El Proceso Inmediato 22

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EL PROCESO INMEDIATO

Reynaldo Pandia Mendoza

I.    CONCEPTO Y SU TRATAMIENTO EN EL DERECHO COMPARADO

El proceso inmediato es un proceso especial, y además una forma de simplificación procesal que se
fundamenta en los principios de Celeridad Procesal y Economía Procesal, sustentados en criterios de
racionalidad y eficiencia.

El antecedente más remoto al proceso inmediato (como proceso especial) a nivel del derecho comparado
lo constituyen: el juicio directo (guidizzio direttisimo) y el juicio inmediato (guidizzio inmediato), previsto en
el proceso penal italiano. El primero señalado, permite obviar la audiencia preliminar y poner a disposición
del Juez enjuiciador al imputado cuando se encuentra en flagrancia o cuando existe acuerdo de por
medio, entre el Fiscal y el imputado, para llevar adelante el juicio oral. En tanto que el segundo, es decir,
el “juicio inmediato” procede cuando luego de la investigación preliminar, resulta evidente la comisión del
hecho delictivo, en cuyo caso se solicita al juez de la investigación preliminar se proceda al juicio oral.
Obviamente que el proceso inmediato regulado en el Código Procesal Penal peruano, es un
procedimiento especial con características particulares, que permite la omisión de la realización de la
etapa intermedia permitiendo la incoación del juicio oral en forma directa.

Y si nos remitimos al derecho comparado con antecedentes más próximos, encontramos que en la
legislación penal chilena en materia procesal, se regula la posibilidad de solicitar la incoación de un juicio
inmediato en la audiencia de formalización de la investigación preparatoria para que se proceda al pase
directo al juicio oral; sin embargo, cabe diferenciar con relación a nuestra legislación peruana que en el
referida legislación extranjera, el juicio inmediato –que para el caso peruano sería el proceso inmediato-
es parte del proceso común y no propiamente un proceso especial como ocurre en el caso peruano.
Por su parte, el Código Procesal Penal colombiano, también prevé la posibilidad de que el Fiscal pueda
solicitar el «adelantamiento del juicio», cuando de los elementos probatorios obtenidos y de la evidencia
física, se pueda sostener con probabilidad de verdad que la conducta delictiva existió y que el imputado
es autor o partícipe del mismo.

Cabe destacar que en ambas legislaciones extranjeras –chilena y colombiana-, se establecen en forma
previa a la incoación de estos mecanismos de simplificación procesal, la formalización de la investigación
preparatoria en una audiencia correspondiente; aspecto que es rescatable debido a que tal exigencia
viene a constituir una garantía procesal a favor del imputado, quien podrá exigir y conocer una adecuada
imputación penal en su contra y podrá ejercer eficazmente su derecho de defensa. Aunado a ello, es
menester resaltar que, ante la falta de formalización de la investigación preparatoria, probablemente no se
encontraría habilitada la competencia del Juez de la Investigación Preparatoria para dictar alguna medida
de coerción, como la prisión preventiva –por ejemplo-, al ser esta una medida cautelatoria propiamente
dicha; pues, para ello se debe formalizar la investigación preparatoria y definir previamente el objeto del
proceso.

II.   SU REGULACIÓN EN EL PERÚ

Con la vigencia progresiva del Código Procesal Penal de 2004 en el Perú, este mecanismo de
simplificación procesal estuvo regulado con incoación de carácter facultativo por parte del Ministerio
Público, es decir, este –el proceso inmediato- constituía una alternativa a discreción del Fiscal; sin
embargo, a partir de la vigencia del Decreto Legislativo Nº 1194, el cual modificó varios artículos del
Código Procesal Penal en comento, la incoación de este proceso especial se ha convertido en
«obligatoria». Esta afirmación permite sostener que estamos ante un «nuevo proceso inmediato», por las
siguientes razones: (i) antes constituía una alternativa o discreción del Fiscal, quien podía o no incoarlo
cuando concurría cualquiera de los supuestos señalados en la norma procesal, empero de acuerdo a las
nuevas reglas del proceso inmediato, el Fiscal tiene ya no la facultad sino la obligación de solicitar que se
desarrolle el proceso inmediato en determinados supuestos que iremos desarrollando más
adelante; (ii)asimismo, es menester destacar que este mecanismo de simplificación procesal –obligatorio-
en su regulación normativa modificada ha sido extendido a nuevos supuestos; pues, además de otros
supuestos, el proceso inmediato será aplicable –en forma obligatoria- a delitos de incumplimiento de
obligación alimentaria (omisión de asistencia familiar) y de conducción en estado de ebriedad o
drogadicción; y por último (iii) viene a constituir un «nuevo proceso inmediato» porque a efectos de su
aplicación se ha establecido un nuevo procedimiento de audiencias: audiencia de incoación de proceso
inmediato, audiencia de control de acusación y audiencia de juicio inmediato.  
III. SUPUESTOS DE APLICACIÓN DEL PROCESO INMEDIATO

El proceso inmediato debe ser incoado de manera obligatoria, cuando:

a)    El imputado ha sido sorprendido y detenido en flagrante delito, en cualquiera de los supuestos señalados
en el artículo 259º del Código Procesal Penal de 2004, modificado por Ley Nº 29569.
b)   El imputado ha confesado la comisión del delito, en los términos del artículo 160º del Código Procesal
Penal.
c)    Los elementos de convicción acumulados durante las diligencias preliminares, y previo interrogatorio del
imputado, sean evidentes.
d)   Cuando se trate de un delito de incumplimiento de obligación alimentaria (Art. 149º del CP).
e)    En casos de delitos de conducción en estado de ebriedad o drogadicción (Art. 274º del CP).

3.1.        Supuestos de flagrancia delictiva, según el artículo 259º del Código Procesal Penal

El artículo 259º del Código Procesal Penal de 2004 ha establecido los supuestos específicos de flagrancia
delictiva, los cuales se configuran cuando: (i) el agente es descubierto en la realización del hecho
punible; (ii) el agente acaba de cometer el hecho punible y es descubierto; (iii) el agente ha huido y ha
sido identificado durante o inmediatamente después de la perpetración del hecho punible, sea por el
agraviado o por otra persona que haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual, dispositivos o
equipos con cuya tecnología se ha registrado su imagen, y es encontrado dentro de las veinticuatro (24)
horas de producido el hecho punible; (iv) el agente es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas
después de la perpetración del delito con efectos o instrumentos procedentes de aquel o que hubieren
sido empleados para cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable
autoría o participación en el hecho delictuoso.

Nuestra legislación peruana, en el artículo 259º del Código Procesal Penal, modificado por Ley Nº 29569,
ha recogido tres modalidades de flagrancia delictiva desarrolladas en la doctrina. A saber:

a)   Flagrancia Clásica (strictu sensu), regulada en los numerales 1 y 2 del artículo en comento, la misma
que se manifiesta a través del inicio del iter criminis o la consumación del delito. En cualquier de ellos el
sujeto es sorprendido y detenido, no existiendo huida.
b)   Cuasi flagrancia (flagrancia material), prevista en el numeral 3 del mismo artículo. Esta modalidad de
flagrancia se configura cuando el sujeto activo del delito es descubierto por el propio agraviado, por un
tercero o su imagen es registrado en medios audio visuales u otros dispositivos similares, v.gr. cámaras
filmadoras, fotografías, etc., y este –el agente- emprende huida; sin embargo, su ubicación y aprehensión
se produce inmediatamente, dentro de las veinticuatro (24) horas de producido el hecho punible. A partir
de ello se exige la concurrencia de dos elementos o presupuestos necesarios: la inmediatez personal y
temporal. Dicho de otra forma, el autor debe ser descubierto, perseguido y aprehendido, luego de realizar
el hecho delictivo.
c)   Flagrancia presunta o Presunción Legal de Flagrancia (ex post ipso), recogida en el numeral 4 del
artículo 259º del Código Procesal Penal de 2004. En esta modalidad de flagrancia, el autor en sí no es
sorprendido en la comisión del delito; sin embargo, este es encontrado dentro de las veinticuatro (24)
horas después de la perpetración del delito con efectos o instrumentos procedentes de aquel o que
hubieren sido empleados para cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su
probable autoría o participación en el hecho delictuoso.

3.2.        La confesión del imputado como supuesto de procedencia del proceso inmediato

En principio cabe señalar que la confesión, no es sino la declaración auto inculpatoria del imputado, la
cual debe ser sincera y espontánea, prestada libremente en presencia de su abogado defensor,
observando todas las garantías procesales; además, tal declaración debe producirse en el estado normal
de las facultades psíquicas del imputado. Aunado a ello, debe verificarse la existencia de elementos de
prueba periféricos que corroboren su autoincriminación; pues, no sería razonable ni objetivo, tampoco
admisible, que el Fiscal postule un proceso inmediato únicamente con sola la autoinculpación del
imputado.

3.3.        La existencia de elementos de convicción evidentes, como supuesto de procedencia del proceso
inmediato

Los «elementos de convicción» no son sino aquellos medios de prueba consistentes en documentos,
registros, indicios, evidencias, declaraciones, etc., recabados durante la investigación fiscal y/o policial,
que todos juntos, generan convicción en el Fiscal o Juez para estimar razonablemente la comisión de un
delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo. Y estos –elementos de convicción- serán
«evidentes» cuando la fuerza probatoria de cada uno de estos permita sostener una imputación penal
seria.

3.4.        El delito de incumplimiento de prestación alimentaria (omisión de asistencia familiar, Art. 149º del
Código Penal), como supuesto de procedencia del proceso inmediato

La incoación del proceso inmediato frente al delito de incumplimiento de prestación alimentaria, se funda
en lo innecesario de realizar actos de investigación. Cabe recordar que en este delito, fundamentalmente,
lo que se requiere es: (i) verificar la existencia de una sentencia judicial en la que esté establecida la
obligación de prestar alimentos; (ii) que exista una liquidación de pensiones de alimentos devengados
debidamente aprobada por el juez de la causa en el proceso de alimentos; y (iii)  verificar la existencia del
requerimiento de pago del monto liquidado, en un determinado plazo, bajo apercibimiento de remitirse
copias de los actuados procesales al Ministerio Público para el inicio del proceso penal por el delito de
incumplimiento de prestación de alimentos u omisión de asistencia familiar, el cual –el requerimiento de
pago- debe estar debidamente notificado al obligado. En lo demás, a efectos de postular el quantum de la
pena, será necesario recabar los informes de antecedentes penales, para cuyo efecto y otros, será
necesario aperturar investigación preliminar por un plazo razonable que estimamos no debe superar los
treinta días.

3.5.        El delito de conducción en estado de ebriedad o drogadicción (Art. 274º del Código Penal), como
supuesto de procedencia del proceso inmediato

Este viene a constituir un delito contra la seguridad pública que consiste en conducir, operar o maniobrar
un vehículo motorizado bajo los efectos del alcohol o estupefacientes, cuyos elementos de su
configuración deben ser verificados conforme al tipo penal contenido en el artículo 274º del Código Penal.

IV.ASPECTOS PROCEDIMENTALES

4.1.    Actuaciones ante la flagrancia delictiva en el proceso inmediato:

a)     Cuando el efectivo policial considere que se encuentra frente a un caso que configura flagrancia delictiva,
debe proceder a la detención del presunto autor del delito; asimismo, debe proceder a realizar el registro
personal al detenido e incautará las evidencias que halle relacionadas con el delito, documentando cada
uno de estos actos con su respectiva acta, y cada una de las evidencias serán sometidas a las cadenas
de  custodia correspondientes. Y de ser el caso, el efectivo policial deberá realizar el aislamiento y
protección de la escena del delito, a fin de preservar los indicios y/o evidencias hasta la llegada de peritos.
b)     Producida la detención del presunto autor o partícipes del delito, el efectivo policial deberá entregarle la
papeleta de detención, debiendo además  informarle los derechos que le corresponden (lectura de
derechos). Es importante que estos actos queden registrados en acta.
c)     Otro aspecto imperativo es que el efectivo policial debe comunicar inmediatamente de estos actos
preliminares al Fiscal Penal de turno, quien desde el inicio de estas actuaciones debe asumir la
conducción de la investigación.
d)     Por otro lado, cabe anotar que al detenido debe practicársele inmediatamente el reconocimiento médico
legal; facilitándose además al detenido de todos los medios que se disponga para que este pueda
comunicar su situación a sus familiares o a la persona o institución que designe. También cabe recordar
que es derecho de todo detenido a entrevistarse en forma privada con su abogado defensor, y que
además este profesional –el abogado- puede acceder a toda la información y  documentación que sea
necesaria para la preparación de la defensa técnica a favor de su patrocinado, sin que esto retrase el
desarrollo de las diligencias preliminares.
e)     Una vez culminadas las diligencias, el efectivo policial responsable del detenido, previa coordinación con el
Fiscal de turno, debe remitir  el informe policial, adjuntando todos los actuados y las evidencias
recabadas; asimismo, al detenido deberá ponerlo a disposición del Fiscal.
f)      El fiscal en el curso de las diligencias preliminares o al término de las mismas, debe determinar si la
intervención fue realizada bajo flagrancia delictiva, identificado el supuesto específico señalado en el
artículo 259º del Código Procesal Penal.
g)     Si de la calificación que realiza el Fiscal, se establece que los hechos no configuran delito o la detención
no se ha producido bajo ninguno de los supuestos de flagrancia precedentemente expuestos, el Ministerio
Público dispondrá a través de una decisión debidamente motivada, la inmediata libertad del detenido,
ordenando la realización de las diligencias o el trámite correspondientes al proceso común.
h)     Sin embargo, si luego de la calificación de los actuados se establece que: (i) el hecho constituye delito; (ii)
el presunto autor del delito está debidamente individualizado y (iii) que su detención se encuadra en
cualquiera de los supuestos de flagrancia del artículo 259º del Código Procesal Penal, y que además no
se requiere la satisfacción de algún requisito de procedibilidad; el Fiscal está en la obligación de incoar el
proceso inmediato ante el órgano jurisdiccional. Empero, de ser el caso, previamente podrá instar en sede
fiscal la aplicación de criterios de oportunidad.

4.2.    Actuaciones ante la confesión de imputado en el proceso inmediato:

a)     Si durante la investigación preliminar –a nivel policial o fiscal- o dentro de los treinta días de haberse
dictado la disposición de formalización de investigación preparatoria [DFCIP], el imputado se acoge a la
confesión sincera, el Fiscal deberá verificar el cumplimiento de los siguientes presupuestos para la
incoación del proceso inmediato:

(i)     Que, la confesión del imputado se encuentre corroborada por otro u otros elementos de convicción;
(ii)    Que, el imputado haya confesado libre y espontáneamente, y en el estado normal de sus facultades
psíquicas, y en presencia de su abogado defensor.

b)     Si de la calificación que se realicen de los actuados, el Fiscal determina que la confesión del imputado no
cumple con alguno de los presupuestos señalados, dispondrá la continuación de la investigación en la vía
del proceso común. Contrario sensu, incoará el proceso inmediato.

4.3.    Actuaciones ante evidentes elementos de convicción acumulado en el proceso inmediato:

a)     Si durante la investigación preliminar –a nivel policial o fiscal- o dentro de los treinta días de haberse
dictado la disposición de formalización de investigación preparatoria [DFCIP], el Fiscal advierte que en el
caso investigado cuenta con evidentes elementos de convicción acumulados que determinan: (i) la
existencia del delito; (ii) la responsabilidad del imputado en el mismo; (iii) que la acción penal no ha
prescrito; y (iv) que no se requiere satisfacer algún requisito adicional de procedibilidad; teniendo además
debidamente individualizado al autor; el Fiscal deberá incoar el proceso inmediato.
b)     Cabe precisar que durante el desarrollo de las diligencias preliminares y antes de que el Fiscal se haya
formado convicción de que ha acumulado los evidentes elementos para proceder a la incoación del
proceso inmediato, el imputado podrá lograr la celebración de algún criterio de oportunidad, si fuere el
caso; asimismo, dentro de los treinta días de formalizada la investigación preparatoria, podrá celebrarse
una terminación anticipada.

4.4.    Actuación Fiscal ante el delito de incumplimiento de obligación alimentaria en el proceso


inmediato:

a)     Una vez recibida la denuncia de parte o la remisión de los actuados por parte del juzgado que conoció la
demanda de alimentos, el Fiscal deberá calificar la documentación correspondiente y disponer la apertura
de investigación preliminar.
b)     En el curso de la investigación preliminar es necesario –entre otros- recabar los antecedentes penales del
imputado, toda vez que este incidirá en la medición de la pena privativa de libertad o  quantum de pena.
Será también necesario evaluar si corresponderá o no requerir la declaración de contumacia o ausencia
del imputado, a estos efectos debe verificar si el imputado cumplió con apersonarse formalmente a la
investigación señalando su domicilio procesal; o en su defecto, verificar las constancias de las
notificaciones o los informes de no haberse notificado al imputado, a fin de activar, de ser el caso, los
mecanismos procesales que correspondan para asegurar el ejercicio del derecho de defensa procesal del
imputado, a fin de evitar vicios de nulidad a posteriori.
c)     En el interior de la investigación preliminar, en sede fiscal, el imputado puede lograr la aplicación del
Principio de Oportunidad.
d)     Y si al término de la investigación preliminar el Fiscal, advierte que el hecho sometido a su investigación
constituye delito de incumplimiento de obligación alimentaria -y además cuenta con los presupuestos
anotados anteriormente-, debe incoar el proceso inmediato.

4.5.    Actuaciones frente al delito de conducción en estado de ebriedad o drogadicción en el proceso


inmediato:

a)     Si tras la intervención policial y realización de la comprobación de alcoholemia en aire aspirado, ésta
resulta positiva o si el intervenido conductor de vehículo motorizado presenta signos evidentes de estar
bajo los efectos de haber ingerido bebidas alcohólicas [examen cualitativo], el chofer o conductor del
vehículo deber ser retenido por la autoridad policial, debiendo además realizarse el control de identidad y
el registro personal del intervenido e incautación de las evidencias halladas sometiéndolas a la respectiva
cadena de custodia; dando cuenta al Fiscal Penal de turno. Cada uno de estos actos deben ser
documentados mediante actas levantadas en el mismo lugar de los hechos, excepcionalmente se
elaborarán o continuarán su elaboración en la dependencia policial o en lugar distinto, explicando las
razones que impidieron su elaboración en el lugar de los hechos.
b)     Seguidamente, el intervenido debe ser conducido a la dependencia policial o a la División Médico Legal
correspondiente, para que se le practique la prueba de alcoholemia  o examen toxicológico [examen
cuantitativo]. A continuación se realizarán las diligencias urgentes e inaplazables con participación del
Fiscal y del abogado defensor del intervenido.
c)     Si al término de la investigación preliminar, el Fiscal determina que se encuentra ante la comisión del delito
de conducción en estado de ebriedad o drogadicción, debe incoar el proceso inmediato.
d)     En el transcurso del desarrollo de las diligencias preliminares el imputado puede lograr la aplicación de un
Principio de Oportunidad.

V.  RAZONES POLÍTICO CRIMINALES DEL PROCESO INMEDIATO Y SU APLICACIÓN EN EL PERÚ:


UNA LA DISCUSIÓN ACTUAL

A partir de las sentencias condenatorias que se han venido dictando en el marco de la vigencia del
Decreto Legislativo Nº 1194, específicamente en los casos de los policías agredidos en el ejercicio de su
función por personas intervenidas, siendo uno de estos el caso de la ciudadana Silvana Buscaglia Zapler,
la aplicación del proceso inmediato ha sido aplaudida por un sector  importante de operadores jurídicos;
sin embargo, otro sector no menos viene cuestionando su legitimidad constitucional, señalando –entre
otros aspectos- que las penas impuestas a través del proceso inmediato serían desproporcionadas; y uno
u otro, advierte que con la implementación del proceso inmediato se estarían vulnerando derechos
elementales del procesado, v.gr. el derecho de defensa expresado en el plazo razonable que todo
investigado debe tener para preparar su defensa; también se dice que su aplicación no estaría siendo
acorde con la ratio legis del Decreto Legislativo Nº 1194.
Por tanto, a continuación abordaremos estos aspectos, desde nuestro modesto punto de vista. Con
relación al primer cuestionamiento, debo señalar que no es correcto atribuirle la «desproporcionalidad de
la pena» a la implementación del proceso inmediato; pues, las reglas o criterios para la medición de la
pena privativa de la libertad están establecidos, no en las normas que regulan el proceso inmediato, sino
en la norma material –parte general del Código Penal, a través del sistema de tercios-; por tanto,
achacarle la desproporcionalidad de las penas a la aplicación del proceso inmediato, es un error.
Y con relación al segundo cuestionamiento, en el que se dice que la implementación del proceso
inmediato vulneraría garantías procesales del imputado, debo señalar que si bien acorta los plazos del
proceso penal, no se vulneran garantías procesales. El “t” del asunto es que su implementación exige
jueces y fiscales adecuadamente capacitados, policías y abogados, igualmente capacitados. Pues, si
tenemos un Fiscal adecuadamente capacitado, este operador jurídico en su condición de defensor de la
legalidad, regido por el Principio de Objetividad, en el momento de calificar los actuados, con
responsabilidad determinará si en un caso concreto concurren o no alguno de los supuestos de aplicación
del proceso inmediato; el efectivo policial realizará cada diligencia preliminar con respeto a los derechos
procesales elementales del intervenido. Por su parte, el juez también capacitado hará un control
exhaustivo del requerimiento de incoación del proceso inmediato. A su turno, el abogado defensor del
imputado, basado en el Principio de Contradicción, también coadyuvará en el control del requerimiento de
incoación del proceso inmediato postulado por el Ministerio Público. Nótese que la aplicación del proceso
inmediato está sujeta normativamente a diversos controles, por consiguiente, no debe existir la posibilidad
de vulneración de las garantías procesales del investigado, ni de la parte agraviada; dependerá su
eficacia y legitimidad procesal y constitucional de quiénes sean los operadores jurídicos que intervengan
en su aplicación. Aunado a ello cabe anotar –y recordar siempre- que el proceso inmediato, es un
«proceso especial», por lo tanto, su aplicación no debe ser una regla general, es una excepción al
proceso penal común, que su incoación debe tener lugar única y exclusivamente ante los supuestos
regulados en el Decreto Legislativo Nº 1194, en lo demás el caso penal debe ser ventilado en la vía del
proceso común.
Y por último, con relación a la ratio legis del Decreto Legislativo Nº 1194, cabe precisar que aquella
señalada en la exposición de motivos, como el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, la lucha contra
la delincuencia y el crimen organizado, en especial combatir el sicariato, la extorsión, el tráfico ilícito de
drogas e insumos químicos, la usurpación y tráfico de terrenos y la tala ilegal de madera, no resulta muy
coherente con la excepción que se señala en el mismo decreto legislativo, al indicarse que quedan
exceptuados en su aplicación los casos en los que por su complejidad sean necesarios ulteriores actos de
investigación. Pues, los casos de criminalidad organizada o la alta delincuencia requiere la realización de
actos de investigación ulteriores sucesivos, que no hacen viable de por sí la incoación de procesos
inmediatos.

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