Los Espacios Subjetivos en Lo Puberal y en La Adolescencia
Los Espacios Subjetivos en Lo Puberal y en La Adolescencia
Los Espacios Subjetivos en Lo Puberal y en La Adolescencia
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“En nuestra familia las mujeres se casan jóvenes”.
“Los jóvenes son peligrosos, no tienen control”.
“La juventud de hoy está perdida” (dicho en cualquier época).
La lista es infinita. Además de los mitos familiares y sociales; los mitos universales,
aquellos con los que especialmente trabaja el psicoanálisis, el Mito de Narciso y el de
Edipo tienen como protagonistas a adolescentes.
Es necesario recordar que el medio, el mito, no hace al sujeto. Le ofrece una primera
morada donde cada sujeto a partir de su propio trabajo se constituirá, se dará un cuerpo
donde vivir a través del jugar2.
El trabajo de Lo Puberal se da en el espacio originario y consiste en representar
psíquicamente el nuevo cuerpo que por la pubertad ha devenido en extraño.
Así como para “hacerse” niño, necesitó sostenerse en las funciones materna y paterna,
en este “hacerse” adolescente necesita de la función de los pares, amigo íntimo o grupo
de amigos con quienes atravesar las nuevas experiencias, para poder apropiárselas. El
“hacer”, el jugar del púber y del adolescente es con su propio cuerpo, con el del amigo o
con la realidad.
Winnicott, optimista, divertido, apasionado, desacartonado nos autoriza desde sus
desarrollos teóricos a seguir jugando toda la vida. Nos dice que la experiencia cultural
sobreviene como la extensión directa del juego de los niños, y en verdad de los bebés
desde su nacimiento y tal vez antes.3 “He postulado- dice- un espacio potencial, entre el
bebé y la figura materna, que es donde se localiza el juego”...“Para mi sorpresa, he
comprobado que el juego y el jugar y los fenómenos transicionales forman la base de la
experiencia cultural en general y por ende lo que indagaba, concierne a la mayor parte
de nuestras vidas”.
Les propongo entonces compartir, además de este espacio que obviamente constituye
una experiencia cultural, otra experiencia cultural, una película que tuve la suerte de ver
en el decimosexto Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Me interesó porque
no es el relato de un adulto sobre la adolescencia, es la vivencia y la experiencia narrada
desde el adolescente.
Cuando un adulto puede ponerse en la piel de un adolescente y expresar desde allí sus
vivencias, sus temores, su excitación, sus angustias como en este film, podríamos
suponer está intentando tramitar algún trabajo que quedó pendiente de su propia
adolescencia. La escritura, de la misma manera que el diario íntimo o los poemas o
letras de canciones durante la adolescencia, es una forma de escribir psíquicamente, de
metabolizar las experiencias puberales y adolescentes.
La película en cuestión es KRAMPACK, basada en una obra de teatro, del dramaturgo y
actor Jordi Sánchez, que lleva el mismo nombre. El director y guionista es Cesc Gay,
catalán. Trata de las primeras experiencias sexuales de dos chicos, Dani y Nico de
aproximadamente 15 años.
Comienza con una escena en la cual Dani acompaña hasta el auto a sus padres que se
van y lo dejan en la casa de veraneo. La lista de recomendaciones de la madre es
larguísima y el chico dice a todo que sí, no prestando demasiada atención y apurando la
partida.
2
Clínica Psicoanalítica con niños y adolescentes. Una aproximación. Edit. Lugar M. y R. Rodulfo
3
El jugar y la cultura. 1968.Exploraciones Psicoanalíticas I. Winnicott, D.
2
Inmediatamente se dirige con su bicicleta y otra más a la estación a buscar a Nico, un
amigo de la escuela. Evidentemente hace tiempo que no se ven. Juntos compartirán las
experiencias que seguramente dejarán marcas estructurantes en sus vidas.
Me detendré aquí para hacer una primera observación.
Para que las experiencias y los trabajos de la adolescencia sucedan, los padres deben
poder correrse de la escena, dejar espacio para ser ocupado por otros referentes adultos
extrafamiliares y muy especialmente por el grupo de pares o amigos íntimos.
Permitiéndoles jugar a ser grandes, de la manera que juegan los adolescentes.
Experimentando sobre sus propios cuerpos y sobre la realidad.
Es interesante escuchar que todas las recomendaciones que hace la madre antes de
irse comienzan con “no te olvides de”... Olvidarse de todo, no prestar atención, no poder
concentrarse, estar como ido es una de las quejas más frecuentes de los padres y es
uno de los indicios que el trabajo de lo puberal ha comenzado.
Casi toda la libido disponible está dedicada a catectizar y apropiarse del nuevo cuerpo
genitalizado y a soportar la ambivalencia que el mismo le genera, fascinación por un
lado, temores dudas, extrañeza por el otro. “Edad del pavo” dice el mito popular. Luego
volveré sobre este mito.
Volviendo a la película, hay dos personajes adultos que los padres dejan, como
acompañantes. Una mujer joven que va todas las mañanas a limpiar y cocinar y una
profesora de Inglés que le da clases algunas veces por semana. Ambas, cada una en su
función, si bien adultas, son referentes más cercanos que los padres. 4Otro personaje
adulto aparece en escena. Un escritor que llega a la casa en busca del padre de Dani.
Le trae el manuscrito de un nuevo libro. Dani se muestra interesado por el manuscrito y
el escritor que no acepta dejárselo, mira fugaz pero interesadamente a Dani.
Dani y Nico se encuentran. Se abrazan, se observan entre fascinados y asombrados por
el crecimiento y metamorfosis del cuerpo de otro. Se ríen, simulan una pelea, una lucha
cuerpo a cuerpo. Típico de los chicos de esta edad. Juego de manos, juego de villanos
dirán los adultos, de los que tanto gustan y disfrutan especialmente los varones.
Nico le muestra a su amigo (¿se pavonea?, otra acepción de “la edad del pavo”,
además de la de tonto o despistado), lo que interpreta como símbolo de su desarrollo, la
mítica nuez de adán. Como Dani no se muestra muy impresionado, le explica que a las
tías las enloquece. Dani no se nota la nuez pero aclara que a él le han crecido mucho
los pies. En eso las chicas no se fijan porque no se ven, da cátedra Nico.
En esta escena hay dos cuestiones que me gustaría remarcar: Una es el momento,
segundos quizás, de desconcierto, de extrañeza frente a las transformaciones del
cuerpo del amigo, de reconocimiento y desconocimiento al mismo tiempo.
Sami Ali 5 refiriéndose al espacio de lo extraño inquietante plantea “el afuera se
convierte en el reflejo del adentro y la actividad perceptiva se modela según la
experiencia del espejo, porque el cuerpo, en cuanto sujeto, tiene la particularidad de ser
un rostro que no es visible sino para otro y que comienza por ser el rostro del otro.
Siendo simultáneamente él mismo y el otro, siendo familiar y sin embargo extraño... Lo
extraño inquietante se da en esta organización espacial E.I.R. en la que todo devuelve al
sujeto su propia imagen”.
4
Este tema lo he desarrollado más en un trabajo que presenté en la Jorn ada de la Cátedra de Clínica de Niños y
Adolescentes en la Facultad de Psicología. U.B.A, “Los padres en el tratamiento con adolescentes”.
5
Cuero real, cuerpo imaginario. Capítulo Cuerpo y Espacio ,
3
Lo desconocido del cuerpo del otro, que funciona como doble especular, lo remite a la
extrañeza por el cuerpo propio que atravesado por la pubertad de familiar se ha tornado
en extraño, en el cual aún no se reconoce del todo. Es identificándose con el amigo, con
el par que se reconocerá en su nuevo cuerpo.
Sami Ali remarca que lo inquietante radica en la oscilación entre acercarse demasiado al
objeto y alejarse recuperando la distancia entre Yo – No Yo.
El otro punto a destacar es respecto a las diferencias que ya se insinúan entre Dani y
Nico en cuanto a la apropiación de emblemas que hacen a la identidad sexual. Marcas,
caracteres sexuales secundarios que hacen a las diferencias entre hombres y mujeres.
Cuando llegan a la casa, la empleada, que conoce a Nico desde que era más pequeño,
se muestra deslumbrada y seducida por los cambios operados en el cuerpo del
adolescente.
Esta escena, como la del escritor y algunas miradas de la profesora sobre Dani, nos
recuerda que el adolescente se convierte en un activo seductor, por la finalización de la
impotencia sexual inherente a los niños. El cuerpo púber seduce al todavía niño, o sea
se auto-seduce y seduce, excita al adulto remitiéndolo a su propio puberal.
En el mito, Narciso queda embelesado, fascinado por la visión de su propio rostro,
creyendo que es de otro, un par. Buscando encontrarse con él muere ahogado. Hay
varias versiones del Mito de Narciso. Una de ellas dice que cuando Narciso murió,
llegaron las Oreadas - diosas del bosque- y vieron el lago transformado de un lago de
agua dulce que era en un cántaro de lágrimas saladas.
-¿Por qué lloras? –le preguntaron las Oreadas.
- Lloro por Narciso- respondió el lago.
-¡Ah no nos asombra que llores por Narciso!. Tú eras el único que tenía la oportunidad
de contemplar su belleza.
-¿Pero Narciso era bello?- preguntó el lago.
¿Quién sino tú podría saberlo? - respondieron sorprendidas las Oreadas -. Era en tus
márgenes donde se inclinaba para contemplarse todos los días. El lago permaneció en
silencio unos instantes. Finalmente dijo:
- Lloro por Narciso pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello. Lloro por
Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mis márgenes yo podía ver, en el
fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza.
El primer espejo y la condición de que los espejos funcionen es el rostro humano. Es en
la mirada de la madre donde se ve y se reconoce el bebé. En el adolescente el Otro
como mirada se encarna en el amigo íntimo o grupo de pares. Es en el rostro y el cuerpo
del par donde se reconocerá el ya no niño, es a través del recorrido que hace la mirada
que pasando por el cuerpo del otro vuelve al sujeto como reconocimiento y escritura de
su nueva, inédita imagen inconsciente del cuerpo.
Continuamos con el film. Dani y Nico comienzan a vivir juntos una serie de experiencias
que hacen tanto a la sexualidad genital como a otras experiencias que entienden hacen
los adultos.
Winnicott6 plantea que lo característico del juego de la adolescencia es que los juguetes
son los asuntos mundiales. Juegan a la guerra y van a pelear, haciendo cosas que
terminan envolviéndolos en verdaderos riesgos. Juegan a que son padres o madres en
el sentido de mantener relaciones amorosas y terminan a lo mejor casados o con hijos.
6
Exploraciones psicoanalíticas l. Cap. 12 Notas sobre el juego.
4
O no pueden jugar y entonces recaen en parálisis, incluyendo el permanecer en la cama,
ingerir drogas, en estallidos maníacos o impulsos suicidas.
En este jugar-hacer en la realidad y en sus cuerpos, Dani y Nico fuman marihuana,
toman alcohol, cocinan macarrones produciendo tanto desastre que al otro día la
empleada, desde su interpretación y fantasías de adulta piensa que hicieron una orgía.
Una escena importante transcurre en el dormitorio que comparten. Comienzan a
contarse sobre como y cuanto se masturba cada uno y de sus fantasías respecto al
encuentro con el otro sexo7, se masturban, cada uno a sí mismo y luego al otro. Estos
juegos sexuales se repiten y se incrementan. Dani se muestra satisfecho con ellos pero
Nico comienza a plantear que él quiere tener un coito de verdad, ligarse con una tía.
Dani se ofrece a ser penetrado. Nico acepta pero no permite que Dani lo penetre a él. Le
explica que él quiere una chica.
En el pueblo se produce un encuentro casual con dos chicas, que Dani conoce de
veranos anteriores. Se muestran entre asombrados, curiosos y seducidos por los
cambios operados en sus cuerpos. Nico inmediatamente se entusiasma con las chicas,
quiere encontrarse con ellas. Dani acepta pero preferiría estar a solas con Nico. Lo mira
insistentemente. Nico se pone incómodo. Le pregunta ¿Qué te pasa? .Dani responde
perturbado: No sé...
Escenas fuertes, vivencias fuertes, experiencias que en el marco de las series
complementarias o suplementarias según Ricardo Rodulfo8, son constitutivas de la
subjetividad.
La mirada y la aprobación del par atestiguan de la existencia del púber como tal y es la
mirada deseante que despierta en el otro sexo, junto con la propia excitación lo que le
dará la pista de la complementariedad narcisística de los sexos y el reaseguro de la
propia identidad sexual.
El estado de fascinación o enamoramiento por el amigo íntimo o amiga íntima, es una
forma de enamorarse, de catectizar su nuevo cuerpo en un Espacio de Inclusiones
Recíprocas. Cada uno se ve a sí mismo al mirar al otro y a través de la mirada, de los
juegos sexuales compartidos, del contarse todo o creer saber todo del otro se hace
superficie con el par, una suerte de banda entre el cuerpo del par y el suyo.
El trabajo psíquico de la adolescencia posibilitará separarse, diferenciarse del amigo/a,
aceptar la no-transparencia de uno para el otro y también que mire para otro lado, ya
sea un novio o novia, o nuevos amigos.
Además de la función del par como espejo, es sabido y fácilmente observable, la
relación tan ambivalente de los púberes y adolescente con el espejo concreto. En
algunos casos “no se pueden ni mirar”, por el efecto de siniestro que les produce el
verse como un extraño al niño que eran, el no reconocerse del todo, o verse horribles,
desproporcionados por falta o por exceso, y en otros momentos se pasan largas horas
frente al espejo, probándose ropas, que generalmente no las o los satisface,
observándose o tocándose los granitos que habitualmente tienen, haciendo morisquetas,
bailando, o representando, jugando diferentes personajes.
Un paciente, al que llamé Ariel, relata una fantasía que me parece sumamente
apropiada para trabajar la experiencia con el espejo y el doble.
7
Complementariedad narcisística puberal. Gutton.
8
Serie y Suplemento. R. Rodulfo
5
Hace ya muchos años que Ariel terminó su análisis. Tenía poco más de 20 años cuando
consulta por sus dificultades para sentirse bien con su pareja y tener relaciones sexuales
satisfactorias, entre otras cuestiones.
Dice textualmente así: “Yo me miro al espejo y pensaba que del otro lado había otro que
tenía vida; estaba del otro lado, en un mundo idéntico, éramos dos. Era casi una ventana
en lugar de espejo. Creo que ensayaba conversaciones con esa persona, que me
entendía, me desdoblaba. Ella (la novia), rompió eso, por meterse a ver que había, no
había nada, lo rompió, lo asustó creo”. Es interesante subrayar esto que parece un
error, en cuanto a la concordancia de tiempos de verbos, “me miro y pensaba”. Él está
relatando algo que le pasaba en los primeros años de su adolescencia pero el presente
de “miro”, da cuenta que es un trabajo psíquico que aún no pudo terminar de atravesar.
Dice además que ve otro, un doble al que le da vida, con el que se entiende. Me resulta
fascinante porque este muchacho, que nunca leyó nada de psicoanálisis, con absoluta
claridad describe este trabajo psíquico, de saberse uno pero verse otro, de darle vida a
este otro que es, libidinizarlo, entenderse con él, ensayar conversaciones. Todo el
trabajo que significa hacer superficie con el nuevo cuerpo, inscribir una nueva imagen
inconsciente del cuerpo, sin que se quiebre la imagen de base para no producir una
fractura del sujeto, una desestructuración psicótica por ejemplo, frecuente en estos
momentos de la vida.
Jean-José Baranes, plantea que el estatuto psíquico del Doble es de intermediario entre
Narcisismo y castración. Frente al riesgo de desborde del adolescente por el cambio
producido en el si- mismo, la I.I.C., la ruptura con el medio familiar, el devenir lo familiar
en extraño, la situación caótica que mezcla la angustia de castración con la angustia de
aniquilación, el doble es el espejo que le permite no perderse. Frente al riesgo de
desborde del aparato psíquico y la crisis de identidad, la aparición del doble es una
forma de agarrarse. El doble remite a la completud, a la unidad perdida. Algunos le
ponen hasta un nombre al doble o encuentran en un par al mellizo. El doble es un
organizador, una figura estabilizadora.
Otra cuestión interesante es que Ariel aclara que más que un espejo donde mirarse
parece una ventana. La ventana insinúa un lugar de pasaje, entre el niño que era y el
joven que está siendo.
Recuerda que pasaba mucho tiempo mirándose en el espejo del baño, lugar donde se
masturbaba. Un día se estaba masturbando y el padre, una persona bastante autoritaria,
de esos padres difíciles de matar simbólicamente, le grita delante de su madre y otros
familiares, ¡salí de ahí que todos sabemos lo que estás haciendo! Fue muy terrible.
Sintió que no existían puertas o paredes en esa casa. La puerta era transparente y él no
tenía intimidad. No era dueño de su cuerpo, ni de sentir placer con él.
La puerta adquiere un lugar de privilegio en estos trabajos simbólicos que exigen tomar
distancia de los padres reales. La puerta que en la infancia se cerraba para permitir la
privacidad de la sexualidad de los padres y la no-intromisión de los hijos, ahora deja
afuera a los padres de la sexualidad de los hijos. La puerta como valuarte simbólico,
como marcaje de un territorio propio, en el cual se encierran solos o con amigos o
novios, dejando afuera a los padres que no siempre soportan este corrimiento de lugar.
El enamoramiento del par del mismo sexo, del doble por el que atraviesan los púberes
es el eslabón necesario, entre los padres idealizados de la infancia y el encuentro del
otro adecuado. En lo puberal como complementariedad narcisista, para acceder ya en la
adolescencia al otro como suplementario, como diferente.
6
En Krámpack cuando se masturban a sí mismo y al otro, pareciera que uno y otro se
confunden. Manos y órganos son intercambiables en la escena. Se ríen. Como veíamos
se acorta por momentos la distancia entre Yo - No Yo. Si bien se saben diferentes, en un
punto el espacio se torna reversible Yo soy él, él es Yo. Su mano- mi mano, su pene- mi
pene; su erección-mi erección.
Se constituye entre ambos un espacio que no es ni interior ni exterior, es un espacio
potencial, donde el jugar es posible, donde las experiencias tienen lugar. Zona
intermedia que tiene que ver con la experiencia del vivir y que no es ni sueño, ni relación
de objeto. Winnicott hace hincapié que tanto en el primer espacio potencial entre la
madre y el bebé, como en el jugar del niño o adolescente, como en la experiencia
cultural del adulto para que este espacio se constituya es imprescindible la confiabilidad
del otro. 9
En el film se observa una de las causas por la cual en algunos casos el juego se
interrumpe: las tensiones pulsionales se vuelven excesivas, se pierde la capacidad de
juego y es reemplazada por la masturbación compulsiva. Aparece claramente una
diferencia en la posición de Dani que no quiere parar y Nico que dice NO. El No pone
distancia. Es el primer carnet de identidad del deambulador. No quiero lo que tu quieres
porque Yo no soy vos. No somos incondicionales.
Coincido con Winnicott en que es muy delgada la línea que separa la masturbación
física con fantasía inconsciente y la actuación compulsiva de una fantasía masturbatoria
como parte de la tentativa de vencer el conflicto o la culpa que produce la masturbación
real. Como así también que el juego ayuda en estos momentos de sexualidad
indeterminada porque en el actuar de diversas maneras hay posibilidades para las
identificaciones cruzadas.
¿Se podría pensar que Nico está en un momento diferente que Dani respecto al trabajo
psíquico de apropiación de su genitalidad y abrochamiento de su identidad sexual?
Parece tener clara la percepción de que es en el otro sexo donde encontrará su
complementariedad sexual. ¿Dani aún está apropiándose de su genitalidad,
experimentando con el cuerpo del par o en verdad está abrochando su identidad sexual
y una elección de objeto homosexual?
Dani parece entre angustiado, desconcertado y celoso, cuando ve que la mirada y el
interés de su amigo se dirigen a una de las chicas. Se rompió el hechizo. El espacio de
bidimensional se transformó en tridimensional, en la medida que la mirada deseante de
Nico se dirige a una chica. “Con la introducción del tercero la experiencia del espejo se
diversifica extraordinariamente, él y el que funciona de doble ya no son intercambiables
y se abre el campo para las identificaciones constitutivas al cuerpo en su diferencia
sexual”.
El o la púber tienen ya un antecedente de la desilusión, como la llama Winnicott, al
percibir el bebé, en primer lugar que la madre no es él, y luego que no es sólo de él, al
dirigir su mirada interesada para otro lado, sea su pareja, su profesión, sus otros hijos.
La desilusión es tan subjetivante como la ilusión y está sostenida por la confiabilidad.
Para que los trabajos puberales y adolescentes sean posibles es imprescindible la
presencia en la realidad, de los amigos con quienes experienciar en el marco de los
fenómenos transicionales. Y en la culminación de la adolescencia este grupo, amiga o
amigo íntimo cambia su carácter de transicional. La amistad puede conservarse pero ya
es una relación con un otro diferenciado.
9
Realidad y Juego. Winnicott. Edit. Gedisa
7
El marco de las Series suplementarias, es lo que nos permite no perdernos en las
generalidades y poder pensar cada caso como singular. Una de las mayores dificultades
para el psicoanalista que trabaja con púberes y adolescentes es diferenciar cuando
estamos frente a un trabajo psíquico aunque conflictivo, saludable o frente a un
desenlace psicopatológico. Es necesario no arriesgarse a un diagnóstico apresurado. Es
tan nocivo y produce tanta iatrogenia psicopatologizar la adolescencia o al adolescente
por adolecer de adolescencia como no iniciar a tiempo un psicoanálisis o psicoterapia
cuando estos trabajos están obturados o imposibilitados. El analista, como referente
adulto no familiar, oferta al adolescente un espacio potencial donde el jugar, el circular
por diferentes experiencias e identificaciones sea posible.
Resumen
Bibliografía
8
_ El aprendiz de historiador y el maestro brujo. (1984) Amorrortu