5) 2003.2014.elkirchnerismo
5) 2003.2014.elkirchnerismo
5) 2003.2014.elkirchnerismo
PATRIA-O-COLONIA
FEDERALES-O-UNITARIOS
BARBARIE-O-CIVILIZACIÓN
FEDERALES-O-PARTIDO LIBERAL
FEDERALES-O-PARTIDO NACIONAL
PATRIA-O-IMPERIO
PUEBLO-O-ANTIPUEBLO
PERÓN-O-BRADEN
PERONISMO-O-ANTIPERONISMO
LIBERACIÓN-O-DEPENDENCIA
DEMOCRACIA-O-GENOCIDIO
RESISTENCIA-O-NEOLIBERALISMO
"PATRIA-O-BUITRES"
PATRIA-O-CORPORACIONES NACIONALES E
INTERNACIONALES
“LA PATRIA ES EL OTRO” ARGENTINO Y LATINOAMERICANO
----------------------------------------------------------------------------
“Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también
organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia
internacional”.
“Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy
evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no
existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las
económicas ni hablemos”.
“Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no
sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la
nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y,
fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el
problema es la selectividad de la información” (Militante peronista, ex Presidenta de la
República Argentina por 2 períodos consecutivos 2007-2015, Cristina Fernández de Kirchner
KIRCHNERISMO
LA DÉCADA GANADA 2003-2014
INTRODUCCIÓN: Ejes de Formación (2003-2014)
INTERNACIONAL ECONOMÍA POLÍTICA
2003-2014
KIRCHNERISMO:
LA DÉCADA GANADA
El Kirchnerismo
"Es posible que no sea candidato, o mejor dicho que no le alcance el envión entre los
sueños solapados del presidente Duhalde, las encuestas optimistas de De la Sota, la
coincidencia de los poderes con Reutemann, las infinitas "re--reelecciones" de
Menem, el caradurismo simpático de Rodríguez Saá. Desgarbado, lungo, de palabra
directa, está último en esa lista, cuando cada tanto viene del sur para exigir elecciones
ya. Para decir que va por adentro o va por afuera pero no va a entrar en ninguna
trenza. Lo converso con mis amigos y el 80 por ciento no lo ubica, lo semitienen en
algún rincón de las imágenes del consciente pero no del todo. Les digo que es el
fantasma de la tendencia que vuelve volando sobre los techos y sonríen como si les
hablase de una película que no se va a estrenar nunca porque falta pagar el master.”
Fragmento de una nota del escritor Nicolás Casullo, “El hombre que venía”,
publicada en Página 12 en mayo de 2002.
El 2001 fue decisivo para la historia argentina porque ese año tuvo lugar el derrumbe
total de un proyecto económico excluyente, que se había inaugurado con la dictadura
de 1976. Esta crisis, que tenía como dato principal altísimos niveles de pobreza, se
manifestó en los saqueos, los cacerolazos y el estallido social del 19 y 20 de diciembre.
Fue este el año en el que Argentina llegó a su peor situación histórica, se trataba de las
consecuencias de muchos años de neoliberalismo que, mientras destruía la matriz
productiva del país, se ponía el Estado al servicio de las clases dominantes.
Kirchner había llegado a la presidencia con sólo el 22% de los votos en primera vuelta,
y luego de que Carlos Saúl Menem declinara de participar en el ballotage. Se convirtió
así en el presidente electo con menos votos de la historia argentina. Por entonces, la
tasa de desocupación del país llegaba a la cifra más alta de su historia: 27 por ciento; la
de pobreza era del 42,7 por ciento. Revertir esta situación (“más desocupados que
votos”, como recordaría Néstor) y asegurar la estabilidad económica fue el objetivo
central de la gestión.
Por eso, entre sus primeras medidas se encuentra la obsesión por bajar la tasa de
desempleo y recuperar el ingreso de los trabajadores (registrados y no registrados).
Porque en el nuevo modelo económico la demanda interna sería uno de los principales
motores de la recuperación. Néstor reorganizó y creó una serie de instituciones
tripartitas que ayudarían en el corto plazo a poner a la Argentina a la vanguardia en la
región en lo que respecta al salario mínimo y al salario promedio. La revitalización del
Consejo de Salario, la estructuración de las paritarias anuales, la Paritaria Nacional
Docente (apoyada en la ley de Financiamiento Educativo) fueron el corazón
institucional de este objetivo político.
El nuevo presidente encaró esta situación crítica del país ubicando al Estado
nuevamente como actor protagónico de la política. Con esta lógica tomaron diversas
medidas que dieron un rumbo nuevo a la Argentina. Una de sus principales
preocupaciones y logros fue desendeudar al país. Primero renegociando con enormes
quitas, ampliando plazos y pesificando una parte significativa de la deuda heredada del
ciclo 76-2001. Luego, cancelando por anticipado la totalidad de la deuda con el Fondo
Monetario Internacional, cortando así con un vínculo político-económico de sumisión
con los Estados Unidos que había predominado en los 90. En el mismo sentido, se
tomó la decisión de acumular divisas en el Banco Central de la República Argentina. El
objetivo era tener reservas como estrategia de autonomía económica ante los desbordes
especulativos. Y con la convicción de que mientras más reservas acumulara el país,
que se encontraba en default por ese entonces, mayores grados de libertad tendría el
gobierno.
Entre los cambios más radicales respecto al período anterior es la política de Derechos
Humanos. Ni bien asumió, Kirchner destituyó a decenas de miembros de las Fuerzas
Armadas involucrados con el terrorismo de Estado de 1976. Lo mismo hizo en la
policía federal y los servicios secretos de inteligencia, la SIDE. El 24 de marzo de 2004
era el primer aniversario del último golpe de Estado bajo su mandato. Ese día, en el
Colegio Militar de la Nación, ordenó bajar los retratos de Jorge Rafael Videla y
Reynaldo Bignone de la galería donde se exhibían los cuadros de los presidentes y
pidió "perdón en nombre del Estado" argentino por los crímenes de la última dictadura
cívico-militar. Al año siguiente la Corte Suprema de Justicia resolvió que las leyes de
Punto Final y Obediencia Debida, sancionadas durante el gobierno de Alfonsín y que
habían permitido frenar los juicios y dejar en libertad a la mayor parte de los acusados
por cometer delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, eran inválidas e
inconstitucionales. Esto permitió que se reabrieran esos juicios.
A su vez, Néstor buscó fortalecer las relaciones con otros países de Latinoamérica que
estaban tomando el mismo rumbo. Menos de un mes después de haber asumido, realizó
su primer viaje al exterior. El destino era Brasil, donde se reunió con su par Lula Da
Silva. El vínculo con los distintos países de América Latina se fue fortaleciendo poco a
poco y tuvo su máxima expresión en el 2005, durante la IV Cumbre de las Américas, en
la ciudad de Mar del Plata. El 5 de noviembre tuvo lugar un acto multitudinario de
repudio al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) y a la presencia del
mandatario estadounidense George W. Bush. Allí fue el presidente venezolano Hugo
Chávez quien pronunció el discurso más recordado. A la integración regional se le
añadió un nueve eje: la causa Malvinas, el histórico reclamo por soberanía ya no sólo
sería nacional sino también latinoamericano. Hecho confirmado por aquellos días en
Mar del Plata.
2007-2011
En las elecciones presidenciales de octubre del 2007 la lista del Frente para la Victoria,
encabezada por la hasta entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner, obtuvo el
45,29% de los votos. Continuando con la premisa de la transversalidad inaugurada en
la gestión anterior, quien la acompañaba en la fórmula provenía del radicalismo: Julio
Cobos. La fórmula Kirchner-Cobos le sacó más de 20 puntos de ventaja a la segunda
fuerza, la Coalición Cívica encabezada por Elisa Carrió, que obtuvo el 23.04% de los
sufragios.
En aquel 2008, el precio internacional de la soja se había duplicado con respecto al año
anterior. La medida establecía un aumento en la proporción que retenía el Estado de las
exportaciones de productos agropecuarios. La medida determinaba, además, que esas
retenciones fueran móviles: que dependieran de las fluctuaciones de los precios
internacionales. La resolución apuntaba a mejorar la redistribución del ingreso y a
garantizar que los productos primarios pudieran mantener un precio accesible para la
mesa de los argentinos.
Por primera vez una reacción conjunta reunió a la Sociedad Rural Argentina,
Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y la Federación Agraria Argentina.
Conformaron la Mesa de Enlace, que, coordinada con la oposición política y
mediática, realizaron el lock out patronal más largo de la historia argentina (más de
120 días).
Ante la escalada del conflicto, el 17 de junio Cristina anunció que aquello que había
comenzado como un decreto sería convertido en un proyecto de ley para que el
Congreso Nacional decidiera la implementación o no de la resolución 125. La votación
en Senadores estaba empatada, y se extendía hasta altas horas de la madrugada del 17
de julio. Ante la paridad de votos, fue el vicepresidente en su rol de presidente del
Senado quien definió el resultado con su voto “no positivo”, determinando que la
implementación de la resolución 125 fuera rechazada.
El traspié de la 125 señaló una debilidad constitutiva del proyecto nacional y popular:
las corporaciones se veían materialmente fortalecidas con los éxitos del modelo
económico, al que sin embargo rechazaban. Al mismo tiempo, el kirchnerismo carecía
de un grupo de apoyo propio consolidado, más allá del voto ciudadano. Existían
organizaciones sociales kirchneristas, sindicatos kirchneristas, gobernadores,
intendentes, diputados y senadores kirchneristas que apoyaban las medidas del
gobierno, pero no existía por entonces un grupo que hiciera del kirchnerismo un
sustantivo y no un adjetivo.
Ante esa situación, Néstor y Cristina decidieron profundizar. Sin poder contar con el
aumento en las retenciones del sector agropecuario, se tomaron otras medidas desde el
Estado nacional para contar con los recursos fiscales necesarios para garantizar el
desarrollo del aparato productivo y del mercado interno. Con esos objetivos, la
Presidenta envió un proyecto al Congreso para reemplazar el sistema de las
Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) por un nuevo sistema
de reparto estatal de jubilaciones y pensiones. El régimen de jubilación privada databa
de 1994 y había sido instaurado bajo el patrocinio del Banco Mundial y siguiendo los
lineamientos del Consenso de Washington. La promulgación de la disolución del
régimen de AFJP implicó el traspaso a la Administración Nacional de Seguridad Social
(ANSES), a la vez que se habilitaba una amplia moratoria que le permitiría a
2,5millones de argentinos incorporarse a una jubilación digna.
Ese mismo año, el contexto internacional era francamente desalentador. Con epicentro
en EEUU, y fundamentalmente causada por demasiados años de ausencia total de
regulaciones al sistema financiero más grande del mundo, la crisis fue comparada con
razón con el crack de 1929 por sus consecuencias. No obstante, el gobierno de Cristina
continuó con la política de desendeudamiento y tomó medidas que buscaban proteger
al mercado interno, tales como las restricciones a la importación de determinados
productos y a la adquisición de moneda extranjera, para evitar la fuga de capitales y la
caída de reservas del Banco Central. Esta política económica permitió que para las
mediciones de la CEPAL del 2010 indicaban una disminución de la pobreza de 34,1
puntos porcentuales, y una caída de la indigencia del 7,2 al 3,8 por ciento.
Otra medida fundamental para alcanzar estos resultados fue la Asignación Universal
por Hijo, decretada en octubre 2009, con el fin de beneficiar a los sectores que aún se
mantenían postergados. A mediados de 2013 llegó a más de tres millones y medio de
niños y adolescentes. La Argentina no volvería a ser la misma después de esta
igualación entre los hijos de los trabajadores formales y los no formales y desocupados.
Democracia vs corporaciones
El 27 de octubre del 2010 murió Néstor Kirchner y a partir de ese momento se hizo
visible una multitud de jóvenes que se sentían interpelados por el proyecto político. El
fallecimiento de Néstor allanó el camino para que el kirchnerismo acelerara su etapa
organizativa a partir de la incorporación de miles de personas a la militancia orgánica.
A principios de 2013, la propuesta gubernamental para una reforma judicial dio lugar a
un nuevo frente de batalla. El 8 de abril de ese año, la Presidenta envió al Congreso seis
proyectos de ley para “democratizar la Justicia”. La reforma judicial fue aprobada tras
un intenso debate parlamentario, pero el 18 de junio de 2013 la Corte Suprema de
Justicia declaró inconstitucional varios artículo, en particular los que determinan que
los miembros del Consejo de la Magistratura fueran elegidos por voto popular.
En las elecciones de octubre del 2011, Cristina Fernández de Kirchner se impuso con el
54 por ciento de los votos, con una diferencia de 38 puntos por sobre el segundo
candidato: Hermes Binner, por el Frente Amplio Progresista. El 10 de diciembre de
2011 Cristina asumió su segundo mandato, que continuó con la política económica
iniciada en 2003.
A los pocos meses de haber vuelto a asumir, en abril de 2012, Cristina anunció la
expropiación por ley del 51 por ciento de las acciones de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales. A su vez, la ley proclamaba de interés nacional el logro del
autoabastecimiento de hidrocarburos, a partir de lo cual se buscaría avanzar por el
camino de la soberanía energética.
Por último, podemos decir que uno de los principales logros del ciclo político iniciado
el 25 de mayo de 2003 es la recuperación del autoestima nacional, no en sentido
chauvinista sino en el sentido de que vastos sectores de la sociedad recuperaron la
convicción de que a través de la democracia, de la participación política, del hecho de
involucrarse con “lo que pasa” es que nuestro país pudo, rápidamente, dar vuelta la
página de aquellos oscuros días que comenzaron en 1976 y que finalizaron de manera
trágica en el verano de 2001. A la época del “no se puede” y el “no te metas” se le
ganó una batalla. El futuro hoy está en disputa, como todo tiempo por venir, pero
kirchnerismo mediante, esa disputa encuentra a una gran cantidad de argentinos
comprometidos, organizados y dispuestos a trabajar por un país más justo y
desarrollado.
“EL CAMBIO DE ÉPOCA EN AMÉRICA LATINA”
GUILLERMINA GENOVESE
Esta renovación en la geografía política regional se vio acompañada por una lógica
discursiva y un compromiso político por una reactualización del pensamiento
emancipatorio, reactivando el proceso de integración regional, que fue (re)
considerado como eje de un nuevo modelo de desarrollo para la región. Retomando los
sueños de aquellas figuras emblemáticas de la historia latinoamericana, donde la
voluntad de ser sujeto y de construir una identidad autónoma de América Latina se
construyó como un sueño precursor, los líderes de la región (re) pensaron una
integración autónoma, soberana e inclusiva. El relanzamiento de un MERCOSUR
social y productivo, que supere la lógica estrictamente economicista que impregnó los
lineamientos del bloque en sus orígenes; la identidad política propia de la UNASUR; y
la apuesta por el ALBA y la CELAC dan cuenta de la reinvención del sueño de la Patria
Grande y del desafío de la naciones latinoamericanas por construir un escenario
internacional multipolar.
Todos estos procesos de cambio no se desarrollan en un sentido único y lineal, sino que
tienen lugar en el medio de tensiones y resistencias (propias y ajenas), con avances y
retrocesos. Los bloques conservadores de estos países han promovido distintas
acciones desestabilizadoras -que oscilan entre intentos de golpes de Estado
institucionales, como en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Paraguay, este último donde
finalmente se logró destituir a Fernando Lugo; y ensayos de golpes de mercado, como
en el caso de Argentina- y, a partir de distintas tradiciones teóricas, han acusado a estos
gobiernos de avasallar las reglas e instituciones democráticas, instaurando el mito de
las nuevas dictaduras latinoamericanas. Pero la restauración conservadora parece
encontrar un obstáculo en el sentir de los pueblos ya que no sólo en los últimos años los
gobiernos de la región han asumido segundos y hasta terceros mandatos en elecciones
democráticas, libres y transparentes, a partir de un masivo apoyo popular, sino que han
avanzado hacia procesos de democratización e inclusión radical.
La década que viene será una década de desafíos para los países de la región,
vinculados principalmente con la definición y concreción de los alcances de un modelo
neo-desarrollista que avance en mayores grados de industrialización y tecnologización
de la estructura productiva, en economías aún fuertemente primarizadas. Fortalecer
esta matriz de desarrollo será clave para alcanzar mayores niveles de inclusión,
soberanía y autonomía en la región.
Bibliografía:
JUNIO, J.C. (2014) "Nuestra América y el “cambio de época”: logros, acechanzas y desafíos", en La
revista del CCC [en línea]. Enero / Junio 2014, n° 20. Actualizado: 2014-07-22 [citado 2014-11-12],
Disponible en Internet: http://www.centrocultural.coop/revista/articulo/450/. ISSN 1851-3263.
Presidente Chávez: ¡Qué algarabía! ¡Qué vivan los pueblos de la América Latina y el
Caribe
Asistentes: ¡Viva!
Asistentes: ¡Viva!
Asistentes: ¡Viva!
Asistentes: ¡Viva!
Asistentes: ¡Viva!
Asistentes: ¡Viva!
Presidente Chávez: Los saludo a todos con especial emoción, afecto y cariño, ¡pero
cómo hay gente aquí! Miren ustedes: ¡arriba esas banderas! Un abrazo al pueblo
argentino, esas banderas argentinas, esas banderas cubanas, esas banderas
venezolanas, esas banderas uruguayas, esas banderas paraguayas, esas banderas
bolivianas, esas banderas brasileñas, esa bandera de la América unida y grande.
Asistentes: Aplausos.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Ven acá Diego, ven acá, dile algo a este pueblo, Diego.
Diego Armando Maradona Que los quiero mucho, gracias por estar aquí. Echemos a
Bush.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Estuve viendo la entrevista que le hizo Diego Armando hace unos
días a Fidel, tremenda entrevista, tremenda entrevista que le hiciste a Fidel Castro.
Presidente Chávez: Puedo decirles una cosa, entrando al estadio, hace ya una hora
aproximadamente, sí, eran como las 12 y tanto, me dan un teléfono, yo venía saludando
a mucha gente ahí, sobre todo a esa juventud que anda desbordada... ¡Viva la juventud!
Asistentes: ¡Viva!
Presidente Chávez: Esa juventud que vuelve a levantarse por todas partes. Allá están
los Barrios de Pie. Oigan, quiero que se den cuenta de una cosa: Blanca Chancoso tiene
razón, se fue el agua, ve; por si acaso vamos a soplar otra vez.
Bueno, les decía que me pasan un teléfono, una camarada cubana se me acerca y me
pasa un teléfono y yo bueno... ¿con quién voy a hablar yo?
-Hable, hable a ver.
Era Fidel.
Presidente Chávez: Fidel está desde que amaneció en una silla que yo le regalé, una
silla muy cómoda de madera de samán viendo, porque desde aquí estamos
transmitiendo en vivo y en directo para el mundo entero, entre otros por Telesur, al
mundo entero está saliendo este acto histórico aquí en Mar del Plata. ¡Vamos a hacerle
una bulla al mundo! ¡Que viva el mundo nuevo! ¡Que vivan los pueblos del mundo!
Presidente Chávez: Bueno, ¿quieren que les diga lo que me dijo Fidel? Él me dijo,
primero que estaba muy emocionado viendo el acto, la marcha que ustedes hicieron
desde esta madrugada, el Tren del Alba, Maradona se vino en el tren ¿a qué hora fue
que salieron? A media noche, en el tren ¿cómo es que se llama? El tren... el plateado, se
vino Maradona, venía de maquinista Diego Armando Maradona, venía directo con el
Tren del Alba. Bueno, Fidel estaba viendo el tren, viendo el tren, amaneció viendo el
tren, la marcha de ustedes y este día histórico aquí en Mar del Plata y bueno, unos
comentarios, me encargó que les saludara y que aunque él físicamente no está aquí,
está aquí con nosotros.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Además ¿saben cuál fue la despedida? Como yo venía entrado le
dije: bueno después te llamo, porque él se guinda y habla tres horas por teléfono,
entonces le digo -Mira yo te llamo más tarde, vamos a despedirnos, estoy entrando al
estadio, y le digo como venceremos!” ¿Y ustedes saben cómo se despidió Fidel?, se los
voy a decir porque le oí la voz muy emocionada y además como un trueno, se despidió,
la voz se despidió como un trueno que cruzó el Caribe, cruzó el Orinoco, cruzó el
Amazonas, cruzó el Río de la Plata y llegó aquí, me dijo: “Chávez, ¡viva el Che, carajo!
¡Viva el Che Guevara!
Asistentes: ¡Viva!
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Gracias Evo, ese aplauso de los pueblos para este gran luchador
social, revolucionario, que representa, así como Blanca Chancoso, ellos y ellas
representan a la estirpe más profunda de nuestros pueblos, nuestra raza aborigen,
Tupac Amaru, Tecún Umán, Guaicaipuro, Atahualpa. ¡Que vivan los indios de
América!
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Me está preguntando que si no hay más novias para quitarme otra,
no, tú me quitaste la que yo tenía, ya tiene bigotes Lazarito, un abrazo a ti y a toda
Cuba. Bueno, eso es lo que viene: los niños y los jóvenes, los niños y los jóvenes que
son el futuro. Lazarito La gorra que identifica a la delegación cubana, usted es un
cubano también para nosotros.
Bueno, ya van a ser las dos de la tarde, allá tengo el reloj, ¡menos mal que lo tengo al
frente!
Miren, por cierto que, hablando de Eva Perón, yo cada día soy más evista, yo estoy
leyendo a Eva, a Eva Perón, grande mujer de esta tierra, inspiración para las luchas que
estamos dando y que habrá que dar.
Esta mañana me preguntaba un periodista, llegando al hotel donde nos hemos alojado,
me preguntaba qué opinaba yo acerca de una publicación que salió ayer, una de tantas
publicaciones que salen, sobre todo las de Norteamérica, antier salió una publicación
según la cual el Pentágono está haciendo planes, planes militares para agredir a
norteamericano, en su desesperación... no olvidemos lo que decía Mao Tse Tung, que
en lo estratégico el imperialismo termina siendo tigre de papel, tigre de papel; por eso
no hay que temerle al imperialismo, los pueblos del mundo libre estamos en capacidad
de derrotar a mil imperios, como ha ocurrido muchas veces a lo largo de la historia.
Pero el imperialismo en su desespero pretende, como ha pretendido desde hace ya
varios años, detener la Revolución Bolivariana, como pretendió durante mucho
tiempo, casi medio siglo detener la Revolución Cubana. Así como fracasó el
imperialismo norteamericano en su intento de detener la Revolución Cubana, igual
fracasará en su intento de detener la Revolución Bolivariana en Venezuela.
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Pero me preguntaba este periodista sobre el tema, y además, pues,
yo sé que es absolutamente cierto, los planes militares para agredir a Venezuela están
en plena preparación. Ahora, ¿qué respondía yo al periodista? Le respondía con una
gran verdad: si al imperialismo norteamericano en su desespero se le ocurriera invadir
a Venezuela, comenzaría en estas tierras la guerra de los cien años.
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Y estaba recordando, por cierto a Eva Perón. Eva Perón, cuando
dijo ella, toda digna, toda libertaria, toda patriota, dijo, lanzó aquella frase que el
pueblo argentino conoce mejor que nadie pero que habrá que repetir una y mil veces en
toda esta tierra desde el Río
Grande hasta la Patagonia, aquella frase: “La Patria será libre o la bandera flameará
sobre sus ruinas...”, ¡más nunca seremos colonia norteamericana!
Asistentes: Cánticos.
Presidente Chávez: Esta mañana también, llegando ahí al hotel me consigo a un grupo
de personas, deben estar aquí, seguramente, y a una de ellas quiero saludarla porque
conversé con ella unos minutos, ellos vinieron de San Salvador de Jujuy, de allá
vinieron: campesinos, agricultores, una maestra de escuela, ella se llama María
Eugenia Villada, quiero saludarla porque me dio un abrazo infinito y me habló de su
padre, Carlos Eulogio Villada, quien era dirigente del Partido Comunista Argentino y
desapareció en la madrugada del 24 de noviembre de 1976 en la ciudad de San
Salvador de Jujuy, su esposa Guillermina Castro, y su hija María Eugenia lo mantienen
en la memoria, y yo le decía no sólo en la memoria, está presente aquí con nosotros y
con él todos los desaparecidos de las dictaduras militares imperialistas que asesinaron a
estos pueblos durante tanto tiempo.
Asistentes: Aplausos.
Bueno, cuántas cosas por decir aquí hoy, les traigo un saludo del pueblo venezolano,
un abrazo así, el corazón de Venezuela, sólo traigo para compartirlo con el pueblo
argentino y los pueblos de nuestra América.
Ahora, fíjense, además de enterrar aquí el ALBA como hoy lo estamos enterrando,
enterradores nosotros; además de eso siempre he dicho, en primer lugar a los
venezolanos, ahora me atrevo a decirlo más allá de Venezuela, nosotros, a nosotros, los
hombres, las mujeres de este tiempo de comienzos del siglo XXI, nos toca,
compañeros, compañeras, camaradas, una doble tarea histórica: nosotros tenemos que
ser los enterradores, no sólo del ALCA porque el ALCA, porque el ALCA fue una
propuesta, una de tantas propuestas, pero es vieja esa propuesta, antier se llamó de una
manera “Iniciativa para las Américas” la llamaron por allá por 1990, pero ya en el siglo
XVIII, naciendo aquella gran república, aquel gran estado que luego se convirtió en
imperio, nació con las garras del águila imperial, lamentablemente desde el inicio,
desde hace 200 años pues, Thomas Jefferson, uno de los creadores de aquel estado
norteamericano lo dijo, lo dijo, lanzó el plan imperialista Thomas Jefferson, dijo que
Estados Unidos tenía como destino tragarse, -así mismo lo dijo, con esa expresión-
tragarse una a una las nacientes repúblicas antes colonias españolas, desde entonces
viene el plan anexionista, colonialista de Estados Unidos, así que nosotros no sólo
debemos ser enterradores del ALCA sino enterradores y en mucha mayor dimensión,
complejidad y profundidad, del modelo capitalista desde hace tanto tiempo.
La batalla del ALCA, la batalla del ALCA, que como bien decía Hebe Bonafini sin
duda que la hemos ganado, pero ¡cuidado!, eso es sólo una batalla, eso es sólo una
batalla de tantas batallas pendientes que nos quedan para toda la vida, ahora, decía que
tenemos una doble tarea, enterrar el ALCA y el modelo económico, imperialista,
capitalista por una parte, pero por la otra a nosotros nos toca, compañeros y
compañeras, ser los parteros del nuevo tiempo, los parteros de la nueva historia, los
parteros de la nueva integración, los parteros del ALBA, la Alternativa Bolivariana
para las Américas, para los pueblos de América, una verdadera integración liberadora,
para la libertad, para la igualdad, para la justicia y para la paz, sólo nosotros unidos
podemos hacerlo y además enterrar al capitalismo para parir el socialismo del siglo
XXI, un nuevo proyecto histórico socialista, lloran los pueblos de la América, nos toca
a nosotros, yo estoy seguro de que ya en la América está engendrado el nuevo proyecto
histórico del socialismo del siglo XXI, lo ha engendrado el vientre de América, ahora
pujemos nosotros para parirlo, para darle vida, para perfilarlo. Rosa Luxemburgo lanzó
aquella expresión: “Socialismo o barbarie”, hoy se hace más dramática la expresión y
hay que repetirla: “Socialismo o muerte”, “Socialismo o barbarie”.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Hace poco estaba comenzando a leer uno de los tantos libros
maravillosos, que están saliendo muchos libros, muchos libros, y hay que hacer
esfuerzos por editar muchos libros y difundirlos gratuitamente por todas partes. En
Venezuela estamos haciendo esto, este año hemos editado 25 y más millones de libros
totalmente gratuitos, pues, Cuba tiene muchos años editando libros, millones y
millones de libros para que el pueblo lea, para que los pueblos lean, se enteren; cómo
no recordar aquí hoy a ese grande, nuestro José Martí. José Martí lo dijo muy claro:
“Ser cultos para ser libres.” Un pueblo culto es un pueblo libre.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Y años, años atrás, ese otro grande, Simón Bolívar lo había dicho,
sólo que por el reverso de la moneda, por la otra cara de la moneda, Bolívar lo dijo con
una claridad impresionante: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia
destrucción...” “Un pueblo culto, dijo Martí, es instrumento hermoso de su propia
liberación...”
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Así que se trata de salvar la vida. Yo decía que estaba leyendo a
Noam Chomsky, ese buen escritor, yo recomiendo leer todo lo que les llegue a la mano
de Noam Chomsky, léanlo, léanlo, no duerman, no importa, los pocos ratos libres que
uno pueda tener, leer, leer, pensar, pensar y pensar, escribir, escribir y escribir.
Noam Chomsky, uno de sus más recientes libros, no sé si incluso el más reciente,
fíjense en el título: Hegemonía o supervivencia. Y está muy claramente planteado, es el
mismo tema de Carlos Marx: socialismo o barbarie, es el mismo planteamiento sólo
que Chomskv precisa claro, han pasado más de cien años. Chomsky precisa, enfoca el
problema de este momento histórico del mundo: "O la hegemonía norteamericana o la
supervivencia en el planeta...” Una de dos, escojamos los pueblos del mundo cuál es el
destino para nuestros descendientes, porque siempre digo también que ya no se trata de
nosotros, ya nosotros mal que bien hemos vivido, pero ahí están nuestros hijos, ahí
están nuestros nietos y los que no han nacido y los que siguen naciendo, se trata de
ellos: hegemonía o supervivencia, dice Noam Chomsky.
Y me llama la atención, viendo el índice del libro, uno de los primeros capítulos o
temas que él toca allí, me llamó la atención y me fui directo allí a ver qué es lo que dice
Chomsky, porque es una idea que llama la atención, de inmediato él dice que las dos
superpotencias mundiales que hoy existen, uno tiene la idea de que hay una sola
superpotencia ¿verdad? Así que la idea como que descoloca a cualquiera. Pero me voy
directo a ver qué es lo que plantea Chomsky y lo dice: hay dos superpotencias
mundiales hoy en el planeta, una amenaza con destruir al mundo, esa es la
superpotencia estadounidense, la otra, la otra superpotencia está naciendo, pero no es la
Unión Soviética, no es ningún territorio, dice él, ningún país, ningún grupo de países,
no, esa otra superpotencia, dice Chomsky, que se está levantando y puede salvar al
mundo es la opinión pública de los pueblos, valga la redundancia, la opinión de los
pueblos del mundo, la opinión pública mundial, movilizada, consciente, ¡le toca la hora
a los pueblos de la Tierra de salvar la vida en el planeta y salvar la vida de las futuras
generaciones! Nos tocó a nosotros, pues, derrotar al imperialismo, a todos los imperios.
Asistentes: Aplausos.
Asistentes: Aplausos.
Asistentes: ¡Viva!
Presidente Chávez: Ese es un pueblo hermano, ya Carlos Marx lo decía, y hay que
repetirlo: “Con el pueblo de Estados Unidos nosotros debemos contar para salvar el
planeta”. Sin el pueblo de Estados Unidos sería imposible salvar la Tierra. La
conciencia de Martin Luther King está renaciendo en las calles de los pueblos de
Norteamérica.
Asistentes: Aplausos.
Última hora: me informan desde Caracas. Una marcha en Caracas, más de 80 mil
personas han marchado hoy en contra del ALCA y del imperialismo y en apoyo al
Congreso de los Pueblos.
Asistentes: Aplausos.
Asistentes: ¡Vivan!
Presidente Chávez: Ahora, decía hace un rato que la pala y el parto, el entierro y el
nacimiento. Allí hay que detenerse a pensar y a trabajar mucho y a actuar en
consecuencia, digamos que reduciendo ya el campo de visión y dejando la visión del
mundo por un momento y la expresión de Chomsky, de hegemonía o supervivencia y
enfoquémonos pues en nuestra América y en los pueblos de nuestra América.
Fíjense que hoy aquí en Mar del Plata además de lo que ya he dicho y lo que se ha
dicho, han venido a confrontarse dos viejos proyectos, dos viejos proyectos, hace un
rato les hablaba, recordando a Jefferson, también habría que recordar aquella expresión
de James Monroe en 1823: “América para los americanos.” América para los
americanos. Eran los mismos días, mientras James Monroe lanzaba la expresión
imperialista: “América para los americanos." Pero para ellos, porque pretendieron
quitarnos incluso el nombre de americanos, los hombres y mujeres de aquí de Mar del
Plata y de allá de la Patagonia son tan americanos como los de Nueva York, los de
Washington, los de Québec y los de cualquier rincón de este continente, somos todos
americanos.
Presidente Chávez: Ahora, les decía de dos proyectos, dos proyectos que desde allá
desde la punta más al norte de América hasta la punta más al sur del continente, desde
hace unos 200 años vienen confrontándose dos proyectos, pudiéramos sintetizarlo, así
como en el Norte lo lanzaron Jefferson, Madison, Monroe; igual aquí en el Sur ellos
lanzaron su proyecto imperialista, anexionista. Y aquí en el Sur nuestro proyecto fue
lanzado desde entonces por hombres como Miranda, San Martín, Artigas, O’Higgins
Sucre, Bolívar, Manuela Sáenz; hombres y mujeres de esta tierra lanzaron un proyecto
hace 200 años.
Bueno. Pero a lo que quiero referirme es que hace 200 años nació aquí un proyecto que
recorrió este continente, la unión de Suramérica, la unión del Caribe, la unión de las
repúblicas antes españolas; ese proyecto chocó con el proyecto del Norte, el proyecto
de la Patria grande, el abrazo de Bolívar y San Martín allá en Guayaquil, ahí se unieron
en una sola idea y en un solo proyecto, pero fíjense ustedes cómo terminaron todos
aquellos hombres y mujeres, los que llevaron la idea más allá del horizonte, los que se
fueron a la guerra de liberación, desde el Caribe hasta el Río de la Plata, los que
cruzaron los Andes una y varias veces, como San Martín los cruzó, como Bolívar los
cruzó; cómo terminaron aquellos hombres, San Martín: muerto en el exilio, O’Higgins:
muerto en el exilio, Artigas: muerto en el exilio, Bolívar casi asesinado y muerto
solitario en Santa Marta. Sucre: asesinado en Berruecos, Manuela Sáenz expulsada de
la Nueva Granada y de Venezuela, y murió anciana por ahí en un pequeño pueblo del
Perú; todos ellos, Abreu e Lima, el gran brasileño bolivariano, igual: murió solitario en
Pernambuco. El proyecto era crear repúblicas de iguales y de libres, repúblicas en
libertad y en igualdad, el proyecto era eliminar la esclavitud, eliminar la miseria,
eliminar la pobreza, la explotación; todos ellos fueron verdaderos revolucionarios, el
proyecto era además crear la unión o liga de repúblicas de la América meridional; en
esa dirección apuntó Bolívar cuando convocó al Congreso de Panamá en 1824.
El próximo año, por cierto, invito a que todos los pueblos de este continente
celebremos de manera activa, como lo estamos haciendo aquí hoy, y con congresos,
deliberaciones, proyectos, debates, propuestas, construcción del camino, en fin, el
próximo año, a 180 años del Congreso de Panamá, que era la propuesta de Bolívar para
unir, para lograr lo que él decía, un gran cuerpo político, un gran cuerpo político en el
Sur, y entiéndase que para nosotros el Sur es un concepto no sólo geográfico sino
político, ideológico, porque en una ocasión yo hablaba del Sur y algunos mexicanos
me decían: “Chávez ¿y nosotros?” O sea los mexicanos para nosotros son del Sur, este
es un concepto político, y esa es una de las grandes tareas que tenemos hoy nosotros:
recuperar la conciencia del Sur, como dice Mario Benedetti: “El Sur también existe.”
Nosotros somos el Sur de la Tierra, nuestro camino es el Sur.
Asistentes: Aplausos.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Luego lanzaron, en ese año 1990, la Iniciativa para las Américas,
Iniciativa para las Américas, era presidente de Estados Unidos mister Father, mister
Bush father era President en Estados Unidos. Él lanzó la llamada Iniciativa para las
Américas que bastante daño le hizo a la América Latina y al Caribe, porque
inmediatamente las élites de nuestros países, casi sin excepción... por supuesto que
siempre, como un tigre de acero, hemos tenido allí a la Cuba Revolucionaria que nunca
se rindió, que nunca se doblegó y que por eso la admiramos y la queremos tanto, a su
pueblo, a su liderazgo, a su líder y a su Presidente. Desde aquí vamos a mandarle una
bulla a Fidel Castro.
Asistentes: Algarabía.
Asistentes: ¡Viva!
Presidente Chávez: El Che Guevara vive en estas tierras, en todos ustedes, en todos
nosotros. Bueno, entonces venía diciéndoles cuánto daño le hizo a los pueblos de
América Latina aquella Iniciativa de las Américas, el neoliberalismo, el Consenso de
Washington y el así conocido paquete de medidas del Fondo Monetario Internacional,
y en este continente casi todos los gobiernos se arrodillaron, hay que decirlo así,
indignamente se arrodillaron las élites de estos pueblos, o mejor dicho de estos pueblos
no, de estas repúblicas, se arrodillaron ante el imperio, y fue así como una oleada
macabra comenzó la orgía privatizadora en estas tierras, y muchas, muchísimas
empresas de los estados...
Asistentes: Cánticos.
Presidente Chávez: Ustedes saben que a mí no me gusta meterme con nadie, pero el
que se mete conmigo yo me meto con él. Hay una copla allá en las sabanas de mi tierra,
que también es de ustedes, que dice así:
Entonces, a mí no me gusta meterme con nadie pero el que se mete conmigo puede salir
obstinado.
El señor Menem...
Asistentes: Ovación.
Asistentes: Ovación.
Presidente Chávez: Bueno, uno de los países que precisamente sufrió más, sufrió más,
hasta los huesos, y eso nos duele mucho decirlo, de aquella iniciativa para las
Américas, de aquella orgía privatizadora fue precisamente la gran nación argentina,
que fue entregada la élite argentina entregó esta República, ¡pero hoy Argentina se
levantó de nuevo y levanta la bandera de la libertad! ¡Qué viva Argentina! ¡Qué viva la
Patria de San Martín, la Patria del Che, la Patria de Perón, la Patria de Evita, la Patria
de nosotros! ¡Viva Argentina! ¡Te amo Argentina!
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Todos nuestros pueblos sufrieron de aquella Iniciativa para las
Américas, aquel Consenso, el Consenso de Washington. En Venezuela comenzó
temprano la resistencia contra el Consenso de Washington, porque apenas estaban
preparando los papeles de la propuesta del Consenso de Washington, apenas estaban
preparando los documentos entreguistas al Fondo Monetario Internacional cuando el
27 de febrero de 1989 explotó Venezuela y el pueblo venezolano se fue a rebelión
contra el proyecto imperialista y el paquete neoliberal del Fondo Monetario
Internacional. En Venezuela comenzó temprano la resistencia, pero luego los pueblos
se han venido levantando uno tras otro. Y por cierto que yo les recomiendo a mis
colegas, les recomiendo a todos que no se acerquen mucho a Mr. Bush, eso es pavoso,
yo que se los digo, es pavoso, es pavoso. Por ahí le preguntaron esta mañana a mi
canciller Alí que si yo tenía alguna entrevista, alguna reunión con Mr. Bush, y entonces
él respondió, bueno, hasta ahora no nos ha pedido ninguna entrevista el señor Bush,
ojalá la pida ¿no? Es pavoso.
Miren, los pupilos de Bush en América Latina están cayendo uno a uno, uno a uno,
vean aquel Presidente de Bolivia, él dice que yo dizque lo tumbé, porque además me
echa la culpa a mí y a Fidel, aquel Sánchez porque él se entregó también, y los pueblos
ya no aceptan aquí presidentes entreguistas, ni presidentes arrodillados al
imperialismo. Los pueblos piden verdaderos líderes...
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Me dicen que hay aquí en este acto un grupo de ex combatientes de
la guerra de Malvinas, vamos a saludarlos. ¡Vivan Las Malvinas argentinas!
Asistentes: ¡Viva!
Asistentes: ¡Viva!
Presidente Chávez: Bueno, si yo sigo al ritmo que voy pudiera hablar aquí hasta las
seis de la tarde, pero ustedes saben que yo tengo que llegar allá...
Asistentes: Cánticos.
Presidente Chávez: Ahora veo por qué aquí no hay gordos, voy a recomendarles allá en
Venezuela que hagamos el mismo salto este, es bueno para mantener la forma física y
moral.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Esa estrategia, la estrategia de Bolívar, que era la misma de todos
ellos, esa estrategia; sólo que quizás Bolívar logró llevarla más lejos, logró clavar una
pica allá en Flandes, logró orientar la brújula mejor. Unir el Sur es imprescindible para
poder negociar en condiciones de igualdad y de dignidad con el Norte, y con el resto
del mundo; eso hoy tiene más vigencia que ayer. Hoy es más angustiantemente
necesario que ayer, nunca antes fue tan vital esta idea estratégica; por eso es que hace
cinco años hubo la Cumbre de las Américas, la tercera, en Québec, allá en Canadá, y
como Cuba no participa en estas cumbres de presidentes, porque parece que
“democráticamente” consultaron con alguien y “en democracia” se decidió que Cuba
no participara, creo que fue así; claro que Cuba sí participa porque Cuba está en nuestra
palabra, en nuestra voz y en nuestra moral. Cuba anda con nosotros.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Hace cinco años, allá en Canadá, el gobierno de Estados Unidos
logró que se aprobara, casi por unanimidad, lamentablemente, la propuesta del ALCA,
un Área de Libre Comercio para las Américas, y Venezuela fue el único país que en
solitario levantó esta misma mano para decir ¡no!, para decirle no a aquella propuesta,
pero todos los demás gobiernos aprobaron la propuesta, y fíjense lo que ha ocurrido,
allá en Canadá se aprobó un artículo, un párrafo de la declaración que siempre se saca
donde dice: “Las negociaciones para un Área de Libre Comercio de las Américas
deberán estar concluidas el primero de enero del 2005, y además el acuerdo o convenio
deberá estar activado a más tardar el 31 de diciembre de 2005”. Amaneció el primero
de enero de 2005 y el ALCA ¿dónde está? Ya viene el 31 de diciembre pueblos de este
continente, y al ALCA hoy le tocó su entierro aquí en Mar del Plata, hoy enterramos al
ALCA, en Mar del Plata se queda enterrado y bien hondo.
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Ahora fíjense, en verdad que a mí me provoca quedarme aquí con
ustedes, pero compromisos de Estado me obligan ¿verdad?
Fíjense en una cosa, el ALCA está muerto, pero eso no quiere decir que el capitalismo
esté muerto, insisto en esa idea, al próximo que vamos a enterrar es al capitalismo, ese
es el próximo.
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Para eso habrá que luchar mucho más duro, Simón Bolívar ofrecía
una fórmula: “Si queremos Patria entonces constancia y más constancia, paciencia y
más paciencia, trabajo y más trabajo...” ¡Unidad, unidad, unidad y más unidad!, para
tener Patria, para lograr nuestros sueños, para hacer posible la utopía, para lograr la
salvación de nuestros pueblos. ¡Unidad, unidad, unidad!
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Nosotros desde Venezuela hace varios años comenzamos a hacer
una propuesta que primero sonaba por allí tímidamente solitaria, y luego ha venido
tomando fuerza y suena como los tambores que ustedes tienen por allí, suena como las
cornetas de mil caballerías, porque no se trata sólo de decirle no al ALCA, se trata de
plantear y construir la propuesta alternativa, el camino alternativo y es allí donde
surgió nuestra idea, nuestra propuesta: el ALBA, Alternativa Bolivariana para los
pueblos de América. Es nuestro proyecto, es el proyecto de 200 años, es el proyecto de
San Martín, de Artigas, de O 'Higgins, de Miranda, de Bolívar, del Che, de Perón, de
Evita, es nuestro proyecto.
El ALBA... debo decirles que en diciembre pasado estuve por Cuba y allá Fidel y yo
firmamos, la República de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela hemos
firmado un acuerdo: el ALBA, y estamos avanzando, Venezuela y Cuba hemos
avanzado con paso firme, con mucha voluntad política, con mucha participación
popular; necesaria la participación popular, con mucha voluntad social, con un gran
esfuerzo en lo económico, hemos dado pasos firmes en la construcción del ALBA, en
lo político, repito, en lo social, en lo económico, en lo tecnológico, y créanme que Fidel
Castro, que no cree en Dios, por supuesto, lo sabemos, yo sí creo en Dios, Fidel es ateo,
pero Fidel Castro ¿saben qué nombre le puso a una misión cubanovenezolana?:
“Misión Milagro", porque en verdad me dijo un día por teléfono: “Chávez, esto parece
un milagro.” La última expresión que le oí es: “Dios ayuda a Chávez y a...”
Asistentes: Algarabía.
Presidente Chávez: Creo que fue cuando hubo un huracán directo hacia
La Habana, y yo estaba pendiente, llamándolo, mira, no, iba a pasar sobre La Habana, y
el huracán faltando muy poco se desvió, y entonces lo llamo, mira, ¿y qué pasó?, ¿y el
huracán? Y me dice: “No chico, se desvió. Tú tienes razón.” Yo le dije, bueno, estoy
pidiéndole a Dios, Fidel, le estoy pidiendo a Dios, y entonces él dijo: “Tú como que
tienes razón: Dios ayuda a Chávez... y a sus amigos.”
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Y una noche yo le dije, mira Fidel vamos a hablar de Cristo, y me
dijo: “Vamos, vamos a hablar”. Y al final, después de varias horas me dijo: “Chávez,
soy cristiano pero en lo social...” Bueno, somos cristianos en lo social, la igualdad, la
libertad: ¡eso es socialismo! Cristo, lo repito, fue para mí el primer gran socialista de
nuestra era; la libertad, la igualad, la moral socialista de la que tanto habló el Che
Guevara, de la que tanto ha hablado Fidel y cuántos otros, ustedes, muchos de ustedes,
algunos durante muchos años. Ahora la Alternativa Bolivariana para la América y para
los pueblos de la América debe ser construida desde abajo, con la participación de los
trabajadores, la clase obrera, los indígenas, los campesinos, los agricultores, los
estudiantes, las mujeres, los afrodescendientes, los profesionales, los artistas, los
cantores, los poetas, todos tenemos nuestra tarea; pero la Alternativa Bolivariana para
los pueblos de la América no será construida desde las élites, es desde abajo, desde
nuestras propias raíces, con nuestro sudor, con nuestro barro, como decía José Martí,
José Martí lo decía: “Hay que ser radicales...” Porque tenemos que ir a nuestras propias
raíces, radicales. Esa palabra la han satanizado: ‘‘...este es un radical”, y la han
asimilado como el “loco”, no, no, radical no es loco, yo soy un radical, radical, vamos a
ser radicales, radicales en nuestros principios, bien enraizados, de ahí viene la palabra,
de la raíz: radical, ¡radicalmente revolucionario! ¡Radicalmente humanista!
¡Radicalmente patriotas, de la Patria grande! ¡Radicalmente comprometidos con la
vida y con los pueblos!, ¡cada día más radicales!
El ALBA se construye desde las raíces. Por ejemplo, fíjense en una cosa para ir
detallando algunos elementos configurativos del ALBA, les hablaba de Cuba y
Venezuela, gracias al ALBA Cuba y Venezuela hemos hecho una alianza estratégica
donde el dinero no tiene para nosotros sino la importancia necesaria, no es la ganancia,
el ALCA lo que busca es consolidar el poder económico de las grandes transnacionales
y de las élites que han dominado estos países durante mucho tiempo, ese es el ALCA;
el ALBA busca la liberación de los pueblos, la redistribución del ingreso de nuestros
pueblos, la igualdad, el cambio del modelo económico productivo, la inclusión social,
que no haya excluidos, vean ustedes cómo la pobreza ha venido creciendo en América
Latina gracias principalmente al modelo capitalista y al Consenso de Washington.
Hace 20 años había en América Latina 200 millones de pobres, hoy hay 222 millones
de pobres, según las últimas cifras de la Cepal (Comisión Económica para América
Latina y el Caribe), hace 20 años había 50 millones de indigentes en América Latina,
hoy hay 100 millones de indigentes en América Latina; hoy se mueren 27 niños por
cada mil nacidos vivos por enfermedades que serían curables, en América Latina, cada
día hay más hambre, más miseria, gracias al modelo capitalista neoliberal que ha
azotado a estos pueblos sin clemencia, y cada día los ricos son más ricos, cada día las
élites se han enriquecido más, gracias al modelo neoliberal capitalista. El ALBA, les
decía, gracias al Acuerdo Estratégico Cuba-Venezuela por ejemplo, los venezolanos
hemos podido derrotar un mal de siglos: el analfabetismo. En menos de dos años entre
Cuba y Venezuela acabamos con el ! analfabetismo en Venezuela, gracias al apoyo de
la Cuba Revolucionaria, gracias a la Alternativa Bolivariana, que también es martiana,
para nuestros pueblos, en menos de dos años aprendieron a leer y escribir, y vaya cómo
aprendieron con calidad millón y medio de venezolanos, y ahora continuamos, todos
vamos rumbo al sexto grado. En Venezuela hombres de 90 años, mujeres de 85 años,
han aprendido a leer y a escribir, y Venezuela ha sido declarada, hace una semana,
Territorio Libre de Analfabetismo por la Unesco, con el método cubano “Yo sí puedo”;
ese es el ALBA en América Latina, y esa es una de las propuestas que llevo a la
Cumbre de Mar del Plata, a la Cumbre de los Presidentes: que nos dejemos de andar de
cumbre en cumbre, y de estar dando discursos y más discursos, y papeles y más papeles
y que nos vayamos directo a luchar contra el analfabetismo, ¡carajo!, que lo podemos
derrotar en pocos años.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: El que le aplique a esto un cálculo matemático podrá concluir que
este mecanismo incluye, ese financiamiento lleva una carga de donación de cerca del
70%, porque es un plazo de 25 años a 1% de interés, y además ellos nos pueden pagar
con bienes y servicios, no en dinero necesariamente, esto es para ayudar a los más
pequeños, a los más débiles que nosotros, a los hermanos que tienen más dificultades.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Pero no sólo en el Caribe, aquí en Argentina hemos establecido
también un convenio de cooperación, ambos gobiernos, a través del cual Venezuela le
proporciona cerca de ocho millones de barriles de fuel-oil a la Argentina, y ustedes nos
están pagando no con dinero sino con vaquillonas preñadas, por ejemplo, o con
equipos médicos para luchar contra el cáncer...
Asistentes: Aplausos.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Por primera vez en 100 años llegó, hace tres meses un barco, un
tanquero venezolano cargado de petróleo para Uruguay, para refinarlo allá en la
refinería que tienen nuestros hermanos uruguayos, y además nos van a pagar también
con facilidades, no les estamos pidiendo que nos paguen ya, no, páguennos a largo
plazo, y además estamos haciendo un convenio para que nos paguen con cemento y
otros bienes y servicios una parte de la factura petrolera para aliviar la carga sobre estos
gobiernos y el fisco, y para que puedan, bueno, avanzar más rápido en los programas
sociales. A la Argentina le hemos comprado ya casi mil millones de dólares en bonos,
eso nunca se había visto aquí, que un país latinoamericano le comprara a otro bonos
para financiar planes de desarrollo, a pesar de que nosotros tenemos una carga bastante
pesada también.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Pero hoy vengo a plantear que así como Kennedy propuso y se
aprobó, con los mismos países que estamos aquí reunidos hoy, hace 44 años se aprobó
la Alianza para el Progreso, yo propongo que hagamos ahora una alianza contra el
hambre, Venezuela la propone. La Alianza para el Progreso fue un plan de diez años,
era desde el 61 hagamos una alianza contra el hambre, sería como alianza “AL.”,
contra “C.”, el hambre "HA.”: “AL.C.HA.”, “ALCHA”.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Que hagamos un ALCHA, una Alianza Contra el Hambre, bueno,
y que Venezuela modestamente, eso sería un plan así como aquel 2005-2015, diez
años, para que en diez años derrotemos el hambre en estas tierras, 220 millones de
pobres tenemos en América Latina, y 100 millones de indigentes, es una situación
horrorosa que golpea como bofetada tremenda el rostro de los hombres y las mujeres
de estas tierras; son nuestros hermanos muriéndose de hambre, mientras otros viven en
el lujo y en el derroche. Venezuela ofrece, de sus propios recursos, el pueblo
venezolano para una alianza como la que estoy figurándome para los próximos diez
años 2005-2015, diez mil millones de dólares, que es lo mismo que ofrecía Estados
Unidos para la Alianza para el Progreso, diez mil millones de dólares.
Asistentes: Aplausos.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Estoy seguro de que contaremos para ese plan con Fidel Castro y el
pueblo cubano, estoy absolutamente seguro, ese es el ALBA, ese es el ALBA:
pongamos por delante lo social, seamos profundamente humanistas, pongamos por
delante el dolor de nuestra gente para fortalecer la cohesión social, ese es el ALBA. El
ALBA también es, por ejemplo, lo que hicimos en Caracas hace apenas dos semanas,
el I Encuentro Internacional de Trabajadores de Empresas Recuperadas, trabajadores
de aquí de Argentina, de Brasil, de Uruguay, de Paraguay, de Haití, de Colombia, de
Venezuela, de más de diez países, líderes sindicales, centrales sindicales, y hemos
firmado allá decenas de convenios de cooperación. Para ponerles un ejemplo, una
empresa uruguaya que trabaja con cuero pero no tienen quien les dé crédito, no tienen
para comprar materia prima. Bueno, Venezuela les ha ofrecido, en co nvenio con
trabajadores venezolanos, la materia prima para trabajar entonces entre ambas, la
empresa uruguaya y la empresa venezolana; una empresa brasileña que trabaja con
plástico y tiene dificultades de financiamiento, no tiene materia prima suficiente para
hacer tubos de plástico, artículos de plástico, Venezuela le ofrece la materia prima de
nuestra petroquímica y entonces nos van a pagar a bajo costo con productos, no con
dinero, y luego vamos juntos en una alianza estratégica a colocar esos productos en
nuestros mercados, satisfaciendo necesidades de nuestros pueblos.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Lo mismo con Brasil hemos hecho un convenio con Petrobrás y
vamos a construir una refinería grande en Pernambuco, en el Nordeste del Brasil para
traer petróleo venezolano y refinarlo y suministrarle a toda esa población del norte del
Brasil que tiene dificultades de energía. Debo decirles compañeros y compañeras, con
mucha humildad lo digo, pero es una verdad, y he ahí la razón de las agresiones
imperialistas contra Venezuela. Fundamentalmente Venezuela tiene la primera reserva
de petróleo del mundo, Venezuela tiene la octava reserva probada de gas del mundo;
Venezuela tiene petróleo y gas para proporcionarle a los pueblos de la América Latina
por 200 años. Cuenten los pueblos de América Latina y el Caribe con el desarrollo
tecnológico.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: En fin, he allí algunas líneas que como que ayudan a dibujar la
propuesta Alternativa Bolivariana para la América. Telesur está en el aire, la televisora
suramericana, propuesta nuestra de hace varios años ya salió al aire y cada día tendrá
mayor cobertura, ya está saliendo en vivo 24 horas al día, esa es la televisora, así lo
digo yo, la televisora del ALBA, porque es necesario que nosotros nos veamos
nuestros rostros y oigamos nuestras voces, no lo que quiere CNN y las grandes cadenas
del Norte que nosotros veamos de nosotros mismos, para rescatar nuestras tradiciones,
nuestras culturas nació Telesur, la televisora del Sur, la televisora de la integración del
ALBA, digo.
Esta mañana recibí honores militares cuando bajaba del avión, y me paro a hablar con
un soldado argentino y yo sé los traumas que aquí en el Cono Sur han vivido los
pueblos con los soldados, pero esos soldados argentinos, esos soldados uruguayos,
esos soldados brasileños, esos soldados venezolanos, bolivianos y ecuatorianos tienen
que rescatar las banderas originarias de los libertadores de estas tierras, de los soldados
libertadores, porque es parte también de la penetración imperialista.
Asistentes: Aplausos.
Presidente Chávez: Así que digo esto porque vi al soldado con el fusil al hombro,
rindiéndome honores y me paré frente a él, y frente a otro y les di un saludo y le dije a
uno, calladito, “No te olvides que ese fusil que tienes al pecho es para defender al
pueblo argentino, para defender la soberanía del pueblo argentino y la dignidad del
pueblo argentino”.
Asistentes: Aplausos.
Independencia, decía Martí; independencia, decimos hoy en este III Congreso de los
Pueblos. Termino con el alma, con la frase de Martí: “Llegó la hora de la segunda
independencia de los pueblos de la América.” Ha llegado la hora. Un abrazo
bolivariano, sanmartiniano, peronista, guevarista, bolivariano y revolucionario para
todos y para todas. Muchas gracias Maradona, muchas gracias Bonasso, muchas
gracias Bonafini, muchas gracias a todos, muchas gracias a todas por este acto
maravilloso, y yo me voy a la otra cumbre, a llevar el alma de ustedes y la palabra de
ustedes, de los pueblos hasta la muerte, ¡hasta la victoria siempre! ¡Patria o muerte,
venceremos! ¡Viva el Che Guevara!, ¡carajo!
IMMANUEL WALLERSTEIN
Estados Unidos pasó de imponer "el 95%" de su voluntad al mundo, entre 1945 y 1970,
a una situación de impotencia que se manifestó en la llegada al poder de los
neoconservadores con George W. Bush en 2001. Fue esa una muestra de debilidad y
no, como suele creerse, de fortaleza. Para los neocons sólo la fuerza militar puede
revertir la decadencia de una potencia que ya no es temida y, por ello, enfrentará cada
vez más y mayores desafíos.
Las causas de esta decadencia las encuentra Wallerstein en tres desafíos que
confluyeron entre fines de los 60 y comienzos de los 70: la competencia económica de
Japón y Europa, la descolonización y el rechazo del tercer mundo al orden bipolar
USA-URSS, y la emergencia de una nueva generación de movimientos antisistémicos.
Los tres desafíos fueron exitosos y erosionaron la hegemonía de la superpotencia que
impuso el Consenso de Washington, el modelo neoliberal y la globalización como
forma de recuperar el poderío perdido.
Sin embargo, la "revolución mundial del 68", o sea el desafío lanzado por los nuevos
movimientos, es para Wallerstein un hecho decisivo que está en la base ya no de la
crisis hegemónica del imperio sino de la propia sobrevivencia del capitalismo como
sistema-mundo. En un texto luminoso, "1968: el gran ensayo"1, sostiene que fue lo
sucedido ese año fue más importante aún que las revoluciones francesa y rusa, y que
por su trascendencia fue la única revolución mundial junto a la de 1848. Asegura que
las dos fracasaron pero las dos cambiaron el mundo, porque no fueron planeadas sino
"espontáneas en el sentido profundo
La "revolución del 68" minó la capacidad del Norte de vigilar e intervenir en el Sur;
produjo cambios "en las relaciones de poder entre los grupos de estatus (los grupos de
edad, de género, y las minorías "étnicas")" que si bien se registran "en los espacios
ocultos de la vida cotidiana" son duraderos y suponen insubordinación permamente; y
la sociedad civil y los trabajadores asalariados se muestran menos dispuestos que antes
a aceptar pasivamente la dominación y a recibir órdenes.
RZ: Usted asegura que en los próximos años habrá una decena de polos que
sustituirán el actual mundo unipolar, pero además señala que Rusia será aliada de
Europa y Estados Unidos se aliará con Japón y China.
IW: Lo que veo es que el fin de la hegemonía estadounidense llevará a que surjan unos
cuantos centros regionales de los cuales el Mercosur puede ser uno de ellos. Pero
tendremos además Rusia, China, India, Sudáfrica y su entorno, además por supuesto de
Europa y Japón. Y probablemente centros menores. Además, pienso que habrá tres
grandes agrupaciones a escala global, que serán los polos más dinámicos, los que
estarán en condiciones de marcar el rumbo del mundo: Estados Unidos, Europa y
Japón. Pero no creo que pueda mantenerse mucho tiempo una realidad de tres grandes
agrupamientos, de modo que el más débil de los tres va a aliarse con uno de los dos más
fuertes. Para mí el más débil va a ser Estados Unidos, y por razones geoestratégicas
creo que va a aliarse con Asia oriental, donde China y Japón seguirán jugando un papel
relevante. Por su parte, Rusia que siempre tuvo relaciones importantes con Europa
puede aliarse con ella.
RZ: Brasil parece impulsar una alianza con Estados Unidos en torno a la producción
de etanol de caña de azúcar. ¿Cree que esa política puede contribuirá reforzarla
hegemonía de Washington en la región?
Creo que la política de intervención que duró un siglo es ya cosa del pasado. Porque el
ejército de Estados Unidos es poderoso pero la sociedad civil le ha puesto límites a raíz
de la guerra de Vietnam. Antes era un ejército de conscriptos y ahora es un ejército
profesional, además de que buena parte de las tropas en Irak son mercenarios de
empresas privadas. Las clases medias ya no se integran a las fuerzas armadas y los
únicos que lo hacen son los pobres. Para aumentar la tropa habría que reimplantar el
servicio militar obligatorio, y eso llevaría a un nuevo levantamiento de los estudiantes
y de otros sectores. Uno de los frentes decisivos en los que Estados Unidos perdió la
guerra de Vietnam fue el frente interno.
IW: No. Si como todo indica ganan los demócratas, va a producirse un cambio
importante en las relaciones. Por un lado hay intereses comerciales importantes, sobre
todo en el sector agrícola que quiere aumentar el comercio con la isla. Por otro, los
cubanos derechistas de Miami, la generación de los 60, está en declive y tiene cada vez
menos peso en la política estadounidense. Las nuevas generaciones de cubanos en
Estados Unidos prefieren un deshielo que les permita volver a Cuba o establecer
relaciones normales.
Lo que quiero decir es que hay un vacío de poder de Estados Unidos en América Latina
que permite que los gobiernos tengan mayores grados de autonomía. Creo que el
Mercosur tiene la gran oportunidad de establecer una alianza con la Comunidad
Andina que va a suponer un cambio muy importante del papel que pueda jugar la
región en el mundo.
RZ: Para los movimientos sociales la situación es muy compleja. Por un lado, tienden
a sentirse defraudados con lo que están haciendo los gobiernos progresistas y de
izquierda, pero, por otro, no tienen margen como para hacer una oposición frontal que
favorecería a las derechas.
IW: Sí, la situación es así. Vengo de Brasil y veo que el movimiento sin tierra (MST)
está muy desconforme con Lula porque la reforma agraria no avanza, pero lo apoyó en
las elecciones porque sin duda es mejor que Fernando Henrique Cardoso. Es el
problema tradicional cuando el partido de izquierda vinculado a los movimientos llega
al poder. Se abre un interrogante sobre qué hacer. Ir a un choque frontal es un
problema, pero no hacer nada también lo es. A mi juicio los movimientos tomar una
posición clara: apoyar a los partidos menos malos pero sin esperar que vayan a hacer
cambios de fondo. Es una posición defensiva, pero se trata de mantener la autonomía.
IW: Si claro, hay posiciones muy diversas ante estas nuevas realidades. Pero tengo la
esperanza que el Foro siga siendo un espacio abierto, horizontal, en el que no se
construyan relaciones jerárquicas y donde puedan convivir las más diversas opiniones.
Para eso es necesario tener muy claro que el enemigo no está en la izquierda.
RZ: De alguna manera está diciendo que la posición más madura es la de los sin tierra
de Brasil.
IW: Sí. Pero también es muy importante la posición de los Zapatistas, porque ellos han
trabajado muy seriamente la cuestión de la autonomía, no como algo declarativo sino
una construcción real. Creo que las buenas relaciones que ahora mantienen los sin
tierra y los Zapatistas es un paso adelante muy importante. Sería muy positivo para el
Foro que en los próximos años se integran los Zapatistas.
FEDERICO VAZQUEZ
Rusia vuelve
11/2/2014
“Declaro inaugurados los XXII Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi” dijo el viernes
pasado Vladimir Putin. Sin embargo, estos juegos no parecen estar embriagando de
espíritu deportivo a la comunidad internacional sino que, muy por el contrario, se
convirtieron en excusa para hablar pestes del gobierno de una Federación Rusa que,
tras veinte años de crisis, vuelve a mostrar su músculo.
Los ataques son variados y van desde cuestiones bien sensibles (y repudiables) como la
ley que prohíbe la “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales”, apoyada por
la poderosa Iglesia Ortodoxa Cristiana, hasta innumerables denuncias de corrupción
gubernamental. La más estrambótica señala que Putin tiene, como fortuna propia,
40.000 millones de dólares, lo que lo convertiría en el quinto hombre más rico del
mundo a pocos escalones de Bill Gates. A eso se suma la insistente alarma por los
atentados terroristas y las calculadas declaraciones de Obama, diciendo que Putin
“quiere parecer un tipo rudo para cuando vuelve a su país", bajándole el precio a la
imagen de negociador difícil que tiene el Presidente ruso en el mundo diplomático.
A todo esto, hay que sumarle otra muletilla mediática que señala a estos Juegos como
un salvavidas que Putin estaría usando internamente para solidificar apoyos, barrer con
opositores y sobre todo construirse una imagen “agradable” en el exterior. Es decir, un
país en crisis que utiliza unas Olimpíadas de Invierno para ver si sale a flote.
Lo primero que hay que señalar es que, amén de los obvios usos que los gobiernos
hacen de los acontecimientos deportivos de esta envergadura, las celebraciones
olímpicas o los mundiales de fútbol suelen reflejar momentos de auge de los países
anfitriones más que de crisis. Hagamos un repaso de algunos cercanos en el tiempo: las
olimpíadas de China en el 2008 coincidieron con la consolidación del gran país asiático
como potencia comercial mundial, después de décadas de crecimiento acelerado. Los
Juegos de Beijín funcionaron así como la corroboración deportiva de que el gigante
asiático era una potencia mundial de primer orden. Un poco más atrás en el tiempo, los
Juegos de 1992 en conquista de América terminaron de darle un tono de épica ibérica a
esos Juegos y la capital catalana ya experimentaba el auge de consumo y burbuja
inmobiliaria que estallaría más de una década después. Lo mismo puede decirse del
Mundial: no parece casual que Brasil, quien adquirió en los últimos años una
relevancia económica y política inédita en su historia como parte de un selecto grupo
de países emergentes, sea la inminente sede futbolística, y, en dos años, de los propios
Juegos. Son, tal vez, casos muy evidentes de coincidencia entre la organización de un
evento deportivo de escala mundial y bonanza interna pero, en definitiva, resaltan por
la ausencia de casos contrarios (¿Podría pensarse al Mundial del 78' organizado por la
dictadura argentina como un extraño ejemplo de gobierno “cercado” que busca
legitimación internacional en el fútbol?)
Como sea, los Juego de Sochi en Rusia marcan un momento muy especial de la ex
república socialista, que después de veinte años de crisis interna y ostracismo
internacional, emerge como un actor político vigoroso. Las razones que explican este
presente pueden servir de pista de por qué se ha formado un coro internacional tan
crítico con la tierra en la que triunfó la primera revolución obrera.
El 2013 fue un año bastante especial: según el ranking del Banco Mundial (que mide el
tamaño del PBI con relación al poder adquisitivo) Rusia se convirtió en la mayor
economía de Europa, superando por primera vez a Alemania. El auge de los últimos
tiempos se vincula directamente con el crecimiento de la producción y exportación de
petróleo. El año pasado se batió el récord post-soviético.
Rusia llegó a producir algo más de 10,5 millones de barriles por día. El punto más alto
sigue siendo 1987, cuando la entonces Unión Soviética superó los 11 millones.
Sin agotar el inventario, otro emergente del nuevo poder de Rusia es la disputa cada día
más abierta con la Unión Europea por la influencia sobre Ucrania. Este país es, por
lejos, el más grande de todo el espacio que se conoce como “Europa del este” y tiene el
rol clave de tener los ductos de gas que calientan a buena parte de Europa occidental.
Hasta hace unos años, Rusia veía cómo sus antiguos satélites se alejaban para
incorporarse a la OTAN y la Unión Europea: entre 1999 y 2004 diez repúblicas que
antes eran firmantes del Pacto de Varsovia, cambiaron de bando (Hungría, República
Checa, Polonia, Rumania, entre otros). La extensión del pacto militar de Estados
Unidos y Europa llegó así a las puertas de Rusia, lo que vuelve todavía más
fundamental para los intereses rusos que Ucrania no se sume a esa lista.
Así, Rusia necesita mostrar fortaleza para que Occidente no siga avanzando en su vieja
zona de influencia, y Occidente mira con recelo el retorno de un polo de poder que
creía definitivamente derrotado.
Para el que piense que el escenario de los Juegos Olímpicos de Invierno no da la talla
para metaforizar un enfrentamiento político serio, el recuerdo está ahí nomás: en 1980
Moscú organizó las únicas Olimpíadas en un país socialista, pero EEUU junto a un
grupo de países (entre los que estaba Argentina) boicoteó la convocatoria y no
participó. Se oponían, formalmente, a la invasión soviética en Afganistán, donde el
Ejército Rojo combatió, sin éxito, a los grupos islámicos extremistas que, veinte años
después, serían bombardeados por los propios Estados Unidos.
Cuando la polvareda de la caída del Muro de Berlín y la Unión Soviética dejó ver algo
más en el panorama internacional, apareció China, que a diferencia de sus primos
comunistas europeos había logrado combinar el retorno al capitalismo sin destruir en
el camino a su estructura estatal
Si las alarmas no habían sonado del todo, los viejos jerarcas conducidos por Xiaoping
tuvieron un segundo aviso ese mismo año: pocos meses después, los alemanes del Este
derribaron el Muro de Berlín, provocando un terremoto político que en dos años se
llevó puesto a la Unión Soviética. El '89 estaba cambiando todo. El mundo socialista
colapso, las brújulas para entender las conductas y deseos sociales, también.
Deng Xiaoping, viejo líder que había participado de la revolución campesina del '49,
decidió entonces dejar las medias tintas y aceleró la apertura económica que ya venía
ensayando tibiamente desde 1978.
Hacia allá fueron los chinos pero, a diferencia de los alemanes, bajo la conducción
política del Partido Comunista.
Pocos años después el mundo se dio cuenta de lo que había pasado: cuando la
polvareda de la caída del Muro de Berlín y la Unión Soviética dejó ver algo más en el
panorama internacional, apareció China, que a diferencia de sus primos comunistas
europeos había logrado combinar el retorno al capitalismo sin destruir en el camino a
su estructura estatal. Por el contrario, a mediados de los noventa, el gobierno chino
aparecía fortalecido internamente por el espectacular crecimiento económico.
En estos 25 años la sociedad china cambió drásticamente. No tiene sentido atosigar con
numerología, basta señalar que China se convirtió en el taller del mundo (al comienzo
con productos “chatarra” y ahora absorbiendo industria tecnológica, cibernética y
espacial), que su mano de obra pasó a ser mayoritariamente urbana, que sus diferencias
sociales se agigantaron. Algunos millones de chinos se hicieron millonarios, algunas
decenas de millones accedieron a consumos típicos de la clase media occidental y otros
cientos de millones pasaron de una vida de subsistencia en el campo a una vida incierta
(por momento miserable) en las grandes ciudades.
En principio, uno que está en permanente mutación: después de los “años locos” de
crecimiento de dos dígitos y perfil netamente exportador, la crisis internacional de
2008 llevó a China a iniciar un vuelco hacia el mercado interno. Los datos del primer
trimestre del 2014 reafirman este viraje: la economía creció a un 7,4. Un buen ritmo,
aunque lejos del frenesí anterior. Pero mientras el flujo de las importaciones y las
exportaciones cayó 1,1%, el consumo interno de energía creció 5,4%. O crecimiento
"hacia fuera", sigue expandiéndose fronteras adentro, dando una mayor centralidad a
su mercado interno.
Todo esto puede llevar a la conclusión de que la hoz y el martillo se volvieron símbolos
vacíos, invocaciones puramente retóricas con el fin de justificar la permanencia de una
dictadura política. Falta entender algo. Primero, lo obvio: este desarrollo capitalista
está planificado. Y esa planificación la hacen los hombres que manejan las estructuras
del Partido y el Estado. No se trata de una burocracia estatal arrinconada por el empuje
del mercado, sino de un poder centralizado en control de las principales variables
económicas del país.
En segundo lugar, esa planificación política del capitalismo chino permite que el país
tenga un rol mundial cada vez más importante. Pensemos por un momento en el espejo
ruso: la implosión del estado soviético en 1991 sumió a lo que era la segunda potencia
mundial en el caos económico y, por ende, en la irrelevancia internacional durante
años.
Finalmente, habría que llamar la atención sobre la posible conjunción de estos dos
actores mundiales. En otra ironía de la historia, la segunda década del siglo XXI
encuentra a Rusia y a China mucho más cerca que cuando ambas intentaban construir
el socialismo desde visiones enfrentadas.
El mes próximo habrá una reunión de los BRICS en Brasil. La alianza entre Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica es económica, pero también política. Vladimir Putin y
Xi Jinping visitarán la Argentina en el marco de la reunión y no se descarta una
incorporación de nuestro país al bloque, más aún luego de que Argentina sea invitada
por Rusia a participar de la reunión de Fortaleza. El mundo cambió, aunque Estados
Unidos parece no darse cuenta.
Hubo una época donde Estados Unidos podía decidir, sin costo alguno, comenzar una
guerra. Hasta la formalidad de la ONU, al igual que cualquier otra negociación
multilateral, parecía superflua. Así fue cuando, embriagado por la victoria de la Guerra
Fría, Bush padre hizo la guerra del Golfo en 1991. Así fue cuando en 1999, bajo el
paraguas de una OTAN todopoderosa, el gobierno de Clinton bombardeó Yugoslavia.
Otro tanto pasó en Irak en el 2003, cuando Bush hijo, con las imágenes de los atentados
a las Torres Gemelas detrás, invadió, derrocó y asesinó al presidente de ese país,
Sadam Hussein.
Diez años después de esa última gran aventura, Estados Unidos se enfrenta a un
cambio del escenario geopolítico. El año pasado, cuando estaba a punto de comenzar
otro capítulo más de intervención solitaria, esta vez contra Siria, el liderazgo de Rusia
-un país llamado “emergente” pero que en realidad sólo está recuperando parte de un
poder que tuvo durante todo el siglo pasado- logró frenar lo que parecía casi inevitable.
En estos días, los sucesos de Ucrania parecen mostrar que EEUU no asimiló bien el
sacudón geopolítico de Siria, y busca tomarse revancha frente a Rusia, intentando por
todos los medios arrebatarle un país que históricamente estuvo bajo la influencia de
Moscú.
Rusia y Vladimir Putin son presentados en los medios como una remake mala del
tablero mundial que existía en el siglo pasado: una disputa entre el modelo soviético y
el norteamericano. Sin embargo, la historia se niega a repetirse. La originalidad de
comienzos del siglo XXI es que, apoyada en poderes regionales y nacionales, la
declamada (pero tan resistida por Occidente) multilateralidad, se está haciendo
efectivamente una realidad.
Sin embargo, puede ser que el gobierno de Obama -y habrá que ver hasta qué punto el
conjunto del establishment norteamericano- no esté advirtiendo que las cosas
cambiaron drásticamente mientras avanza su última gestión en la Casa Blanca.
El enemigo, entonces, está adentro. Si antes Estados Unidos debía cuidar sus patíos
traseros (donde no hay que contar sólo a América latina, sino también a Europa, que
desde la Segunda Guerra Mundial quedó amputada en sus facultades de hacer política
exterior independiente) ahora debe hacer equilibrio para que las demás regiones del
planeta no se escapen a sus designios.
El reciente acuerdo por el cual Rusia le proveerá gas a China a partir de 2018 es un
ejemplo de eso: repercute directamente en la Unión Europea (primer consumidor del
gas ruso) y por ende en la economía mundial. En la misma semana, ambos votaron en
el Consejo de Seguridad de la ONU contra una resolución de Francia y EEUU contra
Siria. Es decir, que a la convergencia económica le sigue, también, un acercamiento de
las posiciones políticas.
Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica, el famoso BRIC, ya es más de un tercio del PBI
mundial. Pero tan importante como eso es que durante la última década multiplicó por
diez el comercio entre sus países. Este dato es clave porque muestra el crecimiento de
una dinámica económica endogámica, y por lo tanto de independencia respecto a los
centros de poder tradicionales. En julio de este año, en la sexta reunión de los BRICS
que se hará en Fortaleza, Brasil, es muy probable que se impulse un Banco propio, lo
que dejaría todavía más desdibujado el rol del Fondo Monetario Internacional como
prestamista. Algunos hablan, incluso, que se podría ampliar la lista de socios, e
incluyen entre los candidatos nuestro país.
Así las cosas, el multilateralismo económico y político parece, finalmente, ser el rumbo
que va tomando el mundo. Pero a diferencia de lo que se pronosticaba durante los años
90, no está surgiendo de un amistoso consenso en los sillones de las Naciones Unidas
ni, menos aún, como una dádiva graciosa de la primer potencia mundial. Por el
contrario, como suele ocurrir con los cambios reales, está consolidándose por el
surgimiento de nuevas fuerzas que lo empujan. Como todo “desplazamiento”, hay una
fuerza que debe retroceder para que se haga lugar y es allí donde Estados Unidos no
parece estar dando los pasos necesarios para realizar un aterrizaje suave del -atípico-
ciclo histórico de liderazgo absoluto y solitario del que gozó después de la caída del
Muro de Berlín.
La VI Cumbre de los Brics en Fortaleza marca el ocaso del orden mundial unipolar,
que sólo duró menos de 20 años. Lejos de ser un cónclave económico, los Brics son
antes que nada una articulación política entre estados nacionales, que permite
configurar una escena internacional distinta a la que quiso construirse en la última
década, cuando Estados Unidos emprendió su “guerra al terrorismo” luego de los
atentados a las Torres Gemelas.
Cuando se habla de los Brics se suele hacer un repaso numérico, donde resalta la
característica del grupo: son países grandes, enormes, que en los últimos años
engordaron sus PBI, sus sociedades se volvieron más ricas, más urbanas, consumen
más.
Todo eso está ahí, más o menos a la vista. En el 2003, el PBI de los cinco miembros
sumados era el 9% del total mundial, diez años después, es el 21%. Tienen al país más
poblado del mundo (China) y al más extenso (Rusia). Y así se podría seguir un rato
largo.
Pero estos dibujos aritméticos dirían poco si no fuera porque estos países decidieron
emprender un camino de articulación política (incluso previo a los acuerdos
económicos), dando un giro al orden mundial.
Ese año no fue uno cualquiera para el mundo. Fue el primero de Obama al frente del
gobierno de los Estados Unidos, y el comienzo del reemplazo de la anterior estrategia
bélica de Bush sobre Irak y Afganistán. Esas invasiones mostraban la lógica unipolar
con que Estados Unidos se había manejado en el mundo desde la caída del Muro de
Berlín en 1989.
La “guerra el terrorismo” parecía tomar el lugar que antes había tenido la Guerra Fría
durante el siglo XX, con la notable diferencia que, ahora, los EEUU ya no debían
pelear contra otro bloque estatal, social y político, sino contra fuerzas móviles,
fragmentadas, sin control de estados nacionales importantes. Ya no era ejército contra
ejército, sino una policía global contra delincuentes también globales.
Sin embargo, la película no resultó como se esperaba. Los dos gigantes del “socialismo
del siglo XX”, Rusia y China, ahora dentro del capitalismo, levantaron cabeza y
comenzaron a disputar mercados, capitales e inversiones. Países antes marginales
como India y Brasil (y en menor medida Sudáfrica) pasaron a ser centros productivos y
de consumo popularEl capitalismo le dio una amarga sorpresa a Estados Unidos,
creando polos económicos pujantes en distintos puntos del mundo. Y, se sabe, quien
tiene poder económico querrá, tarde o temprano, poder político. Y allí aparecieron los
Brics.
El objetivo es claro: las reglas de mundo están pensadas para sostener la hegemonía
unilateral norteamericana. Dos ejemplos contundentes: el Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas y el FMI. Ambos organismos, supuestamente multilaterales,
funcionan en los hechos bajo una administración donde el poder de fuego lo conservan
EEUU y algunos países de Europa occidental.
Y por ahora, el pedido de los países Brics de reformular esas instituciones (Brasil viene
pidiendo desde hace tiempo la ampliación del Consejo de Seguridad, Putin y Dilma
pidieron en la Cumbre un cambio de reglas en el FMI) cae en saco roto. Frente a ese
escenario, donde obligar a que se reformulen las instituciones existentes parece una
tarea casi imposible, los Brics comenzaron a construir su propia ingeniería.
Pero, como decíamos al comienzo, no se trata sólo de dinero. En una entrevista con la
agencia de noticias rusa Intar-Tass, antes de comenzar eminentemente político: “Hay
que establecer juntos un sistema de medidas que permita evitar una cacería de países
que no están de acuerdo con algunas decisiones de política exterior tomadas por
EE.UU. y sus socios y mantener un diálogo civilizado y respetuoso sobre todas
cuestiones discutibles.”
A los países no se los puede “cazar”, pero a los líderes sí. Tal vez Putin haya pensado
en la suerte que corrió en el 2011 Muamar Kadaffi, quien terminó asesinado por los
bombardeos de la OTAN en su propio país. Como el mismo Putin reconoció después,
si China y Rusia hubieran actuado coordinadamente en ese momento -como sí lo
hicieron este año cuando Siria parecía tener el mismo destino que Libia- tal vez se
hubiera evitado esa “cacería”.
En definitiva, esta nueva cumbre de los Brics muestra un mundo donde volvió la
geopolítica, en otra demostración de cuán equivocada era aquella sentencia del “fin de
la historia” y qué breve en el tiempo resultó la hegemonía unipolar norteamericana, que
prometía convertir al resto de los estados en personajes de reparto, sin ninguna
incidencia en el libreto global.
Es casi una obviedad pero, en este marco, un país como Argentina sólo puede sacar
ganancia de la consolidación del bloque. Esté o no incluido en él. Nuestro país aspira a
superar su condición de subdesarrollo en base a su potencia como productor de
alimento, su considerable desarrollo industrial y científico y las reservas energéticas de
gas y petróleo. ¿Qué conspira contra ese futuro promisorio? Además de los intereses
mezquinos del sector más privilegiado de su propia sociedad, las mismas trabas que
diagnostican los Brics: un sistema financiero internacional que en lugar de ayudar a
equilibrar las cosas, se comporta como un disciplinador serial de países y sociedades.
ALVARO GARCIA LINERA
Si uno se pone a pensar que hasta hace pocos años existía un apartheid
institucionalizado que segregaba a las mayorías indígenas de los poderes del Estado
republicano desde su fundación o, en la turbulencia e inestabilidad política estructural
que vivió Bolivia durante el periodo 2000-2005 (cinco Presidentes en cinco años), o en
las movilizaciones por la demanda de autonomía que intentaron ser aprovechadas por
segmentos fraccionalistas de las viejas élites regionales, hoy, cada una de estas
históricas divisiones sociales ha sido superada por la consolidación de una estructura
estatal plurinacional, autonómica y de un Gobierno Revolucionario que basa su solidez
y su estabilidad en la unidad del pueblo boliviano, de sus organizaciones sociales
indigenas-campesinas, obreras, vecinales y populares.
Durante los últimos 5 años, se han comenzado a demoler rápidamente los mecanismos
racializados de las decisiones estatales que marginaban a las mayorías indígenas. Se ha
derrotado al neoliberalismo recuperando el control social y estatal de la riqueza
pública, anteriormente enajenada a manos privadas extranjeras. Igualmente se ha
puesto fin a décadas de denigrante subordinación de las decisiones gubernamentales a
la Embajada norteamericana y a los organismos financieros internacionales. Hoy,
como nunca en la historia colectiva de la Patria, indígenas y mestizos compartímos las
decisiones del Estado y tenemos las mismas oportunidades en la toma de decisiones
públicas.
En este sentido, las divisiones sociales de larga data y las más recientes, que
paralizaron las energías vitales de la sociedad boliviana, han venido siendo superadas
por el Proceso de Cambio que con la plurinacionalidad, la autonomía y la economía
plural está también levantado un nuevo republicanismo del común, comunitario,
sustentado en la ampliación de la riqueza colectiva de todos los bolivianos. Pero todos
estos logros y estas victorias históricas no hubieran sido posibles sin el movimiento
ascendente y envolvente de la unidad movilizada del pueblo. Hoy, después de una
década de intensas batallas, de suturas de los abismos estructurales que separaban al
pueblo boliviano, todos los trabajadores del campo y la ciudad han optado por un único
proyecto de Estado, economía y sociedad.
Por eso, de manera categórica, sostenemos que ahora el pueblo está más unido que
hace años y décadas atrás en torno a un gran proyecto societal. Pero esa unidad del
pueblo y estos logros de nuestra Revolución Democrática y Cultural no implican que
las tensiones, las diferencias internas, las contradicciones y las luchas hayan
desaparecido. Al contrario, siguen existiendo, e incluso a momentos se intensifican,
pero todas ellas se dan en el marco de representaciones, horizontes y expectativas
creadas por ese trípode societal: Estado plurinacional, régimen autonómico, e
industrialización de los recursos naturales en el contexto de una economía plural. Este
trípode es un horizonte de época, y es en su interior que ahora emergen las luchas, las
diferencias, las tensiones y contradicciones.
La segunda, que como son contradicciones al interior de los tres principios ordenadores
de la realidad y de las luchas por transformarla (plurinacionalidad, autonomía y
economía plural), son también contradicciones al interior del amplio bloque popular
que conduce y sostiene el Proceso de Cambio. Incluso las fuerzas conservadoras que
intentan utilizarlas para revitalizar su presencia, lo tienen que hacer con el lenguaje y el
norte que delimita el horizonte de época dominante.
En ese sentido, en términos del ciclo largo de la época revolucionaria iniciada el año
2000, el contenido y movimiento de estas contradicciones son propias de una nueva
fase del proceso revolucionario, la quinta --que analizaremos en detalle--, claramente
diferenciada de las contradicciones y luchas que caracterizan las fases anteriores.
La primera fase de esta época revolucionaria se inició con la “Guerra del agua”. Si bien
es cierto que años antes hubieron numerosos esfuerzos de acumulación de fuerzas de
distintos sectores, la sublevación de abril del 2000 marcó una ruptura con todo el
consenso pasivo que el neoliberalismo había construido en 15 años. Aunque imparable
hasta entonces, se detuvo el proceso de privatización de los recursos públicos, en este
caso no estatales: el agua. Como nunca antes había sucedido, regionalmente se articuló
en esta movilización un gran bloque social-popular urbano y rural en torno al
movimiento campesino-indígena (regantes y productores de hoja de coca), que se
convertiría en el precedente de la misma articulación, ahora a nivel nacional, de todos
los sectores populares en torno a la candidatura del MAS en los años 2005, 2009. Pero
quizá lo más importante para la continuidad de este despertar fue saber que el régimen
neoliberal era débil, que se lo podía derrotar, lo que rápidamente dio lugar a un estado
de ánimo popular desobediente a las ideas fuerzas emanadas desde el poder y a una
predisposición material de la plebe a buscar su unificación y a movilizarse
expansivamente.
A esta primera fase del ciclo revolucionario la hemos denominado la del develamiento
de la crisis de Estado porque los pilares de la dominación estatal (institucionalidad,
ideas fuerza de legitimación, y correlación de fuerzas entre gobernantes y gobernados)
comenzaron a resquebrajarse irreversiblemente. Es el momento del develamiento de
las contradicciones de larga duración acumuladas durante siglos (Estado monocultural
contra sociedad plurinacional, Estado centralista enfrentado a la apetencia
descentralizadora de la sociedad) y de las contradicciones de corta duración
(nacionalización de las riquezas naturales contra privatización, monopolización de la
política contra democratización social).
La cuestión no era simplemente que los de arriba no podían seguir gobernando como
antes ni que los de abajo no querían seguir siendo gobernados como antes. Lo que
sucedió fue que los de abajo querían gobernarse, como nunca antes lo habían hecho, y
esa sola determinación paralizó el orden estatal de dominación: dos bloques de poder
con dos proyectos de poder, con dos capacidades de presencia territorial y con
liderazgos antagónicos se disputaban el orden estatal paralizando hasta cierto punto la
reproducción de la dominación.
Existía un empate entre ambos proyectos de sodedad y encima era catastrófico por la
irresolución de la unicidad conducente del poder. Esta segunda fase duró del 2003 al
2008 y las contradicciones que se hicieron presentes enfrentaban antagónicamente e
irreversiblemente a dos proyectos de sociedad, de Estado y de economía, portadores de
dos voluntades de poder irreconciliables.
Era un atavismo colonial el que ordenaba las razones vivenciales del mundo para las
clases pudientes y las clases subalternas: los indios estaban destinados a ser
campesinos, cargadores, sirvientes, albañiles y tal vez obreros, fuera de ello, el
universo estaba vacío, no había margen para otro curso de realización social. De la
misma manera, las élites mestizas y adineradas habían sido educadas para mandar,
dirigir y gobernar con una naturalidad como la que predice que el sol saldrá cada 24
horas por el horizonte. Resulta que este orden simbólico del universo de un día para el
otro se hizo añicos, o peor aún, se invirtió y los dominados, los hijos de mitayos, en
contra de todo orden y rigor de las cosas del mundo vividas desde hace 500 años,
llevaron a uno de los suyos, a un indio, campesino, trabajador, aymara, a la presidencia
de la República. Para la historia racializada del país, fue como si el cielo se hubiera
caído, como si los acerados desprecios de inferiorización escalonada con los que la
sociedad colonial ordenó el mundo a partir de los colores de piel y apellidos, se
convirtieran en polvo ante la insolencia de un campesino entrando al Palacio de
Gobierno.
Ese solo hecho ya es con mucho el acto más radical e imperdonable ante los ojos de los
pudientes, que la plebe pudo hacer en toda su historia. Sucedió. Los subalternos
dejaron de serlo, se hicieron en común, presidentes, gobernantes, ante el horror de las
miradas coloniales de aquellas estirpes que habían concebido el poder como una
prolongación inorgánica de su sangre.
Esta insurrección del orden simbólico de la sociedad que trajo la pérdida del gobierno,
más no aún del poder por parte de las clases dominantes, constituyó la tercera fase del
proceso revolucionario que se inició el 22 de enero del 2006 y que sacaría a luz,
precisamente, la contradicción antagónica entre gobierno controlado por las clases
populares y poder de Estado aún en manos de las clases pudientes y sus aliados
extranjeros. Fue un desplazamiento del antagonismo de los dos proyectos de sociedad
al interior del mismo Estado, y de las clases sociales en el Estado, ahí radica la novedad
de la contradicción antagónica.
Nos referimos claramente a una coyuntura política de Estado, dividido entre gobierno
controlado por los insurrectos, y poder de Estado (lógica y mando institucional)
controlado por las clases económicamente dominantes. En cierta forma es también una
radicalización de la segunda fase del empate catastrófico, pero la novedad del
desplazamiento territorial y clasista de este “empate” que se inscribe en la propia
institucionalidad dinámica del Estado, hace necesario tratarla como una fase
específica.
El Gobierno, que ya había previsto tiempo atrás que un tipo de acción golpista podría
darse por parte de la derecha, esperó a que los golpistas desplegaran sus iniciativas que
los deslegitimaron ante el pueblo y el mundo como fascistas, racistas y
antidemocráticos. Sin embargo, ante la primera muerte se respondió con contundencia,
velocidad y fuerza masiva. Se tomó militarmente Pando, el eslabón más débil de la
cadena del golpe, e inmediatamente se puso en marcha un plan de movilización
nacional y general de todo el pueblo, con el apoyo de las Fuerzas Armada hacia los
bastiones golpistas.
De todas partes del país, desde las comunidades, ayllus, minas, fábricas y barrios, una
estructura de movilización social se puso en marcha para defender la democracia y la
revolución.
En esta cuarta fase las contradicciones llegaron a su epítome real, a su origen y punto
de llegada obligatorio como materia estatal: al choque de fuerzas materiales. La fuerza
es el Estado en su condición de organización desolada y arcaica, en “ultima instancia"
si se quiere, y en esta fase, la contradicción antagónica por el control del poder estatal
tendrá que realizarse y dirimirse en base a la fuerza hasta aquí lograda, acumulada,
convencida, pero hecha fuerza desnuda y nada más.
Fruto de esa lucha desnuda de fuerzas, o bien el poder era retomado por las antiguas
clases dominantes, o bien asumido por el nuevo bloque de poder emergente. No habían
puntos intermedios ni posibilidad de mayor dualidad de poderes; era el momento de la
consagración de la unicidad del poder. Por eso, punto de bifurcación.
A lo largo de la vida de los pueblos y los Estados, las contradicciones fueron, son y
serán las fuerzas productivas de los cambios, las fuerzas productivas de la revolución,
el motor de la historia de las sociedades. En las contradicciones y tensiones se develan
los problemas que afligen a una colectividad, se visibilizan las diferentes propuestas de
solución de los problemas, y en las conflictividades mismas, develadas por esas
contradicciones, es donde la sociedad articula proyectos, alianzas y medios para
solucionarlas, parcial o plenamente. Tensiones y contradicciones son por tanto los
mecanismos mediante los cuales se logran los cambios y se impulsa el avance de una
sociedad, y forman parte indisoluble del curso democrático y revolucionario de los
pueblos.
Esas tensiones y contradicciones secundarias, con las que tenemos que convivir, son
parte de la dialéctica del avance de nuestro proceso revolucionario y lo alimentan
porque son la fuente fundamental del desarrollo, del debate al interior del pueblo y de
la transformación social.
Nos detendremos en el análisis de cuatro de ellas para ver cómo es que en su interior
está contenida la vitalidad y la fortaleza del Proceso de Cambio hacia el futuro porque
son tensiones dialécticas y no contradictorias, que impulsan el debate colectivo sobre el
avance de la Revolución Democrática Cultural.
LAS TENSIONES CREATIVAS DE LA QUINTA FASE
La primera de estas tensiones creativas, que está siendo resuelta mediante el debate
democrático, es la que se refiere a la relación entre Estado - movimiento social. El
Estado es por definición concentración de decisiones, monopolio sobre la coerción, la
administración de lo público-estatal, e ideas-fuerza que articulan a una sociedad. En
cambio el movimiento social y las organizaciones sociales son por definición
democratización de decisiones, amplia y continua socialización de deliberaciones y
decisiones sobre asuntos comunes. Gobierno de movimientos sociales es por tanto una
tensión creativa, dialéctica, productiva y necesaria entre concentración y
descentralización de decisiones. Como Gobierno se nos exige concentración rápida y
oportuna de la toma de decisiones. La gente espera acciones ejecutivas prontas que den
respuestas concretas a sus necesidades materiales. Pero a la vez, como organizaciones
sociales indígena-campesinas, obreras y populares en el Gobierno, se tiene una
dinámica orgánica que exige debate, deliberación, reconsideración de temas y
propuestas, ampliación de participantes en torno a esas decisiones. Y por tanto, el
gobierno del Presidente Evo al ser un Gobierno de movimientos sociales vive y tiene
que vivir continuamente esta tensión creativa entre concentración versus
descentralización de decisiones, entre monopolización socialización de acciones
ejecutivas, entre el tiempo corto para obtener resultados y el tiempo largo de las
deliberaciones sociales.
¿Cómo resolver esta tensión creativa de la revolución que estamos viviendo y venimos
desplegando? El año pasado propusimos el concepto de Estado integral como el lugar
donde el Estado (el centro de decisiones) comienza a disolverse en un proceso largo en
la propia sociedad, y donde ésta última empieza a apropiarse, cada vez más, de los
procesos de decisión del Estado. A eso le denominamos Estado integral y no cabe duda
que constituye la superación dialéctica de esta tensión entre Estado (como máquina que
concentra decisiones) y movimiento social (como máquina que desconcentra y
democratiza decisiones). Se trata ciertamente de un proceso que no puede ser resuelto a
corto plazo y que requerirá un largo proceso histórico, de avances y retrocesos, de
desequilibrios que parecieran inclinar la balanza a favor de uno u otro polo poniendo en
riesgo ora la eficacia de gobierno, ora la democratización de las decisiones. En realidad
nada está previamente asegurado y lo que queda hacia el futuro es vivir con esa
contradicción y desplegarla en todas sus variantes y potencialidades. La lucha y sólo la
lucha podrá mantener viva la contradicción durante décadas o siglos para que en un
momento dado esta disolución del Estado en la sociedad al fin pueda realizarse como
resolución histórica de esta contradicción.
Esta tensión ha sido reiteradas veces mencionada por el presidente Evo en sus
reuniones con los sindicatos. Cuenta él, cómo es que anteriormente el sindicato era la
institución social encargada no sólo de defender a los afiliados frente a las amenazas
agresivas del Estado: represión, exacción económica, etc., sino que además el
sindicato-ayllu era el encargado de proteger socialmente al afiliado, organizando el
trabajo común para construir escuelas, abrir caminos, socorrer a los afectados en caso
de desgracias, incluso resolver temas de propiedad de tierras o asuntos familiares.
El viejo Estado colonial solo existió frente al movimiento campesino como una
externalidad agresiva de la que no se recibía ni se esperaba nada, por el contrario, había
que estar al acecho para protegerse de sus agresiones políticas y económicas. De hecho
el colonialismo puede definirse como un estado de guerra perpetuo entre Estado y
sindicato- ayllu, atravesado por prolongadas treguas o armisticios temporales de no
agresión. Esta guerra suspendida fue denominada erróneamente “pacto de
reciprocidad” entre Estado y comunidad debido a la tolerancia entablada entre ambos,
a cambio del respeto del acceso a un poco de tierra por parte del ayllu, y a la
dominación, por parte del Estado.
Sin embargo, la lucha-del sindicato por la descolonización del Estado que ahora
encabezan las organizaciones sociales, desde el Gobierno, ha significado precisamente
poner fin a este estado de guerra entre sindicato y Estado, apropiándose, modificando
la estructura social, funciones y composición interna del Estado. Se trata de una
demanda de democratización radical del Estado con el fin de hacer de él una
maquinaria de protección social, de ampliación de derechos y de unificación
participativa de la sociedad como corresponde a un Estado democrático-social. Nos
referimos a la apropiación del Estado por parte del sindicato-ayllu en lo que se refiere a
sus funciones organizativas y de gestión, es decir, la socialización y comunitarización
creciente del poder como parte de una profunda revolución política de la sociedad,
aunque al hacerlo, al cambiar el contenido social del Estado, construir la función
social-protectiva del mismo como iniciativa y programa revolucionario de los
sindicatos indígena-campesinos, paradójicamente se está a la vez perdiendo el poder
territorial del propio sindicato que ahora comienza a dejar de lado funciones
protectivas (salud, educación, carreteras, comunicación, apoyo ante los desastres,
cohesión interna) que ahora pasan a ser ejecutadas por el Estado.
Resulta así que las luchas de descolonización y apropiación del Estado por parte del
sindicato-ayllu están llevando a un repliegue de su propio poder como micro-Estado.
De esta manera, ahora en cada lugar del país, el sindicato ya no se organiza para
construir una escuela, una posta sanitaria, para abrir una carretera que comunique a sus
habitantes, para levantar un puente entre poblaciones o para dar ayuda a los
desamparados. No. Ahora se pide la escuela, la posta sanitaria, el camino, el puente y el
amparo ante la desgracia al municipio, a la gobernación, al gobierno nacional. Y no
importa el lugar donde se viva, la apropiación del Estado por parte de las
organizaciones sociales ha creado la conciencia práctica de derechos y de protección
social que hace recaer en el Estado y sus instituciones el cumplimiento de sus derechos
colectivos, en detrimento de la función estatal-local del sindicato-ayllu.
Sucede así que la apropiación del Estado por parte del sindicato es también una
apropiación del sindicato por parte del Estado, que puede llevar a un debilitamiento del
mismo sindicato-ayllu, de su poder de gestión y cohesión.
Por la experiencia hasta ahora desarrollada en estos años por algunas organizaciones,
es posible expandir la presencia del Estado social como protector de derechos (salud,
educación, transporte, servicios básicos, protección ante desastres, acceso a tecnología,
etc.) en tanto el sindicato-ayllu mantiene, refuerza y expande su acción autónoma
comunitaria al ámbito de la producción de riqueza, a la creación de un nuevo modo de
producción material de la riqueza cada vez más asociativo, más comunitario, más
social. Es ahí, en la producción, que la fortaleza comunitaria tiene ya un capacidad
heredada (control comunitario del agua, acceso a la tierra, pastos comunales, rotación
de cultivos, formas de circulación de la fuerza de trabajo) que puede ser el punto de
partida de una intensificación interna en el propio proceso de producción local
(familiar-comunal) y en la articulación productiva con otras comunidades.
Una segunda tensión creativa es la que se da entre la amplitud social del proceso
revolucionario (la incorporación creciente de muchos sectores) y la necesidad de
garantizar la conducción indígena, campesina, obrera y popular del mismo. Es una
contradicción que uno puede visualizar, por ejemplo, entre trabajadores, obreros,
asalariados y el sector empresarial. La forma de su resolución es la ampliación, la
apertura y la conversión del significado de pueblo a todas y todos los bolivianos -sin
excepción- que apuestan por la descolonización, por el Estado Plurinacional, por la
igualdad entre los pueblos, por la autonomía democrática de las decisiones, por el
comunitarismo y la industrialización rectora de la economía plural, en fin, que
apuestan por el vivir bien.
Pero así como se tiene que apostar a una gran amplitud social que incorpore a vastos
sectores -incluso de carácter empresarial, vinculados y de profunda convicción
patriótica-, es imprescindible reforzar y garantizar el núcleo duro de la revolución: los
pobres, los humildes, los campesinos, los indígenas, los obreros, los vecinos, que no
cabe duda que son, en las buenas y en las malas, el núcleo, el baluarte y la garantía de la
conducción precisa y justa de nuestro proceso revolucionario.
Tras la victoria lo que se hizo fue llevar adelante ese programa construido en las
barricadas, en los bloqueos de carreteras, en las marchas e insurrecciones populares de
los años previos. La Asamblea Constituyente fue la primera medida de alcance general
que se impulsó, defendió, consagró y permitió, por primera vez en la historia, que la
Constitución Política del Estado sea redactada por los representantes directos de todos
los sectores sociales del país. La nacionalización de las empresas (YPFB, ENTEL,
ENDE, Huanuni, Vinto) materializaron otras de las demandas universales de los
trabajadores bolivianos y la redistribución de una parte del excedente económico
(Renta Dignidad, Bono Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy) y su redireccionamiento
hacia los sectores anteriormente excluidos: créditos productivos con intereses
reducidos en el ámbito urbano y rural, transferencias directas a los más necesitados,
triplicación de los ingresos de alcaldías y gobernaciones, política de integración
caminera, incrementos salariales, mayor atención a los sectores de salud y educación,
etc. Todas esas medidas convirtieron el uso del Presupuesto del Estado, anteriormente
monopolizado para beneficio particular por unas diminutas élites empresariales, en
fuerza y poder económico general del pueblo.
La victoria militar, política y moral del bloque popular revolucionario sobre las clases
dominantes desplazadas (el “punto de bifurcación" de agosto-septiembre del 2008), el
desmantelamiento del intento separatista de la integridad territorial boliviana (marzo
del 2009), y la consolidación electoral de esta victoria en diciembre del 2009, darán
lugar al inicio del declive gradual y por oleadas del gran ciclo de movilizaciones.
Se trata de una contradicción real al interior, en el seno del pueblo, y la continuidad del
proceso revolucionario boliviano dependerá de las formas democráticas y
revolucionarias que se adopten para canalizarla y regularla potenciando y tomando
partido por la tendencia universalista, general, comunitaria, revolucionaria, en
detrimento de la tendencia particular, privatizante, conservadora.
Esta tensión al interior del bloque social popular, entre lo general que beneficia a todos
y lo particular que sólo beneficia a unos pocos, es lo que precisamente estamos
viviendo desde el año 2010. Una victoria de la voluntad universalista del bloque
indígena-obrero-popular permitirá la consolidación expansiva y hegemónica del
proceso revolucionario. Por el contrario, si triunfa el particularismo corporativista y
gremialista en el accionar del pueblo, se marcará el inicio de un proceso degenerativo
de la revolución, y será el punto de partida para la restauración conservadora del
bloque empresarial adversario del pueblo.
Esta tensión entre las demandas universales y las demandas particulares al interior del
pueblo estuvo presente desde un inicio, y de hecho la revolución es precisamente la
constante revolucionarización del ser colectivo del pueblo como sujeto fragmentado e
individualizado y por ello dominado, para auto-constituirse en ser colectivo
comunitarizado, en unificación continua y reiniciada, una y otra vez. Pero antes no
adquiría un carácter visible y decisivo como para caracterizar la época. Ahora sí sucede
ello, y el punto de inicio de esta nueva etapa de la curva de movilización se da a inicios
del año 201OA fines del mes de junio, un grupo de dirigentes de la Confederación de
Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), organización de los pueblos
indígenas de tierras bajas, iniciaron una marcha desde el norte del país para exigir se
atiendan sus demandas. La movilización fue forzada, pues el Presidente previamente
había citado a los dirigentes a reunirse con él, cosa que no fue tomada en cuenta
básicamente por el hecho de estar a pocas semanas del Congreso de la CIDOB donde
se debía renovar la directiva. Tomar decisiones radicales de fuerza antes de los
congresos, como también sucederá luego con la COB, suele ser un mecanismo de
reposicionamiento político de los dirigentes para la reelección.
El Gobierno del Presidente Evo no podía dar luz verde a semejante reivindicación,
arriesgándose a ir en contra de los principios igualitarios y de justicia. Aún así, los
medios de comunicación aprovechándose de este planteamiento discriminador
buscaron mostrar que “las propias bases indígenas se enfrentaban” al Presidente
indígena.
En realidad esto era falso, pues las bases de los pueblos indígenas de tierras bajas
mantuvieron su apoyo militante al Presidente, sus iniciativas generales eran y son
permanentemente articuladas a los proyectos de gestión gubernamentales y sus
representantes participan en los distintos niveles de legislación del sistema de gobierno
regional, departamental y nacional del país.
De lo que se trataba entonces era de una movilización de dirigentes que habían perdido
el horizonte del interés general del proceso, que dejaban de lado la búsqueda de
reivindicaciones colectivas favorables para todos, y que se habían agrupado en torno a
un sobredimensionamiento de lo gremial, lo corporativo, lo privado, que no sólo dejaba
de lado los intereses de la inmensa mayoría de los pueblos indígenas del país, sino que
dañaba su vínculo con todo el bloque popular. De ahí que los que más aplaudieron la
marcha fueron los de la derecha mediática.
Lo que hizo el Gobierno fue mantener en alto los intereses colectivos generales de
todos los trabajadores, de todos los indígenas y explicarle al pueblo que una demanda
así no se podía cumplir porque podría agredir y fracturar la unidad de todos los pueblos
indígenas tan difícilmente construida en la Última década, e hizo llamados a los
dirigentes de la CIDOB a abandonar su actitud sectorialista.
Fue una contradicción secundaria al interior del movimiento popular que si bien
inicialmente afectó la alianza entre sectores, con el tiempo sirvió de base para
profundizar el debate democrático y pedagógico entre los distintos sectores sociales
populares en torno al impulso de las demandas colectivas de carácter general,
universal, que reactualicen, en condiciones superiores, la unidad de las clases
subalternas. Los frutos de ello se verán casi un año después cuando las distintas
organizaciones indígena-campesinas del país que forman el bloque de poder estatal,
elaborarán un proyecto de ley de Desarrollo Económico, privilegiando precisamente el
interés común de todos, y de todos ellos con el propio pueblo urbano y asalariado.
Meses después, el conflicto con las instituciones urbanas de la ciudad de Potosí tendrá
características similares en el marco de esta tensión conflictiva entre intereses
generales e intereses particulares.
Iniciado por una disputa acerca del lugar donde debería instalarse una fábrica de
cemento en el departamento, la dirigencia cívica potosina acicateará sentimientos
regionalistas en torno a la “defensa” de los límites departamentales con otro
departamento hermano (no con algún adversario extranjero sino con Oruro), dando
lugar a un paro de actividades varios días en la ciudad.
Pese al pedido expreso del Presidente de reunirse con los dirigentes días antes, la
huelga se llevó adelante en torno a reivindicaciones que la dirigencia cívica había
impedido resolver anteriormente (la puesta en marcha de Karachipampa entregada por
decisión cívica a un empresa norteamericana que no invirtió nada durante años), que no
dependían del Gobierno (acuerdo entre cooperativistas y cívicos para preservar la
estructura del Cerro Rico), o que ya estaban en ejecución (aeropuerto en el
departamento, carreteras, etc.).
Aprovechando un sentimiento regional, al final la movilización llegó al mismo punto
de partida en cuanto a resultados reales, pero claro nuevamente las fuerzas políticas
conservadoras de derecha intentaron mostrar a una ciudad enfrentada al Gobierno,
cuando en realidad la mayor parte de las exigencias ya estaban en ejecución antes del
conflicto.
Una vez más la mirada exclusivamente local, sectorializada, fisuró el bloque social
nacional, y el Gobierno al tiempo de ratificar el cumplimiento de las demandas
regionales volvió a defender, en primer lugar, los intereses comunes a todos los
sectores populares del país.
El último conflicto del mes de abril del 2011 entre dos fracciones de la COB y el
Gobierno, muestra con mayor claridad esta compleja contradicción entre lo privado y
lo común, entre lo particular-gremial y lo general-nacional.
Con las elecciones del 2009, el partido de gobierno obtiene la mayoría en ambas
Cámaras legislativas y dirige la mayor parte de las gobernaciones, con lo que se hace
posible llevar adelante esta gran reivindicación general que beneficia a la mayoría del
pueblo.
Pues bien, los dirigentes de la Caja Nacional de Salud se movilizaron para oponerse a
esta universalidad del derecho a la salud argumentando que el Gobierno quería
confiscar los recursos de las “Cajas” para implementarla. Se trataba ciertamente de una
reivindicación ultra-conservadora, y encima errónea porque el Gobierno explicó, antes
del conflicto,que este seguro contaría con nuevos recursos económicos para su
implementación.
El Gobierno del Presidente Evo, desde el año 2006, dada la importancia social de los
sectores de salud y educación, incrementó sistemática y crecientemente los salarios de
los trabajadores de esos sectores, y lo hizo de tal manera que siempre se garantizó un
aumento salarial anual por encima de la inflación, es decir un incremento permanente
de sus salarios reales. Entre el año 2006 al 2011, ambos sectores tuvieron un aumento
del 55% mientras que otros de la administración pública (funcionarios de ministerios y
burocracia estatal) mantuvieron sus salarios congelados. Desde que asumimos el
Gobierno, el Presidente, el Vicepresidente, los ministros y viceministros trabajamos
con salarios que fueron reducidos entre un 30 a 60% o más (en el caso del Presidente).
Las necesidades son tan grandes en una sociedad en la que más de la mitad de la
población es pobre, que los pocos recursos no alcanzan para mejorar la vida de todos a
la vez, y entonces con lo que se tiene, deben apalancarse nuevos ingresos, a partir de
una nueva base industriosa que movilice las energías productivas de la mayor parte de
la sociedad, que originará gradualmente mayores excedentes capaces de ser utilizados
para satisfacer crecientemente las innumerables necesidades básicas de los distintitos
sectores sociales.
Desde la mirada salarialista del magisterio, los recursos ahorrados durante estos años
de nacionalización deberían ser directamente utilizados para mejorar los ingresos de
unos cuantos sectores asalariados de servicios, dejando de lado a otros mayoritarios en
el país, asalariados y no asalariados, y anulando indefinidamente cualquier propuesta
de construcción de una base material industriosa que produzca un mayor excedente
económico.
be trata ciertamente de una disputa por el uso productivo e improductivo del excedente
económico. La clase media estatal del sector educativo y de salud, o al menos una parte
de ella, impulsaba el uso corporativo y hasta privado de los recursos públicos, llegando
a plantear que las Reservas Internacionales se usaran para incrementar salarios. Por el
contrario, el Gobierno y los principales sectores obreros (de Huanuni, Corocoro, Vinto,
YPFB) e indígena-campesinos del país defendían un uso productivo, industrial y
agrario del ahorro colectivo nacional porque sólo de la creación de un mayor excedente
económico -resultado de ese uso-, se tendrán mayores ingresos para mejorar
sustancialmente los salarios de todas y todos los trabajadores y para el acceso a
mayores servicios públicos para toda la población. De ahí que la huelga general
indefinida de la COB se redujera a la parálisis de los servicios de salud pública y a la
suspensión de actividades de una tercera parte de los funcionarios del magisterio. El
resto de los obreros de la minería estatal, del sector petrolero, los fabriles, los
campesinos y artesanos, es decir el 95% de la clase trabajadora, mantendría sus
actividades normalmente y rechazarían esas iniciativas de privatización sectorializadas
de los recursos del Estado.
Con todo, la huelga de maestros y salubristas visibilizó nuevamente esta tensión entre
tendencias corporativas y hasta cierto punto privatistas al interior del bloque popular,
frente a las tendencias comunitaristas y universales del bloque popular.
Aún así, hubo un momento que, ante la agresividad de un segmento de los movilizados,
un sector de los indígenas (de Omasuyos, del valle cochabambino y los padres de
familia de la ciudad de El Alto) consideró la posibilidad de una movilización
revolucionaria para contener la acción de esos dirigentes del sector salud y educación
que estaban buscando hacer de la movilización una acción política subordinada a la
estrategia general de desgaste del Gobierno impulsada por la derecha neoliberal.
Toda actividad industriosa tiene un costo natural, siempre ha sido así pero lo que hace
el capitalismo es subordinar las fuerzas de la naturaleza, retorcerlas y degradarlas al
servicio del valor de cambio, de la ganancia privada, no importándole si con ello se
destruye el núcleo reproductivo de la propia naturaleza. En el fondo el capitalismo es
suicida pues en su acción devoradora y devastadora destruye la naturaleza y a la larga
también al ser humano. Nosotros tenemos que eludir ese destino fatal, y ahí la fuerza de
la comunidad agraria se presenta como un horizonte, como un principio ordenador de
la relación entre las necesidades del ser humano y las de la naturaleza como totalidad
viva.
Las fuerzas productivas comunitarias y la ética laboral agraria incorporan una mirada
distinta a la lógica capitalista respecto a cómo vincularnos con la naturaleza. Nos
proponen ver a las fuerzas naturales como componentes de un organismo vivo, total,
del que el ser humano y la sociedad son tan sólo una parte dependiente y que por tanto
el usufructo de sus potencias productivas naturales, entendidas como tecnologías y
saberes sobre la naturaleza, deben darse en el marco de una actitud “dialogante” y
re-productora de esa totalidad natural.
Las formas comunitarias han desplegado una tendencia de una otra forma social del
desarrollo de las fuerzas productivas en las que la naturaleza es concebida como la
prolongación orgánica de la subjetividad humana, que se debe velar para su
continuidad creadora pues de esa manera se garantiza también la continuidad de la vida
humana para las siguientes generaciones.
Nos hemos referidos a cuatro tensiones creativas al interior del bloque popular,
contradicciones que han emergido por el propio curso de las cosas, que a pesar de las
complicaciones o diferencias que generen entre los distintos sectores sociales
populares y al aprovechamiento que hagan de ello los sectores reaccionarios de la vieja
élite neoliberal, son tensiones, temáticas y divergencias que visibilizan debates al seno
del pueblo, que involucran a la sociedad laboriosa ya sea para observar, defender,
acelerar o fortalecer su proceso revolucionario. Por eso son contradicciones
vivificantes y dialécticas de nuestro Proceso de Cambio, fuerzas productivas de la
revolución cuya existencia y tratamiento democrático y revolucionario nos permitirán
avanzar.
Cada revolución es única por las fuerzas que la promueven, por la historia de los
adversarios que enfrenta, por los problemas, territorios y raíces singulares e irrepetibles
de quienes se involucran. Las revoluciones son flujos de lava social que se despiertan
por todas partes y hacia todas partes y en las que cada nuevo paso es un referéndum
mismo sobre el curso de la revolución. Las revoluciones no tienen un curso
predeterminado, si lo tuvieran no serían tales sino decisiones burocráticas de un poder
que ha expropiado el alma al pueblo. Ellas avanzan, se detienen, retroceden, se caen y
vuelven a avanzar nuevamente, a veces sin saber bien cuál es el siguiente paso,
inventando a cada rato su itinerario.
Las luchas y contradicciones no pueden pues asustar a los revolucionarios porque son
la sangre, el hálito de vida, el impulso fundante de las sociedades, de las clases
sociales, de la propia vida de los revolucionarios, del cielo que nos cobija a todos.
CENDA
“La macroeconomía después de la convertibilidad” (2010)
El Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (CENDA) fue el espacio de
nucleamiento de un gran número de compañeros y compañeras de profesión
económica que hoy son pilares fundamentales de la gestión del gobierno popular. Este
texto, escrito entre 2009 y 2010 colectivamente por Emmanuel Álvarez Agis, Nicolás
Arceo, Carlos Bianco, Luis Campos, María José Castells, Patricia Charvay, Augusto
Costa, Ana Laura Fernández, Marcos Gallo, Gastón Ghioni, Cristian Girard, Miguel
Giudicatti, Mariana González, Axel Kicillof, Federico Marongiu, Nuria Mendizábal,
Cecilia Nahón, Javier Rodríguez, Marcela Sacavini, Carla Seain y Federico Wahlberg.
Con estas simples reglas se buscaba terminar con las tres causas que, según la
perspectiva ortodoxa, se encontraban detrás del incremento de los precios: el
descontrol en la emisión monetaria, en especial cuando se originaba en la monetización
del déficit fiscal; los "desmedidos” aumentos salariales; y las expectativas de
devaluación. En rigor, se trató de un gigantesco programa de ajuste “dinámico”
establecido por ley, que limitaba (o más bien impedía) la aplicación de políticas
monetarias y fiscales expansivas y, en general, restringía la adopción de cualquier tipo
de política redistributiva.
Lo cierto es que el paquete de medidas implementado logró su objetivo inmediato
aunque, como quedaría claro más adelante, lo hizo a través de un canal completamente
distinto al anunciado por sus creadores. Ya desde la puesta en marcha del programa, la
moneda local se encontraba significativamente apreciada (Porta, 1995), y en los
primeros años de vigencia de la Convertibilidad el grado de apreciación se incrementó
por el crecimiento de los precios internos. La combinación de sobrevaluación
cambiaria y apertura comercial que se extendió en el tiempo resultó ser un ancla
efectiva para los precios internos de los bienes transables, pero también determinó un
crecimiento acelerado de las importaciones, que se quintuplicaron entre 1991 y 1994.
Sin tugara dudas, éste fue el núcleo de la política de desindustrialización.
El éxito en la contención inflacionaria fue tan veloz como rotundo, y le otorgó un gran
prestigio al programa económico desde sus inicios. Sin embargo, los múltiples y
temibles “efectos secundarios” del amargo remedio anti-inflacionario pronto se fueron
manifestando con crudeza. Por un lado, la plaza local se convirtió en presa fácil para el
juego de los capitales especulativos: la estabilidad cambiaría combinada con una tasa
de interés comparativamente elevada reforzó el ingreso de flujos destinados a los
negocios financieros. Parte del empresariado local -de origen nacional y extranjero-
pronto comenzó a dedicarse a esta rentable actividad. La mecánica especulativa era
simple pero no por ello menos redituable: aprovechando las condiciones favorables, se
tomaban créditos en el exterior y se colocaban las divisas obtenidas en el mercado
local; una vez realizada la ganancia, los fondos acumulados se convertían nuevamente
en dólares (comprados con pesos sobrevaluados) que posteriormente se giraban al
exterior. De esta forma, se accedía a ganancias extraordinariamente altas en dólares,
superiores a las que ofrecían los mercados financieros internacionales. Otro tanto
ocurrió con los prestadores de servicios públicos privatizados, que cobraban
internamente tarifas internacionalmente elevadas en dólares y luego remitían al
exterior sus beneficios multiplicados por el abaratamiento de la divisa. Así, la
combinación de apertura con sobrevaluación cambiaría se convirtió en una fuente de
negocios financieros y en la ruina para la producción local.
Las nuevas reglas de política económica, por su parte, dejaban maniatado al sector
público. Obligado a garantizar la paridad cambiaria y sin posibilidades de expandir la
oferta monetaria o de incentivar el uso del crédito, el Estado debía perseguir
desesperadamente un resultado fiscal superavitario mediante el ajuste de sus gastos,
tarea que se emprendió con entusiasmo pero con poco éxito. Mientras tanto, el
recurrente déficit de cuenta corriente junto con la salida de divisas hacia el exterior
(“fuga de capitales”) generaban fuertes presiones devaluatorias de la moneda
argentina, que el Estado debía conjurar para mantener la regla cambiaría. Luego de
haber agotado los recursos provenientes de las privatizaciones, la creciente necesidad
de dólares debió ser aplacada mediante el exponencial crecimiento del endeudamiento
externo, fenómeno que fue posible gracias al cambio en la dirección de las corrientes
mundiales de capitales, que -a diferencia de la década de 1980- en la nueva coyuntura
se encontraban a disposición de los países periféricos. En términos esquemáticos, el
Estado se endeudaba para obtener dólares que luego volcaba masivamente al mercado
cambiado para mantener la paridad artificial que se había fijado. Esas divisas
abaratadas eran luego apropiadas por los beneficiarios del esquema y nuevamente
giradas al exterior.
En este capítulo nos proponemos estudiar la etapa que se inicia a partir del estallido de
la Convertibilidad. A menudo, tanto a nivel nacional como mundial, el pasaje de una
fase económica a otra viene precedido por una gran crisis. La Gran Depresión de los
años de 1930 o la llamada crisis del petróleo de la década de 1970 funcionaron como
bisagras históricas, trayendo consigo profundas transformaciones económicas a escala
global. Este análisis puede reproducirse para la Argentina. El interrogante central que
se pretende abordar aquí es el siguiente: ¿marcó la gran crisis de 2001-2002 el final de
las tres décadas de desindustrialización en el país? O, dicho de otra forma, ¿puede
hablarse de la configuración de un nuevo patrón de crecimiento en la economía
argentina durante el período 2003-2009? Y, si así fuera, ¿cuáles son los principales
determinantes de tal transformación?
Entre 2003 y 2007, la economía argentina creció a una tasa promedio del 8,5% anual
acumulativo, marcando una tendencia que contrasta claramente con el período del
régimen de tipo de cambio fijo (Gráfico N° 1). Si se consideran los diez años de
Convertibilidad, el crecimiento promedio anual fue de 3,4%, mientras que si se
excluyen los tres años finales de recesión alcanzó el 6,2% anual. En consecuencia,
desde el punto de vista de la expansión de la producción puede apreciarse una primera
y fundamental diferencia con la década de 1990. Más aún, el periodo 2003-2007 se
destaca como el quinquenio de mayor crecimiento de la economía argentina en los
últimos cien años. A partir de 2008, no obstante, el ritmo de incremento dei P1B se
hizo más lento, alcanzando el 6,3% durante ese año y el 1% en 2009.*
Fuente: Elaboración propia sobre la base del Ministerio de Trabajo (OEDE), EPH- 1NDEC,
IPC-1NDEC e IPC-7 provincias (CENDA).
Sin embargo, lo que parece ser un sustancial avance en las condiciones de vida de los
trabajadores queda relativizado por la dificultad que ha tenido el poder adquisitivo de
los salarios para superar los valores alcanzados durante la década de 1990. Más aún,
pese al fuerte crecimiento que experimentó la economía en los últimos años, los
salarios reales son relativamente bajos en comparación con la etapa de la sustitución de
importaciones.
Por otra parte, si bien la etapa bajo análisis no es lo suficientemente prolongada como
para dar lugar a una transformación radical de la estructura productiva, la orientación
de la producción mostró un cambio relevante entre la década de 1990 y la fase de la
posconvertibilidad. En el Gráfico Nº 4 pueden apreciarse tas tasas de crecimiento de la
industria manufacturera, de los sectores productores de bienes y de los sectores
productores de servicios en ambas etapas. Entre 1991 y 2001, la industria
manufacturera creció a una tasa del 1% anual y el sector servicios al 3%. Durante el
período 2002-2008, en cambio, la industria creció al 11% (por encima del promedio de
la economía), mientras que los servicios se expandieron a una tasa menor (6,9%).
Como en las dimensiones analizadas previamente, la reorientación hacia la producción
de manufacturas también se debilitó en los últimos años.
Gráfico N° 5. Exportaciones, importaciones y saldo de balanza comercial,
1990-2009. En millones de dólares corrientes.
Fuerte: Elaboración propia sobre la base de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales (INDEC).
Luego del fuerte ajuste en términos reales realizado en el año 2002 por el gobierno
provisional de Eduardo Duhalde, comenzó a evidenciarse una tendencia al
sostenimiento de fuertes superávit fiscales. Este fenómeno marcó una notable
diferencia con el período 1991-2001, en el que el Sector Público Nacional promedió un
déficit del 1,16% del PIB, con un pico del 3,2% en el año 2001 (Gráfico N° 6). El
Sector Público Nacional también se encontraba fuertemente endeudado a finales del
período de la Convertibilidad, con una deuda que ascendía a U$S 144.452 millones
(equivalente al 54% del P!B). El elevado endeudamiento implicaba al mismo tiempo
un significativo peso de los servicios de la deuda, que representaban casi el 4% del
Producto en el año 2001, mientras que a lo largo del período 1991-2001 alcanzaron en
promedio el 2,1% de la producción anual del país. Otra vez, en los años 2008 y 2009 se
aprecia un significativo cambio en la trayectoria de las cuentas públicas, ya que el
resultado fiscal fue nuevamente deficitario después de un quinquenio de superávit
recurrente.
Gráfico N° 7. Deuda del Sector Público Nacional, 1992-2009. En porcentaje del
PIB.
En lo que respecta al sendero seguido por las tasas de interés locales, también existe
una clara diferencia entre la década de 1990 y la posconvertibilidad. La tasa de interés
real pasó de elevados niveles positivos a volverse negativa durante buena parte del
período posterior a la devaluación. De esta forma, el rendimiento de los activos
financieros ni siquiera compensaba la suba del nivel general de precios, lo que
significó la pérdida de atractivo para las colocaciones financieras y una mayor
rentabilidad relativa de las inversiones productivas. A partir de 2008 se registró un
incremento de la tasa de interés real, al punto que en 2009 dejó de ser negativa (Gráfico
Nº 9).
Los diez gráficos analizados ponen de manifiesto, en primer lugar, que la crisis de 2001
funcionó como un punto de inflexión, dando lugar a una significativa modificación de
algunas de las tendencias que habían caracterizado al régimen de Convertibilidad,
entendido como la culminación de la larga etapa de desindustrialización iniciada a
mediados de la década de 1970. Estas diferencias nos permiten referirnos a la irrupción
de un nuevo patrón de crecimiento durante la posconvertibilidad. Indudablemente,
algunos de los principales rasgos del desempeño de la economía dan cuenta de una
transformación muy definida. Entre ellos deben mencionarse especialmente la
aceleración del ritmo de crecimiento, la sustancial reducción de la tasa de
desocupación, el sistemático superávit fiscal y comercial, la tasa de interés negativa en
términos reales, la reducción del peso de la deuda externa y la acumulación de reservas.
Sin embargo, el mayor crecimiento relativo de la industria en relación con los servicios
dista mucho de haber sido suficiente para modificar sustancialmente la matriz
productiva argentina, marcada a fuego por treinta años de desindustrialización
sistemática. Ciertamente, la composición del Producto no ha variado
significativamente, ya que la industria manufacturera explica el 17% del PIB, una
proporción similar a la de fines de la década de 1990. Al mismo tiempo, el grueso de
las exportaciones argentinas sigue originándose en el sector primario, ya que las
manufacturas de origen industrial representan el 31% del total, tal como lo hacían en el
año 2001. Otro tanto puede decirse de las condiciones de vida de los trabajadores, que
si bien se han beneficiado con la evolución positiva de los salarios reales durante la
etapa de posconvertibilidad, este efecto resultó claramente insuficiente cuando se
realiza una comparación en términos históricos. En este mismo terreno, pese a la
elevada creación de puestos de trabajo y la reducción de la desocupación, el empleo no
registrado sigue afectando a cerca de un 35% de los asalariados, como lo hacía en
vísperas de la debacle de la Convertibilidad.
Las series analizadas, por otro lado, además de poner en evidencia la existencia de
estas dos etapas diferenciadas, dejan ver también cómo a partir del año 2008 se produjo
una reversión en la trayectoria de algunas de las variables más transcendentes del
patrón de crecimiento de la posconvertibiiidad. Dedicaremos el resto del artículo al
análisis de los rasgos distintivos del nuevo patrón de crecimiento y, por otra parte, a la
discusión de sus principales limitaciones. Son estas últimas las que dieron lugar en los
últimos años al debilitamiento que se observa en sus principales directrices.
35
mecanismos que operaron virtuosamente durante una fase inicial (la etapa rosa),
caracterizada principalmente por el tortísimo crecimiento de la economía cercano al
8,5% anual acumulativo durante un quinquenio. De este modo es posible establecer
con claridad los contrastes más importantes con la década de 1990.
Luego del vigoroso repunte y posterior ciclo de alta expansión económica que siguió al
colapso de la Convertibilidad, a partir del año 2008 el nuevo esquema comenzó a
mostrar claras señales de conflicto y declinación, lo que se reflejó en una dinámica más
pobre de las principales variables macroeconómicas. Estas perturbaciones internas
precedieron a la irrupción de la violenta crisis mundial aún en curso. Es por eso que en
la siguiente sección se analizará en detalle lo que muchos han dado en llamar la etapa
de “agotamiento del modelo” de la posconvertibilidad. (8)
Por más determinantes que sean estas rupturas con la etapa anterior, tampoco deben
ignorarse los definidos elementos de continuidad, entre los que se destaca el nivel
históricamente bajo de los salarios reales. Ciertamente, pese al intenso crecimiento
postdevaluación, la remuneración real al trabajo sólo ha logrado superar en un 17% el
deprimido nivel que registraba a fines de la Convertibilidad (2001). Así, el poder
adquisitivo de los trabajadores se encuentra muy por debajo de los picos de una serie
más larga y, en particular, de los salarios reales vigentes durante la etapa de
industrialización por sustitución de importaciones (ISO- Entre los restantes aspectos
que tampoco han mutado sobresale la persistencia del empleo precario e informal, la
orientación predominantemente primaria de las exportaciones y la recurrente tendencia
a la fuga de capitales (ya sea sistemática u ocasional).
Cuando se revisa la literatura que abordó la cuestión en estos años, lo primero que
resalta -aunque no siempre sea confesado- es que la pujante recuperación de la
economía después de la crisis de 2001-2002 tomó por sorpresa a prácticamente la
totalidad de los analistas. Este desconcierto generalizado tiene su origen en el hecho de
que, después de una década de obstinada supervivencia del esquema cambiado del uno
a uno, tanto en el campo de la ortodoxia como de la heterodoxia los economistas
parecían haberse convencido (con beneplácito unos y con resignación los otros) de que
no existía una salida posible (o conveniente) para el régimen de Convertibilidad. No
obstante, una vez que transcurrieron algunos años desde la devaluación y la tendencia
al acelerado crecimiento -lejos de decaer- se consolidaba, comenzaron a surgir diversas
interpretaciones sobre los nuevos hechos y sus determinantes.
En primer lugar hay que destacar que durante la etapa de la posconvertibilidad algunos
factores del contexto internacional se tornaron extremadamente favorables para la
economía argentina, lo que sin duda sirvió de impulso para la rápida reactivación
doméstica. El intenso crecimiento de la economía mundial y regional y los ventajosos
términos de intercambio sobresalen como los aspectos centrales del nuevo escenario.
(9). Pero junto con el cambio en la tendencia de estas variables exógenas, se
observaron al mismo tiempo sensibles transformaciones en algunos de los principales
vectores de la política económica local. En efecto, los gobiernos que se sucedieron
rápidamente en el inestable período de la crisis (2001-2003) el presidente Néstor
Kirchner (2003-2007) y su sucesora y actual mandataria Cristina Fernández de
Kirchner introdujeron una serie de novedades en el terreno de las políticas públicas,
que contrastan notoriamente con las medidas características del período de la
Convertibilidad. Entre el paquete de políticas económicas implementado, el rol
protagónico lo desempeñó la propia devaluación, ya que en sí misma significó la
extinción del régimen de Convertibilidad; posteriormente, esta medida se vio reforzada
y extendida en el tiempo por el deliberado sostenimiento de un tipo de cambio alto.
Pero también hay que mencionar a la cesación de pagos y posterior reestructuración de
los compromisos externos, la instauración de planes sociales de alcance masivo, las
políticas de ingresos, (10) los controles de precios, la reaparición de los impuestos a las
exportaciones (“retenciones”), las (moderadas) políticas proteccionistas y las (escasas)
re-estatizaciones de empresas anteriormente privatizadas. El factor común de todas
estas medidas es su claro corte “intervencionista” o “estatista”, visiblemente
contrapuesto al espíritu de época que reinaba durante Convertibilidad y -más en
general- durante el cuarto de siglo que siguió al golpe de Estado de 1976.
Sin embargo, a contrapelo del pronóstico poco alentador sobre la sustentabilidad del
proceso de recuperación económica que se desprende de la teoría del rebote, año tras
año volvieron a verificarse tasas de crecimiento del orden del 8% o 9% anual. Fue
entonces cuando desde esa misma comente intelectual (la ortodoxia local y extranjera)
comenzó a recurrirse a otra metáfora, esta vez de origen náutico. La economía estaría
ahora siendo empujada natural y pasivamente por un recio “viento de cola”. Según esta
interpretación, la acelerada expansión debe atribuirse casi exclusivamente a las
condiciones internacionales favorables para el crecimiento argentino. El argumento se
basa en última instancia en un hecho irrefutable: la indudable mejoría de la situación
externa del país. Tanto la producción mundial como el comercio global crecieron con
renovada intensidad y, a la vez, los precios internacionales favorecieron a las
exportaciones argentinas. Más aún, la evidencia a la que se apelaba para corroborarla
hipótesis era que otros países de la región (y los países denominados “emergentes”
como un todo) compartieron la bonanza durante el mismo período. En esta línea,
diversos y sofisticados análisis intentaron sostener que la causa primaria del excelente
desempeño económico del país y de la región radicaba íntegramente en factores
exógenos (fundamentalmente en la dirección y la magnitud de los flujos
internacionales de capital y en los beneficiosos términos de intercambio) (ver Calvo,
2006; Izquierdo, 2008).
Nuevamente, sea por rebote o por tracción externa, para la ortodoxia lo ocurrido en
Argentina nada tiene de particular y, sobre todo, está exento de toda influencia de la
política económica doméstica. Peor aún, mientras que los avances se atribuyen al
empuje mundial, las políticas implementadas durante el período no habrían conseguido
otro resultado que empeorar las cosas y desperdiciar una excelente oportunidad. Dicho
de otro modo, las condiciones mundiales favorables podrían haberse aprovechado al
máximo si se aplicaba un programa económico de raigambre librecambista similar al
que se implementó en la década de 1990. Desde este ángulo, las medidas tomadas
después de la devaluación mediante la redoblada intervención del Estado lo único que
lograron fue “distorsionar” los valores de equilibrio “naturales” de las variables
económicas, con efectos desastrosos para la economía y la sociedad. Tal sería el caso
de la política cambiaría, de los impuestos a las exportaciones, de los subsidios y de los
intentos de control de las tarifas de los servicios públicos y de algunos de los precios
internos.
Para realizar una caracterización acabada del nuevo patrón de crecimiento resulta
relevante enfatizar la importancia de tres factores de índole local que le imprimieron su
particular perfil dentro del contexto mundial favorable: la política cambiaría, los
efectos de la crisis 2001-2002 y los impuestos al comercio exterior.
Veamos en términos estilizados cómo interactúan estos tres elementos (tipo de cambio,
capacidad ociosa, retenciones) y cuáles son sus consecuencias para la economía local.
Las exportaciones nacionales están principalmente compuestas por productos
primarios. Argentina es competitiva a escala mundial en la producción agropecuaria
debido a las condiciones agroambientales extremadamente favorables con las que
cuenta. Esto significa que los costos de producción de estos bienes se ubican
marcadamente por debajo del promedio mundial. En general, pero especialmente
cuando su precio se eleva debido a cambios en las condiciones del mercado
internacional, se genera una ganancia extraordinaria (más precisamente, renta agraria)
que ingresa en la economía argentina a través del comercio exterior. De no mediar
ninguna política estatal, la entrada incrementada de divisas tendería a deprimir-el tipo
de cambio, es decir, produciría una apreciación de la moneda doméstica.
Simultáneamente, el encarecimiento de estos artículos, que en buena parte son
alimentos (bienes salario), reduciría el poder adquisitivo del salario. Situaciones de
estas características han sido bautizadas en la literatura como “enfermedad holandesa”,
en referencia a los efectos del empinado incremento del precio del petróleo en la
década de 1960 sobre la economía de los Países Bajos. Si se la trató como una
enfermedad es porque tiende a dañar seriamente la capacidad del país de producir
bienes industriales. En el episodio de Holanda, el incremento del precio del petróleo
perjudicó a la industria doméstica a través de la sobrevaluación de la moneda por
exceso de divisas y el consiguiente abaratamiento de las importaciones. El caso
argentino cuenta con una nota adicional, pues los productos de exportación forman
parte de la canasta de consumo, lo que afecta directamente al salario real. (12)
a la vez, evitó las presiones a la baja del tipo de cambio. Una parte de esos recursos se
acumuló en las arcas del Banco Central en forma de divisas (reservas internacionales).
Otra porción alimentó el mercado de crédito y contribuyó a elevar el gasto público, dos
mecanismos que adicionalmente fomentan la demanda interna para las producciones
protegidas por el tipo de cambio elevado.
Pero no se agotan aquí los efectos de la conjunción del tipo de cambio con las
retenciones durante la posconvertibilidad. La nueva paridad cambiaría imprimía
presiones alcistas sobre los precios internos de los productos primarios, debido a la
posibilidad de los exportadores de equiparar los ingresos medios por ventas en el
mercado interno con los obtenidos en el mercado externo. Ante esta situación, la
introducción de retenciones a las exportaciones no sólo permitió mejorar la situación
del fisco y aliviar el exceso de divisas funcionó como una herramienta que desvinculó
parcialmente el precio interno de productos que forman parte de la canasta básica de
consumo (bienes-salario) de su precio internacional, que se veía incrementado por el
doble accionar de la devaluación y de la tendencia alcista en el mercado mundial (que
como veremos más adelante se agudizó a partir de 2007).
Desde el punto de vista de la matriz productiva, la política de dólar caro tuvo también
efectos determinantes. Como reflejo en espejo invertido de la época de la
Convertibilidad, las producciones manufactureras domésticas se vieron decisivamente
apalancadas. El dólar alto significó un espaldarazo para las exportaciones locales (que
vieron multiplicada su rentabilidad). Pero también, al encarecerse los productos
importados a raíz de la barrera de protección cambiada, lograron desarrollarse algunas
producciones locales con una apetitosa tasa de ganancia. Se desencadenó así un
incipiente proceso de reindustrialización sustitutiva apoyado además en el tercero de
los pilares que hemos señalado: la existencia de elevado desempleo y capacidad
instalada ociosa. A partir de 2003 se pusieron en producción algunas de las plantas
existentes o se amplió el volumen del producto sin necesidad de recurrir a voluminosas
inversiones, al tiempo que la exorbitante desocupación imperante mantenía
relativamente deprimido el salario. En consecuencia, una elevada tasa de ganancia que
superaba marcadamente al rendimiento de las colocaciones financieras permitió
reavivar numerosas producciones intensivas en mano de obra, lo que a su vez explica el
crecimiento acelerado con una alta elasticidad-empleo del PIB. Estas actividades
estaban destinadas fundamentalmente a satisfacer al mercado interno, aunque en
algunos casos, ayudadas por el tipo de cambio favorable y los reducidos salarios
(especialmente en dólares), lograron penetrar en algunos mercados de exportación.
Cuando la desocupación comenzó a ceder los trabajadores consiguieron paulatinos
incrementos salariales, mejorando su poder adquisitivo, también gracias a los
impuestos a las exportaciones que contenían los precios de los bienes transables.
Sin embargo, no todo el superávit se orientó a la actividad interna, sino que una parte
de los recursos públicos debía volcarse al mercado cambiarlo para sostener el tipo de
cambio buscado. El gobierno estaba competido a comprar dólares sistemáticamente
para evitarla apreciación de la moneda. Mientras que en la década de 1990 el Estado
sufrió una permanente necesidad de captar dólares para mantener el artificial uno a
uno, divisas que supo obtener en los mercados financieros mundiales y a través de la
venta de su patrimonio, en la posconvertibilidad el gobierno se convirtió en
demandante neto de moneda extranjera, lo que produjo una acumulación creciente de
reservas en el Banco Central. Esto posibilitó, a su vez, que se llevara adelante una
política de "desendeudamiento”, ya que al igual que muchos de los países periféricos,
nuestra economía se convirtió en receptora de dólares que se emplearon en parte para
pagar intereses y cancelar deuda contraída en la fase anterior, luego de una de las
moratorias y quitas más espectaculares de la historia.
Desde la consolidación del nuevo patrón de desarrollo, los economistas han iniciado un
debate que en la mayoría de los casos giró en torno de cuestiones eminentemente
técnicas principalmente asociadas con el manejo monetario, en lugar de centrarse en
los mecanismos de captación y asignación de ¡a riqueza o de los instrumentos que
aseguran la industrialización del país. Tal es la inclinación de la teoría económica
predominante (de cuño liberal), que abandonó casi por completo las temáticas de la
planificación del desarrollo. También quedó fuera de los estudios económicos
convencionales el examen de la dinámica seguida por la tasa de ganancia, una variable
que llamativamente no es tenida en cuenta por la macroeconomía convencional. Por el
contrario, en el campo de la macroeconomía ortodoxa y la mayor parte de la
heterodoxa, el análisis de este proceso se limitó a la discusión acerca de los
instrumentos adecuados para influir sobre el tipo de cambio y sobre su sostenibilidad
(estabilidad). La mayor parte de la literatura basó sus estudios en dos elementos: por un
lado, la política monetaria y cambiaría; por el otro, los efectos secundarios del tipo de
cambio alto.” En este contexto, el grueso del debate giró alrededor del llamado
“Trilema de la Imposibilidad de la Política Monetaria” (Mundell, 1963), que establece
que la autoridad monetaria sólo es capaz de controlar una de las siguientes tres
variables: el tipo de cambio nominal, la tasa de interés doméstica o la libre movilidad
internacional del capital. Específicamente, en un escenario donde no existen controles
sobre la cuenta capital, la política monetaria deberá optar por controlar o bien el tipo de
cambio nominal o bien la tasa de interés local. Por lo tanto, toda vez que se intente
establecer una meta para el tipo de cambio real, este objetivo se encontrará
sobredeterminado. Sobre la base de esta argumentación se cuestionó la posibilidad de
ejercer un control efectivo sobre el tipo de cambio en las circunstancias de la economía
argentina. Contra esta tesis se intentó probar, en un plano analítico, que era
efectivamente factible sostener una determinada paridad mediante una combinación de
intervenciones estratégicas del Banco Central en el mercado de cambio y de
operaciones de venta de títulos (esterilización).
No obstante, esta discusión pasa por alto el contenido de esas operaciones monetarias y
cambiarias (es decir, las transferencias entre diversos sectores), que es la clave para
comprender las peculiaridades del patrón de crecimiento de la posconvertibilidad.
Desde una perspectiva clásica y estructuralista (hoy supuestamente “pasada de moda”,
pero esencial a la hora de analizar un proceso de elevado crecimiento en una economía
periférica), la expansión de la producción de bienes para el mercado local se explica
fundamentalmente por la canalización de riqueza desde el agro hacia la industria,
ayudada por la vigencia de una tasa de interés real negativa, y secundariamente del
agro hacia los asalariados (debido a las retenciones a las exportaciones). Lo cierto es
que -a la par de la política de alimentos baratos-- se desplegaron diversas medidas de
regulación tarifaria y de subsidios a determinados sectores (en particular a la energía
eléctrica y el gas). Ambos elementos, en última instancia, constituyeron ventajas para
la industria, ya que permitieron mantener salarios bajos en términos nominales junto
con costos de insumos clave en niveles reducidos.
Por lo dicho, no resulta raro que la inflación desatara una intensa disputa entre las
clases. Tampoco es extraño que comenzara un crucial debate para comprender sus
causas y que -en base a los diagnósticos realizados- los cañones apuntaran
directamente contra el gobierno para que tomara determinadas medidas encaminadas a
la contención de los precios. El hecho es que los distintos intereses y las diversas
explicaciones sobre la inflación implican diferentes acciones, por lo que
previsiblemente el gobierno empezó a sufrir fuertes presiones, muchas veces
contradictorias, y fue blanco de duros ataques por parte de quienes hasta entonces
habían funcionado como aliados o bien habían callado sus desacuerdos. Sea como
fuere, después de un quinquenio de armisticio, el programa económico perdió el apoyo
casi unánime que había cosechado entre los principales actores, al tiempo que renacía
una hasta entonces alicaída oposición política que intentaba dar cuerpo a esos intereses
contrapuestos a través de la formulación de un presunto programa económico
alternativo.
Por último, como ya hemos visto, los brotes inflacionarios de la década de 1980 se
habían atacado con éxito -aunque con efectos sociales catastróficos- mediante la
aplicación del programa de Convertibilidad. No es raro entonces que algunos
economistas propusieran el abandono del régimen del dólar alto con el propósito de
disciplinarlos precios internos. En efecto, la apreciación de la moneda sometería a las
producciones locales a la competencia de los productos importados, fijando los precios
de los bienes transables al nivel internacional. De aplicarse como un shock, el paquete
implica además un violento ajuste monetario, pues para conjurar el riesgo de una
devaluación se ata la base monetaria al movimiento de las reservas. El ajuste del gasto
viene de suyo. Así, ante la aparición de la inflación, buena parte de la ortodoxia
comenzó a clamar por el regreso de la sobrevaluación de la moneda de la década de
1990.
Más adelante ofreceremos una explicación alternativa del proceso inflacionario. Por el
momento regresemos al flujo de los acontecimientos. Aún antes del conflicto de las
retenciones, según muestran los gráficos de la primera sección, el patrón de
crecimiento comenzaba ya a crujir y a manifestar una desaceleración del ritmo de
expansión, de creación de empleo, de aumento del salario y, claro está, un considerable
deterioro de la rentabilidad empresaria.
Fue en este contexto de apreciación cambiaría en términos reales que el gobierno tomó
la decisión de introducir un cambio que, en rigor, no hacía más que ceñirse a los
vectores principales de lo que había sido su programa económico hasta el momento,
jaqueado por la presión para introducir cambios, planteó una elevación de las tasas del
impuesto a las exportaciones (en particular de la soja) dentro de un esquema variable
en función directa del precio de los granos. Inicialmente, el gobierno lanzó la
Resolución N9125 sin dar demasiadas justificaciones. De hecho, bajo la gestión de
Eduardo Duhalde, luego de la sideral devaluación, se habían reimplantado retenciones
del 10% en marzo de 2002, alícuotas que fueron duplicadas tan sólo un mes después.
Ya en el gobierno de Néstor Kirchner, para el caso de la soja se habían elevado al
23,5%, luego al 27,5% y en noviembre de 2007 al 35%. (16)
La prensa, buena parte de los analistas y la oposición solía asociar estas decisiones con
las necesidades presupuestarias (una forma de “hacer caja”). Sólo esporádica y
secundariamente se hacía referencia a su efecto sobre los precios internos. Y casi nunca
se estructuraba una explicación en base a la función desempeñada por las retenciones
dentro del esquema completo, es decir, su relación con la política de protección
cambiaría. Probablemente en base a un cálculo político equivocado de las reacciones
sectoriales, en marzo de 2008 se presentó la nueva tabla de retenciones móviles. Para el
caso de la soja, el impuesto alcanzaba un nivel cercano al 60% si el precio internacional
llegaba a US$ 750. Antes que nada, ei rechazo no tardó en llegar por parte de los
productores y propietarios agropecuarios. La defensa de la medida comenzó entonces a
basarse en el efecto de las retenciones sobre los precios internos, considerándola un
instrumento adecuado para "desacoplarlos” de los precios internacionales (y así
“defender la mesa de los argentinos”). No se hizo eje, en cambio, en su vinculación
orgánica con el régimen de dólar alto.
Así, la propuesta de modificar el nivel de las retenciones desató una crisis política de
magnitud, que vino acompañada -a partir de las medidas de fuerza de los productores y
propietarios- de un fuerte desabastecimiento del mercado interno, lo que en lo
inmediato exacerbó el problema inflacionario. Los productores agrarios se opusieron
con una furia desmedida al que consideraban un atropello a sus derechos adquiridos. El
gobierno no consiguió cosechar en el frente industrial el respaldo decisivo que
necesitaba para contrarrestar la embestida del agro. Esta falta de apoyo probablemente
pueda entenderse si se atiende a la evolución de la rentabilidad. Luego de la
devaluación, el apretado ritmo de la reactivación y el crecimiento posterior habían
permitido que los trabajadores protegieran sus ingresos reales ante la suba de los
precios de los bienes-salario. Pero a medida que el desempleo se iba reduciendo, desde
2003 fueron contando con la suficiente fuerza como para conseguir incrementos
salariales reales (especialmente en el sector formal). Sin embargo, el aumento de los
salarios por sobre los precios finales provocó una creciente presión sobre la ganancia
empresaria. El deterioro de la protección cambiaría derivado de la apreciación del peso
y tos incrementos salariales debilitaron a la de por sí vacilante porción de la industria
mercado-internista. De esta forma, el más poderoso sector industrial con orientación
hacia el mercado externo dominó la representatividad política del sector industrial y
tomó partido en el conflicto en contra de la medida impulsada por el gobierno, sobre la
base de una paradójica coincidencia de intereses con el sector agro-exportador. El
único apoyo fuerte que consiguió cosechar el gobierno fue el de las dos centrales
sindicales de los trabajadores, que a esta altura se perfilaban como el principal (y casi
único sustento) del nuevo esquema económico.
El conflicto finalizó a mediados de julio de 2008 con el rechazo de la medida por parte
del Parlamento y un recrudecimiento de la inflación, luego de una escalada que incluyó
manifestaciones callejeras, desabastecimiento y cortes de ruta. Más aún, en este
contexto pareció predominar la posición del Banco Central, que dejó que la moneda se
apreciara (reduciendo incluso el tipo de cambio nominal) para “disciplinar” los
precios, debilitando todavía más la protección cambiaría. Como saldo del
enfrentamiento queda claro que la principal contradicción del esquema residía
justamente en los fundamentos mismos de la expansión económica que generaba.
La aceleración del ritmo de aumento de los precios a partir de 2008 logró poner en
jaque al nuevo patrón de crecimiento y desmembró el marco de alianzas que le dio
sustento. Ante estas dificultades, el gobierno respondió utilizando fundamentalmente
los dos principales instrumentos sobre los que se basó el régimen desde un comienzo:
el tipo de cambio y las retenciones. No obstante, un bloque conformado por el sector
exportador (tanto agrario como industrial, pero encabezado por los productores
primarios) logró impedir en adelante la posibilidad de modificar la alícuota de las
retenciones. El Gráfico N9 12 aporta valiosos elementos para el análisis. Puede
observarse con claridad la tendencia alcista de los precios internacionales de las
materias primas, entre las que se encuentran los principales productos de exportación
del país. Se aprecia también el empinado crecimiento que experimentaron los precios
de estos commodities desde fines de 2007 y a lo largo del año 2008.
¿Cuál es la consecuencia del notable incremento de tos precios de los commoditles que
se registró en el período? Dentro del contexto de un patrón de crecimiento como el que
se describió para la economía .Argentina implica, por una parte, un aumento directo de
los precios de los productos transables (en especial los alimentos y materias primas),
impacto que se ve amplificado por la política de dólar caro. En primera instancia,
entonces, se trata principalmente del fenómeno de la inflación importada. Ahora bien,
este efecto inicial se transmite luego a los precios de la industria dirigida al mercado
interno a través de tas variaciones de los costos y, en parte, de los salarios que se elevan
para compensar el incremento de los bienes de consumo. En un escenario de tipo de
cambio nominal prácticamente fijo, el resultado es una apreciación cambiaría en
términos reales, lo que reduce la competitividad de la economía. Pero como contracara
necesaria de este fenómeno, la suba de los precios de las exportaciones provoca un
crecimiento del superávit comercial y -consecuentemente- ejerce una presión sobre el
tipo de cambio debido a la abundancia de dólares. En el marco del mecanismo de
funcionamiento de la economía de la posconvertibilidad, un incremento de las
retenciones contribuye a la solución simultánea en todos los frentes: reduce el precio
interno de los alimentos al tiempo que le permite al gobierno absorber la oferta
incrementada de divisas con recursos presupuestarios, evitando asila apreciación
nominal. Podríamos decir que no se trata de un ataque injustificado contra el sector
agropecuario sino de una mera medida que, en su misma lógica, pretende defender el
esquema vigente.
Una economía pequeña, abierta al comercio y con una fuerte capacidad exportadora de
materias primas y alimentos tiene claramente la ventaja de recibir un flujo de riqueza
que puede canalizarse hacia la producción, pero sufre también de una inestabilidad
congénita que se manifiesta cada vez que esos precios sufren fluctuaciones violentas.
Acentuadamente en los primeros meses de 2008, la evolución de los precios mundiales
presionó con fuerza sobre el precio interno de los alimentos, desacelerando el proceso
de recuperación del salario real y generando nuevas disputas en torno de la distribución
de la riqueza. Así quedaron establecidas las condiciones para el conflicto entre
rentistas, capitalistas y trabajadores, que comenzaron a percibir cómo la trayectoria de
sus respectivos ingresos se veía afectada por el fenómeno de la inflación.
Al interior del empresariado existió también un conflicto entre las ramas que
resurgieron a partir de la protección cambiaría (con fuerte orientación
mercado-internista) y aquellos sectores predominantemente dirigidos a! mercado
externo, cuya competitividad les permitió incluso sortear el período de apreciación
cambiaría de tos años de 1990. Para este último sector era claro que los aumentos
salariales no se veían contrapesados por un potencial crecimiento de la demanda
interna, sino que significaban lisa y llanamente una pérdida de competitividad externa.
Por su parte, los trabajadores (al menos sus representantes sindicales mayoritarios)
quedaron alineados con el Gobierno. Esta confluencia de intereses fue posible aún a
pesar de la masa de ingresos que fue transferida desde los trabajadores hada el sector
capitalista luego del estallido de la crisis de 2001-2002 y del salto en el nivel de precios
internos producto de la devaluación, que generó un brusco deterioro del salario real. El
nuevo patrón de crecimiento, no obstante, permitió la paulatina recuperación del poder
adquisitivo de los salarios, ya que las organizaciones obreras ganaron fuerza a medida
que se reducía el desempleo. Ante las tensiones desatadas, los trabajadores parecieron
comprender que su suerte estaba atada fundamentalmente al devenir de la industria
sustitutiva dirigida al mercado interno (aquella que tiene mayor capacidad de creación
de empleo) y que su supervivencia no estaría asegurada en un contexto de apreciación
cambiaría, retracción del gasto público, enfriamiento de la economía o cualquiera de
las municiones de la batana de medidas propuestas por la ortodoxia.
En definitiva, cuando se buscan los determinantes del alza de los precios internos,
queda claro que la inflación doméstica estuvo íntimamente relacionada con la inflación
de las materias primas, vinculadas a su vez a los precios mundiales. Ciertamente, en la
canasta de exportaciones argentinas predominan las materias primas, muchas de las
cuales son -a la vez- bienes salario. Así, la composición de las ventas al exterior es
clave para comprender la dinámica inflacionaria que se puso en movimiento a partir de
2007 y con mayor intensidad en 2008, en lo que puede ser definido como un punto de
quiebre en el funcionamiento del esquema de la posconvertibilidad.
Gráfico N° 13. Variación anual del índice de Precios de Materias Primas (IPMP)
y del índice de Precios al Consumidor (IPC), 2003-2009. En porcentajes.
Fuente: Elaboración propia sobre la base del BCRA e INDEC. A partir de 2007
se utiliza la tasa de variación del IPC 7-Provinclas (CENDA).
En realidad, bajo el imperio del actual patrón de crecimiento, los precios de los
insumos y de los alimentos vienen determinados por la economía mundial. De manera
que si estos precios permanecen estables y no se produce ninguna modificación en el
tipo de cambio nominal, estos artículos que cuentan con un gran peso en la canasta que
conforma el IPC vienen a actuar como un ancla contra la inflación. Ahora bien, cuando
tienen lugar fuertes variaciones, recíprocamente, éstas se traducirán necesariamente en
cambios de los precios internos si es que no pueden contrarrestarse con una
modificación de las alícuotas de las retenciones. Por su parte, con reducidas tasas de
desocupación como las actuales, ¡os trabajadores cuentan con fuerza suficiente como
para traducir los incrementos de la canasta alimentaria en aumentos salariales. Así, tal
como queda claro también en la secuencia temporal, los precios de los alimentos son
los que empujan inicialmente hada arriba a los salarios y no al revés. Los aumentos
salariales, a su vez, reducen la rentabilidad y los empresarios tratan de restablecerla
-siempre que encuentren demanda suficiente- a través del crecimiento de los precios.
A poco de concluido este episodio, durante los últimos meses de 2008 sobrevino la
crisis económica mundial cuya escala fue comparada con la Gran Depresión de la
década de 1930. Uno de sus efectos fue el estallido de algunas burbujas financieras
especulativas. Es así que, como se observa en el Gráfico N 9 12, luego de crecer
fuertemente se produjo un desplome de los precios internacionales de las materias
primas, anulando la presión para su crecimiento en el mercado doméstico. De este
modo, después de la caída anterior, desde fines de 2008 y durante 2009 se retomó la
tendencia ascendente del salario real, aunque a una tasa vacilante, lo que también se
explica por los efectos del contexto internacional depresivo.
El impacto de la crisis internacional sobre la economía doméstica tuvo una injerencia
directa en el ritmo de crecimiento del nivel general de precios a través del aumento de
la tasa de desempleo, que subió en 1,8 puntos porcentuales entre el último trimestre de
2008 y el tercero de 2009 (INDEC). El resultado de este proceso fue la pérdida de
capacidad de negociación de los asalariados, que pasaron de las reivindicaciones
netamente relacionadas con una mejora en el salario real a una posición más defensiva
para evitar los despidos preventivos. El incremento de la desocupación fue todavía niás
grave en el sector industrial. El índice de obreros ocupados de la Encuesta Mensual
Industrial (EMI-INDEC) reflejó una reducción en el empleo industrial que llegó al
6,1% interanual en el tercer trimestre de 2009. En paralelo, el índice de horas
trabajadas también sufrió importantes caídas (del orden del 8%). Así, la economía no
sólo vio aumentar la tasa de desocupación sino también la de sub-ocupación. Ambos
movimientos contribuyeron a deteriorar el poder de negociación de la clase trabajadora
y, con esto, se redujo su capacidad de elevar los salarios.
Dos argumentos tradicionales que también pueden ser fácilmente descartados cuando
se intenta aplicarlos a la aceleración inflacionaria durante 2008 y 2009 son los que
asocian la inflación con el incremento del gasto público y la expansión desmedida de la
oferta monetaria. Resulta claro que estas presuntas causas de la inflación afectarían los
precios sólo a través del crecimiento de la demanda agregada, por lo que se recomienda
que el Estado se aboque a “enfriar" una economía presuntamente “recalentada”
disminuyendo la tasa de crecimiento de sus gastos o restringiendo el crédito.
Nuevamente, la explicación es incapaz de dar cuenta de la presencia de inflación en un
contexto netamente recesivo. (20)
En suma, en una economía pequeña y abierta donde por un lado se observa una fuerte
yuxtaposición entre los bienes que dominan el conjunto de las exportaciones y los
productos que componen la canasta de consumo de la población y, por el otro, existe
una fuerte dependencia de insumos importados, los determinantes centrales de la
inflación son los aumentos en los precios de los bienes transables y el tipo de cambio.
En estas condiciones, las alteraciones en el poder de compra de la moneda doméstica
producen cambios de precios relativos que pueden convertirse en disparadores de un
proceso inflacionario. En este sentido, si bien Argentina soportó mejor que otros países
de la región los efectos de la crisis internacional, se produjo una importante fuga de
capitales que provocó fuertes presiones sobre el tipo de cambio. Entre junio de 2008 y
marzo de 2010 el tipo de cambio pasó de 3,04 a 3,85 pesos por dólar, acumulando una
devaluación del 27,4%. Los intentos de traducir esta nueva paridad cambiaría en el
nivel de precios domésticos explican en gran medida el mayor ritmo inflacionario que
se observó a partir del segundo trimestre de 2009, donde luego de cierta calma en el
frente cambiado se aceleró la tasa de devaluación. A esto se vino a sumar nuevamente
la presencia de inflación importada, ya que luego de la fuerte caída de los precios de los
principales productos que exporta la región debido a la explosión de la burbuja de los
commoditíes se registró una importante recuperación de los precios de las materias
primas (también visible en el Gráfico Ne 12). En particular, la tasa de variación (en
dólares) de alimentos y bebidas importadas pasó de una deflación promedio cercana al
20% entre enero y septiembre de 2009 a una inflación de 18,4% en diciembre de 2009.
En la misma comparación, los precios de los insumos industriales pasaron de una
deflación promedio de 34% a una inflación de 38,2% hacia fines de 2009.
En conclusión, no hace falta recurrir a la alquimia ortodoxa para dar cuenta de las
causas de la inflación. Las presiones de los costos de bienes importados a dos dígitos
sumadas a una devaluación del orden del 30% explican en buena medida el origen de la
aceleración de los precios. En cambio, durante el mismo período tos salarios reales
ralentizaron significativamente su recuperación por la pérdida de poder de negociación
derivada del menor dinamismo de la economía.
Enfrentados a este dilema, parecería que tanto el sector industrial como los
trabajadores deberían haberse alineado inexorablemente con un programa similar al
que se adoptó durante la posconvertiblidad. Sin embargo, a partir de 2008 el patrón de
crecimiento pareció chocar contra sus propios límites. La política económica basada
casi exclusivamente en el dólar alto y las retenciones (es decir, en tipos de cambio
diferenciales para la exportación y la importación), que había servido para sostener el
apretado ritmo de recuperación durante un quinquenio, perdió buena parte de su
efectividad. El conflicto latente se manifestó, como otras veces, en la aceleración de los
precios internos, lo que a su vez introdujo una tendencia a la apreciación de la moneda,
poniendo en riesgo la propia continuidad del esquema. Es por eso que desde 2008 la
economía entró en una verdadera encrucijada.
El temor a la presión sobre los precios aconsejaba no devaluar más, los controles de
precios estaban siendo vulnerados y los hechos mostraban que la fuerza política con
que se contaba para modificar las alícuotas de las retenciones era insuficiente. En este
escenario, sólo se podía esperar que la buena suerte ayudara al sostenimiento del
esquema, sin que el gobierno modificara sustancialmente sus parámetros. La
protección cambiarla pasó a depender de hechos exógenos como la mejora de la
competitividad derivada de la apreciación de las monedas extranjeras, que la crisis
mundial fuera pasajera o que se redujeran los precios de las materias primas para evitar
que una mayor apreciación destruyera por completo los brotes de tibia
industrialización que habían nacido bajo la incubadora del paraguas cambiario.
Mientras tanto, el gobierno echó mano de sus recursos para apuntalar la demanda
interna, empleando herramientas convencionales como el crecimiento del gasto
público o la política monetaria expansiva que inyectó algo de crédito en la economía.
Fue entonces que, en un contexto recesivo, la ortodoxia económica comenzó -con
audacia y cinismo- una campaña en contra del gasto público y de los incrementos de
liquidez, asociándolos con el crecimiento de los precios,
Dado este complejo escenario, ¿hay salida? Para garantizar un crecimiento del empleo
y -simultáneamente- el sostenimiento del salario no parece existir otro camino que
insistir en la dirección industrializadora. En la etapa rosa del actual patrón de
crecimiento tuvo lugar un proceso de sustitución de importaciones tímido y poco
articulado, donde el Estado sostuvo con unas pocas medidas contados parámetros que
dieron lugar a la protección cambiaría. Una vez establecidas estas variables centrales,
se dejó actuar por su cuenta a la iniciativa privada, que fue guiada hacia la producción
manufacturera por la tentadora rentabilidad que así se aseguraba. La caída de la
desocupación y el crecimiento del salario real son subproductos de este proceso. Lo
que alcanzó su límite y se agotó no es la vía industrializadora, sino la continuidad del
acelerado crecimiento industrial erigido sobre estas escasas y genéricas medidas de
carácter macroeconómico.
Este es el caso de la elevada inflación que se ha desatado en los últimos años y que no
puede ya conjurarse con los pocos instrumentos que se han puesto en juego. Es una
muestra elocuente de la necesidad de dar un paso adelante en el terreno de la política
económica. Lo cierto es que todas las experiencias exitosas de desarrollo económico
acelerado vinieron acompañadas de una tasa moderada de inflación. Para que los
precios se mantengan bajo control y para que no se desate una carrera inflacionaria es
necesario emplear numerosas herramientas y contar con la capacidad de disciplinar a
los distintos sectores. Se requiere, en fin, más y no menos intervención del Estado, a
contrapelo de lo que insistentemente reclama la ortodoxia, cuyas recetas para detener el
alza de los precios son básicamente recesivas y se fundan en la represión del gasto, del
crédito y de los salarios. Es la paz de los cementerios.
Notas
1.- Un antecedente previo que ya anunciaba el final de este patrón de crecimiento fue el llamado
“Rodrigazo", un paquete de medidas instrumentado en junio de 1975 que estipulaba una devaluación
superior al 150% y una duplicación de las tarifas de los servicios públicos.
4.- También lograron subsistir una porción del sector agroindustrial y ciertas empresas muy
concentradas o transnadonalizadas, algunas de las cuales obtuvieron importantes beneficios de los
regímenes especiales de promoción o accedieron a insumos a precio subsidiado (como el caso de la
energía para la industria metalúrgica).
5.- Menem perdió las elecciones generales de 1999 a manos de una coalición encabezada por la
Unión Cívica Radical (UCR). El gobierno del presidente electo Femando De la Rúa prosiguió con las
políticas económicas de la década de 1990, en particular con el régimen de Convertibilidad. Para
sostener el esquema cambiarlo se intentó profundizar el ajuste presupuestario. Luego del efímero
paso de Ricardo López Murphy por el Ministerio de Economía, José Luis Machinea implemento
desde esa cartera una reducción de los salarios estatales y de las jubilaciones del 13%. En medio de
una ya declarada recesión y con la suspensión de los pagos de la deuda en puerta, De la Rúa designó a
Domingo Cavallo, emblemático Ministro de Menem, al mando de la gestión económica. El
presidente no pudo terminar su mandato y debió renunciar luego de- su frustrado intento de contener
una revuelta popular con una represión que dejó un saldo de casi cuarenta muertos.
6.- Algunas estimaciones privadas hablan de una caída en 2009, que contrasta con los datos
suministrados por el INDEC. Debe destacarse que las cifras para el año 2008 se encuentran
fuertemente cuestionadas debido a la intervención realizada en el organismo oficial encargado de
realizar las estadísticas (INDEC)
7.- En lo que respecta al IPC se utilizan dos series: una proporcionada por el INDEC y la otra, de
elaboración propia, calculada en base a la información de las Direcciones Provinciales de Estadística
de siete provincias (IPC-7 provincias), A partir de 2007 las variaciones de ambas series comienzan a
diferir sustancialmente a raíz de la intervención del organismo oficial de estadísticas. El IPC-7
provincias es elaborado a partir de los IPC calculados en los aglomerados de Jujuy, Neuquén, Paraná,
Rawson-Trelew, Salta, Santa Rosa y Viedma, generados por las Direcciones Provinciales de
Estadística correspondientes. Se seleccionaron los IPC de estos aglomerados debido a que no estaban
incluidos en la primera etapa del programa IPC-Nacional y se mantuvieron al margen de la
intervención del IPC-INDEC. El índice se realiza ponderando los índices de cada aglomerado según
el peso del gasto de consumo de tos hogares residentes en cada provincia (sobre la base de la Encuesta
Nacional de Gastos de los Hogares 1996/1997). Si bien los índices utilizados se calculan a partir de
metodologías diferentes de la que utilizaba el INDEC para el IPC-GBA y se basan en canastas de
productos en muchos casos desactualizadas, su evolución hasta diciembre de 2006 es similar a la de
los datos oficiales.
8.- En lo que sigue preferimos emplear las palabras “esquema” o “patrón” en lugar de la más
extendida "modelo”. Esta última categoría parece hacer referencia a la posibilidad siempre presente
de aplicar un determinado programa económico con prescindencia de toda determinación histórica y,
en particular, del estado del conflicto y la fuerza relativa de las distintas clases sociales, como si se
tratara de un recetario preconcebido que se inserta desde afuera del proceso económico y social.
Asimismo, nos inclinamos por el término “patrón de crecimiento” antes que “modelo
macroeconómico”, ya que pretendemos enfatizar el carácter dinámico y general de ios procesos
económicos. En este sentido, entendemos que la denominación de “modelo macroeconómico” parece
limitarse exclusivamente a la descripción del estado en el corto plazo de algunas variables
seleccionadas y no a su evolución en el tiempo.
9.- Los términos de intercambio se definen como la relación entre los precios de las exportaciones y
de las importaciones de un país.
12.- El artículo clásico sobre la enfermedad holandesa es Corden y Neary (1982). En este trabajo se
muestra cómo en la experiencia de los Países Bajos se presentó el efecto favorable de un incremento
de riqueza pero, como contrapartida, su moneda (el florín) se apreció sustancialmente, perjudicando
notablemente la competitividad de las exportaciones no petroleras y dando lugar a un proceso de
desindustrialización
14.- Para una reseña más detallada sobre las principales corrientes teóricas ver Kicillof y Nahfin
(2006).
18.- El otorgamiento de subsidios a las empresas que operaban en dichos sectores implicó
directamente una recomposición de la rentabilidad por unidad vendida.
19.- la Resolución Ns 125 fue criticada porque no contemplaba los posibles cambios en los costos de
producción del sector y, en ese sentido, operaba sobre los ingresos pero no sobre los egresos del
complejo exportador. En consecuencia, ante un incremento de los costos se erosionaba
necesariamente la tasa de ganancia. Adicionalmente, el diseño de la medida contribuyó también a
alimentar los fantasmas de los productores agrarios. Si bien los derechos de exportación se elevaban
del 33% al 44%, se contemplaban niveles altísimos e inéditos de retenciones (95% sobre el aumento
marginal del precio) en poco probables escenarios de precios extraordinariamente altos (más de US$
600 la tonelada de soja). De este modo, al descontento por el incremento efectivo se le sumó la
discusión sobre los hipotéticos aumentos en el caso de que se presentaran aquellos estratosféricos
precios. Más allá de esto, e independientemente de la situación concreta que impulsa la medida, para
el sentido común se encuentra muy arraigada la ¡dea de que una alícuota impositiva que grave más del
35% del precio resulta un atentado “confiscatorio" contra la propiedad.
En febrero del 2013, el juez de primera instancia Thomas Griesa emitió un fallo a favor
de los fondos buitres que obligaba a Argentina pagarles la totalidad de la deuda que
reclamaban, sin quita. Estos acreedores pedían el pago de un monto aproximado de
U$S1.500 millones (incluye capital, intereses y cargos punitorios) de títulos que no
ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010. El Gobierno apeló, pero el Segundo
Tribunal del Circuito de Apelaciones de Estados Unidos confirmó el fallo emitido por
Griesa el 23 de agosto del 2013. El Gobierno presentó un pedido de revisión del fallo,
apelando ante la Corte Suprema de EEUU. El lunes 16/06/2014 se dio a conocer la
decisión de la Corte Suprema de EEUU de rechazar el tratamiento de la causa de los
fondos buitre contra la Argentina.
La estrategia de los fondos buitres es, por un lado, litigar en la justicia norteamericana
para cobrar los bonos que no ingresaron al canje al 100% de su valor nominal pero
materializando una ganancia -en 6 años- de 1608% en dólares porque fueron
comprados en situación de default a un precio insignificante (“bonos basura”). Frente a
esta sentencia y a la posibilidad de que se embarguen bienes y pagos a los bonistas que
aceptaron el canje, el primer paso del gobierno argentino fue la un cambio de
jurisdicción y del agente de pago para el desembolso de los fondos correspondientes.
El riesgo existente es que los canjes de 2005 y 2010 tenían una cláusula por la cual si la
Argentina superara su oferta en el futuro, esa mejora debería ser extensiva a todos los
bonistas. Entonces si el país decidiera pagar el 100% a un pequeñísimo número de
bonistas (buitres), gatillaría demandas judiciales del 93% de aquellos que ingresaron al
canje, produciendo una multiplicación de las obligaciones de deuda del país y
enviándolo a un virtual default. Esta cláusula se define RUFFO, pero vence en
diciembre de 2014, por lo que si el país negocia un pago con los buitres, aceptado por
ambas partes y sellado posteriormente a esa fecha, la cláusula RUFFO cae como
elemento jurídico que fundamenta una potencial demanda. Sin embargo en este
escenario aún quedaría por solucionar el 7% de los holdouts que no ingresaron al canje,
pero tampoco judicializaron su situación en los tribunales, y que según la Presidenta,
podría desencadenar demandas por U$S 15.000 millones.
Días antes del ingreso en “Default” Cristina Fernández calificó el fallo como una
“extorsión” al país y recordó sus declaraciones en la cumbre del G77+China en las
cuales advirtió sobre las amenazas que un fallo de esta índole podrían significar para
las finanzas internacionales y las reestructuraciones de deuda soberana en todo el
mundo.
• Desde 2001 los fondos han impuesto más de 28 embargos a la Argentina, pudiendo el
Estado recuperar todos sus bienes mediante la vía legal.
CFK: “el 93 por ciento de los acreedores de Argentina, arregló; un 7 por ciento no
arregló, pero solamente están haciendo juicio en Nueva York y han obtenido esta
sentencia, por el 0,45 por ciento del total de la deuda”.
Iniciamos con Paul Singer, dueño de NML-Elliot, que de acuerdo a la revista Forbes,
es dueño hoy de una fortuna de US$ 1.500 millones. Este mismo año aumentó su
participación en Hess Corp -compañía de energía norteamericana- que explica el
28,4% de su cartera. En mayo de este año comenzó a comprar acciones de 21 st
Century Fox -de hecho el 7,1% de sus inversiones está dirigido a esta empresa-. Fox
Entertainment Group, es la propietaria de la productora de cine 20th Century Fox y de
la cadena de televisión de la Fox, junto al canal de televisión de pago asiático STAR,
Sky Italia, además de tener participaciones en BSkyB y Sky Deutschland. Dentro 21st,
queda asociado además a la Mega Cadena News Corp de Murdoch, que además es
propietaria de The Wall Street Journal y el británico The Financial Times.
Si este acceso a los medios no es suficiente para explicar todas las editoriales que a
diario fustigan la posición argentina, Singer creó además la American Task Forcé
Argentina (AFTA) un grupo que se dedica a hacer lobby en la corte para avanzar en
embargos y medidas contra Argentina. Este grupo de tareas fue responsable de la
campaña “Basta K” cuyos afiches estuvieron presentes en la visita de Cristina
Fernandez a Harvard. Elliott además tiene inversiones en el negocio de apuestas con el
5% de Boyd Gaming Corp, una empresa vinculada al juego, que controla el hotel y
casino Borgata, de Atlantic City, y que lidera
también el mercado Online. Por último, en estos últimos años ha avanzado sobre el
mercado de almacenamiento de datos, especialmente en la compañía EMC
Corporation, una de las seis más importantes de los Estados Unidos. Algunos ya
habrán escuchado su nombre, a partir de la filial que tiene en Argentina, donde
accidentalmente se quemó documentación en el incendio de Iron Mountain.
En segundo lugar, tomamos a Keneth Dart, dueño de EML, con un historial mucho más
grosero que el de Singer. Abiertamente renunció a su ciudadanía norteamericana para
evadir impuestos, trasladándose a las Islas Caimán, después de haber comprado la
nacionalidad de Belice. Además del imperio industrial, que sostiene con la fabricación
de los vasos térmicos para café, con filiales en todo el mundo, su actividad principal es
la adquisición de deudas en calidad de riesgo para después inciar procesos judiciales,
tanto sea en el caso de empresas como de países. Además de Brasil y Argentina, fue por
la deuda de Turquía, Kazajstán, Ecuador y Grecia. En el caso de Rusia, luego de la
caída de la URSS, fue uno de los inversores que participó de las privatizaciones. Dart
se quedó con cerca de 1.000 millones de dólares, pero tuvo que fugarse de Moscú por
amenazas de la mafia rusa. Poco después su casa de Florida sufrió un atentado. Pese a
eso, hoy controla gran parte de la producción metalúrgica rusa, con el control de la
compañía Excalibur Capital Resourses Ltd., con un 6% de la sociedad Megionneftegaz
y Slavneft, líderes en la producción energética. Y una importarte cartera en
VSMPO-Avisma, el principal productor de titanio en el mundo; y en la compañía
metalúrgica Verhne-Saldinsky. Por último, el caso de Aurelius, a cargo de Mark
Brodsky que hoy maneja una cartera de 4,5 mil millones de dólares. Entre los
mencionados es el que posee el perfil más bajo, de hecho no ha hecho declaraciones u
apariciones públicas, sin embargo siempre es, a diario, blanco de británicos como la
cadena BBC o The Independent que incluso llegó a catalogarlo como 'Terminator" por
su accionar en los litigios. Brodsky es abogado especialista en Ciencias Políticas
graduado de la Universidad de Harvard y fue además, durante nueve años, abogado de
NML-Elliot Capital de Paul Singer. Su especialidad es la compra de acciones a la baja
de compañías en riesgo, sus antecedentes más importantes son el Anglo Irish Bank,
tercer mayor banco de Irlanda; Citadel Broadcasting Corporation, la tercera mayor
compañía de estaciones radiales en Estados Unidos; Energy Future Holdings, la mayor
compañía eléctrica de Texas; y Dubai World, que maneja todas las inversiones del
emirato.
• El 2 de octubre de 2012, por un pedido a la justicia ghanesa del fondo NML Capital
Limited, la fragata fue retenida en el Puerto de Tema por un pedido de embargo por
370 millones de dólares, el mismo fondo había pedido anteriormente sin éxito la
congelación de los fondos del BCRA en New York. El 14 de noviembre, el Gobierno
argentino, presentó una demanda judicial en el Tribunal Internacional del Derecho del
Mar, con sede en Hamburgo, contra el gobierno de Ghana. El 28 de noviembre la
Organización
En 2007, el Tango 01 fue víctima de embargo desde marzo hasta el 29 de mayo, cuando
se dictó la sentencia definitiva en el juzgado de Distrito Norte de California. En tanto,
en 2010 no pudo aterrizar en Alemania, desde donde llegó la noticia de que si el avión
presidencial pisaba suelo alemán sería embargado automáticamente. En 2013 debió
permanecer en Marruecos por miedo a un nuevo embargo.
Doce propiedades diplomáticas del Estado argentino, entre ellas, residencias de los
embajadores argentinos acreditadas ante el gobierno de Estados Unidos y la OEA
fueron objeto de embargo.
El Gobierno argentino evitó el embargo de reservas del Banco Nación en Nueva York
y Miami, cuentas del consulado en Miami y la cuenta oficial de Secretaría de Turismo
del Consulado en Nueva York.
El satélite Acquarius SAC-D fue objeto de embargo por la causa de los fondos buitres.
Un fondo buitre compra, de modo irregular, bonos de deuda por 11 millones de dólares
(con un valor nominal de 20 millones de dólares). Luego, este fondo decide no ingresar
a la reestructuración de la deuda externa, llevada a cabo por el gobierno, y mediante
lobby y argucias judiciales un favor de un Juez y la Corte de Apelaciones de Nueva
York logra, mediante la cláusula pari passu (igualdad de condiciones), que obliguen al
gobierno a pagar un valor total de 58 millones de dólares; o sea, un 400% de ganancia
neta, entre la pagado y lo cobrado.
¿Argentina 2012? No, Perú en el año 2000. Aunque los actores son los mismos: un
gobierno latinoamericano, el Fondo Elliott Associates, el Juez Griesa y Juez y la Corte
de Apelaciones de Nueva York.
Efectivamente, en los años 90’s, el Fondo Elliott Associates, propiedad de Paul Singer,
quien también a través del Fondo NML, hoy litiga contra la Argentina, le ganó un caso
contra Perú que le reportó unas ganancias del 400%. La estrategia fue llamativamente
la misma que la llevada a cabo en contra de nuestro país. En 1983, Banco de la Nación
de Perú y Banco Popular de Perú se endeudaron con bancos extranjeros y el Estado
garantizó dichos préstamos del exterior. Unos años más tarde, al igual que muchos
otros países de América Latina, en los que se denominó la Crisis de la Deuda, dichos
bancos suspendieron pagos arrastrando a la suspensión al estado peruano. Al igual que
otros países de la región, Perú, en 1996, llegó a un acuerdo de reestructuración bajo el
plan Brady.
Sin embargo, existió una seria irregularidad en la obtención de los bonos, ya que el
Banco de Inversión (SBC) que le vendió a los buitres, en realidad, por contrato no
podía vender estos papeles a un tercero y en el caso de la transferencia de papeles de un
tercero debía comunicárselos al gobierno del Perú dentro de los 15 días útiles
siguientes a la operación. Pero esta operación recién fue informada tres años más tarde.
El 18 de octubre de 1996, el Fondo Elliot Associates LP inició un juicio en los
Tribunales del Distrito Sur de Nueva York. El primer fallo, producido en febrero de
1998, fue favorable al gobierno peruano. Claro, el juez Griesa estaría a cargo de ese
juzgado a partir del año 200.
Sin embargo, en octubre de 1999, ante la apelación del Fondo Buitre, la Corte de
Apelaciones del Distrito Sur de Nueva York falló a favor del Elliot Associates, y le
trabó un embargo sobre los bienes que tuviera Perú en los Estados Unidos. Este
embargo, luego se extendió a otros países europeos. A partir de ese momento, Paul
Singer, como titular de Elliot Associates consiguió varias sentencias a su favor de parte
del Tribunal de Justicia del Distrito Sur de Nueva York que le permitía apropiarse de
activos comerciales del gobierno peruano en territorio estadounidense por valor de
unos 58 millones de dólares, claramente, el total de lo reclamado por los ‘buitres’.
La estrategia llevada a cabo por el fondo buitre siguió siendo muy similar a la llevada a
cabo actualmente contra Argentina, ya que Elliott Associates se enteró de que Perú
estaba obligado a hacer un pago en septiembre de 2000 a los tenedores de bonos Brady,
y en lugar de intentar apropiarse activos propiedad de Perú en EEUU, como lo hizo con
la Fragata Libertad con Argentina, apuntó directamente a interceptar los flujos de
pagos que realizaría el gobierno de Perú a sus acreedores.
El flujo de fondos debía circular por el Chase Manhattan Bank, ya que este banco había
sido designado como agente fiscal de los bonos Brady. Este banco los remitía los
fondos a las cuentas que los acreedores tenían abiertas en Euroclear (sistema de
compensación bancaria intraeuropeo a través del cual los fondos del exterior entran en
el sistema bancario europeo) en Bélgica y al Depository Trust Company en USA. El 26
de septiembre de 2000, Elliott Associates presentó su reclamación a la Corte de
Apelaciones de Bruselas esgrimiendo la ya conocidad claúsula parí passu (si se paga a
un acreedor hay que darle tratamiento igualitario a otros) que figuraba en sus bonos
peruanos, y que hoy utilizada en contra de Argentina.
Esto llevó a que Perú accediera a pagar el rescate exigido por el fondo buitre que
alcanzó los 58 millones de dólares, incluyendo el valor nominal de 20 millones de
dólares y sumando la totalidad de los multas, moras e intereses reclamados por el fondo
Elliot associates.
Finalmente, el ministro de economía peruano Carlos Boloña, en contra de la opinión de
los abogados del Perú cedió a la presión de los fondos buitres y efectivizó el pagó de
los 58 millones de dólares reclamados por Elliot Associates, en octubre del año 2000.
Esto, paradójicamente, ocurrió justo dos semanas después que Fujimori anunciara su
renuncia.
Antecedentes en el mundo.
Default selectivo e implicancias internacionales:
Hartos han sido los esfuerzos por evitar esta situación. No sólo desde la postura
argentina, que por cierto ha asistido a cada instancia, a cada audiencia, y apelado a cada
recurso en todos los foros internacionales, para arribar a una salida favorable, siempre
con el criterio de evitar la citada cláusula RUFO. El mercado, el gobierno
norteamericano, especialistas económicos en todo el mundo, y múltiples entidades
supranacionales, entre tantos otros, han advertido las consecuencias del fallo de Griesa
para el esquema económico actual. En un modelo de predominio financiero -vigente
desde 1970- que ha fomentado el crédito y el endeudamiento como “motor” del
desarrollo, ¿qué señal está dando este “leading case” sin precedentes? Las
reestructuraciones de deuda con quita y vinculadas a la recuperación económica, ya no
son posibles.
¿Qué queda entonces para países que, seguramente, a la brevedad tendrán que
atravesar algún proceso de reestructuración de deuda, como es el caso de los llamados
PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España)? Juntos suman más de 2 billones de
dólares de deuda pública externa, y en cada caso particular tenemos que la deuda
externa de Grecia representa un 160,5% de su PBI, para Portugal 127,2%, Irlanda
125,1%, España 88,2%. Llegado el momento, deberán reestructurar sus deudas,
renegociando y fijando plazos e instancias de acuerdo para progresivamente cancelar
los saldos con sus acreedores. Tradicionalmente la plaza que ha albergado estos
procesos ha sido Wall Street, reconocido como el centro financiero global. Siempre ha
sido un elemento atractivo en términos de certeza para los acreedores que acceden a
una quita o a una extensión de plazos.
Y esto es lo que el fallo de Griesa elimina, Argentina gira un pago para cancelar su
deuda reestructurada con un 92,4% de adhesión de sus acreedores, y ese pago se
impide, para el beneficio de un 0,45. El BONY (Banco de Nueva York) intermediario
“de confianza” de los bonistas reestructurados y nuestro país, evita que los bonistas
reciban un pago que se les hizo en tiempo y forma. Los perjudicados: los bonistas, que
luego de confiar en la economía y la solvencia argentina son impedidos de recibir la
retribución de su inversión; el BONY que afronta la posibilidad de recibir cientos de
demandas por incumplimiento de su rol como fondo fiduciario; y por supuesto nuestro
país, que pasa a ser catalogado como “deudor que paga”. Pero existe otro perjuicio, y es
a la credibilidad que tendrá en adelante el centro financiero mundial, para continuar
siéndolo. ¿Quién elegiría de intermediario de reestructuración a un agente que impide
el pago? Actualmente el 70% de los bonos soberanos de todo el mundo tienen
jurisdicción en Nueva York, mientras que el 22% en Londres. El fallo determina que
esta distribución puede modificarse abruptamente.
"La presente Ley tiene por objeto implementar instrumentos legales que permitan el
cobro de los servicios correspondientes al cien por ciento de los Títulos emitidos en el
marco de la Reestructuración de Deuda Soberana 2005-2010". El fragmento
corresponde a la primera parte del artículo 2 del proyecto de Ley denominado "pago
soberano local de la deuda externa argentina", enviado al Congreso de la Nación para
su posterior aprobación. Su objetivo central es obtener las herramientas jurídicas
necesarias que le aseguren a la totalidad de los tenedores de deuda el cobro efectivo de
sus derechos crediticios, y protegerlos de medidas judiciales que lo imposibiliten.
En primer lugar, el proyecto establece la remoción del Bank of New York Mellon
como agente fiduciario, ocupando su lugar Nación Fideicomisos S.A. El
desplazamiento de la entidad no se da en forma automática y es posible en situaciones
determinadas. Una de las cláusulas contenidas en los contratos de las
reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010, establece que frente al incumplimiento de
sus obligaciones contractuales el agente fiduciario puede ser reemplazado por otro. La
no distribución de los fondos que habían sido depositados en la entidad por parte del
gobierno, para cancelar vencimientos de deuda con legislación estadounidense,
avalando, de esta manera, el bloqueo judicial establecido por la sentencia del juez
Thomas Griesa, implica una clara violación a su obligación principal como agente de
pago. En términos generales, un agente fiduciario debe ser el encargado de defender el
patrimonio que se encuentra en "fiducia" y administrarlo en interés de sus beneficiarios
(en este caso, bonistas). Está claro que la actuación del BoNY nada tiene que ver con
las funciones descriptas.
Desendeudamiento Real:
Según los números del Ministerio de Economía la Deuda Pública Total (incluyendo la
deuda intra sector público) alcanza los 202 mil millones de dólares. Mientras en el año
2004 representaba un 106% del PBI, hoy solo representa un 39,5%, reflejando una
clara política de desendeudamiento llevada a cabo a lo largo de 10 años. Además si se
descuenta la deuda pública en manos del propio sector publico esta pasa a representar
del 102,7% del PBI en el 2004 al 15,9% en el 2013. La Ley de Pago Soberano viene a
cuidar esto.
Los cambios en la relación entre Deuda Pública y PBI tanto en capital como intereses
leves y mantienen niveles bajos la para la historia argentina y en línea con los países de
la región y los países europeos (excepciones) que no han sufrido un endeudamiento
masivo. De esta manera queda claro que Argentina ha logrado un exitoso proceso de
desendeudamiento, llegando a niveles normales de deuda pública después de haber
sufrido las terribles causas del sobreendeudamiento neoliberal. La ley de Pago
Soberano viene a reafirmar este proceso, demostrando la continua voluntad de pago del
país al 100% de los acreedores en condiciones justas, equitativas e igualitarias,
manteniendo la deuda en niveles bajos, en un contexto donde muchos candidatos a
presidente hablan de cumplir con el juicio tal como dicta el juez Thomas Griesa,
llevando este 36% a potencial 118%, retrocediendo 11 años de historia.
El proceso de la nueva normativa recién se inicia; todavía queda un camino por delante
para su elaboración, discusión, aprobación y ratificación por parte de los países. La
necesidad de una marco jurídico que regule los casos de reestructuración de deuda
soberana, tienen numerosos antecedentes que justifican su aprobación. En primer
lugar, debe señalarse la realidad táctica sobre la que se basa. Desde la creación de las
Naciones Unidas en 1945, se han registrado 180 reestructuraciones de deuda de países
soberanos con acreedores privados, lo que demuestra que, más allá del caso argentino,
estos eventos son más comunes de lo que parecen. Por otro lado, una investigación de
los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, han mostrado que en los últimos
200 años hubo más de 250 cesaciones de pago.
Ningún país del mundo quiere asumir que, puede llegar a necesitar en algún momento,
una reestructuración de deuda. En economía, la confianza es un elemento fundamental,
y asumir esa realidad podría ser una mala señal hacia los acreedores. Sin embargo, no
por ser omitida o negada en los discursos, dejan de ser habituales las operaciones de
canje y reestructuración.
Finalmente, cabe señalar que países que hoy muestran una alta exposición a la deuda,
como España, Italia o Grecia, se han abstenido en la votación. Justamente España,
quien según la investigación de Rogoff y Reinhart, ha caído en cesación de pagos 14
veces a lo largo de su historia, encabezando el ranking mundial. La Argentina está
realizando un aporte de gran importancia hacia una regulación que servirá a numerosos
países en el futuro para reestructurar ordenadamente sus deudas, y evitar conflictos
jurisdiccionales.
Esta votación tuvo además una dimensión histórica de revancha para los países en
desarrollo, ya que normalmente los temas de deudas suelen ser tratados en el seno del
Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, en los que tienen amplio dominio
las economías más grandes. En dos sentidos, esta votación representa una
reivindicación de principios históricos por los que se abogó durante el siglo pasado.
Por un lado, el G-77, ahora compuesto por 133 países, tuvo su inicio el 15 de junio de
1964, en el marco de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones
Unidas (UNCTAD) en Ginebra. En ese momento, los países menos adelantados
económicamente se unieron para reclamar por un orden económico más justo. Como
bloque de negociación, el G-77 obtuvo su primer logro cuando en mayo de 1974 la
Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la “Declaración sobre el
establecimiento de un nuevo orden económico internacional”.
Por otro lado, retoma una bandera histórica de nuestra diplomacia, ya que se enlaza con
la doctrina Calvo y la doctrina Drago. En su libro “Derecho internacional teórico y
práctico de Europa y América”, Carlos Calvo proponía prohibir la intervención
diplomática cuando hubiera pleitos entre partes de distintos países, hasta que no
estuvieran agotados los recursos locales. Con posterioridad se produjo el bloqueo naval
a Venezuela en 1902 por parte del Reino Unido, Alemania e Italia para reclamar el
pago de deudas. Entonces, el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Luis María
Drago, proclamó que ningún Estado extranjero puede utilizar la fuerza contra una
nación americana con la finalidad de cobrar una deuda financiera.
Que el órgano más democrático de la ONU se ocupe del tema refuerza también los
caracteres del derecho internacional contemporáneo en el que nos encontramos
inmersos. Mientras que el derecho internacional clásico anterior a 1945 tenía un
marcado carácter liberal, descentralizado y oligocrático, el derecho internacional
contemporáneo tiene un carácter social, institucionalizado y democrático. En ese
tránsito, de la costumbre como fuente normativa fundamental se pasa progresivamente
a los tratados entre Estados.
Algunos de los países que se opusieron, manifestaron que los organismos en los cuales
deben dirimirse las discusiones de deuda soberana son el Fondo Monetario
Internacional o el Banco Mundial. Justamente en esos organismos es que los países
más desarrollados tienen una mayor ponderación de votos, y por lo tanto pueden
imponer soluciones más acordes a sus intereses. Tomemos como ejemplo el FMI: para
que una decisión sea adoptada, requiere de la aprobación del 85% del directorio, en el
cual la economía más importante del planeta, los Estados Unidos, tiene un 83% de los
votos. Esto le brinda un poder de veto sin comparación en otras instituciones
multilaterales.
ICMA
ICMA constituye una organización reconocida a nivel mundial y posee una gran
influencia en el mercado global, sirviendo como referencia para importantes bancos de
inversión, tanto de gran tamaño como para algunos más pequeños. También asesora a
administradores de activos y del mercado cambiario, bancas centrales, firmas de
abogados y otros profesionales de las finanzas. Cuenta con 450 miembros en 52 países
del mundo. Su intervención y su reconocimiento de la problemática argentina, por lo
tanto, es una señal importante que, si bien no tiene influencia directa sobre la
resolución del conflicto, sí impacta sobre la apreciación generalizada del litigio y
contribuye a generar un acuerdo en torno de la necesidad de modificar las legislaciones
Internacionales de reestructuración.
Las reglas propuestas por la entidad se aplicarán a las deudas gestionadas por al menos
uno de sus integrantes, por lo que se espera que se difundan en todo el mundo, dado su
tamaño y la importancia que revisten. Además, el ICMA señaló que la interpretación
de la cláusula “pari passu” conlleva “una considerable incertidumbre para futuras
reestructuraciones”.
La carta detalla que “los mercados de deuda soberana juegan, hoy día, un destacado rol
en la economía global. Si bien el acceso al financlamiento puede ser particularmente
vital para los países en desarrollo y mercados emergentes, resulta sin dudas importante
para todos los países. Las crisis por deuda soberana pueden interrumpir procesos de
desarrollo de forma significativa”.
En 1991, bajo la presidencia de Carlos Menem y con Domingo Cavallo como Ministro
de Economía, se implementó por ley el plan de Convertibilidad. Después de las
hiperinflaciones de fines de los años 80, se determinó un tipo de cambio fijo que
establecía que un peso sería intercambiable por un dólar. De esta manera el peso
argentino se encontraba sobrevaluado, es decir, el dólar era demasiado barato, lo que
hacía que todos los productos importados fueran también artificialmente baratos y que,
al mismo tiempo, los productos argentinos fueran caros para los extranjeros. Además
de las privatizaciones y la contracción del Estado, esta política monetaria fue una de las
causas de la acelerada desindustrialización de la Argentina durante la década de 1990.
Para sostener esa paridad cambiaría Argentina debió recurrir en forma indiscriminada
al endeudamiento externo. Cuando el radicalismo accede al gobierno de la mano de De
la Rúa en 1999, decide sostener la convertibilidad. De esta manera, la necesidad de
dólares era cada vez mayor, porque el sobreendeudamiento no se empleó para alcanzar
un mayor crecimiento o una mejora en la distribución de la riqueza, sino para sostener
un esquema financiero que beneficiaba a unos pocos.
El diario aquel día decía: “El directorio del Fondo Monetario aprobó ayer formalmente
el blindaje financiero para Argentina, que en total sumará casi 40 mil millones de
dólares. El FMI oficializó ayer en Washington que su aporte será de 13.700 millones,
de los cuales ya fueron girados 2.100 millones mientras que otros 3.000 millones
estarán disponibles la semana próxima. “Esta es una gran noticia para el país. No
debemos voltear el optimismo”, aseveró ayer Fernando de la Rúa durante una rueda de
prensa convocada en la Casa Rosada, de la que participó el gabinete nacional, lo que da
una idea de la trascendencia que el Ejecutivo le da al auxilio financiero. “Hemos
eliminado la incertidumbre que había respecto del caso argentino”, aseguró, por su
parte, José Luis Machinea. Justamente, el socorro multimillonario fue diseñado con el
objetivo de transmitir seguridad de cobro a los acreedores y fue presentado por el
Gobierno como el puntapié inicial para la etapa de crecimiento de la economía. A
cambio, el Gobierno se comprometió, entre otras cosas, a recortar las jubilaciones
futuras y desregular las obras sociales, medidas ya lanzadas por sendos decretos de
necesidad y urgencia” (Página 12, 13-01-01).
Pero la lógica del Blindaje era aún más despiadada. A cambio del préstamo de 40.000
millones de dólares el Estado se convertía en un mero pasamanos, ya que ni bien
recibía los dólares debía aplicarlos al pago de deudas preexistentes. Las autoridades,
por su parte, debían comprometerse a aplicar las clásicas recetas del FMI. Todas estas
medidas se enmascaraban bajo tecnicismos tales como “metas fiscales”, “ahorro
público”, “racionalización del gasto”, “eficientizar el Estado”, etc. El Blindaje tenía
como principales condiciones por parte del FMI:
• Reducción del gasto público: el objetivo era garantizar el equilibrio fiscal. Para
eliminar el déficit promulgaron incluso una ley llamada de Déficit Cero. En el segundo
semestre de 2001 el gobierno ajustaría el gasto en 4.000 millones de pesos, cifra
equivalente al 1,5% del PBI. 2.100 millones de esos 4.000 serían recortados a las
provincias. Las otras dos partidas ajustadas serían las prestaciones a la seguridad social
(jubilaciones) y los salarios del sector público.
• Firma por parte de todas las provincias del Compromiso Federal para el
Crecimiento y la Disciplina Fiscal: congelaría el gasto primario público de la
Administración Nacional y Provincial.
A cambio de gestionar los nuevos créditos, el FMI no solo tomaba las atribuciones del
Poder Ejecutivo, sino que también condicionaba al Parlamento. Para ese entonces,
muchas de las reformas impuestas por el FMI habían sido instrumentadas por decreto.
Con el objetivo de lograr la inmediata ratificación por parte del Parlamento de esos
decretos, el número dos del FMI, Stanley Fischer, señalaba que “Será muy importante
que las autoridades de todos los niveles adhieran firmemente
A pesar de haber sido anunciado como remedio a todos los males, pronto quedó claro
que el Blindaje no solucionaría los problemas que afectaban a la economía argentina.
Por esta razón, las autoridades se embarcarían en otra nueva solución mágica que
recibiría el nombre de Mega-Canje, ya con Domingo Cavallo como Ministro de
Economía.
Los bancos y las AFJPs aportaban al canje títulos por valor total 27.000 millones de
dólares para ser canjeados por los nuevos papeles de deuda del país. Sin embargo,
20.000 de esos 27.000 millones de dólares ya estaban en la cartera de los bancos y las
AFJPs. Por lo tanto, las abultadas comisiones que cobraron fueron por hacer de
intermediarios financieros ¡de sí mismos!
Aún más, antes del Mega-Canje se calculaba que Argentina debía pagar en el período
2001-2031 por los vencimientos de su deuda un valor que alcanzaba los 60.500
millones de dólares. Luego del Mega-Canje, ese valor se incrementaría en un 63% y
llegaría a los 98.400 millones de dólares. Además, la deuda pública total pasaría de los
124.400 millones de dólares a los 126.600 millones de dólares. Por su parte, los
intereses de la deuda treparían de los ya impagables 82.300 millones de dólares hasta
los 120.700 millones de dólares.
Conocemos hoy cuál fue el fin de esta historia. La deuda externa impagable se
renegoció una y otra vez con un único resultado: el crecimiento exponencial de los
montos adeudados. Mientras tanto, el papel del Estado se reducía hasta convertirse casi
exclusivamente en una máquina de pagar los intereses y capital adeudado, sin que
hubiera espacio para ninguna otra política económica. Los desesperados Intentos para
sostener a la Convertibilidad implicaban cada vez mayores intereses y deuda, y cada
vez más condicionamientos para Argentina.
En diciembre de 2001 estalló la crisis más grande de nuestra historia, dejando en claro
que lógica del sobrendeudamiento neoliberal sólo trajo a nuestro pueblo miseria,
desempleo, desindustrialización, estancamiento y exclusión social.
POLÍTICA
NICOLÁS CASULLO
En esa temeraria pelea está inscripto hoy el santacruceño. Según muchos, Kirchner
asume la responsabilidad de una pieza semiarqueológica: los militantes peronistas
“setenteros", ahora cincuentones, quienes viven la biografía del movimiento del ’45
como sentados en una estación abandonada y ventosa muy al sur del país por donde
volver a pasar, aunque todavía no se note, ni se crea, ni se oiga, aquel verdadero tren de
la historia que algún día podrá llenar de humo purificador la patria.
Sentados en el andén vacío y destartalado, como a una hora señalada, los del grupo
toman mate, hacen muñequitos de madera con las navajas, parrillan corderitos en la
estación sin nadie, miran de soslayo por si se acerca alguien, y achican los ojos cada
tanto con las manos de visera en pos de un imaginario punto negro, lejano, que se vaya
agrandando sobre las vías con su silbato anunciador. La cuestión es no dar demasiados
datos de esa espera. Por eso Kirchner habla rápido, a veces medio desprolijo, o
deambula confusamente entre cámaras de noticiero tratando de coincidir con la
memoria de los mártires, con el subsuelo del tercer cordón ex industrial, o con una
histérica cacerolera de Belgrano R. Porque en realidad está diciendo algo difícil,
complejo, discutible, pero a lo mejor por eso profundamente cierto en cuanto a por cuál
sendero se sale realmente de este entuerto, donde el país se desbarranca por la ladera,
perdida toda idea de sí mismo, toda imagen nacional.
Es posible que no sea candidato, o mejor dicho que no le alcance el envión entre los
sueños solapados del presidente Duhalde, las encuestas optimistas de De la Sota, la
coincidencia de los poderes con
Si rompe con el peronismo corre el eterno peligro de quedarse solo, ser simple
izquierda, ser no “negocio”. Si se queda adentro, ya nadie sabe en qué paraje en
realidad se queda: corre el peligro de no darse cuenta un día que él tampoco existe.
En ese maltrecho peronismo que vendió todas las almas por depósitos bancarios,
Kirchner es otra cosa: insiste en dar cuenta de que ésta no fue toda la historia. Que hay
una última narración escondida en los mares del sur.
DISCURSOS
NESTOR KIRCHNER
Discurso Parque Norte (2004)
Me preguntaban cómo viví el 11 de marzo del 73. Me tocó ser el fiscal de mesa y
recuerdo hasta hoy que había tanto miedo a la trampa y al fraude que la orden que
teníamos era subirnos a los camiones que transportaban las urnas para cuidarlas hasta
que se terminara de revisar el último voto. Era el 11 de marzo del 73, una generación de
argentinos nos incorporábamos a la vida democrática con la fuerza y el deseo de
construir un nuevo país. Después nos tocó vivir tantas cosas, nos tocó pasar tantos
dolores, nos tocó ver diezmada esa generación de argentinos que trabajaba por una
Patria igualitaria, de inclusión, distinta, una Patria donde no sea un pecado pensar, una
Patria con pluralidad y consenso como el que tenemos hoy aquí, que el hecho de pensar
diferente no nos enfrentara sino por el contrario, nos ayudara a construir una Argentina
distinta.
Tenemos que volver a reconstruir el espacio de los militantes, de los cuadros, tenemos
que volver a valorar la política y no queremos que se repita la mecánica casi empresaria
de la política que tiende a acordarse de los amigos y de los compañeros para utilizarlos
en cuestiones electorales. (Aplausos)
No queremos ayudar a conjugar y a que todo el mundo nos diga que sí, a tener tropas
“disciplinadas”, como se estila. Queremos tener compañeros que piensen, que nos
digan la verdad, que tengan capacidad transgresora, que ayuden a equivocarnos lo
menos posible. (Aplausos).
Queremos terminar con la idea del influyente, del “vení conmigo que yo tengo
conexiones” para generar el acomodo en la historia, porque eso también quebró la
moral de la política, de la práctica, que tanto daño hizo. (Aplausos).
También cuando hay una masa crítica que piensa, que elabora, que participa, evita que
aquellos que tenemos que ir a cumplir responsabilidades nos creamos más de lo que
somos y nos olvidemos de dónde venimos y para qué venimos (Aplausos).
Y en esta Argentina en la que nos tocó vivir un año 2001, que nos tocó ver explotar la
política, que nos tocó ver las cosas que vimos durante todo este tiempo, es fundamental
poner todas nuestras fuerzas para construir ámbitos como el que hoy se empieza a
construir aquí. Acá no vinimos con la ficha de afiliación, acá no vinimos a pasar
listados, acá no vinimos a ver quién está presente o quiénes están ausentes, acá vinimos
peronistas y no peronistas, gente de todas las ideas y de todas las fuerzas que quieren
cambiar a la Argentina a sentarnos en una mesa para empezar a discutir, para empezar
a pensar en conjunto, para calificar la política. (Aplausos).
Queremos nuevamente que los locales políticos no sean lugares de “trenzas”, o que no
sean lugares -para definirlos con toda exactitud- donde nos juntemos solamente a
tomar unos vinos o a comer asados. Queremos que los lugares políticos sean lugares de
meditación, de formación, de conciencia cívica, que tiendan a consolidar una
Argentina diferente. (Aplausos).
Por eso cuando estamos tratando de levantar esta Argentina que fue hundida y
quebrada, cuando tengo que soportar que me digan verborrágico, que me digan que
sobreactúo por ei sólo hecho de defender a la Argentina, de decir lo que pienso y pensar
que hay que levantar este país quebrado, con dignidad, con responsabilidad y
racionalidad, no entiendo por qué me agreden así aquellos que condujeron la Argentina
durante tantos años y nos llevaron a ese proyecto económico de hambre, de exclusión y
de desocupación. ¿Por qué nos atacan como nos atacan, porqué me dicen lo que me
dicen? ¡Que afronten ante la responsabilidad de la historia las cosas que hicieron, pero
que entiendan que en la Argentina hay nuevos y buenos aires para hacer un país
distinto! (Aplausos).
En este país las cosas tienen que ser serias y claras para hacer un país normal y serio. El
que hace las cosas bien debe ser absolutamente estimulado; el que investiga, el que
estudia, el que trabaja, definitivamente el más decente y el más honesto. Y como en
cualquier país serio del mundo el delincuente, el corrupto, el que no hace las cosas que
tiene que hacer debe ir a un calabozo, como corresponde, para construir un país
distinto. (Aplausos).Son valores y cuestiones que tenemos que llevar con todas
nuestras fuerzas adelante. No hay que caer en la disputa corta de espacios, hay que
construir la Argentina. Por eso el ámbito y espacio de hoy, en la diversidad y la
pluralidad que se ha generado aquí, no tiende a consolidar el liderazgo de nadie, sino la
presencia de argentinos y argentinas que quieren tener un rol protagónico en la
construcción de la nueva Argentina, en la construcción de la Argentina que nos
merecemos todos.
Por eso queridos amigos, compañeros y compañeras, nosotros tenemos que tomar la
lección de la historia, debemos entender que el concepto de solidaridad y pluralidad es
central, pero también debemos entender que tenemos que informarnos y prepararnos
para poder conducir con todas nuestras fuerzas y capacidad este pequeño país. Claro
que venimos de una situación límite, pero es hora también de que en la Argentina
tengamos clara memoria de las cosas que nos han pasado, pero no desde el
patrioterismo vacío, sino que desde el sentido de Patria, lleno de dignidad, de justicia y
de inclusión, podamos decir que lo que los argentinos pretendemos es tener una Patria,
un hogar y una bandera que nos cobije a todos y nos dé aunque sea un poquitito de
posibilidades para poder realizarnos. (Aplausos).
Tenemos que dejar de sentir vergüenza de las cosas que defendemos, nos quieren hacer
sentir a veces que son posturas que deben ser “revisadas” en nombre de la supuesta
racionalidad. ¿Qué es la racionalidad, amigos y amigas, compañeras y compañeros?
¿La racionalidad es bajar la cabeza, acordar cualquier cosa pactando disciplinada y
educadamente con determinados intereses, y sumar y sumar excluidos, sumar y sumar
desocupados, sumar y sumar argentinos que van quedando sin ninguna posibilidad? ¿O
la racionalidad es trabajar con responsabilidad, seriedad, con fuerzas para abrir las
puertas de la producción, del trabajo y del estudio para todos los argentinos? Yo quiero
adherir a este tipo de racionalidad, es la única racionalidad viable que nosotros tenemos
para poder realizarnos. (Aplausos).
Claro que hay asignaturas pendientes por doquier, pero también asumamos de dónde
partimos, un país que lo llevaron a deber 174 mil millones de dólares. No hay otro país
en el mundo que lo hayan endeudado así. Y los que lo endeudaron, los que fueron
símbolos intelectuales de ese endeudamiento todavía nos quieren decir qué es lo que
tenemos que hacer. ¡Por Dios, argentinos y argentinas, reaccionemos y tengamos
buena memoria! (Aplausos).
Cuando veo que algunos se desesperan por tratar de mostrarse y existir en la vida
política o haciendo oficialismo cerrado o haciendo oposición por oposición para
figurar en los diarios, digo ¿no se dan cuenta, no caminan la Argentina? Cuando vamos
barrio a barrio, provincia a provincia, vemos miles y millones de compañeros, de
hermanos y hermanas argentinas que nos miran con lágrimas en los ojos, en el olvido a
que han sido sometidos. ¿Por qué no dejamos de jugar a la política corta y escribimos la
historia grande de una Argentina que nos contenga a todos? (Aplausos).
Nosotros tenemos que ser el punto de inflexión de esa Argentina vacía y sin contenido,
de esa Argentina donde el que más triunfaba era el más sinvergüenza y tenemos que
construir la Argentina donde el obrero vuelva a ser el respeto central de nuestras
acciones, el que estudia pueda ser valorado como corresponde, el que investiga - el
investigador- vuelva a ser tener el lugar que merece. Que podamos, como cuando
éramos chicos, mirar a nuestros padres y ver el símbolo del esfuerzo y del trabajo, y
ellos sentirse orgullosos de que con su esfuerzo y trabajo lograron que la generación
que viene esté mejor que la que se va. Eso es cuando un país empieza a cambiar, no
como nos pasó hasta ahora en la Argentina y que estamos tratando de revertir, que la
generación que viene está peor y se tiene que ir a acurrucar en la casa del viejo para
poder sobrevivir y tener un techo. ¡Hay que dar vuelta a la historia y yo sé que con
ustedes vamos a tener la posibilidad de hacerlo! (Aplausos)
Claro que uno puede tener posturas y determinadas consignas que pueden ser muy
lindas, pero lo que yo aprendí durante toda mi vida de militante es que lo importante es
poder ir llevando paso a paso nuestras ideas para poder concretarlas. Yo lo que no
quiero es mentirle al pueblo argentino, no quiero hacer un manoseo más de la
credibilidad de nuestra Argentina y les voy diciendo paso a paso lo que vamos
haciendo, pero no me van a ver a mí tratando de mostrar un proyecto grandioso para
después defraudar a todos. Prefiero ir construyendo con todos ustedes día a día la
nueva Argentina, pero sin caer en promesas vanas y vacías. (Aplausos).
Nos decían cuando nos tocó empezar a gobernar. “ diez días y se cae, quince días y se
cae”, rogaban que nos cayéramos y que no pudiéramos funcionar. Ahora dicen que nos
vamos a caer a fines del 2004 o del 2005, y mañana no sé cuándo dirán. Yo digo por
qué, si el éxito de la Argentina va a ayudar a cobijamos a todos los argentinos.
Lo mismo cuando vamos logrando acciones, vamos logrando inversiones y dicen "pero
no hay un proyecto a largo plazo". Salen con lentes, con cara de serios, con corbata,
queriendo mostrarse como si fueran grandes pensadores de la vida nacional.
(Aplausos) Qué razón tenía Jauretche en su libro “Zonceras argentinas”: creen que
porque se juntan cinco, ponen cara de serios, se colocan anteojos, cara de pensadores y
dicen hay que hacer con la Argentina esto y esto. Nosotros los conocemos porque lo
vimos, nos dijeron durante toda la década del 90: tengan paciencia, esperen que el vaso
va a derramar. Derramó en hambre, en exclusión, en olvido, queridos amigos y amigas.
(Aplausos).
Por eso nosotros desde acá venimos a convocar al amor, a la convivencia, hay que abrir
todas las compuertas y hay que buscar que la Argentina en la diversidad y la pluralidad
pueda construir el destino que necesitamos. Es absolutamente factible, día a día vamos
a seguir mejorando, día a día recorreremos nuestro país, día a día nos arrimaremos y
trabajaremos palmo a palmo con aquellos hermanos y hermanas que más necesitan; día
a día iremos construyendo una Argentina donde se puedan ir consolidando las
posibilidades de tener absolutamente mediatizada la concentración económica y una
distribución del ingreso diferente. Pero para eso hay que ir construyendo el país y el
país no se construye solamente desde un discurso. Desde un discurso se expresan las
intenciones pero el país se construye con acciones que se implementan día tras día,
hora tras hora, minuto tras minuto para poder cambiarlo. (Aplausos).
Yo les quiero contar que no soy ni eufórico ni depresivo, pero que me siento optimista
y con fuerza, me siento con absolutas ganas de avanzar y construir un país distinto. Yo
sé que a mí por el voto de todos ustedes, por la voluntad del pueblo argentino me toca ir
adelante. No tengan ninguna duda, lo dije el día que me tocó asumir, no vine a dejar las
convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno (aplausos) ni vine a sentarme en un
sillón para seguir estando por estar, para tratar de ser por ser o para tratar de hacer una
presidencia de protocolo como les gusta a muchos. Les puedo asegurar que he venido a
poner todo lo que tengo, con mis aciertos y mis errores, como todos los seres humanos;
me vine a jugar con todos ustedes por un país distinto. ¡No me interesa durar 10 años de
fracaso o cuatro años y medio -como me tocan- de fracaso, prefiero vivir dos años, un
año, dos horas o un minuto a pleno sabiendo que tengo que hacer lo que nuestro pueblo
necesita y lo puedo hacer! (Aplausos).
A pocas horas de empezar el gobierno nos decían que estábamos abriendo muchos
frentes, pero nosotros dijimos “venimos a construir una Justicia independiente en la
Argentina”. Cuando empezamos a construir una Justicia independiente, y está probado
en la Corte Suprema que se está constituyendo en nuestro país, aparecieron aquellos
que no querían cambiar nada y entraron a mostrar su verdadera cara. Ustedes los
vieron, decían “están haciendo procedimientos que no corresponden", cuando nos
movimos dentro del marco de la ley. Pero dijimos que este país necesita justicia y los
doctores que van a la Corte Suprema de la Nación Argentina son absolutamente
independientes, apenas los conozco, hicimos una Justicia independiente y está en
marcha. (Aplausos).
Dijimos que veníamos a terminar con la impunidad, que queríamos justicia, verdad y
memoria, y salieron a decir que por qué removía el pasado. Yo pensaba y pienso que no
es el pasado sino que es el presente doliente de 30.000 argentinos que fueron
desaparecidos por pensar diferente. (Aplausos).
Dijimos que veníamos a terminar con la vergüenza de las leyes de Obediencia Debida y
Punto Final, y se ha declarado la nulidad de las mismas, para que haya verdadera
justicia y para que haya verdadero equilibrio y responsabilidad en nuestro país.
Dijimos que veníamos a construir un país donde las posibilidades y la defensa del
capital argentino, el empresariado nacional, la producción y el trabajo argentino sean
prioritarios. En 9 meses de gobierno bajamos 9 puntos la desocupación en la
Argentina, nunca en tan poco tiempo, tan rápido, bajó tanto la desocupación.
(Aplausos) Calculo que cuando el INDEC decía que había 25 ó 26% de desocupación
había algunos que lo levantaban, ahora que hay el 14,5% no van a decir que no están de
acuerdo. Es la realidad concreta, con esas mismas cifras fue bajando.
Dijimos que veníamos con toda nuestra fuerza a recuperar la posibilidad de la industria
nacional, de la sustitución necesaria que hay que hacer, de la capacidad de realización
de nuestro país y ya está en marcha, recuperándose fuertemente la producción
nacional, inclusive marcando con realidad las posibilidades de crecimiento económico
que tenemos en esta etapa.
Pero también dijimos que veníamos a esclarecer atentados e íbamos a abrir el derecho a
la verdad y a la justicia, y hoy que vemos tantos problemas y atentados como el de
España que pasan en el mundo, podemos decir que nosotros tuvimos el valor de abrir
todos los archivos secretos para saber la verdad de esos atentados que enmudecieron a
los argentinos, como fueron los de la AMIA y la embajada de Israel.
Dijimos que veníamos con toda nuestra fuerza a invertir más en la educación
universitaria, a invertir más en investigación, y ya los presupuestos lo van marcando.
Claro que falta mucho más, claro que hay que invertir más allí, pero hay que ver de
dónde partimos, hay que ver dónde estábamos para poder entender cómo hemos
avanzado y cómo estamos tratando de llegar. Y claro, estamos decididos a ir
afrontando problema tras problema y situación tras situación, para ir esclareciendo y
para ir fortaleciendo, invirtiendo y generando las posibilidades de ese país diferente.
Dijimos que íbamos a renegociar los contratos de servicios públicos con dignidad, y así
lo estamos haciendo. Dijimos que no iba a caer sobre las espaldas de la gente el
aumento de tarifas y cayeron sobre los grupos económicos, fundamentalmente los que
exportan en dólares y cobran en pesos. (Aplausos).
Es decir que estamos tratando, con los errores que se pueden cometer, de cumplimentar
lo que decimos para que nuestra sociedad vuelva a creer.
Dijimos que veníamos con los brazos abiertos a no hacer ningún tipo de diferenciación
partidaria porque estábamos cansados de ver a esta Argentina partida por las cúpulas
políticas, que no entendían lo que estaba pasando en el subsuelo de la patria, y les
puedo asegurar que estamos haciendo todos los esfuerzos para que así sea,
absolutamente abiertos, dispuestos a escuchar, dispuestos a corregir, dispuestos a
poner todo nuestro esfuerzo para que los argentinos podamos converger en un proyecto
común.
Tenemos que volver a recuperar las ansias de la participación, pero nosotros mismos
también tenemos que hacernos la autocrítica, debemos entender que la política no
puede ser una herramienta para buscar solamente el mejoramiento de nuestra posición
y nuestra vida. Si los militantes y los dirigentes políticos entienden que tienen que ser
los que den el primer ejemplo, les puedo asegurar queridos amigos y amigas,
compañeras y compañeros, que estaremos dando un salto cualitativo. Esto es
tremendamente importante, tenemos que dar ese ejemplo y evitar las tentaciones.
(Aplausos)
Creo honestamente que tenemos que avanzar con todas nuestras fuerzas, que tenemos
que poner toda nuestra mayor capacidad de creación, pero les voy a contar algo que me
pasa en privado todas las mañanas: es tal el endeudamiento que tiene la Argentina que
para saber y para darme fuerzas para seguir la tengo que imaginar. ¿Se imaginan
ustedes 170.000 millones de dólares de deuda, 5.000 millones en BODEN que vencen
el año que viene en dólares y 5.000 más en el 2006? ¡Yo no generé esta deuda pero
estoy dispuesto a ponerle el pecho con toda nuestra fuerza para hacer una negociación
justa y digna que nos permita salir! (Aplausos) Ni ustedes. Tengo que imaginarla y me
dicen: “hay que definir la proyección, las metas”, ¡yo digo por qué no pensaron!
Nosotros vamos definiendo con seriedad y responsabilidad las metas y proyecciones,
aquéllos que dicen esas cosas por qué no pensaron antes de endeudar a la Argentina
como la endeudaron. O si me disculpan, cómo casi la pusieron a remate a espaldas de
todos los argentinos.
Queridos compañeros y amigos: les quiero ser totalmente sincero, yo no tengo una
actitud imperativa cuando digo que vamos a pagar el 25 y vamos a hacer un recorte del
75; no es una actitud viril, de fuerza la que hago, es una actitud de la realidad argentina:
juntando monedas entre todos los argentinos no podemos pagar más que eso. Este es el
esfuerzo que debemos hacer todos nosotros. (Aplausos)
Se los digo a través de los medios a todos los argentinos y argentinas que están en sus
casas, a aquéllos que les dicen que tenemos que pagar más porque es fundamental
quedar bien y cumplir el compromiso -que son los que tomaron el compromiso de la
deuda- yo les pido que digan la verdad a todos los argentinos. ¿Saben lo que significa
pagar más? Es eso que nos prometió un ministro que estuvo 15 días en el Gobierno y
tuvo que salir corriendo y rápidamente: pagar más es sacar plata de las universidades,
sacarle plata a los trabajadores, sacarle plata a los planes sociales, sacar plata a la
educación argentina, sacar plata de la inversión en el trabajo, sacar plata a la
producción, seguir perjudicando a los argentinos. Yo prefiero que me traten como me
tratan pero saber que por lo menos con esfuerzo impedimos que le quiten un peso más
a este sufriente pueblo argentino para alimentarle las posibilidades de un futuro
distinto. (Aplausos).
Las cosas las tenemos que llamar por su nombre, todos tenemos que estar atentos,
porque los argentinos seremos afectados directos de las decisiones incorrectas y no
vamos a tener ningún tipo de actitud que sea intemperante o imperativa. Nos va a guiar
el buen sentido y la responsabilidad argentina que tuvimos siempre porque la dignidad
se practica con las acciones de todos los días, la dignidad se practica en los hechos y no
en la consigna, la dignidad se practica tomando acciones todos los días que lleven a
defender las posibilidades de un país distinto, la dignidad se practica no mintiéndole a
la gente, la dignidad se practica trabajando, la dignidad se practica haciendo, la
dignidad se practica no robando, la dignidad se practica haciendo trabajo, la dignidad
se practica generando inclusión social, la dignidad se practica abriendo los brazos y las
puertas para un país distinto. (Aplausos).
Con Cristina cuando tenemos problemas límites -a veces uno viene con los problemas
en la espalda- e inclusive cuando las situaciones se complican y veo a los amigos
periodistas que me preguntan angustiados cómo está cada situación y uno tiene que
absorber la responsabilidad que tiene, les puedo asegurar que tomamos fuerza,
combinamos sentimiento con acción y es lo que yo les contaba a ustedes: pienso
entonces cómo me pueden sobrepasar las responsabilidades después que tanta gente
dio tanto y tanta gente quedó en el camino por un país mejor. (Aplausos). Me siento
con muchas ganas.
También algo que les quiero decir a ustedes aquí. Cuando dicen que venimos por el
revanchismo del pasado, cuando queremos que haya justicia, memoria, que se termine
definitivamente la impunidad de ayer, de hoy, y generar los caminos para que la
impunidad no exista más en la Argentina, yo les puedo asegurar que no vengo con
ningún tipo de revanchismo, no vengo con odios porque el odio no construye nada,
pero creo que la voluntad de los argentinos es tener un país donde haya justicia, verdad,
memoria sin impunidad ni odios, sino que haya justicia. Ahora me pregunto yo, ¿la
justicia es sinónimo de odio, la justicia es sinónimo de remover el pasado o la justicia
es la justicia sea en el tiempo que sea? ¿O el paso del tiempo habla de la no justicia
porque pasó mucho tiempo? La justicia se debe aplicar siempre porque es la única
forma en que podemos construir un país diferente. (Aplausos)
Yo quiero cerrar este 11 de marzo acordándome de los jóvenes radicales del 73, de los
jóvenes de la Alianza, del doctor Allende del año 73, de los jóvenes de la democracia
cristiana, los jóvenes de los partidos de izquierda, de los jóvenes del Justicialismo que
creían que se podía hacer un país distinto. Nosotros creemos y lo vamos a hacer,
tomamos el desafío y el mandato de la historia. Contamos con todas nuestras fuerzas,
con las fuerzas de los jóvenes independientes, de los profesionales, de los
universitarios, de la gente de Argentina, de argentinos que creemos que la justicia se
puede construir.
Amigos y amigas de todas las ideas: muchísimas gracias, gracias por dar este ejemplo
de convivencia, gracias por compartir este momento. Dios quiera que podamos escribir
un tramo importante de la historia argentina. Muchísimas gracias, muchas gracias por
compartir este momento. (Aplausos)
Inauguración Cumbre de las Américas (2005)
INTRODUCCIÓN -- Carlos Bosch
Por un momento cerremos los ojos e imaginémonos en el año 2005. Evo Morales,
Rafael Correa, Manuel Zelaya, Fernando Lugo y Michelle Bachellet todavía no
habían llegado a la presidencia. Por la Patria Grande sólo estaban Hugo Chavez, Luis
Ignacio “Lula” da Silva y Néstor Kirchner (nada más... y nada menos). Sin embargo,
en la 4a Cumbre de las Américas, en la ciudad de Mar del Plata, el foco de la prensa
internacional no estaba puesto en ninguno de ellos, la gran atracción pasaba por el
presidente de Méjico, Vicente Fox y, sobre todo, el presidente de EEUU, George W.
Bush. Se suponía que estos mandatarios iban a lograr dos cosas: que Latinoamérica se
uniera al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) y que la incipiente ola de
gobiernos populares latinoamericanos se detuviera para luego volver a las recetas
clásicas del Consenso de Washington. En esas circunstancias, nuestro presidente
Néstor Kirchner dijo lo siguiente:
Si esta construcción colectiva, que quiere abarcar la geografía americana que atraviesa
la última década de su historia, tiene que integrar un tema central a su agenda para
producir resultados que ayuden al bienestar de nuestros pueblos, ese tema tiene que ser
el lema de esta IV Cumbre, donde los señores presidentes y los representantes de los
distintos países queremos dejar de hablar en voz baja para hablar en voz alta y buscar
los puntos de acuerdo y solución que nuestro hemisferio necesita.
El lema que nos convoca nos hace percibir la necesidad y la presencia de nuevos
paradigmas. Crear trabajo decente, cómo hacerlo de la mejor y más eficaz manera está
en la clave del debate sobre cuáles son los mejores caminos para lograr un desarrollo
sustentable que garantice el bienestar de nuestros pueblos, vinculado con los atributos
de la libertad, la justicia, la seguridad y la protección, el trabajo, la creación de trabajo
no sólo es un fundamental vehículo de integración social, sino que puedeconstituirse en
la verdadera clave de la construcción de la gobernabilidad.
En la obtención de esos consensos para avanzar en el diseño que las nuevas políticas
que la situación exige no puede estar ausente la discusión respecto de si aquellas
habrán de responder a recetas únicas con pretensión de universales, válidas para todo
tiempo, para todo país, todo lugar. Esa uniformidad que pretendía lo que dio en
llamarse el “Consenso de Washington” hoy existe evidencia empírica respecto del
fracaso de esas teorías. Nuestro continente, en general, y nuestro país, en particular, es
prueba trágica del fracaso de la “teoría del derrame”.
Las consecuencias nefastas que las políticas de ajuste estructural y del endeudamiento
externo tuvieron para el pleno ejercicio de los derechos humanos, en especial los
derechos económicos, sociales y culturales, se viven y recorren trágicamente el mapa
de la inestabilidad latinoamericana. No se trata de ideologías, ni siquiera de política, se
trata de hechos y de resultados.
Son los hechos los que indican que el mercado por sí solo no reduce los niveles de
pobreza y son los hechos también los que prueban que un punto de crecimiento en un
país, con fuerte inequidad, reduce la pobreza en menor magnitud que en otro con una
distribución del ingreso más igualitaria.
Los resultados de las recetas que criticamos son los que se vieron reflejados en la crisis
argentina del 2001 y en la caída de varios gobiernos democráticos de la región, algunos
de ellos transitando aún una preocupante inestabilidad institucional.
Una nueva estrategia de desarrollo tiene que apuntar a obtener fuentes de recursos que
deriven del esfuerzo y trabajo diario de nuestros ciudadanos. Necesitamos crear,
producir, exportar bienes y servicios, innovaciones científico técnicas y creaciones
culturales.
En nuestro país con mucho esfuerzo compartido, pero sin ayuda alguna del Fondo
Monetario Internacional, tras reducir en términos netos más de 14.900 millones de
dólares nuestra deuda con organismos multilaterales de crédito, y obtener una exitosa
reestructuración de la deuda, superando el defautl hemos logrado importantísimos
avances en esta lucha por la equidad.
Durante nuestro Gobierno la pobreza bajó del 57.5 por ciento al 37.7 por ciento y
salieron de la pobreza 5.600 mil personas y abandonaron la indigencia 5.300 mil
personas. Entre el primer semestre de 2003 y el primer semestre de 2005, un 33.5 de los
hogares que eran pobres dejaron de serlo, es decir uno de cada tres. En el mismo
período un 53.4 de los hogares que eran indigentes dejaron de serlo, es decir más de
uno de cada dos.
La baja del índice de la población en condiciones de indigencia fue del 27.5 al 12.6;
entre julio de 2003 y agosto de 2005, el índice general de salarios creció un 28.74
ubicándose un 16.49 por encima del crecimiento de la canasta básica de alimento y un
13. 85 por encima de la canasta básica local.
Por primera vez en años disminuye la desigualdad en tanto el quintín de los ingresos
más altos, pierde a favor de los quintines más bajo un 2.1 por ciento. La Argentina está
logrando con grandes esfuerzos, repito, retomar la senda del desarrollo y ha alcanzado
un importante y sostenido crecimiento de su economía, a la vez ha logrado reducir,
como vimos, de manera significativa los índices de desocupación, de pobreza e
indigencia.
El superávit primario consolidado se ubica en un 5 por ciento del PBI y las reservas
crecieron de menos de 10 mil millones de dólares a más de 26 mil millones de dólares.
Las exportaciones tienen grandes posibilidades de llegar este año a 40 mil millones de
dólares, estimándose su crecimiento en un 15 por ciento haciendo crecer el superávit
comercial. Desde la salida del default, Argentina se consolida como una oportunidad
para las inversiones productivas.
Para la Argentina, que corría hacia el abismo, había ayuda y fondos frescos; para la
Argentina que con esfuerzo y soledad se recupera, no hay refinanciación. Merecería
esta situación que García Márquez le dedicara unos párrafos de su “realismo mágico”.
(Aplausos)
Por si todo esto fuera poco, como en tantos países en desarrollo, continuamos siendo
afectados tanto por esa visión arcaica del tema de la deuda, como por un sistema de
comercio internacional injusto para los productos agrícolas, donde los subsidios y
medidas paraarancelarias de los países desarrollados, continúan impidiendo que
nuestros países puedan crecer plenamente con sus recursos genuinos. (Aplausos). Es
como si se pretendiera que cayesen sobre nosotros las diez plagas de Egipto.
Por eso, seguimos pensando que no nos servirá cualquier integración; simplemente,
firmar un convenio no será un camino fácil ni directo a la prosperidad. (Aplausos)
La integración posible será aquélla que reconozca las diversidades y permita los
beneficios mutuos. Un acuerdo no puede ser un camino de una sola vía de prosperidad
en una sola dirección. Un acuerdo no puede resultar de una imposición en base a las
relativas posiciones de fuerza. Por el contrario, como en otras latitudes -está allí el
testimonio de la Unión Europea-, los acuerdos de integración comercial deben
contemplar salvaguardas y compensaciones para que los que sufren atrasos relativos,
de modo que el acuerdo no potencie sus debilidades. Ese es un modo no sólo aceptable,
sino fundamentalmente viable.
En este sentido, respecto a nuestro continente, como hoy se lo decía al señor presidente
de los Estados Unidos, sigo creyendo que por las cuestiones de liderazgo en la región,
su Nación, su país, la Nación de los Estados Unidos, tiene una responsabilidad
ineludible e inexcusable para ayudar a ir dándole el lugar y la posición definitiva y final
a este marco de asimetrías que tanta inestabilidad han traído a la región.
Peor aún, no podemos ignorar datos estadísticos que dan cuenta de un creciente y
preocupante desapego por el sistema democrático de los habitantes de distintos lugares
de nuestra región como consecuencia de la falta de una digna calidad de vida.
Llegamos así y por esa vía a un rejuntado paradojal: en nombre de la democracia
tenemos menos democracia.
Los países con mayor desarrollo deben asociarse a las estrategias de crecimiento
sustentable de los países menos desarrollados en la inteligencia de que allí está su
conveniencia, ayudando a que el mundo sea más estable, seguro y pacífico.
No lo proclamamos desde ninguna teoría, invitamos a ver los sufrimientos y los logros
que tuvo la Argentina, invitamos a ver la durísima experiencia que hemos tenido,
invitamos a tener en cuenta la paulatina recuperación de nuestra autoestima, el
fortalecimiento de nuestras instituciones y la tarea fundamental de crear trabajo
decente tras el norte de la equidad y la inclusión social.
Debemos lograr que la globalización opere para todos y no para unos pocos. Por eso
sostenemos que la integración económica regional y en la multilateralidad política se
encuentran las llaves de un porvenir donde el mundo sea un lugar más seguro.
Esperamos que estas jornadas de trabajo nos sirvan para representar mejor a nuestros
pueblos, que los presidentes tengamos todo el coraje que la hora y el tiempo indican,
que tengamos la fuerza y la fortaleza de plantear nuestra verdad relativa, que tengamos
también la capacidad de escuchar al otro y de buscar en la verdad relativa de uno y del
otro esa verdad que nos pueda sintetizar en la construcción de los nuevos tiempos que
deseamos. Pero hay que hablar claro, tenemos que decir lo que pensamos.
Así que, les agradezco profundamente vuestras presencias en esta Cumbre, les
agradezco profundamente la participación activa que tienen y, desde la
Argentina, con absoluta responsabilidad y humildad, hemos querido dejar en
claro cuál es la visión relativa que tenemos de la etapa y del tiempo que nos toca
vivir. Muchísimas gracias.
24 DE MARZO EN EL COLEGIO MILITAR (2006)
INTRODUCCIÓN -- Juan Pablo Marinelli
En el juicio a las Juntas la causa 13.984 caratulada “Jorge Rafael Videla y otros” quedó
suficientemente probado que a partir de ese día se instrumentó un plan sistemático de
imposición del terror y la eliminación física de miles de ciudadanos sometidos a
secuestros, torturas, detenciones clandestinas y toda clase de vejámenes. En este propio
Colegio Militar fueron secuestrados cadetes que luchaban por la vida y por la
democracia. Por eso nunca más el terrorismo de Estado, hasta acá llegó.
Hace pocos días el Honorable Congreso de la Nación dispuso por ley que esta fecha,
“Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, figure entre los feriados
nacionales inamovibles. Debe ser ésta, entonces, una jornada de duelo y homenaje a las
víctimas y también para la reflexión crítica sobre la gran tragedia argentina que se abrió
un día como hoy de 1976 con el golpe militar que fue el camino y el instrumento del
terrorismo de Estado, la más cruenta de las experiencias antidemocráticas que nuestra
Patria haya padecido.
Venimos hablar en este día a los jefes de las Fuerzas, a los generales, almirantes y
brigadieres, a los oficiales superiores, a los oficiales jefes, a los jóvenes oficiales, a los
suboficiales, a los soldados voluntarios, al personal retirado y a los civiles que trabajan
en instituciones castrenses, le hablamos a las mujeres y a los hombres de la institución
militar, pero también hablamos para toda la sociedad, porque aquel golpe no se redujo
a un fenómeno protagonizado por las Fuerzas Armadas.
Los golpes de Estado padecidos por los argentinos han tenido en el siglo XX una larga,
luctuosa y difícil historia y nunca constituyeron sólo episodios protagonizados por
militares.
Cuando alguien abría la puerta de los cuarteles para ir hacia el poder y en contra de las
instituciones de la democracia, previamente habían concurrido otros a golpearlas;
poderosos intereses económicos cuya representación ha sido y es patéticamente
minoritaria trabajaron incansablemente para deteriorar las instituciones democráticas y
facilitar el atropello final a la Constitución.
Han contado también con el aporte de otros factores culturales, el aporte de distintas
concepciones del mundo de diversas ideologías, de los medios de comunicación y de
muchas instituciones que nunca toleraron el principio rector de la soberanía popular;
había algunos que hasta decían que el general Videla era un general democrático y que
era la transición que necesitábamos. (APLAUSOS) Esa soberanía popular que es base
irrenunciable de la institucionalidad republicana democrática.
Ese conglomerado económico cultural, social y político trató y lo logró por mucho
tiempo de convertir a las Fuerzas Armadas en el brazo instrumental y protagónico de
ese proyecto que afectó tanto a la estructura de la sociedad.
Otros miles poblaron las cárceles sin causa o con procesos ilegales y muchos miles más
encontraron en el exilio la única forma de sobrevivir. Cientos de niños fueron
arrancados de los brazos de sus madres en cautiverio al nacer y privados de su
identidad y de su familia. No se trataba de excesos ni de actos individuales. Fue un plan
criminal, una acción institucional diseñada con anterioridad al 24 de marzo y ejecutada
desde el Estado mismo bajo los principios de la doctrina de la Seguridad Nacional.
Sólo así podían imponer un proyecto político y económico que reemplazara al proceso
de industrialización sustitutivo de importaciones por un nuevo modelo de valorización
financiera y ajuste estructural con disminución del rol del Estado, endeudamiento
externo con fuga de capitales y, sobre todo, con un disciplinamiento social que
permitiera establecer un orden que el sistema democrático no les garantizaba.
Para el logro de estos objetivos querían terminar para siempre con lo distinto, con lo
plural, con lo que era disfuncional a esas metas. Ese modelo económico y social que
tuvo un cerebro, que tuvo un nombre y que los argentinos nunca deberemos borrar de
nuestra memoria y que espero que también la memoria, justicia y verdad llegue, se
llama José Alfredo Martínez de Hoz. (APLAUSOS)
Víctima de ese modelo fue el pueblo, que sufrió empobrecimiento y exclusión, de las
que todavía hoy afrontamos las terribles consecuencias. Lamentablemente, los
verdaderos dueños de ese modelo no han sufrido castigo alguno.
Todos hemos aprendido de aquel error. Ese proyecto criminal ha sido derrotado en la
conciencia política argentina. Nuestra sociedad, en la que casi la totalidad de los
sectores políticos, sociales, culturales y económicos rechaza ese pasado, lo juzga
críticamente y es por su lucha que los impedimentos jurídicos para el juzgamientos de
crímenes contra la humanidad, están derogados y la Justicia desarrolla su tarea con
total y absoluta independencia.
La dictadura militar fue una gran tragedia para el país; su ejecución, repito, no fue
solamente una responsabilidad castrense; también los sectores dominantes de la vida
económica y cultural contribuyeron a construir esa Argentina sometida a una estrecha,
mezquina y explotadora concepción del mundo.
Porque el pueblo que no piensa su pasado y que no lo elabora, corre el grave riesgo de
repetirlo; pero más importante aún que recordar, es entender, aunque para entender es
indispensable también recordar. Ese proceso de recordar, esa reconstrucción de la
memoria, es un valioso mecanismo de resistencia.
Muy por el contrario, creemos que la memoria no es sólo una fuente de la historia, sino
que es fundamentalmente un indispensable impulso moral y, además, es un deber y una
necesidad ética y política de la sociedad.
Afortunadamente, hoy tenemos una amplia y diversa producción cultural que, con
formato de ensayo, libro, testimonio, obras de ficción, teatro y cine argumental y
documental, expone y discute nuestro pasado inmediato.
Esas elaboraciones, esas discusiones son muy fecundas porque son plurales. Cuando
buscan la verdad y como lógica consecuencia la obtención de justicia, cuando no
persiguen el odio ni la revancha, pueden aportar el conocimiento del pasado. En ellas la
Argentina vive y transfiere su dinámica y su voluntad de persistencia y transformación
a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.
Pero sí, debo trabajar duramente para contribuir a asegurar principios básicos de la
convivencia. A los argentinos se nos ha hecho carne, después de mucho dolor, la
necesidad del respeto a la vida y a la dignidad de la persona humana y de la vigencia
efectiva de los derechos humanos que están constitucionalmente consagrados.
Me han escuchado reclamar públicamente en otros tiempos, que no había punto final
sin verdad; han oído también de mi boca, allí cuando otros lo apañaban, que no era
posible invocar a modo de disculpa legal el cumplimiento de órdenes manifiestamente
ilegales. Igual que en esos casos siempre hemos cuestionado que la facultad de indultar
haya servido para condonar o aliviar las condenas judiciales impuestas o para impedir
el juzgamiento de los responsables del mayor genocidio que nuestra historia recuerda.
En todos los casos, lejos de calmar la vocación ciudadana de justicia, se incrementó día
a día, mes a mes, año a año el reclamo de las víctimas, de sus deudos y de la sociedad
argentina.
Sigo anhelando que la verdad y la justicia predominen, pero aspiro lograrlo respetando
el marco institucional que la República impone. Hemos acompañado la anulación de
las leyes de punto final y obediencia debida (APLAUSOS) en la certeza de que ése era
el camino constitucionalmente adecuado para desandar el sendero de la impunidad al
que nos condujeron y al que nos quisieron dejar atrapados.
En pos de la verdad y la justicia, tal vez sea la hora de desarticular la red de impunidad
tejida a través de aquellos indultos. Algunos tribunales han declarado ya en casos
concretos su inconstitucionalidad, pero esta vez, también respetando el marco
institucional que la República impone, debe seguir siendo la Justicia quien deba dejar
con claridad la inconstitucionalidad de dichas normas que, a mi juicio, chocan
frontalmente con la ética republicana que recomienda que ante el crimen busquemos la
verdad y anhelemos la justicia. (APLAUSOS)
Nos quieren y me quieren, sectores de la extrema derecha y algunos otros, hacer caer
en una trampa, que no podemos dejar que nos lleven a ella por las democracias, sus
instituciones, la verdad y la justicia.
Quiero que mi decisión de seguir buscando la verdad y la justicia siga siendo tan firme
como mi respeto a las normas constitucionales y a las instituciones de la República en
la que la certeza de que todo está indisolublemente unido.
Queremos poner fin a los códigos del silencio que subordinan todo el ocultamiento de
la verdad. Descorriendo este velo sabemos que contribuimos a evitar que los verdugos
se mezclen con los ¡nocentes y se oculten detrás de las instituciones.
Con verdad, con memoria y con justicia, con castigo a los culpables, poniendo las
cosas en su justo lugar, echaremos las simientes para construir un país más justo.
Debo hoy también decir acá que en este edificio y todo establecimiento militar debe ser
para siempre solamente la casa del general San Martín y sus hermanos en la lucha por
la independencia: el general Belgrano y el almirante Brown. (APLAUSOS)
Debe ser la casa de San Martín, el gran libertador, que combatió en San Lorenzo, cruzó
Los Andes, luchó, libertó Chile y Perú y se abrazó en el combate independiente con
grandes americanos como O’Higgins y el gran Simón Bolívar.
Debe ser la casa de aquel San Martín que nunca desenvainó su espada en el campo
siniestro de las guerras civiles.
Debe ser la casa del ciudadano general Manuel Belgrano, el hombre que marchó a su
destino del general improvisado y nos legó la bandera que nos unifica distintivamente
como nación.
Debe ser también la casa de Guillermo Brown, ayer y hoy nuestro primer almirante, el
inmigrante que fundó nuestra flota y combatió con denuedo y sencillez. (APLAUSOS)
Y debe ser la casa y la Argentina de los principios de ese ilustre ciudadano y gran
político y pensador argentino que se llamó Mariano Moreno. (APLAUSOS)
Queremos sentirnos orgullosos de que todos los uniformes de los soldados de la Patria
sean respetados en su prestigio y vistos con alegría y no con temor, como ese temor que
tuvimos hace treinta años, queridos hermanos de las Fuerzas Armadas, que veíamos un
uniforme y creíamos que se nos terminaba la vida.
Miremos el pasado en nuestras guerras civiles y sin que la mía pretenda ser una
interpretación única de la historia, quiero que reflexionemos sobre el enorme espacio
de espanto que crímenes sin sentido abrieron en nuestra historia. La inmolación de
Manuel Dorrego en el siglo XIX y de Juan José Valle en el siglo XX, constituyen las
marcas iniciáticas de una tragedia que nos ha azotado hasta el presente.
Creo interpretar a mis compatriotas al estimar con optimismo el futuro, con esa
convicción que proclamamos: nunca más al golpe y al terrorismo de Estado, por
siempre respeto a la Constitución Nacional, verdad, memoria, justicia y, obviamente,
ni odios ni venganzas.
Solos aquellos que no tienen la verdad, solos aquellos que no creen en la democracia;
solo la actitud de aquellos que desprecian la diversidad, la pluralidad y el consenso y el
derecho a pensar distintos, pueden aspirar a tener esas nostalgias que duelen y
espantan.
Señor Videla, porque no merece que lo llame general, hay treinta mil argentinos que
fueron desaparecidos de distintas ideas y hay cuarenta millones de argentinos que
fuimos agredidos y ofendidos por su pensamiento fundamentalista y mesiánico. Espero
que la justicia proceda y a fondo.
Yo estoy seguro que esa verdad y esa justicia debe ser acelerada y encontrada y este 24
de marzo y todos los 24 de marzo deben servir en el marco de la construcción de la
verdadera memoria. Es una fecha que debe ser fuertemente consolidada y no tratar de
adueñarse nadie de ella, basados a veces en especulaciones políticas de corto lucro.
15 de julio de 2008. Habían pasado ya más de cuatros meses desde que el Poder
Ejecutivo Nacional anunciara el proyecto de retenciones móviles. Con ello, se había
despertado la reacción furibunda de las patronales agropecuarias, fogoneada y
patrocinada desde los poderes mediáticos. En esos meses de conflicto, asistimos a una
sucesión de embestidas que incluyeron, entre otras escenas, al desabastecimiento, la
quema de alimentos, su putrefacción a la vera de las rutas bloqueadas, la leche
derramada...
Ese día faltaban todavía cuarenta y ocho horas para que aquel que fuera instituido
como Vicepresidente de la República, traicionara el voto popular que lo había llevado
hasta allí y se transformara en un fugaz líder de la oposición. La --ahora-- tristemente
frase del “no positivo’’ sellaría así un nuevo capítulo más en la histórica lucha entre
los poderes concentrados y los proyectos populares. Y mientras el lock out se extendía
en los campos y estancias, en distintas ciudades, y sobre todo en los paquetes barrios
porteños, se escuchaba el eco de las cacerolas de los sectores de mayor poder
adquisitivo y algunas capas de la clase media.
Ese día Néstor pronunció un discurso memorable, en el que instó a todos: a los
trabajadores, a la clase media, a los intelectuales y a los empresarios a ser solidarios
y defender los intereses de la Patria. Pero también, Néstor le habló a los jóvenes y
pronunció un párrafo histórico, que se transformaría luego en mandato y bandera
para toda una generación:
Me están cayendo como nunca lágrimas de los ojos porque ver esta asamblea popular
fortalece la esperanza de cambio, fortalece la posibilidad de estar en un punto de
inflexión para construir un nuevo país, el país que nos contenga a todos los argentinos.
Todavía recuerdo aquel 25 de mayo del 2003 cuando nos dejaron la Argentina
prendida fuego, y tuvimos que poner el pecho para levantar la Patria, con coraje, con
fuerza y con amor.
Todavía recuerdo los rostros de millones de argentinos que clamaban por un trabajo,
por reconstruir su hogar, por poder vivir. Reconozco el permanente acompañamiento
del pueblo argentino, pero ustedes saben que hemos sido leales, que nos hemos jugado
siempre y que estuvimos al frente de todas las batallas de la recuperación argentina.
Me paro ante ustedes y ante todos los hermanos que nos están mirando por los distintos
medios y les digo que apenas empezamos nuestro gobierno, allá en el 2003,
terminamos con la Corte Suprema vergonzosa que tenía la Patria para garantizar la
justicia independiente.
Ustedes recuerdan que la noticia de todos los medios era cuando llegaba a la Argentina
la comisión del Fondo Monetario Internacional. Junto con la dignidad de este pueblo le
pagamos al Fondo y le dijimos chau, los argentinos vamos a gobernar nuestro destino.
También empezamos a construir hospitales, más de 300 mil viviendas, superávit fiscal
primario, comercial, entramos con toda nuestra fuerza en la construcción d la patria
grande y latinoamericana. Y también con mucha fuerza dijimos tenemos que crear
empleo, y generamos cuatro millones de trabajos, cuatro millones de empleos en
tiempo record en la Argentina.
Entramos a construir un país federal sin distinción de banderías, ayudamos a todas las
provincias argentinas, y junto con los gobernadores e intendentes fuimos construyendo
la patria diferente, trabajando solidariamente, sin importantes a qué partido
pertenecían. Trabajando con los trabajadores, con la Confederación General del
Trabajo, y con la Central de Trabajadores Argentinos, juntos todos, más allá de
cualquier diferencia, pensando en la patria, en la unidad, en el trabajo, en la equidad, en
la justicia y en la inclusión social.
Trabajamos par a par con todos los productores, y refundamos la industria nacional con
un crecimiento industrial que no veía en décadas la Argentina. Fuimos a trabajar y a
desendeudar a los productores argentinos, a quienes abrazamos, porque los
productores no son nuestros enemigos. Nosotros con los que tenemos que estar atentos
y tener cuidado es con aquellos pools que especulan con la riqueza argentina y que
quieren enriquecerse a costa de todo el pueblo argentino.
Esta Argentina que tuvo héroes como Mariano Moreno, José de San Martín, Manuel
Belgrano, Hipólito Yrigoyen, Juan Perón, el corazón vivo de la transformación, Eva
Perón, Evita. Y aquellos pañuelos blancos que fueron la conciencia viva de la justicia,
nuestras Abuelas de Plaza de Mayo, que siempre las recordamos con fuerza y amor.
Hemos trabajado intensamente por construir una Argentina diferente. Yo desde acá les
quiero agradecer y les pido que como me ayudaron a mí, la ayuden a Cristina que es
una mujer con coraje dispuesta a transformar la Patria.
O ustedes creen que si Cristina hubiera querido quedar bien con ciertos sectores
no lo hubiera hecho como lo hicieron tantos dirigentes dándose un abrazo en la
oscuridad, fuera del aire libre, tratando de arreglar este conflicto de cualquier
manera. Cristina dijo no, no vine a dejar las convicciones en mi casa, las voy a
llevar hasta el final, vine a luchar por una Patria justa, vine a luchar por la
equidad, por la inclusión social, para que se consolide el nuevo modelo, por el
nuevo tiempo, por la nueva historia.
Para algunos, lo que tenía que hacer la Presidenta, y era un acto de racionalismo, era
tratar de acordar de cualquier forma. Ese es el racionalismo claudicante y temeroso.
Cristina tiene el racionalismo de la inclusión, de la equidad, de la justicia y por eso está
al lado del pueblo y al frente de la lucha de la distribución del ingreso.
Todavía nos falta mucho. Generamos mucho trabajo, pero tenemos que recuperar la
calidad del trabajo; logramos la financiación para el sistema educativo con el 6 por
ciento del Producto Bruto Interno, pero falta una educación de calidad y que llegue a
todos los argentinos; logramos jubilar muchísimos compañeros y mejorar los sueldos,
pero tenemos que seguir mejorando los sueldos de nuestros jubilados para que
recuperen todo el tiempo perdido. Logramos el financiamiento de nuestras
universidades, pero tenemos que hacer universidades que consoliden cuadros al
servicio del crecimiento del país y de la transformación que el país está llevando
adelante.
¿Qué les quiero decir con esto? Que faltan asignaturas pendientes, estamos
conduciendo y tenemos la iniciativa política en el Estado, pero tenemos que mejorar el
Estado, tenemos que mejorar las neuronas del Estado, tenemos que hacer un Estado
eficiente, cristalino y al servicio del pueblo donde todo el pueblo se sienta
representado. Tenemos en claro cuáles son las asignaturas pendientes.
Cuando venimos a una plaza como esta, venimos a decir lo que hicimos, venimos a
criticarnos lo que hicimos mal y venimos a decir lo que nos falta hacer, porque lo
importante es tener los oídos bien abiertos y el corazón despierto para que el pueblo
siga en el proceso evolutivo hacia un mejor mañana.
En estos tiempos, en estos días, dijo la Presidenta que era fundamental, y escuchen
bien, que era fundamental, repito, que a la mesa de los argentinos los alimentos lleguen
a precios nacionales y no internacionales y puso las retenciones. Y aquellos que ahora
tienen que ser solidarios, no todos, pero aquellos de la concentración económica
saltaron rápidamente porque no quieren compartir ningún esfuerzo con el resto de los
argentinos. Entonces hay un Estado que tiene que poner equilibrio y las retenciones
permiten que ustedes puedan comer a costos nacionales.
La Presidenta me pidió que sigamos poniendo la otra mejilla, que por la Patria vale
todo, que unidos y solidarios vamos a lograr los objetivos que nosotros tenemos que
llevar adelante en la construcción de la Argentina que todos estamos soñando. Pero
también tenemos que tener en cuenta que el mundo vive un problema central con el
precio de los comodities, el petróleo, o sea, el de los alimentos.
Todos sabemos por qué suben los precios del petróleo, porque las transnacionales han
perdido reservas y entonces para mantener el valor de las acciones suben su precio y
nosotros tenemos que cuidar acá el bolsillo de todos los argentinos que es la tarea que
todos nosotros tenemos que llevar adelante con todas nuestras fuerzas.
Por eso también la Presidenta me pidió que les diga más institucionalidad, más
democracia y me dijo que me juramenta ante ustedes que nosotros respetamos la
decisión del Congreso Nacional sea cual fuera, no venimos a apretar a nadie ni
venimos a especular.
Todos sabemos que hemos sido sometidos a agresiones diferentes; todos sabemos que
nos intentaron confundir, pero todos sabemos que la historia muestra que el pueblo
jamás se confunde. Nosotros también dejamos en claro eso porque entendemos y
somos la generación que sufrimos terriblemente la falta de democracia cuando se
resolvía en otro lugar, que no era en el Congreso, que no era en el Poder Judicial o que
no era en el Poder Ejecutivo donde se resolvía en las sombras y en las sombras se
condenaron a muerte a 30 mil compañeros desaparecidos que nosotros tenemos todos
los argentinos, 30 mil amigos, 30 mil argentinos de distintas ideas.
Por eso, con la firmeza en las convicciones, con la firmeza en las ideas... muchos de
ellos ni siquiera cambiaron los collares, son los mismos. Por eso tenemos que tenerlo
absolutamente presente y por eso nuestra clase media, que fue lamentablemente
instrumentada muchas veces, tiene que darse cuenta que nunca van a encontrar
la solidaridad de los sectores de la oligarquía argentina; sí van a encontrar la
solidaridad de los trabajadores, de los intelectuales, de los estudiantes, de toda la
patria. Por eso la clase media argentina se encuentra acá.
Yo hoy les puedo asegurar que vine a esta plaza a convocar a los argentinos desde el
campo nacional y popular... y aquellos, fíjense ustedes, que cuando digo
permanentemente que acá quisieron destituir al gobierno nacional y popular, lo digo
con la fuerza de la realidad. Hoy están mostrando a todos los que actuaban en la
oscuridad, dónde están, cómo se movían. Hoy empezaron a verse en los diarios,
abrazados unos con otros. Ellos eran los que estaban y los que quieren desestabilizar la
Patria.
Ahí están los que quieren enlodar las banderas de Perón y Evita claudicando con
esa oligarquía que persiguió hasta el cadáver de Eva Perón; ahí están los que
claudicando y enlodando o queriendo enlodar la memoria de Perón y Evita se
abrazan junto a Rojas y a todos aquellos que históricamente estuvieron contra los
intereses nacionales y populares. Ahí están, ahí los vieron. También pasó en las
dictaduras y en la noche liberal.
Por eso, nosotros sigamos fuerte con las banderas y el espacio nacional y popular en la
alianza policlasista, en la convergencia de todos los sectores de la sociedad.
Y para ir terminando, queridos compañeros, que de esta plaza no salga un solo gesto de
rencor, sino un gesto de dignidad, venimos a defender nuestras ideas en paz, en
convivencia, en pluralidad; que no salga un gesto de odio, sino que pongamos la otra
mejilla; que no salga un gesto de intolerancia, sino la tolerancia que necesita la patria y
todos los argentinos.
Por favor, a todos los que están mirando, nosotros aceptamos la resolución del
Congreso Nacional sea cuál sea porque queremos más institución, más democracia y
porque es la única forma en que pueden convivir los pueblos civilizados que buscan la
justicia y la equidad. Esperemos que todos hagan lo mismo.
Basta al corte de rutas, basta a los comandos civiles, basta al grupo de tareas, basta a
todos estos esquemas de enfrentamiento, a estos esquemas de cobardía que el pueblo
no necesita más. Abramos los brazos, abramos las avenidas de la Patria, abramos la
convivencia, abramos la pluralidad.
¡Viva la patria, viva la Argentina, viva los trabajadores, viva los estudiantes, viva la
juventud, viva nuestros intelectuales, viva nuestras
Madres y Abuelas, viva el general Perón y Eva Perón, viva la patria! Fuerza, dignidad,
alegría, convivencia, con los brazos abiertos, con el corazón nuestro junto.
Los abrazo fuertemente y les digo y les juro, por Cristina, que me lo dijo y que se
los trasmita y que lo digo con lágrimas en los ojos, adelante con ustedes, no somos
los que dicen anímense y vayan, vamos adelante como corresponde.
Fueron cuatro meses de conflicto, que implicaron uno de los mayores intentos de
desestabilización democrática vividos durante los dos períodos presidenciales de
Cristina, propiciado por los sectores económicos concentrados en alianza con el
monopolio mediático. Fueron días en los que al lock out patronal se lo denominaba
huelga, donde se titulaba diariamente sobre la falta de disposición al diálogo del
Ejecutivo y la amenaza a la paz social, días en que un esquema progresivo de
tributación se lo caracterizó como confiscación. Así, por ejemplo, el 14 de marzo de
2008, el diario La Nación editorializaba:
Pero antes que todo ello sucediera, durante los primeros días de la medida de fuerza
de los ruralistas, Cristina pronunciaba este discurso--.
Las imágenes que me tocó ver este fin de semana largo, aquí en la República
Argentina, casualmente en Semana Santa, siempre Semana Santa ha sido emblemática
para los argentinos, y como si fuera una señal pegada, en esta oportunidad, a la
memoria de una de las peores tragedias que tiene la historia Argentina, y que fue la del
24 de marzo de 1976. Son señales tal vez que se toma la historia, la casualidad, pero lo
cierto es que en estos cinco días, el último día fue 24 de marzo.
Creo que en lo que nosotros pudimos ver, en estos días, hemos visto la transformación
tan importante, que ha tenido la Argentina, desde el año 2003, a la fecha. Recuerdo esa
Argentina de los años 2003, 2002, 2001, miles de argentinos en piquetes, cortando
calles, rutas porque les faltaba trabajo, porque hacía años que habían perdido su trabajo
o, tal vez, en el 2001, porque se habían apropiado de los depósitos de pequeños
ahorristas de la clase media, Eran los piquetes, como digo yo, de la miseria y la tragedia
de los argentinos. Este último fin de semana largo nos tocó ver la contracara, lo que yo
denominó los piquetes de la abundancia, los piquetes de los sectores de mayor
rentabilidad.
Eso sí, allá por 1991, cuando se instaura la convertibilidad, el uno a uno, se eliminaron
las retenciones. No había retenciones en la República Argentina, eso sí casi nos
quedamos sin productores con el uno a uno. Yo me acuerdo el surgimiento de los
movimientos de mujeres en lucha porque remataban los campos, me acuerdo los
primeros tiempos de nuestro propio Gobierno, cuando los dirigentes ruralistas, que hoy
amenazan, no al Gobierno, sino a la sociedad con el desabastecimiento de comida,
venían a pedir que por favor tuviéramos una política de recuperación en materia de
créditos bancarios para que no fueran rematados sus campos; política que realmente se
llevó a cabo desde el Banco Nación, que siempre -bueno es reconocerlo- hizo el
aguante a todos los productores.
Hay una rara conducta, muchas veces, es como que cuando hay pérdidas la sociedad
debería absolverlas, es una suerte de socialización de las vacas flacas y cuando las
vacas vienen gordas, las vaquitas para ellos y las penitas para los demás.
Es precisamente a partir del gobierno que se inicia en el año 2003, donde realmente
comienza a tener competitividad el sector, no es solamente un problema de alza de las
commodities. Para los brasileros también subió el precio internacional, sin embargo el
sector agropecuario brasilero, que no tiene retenciones, tiene un 16 ó 17 por ciento
menos de rentabilidad que el sector agropecuario argentino. Y ¿por qué? Muy simple,
por el tipo de cambio; sostener un tipo de cambio competitivo, como lo hace el Estado
argentino a través de un sistema, no de regulación cambiaría, sino de administración
cambiada, es decir, absorbemos dólares cuando entra y se liquida toda la cosecha para
que se mantenga el valor porque si no el dólar se cae, se hace con una política que está
siendo sustentada por el Gobierno y que también forma parte de la utilización del
superávit fiscal.
Pero además del tipo de cambio, imaginen por un instante, todos los hombres y mujeres
que dedican su vida con pasión al trabajo en el campo, que este dólar no estuviera más
a 3,17 o 3,18, que de repente estuviera a un tipo similar al que está la relación del real,
por ejemplo, con el dólar, qué sucedería, si realmente el Estado no se dedica a comprar
dólares, que también lo hace con el superávit fiscal.
Pero imaginemos, por un momento, que tampoco hubiéramos desacoplado los precios
del combustible; el campo consume aproximadamente 4 mil millones de litros de
gasoil, 4 mil millones de litros de gasoil, que no tienen a un precio internacional, sino a
un precio argentino subsidiado por todos los argentinos, subsidiado por todos los
argentinos. Pero sigamos imaginando, además, que los salarios no fueran en pesos
argentinos o las tarifas no fueran en pesos argentinos, es el sector que exporta
prácticamente todo. La soja se exporta, prácticamente, en un 95 por ciento, no se
exporta en pesos argentinos, se exporta en euros, en dólares, pero los costos son
argentinos que sostiene el peón rural, que es el peor pagado de toda la escala salarial.
Lo sostiene el peor pagado y el que más trabajo en negro hay, de esto se puede dar fe,
también, en el Ministerio de Trabajo, pese a las constantes inspecciones y contralor que
se hace desde el Ministerio de Trabajo. Pero todos saben que lo que estoy diciendo es
cierto.
Pero además, ese superávit fiscal que ayuda a sostener a todos los argentinos, inclusive,
los que menos tienen son los que más aportan, porque el IVA, que es el principal
ingreso impositivo argentino, lo pagan todos, hasta los desocupados cuando van a
comprar un litro de leche o un kilo de pan.
¿Saben cuánto hemos invertido, argentinos, en obras hídricas que han permitido
recuperar 8 millones de hectáreas que se anegaban? 3.600 millones de pesos.
También es parte del superávit fiscal. Hectáreas que, bueno es decirlo, cuando se
recuperaron estaban en el orden, no sé, de los 500, 800 dólares la hectárea, hoy, están a
precios siderales, se han quintuplicado, sextuplicado los precios. Esto lo saben todos,
pero lo saben también todos y cada uno de los habitantes que tienen un vecino o un
amigo o un conocido en el pueblo en la ciudad que lo vieron siendo propietario, dueño
de campo en el 2001, en 1999 y lo ven hoy, han visto cómo han podido reconstituir y
recuperar su nivel de vida. Está bien, nadie critica que puedan comprarse una 4 por 4 o
que vivan bien y que tengan lo que tantísimos argentinos querrían tener; lo que no me
parece bien es que además quieran hacerlo a costa de que otros argentinos no puedan
acceder a las cuestiones más elementales.
Yo quiero contarles además, argentinos, que en obra viales, que atraviesan todas las
provincias argentinas, yo veía el otro día a un grupo de productores ahí en Ceibas, en el
cruce de la 14, ahí estamos construyendo la Ruta 14, la autovía, la famosa “ruta de la
muerte”, lo sabe el Gobernador de Entre Ríos, ¿con qué fondos creen que se construyen
estas obras de infraestructura, la Ruta 9? 18.000 millones de dólares hasta ahora
únicamente en obra viales, hace poco inauguré la 81 que atraviesa la provincia de
Formosa y 5.600 millones de dólares más que vamos a invertir este año.
Yo me preguntaba cuando hablaba de la zona de Villa María, Córdoba, Río IV -allí veo
a un diputado de Río IV- la Ruta 9, ¿por qué se hace intransitable? Porque había agua,
no, intransitable por la cantidad de camiones que transportan mercaderías. Y está muy
bien que lo hagan, reses, granos, para salir por el puerto cerealero más grande del
mundo que es Rosario. Para ellos también lo estamos haciendo y para ellos
fundamentalmente es la Ruta 9, yo no ando por la Ruta 9 ni ando subida transportando
camiones, la mayoría de los argentinos tienen otras actividades. Con lo cual uno puede
observar el inmenso despliegue de infraestructura en materia vial, en materia de
recuperación hídrica. Y también en otros como en educación: 12 provincias argentinas
reciben el aporte del Tesoro Nacional para que sus maestros tengan un salario digno, ni
qué ver las escuelas.
O sea, podrán morirse los pollos argentinos veremos también tal vez crecer el precio de
los mismos. Ustedes saben que los argentinos consumen aproximadamente 30 kilos de
pollo por año más unos 70 kilos aproximadamente de carne, lo que nos convierte en
uno de los consumidores de proteínas más importantes del mundo y bienvenido sea
porque eso nos da neuronas y porque eso nos da una calidad humana que nos ha
distinguido en toda la América latina, pese a que algunos, tal vez, les gustaría que lo
que comen los argentinos a precios argentinos pudieran exportar mucho más y
entonces tener mayor rentabilidad.
Pero esto es lo que yo digo qué país queremos, si queremos volver al país de unos
poquitos o queremos volver a un país más justo, con mayor equidad, con mayor
distribución.
Porque las retenciones, no son medidas fiscales, son profundas medidas redistributivas
del ingreso. Escucho y leo muchas veces a periodistas que por allí tienen un marcado
tinte progresista, encarar el tema de las retenciones desde una percepción únicamente
fiscal. Pero a ver, ¿qué es la distribución del ingreso? ¿Cómo se hace la distribución del
ingreso si no es, precisamente, sobre aquellos sectores que tienen rentas extraordinarias
sino de qué ejercicio me están hablando en materia de distribución del ingreso, a quién
le vamos a pedir, a los países fronterizos, a quién, qué es la distribución del ingreso?
Algo que siempre se declama, algo que siempre se dice pero que muy pocas veces se
cumple, ¿por qué?, porque hay que tocar intereses que muchas veces son muy
poderosos y que cuestan.
Yo quiero llamar a todos estos sectores de los cuales también son parte de la Argentina,
parte importantísima de la Argentina, son gente que produce, son gente que trabaja y
que tiene la suerte de tener una excelente rentabilidad por políticas que han sido
sustentadas por todos los argentinos. Pero así como les digo y los llamo a la reflexión,
también les digo que no me voy a someter a ninguna extorsión, a ninguna, a ninguna.
Yo puedo entender los intereses del sector, pero quiero que sepan que soy Presidenta
de todos los argentinos y que tengo que gobernar para todos los argentinos y para los
intereses de todos los argentinos y para que los argentinos que vivimos aquí, en la
Argentina, sigamos teniendo costos también argentinos en materia de alimentos, en
materia de todo lo que hace a nuestra vida cotidiana. Porque somos todos nosotros los
que con el esfuerzo sostenemos este modelo y permitimos que los sectores que tienen
una mayor competitividad, puedan tener también una mayor rentabilidad.
La verdad es que me parece que deberíamos todos hacer un ejercicio de reflexión, pero
sepan que voy a seguir representando los intereses de todos los argentinos, de los que
me votaron y de los que no me votaron también porque ese es mi deber como
Presidenta de la República Argentina y lo pienso ejercer con todos los instrumentos
que la ley, la Constitución y el voto popular me han conferido.
Muchas gracias.
Presentación del proyecto de Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual (2009)
INTRODUCCIÓN -- Guillermina Genovese
El conflicto con las patronales agrarias en 2008 puso de manifiesto el rol activo de los
medios de comunicación privados en la disputa por el poder político ya que de manera
manifiesta, durante la confrontación, los grandes conglomerados mediáticos
encabezaron una sesgada cobertura informativa del lock out patronal. Es en este
contexto que el debate sobre el poder de los medios de comunicación se instaló como
una temática trascendental.
Es de ellos, es de ustedes, es de todos los que queremos vivir en una Argentina más
democrática y más plural, este proyecto. No es de este Gobierno, no es de un partido
político; es de la sociedad, es también en nombre de los 118 periodistas detenidos
desaparecidos durante la dictadura, (Aplausos) que con su vida dieron testimonio de lo
que es el verdadero ejercicio de la libertad de prensa.
Alguien decía, Mariotto creo, que pasaron veintiséis años sin que ningún Poder
Ejecutivo -y cuando digo ninguno es ninguno- enviara este proyecto de ley al
Congreso. Es curioso, se ha hablado en los últimos tiempos, fundamentalmente a partir
del año 2003, de gobiernos con superpoderes, los mismos poderes que se tenían
durante los años '90 en todas las legislaciones y que tienen en numerosas provincias.
Lo que pasa que esas facultades que tenían en todas las legislaciones eran facultades
que se ejercían no a favor de la sociedad sino para privatizaciones, para bajar sueldos,
para achicar presupuestos sociales. Mientras eso fue así, nadie habló de superpoderes.
Se comenzó a hablar de superpoderes cuando esas facultades que estaban años en
nuestra legislación comenzaron a usarse a favor de la sociedad, a favor del pueblo.
(Aplausos)
Yo me permito una hipótesis, una hipótesis porque uno tiene la obligación de ciertos
términos, pero para mí, en mi fuero más íntimo es una certeza. Yo tengo una respuesta
para esa pregunta que se hacía Mariotto de por qué durante 26 años nadie envió un
proyecto. Porque mientras hablaban de los superpoderes en realidad había un
suprapoder en la República Argentina, un suprapoder, suprapoderes, lo que significa
que por sobre los poderes instituidos por la Constitución, del Ejecutivo, del Legislativo
y del Judicial, hay otros poderes, sutiles y no tanto, que tienen la suficiente fuerza para
imponer y arrancar decisiones en cualquiera de los tres poderes a partir de la presión.
Por eso conceptos como libertad de expresión, como libertad de prensa, como derecho
a la información, deben ser concebidos e interpretados en su correcta dimensión.
Porque libertad de expresión no puede convertirse en libertad de extorsión. (Aplausos)
Porque libertad de prensa no puede ser confundida con la libertad de los propietarios de
la prensa. (Aplausos) Y porque el derecho a la información significa el derecho a toda
la información, no al ocultamiento de una parte de la información y a la distorsión y
manipulación de la otra parte. Porque en definitiva libertad de prensa, libertad de
expresión, derecho a la información, sus titulares no son los que tienen la noble función
de ejercer el periodismo y lo han elegido como vocación, tampoco está su titularidad en
la cabeza de los que son propietarios de las grandes empresas periodísticas; libertad de
prensa, libertad de expresión, derecho y acceso a la información están en cabeza de
todos y cada uno de los ciudadanos que conforman este bendito país que son los
verdaderos propietarios de estos derechos. (Aplausos)
Esta ley busca consagrar esa pluralidad, estos principios de que todos puedan ser
escuchados, que la voz de todos y de todas pueda ser escuchada, la de los que nos
gustan y la de los que no nos gustan; la de los que nos conviene y la de los que no nos
convienen a cada uno de nosotros.
Pero además también sería ingenuo no advertir la necesidad de esta norma como un
salto a las nuevas tecnologías. Cuando se sancionó esta ley, además de haberlo sido por
una dictadura, lo más moderno que existía en materia de comunicaciones era el fax.
Esta es también la historia contemporánea de la sanción de esta ley.
Les habló en la intimidad, recordó sus días de militancia a los veinte años, compartió
con ellos su dolor pero sobre todo y especialmente depositó en la juventud la
esperanza de continuidad de la tarea realizada por Él y que Ella estaba dispuesta a
continuar.
Les recordó las ventajas y responsabilidades de la hora actual comparada con los
anteriores momentos de las juventudes desde 1810. Abundó en sugerencias, consejos y
reflexiones que sólo una “madre” hace con sus hijos muy queridos. Pidió que se
organicen, que no miren de dónde vienen sino si están de acuerdo con las múltiples
realizaciones. Les pidió reiteradamente que antepongan el amor al odio, la alegría a
la tristeza y siempre encontrando el lado bueno y optimista como Néstor.
Esa noche, nuestra Presidenta, dejó en las manos y el corazón de los jóvenes de la
Patria el legado y el recuerdo de Néstor pues de ahí en más verá en ellos su figura.
Como esa noche en Huracán.
Gracias, muchas gracias a todos los compañeros y compañeras, que hoy se han
congregado aquí: quiero decirles a todos y a todas que esta tarde, aquí en Huracán, no
está la Presidenta de la República, está la compañera de todos ustedes. (APLAUSOS).
Y como compañera quiero pedirles a todos y a todas que este acto, de este 11 de marzo,
sea en recuerdo y en homenaje a quien fuera mi compañero de toda la vida.
(APLAUSOS).
Hace exactamente apenas un año, y parece una eternidad, él les hablaba a todos
ustedes, desde Ferro. Yo quiero venir a recordarle, como se recuerda al militante con el
compromiso de que la lucha que él inicio --un 25 de mayo del año 2003-- es la lucha
mía por construir la Argentina que él tanto soñó y por la que tanto trabajó sin descanso,
sin desmayo entregando lo mejor de sí. (APLAUSOS).
Quiero también decirles que estaría contento y orgulloso de ver a miles y miles de
jóvenes, que como él y como yo, aquel 11 de marzo tenía yo apenas 20 años; en una de
las tribunas está mi hija Florencia, que también tiene 20 años, como yo tenía aquel 11
de marzo de 1973. Florencia me pedía que fuera puntual, porque se estaban muriendo
de calor.
Yo quiero decirles que vengo también a reconocer que hay otro país diferente,
afortunadamente, de aquellos tiempos y de todos los tiempos de estos últimos
doscientos años en que las luchas nacionales y populares por construir un país
independiente y soberano tuvieron largas marchas y contramarchas.
Si uno piensa no solamente en los jóvenes de aquella etapa, si uno piensa en los jóvenes
que construyeron aquel 25 de mayo de 1810, y los que vinieron más tarde a lo largo de
toda la historia del campo nacional y popular podrá observar que eran siempre jóvenes
que se incorporaban a luchar contra algo porque había algo que los oprimía: o era el
yugo colonial o eran las dictaduras las que no dejaban expresarse al pueblo. Por
primera vez ustedes -generación del Bicentenario- se están incorporando a la política
no contra alguien, sino por alguien, por una historia, por la Argentina por seguir
mejorando las cosas. (APLAUSOS).
Ustedes no tienen idea -porque son muy jóvenes- mis compañeros, muchos de ellos
que compartimos también años de militancias me van a entender. Pero quiero que
sepan que ustedes tienen la inmensa oportunidad histórica de participar en la
construcción de un país diferente; de un país en el que no vienen a luchar contra
alguien, sino que por algo; en un país donde es posible volver a soñar y donde con
alegría y no con dolor, en donde con amor y no con odio, queremos convocar a toda la
sociedad. Es una construcción política diferente, siempre en nuestra historia las
construcciones políticas, aún las del campo nacional y popular, se hacían en base a las
contradicciones o contra algo. Hoy estamos construyendo con un profundo amor por
las cosas logradas y con una profunda demanda por profundizar esos cambios para que
puedan llegar a todos los argentinos. No, no hay que darle gracias ni a mí ni a él porque
hay otra cosa que tenemos que hacer, más importante todavía.
Siento que a lo largo de la historia el campo nacional y popular, liderado por hombres o
por mujeres, cuando esos hombres o mujeres ya no estaban era como que se
desperdigaba porque faltaba la construcción orgánica; porque faltaba la construcción
política e institucional que no hiciera depender la transformación y el cambio de una o
dos personas. Ese es el gran desafío que tenemos hoy los argentinos y que tienen los
jóvenes: cómo hacer para que tanta lucha no sea en vano, cómo hacer para
homenajearlo, cómo hacer para que su presencia sea definitiva y la de tantos otros.
(APLAUSOS). Construir sobre las coincidencias, aprender a construir los argentinos y
sobre todo los jóvenes no sobre las diferencias, que así se ha construido durante tanto
tiempo, y entonces todo duraba poco porque faltaba que algo fallara, que no estuviera
una coma, que faltara una letra o una oración para juzgar que entonces no se era
nacional o popular.
Quiero decirles a todos ustedes, que cuando incorporen a otros argentinos no les
pregunten de dónde vienen, no les pregunten cuál es su historia o su partido,
pregúntenles si están de acuerdo con que la Asignación Universal por Hijo sirve para
que millones de niños tengan derecho a la educación y a la salud. (APLAUSOS). Y
también, quiero que les pregunten si están de acuerdo con que tenemos que seguir
industrializando el país y agregando valor para seguir generando trabajos más
calificados para todo los argentinos. (APLAUSOS) Quiero que les pregunten si
tenemos que seguir poniendo en la educación pública en todos sus niveles el esfuerzo y
los recursos, y si tenemos que seguir aun poniendo más; quiero que le pregunten si
necesitamos seguir inaugurando --como hace unos días- universidades públicas y
gratuitas para que tengamos realmente niveles de igualdad; quiero que le preguntan si
necesitamos proteger el trabajo nacional, la producción nacional y el desarrollo de
nuestra industria; si necesitamos también seguir desarrollando un fuerte mercado
interno que impulse también a que exportemos más y mejor porque generamos más y
mejores puestos de trabajo; quiero que le pregunten si quieren ser un país donde los
derechos humanos son una bandera de toda la sociedad, sin ninguna distinción de
ideología o partido, porque es lo que nos diferencia de la barbarie. (APLAUSOS).
También quiero que le pregunten si como argentino se siente parte de esta América del
Sur, de este MERCOSUR, de esta UNASUR, si se siente profundamente
latinoamericano y siente orgulloso de su identidad, de su pertenencia, de su historia;
quiero que le pregunten si está de acuerdo con una sociedad que da derechos
igualitarios, que amplía el abanico de posibilidades y que nos convierte a todos un
poquito más iguales todo los días. (APLAUSOS)
Si están de acuerdo con esas cosas forman parte de esta historia y de este espacio, lo
demás es anécdota o vanidades personales.
Quiero homenajearlo a él, nunca he conocido a nadie tan alejado de las vanidades
personales y de las banalidades como él. No le importaba nada de lo que suele inclusive
importarme a mí por ahí como mujer, Nadie tan despojado de las cuestiones que por ahí
distraen en la política y nos hacen ver diferencias donde no las hay. (APLAUSOS).
Por eso quiero rescatar la historia, pero también quiero una juventud que construya su
propia historia, como la hicimos nosotros; ustedes son la generación del Bicentenario
(APLAUSOS).
Les pido que tengan ejemplos, pero que sean ustedes mismos, cada uno de ustedes,
cada una de las horas, porque créanme que el gran vínculo que nos une a todos -desde
1810 a la fecha- es el inmenso compromiso por los intereses de la nación y con los
intereses del pueblo, que son la misma cosa, nación y pueblo, pese a que algunos
quieran diferenciarlo. No hay pueblo sin nación ni nación sin pueblo. (APLAUSOS).
Yo les pido que construyendo su propia historia, su propia identidad, también están
construyendo la historia de todos nosotros. Nosotros no imitamos a nadie, porque en
fin, cada uno es producto de la época y de la historia y del momento histórico en que le
toca vivir. Y este momento histórico, de esta Argentina, impensable hace apenas 10
años; estamos solamente a una década del desastre más formidable del que se tenga
memoria, y aquí está la Argentina de pie, con dignidad, con libertades, con libertades
como nunca tuvo en su historia. (APLAUSOS).
Nuestro gran compromiso es a través del ejemplo diario y cotidiano, cualquiera sea el
lugar que nos toque desempeñar; dar el ejemplo de humildad, de trabajo, de convicción
para poder, entonces sí, seguir construyendo esta Argentina que tanto nos costó.
Falta mucho, ¡claro que falta! Pero es, precisamente, con la certeza de poder construir
lo que se ha construido, lo que nos debe animar para seguir el camino y no
abandonarlo.
El gran desafío es que el campo nacional y popular pueda institucionalizar; pero no,
eso no se hace a través de una ley o de un decreto. La institucionalización de un modelo
de país es cuando se hace carne en el conjunto de la sociedad porque visualiza que ese
es el camino más acertado como país y como nación.
Para eso hemos debido luchar contra una fuerte subordinación cultural impuesta
históricamente por la historia falsificada desde 1810 a la fecha.
Por eso digo que es importante que el frente nacional, popular y democrático construya
esta institucionalidad, que también es cultural, de saber contarle a los argentinos, pero
fundamentalmente no contarle a partir de relatos de fantasía, sino a partir de que
puedan ver, tocar y palpar cada uno de los logros que hemos tenido con nuestros
jubilados, con nuestros pensionados, con nuestros trabajadores en las convenciones
colectivas de trabajo, más de 1.800, luego de haber estado aplastadas durante décadas.
Este es el gran desafío, porque lo otro, "la Argentina del no se puede", la Argentina de
la subordinación, la Argentina que le decía a él, cuando decía que iba a pagar la deuda
pero no con el hambre de los argentinos, sino teniendo en cuenta también los intereses
de la patria, que estaba loco; de él cuando decidió cortar el nudo gordiano que
significaba la dependencia permanente con el Fondo Monetario Internacional y
terminar con esa deuda y también lo criticaron.
También, cuando en un hecho histórico en Mar del Plata, en el 2005, encabezo como
presidente en la Cumbre de las Américas el rechazo a aquel nuevo estatuto del
coloniaje. Eso lo hizo él.
Ahora, mirado desde lejos, parece fácil, pero qué difícil, cuánto ataque injusto, cuánta
crítica artera, cuánta pelea y discusión inútil, cuánto tiempo perdido.
Otra de las cosas que les quiero pedir: no pierdan tiempo, no se enrosquen ni se dejen
enroscar en discusiones bizantinas que no tienen nada que ver con lo que le importa a la
gente y con lo que le importa a la sociedad. No cometan errores que sí hemos cometido
nosotros cuando éramos jóvenes.
Yo quiero para terminar, contarles algo tal vez familiar. El pasado 11 de marzo, hace
un año, yo no estaba aquí, había ido a Chile a la asunción del nuevo gobierno y justo
me pescó --¿se acuerdan?- una réplica del terremoto que había asolado a los hermanos
chilenos. Yo decía "un año, otro terremoto". He leído tantas tonterías en estos últimos
días, lo único que faltaría es que dijeran que los 11 de marzo se provocan terremotos,
porque qué pavadas que se escriben y que se dicen, ¡por Dios!
Pero quiero contarles que cuando volví y nos encontramos al otro día, él me contó de
aquel acto del 11 de marzo y me dijo que había sido un acto diferente, que ese día se
habían comenzado a reconstruir vínculos, cercanías, proximidades.
No quiero ponerlos tristes, quiero que estén alegres y que lo recuerden como él fue,
alegre, por sobre todas las cosas, siempre encontrándole el lado bueno y optimista, no
le echaba la culpa a nadie, le metía para adelante. Desde que lo conocí, en los peores
momentos que vivió la Argentina y que vivimos tal vez nosotros, en términos
personales siempre fue así. Por eso, quiero recordarlo como yo sé que a él le gustaría:
con alegría y con compromiso, con convicción y con decisión.
Quiero, finalmente, agradecer a todos ustedes este homenaje que nos hacemos a
nosotros mismos, también a él, a los argentinos; solidarizarme también, junto a todos
ustedes, con esa desgracia inmensa, esa tragedia inmensa del pueblo del Japón,
también queremos estar allí y lo vamos a hacer como estuvimos en Chile, porque los
argentinos somos solidarios, nos importa lo que le pasa a los demás.
Y quiero pedirles, para terminar, en nombre de él, que construyamos con amor, que el
odio que algunos quisieron derramar sobre nosotros, respondamos con amor. No hay
mejores batallas que las que se ganan con el corazón; no hay mejores victorias que las
de la buena onda, el optimismo y la fe en Dios. Esas son las cosas que valen, esas son
las cosas que duran y perduran en la memoria de los pueblos.
Por eso, en nombre de él y también de mis hijos, quiero decirles que muchas gracias
por todas las muestras de cariño y de fe, que muchas gracias por lo de "fuerza Cristina".
Yo siento en cada palabra la fuerza de él y sé que él está definitivamente entre todos
nosotros, ya nada ni nadie lo podrá borrar y eso es tal vez, lo que él en el fondo quería,
que su nombre, en representación de miles y miles anónimos, que dieron su vida y que
no pudieron ver esto, estén representados en él. Por eso nos acompañan las Madres, por
eso nos acompañan las Abuelas, que no están con cualquiera, que no confían en
cualquiera.
---------------------------------------
He escuchado hablar de desarrollo, crecimiento, pero no puedo antes no reivindicar un
poquito el género, frente a la expresión del señor Polman que nos quiere llevar a
trabajar al campo, estamos dispuestas a colaborar las mujeres con el trabajo en el
campo. Me hace acordar un poco cuando querían llevarnos únicamente a la cocina o de
la cocina al campo ahora.
Pero creo que él toca un tema central, que está también vinculado con otro tema que se
abordó y que es la creciente urbanización y despoblamiento del campo, que también
está vinculado por lo menos, en la experiencia de la Argentina. Nosotros tenemos hoy
entre el 90 y el 92 por ciento de población urbana, siendo por ejemplo el octavo país en
extensión y siendo además, uno de los países líderes en producción agroalimentaria y
esencialmente también líderes en materia de innovación tecnológica y productividad.
Hoy la Argentina tiene en el mundo -me atrevo a decir- el mejor grado de
productividad por hectárea sembrada, a partir precisamente de la introducción, la
innovación, la tecnología y la biotecnología que han sido imprescindibles y que van a
continuar siendo imprescindibles para producir cada vez más y mejor.
Pero esto al mismo tiempo crea una contradicción, como sucede con todas las
innovaciones tecnológicas y que es, a mayor grado de innovación tecnológica, a mayor
grado de eficiencia productiva, menos número de empleo por hectárea, con lo cual
estamos ante la contradicción que cada vez que avanzamos en productividad y que
avanzamos en tecnología, se hace una reducción de la mano de obra y por lo tanto la
gente a las grandes ciudades, porque carece de oportunidades.
Qué hemos formulado nosotros como una respuesta a este problema creciente que
además despoblar el campo y urbanizar excesivamente las ciudades, trae problemas de
inseguridad, trae problemas en infraestructura urbana, trae problemas de miseria, en
definitiva una contradicción de lo que puede ser una gran producción agrícola.
Ustedes saben que Argentina también en materia de biotecnología, es uno de los países
líderes del mundo. Tenemos en Latinoamérica la mayor proporción de empresas de
biotecnología por habitante. Hemos desarrollado esto que tiene que ver con la
productividad que hemos alcanzado, con la siembra directa y con cosas que no voy a
explicar porque todos ustedes saben perfectamente.
Pero quiero abordar los que son los puntos de la Seguridad Alimentaria. Esta
Presidenta le ha tocado ser defensora de la Seguridad Alimentaria de la República
Argentina, muchas veces con algunas críticas por parte del sector privado, porque hay
un refrán en mi país que dice: “la calidad bien entendida empieza por casa”, y si no
puedo asegurar la seguridad alimentaria de mi pueblo, mucho menos voy a poder
contribuir a la seguridad alimentaria global.
Pero de hecho la Argentina, en esta seguridad alimentaria, que es una gran productora
de alimentos con apenas 40 millones de habitantes y con posibilidades de producir
alimentos para 400 ó 500 millones manteniendo esta seguridad alimentaria, porque
tenemos excedentes suficientes, cosa que no les sucede a otros países que tienen
productividad, que alimentan pero por su gran número de población no alcanzan a
tener grandes excedentes, coloca a la Argentina en un lugar privilegiado como
productora agroalimentario y como contribuir a la seguridad alimentaria. De hecho
hemos pasado de 67 millones de toneladas de granos a 102 millones de toneladas de
granos en esta última cosecha. Y la brecha creo que conservadora del señor ministro de
Agricultura, yo creo que vamos a ser más, es para el 20-20 año 2020 producir 160
millones de granos.
Ustedes saben que América del Sur tiene algo así como el 25 ó 30 por ciento de reserva
del agua potable del mundo, con lo cual nosotros podemos con un fuerte Plan de
inversiones, garantizar por lo menos de no tener que mirar el cielo, a ver si cae agua.
Esta es una de las claves también en infraestructura de puertos. Tenemos un complejo,
el complejo oleaginoso, o sea el granero más importante está en el puerto de Rosario y
hemos desarrollado una infraestructura que es la Hidrovía, que nos permite -ustedes
saben- el transporte marítimo. Es, en el término de costos una ecuación importante y
estamos también volviendo a desarrollar luego de muchas décadas, el transporte
ferroviario.
Todos sabemos que el transporte en camiones, más allá de los 100, 150 kilómetros,
torna no competitiva a la producción, con lo cual es necesario contar con transporte a
través de ferrocarriles y fundamentalmente marítimos, para poder por ejemplo en el
caso nuestro, llegar en el año 2014-2015 directamente con barcos de muy alto calado
hasta Asunción, lo que significaría poder sacar la producción vía marítima de todo lo
que es el sur de Brasil, de todo lo que es Paraguay, de parte de Bolivia, de toda
Argentina y obviamente de Uruguay que allí está. Con lo cual también concebimos a la
infraestructura tal cual se ha explicitado aquí, como algo fundamental en esta cuestión.
Yo creo que el problema no reside en el problema de los granos, creo que el problema
reside en el sistema financiero. Creo que enfocar únicamente el problema de regulación
de los mercados como una cuestión de seguridad alimentaria únicamente sobre los
commodities, me parece una visión absolutamente parcializada, lo digo con
honestidad. Porque de manera tal también podríamos decir entonces que deberíamos
regular el mercado de las patentes medicinales. Por ejemplo, es muy importante comer
porque si no uno se muere. Ahora también, si uno no cuenta con tecnología y con
remedios, también se muere. O sea que si hablamos de seguridad alimentaria, si
hablamos de seguridad de vida porque en definitiva estamos hablando de seguridad de
vida, deberíamos también por ejemplo, hablar de regular el mercado de royalties y
patentes medicinales, porque creo que en África no solamente se mueren de hambre
sino que también se mueren por no contar con medicamentos, con atención sanitaria,
sin embargo, hasta ahora no he escuchado ninguna palabra acerca de regulación de los
mercados, por ejemplo, de tecnología sanitaria que son claves, y además, es tan
humillante morirse de hambre como morirse por no tener una aspirina o no tener una
vacuna.
Me parece que entonces cuando hablemos de regulación para cuidar la vida, tenemos
que hablar de todos los aspectos, pero fundamentalmente del empleo, de la posibilidad
de un empleo digno que es necesario introducirlo también en esta cuestión. Nadie
puede tener seguridad alimentaria, seguridad de vida si no cuenta con un trabajo que le
proporcione los elementos, y por eso creo que el empleo va a ser un tema de este G20,
que le proporcione las posibilidades; empleo que además, tiene que ver también con
volver a un verdadero capitalismo. Porque yo creo que estamos hoy, -sinceramente lo
voy a plantear más tarde con mis colegas- en una suerte de capitalismo anárquico o
anarco capitalismo financiero, si se me permite. Los mercados financieros hoy están en
los commodities y conviene en los commodities, mañana o pasado mañana están en el
petróleo según cómo vaya el petróleo, y pueden mañana dedicarse a los mercados de
caramelos si realmente tienen posibilidades de obtener un peso más sin trabajar, sin
producir y sin invertir para perfectamente especular.
Señores; las grandes cerealeras, las grandes empresas por más grandes que sean,
solamente pueden hacer movimientos especulativos evidentemente dentro de lo que
constituye el sistema financiero. No hay posibilidades de especular, no hay
posibilidades de obtener mayores o menores tasas de interés, si no está regulado
también el mercado financiero en cuánto va a invertir, a quiénes va a financiar, cómo
vamos a financiar, en qué condiciones. ¿A quiénes vamos a financiar? Vamos a seguir
financiando a los brokers que solamente hacen derivados financieros o vamos a
financiar a los que producen alimentos, bienes y servicios. Esta es la clave, creo que
enfocar el tema en la regulación del mercado de commodities o de alimentos, es una
visión absolutamente parcializada.
Yo soy fanática de la Realpolitik y sé dónde se deciden las cosas y dónde se adoptan las
decisiones. Si quienes lideran el mundo, porque han querido liderarlo también además,
no dan soluciones claras y concretas sobre el sistema de regulación financiera, si
solamente siguen apuntando a controlar a ver en qué gasta cada país las cosas pero no
controlan qué hace cada banco de inversión, en lo que hace cada calificadora, en lo que
hace cada movimiento de Bolsa, díganme ustedes, son todos hombres de negocios o
por lo menos vinculados a los negocios: ¿qué creen que pasa cuando un día la señora
Merkel se levanta y dice algo que parece que cayó mal y las Bolsas se van a pique y
pierden 4 ó 5 puntos? Al otro día se levanta el señor Sarkozy dice algo importante que
parece que calma todo y vuelven a subir otros 10 puntos, al otro día el señor Papandreu
decide una consulta popular y nos vamos todos para debajo de vuelta.
Ustedes creen que no hay gente que gana miles de fortunas con esos movimientos sin
hacer absolutamente nada, solamente sentado en un escritorio y manejando una
computadora. Eso, los líderes del mundo no han logrado solucionarlo y han pasado 3
años. Y por supuesto, cuando han pasado 3 años y no le dan la solución, cada vez se
agrava más. Si lo tratan con aspirinas, si lo trata un médico, en este caso el Fondo
Monetario Internacional, si lo trata además el G20, si le están dando medicinas, han
inyectado miles de millones de dólares y de euros en el sistema financiero.
Yo sostuve en la reunión de Londres del día 2 de abril, que era necesario obligar a los
sectores financieros a volcar a la economía real, esos recursos, porque si no hay
consumos, señores, no hay capitalismo, no hay posibilidades de crecimiento de la
economía.
Si nosotros hacemos planes de ajuste, si la gente no puede gastar plata, si la gente está
endeudada en más del ciento por ciento de sus posibilidades, yo quiero que alguno me
diga, desde Adam Smith, desde David Ricardo, desde Keynes, si no les gusta para
algunos más de izquierda de Carlos Marx, cómo vamos a hacer para que vuelva a
crecer la economía si no hay consumo, si el capitalismo hace eso, que la gente consuma
y que ustedes, los empresarios produzcan y vendan cada vez más. Este es el tema, esto
es lo que está fallando.
¡Quién me habría visto de mis épocas universitarias ahora! O sea lo que estoy
proponiendo es volver al capitalismo en serio, porque esto que estamos viviendo,
señores, no es capitalismo. Esto es un anarco- capitalismo financiero total, donde nadie
controla a nadie.
Entonces, la propuesta es que regulemos a los que realmente tenemos que regular.
Resulta que vamos a regular a los países y ver cómo pueden ajustar. Además, van
cayendo los liderazgos, y además, permítanme desde la política no ya desde la
empresa, se van a comenzar a cuestionar los fundamentos de la democracia. Porque
cuando la gente vea que la democracia no le da posibilidades de trabajo, de progreso,
de tener casa, de salud, comienzan a cuestionarnos los funcionamientos del sistema
político.
Europa también tiene una historia en esto, de cómo surgen gobiernos totalitarios en
medio de crisis económicas insolubles y que no pueden resolverse.
Esto es una cuestión de pura lógica, intentar resolver los problemas de la misma
manera con la que fueron originados, decía Einstein que es de gente no demasiado
cuerda.
Esta es la otra gran definición y con esto quiero terminar: es cierto que muchas veces
para solucionar determinados problemas, hay que afectar intereses e intereses que son
muy poderosos. Pero yo me atrevo a decir que es mejor enfrentar esos intereses
minoritarios pero poderosos, antes que más adelante enfrentar la furia de la sociedad.
Se los digo con la experiencia de una Argentina que vivió un 2001 caótico que hizo
colapsar prácticamente nuestro sistema institucional y dividió a la sociedad.
Muchas gracias.
El ataque de los medios hegemónicos a la militancia juvenil
(2012)
(...)
Yo por eso estoy muy contenta por estás cosas, pero como el día no podía ser perfecto.
No, no hay días perfectos evidentemente, hoy mirando los diarios vi a los chicos de la
Cámpora y del Movimiento Evita - ahí lo veo a Aguado, están al fondo - los vi que
ayer, 11 de marzo, fueron a San Andrés de Giles, al pueblo de Don Héctor Pedro
Cámpora, los chicos de las distintas juventudes de nuestra agrupación a recordarlo. Y
me acordé - se ve que llega tarde, ya se han ido atrás - y me recordé de mí y de mi papá
hace 39 años, él me acompañó a votar por primera vez. Yo tenía 20 años, soy clase 53,
hacía obviamente dos años que no se podía votar, pero otros más viejos que yo, los de
la clase 41, tampoco podían votar en mi país. Había existido un breve interregno, en el
año 63, pero en realidad había proscripciones, con lo cual no fueron votaciones como
las del,63. Duró poco, la verdad, tres años nada más pero fueron elecciones libres y sin
proscripciones, como luego fueron - afortunadamente - a partir del 10 de diciembre de
1983.
Pero digo esto y me acordaba cuando repasaba otro diario y me tocó leer, un editorial,
en la página 2, que la verdad sentí una suerte de desazón por las cosas que ahí decían.
Hablaban de una de las tantas organizaciones juveniles que conforman nuestro espacio
- en este caso La Cámpora - a quien han elegido como objeto, fundamentalmente los
monopolios... ¿Está por ahí el marxista de Axel Kicillof? (Risas). ¿No sé si vino?
¿Vino? ¿Qué está haciendo? Sí porque vieron que es una cosa rara lo que está pasando
porque de la derecha nos dicen que somos marxistas, y los de la presunta izquierda nos
dicen que somos de derecha. Yo digo que ese es el certificado perfecto de los
peronistas. (APLAUSOS). Cuando de la derecha te dicen que sos marxista y cuando de
la presunta izquierda revolucionaria te dicen que sos de derecha, pero seguro sos un
peronista consumado hecho y derecho. (APLAUSOS). Lo tengo absolutamente
internalizado. No, es matemático y lo saben los que son peronistas y los que no son
peronistas también, lo saben todos. (APLAUSOS).
(...)
Pero lo que no me pareció tan gracioso y me pareció, sobre todo en el siglo XXI y
después de las cosas que nos han pasado, decía que muchos de ellos, por los chicos,
chicos que uno los puede ver, miles cuando se movilizan, se organizan, alegres, decían,
“muchos de ellos son hijos o familiares de militantes montoneros, los identifica el
mismo gen que a sus padres”.
Pero lo que me sonó muy mal fue el mismo gen. ¡Qué cosa, no! El mismo gen.
¿Qué es esto de que alguien nace predeterminado por...Me pareció muy nazi, por así
decirlo. La verdad que me sonó a nazi.
Y siguieron escribiendo. Dijo “no matan”, no sé, querrán que maten a alguien, no
matan, “adoctrinan a jóvenes incautos y los intoxican con una falsa épica”. ¿No les
hacen acordar a las cosas que decía Videla? ¿No les hacen acordar al tema de los hijos
del mismo gen que había...? ¿No fue esto lo que fundamentó la doctrina de separar a los
bebés, suprimir su identidad y sacárselos para que no fueran criados y no fueran iguales
que sus padres? ¡Dios mío, ellos deben saber bastante de eso, eh! ¡Ellos deben saber
bastante de eso! Porque la verdad verdadera algún día se va a saber también.
Y los intoxican, como si fueran idiotas los chicos, como si fueran estúpidos, como
si...Pero lo mismo, si uno recorre crónicas de algunas revistas o algunos diarios de ellos
mismos durante la dictadura, pueden encontrar calcada estas palabra, “estúpidos que
fueron arrastrados por...” No, bueno, en fin.
Y después continúa “berrean enojados desde las tribunas”. La verdad que no los he
visto nunca berrear, sino que los he visto cantar con mucha alegría, cantar con mucha
alegría...Cantar con mucha alegría que yo creo que lo que les molesta es eso, la alegría.
Lo que les molesta que no estén enojados, porque si fueran enojados o hicieran cosas
violentas, serían más fáciles, tal vez, de estigmatizarlos y de condenarlos. Como salen
a la calle, con sus piragüitas las chicas, todas jovencitas, chicos jovencitos, impensable
que en algún momento se acercaran a la política y mucho menos a algo que ollera a
peronismo o a Perón y Evita. Tal vez es eso lo que les molesta, ese tema.
Y finalmente, termina con “son los herederos del relato, gritan desde el poder a favor
del poder, son contestatarios”. La verdad que yo los veo construir, organizar, trabajar.
“No se sabe de qué y no se sabe a quién desafían”, ahí se equivocan, ellos saben a quién
desafían. Desafían a los que han destruido este país; desafían a los que quieren
monopolizar el uso de la palabra y que nos escuche otra voz que la de ellos y si es
necesario mentir una y otra vez, insistir una y otra vez. Saben a quién desafían; a la
concentración económica, a la miseria, a la desigualdad. Pero es una cosa de los
jóvenes que no es solamente con estos jóvenes, históricamente ha sido con los jóvenes.
Así que, yo les digo a todos los chicos que no se preocupen por las cosas que digan de
ustedes estos personajes y estos centros de emisión de poder que justificaron la
represión, la tortura, la desaparición que, además, merced a eso hasta se quedaron con
empresas. No se preocupen que los mencionen, preocúpense si los alaban; preocúpense
si los ignoran. No se preocupen porque, en realidad, ustedes son una de las cosas más
maravillosas que le han pasado a este proyecto nacional y popular.
(...)
También decirles, para finalizar, que esto no es tampoco una cuestión entre jóvenes y
viejos, no es un problema solamente de edad, no; hay jóvenes que son viejos y hay
viejos que son jóvenes. ¿Y saben qué? Néstor se nos fue con 60 años y era mucho más
joven que cuando lo conocí.
No es casual que ese mismo mes, el estado argentino recuperara el control de una de
las empresas estratégicas y emblemáticas como lo es YPF, demostrando la voluntad
del proyecto político nacido con Néstor de fortalecer el estado, para liberar la Nación,
una línea cara a los sentimientos de todo argentino bien nacido. Y decimos, sobretodo
premonitorio, por el hecho que se dará meses después en el mes de noviembre de ese
mismo año: la marcha del 8N. Fomentada y conducida desde los medios hegemónicos
de comunicación, las corporaciones, y ciertos operadores que se mueven en las redes
sociales, bajo consignas dispares y poco reales, mas motivadas por el odio que por la
solidaridad de un grupo social heterogéneo.
Son en definitiva las dos caras antagónicas, enfrentadas. La política por un lado,
entendida como voluntad de cambio y de avance para el pueblo en su conjunto, con
una columna vertebral determinada por la juventud, por la militancia unida y
organizada, y apelando al corazón solidario que radica fundamentalmente en las tres
banderas históricas del movimiento; versus la antipolítica, manifestada por los
intereses espurios de las corporaciones hegemónicas y por el conjunto (masivo si, por
lo menos en ese momento) de individualidades motivadas por frustración y
resentimiento nada racional.
Hoy dos años y medio después, al ver la incapacidad de la antipolítica de poder tener
una fuerza consistente en el juego de la democracia, y de ver como las marchas de
cacerolas indignadas se desinflan hasta el punto de la insignificancia, el triunfo de la
política bien entendida es claro, contundente, fulminante, pedagógico, áspero para el
que no entiende la democracia como construcción de un proyecto para las mayorías.
Todo esto que trasciende varios años y deja ver hoy descarnadamente la disputa
simbolizada en su complejidad en la consigna patria o buitres, se trasluce en el
discurso de esa tarde histórica de Vélez dado por la conductora compañera Cristina.
---------------------------------------------------------
Siempre creí que la historia era construcción política, que era voluntad, que era
esfuerzo trabajo y compromiso pero, ante estas circunstancias, no puedo también dejar
de pensar que el azar, o algo más intenso o más poderoso, guía también los caminos de
la historia. Este maravilloso acto que vinieron a proponerme los compañeros del
Movimiento Evita y de La Cámpora allá por febrero era un acto que lo querían hacer el
11 de marzo" y yo les dije: "compañeros el 11 de marzo es un hito histórico de la patria.
Lo es en mi historia política, fue la primera vez que pude votar, fui una militante de
aquellos años pero sin lugar a dudas sin el protagonismo que podía influir en el curso
de esos acontecimientos vertiginosos. Vertiginosos y terribles también de aquella
época. Dije entonces: "¿por qué no hacerlo el 27 de abril cuando comenzamos nosotros
mismos a construir a partir de nuestras convicciones históricas, de nuestros principios
políticos una historia que estamos escribiendo nosotros mismo y que jamás
permitiremos que la vuelvan a escribir desde afuera o desde intereses contrarios a los
de la patria?".
Una historia...
Una historia, una historia... que hoy cumple 9 años. Son las 5 y media de la tarde. Hace
exactamente 9 años atrás esta militante junto a su compañero de toda la vida se
encontraba en el sur de la patria, allá en Santa Cruz
Estábamos allá esperando, esperando los resultados de una elección en un país que
había explotado y que definía en esos días su destino. Anoche, anoche hablando en la
mesa familiar quería recordar junto a los míos como había sido ese sábado anterior, la
noche de ese sábado anterior a ese domingo y mi hijo me contaba que... él llegó era
muy joven, llegó a la madrugada y encontró sobre la mesa de la casa del Gobernador
donde vivíamos nosotros un papel escrito por su padre con dos números: decía uno el
24 por ciento y otro el 22 por ciento que era lo que finalmente sacamos ese domingo y
nos habilitó para ir a la segunda vuelta. Me acuerdo, como si fuera hoy, salimos ese
domingo como lo hacíamos siempre en todas las elecciones junto a toda la militancia a
ganar la calle, a recorrer las calles de nuestro pueblo. Yo siempre de la mano de él, el
siempre tomado de mi mano a recorrer las calles de la ciudad. Y salimos también esa
noche. Me acuerdo que días más tarde, tal vez Estela Carlotto que esté por aquí se
acuerde. ¿Dónde estás Estela? En algún lado debés estar... allá estás ahí te veo. ¿Acá
atrás? No te veía y... no tengo ojos en la espalda, para que vean que soy normal. Me
acuerdo que nos habían invitado a una cena porque venía el premio Nobel Saramago, a
un grupo de intelectuales, escritores... estaba Estela me invitaron a mí. Y aleteaba en el
ambiente una pregunta que me hicieron: ¿Qué van a hacer si no hay segunda vuelta?
¿Cómo van a hacer para gobernar un país tan quebrado institucionalmente si no le dan
la segunda vuelta como una oportunidad para legitimar esa elección?. ¿Para legitimar
ese 22% que iba a ser más?. Varios presentes me lo hicieron, entre ellos Pilar la esposa
de Saramago, y yo me acuerdo que les contesté que si no nos daban la segunda vuelta la
legitimidad la íbamos a construir a fuerza de políticas que fueran orientadas a marcar el
destino y cambiar el destino histórico de la Argentina. Porque es cierto, con apenas un
22% de los votos, había legalidad pero faltaba legitimidad pero nos sobraba coraje y lo
que teníamos que tener para empezar a cambiar una historia y dar vuelta la taba de la
Argentina. ¿Quién podía imaginar? ¿Quién podía imaginar ese 25 de mayo del año
2003 cuando él habló frente a la Asamblea Legislativa y se comprometió frente a los
argentinos que no iba a dejar sus principios en la puerta de la Casa Rosada?. ¿Quién
pensó? Ni aún los más allegados, ni aún los más entusiastas que podíamos lograr las
cosas que hemos hecho en estos años. ¿Quién pensaba que íbamos a poder
desprendernos de ese lastre monstruoso que signficaba la deuda? ¿Quién pensó que los
asesinos y genocidas que se paseaban libremente por las calles iban a poder ser
juzgados por la Constitución, por los jueces de la Constitución y por las leyes de la
Constitución? Estas mujeres de pañuelo blanco durante décadas pidiendo justicia...
(Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar)
¿Quién pensó? ¿Quién pensó? ¿Quién pensó que finalmente nos íbamos a sacar de
encima ese Fondo Monetario Internacional que durante décadas había asolado a la
Argentina? Y hoy lo vemos todavía con las mismas recetas viejas, caducas y obsoletas
planteando políticas inviables. Esta vez ya no en los países emergentes si no en los
países desarrollados. ¿Quién podía pensar que iba a hacer aquí en nuestra patria, en
Mar del Plata, cuando ese Presidente alto, desgarbado, como le criticaban, bizco y con
el traje abierto iba a decirle que no a los más poderosos? ¿Quién pensaba? ¿Quién
pensaba que Íbamos a lograr disparar un proceso de reindustrialización que generara
más de 5 millones de puestos de trabajo que nos convirtiera a nuestros asalariados en
los mejores retruibidos del mundo... de la región...? Y también, como están las cosas,
habría que ponerse a contar también, habría que ponerse a contar también... lo que se
puede comprar con un sueldo acá y lo que se puede comprar hoy en otros lugares.
¿Quién pensaba que íbamos a volver a vivir en un país donde se negociara libremente
los salarios? ¿Quién pensaba que una mujer iba a poder ser Presidente de la República
Argentina? Porque eso también junto al matrimonio igualitario son las conquistas de
mayor igualdad y participación de los sectores siempre discriminados de la sociedad.
¿Quién pensaba acaso también, después de aquellos sucesos del 2008, donde se planteó
uno de los conflictos, tal véz el conflicto más severo político e institucional durante
muchísimas décadas que esta fuerza política que este proyecto político al que le
auguraban apenas meses de vida, ni que hablar después de 2009, que íbamos a poder
constituirnos y lograr las cosas que hicimos como recuperar la administración de los
fondos de los trabajadores para ponerlos al servicio de nuestros jubilados?. Sacarlo del
mercado de capitales y volcarlo al mercado social para producir más y mejor trabajo?.
Sostener las inversiones y sostener al país cuando en el 2009 la crisis más formidable
de que se tenga memoria y que aún hoy está... ¿Quién iba a pensar que íbamos a lograr
movilidad jubilatoria para nuestros pensionados cada un año dos veces aumento por
año... Jubilados que habían estado durante años y años reclamando en las puertas del
Congreso ni que hablar de la educación esa carpa blanca... el otro día... Quiero
contarles algo: ¡qué linda manera de terminar esta semana! El día lunes empecé en una
carpa blanca donde había dos premios nobels al lado de nuestro Ministerio de Ciencia y
Tecnología, 500 jóvenes científicos y becarios, jóvenes dedicados a la ciencia y hoy lo
termino con miles y miles de jóvenes militantes. !Qué Argentina diferente señores y
señoras!. ¡Qué Argentina diferente!. Miles de jóvenes incorporados a la política,
científicos que regresan al país. Nuestros jóvenes. ¿Quién iba a imaginar también que
íbamos a poder cambiar un instrumento que tal vez no haya sido mirado en toda su
dimensión pero que fue uno de los instrumentos más formidables de la década de los 90
que fue la reforma de la carta orgánica del Banco Central condenando al Banco Central
a ser sólo un instrumento monetario y no un instrumento de la política global del país
de crecimiento, de desarrollo, de empleo y de bienestar. ¿Quién imaginaba? Ni yo
tampoco lo imaginaba... ¿Quién imaginaba que, con el consenso mayoritario de las
principales fuerzas políticas de la República Argentina, a las que como Presidenta de la
Nación les reconozco y les agradezco el apoyo que han brindado no al Gobierno sino al
país al acompañarnos en el proyecto de recuperación de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales. Gracias. Es de bien nacido ser agradecido. Quiero agradecer a todas las
fuerzas políticas que nos acompañaron y nos acompañan.
Por eso decía... por eso decía lo del azar, nadie podía pensar... Muchos desprevenidos
pueden pensar que este acto tiene que ver con esa decisión del 16 de abril con la
votación en el Congreso pero en realidad.... Por eso de lo que hablaba en el principio
del azar que muchas veces interviene en esta historia. Hoy estamos aquí luego de haber
obtenido una media sanción en el Senado y a una semana o poco menos de tratarse en
la Cámara de Diputados... Gracias una vez más a todos los que lo hicieron posible
porque esta no es obra de un partido ni de ningún sector. Esto es de todos los argentinos
y para todos los argentinos. Tenemos...
(Ay Ay Ay Ay los gorilas se quieren matar. Ay ay ay ay YPF ya es Nacional. Muchas
gracias Néstor Kirchner, gracias por lo que nos diste. Con Cristina seguiremos
profundizando el modelo.)
Yo quiero....
Yo quiero con esto que hagamos un aprendizaje político. ¿Cómo es posible aún con
esta historia que comenzó con tanta debilidad... un 27 de abril hace 9 años lo que
hemos podido hacer aun con esa debilidad? Quiere decir entonces que la voluntad, la
convicción, el trabajo, el esfuerzo el compromiso, el sacrificio personal porque
también en todo esto hay un inmenso sacrificio personal de todos y cada uno de los que
se juegan todos los días en cada espacio, en cada trabajo., para que las cosas salgan
bien. Y yo les pido a cada argentino en cada lugar que esté... de esos argentinos que
hacen bien las cosas, que cuando vean a otro compatriota que no las hace tan bien... por
favor le pidan, no por ustedes, no por mí, sino por sus hijos que trabajemos juntos todos
unidos y organizados para construir un país mejor.
Quiero decirles también que muchos pensaron o algunos tal vez que cuando hablé de
sintonía fina empezaron a elaborar teorías acerca de qué significaba esa sintonía fina...
que íbamos a retroceder, que íbamos a cambiar. Qué poco me conocen y qué poco
conocen al pueblo argentino por sobre todas las cosas porque estas ideas y estas
conquistas no pertenecen a una Presidenta ni a una fuerza política son hoy parte de toda
la República Argentina. Y yo quiero decirles a los jóvenes que han inunado esta
bendita cancha de Vélez... Perdón para los que no son de Vélez, yo no soy de Vélez
pero gracias a los de Vélez por este magnífico estadio. Quiero decirles a los jóvenes, a
esos que agitan las banderas del Che, de Tupac Amarú, de Evita, de Cámpora, de
Kolina, de todos los jóvenes de todas las fuerzas políticas... que todos, que ustedes...
por acá veo también una de Forja
Ustedes que son la generación del bicentenario y los que ya tenemos unos cuantos años
encima y tenemos hoy la responsabilidad institucional de conducir el Estado que
también debemos idear nuevas formas de participación, nuevas formas de intervención
del Estado modernas, contemporáneas. Cuando el 16 de abril anunciaba el envío al
Parlamento del proyecto les decía que no era volver al pasado era recuperar la
dirección nacional de una de nuestras empresas emblemáticas e históricas pero que va a
exigir por parte de todos nosotros nuevas formas de intervención, nuevas formas de
intervención del Estado junto al sector privado organizadamente pero siempre con la
dirección del Estado porque el Estado no puede declinar las responsabilidades
políticas, económicas, sociales e institucionales en la conducción de un país.
Por eso son ustedes... Por eso ustedes, las nuevas generaciones son las que tienen que
tomar la posta y la bandera para seguir con los ideales de 200 años de historia para que
nuestras Islas Malvinas vuelvan a formar parte de nuestras instituciones porque ya son
parte para siempre de nuestra geografía y de nuestra historia. Para hacerlo por el
camino de la paz y de la diplomacia como lo hemos hecho y como lo seguiremos
haciendo inclaudicablemente. Pero son ustedes los que tienen que seguir escribiendo la
historia, su propia historia y para hacerlo deben hacerlo bajo el lema en que fue
convocado este acto: unidos y organizados para profundizar la transformación porque
siempre que el pueblo argentino...
Cuando el otro día visitaba San Antonio de Areco, aquí en la provincia de Buenos
Aires, y un gurrumino así (hace el gesto de una altura baja con la mano) que no estaría
más allá del primer o segundo año del secundario y me entregaba una bandera de una
de las agrupaciones políticas juveniles y me decía yo soy militante. Digo: la pucha, si
tuviera que elegir entre todas las cosas que les mencione desde que empecé a hablar
hasta ahora, me quedo con ese pibe. Con la incorporación de miles y miles de pibes a la
política. Es lo mejor que hemos hecho porque eso es sembrar futuro. ¿Y saben por qué?
¿Y saben por qué? Porque no somos eternos. ¿Y saben por qué? Porque no somos
eternos y nos ha tocado comprobarlo dramáticamente. Que la vida se extingue aun
cuando menos lo pensamos. Y entonces yo tengo mucha confianza que estas ideas...
porque es precisamente en la adolescencia y en la juventud donde la gente se forma
definitivamente en una orientación y en una forma de ver la vida y de sentir las cosas...
Yo siento que los verdaderos custodios de este legado histórico no somos los que
estamos en este escenario que ya estamos viejos muchos de nosotros, sino que son
todos ustedes que no van a permitir jamás. Son todos ustedes, que no van a permitir
jamás... dar un paso atrás en todo esto que hemos logrado. Quiero agradecerles. Yo
también los amo mucho.
Me gustaría que esa la cambien por "soy soldado de Argentina", que rima con Cristina
también. ¡Vamos!.
Quiero agradecerles, quiero agradecerles, quiero agradecerles... esta tarde fría de clima
pero de caliente de corazón y de militancia y de política, de alegría, de júbilo popular,
de sentirnos nuevamente parte de un proyecto común. Ustedes no saben, ustedes no
saben, lo importante que es sentirse parte de algo, tener identidad y pertenencia de un
proyecto. Esto nos da vida, nos da fuerza. Y si ese proyecto es el proyecto de un país
que crece, que incluye, que protege, que brinda que repara. Es entonces el camino que
alguna vez soñamos cuando éramos muy jóvenes y, como ustedes, saltábamos,
gritábamos y agitábamos banderas en tiempos también más agitados también. Ustedes
tienen una inmensa suerte de vivir en una democracia plena. En una democracia donde
cada uno puede hablar, decir, sentir, expresarse, gritar lo que quieren. Esto es algo
maravilloso y es algo que debemos defender con uñas y dientes. Por eso gracias a
todos, gracias a las organizaciones políticas que había sido pensado para el 11 de
marzo pero que lo hicimos hoy 27 de noviembre (sic) cuando empezó un proceso que
transformó el país y que seguramente otros van a continuar porque si algo hemos
aprendido es que la historia no se detiene y aquí estamos nosotros para seguir
empujando. Gracias Argentina, gracias a todos. Los quiero mucho, mucha fuerza.
“UNA DÉCADA GANADA POR EL PUEBLO” (2013)
-----------------------------------------------------
Muchas gracias, muchas gracias a todos y a todas por esta plaza de la alegría, del amor,
del amor por la patria, del amor por el otro, donde no venimos a insultar ni a agraviar,
sino a festejar el Día de la Patria.
En este nuevo aniversario de nuestra querida patria, en este 203 aniversario, quiero
confesarles a todos ustedes que ni ayer ni hoy ha sido un día fácil para quien les habla.
Yo quiero recordar y veo en todos ustedes, en esas caras jóvenes, las caras de otros
jóvenes, de French, de Beruti, de Moreno, de Monteagudo los verdaderos cerebros de
esa revolución, French y Beruti que no repartían como nos enseñaron en el Billiken,
escarapelas festejando la caída del virrey. Repartían escarapelas que en realidad eran
cintas amarillas españolas marcando los que únicamente podían Ingresar al Cabildo.
Así se hizo la Revolución de Mayo y así se hicieron también los grandes procesos de
transformación aquí en Latinoamérica y en el mundo.
Jóvenes con ideales también junto a nuestros hombres de armas, encabezados por
Cornelio Saavedra, el Regimiento de Patricios, que eran las épocas fundacionales del
país donde pueblo y fuerzas armadas, las ideas junto a los que empuñaban también las
armas para defender esa gran patria que nacía, construían la historia.
Creo que es fácil entender también los ataques permanentes que sufrieran primero
Néstor como presidente y después esta Presidenta; tal vez después de Perón y de Evita,
las dos personas más difamadas, atacadas, ultrajadas y descalificadas de toda nuestra
historia.
Pero no me quejo, sabemos que cuando afectamos intereses, sabemos que cuando
defendemos a los sectores más vulnerables, sabemos que cuando incorporamos a
millones de argentinos al trabajo, cuando creamos la Asignación Universal por Hijo
que ya no permite que cualquiera contrate a un hombre o a una mujer por dos pesos,
cuando consagramos nuevamente desde hace 10 años las convenciones colectivas de
trabajo, en esta "década ganada" -mal que les pese es una década ganada- pero no por
un gobierno, ganada por el pueblo. Cada conquista, cada hombre y mujer que pudo
jubilarse y que hoy cobra su jubilación que se ajusta dos veces al año, cada pibe que
recibe una netbook, no para escuchar cumbias por favor, como alguien decía el otro
día, sino para aprender en el proceso de inclusión educativa más importante que se
recuerde en toda la historia, con 9 nuevas universidades, con mas de 1.400 colegios
nuevos, en cada joven que hoy puede estudiar y trabajar, en cada mujer que luego del
reconocimiento del trabajo de los empleados y empleadas en servicios domiciliarios,
algo que ni siquiera Evita podía lograr también, tienen instrumentos y herramientas
para pelear sus derechos en cada región del país. Porque me atrevo a decir también que
es una década ganada en federalismo, en donde todas las regiones han sido
incorporadas en un plan de obra pública sin precedentes, con infraestructura social y
económica. Y también, porque no, en los miles y miles de pequeños y medianos
productores, empresarios, comerciantes y también de los grandes que han obtenido en
esta década ganancias, rentabilidad y crecimiento a sus empresas, que ha generado
también los millones de puestos de trabajo.
Hemos logrado articular esto, y este es el mejor homenaje que podemos hacer a esos
hombres y a esas mujeres que liberaron un pueblo hace 203 años, pero que la tarea
había quedado inconclusa, porque todavía estamos peleando también ya no por ia
libertad, sino por la igualdad que es el gran signo de esta década y de las que vendrán.
Quiero también convocar a todos los argentinos a esta gesta, a que esta década ganada,
le siga otra década más en que los argentinos sigan ganando también. Porque yo me
pregunto, yo no soy eterna, lo he dicho muchas veces, y lo que es más importante,
tampoco lo quiero ser. Es necesario empoderar al pueblo, a la sociedad de estas
reformas y de estas conquistas para que ya nunca nadie más pueda arrebatárselas, y sé
de qué estoy hablando.
Muchas veces leo en letra de molde que nabian del Kircnnerismo y dei Tin del ciclo y
yo me pregunto y le pregunto a todos los argentinos: el cambio de un gobierno por otro,
¿es fin de ciclo o en realidad a lo que se están refiriendo es a que cuando yo me vaya se
va a acabar todo lo que hemos conquistado en esta década ganada? Me parece que se
refieren a eso.
Me parece que cuando hablan de la Asignación Universal por Hijo con desprecio, me
parece que cuando hablan en contra del desendeudamiento que comenzamos y que
permitió generar un ciclo virtuoso en la economía, donde el Fondo Monetario
Internacional no viniera a imponernos condiciones, tal vez se refieran a eso, a que
también quieren que vuelva esa etapa.
O tal vez se refieren a que ya no va a haber más todos los años la fijación del salario
mínimo vital y móvil, todos los años convenciones colectivas de trabajo donde
incorporamos mayor poder adquisitivo porque a lo mejor ellos piensan que los salarios
son los que provocan la inflación.
Yo digo que los precios no los ponen los trabajadores ni el gobierno. Yo digo que los
precios los fijan los empresarios y los grandes monopolios.
Ustedes lo saben muy bien y hagamos memoria de estos 200 años; hagamos memoria
cómo fueron atacados esos próceres, Moreno, Belgrano, a los que acosaban de ultras y
jacobinos. Si Belgrano hubiera respetado las órdenes que emanaban de Buenos Aires,
no hubiéramos tenido la Batalla de Salta y Tucumán. Por suerte, Belgrano era un joven
desobediente porque era un patriota por sobre todas las cosas.
¿A qué se referían cuando también denostaban el gobierno del brigadier general Juan
Manuel de Rosas que pudo resistir los embates del colonialismo francés e inglés?
Luego vino lo que vino.
Cada ciclo de gobiernos populares ha tenido ataques feroces porque en realidad, cada
una de esas dirigencias no era de ellas el problema, era el obstáculo, eran las
herramientas que la historia del pueblo había tomado para transformar un destino de
esclavitud, un destino de atraso y, entonces, había que destruir las herramientas.
Yo, nosotros, él, que no está más, no fuimos importantes ni seremos importantes por
nosotros mismos. Somos apenas una herramienta de ustedes, del pueblo y me refiero,
no solamente a los que están en esta plaza. Es más, me refiero también a aquellos que
sin saberlo, muchas veces repiten lo que escuchan o lo que leen. No es la primera vez
en la historia.
Hubo distintos instrumentos también para difamar, para distorsionar y si no, no quiero
remontarme tal vez a una historia que muchos no recuerden, pero les recuerdo a todos
algo que todavía está muy fresco en nuestra memoria: los invito a que cuando lleguen a
sus casas, los que tengan una compu, los que puedan acceder a Internet, que son
muchos hoy en la República Argentina, más del 50 por ciento de la población puede
acceder a Internet, vayan y lean los diarios del año 2001, previos a diciembre, previos
al corralito, vayan a ver, vayan a leer si algunos meses antes o apenas el mes anterior o
apenas la semana anterior a que se confiscaran los ahorros, fundamentalmente de la
clase media argentina, algún diario, alguna radio, algún medio televisivo, algún
economista, de esos que hoy preanuncian catástrofes y apocalipsis todos los días, le
habían anunciado a los argentinos que le iban a manotear la plata y no se la iban a
devolver.
Nadie les avisó nada y no era porque no sabían, sino porque tenían complicidad. Ni qué
hablar, ¡por Dios!, del período más trágico de nuestra historia, de ese que se inició el 24
de marzo de 1976. Lean lo que decían y lo que hacían, miren las fotografías, hasta
alguien tituló "Tenemos nuevo gobierno". Recorran los documentos y archivos para
ver con las cosas que se quedaron durante ese período en el que estas mujeres que están
a mis espaldas de pañuelos blancos, todavía siguen buscando a sus hijos y a sus nietos.
Porque es cierto que están siendo juzgados, porque es cierto que están en prisión,
porque es cierto que están purgando penas, porque es cierto que hay procesos judiciales
que se abren todos los días, pero todavía no hemos podido encontrar a sus hijos ni a sus
nietos y esa es una deuda que todavía no ha sido saldada por el conjunto de la sociedad
ni de los gobiernos.
Yo quiero la unidad de todos los argentinos, pero quiero la unidad con memoria, con
verdad y con justicia. Porque sin eso, no hay unidad posible y la necesitamos, la
necesitamos en este proceso de transformación económica y de inclusión social y
también, de grandes reformas políticas.
Reformas políticas que muchos no creían porque pensaban que eran enunciados
cuando hablábamos de las Internas abiertas, obligatorias, simultáneas y vinculantes
para todos los partidos políticos iniciando el proceso de reforma política más
importante.
Y también ahora, con la reforma que necesita la Justicia para democratizar también al
tercer gran poder del Estado que necesita y que los argentinos necesitamos que sea
democratizado.
Por eso la igualdad en el acceso, por eso también el voto popular en la representación
de los organismos políticos en ese tercer poder el Estado.
Y hay algo que me obsesiona y me desvela y que es cómo hacer para que estas grandes
transformaciones, que estas grandes conquistas, que van desde lo económico a lo
social, hasta lo estrictamente igualitario como fue otro gran hito histórico del cual me
siento orgullosa y del cual fue artífice Néstor como fue el matrimonio igualitario en la
República Argentina.
¿Cómo hacer? Yo encuentro una sola manera. Porque quiero decirles algo: estos años
felices, estas medidas que trajeron felicidad al pueblo en esta década ganada, fueron, es
cierto, medidas para la felicidad del pueblo, pero no fueron medidas fáciles para el
Gobierno: por cada medida, por cada decisión, un ataque. Cuando él decidió pagarle al
Fondo Monetario Internacional, cuando decidió reestructurar la deuda, cuando en Mar
del Plata le dijo "no" al ALCA, junto a otros patriotas como Lula, como Chávez,
querido compañero y amigo Hugo Chávez, eterno en el corazón de nuestro pueblo
también, o tal vez, cuando tomamos la decisión de recuperar los fondos de las AFJP,
terrible decisión, corrida cambiaría, mis dos gobiernos llevan más de 3 o 4 corridas
cambiarías presionándonos para que hagamos cosas que perjudiquen a la gente.
No es fácil, no son fáciles las presiones. También me pregunto, cuando alguno habla de
fin de ciclo, ¿será que piensan que los dineros de los trabajadores que hoy están en la
ANSES, vuelvan a comprar acciones como algún diario vendió sus acciones a no sé
cuántos pesos que hoy no valen nada? Tal vez se quiera volver a eso cuando se habla de
fin de ciclo.
Por eso, mi desvelo, mi obsesión es que esta sociedad de los 40 millones de argentinos
se organice en forma unida y solidaria pero, al mismo tiempo, comprendan.
Yo el otro día, recordando a Jauretche, hablaba de los zonzos y contaba una anécdota
de precisamente cuando se emitieron los famosos bonos para pagar a los argentinos
que habían quedado atrapados en el corralito. Muchos los vendieron.
Por eso, el otro día, cuando anunciaba las medidas de aumento en todas las
asignaciones, de la Universal por Hijo, por embarazo, las de los trabajadores
registrados, cuando anunciaba esas medidas, decía que tenemos que organizar a la
sociedad para cuidar esa conquista, mirar para cuidar. Y yo convoco a todos los
argentinos al momento -quiero decirles algo- empezaron a llegarme, yo en ese
momento hablé de los jóvenes, de las iglesias, al momento comenzaron a llegarme
mensajes de centros de jubilados, de gente que quería participar.
Sueño también con una Argentina como la que hemos logrado en esta década, la
década ganada pero también la década de la solidaridad, la década donde cada
argentino o por lo menos una gran parte de los argentinos, ha comenzado a mirar al
costado o, tal vez, un poco atrás donde otro argentino u otra argentina todavía le falta
algo, hay muchos a los que todavía les faltan muchas cosas. Yo les pido a los que ya
han tenido logros que ayuden a que otros también lleguen al mismo lugar que ellos
tienen.
Esa unidad, esa organización, esa participación, es lo que siempre les digo, lo que le
dije...yo también los quiero mucho...es lo que dije otro día histórico también y de
homenaje, nuestro último 2 de abril en Puerto Madryn, donde homenajeamos a
nuestros veteranos y combatientes y caídos en la guerra de Malvinas, inclaudicable
demanda de soberanía: la patria es el otro, la patria es el otro, es el que todavía no ha
podido conseguir trabajo o que consiguiéndolo no está registrado; la patria es el que
todavía tiene y lucha y trabaja para conseguir su casa propia. El otro es ese joven que
tal vez no pueda estudiar todavía porque tiene que trabajar para ayudar al hogar; el otro
también es el que sufre adicciones y tenemos que ayudarnos hermanos a rescatarlos
entre todos para combatir los flagelos modernos que tiene nuestra sociedad. La patria
es esas mujeres que han luchado por más de 35 años pidiendo justicia; la patria es
también esos miles y miles de emprendedores que gracias a este proyecto político, que
quede claro además, este no es un modelo económico, que quede claro que este es un
proyecto político con objetivos económicos, sociales y culturales. Digo entonces, que
es necesario empoderar a la sociedad.
Necesitamos imperiosamente ser más inteligentes, porque el odio nubla las mentes, no
nos deja pensar. Y nosotros queremos pensar, pero pensar, no solamente en esto que
estamos haciendo, sino en todo lo que todavía nos falta hacer.
Esta plaza no es una plaza de ayer ni de hoy, es una plaza de futuro, de porvenir, es una
plaza y una patria preñada de esperanzas, de sueños, de ilusiones como las que él tuvo.
Tal vez, cuando dijo que no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de
Gobierno, nos parecía que hacía honor a todas las generaciones a las que él había
pertenecido. En realidad, estaba diciendo que se iba a jugar y hacer todo lo que tuviera
que hacer y sabía lo difícil que iba a ser, tal vez, como nadie.
Por eso, yo quiero agradecer el acompañamiento de todos los argentinos que creen en
este proyecto.
También quiero agradecer a los que sin pensar como nosotros, son respetuosos y tienen
ideas diferentes y tienen todo el derecho a tenerlas. Yo solo les pido, no en nombre
mío, no en nombre de los que hoy estamos aquí, sino en nombre de los que se fueron,
en nombre de sus propios hijos, que sepamos disentir con respeto, sin ofensas, sin
descalificaciones, sin agravios, sin injurias, démosle a nuestros hijos una patria mejor,
porque ellos también van a vivir al lado de los nuestros, que por favor recreemos todos
un clima en el cual las ideas se debatan con altura.
Sabemos que eso no está bien, sabemos que no es justo que otro argentino llegue tarde
a su trabajo, a su casa o a sus obligaciones, sabemos que tienen razón en enojarse, pero
les pido perdón, le pido perdón a cada uno de esos argentinos que se enoja y dicen que
así no se puede vivir más.
Yo no voy a ser una presidenta que le dé palos a nadie, eso se los puedo asegurar,
porque eso nunca ha sido ninguna solución en la Argentina.
Y les pido a todos de corazón, que pensemos en nuestros hermanos, que pensemos
también en este mundo que estamos viviendo complejo.
Hoy leía los diarios y hasta ahora eran los países más conocidos, España, Francia,
Italia, hoy leía que hasta Suecia hay problemas graves a partir de la economía que sigue
sin recuperarse en el mundo. Y nosotros hoy tenemos la expectativa de una economía
que está generando nuevamente crecimiento, incipiente pero crecimiento nuevamente.
Ayudémonos entre todos a sostener la Argentina porque esto es bueno para todos.
No se confundan, no se confundan, hubo una vez o varias tal vez, que algunos pensaron
que tanto peor, tanto mejor. Nunca nadie se equivocó tanto. Es mentira; cuando las
cosas empeoran, empeoran para todos y si no, acuérdense de aquel 2001 que vivimos
los argentinos.
Néstor entró en la Casa de Gobierno como el fenómeno, como el producto de esa suerte
de derrumbamiento que tuvieron los valores preestablecidos en la República
Argentina; preestablecidos vaya a saber por quién, o sí lo sabemos, por los sectores
más concentrados que son los que siempre se salvan cualquiera sea la crisis, cualquiera
sea el presidente y cualquiera sea el partido.