Barrionuevo, Carolina (2017) - El Advenimiento de La Pubertad
Barrionuevo, Carolina (2017) - El Advenimiento de La Pubertad
Barrionuevo, Carolina (2017) - El Advenimiento de La Pubertad
El advenimiento de la
pubertad.
Barrionuevo, Carolina.
Cita:
Barrionuevo, Carolina (2017). El advenimiento de la pubertad. IX
Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en
Psicología XXIV Jornadas de Investigación XIII Encuentro de
Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología -
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
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EL ADVENIMIENTO DE LA PUBERTAD
Barrionuevo, Carolina
Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Argentina
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En relación al texto del púber, puede estar signado por palabras, la latencia con sus rupturas como una interrupción de la práctica
sueños, acciones, silencio o algún juego. Muchas veces los púberes sexual infantil pero no de la sexualidad, ya que es un periodo de
se presentan en la consulta con la dificultad para armar un texto. trabajo activo por parte del sujeto.
Será entonces función del analista acompañar a poner en forma En “Metamorfosis de la pubertad”, afirma que lo nuevo respecto
su urgencia, construir un texto posible. Dependiendo de la época de la sexualidad infantil , lo inédito, que la pubertad introduce en la
y la cultura el analista ofertará distintos objetos a fin de construir meta y el objeto de la satisfacción pulsional está en relación a que
ese texto: materiales para dibujar, para escribir, revistas, juegos de se inaugura la posibilidad del acto sexual. Esta metamorfosis podrá
carta, juego de mesa, conversaciones sobre películas, libros, gru- asumirse si la corriente sensual del empuje puberal se encuentra
pos de música, objetos del época como la computadora, búsqueda con la corriente tierna de la vida sexual, propia del trabajo de la
de videos , imágenes por Internet. Con Emiliano de 13 años vemos latencia. Así la pubertad se erige “como el período de la vida en el
videos en youtube de peleas de rap. A Emiliano le encanta el rap. Se que se consuma la elección de objeto sexual, que es en rigor de
consulta por las enfermedades a repetición que presenta el púber. verdad un rehallazgo del objeto, de aquél constituido en la primera
La dificultad de poner el cuerpo en una escena con pares es una infancia. La elección de objeto de la época de la pubertad tiene
constante en Emiliano. Se Trabaja en el análisis con sus intereses, que renunciar a los objetos infantiles y empezar de nuevo como
construyendo primero su look rapero, para luego empezar a circular corriente sensual” (Freud, 1905).
por los encuentros de rap. En un principio, concurre a modo de es- Miguel Bassols agrega que Freud figura a la pubertad como un túnel
pectador, y más tarde, se suma a ser uno más de los que compiten perforado que excava por los dos lados, entre lo infantil y la sexuali-
en las peleas de rap. De a poco, Emiliano deja de enfermarse y dad adulta. “Para Freud, lo infantil no quiere decir únicamente una
encuentra otro modo de poner en cuerpo, en una serie con otros edad biológica del sujeto sino que indica cierta posición del sujeto
varones de su edad. respecto del problema de la diferencia de los sexos y la satisfac-
Freud plantea en “Tres ensayo de Teoría sexual” que la sexualidad ción pulsional, ..y eso es algo que se puede plantear toda la vida”.
humana está constituida en dos tiempos con el interludio de un pe- (Bassols) METAMORFOSIS, UMBGESTALTUG DER PUBERTAD,(en
ríodo de latencia. “la elección de objeto se realiza (…) en dos olea- alemán, gestaltung forma) incluye la idea de forma y morfos, nueva
das, la primera se inicia entre los dos y cinco años… la segunda forma de una nueva organización sobre la vida sexual infantil.
sobreviene con la pubertad y determina la conformación definitiva El púber en la elección del objeto en la época de la pubertad va a
de la vida sexual”. (Freud, 1905). En este primer despertar, sitúa la tener que renunciar a los objetos infantiles y comenzar de nuevo
investigación sexual infantil y las teorías sexuales infantiles como con una corriente sensual. Los objetos nuevos que se plantean para
respuesta frente a la falta de representación respecto a la sexuali- el púber, extra familiares van a estar marcados por las elecciones
dad humana. Como no hay correspondencia entre pulsión y objeto, infantiles de objeto familiares. Esta contradicción que se produce
el complejo de Edipo será el entramado simbólico-imaginario que en relación a la elección de objeto, también, lo será en el orden de
posibilitará al sujeto construirse objetos de amor vía las identifi- la satisfacción de la pulsión, del goce y el amor.
caciones. Al decir de Lacan en el Seminario 5, el primer despertar En la pubertad, se sitúa la aparición de un nuevo goce que se
sexual en la infancia, que culmina en el 3° tiempo del Edipo, po- presenta el en cuerpo. Tiempo lógico en que se hace presente la
sibilitará al niño contar con “los títulos en el bolsillo”, (entendidos alteridad con el Otro sexo, y la necesidad de dar una respuesta
como la identificación paterna y la castración de la madre).Títulos frente al encuentro con ese nuevo goce. Los cambios corporales
que quedarán en souffrance a ser puestos a prueba para responder se manifiestan como signo de ese nuevo goce (caracteres sexua-
a las demandas de Otro sexo, cuando estén dadas las posibilidades les secundarios, crecimiento de los senos, vello, cambio de voz,
de consumación de acto sexual a partir de la pubertad. La infancia producción de esperma, menarca). Así, Bassols sitúa a la pubertad
es, entonces, el tiempo lógico donde se efectivizan las operaciones como ese tiempo lógico referido a: la problemática de las pulsiones
de constitución subjetiva, que producirá como efecto la constitu- (satisfacción pulsional), y la problemática de las identificaciones
ción de un cuerpo y la producción de un sujeto. (identificación con el tipo ideal del sexo). “La enfermedad que le
El valor que le da Freud al trabajo que se da al período de latencia producía la caída de sangre cada mes ”, era el modo que había
es que allí se construyen las formaciones reactivas a modos de encontrado una paciente de 12 años para significar la aparición
diques (asco, moral y vergüenza) y las mociones sexuales infantiles de su menarca. Desde el inicio de la misma, la muchacha había
van encontrando otra orientación por la vía de la sublimación (ne- presentado fuerte retracción y extrañamiento del mundo exterior.
cesaria para procesos como el aprendizaje). Las identificaciones y Si a la urgencia la leemos en tanto ruptura respecto al equilibrio
un resto de esa sexualidad infantil libido desexualizada van a ser “con el se sostenía la homeostasis de vida del sujeto” (Sóte-
las productoras de la corriente tierna. Freud ubica que en este pe- lo,2005), la pubertad se presenta como ruptura respecto la escena
ríodos “se aprende a amar otras personas” y que la corriente tierna infantil que sostenía la homeostasis de la vida de ese sujeto. Ya
facilita los vínculos amistoso entre pares. Podemos decir, entonces, no alcanzará con las respuestas construidas en la infancia, en ese
que en la latencia se consolida la maqueta de las relaciones con el primer despertar sexual para responde al empuje puberal. Hay un
semejante. Por ello, es importante preguntarse qué sucede con los encuentro con la inadecuación, “no será todo como se lo soñaba
niños cuando no pueden aprender conocimientos nuevos o cons- en la latencia en las historias de superhéroes, princesas y prín-
truir lazos con sus pares, qué acontece con la sexualidad infantil cipes azules” .Nadie contó como continuaron las vidas de blan-
que no logra orientarse a otras meta. Freud en “3 ensayos” sitúa a canieves, cenicienta y la bella durmiente, luego de que se fueron
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con el príncipe. La historia termina justo en ese punto. Frente a la este punto, ya que si bien la rebeldía y el desafió son movimientos
presentación de este nuevo goce en el cuerpo, y la posibilidad del quedan aún en relación a cierta oposición respecto de la demanda
acto sexual como posible, la pubertad implicará la construcción de del Otro. El lugar del grupo de pares, como lugar de intercambio y
nuevos objetos de amor, nuevas identificaciones, asunción de una construcción de identificaciones nuevas, acompaña el trabajo de
nueva imagen en el espejo, constitución de un nuevo modo referido desasimiento parental. En los historiales de Dora, la joven homo-
a la satisfacción pulsional. sexual , Elizabeth, no se escucha en el texto del paciente alguna
El advenimiento de la pubertad, pone en jaque todo el edificio cons- circulación respecto al grupo de pares, intereses en los cuales es-
truido en la primera infancia. Frente a la ausencia de saber en lo tas adolescentes puedan construir algún punto de apoyo para una
real preestablecido respecto al encuentro con el Otro sexo, Stevens salida exogámica. Freud en 3 ensayos sitúa a los individuos que
propone que el sujeto debe inventar su propia respuesta. “Todos quedan retrasados en cada una de las estaciones de esta vía del
inventamos un artificio para llenar ese agujero en lo real, ahí donde desarrollo que todos deben recorrer (…)como “personas que nun-
no hay relación sexual, eso hace de troumatismo, Uno inventa evi- ca superaron la autoridad de los padres y no les retiraron su ternura
dentemente lo que puede , lo que está a su alcance” (Lacan, 1974) o lo hicieron solo de modo muy parcial, conservan , de esta manera
. Tomando de Miller al síntoma como respuesta, Stevens propone plenamente su amor infantil mas allá de la pubertad”(Freud, 1905).
a la adolescencia en tanto síntoma de la pubertad, como la gran Mercedes una paciente adulta expresa con mucha angustia su di-
variedad de respuestas posibles frente a este imposible que es el ficultad para ponerle limites a su hijo de dos años de edad, “no me
surgimiento de un real propio de la pubertad. Esta respuesta es da bolilla, me desafía todo el tiempo, me vuelve loca, no hay au-
el ordenamiento particular con el que cada sujeto organizará su toridad”, situación que finaliza con escenas de violencia por parte
existencia, su relación con el mundo, su relación al goce, al lugar de ella. Al preguntar si esta escena la remite a otra del pasado, ella
pues de la relación sexual. Al decir de Lacan en “El Despertar de refiere que le recuerda a las reacciones que tenía y la sensación de
Primavera”, “como no siendo satisfactorio para todos, (…) si eso impotencia que sentía cuando el padre le ponía límites a ella en la
se malogra, es para cada uno”( Lacan, 1947). Se tratará, entonces, adolescencia. Comenta que sus salidas nocturnas dependían del
siempre de una respuesta individual. capricho de su padre, que nunca daba una explicación, “no porque
Esta respuesta nueva que el púber necesita construir, implica la ope- yo lo digo”, era su respuesta. “Me sacaba las llaves; cuando se
ratoria propia de la pubertad que Freud sitúa como el desasimiento descuidaba, me escapaba”. Cuenta que a los 17 año se fue de la
de la autoridad parental “Es una de las operaciones más necesarias, casa, que “salió corriendo”. A partir de allí, hasta el nacimiento de
pero también más dolorosas, del desarrollo. (…) Más todavía: el pro- su hijo, se suceden una serie de actings en los que queda cons-
greso de la sociedad descansa, todo él, en esa oposición entre am- tantemente expuesta al peligro. Podemos pensar que se escapó
bas generaciones” (Freud, 1909) menciona en “La novela familiar porque no contaba con “la llave” para salir, salida exogámica que
del neurótico”. Así, el segundo despertar sexual se enlaza una nueva garantiza un posicionamiento distinto respecto a la posición del su-
vuelta en relación a la pregunta por el deseo del Otro. jeto. Ubicar este punto de detención en Mercedes posibilitó que
A la pubertad la podemos ubicar como esa etapa en que los padres pudiera posicionarse en otro lugar como mamá. Así, podemos decir
se revelan falibles y mortales. De es “Otro absoluto” que encarnan que Mercedes quedó detenida en este punto porque el Otro no le
imaginariamente los padres en la primera infancia, los padres dejan donó “la llave”, ese Otro no estaba ubicado en relación al deseo,
de ser el representante único del orden simbólico y se ubica como sino que representaba una figura de goce.
un eslabón dentro de una cadena generacional que los trasciende. Por lo tanto, varias de las consultas por los adolescentes devienen
Hay otros discursos posibles al parental, revelándose este último cuando el sujeto queda atrapado en las demandas parentales, y no
como frágil, y de esta manera, la verdad adviene como no- toda. La ubicados en relación al deseo que implicaría el punto de castración
aparición de la contradicción de las distintas generaciones, impli- del Otro. Cuando el Otro se encuentra ubicado como absoluto, fal-
ca la aparición del tema de la muerte de una forma radicalmente tan la donación de palabras, de coordenadas simbólicas, “de tener
distinta, el hecho de ser mortal produce un cambio fundamental en a disposición los títulos” para que un sujeto se arme una llave que
el sentido de la vida en cuanto marcada por la muerte. Si la trans- habilite la salida. Jean Jaques Rassial nos plantea, en su libro, que
misión es en relación a un “deseo que no sea anónimo” (Lacan, el análisis del adolescente, implica primero un “trabajo sobre la
1969), ello requiere que el Otro done su propia castración. La ado- cualidad del Otro”. (Rassial, 1999).
lescencia como síntoma de la pubertad es, a su vez, el momento Cuando la posibilidad de construir un síntoma como respuesta a
en el que el sujeto se autorizará por sí mismo por ejemplo para la la pubertad desfallece, ubicamos las presentaciones clínicas en la
elección de una profesión o trabajo. Para que esa elección se pre- consulta por la vía del acting, del pasaje al acto o de la inhibición.
sente como propia autorización será necesario que se haya podido En este punto, localizamos la urgencia en tiempos de la pubertad.
producir esta operatoria del desasimiento de la autoridad parental. Es frecuente recibir consultas por púberes ahí donde esta dificul-
Es decir; ciertos movimientos de separación respecto del Otro. Lo tada o detenida esta posibilidad de sintomatizar la pubertad. Como
que en la infancia se presentaba como juego de las escondidas y analistas asistimos a acompañar la construcción de esta nueva
engaño en el punto de horadar y sustraerse de la mirada del Otro, respuesta individual. Respuesta que requerirá una nueva asunción
en la pubertad se presenta como desafío y trasgresión, como pri- de la imagen en el espejo. Así, el analista acompañará con sus
meros movimientos de desasimiento. No obstante, el sujeto deberá intervenciones el nuevo armado de la maqueta de la realidad y de
inventar otra respuesta a fin de no quedar capturado al infinito en una nueva imagen para vestir ese nuevo cuerpo. El juego, también,
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tomará otra dimensión. Será el pretexto para que otro texto se pon- Freud, S. (1909 (1908)) “La novela familiar de los neuróticos”, en Obras
ga a circular, respecto a la interrogación sobre su posición en re- Completas, tomo IX, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1999.
lación al grupo de pares o acerca del partenaire (Gamsie, 1996). El Freud, S. (1920) “Sobre la psicogénesis de un caso de Homosexualidad
trabajo analítico se orientará a la posibilidad de historización acom- Femenina”, en Obras Completa, Tomo VIII, Amorrortu Editores, Buenos
Aires, 1999.
pañando el armado de la novela familiar y su apropiación individual.
Freud, S. (1933). “Conferencia 34. Esclarecimientos, aplicaciones, orienta-
Se apuntará a la construir la intimidad, solidaria con el trabajo de
ciones” en Obras completas, T XXII, Amorrortu Editores, 1998.
separación del Otro (desasimiento de la autoridad parental) y la po-
Gamsie, S. (1996) “Pubertad al fin”, en Psicoanálisis y el Hospital N°10.
sibilidad de autorizarse en nombre propio. Ediciones del Seminario. Buenos Aires.
Amanda comienza la re-escritura de su novela ARREIT, pero ya no Garaventa, V. (2010). “Latencia: interludio de la vida sexual”, en Psicoanáli-
desde el encuentro de la prehistoria que la trasciende, sino desde el sis y el Hospital N° 37. Ediciones del Seminario. Buenos Aires.
punto de vista María, que además de ser la protagonista, será quien Lacan, J. (1957-1958). Seminario V: “Las formaciones del inconsciente”,
en nombre propio cuente su historia y sus nuevas aventura por el Editorial Paidós, Buenos Aires, 2003
mundo. En la primera historia, frente a los requerimientos parenta- Lacan, J. (1962-1963). “El Seminario de Jaques Lacan. Libro X. La angus-
les de propuesta de casamiento con alguien del reino del sol o del tia”. 1 ed. 4° reimp. Paidós. Buenos. 2008
reino de la luna, María se escapa cavando un túnel al centro de la Lacan, J (1947)”El Despertar de Primavera”. En Intervenciones y textos 2.
tierra. Es a partir de esta huida que se encuentra fortuitamente con Manantial, Buenos Aires. 1988.
Lacan, J. (1969) “Dos notas sobre el niño”, en Intervenciones y textos 2,
Juan, y ambos se enamoran y comienzan un camino juntos. En este
Editorial Manantial, Buenos Aires, 1988.
punto de la historia, Amanda, nuestra escritora, decide, reescribir
Lacan, J. (1973- 1974) Seminario XXI. “Los no incautos yerran” o “Los
su novela pero ya no en tercera persona sino con la protagonista
nombres del padre”. Inédito.
contando en primera persona, y tejiendo su escritura con “lo visto y Racial, J.J. (1999) “La operación adolescente y el límite del niño al adulto”,
oído” de su pasado que se le presenta en sueños... en El pasaje adolescente. De la familia al vínculo social, Ediciones del
Serbal, Barcelona.
BIBLIOGRAFÍA Sótelo, I. (2007) “Clínica de la Urgencia”, Buenos Aires: JCE Ediciones.
Bassols, M. “El malestar en niños y adolescentes” Stevens, A. “Adolescencia: Síntoma de la Pubertad”. Inédito
Freud, S. (1905) “Metamorfosis de la pubertad”, en Obra Completas, T VII
Amorortu Editores, Buenos Aires, 1998.
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