Buscando El Verdadero Sendero
Buscando El Verdadero Sendero
Buscando El Verdadero Sendero
La gran mayoría de las personas creen o piensan que las leyes divinas son
injustas por adjudicarles un destino poco cómodo o benefactor, se sienten frustradas y
luchan contra viento y marea con tal de obtener seguridad y toda una serie de
objetivos fáciles, pero sólo las mentes superficiales actúan así y sólo para esas
mentes cualquier problema se hace mucho más grande. Cuando no hay actividad
interna cualquier dificultad parece imposible de superar y eso es por falta de interés
profundo que es el que trae el entusiasmo necesario para la actividad interna. Lo cierto
es que el verdadero aspirante espiritual no lucha por forzar su destino y menos por
alterar las circunstancias objetivas porque sabe que son el campo experimental y de
expresión de cada uno de nosotros. Cuando hay entusiasmo y profundo interés, los
cambios objetivos (si los hubiere) se producirían o advertirían de una forma lenta y
armónica, lo que facilita el trabajo al aspirante espiritual, el cual, se adaptará a
cualquier circunstancia puesto que en su interior hay paz y armonía. Pero, cuidado, no
estamos hablando de interés sobre algo personal en particular puesto que eso es
superficial y crea apego emocional y mental, es el estado de puro y profundo interés al
que nos estamos refiriendo puesto que éste es la base del entusiasmo.
una vez observadas no es necesario crear una guerra para cambiar dichas reacciones
porque esa guerra solo las alteraría. Solo es necesario observarlas sin enjuiciarlas y
sin intervenir de ninguna forma, entonces ellas se marcharán y nosotros
conseguiremos la paz y el silencio de la mente que nos irá acercando progresivamente
al Ego o Yo superior.
Existen muchas personas que si pudieran se aislarían del mundo para, una vez
separados de la corriente humana, poder vivir en paz y hacer lo que quieran, pero este
sentimiento de separatividad solo produce estancamiento y fracaso. Hay otros que les
gustaría tener siempre sensaciones o impactos a modo de vivir más la vida y no se
dan cuenta que esa continuidad de sensaciones es precisamente la causa de las
reacciones de la mente y que lo se necesita precisamente es “momentos de silencio”
entre reacciones. Las ambiciones, el deseo de éxito e incluso de crecimiento son sólo
útiles desde el punto de vista personal pero no desde el de la espiritualidad y la
expansión de conciencia puesto que éstas pertenecen a otra dimensión. El cuerpo de
deseos y la mente no pueden alcanzar algo que está en una dimensión superior a la
suya, sin embargo, ellos sí pueden ser utilizados por algo superior para buscar y hollar
el Sendero de Santidad. Por eso, todos los deseos personales de crecimiento no son
nada más que deseo de continuidad de sensaciones y experiencias personales que
garanticen su supervivencia, y eso no trae la transformación espiritual necesaria para
expandir la conciencia hasta una dimensión superior.
programas del futuro. De aquí que para hollar el sendero también sea necesario
eliminar el lenguaje hiriente por medio del control de la mente que llevará al silencio
consciente y voluntario.
En el mundo del esoterismo se suele hablar del camino hacia la iniciación que
es como decir del sendero de santidad. Al hecho de cambiar ciertos hábitos o
aspectos de la personalidad le suelen llamar “comenzar el sendero” pero, en realidad
no es tan simple, sobre todo porque se basan en simples informaciones, libros, etc.,
Si para comenzar a hacer el sendero tenemos que descubrirle está claro que
debemos ser observadores, y si el sendero es individual y no es un objeto físico,
tendremos que practicar la auto-observación y la auto-conciencia en cada momento o
aquí y ahora. Por tanto, para comenzar o descubrir el sendero hay que desarrollar una
nueva condición mental o conciencia ya que, en realidad, podemos estar descubriendo
aspectos internos a cada instante que serían la base para descubrir el sendero.
Tampoco hay que confundir ese “descubrir aspectos internos” que muchos aspirantes
hacemos con el comienzo del sendero, sólo cuando se está comenzando el sendero
se vive la vida (momento a momento) con alegría porque descubrir el sendero es
comenzar a percibir y vivir la espiritualidad que hemos acumulado como ser interno.
Así es que, cuando se comienza el sendero (vivir la espiritualidad interna) una vez
descubierto, ya no cabe la maldad en ningún sentido porque la experiencia es
individual y debe estar complementada con la observación y el recuerdo de sí mismo.
El sendero se ha de descubrir constantemente por medio de la sumisión ante lo
desconocido y ante lo no alcanzado hasta ahora, es decir, en el silencio que sigue a lo
que hasta ahora era la actitud de la personalidad; es una nueva fuerza que llena y
satisface al corazón del aspirante.
las ambiciones… y la lucha que, contra todo eso, sólo trae amargura y sufrimiento.
Solo así se podrá escuchar la melodía que procede de los mundos superiores y solo
así, entre las acciones, se podrá vislumbrar el silencio que lleva a la realidad. Cuando
una persona, alerta y en su silencio mental percibe la belleza de una flor sin emitir
pensamiento o palabra alguna, está observando la realidad y expresando
internamente lo que percibe. Así mismo, nosotros podemos observar la calidad de los
demás cuando percibimos el silencio que hay en el intervalo entre dos expresiones de
sus expresiones; cuando se guarda esto en la memoria en vez del significado de sus
expresiones es cuando nuestro Yo superior manifiesta el equilibrio en nosotros.