ANALISIS DE LA SENTENCIA 031 Del 2019

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ANALISIS DE LA SENTENCIA 031 del 2019.

La sentencia 031 de 2019, es de una demanda inconstitucional del artículo 421


(parcial) de la Ley 1564 de 2012, medio de la cual se expide el Código General del
Proceso y se dictan otras disposiciones, interpuesta por unos ciudadanos.

Los demandantes consideran que la disposición acusada desconoce los derechos


de acceso a la administración de justicia y a la tutela judicial efectiva puesto que
bastaría con la renuencia del demandado o la imposibilidad de efectuar la
notificación personal, para que el Proceso Monitorio resultase inane para la
exigibilidad de las obligaciones dinerarias.

Lo que pretendía los demandantes en la demanda era subsanar las situación


presentadas con anterioridad en dos procesos y, en consecuencia, a juicio de los
actores, la Corte debía declarar la exequibilidad condicionada del articulo 421 bajo
el entendido de que cuando no pueda llevarse a cabo la notificación personal del
demandado de acuerdo con el artículo 291 del CGP, sea procedente
subsidiariamente la notificación por aviso consagrada en el artículo 292 del CGP.

En esta sentencia se declaró la exequibilidad sin condición alguna del inciso


segundo del artículo 421 que dicta que “el auto que contiene el requerimiento de
pago no admite recursos y se notificará personalmente al deudor”. Concluyendo,
en la parte motiva de la sentencia, que solo se podrá notificar personalmente al
deudor y, de esa manera, se excluiría la posibilidad de la notificación por aviso.

No obstante, la Corte no acogió los argumentos de la demanda porque encuentra


en la norma la obligación de notificar personalmente, con exclusión de otras
formas de notificación, sustentada en que la estructura simplificada y los efectos
del proceso monitorio justifican, como contrapartida, imponer cautelas o
mecanismos reforzados para la conformación del contradictorio.  Es decir, que el
rigor para definir si el demandado se opone o guarda silencio ante el requerimiento
de pago solo puede ser cumplido por la notificación personal, garantizando, de esa
manera, su comparecencia material al proceso.

Para defender dicha tesis, la Corte considera que la exclusión de la notificación


por aviso emerge de acuerdo a una interpretación gramatical puesto que el
precepto demandado cualifica de manera expresa el tipo de notificación que debe
surtirse, sin que permita otra modalidad para el efecto, ya que expresamente se
prevé que “se notificará personalmente al deudor”.

Reforzando la anterior interpretación, argumenta que revisadas sistemáticamente


las normas del CGP que regulan la integración del contradictorio en los demás
declarativos especiales, no existen preceptos que realicen tal cualificación en la
notificación como en el presente caso.  Es por lo anterior que concluye que la
notificación personal en el proceso monitorio es una regla especial donde la
integración del contradictorio no queda supeditada a las reglas generales que
contemplan la notificación personal y, cuando esta no sea posible, la notificación
por aviso -arts. 291 y 292 CGP- como sí sucede en los demás casos.

De la misma manera, la Corte hace una interpretación finalista de la norma al


considerar que prevé la comparecencia material del demandado a fin de que
pueda definirse si éste se opone total o parcialmente al pago de la obligación
dineraria requerida o, con su silencio habilita a la ejecución de la misma y, por lo
tanto, esto solo puede ser cumplido notificándolo personalmente.

Agrega la Corte que permitir la  notificación por aviso del demandado como lo
pretenden los actores configuraría una violación grave y desproporcionada del
derecho defensa y contradicción ya que bastaría el envío de la comunicación
respectiva a la dirección que informe el demandante –con lo cual se perfección la
notificación por aviso- y el vencimiento del término de 10 días sin respuesta por
parte del demandado, para que se desencadenen todas las consecuencias
jurídicas de que trata el artículo 421 del CGP, respecto de las cuales no se prevén
recursos para su controversia.

Sin embargo, consideramos que la interpretación de la Corte constituye una


limitación a la efectividad del proceso monitorio al negar la posibilidad de notificar
al demandado por aviso toda vez que este mecanismo de comunicación garantiza,
igual que la notificación personal, el ejercicio del derecho de defensa del
demandado. Dicho esto, procederemos a explicar las razones jurídicas de nuestra
tesis.

En primer lugar, la notificación por aviso no se prohíbe expresamente en el artículo


421, como sí se hace respecto a la posibilidad de emplazamiento. Además, al
igual de cómo lo sostuvo la Universidad Externado en su intervención frente a la
demanda,  la interpretación sistemática concluye que la mención de que se debe
realizar la notificación personal en el  artículo mencionado, no excluye la
notificación por aviso toda vez que en varias normas del CGP se prevé de la
misma manera sin que en tales procesos se descarte el aviso, como por ejemplo,
en el proceso divisorio, en la práctica de pruebas extraprocesales, en el
llamamiento en garantía, en la reforma a la demanda, entre otros.

En segundo lugar, la notificación por aviso no se puede desligar de la notificación


personal debido a que si no se logra esta, de manera subsidiaria procederá
aquella según el artículo 291 CGP. En otras palabras, el acto de comunicación por
aviso es un complemento de la personal que sirve para impulsar el proceso en el
caso en que el demandado no haya comparecido personalmente tras ser citado en
su domicilio; de lo contrario, llevaría a merced  del demandado el éxito del proceso
al decidir sí comparece personalmente o no lo hace. Por otro lado, del sistema
supletorio emerge un derecho a favor del demandado consistente en escoger si
decide concurrir personalmente o sí prefiere esperar a ser notificado por aviso.

De la misma manera, nada obsta para que se considere procedente y de absoluta


validez la notificación por conducta concluyente, toda vez que según el artículo
301 del CGP surte los mismos efectos de la notificación personal.

Por último, no es cierto que se viole las garantías de defensa del demandado, ya
que el CGP dispone distintas garantías al requerido para el pago tales como, la
posibilidad del demandado de alegar la nulidad por indebida notificación; o que el
accionado pueda participar en el proceso de ejecución del art. 306 CGP
proponiendo variedad de excepciones; o, en caso de no hacerlo, que éste tenga
como medio para alegar la protección de sus derechos el recurso de revisión.

Por otro lado, sostiene que el proceso monitorio “prescinde de diferentes recursos
y oportunidades procesales diferentes a la notificación personal y al ejercicio del
derecho de defensa por parte del demandado, precisamente con el ánimo de
preservar la agilidad en el trámite judicial”. Corte Constitucional, Sala Plena. (6 de
abril de 2016.) Sentencia C-159/2016 [MP. Luis Ernesto Vargas Silva].

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