4 Leprosos Nos Enseñan A Enfrentar Épocas
4 Leprosos Nos Enseñan A Enfrentar Épocas
4 Leprosos Nos Enseñan A Enfrentar Épocas
ÉPOCAS DIFÍCILES
Las enfermedades, las crisis familiares, la falta de resultados financieros, los
quiebres en relaciones amorosas, el desempleo, la ausencia de logros o el no
saber qué hacer en determinadas circunstancias, ¿qué tienen en común? Todas
son parte de lo que se conoce como ÉPOCAS DIFÍCILES DE LA VIDA. Pueden
venir en cualquier momento e instalarse por largo tiempo. ¿Qué hacer? Hoy
veremos a cuatro hombres leprosos ––que de por sí su vida ya era difícil–– que
supieron levantarse y enfrentar una crisis nacional, crisis que les afectaba a ellos
también.
¿Le gustaría saber qué hicieron para salir adelante? ¿quisiera conocer algunas
claves para enfrentar, al igual que ellos las épocas difíciles? ¿estaría dispuesto(a)
a acompañarme a descubrir las acciones que estos hombres leprosos llevaron a
cabo en momentos de mucha angustia? Entonces sígame en
esta poderosa Palabra del Señor que de seguro traerá luz a nuestras vidas.
El hambre y la sed serían aplacadas por Dios, pero para esto el Señor se
valdría de cuatro leprosos, hombres afectados por una de las enfermedades
más terribles de todos los tiempos para llevar a cabo su plan. Cabe hacer
notar que para los tiempos antiguos los leprosos simbolizaban “la maldición
de los dioses”, esta regla no era una excepción en Israel. Dios nos quiere dar
una lección aquí: “ÉL CONVIERTE NUESTRA MALDICIÓN EN
BENDICIÓN”.
“Planes bien pensados ¡pura ganancia! Planes apresurados ¡puro fracaso!”. Por
tanto, cuando nos enfrentemos a situaciones difíciles tomémonos el tiempo de
analizar y planificar cómo salir de la crisis, la respuesta muchas veces se
presentará de manera sencilla.
Podemos notar que con toda resolución los leprosos decidieron actuar, ellos
se levantaron y fueron al campamento militar de los sirios.
“El Señor había hecho que los sirios escucharan el sonido de carros,
caballos y un gran ejército. Por eso los sirios se dijeron: «El rey de Israel
contrató a los hititas y a los egipcios para atacarnos» y salieron huyendo esa
tarde dejando todo atrás. Abandonaron sus carpas, caballos y asnos, y
escaparon”.
Los leprosos no fueron egoístas con lo que habían descubierto, ellos reflexionaron
y dijeron: «No estamos actuando bien. Hoy es un día de buenas noticias y
nosotros guardamos silencio. Si esperamos hasta el amanecer, se descubrirá que
somos culpables. Entremos ahora al palacio y demos aviso».
No hay que ser mezquinos en la vida, si queremos afrontar las épocas difíciles y
salir victoriosos debemos compartir las bendiciones a los demás (la clave es “dar
en vez de guardar”). El egoísmo, la tacañería, la avaricia no sólo se manifiesta en
cuestiones de dinero sino en todo tipo de áreas.
¿Qué habría pasado si los leprosos hubiesen guardado silencio? De seguro todos
los habitantes de Samaria habrían muerto, pero ellos decidieron ser “puente de
bendición”, y eso es precisamente lo que debemos nosotros hacer, permitir que
las bendiciones recibidas también lleguen a otros. Aprende a compartir una idea,
una conexión, una recomendación, una oración, un aporte financiero, una palabra
de ánimo, una invitación, un consejo; comparte tu compañía, tu tiempo, tu
habilidad, lo que sabes hacer; en otras palabras “procura que a los demás les
vaya bien, si lo haces a ti también te irá bien”. Eso es ser un puente de bendición.
CONCLUSIÓN.
Cuatro hombres leprosos nos han dado tremendas lecciones de vida, lecciones
que les fueron útiles para enfrentar épocas difíciles y lo pueden ser hoy también
para quienes estén enfrentando grandes problemas. Repasemos cada una de las
acciones de los leprosos y con ello damos por terminado el sermón: