Jorda Sanz Carmen
Jorda Sanz Carmen
Jorda Sanz Carmen
FACULTAD DE DERECHO
PROGRAMA DE DOCTORADO EN DERECHO, GOBIERNO Y POLÍTICAS PÚBLICAS
TESIS DOCTORAL
MADRID, 2018
A mis padres, por ayudarme a volar echando raíces.
3
Índice de contenidos
Introducción ................................................................................................................... 20
4
3. La victimización de empresas a través de prácticas extorsivas .......................... 57
1.2. a) Extorsión................................................................................................................... 80
5
1.2. e) Detenciones ilegales y secuestros .......................................................................... 103
1.3. La estructura subsidiaria o residual de las amenazas condicionales y las coacciones ... 119
3. Investigación y persecución desde las Fuerzas y los Cuerpos de seguridad ... 171
6
4.2. Los procedimientos judiciales ........................................................................................ 178
Breve comentario sobre la colaboración institucional en las investigaciones penales ..... 182
1.2. Los problemas en la investigación policial y judicial que reducen el número de casos
enjuiciados ............................................................................................................................ 197
7
3. Aproximación a la extorsión a empresas en España: estudio preliminar ........ 213
8
3. Problemas y limitaciones del estudio .................................................................. 249
1.1. Dimensiones y distribución geográfica del sector de la restauración en España .......... 259
1.2. Aspectos económicos vulnerables del sector: economía sumergida y corrupción ....... 261
3. Las víctimas del sector hostelero afectadas por los procesos extorsivos ....... 282
3.1. Características demográficas, sociales y económicas de las regiones afectadas .......... 284
4. Respuesta legal ante los procesos extorsivos contra la hostelería .................. 289
9
Breve comentario sobre la respuesta jurídica ................................................................... 306
3. Las víctimas de la comunidad china afectadas por los procesos extorsivos ... 334
4. Respuesta legal ante los procesos extorsivos en la comunidad china ............. 338
10
BLOQUE IV: LUCHA Y PREVENCIÓN
1.1. La extorsión como actividad histórica del crimen organizado en Italia ......................... 356
1.2. Los datos sobre las extorsiones mafiosas en Italia ........................................................ 359
2.2. Investigación y persecución desde las Fuerzas y los Cuerpos de Seguridad .................. 366
3.2. a) El Fondo de solidaridad con las víctimas del crimen organizado, la extorsión y la
usura .................................................................................................................................. 374
11
3.2. b) Medidas de protección física para las víctimas de la extorsión en el ámbito de la
delincuencia organizada .................................................................................................... 375
1.2. Los procesos extorsivos perpetrados contra el sector hostelero en España ................. 388
1.4. La respuesta desde el sistema penal a los procesos extorsivos analizados ................... 401
12
2.3. Retos de futuro .............................................................................................................. 424
13
Índice de tablas
Tabla 1. Indicadores de crimen organizado. 33
Tabla 2. Elementos definitorios del crimen organizado y el terrorismo. 34
Tabla 3. Datos policiales sobre extorsiones de 2011 a 2013 en España. 195
Tabla 4. Medios empleados en los casos de extorsión conocidos por la policía de 2011 a 2013
en España. 196
Tabla 5. Resumen de las características relevantes de las cuatro metodologías: ventajas y
desventajas. 205
Tabla 6. Estudios europeos que incluyen la extorsión en sus encuestas de victimización de
empresas. 206
Tabla 7. Lista de casos de estudio del sector hostelero con su identificación, lugar de incidente
extorsivo y fuente del caso (N=15). 247
Tabla 8. Lista de casos de estudio de la comunidad china con su identificación, lugar de
incidente extorsivo y fuente del caso (N=15). 248
Tabla 9. Distribución de los principales sectores económicos españoles. 259
Tabla 10. Estimaciones de economía sumergida según cada informe. 264
Tabla 11. Resumen de los casos de extorsión en la hostelería por tipología, provincia, negocio
victimizado, demanda y relaciones previas entre autores y víctimas. 268
Tabla 12. Descripción de los grupos de autores, los medios empleados, las causas, las
actividades principales y los objetivos de la extorsión en los casos de hostelería. 276
Tabla 13. Descripción de los casos de extorsión en la hostelería por características de las
víctimas, reacción frente a la extorsión y lugar de los hechos. 283
Tabla 14. Características principales de los lugares afectados por los casos de extorsión en la
hostelería. 287
Tabla 15. Descripción jurídica de los casos de extorsión en la hostelería. 290
Tabla 16. Descripción de casos de extorsión en la comunidad china por descripción de autores,
causas de la extorsión y relación previa entre autores y víctimas. 328
Tabla 17. Medios empleados para forzar el cierre de los negocios en los casos de extorsión en
la comunidad china. 333
Tabla 18. Descripción jurídica de los casos de extorsión en la comunidad china. 339
Tabla 19. Número de condenados por extorsión entre 2010 y 2012 en Italia. 360
14
Índice de ilustraciones
Ilustración 1. Esquema de clasificación de delitos sobre empresas. 59
Ilustración 2. Número anual de causas judiciales por delito de extorsión de 2007 a 2016 en
España. 194
Ilustración 4. Nacionalidades más afectadas por la extorsión del crimen organizado en España.
216
Ilustración 5. Esquema de fases en el procedimiento de cobro de deudas en grupos
organizados de origen colombiano. 222
Ilustración 6. Esquema de búsqueda de casos de extorsión por fuentes policiales. 242
Ilustración 7. Esquema de búsqueda de casos de extorsión por fuentes judiciales. 243
Ilustración 8. Mapa de distribución de negocios registrados en el sector de la restauración en
España. 261
Ilustración 9. Residentes de nacionalidad china en España de 2004 a 2017. 312
Ilustración 10. Mapa de distribución de la población de nacionalidad china por comunidad
autónoma en España. 313
Ilustración 11. Etapas del asentamiento de negocios chinos en España. 314
Ilustración 12. Número anual de causas judiciales por delito de extorsión entre 2007 y 2016 en
Italia. 359
Ilustración 13. Esquema resumen del modus operandi en los procesos extorsivos al sector
hostelero 390
Ilustración 14. Esquema resumen de los procesos extorsivos en la comunidad china con base
en la importación 395
Ilustración 15. Esquema resumen del modus operandi de los procesos extorsivos en la
comunidad china 396
15
Agradecimientos
Este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo de muchas personas muy diferentes, aunque
aquí solo nombre a algunas, gracias a todas.
Gracias a mis directoras, Andrea y Laura, han sido dos auténticas muletas sobre las que aprender
a caminar en este complicado mundo científico-académico.
Gracias a los investigadores del proyecto CEREU, de sus conocimientos y aportaciones se nutre
una parte esencial de este estudio.
Gracias, Isabel, por aguantar el chaparrón y por tener una familia genial.
Por último y más importante, gracias a mi familia, mis hermanas, mis cuñados, todos mis primos
y tíos… sin duda sois una parte esencial de todo lo que hago. Gracias también a mi tía Sara, que
se ha involucrado en este trabajo de una manera espectacular en mil sentidos.
En especial gracias a mis padres por todo el amor recibido y todo el crecimiento personal que
hemos compartido durante estos años y a Inés, por ser mi gran empujón de motivación estos
últimos meses.
17
Introducción
La tesis que se presenta tiene por objeto de estudio los procesos extorsivos a empresas
cometidos en el ámbito de la delincuencia organizada. Como veremos a lo largo de los capítulos,
se trata de un complejo fenómeno latente, poco estudiado y hasta casi desconocido en algunos
ámbitos de la academia, a la vez que supone una grave amenaza para la libertad, la seguridad y
la democracia. Precisamente por tratarse de un ataque directo contra tales valores, es el
Derecho penal quien debe dar una respuesta, en su carácter de ultima ratio, a tan seria amenaza
como principal modo de protección legal y efectivo. Ahora bien, del estudio que se presenta
derivan distintas implicaciones en derecho público e incluso en otros ámbitos legales y sociales
de la ciudadanía.
Tal ambicioso propósito solo puede llevarse a cabo desde la rigurosidad que la ciencia
aporta a todo estudio: un diseño metodológico que dé respuesta al planteamiento del problema
es la única forma de iniciar un análisis ajustado a la realidad, a pesar de las limitaciones que
presente, que resulte replicable y realmente permita la implementación de una investigación de
utilidad para el futuro. La rigurosidad del marco metodológico radica en que se trata de un
estudio exploratorio, con escasísimos antecedentes, dirigido a la correcta formulación del
problema para hacer posible su investigación más precisa a partir de una propuesta
metodológica.
Los puntos expuestos son los que han guiado la estructura de la presente tesis doctoral,
que comprende cuatro bloques temáticos:
20
a) El análisis teórico comprende el estudio de los procesos extorsivos a empresas en el
ámbito de la delincuencia organizada desde una perspectiva criminológica, a través de la
revisión de la literatura científica en la materia, y una perspectiva legal, analizando la respuesta
del sistema penal a tales prácticas extorsivas.
21
BLOQUE I: ANÁLISIS TEÓRICO
23
CAPÍTULO 1. APROXIMACIÓN TEÓRICA AL OBJETO DE ESTUDIO:
LA EXTORSIÓN A EMPRESAS EN EL ÁMBITO DE LA DELINCUENCIA
ORGANIZADA
Como se desprende del título del primer capítulo, el objeto de estudio pivota sobre tres
conceptos: la extorsión, la victimización de empresas y la delincuencia organizada1. El objetivo
de las siguientes páginas consiste en exponer una aproximación teórica que permita identificar
y definir los tres elementos señalados desde la perspectiva criminológica, que dé lugar a un
fenómeno específico. Este ambicioso propósito se lleva a cabo a través de una estructura que
permite ubicar la extorsión a negocios como una actividad más de las organizaciones criminales
que emplean empresas de forma ilegal y en su propio beneficio.
Para ello, en primer lugar, conviene analizar el complejo concepto de crimen organizado,
exponiendo los principales rasgos de este y sus consecuencias para la sociedad, prestando
especial interés en explicar la infiltración de las organizaciones criminales en la economía legal
como fuente de financiación.
El tercer apartado viene de la mano del contexto explicado en los dos anteriores, y
presenta el proceso de victimización de empresas a través de las prácticas extorsivas
perpetradas por el crimen organizado como fenómeno específico, siendo el punto central la
identificación de elementos específicos de vulnerabilidad de las víctimas en dos escenarios: a)
los factores de vulnerabilidad en negocios pertenecientes a un mismo sector económico, y b)
los factores de vulnerabilidad en negocios dentro de una comunidad étnica.
1
En lo sucesivo, delincuencia organizada, crimen organizado y criminalidad organizada serán tomados
como sinónimos.
2
La palabra extorsión equivaldrá a proceso extorsivo o actividad extorsiva como concepto criminológico,
a no ser que se especifique que se está hablando del tipo penal, en cuyo caso hará referencia únicamente
al delito.
24
Finalmente, el cuarto apartado concluye el capítulo con la delimitación del objeto de
estudio de la presente tesis y su necesidad de análisis, que marcarán las líneas de desarrollo de
los demás capítulos.
1. La delincuencia organizada
La delincuencia organizada es una compleja problemática criminológica, legal e
histórica3, en constante transformación4 y crecimiento5. En materia de seguridad ha sido
tradicionalmente un asunto prioritario para los países europeos de nuestro entorno6 y, aunque
en España el interés es relativamente reciente, constituye en la actualidad una de las principales
preocupaciones en el ámbito de la política pública7.
3
Se trata de una problemática tradicional cuya característica eminentemente transnacional ignora e
incluso aprovecha los límites fronterizos entre países (Bassiouni y Vetere, 1998; Albanese, 2011).
4
Así lo afirma Interpol (2017), la organización policial internacional más grande del mundo, integrada por
192 países entre los que se encuentra España.
5
Tal como señala Europol (2017) en su informe SOCTA, el informe más exhaustivo de la delincuencia
organizada grave en la UE según Europol. Sólo existen dos ediciones de este informe, la inaugural en 2013
y la última en 2017.
6
Así lo indican informes policiales (como los de Europol, 2011; Interpol, 2014) y autores (como De la
Cuesta Arzamendi, 2001; Gómez-Céspedes, 2010) debido, entre otros motivos, a su situación geográfica,
sus características históricas, culturales y económicas.
7
Como señalan Giménez-Salinas et al. (2009), Cancio (2011) y García Albero (2016), entre otros.
8
Según el Ministerio del Interior (2016) las principales drogas objeto de tráfico del crimen organizado en
España son la cocaína, el hachís, la marihuana y la heroína.
9
Se debe tener en cuenta que los controles ejercidos sobre la delincuencia organizada afectan de manera
significativa al conocimiento sobre la materia, entre otras razones, porque el control aduanero y policial
supone una de las principales fuentes de información (Gómez-Céspedes, 2010).
25
evolucionan las organizaciones criminales10, que cada vez presentan un carácter más
internacional (Ministerio del Interior, 2016). Es precisamente esta internacionalización del
fenómeno, lo que hace necesario un análisis teórico que supere nuestras fronteras, teniendo
presente el fenómeno de la globalización y, por tanto, el desarrollo del crimen organizado en
términos globales.
10
Así se viene advirtiendo desde hace décadas desde la academia (Pradel, 1988; Garrido et al., 1999; De
la Cuesta Arzamendi, 2001) y más recientemente desde los informes de organismos policiales
supranacionales (Interpol, 2013; Europol, 2017).
11
Se trata de las actividades que constituyen los medios de desarrollo del crimen organizado, actividades
que son necesarias para la supervivencia de los grupos de crimen organizado y que se consideran
actividades inseparables a la principal actividad delictiva de los mismos.
12
Integra las actividades o mercados legales o ilegales que son objetivo del crimen organizado y que
constituyen la actividad lucrativa principal del grupo.
26
1.1. a) Concepto e indicadores de crimen organizado
La delincuencia organizada es un fenómeno enormemente complejo13 que implica una
coordinación efectiva y prolongada en el tiempo de un conjunto de personas con el principal
objetivo de obtener el máximo beneficio económico a partir del desarrollo de sus actividades
ilegales (De la Corte y Giménez-Salinas, 2010; Albanese, 2011). Es precisamente ese ánimo de
lucro el núcleo central de todas sus actividades: bien sean actividades principales, es decir,
actividades de provisión de bienes y servicios, preferentemente ilegales, a partir de las que se
obtienen los principales beneficios económicos, o bien actividades secundarias o fuentes de
financiación complementarias que no suponen el núcleo esencial de su actividad lucrativa, o
incluso actividades instrumentales, que son aquellas actividades ilícitas que no generan
beneficio económico pero que son necesarias para la realización de actividades principales y
secundarias. Por ejemplo, una organización criminal dedicada al tráfico de drogas como
actividad principal, puede dedicarse también a los préstamos ilegales como actividad secundaria
en la que se apoyaría económicamente y, además, se pueden ver obligados a realizar tareas
instrumentales de corte logístico para el transporte de la droga, como, por ejemplo, el robo de
vehículos o el alquiler de locales de ocio para su venta. Todas las actividades mencionadas están
orientadas a lograr el objetivo económico que permite la continuidad de la organización en el
tiempo.
13
Zúñiga (2016) así lo demuestra en un completo repaso sobre el concepto de criminalidad organizada
desde las distintas aproximaciones a lo largo de la historia reciente.
27
literatura en lo relativo a la definición teórica, como son las señas de identidad y los indicadores,
que permiten analizar el fenómeno a través de diversos autores y diferentes elementos.
Respecto a la definición teórica, destaca Von Lampe (2016), que ha recopilado más de
190 descripciones de crimen organizado en demostración de la amplia diversidad de estudios y
conceptualizaciones14. Gracias a ello, se pueden identificar perspectivas diferentes atendiendo
al elemento esencial que se toma como referencia.
a) El ánimo de lucro como objetivo mantenido en el tiempo, que aleja este fenómeno de
conductas aisladas perpetradas en grupo. Así, la definición del crimen organizado que aporta
Abadinsky (2008, p. 404) hace referencia a personas involucradas en asociaciones ilícitas con los
principales objetivos de “obtener beneficios económicos y perdurar en el tiempo”. El autor
explica que no se trata de un grupo de tres ladrones que planean un robo15, pues a pesar de la
búsqueda de beneficios económicos, esta forma de unión no se coordina de forma estable con
el fin de perpetuar la organización si no como una acción concreta que se llevará a cabo en un
momento determinado. En cambio, el crimen organizado siempre mantiene la intención
estratégica de obtener beneficios de forma estable y duradera.
b) Los medios empleados para lograr la perpetuación del grupo. La enorme diversidad
de medios con los que una organización puede contar para lograr su continuidad supone una
dificultad añadida en la definición. Un complejo entramado de actividades ilegales que incluye
conductas violentas, corruptas y empresariales, permiten la sostenibilidad de la organización.
Por ejemplo, Albanese (2000, p. 411) señala que el crimen organizado es un “negocio ilegal
continuo” que funciona de forma racional para obtener beneficio de actividades ilícitas, y el
mantenimiento de su existencia se logra mediante el uso de la fuerza, las amenazas, el control
monopolístico y/o la corrupción de funcionarios.
14
Si bien la enumeración y análisis de todas ellas supera el objetivo del presente apartado, resulta de
interés mencionar al menos algunas de ellas.
15
Como confirma Varese (2001).
16
Los tipos de estructuras se abordan más adelante, dentro de este primer capítulo.
28
entidades actuando de manera concertada para participar en actividades ilegales “dentro de
una estructura organizativa general” y bajo la dirección de un individuo o un grupo de individuos.
29
Una de las definiciones más representativas a nivel internacional es la aportada por la
Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional del año
200017, que en su artículo 2 orientó las bases del concepto en materia de políticas públicas:
“Un grupo estructurado de tres o más personas que existe durante un cierto tiempo y
que actúa concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves, con
la intención de obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro
beneficio de orden material”.
Ahora bien, el dinamismo y versatilidad que han mostrado las organizaciones criminales
a lo largo de la historia, han limitado la existencia de un verdadero consenso en materia de
definición teórica. Esto se refleja, por ejemplo, en la enorme variedad de organizaciones
criminales en todo el mundo, desde grandes organizaciones opacas y secretas dedicadas a la
trata de personas en China hasta pequeños grupos de matones mafiosos dedicados a servicios
de protección extorsiva en Italia, o agrupaciones medianas de empresarios dedicados a la
corrupción política en Argentina. Es decir, englobar en una sola definición teórica a
organizaciones tan dispares cuyas tareas, estructuras y propósitos son complejos y diversos
puede resultar una tarea casi imposible: si la definición es muy concreta es posible que algunos
grupos queden fuera de la misma, mientras que si el concepto es muy amplio es probable que
resulte demasiado vago y no permita una utilidad efectiva en materia de seguridad pública.
17
En España se tardaron diez años más hasta tipificar el delito de crimen organizado en el Código Penal
mediante la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, cuestión jurídica que será detalladamente analizada en
el siguiente capítulo.
18
Expuestas por Giménez-Salinas y De la Corte (2010) como forma de superación de características, más
centradas en la comprensión del fenómeno y sus problemáticas.
19
Además de la definición teórica y la identificación por criterios o "indicadores".
30
- La implicación prioritaria en la provisión y el suministro de bienes y servicios ilegales
incluye una amplia gama de actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la
prostitución, la extorsión o el juego ilegal. Este suministro es siempre una respuesta
concreta a una demanda. Todo mercado ilícito tiene su origen en el ordenamiento
jurídico que regula, restringe o controla la oferta y demanda de un determinado
producto (De La Corte y Giménez-Salinas, 2010; Jordá y Giménez-Salinas, 2015). En
este sentido, Albanese (2000) expone la Ley de la Oferta y la Demanda en el ámbito
del crimen organizado: las organizaciones criminales se adaptan a los mercados
ilícitos de cada momento y región, tratando de dar una respuesta lucrativa a las
demandas de los consumidores, aprovechando la demanda de las personas y las
limitaciones de la oferta legal. De esta forma, los fallos y limitaciones propias de las
empresas que operan en los mercados legales suponen una oportunidad para estas
organizaciones ilícitas. Así, determinadas necesidades pueden no llegar a ser
cubiertas por los negocios legales, por ejemplo, la migración transnacional a gran
escala: dadas las características de la demanda, el crimen organizado aprovecha las
necesidades de los migrantes y las limitaciones de las agencias de viajes y
transportes, con el fin de lucrarse a través de la oferta de servicios clandestinos de
viaje.
31
público, especialmente en el ámbito de la represión policial. Las medidas de
protección más comunes consisten en actos de violencia, corrupción, actividades de
falsificación de documentación, actividades relacionadas con el blanqueo de
capitales, etc. (Giménez-Salinas et al., 2009).
Ahora bien, las señas de identidad y la exposición de loa mecanismos utilizados por estos
grupos delictivos presentan enormes dificultades y limitaciones para el estudio empírico del
fenómeno21. Tratando de dar respuesta a las necesidades de operativización del fenómeno,
destaca lo que se puede considerar como un gran éxito: la aceptación internacional de la
propuesta del Consejo de Europa (2001) en forma de indicadores de crimen organizado. Se trata
de una serie de criterios comunes más flexibles, que engloban la consideración de crimen
organizado de manera compartida, incluyendo las diversas formas de manifestación que puede
adoptar al operar en diferentes países o al desarrollar diferentes actividades22. Estos indicadores
se subdividen en dos categorías.
20
Como señalan Giménez-Salinas y De la Corte (2010) parece que el uso de la violencia física inter-grupal
persigue el monopolio, la defensa de la actividad, la evasión del control policial o es debido a problemas
de pago mientras que el empleo de la violencia intra-grupal se da principalmente para imponer disciplina
o por lucha de poder; por último la violencia sobre otros individuos no parece que responda a objetivos
comunes o concretos, queda relegada a un plano más residual y casi anecdótico.
21
Tanto en el ámbito policial y judicial como en el jurídico, criminológico, económico, etc.
22
La forma que adopta una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína en España es muy dispar
a la que puede tomar si se dedica a la explotación sexual infantil en Tailandia, a la ciberdelincuencia en
Canadá o al sicariato en México; el objetivo consiste en buscar criterios objetivos que permitan categorizar
todas estas organizaciones como delincuencia organizada, con indicadores comunes para todos los países.
32
violencia e intimidación, empleo de estructuras comerciales y económicas y
participación en blanqueo de capitales.
A continuación, se expone una tabla que presenta los indicadores del crimen organizado
del Consejo de Europa (2001).
Indicadores
Obligatorios Optativos (al menos dos)
Colaboración con dos o más personas Reparto de tareas entre los miembros
Búsqueda de beneficios de poder Mecanismos de control y disciplina interna
Permanencia en el tiempo Empleo de corrupción política
Sospecha de comisión de delitos graves Actividad internacional
Empleo de violencia e intimidación
Empleo de estructuras comerciales y económicas
Participación en el blanqueo de capitales
Fuente: elaboración propia a partir de los indicadores del Consejo de Europa (2001).
23
También se realiza un análisis jurídico de diferencias en el capítulo siguiente.
24
Así lo exponen De la Corte y Giménez-Salinas (2010).
33
del crimen organizado en contraposición con los de terrorismo, incluyendo sus fines y sus
medios principales.
Elementos definitorios
Crimen organizado Terrorismo
Fin principal Ánimo de lucro Cambio institucional
Medio principal Ocultación Impacto social
Fuente: elaboración propia a partir del estudio de De la Corte (2006).
25
El terrorismo siempre conlleva una serie de pretensiones de cambio institucional, generalmente de
corte político (De la Corte, 2013)
26
A través del impacto social (De la Corte, 2013), difundiendo terror entre la población.
27
Lleva aparejados procesos de radicalización violenta.
34
bien que los grupos terroristas se lucren a través de actividades ilegales como el tráfico de
drogas o la extorsión. Además, es innegable que existen vínculos crecientes entre organizaciones
criminales y grupos terroristas, por ejemplo, en el aprovechamiento de rutas para el tráfico ilegal
de bienes, especialmente drogas y armas28.
Las líneas de investigación más punteras consideran tres dimensiones esenciales para
medir dicha criminalidad y para evaluar sus características, que suponen tres elementos
interrelacionados: grupos, mercados31 y actividades instrumentales (Giménez-Salinas et cols.,
2009). A continuación, se describen los aspectos de mayor interés de cada uno de estos
elementos.
28
Profundizando en este tema, De la Corte (2013) analiza los escenarios críticos en Afganistán, Pakistán,
Irán y el Sahel y la colaboración entre organizaciones criminales y terroristas, además del crecimiento
constante de los vínculos que unen a unos y otros grupos (De la Corte, 2015).
29
Sin perjuicio de que un estudio paralelo pueda aportar conocimiento de interés en la materia específica
que se trabaje, como ocurre en el presente trabajo cuando se analizan las extorsiones por parte de la
organización terrorista E.T.A. con el fin de identificar de manera sucinta sus formas de manifestación y su
respuesta penal en España; siempre considerando el crimen organizado y el terrorismo como figuras
autónomas.
30
Analizados en el capítulo siguiente.
31
Huelga decir que como mercado se entiende aquel que constituye la actividad lucrativa principal del
grupo, al margen de otro tipo de delitos que se perpetren por las características intrínsecas de la actividad
principal.
35
1.2. a) Organizaciones criminales
Los grupos de crimen organizado32 presentan una doble caracterización: el plano
empresarial y el plano familiar (Paoli, 2003). Ambos aspectos son esenciales en su organización
estructural y en la dedicación a actividades lícitas e ilícitas.
32
En el presente capítulo se tratarán como sinónimos los conceptos de organización y grupo criminal, sus
diferencias jurídicas serán analizadas en el siguiente capítulo.
33
En este sentido, la comunidad china como elemento diferenciador dentro de los grupos organizados
chinos asentados en occidente juega un papel clave tanto en procesos de integración de miembros como
36
2003), permitiendo la creación de dos categorías: miembros del grupo y no-miembros,
donde se pueden encontrar desde colaboradores y cómplices a clientes y víctimas34. Un
ejemplo claro es el estudio llevado a cabo por Mastrobuonini y Patacchini (2012), que
evidenció la estratégica endogámica de la mafia italiana en EE. UU.35. Los lazos familiares
y los vínculos36 jugaban un papel clave en la comprensión de las reglas de la
organización, por encima de la visión estratégico-económica37. Los autores encontraron
una fuerte influencia de los grupos sociales como amplificadores de la conducta
delictiva, siguiendo la teoría de la Asociación Diferencial de Sutherland (1947), que
enfatiza la importancia del papel de las bandas o grupos como facilitadores del
aprendizaje en ciertas materias delictivas. Resalta así el autor, que la conducta criminal
se aprende a través de la interacción con otras personas, y pone énfasis en el papel de
la comunicación humana.
de victimización de compatriotas (Chin et al., 1992; Perrone, 2000; Wagstaff et cols., 2006; Tilley y
Hopkins, 2008).
34
Paoli (2003, p.73) señala en su estudio sobre la mafia italiana que llegar a ser miembro, considerado en
determinados grupos como “hombre de honor”, puede ser comparable a una conversión religiosa.
35
Esto se hace especialmente reseñable en determinados delitos que requieren la organización previa de
un grupo para su correcta perpetración, como el tráfico de drogas o las prácticas extorsivas.
36
Por medio de los datos del FBN (Federal Bureau of Narcotics) sobre información personal de los
miembros de la mafia, se pudieron estudiar las características individuales y familiares, y elaborar un
“interaction index” o índice de interacción para analizar los lazos comunitarios atendiendo a los grados
de interacción como indicador de la importancia dentro del grupo.
37
Mastrobuonini y Patacchini (2012) estudiaron las redes del crimen organizado aplicando las técnicas de
análisis de redes a la mafia americana a través de 800 perfiles criminales de miembros de la mafia activos
ente 1950 y 1960 y sus conexiones con la Cosa Nostra.
37
el producto ilegal que desea vender, además de cómo estructurar la logística necesaria para el
transporte clandestino de la misma, y los puntos de venta en los que actuar; mientras que la
segunda deberá conseguir trabajadores ilegales a los que explotar e identificar negocios y
lugares donde aporten más rendimiento económico, además del mantenimiento y ocultación
de estas víctimas de la explotación.
- El bien es ilegal, por lo que no existe oferta lícita. Nos situamos en el mercado de
contrabando absoluto, donde se ofrecen bienes prohibidos como la pornografía
infantil39 o las monedas falsificadas, o servicios clandestinos, como la prostitución
infantil o el sicariato. Se trata de un espacio de prohibición completa donde la
regulación es estricta.
- El bien es legal, pero existe una restricción en su venta. En el mercado de
contrabando relativo, se aprovecha la legalidad de los bienes o servicios regulados
adquiriéndolos, transportándolos o vendiéndolos a través de medios ilícitos, como
es el caso de la venta ilegal de armas, material nuclear o fauna protegida, o servicios
como la recaudación ilegal de deudas o la eliminación ilegal de residuos. En este
espacio una regulación más flexible es objeto de actividades instrumentales ilícitas
orientadas a necesidades logísticas o financieras de bienes regulados, que ni están
prohibidos de forma absoluta ni están permitidos de manera libre. En este
escenario, el crimen organizado ha sabido aprovecharse especialmente de las
necesidades migratorias a través del servicio ilícito de transporte ilegal de
inmigrantes.
- La venta del producto es legal pero sus impuestos encarecen en gran medida el
precio y restringen la oferta. En el mercado de contrabando fiscal los bienes
legalmente regulados no son declarados en el plano tributario, como la gasolina, el
38
Aunque explica más detalladamente la influencia de los precios, los impuestos y demás restricciones
del ámbito legal y social sobre la oferta de tales bienes y servicios en el ámbito ilegal.
39
Actualmente denominada por INTERPOL “imágenes de explotación o abuso sexual infantil” o CAM por
sus siglas en inglés (Child Abuse Material).
38
alcohol o el tabaco40 o en el caso de servicios, la mano de obra ilegal; así se mejoran
las posibilidades de venta del producto legal en el mercado mediante la reducción
de su precio evadiendo impuestos. Se trata de un espacio de compraventa libre
donde se busca el ocultamiento fiscal para el beneficio económico mediante una
actividad económica que en términos generales es legal.
40
Lógicamente se concentra en bienes de alta presión fiscal. En el caso del tabaco, forma parte de este
mercado desde su legalización, siendo tradicional también del contrabando absoluto durante los años de
su prohibición en los países occidentales.
39
y en sus mercados, así como de actuar de forma más discreta en el mundo legal41. De esta
manera, las diferentes posibilidades de organizar sus estructuras42 se adaptan para dar
respuesta a las necesidades de cada mercado ilícito. Se ha decidido exponer otras cuestiones
estructurales más profundas en el apartado sobre financiación ilegal para orientar su análisis a
las formas de control que ofrecen y así conectar el apartado con la infiltración en la economía
legal.
41
Por ejemplo, una estructura jerárquica donde los miembros responden ante sus superiores resulta útil
en organizaciones de gran tamaño dedicadas a la falsificación de tarjetas ya que requieren disciplina
interna para el control de las actividades de sus miembros en un mercado de prohibición absoluta,
mientras que una estructura en red más flexible es una respuesta más común e inteligente en
organizaciones de menor tamaño dedicadas a contrabando de bienes de lujo en un mercado de
prohibición relativa (Jordá y Requena, 2013).
42
Siguiendo la clasificación de Naciones Unidas (UNODC, 2002) existen cinco estructuras concretas sobre
las que suelen asentarse las organizaciones criminales:
- La estructura jerárquica estándar es una disposición jerárquica piramidal, con un líder o cúpula directiva
y una fuerte disciplina interna.
- La estructura jerárquica regional se organiza en grupos que delinquen con cierta autonomía, aunque
subordinados a una cúpula directiva.
- La estructura en racimos dispone grupos criminales que colaboran normalmente con un grupo central
que actúa de nexo.
- La estructura en red consiste en un grupo reducido de personas que se asocian de forma temporal para
la comisión de actividades delictivas, atendiendo fundamentalmente a habilidades, intereses o afinidades.
- Por último, la estructura de grupo central se organiza con un número reducido de miembros que
conforman un grupo cohesionado, y un número superior de individuos asociados con los que colaboran
según las necesidades de cada operación.
40
delincuencia organizada, la inversión de dinero ilegal en sectores de la economía
legal, el aumento de la competencia desleal entre empresas de mercados legales, la
distribución ineficaz de rentas y la desincentivación de la actividad empresarial.
- A nivel político, este fenómeno expone a la población a una serie de daños y
perjuicios para la su democracia tan serios como la pérdida de eficacia de las
instituciones públicas, la erosión de los fundamentos y pilares de un Estado de
derecho y el aumento de la desconfianza hacia el Estado, especialmente si la
intromisión de la delincuencia organizada en el sector público implica la corrupción
a altos niveles de cargos públicos de gran responsabilidad o a funcionarios clave
como miembros de fuerzas de seguridad o del servicio aduanero.
- A nivel legal, existen determinadas consecuencias que afectan a la sociedad en su
conjunto como son el condicionamiento de las leyes y decisiones políticas a partir
de la infiltración del crimen organizado en las administraciones públicas y la
consiguiente deslegitimación de la Justicia y del Estado, cambios no deseados en los
sistemas de creencias, valores y actitudes que pueden condicionar la acción política
de los ciudadanos así como una especie de efecto contagio que se traduce en la
emulación de conductas criminales.
Estas consecuencias no son percibidas a corto plazo de forma directa por la sociedad
porque, si bien las organizaciones criminales habitualmente cometen delitos tales como
amenazas, coacciones o lesiones, estos suelen recaer sobre miembros del propio grupo como
medida de disciplina interna y no resultan tan alarmantes como si se cometieran con cierta
frecuencia sobre el resto de la población.
A largo plazo, si este primer paso se supera y la delincuencia organizada logra asentarse
tomando el control de determinadas zonas, los efectos en el plano social, económico y legal
pueden suponer un gran impacto en las posibilidades de desarrollo de una región de manera
casi irreversible; ahora bien, para alcanzar tal impacto, el nivel de crimen organizado ha de ser
muy elevado (De la Corte y Giménez-Salinas, 2010). Con el fin de lograr este escenario, las
organizaciones criminales centran sus esfuerzos en identificar las posibilidades de financiación
41
utilizando para ello diversas fórmulas y sirviéndose de las actividades criminales e infiltración en
la economía legal.
43
Ya sean instrumentales como medio para la consecución de otros objetivos, principales como parte
central de sus ocupaciones, o secundarias para diversificar las fuentes de ingresos.
44
Necesidades como el acceso a recursos para la comisión de ilegalidades, la seguridad ante instituciones
del orden y frente a otros grupos criminales, el estatus social (Paoli, 2003) e incluso la ideología que
justifique la conducta criminal (Von Lampe, 2016).
45
Además, la tendencia creciente a la subcontratación en el ámbito de la delincuencia organizada
(Giménez-Salinas et cols., 2009) añade complejidad a la identificación y clasificación de estructuras.
42
menores de forma regular. Así, sus miembros trabajan de modo conjunto para
buscar recursos financieros y procedimientos para influenciar a las víctimas
(atrayéndolas hacia el mundo de la moda infantil, por ejemplo) al objeto de
minimizar los riesgos y facilitar el acceso a los menores. En este ejemplo, las
características empresariales de sus estructuras permiten a los grupos coordinar sus
fuentes de financiación de forma eficiente para crear entornos infantiles de fácil
acceso a los menores que, de manera individual, sus miembros no podrían
conseguir.
46
Se trata concretamente de agrupaciones que comparten el interés por las motocicletas y a su vez
cometen actividades ilegales de forma coordinada y mantenida en el tiempo, como es el caso de los Free
Souls, los Highwaymen y los Hells Angels.
47
Ya sean en un escenario legal o ilegal.
48
Por ejemplo, gestionando con sus miembros más vigorosos la recaudación de deudas de propiedad
adquiridas en casas de apuestas bajo su control.
49
Por ejemplo, en disputas sobre compra y venta de drogas.
43
niveles generales de violencia física en una región50 (Reuter, 1982; Sharbek, 2014).
Frecuentemente a cambio de mantener estas estructuras, requieren una suerte de
impuestos de forma predatoria en el mercado donde tienen lugar las actividades
legales e ilegales bajo su control.
50
Ayudando a grupos ilegales a evitar la atención policial como mecanismo no violento de resolución de
potenciales conflictos o aportando recursos financieros para facilitar la corrupción de políticos y policías.
44
Así, el ánimo de lucro puede llevar a una organización, de forma directa o indirecta, a su
infiltración en la economía legal de muy diversas formas51. De hecho, es habitual la combinación
de negocios legales e ilegales, como resultado de la búsqueda de maximización de beneficios
por parte de los grupos de delincuencia organizada en un territorio concreto52.
Entre las diferentes actividades a las que las organizaciones criminales pueden
dedicarse, lo cierto es que ambos sectores, construcción y hostelería, son “especialmente
atractivos” en términos de extorsión53 (Savona et cols. 2016, p.121). Así pues, la implementación
de procesos extorsivos como forma de infiltración en la economía legal por parte del crimen
organizado puede presentar tres distintos propósitos:
a) Invertir para generar beneficios en la esfera legal, bien sea como forma de inversión
económica, o bien para obtener control o lograr una determinada reputación social en el
territorio. Invirtiendo, por ejemplo, en negocios legales inmobiliarios (Varese, 2010), permite a
la organización tanto obtener beneficios con apariencia legal como generar influencia en los
negocios de la zona e incluso en los decisores políticos (Savona et cols., 2016).
c) Facilitar la comisión de delitos: en este supuesto la estructura legal puede actuar como
una pieza dentro del engranaje de una actividad delictiva especialmente compleja o que
presenta unas necesidades específicas para su ejecución. Es el caso del empleo de empresas
legales, cuyo objeto social está vinculado a productos químicos, para facilitar la adquisición de
elementos que permiten la producción y el tráfico de fármacos ilegales (Jordá y Giménez-Salinas,
51
Como indican De la Corte y Giménez-Salinas (2010, p.25) "los beneficios de la delincuencia organizada
provienen de una combinación de actividades legales e ilegales".
52
El interesante estudio de Mastrobuonini y Patacchini (2012) que aporta evidencia empírica sobre la
tendencia de los criminales a asociarse con otros delincuentes dedicados a negocios similares, tanto en
actividades legales como ilegales. Estos resultados incluyen la extorsión como una de las fórmulas de
mayor éxito y frecuencia.
53
Cuestión que se explicará en los últimos apartados del presente capítulo.
45
2015) o la inversión en negocios de transporte para el tráfico ilegal de drogas (Savona y
Berlusconi, 2015).
Ahora bien, conviene discriminar entre diversas situaciones en el escenario del empleo
de empresas legales por parte del crimen organizado. Cuando una organización criminal
interactúa con una empresa, los individuos que intervienen en nombre de dicha empresa
pueden presentar diferentes niveles de voluntariedad ante los negocios que el grupo ilegal le
propone: el beneficio mutuo supone el máximo nivel de voluntariedad puesto que ambas partes
se encuentran igual de interesadas en llevar a cabo los negocios pactados. Sin embargo, la
extorsión54 supone el mínimo nivel de voluntariedad, es decir, las empresas extorsionadas
forman parte del fenómeno de la infiltración, pero en forma de víctimas55 que no desean esa
interacción con el grupo criminal. Los niveles intermedios de voluntariedad abarcan relaciones
en forma de cohecho o colaboración, donde el convencimiento llega mediante el ofrecimiento
por parte del grupo criminal de una compensación financiera56.
54
Savona y Berlusconi (2015) también señalan la coerción y las amenazas como parte de la problemática,
cuestión que puede considerarse incluida en el fenómeno extorsivo.
55
Las diferentes maneras de victimizar a una empresa están recogidas en los siguientes apartados del
presente capítulo.
56
Frecuentemente compartiendo los beneficios (Savona et cols., 2016).
57
Además de otros de mecanismos más complejos de control de la gerencia y la dirección de negocios
cuyo análisis supera los objetivos del presente capítulo.
46
reputación, no sólo como método de financiación y control, sino también para la captación de
clientes y el establecimiento de nuevas relaciones empresariales (Savona y Berlusconi, 2015).
Ambos casos suponen el empleo de empresas legales mediante negocios directamente
controlados por el grupo de crimen organizado.
Las actividades vinculadas a la exigencia de pagos u otro tipo de demandas por parte de
una organización criminal de manera sostenida en el tiempo permiten el mantenimiento
económico de la propia organización: ya sea como actividad principal o como complemento
financiero de otras actividades ilegales, lo cierto es que se trata de una actividad muy lucrativa,
propia del crimen organizado cuando tiene suficiente control sobre una región58.
Esta conducta criminal es claramente explotadora debido a que actúa como un parásito
de personas y empresas a las que exige sus demandas, es decir, se lucra, sin desarrollar actividad
económica alguna, de personas y empresas que desempeñan sus funciones, normalmente en la
economía legal59, por ello no resulta extraño identificarla como una actividad propia de la
delincuencia organizada (Best, 1982) que se alinea de forma natural con los objetivos
económicos del crimen organizado. Dicho de otra manera, resulta lógico que un grupo criminal
que busca lucrarse tiende a cometer actividades ilegales de corte patrimonial, como es el caso
del fenómeno extorsivo, cuyo fin principal es beneficiarse económicamente de sus víctimas. De
esta forma, desarrollando procesos extorsivos de forma organizada y sostenida en el tiempo, la
58
De hecho, la extorsión es considerada como un “delito centinela” en relación con el nivel de penetración
del crimen organizado en la economía legal (Savona y Berlusconi, 2015, p.109). Esto se debe a que se trata
de un formato de infiltración donde la organización criminal establece estructuras de control de manera
muy sencilla, empleando la intimidación suficiente para lograr la aceptación de las condiciones impuestas,
sin necesidad de gestionar ni adquirir el negocio, y sin compartir los beneficios, lo que le aporta el máximo
nivel de rendimiento con el mínimo esfuerzo en inversión de recursos.
59
Aunque como se verá más adelante, la economía sumergida en ciertas regiones facilita estas actividades
explotadoras y predatorias.
47
naturaleza explotadora de la extorsión permite a los grupos ilegales perpetuarse y lograr el
control sobre un grupo de víctimas.
Esta es una diferencia esencial en contraste con el incidente extorsivo, que puede
cometerse de forma aislada sobre una sola víctima mediante un único autor, y que lógicamente,
sus características no contienen el nivel de complejidad ni de daños económicos que presenta
el mismo fenómeno en el ámbito de la delincuencia organizada.
Pero esta es sólo una de las formas comunes de extorsión, hay muy diversas fórmulas
de manifestación de la extorsión a través del suministro de otros tipos de bienes y servicios, en
función del mercado donde opera la organización criminal.
En este contexto, cabe destacar que existen condiciones que pueden facilitar los
procesos extorsivos:
48
de financiación y como mecanismo de control, incluyendo la utilización de empresas para la
consecución de sus objetivos. En el último punto de este apartado se describen las
consecuencias más significativas del fenómeno.
Ahora bien, es importante analizar los diversos elementos y conductas que abarcan este
fenómeno, que puede incluir como víctimas a una empresa o a un particular.
Intimidación y violencia
La petición de pagos a través de la intimidación y la violencia es el mecanismo extorsivo
más sencillo y tradicional para la obtención del beneficio buscado. En esta línea, Rowher (2009)
describe la extorsión como extracción de dinero y otros recursos a través del uso de la coerción,
la violencia y las amenazas. En cambio, Racovita et cols. (2013) señalan que la intimidación al
personal y la amenaza de causar daños en los locales del negocio son los mecanismos utilizados
para reforzar la solicitud del dinero. Por su parte, Tylor (2006) expone que los bienes o el dinero
se pueden conseguir a cambio de un falso servicio de protección, que en realidad supone el
simple hecho de no dañar la empresa, es decir, una promesa de no hacer por parte del grupo
criminal. Evidentemente no es un servicio de protección real porque no protege a la victima de
ningún otro grupo criminal o problema de seguridad que el negocio pueda sufrir.
49
posición relevante permite al grupo ejercer una intimidación suficiente para sus pretensiones
lucrativas.
Ahora bien, tales prácticas no deben confundirse con la corrupción, donde tanto el
sobornador como el sobornado reciben algún tipo de beneficio o recompensa. El supuesto de la
extorsión perpetrada por cargos públicos implica que las víctimas no perciban beneficio alguno
o que incluso puedan verse obligadas a pagar con el fin de no recibir un trato peor que el que se
considera justo.
Protección ilegal
60
Este fenómeno también se conoce como cobro de piso.
50
Tal sería el caso de una empresa legal perteneciente a un grupo organizado dedicado a
la venta de bebidas alcohólicas que consigue contratos como proveedor de bares de
determinadas zonas donde la organización tiene el control. Actuaría intimidando a los dueños
de los bares forzándoles a asumir obligaciones contractuales con proveedores de bebidas de sus
propias empresas legales.
En el siguiente apartado, se exponen las fases del proceso extorsivo62 que conforman
los patrones delictivos en general.
61
Se trata de un innovador estudio piloto de encuestas de victimización de empresas en la UE: en el año
2012, Dugato y su equipo entrevistaron a 19039 empresas de 20 Estados Miembros y presentaron un
cuestionario escrito a 2815, encontrando que más de un tercio de las empresas habían sido víctimas de
un delito. Entre los delitos recogidos que se encontraba la extorsión, que sin poder llegar a considerarlo
un fenómeno frecuente atendiendo a los datos (0.6%), sí se concluyó que se trata de una problemática
vinculada a la vulnerabilidad de las empresas, especialmente las pertenecientes a determinados sectores
económicos.
62
Se han considerado las fases del proceso extorsivo de tal relevancia que se ha creado un apartado
específico para describirlas.
51
2.2. Fases del proceso extorsivo
La conceptualización del fenómeno extorsivo debe incluir un análisis de sus diferentes
fases. La Spina et al. (2014)63 distinguen tres fases o pasos para la consecución de un proceso
extorsivo común:
63
Estos autores realizaron un interesante estudio en Italia mediante el análisis cualitativo de las diez
operaciones judiciales contra la mafia italiana dedicada a la extorsión. Mediante el análisis de 154 casos
de extorsión obtuvieron una valiosa información que combinaron con entrevistas a expertos (policías,
jueces y víctimas).
64
Llevadas a cabo por el instituto de investigación italiano Transcrime en el marco del proyecto de
investigación Cereu: Countering Extortion Racketeering in the EU.
52
puede permitir a la organización criminal no sólo financiarse, sino controlar regiones o sectores
concretos.
65
Estas conductas podían llegar al acoso.
66
Es decir, que el propio grupo no dañara el negocio victimizado, como señala Gambetta (1993).
67
Y aquellos que se encuentran dentro de la economía sumergida.
53
2.4. Empleo de empresas legales e ilegales con fines extorsivos
La interrelación entre empresas legales y crimen organizado es compleja, como ya se ha
expuesto en apartados anteriores. En el caso concreto del objeto de la presente tesis, el estudio
se centra en las actividades extorsivas a negocios, que suelen adoptar la forma de exigencia de
pagos o de imposición de condiciones contractuales. Estas actividades pueden estar referidas a
la provisión de bienes o servicios, como por ejemplo la venta de alcohol o consistir en la
protección a negocios nocturnos, o centrarse en la limitación de competencia en determinadas
regiones, como la prohibición de más de un número concreto de bazares chinos en ciertas zonas,
etc. Cuando estas obligaciones extorsivas son sistemáticas y reiteradas en el tiempo, los
negocios terminan considerándolas una suerte de impuesto o de costes adicionales que deben
cumplir para desempeñar sus actividades económicas lícitas en un territorio y en un sector
concreto.
Dentro de este fenómeno extorsivo existen dos objetivos que son especialmente
relevantes para la comprensión del crimen organizado como industria que genera beneficios a
partir de negocios legales, dichos objetivos son la protección y la competitividad. Así lo expone
Gambetta (1993), explicando el complejo equilibrio entre la obtención del beneficio óptimo y el
intento de controlar gran parte del mercado, pero sin llegar a un monopolio absoluto que
levante sospechas y acreciente la amenaza de la policía o de otros grupos ilegales que deseen
formar parte del mercado. De esta forma, la tendencia al monopolio consiste en controlar un
buen número de negocios en una región determinada de manera que sean sus protegidos en
materia de violencia y competitividad, para dominar de forma absoluta el mercado. Estos
negocios pueden ser propiedad de la organización criminal, pero en general, suelen ser de
empresarios víctimas o cómplices de procesos extorsivos.
Para lograr estos objetivos, existen factores derivados de las características de negocios
en territorios o colectivos concretos que resultan más atractivos para el crimen organizado en
los términos expuestos; buen ejemplo de ello es el nivel elevado de corrupción de una región
54
que permite a los grupos desarrollar sus actividades ilegales de manera más efectiva mediante
el soborno y el chantaje a autoridades o a funcionarios públicos (Schneider, 2010). Los
mecanismos de corrupción del sector público son instrumentos frecuentemente utilizados por
el crimen organizado para acceder a la economía legal68 a través de dos tipos de escenarios:
68
Así lo exponen van Dijck (2007), Albanese (2011) y Von Lampe (2016), entre otros.
69
Se trata de una práctica frecuentemente utilizada por la mafia (Giménez-Salinas y De la Corte, 2010).
70
Más adelante se analizan los elementos específicamente vulnerables en empresas de diferentes
sectores, atendiendo a los estudios de Caneppele et al. (2013) y Savona et cols. (2015).
55
2.5. Consecuencias de la extorsión
Además, a medio y largo plazo, para el crimen organizado supone tanto una fuente de
financiación como el logro del control territorial, que le permite sostener sus actividades
ilegales. Este fenómeno puede llegar a afectar a la libertad de mercado si se trata de grupos
criminales infiltrados en la economía legal de forma sostenida, debido a la posibilidad de
controlar a grupos de empresas de un determinado sector, que permita a la organización
intervenir en asuntos como los contratos con proveedores, las aperturas de nuevas empresas,
las demarcaciones territoriales donde deben ubicarse los negocios existentes, etc.
También puede afectar al funcionamiento legal del sistema financiero en el caso de que
estas organizaciones puedan blanquear los beneficios de sus actividades ilegales a través de las
oportunidades que las extorsiones y la utilización de empresas legales les permite73.
71
Ya sean extorsiones sobre personas individualmente o sobre empresarios cuyo negocio está siendo
explotado.
72
Aumenta también la cifra oscura, esto es, número oculto de delitos existentes que no se reflejan en los
datos oficiales de criminales debido a que no son denunciados ni consecuentemente, puestos en
conocimiento de las autoridades pertinentes.
73
Concretamente, las consecuencias que siguen a la extorsión perpetrada contra las empresas en el
ámbito de la delincuencia organizada serán expuestas en los siguientes apartados del presente capítulo.
56
3. La victimización de empresas a través de prácticas
extorsivas
El crimen organizado, debido a su naturaleza explotadora, tiende a concentrarse en
aquellos objetivos donde la obtención de beneficios se realiza de manera más eficiente. Así,
determinadas características pueden suponer un elemento de atracción para las organizaciones,
que operan atendiendo a diferentes criterios e intereses. Para comprender este fenómeno
resulta importante conocer cómo se incardina la extorsión como delito del crimen organizado
especialmente orientado a las empresas, y las tipologías o formas específicas que puede
adoptar.
a) Por un lado, reclamar pagos u obligaciones de contratar a los negocios de una zona
supone una importante forma de financiación que avala la posibilidad de mantenimiento de
negocio. En ocasiones los pagos llegan a adaptarse a las capacidades económicas de las
empresas victimizadas, para garantizar la continuidad de negocio y, consecuentemente, de los
pagos extorsivos (Chin et al., 1992).
74
Es decir, blanqueo de capitales.
57
En su estudio, Mugellini (2013) propone una serie de tipologías de extorsión por parte
del crimen organizado atendiendo a diferentes criterios:
- Clasifica los delitos contra las empresas según la víctima objetivo dentro del
sector privado. Así, distingue entre el negocio, su propiedad y los trabajadores
de la empresa.
- El segundo criterio para categorizar las extorsiones atiende a los autores del
delito: son externas si sus autores no forman parte de la empresa, y son
extorsiones internas si se cometen por insiders o miembros pertenecientes al
propio negocio. Esta distinción que ha sido frecuentemente utilizada75, fue
aplicada por primera vez, por Felson (1996, p. 74) y seguidamente por Aromaa
(2000) en su estudio sobre los tipos de delitos sufridos por empresas finlandesas
en San Petersburgo y Estonia, diferenciando entre los cometidos por sus propios
empleados y los perpetrados por individuos externos al negocio.
Concretamente, destaca la clasificación más completa de Broadhurst et al.
(2011, p. 18), que distingue entre distintos tipos de autores: individuos que
incluyen a empleados o clientes, otros negocios constituidos por competidores
o proveedores, funcionarios en caso de soborno a los mismos y organizaciones
criminales en el supuesto de extorsión.
- Mugellini (2013) afirma que ambos criterios sobre tipos de víctimas y de autores
del delito son útiles en términos de prevención delictiva a las empresas porque
permite clasificar de forma ágil los problemas criminológicos según autor y
víctima para así comprender las características más vulnerables del negocio
específico.
- Un tercer criterio relevante consiste en la convencionalidad: son delitos
convencionales si se consideran habituales en el ámbito empresarial, como
ocurre con los robos o el vandalismo; y son no convencionales, cuando se trata
de delitos identificados como síntoma de problemas más serios. Así, las
extorsiones frecuentes se considerarían un síntoma de altos niveles de crimen
organizado. Por ejemplo, en Italia el 26% de los negocios son víctimas de al
menos un incidente de intimidación y amenazas y el 77.5% de ellos lo fueron
por extorsión. Por parte del International Crime Business Survey del año 2008,
se especifica que esos delitos los habían cometido grupos locales de crimen
75
Australian Institute of Criminology (2004).
58
organizado. Lógicamente, este último tipo de delitos contra las empresas
requiere medidas de lucha y prevención específicas.
59
Como ya se ha comentado en este mismo capítulo, Gambetta (1993) argumenta que lo
que realmente crea el grupo de forma activa es una demanda de seguridad a través de la
comisión reiterada de delitos que producen una inseguridad suficiente como para aceptar los
servicios de protección que ellos mismos ofrecen. Pero existen más formas de extorsión a las
empresas, atendiendo a si las actividades son de protección (como en el ejemplo de Gambetta,
1993) o de tipo competitivo para controlar un mercado concreto, que se exponen en el siguiente
apartado.
60
Estas tres tipologías de Monzini (1993) responden a un contexto de delincuencia
organizada donde el control ejercido sobre el territorio es un instrumento esencial para la
efectividad de sus actividades. Además, la literatura revisada76 coincide en que no se trata de
un incidente azaroso: los negocios victimizados por el crimen organizado presentan
características y elementos de vulnerabilidad que facilitan los procesos extorsivos en una zona,
sector económico o etnia concretos.
76
Algunos de los estudios que se revisan en el siguiente apartado: Chin et al. (1992), Gambetta (1993),
Perrone (2000), Albanese (2008), Tilley y Hopkins (2008), Racovita et cols. (2013), Mugellini (2013),
Caneppele et al. (2013); Ellis (2013); Lisciandra (2014); Savona et cols. (2015).
77
Así lo exponen autores relevantes en la materia como de Alvazzi del Fratte (2004); Tilley y Hopkins
(2008); Dugato et al. (2013); Lisciandra (2014); Savona et cols. (2015); entre otros.
78
Como quioscos de periódicos, tiendas de alimentación o farmacias.
61
concentraron un gran número de incidentes. Este fenómeno denominado revictimización se
refiere a la reiteración de delitos a la misma víctima. Concretamente, el estudio de Perrone
(2000) explica que los incidentes declarados fueron de naturaleza patrimonial y violenta, entre
los que se encontraban las extorsiones79. Se trata de delitos relacionados con la intimidación80,
muchos de ellos en el ámbito de la delincuencia organizada.
79
Aunque estas no llegaban al 0.5% de los delitos incluidos en las encuestas de victimización.
80
Vandalismo, amenazas, robos, etc.
81
Así lo explicar Tilley y Hopkins (2008) en su estudio sobre el impacto de impacto de los delitos del crimen
organizado contra las empresas mediante la localización física (áreas y barrios), cuyos resultados se
exponen más adelante en el presente capítulo.
82
Walker (1995); Perrone (2000); Taylor y Mathew (2002); Taylor (2006); Wagstaff et cols. (2006); Tilley y
Hopkins (2008); Mugellini (2013) y Racovita et cols. (2013), entre otros.
83
Según la revisión de los estudios de Albanese (2008); Caneppele et al. (2013) y Savona y Berlusconi
(2015).
62
- El tamaño pequeño y un gran movimiento de dinero en efectivo, lo que en materia
de extorsión los haría más accesibles a la demanda de pagos.
- La fuerte vinculación con la economía sumergida y la corrupción ya que, en el
supuesto de delitos como robos o extorsiones, pueden tener muy limitadas las
alternativas al pago, dado que evitarán la denuncia para no evidenciar sus propias
infracciones ante las autoridades.
- Un perfil tecnológico bajo.
- El arraigo local, lo que dificulta que se eviten y rechacen las prácticas extorsivas por
no poder cambiar fácilmente la ubicación de sus negocios.
La primera de ellas estaba predominantemente poblada por clase obrera blanca, y los
autores encontraron que además del tráfico de drogas y los mercados de bienes robados, los
grupos de crimen organizado se centraron en la extorsión a empresas a través de la intimidación
y el miedo hacia los negocios locales. Estas compañías también les eran útiles a las
organizaciones criminales para las labores de distribución de bienes ilegales y drogas y la
provisión de elementos accesorios para la realización de sus tareas, como por el ejemplo el uso
de vehículos de empresas.
84
Así lo afirman Dugato et al. (2013) y Mugellini (2013), entre otros.
63
En la segunda área estudiaron los negocios de la comunidad asiática cuyos negocios
controlaban y explotaban los grupos criminales locales a través de procesos extorsivos,
especialmente los vinculados a servicios de protección mediante el miedo y la intimidación.
85
Albanese (2011) y Lisciandra (2013) exponen estas ideas.
64
denunciar menos a la policía las situaciones de abuso, o encontrar enormes problemas
para hacerlo debido a barreras lingüísticas o culturales.
En primer lugar, Chin et al. (1992) analizaron los patrones extorsivos de grupos
organizados a empresarios dentro de la comunidad china asentada en EE. UU.86 Los autores
destacan el aislamiento social, físico y económico de esta comunidad a causa de las barreras
lingüísticas, culturales y en especial, debido a su preferencia por hacer negocios dentro de su
propia comunidad. De esto se aprovechan las organizaciones criminales y proveen a sus
compatriotas de servicios ilícitos como préstamos ilegales, prostitución y juego, que incluso les
aporta legitimidad como grupo de referencia. En este escenario, el pago de extorsiones por
parte de los pequeños negocios puede llegar a ser una imposición institucional y cultural.
En segundo lugar, el estudio de Ellis (2013) expone que la extorsión a empresas es una
de las actividades87 más comunes de los grupos de crimen organizado chino en Latinoamérica88.
Se trata de procesos extorsivos perpetrados a pequeños negocios y comerciantes
pertenecientes a la comunidad china, situados en los grandes centros urbanos como Buenos
Aires o Lima. Estos grupos ilegales asiáticos establecidos en otros continentes, suelen
aprovechar las oportunidades de lucro que cada mercado ofrece, manteniendo incluso
relaciones comerciales ilegales con el crimen organizado local. Por citar solo un ejemplo: “el
grupo Dragón Rojo, cuyas actividades estaban antes concentradas principalmente en la
extorsión a dueños de restaurantes y comerciantes chinos, ha comenzado a participar en la red
mundial de tráfico de personas y, más recientemente, en el tráfico de cocaína y drogas sintéticas
desde Asia” (Ellis, 2013, p. 476). Gracias a la revisión de casos a partir de fuentes abiertas
(esencialmente prensa local), la autora destaca tanto la resistencia de las víctimas a denunciar
estos casos a las autoridades de los países donde se ubican89, como la especial vinculación de
las víctimas con su país de origen, dado que las extorsiones llevan aparejadas amenazas a
miembros de su familia localizados en China.
86
Para ello, realizaron entrevistas a 603 dueños de negocios chinos en la ciudad de Nueva York.
87
Junto con el tráfico de personas, drogas y bienes de contrabando.
88
Los casos obtenidos de fuentes abiertas, esencialmente prensa.
89
En especial dada la cultura de la comunidad y la violencia de las organizaciones.
65
3.4. Consecuencias de la extorsión a empresas
Analizadas las consecuencias del crimen organizado en un apartado previo, así como el
impacto de las actividades extorsivas en el ámbito de la delincuencia organizada sobre cualquier
tipo de víctima, incluidos particulares, resulta interesante exponer algunos de los efectos
perversos más relevantes y específicos de la extorsión a las empresas por parte de grupos
criminales.
En primer lugar, las empresas víctimas de extorsión ven recortados sus beneficios por la
imposición de pagos y condiciones, limitando sus beneficios o condicionando los mismos a un
incremento del precio de sus productos o servicios, que pueden repercutir en el precio final,
disminuyendo su ventaja competitiva. Así, si se ven obligados a aportar unos pagos sistemáticos
al grupo extorsivo su actividad económica pierde rentabilidad.
En tercer lugar, este impacto sobre el mercado también afecta a los usuarios o clientes,
particulares que conforman la demanda de un servicio o producto, pues se pueden encontrar
una oferta distorsionada, no pagando un precio justo por lo contratado debido al ajuste del
mercado a los intereses financieros del crimen organizado (Gambetta, 1993; Von Lampe, 2016).
Por ejemplo, los empresarios pueden repercutir en el precio final el coste de los pagos al grupo
extorsivo. A medio plazo también se puede producir un aumento de precio generalizado debido
la orientación monopolística provocada por las organizaciones criminales de un territorio.
A medio y largo plazo, el control del crimen organizado puede conllevar una tendencia
hacia el monopolio, lo que implica la distorsión de la economía del mercado en un sector o
territorio concreto, además de tener un impacto significativo en el crecimiento económico de las
regiones concernidas. Esto puede afectar no sólo a las empresas directamente victimizadas, si
no a los negocios dentro del sector o a las empresas proveedoras, que ven limitada su actividad
económica (Savona y Berlusconi, 2015).
66
Por último, los procesos extorsivos arraigados en un territorio pueden terminar
empobreciendo la zona y haciendo desaparecer sectores empresariales a nivel local: cuando un
gran grupo de negocios, concentrado físicamente en un entorno, sufre procesos extorsivos
durante un tiempo prolongado, se puede superar la capacidad explotadora que es capaz de
soportar la zona, es decir, que los negocios dejen de ser rentables y ya no puedan aportar los
beneficios que el crimen organizado busca. En tal momento los grupos organizados tenderán a
desplazar sus actividades extorsivas a otras regiones o negocios explotables que puedan dar la
rentabilidad deseada, a la vez que desaparecerán de forma generalizada los negocios
previamente victimizados y las actividades económicas en una zona o en un sector específicos
(Paoli, 2003; Varese, 2010).
Como principales conclusiones del capítulo expuesto, se detallan dos puntos clave para
la tesis que se presenta: la delimitación del objeto de estudio y las principales necesidades de
investigación para el análisis que se propone.
67
factores se pueden congregar en torno a sectores económicos específicos o concentrar dentro
de comunidades étnicas, debido a determinadas características que revisten sus empresas.
Será relevante, por tanto, conocer en qué consisten los procesos extorsivos a empresas,
cómo son las organizaciones criminales dedicadas a tal actividad, y qué vulnerabilidades
explotan de los negocios victimizados, para poder establecer unos objetivos realistas en torno a
una propuesta metodológica de estudio aplicable a España, así como analizar y describir los
procesos extorsivos a las empresas establecidas dentro de nuestras fronteras, y desarrollar
recomendaciones de lucha y prevención partiendo de implicaciones jurídicas, policiales y
judiciales90 de un estudio más profundo de la materia.
90
Objetivos que se expondrán en el primer apartado del capítulo cuarto de la presente tesis.
68
- El análisis metodológico para la elaboración de una propuesta de investigación de los
procesos extorsivos a empresas en el ámbito de la delincuencia organizada que respete
los criterios científicos, especialmente de objetividad y replicabilidad y que sea aplicable
a España; lo que deberá incluir un marco metodológico para estudiar la extorsión y una
propuesta metodológica para su aplicación en nuestro país.
Ello permitirá la implementación del estudio empírico basado en casos reales que aporten
nuevo conocimiento material del fenómeno objeto de estudio, a través del cual, se podrán
desarrollar conclusiones orientadas a la recomendación de lucha y prevención.
69
CAPÍTULO 2. EL ANÁLISIS LEGAL: LA RESPUESTA DEL SISTEMA
PENAL A LOS PROCESOS EXTORSIVOS
Teniendo en cuenta los aspectos criminológicos más relevantes de los procesos extorsivos a las
empresas en el ámbito de la delincuencia organizada, expuestos en el capítulo primero, el
presente capítulo desarrolla un análisis jurídico de las conductas criminales contenidas en tales
procesos.
A tal efecto, se describirán las principales conductas que componen las diferentes
formas de actuar de las principales tipologías extorsivas reconocidas en la literatura científica91,
con objeto de identificar los delitos que configuran los comportamientos propios de las
organizaciones criminales dedicadas a extorsionar a los negocios. Ello permitirá conocer, a partir
de la casuística, las respuestas penales aplicables a los complejos procesos extorsivos, y analizar
las cuestiones jurídicas más relevantes para la aplicabilidad en un estudio empírico.
91
Siguiendo el estudio de Monzini (1993), expuesto en el siguiente apartado.
71
1. Procesos extorsivos y posibles respuestas penales
Como ya se ha expuesto en el capítulo primero, una vez analizados los procesos
extorsivos, se han delimitado diferentes tipologías en cuanto a la clase de delitos cometidos. De
todas estas tipologías, las de mayor interés para llevar a cabo el presente estudio se recogen en
el estudio de Monzini (1993) que se detallan a continuación.
En las tres tipologías expuestas por Monzini (1993), extorsión por protección92, extorsión
monopolística93 y extorsión laboral94, se han identificado una serie de conductas criminales que
articulan diversas formas de actuar de las organizaciones criminales dedicadas a estas
actividades. A continuación, se describen dichas conductas para, seguidamente, identificar los
tipos penales en los que podrían encajar. Tras ello, se procederá a una breve definición y
diferenciación de esas figuras penales.
92
Que, como se ha explicado en el capítulo anterior, consiste en el pago regular de una cantidad que se
impone mediante el uso de violencia, y donde el grupo ilegal está especializado y es el garante de la
protección de las empresas que pagan.
93
Tal como se ha descrito en el primer capítulo, es una estrategia empresarial por la que se trata de
eliminar físicamente a los competidores o crear coaliciones monopolísticas mediante el uso de la
violencia, utilizada por el crimen organizado para controlar áreas del mercado legal.
94
Se trata de una negociación violenta para manipular el mercado laboral.
72
Conducta I: exigencia de pago regular de una cantidad de dinero a cambio de protección.
Se trata de forzar una aportación económica95 mediante su solicitud, por parte de uno o varios
miembros del grupo, que pretende intimidar a la víctima al identificarse como representantes
de una organización criminal, e incluso consistir en realizar visitas reiteradas para imponer sus
demandas a través del acoso físico o mediante el acoso telefónico. Frente a la resistencia de la
víctima al pago sistemático, el grupo puede llevarse todo o parte del contenido de la caja
registradora del negocio, o sustituir el desembolso regular por la apropiación de productos que
se comercialicen en la empresa; por ejemplo, si el negocio fuera un restaurante, la sustitución
podría consistir en el consumo periódico y gratuito de comida y bebida.
95
Si son negocios que aparenten buena capacidad económica pueden ser grandes cantidades las que se
exijan, pero si se trata de pequeñas empresas el pago será menor.
96
Este mensaje se puede reforzar con el acompañamiento de los miembros más corpulentos del grupo.
97
Todos los tipos penales nombrados en el presente punto, contenidos como delitos que forman parte
de las diferentes formas de actuar de las organizaciones criminales dedicadas a procesos extorsivos serán
analizados pormenorizadamente en el siguiente punto.
98
Este tema se abordará de forma específica más adelante, dentro del presente capítulo.
73
En cambio, el robo con intimidación es la figura que mejor encajaría en el segundo de
los supuestos, puesto que se ejerce intimidación, aunque sea implícita. En este punto, incluso
cabría hablar en algún caso de la denominada “intimidación ambiental”99.
99
Este concepto se analizará en un apartado específico de este mismo capítulo.
100
Frecuentemente concedido a personas vinculadas al consumo de drogas o a negocios que tienen
dificultades económicas.
101
Más adelante se explican los mecanismos mediante los que estas organizaciones implementan un
proceso extorsivo a partir del impago de una deuda.
74
Si se exige el pago de más dinero del debido, puede tratarse de una extorsión, que
supone el pago de dinero no debido como acto o negocio jurídico, o en caso de que no se
entienda como acto o negocio jurídico, podría tratarse de un robo con violencia o intimidación.
Conducta III: consumo gratuito de productos, bebidas o comidas por parte de los
miembros principales de la organización criminal. En este caso, los pagos consisten en
aportaciones no económicas que el negocio puede proporcionar: si se trata de un restaurante,
la conducta consiste en el consumo sistemático y gratuito de bebidas y comidas por parte de los
miembros del grupo hasta que éste considere que la deuda queda saldada.
Posibles respuestas penales: consumir los productos en el mismo lugar donde se ubica
el negocio puede suponer un delito de extorsión en la medida en la que se está obligando con
intimidación a un acto o negocio jurídico como es la prestación de un servicio con
contraprestación económica– por ejemplo, dar comida-. Si, por ejemplo, se llevaran los
productos para consumir en su casa –take away-, aunque encajaría también en el tipo de
extorsión se aprecia también cierta semejanza con un robo con violencia e intimidación.
75
Conducta IV: obligaciones sobre el negocio. Se trata de conductas empresariales102 que
se deben adoptar a petición de la organización criminal, bajo advertencia, por ejemplo, de que
el grupo produzca daños en el local. Estas conductas pueden consistir, por ejemplo, en ampliar
el horario del bar o restaurante de la víctima en aquellas ocasiones que le interesen a la
organización criminal.
102
No nos encontramos ante conductas que puedan suponer un tipo penal de corrupción de empresas
porque el beneficio no es mutuo, en todo momento la única parte beneficiada del acuerdo siempre es la
organización criminal; tal delito podría plantearse el supuesto donde ambas partes, organización criminal
y empresa, obtuvieran una ganancia en forma de beneficio o ventaja competitiva, cuestión que no se da
en el fenómeno objeto de estudio.
76
de acercamiento específicamente engañosos, como el interés por establecer negocios
conjuntos o de realizar inversiones de beneficio mutuo103.
Modus operandi: en estos supuestos es menos frecuente que se ejerza violencia física,
pero sí diferentes formas de intimidación: en caso de rechazo de las demandas de la
103
De nuevo, no existe delito de corrupción de empresas porque el beneficio no es mutuo, en todo
momento la única parte beneficiada del acuerdo siempre es la organización criminal; de hecho, en este
caso el interés es únicamente aparente, no llegando normalmente a ejecutarse actividad empresarial
alguna.
77
organización criminal se pueden llegar a emplear medios específicos para forzar la conducta
empresarial requerida como, por ejemplo, el acoso, los daños materiales e incluso incendios
provocados a la empresa para conseguir doblegar la voluntad de la víctima.
En el caso de que el objetivo sea que la víctima contrate sólo con los proveedores de la
organización criminal se puede dar el escenario de que inicialmente la relación entre autor y
víctima sea fluida y carente de amenazas, similar a lo que sucedería en una relación comercial
en la que un sujeto quiere convencer a otro de que su bar o restaurante venda exclusivamente
sus servicios104. El problema surge cuando el comerciante no accede, o bien, pasado un tiempo,
quiere contratar con otros proveedores y el autor empieza a ejercer las conductas intimidatorias
que se han descrito anteriormente.
Posibles respuestas penales: abrir o cerrar empresas o contratar con unos proveedores
u otros son identificables con actos o negocios jurídicos, de modo que el ejercicio de violencia o
intimidación para su realización nos sitúa en el ámbito de la extorsión. Y, como siempre,
subsidiariamente, los delitos de amenazas condicionales o coacciones.
104
Del mismo modo que hay bares que, por ejemplo, sólo suministran una marca de cerveza por haber
llegado a un acuerdo que beneficia al proveedor y al comerciante.
105
Se trata de un nuevo tipo penal, que persigue la reiteración de conductas que concretan un mal que
coartan la libertad y el sentimiento de seguridad de la víctima (García del Blanco, 2017a), como se
explicará más adelante en este mismo capítulo. Es de interés en la materia debido a que los procesos
extorsivos han empleado tradicionalmente este mecanismo de acoso como forma de presión y vigilancia
de sus víctimas que, implementado tras la verbalización de amenazas de muerte, pueden generar un
enorme temor en las víctimas que los lleve a aceptar las condiciones extorsivas o, en su caso, a denunciarlo
ante las autoridades.
78
grupo como empleados del negocio. Cuando se trata de grandes empresas, el método es
diferente, pues suele consistir en introducir un “topo” dentro de la empresa como representante
de los trabajadores para actuar desde dentro y conseguir con ello alguno o algunos de los
siguientes tres propósitos: a) impedir huelgas; b) impedir reivindicaciones laborales y c) reclutar
trabajadores, lo que incluye obligar al empresario a contratar -o a renovar el contrato laboral- a
determinadas personas que le indique la organización criminal, normalmente integrantes de esa
organización.
Modus operandi: violencia o intimidación en los tres casos, ejercida sobre el empresario
para que tome las decisiones empresariales deseadas por la organización. De nuevo, en caso de
rechazo a las demandas de la organización criminal se pueden llegar a emplear métodos
específicos como el acoso, los daños materiales e incluso incendios provocados a la empresa
para conseguir doblegar la voluntad de la víctima.
Una vez identificadas las diversas respuestas penales a partir de la realidad fáctica de los
diferentes procesos de extorsión, la mayoría se pueden clasificar, a tenor de los delitos
encontrados, como: delitos contra el patrimonio y delitos contra la libertad, aunque no
exclusivamente. A continuación, se presenta un análisis pormenorizado tanto del delito de
79
extorsión como de los tipos penales que comparten características con la extorsión106 y que
también forman parte de los procesos extorsivos objeto de estudio de la presente tesis.
Las formas de actuar propias de cada tipología extorsiva nos han permitido extraer los
principales delitos que se cometen en los procesos extorsivos, además de otros que presentan
un carácter secundario en el análisis, y que se exponen en los siguientes apartados de forma
más sucinta. Se trata de tipos penales de muy distinta naturaleza entre los que se encuentran
delitos contra el patrimonio como son la extorsión y el robo con violencia e intimidación; delitos
contra la libertad como las amenazas condicionales, las coacciones, las detenciones ilegales, los
secuestros o el acoso, y concretamente en los casos de recaudación de deudas, identificamos
un delito contra la Administración de Justicia como es la realización arbitraria del propio
derecho.
1.2. a) Extorsión
El delito de extorsión se encuentra tipificado en el artículo 243 del Código Penal con el
siguiente tenor literal: “el que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación,
a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero,
será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años, sin perjuicio de las que pudieran
imponerse por los actos de violencia física realizados”.
Así pues, se trata del delito esencial del presente estudio, al que se dará un especial
protagonismo a lo largo del capítulo; y sobre el que cabe mencionar un interesante comentario
de Muñoz Cuesta (2004, p.1):
106
Se han seleccionado los delitos de especial interés en el análisis de conductas criminales dentro de los
procesos extorsivos, sin perjuicio de la aparición otros eventuales tipos penales.
80
cuenta su contenido puramente patrimonial y propio de una delincuencia de los tiempos en que
vivimos”.
En la misma línea Álvarez García (2011b) cita como ejemplo que en la Memoria de la
Fiscalía General del Estado de 2010 no se hace ni una sola referencia al delito de extorsión, e
indica asimismo que no llegan ni a una veintena los casos referenciados en la Jurisprudencia del
año 2009, en contraposición con la “cifra negra nada despreciable” que piensa que existe
(Álvarez García, 2011b, p.172)107.
Teniendo en cuenta estas palabras, se nos presenta un tipo penal regulado en el Código
Penal de manera autónoma, en el único y complejo artículo 243 del Capítulo III, ubicado en el
Título XIII: Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico.
107
Esta idea es significativa en el contenido de los procesos extorsivos que se van a analizar, y aplicable al
ámbito de la delincuencia organizada actual que perpetra delitos (especialmente patrimoniales) contra
las empresas.
108
STS de 27 de diciembre de 2010, donde se analiza el delito de extorsión combinado con el de asociación
ilícita, y define al primero como “un tipo híbrido compuesto por el uso de la violencia o las coacciones
como forma de alcanzar un beneficio patrimonial ilícito”.
109
Así se afirma en la SAP Madrid de 19 de septiembre de 2008 y en la SAP Mallorca de15 de marzo de
2010.
81
c) perjuicio en el patrimonio del obligado o en el de un tercero, aunque se especifica que
no es necesario que éste llegue a producirse, ya que el delito se consuma con la realización del
negocio, a pesar de que éste no produzca el resultado;
La jurisprudencia también hace mención a tres aspectos claros en relación con el tipo
penal110: por un lado, la exigencia expresa de ánimo de lucro; por otro la amplitud de la acción,
que no solo comprende la de obligar a otro a suscribir, otorgar o integrar, sino también a omitir;
y, en tercer y último lugar, la extensión del objeto, el acto o negocio jurídico, que no tiene por
qué circunscribirse a algo que tenga que estar documentado o registrado, ya que también podría
ser un contrato no escrito o una transferencia bancaria.
110
Como indica la SAP Asturias de 5 de marzo de 2014 y SAP Navarra de 31 de octubre de 2015.
111
Tal como señalan la SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013.
112
Así lo indica la SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013.
113
STS de 29 de septiembre de 1999.
82
robo114 aunque sus similitudes son innegables (Díaz-Maroto, 1997; Gago, 1999; Varela, 2004;
Vicente, 2016).
Ahora bien, esta figura jurídica requiere, además, que exista una directa colaboración
por parte del sujeto pasivo115, lo que implica su denominación como delito de encuentro o
experimental116; no se trata de una colaboración espontánea sino determinada por la intención
de evitar un mal, como resultado de la violencia o de la intimidación ejercidas en las que se
incluyen conductas como empujones, forcejeos o comportamientos que generen cualquier tipo
de lesión (Varela, 2004).
Cabe matizar que el acto o negocio jurídico pretendido ha de ser apto para producir un
perjuicio patrimonial, por lo que la extorsión puede plasmarse en cualquier documento
otorgado cuyo objeto dispositivo o de renuncia sea un bien mueble o inmueble o incluso puede
ser un derecho, aunque este siempre deberá tener un carácter patrimonial, como bien señala
Quintero (2016b).
En el tipo básico de extorsión la pena está delimitada entre uno y cinco años de prisión,
sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados. Pero
existe también la posibilidad de atenuación de la pena en uno o dos grados, conforme a lo
establecido en el artículo 269 del Código Penal en caso de actos preparatorios: provocación,
conspiración y proposición para cometer extorsión.
114
STS de 13 de octubre de 2009.
115
Así exigido por el ATS de 29 de mayo de 2014 y recordado por la SAP de Valladolid de 20 de enero de
2015.
116
SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013, que cita la STS de 29 de septiembre de 1999.
117
SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013.
83
b) el núcleo y la finalidad de la extorsión y c) la violencia y la intimidación. Todos ellos se
describen a continuación.
- El segundo elemento central es el acto u omisión del sujeto pasivo. En este punto
existe una importante diferencia124 con la doctrina jurisprudencial correspondiente
118
Confirmado por la SAP Gerona de 22 de enero de 2015.
119
SSTS de 18 de septiembre de 1998, de 21 de octubre de 2004 y de 22 de octubre de 2009.
120
Representado por Rodríguez Devesa (1946), Bajo (1975) y Pérez Manzano (1998).
121
Tal como recoge la SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013.
122
SAP Burgos de 20 de noviembre de 1998.
123
SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013; además recuerda: “este elemento queda excluido
si la intención es la de resarcirse de perjuicios debidos, pues ello nos llevaría a una figura penal diferente
(realización arbitraria del propio derecho o coacciones).”
124
Señalada por la STS de 26 de abril de 2002.
84
al Código Penal anterior125, en el que se exigía la efectiva suscripción de una escritura
pública o documento. Sin embargo, para la actual normativa penal, la extorsión se
comete siempre que se emplee violencia o intimidación para obligar a otro a realizar
u omitir algún acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un
tercero, es decir, sin necesidad de que suscriba documento alguno, lo que permite
denominarle un delito de “resultado cortado”126. Se amplía así el radio de acción del
delito respecto del tipo penal del Código anterior (Gago, 1999; Cuenca, 2006b) y,
además, no se exige que el perjuicio llegue a producirse (Cuenca, 2006b; Hava,
2016).
125
Decreto 3096/1973, de 14 de septiembre, por el que se publica el Código Penal, texto refundido
conforme a la Ley 44/1971, de 15 de noviembre.
126
SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013.
127
Así lo expresan la STS de 29 de enero de 2002, la SAP Sevilla de 17 de abril de 2006 y la SAP La Rioja de
17 de octubre de 2016
128
En opinión de Varela (2004), la fuerza en las cosas en el delito de extorsión puede entenderse como
intimidación si es apta para generar un clima de temor, de esta forma se entendería incluida en el tipo y
se evitaría cierta impunidad.
85
Esto significa que, a efectos del núcleo de la infracción, el fin perseguido es imponer al
sujeto pasivo la realización de un acto dispositivo sobre su patrimonio, ya sea sobre la totalidad
o sobre una parte de este (Alfonso y Samaniego, 2011). Concretamente, en palabras de Muñoz
Cuesta (2004, p.2):
“El núcleo del delito se compone por la realización u omisión de un acto o negocio
jurídico, entendiéndose por acto jurídico toda manifestación de voluntad con relevancia jurídica
y por negocio la declaración de voluntad que crea y regula una relación jurídica, pudiendo
consistir en la suscripción de un documento en que se condone o reconozca una deuda o en el
no ejercicio sin más de una acción de reclamación de cantidad que como consecuencia de la
intimidación no se lleva a cabo, dejándola caducar”.
En el estudio que se presenta, esta finalidad toma especial relevancia debido a que la
víctima del delito objeto de estudio siempre va a estar vinculada a una empresa. Supone, por
tanto, el objetivo de analizar los actos o negocios jurídicos llevados a cabo (o no llevados a cabo)
por un empresario cuyo consentimiento está claramente afectado por los medios intimidatorios
de una organización criminal, que le exige realizar tales actos o negocios. En este escenario se
abre una amplia variedad de posibles actos o negocios jurídicos. Atendiendo a la tipología de
Monzini (1993), y como ya se ha adelantado en el epígrafe primero del presente capítulo, los
más comunes son:
86
- La extorsión laboral se suele limitar a la contratación de personas concretas,
normalmente integrantes de la organización, forzando al empresario a suscribir un
contrato laboral con personas que no desea incluir en su plantilla.
Ahora bien, en virtud de lo establecido en el artículo 1265 del Código Civil serán nulos
sus efectos siempre que se haya empleado violencia o intimidación para el consentimiento, por
lo que aquellos negocios y actos que sean resultado de un proceso extorsivo serán siempre nulos
(Varela, 2004; Quintero, 2016b; Vicente, 2016)129.
Como señala Díaz-Maroto (2017), la conducta condicionada sería ese mismo núcleo, es
decir, la finalidad de imponer la ejecución de un acto dispositivo sobre la totalidad o parte del
patrimonio de la víctima; mientras que la conducta condicionante es el elemento instrumental,
o sea, el empleo de violencia e intimidación.
129
En el presente estudio no se tratan las cuestiones fuera del ámbito penal, pero sin duda existen
importantes consecuencias civiles de los delitos contenidos en los procesos extorsivos a las empresas.
130
El Tribunal Supremo todavía define este tipo concreto de violencia con el siguiente tenor literal: “el
empleo de acometimiento o fuerza física sobre la persona mediante el cual se vence o evita su física
oposición o resistencia al apoderamiento perseguido” (STS de 30 de enero de 1999), “la acción de ímpetu
o fuerza que se realiza sobre una persona para vencer su resistencia natural a la desposesión de algo que
le pertenezca” (STS de 9 de abril de 1999), es decir, el empleo de fuerza física eficaz y suficiente para
vencer la resistencia de la víctima (STS de 23 de septiembre de 2002) o en otras palabras: “la violencia
supone el empleo de cualquier medio físico para doblegar la voluntad de la víctima” (STS de 4 de
septiembre de 2007).
131
Si bien el estudio de Sánchez Tomás (1999) en busca de un término unívoco de violencia es de gran
valor en la materia que se presente, su análisis supera los objetivos del presente apartado, que
87
Se infiere entonces que la violencia es entendida como una conducta social que debe
reprimirse y que consiste en “enfrentarse a la realización de los designios de otra persona” (Mir,
1977, p.276), pero este concepto tiene diferentes matices. En un principio el bien jurídico
protegido se consideraba como la libertad de obrar, posteriormente evolucionó hacia la libertad
de decisión, consistente en privar a una persona de su capacidad de actuar según su propia
voluntad sin emplear la tradicional fuerza física sobre ella, desarrollándose así lo que
tradicionalmente se denomina como “espiritualización” del concepto de violencia (Caruso,
2011, p.7; Cuerda, 2016a, p.164, entre otros), esta apreciación concretamente vinculada a la
extorsión ha sido señalada por autores como Octavio (1982) y Gómez-Tomillo (2015).
únicamente pretende abordar los términos generales del concepto, teniendo en cuenta que su valoración
en los delitos violentos ha ido evolucionando a lo largo de las últimas décadas.
132
La STS de 11 de noviembre de 2004 llega a señalar que la administración de un narcótico inmoviliza a
la víctima igual o más que las ataduras.
133
SSTS de 3 de octubre de 2002 y 2 de noviembre de 2004 y ATS de 29 de mayo de 2014.
134
En la jurisprudencia podemos encontrar definiciones muy similares, como: “el anuncio o conminación
de un mal inmediato, grave y posible, susceptible de inspirar temor en el interlocutor” (STS de 14
diciembre de 2001) que también “implica un sentimiento de temor o angustia ante la contingencia de un
daño real o imaginario” (ATS de 7 de julio de 2000).
88
Una definición algo más desarrollada se encuentra en la STS de 28 de junio de 2000:
“una coacción moral que se proyecta sobre la capacidad de decisión de la víctima, cuya voluntad
se doblega acomodándola a los deseos de quien la ejerce, mediante la amenaza injusta e ilícita
de un mal grave e inminente, de suerte que la conducta de la víctima se realiza no por el ejercicio
libre de su voluntad, sino por la coerción psicológica que soporta, que genera una inquietud
anímica apremiante y una aprensión racional o recelo, más o menos justificado”.
Además, la intimidación puede ser de dos tipos (por todos, Álvarez García, 2011b)137: a)
expresa, es decir, mediante el uso de palabras o hechos que expresen la amenaza del mal, b)
implícita, la que se produce a través de un comportamiento precedente a la toma o petición de
las cosas, cuyo propósito sea claramente deducible que consiste en causar un mal frente a la
resistencia de la víctima138.
135
Así lo admiten las SSTS de 30 de enero de 1999 y 22 de mayo de 1992.
136
La STS 15 de marzo de 2000 matiza: “existen muchas formas de conseguir un efecto intimidante sin
que para ello sea necesario que el agresor se valga de instrumentos que puedan suponer un peligro
añadido para la integridad física de la víctima o simplemente acentúen el efecto psicológico de
indefensión y desamparo”.
137
Según expone la STS de 23 de octubre de 2008.
138
La intimidación ambiental se tratará más adelante, en el punto 1.3 del presente capítulo.
139
Sin perjuicio de que, como señalan Robles y Pastor (2015), se castiguen por separado los actos de
violencia física que no queden absorbidos por la forma de proceder inherente a la constitución del injusto
de cada delito. Es decir, en los supuestos donde se ejerza mayor violencia de la necesaria para la comisión
del delito principal, esta podrá castigarse de forma independiente.
89
Para el análisis de los tipos penales en juego, se debe tener en cuenta que en muchos
negocios140 donde se trabaja de cara al público porque (por ejemplo, porque se dediquen a la
venta de un producto en un local) existe una importante exposición ante conductas violentas.
Como se puede extraer de la conducta típica del robo en su modalidad básica, los
elementos del tipo son: a) una acción de apoderamiento, b) de una cosa mueble, c) que la cosa
sea ajena, d) que el apoderamiento se realice sin consentimiento de la persona que pueda
disponer de la cosa conforme a la ley y e) que exista el ánimo de lucro por parte del sujeto activo.
140
Especialmente los más vulnerables al crimen organizado, como se ha expuesto en el apartado tercero
del primer capítulo de la presente tesis.
141
Este nuevo delito busca sancionar determinadas conductas que pretenden intimidar a la víctima, por
lo que existe una significativa vinculación con el elemento intimidatorio, aunque no se exijan para el tipo
los elementos de violencia ni intimidación, tal como se explica en el punto 1.2.f) de este mismo apartado.
90
De nuevo nos encontramos con una figura compleja y pluriofensiva ya que ataca, por un
lado, la libertad y, por otro lado, realiza un daño patrimonial (Soto Nieto, 2003; Vicente, 2004;
Mata y Vicente, 2010; Álvarez García, 2011b; Cuerda, 2016b). Además, los intereses tutelados
según las conductas ejercidas sobre la víctima pueden incluir la vida o la salud, tal como exponen
Mata y Martín (1995), Brandariz (2003) y Souto García (2017), aunque únicamente quedan
protegidos los ataques más básicos y leves (Robles, 2015).
Souto García (2017) explica que hay consenso en este punto, mientras que el debate se
centra en los bienes jurídicos protegidos, tratados de forma sucinta más adelante, en este
mismo apartado. Concretamente sobre el ánimo de dominio del delito básico de robo, Muñoz
Conde (2017) define el robo como un delito de enriquecimiento y de apoderamiento. Sobre este
tipo penal, Muñoz Clares (2003) indica que el patrimonio afectado consiste en un concepto
mixto económico-jurídico: se trata de un conjunto de bienes y derechos de contenido
patrimonial que se ponen a disposición de una persona bajo la tutela del derecho.
La conducta típica consiste en apoderarse de las cosas muebles ajenas, mientras que el
tipo específico objeto de análisis está recogido en el artículo 242143 del Código Penal, que exige
que se realice a través de uno de los dos medios comisivos: violencia o intimidación ejercida
contra las personas.
142
Así, por ejemplo, la STS de 30 de enero de 2013 señala que la infracción contra el patrimonio se produce
cuando “se alcanza la disponibilidad de las cosas sustraídas”, es decir, se entiende que hay delito de robo
con violencia o intimidación cuando se tiene “la disponibilidad de la cosa mueble, no su simple
apoderamiento”, como indica Muñoz Conde (2017, p.358), esta postura también es defendida por Cuerda
(2016b).
143
El artículo 242 del Código Penal tiene dos párrafos: “1. El culpable de robo con violencia o intimidación
en las personas será castigado con la pena de prisión de dos a cinco años, sin perjuicio de la que pudiera
corresponder a los actos de violencia física que realizase. 2. Cuando el robo se cometa en casa habitada,
edificio o local abiertos al público o en cualquiera de sus dependencias, se impondrá la pena de prisión de
tres años y seis meses a cinco años.”
91
Ahora bien, debe existir una relación instrumental entre la violencia o intimidación y la
sustracción, siendo este un requisito tradicionalmente aceptado para la tipificación del delito,
tal como se recoge en la STS de 13 de junio de 2000, y así afirman autores como Brandariz (2003),
Vicente (2004), Mata y Vicente (2010), Álvarez García (2011b), Sánchez Robert (2015) y Llobet
(2017c).
Existe un debate doctrinal acerca de los bienes jurídicos protegidos en el delito de robo
en torno al patrimonio, la propiedad y la posesión; aunque un análisis en profundidad supera
los objetivos del presente apartado, la falta de consenso debe al menos quedar reflejada citando
las posturas más significativas del estudio de Souto García (2017), que indica que la postura
mayoritaria entiende que el bien jurídico protegido es la propiedad sobre los bienes muebles,
equiparando dueño a propietario y asumiendo que la afectación de la posesión es un medio para
el fin principal, que es la lesión de la propiedad (en esta línea destacan Mata y Martín, 1995;
Pérez Manzano, 1998; Sánchez Moreno, 2004; Manzanares, 2010; Jaén Vallejo y Perrino Pérez,
2015); mientras que una opinión minoritaria defiende que el bien jurídico protegido es la
posesión, argumentando que el poseedor en ocasiones puede destipificar la conducta de
sustracción mediante su consentimiento (por ejemplo mediante el usufructo)
independientemente de que el poseedor deba rendir cuentas al propietario; iguala así el
concepto de dueño a la “aptitud de entregar la cosa” (Souto García, 2017, p.38 siguiendo a
García Arán, 1998, p.50), explicando que es difícil situarla solo en la titularidad del propietario o
del poseedor; postura también seguida por García Arán (1998), Brandariz (2003) y Andrés
Domínguez (2015).
Desde una perspectiva comprehensiva, Muñoz Clares (2003) afirma que la propiedad es
el bien jurídico ideal a proteger por el robo, y que, junto con la posesión, son estos los dos
derechos de procedencia civil principalmente protegidos; ahora bien, añade que en el plano real
también se protege el patrimonio.
92
específico están la posesión de la cosa mueble y la libertad; además de la integridad física o
salud144 (Robles, 2015).
Además, existe un tipo agravado cuando, por un lado, la intimidación o violencia se lleva
a cabo mediante empleo de armas u objetos peligrosos, y por otro, se ataque a quien trata de
auxiliar a la víctima o a los que le persiguieran145.
Sobre esta cuestión, se puede considerar que los instrumentos peligrosos y el ataque al
auxiliador son dos agravantes separados, o como Brandariz (2003) apunta, que el segundo
requiere también el uso del primero, es decir, que el ataque a los auxiliadores debe hacerse
mediante armas u objetos peligrosos. Llobet (2017c) aporta una tercera interpretación
intermedia146: que la concurrencia de armas u objetos peligrosos se exija en ambas modalidades
(tanto para el empleo de violencia o intimidación como para el ataque a quien auxiliare) tiene
un alcance diferente para cada caso. Los distintos términos empleados para cada uno marcarían
tal alcance: “hacer uso” implica la mera exhibición del arma, siempre y cuando esté conectada
con el desapoderamiento y se practique sobre el sujeto pasivo del delito de robo; mientras que
“atacar” hace referencia a un uso material del arma.147
En la materia que nos ocupa, vista la posible casuística en el primer apartado de este
capítulo, resulta de especial interés el subtipo de la comisión del delito en local abierto al
144
Tal como se ha especificado previamente, únicamente se protegen los ataques más básicos y leves.
145
Así se recoge en el segundo apartado de artículo 243 “cuando el delincuente hiciere uso de armas u
otros medios igualmente peligrosos, sea al cometer el delito o para proteger la huida, y cuando atacare a
los que acudiesen en auxilio de la víctima o a los que le persiguieren.”
146
Según indica, esta interpretación es seguida por los tribunales.
147
Cita a este respecto la SAP Barcelona de 10 de mayo de 2000.
93
público. Se trata de un supuesto agravado que no concreta si es aplicable sólo en horario de
apertura o también al resto del tiempo. Ahora bien, con base en el fundamento de la agravación,
parece lógico aplicarla en los casos en que el local se encuentre abierto o cuando el sujeto sepa
que hay personas dentro, aunque haya terminado el horario de apertura, como ocurre en la
doctrina sobre robo en las cosas (Llobet, 2017c).
Como puede apreciarse a partir de la lectura de los tipos penales de robo con violencia
e intimidación y extorsión, ambos coinciden en dos aspectos sustanciales: el empleo de violencia
o intimidación y el ánimo de lucro.
De la simple lectura de sus preceptos penales se deduce que el ánimo de lucro, es decir,
de obtener provecho o utilidad, está presente en los dos delitos, pero con matices: en la
extorsión sí distingue entre que el beneficio pueda ser propio o para un tercero, previsión que
no se hace para el robo.
Pues bien, existen grandes diferencias entre ambos tipos penales148. Así, en la extorsión
se requiere un acto de disposición patrimonial, elemento no necesario en el robo; además éste
último consiste en un ataque patrimonial que solo puede recaer sobre una cosa mueble;
mientras que la extorsión se puede proyectar sobre cualquier aspecto patrimonial (Gago, 1999;
Varela, 2004; Gómez Tomillo, 2015; Díaz-Maroto, 2017; Muñoz Conde, 2017). El tipo penal de
extorsión es aplicable, por tanto, a situaciones de impago de deudas en las que se exija la
transmisión de la propiedad de un inmueble del deudor, no así en el delito de robo.
148
En esta línea también afirma Gago (1999) que los medios comisivos (violencia e intimidación) son
prácticamente su único punto en común.
149
SAP Santa Cruz de Tenerife de 9 de enero de 2013.
94
la inmediatez de la comisión en el delito de robo en contraste con el proceso algo más extenso
en el tiempo en el delito de una extorsión.
Para clarificar esa diferencia, resultan de gran ayuda los tres ejemplos de la extorsión y
no del robo aportados por la jurisprudencia, que expone Llobet (2017c): a) la intimidación con
arma blanca a un notario al que obligó a extender un talón bancario contra su cuenta corriente
(STS de 15 de noviembre de 1994); b) la violencia ejercida sobre una persona a la que obligó a
pagar, redactar y firmar un papel en el que cedía sus derechos sobre un coche, y a quien, tras
exigirle la cartera para comprobar el DNI y tomar a cuenta 90 euros, le trasladó para recoger el
vehículo cedido y sustraerle las llaves y la documentación del mismo (STS de 18 de noviembre
de 1998) y c) la violencia ejercida sobre una prostituta para que hiciera un pago a cambio de
permitirle ejercer su actividad (STS de 20 de octubre de 2010). En todos los casos el eje de la
conducta típica es el acto o negocio jurídico que se lleva a cabo como consecuencia de la
violencia o la intimidación ejercidas contra la víctima; mientras que cuando una persona se
identifica como miembro de una organización criminal y exige a la víctima que abra la caja
registradora para sustraer dinero150, se trata de un robo puesto que el objetivo es apoderarse
de la cosa pretendida.
150
En el contexto de un proceso extorsivo el sujeto activo lo puede interpretar como parte del pago
obligado.
95
amenazas se hicieren por escrito, por teléfono o por cualquier medio de comunicación o de
reproducción, o en nombre de entidades o grupos reales o supuestos.”
Se trata del primero de los tres preceptos que regulan las amenazas en el Código Penal,
que exige que el mal sea constitutivo de uno o varios de los delitos enumerados, lo que debe
interpretarse bajo el principio de “numerus clausus”. El segundo precepto se centra en las
amenazas dirigidas contra un colectivo (artículo 170) y el tercero y último, recoge tanto las
amenazas de un mal no constitutivo de delito como las amenazas leves en el ámbito de la
violencia doméstica y de género (artículo 171).
En este contexto, la conducta típica que resulta de interés para el presente análisis es la
amenaza condicional, cuando el cumplimiento del mal depende de una condición, ya sea con un
mal constitutivo de delito como, por ejemplo, amenazar a un empresario con matar a su
familia153, ya sea con un mal no constitutivo de delito como, por ejemplo, cuando una
organización criminal amenaza a un inmigrante irregular con denunciar su situación ante la
151
En contraposición a los delitos de resultado, que exigirían la consecución de los objetivos del autor:
ejercer la suficiente presión sobre la víctima como para perturbar su situación de tranquilidad.
152
En contraposición a los delitos de lesión, que requiere la efectiva lesión del bien jurídico, en este caso
la libertad de la persona y la tranquilidad. Basta con la idoneidad de la amenaza que pretenda llegar a la
perturbación del ánimo del sujeto pasivo, por ello quedan fuera del tipo las amenazas de males genéricos
o que no dependan de la voluntad del sujeto activo, tales como “que te parta un rayo”.
153
Si no cumple sus exigencias de pago o de consumo gratuito en el negocio de la víctima.
96
policía154.
Por último, el tipo penal requiere un dolo157 específico por parte del sujeto activo, que
pretenda ejercer presión sobre la víctima y perturbar así su tranquilidad, e indubitado, es decir,
que parta de un plan premeditado158. Este propósito debe ser persistente y creíble159 y se
extraerá de las expresiones proferidas, así como de su forma y momento en el ámbito de las
relaciones entre autor y víctima (STS de 1 de julio de 2008); ahora bien, la efectiva voluntad de
154
Si no comparte los beneficios de su puesto callejero o si no cierra su local ubicado en la zona de control
de la organización.
155
SSTS de 12 de junio de 2000, de 14 de julio de 2011, de 22 de septiembre de 2011, y de 8 de marzo de
2012; así como las SSTS de 2 de febrero de 1981, de 13 de diciembre de 1982, de 30 de abril de 1985, y
de 2 de diciembre de 1992, citadas en la SAP Albacete de 22 de abril de 2014.
156
Así los señala la STS de 15 de octubre de 2009: “que concurran circunstancias concomitantes y
circundantes a los hechos que permitan valorar la emisión y recepción del anuncio de un mal como de
entidad suficiente para merecer la repulsa social y servir de soporte al juicio de antijuridicidad”
157
Según la STS de 4 de mayo de 2005 “consiste en actuar con el conocimiento de que concurren los
elementos objetivos del tipo de delito de que se trate.”
158
O como señala Llobet (2017, p.892): “con un ánimo intimidatorio evidente para la víctima”.
159
Tal como se cita en la STS de 15 de octubre de 2009: “que en el agente no sólo se dé el elemento
subjetivo general de la conciencia y voluntariedad del acto, en el que pueda asentarse el reproche de
culpabilidad, sino también que la expresión del propósito sea persistente y creíble, que es lo que integra
el delito distinguiéndolo de otras contravenciones afines”.
97
cumplir la amenaza es totalmente ajena al contenido del dolo (Quintero, 2016a).
Una vez más, la importancia del entorno resulta significativa, pues estamos analizando
lo que sucede cuando un extorsionador es miembro de una organización y así se identifica, o
cuando ya ha habido otras formas de aproximación a la víctima, esto es, durante la primera fase
del proceso extorsivo, denominada intimidación160 en el estudio de la Spina et al. (2014). Así, un
primer delito de daños a un local y un segundo contacto a través de amenazas condicionadas
suponen el acercamiento tradicional de algunas organizaciones criminales a negocios ubicados
en una zona de control. El mal contenido en las amenazas condicionales dentro de los procesos
extorsivos suele estar dirigida a provocar la muerte de la víctima o de sus familiares. Esta es la
fórmula más sencilla pues, bajo tal anuncio, los extorsionadores pueden lograr cualquiera de los
objetivos de la organización: un pago periódico, una obligada provisión de bienes, el
cumplimiento de obligaciones, la contratación de suministros con proveedores específicos, la no
apertura de un negocio o la contratación de alguno de sus integrantes.
Existe sin duda una especial vinculación entre el delito de extorsión y el de amenazas
condicionadas161 dado que la intimidación, como uno de los medios comisivos de la extorsión,
es en sí una amenaza, condicionada por el hecho de obtener a cambio el requisito de que se
realice u omita un negocio jurídico.
Las amenazas condicionales se diferencian claramente del robo en que este último es
un delito de apoderamiento que afecta a la propiedad o el patrimonio, no así las amenazas;
también se distinguen en la inmediatez162 de la comisión de la entrega, como señalan Muñoz
Cuesta (2004), Varela (2004) y Díaz-Maroto (2017). Sin embargo, esta diferencia se hace más
sutil en la extorsión (Llobet, 2017b): cuando se exige la realización u omisión de un acto o
negocio jurídico de forma más inmediata se trata de una extorsión, mientras que, si la exigencia
se relega a un momento posterior, nos podríamos encontrar, al menos de modo indiciario, ante
unas amenazas; ahora bien, no se trata de una regla matemática y se debe tener en cuenta el
160
Las fases de los procesos extorsivos se exponen en el apartado segundo del primer capítulo de la
presente tesis.
161
Tipificadas en los artículos 169 y siguientes del Código Penal.
162
Así se afirma en la jurisprudencia “en el delito de amenazas condicionales lucrativas para obtener el
desplazamiento patrimonial o lograr que la víctima haga entrega de lo que se le pide se le amenaza con
un mal más o menos próximo, pero siempre futuro, mientras que en el robo se amenaza con un mal
inmediato” (SSTS de 27 de octubre de 1982 y de 13 de junio de 1989).
98
caso concreto.
1.2. d) Coacciones
Las coacciones están recogidas en el artículo 172.1. Código Penal: “el que, sin estar
legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe, o le
compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la pena de prisión
de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de
los medios empleados”.
Las coacciones hacen referencia a “una acción violenta que impide a una persona hacer
lo que la ley no prohíbe”164, donde la orientación de la fuerza no se centra en el ánimo de lucro,
163
Según el cual “el precepto especial se aplicará con preferencia al general”.
164
STS de 18 de mayo de 2001.
99
más propio de delitos contra la propiedad como el robo, sino en la libertad de las personas. Tal
como explica la STS de 5 de julio de 2007, el delito de coacciones requiere cinco elementos:
a) una conducta violenta de contenido material, como vis física, ejercida sobre el sujeto
pasivo, ya sea de modo directo o de modo indirecto;
c) intensidad suficiente de la acción como para originar el resultado que se busca, pues
de carecer de tal intensidad, se podría dar lugar a la falta165;
e) que el acto sea ilícito -sin estar legítimamente autorizado- que será examinado desde
la normativa exigida en la actividad que la regula.
Como se puede apreciar en su descripción, se trata de un delito que protege los ataques
contra la libertad de actuación personal no contenidos en otros artículos del Código Penal,
siendo su bien jurídico protegido la libertad en general (Muñoz Conde, 2010; Sánchez Tomás,
165
Hay que señalar que desde 2015 desaparecen las faltas del Código Penal, resultando de aplicación los
delitos leves.
100
2011; Cuerda, 2016a). Aunque como Mir (1977) y Corcoy (2001) matizan, el delito de coacciones
protege la libertad de obrar según una decisión previamente adoptada.
Ahora bien, la STS de 11 de julio de 2001 expone como ejemplos de medios la fuerza en
las cosas siempre que afecten a la libertad de obrar o a la capacidad de actuar de la víctima, se
trata de criterios que generaron cierta polémica hace tiempo debido al ya mencionado proceso
de “espiritualización” de la violencia172. Aquí se incluirían conductas como: arrancar una puerta
o cambiar una cerradura de un camión a un conductor que no quiere sumarse a una huelga,
cuestión que afecta a la extorsión laboral expuesta en el primer apartado del presente capítulo.
166
En virtud de lo previsto en el segundo párrafo del artículo 172.1: “Cuando la coacción ejercida tuviera
como objeto impedir el ejercicio de un derecho fundamental se le impondrán las penas en su mitad
superior, salvo que el hecho tuviera señalada mayor pena en otro precepto de este Código.”
167
Analizados en el siguiente punto 1.2.e) del presente apartado.
168
Que pudieran ser aplicables en las extorsiones monopolísticas cuando afecten a tales derechos, aunque
no se haya detectado todavía ningún caso similar en España.
169
Que señala: “1. Serán castigados con las penas de prisión de seis meses a dos años o multa de seis a
doce meses los que, mediante engaño o abuso de situación de necesidad, impidieren o limitaren el ejercicio
de la libertad sindical o el derecho de huelga.
2. Si las conductas reseñadas en el apartado anterior se llevaren a cabo con coacciones serán castigadas
con la pena de prisión de un año y nueve meses hasta tres años o con la pena de multa de dieciocho meses
a veinticuatro meses.
3. Quienes actuando en grupo o individualmente, pero de acuerdo con otros, coaccionen a otras personas
a iniciar o continuar una huelga, serán castigados con la pena de prisión de un año y nueve meses hasta
tres años o con la pena de multa de dieciocho meses a veinticuatro meses”
170
Del artículo 510 y siguientes.
171
Del artículo 529 y siguientes.
172
En el comentario tercero del apartado 1.2.a) del presente capítulo.
101
de conductas extorsivas. Así, cuando las pretensiones de una organización criminal se orientan
al cobro de deudas en las extorsiones por protección o a la contratación de proveedores
específicos resultaría aplicable la modalidad de compeler cuando buscan la extorsión
monopolística. En el caso de que las pretensiones de la organización criminal se orienten al cierre
de un local en una zona concreta para lograr el control monopolístico, la modalidad aplicable es
la de impedir.
En ambos delitos subyace una “compulsión directa para que otro haga o deje de hacer
algo” (Varela, 2004, p.391), pero la extorsión tiene una posición preferente frente a los delitos
de coacciones y amenazas condicionales lucrativas debido a su especialidad (Gómez Tomillo,
2015).
Así, Muñoz Cuesta (2004) afirma que el delito de extorsión es sumamente más específico
en su contenido, siendo por tanto las coacciones una conducta básica a través de la que se obliga
o impide a alguien hacer lo que no quiere.
173
Lo mismo cabe decir de las amenazas condicionadas en relación con la intimidación, aunque en
palabras de Muñoz Conde (2017) muchas veces sea imposible distinguir las coacciones de las amenazas
condicionales.
102
Ahora bien, esa libertad de obrar que protege el delito de coacciones es de tipo genérico,
pero cuando lo que se pretende salvaguardar es concretamente la libertad deambulatoria son
aplicables los delitos de detenciones ilegales174, que se exponen a continuación175.
El delito básico de detenciones está recogido en el artículo 163 del Código Penal, que
señala “el particular que encerrare o detuviere a otro, privándole de su libertad, será castigado
con la pena de prisión de cuatro a seis años”.
174
También lo indica así la STS de 18 de febrero de 2016: “por lo que hace a la detención ilegal y a las
coacciones es cierto que genéricamente preservan el mismo bien jurídico que no es otro que la libertad
de la persona. Por ello cuando se trata de diferenciar ambos tipos la jurisprudencia ha considerado que
se hallan en relación de género (coacciones) y especie (detención ilegal) de forma que el primero responde
al principio de subsidiariedad y solo entrará en juego cuando no concurra otro tipo aplicable de mayor
gravedad o por razón de su especialidad.”
175
Así, explica Ragués (2003, p. 1) que “comete (detenciones ilegales) quien encierra o detiene a otra
persona privándola de su libertad, siendo autor (de un delito de coacciones) aquel que, sin estar
legítimamente autorizado, impide a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe o le compele a
efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto”.
103
Se trata de un delito en el que un sujeto activo dolosamente limita la deambulación de
otro, el sujeto pasivo, que anímicamente se ve constreñido en contra de su voluntad, y con una
duración determinada como factor determinante de esa privación de libertad (Sanz Delgado,
2006a).
Las conductas típicas se presentan a través de dos verbos nucleares: a) encerrar, lo que
supone obligar a alguien a permanecer en un lugar cerrado concreto, y b) detener, que implica
impedir que alguien se mueva en un espacio abierto contra su libertad; así lo exponen Rebollo
(2011); Ragués (2015), González Cussac (2016a), Quintero (2016a), Llobet (2017a); entre otros;
y la STS de 20 de marzo de 2012, entre otras.
La privación de libertad no requiere medios comisivos concretos, por lo pueden ser más
diversos que en los preceptos vistos anteriormente; ahora bien, el método más frecuente es el
uso de la fuerza o la violencia, aunque también son admisibles los medios intimidatorios y los
procedimientos engañosos, como recuerdan Ragués (2015), González Cussac (2016a) y Llobet
(2017a)177.
176
Que indica: “la autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la ley, y sin mediar
causa por delito, cometiere alguno de los hechos descritos en este Capítulo será castigado con las penas
respectivamente previstas en éstos, en su mitad superior, pudiéndose llegar hasta la superior en grado”;
aunque en el segundo apartado del mismo artículo indica que basta con que haya dado su “autorización,
apoyo o aquiescencia”.
177
Para tales supuestos señala como ejemplo las SSTS de 8 de julio de 2003, de 20 de diciembre de 2004
y de 8 de octubre de 1992, respectivamente.
178
Apoyándose en jurisprudencia con las SSTS de 1 de octubre de 2009 y de 8 de octubre de 2007.
179
Como señala el Tribunal Supremo con la STS de 28 de enero de 2005.
104
cuando pierde su libertad, no termina hasta que la privación llega a su fin (Ragués, 2015;
González Cussac, 2016a).
Así, Mirat (2001) indica que un simple forcejeo no constituirá una detención por la
escasa duración temporal, aunque tampoco tiene obligatoriamente que constituir un tipo de
coacciones; se trata simplemente de una conducta atípica. En estos casos no se produce una
aprobación social de la conducta sino sólo una relativa tolerancia de esta dada su escasa
gravedad, el principio de insignificancia excluiría la presencia del tipo penal.
Este delito incluye supuestos en los que se recluye a una persona en un lugar cerrado,
como apunta la STS de 6 de abril de 2009. La citada sentencia contempla como detención ilegal
180
Recogido en el artículo 163.2 del Código penal: “si el culpable diera libertad al encerrado o detenido
dentro de los tres primeros días de su detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto, se
impondrá la pena inferior en grado.”
181
En el artículo 163.3 del citado texto penal: “se impondrá la pena de prisión de cinco a ocho años si el
encierro o detención ha durado más de quince días.”
105
el caso en el que se encierra a una persona en una vivienda aun teniendo libertad de movimiento
en su interior.
Este supuesto es extrapolable a los casos de extorsión donde se obliga a una persona a
permanecer en el local comercial sin salir del mismo, como ocurre cuando una organización
criminal exige el consumo gratuito de productos en un negocio de restauración y mientras tanto
no se permite abandonar el local a la persona que está sirviendo la comida y la bebida.
El artículo 164 del Código Penal sanciona el delito de secuestro: “el secuestro de una
persona exigiendo alguna condición para ponerla en libertad, será castigado con la pena de
prisión de seis a diez años. Si en el secuestro se hubiera dado la circunstancia del artículo 163.3,
se impondrá la pena superior en grado, y la inferior en grado si se dieren las condiciones del
artículo 163.2.”
Ahora bien, esta condición ha de ser un requisito para la puesta en libertad183 y aunque
éste suele reclamarse a un tercero, en ocasiones puede recaer sobre la víctima de secuestro184.
Así ocurrió en los hechos recogidos en la STS de 13 de abril de 2010, y expuestos por Llobet
(2017c) que explican cómo se detuvo a una persona con el propósito de cobrar una deuda bajo
la amenaza de no dejarla en libertad hasta que fuera saldada. Por tanto, si bien en el supuesto
182
Tal como citan las STS 27 de diciembre de 2004 y 26 de diciembre de 2008: “de un lado, la privación de
libertad, encerrando o deteniendo a otro, (…). De otro, la exigencia de una condición para ponerla en
libertad”.
183
Quedan por tanto fuera los supuestos en los que a pesar de pagar lo solicitado, la detención continúa
en el tiempo y posteriormente la víctima se escapa (STS de 26 de diciembre de 2008).
184
La jurisprudencia (STS 9 de marzo de 1991 y STS 26 de noviembre de 2001) ha entendido que la
exigencia puede hacerse al mismo detenido o a un tercero.
106
de que se reclame un pago para la liberación del sujeto pasivo, el Tribunal Supremo señala que
requiere que el rescate se exija a una tercera persona, y puntualiza que “de exigirse el rescate al
mismo detenido, el hecho constituiría una modalidad del delito de robo”185, ello no excluiría un
posible concurso entre el delito de robo y el de detención ilegal.
En realidad, lo que se exige para cumplir el tipo es que la condición haga referencia a
una actividad externa al sujeto privado de libertad: un comportamiento de terceras personas
que se reclama para dar libertad a la víctima detenida. Llobet (2017c) clarifica esta
puntualización con un claro ejemplo: el caso en el que se priva de libertad a una persona con el
propósito de que proporcione una determinada información, al no presentar condición de
actividad externa alguna, se trata de una detención ilegal y no de un secuestro186 (STS de 11 de
marzo de 1999).
En relación con otras cuestiones relativas al delito de secuestro, hay que señalar que se
considera consumado una vez se ha privado de libertad al sujeto pasivo y se ha hecho saber la
condición a quien deba cumplirla187, no siendo necesario su cumplimiento (Rebollo, 2011;
Llobet, 2017c). Así lo indica la STS de 11 de marzo de 1999 cuando afirma que: “detener a una
persona para conseguir un objetivo no se identifica exactamente con exigir el logro de ese
objetivo a cambio de la liberación de aquélla” 188.
Una vez presentadas las diferencias entre ambos tipos penales, hay que poner de relieve
que detención ilegal y secuestro también presentan elementos comunes, además de los verbos
nucleares que comparten detener o encerrar; estos elementos son: a) los supuestos agravados,
185
STS de 5 de marzo de 1999.
186
Es decir, será aplicable el artículo 163 y no el 164 del Código Penal.
187
Llobet (2017) hace referencia a la STS de 8 de noviembre de 2006.
188
Como se señala en las STS de 10 de noviembre de 2004 y de 2 de diciembre de 2004: “en definitiva
para el tipo de secuestro es preciso que se prive de libertad y que se advierta por los autores al sujeto
pasivo, o a otras personas, que la recuperación de la libertad de aquél depende del cumplimiento de la
condición impuesta”.
107
como la simulación de autoridad o función públicas y la minoría de edad o incapacidad de la
víctima; b) la desaparición forzada de personas189, c) la comisión por un funcionario público en
el ejercicio de sus funciones y d) la punibilidad de los actos preparatorios.
Además, ambos delitos son dolosos (González Cussac, 2016a) tal como afirma la STS de
6 de mayo de 2005 “en cuanto al delito de detención ilegal el dolo exigible consiste simplemente
en la plena conciencia de la ilicitud del acto, siendo irrelevantes los motivos; basta que el
acusado tenga una idea clara de la ilicitud de su conducta, no es preciso un propósito específico
ni una finalidad concreta”.
En definitiva, tal como señala la STS de 4 de mayo de 2005: “en este delito de detención
ilegal el sujeto activo ha de saber que con su conducta está encerrando o deteniendo a una
persona física (autoría) o induciendo o auxiliando al autor en tal encierro o detención
(participación a título de inductor o de cooperador necesario o de cómplice)”.
En un robo con violencia o intimidación siempre se atenta contra la libertad, pero esto
ya está considerado en la propia violencia, que en realidad constituiría unas coacciones, o en la
intimidación, que en realidad constituiría unas amenazas. En el momento en el que el robo tenga
una duración determinada, el atentado contra la libertad del sujeto pasivo excede de lo incluido
en la violencia o la intimidación y se puede considerar, además, una detención ilegal191. En este
último tipo penal, la privación de libertad no queda limitada al tiempo estrictamente necesario
189
Esto es, que no dé razón del paradero del sujeto activo.
190
SAP de Madrid de 21 de diciembre de 2000.
191
Del artículo 163.1. del Código Penal: “el particular que encerrare o detuviere a otro, privándole de su
libertad, será castigado con la pena de prisión de cuatro a seis años”.
108
para efectuar el despojo como ocurre en el robo192. Este sentido se entiende que, si se incluyeran
los elementos del tipo, podría considerarse como delito de extorsión193.
La duración del delito es una cuestión significativa en su diferenciación con otras figuras
penales. Así, nos encontramos ante un delito de detenciones ilegales y no de robo con violencia
o intimidación, cuando el tiempo de privación de libertad de la víctima “excede del que fue
preciso para efectuar la sustracción”.194 La simple inmovilización de corta duración podría
situarnos ante un delito de coacciones, especialmente si se emplea violencia (como señala la STS
de 22 de diciembre de 2009), en cambio, si entran en juego unas detenciones ilegales el
problema habría de resolverse mediante un concurso de delitos195.
La libertad deambulatoria que protege el delito de detención ilegal es más concreta que
la libertad genérica que protegen las coacciones, como ya se ha comentado previamente, como
pone de manifiesto la STS de 26 de marzo de 2006 cuando diferencia ambos tipos penales: “el
delito de detención ilegal desplaza al de coacciones, siempre que la forma comisiva,
representada por los verbos detener o encerrar, afecte no solo a la genérica libertad de hacer o
no hacer sino al específico derecho, incluido naturalmente en aquella libertad, de moverse y
deambular seguir a la persona que le plazca, a lo que se suele incorporar, no sin reservas, un
cierto factor temporal porque la restricción de la facultad deambulatoria, para que integre el
delito de detención ilegal, ha de tener una mínima duración.” Además, a diferencia de las
coacciones, para la concurrencia de la detención ilegal la privación de libertad debe tener una
duración mínima (Corcoy, 2001), como ya se ha comentado respecto de otros tipos penales.
192
STS de 20 de abril de 2002.
193
Resulta de interés mencionar que los “traslados de agresor y víctima hasta un cajero bancario” son
considerados por la jurisprudencia como pérdida de libertad momentánea propia del delito de robo, como
señalan las SSTS 17 de diciembre de 1997 y 11 de septiembre de 1998.
194
Así se recoge en la jurisprudencia apuntada por Escuchuri (2004): SSTS de 11 de abril de 2000, de 23
de junio de 2000, de 22 de noviembre de 2000; de 27 de febrero de 2002 y de 23 de enero de 2003, entre
otras.
195
La STS de 1 de marzo de 1994 matiza: “la especificidad típica de la detención ilegal exige encerrar o
detener a otro privándole de su libertad, detención o inmovilización que puede ser más o menos
duradera, y que puede abarcar también el supuesto en el que se obliga al sujeto pasivo a trasladarse a un
determinado lugar, o de un lugar a otro, pues en este caso se le está impidiendo realmente trasladarse
desde donde se encuentra hasta donde querría encontrase”.
109
del lucro196. Ahora bien, cuando la duración de esa privación de libertad es excesiva, se puede
considerar que concurre un delito de detención ilegal, y entraría en régimen de concurso
ideal197, es decir, se pueden dar los dos delitos simultáneamente.
Además, cabe recordar lo señalado por Quintero Olivares (2016a) sobre el delito de
secuestro, cuando indica que se trata de un ataque a la libertad exigiendo una condición como
pago del rescate, por lo tanto, es una modalidad compleja que combina una detención ilegal y
una amenaza condicional: no liberar al secuestrado si no se cumple la condición exigida; pero si
el destinatario de la petición de cumplimiento de condiciones fuera la víctima y estas
consistieran en un negocio jurídico, podría ser aplicable el delito de extorsión.
Como se ha ido enumerando en estos últimos cuatro apartados, existen delitos que
comparten ciertas características esenciales, como son los que se han analizado hasta aquí: la
extorsión, el robo con violencia o intimidación, las amenazas condicionales, las detenciones
ilegales y el secuestro. Pero en el marco del estudio jurídico de los procesos extorsivos, se han
identificado otros dos delitos que, si bien no comparten características esenciales con aquellos
que obliguen a distinguir los matices que diferencian a estas figuras de la extorsión, lo cierto es
que subyacen en estos procesos de forma relevante. Estos tipos penales son muy distintos: por
un lado, se encuentran el acoso, dentro de los delitos contra la libertad y por otro, la realización
arbitraria del propio derecho, dentro de los delitos contra la Administración de Justicia. Ambos
serán analizados a continuación.
1.2. f) Acoso
El tipo penal de acoso está recogido en el artículo 172ter del Código Penal: “será
castigado con la pena de prisión de tres meses a dos años o multa de seis a veinticuatro meses
el que acose a una persona llevando a cabo de forma insistente y reiterada, y sin estar
legítimamente autorizado, alguna de las conductas siguientes y, de este modo, altere
gravemente el desarrollo de su vida cotidiana:
196
Como un gran número de sentencias señalan, haciendo especial referencia al robo con violencia: SSTS
de 9 de mayo de 1996, de 23 de mayo de 1996, de 17 de diciembre de 1997, de 6 de julio de 1998 y de 11
de septiembre de 1998, citadas en la SAP Albacete de 22 de abril de 2014.
197
Siguiendo lo expuesto en la SAP Burgos de 30 de noviembre de 2000, “se superponen las acciones
propias de la privación de libertad con las generadoras del atentado contra la propiedad, de tal manera
que se puede afirmar que hay un solo hecho”, respetando el artículo 77 del Código Penal.
110
2.ª Establezca o intente establecer contacto con ella a través de cualquier medio de
comunicación, o por medio de terceras personas.
3.ª Mediante el uso indebido de sus datos personales, adquiera productos o mercancías,
o contrate servicios, o haga que terceras personas se pongan en contacto con ella.
198
Por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal.
199
Ratificado por España, este Convenio del Consejo de Europa sobre Prevención contra la violencia,
contra las mujeres y contra la violencia doméstica recoge en su artículo 34: “las Partes adoptarán las
medidas legislativas o de otro tipo necesarias para tipificar como delito el hecho, cuando se cometa
intencionadamente, de adoptar, en varias ocasiones, un comportamiento amenazador contra otra
persona que lleve a esta a temer por su seguridad.”
200
El acoso predatorio es, como expone Villacampa (2010) en su completa revisión, un complejo
fenómeno que ha suscitado un gran debate en cuanto a su definición, pero con tres elementos comunes
que comparte la comunidad científica: a) que consiste en un patrón de conducta insidioso y disruptivo,
pudiendo llegar a denominarse obsesivo, b) que no debe contar con la anuencia de la víctima y c) que la
comunicación o aproximación asfixiante no querida sea susceptible de generar algún tipo de repercusión.
Menos consensuado es si este tercer elemento debe consistir en la sensación de desasosiego o temor, o
si debe interrumpir en la vida privada de la víctima, debate interesante pero que supera los objetivos del
presente capítulo.
201
SAP Madrid de 27 de diciembre de 2016 y SAP Burgos de 27 de abril de 2017.
111
configuración de este delito como tipo mixto alternativo202, con una conducta típica que
requiere la insistencia y reiteración de los comportamientos de acoso y hostigamiento, y un
resultado directamente atribuible a tales comportamientos: la alteración grave del desarrollo
de la vida cotidiana de la víctima. Es decir, no es suficiente que el sujeto pasivo vea afectado su
sentimiento de seguridad, sino que además su comportamiento habitual debe verse alterado
como consecuencia de las conductas reiterativas de quien no está autorizado a realizarlas.
Se describen en el tipo diversas formas de acoso (Ragués, 2015; García Del Blanco,
2017a) como son:
202
También en García del Blanco (2017a).
112
Esta forma de acoso consiste, por ejemplo, en la adquisición online de productos a
nombre de la víctima aportando su nombre, apellidos y dirección para que, se le realice
la entrega en su domicilio o tenga que ir a la Oficina de Correos a comprobar el envío, o
suscribirla a determinadas publicaciones, etc. La molestia puede derivar de la propia
constancia de la puesta en contacto por parte del sujeto activo, como puede ocurrir con
la entrega reiterada de un ramo de flores, o de las características del propio producto,
por ejemplo, mediante la suscripción a una revista pornográfica.
Ahora bien, resultaría enormemente difícil realizar una enumeración exhaustiva de las
conductas específicas perseguibles y hasta imposible llegar a establecer un numerus clausus
(Vargas, 2017). Consecuentemente, existen numerosos comportamientos que pueden encajar
en el tipo, y lo cierto es que, aunque la figura se encuentra bien delimitada en su precepto, una
formulación tan abierta puede generar una inseguridad jurídica contraria a los principios de
legalidad y taxatividad, así lo defiende Vargas (2017) temiendo además que este artículo pueda
aplicarse a conductas que no presenten entidad suficiente, lo que supondría una confrontación
con el principio de intervención mínima del Derecho penal; por tanto, la concreción de las
conductas contenidas en este tipo será desarrollada por la jurisprudencia. Lo que sí existe es una
especial protección mediante los tipos agravados cuando la víctima es una persona
203
El autor pone de ejemplo el conocido Cobrador del Frac, un servicio especializado en cobro de morosos.
113
especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o situación.
La primera vez que se aplicó este delito fue en el Juzgado de Instrucción nº 3 de Tudela
mediante la sentencia de 23 de marzo de 2016, que exigía la existencia para la concurrencia del
delito una “una estrategia sistemática de persecución con acciones insistentes y reiteradas que
alteren gravemente la vida cotidiana del sujeto pasivo”, apuntando como bienes jurídicos
protegidos “la libertad y sentimiento de seguridad, sosiego y tranquilidad”204 vulnerados
mediante la reiteración de llamadas telefónicas y mensajes. Concretamente, en los hechos
probados se recoge que “a raíz de conocer a la denunciante por la pérdida y recuperación de un
perro de su propiedad, comienza a hacer llamadas al teléfono de esta, mensajes de WhatsApp
escritos y de audio, le remite fotografías y finalmente comienza a remitirle mensaje de
contenido sexual, alterando la normal vida de la denunciante.” Estas conductas pueden
compartir características con los procesos extorsivos donde, ante el impago de deudas o la
negación de la víctima frente a determinadas condiciones contractuales, se persigue a la misma
de manera sistemática tratando de someter su voluntad.
Las conductas que están recogidas en el tipo penal deben llevarse a cabo de manera
insistente y reiterada; además los actos que componen la conducta criminal no tienen por qué
ser ilegales o dañosos en sí mismos: tal es el caso de quien se limita a seguir y observar a la
víctima en espacios públicos (Gómez Rivero, 2011), como puede ser su propio negocio. Estas
conductas han sido identificadas en casos de extorsiones monopolísticas, cuando los miembros
de una organización criminal solicitan a un empresario del sector de la restauración, por
ejemplo, que contrate los servicios de suministro de bebidas alcohólicas con una empresa afín
a la organización y de forma insistente, sin llegar a ejercer violencia ni intimidación, realizan
comportamientos de seguimiento y observación del dueño del negocio en su propio local.
Tampoco las coacciones podrían considerarse el tipo adecuado para responder a esta
clase de conductas cuando las mismas no requieren violencia como medio comisivo; aunque la
interpretación que efectúa la jurisprudencia de los medios comisivos de la coacción permite que
204
Se trata de conductas de llamadas y mensajería instantánea al móvil de la víctima.
114
el mismo tipo se aplique como cláusula de cierre en el sistema que ha permitido castigar
supuestos de hostigamiento que ahora han sido expresamente incluidos en el artículo 172 ter
del Código Penal.
Cabe señalar, como Villacampa (2016) recuerda, que este delito se enmarca en un
proceso de incriminación de distintas conductas de acoso a lo largo de los últimos años. Así,
antes de 2010, la única conducta de acoso recogida era el delito de acoso sexual205, tras la
reforma del Código Penal del año 2010206 se incluyeron dos formas de acoso: el laboral y el
inmobiliario207; hasta llegar al actual delito de stalking208.
Como señala Quintero (2016c), es un tipo penal que abarca diferentes formas
violentas209 de recurrir a las vías de hecho para satisfacer un derecho, vinculado al
quebrantamiento del monopolio estatal sobre el uso de las formas coercitivas en el pago de lo
debido (Cobo y Sánchez-Vera, 2002; Gili, 2010, Benlloch, 2015; Orts, 2016); en palabras de
García Rivas (2011, p.930) es “la prohibición dirigida al particular de tomarse la justicia por su
mano”.
Cabe pensar que se trata de un delito pluriofensivo (Hidalgo, 1999; Gili, 2010; Cancio,
2017b), ya que por una parte, es un delito contra la Administración de Justicia, pues, aunque no
afecta de forma directa a su funcionamiento, lo cierto es que no se está respetando la
205
Del artículo 184 de Código Penal.
206
Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio.
207
Ambos dentro de los delitos contra la integridad moral en los artículos 173.1 párrafos 2º y 3º; y la
incriminación expresa del acoso inmobiliario para las coacciones cualificadas que tengan por objeto
impedir el ejercicio de un derecho fundamental en el artículo 172.1 párrafo 3º.
208
Aunque este proceso de tipificación ha dado como resultado ciertos agravios comparativos, resultando
el delito de stalking comparativamente “privilegiado” a nivel punitivo frente a lo demás delitos de acoso
(inmobiliario y laboral) sin aparente justificación, como expone Villacampa (2016, p.233).
209
El autor matiza: contra las personas o con fuerza en las cosas.
115
monopolización del Estado210 en la resolución de conflictos mediante la justicia211 y, por otra
parte, derechos individuales como la libertad o los derechos patrimoniales pueden verse
afectados por la conducta típica212.
Bajo Fernández (1975, p.377) señalaba que el sentido del delito de realización arbitraria
del propio derecho en el anterior Código Penal era “precisamente el de castigar estos casos
excluidos del delito de robo”. Y ya entonces aquel tipo penal exigía que existiera una obligación
previa, susceptible de ser extinguida a través del pago (Córdoba, 1978); de forma que se
consideraba imprescindible la relación jurídica obligatoria entre el sujeto activo y el propietario
de la cosa (Ferris, 1988). De hecho, si esta deuda no fuera exigible no se realizaría
210
Más concretamente, se señala en la SAP Guadalajara de 19 de octubre de 2011 “el primer bien jurídico
mencionado como objeto de protección, concretado al interés del Estado en monopolizar el uso de la
fuerza para resolver los conflictos privados mediante el ejercicio de la jurisdicción”.
211
Cuestión que comparte con el Código Penal anterior, en el texto de 1973 el delito tenía la siguiente
redacción “el que con violencia o intimidación se apoderare de una cosa perteneciente a su deudor para
hacerse pago con ella, será castigado con la pena de multa equivalente al valor de la cosa, sin que pueda
bajar de 5.000 pesetas”. Es interesante para el delito actual el debate acerca del bien jurídico protegido
del tipo penal de 1973, ya que le son aplicables las consideraciones sobre el mismo (Hidalgo, 1999); pero
no obtuvo consenso en la doctrina, pues Muñoz Conde (1985, p.672) defendía que el bien jurídico
protegido era además de la Administración de Justicia, “la propiedad e indirectamente la libertad del
deudor al emplearse medios que la atacan, como la violencia o la intimidación”. Para Rodríguez Devesa
(1983), el bien jurídico protegido era la Administración de Justicia, mientras que para Ferris (1988, p.813)
no era en ningún caso la Administración de Justicia, si no “la propiedad, el patrimonio del deudor, junto
con su libertad, si concurre intimidación, o salud, si concurre violencia en la comisión del delito”. Además,
se trataba de un delito complejo, puesto que, por ejemplo, no quedaba claro si se exigía que el acreedor
hubiera reclamado explícitamente el pago y que el deudor se hubiera negado a ello (como recoge la STS
de 8 de marzo de 1968), o si en cambio, no era un requisito exigible por no contemplarse explícitamente
en el tipo (Córdoba, 1978). Ahora bien, respecto al delito de 1973, tal como expone la SAP Guadalajara de
19 de octubre de 2011, la nueva tipificación supone “un ensanchamiento del ámbito de aplicación del
precepto, a través de una ampliación de la tipicidad, que persigue incriminar genéricamente el empleo
violento de las vías de hecho como medio para realizar cualquier derecho propio” lo que, añade, refuerza
el primer bien jurídico protegido citado.
212
Puede ser el patrimonio del deudor atacado, su libertad, o seguridad; tal como recoge la STS de 23 de
enero de 1998.
213
Tal como apunta la STS de 21 de noviembre de 2008, cambia la intención de apoderamiento de cosa
ajena del robo sustituyéndose por la menos grave intención de recobro de la cosa propia.
116
arbitrariamente derecho alguno, lo que le excluiría del tipo. Así lo señalaba posteriormente el
Tribunal Supremo en aplicación del actual delito contenido en el Código Penal de 1995, cuando
afirmaba que, lógicamente, los sujetos activos debían ser los titulares del derecho de cuya
realización se trate (STS de 6 de mayo de 2005), siendo necesario que el autor actúe con el
propósito de realizar un derecho propio; así lo expone Cancio (2017b) diferenciándolo de la
anterior redacción del año 1973, donde se exigía el ánimo de hacerse pago.
Además, como bien señala Hidalgo (1999), en el tipo penal de realización arbitraria del
propio derecho, a pesar de verse lesionados los bienes jurídicos de vida e integridad física,
libertad y seguridad o patrimonio en una enorme variedad de conductas que se presuponen
violentas o intimidatorias, lo cierto es que puede no darse una lesión patrimonial en aquellos
supuestos en que el apoderamiento de la conducta delictiva recae específicamente sobre la cosa
debida del autor. Nos situamos, por tanto, ante un abanico amplio y complejo de posibles
conductas de reclamación de pagos, donde el empleo de alguno de los medios comisivos para
realizar un derecho verdaderamente existente, actual y realizable será suficiente para alcanzar
la consumación del delito, no siendo necesario que el sujeto activo logre su propósito (García
Rivas, 2011; Benlloch, 2015; Orts, 2016).
214
Sobre los que cabe comentar lo mismo que en el delito de robo previamente expuesto.
117
diferentes a la deuda concreta. De esta forma, la organización obtiene un mayor beneficio: la
deuda completa que el empresario debía al acreedor y el pago del acreedor extorsionado.
La diferenciación de este delito con los delitos patrimoniales es significativa, como bien
establece la STS de 2 de marzo de 2017, al exponer que: “si un acreedor (por las razones que
sean: entre otras la de no poder probar la deuda que sin embargo, se acredita como real en el
proceso penal ulterior), para hacerse el pago, valiéndose de violencia o intimidación arrebata al
deudor estrictamente lo que le adeuda, no estamos ante un delito de robo (artículo 237 del
Código Penal) sino ante un delito de realización arbitraria del propio derecho castigado con una
pena muy inferior; inferior también a la de la estafa.”
Teniendo esto en cuenta, en relación con el objeto de estudio, existen dos opciones de
reclamación violenta de pagos: a) que la deuda tenga un origen legítimo215 y b) que la deuda no
tenga un origen legítimo.
En el primer supuesto, para que concurra el delito de realización arbitraria del propio
derecho debería producirse la reclamación del pago a empresarios a través de los medios
comisivos de violencia, intimidación y fuerza en las cosas; ahora bien, tal deuda debió asumirse
de forma libre y sin el empleo previo de tales medios comisivos, de modo que haya un derecho
legítimo al cobro (Álvarez García, 2011b; Varela, 2004). Asimismo, en el delito de realización
arbitraria del propio derecho se hace una mención expresa a la fuerza en las cosas, además de
215
En este supuesto de origen legal de la deuda es importante resaltar que puede existir una gestión
privada de deudas sin extralimitaciones; en línea con lo defendido por Cobo y Sánchez-Vera (2002), se
pueden reclamar los pagos sin emplear violencia, intimidación ni fuerza en las cosas, y sin incurrir así en
ningún delito. Los autores explican que en la gestión de cobro de una deuda debida no existe el delito de
amenazas del artículo 169 del Código Penal pues las reiteradas visitas no pueden considerarse
constitutivas de un mal; ni del artículo 171.1 del citado texto legal pues solo es punible cuando la condición
no consista en una conducta debida, como es el caso; ni un delito de coacciones del artículo 172 del Código
argumentando que no se está impidiendo hacer lo que la Ley no prohíbe si no lo contrario, impedir una
falta de cumplimiento de una deuda; aunque estas argumentaciones no están exentas de debate ni son
seguidas por la jurisprudencia de forma consistente en absoluto. Así, la sentencia STS de 2 de marzo de
2017 explica que “si no se emplea violencia ni intimidación en las personas ni fuerza en las cosas, el hecho
resultará atípico. Sería absurdo considerar que entonces estaríamos ante un delito de hurto sancionado
con mayor penalidad. Si no es un delito de hurto es por ausencia del tipo subjetivo: el ánimo de lucro
injusto interpretado en esa clave. Lo mismo sucede cuando el acreedor real se vale de un engaño para
conseguir el pago debido. No hay estafa porque falta la ilegitimidad jurídica del enriquecimiento”.
118
a la violencia e intimidación, no así en la extorsión (Varela, 2004).
Como hemos ido viendo a lo largo de este primer apartado, existen delitos que
contienen elementos de violencia o intimidación y comparten ciertas características con la
extorsión; pues bien, las amenazas condicionales y las coacciones son los dos tipos penales
reseñables a este respecto: su estructura subsidiaria permite abarcar numerosas conductas
contenidas en cada modus operandi propio de los diferentes procesos extorsivos. A
continuación, se expone esta idea con mayor detalle.
216
En el apartado 1.2.d) del presente capítulo se presenta una breve revisión de la doctrina en materia de
coacciones.
119
En numerosas ocasiones, los problemas a la hora de probar en un juicio la concurrencia
de determinadas conductas impiden demostrar la existencia de un delito de estorsión217; por
esta razón, los delitos de amenazas condicionales y coacciones adquieren una especial
relevancia en el presente análisis jurídico. Pues bien, debido a su estructura residual, se pueden
subsumir conductas propias de los procesos extorsivos dentro de estos tipos penales, que
requieren menos elementos para su completa configuración.
Así, Quintero (2016a) señala que las amenazas y las coacciones están presentes de uno
u otro modo en todos los delitos cuya descripción contenga violencia o intimidación.
Concretamente, el delito de coacciones es incluso denominado el “delito de recogida” por
excelencia (García-Pablos de Molina, 1983a, p.144; Corcoy, 2001, p.199; Sánchez Tomás, 2011,
p.422; Díaz-Maroto, 2017, p.910) o cajón de sastre (por todos, Sánchez Tomás, 1999).
Las coacciones y las amenazas comparten con las detenciones ilegales y el secuestro su
denominación de “Delitos contra la libertad”218, protegiendo el mismo bien jurídico en sentido
amplio, entendiendo la libertad como “un atributo de la capacidad que tiene una persona para
decidir lo que quiere y no quiere hacer y para trasladarse de un lugar a otro o situarse por sí
mismo en el espacio, sin que su decisión se vea constreñida y mediatizada por otras personas”
219
, es decir, en ambos delitos lo que se pretende es doblegar la voluntad del sujeto pasivo
(Quintero, 2016a) y, específicamente, las amenazas condicionales y las coacciones buscan que
la víctima haga algo o deje de hacerlo220.
Además, en estos tipos penales el bien jurídico es a la vez objeto inmediato de ataque
en contraste con otros delitos como la extorsión, el robo con violencia e intimidación, el acoso
o la realización arbitraria del propio derecho, en los que se ataca la libertad como medio para
conseguir otros fines. La autonomía de los delitos contra la libertad contenidos en estos casos
se pierde, quedando absorbida por estos delitos complejos221.
217
Estas dificultades se exponen a lo largo de la presente tesis, y concretamente se recogen de forma
resumida en el punto 1.2 del capítulo tercero.
218
Ubicado en el Título VI del Libro II del Código Penal, como Muñoz Conde (2017) recuerda.
219
Muñoz Conde (2017, p.133); aunque en el caso concreto de las detenciones ilegales y el secuestro se
precise en un formato más específico, denominado libertad deambulatoria, como ya se ha explicado en
el apartado correspondiente a cada delito.
220
Cabe matizar que, en las coacciones, la violencia es inmediata y actual, mientras que en las amenazas
condicionadas está algo más diferida en el tiempo, pues se orientan a un “mal futuro”; además las
coacciones pueden contener violencia física, mientras que las amenazas se limitan al anuncio del mal
futuro (García del Blanco, 2017a; Quintero, 2016a).
221
Así lo expresa Muñoz Conde (2017).
120
Atendiendo a las principales conductas criminales analizadas en el presente capítulo, es
pertinente exponer tres niveles de actuación de las organizaciones criminales en cuanto a sus
efectos sobre la libertad, identificando los delitos subyacentes en cada uno de ellos:
En conclusión, las amenazas y las coacciones están presentes de uno u otro modo en
cada modus operandi de los procesos extorsivos analizados y son tipos penales con una
estructura subsidiaria de protección de la libertad, siempre que este bien jurídico sea atacado
(ya sea como fin o como medio para otro propósito) a través de métodos violentos o
intimidatorios. Ahora bien, como Muñoz Conde (2017) matiza, la libertad siempre se ve
condicionada por la convivencia humana, por lo que debemos situarnos en un contexto social
concreto. En este punto, y teniendo en cuenta que el objeto de estudio de la presente tesis se
centra en los procesos extorsivos a empresas en el ámbito de la criminalidad organizada, la
intimidación ambiental y la amenaza implícita adquieren un protagonismo importante. Por ello,
resulta oportuno hacer un breve comentario en el que se realizan algunas observaciones.
121
crimen organizado, disminuye sus conductas violentas222 y permite difundir el mensaje
intimidatorio con mayor potencia y alcance sin necesidad de amenazas explícitas.
También se llegó a aplicar en relación con la aceptación de la entrada y registro por parte
de detenidos y presos en una situación de privación de libertad, tal como cita la STS de 13 de
junio de 1992: “el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona y
bienes o en la persona o bienes de su cónyuge, descendientes o ascendientes no nace de un
222
A mayor reputación, menor necesidad tiene el grupo de ejercer violencia para doblegar la voluntad de
sus víctimas, por lo tanto, mejores niveles de efectividad tienen las conductas de solicitud de pagos.
223
Ampliamente explicado en la STS de 3 de octubre de 1997, “considerada como aquella forma de
amedrentamiento que, con independencia de cuál de los procesados fuese quien materialmente
emplease los mecanismos físicos o psíquicos productores de terror en la víctima, se produce por el hecho
de que los demás acompañantes están presentes cuando cada uno de los agresores consuma
materialmente las diversas violaciones. La presencia de los copartícipes reforzaba la situación de
desamparo de la víctima, facilitando cada acto causal, haciendo nulo o ilusorio cualquier futuro
mecanismo de defensa, por parte de aquélla, que bien hubiera podido activarse de no concurrir los
agresores en grupo (…) La actitud pasiva de la víctima no sólo es explicable por la inicial agresión física
sino que también está originada por la concurrencia de todos los partícipes en el interior o en las
proximidades de la tienda, hecho que según el relato fáctico era conocido y o percibido por la víctima que
se encontraba así inmersa en un clima de intimidación ambiental en el que jugaban un papel decisivo
todos los componentes del grupo”.
122
comportamiento de quien formula la «invitación» a permitir el registro voluntariamente, sino
de la situación misma de detenido, esto es, de una «intimidación ambiental»”. En este mismo
entorno, la STS de 26 de noviembre de 2003 llega a considerar que en casos de "intimidación
ambiental (…) el consentimiento otorgado en esas condiciones es un consentimiento viciado y
carente de eficacia”.
123
1.4. a) Delitos secundarios y frecuentes
En el análisis de las conductas propias de los procesos extorsivos existen tres delitos
secundarios que se dan de manera frecuente en los modus operandi de las organizaciones que
los perpetran.
El delito de estafa
El delito de estafa está regulado en dos apartados del artículo 248 del Código Penal: “1.
Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en
otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.
c) Los que, utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos obrantes
en cualquiera de ellos, realicen operaciones de cualquier clase en perjuicio de su titular o de un
tercero.”
Se trata de un delito contra el patrimonio que precisa cinco elementos esenciales, tal
como señala la jurisprudencia224:
224
Así se expone en la STS de 1 de junio de 2012.
124
1) la utilización de un engaño previo bastante, por parte del autor del delito, para
generar un riesgo no permitido para el bien jurídico225;
3) debe darse también un acto de disposición patrimonial del sujeto pasivo, debido
precisamente al error, en beneficio del autor de la defraudación o de un tercero;
5) de ella tiene que derivarse un perjuicio para la víctima, perjuicio que ha de aparecer
vinculado causalmente a la acción engañosa (nexo causal) y materializarse en el mismo el riesgo
ilícito que para el patrimonio de la víctima supone la acción engañosa del sujeto activo.
A este respecto, Bajo (2014) señala que, aunque se acepta el engaño por omisión como
forma comisiva, a su juicio debería quedar en el ámbito civil pues, además de considerar difícil
que una conducta omisiva cumpla con la exigencia típica de maquinación engañosa, esta
225
Las mismas sentencias añaden que “esta suficiencia, idoneidad o adecuación del engaño ha de
establecerse con arreglo a un baremo mixto objetivo subjetivo, en el que se pondere tanto el nivel de
perspicacia o intelección del ciudadano medio como las circunstancias específicas que individualizan la
capacidad del sujeto pasivo en el caso concreto.”
226
SSTS de 22 de septiembre de 2000, de 8 de marzo de 2002, y de 29 de febrero de 2003.
227
Además, como recuerdan Herrero (2006) y Álvarez García (2011c), para valorar la concurrencia de
engaño bastante se deberán tener en cuenta las capacidades de la víctima, tales como su especial
credulidad o su situación de angustiosa necesidad.
125
presenta un menor desvalor. Ahora bien, Herrero (2006) matiza que no debe confundirse la
comisión por omisión con la comisión a través de actos concluyentes que hacen referencia a una
actividad engañosa implícita, como pudiera ser aparentar activamente algo que realmente no
es.
En cualquier caso, dado que el engaño debe ser un factor antecedente y causal de las
consecuencias de carácter económico228, se considera que debe tener una “vinculación
secuencial perfecta” (Quintero, 2016b, p.651) a través del error, entendido como una falsa
representación de la realidad, elemento conectado necesariamente con el acto de disposición
patrimonial, que puede consistir en hacer entrega de una cosa o en prestar un servicio (Bajo,
2017) y puede ser de hacer o de no hacer (Álvarez García, 2011c). Esta será la clave esencial en
la identificación de delitos dentro de los procesos extorsivos objeto de estudio, cuando a través
de un engaño bastante se genere una distorsión en la percepción de la realidad de un
empresario, que le provoque tomar la decisión de actuar en el desarrollo de sus actividades
económicas en favor de la organización criminal, con su consecuente perjuicio patrimonial.
En esta misma línea y debido a que se trata de un delito de resultado material, ese
traspaso patrimonial debe entenderse como el acto de disposición que realiza el propio
perjudicado bajo la influencia del engaño que mueve su voluntad y debe causar, asimismo, un
perjuicio patrimonial propio o de tercero, mediante la entrega de una cosa o la prestación de un
servicio por el que no se obtiene ninguna contraprestación. Por lo tanto, como apuntan Pérez
Manzano (1998), González Cussac (2016b) y Quintero (2016b), la naturaleza jurídica del acto no
es relevante, sencillamente debe producir un desplazamiento patrimonial del sujeto pasivo al
sujeto activo.
228
Como señala la jurisprudencia: así véanse las SSTS de 19 de mayo de 2000 y de 5 de junio de 2000.
126
Tal como explica Anarte (2017), actualmente el delito de estafa muestra una indudable
versatilidad, dada su extendida utilización por la delincuencia común y la criminalidad
económica, además de sus enormes posibilidades de aplicación por la amplitud de su conducta
típica, especialmente del engaño. Aun así, se han tipificado algunos comportamientos
específicos como por ejemplo las denominadas estafas impropias, que son la estafa informática
y la utilización fraudulenta de tarjetas de crédito o cheques de viaje, adaptando su regulación a
los tiempos actuales (Pérez Manzano, 1998; Herrero, 2006), estas modalidades comparten con
la básica el bien jurídico protegido común, que es el patrimonio del sujeto pasivo.
Tanto en la extorsión como en la estafa subyace “un ánimo de lucro que se traduce en
un desplazamiento patrimonial” (Varela, 2004, p.392) pero la diferencia fundamental entre
ambas es el medio comisivo: en la estafa es el engaño bastante mientras que en la extorsión es
la violencia o la intimidación (Díaz-Maroto, 1997; Bajo, 2017). Otra diferencia significativa radica
en el bien jurídico que protegen ambos tipos penales: la jurisprudencia229 señala que la extorsión
protege el patrimonio frente a ciertas agresiones contra la libertad del sujeto pasivo,
consistentes en violencia o intimidación, a diferencia de la estafa, que protege la
autodeterminación patrimonial del sujeto pasivo frente a acciones engañosas.
La maquinación de un plan por parte de un grupo de personas que prepara una situación
simulada con apariencia de buena fe en los negocios es aplicable al ámbito de los procesos
extorsivos, porque una vez que el sujeto pasivo descubre la falsedad de los intervinientes, la
situación se puede tornar más violenta y derivar en unas exigencias de pago por parte de la
organización criminal con métodos más directos. Es decir, una vez detectado el engaño, en
muchas ocasiones se perpetran amenazas condicionales o coacciones para que la víctima realice
los pagos, pero también es posible que el engaño no sea detectado hasta un momento posterior
al pago y se haya logrado inducir a error suficiente para realizar un negocio jurídico en su propia
contra, conducta típica del delito de estafa.
229
STS de 14 de septiembre de 2001 y SAP Gerona de 22 de enero de 2015.
127
tener en cuenta que, como recoge la sentencia, el desplazamiento patrimonial se produjo como
consecuencia del engaño, pues recuerda que “la estafa como elemento esencial requiere la
concurrencia del engaño que debe ser suficiente, además de precedente o concurrente con el
acto de disposición de la víctima que constituye la consecuencia o efecto de la actuación
engañosa, sin la cual no se habría producido el traspaso patrimonial, acto de disposición que
realiza el propio perjudicado bajo la influencia del engaño que mueve su voluntad”.
Así, en los hechos probados se recoge que: “los modos de los que se valía la organización
para defraudar a las víctimas, consistía en que en la primera comunicación uno de los acusados
se suele identificar con un nombre falso, diciendo ser representante de una entidad financiera,
abogado o familiar de un político de un país africano o de un fallecido, etc. y que posee una
cantidad de varias decenas de millones de euros o dólares en dinero efectivo, depositados en
alguna entidad o Banco de Nigeria u otro país africano o en una empresa de seguridad de un
país europeo. El depósito de ese dinero en Nigeria o su traslado a una empresa de seguridad en
España se produjo antes del infortunio sucedido a su propietario. El acusado propone y pide a
la víctima que colabore con él en el desbloqueo de esa suma de dinero a cambio de un
porcentaje de la cantidad depositada y le pide que facilite su número de cuenta bancaria para
transferir a ella aquellos fondos. Una vez que la persona les ha comunicado su número de
cuenta, le remiten un documento ficticio emitido por la entidad que supuestamente custodia
los fondos en el que se acredita haber recibido la orden de transferencia de estos a favor de la
víctima”. Deja patente, por tanto, que la organización preparaba el engaño de forma coordinada
con el fin de lucrarse a costa del desplazamiento patrimonial fruto del error provocado en las
víctimas.
En el análisis del modus operandi de los procesos extorsivos, hallamos que la tipología
de extorsión por protección incluye una conducta aplicable al delito de estafa: la exigencia de
pago a víctimas extranjeras se hace habitualmente a través del engaño, requiriendo cierta
documentación o proponiendo negocios mediante el falso supuesto de que el grupo quiere
realizar actividades que involucran a la víctima; si en tal caso se consiguiera inducir a error
suficiente para realizar un negocio jurídico en su propia contra podríamos estar ante un delito
de estafa. Ahora bien, normalmente el momento en el que las víctimas se dan cuenta del
engaño, es cuando se inician los procesos extorsivos que incluyen violencia e intimidación, en
este supuesto se puede incurrir en un delito de estafa y en un delito de extorsión, o en el caso
de que la estafa no haya sido consumada, en una tentativa de estafa junto con un delito de
extorsión consumado.
128
El delito de lesiones
El delito básico de lesiones está recogido en el artículo 147.1 del Código Penal con el
siguiente tenor literal: “el que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión
que menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental, será castigado, como reo del
delito de lesiones con la pena de prisión de tres meses a tres años o multa de seis a doce meses,
siempre que la lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia
facultativa, tratamiento médico o quirúrgico. La simple vigilancia o seguimiento facultativo del
curso de la lesión no se considerará tratamiento médico.”
Como se desprende de la descripción del tipo, ese resultado puede suponer un ataque
a la integridad física entendida como el bienestar corporal, y la salud física o mental (García
García-Cervigón, 2004; Álvarez García, 2011a; Felip, 2015; Carbonell, 2016; Tamarit, 2016;
Muñoz Conde, 2017). La salud se puede entender como bien jurídico amplio que puede verse
afectada por la causación de una enfermedad; igual sucede con la integridad física o moral del
artículo 15 de la Constitución230.
230
Que dice así: “todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso,
puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de
muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.”
129
Se trata de un delito de resultado material231 y de medios indeterminados, pudiendo
cometerse a través de medios omisivos232 (Álvarez García, 2011a; Felip, 2015; Tamarit, 2016),
como en el caso del Pabellón Multiusos Madrid Arena233.
231
Ahora bien, como señala Mir (2003, p.5) “la intervención de la víctima puede excluir la imputación del
hecho a quien contribuye a causarle una lesión”; se trata de casos de “autopuesta en peligro” por parte
de la víctima cuando participen otras personas en forma de inducción o de cooperación, y en casos donde
la puesta en peligro de la víctima por parte de otro es imputable a la víctima, siendo de aplicación el
artículo 156 del Código penal como en casos de trasplante de órganos, esterilizaciones y cirugía
transexual.
Hay que tener en cuenta que el consentimiento no siempre exime de responsabilidad penal del autor,
como recuerda García García-Cervigón (2004), pues en los demás supuestos ajenos al artículo 156 las
lesiones sí se castigan, aunque con una pena inferior en uno o dos grados cuando ha mediado el
consentimiento válido, libre, espontáneo y expreso de la víctima. Además, a tenor de lo dispuesto en el
artículo 155, tal consentimiento no será válido si quien lo otorga es un menor de edad o una persona con
discapacidad necesitada de especial protección.
232
Siempre y cuando sea aplicable el artículo 11 del Código Penal que establece las condiciones para la
comisión por omisión: “los delitos que consistan en la producción de un resultado sólo se entenderán
cometidos por omisión cuando la no evitación del mismo, al infringir un especial deber jurídico del autor,
equivalga, según el sentido del texto de la ley, a su causación. A tal efecto se equiparará la omisión a la
acción:
a) Cuando exista una específica obligación legal o contractual de actuar.
b) Cuando el omitente haya creado una ocasión de riesgo para el bien jurídicamente protegido mediante
una acción u omisión precedente.”
233
La STS de 11 de diciembre de 2012 explica que varias personas resultaron heridas (algunas con
resultado de muerte) en una fiesta de Halloween en las aglomeraciones y caídas de numerosas personas
que trataban de salir de la pista, al encontrarse cerradas la mayoría de las salidas principales como
resultado de la ausencia de control de quien tenía la posición de garante de la seguridad de una fiesta
masiva en un local de grandes dimensiones.
Además, la citada sentencia desarrolla una explicación sobre la comisión por omisión de los tipos penales
en juego (homicidio y lesiones): “la responsabilidad se predica de la dejación de las funciones de control
o falta de la diligencia debida, o de la omisión del deber de cuidado, y no tanto de la presencia física del
responsable del evento, sino del ejercicio de control de la actividad que puede resultar dañosa cuando se
encuentra descontrolada”, con una clara relación causal entre tal acción omisiva y los resultados lesivos.
130
constitutiva de un delito de mera actividad que no requiere resultado alguno, contenido en el
apartado tercero del citado artículo 147234.
Este tipo básico incluye lesiones para las que su sanación requiera una primera
asistencia facultativa y un tratamiento médico o quirúrgico; en caso contrario será aplicable el
artículo 147.2 del Código Penal235 que es un tipo subsidiario con una pena menor para aquellas
lesiones que no cumplen los requisitos establecidos. Concretamente, esta delimitación es
definida por Cancio (2017a, p.823), aunque admitiendo que no es sencilla, partiendo de la
noción de tratamiento quirúrgico: “toda acción prolongada más allá del primer acto médico y
que supone una reiteración de cuidados que se continúa durante dos o más sesiones, sin que
deban incluirse en el mismo simples cautelas, medidas de prevención como obtención de
radiografías, scanners o resonancias magnéticas o sometimiento a observación que no generen
medidas de intervención propiamente dichas”. Consecuentemente, indica que el significado de
primera asistencia facultativa se encuentra en contraposición con el tratamiento médico o
quirúrgico, teniendo este una clara finalidad curativa frente a actos paliativos o de diagnóstico
de aquella. Ahora bien, el propio autor señala que los actos médicos curativos de pequeñas
afecciones que logren su sanidad con una sola intervención también encajarían en el concepto
de primera asistencia facultativa. En esta misma línea, García García-Cervigón (2002, p.314)
recuerda que “la simple vigilancia o seguimiento facultativo del curso de la lesión no será
considerado tratamiento médico”.
234
El apartado 3 del artículo 147 del Código Penal establece que “el que golpeare o maltratare de obra a
otro sin causarle lesión, será castigado con la pena de multa de uno a dos meses.”
235
El apartado 2 del artículo 147 del Código Penal establece que: “el que, por cualquier medio o
procedimiento, causare a otro una lesión no incluida en el apartado anterior, será castigado con la pena
de multa de uno a tres meses”.
131
- Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado
ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia.
- Si la víctima fuera una persona especialmente vulnerable que conviva con el
autor.
Y existen también dos tipos agravados por la gravedad del resultado236, el primero se
refiere a la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido, la
impotencia, la esterilidad, una grave deformidad o una grave enfermedad somática o psíquica y
el segundo, en una versión menos grave, se da cuando el resultado es la pérdida o la inutilidad
de un órgano o miembro no principal, o la deformidad, respectivamente.
236
El artículo 149.1 del Código Penal prevé que: “el que causara a otro, por cualquier medio o
procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia,
la esterilidad, una grave deformidad, o una grave enfermedad somática o psíquica, será castigado con la
pena de prisión de seis a 12 años. El que causara a otro una mutilación genital en cualquiera de sus
manifestaciones será castigado con la pena de prisión de seis a 12 años. Si la víctima fuera menor o
persona con discapacidad necesitada de especial protección, será aplicable la pena de inhabilitación
especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de cuatro
a 10 años, si el juez lo estima adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de
especial protección” y en el 150 se establece: “el que causare a otro la pérdida o la inutilidad de un órgano
o miembro no principal, o la deformidad, será castigado con la pena de prisión de tres a seis años”.
237
Sobre esta modalidad por imprudencia García García-Cervigón (2002, p.327) señala que “es un
precepto necesario y acorde con la realidad social”, argumentando que se trata de hechos que se dan con
relativa frecuencia
238
En el caso de la sentencia, se trata de la pérdida de un ojo por parte de la víctima, hecho que
posiblemente no era directamente buscado por el autor, pero siendo este conocedor del peligro de su
ataque perpetrado mediante un puñetazo a una puerta de cristal a la altura de la cara de la víctima “siendo
en todo caso consciente del riesgo que generaba su conducta y del posible resultado lesivo” y en
consecuencia clavándole un cristal en el ojo.
132
(de la víctima) y poder obtener el inicial ilícito de enriquecimiento le golpearon en la cabeza por
detrás, y le produjeron varios cortes en la espalda, al tiempo que le cubrían la cabeza con una
bolsa de plástico, le taparon la boca con cinta adhesiva y le ataron con una cinta de nylon,
pasando toda la noche sobre una cama de una habitación del piso superior del chalet donde le
llevaron los procesados” (…) la víctima “privado de libertad de movimientos como estaba, fue
obligado por los procesados a firmar diversos documentos que comprometían su patrimonio“.
En el análisis jurídico de la casuística que nos ocupa, todo proceso violento de extorsión
es susceptible de incluir un resultado de lesiones en los casos de exceso. Cuando la violencia de
una conducta delictiva (extorsión, robo, etc.) es de tal intensidad que hay un desvalor superior
y no encaja en la forma de comisión normal del delito, ésta no queda absorbida por el delito
principal, ya que supera los fines para los que se empleó la violencia, incurriendo así en un delito
secundario de lesiones de forma autónoma.
Esto ocurre239, por ejemplo, en los casos de recaudación de deudas ilegales, cuando se
recurre a métodos muy violentos para el reclamo de liquidación ante impago y cuando se exige
la contratación de proveedores a través de una extorsión extremadamente agresiva; en estos
supuestos, se genera un resultado lesivo en las víctimas que no queda absorbido por la violencia
contenida en el delito de extorsión (u otros delitos eventualmente aplicables).
El delito de daños
El delito básico de daños está recogido en el artículo 263.1 del Código Penal: “el que
causare daños en propiedad ajena no comprendidos en otros títulos de este Código, será
castigado con multa de seis a veinticuatro meses, atendidas la condición económica de la víctima
y la cuantía del daño. Si la cuantía del daño causado no excediere de 400 euros, se impondrá una
pena de multa de uno a tres meses.”
239
En este contexto, las lesiones pueden ser un exceso de la acción extorsiva, derivada de la violencia
contenida en el delito principal o puede actuar de forma complementaria reforzando el mensaje
contenido en amenazas o coacciones.
133
Este tipo comprende los comportamientos típicos de destruir, deteriorar, inutilizar (del
artículo 265) y de alterar (del artículo 264), siempre que acompañe el menoscabo sustancial de
la cosa. El objeto material del tipo puede ser cosa mueble o inmueble, pero siempre material y
económicamente valorable, susceptible de deterioro o destrucción y que afecte al derecho de
propiedad (Andrés Domínguez, 2010). Robles y Pastor (2015) aportan curiosos ejemplos
ilustrativos de esta diversidad material en el concepto de daños: introducir azúcar en el depósito
de gasolina, cortar flores de un rosal, verter legía sobre ropa o destruir documentos.
Además, el tipo básico requiere dolo, que debe ser tal como pone de manifiesto la STS
de 15 de junio de 2015 cuando señala que “en primer lugar, que conste la realidad y cuantía del
menoscabo patrimonial sufrido por el sujeto pasivo del delito, y en segundo, que el ánimo o
intención del agente y sus actos de ejecución demuestren de modo cumplido su designio de
querer directa y exclusivamente causar un daño sin otro propósito que pudiera exculpar su
acción. Es indispensable el propósito en el agente conocido por animus damnandi, o lo que es
lo mismo, que el autor sabe: elemento cognoscitivo del dolo, que su acción va a producir daños
en el patrimonio ajeno y los realiza: elemento volitivo del dolo”.
También se prevé la modalidad por imprudencia, recogida en el artículo 267240 del texto
penal. Asimismo, se puede apreciar el dolo eventual: aunque el culpable de un delito de daños
no buscara directamente causar los daños efectivos, basta con que “los asumiese como
resultado o consecuencia muy probable de su acción” (STS de 15 de octubre de 2004). Al ser un
delito de resultado se exige la destrucción, deterioro o menoscabo de la cosa241, aunque algunos
de ellos sean objeto de especial agravación según lo previsto en el artículo 264 del Código242.
240
Donde se establece que: “los daños causados por imprudencia grave en cuantía superior a 80.000 euros
serán castigados con la pena de multa de tres a nueve meses, atendiendo a la importancia de los mismos.
Las infracciones a que se refiere este artículo sólo serán perseguibles previa denuncia de la persona
agraviada o de su representante legal. El Ministerio Fiscal también podrá denunciar cuando aquélla sea
menor de edad, persona con discapacidad necesitada de especial protección o una persona desvalida. En
estos casos, el perdón del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la acción penal sin
perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo del número 5º del apartado 1 del artículo 130 de este
Código.”
241
Así lo recuerda la STS de 15 de junio de 2015.
242
El artículo 264 consta de tres apartados, que se exponen a continuación: “1. El que por cualquier medio,
sin autorización y de manera grave borrase, dañase, deteriorase, alterase, suprimiese o hiciese
inaccesibles datos informáticos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos, cuando el
resultado producido fuera grave, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años.
2. Se impondrá una pena de prisión de dos a cinco años y multa del tanto al décuplo del perjuicio
ocasionado, cuando en las conductas descritas concurra alguna de las siguientes circunstancias:
1.ª Se hubiese cometido en el marco de una organización criminal.
134
Se trata de una infracción contra el patrimonio en la que no existe enriquecimiento, se
da una expropiación de la cosa, en lugar de una apropiación (Robles y Pastor, 2015). El objeto
material se concreta en una cosa corpórea que puede ser mueble o inmueble, evaluable
económicamente (Martínez-Buján, 2016).
Por tanto, los daños dolosos pueden producir perjuicio patrimonial en la víctima o no,
pero sencillamente generan una destrucción gratuita. Ahora bien, esto no se considera así
cuando los daños son delitos mediales respecto de otros delitos. En tal caso puede desaparecer
la penalidad si los daños son absorbidos por la otra infracción para determinados supuestos: por
ejemplo, en supuestos de daño causado por fuerza derivada del robo con fuerza en las cosas243.
Quintero (2016b) aporta ejemplos muy ilustrativos como la ruptura de un escaparate para la
2.ª Haya ocasionado daños de especial gravedad o afectado a un número elevado de sistemas
informáticos.
3.ª El hecho hubiera perjudicado gravemente el funcionamiento de servicios públicos esenciales o la
provisión de bienes de primera necesidad.
4.ª Los hechos hayan afectado al sistema informático de una infraestructura crítica o se hubiera creado
una situación de peligro grave para la seguridad del Estado, de la Unión Europea o de un Estado Miembro
de la Unión Europea. A estos efectos se considerará infraestructura crítica un elemento, sistema o parte
de este que sea esencial para el mantenimiento de funciones vitales de la sociedad, la salud, la seguridad,
la protección y el bienestar económico y social de la población cuya perturbación o destrucción tendría un
impacto significativo al no poder mantener sus funciones.
5.ª El delito se haya cometido utilizando alguno de los medios a que se refiere el artículo 264 ter.
Si los hechos hubieran resultado de extrema gravedad, podrá imponerse la pena superior en grado.
3. Las penas previstas en los apartados anteriores se impondrán, en sus respectivos casos, en su mitad
superior, cuando los hechos se hubieran cometido mediante la utilización ilícita de datos personales de
otra persona para facilitarse el acceso al sistema informático o para ganarse la confianza de un tercero.”
243
Además, aplicando el artículo 16.2 del Código Penal se puede apreciar un delito de daños en los
supuestos en los que se desista de otro delito que se pretendía cometer, pero tenga un resultado de
daños, por ejemplo, en un robo, cuando un ladrón, habiendo ejercido ya la fuerza en las cosas dañando
la cerradura de un local en un atraco y advirtiendo la presencia del personal de la empresa, decida
abandonar el lugar sin llevarse nada (Guérez, 2017).
135
comisión de un robo en una tienda, el destrozo de una puerta para un delito de allanamiento de
morada y el desgarro de la ropa de una víctima de un delito de lesiones.
Aunque sí puede resultar aplicable el delito de daños en otros supuestos: cuando éstos
sean tan desproporcionados que se pueda fundamentar un injusto independiente del principal,
por ejemplo, en la destrucción gratuita de objetos en un momento posterior a la comisión de un
robo. Así lo indica Guérez (2017) poniendo como ejemplo la destrucción de un vehículo con el
que los autores de un delito de robo se dan a la fuga. Se trata del equivalente a los supuestos en
los que la violencia en un robo con violencia o una extorsión, por ejemplo, es de tal envergadura
que permite apreciar autónomamente un delito de lesiones.
Cabe mencionar que existen dos modalidades delictivas, además del tipo básico, que
son los daños cualificados244 y los daños informáticos245. Además, habría que destacar entre las
modalidades agravadas246, una conducta relevante para el tema que nos ocupa: los daños
244
Los previstos en el artículo 263.2: “será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de
doce a veinticuatro meses el que causare daños expresados en el apartado anterior, si concurriere alguno
de los supuestos siguientes:
1.º Que se realicen para impedir el libre ejercicio de la autoridad o como consecuencia de acciones
ejecutadas en el ejercicio de sus funciones, bien se cometiere el delito contra funcionarios públicos, bien
contra particulares que, como testigos o de cualquier otra manera, hayan contribuido o puedan contribuir
a la ejecución o aplicación de las Leyes o disposiciones generales.
2.º Que se cause por cualquier medio, infección o contagio de ganado.
3.º Que se empleen sustancias venenosas o corrosivas.
4.º Que afecten a bienes de dominio o uso público o comunal.
5.º Que arruinen al perjudicado o se le coloque en grave situación económica.
6.º Se hayan ocasionado daños de especial gravedad o afectado a los intereses generales.”
245
Recogidos en el primer apartado del artículo 264 del Código Penal: “el que, por cualquier medio, sin
autorización y de manera grave borrase, dañase, deteriorase, alterase, suprimiese o hiciese inaccesibles
datos informáticos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos, cuando el resultado
producido fuera grave, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años.”
246
Previstas en el artículo 254.2 del Código Penal: “Se impondrá una pena de prisión de dos a cinco años
y multa del tanto al décuplo del perjuicio ocasionado, cuando en las conductas descritas concurra alguna
de las siguientes circunstancias:
1.ª Se hubiese cometido en el marco de una organización criminal.
2.ª Haya ocasionado daños de especial gravedad o afectado a un número elevado de sistemas
informáticos.
3.ª El hecho hubiera perjudicado gravemente el funcionamiento de servicios públicos esenciales o la
provisión de bienes de primera necesidad.
4.ª Los hechos hayan afectado al sistema informático de una infraestructura crítica o se hubiera creado
una situación de peligro grave para la seguridad del Estado, de la Unión Europea o de un Estado Miembro
de la Unión Europea. A estos efectos se considerará infraestructura crítica un elemento, sistema o parte
de este que sea esencial para el mantenimiento de funciones vitales de la sociedad, la salud, la seguridad,
136
provocados por incendios del artículo 266.1 Código Penal247. Se trata de un delito accesorio a
determinados procesos extorsivos perpetrados por organizaciones criminales con intenciones
monopolísticas: los daños provocados por incendios en locales de nueva apertura pueden servir
como advertencia para la víctima, en el sentido de indicarle que la zona está controlada por
ellos.
Un caso que ilustra la conducta típica del delito básico de daños es el expuesto en la STS
de 5 de abril de 2016. Si bien esta conducta se da en un contexto de rivalidad vecinal248, es
aplicable a un proceso extorsivo, donde los daños a las propiedades de las víctimas pueden
forzar los pagos exigidos: el autor “golpeó desde la calle con un palo o una barra la ventana del
salón de la vivienda (de la víctima) rompiendo los cristales, causando daños tasados en 60 euros
que fueron abonados por la compañía aseguradora” y acompañó esos daños con frases
amenazadoras como “te voy a reventar” o “te voy a matar”. Los efectos de un delito de daños
en un local o domicilio propio pueden conllevar conductas de respuesta de la víctima ante la
posibilidad de que se repitan, como recoge la misma sentencia, “ante el temor, la angustia y la
inseguridad que el comportamiento (del autor) fue generando (en la víctima y su familia) y para
evitar males mayores, decidieron que su hija y nietos abandonarían el domicilio familiar y
cambiarían su lugar de residencia.”
Estas situaciones son frecuentes, por ejemplo, en casos de extorsión laboral que
conllevan pequeños daños al negocio de quien se pretende que contrate a miembros del grupo,
o en casos de extorsión monopolística, cuando se intenta que un negocio no se abra en una zona
de control de la organización, evitando así nueva competencia. El efecto intimidatorio de los
daños en los locales acompañado de sugerencias de cambios en la contratación o en el lugar de
apertura es muy común en organizaciones que buscan evitar la comisión de delitos contra las
personas y tal conducta puede tener una efectividad muy similar a las amenazas o las
coacciones.
137
1.4. b) Delitos accesorios y menos frecuentes
El delito de incendio
El tipo penal básico que corresponde a los incendios se establece en el artículo el 351.1
del Código Penal donde se dicta que “los que provocaren un incendio que comporte un peligro
para la vida o integridad física de las personas, serán castigados con la pena de prisión de diez a
veinte años. Los Jueces o Tribunales podrán imponer la pena inferior en grado atendidas la menor
entidad del peligro causado y las demás circunstancias del hecho. Cuando no concurra tal peligro
para la vida o integridad física de las personas, los hechos se castigarán como daños previstos
en el artículo 266 de este Código.”
249
Que contiene dos elementos, citando lo expuesto más ampliamente por la jurisprudencia se requiere
“un elemento objetivo consistente en la acción de aplicar fuego a una zona espacial que comporta la
causación de un peligro para la vida e integridad física de las personas; y un elemento subjetivo que estriba
en el propósito de hacer arder dicha zona espacial, y en la conciencia del peligro originado para la vida y
para la integridad física de las personas” (SSTS de 14 de julio de 2005, de 8 de octubre de 2008, de 18 de
noviembre de 2009 y de 18 de noviembre de 2014).
138
Como añade Maraver (2017), el alcance de la conducta se delimita entendiendo el
concepto de incendio como fuego de grandes dimensiones y también que tal incendio debe ser
bastante para suponer un riesgo para la vida o la salud de las personas250.
En esta misma línea, Muñoz Cuesta (2008) señala que no es aplicable el delito de
incendio en aquellos supuestos que, a pesar de haber prendido fuego a algo, no concurre peligro
para otros bienes por no existir el riesgo de propagación; esto significa que el peligro es un
requisito indiscutible.
En este sentido, Tamarit (2016b) explica que si se pretende terminar con la vida de dos
personas y se prende fuego a su casa, que se encuentra aislada en un monte y el resultado se
limita al fallecimiento de tales personas, el autor responderá únicamente por dos delitos de
homicidio y no por un delito de incendio; esto se debe a que el desvalor de peligro en este
supuesto quedaría extinguido en la lesión del bien jurídico que ya protege el delito de homicidio,
resultando aplicable la regla de consumación del artículo 8.3 del Código Penal: “el precepto
penal más amplio o complejo absorberá a los que castiguen las infracciones consumidas en
aquél”.
Así, Andrés Domínguez (2010) recuerda que, dado que lo característico del incendio es
el riesgo de propagación, también es precisamente lo que le diferencia del delito de daños: el
objeto de protección en el delito de incendio es la seguridad colectiva en base al riesgo o peligro
de propagación, mientras que el delito de daños en cosa ajena es la propiedad sobre la
integridad material de las cosas. Esto implica que, la destrucción de objetos por cremación sin
riesgo de propagación que ponga en peligro la seguridad de las personas será considerado un
delito de daños.
250
Remitiéndose a la jurisprudencia de las SSTS de 24 de octubre de 2003, de 26 de enero de 2012 y de 3
de diciembre de 2017.
139
Un ejemplo ilustrativo del delito de incendio como medio intimidatorio, en muchas
ocasiones previa amenaza de provocar tal acción para la obtención de una exigencia es el caso
de la STS de 19 de febrero de 2016, al señalar que el condenado “colocó un artefacto explosivo
compuesto por tres botellas de gas (…) y las hizo explosionar, mediante la combustión de un
mecanismo acelerante, para producir fuego en la casa y consciente de que las llamas se
extenderían al resto del inmueble, lo que efectivamente ocurrió”, tales son los actos propios
encaminados a la provocación de un incendio, con claro riesgo de propagación. La intención
lucrativa se deduce de la declaración de su cuñado, cuando afirmó que lo que el autor buscaba
era un beneficio económico y ante la negativa de sus reclamos, quiso demostrar que debían
acceder a sus exigencias, pues previamente había requerido a su madre y a su hermana la
entrega de 100.000 euros bajo amenaza de apuñalarlas251.
Pues bien, tal conducta puede resultar especialmente efectiva como mecanismo de
presión para las extorsiones monopolísticas en el ámbito de la delincuencia organizada. Estas
extorsiones se pueden perpetrar con el claro propósito de que, como resultado de los daños
producidos tras un incendio provocado en su negocio y el miedo frente a un nuevo incidente
con la organización criminal, la víctima acceda a las exigencias de la organización, cualesquiera
que sean. Entre ellas, puede incluirse la prohibición de abrir un local en la zona donde el grupo
ejerce su dominio; en ese supuesto, podría ser aplicable además del delito de incendio un delito
de daños específico por medio de un incendio previsto en el artículo 266.1 del Código Penal252,
siempre y cuando genere un riesgo significativo de explosión o de causación de otros daños de
especial gravedad, o ponga en peligro la vida o la integridad de las personas.
El delito de denuncia falsa se prevé en los dos apartados del artículo 456 del Código
Penal, con el siguiente tenor literal: “1. Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario
desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían
251
Este último extremo no fue considerado probado porque la madre y la hermana se acogieron a la
dispensa del artículo 416 de la LECrim, debido a motivos personales ajenos a la hipotética falsedad de la
declaración de su cuñado, pero que permitió al acusado la absolución del delito de amenazas.
252
Cuyo tenor literal es el siguiente: “será castigado con la pena de prisión de uno a tres años el que
cometiere los daños previstos en el apartado 1 del artículo 263 mediante incendio, o provocando
explosiones, o utilizando cualquier otro medio de similar potencia destructiva o que genere un riesgo
relevante de explosión o de causación de otros daños de especial gravedad, o poniendo en peligro la vida
o la integridad de las personas.”
140
infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que
tenga el deber de proceder a su averiguación, serán sancionados: 1.º Con la pena de prisión de
seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito grave. 2.º
Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito menos grave. 3.º
Con la pena de multa de tres a seis meses, si se imputara un delito leve. 2. El que, ante alguno de
los funcionarios señalados en el artículo anterior, simulare ser responsable o víctima de una
infracción penal o denunciare una inexistente, provocando actuaciones procesales, será
castigado con la multa de seis a doce meses.”
Quintero (2016c) explica que es un tipo penal construido a partir de la descripción típica
de la calumnia: es una modalidad específica que requiere la condición de que los sujetos ante
quien se pronuncia o dirige la falsa imputación sea un funcionario judicial o administrativo que
tenga obligación de proceder a la averiguación del hecho por razón de su cargo.
Por tanto, se trata de un delito que afecta tanto a la Administración Pública como al
honor de quien se le imputa la realización de una determinada infracción penal cuya conducta
típica también requiere que esa imputación se atribuya de manera clara e individualizada sobre
una persona, que sea objetivamente falsa y que subjetivamente se conozca su falsedad o se
desprecie la verdad y, como ya se ha comentado, que sea realizada frente a un funcionario
judicial o administrativo que deba proceder a su averiguación (Díaz Pita, 1996; Morón, 2011;
Soto Rodríguez, 2012; Benlloch, 2015, Orts, 2016; Quintero, 2016c; Cancio, 2017c; Muñoz
Conde, 2017).
141
revelando hechos apartados de la realidad. El delito de denuncia falsa no puede nunca consistir
en la mera atribución subjetiva de la comisión de un delito, con cita de una base fáctica valorada
como tal por el denunciante, pero insuficiente por sí misma para la condena, aun cuando
resultase posteriormente acreditada, sino en la imputación de toda una narración que integre
plenamente la acción delictiva, pues no en balde el artículo 456 se refiere a "unos hechos que,
de ser ciertos, constituirían infracción penal.
Conviene recordar que nuestro ordenamiento procesal penal permite tres formas de
iniciar un proceso penal: la denuncia, la querella y de oficio. Todas ellas pueden dar lugar a un
delito de acusación y denuncia falsas (Soto Rodríguez, 2012; Quintero, 2016c; Muñoz Conde,
2017).
Respecto de la materia que nos ocupa, Soto Rodríguez (2012, p. 1) describe el delito de
acusación y denuncia falsa como “generalmente extorsionante”, asumiendo cierto poder
coercitivo en la acción. Además, la autora puntualiza que gran parte de estas denuncias falsas
142
están asociadas o relacionadas con el artículo 457253 del Código Penal sobre simulación de
delitos, cuando una persona simula ser responsable o víctima de una infracción penal o denuncia
una infracción inexistente ante alguno de los funcionarios citados en el artículo 456 provocando
así las actuaciones procesales correspondientes.
“Al lucrativo ejercicio de la extorsión se han sumado prácticamente todos los grupos que
se mueven dentro de una criminalidad organizada cada día más próspera por los también cada
vez más numerosos campos de actuación que les ofrece todo el elenco de las innumerables
actividades que han venido siendo prohibidas por el Derecho penal a lo largo del siglo XX”.
Nos encontramos, por tanto, ante una amplia gama de actividades delictivas
desarrolladas en grupo de forma especialmente eficaz mediante nuevas formas de criminalidad,
253
Donde se establece que “el que, ante alguno de los funcionarios señalados en el artículo anterior,
simulare ser responsable o víctima de una infracción penal o denunciare una inexistente, provocando
actuaciones procesales, será castigado con la multa de seis a doce meses.”
143
mucho más difíciles de combatir (Gómez Recio y Espina Ramos, 2005). Ahora bien, por el mero
hecho de configurarse en el ámbito de la criminalidad organizada, pueden resultar aplicables
delitos de organización como son el delito de organización criminal, de grupo criminal o de
asociación ilícita.
Llegados a este punto, resulta de gran interés conocer el escenario donde se perpetran
los procesos extorsivos analizados, cuestión que se expone a continuación.
Hay que comenzar señalando que su tipificación en España fue relativamente reciente;
se produjo en el año 2010, a través de la Ley Orgánica 5/2010, por la que se modifica la Ley
Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en virtud de la cual se introdujeron
los tipos de organización criminal y grupo criminal en el Capítulo VI del Título XXII del Libro II,
integrado por los artículos 570 bis, 570 ter y 570 quáter. Sin embargo, se puede considerar un
delito vivo, porque en su corta vida ya ha sido frecuentemente aplicado, ampliamente debatido
144
e incluso modificado. Para conocer su concreta problemática se debe comenzar por presentar
la definición y conductas típicas que recoge el Código Penal.
Han sido muy relevantes las dos reformas del Código Penal que se han llevado a cabo en
esta materia. Como ya se ha comentado, la L.O. 5/2010 de 22 de junio, que introduce este delito
Penal; y la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo introduce una modificación sobre la anterior
redacción254.
254
Anteriormente se incluía la perpetración reiterada de faltas como finalidad perseguible, y una de las
reformas de 2015 incluye la supresión definitiva del catálogo de faltas, pasando la mayor parte de ellas a
estar tipificadas como delitos leves.
255
Las penas que el citado código atribuye a cada opción, atendiendo a todas sus posibles combinaciones,
son las siguientes: el delito de intervención en posición directiva de una organización con el fin de cometer
delitos graves está penado con prisión de cuatro a ocho años, el delito de intervención en posición
directiva de organizaciones criminales con el fin de cometer otro tipo de infracciones criminales se castiga
con prisión de dos a cinco años, el delito de intervención sin posición directiva dentro de una organización
criminal cuyo fin sea cometer delitos graves queda penado con prisión de tres a seis años y por último, el
delito de intervención sin posición directiva en una organización criminal que tenga el fin de cometer otro
tipo de infracciones criminales está penado entre uno y tres años de prisión.
145
d) Que el fin de la organización sea cometer otro tipo de infracciones criminales.
Esta fórmula menos grave está menos castigada256 que, en los delitos de criminalidad
organizada, aunque las agravantes se aplican ante los tres mismos supuestos257 puesto que el
legislador ha estimado que también incrementan el peligro o la efectividad de sus delitos.
256
Las penas se establecen atendiendo a tres posibilidades:
a) Cuando la finalidad del grupo es cometer determinados delitos: delitos contra la vida o la integridad de
las personas, la libertad, la libertad e indemnidad sexuales o la trata de seres humanos, recogidos en el
artículo anterior, con la pena de dos a cuatro años de prisión si se trata de uno o más delitos graves y con
la de uno a tres años de prisión si se trata de delitos menos graves.
b) Cuando la finalidad es cometer cualquier otro delito grave se impone una pena de seis meses a dos
años de prisión.
c) Cuando se trate de cometer uno o varios delitos menos graves no incluidos en el aparado a) o cuando
se reitere la perpetración de delitos leves la pena será de tres meses a un año de prisión.
257
A modo de recordatorio: a) que el grupo esté formado por un elevado número de personas, b) que
disponga de armas o instrumentos peligrosos, y c) que disponga de medios tecnológicos avanzados de
146
Para concluir este breve análisis descriptivo de los tipos penales es relevante mencionar
determinadas medidas que el Código Penal aporta a los jueces o tribunales orientadas a
neutralizar los riesgos provenientes del conjunto del colectivo y no sólo a sus miembros.
comunicación o transporte que por sus características resulten especialmente aptos para facilitar la
ejecución de los delitos o la impunidad de los culpables; pena que se impondrá en su mitad superior.
258
Este artículo del Código Penal contiene cuatro párrafos, que establecen que:
“1. Los jueces o tribunales, en los supuestos previstos en este Capítulo y el siguiente, acordarán la
disolución de la organización o grupo y, en su caso, cualquier otra de las consecuencias de los artículos
33.7 y 129 de este Código.
2. Asimismo se impondrá a los responsables de las conductas descritas en los dos artículos anteriores,
además de las penas en ellos previstas, la de inhabilitación especial para todas aquellas actividades
económicas o negocios jurídicos relacionados con la actividad de la organización o grupo criminal o con su
actuación en el seno de los mismos, por un tiempo superior entre seis y veinte años al de la duración de la
pena de privación de libertad impuesta en su caso, atendiendo proporcionalmente a la gravedad del delito,
al número de los cometidos y a las circunstancias que concurran en el delincuente.
En todo caso, cuando las conductas previstas en dichos artículos estuvieren comprendidas en otro precepto
de este Código, será de aplicación lo dispuesto en la regla 4.ª del artículo 8.
3. Las disposiciones de este Capítulo serán aplicables a toda organización o grupo criminal que lleve a cabo
cualquier acto penalmente relevante en España, aunque se hayan constituido, estén asentados o
desarrollen su actividad en el extranjero.
4. Los jueces o tribunales, razonándolo en la sentencia, podrán imponer al responsable de cualquiera de
los delitos previstos en este Capítulo la pena inferior en uno o dos grados, siempre que el sujeto haya
abandonado de forma voluntaria sus actividades delictivas y haya colaborado activamente con las
autoridades o sus agentes, bien para obtener pruebas decisivas para la identificación o captura de otros
responsables o para impedir la actuación o el desarrollo de las organizaciones o grupos a que haya
pertenecido, bien para evitar la perpetración de un delito que se tratara de cometer en el seno o a través
de dichas organizaciones o grupos”.
147
clausura de locales o la suspensión temporal de actividades259, algunas de ellas aplicables a entes
que no encajen en el artículo 31 bis por carecer de personalidad jurídica260.
259
Estas consecuencias sobre la personalidad jurídica se recogen al completo en el artículo 33.7 del Código
Penal: “las penas aplicables a las personas jurídicas, que tienen la consideración de graves, son las
siguientes:
a) Multa por cuotas o proporcional.
b) Disolución de la persona jurídica. La disolución producirá la pérdida definitiva de su personalidad
jurídica, así como la de su capacidad de actuar de cualquier modo en el tráfico jurídico, o llevar a cabo
cualquier clase de actividad, aunque sea lícita.
c) Suspensión de sus actividades por un plazo que no podrá exceder de cinco años.
d) Clausura de sus locales y establecimientos por un plazo que no podrá exceder de cinco años.
e) Prohibición de realizar en el futuro las actividades en cuyo ejercicio se haya cometido, favorecido o
encubierto el delito. Esta prohibición podrá ser temporal o definitiva. Si fuere temporal, el plazo no podrá
exceder de quince años.
f) Inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con el sector público y para
gozar de beneficios e incentivos fiscales o de la Seguridad Social, por un plazo que no podrá exceder de
quince años.
g) Intervención judicial para salvaguardar los derechos de los trabajadores o de los acreedores por el
tiempo que se estime necesario, que no podrá exceder de cinco años.
La intervención podrá afectar a la totalidad de la organización o limitarse a alguna de sus instalaciones,
secciones o unidades de negocio. El Juez o Tribunal, en la sentencia o, posteriormente, mediante auto,
determinará exactamente el contenido de la intervención y determinará quién se hará cargo de la
intervención y en qué plazos deberá realizar informes de seguimiento para el órgano judicial. La
intervención se podrá modificar o suspender en todo momento previo informe del interventor y del
Ministerio Fiscal. El interventor tendrá derecho a acceder a todas las instalaciones y locales de la empresa
o persona jurídica y a recibir cuanta información estime necesaria para el ejercicio de sus funciones.
Reglamentariamente se determinarán los aspectos relacionados con el ejercicio de la función de
interventor, como la retribución o la cualificación necesaria.
La clausura temporal de los locales o establecimientos, la suspensión de las actividades sociales y la
intervención judicial podrán ser acordadas también por el Juez Instructor como medida cautelar durante
la instrucción de la causa”.
260
En este caso el artículo aplicable es el 129, que además de permitir al juez acordar la prohibición
definitiva de llevar a cabo cualquier actividad, aunque sea lícita; activa los apartados del c) al g) del artículo
33.7, expuesto en el anterior pie de página.
261
Como bien indica Cancio (2008, p.5) “ni la situación político-institucional general ni las organizaciones
correspondientes en el siglo XXI son idénticas con las del siglo XIX, como es evidente”.
148
las conductas criminales en grupo, especialmente en fenómenos como el terrorismo y el crimen
organizado, obligando a ser un asunto prioritario en las agendas político-criminales de Occidente
(Cancio, 2008; De la Corte y Giménez-Salinas, 2010; García Albero, 2016; Ferrandis, 2017). En
este sentido, Martínez Garay (2007) destaca la dificultad de traducir en términos técnico-
jurídicos un complejo concepto criminológico que abarca multiplicidad de fenómenos y
realidades que presentan diversas particularidades262.
Si bien es cierto que el delito de organización criminal se ubica en el Título XXII del Código
Penal, que contiene los delitos contra el orden público, no es menos cierto que existen diversas
posturas doctrinales derivadas del bien jurídico protegido de este tipo penal.
Primeramente, sin duda parece que este tipo de delitos vulneran un bien jurídico que se
puede considerar colectivo, como apuntan Sánchez-García de Paz (2008) y Faraldo (2012).
Ahora bien, como expone Cancio (2008), existen también diferentes objetos de protección
posibles.
Uno de ellos es el defendido por Lamarca Pérez (1998) cuando explica que, puesto que
los grupos que emplean medios violentos están ejerciendo las funciones exclusivas de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el bien jurídico que se protege es el ejercicio exclusivo de la
violencia por parte del Estado. En cambio, es diferente la idea defendida por García-Pablos de
Molina (1977), puesto que una agrupación con suficiente poder sería capaz de limitar la
capacidad de actuación del Estado (o incluso su existencia), como ha llegado a ocurrir en
regiones dominadas por la mafia en el sur de Italia o por las guerrillas en Latinoamérica;
defendiendo así que se está protegiendo el poder del Estado. Desde otro punto de vista, en línea
con García Albero (2016), la ubicación del delito en el Código Penal puede llevarnos a pensar
que el bien jurídico protegido en el mismo es el orden público263, teniendo en cuenta la
importancia de su “papel limitador de la esfera de la libertad de los individuos” tal como señala
Faraldo (2012, p.232) y dado el considerable perjuicio que pueden causar las organizaciones
criminales a través de su actividad coordinada y mantenida en el tiempo. El propio García Albero
(2016, p.2157) define materialmente el orden público como “la seguridad y la paz en las
manifestaciones de la vida ciudadana”.
262
Se han señalado algunos de los aspectos criminológicos más en el apartado primero del capítulo 1 del
presente trabajo.
263
Concepto muy genérico y omnicomprensivo, objeto de amplio debate conceptual tanto en Derecho
penal como en Derecho civil, Derecho internacional privado (como explica Faraldo, 2012), y en especial
en Derecho Administrativo (Martín-Retortillo, 1975).
149
En este contexto, conviene recordar que el Preámbulo de la Ley Orgánica 5/2010, de 22
de junio, reconoce el orden público como bien jurídico abarca la seguridad jurídica, la vigencia
efectiva del principio de legalidad y los derechos y libertades de los ciudadanos.
264
Que establece que “las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán
como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”.
265
Que indica que el Estado tiene competencia exclusiva en materia de “Seguridad pública, sin perjuicio
de la posibilidad de creación de policías por las comunidades autónomas en la forma que se establezca
en los respectivos Estatutos en el marco de lo que disponga una ley orgánica.”
266
En su aparado II b, p.13.
267
Aunque Faraldo (2012) añade que se puede considerar de manera puntual para cometer más de un
delito.
268
De hecho, la conspiración queda absorbida por la ejecución del delito, a diferencia del castigo contra
la estructura estable de los delitos de organización.
150
pérdida de control individual (Faraldo, 2012): la importancia de la estabilidad de la organización
puede superar la puntual colaboración de sus miembros o incluso la concreta dirección de sus
jefes. En esta misma Circular 2/2011 se expone que el bien jurídico que se protege en la
persecución de organizaciones y grupos criminales es la seguridad ciudadana, que, explica,
incluye la seguridad y la paz en el normal desenvolvimiento de la ciudadanía.
Se entiende, por tanto, que el riesgo que supone este fenómeno no se persigue en tanto
que se concrete una ejecución grupal de delitos, si no por la conformación de un elemento
estructural que permite la coordinación efectiva de los integrantes de la organización. En este
escenario, una cuestión fundamental radica en el reparto de tareas como base funcional en la
consideración de organización criminal. Dentro de la distribución de funciones propia de
cualquier agrupación de personas con intención de delinquir, el elemento estructural es un
componente esencial que debe implicar un reparto real de responsabilidades y tareas de forma
consistente, rígida y mantenida en el tiempo; esto es lo que aporta mayor efectividad a la
organización, y consecuentemente, supone un riesgo para la seguridad ciudadana.
Precisamente la doctrina se sirve de esa especial gravedad y peligrosidad de las organizaciones
criminales para explicar la necesidad de modificar los instrumentos penales y procesales para
hacerles frente, como explica Martínez Garay (2007).
Ahora bien, dadas las limitaciones de la definición del fenómeno, podemos encontrar
concreciones al concepto en la jurisprudencia, como se expone a continuación.
151
2.1. c) Concreciones jurisprudenciales del concepto
269
Contemplado en el artículo 570 bis del Código Penal: “quienes promovieren, constituyeren,
organizaren, coordinaren o dirigieren una organización criminal serán castigados con la pena de prisión
de cuatro a ocho años si aquélla tuviere por finalidad u objeto la comisión de delitos graves, y con la pena
de prisión de tres a seis años en los demás casos; y quienes participaren activamente en la organización,
formaren parte de ella o cooperaren económicamente o de cualquier otro modo con la misma serán
castigados con las penas de prisión de dos a cinco años si tuviere como fin la comisión de delitos graves, y
con la pena de prisión de uno a tres años en los demás casos”. “A los efectos de este Código se entiende
por organización criminal la agrupación formada por más de dos personas con carácter estable o por
tiempo indefinido, que de manera concertada y coordinada se repartan diversas tareas o funciones con el
fin de cometer delitos.”
270
STS de 16 de abril de 2014.
271
STS de 5 de diciembre de 2013.
272
Este artículo establece que “son autores quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por
medio de otro del que se sirven como instrumento. También serán considerados autores: a) Los que
152
organización no puede confundirse con la situación de coautoría o coparticipación y la existencia
de personas coordinadas sin más no implica la pertenencia a la misma". Y añade "la
organización, a su vez, positivamente, puede abarcar todos los supuestos en los que dos o más
personas programan un proyecto o propósito para desarrollar una idea criminal, sin que sea
precisa una ordenación perfecta, pero deben subrayarse las notas de estructura jerárquica y
cierta permanencia"273.
Resultan destacables las cuatro notas características que expone la Fiscalía General del
Estado como propias del fenómeno de la criminalidad organizada (Circ 2/2011):
a) “Una pluralidad de personas asociadas para llevar a cabo una determinada actividad,
que se concreta en tres o más”. Se deben por tanto poner de acuerdo al menos tres personas,
aunque el tipo penal diferencia distintas clases de autores atendiendo a la responsabilidad
asumida en el seno de la organización, como se ha definido en la descripción del tipo.
b) “La existencia de una estructura más o menos compleja en función del tipo de
actividad prevista, en la que por lo general deben poder reconocerse relaciones de jerarquía y
disciplina”, lo que se debe entender como el sometimiento de sus integrantes a las decisiones
grupales tomadas por otros miembros que ejercen una función jerárquicamente superior o
funcionalmente diferente.
inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo. b) Los que cooperan a su ejecución con un acto sin el
cual no se habría efectuado.”
273
También en SSTS de 5 de diciembre de 1998, 12 de febrero de 2002 y 28 de febrero de 2003, entre
otras.
274
Siempre que se cumplan los requisitos del tipo penal.
153
través de un delito específico, sin perjuicio de los delitos que se puedan cometer a través de
actividades ilegales en el seno de una organización criminal, cuestión que se analiza a
continuación.
275
Se encuentra recogida en los artículos 369.1. 2º y 3º, 370.2º y 371.2 del Código Penal.
276
Tipificados en los artículos 270 y 276c del Código Penal.
277
El phishing hace referencia a una forma de ingeniería social en la cual un atacante (phisher) intenta
conseguir de forma fraudulenta credenciales confidenciales o sensibles del usuario, imitando
comunicaciones electrónicas desde una organización confiable o pública, de forma automática (Denning
y Baugh, 2000).
278
En el artículo 248 del Código Penal.
279
En los artículos 183 y 189 del Código Penal, o CAM por sus siglas en inglés, Child Abuse Material, tal
como Europol denomina a este tipo de material.
280
Artículos 301 a 304 del Código Penal.
281
Artículo 318 bis del Código Penal.
282
Artículo 305.1 del Código Penal.
154
Los delitos concretos que la Ley de Enjuiciamiento Criminal283 (en lo sucesivo, LECrim)
en su artículo 282 bis 4 vincula con posibles propósitos de las organizaciones criminales son los
siguientes:
283
Aprobada por el Real Decreto de 14 de septiembre de 1882.
284
Previstos en el artículo 156 bis del Código Penal.
285
Previsto en los artículos 164 a 166 del Código Penal.
286
Previsto en el artículo 177 bis del Código Penal.
287
Previstos en los artículos 187 a 189 del Código Penal.
288
Previstos en los artículos 237, 243, 244, 248 y 301 del Código Penal.
289
Previstos en los artículos 270 a 277 del Código Penal.
290
Previstos en los artículos 312 y 313 del Código Penal.
291
Previstos en el artículo 318 bis del Código Penal.
292
Previstos en los artículos 332 y 334 del Código Penal.
293
Previsto en el artículo 345 del Código Penal.
294
Previstos en los artículos 368 a 373 del Código Penal.
295
Previstos en el artículo 386 del Código Penal.
296
Previsto en el artículo 399 bis del Código Penal.
297
Previsto en los artículos 566 a 568 del Código Penal.
298
Artículos 572 a 578 del Código Penal.
299
Previstos en el artículo 2.1.e de la Ley Orgánica 12/1995, de 12 de diciembre, de represión del
contrabando.
155
Todos estos delitos son aplicables en materia de procesos extorsivos, puesto que
pueden formar parte de la actividad principal de una organización que refuerce sus intereses
económicos mediante extorsiones laborales, monopolísticas o de protección.
- El delito de secuestro: este delito puede ser un instrumento de gran utilidad dentro
del proceso extorsivo para forzar los pagos a la organización.
- Los delitos contra los derechos de los trabajadores: estos delitos estarían vinculados
a la extorsión laboral, donde una organización puede distorsionar la contratación
laboral de un negocio en busca de sus propios intereses.
- Los delitos contra el patrimonio: una vez que la organización criminal tiene cierto
control, su reputación le puede permitir la comisión de delitos contra el patrimonio,
especialmente a través de intimidación dirigida contra los negocios de las víctimas
de procesos extorsivos.
Además, se debe tener en cuenta que una organización puede dedicarse a cualquiera
de las actividades recogidas en el 282 bis 4 Lecrim, y que, como resultado de determinados
conflictos, también se dedique a extorsionar. Tal puede ser el caso de los siguientes claros
ejemplos:
156
b) Una organización criminal puede ofrecer servicios ilegales vinculados a delitos de
prostitución o de trata de seres humanos con una doble vía extorsiva: por un lado, se
pueden aprovechar de la precaria situación de personas que desean venir a España en
busca de nuevas oportunidades, ofreciéndoles ayuda para el viaje, el alojamiento e
incluso el trabajo a cambio de un compromiso300 que finalmente se transforma en un
proceso extorsivo de solicitud de pagos vinculado al negocio donde trabajan301. Por otro
lado, estos servicios que prestan las organizaciones criminales, en el caso de prostíbulos
y locales de juego, permiten a los clientes302 asumir deudas e incluso adquirir préstamos
para continuar el consumo de tales servicios y, ante el impago o la insolvencia de esos
clientes, se puede iniciar la recaudación de deudas mediante el ejercicio de violencia y
aplicando unos intereses abusivos en forma de proceso extorsivo.
Si bien todos los delitos contenidos en el artículo 282 bis 4 de la Lecrim son susceptibles
de enmarcarse en el ámbito de la delincuencia organizada dedicada a extorsionar, lo cierto es
que esta enumeración es incompleta. En este punto es reseñable nuevamente la Circular de la
Fiscalía General de Estado 2/2011, que señala que “en el campo criminológico se ha puesto de
manifiesto la complejidad del concepto de criminalidad organizada, ya que bajo dicha
denominación se integran una multiplicidad de fenómenos y realidades muy diferentes”.
Por tanto, la situación legal actual del delito de extorsión es la siguiente: se trata de una
de las actividades a las que se puede dedicar una organización o grupo criminal reconocidas en
el artículo 282 bis 4 de la Lecrim, pero no es un supuesto donde quepa la aplicación del agravante
de pertenencia a una organización o grupo criminal. Ahora bien, parece que numerosos
procesos extorsivos pueden contener otros delitos como robo con violencia e intimidación,
estafa o delitos contra los trabajadores, que se encontrarían en la misma situación legal. En
cambio, como ha quedado de manifiesto en las diversas tipologías y formas de actuación de
organización criminales dedicadas a extorsionar empresarios, existen determinadas conductas
que no se contemplan dentro de la aplicabilidad del agravante ni de los propósitos de las
organizaciones criminales: esencialmente, las amenazas condicionales, coacciones, las
detenciones ilegales, el acoso y la realización arbitraria del propio derecho. Esto significa que
300
Puede ser un trabajo, un préstamo sin intereses, un negocio en buenas condiciones o un precio falso
que luego se incrementa injustificadamente.
301
Puede ser un bar donde ejercen la prostitución, una tienda donde trabajan más horas de las legalmente
permitidas, etc.
302
Clientes que en numerosas ocasiones son dueños de pequeños locales que se utilizan como una suerte
de aval informal.
157
muchos de los delitos contenidos en los procesos extorsivos no son actualmente considerados
por el legislador de mayor gravedad cuando se cometen como parte de las actividades delictivas
en el marco de una organización criminal, como ocurre con otros delitos. Todo ello sin perjuicio
de que pudiera aplicarse para tales casos, además del delito concreto, el tipo autónomo de
organización o grupo criminal.
Para ello se expone a continuación un breve comentario en relación con los delitos de
organización sobre el origen de estos, mediante la remisión al delito de asociación ilícita y su
diferenciación en materia de bien jurídico protegido, así como la puntualización de
determinadas características comunes y elementos diferenciadores entre los delitos de
organización criminal y de organización terrorista.
Este delito está recogido en el artículo 515.1. del Código Penal: “son punibles las
asociaciones ilícitas, teniendo tal consideración: 1.º Las que tengan por objeto cometer algún
delito o, después de constituidas, promuevan su comisión. 2.º Las que, aun teniendo por objeto
un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su
consecución. 3.º Las organizaciones de carácter paramilitar. 4.º Las que fomenten, promuevan
303
Es una tendencia del Derecho penal hacia una "expansión cuantitativa y cualitativa", constatada por
Silva (2001) y que también afecta específicamente al ámbito de la criminalidad organizada; así lo defiende
Sánchez García de la Paz (2005).
158
o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra personas,
grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus
miembros o de alguno de ellos a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación
familiar, enfermedad o discapacidad.”
b) Los ilícitos deben ser pretendidos o cometidos en nombre y representación del ente
colectivo y en su beneficio.
304
Argumento que permite a García-Pablos de Molina (1983b) y Cancio (2008) asumir que en el lenguaje
jurídico-dogmático del Derecho penal español “asociación” es “organización”.
159
c) Que las actividades ilegales deben ser definitorias del grupo, y no meramente
secundarias o eventuales.
Ahora bien, el delito de asociación ilícita considera que se hace un uso abusivo de uno
de los derechos y libertades reconocidos en la Constitución Española de 1978 (Muñoz Conde,
2013; Llobet, 2015) en relación con el derecho de asociación del artículo 22 y desarrollado por
la LO 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación. Además, se persiguen
supuestos específicos ajustados únicamente al delito de asociación ilícita del artículo 515 del
Código Penal: aquellas que aun teniendo por objeto un fin lícito, emplean medios violentos o de
alteración o control de la personalidad para su consecución, organizaciones de carácter
paramilitar o las que promuevan la discriminación, el odio o la violencia, tal como señala el tipo.
Por tanto, se puede considerar que el tipo de asociación ilícita no persigue los
fenómenos vinculados a la delincuencia organizada de forma efectiva ni adecuada (García Rivas
y Lamarca, 2010), siendo necesaria una regulación autónoma para su correcta represión (Llobet,
2015). Así, García Del Blanco (2017b) mantiene que el bien jurídico protegido en el delito de
asociación ilícita es el derecho de asociación, mientras que con los delitos de organización y
grupo criminal se protege el orden público. Pero se debe tener en cuenta que existen otros
delitos de organización, como son los delitos de terrorismo, que presentan enormes diferencias
y que, sin embargo, que también comparten importantes características; algunas de ellas
conviene recordarlas sucintamente.
305
García Del Blanco (2017b) y Cancio (2017d) amplían los debates en torno los bienes jurídicos expuestos,
tanto de las organizaciones terroristas como criminales; en ocasiones el bien jurídico protegido por
160
ubicación en el Código Penal: estos delitos tienen un Capítulo en exclusiva denominado De las
organizaciones y grupos terroristas y de los delitos de terrorismo. Aunque este asunto tampoco
está exento de polémica, pues, por ejemplo, Cancio (2010) argumenta que los delitos de
organización se caracterizan por poner en cuestión el monopolio de la violencia del Estado y en
especial el terrorismo, pues pretende “subvertir el orden constitucional” como describe el
precepto que lo recoge, por lo que su ubicación dentro del Código debe situarse entre los delitos
contra la Constitución.
En cuanto a las similitudes a nivel jurídico, además de la evidente noción nuclear de una
estructura en el colectivo en ambas tipologías de organización (Cancio, 2018), llama la atención
la “estrecha relación” de ambos tipos penales, (Muñoz Conde, 2017, p.776), cuyo análisis se
expone a continuación.
determinadas organizaciones criminales puede resultar “difícil de fundamentar” (García Del Blanco,
2017b, p.1916).
306
Concretamente el citado artículo del Código Penal señala que deberán reunir "las características
respectivamente establecidas en el párrafo segundo del apartado 1 del artículo 570 bis (a los efectos de
este Código se entiende por organización criminal la agrupación formada por más de dos personas con
carácter estable o por tiempo indefinido, que de manera concertada y coordinada se repartan diversas
tareas o funciones con el fin de cometer delitos) y en el párrafo segundo del apartado 1 del artículo 570
ter (a los efectos de este Código se entiende por grupo criminal la unión de más de dos personas que, sin
reunir alguna o algunas de las características de la organización criminal definida en el artículo anterior,
tenga por finalidad o por objeto la perpetración concertada de delitos)."
307
Así lo expone de forma más profunda y precisa Cancio (2011).
161
a) Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el
funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del
Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo.
Estas finalidades permiten articular una definición penal de terrorismo, como explica
Muñoz Conde (2017), inexistente antes de la reforma del Código en 2015308 , siempre y cuando
una de ellas sea el propósito principal de los delitos contenidos en el artículo 573.1 del texto
penal. Dichas finalidades son: cualquier delito grave contra la vida o la integridad física, la
libertad, la integridad moral, la libertad e indemnidad sexuales, el patrimonio, los recursos
naturales o el medio ambiente, la salud pública, de riesgo catastrófico, incendio, contra la
Corona, de atentado y tenencia, tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos, previstos
en el presente Código, y el apoderamiento de aeronaves, buques u otros medios de transporte
colectivo o de mercancías.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que las organizaciones criminales y las
terroristas pueden realizar actividades instrumentales muy similares para la consecución de sus
propios objetivos309, lo cual puede dar lugar a una enorme similitud en los delitos que cometen
de forma habitual, más allá de su formato organizativo310. Entre otros ejemplos, delitos como
308
Mediante la L.O. 1/2015, de 30 de marzo.
309
Es más, de forma puntual, pueden compartir objetivos cruzados, tal como se explica en el capítulo
primero de la presente tesis: en un momento dado una organización criminal puede tener un objetivo de
tipo institucional como paso hacia una forma de corrupción para lograr ventajas en la otorgación, por
ejemplo, de licencias de apertura de locales o de proyectos urbanísticos que sin duda están siempre
orientados al beneficio económico final; así como un grupo terrorista puede tratar de financiarse a través
del tráfico de drogas o de armas para poder invertir en sus necesidades logísticas o propagandísticas,
siempre con el fin último de lograr un cambio institucional.
310
En este contexto, resulta interesante lo señalado por Martínez Garay y Mira (2010) respecto de la
Reforma Penal de 2010 (LO 5/2010, de 22 de junio). Curiosamente esta modificación introdujo
importantes cambios como la responsabilidad penal de personas jurídicas, la tipificación autónoma de los
delitos de pertenencia a organizaciones y grupos criminales y la modificación de los delitos de pertenencia
a organizaciones y grupos terroristas; pero de forma paradójica, hacía inexigible la responsabilidad penal
a organizaciones terroristas con personalidad jurídica y, consecuentemente, medidas específicas a
personas jurídicas como la disolución o la clausura de establecimientos no resultaban aplicables al ámbito
de la lucha terrorista. En definitiva, esta reforma permitía exigir responsabilidad penal a las sociedades,
162
las amenazas, las lesiones o los daños a propiedades pueden resultar comunes como parte de
las actividades cotidianas de ambos. Otra clara muestra de ello es el fenómeno concreto de la
extorsión: organizaciones criminales y terroristas implementan procesos extorsivos como
fuente de financiación para el mantenimiento del propio grupo (De la Corte, 2015).
empresas o asociaciones de apariencia lícita instrumentalizadas por los miembros de las organizaciones
mafiosas o criminales para la comisión de delitos, pero no cuando tales organizaciones eran terroristas.
311
Aunque no es el único grupo terrorista que emplea procesos extorsivos a empresas, por citar solo un
ejemplo, De la Corte (2013, p.158) señala a grupos como TTP (Tehrik-e-Taliban Pakistan, o los talibanes
pakistaníes) y la Red Haqqani indicando que: “la agresión y amenaza con propósitos extorsivos a
comerciantes y profesionales de diverso nivel se ha convertido en una práctica generalizada entre los
grupos terroristas establecidos en diferentes provincias y áreas de Pakistán: desde las regiones tribales,
limítrofes con Afganistán, hasta las provincias más desarrolladas del Punjab y Sindh. Las víctimas
habituales de dicha extorsión son comerciantes y profesionales de diversa índole (…) Precisamente,
algunas informaciones indican que grupos radicales pakistaníes han obtenido fondos en España
practicando la extorsión a compatriotas afincados en nuestro país”.
312
Lo que Sáez de la Fuente y Prieto (2017) denominan extorsión empresarial.
163
sostenida en el tiempo, y cuyo patrimonio resulta perjudicado (Martínez González, 1991),
aspecto que comparte claramente con el fenómeno que se analiza en este trabajo.
Estas prácticas se describen así por el Tribunal Supremo313: “la organización terrorista
E.T.A., con la finalidad de obtener fondos para la ejecución de sus criminales propósitos, el
cambio del orden constitucional mediante la ejecución de atentados contra las personas,
propiedades e infraestructuras, entre otros medios, recurre a una campaña de extorsión a
empresarios solicitándose el pago de dinero, pretensión de cantidades a la que se compele a los
empresarios bajo la amenaza de sufrir acciones armadas de la organización, bien en sus
propiedades bien en sus personas”, llegando a denominar tales conductas como extorsión
mafiosa.
313
STS de 26 de julio de 2012.
314
Tal como expone Buesa (2006), matizando que casi el 60 por 100 corresponden al pago de rescates por
las personas secuestradas y el resto a las cantidades exigidas bajo coacción, ambas consideradas formas
de extorsión a empresarios.
315
Según Sáez de la Fuente et al. (2017, p.8).
316
Así lo describe Sáez de la Fuente et al. (2017).
164
La intimidación y el silencio social
A la luz de las informaciones que sobre su situación económica obran en nuestro poder,
la cantidad fijada es de X. El pago deberá hacerlo en efectivo.
Habrá para ello de utilizar los medios Vascos habituales (o círculos abertzales habituales)
a fin de ponerse en contacto con nuestra Organización.
Queda seriamente advertido de que, en caso de que Vd. se negara pagar la cantidad
estipulada, nuestra Organización se verá obligada tomar las medidas de represalia oportunas
contra sus bienes y su persona. Sobra decirle que cualquier intento por su parte de ponerse en
contacto con la Policía o Ertzantza le acarrearía consecuencias de carácter irreparable.
165
desactivarlo era proceder al pago de la cantidad exigida con un recargo. Cuando la cantidad se
pagaba, ETA hacia llegar se entregaba al pagador un documento a modo de recibo.”
Esto creó un clima de miedo que se tradujo en silencio social: a raíz de esta situación de
violencia muchas personas tuvieron fuertes reticencias para hacer pública su oposición a E.T.A.,
afectadas por el miedo al aislamiento ante el rechazo (Martín-Peña, 2013). Una consecuencia
similar ante el miedo a las represalias frente a una organización con poder en un territorio
concreto es la omertá italiana318, el silencio al que deben sumarse los miembros y colaboradores
(incluso forzados, esto es, víctimas) y que genera un entorno de inseguridad y limita el rechazo
de las víctimas de extorsión. En el caso de la organización terrorista E.T.A., Sáez de la Fuente et
al. (2017, p.25) afirman que: “buena parte de la sociedad vasca mantuvo una actitud indiferente
y públicamente distante hacia las víctimas del terrorismo en general y de la extorsión en
particular”.
317
Como pone de manifiesto, entre otras, la STS 3 de julio de 2012.
318
De este concepto se habla también en el primer apartado del capítulo séptimo de la presente tesis,
aunque para información más amplia se recomienda la lectura de De la Corte y Giménez-Salinas (2010).
319
Como ya se ha expuesto en el apartado 1.3.b. del primer capítulo de la presente tesis.
166
nos encontramos ante la victimización, esto es cuando la víctima no desea la interacción con la
organización extorsiva; mientras que en el extremo opuesto tenemos a los integrantes de la
organización que desvían pagos de la economía legal, utilizando diversos procedimientos para
financiar a su grupo. Ahora bien, en los niveles intermedios de voluntariedad nos podemos
encontrar con la colaboración, que en las organizaciones criminales suele producirse como
resultado de un ofrecimiento de compensación financiera, mientras que en la organización
terrorista se daría como forma de patriotismo al apoyar los objetivos de un cambio institucional
concreto, en el caso de E.T.A., la denominada libertad de Euskal Herria320.
En este supuesto, por tanto, la conducta propia de una víctima del delito de extorsión
se puede confundir con la de un autor del delito de colaboración con organización terrorista321.
320
Objetivo que también buscan expresamente mediante la financiación a través de extorsiones a
empresarios, como pondrá de manifiesto en los siguientes párrafos la STS de 26 de julio de 2012.
321
Actualmente recogido en el artículo 177 del Código Penal, cuyo primer apartado dice: “será castigado
con las penas de prisión de cinco a diez años y multa de dieciocho a veinticuatro meses el que lleve a cabo,
recabe o facilite cualquier acto de colaboración con las actividades o las finalidades de una organización,
grupo o elemento terrorista, o para cometer cualquiera de los delitos comprendidos en este Capítulo.
En particular son actos de colaboración la información o vigilancia de personas, bienes o instalaciones, la
construcción, acondicionamiento, cesión o utilización de alojamientos o depósitos, la ocultación,
acogimiento o traslado de personas, la organización de prácticas de entrenamiento o la asistencia a ellas,
la prestación de servicios tecnológicos, y cualquier otra forma equivalente de cooperación o ayuda a las
actividades de las organizaciones o grupos terroristas, grupos o personas a que se refiere el párrafo
anterior.
Cuando la información o vigilancia de personas mencionada en el párrafo anterior ponga en peligro la
vida, la integridad física, la libertad o el patrimonio de las mismas se impondrá la pena prevista en este
apartado en su mitad superior. Si se produjera la lesión de cualquiera de estos bienes jurídicos se castigará
el hecho como coautoría o complicidad, según los casos.”
322
Cabe recordar que el delito de colaboración con organización terrorista vigente en ese momento hace
alusión a las siguientes conductas: "que lleve a cabo, recabe o facilite cualquier acto de colaboración con
las actividades o finalidades de una banda armada organización o grupo terrorista". Además, entre los
actos de colaboración se incluye “la cooperación, ayuda o mediación económica".
167
autoridades estos hechos, y contactaron con la organización terrorista para negociar el pago de
la aportación económica enviando ETA una segunda carta en la que les solicitaba el pago de una
cantidad inferior, habiendo entregado voluntariamente a la organización terrorista 6.000 €,
aportación que la ETA agradeció a las acusadas, expresando el siguiente tenor: "Mediante esta
carta, además de expresarles que hemos recibido su aportación de 6.000 euros, quisiéramos
agradecerles también por colaborar a favor de la libertad de Euskal Herria. Considerando que
conocen el camino y tienen posibilidades para contactar con la organización, sepan que tienen
las puertas abiertas para tratar tanto sobre la ayuda económica, como sobre cualquier otro tema
relacionado con la lucha de liberación de Euskal Herria"”. Añade la sentencia que el padre de las
acusadas “en el año 1980 interrumpió un pleno del Ayuntamiento, y denunció públicamente
que ETA le había exigido el pago del impuesto revolucionario y que se negaba pagarlo,
generando en él mismo, y en toda su familia una grave situación de angustia y desasosiego”.
323
La sentencia argumenta que no se puede presumir la veracidad de los documentos encontrados en el
registro de una vivienda de dirigentes de la organización donde consta una carta de agradecimiento por
el pago dirigida a las condenadas.
168
de colaborar por parte de las condenadas324 a partir de la identificación de una carta de
agradecimiento por el pago de la extorsión.
Así, la STS de 26 de julio de 2012 afirma que “quienes se doblegan ante la extorsión de
una banda terrorista actúan bajo coacción”. En este sentido, Sáez de la Fuente y Prieto (2017)
explican que el objetivo de la violencia terrorista era forzar colaboradores, es decir, lograr que
las víctimas cooperaran por miedo. Así, añaden que éstas no denunciaban a los cuerpos
policiales por la impresión de que su respuesta iba a ser ineficaz.
Ahora bien, más allá de los actos propiamente extorsivos, similares a los expuestos en
el primer apartado del presente capítulo, y que comprenden delitos vinculados a la intimidación
y la violencia directamente ejercidos contra las víctimas, existen numerosas conductas
indubitadas de voluntad de colaboración con la organización terrorista E.T.A. Atendiendo a la
argumentación seguida por Savona y Berlusconi (2015) y expuesta en este mismo apartado,
estas conductas se situarían en niveles intermedios o extremos de voluntariedad, pues pueden
llegar a constituir supuestos de pertenencia a la organización. Hay tres sentencias que pueden
aportar interesantes ejemplos en esta materia a través de las conductas objeto de condena:
324
La sentencia dice: “no pudiendo determinarse de forma concluyente como se ha razonado que en su
actuación estuviese presente, junto al miedo por la acreditada extorsión, un cierto y difuso ánimo de
contribuir financieramente con la organización terrorista”.
325
En palabras de propia sentencia: “no resulta soportable que quien no asume iguales patrones de
conducta, por razones susceptibles de ser comprendidas aunque no respondan a lo esperado social y
legalmente, se pliega a la extorsión realizando las aportaciones económicas exigidas temeroso de que se
cumplan las amenazas en un contexto en que ha sido testigo cercano de la despiadada actuación de la
banda chantajista, haya de ser sometido, sin consideración y al margen de mayores matizaciones o
modulaciones, a la más intensa de las censuras que el Estado dispensa: el reproche penal.”
326
A este respecto, la sentencia señala que “la amenaza seria de males puede disculpar una actuación del
ciudadano no conforme a derecho. El Estado no podría exigirle penalmente un comportamiento que sitúe
por encima de bienes personales de singular valor que ve seriamente amenazados el interés general de
toda la sociedad”.
169
- Asistiendo en la recaudación de ingresos fruto de los procesos extorsivos, como
argumenta la STS de 1 de diciembre de 2015, que condena a dos personas que han
contribuido con la organización terrorista en dos grados diferentes: a una de ellas la
condena como colaborador de la organización por su contribución esporádica, y a la
otra por integración en la propia organización al ser su colaboración más duradera.
- Apoyando los procesos extorsivos ya iniciados a las víctimas escogidas por la
organización terrorista, como pone de manifiesto la STS de 3 de julio de 2012, que
mantiene la condena por detención ilegal y pertenencia a banda armada (entre
otros delitos) en el contexto de ayuda a un secuestro en el año 1986.
- Aportando información sobre la represión de los procesos extorsivos por parte de
las fuerzas del orden para evitar, por ejemplo, su detención, como señala la STS de
10 de julio de 2014, mediante los delitos de revelación de secretos y colaboración
con banda armada.
327
Llobet (2015) y Cancio (2018) coinciden en que la tendencia político-criminal se ha centrado en la
prevención fáctica materializándose a través medidas de inoculación de los sujetos peligrosos, castigando
actividades vinculadas con el adoctrinamiento y entrenamiento de potenciales terroristas como el
adiestramiento pasivo (artículo 575 del Código penal), conductas de colaboración material o anímica con
actividades o finalidades terroristas que incluyen actos de comunicación en forma de adoctrinamiento
colaborativo, de enaltecimiento o justificación y de humillación a las víctima (artículos 576 a 578); e incluso
conductas de comunicación como la infracción de difusión de mensajes o consignas idóneos para incitar
a la comisión de delitos de terrorismo (artículo 579.1).
328
Giménez-Salinas (2013) añade a estas razones, otras como la ubicación geográfica de España o la falta
de sensibilización con la entrada de dinero ilegal al país, como consecuencia de la especial preocupación
por el turismo y el desarrollo urbanístico, que a su vez dos factores vulnerables ante el blanqueo de
capitales.
170
sentido, es importante entrar a analizar la situación actual en este sentido, para poder identificar
los puntos fuertes y las necesidades de mejora en un capítulo posterior.
Dichas funciones se detallan en el artículo 549 de la citada LOPJ, que establece que:
329
Concretamente Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.
330
Que señala: “la Policía Judicial tiene por objeto y será obligación de todos los que la componen,
averiguar los delitos públicos que se cometieren en su territorio o demarcación; practicar, según sus
atribuciones, las diligencias necesarias para comprobarlos y descubrir a los delincuentes, y recoger todos
los efectos, instrumentos o pruebas del delito de cuya desaparición hubiere peligro, poniéndolos a
disposición de la autoridad judicial. Cuando las víctimas entren en contacto con la Policía Judicial, cumplirá
con los deberes de información que prevé la legislación vigente. Asimismo, llevarán a cabo una valoración
de las circunstancias particulares de las víctimas para determinar provisionalmente qué medidas de
protección deben ser adoptadas para garantizarles una protección adecuada, sin perjuicio de la decisión
final que corresponderá adoptar al Juez o Tribunal.
Si el delito fuera de los que sólo pueden perseguirse a instancia de parte legítima, tendrán la misma
obligación expresada en el párrafo anterior, si se les requiere al efecto. La ausencia de denuncia no
impedirá la práctica de las primeras diligencias de prevención y aseguramiento de los delitos relativos a la
propiedad intelectual e industrial.”
171
a) La averiguación acerca de los responsables y circunstancias de los hechos delictivos y
la detención de los primeros, dando cuenta seguidamente a la autoridad judicial y fiscal,
conforme a lo dispuesto en las leyes.
331
Si bien resultan de gran interés, lo cierto es que superan los objetivos del presente capítulo.
172
aspectos de mayor relevancia en materia de investigación del objeto de estudio, las extorsiones
en el ámbito de la delincuencia organizada.
La Guardia Civil cuenta con el Grupo de Delitos contra las Personas (frecuentemente
conocido como G.D.P.) donde miembros especializados se dedican a perseguir los delitos de
extorsión en el Equipo de Secuestros y Extorsiones, perteneciente a la Unidad Central Operativa
(o también, U.C.O.) y depende de la Jefatura de Policía Judicial. Dentro de esta misma Unidad,
se encuentra el Grupo de Delincuencia Organizada, especializado en crimen organizado.
Además, la Unidad Técnica de Policía Judicial (U.T.P.J.) centraliza la información sobre
delincuencia, mientras que las Unidades Orgánicas de Policía Judicial territoriales se ocupan de
las funciones específicas de la policía judicial en cada territorio.
La LOCFS establece en sus artículos arts. 29.2, 38.2.b, 46 y 53.1.e) que las Policías
Autonómicas y Locales se constituyen en colaboradores o partícipes de la función de Policía
Judicial; dado que en realidad su ejercicio se atribuye a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, como recoge el artículo 11.1.g) LOCFS. Así, los cuerpos policiales de nivel nacional
ejercitan su competencia mediante unidades constituidas sobre criterios de especialidad y
exclusividad atendiendo al artículo 30.1 LOCFS; coexistiendo con los cuerpos autonómicos
españoles que actualidad son tres: la Ertzaintza, los Mossos d’Escuadra y la Policía Foral de
Navarra cuentan con Unidades Orgánicas de Policía Judicial.
173
como una nueva subdirección general dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad,
mediante la integración del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y del Centro
de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (CICO) a través del Real Decreto 873/2014, de 10
de octubre, por el que se modifica el Real Decreto 400/2012, de 17 de febrero, por el que se
desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio del Interior Real Decreto 873/2014, de 10
de octubre, por el que se modifica el Real Decreto 400/2012, de 17 de febrero, por el que se
desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio del Interior. Uno de sus puntos fuertes
más relevantes es la coordinación de investigaciones conjuntas entre distintos cuerpos
policiales.
En el País Vasco, se creó la Ertzaintza en desarrollo del Estatuto de Autonomía del País
Vasco de 1979, tienen competencias en las materias propias de la policía judicial gracias a la Ley
4/92 del Parlamento Vasco, de 17 de Julio de 1992, sobre Ordenación de la Policía Vasca
“Ertzaintza”, regulado entre los artículos 112 y 115, y que señala que los miembros de la Policía
del País Vasco respetarán la autoridad de los Tribunales, y, en el desempeño de su función como
Policía Judicial, estarán al servicio y bajo la dependencia de la Administración de Justicia, en los
términos que dispongan las Leyes en su artículo 29.
332
Se exponen a continuación y de forma sucinta las principales disposiciones legales referentes a los
cuerpos policiales autonómicos en materia de policía judicial en cumplimiento de la Constitución
Española, pues un estudio de los antecedentes histórico-legales de los mismos superaría los objetivos del
presente apartado.
174
Por su parte, Navarra cuenta con su propia Policía Foral desarrollada mediante la Ley
Orgánica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de
Navarra (LORAFNA), que cuenta con su división de policía judicial desde 1997 reconocida
actualmente en el artículo 13 de Ley Foral 8/2007, de 23 de marzo, de las Policías de Navarra.
Ahora bien, de la misma forma que las unidades adscritas a la Policía Nacional como
señalan los artículos 37 y 47 de la LFCS, la Policía Foral de Navarra actualmente no asume las
funciones propias de la policía judicial de averiguación del delito y descubrimiento y
aseguramiento de los delincuentes, bajo la dependencia de los jueces, tribunales y Ministerio
Fiscal en sentido estricto, si no con carácter colaborador.
333
España se adhirió al Convenio de aplicación del Acuerdo de Schengen de 14 de junio de 1985, mediante
Acuerdo de 25 de junio de 1991 ratificado por Instrumento de 23 de julio de 1993, entrando a formar
parte de lo que se conoce como “espacio de Schengen”.
334
Que establece que: “cuando, por razones particularmente urgentes, no pueda solicitarse la autorización
previa de la otra Parte contratante, los agentes encargados de la vigilancia estarán autorizados a
proseguir más allá de la frontera la vigilancia de una persona que presuntamente haya cometido hechos
delictivos enumerados en el apartado 7, en las siguientes condiciones:
a) El cruce de la frontera será comunicado inmediatamente durante la vigilancia a la autoridad de la Parte
contratante designada en el apartado 5 en cuyo territorio prosiga la operación de vigilancia.
b) Se transmitirá sin demora la solicitud de asistencia judicial presentada con arreglo al apartado 1 y en la
que se expongan los motivos que justifiquen el cruce de la frontera sin autorización previa.”
335
Que indica que: “los agentes de una de las Partes contratantes que, en su país, estén siguiendo a una
persona hallada en flagrante delito de comisión de una de las infracciones mencionadas en el apartado 4
o de la participación en una de dichas infracciones estarán autorizados a proseguir la persecución sin
autorización previa en el territorio de otra Parte contratante cuando las autoridades competentes de la
otra Parte contratante, debido a la especial urgencia, no hayan podido ser advertidas previamente de la
entrada en el territorio por uno de los medios de comunicación mencionados en el artículo 44, o cuando
dichas autoridades no hayan podido personarse en el lugar con tiempo suficiente para reanudar la
persecución.
Se aplicarán las mismas normas cuando la persona perseguida se hubiese evadido mientras estaba bajo
detención provisional o cumpliendo una pena privativa de libertad.
175
persecución en caliente: se trata de dos artículos que se contemplan sólo ante determinados
hechos delictivos336, entre los que se encuentra la extorsión; asunto clave en la lucha contra los
procesos extorsivos en materia de cooperación internacional que bien reseña López Barja de
Quiroga (2014).
A más tardar en el momento en que se cruce la frontera, los agentes que realicen la persecución recurrirán
a las autoridades competentes de la Parte contratante en cuyo territorio tenga lugar la persecución. La
persecución cesará cuando así lo solicite la Parte contratante en cuyo territorio deba tener lugar la
persecución. A petición de los agentes que realicen la persecución, las autoridades locales competentes
aprehenderán a la persona perseguida para determinar su identidad o proceder a su detención.”
336
Los hechos delictivos en cuestión son: asesinato, homicidio, violación, incendio provocado, falsificación
de moneda, robo y encubrimiento con ánimo de lucro o receptación, extorsión, secuestro y toma de
rehenes, tráfico de seres humanos, tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas,
infracciones de las disposiciones legales en materia de armas y explosivos, destrucción con explosivos,
transporte ilícito de residuos tóxicos y nocivos, delito de fuga a raíz de un accidente con resultado de
muerte o heridas graves.
176
4. Investigación y enjuiciamiento desde el sistema judicial
Como se avanzaba al comienzo del capítulo, uno de los grandes retos del estudio que se
presenta tienen su origen en la complejidad que existe para incardinar los delitos analizados
como parte de los procesos extorsivos en el seno de una organización criminal, especialmente
sus diferentes formas de manifestación.
337
Según el artículo 89 BIS 3 LOPJ: delitos contenidos en el artículo 65 LOPJ cuando su conocimiento no
competa a la Audiencia Nacional.
338
Delitos contenidos en el artículo 65 LOPJ y de terrorismo (introducido por la LO 4/1988, de 25 de
mayo): delitos de terrorismo, contra la Corona, el narcotráfico a gran escala, los delitos económicos que
causen grave perjuicio a la economía nacional, los cometidos por españoles en el extranjero, así como de
las extradiciones y euroórdenes.
339
Siguiendo el artículo 87 LOP.
177
del delito, y en su defecto donde fuere detenido el supuesto autor o el lugar de su residencia,
en este orden sucesivo340.
La jurisdicción ordinaria que se determine será también competente para juzgar los
delitos conexos, entendiendo por éstos los cometidos simultáneamente o mediante concierto
entre ambas personas y los cometidos como medio para perpetrar otros o lograr su
impunidad341. Será competente en estos supuestos el órgano del territorio donde se haya
cometido el delito con pena mayor y si es de igual pena, el órgano que iniciara antes la
instrucción342.
340
Atendiendo al artículo 15 LECrim.
341
Según los artículos 16 y 17 LECrim.
342
Como cita el artículo 18 LECrim.
343
Existen otros procedimientos judiciales, pero no se utilizarán para el enjuiciamiento de estos delitos
cometidos por organizaciones criminales (tales son los procedimientos especiales, por ejemplo, contra
diputados y senadores).
344
Según el Artículo 757 LECrim: “sin perjuicio de lo establecido para los procesos especiales, el
procedimiento regulado en este Título se aplicará al enjuiciamiento de los delitos castigados con pena
privativa de libertad no superior a nueve años, o bien con cualesquiera otras penas de distinta naturaleza
bien sean únicas, conjuntas o alternativas, cualquiera que sea su cuantía o duración”.
178
Ambos procedimientos siguen tres fases: la instrucción, donde se investigan los hechos
y la responsabilidad345, la intermedia donde se prepara el juicio oral346 y el juicio oral que permite
dar lugar al fallo347.
Los distintos procedimientos judiciales, así como las reglas de atribución de las causas
por competencia material y territorial a distintos órganos se establecen en la Lecrim.
345
En casos de actuaciones sumariales secretas será la fase sumarial.
346
Donde puede darse el sobreseimiento o el archivo de actuaciones, ya sea libre y el cierre sea definitivo
al no haber indicios racionales, o provisional y se suspenda el proceso o se archiven provisionalmente las
actuaciones al no estar estas debidamente justificadas o no haya pruebas para la acusación (según los
artículos 634 y siguientes LECrim).
347
Atendiendo a los artículos 785 y siguientes LECrim.
348
Causas serán conocidas por medio de denuncia, querella, atestado (según el artículo 297 LECrim), o
conocimiento directo del Juez (supuesto previsto en el artículo 303, párrafo primero de la LECrim).
Concretamente, es el artículo 299 LECrim dicta: “constituyen el sumario las actuaciones encaminadas a
preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con todas las
circunstancias que puedan influir en su calificación, y la culpabilidad de los delincuentes, asegurando sus
personas y las responsabilidades pecuniarias de los mismos”.
349
Ya expuesto en el apartado anterior.
350
Siguiendo lo establecido por el artículo 785 LECrim.
351
Atendiendo al artículo 14.3 LECrim.
179
derechos, y por otro lado la Audiencia Provincial352, para el enjuiciamiento de causas
por delitos con penas asociadas superiores a las ya mencionadas. La competencia
de ambos órganos es de ámbito provincial.
Por su parte, el Ministerio Fiscal, como Ministerio Público, tiene como función
primordial promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad y del interés público
tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, como enuncia el artículo uno de la
Ley 50/1981, de 30 de diciembre, que regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
352
Según el artículo 82 LOPJ.
353
El artículo 12 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, enuncia los siguientes órganos del Ministerio
Fiscal:
a) El Fiscal General del Estado.
b) El Consejo Fiscal.
c) La Junta de Fiscales de Sala.
d) La Junta de Fiscales Superiores de las Comunidades Autónomas.
e) La Fiscalía del Tribunal Supremo.
f) La Fiscalía ante el Tribunal Constitucional.
g) La Fiscalía de la Audiencia Nacional.
h) Las Fiscalías Especiales.
i) La Fiscalía del Tribunal de Cuentas, que se regirá por lo dispuesto en la Ley Orgánica de dicho Tribunal.
j) La Fiscalía Jurídico Militar.
k) Las Fiscalías de las Comunidades Autónomas.
l) Las Fiscalías Provinciales.
m) Las Fiscalías de Área.
354
La LECrim, además de referirse al Ministerio Fiscal en el artículo 785 y siguientes, también lo menciona
en el artículo 773, con el siguiente tenor: “el Fiscal se constituirá en las actuaciones para el ejercicio de las
acciones penal y civil conforme a la Ley. Velará por el respeto de las garantías procesales del investigado
o encausado y por la protección de los derechos de la víctima y de los perjudicados por el delito. El término
«investigado o encausado», contenido en el presente apartado, ha sido introducido en sustitución del
anterior término «imputado» conforme establece el número 2 del apartado veintiuno del artículo único de
la L.O. 13/2015, de 5 de octubre, de modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para el
fortalecimiento de las garantías procesales y la regulación de las medidas de investigación tecnológica
(«B.O.E.» 6 octubre).
180
Además de ejercer la acción penal, también puede solicitar funciones de investigación
criminal a la Policía Judicial, respetando las garantías jurisdiccionales establecidas por ley. Por
otro lado, puede interesar la notificación de cualquier resolución judicial del Juzgado o Tribunal,
así como el estado de los procedimientos. Los distintos órganos fiscales se incardinan en relación
con la planta judicial, para asumir las funciones legalmente encomendadas en los distintos
procedimientos penales llevados a cabo por los diferentes órganos jurisdiccionales.
181
Fiscalía 2017, su actividad investigadora se ha venido potenciando a través de las reformas
legislativas sobre sus competencias, especialmente en la instrucción en materia penal.
355
Artículo 126 de la Constitución española: “la policía judicial depende de los Jueces, de los Tribunales y
del Ministerio Fiscal en sus funciones de averiguación del delito y descubrimiento y aseguramiento del
delincuente, en los términos que la ley establezca.”
182
instrucción del procedimiento y encomiende las funciones a la Policía Judicial (Jordá et cols.
2014).
Así, en el caso español, se puede considerar que en cierta medida, la limitada eficacia
en la aplicación de medidas represivas y la escasez de control han sido “un buen reclamo para
el desarrollo de actividades legales” (Giménez-Salinas, 2012, p.22); a esto debe añadirse “la falta
de medios, de preparación y de recursos de los organismos judiciales y cuerpos policiales” a los
que no se dota de recursos materiales y humanos como sería pertinente, que también suponen
elementos para el aprovechamiento del crimen organizado. Tales elementos se vuelven aún más
significativos cuando se trata de erradicar organizaciones criminales extranjeras, con sus propias
características culturales, su idioma y sus formas de intimidación. Un caso ilustrativo es el
constante empleo de ritos de vudú por parte de la mafia nigeriana asentada en España, que le
permite someter la voluntad de mujeres para la explotación sexual; así la combinación de los
ritos de vudú con las coacciones constituye un mecanismo fuertemente intimidatorio para las
víctimas.
En cualquier caso, no se debe perder de vista el ánimo de lucro como fin último del
crimen organizado, que nos sitúa en el entorno de las problemáticas de la delincuencia
económica. En este escenario, la globalización ha generado un espacio económico ineficazmente
regulado, que, además, la delincuencia económica ha sabido aprovechar mediante un intenso
proceso de internacionalización, como señala Jiménez Villarejo (2005). Por esta razón, la
cooperación policial y judicial penal en el contexto supranacional es también muy relevante.
356
Atendiendo a la regulación de cada servicio o producto, las organizaciones criminales operarán en un
escenario u otro, adquiriendo las capacidades más efectivas en cada caso, como se ha puesto de
manifiesto en el apartado 1.3. a) Actividades ilícitas y características de las organizaciones del primer
capítulo.
183
No obstante, se han dado importantes pasos dentro de la Unión Europea. Aunque un
análisis pormenorizado superaría los límites del presente comentario, cabe destacar al menos
algunos puntos vinculados a la materia:
357
Que establece concretamente que: “la Unión ofrecerá a sus ciudadanos un espacio de libertad,
seguridad y justicia sin fronteras interiores, en el que esté garantizada la libre circulación de personas
conjuntamente con medidas adecuadas en materia de control de las fronteras exteriores, asilo,
inmigración y de prevención y lucha contra la delincuencia”.
358
Señala que “la Unión se esforzará por garantizar un nivel elevado de seguridad mediante medidas de
prevención de la delincuencia, el racismo y la xenofobia y de lucha en contra de ellos, medidas de
coordinación y cooperación entre autoridades policiales y judiciales y otras autoridades competentes, así
como mediante el reconocimiento mutuo de las resoluciones judiciales en materia penal y, si es necesario,
mediante la aproximación de las legislaciones penales”.
359
Continúa el artículo: “a tal fin, el Parlamento Europeo y el Consejo determinarán, mediante
reglamentos adoptados con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, la estructura, el
funcionamiento, el ámbito de actuación y las competencias de Eurojust. Estas competencias podrán incluir:
a) el inicio de diligencias de investigación penal, así como la propuesta de incoación de procedimientos
penales por las autoridades nacionales competentes, en particular los relativos a infracciones que
perjudiquen a los intereses financieros de la Unión; b) la coordinación de las investigaciones y los
procedimientos mencionados en la letra a); c) la intensificación de la cooperación judicial, entre otras cosas
mediante la resolución de conflictos de jurisdicción y una estrecha cooperación con la Red Judicial Europea.
En dichos reglamentos se determinará asimismo el procedimiento de participación del Parlamento
Europeo y de los Parlamentos nacionales en la evaluación de las actividades de Eurojust”.
184
Europea, amparándose en el artículo 86 del TFUE360, que fue aprobada
recientemente por el Consejo de la Unión Europea mediante el Reglamento
2017/1939 del Consejo, de 12 de octubre de 2017, por el que se establece una
cooperación reforzada para la creación de la Fiscalía Europea como nuevo actor
en la lucha contra la delincuencia financiera, reclamado con intensidad por la
fiscalía española en diferentes directivas.
- Por último, el artículo 88.1 del TFUE describe la principal función de Europol,
también denominada Oficina Europea de Policía, que es el órgano encargado de
facilitar las operaciones de lucha contra la delincuencia en el seno de la Unión
Europea. Concretamente interviene para apoyar y reforzar la actuación de las
autoridades policiales y de los demás servicios con funciones coercitivas de los
Estados miembros, para la colaboración en la prevención de la delincuencia
grave que afecte a dos o más Estados miembros, del terrorismo y de las formas
de delincuencia que lesionen un interés común que sea objeto de una política
de la Unión, así como en la lucha en contra de ellos361.
360
Que señala: “para combatir las infracciones que perjudiquen a los intereses financieros de la Unión, el
Consejo podrá crear, mediante reglamentos adoptados con arreglo a un procedimiento legislativo
especial, una Fiscalía Europea a partir de Eurojust. El Consejo se pronunciará por unanimidad, previa
aprobación del Parlamento Europeo”.
361
Y continúa en sus apartados siguientes: “2.El Parlamento Europeo y el Consejo determinarán, mediante
reglamentos adoptados con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, la estructura, el
funcionamiento, el ámbito de actuación y las competencias de Europol. Estas competencias podrán incluir:
a) la recogida, almacenamiento, tratamiento, análisis e intercambio de la información, en particular la
transmitida por las autoridades de los Estados miembros o de terceros países o terceras instancias; b) la
coordinación, organización y realización de investigaciones y actividades operativas, llevadas a cabo
conjuntamente con las autoridades competentes de los Estados miembros o en el marco de equipos
conjuntos de investigación, en su caso en colaboración con Eurojust. En dichos reglamentos se fijará
asimismo el procedimiento de control de las actividades de Europol por el Parlamento Europeo, control en
el que participarán los Parlamentos nacionales. 3. Cualquier actividad operativa de Europol deberá llevarse
a cabo en contacto y de acuerdo con las autoridades de los Estados miembros cuyo territorio resulte
afectado. La aplicación de medidas coercitivas corresponderá exclusivamente a las autoridades nacionales
competentes.”
362
En su primer apartado señala que “la cooperación judicial en materia penal en la Unión se basará en el
principio de reconocimiento mutuo de las sentencias y resoluciones judiciales e incluye la aproximación de
las disposiciones legales y reglamentarias de los Estados miembros en los ámbitos mencionados en el
apartado 2 y en el artículo 83.
El Parlamento Europeo y el Consejo adoptarán, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario,
185
Una de las formas más conocidas y explícitas de reconocimiento mutuo es la Orden
Europea de Detención y Entrega, adoptada por la Decisión Marco (DM) de 13 de junio de 2002
(2002/584/JAI), y regulada en España por dos leyes: la Ley 3/2003, de 14 de marzo, sobre la
Orden Europea de Detención y Entrega y la Ley Orgánica 2/2003, de 14 de marzo,
complementaria de la Ley sobre la Orden Europea de Detención y Entrega. Se trata de un
significativo Instrumento Jurídico Comunitario previsto en el artículo 34 TUE, por lo que no es
una norma directamente aplicable por las autoridades judiciales de los Estados miembros, si no
que éstos deben adaptar sus legislaciones internas a su contenido.
Es necesario recordar en este punto del capítulo que la presente tesis tiene como
objetivo el estudio del fenómeno de los procesos extorsivos perpetrado contra las empresas en
el ámbito de la delincuencia organizada asentada en España.
Ahora bien, aunque la normativa de interés para el análisis radica más bien en la
aplicación de los tipos penales y de las medidas de protección del ordenamiento jurídico
español, no se debe olvidar la transnacionalidad del crimen organizado y el proceso de
internacionalización de la delincuencia financiera, que han hecho necesario el estudio jurídico
que al menos contemple de forma sucinta algunos aspectos significativos de la regulación en la
Unión Europea363.
medidas tendentes a:
a) establecer normas y procedimientos para garantizar el reconocimiento en toda la Unión de las
sentencias y resoluciones judiciales en todas sus formas;
b) prevenir y resolver los conflictos de jurisdicción entre los Estados miembros;
c) apoyar la formación de magistrados y del personal al servicio de la administración de justicia;
d) facilitar la cooperación entre las autoridades judiciales o equivalentes de los Estados miembros en
el marco del procedimiento penal y de la ejecución de resoluciones.”
363
Un estudio más pormenorizado de los mismos, o incluso un análisis internacional hubieran sido de gran
interés, pero superaría los objetivos del presente capítulo.
186
5. Conclusiones del análisis jurídico
Los procesos extorsivos perpetrados contra las empresas en el ámbito de la delincuencia
organizada pueden adoptar diversas formas de manifestación. En el estudio que se presenta, se
tienen en cuenta las tres tipologías expuestas por Monzini (1993), extorsión por protección364,
extorsión monopolística365 y extorsión laboral366, para identificar los tipos penales contenidos
en las conductas criminales que articulan las diversas formas de actuar de las organizaciones
criminales dedicadas a estas actividades.
De tal análisis se desprende que los principales delitos en juego son: la extorsión, el robo
con violencia o intimidación, las amenazas condicionales, las coacciones, las detenciones ilegales
y el secuestro, el acoso y la realización arbitraria del propio derecho, así como otros delitos
secundarios (estafa, lesiones y daños) y accesorios (incendio y denuncia falsa); todos ellos
empleados como parte del proceso extorsivo.
También ha sido necesario conocer las notas características de la persecución desde las
Fuerzas y Cuerpos de seguridad, así como represión desde el sistema judicial, para poder aportar
una visión global a las cuestiones teórico-legales que podrán abordarse en concepto de mejoras.
364
Que, como se ha explicado en el capítulo anterior, consiste en el pago regular de una cantidad que se
impone mediante el uso de violencia, y donde el grupo ilegal está especializado y es el garante de la
protección de las empresas que pagan.
365
Tal como se ha descrito en el primer capítulo, es una estrategia empresarial por la que se trata de
eliminar físicamente a los competidores o crear coaliciones monopolísticas mediante el uso de la
violencia, utilizada por el crimen organizado para controlar áreas del mercado legal.
366
Se trata de una negociación violenta para manipular el mercado laboral.
187
Debido a estas problemáticas jurídicas identificadas, es relevante el estudio de casos de
extorsión desde una doble perspectiva criminológica-penal, que permita un análisis jurídico
completo y que aborde cuestiones de la práctica policial y judicial. De esta forma se podrá
extraer del mismo una serie de conclusiones aplicables en el campo del derecho lo más ajustadas
posibles a la realidad criminológica, con una especial atención a la prevención y a las propuestas
de mejora.
Para abordar tan ambicioso objetivo será necesario pasar de lo teórico a lo práctico: el
diseño e implementación de un estudio empírico que permita conocer la realidad criminológico-
penal teniendo en cuenta las limitaciones que ello supone. Para dar tal paso, los siguientes dos
capítulos tratarán sobre el problema de la medición de los procesos extorsivos y el marco
metodológico que configuran el diseño de la investigación empírica.
188
BLOQUE II: ANÁLISIS METODOLÓGIO
190
CAPÍTULO 3. PROBLEMAS DE MEDICIÓN Y ELECCIÓN DEL MARCO
METODOLÓGICO
A pesar de que la extorsión se considera una de las actividades definitorias del crimen
organizado367 (Konrad y Skaperdas, 1998), lo cierto es que es un fenómeno latente: la baja tasa
de denuncias a las autoridades impide la visibilidad de su incidencia en las cifras oficiales (Rusev
et cols., 2016).
En el cuarto apartado se justifica la selección de los grupos de casos para el estudio, que
configuran la base sobre la que se abordará el fenómeno en los capítulos siguientes.
367
Como ya se ha mencionado en el punto tercero del primer capítulo de la presente tesis.
368
Tal como se explica en el apartado 2.3.c) del capítulo cuarto del presente trabajo: las entrevistas se
realizaron a cuatro miembros de la Policía Nacional expertos en extorsiones y a cuatro miembros de la
Guardia Civil expertos en extorsiones, a un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado,
a un miembro de la Guardia Civil experto en crimen organizado, a un miembro de la Policía Nacional
experto en crimen organizado chino, a dos miembros de la Guardia Civil expertos en crimen organizado
chino y un académico experto en cultura china.
191
1. La extorsión como fenómeno latente
Como hemos visto en el capítulo segundo, las principales conductas delictivas que las
organizaciones criminales perpetran contra las víctimas de extorsión incluyen la violencia e
intimidación como elementos esenciales para forzar el cumplimiento de las exigencias
extorsivas, en cualquiera de sus tipologías. Pues bien, estos mecanismos llevan aparejados
fenómenos como la intimidación ambiental369 o el silencio social370, que facilitan la perpetración
y el mantenimiento de los procesos extorsivos en el ámbito de la delincuencia organizada de
forma impune, pues su principal consecuencia es la aceptación inmediata de las extorsiones por
parte de las víctimas.
Así, el temor que provocan estas acciones en las víctimas permite a la organización
criminal la consecución de diferentes propósitos: por un lado, mejoran la efectividad de sus
exigencias extorsivas, debido especialmente a la intimidación ambiental y, por otro lado,
favorecen una mayor impunidad mediante el silencio social, ya que en muchas ocasiones las
víctimas y los testigos son reacios a denunciar los incidentes extorsivos y si lo hacen,
posteriormente retiran la denuncia por miedo a la venganza de sus extorsionadores.
Este modo de proceder tiene como consecuencia que los datos oficiales sean realmente
escasos y, al ignorar su existencia, las autoridades policiales y judiciales asumen que no es un
fenómeno frecuente en su jurisdicción, lo que provoca que dichas prácticas permanezcan aún
más ocultas.
Por tanto, existe una elevada cifra oscura sobre la extorsión en el ámbito del crimen
organizado ya que, como no se denuncian, un gran porcentaje de los delitos extorsivos que se
perpetran como parte de las prácticas definidas en el capítulo segundo no llegan nunca a formar
parte de los datos oficiales de criminalidad ni se tiene información alguna sobre ellos (Parkinson,
2004; Bezlov et al. 2006), lo que hace difícil identificar y medir su alcance.
Aplicando lo expuesto al escenario español sucede que, al igual que en los demás países,
existen ciertas dificultades en relación con la obtención de datos y el diseño de la investigación
369
Descrito en el apartado 1.3. del segundo capítulo de la presente tesis.
370
Explicado en el apartado 3.2. del segundo capítulo de la presente tesis.
192
para llevar a cabo su recopilación y su metodología, así como determinados problemas
vinculados a la investigación policial y judicial.
En muchas ocasiones, aceptar el pago del dinero de la extorsión se percibe como una
opción menos arriesgada que denunciar el caso a las autoridades, debido a la más que posible
venganza de la organización criminal. De esta forma, la ocultación del delito hace más efectivas
las exigencias extorsivas.
Además, esta cifra oscura suele ser mucho más elevada cuando la extorsión se produce
dentro de una comunidad de inmigrantes que comparten el mismo origen, ya sea étnico, racial
o de nacionalidad. Las causas son el desconocimiento tanto del marco jurídico de nuestro país
como del idioma. De ahí que las amenazas proferidas por los extorsionadores a los miembros de
una misma comunidad suelan ser más efectivas y permanezcan ocultas371. Estas amenazas
371
Así lo señalan los estudios sobre negocios de las minorías de Chin et al. (1992), Taylor (2006) y Wagstaff
et al. (2006).
193
pueden mantenerse durante y después de las denuncias, llegando a conseguir en múltiples
ocasiones que los testigos y las víctimas no ratifiquen sus declaraciones en el juicio oral.
Los datos judiciales ofrecen una imagen incompleta debido al reducido número de casos
de extorsión que han sido juzgados y a la escasez de registros de variables relativas a datos de
extorsión. La siguiente figura muestra el número de causas judiciales consignadas entre los años
2007 y 2016, pudiéndose apreciar un ligero aumento desde las 43 inscritas en sus inicios hasta
los 117 casos anotados en 2016. No obstante, resulta muy difícil alcanzar un conocimiento
profundo de las características específicas de un delito372, debido al limitado número de datos
disponibles y a las también limitadas variables que ofrece la información recopilada.
Ilustración 2. Número anual de causas judiciales por delito de extorsión de 2007 a 2016 en
España.
140
Causas judiciales de extorsión
117
120 109
95 96 91 94
100
79
80 63
59
60 43
40
20
0
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Año
372
Por ejemplo, en casos que están relacionados con el crimen organizado, distinguir qué víctimas son
particulares y cuáles son empresarios, o el número total de autores y de víctimas.
194
Aunque los datos policiales ofrecen una visión algo más real de los casos de extorsión,
únicamente se refiere a los incidentes denunciados, por lo que la cifra oscura continúa siendo
muy elevada (Parkinson, 2004; Bezlov et al. 2006). Como podemos observar a continuación, la
siguiente tabla muestra el número de casos de extorsión conocidos por la policía, la cifra de
victimizaciones producidas por la extorsión y las detenciones practicadas, vinculadas con la
extorsión desde el año 2011 hasta el 2013373.
Estas cifras muestran un incremento del número de casos de extorsión conocidos por la
policía durante el periodo señalado374; en cuanto a la cifra de victimizaciones, cabe destacar que
permaneció estable, sin embargo, se produjo un aumento del número de detenciones. Lo que
destaca del análisis de estos datos, es el ligero ascenso de los delitos de extorsión y el reducido
número que se producen anualmente; de ello se podría llegar a deducir que se trata de un hecho
poco frecuente.
373
Estas cifras fueron facilitadas por el Ministerio del Interior durante el año 2015 en el marco del proyecto
europeo de investigación CEREU, para conocer las posibilidades metodológicas de la medición de la
extorsión en España; al concluirse que no resultan de utilidad para los propósitos de la investigación y al
no ser datos de acceso público no se han podido actualizar en los años siguientes.
374
Para obtener información más amplia, se recomienda la lectura de Rusev et cols. (2016), sobre el
informe Extortion Racketeering in the European Union: vulnerability factors, resultado del proyecto
europeo de investigación CEREU, y publicado por el Center for the Study of Democracy en Sofia (Bulgaria).
195
Los datos policiales también aportan información sobre los medios empleados por los
autores de los delitos, como son la intimidación, la violencia física y la psicológica. La tabla
siguiente muestra los métodos utilizados en los casos de extorsión conocidos por la policía,
donde se observa que el medio más habitual es la intimidación, seguido de la violencia
psicológica y la física. Sin embargo, cabe destacar el gran número de casos (50%) que se integran
en la categoría “otros”, lo que hace difícil conocer la amplia gama de procedimientos aplicados
por los extorsionadores.
Tabla 4. Medios empleados en los casos de extorsión conocidos por la policía de 2011 a 2013 en
España.
196
1.2. Los problemas en la investigación policial y judicial que reducen el
número de casos enjuiciados
375
Para la elaboración de este apartado han sido de especial importancia las entrevistas a expertos y
agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, a quienes se agradece su implicación y esfuerzo en el marco
del proyecto europeo de investigación CEREU: Countering Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado
por la Comisión Europea.
376
Según la entrevista mantenida con un agente de la Policía Nacional que investiga la extorsión en grupos
criminales organizados colombianos.
377
Dos expertos en extorsiones y cuatro expertos en crimen organizado de la Guardia Civil y de la Policía
Nacional.
197
En relación con lo expuesto en el párrafo anterior, se citan las palabras de Manzanero y
Muñoz (2011, p.9):
Todas estas limitaciones y dificultades tienen un claro impacto en las escasas cifras
oficiales sobre los casos de extorsión. Dadas las características de los procesos extorsivos, se
378
En este sentido, resultan de especial interés los estudios de Manzanero (2001) sobre el análisis de
procedimientos útiles para la credibilidad de menores víctimas de agresiones sexuales, y la no muy
favorable acogida por parte de jueces y tribunales de justicia de tales procedimientos.
379
Así lo indicaron los expertos en la materia miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
198
puede afirmar380 que muchos de los casos, aunque se denuncian no llegan a juzgarse381. En
múltiples ocasiones los delitos que se registran oficialmente se refieren a los medios empleados
para intimidar a la víctima: las amenazas, las coacciones, los incendios, etc. Esto se debe a que
son delitos menos complejos de probar puesto que no requieren los elementos del tipo penal
de extorsión382.
Una vez descritas las principales dificultades para la obtención de datos reales procede
conocer los diferentes métodos existentes en la literatura internacional para la medición de la
extorsión y, en especial, para la selección de fuentes de información que permitan analizar el
fenómeno de la forma más ajustada posible a la realidad.
380
Siguiendo lo afirmado por los expertos en crimen organizado entrevistados de la Policía Nacional y de
la Guardia Civil.
381
Por lo que no pasan a ser un dato oficial de caso enjuiciado ni a conocerse sentencia pública al respecto.
382
Por ejemplo, en numerosas ocasiones no hay una evidencia clara de la realización de un acto o negocio
jurídico, ni siquiera de un desplazamiento patrimonial, como hemos visto en algunos casos del capítulo
segundo.
199
2.1. Métodos de medición de los procesos extorsivos
Estos métodos son los siguientes: a) los indicadores, b) las encuestas de victimización y
c) las estadísticas oficiales.
200
región, pueden derivar en fenómenos como el silencio social383 o la intimidación
ambiental384, etc.
Actualmente no hay ningún indicador ni índice disponible del que se haya reconocido
abiertamente su fiabilidad y validez para medir la extorsión del crimen organizado.
383
Como se ha señalado anteriormente en el apartado 2.3. del segundo capítulo de este trabajo, es el
silencio al que deben sumarse miembros, colaboradores y víctimas de una organización criminal, que
genera un entorno de inseguridad, y deriva en el aislamiento ante el rechazo de las exigencias extorsivas,
dando lugar a fuertes reticencias para hacer pública la oposición ante estas prácticas.
384
Se trata de un efecto derivado de actos intimidatorios reiterados por parte de un grupo de autores,
que es superior a los efectos intimidatorios de cada uno de los actos, asumiendo un elemento cooperativo
que refuerza el mensaje intimidatorio y minimiza la resistencia. Debido a esto, una sola de las conductas
llega a ser suficiente para causar los efectos deseados a causa del ambiente de riesgo que se ha creado
previamente. Este concepto está más ampliamente expuesto en el apartado 1.3. del segundo capítulo.
385
También denominado en inglés como The World Bank’s Worldwide Governance Indicators (WGI)
201
de los derechos de propiedad, la policía y los tribunales, así como el riesgo de que
se puedan cometer delitos. Por último, el indicador correspondiente al “Control de
la corrupción” se refiere a la medida en que se ejerce el poder público en beneficio
privado, incluidas las modalidades de corrupción a pequeña y gran escala, así como
al control del Estado por minorías selectas o élites.
Concretamente el IPC mide los niveles de corrupción del sector público, percibido
por los ciudadanos, se elabora a partir de 13 fuentes de datos, e incluye la extorsión
como actividad dentro de la corrupción (Lambsdorff, 2007; Transparencia
Internacional, 2016). Para ello, se obtiene información relacionada con la corrupción
a partir del testimonio ofrecido por expertos en este tipo de delito y de las empresas
victimizadas. Este proceso para recabar información se lleva a cabo en distintas
instituciones (Rohwer, 2009), lo cual resulta de gran interés para el fenómeno que
se pretende analizar. Ahora bien, el contenido sobre el sector público no incluye los
procesos extorsivos a empresas, por lo que su uso no es pertinente para el presente
estudio.
386
Más conocido en su traducción inglesa como Transparency International’s (TI) Corruption Perceptions
Index (CPI).
387
Idea ya propuesta abiertamente por Van Dijk et cols. (2007) aunque no en el mismo grado de
concreción.
202
del crimen organizado de la manera más completa y fiable posible a través de cuatro
dimensiones388, una de las cuales incluyó la extorsión, la denominada Actividades de
los grupos de crimen organizado. Es un indicador de gran interés puesto que, aunque
la falta de información disponible restringió de forma contundente la medición de
su magnitud. La complejidad del estudio requirió aplicar una metodología específica
para acotar la información y extractar un gran número de indicadores ajustándolos
a unos cuantos parámetros útiles. Savona (2014) resolvió esta situación
implementando un solo índice en cada dimensión y obteniendo un valor medio de
todos los indicadores una vez estandarizados. Como resultado, se obtuvieron 17
índices para medir el nivel de crimen organizado.
La principal limitación que presenta el estudio viene señalada en su conclusión: “en
este escenario cabe destacar las dificultades y debilidades en el proceso de
recopilación de datos” (Savona, 2012, p. 34).
Los indicadores (así como los índices y las dimensiones) son una fórmula concisa de
medir un fenómeno multidisciplinar (UNODC, 2013), pero estos instrumentos no resultan
aplicables en este supuesto debido a la falta de disponibilidad de datos suficientes sobre la
extorsión y, como ya se ha mencionado, a la escasez de denuncias relativas a la conducta punible
consistente en el uso de la violencia y la intimidación, lo que convierte a este tipo de delitos en
uno de los más invisibles (Lisciandra, 2014).
Así, aunque mediante los tres instrumentos de medición se trató de recoger información
sobre extorsiones de forma agregada a otros fenómenos, la falta de datos limitó de forma
determinante la medición de tal fenómeno. Esto se debe a que los datos sobre este tipo de
actividades se suelen medir a través de la información obtenida de operaciones policiales y
judiciales y, en caso de existir, de estadísticas oficiales. Pero en el escenario de la extorsión, el
acceso a los datos está especialmente limitado por la falta de denuncias a causa de los efectos
intimidatorios del fenómeno extorsivo (Savona, 2014). Por esta razón, y derivado de lo expuesto
en el apartado anterior, tampoco resulta aplicable al ámbito español.
388
Las cuatro dimensiones se refieren a: a) los grupos (su tamaño, su estructura, sus características, las
relaciones entre ellos y los modus operandi), b) las actividades (tráfico de drogas, tráfico de armas,
blanqueo de capitales, actividades no criminales, extorsión y secuestro, entre otras), c) la respuesta del
Estado (fuerzas de seguridad y sistema judicial) y c) los facilitadores (corrupción, desigualdad social,
factores económicos, falta de gobernanza y estado de derecho).
203
2.1. b) Encuestas de victimización de extorsiones
Aunque las encuestas de victimización han empezado a emplearse bastante tarde como
metodología en investigaciones criminológicas (UNECE-UNODC, 2010), actualmente se ha
convertido en un método que se está proponiendo de forma constante como elemento clave en
las políticas criminales (Stangeland y Muñoz, 2010).
Algunos de los más prestigiosos estudios de victimización relacionados con delitos a las
empresas, han sido llevados a cabo por grandes compañías privadas390.
389
Así lo ponen de manifiesto los estudios de Sparks et cols. (1977), Alvazzi del Frate (2004), Aebi y Linde
(2010), Mugellini (2013) y Lisciandra (2013).
390
Tales como KPMG (2004); Ernst and Young (2010) y PWC (2010), que tienen un claro interés en reducir
los costes que suponen la victimización de sus negocios a través de estudios que les permitan detectar las
problemáticas y posibles soluciones.
391
Por sus siglas en inglés Computer Assisted Personal Interviewing.
392
Computer Assisted Telephone Interviewing.
204
- CAWI393, en la que se responde a un cuestionario por internet.
- PAPI394, este modelo utiliza cuestionarios de papel para que los entrevistados
respondan por sí mismos con lápiz o bolígrafo. Normalmente se envían por correo
postal o se responden delante del entrevistador que posteriormente los recoge.
Además, según los estudios revisados395, las tipologías de entrevista CAPI y la PAPI son
muy costosas, y han demostrado reiteradamente que terminan siendo poco efectivas, ya que,
debido al formato personalizado, en temas de victimización las personas encuestadas prefieren
no responder. La tipología CAWI es difícil de implementar cuando la población objetivo son
pequeñas y medianas empresas que no tienen un desarrollo tecnológico muy elevado.
Finalmente, muchos estudios recomiendan la CATI, aunque en términos de porcentaje de
respuestas también resulta poco efectiva.
393
Computer Assisted Web Interviewing.
394
Paper and Pencil Interviewing.
395
UNECE-UNODC (2010) y Giesen et cols. (2012).
205
empresas y que además han incluido la extorsión en sus contenidos. Para ello se ha realizado
una revisión documental a partir de la cual se ha elaborado la siguiente tabla:
Año de
Encuesta recopilación de Localización Delitos recogidos
datos
Commercial 1994, 2002 Reino Unido Asalto, soborno, extorsión, fraude, robo
Victimization Survey y robo de vehículos, y vandalismo
(sectores minoristas y manufactureros).
Crimes against Business 1994 Finlandia Soborno, extorsión, fraude, robo y robo
Survey de vehículos, vandalismo y daños,
violencia en el lugar de trabajo.
International 1994 Europa* Asalto, soborno y corrupción, extorsión
Commercial Crime e intimidación, fraude, robo, robo de
Survey (ICCS) vehículos y vandalismo.
Crimes against Business 1997 Estonia Soborno, extorsión, fraude, robo, robo
Survey de vehículos, vandalismo y violencia en
el lugar de trabajo.
National Business Crime Bianual desde Irlanda Asalto y acoso, robo, fraude con tarjeta
Survey 1998 de crédito/cheque, extorsión, fraude,
vandalismo y daños.
International Crime 1999 Europa del Asalto, soborno y corrupción, extorsión
against Business Survey Este** e intimidación, fraude, solicitud de
(ICBS), Central Eastern protección de dinero, robo, robo de
Europe vehículos y vandalismo.
Fuente: elaboración propia a partir de Broadhurst, et cols. (2011)
*
República Checa, Franca, Alemania Hungría, Italia, Países Bajos, Suiza, Reino Unido.
**
Albania, Bielorrusia, Bulgaria, Croacia, Hungría, Lituania, Rumanía, Rusia, Ucrania.
En todos los casos se trata de estudios generales sobre victimización a las empresas,
donde los procesos extorsivos son una parte de la encuesta, y sobre los que no se especifica
ninguna otra variable más que la incidencia. Excepto en Finlandia (81%), la tasa de respuesta a
estas encuestas de victimización ha sido realmente baja (entre el 15 y el 25% en términos
generales).
206
- Tilley y Hopkins (2008) afirman en un importante estudio sobre delitos a empresas
denominado “EU Falcone”, que el análisis de la victimización en el ámbito italiano
fracasó a causa de la pequeña muestra y la aún menor tasa de respuesta: sólo 10 de
79 compañías multinacionales respondieron el cuestionario.
Si bien los resultados de las encuestas de victimización a empresas y los estudios sobre
percepción en materia de crimen organizado tienen un gran potencial, la implementación de
estos requeriría una fuerte inversión de tiempo.
396
Extorsión básica sumada a la extorsión por protección, que en el estudio de Dugato et cols. (2013) se
mide por separado, denominando a la segunda “protection money” (dinero por protección).
207
En el ámbito nacional la situación es similar397, pues no disponemos de datos sobre
actividades del crimen organizado ni informes relacionados con la materia que posibiliten un
estudio profundo de la materia.398 Ahora bien, a falta de datos estadísticos, la información
policial y judicial de los incidentes extorsivos aportará una información cualitativa de gran
interés para el análisis de los procesos que nos ocupan.
Pues bien, como se ha expuesto anteriormente, no existe por el momento una fórmula
igual de fiable y válida para medir los niveles que alcanzan los delitos de extorsión como los que
se aplican a otro tipo de delitos, y mucho menos si se trata de procesos extorsivos en el ámbito
de la delincuencia organizada. Sin embargo, a pesar de los enormes obstáculos que existen para
el estudio de las actividades del crimen organizado, los indicadores compuestos y las encuestas
de victimización han sido dos herramientas consideradas muy útiles para analizar el
397
Se ha comentado la situación de esta cuestión en el escenario español en el apartado 1.1. a) del
presente capítulo.
398
Así se pone de manifiesto en investigaciones como en Jordá y Requena (2013), Jordá et cols. (2014) y
Jordá y Giménez-Salinas (2015), todos ellos analizan diferentes actividades del crimen organizado a partir
de la recopilación de datos policiales y judiciales, argumentando la ausencia de estadísticas oficiales.
208
fenómeno399 de la extorsión, además de los ya citados documentos judiciales y policiales400. Así,
los indicadores podrían ser una forma de medir la extorsión a nivel nacional e internacional sin
entrar en el detalle del fenómeno, las encuestas aportarían resultados más representativos y las
estadísticas un mayor nivel de información periódica sobre victimización y respuesta represiva.
Ahora bien, dadas las ya comentadas limitaciones de acceso a los datos necesarios para
la elaboración de indicadores, la dificultad para la implementación de encuestas de
victimización, a las que se añade la falta de estadísticas oficiales sobre la materia, parece que el
estudio de casos es la única metodología aplicable que puede cumplir con los propósitos
exploratorios del análisis empírico de la extorsión a empresas en el ámbito de la delincuencia
organizada. Para diseñar la investigación de forma completa, se deben conocer previamente las
fuentes de información disponibles, que se analizan a continuación.
399
Aplicadas y así consideradas por Bezlov et cols. (2006), Van Dijk et cols., (2008), Dugato et cols., (2013),
y Mugellini (2013).
400
En su estudio, La Spina (2014) aplica una metodología muy completa a partir de una base de
documentos policiales y judiciales sobre la mafia.
401
Aplicado por Kaufmann et cols. (2010) en el ámbito de la gobernanza.
402
La suma de información policial y encuestas a las víctimas y afectados ha sido aplicada por Tilley y
Hopkins (2008) en materia de delitos a empresas y supone una combinación de gran interés en los
aspectos preventivo y reactivo.
209
insuficiente para constituir una verdadera fuente de información útil, sí lo es como marco
teórico del estudio.
Así, por ejemplo, Ellis (2013) pone en evidencia determinadas actividades del crimen
organizado en Latinoamérica entre las que destacan las extorsiones a pequeños empresarios
gracias a informaciones de prensa abierta. Si bien esta fuente no parece aportar información de
gran profundidad, lo cierto es que al menos advierte de forma rápida y actual sobre posibles
problemas que no salen a la luz por miedo a probables venganzas tras la denuncia y a la falta de
confianza en las autoridades policiales y judiciales.
403
Tampoco parece de interés analizar la delincuencia autorrevelada como fuente de información en
materia de crimen organizado (Giménez-Salinas et al. 2009).
404
Así lo exponen Albanese (2011), Lisciandra (2014) y La Spina (2014).
210
profundidad e interés en el ámbito de la lucha y la prevención, y b) identificar casos reales a
partir de atestados policiales o resoluciones judiciales.
De esta manera, Albanese (2011) centra su análisis en las extorsiones perpetradas por el
crimen organizado, estudiando documentos policiales con el fin de explicar el fenómeno en
Estados Unidos. En cambio, Lisciandra (2014) combina evidencias de la investigación policial y
judicial con encuestas de victimización, para estimar el volumen de la recaudación económica
obtenida por el crimen organizado dedicado a la extorsión.
Cabe destacar que los documentos de los casos policiales relacionados con las
actividades delictivas de grupos organizados, entre los que se encuentra el delito de extorsión,
pueden aportar un resultado global fiable, especialmente si se combina con otras metodologías
como las encuestas de victimización (Tilley y Hopkins, 2008) o los indicadores compuestos
(Kaufmann et cols., 2010). Asimismo, las entrevistas con expertos pueden aportar información
muy útil relacionada con las prácticas extorsivas del crimen organizado405 (La Spina et cols.,
2010).
405
Además, las entrevistas con jueces y fiscales pueden aportar información de interés sobre las
dificultades en la persecución del delito de extorsión por parte de grupos de crimen organizado en
contraste con los perpetrados por autores no organizados.
211
cuenta con un pequeño guion de preguntas que contienen la información relevante que busca,
pero se trata de cuestiones abiertas sobre las que el experto tiene la oportunidad de aportar
matices o relacionar diversos temas. Este tipo de entrevistas proporciona más información que
la estructurada, que cuenta con una serie de preguntas de respuesta muy breve (especialmente
cuando se trata de un estudio exploratorio o sobre el que se tiene poca información), pero no
tan amplia como la entrevista en profundidad, que da más margen a los temas a abordar en el
guion de la entrevista, dado que los expertos no suelen contar o no pueden aportar información
demasiado detallada de la materia.
Así, la información policial suele consistir en los datos contenidos en los atestados
policiales de operaciones llevadas a cabo en el marco de la lucha contra el fenómeno objeto de
estudio o sobre incidentes (hechos supuestamente delictivos) recogidos por los cuerpos
policiales para proceder a su judicialización, en su caso407.
Estas ricas y fiables fuentes de información permiten, por un lado, conocer los hechos
recogidos en el atestado o probados en la sentencia y, por otro lado, identificar la respuesta legal
406
Puede ser debido a la dificultad de acceso a la información por la confidencialidad de los datos o a la
escasa fiabilidad de las fuentes abiertas, entre otros motivos.
407
Aunque existen otros tipos de documentos policiales como los cuestionarios del CICO/CITCO, que
responden brevemente a preguntas sobre el caso policial, o los Informes de explotación (también
denominados INFEX), que son resúmenes de atestados muy valiosos, pues “este tipo de informes
sintetizan el contenido, pero aportando información relevante sobre los hechos delictivos, cómo se
averiguaron estos hechos, personas implicadas, detenidos, actuaciones policiales determinantes,
lecciones aprendidas para un futuro, etc.” (Jordá et cols., 2013, p.443).
408
En el punto 4.3 del segundo capítulo del presente trabajo se exponen de forma sucinta los diferentes
órganos de enjuiciamiento atendiendo a los principales procedimientos penales.
212
dada, bien en los delitos contenidos en los documentos policiales o bien en los tipos penales
aplicados por el órgano judicial. Resulta, por tanto, una fuente de información de gran interés
para el estudio que se presenta.
Una vez identificados los diferentes métodos de medición y las fuentes de información,
resulta de interés una breve aproximación al fenómeno que nos permita concretar los principales
objetivos del estudio.
Puestas de manifiesto de forma reiterada las enormes dificultades del acceso a datos
oficiales y la falta de literatura científica en materia de procesos extorsivos a empresas en el
ámbito de la delincuencia organizada en España, resulta pertinente elaborar un breve estudio
exploratorio para detectar su incidencia en sectores y comunidades específicas. Para ello, se ha
implementado un conciso estudio específico410 mediante el que se trata de contextualizar tanto
409
Esto se debe a que la carencia de información es la constante que impide un diseño metodológico con
una muestra de mayor tamaño, tal como se expone a lo largo del apartado segundo del presente capítulo.
410
Este análisis se llevó a cabo en el marco del proyecto de investigación CEREU: Countering Extortion and
Racketeering in the EU, donde se analizó una breve muestra de casos de estudio para obtener una visión
general de comunidades y factores afectados y poder identificar así las posibilidades metodológicas de un
213
a los principales mercados ilegales y grupos que actualmente operan en España como a los
colectivos y sectores más afectados por las prácticas extorsivas.
abordaje más completo, para lo que se emplearon tanto fuentes abiertas como entrevistas a expertos de
Guardia Civil y Policía Nacional.
411
Entrevistas a expertos de la Policía Nacional y la Guardia Civil en el marco del proyecto de investigación
europeo denominado CEREU, Countering Extortion and Racketeering in EU, cofinanciado por la Comisión
Europea. Este aspecto se explica con mayor detalle en el apartado 2.3.c) del capítulo cuarto del presente
trabajo: se realizaron entrevistas a cuatro miembros de la Policía Nacional expertos en extorsiones y
cuatro miembros de la Guardia Civil expertos en extorsiones, a un miembro de la Policía Nacional experto
en crimen organizado, y un miembro de la Guardia Civil experto en crimen organizado, a un miembro de
la Policía Nacional experto en crimen organizado chino, dos miembros de la Guardia Civil expertos en
crimen organizado chino y un académico experto en cultura china.
214
3.1. Principales sectores victimizados
Del estudio realizado, se desprende que, en los casos relativos a empresas victimizadas,
hay tres sectores especialmente afectados:
Aunque con menor incidencia, hay otros tres sectores que también se ven afectados por
la extorsión: en primer lugar, se encuentra el sector mayorista (4%) como víctima de las
extorsiones, éstas buscan una reducción del precio de los productos (pe.: en el mercado de la
fruta). En segundo lugar, la extorsión dentro del sector de la construcción (4%), generalmente la
organización pretende que algunos integrantes sean contratados como personal de seguridad
privada. Recientemente este sector se ha visto muy perjudicado por a la crisis económica
española, motivo por el cual las organizaciones criminales han desplazado sus actuaciones412 a
sectores y actividades más rentables como, por ejemplo, el sector turístico y las actividades
extorsivas para el cobro de deudas. En tercer y último lugar, la extorsión a empresas con
dificultades económicas (3%), que suponen una oportunidad de negocio para los grupos
organizados extranjeros que tienen por objetivo blanquear dinero, puesto que pueden comprar
dichas empresas extorsionando a sus dueños y luego implementar diferentes mecanismos de
delincuencia económica para dar apariencia legal al dinero obtenido de forma ilegal a través de
otras actividades.
412
Según el experto en crimen organizado entrevistado de la Policía Nacional.
215
3.2. Principales nacionalidades afectadas
El resto de los grupos (28%) formados por una única nacionalidad413, son italianos (7%)
y rusos (6%) que se encuentran implicados en extorsiones instrumentales para blanquear
dinero, rumanos (11%) que emplean la extorsión para conseguir contratos de seguridad; y
colombianos (4%) que cometen extorsiones generalmente relacionadas con el cobro de deudas
procedentes del tráfico de drogas.
Ilustración 3. Nacionalidades más afectadas por la extorsión del crimen organizado en España.
Colombiana 7%
Rumana 13%
Española 37%
Rusa 13%
China 30%
Fuente: elaboración propia con casos oficiales de acceso público (N= 30).
413
Es decir, aquellos grupos cuyos integrantes comparten la misma nacionalidad.
216
Debido a la importancia que tiene el análisis del perfil de las comunidades afectadas por
la extorsión, a continuación, se describen las principales características de autores y víctimas de
los grupos que comparten nacionalidad.
I) Nacionalidad española
Por su parte, los sectores más afectados son el comercio minorista, los establecimientos
del sector turístico y los de ocio. Se trata de pequeños negocios de venta al público relacionados
con la restauración y el ocio nocturno, como bares de copas, restaurantes turísticos, locales de
música, etc. El método de extorsión consiste en intimidar, mediante de amenazas de muerte y
con el uso de la violencia, a pequeños negocios y empresas minoristas para que paguen por su
seguridad, a veces exigiendo la realización de un contrato laboral como vigilante de seguridad a
un integrante de la organización, bajo amenazas de sabotaje y de provocar peleas en los locales
414
Se realizaron entrevistas a cuatro miembros de la Policía Nacional expertos en extorsiones y cuatro
miembros de la Guardia Civil expertos en extorsiones, a un miembro de la Policía Nacional experto en
crimen organizado, y un miembro de la Guardia Civil experto en crimen organizado, a un miembro de la
Policía Nacional experto en crimen organizado chino, dos miembros de la Guardia Civil expertos en crimen
organizado chino y un académico experto en cultura china
217
nocturnos. Otros delitos que estos grupos perpetran habitualmente son el tráfico de influencias,
las detenciones ilegales, los secuestros exprés, y el blanqueo de capitales. Las áreas más
perjudicadas por estos delitos son las zonas turísticas de Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid
y Galicia.
Además, según las fuentes entrevistadas415, los grupos extorsivos también se dedican al
cobro de deudas. Se trata de un modus operandi muy similar al del sector turístico, pero en el
contexto de una deuda entre empresas. Se ofrecen servicios de cobro del dinero adeudado, pero
los grupos criminales no devuelven la deuda a su acreedor, llegando incluso a extorsionar a su
propio contratante. Esta forma de operar está extendida por todo el territorio, aunque los casos
identificados se ubican en Navarra, Cataluña y Andalucía.
Las áreas más afectadas por las acciones de estos grupos son las zonas industriales de
Madrid y los barrios multiculturales de Barcelona.
En este escenario, cabe destacar que los negocios minoristas asiáticos, comúnmente
bazares y restaurantes, suelen ser víctimas situadas en áreas geográficas muy localizadas en
zonas industriales situadas en de Madrid y Barcelona; en estos casos el entorno puede ser un
415
Un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado, y un miembro de la Guardia Civil
experto en crimen organizado.
416
Un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado chino, dos miembros de la Guardia
Civil expertos en crimen organizado chino y un académico experto en cultura china.
218
elemento facilitador de la revictimización. Para estas víctimas, las diferencias culturales y de
lenguaje suponen un gran obstáculo a la hora de presentar una denuncia, por lo que en la
mayoría de los casos su número es prácticamente desconocido.
Las zonas más afectadas por estos grupos son las Islas Baleares, Cataluña y Comunidad
Valenciana, aunque también se han detectado ramificaciones en otras zonas de la Península.
417
Según el experto, miembro de la Policía Nacional experto en extorsiones.
219
Los mecanismos de aproximación a la víctima consisten en que uno de los miembros del
grupo criminal contacte con el dueño de una empresa con problemas económicos haciéndole
pensar que quiere adquirir legalmente su negocio; posteriormente procede a intimidar al
empresario, empleando coacciones y amenazas, para que cambie la titularidad de este. Además,
son organizaciones con ramas especializadas en cuestiones económicas, legales y empresariales,
particularmente gestores y abogados, que están vinculadas con la mafia rusa cuya actividad
principal es el blanqueo de capitales. Como consecuencia de estas actividades delictivas, existe
un importante número de víctimas afectadas de forma indirecta en las regiones donde actúan,
así como la pérdida de clientes y proveedores de zonas próximas, que tienen actividades
económicas en las regiones victimizadas418.
418
Según el entrevistado, experto en extorsiones de la Policía Nacional, que cuenta con experiencia en
operaciones que afectaron a esta comunidad.
419
Según el entrevistado, experto en extorsiones de la Policía Nacional, que cuenta con experiencia en
operaciones que afectaron a esta comunidad.
220
Aunque se trate de organizaciones de pequeño tamaño, tienen una gran capacidad para
extorsionar a un significativo número de víctimas, alrededor de cien por caso, a quienes les
exigen pagos periódicos de dinero en efectivo. Para alcanzar sus objetivos, utilizan la
intimidación a través de amenazas de muerte y el uso de la violencia.
Geográficamente, las zonas más afectadas son Cataluña, Islas Baleares y Castilla y León,
donde además de extorsionar, cometen una gran diversidad de actividades delictivas tales como
el proxenetismo, la detención ilegal, el robo con violencia e intimidación, el blanqueo de
capitales, el tráfico de drogas, la tenencia ilícita de armas y el robo de vehículos.
221
que pueden incluir intereses leoninos por impago de la deuda, a la que añaden unas cantidades
inasumibles para el deudor420.
Las víctimas forman parte de las actividades de tráfico de drogas en más del 90% de los
casos. También se producen ajustes de cuentas a los cabecillas del grupo, es decir, venganzas
internas de algunos integrantes del grupo contra un superior jerárquico. Pero en general, son
sicarios y grupos criminales “puros”, que emplean la violencia según la necesidad del caso. Unas
veces las víctimas, conocedoras del procedimiento, obedecen sabiendo lo que puede suponer
no hacerlo; en cambio en otros casos propinan brutales palizas para someter al extorsionado o
secuestrado que no accede a la extorsión.
AMARRE* HOMICIDIOS Y
EXTORSIONES
(SECUESTROS) ASESINATOS
*Amarre es un término acuñado que hace referencia a los secuestros con fines extorsivos en esta
tipología de procesos en Colombia.
420
Según el entrevistado, experto en extorsiones de la Policía Nacional, que cuenta con experiencia en
operaciones que afectaron a esta comunidad.
421
Según el entrevistado, experto en extorsiones de la Policía Nacional, que cuenta con experiencia en
operaciones que afectaron a esta comunidad.
222
A continuación, se detallan las tres fases del proceso extorsivo colombiano:
Estos grupos suelen trabajar con una suerte de franquiciado, que cuenta con oficinas de
corte informal ubicadas en diferentes zonas y países, pero mantienen una conexión muy sólida
con la organización central.
422
Y se focalizan en daños a familiares o allegados de las víctimas ubicados en su país de origen, Colombia.
Esta forma de proceder se debe a que generalmente los grupos colombianos suelen estar vinculados a un
cártel que ostenta mayor poder en ese país, por lo que las amenazas tienen un potente carácter
intimidatorio.
223
Una vez descritos los sectores y comunidades más afectados por los procesos extorsivos
en el ámbito de la delincuencia organizada, se procede a seleccionar los grupos de casos más
relevantes para el estudio de dicho fenómeno.
Para ello, una vez expuestos los problemas que existen para realizar un análisis
cualitativo debido a la dificultad de acceso a los datos de victimización por tratarse de un
proceso que conlleva elementos intimidatorios que impiden la proliferación de denuncias a las
autoridades por el miedo de las víctimas, se ha considerado útil optar por la metodología
centrada en el estudio de casos complementada con entrevistas a expertos.
Entre los diferentes sectores económicos afectados por los procesos extorsivos en el
ámbito de la delincuencia organizada, se ha seleccionado el sector hostelero por motivos que se
exponen a continuación.
224
En primer lugar, los establecimientos de hostelería, vinculados al turismo o al ocio
nocturno, han sido los más destacados en el estudio preliminar expuesto en el apartado
anterior.
En segundo lugar, en términos globales, entre las empresas afectadas por el control de
crimen organizado, los bares y restaurantes son negocios victimizados con mucha frecuencia y
de forma sistemática423.
En tercer lugar, la literatura científica indica que las características propias de estos
negocios, como su pequeño tamaño o la práctica habitual de utilizar dinero en metálico, los
hacen especialmente vulnerables a las extorsiones424.
Estos elementos permiten situar al sector hostelero como un objetivo posible de las
organizaciones dedicadas a extorsionar; que, además, dadas las importantes proporciones del
sector en España, hace más factible el acceso a casos reales.
Entre las diferentes comunidades extranjeras afectadas por los procesos extorsivos en
el ámbito de la delincuencia organizada, se ha seleccionado la nacionalidad china por las cinco
siguientes razones.
423
Así lo recogen estudios europeos sobre victimización de empresas, como los de Tilley y Hopkins (2008),
Savona (2010) y Mugellini (2013).
424
Como señalan Albanese (2008), Caneppele et al. (2013) y Savona y Berlusconi (2015).
425
Según los datos anuales del World Bank, entre otros.
426
Ministerio del Interior (2017).
225
En segundo lugar, la literatura científica indica que la extorsión es una de las principales
fuentes de financiación de los grupos de crimen organizado chino427, por lo que su estudio en
términos globales es muy relevante.
Estas razones llevan a concluir que es posible y positivo llevar a cabo un estudio empírico
que suponga un avance en el conocimiento del fenómeno para la comunidad científica.
427
Entre otros autores, lo defienden Chin et al. (1992), Zhang y Chin (2002), De la Corte y Giménez-Salinas
(2010), Soudijn y Zhang (2012) y Dees (2013).
428
Así lo ponen de manifiesto numerosos estudios (Chin et al., 1992; Perrone, 2000; Tilley y Hopkins, 2004;
Wagstaff et cols., 2006)
429
Especialmente en Madrid y Barcelona (Sainz López, 2005), buen ejemplo de ello es barrio madrileño
de Usera.
430
Según la literatura revisada (entre otros: Chin et al., 1992; Wagstaff et cols., 2006; Tilley y Hopkins,
2008).
431
Así lo exponen, por ejemplo, Chin et al. (1992) y Taylor (2006).
226
5. Conclusiones: limitaciones de medición y marco
metodológico
Por esta razón, se ha abordado el estudio de casos como única solución posible al
problema que se plantea. En otras palabras, para analizar los procesos extorsivos en el ámbito
de la delincuencia organizada, al no existir antecedentes científicos en la materia, se propone
un estudio exploratorio cualitativo a través del estudio de casos.
Ahora bien, como consecuencia de la falta de denuncias, las fuentes de información son
igualmente limitadas, así la información bibliográfica y estadística es insuficiente para estudiar
el fenómeno en el escenario español. Sin embargo, las noticias de prensa empleadas en el
estudio de aproximación al fenómeno han permitido, aunque de forma restringida, detectar las
notas características de determinadas comunidades y sectores afectados por prácticas
extorsivas del crimen organizado. De forma complementaria, las entrevistas mantenidas con
expertos432 de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, han dado lugar a la selección del sector
económico y la comunidad de mayor interés para la implementación de un estudio de casos que
analice de forma pormenorizada la complejidad de estas prácticas extorsivas.
Tanto el sector hostelero como la comunidad china han resultado ser los grupos de casos
más significativos y accesibles para estudiar las acciones extorsivas contra las empresas
perpetradas en el ámbito de la delincuencia organizada.
432
En el marco del proyecto de investigación europeo denominado CEREU, Countering Extortion and
Racketeering in EU, cofinanciado por la Comisión Europea.
227
ajustada a la realidad para hacer posible su investigación a partir de una propuesta
metodológica. A partir de estas premisas, se establecen los objetivos del estudio empírico, que
se exponen en el capítulo siguiente, donde también se describe la metodología de la
investigación.
228
CAPÍTULO 4. DESCRIPCIÓN DEL ESTUDIO DE LOS PROCESOS
EXTORSIVOS: OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
El estudio teórico del fenómeno nos ha permitido enmarcar el objeto de análisis dentro
de las actividades de financiación y control del crimen organizado, con importantes
consecuencias económicas, sociales y democráticas cuando tales prácticas se perpetran de
forma reiterada en una región, afectando a empresas de un sector o a una comunidad
específicos. Además, las víctimas son reacias a denunciar debido al temor por su integridad física
como consecuencia de los mecanismos de intimidación propios del crimen organizado,
utilizados para lograr una mayor eficacia en sus exigencias extorsivas y mayor impunidad para
la organización, facilitando así la latencia del fenómeno.
Ahora bien, las organizaciones que perpetran estos procesos extorsivos incurren en la
comisión de diversos tipos penales que incluyen, además de la extorsión, el robo, las amenazas,
las coacciones, las detenciones ilegales o el acoso, entre otros, lo que dificulta la identificación
concreta de los incidentes extorsivos cuando estos llegan a denunciarse.
Pues bien, todas estas notas características, ya analizadas en los dos primeros capítulos,
llevan consigo significativas limitaciones metodológicas expuestas en el tercero: la ausencia de
datos ha hecho que el estudio de casos sea el único método aplicable al estudio de extorsiones
a empresas en el ámbito de la delincuencia organizada. Esto implica la necesidad desarrollar un
estudio exploratorio que permita un análisis cualitativo a partir de la única fuente de
información accesible: los casos de los cuerpos policiales y judiciales. Tales fuentes permitirán
la extracción de información tanto de los documentos como de las entrevistas con los expertos
que hayan intervenido en casos y operaciones vinculadas con la materia.
230
1. Objetivos específicos del estudio
231
a) La victimización de empresas del sector hostelero por parte del crimen organizado
que se expone en el capítulo quinto de la presente tesis.
Este segundo objetivo abarca una doble perspectiva criminológica y legal para la
interpretación de resultados, respetando el primer objetivo y permitiendo la consecución del
tercero.
De los análisis cualitativos se extraerán las principales características que definen las
principales tipologías extorsivas en el escenario español, los mecanismos intimidatorios
utilizados, las regiones más afectadas y las pautas de comportamiento de las víctimas ante las
exigencias extorsivas. Este segundo objetivo se cumple en los capítulos quinto y sexto del
presente trabajo.
Además, se señalarán las principales dificultades que tienen los cuerpos policiales y
organismos judiciales para llevar a cabo la investigación de los delitos, que suponen también un
232
importante elemento de análisis de las prácticas analizadas. Este tercer objetivo se cumple en
el primer apartado del capítulo octavo.
Una vez completados los tres primeros objetivos, se pueden desarrollar las
recomendaciones de lucha y prevención de los procesos extorsivos contra las empresas, que
deben implementarse en el escenario español desde los tres poderes públicos:
En el marco del poder legislativo, mediante la correcta aplicación de los tipos penales
correspondientes a las conductas punibles y la articulación de las herramientas jurídicas precisas
para combatirlo.
Con la misma finalidad, se proponen una serie de medidas reactivas y preventivas que
se han diseñado para combatir el fenómeno en España y que supondrían mejoras encaminadas
a lograr la máxima protección de los ciudadanos frente a las extorsiones del crimen organizado.
Estas se han elaborado en base a los siete primeros capítulos del trabajo y a la discusión del
primer punto del octavo capítulo. Tales propuestas se exponen en el segundo apartado del
capítulo octavo.
233
2. Elección del método de investigación y las fuentes de
información
Partiendo de los múltiples aspectos que tiene el tema objeto de estudio y con el
propósito de recabar la mayor información fiable posible, se ha considerado fundamental
utilizar la combinación de metodologías para suplir la escasez de casos identificados y de
estudios conocidos sobre la materia434.
433
Este análisis metodológico se llevó a cabo en el marco del proyecto de investigación CEREU: Countering
Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado por la Comisión Europea.
434
Por ejemplo, Tilley y Hopkins (2008) combinan revisiones de la literatura científica sobre soluciones
metodológicas en estudios de delitos sobre empresas con entrevistas a expertos del crimen organizado,
inteligencia policial y dirigentes de la sociedad civil y del sector empresarial que aporten conocimiento
sobre la comunidad social o zona geográfica a estudiar, y con un estudio piloto de 17 empresas de
muestra, encontrando serias dificultades en la viabilidad del estudio empírico.
234
Por lo tanto, el análisis preciso de la problemática suscitada debe partir del desarrollo
de una metodología combinada centrada en la víctima435 que posibilite el estudio de los
procesos extorsivos como delitos contra las empresas en el ámbito de la delincuencia
organizada.
435
Cuestión que se desarrolla en el siguiente capítulo.
436
En línea con estudios como el de Lavezzi (2008) sobre la estructura económica y la vulnerabilidad ante
el crimen organizado. El autor realizó un estudio estadístico sobre las actividades económicas en distintas
regiones de Italia y su vulnerabilidad frente a delitos como la extorsión del crimen organizado. En lugar
de centrarse en factores sociales y culturales, mantiene la hipótesis de que ciertas características
económicas permiten que el crimen organizado se expanda más fácilmente, estableciendo así una serie
de características de las empresas en regiones especialmente victimizadas por grupos de crimen
organizado en Sicilia: un gran número de empresas pequeñas, sectores tradicionales y con una
especificidad territorial y bajo nivel de avance tecnológico, entre otros. De su análisis se extrae la
importante idea de que al estudiar el desarrollo del crimen organizado deben tenerse en cuenta factores
estructurales económicos, como elemento facilitador para su expansión.
235
Se trata de un enfoque que ha sido empleado por instituciones de seguridad pública
muy relevantes en el estudio de este tipo de delincuencia, tales como Europol (2013) y el Equipo
de Trabajo de Acción Financiera (FATF437, 2013).
a) Asegurar una mejor asignación de recursos por parte de las autoridades competentes.
En relación con las actividades del crimen organizado con baja tasa de denuncia por
parte de las víctimas, como es el caso de la extorsión, la detección de vulnerabilidades es un
recurso útil para la identificación del conjunto de problemas que atañen a la actividad extorsiva
y la comprensión del entorno en el que se producen las oportunidades de victimización para los
grupos criminales, tanto los que afectan a los diferentes sectores económicos como aquellos
que incumben a las sociedades o comunidades de individuos.
La clave de las ventajas que tiene aplicar esta metodología a un sector económico o a
una comunidad étnica o social está en que permite un enfoque a medida que ayuda a identificar
los factores específicos de cada sector o de cada comunidad en los que es más rentable438 y
viable perpetrar la extorsión. De este modo, se pueden formular indicadores de riesgo que
faciliten la detección anticipada y el diseño de contramedidas para prevenir y minorar aquellos
aspectos, de un contexto socioeconómico específico o de determinadas comunidades de
inmigrantes, que suponen oportunidades para la delincuencia.
437
Por sus siglas en inglés Financial Action Task Force.
438
Para valorar la rentabilidad no sólo se tiene en cuenta el beneficio, también el riesgo de detección por
las autoridades de la región, las posibilidades de resistencia de la víctima, la sostenibilidad de la extorsión
a medio plazo, etc.
236
Los tres pasos que requiere la detección de vulnerabilidades son los siguientes (FATF,
2013):
- Nivel de corrupción
- Tasas de empleo/desempleo
- Tamaño de la población
439
En el capítulo 1, apartado 3.3.
237
El segundo tipo hace referencia a los factores relacionados con el sector económico:
El tercer tipo está constituido por los factores relacionados con las empresas:
- Papel en la empresa
- Número de empleados
- Duración de la extorsión
Por último, en el cuarto tipo se encuentran los factores relacionados con las
comunidades migrantes específicas:
- Tamaño de la comunidad
238
- Presencia de asociaciones activas de empresas o de la comunidad
El segundo paso es el análisis de los casos, que permite identificar las diferencias y
similitudes entre los incidentes de extorsión identificados, los factores de resistencia y de
permisividad de las víctimas, las medidas y estrategias existentes para protegerlas y las formas
efectivas de luchar contra la extorsión. Este análisis se realiza de forma pormenorizada mediante
el estudio criminológico-legal de casos dentro del sector hostelero en el capítulo quinto, y dentro
de la comunidad china en el capítulo sexto del presente trabajo.
c) Valoración de la vulnerabilidad
239
2.2. El procedimiento de selección de casos: unidad de análisis y fuentes
de información
La unidad de análisis estará formada por cada caso o incidente extorsivo, que deberá
cumplir unos requisitos concretos para ser parte de la muestra. Dichos requisitos son:
a) Haber tenido lugar dentro del marco temporal establecido: entre los años 2009 y
2015. Se trata de un rango temporal consensuado, entendiendo que durante los años 2015 y
2016 se tenga conocimiento por las autoridades policiales y judiciales.
c) Que exista evidencia de prácticas extorsivas, por lo que los incidentes deben contener
los siguientes elementos:
440
Elaborado en el marco del proyecto de investigación CEREU: Countering Extortion Racketeering in the
EU, cofinanciado por la Comisión Europea. Cada país que participa en el proyecto ha tenido que
desarrollar su propio procedimiento en función de las posibilidades que ofrece su territorio.
240
En determinados delitos existen elementos relevantes de los que es realmente difícil
obtener evidencias; tales elementos son, por ejemplo, el ánimo de lucro en las extorsiones y el
reparto de tareas en los grupos de crimen organizado. Se trata, por tanto, de identificar los
elementos demostrables a través de evidencias plasmadas en los atestados policiales y en las
sentencias, de manera que, con criterios objetivos, sencillos y demostrables, se pueda identificar
la perpetración de prácticas extorsivas y la autoría de un grupo organizado.
Finalmente, se solicitaron los atestados completos para una lectura pormenorizada del
incidente. Sucede con frecuencia que, únicamente dentro de los propios atestados se hace
alusión a la víctima empresa, por lo que la decisión final siempre se ha tomado tras la lectura
completa del caso.
441
Gracias a la colaboración de la Guardia Civil como parte española en colaboración con la Universidad
Autónoma de Madrid, sin la que esta fuente de información no hubiera sido accesible para los
investigadores.
442
Se realiza una búsqueda para identificar casos de extorsión en operaciones de la Guardia Civil
publicadas en prensa.
241
de los cuales 14.192 se ajustaron al criterio de pertenencia a la nacionalidad china y los demás
(2.090) correspondieron a nacionalidades pakistaní, india y turca443. De todos ellos, 24 fueron
incluidos en la muestra: 14 casos de la comunidad china y 10 casos del sector
restauración/hostelería.
443
Debido a que se consensuó, dentro del equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Madrid
junto con la Guardia Civil, que sería posible que regentaran locales vinculados a la hostelería como
restaurantes asiáticos o negocios de kebabs.
444
En uno de los primeros seminarios de exposición de las problemáticas de identificación de incidentes
de extorsión y cuando la muestra de casos aún no había sido completada, una persona del público, de
forma desinteresada sugirió que anónimamente podría dar testimonio de un proceso extorsivo sufrido
por su familia, que regentaba un bar en Formentera y cumplía las características de victimización que
estábamos buscando.
242
Seguidamente se contrastaron las características de los casos con la check-list de
criterios de la muestra diseñada que, como se ha señalado con anterioridad, consisten en que
la víctima posea una empresa y que los autores configuren una organización criminal.
445
En el marco del proyecto europeo de investigación CEREU: Countering Extortion and Racketeering in
the EU, cofinanciado por la Comisión Europea.
243
naturaleza exploratoria del estudio que se presenta. Así, se definieron dos formas de recogida
de información complementaria cualitativa446.
446
En el marco del proyecto europeo de investigación CEREU: Countering Extortion Racketeering in the
EU, cofinanciado por la Comisión Europea, donde, se tomó la decisión de complementar la información
de casos con otras fuentes, como son las entrevistas con expertos en la materia, a la que se llegó por
consenso entre los investigadores de los países y entidades de expertos que conforman el consorcio de
investigación, de los que forman parte la Universidad Autónoma de Madrid y la Guardia Civil. Se consideró
que el contexto que aportaban las entrevistas a expertos permitía una visión más completa de la compleja
problemática a analizar.
447
Cuatro miembros de la Policía Nacional expertos en extorsiones y cuatro miembros de la Guardia Civil
expertos en extorsiones.
448
Un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado, y un miembro de la Guardia Civil
experto en crimen organizado.
449
Un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado chino, dos miembros de la Guardia
Civil expertos en crimen organizado chino y un académico experto en cultura china.
450
Bajo el nombre “La extorsión del crimen organizado chino” el 21 de abril de 2016 en la Universidad
Autónoma de Madrid.
451
En el marco del señalado proyecto, el seminario contó con las ponencias de los siguientes expertos:
Marcos Fernández Poves, teniente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil; Teresa Gálvez, fiscal
de la Fiscalía Anticorrupción y lucha contra el crimen organizado; Andrea Giménez-Salinas Framis,
investigadora del proyecto experta en crimen organizado; Francesco Nanucci, policía de Prato (Italia);
Silvia Perrucci, fiscal (Italia); Lorella Garofallo, investigadora italiana del proyecto y experta en crimen
organizado chino (Italia) y Stefano Becucci, profesor de la Universidad de Florencia (Italia). Gracias a sus
aportaciones se pudo completar el análisis sobre el crimen organizado chino y el relativo a la experiencia
italiana de la lucha contra la extorsión.
244
- El segundo seminario trató de los programas de prevención y protección a las
víctimas existentes en Italia452 y las ponencias453 de los expertos italianos sobre
los mecanismos de lucha contra la extorsión fueron de enorme interés para el
análisis de la experiencia Italia y las propuestas de mejora a nivel nacional.
- El tercer seminario se centró en los procesos extorsivos contra las empresas por
parte del crimen organizado454. Las aportaciones de los miembros de las
instituciones policiales y judiciales455 también fueron de gran utilidad para el
estudio del fenómeno y específicamente para las propuestas de mejora en la
lucha contra la extorsión y la prevención de esta.
452
Llamada “Conferencia sobre la lucha contra la extorsión”, tuvo lugar el 29 de septiembre de 2016 en
la Universitá Cattolica del Sacro Cuore de Milán, acudieron como asistentes 80 miembros de Guardia Civil
y Policía Nacional de Unidades especializadas en crimen organizado, extorsiones y secuestros, etc.
453
Los expertos provenían del mundo académico, policial, judicial y gubernamental, entre los que
destacan Becucci, Brigadoi, Mundula, Aricó, Savona, Grasso, Cozzi, Marannano, y Morada; así como de
asociaciones sin ánimo de lucro vinculadas en la lucha contra la extorsión: Civitas Virtus y Addiopizzo.
454
Denominado “La extorsión del crimen organizado en España. Factores de vulnerabilidad para las
empresas”, que tuvo lugar el 21 de octubre de 2016 en la Sede de la Dirección General de la Guardia Civil.
455
Especialmente de Juan José Rosa, fiscal de Fiscalía Especial Contra la Corrupción y Criminalidad
Organizada y Marcos Fernández Poves, Unidad Central Operativa de la Guardia Civil; además de las
aportaciones, en calidad de apoyo a este tipo de iniciativas mixtas, de instituciones públicas en materia
de seguridad, por parte de Pedro Ángel Ortega Calahorro, General de la Jefatura de Policía Judicial de la
Guardia Civil y Jonathan Benito Sipos, Vicerrector Adjunto de Innovación de la Universidad Autónoma de
Madrid.
456
Se trata de un inventario de recogida de datos común a todos los países participantes en el proyecto
de investigación: Reino Unido, Italia, Bulgaria, Grecia, Rumanía y España.
245
- Descripción general del caso: código del caso, lugar y fecha del incidente.
La autorización por el comité de ética para el uso de los datos en la presente tesis se
incluye en el Anexo III y el inventario original del estudio se adjunta en el Anexo IV.
2.4. La muestra
246
Tabla 7. Lista de casos de estudio del sector hostelero con su identificación, lugar de incidente
extorsivo y fuente del caso (N=15).
ID
Lugar de la extorsión* Fuente
caso
H1 Formentera Testimonio anonimizado
H2 Jaén Policía Judicial, Jaén caso 35/2011
H3 Alicante Policía Judicial, Almería caso 2436/2013
H4 Almería Policía Judicial, Almería caso 452/2015
H5 Alicante Policía Judicial, Torrevieja caso 4920/2014
H6 Castellón Audiencia Provincial, Castellón resolución 391/2010 (s2)
H7 Palma Mallorca Audiencia Provincial, Islas Baleares sentencia 59/2012 (s1)
H8 Asturias Audiencia Provincial, Asturias sentencia 237/2012
H9 Almería Policía Judicial, caso 265/2011
H10 Zaragoza Policía Judicial, caso 1205/2012
H11 Zaragoza Policía Judicial, caso 648/2011
H12 Alicante Policía Judicial, caso 5446/2011
H13 Murcia Policía Judicial, caso 204/2011
H14 La Coruña Policía Judicial, caso 37/2015
H15 Barcelona Audiencia Provincial, Barcelona sentencia 12/2013 (s5)
*No se especifica la localidad de la extorsión para que las víctimas no sean identificables.
247
Tabla 8. Lista de casos de estudio de la comunidad china con su identificación, lugar de
incidente extorsivo y fuente del caso (N=15).
248
2.5. Análisis de los procesos extorsivos: estudio de casos
Ahora bien, como todo diseño metodológico, este estudio presenta una serie de
problemas y limitaciones que se exponen a continuación.
249
estudio sea objetivo y útil, que aborde el fenómeno de la manera más ajustada posible a la
realidad, pero sin perder de vista las herramientas legales que existen en la actualidad.
Por ello, si bien ya se han expuesto tales definiciones en el apartado sobre elección del
método y de las fuentes, cabe precisar que la elección de estas definiciones se debe a que
facilitan el establecimiento de criterios a partir de las posibles evidencias, teniendo en cuenta
siempre la dificultad que presenta un fenómeno prácticamente invisible como es la extorsión y
un fenómeno prácticamente imposible de medir como es el crimen organizado.
La principal razón de esta elección está vinculada a las posibilidades de replicabilidad del
estudio en otras comunidades y sectores en el futuro.
c) Fuentes de datos
250
Además, la ausencia de informes y análisis previos que permitan contextualizar los casos
dentro de la realidad criminológica en la que tienen lugar, se ha subsanado a través de
entrevistas a expertos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Su contribución en materia de
crimen organizado, prácticas extorsivas y delincuencia, en función de la nacionalidad a la que
pertenecen los grupos (rusos, chinos, colombianos, etc.) configuran un soporte sobre el que
analizar los casos de interés y permiten elaborar una primera visión general, aunque sea poco
profunda del escenario actual.
La decisión de recopilar una muestra de 30 casos, con los 15 casos que resultaran ser lo
más completos y representativos posible de dos problemáticas diferentes, se debe a la enorme
dificultad para la obtención de casos de extorsión, razón por la que este estudio debe tratarse
como exploratorio y tener en cuenta sus limitaciones respecto al nivel de representatividad.
Si bien en los casos judiciales los hechos probados han sido la fuente de información del
delito, la información reflejada en los casos policiales ha sido aportada por el testimonio de una
víctima o un testigo, lo que puede no ser siempre una fuente de información fiable.
Para tratar de reducir esta limitación se han contrastado los testimonios con la
información que proporcionan los informes policiales, donde se ponen de manifiesto los hechos
ocurridos, y con el contexto que las entrevistas a expertos han permitido configurar a partir de
las características más comunes que estos profesionales han encontrado en el día a día de su
labor de investigación y análisis criminológicos.
251
4. Conclusiones: resumen de la propuesta metodológica
A lo largo del presente capítulo se han expuesto los principales retos que plantea el
estudio empírico de los procesos extorsivos perpetrados por el crimen organizado. Los aspectos
más relevantes que obstaculizan su medición en España son la dificultad para la obtención de
datos, fruto de la elevada cifra oscura que provoca la intimidación propia de los procesos
extorsivos en el ámbito de la criminalidad organizada, las dificultades para la obtención y el
análisis de datos oficiales sobre extorsión y la complejidad de problemas a los que se enfrentan
las investigaciones policiales y judiciales.
Todos ellos afectan a la correcta evaluación que se pretende realizar, por lo que deberán
ser tenidos en cuenta en la lectura de resultados del estudio empírico.
457
Diligencias Previas de la Guardia Civil en el marco del proyecto europeo de investigación CEREU:
Countering Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado por la Comisión Europea; gracias a la
colaboración de la Guardia Civil como parte española en colaboración con la Universidad Autónoma de
Madrid, sin la que esta fuente de información no hubiera sido accesible para los investigadores.
458
Obtenidas de dos bases jurídicas: WestLaw y Vlex.
252
a) Haber tenido lugar dentro del marco temporal establecido, esto es, entre los años
2009 y 2015.
c) Que exista evidencia de prácticas extorsivas, por lo que los incidentes deben contener
los siguientes elementos: i) conductas de intimidación o violencia sobre la víctima, ii) evidencia
de un daño patrimonial y, por último, iii) continuidad de la extorsión en el tiempo, bien porque
haya al menos dos empresas afectadas o bien porque al menos se haya extorsionado a la víctima
en dos ocasiones.
Son numerosas las razones por las que resulta de interés para el objeto que se estudia,
diseñar un análisis basado en un sector económico y en una comunidad. En concreto, como
consecuencia del análisis teórico y del estudio preliminar presentado en el capítulo tercero, se
han seleccionado para la presente investigación459 los siguientes:
a) El sector hostelero porque bares y restaurantes son de los negocios más afectados
según el estudio preliminar. Además, debido a las características de estos negocios, tales
como su pequeño tamaño y el uso de dinero en metálico de forma habitual, resultan
especialmente vulnerables a las extorsiones. En el escenario español, se trata de un
sector muy relevante para la economía nacional, porque está especialmente vinculado
al turismo. Cabe destacar, por último, que en España el crimen organizado tiende a
concentrarse en zonas de costa y grandes ciudades, donde abundan las pequeñas
empresas de restauración.
b) La comunidad china por ser la nacionalidad extranjera más afectada según el estudio
preliminar. A esto debe añadirse que, según la literatura revisada, el crimen organizado
tiene entre sus principales fuentes de financiación la extorsión a negocios de
compatriotas. Además, se trata de una comunidad cuyo asentamiento en España es
creciente y se establece agrupada en barrios, alrededor de grandes núcleos de
población. Por último, cabe destacar que es un tipo de crimen organizado poco
459
Más ampliamente justificadas en punto 4 del capítulo tercero.
253
estudiado fuera de nuestro país y aún menos dentro de nuestras fronteras, por lo que
existe una gran demanda de investigación en la materia.
Teniendo en cuenta estas premisas, se logró completar una muestra de 30 casos, que
conforman dos submuestras: 15 casos de extorsión dentro de la comunidad china y 15 casos de
extorsión a empresarios del sector hostelero.
- Descripción general del caso: código del caso, lugar y fecha del incidente.
254
Para el análisis jurídico se propone el estudio de las conductas criminales y de los delitos
registrados por las autoridades, con el fin de examinar su encaje en cada tipo penal expuesto en
el segundo capítulo de la presente tesis.
Por estos motivos, entre otros, los resultados que se presentan a continuación han de
ser valorados como análisis exploratorios que tratan de iniciar una línea de investigación
contrastable y replicable, especialmente orientada a la toma de decisiones sobre protección y
prevención en materia de victimización de empresas a través de un complejo fenómeno: los
procesos extorsivos en el ámbito de la delincuencia organizada.
255
BLOQUE III: ESTUDIO EMPÍRICO
257
CAPÍTULO 5. LOS PROCESOS EXTORSIVOS A NEGOCIOS DE
HOSTELERÍA EN ESPAÑA
En primer lugar, se estudian los aspectos generales del contexto empresarial donde se
perpetran las prácticas extorsivas: conocer el sector de la hostelería en España permite
identificar el escenario de acción de las organizaciones criminales implicadas y de los negocios
victimizados.
En segundo lugar, se describen los principales rasgos de los autores de tales procesos
extorsivos, tanto la implicación de las organizaciones criminales, como los aspectos esenciales
respecto de su modus operandi, los medios empleados y la implicación de cargos públicos en los
mismos. Todas estas variables son fundamentales para identificar el escenario en el que se
desarrolla el proceso de victimización de negocios hosteleros.
En tercer lugar, se estudian peculiaridades de las víctimas del sector hostelero, tanto en
relación con las características demográficas, sociales y económicas de las zonas afectadas,
como respecto de las pautas de comportamiento que siguen los negocios victimizados y las
medidas de protección adoptadas.
Además, es sustancial conocer las respuestas del sistema judicial español ante dichos
procesos extorsivos, por lo que se incluye en el presenta capítulo la descripción jurídica de los
casos y la respuesta legal específica dada a cada proceso extorsivo.
460
Cabe recordar que los términos en los que se expresan ciertos contenidos como extorsión u
organización criminal no hacen referencia a los delitos o conceptos jurídicos sino a los criminológicos, a
no ser que se explicite que se trata del tipo penal en cuestión.
461
Muestra e información obtenidas en todos los casos en el marco del Proyecto CEREU: Countering
Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado por la Comisión europea.
462
Se realizaron entrevistas a cuatro miembros de la Policía Nacional expertos en extorsiones y cuatro
miembros de la Guardia Civil expertos en extorsiones, un miembro de la Policía Nacional experto en
crimen organizado y a un miembro de la Guardia Civil experto en crimen organizado.
258
1. El contexto: el sector de la hostelería en España
España es uno de los cinco líderes europeos en turismo, junto con Reino Unido, Francia,
Alemania e Italia, que juntos suponen el 75% del valor del sector463, aportando nuestro país un
10%. Además, se encuentra entre los países más especializados en el sector hostelería con
Malta, Grecia y Chipre, siendo España el más especializado en el subsector de restauración
(Eurostat, 2017).
Para conocer su tamaño, el INE (2016) recopiló información estructural sobre los
sectores económicos españoles, que dividió en cuatro categorías: comercio, construcción,
industria y otros. La tabla que se expone a continuación muestra el número de empresas
pertenecientes a cada categoría y el porcentaje que representa en el conjunto de la economía
donde el negocio de la restauración se incluye dentro del sector Comercio.
Sectores 2015 %
463
Los datos del último estudio estructural de Eurostat se recopilaron el año 2014.
259
Lo cierto es que casi la totalidad del conjunto empresarial español, el 99,88%464, está
constituido por pequeñas y medianas empresas (PYMEs), según la Dirección General de
Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa (DGIPM, 2017); de las que más del 60% están
ubicadas únicamente en cuatro comunidades autónomas: Cataluña, Madrid, Andalucía y
Valencia.
De todas las PYME en España, el 8,5% constituyen negocios del sector hostelero, que
destaca claramente como uno de los principales sectores de servicios (DGIPM, 2017).
Así, en España, el sector de la hostelería es uno de los más relevantes debido a la amplia
actividad turística, así como a la fuerte demanda interna basada en patrones culturales
profundamente arraigados, derivados, entre otros motivos de la riqueza gastronómica nacional
y de las condiciones climáticas favorables a la socialización y la agricultura.
El turismo ha sido uno de los principales impulsores del crecimiento económico español
desde su apertura al comercio internacional en los años sesenta y su competitividad ha crecido
hasta el punto de que en la actualidad es la primera economía del mundo en recursos naturales
y culturales, infraestructuras y política turística (World Economic Forum, 2017): así, en el Índice
de Competitividad en Viajes y Turismo de 2017, España lidera el ranking por segunda vez.
La hostelería está compuesta por más de 300.000 establecimientos, de los que el 90%
son de restauración, el 10% restante corresponde a negocios de alojamiento, sobre los que no
se han encontrado incidentes extorsivos. La restauración concretamente permite generar el
8,7% del empleo nacional, de los que más de 1.200.000 puestos son únicamente de restauración
(Figueroa et cols., 2017).
Los datos del INE ofrecen la distribución geográfica del subsector, que podemos
observar en el siguiente mapa, donde se muestra como las empresas de restauración se
464
Lo que equivale a 3.228.747 unidades productivas.
465
El sector de la hostelería está compuesto por dos subsectores: la restauración y la hotelería, esto es,
por los negocios de consumo de comida y bebida y por los negocios de alojamiento.
260
concentran principalmente en Andalucía, Cataluña y las Islas Baleares (las áreas más turísticas
de España) seguidas por la Comunidad Valenciana, Madrid, las Islas Canarias y Castilla y León.
Conocidos los aspectos más significativos del sector hostelero para la materia que nos
ocupa, es necesario conocer algunos datos sobre la corrupción y la economía sumergida, debido
a que los negocios de restauración vinculados a estas actividades delictivas resultan
especialmente atractivos para llevar a cabo las acciones extorsivas por parte del crimen
organizado, como ya se ha expuesto en el primer capítulo.
Es relevante conocer tales elementos para el presente estudio dado que la hostelería es
un sector económico vulnerable a la infiltración del crimen organizado debido a las
características de los negocios implicados y a factores relacionados con su ubicación
(Transcrime, 2009; Mugellini, 2013):
261
a) El pequeño tamaño de las empresas limita la resistencia ante las exigencias de
organizaciones criminales.
c) El fuerte anclaje físico que presentan, ya que son negocios cuya localización geográfica
tiene una gran importancia y el cambio de ubicación supondría un elevado coste
(Albanese, 2008; Caneppele et al., 2013; Savona y Berlusconi, 2015).
Las empresas del sector de la hostelería de España son en su mayoría (más del 90%)
pequeños y medianos hoteles y restaurantes, proporciones muy similares al resto de los países
de la Unión Europea. Si bien estas empresas constituyen un elemento significativo de la industria
del turismo, actividad esencial en la economía europea y nacional, también concentran mayores
niveles de penetración del crimen organizado, economía sumergida y corrupción, elementos
muy vinculados entre sí (Kearney y Schneider, 2013; Medina y Schneider, 2018).
Se entiende por economía sumergida, según Medina y Schneider (2018) todas aquellas
actividades económicas que se ocultan a las autoridades por tres tipos de razones:
262
b) Regulatorias: como por ejemplo evitar tareas y cargas burocráticas. No cumpliendo
las normas administrativas sortean las tramitaciones y prescinden de los costes de las medidas
impuestas por los marcos reguladores que les correspondan.
466
Aunque se trate de un tema realmente interesante, el estudio de las formas de corrupción entre el
sector privado y la administración pública supera los objetivos del presente apartado.
263
Tabla 10. Estimaciones de economía sumergida según cada informe.
La media de los últimos años (entre 1991 y 2015) se sitúa en 24,52%, mientras que las
estimaciones más recientes de Medina y Schneider (2018) sitúan los niveles de economía
sumergida actuales entre el 11,2 y el 17.2%, exactamente una décima por encima de la media
europea.
La corrupción en España
España es el país de Europa que más ha empeorado468 entre los años 2000 y 2017
gracias, por un lado, a la efectiva lucha policial contra la corrupción que ha permitido el
descubrimiento de importantes escándalos. Por otro lado, la difícil situación económica ha
venido acompañada de un aumento de la indignación pública, dando lugar a un importante
incremento de exigencia social a partir de la lentitud de la justicia, la alarma social y la sensación
467
El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional sitúa a los países en términos
de corrupción atendiendo a los niveles de percepción por la ciudadanía empleando una escala de 0 a 100
puntos donde la puntuación 100 es la máxima e implica la ausencia de percepción de corrupción, asociada
a unos niveles muy bajos, mientras que la puntuación 0 hace referencia a los mayores niveles de
corrupción percibida.
468
No obstante, el propio informe indica que la comparación de datos entre los índices anuales
de percepción de corrupción de TI es algo problemática, pues pueden cambiar el número de estudios
que se incorporan o el número de países que se analizan o el método de puntuación.
264
de impunidad de los corruptos, pero en especial al fracaso del sector político en la lucha contra
la corrupción, según Transparencia Internacional (2017).
- Los altos niveles de fraude fiscal, así como de transacciones realizadas con dinero
en efectivo son factores de vulnerabilidad que facilitan el cumplimiento de las
exigencias de las organizaciones dedicadas a la extorsión.
469
Además, el 95% de las personas consideraban que la corrupción era un problema extendido en el país
(la media europea es de 76%) y un 91% afirmó que la corrupción es un hecho en las instituciones locales
y regionales (la media europea es 77%). Sin embargo, al medir la victimización real, sólo un 2% de las
personas encuestadas en España afirmaron que se les había preguntado explícita o implícitamente el
último año (la media europea fue de 4%).
470
Este extremo sobre la insuficiencia de la regulación en materia de corrupción está avalado por la
Fiscalía General del Estado (2017).
471
Ya sea en las fuerzas policiales, en el funcionariado de las administraciones locales o en el sistema
judicial.
265
- Los rasgos particulares del sector de la hostelería: pequeño tamaño de empresas,
gran arraigo físico, elevado volumen de manejo de dinero en efectivo, así como la
vinculación del sector con la economía sumergida y la corrupción.
Pues bien, expuesto el contexto empresarial del sector, a continuación, se presentan los
resultados sobre los autores, las víctimas y la respuesta penal de los procesos extorsivos a
empresas de la hostelería, a raíz del análisis cualitativo de los quince casos de la muestra.
El análisis que se presenta sobre los autores identificados en los procesos extorsivos de
la muestra incluye la descripción472 de las organizaciones criminales para conocer sus aspectos
más relevantes atendiendo a la tipología extorsiva que cometen. Además, se analiza el modus
operandi desarrollado por las mismas, haciendo hincapié en los medios que emplean y la
implicación de cargos públicos en la comisión de los hechos.
472
En el Anexo V se recoge una sucinta descripción completa de las principales características de cada
caso.
266
específica forzada por medios violentos y cuyo objetivo consiste en la eliminación física del
competidor o en la formación de coaliciones monopolísticas473.
A continuación, se presenta una tabla resumen de los casos que constituyen la muestra
de los procesos extorsivos contra negocios del sector hostelero en España, donde se identifica
la causa que define cada tipología, y las principales características de las quince organizaciones
criminales atendiendo al lugar en que se produce el incidente extorsivo, al tipo de negocio
victimizado, a la demanda del grupo y a la relación previa entre autores y víctimas. La exposición
se realiza de forma ordenada según la tipología: monopolística, laboral o de protección.
473
Estas tipologías se han descrito con mayor exhaustividad en el apartado 3.2 del capítulo primero desde
la perspectiva criminológica y en el apartado 1.1 del segundo capítulo con una orientación más jurídica.
267
Tabla 11. Resumen de los casos de extorsión en la hostelería por tipología, provincia, negocio
victimizado, demanda y relaciones previas entre autores y víctimas.
Fuente: elaboración propia a partir del estudio de casos, publicada en Rusev et cols. (2016).
268
2.1. a) Los casos de extorsión por protección
En el caso H6 estaban implicados los Ángeles del Infierno (también conocidos por su
nombre en inglés, Hell’s Angels), una organización criminal internacional dedicada,
entre otras actividades ilegales, al tráfico de drogas y a la explotación sexual. Una rama
de esta organización asentada en España desarrollaba labores de extorsión por
protección, obligando a las empresas a pagar un salario a cambio de ofrecerles seguridad
durante los eventos de fans de motos en Castellón. Además, exigían a ciertos negocios
el consumo gratuito de comida y bebida durante el tiempo que durasen tales eventos.
474
H2, H3, H4, H6, H7, H8, H10, H11, H14 y H15.
269
En cambio, el grupo del caso H8, si bien ejercía labores de extorsión por protección, no
se dedicaba al tráfico de drogas, sino que se apoyaba en los fuertes vínculos políticos y
policiales con que contaba en la pequeña localidad de Cudillero, entre los que se
encontraba su alcalde. Se trataba de una organización criminal muy bien consolidada
que imponía pagos a los restaurantes y comercios de la zona a cambio de ejercer las
labores de seguridad propias de la policía local durante las fiestas del concejo, como
pago extra en negro a los policías allí presentes.
En el caso H10 los autores son integrantes de un grupo criminal rumano que exigieron
el consumo gratuito de bebida y comida en un restaurante de Zaragoza, y requirieron
también a la víctima el pago periódico de dinero que los integrantes del grupo sustraían
directamente de las cajas registradoras del negocio.
En ambos casos, los integrantes vinculados a la mafia utilizan su notoria reputación para
intimidar a las víctimas.
270
vida y c) vendedores ambulantes. A todos ellos se les exigía pagos a través de métodos
intimidatorios, que se describen en el siguiente apartado.
En los dos casos expuestos, los autores emplearon amenazas y engaños para forzar los
pagos, valiéndose además del conocimiento y de la posibilidad de utilizar información
profesional y personal de las víctimas para intimidarlas.
Por su parte, la organización criminal del caso H4 era española y también contaba con
una clara división de funciones para llevar a cabo una intrincada táctica para la selección
y engaño a las víctimas en Almería y otras zonas de España. Iniciaban su actuación
recopilando información sobre la situación económica de poderosos dueños de
negocios y para ello se hacían pasar por importantes empresarios con valiosos
contactos; además contaban con la complicidad de diversos cargos públicos. Cuando las
víctimas se daban cuenta del engaño, comenzaba la extorsión propiamente dicha, a
través de mecanismos de intimidación.
Por último, el caso H14 tuvo lugar en La Coruña y consistió en la exigencia, por parte de
los autores y mediante métodos intimidatorios, de pequeños pagos a negocios locales
que eran competidores de los establecimientos de la organización en la zona. Aunque
autores y víctimas son competidores, lo que puede llevar a pensar en un primer
momento que se trata de una extorsión monopolística, lo cierto es que corresponde al
tipo de extorsión por protección. Esto es así debido a la naturaleza económica de las
exigencias extorsivas: no estaban dirigidas de forma directa a la competencia, aunque
pudiera derivarse de forma indirecta un consecuente empeoramiento de los negocios
victimizados, en contraste con la mejora de la capacidad económica del negocio de los
autores. Lo que la organización criminal exige es el cumplimiento de pagos periódicos a
pequeños negocios de kebabs de la zona.
Ahora bien, existen casos donde el objetivo era claramente monopolístico, como se
expone a continuación.
271
2.1. b) Los casos de extorsión monopolística
En estos casos no se detectó violencia física, pero las amenazas y el acoso solían
reforzarse a través de daños materiales (H1 y H12) o incendios provocados (H5), más
detenidamente explicados en el siguiente apartado.
475
Casos H1, H5 y H12.
476
H9 y H13.
272
a) En el caso H9 sucedió en Almería y la extorsión fue cometida por tres pakistaníes, dos
de los cuales colaboraron con un trabajador que finalizaba su contrato, para obligar al
propietario del negocio de kebab a renovárselo.
A raíz del estudio cualitativo del modus operandi se han identificado dos categorías
atendiendo a su naturaleza:
La extorsión de naturaleza territorial fue identificada en los casos H1, H5 y H12, en los
que el objetivo consistió en cerrar los locales, generalmente bares y restaurantes, mediante
amenazas verbales que en determinados casos llegaron a la violencia física contra la víctima, así
como utilizando el acoso e incluso provocando incendios.
273
De esta forma, la finalidad de la organización consiste en el dominio de empresas en la
isla; lo cual tiene un fuerte componente territorial. Esta finalidad, dada la significativa capacidad
de la mafia italiana identificada, incluía el monopolio de actividades tan dispares como la
restauración, la seguridad privada, los proveedores de bebidas alcohólicas y de comida típica
italiana.
Los grupos criminales de los casos H5 y H12, aunque con menos poder, también tenían
el propósito monopolístico de controlar los restaurantes indios de las zonas de Alicante. Por esta
razón, las demandas siempre consistían en la exigencia del cierre de los locales que conformaban
su competencia.
Dos ejemplos claros de extorsión funcional por protección son los casos H3 y H15, donde
una organización criminal controlaba una determinada zona de negocios y exigía pago a cambio
de ofrecer una protección ante amenazas que ellos mismos provocaban.
En uno de los casos, una organización criminal pakistaní (H3) extorsionó al menos a 30
empresarios exigiendo pagos regulares, bajo amenazas tremendamente intimidatorias llegando
a advertirles de su posible expulsión del país y de imputarles acusaciones falsas.
En el otro caso (H15) una asociación criminal de gran tamaño ejercía acciones de
intimidación y violencia contra empresarios del ocio nocturno de Barcelona, con la intención de
controlar los bares y discotecas frecuentadas por los extorsionadores. La actuación extorsiva
consistía en exigir pagos y contratos de servicios de protección para financiar la continuidad del
nivel de vida del propio grupo, además de requerir el acceso a los establecimientos y el consumo
de bebidas gratuitamente.
274
H9 y H13 son casos de extorsión funcional con la intención de obtener ingresos
imponiendo a los empresarios victimizados la obligación de suscribir contratos laborales con
determinados integrantes de la organización.
Los casos H4 y H2 son procesos extorsivos que los grupos inician simulando ser
empresarios a través de mecanismos específicos de aproximación que consisten en préstamos
ilegales o engaños.
Por último, en el caso H11 el extorsionador exigía un pago regular a las víctimas que
tenían negocios de restauración en la zona, dándose a conocer como miembro de una violenta
organización criminal.
275
Tabla 12. Descripción de los grupos de autores, los medios empleados, las causas, las
actividades principales y los objetivos de la extorsión en los casos de hostelería.
Actividades
Caso Descripción del grupo Medios Causas Objetivos
principales
Proveedores
de productos
Un grupo de la mafia
italianos,
italiana que controla: Amenazas
inmuebles, Forzar el
agencias de viajes, bares, verbales, Ubicación
servicios de cambio de la
H1 restaurantes, servicios de daños geográfica
seguridad gerencia o
seguridad privada, materiales y y control
privada, cerrar el local
proveedores de comida boicots
tráfico de
italiana, marketing, etc.
drogas y
extorsión
El grupo se dedicaba los Extorsión,
préstamos ilegales. Elegían a préstamos
La imposición
las víctimas en el casino, Acoso, ilegales y
de pagos
cuando tenían dificultades amenazas de Ubicación tráfico de
H2 periódicos
para pagar y hacían que la muerte y geográfica drogas
(mercancías y
víctima aceptase nuevas violencia (cocaína y
dinero)
condiciones de préstamo medicamento
abusivas s)
Uso de la
La organización criminal
violencia.
pakistaní extorsionaba a
Pegaban a
otros pakistaníes de la zona. La imposición
las víctimas Ubicación
H3 Por lo general, presentaban Extorsión de pagos
antes de ser geográfica
denuncias falsas contra periódicos
objeto de
aquellos empresarios que se
acusaciones
negaban a pagar
falsas
La organización criminal
Empleaban La imposición
recopilaba información
medios del pago de
económica y sobre bienes Poder
H4 agresivos y Extorsión una elevada
de empresarios. Actuaban adquisitivo
amenazas cantidad en
como empresarios
verbales un breve plazo
interesados en negocios.
Querían
Uno de los miembros del Evitar la
Amenazas controlar
grupo criminal tenía un apertura de
verbales e los Extorsión y
H5 restaurante indio, trataba nuevos
incendios pequeños competencia
de imponer sus normas a restaurantes
provocados kebabs de
otros restaurantes asiáticos indios
la zona
Amenazas Poder Extorsión, Pagos de
La organización criminal
verbales y adquisitivo prostitución y 10.000€ por
H6 extorsionaba a empresarios
violencia /ubicación tráfico de protección, en
de la zona
física geográfica drogas cada evento
El principal extorsionador
amenazaba con vender la Daños a los Ubicación
participación en el negocio a bienes de las geográfica Un pago único
H7 Desconocidas
la mafia de Malasia en caso víctimas y y poder de 75.000€
de que las víctimas se amenazas adquisitivo
negasen a pagar
276
El grupo criminal estaba La mera
Control de la
compuesto por concejales y petición
localidad y el
policías locales, que exigían procedente
Ubicación monopolio de Requerían el
a los propietarios de los de un jefe
geográfica los servicios pago de
H8 restaurantes pagos de la policía
y poder de seguridad 2.000€ por
extraordinarios cuando se utilizaba
adquisitivo por los víctima al año
tenían que hacer horas como medio
puestos que
extraordinarias, durante las de
ocupan
festividades locales intimidación
Miembro
El grupo pakistaní empleaba de la
Palizas,
amenazas para exigir la misma Renovar el
insultos y
H9 renovación de un contrato comunidad Desconocidas contrato
amenazas de
laboral en un negocio de con laboral
muerte
kebab negocios
rentables
La
organización
criminal
quería
consumir
Extorsionadores rumanos gratuitamente
visitaban frecuentemente el Acoso y Ubicación y obtener el
H10 Desconocidas
restaurante de la víctima y amenazas geográfica pago de
no pagaban nunca la cuenta dinero extra
del
restaurante
(generando un
gasto de
1.800€)
Un extorsionador pakistaní, Amenazas
que decía ser miembro de de muerte y Un pago
Poder
H11 un grupo criminal, comenzó amenazas de Desconocidas mensual de
adquisitivo
a extorsionar a otros incendios 1.500€
pakistaníes provocados
Un grupo inglés que
regentaba un restaurante Amenazas
trató de evitar la verbales, Ubicación
El cierre de
H12 competencia provocando daños geográfica Hostelería
restaurantes
incendios y empleando materiales y /control
amenazas y boicots contra boicots
sus competidores de la zona
Dos extorsionadores
marroquíes habían estado
Amenazas
trabajando como músicos Imposición
de muerte, Los autores Imponer un
en el negocio victimizado, de un
H13 acoso, robo eran también contrato
pero cuando fueron contrato
e incendios músicos laboral
despedidos comenzaron a laboral
provocados
acosar a los propietarios y a
los gerentes
Extorsionadores españoles
exigían varios pagos ad hoc Pago de 500€
Amenazas Ubicación
H14 a la víctima bajo amenazas Hostelería por cada visita
verbales geográfica
de muerte. Cuando la (irregular)
víctima se negaba,
277
aumentaba el nivel de
violencia y exigencias
Los medios que emplean las organizaciones criminales para la consecución de sus
objetivos son muy diversos.
A continuación, se explica el uso de los medios específicos para forzar las exigencias
extorsivas:
Engaño
477
Como ya se ha comentado en el cuarto apartado del segundo capítulo, se entiende por intimidación
ambiental una forma de intimidación implícita, a partir de la continuidad delictiva por parte de los
miembros de la organización criminal conocida por las víctimas o en su entorno. Tal intimidación derivada
de su reputación permite a los integrantes operar de forma más efectiva, además requiere un menor uso
de violencia, pues la simple verbalización de las exigencias extorsivas provoca en las víctimas un gran
temor si conocen lo que ha ocurrido a otras personas que las han rechazado, y consecuentemente lo que
también les puede ocurrir si ellas no cumplen con las demandas.
278
disculpa de proceder a un intercambio de divisas o negocios similares. Cuando la víctima
descubría el engaño, se iniciaba el proceso de extorsión reclamando los pagos según la
capacidad económica de la víctima.
Daños materiales
Los daños a los bienes como muebles o utensilios del negocio o a propiedades como el
propio local de las víctimas, suponen un elemento añadido de intimidación para reforzar los
objetivos extorsivos en los casos H1, H7, H12 y H15. Los más comunes fueron los siguientes:
En otro caso, una asociación criminal española muy violenta provocó daños y
amenazó de forma muy agresiva a las víctimas (también provocó importantes
279
lesiones) con el fin de lucrarse mediante pagos y contratos de servicios de
protección(H15).
Los incendios provocados son una medida adicional que refuerza el mensaje extorsivo,
especialmente si ya se ha amenazado previamente con incendiar el local en caso de que las
víctimas se nieguen a aceptar las exigencias, que pueden consistir en la contratación laboral de
un integrante de la organización (H13) o en el cierre del local (H5) y que en ocasiones se logran
provocando destrozos a causa del fuego, gasto irreparable para la economía del pequeño
empresario.
Cabe precisar que, las amenazas de provocar incendios como parte del proceso
extorsivo se emplearon sobre bienes de la víctima, como el de su coche en el caso (H2) y sobre
sus propiedades tales como su propio restaurante (H11).
Medios violentos
Algunos extorsionadores llegaron a emplear violencia física contra las personas como
elemento facilitador de la intimidación, como sucedió en los casos H2, H3, H6, H9 y H15. Aunque
en la mayoría de ellos dicha violencia consistió en puñetazos y palizas, en el caso H15 se utilizó
una violencia extrema contra algunos empresarios que se negaron a pagar. A algunos de ellos
les propinaron palizas de mucha gravedad, a otro le clavaron un objeto punzante de forma
penetrante en la pierna e incluso llegaron a cometer un homicidio.
Así ocurrió en los casos H1, H3, H4 y H8, donde las organizaciones criminales contaron
con la complicidad de funcionarios y cargos públicos pertenecientes a diversas instituciones de
tipo policial, político o judicial, y cada cual tenía asignadas sus propias funciones en el proceso
extorsivo. A continuación, se detallan los casos encontrados:
280
a) Una organización criminal combinó a integrantes de la policía local con el alcalde
del pueblo, para solicitar dinero en concepto de sueldo adicional para los
agentes, por los servicios prestados durante las fiestas de la localidad,
argumentando que eran horas extra que debían cobrar y que percibieron como
dinero negro (H8).
- Abuso de sus atribuciones para forzar a la víctima a cumplir las exigencias, como
inspecciones periódicas o sanciones administrativas (H1 y H8).
- Apoyo en la intimidación para evitar denuncias por parte de las víctimas (H8).
Todos estos medios estaban orientados a someter la voluntad de las víctimas, pero no
todas respondieron de la misma forma ante la extorsión. A continuación, se presenta el análisis
de las respuestas de las víctimas del sector hostelero afectadas por los procesos extorsivos.
281
3. Las víctimas del sector hostelero afectadas por los
procesos extorsivos
Ahora bien, no todas las opciones son excluyentes, hay ocasiones donde una víctima
puede resistirse y terminar atendiendo a las exigencias por ser objeto de fuertes presiones, o
también puede aceptar en un primer momento las demandas y posteriormente decidir resistirse
y denunciar el caso a la policía.
478
El autor añade un tercer tipo: complicidad, cuando las víctimas atienden las exigencias de los
extorsionadores y reciben ventajas indebidas (Centorrino et al. 1999); pero en este supuesto no
trataríamos el caso como un proceso extorsivo tal como se pretende en el presente estudio.
282
Tabla 13. Descripción de los casos de extorsión en la hostelería por características de las
víctimas, reacción frente a la extorsión y lugar de los hechos.
Comercios y tiendas de
Resistencia: la víctima denunció el caso ante la Torrevieja,
H5 comida y bebida, kebabs
policía Alicante
y restaurantes indios
Fuente: elaboración propia a partir del estudio de casos, publicada en Rusev et cols. (2016).
283
Cabe recordar en este punto que todas las víctimas de los casos seleccionados
expresaron que no eran las únicas y que el comportamiento de los extorsionadores estudiados
en la muestra respondía a un mecanismo sistemático de control territorial o funcional.
En la muestra analizada, el Sur de España y la costa mediterránea son las regiones más
afectadas por los casos de extorsión480, mientras que la costa este se ve afectada en menor
medida. Además, cuatro de los quince casos estuvieron relacionados con negocios ubicados en
zonas turísticas (H1, H6, H7 y H15).
479
Este enfoque metodológico consiste en el estudio de las oportunidades que suponen los negocios
legales para los grupos de crimen organizado y centra los análisis en un entorno socioeconómico más
amplio; ha sido implementado por importantes organismos en el estudio del crimen organizado como
Europol (2013) y el Equipo de Trabajo de Acción Financiera (FATF, 2013). Este enfoque se explica con
mayor profundidad en el punto 2.1. del capítulo cuarto de la presente tesis.
480
Los casos recopilados no son representativos de la distribución geográfica de la extorsión en España
como ya se ha expuesto en las limitaciones del estudio en el cuarto capítulo.
284
Las prácticas extorsivas tuvieron lugar en pequeñas localidades poco pobladas de
Andalucía, la costa mediterránea y el Norte de España, salvo un caso en Barcelona, que se
produjo en el centro de la ciudad.
Debido al estudio del entorno de la víctima, se han podido identificar dos categorías de
ubicación geográfica en las que éstas residían atendiendo a la base de su economía: regiones
basadas principalmente en la agricultura (H2, H3, H4, H8, H9, H10, H11, H13 y H14) y regiones
basadas principalmente el turismo (H1, H5, H6, H7, H12 y H15).
Nueve de los quince casos tuvieron lugar en pequeñas localidades en las que la
agricultura constituye la base de la economía. Las regiones situadas en Asturias (H8), Zaragoza
(H10 y H11), Murcia (H13) y La Coruña (H14) donde se produjeron los hechos, tienen una tasa
baja de bares y restaurantes ya que se dedican fundamentalmente a la agricultura y a otras
actividades distintas a la hostelería.
Sin embargo, en Almería (H4, H4, H9) y Jaén (H2), sí que existe un número mayor de
establecimientos hosteleros. Ninguna de las víctimas formaba parte de una asociación de
comerciantes, hosteleros o empresarios, y exceptuando las circunstancias del caso (H9)
tampoco existía una asociación cercana de ámbito local.
Se debe señalar que todos estos casos tuvieron lugar en provincias en las que el nivel de
crimen organizado es medio o bajo, tal como señala la tabla 14.
Seis de los quince casos se produjeron en zonas turísticas, como son las Islas Baleares
(H1 y H7), Alicante (H5 y H12), Castellón (H6) y Barcelona (H15).
Se trata de regiones con una alta tasa de negocios de hostelería dada su fuerte
vinculación con el turismo y, presentan un nivel medio o alto de crimen organizado, como
muestra la tabla 14. A partir de estos datos, cabe deducir que las organizaciones criminales que
285
operan en la zona ven en la presencia de este importante número de bares y restaurantes una
oportunidad de financiación.
286
Tabla 14. Características principales de los lugares afectados por los casos de extorsión en la
hostelería.
Número de
Nº de
asociaciones Características Nº del resto Nivel de
víctimas
Caso Provincia de clave de la de víctimas crimen
del caso
empresarios / localidad * organizado**
comerciantes
H1 y Islas Turismo e
Alto/Alto 2 Más de dos Medio
H7 Baleares inmigración
H2 Jaén Alto/Bajo Agricultura 2 Más de dos Bajo
H3, H4 Agricultura e
Almería Alto/Bajo 22 Al menos 40 Medio
y H9 inmigración
H5 y Turismo e Más de
Alicante Alto/Alto 4 Alto
H2 inmigración cinco
Turismo e
H6 Castellón Alto/Bajo 1 Más de dos Alto
inmigración
Agricultura y Más de
H8 Asturias Bajo/Alto 5 Bajo
turismo cinco
H10 y Agricultura e No
Zaragoza Bajo/Bajo 1 Bajo
H11 inmigración disponible
Agricultura e No
H13 Murcia Bajo/Bajo 1 Medio
inmigración disponible
No
H14 La Coruña Bajo/Bajo Agricultura 1 Bajo
disponible
Turismo e
H15 Barcelona Alto/Alto 1 Más de 29 Alto
inmigración
*Cuando el testimonio de la víctima o la documentación policial muestran la existencia de más
víctimas afectadas.
** Los niveles de crimen organizado se han obtenido de los datos del Ministerio del Interior
(2015) (en 2016 cambian los niveles de Almería a bajo y Castellón a bajo).
Fuente: elaboración propia a partir del estudio de casos.
287
Los casos en los que tanto víctimas como autores de la extorsión eran españoles (H2,
H4, H6, H8 y H15), las víctimas aceptaron las exigencias y pagaron, produciéndose también esta
misma respuesta en el único caso con autores españoles y víctimas extranjeras (H14). Esto
muestra la gran eficacia de organizaciones criminales españolas en los procesos extorsivos
perpetrados.
Sin embargo, en todos los demás casos las víctimas españolas, indias y marroquíes
rechazaron la extorsión y denunciaron los incidentes ante la policía; se trata de procesos
extorsivos a víctimas extranjeras o perpetradas por autores extranjeros (excluidos pakistaníes)
(H1, H7, H12 y H13).
Ahora bien, los patrones de respuesta en las víctimas pakistaníes fueron diferentes, pues
dependieron de la relación previa entre víctimas y autores:
- Si los autores eran conocidos para las víctimas (H9 y H11), las exigencias extorsivas
se rechazaban y eran denunciadas ante las autoridades españolas.
Por último, en el único caso identificado dentro de la comunidad india (H5), en el que
autores y víctimas compartían la nacionalidad india, la extorsión fue rechazada y el incidente fue
denunciado ante la policía.
481
Por ejemplo, cuatro víctimas pakistaníes fueron encarceladas a resultas de las denuncias falsas de una
organización criminal (H3).
288
4. Respuesta legal ante los procesos extorsivos contra la
hostelería
Tal como el marco legal ha puesto de manifiesto, los procesos extorsivos abarcan
diferentes conductas criminales y consecuentemente, distintos tipos delictivos. Resulta de
interés, por tanto, conocer tanto la descripción jurídica de la muestra como los tipos penales
aplicados a cada caso atendiendo a las conductas extorsivas identificadas. Ambas cuestiones se
exponen a continuación.
289
Tabla 15. Descripción jurídica de los casos de extorsión en la hostelería.
Nº Nº
Caso Órganos/Instituciones detenidos o autores Tipos penales aplicables
condenados implicados
Testimonio Extorsión, amenazas, coacciones y
H1** - 4
anonimizado organización criminal
Extorsión, amenazas, coacciones,
H2 Guardia Civil 5 5 tráfico de drogas y pertenencia a
organización criminal
Organización criminal, extorsión,
H3 Guardia Civil 5 5 denuncia falsa y simulación de
delito, amenazas y coacciones
Extorsión, estafa, usurpación de
H4 Guardia Civil 7 7
funciones públicas, grupo criminal
H5 Guardia Civil 8 8 Amenazas*
H6 Audiencia Provincial 4 4 Extorsión y amenazas
H7 Audiencia Provincial 1 1 Extorsión
H8 Audiencia Provincial 1 1 Cohecho
H9 Guardia Civil 1 3 Amenazas
H10 Guardia Civil 3 4 Amenazas y coacciones
H11 Guardia Civil 1 1 Amenazas
H12 Guardia Civil 3 4 Amenazas
H13 Guardia Civil 2 3 Incendio
H14 Guardia Civil 1 3 Amenazas*
Asociación ilícita, extorsión,
H15 Audiencia Provincial 29 29
amenazas, coacciones y lesiones
*Se trata de faltas y no de delitos, según la regulación vigente en el momento de la comisión del
hecho delictivo.
**Se debe tener en cuenta que el primer caso corresponde a un testimonio sin denuncia, lo que
limita sustancialmente el análisis jurídico.
a) Un testimonio anónimo.
290
b) Diez casos que provienen de diligencias policiales482 de la Guardia Civil,483 que
incluyen, entre otros documentos484, la denuncia y en ocasiones el testimonio de algún testigo
e incluso de los propios autores.
Por último, como muestra la tabla objeto de análisis, los hechos delictivos son muy
diversos; no obstante, podemos identificar dos tipologías de delitos: aquellos vinculados
directamente a los procesos extorsivos, y aquellos otros tipos penales que no están contenidos
como parte del proceso extorsivo.
482
Denominadas por el cuerpo como Diligencias Previas, pero que no son aquellas correspondientes al
Juzgado, si no a documentos policiales.
483
Todas ellas analizadas en el marco del proyecto CEREU: Countering Extortion Racketeering in the EU,
cofinanciado por la Comisión Europea, y cuya información se ha obtenido con total confidencialidad y
anonimizando los datos para proteger la intimidad de víctimas, testigos y autores.
484
Entre los documentos que no son de interés para el proyecto se encuentran partes médicos de lesiones,
solicitudes de entrada y registro, solicitudes de intervenciones telefónicas, citaciones a juicio, etc.
485
Esta cuestión es resultado de la dificultad de la investigación y enjuiciamiento del crimen organizado,
que presenta especiales problemas procesales y materiales (Jordá et cols., 2014).
291
I) Delitos directamente vinculados a los procesos extorsivos
c) El delito de extorsión forma parte del conjunto de tipos aplicados (H1, H2, H3, H4, H6,
H7, y H15) que lógicamente es el tipo penal que mejor refleja los objetivos del proceso extorsivo.
486
En estos casos, el testimonio de la víctima ha sido fundamental para identificar un proceso extorsivo
que, según su testimonio, fue perpetrado por una organización de manera sistemática sobre un conjunto
de empresas. Sin tal aportación, hubiera sido imposible conocer la vinculación del delito con un proceso
extorsivo de las características que se exigen para la muestra.
292
b) Además, las organizaciones pueden cometer de manera simultánea otras actividades
delictivas que constituyen una fuente más de financiación, como ocurre con el tráfico de drogas
(H2).
En este apartado se presenta caso a caso una breve descripción de los hechos de los
quince incidentes extorsivos a negocios de hostelería y los tipos penales aplicados, ya sean
recogidos en las diligencias policiales o descritos en las resoluciones judiciales. Hay que
exceptuar el primer caso, donde se identifican los tipos penales aplicables debido a que la fuente
de información es un testimonio anonimizado, por lo que no se aplicó ninguna figura por parte
de ninguna institución policial ni judicial.
Ahora bien, existen dos puntos que se deben tener en cuenta en la lectura del presente
apartado. Por un lado, a pesar de que hubiera sido de enorme interés para el estudio, no se
lograron identificar las resoluciones judiciales de los casos policiales, dato que hubiera
enriquecido enormemente el análisis de la respuesta penal. Por otro lado, existen importantes
diferencias en materia de contenido, habiendo casos ampliamente explicados en las diligencias
policiales o resoluciones judiciales, y otros en cambio, donde la información ha sido realmente
escasa. Por esta razón debe quedar claro que los análisis del capítulo completo se basan en: a)
las declaraciones de víctimas, testigos y autores recogidas en las diligencias, y b) los hechos
probados contenidos en las resoluciones judiciales, así como los argumentos jurídicos en
materia de tipificación penal.
293
Caso H1
El primer caso de la muestra de hostelería acontece entre los años 2006 y 2015 en Es
Pujols, Formentera, y es especialmente particular debido a la fuente: se trata de un testimonio
anonimizado, por lo que no se puede analizar la tipificación de los hechos delictivos que pudiera
haberse hecho desde las instituciones. Ahora bien, aporta información valiosa sobre los tipos
penales habituales cometidos por la mafia italiana, experta en la ocultación de sus actividades
ilegales487.
Se trata de una organización ilegal de al menos cuatro integrantes que constituía una
rama de la mafia calabresa ‘Ndrangheta: ubicada en el extremo sur de la Península Itálica, y que
trataba de extender su radio de acción a zonas turísticas del mediterráneo como las islas
Baleares. Esta rama criminal concreta estaba asentada en Formentera y se dedicaba a diversas
actividades legales destinadas al turismo, como agencias de viajes, bares, restaurantes, servicios
de seguridad privada, proveedores de comida italiana, marketing, etc. Las actividades ilegales
se debían a sus aspiraciones monopolísticas, que consistían en controlar el mercado de
proveedores que suministraban determinados productos a la isla.
Como se ha señalado anteriormente, los hechos tienen lugar en Es Pujols, zona de ocio
con una alta proporción de empresas de restauración y hostelería, donde existen numerosos
negocios italianos de pizza, aperitivos italianos, etc.; muchos de ellos controlados por la mafia
calabresa. Para ello utilizaban diferentes estrategias, que adaptaban en función de la respuesta
de cada víctima; en este caso concreto, la víctima identifica tres fases en el proceso extorsivo:
En un primer momento, que en este caso fueron dos años (2006 a 2008), la manera de
aproximarse a las víctimas se produjo de forma amigable y tranquila mediante la oferta de
servicios de suministro de comida y bebida desde Calabria, servicios de seguridad, de mejoras
en la publicidad para atraer a clientes italianos y ventajosas oportunidades de financiación, para
lo que remarcaban los beneficios que podrían suponer para el empresario.
487
De hecho, según los entrevistados expertos en crimen organizado de la Policía Nacional y la Guardia
Civil, el nivel de penetración de la mafia italiana es muy alto dadas las escasas operaciones policiales y
judiciales contra sus organizaciones criminales. Insisten en la capacidad de ocultación como nota
característica, además de una enorme flexibilidad para adaptarse a las demandas del mercado de los
territorios donde desea operar, y el fuerte control que es capaz de ejercer sobre negocios de hostelería
en una región concreta, casi sin dejar rastro de sus actividades ilegales.
294
En 2008, tras la negativa del empresario, los autores comenzaron a cambiar el discurso,
advirtiéndole que su organización estaba capacitada para hacer que no volviera a tener clientes
y se viera obligado a cerrar su negocio. Le intimidaron también con que desde ese momento la
policía local comenzaría a incrementar las inspecciones administrativas en su local. Además, la
víctima relata cómo otras víctimas de la zona, que se resistieron a realizar negocios con esta
organización, sufrieron daños en sus locales, boicots contra los clientes y recibieron amenazas
de que si no cerraban el local padecerían una oleada de robos y lesiones.
En el año 2009, ante la negativa de la víctima a aceptar sus condiciones, el autor, sin
manifestar un comportamiento agresivo, le recordó el importante aumento de robos y acciones
violentas que estaban soportando los empresarios de la zona para lograr que accedieran a
contratar sus servicios de protección para ellos y sus familias, argumento que la víctima
interpretó como una amenaza hacia su familia y a la seguridad de su negocio. Durante los
siguientes años diversos integrantes del grupo mafioso pasaban horas y días a pocos metros de
la terraza mirando a la víctima, sin llegar a comunicarse con él, para dejar patente que le estaban
vigilando.
Como se aprecia por la descripción de los hechos, la extorsión siempre se lleva a cabo
de forma aparentemente amistosa con un claro motivo de controlar una zona geográfica
concreta para desarrollar una actividad turística a través de bares, restaurantes y clubs
nocturnos. La organización criminal es especialmente cuidadosa en no dejar evidencias que
puedan acarrear procesos penales en su contra, y al menos en apariencia, demuestra una buena
relación con funcionarios de la Administración Pública de la región, lo que hace pensar a las
víctimas que denunciar no sólo sería inútil, sino que podría conllevar represalias si la mafia se
enterara.
Los tipos penales aplicables son, entre otros: amenazas condicionadas, daños en local
público y extorsión; ahora bien, las limitaciones probatorias, la connivencia de instituciones
públicas tanto policiales como administrativas y el miedo de las víctimas como resultado de la
intimidación, impiden la identificación de casos judicializados en esta materia.
Caso H2
295
producirían una serie de incendios en sus propiedades (su coche y su negocio). También le
propinaron empujones y existió contacto físico que no produjo resultado de lesiones; además
tuvo que soportar un incesante acoso mediante continuas visitas de los autores a su negocio,
así como un permanente seguimiento de sus movimientos por parte de la organización.
Los hechos concretos comenzaron como un pequeño préstamo de 250 euros para que
el empresario pudiera pagar parte de su alquiler porque llevaba retraso; a cambio debía devolver
en 15 días los 250 euros de capital más 50 euros de interés a través de un pacto verbal. La víctima
trató de liquidar la deuda con tres días de retraso: debiendo pagar el día 23 de septiembre de
2011, contactó con la organización el día 26. Como consecuencia del retraso en el pago, la
organización le requirió el abono de 110 euros y un interés de 30 euros diarios computados
desde el día 23 en que debía de haber abonado su deuda y le hicieron firmar a la víctima en
contra de su voluntad un documento de reconocimiento de deuda, a modo de aceptación de las
condiciones del supuesto préstamo. Cuando la víctima fue a pagar los 250 euros de intereses la
deuda se había incrementado 140 euros en unos días, y ascendió a 2.175 euros en unas semanas.
Además, la organización obligó a la víctima a firmar un nuevo contrato ilegal empleando medios
intimidatorios. Cuando la víctima logró vender su coche y sus tierras, fue a pagar un total de
6.000 euros, pero el grupo le requirió 2.000 euros más.
Debido a la capacidad intimidatoria del grupo, este logró una importante reputación en
la zona que permitió a sus miembros tener varias propiedades inmobiliarias producto de la usura
y de los procesos extorsivos desarrollados contra víctimas de la región.
Los delitos identificados por la Guardia Civil y recogidos en su atesado policial fueron: a)
amenazas y coacciones como resultado de los medios intimidatorios empleados, b) tráfico de
drogas que constituía la actividad principal del grupo, c) extorsión con motivo de los procesos
extorsivos perpetrados a partir del supuesto impago de la deuda y d) pertenencia a organización
criminal.
296
Caso H3
Este caso corresponde a una organización criminal pakistaní que, en el año 2012, se
dedicaba a extorsionar dentro de su comunidad en la región de Almería. Muchos pakistaníes
residentes en España se dedican al sector de la hostelería en forma de pequeños negocios de
restauración que ofrecen comida de tipo kebab: carne prensada en un hornillo vertical que
puede servirse de diferentes formas, tanto en restaurante como en puestos de venta ambulante.
La organización criminal identificada en este caso se dedicaba a exigir pagos a modo de
impuestos dentro de su comunidad. En función del perfil de la víctima exigían pagos de tres
tipos: a) un pago único de entre 3.000 y 10.000 euros que era solicitado a empresarios con alto
poder adquisitivo y a propietarios de negocios de restauración exitosos; b) pagos semanales de
30 a 60 euros que se exigían a vendedores ambulantes y c) pagos mensuales del 40% de sus
ingresos requeridos a los empleados de negocios de kebab en situación administrativa irregular.
Cuando las víctimas se negaron a pagar a la organización, ésta presentó denuncias falsas
por la comisión de robos con violencia e intimidación en la puerta de sucursales bancarias,
llegando a aportar testigos e incluso pruebas de lesiones que ellos mismos se habían infligido.
Como consecuencia de ello, una de sus víctimas fue condenada a una pena de 4 años de prisión.
Los tipos penales identificados por la Guardia Civil fueron: a) amenazas y coacciones
debido a los medios intimidatorios empleados, b) simulación de delito y denuncia falsa cuando
se logró averiguar el modus operandi específico en determinados casos, c) delito de extorsión
por la solicitud de pagos por protección, y d) organización criminal.
297
Caso H4
Este caso hace referencia a un grupo criminal que, en el año 2013, extorsionaba a
empresarios dedicados a la hostelería, entre otros negocios, en diversas regiones de España.
Para ello los autores recopilaban información económica útil de los negocios de las víctimas, así
como de sus bienes, para engañarlas a través de un primer acercamiento, en el que los
delincuentes se hacían pasar por empresarios interesados en realizar inversiones conjuntas,
para obtener un mutuo beneficio. Además, contaban con la complicidad de un Abogado del
Estado, que aportaba credibilidad al método de aproximación. Su ámbito de actuación, aunque
estaba centrado en Almería, también tenía ramificaciones en Málaga, Madrid y Toledo, y cuyos
miembros tenían distintas funciones de captación, investigación y aproximación a las víctimas.
Cuando la víctima accedía a encontrarse con ellos, y aceptaba el negocio propuesto por
la organización, se producía la estafa, por lo general mediante conductas de engaño de
intercambio de divisas que terminaban en transferencias bancarias en un único sentido: de la
víctima a la organización, incumpliendo esta su parte del trato. En el supuesto de que la víctima
descubriera sus intenciones y decidiera retirarse de las negociaciones, la organización empleaba
medios agresivos e intimidatorios para exigir pagos de entre 300.000 y 4 millones de euros en
brevísimos plazos de tiempo (3 horas), bajo amenaza de detenerle.
Caso H5
Este caso tuvo lugar en el año 2014, en Torrevieja (Alicante) donde uno de los ocho
miembros del grupo criminal tenía un restaurante indio y trataba de imponer su control en el
territorio. El objetivo principal consistía en monopolizar el negocio de restaurantes hindúes en
488
En ocasiones, el modus operandi incluyó la actuación de integrantes del grupo haciéndose pasar por
funcionarios públicos además de importantes empresarios, perpetrando así un delito de usurpación de
funciones públicas, además de un posible delito de falsedad en documento público y un delito de cohecho.
298
la zona, para lo que exigía a otros indios compatriotas que no abrieran locales en su área de
control.
Los medios empleados para intimidar consistieron en amenazas verbales advirtiendo de que
iban a agredir a las víctimas y a sus familias, e intimidación mediante acoso telefónico para
requerir que cerraran los negocios.
Caso H6
Este caso hace referencia a unos incidentes extorsivos específicos de una conocida
organización criminal internacional denominada Hell’s Angels o los Ángeles del Infierno, que
contaba con al menos cuatro miembros dedicados a la extorsión. La organización perpetraba
diversas actividades delictivas como el tráfico de drogas o la trata de seres humanos, aunque
también se financiaba a través de otras prácticas como la extorsión a empresarios.
En este caso concreto los autores exigieron pagos de aproximadamente 10.000 euros
por prestar su protección a empresarios de la zona durante los eventos de motociclismo.
Asimismo, requirieron el consumo gratuito de bebidas y comidas durante los mismos. Todo ello
bajo la amenaza de sufrir acciones violentas.
489
Concretamente, contra el auto de fecha 28/05/10 del Juzgado de Instrucción nº 6 de Castellón, dado
en Diligencias Previas núm. 827/10.
490
Con características comunes a las explicadas en el apartado 2.3. en el apartado capítulo segundo, sobre
el impuesto revolucionario de la organización terrorista ETA.
299
Caso H7
El caso H7, ocurrido en el año 2011, identifica a un extorsionador principal que decía
estar vinculado a la mafia de Malasia, argumento que emplea como medio intimidatorio para
exigir pagos a empresarios de negocios de restauración de Palma de Mallorca. Su fuerte poder
intimidatorio es consecuencia de sus reiteradas actuaciones con esta forma de operar, como
expone la sentencia relativa al incidente extorsivo que perpetró en Porto Pí: “conocimiento
avalado por la propia Policía, que así lo expone en juicio, de ser conocido en hechos similares
por antecedentes policiales que les constan, supone la acreditación del acto intimidatorio. La
sola presencia del autor en los alrededores del restaurante y la presencia en Porto Pí en el bar
donde se negociaba sin estar invitado, evidencian la intención intimidatoria que guiaba su
actuación y el temor que infundía en los denunciantes. Está acreditada la presión y miedo que
infundía el autor.”
Caso H8
Este caso tuvo lugar en el año 2010, y trata de un grupo de autores compuesto por
concejales y policías locales, que exigieron a los propietarios de los restaurantes del pueblo de
Cudillero (Asturias) pagos ilegales de 2.000 euros por realizar horas extraordinarias durante las
fiestas locales del pueblo.
La mera petición de dinero practicada por un jefe de policía ejerció una intimidación
suficiente como para que los empresarios de la zona pagaran sin resistencia.
491
Se trata de la respuesta a un recurso de apelación contra la STS de 11 de julio de 2011 (sentencia núm.
300/2011, dictada el 11 de julio de 2011 de Juzgado de lo Penal número cuatro de Palma de Mallorca,
cuyo procedimiento de origen es el Procedimiento Abreviado núm. 319/09.)
300
a) Por un lado, los pagos extorsivos se realizaron en forma de retribuciones a funcionarios
públicos en dinero negro, con la dificultad añadida que conlleva evidenciar tales conductas.
b) Por otro lado, se trata de una trama que incluye acusaciones falsas contra el funcionario que
combatió las prácticas extorsivas analizadas, pues como la propia sentencia de la Audiencia
Provincial de Asturias recoge, las acusaciones de retribuciones de dinero negro abonadas a
agentes de policía durante las fiestas de la localidad fueron vertidas “contra el Sargento de la
policía que precisamente puso coto a esta práctica”. Esto deja patente la peligrosidad de luchar
contra la extorsión especialmente cuando los extorsionadores tienen vínculos políticos: el
funcionario que trató de erradicar las prácticas abusivas de los policías locales en Cudillero fue
el que sufrió a su vez las acusaciones falsas.
La sentencia aporta una información muy valiosa sobre las prácticas extorsivas que se
explican en los hechos probados; ahora bien, en concreto sobre la acusación del sargento,
finalmente fue absuelto del delito de cohecho por el que estaba imputado, llegando a
encontrarse aplicable la denuncia falsa como delito resultante de la “trampa” contra el acusado.
Caso H9
Este caso ocurrió en el año 2011 en Almería, y versa sobre un individuo pakistaní que
engañó a un compatriota que regentaba un restaurante de kebab, pidiendo que le contratara
como empleado durante unos meses hasta que lograra regularizar su situación en España.
Cuando el empresario se dio cuenta de que su empleado no tenía pasaporte legal ni estaba
tramitando su legalización, se dispuso a ponerlo de manifiesto ante la unidad de extranjería de
Almería, fue entonces cuando el autor, acompañado de dos compatriotas, comenzó el proceso
de extorsión exigiendo que le renovara el contrato.
301
El único tipo penal identificado por la Guardia Civil en el atestado policial es el de
amenazas, aunque no se descarta la identificación de nuevos tipos penales durante la
investigación, no recogidos en las diligencias, como pudiera ser un delito de lesiones.
Caso H10
A lo largo del año 2014, diez extorsionadores rumanos de conocida reputación en una
región de Zaragoza realizaron durante diez meses frecuentes vistas a locales de restauración
exigiendo consumir gratuitamente las bebidas y comidas que allí se servían. La víctima
denunciante añadió que también llegaron a sustraer dinero de la caja registradora de su negocio
de hostelería. El montante adeudado al propietario del local asciende a 1.800 euros.
Tras la primera declaración ante la Guardia Civil, cuando los autores se percataron de la
formalización de la denuncia, se dedicaron a acosar a la víctima con la intención de que la
retirara, llegando a realizar hasta 20 llamadas telefónicas en el mismo día. Tras estas
actuaciones, enviaron a una persona que le entregó una pequeña cantidad de dinero como pago
de parte de la deuda, posiblemente con intención de evitar las consecuencias policiales y
penales de sus hechos.
Solo se logró identificar a seis autores, sobre los que la Guardia Civil consideró aplicables
los delitos de amenazas y coacciones con el agravante de arma simulada, aunque las diligencias
señalan que la víctima se sintió “extorsionada”. No se descarta la identificación de nuevos tipos
penales durante la investigación, no recogidos en las diligencias.
Caso H11
Los hechos del caso 11 tuvieron lugar en Caspe, Zaragoza, en el año 2011, cuando un
individuo pakistaní, que se presentaba como miembro de una organización criminal se dedicó a
iniciar procesos extorsivos a otros compatriotas dueños de restaurantes en la zona.
302
La víctima que denunció el caso declaró que una persona de origen pakistaní se presentó
en su negocio y le reclamó 1.500 euros mensuales. Estos actos tuvieron lugar de forma
insistente, todos los días y todas las noches de la semana, bajo amenaza de matarle a él y a su
familia, que residía en Pakistán. Añadió que el autor llevaba una navaja cuando reclamaba el
dinero, y que había comenzado a saldar el importe del dinero demandado a razón de 50 euros
diarios hasta llegar a la cantidad final. Pero al tener su número de teléfono en las tarjetas del
negocio, manifiesta estar sufriendo nuevas amenazas mediante llamadas telefónicas en las que
le indican que como denuncie a la policía llamará a su grupo para que mate a su familia,
insistiéndolo también en que quemará su negocio.
Caso H12
La víctima que denunció los hechos tenía un negocio de restauración cerca de la zona
de control del extorsionador. El contenido de la denuncia relata la insistencia de las amenazas y
los ataques contra los restaurantes de dicha zona, incluido el suyo, y que, al igual que en su
restaurante, ha provocado incendios en varios negocios de su ámbito de dominio.
Los medios que empleaba junto con sus colaboradores (al menos dos integrantes más)
comenzaban con conductas de boicot contra los clientes que consumían en el restaurante de la
víctima apuntándoles con un láser de color rojo y verde, tratando de molestarles y expulsar así
a su clientela. Tras esto, procedió a hacer gestos al denunciante y a su familia con la mano en el
cuello amenazando con que se lo iba a cortar, así como a hacer gestos con la mano a modo de
pistola amenazando con dispararles, además de gestos soeces. Finalmente, perpetraron las
amenazas verbales de muerte hacia él y su familia e incluso hacia sus empleados, además de
quemarle el local y advertirle de que lo volvería a hacer (asumiendo así la comisión del anterior
incendio sufrido).
La víctima interpuso diversas denuncias tras cada incidente violento, pero insiste en que
el autor principal, al verse en libertad hace señales de victoria y lo celebra junto a sus
303
colaboradores en el bar de la víctima; reitera que el extorsionador cada vez era más violento y
él se planteaba cerrar su restaurante.
Los hechos recogidos por la Guardia Civil en el atentado aparecen como un delito de
amenazas, se entiende que condicionales, aunque no se descarta la identificación de nuevos
tipos penales durante la investigación, no recogidos en las diligencias.
Caso H13
El caso H13 tiene lugar en una región de Murcia, en el año 2011, cuando tres individuos
marroquíes trataron de forzar que se les realizasen contratos de trabajo en negocios de
hostelería de la zona.
Las víctimas de nacionalidad marroquí y china (una arrendadora del local y la otra
arrendataria, respectivamente), explican que estas tres personas habían estado trabajando
como músicos en la región, pero que cuando fueron despedidos comenzaron a acosar a los
propietarios y gerentes de los negocios donde tocaban, exigiendo su contratación laboral.
Los medios empleados para intimidar a las víctimas consistían amenazas de muerte,
acoso telefónico, robo e incluso la provocación de un incendio en el local, tras la advertencia
vertida por uno de los autores de que “si él no trabaja allí, no trabaja nadie”.
Caso H14
El caso H14 tiene lugar en Carballo, La Coruña, en el año 2015, cuando tres individuos
españoles exigieron varios pagos a determinados empresarios de hostelería de la zona. Cuando
las víctimas se negaban a pagar, el nivel de violencia y las cantidades exigidas se incrementaban
rápidamente.
La víctima que denunció el caso explicó cómo un día, el dueño de un pequeño negocio
de restauración cercano al suyo acudió a su local para solicitarle amablemente 30 euros,
diciéndole que se los devolvería al día siguiente. La víctima se negó a prestarle el dinero, dado
304
que ya le había dejado unas botellas de licores meses atrás que no le había devuelto. Desde el
rechazo al pago de dinero el autor comenzó a amenazar con causar destrozos en su local para
que la víctima no pudiera abrir al día siguiente. A los dos días comenzó a enviar a personas de
su confianza o se presentaba él mismo en el restaurante para solicitar insistentemente que le
pagara 500 euros.
Caso H15
Se trata de un caso donde una agrupación de jóvenes, con casi una treintena de
miembros controlaba varios locales nocturnos de Barcelona entre los años 2003 y 2013. La
amplia y compleja sentencia comprende una gran diversidad de acciones perpetradas, de las
cuales este análisis únicamente se centrará en los procesos extorsivos a negocios de
restauración.
Este colectivo denominado “Casuals” es un grupo violento seguidor del Fútbol Club
Barcelona, que empleaba amenazas, agresiones físicas, boicots y acoso para lograr los pagos por
protección que exigían a los empresarios, o los contratos como empleados de seguridad para
proteger el local de sus propios ataques, tal como recoge la sentencia: “igualmente
desarrollaron un importante volumen de actividad centrada en crear altercados violentos con
ataques gratuitos contra la integridad física de clientes y personal en los principales centros de
ocio nocturno de Barcelona. Y ello para, a continuación, exigir a los responsables de éstos, como
único modo de evitar su repetición, la entrega de importantes cantidades de dinero o bien el
compromiso de contratarlos como empleados de seguridad asalariados en los mismos”.
305
empresarios que declararon los hechos a las fuerzas del orden492, con la intención de que no
prestaran declaración en los juicios contra los integrantes del colectivo493. De las informaciones
facilitadas por los negocios ya victimizados 494, se comprende la alta efectividad que tienen estos
grupos para lograr sus objetivos.
492
En la sentencia se relatan así los hechos: “una vez dentro y sorprendiendo a su víctima, al grito de "te
vamos a matar" "chivato", los procesados citados le acorralaron y aprovechando su superioridad numérica
y lo sorpresivo de su ataque, le acometieron con las armas que portaban, golpeándole con una defensa
extensible en la cabeza. Tras zafarse de los procesados, logró subirse a una valla, donde continuó siendo
acosado y atacado por los éstos para conseguir hacerle bajar, mientras le gritaban "baja chivato, maricona
que te vamos a matar", y así mientras el procesado le lanzaba navajazos, el resto le lanzaba botellas de
cristal que cogían de las barras del establecimiento. Finalmente, el otro procesado, logró alcanzarle,
asestándole dos navajazos en la pierna izquierda. La brutal agresión y la clara situación de peligro para la
vida de la víctima determinó la intervención del personal de seguridad del centro, que en primera
instancia realizó a éste un torniquete, mientras que los procesados no cesaban en sus ataques, hasta que
finalmente fueron”.
493
Así lo señala la sentencia cuando dice que “el ataque contra la vida de la víctima fue encargado por los
procesados al procesado y ordenado por éste a los procesados previamente identificados, sus
subordinados en la trama criminal constituida, en represalia por los hechos ocurridos en el Juzgado de
Primera Instancia núm. 8 de Barcelona el 15 de diciembre de 2.008 y a fin de que la víctima no declarara
el día 16.06.2009 ante el Juzgado de Instrucción núm. 33 instructor del procedimiento incoado en
investigación de los mismos.”
494
Tal como señala la sentencia: “el acusado, al trabajar o haber trabajado en los locales de ocio nocturno
como miembro del personal de entrada y de seguridad, y ser amigo de quienes desempeñaban también
tales tareas, cumplía dentro del grupo la función de tener la información sobre si se denunciaría y se
testificaría contra otros miembros del grupo por sus actos antisociales y agresivos dentro de los
expresados locales -aunque tales actuaciones no se hallaran como objetivos del grupo-, y además ejercía
influencia sobre dicho personal para que fueran condescendientes con ellos”.
306
la zona, con la única prueba de la declaración de la víctima; y además sus integrantes son difíciles
de identificar cuando la víctima no los conoce (o conoce solo a uno de los integrantes).
307
CAPÍTULO 6. LOS PROCESOS EXTORSIVOS EN LA COMUNIDAD
CHINA ASENTADA EN ESPAÑA
Con este propósito498 se analiza, en primer lugar, el contexto donde tienen lugar los
casos en términos generales: las características culturales de la comunidad china, su
asentamiento en España y los aspectos más relevantes del crimen organizado chino.
Una vez descritos los principales rasgos de los autores y las víctimas de los procesos
extorsivos en la comunidad china, es fundamental llevar a cabo un estudio global de tipo
criminológico-penal con el objetivo de conocer, tanto los patrones de los comportamientos
extorsivos de la muestra, como la respuesta jurídica que se ha dado a tales conductas,
495
Muestra e información obtenidas en todos los casos en el marco del Proyecto CEREU: Countering
Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado por la Comisión europea.
496
Se realizaron entrevistas a un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado chino, dos
miembros de la Guardia Civil expertos en crimen organizado chino y un académico experto en cultura
china.
497
Cabe recordar que los términos en los que se expresan ciertos contenidos como extorsión u
organización criminal no hacen referencia a los delitos o conceptos jurídicos si no a los criminológicos, a
no ser que se explicite que se trata del tipo penal en cuestión.
498
Ahora bien, el objeto de estudio de este capítulo presenta unas especiales características que limitan
fuertemente su análisis empírico dada la importante falta de información en muchos casos.
309
procediendo a realizar una descripción jurídica de la muestra e identificando la respuesta legal
dada a cada caso.
Para contextualizar el escenario donde ocurren los casos de extorsión se debe estudiar
el crimen organizado chino. Al contrario de lo que ocurría con el sector hostelero, materia muy
conocida y analizada en la actualidad, gran parte de las aportaciones499 sobre la extorsión en la
comunidad china requiere un conocimiento más profundo de aspectos como las características
culturales de la comunidad china, su asentamiento en España y en especial, sobre el crimen
organizado chino. Estos aspectos contextuales se describen a continuación.
499
Por esta razón se describe el contexto de manera más extensa que en el capítulo anterior.
500
Como matiza Wang (2013) aunque estas ideas nunca se han ordenado en forma de religión, han sido
seguidas por la comunidad china durante dos milenios.
501
Se basa en relaciones y prestaciones recíprocas, bajo el lema es importante devolver el favor a quien
te ha ayudado y, en caso contrario, se cae en descrédito.
310
Estas relaciones crean un vínculo emocional y de lealtad con familiares o amigos íntimos,
que son altamente beneficiosas para esta comunidad. Sin embargo, cuando estas reglas
informales violan las leyes del país donde residen y se convierten en prácticas ilícitas también
pueden conllevar cargas costosas: cuando los préstamos son abusivos o las exigencias se
convierten en prácticas extorsivas, las víctimas, al estar aisladas del contexto legal y social de
acogida, se ven despojadas de cualquier tipo de protección y deben soportar dichos abusos sin
acudir a la denuncia policial como medio de protección personal (Wang, 2013).
502
Como se puede apreciar en los estudios de Saiz López (2004) y Beltrán (2010).
311
gran control y penetración social y económica en el territorio (Perrone, 2000; Taylor, 2006 y
Wagstaff et cols., 2006).
503
Las notas de prensa del INE (2017) señalan que, por nacionalidades, los mayores descensos en términos
absolutos se produjeron en las poblaciones de Rumanía, Bolivia, Marruecos y Ecuador, mientras que los
mayores aumentos se produjeron en nacionales de Italia, China y Ucrania.
504
A fecha uno de enero de cada año señalado.
312
común alrededor del mundo505. A nivel nacional, se presenta un mapa ilustrativo de la
distribución a nivel poblacional de la comunidad china en España.
Las dos comunidades autónomas con mayor población china son Madrid y Cataluña.
Dentro de estas, la inmigración china se concentra en barrios concretos en los que se identifican
los principales puntos calientes. En el caso de la Comunidad de Madrid, estos puntos se sitúan
en la propia ciudad de Madrid, así como en las zonas de Alcorcón, Fuenlabrada, Parla y Getafe.
En cuanto a Cataluña estos puntos se ubican en la ciudad de Barcelona, en L’Hospitalet de
Llobregat, en Santa Coloma de Gramenet, así como también en Badalona, Sabadell y Mataró.
505
Como el barrio de Chinatown en Nueva York o Londres, o el barrio de Usera en la ciudad de Madrid.
506
Entre 30 y 31 años de media, según el INE (2017), dato muy significativo en contraste con la edad media
de población española: 44, y extranjera: 36.
507
Según los datos aportados por un interesante estudio de la Unión de Profesionales Autónomos (2015).
313
El asentamiento de los negocios chinos en España ha evolucionado de forma gradual en
los últimos cien años. A continuación, se presenta un cuadro resumen de las etapas de
asentamiento de negocios chinos en España, explicada tras el mismo.
314
nuevas oportunidades de negocio ante la saturación de restaurantes: las tiendas de ropa y los
bazares (Beltrán, 2010).
508
Un ejemplo de ello es el área industrial de Cobo Calleja, situado en Fuenlabrada, a 20 km de Madrid,
que es el más grande de España y uno de los principales centros de importación de Europa: cuenta con
162 hectáreas con unas 500 pequeñas y medianas empresas de venta al por mayor.
509
Por citar algunos de los autores más interesantes para el presente trabajo: Zhang y Chin (2002); Curtis
et cols. (2003), Chow (2003), Wang (2013), Finckenauer y Chin (2000), Finckenauer (2007), Brody y Luo
(2009) y Soudijn y Zhang (2012).
315
Zhang y Chin (2008) afirman que estos estudios resultan insuficientes dada la
complejidad del fenómeno, que abarca una multiplicidad de actores y mercados a nivel
transnacional de una importancia estratégica clave en la seguridad internacional510. Así
podemos encontrar grupos criminales muy diferentes como las tríadas, que son grupos de
estructuras complejas organizados jerárquicamente con un líder o san chu y un segundo líder o
fu san chu; o los tong, que son asociaciones fraternales, políticas o religiosas que terminan
tornando en actividades delictivas entre otras muchas tipologías (Finckenauer, 2007; De la Corte
y Giménez-Salinas, 2010).
Ahora bien, parece que existen una serie de elementos que se repiten sistemáticamente
dentro de los grupos de nacionalidad china (Cuiñas, 2011): el que los integrantes sean nacionales
chinos, la jerarquía y la disciplina, ley del silencio dado su hermetismo, la violencia física o
psicológica que incluye amenazas, palizas o chantajes, la combinación de actividades legales e
ilegales siendo muchas veces los negocios una tapadera para sus actividades ilícitas, y la división
de funciones, particularmente a través de la especialización de sus miembros.
En cuanto a las actividades ilegales a las que se dedican, lo cierto es que China es una de
las plataformas con mayor capacidad de falsificación de productos del mundo, y sus
exportaciones suponen una amenaza creciente para comercio mundial, aspecto que el crimen
organizado ha sabido aprovechar (Curtis et cols., 2003; Chow, 2003; Dees, 2012; UNODC, 2013).
Para ello combinan sus tradicionales actividades delictivas como secuestros, extorsiones, trata
de seres humanos y blanqueo de capitales511, con colaboraciones con otros grupos criminales
locales de las regiones donde operan (Curtis et cols. 2003); por ejemplo, en Italia buscan el
control de establecimientos de restauración y negocios textiles; en Francia centran sus esfuerzos
en actividades financieras ilícitas a gran escala y en Bélgica y Países Bajos el tráfico de
estupefacientes es una de las principales fuentes de ingresos. En España sus principales fuentes
de financiación son la inmigración ilegal, el tráfico de personas para explotación laboral y sexual,
los préstamos ilegales, el tráfico de productos legales e ilegales (bienes, tabaco y drogas), el
blanqueo de dinero y el fraude fiscal (Giménez-Salinas, 2006).
510
Así lo afirman también, Zhang y Chin (2008), Sansó-Rubert (2011) y Wang (2013).
511
Según la literatura revisada (Chin et al., 1992; Zhang y Chin, 2002; Barras, 2014; De la Corte y Giménez-
Salinas, 2010; Dees, 2012; Wang, 2013).
316
b) El crimen organizado y la migración china
512
Tal como afirman autores como Curtis et cols. (2003), Zhang y Chin (2002), Giménez-Salinas (2006) y
Finckenauer (2007).
513
Como indica la literatura al respecto (Zhang y Chin, 2002; Curtis et cols. 2003; De la Corte y Giménez-
Salinas, 2010; Soudijn y Zhang, 2012).
317
un servicio especializado de cobro de deudas ante impagos de empresas, ya sean legales o
ilegales (Zhang y Chin, 2002; Soudijn y Zhang, 2012).
En general, estos aspectos culturales contribuyen a que los negocios chinos, fácilmente
reconocibles por sus estéticas tradicionales como los bazares o restaurantes típicos chinos
asentados en España, se enfrenten a mayores riesgos ante una organización criminal que busque
aprovecharse de sus compatriotas.
Además, aquellas comunidades más reacias a adoptar la cultura, las normas y las leyes
de un nuevo territorio, son más propensas a sufrir determinados delitos, tanto económicos
como violentos, dada la tendencia a evitar comunicar los incidentes a las autoridades y
ofreciendo así mayores niveles de impunidad a los delincuentes (Taylor, 2006).
Los negocios asiáticos en España han aprendido a ser rentables invirtiendo de forma
apropiada en pequeños comercios dedicados a la venta de bienes de uso cotidiano, productos
textiles y comida tradicional. El hecho de ser productivos atrae la atención de las organizaciones
criminales, que identifican los beneficios con oportunidades de enriquecimiento ilícito y que
proceden a exigirles pagos de forma violenta que los empresarios pueden asumir como coste
(De la Corte y Giménez-Salinas, 2010).
514
Desde la literatura sobre delincuencia organizada, se alerta de que las minorías étnicas recién
asentadas son más propensas a sufrir abusos del crimen organizado, especialmente cuando los grupos
tienen un gran control territorial (Perrone, 2000; Wagstaff et cols., 2006; Tilley y Hopkins, 2008).
318
obligada prácticamente para toda la vida a contratar el mismo proveedor de bienes para su
bazar o a pagar una deuda con intereses abusivos.
Entre las operaciones de la Guardia Civil, destaca la del año 2013, que desarticuló una
peligrosa organización asiática denominada la “Banda del Sol”, a través de la operación MING.
Se trata de un grupo de al menos 13 integrantes chinos, que llevaba veinte años asentado en
Madrid, dedicado a realizar servicios de cobro de deudas a empresarios de diversas
nacionalidades516. Entre otras actividades secundarias, se señalan la práctica de secuestros, de
515
Tal como explica el apartado 2.3.c) del capítulo cuarto de presente trabajo: se realizaron entrevistas a
un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado chino, dos miembros de la Guardia Civil
expertos en crimen organizado chino y un académico experto en cultura china.
516
Según el informe policial: “eran contratados por empresarios (tanto de origen chino como de otras
nacionalidades) para cobrar deudas a asiáticos, de cuyo importe se embolsaban la mitad. A parte de las
palizas y secuestros, la organización también se quedaba con los negocios de los deudores (comercios de
319
agresiones, de tráfico ilegal de sustancias estupefacientes, de partidas ilegales de póker y
mahjong517, y en general de todo tipo de delitos encaminados a la obtención de beneficios para
el mantenimiento de la organización. Entre los detenidos se encontraba el líder de la banda,
Wenping Lin, también conocido entre los miembros del grupo como “Laozong”, que en su haber
cuenta con numerosos antecedentes policiales.
Los cobros por encargo son realizados por personas que necesitan cobrar una deuda de
ciudadanos de nacionalidad china. El precio de los servicios de cobro se establece en función de
“condicionantes” del caso: la dificultad de la tarea, personas que deberán participar, trayectos,
gastos de viaje, etc.
El cobro en especie consiste en aceptar cualquier tipo de valor o propiedad del deudor
como parte del pago, incluyendo en ocasiones la retirada del documento de identidad del
deudor hasta que se satisfaga la deuda; documento que la organización utiliza para el alquiler
de inmuebles, alta de líneas telefónicas, compra de vehículos, etc.
barrio y bazares), en caso de los propietarios no pagaran, y luego la mafia explotaba estas tiendas o en su
defecto eran revendidas”
517
Es un juego de mesa de origen chino que consiste en eliminar todas las fichas del tablero
seleccionándolas en parejas de dos símbolos iguales. Solo es posible retirar las piezas que tienen como
mínimo uno de sus extremos -derecho o izquierdo- libres. (Fuente: www.psicoactiva.com/juegos)
518
Estas tipologías han sido elaboradas por parte de la Guardia Civil.
320
Debido al objeto principal de sus actividades y a sus características de contratación, el
grupo presentaba una gran movilidad y mantenía disputas con otras organizaciones criminales
por el control territorial, principalmente en la comunidad de Madrid.
Sus actividades de extorsión más conocidas se centraban en los jugadores del casino519,
a los que detectaban en el momento de mayor necesidad de inyección de dinero, a cambio del
cual, posteriormente exigían unos intereses abusivos, en ocasiones del 10% de incremento
diario. Tras un estudio del modo de vida del deudor, y ante el impago de la deuda, la
organización subcontrataba a un grupo experto en el cobro mediante amenazas a familiares y
secuestro de víctimas. Además del uso de violencia, este grupo tenía una especial influencia en
las familias de minoristas de la comunidad china afincada en Madrid.
519
Según el atestado policial “una vez captado el “cliente” y prestado el dinero en forma de fichas de
juego, el grupo organizado comenzaba su “juego” que era el de exigir un elevado porcentaje a modo de
intereses sobre la cantidad prestada, siempre el 10 % que iba aumentando diariamente. Si el “cliente” no
era capad de afrontar la deuda el grupo investigado contaba con otros miembros que eran capaces de
averiguar los medios de vida del “cliente” para así extorsionar no solo a este sino incluso a su familia. En
el caso de no conseguir el pago total de la deuda el grupo investigado contactaba con otro grupo experto
en amenazar e incluso llegar al secuestro”
520
En palabras de la Guardia Civil: “Una red que blanqueaba 40 millones de euros anuales e introducía
por el puerto de Valencia contenedores cargados con tabaco y otros productos falsificados que luego
distribuía en Francia, Portugal, Italia e Inglaterra”.
321
una oferta de trabajo, que las víctimas desarrollaban en algunas de sus empresas en condiciones
precarias e irregulares. Una vez en España, la red les retiraba el pasaporte ejerciendo de esta
manera un mayor control sobre ellos. Mediante el contrabando de tabaco, importación de
productos textiles y otras actividades ilícitas, la organización estaba obteniendo millonarios
beneficios económicos que posteriormente enviaban a su país. En China, otra rama de la
organización se encargaba del blanqueo del dinero, valiéndose de un holding o entramado
empresarial compuesto por más de 30 empresas, entre las que cabe destacar una cadena de
cerca de 1000 lavanderías repartidas por todo el país.
Las operaciones más significativas de la Policía Nacional de las que se tiene conocimiento
público incluyen la operación Lirón en 2014, donde se detectó a una organización de al menos
seis integrantes que extorsionaba a víctimas de alto poder adquisitivo, en su mayoría
comerciantes y empresarios afincados en Madrid, mediante amenazas de muerte, acoso y
lesiones.
En otra operación del año 2013, cuyo nombre no trascendió, una organización criminal
china afincada en el polígono industrial de Cobo Calleja de Fuenlabrada, se dedicaba a
extorsionar a pequeños comercios asiáticos, exigiendo cuotas con métodos intimidatorios a
cambio de no matarlos.
En ese mismo año tuvo lugar una operación policial contra la Banda del Monje, una
mafia china dedicada a extorsión, secuestros y blanqueo de capitales proveniente del juego
ilegal en Fuenlabrada, y se logró identificar al menos a nueve integrantes. Intimidaban mediante
521
Según las fuentes oficiales “la actividad fraudulenta de la organización criminal consistiría básicamente
en importar grandes cantidades de mercancía eludiendo, ilícitamente, los impuestos asociados a las
mismas. Esta operativa deriva en una competencia desleal en el comercio de los diferentes productos
importados, acaparando el mercado. Asimismo, la organización criminal poseía la capacidad de blanquear
sus propios activos mediante una compleja red operada, principalmente, por testaferros y empresas
instrumentales”.
322
amenazas y lesiones, a clientes asiáticos de los casinos de Torrelodones y Aranjuez, a quienes
forzaban a aceptar préstamos de usura.
En 2014, una operación contra Luis Ye (cuyo nombre real es Wen Hai Ye Wang) destapó
una organización mafiosa asiática de al menos 31 integrantes, que tenía dos ramas: una
dedicada al blanqueo de capitales, a través de un complejo entramado societario, formada por
hermanos y otros familiares cercanos del capo, y otra destinada a ejercer de prestamistas
usureros y a extorsionar a clientes de casinos en Fuenlabrada. El modus operandi era controlado
por el líder, Lingfen, y consistía en señalar a los jugadores que perdían en el casino para que sus
trabajadoras les ofrecieran préstamos abusivos. Se han identificado medios de intimidación
como las amenazas de muerte, lesiones y llamadas de acoso telefónico.
522
El mismo auto señala “la solvencia de las mercantiles que conforman el entramado societario
alcanzaría la suma total de ciento treinta y cinco millones a lo que habría que sumar las tiendas minoristas,
llegando a una cantidad total de ciento ochenta millones, no especificando si se trata de dólares o euros.
Además de las expectativas de la apertura de una nueva sede de GMC en Qingtian, que generarían unos
cien millones de dólares anuales. Además de las conversaciones intervenidas se significaría la expansión
internacional del mismo fuera de la República Popular China y de España, llegando a desarrollar
actividades en otros países como Italia, con un volumen mensual de facturación del negocio de sus
sociedades en un millón trescientos mil euros”.
523
La propia sentencia cita “el tránsito ilegal de personas, procedentes algunas de ellas de la región china
de Fujian, al margen de las normas establecidas para el cruce legítimo de las fronteras, incluye tanto el
cruce clandestino de la frontera como la utilización de fórmulas autorizadas de ingreso transitorio en el
país con fines de permanencia; burlando o incumpliendo las normas administrativas que lo autoricen en
tales condiciones; con objeto de obtener un lucro económico, al solicitar a los inmigrantes, para
323
trasladado a personas de forma ilícita, es decir sin atenerse a las condiciones legales establecidas
para la entrada, traslado o salida del país, prevista en la legislación sobre extranjería (SSTS de 19
de enero de 2006, y de 6 de marzo de 2006).
Por su parte, la Audiencia Provincial de Madrid (Sección 30ª) en su Auto núm. 684/2011
de 21 de noviembre describe a una organización dedicada a la distribución de drogas de diseño
de gran peligro,524 en karaokes chinos de Parla y Leganés.
trasladarlos desde China a España la cantidad de 20.000 euros y en el caso de ser el país de destino Reino
Unido, 7.000 euros más”.
524
Exponiendo textualmente: “la dedicación de grupos de delincuentes de nacionalidad u origen chino,
más o menos organizados, al tráfico de drogas con gran poder destructivo, superior incluso a la heroína o
a la cocaína, que se distribuyen entre consumidores de esa nacionalidad, tales como el "ICE" o "hielo",
metanfetamina de origen químico y el "KIN", o ketamina, anestésico veterinario, además de traficar con
sustancias extendidas en todo el mercado ilegal”.
525
Concretamente, se expone: “el dinero cobrado a cada uno de los inmigrantes chinos se encontraría
entre los 16.000 y los 18.000 euros, salvo que decidieran trabajar entre dos o tres años de forma gratuita
en los negocios que tiene establecidos en España para resarcir las deudas contraídas."
526
Como el propio juzgado señala “algunas sociedades mercantiles del polígono Cobo Calleja de
Fuenlabrada, a través de la realización de actividades ilícitas, producirían grandes cantidades económicas
que serían aplicadas en la realización de inversiones de negocio en locales y en nuevas empresas en las
que se realizarían a su vez nuevas actividades delictivas”.
527
“En cuanto a la actividad de blanqueo de capitales, el sistema utilizado consistiría en sacar físicamente
dinero en efectivo de España, utilizando para ello furgonetas y camuflándolo entre mercancía textil. El
dinero se transportaría a otros países de la Unión Europea (concretamente a Italia y posteriormente a
324
organización disponía de un pequeño grupo violento dedicado al cobro de deudas producidas
por los préstamos ilegales528, a través de métodos considerados extorsivos529. El auto referencia
un club-karaoke como el lugar de reunión de distintas bandas de crimen organizado chino
dedicadas al tráfico de drogas, a la prostitución y al juego ilegal530.
Si bien estos casos policiales y judiciales permiten señalar el contexto donde ocurren los
casos de la muestra, lo cierto es que no contenían información suficiente los procesos extorsivos
como tal, razón por la que no formaron parte de la muestra.
Se presentan a continuación los resultados del estudio empírico, que incluyen análisis
cualitativos sobre los autores, las víctimas y la respuesta legal de los quince procesos extorsivos
identificados dentro de la comunidad china y las entrevistas a expertos en la materia.
Hungría), desde donde sería remitido a China camuflado entre remesas de emigrantes, a través de
gestoras de transferencias o sucursales bancarias.”
528
“La organización, en su actividad de prestamista, contaría con un grupo al que se denominaría como
"Grupo de Shandong", formado por varios individuos relacionados entre sí por intereses económicos y
mercantiles comunes, que se dedicaría a los cobros de préstamos empleando la violencia cuando es
necesario, el cobro de deudas por inmigración ilegal, vehículos robados, etc.”
529
“La organización se estaría dedicando al préstamo y cobro de deudas, llegando a utilizar métodos que
podrían ser constitutivos de extorsión”.
530
“Hay investigados que son socios del club "KTV Huang Ma", que sería un lugar de reunión de diferentes
bandas pertenecientes al crimen organizado chino, en el cual se venderían drogas y se ejercería la
prostitución y el juego ilegal”.
531
En el anexo V se recoge una sucinta descripción completa de las principales características de cada
caso.
325
estas víctimas tienen miedo y son reticentes a aportar información sobre la identidad o las
características de los integrantes de los grupos criminales chinos, conocidos dentro de su
comunidad532.
Teniendo en cuenta los casos analizados en la muestra, se han identificado dos tipos de
organizaciones con base en la información recopilada en las entrevistas y en las investigaciones
criminales contra grupos criminales chinos: a) grandes organizaciones que ejercen un control
significativo sobre la comunidad china, b) pequeñas organizaciones o divisiones de las grandes
organizaciones, que se dedican a la extorsión y a los actos violentos.
Las grandes organizaciones identificadas cuentan con más de seis miembros y tienen
una estructura organizativa jerárquica con una clara división de funciones y diferentes cargos
jerárquicos perfectamente definidos. De la información obtenida a través de estos casos,
podemos identificar el papel que juegan determinados miembros de los grupos criminales
organizados, aunque se desconoce el detalle de su estructura global al completo. Todos estos
grupos criminales tienen un claro líder asistido por sus coordinadores, mientras que otros
miembros del grupo se dedican a la intimidación y a la realización de actos violentos para exigir
el pago.
En este escenario se debe tener en cuenta que como punto central de las comunidades
chinas suele haber una persona de referencia: un hombre de negocios (normalmente proveedor
con gran poder sobre bazares y restaurantes) dedicado a la importación y exportación legal de
mercancías entre China y España, que en ocasiones combina con actividades ilegales como el
contrabando de tabaco o la inmigración ilegal. Esta persona de referencia en la comunidad china
por el relevante crecimiento de sus negocios se convierte en un importante proveedor de las
empresas chinas y ostenta un gran poder monopolístico en el mercado. Así, la ayuda inicial que
presta a las personas chinas que quieren venir a España a través de préstamos para los viajes,
ofertas de trabajo, permisos legales para permanecer en el país o préstamos para iniciar un
532
Para elaborar este apartado ha sido fundamental la valiosa información contextual que han aportado
las entrevistas realizadas a expertos en la materia, tanto la relativa a la cultura china como la que se refiere
a la lucha contra el crimen organizado, que han permitido una mejor interpretación de los resultados
empíricos.
326
negocio y la provisión de mercancías para sus bazares o restaurantes, se convierte en un dominio
del mercado en búsqueda del monopolio.
327
Tabla 16. Descripción de casos de extorsión en la comunidad china por descripción de autores,
causas de la extorsión y relación previa entre autores y víctimas.
328
2.1. a) Grandes organizaciones criminales
Únicamente se han logrado identificar en esta categoría dos casos (C1 y C2), aun así, son
de especial interés dado el fuerte impacto que provocan en la comunidad china afectada.
El caso C2 hace menciona a un grupo criminal que actúa en un casino de Madrid y está
especializado en otorgar préstamos usureros a empresarios que apuestan en salas de juego. EI
método de aproximación consiste en el amable ofrecimiento de fichas de juego, que les realizan
dos mujeres cuando están atravesando un momento de pérdidas importantes. El empresario
accede a tal ofrecimiento para continuar jugando, sin haber sido forzado en ningún momento.
Tras esta actuación, comienza un proceso extorsivo derivado de un supuesto préstamo usurero
de hasta el triple de lo prestado. En el caso citado la víctima explica que le proporcionaron fichas
por valor de 15.000 euros que ella devolvió, a pesar de ello, en un momento posterior, le
reclamaron una deuda de 30.000 euros en concepto de intereses.
Es relevante tener en cuenta que la clave del crimen organizado chino son las grandes
organizaciones con poder en España, como se desprende de las importantes operaciones
policiales Emperador, Snake, Long y Dragón, entre otras. Se trata de organizaciones criminales
que realmente constituyen una amenaza económica para la sociedad y en especial, para las
víctimas, pequeños empresarios chinos dueños de bazares o restaurantes.
Se debe tener presente que estas organizaciones suelen tener vínculos muy sólidos con
círculos económicos y políticos españoles, asunto más ampliamente explicado en el apartado
2.3.b) del presente capítulo.
329
sin dar ninguna explicación al dueño, que se queda paralizado esperando a que el grupo
abandone su negocio.
Los trece casos restantes analizados se refieren a pequeños grupos criminales, que
habitualmente han tenido el apoyo de las organizaciones criminales grandes.
Estos casos se pueden clasificar en tres categorías según el tipo de relación entre los
integrantes:
- Conectados con organizaciones criminales de gran tamaño (C4, C9, C5 y C13) con
presencia en distintas provincias españolas para apoyar diferentes formas de
extorsión a negocios a través de métodos violentos para la imposición de
proveedores o el cierre de negocios.
Los motivos que mueven a los extorsionadores a actuar en cada caso pueden agruparse
en dos tipologías: a) el lucro directo, a través de la solicitud de pagos por diversas causas, y b)
motivaciones monopolísticas que, aunque supongan un beneficio a medio o largo plazo, no
aportan beneficio económico de manera inmediata. Además, es significativa la relación previa
que existe entre autores y víctimas, analizada en cada categoría.
330
2.2. a) Extorsión cuya finalidad el lucro directo
Once de los casos estudiados se engloban en esta categoría (C1, C2, C3, C4, C6, C7, C8,
C10, C11, C12 y C15).
- En determinados casos las víctimas se eligen por su alto poder adquisitivo a causa
de la buena marcha de sus negocios: el C1 se exige un pago de un millón de euros al
dueño de un restaurante chino de éxito en la zona y en el C12 no se llega a concretar
la cifra, pero se le exige un pago al empresario, reiterando que acudirán de nuevo a
recogerlo en un breve plazo. Se entiende que autores y víctimas no se conocen
directamente, pero los extorsionadores seleccionan a estas personas en el entorno
de ocio y por la fácil identificación de los negocios chinos dada su estética específica,
que facilita la ubicación exacta solo con verlos desde la calle.
- En algunos casos la solicitud de pago se deriva de una deuda anterior, que es lo que
vincula autores y víctimas; la deuda puede ser adquirida por el uso de fichas
prestadas en un casino (C2), mediante facturas no solicitadas por la víctima533 (C6)
o por un préstamo que no se saldó (C15).
- Por último, se da un caso anecdótico (C8) donde víctima y autor son expareja en un
procedimiento de violencia de género. La empresaria victimizada alega que su
exmarido es miembro de la mafia y que unos desconocidos le han exigido de su
parte determinado pago, ya que él no puede hacerlo porque tiene una orden de
alejamiento.
533
Este caso, que sugiere intenciones monopolísticas se ha clasificado como ánimo de lucro dado que
nada hacía pensar de forma explícita que el extorsionador tenía como propósito algo que no fuera el cobro
de tales supuestas facturas amenazando con avisar a un grupo criminal para que acabase con la vida de
la víctima; aunque pudiera formar parte de un mecanismo de presión de contratación de proveedores, lo
cierto es que no se puede extraer esa conclusión de la escueta declaración de la víctima.
331
2.2. b) Extorsión monopolística en el ámbito de la delincuencia organizada
Sin embargo, en los casos C3, C7 y C12 las víctimas vinculan de forma muy débil a los
extorsionadores con una organización o grupo criminal; esto denota el fuerte impacto que
genera el solo hecho de pensar que se encuentran frente a alguien que puede tener lazos con la
mafia, infringiendo un sentimiento de temor suficiente en la víctima como para tomar en serio
sus amenazas, aun viniendo de una persona en solitario.
Lo cierto es que dada la fuerte intimidación ambiental generada por la reputación de las
organizaciones criminales que respaldan los procesos extorsivos, el empleo de violencia fue
excepcional. En dos casos se empleó de forma extrema: a) en el caso C2, cuando agredieron a la
madre de la víctima que se encontraba en el negocio durante el momento extorsivo y además
trataron de secuestrar al padre y b) en el caso C15, cuando secuestraron al hijo de la víctima
para forzar el pago de la deuda. Ahora bien, en otros dos casos, el C1 y C13, autores y víctimas
332
habían mantenido una fuerte pelea días anteriores al incidente extorsivo, pero durante el
momento de la solicitud de pago no se agredió a nadie.
Para los once casos de extorsión con ánimo de lucro directo534 no se empleó violencia
física sobre las personas ni sus bienes, sino más bien intimidación mediante amenazas de muerte
o la simple identificación del extorsionador como integrante de una organización criminal china
importante.
Por el contrario, en los casos de extorsión monopolística, las demandas de cierre del
negocio bajo amenazas de muerte se complementaron con daños materiales al negocio,
incluyendo incendios provocados y en dos de los casos con lesiones a las víctimas (C5 y C13).
Estos medios específicos se resumen en la siguiente tabla:
Tabla 17. Medios empleados para forzar el cierre de los negocios en los casos de extorsión en la
comunidad china.
534
Expuestos en el apartado inmediatamente anterior.
333
España y con la de policías corruptos que evitan su detención, facilitando su impunidad. También
cuentan con la connivencia de autoridades políticas para que les sean adjudicados contratos
públicos o para que les concedan los permisos necesarios para invertir en nuestro país. Lo cierto
es que, aunque se trata de casos concretos, el control territorial puede ser muy alto, generando
una fuerte reputación que permite actuar a sus integrantes con un gran poder intimidatorio, lo
que se conoce como intimidación ambiental.
Este aspecto es clave para entender la concentración de poder que tales organizaciones
ostentan en nuestro país, que, como muestran los casos analizados, les permite financiarse a
base de extorsiones de lucro directo. Para ello, cuentan con ramas del grupo especializadas en
exigir los pagos; además, los integrantes que se identifiquen como parte del grupo pueden
aprovechar su reputación y obtener beneficios de forma rápida y sencilla a través de la
intimidación ambiental. Estas prácticas extorsivas cometidas por pocos integrantes de una gran
organización le ofrecen una buena oportunidad para lograr establecer el monopolio que buscan
y dominar el mercado imponiendo las zonas donde cada empresario puede abrir un negocio
mediante la actuación de un número reducido de miembros que aprovecha la reputación del
grupo completo, lo que resulta muy eficaz.
535
Este enfoque metodológico consiste en el estudio de las oportunidades que suponen los negocios
legales para los grupos de crimen organizado y centra los análisis en un entorno socioeconómico más
amplio; y ha sido implementado por importantes organismos en el estudio del crimen organizado como
Europol (2013) y el Equipo de Trabajo de Acción Financiera (FATF, 2013). Este enfoque se explica con
mayor profundidad en el punto 2.1. del capítulo cuarto de la presente tesis.
334
Atendiendo a los casos de la muestra, se presentan las principales regiones o zonas
geográficas en las que está presente la extorsión china. Asimismo, se describen las
características socioeconómicas de las víctimas, el perfil de los negocios victimizados, las
medidas de protección empleadas y el papel de las asociaciones de comerciantes.
Cabe destacar que la mayor parte de los casos tuvieron relación con pequeñas
localidades en las que estaban establecidos un reducido número de negocios chinos (en once
casos) y que carecían de asociaciones de comerciantes locales cercanas. Únicamente se
localizaron cuatro incidentes extorsivos en zonas donde había una importante presencia de
negocios y asociaciones chinos: Barcelona, Madrid y Alicante (C10, C11, C14 y C15).
Los negocios que regentaban las víctimas afectadas eran de tres tipos:
a) La mayoría eran bazares, que son las tiendas tradicionales de venta de productos
variados comúnmente asentada en España (C2, C3, C4, C5, C6, C7, C8, C9, C10, C11, C13 y C14).
536
Los casos recopilados no son representativos de la distribución geográfica de la extorsión en España
como ya se ha expuesto en las limitaciones del estudio en el cuarto capítulo.
335
b) También fueron victimizados dos restaurantes (C1 y 12), ambos mediante solicitudes
de pago; aunque la víctima del caso C6 además de un bazar, también tenía un restaurante en la
zona.
Los pagos exigidos oscilaban entre los 4.000 y los 60.000 euros, salvo en un caso en el
que al propietario de un restaurante se le pidió que pagase 1 millón de euros (C1).
En los casos de extorsión por ánimo de lucro directo537, las cantidades exigidas que
fueron denunciadas ante la policía eran pagos únicos, no pagos periódicos ni sistemáticos. Ahora
bien, las entrevistas a expertos señalan que muchas organizaciones exigen pagos sistemáticos
irregulares de forma que cuando la organización estimaba oportuno cobrar, enviaba a algunos
miembros a tomar el dinero en efectivo de la caja registradora del negocio de su víctima, sin que
esta opusiera una gran resistencia.
537
Expuestos en el apartado 2.2.a) del presente capítulo.
538
Según las entrevistas mantenidas con expertos en crimen organizado chino de la Guardia Civil.
539
Atendiendo a las entrevistas a expertos en crimen organizado chino de la Policía Nacional y la Guardia
Civil.
336
actividades criminales, dándoles una apariencia de legalidad que proporciona impunidad a las
organizaciones que las perpetran.
Por último, en la mayoría de los casos, las víctimas no se ubican en zonas donde existen
asociaciones de comerciantes, salvo en el supuesto de las extorsiones perpetradas en grandes
ciudades como Madrid o Barcelona. Además, en la información recopilada no se encontraron
pruebas de ninguna asociación de comerciantes de la que formara parte ninguna víctima.
Todas las víctimas de los casos analizados denunciaron la extorsión ante la policía y se
negaron a aceptar las exigencias de los extorsionadores. Lo cierto es que estas víctimas indican
que no son las únicas, que se trata de un fenómeno extendido en parte de su comunidad.
Estas personas que denuncian argumentan que lo hacen por dos motivos: a) porque las
exigencias extorsivas implican la pérdida del negocio que constituye la fuente de ingresos
familiar, porque exigen el cierre de este o porque lo exigido suponga una cuantía inasumible y
b) por un verdadero temor por su seguridad física y la de su familia, que se desprende de las
insistentes peticiones de que se adopten medidas de seguridad de forma inmediata por la
peligrosidad de su situación.
Atendiendo a la seguridad del entorno de la víctima540, sólo una de las víctimas había
contratado servicios de protección privada (C9) y la mayoría no contaba con cámaras de
grabación en sus establecimientos (CCTV) aunque las víctimas de los locales que sí las tenían
pudieron aportar la identificación física de los extorsionadores, como en los casos C1, C2 y C15.
540
Tal como se ha argumentado en el punto 2.1. del capítulo cuarto de la presente tesis, a lo largo del
estudio se han analizado determinados aspectos del entorno de la víctima; pues bien, conocer las medidas
de seguridad con las que cuentan las víctimas puede permitir una posterior evaluación de las
vulnerabilidades y la identificación de posibles mejoras de protección.
337
4. Respuesta legal ante los procesos extorsivos en la
comunidad china
Esto queda patente si consideramos la escasa información que facilitan las víctimas, así
como los enormes obstáculos que se producen en la comunicación con los cuerpos policiales y
las instituciones judiciales que, en parte, puede ser debido a las barreras lingüísticas, pero
también influyen las cuestiones culturales541 e incluso el miedo. A continuación, se presenta una
tabla que contiene las características jurídicas que describen los órganos responsables, el
número de personas detenidas en los casos policiales o condenados en los casos judiciales de la
muestra, el número de autores implicados en el proceso extorsivo según el testimonio de la
víctima y los tipos penales aplicados en cada caso.
541
Por ejemplo, considerando que corresponde a la comunidad resolver los conflictos entre empresarios
y los problemas de seguridad, incluso entendiendo que el sometimiento en las extorsiones monopolísticas
puede ser consecuencia legítima del poder territorial de una organización.
338
Tabla 18. Descripción jurídica de los casos de extorsión en la comunidad china.
Nº
Órgano Nº autores
Caso detenidos o Tipos penales aplicables
responsable implicados
condenados
C1 Guardia Civil 1 9 Amenazas
C2 Guardia Civil 4 8 Extorsión
C3 Guardia Civil 1 1 Amenazas
C4 Guardia Civil 1 2 Amenazas*
C5 Guardia Civil 1 2 Lesiones*
C6 Guardia Civil 1 1 Amenazas*
C7 Guardia Civil 1 1 Amenazas y daños*
C8 Guardia Civil 6 6 Robo con violencia/intimidación
C9 Guardia Civil 2 2 Amenazas*
C10 Guardia Civil 1 4 Amenazas*
C11 Guardia Civil 1 1 Amenazas
C12 Guardia Civil 2 2 Extorsión
C13 Guardia Civil 1 1 Incendio
C14 Guardia Civil 3 3 Amenazas*
Audiencia Secuestro, obstrucción a la justicia y
C15 3 3
Provincial extorsión
*Se trata de faltas y no de delitos, según la regulación vigente en el momento de la comisión del
hecho delictivo.
En primer lugar, si atendemos a los órganos responsables de los casos que conforman la
muestra, cabe destacar que catorce de los quince casos provienen de la Guardia Civil,
correspondiendo un único caso a una sentencia de la Audiencia Provincial. Lo cierto es que, por
cuestiones metodológicas, la búsqueda de diligencias policiales542 a partir de la nacionalidad
permite identificar con rapidez y exactitud numerosos casos de conflictos543 ocurridos dentro de
la comunidad china. Ahora bien, son muchos los casos policiales que se judicializan y no llegan
a enjuiciarse porque las víctimas deciden retirar la denuncia tratando de evitar represalias de la
542
Siempre en el marco del proyecto de investigación CEREU: Countering Extortion Racketeering in the
EU, cofinanciado por la Comisión Europea, y del que la Guardia Civil formaba parte como socio, siempre
respetando la confidencialidad de los documentos.
543
Revisión a partir de la cual se han podido extraer los casos de extorsión ateniendo a los criterios
expuestos en la metodología, que incluyen la implicación de una organización criminal (en sentido
criminológico), la victimización de un negocio, y un proceso extorsivo sistemático sobre más de una
víctima que perdure en el tiempo, es decir, que no se trate de un incidente de extorsión aislado.
339
mafia china544. Los propios grupos especializados señalan que, como las víctimas habitualmente
no ratifican sus denuncias en el juicio oral, cuando esta prueba testifical suele ser la única o una
de las pocas evidencias en múltiples procesos extorsivos, el caso se cierra y los extorsionadores
quedan impunes. De los quince incidentes extorsivos que se recogen, solo el caso que procede
de la Audiencia Provincial (C15) es el único del que hay constancia de haber llegado a una
sentencia.
544
Según las entrevistas a expertos en crimen organizado chino de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
545
Debido a que los individuos se conocen entre sí o de forma indirecta: en numerosas ocasiones las
víctimas dicen haber oído hablar de ese grupo criminal o incluso conocer a sus integrantes, razón por la
que afirman tener un gran temor, e insisten en que otras personas de la comunidad china sufren los
mismos procesos extorsivos y prefieren no denunciar.
340
Además, se han identificado delitos que se cometen en el marco de otras actividades
criminales o con objetivos diferentes a los del propio proceso extorsivo, como ocurre con la
obstrucción a la justicia (C15) que busca evitar las consecuencias penales de los delitos
cometidos.
A continuación, se presenta, caso por caso, una breve descripción de los hechos
correspondientes a los quince incidentes extorsivos identificados dentro de la comunidad china;
y los tipos penales aplicados, ya sean recogidos en las diligencias policiales o descritos en las
sentencias; ambos constituyen documentos de estudio empírico de la presente tesis.
Ahora bien, existen dos puntos que se deben tener en cuenta en la lectura del presente
apartado: por un lado, a pesar de que hubiera sido de enorme interés para el estudio, no se
lograron identificar las resoluciones judiciales de los casos policiales, dato que hubiera
enriquecido enormemente el análisis de la respuesta penal; por otro lado, existen importantes
diferencias en materia de contenido, habiendo casos ampliamente explicados en las diligencias
policiales o resoluciones judiciales, y otros en cambio, donde la información ha sido realmente
escasa; por esta razón debe quedar claro que los análisis del capítulo completo se basan en: a)
las declaraciones de víctimas, testigos y autores recogidas en las diligencias, y b) los hechos
probados contenidos en las sentencias (y la resolución judicial) así como los argumentos
jurídicos en materia de tipificación penal.
546
Aunque existen discrepancias entre el Ministerio Fiscal y la Audiencia Provincial de Barcelona, como se
expone en el análisis de caso del siguiente apartado.
341
Caso C1
El caso C1 tuvo lugar en una localidad de Valencia, durante el año 2015, por un conflicto
monopolístico. Nueve personas accedieron violentamente al exitoso restaurante asiático de la
zona exigiendo al propietario un pago de un millón de euros bajo la advertencia de que “si no lo
hacía, deberá ir preparando su ataúd”. El propietario ya había tenido una discusión previa en
una zona de ocio de la comunidad que terminó en delitos de lesiones por parte de la víctima a
los extorsionadores. Como respuesta ante el atrevimiento de enfrentarse a la organización
criminal, la puesta en escena de la extorsión es significativa: el líder del grupo es el que se dirigió
a la víctima, cuatro personas le acompañaban en el local y otras cuatro esperaban fuera, todas
ellas con coches de alta gama.
La víctima declaró que se trataba de una organización criminal conocida en la zona que
se financiaba amenazando, lesionando y saboteando pequeños bazares chinos de Valencia.
Caso C2
El caso C2 tuvo lugar en una localidad de Madrid, en el año 2011, cuando se denunció a
un grupo de ocho personas que se dedicaba a la usura y la extorsión en un importante casino
con gran afluencia de jugadores asiáticos.
La víctima denunció a las autoridades que una noche estaba jugando en el casino al lado
de un hombre y dos mujeres quienes, cuando aquél perdió, le ofrecieron insistentemente un
préstamo de 15.000 euros para que siguiera jugando. Tras aceptarlo y gastarlo, le explicaron que
los intereses eran de otros 15.000 euros, y le forzaron a firmar, delante de otras personas, un
documento ilegal asumiendo la deuda y las condiciones de dicho préstamo.
Los medios intimidatorios que los extorsionadores utilizaron para forzar el pago fueron
las visitas reiteradas a su tienda, el acoso telefónico, las amenazas con palos, y la exigencia de la
devolución de la cantidad demandada con intereses leoninos. Así, durante 24 meses la víctima
fue pagando a pequeñas cantidades comprendidas entre los 2.000 y los 11.000 euros. En
paralelo sufrió incidentes violentos como, por ejemplo, que un grupo de cuatro o cinco personas
le sacaran de su tienda y le metieran en un coche para exigirle el dinero, que asaltaran a su
342
madre, aunque no le causaron lesiones visibles, y que intentaran secuestrar a su padre y estos
dos últimos incidentes ocurrieron dentro de su negocio. La víctima había pagado ya un total de
23.000 euros, y temía por su vida y la de su familia.
Caso C3
El proceso extorsivo duró un mes durante el cual las amenazas se vertieron también
contra la familia de la víctima. El extorsionador argumentó que le exigía el dinero porque deducía
que tenía buena capacidad económica ya que pretendía abrir un nuevo local cerca del que
poseía actualmente. La víctima señaló que esta persona podía tener relación con la mafia china
y que le producía un enorme temor porque conocía a la perfección toda su vida y sus
movimientos.
Caso C4
El caso C4 tiene una localización múltiple: tuvo lugar en Madrid, en el año 2015, pero el
incidente extorsivo se perpetró contra un empresario de León. Se trata de un grupo de personas
que opera también en Palencia y León.
El objetivo era forzar las obligaciones contractuales de suministro, de modo que los de
bazares chinos de toda España tuvieran que abastecerse obligatoriamente desde Madrid. Para
ello utilizaron amenazas de muerte. La violencia física consistió en el zarandeo de una de las
víctimas, pero no llegó a producir resultado de lesiones.
La víctima que denunció el caso insistió en que no era la primera vez que le pasaba ni el
suyo era el único negocio afectado. Declaró que los autores sabían que iba a abrir un nuevo
343
bazar y que quisieron aprovechar la oportunidad de negocio. Manifestó, además, que fueron a
su local a tomar fotos para contar con más información.
La víctima sólo logró identificar a uno de los autores, al que conocía por haber
compartido un negocio anterior con él y con quien declaró tener un juicio pendiente porque le
debía dinero. Esta no fue la misma persona que se acercó a su local a tomar las fotos y le
amenazó diciendo que tuvieran cuidado porque la próxima vez que fueran a Madrid a por
mercancía de otros proveedores el jefe los mataría, refiriéndose al extorsionador conocido por
la víctima.
Caso C5
La víctima dijo conocer a uno de los dos autores, puesto que es propietario de un bazar
grande cerca de la tienda que pretendía abrir. El extorsionador le advirtió de que como abriera
el negocio haría todo lo necesario para impedirlo e iría con más gente a destrozarlo.
El caso pasó al Juzgado de Instrucción de Guardia de Sevilla por un delito de lesiones con
un solo autor identificado.
Caso C6
344
las mercancías iría a su restaurante a consumir sin pagar, y se quedaría en el local hasta que
liquidara la deuda.
Caso C7
Los medios intimidatorios utilizados fueron la amenaza de llamar a la mafia y que “ya
verían lo que les pasaría”; también causó daños en el local: golpeó una pantalla de ordenador y
la tiró al suelo, que supuso un gasto aproximado de 300 euros.
El atestado policial recoge un tipo penal de daños y otro de amenazas; el caso pasó al
Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 1 de Porriño.
Caso C8
El caso C8 tuvo lugar en una localidad de Cáceres, en el año 2012, cuando unas seis
personas entraron en el domicilio de la propietaria de un establecimiento comercial, para robar
joyas, documentación personal, teléfonos móviles y dinero en efectivo.
Los medios intimidatorios empleados fueron atar de pies y manos a las cuatro personas
que estaban en la casa, taparles la boca, y amenazarles con arma de fuego y armas blancas,
además de golpear a la víctima principal mientras pedían la llave de la caja fuerte. El dinero
sustraído del negocio que regentaba la víctima ascendió a 6.000 euros. Ésta declaró que tenía
una orden de alejamiento por violencia de género respecto de su marido, a quien atribuye el
delito, vinculándolo a la mafia china.
El atestado policial recoge un robo con violencia o intimidación de cinco autores que
fueron remitidas al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción Nº 1 de Talayuela, Cáceres.
Caso C9
345
El caso C9 tuvo lugar en una localidad de Cáceres, en el año 2014, donde la víctima quería
abrir un nuevo bazar.
La víctima fue amenazada por los autores con avisar a la mafia china de Madrid para
pegarle si abría el negocio en la zona, argumentando que no querían tener competencia.
Caso C10
El caso C10 aconteció en una localidad de Alicante, en el año 2012, cuando una persona
que la víctima sabe que se encuentra vinculada con la mafia, le reclamó el pago de 20.000 euros
en un plazo de dos días bajo la amenaza de quemar su nave y no dejarle tranquilo.
La víctima manifestó que él es del mismo pueblo chino que el autor, y que coincidieron
una vez en Sevilla buscando proveedores, por lo que ambos saben que tienen un
establecimiento cada uno. Mostrando inquietud, declaró que el extorsionador no trabajaba
mucho pero que gastaba bastante dinero en casinos e iba “acompañado de gente peligrosa”.
La víctima denunció ocho horas antes de cumplirse los dos días de plazo que establecía
la amenaza y afirmó que se trataba de un grupo que se financiaba extorsionando a propietarios
chinos de pequeños negocios.
Caso C11
346
El caso C11 tuvo lugar una localidad de Madrid, en el año 2012; donde la víctima tiene
arrendada una nave a una persona desde el año 2009. Tras tres meses sin abonar el alquiler, el
arrendatario solicitó a la víctima (la arrendataria) un pago de 60.000 euros en concepto de
mejoras por las reformas él había realizado en la nave.
La víctima interpuso una demanda para que el inquilino abandonase la nave, siguiendo
el curso legal establecido ante el impago547. El autor comenzó a amenazar con mandar a las
mafias chinas, y advirtiéndole que “algo le iba a pasar”. Las amenazas se realizaron mediante
llamadas telefónicas y mensajes de texto a su móvil. La víctima declaró que consideraba al autor
perfectamente capaz de cumplir las amenazas y explicó que en la zona donde se encuentra la
nave (Cobo Calleja) eran frecuentes conflictos similares y las amenazas se cumplían. Se le
preguntó si quería orden de protección y la aceptó, añadiendo que se sentía atemorizada y temía
que el autor pudiera contratar a otras personas para hacer daño a ella o a su familia.
Caso C12
El caso C12 tuvo lugar en una localidad de Sevilla, en el año 2012, cuando dos personas
desconocidas acudieron al restaurante de la víctima y le solicitaron que fuera preparando el
dinero para cuando volvieran. El propietario del restaurante no pudo aportar más datos que la
descripción física de las víctimas y los rumores que existían en su entorno sobre la reciente salida
de la cárcel de uno de ellos.
El atestado policial recoge un “delito de extorsión (amenazas con ánimo de lucro)”, caso
que se tramitó en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Sevilla.
Caso C13
547
La víctima aportó el contrato de arrendamiento que incluía una cláusula donde constaba que, en caso
de realización de obras por parte de la parte arrendada, debe ser consentida por el arrendador y que una
vez finalizada la relación contractual quedaran a favor del arrendador sin coste alguno.
347
El caso C13 se produjo en una localidad de Sevilla, en el año 2011, cuando se provocó
un incendio en un negocio. El fuego fue importante y afectó a tres naves colindantes además de
a la de la víctima. Ésta declaró que mes y medio antes había tenido un conflicto con el propietario
de otra nave muy cercana, que vendía, igual que él, artículos chinos, por lo que se consideraban
competencia. En otra ocasión, también se había peleado con el hermano de la víctima, a quien
habían hecho saber que se trataba de un ataque con intenciones monopolísticas.
El atestado policial recoge un delito de incendio, sin que conste el juzgado de instrucción
del caso.
Caso C14
El caso C14 tuvo lugar en una localidad de Alicante, en el año 2014, cuando tres personas
requirieron al propietario de un bazar para que cerrara su local bajo amenazas de muerte. La
víctima y el principal autor eran socios al 50% de un negocio comercial, pero el autor decidió
abrir un nuevo bazar por su cuenta y forzar el cierre del antiguo.
Caso C15
El caso C15 tuvo lugar en Barcelona en el año 2010, cuando tres personas secuestraron
al hijo de la propietaria de un negocio exigiendo un el pago de 4.000 euros para ponerle en
libertad, pero en realidad el secuestro consistía en una forma de presión para el pago de una
deuda previa consistente en un préstamo de 2.500 euros entre uno de los secuestradores y la
madre de la víctima de secuestro.
Se trata de una sentencia donde los tipos penales en juego son secuestro, obstrucción a
la justicia y extorsión, con diferencias sustanciales entre el escrito de acusación del fiscal y el
fallo del juez de enjuiciamiento, como se expondrá más adelante.
348
El único hecho probado resulta algo complejo ya que consta de diversas conductas
perpetradas materialmente por cuatro personas con funciones y roles diferentes, y que en el
caso de una de ellas no se pudo demostrar que conociera los hechos548 ya que únicamente
transportó a la víctima y a sus secuestradores549.
548
Aunque el Ministerio Fiscal sí incluyó al cuarto sujeto como acusado de un delito de secuestro, no fue
así condenado por el Juez, que argumentó que tal procesado “al cual el Ministerio Público atribuye la
comisión como autor o, subsidiariamente como cómplice, del mismo delito de secuestro del que son
acusados los otros tres procesados; es procedente dictar una sentencia absolutoria en favor del mismo;
por cuanto, durante el acto de la vista oral no se ha acreditado que dicho acusado estuviera concertado
con el resto de los acusados o tuviera conocimiento de sus acciones. Así, dicho procesado siempre ha
mantenido que únicamente realizó un servicio de transporte en su vehículo, actividad a la que se dedica
habitualmente dentro de la comunidad china y que en ningún momento se apercibió que el menor, al que
acompañaban los otros tres procesados, lo hiciera en contra de su voluntad y que, cuando fue informado
por una tercera persona, cuya existencia ha confirmado la madre del menor, llamó a ésta para informarle
de lo sucedido y para decirle que él no había tenido ninguna intervención delictiva (…) Así, el Ministerio
Fiscal basa su tesis acusatoria en la presunción que el procesado conocía al menor y a su madre, cuando
lo que él ha admitido es que efectivamente conocía a la madre, por ser de la misma zona de China, pero
siempre ha negado que conociera al niño. Tal circunstancia viene avalada por el hecho que el menor
consta, por sus propias declaraciones, que hacía poco tiempo que estaba en España y aún menos tiempo
en Barcelona, puesto que, antes de residir en esta localidad estuvo viviendo un tiempo en Madrid y, según
el propio menor, únicamente había visto en una ocasión al procesado cuando éste saludó a su madre en
un bar. Por tanto, la existencia de este contacto esporádico y único con el menor no puede implicar un
conocimiento del mismo que signifique que pudiera reconocerlo el día de los hechos”.
549
Para conocer una los concretos hechos, se exponen a continuación tal como dicta la citada sentencia
acerca de los tres principales autores: “de común acuerdo y actuando de forma concertada, se dirigieron
al locutorio donde inicialmente (dos de ellos) abordaron al menor (hijo de la mujer que) había concertado
un préstamo diciéndole al menor que tenía que llamar a su madre para decirle que le retendrían en su
poder si su madre no pagaba la cantidad que adeudaba”; (…)“poco después (el principal acusado) volvió
a llamar (…) diciéndole que si no le entregaba cuatro mil euros, se llevaría a su hijo. En esos momentos,
se unió a los otros dos acusados (…) decidiendo los tres procesados llevarse al niño del locutorio. Para
ello, le dijeron que le pegarían hasta matarle si no les hacía caso. Ante tales amenazas, el menor subió a
un vehículo de color gris, cuya presencia había sido solicitada por los tres acusados, conducido por (el
cuarto sujeto), el cual no consta que fuera conocedor de las intenciones de los otros acusados y que
habitualmente se dedica a realizar trabajos de transporte de personas para la comunidad china”. Cuando
llegaron a su destino “el menor fue custodiado por los dos individuos” (…) “siempre vigilado por el citado
(acusado). Al día siguiente, (el acusado) se llevó al menor a comer a un restaurante para posteriormente
regresar al piso, donde ya se encontraba (el principal acusado) el cual obligó al menor a hablar
telefónicamente con su madre para que le dijera que lo estaban maltratando y pegando”. (…) “Así los tres
juntos obligaron al menor a introducirse en un vehículo no identificado donde había concertado
previamente, mediante contactos telefónicos, con la madre del menor la entrega del mismo a cambio de
cuatro mil euros”. (…) “Durante este período de tiempo, los Mossos d'Esquadra, a raíz de la denuncia
formulada por la madre del menor retenido, prepararon el correspondiente dispositivo de vigilancia que
condujo a la liberación del menor”. (…) “Una vez producida la detención del citado (principal acusado),
“personas del entorno familiar y de amistad del mismo, realizaron diversas llamadas telefónicas a la madre
del menor retenido para instarle a que retirara la denuncia interpuesta, sin que conste acreditado que (el
transportista procesado) tuviera conocimiento o hubiera ordenado la realización de tales gestiones”.
349
A partir de las conductas recogidas como probadas, si bien queda claro que el delito de
secuestro en su modalidad agravada de víctima menor de edad, previsto en el artículo 165 del
Código Penal es el tipo aplicable para los tres acusados, no resulta tan evidente la concurrencia
de los delitos de obstrucción a la justicia y extorsión, pues a pesar de que el Ministerio Fiscal
acusa al autor principal de tales tipos penales resultó absuelto por el fallo del Juez.
Así, este último señala en sus fundamentos de derecho que no es aplicable el tipo penal
de extorsión, argumentando, en primer lugar, que no consta que el procesado haya realizado
ningún acto de violencia o intimidación contra la presunta víctima, puesto que, según el relato
del Fiscal, la actuación de la misma deriva de un temor subjetivo sobre la conducta del procesado
en situaciones anteriores ni determinadas, ni probadas. Añade en segundo lugar, que la
actuación del procesado, de nuevo según el Ministerio Público, se realiza para cobrar el importe
de un préstamo previamente concertado voluntariamente con la presunta víctima, es decir, que
su conducta no tiene por finalidad, como exige el citado artículo 243, “realizar u omitir un acto
o negocio jurídico”. El juez insiste en que dicho negocio jurídico, concretamente, “un préstamo
ya se había realizado, con anterioridad, sin ningún tipo de coacción o intimidación y lo que
pretendía el procesado era el cumplimiento de las condiciones pactadas”. Por tanto, al no
apreciar conducta violenta o intimidación alguna por parte del acusado ni la finalidad la
realización de ningún acto o negocio jurídico, dicta un pronunciamiento absolutorio en relación
con el descrito delito con respecto al acusado principal.
De todo ello se deduce la falta de pruebas que acrediten la perpetración de los hechos
y la dificultad de atribuir los delitos a cada procesado, especialmente cuando se actúa de forma
concertada mediante diversos integrantes.
Además, el Ministerio Fiscal solicitó una importante medida de protección a las víctimas,
relativas a la prohibición de comunicación y aproximación como pena accesoria, teniendo en
cuenta la acreditada conflictividad dentro de la compacta comunidad social china donde se
350
ubican los cuatro procesados y las dos víctimas; solicitud que fue rechazada argumentando550
los siguientes puntos: a) que no existe vinculación familiar ni laboral que implique una relación
continua entre la víctima y los acusados, b) que la víctima se encuentra en paradero
desconocido y c) la larga duración de las penas privativas de libertad, todo lo cual hace concluir
al Juez que no es previsible que exista una relación futura.
Como ha quedado patente en los quince casos de procesos extorsivos ocurridos dentro
de la comunidad china, en los que conviene recordar que tanto víctimas como autores son
compatriotas, los afectados generalmente tienen importantes vinculaciones relacionadas con
su proceso de asentamiento, ya sea por cuestiones de transporte para llegar a España, por sus
contactos con proveedores para la implantación de su negocio de bazar o restaurante, o por sus
enlaces para establecerse en determinadas zonas de residencia, lo que implica normalmente
que se conozcan entre ellos, o que al menos tengan conocimiento de su existencia e información
personal. Se trata, por tanto, de un claro aprovechamiento de determinadas agrupaciones
organizadas dentro de la comunidad, que se lucran a partir de las necesidades de financiación
de sus compatriotas (a través de préstamos ilícitos), de la apertura de nuevas tiendas
(solicitando pagos o exigiendo determinadas condiciones de contratación o incluso su cierre en
determinadas regiones), etc. Por esta razón, se debe tener en cuenta que el fenómeno extorsivo
reviste unas condiciones especiales: las víctimas expresan su miedo por las conductas de control,
de venganza y de exigencia de retirar las denuncias que se producen dentro de su misma
550
Siguiendo el Juez el razonamiento que se expone: “en relación a la petición del Ministerio Fiscal sobre
la imposición de penas accesorias a los acusados, relativas a prohibiciones de acercamiento y
comunicación con las víctimas, la Sala estima que no es necesaria la imposición de tales penas, teniendo
en cuenta, que no existe entre acusados y víctimas ningún tipo de relación de parentesco o laboral que
suponga una relación continuada entre ellos y, además, se ha constatado que actualmente las referidas
víctimas se hallan en paradero desconocido por lo que se ignora su lugar de residencia. Si a ello añadimos
la larga duración de la pena privativa de libertad impuesta, se llega a la conclusión que no es previsible
que en un futuro entre condenados y víctimas exista un ámbito de relación que haga necesario imponer
las penas accesorias reclamadas por la acusación pública”.
351
comunidad (sin que tenga que ser necesariamente el acusado el autor material de tales
conductas de presión).
En este escenario, se hace realmente difícil recabar información debido al intenso poder
de intimidación de los grupos criminales, como queda reflejado en la escasa descripción de los
hechos relativos a los casos de extorsión expuestos. Además, se hace especialmente relevante
proceder a la protección de las víctimas, que son más vulnerables y accesibles dentro de la
comunidad; comunidad que, para mayor complejidad, resulta especialmente desconocida para
policías y jueces, con todas las barreras lingüísticas y culturales ya descritas en el primer
apartado del presente capítulo.
352
BLOQUE IV: LUCHA Y PREVENCIÓN
354
CAPÍTULO 7. LA EXPERIENCIA ITALIANA EN LA LUCHA CONTRA
LOS PROCESOS EXTORSIVOS
El complejo fenómeno que tiene por objeto la presente tesis requiere un abordaje
criminológico-legal lo más completo posible. Una vez expuestos a nivel teórico los aspectos
criminológicos y legales más relevantes, contextualizada y propuesta la metodología del estudio
empírico, y conociendo ya los resultados hemos obtenido información relevante sobre los
procesos extorsivos en España tanto del sector de la hostelería como de la comunidad china.
Como ha quedado patente a lo largo de los capítulos anteriores, las limitaciones del
estudio son enormes. Entre ellas destacan la dificultad del acceso a datos, la elevada cifra oscura
(casos no denunciados), la impunidad de los autores debido a las dificultades en la persecución
y en la aplicación de la regulación específica tanto en materia de extorsión como en protección
de comunidades y sectores concretos. En este punto resulta pertinente ampliar los
conocimientos sobre el objeto de estudio para identificar las posibilidades de mejora en el
ámbito legal español. Con este propósito se ha desarrollado un análisis sobre la experiencia de
un país con una fuerte tradición en el crimen organizado: Italia.
El enorme e histórico arraigo de la mafia en el Sur del país durante siglos ha provocado
una larga lucha por parte de organismos policiales y judiciales, lo que les ha aportado una
dilatada experiencia en la actualidad en contraste con otros países como España. Ello ha
permitido que actualmente Italia tenga una regulación dirigida a reprimir las actividades ilegales
de la mafia, entre las que tradicionalmente se encuentra la extorsión en muy diferentes
formatos.
Para conocer de forma breve el contexto de las medidas específicas contra la extorsión
en Italia, resulta necesario conocer el marco criminológico y legal, que preceden al estudio de
tres tipos de medidas de gran efectividad en la lucha y prevención contra los procesos extorsivos
del crimen organizado: a) medidas legales como recurso específico contra las formas extorsivas
de la mafia, b) medidas de protección económica y física de las víctimas que han sido
extorsionadas, y c) medidas para implicar a la sociedad civil en el rechazo social de las
extorsiones cometidas y la prevención de procesos extorsivos potenciales.
355
1. Los procesos extorsivos en el ámbito de la delincuencia
organizada en Italia
Así, las mafias dieron respuesta a tal necesidad no sólo mediante la protección física de
sus clientes, sino a través de diferentes servicios como la eliminación de competencia o el cobro
de deudas con técnicas de intimidación y violencia. La tradicional extorsión de la mafia italiana
consiste en una práctica sistemática de pagos a través del denominado pizzo a una organización
criminal con control en un territorio (Gambetta, 1993). Este pizzo encaja en la tipología de
Monzini (1993) de extorsión por protección donde se entrega una suerte de impuestos a la mafia
para no sufrir daños, es decir, funciona como una garantía de seguridad frente a los peligros que
se deseaban evitar.
551
Gran parte de la información que se presenta se ha recogido cuidadosamente gracias al empeño y el
interés de investigadores, policías, fiscales y jueces italianos en el marco del Proyecto CEREU: Countering
Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado por la Comisión Europea.
356
Ocasionalmente, ese servicio de protección, como indica Gambetta (1993), es
simplemente un compromiso por parte de la organización criminal de no dañar a la empresa;
este compromiso se asume a cambio de que la víctima cumpla con sus obligaciones de pago. En
este escenario, cuando un empresario es extorsionado impera la ley del silencio u omertá, una
suerte de código de honor que prohíbe informar sobre los delitos que comete la mafia, y obliga
a no cooperar con las autoridades policiales, judiciales o políticas. Si bien parece una suerte de
compromiso mutuo, lo cierto es que el poder de la mafia puede tornarse en contra del
empresario en casos de impago: el aislamiento y la soledad son empleados por la organización
criminal como forma de tortura, prohibiendo a cualquier ciudadano dirigirse a él552.
De esta manera, se extendió por el Sur de Italia un nuevo orden establecido por las
organizaciones mafiosas que regulaban los mercados a través de procesos extorsivos que se
prolongaron en el tiempo. Desde entonces, numerosos estudios han dado cuenta del
importante impacto de la actividad del crimen organizado sobre la economía de las regiones
afectadas.
En esta línea, otros dos estudios ponen de manifiesto que tal impacto no se centra sólo
en las víctimas directas, sino que repercute de forma generalizada en la región.
552
Llegando a casos en los que una víctima de la extorsión que se resiste a pagar o que no puede aportar
más pagos, es eliminada de la población, de manera que nadie puede interactuar con esa persona, ni
siquiera puede consumir una bebida en una cafetería porque nadie le atiende, por orden de la mafia;
estos incidentes continúan dándose hoy en día (Cozzi, 2016).
553
También desarrolla un interesante desglose por regiones que le permite concluir que las zonas más
afectadas por la extorsión del crimen organizado son aquellas con presencia histórica de la mafia. Esta
interesante cuestión supera los objetivos del presente capítulo, pero resalta el valor añadido del análisis
geográfico y económico.
554
De nuevo, el estudio pormenorizado de los sectores afectados supera los intereses del apartado, pero
lo relevante del análisis se orienta hacia el enfoque económico en materia de sectores empresariales
afectados por la extorsión.
357
En su estudio, Barone y Narciso (2013) analizaron los daños económicos del crimen
organizado centrándose en el impacto que produce su actividad en una determinada región. Los
autores exponen las extorsiones son una fuente importante de financiación para la mafia, y que
también son capaces de absorber ayudas económicas provenientes de las instituciones públicas
italianas. Así, se lucran ilegalmente también del gasto público en materia de políticas orientadas
a favorecer el crecimiento económico de determinadas zonas geográficas empobrecidas por la
actividad de la mafia, a través de empresas ficticias que crean con la única intención de recibir
tales ayudas públicas. Estos fondos de promoción del crecimiento económico se convierten en
mecanismos de financiación del crimen organizado y facilitadores de la corrupción.
555
Especialmente en la ciudad de Nápoles.
556
Esto es especialmente relevante en el escenario español, tal como ocurre en el primer caso de
hostelería descrito en el quinto capítulo de la presente tesis (H1) y Giménez-Salinas (2013), explicando
ambos una habilidad especial por parte de la mafia italiana de infiltrarse sigilosamente en los negocios de
restauración de tipo pizzería dentro de nuestro territorio.
358
1.2. Los datos sobre las extorsiones mafiosas en Italia
Así, concretamente el ISTAT (Italian National Statistics Institute)558 aporta datos de gran
interés para el estudio de las extorsiones en Italia. Como muestra la siguiente tabla, las
instituciones judiciales italianas reciben entre 6.000 y 9.500 casos anualmente559.
Ilustración 11. Número anual de causas judiciales por delito de extorsión entre 2007 y 2016 en Italia.
12000
Causas judiciales de extorsión
9839 9568
10000
8222
8000 6646 6884
6545 6189 6099 6478
5992
en Italia
6000
4000
2000
0
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Año
Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Estadística de Italia
(ISTAT, 2017).
557
Expuestas en el segundo apartado: el marco legal italiano.
558
Podría considerarse algo parecido al español INE (Instituto Nacional de Estadística).
559
Cifras muy diferentes a las españolas, que rondaban los 90 casos anuales, tal como muestra el apartado
1.1. del capítulo tercero de la presente tesis.
359
Además, este centro de estadística ofrece los datos judiciales sobre extorsiones y aporta
información sobre las personas condenadas en Italia, que superan los 2000 sujetos
anualmente560, como muestra la siguiente tabla.
Tabla 19. Número de condenados por extorsión entre 2010 y 2012 en Italia.
En cualquier caso, es evidente que existe una mayor incidencia de procesos extorsivos
en Italia que en España561.
Si bien cabe pensar que estos procesos extorsivos a empresas en Italia están
perpetrados en su mayor parte por mafias italianas, lo cierto es que actualmente estas prácticas
están emergiendo en el seno de comunidades extranjeras asentadas en el territorio, como es el
caso de las comunidades chinas (Rusev et cols., 2016), expuesto a continuación.
560
En contraste con las menos de 250 personas detenidas de los datos policiales españoles señaladas en
el apartado 1.1. del capítulo tercero.
561
En comparación con las cifras españolas del primer apartado del tercer capítulo.
562
Recogido en el primer apartado del capítulo sexto de la presente tesis.
360
y, en segundo lugar, exponer el crimen organizado chino y sus formas de extorsión; ambas se
abordan brevemente a continuación.
563
De unos 29 años de media, muy parecida a la asentada en España.
564
Son las dos ciudades con mayores asentamientos, aunque también Florencia, Turín, Venecia y Nápoles
albergan grandes conjuntos de población china.
565
Es la tercera mayor población china de Europa, después de Londres y París, según los datos de Eurostat.
566
Este autor añade un interesante dato: dice que hay mayor cantidad de residentes chinos que los
recogidos legalmente, en total unos 30.000.
567
El 48% de su población es extranjera.
361
vinculado, entre otros fenómenos, a los procesos extorsivos. Ahora bien, para analizar los
procesos extorsivos dentro de la comunidad china en Italia, conviene conocer primero las
características principales de su forma de asentamiento. Brigadoi (2016) identifica tres etapas
en el modo en que se estableció la inmigración china en Italia568.
- En una segunda fase, hasta mediados de la década de los 2000, los empresarios
chinos ampliaron sus actividades económicas incluyendo servicios prestados dentro
de la comunidad de compatriotas y al abastecimiento de comercios y de vendedores
ambulantes. Esta etapa se caracteriza por tres problemáticas: a) se victimiza a
empresas con trabajadores ilegales que, por el miedo a represalias ante la denuncia,
deciden someterse a la organización criminal china; b) comienza a producirse el
fenómeno de las bandas juveniles chinas, que son grupos con bajo nivel de
organización que pretenden controlar determinadas zonas; y c) la Camorra y la Cosa
Nostra tratan de ampliar su ámbito de victimización mediante procesos extorsivos
contra empresas chinas; estas mafias italianas son de una gran eficacia en la
aplicación de sus mecanismos de intimidación a los dueños de negocios chinos.
568
Las etapas del asentamiento chino en España están descritas en el primer apartado del sexto capítulo
de la presente tesis.
362
1.3. b) La extorsión del crimen organizado chino en Italia
Lo cierto es que las extorsiones del crimen organizado chino se concentran en grandes
áreas urbanas ( Transcrime, 2009; Becucci, 2015); siendo el juego, la droga y el sexo los tres
elementos fundamentales sobre los que pivotan sus principales actividades en Italia. También
lo son, aunque en menor medida, el fraude en el reciclaje y las falsificaciones (Aricó, 2016).
569
Como ya se ha expuesto de forma pormenorizada en el apartado 1.3. del capítulo sexto de la presente
tesis, específicamente sobre el crimen organizado chino.
570
Los servicios de prostitución están dirigidos tanto a compatriotas (prostíbulos ilegales en pisos) como
a clientes italianos (en falsos salones de masajes).
571
D.I.A. procede de las siglas “Dirección de la Investigación Antimafia”, que es una institución judicial
encargada específicamente del crimen organizado, tal como se expone en el segundo apartado del
presente capítulo, en el marco legal de la experiencia italiana en la lucha contra los procesos extorsivos.
363
2. Marco legal
Conocidos algunos datos básicos sobre las extorsiones en Italia, resulta de interés
conocer también el marco legal aplicable, es decir, las respuestas penales ante incidentes
extorsivos de la mafia, las medidas policiales y judiciales implementadas en este ámbito, así
como otro tipo de respuestas dentro del marco legal572.
572
Este apartado no hubiera sido posible sin el amparo del proyecto de investigación CEREU: Countering
Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado por la Comisión Europea; gracias a la implicación de los
investigadores y colaboradores italianos se pudo desarrollar una importante tarea documental a través
de informes y seminarios especialmente orientados a esta materia y permitiendo a investigadores y
policías españoles conocer sus resultados.
573
También tuvo efectos a nivel supranacional, llegando el Parlamento Europeo a aprobar el 12 de
septiembre de 1991 la Resolución sobre el asesinato a manos de la Mafia del empresario Libero Grassi en
Palermo.
574
Lo que se traduce como la Asociación Nacional de la Industria Italiana.
575
Así lo exponen Sciandra y Iafano (2016) en el informe “Contrasto all’estorsione organizzata:
l’esperienza italiana”.
364
aprobada el 18 de febrero de 1992, por la que se transforma el decreto-ley 419/1991 sobre la
creación del Fondo de Solidaridad para las víctimas de extorsión.
Actualmente, el delito de extorsión está definido en el artículo 629 del Código Penal
italiano: “toda persona que, con violencia o amenaza, forzase a otra persona a hacer o
abstenerse de hacer algo que conlleve un enriquecimiento ilícito para el autor o para otra
persona y cause pérdidas a otras, será condenada a la pena de prisión de entre 5 y 10 años y
multa de 1.000 a 4.000 euros”.
Por tanto, los tres elementos esenciales del tipo penal son a) el empleo de la violencia o
la amenaza de esta, b) el beneficio ilícito para el autor, c) la pérdida económica para la víctima
(Sciandra y Iafano, 2016).
Se trata por tanto del incremento de la pena como medida penal de lucha contra el
crimen organizado, que contempla expresamente el delito sistemático de extorsión, o lo que
criminológicamente puede referirse como proceso extorsivo; esta especificidad implica la
comisión reiterada de incidentes extorsivos en el escenario de la delincuencia organizada.
365
2.2. Investigación y persecución desde las Fuerzas y los Cuerpos de
Seguridad
Es relevante conocer los recursos específicos con los que cuenta Italia en la lucha contra
los procesos extorsivos del crimen organizado, en los que la coordinación y la efectividad son
esenciales.
576
Así expresado por Sciandra y Iafano (2016, p.9)
366
Italia ha creado una figura específica para coordinar las actividades de lucha contra la
extorsión de la mafia a nivel nacional: el Comisario Especial para la coordinación de iniciativas
antiextorsión. Además, tiene una interesante tarea como miembro del Comité de solidaridad
con las víctimas de la extorsión y la usura, ente que se describe en el siguiente apartado. Se trata
de un especial esfuerzo en la represión de una actividad criminal que afecta gravemente no sólo
a las víctimas directas, sino también a las actividades económicas y a la seguridad nacional.
Cada cuerpo policial cuenta con grupos o unidades especializadas desde las que se
combate la extorsión como actividad del crimen organizado577:
Las tres unidades policiales específicas son: el Servicio de Control Territorial de la Policía
Nacional, el Grupo de Operaciones Especiales de los Carabinieri y el Servicio Central de
Investigación del Crimen Organizado de la Policía Financiera, que colaboran con la D.I.A. en
tareas de prevención contra organizaciones mafiosas.
577
Para conocer más en profundidad las funciones y estructuras que se señalan a continuación, se
recomienda la lectura de Sciandra y Iafano (2016).
367
Como se desprende de este apartado, Italia dedica esfuerzos policiales de forma
específica a la lucha contra el crimen organizado y a sus actividades destacadas como la
extorsión; labor que incluye coordinar a las entidades policiales tanto a nivel operativo, como
de investigación e inteligencia. Además, es reseñable la existencia de entes que conectan a las
fuerzas del orden con otro tipo de entidades relacionadas con las víctimas y con el sistema
judicial.
578
Se ha tomado en cuenta el propósito último del presente apartado, puesto que una revisión completa
de los procedimientos de instrucción y enjuiciamiento italiano superaba los objetivos del capítulo.
579
Así lo exponen Sciandra y Iafano (2016).
580
Posteriormente desarrollado por la Ley 8/1992.
581
Para una revisión más completa de la materia, se recomienda la lectura de Sciandra y Iafano (2016).
368
propósito de desarrollar banderas rojas (bandierine rosse o red flag582) para detectar
posibles infiltraciones del crimen organizado en dichas contrataciones. Se debe tener en
cuenta que la corrupción política y económica son elementos clave en la propagación de la
extorsión (Morada, 2016), por lo que este tipo de medidas son claramente efectivas en tanto
que persiguen el ánimo de lucro, parte esencial de los objetivos de la mafia.
- El Servicio de Cooperación Internacional de la D.N.A. es una unidad compuesta por fiscales
que actúan como punto central de contacto en la Red Judicial Europea (RJE)583. Por lo que
respecta a los delitos relacionados con la mafia, la DNA actúa como “punto central de
contacto” de la RJE en Italia.
Lo cierto es que uno de los factores más efectivos en la lucha contra el crimen
organizado es el uso de investigaciones económicas y financieras especializadas para el
desmantelamiento de organizaciones criminales (Sciandra y Iafano, 2016).
582
Se trata de indicadores de movimientos sospechosos o actividades de especial riesgo, que pueden
poner en marcha protocolos de investigación preventivos o de actuación reactiva ante determinadas
actuaciones empresariales o institucionales.
583
La Red Judicial Europea en materia penal (http://www.ejn-crimjust.europa.eu) es una red de puntos
de contacto nacionales para facilitar la cooperación judicial en materia penal. La RJE se creó a través de la
Acción Común 98/428 JAI, de 29 de junio, para dar cumplimiento a la recomendación del Plan de Acción
para Luchar contra la Delincuencia Organizada adoptado por el Consejo del 28 de abril de 1997.
369
3.1. Medidas legales específicas en la lucha contra la extorsión
Además, existen determinadas respuestas específicas que se aplican con el fin de paliar
el fuerte impacto que los procesos extorsivos de la mafia causan en Italia. Se trata de
herramientas legales ausentes en nuestra regulación para dar apoyo a las autoridades policiales
y judiciales, y pueden ser consideradas como buenas prácticas debido a su aplicabilidad y
eficacia588.
Existen determinadas medidas de protección para aquellos que colaboran con la Justicia
específicamente en materia de secuestros extorsivos, reguladas en la Ley 82/1991,
Transformación en Ley, con modificaciones, del Decreto Legislativo 8/1991, de 15 de enero, que
incluye nuevas medidas sobre secuestros extorsivos económicos y para la protección de aquellos
que colaboran con el sistema de justicia589. Son medidas de protección y de asistencia financiera
584
En España regulado mediante la Ley Orgánica 19/1994, de 23 de diciembre, de protección a testigos y
peritos en causas criminales
585
Regulada en España en el artículo 588 ter a de la LECrim, y en Italia dentro del artículos 266 a 271 del
Código de Enjuiciamiento Criminal.
586
En el caso español, recogido en el artículo 282 bis LECrim, y en el italiano en el artículo 9 de la Ley
146/2006, de Ratificación y aplicación del Convenio y Protocolos del Convenio de las Naciones Unidas
contra la Delincuencia Organizada Transnacional, adoptados por la Asamblea General el 15 de noviembre
de 2000 y el 31 de mayo de 2001.
587
Aplicables en esta materia son en España el artículo 127, 128 el Código Penal (el 374 sólo sobre tráfico
de drogas), en Italia el artículo 416 bis sobre decomiso, y 240 sobre confiscación del Código Penal Italiano.
Concretamente sobre el decomiso de bienes por delitos cometidos en el seno de una organización
criminal, se encuentra en el artículo 127 bis.r).
588
Aunque su encaje en el ordenamiento jurídico español sea debatible, o cuando menos, diferente al
italiano.
589
Modificada por la Ley 45/2001, por la que se modifican las reglas de protección y tratamiento de las
sanciones contra aquellos que colaboran con el sistema judicial, así como disposiciones relativas a los
testigos.
370
para personas que han delinquido en el seno de una organización criminal y sus familiares frente
a otros miembros del crimen organizado, aplicables de forma extraordinaria siempre que
decidan colaborar con las fuerzas y cuerpos de seguridad y con los fiscales aportando
información útil para las investigaciones. Su regulación contempla medidas de tres tipos:
personales, económicas y judiciales, que se articulan a través de un acuerdo con el Estado.
Los colaboradores de la justicia han demostrado ser el factor más efectivo e importante
de la lucha contra la mafia en Italia590 y la regulación específica sobre determinados procesos
extorsivos responde a la necesidad de mejorar la eficacia de la lucha policial y judicial.
Esta información en ningún caso puede ser considerada como prueba en un juicio, ahora
bien, puede ser utilizada para el comienzo de nuevas investigaciones591.
590
Sciandra y Iafano (2016) afirman de manera contundente esta idea.
591
Sin que se aplique la denominada en España doctrina fruto del árbol envenenado, que “supone el
establecimiento o determinación de un enlace jurídico entre una prueba y otra, de tal manera que,
declarada la nulidad de la primera, se produce en la segunda una conexión que impide que pueda ser
tenida en consideración por el Tribunal sentenciador a los efectos de enervar la presunción de inocencia
del acusado”, según las SSTS de 22 de abril de 2011, y de 30 de septiembre de 2011; ni sería de aplicación
el artículo 11.1 LOPJ: “en todo tipo de procedimiento se respetarán las reglas de la buena fe. No surtirán
efecto las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o libertades
fundamentales”; puesto que la normativa italiana permite recabar tal información de manera legal a
través de la interceptación de las comunicaciones.
Ahora bien, en España existe una excepción: el artículo 579.3 LECrim, que permite en caso de urgencia y
en supuestos de delitos relacionados con la actuación de bandas armadas o elementos terroristas; tal
intervención deberá ser ordenada por el Ministerio del Interior o en su defecto, el Secretario de Estado
de Seguridad.
371
3.1. c) El agente encubierto
592
En España no se permite la incautación de bienes previos a la condena por casos de extorsión ni crimen
organizado. Ahora bien, existen supuestos donde es aplicable: los supuestos de decomiso recogidos en el
artículo 127 del Código Penal, que no guardna relación con la lucha contra el crimen organizado, pues
establece como criterios: “cuando la situación patrimonial ilícita quede acreditada en un proceso
contradictorio y se trate de alguno de los siguientes supuestos: a) Que el sujeto haya fallecido o sufra una
372
3.1. e) Reutilización social de los activos confiscados
Se trata de una medida no sólo económica, sino con un gran peso simbólico, que hace
partícipe a la sociedad de la efectividad de las investigaciones policiales y judiciales.
enfermedad crónica que impida su enjuiciamiento y exista el riesgo de que puedan prescribir los hechos,
b) Se encuentre en rebeldía y ello impida que los hechos puedan ser enjuiciados dentro de un plazo
razonable, o c) No se le imponga pena por estar exento de responsabilidad criminal o por haberse ésta
extinguido”. También se permite en determinados supuestos de contrabando, bajo los mismos criterios
del artículo 127, en el quinto apartado del artículo 5 de la Ley Orgánica 12/1995, de 12 de diciembre, de
la represión del contrabando, tras la modificación sufrida, gracias a su modificación a través de la LO
6/2011, de 30 de junio.
593
A diferencia de otros países europeos, España sólo prevé la reutilización social de activos en caso de
procedimientos penales en materia de drogas: tráfico de drogas y blanqueo de capitales por tal actividad,
a través de la Ley 17/2003, de 29 de mayo, por la que se regula el Fondo de bienes decomisados por
tráfico ilícito de drogas y otros delitos relacionados.
594
Tal como se ha explicado, aunque de forma breve, en el primer apartado del presente capítulo.
373
3.2. a) El Fondo de solidaridad con las víctimas del crimen organizado, la
extorsión y la usura
- El Comité de solidaridad con las víctimas de delitos de la mafia está compuesto por
seis miembros. Cinco miembros representan a cada uno de los siguientes
Departamentos Ministeriales: Ministerio del Interior, el Ministerio de Justicia, el
Ministerio de Desarrollo Económico, el Ministerio de Economía y Finanzas, el
Ministerio de Trabajo, Salud y Políticas Sociales. También tiene un representante de
la Consap (Concessionaria Servizi Assicurativi Pubblici, es una entidad que presta
servicios y actividades de interés público, entre las que se encuentran los seguros
públicos).
- El Comité de solidaridad con las víctimas de la extorsión y la usura se compone de
nueve miembros: un representante del Ministerio de Desarrollo Económico, uno del
Ministerio de Economía y Finanzas, uno de la Consap, tres miembros de asociaciones
antiextorsión y antiusura, y tres miembros del Consejo Nacional de Economía y
Trabajo.
El Comisario especial que preside estos Comités decide la cuantía de las ayudas
económicas, las pérdidas económicas directas sufridas por las víctimas, el lucro cesante y las
lesiones sufridas por la víctima o su familia y las ayudas pueden consistir en una compensación
económica o un préstamo. Ahora bien, tal asignación sigue un procedimiento estipulado: se
requiere a las víctimas, como primer paso, una denuncia formal a las autoridades, tras lo cual se
les puede conceder el acceso al Fondo de Solidaridad cumplimentando un formulario específico.
374
3.2. b) Medidas de protección física para las víctimas de la extorsión en el
ámbito de la delincuencia organizada
En este punto rige la Ley 45/2001, por la que se modifican las reglas de protección y
tratamiento de las sanciones contra aquellos que colaboran con el sistema judicial, así como
disposiciones relativas a los testigos que regulan las medidas de protección a los testigos de la
justicia que han sido víctimas de determinados procesos extorsivos en el ámbito del crimen
organizado. Tal ley establece que debe considerarse un peligro inminente para el testigo frente
a la mafia provocado por el testimonio que presta, y dicho testimonio deberá ser fiable y crucial
para una investigación o procedimiento penal.
Las víctimas que prestan declaración normalmente lo hacen porque se han resistido a
pagar la demanda extorsiva que les demanda la mafia, o porque han decidido dejar de hacerlo.
Además de servicios de protección y dispositivos técnicos de seguridad, se pueden aplicar
medidas más de mayor intensidad mediante un programa especial de protección, que incluya el
traslado de la persona protegida y su familia a un lugar seguro, la prestación de asistencia
personal y económica, el cambio de identidad e incluso el apoyo necesario para comenzar una
nueva vida. A cambio, las personas protegidas deben aceptar unas determinadas reglas, como
cumplir con las normas de seguridad establecidas y continuar cooperando con el sistema de
justicia de la forma que se considere oportuna. En caso de no cumplir las reglas establecidas,
este programa de medidas puede ser revocado (Sciandra y Iafano, 2016).
El caso que se ha utilizado para el estudio de este tipo de medidas es Prato, que como
ya se ha comentado previamente, cuenta con uno de los mayores asentamientos de población
china del país. Pues bien, las autoridades locales decidieron instaurar cuatro medidas para
proteger a los empresarios chinos, tal como explica Nannucci (2015), miembro del cuerpo
policial que las instauró:
375
localidad en concreto, así como para aportar datos sobre acontecimientos locales. De esta
manera se incrementa el conocimiento de las leyes y las costumbres italianas y se comienza un
acercamiento institucional a la sociedad.
Cabe añadir que, a veces, el rechazo a la extorsión puede incluso suponer la muerte
social para la víctima. Como indica Marannano (2016), la Cosa Nostra asesinó a Libero Gracia
595
El equivalente chino al Whatsapp, una mensajería instantánea de uso frecuente entre la población.
376
cuando éste se resistió, y afirma que le mataron porque socialmente le dejaron solo. Es entonces
cuando surge el planteamiento de la eficacia mediante el fenómeno de la resistencia en grupo.
Ahora bien, aunque las víctimas se junten y resistan, deben asumir un doble riesgo ante la
denuncia: ser asesinados por la mafia y ser aislados o ignorados por la sociedad (Grasso, 2016).
Nace así la idea de que la implicación de la sociedad civil es claramente relevante.
Tal como afirma Cozzi (2016), para combatir la creciente usura y los progresivos
procesos extorsivos se requiere un planteamiento sinérgico policial, judicial, social, cultural y
político. Explica que la agresión contra un empresario es una agresión contra el entramado
socioeconómico, y que en ese territorio está en juego la libertad, así como la legalidad en las
actividades económicas y la democracia, que suponen un objeto de protección de las
Administraciones públicas. Esto justifica la responsabilidad del estado en la lucha contra el
fenómeno; pero lo cierto es que la sociedad civil también está haciendo grandes aportaciones
en esta importante batalla.
Para conocer el papel de las citadas asociaciones en la lucha contra los procesos
extorsivos del crimen organizado, conviene recordar las principales funciones de algunas de
ellas, tal como exponen Sciandra y Iafano (2016):
596
Siglas de la Federazione delle Associazioni Antiracket e Antiusura italiane.
377
que no se someten a la mafia, apoyar a las víctimas en los procedimientos penales, y dar
asistencia financiera a través de centros específicos, además de emprender acciones civiles
contra la mafia en procedimientos penales de extorsión.
Libera es una red que también se dedica a la agrupación de asociaciones, y está muy
orientada hacia la promoción de la cultura de la legalidad en los ámbitos legales y culturales.
Uno de los principales compromisos de Libera es la reutilización social de activos de la mafia
para “la educación en la legitimidad democrática, la lucha contra la corrupción, los
campamentos de educación antimafia y las actividades antimafia”.
Por último, Civitas Virtus es una asociación que da formación en comercios y escuelas,
en pro de las víctimas de la extorsión. Su principal objetivo es que las víctimas denuncien o al
menos acusen a la mafia en la asociación (Morada, 2016).
378
3.3. b) La sociedad china frente a la extorsión
597
Así lo señala la literatura científica, y específicamente con la comunidad china (Chin et al., 1992;
Perrone, 2000; Tilley y Hopkins, 2004; Wagstaff et cols., 2006).
598
Como ya se ha especificado previamente, es el equivalente chino al Whatsapp, una mensajería
instantánea de uso frecuente entre la población.
379
3.3. c) Principales necesidades planteadas
Entre ellas destacan la lentitud en la aplicación de las leyes para recibir ayuda
económica, las pocas víctimas que denuncian y las que lo hacen es porque constituye el último
recurso que literalmente les queda; en este sentido, es fundamental tender puentes entre la
víctima y las instituciones (Cozzi, 2016). Además, no hay que olvidar que cuando la víctima es un
empresario, pierde su única fuente de ingresos, por lo que la resistencia a la extorsión puede
tener un fuerte y rápido impacto en su modo de subsistencia.
380
hacen merecedor de una respuesta contundente y efectiva por parte del Estado. Esto se traduce
en la necesidad de medidas específicas a nivel legislativo, policial y social que aporten a las
víctimas diferentes formas de protección y que, a su vez, supongan un recurso útil ante la
resistencia, adaptado a sus necesidades personales y empresariales.
De no ser así, los delitos que conforman las diferentes formas de actuar de las
organizaciones criminales permanecerán ocultos o se identificarán como incidentes aislados, y
al no obtener la respuesta represiva adecuada y el rechazo social oportuno, se podrán perpetuar
las actividades predatorias del crimen organizado contra empresas. Y, como se ha expuesto
anteriormente, tales actividades mantenidas en el tiempo tendrán un gran impacto en los
diferentes ámbitos de la sociedad, especialmente la seguridad, la economía y la democracia.
381
CAPÍTULO 8. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES: PROPUESTAS DE
MEJORA EN LA LUCHA CONTRA LOS PROCESOS EXTORSIVOS
Este capítulo final tiene como objetivo recopilar los aspectos esenciales del estudio que aborda
los procesos extorsivos a las empresas en el ámbito de la delincuencia organizada desde un
enfoque de evaluación de vulnerabilidades.
Una vez conocidas las conductas, se analiza la respuesta que da nuestro sistema penal,
lo que exige conocer los principales tipos penales en juego. Con este propósito, se identificarán
aquellos tipos que tienen mayor relevancia en cuanto a su aplicación a las diferentes formas de
actuación de las organizaciones criminales implicadas. Del mismo modo, se describirán las
dificultades más importantes que se han encontrado para llevar a cabo la investigación de estos
delitos. Para el estudio de este último punto, la aportación realizada por policías, fiscales y
jueces, tanto españoles como italianos, ha sido esencial.
En segundo lugar, se presentan las conclusiones globales del estudio, entre las que
destacan las lecciones aprendidas del análisis realizado, y, las medidas de protección adoptadas
frente a la extorsión en los sectores y las comunidades afectadas, incluidos los aspectos legales,
económicos y sociales vinculados a los aspectos mencionados. Al final de este apartado, se
reseñan determinados retos de futuro en materia de procesos extorsivos en el ámbito de la
criminalidad organizada, que apuntan al desarrollo de posibles estudios a partir del presente
análisis expuesto.
En tercer y último lugar, se expone una síntesis final que contiene los puntos clave del
presente trabajo, resultado de un proyecto de investigación Europeo y de una posterior
aplicación al ámbito del derecho público, que implica utilizar el Derecho penal como un
instrumento eficaz en la lucha contra determinadas situaciones que afectan a ciertos derechos
de los ciudadanos, que identifique sus problemas y ayude a poner a su disposición las
383
herramientas legales, policiales y judiciales con las que cuenta nuestro sistema para dar una
respuesta efectiva a las prácticas extorsivas a las empresas.
1. Discusión de resultados
El estudio que se presenta examina diversos aspectos de los procesos extorsivos que se
producen en España, en el ámbito de la delincuencia organizada, tanto en el sector de la
hostelería como las extorsiones perpetradas en la comunidad china. La investigación constituye
la parte española de un proyecto de investigación europeo denominado CEREU, Countering
Extortion and Racketeering in EU, junto con el instituto Transcrime de Italia y el Center for the
Study of Democracy de Bulgaria.
La discusión que plantea el presente capítulo sobre los resultados del análisis se
desarrolla siguiendo la línea del resto del estudio, basado en el contexto general y las
características específicas y los patrones de comportamiento tanto de los autores como de las
víctimas, prestando especial interés a las vulnerabilidades que presentan el sector y la
comunidad aquí analizados, y las medidas de protección más efectivas de represión y prevención
adoptadas, tanto las referidas a la proliferación como las concernientes a la persistencia de los
propios procesos extorsivos.
599
Como vienen defendiendo Best (1982) y Konrad y Skaperdas (1998).
384
Se trata de prácticas muy lucrativas (Paoli, 2003; Dugato et cols., 2013) que suelen estar
concentradas normalmente en negocios especialmente vinculados a los sectores económicos
más expuestos600 y en las comunidades étnicas más vulnerables601.
Descrito el escenario en el que se desarrolla el análisis que nos ocupa, se van a exponer
los factores de vulnerabilidad que presentan las empresas que componen constituyen la
muestra del presente estudio, y sobre los que posteriormente se abordarán las propuestas de
mejora en la lucha contra los procesos extorsivos del crimen organizado.
Las vulnerabilidades que presentan las empresas ante la extorsión del crimen
organizado responden a determinadas características específicas de los grupos de negocios a los
que atacan, si bien existen ciertas características empresariales y del entorno que comparten las
dos muestras analizadas, tanto las pertenecientes al sector hostelero como las que se refieren
a la comunidad china.
600
Así lo exponen Savona y Berlusconi (2015), Caneppele et al. (2013) y Albanese (2008).
601
Tal como explican Tilley y Hopkins (2008), Albanese (2011) y Lisciandra (2013).
602
Expuesto en el apartado 2.1. del cuarto capítulo de la presente tesis.
385
✓ El entorno donde se ubican es muy dado a las prácticas de economía sumergida,
como la evasión fiscal, el empleo de mano de obra no declarada, etc.
✓ Predomina el dinero en efectivo como forma de pago.
✓ Los negocios tienen un fuerte arraigo territorial: no puede trasladarse
fácilmente a otros lugares.
A todo ello se suman las prácticas que conlleva operar mediante la economía sumergida,
que limitan en gran medida las alternativas al pago de lo exigido por la extorsión para tratar de
evitar la denuncia que revelaría sus propias infracciones a las autoridades. El dinero efectivo
como principal forma de pago facilita enormemente la posibilidad de generar gastos no
declarados y de pagar de forma inmediata a los extorsionadores. Por último, el arraigo local
dificulta la posibilidad de evitar o rechazar las extorsiones al no poder reubicar fácilmente sus
actividades empresariales.
Pues bien, el análisis del entorno elaborado en el estudio que se presenta ha permitido
extraer diferentes aspectos del contexto en el que se implementan las prácticas extorsivas
386
objeto de la muestra. A continuación, se describen los factores de vulnerabilidad que presentan
los grupos de empresas victimizados.
Los procesos extorsivos resultan más efectivos en regiones donde hay una mayor
presencia de organizaciones criminales, pues los empresarios asumen de antemano el riesgo
que supone iniciar un negocio en dicho entorno.
603
Aunque como se ha expuesto a lo largo del trabajo, las mayores dificultades contra la impunidad del
crimen organizado, en términos generales, no son tanto las limitaciones legislativas, sino las probatorias
y de aplicación de la ley.
387
Por último, la ausencia de protección privada, servicio que las pequeñas y medianas
empresas raramente pueden permitirse, facilita la actuación intimidatoria que genera temor y
una enorme sensación de desprotección de forma inmediata.
Ahora bien, concretamente los casos de la muestra que hacen referencia a empresas del
sector hostelero y aquellos que se ubican dentro la comunidad china presentan características
propias, lo que implica que cuentan con sus vulnerabilidades específicas. Estas características se
presentan a continuación.
El fuerte crecimiento del crimen organizado que se ha producido en nuestro país en los
últimos años, especialmente en la costa y en las grandes ciudades, frente a la falta de
especialización policial y judicial debido a que tradicionalmente no constituía una de las grandes
amenazas, o al menos así se consideraba (Giménez-Salinas, 2013) son las razones que explican
la proliferación de los procesos extorsivos que atacan a las pequeñas y medianas empresas
dentro de nuestras fronteras.
604
Expuesto en el apartado 2.1. del cuarto capítulo de la presente tesis.
388
Las organizaciones criminales
Las organizaciones criminales, tanto locales como extranjeras, suelen dedicarse como
actividad principal a la extorsión, o al menos destinar a este objetivo una rama específica de la
organización. También es frecuente que se especialicen en el cobro de deudas o en la utilización
de empresas legales del sector infiltradas por el crimen organizado. En determinadas ocasiones
también están vinculadas a otras actividades ilícitas como el tráfico de drogas, el blanqueo de
capitales, la usura y la corrupción.
El modus operandi
389
Ilustración 12. Esquema resumen del modus operandi en los procesos extorsivos al sector hostelero
Demanda
Intimidación Ante rechazo
Negociación Pagos
Amenazas Daños
(modelo italiano) Cierre
Acoso Incendios
Contratos laborales
Las víctimas de los procesos extorsivos suelen ser dueños de locales de hostelería, en
muchos casos de una pequeña empresa familiar que constituye su única fuente de ingresos.
La reacción más frecuente de las víctimas ante las exigencias extorsivas es la aceptación
inmediata de las demandas, especialmente si se refuerza el mensaje intimidatorio a través de la
presencia de cargos públicos.
Las víctimas se deciden a poner denuncias únicamente ante dos supuestos: a) el temor
a que el grupo cumpla sus amenazas de atentar contra la integridad física de la propia víctima o
de sus familias, y b) cuando la víctima no puede afrontar las exigencias extorsivas por tratarse
de cantidades económicas inasumibles que incluso puede suponer el quedarse sin su único
modo de vida.
Se trata de empresas cuyos negocios son restaurantes, pubs y bares que se concentran
en zonas donde existen otros negocios de hostelería y turismo y que están ubicadas tanto en
zonas costeras como en las grandes ciudades.
390
a) Las víctimas de las zonas turísticas se encuentran localizadas en regiones costeras y
grandes ciudades donde existe una gran concentración de empresas hosteleras, lo que significa
una oportunidad de financiación importante para las organizaciones criminales. En esta zona,
los tipos de extorsión más frecuentes identificados fueron la extorsión monopolística y la
extorsión-protección.
Del análisis realizado de los casos de la muestra, se han extraído factores específicos de
vulnerabilidad que se pueden clasificar en dos categorías, en función de atendiendo a la
nacionalidad de los autores y las víctimas:
391
✓ La situación extranjera, sea regular o irregular, da las víctimas, que las
organizaciones criminales aprovechan para exigir pagos a cambio de permitir su
estancia en nuestro país.
b) Cuando los autores y las víctimas tienen distinta nacionalidad, las organizaciones
delictivas están dispuestas a iniciar procesos extorsivos si se dan ciertas características en la
región:
✓ Concentración alta de negocios del mismo sector en una zona determinada, que
además no pertenezcan a ninguna asociación de comerciantes ni de
empresarios. Ello permite a las organizaciones criminales explotar dicha zona en
términos extorsivos sin la intervención de un ente que ponga en contacto a las
víctimas entre sí para apoyar la resistencia de estas al rechazo de la extorsión.
392
de la justicia son cómplices de la extorsión, que son precisamente las instancias
que deben proteger a la ciudadanía de estas prácticas.
Las raíces explicativas de los procesos extorsivos que se producen en la comunidad china
asentada en España están relacionadas, en gran medida, con los intensos procesos de
crecimiento empresarial, comercial y migratorio de China respecto a Europa; así se han
conformado nuevos nichos de mercado en España como la venta de ropa y de productos de
bazar, más allá del sector tradicional de restauración (Rusev et cols., 2016).
Además, el fuerte arraigo que esta comunidad tiene con la familia y el carácter
emprendedor de su cultura aportan a los negocios asiáticos asentados en nuestro territorio unas
características muy definidas605, que las organizaciones criminales saben aprovechar explotando
los negocios de sus compatriotas.
Desde este punto de partida, se exponen las principales características de los procesos
extorsivos identificados en la muestra siguiendo el enfoque orientado a la evaluación de las
vulnerabilidades606 (Europol, 2013; FATF, 2013).
Dado que la extorsión es una de las actividades más habituales de las organizaciones
criminales chinas (Barras, 2014; De la Corte y Giménez-Salinas, 2010 y Chin et al., 1992), y que
la comunidad china es una de las más numerosas dentro de nuestras fronteras (INE, 2017), una
605
Tal como se expone más profundamente en el primer apartado del sexto capítulo de la presente tesis.
606
Expuesto en el apartado 2.1. del cuarto capítulo de la presente tesis.
393
parte del estudio analiza el fenómeno extorsivo que afecta a las empresas chinas radicadas en
España.
Por una parte, existen organizaciones criminales de gran tamaño, con un perfil
aparentemente similar al de cualquier organización tradicional en cuanto a su estructura
jerárquica y su clara división de tareas. Estos grupos suelen tener una rama dedicada a la
extorsión y recaudación de deudas, cuyos miembros se ocupan de intimidar a las víctimas y
emplear la violencia para exigir los pagos extorsivos. Aunque no constituyen la mayoría de los
casos de la muestra, tanto su control territorial como el poder de intimidación que tienen los
convierten en grupos de gran efectividad.
Por otra parte, también se han detectado pequeños grupos cuyos integrantes tienen un
perfil más joven e independiente (de segunda o tercera generación, nacidos ya en Europa), que
en determinadas ocasiones están apoyados por las organizaciones criminales de dimensiones
importantes, lo que les aporta un fuerte poder intimidatorio.
394
En definitiva, se trata de delincuencia económica607, pues se basa en la importación de
bienes, en ocasiones parte de ellos no declarados. Una vez obtienen los productos, imponen
determinados proveedores a los comercios que permitan a la organización controlar zonas y
negocios a través del abastecimiento y estableciendo el dominio de la competencia territorial y
de la protección de los negocios que les interés extorsionar, lo cual permite al grupo continuar
con el desarrollo de sus actividades ilegales en este ámbito y generar un importante lucro.
Ilustración 13. Esquema resumen de los procesos extorsivos en la comunidad china con base en la
importación
Negocios y zonas
Importación de bienes Proveedores de
controlados por la
comercios
organización criminal
607
Según la entrevista a un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado chino.
608
Atendiendo a las entrevistas mantenidas con dos miembros de la Guardia Civil expertos en crimen
organizado chino.
395
Modus operandi
Ilustración 14. Esquema resumen del modus operandi de los procesos extorsivos en la comunidad china
Demanda
Intimidación Ante rechazo:
Pagos
Amenazas de Daños
Cierre
muerte Negociación
Obligación en Lesiones
Acoso
suministros Incendios
Amenaza con mafia
Contratos laborales
396
Las empresas victimizadas
El alto nivel de interdependencia que existe entre los residentes chinos les hace más
vulnerables frente a la extorsión y las prácticas intimidatorias (Becucci, 2016). Esto es, el grado
de concentración y cohesión de los integrantes de los grupos de asentamiento lleva aparejado
importantes mecanismos de interrelación entre compatriotas, y especialmente un fuerte nivel
de dependencia hacia las organizaciones criminales. Así, los préstamos609 que los residentes
chinos reciben de estas organizaciones una vez llegan a nuestro territorio para emprender
negocios familiares, para cubrir el suministro de bienes y servicios, para atender los gastos del
día a día, etc., les sitúa en una posición de mayor vulnerabilidad ante posibles situaciones de
impago, que es cuando comienzan los procesos extorsivos a través del incremento abusivo de
los intereses.
609
Atendiendo a las entrevistas mantenidas con dos miembros de la Guardia Civil expertos en crimen
organizado chino y un académico experto en cultura china.
397
1.3. b) Factores de vulnerabilidad en la comunidad china
En primer lugar, se deben reseñar las características610 de la comunidad china que les
hace vulnerables a los procesos extorsivos:
- Naturaleza hermética
- Ayuda entre la comunidad y relaciones informales
- Cultura basada en la supremacía del bien común
- Préstamos económicos entre la comunidad
- Comunidad emprendedora a través del negocio familiar
- Vinculación con su país de origen
- Proceso migratorio clandestino
- Amenaza e importancia del crimen organizado chino
- Importancia del juego en la cultura
La mafia china proporciona una gran variedad de servicios ilícitos como son los
préstamos ilegales, el transporte de la inmigración ilegal, el suministro de diversos bienes y
mercancías a través de sus propios proveedores, así como la oferta de locales de juego y de
prostitución. Al mismo tiempo sabe mantener una importante reputación intimidatoria que les
permite, con una sola amenaza de aviso a una organización criminal o la autodenominación de
ser miembro de la mafia, provocar un intenso temor en las víctimas.
610
Más detalle sobre estos contenidos se puede encontrar en el 3.1.b) del tercer capítulo de la presente
tesis, donde se hace una revisión de la literatura científica específicamente de la materia.
611
Este extremo está corroborado por el académico experto en cultura china entrevistado.
398
Además, en muchos casos las organizaciones criminales ostentan el monopolio del
suministro de determinados productos que son los de mayor de venta en los bazares, lo que
agrava la vulnerabilidad de dichos negocios.
De esta manera, los factores más relevantes de vulnerabilidad que se han identificado
en los negocios de la comunidad china, para su potencial victimización son:
En esta misma línea, la economía sumergida y las prácticas irregulares por parte
de determinados negocios chinos (como no declarar todos los ingresos o no dar
de alta a todos sus empleados) limitan las posibilidades de obtener apoyo de las
instituciones porque no quieren poner en evidencia sus propias irregularidades.
Ante esta situación, aceptar las exigencias extorsivas les permite continuar
incumpliendo determinadas normativas.
399
Como se ha puesto de manifiesto en la exposición de los casos, la apertura de
un primer o segundo local constituye una situación de riesgo ante las
extorsiones monopolísticas, que obligan a cerrar o a contratar proveedores
según el lugar donde esté ubicado el negocio.
✓ Las empresas que tienen éxito y en las que se aprecia una gran capacidad
económica
Ahora bien, en este escenario resulta de interés exponer la respuesta del sistema penal
ante los casos encontrados, tal como se presenta a continuación.
400
1.4. La respuesta desde el sistema penal a los procesos extorsivos
analizados
El estudio conjunto de los tipos penales aplicables a los procesos extorsivos permite
categorizar los delitos en cuatro grupos distintos, que se describen seguidamente.
a) Delitos principales
Están constituidos por los delitos aplicados de extorsión, robo con violencia e
intimidación, amenazas y coacciones. Se trata de tipos penales que conforman de manera
esencial los procesos extorsivos y, por tanto, al menos uno de ellos se aplica en la mayoría de
los casos.
La extorsión es el delito por excelencia del presente estudio, puesto que incluye en sus
diferentes elementos los principales componentes del proceso extorsivo, aunque con alunas
dificultades: a) el comportamiento consistente en exigir a una persona que realice u omita un
negocio jurídico va a estar invariablemente presente, en forma de pagos, contratación de
proveedores o empleados, cierre de locales, etc., b) la violencia o la intimidación como medio
para imponer condiciones, si bien está presente, en ocasiones resulta muy difícil de probar,
especialmente cuando reviste la forma de intimidación ambiental612, c) el perjuicio causado en
el patrimonio del obligado o en el de un tercero, si bien el acto o negocio jurídico es siempre en
contra de la voluntad del empresario, el perjuicio no siempre va a aparecer de manera evidente,
como puede ocurrir, por ejemplo, en organizaciones criminales chinas que tienen el monopolio
del suministro de ciertos productos destinados a la venta en bazares o, en el caso de la mafia
italiana que tienen capacidad para abastecer de bebidas alcohólicas a las Islas Baleares a precios
de mercado, que pueden incluso mejorar los ingresos de la víctima, donde lo que se ve alterada
es la libertad de decisión, más que la situación económica, d) en cuanto al ánimo de lucro,
612
Comentada tras el apartado 1.3 del segundo capítulo de la presente tesis.
401
constituye el elemento que se identifica con el fin último de las organizaciones criminales, por
lo que es especialmente relevante. Ahora bien, nos encontramos con que, a pesar de ser un tipo
penal muy concreto, no siempre podemos identificar en los procesos extorsivos todos los
elementos que lo constituyen, para ello debemos acudir a otros delitos que contengan violencia
o intimidación como elementos centrales.
Estos dos delitos requieren elementos que en ocasiones presentan serias dificultades
probatorias. Se trata de casos donde las principales evidencias se basan en los testimonios de
las víctimas, que en muchas ocasiones se niegan a testificar en el juicio oral613, no sólo para evitar
posibles amenazas o coacciones, sino porque éstas ya se han producido y han inducido a la
víctima a no seguir con el proceso.
Sin embargo, sí suelen ser aplicables con mayor facilitad las amenazas condicionales y
las coacciones. Estos tipos han actuado de forma residual, dada su estructura subsidiaria614, tal
como se ha puesto de manifiesto en la exposición correspondiente a los casos de procesos
extorsivos, al estar presentes siempre en los delitos que contengan los elementos de violencia
o intimidación.
613
Se trata de supuestos muy frecuentes en los casos de extorsión perpetrados a través de mecanismos
de intimidación del crimen organizado, sustentadas por acciones verbales, donde la ausencia de
evidencias físicas hace recaer el peso de la prueba en el testimonio de la propia víctima o de un testigo,
tal como se explica en el apartado 1.2 del capítulo tercero del presente trabajo.
614
Aspecto explicado a nivel teórico en el punto 1.3. del capítulo segundo de la tesis que se presenta.
402
De esta forma, cuando se producen las exigencias de pago o de contratación como
condición para la no realización del mal constitutivo de delito, que generalmente consiste en
causar la muerte al empresario o a su familia, sería aplicable el delito de amenazas condicionales
en el caso de que no se pueda probar que la condición es un acto o negocio jurídico.
Además, para reforzar o acelerar el propósito del primer mensaje, el grupo criminal
emplea la violencia, para obligar o impedir a la víctima la realización de determinadas conductas,
con lo que sería aplicable un delito de coacciones, aunque estemos ante un proceso extorsivo
con más elementos, nuevamente por la dificultad probatoria que tienen esos otros elementos.
Existen otros delitos que forman parte de los modus operandi típicos de las
organizaciones criminales cuyo cometido es extorsionar, que se pueden definir como
secundarios o como accesorios615.
Por otro lado, las lesiones derivadas de los actos violentos en la fase de intimidación
permiten reforzar el mensaje extorsivo de manera más creíble porque causan un menoscabo de
615
Más ampliamente descritos en el apartado 1.4 del segundo capítulo de la presente tesis.
403
la integridad física de la víctima. La máxima expresión detectada de esta violencia culmina en el
delito de homicidio, que se ha identificado en un solo caso.
Los daños, al igual que las lesiones, son la expresión de la violencia para consolidar el
mensaje extorsivo, pero se perpetra contra la propiedad del empresario. Normalmente consiste
en el destrozo de elementos valiosos del negocio como son los ordenadores o los aparatos de
aire acondicionado, en los casos de la muestra.
Por un lado, el incendio, mediante la acción de prender fuego al local de la víctima. Con
frecuencia, se desencadena un incendio descontrolado, que puede implicar peligro para la
integridad de la víctima, sus familiares y en ocasiones los vecinos colindantes. No se trata de un
intento de dañar a las víctimas puesto que se perpetra cuando estas no se encuentran dentro
del negocio; la intención es causar un temor suficiente para doblegar su voluntad y que acepten
las exigencias extorsivas.
Por otro lado, la denuncia falsa y simulación de delito son herramientas muy efectivas,
especialmente para extranjeros en situación irregular que son amenazados con denunciar su
situación, y en ocasiones son efectivamente denunciados ante la policía, pero por delitos
violentos que el grupo atribuye de manera clara e individualizada a determinadas personas que
no cumplen con las exigencias extorsivas y que pueden llegar incluso a ser condenados a prisión,
como ocurrió en uno de los casos de la muestra analizada.
c) Delitos de organización
Las organizaciones y grupos criminales han podido ser condenados por estos delitos
después de haberse realizado importantes operaciones policiales, que han sido capaces de
detectar agrupaciones estables que, de forma coordinada, se habían repartido las tareas con la
finalidad de cometer delitos como la extorsión, las amenazas, las coacciones, las denuncias falsas
y simulaciones de delito, las estafas y la usurpación de funciones públicas.
404
tamaño de forofos violentos del Fútbol Club Barcelona, que empleaba los procesos extorsivos
sistemáticamente para financiarse y así poder mantener su estilo de vida.
A lo largo del estudio de los casos analizados, se han detectado autores de procesos
extorsivos de perfiles muy diferentes, que en determinadas ocasiones actúan de manera
conjunta haciendo aplicable el delito de organización o grupo criminal; en otras los procesos se
perpetran mediante la actuación de una sola persona que se identifica como integrante de la
mafia, o incluso pueden cometerse a través de ramas de organizaciones especializadas en la
extorsión. Lo que muchos de estos perfiles tienen en común es que los procesos extorsivos son
una de sus principales fuentes de financiación, aunque no tiene por qué ser la única.
Cabe señalar que en uno de los casos estudiados, el proceso extorsivo se perpetra por
una organización criminal conocida a nivel internacional, que, aunque no sea objeto del caso
judicial concreto de la muestra, es un ejemplo de la diversificación de las actividades delictivas
que llevan a cabo los grupos, ya que, este en concreto, también se dedicaba a la trata de seres
humanos para su explotación sexual, a los robos con violencia, al uso de armas y a cometer
homicidios, entre otras actuaciones.
Por otro lado, el delito de usurpación de funciones públicas permite a las organizaciones
criminales hacerse pasar por autoridades con capacidad para intimidar a las víctimas
extranjeras, forzando así el cumplimiento de las exigencias extorsivas.
405
1.4. b) Dificultades de investigación de los delitos
Tal como evidencian los treinta casos analizados, si bien los procesos extorsivos ponen
en juego diversos tipos penales vinculados con la violencia, lo cierto es que la intimidación es el
elemento esencial de su efectividad; de hecho, como ya se ha mencionado previamente, cuanto
mayor es la reputación de la organización criminal en la zona, menor necesidad tiene de emplear
la violencia debido a que la simple exigencia verbal acompañada de una amenaza induce a la
víctima a una situación de temor suficiente, lo que supone una mayor efectividad de su actividad
lucrativa.
Además, los efectos intimidatorios de las prácticas extorsivas pueden limitar estas
pruebas testificales por el silencio forzado de las víctimas, que la organización consigue
mediante amenazas de venganza antes y después de la denuncia, lo que coarta no solo el inicio
de la instrucción si no, en ocasiones, también el enjuiciamiento de los hechos del caso, dado que
las víctimas habitualmente retiran la denuncia antes del juicio oral616.
Así, el fuerte efecto intimidatorio que producen tales conductas provoca tanto la
impunidad de sus autores frente a los múltiples delitos graves cometidos, como la imposibilidad
de conocer determinados hechos por parte de las autoridades policiales y las instituciones
judiciales. En este escenario, la consecuencia final es el total ocultismo del fenómeno real de los
procesos extorsivos perpetrados contra las empresas en el ámbito de la delincuencia
organizada, dado que policías y jueces suelen disponer, para la investigación de los delitos, de
una sola víctima intimidada por una o dos personas, respaldadas por un grupo delictivo, que
afirman no ser las únicas, que se sienten amenazadas por una organización criminal, y que siente
un gran temor debido a la reputación de esta. Todo lo descrito limita enormemente la capacidad
de actuación por parte de las autoridades policiales y judiciales, ya que no pueden iniciar la
investigación de ningún caso sin que exista una denuncia previa. La consecuencia de lo
expresado anteriormente es que la organización permanece en la clandestinidad por el silencio
de la mayoría de las víctimas.
616
Según lo explicado por expertos en crimen organizado chino de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
406
El estudio pone de manifiesto que existen grandes organizaciones criminales con mucho
poder en grandes zonas urbanas, aunque también funcionan pequeñas organizaciones que
controlan reducidas áreas urbanas a través de métodos muy similares a los utilizados en los
procesos extorsivos expuestos que generan un gran temor en los empresarios de la zona y
afectan tanto a la seguridad como al respeto a la legalidad en la región.
Por último, como ya ha quedado patente en más de una ocasión, el hecho de que estos
procesos de victimización afecten a determinadas comunidades extranjeras dificulta aún más la
investigación. Si bien este estudio en términos de análisis de comunidades afectadas se centra
en la nacionalidad china, también se ha identificado la existencia de procesos extorsivos
posiblemente sistemáticos en determinadas regiones que conciernen a otras comunidades
asiáticas como la pakistaní o la india, aunque se ha analizado de forma mucho más superficial,
puesto que no formaba parte de los objetivos del estudio.
407
Por estas razones, los procesos extorsivos pueden quedar establecidos como parte de
un proceso de asentamiento llegando a ser aceptados con normalidad en la comunidad, lo que
permite a estas organizaciones criminales seguir delinquiendo y lucrarse a costa de sus
compatriotas en la clandestinidad.
617
En el primer capítulo de la presente tesis.
618
En el segundo capítulo.
619
En el tercer capítulo.
620
En el cuarto capítulo.
621
En los capítulos quinto y sexto.
622
En el séptimo capítulo.
408
forma de informes de propuestas de mejora en la Unión Europea. Los seminarios tuvieron lugar
en Bulgaria, Italia y España.
Pues bien, todo ello ha permitido la elaboración de este último apartado del capítulo
final de la presente tesis, que expone las lecciones aprendidas derivadas de todo el estudio, una
serie de propuestas de protección de tipo legal, económico, empresarial y social para mejorar la
lucha y prevención de los procesos extorsivos analizados en España, y finalmente describe
algunos de los principales retos de futuro a los que nos enfrentamos.
✓ La existencia de una tasa muy baja o nula de denuncia de los hechos, debido al
miedo de las víctimas, lo que da lugar a que sea un fenómeno latente y poco
estudiado.
623
Derivadas de las siguientes entrevistas con:
a) cuatro miembros de la Policía Nacional expertos en extorsiones, b) cuatro miembros de la Guardia Civil
expertos en extorsiones, c) un miembro de la Policía Nacional experto en crimen organizado, d) un
miembro de la Guardia Civil experto en crimen organizado, e) un miembro de la Policía Nacional experto
en crimen organizado chino, f) dos miembros de la Guardia Civil expertos en crimen organizado chino, g)
un académico experto en cultura china. Así como de los siguientes seminarios: a) “La extorsión del crimen
organizado chino” el 21 de abril de 2016 en la Universidad Autónoma de Madrid, b) “Conferencia sobre
la lucha contra la extorsión”, tuvo lugar el 29 de septiembre de 2016 en la Universitá Cattolica del Sacro
Cuore de Milán, y c) “La extorsión del crimen organizado en España. Factores de vulnerabilidad para las
empresas”, que tuvo lugar el 21 de octubre de 2016 en la Sede de la Dirección General de la Guardia Civil.
Todos ellos señalados en el apartado 2.c.) del capítulo cuarto del presente trabajo.
409
el resultado de la clandestinidad propia de las actividades de financiación del
crimen organizado que, a través de mecanismos de intimidación a las víctimas
para silenciarlas logra una gran impunidad, dado que su testimonio suele ser la
única prueba de los hechos. Así, cuando una víctima logra denunciar, lo habitual
es que manifieste que existen numerosas víctimas en su situación que no
desean poner en conocimiento de las autoridades los mismos hechos, debido
siempre al enorme temor que provocan las amenazas y al miedo que produce
la reputación de las organizaciones criminales dedicadas a la extorsión.
624
Como se ha visto en el apartado 2.3. del segundo capítulo del presente trabajo, es el silencio al que
deben sumarse miembros, colaboradores y víctimas de una organización criminal, que genera un entorno
de inseguridad, y deriva en el aislamiento ante el rechazo de las exigencias extorsivas, dando lugar a
fuertes reticencias para hacer pública la oposición ante estas prácticas.
410
El tradicional enfoque de respuesta reactiva de las Fuerzas y Cuerpos de
seguridad, que inician una investigación sobre un incidente extorsivo
únicamente cuando la víctima denuncia los hechos, no permite una lucha
efectiva contra el fenómeno. Un enfoque alternativo es el adoptado
actualmente por Italia, que incluye una vigilancia policial proactiva, y unas
medidas específicas de prevención y apoyo a las víctimas, que facilita los canales
de comunicación entre instituciones públicas y víctimas, así como diferentes
formas de colaboración para apoyar la resistencia de los empresarios frente a
las exigencias extorsivas. La adopción de este enfoque proactivo es resultado de
una profunda comprensión de los procesos extorsivos en el ámbito de la
delincuencia organizada, y de los mecanismos de intimidación y clandestinidad
contenidos en ellos.
411
difícil frenar las dinámicas extorsivas. En este sentido, la corrupción ejerce una
fuerte presión no solo sobre la víctima para que acepte las exigencias extorsivas
como única respuesta posible, sino que propaga y refuerza un importante
mensaje de ilegalidad y violencia, que induce a los empresarios de la zona a
aceptar y normalizar la imposición de las condiciones extorsivas, como un gasto
más y un riesgo añadido a su actividad económica. Esta forma de influir en la
cultura de la legalidad y en la libertad empresarial, puede generar un fuerte
impacto democrático en las instituciones que deben proteger tales valores,
quedando difuso el papel real que adoptan las Administraciones públicas en la
lucha contra las organizaciones criminales que tienen el control territorial.
En este contexto, se debe tener en cuenta que los factores de vulnerabilidad tienen
vocación de carácter universal y son aplicables a diversos sectores económicos y diferentes
comunidades de origen étnico o racial (o que comparten una nacionalidad). En cambio, las
medidas de protección son más específicas de cada país y atienden al momento del análisis,
puesto que vienen marcados por los mecanismos institucionales, legislativos y civiles
establecidos en cada región. A continuación, se expone una serie de medidas de protección
específicas aplicables a los concretos escenarios estudiados.
“A la vista del poder que manejan estos entramados criminales, la única forma eficaz
para culminar con éxito el proceso penal es la de garantizar adecuada y efectivamente la
protección de las personas que en el mismo intervienen.”
412
Pues bien, en este sentido, la protección de las víctimas es en realidad lo que va a
permitir la interposición y mantenimiento de la denuncia hasta el juicio oral, que será lo que
realmente aporte un conocimiento empírico del problema, especialmente a los cuerpos
policiales e instituciones judiciales, que a su vez facilitaran una mayor especialización en la
materia motivada por la toma de conciencia que se producirá a partir de la detección de la
gravedad que entraña la incidencia de los procesos extorsivos en determinadas regiones.
Es relevante en esta materia la implicación del derecho penal, pues tal como señala
Vicente (2004a), el principio de legalidad penal y su vigencia real y efectiva es lo que permiten
considerarlo un auténtico derecho democrático.
413
I) Recomendaciones específicas sobre el sector
Atendiendo a la revisión teórica y empírica del capítulo quinto, y en línea con lo señalado
por Sciandra y Iafano (2016) y Rusev et cols. (2016), las recomendaciones específicas en la
lucha contra los procesos extorsivos sobre el sector son las siguientes:
✓ Apoyar a las empresas y asociaciones que puedan aportar asistencia a las víctimas
de extorsión.
414
Además, para ser capaces de comprender el poder intimidatorio que producen las
amenazas de una organización criminal, es indispensable creer en el temor que viven las víctimas
ante las palabras de los extorsionadores. En este sentido, sería recomendable que fuera posible
la aplicabilidad de los delitos contenidos en los procesos extorsivos para la adopción de las
medidas cautelares ya existentes, como la prohibición de aproximación y comunicación prevista
en el artículo 544 bis de la Lecrim, u otras medidas de protección física. Ello proporcionará a las
víctimas confianza en las instituciones y reducirá su temor a denunciar y a mantener la denuncia
hasta llegar al juicio oral.
Además, toda medida de lucha contra la corrupción producirá un gran impacto en contra
del crimen organizado que emplee a la Administración pública como parte de su mecanismo de
intimidación y financiación. Por ejemplo, el establecimiento de protocolos de identificación de
posibles prácticas de corrupción en determinados sectores, a modo de banderas rojas
(bandierine rosse o red flag625) puede ser una forma eficaz de prevención y de detección precoz
del delito626.
625
Como ya se ha comentado en el apartado 3.2 del capítulo séptimo, se trata de indicadores de
movimientos sospechosos o actividades de especial riesgo, que pueden poner en marcha protocolos de
investigación preventivos o de actuación reactiva ante determinadas actuaciones empresariales o
institucionales.
626
Ahora bien, para la concreción de los indicadores de tales banderas sería necesario un interesante y
amplio estudio sobre corrupción.
415
II) Recomendaciones específicas sobre la comunidad
627
Por ejemplo, tal como relatan Chin et cols. (1992) en los procesos extorsivos del crimen organizado
chino, la solicitud de pagos a empresarios compatriotas asentados en EE. UU., genera un mayor poder
416
Por último, trabajar de forma conjunta a nivel policial con fuerzas de orden de otros
países aporta una valiosa información y supone un aprendizaje indispensable en materia de
represión, especialmente cuando se trata de fenómenos vinculados con el crimen organizado,
debido a las connotaciones transnacionales que éste tiene.
Una vez expuestas las recomendaciones derivadas de los estudios empíricos sobre la
extorsión en España, la aportación de la experiencia italiana en materia de represión de la
extorsión mafiosa resulta de gran interés como propuestas de mejora de tipo general.
En el ámbito ejecutivo, concretamente a nivel policial, existen dos iniciativas que han
resultado ser efectivas en la lucha contra la extorsión. Todas ellas consideran la extorsión como
parte de las actividades de la delincuencia organizada y son aplicables tanto a casos de la mafia
italiana como al crimen organizado chino.
intimidatorio cuando la cifra demandada hace alusión al número 8: negar la aportación de 88 o de 888
dólares a la organización criminal puede terminar con su buena fortuna debido a sus creencias sobre este
número, al que se considera el número de la buena suerte, evitando así el posible infortunio derivado del
rechazo ante la solicitud de pago.
Otro ejemplo claro, ya expuesto, es la fuerza intimidatoria de los ritos de vudú para ciertas comunidades
nigerianas asentadas en España.
628
Que se abordan en el apartado 2.2.b del presente capítulo.
417
contra la financiación del crimen organizado, se basan en las disposiciones expuestas en el
capítulo séptimo sobre la experiencia italiana, y son las siguientes:
España cuenta con un plan de protección de testigos, que pueden ser aplicados de forma
similar ante casos de procesos extorsivos perpetrados por organizaciones criminales, aunque no
se ha identificado la aplicación de este en ninguno de los casos de la muestra. Teniendo en
cuenta la experiencia italiana expuesta en el séptimo capítulo, resultaría de gran eficacia la
potenciación de un plan de protección de testigos, cuyo análisis superaría los objetivos del
presente estudio.
418
Por otra parte, existen otro tipo de iniciativas que no provienen de la experiencia
italiana, que serían de interés para el trabajo que se presenta.
Esta información se puede obtener de la declaración de una sola víctima que denuncie
un proceso extorsivo en una región concreta y ponga en marcha el protocolo de identificación
que, en caso de cumplir los criterios, active las medidas de protección oportunas.
629
Por tratarse de un tema de especial interés, aunque supere los objetivos del presente apartado,
conviene al menos citar la argumentación que la Fiscalía General del Estado (2017) aporta:
“Este tipo penal tendría aplicación no sólo en los supuestos de criminalidad organizada, sino también en
las investigaciones relativas a los delitos económicos y de corrupción, competencia de la Fiscalía Especial
contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada.
Respecto de estos últimos, crear la figura delictiva que castiga el enriquecimiento ilícito de las autoridades
o de los funcionarios que participan del ejercicio de la función pública, representaría un avance en
aquellos casos en los que desde esa función pública hayan participado en actos de corrupción y hubieran
resultado absueltos.
En consecuencia, este tipo penal se configuraría como un tipo penal de peligro abstracto, siendo, además,
un tipo subsidiario que sería sólo aplicable ante la falta de otro delito contra la Administración Pública.
La construcción básica del tipo penal pivotaría sobre la existencia de un incremento patrimonial relevante
que, al modo de las exigencias de los indicios del blanqueo de capitales expuestos por la jurisprudencia
419
subtipo agravado en el delito de organización criminal previsto en el artículo 570 bis, del Código
Penal. Este último punto afecta de forma sustantiva a marco legal analizado, pues lo que se
propone es un subtipo penal agravado cuando la organización presenta un carácter mafioso630.
de nuestro Tribunal Supremo, delate una desproporción entre los ingresos legales (dada la obligación del
contribuyente de declararlos) y los injustificados. En definitiva, solo cabrá aplicar este delito en aquellos
supuestos en los que el Estado, a partir de las obligaciones de los ciudadanos respecto de las Haciendas
Públicas, pueda aportar los dos anteriores elementos y concurra una falta de justificación de su
procedencia.”
En la actualidad, además, nuestro Código Penal ha recogido estos elementos en los artículos 127 bis
(párrafo 2.º) y 127 quiquies (párrafo primero, apartado segundo), en el que habla incluso de «indicios
relevantes».
Por otra parte, se ha de recordar que la Convención de Naciones Unidas, de 31 de octubre de 2003, contra
la corrupción, en su artículo 20 exhorta a los Estados firmantes a que con sujeción a su constitución y a
los principios fundamentales de su ordenamiento jurídico, cada Estado Parte considerará la posibilidad
de adoptar las medidas legislativas y de otra índole que sean necesarias para tipificar como delito, cuando
se cometa intencionalmente, el enriquecimiento ilícito, es decir, el incremento significativo del patrimonio
de un funcionario público respecto de sus ingresos legítimos que no pueda ser razonablemente justificado
por él.”
630
Así, la Fiscalía propone la aplicabilidad de un tipo mixto alternativo cuando se cumplan las siguientes
características:
- Establecimiento de normas internas de comportamiento
- Establecimiento de órganos propios de enjuiciamiento y sanción
- Ritos o signos de iniciación y pertenencia
- Prohibición de abandono de la organización
- Control de una parte del territorio
- Empleo de la violencia para conseguir sus fines.
420
En este sentido, se plantean una importante recomendación con un doble objetivo: a)
proteger a las víctimas que denuncian los procesos extorsivos y b) incrementar la confianza de
la ciudadanía en la buena gestión pública.
421
2.2. c) Medidas sociales
422
solidaridad de las víctimas y promover importantes campañas de concienciación
social que generen un clima en contra de las prácticas extorsivas y apoyo a
quienes han rechazado tales actividades del crimen organizado (Becucci, 2015).
Este trabajo632 pretende ser una aportación inicial en la lucha contra los procesos
extorsivos desde la perspectiva criminológico-legal para el mundo académico, policial, judicial y
631
Expuestas en el apartado 3.4 del primer capítulo de la presente tesis.
632
El presente estudio de procesos extorsivos a empresarios, aunque se ha centrado en una serie de
actividades y eventos previamente establecidos por el proyecto europeo de investigación CEREU:
Countering Extortion and Racketeering in the EU, ha contado, para su análisis, con la colaboración y las
aportaciones de policías, fiscales, jueces y asociaciones de empresarios que son los receptores de los
contenidos aprendidos. En este sentido, cabe mencionar dos interesantes reseñas del impacto de tal
estudio.
En el Anexo VI se adjunta una noticia sobre la asistencia de integrantes de la Asociación Provincial de
Empresarios de Hostelería de Alicante a uno de los eventos celebrados conjuntamente con los
colaboradores del proyecto, que se muestran interesados por la información aportada, y manifiestan
estar muy de acuerdo con las afirmaciones sobre la importancia de la implicación de asociaciones en la
lucha contra la extorsión del crimen organizado. La parte más significativa de la noticia es su frase final,
que explica: “Huelga decir que, si alguien de los que estéis leyendo esto, está siendo ahora mismo víctima
de extorsión, podéis poneros en contacto con nosotros por cualquiera de las vías habituales, pues hemos
sido aleccionados sobre cómo proceder en estos casos.” Este importantísimo ofrecimiento de protección
y comunicación con la víctima extorsionada permite acreditar no sólo la buena acogida del estudio, sino
423
social, pero se trata de una materia de investigación en fase embrionaria, que cuenta con
importantes retos de futuro, como los que se exponen a continuación.
Una sencilla fórmula de dirigir sus acciones extorsivas a otros sectores y comunidades,
tal como se expone a continuación siguiendo el enfoque orientado a la evaluación de factores
de vulnerabilidad634 de Europol (2013) y el Equipo de Trabajo de Acción Financiera (FATF635,
2013).
también la efectividad en la formación y concienciación (en este caso breve, aunque muy específica) en
la materia.
En el Anexo VII se aporta una noticia donde la presidenta de la misma asociación concede una entrevista
para el periódico El Mundo donde habla de las formas de extorsión expuestas en el proyecto de
investigación CEREU, que además cita. Esta noticia aporta dos datos de gran interés: el significativo
impacto de la implementación de eventos con asociaciones, que pueden implicar la difusión de
información sobre procesos extorsivos en un periódico de gran impacto como El Mundo, y la toma de
conciencia de la asociación que asume que son un sector de gran vulnerabilidad ante estas prácticas.
633
Actividades reiteradamente expuestas en el presente estudio, especialmente en los capítulos primero
y segundo y que, lógicamente, supone una peligrosidad añadida, tal como resaltan Albanese (2000), De
la Cuesta Arzamendi (2001), Sánchez-García de Paz (2008), FGE Circ 2/2011, Faraldo (2012), De la Corte y
Giménez-Salinas (2010), Europol (2017) e Interpol (2017), entre otros muchos.
634
Detalladamente expuesto en el apartado 2.1 de capítulo cuarto de la presente tesis.
635
Por sus siglas en inglés Financial Action Task Force.
636
Estudios como los de Albanese (2008), Caneppele et al. (2013), Dugato et al. (2013), Mugellini (2013)
o Savona y Berlusconi (2015), entre otros.
424
- El tamaño pequeño del negocio y un gran movimiento de dinero en efectivo, lo
que en materia de extorsión los haría más accesibles a la demanda de pagos.
- La fuerte vinculación con la economía sumergida y la corrupción ya que, en el
supuesto de delitos como robos o extorsiones, pueden tener muy limitadas las
alternativas al pago, porque evitarán la denuncia para no evidenciar sus propias
infracciones ante las autoridades.
- Un perfil tecnológico bajo.
- El arraigo local, lo que dificulta que se eviten y rechacen las prácticas extorsivas
por no poder cambiar fácilmente la ubicación de sus negocios.
Cualquier sector que reúna estos elementos, puede ser objeto de procesos extorsivos.
637
Tal como explicaron expertos en crimen organizado y en extorsiones de la Policía Nacional en las
entrevistas realizadas.
425
El reto de futuro será, por un lado, replicar el estudio638 del sector hostelero a estos
sectores, para detectar los factores de vulnerabilidad que comparten y aquellos que sean
propios de los sectores citados, prestando especial atención para que se implementen las
medidas específicas de protección que precisan los empresarios de tales negocios. Por otra
parte, existe el reto de continuar analizando el escenario español y su evolución para identificar
otros posibles sectores también se vean afectados.
638
Cuya metodología está expuesta en el capítulo cuarto de la presente tesis.
639
De estudios como los de Chin et al. (1992), Tilley y Hopkins (2008), Albanese (2011), Ellis (2013) y
Lisciandra (2013), entre otros.
426
Lo cierto es que, con estas claves, la literatura se suele remitir a comunidades chinas o de
Oriente Medio, asentadas en los continentes europeo y americano. Ahora bien, concretamente
en el escenario español, existen, además de la comunidad china640, tres comunidades
extranjeras especialmente afectadas por los procesos extorsivos641.
El reto de futuro, en la misma línea que en el de los sectores, será doble: replicar el
estudio642 de la comunidad china a estas comunidades para identificar factores de vulnerabilidad
ante los procesos extorsivos, a la vez que dar continuidad al análisis del escenario español y la
evolución de sus flujos de migración para detectar otras posibles nacionalidades también
afectadas.
640
Además, los resultados no representativos del presente estudio también han mostrado, en el ámbito
de la hostelería, la existencia de procesos extorsivos en otras comunidades, especialmente la comunidad
pakistaní e india, como ya se ha señalado anteriormente.
641
Tal como se expone, más ampliamente, en el apartado 3.3. del capítulo tercero.
642
Cuya metodología está expuesta en el capítulo cuarto de la presente tesis.
427
2.3. c) Otros fenómenos relacionados con los procesos extorsivos en el ámbito
de la delincuencia organizada
Tal como señala el Centro Criptológico Nacional (2017), las organizaciones criminales en
internet responden al propósito de obtener un beneficio económico, el cual puede ser a) directo,
mediante la sustracción de credenciales, o b) indirecto, a través de extorsiones.
Dicha institución añade que “en 2016 los ciberdelincuentes han puesto el foco en la
extorsión digital” (Centro Ciprtológico Nacional, 2017, p.31).
643
Si bien se trata de un concepto terminológico abstracto y de una versatilidad inagotable, la
ciberdelincuencia a lo largo del presente apartado va a ser considerada tal como es definida en la
Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo y al Comité de las Regiones, de 22 de
mayo de 2007, “Hacia una política general de lucha contra la ciberdelincuencia” [COM(2007) 267]:
“engloba tres tipos de actividades delictivas. El primero comprende formas tradicionales de delincuencia.
El segundo se refiere a la publicación de contenidos ilegales a través de medios de comunicación
electrónicos. El tercero incluye delitos específicos de las redes electrónicas, por ejemplo, los ataques
contra los sistemas informáticos, la denegación de servicio y la piratería”.
El presente apartado se va a centrar en la primera tipología, la comisión de delitos del crimen organizado
a través de internet, pero sin olvidar la amplitud funcional de esta herramienta, que se puede combinar
con ataques que constituyen otro tipo de delitos de un perfil más técnico.
428
En este escenario, nos encontramos con dos interesantes tipologías: el ataque
distribuido de Denegación de Servicio644 (DDoS) y el ransomware645. En la actualidad, ambas
constituyen líneas de investigación de gran importancia en materia de procesos extorsivos
digitales.
644
El ataque distribuido de Denegación de Servicio (DDoS) es un tipo de ataque cuya finalidad es hacer
que un servicio en línea no esté disponible, generalmente interrumpiendo o suspendiendo
temporalmente los servicios que presta el servidor. El último informe del Centro Criptológico Nacional
(2018), señala a la extorsión como una de las principales motivaciones en los ataques distribuidos de
Denegación de Servicio (DDoS), y asimismo la utilización de la amenaza de llevarlos a cabo como
mecanismo lucrativo de los atacantes.
645
El ransomware consiste en un software malicioso que infecta las máquinas y las bloquea solicitando
una cuantía económica, a menudo en bitcoins u otra criptodivisa, para la liberación de la misma.
Uno de los mejores ejemplos es el ransomware Wannacry que, según informa Europol, se extendió en
mayo de 2017 de forma masiva, a más de dos mil dispositivos de numerosas empresas de sectores como
la salud, el gobierno, las telecomunicaciones y el gas de más de 150 países, entre ellos Reino Unido,
Taiwán, Ucrania, Rusia o Turquía, solicitando a cada máquina un rescate de 300 dólares en bitcoins. El
Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe) confirmó 1.000 infecciones, entre las que se
encontraban ordenadores de Telefónica y más de 2.400 incidentes de ransomware durante el año 2017.
646
El artículo 264 del Código Penal consta de tres apartados, pudiendo ser de especial interés el segundo:
“1. El que por cualquier medio, sin autorización y de manera grave borrase, dañase, deteriorase, alterase,
suprimiese o hiciese inaccesibles datos informáticos, programas informáticos o documentos electrónicos
ajenos, cuando el resultado producido fuera grave, será castigado con la pena de prisión de seis meses a
tres años.
2. Se impondrá una pena de prisión de dos a cinco años y multa del tanto al décuplo del perjuicio
ocasionado, cuando en las conductas descritas concurra alguna de las siguientes circunstancias:
1.ª Se hubiese cometido en el marco de una organización criminal.
2.ª Haya ocasionado daños de especial gravedad o afectado a un número elevado de sistemas
informáticos.
3.ª El hecho hubiera perjudicado gravemente el funcionamiento de servicios públicos esenciales o la
provisión de bienes de primera necesidad.
4.ª Los hechos hayan afectado al sistema informático de una infraestructura crítica o se hubiera creado
una situación de peligro grave para la seguridad del Estado, de la Unión Europea o de un Estado Miembro
de la Unión Europea. A estos efectos se considerará infraestructura crítica un elemento, sistema o parte
de este que sea esencial para el mantenimiento de funciones vitales de la sociedad, la salud, la seguridad,
la protección y el bienestar económico y social de la población cuya perturbación o destrucción tendría un
impacto significativo al no poder mantener sus funciones.
5.ª El delito se haya cometido utilizando alguno de los medios a que se refiere el artículo 264 ter.
Si los hechos hubieran resultado de extrema gravedad, podrá imponerse la pena superior en grado.
3. Las penas previstas en los apartados anteriores se impondrán, en sus respectivos casos, en su mitad
superior, cuando los hechos se hubieran cometido mediante la utilización ilícita de datos personales de
otra persona para facilitarse el acceso al sistema informático o para ganarse la confianza de un tercero.”
429
primero “hacer inaccesible” una página o red, mientras que el segundo apartado contiene
agravantes de la pena cuando la conducta se comete en el marco de una organización criminal,
o cuando haya ocasionado daños de especial gravedad o afectado a un número elevado de
sistemas informáticos.
Así lo pone también de manifiesto la SAN de 3 de marzo de 2016650, que versa sobre una
organización criminal que hizo uso de un malware que afectó a 300 ordenadores españoles para
647
Expuesto brevemente en el apartado 1.1.4 a) del segundo capítulo de la presente tesis.
648
Que señala: “ya que en su número primero, como elenco de conductas punibles alude a: borrar, dañar,
deteriorar, alterar, suprimir o hacer inaccesibles datos, programas o documentos, y, en su número
segundo a: obstaculizar o interrumpir el funcionamiento de un sistema informático ajeno introduciendo,
trasmitiendo, dañando, borrando, deteriorando, alterando, suprimiendo o haciendo inaccesibles datos
informáticos, cuando el resultado producido fuera grave, conductas todas éstas que no dejan de ser
exponente de un funcionamiento anómalo de un sistema informático y, por extensión, de un determinado
terminal, por consecuencia de una conducta voluntaria y deliberada de un tercero ,que es definitiva es lo
que ocurre en el supuesto de autos, (…), por lo que se trata de un delito con sustantividad propia.”
649
Que justifican la introducción de este tipo penal de daños informáticos “consciente el legislador de la
necesidad de dar respuesta al problema introducido a raíz del desarrollo de las nuevas tecnologías por los
conocidos como "piratas o hackers" a través de la difusión de "virus informáticos", es decir programas
cuya única finalidad es producir un deterioro o destrucción del "software" de aquellos terminales que
infectan, o sencillamente una alteración de su sistema operativo, que determina un funcionamiento
anómalo o deficiente”
650
Además del delito de organización criminal y blanqueo de capitales y de otros que ocasionalmente
puedan darse.
430
solicitarles el pago de 300 euros, que “bajo la apariencia de un comunicado en nombre de
diferentes Cuerpos Policiales (…) alertaba al usuario que en su ordenador se había constatado
un tráfico de datos y de navegación vinculados directamente con diferentes ilícitos penales
(pornografía infantil o actividades de terrorismo), induciéndole, a efectuar el pago de la cantidad
de 100 euros a través de pasarelas de pago virtuales y anónimas (PAYSAFECARD y UKASH para
Europa o MONEYPAK para EEUU), a modo de multa por el ilícito penal presuntamente detectado
para con ello conseguir el desbloqueo y el acceso de los datos del equipo informático infectado”.
651
Por ejemplo, a través de frases como “es obligatorio”, “le vamos a cortar el gas”, “hemos de dar cuenta
al Juzgado” o “se enfrenta a una sanción económica”, que presionan a las víctimas para aceptar sus falsos
servicios de reparación o supervisión.
431
las que se exige un pago a cambio de no revelar información personal obtenida
mediante técnicas de engaño.
Lo cierto es que el tipo penal aplicable en esta ocasión sería la estafa, no la extorsión,
pues concurren los elementos típicos:
1) La utilización de un engaño previo bastante, por parte del autor del delito, haciendo
creer a la víctima que tiene a su familiar y que debe pagar para su liberación.
652
Así lo pone de manifiesto la Policía Nacional en la acción de prevención de secuestros virtuales en su
portal web, disponible en: https://www.policia.es/actualidad/pre_secuestros_virt.html
432
2) Es ese engaño el que desencadena el error del sujeto pasivo de la acción, que cree las
palabras del supuesto secuestrador y considera que debe pagar para mantener la integridad
física de su familiar.
4) La conducta engañosa es ejecutada con dolo y ánimo de lucro por parte de los
integrantes de la organización.
Todas estas materias contribuyen a la apertura del ámbito de estudio y resultan de gran
interés para el fin último que lo constituye el lograr analizar las diferentes prácticas extorsivas
del crimen organizado con el objetivo de erradicar y prevenir la victimización de empresas y
particulares.
3. Síntesis final
433
el sistema penal. Para ello se ha elaborado una propuesta de investigación basada en criterios
científicos a partir del estudio criminológico y legal de la materia, que dejan patente el
significativo abanico de herramientas legales con las que cuenta nuestro ordenamiento jurídico
para reprimir tales conductas en el ámbito penal, elemento esencial del presente estudio.
434
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455
AUTOS Y SENTENCIAS
456
- STS de 11 de noviembre de 2004
- STS de 23 de octubre de 2008
- STS de 28 de junio de 2000
- STS de 3 de octubre de 2002
- STS de 2 de noviembre de 2004
- STS de 22 de mayo de 1992
- STS de 15 de marzo de 2000
- STS de 23 de noviembre de 2005
- STS de 15 de noviembre de 1994
- STS de 18 de noviembre de 1998
- STS de 20 de octubre de 2010
- STS de 1 de julio de 2008
- STS de 14 de julio de 2011
- STS de 22 de septiembre de 2011
- STS de 8 de marzo de 2012
- STS de 12 de junio de 2000
- STS de 2 de febrero de 1981
- STS de 13 de diciembre de 1982
- STS de 30 de abril de 1985
- STS de 2 de diciembre de 1992
- STS de 15 de octubre de 2009
- STS de 4 de mayo de 2005
- STS de 15 de octubre de 2009
- STS de 27 de octubre de 1982
- STS de 13 de junio de 1989
- STS de 5 de julio de 2007
- STS de 11 de julio de 2001
- STS de 20 de marzo de 2012
- STS de 18 de febrero de 2016
- STS de 10 de febrero de 2009
- STS de 6 de abril de 2009
- STS de 8 de julio de 2003
- STS de 8 de octubre de 1992
- STS de 13 de marzo de 1997
- STS de 21 de julio de 1999
- STS de 8 de octubre de 2007
- STS de 1 de octubre de 2009
- STS de 28 de enero de 2005
- STS de 27 de diciembre de 2004
- STS de 26 de diciembre de 2008
- STS de 13 de abril de 2010
- STS de 11 de marzo de 1999
- STS de 1 de marzo de 1994
- STS de 10 de noviembre de 2004
- STS de 2 de diciembre de 2004
457
- STS de 6 de mayo de 2005
- STS de 4 de mayo de 2005
- STS de 11 de abril de 2000
- STS de 23 de junio de 2000
- STS de 22 de noviembre de 2000
- STS de 27 de febrero de 2002
- STS de 23 de enero de 2003
- STS de 29 de enero de 2002
- STS de 14 diciembre de 2001
- STS de 22 de diciembre de 2009
- STS de 26 de marzo de 2006
- STS de 9 de mayo de 1996
- STS de 23 de mayo de 1996
- STS de 17 de diciembre de 1997
- STS de 6 de julio de 1998
- STS de 11 de septiembre de 1998
- STS de 26 de octubre de 2012
- STS de 6 de mayo de 2005
- STS de 21 de noviembre de 2008
- STS de 2 de marzo de 2017
- STS de 8 de marzo de 1968
- STS de 23 de enero de 1998
- STS de 18 de mayo de 2005
- STS de 29 de marzo de 2002
- STS de 29 de junio de 2009
- STS de 16 de mayo de 2000
- STS de 8 de noviembre de 2005
- STS de 3 de octubre de 1997
- STS de 13 de junio de 1992
- STS de 26 de noviembre de 2003
- STS de 1 de junio de 2012
- STS de 19 de mayo de 2000
- STS de 5 de junio de 2000
- STS de 22 de septiembre de 2000
- STS de 8 de marzo de 2002
- STS de 29 de febrero de 2003
- STS de 14 de septiembre de 2001
- STS de 21 de octubre de 2015
- STS de 26 de diciembre de 2008
- STS de 15 de junio de 2015
- STS de 15 de octubre de 2004
- STS de 27 de enero de 2004
- STS de 15 de junio de 2015
- STS de 25 de junio de 1999
- STS de 5 de abril de 2016
458
- STS de 28 de septiembre de 2016
- STS de 14 de julio de 2005
- STS de 8 de octubre de 2008
- STS de 18 de noviembre de 2009
- STS de 18 de noviembre de 2014
- STS de 24 de octubre de 2003
- STS de 3 de diciembre de 2017
- STS de 26 de enero de 2012
- STS de 22 de febrero de 2004
- STS de 24 de febrero de 2001
- STS de 6 de julio de 2005
- STS de 16 de abril de 2014
- STS de 5 de diciembre de 2013
- STS de 25 de noviembre de 2008
- STS de 20 de enero de 2009
- STS de 5 de diciembre de 1998
- STS de 2 de diciembre de 2010
- STS de 12 de febrero de 2002
- STS de 28 de febrero de 2003
- STS de 13 de abril de 2010
- STS de 22 de mayo de 2009
- STS de 19 de enero de 2007
- STS de 19 de enero de 2006
- STS de 22 de abril de 2011
- STS de 30 de septiembre de 2011
- STS de 30 de junio de 2015
- STS de 21 de junio de 2005
- STS de 13 de julio de 2006
- STS de 26 de julio de 2012
- STS de 1 de diciembre de 2015
- STS de 3 de julio de 2012
- STS de 10 de julio de 2014
- STS de 30 de enero de 2013
- STS de 13 de junio de 2000
- STS de 11 de diciembre de 2012
459
ANEXO I
Se adjunta el cuestionario original al que se respondió en el caso H1 una persona cuyos datos
fueron anonimizados.
Por favor, rellene las preguntas del cuestionar lo más descriptiva y exhaustivamente que sea
posible. No es necesario identificar nombres de personas o empresas si no se desea. En cualquier
caso, esta información será tratada como confidencial y será utilizada para la implementación
de medidas de lucha y prevención contra la extorsión en la Unión Europea en el marco del
proyecto CEREU: "Countering Extortion and Racketeering in EU”, número de identificación
HOME/2013/ISEC/AG/FINEC/4000005213, financiado por la Comisión Europea.
Muchas gracias.
Cuál es la razón por la que se trató de extorsionar justamente a esa empresa: cuestiones
geográficas, económicas, personales…; propósito de la extorsión: forzar préstamos, pagos
periódicos, imponer a determinados proveedores o responsabilidades contractuales…;
periodicidad de los pagos: semanal, mensual, única, ad hoc, ; reacción de la víctima: resistencia,
aceptación o complicidad y su descripción; relación con los extorsionistas, de qué les puede
conocer, duración de la extorsión, estado del negocio tras la extorsión: operativo, insolvente,
bancarrota…
460
Número de personas implicadas, nacionalidades, tipo de organización: jerárquica o en red,
actividad principal: extorsión, tráfico de drogas…; implicación de agentes públicos, cuerpo o
grupo al que pertenecen (alcalde, Guardia Civil…)
El grupo trata de controlar un sector o una zona geográfica (o ambas), la extorsión se suele lograr
o se queda en intentos, se hace uso de la violencia, se hace uso de la intimidación, cómo se
intimida: amenazas, incendios, daños a la propiedad, robos, lesiones a las personas, excesivas
inspecciones (lo más exhaustivo posible), hay presencia de mediadores: si o no, quienes son,
cómo se lleva a cabo.
Medidas o propuestas que puedan proteger a los negocios que son víctimas potenciales en un
futuro.
461
ANEXO II
Entrevista semiestructurada
Víctimas
Una de las principales barreras en su estudio suele ser la ausencia de denuncias por parte de
las víctimas, ¿cuánto porcentaje de los casos de extorsión estimarías que se mantiene oculto
en España? ¿A qué atribuyes esa cifra?
Para conocer algo más sobre las víctimas, ¿suelen presentar algún perfil concreto? ¿Es la
nacionalidad o la etnia un elemento clave?
¿Qué sectores parecen ser los más afectados? ¿Qué características les hacen más vulnerables?
Autores y organizaciones
¿Qué objetivos persiguen los grupos con la extorsión? (dinero, contrato de servicios de
seguridad, compra de empresas o productos a un precio más bajo, ser proveedor de productos
o servicios, cobra una deuda previa, emisión de facturas falsas, etc.) ¿Podría aventurar alguna
tipología? Por tipo de comunidades, sectores u organizaciones criminales.
¿Qué medios suelen emplear para ello? (amenazas, lesiones, etc.) ¿habitualmente incluye
conductas agresivas explícitas?
462
¿Los grupos dedicados a actividades extorsivas suelen controlar zonas o áreas concretas? Qué
organizaciones suele tener mayor control sobre el territorio y como es el proceso (explicar
modus operandi)
¿Es la nacionalidad o la etnia de los autores un elemento clave? ¿En ocasiones esto guarda
relación con la etnia o nacionalidad de las víctimas?
¿Las extorsiones suelen ser su actividad principal o la combinan con otras como el tráfico de
drogas o los secuestros?
¿Se emplean empresas legales para la perpetración del delito? ¿En qué sentido? (para cobro,
para absorción de otras empresas, para blanqueo de capitales, etc.)
Evaluación de la amenaza
¿Cómo evalúa la amenaza actual de los grupos de crimen organizado que extorsionan a
empresas en España?
A partir de tres niveles (bajo, medio alto) valore las siguientes dimensiones la extorsión en
España
¿Cómo piensa que se puede estudiar la presencia del crimen organizado dedicado a la
extorsión en España o en Europa?
463
ANEXO III
En caso de haber contestado afirmativamente a uno o más ítems, y después de que el Plan
de Investigación haya sido evaluado por la Comisión Académica del Programa de Doctorado,
el doctorando debe enviar copia de este anexo (junto con la documentación requerida) al
Comité de Ética de la Investigación (CEI) de la UAM a la dirección de correo electrónico:
comite.eticainvestigacion@uam.es
Si el trabajo se hace dentro de un Proyecto de Investigación más amplio que cuenta con la
aprobación de un Comité de Ética de la Investigación (CE), especificar:
▪ Título del proyecto:
CEREU Countering Extortionand Racketeering in EU
▪ Investigador Principal:
Manuel de Juan Espinosa
▪ Fecha y código de aprobación por el CEI-UAM:
2014-2016 ID de la Comisión Europea HOME/2013/lSEC/AG/FlNEC/4000005213
464
ANEXO IV
A continuación, se presenta el inventario original de estudios de caso con el que se trabajó para
la recogida de casos de documentos policiales y judiciales en el proyecto europeo de
investigación CEREU: Countering Extortion Racketeering in the EU, cofinanciado por la Comisión
Europea. A partir de la información obtenida con esta herramienta, y protegiendo los datos de
forma que los casos codificados por orden de identificación (C1, C2, Cn en casos de la comunidad
china, y H1, H2, Hn en casos del sector de la hostelería) y anonimizados los datos personales de
forma que no sean ni víctima ni autor identificables por la lectura del inventario, se ha trabajado
en la elaboración de los informes del proyecto y de los capítulos cinco y seis de la presente tesis.
Case ID*
Place of incident
(city, address)
Year of incident
(e.g. 2012)
Short description of incident
* Please assign an unique code for the identified case - e.g. BG-A1 (Bulgarian case 1 in
agricultural sector), IT-C2 (Italian case 2 in Immigrant community), ES – H3 (Spanish case 3 in
hospitality industry)
The local context description aims to contextualise the data on each extortion incident
identified. Therefore please try to collect statistics about the indicators listed below on
regional level (NUTS-3 level), if possible.
1. What is the population of the region? For immigrant communities please also indicate size
of the immigrant community in focus. (Source: national statistics, NUTS-3 level)
2. Please provide a general description of main economic sectors in the region and the share
of researched sector in local economy
3. What is the number of companies registered with main activity agriculture/hospitality? For
immigrant communities, please indicate number of companies with owners from the
immigrant community.
466
4. What is the number of number of business associations in researched sector or business
associations of researched immigrant community (e.g. Italian_Chineese Chamber of
Commerce)?
5. What is the number of number of companies that are members of this/these business
associations?
6. Please provide the following crime statistics (relevant to the time of the incident), if available
disaggregated on regional level for the region where the extortion incident took place:
Profile of victim
7. What is the number of persons from the company targeted for extortion intimidated by the
extortionists?
10. In case the intimidated persons are immigrants, please also indicate the following
information
467
Duration of residence in
country
Immigration status (e.g. documented/undocumented immigrant)
11. What is the role of the intimidated person in the company targeted for extortion (e.g.
shareholder, executive director, employee, etc.)?
12. Where is the location of the main office of the victimized company?
13. Where is the location of the commercial venues of the victimized company (e.g. restaurant,
hotel)? For agricultural sector – please indicate the location of the cultivated lands.
14. What type of legal entity is the victimized company (limited liability company, joint-stock
company, cooperative, etc.)?
15. Please indicate the number of employees that work for the company?
16. What is the core business activity of the victimized company (e.g. agriculture, hospitality)?
Please provide more details, if available.
17. What other business activities or auxiliary activities does the company have?
18. Is the victimized company member of any business association? Please provide more details,
if available.
19. Does the victimized company have any insurance against such risks related to crime? Please
provide more details, if available.
20. Does the victimized company have any contract with a private security company? Please
provide more details, if available.
468
Victim’s response to extortion
21. Did the owner file a report to the police? What was the reaction of the company to the
extortion? (E.g. acquiescence (complies with extortion demands), complicity (complies with
demands and receives improper advantages), resistance (refuse to comply). Please provide
more details, if available.
22. What was the relation of the company with the extortionists? (E.g. extortionists were clients,
employees, etc.). Please provide more details, if available.
23. What was the duration of the extortion? Please describe main stages of the extortion from
the point of initial intimidation to the filing of report to the police.
24. What was the economic status of the company after the extortion took place (e.g.
operational, insolvent, bankrupt)? Please provide more detail, if available.
Profile of perpetrators
26. What was the nationality of individuals involved in the extortion? (e.g. Bulgarian, Russian,
Albanians, etc.)?
27. How would you characterize the organised crime group involved in the extortion (e.g.
hierarchical, network)?
28. What was the core business of the group involved in the extortion (e.g. extortion,
loansharking, drugs, etc.)? Did the group had any involvement in other type of criminal
business?
29. Was there any involvement of public servants in the group? In case there were public
servants involved, what was their affiliation (e.g. local administration, tax administration,
law enforcement, etc.)? Please provide more details, if available.
469
Modus operandi of perpetrators
30. What was the general modus operandi of the group (e.g. territorially based extortion,
functionally based extortion, etc.)? Please provide more details, if available.
31. How would you characterize the extortion incident (e.g. attempted, actual, etc.)? Please
provide more details, if available.
32. Was there any use of violence related to this particular incident? Please provide more
details, if available.
33. Was there presence of intimidation in this particular incident? Please describe what kind of
intimidation was used – e.g. verbal threats, arson, theft of property, damage to property,
physical violence, imposition of administrative penalties, rejection of application for national
/ European subsidies, excessive inspections / audits, excessive time to process or approve
normal requests, claims, reports or other documents by the administration. Please provide
more details, if available
34. Were there any mediators involved in the extortion incident? What was their role? Please
provide more details, if available.
35. What was the reason to target the company (e.g. property owned, geographical, location,
economic capacity, etc.)? Please provide more details, if available.
36. What was the purpose of the extortion (e.g. periodical paymnets (goods, money), forced
loan, forced contractual obligations, imposition of labour, etc.)? Please provide more details,
if available.
37. What was the timing of payments requested/imposed to the company (e.g. weekly,
monthly, ad hoc, etc.)? Please provide more details, if available.
470
ANEXO V
A continuación, se expone una breve descripción de los casos incluidos en el estudio realizado.
En primer lugar, con la inicial H, se enumeran los casos de la muestra de víctimas que son
empresarios de hostelería.
En segundo lugar, comenzando con la letra C, se enumeran los casos ocurridos dentro de la
comunidad china.
Cada resumen contiene el año y el lugar (la provincia) de los hechos, y una breve descripción de
los tres principales aspectos a analizar: los autores, el modus operandi y las víctimas.
Caso H1
471
a realizar negocios con esta organización, sufrieron daños en sus locales, boicots contra
los clientes y recibieron amenazas de que si no cerraban el local padecerían una oleada
de robos y lesiones.
En el año 2009, ante la negativa de la víctima a aceptar sus condiciones, el autor, sin
manifestar un comportamiento agresivo, le recordó el importante aumento de robos y
acciones violentas que estaban soportando los empresarios de la zona para lograr que
accedieran a contratar sus servicios de protección para ellos y sus familias, argumento
que la víctima interpretó como una amenaza hacia su familia y a la seguridad de su
negocio. Durante los siguientes años diversos integrantes del grupo mafioso pasaban
horas y días a pocos metros de la terraza mirando a la víctima, sin llegar a comunicarse
con él, para dejar patente que le estaban vigilando.
▪ Víctimas: propietarios de discotecas y otros negocios relacionados con el turismo.
Caso H2
Caso H3
472
▪ Modus operandi: en función del perfil de la víctima exigían pagos de tres tipos: a) un
pago único de entre 3.000 y 10.000 euros que era solicitado a empresarios con alto
poder adquisitivo y a propietarios de negocios de restauración exitosos; b) pagos
semanales de 30 a 60 euros que se exigían a vendedores ambulantes y c) pagos
mensuales del 40% de sus ingresos requeridos a los empleados de negocios de kebab
en situación administrativa irregular.
Los medios intimidatorios se producían de forma paralela a la petición de dinero,
momento en el que advertían a las víctimas de las consecuencias de no pagar, como por
ejemplo la simulación de delitos de malos tratos, robos o lesiones de gravedad para
posteriormente poder presentar denuncias falsas contra ellas.
▪ Víctimas: pakistaníes residentes en España dedicados al sector de la hostelería en
pequeños negocios de restauración que ofrecen comida de tipo kebab: carne prensada
en un hornillo vertical que puede servirse de diferentes formas, tanto en restaurante
como en puestos de venta ambulante.
Caso H4
473
Caso H5
Caso H6
474
Caso H7
Caso H8
Caso H9
475
Almería, fue entonces cuando el autor, acompañado de dos compatriotas, comenzó el
proceso de extorsión exigiendo que le renovara el contrato.
Los medios intimidatorios que se emplearon consistieron en perseguir a la víctima
insultándole, intimidándole con una navaja, amenazándole de muerte si no le renovaba
el contrato y agrediéndole físicamente.
▪ Víctima: dueño de un negocio de kebab.
Caso H10
Caso H11
Caso H12
▪ Año: 2011. Lugar: Alicante.
476
▪ Autores: cuatro extorsionadores, al menos uno de ellos es ciudadano inglés.
▪ Modus operandi: trataban de imponer un control monopolístico sobre los restaurantes
de la zona provocando su cierre con métodos violentos.
Los medios intimidatorios utilizados fueron las amenazas reiteradas a las víctimas y
boicots a los clientes (molestándoles mediante un puntero láser que apuntaba a sus
ojos, por ejemplo), así como el incendio provocado de locales.
▪ Víctimas: empresarios de restaurantes de la región que suponían competencia para el
restaurante de los autores.
Caso H13
Caso H14
477
Caso H15
Caso C1
Caso C2
478
Los métodos intimidatorios para forzar los pagos consistieron en amenazas de muerte,
visitas reiteradas al negocio de la víctima, acoso telefónico, agresiones físicas e intento
de secuestro.
▪ Víctimas: empresarios chinos de pequeños negocios asiduos al juego en casinos.
Caso C3
Caso C4
Caso C5
479
Víctimas: el dueño de un bazar.
Caso C6
Caso C7
Caso C8
480
Los medios intimidatorios empleados fueron inmovilizar a las víctimas, y amenazarlas
con un arma de fuego y otras armas blancas, además golpearon a la víctima principal
mientras le pedían la llave de la caja fuerte.
▪ Víctimas: la propietaria de un establecimiento comercial y sus familiares.
Caso C9
Caso C10
Caso C11
481
Caso C12
Caso C13
Caso C14
Caso C15
482
▪ Víctimas: propietaria de un locutorio.
483
ANEXO VI
https://gastronomiadealicante.com/2016/la-extorsion-del-crimen-organizado-a-los-
hosteleros/
484
criminalidad organizada, y un alto mando de la Unidad Central Operativa (UCO) de
la Guardia Civil.
Por problemas de espacio no podemos desarrollar aquí todo lo que se nos informó,
que fue mucho y muy interesante, pero podéis consultar pulsando aquí el informe
CEREU en Pdf. Para los que no tengáis la posibilidad de descargároslo, tenemos en
nuestra sede, a vuestra entera disposición, algunos ejemplares en papel que nos
trajimos para vosotros.
Sin querer ser alarmistas, los datos que arroja son preocupantes para nuestro
sector, que se ha convertido en el objetivo prioritario de los grupos de crimen
organizado, tras la crisis de la construcción (tradicional víctima de estas mafias).
– Extorsión por protección, que consiste en una serie de pagos para evitar daños en
nuestro negocio o a nosotros mismos. Paradójicamente esa “protección” cubre
exclusivamente contra los daños que los propios extorsionadores causarían en caso
de no efectuarse el pago.
Nos llena de orgullo saber que entre las medidas a tomar para prevenir este tipo de
delito, en lugar prioritario se tenga la importancia de estar asociados, por –citamos
textualmente- <<el papel de las asociaciones de empresarios en la protección y
prevención de este tipo de delitos>>. Este es otro buen motivo para tener en
cuenta la importancia de permanecer unidos, pues, a pesar de estar muy manido, el
dicho no deja de ser cierto: la unión hace la fuerza.
Huelga decir que si alguien de los que estéis leyendo esto, está siendo ahora
mismo víctima de extorsión, podéis poneros en contacto con nosotros por
cualquiera de las vías habituales, pues hemos sido aleccionados sobre cómo
proceder en estos casos.
485
ANEXO VII
La noticia que se presenta a continuación ha sido extraída del periódico El Mundo publicada en
el siguiente enlace:
http://www.elmundo.es/comunidad-
valenciana/2016/10/30/58159f67468aebc9218b459e.html
30/10/2016 08:26
María del Mar Valera acaba de renovar como presidenta de la
Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante y es
propietaria del restaurante El Caldero, uno de los referentes de la isla
de Tabarca.
¿Acabamos de cambiar la hora ¿Qué opinan al respecto los hosteleros de
la provincia de Alicante?
Estamos rotundamente en contra. Somos una provincia
privilegiada con una luz especial y con el cambio de hora perdemos
horas de sol. Por lo tanto, retrasar la hora es una medida que nos
acarrea pérdidas económicas.
¿Es cierto que según informes de la Guardia Civil el «crimen organizado»
está extorsionando a la hostelería?
Sí. Según los resultados del proyecto CEREU, llevado a cabo entre
varias policías europeas, la hostelería ha pasado a ser el objetivo
prioritario de los grupos de crimen organizado, junto con
empresarios chinos.
¿Cómo, desde cuándo y por qué ocurre esto?
La extorsión a los empresarios hosteleros se realiza
fundamentalmente de tres formas. Por una parte, existe extorsión
por «protección», que consiste en una serie de pagos para evitar
daños al negocio o a las personas. Esta «protección» cubre
exclusivamente contra los daños que los propios extorsionadores
causarían en caso de no efectuarse el pago. También existe
extorsión laboral, que consiste en negociaciones violentas para
conseguir que se contrate forzosamente a ciertos trabajadores del
entorno del grupo criminal. Y por último, la extorsión
monopolística, que es la eliminación por todos los medios de la
competencia, con el objetivo de acaparar todo el mercado de una
486
zona específica. Los hosteleros nos hemos convertido en el sector
más vulnerable.
¿Se llegará a un acuerdo definitivo entre los vecinos y la restauración en el
tan controvertido tardeo?
Nuestro deseo es que se alcance un acuerdo pronto, y en sentido
estamos trabajando. Dependerá de la capacidad de negociación que
muestren los vecinos, ya que pensamos que el tardeo supone una
importante fuente de ingresos para la ciudad.
¿Hasta qué punto las inspecciones de la Consellería son eficaces?
Estas inspecciones son eficaces a medias, ya que en ellas se suele
comprobar que se cumplan las normativas, pero siempre se llevan a
cabo en las empresas que están legalmente registradas, quedando
excluidas de estos controles las empresas ilegales que, estando
abiertas al público, suponen una competencia desleal y economía
sumergida, ya que nadie las controla.
Los consumidores demandan que se especifique en las cartas cuando un
producto es congelado o fresco. Usted tiene dos restaurantes, ¿está de
acuerdo?
Totalmente de acuerdo, ya que el consumidor tiene derecho a saber
lo que está comiendo.
Los Ayuntamientos de la provincia difieren en cuanto a espacio a ocupar
por mesas en terraza, impuestos y horarios. ¿Cree que deberían unificarse
criterios?
Por supuesto, y, de hecho, ésa es una de nuestras reivindicaciones
históricas.
¿Se siente apoyada por las instituciones y por las administraciones?
Sí, pero sólo a medias, ya que en muchas ocasiones percibimos que
no son totalmente conscientes de la verdadera importancia que
tiene este sector para la economía de una provincia eminentemente
turística, como es la de Alicante.
¿Si al final cierra la patronal, Coepa, en la que está integrada APEHA,
¿qué harán ustedes?
De momento, y antes de tomar ninguna decisión a ese respecto, hay
que recordar que el edifico donde se ubica la sede de Coepa, en la
calle Orense, y donde tenemos alojada nuestra propia sede, es
propiedad de la CEOE, con lo que por la parte meramente física,
habrá que esperar a los acontecimientos. Respecto a nuestra
adscripción a la confederación empresarial, nuestro sincero deseo
487
es que este asunto se resuelva positivamente para Coepa, y nos
alegra que las recientes noticias sobre el asunto parecen ser
esperanzadoras. Todo esto teniendo en cuenta que Alicante no se
puede permitir quedarse sin un órgano provincial de
representación empresarial.
En APEHA confluyen muchos pequeños empresarios de hostelería, ¿cómo
valoran lo que ha pasado con Coepa?
La lección que podemos extraer las asociaciones empresariales de
todo este embrollo, es que debemos estar más unidos para no
depender en gran medida de las administraciones, porque si éstas
al final te fallan, te verás en un apuro.
¿Qué normativas estima que puede y debe cambiar la Conselleria del
ramo?
Llevamos más de 20 años solicitando una ventanilla única para
agilizar nuestros trámites, ya que en este momento tenemos:
Agencia Valenciana de Turismo, para las cuestiones de promoción;
Conselleria de Medio Ambiente, para residuos y demás; Agencia
Valenciana de Seguridad (antigua Conselleria de Justicia), para la
ley de espectáculos y horarios; Conselleria de Trabajo, para
contratos, inspecciones, prevención riesgos laborales, etcétera;
Conselleria de Sanidad y alguna más que seguro se me queda en el
tintero... Como verás son demasiados estamentos diferenciados, y
en muchas ocasiones, totalmente estancos e incomunicados entre
ellos. Esto tiene que cambiar en una sociedad moderna que dispone
de las herramientas tecnológicas suficientes, y se debe buscar el
mejor modo de unificar criterios burocráticos.
Gran parte de su vida y uno de sus restaurantes están en Tabarca, ¿cuida
suficientemente el Ayuntamiento de Alicante a la isla?
Sinceramente no estamos contentos con el cuidado que se hace de
la isla. Se nos exige mucho pero recibimos muy poco a cambio. Por
ejemplo, ahora mismo, pasada la temporada estival, ya no tenemos
servicio de limpieza, y servicio médico contamos únicamente
durante los meses de julio y agosto, un par de horas de lunes a
viernes. La falta de zonas de sombra y ajardinadas y otras muchas
carencias que, desde la asociación de vecinos de Tabarca, se está
luchando para conseguir.
488
Tenemos varias e importantes Denominaciones de Origen, y otras que
aspiran a ese reconocimiento oficial. ¿En qué ámbito colabora con ellas la
restauración?
Desde APEHA siempre hemos fomentado el uso de nuestro
producto autóctono. Tanto en las vigentes jornadas del arroz y vino
alicantino, como en las de los guisos tradicionales, celebradas en
abril, en las bases se hacía hincapié en el uso y promoción de los
productos autóctonos.
¿Debería mejorar, y en qué la formación de los CdT?
La calidad de la formación de los CdT ha mejorado mucho en los
últimos años. Ahora los alumnos realizan prácticas en restaurantes.
Por supuesto, siempre se puede mejorar, pero estamos muy
satisfechos del nivel alcanzado por los CdT.
¿Cómo llevamos la formación continuada?
Sinceramente, esta es una asignatura pendiente en nuestro sector.
Por la especial idiosincrasia del empresario hostelero, sometido a
unos horarios muy extensos e intempestivos, no se suele encontrar
cabida para la formación continua y el reciclaje de conocimientos.
Si bien es verdad, que esto está empezando a cambiar con las
nuevas generaciones de hosteleros, que sí entienden que es
fundamental mantenerse al día y estar bien formado e informado,
en un sector en constante evolución como es el nuestro.
489