanto la
administración como los usuarios.

Palabras clave: gestión integrada, acuífero costero, desalinizadora, intrusión marina,


modelo numérico

477
Optimización de la gestión combinada y sostenible de un acuífero costero con la aportación de una desalinizadora · F. Ortuño et al.

INTRODUCCIÓN

Antecedentes y problemática

En las zonas costeras el equilibrio entre los recursos propios y las demandas es frágil, y
muy a menudo el agua subterránea suele ser el único recurso disponible. Esto es lo que sucede
en el acuífero aluvial y delta de la Tordera (Figura 1) el cual fue durante mucho tiempo la
única fuente de suministro para los municipios del Alto Maresme y de la Baja Costa Brava.

Figura 1. Situación del acuífero de la Tordera y de la planta desalinizadora.

El acuífero se sometía antes a una fuerte explotación durante los meses de verano que
posteriormente en los periodos invernales recuperaba. A partir del año 2001 la problemática
se agravó, los descensos mínimos provocados por el aumento de la explotación en los
periodos estivales ya no recuperaban y las concentraciones de cloruros en el agua subterránea
alcanzaron valores comprendidos entre 2,000 y 5,000 mg/L. El proceso de salinización afectó
el siguiente año a pozos de abastecimiento situados incluso a más de 3 km de la línea de la
costa.

Durante el año 2002 entraron en funcionamiento dos actuaciones con el objetivo de


resolver la problemática. La más importante fue la planta desalinizadora Tordera-1 (ITAM,
Instalación de Tratamiento de Aguas Marinas) la cual suministra 10 hm3/año a las tres
principales compañías de abastecimiento que extraen agua del acuífero y permitió la
reducción en un 40% de las extracciones por el mismo volumen. La segunda acción fue la
recarga artificial de los caudales efluentes de la EDAR (Estación Depuradora de Aguas
Residuales) de Blanes con tratamiento terciario, mediante la cual se infiltran en el acuífero
hasta unos 4 hm3/año por simple vertido al cauce del río Tordera que antes se enviaban al
mar. Todas estas actuaciones fueron acompañadas con la declaración de sobreexplotación del
acuífero y la aprobación del plan de ordenación de extracciones (A.C.A., 2001; DOGC, 2003)
que intensificó el control de los bombeos y ha dado lugar a un cambio sustancial en la gestión
de agua por parte de los usuarios. Estas medidas permitieron en pocos años una rápida
reducción de la salinización de los acuíferos de la Tordera, que ya en el año 2004 mostraban
un buen estado cualitativo y cuantitativo.

478
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Objetivos

El objetivo de este trabajo es lograr un nuevo modelo de gestión combinada acuífero-


desalinizadora que no ponga en peligro la sostenibilidad del acuífero pero que conlleve un uso
más eficiente de los recursos hídricos disponibles. Esto es posible ya que actualmente
coinciden tres factores que permiten replantear el régimen de producción de la desalinizadora
de la Tordera: 1) la recuperación consolidada de la calidad del agua del acuífero después de la
fuerte salinización en el 2002; 2) la posibilidad de modular mejor la producción de agua
desalada gracias a su ampliación en el 2011 a 20 hm3/año para aportar cuando sea necesario
caudal al sistema Ter-Llobregat que suministra el Área Metropolitana de Barcelona; y 3) la
reducción de la demanda total de agua en el ámbito, sobre todo por las extracciones
industriales. Se plantea por ello una nueva propuesta de explotación y se predicen los efectos
de los nuevos escenarios futuros y sus impactos en el acuífero.

EL ACUIFERO DE LA TORDERA

Geología e hidrogeología

El acuífero de la Tordera se desarrolla en depósitos cuaternarios y depósitos coluviales y


palustres depositados en zonas estacionalmente inundables del río Tordera. El valle bajo y
delta están bien caracterizados geológica e hidrogeológicamente (PHPO, 1985; ITGE, 1994;
A.C.A., 2000, 2002b, 2002c, 2009; FCIHS, 2004, 2006). El acuífero es único y libre
prácticamente hasta la población de Tordera y desde este municipio hasta el mar el acuífero
superficial está separado del profundo por una capa formada en algunos tramos por arcillas y
en otras por limos, capa que a veces desaparece totalmente o en otras zonas aparece de modo
multicapa (Figura 2). En el margen derecho del delta se diferencia bien un sistema con los dos
acuíferos separados, presentando aquí el acuífero superficial un espesor de unos 12 m, el
conjunto limo-arcilloso de 23 m, y el acuífero profundo de 20 m. En cambio, en el margen
izquierdo del río los dos acuíferos quedan conectados verticalmente de forma que se
constituye una única unidad acuífera de comportamiento libre, sobre todo en las zonas
laterales del paleocanal principal. Esta unidad presenta espesores variables entre 20 y 30 m.

El zócalo de granito se detecta a una profundidad media de 55 m. En dirección a la costa, y


a una distancia de unos 100 m del mar, la profundidad del sustrato impermeable aumenta de
una manera brusca superando los 150 m de profundidad al margen oriental del río. En el
acuífero profundo, que es el de mayor interés para el abastecimiento urbano, la transmisividad
presenta valores del orden de 1,000 a 2,500 m2/día, mientras que en el acuífero superficial los
valores son del orden de 200 a 600 m2/día.

479
Optimización de la gestión combinada y sostenible de un acuífero costero con la aportación de una desalinizadora · F. Ortuño et al.

Leyenda geológica

Figura 2. Esquema geológico del sistema acuífero de la Tordera (de A.C.A., 2009).

Modelo actual de gestión combinada acuífero-desalinizadora y extracciones

El sistema actual de gestión combinada acuífero-desalinizadora en la Tordera está basado


en que la planta desalinizadora proporciona siempre la misma cantidad de agua durante todo
el año a las tres principales compañías de abastecimiento. Su producción total de 10 hm3/año
se reparte un 20% a Blanes, un 25% a Tossa-Lloret (o Consell de la Costa Brava, CCB) y el
55% restante al Consell Comarcal del Maresme (CCM). La producción de agua de la
desalinizadora es siempre constante, manteniéndose parada únicamente los 15 primeros días
del año por labores de mantenimiento. El resto hasta cubrir la demanda se extrae del acuífero
(Figura 3).

El volumen de extracción de agua subterránea es de 26.7 hm3/año (año 2007) de los cuales
aproximadamente 5.1 hm3/año son para usos industriales (19%), 7.3 hm3/año para usos
agrícolas (28%) y 14.3 hm3/año para abastecimiento (53%). La extracción de agua se
caracteriza por una marcada estacionalidad provocada por el sector turístico, el cual es una
importante actividad en esta área y la que provoca que los mayores bombeos del acuífero se
hagan durante los meses de verano. Las demandas industriales tienen en el área una
distribución muy regular y constante, mientras que las agrícolas tienen máximos relacionados
con el periodo de regadío del cultivo (primavera y verano principalmente).

480
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

3.5
3.0 Acuífero

hm3 mensuales
2.5 Desaladora
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0

zo

oc re

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e
a
Figura 3. Modelo actual de gestión combinada acuífero-desalinizadora en la Tordera. La desalinizadora produce
regularmente 10 hm3/año que se reparten entre las 3 principales compañías de abastecimiento, y el resto hasta
cubrir la demanda se extrae del acuífero.

EL MODELO NUMÉRICO

Para la gestión del acuífero se utiliza como herramienta un modelo numérico de la Tordera
(A.C.A., 2002a, 2005), actualizado recientemente con una revisión de la geología, la
recalibración del modelo de flujo, el reajuste de sus parámetros y la calibración del transporte
(A.C.A., 2009). El modelo matemático de la Tordera está realizado con el código Visual
Modflow y se extiende desde la cabecera del río Tordera hasta su desembocadura en el mar
(Figura 4). Su geometría consta de cuatro capas que representan el acuífero superficial (1ª
capa), la capa limo-arcillosa intermedia (2ª capa), el acuífero profundo (3ª capa) que
concentra la mayor parte de las extracciones para abastecimiento, y un último acuífero
denominado basal (4ª capa). La extensión del modelo de transporte se ha limitado al área del
valle bajo y delta, ya que considera como soluto los cloruros y la intrusión marina, la principal
responsable de los elevados contenidos de cloruros en el acuífero, se encuentra localizada
dentro de la extensión considerada.

Extensión del
modelo de
transporte

Figura 4. Localización del modelo de flujo y extensión del modelo de transporte de la Tordera (A.C.A., 2009).

481
Optimización de la gestión combinada y sostenible de un acuífero costero con la aportación de una desalinizadora · F. Ortuño et al.

METODOLOGÍA Y DESARROLLO DE UN NUEVO MODELO DE GESTIÓN


COMBINADA ACUÍFERO-DESALADORA

Desarrollo y condicionantes

Para la creación de nuevos escenarios futuros de gestión combinada acuífero-


desalinizadora se ha fijado como premisa la extracción de una cantidad de agua del acuífero lo
más constante posible durante todo el año, manteniendo los gradientes hidráulicos hacia el
mar para evitar la intrusión marina. De esta manera, los picos estivales de la demanda se
cubrirían con la planta desalinizadora y no aumentando las extracciones del acuífero como se
realiza ahora. Si la producción de agua desalinizada puede modularse y concentrarse
principalmente en verano, es posible realizar una mayor extracción del acuífero en invierno,
cuando es viable aumentar los bombeos sin riesgo de salinización de los pozos ni de intrusión
marina (A.C.A., 2008).

Los futuros escenarios de gestión deben cumplir las siguientes condiciones impuestas por
la propia producción de agua desalada, y también algunos condicionantes hidrogeológicos y
socio-económicos:

a) Condicionantes por la producción de agua de la desalinizadora:

- La producción de agua de la desalinizadora se ha de regular mensualmente en


escalones del 25%, 50%, 75% o 100% de su producción total, que son ahora 20
hm3/año. Ello es debido a que la producción está dividida en 4 bastidores de ósmosis
inversa que pueden funcionar o no hacerlo, pero no admiten posiciones intermedias.
- El máximo de producción de agua ha de ser de un 75% de su capacidad total para
salvaguardar el 25% restante para posibles emergencias.
- El mínimo de producción de agua durante todo el año es el 25% de la capacidad
total, de manera que la desalinizadora no pare.

b) Condicionantes hidrogeológicos y socio-económicos:

- Las extracciones de agua subterránea se regulan mensualmente para que sean lo más
constantes posibles durante el año.
- Se prioriza mes a mes una mayor dotación de agua desalinizada a las compañías de
abastecimiento que tienen sus pozos de extracción de agua del acuífero más cercanos
al mar. Los pozos de Blanes son mucho más vulnerables a la intrusión marina y a la
salinización que los del CCM, y éstos más que los del CCB, situados en el interior.
- Ninguna compañía de abastecimiento puede dejar de recibir agua desalinizada
durante los meses de julio y agosto.

Desde la construcción de la planta desalinizadora, en el ámbito del acuífero de la baja


Tordera se aplica una tarifa de utilización de agua (TUA), fórmula que permite repercutir los
costes de la desalinización. Como las personas beneficiadas de su entrada en funcionamiento
son tanto los usuarios directos, las compañías de abastecimiento, como los de los
aprovechamientos de agua subterránea situados dentro de este ámbito, la tarifa se aplica a
ambos, aunque de manera distinta. Así, un planteamiento de gestión que suponga una menor
producción de agua desalada tiene beneficios económicos tanto para la administración como

482
Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

para los usuarios.

Metodología

Para la creación de nuevos escenarios futuros se utiliza el modelo numérico del acuífero.
De esta manera se crean 7 escenarios posibles de producción de agua de la desalinizadora,
desde los aproximadamente 4 hm3/año hasta los 10 hm3/año, con incrementos de 1 hm3/año,
variando la dotación de agua mes a mes para cada una de las tres compañías de
abastecimiento que reciben agua (Blanes, CCB y CCM) y cumpliendo todos los
condicionantes descritos, tanto los de la desalinizadora como los hidrogeológicos y socio-
económicos. Como la demanda mensual de cada compañía es conocida, los volúmenes de
agua para abastecimiento que no se cubren con agua desalinizada han de extraerse del
acuífero.

Una vez conocida la distribución de agua para las compañías de abastecimiento para cada
uno de los 7 escenarios planteados, se corre el modelo numérico en simulación desde el 2011
hasta el 2018 y se analizan y comparan los resultados, tanto los niveles piezométricos como la
evolución de los cloruros en diversos puntos para conocer su impacto. De esta manera, los
escenarios sostenibles serán aquellos en los que no se produzca intrusión marina en el
acuífero y no se salinicen los pozos de abastecimiento.

Resultados de los nuevos escenarios de gestión

La comparación de los niveles piezométricos y de las concentraciones de cloruros de los 7


futuros posibles escenarios (Figura 5) permite deducir que los escenarios 1 y 2, con
producciones de agua desalada de 4 y 5 hm3/año y extracciones del acuífero de 18.5 y 17.5
hm3/año respectivamente, producirían claramente la salinización en verano de los pozos de
abastecimiento de Blanes, los más cercanos a la costa, alcanzándose valores de cloruros
superiores a los 400 mg/l y niveles piezométricos por debajo de los –3 msnm en verano. Estos
dos escenarios son claramente no sostenibles. El escenario 3, con una producción de agua
desalada de casi 6 hm3/año, también produciría un ligero aumento de cloruros en verano.

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Optimización de la gestión combinada y sostenible de un acuífero costero con la aportación de una desalinizadora · F. Ortuño et al.

Figura 5. Simulación de niveles piezométricos (arriba) y concentración de cloruros (abajo) en los pozos de
abastecimiento de Blanes entre 2011 y 2018 para los diferentes escenarios de gestión conjunta acuífero-
desaladora.

El escenario de gestión 4, con una producción de agua de 7.2 hm3/año sin parar la planta
desalinizadora y aumentando la producción y distribución en verano para cubrir la demanda
(Tabla 1), no produce salinización de los pozos ni intrusión marina, y mantiene incluso en
verano los niveles piezométricos cercanos a la cota 0. Este escenario implica una reducción en
la producción de agua desalada de 2.8 hm3/año respecto a la situación actual y es el que
permite un mayor ahorro, considerándose la primera opción alternativa y sostenible de gestión
sin que se pongan en riesgo los recursos subterráneos disponibles. Por encima de una
producción de agua desalada de 7.2 hm3/año y extrayendo 15.4 hm3/año no existe riesgo de
intrusión marina en el acuífero.

Producción desalinizadora Extracción del acuífero Impacto


Escenario 3 3
(hm /año) (hm /año) hidrogeológico
1 4.0 18.5 Intrusión marina
2 5.0 17.5 Intrusión marina
3 5.9 16.6 Ligero aumento de cloruros
4 7.2 15.4 Sin impacto
5 8.0 14.5 Sin impacto
6 8.9 13.6 Sin impacto
7 9.8 12.7 Sin impacto

Tabla 1. Impacto hidrogeológico de los diferentes escenarios analizados de gestión conjunta acuífero-
desalinizadora.

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Cuatro décadas investigación y formación aguas subterráneas. Libro Homenaje Prof. Emilio Custodio. Zaragoza 2011. AIH-GE

Nueva opción de gestión parando la desalinizadora en invierno

Del análisis de los escenarios realizados se plantea ahora un nuevo escenario de gestión
donde se elimina el condicionante que la desalinizadora tenga que funcionar siempre al 25%
de su capacidad, lo cual permitiría pararla en invierno. De esta forma, y dado que las
demandas de agua son bajas desde noviembre hasta marzo, el abastecimiento urbano podría
mantenerse estos meses únicamente con agua subterránea sin riesgo de salinización del
acuífero. La desalinizadora funcionaría sólo desde abril hasta octubre para cubrir la demanda
estival, pero el hecho de modular la producción mensualmente y distribuirla entre las
diferentes compañías de abastecimiento permitiría regular mejor el sistema en su conjunto y
aumentar su optimización. De esta manera, las extracciones de agua subterránea también
serían más constantes durante el año.

Una producción de agua desalada concentrada de abril a octubre, teniendo su máximo en


julio y agosto, junto con una correcta distribución entre las tres compañías de abastecimiento,
no conllevaría riesgo de salinización del acuífero para una producción de 6.1 hm3/año, 3.9
hm3/año menos que la producción actual.

CONCLUSIONES

La utilización de un modelo numérico del ámbito del valle bajo y delta de la Tordera ha
permitido simular diferentes escenarios de gestión conjunta del acuífero y de la planta
desalinizadora para satisfacer la demanda para abastecimiento, manteniendo la sostenibilidad
del acuífero costero evitando la intrusión marina. El modelo de gestión actual está
caracterizado porque la desalinizadora produce 10 hm3/año de manera constante y por el
aumento de las extracciones de agua subterránea en verano por la agricultura y el turismo. La
reciente ampliación de la desalinizadora permite que este modelo de gestión puede ser
mejorado si las extracciones de agua subterránea aportan la base de las necesidades del
abastecimiento durante el año y la desalinizadora cubre las puntas de la demanda (Figura 6).
En una primera opción, sin parar la desalinizadora, es posible mantener el acuífero sin
intrusión marina distribuyendo mensualmente el agua desalinizada, produciendo más en
verano y menos en invierno, y protegiendo los pozos más cercanos a la costa, de manera que
el total anual producido sea de 7.2 hm3, 2.8 hm3/año menos respecto a la situación actual. En
una segunda opción, parando la planta desalinizadora de noviembre a marzo, puede obtenerse
un escenario sostenible para el acuífero produciendo anualmente 6.1 hm3/año de agua
desalinizada concentrando su producción en verano.

485
Optimización de la gestión combinada y sostenible de un acuífero costero con la aportación de una desalinizadora · F. Ortuño et al.

PRODUCCIÓN DE AGUA DESALADA


1.5

hm3/mes
1.0

0.5

0.0

a io
o
ril
zo

vi r e

e
fe ro

ie o
o

oc e
ay

ni

d i br

br
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br
er

l
ab

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e

ju
ar

ju

se go
en

em

em
m
m
br
m

ci
pt
Actual Opcion 1 Opción 2

EXTRACCION DEL ACUÍFERO


2.5
2.0
hm3/mes

1.5
1.0
0.5
0.0
o

lio
o
m l
zo

vi r e

em e
fe ro

e
pt sto
o

oc re
ri
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ab

no b
e

ju

b
ar

ju

se go
en

u
em
m
br
m

t
ie
a

ci
Actual Opcion 1 Opcion 2

Figura 6. Producción de agua desalada de la planta Tordera-1 (arriba) y extracción total del acuífero por las tres
principales compañías de abastecimiento (abajo) según el actual modelo de gestión y para las dos nuevas
opciones propuestas.

La reducción del coste de la desalinización por una menor producción de agua desalada, de
10 hm3/año a 7.2 o 6.1 hm3/año, supone un ahorro energético y en la explotación de 1.4 o 2.0
M€ respectivamente. La estimación del incremento en el coste de la extracción de una mayor
cantidad de agua subterránea y de su tratamiento se estima en 196,000 €/año y en 270,000
€/año respectivamente. Por tanto, cualquiera de los dos nuevos escenarios de gestión conjunta
acuífero-desalinizadora planteados arrojan un balance económico neto positivo el reducirse
los costes entre 1.2 y 1.7 M€ respecto a la situación actual.

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2.6. RELACIÓN DE LIBROS, ARTÍCULOS, COMUNICACIONES Y CAPÍTULOS


DE LIBROS DEL PROFESOR EMILIO CUSTODIO

Jordi SÁNCHEZ VILA*

(*) Grup d’Hidrologia Subterrània. Departament d’Enginyeria del Terreny, Cartogràfica i


Geofísica. Universitat Politècnica de Catalunya. Jordi Girona, 1–3, Mòdul D–2. 08034
Barcelona. jordi.sanchez@upc.edu

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489
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CUATRO DÉCADAS DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN EN AGUAS SUBTERRÁNEAS
CUATRO DÉCADAS DE
INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN
EN AGUAS SUBTERRÁNEAS

LIBRO HOMENAJE AL

LIBRO HOMENAJE AL PROFESOR EMILIO CUSTODIO


PROFESOR EMILIO CUSTODIO

Zaragoza, septiembre 2011

CON LA COLABORACIÓN DE

María del Carmen Cabrera


Luis Javier Lambán
Marisol Manzano
Margarida Valverde
(editores)

ASOCIACIÓN
INTERNACIONAL DE
HIDROGEÓLOGOS ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE HIDROGEÓLOGOS
GRUPO ESPAÑOL
GRUPO ESPAÑOL

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