Limpieza y Desinfección
Limpieza y Desinfección
Limpieza y Desinfección
LIMPIEZA
8.1 PRINCIPIOS GENERALES
La higiene exige una limpieza eficaz y regular de los establecimientos, equipos y vehículos para
eliminar residuos de los productos y suciedades que contengan microorganismos que constituyan
una fuente de contaminación de los productos.
Después de éste proceso de limpieza, se puede usar, cuando sea necesario, la desinfección, o un
método afín, para reducir el número de microorganismos que hayan quedado después de la
limpieza, a un nivel tal que no puedan contaminar los productos. A veces, las etapas de limpieza y
desinfección se combinan usando una mezcla desinfectante-detergente, aunque generalmente, se
considera que esté método es menos eficaz que el proceso de limpieza y desinfección en dos
etapas.
Los procedimientos de limpieza y desinfección se recomienda que sean establecidos por un
higienista del departamento de control de calidad, y coordinarse con la gerencia de producción, los
ingenieros de la planta y los fabricantes de detergentes y desinfectantes. Los procedimientos de
limpieza y desinfección deberán satisfacer las necesidades peculiares del proceso y del producto
de que se trate, y se registrarán por escrito en programas calendarizados que sirvan de guía a los
empleados y a la administración.
8.3 PERSONAL
Es recomendable nombrar a personas, de preferencia empleados permanentes del
establecimiento, cuyas funciones en lo posible sean independientes de las de producción, para
que se encarguen de ejecutar los procedimientos de limpieza y desinfección. Y a una sola persona
para supervisarlos, dicha persona deberá tener pleno conocimiento de la importancia de la
contaminación y de los riesgos a la salud que la misma entraña.
Uno de los errores que con mayor frecuencia se observa en las operaciones de limpieza y
desinfección de equipo y utensilios, es que este proceso se considera como un trabajo adicional, y
generalmente éste trabajo se delega en la o las personas de más bajo nivel en la fábrica, pero
debe designarse como responsables a quienes tengan autoridad moral.
Todo el personal que ejecute los trabajos de saneamiento y limpieza debe estar suficientemente
entrenado.
8.4 PRECAUCIONES
Para impedir la contaminación de los productos, todo el equipo y utensilios se limpiarán con la
frecuencia necesaria y se desinfectarán siempre que las circunstancias así lo exijan.
En todo caso se tomarán las precauciones necesarias para impedir que el producto se contamine,
cuando las áreas, el equipo y los utensilios se limpien o desinfecten con agua, detergentes y otros
tensoactivos, o soluciones de éstos.
Los detergentes y desinfectantes serán seleccionados cuidadosamente para lograr el fin
perseguido, y deben ser aceptados por el organismo oficial competente. Los residuos de éstos
agentes que queden en una superficie susceptible de entrar en contacto con los productos, deben
eliminarse mediante un enjuague minucioso con agua.
No deben almacenarse juntos los productos alcalinos con los ácidos. Los productos ácidos no
deberán mezclarse con soluciones de hipoclorito, ya que se producirá gas de cloro. Las personas
que trabajen con productos alcalinos o ácidos, deberán usar ropas y gafas protectoras, y ser
instruidas cuidadosamente en las técnicas de manipulación. Los envases en los que se guardan
tales líquidos deberán rotularse claramente y almacenarse en lugar separado al de los productos y
los materiales de envase. Se deberán cumplir estrictamente las instrucciones de los fabricantes
para su correcto uso.
Se tendrá especial cuidado en el uso de materiales abrasivos, para que éstos no modifiquen el
carácter de la superficie de contacto del producto, y que los fragmentos de cepillos, raspadores y
otros materiales de limpieza no contaminen el producto.
8.5.1 DETERGENTES
Los detergentes deben tener capacidad humectante y poder para eliminar la suciedad de las
superficies, así como mantener los residuos en suspensión. Asimismo, deben tener buenas
propiedades de enjuague, de suerte que se eliminen fácilmente del equipo los residuos de
suciedad y detergente.
Existen muchos tipos de detergentes, por lo que se recomienda informarse al respecto, con el fin
de asegurarse de que el detergente se utilice en cualquier circunstancia sea adecuado para
eliminar el tipo de suciedad resultante de una determinada elaboración de productos, y que se
apliquen en la concentración y temperaturas correctas. El detergente que se use debe ser del tipo
no corrosivo, y compatible con otros materiales, incluidos los desinfectantes empleados en los
programas de sanidad.
Aún cuando en algunos casos las soluciones frías de detergentes pueden ser eficaces, para
eliminar la grasa animal, se necesitará la aplicación de calor. La sedimentación de sales minerales
en el equipo puede causar la formación de una escama dura ("costra"), especialmente en
presencia de grasa o proteínas. En consecuencia, probablemente se requiera un ácido o
detergente alcalino, o ambos, para eliminar tales depósitos. La "costra" puede ser una de las
principales fuentes de contaminación bacteriana del producto. Y puede ser reconocida fácilmente
por su fluorescencia al aplicar rayos ultravioleta que detectan depósitos que normalmente escapan
a la inspección visual ordinaria.
El objeto de aplicar la solución detergente es el de desprender la capa de suciedad y
microorganismos y mantenerlos en suspensión. Y el objeto del enjuague es el de eliminar la
suciedad desprendida y los residuos de detergentes.
Las propiedades generales de un agente limpiador, son:
Completa y rápida solubilidad.
No ser corrosivo a superficies metálicas.
Brindar completo ablandamiento del agua, o tener capacidad para acondicionar la misma.
Excelente acción humectante.
Excelente acción emulsionante de la grasa.
Excelente acción solvente de los sólidos que se desean limpiar.
Excelente dispersión o suspensión.
Excelentes propiedades de enjuague.
Acción germicida.
Bajo precio.
No tóxico.
8.5.2 TÉCNICAS DE LIMPIEZA EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
En la industria alimentaria generalmente se utiliza la limpieza con agua y soluciones limpiadoras,
de acuerdo a los siguientes pasos:
1. Pre-enjuague con agua tibia a 45° C.
2. Aplicación de un agente limpiador a temperatura adecuada para su efecto óptimo.
3. Enjuague con agua caliente.
4. Higienización.
Para mejores resultados el agua debe ser blanda
8.5.3 AYUDAS EN LOS PROCESOS DE LIMPIEZA.
1. Cepillos manuales o mecánicos.
2. Escobas
3. Aspiradoras
4. Raspadores.
5. Estropajos
6. Pistolas de agua a presión alta y baja
7. Pistolas de vapor
8. Limpiadores hidráulicos: aspersores fijos o giratorios
Los constituyentes proteicos de los alimentos también están asociados con la formación de
costras. Las costras de leche son un excelente ejemplo de lo que frecuentemente sucede en la
industria de los alimentos.
Originalmente, la coagulación de la leche y la acidificación localizada debido a la aplicación de
calor intenso, causa un precipitado en la superficie metálica, y posteriormente se precipita el
carbonato de calcio contenido en el agua dura de lavado. Cuando se usan agentes limpiadores
conteniendo carbonatos se contribuye a esta formación calcárea acumulativa. Lo cual ocurre
especialmente en los pasteurizadores.