Sena Yuliii

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actualidad del sector de la logística y el almacenaje.

Clasificación de inventarios ABC

2 Oct 2017

 Conceptos de Logística
 Gestión del almacén
La clasificación de inventarios ABC es una técnica para segmentar
las referencias de productos del almacén según su importancia en
tres categorías (A, B y C), siguiendo un criterio (por ejemplo su valor
de inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla 80/20,
según la cual un pequeño porcentaje de las referencias serán
responsables de la mayor parte de los objetivos globales del
almacén (valor de inventario, facturación, beneficios, etc.). Esta
clasificación ayuda a tomar decisiones y priorizar los recursos del
almacén hacia los productos que más impacto tienen en los
objetivos globales (los del grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos
y recursos por igual en todos los productos, lo que resultaría
contraproducente con los artículos de menor importancia (grupo
C).

El análisis ABC para clasificar el inventario está recogido en el


conjunto de buenas prácticas del modelo SCOR.

Análisis ABC

El análisis ABC consiste en aplicar el principio de Pareto o regla


80/20 para segmentar entidades (productos, clientes, proveedores,
etc.). Típicamente se aplica en el ámbito del almacén para clasificar
el inventario según su importancia. Aunque se pueden seguir
diferentes criterios (según cada almacén y tipos de mercancía que
manejen), un criterio típico es el valor de inventario de cada
referencia, calculado como su demanda anual multiplicada por su
coste unitario. Después, se ordenan de mayor a menor y se
agrupan según el porcentaje que representan respecto al total. Así,
los porcentajes típicos resultantes serán:

 Categoría A: En torno al 20% de las referencias representan


aproximadamente el 80% del valor del inventario (regla
80/20).
 Categoría B: En torno al 30% de las referencias representan
aproximadamente el 15% del valor del inventario.
 Categoría C: En torno al 50% de las referencias representan
sólo el 5% del valor del inventario.

Estos porcentajes son orientativos, y variarán en cada caso, según


el sector de negocio, características del almacén, niveles de
rotación, etc. Lo principal es entender que un pequeño porcentaje
de las referencias representa la mayor parte del valor del
inventario, formando la categoría A, y a las que tendremos que
aplicar controles de inventario más estrictos y asignar mayores
recursos.

Por ejemplo, los productos de categoría A serían los indicados para


las mejores zonas del almacén y más próximas al área de
expedición, utilizando sistemas de almacenaje automáticos como
miniload o la preparación de pedidos automática mediante
dispensadores automáticos Disban H. Mientras que productos de
categoría C podrían ser almacenados en zonas menos óptimas del
almacén con sistemas de almacenaje focalizados en maximizar el
aprovechamiento del espacio, como los pasillos elevados.

El análisis ABC deberá ser actualizado periódicamente, puesto que,


dependiendo de tendencias de mercado, ciclos de vida de los
productos, etc., con el tiempo habrá referencias que promocionen
a una categoría superior mientras que otras decaerán hacia una
categoría inferior.

Aunque el concepto de clasificación de inventarios ABC parezca


sencillo, en la práctica puede ser necesario utilizar múltiples
criterios de categorización. Por ejemplo, fechas de caducidad,
tiempos de reposición de mercancía, importancia de los clientes,
etc. También puede ser necesario realizar un análisis más detallado,
como el análisis ABC/XYZ.
El análisis ABC es típico en la clasificación de inventarios, pero
también es aplicable en otros ámbitos. Por ejemplo, el principio de
Pareto también se cumplirá si realizamos un análisis de clientes, de
forma que, en general, un 20% de los clientes representarán un
80% de nuestra facturación, formando la categoría A de clientes. De
igual forma, se puede aplicar a proveedores, empleados, procesos,
etc. El análisis ABC es una herramienta que ayuda a diferenciar lo
esencial de lo menos importante. Puede ser utilizado para detectar
cuellos de botella en la aplicación de la teoría de las restricciones o
identificar lo que no es esencial en la implantación de filosofías de
gestión Lean.

Control de inventarios ABC

Una vez realizado el análisis ABC sobre el inventario y habiendo


quedado éste clasificado en las tres categorías A, B y C, se toman
decisiones de gestión de la cadena de suministro basándose en
dichas categorías. Entonces, se establecerán estrategias de control
de inventario diferentes en función de la importancia de las
diferentes mercancías. Es por esto por lo que el análisis ABC
aplicado al inventario se llama a veces control de inventario
selectivo.

En un mundo ideal, todos los productos que almacenáramos


tendrían la misma demanda y la misma rentabilidad y, por tanto,
los gestionaríamos por igual. Pero en la práctica un pequeño
porcentaje de las referencias son responsables de la gran parte de
las ventas y de los beneficios. Por tanto, no resulta lógico que
dediquemos a todas las referencias por igual el mismo nivel de
recursos (económicos, personal, niveles de stock, frecuencia de
reaprovisionamiento, espacio de almacenaje, tareas de
manutención, recuento de inventario, etc.). Así que deberemos
aplicar estrategias de gestión y control de inventario más estrictas a
la categoría A, mientras que se aplicarán sistemas más simples y
que requieran menos tiempo y personal de almacén a la categoría
C.

Categoría A

Los productos de la categoría A son los más importantes para el


negocio, típicamente un 20% de las referencias representando el
80% del valor. Por tanto, deberán destinarse recursos para que su
control de inventario sea más exhaustivo y con conteos cíclicos más
frecuentes.

Puesto que problemas en stock de productos de categoría A


tendrán un gran impacto en el negocio, deberán realizarse
esfuerzos en evitar situaciones de falta de stock y en combatir el
inventario fantasma.

Para la preparación de pedidos, será recomendable que el slotting


favorezca las referencias de categoría A. Además, es especialmente
ventajoso implantar sistemas de almacenaje automatizados que
agilicen al máximo la preparación de pedidos. En el caso de cargas
paletizadas, mediante almacenes automáticos y con el sistema
radio shuttle Sherpa, logrando así una máxima densidad de
almacenamiento a la vez que se optimizan las tareas de
manutención. En el caso de cargas medias y ligeras, se puede
recurrir al sistema miniload y a la dispensación automática Disban
H, que permiten la preparación de pedidos automática a alta
velocidad.

Categoría B

Los productos de la categoría B tienen una importancia moderada,


intermedia entre la categoría A y la categoría C. Típicamente serán
en torno al 30% de las referencias, constituyendo el 15% del valor.
Es importante hacer un seguimiento de los productos B, puesto que
algunos estarán próximos a promocionar a la categoría A, mientras
otros estarán próximos a decaer hacia la categoría C.

La preparación de pedidos puede agilizarse mediante el sistema


guiado por luz de ATOX Soluciones Tecnológicas para operaciones
pick-to-light. En combinación con el transporte por rodillos
inteligentes, se minimiza los desplazamientos de los operadores de
picking, obteniendo un gran rendimiento incluso aunque el slotting
de los productos de categoría B sea menos ventajoso por favorecer
a los artículos A.

Categoría C

Los productos de la categoría C son relativamente poco


importantes. Típicamente representarán en torno al 50% de las
referencias pero constituyendo sólo un 5% del valor. Son productos
de poca rentabilidad. Será incluso cuestionable si compensa
mantener stock de algunas de estas referencias.

No compensa dedicar una gran cantidad de recursos a su control de


inventario, puesto que los costes de almacenaje y los costes
operativos podría superar fácilmente la baja rentabilidad de estos
productos.

Con objeto de rentabilizar al máximo el almacén, es recomendable


utilizar sistemas de almacenaje de ATOX diseñados a medida para
optimizar el espacio de almacenamiento, como los altillos y los
pasillos elevados.

Análisis ABC y la Long Tail

El origen del análisis ABC, que se deriva del principio de Pareto, se


remonta a los años 50, y se incorporaría a los sistemas de
producción de la época en Japón, expandiéndose
internacionalmente en las décadas posteriores de la mano de las
filosofías occidentales de control de calidad y de los sistemas de
producción japoneses orientados a la eficiencia.

Los mercados tradicionales estuvieron durante mucho tiempo


basados en la producción en masa, lanzando productos con ciclos
de vida largos. Pero en las dos últimas décadas la situación del
mercado global ha cambiado drásticamente, debido en buena parte
a la evolución y modernización de la logística y a la explosión del
comercio electrónico.

Actualmente, los ciclos de vida de los productos son mucho más


cortos y las variaciones en las demandas más impredecibles. Pero
esto también ha permitido que surjan nuevos modelos de negocio
que apenas unos años eran inviables.

Así, las principales compañías de comercio electrónico que lideran


las ventas online hoy en día ofrecen cientos de miles e incluso
millones de referencias. Muchas de ellas son parte de la Long Tail y
quedan dentro de la categoría C según un análisis ABC clásico. Es
decir, analizados de forma individual, dichos productos presentan
una baja rentabilidad. Pero teniendo en cuenta los objetivos
globales, aportan un gran valor de negocio puesto que ofrecer un
extenso catálogo de productos desempeña un papel clave en la
adquisición y fidelización de clientes. De hecho, una buena parte de
las ventas de estas compañías corresponden a referencias que no
se encuentran habitualmente en stock en tiendas físicas.

Por ejemplo, puede que haya productos C que, desde el punto de


vista del valor del inventario, podría incluso considerarse que no
resulta rentable disponer de su stock. Pero pueden ser accesorios
para productos de alto valor de categoría A, que los consumidores
compran a menudo de forma conjunta. En casos como estos,
disponer de esos productos de categoría C evita que los clientes se
vayan a la competencia a comprar también el producto A.

Pero, ¿cómo se consigue hacer rentables los almacenes con tantas


referencias diferentes, muchas de ellas con muy poca cantidad de
stock? Uno de los pilares en las nuevas cadenas de suministro es la
optimización de los almacenes. Aquí es necesario optimizar tanto el
espacio de almacenamiento como el rendimiento de las tareas de
manutención. Ésta es una de las razones por la que ATOX Sistemas
de Almacenaje diseña y fabrica una amplia gama de sistemas de
estanterías metálicas, que permiten aprovechar al máximo el
espacio de almacenamiento, y que se combinan con las
automatizaciones de ATOX Soluciones Tecnológicas para agilizar las
tareas de manutención y minimizar los costes operativos de los
almacenes.

Por ejemplo, los pasillos elevados diseñados y fabricados por ATOX


a medida de cada almacén se pueden combinar con tramos de
transportadores de rodillos con espirales de descenso, lo que
permite maximizar el espacio de almacenamiento en altura sin
renunciar a la agilidad en la manutención, favoreciendo la
rentabilidad de los productos de categoría C.

Son muchos más los ejemplos donde las soluciones de almacenaje


ATOX contribuyen a la rentabilidad de los almacenes: estanterías
dinámicas diseñadas a medida para inventarios WIP en plantas de
fabricación, almacenes autoportantes con transelevadores para
grandes centros de distribución, dispensadores automáticos Disban
H para la preparación de pedidos automática a muy alta velocidad,
guiado por luz para la optimización del picking mediante
operaciones pickt-to-light, etc.

El sistema de transporte por rodillos trabaja de forma coordinada


con el resto de automatizaciones ATOX, reduciendo drásticamente
las distancias que los operadores de picking han de recorrer,
actuando también a modo de sorters para la clasificación
automática de mercancía.

Además del almacenamiento y de la preparación de pedidos, los


almacenes de comercio electrónico han de destinar recursos a la
logística inversa como parte fundamental de su modelo de negocio.
Pensemos, por ejemplo, cómo en los años recientes han
proliferando las ventas online de ropa y calzado, en las que las
devoluciones, que se esperan sean frecuentes, son ofrecidas como
servicio gratuito para el consumidor. Optimizar las tareas del
personal del almacén es clave aquí, con soluciones como el guiado
por luz de ATOX (que gracias a su versatilidad permite también
operaciones put-to-light) y los transportadores por rodillos
inteligentes que integran sensores y desviadores.

En un futuro, a medida que maduren las tecnologías que permitan


aplicar internet de las cosas a las cadenas de suministro con
eficacia, llegaremos a disponer de trazabilidad y controles de
inventario en tiempo real, y se aplicarán técnicas de inteligencia
artificial y machine learning para realizar clasificaciones de
inventarios mucho más sofisticadas y precisas.

También le puede interesar: 

 Análisis ABC/XYZ
 Principio de Pareto o regla 80/20
 Optimización del picking más allá del slotting
 Long tail
 Modelo SCOR
 Inventario fantasma

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Clasificación de inventarios ABC

2 Oct 2017

 Conceptos de Logística
 Gestión del almacén
La clasificación de inventarios ABC es una técnica para segmentar las referencias de
productos del almacén según su importancia en tres categorías (A, B y C), siguiendo un
criterio (por ejemplo su valor de inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla
80/20, según la cual un pequeño porcentaje de las referencias serán responsables de la
mayor parte de los objetivos globales del almacén (valor de inventario, facturación,
beneficios, etc.). Esta clasificación ayuda a tomar decisiones y priorizar los recursos del
almacén hacia los productos que más impacto tienen en los objetivos globales (los del
grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos y recursos por igual en todos los productos, lo que
resultaría contraproducente con los artículos de menor importancia (grupo C).
El análisis ABC para clasificar el inventario está recogido en el conjunto de buenas
prácticas del modelo SCOR.

Análisis ABC
El análisis ABC consiste en aplicar el principio de Pareto o regla 80/20 para segmentar
entidades (productos, clientes, proveedores, etc.). Típicamente se aplica en el ámbito del
almacén para clasificar el inventario según su importancia. Aunque se pueden seguir
diferentes criterios (según cada almacén y tipos de mercancía que manejen), un criterio
típico es el valor de inventario de cada referencia, calculado como su demanda anual
multiplicada por su coste unitario. Después, se ordenan de mayor a menor y se agrupan
según el porcentaje que representan respecto al total. Así, los porcentajes típicos resultantes
serán:

 Categoría A: En torno al 20% de las referencias representan aproximadamente el


80% del valor del inventario (regla 80/20).
 Categoría B: En torno al 30% de las referencias representan aproximadamente el
15% del valor del inventario.
 Categoría C: En torno al 50% de las referencias representan sólo el 5% del valor
del inventario.

Estos porcentajes son orientativos, y variarán en cada caso, según el sector de negocio,
características del almacén, niveles de rotación, etc. Lo principal es entender que un
pequeño porcentaje de las referencias representa la mayor parte del valor del
inventario, formando la categoría A, y a las que tendremos que aplicar controles de
inventario más estrictos y asignar mayores recursos.

Por ejemplo, los productos de categoría A serían los indicados para las mejores zonas del
almacén y más próximas al área de expedición, utilizando sistemas de almacenaje
automáticos como miniload o la preparación de pedidos automática mediante dispensadores
automáticos Disban H. Mientras que productos de categoría C podrían ser almacenados en
zonas menos óptimas del almacén con sistemas de almacenaje focalizados en maximizar el
aprovechamiento del espacio, como los pasillos elevados.

El análisis ABC deberá ser actualizado periódicamente, puesto que, dependiendo de


tendencias de mercado, ciclos de vida de los productos, etc., con el tiempo habrá
referencias que promocionen a una categoría superior mientras que otras decaerán hacia
una categoría inferior.

Aunque el concepto de clasificación de inventarios ABC parezca sencillo, en la práctica


puede ser necesario utilizar múltiples criterios de categorización. Por ejemplo, fechas de
caducidad, tiempos de reposición de mercancía, importancia de los clientes, etc. También
puede ser necesario realizar un análisis más detallado, como el análisis ABC/XYZ.

El análisis ABC es típico en la clasificación de inventarios, pero también es aplicable en


otros ámbitos. Por ejemplo, el principio de Pareto también se cumplirá si realizamos un
análisis de clientes, de forma que, en general, un 20% de los clientes representarán un 80%
de nuestra facturación, formando la categoría A de clientes. De igual forma, se puede
aplicar a proveedores, empleados, procesos, etc. El análisis ABC es una herramienta que
ayuda a diferenciar lo esencial de lo menos importante. Puede ser utilizado para detectar
cuellos de botella en la aplicación de la teoría de las restricciones o identificar lo que no es
esencial en la implantación de filosofías de gestión Lean.

Control de inventarios ABC


Una vez realizado el análisis ABC sobre el inventario y habiendo quedado éste clasificado
en las tres categorías A, B y C, se toman decisiones de gestión de la cadena de suministro
basándose en dichas categorías. Entonces, se establecerán estrategias de control de
inventario diferentes en función de la importancia de las diferentes mercancías. Es por esto
por lo que el análisis ABC aplicado al inventario se llama a veces control de inventario
selectivo.

En un mundo ideal, todos los productos que almacenáramos tendrían la misma demanda y
la misma rentabilidad y, por tanto, los gestionaríamos por igual. Pero en la práctica un
pequeño porcentaje de las referencias son responsables de la gran parte de las ventas y de
los beneficios. Por tanto, no resulta lógico que dediquemos a todas las referencias por igual
el mismo nivel de recursos (económicos, personal, niveles de stock, frecuencia de
reaprovisionamiento, espacio de almacenaje, tareas de manutención, recuento de inventario,
etc.). Así que deberemos aplicar estrategias de gestión y control de inventario más estrictas
a la categoría A, mientras que se aplicarán sistemas más simples y que requieran menos
tiempo y personal de almacén a la categoría C.

Categoría A

Los productos de la categoría A son los más importantes para el negocio, típicamente un
20% de las referencias representando el 80% del valor. Por tanto, deberán destinarse
recursos para que su control de inventario sea más exhaustivo y con conteos cíclicos más
frecuentes.

Puesto que problemas en stock de productos de categoría A tendrán un gran impacto en el


negocio, deberán realizarse esfuerzos en evitar situaciones de falta de stock y en combatir
el inventario fantasma.

Para la preparación de pedidos, será recomendable que el slotting favorezca las referencias
de categoría A. Además, es especialmente ventajoso implantar sistemas de almacenaje
automatizados que agilicen al máximo la preparación de pedidos. En el caso de cargas
paletizadas, mediante almacenes automáticos y con el sistema radio shuttle Sherpa,
logrando así una máxima densidad de almacenamiento a la vez que se optimizan las tareas
de manutención. En el caso de cargas medias y ligeras, se puede recurrir al sistema
miniload y a la dispensación automática Disban H, que permiten la preparación de pedidos
automática a alta velocidad.
Categoría B

Los productos de la categoría B tienen una importancia moderada, intermedia entre la


categoría A y la categoría C. Típicamente serán en torno al 30% de las referencias,
constituyendo el 15% del valor.

Es importante hacer un seguimiento de los productos B, puesto que algunos estarán


próximos a promocionar a la categoría A, mientras otros estarán próximos a decaer hacia la
categoría C.

La preparación de pedidos puede agilizarse mediante el sistema guiado por luz de ATOX
Soluciones Tecnológicas para operaciones pick-to-light. En combinación con el transporte
por rodillos inteligentes, se minimiza los desplazamientos de los operadores de picking,
obteniendo un gran rendimiento incluso aunque el slotting de los productos de categoría B
sea menos ventajoso por favorecer a los artículos A.

Categoría C

Los productos de la categoría C son relativamente poco importantes. Típicamente


representarán en torno al 50% de las referencias pero constituyendo sólo un 5% del valor.
Son productos de poca rentabilidad. Será incluso cuestionable si compensa mantener stock
de algunas de estas referencias.

No compensa dedicar una gran cantidad de recursos a su control de inventario, puesto que
los costes de almacenaje y los costes operativos podría superar fácilmente la baja
rentabilidad de estos productos.

Con objeto de rentabilizar al máximo el almacén, es recomendable utilizar sistemas de


almacenaje de ATOX diseñados a medida para optimizar el espacio de almacenamiento,
como los altillos y los pasillos elevados.

Análisis ABC y la Long Tail


El origen del análisis ABC, que se deriva del principio de Pareto, se remonta a los años 50,
y se incorporaría a los sistemas de producción de la época en Japón, expandiéndose
internacionalmente en las décadas posteriores de la mano de las filosofías occidentales de
control de calidad y de los sistemas de producción japoneses orientados a la eficiencia.

Los mercados tradicionales estuvieron durante mucho tiempo basados en la producción en


masa, lanzando productos con ciclos de vida largos. Pero en las dos últimas décadas la
situación del mercado global ha cambiado drásticamente, debido en buena parte a la
evolución y modernización de la logística y a la explosión del comercio electrónico.

Actualmente, los ciclos de vida de los productos son mucho más cortos y las variaciones en
las demandas más impredecibles. Pero esto también ha permitido que surjan nuevos
modelos de negocio que apenas unos años eran inviables.
Así, las principales compañías de comercio electrónico que lideran las ventas online hoy en
día ofrecen cientos de miles e incluso millones de referencias. Muchas de ellas son parte de
la Long Tail y quedan dentro de la categoría C según un análisis ABC clásico. Es decir,
analizados de forma individual, dichos productos presentan una baja rentabilidad. Pero
teniendo en cuenta los objetivos globales, aportan un gran valor de negocio puesto que
ofrecer un extenso catálogo de productos desempeña un papel clave en la adquisición y
fidelización de clientes. De hecho, una buena parte de las ventas de estas compañías
corresponden a referencias que no se encuentran habitualmente en stock en tiendas físicas.

Por ejemplo, puede que haya productos C que, desde el punto de vista del valor del
inventario, podría incluso considerarse que no resulta rentable disponer de su stock. Pero
pueden ser accesorios para productos de alto valor de categoría A, que los consumidores
compran a menudo de forma conjunta. En casos como estos, disponer de esos productos de
categoría C evita que los clientes se vayan a la competencia a comprar también el producto
A.

Pero, ¿cómo se consigue hacer rentables los almacenes con tantas referencias diferentes,
muchas de ellas con muy poca cantidad de stock? Uno de los pilares en las nuevas cadenas
de suministro es la optimización de los almacenes. Aquí es necesario optimizar tanto el
espacio de almacenamiento como el rendimiento de las tareas de manutención. Ésta es una
de las razones por la que ATOX Sistemas de Almacenaje diseña y fabrica una amplia gama
de sistemas de estanterías metálicas, que permiten aprovechar al máximo el espacio de
almacenamiento, y que se combinan con las automatizaciones de ATOX Soluciones
Tecnológicas para agilizar las tareas de manutención y minimizar los costes operativos de
los almacenes.

Por ejemplo, los pasillos elevados diseñados y fabricados por ATOX a medida de cada
almacén se pueden combinar con tramos de transportadores de rodillos con espirales de
descenso, lo que permite maximizar el espacio de almacenamiento en altura sin renunciar a
la agilidad en la manutención, favoreciendo la rentabilidad de los productos de categoría C.

Son muchos más los ejemplos donde las soluciones de almacenaje ATOX contribuyen a la
rentabilidad de los almacenes: estanterías dinámicas diseñadas a medida para inventarios
WIP en plantas de fabricación, almacenes autoportantes con transelevadores para grandes
centros de distribución, dispensadores automáticos Disban H para la preparación de pedidos
automática a muy alta velocidad, guiado por luz para la optimización del picking mediante
operaciones pickt-to-light, etc.

El sistema de transporte por rodillos trabaja de forma coordinada con el resto de


automatizaciones ATOX, reduciendo drásticamente las distancias que los operadores de
picking han de recorrer, actuando también a modo de sorters para la clasificación
automática de mercancía.

Además del almacenamiento y de la preparación de pedidos, los almacenes de comercio


electrónico han de destinar recursos a la logística inversa como parte fundamental de su
modelo de negocio. Pensemos, por ejemplo, cómo en los años recientes han proliferando
las ventas online de ropa y calzado, en las que las devoluciones, que se esperan sean
frecuentes, son ofrecidas como servicio gratuito para el consumidor. Optimizar las tareas
del personal del almacén es clave aquí, con soluciones como el guiado por luz de ATOX
(que gracias a su versatilidad permite también operaciones put-to-light) y los
transportadores por rodillos inteligentes que integran sensores y desviadores.

En un futuro, a medida que maduren las tecnologías que permitan aplicar internet de las
cosas a las cadenas de suministro con eficacia, llegaremos a disponer de trazabilidad y
controles de inventario en tiempo real, y se aplicarán técnicas de inteligencia artificial y
machine learning para realizar clasificaciones de inventarios mucho más sofisticadas y
precisas.

También le puede interesar: 


 Análisis ABC/XYZ
 Principio de Pareto o regla 80/20
 Optimización del picking más allá del slotting
 Long tail
 Modelo SCOR
 Inventario fantasma

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Oct 2017 Conceptos de LogísticaGestión del almacén La clasificación de inventarios ABC
es una técnica para segmentar las referencias de productos del almacén según su
importancia en tres categorías (A, B y C), siguiendo un criterio (por ejemplo su valor de
inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla 80/20, según la cual un pequeño
porcentaje de las referencias serán responsables de la mayor parte de los objetivos globales
del almacén (valor de inventario, facturación, beneficios, etc.). Esta clasificación ayuda a
tomar decisiones y priorizar los recursos del almacén hacia los productos que más impacto
tienen en los objetivos globales (los del grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos y recursos
por igual en todos los productos, lo que resultaría contraproducente con los artículos de
menor importancia (grupo C). El análisis ABC para clasificar el inventario está recogido en
el conjunto de buenas prácticas del modelo SCOR. Análisis ABC El análisis ABC consiste
en aplicar el principio de Pareto o regla 80/20 para segmentar entidades (productos,
clientes, proveedores, etc.). Típicamente se aplica en el ámbito del almacén para clasificar
el inventario según su importancia. Aunque se pueden seguir diferentes criterios (según
cada almacén y tipos de mercancía que manejen), un criterio típico es el valor de inventario
de cada referencia, calculado como su demanda anual multiplicada por su coste unitario.
Después, se ordenan de mayor a menor y se agrupan según el porcentaje que representan
respecto al total. Así, los porcentajes típicos resultantes serán: Categoría A: En torno al
20% de las referencias representan aproximadamente el 80% del valor del inventario (regla
80/20). Categoría B: En torno al 30% de las referencias representan aproximadamente el
15% del valor del inventario. Categoría C: En torno al 50% de las referencias representan
sólo el 5% del valor del inventario. Estos porcentajes son orientativos, y variarán en cada
caso, según el sector de negocio, características del almacén, niveles de rotación, etc. Lo
principal es entender que un pequeño porcentaje de las referencias representa la mayor
parte del valor del inventario, formando la categoría A, y a las que tendremos que aplicar
controles de inventario más estrictos y asignar mayores recursos. Por ejemplo, los
productos de categoría A serían los indicados para las mejores zonas del almacén y más
próximas al área de expedición, utilizando sistemas de almacenaje automáticos como
miniload o la preparación de pedidos automática mediante dispensadores automáticos
Disban H. Mientras que productos de categoría C podrían ser almacenados en zonas menos
óptimas del almacén con sistemas de almacenaje focalizados en maximizar el
aprovechamiento del espacio, como los pasillos elevados. El análisis ABC deberá ser
actualizado periódicamente, puesto que, dependiendo de tendencias de mercado, ciclos de
vida de los productos, etc., con el tiempo habrá referencias que promocionen a una
categoría superior mientras que otras decaerán hacia una categoría inferior. Aunque el
concepto de clasificación de inventarios ABC parezca sencillo, en la práctica puede ser
necesario utilizar múltiples criterios de categorización. Por ejemplo, fechas de caducidad,
tiempos de reposición de mercancía, importancia de los clientes, etc. También puede ser
necesario realizar un análisis más detallado, como el análisis ABC/XYZ. El análisis ABC
es típico en la clasificación de inventarios, pero también es aplicable en otros ámbitos. Por
ejemplo, el principio de Pareto también se cumplirá si realizamos un análisis de clientes, de
forma que, en general, un 20% de los clientes representarán un 80% de nuestra facturación,
formando la categoría A de clientes. De igual forma, se puede aplicar a proveedores,
empleados, procesos, etc. El análisis ABC es una herramienta que ayuda a diferenciar lo
esencial de lo menos importante. Puede ser utilizado para detectar cuellos de botella en la
aplicación de la teoría de las restricciones o identificar lo que no es esencial en la
implantación de filosofías de gestión Lean. Control de inventarios ABC Una vez realizado
el análisis ABC sobre el inventario y habiendo quedado éste clasificado en las tres
categorías A, B y C, se toman decisiones de gestión de la cadena de suministro basándose
en dichas categorías. Entonces, se establecerán estrategias de control de inventario
diferentes en función de la importancia de las diferentes mercancías. Es por esto por lo que
el análisis ABC aplicado al inventario se llama a veces control de inventario selectivo. En
un mundo ideal, todos los productos que almacenáramos tendrían la misma demanda y la
misma rentabilidad y, por tanto, los gestionaríamos por igual. Pero en la práctica un
pequeño porcentaje de las referencias son responsables de la gran parte de las ventas y de
los beneficios. Por tanto, no resulta lógico que dediquemos a todas las referencias por igual
el mismo nivel de recursos (económicos, personal, niveles de stock, frecuencia de
reaprovisionamiento, espacio de almacenaje, tareas de manutención, recuento de inventario,
etc.). Así que deberemos aplicar estrategias de gestión y control de inventario más estrictas
a la categoría A, mientras que se aplicarán sistemas más simples y que requieran menos
tiempo y personal de almacén a la categoría C. Categoría A Los productos de la categoría A
son los más importantes para el negocio, típicamente un 20% de las referencias
representando el 80% del valor. Por tanto, deberán destinarse recursos para que su control
de inventario sea más exhaustivo y con conteos cíclicos más frecuentes. Puesto que
problemas en stock de productos de categoría A tendrán un gran impacto en el negocio,
deberán realizarse esfuerzos en evitar situaciones de falta de stock y en combatir el
inventario fantasma. Para la preparación de pedidos, será recomendable que el slotting
favorezca las referencias de categoría A. Además, es especialmente ventajoso implantar
sistemas de almacenaje automatizados que agilicen al máximo la preparación de pedidos.
En el caso de cargas paletizadas, mediante almacenes automáticos y con el sistema radio
shuttle Sherpa, logrando así una máxima densidad de almacenamiento a la vez que se
optimizan las tareas de manutención. En el caso de cargas medias y ligeras, se puede
recurrir al sistema miniload y a la dispensación automática Disban H, que permiten la
preparación de pedidos automática a alta velocidad. Categoría B Los productos de la
categoría B tienen una importancia moderada, intermedia entre la categoría A y la categoría
C. Típicamente serán en torno al 30% de las referencias, constituyendo el 15% del valor. Es
importante hacer un seguimiento de los productos B, puesto que algunos estarán próximos a
promocionar a la categoría A, mientras otros estarán próximos a decaer hacia la categoría
C. La preparación de pedidos puede agilizarse mediante el sistema guiado por luz de
ATOX Soluciones Tecnológicas para operaciones pick-to-light. En combinación con el
transporte por rodillos inteligentes, se minimiza los desplazamientos de los operadores de
picking, obteniendo un gran rendimiento incluso aunque el slotting de los productos de
categoría B sea menos ventajoso por favorecer a los artículos A. Categoría C Los productos
de la categoría C son relativamente poco importantes. Típicamente representarán en torno
al 50% de las referencias pero constituyendo sólo un 5% del valor. Son productos de poca
rentabilidad. Será incluso cuestionable si compensa mantener stock de algunas de estas
referencias. No compensa dedicar una gran cantidad de recursos a su control de inventario,
puesto que los costes de almacenaje y los costes operativos podría superar fácilmente la
baja rentabilidad de estos productos. Con objeto de rentabilizar al máximo el almacén, es
recomendable utilizar sistemas de almacenaje de ATOX diseñados a medida para optimizar
el espacio de almacenamiento, como los altillos y los pasillos elevados. Análisis ABC y la
Long Tail El origen del análisis ABC, que se deriva del principio de Pareto, se remonta a
los años 50, y se incorporaría a los sistemas de producción de la época en Japón,
expandiéndose internacionalmente en las décadas posteriores de la mano de las filosofías
occidentales de control de calidad y de los sistemas de producción japoneses orientados a la
eficiencia. Los mercados tradicionales estuvieron durante mucho tiempo basados en la
producción en masa, lanzando productos con ciclos de vida largos. Pero en las dos últimas
décadas la situación del mercado global ha cambiado drásticamente, debido en buena parte
a la evolución y modernización de la logística y a la explosión del comercio electrónico.
Actualmente, los ciclos de vida de los productos son mucho más cortos y las variaciones en
las demandas más impredecibles. Pero esto también ha permitido que surjan nuevos
modelos de negocio que apenas unos años eran inviables. Así, las principales compañías de
comercio electrónico que lideran las ventas online hoy en día ofrecen cientos de miles e
incluso millones de referencias. Muchas de ellas son parte de la Long Tail y quedan dentro
de la categoría C según un análisis ABC clásico. Es decir, analizados de forma individual,
dichos productos presentan una baja rentabilidad. Pero teniendo en cuenta los objetivos
globales, aportan un gran valor de negocio puesto que ofrecer un extenso catálogo de
productos desempeña un papel clave en la adquisición y fidelización de clientes. De hecho,
una buena parte de las ventas de estas compañías corresponden a referencias que no se
encuentran habitualmente en stock en tiendas físicas. Por ejemplo, puede que haya
productos C que, desde el punto de vista del valor del inventario, podría incluso
considerarse que no resulta rentable disponer de su stock. Pero pueden ser accesorios para
productos de alto valor de categoría A, que los consumidores compran a menudo de forma
conjunta. En casos como estos, disponer de esos productos de categoría C evita que los
clientes se vayan a la competencia a comprar también el producto A. Pero, ¿cómo se
consigue hacer rentables los almacenes con tantas referencias diferentes, muchas de ellas
con muy poca cantidad de stock? Uno de los pilares en las nuevas cadenas de suministro es
la optimización de los almacenes. Aquí es necesario optimizar tanto el espacio de
almacenamiento como el rendimiento de las tareas de manutención. Ésta es una de las
razones por la que ATOX Sistemas de Almacenaje diseña y fabrica una amplia gama de
sistemas de estanterías metálicas, que permiten aprovechar al máximo el espacio de
almacenamiento, y que se combinan con las automatizaciones de ATOX Soluciones
Tecnológicas para agilizar las tareas de manutención y minimizar los costes operativos de
los almacenes. Por ejemplo, los pasillos elevados diseñados y fabricados por ATOX a
medida de cada almacén se pueden combinar con tramos de transportadores de rodillos con
espirales de descenso, lo que permite maximizar el espacio de almacenamiento en altura sin
renunciar a la agilidad en la manutención, favoreciendo la rentabilidad de los productos de
categoría C. Son muchos más los ejemplos donde las soluciones de almacenaje ATOX
contribuyen a la rentabilidad de los almacenes: estanterías dinámicas diseñadas a medida
para inventarios WIP en plantas de fabricación, almacenes autoportantes con
transelevadores para grandes centros de distribución, dispensadores automáticos Disban H
para la preparación de pedidos automática a muy alta velocidad, guiado por luz para la
optimización del picking mediante operaciones pickt-to-light, etc. El sistema de transporte
por rodillos trabaja de forma coordinada con el resto de automatizaciones ATOX,
reduciendo drásticamente las distancias que los operadores de picking han de recorrer,
actuando también a modo de sorters para la clasificación automática de mercancía. Además
del almacenamiento y de la preparación de pedidos, los almacenes de comercio electrónico
han de destinar recursos a la logística inversa como parte fundamental de su modelo de
negocio. Pensemos, por ejemplo, cómo en los años recientes han proliferando las ventas
online de ropa y calzado, en las que las devoluciones, que se esperan sean frecuentes, son
ofrecidas como servicio gratuito para el consumidor. Optimizar las tareas del personal del
almacén es clave aquí, con soluciones como el guiado por luz de ATOX (que gracias a su
versatilidad permite también operaciones put-to-light) y los transportadores por rodillos
inteligentes que integran sensores y desviadores. En un futuro, a medida que maduren las
tecnologías que permitan aplicar internet de las cosas a las cadenas de suministro con
eficacia, llegaremos a disponer de trazabilidad y controles de inventario en tiempo real, y se
aplicarán técnicas de inteligencia artificial y machine learning para realizar clasificaciones
de inventarios mucho más sofisticadas y precisas. También le puede interesar: Análisis
ABC/XYZ Principio de Pareto o regla 80/20 Optimización del picking más allá del slotting
Long tail Modelo SCOR Inventario fantasma ¿Le ha resultado interesante este artículo?
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almacenaje. Adaptamos soluciones avanzadas a necesidades concretas. Aproveche nuestra
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Conceptos de logística Conceptos Síganos para mantenerse al día de las novedades ATOX
y de la actualidad del sector de la logística y el almacenaje. Clasificación de inventarios
ABC 2 Oct 2017 Conceptos de LogísticaGestión del almacén La clasificación de
inventarios ABC es una técnica para segmentar las referencias de productos del almacén
según su importancia en tres categorías (A, B y C), siguiendo un criterio (por ejemplo su
valor de inventario) y basándose en el principio de Pareto o regla 80/20, según la cual un
pequeño porcentaje de las referencias serán responsables de la mayor parte de los objetivos
globales del almacén (valor de inventario, facturación, beneficios, etc.). Esta clasificación
ayuda a tomar decisiones y priorizar los recursos del almacén hacia los productos que más
impacto tienen en los objetivos globales (los del grupo A), en lugar de focalizar esfuerzos y
recursos por igual en todos los productos, lo que resultaría contraproducente con los
artículos de menor importancia (grupo C). El análisis ABC para clasificar el inventario está
recogido en el conjunto de buenas prácticas del modelo SCOR. Análisis ABC El análisis
ABC consiste en aplicar el principio de Pareto o regla 80/20 para segmentar entidades
(productos, clientes, proveedores, etc.). Típicamente se aplica en el ámbito del almacén
para clasificar el inventario según su importancia. Aunque se pueden seguir diferentes
criterios (según cada almacén y tipos de mercancía que manejen), un criterio típico es el
valor de inventario de cada referencia, calculado como su demanda anual multiplicada por
su coste unitario. Después, se ordenan de mayor a menor y se agrupan según el porcentaje
que representan respecto al total. Así, los porcentajes típicos resultantes serán: Categoría A:
En torno al 20% de las referencias representan aproximadamente el 80% del valor del
inventario (regla 80/20). Categoría B: En torno al 30% de las referencias representan
aproximadamente el 15% del valor del inventario. Categoría C: En torno al 50% de las
referencias representan sólo el 5% del valor del inventario. Estos porcentajes son
orientativos, y variarán en cada caso, según el sector de negocio, características del
almacén, niveles de rotación, etc. Lo principal es entender que un pequeño porcentaje de las
referencias representa la mayor parte del valor del inventario, formando la categoría A, y a
las que tendremos que aplicar controles de inventario más estrictos y asignar mayores
recursos. Por ejemplo, los productos de categoría A serían los indicados para las mejores
zonas del almacén y más próximas al área de expedición, utilizando sistemas de almacenaje
automáticos como miniload o la preparación de pedidos automática mediante dispensadores
automáticos Disban H. Mientras que productos de categoría C podrían ser almacenados en
zonas menos óptimas del almacén con sistemas de almacenaje focalizados en maximizar el
aprovechamiento del espacio, como los pasillos elevados. El análisis ABC deberá ser
actualizado periódicamente, puesto que, dependiendo de tendencias de mercado, ciclos de
vida de los productos, etc., con el tiempo habrá referencias que promocionen a una
categoría superior mientras que otras decaerán hacia una categoría inferior. Aunque el
concepto de clasificación de inventarios ABC parezca sencillo, en la práctica puede ser
necesario utilizar múltiples criterios de categorización. Por ejemplo, fechas de caducidad,
tiempos de reposición de mercancía, importancia de los clientes, etc. También puede ser
necesario realizar un análisis más detallado, como el análisis ABC/XYZ. El análisis ABC
es típico en la clasificación de inventarios, pero también es aplicable en otros ámbitos. Por
ejemplo, el principio de Pareto también se cumplirá si realizamos un análisis de clientes, de
forma que, en general, un 20% de los clientes representarán un 80% de nuestra facturación,
formando la categoría A de clientes. De igual forma, se puede aplicar a proveedores,
empleados, procesos, etc. El análisis ABC es una herramienta que ayuda a diferenciar lo
esencial de lo menos importante. Puede ser utilizado para detectar cuellos de botella en la
aplicación de la teoría de las restricciones o identificar lo que no es esencial en la
implantación de filosofías de gestión Lean. Control de inventarios ABC Una vez realizado
el análisis ABC sobre el inventario y habiendo quedado éste clasificado en las tres
categorías A, B y C, se toman decisiones de gestión de la cadena de suministro basándose
en dichas categorías. Entonces, se establecerán estrategias de control de inventario
diferentes en función de la importancia de las diferentes mercancías. Es por esto por lo que
el análisis ABC aplicado al inventario se llama a veces control de inventario selectivo. En
un mundo ideal, todos los productos que almacenáramos tendrían la misma demanda y la
misma rentabilidad y, por tanto, los gestionaríamos por igual. Pero en la práctica un
pequeño porcentaje de las referencias son responsables de la gran parte de las ventas y de
los beneficios. Por tanto, no resulta lógico que dediquemos a todas las referencias por igual
el mismo nivel de recursos (económicos, personal, niveles de stock, frecuencia de
reaprovisionamiento, espacio de almacenaje, tareas de manutención, recuento de inventario,
etc.). Así que deberemos aplicar estrategias de gestión y control de inventario más estrictas
a la categoría A, mientras que se aplicarán sistemas más simples y que requieran menos
tiempo y personal de almacén a la categoría C. Categoría A Los productos de la categoría A
son los más importantes para el negocio, típicamente un 20% de las referencias
representando el 80% del valor. Por tanto, deberán destinarse recursos para que su control
de inventario sea más exhaustivo y con conteos cíclicos más frecuentes. Puesto que
problemas en stock de productos de categoría A tendrán un gran impacto en el negocio,
deberán realizarse esfuerzos en evitar situaciones de falta de stock y en combatir el
inventario fantasma. Para la preparación de pedidos, será recomendable que el slotting
favorezca las referencias de categoría A. Además, es especialmente ventajoso implantar
sistemas de almacenaje automatizados que agilicen al máximo la preparación de pedidos.
En el caso de cargas paletizadas, mediante almacenes automáticos y con el sistema radio
shuttle Sherpa, logrando así una máxima densidad de almacenamiento a la vez que se
optimizan las tareas de manutención. En el caso de cargas medias y ligeras, se puede
recurrir al sistema miniload y a la dispensación automática Disban H, que permiten la
preparación de pedidos automática a alta velocidad. Categoría B Los productos de la
categoría B tienen una importancia moderada, intermedia entre la categoría A y la categoría
C. Típicamente serán en torno al 30% de las referencias, constituyendo el 15% del valor. Es
importante hacer un seguimiento de los productos B, puesto que algunos estarán próximos a
promocionar a la categoría A, mientras otros estarán próximos a decaer hacia la categoría
C. La preparación de pedidos puede agilizarse mediante el sistema guiado por luz de
ATOX Soluciones Tecnológicas para operaciones pick-to-light. En combinación con el
transporte por rodillos inteligentes, se minimiza los desplazamientos de los operadores de
picking, obteniendo un gran rendimiento incluso aunque el slotting de los productos de
categoría B sea menos ventajoso por favorecer a los artículos A. Categoría C Los productos
de la categoría C son relativamente poco importantes. Típicamente representarán en torno
al 50% de las referencias pero constituyendo sólo un 5% del valor. Son productos de poca
rentabilidad. Será incluso cuestionable si compensa mantener stock de algunas de estas
referencias. No compensa dedicar una gran cantidad de recursos a su control de inventario,
puesto que los costes de almacenaje y los costes operativos podría superar fácilmente la
baja rentabilidad de estos productos. Con objeto de rentabilizar al máximo el almacén, es
recomendable utilizar sistemas de almacenaje de ATOX diseñados a medida para optimizar
el espacio de almacenamiento, como los altillos y los pasillos elevados. Análisis ABC y la
Long Tail El origen del análisis ABC, que se deriva del principio de Pareto, se remonta a
los años 50, y se incorporaría a los sistemas de producción de la época en Japón,
expandiéndose internacionalmente en las décadas posteriores de la mano de las filosofías
occidentales de control de calidad y de los sistemas de producción japoneses orientados a la
eficiencia. Los mercados tradicionales estuvieron durante mucho tiempo basados en la
producción en masa, lanzando productos con ciclos de vida largos. Pero en las dos últimas
décadas la situación del mercado global ha cambiado drásticamente, debido en buena parte
a la evolución y modernización de la logística y a la explosión del comercio electrónico.
Actualmente, los ciclos de vida de los productos son mucho más cortos y las variaciones en
las demandas más impredecibles. Pero esto también ha permitido que surjan nuevos
modelos de negocio que apenas unos años eran inviables. Así, las principales compañías de
comercio electrónico que lideran las ventas online hoy en día ofrecen cientos de miles e
incluso millones de referencias. Muchas de ellas son parte de la Long Tail y quedan dentro
de la categoría C según un análisis ABC clásico. Es decir, analizados de forma individual,
dichos productos presentan una baja rentabilidad. Pero teniendo en cuenta los objetivos
globales, aportan un gran valor de negocio puesto que ofrecer un extenso catálogo de
productos desempeña un papel clave en la adquisición y fidelización de clientes. De hecho,
una buena parte de las ventas de estas compañías corresponden a referencias que no se
encuentran habitualmente en stock en tiendas físicas. Por ejemplo, puede que haya
productos C que, desde el punto de vista del valor del inventario, podría incluso
considerarse que no resulta rentable disponer de su stock. Pero pueden ser accesorios para
productos de alto valor de categoría A, que los consumidores compran a menudo de forma
conjunta. En casos como estos, disponer de esos productos de categoría C evita que los
clientes se vayan a la competencia a comprar también el producto A. Pero, ¿cómo se
consigue hacer rentables los almacenes con tantas referencias diferentes, muchas de ellas
con muy poca cantidad de stock? Uno de los pilares en las nuevas cadenas de suministro es
la optimización de los almacenes. Aquí es necesario optimizar tanto el espacio de
almacenamiento como el rendimiento de las tareas de manutención. Ésta es una de las
razones por la que ATOX Sistemas de Almacenaje diseña y fabrica una amplia gama de
sistemas de estanterías metálicas, que permiten aprovechar al máximo el espacio de
almacenamiento, y que se combinan con las automatizaciones de ATOX Soluciones
Tecnológicas para agilizar las tareas de manutención y minimizar los costes operativos de
los almacenes. Por ejemplo, los pasillos elevados diseñados y fabricados por ATOX a
medida de cada almacén se pueden combinar con tramos de transportadores de rodillos con
espirales de descenso, lo que permite maximizar el espacio de almacenamiento en altura sin
renunciar a la agilidad en la manutención, favoreciendo la rentabilidad de los productos de
categoría C. Son muchos más los ejemplos donde las soluciones de almacenaje ATOX
contribuyen a la rentabilidad de los almacenes: estanterías dinámicas diseñadas a medida
para inventarios WIP en plantas de fabricación, almacenes autoportantes con
transelevadores para grandes centros de distribución, dispensadores automáticos Disban H
para la preparación de pedidos automática a muy alta velocidad, guiado por luz para la
optimización del picking mediante operaciones pickt-to-light, etc. El sistema de transporte
por rodillos trabaja de forma coordinada con el resto de automatizaciones ATOX,
reduciendo drásticamente las distancias que los operadores de picking han de recorrer,
actuando también a modo de sorters para la clasificación automática de mercancía. Además
del almacenamiento y de la preparación de pedidos, los almacenes de comercio electrónico
han de destinar recursos a la logística inversa como parte fundamental de su modelo de
negocio. Pensemos, por ejemplo, cómo en los años recientes han proliferando las ventas
online de ropa y calzado, en las que las devoluciones, que se esperan sean frecuentes, son
ofrecidas como servicio gratuito para el consumidor. Optimizar las tareas del personal del
almacén es clave aquí, con soluciones como el guiado por luz de ATOX (que gracias a su
versatilidad permite también operaciones put-to-light) y los transportadores por rodillos
inteligentes que integran sensores y desviadores. En un futuro, a medida que maduren las
tecnologías que permitan aplicar internet de las cosas a las cadenas de suministro con
eficacia, llegaremos a disponer de trazabilidad y controles de inventario en tiempo real, y se
aplicarán técnicas de inteligencia artificial y machine learning para realizar clasificaciones
de inventarios mucho más sofisticadas y precisas. También le puede interesar: Análisis
ABC/XYZ Principio de Pareto o regla 80/20 Optimización del picking más allá del slotting
Long tail Modelo SCOR Inventario fantasma ¿Le ha resultado interesante este artículo?
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almacenaje. Adaptamos soluciones avanzadas a necesidades concretas. Aproveche nuestra
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