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CÉSAR DABIÁN

LEFT
Tips para emprender de cero a cien
(Los tips que nadie te ha dicho para emprender)

©2016 César Dabián

Derechos reservados.

Distribuido por:
Grupo Emprenent CDA México, S.A. de C.V.
Sky lobby 10-A. World Trade Center México
colonia Nápoles, delegación Benito Juárez, C.P. 03810
México, D.F.
www.EmprendiendoEditorial.com

Primera edición: marzo de 2017


ISBN: 978-607-00-9988-5

Emprendiendo apoya la protección del copyright.


No se permite la reproducción total o parcial de este libro ni su incorporación a un sistema
informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste
electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso
previo y por escrito de los titulares del copyright.

Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar
las leyes del Derecho de Autor y copyright. Al hacerlo estás apoyando
a los autores y permitiendo su desarrollo.
Mi historia de negocios inicia a los 5 años de edad, cuando le pedí a La Mamix que
me comprara un chocotorro1 y en lugar de darme dinero, me puso en las manos unas
cremas corporales y algunos labiales de su negocio MLM, diciéndome:
–Mijo, no tengo dinero, pero vende esto con las vecinas.
No recuerdo si me fue fácil o no, ni durante cuánto tiempo lo hice, excepto
la imagen de mí mismo sentado en la banqueta comiendo un chocotorro. Allí
comprendí lo geniales que pueden ser los negocios y desde ese momento
hasta hoy lo seguí haciendo. Para mí, el chocotorro representa eso que uno
desea y puede lograr, representa lo más valioso que se obtiene al emprender;
representa la libertad. ¡Qué chulada! ¿no?
Chocotorro: Pastelito, cubierto de chocolate, relleno de mermelada de fresa.
1
RECO
LO IMPOR
NOCE
TANTE
FÓRMULA FORMA2 GANADORA
2
forma
Del lat. forma.
f. Modo o manera en que se hace o en que ocurre algo.
-Real Academia Española
Ya conocen el dicho: “el artista florece en las peores circunstancias”. Está de sobra
decir que estoy de acuerdo con esta afirmación. Desarrollé mi primer producto
(el juego que hoy es el simulador de negocios más vendido de América Latina)
cuando vivía en un local sin regadera y dormía para olvidar el hambre –suena
más dramático de lo que fue. En realidad era muy feliz, por el simple hecho de no
tener a “amables” cobradores tocando mi puerta todos los días–. Allí comprendí
que para emprender sólo se necesitan 3 ingredientes: una idea, capital y un
emprendedor. Pero lo más importante es que aprendí el valor de cada uno.
Las ideas brillantes sólo son brillantes cuando dejan de ser ideas, o sea, hasta que
se convierten en algo que puede mejorar la vida de algunas o muchas personas.
Les puedo afirmar rotundamente que una idea vale entre poco y nada, ¡qué
fuerte! ¿verdad? porque lo verdaderamente importane es hacerla realidad. ¡Obvio!

Una buena noticia es que las ideas brillantes no existen,


como tampoco existen las malas ideas.
Muchos sabemos que proyectos como The
Beatles fueron rechazados en un inicio. ¿Por
qué? Porque fueron considerados como una
pésima idea. ¿Por quién? Por quien no
tuvo la capacidad de hacer algo con ella.
Uno de los libros más vendidos de la historia escrito por J.K. Rowling: Harry Potter y
la piedra filosofal fue rechazado por algunas de las casas editoriales más importantes. A
Madonna le «cerraron las puertas» en varias disqueras porque a su música “le faltaba
la esencia de la época”. Andy Warhol mandó al MoMA2 de Nueva York algunas obras
gratuitas con la esperanza de que las exhibieran, sin embargo fueron rechazadas. La
carta de negación hoy es parte de la exposición permanente en el museo de Andy
Warhol en Pittsburgh. A lo que voy con todo esto es que no existe, no ha existido,
ni existirá un “experto” que pueda saber, de manera anticipada, si una idea va a
funcionar o no. El éxito o fracaso sólo es visible en retrospectiva.
Museo de Arte Moderno (llamado también MoMA, siglas en inglés de Museum of Modern Art).
2
Cuando terminé el primer prototipo presentable de mi simulador de negocios me
hice la pregunta paranoica que casi todo emprendedor se hace: ¿Comparto mi
idea o no? Ignoraba que para hacer tangible una idea, es prácticamente forzoso
mostrarla durante su creación ¿a quiénes? de entrada a los que colaborarán
contigo para su realización. Puedes necesitar: fabricantes, proveedores,
productores, distribuidores e incluso posibles clientes e inversionistas, sin
mencionar a los que casi todo mundo consulta en un inicio: amigos y familiares.
Difícilmente se pueden registrar y patentar nuestras ideas e inventos antes de
mostrarlos y probarlos. De hecho casi nunca es así, primero nos aseguramos de
tener un «producto final» para después registrarlo. Por eso, los emprendedores
nos valemos de la intercreatividad, donde cada uno de los agentes mencionados
nos ayudará a terminar nuestro producto.

En realidad el producto final es el resultado de aportaciones de muchas


personas que durante la creación fueron agregando, quitando, mejorando o
reemplazando partes de la idea original. Sin embargo es necesario protegerse
contra la piratería, está de más decirlo, pero sobre todo contra aquellos que
pueden adueñarse de tu idea y demandarte por usar lo que tú has inventado (es
una especie de seguro contra “astutos”).

Si no puedes registrar tu obra previamente, pide


que te firmen un acuerdo de confidencialidad
antes de mostrarla.
Cuántos casos conoces sobre emprendedores que comenzaron con casi nada
y desde su casa, seguramente una buena cantidad ¿verdad? porque contrario
a lo que se piensa, los negocios, en realidad, no necesitan dinero para nacer,
necesitan dinero para crecer. Hoy en día –y tal vez desde siempre– el mayor reto
de los emprendedores no radica en recaudar dinero sino en tener el ingenio y
empuje para arreglárselas sin él. ¡Qué cosas!

Hoy es más sencillo que nunca montar un negocio y prácticamente sin capital,
para ello basta comenzar en pequeño.
Lo importante es que no te arriesgues con créditos y préstamos que pongan en
riesgo tu empresa. Los buenos proyectos siempre llegan a puerto. ¡Te lo prometo!
El mejor consejo sobre cómo ganar dinero o cómo ganar un maratón, lo recibirás
de aquél que lo haya logrado preguntándole cómo lo hizo. En mi caso, no he
tenido muchos padrinos o mentores que me hayan apoyado y reconozco que
me hubieran sido de gran ayuda, pero de algo estoy seguro, siempre
hay muchos caminos para llegar al mismo lugar.
Sería muy arriesgado de mi parte
decirte cómo puedes lograr
tu primer millón, pero lo
que sí puedo hacer es decirte
cómo lo hice yo.
Tal vez lo siguiente te sirva:
Primero debes preguntarte: ¿qué estoy haciendo para atraer dinero? ¿Tienes ideas
que te apasionan? ¿Estás trabajando en hacerlas realidad? ¿Les has puesto fecha
límite? ¿Te has retado a comenzar con lo que tienes? Por experiencia te digo, mis
mejores emprendimientos los he iniciado sin dinero. Te voy a contar un secreto, casi
todos mis productos son patrocinados, esto significa que no he tenido que invertir
capital, pero a cambio de eso, todas las personas que colaboramos en el proyecto
invertimos muchísimo tiempo y trabajo, y por supuesto,
al tener patrocinadores de marcas trasnacionales,
el compromiso se triplica, porque por un lado
tenemos patrocinadores gigantes y por otro
consumidores que demandan calidad superior.
Tengo que aclarar algo, nunca dije que fuera
fácil, el dinero se atrae, siempre y cuando te
hagas visible. En nuestro caso, para el primer
producto, Viridiana y Victoria –quienes se
encargaron de comercializarlo– le platicaron
del proyecto a más de 200 empresas, 180 dijeron
que no. Créeme, duele, a veces hasta a las lágrimas.
Pero lo más importante es que 20 dijeron que sí, y
así amigos míos es como llegó el primer millón.
Estaba en banca rota cuando decidí empezar Emprendiendo, que es la marca
de mi empresa y productos. Había agotado toda fuente de financiamiento y
aniquilado mi reputación crediticia –por los problemas que tuve al quebrar
mi empresa anterior– y sin un peso para emprender me hice la pregunta más
importante de mi vida empresarial: ¿qué negocio puedo empezar sin dinero? Lo
único que tenía, y aún conservo, es cerebro, experiencia y ciertos conocimientos
sobre negocios, así que decidí, desde ese día, comercializar mi mente ¿por qué
no? A partir de ese momento comencé a escribir para revistas de negocios como
Entrepreneur, Merca2.0 y Franquicias y Negocios, lo que me llevó a escribir en
algunas más, así me encontraron y contrataron para dar talleres y cursos en
empresas de mi país, los cursos me llevaron a hacer un juego didáctico para
usarlo internamente; hoy por hoy es el simulador de negocios más vendido de
América Latina –ya lo dije antes, perdón– un simulador me llevó al desarrollo
de otros 6, éstos me llevaron a dar conferencias y las
conferencias a este libro. Nada, excepto
aportar lo poco que sé, lo planee así.

.
Muchos creen que no es posible emprender sin capital y lo buscan con ansiedad,
algunos son capaces de “vender su alma al diablo”. A veces, efectivamente lo hacen,
porque ven la deuda como un trofeo, porque así la promueven bancos, gobiernos e
inversionistas. Te ponen pruebas que debes superar, vencer a rivales y por fin, recibir
la “presea” del crédito o en su defecto, perder parte de tu empresa. Como si estar
endeudado desde el inicio fuera un logro y ceder parte importante de tu empresa
fuera una hazaña. En mi opinión, tratar de “bajar recursos” del gobierno es una
“proeza” innecesaria. Depender de esta alternativa es como pretender ganar la lotería
para iniciar un negocio. De hecho, tienes las mismas probabilidades. Dejar a la suerte
tu futuro es desconfiar de tu capacidad para hacer realidad tus objetivos.
Te propongo que veamos al emprendimiento como un partido de futbol.
Iniciar un negocio endeudado es similar a comenzar un partido de futbol con
números negativos. Claro que es posible ganar incluso si
se inicia con números negativos, pero desde luego, las
probabilidades son mucho menores. Mourinho dijo:
“Si lo único que tienes es un gato para ir de caza,
vas con el gato”. Eso es hacer lo que se puede con
lo que se tiene. Muy diferente es tener un gato y
no ir de caza hasta tener al perro. ¡Por aferrado!
¿Le apostarías a un equipo que inicia el partido con 3 goles en contra?
De entrada, sabes que deberá anotar 3 veces para igualar la condición del
oponente, desde luego que será complicado lograrlo y si lo hace, probablemente
el contrincante ya habrá anotado alguno o algunos más. Lo mismo sucede
en los negocios, para alcanzar el punto de equilibrio es necesario generar los
ingresos suficientes para cubrir los gastos de operación como la renta, luz,
internet, sueldos, mantenimiento de las instalaciones, impuestos, insumos,
gastos de venta, de transportación, distribución, proveedores, etc. Nada fácil,
como para agregarle un compromiso de pago relacionado al financiamiento
inicial.

Entonces: ¿Qué opinaría Mourinho, quien fuera reconocido como uno de


los mejores entrenadores técnicos de futbol, sobre el capital inicial de un
emprendimiento? Seguramente lo que cualquier líder de un equipo: nunca
iniciar una competencia con tan drástica desventaja, a menos que el objetivo sea
recibir una lección. Se trata de ser valientes no temerarios.
¿Qué hacer si todo está saliendo bien, la sinergia es pura y positiva?
Mientras escribía para revistas y daba talleres de mercadotecnia y negociación, había
desarrollado simultáneamente el juego de negocios, que jugaba con mis hermanos,
cuñados y amigos. Ellos a su vez comenzaron a jugar con otros amigos sin mí, y así,
dentro de poco tiempo ya había pequeños clubes de juego, de mi juego, que por
cierto, fabricaba manual y rústicamente y no tenía nombre aún. –Por cierto, no
me quedé con ninguno. Todos esos prototipos los vendí para comer. He intentado
comprárselos a los dueños, pero los envidiosos no me los quieren vender. Pero como
les iba diciendo... Allí me di cuenta, que ese sería mi nuevo emprendimiento: una
empresa desarrolladora de juegos y simuladores de negocios.
En aquella época no figuraban los simuladores de negocios en ninguna
parte, lo sé porque intenté comprar uno para mí, busqué en librerías, tiendas
departamentales, jugueterías y nada. Sólo había Monopolys y Turistas Mundiales.
Eso se convirtió en una necesidad que decidí autosatisfacer, –por cierto, es
así como muchos emprendimientos nacen– pero con lo que ganaba apenas
podía cubrir mis gastos elementales: renta, luz, agua, alimento y una ida al cine
los fines de semana con Viri –sin palomitas–. Al terminar de dar mi primer
taller de negociación en una empresa grande, el CEO de la empresa donde lo
impartía me preguntó ¿te gustaría ser director de mercadotecnia de mi empresa?
Sí, yo también leí El rinoceronte de Scott Alexander y en esa época, podría decir
que me sentía identificado con lo que él decía. Me faltaba madurar.
– No quiero ser una pinche vaca. Quiero ser un rinoceronte. –Pensé.
– Me dejas pensarlo dos días. –Le dije a Uriel. El CEO de la empresa.
– Si me dices que sí en este momento te ofrezco...
Tomó un cuaderno, escribió una cifra y me la mostró.
– ¡Acepto!
Cerramos el trato con un apretón de manos. Pero ¿Me crecerían ubres? «Naaa».
Tenía un plan. A los dos meses como Director, decidí iniciar mi empresa de
manera paralela. Contraté a dos vendedoras: Viridiana y Victoria, a
quienes les estaré eternamente agradecido. Convertí mi departamento
en oficina, compré un escritorio y ¡listo! nos pusimos a vender. Con
mi sueldo pude mantener la operación durante el primer año.
Dos años después, cuando lo que ganaba en mi empresa igualó
mi sueldo renuncié. Y eso mismo te recomiendo; si quieres
emprender, debes ver tu empleo como una actividad temporal
y esforzarte por salir rápidamente de allí. Finalmente es una
escuela donde te pagan por aprender, pero tampoco puedes estar
de aprendiz todo el tiempo. ¡Tú me entiendes!
Cualquiera puede tener una idea. Cualquiera puede obtener dinero. Lo
interesante es quién hará con esos dos elementos algo importante. Las ideas
y el dinero son muy celosas, requieren de alguien con energía, coraje, pasión,
dedicación e inteligencia para hacer de ellas algo valioso. Curiosamente sólo tú
podrás ver el alcance de tu idea y lo más chistoso es que te considerarán un loco
hasta que tu idea triunfe. ¡No hagas caso Lucas! Lo más importante es decidir
empezar y decidir continuar.

Y jamás abandones eso que te hace feliz, sólo porque a otros no les gusta.
Descúbrete a ti mismo, destapa tus pasiones y haz visibles tus habilidades.
No me creas pero muchos emprendedores no conocen sus capacidades y
competencias, que son los principales recursos con los que contamos. Tu salud,
el tiempo del que dispones, tus relaciones personales junto con tu patrimonio
son, en pocas palabras, tus posibilidades económicas. Es vital que tengas claro
en qué eres verdaderamente bueno y cuáles son tus pasiones, porque serán la
materia prima de tu emprendimiento. Si eres muy bueno en algo el mundo lo
tiene que saber, pero tú eres el encargado de que se entere.

Para ser emprendedor necesitas soñar, imaginar y anhelar, pero tengo que
insistir, un soñador no emprende si no realiza esos sueños. Es necesario
visualizar metas, analizar opciones, planear, establecer los pasos a seguir,
capacitarse, valerse de la creatividad, dedicación y esfuerzo.
Bueno ¡para oreja! porque tengo algo muy importante que decirte: eso
puede sucederte hoy mismo.

Pero debo aclarar: Sólo si eres tan listo o lista para darte cuenta que la
suerte podría estar tocando la puerta de tu casa en este preciso momento
o mirando tu lindo rostro desde tu ventana… sólo debes quitarte los
audífonos o apagar la televisión para escucharla y abrirle la puerta.
Te voy a poner un ejemplo: En el lugar donde estás leyendo este libro ¿tu
sala? ¿tu recámara? ¿mientras viajas? o ¿en una apacible terraza? ¿Qué ves a tu
alrededor? Quizá veas un bolso de mujer. Tal vez sea tuyo. ¿Visualizas algún
posible negocio con él?

Voy a platicarte el caso de Marion, que una tarde mientras leía una revista en la
sala de su casa, recibió una llamada de su mejor amiga invitándola a una fiesta
a la que asistirían celebridades y personajes de la política. Ésta sería la primera
ocasión que asistiría a un evento de esa clase. Afortunadamente, la semana
anterior se había graduado y tenía el vestido de esa noche, pero le hacía falta
una cosa; un bolso de lujo. Para hacer las cosas más frustrantes, la fiesta sería la
noche siguiente y ni ella, ni sus papás tenían dinero para comprar uno de esa
clase y le daba mucha pena pedirle prestado uno a su prima la popis.

Sin duda ese hecho le dio su gran idea. Si no podía comprar un bolso de lujo,
quizá podría rentar uno, pero cuando buscó en internet supo que en su ciudad
no existía ese servicio. Fue entonces cuando un foco se encendió en la cabeza de
Marion. Si no existía el negocio de renta de bolsos de lujo ¿Por qué no iniciar
uno? ¡Marion lo hizo! y en la actualidad es dueña de un próspero negocio de
renta de bolsos de lujo, en tres ciudades.
Como dije antes y repetiré una vez más; las ideas están a tu alrededor. Todo lo
que tienes que hacer es estar alerta y receptivo.

Algunas de tus mejores y más útiles ideas pueden sorprenderte en momentos


inesperados una vez que adquieres el hábito de ver el mundo a través de tus
success glasses . No me hagan traducirlo a lentes de visión exitosa que no se
escucha tan cool.

También tus bienes se pueden aprovechar al máximo. Si tu casa tiene jardín,


puedes cultivar hortalizas e incluso plantas medicinales. Acuérdate que no hay
negocios ñoños sólo negocios ¿ok? Pero si lo tuyo son las leyes o los dientes
puedes adaptar un espacio para abrir tu despacho o consultorio. En un inicio
tus oficinas y hasta una pequeña fábrica pueden estar dentro de tu casa. Si tu
casa tiene un bonito jardín, puedes alquilarlo para eventos. Si tienes bolsos de
lujo o lujo-medio puedes rentarlos. Tu auto puede ser una fuente de ingresos.
¿Tienes muchos relojes, muebles, conocimientos, tiempo? Piensa en cómo
sacarles provecho. Así como estas ideas, puedes generar muchas más, basta con
poner atención a tus pertenencias y conocimientos para poder generar dinero a
partir de ellos.
VE MÁS
DE LA
ALLÁ
CREACIÓN
La eterna búsqueda de encontrar el momento
perfecto, la situación perfecta, la idea perfecta
y el plan perfecto para poder llevar a cabo un
proyecto es lo que el “emprendedor perfecto”
necesita y en esta eterna búsqueda de lo
imposible, al final, lo que se encontrará cara
a cara es al tiempo. El tiempo que sin lugar
a dudas es el más cruel de los jueces y su
veredicto es inapelable.
Una vez que hemos generado una idea de negocio, solemos caer en un bache,
que, en algunos casos, comienza a agrandarse y agrandarse, hasta ser casi
imposible salir de él. Me refiero a la búsqueda de la perfección. Casi todos
iniciamos elaborando un plan de negocios, algunos muy sofisticados, otros en
servilletas de restaurante, pero ¿cuál conviene más?
Según Dan Roam autor de La clave es la servilleta, analizar los problemas
con garabatos en vez de hacerlo con la PC resulta altamente efectivo porque
el público conecta mejor con las imágenes dibujadas a mano, espontáneas y
naturales, que con gráficos muy pulidos.

No hay software que supere al garabato en la exploración de ideas. Por eso


recomienda que planifiques tus presentaciones en modo analógico (con
papel y lápiz) y sólo cuando estés convencido del plan y de los bocetos de las
diapositivas, pases a modo digital.
A veces el plan se convierte en nuestra razón de ser y de pronto somos muy
felices haciendo planes. También puede entrarnos una especie de obsesión con
la planeación y no es que esté en contra de planear, hacer un plan es necesario,
pero sin obsesionarse ni escudarnos detrás de la perfección.

Casi siempre, para atrevernos a salir al mercado queremos hacerlo de manera


triunfal, buscamos que nuestro servicio o producto sea perfecto y lo embellecemos
un poco más cada día, pero también le encontramos desperfectos, y nos
concentramos en quitárselos a toda costa, a veces hasta involucramos a terceros
para que nos ayuden a quitárselos.
Pueden pasar días o años, y lo más triste es que muchas veces, ese producto o
servicio nunca logra salir al mercado porque a su creador le dio miedo salir con
un producto imperfecto.

La mayoría de las grandes marcas que hoy conocemos iniciaron con productos
muy alejados de lo que hoy son, como Microsoft y Sony, incluso muchos de
ellos salieron al mercado con productos inacabados. Podría parecerte imposible
pero el primer producto de Apple –El Apple 1– estaba horrible. Puedes
googlearlo y verificarlo tú mismo.
La única manera de saber si tu producto o servicio va a funcionar es poniéndolo
a prueba en el mercado. Los productos y los planes de negocios son como los
aviones, se construyen durante el vuelo. No
necesitas la validación ni aprobación de ningún
experto, de ti depende y sólo de ti, hacer de tu
emprendimiento un proyecto viable. Ya ajustarás
las tuercas necesarias en la marcha escuchando
atentamente y de cerca a tu mercado. Si tu
producto o servicio no es perfecto, igual debes
lanzarlo al mercado. Lo importante es comenzar.
Ya verás que muchas veces aquel producto
horrible para ti, es perfecto para tus clientes.
Una vez que alguien genera una idea, tiene 72 horas para comenzar a trabajar en
ella, de lo contrario la emoción comenzará a perderse y el cerebro a olvidarla. En
la memoria a largo plazo cada concepto o idea debe estar ligada a una emoción,
si no, se desvanece rápidamente. Algo muy similar al
funcionamiento de un virus, que debe estar asociado a
una proteína para poder persistir.
El momento perfecto, el plan perfecto o la idea perfecta no existen. El momento
para llevar a cabo tus sueños es ahora mismo. Despójate de tus inseguridades
y miedos que son los que justifican tu eterna búsqueda de la perfección. Lo
que realmente te hará crecer es la acción. Lo más apasionante cuando somos
emprendedores es precisamente saber enfrentar esas imperfecciones que nos
encontramos en el camino. Las imperfecciones son las que nos mantienen
despiertos y alertas, nos hacen más sabios y nos permiten obtener conocimiento.
Las imperfecciones hacen “perfecto” nuestro viaje emprendedor.

Recuerda que en los negocios no es el más grande el que se


come al pequeño sino el veloz al lento. Con esto no
quiero decir que metas un pastel al horno y
aumentes la temperatura para que se cueza
de inmediato. Para que quede sabroso el
tiempo de horneado generalmente es
lento. En lo que debes ser veloz es en
hacer el pastel y meterlo al horno.
Hacer un plan de negocios estableciendo un público objetivo es difícil, pero
todos lo hacemos, algunos por intuición y otros por asesoría. Está bien hacerlo,
aunque no siempre sea el indicado, sin embargo tenemos que empezar por algún
lado. Incluso haciendo un estudio de mercado antes de lanzar tu producto o
servicio, es probable que no obtengas una respuesta precisa. Desde hace algunos
años uso el caso HUMMER como ejemplo. La marca se dirigió a un mercado
equivocado, pero lo más grave es que siempre lo supo. Ellos querían que su
mercado fuera glamuroso y sofisticado, sin embargo quienes lo compraron
eran, reggeaetoneros, boxeadores, futbolistas y comerciantes de bajo nivel
sociocultural, pero con altos ingresos. Esto no tiene nada malo, lo grave es que
no quiso reorientar su estrategia. Incluso hicieron una campaña masiva que
decía: «HUMMER no es para ti». Pero el esfuerzo fue vano. En este año, GM
anunció el cierre definitivo de HUMMER. Lo mismo sucedió con Abercrombie
& Fitch que ofreció dinero a Mike The situation Sorrentino, quien fuera uno
de los protagonistas del reality de televisión Jersey Shore, para que no vistiera las
prendas de la marca en el programa. La compañía señaló en un comunicado:
«La asociación del señor Sorrentino con nuestra marca es muy perjudicial para
nuestra imagen». ¿Quién está mal? ¿La marca o el mercado? Hoy tienes la
respuesta. Si al principio tus productos no logran el nivel de ventas necesarias, tal vez
los estés dirigiendo a un mercado equivocado, pero si detectas que se están vendiendo
bien en otro segmento, reorienta tu estrategia a tiempo y muévete hacia allá.
En Emprendiendo nos pasó algo similar, en un principio creí que por tener un juego,
–simulador de negocios– nuestros clientes potenciales estaban en las jugueterías y lo
colocamos allí. Incluso una vez estuvimos un mes entero en la expo del juguete más
grande de México. El resultado: por cada simulador que desplazábamos se vendían
20 hornitos de chef de Barbie, pero al pasar el tiempo fuimos recibiendo cada
vez más llamadas solicitando información y precios para universidades, gobierno,
emprendedores, cámaras de comercio e incubadoras. Ahora tenemos perfectamente
identificado nuestro target. Como dijo Bill Gates: “El secreto en los negocios está en
detectar hacia donde va el mundo y llegar allí primero”.
Te voy a contar el secreto de mi empresa: El 85% de los productos y servicios de
Emprendiendo no requieren un esfuerzo de venta tradicional, se venden en línea.
Aportamos contenido útil en la web y así logramos dejar de vender para vender
más. Si quieres sobresalir de la multitud es inminente que hagas una labor fuerte
de posicionamiento, usando las redes sociales y asignándoles un grado de prioridad
alto, especialmente en las que se encuentra tu audiencia como: Twitter, Facebook,
Instagram, Snapchat, Wordpress, Linkedin y YouTube que serán tus canales de
distribución de valor. Nunca las uses como panfletos ofreciendo todo el tiempo tus
productos y servicios. La regla es: Primero establece la relación y luego vende.
CONS
A 100
TRUYE
AÑOS
Seguramente has escuchado alguna vez que los
negocios fracasan en sus primeros 3 años. Si bien este
dato es correcto, debemos tener en cuenta que esta
información sólo representa una cara de la moneda,
en la otra cara tenemos que el 75% tendrá éxito en
su tercer intento. ¿Esto significa que debes quebrar
tus primeras tres empresas? Al principio yo creía que
así funcionaba esto, pero afortunadamente no es así.
Creía que un negocio quebraba cuando llegaba a números rojos. Hoy
definitivamente no lo creo porque estoy convencido de que las empresas no
fracasan, las empresas se abandonan ¿Y por qué se abandonan? Porque se
está vendiendo de manera súper efectiva lo fácil e inmediato. De inmediato
obtendrás capital y lo lograrás fácilmente. Sólo llena unos cuantos formularios
en línea, del organismo de tu preferencia o “vende” tu idea a personas con
grandes capitales que están dispuestas a darte un poco de su dinero a cambio
de una parte de tus utilidades y lo mejor de todo es que 5 minutos bastan para
hacer tu presentación (pitch) y al terminar recibir millones para hacer realidad
tu, digo su, no, no, tu sueño. Basta con asistir a programas, talleres y cursos de
emprendimiento, que en muchas ocasiones son impartidos por personas que
nunca han emprendido un negocio, para obtener el conocimiento y desde luego
la experiencia necesaria. Tu nuevo negocio escalará rápidamente hacia peldaños
cada vez más rentables y también es ¡fácil! No te quiebres la cabeza tratando de
pensar en cómo hacerlo, para eso existen las aceleradoras de negocios ¡faltaba
más! Lo importante es rentabilizarla todo lo que se pueda, después simplemente
la cerramos y abrimos otra. –¿Tengo que aclarar cada vez que sea sarcasmo?
No es de sorprender que la obsolescencia programada haya llegado hasta aquí.
Abrir un negocio pensando en el momento en que te vas a deshacer de él es
como casarse pensando en el momento en el que te vas a divorciar.
La lista de beneficios fáciles e inmediatos podría ser muy larga, pero con estos
puntos basta para aclarar la idea. Y desde luego, cabe mencionar que detrás de
cada una de estas iniciativas, hay cazadores. Hay “emprendedores” cazadores
de recursos y también hay cazadores de “emprendedores”. Así, con comillas.
¿Qué cosas no? Los negocios se abandonan cuando no están ligados a un
propósito fuerte, que va más allá de lo económico. Los abandonamos cuando
emprendimos por dinero, qué irónico suena ¿verdad? Seguramente piensas
que los negocios se emprenden para recibir dinero, pero la realidad es otra, los
emprendedores que han cambiado y mejorado el mundo iniciaron con algo que
les apasionaba y ligados a un propósito fuerte.

Yo te pregunto: Si tuvieras una


enfermedad seria ¿te suicidarías? La
siguiente pregunta es más fuerte:
Si tu hijo o alguno de tus padres
tuviera una gripe ¿le aplicarías la
eutanasia? ¡Obviamente no! Pero
qué crees, eso es lo que solemos
hacer con nuestros negocios y
empresas.
Las empresas también se enferman y cuando un negocio no está ingresando lo
suficiente para generar utilidades podemos decir que está enfermo, pero como
el 75% sólo emprendieron por dinero y éste no llega a la velocidad deseada,
toman la decisión fácil; cerrarlo. Así de sencillo es como aniquilamos nuestros
negocios. Richard Branson cuenta como su socio David Hoare le expuso sus
preocupaciones sobre el funcionamiento de las aceleradoras de negocios: “En
este se escoge una empresa líder en un
mercado en crecimiento, se añade un
poco de apalancamiento financiero
y ¡listo! Pero si los resultados
no son los esperados, los
nuevos dueños meten
las manos, cambian al
presidente y fijan unos
objetivos más ambiciosos aún”.
Lamentablemente esto casi nunca funciona
y la empresa se va al precipicio. David
asegura que esto sucede porque se obliga a las
empresas a trabajar a marchas forzadas para
cumplir metas financieras imposibles.
SAL DE
DE CON
TU ZONA
FORT
LEFT
Primero vámonos poniendo de acuerdo sobre qué es la zona de confort. Pues bien, la
zona de confort es simplemente eso que conocemos, sea bueno o malo. Por ejemplo:
Si tienes un empleo que no disfrutas, si tienes un negocio que ha operado de manera
idéntica durante mucho tiempo, si no has buscado nuevos clientes, estás en tu
zona de confort. Si no has aprendido ningún idioma nuevo, no has viajado, no has
conocido a gente nueva; estás sentado en un cómodo sillón. La siguiente pregunta
lógica que podrías hacerme es: ¿para qué salir de mi zona de confort, si actualmente
vivo bien? –en caso de que así sea– la respuesta es muy simple: porque justo donde
termina nuestra zona de confort, comienza lo más relevante de la vida.
Fallar no es una opción es una frase que algunos coaches de “éxito” nos dicen, para
que nos sintamos alentados y con ganas de triunfar, pero el efecto es justamente el
opuesto, con esa frase nos inyectan temor, temor a fracasar. Te voy a compartir algo
súper efectivo para salir de la zona de confort. Basta con hacer tres cosas:

1. Vencer el miedo. Como emprendedor debes ser valiente pero nunca temerario.
El temerario posee un exceso de confianza generalmente peligrosa. El valiente actúa
midiendo riesgos, porque valiente no es el que nunca tiene miedo, sino el que tiene
miedo y actúa de todas formas. Nunca arriesgues lo que no tienes y jamás arriesgues
lo que no estés dispuesto a perder. Eso te dará tranquilidad mental para actuar.
2. Despojarte de la vergüenza. La vergüenza impide en muchas ocasiones realizar
cosas que nos encantaría hacer. Para quitarnos la vergüenza debemos vencer
nuestros miedos, y para ello debemos enfrentarlos.
3. Tomar acción. ¡Actúa! Uno de los métodos infalibles para salir de tu zona de
confort es “mojar tu sofá” y aplicar el sistema LeFT. Left me gustó porque podemos
usarlo en inglés que significa dejado y viene bien para dejar la zona de confort, pero
a mí me gusta más como el siguiente acrónimo:
Estoy seguro que has escuchado o leído en diversos medios que hagamos
por lo menos una cosa que nos guste al día, pero lo que yo te invito hacer, es
justamente lo contrario: por lo menos una vez a la semana, haz algo que te de
miedo. Eso es salir de tu zona de confort.

No tengas miedo, no pasa nada si fallas, si esto pasa, regresa a tu zona de


confort, toma las herramientas que seguramente olvidaste e inténtalo otra vez.
Al principio te sentirás incómodo pero, poco a poco, con paciencia, disciplina
y dedicación lograrás sentirte bien haciendo eso que antes te daba miedo y te
mantenía inmóvil.

No intentes, no desees ¡hazlo y punto!


Cuando tenía 17 años comencé a venderle a grandes empresas, esto implicaba
negociar con viejos lobos de mar. ¿Me daba miedo? ¡Por supuesto! ¡me daba pavor!
lo que provocaba que mis manos escurrieran de sudor cada vez que saludaba de
mano a uno de estos directivos. Mi miedo era evidente y ellos lo notaban. Harto de
que me pasara siempre, decidí apoyarme en un recurso súper creativo e innovador,
que si no me quitaba el miedo, por lo menos lo ocultaba.
En la siguiente cita, para ofrecer mis productos, llegué
con la mano derecha vendada, así evité saludar de mano y
me sentí seguro durante mi presentación. Fue mi escudo
durante un año o dos. Poco a poco logré dominar la
situación y un día no necesité más la venda.
Para emprender es forzoso subir a la autopista y tomar el carril de la izquierda.
No hay opción. En el carril de la izquierda no podemos detenernos, orillarnos ni
disminuir la velocidad, si lo hacemos provocaremos un alentamiento en cadena.

En el emprendimiento no podemos “sentarnos en nuestros laureles” tenemos que


avanzar al ritmo del mercado y anticipar las vueltas peligrosas. Pero no debemos
confundir movimiento con acción, ni velocidad con inmediatez. Ser veloces significa
actuar inmediatamente, sin postergar ni rezagarnos. Es mantenerse actual y fluyendo
a la velocidad de las necesidades globales. Avanzando pero sin prisa, recuerda que la
prisa es la principal enemiga de la calidad.
HAZ QUE
SIN
FUNCIONE
TI
Construye un negocio que funcione sin ti, pero no nos pongamos literales, esto
no significa que una vez inaugurado, te vayas a la playa, te tumbes a leer un
libro, pidas unas piñas coladas y le hables cada semana a tu asistente para que te
deposite las utilidades. Se trata de trabajar sobre el negocio y no en él ¿ok?

Si trabajas dentro del negocio lo único que va a suceder es que te distraigas con
las actividades del día a día del negocio, que te inmiscuyas en los problemas
ordinarios que cualquier empresa tiene y esto impedirá que tu mente desarrolle
creativamente nuevas estrategias operativas, de promoción, crecimiento,
posicionamiento, etcétera.
Tu deber es pensar en las estrategias de crecimiento, posicionamiento,
expansión y consolidación. Detectar las oportunidades y desarrollar
mecanismos para aprovecharlas, porque como dicen por ahí: “las oportunidades
nunca se pierden, sólo cambian de manos” y no queremos que lleguen a las
manos equivocadas.

Para que un negocio funcione sin ti, debes cumplir con tres sencillos pasos:

1. Delegar.
2. Delegar a las personas indicadas.
3. Delegar bajo supervisión.

Nunca olvides que puedes delegar todo lo que quieras, pero el responsable
siempre serás tú.
Casi todos comenzamos siendo multiusos en nuestra nueva empresa, pero no
debe ser por siempre así. Ve renunciando, poco a poco, a cada uno de los puestos
que tú mismo desempeñas. Por supuesto que si renuncias a un puesto es porque
alguien más lo tomará. Si tú eres el talento de tu empresa, entonces sólo podrá
crecer a la velocidad que tú puedas trabajar. Esto no es sano para nadie, de esta
forma no estás construyendo una empresa, estás construyendo un trabajo, el tuyo,
y ningún inversionista compra trabajo, compra negocios, pero cuidado, la única
tarea que nunca puedes dejar de hacer es vender, porque como dijo Bill Gates:
Más que construir un simple negocio, debes construir una marca, porque la
marca no dependerá de ti. Tu marca no eres tú. Tiene identidad propia. A través
de ella puedes transmitir valores, comunicar principios y generar empatía con
tu mercado. Para hacerlo bien basta con:
Registrarla. Para logar su posicionamiento en el mercado.
Diferenciarla. Para sobresalir del resto, hacerla memorable y deseable.
Tener una reputación impecable. Generando confianza en las personas.
Ponerla al día. Para mantenerla en el gusto de los consumidores.
Vincularla emocionalmente con tus clientes.
Las marcas son la principal defensa contra la competencia de precios. Las
marcas fuertes generan más confianza y una imagen de mejor calidad que las
marcas débiles.

Las personas están dispuestas a pagar un sobreprecio por las marcas más
posicionadas, sin embargo, es importante comprender que una marca no es fuerte
simplemente porque gasta mucho dinero en publicidad. La principal fuerza
de una marca se basa en su desempeño, no en su publicidad. Una marca se
construye inicialmente mediante promoción pero se mantiene por su reputación.

Tu marca es la única esperanza de llamar la atención y de mantener un respeto


en el mercado que cada vez es más competitivo. Si Volvo afirma que sus
automóviles son los más seguros, entonces cada una de sus actividades; diseño,
producción, marketing, entrega y servicio, debe organizarse a fin de cumplir
esta promesa.
La principal necesidad es desarrollar una oferta distintiva, no sólo una imagen
distintiva. La oferta puede ser distintiva por sus características, diseño, servicio,
soporte de servicios, garantías y varios factores que pueden hacer que una
propuesta de valor sea superior a otra a los ojos del espectador. Desarrolla una
propuesta de valor única o superior, no te centres sólo en cuidar una imagen.
La única actividad de la empresa que no puede flaquear nunca es la de vender,
porque cuando las ventas van mal ¡todo va mal! Es el síntoma de la enfermedad
más grave de cualquier empresa. Por tanto, debemos preparar nuestra marca para
que podamos venderla a través de:
Productos y servicios.
Franquicias.
Licencias.
Vendiendo parte de la empresa a inversionistas.
Vendiendo la totalidad de la empresa.
Sobre los dos últimos puntos les hablaré más adelante.
DISTÍN
DE LA
GUETE
MULTITUD
La especialización es clave en nuestra era, pero debemos tener claro algo;
no podemos agradarle a todo mundo. Por ejemplo: el iWatch puede ser
espectacular para algunos y una porquería para otros. Debes especializarte
en un giro, en un nicho de mercado y con una estrategia de posicionamiento
definida, por ejemplo:
El más barato.
El de mejor calidad.
El más rápido.
Pero no todos, ni más de uno de los anteriores.
Los negocios pequeños y medianos pueden satisfacer necesidades mucho más
específicas que los grandes y es allí en donde se producen la mayoría de las
oportunidades, sólo debes identificarlas y capitalizarlas. No te recomiendo
entrar en mercados saturados, porque generalmente son liderados por grandes
monstruos comerciales, debes encontrar “huecos” desatendidos. En reducidas
palabras; busca ser el líder donde nadie más lo es. Para esto, es necesario
focalizar a tu audiencia. Una manera muy práctica para explicar el proceso de
focalizar al público es haciendo una pregunta muy sencilla que alguna vez leí
y era parecida a la siguiente:
Las respuestas más frecuentes son las siguientes:

-La mejor masa.


-Abundancia de ingredientes.
-Velocidad al servir o entregar.
-Montones de queso.
-Volanteo por la zona.
-Empleados amables.
-Un concepto llamativo.
-Higiene.

Y podríamos continuar durante varias páginas, pero lo que verdaderamente


hace falta para tener éxito en una pizzería es una multitud de hambrientos.

Todas las respuestas anteriores son válidas pero inútiles sin esa multitud.
Vivimos en la era de los expertos. Al ser especialista podrás obtener mayores
márgenes de utilidad. Imaginemos que alguien, a quien llamaremos Luis,
pretende iniciar un negocio de mascotas. Veamos algunos de sus escenarios:

Nombre del negocio: Todo para tu mascota


Productos: Peces, perros, gatos, aves, reptiles, alimentos, accesorios para las
mascotas, accesorios para los dueños de las mascotas, etc.
Servicios: Estética, hospital y hotel.
Resultado: En este escenario generalista se coloca en una posición de
desventaja ya que los clientes no verán nada especial en él e introduce su
negocio en mercados muy competidos y saturados donde seguramente el líder
de la categoría está más presente en la mente del consumidor y por tanto lo
preferirán, ya sea por la cercanía, por recomendaciones, por su publicidad, o
simplemente por costumbre.

Nombre del negocio: Todo para tu perro


Productos: Perros de todas las razas, alimentos, accesorios para las mascotas,
accesorios para los dueños de las mascotas, etc.
Servicios: Estética, hospital y hotel.

Resultado: Nuevamente coloca a su negocio en


competencia directa frente a las grandes cadenas de
mascotas, negocios así, existen muchos.
El mercado meta no identifica nada especial en él y
prefiere al líder.
Nombre del negocio: Todo para tu french puddle
Productos: Alimentos para razas pequeñas, ropa para mascotas petit, accesorios
exclusivos para esta raza, etc.
Servicios: Estética de cortes especiales para french puddle.

Resultado: Partiendo por su nombre, el negocio se ubicará dentro de un


segmento de mercado especializado de manera automática, se encuentra bien
dirigido y por lo tanto los clientes detectarán “algo especial” en él, obviamente
sólo aquellos que sean dueños de un french puddle, lo que otorgará al negocio
cierto grado de exclusividad, los clientes se
sentirán en una especie de club, de hecho
Luis tiene la posibilidad de iniciarlo y así
añadirle un valor agregado al negocio. Reduce
considerablemente la competencia o incluso
puede eliminarla temporalmente, obteniendo
así la categoría de líder en el mercado, por la
única razón de ser el primer negocio de este tipo
en su categoría.
Cuenta la leyenda que mi abuelo decía muy frecuentemente una frase que,
cuando la escuché, me hizo pensar muy a fondo sobre la competencia comercial
y desde entonces he optado por la especialización y comprobado sus beneficios.

La frase del abuelo era:


Si te estás iniciando en el mundo emprendedor vale la pena que comprendas
lo complicado que es diversificar en giros diferentes, no es recomendable tener
negocios de carne, chile, mole y pozole. La mejor estrategia de diversificación
es ampliando el mismo negocio. Pon sólo una vela en tu pastel, pero hazlo de
todos los pisos que quieras, siempre y cuando hayas calculado previamente
el peso del nuevo piso que vas a agregar y así puedas introducir los soportes
necesarios para impedir que se provoque un efecto dominó derribando todos
los pisos anteriores, lastimando gravemente el piso principal. A esto se le conoce
como diversificación vertical. Una vez que tu negocio inicial se haya consolidado
podrás abrir otro de un giro diferente, no antes.
No, no es un homenaje a la mediocridad. Por ahí no va la cosa. En esta
afirmación hay mucho más de fondo. Las empresas pequeñas pueden reaccionar
rápidamente ante cualquier cambio en el mercado. La personalización y
velocidad de respuesta son su principal virtud. Las empresas pequeñas lo
pueden hacer porque no existe la burocracia en ellas. Los procesos son flexibles,
no hay trámites ni innumerables capas gerenciales. En las pequeñas empresas
la comunicación no es un obstáculo de gran dimensión como sucede en
las grandes. Las pequeñas empresas pueden dar un servicio de gran calidad
humana a diferencia de las grandes donde los procesos son tan mecánicos que
la atención al cliente es más bien robótica. La calidez, el esmero, la agilidad y el
trato humano es un lujo que sólo un puñado de las grandes se puede dar.
El plan de negocios mejor diseñado no servirá de nada si no es ejecutado por
un emprendedor entusiasta y apasionado. Tom Peters dice que los únicos
productos que tienen futuro son aquellos creados por gente apasionada. Yo
concuerdo con él. Si de verdad buscas construir una empresa que perdure,
debes emprender negocios que tengan puntos de conexión con lo que más te
gusta y apasiona en la vida. Si emprendes por pasión nunca tendrás que trabajar
y como dijera Denis Diderot:
VENDE
VENDE
VENDE
VENDE
Para que un emprendedor sea exitoso, tiene que vender. Quienes conformamos
la sociedad hemos contribuido en la evolución del mercado. Cada día nos
convertimos en clientes más exigentes, demandamos atención de excelencia
y productos de primera calidad. Los emprendedores tenemos que crecer
paralelamente con la tecnología, la ciencia, la sociedad y el desarrollo económico.
Como emprendedores tenemos la obligación de actualizar nuestros métodos de
venta y de igual manera a nuestros vendedores.
Para triunfar en nuestros negocios debemos prepararnos y preparar a nuestros
directivos, gerentes y asesores, utilizando técnicas y estrategias eficaces.
Actualmente es muy accesible prepararse de acuerdo a las exigencias presentes;
existen numerosos libros, seminarios, cursos y vídeos que pueden obtenerse, a
precios razonables o incluso sin costo y que compiten a nivel mundial. A muchos
les da vergüenza aceptar las ventas como una actividad que deben realizar –no
importa el puesto que desempeñen– sin saber que lo hacen todos los días. Las
ventas son parte intrínseca de la negociación y todo mundo negocia diariamente,
con sus hijos, pareja, jefes, proveedores, clientes, amigos, etcétera. Si como
emprendedores vendemos nuestras ideas todo el tiempo y a todo el mundo,
más nos vale hacerlo bien. –Si te interesa convertire en un experto negociador,
te recomiendo de todo corazón mi libro RIGHT Tips para negociar como pro,
donde te comparto los tips de negociación que le han permitido a mi empresa
tener clientes como Microsoft, Lufthansa, Banorte, BBVA Bancomer, PayPal
y muchos más–. Realmente tenemos a nuestro alcance todas las herramientas
necesarias para ser excelentes empresarios. Es el momento de tomar la decisión
de ser exitoso, ya no debes planear en la mediocridad, el éxito en los negocios
es posible, piensa en grande, proponte nuevos retos, logra tus objetivos, se un
soñador y comprométete con tus sueños, prepárate y prepara a los tuyos, no te
conformes con lo que tienes, ¡puedes mucho más!
¿Cómo logramos emprender sin capital? Vendiendo. Otra vez, no nos
pongamos literales por favor, obviamente el dinero será necesario siempre, pero
el capital para iniciar no debe superar lo que tienes en tu bolsillo. Te parece una
locura ¿verdad? La idea es comenzar con lo mínimo indispensable. Conoces
historias de negocios exitosos que comenzaron en un garaje. Y si no, basta
con leer la biografía de Steve Jobs…. No ¡olvídalo! mejor da un paseo por tu
ciudad y las descubrirás por ti mismo. Ese gran restaurante tradicional que hoy
posee 100 mesas, y al que acuden celebridades, seguramente inició como un
changarrito que dos personas, sin conocimientos empresariales y con unas pocas
monedas iniciaron hace 50 años con un anafre y una pequeña mesa.
El 99% de las empresas exitosas NO nacieron como Facebook, eso es un hecho.
¿Quieres dinero para iniciar tu negocio? Vende lo que hoy tienes y no me
refiero a tu sala y televisor –aunque algunas veces aplica–. Vende los productos y
servicios que tienes. ¿Que no están terminados? ¡Exacto! De eso se trata, puedes
vender a través de prototipos, dummies, maquetas o ¡servilletas!
Estoy seguro que has visto como complejos habitacionales comienzan a vender
sus departamentos u oficinas antes de siquiera iniciar la cimentación. Recuerda
iniciar en pequeño no tiene nada malo, es lo natural. Piensa global y actúa local.

¿Quieres iniciar tu negocio? Vende lo que hoy tienes.


¿Quieres hacer crecer tu negocio? Vende más.
¿Quieres otra sucursal? Vende o vende tu negocio como franquicia.
¿Quieres internacionalizarte? Primero vende desde tu país a otros.
¿Quieres aumentar tu sueldo como dueño? Provoca más ingresos y ¿cuál es la
única manera de hacerlo? Vendiendo.

¡No te compliques la vida! lo verdaderamente importante es comenzar a


VENDER y reinvertir las utilidades. Así se nace y así se crece.
Muchos creen que Thomas Alva Edison fue la primera persona en inventar la
bombilla eléctrica y que eso le ayudó a fundar General Electric. Sin embargo no
fue así. Los registros demuestran que, en realidad, el fue el número 30.
Entonces por qué en los libros de historia se le reconoce como el inventor.
Simple, Edison sabía vender.

Veamos:
Edison nace en 1847.
De los 12 a los 15 años trabajó en el ferrocarril vendiendo bocadillos e
imprimiendo su propio periódico.
De los 15 a los 22 trabajó para la compañía de telégrafos.
A los 22 recibe su primera patente.
A los 29 construye su primer laboratorio en New Jersey.
A los 31 inventa una bombilla eléctrica.
A los 34 instala un sistema eléctrico completo en la ciudad de New York.

Probablemente notaste que en lugar de asistir a la escuela, desde los 12


años hasta los 15, Edison trabajó en ventas y a partir de ese momento lo
hizo siempre. Lo que nos reafirma lo visto anteriormente: debes asegurar
una patente u obtener los derechos de tus creaciones, siempre. Este acto es
vital para cualquier empresario que desee ser dueño de su empresa, marca,
productos e ideas.

Si te parece interesante la vida de Edison, te recomiendo leer la biografía de


Nikola Tesla, un hombre que vivió a través de su pasión por crear e innovar y
sin el que Edison no se hubiera colado a la historia. Sin duda un hombre que
ha inspirado a muchos de los emprendedores actuales.
Antes de que comiences a vender, checa los siguientes puntos que
combinándolos con una actitud positiva serán de gran ayuda para conseguirlo.

1. Consigue todas las citas que sean necesarias pero, sobre todo, con las
personas correctas para que tu idea sea escuchada y entendida.
2. Una vez que consigas una cita con esa persona clave deja el ego afuera
de la negociación. Es de muy mal gusto querer aparentar superioridad y
arrogancia para “quedar bien”.
3. Antes de acudir a cualquier cita de negocios averigua quién es, qué hace,
qué productos tiene y qué está haciendo actualmente.
+
4. Haz una presentación corta y concreta. Respeta el tiempo de los demás.
5. Lleva apoyos audiovisuales o impresos donde informes sobre tu idea o
proyecto, incluso un dummie del producto.
6. Establece muy bien tu objetivo para esa cita de negocios. No quedas bien
si al terminar tu presentación lo haces con la siguiente frase: ¿Y a ti cómo
se te ocurre qué podríamos colaborar?
7. Al terminar tu negociación, independientemente del resultado final,
agradece por el tiempo prestado y siempre sonríe.
8. Probablemente habrá ocasiones en las que, desde la primera cita de
negocios, logres colocar tu producto, proyecto o idea, pero si no es así, el
seguimiento es la parte medular del asunto.
9. Aprende a manejar tu carácter si es que eres poco tolerante, ya que del
autocontrol dependerá el resultado final. El emprendedor se encuentra
en un camino lleno de frustración, hay que ser sabios para afrontarlo y no
tomarnos nada como algo personal.
10. Nunca hagas negociaciones (ni permitas que lo hagan contigo) en donde el
beneficio es sólo para una de las partes.
MEJORA
LOS
TODOS
DÍAS
Esto va ligado al sistema LEFT. Debes mejorar, punto. Creer que haz logrado
todo es un error. Creer que ya no puedes mejorar, es un error aún más grande.
Creer que tienes el mejor producto es un error. Creer que nadie lo hará mejor
que tú, también es un error. Debes mejorar cada año, cada mes, cada día.
Og Mandino escribió: “Haré que la próxima hora sea mejor que ésta”. Así de
fuerte. Es la única manera de sobrevivir en el mundo de los negocios. Mejora
como líder, mejora como productor o distribuidor. Mejora administrando tu
tiempo, mejora como persona. Haz de este mundo un mejor lugar y haz la
mejor versión de ti.
La calidad se refiere a mejorar en todas las áreas por el bien del usuario.
Hoy, más que ser originales, debemos ocuparnos en ser buenos y eso ya nos
hace originales. Para ser «buenos» debemos garantizar la calidad de nuestros
productos, reducir los costos y por lo tanto, los precios al público, ser eficientes
y cumplir con todo lo que nuestra marca prometa.
El profesor Masumasa Imaizumi del Musashi Institute of Technology dice
que los elementos básicos que deben administrarse en una compañía son
la calidad (de los productos, servicios y del trabajo), cantidad, tiempo de
entrega, seguridad, costo y moral del empleado.

Los clientes están satisfechos o no con la calidad de los productos o servicios.


Dicho de otra manera, lo único que una empresa puede ofrecer a sus
consumidores es la calidad. Todos los demás índices se relacionan con la
administración interna y ésta a los clientes les importa un cacahuate.

Masasaki Imai, autor de Kaizen. La clave de la ventaja competitiva japonesa


dijo: “No estoy de acuerdo con la idea de hacer productos de calidad a
bajo costo y en grandes cantidades desde el principio. Por supuesto esto
sería la meta final, sin embargo, como primer paso, sugeriría hacer primero
productos de máxima calidad y luego cambiar a una producción más rápida y
a costos más bajos.
Al principio debemos establecer las tecnologías y sistemas para hacer
productos que puedan satisfacer a los clientes y en esta etapa, debemos
desentendernos de factores como: costo, volumen y productividad. Sólo
después de que la tecnología haya sido lograda debemos pasar a la siguiente
fase de producir buenos productos a bajo costo y en grandes cantidades sin
sacrificar la calidad”. Este es el segundo significado de “primero la calidad”.

La siguiente es una de mis frases favoritas de Robert Pirsig sobre calidad:


OBTÉN
FINAN
HABILIDAD
CIERA
Sabes que el dinero es una herramienta poderosa ¿verdad? Mi penúltima
empresa la quebré justamente por carecer de habilidades financieras. Esto
no significa que a la empresa le fuera mal, todo lo contrario, funcionaba de
maravilla, pero así como ingresaba dinero lo sacaba. Gastaba al por mayor y
perdí la conciencia financiera –si es que alguna vez la tuve–. Aprendí a no
mirar los precios y eso me llevó a la ruina, quedándome con un billete de cien
pesos y un montón de deudas.
Todo mundo habla de lo difícil que es no tener dinero, pero tener demasiado
tampoco es sencillo. Cuando no tienes dinero eres el mejor administrador.
¿Te gustaría comprobarlo? Es sencillo, abandona hoy mismo cualquier fuente
de ingresos, verás cómo cuidas el poco dinero que te queda, pero cuando
tienes dinero de sobra es otra cosa ¿verdad?

Mucho dinero puede ser un gran problema si no posees habilidades


financieras. El dinero es como un Ferrari. Dale este auto súper deportivo, de
potencia increíble, capaz de superar los 300km/h a un niño de 7 años para
que lo conduzca y verás lo que pasa.
Obviedades olvidadas. Todos sabemos o intuimos que depender de una sola
fuente de ingresos es tan riesgoso como intentar desayunar sobre una mesa a
la que le faltan tres patas, pero hay más gente que lo intenta de lo que crees.
Conozco a muchísimas personas que viven de su sueldo y nada más, pero lo
más espinoso es que no están haciendo nada para agregarle patas a su mesa. Hoy
viven bien o al menos sobreviven, pero y ¿su futuro? ese... ahora no les importa.
Pero lo mismo sucede con las empresas y los negocios. Muchos
emprendedores dependen de un solo producto. No está mal para empezar,
pero tampoco hacen nada para seguir desarrollando. Otro caso grave es
el de las empresas que dependen principalmente de un cliente, la famosa
cuenta AAA de la que cuelgan todas sus esperanzas, ilusiones y estrategias
de comercialización. Pero todo empleo se acaba, todo producto pasará
inevitablemente por interrogante, estrella, vaca y por último: perro y toda
cuenta AAA aunque no lo deseemos dejará de serlo o simplemente, y con
muy alta probabilidad, te cambiará por otro proveedor.

¿Estás preparado para cuando eso suceda? Para ello te tengo una clave que te
servirá como una especie de seguro para cuando eso pase:
Pero qué afán de nosotros los emprendedores, cuando iniciamos en este
mundillo, por tratar de iniciar de la manera más compleja. Te explico;
según mis cálculos son cuatro los factores principales que provocan que las
empresas se arruinen financieramente:
Los socios.
Los gastos de operación.
Ventas insuficientes.
El despilfarro de los socios.
Todas me han arruinado alguna vez, excepto las ventas que, afortunadamente,
nunca han faltado en mis empresas.
Siempre lo he dicho, si estás iniciándote en el emprendimiento, no te asocies.
Pero la primera opción de la mayoría –contrario a lo que se pensaría– no es
contratar empleados ni colaboradores, sino invitar a amigos, conocidos y
familiares a participar en su negocio en calidad de socios. ¡Qué manera de ceder
parte de sus empresas y del control sobre ellas!
Pero muchos dirán que, al iniciar, los emprendedores no tenemos experiencia
alguna, y que un socio podría aportar la suya. La verdad es que no es así. Cada
emprendimiento, cada negocio, cada empresa que nace es tan diferente de otra
como el mismísimo ADN.
Es imposible hacer copias exactas de negocios, incluso si ese fuera el objetivo,
el resultado siempre tendrá diferencias al original y esas diferencias son las
que lo hacen diferente y único. Por lo tanto, cada emprendimiento siempre
comenzará de cero, incluso con las mentes más experimentadas en el giro
específico de ese negocio. No hay parámetros viables de comparación, por
tanto, no hay experiencia alguna sobre él. En todo caso, si lo que necesitas
es a alguien con experiencia, lo que te hace falta es un mentor y este no tiene
por qué ser tu socio. Hoy existen redes de mentores dispuestos a ayudar, es
cuestión de buscarlos en internet o acercarte a alguno y pedirle ayuda, muchas
veces basta con solicitarlo. Te sorprenderá saber cuánta gente está dispuesta a
ayudar, por el simple hecho de ayudar.

Los aliados no piden participación de tu empresa y los colaboradores no piden


sueldo ni prestaciones. Ambos ganan en base a resultados. Los socios son como
el matrimonio, los padres generalmente no se entusiasman de que sus hijos
adolescentes se casen, pues les falta madurez, eso mismo sucede con las sociedades,
te recomiendo entrar en ese asunto cuando tengas madurez y pericia empresarial.
Cada vez es más frecuente que parejas de novios o esposos decidan emprender,
algunos orillados por las circunstancias y otros por convicción mutua y con
el deseo de construir un patrimonio juntos y hacer de ese emprendimiento
su proyecto de vida. Pero, qué tan fácil o difícil puede ser esto, representa
un desafío o es el pretexto perfecto para unir más a las parejas. Viri y yo
emprendimos juntos desde hace 10 años la empresa que hoy es Emprendiendo
y a lo largo de estos años han sido frecuentes preguntas como: ¿No se
hartan de estar todo el tiempo juntos? o ¿creen que sea viable emprender en
pareja? muchos creen que si su socio fuera su pareja, el negocio y la relación
terminarían por destruirse.
Si bien, cualquier sociedad es compleja, agregarle el lazo sentimental para
muchos es catastrófico, para mí, ha sido todo lo contrario. Sin la pareja
que tengo estoy seguro de que Emprendiendo no estaría donde está, incluso
es probable que no existiera. Estoy seguro que no puede existir mejor
socio que la pareja. Pero esto tiene una regla fundamental: No puede ser
cualquier pareja. Debe ser con tu persona favorita de la vida. Aquella que te
complementa, a quien admiras y respetas, con la que disfrutas los momentos
felices y soportas los complicados, a quien no tienes que ocultarle nada,
porque además, es tu mejor amigo o amiga. Nada fácil ¿verdad? Claro que no,
y allí es donde radica la dificultad, más que encontrar el negocio ideal para
la pareja, lo que tienes que encontrar es la pareja ideal, porque para que un
negocio en pareja sea exitoso, primero tiene que ser exitosa como pareja.

La gran diferencia de emprender con tu pareja y hacerlo con un socio


cualquiera, es que tu pareja te ama, eso se convierte en un pilar irremplazable.
Tu socio al que ama es al beneficio que le brinda el negocio. Si es que lo hay.
Además, soy un convencido de que el factor femenino en cualquier negocio
es indispensable para alcanzar la longevidad y su máximo potencial, lo mismo
sucede en el arte, la ciencia y en la sociedad en general.
Muchos lo piensan, pero es algo que nadie dice y nadie te dirá. Y esto no
significa que emprendas sin ayuda. Eso es prácticamente imposible, pero como
dije con los socios, debes ser sumamente cuidadoso al respecto. Al inicio y
durante mucho tiempo, no necesitarás contratar personal, es fuerte lo que estoy
diciendo, pero de ninguna manera es discriminar a nadie, todo lo contrario,
suma colaboradores externos, que participen contigo en términos de cliente y
proveedor, de emprendedor a emprendedor. Créeme, los negocios entre iguales
provocan relaciones duraderas. Nada de superiores, nada de jefes. Es una nueva
era y ahora todos debemos ser simplemente clientes y proveedores.
Debo ser sincero, adoptar esta filosofía no me fue tarea fácil.
Yo, como casi todos, inicié contratando, como lo hace la mayoría y bajo las
condiciones típicas de empleador/empleado. Siempre lo digo; la misión de mi
empresa y mía es fomentar el emprendimiento, no el empleo, a menos que se
use como trampolín. Por algo mi marca se llama Emprendiendo. Inicialmente
seguí el camino de todos y no me gustó. No era congruente, por lo que decidí
que cualquier empleado que entrara a Emprendiendo debería comulgar con los
principios de la marca. Si su deseo era emprender, los apoyaría –de acuerdo
a mis posibilidades– para hacerlo y eso tenía que suceder en un año. Si en
un año no emprendían los despediría. Eso se lo conté a Sofía Macías, autora
del Pequeño Cerdo Capitalista (libro recomendado) mientras tomábamos un
café. La siguiente semana escribió un artículo para la revista Dinero Inteligente
titulado ¡Emprendes o te vas! donde contaba mi método de contratación.
Después de un tiempo me di cuenta que tampoco estaba funcionando y me
propuse encontrar un sistema de operación, donde nadie fuera empleado. Hoy
por hoy Emprendiendo opera sin un solo empleado –cosa que al gobierno no
le gusta mucho y tampoco pretende entenderlo–. Para el gobierno todo es
cuestión de números y la primera pregunta que formulan para determinar si
un emprendimiento es de impacto social es ¿cuántos empleos creará? Construir
empleos bien remunerados no es la única estructura formal de progreso,
también lo es crear una red de emprendedores que colaboren entre sí.
Todos los que colaboran con Emprendiendo para su operación, distribución,
promoción y comercialización son aliados comerciales y emprendedores. No
hay jefes, excepto uno, y es el mismo para todos: el cliente. Si la tarea a realizar
no tiene como destino satisfacer a un cliente, entonces no vale la pena.
Nunca se lo he comentado a nadie, pero los días más difíciles de mi carrera
de emprendimiento han sido cuando he cerrado un negocio –por cerrar me
refiero a abandonar– y cuando he tenido que despedir a alguien, que por cierto
no han sido pocos. No soy ningún santo, ni trato de ponerme la capa de súper
héroe pero, para mí, ha sido terrible, deprimente y decepcionante, lo digo por
mí, que he tenido que hacerlo. Además de triste es complejo, porque toda
relación de negocios es básicamente una relación humana, donde las emociones
están a flor de piel, amén de las cuestiones legales. Afortunadamente no tienes
que pasar por esto, ni hacerle pasar esto a nadie, si tu sistema es de igualdad, sin
capas jerárquicas que lo único que promueven es la desigualdad, el desánimo, la
incertidumbre y la esperanza de no ser despedido, pero si la única opción que
has encontrado es la de contratar de manera tradicional, considera lo siguiente:
Cada vez es más evidente que la creatividad es la que manda. Cuántos
restaurantes y tiendas preciosas vemos hoy en día en donde, más que acabados
lujosos y ostentosos, sobresale la creatividad. Con cajas de cartón, huacales de
madera, un poco de pintura y unos plumones puedes lograr grandes cosas.
Si tu negocio es la venta de servicios, asume que no necesitas las grandes
instalaciones abarrotadas de personal. Eso es cosa del pasado. No tienes que
aparentar nada. Un buen trabajo habla mejor de ti que un escritorio de lujo
dentro de una oficina chic en una colonia de moda.
Los tiempos cambian, las formas y contenidos también. Antes no se consideraba
serio ni profesional emprender un negocio en la comodidad del hogar, la mayoría
creía que aquellos que lo hacían eran unos inútiles soñadores que perdían su tiempo
todo el día sentados frente al computador. Familiares y amigos cercanos lo veían
casi idéntico a estar jugando PlayStation todo el día. Afortunadamente existen
demasiados casos que demuestran lo serio y rentable que puede ser un negocio
operado desde casa. Desde hace algunos años trabajo desde casa y, contrario a lo
que se piensa, mi nivel de productividad se disparó, pero si quieres un ejemplo más
impactante te platico que Richard Branson, dueño de las empresas Virgin que hoy
suman unas 500, trabaja desde la hamaca de su casa y en ninguna de sus empresas
hay una oficina para él. Si necesita ver algo del negocio es él quien va de visita a las
oficinas de sus colaboradores.
A continuación te presento algunos tips para lograr ser un buen homepreneur:

Antes de iniciar tu día laboral escribe tus tareas a realizar.


Al finalizar el día haz un check list para verificar tu productividad.
Establece un espacio de trabajo. Mantenlo limpio y ordenado.
Establece un horario y respétalo. No te distraigas, enfócate en tus labores. Si tú
no respetas tu horario, tus amigos y familiares tampoco lo harán.
Disciplínate. Cuando nadie te exige debes ser doblemente responsable, recuerda:
disciplina es hacer lo que tengas que hacer, quieras o no. Un gran boxeador dijo:
“Cuando no tenemos las ganas nos queda la disciplina”.
Dedica el 80% de tu tiempo a vender y el resto al desarrollo y administración.
Platica con la familia de manera seria y hazles saber que deben respetar tu tiempo
de trabajo. Permanecer en casa no significa estar disponible. Deben comprender
que tu trabajo es tan formal como un negocio o empleo fuera de casa.
Establece metas sobre ventas.
Hasta que llegues a un punto donde tú solo no seas capaz de operar el negocio,
solicita ayuda, nunca antes.
Sé cuidadoso, paga en base a resultados y procura que tus colaboradores trabajen
desde casa, excepto si tu negocio está en el punto de venta, como un restaurante.
A ver, por qué no entendemos de una vez que ya no existe el sistema de
jubilación. No hay manera de que el gobierno nos mantenga después de haber
trabajado para él toda la vida. Lo único que recibiremos si optamos por ese
camino es una lanita del AFORE, que casi nadie sabe cuánto es, ni cuánto lleva
ahorrado. Pero yo te lo digo, si ganas al mes $10,000 pesos, recibirás unos
$800,000 dentro de ¡30 años! ¿sabes para qué te va a servir esa suma en el año
2050? Para nada. Pero casi nadie lo piensa y se avienta a vivir al día, pensando
sólo en su sueldo quincenal y en qué lo va a ocupar. Yo sé que casi nadie piensa
en la vejez cuando es joven, pero nada nos cuesta proyectarnos.
Se reduce cada vez más la edad máxima para conseguir empleo. Hoy en
la mayoría de las empresas trasnacionales el promedio de sus empleados
oscila en el rango de los 20 y 27 años. Vamos a ver, tomemos un cigarrito
de imaginación y démosle un gran jalón: ¿cómo te ves el día después de que
tu jefe -el de toda la vida- te dio las gracias por haber trabajado hombro con
hombro en esa empresa? Porque eso seguro va a suceder a tus 45 o 50 años
de edad, si bien te va. Ah, pero trabajas para el gobierno y tienes una plaza
“segura”. De cualquier forma, tu situación es la misma porque cuando te
jubiles serás un anciano o anciana. En ambos casos te será difícil conseguir
otro empleo. Tus ahorros te protegerán unos meses, tal vez un par de años
¿y luego? No tendrás las mismas fuerzas que tienes hoy para comenzar tu
carrera de emprendedor y tampoco te diste el tiempo de capacitarte, formarte
y actualizarte sobre los temas necesarios para emprender porque estabas muy
ocupado haciendo realidad los sueños de otros. Si queremos una vejez digna,
tenemos que ganárnosla.

Se trata de sacrificar consumo actual por un futuro digno.


Invertir es uno de los mejores hábitos que se pueden aprender siendo joven, por
las siguientes razones:

sin embargo, puede ser el más importante de todos. Si comienzas a invertir


en edad temprana –como la historia nos dice– el resultado final será mucho
mejor que el de aquellos que invierten en edades avanzadas. Tener el tiempo
de tu lado significa tener un largo período de tiempo para ahorrar e invertir
lo ahorrado, y un período de tiempo más largo para encontrar las estrategias
que te permitan sobreponerte a fracasos comunes y encontrar las inversiones
que puedan aumentar el valor de tu capital inicial.
Los rendimientos sobre el capital. Los rendimientos son extremadamente
más altos en el largo plazo, y mientras más temprano se inicie, mayor
será la oportunidad de tomar ventaja. Dicho más simplemente; este es el
poder del valor temporal del dinero. Las inversiones regulares en negocios
y regalías sobre patrimonio intelectual pueden dar lugar a enormes
beneficios de capitalización.

Calidad de vida. La calidad de vida es una gran ventaja de ser empresario e


inversionista. Invertir temprano en negocios propios, patentes y propiedad
intelectual, debe ser suficiente para evitar tener que hacer movimientos
frenéticos cerca o durante la jubilación. La calidad de vida durante tus años
de jubilación será mucho mejor porque habrá menos tensiones.

Es importante tener en cuenta que invertir y emprender un negocio, a


ninguna edad es fácil, pero los jóvenes simplemente no pueden permitirse
el lujo de esperar para invertir cuando lo crean conveniente. Es importante
comenzar con pequeñas inversiones y negocios y darles tiempo para madurar.
Invertir y construir negocios mientras se es joven es una de las mejores
decisiones que se pueden tomar. ¡Te lo firmo donde quieras!

LIEN
RESI
TE
¿Te gustan las sorpresas? ¡Claro! pero sólo si son agradables ¿verdad? Si no,
les llamas problemas. Dos veces en mi historia de emprendimiento me
he quedado en la calle y con deudas. Quien haya acudido a una de mis
conferencias sabrá que casi siempre las inicio preguntándole al auditorio:
¿Quién ha perdido una suma importante de dinero? ¿Quién ha perdido su
fuente de ingresos, ya sea un empleo o un negocio? ¿Quién ha perdido su
auto? ¿Quién ha perdido su casa? y por último ¿Quién ha roto relaciones
con sus seres más cercanos, especialmente con sus padres? Lamentablemente
siempre hay alguien que ha perdido alguno de los anteriores.
Luego les pregunto: ¿Qué sentiste? Casi siempre las respuestas son: Tristeza,
coraje, impotencia, frustración y decepción. Lo pregunto para ponernos en
situación. Sin afán de vanagloriarme ni de caerme para que me levanten les
cuento: yo perdí todo lo anterior en un par de meses. Pero antes debo confesar
que me choca que los autores se la pasen hablando de sí mismos y sobre todo
si es de manera petulante, pero en esta ocasión, creo que debo hacerlo, pero
con toda la sencillez del mundo ¿ok?. Aquí va: en mi penúltima empresa, me
iba de maravilla, vivía en una casota de 36 habitaciones, –incluyendo, sala,
cocina, etc.– tenía mi auto deportivo, camionetas, motocicletas, y salía con un
portafolio blindado con unos 200mil pesitos para alguna “emergencia” ya saben:
un reloj, una buena cena u otro auto. Porque «YOLO» ¿no? Me daba vida de
rockstar, pero como dicen por ahí; mientras más alto estás, más dura es la caída.
Y así fue. Lo perdí todo, pero les juro que sentí que fue en una especie de tortura
medieval, porque lo iba vendiendo, empeñando o cambiando, poco a poco, pero
sin parar, –como la gotita que les dejaban caer a los castigados en la frente hasta
perforarla–. Primero perdí mi deportivo, luego las camionetas, luego mi rancho
de 3 hectáreas, luego la casa, y después todas las cosas pequeñas, hasta quedarme
con un sillón ¡pero sin los malditos cojines de respaldo! Las respuestas que me
da la gente son todos los sentimientos que tuve, mezclados, como si fuera un
enorme licuado de amargura. Tenía 25 años y... sí, contemplé suicidarme.
También quise huir. Recuerdo estar en la agencia de viajes pidiendo un boleto
a París. Afortunadamente llegó Viri y decidí quedarme, en mi país, claro, pero
sobre todo, en este plano terrenal y seguirle dando. Lo hice por ella.
Muchos días estuve sin comer y muchos otros comiendo sólo un par de
Rebanadas Bimbo que hacía rendir durante todo el día, costaban 2 pesos ¿lo
pueden creer? Recuerdo una vez que pude comprarme unas galletas, me las tragué
todas en la calle porque sabía que si llegaba a la oficina –que me prestaban–,
algunos podrían pedirme una. ¡Hazme el maldito favor! Tú podrás decir que
un par de galletas no son nada, pero si son todo lo que vas a comer en el día, la
cosa es diferente ¿verdad? ¡No me miren con esos ojos! No soy un tacaño, pero
como les decía, me hice especialista en “mal vender” –porque nunca recuperé lo
empeñado– cualquier cosa que tuviera, un reloj, un anillo, una videocámara y
hasta mis patines de hockey. Logré salir de todas las deudas, que eran cifras de
seis espantosos ceros, con mucho trabajo y deshaciéndome de todo. Eso me liberó
y sólo así pude comprender el verdadero sentido de la vida y para no olvidarlo
llevo conmigo dos de las frases de la película El Club de la pelea.

Y la de Rurouni Kenshin:

Ser más fuertes que nuestras circunstancias, ser más flexibles para soportar
cualquier situación que nos pueda estar oprimiendo, eso es lo que predica este
maravilloso poder llamado resiliencia.

Todos a lo largo de nuestro trayecto personal y profesional hemos pasado


por circunstancias de carácter fuerte y doloroso e incluso hemos salido
fortalecidos, centrándonos en nuestras capacidades, valores y atributos
positivos como seres humanos. La resiliencia se basa en esto, nunca en
debilidades o patologías. La resiliencia es sinónimo de entereza.

Esta capacidad pone a prueba nuestra resistencia a situaciones de fuerte y


prolongado estrés como pueden ser, por ejemplo: la inesperada muerte de un
ser querido, el maltrato físico o mental, prolongadas enfermedades, abandono
afectivo, fracaso, situación económica en extrema complicación, etcétera.

Podría decirse que la resiliencia es la entereza más allá de la resistencia. Es la


capacidad de sobreponerse a un estímulo adverso. El ser resiliente no es ser
extraordinario: esta capacidad está en toda persona. La tarea es desarrollarla
con actitud y firmeza.
Aprendí a golpes lo necesario para superar la adversidad y lo resumí en 4 puntos:
1. Enfocarnos en algo que le dé sentido a nuestra vida.
2. Ser creativos.
3. Transformarnos y aceptar el cambio. Nadie se baña bajo el mismo río.
Después de superar la adversidad debes aceptar que ya no eres el mismo
ni tienes lo que tenías. Y lo más importante:
4. Aplicar el sistema LEFT e iniciar ahora mismo.

El camino del emprendimiento está lleno de duras pruebas en las que


debemos ser más grandes que ellas. Si estamos conscientes de ello, estaremos
preparados, desde este momento, para desarrollar esta capacidad que nos
otorga un renacimiento y fortaleza única. Habrá muchos momentos duros
pero, ¡créeme! las satisfacciones siempre serán superiores.
Y citando a Friedrich Nietzsche:
L EFT
EXPRESS
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