Capitulo 7 Transtornos Compulsivos y Delincuencia

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Capitulo 7 Trastornos compulsivos y Delincuencia

La epilepsia es uno de los trastornos que mayores discusiones ha provocado desde el punto de
vista criminológico debido a que se le ha asociado comúnmente con las conducta impulsivas
especialmente los crímenes violentos.

Estas personalidades epilépticas presentan además una clara distorsión de los valores sociales.

El termino epilepsia derivado de la palabra griega que quiere decir apoderarse o caer sobre, se
ha aplicado desde hace mucho tiempo a un grupo de reacciones explosivas.

En términos generales una crisis convulsiva es producida por una descarga neuronal.

Se considera que las que las convulsiones desaparecen después de alcanzar cierta edad,
particularmente cuando el control ha sido adecuado.

Para Ey, la epilepsia comprende los aspectos de desestructuración de la conciencia, en relación


con las crisis y accidentes comisiónales y por la otra, las modificaciones de la personalidad que
eventualmente están asociadas a estos trastornos.

Tipos de epilepsia:

Crisis epilépticas generalizadas. Formas convulsivas

La crisis se inicia por la caída de frente con posibilidad de heridas y de un grito leve.

El sujeto no guarda ningún recuerdo de su crisis.

El gran mal generalmente se manifiesta durante la adolescencia.

El aura percepción psicológica de una gran importancia en la criminología, es un aviso de que


es eminente la aparición inmediata de una crisis.

El aura puede consistir en adormecimiento, hormigueo, sensaciones desagradables,


alucinaciones, ruidos determinados alucinaciones ópticas.

Las crisis de gran mal comprenden una fase tónica y otra denominada clónica.

Fase tónica: La pérdida de la conciencia, es repentina y completa.

Fase clónica: La etapa va seguida de contracciones musculares intermitentes o clónicas, al


principio rápida, después con frecuencia cede y es menor.

Crisis epilépticas generalizadas. Formas no convulsivas

Estas manifestaciones clínicas son en primer lugar y esencialmente las ausencias, las crisis
atónicas y las mioclonias bilaterales.
Para Livingston el pequeño mal se manifiesta en 3 formas:

1. Como ausencias.
2. Movimientos clónicos breves.
3. Pueden asociarse a autismos breves.

Según Noyes estas crisis son interrupciones transitorias de la conciencia.

Las crisis se inician y terminan en forma abruptua y no presentan aura ni secuelas.


El paciente no cae, en ocasiones se pone pálido y permanece inmóvil, con los ojos fijos
y la cara sin expresión, es imposible lograr que atienda algo, el paciente suelta
cualquier objeto que tiene en la mano. Unos segundos después la conciencia regresa
en forma abruptua y el paciente reanuda sus actividades.

La epilepsia psicomotora. Se caracteriza por ataques en forma de trance y episodios de


confusión

Ey, señala que la miclomania bilateral se caracteriza por una brusca sacudida de los
miembros superiores de la cabeza y de los miembros inferiores, la duración es
extremadamente breve.

La epilepsia psicomotora consiste en ataques a veces con un aura de ruidos extraños


en los oídos, o en alucinaciones de sabores y olores desagradables, en trastornos en
los sentidos corporales, en sentimientos de irrealidad o en trastornos de la memoria
durante los cuales el paciente puede ejecutar actor automático de los cuales tiene
poca o ninguna conciencia.

Por última cabe mencionar la clasificación de la epilepsia por la Liga Internacional


contra la epilepsia que distingue:

1. Crisis epilépticas generalizadas (descargas paroxísticas, bilaterales, sincrónicas


y simétricas).

a) Formas convulsivas: tónica, clónicas tónicas, clónicas, mioclonicas.


b) Formas no convulsivas: pequeño mal, aquineticas.

2. Crisis parciales. De semiología elemental: sensorial, motora, neurovegetativas,


etc.
3. Crisis parciales secundariamente generalizadas. Todas aquellas que tienen un
inicio focal y que secundariamente se generalizan.
4. Crisis unilaterales o predominantemente unilaterales en el niño.
5. Crisis erráticas en el recién nacido.
6. Crisis no clasificadas por datos incompletos.
Personalidad Epilépticas:

Han sido consideradas como manifestación de la personalidad epilépticas; lentitud en la forma


de reaccionar, actitudes emocionales, inflexibles, falta de respuesta ante los cambios
ambientales, egocentrismo, tendencia a la hipocondriacas opiniones rígidas.

Es importante mencionar que con frecuencia se observa un comportamiento anormal


transitorio: inquietud, irritabilidad (auras de tipo psíquico).

En términos generales se considera que el epiléptico presenta: una personalidad rígida,


egocéntrica marcada irritabilidad por su situación y depresión.

Debido a que el 90% de los epilépticos experimentan la primera crisis durante la niñez los
problemas emocionales que acompañan a la mayoría de los epilépticos comienzan en el medio
familiar.

La percepción y la atención están alteradas. El nivel intelectual es inferior a lo normal y se


caracteriza por un progresivo deterioro de las facultades intelectuales.

Claro esta que esto debe relacionarse con el ambiente en el caso concreto de los delincuentes
generalmente provienen de medios sociales culturales y económicos deprivados, por lo que en
el caso del epiléptico se acentúa el deterioro mental.

El epiléptico es torpe, tiene dificultades para pasar de una idea a otra.

De manera lenta y coartada, si pensamiento es vicioso, avanza con dificultad y tiende a


perseverar.

Conductas delictivas en el epiléptico:

De esta manera crímenes, violaciones, robos y otros comportamientos delictivos se explican


por que supuestamente el autor padecía de trastornos convulsivos o presenta antecedentes
hereditarios epilépticos.

Asimismo se hacia referencia a las similitudes entre la crisis epiléptica y ciertas características
impulsivas y sádicas de los delitos violentos.

Todo esto se ha comparado con los crímenes impulsivos y en la que el autor no tiene control
de sus conductas.

Se ha considerado mágicamente que en el momento de la crisis convulsiva el epiléptico se


vuelve muy impulsivo y antisocial y es cuando comete agresiones de tipo patológico.

El tipo de conductas delictivas que se proyecta en las personalidades epilépticas con asentados
rasgos paranoides y agresivos son crisis violentas caracterizadas por agresiones (lesiones,
homicidios, daños) por lo común a los familiares. El instrumento empleado es casi ¨primitivo¨,
objetos al alcance o armas blancas.

El epiléptico no recuerda lo a contenido aunque en algunos casos manifiesta que agredió pero
no recuerda como y por que.
Hemos mencionado entre las características de las personalidades epilépticas; inmadurez e
inseguridad en las conductas a consecuencias de las crisis y el temor a las mismas.

Lo anterior explica de algún modo que las victimas en los delitos cometidos por epilépticos
tengan una vinculación de tipo familiar con el autor, casos de lesiones a hermanos, esposa,
delitos de homicidio, donde es notoria a impulsividad y el equilibrio pero donde también se
advierten fantasías e ideas paranoides, mucho tiempo antes de la proyección de la agresividad.

Comportamiento en la institución:

Son considerados enfermos crónicos en la más amplia extensión del término y por lo tanto se
ven reducidas sus posibilidades de interactuar con otros internos en las actividades cotidianas
de la institución.

Inevitablemente que esto significa para el individuo un progresivo deterioro de sus funciones
intelectuales, físicas, mentales y sociales.

Los internos epilépticos con crisis focales o crisis psicomotoras, que se encuentran en los
dormitorios comunes y que presentan control medico, desarrollan actividades pero con
limitaciones, es decir trabajan frecuentemente en actividades simples, no asisten a la escuela
ya que el rendimiento intelectual esta disminuido.

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