Corrosión en Uniones Soldadas
Corrosión en Uniones Soldadas
Corrosión en Uniones Soldadas
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Salpicaduras de soldadura, soldaduras por puntos, discontinuidades e
imperfecciones, intersticios cavidades que permitan la retención de
humedad y contaminantes.
Áreas de difícil acceso para el pintado.
Uniones bimetálicas o pares galvánicos.
Zonas de retención de agua, humedad, contaminantes en general.
Zonas con un mal diseño en la unión de piezas metálicas.
Bordes ó filos agudos, etc.
Siendo de los mencionados, los problemas de corrosión en soldadura, de lo
que nos ocuparemos en el presente artículo. Por ello, es común ver a lo
largo de la vida de las instalaciones y activos físicos recubiertos con pinturas
en inmersión o no inmersión, que las zonas de especial mantenimiento por
el deterioro prematuro, son las áreas soldadas o los cordones de soldadura
y en un análisis de fallas comúnmente son estas zonas el origen de la
corrosión del metal base. Algunos de los factores que directa ó
indirectamente, agravan la corrosión de las soldaduras son:
Posible diferencia de composición y potencial electroquímico entre el
metal que constituye la soldadura y el metal base (Corrosión
galvánica).
Estructura metalográfica de la soldadura y el metal vecino a ella.
La presencia discontinuidades e imperfecciones del cordón de
soldadura, que permite la facilidad de acumulación de agua ó
humedad, partículas de polvo y demás contaminantes.
Peculiar geometría de la unión soldada.
Presencia de tensiones mecánicas.
Corrosión Galvánica.- En la soldadura por fusión se genera una serie de
diferencias estructurales, que se extienden desde el depósito solidificado al
metal base a través de una zona afectada térmicamente (Fig. 1). Es
importante entonces que la composición química del producto de aporte sea
muy próximo a la del material base, en cuyo caso no es normal que se
presenten problemas importantes de corrosión galvánica o bimetálica. No
obstante, puede manifestarse estos en medio de agresividad elevada, a
causa de una moderada diferencia de potencial electroquímico resultado de
cambios locales de estructuras, de tensiones introducidas durante el
proceso de unión ó de que se hayan “quemado” en parte determinados
elementos aleantes.
En las soldadura blanda ó fuerte suelen existir considerables diferencias de
potencial electroquímico entre el material base y el de aporte. La situación
plantea graves problemas cuando el metal de la soldadura, de marcada
diferencia de compasión del material base, es, al mismo más activo
(comportamiento anódico en una pila de corrosión). En tal caso, es probable
que la elevada relación área catódica/área anódica motive un fuerte ataque
de la soldadura, capaz de producir el fallo catastrófico de la estructura (Fig.
2). A fin de evitar tal peligro, se procura escoger un material de aporte que
sea mas noble (catódico) que el metal base. La soldadura blanda, con
aleaciones de aporte basadas generalmente en el sistema estaño-plomo,
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actúa catódicamente frente a los materiales férreos, por lo que no
constituye mayor riesgo de corrosión galvánica. En el caso de la soldadura
fuerte de los aceros al carbono y de baja aleación, los materiales de aporte
son invariablemente nobles frente al acero base (pequeño cátodo frente a
gran ánodo), siendo entonces, poco probable los problemas de corrosión
galvánica. Recordemos que la corrosión galvánica se agrava o se hace
intensa cuando hay un gran cátodo frente a un pequeño ánodo.
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pueden ser agresivos ante condiciones de humectación permanente de la
unión soldada.
Los resquicios debajo de las proyecciones o salpicaduras de metal y
residuos de escoria procedentes de la operación de soldadura constituyen
focos para el funcionamiento de las pilas de aireación diferencial. Al
respecto se recomienda en la etapa de fabricación metálica antes de la
operación de preparación de la superficie, eliminar o remover
completamente todos estos productos para evitar en lo posible los
problemas de corrosión en la zona soldada.
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por hoy constituye de aplicación indispensable en todo Plan o Procedimiento
de Pintado y deberá ser realizado mediante el uso de brochas que aseguren
la penetración del recubrimiento en las zonas vulnerables a la oxidación
prematura. Por lo general en un sistema de pinturas bicapa se aplica
después de la capa base anticorrosiva y antes de la capa de acabado
general, una capa de pintura de acabado (adicional) específicamente en las
zonas de difícil acceso, cordones de soldadura, filos, ángulos interiores, etc.
Dicho capa deberá tener un color diferente al acabado y a la base, tal que
permita ser diferenciado por el inspector de calidad y los propios operarios
de aplicación.
Recomendaciones de Preparación de superficie en soldaduras Según Norma
ISO 85201-3
Corrosión Bajo tensión en las uniones soldadas.- Las dilataciones,
contracciones térmicas y cambios de fase a consecuencia del proceso de
soldadura dejan el metal con un sistema de tensiones residuales que, en la
cercanía del cordón de soldadura, son tensiones de tracción y su magnitud
puede alcanzar el límite elástico y causar hasta cierta deformación
permanente. Al tiempo que favorecen la condensación de humedad, las
cavidades e irregularidades de la superficie áspera del metal solidificado en
la soldadura actúan a modo de zonas concentradoras de tensiones. No debe
sorprender, por tanto que las uniones soldadas estén expuestas al
agrietamiento por corrosión bajo tensión en caso de entrar en contacto con
alguno de los medios específicos para el desarrollo del fenómeno. Estimulan
el agrietamiento lo mismo las solicitaciones exteriores que las tensiones
internas. Para contrarrestar el fenómeno debe seleccionarse las técnicas, ya
que defectos tales como inclusiones no metálicas, precipitación selectiva de
fases, bolsas de gas, socavaciones, fisuras, etc. suministran lugares para la
concentración de tensiones de tracción y predisponen al agrietamiento.
Conviene tomar precauciones en la etapa del diseño del proyecto para
evitar la corrosión bajo tensión. Sin embargo, no siempre es posible un
diseño cuantitativo contra esta forma de corrosión. Las recomendaciones
generales parten del hecho de que, para que se produzca el fenómeno, se
necesita la conjunción de tres factores: un material susceptible, un esfuerzo
de tensión y un medio agresivo. Lógicamente el proyecto deberá de
asegurar que no se alcancen concentraciones peligrosas de las especies
químicas responsables del agrietamiento (iones hidroxilo, cloruro, nitratos,
etc.), por medio de un cuidadoso control de las condiciones de servicio,
evitando las configuraciones que lleven a un aumento local de la
concentración de sustancia peligrosa.
Referencia Bibliográfica: CENIM, José Gonzáles F.”Lucha contra la
Corrosión”, S. Feliú y M. Morcillo.