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Lo más recienteReciente
2 Oct 2017
Conceptos de Logística
Gestión del almacén
La clasificación de inventarios ABC es una técnica para segmentar
las referencias de productos del almacén según su importancia en
tres categorías (A, B y C), siguiendo un criterio (por ejemplo su valor
de inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla 80/20,
según la cual un pequeño porcentaje de las referencias serán
responsables de la mayor parte de los objetivos globales del
almacén (valor de inventario, facturación, beneficios, etc.). Esta
clasificación ayuda a tomar decisiones y priorizar los recursos del
almacén hacia los productos que más impacto tienen en los
objetivos globales (los del grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos
y recursos por igual en todos los productos, lo que resultaría
contraproducente con los artículos de menor importancia (grupo
C).
Análisis ABC
Categoría A
Categoría B
Categoría C
Análisis ABC/XYZ
Principio de Pareto o regla 80/20
Optimización del picking más allá del slotting
Long tail
Modelo SCOR
Inventario fantasma
Manual de seguridad
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Lo más recienteReciente
2 Oct 2017
Conceptos de Logística
Gestión del almacén
La clasificación de inventarios ABC es una técnica para segmentar las referencias de
productos del almacén según su importancia en tres categorías (A, B y C), siguiendo un
criterio (por ejemplo su valor de inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla
80/20, según la cual un pequeño porcentaje de las referencias serán responsables de la
mayor parte de los objetivos globales del almacén (valor de inventario, facturación,
beneficios, etc.). Esta clasificación ayuda a tomar decisiones y priorizar los recursos del
almacén hacia los productos que más impacto tienen en los objetivos globales (los del
grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos y recursos por igual en todos los productos, lo que
resultaría contraproducente con los artículos de menor importancia (grupo C).
El análisis ABC para clasificar el inventario está recogido en el conjunto de buenas
prácticas del modelo SCOR.
Análisis ABC
El análisis ABC consiste en aplicar el principio de Pareto o regla 80/20 para segmentar
entidades (productos, clientes, proveedores, etc.). Típicamente se aplica en el ámbito del
almacén para clasificar el inventario según su importancia. Aunque se pueden seguir
diferentes criterios (según cada almacén y tipos de mercancía que manejen), un criterio
típico es el valor de inventario de cada referencia, calculado como su demanda anual
multiplicada por su coste unitario. Después, se ordenan de mayor a menor y se agrupan
según el porcentaje que representan respecto al total. Así, los porcentajes típicos resultantes
serán:
Estos porcentajes son orientativos, y variarán en cada caso, según el sector de negocio,
características del almacén, niveles de rotación, etc. Lo principal es entender que un
pequeño porcentaje de las referencias representa la mayor parte del valor del
inventario, formando la categoría A, y a las que tendremos que aplicar controles de
inventario más estrictos y asignar mayores recursos.
Por ejemplo, los productos de categoría A serían los indicados para las mejores zonas del
almacén y más próximas al área de expedición, utilizando sistemas de almacenaje
automáticos como miniload o la preparación de pedidos automática mediante dispensadores
automáticos Disban H. Mientras que productos de categoría C podrían ser almacenados en
zonas menos óptimas del almacén con sistemas de almacenaje focalizados en maximizar el
aprovechamiento del espacio, como los pasillos elevados.
En un mundo ideal, todos los productos que almacenáramos tendrían la misma demanda y
la misma rentabilidad y, por tanto, los gestionaríamos por igual. Pero en la práctica un
pequeño porcentaje de las referencias son responsables de la gran parte de las ventas y de
los beneficios. Por tanto, no resulta lógico que dediquemos a todas las referencias por igual
el mismo nivel de recursos (económicos, personal, niveles de stock, frecuencia de
reaprovisionamiento, espacio de almacenaje, tareas de manutención, recuento de inventario,
etc.). Así que deberemos aplicar estrategias de gestión y control de inventario más estrictas
a la categoría A, mientras que se aplicarán sistemas más simples y que requieran menos
tiempo y personal de almacén a la categoría C.
Categoría A
Los productos de la categoría A son los más importantes para el negocio, típicamente un
20% de las referencias representando el 80% del valor. Por tanto, deberán destinarse
recursos para que su control de inventario sea más exhaustivo y con conteos cíclicos más
frecuentes.
Para la preparación de pedidos, será recomendable que el slotting favorezca las referencias
de categoría A. Además, es especialmente ventajoso implantar sistemas de almacenaje
automatizados que agilicen al máximo la preparación de pedidos. En el caso de cargas
paletizadas, mediante almacenes automáticos y con el sistema radio shuttle Sherpa,
logrando así una máxima densidad de almacenamiento a la vez que se optimizan las tareas
de manutención. En el caso de cargas medias y ligeras, se puede recurrir al sistema
miniload y a la dispensación automática Disban H, que permiten la preparación de pedidos
automática a alta velocidad.
Categoría B
La preparación de pedidos puede agilizarse mediante el sistema guiado por luz de ATOX
Soluciones Tecnológicas para operaciones pick-to-light. En combinación con el transporte
por rodillos inteligentes, se minimiza los desplazamientos de los operadores de picking,
obteniendo un gran rendimiento incluso aunque el slotting de los productos de categoría B
sea menos ventajoso por favorecer a los artículos A.
Categoría C
No compensa dedicar una gran cantidad de recursos a su control de inventario, puesto que
los costes de almacenaje y los costes operativos podría superar fácilmente la baja
rentabilidad de estos productos.
Actualmente, los ciclos de vida de los productos son mucho más cortos y las variaciones en
las demandas más impredecibles. Pero esto también ha permitido que surjan nuevos
modelos de negocio que apenas unos años eran inviables.
Así, las principales compañías de comercio electrónico que lideran las ventas online hoy en
día ofrecen cientos de miles e incluso millones de referencias. Muchas de ellas son parte de
la Long Tail y quedan dentro de la categoría C según un análisis ABC clásico. Es decir,
analizados de forma individual, dichos productos presentan una baja rentabilidad. Pero
teniendo en cuenta los objetivos globales, aportan un gran valor de negocio puesto que
ofrecer un extenso catálogo de productos desempeña un papel clave en la adquisición y
fidelización de clientes. De hecho, una buena parte de las ventas de estas compañías
corresponden a referencias que no se encuentran habitualmente en stock en tiendas físicas.
Por ejemplo, puede que haya productos C que, desde el punto de vista del valor del
inventario, podría incluso considerarse que no resulta rentable disponer de su stock. Pero
pueden ser accesorios para productos de alto valor de categoría A, que los consumidores
compran a menudo de forma conjunta. En casos como estos, disponer de esos productos de
categoría C evita que los clientes se vayan a la competencia a comprar también el producto
A.
Pero, ¿cómo se consigue hacer rentables los almacenes con tantas referencias diferentes,
muchas de ellas con muy poca cantidad de stock? Uno de los pilares en las nuevas cadenas
de suministro es la optimización de los almacenes. Aquí es necesario optimizar tanto el
espacio de almacenamiento como el rendimiento de las tareas de manutención. Ésta es una
de las razones por la que ATOX Sistemas de Almacenaje diseña y fabrica una amplia gama
de sistemas de estanterías metálicas, que permiten aprovechar al máximo el espacio de
almacenamiento, y que se combinan con las automatizaciones de ATOX Soluciones
Tecnológicas para agilizar las tareas de manutención y minimizar los costes operativos de
los almacenes.
Por ejemplo, los pasillos elevados diseñados y fabricados por ATOX a medida de cada
almacén se pueden combinar con tramos de transportadores de rodillos con espirales de
descenso, lo que permite maximizar el espacio de almacenamiento en altura sin renunciar a
la agilidad en la manutención, favoreciendo la rentabilidad de los productos de categoría C.
Son muchos más los ejemplos donde las soluciones de almacenaje ATOX contribuyen a la
rentabilidad de los almacenes: estanterías dinámicas diseñadas a medida para inventarios
WIP en plantas de fabricación, almacenes autoportantes con transelevadores para grandes
centros de distribución, dispensadores automáticos Disban H para la preparación de pedidos
automática a muy alta velocidad, guiado por luz para la optimización del picking mediante
operaciones pickt-to-light, etc.
En un futuro, a medida que maduren las tecnologías que permitan aplicar internet de las
cosas a las cadenas de suministro con eficacia, llegaremos a disponer de trazabilidad y
controles de inventario en tiempo real, y se aplicarán técnicas de inteligencia artificial y
machine learning para realizar clasificaciones de inventarios mucho más sofisticadas y
precisas.
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