Módulo 6: Proceso, Procedimiento Y Juicio.: Unidad 3: Etapa Conclusiva, Etapa Resolutoria y Medios de Impugnación

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MÓDULO 6: PROCESO,

PROCEDIMIENTO Y JUICIO.
Unidad 3: Etapa conclusiva, etapa resolutoria y
medios de impugnación.
Actividad Integradora. 3
EJECUCIÓN DE SENTENCIA.

Magali Ramón Hernández Matricula ES1921019155.


Docente: Lic. Gerardo Ángel Rojas Trejo.
Índice.
Introducción...............................................................2
Desarrollo del tema....................................................3
Conclusiones............................................................26
Fuentes de consulta..................................................27

27
Introducción.
La ejecución de la sentencia forma parte de la funcion jurisdiccional, pues a los
órganos jurisdiccionales no sólo les corresponde la función de juzgar, es decir,
declarar el derecho al caso concreto, sino tambienn hacer ejecutar lo juzgado.
Por lo tanto la ejecución de la sentencia es una de las funcipones que los órganos
jurisdiccionales desarrollan en el ejercicio de la potestad jurisdiccional y es llevada
a cabo cuando la obligación es impuesta por medio de la sentencia y si esta no se
lleva a cabo o no se cumple de forma voluntaria por el que haya sido condenado,
existen diversas formas para hacer cumplir esta sentencia y en este sentido es lo
que conocemos o denominamos ejecución de la sentencia, pues entre la
ejecución de la sentencia se distinguen sentencias condenatorias dinerarias y no
dinerarias que no es otra cosa que la ejecución por deberes de entregar cosas,
ejecución por obligaciones de hacer o no hacer y la ejecución de condenas con el
objetivo o fin de liquidar daños y cubrir perjuicios, en frutos, rentas y rendición de
cuentas.

El objetivo fundamental de una sentencia es la resolución de los conflictos


sometidos en todo proceso. Ovalle (2003:187-188), citando a Calamandrei, este
afirma que la sentencia es el “corazón del organismo procesal”.

Por otra parte, de acuerdo con Couture (en Ovalle, 2003:188), la sentencia, es
tanto un acto jurídico como un documento: En el primer caso la sentencia es el
acto procesal que emana de los agentes de la jurisdicción y mediante el cual
deciden la causa o punto sometido a su conocimiento. A su vez, como documento,
la sentencia es la pieza escrita, emanada del tribunal, que contiene el texto de la
decisión emitida.

No debemos olvidar que en el proceso penal tambien se puede hablar de un


proceso de ejecución, en el cual tiene un papel relevante el Juez o el Tribunal, sin
dejar a un lado que las ejecuciones la mayoria de las ocasiones son penas
privativas de libertad.

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Desarrollo del tema.

1.Lee tu texto de apoyo, así como los materiales sobre la ejecución de sentencias
proporcionados en plataforma y los facilitados por tu docente en línea.
2. Localiza, en la página del Consejo de la Judicatura Federal, en la Dirección
General de Estadística Judicial, la versión pública de la sentencia dictada en el
juicio, cuyos datos de localización son los siguientes:
-Primer Circuito (Distrito Federal)
-Juzgado Segundo de Distrito
-Materia Civil
-Tipo de expediente: Proceso Civil
-Número de expediente 207/2013
3. Lee la resolución establecida. Puedes descargar la resolución en el siguiente
link:
https://1drv.ms/b/s!AhfysRllNcYA3F3aN3TtBvo2kfgX.

Resolución de la Actividad Integradora M6_U3_S6_A3.

Juicio Especial Mercantil sobre Transacciones Comerciales y Arbitraje


Solicitud de Medida Cautelar Provisional 207/2013-III

México, Distrito Federal, a treinta de junio de dos mil catorce.

VISTOS, los autos de la vía especial sobre transacciones comerciales y arbitraje


“solicitud de medida cautelar provisional” radicado con el número de expediente
207/2013-III, promovido por **********–antes ********************, en contra de
********** **********– antes ********** **********–antes ********** **********, –antes
********** **********, consistente en el embargo de cuentas por cobrar a favor de la
promovente, respecto de diversos contratos de arrendamiento celebrados con
terceros cuyos locales se ubican en la **********; y,

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R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Mediante escrito presentado el diecisiete de mayo de dos mil trece,


ante la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia
Civil en el Distrito Federal, **********– antes ********** por conducto de su
apoderado, demandó en la vía especial sobre transacciones comerciales y
arbitraje “solicitud de medida cautelar provisional” de ******************** **********,
–antes ******************** **********, –antes ********** **********, –antes **********
**********; el otorgamiento de la medida solicitada, relativa al embargo de cuentas
por cobrar a favor de la promovente, respecto de diversos contratos de
arrendamiento celebrados con terceros cuyos locales se ubican en la **********.
SEGUNDO. Previo desahogo del requerimiento formulado, el cuatro de junio de
dos mil trece, se admitió a trámite la demanda en la vía y forma propuesta,
ordenándose emplazar a ********** **********, haciéndole de su conocimiento el
plazo de quince días que contaba para dar respuesta a la solicitud planteada;
apercibiéndole que de no hacerlo se le tendría por confesa de los hechos de la
solicitud, o bien, por contestada la petición en sentido negativo, según fuera el
caso conforme a la persona quien se entendiera la diligencia. TERCERO. El tres
de julio de dos mil catorce, ********** ********** dio respuesta a la solicitud de la
medida planteada y opuso las excepciones y defensas que estimó pertinentes,
entre otras, la de incompetencia por declinatoria. CUARTO. El ocho de julio de
dos mil trece, se proveyó lo conducente a la contestación referida y se tuvieron
por opuestas las excepciones y defensas vertidas; en relación a la incompetencia
planteada, se admitió a trámite y ordenó remitir el testimonio correspondiente al
Tribunal de Alzada, el que por resolución del veintidós de octubre de dos mil trece,
la declaró infundada; en contra de la cual se promovió juicio de amparo, en el que
se negó la protección constitucional solicitada en definitiva por el Octavo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito quien confirmó la sentencia de
primera instancia. QUINTO. Una vez concluida la etapa probatoria, el diez de
septiembre de dos mil trece, se fijó día y hora para la celebración de la audiencia

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de alegatos, la que se verificó el veintiséis de septiembre de ese mismo año y tuvo
a las partes formulando alegatos; asimismo, se citó para oír sentencia. SEXTO. El
treinta de septiembre de dos mil trece, se tuvo por recibido el oficio proveniente
del Juzgado Séptimo de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, por el que
informó que admitió a trámite la demanda de amparo promovida por **********
******************** en la que se señaló como acto reclamado el auto del tres de
septiembre de dos mil trece, emitido por este órgano jurisdiccional en el que se
inadmitió la apelación interpuesta en contra del auto del veinte de agosto de dos
mil trece; requiriéndose la rendición del informe previo y justificado e informó
sobre la suspensión provisional decretada cuyo efecto fue la abstención en el
dictado de la sentencia definitiva. En diverso auto del nueve de octubre de dos mil
trece, se acusó recibo del oficio por el que notificó de la resolución definitiva
dictada en el incidente de suspensión, en la que se reiteró la medida cautelar
otorgada. En auto del veinticinco de octubre de dos mil trece, se tuvo por recibido
el oficio por el que el Juzgado de amparo informó que se exhibió el billete de
depósito para que surtiera efectos la suspensión definitiva concedida. SÉPTIMO.
El veintiocho de marzo de dos mil catorce se tuvo por recibido el oficio que
contiene el acuerdo del veintiséis de ese mismo mes y año, pronunciado por el
Juzgado Séptimo de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, en el que se
hizo del conocimiento que el veintiocho de enero de dos mil catorce, en
cumplimiento a lo ordenado por el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Primer Circuito, se fijó como contragarantía para ser exhibida por la parte tercera
interesada, la cantidad de $500,000.00 (quinientos mil pesos 00/ 100 moneda
nacional), la cual quedó constituida el veinticinco de febrero de dos mil catorce,
para que este órgano jurisdiccional estuviera en aptitud de dictar la sentencia en el
presente asunto. OCTAVO. En auto del dos de abril de dos mil catorce, se ordenó
agregar a los autos el oficio signado por la Jueza de amparo, en la que hizo del
conocimiento el estado que guardaba la garantía fijada en el incidente de
suspensión del juicio de garantías 821/2013; por lo que atendiendo al estado
procesal y a lo informado por la Jueza de mérito, se acordó que pasaran los autos
a la vista del resolutor para el dictado de la sentencia que en derecho

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corresponde, la que se emite, al tenor de los considerandos que más adelante se
mencionan. NOVENO. En auto del treinta de abril de dos mil catorce, se tuvo por
recibido el escrito de la parte actora por el que exhibió copia simple del laudo final
emitido por la Cámara de Comercio Internacional con número de caso
18752/CA/ASM, del treinta y uno de marzo de dos mil catorce, en el que se
condenó a ********** **********, al pago de diversas prestaciones que se le
reclamaron.

C O N S I D E R A N D O S:

PRIMERO. (Competencia) Este Juzgado Segundo de Distrito en Materia Civil en


el Distrito Federal es competente para conocer y resolver en el juicio especial
sobre transacciones comerciales y arbitraje relativo a la “solicitud de medida
cautelar provisional”, consistente en el embargo de cuentas por cobrar a favor de
la promovente, respecto de diversos contratos de arrendamiento celebrados con
terceros cuyos locales se ubican en la **********; con apoyo en lo dispuesto por los
artículos 104, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 53, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación;
1,470, fracción III y 1,478 del Código de Comercio; y punto primero, inciso I y
punto cuarto, inciso I, del Acuerdo General 3/2013 del Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal; toda vez que se trata de una solicitud de medidas
precautorias. SEGUNDO. (Estudio) De la lectura de las manifestaciones que vierte
la peticionaria de la medida cautelar a título de hechos manifiesta que **********
******************** incumplió con diversas obligaciones contraídas en el contrato de
cesión parcial de derechos del dieciséis de noviembre de dos mi siete y que a
pesar de múltiples requerimientos y solicitudes de cumplimiento no ha satisfecho
las obligaciones que contrajo. Continúa exponiendo que ********** **********tiene
conocimiento de que el ocho de junio de dos mil doce, **********presentó ante la
Cámara de Comercio Internacional la solicitud de arbitraje comercial en contra de
la demandada en la que reclamó el pago de las contraprestaciones vencidas más

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los intereses respectivos, respecto de la cual se dio contestación a la solicitud de
arbitraje. También adujo que el tres de diciembre de dos mil doce, ambas partes
firmaron el acta de misión en el arbitraje y que en esa misma fecha el tribunal
arbitral emitió el calendario procesal en el que se estableció que el dieciocho de
enero de dos mil trece, sería la fecha de presentación de la ampliación de
demanda por parte de **********y la ampliación a la demanda reconvencional
promovida por ********** ********** A su vez, continuó sosteniendo, que igualmente
se estableció que el diecinueve de febrero de dos mil trece, sería la fecha de
contestación a la ampliación a la demanda propuesta por ********** y la
contestación a la ampliación a la demanda reconvencional promovida por
********** ********** Además, refirió que ********** ********** tiene conocimiento de
que el dieciocho de enero de dos mil trece, ********** presentó demanda de
arbitraje en el que reclamó el pago de diversas cantidades en concepto de
contraprestaciones vencidas, los intereses respectivos y cualquier otra
contraprestación adicional que se devengara durante el procedimiento arbitral y
hasta la emisión del laudo. Asimismo, manifestó que el diecisiete de febrero de
dos mil trece, ********** **********vertió su contestación a la demanda arbitral. En
ese orden de ideas, expresó que conforme a las contradicciones que advirtió de lo
vertido por la demandada y **********, al dar respuesta a la solicitud y demanda de
arbitraje, con apoyo en el artículo 1425 del Código de Comercio, solicitaba la
adopción de la medida cautelar consistente en el embargo de las cuentas por
cobrar a favor de ********** **********, respecto de los diversos contratos de
arrendamiento celebrados con las empresas que enuncia y cuyos locales se
ubican en la plaza comercial **********. Que atento a las supuestas
contradicciones que a su parecer advierte y conforme a los incumplimientos de las
obligaciones contraídas en el contrato de cesión parcial de derechos, tenía el
temor fundado de que ********** ********************y/o **********ocultaran o
enajenaran bienes de su propiedad para evitar el cumplimiento a sus obligaciones,
o bien, que con motivo de los movimientos corporativos que expresaron al dar
respuesta a la solicitud de arbitraje, hubieran originado la transmisión de bienes
propiedad de éstas a una o varias empresas terceras ajenas a ella. Expuso, que a

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efecto de observar lo dispuesto en el artículo 1,178 del Código de Comercio,
señaló como cantidad sobre la cual habría de practicarse el embargo solicitado, la
suma de $126’969,347.86 (ciento veintiséis millones novecientos sesenta y nueve
mil trescientos cuarenta y siete pesos 86/100 moneda nacional), con la salvedad
de que en la demanda de arbitraje se reclamaron otras prestaciones derivadas de
diversos incumplimientos de ********** ********************, a las obligaciones
pactadas en el contrato de cesión parcial de derechos. En el capítulo destacado
de admisión y procedencia de la demanda, la solicitante reiteró su petición con
apoyo en los artículos 1425 y 1470 del Código de Comercio, y en el relativo a las
pruebas que ofreció manifestó que las aportó a efecto de acreditar la necesidad y
urgencia de la medida cautelar, por virtud de la existencia del temor fundado de
que ********** ********************, dilapidara o enajenara sus bienes para no
enfrentar las resultas del arbitraje que citó y que evitara el cumplimiento de las
obligaciones contraídas en el contrato de cesión parcial de derechos. Ahora bien,
como se puede apreciar, la peticionaria de la medida cautelar invoca como
fundamento de su solicitud, entre otros, el artículo 1425 del Código de Comercio.
En lo conducente, la demandada al formular su contestación a la petición
desconoce el derecho que otorga el precepto citado y como defensa de su parte
expresó que la solicitud pretendida es improcedente. A efecto de verificar la
procedencia de la solicitud de la medida cautelar es menester insertar el contenido
de los artículos 1,425 y 1,449 del Código de Comercio. “Art. 1,425. Aun cuando
exista un acuerdo de arbitraje las partes podrán, con anterioridad a las
actuaciones arbitrales o durante su transcurso, solicitar al juez la adopción de
medidas cautelares provisionales.” “Art. 1,449. Las actuaciones del tribunal arbitral
terminan por: I. Laudo definitivo, y […]” De la lectura de los preceptos transcritos,
se obtiene que la legislación expresamente prevé la posibilidad de que no
obstante exista un acuerdo de arbitraje, las partes podrán con anterioridad a las
actuaciones arbitrales o durante su transcurso, solicitar al juez la adopción de
medidas cautelares provisionales; asimismo, se prevé que las actuaciones del
tribunal arbitral terminan con la emisión del laudo definitivo. De lo que se sigue,
que el legislador contempló cierto y determinado periodo para la solicitud de la

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adopción de las medidas cautelares, por lo que se considera de especial
relevancia, establecer si en el caso, con el dictado del laudo que refirió el
promovente, este juzgador se encuentra en aptitud de resolver sobre la petición
que se plantea. En principio, debe resaltarse que el precepto 1425 transcrito
contempla la potestad de las partes de solicitar al juzgador la adopción de
medidas cautelares provisionales con anterioridad a las actuaciones arbitrales o
durante su transcurso; por lo que resulta necesario y oportuno establecer que la
mera presentación de la “solicitud” antes o durante la sustanciación del
procedimiento arbitral no es lo que adquiere importancia para verificar si su
análisis es factible, sino es el pronunciamiento de la medida en sí misma lo que
cobra mayor relevancia para verificar su oportunidad y eficacia de conformidad
con la naturaleza de la medida cautelar. El arbitraje comercial —nacional o
internacional— previsto en los artículos 1415 al 1463 del Código de Comercio, es
una regulación supletoria para procedimientos arbitrales voluntarios y privados a
falta de acuerdo entre las partes en conflicto, pero también contiene
procedimientos de la competencia de la autoridad judicial (federal o local por
jurisdicción concurrente) para el control, eficacia, reconocimiento y ejecución de
los acuerdos de compromiso, actuaciones y laudos arbitrales, que está inspirada,
según su exposición de motivos, en la Ley Modelo de Arbitraje de la Comisión de
las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI y
UNCITRAL por sus siglas en inglés). En efecto, el arbitraje comercial regulado en
el Código de Comercio, en su parte final, fue reformado mediante decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintidós de julio de mil
novecientos noventa y tres, y según se asentó en la iniciativa presidencial que
representa su exposición de motivos1, prácticamente adopta, casi en su
integridad, la Ley Modelo de Arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas para
el Derecho Mercantil Internacional (conocida por sus siglas CNUDMI y como
UNCITRAL por sus siglas en inglés), instrumento creado para regular cualquier
arbitraje comercial, sea nacional o internacional, público o privado Inclusive, la
participación de diversos diputados federales2 en el periodo de discusión del
proceso legislativo de la reforma de mérito,

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-------------------------------------------------------------- Como lo hace notar la Secretaría
de la CNUDMI, la Ley Modelo constituye una base sólida y alentadora para la
armonización y el perfeccionamiento deseados de las leyes nacionales. Regula
todas las etapas del proceso arbitral, desde el acuerdo de arbitraje, hasta el
reconocimiento y la ejecución del laudo arbitral, y refleja el consenso mundial
sobre los principios y aspectos más importantes de la práctica del arbitraje
internacional. Resulta aceptable para los países de todas las regiones y para los
ordenamientos jurídicos o sistemas económicos del mundo. En la elaboración de
la Ley Modelo se tuvieron en cuenta las necesidades contemporáneas del tráfico
internacional y las más importantes experiencias, como son; El Reglamento de
Arbitraje de la propia CDNUDMI; La Convención de Nueva York de 1958 y otras
convenciones sobre arbitraje vigentes; La jurisprudencia arbitral generada en las
últimas décadas; Las más importantes leyes nacionales de arbitraje en vigor; y
Las aportaciones de las instituciones de arbitraje que participaron como
observadores. Nuestro país participó activamente en la elaboración de la Ley
Modelo, y de modo que las necesidades y peculiaridades de nuestras leyes y
tradiciones fueron tomadas en cuenta en el momento de su elaboración. La
incorporación a nuestra legislación de este instrumento, estaría en consonancia
con la adopción, por México, de otros instrumentos emanados de las Naciones
Unidas y de la CNUDMI, en particular: la Convención de Nueva York de 1958
sobre el Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras; la
Convención de las Naciones Unidas sobre Contratos de Compraventa
Internacional de Mercaderías; la Convención de las Naciones Unidas sobre la
Prescripción en Materia de Compraventa Internacional de Mercaderías y su
Protocolo de Enmiendas; y la Convención de las Naciones Unidas sobre Letras de
Cambio Internacionales y Pagarés Internacionales. Constituiría un paso más en el
esfuerzo por contar con una regulación del arbitraje comercial lo más amplia
posible, acorde con la Convención Interamericana de Arbitraje Comercial
Internacional.” 2 Diputado Alfonso Rivera Domínguez: […] Podemos afirmar que la
principal virtud de la Ley Modelo es su reconocimiento internacional, al significar
un serio esfuerzo de armonización de las diferentes leyes nacionales y que

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finalmente refleja un consenso de las naciones sobre los principios más
importantes del arbitraje comercial internacional. […] Diputado Lucas Adrián del
Arenal Pérez: “[…] Esta iniciativa se basa en la Ley Modelo sobre arbitraje
comercial e internacional de la Comisión de Naciones Unidas para el Derecho
Mercantil Internacional, por lo tanto tiene soporte legal su observancia, ya que
nuestro país ha adoptado otros instrumentos emanados de la Organización de las
Naciones Unidas, como la Convención de Nueva York de 1958 sobre el
reconocimiento y ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras, la Convención
sobre la Prescripción en Materia de Compra - venta Internacional de Mercaderías
y otros. […]” Diputado Oscar Ricardo Valero Recio Becerra: […] En tercer término
ya estaba resuelta la coherencia con los compromisos del Tratado de Libre
Comercio, debido a que en el código vigente se repetían innumerables veces
"salvo lo previsto en los convenios y tratados internacionales en que México se
parte". Incluso el dictamen con proyecto de decreto es más preciso y quita a lo
largo de todo el texto, la palabra "convenio internacional", para circunscribir las
obligaciones a tratados internacionales, que nos los que tiene rango de Ley
suprema y como tal, aunque la Ley no hiciera la misma acotación, estarían por
encima del Código de Comercio. Por último, ya existía la obligatoriedad de
someterse al resultado del arbitraje aún en caso de litigios internacionales y de
que el laudo o resolución se dicte en el extranjero, aunque para su ejecución debe
turnarse al juez de primera instancia. En la exposición de motivos de esta
propuesta de reforma se afirma textualmente: "A efecto de excluir del
procedimiento de reconocimiento de resoluciones extranjeras previsto en dicho
Código a los laudos arbitrales comerciales, con el fin de evitar posibles
contradicciones con las reformas de adiciones que se proponen al Código de
Comercio". Diputado José de Jesús Berrospe Díaz: […] Esta iniciativa pretende
habilitar con mejores instrumentos jurídicos a los empresarios mexicanos durante
el intenso proceso de apertura comercial que ha sufrido nuestro país, de tal
manera que estos aprovechan los beneficios potenciales de la incorporación de
nuestro país a los mercados mundiales. Se trata de actualizar la leyes
comerciales internas especialmente las relativas a la contratación privada con el

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fin de que estén preparados para competir internacionalmente e interactuar con
mayor eficiencia en un mundo cada vez más global. La reformas que se proponen
al Código de Comercio y al Código de Procedimientos Civiles, permiten elegir a
cada una de las partes en conflicto el árbitro para que resuelva las controversias
del caso; para ello se incorpora a nuestra legislación las disposiciones de la Ley
Modelo de Arbitraje Comercial Internacional de la ONU, de tal manera que la
iniciativa regula los aspectos procedimentales a los que debe sujetarse el juicio
arbitral, así como la composición, competencia del Tribunal Arbitral y las
características que deben reunir las resoluciones o laudos que se emitan, a
dedicar legalmente a la contratación privada para todo tipo de controversias sobre
el cumplimiento de contratos, sobre la compra y venta de mercancías y servicios,
es importantísimo y central en la actualidad, pero adecuar la legislación mercantil
a las necesidades de la época en un contexto internacional dinámico y
competitivo, creemos que es una exigencia.” legal y de observancia, su
incorporación a nuestra legislación mercantil y la exigencia de adecuarla a las
necesidades de la época en un contexto internacional dinámico y competitivo. El
respecto sirve de apoyo, la tesis 1a. CLXX/2009, emitida por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Materia(s): Civil, tomo XXX, septiembre
de dos mil nueve, visible en la página cuatrocientos veintisiete, del tenor siguiente:
“ARBITRAJE COMERCIAL. ASPECTOS RELEVANTES Y PRINCIPIOS QUE
RIGEN EL TÍTULO CUARTO DEL LIBRO QUINTO DEL CÓDIGO DE
COMERCIO. El arbitraje comercial regulado en el Código de Comercio, en su
parte final, fue reformado e introducido con sus características actuales mediante
decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 22 de julio de 1993, y
según se asentó en la iniciativa presidencial que representa su exposición de
motivos, prácticamente adopta, casi en su integridad, la Ley Modelo de Arbitraje
de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional
(conocida por sus siglas CNUDMI y como UNCITRAL por sus siglas en inglés),
instrumento creado para regular cualquier arbitraje comercial, sea nacional o
internacional, público o privado. En materia civil, el arbitraje -y principalmente el

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privado- se regula en cada legislación estatal, dado que el ámbito competencial de
las legislaciones procesales que las contienen es de carácter local, lo que trae
como resultado que en el derecho civil de aplicación ordinaria el estatuto del
arbitraje sea distinto en cada estado; pero para evitar esa problemática de
dispersión, en materia mercantil o comercial -que es de competencia legislativa
federal, conforme a la fracción X del artículo 73 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos- se estableció un estatuto único en el Código de
Comercio respondiendo con ello a la unicidad que caracteriza a la materia federal
y que se exige por el ámbito de aplicación espacial de las leyes mercantiles, las
cuales rigen en todo el territorio nacional. Los más importantes principios
generales de este apartado normativo son la prevalencia de la voluntad de las
partes sobre la norma y el de intervención judicial excepcional, que consisten en
concebirlo como una regulación supletoria a falta de pacto en contrario, pues en
materia de procedimientos arbitrales nacionales o internacionales, públicos o
privados, el acuerdo entre las partes prevalecerá sobre la regulación establecida
en la ley (artículos 1415, 1416, fracción III, 1417, fracción II, y 1418 de dicho
Código). Sin embargo, cuando durante el procedimiento arbitral, por acuerdo o por
disposición legal, sea necesaria la intervención de la autoridad judicial estatal,
federal o local, según el caso, su intervención se regirá por las reglas establecidas
en la ley (artículos 1418, fracción II, y 1422 del propio ordenamiento); asimismo, la
normatividad relativa también cobrará aplicación cuando las partes en disenso
acuerden que dicha norma sea utilizada por un tribunal arbitral, sea éste cualquier
persona (física o moral, árbitro o árbitros) o institución, sea permanente o no
(artículos 1416, fracciones II y V, 1417, fracción I, y 1426 del aludido Código), o
incluso pública o privada.” De tal suerte, que para interpretar los preceptos que
regulan el arbitraje en el Código de Comercio, desde el punto de vista teleológico
e histórico, es necesario tener en cuenta que su antecedente directo e inmediato
se encuentra en la Ley Modelo Sobre Arbitraje Comercial Internacional de la
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, resulta
conveniente acudir al texto de la mencionada Ley Modelo, en los preceptos que
guardan similitud o identidad de contenido al artículo 1425 del Código de

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Comercio, y a la explicación que de dichos dispositivos hace la Secretaría de la
mencionada Comisión Internacional. En este aspecto cobra aplicación, por las
razones que informa, el criterio contenido en la tesis I.3o.C.502 C del Tercer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Materia(s): Civil, tomo XXII, diciembre de
dos mil cinco, consultable en la página dos mil seiscientos cincuenta, que se lee:
“COMPROMISO ARBITRAL, NULIDAD DEL. COMPETENCIA DEL ÁRBITRO Y
NO DEL JUEZ ORDINARIO PARA CONOCER DE LA ACCIÓN DE NULIDAD
RESPECTIVA, PORQUE LOS ARTÍCULOS 1424 Y 1432 DEL CÓDIGO DE
COMERCIO TIENEN COMO PROPÓSITO DAR EFICACIA A LOS ACUERDOS
DE ARBITRAJE Y FACILITAR LA REALIZACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS
ARBITRALES. Para interpretar los preceptos que regulan el arbitraje en el Código
de Comercio, desde el punto de vista teleológico e histórico, es necesario tener en
cuenta que el antecedente de los mismos se encuentra en la Ley Modelo Sobre
Arbitraje Comercial Internacional de la Comisión de las Naciones Unidas para el
Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), cuyas disposiciones fueron
incorporadas a la legislación mercantil nacional a fin de ajustarla a los aspectos
favorables para el arbitraje que se advirtieron en esa propuesta normativa, como
se desprende de la exposición de motivos del decreto de reforma y adiciones
publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintidós de julio de mil
novecientos noventa y tres, así como de los correspondientes dictámenes
emitidos por las respectivas Cámaras de Origen y Revisora, a saber, de Diputados
y de Senadores, de tal suerte que resulta conveniente acudir al texto de la
mencionada ley modelo, en los preceptos que guardan similitud o identidad de
contenido, y a la explicación que de dichos dispositivos hace la secretaría de la
mencionada comisión internacional. Esa semejanza en contenido normativo se
advierte entre los artículos 1424 y 1432 del Código de Comercio, y 8 y 16 de la ley
modelo, cuyo propósito es facilitar y dar eficacia al reconocimiento de los
acuerdos de arbitraje, así como evitar la práctica de tácticas dilatorias, aunque se
trate del ejercicio de las facultades de supervisión o de control que se reconocen
como necesarias por parte de los tribunales judiciales. La anterior finalidad de la

27
regulación de la remisión al arbitraje y de la facultad de determinar la competencia
por parte del tribunal arbitral, basada en el principio arbitral de origen alemán
denominado "Kompetenz-Kompetenz", o competencia-competencia, que
implícitamente se encuentra en el texto de los artículos 1424 y 1432 del Código de
Comercio, dado el origen que tienen y la semejanza con las normas que los
inspiraron, revela que el legislador mexicano buscó dar cabal eficacia al
compromiso arbitral y facilitar la realización de los arbitrajes, en caso de existir un
acuerdo sobre esa forma de resolución de controversias, impidiendo el empleo de
dilaciones en la sustanciación de esos procedimientos, aun cuando se ejerciera el
necesario control judicial sobre la validez del pacto arbitral, el que, en términos del
artículo 1432 del Código de Comercio, puede hacerse antes de que se dicte el
laudo arbitral, o con posterioridad a éste, es decir, puede ser previo o ex post. Por
tanto, cuando existe pacto arbitral sobre la competencia del árbitro para conocer
de la nulidad del acuerdo de arbitraje, queda excluida la competencia del Juez
ordinario del Estado, para respetar cabalmente la voluntad de las partes al
convenir la resolución de las controversias, incluyendo la nulidad del pacto arbitral,
a través del procedimiento arbitral.” El artículo17 de la multicitada Ley Modelo
Sobre Arbitraje Comercial Internacional de la Comisión de las Naciones Unidas
para el Derecho Mercantil Internacional, disponía: “Artículo 17. Facultad del
tribunal arbitral de ordenar medidas provisionales cautelares. Salvo acuerdo en
contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá, a petición de una de ellas,
ordenar a cualquiera de las partes que adopte las medidas provisionales
cautelares que el tribunal arbitral estime necesarias respecto del objeto del litigio.
El tribunal arbitral podrá exigir de cualquier de las partes una garantía apropiada
en conexión con esas medidas.” Como se puede apreciar del texto transcrito que
sirvió de referencia para la reforma al artículo 1,425 del Código de Comercio, se
facultó al tribunal arbitral para que a petición de alguna de las partes, se ordene la
adopción de medidas provisionales cautelares que se estimen necesarias
respecto del objeto del litigio. Por su parte, en el capítulo IV A denominado
“MEDIDAS CAUTELARES Y ÓRDENES PRELIMINARES”, aprobado por la
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional en su

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39° periodo de sesiones celebrado en dos mil seis, modificaron el texto legal
citado, para quedar como sigue: “Artículo 17. Facultad del tribunal arbitral para
otorgar medidas cautelares. 1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal
arbitral podrá, a instancia de una de ellas, otorgar medidas cautelares. 2) Por
medida cautelar se entenderá toda medida temporal, otorgada en forma o no de
laudo, por la que, en cualquier momento previo a la emisión del laudo por el que
se dirima definitivamente la controversia, el tribunal ordene a una de las partes
que: a) Mantenga o restablezca el status quo en espera de que se dirima la
controversia; b) Adopte medidas para impedir algún daño actual o inminente o el
menoscabo del procedimiento arbitral, o que se abstenga de llevar a cabo ciertos
actos que probablemente ocasionarían dicho daño o menoscabo al procedimiento
arbitral; c) Proporcione algún medio para preservar bienes que permitan ejecutar
todo laudo subsiguiente; o d) Preserve elemento de prueba que pudieran ser
relevantes y pertinentes para resolver la controversia.” Como se puede apreciar
de la reforma destacada a la “Ley Modelo”, la citada Comisión estableció
expresamente, que el Tribunal de Arbitraje podrá otorgar cualquiera de las
medidas cautelares que se mencionan, en cualquier momento, previo a la emisión
del laudo definitivo; de lo que se sigue que lo que cobra especial relevancia para
el dictado de la medida cautelar es el pronunciamiento en sí, previo al dictado del
laudo definitivo, mas no la sola petición que se hubiere planteado; ya que lo que
interesa mantener es la situación de hecho que se guarda hasta en tanto se
resuelva la controversia, que no se agravie el procedimiento arbitral, que se
preserven medios de prueba necesarios para la resolución del asunto y, en su
caso, se salvaguarden bienes que permitan la ejecución del laudo. En este orden
de ideas, se patentiza que es el momento en que se emita la determinación en sí
que habrá de dictarse sobre la medida cautelar requerida y no la sola
presentación de la solicitud, el que habrá de marcar la pauta para establecer si la
emisión del laudo definitivo, nulifica o resta la eficacia en el análisis de la medida;
ya que con el dictado del laudo, en cuanto a las hipótesis que se enuncian en los
incisos a), b) y c), ya no serían susceptibles de actualizarse, por tratarse de
actuaciones vinculadas a circunstancias o situaciones que acontecen previo o

27
durante el procedimiento arbitral que termina con la emisión del laudo definitivo,
según se prevé en el artículo 32, inciso 13, de la Ley Modelo y que se reproducen
en el artículo 1,449, fracción I4 del Código de Comercio. Y en el supuesto de la
medida prevista en el inciso c), se entiende que también sea válida que concluya
con el dictado de la sentencia, en virtud de que, por un lado, en la hipótesis de
que el laudo le fuera desfavorable, quedaría justificado con el hecho de que no
demostró la existencia del derecho materia del arbitraje y, en consecuencia,
tampoco la legitimación para solicitar la medida pretendida. Por otro, para el caso
de que el sentido del laudo le fuera favorable, la medida solicitada consistente en
la preservación de bienes que permitan la ejecución del laudo, ésta se sustituye y
su tutela queda satisfecha con la propia ejecución en sí del laudo, pues en
términos del artículo 1,461, primer párrafo5, del Código de Comercio, “un laudo
arbitral, cualquiera que sea el país en que haya sido dictado, será reconocido
como vinculante y, después de la presentación de una petición por escrito al juez,
será ejecutado…”, lo que garantiza la ejecutividad de la condena o sanción que se
hubiera impuesto. Esa misma disposición se encuentra prevista en el artículo 35,
inciso 1), de la “Ley Modelo”, del contenido siguiente: “Artículo 35.
Reconocimiento y ejecución. 1) Un laudo arbitral, cualquiera que sea el país en
que se haya dictado, será reconocido como vinculante y, tras la presentación de
una petición por escrito al tribunal competente, será ejecutado en conformidad con
las disposiciones de este artículo y del artículo 36. […]” 3 Artículo 32. Terminación
de las actuaciones. 1) Las actuaciones arbitrales terminan con el laudo definitivo
…” 4 Art. 1,449. Las actuaciones del tribunal arbitral terminan por: I. Laudo
definitivo, y” 5 “Art. 1,461. Un laudo arbitral, cualquiera que sea el país en que
haya sido dictado, será reconocido como vinculante y, después de la presentación
de una petición por escrito al juez, será ejecutado de conformidad con las
disposiciones de este capítulo.” Incluso, el artículo 1,4636 del multicitado Código
de Comercio, prevé que aún en el caso de que se solicite la nulidad o suspensión
del laudo, el Juez al que se solicita el reconocimiento o ejecución del laudo podrá,
si lo considera procedente aplazar su decisión y a instancia de la parte que pida el
reconocimiento o la ejecución del laudo, podrá también ordenar a la contraria que

27
otorgue garantías suficientes; con lo que se continúa con la protección y
salvaguarda en los derechos de quien resultó beneficiado con lo resuelto en el
laudo arbitral. La norma referida también se contempla en los mismos términos en
el artículo 36, inciso 2, de la “Ley Modelo”, que se lee: “Artículo 36. Motivos para
denegar el reconocimiento o la ejecución: […] 2) Si se ha pedido a un tribunal de
los previstos en el inciso v) del apartado a) del párrafo 1) del presente artículo la
nulidad o suspensión del laudo, el tribunal al que se pide el reconocimiento o la
ejecución podrá, si lo considera procedente, aplazar su decisión y, a instancia de
la parte que pida el reconocimiento o la ejecución del laudo, podrá también
ordenar a la otra parte que dé garantías apropiadas.” En esta tesitura,
ciertamente, el dictado del laudo definitivo, torna ineficaz e improcedente el
análisis de la medida cautelar solicitada y desvirtúa su naturaleza. Para abundar
sobre la reciente aseveración es menester precisar que la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis
415/2012, estableció lo siguiente: En la doctrina, las medidas cautelares suelen
ser calificadas también como providencias o medidas precautorias, y se definen
como los instrumentos que puede decretar el juzgador a solicitud de las partes o
de oficio para conservar la materia del litigio, así como para evitar un grave e
irreparable daño a las mismas partes o a la sociedad con motivo de la tramitación
de un proceso. Las medidas cautelares tienden, por un lado, a evitar que resulte
inútil la sentencia de fondo de un juicio con motivo del plazo inevitable por el cual
se prolonga el procedimiento hasta la resolución definitiva de la controversia; y por
otro lado, a lograr que la sentencia de fondo tenga eficacia práctica. Además, que
pueden tomarse antes de la iniciación del proceso o durante la tramitación del
mismo, en tanto se dicta sentencia firme u ocurra otra circunstancia que le ponga
fin. Una característica general del procedimiento para decretar esas providencias
consiste en que se dictan sin audiencia de la contraparte y se ejecutan sin
notificación previa, aun cuando el afectado puede impugnar posteriormente la
medida. Acorde con lo anterior, se adoptó en la ejecutoria el término de "medida
cautelar" para referir al instrumento procesal en general, como género, que tiende
a evitar que la sentencia de fondo resulte inútil y a lograr que esa sentencia tenga

27
eficacia práctica. De esta manera, a nada práctico conduciría pronunciarse sobre
la solicitud en el otorgamiento de una medida cautelar, pues si como ya se vio, en
el Código de Comercio se prevén los mecanismos legales para lograr la ejecución
del laudo y la eficacia de la “condena” impuesta; inclusive, aún en el caso de que
se solicite la suspensión en la ejecución con motivo de la sustanciación de la
nulidad que promueva la contraria, el juzgador está facultado para negarse a
otorgarla y continuar con la ejecución del laudo, o bien, de concederla también
puede exigir que se garantice dicha ejecución fijando alguna medida que cumpla y
continúe con la protección y salvaguarda de los derechos de quien resultó
beneficiado con el resultado del laudo arbitral. En la especie, la propia solicitante
de la medida cautelar en su escrito inicial manifestó que formuló y demandó de
********** **********, ante la Cámara de Comercio Internacional, el arbitraje
comercial por la falta de pago de las contraprestaciones vencidas más los
intereses respectivos, derivados del incumplimiento del contrato parcial de cesión
de derechos base de la acción. A su vez, como se puede apreciar del escrito
presentado por la promovente de la medida en la oficialía de partes de este
órgano jurisdiccional, el veintinueve de abril de dos mil catorce, hizo del
conocimiento de este juzgado, que dentro del procedimiento arbitral
18752/CA/ASM que ella misma promovió y del que formó parte; el tribunal arbitral
emitió el laudo final con fecha treinta y uno de marzo de dos mil cuatro en el que
se condenó a ********** **********, al pago de diversas prestaciones y para
demostrar su aseveración exhibió copia de la resolución de mérito. Como se
puede advertir, las actuaciones del procedimiento arbitral al que aludió la
accionante en su capítulo de hechos, concluyó con la emisión del laudo final; lo
que torna ineficaz e improcedente analizar la adopción y decretó de la medida
cautelar solicitada, pues acorde con la eficacia y naturaleza de dicha medida, ésta
debió pronunciarse hasta antes de la emisión del laudo arbitral lo cual ocurrió el
treinta y uno de marzo de dos mil catorce; siendo que fue hasta el dos de abril del
año en curso en que se ordenó que pasaran los autos a la vista del suscrito
resolutor para la emisión de la sentencia, en razón de la suspensión ordenada en
el juicio de garantías 821/2013-III del índice del Juzgado Séptimo de Distrito en

27
Materia Civil en el Distrito Federal y hasta en tanto se informó que quedó
debidamente constituida la contragarantía que permitió el dictado de la sentencia
de que se trata. La ineficacia e improcedencia apuntadas se justifican en razón de
que la solicitante de la medida, con la emisión del laudo definitivo que resolvió la
controversia sometida al arbitraje y que contiene ciertos y determinados puntos de
condena, ya se encuentra en aptitud de ejecutarlo, por lo que será su ejecución la
que cobre vigencia y efectividad en el cumplimiento del laudo, atento al principio
pro arbitraje que “constituyó el objetivo rector” de la Convención de Nueva York y
la Ley Modelo, cuya “meta fue revertir la hostilidad legislativa y judicial frente al
arbitraje que en ciertas jurisdicciones se había detectado. - - - La aplicación del
principio general pro -arbitraje puede detectarse en el sentido detrás de diversas
disposiciones de ambos instrumentos. A guisa de ejemplo, el principio pro-
arbitraje puede palparse en el contexto del laudo arbitral al analizar sus
diferencias frente a la sentencia extranjera, en específico apreciando, por un lado,
la presunción a favor de validez (presumptio in favorem validitatis sententiae) con
la que está investida, y, por el otro, el restringido nivel de revisión. - - - Existen
otras áreas en las que puede observarse el principio proarbitraje. En el contexto
del acuerdo arbitral el principio pro-arbitraje puede observarse como una
agudización del principio de validez o conservación de los actos jurídicos al
establecerse por un lado, el deber de reconocer y ejecutar los mismos mediante la
remisión al arbitraje, y, por el otro, lo escueto de las causales de la no remisión
sobre el sentido de la resolución y el monto de las cantidades que el condenado
debe de cumplir, lo que robustece que es a través de su ejecución como se
cumple con su efectividad, mas no con el decreto de la medida cautelar solicitada,
pues el dictado del laudo la tornó ineficaz y, por ende, improcedente. En efecto, es
de destacar, que de la lectura del laudo arbitral aportado al juicio por la
promovente de la medida y que de igual forma hace prueba en su contra, de
conformidad con el principio de adquisición procesal8 y del artículo 1,2989 del
Código de Comercio; ya que las pruebas no sólo favorecen a quien las aporta,
sino que pueden resultar benéficas al interés de su contraria; se advierte que el
Tribunal de Arbitraje determinó en el párrafo 282, que en el literal B de la cláusula

27
17 del contrato de cesión parcial de derechos, se impuso la obligación de
garantizar el pago de tres años de contraprestación o contraprestación actualizada
mediante el otorgamiento de alguno de los siguientes instrumentos: fianza, carta
de crédito o aval bancario; sin que al efecto se hubiera satisfecho la veracidad del
cumplimiento de esa obligación, ya que las exhibidas no se encontraron en vigor,
por lo que en su decisión determinó condenar a ********** ********************, al
pago de la suma de $158’068,332.31 (ciento cincuenta y ocho millones sesenta y
ocho mil trescientos treinta y dos pesos 31/100 moneda nacional), así como a
otorgar a favor de la demandante las garantías referidas en el literal B de la
cláusula 17 del contrato de cesión y rechazar la pretensión de que la demandada
********** ********************, deposite en cuenta bancaria a nombre de la
accionante las sumas para garantizar el pago de tres contraprestaciones futuras.
Lo que evidencia, por una parte, que en el mismo laudo ya existe un monto de
condena a ejecutar y la obligación de otorgar las garantías pactadas y, por otra,
que desde el propio contrato de cesión parcial de derechos ya existen las medidas
por las que se garantizaría el pago de la contraprestación pactada; por lo que en
términos del artículo 7810 del Código de Comercio, en principio, habría que
atender a las medidas pactadas en el contrato base de la acción y a las que ya se
condenó en el laudo definitivo, motivo que robustece la prevalencia de su
ejecución sobre el análisis de la solicitud de la medida cautelar que constituye la
acción de que se trata. Aunado, a que en el párrafo 317 del laudo arbitral, se
aprecia que de la interpretación de la cláusula 25 del basal, advirtió que se previó
una alternativa para el caso de que las garantías previstas en las diversas
estipulaciones 17 y 19, fueran insuficientes; que sería la cesión a la demandante
de los derechos de ********** ******************** para recibir las rentas de los
arrendatarios hasta por un monto igual a la diferencia existente. Lo que pone de
manifiesto, que en ejercicio de esa facultad a través de la acción correspondiente
o a través de la ejecución del laudo, la demandante se encuentra en aptitud de
hacer efectiva esa alternativa de garantía; mas no a través de la solicitud que
planteó en el juicio en cuestión. En las relatadas condiciones, al resultar fundadas
las defensas que vertió ********** ******************************resulta improcedente

27
la solicitud de la medida cautelar solicitada por **********–antes **********. Por lo
anterior expuesto, se

RESUELVE:

ÚNICO. Es IMPROCEDENTE la solicitud de la medida precautoria solicitada por


**********– antes **********, en contra de ********** **********–antes **********
**********–antes ********** **********, –antes ********** ******************** Notifíquese
personalmente a las partes. Así lo resolvió y firma el licenciado Juan Manuel Vega
Tapia, Juez Segundo de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, ante el
Secretario Julián Javier Mejía López, con quien actúa y da fe. Doy

27
4. En un documento de texto, responde las siguientes preguntas:

a) ¿En qué fecha se dictó la sentencia?


En auto del treinta de abril de dos mil catorce, se tuvo por recibido el
escrito de la parte actora por el que exhibió copia simple del laudo final
emitido por la Cámara de Comercio Internacional con número de caso
18752/CA/ASM, del treinta y uno de marzo de dos mil catorce, en el que se
condenó a ********** **********, al pago de diversas prestaciones que se le
reclamaron.

b) ¿Cuál fue el asunto que se le planteó al juez para resolver? (¿Qué se


demandó?
Se solicitó una medida cautelar provisional.

c) ¿En qué sentido resolvió el juez la demanda?


Improcedente, la medida precautoria solicitada.

d) ¿En qué preceptos de derecho (artículos) fundó el juez su competencia


para conocer del asunto planteado y qué establecen los mismos? PRIMERO.
(Competencia) Este Juzgado Segundo de Distrito en Materia Civil en el Distrito
Federal es competente para conocer y resolver en el juicio especial sobre
transacciones comerciales y arbitraje relativo a la “solicitud de medida cautelar
provisional”, consistente en el embargo de cuentas por cobrar a favor de la
promovente, respecto de diversos contratos de arrendamiento celebrados con
terceros cuyos locales se ubican en la **********; con apoyo en lo dispuesto por los
artículos 104, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 53, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación;

27
1,470, fracción III y 1,478 del Código de Comercio; y punto primero, inciso I y
punto cuarto, inciso I, del Acuerdo General 3/2013 del Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal; toda vez que se trata de una solicitud de medidas
precautorias. “Artículo 17. Facultad del tribunal arbitral para otorgar medidas
cautelares. 1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá, a
instancia de una de ellas, otorgar medidas cautelares. 2) Por medida cautelar se
entenderá toda medida temporal, otorgada en forma o no de laudo, por la que, en
cualquier momento previo a la emisión del laudo por el que se dirima
definitivamente la controversia, el tribunal ordene a una de las partes que: a)
Mantenga o restablezca el statu quo en espera de que se dirima la controversia;
b) Adopte medidas para impedir algún daño actual o inminente o el menoscabo
del procedimiento arbitral, o que se abstenga de llevar a cabo ciertos actos que
probablemente ocasionarían dicho daño o menoscabo al procedimiento arbitral; c)
Proporcione algún medio para preservar bienes que permitan ejecutar todo laudo
subsiguiente; o d) Preserve elemento de prueba que pudieran ser relevantes y
pertinentes para resolver la controversia.

e) ¿En qué se basa el juez para determinar que la medida cautelar solicitada
no es procedente? La ineficacia e improcedencia apuntadas se justifican en
razón de que la solicitante de la medida, con la emisión del laudo definitivo que
resolvió la controversia sometida al arbitraje y que contiene ciertos y determinados
puntos de condena, ya se encuentra en aptitud de ejecutarlo, por lo que será su
ejecución la que cobre vigencia y efectividad en el cumplimiento del laudo, atento
al principio pro arbitraje que “constituyó el objetivo rector” de la Convención de
Nueva York y la Ley Modelo, cuya “meta fue revertir la hostilidad legislativa y
judicial frente al arbitraje que en ciertas jurisdicciones se había detectado. - - - La
aplicación del principio general pro -arbitraje puede detectarse en el sentido detrás
de diversas disposiciones de ambos instrumentos. Lo que evidencia, por una
parte, que en el mismo laudo ya existe un monto de condena a ejecutar y la
obligación de otorgar las garantías pactadas y, por otra, que desde el propio
contrato de cesión parcial de derechos ya existen las medidas por las que se

27
garantizaría el pago de la contraprestación pactada; por lo que en términos del
artículo 7810 del Código de Comercio, en principio, habría que atender a las
medidas pactadas en el contrato base de la acción y a las que ya se condenó en
el laudo definitivo, motivo que robustece la prevalencia de su ejecución sobre el
análisis de la solicitud de la medida cautelar que constituye la acción de que se
trata. Aunado, a que en el párrafo 317 del laudo arbitral, se aprecia que de la
interpretación de la cláusula 25 del basal, advirtió que se previó una alternativa
para el caso de que las garantías previstas en las diversas estipulaciones 17 y 19,
fueran insuficientes; que sería la cesión a la demandante de los derechos de
********** ******************** para recibir las rentas de los arrendatarios hasta por
un monto igual a la diferencia existente. Lo que pone de manifiesto, que en
ejercicio de esa facultad a través de la acción correspondiente o a través de la
ejecución del laudo, la demandante se encuentra en aptitud de hacer efectiva esa
alternativa de garantía; mas no a través de la solicitud que planteó en el juicio en
cuestión. En las relatadas condiciones, al resultar fundadas las defensas que
vertió ********** ******************************resulta improcedente la solicitud de la
medida cautelar solicitada.

f) ¿Qué tipo de notificación ordenó el juez para que se haga del


conocimiento de las partes dicha sentencia?
Notificación personal a las partes. la modalidad de esos actos de
comunicación procesal en que la notificación se efectúa de forma oral, directa y
personalmente al propio interesado, o a su representante procesal, en el local de
la secretaría del órgano jurisdiccional o en el local que en cada tribunal se
destinara a tal fin, y siempre que el interesado compareciera. No haciéndolo así,
la notificación personal se hará en el domicilio de la persona que ha de ser
notificada. Para ello, en el primer escrito que presente cada parte se señalará
el domicilio para notificaciones.

g) ¿En qué consistía la medida cautelar solicitada?


Relativa al embargo de cuentas por cobrar a favor de la promovente, respecto de
diversos contratos de arrendamiento de unos locales celebrados con terceros.

27
h) ¿A cuánto debería ascender el embargo cuya medida cautelar solicitó el
actor? Expuso, que a efecto de observar lo dispuesto en el artículo 1,178 del
Código de Comercio, señaló como cantidad sobre la cual habría de practicarse el
embargo solicitado, la suma de $126’969,347.86 (ciento veintiséis millones
novecientos sesenta y nueve mil trescientos cuarenta y siete pesos 86/100
moneda nacional), con la salvedad de que en la demanda de arbitraje se
reclamaron otras prestaciones derivadas de diversos incumplimientos de **********
********************, a las obligaciones pactadas en el contrato de cesión parcial de
derechos.

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Conclusiones.

Al término de esta actividad integradora logramos definir en que consiste la


ejecución de una sentencia, así como la forma de hacer efectiva la misma
promoviendo los recursos que la propia normatividad establece para tal efecto.
También determinamos en que consiste el Embargo, que se debe entender por
Remate y cuál es el procedimiento para llevar a cabo el mismo, así también que
autoridad es la competente para conocer del embargo, incluso determinar los
tiempos en que se debe de promover el remate de los bienes embargados.

Como se ha dicho con antelación la finalidad de esta actividad fue reconocer la


eficacia ejecutiva de una sentencia y también la forma de hacer efectiva la misma
y la forma de trabar un embargo y el momento de solicitar el remate de los bienes
asegurados. Es de reiterar que como litigantes debemos conocer lo que es una
sentencia, los elementos que integran la misma ya sea formales y esenciales, así
como los cuatro apartados de que consta la misma y saber cómo se integra cada
uno de ellos.

En esencia las reformas relativas al Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio


Adversarial y Oral, que entró en vigor de manera integral el 18 de junio de 2016,
repercute necesariamente en razón que la finalidad es conocer a la perfección el
proceso, así como los términos para así solicitar la ejecución de la sentencia, y se
materialice la misma. También deber conocer la Ley Nacional de Ejecución Penal,
y llevar a cabo la interpretación de los preceptos contenidos en ella y ponerlo en
práctica ante la autoridad correspondiente y en su caso solicitar la ejecución de la
sentencia.

27
Fuentes de consulta.

Bibliográficas.

Ovalle Fabela, J. (2003). Derecho Procesal Civil (9ª ed.). México: Oxford
University Press.

Gómez Lara, C. (1998). Derecho Procesal Civil (6ª ed.). México: Oxford
University Press.

Mesográficas.

Ejecución de sentencias. (2020). Recuperado el 20 de noviembre de 2020,


de
https://www.derecho.unam.mx/ofertaeducativa/licenciatura/sua/Guias/Posgr
ado/Guia-Ejecucion-Sentencias.pdf

SL, U. (2020). Ejecución de sentencia. Consultado el 20 de noviembre de


2020, en https://www.expansion.com/diccionario-juridico/ejecucion-de-
sentencia.html

Legislación

Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal.

Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

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