01origen y Formación de Suelos

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Origen y formación de suelos

La Ingeniería Geológica está encargada de unir los antecedentes


geológicos con los requerimientos estructurales y de
construcción de un proyecto y, de esta forma, lograr un diseño
seguro y económicamente óptimo. No obstante, debido a que
es necesario al menos identificar el origen y formación de
suelos, a continuación se presentan resumidamente aspectos
básicos de Geología Física con énfasis en suelos chilenos.
El desarrollo de un estudio geológico debe apuntar, entre otras
cosas, a los procesos geológicos que han dado origen a los suelos
sobre los cuales se fundarán las estructuras en un proyecto de
ingeniería. El principio general es que los suelos provienen de
una roca madre. Esta roca madre puede ser ígnea si proviene de
procesos volcánicos; sedimentaria si ha sido formada bajo el
fondo del mar o un lago; y metamórfica si posteriormente tanto
rocas ígneas como sedimentarias son sometidas a altas presiones
y temperaturas.
Para la formación del suelo deben actuar procesos físicos y químicos
que reduzcan un macizo rocoso en fragmentos más pequeños. A
este proceso se le denomina meteorización. También existen otros
fenómenos más complejos de erosión y tectonismo que modifican
el estado de esfuerzos en el macizo rocoso, pudiendo producir
reducción de esfuerzos en el primero y aumento o relajación en el
segundo. Producto de estos fenómenos de meteorización, erosión y
tectonismo resulta un gran grupo de suelos que se encuentran
unidos a la roca madre o están muy próximos a ella. Estos suelos
son denominados suelos residuales.
Suelos residuales
• El Maicillo es uno de los suelos residuales más comunes y
abundantes en Chile. Es el producto de la meteorización de rocas
graníticas del batolito costero. El batolito costero es una gran masa
de roca intrusiva que se ha formado paralelo a la zona de
subducción, a partir del enfriamiento del magma a kilómetros de
profundidad y que se emplaza a lo largo de la cordillera de la Costa
desde Valparaíso hasta la cordillera de Nahuelbuta. Estas grandes
masas de magma solidificado enterradas en la corteza terrestre, han
quedado expuestas a la superficie producto del levantamiento
continental ocurrido algunos cientos de millones de años y posterior
erosión de mantos rocosos metamórficos y sedimentarios que lo
sobreyacían.
Últimamente se suma la acción antrópica, al excavar cerros y
montañas ya sea en cortes de caminos y carreteras y extracción de
enrocados y chancado de canteras. Granodioritas y tonalitas son
las unidades que afloran y que se han visto expuestas a un fuerte
proceso de meteorización física y química que ha aflojado y
desmembrado las uniones entre los cristales de cuarzo, mica,
feldespatos ferromagnesianos y ortoclasas. Esto resulta en el
desprendimiento de bloques, algunos de los cuales pueden ser
reducidos con las manos a partículas de cuarzo.
El Maicillo es un material difícil de analizar mecánicamente, debido a
lo complejo de su composición. Además, no es simple establecer si su
respuesta mecánica corresponde a la de una roca meteorizada o a un
suelo o lo más probable, a una mezcla de ambos. En el caso de
comportarse como un suelo también es complicado establecer si su
respuesta mecánica será drenada, parcialmente drenada o
simplemente no drenada de acuerdo a la cantidad de partículas finas
y a la plasticidad que ellas posean. Esto obliga a realizar programas de
ensayos de laboratorio que analicen estas interrogantes.
Desde 1998, la Ruta del Itata ha sufrido una gran cantidad de
deslizamientos de suelo residual en taludes de Maicillo en cortes
mayores a 60° realizados en la cordillera de la Costa, Varias soluciones
han sido adoptadas posterior a los deslizamientos tales como
reperfilados a 45°, escalonamientos, sistemas de drenaje, técnicas de
control de erosión como hidrosiembra y geomantas, estructuras de
contención bajas como gaviones y muros de polines. Ninguna de
estas técnicas ha ofrecido una solución. Ya que la extensión de los
taludes inestables es de varios kilómetros, solución como soil nailing
no es rentables para la concesionaria, la que prefiere interrumpir el
tránsito y remover el material deslizado. Este procedimiento pone en
riesgo la vida de quienes transitan debido a accidentes fatales como
ha ocurrido, por ejemplo, en la Ruta de la Madera.
Suelos transportados y depositados
• Existe otro gran grupo de suelos que no solo se desprende de la
roca madre debido a la meteorización, sino que es transportado
muy lejos de ella, ya sea por ríos, esteros o por el viento, producto
de una erupción volcánica, arrastrado por glaciares o por acción
de la gravedad. Estos suelos son llamados suelos transportados y
depositados. De esta manera se identifican los depósitos de
acuerdo a la manera o ambiente en el cual han sido depositados.
Así surgen los depósitos Fluviales, Aluviales, Coluviales, Lacustres,
Marinos, Eólicos y Glaciales. Sin embargo, lo más probable es que
el material haya sido depositado por más de uno de estos
procesos. Es por ello común ocupar términos compuestos, como
depósitos Fluvio-Aluviales, Glacio-Lacustres, etc.
Depósitos Fluviales y Aluviales
• Los depósitos Fluviales forman terrazas de sedimentos fluviales
recientemente transportados por ríos y depositados en sus riberas
cuando las velocidades del flujo disminuyen. Sin embargo, se
denomina depósito Aluvial al mismo material depositado por un río o
estero, pero que ha ocurrido en tiempos no tan recientes. También se
ocupa el término combinado Fluvio-Aluvial en el caso de terrenos que
fueron o aún son inundados por el río. Gran parte de los sectores
habitados sobre las planicies de Concepción, Talcahuano, Hualpén y
San Pedro de la Paz se encuentran sobre depósitos aluvio-deltaícos de
arena Bío Bío, la cual ha sido depositada por los deltas del río Bío Bío
cuando desembocaba en las bahías de Concepción, San Vicente.
En zonas montañosas, los depósitos Aluviales forman conos de
deyección o abanicos Aluviales, llamados así por la forma que
adquieren al desparramarse en los valles a las salidas o
desembocaduras de cursos de cajones montañosos. Dado que Chile
es un país montañoso, los conos de depósitos aluviales abundan. El
término aluvial, por lo tanto, está asociado a aluvión que es el
arrastre, en pocas horas, de gran cantidad de material montañoso
debido a precipitaciones intensas sobre pendientes escarpadas. Por
ejemplo, en varias quebradas de Antofagasta en junio de 1991 y en la
quebrada de Macul en mayo de 1993 ocurrieron aluviones, los cuales
mataron a 107 y 34 personas, respectivamente, dejando miles de
damnificados. Por lo tanto, los conos de deyección próximos a las
quebradas no son áreas recomendables para habitar y construir.
Depósitos Coluviales
• Los depósitos Coluviales se forman en la parte baja de los cerros,
debido al transporte de material desde las partes altas de un cerro
por acción de la gravedad y sin la intervención de un curso de agua.
Este transporte puede ser debido a fenómenos de reptación, que es
el movimiento lento por gravedad de laderas y cerros o debido a
deslizamiento de taludes, los cuales son rápidos. Estos materiales
pueden provenir tanto de rocas ígneas, sedimentarias como
metamórficas, y al acumularse al pie de laderas forman taludes y
conos de derrubio más suaves. La composición de estos depósitos es
heterogénea debido a los diferentes tamaños, formas y tipos de
materiales que pueden ir de trozos de rocas, gravas a arcillas.
Depósitos Marinos
• Los depósitos Marinos han sido formados bajo el mar con material
que ha provenido de los continentes mezclado con material presente
en el mar. Los sedimentos marinos se pueden dividir en litorales,
aguas someras y aguas profundas de acuerdo al lugar donde han
decantado. En la costa se forman los depósitos Marinos litorales
compuestos principalmente de bolones, gravas y arenas gruesas,
entre las líneas de alta y baja marea. Los depósitos Marinos de la
plataforma continental se encuentran entre la línea de marea baja y
la profundidad a la cual no hay efecto del oleaje. Allí se depositan
arenas medias y finas, limos y fango en mayores superficies que los
materiales más gruesos depositados en las playas.
En esta zona intermedia también se depositan conchas marinas y
restos orgánicos, los cuales se preservan como fósiles. Puede llegar a
ser tal la cantidad de materia orgánica calcarea (carbonato de calcio)
que se forme que se crean depósitos calcáreos. Estos depósitos llegan
a formar rocas sedimentarias de cal, las cuales son distinguibles en
acantilados blancos que estuvieron bajo el mar en epocas geológicas
pasadas. En las aguas profundas del talud y fosa continental (zona de
subducción en Chile) también decanta material orgánico y mineral
muy fino, formando fangos, pero más lentamente. Estos fangos, al
consolidar, llegan a formar materiales más compactos. Se debe tener
presente que parte del carbón, petróleo y gas, metano por ejemplo,
se ha formado dentro de depósitos marinos.
Chile, por su exposición frente a más de 4000 km de costas, cuenta
con innumerables depósitos Marinos. En el norte forman un material
llamado Coquina, el cual está compuesto de restos de moluscos, En el
litoral central ha sido estudiada la Formación Navidad, la cual aflora en
varios lugares entre Valparaíso y Punta Topocalma, al norte de
Pichilemu. Los acantilados de la península
de Arauco en Tubul también están formados por depósitos Marinos, lo
mismo en la zona de Puerto Saavedra.
Depósitos Lacustres
• Los depósitos Lacustres, como su nombre lo indica, han sido
formados en el fondo de lagos, donde el agua es dulce y quieta. Una
vez que el agua ha sido drenada o evaporada, quedan expuestos los
sedimentos que han decantado. Suelen ser confundidos con los
depósitos Marinos y para diferenciarlos hay que estudiar si los fósiles
son de agua dulce o salada, aunque hay invertebrados que se
encuentran en ambos ambientes. Los depósitos Lacustres son
sedimentos por lo general de granulometría fina, más homogéneos
que los Fluviales o Aluviales y tienden a formar estratigrafías
horizontales. Tal vez los depósitos Lacustres más conocidos son las
arcillas blandas altamente compresibles intercaladas con lentes y
estratos de limos arcillosos y arenas menos compresibles de Ciudad
de México D.F., ciudad construida sobre el lago de Texcoco en la
antigua Tenochtitlán.
En Chile, por ejemplo, la cuenca donde se ubica San Vicente de Tagua
Tagua, en la Región de O'Higgins, se encuentra sobre un antiguo lago,
hoy convertido en tierra de cultivo. Los salares del norte de Chile están
constituidos por depósitos Lacustres que en realidad son depósitos
marinos, los cuales ya no están bajo el agua debido a la alta
evaporación del desierto. En estos salares existen grandes reservas
minerales de boro, litio, potasio y sodio. Al sur de Chile, en el área
portuaria de Puerto Montt se han encontrado estratos expuestos
finamente laminados de limos y arcillas de aproximadamente 19 m de
espesor. Los depósitos Lacustres están en plena formación bajo los
lagos existentes hoy en día.
Depósitos Eólicos
• Los depósitos Eólicos han sido formados debido al transporte de
partículas finas por el viento. El viento es capaz de separar las
partículas de acuerdo a su peso y, por lo tanto, de acuerdo a su
granulometría. De esta manera, las partículas más finas (bajo la malla
200, 0.075 mm) pueden viajar en suspención mayores distancias que
las más gruesas. Las dunas corresponden a depósitos Eólicos de
arenas homogéneas, con granulometrías uniformes, con granos
generalmente redondeados y que se forman principalmente en zonas
desérticas y costeras.
Las dunas de Ritoque, Concón, El Tabo y Putú al norte de
Constitución, son algunos ejemplos de depósitos Eólicos en Chile
central. Existe un tipo de suelo limoso fino denominado Loess, el
cual forma este tipo de depósitos. Debido a la actividad volcánica
existente en Chile, los depósitos Eólicos provenientes de material
volcánico son los que se encuentran más extendidamente repartidos
en el valle central de Chile, Algunos ejemplos de tales materiales son
los conocidos como Trumaos, Ñadis y Pumicita.
Depósitos Glaciares
• El movimiento debido a la gravedad de grandes glaciares formados
durante los periodos de glaciación ha ocacionado que se formen
depósitos de materiales muy variables. El peso y capacidad abrasiva
de un glaciar son tan grandes que la energía generada durante su
descenso es capaz de erodar macizos rocosos ubicados tanto bajo el
glaciar como a los costados. De esta manera, un glaciar esculpe y crea
valles y el material arrastrado y depositado a lo largo del trayecto se
conoce como morrena. Una vez que el hielo es derretido, al frente del
glaciar aparecen los depósitos Glaciares.
En Chile, los glaciares creados a lo largo de la cordillera de los Andes se
han abierto paso a través de las montañas llegando al valle central. Sin
embargo, ya no hay rastros de varios de los depósitos Glaciares porque
han sido posteriormente trasladados por aluviones, cursos de agua y el
viento, formando los depósitos Aluviales, Coluviales o Eólicos
anteriormente mencionados. Sin embargo, en las zona de los lagos del
sur aún existen depósitos Glaciares y los lagos representan las mayores
profundi dades de erosión y la dirección tomada por los glaciares. Por
ejemplo, en la zona de los lagos Puyehue, Todos los Santos, Rupanco,
Llanquihue, el seno de Reloncaví y en Chiloé de Ancud a Quellón,
pasando por Castro y Chonchi hacia el golfo de Ancud y mar interior,
poseen reconocibles depósitos glaciares en la forma de conglomerados.
Los canales de la Patagonia revelan la fuerte acción de los glaciares,
los cuales profundizaron de tal manera su trayecto que crearon
fiordos marinos. Por lo demás, en la Patagonia los efectos de la
glaciación aún pueden ser visibles tanto en los glaciares de Campo
de Hielos Norte como en Campo de Hielos Sur, así como también en
la Antártica, donde los depósitos Glaciares están siendo formados.
Suelos y rocas chilenas
Aquí se utilizan clasificaciones técnicas y geológicas, sin embargo,
algunas rocas y suelos en particular, adquieren nombres propios dados
por quienes están en contacto directo con estos materiales. Ya se han
mencionado el Maicillo, arena Bío Bío, Coquina, Pumicita, Trumaos y
Ñadis. A estos hay que agregar la Chuca o Chusca que es un material
que se encuentra en las regiones del norte, desde Atacama a Tarapacá.
La Chusca es un suelo liviano formado por partículas limosas y arenosas
sin cohesión compuestas de sales de depositación eólica de material
residual producto de la meteorización del Caliche, el cual está
compuesto de Yeso, Cloruro de Sodio y otras sales asociadas al salitre.
El salitre es un fertilizante natural compuesto de Nitrato de Sodio y
Nitrato de Potasio, Los mayores depósitos de salitre del mundo se
encuentran en el desierto de Atacama.
En Renca y Quilicura un suelo es llamado Sebo de Burro debido a que
es una arcilla de color gris, compresible y de alta plasticidad muy
similar al Mazacote. El Mazacote es un limo arcilloso también gris,
compresible y de alta plasticidad que se encuentra en Punta Arenas.
La Cancagua es una roca sedimentaria areno-arcillosa cementada de
color café, la cual ha sido el producto de la depositación de cenizas
volcánicas como fango en ambientes marinos.
Esta arenisca se puede encontrar principalmente en Valdivia y
Niebla, por ejemplo, a ambos bordes del río Calle Calle y en el fuerte
de Niebla. Conforma una terraza sobre la cual se han depositado
sedimentos fluviales y marinos blandos. La Cancagua aflora en las
partes topográficamente más altas de Valdivia.
Las estructuras fundadas sobre Cancagua sufrieron
considerablemente menos daño que las fundadas en los rellenos
blandos durante los terremotos de 1960.
Un depósito eólico ya mencionado es la Pumicita, la cual también es
denominada Ignimbrita debido a que forma depósitos de material que
proviene del flujo piroclástico de cenizas, fragmentos de vidrio y de
pumicita. La piedra Pómez, es una especie de Pumicita producto de su
estructura porosa, de donde resulta su bajo peso. Se debe tomar en
cuenta que este material ha sido lanzado desde un volcán en erupción,
esto significa en un ambiente con elevadas temperaturas y presiones. Al
ser soltado al exterior, se crean burbujas de gases. La Pumicita tiene varios
usos en la construcción, como por ejemplo en la fabricación de
hormigones livianos y como rellenos livianos en terraplenes y detrás de
estructuras de contención para disminuir el empuje. Los depósitos de
Pumicita de Pudahuel y Maipú son de color blanco amarillento y café claro,
y se han formado a partir de erupciones del complejo volcánico Maipo.
En las zonas al poniente de los lagos del sur de Chile es posible
encontrar en zonas bajas depósitos de cenizas volcánicas saturados
o parcialmente saturados de muy baja permeabilidad llamados
Ñadis, que en mapudungun significa pantano reciente. Los Ñadis
poseen mayor cantidad de materia orgánica descompuesta que los
Trumaos, pero son generalmente de menor espesor. Las cenizas
volcánicas que forman tanto los Ñadis como los Trumaos no están
consolidadas y tienen un alto contenido de vidrio y minerales
volcánicos.
Además, se han depositado sobre depósitos fluvioglaciales
constituidos por gravas redondeadas dentro de una matriz arenosa
con diferentes niveles de cementación, A menos de 1 m de
profundidad se desarrolla un lente de entre 2 y 4 mm de Silicato de
Fierro llamado Fierrillo, de color rojizo a negro, muy duro, pero
quebradizo, a través del cual incluso a las raíces de árboles les
resulta difícil atravesar. Esta costra impermeable también afecta la
infiltración de las aguas de lluvias y el ascenso del agua por
capilaridad, debido a los grandes ángulos de contacto, Por Io tanto,
son suelos que se saturan y secan rápidamente debido a la presencia
de la barrera del Fierrillo.
Los depósitos de suelos orgánicos como turba ubicados en
humedales y pantanos adquieren diversos nombres dependiendo de
la zona de Chile en que se encuentren. Por ejemplo, en el altiplano y
en zonas montañosas de los Andes se denominan Bofedales a los
sectores húmedos, los cuales son detectables por la presencia de
vegetación en zonas desérticas. Entre Temuco y Osorno se
denominan Gualves y en Chiloé y la Patagonia se les llama Mallín.
Debido a su compresibilidad y baja resistencia al corte son suelos no
recomendables para fundar estructuras.
Depósitos de gravas uniformes y limpias, es decir, casi sin arena ni
suelo fino son llamados Porotera. Estos depósitos Fluviales se
encuentran generalmente próximos a cauces de ríos en el valle central
y son fácilmente reconocibles. El Tertel es, al igual que la Coquina, un
suelo cementado y estratificado con conchuelas. El Tertel es
denominado así en Atacama y se encuentra también en Coquimbo y La
Serena, mientras que la Coquina recibe este nombre en Antofagasta y
Tocopilla. La Tierra Colorada es un material llamado así en Iquique y
que se usa como estabilizado en caminos. Está compuesto por gravas
angulares dentro de una matriz arcillosa. En general, es costumbre
denominar Tierra Colorada a suelos arcillosos de color rojizo
principalmente al oriente de la cordillera de la Costa y en lomas del
valle central entre Talca y Osorno.
Descripciones geotécnicas de estos materiales se realizan para
proyectos de ingeniería y construcción, sin embargo, existen
contados estudios de investigación. Es por ello necesario investigar y
profundizar el conocimiento actual del comportamiento geotécnico
de estos materiales. Se debe mencionar que varios de estos suelos sí
han sido bastantemente estudiados desde el punto de vista de la
agronomía y desde el punto de vista forestal. Obviamente, los
objetivos de estas disciplinas no coinciden con los de la geotecnia,
no obstante, es recomendable consultar sus fuentes. En general,
estas disciplinas estudian a lo más los primeros 3 a 4 m del subsuelo.
Por otra parte, estudios geológicos de estos suelos y rocas pueden
ser de mucha utilidad para el ingeniero geotécnico, aunque de
nuevo, pueden apuntar a otros objetivos, como por ejemplo para

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