Fermandois Mundo y Fin de Mundo
Fermandois Mundo y Fin de Mundo
Fermandois Mundo y Fin de Mundo
Mundo y
fin de mundo
Obra financiada por el aporte del Consejo Nacional del Libro
y la Lectura 2004.
S 14.500
©Inscripción N° 140.818
Derechos reservados
Mayo 2005
I.S.B.N. 956-14-0812-0
EDICIONES
UNIVERSJDAD
CATÓLT(J\
Esta obra corresponde al volumen LIV de la Biblioteca del Bicentanario. DEC!HLE
A mis profesores
PROLOGO 15
CAPITULO I
LA HERENCIA 2l
Entre dos cataclismos: la época de la expansión y de las revoluciones 21
El aprendizaje del Estado: formación 27
Visión y actores del nuevo Estado 30
Guerra, frontera, patriotismo 34
La post-guerra . 38
La "Paz Armada", 1892-1902 40
CAPITULO II
LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO 1900-1910 45
Final y comienzo: interpretaciones de la posición internacional 45
La política exterior: los hombres y el medio 48
La política regional 53
La mirada ordenadora: las relaciones con Europa 55
Coexistencia en la distancia: la presencia de EE.UU. y el Pacífico 56
La defensa en momentos de distensión 60
La inmigración y el cambio de rostro interno 62
Economía de monoexportación: el salitre 66
CAPITULO III
CONCIENCIA DE CRISIS Y CRISIS MUNDIAL 1910-1920 69
El Centenario: fiesta y crisis 69
El despunte de una nueva polaridad 73
Chile y la Gran Guerra: la neutralidad y sus peligros 77
EE.UU. en guerra, la incertidumbre de la paz y de la
Sociedad de las Naciones 82
CAPITULO IV
MODERNIZACION Y ABISMO 1920-1932 87
Tiempos de cambio 87
Impulso internacional 89
Tacna y Arica: el problema pendiente 91
9
Nueva conciencia acerca de Estados Unidos 93 ¿Internacionalización de la política o política mundial? 213
La Misión Kemmerer 96 Visiones sobre la política mundial 215
El "Chile Nuevo" y la nueva conciencia de mundo 101 Visión del sistema internacional en los uniformados 223
Hacia el abismo: Chile y la Gran Depresión 109 La Iglesia, más allá o más acá de la política 226
El abismo político 111 El chileno y el mundo 229
CAPITULO V CAPITULO IX
RECUPERACION Y ESPECTRO IDEOLOGICO 1932-1938 115 ALINEAMIENTO Y CAMINO PROPIO 1945-1958 235
Arturo Alessandri y el nuevo período democrático 115 Discordia y concordia aparentes 235
Fin al abismo económico: la obra de Gustavo Ross 118 Confrontación interna, alineamiento continental 239
Gustavo Ross, el hombre público 123 El debate por la "defensa de la democracia" 244
Comercio internacional y relaciones con EE.UU. 125 La inserción en el sistema interamericano y el camino propio 249
La guerra que viene 129 ¿Camino nuevo con Ibáñez? 256
La crisis ideológica mundial: marxismo y antimarxismo 137 La región: la frágil concordia 259
EE.UU. y el sistema interamericano 262
CAPITULO VI El renacimiento europeo 266
GUERRA Y HEGEMONIA 1939-1945 145
El Frente Popular y la política exterior 145 CAPITULO X
De la "guerra del 39" a Pearl Harbor 149 RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL Y
El significado: la influencia alemana y la "cuestión judia" 153 REFORMA FALLIDA 1958-1964 269
El camino a la ruptura: ¿comedia de equivocaciones, El Paleta, fuerza y precariedad 269
provincia) o consecuencia? 159 Política exterior de identidad nacional 272
La ruptura 166 El elemento conflictivo en las. relaciones corr Argentina 276
Las Fuerzas Armadas y su nuevo "aliado natural" 168 La estrella solitaria reluce en el sistema interamericano 283
Chile declara la guerra 170 La 'cuestión cubana' 287
La época de las visitas: Charles de Gaulle 289
CAPITULO VII La pregunta abierta: el futuro político. 291
EL SISTEMA CORFO Y LA ERA DEL "SUBSIDIO" 1939-1973 173
Nacimiento del "sistema CORFO" 173 CAPITULO XI
El debate 175 TRIUNFO Y TORMENTA 1964-1970 293
Los años fundacionales: punto de referencia 177 Continuidad y cambio 293
Cuello de botella 178 Eduardo Freí, el político de la idea 295
La industrialización como meta 180 Internacionalización de las elecciones de 1964 297
Las raíces de la "cuestión del cobre" 181 La estrella solitaria busca el puesto bajo el sol 302
Del impulso a la frustración 182 La visita a Europa 307
La contribución internacional como subsidio 183 Las dos Américas 313
La búsqueda de la reforma y de la asistencia 185 El paisaje político: "los sesenta". 319
La comprensión de los límites: ¿había alternativa< 188 El "Consenso de Viña del Mar" 322
El subsidio natural: auge de la "cuestión del cobre" 193 Hacia el desenlace: las elecciones de 1970 324
La campaña y la "intervención" 326
CAPITULO VIII De septiembre a noviembre: entre la desazón y el embeleso 328
FINIS TERRAE Y EL MUNDO:
LOS CHILENOS DE LOS 1920 A LOS 1960 199 CAPITULO XII
Encanto y desencanto de sí mismo 199 EN EL, OJO DEL HURACAN DE LA
El problema del "excepcionalismo" 203 GUERRA FRIA 1970-1973 <1l 335
El sistema relaciones internacionales 207 Entre la reforma y la revolución: las raíces de la Unidad Popular 335
A favor y en contra de los diplomáticos 210 El propósito 336
ll
Salvador Allende 339 La reforma económica entre abismos 455
El propósito internacional 340 Nuevo abismo y nueva recuperación 464
El marxismo, occidental, antioccidental 342 El estallido de la violencia 465
La transición, un modelo revolucionario 343 La estrategia del bloque soviético 467
La atmósfera de la "vía chilena" 347 La visita de Juan Pablo II 469
Polémica y talante en 1973: la Declaración de la Cámara 349 La convergencia en el "modelo occidental" 472
El golpe que viene, ¿de quién? 352 Confrontación y renovación 474
La politización de la Fuerzas Armadas 354 Orden internacional y equilibrio político en Chile 476
Del enfrentamiento a la paz: los días del plebiscito 481
CAPITULO XIII Reforma, nuevo plebiscito y elecciones 484
EN EL OJO DEL HURACAN DE LA La transición internacional 486
GUERRA FRIA 1970-1973(2) 359
Política exterior: nueva interpretación de la continuidad 359 CAPITULO XVl
Coexistencia con los países latinoamericanos 362 EL ESPLENDOR Y SUS LIMITES 1990-2004 493
Europa Occidental y la "moderna utopía" 363 El aire inaugural 493
El "imperialismo": las relaciones con Estados Unidos 373 La Presidencia 495
Keynesianismo a ultranza, inflación, reservas, mercado negro 378 La época del "malestar con la política" 503
El paradigma lejano: el bloque soviético 382 La "internacionalización" de la política chilena 505
El compromiso revolucionario: la presencia de Cuba 388 La política exterior bajo el signo del éxito 508
Alegría y malestar con el "modelo chileno" 512
CAPITULO XIV La transformación material y las dudas 515
LOS AÑOS DE HIERRO: EL GOBIERNO MILITAR 1973-1990 393 La consigna: el libre comercio 519
De la utopía moderna a la antiutopía 393 Los restos de la "crisis asiática" 520
La fuerza sorpresiva de la "clase militar" 393 Amores y olvidos del coloso: las relaciones con Washington 524
Augusto, el supremo 397 La región, nueva realidad y viejas lecciones 527
Ensayo de explicación de la violencia 400 Los límites de la realidad: Bolivia, "caso Honecker",
Chile y dos casos de intervención militar: Francia e Indonesia 402 "caso Pinochet", Irak 537
El éxito de la 'clase militar' 403 Los "nuevos temas": minorías 544
El antimarxismo y la toma de partido en la Guerra Fría 404 Nuevas y antiguas concepciones de seguridad 546
La institucionalización, lo "foráneo" y las semillas 409 Chile y el futuro del estado nacional 548
La política exterior: de la improvisación al manejo de crisis 412
Peligro y oportunidad 417 Índice de abreviaturas más empleadas 552
La Iglesia entre las corrientes díscolas 420
Notas 553
CAPITULO XV
MANEJO DE CRISIS Y REORDENAMIENTO, 1973-1990 425 Bibliografía 608
De la guerra interna a la guerra internacional 425
Campo de guerrilla permanente, los organismos internacionales 426 Índice de Nombres 630
El repudio (limitado) europeo 428
La paradoja española 431
La actitud europea 432
El coloso del Norte y las paradojas de la historia 434
De Carter a Reagan 437
El corredor boliviano 439
La guerra que venía 441
La intervención papal 447
Mediación, Filipinas, Malvinas, Tratado de paz 450
l2 l3
Prólogo
"Antes de esta última fecha <fines del siglo III AC>, los acontecimien-
tos en todo el ecúmene se desarrollaban sin ninguna relación recíproca,
por falta de cualquiera unidad de concepto, de realización y de lugar;
pero desde este momento la historia parece convertirse en un solo cuer-
po. Los acontecimientos de Italia y de Mrica se entrelazan con los de
Asia y Grecia, y todos los hechos se pueden referir a un único fin ( ... )
Así como la fortuna ha hecho tomar una sola dírección a todos los
acontecimientos ecuménicos, obligándolos a inclinarse hacia un solo y
mismo fin, de igual manera la historia debe poner a los lectores en con-
diciones de poder abrazar con una sola mirada los medios de que se ha
valido la fortuna para la realización de sus fines generales ( ... ) Solamen-
te poniendo en relación recíproca todos los hechos y comparándolos
entre sí, evidenciando sus analogías y díferencias, puede no llegar asa-
car no sólo utilidad sino también placer de la historia" 1•
(Polibio, Las Historias de Polibio de Megápolis)
Desde sus orígenes, la historia de Chile estuvo vinculada a los grandes cambios
mundiales. Nació a la vida como resultado de la expansión de Europa. Surgió a
la vida republicana, como una de las consecuencias del nacimiento de la políti-
ca moderna y de la "era de las revoluciones". En Chile existieron marxismo y
15
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H. PRÓLOGO
antirnarxismo antes de la Revolución Rusa; entre los países latinoamericanos, y XIX, que ahora en un giro de la moda algunos llaman "globalización".
el espectro ideológico de los años 1930 era el más simultáneo con el mundo; Con todo, mientras "relaciones internacionales" tienen que ver con vínculos
la Guerra Fría no fue esencialmente impuesta desde afuera, sino que nace del entre estados y fenómenos sociales que cruzan estados, la expresión "política
interior de su vida política e intelectual; Allende y Pinochet son conceptos mundial" dice algo más, y muchas veces se la vincula tanto con la política
universales en casi todos los ambientes políticos del mundo; Chile pareciera exterior como con la política interna de las grandes potencias, a veces con las
vivir más intensamente el clima político y cultural de la post Guerra Fría que tensiones internas de alguna sociedad más pequeña. Esto nos conduce a lo
otros países de la región. que pretendo señalar aquí.
Por otro lado, en 1900 se tomó conciencia que era un país inexcusablemente Se llamará política mundial" a un fenómeno muy característico del mundo
atrasado en términos económicos y sociales, en relación a sus recursos y posibi- moderno. gonsiste_ en ql!e l!n sus.
lidades. En diversos niveles, este ha sido el gran tema a lo largo del siglo XX. ideas y sentimientos en la realidad ge las sociedªc!es
Era asimismo otra muestra de la universalidad de Chile, por más que que. hacen ae modelo o paradigma, o de un grupo d_e t:llas, y rápidamente ?.e
geográficamente se encuentre donde el mundo se acaba, en finis terrae. ·e:onvíerte-en-propósito de identificación, en "tema" de casi todo el mundo, de
Este país no ha sido jamás una realidad aislada, que se pueda comprender sólo gran parte del globo. Se dice "casi", porque la realidad no puede ser del todo
en sí misma. Toda sociedad tiene elementos comparables con cualquier otra homogénea, y siempre habrá excepciones más o menos importantes. El comu-
compuesta por seres humanos. Chile es parte de Occidente, como la sociedad nismo, corno el anticomunismo del siglo XX, son los fenómenos más acusados
iberoamericana o latinoamericana, aunque sea un hijo distante. Aun entre diver- de este ejemplo, pero ni con mucho son los únicos casos, ni estos hechos
sas culturas, un aspecto central de su existencia ha sido el contacto entre ellas, o pertenecen exclusivamente a la política. Analizar además la política mundial
el "contacto de las civilizaciones en el tiempo y el espacio", corno lo dijera Arnold desde esta perspectiva, tiene la ventaja, me parece, de vincular de manera más
Toynbee, todavía muy leído entre los historiadores cuando ingresé a estudiar patente las relaciones internacionales de un Estado y una sociedad, con lo que
historia en la Universidad Católica de Valparaíso en 1966. normalmente se entiende es su política interna, la manera como plantea sus
dilemas y sus expectativas.
En un círculo de estudio más concentrado, existe otra pertenencia a un mun-
do, la unidad (relativa) de organización y mentalidad que provoca el mundo La historia de Chile del siglo XX, que es la que trata este libro, es un ejemplo
moderno, la dimensión "planetaria" de la existencia de los dos últimos siglos, adelantado de la experiencia de la política mundial. Al menos en las formas,
que lleva a esa convergencia de los acontecimientos que observaba Polibio, el como dije, la sociedad chilena ha sido la más contemporánea del continente en
historiador de cultura griega, pero incorporado a la romana, autor del primer este sentido. Y me parece, que en general no se piensa el país desde esta perspec-
epígrafe. Esto debe ser una primera señal de alerta, de que lo sucedido en tiva. El embajador Hildyard, autor del segundo epígrafe, al informar perceptiva-
Chile, no sólo es comparable con experiencias análogas en nuestra época, sino mente sobre las elecciones de marzo de 1973, expresaba esta realidad y no sin
que no ha sido del todo nueva en la historia. Porque esa es una de las primeras asombro, de cómo la historia de Chile que se desarrollaba ante sus ojos parecía
ambigüedades que ella nos entrega, el que los hechos son nuevos y antiguos a repetir a la historia europea de un par de décadas antes.
la vez, que somos una realidad aparte, y también pertenecemos a una entidad
¿Constituye esta situación una eterna falsificación de la "realidad chilena"? En
más amplia. Poder distinguir qué es lo uno y qué es lo otro, es la suprema
América Latina siempre ha sido muy común hablar acerca de la "pérdida de
ciencia en este tipo de conocimiento histórico y, ¿quién puede arrojar la pri-
identidad", en relación a la historia europea y norteamericana. Se verá como
mera afirmación de que lo ha logrado?
esta definición de ¿qué es lo nuestro y qué es lo ajeno?, recorre la historia de
Existe un tercer círculo de esta identificación de una sociedad como la chilena. Chile del siglo XX. Sólo que también la recorre en una gran mayoría de las
Es aquella de la política mundial. Este concepto se comenzó a emplear insis- sociedades del mundo.
tentemente en el siglo XIX, y tiene muchos significados, aunque casi todos
Vuelvo a 1966 y a las clases de mi profesor, Héctor Herrera Cajas. Hacía una
emparentados con aquello que generalmente se llama "relaciones interna-
distinción muy sencilla, carente de toda pedantería o complejidad artificial,
cionales"; y se vincula con la planetarización ocurrida entre los siglos XVIII
entre "imitación" y "apropiación", conceptos extraídos de la antropología,
l6 17
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN U\ POLÍTICA MUNDIAL 1900·20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H. PRÓLOGO
pero que él sabía emplear con plasticidad. La primera era la adaptación mecá- El libro cita, creo, una abundante literatura y muchas referencias de fuentes.
nica, casi servil, de formas, desprovistas del contenido y de su espíritu. La Sin embargo, no pretende ofrecer una bibliografia completa; no es su objetivo.
segunda, era la manera cómo el ser histórico asume la creación de su congéne- El manuscrito se terminó de redactar en febrero de 2004, y la historia, por
re, de otro ser humano, u otra sociedad o cultura, la hace propia y la desarro- decirlo así, llega hasta ese momento. Por motivos de espacio, debí reducir la
lla. Toda sociedad, todo ser humano, se encuentra ante estos hechos básicos extensión de algunos capítulos, lo que siempre presenta elecciones díficiles al
de la vida, que son como esas constantes insustituibles: sístole y diástole de la autor. El último capítulo, experimentó las reducciones más drásticas; será el ger-
historia, en cuanto verdaderas categorías para el ser humano. Claro, men de un nuevo libro en el cual, entre otros aspectos nuevos, aparecerá lo que
en ese entonces, en la atmósfera de aquellos años, se decía que todo ello "no fue podado.
tenía que ver con la realidad nacional".
En la realización de este libro, he gozado de la colaboración de muchas perso-
Tenía todo que ver. Son esas categorías las que estarán en la historia de Chile del nas. Desde un primer momento conté con el apoyo de la Editorial de la Pontificia
siglo XX que aquí se tiene. Las alternativas del siglo XX chileno salieron del Universidad Católica, la que, con paciencia, esperó la finalización del manuscri-
mundo; salieron también del corazón del alma chilena. Para no hablar de que no to. El proyecto nació de un impulso de Nicolás Cruz, recogido por Gabriela
se puede entender un fenómeno histórico, si no existe al menos una alusión Echeverría. Con el temor de dejar inadvertidamente a alguien afuera, me atrevo
comparativa a otros fenómenos análogos. a nombrar a Andrea Botto, Patricia Campos, Karin Schmutzer, Macarena Carrió,
María José Henríquez, María José Sarmiento, Bernardita Mazo, Fernanda Hevia,
En estas últimas dos décadas no se ha escriw poco sobre historia de Chile del
Carla Pozo, Mónica Kast y a Carla Soto, como ayudantes de investigación. Ana
siglo XX. En muchas de ellas, especialmente en el Ensayo de Mario Góngora, se
María Stuven, Ricardo Couyoumdjian, René Millar, Alfredo Riquelme, Raffaele
ha llamado la atención hacia este fenómeno que aquí denomino política mun-
Nocera, Pedro Martínez Lillo, Fernando Camacho, Pablo Lacoste, Dan L.
dial. El lector interesado puede hallar un abundante corpus de literatura al res-
Michael, Eduardo Gomien y Claudio Rolle han contribuido con información.
pecto4. Este libro no tiene la pretensión excesiva de "superar" lo que antes se ha
Dos evaluadores ánónimos efectuaron críticas que intenté asumir. El personal
publicado, lo que casi es un lugar común para quien escribe después de otro.
del Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, y de la biblioteca
Pretendo, aproximadamente desde la perspectiva historiográfica de la llamada
del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, se afanó en
"historia internacional", aportar un ángulo distinto de la historia de Chile del
ubicarme material. Beatriz Berger, Ximena Ulibarri y Rosa María Espinoza me
siglo XX hasta la actualidad. Todo lo que se ha dicho desde esta especialidad del
asistieron con mucha competencia en la edición final.
escribir me ha ayudado, para comenzar con la muy recurrida obra de Mario
Barros van Buren, Historia diplomática de Chile (1541-1938), pionera en el si- La publicación final ha sido posible gracias al apoyo del Consejo Nacional del
glo XX5 . He escrito este libro según el supuesto de que las relaciones internacio- Libro y la Lectura, proyecto 9623.
nales pertenecen al sustrato íntimo de lo que conforma la identidad de un país o
sociedad, como podrían serlo los procesos culturales, económicos o demográfi-
cos. No podía ser menos su relación con la _política mundial.
En otro sentido, el libro corresponde al género de "historia general", que es
tanto un ensayo como una investigación. Algunas partes, algunos párrafos,
son interpretaciones que podrían considerarse de tipo ensayístico. La historia
general las debe recoger. Muchas partes pertenecen a una larga serie de pro-
yectos, en general con el patrocinio de FONDECYT, y que son producto de
extensas investigaciones. Asimismo, el historiador contemporáneo, que ha vi-
vido una parte del tiempo del que trata la obra, ese tiempo "le es presente".
Por lo tanto, asumo que yo también soy fuente, por lo vivido, lo percibido, lo
temido, lo ansiado, lo gozado.
l8 19
CAPITULO 1
La Herencia
Desde la llegada de los españoles en el siglo XVI hasta 1900, ¡qué rasgos que se
pueden considerar "históricos" son necesarios tener presente para comprender la
posición internacional del país al comenzar el siglo pasado, y que tienen quizás
todavía significación en el siglo XXV A continuación, se indican algunos elementos
claves de Chile hasta 1900. Es la herencia con la que el país enfrentó al siglo XX.
21
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN L' POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 1 )OAQUÍK FERMA:JDOIS H. CAPITULO l 1 LA HERENCIA
favorecer el caudillaje, la "estructura básica y elemental de la hueste de guerre- Por lo demás, en los territorios que se disputarían en el siglo XIX habitaban casi,
ros"! . Se definiría una estirpe rural y militar en todo el mundo hispanoamericano de manera exclusiva, sociedades indígenas en la cordillera a ambos lados de la
que en Chile tendría connotaciones especiales, pero en lo básico reproduciría la misma. Las expediciones, asentamientos e incluso misiones fueron mínimos en
cultura ibérica en un nuevo entorno. el corazón de esos territorios.
Como en todas las relaciones entre metrópoli y colonia, a pesar de que la prime- El mito, en su parte verdadera, aludía a que, antes de la Independencia, las que
ra haya sido la que coloniza el nuevo territorio, genera al mismo tiempo las bases serían las fronteras tenían un valor muy relativo, cuando no sólo referencial para el
de la secesión. El tipo de dominio como el de Chile, no crea una minoría de pied habitante de estas tierras. Más importante para la emancipación posterior, la crea-
noires, como los franceses en Argelia o los ingleses en Rhodesia. Pero tampoco ción del Virreinato del Plata mostraba un realineamiento de fuerzas en el mundo
sería el desplazamiento de los indígenas, como en las colonias anglosajonas. colonial, ya que la ciudad de Buenos Aires reforzaba su importancia económica y
Si bien la población local sufrió enormemente por la conquista, quizás debido política como puente del imperio español. Esto aflojó los estrechos lazos de de-
más que nada a nuevas enfermedades, el hecho básico que origina a Chile es el pendencia entre Lima y la Capitanía General del extremo sur, fínis terrae.
mestizaje, aunque se conservaría una estructura social en la que, en forma
Fue un primer cambio internacional de Chile en la región. Aquí se debe anotar
vaga, la pirámide social culminaría en rasgos étnicos más españoles. Algunos
otro aspecto de la significación del país en el extranjero. Para llegar a existir,
de sus aspectos sociales, políticos y geográficos de los dos primeros siglos ten-
amén del espíritu de conquista -riquezas y gloria- operaron dos poderosas
drían repercusión por largo tiempo.
motivaciones. Ambas tenían que ver con el Virreinato de Lima. Por una, parte,
Por una parte existía una clase dirigente con una base primaria en la agricultura, este último era valiosísimo para la Corona, por lo que se requería de una posi-
que simultáneamente podía también ejercer el comercio, pero Chile no sería ción avanzada, una especie de contrafuerte, que le sirviera de defensa hacia el
una auténtica "sociedad de comerciantes". En los hechos, no ha llegado a ser sur, ante el empuje naval de los rivales de España. Esta razón de ser, estratégi-
todavía lo que a fines del siglo XX se llamó un "trading State". Tuvo el primer ca, está en el parto de Chile. Por otro lado, la estructura compleja del Virreinato
ejército permanente en todo el mundo hispanoamericano, aunque su efectivi- pedía alimentación. La agricultura chilena constituyó, a lo largo de todo el
dad y espíritu de cuerpo haya caído muchas veces en la inercia. Se desarrollaron período colonial, una fuente de primera magnitud para las necesidades de la
dos centros de poder, Santiago y Concepción, interconectados de manera estre- sociedad virreina!, sobre todo en vista del poderoso polo minero del Potosí4 .
cha. Ni demasiado juntos, como para que al caer uno caiga sin resistencia el En este sentido, se puede decir que la raíz de la existencia internacional de
otro; ni demasiado alejados, como para poner en tela de juicio la unidad territo- Chile está en haber sido "dependencia de una dependencia", aunque sería
rial. Esta se extendía a lo largo de un fecundo valle central de clima templado, apresurado sacar muchas conclusiones a partir de un juego de palabras.
entre el río Bío-Bío y la zona de Copiapó. Esta es la base social y territorial de lo Sin embargo, este proceso se diluía con la aparición de Buenos Aires como un
que se puede llamar la sociedad y cultura chilenas. factor de poder regional; creaba una suerte de equilibrio de fuerzas que poten-
cialmente favorecía a Chile como un actor provisto de autonomía. En 1787
Existían también algunos enclaves, como la isla de Chiloé y la ciudad de Valdivia.
esta se hizo expresa para la Capitanía General de Chile.
Al norte las cosas estaban más establecidas, pero no bien delimitadas. En el siglo
XX calaría a fondo en la conciencia de los chilenos el mito, en el sentido peyora- En todo caso, salvo escaramuzas y la vigilancia superficial, la verdadera guerra se
tivo del término, de que "perdimos la Patagonia". Este, a su vez, estaba susten- libró contra un grupo de indígenas, los mapuches, que resistieron la embestida
tado en el supuesto de que "regalamos" la provincia de Cuyo. En realidad, había española y de la sociedad colonial chilena. Pero sería mucho llamar a esta
sido legalmente parte de la Capitanía General de Chile, pero en una época "pre- situación un "conflicto internacional", aunque sin duda era un conflicto
nacional", por decirlo así, y pasó al recién formado Virreinato de la Plata, en el "intersocietal". De haber sobrevivido la autonomía mapuche hasta mediados
simbólico año de 1776, con el que tenía una relación más vitaF. En el siglo XVI del siglo XX, hubiera dado nacimiento a un Estado nacional. Por otro lado,
la Capitanía General de Chile había recibido títulos que le otorgaban lo que mantuvo una estrecha relación fronteriza con la sociedad colonial y para 1810
después se llamó la Patagonia; pero estos títulos, aunque nunca del todo abolí- ya estaba impregnada de los elementos criollos. La frontera era primordialmente
dos, fueron erosionados por disposiciones jurídicas de la Corona en favor de una zona de contacto e influencias en dirección de los mapuches 5 . Hacia el final
Buenos Aires 3 . En todo caso, los títulos ele ambas capitanías se superponían sin de este libro se verá cómo la potencialidad distanciadora ante el Estado nacional
mayor problema, ya que sin duda la Corona no pensaba en términos de "frontera". chileno resurge a fines del siglo XX, como parte de un factor internacional.
22 23
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO 1 1 LA HERENCIA
Todavía a comienzos del siglo XXI muchos, al pensar en los países latinoameri- "transnacional" si se quiere, sólo que todavía no existían los Estados nacionales
canos, no aciertan a definir en una categoría el tipo de "modernidad" que repre- propiamente tales. Podrá haber sido una delgada capa de liberalismo y democra-
sentan en la sociedad internacional del siglo XX. Se habla a veces de que no son cia la que cubrió la realidad más barbárica de estas sociedades, pero ha sido el
sociedades modernas; serían meros "mitos"_ Para abreviar, Chile es parte de la lenguaje que construyó para siempre la identidad del continente. Lenguaje que,
versión hispanoamericana de la historia europea. No fue la península ibérica un en diversas y a veces antagónicas versiones, formaría la política mundial.
actor en la creación de "lo moderno". Desde que se comenzó a hablar de la
Esto estaba en germen antes de la emancipación, por ejemplo, en el esfuerzo de
"decadencia de España", se planteó lo que hoy se llamaría su dificultad en incor-
los jesuitas expulsados por hacer comprender lo americano ante los europeos 11 .
porar lo moderno. En países como Chile, no debía ser muy diferente, sólo que el
En la segunda mitad del siglo XVII ya se había desarrollado, entre los escritores,
camino podría estar todavía más erizado de obstáculos 6 • Uno de ellos sería el
un "amor a todo lo chileno" que anunciaba un patriotismo local, como en el
aislamiento frente al desarrollo europeo, que no crea un muro infranqueable;
abate Juan Ignacio Molina (1740-1829), para quien "Chile es uno de los mejo-
quizás, en cambio, le da más atractivo a la tentación por lo nuevo, un rasgo
res países de América", y en su agonía final en el exilio como jesuita expulsado,
permanente de la "cultura chilena" 7 • Por otra parte, una primera piedra que
pedía beber "agua fresca de la cordillera de Chile" 12 . A comienzos del siglo
imprimirá por siempre en política exterior, ellegalismo en su expresión al menos
XXI no sería prudente para la salud llegar y beber sin más el agua otrora crista-
formaJS . Desde la Independencia, la idea de que Chile debe ser moderno, con
lina de las quebradas de Chile.
diferentes nominaciones, ha sido un elemento central de los debates acerca de su
devenir. Lo mismo se ha deseado en su incorporación al sistema internacional. Estaba también el impulso por vincularse con la economía mundial, o libre
Incluso cuando se ha insistido en un "camino propio", se ha seguido alguna de comercio, que de Jacto existía como contrabando más o menos tolerado 13 •
las definiciones surgidas de la historia europea; más recientemente interviene Pero más importante, el lenguaje de la política moderna, que rápidamente se
aquí también la historia norteamericana. adquirió, sirvió para identificar al país como parÚ:de un proceso mayor, cuyo
punto central era el desarrollo de la "democracia occidental", el "modelo occi-
Un nuevo cataclismo, la "era de las revoluciones" o, quizás mejor, la creación de
dental" con sus matices y con intentos de adaptarla a las "realidades" del país.
la "política moderna", ca. 1776-1848, dará vida a Chile (e Iberoamérica) como
Incluso, los intentos por apartarse en forma drástica de sus características bási-
miembros plenos del sistema internacional. Se trató de un desarrollo europeo y
cas han tenido como punto de referencia, persuasiones surgidas de su corazón,
anglo-norteamericano violento o evolutivo, pero en el cual el desarrollo político
esto es, la política moderna originada en Europa. Esto tendría y tiene hasta el
interno se combinó con una convulsión del sistema interestatal europeo y, hasta
día de hoy rasgos ingenuos y que distorsionan la comprensión de las cosas,
cierto punto, con el flamante y nuevo EE.UU. Se las ha llamado "las revolucio-
pero es un elemento inalienable de la autointerpretación del país. Es lo que
nes atlánticas". La modernidad política, con todas sus contradicciones fuera
muestra a Chile como parte de la política mundial 14 .
de su suelo originario, también comenzó a sacudir las costas del Pacífico sur.
La tácita rivalidad entre peninsulares y criollos, vigilada por la Corona, se trans- Y también el tipo de lenguaje que se adopta, los modelos al que se mira. Es el de
formó en una pugna primero por el autogobierno, y después, en una atmósfera lo que en este libro se llama el "modelo occidental", que en política es el que
de verdadera guerra civil, en un sanguinario y barbárico conflicto, que pesaría en culmina en el moderno "estado de derecho", base de la democracia. Es notable
profundidad en la política de los países hispanoamericanos 9 . En Chile, sus efec- que no se mirara esencialmente a la Revolución Francesa, aunque se acogiera su
tos fueron limitados, lo que ayudó a la presencia internacional del naciente y estilo, que se configura en el sistema napoleónico. En cambio, como lo dice el
frágil Estado chileno. sacerdote Camilo Henríquez (1769-1825), el horizonte de las democracias
anglosajonas sería determinante en los siglos XIX y XX:
Chile nace a la vida republicana como vástago de Hispanoamérica. Sin embar-
go, su aprendizaje como Estado nacional bebe no sólo de la ilustración espa- El gobierno británico es un medio entre la monarquía, que se encamina
ñola, sino que del momento fundacional de la política moderna, en sus dos a la arbitrariedad, la democracia, que termina en la anarquía, y la aristo-
primeras grandes manifestaciones, la independencia de EE.UU. y, sobre todo, cracia, que es el más inmoral de los gobiernos, y el más incompatible
de la Revolución Francesa y sus consecuencias 10 . El lenguaje con el que se con la felicidad pública. Es pues un gobierno mixto en que estos tres
funda el Estado y la política es una síntesis de ciertas tradiciones hispánicas, se templan, se observan, se reprimen. Su acción y reacción es-
con el lenguaje republicano del momento nacional. La empresa de la indepen- tablecen un equilibrio del que nace la libertad 15 .
dencia (ca. 1810-1824) es, al mismo tiempo, una empresa continental,
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO 1 1 LA HERENCIA
Por último, la emancipación de América española fue una empresa transnacional El aprendizaje del Estado: formación
en el sentido de los estados nacionales que se consolidaron después. En el caso
En el mundo moderno, la fe de bautismo internacional de una sociedad o de un
chileno fue fundamental para la Independencia el apoyo que se originó en
país ha estado muchas veces relacionada con la emancipación bárbara o civiliza-
Buenos Aires; y el Chile surgido en 1817/18 fue uno de los actores de la
da frente a una antigua metrópoli. El movimiento descolonizador después de
emancipación del Perú. Las coaliciones entre los "partidos" independentistas
1945; o el nacimiento de decenas de nuevos estados tras el fin de la Guerra Fría
fueron fundamentales para el éxito de esta empresa. Asimismo, mientras la
dan ricos ejemplos de este tipo. En este sentido, las guerras civiles en que, en
Independencia en sí misma fue una guerra civil, las feroces luchas que después
general, consistió la emancipación hispanoamericana, eran también un intento
surgen en casi todas partes, fueron fruto de conflictos entre coaliciones y cau-
de secesión que conducía a crear nuevos actores. Chile fue un caso más, aunque
dillos, antes que "internacionales". Incluso la guerra entre Chile y la Confede-
la cohesión temprana como Estado nacional hizo del país austral un caso relati-
ración Perú-Boliviana ( 1836-1839) puede ser considerada en esta perspectiva.
vamente excepcional en el continente. En su origen ayudaron las condiciones
Con todo, al ver los líderes chilenos que durante el combate el mayor peligro
geográficas, menos presentes en otros lugares de América Hispana.
provenía de Lima, se tendió a fijar una imagen de una amenaza. De ahí siguen
algunas consecuencias para el siglo XIX. Como se decía, la cooperación intrarregional, es decir, entre las diversas socieda-
des hispanoamericanas, fue un hecho de primer orden en el proceso emancipa-
Esto no quiere decir que un "Estados Unidos de Hispanoamérica" estaba al
dor. Al comenzar a desarrollarse la vida política en cada uno de los nacientes
alcance de la mano. Historia y geografía conspiraban contra esta probabilidad.
países, el tema internacional, en el sentido de relaciones entre Estados de la
Muy luego las instituciones públicas fueron siendo punto de referencia para
región, tuvo un lugar secundario frente a la consolidación interna. Sin embargo,
los nacientes Estados nacionales. Algunos de ellos pudieron constituirse de
no se puede dejar de mencionar dos hechos que determinarían fuertemente el
manera diferente; algunos habrían podido permanecer fusionados; otros po-
puesto de la futura América Latina. Aunque EE.UU. no apoyó activamente la
drían haber experimentado mayores divisiones. El azar y la acción de cada
emancipación, no sólo sacaron provecho de ella, sino que como sociedad política
momento determinaron la articulación que se conoce. Una vez que esto suce-
inspiraron a los líderes hispanoamericanos. Más todavía, desde un comienzo
dió, se tendió a levantar un vínculo "espontáneo" con el pasado de cada socie-
hubo interés por mantener contactos con estos países . .En el caso de Chile, las
dad 16 . Habrá sucedido así, pero la historia es siempre una combinación de
actividades del cónsul Poinsett ya en 1813, como las de José Miguel Carrera
artificio y de espontaneidad. Lo creado de cualquier manera, se puede trans-
(1785-1821) en EE.UU., son ejemplo de esta realidad 17 •
formar, pero muestra una resistencia natural a desaparecer. El origen de las
nacionalidades hispanoamericanas estaba centrado en las divisiones políticas y Al sumarse a Inglaterra en desalentar todo intento de reconquista española bajo
realidades sociales desarrolladas a lo largo de los siglos del imperio español. el amparo de la Santa Alianza, es decir con la famosa "Doctrina Monroe" (1823),
se garantizaba la recién lograda independencia de cada uno de estos países frente
¿Hubiera sido posible una transferencia pacífica, estable y cooperativa del poder
a España o Portugal. En el siglo XIX los Estados latinoamericanos efectuaron su
político( En otras palabras, ¿fue precipitada la Independencia( Para unos es una
aprendizaje internacional teniendo como espejo el desarrollo europeo; con la
pregunta de ciencia ficción. Pero es inevitable cuando se piensa en el caso tan
excepción de México, olvidaban que EE.UU. había desempeñado un papel
diferente de las colonias anglocsajonas en América del Norte. Por otro lado, no
singular en la retaguardia. Hasta los años cincuenta del siglo XX, EE.UU. y
hubo nada más pacífico en América que la independencia de Brasil, y este país
Europa Occidental serían los que más influirían en la evolución latinoamerica-
no llegaría -no llega- a ser un país moderno en los comienzos del siglo XXI.
na y en sus relaciones internacionales; en alguna menor medida, esto todavía
Nuevamente, lo que se debe tener en cuenta es que en nuestro origen como es válido hasta comienzos del siglo XXI.
sociedad no estaba la mano de los creadores de lo moderno. Si la Península
Hasta los años 1830, en el contexto iberoamericano, Chile era un país ignoto,
Ibérica ha tenido que efectuar un largo recorrido, en algunos sentidos todavía
un "don Nadie". De entonces hasta fines de siglo, llegaría a ser una potencia
inconcluso, no menos pedregoso iba a ser el camino de sus reproducciones en
regional, para declinar, en forma visible, después. En la segunda mitad del siglo
América. Entre otras cosas, éstas no habían desarrollado las nociones y prácti-
XX, este oscilar entre el brillo fulgurante y la sensación de desplome llegó a
ca de autogobierno que tanto definieron a sus congéneres en América del
experimentarse como un vivir al borde de un volcán, como geográficamente de
Norte. Pero, eso sí, iban a efectuar su aprendizaje internacional mirando el
hecho lo hace. Mas, volviendo la mirada al primer tercio del XIX, ¿cómo pudo
desarrollo del siglo XIX europeo.
transitar de la oscuridad al estrellato que llegó a tener(
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CAPITULO l 1 LA HERENCIA
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900·2004 [ )OAQUÍl' FERMANDOIS H.
Desde un punto de vista subjetivo, por haber sido una sociedad pobre y mar- donde la clase de origen terrateniente se disciplinó con las nuevas instituciones,
ginal, hizo que cualquier desarrollo posterior llegara a ser mirado como un aunque las hacía funcionar en su provecho, separada la masa campesina o de
progreso impensado. Más, de manera objetiva, Chile, tras un período del apren- origen campesino, carente de educación y con rasgos étnicos que denunciaban
dizaje y relativo caos político, entre ca. 1822 y 1830, tuvo una temprana un mestizaje más fuerte. El dominio además se asentaba en un estilo duro de
consolidación de sus instituciones políticas. Como se ha dicho, en Chile la gobernar y no carente de rasgos despóticos con su cortejo de encarcelamientos
institucionalidad precedió a la movilización. Existía una temprana conciencia de y ejecuciones. Por añadidura, no habría verdadera estabilidad, y todavía en los
esta realidad. Bernardo O'Higgins (1778-1842) decía en 1821, que "mante- años 1850 una serie de rebeliones casi da al trasto con el "sistema portaliano".
niendo buenas relaciones con ( ... ) Inglaterra, asentaremos nuestras glorias en Pero, ayudado quizás por el asesinato de Portales, el país encontró un punto de
principios fundamentales" 18 . Y en 1822, desde Londres Andrés Bello (1781- referencia institucional, que mostró incluso capacidad de adaptarse hasta la
1865) indicaba que "el gobierno de S.M.B. aguarda a ver más consolidadas las guerra civil de 1891 y daría origen a la imagen exagerada pero no del todo falsa
instituciones políticas de aquellos Estados. Qué especie de consolidación es la acerca de lo que se podría llamar "excepcionalismo chileno".
que se echa de menos, no se nos dice, y así quedamos con la declaración de que Los años de Portales ayudaron también a crear una conciencia colectiva de la
por ahora no se nos cree en disposición de ser reconocidos" 19 • Estas últimas idea de "Chile ante el mundo" de una manera casi indeleble. Al haber impulsa-
palabras reflejan también la ambigüedad que se tendría en las relaciones con las do el Ministro la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana, obedecía a
democracias anglosajonas. un patrón de los conflictos post-emancipación en Hispanoamérica. El Mariscal
La institucionalización creó una diferencia marcada con los países de la región. Andrés de Santa Cruz era también un factor en la política interna de Chile; en su
Junto con Brasil, fueron consideradas como las naciones estables del siglo XIX momento (hasta 1879), la expedición militar chilena en Perú (1837-1839) no
hispanoamericano, al menos en el ámbito interior. No era la opinión generaliza- fue vista por los peruanos como una invasión extranjera, sino como parte de una
da de los europeos o norteamericanos. En el contexto regional, sin embargo, guerra civil propia.
le permitiría ser un actor internacional con relativa eficacia. Una vez más, se Pero en otro sentido, la "guerra de Portales" sí tuvo una connotación interna-
podía comprender cómo el orden institucional interno, al menos en el largo cional. Mientras Chile mantuvo una política de atenerse al derecho en su rela-
plazo, tiene un impacto decisivo en la acomodación hacia el exterior de una ción con las potencias europeas, las guerras civiles en Hispanoamérica hacían
sociedad. difícil que se pudiera aplicar la misma noción en América del Sur. Existía un
Sobre todo, le permitió establecer relaciones dentro del continente para sacar lazo de dependencia con Perú; las exportaciones a ese país por momentos eran
provecho de la constitución de un sistema de "equilibrio de poder" que operaría el grueso del comercio exterior chileno. Existía un encono soterrado, por ser
hasta comienzos del siglo XX; en cierta manera, hasta la crisis de 1929. una especie de "pariente pobre"; y por la arrogancia de la que se culpaba a la
Ese equilibrio sería modificado por Chile a raíz de la Guerra del Pacífico; por clase dirigente peruana.
Argentina por su crecimiento en el cambio de siglo. También, como se dijo, el Por otro lado, fue parte de la búsqueda de la seguridad del país mediante la
aprendizaje internacional de los dirigentes del grupo de naciones de América del supremacía en el Pacífico sur. Portales creía que, de consolidarse la Confedera-
Sur estuvo marcado por la mirada hacia la evolución del sistema europeo, desde ción, la existencia de Chile llegaría a ser imposible. Quizás pensaba en la
el concierto (relativo) de la Santa Alianza, salida del Congreso de Viena (1814- interrelación entre las luchas políticas en los tres países. Sus herederos, el Estado
1815); pasando por el sistema de equilibrio ejemplificado en el Congreso de chileno principalmente, lo vieron como parte de la inauguración internacional
Berlín, que se podría llamar "Europa bismarckiana"; hasta la "Paz Armada", del país 21 . Para Portales, Chile debía ser la potencia dominante en el Pacífico sur;
ca. 1890-1914. además no le importaba que Santa Cruz dominase en Perú o en Bolivia; pero
Este período tempranamente formativo está, con justicia, asociado a la figura de que lo hiciese en ambos países era mirado como un peligro. Era asimismo la
Diego Portales (1793-1837), el célebre Ministro del Presidente José Joaquín visión del argentino Juan Manuel de Rosas. En esto se ve cómo este período se
Prieto (1786-1854), un general o'higginista, que unió su espada a la voluntad parecía todavía a la política de poder y de equilibrio de la Europa del XVIII.
civilista de su colaborador20 . De este modo, los años treinta del siglo XIX han Pero también fue un momento formativo del Estado nacional en Chile. En el
pasado a ser emblemáticos para los chilenos del resto de la centuria y del siglo lenguaje internacional chileno del siglo XX, retumbó la "política de poder" de
XX. Es cierto que este sistema también escondía un dominio oligárquico, en Portales,:que ha llevado a veces a ilusiones acerca de la "fuerza", aunque cada
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL JOAQUÍN FERMANDOIS
CAPITULO I 1 LA HERENCIA
vez más alicaída en el siglo XX. Particular interés tiene su "profecía" acerca del civil y un código civil. En los primeros, se averigua a priori cuáles son las
peligro que revestía EE.UU. para las nuevas repúblicas iberoamericanas: "Yo reglas que deberían observar entre sí las naciones para vivir en paz, y
creo que todo esto obedece a un plan combinado de antemano (por EE.UU.); promover el bien general de la especie humana; en los segundos, sin
y ése sería así: hacer la conquista de América, no por las armas, sino por la perder enteramente de vista lo que dicta la justicia natural en orden a las
influencia en toda esfera" 22 . Este ha sido un elemento recordado, de manera relaciones entre los estados, se examina cuáles son las reglas que las nacio-
profusa, y sostenido en el siglo XX por todas las fuerzas políticas. Buena parte de nes han convenido de hecho en adoptar y a que ajustan en la práctica sus
este libro tendrá que vérselas con esta "lección", aunque la sabiduría de la mis- pretensiones mutuas y los medios de realizarlas: reglas en que el voto de
ma no debe tomársela como dogma de fe.
los estados poderosos es generalmente el que prevalece, porque la igual-
También, la guerra fue un "cemento de la sociedad" en Chile. Ayuda a nacer la dad de las naciones ante la ley internacional es una quimera teórica; ha
imagen del "roto chileno", paradoja en tierras donde la jerarquía social tiene habido siempre, hay y habrá una oligarquía de estados que promulga esta
un papel destacado. Paradoja aparente; en realidad, esto permite un vínculo ley, y no sólo la promulga, sino la hace cumplir por la fuerza ( .. .)25 •
transversal que es un elemento que sostiene al país como país. La guerra estu- Estas palabras extraordinarias merecerían un largo análisis. Ahora basta con indi-
vo en el comienzo de la sociedad chilena 23 . Y sería un elemento coadyuvante a car hacia sus presupuestos implícitos, que hablan desde lo que después se llama-
la estabilidad política del siglo XX, haciendo de las fuerzas armadas institucio- ría "realismo político", atento al tamaño del poder, medido en términos de
nes que tendrían un papel ligeramente diferente en el país austral que otros eficacia y de capacidad de imponer su voluntad. Se le puede objetar también que
hispanoamericanos, un punto que ha destacado con particular agudeza Mario esta posición, llevada a su lógica extrema, pierde flexibilidad para entender la
Góngora (1915-1985) 24 .
"realidad" y se transforma en una "quimera". Pero, en forma básica, las ideas de
Bello corresponden a la lógica necesaria de los "países pequeños en el sistema
internacional". Si se ven las alusiones que Bello les añade, el lector de comienzos
Visión y actores del nuevo Estado
del siglo XXI creerá reconocer un paisaje familiar:
En la configuración de una cultura de "relaciones internacionales" apenas si
Como quiera que sea, una exposición del derecho de gentes positivo no
puede ser exagerada la importancia de Andrés Bello (1781-1865). Fue quizás el
puede prescindir de presentar las cosas como son. Los tratados teóricos se
último "Padre de la Patria", el cuarto, después de Pedro de Valdivia, Bernardo
proponen diversos objetos; aspiran a otro género de utilidad. No expo-
O'Higgins y Diego Portales; con este venezolano que ha llegado ser una gloria
nen los que es, sino lo que, en concepto de sus autores, debe ser ( ... )
de Chile se cierra el círculo. Virtual Ministro de Relaciones Exteriores por mu-
Nada nos anuncia la cercanía de una época en que las naciones acuerden
chos años, redactor del Código Civil, llamado a tener visible influencia en la
reglas precisas y uniformes para sus relaciones recíprocas; mientras haya
región, redactor del diario El Araucano, órgano oficial del Gobierno, y de este
oposición de intereses, que será probablemente mientras dure el mundo,
modo una suerte de "ideólogo" (más profundo) del Estado chileno; Rector de
habrá oposición de doctrinas ( ... ) La industria adelanta a pasos agiganta-
la Universidad de Chile (1842-1865), sus palabras no deben pasar inadvertidas
dos; la moral política, apenas. La decencia de las formas externas es el
para la autoconciencia posterior de la relación del país con el mundo.
gran progreso de las naciones modernas; la justicia intrínseca es poco más
Sus ideas sobre el puesto en el sistema internacional, en cuanto a enseñanza que o menos lo que ha sido siempre. El hombre extiende cada día su poder
ingresa a la mentalidad colectiva, han llegado a ser, en general, las más aceptadas sobre la naturaleza fisica; ¿tiene más imperio que antes sobre sus pasiones
por la clase política en el curso del siglo XX. Es cierto que ha habido otras y apetitos? Lo que tiene, es más medios de comentarlos y de ser injusto
versiones, que se verán, pero desde los días de la "Paz Armada" hasta el "caso impunemente. ( ... ) Pero abramos los ojos, apreciemos los hechos. La
Pinochet", las principales fuerzas han reconocido su validez o al menos su opor- opinión del mundo, expresada de ese modo, es una lúdra que con cada
tunidad. Los siguientes párrafos revelan la "larga duración" de ciertas nociones una de sus cabezas proclama un principio verdadero o falso, una pasión
acerca del orden internacional: innoble o generosa, un interés que puede coincidir con el de la humani-
dad o serie contrario; la legitimidad monárquica en Viena, la omnipoten-
En cuanto a los tratados de derecho internacional, los hay, como sabe
cia democrática en Washington; el sufragio universal acá, el socialismo
El Mercurio, de dos clases: teóricos y positivos; entre los cuales, hay poco
allá; tarifas altas, protectoras de las manufacturas domésticas, dicen unas;
más o menos la misma diferencia que entre una teoría abstracta de legislación
tarifas bajas, protectoras de la agricultura nacional, responden otras; las
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900·20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO 1 1 LA HERENCIA
máquinas fomentan la riqueza y felicidad de los pueblos; claman éstas; son incompatibles en todos sus aspectos, representan dos polos que en las ideas
las máquinas hacen la miseria del pueblo, clamorean aquéllas; nada que y en la práctica del siglo XX tendrían un claro desarrollo. Ambos lenguajes, en
no se controvierta, desde los primeros principios hasta las últimas con- relaciones internacionales, eran también parte del nacimiento de la política en
secuencias; aun en cuestiones de interés material, sujetas a la experiencia ·chile a partir de la llamada generación de 1842 27 .
y al cálculo. ¿Y serán las materias de política externa en las que el mundo
se pronuncie uniforme y constantemente a favor de la buena causa? ( ... ) Un país tiene una variedad de vinculaciones internacionales; la religión puede
La opinión del mundo hace justicia, no lo negamos; pero un poco más ser el más fuerte de ellos. A partir de mediados de la década de 1850 estalla un
tarde. El mundo ha hecho justicia a la despedazada Polonia; ¿Y qué es de conflicto entre el Gobierno (el Estado) y la Iglesia. Alcanzará especial virulencia
Polonia? ¿Qué han dado a ese pueblo heroico las simpatías del mundo? en los años 1880 28 . Esto se enmarca en la lucha entre liberales y conservadores
Un epitafio honroso. que se produjo en América Latina entre mediados del siglo XIX y principios del
XX. Más que el problema en sí (el patronazgo, las "leyes laicas", .. ), lo que inte-
Sobre todo en su alusión a Polonia, estas palabras que tendrían su confirmación resa es apuntar a que la identificación mayoritaria del país con la Iglesia Católica,
hasta lo inverosímil en el siglo XX, apuntan a la idea razonable que, ante el azar con diversos grados de compromiso, también ha sido un importante factor in-
de la historia, no necesariamente las relaciones internacionales se inscriben en ternacional en el siglo XX, como lo fue entonces. A pesar de cierta crisis de la
un proceso de "triunfo del bien", aunque a la vez aceptan que el procesoprin_ci- religiosidad en la segunda parte del siglo XX, el tercio final de este mismo reveló
pal corresponde a una civilización posible y digna de imitar. de manera más patente, si cabe todavía, a la Iglesia chilena como actor interna-
Existió otra posibilidad, que ya marcaba a Chile como parte de la "política mun- cional del país y de la sociedad. La universalidad de la Iglesia Católica mostraría
dial", y que es la idea "latinoamericanista", mejor dicho en su época, también un rostro con la influencia callada del Vaticano.
"americanista". Está en Bilbao (1823-1865), en Santiago Arcos (1822-1874), Este proceso de configuración del Estado nacional, que necesariamente también
en un Benjamín Vicuña Mackenna(1831-1886) joven, y que se podría decir es una cara frente a un mundo internacional, iba acompañado por la integración
representa la mirada de unificación "libertaria", "progresista" de la humanidad, a la economía del mundo. Aunque de diversas maneras, ya en la colonia Chile
en contrapunto a la idea de permanencia del conflicto (o de la "necesidad") en estaba incorporado indirectamente a una que iba más allá de la del Virreinato de
Bello. Al leer a Francisco Bilbao se puede tener una visión diferente al sistema Lima y de España. La integración a los grandes centros dinámicos era una idea
internacional, al "mundo": fuerte de los Padres de la Patria; para ellos era el símbolo del progreso. La po-
Debemos pues, fomentar el espectáculo de nuestra Unión Republicana. tencia "globalizadora" del XIX era Inglaterra, y la inclusión de Chile en la mo-
Todo clama por la Unidad. La América pide una autoridad moral que la derna economía mundial fue por esa vía. Las empresas y los bancos ingleses
unifique. La verdad exige que demos la educación en la libertad a nuestros fueron protagónicos en la presencia extranjera en el país. Pero el fenómeno tuvo
pueblos; un gobierno, un dogma, una palabra, un interés, un Vínculo soli- también características sociales, al crearse una pequeña pero dinámica e influ-
dario que nos una. Una pasión Universal que domine al nacionalismo yente inmigración de ingleses en varias ciudades chilenas. En general eran em-
estrecho i que fortifique los puntos de contacto (... ) La América ha dicho: presarios, profesionales, técnicos, empleados y tutores que por uno u otro moti-
Soi pueblo i la igualdad es su medida; ser nación i la independencia es su vo permanecían en el país. No se debe olvidar que junto con el modelo de
honor; quiero ser soberano i la libertad será mi fuerza; soi humanidad, i la cultura francesa, sobre todo en los estratos altos, también el modelo educacional
fraternidad será mi pacto 26 • inglés fue el otro gran paradigma del siglo XIX.
La ciudad de Valparaíso, de meteórico crecimiento en ese siglo, y de lamentable
Desde esta perspectiva, el sistema internacional medido como ecuación de fuer-
zas, tenía que ser considerado como aberrante; la mirada de aprendizaje que un decadencia después, fue impregnada por este espíritu "gringo", que llegó a ser
parte de Chile. Los recuerdos y crónicas de Joaquín Edwards Bello dan testimo-
Bello lanza al mundo, es decir, a Europa, era admirable. Bilbao, recogiendo por
nio de este hecho 29 . Valparaíso, sin duda, llegó a ser la ventana de Chile al mun-
lo demás una persuasión política europea, sostiene que una igualdad americana
do, y desarrolló un espíritu empresarial, "burgués" si se quiere, de ética del
es la verdadera forma de insertarse de nuestros países en el mundo. La confianza
trabajo en su clase dirigente, que parecía eclipsar a Santiago, aunque esta última
y el optimismo son acicates del "mejoramiento", un ingrediente de la política
sociedad no perdió jamás el cetro político. Pero, para insistir en el problema de
moderna y de su parte de alcances internacionales. Aunque ambas visiones no
una larga historia, Chile no ha sido una sociedad que haya podido lograr una
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍT!Cil MUNDIAL !900-2004] jOAQUÍJ\ FER.MiiNDOIS H. CAPITULO I ! LA HERENCIA
posición de avanzada en el comercio internacional o en los servicios. Desde un Pero entre las excepciones ha estado Chile. Y esto se debe casi exclusivamente
comienzo la vinculación con la economía mundial estuvo mediatizada, de ma- a la Guerra del Pacífico 31 . Con todo, esta magna-guerra (en términos sudame-
nera fuerte, por la exportación protagónica de un solo producto. Los ciclos del ricanos), fue parte de una carrera por la constitución definitiva del Estado
trigo y de la plata constituyeron el primero de varios espejismos a los que nos territorial sudamericano. Tanto la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870),
acostumbraría "nuestra mentalidad económica". A pesar de la inmigración y de como la expansión de la autoridad pública hacia la Patagonia en Argentina y la
golpes de ingenio, laboriosidad y creatividad que se desplaza más allá de las acción análoga en Chile a comienzos de los ochenta, pertenecen en un sentido
fronteras, Chile no ha podido encaminarse seguramente hacia una "sociedad de extendido al mismo fenómeno. Este comprendía la construcción de la frontera
clase media". como parte inalienable del Estado nacional moderno 32 . También la lucha de la
Cuádruple Alianza (Chile, Perú, Bolivia, Ecuador) contra España en 1865/
66, aunque formalmente tuvo_ un sabor "americanista", ayudó a perfilar la idea
Guerra, frontera, patriotismo de un sistema de Estados en el cono sur y a que se viera un juego político
La guerra de la Confederación Perú-Boliviana, no fue un combate en que la idea estratégico frente a Argentina, Brasil y Uruguay, por lo que se miraba como
de Estado-territorial haya sido importante; es decir, no fue por litigios fronteri- una guerra abusiva contra Paraguay. Esta nueva percepción comprendía la
zos ni menos expansionistas. En cambio, el factor de hegemonía sí jugaba tanto fundición de la idea de Estado nacional con patriotismo ardiente y con nacio-
en la mentalidad de un Santa Cruz como de un Portales. Toda la segunda mitad nalismo. Fue un estado de ánimo que llegó a casi todas partes del mundo; en
del XIX, en lo internacional, Chile estuvo principalmente identificado con los Chile, quizás la causa originante más marcada fue la experiencia de la Guerra
conflictos limítrofes, que llevaron primero a una guerra que sería quizás el últi- del Pacífico (1879-1883).
mo acto fundacional de la conciencia de "ser chileno"; y a una carrera hacia una No se olvide, en todo caso, que el desarrollo de esta conciencia de frontera y de
confrontación con Argentina que por un momento pareció imparable. un sistema internacional sudamericano en analogía al europeo, también se rela-
Al inicio, las grandes masas territoriales dejadas bajo soberanías imprecisas por ciona con la plena introducción del continente, hacia mediados de siglo, a la
los papeles de la Corona no provocaron un interés demasiado grande. El primer economía mundial. Cada trozo de territorio, por razones reales o fantasiosas,
acto que se podría llamar de "geopolítica", fue la toma del Estrecho de Magallanes también pasaba a tener un valor económico mayúsculo. Por otro lado, el poder
en 1843. Una vía de comunicación marítima parecía mucho más importante de Argentina y Brasil, y la respetabilidad por la estabilidad institucional del se-
que las vastas y al parecer inaprovechables llanuras de la Patagonia. En esto gundo y la que empezaría a adquirir la primera, crearía una nueva realidad. Esta
hubo, a la larga, un acuerdo más o menos tácito con Argentina. Pero, siguiendo respetabilidad sería también un activo para Chile, por más que en muchos senti-
la tendencia mundial y, probablemente, ante el "reparto imperial" que efectuaban dos haya sido una sociedad oligárquica y premoderna. El mismo dilema volvería
las naciones europeas, vino la urgencia por delimitarlos en la segunda mitad del a repetirse para Chile, en otro nivel, en el segundo tercio del siglo XX.
XIX. Aquí sí que los ánimos se encresparon ante la importancia concedida a la Mas, antes de ver las consecuencias de la Guerra del Pacífico y de la "Paz Arma-
superficie de kilómetros cuadrados como expresión del "poder nacional", tér- da", no se debe olvidar que de los años sesenta a los noventa, Chile y Argentina
mino por entonces todavía no empleado, pero que refleja las nuevas percepcio- extendieron su Estado territorial hacia el norte y hacia el sur. Adquirieron o
nes territoriales que sí existían. tomaron posesión (de superficies "no-estatales") territorial mientras competían
Las fronteras se irían estableciendo, de manera legal, a partir del uti possidetis, es por delinear sus respectivas fronteras sobre amplias superficies de escaso o nulo
decir, aceptando la división establecida por la Corona. El proceso posterior iría valor económico y de muy limitado valor estratégico, aunque de alto simbolismo
definiendo estas líneas abstractas, confusas además, que no reflejaban la socie- y prestigio, aspecto no desdeñables en las relaciones internacionales. Por último,
dad real, con fronteras más concretas, que fueron parte de la construcción del dentro de la lógica del sistema internacional europeo, que se trasladaba a la
Estado nacional que, como se sabe, en el Chile del siglo XIX estuvo imbricado percepción de los sudamericanos, la guerra parecía legítima como un instru-
con la guerra. Mientras que los países hispanoamericanos y América Latina en su mento posible y probable de las relaciones exteriores. En la región, esto fue
conjunto en el siglo XX ha sido mirada desde fuera como un continente política- cierto, en, especial, entre los sesenta y los noventa del siglo XIX.
mente inestable, semi-bárbaro a decir verdad, ha sido sin embargo una región La Guerra del Pacífico surgió de una fuerte competencia político-estratégica, en
con escasos conflictos internacionales, mientras que en Europa la controversia la que estaba incluida el Pacífico y el Atlántico, como de una mentalidad de
entre Estados ha sido la constante d( siglos 30 .
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CAPITULO I 1 LA HERENCIA
MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FEIUJANDOIS H.
"burguesía nacional" en sectores dirigentes chilenos, que se aliaron en forma Esto permite afirmar que la guerra fue, quizás, el último acto fundacional de
estrecha al Estado para reclamar por sus derechos que creían amagados por Chile como nación. Es en este sentido que el mito de la guerra, es decir, que su
Bolivia; por un interés de superar la crisis económica de 1878 con una actividad relato sea una imagen que identifique a los chilenos como chilenos, adquiere un
dinámica del mismo Estado; y por la presencia de una activa población chilena valor tan alto en la cultura popular y en general en la cultura cívica del país del
trabajadora y profesional en el norte, entonces boliviano y hasta peruano 33 . siglo XX. Asimismo fue la consolidación de un "Chile patriótico" que tendría
Asimismo el vigor institucional chileno contrastó con la inestabilidad casi cróni- gran presencia en la vida cívica en la primera mitad del siglo XX, pero que no
ca en Perú, y usual en Bolivia, lo que creó una dinámica de alteración que no desaparecerá nunca del todo. Finalizó el proceso que va de la emancipación,
pocas veces precede a los conflictos. Dramático era el caso de Bolivia, que rompió como rebeldía política, hasta conformar una conciencia nacional, esa referencia
unilateralmente sucesivos tratados con Chile, como consecuencia de las crisis mental tan huidiza, tan intangible, de la cual tantas veces se abusa y se la desfigu-
políticas internas. Creyéndose Chile al borde de una cuadrillazo no muy diferente ra, mas como cimiento de la construcción de "lo chileno" tiene una importancia
al sufrido por Paraguay (aunque también se veía la temeridad de Solano López), peculiar. A esto se refería el gran Vicente Pérez Rosales (1807-1886) cuando
sobre todo ante el conocimiento de un Tratado Secreto entre Perú y Bolivia de escribió que:
1873, y ante la ruptura de las cláusulas económicas del Tratado de 1874 por
Las voces Patria y Chile no fueron voces sinónimas en los primeros tiem-
parte de este último país, Chile se lanza a la aventura internacional más impor-
pos de nuestra vida republicana. Patria no significaba al pie de la letra lo
tante de su historia.
que ahora significa Chile, sino un conjunto de principios democráticos
Tras comienzos dudosos en entusiasmo, la Batalla Naval de Iquique (21 de mayo que luchaban a cuerpo partido contra los absolutistas de la monarquía
de 1879) la transforma en una guerra patriótica. A pesar de que la gigantesca española ( ... ) y esto explica por qué tuvimos entonces Patria Vieja y
organización que logró crear demostró una larga serie de falencias, la de sus Patria Nueva 35 .
adversarios fue peor. El arrojo de sus fuerzas -las peruanas muchas veces no le
iban a la zaga en este aspecto y Bolivia se encerró en sus conflictos internos-, le Pérez Rosales describe aquí la emancipación como acto político, que es la pri-
otorgó una victoria fulminante. La epopeya de Iquique, la de Punta Gruesa, la mera piedra de la creación de los nuevos Estados nacionales en los siglos XIX y
captura del Huáscar, la Campaña del Desierto, la toma del Morro de Arica, y al XX. Pero luego se forma la conciencia de que se trata de un territorio y de una
final la toma de Lima, crearon una narración mítica en Chile que penetró comunidad con exigencias y voluntad de lealtades. El fin de este proceso es, para
profundamente en lo que se podría llamar "cultura chilena", con todos los pro- Chile, la Guerra del Pacífico. A partir de ella Chile es una historia que combina
blemas que ofrece el uso de este concepto. Le dio a Chile una extraordinaria su relato, sus instituciones, su orden político-social y su propósito de futuro, el
autoconciencia y seguridad en sí mismo como Estado nacional. "plebiscito cotidiano" del que ha hablado Ernest Renan.
La Guerra del Pacífico operó en este sentido como el más importante -más La Guerra del Pacífico dejó también su huella en su mirada hacia el mundo,
visible en todo caso- "cemento de la sociedad". El relato mítico -tomado en que fortalecía la conciencia de pertenecer a un suelo nutricio, es decir, una
su sentido antropológico- que quedó, influye todavía en la educación básica en realidad histórica que es pasado, presente y futuro. Esto, en sí, no tiene nada
Chile y, si se remueven frases de circunstancias, en casi todos los estratos etarios de peyorativo; es parte de la identificación de las sociedades como particulari-
y en todos los estratos sociales, en ocasiones, emerge alguna dosis de chauvinis- dades. Por otro lado, puede haber sido un factor en la creación de un confor-
mo. Además, el Chile de la crisis social que surgirá a partir de ca. 1900 tuvo mismo frente al "hacer bien hecho", es decir, en vez del esfuerzo cotidiano, se
como contrapunto el orgullo -y arrogancia- de tener sus héroes indiscutidos asienta la idea de que llegado el momento, un esfuerzo titánico podrá arreglar
hasta hoy. En particular, Arturo Prat (1848-1879) es una marca de orgullo para las cosas. También se hace más fuerte la idea de un "excepcionalismo chileno",
todo chileno históricamente consciente todavía a comienzos del siglo XXI; de por engañoso y arrogante que pueda ser muchas veces. El triunfo nacional,
manera rápida se transformó en un "santo secular" 34 . En Chile, en la práctica, logrado con un esfuerzo colectivo que vinculó a las diversas clases sociales, se
no ha habido "revisionismo historiográfico" en torno a esta guerra. Se le po- debió en parte a la deficiente preparación de Perú y de Bolivia36 . Con todo,
drá dar más peso a razones estratégicas o económicas, se podrá decir que hay ello no es para que el país no lo mirara -y en cierta manera lo mire-
que evitar un recuerdo que menoscabe a los países vecinos, pero de su legiti- como un "momento estelar".
midad no ha dudado jamás el Chile político y cultural.
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN u\ POLÍTICAMUNDJAL 1900·2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO 1 [LA HERENCIA
La post-guerra La Guerra del Pacífico acentuó otra herencia del siglo XIX al lugar de Chile frente
Fue una guerra que se inició como un reflejo defensivo, pero concluyó como al mundo en el siglo XX. Se trata de la monoexportación de la "mentalidad de
guerra de expansión. En la lógica interestatal del siglo XIX, en especial de la subsidio", que surge al incorporar el salitre a la vida nacional. Más adelante se
política europea, el modelo para estos países, era lo más normal del mundo. El hablará de su papel en la relación de Chile con la economia mundial. Ahora hay
conflicto franco-prusiano de 1870-1871 proporcionó el modelo definitivo. En que destacar que generó inmensas riquezas al país en términos de ingresos fiscales;
el cono sur, Argentina y Chile tuvieron formas relativamente paralelas de exten- y generó un movimiento obrero combativo por las condiciones de la vida en el
sión -expansión- territorial hacia el norte y hacia el sur. Pero en el caso de la desierto y por la aglomeración humana. Fue la vía de ingreso más importante de
postura de Chile en el concierto sudamericano las consecuencias serían mayores; las ideas revolucionarias características del siglo XX. Obras públicas y movimiento
en la región, serán quizás inextinguibles, por mucho que los recuerdos se vayan de riqueza opulenta tuvieron una fuerte relación con el salitre. Es imposible pen-
poniendo más borrosos. sar que otros sectores fuera de las elites no se beneficiaron también con su riqueza.
Postergó algunas reformas, que sólo se efectuarían después de la primera crisis del
Chile no sólo derrotó, en forma decisiva, en una guerra internacional a dos salitre, en los años veinte (Cap. N).
países vecinos. Ocupó por tres años la capital y gran parte del territorio del
Perú, lo que de por sí conlleva una relación abusiva entre ocupantes y ocupa- Pero también es pertinente la pregunta de si no exacerbó la noción de economía
dos. Debió combatir además una "guerra irregular" en la sierra, de la que salió política internacional en la cultura chilena, de que existe una puerta mágica al
también triunfante, pero dejando tras de sí una estela no pequeña de tropelías, desarrollo; o existe una expoliación (más o menos mágica, también) que explicaría
propias de este tipo de conflicto. Al final, con el Tratado de Ancón (fines de las falencias del país. Así, la sociedad chilena se escabullía del problema del
1883), se arriba a un acuerdo provisional. Chile posterga un final definitivo en verdadero funcionamiento de la economía mundial. Pero, indudablemente, al
un momento en el cual, incluso, eran posibles concesiones que después, con la Chile de 1900 le proporcionó un rostro de poder económico y un elemento
conciencia del territorio ya establecida en la mente y en corazón de los chilenos, peculiar de contacto con las grandes potencias 37 .
eran ya imposibles. Hay otro elemento de la guerra, que tendría consecuencias La guerra hizo ver otro aspecto de la relación del país con el mundo, la relación
en las relaciones vecinales del futuro. La "Guerra con Chile" fue también un con las grandes potencias. En el sistema internacional, cuando existe un conflic-
hito fundador del Estado y de la nación peruanos. Es un recuerdo doloroso que to se crea un vacío de poder que puede afectar decisivamente a las grandes po-
unifica, y que por lo mismo le daría un color específico a la mirada de los perua- tencias. ¡Para qué decir cuando se trata de Estados marginales, en plena época
nos hacia el país, al menos hasta el Tratado de 1929; en el Perú oficial y público, del "imperialismo" por añadidura! Ya se habló sobre un sentimiento casi general
las huellas todavía no se borran a comienzos del siglo XXI. de rechazo en América del Sur al resultado expansionista de la guerra; este fue
En este contexto, la guerra creó la imagen de Chile como la "Prusia de particularmente notorio en Venezuela, lo que tendría algunas consecuencias en
Sudamérica", muy aludida en torno a 1900, lo que tuvo influencia negativa en la segunda mitad del siglo XX. Las potencias europeas, acostumbradas a ser
la región en las primeras décadás del siglo XX, y fue un factor de relativo árbitros del mundo, quisieron hacer lo propio. Sólo el desinterés de la ya tan
aislamiento en esos años. Esto se agravaba por la postergación de la "cuestión poderosa Alemania las detuvo. Hasta la Segunda Guerra Mundial se tendría, a
de Tacna y Arica", provincias cuyo destino debía decidirse posteriormente, y raíz de esto, un recuerdo agradecido del Príncipe Bismarck, cualesquiera que
que fue un flanco débil hasta 1929; como de la falta de tratado final con Boli- hayan sido las reales intenciones de este último. Con todo, las potencias
via, ya que sólo había tregua indefinida. La continuación de las tensiones en el europeas cargaron la mano, no sin razón muchas veces, en las cuestiones de los
cono sur alimentaban un revanchismo que sicológicamente hablando, era la daños infligidos por tropas nacionales a sus intereses; o por la deuda que debía
cosa más comprensible del mundo. Al igual que frente a Argentina, Chile (o asumir el gobierno en inversiones que pasaban a manos chilenas.
los países de la región), mostró una singular escasez de habilidad en dar por EE.UU. intentó mediar, e incluso dio a entender que no podía haber guerra que
finiquitadas las disputas, dejando elementos litigiosos que podrían haberse tuviera como objetivo la expansión territorial (¿y la expansión norteamericana
zanjado en las situaciones favorables que se daban. Finiquitar en momentos de en el XIX1), Pero al final no pudo o no quiso influir en el resultado, aunque su
éxito puede incluir concesiones que serían difíciles una vez transcurrido el presencia sería constante. Es claro que Chile no habría tenido este resultado si la
tiempo, cuando aparecen envueltas como cesiones hechas bajo la presión de la Guerra del Pacífico hubiera ocurrido después de 1898; para entonces la etapa
fuerza o del miedo. "imperialista" de Washington en América Central y el Caribe alcanzaría al
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menos para un acto hegemónico en el cono sur. El territorio supo de esa mano con prohibición de fortificarlo; Argentina retenía la Patagonia. Ya se ha habla-
pesada en 1891/1892 con el incidente del Baltimore. Una riña iniciada en un do sobre las razones de ello. El problema surgiría en sus delimitaciones, que las
prostíbulo, termina con amenaza de guerra de parte de Washington y con in- más altas cumbres no coincidían necesariamente con la división de las aguas
demnizaciones pagadas por Chile. Por cierto, había también responsabilidades (oriente u occidente de la Cordillera de los Andes), que era la cláusula central
locales. del Tratado. En un caso, Chile podía avanzar hacia la Patagonia y hasta el
Para la Guerra del Pacífico como para la Guerra Civil de 1891, se crearon condi- Atlántico; en el otro, Argentina lo hacía sobre el Pacífico. Sobre esta diferencia
ciones de vacío de poder, o vacío de orden, si se quiere. En esos casos, siempre, se desarrolló la controversia que llevó a la "paz armada" y a una alta probabi-
se incrementa más la presencia de las grandes potencias. En esto no hay que ver lidad de guerra 38 .
pura "arrogancia de poder". Muchas veces es parte de un orden civilizado de las
En vez de ello, se firmó el Tratado de 1881. En la atmósfera internacional
cosas; las naciones pequeñas o débiles, cuando llega la ocasión, dentro de sus
europea, la guerra aparecía como recurso con cierta legitimidad. Después de la
dimensiones, pueden cometer actos de prepotencia y de abuso que hacen empa- Guerra de la Triple Alianza y de la Guerra del Pacífico, en ambos países se podía
lidecer la de aquellas "imperialistas" o de las grandes potencias. Como sea, en el
tener la sensación de que el conflicto era un recurso del cual se podían obtener
desarrollo de ambos conflictos había envueltos también intereses de una socie-
ventajas. Había un estado de ánimo público en el cual la "concesión" de sus
dad internacional así como percepciones de las grandes potencias. Nadie puede
respectivos gobiernos podía aparecer inaceptable y en el que se respiraba un
negar que, en todo caso, hubo un "final feliz" para Chile. Pero el tema sería
"ambiente saturado de pólvora, que hacía tan popular la guerra al uno como al
consustancial al Chile del siglo XX, sobre todo a partir de los años 1930, hasta el
otro lado de los Andes" (24 de diciembre de 1901 ), como lo decía años después
momento en que se escriben estas líneas. Al comenzar el siglo siguiente, y una
quien había sido Ministro de Guerra argentino, Pablo Ricchieri 39 . Esto implica-
vez alcanzado el dificil pero también feliz acuerdo con Argentina, Santiago tenía
ba que en ambos países había un "partido de la paz", en sintomatología típica de
que mantener una cuidadosa política con Washington, ya que había alcanzado a
la guerra de una parte de la era democrática y otro "partido de la guerra", con
percibir la fuerza de sus garras.
apelación popular, que se asentaba en la confianza del crecimiento de poder que
cada país había dado a la seguridad en sí mismo. En el caso argentino, era el
crecimiento incesante en su economía, en su población y en su influencia regio-
La "Paz Armada", 1392-1902
nal. En el caso chileno, los recursos del salitre; en gran parte la "lección de la
La "Paz Armada" fue el período de tensiones y de carrera armamentista en Euro- historia" con el triunfo épico en la Guerra del Pacífico; la confianza de que el
pa, que precedió al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. También en "sufrido roto chileno" podría otorgar un nuevo triunfo militar.
esto hubo un paralelismo y un aprendizaje frente al sistema internacional europeo.
El "partido de la paz" objetaba lo dudoso de, como se diría hoy en día, la
A riesgo de aparecer de un ridículo chauvinismo provinciano, habría que decir que
relación "costo-beneficio". Se veía que la expansión por medio de la conquista
en este cono sur se dio alguna lección a las potencias europeas. El aparentemente
estaba desacreditada en la política internacional sudamericana, por lo que es-
imparable trayecto hacia un conflicto entre Chile y Argentina, experimentó un
casamente podía venir por ahí una retribución a un supuesto triunfo de las
punto de inflexión que lo hizo culminar en negociaciones arbitrales que sepulta-
armas chilenas. Más importante, el ambiente en América del Sur -y, desde
ron por más de medio siglo todo litigio de importancia.
luego, en Estados Unidos- no era favorable a la posición chilena por la ima-
En la década de 1870 apareció como posible que los dos países fueran a la gen que dejó la Guerra del Pacífico. Si en un momento Brasil ayudó política-
lucha armada. Incluso, en la Guerra del Pacífico, Chile pudo haber tenido que mente a Chile, ello en parte fue la política del Emperador Pedro II. El Brasil
enfrentar además a sus vecinos transandinos. Predominó, sin embargo, la in- republicano junto a Argentina, trató de censurar a Chile en la primera Confe-
efable combinación de cálculo y cordura. El 23 de julio de 1881 se firmó el rencia Panamericana de 1889. La constelación internacional estaba cargada de
tratado fundamental que hasta el día de hoy rige en jerarquía la fijación de las un grado visible de desconfianza hacia Chile. No resolver la cuestión de Tacna
fronteras entre ambos países. Eran momentos de fuerza y debilidad de Chile, y Arica era un elemento vulnerable en la postura chilena. Más importante, era
por lo que ha sido criticado. Pero proporcionó la base jurídica permanente evidente para los chilenos que su país estaba quedando atrás en la "carrera
para la delimitación fronteriza. Fue también una transacción entre las dos refe- económica"; Argentina no sólo la había sobrepasado en población, sino que
rencias mencionadas, Chile quedaba con el Estrecho de Magallanes, aunque en lo que después se ha llamado "desarrollo económico" y "desarrollo social".
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EK LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO 1 LA HERENCIA
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La carrera armamentista, dañando a ambos países, debilitaba claramente en declarados de la política internacional después de la Primera Guerra Mundial. A
mayor medida a Chile. Por último, un imponderable que puede tener mucha comienzos del siglo XXI, todavía no hay otro acuerdo de restricción armamentista
importancia, en Chile al menos no habfa un sentimiento popular "antiargentino" en América del Sur que tenga la envergadura de aquel 42 .
formado, que hubiera operado como un sentimiento patriótico capaz de arras-
En la segunda mitad del siglo XX los problemas limítrofes con Argentina
trar al Gobierno a políticas que no deseaba. No se dio el síndrome con que
resurgirían, a veces con gran tensión. Pero subsistió como señal el hecho de
terminó la "otra" Paz Armada, la europea, la crisis de julio de 1914, en la cual
que los dos países con la frontera más extensa del mundo han estado al borde
los gobiernos hasta cierto punto fueron juguetes de la maquinaria político-
de la guerra, pero no han tenido una, puesto que en definitiva se impuso el
militar que habían creado. Se estuvo cerca de este resultado, pero a la postre se
ímpetu negociador y transaccional. En 1902, Chile comenzaba a divisar el
evitó la guerra y vino la paz. Ya se la preciaba entonces 40 •
final del túnel del asedio en que se sentía. Esto se confirmaría en 1904, con el
Así como en diciembre de 1978 ambos países estuvieron al borde de la guerra, Tratado de Paz con Bolivia. Pero ello no significaba que las relaciones interna-
lo mismo sucedió en diciembre de 1901. En los años noventa había habido cionales del país se hicieran más fáciles. Las complejidades del siglo se verían
acuerdos, como el Protocolo de 1893, que afirmó el principio de división oceánica, en su vinculación con la política mundial. La sensación de ser parte de un
que Argentina no tiene costas en el Pacífico ni Chile en el Atlántico; el acuerdo mundo como la de estar solitarios, o aislados, marcarían un contrapunto que
sobre la Puna de Atacama, en 1898, que por muchos en Chile ha sido mirado se arrastra hasta comienzos del siglo XXI. Pero, ¡no es tensión la mirada de
como una concesión gratuita, olvidándose que esa zona lejana era fruto de la toda sociedad ante el mundo?
victoria, y con el acuerdo de alguna manera ambos países tendrían interés en el
Así, un proceso típico a cualquier sociedad moderna había concluido. El Estado
statu c¡uo. Había habido un punto de inflexión en el espíritu negociador, el
territorial, y la conciencia nacional, es decir, de chilenos y chilenas, de ser inte-
"Abrazo del Estrecho", el12 de febrero de 1899, entre los presidentes Roca y
grantes de un determinado territorio, ya estaba firmemente fijada. Quizás
Errázuriz, un hito en las relaciones y en el mundo internacional. A partir de ahí,
José Manuel Balmaceda (1840-1891) es quien mejor resume esa ida:
la "diplomacia presidencial" tendrá un papel cada vez más relevante, aunque no
siempre sea la solución a los problemas. En forma paralela a los trabajos de la (Las) montañas abruptas y nevadas de los Andes y el Océano Pacífico,
comisión arbitral, los peritos chilenos y argentinos, y los ingleses, al mando del las inclemencias del polo en la región austral y los desiertos del norte,
formidable Holdich, entre malentendidos, rupturas y acuerdos, habían prepara- diseñan la fisonomía de una república excepcionalmente favorecida en
do el terreno 41 • la colectividad de los pueblos cultos 43 .
Las presiones de agentes económicos y del gobierno inglés, como de Washing- Todo proceso de vinculaciones con "el mundo" debía empezar por reconocer
ton y el Vaticano en 1978, hicieron su parte al entregar retazos de solución. ese hecho. Los avatares habían decidido gran parte de su configuración geográ-
Finalmente los "Pactos de Mayo", 28 de mayo de 1902, y el último veredicto fica; pero una vez culminados, ésa era su realidad. Es la base sobre la que se crea
a nombre de la corona inglesa, en)).oviembre de ese año, resultó en el triunfo la sensación de"excepcionalismo" (bueno o malo) chileno, idea común a toda
del "partido de la paz" y la certeza de los lideratos políticos en todo el siglo sociedad por lo demás, y una plataforma de sus relaciones Puede que
XX, de que esa solución había sido prudente. Es cierto que se dio un senti- esta base no sea inamovible dentro del azar de los cambios en la historia. Pero
miento paralelo, en especial en Chile, de que se había perdido la oportunidad dentro de lo humanamente previsible, su relación con el mundo y su integración
del triunfo en la Guerra del Pacífico para quedarse con la Patagonia o parte de parcial en él tenía como base este hecho concreto.
ella. Mas, se trataba de un sentir difuso, repetido de boca en boca, a lo largo de
gran parte del siglo, que en la mayoría de éste no implicaba un desconoci-
miento de la clase política a la sabiduría de los Pactos, aunque en Argentina
quedó un sabor amargo entre los nacionalistas, porque los Pactos alejaron a
Perú y Bolivia de Buenos Aires.
Cuando se habla de Pactos es porque se incluyó un acuerdo de desarme parcial
y limitación de armamento naval. Aunque antes de una década su virtualidad
estaba olvidada, ambos países fueron pioneros de uno de los mayores objetivos
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vida y del honor, ideas más exactas y costumbres más regulares, ideales Según se vio en el capítulo anterior, estas consideraciones jugaron un papel
más perfectos (---), mejores servicios, más población y más riqueza y importante en la disposición que condujo a los Pactos de Mayo. Pero para tener
mayor bienestar? En una palabra: ¿Progresamos? (... ) ¿Qué éramos com- una idea acerca de la arrogancia que habían desarrollado muchos chilenos como
parados con los países nuevos como el Brasil, la Argentina. México, la consecuencia de la Guerra del Pacífico, se deben escuchar las palabras de Abraham
Australia, el Canadá? Ninguno de ellos nos superaba, marchábamos Ki:inig (1845-1925), político radical que en 1900 era enviado en Bolivia:
delante de unos y a la par de otro:;. ¿Qué somos en el día de hoy? Me
Es un error muy esparcido (... ) opinar que Bolivia tiene el derecho de
parece que la mejor respuesta es el silencio.
exigir un puerto en compensación de su litoral. No hay tal cosa. Chile ha
Mac-Iver añade que el poder militar no es un consuelo; que sólo la carencia de ocupado el litoral y se ha apoderado de él con el mismo título con que
grandes figuras señeras no sólo en Chile, sino que en América, explica la situa- Alemania anexó al Imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título con
ción. El progreso del siglo XIX se debía a la iniciativa de chilenos: que los Estados Unidos de. la América del Norte han tomado Puerto Rico.
Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones.
¿Podrá con verdad afirmarse que el espíritu y la energía que entonces
Que el litoral es rico y que vale muchos millones, eso ya lo sabíamos.
animaron a nuestro país para el trabajo se hayan, no digo fortificado, sino
Lo guardamos porque vale; que si nada valiera, no habría interés en su
siquiera mantenido> ¿Significará algo que hayamos perdido nuestra
conservación. Terminada ]a guerra, la nación vencedora impone sus con-
acción comercial e industrial en el extranjero y que el extranjero nos
diciones y exige el pago de los gastos ocasionados. Bolivia fue vencida, no
reemplace en nuestro propio territorio? 1
tenía con qué pagar y entregó el litoral. Esta entrega era indefinida,
En las palabras de Mac-Iver se dan varios tópicos que serían centrales durante por tiempo indefinido, así lo dice el Pacto de Tregua (... ) un entrega
el siglo XX, en la mirada que el país se dará a sí mismo; es también un texto absoluta, incondicional, perpetua. En consecuencia, también, las bases
que expresa la comparación con aquellas partes del mundo que se consideran (chilenas) de paz (... ) deben considerarse no sólo equitativas, sino como
sociedades modelo. El resultado es la conciencia de las faltas propias y de qué generosas 2
es lo que existe en el mundo que es imprescindible alcanzar. La pugna política
El "memorándum Ki:inig" haría historia, y reforzaría la imagen continental acer-
y económica de Chile en toda la centuria girará en torno a esta comparación
ca de Chile como la "Prusia de Sudamérica". El gobierno de Santiago tomó
y, después de un par de décadas, en torno a modelos divergentes y entre sí
distancia de la fi·anqueza brutal del memorándum, pero a nadie le cupo duda
antagónicos que merecerían ser emulados. El texto es, además, un temprano
que expresaba una parte del alma nacional de entonces. Se debe anotar que las
testimonio de nacionalismo económico, y de la extrañeza del por qué el "ex-
referencias a otros países expansionistas que hace Ki:inig, hechos prácticamente
tranjero" es propietario de riquezas considerables en Chile. También esto
contemporáneos para los hombres de entonces, le daban algo de verosimilitud y
marcará el siglo, modificándose esta desconfianza sólo en la última década.
legitimidad a la posición de Chile. No menos ciertas son las palabras del Presi-
La inquietud representada por Mac-Iver, propia del nacimiento de un fuerte
dente Federico Errázuriz Echaurren, al ponderar las alternativas de guerra o
movimiento de autocrítica en Chile; pertenece a aquel estrato de la realidad
paz, diciendo, "(yo) veo atravesar la pampa muy felices a los rotos nuestros,
histórica que se llama "fuerzas profundas" de las relaciones internacionales de
trayendo desde Buenos Aires, cada uno, un piano de cola al hombro. Pero de-
Chile de comienzos de siglo y de su cambio de relación de poder, y como tal
trás quedará un odio inextinguible que imposibilitará toda convivencia, porque
tendría larga duración.
vivirá alimentándose con la ilusión de la represalia" 3 . Consideración de sano
En términos de política exterior del país, la parte más visible de sus relaciones realismo, que es una contraparte al tipo de interpretación que destaca en el
internacionales, estuvo en la liquidación de la Paz Armada con los Pactos de "Memorándum Ki:inig". Muestra la seguridad que tenían los chilenos en sus
Mayo; en el Tratado con Bolivia de 1904; y en la interminable persistencia del armas; pero también los límites de una política como la que llevó a la Guerra del
diferencio con Perú a raíz de la cuestión de Tacna y Arica. El país emergía Pacífico. También está la intuición de que si se ganaba una guerra, era contra
también de un estado de ánimo cuasi-belicista que se fundía con el "Chile un país intrínsecamente más poderoso que Chile, lo que crearía un panorama
patriótico", que sería parte del tejido social. Pero luego, la "cuestión social" de catástrofe para el país. Para Eliodoro Yáñez (1860-1932), escribiendo en
dividiría los bandos. Esta política exterior tenía también que empezar a encarar El Ferrocarril, quizás el más influyente periódico de la época, la carrera
otro aspecto, las relaciones con el sistema panamericano y las potencialidades armamentista, siendo funesta en los países ricos, "en naciones como las nuestras
revisionistas que podría tener para las fi:onteras de Chile. la paz armada es una calamidad. 4
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La política exterior: los hombres y el medio Germán Riesco, que hizo culminar dos hechos trascendentales, los Pactos de
Mayo (28 de mayo de 1902) y el Tratado de paz con Bolivia (20 de octubre de
Errázuriz podría ser llamado "pacifista", no en el sentido algo ingenuo del
1904), tuvo como primer Canciller a Eliodoro Yáñez, prohombre del Partido
término, pero sí en la convicción de que organizar la paz también es una políti-
Liberal, de gran poder. Pero fueron trece cancilleres, aunque algunos nombres,
ca; y que en Argentina se daba tanto un potencial de agresión como de entendi-
como el de Agustín Edwards, se repiten9 . El Presidente debió pasar por sobre el
miento. Se abría paso la "razón arbitral", si es que se la puede llamar así, que
Canciller en los días decisivos de diciembre de 1901, el momento álgido con
jugaría un papel de primera magnitud no sólo en las relaciones exteriores de
Argentina. Pero esto estaba y está en la lógica del sistema presidencial chileno.
Chile, sino que en América del Sur en el siglo XX. Junto a Germán Riesco (1854-
El Presidente de la República es la imagen externa del país, aunque podrá
1916 ), son recordados como los artífices de la paz. Aunque no pocos hayan
delegar en la práctica muchas de sus funciones al Canciller, o a los actores
considerado que los acuerdos concretos debieron ser más favorables al país, en
internacionales como el Ministro de Hacienda. En todo caso, en los años del
general se les aplaude este mérito. Pero hay que añadir que estos presidentes
parlamentarismo no era solamente un modo de sentirse "hacedor". La inesta-
pertenecieron al período llamado "parlamentario" (ca. 1891-1924 )5 . En Chile, el
bilidad de los cancilleres los obligaba a jugar un papel más activo en el área
parlamentarismo fue una creación híbrida, ya que aunque la Cámara podía de-
internacional.
rribar los gabinetes, el Gobierno no podía disolverla y convocar a nuevas elec-
ciones, la herramienta que disciplina a los sistemas parlamentarios. De ahí que, a El "aparato" de la Cancillería apenas debería merecer el nombre de tal. Hasta
pesar de no ser un período tan estéril, lo que destaca es la impotencia presiden- comienzos del siglo XX habían básicamente embajadas (o "legaciones" o "en-
cial en un sistema y una Constitución, la de 1833, esencialmente "presidencial". viados") en los países vecinos, con las alteraciones del caso; en EE.UU., en
Brasil; y una en Europa, que desempeñó con brillo Alberto Blest Gana (1830-
Había un terreno en el cual los presidentes del período "parlamentario" podían
1920). Nada menos que en el caso de Inglaterra, Agustín Edwards, en 1912,
distinguirse dejando su sello: la política exterior. Aqtú se vislumbraban dejos de prácticamente abre una Embajada, al comprar casa y algunos implementos,
"unidad nacional". Federico Errázuriz Echaurren ( 1850-1901) sería Presidente
como máquinas de escribir y caja fuerte. Chile tenía política ante Europa, pero
entre 1896 y 1901, el período más ardiente en amenaza de guerra, que de no todavía, un funcionariado que hiciera de puente estable. Había eso sí una
haberse desencadenado hubiera tenido imprevisibles consecuencias para Chile.
institución económica permanente, la Tesorería Fiscal en Londres, encargada de
Era el segundo caso de un hijo de Presidente de la República que seguía las
la recolección de moneda extranjera y pagos de documentos fiscales 10 .
huellas de su padre. Este Errázuriz hijo, que sufrió la suerte de todos los presi-
dentes parlamentarios, la imagen retrospectiva de la inacción, está asociado al Hubo varios cancilleres destacados, que fueron más allá del ansia de figuración y
"Abrazo del Estrecho" y a los orígenes de los Pactos de Mayo, sucesos cumbres de cargos. Baste con hablar de Agustín Edwards McClure (1878-1941). Su nom-
de la política exterior chilena en ese cambio de siglo. bre está unido a la banca y a una poderosa tradición familiar en los siglos XIX y
XX. Enderezó una dinastía económica que de otra manera hubiera seguido el
De su iniciativa, de su carácter "impulsor" en política exterior, no cabe duda 6 • destino de los Buddenbrocks; de educación europea, a Jos 32 años quiso ser
Pero impulsor no significaba "impulsivo", y la sencilla· sensatez, sin conce- Presidente de la República y estaba afiliado a los antiguos montt-varistas, los
siones que animasen demandas irracionales, parece que fue lo esencial de su nacionales. Representó una extraña versatilidad que lo elevó muy por encima de
aporte. El sistema parlamentario, ya aludido, lo obligó a constantes rotativas sus contemporáneos en la vida empresarial, en el periodismo, en la política inter-
ministeriales, con 11 cancilleres en total, de los cuales seis corresponden al nacional; por eso decir que es "parte de la elite", es errar la puntería. Cierto, la
período a partir de 1900, hasta la asunción de Germán Riesco, el 18 de sep- figura faústica de este hombre le creó una valla de antipatías, resentimientos,
tiembre de 190F. Con tal volubilidad del sistema, es un milagro que haya rumores y hasta odios. El fundador de El Mercurio de Santiago, y de todo un
habido cierta continuidad en la política exterior. Esto destacaba la importan- estilo de hacer periodismo, ha sido uno de los chilenos que más impronta dejó
cia de la intervención presidencial. Uno de los cancilleres, de los años del en el país público en el último sigloll. En la primera década del siglo XX fue
siglo XX de Errázuriz, Emilio Bello Codesido (1868-1963), nieto de Andrés tres veces canciller, algo propio al período parlamentario. Supo afrontar con una
Bello, tendría larga vida política, y larga vida biológica. Anotemos que desde sabia combinación de firmeza, tacto y transacción el "caso Alsop" y entregó
1900 hasta el movimiento militar de septiembre de 1924, período conside- las líneas para una reorganización muy moderna de la Cancillería, dividiéndola
rado como más representativo del parlamentarismo, ¡hubo 58 cancilleres!, en Sección política, de asesoría directa al Ministro; una Subsecretaría para el
más de dos por año 8 . manejo cotidiano; y una buena sección de archivos que asimismo asesorara
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MUNDO Y FIN DE MUNDO CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL
1 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO !lj LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO
con estudios específicos; porque el lapso de su puesto fue siempre corto, poco se ("alta burguesía", "clase alta", ... ) eran casi sinónimos. De ahí que el ser diplo-
hizo de su buena iniciativa. Con todo, su gran carrera diplomática y sus servicios mático en la "clase alta" no era un decorado, sino que parte de un modo de
más importantes, estarían en el futuro. entender la realidad que incluía una apasionada participación en la política
Hasta bien avanzado el siglo, el actor privilegiado de la política exterior chilena chilena; también, como por añadidura, en la política internacional del país.
sería el diplomático, pero no el único, como se verá. Los cancilleres y los minis- En ese entonces el paso desde el salón privilegiado a la política y a la diplomacia,
tros de hacienda se reclutaban de la política. Pero esto es casi lo mismo que decir en la mayor parte de los casos, no consistía en una mera canonjía, sino que era
que eran parte de los sectores social (sobre todo) y económicamente dirigentes, una manera natural de moverse entre los estratos altos.
la célebre "oligarquía" de esta era de la historia de Chile. Aunque ni aun en estos Dicho esto, hay que poner sus bemoles. Aunque existe una nomenclatura sim-
momentos no se deja de dar una clase media alta -o clase media "emergente"- bólica que llega hasta nuestros días, en la práctica se ha tratado de un estrato
que al adoptar determinados ritos, se incorporaba a la "clase dirigente" sin más, alimentado, en forma continua, por lo que hoy se llamaría una "clase media-alta
como si siempre hubiera pertenecido a ella. emergente". Con tal que se adopten los ritos, todo funciona bien. Desde luego,
En la segunda mitad del siglo XIX, así como en las primeras tres décadas del tiene "pelaje" el que, teniendo en cuenta educación, vinculaciones y algunos
siglo XX, el mundo diplomático, el embajador y algunos agentes de importan- medios, ostente apellidos anglosajones o franceses en el XIX; después de 1900
cia, se reclutaban con casi total exclusividad de esta clase socialmente dirigente, se agregarían los alemanes. Esto se ve en los nombres que figurarían en la diplo-
el mundo de los "apellidos". Como siempre, estos apellidos adquirieron fuerza macia. Por lo demás, si atendemos a la comidilla, los comentarios desdeñosos
canónica una vez que su poder político y económico dejó de ser exclusivo y por los orígenes de quienes se tienen próximos se hacen más frecuentes en el
todopoderoso, es decir, cuando había comenzado un atisbo de "decadencia", extremo más alto como en la capa más baja de la pirámide. Parece ser de las
que nunca llega a su final. Es como la nobleza del Ancien Régime, que sólo sería pocas leyes casi infalibles de la vida social. Hacia fines de los años veinte, este
exclusiva cuando el cenit de su poder ya era cosa del pasado. panorama, en la vida diplomática, comenzaría a variar, como una de las tantas
consecuencias lejanas de los cambios sociales, en general; y del movimiento
Emblemático de este tipo humano puede ser considerado Ramón Subercaseaux militar en especial.
Vicuña (1854-1936), autor de las Memorias de ochenta años (1936), quien por
un momento fue Canciller; de su vida diplomática, su estadía ante El Vaticano (Cuán cosmopolita o provinciana era la clase dirigente chilena? Aunque el pano-
-donde casi tan importante como él, lo fue su mujer Arnalia Errázuriz- se rama en este sentido no difiere diametralmente a lo largo del siglo, existen algu-
desarrolló en los momentos de separación de Estado e Iglesia (1925). Este Em- nos elementos que permiten decir si había una comprensión -o no- aproxi-
bajador es quizás el epítome, aunque en su versión de tonos más fuertes, de la madamente realista de las condiciones internacionales chilenas en los núcleos
figura del diplomático como miembro de la clase dirigente en la era "oligárquica". dirigentes. Hay que distinguir dos vertientes. En la medida que los líderes socia-
Para él, el diplomático tenía que ser una especie de artista. Y no sólo en el les -la "oligarquía" o "canalla dorada" según el Arturo Alessandri de 1920-
sentido figurativo del término. Debía tener "conocimientos serios en música, eran a la vez hombres de Estado, da la impresión que la política exterior chilena
pintura, arquitectura, escultura y arqueología; sin eso no hacen buena figura fue conducida de acuerdo a criterios realistas, es decir, ayudaban a desarrollar las
en sociedad" 12 Para que cien años después no se tenga mala impresión de relaciones posibles y la seguridad del país ante el mundo. Muchas veces sus
Subercaseaux, hay que decir que también insistió mucho en que la diplomacia criterios eran estrechos y la política exterior careció de audacia, pero en el mundo
debía dedicarse más a asuntos prácticos como la promoción del comercio. de los pequeños esto no es una falencia. Se puede decir que este criterio funcio-
nó en los dos primeros tercios del siglo. Por otra parte, como clase dirigente, y
Pero hay que tener cuidado con estas expresiones. Ya funcionaba la combina- entendiendo que este concepto se hace más complejo a partir de la tercera déca-
ción de apellidos "vinosos" con los "bancosos", según la después célebre defini- da, la visión de mundo mostrará esa rara combinación de cosmopolitismo y
ción de Vicente Huidobro (1893-1948). De los segundos, el caso de Agustín provincianismo que caracteriza a Chile todavía hasta los momentos en que se
Edwards salta a la vista. Aunque el mundo de los apellidos del "Chile oligárquico" escriben estas líneas. También hay que señalar, algo que no se detiene en las
ha llegado a simbolizar una clase alt¿ por excelencia en el Chile del siglo XX elites, que en Chile existe una fuerte conciencia de pertenecer a una especie de
-alterada casi hasta lo irreconocible hacia el 2000-, en esos momentos raza superior. El mismo Subercaseaux dice como algo sacrificado que en su
efectivamente la clase dirigente se reclutaba entre sus filas en una abrumadora cargo deb.ía visitar incluso al embajador del "Gran Turco". ¡Si se piensa que
proporción. Con todos los defectos que se quiera, clase dirigente y "oligarquía" Turquía ha sido una de las grandes potencias del segundo milenio!
___so
...
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El mundo social del que provenían los responsables de la política exterior hacía no tienen solución"), pero indudablemente es una caricatura injusta de este
gala de un cosmopolitismo de salón, exclusivista, con fuerte orientación hacia lo gobernante que contó con nueve cancilleres 15 .
que imaginaban era la cultura francesa, con casi completa abstracción de la vida Con Juan Luis Sanfuentes (1858-1930), que gobernó entre 1915 y 1920, se
e ideas políticas de la Francia concreta. Sólo se proyectaban desde Francia la eligió a los derrotados de 1891, contra los cuales se habían levantado los que
polarización clericalismo-anticlericalismo, pero en Chile esto se arrastraba desde después de la victoria desarrollaron el régimen parlamentario. Sanfuentes sólo
toda la segunda mitad del siglo XIX. El conocimiento del francés, la admiración administró el parlamentarismo. No es mucho lo que haya que señalar en aconte-
por la educación inglesa desde la segunda mitad del XIX y las aspiraciones de un cimientos espectaculares. Tuvo trece cancilleres, al menos uno de ellos fue dos
"Grand Tour" criollo, incluyendo Tierra Santa, no alcanzaba a crear un conoci- veces canciller, Antonio Huneeus Gana (1870-1951), quien probó mediante la
miento más o menos profundo de la política europea, tanto interna como exter- pluma que tenía un interés genuino por los asuntos internacionales 16 . A Barros
naY Todo país, toda sociedad, pueden ser visto como una combinación entre Luco y a Sanfuentes les tocó la Primera Guerra Mundial, pero no existe una
apertura y cierre frente al "mundo". Sólo que en Chile esto parece ser de un marca particular de ellos en la reacción del país, en la actitud del Estado. Chile
grado mayor, teniendo en cuenta la gran influencia que la política mundial ya había construido una política exterior que tuvo, con ese conflicto, un primer
tuvo en la conformación de la cultura política chilena a lo largo del siglo XX. aprendizaje acerca del "siglo de la guerra total".
Sus diplomáticos dan la impresión de moverse relativamente bien en cuanto se
tocan los intereses tangibles del país; pero en sus informes rara vez se palpa una
comprensión profunda acerca de lo que pasa en el mundo. Esto cambiará un
tanto en la segunda mitad del siglo. La política regional
No es que Chile careciera del todo de talentos que pudieran moverse en la polí- Con todo, fueron buenos años para el país en lo que se refiere al plano de la
tica mundial. Los casos de Alejandro Álvarez y de Agustín Edwards McClure política exterior. Como se dijo, una importante "delegación de notables" lo-
sobresalen como gigantes, pero rodeados, en este aspecto, de enanos laboriosos gró impedir que la Segunda Conferencia Panamericana, celebrada en México
aunque limitados. Esto llama la atención, si es que se atiende a otro aspecto de la en diciembre de 1901 y enero de 1902, incluyera el arbitraje forzoso como
clase dirigente, el surgimiento de grupos intelectuales que en el plano estético principio americano. Era promovida por los tres vecinos. Pero otros países
estarán a la vanguardia de la creación en el siglo, sobre todo en su primera americanos se opusieron por razones propias, y en el protocolo final los chile-
mitad. Alejandro Álvarez Jofré (La Serena, 1868; París, 1960), fue un especialis- nos se abstuvieron. El "arbritraje forzoso" sería un permanente proyecto
ta en derecho internacional de respetabilidad mundial. Sirvió a Chile hasta fines peruano, pero el momento de peligro para Santiago ya había pasado. Volvería
de la Primera Guerra Mundial; defendió toda su vida la legitimidad de un "dere- en 1919. Los Pactos de Mayo, aunque en Argentina también dejaron sectores
cho internacional americano", con casi lOO libros a su haber; y tendría una con la impresión de que Chile "había ganado", al igual que en este lado de
brillante carrera como jurista internacional, siendo miembro de la Corte Inter- Los Andes, empequeñecieron por medio siglo todos los incidentes o diferen-
nacional de La Haya después de la Seglinda Guerra Mundial. cias limítrofes·: Donde sí los Pactos causaron escozor fue en Lima y en La Paz,
las que vieron esfumarse la posibilidad de una revisión al resultado de la Guerra
De los siguientes Jefes de Estado de las dos primeras décadas, Pedro Montt del Pacífico y la situación limítrofe que se había derivado de ella.
(1846-191 O), hijo de Manuel Montt, asumió en los días del terremoto de 1906
y muere casi al arribar a Alemania en 1910, tuvo seis cancilleres 14 . Este Montt Bolivia, en medio de una crónica inestabilidad política, y con problemas interna-
representaba la promesa de superar el sistema parlamentario, hasta el punto que cionales múltiples, abandonó su política de lograr la salida territorial al mar, y la
entre sus partidarios estuvieron Luis Emilio Recabarren, Francisco Antonio Encina intercambió por una garantía legal de libre acceso comercial e indemnización
(1874-1965), Alejandro Venegas (1871-1922), Alberto Edwards (1871-1932), pecuniaria para construir un ferrocarril en dirección a la ciudad de Arica.
Agustín Ross (1844-1926), Guillermo Subercaseaux (1872-1959), en suma, El tratado final se firmó el20 de octubre de 1904. Sobran ejemplos de la armo-
todos aquellos que pedían una regeneración del país. Pero fue la continuación nía entre un país mediterráneo y la adaptación al mundo moderno, mas no fue el
del parlamentarismo, por capaz que haya sido como administrador. Ramón Ba- caso boliviano. El tratado tiene plena validez en el derecho internacional, pero la
rros Luco (1835-1919) que gobernó entre 1910 y 1915, en la leyenda ha sido crisis política lo haría luego indigerible para los bolivianos, formándose así una
dibujado como el "típico" presidente parlamentario ("De mí no tienen nada suerte de "mito nacional", particularmente en la segunda mitad del siglo XX.
que temer"; "hay dos tipos de problemas, los que se solucionan solos y los que La idea de buscar la recuperación de una "salida al mar" llegó a ser parte integral
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de la cultura cívica del país, lo que llevó en las últimas cuatro décadas del siglo a brasileña hizo naufragar un restablecimiento de los acuerdos de limitación de
una cuasi-permanente ruptura de relaciones y, en general, a un tono amargo en armamentos a partir de 1910. Si bien no en espíritu de amenaza, cada país por
las miradas mutuas de ambos Estados. La situación se mantiene en los albores su cuenta empezó a renovar su material naval, el principal medio ofensivo de la
del siglo XXI. época. Aunque Chile se proyectaba en la zona andina y en América Central, por
Las diferencias con Perú se arrastrarían hasta 1929. De todas maneras un tras- medio de misiones militares, no participó activamente en una política de poder
fondo apesadumbrado quedará para siempre en el Estado y sociedad perua- y equilibrio. Tuvo una actitud de extrema prudencia en la confrontación entre
nos. El Tratado de Ancón había dejado sin resolver el destino de Tacna y Perú y Ecuador, aun simpatizando con este último; y no organizó ninguna
Arica. Se suponía que lo haría un plebiscito, pero este fue sucesivamente pos- entente con Brasil, cuando hubo tensiones entre esta potencia y Argentina.
puesto. Chile, consciente de que su población original era mayoritariamente Se respetó el principio de división Atlántico-Pacífico.
leal a Perú, pero también por necesidad administrativa y por las transformacio- Hacia mediados de la segunda década, se llevaría a cabo una colaboración tripartita
nes económicas, llevó a cabo una politica de "chilenización", promoviendo la con Argentina y Brasil, conocida como "Pacto ABC" 20 Aunque se firmó en
llegada de empleados fiscales, favoreciendo la emigración de peruanos y expul- mayo de 1915, no se ratificó y su alcance ha sido exagerado. No buscaba una
sando a individuos. Incluso hubo una larga disputa por el nombramiento de hegemonía sobre el resto de América Latina, ya que hubiera fallado, en forma
autoridades religiosas 17 • La virulencia mantuvo las relaciones diplomáticas irremediable; y con posteridad se la ha supuesto como una forma de contrapeso
generalmente suspendidas, al menos sin Embajador. Durante la Primera Guerra a EE.UU., pero eso sería desconocer las realidades de poder. En algún sentido,
Mundial se produciría una esperanza de revisión de parte de Perú, pero en la fue una manera de manejar cooperativamente un equilibrio entre ellas; para Chile
primera década, su propia inestabilidad interna fue un factor de la "crisis era la manera de seguir aspirando a un cierto nivel de igualdad con los dos
permanente" con Chile. grandes de América del Sur. Esto reemplazaba algunas esperanzas brasileñas de
En este último país, pocos cuestionaban la política gubernamental, si es que no concertar una entente con Chile y EE.UU., en detrimento de Argentina. Quizás
la consideraban timorata. En este punto, el "Chile patriótico" concitaba casi había también, potencialmente, un elemento de gran trascendencia. Podría ha-
unanimidad. Pero también en Perú, como se dijo en el capítulo anterior, "la ber sido un ejemplo de cooperación política que, de suponer "modernización"
guerra con Chile" fue un factor de construcción de la identidad del Estado política y económica, es decir, estabilidad, estado de derecho, desarrollo econó-
nacional. La generación del Tratado de Ancón se había resignado, por razones mico y social, hubiera sido señera en el mundo. Las cosas no fueron por ahí.
de realismo, a aceptar los hechos y reconstruir políticamente el país. Pero en la No estaban presentes las condiciones internas ni la disposición internacional a
primera década del siglo XX había otra gente que rechazó esa conformidad, y cooperar en un proyecto específico. La Primera Guerra Mundial llevó a Brasil a
creó un clima en donde cualquier transacción aparecía como entreguismo o seguir su estrategia de largo aliento, de alianza preferencial con Washington.
derrota.
Si se pudiera identificar un "Perú patriótico", este se definiría como antichileno. La mirada ordenadora: las relaciones con Europa
El problema pendiente se veía en Lima desde un punto de vista emocional.
El editorialista de El Comercio afirmaba que era asunto de fuerza; si el Perú Nada de esto debe hacer olvidar que hasta la Segunda Guerra Mundial la mirada
contase con un ejército y una escuadra poderosos, Chile se avendría a discutir el internacional del Estado y de la sociedad chilena se daba en especial hacia Euro-
asunto 18 . En el fondo de su conciencia, en este período la clase política peruana pa, por apremiantes que hayan sido por momentos las condiciones sudamerica-
aguardaba un cambio de fortuna internacional y formar una coalición que obli- nas. Los flujos del comercio y los movimientos de capitales se dirigían o venían
gara ceder a Chile. Los chilenos, por su parte, sostenían con firmeza que las desde Europa. Si culturalmente la sociedad chilena se miraba en Francia, y esta
"realidades internacionales" habían cambiado completamente, y que el Perú era una potencia que ejercía influencia en la región, en términos políticos Santia-
no percibía esta transformación 19 . En este ambiente, naufragaron todas las go tenía en alta estima las relaciones con Inglaterra. Eran prioridad absoluta.
negociaciones para realizar el plebiscito en Tacna y Arica. Chile era reconocido como una potencia naval en el Cono Sur. Aparte de la
exageración, lo que había de realidad estaba en el vínculo sistemático que se
En términos sudamericanos, los Pactos de Mayo tuvieron una significativa
había hecho con la Royal Navy, que sería la gran fuente no sólo de compras de
influencia en la política exterior de Chile. Llevaron a una marcada distensión
elementos, sino también de formación y modelo. Aunque de Francia los chilenos
primero, y luego a colaborar con Argentina. Pero la latente rivalidad argentino- se quejaban que su diplomacia se dedicaba demasiado a la defensa de cualquier
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CAPITULO III LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO 1900-1910
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE LA POLÍTICA MUNDIAL !900-20041 JOAQUÍN FERMAl\DOIS H.
siempre presente. Por otro lado, la cooperación entre los Estados latinoamerica-
interés privado de origen galo, sin considerar su justicia, también ese país era un
nos era escasa, la conducta de cada uno de ellos, sin estar necesariamente orien-
centro de atención de Santiago.
tada a la hostilidad, era caprichosa y todavía estaban lejos los años de una coor-
La aparición de Alemania, a partir de 1871, revolucionó al continente europeo. dinación, que se desarrollará solamente a partir de los 1980. En este sentido la
También tuvo su efecto en la región. Los inmigrantes alemanes ya eran un factor presencia norteamericana era también cuidada con esmero.
de la sociedad chilena. Ahora fue la potencia militar alemana, la ciencia alemana,
la educación alemana, las que empezaron a competir con sus pares ingleses y En general, las relaciones con EE.UU. tuvieron la tendencia a mejorar. En 1906,
franceses. Como Estado, Chile cultivó las mejores relaciones con Alemania. después de la Conferencia de Rio, el Secretario de Estado Elihu Root visitó
Los triunfos militares germanos llevaron, a partir de 1885, a poner al Ejército Chile y habló en el Senado, algo poco común en la diplomacia de entonces.
bajo su inspiración los planes de reorganización y equipamiento, en un contacto Al dejar la presidencia, Teddy Roosevelt hizo un viaje de "public relations" por
bastante estrecho, que duraría hasta 1914. estos países, y poco o nada hubo de "big stick", aunque antes Chile no hubiera
aceptado, con diversas excusas, el arribo de la "flota blanca", es decir, un raid
En realidad, el triángulo Londres-París-Berlín era una suerte de "garantía de mundial de acorazados y cruceros con los que el Washington del primer Roosevelt
seguridad" para la posición internacional de Chile. Mantener buenas relaciones celebrara el jueguito de ser una potencia globaL Pero también Washington mos-
con las "potencias europeas", igual y equilibradamente con todas, había sido traba sus garras. El "caso Alsop'" -reclamo de una empresa de propiedad de
una especie de dogma de fe de la política exterior chilena en el siglo XIX. Lo intereses norteamericanos por daños durante la Guerra del Pacífico- fue em-
seguiría siendo hasta 1943. Por supuesto lo era de manera connatural durante la blema del "big stick"; la diplomacia norteamericana se puso incondicional e
belle époque, todos inocentes de lo que se comenzaría a desarrollar en agosto de inmeditadamente, con ultimátum perentorio y todo, de lado de un interés eco-
1914. Con todo, había premoniciones acerca de lo complicado que sería para nómico de un connacionaL Desde el punto de vista chileno, un asunto jurisdic-
Chile una guerra entre los países europeos. "Válganos un caso a guisa de ejem- cional interno fue elevado por Washington a la categoría de incidente interna-
plo: si estallara la guerra entre Francia y Alemania, sería imposible implantar en cional, dando por sentada su culpabilidad. Sólo un arbitraje del monarca inglés
Chile la industria del hierro. Si Gran Bretaña perdiera el dominio de los mares, zanjó la situación, pero Chile reconocía con desagrado el principio de
otro mercado monetario, en condiciones bien diversas vendría a reemplazar "internacionalización" de un caso privado 22 . Mas, en general funcionó la con-
al de Londres, y por el contrario (habría un) golpe acaso (que) tuviera que vención arbitral firmada en 1892, en la estela del incidente del Baltimore.
sufrir toda nuestra industria salitrera" 21 • Se había asimilado lo que se veía como
bondad del sistema internacional europeo. Cuando se analizan las relaciones de países como Chile con EE.UU., no se debe
olvidar la gran cuota de azar en las mismas, lo que proviene del carácter no poco
caprichoso de Washington. Con mayor razón en un momento en que EE.UU.
ya era prácticamente una potencia global, pero no tenía la conciencia de ello, ni
Coexistencia en la distancia: la presencia, de EE.UU. y el Pacífico de las obligaciones que demandaba. Quizás se pueda encontrar un patrón de
En 1905 comenzaron las grandes inversiones norteámericanas del cobre. Pero, comportamiento en la política norteamericana hacia el Caribe y América Cen-
se podría decir, nadie lo sabía. A EE.UU. se le veía con una mezcla de fascina- tral, pero la coherencia y persistencia se va diluyendo a medida que se avanza
ción y desconfianza (esto no termina todavía hoy). Pero, en términos concretos, hacia el sur, al menos en el primer tercio del siglo.
desde el incidente del Baltimore, en 1891/92, y, sobre todo, a partir de la guerra
De esta manera, cada toma de conciencia de un asunto con Chile, podía ser
de 1898, del "Big Stick" y todo lo demás, nadie podía andar bromeando al
encarado desde un ángulo diferente, según el viento del instante. Santiago, en
respecto. Esta actitud ambivalente hacia los norteamericanos, no sólo de Chile,
cambio, debía mantener una actitud más coherente, prudente, consistente, de-
sino de toda la región, se daba tanto en la política oficial como, sobre todo, en el
mostrando que su política exterior había alcanzado la madurez posible en ese
público. Es indudable una "larga duración" en las relaciones interamericanas.
momento. Analizando la actitud norteamericana ante la Conferencia Panameri-
Las Conferencias Panamericanas, fundamentalmente criaturas de Washington,
cana de México (1902), Joaquín Walker expresaba sucintamente lo que sería la
fueron vistas en sus inicios con algo de temor por los chilenos. En 1901/02
principal actitud de Santiago ante Washington: "Abramos esta puerta <EE.UU.>
Chile tuvo que emplear mucha energía para impedir una posible revisión del
sin cerrarnos de la Europa. Esta gente <los norteamericanos> quiere aproxima-
resultado de la Guerra del Pacífico. El temor que el poder creciente de Washing-
ción de la América, pero toda la América. No inclinarán su balanza hacia unos
ton pudiera dañar la estabilidad lograda con los tratados de 1902 y 1904 estaba
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 )OAQUÍK FERMANDOIS H. CAPITULO 11 1LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO 1900-19!0
contrariando a otros; mas su neutralidad, por lo menos, debemos asegurarla" 23 . de "frente común" puede, a la vuelta de la esquina, dejar al país desprotegido y,
De una manera más amplia, un dejo de racionalización se encuentra en el sobre todo, como le ha sucedido varias veces, dejarlo solo pero a la vez compro-
siguiente texto, sobre el que conviene detenerse. Se trata de un comunicado del metido con acciones que no le son propias, y a las "que (a) ningún resultado
canciller Rafael Sotomayor Gaete (1849-1916) al Ministro en Washington, el práctico se podía llegar". Mejor es estar solos dentro de una política coherente
mismo Joaquín Walker: de largo plazo. Aunque a fines del siglo XX esto podría ser más extraño, la
soledad, en unas pocas ocasiones, le trajo buenos frutos al país.
Como V.S. comprende, hemos seguido con profunda atención el desa-
rrollo de las grandes cuestiones relativas al incidente Venezolano y a la En segundo lugar, el Canciller se refiere a la intervención de EE.UU. para crear
apertura del Canal de Panamá. Si esto último afecta directamente nues- la república de Panamá. Antes, en situaciones parecidas, había reaccionado con
tros intereses, tampoco podíamos permanecer indiferentes ante las graves hostilidad. Ahora se inclina ante los hechos; lo mismo en el caso de Venezuela,
cuestiones suscitadas con motivos del conflicto venezolano. Visto el cuando varios países europeos mandan una flota para exigir a Caracas el pagos
desenlace de aquellos acontecimientos y considerados los comentarios que de deudas. Washington, en la práctica, pone en marcha la Doctrina Monroe,
han hecho alrededor de la actitud asumida por la Cancillería Argentina, que deja un sabor amargo (ayer, hoy y mañana) en los países de la región, aun-
paréceme que la nuestra no tiene por qué arrepentirse de haber que no pocas veces esa Doctrina sea razonable para todas las partes americanas.
vado una política de directa prescindencia. Cualquiera que hayan sido Pero las declaraciones, dice Sotomayor, no cambian los "hechos", y dejan en el
nuestras simpatías por una república hermana, no nos era posible hacer mayor de los ridículos, insinúa, a los ampulosos que las proclaman, con el incon-
causa común con ella, ya que sólo su anarquía y desgobierno la han veniente añadido que terminan siendo una suerte de reconocimiento jurídico a
llevado hasta las dolorosas exacciones de que acaba de ser víctima; ni la Doctrina Monroe al seguir ésta subsistiendo impertérrita.
podíamos tampoco hacer meras declaraciones de principios que a nada Más importante es la tercera afirmación de Sotomayor, que se refiere a un pro-
práctico conducen, ni habríamos comenzado por reconocer una doctrina ceso clave del sistema internacional del siglo XX y que parece tener un peso
como la de Monroe que se nos impone como un hecho y que siendo
todavía mayor en la política mundial después de la Guerra Fría. Para participar
aceptable como tal, no lo es como derecho, como no lo será jamás aceptar en un sistema internacional dado, se requiere que el orden interno de cada una
una tuición impuesta, pero no solicitada. Dadas nuestras buenas relacio- de las sociedades, sobre todo de las periféricas, mantengan un nivel de civiliza-
nes con los países europeos, en los que se hace cumplido honor a nuestra ción que apunte a las exigencias generales más altas que sean posibles. Las crisis
política discreta y honrada, y mientras sepamos guardar la misma política, en el orden político tal o cual, crean un vacío de poder al que, de manera inevi-
nada tenemos que temer por ese lado. Ni tampoco habíamos de lograr table, se sienten atraídas las grandes potencias, o potencias vecinales de poder
un apoyo eficaz de los Estados Unidos, contra males posibles, pero no relativo. En la crisis del orden interno de una sociedad se encuentra el origen de
previstos, (COn qué fin íbamos a lanzarnos a los azares de una política de muchos de los grandes conflictos del mundo moderno. Una transformación
avenmras y resonancias, que ningÚ'1 resultado práctico había de alcanzar drástica en el orden político de una sociedad, como en la URSS a partir de 1917
y que sólo vendría a dejar en descubierto nuestra propia impotencia, y o Alemania a partir de 1933 crean un potencial de conflicto que pude muy
por qué no decirlo, la humillación de reconocer una doctrina impuesta a fácilmente llegar al acto.
nuestra debilidad? Hizo, pues, bien V.S. en no secundar la acción a que
querían ligarlo los honorables diplomáticos sud -americanos, especialmente, Por cierto, Sotomayor no tenía todas estas cosas en su mente al escribirle a
en cuanto a la idea de enviar a un distinguido ciudadano de los Estados Joaquín Walker. Pero sí le parecía que la falta de estabilidad, de funcionamiento
Unidos a representar nuestra confesada inferioridad ante el primer Tribu- del estado de derecho y de cumplimiento de las obligaciones internacionales en
nal arbitral del mundo civilizado 24 . los países hispanoamericanos, sobre todo si eran relativamente débiles, ¡y en la
época del "big sticlc" y del imperialismo! hacía vulnerable el principio de no
Aquí no sólo se observa una suerte de declaración de principios, sino que se deja intervención y la independencia de estos estados, por complejo que sea el térmi-
ver una estrategia cuidadosa que sería válida hasta la Segunda Guerra Mundial, y no "independencia" (como toda realidad histórica). Aquí existe una responsabi-
en algunos aspectos por todo el siglo. Si el capricho puede ser un rasgo de la lidad primaria de la clase dirigente local, de su clase política, de desarrollar las
principal potencia del mundo en el siglo XX, los chilenos también lo saben que aptitudes organizativas y de civilización de acuerdo a las exigencias de la época.
es más propio todavía a la política latinoamericana, interna y externa. No pocas Los chilenos, a lo largo del siglo XX, no siempre tuvieron conciencia de estas
veces en Santiago se ve a la región co!llo "veleidosa". Unirse a cualquier rapto nociones que se escondían en las palabras de Sotomayor.
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CAPITULO 11 1 LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO 1900-1910
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H
Como potencia y representante de la globalización económica (sí, estas pala- Iquique en 1907. Desde el socialismo naciente y del anarquismo, se pedía un
bras son pertinentes para principios de siglo), EE.UU. entonces apenas era "fin al militarismo" que crearía una larga polémica en el siglo XX27 . No se sabía,
percibido con desconfianza. Se verá luego como en estos años comenzaron las pero era una de las fases en las que lo interno y lo externo se irían vinculando,
gigantescas inversiones en el cobre, con resultados igual de gigantescos y como parte de la política mundial y del rasgo de "guerra civil planetaria" que
positivos para el Chile del siglo XX. También, cuando se dice que el Canal de alcanzaría gran parte de la vida internacional en el transcurso del siglo XX.
Panamá desencadenó la decadencia de Valparaíso -otra fantasía-, hay que El Ejército, reorganizado por instructores alemanes y provisto en general de
recordar que las consecuencias de la intervención norteamericana en Panamá armamento alemán, según se verá poco después, sumaba hasta 1920 entre 8 y
eran vistas con buenos ojos. Se pensaba, no sin razón, que se terminarían los ll mil hombres, incluyendo entre 700 y 1.100 oficiales. Su valor militar queda-
abusivos monopolios del ferrocarril de Panamá y aumentaría el comercio y la rá en la incógnita, como todo ejército que no va a la guerra. Se ha dicho que el
interrelación entre las Américas, ya que"( el) estado tan irritante como perma- armamento y el entrenamiento eran insuficientes, y que estaba plagado de debi-
nente de hostilidad al intercambio mercantil de estos países <sudamericanos> lidades administrativas y logísticas. Pero lo mismo, o más, se podría decir de los
con Estados Unidos, causa del perjuicio recíproco, podría seguramente desa- ejércitos regionales, y es evidente que en cuanto a modernización, en 1914
parecer con la adopción de una política de conveniencia mutua como la que había un mundo de diferencia con el ejército de 1879. Disuadía por su trayecto-
se diseña felizmente en la actualidad" 2s Como se ve, las ideas liberales en el ria, de manera especial por el recuerdo de la Guerra del Pacífico. Ecuador,
comercio y en las vinculaciones económicas internacionales estaban vigentes El Salvador y Colombia contrataron misiones militares chilenas; en este último
en plenitud. país se distinguió el entonces mayor Carlos Ibáñez del Campo, de dilatada
Por último, Chile se había aproximado a una nueva realidad que ingresaba a la carrera militar y política en el siglo XX28 . Hacia fines de la segunda década,
política mundial, la de China y Japón. De esos países recibió alguna inmigra- la "eterna crisis" del parlamentarismo comenzó a crear inquietud en sus filas.
ción, no muy bien aceptada, en gran parte como consecuencia de incorporar Serían las primeras manifestaciones que condujeron al movimiento militar de
nuevos territorios en el norte. Eran también mercados para otro recién arribado, 1924. Hay que anotar que antes de 1914 había comenzado la preocupación por
el salitre. Sobre todo, también impresionaba el surgimiento como sujeto soberano el arma aérea; sería el núcleo de la futura Fuerza Aérea de Chile (FACH).
y potencia regional de Japón. En 1897 se establecieron formalmente relaciones La Armada también descansaba no poco en sus glorias de la guerra; en menor
diplomáticas y el primer enviado será Carlos Moda Vicuña (1856-1900), un medida en el papel clave de la primera etapa de la guerra civil de 1891 y del
diplomático que podría ser tomado como modelo del funcionario. La guerra de prestigio de su líder , después Presidente y después Comandante en Jefe hasta
1904 contra Rusia llamó la atención en forma poderosa, aunque quizás esto sea 1912, el vicealmirante Jorge Montt (1846-1922) (no era pariente directo de los
reflejo de la sorpresa mundial que ocasionó ese conflicto y su desenlace. En el otros dos Montt que fueron presidentes). El notable acuerdo de limitación de
Pacífico emergía una contraparte que Chile no podía ignorar26 . Su peso en la armamento naval con Argentina de 1902 fue quedando en el olvido en ambas
política exterior del país sería escaso, aunque la curiosidad por el Asia oriental partes en la segunda mitad de la primera década. Para 1910 se concibió el "Plan
siempre estaría presente. Centenario", que debería dotar al país de una poderosa escuadra, que incluiría
dos acorazados de categoría. La guerra del 14 y las estrecheces económicas re-
dujeron estas ambiciones. Pero de ahí saldría una suerte de mito de la Armada
La defensa en momentos de distensión de la primera mitad del siglo, el "Almirante La torre", entonces un gigante de 32
Si las relaciones internacionales existen debido a que su esencia más íntima es mil toneladas, que arribó en 1920. Desde fines del siglo XIX se había trabajado
el "estado de naturaleza", es decir, no hay ley superior que gobierne a las en desarrollar la única base natural que existe en las costas para cobijar a la
sociedades de manera inapelable, la posibilidad de conflicto es parte de su escuadra, la bahía de Talcahuano. Pero el asiento simbólico de la escuadra segui-
horizonte, por remoto que sea. En este sentido, las fuerzas armadas son siem- ría por todo el siglo XX residiendo en Valparaíso. Desde fines del XIX también,
pre un actor latente de la política internacional. En los años de la pleamar del la escuadra comenzó una actividad entonces pionera de mantener la presencia
"Chile patriótico", el culto al recuerdo de la gesta de la Guerra del Pacífico del Estado de Chile en la zona austral, en los canales, en Tierra del Fuego. Esto
tenía un puesto esencial en la vida cívica del país. Sólo desde la naciente llevó a que esta rama se convirtiera en una celosa guardiana de la soberanía, y su
"izquierda" se protestaba contra el uso político del Ejército y de la Armada, en hipótesis del enemigo quedó más marcadamente fijada en Argentina, lo que
referencia a los movimientos sociales en los que la sangre llegó al río, como en tendría consecuencias en el futuro.
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MUNDO Y FL'1 DE MUNDO 1 CHILE HO U\ POLÍTIC.' MUKD!AL 1900-2004 1 JOAQUÍN FE!lMANDOIS H. CAPITULO li 1LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO 1900-1910
La inmigración y el cambio de rostro interno guerras mundiales de la colonia británica saldrían voluntarios a luchar y morir
por "el rey y el imperio". En 1968, la visita de Isabel II provocó un delirio sólo
A diferencia de Argentina o, aún, de Brasil, Chile no sería por excelencia una
comparable a las primeras semanas de la estadía de Pide! Castro en 1971 o a la
nación de inmigrantes. Por contraste, la pequeña inmigración que arribó en la
gira de Juan Pablo II en 1987.
segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo JG'{ tendría una importancia
cualitativa dificil de exagerar. En todo caso, entre 1880 y 1920 afluyeron la no En segundo lugar, Inglaterra desarrolló una relación privilegiada con la Armada
despreciable cifra de l 00 mil inmigrantes a las costas, cuando el país tenía de Chile. Su flota, como era muy natural, fue mirada como el paradigma de una
entre tres y cuatro millones de habitantes. Ya se sabe la importancia económica marina de guerra moderna. La primera potencia industrial del mundo, la pione-
y cultural de los ingleses en Chile, especialmente en la zona de Valparaíso. ra en la globalización económica del XIX, no podía dejar de ser una potencia
En principio, era una elite endogámica con un leve aire "colonial", luego se naval, y era natural que se mirara hacia ella. De hecho fue encargada de educar a
transforma en modelo a través de la educación en colegios ingleses, en las los marinos chilenos hasta la Segunda Guerra Mundial, y esporádica pero clara-
institutrices aunque sea para una delgada capa de la población, y de la moda mente después. En tercer lugar, los colegios ingleses (y después "americanos",
que llega en la segunda mitad del siglo XIX. Esta colonia experimentará, como es decir, norteamericanos) ayudarían a educar a parte de los sectores dirigentes,
todas las otras, un proceso de asimilación que hará de ellos anglo-chilenos, de una manera más marcada que sus contrapartes alemanas o francesas.
hasta casi diluirse en la segunda mitad del siglo XX. Con todo, en 1907 había
'La presencia británica, de la que se hablará todavía, provenía de fuentes priva-
casi lO mil súbditos ingleses, pero que circulaban entre ellos, con un aire de
das; era parte de la "globalización" de los agentes económicos ingleses, un
superioridad por el exclusivismo de los puestos altos y medios en las casas
producto típico del siglo XIX. La presencia del Estado o de lo que podríamos
comerciales; porque socializaban entre sí29 . Los que quedaron fueron los me-
llamar "política exterior" de ese país frente a Chile, era mínima 31 . En realidad,
nos, en general de clase media, pero con su cultura del trabajo, educación y
era el modo inglés y "moderno" de las relaciones internacionales. En todo caso,
prestigio podían dar un salto y ser clase dirigente; el tener un apellido inglés
la presencia de esta pequeña colonia era un factor en las relaciones entre ambos
llegaría a ser chic. Este mundo british dejaría una impronta en Val paraíso y en
territorios y dejaría una huella en la primera mitad del siglo XX.
la naciente Viña del Mar.
Para muchos chilenos, los alemanes constituyen la esencia de la colonización
En primer lugar, como ya se señaló, la. globalización de parte de la economía
en Chile. Esto encierra una admiración que se relaciona asimismo con la plei-
chilena -recursos naturales, banca, comercio- estaba vinculada con Inglate-
tesía que en el país se le rinde al origen anglosajón. Pero como grupo humano,
rra. Con la "era del salitre" esto no hizo más que acentuarse. Le dieron por
fue una masa mucho más compacta y de gran influencia en el Chile social del
un tiempo un ethos particular al mundo del trabajo en Valparaíso 30 • Las casas
siglo XX. Primero, a mediados del siglo XIX, era una empresa del gobierno
comerciales y la banca inglesas representaban todo un estilo económico y, sobre
con el fin de poblar y desarrollar la zona de la Frontera. Pero después de la
todo, eran las vías más importantes del intercambio de bienes y servicios del
unificación de Alemania en 1871, esto pasó a ser un factor significativo de las
país en el cambio de siglo. Valparaíso ya caía bajo su peso, que era el del cen-
relaciones entre ambos Estados y sus huellas algo perduran todavía a comien-
tralismo chileno, político y social, y quizás de la incapacidad de crear una clase
zos del siglo XXI. Aunque como casi todos los inmigrantes que arribaron
comerciante con dinámica que alcanzara más allá de sus fronteras. El terremo-
con una educación y cultura más evolucionada, se integraron a los sectores
to de 1906 fue un hecho casual, aunque tuvo un peso en el momento de su
medios, al final llegaron a ser "bien vistos" de manera unánime. Dejaron una
declive; para este contexto, no pasó a ser un centro de comunicación cultural
impronta en la zona sur, en especial en torno a los lagos y la ciudad de Valdivia;
con el mundo.
y en la educación de relativa elite de los Deutsche Schule y colegios de órdenes
Con todo, el Valparaíso dell900 produjo cuatro capitanes de las finanzas inter- religiosas.
nacionales, Federico Santa María (1845-1925), Arturo López Pérez, Agustín
Alemania, como uno de los grandes "Estados de cultura" del siglo XIX, fue la
Edwards McClure y su primo Gustavo Ross Santa María. Y un escritor sobre
gran novedad de la segunda mitad del siglo 32 . No fue sólo presencia política y
temas económicos, Agustín Ross, gran defensor de un peso "fuerte", es decir,
militar, que. la hubo por cierto. También su ciencia y educación empezaron
apoyaba fervientemente el patrón oro ("orero"). Veía que era una de las condi-
a competir como modelos con los ingleses y franceses. Su irradiación llegó
ciones para la inserción sana en la economía mundial. Pero la veta inglesa subsis-
hasta Asia oriental (China y Japón). No es extraño que en las costas del Pacífico
tió, integrándose y diluyéndose a medida que las décadas pasaban. En las dos
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MUNDO Y FIN DE MUNDO i CHILE EN LA POLÍTICA MU"'DIAL I900·2004l JOAQUÍN H CAPITULO 111 LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO l900·I910
sur haya dejado una huella profunda. Aunque el 90% de la emigración del siglo Queda por preguntarse cuán eficaz podría haber llegado a ser este ejército. No
XIX fue a América del Norte, allí se integró al "melting pot". En estos países, era uno "alemán" más pequeño, y el presupuesto quedó siempre por bajo del
en cambio, al conservar un perfil relativamente autónomo, mantuvo su mínimo pedido. Pero Ki:irner instruyó con éxito su núcleo en 1891, y la fase
presencia como "colonia))' aunque desde el principio hubo "mestizaje", y al- "prusiana", con uniforme casi idéntico, vio la profesionalización moderna del
gunos apellidos se abrieron paso en forma rápida hacia la elite. Al combinarse Ejército de Chile. Su carácter más serio como institución permanente se inició
con una activa presencia de la Embajada alemana, a lo largo del siglo se crearía en estos años y terminó con la Primera Guerra Mundial. Después sólo queda-
una colaboración cultural que, en ocasiones, tendría connotaciones políticas rán restos, por lo que para juzgar al ejército chileno del siglo XX no se debe
menores. exagerar su real significado. Con todo, siempre las fases iniciales comportan
En plena Primera Guerra Mundial, se creó la Liga Chileno-Alemana (Deutsch- rasgos que permanecen para siempre. Algo del pathos original se mantenía a
fines del siglo XX. También, a pesar de todo lo que se diga, la "prusianización"
Chilenischer Bund), en 1916, como un grupo de interés. Pero su actividad se
extendió con fecundidad a lo largo del siglo XX. Los hospitales, los productos ayudó a insuflar a las fuerzas armadas con la noción de guardianes del "or-
("si es alemán, es bueno"), la educación, incluso dentro de una inflexibilidad y a den", que implicaba sometimiento al poder constituido. Es cierto que estaba
veces provincianismo, llegaron a ser consideradas como garantía de calidad para el peso de la relativamente avanzada consolidación institucional del XIX, si se
la conciencia colectiva de los chilenos. Así como en el sur y en Concepción, compara con los países regionales. Pero las dos intervenciones decididas del
también en Valparaíso hubo una marcada influencia de ese país. En el año 1907, ejército en la vida política en el siglo XX, 1924 y 1973, están presididas por
había cerca de 30 mil de sus descendientes con nacionalidad chilena; también crisis políticas en las cuales los dirigentes públicos llamaron al Ejército o a las
había lO mil ciudadanos alemanes, cifra que se mantendrá constante en toda la fuerzas armadas en su conjunto como árbitros de la situación; y eso, de manera
primera mitad del siglo 33 . Aun teniendo en cuenta que, como en todas las nacio- inevitable, les terminó gustando. La influencia alemana en el Ejército no era
nalidades, varios miles se desilusionaron y volvieron a su país, a diferencia de los sólo institucional, sino que representaba también el interés de encontrar
ingleses, ellos tendían a permanecer en Chile, por lo que su aporte al país como un mercado para su industria de armamentos, y podía conducir a lazos comer-
ciales mayores.
grupo fue significativamente mayor. Junto a las casas comerciales inglesas, las
alemanas jugaron un papel no pequeño en la "globalización" de la economía Las otras migraciones, de españoles, italianos, suizos, árabes y croatas, se man-
chilena de entonces. tendrían en esta línea de ser demográficamente pequeñas, pero de importancia
Hubo dos campos en los cuales dejaron una huella significativa en el siglo XX, y en lo cualitativo. De la Guerra del Pacífico, Chile heredó algunos núcleos de
en ambos aspectos jugaron un papel de importancia. Primero en la educación chinos y japoneses, que al comienzo no fueron bien vistos por la población,
universitaria, con la que se alimenta el naciente Pedagógico de la Universidad de cuyo modelo estaba en Europa occidental. Los árabes, zaheridos hasta la se-
Chile; en los años 1920 volverá a ser el caso de la Universidad Técnica Federico gunda mitad del siglo XX como "turcos" (entraron con pasaporte turco, pues
Santa María. Una especie de subproducto de esta presencia científica será la eran súbditos de la Sublime Puerta), se integrarían desde la clase media baja,
creación de hospitales alemanes. cuando no en sectores populares, hasta en la elite intelectual y económica. En
la segunda mitad del siglo XX, los económicamente poderosos entre ellos pa-
Segundo, oficiales del ejército alemán, liderados por la magnética figura de saron a formar, con escasas reservas, parte de la elite social tradicional. Al igual
Emil Korner (1846-1924), a partir de 1885 comenzaron a reorganizar el que con ingleses y alemanes y otros, "poderoso caballero es don dinero" 35 •
ejército chileno. Korner se había graduado de la Academia Militar Prusiana También llegaron rusos, en general judío-rusos, pero cuya cultura judía era
brillantemente como tercero de su clase, inmediatamente detrás del posterior escasa. Sólo los acontecimientos del siglo la harían perfilarse, amén de una
Mariscal Paul von Hindenburg. Esta asesoría cobró mayor fuerza después de pequeña pero no insignificante inmigración a fines de los treinta. De nuevo,
la guerra civil de 1891, y muchos observadores en América Latina confirma- además del comercio, la educación y la política fueron áreas en las cuales
ban que, al menos por las formas, Chile llegaba ser más y más la "Prusia de destacarían y tendrían espacio de movilidad social. En 1920, fue elegido el
América del Sur", apelativo de doble filo, según se ha dicho. En 1910 el primer Presidente de la República, nieto de un inmigrante italiano, Arturo
Embajador Friedrich Carl von Erckert, tras observar la parada militar, envió Alessandri. En política, los apellidos castellano-vascos ya no tendrían el mono-
un cable a Berlín: "Parada. Diez mil hombres. Santiago. Uniformes. Marcha polio. Pero en estas inmigraciones, no hay una huella importante de la acción
de la Parada tal cual en Berlín" 34 . de los estados europeos.
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN U1 POLÍTICA Mm>IDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMiu'-'DOIS H. CAPITULO 11 1LAS TAREAS DE LA PAZ Y DEL NUEVO SIGLO 1900-1910
Economía de monoexportación: el salitre libras esterlinas, más de 100 millones de dólares de la época40 . Eran créditos
Estos años son conocidos como la "era del salitre" desde el punto de vista eco- originalmente contratados por el gobierno, a los cuales se habían agregado
nómico36. Había una naciente industria chilena, modestísima por lo demás, pero algunas municipalidades y empresas del Estado, entonces casi en forma
no inexistente. Las casas comerciales, generalmente extranjeras, como se ha única aplicados a los ferrocarriles y a la ejecución de obras públicas. El prin-
dicho, eran protagonistas de las vinculaciones económicas internacionales de cipal socio comercial de Chile era también Inglaterra, aunque en 1913 una
Chile. Pero el principal producto exportado que abastecía a Chile de divisas cuarta parte de las exportaciones iban a Alemania. De ahí que no sea extraño
era uno solo, el salitre. Sus riquezas habían estado en el origen de la Guerra del que el "cabeza de turco" correspondiente, a la hora de juzgarse de manera
Pacífico; aunque se ha exagerado su papel, también jugó un rol importante en liviana, haya sido el "imperialismo británico", como después lo sería el norte-
amencano.
1891. Así como en el siglo XX el cobre y las empresas norteamericanas serían
en la política nacional como dos caras de una misma moneda por más de cua- Como se dijo, no hay que olvidar la entrada de gigantescos capitales norte-
tro décadas, en la "era del salitre" la presencia masiva de capitales ingleses americanos a comienzos del siglo. En dos decisiones trascendentales, los
-unos pocos chilenos, norteamericanos y otros- entraría bajo sospecha en intereses Guggenheim a partir de 1905, y después la Anaconda, comprarían
la memoria histórica. No pocos culparon al "imperialismo inglés" del subdesa- varias minas de cobre chilenas, principalmente el Teniente al sur de Santiago,
rrollo de Chile 37 . El panorama es naturalmente más complejo, y el país debió en la cordillera; y Chuquicamata, en el Norte Grande. Comenzaría una
muchas riquezas al salitre. Chile se hizo más poderoso; bajo su sombra creció gigantesca inversión que sólo daría plenos frutos a mediados de los años 1920 41 .
una clase media, se amplió la educación y se impulsaron obras públicas inima- Aunque pasaron casi inadvertidos entonces, es en esta rama productiva donde
ginables antes de 1879, y no sólo debido al progreso técnico. Pero como ni Chile hallaría su tranquilidad económica después de la Gran Depresión, pero
aun con el metro de la época Chile podía pasar por un país desarrollado, se ha confirmaría a la sociedad política en su "mentalidad de subsidio" y a la
hablado de la carencia de dotes empresariales y de cultura del trabajo. La influ- monoexportación.
yente obra de Francisco Antonio Encina, Nuestra inferioridad económica (1911)
dará vuelo a estas explicaciones 38 .
Como después el cobre, el salitre estuvo principalmente en manos inglesas;
con posterioridad también ingresaron capitales norteamericanos. Los intere-
ses chilenos no eran, sin embargo, despreciables. A diferencia de lo que sería
después el cobre, el salitre tuvo una influencia decisiva en la configuración
social, económica y política del llamado Norte Grande del país. En este senti-
do, sus alteraciones en el precio y e:n la cantidad exportada no era un puro
problema fiscal, que los pobladores pudiesen mirar con algo de distancia. Era
una forma de vida de las nuevas regiones incorporadas al país. A diferencia de
las compañías del cobre, el tipo de economía del salitre, la época, los medios,
las actividades salitreras no permitían mostrarlas como ejemplo de política
social. Aunque dio trabajo a decenas de miles de chilenos, la mayoría de ellos
vivía la fórmula criolla de la revolución industrial en su rostro negro.
La presencia extranjera en la economía chilena ha sido estudiada más a fondo
en el caso de Inglaterra. No tiene nada de raro, dado el papel de Londres en la
economía mundial del siglo XIX. En 1914 sus inversiones directas (comercio,
empresas) e indirectas (préstamos) alcanzaban alrededor de 80 millones de
libras esterlinas de la época 39 . El presupuesto total chileno era, en 1910,
alrededor de 20 millones de libras. La deuda externa, cuando se reabrían las
fuentes de crédito cerradas por la "Guerra del14", subía a 28.4 millones de
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900·20041 JOAQUÍN FER.Mti.NDOlS H. CAPITULO:¡¡ 1 CONCIENCIA DE CRISIS Y CRISIS MUNDIAL I910-I920
país como "nación de cultura" (relativa). Asimismo, el Estado había crecido y social. I?m:redo :Le .Brunpubl!q m.l209 La conqJJ:Ütq_dcC_b_ile en.Jl
sus instituciones se habían desplegado con todos los elementos de un poder __ sjglo XX. Pinochet tendría una evolución posterior de fellow traveller, admira-
moderno. La idea de que era un mero "dejar hacer" era parte de la crítica, pero dor del comunismo soviético como "democrático". En esta obra, adjudicada a
aunque no toda la realidad ni mucho menos. la generación del centenario, critica el internacionalismo humanitarista que
Pero el problema señalado por Mac- Iver seguía, -y en parte sigue- estando estaría en diversos sectores. '_'_:t\)"_t!t;stro gobierno, nuestras institucionest;cil!ca_ti-
ahí, muy visible. ¿Era Chile un país moderno? El foso con el mundo de vanguar- vas y casi en general nuestra clase manlfestarh()f1cl0 empeil_<2(;Il:t:l
dia se ampliaba, y no sólo por el desarrollo inaudito de la moderna sociedad decaimiento y la ruina de los t:_icie-ªle§_!laci_ogalt;sp;J.q. ser S!lplmtadgs
industrial. También porque si "ingresaban" a la sociedad nuevos grupos -la pgr e;x:tra!ljerg§" 2 . Eventualmente, aquí existe una crítica a
clase media se sentiría luego" como "en casa"-, el ritmo parecía demasiado "derecha" e "izquierda"; en forma más clara, se da un nacionalismo político y
lento. Aunque no existió "proletarización" o "pauperización" creciente e cultural de nuevo cuño.
imparable, tampoco se fue reduciendo el grupo de aquellos que estaban fuera de Es el mismo caso del "Dr. (Alejandro Venegas), con su muy
lo que en cada momento particular se consideraba como el "mínimo", más que citado Sinceridad. Chile íntimo en 1910, aparecido precisamente en el año del
nada una medida cualitativa. Este ha sido el problema social del siglo para Chile centenario. Venegas representa una interpretación que se puede llamar
y otros países latinoamericanos. Esa realidad dio luz a una feroz crítica social, fref1te a un pasado al
que marcaría en gran medida a tres cuartas partes del siglo, pero fue particular-
la Guerra del Pacífico, el país
mente contrastante en la "generación del centenario". se había dividido y losmuchgs "deabajo". Su prin-
El alcoholismo, plaga que con todo algo retrocedió en el siglo; la mortalidad cipal crítica va á !Üsgastos en las fuerzas armadas, ya que presume que el país
infantil, que hacía que más de un tercio de los niños no pasaran los 5 años; la desea ser "gran potencia militar" 3 . Venegas afirma que los chilenos podrían ha-
sífilis, con huellas que afectaban al 30% de los conscriptos, entonces gran fuente ber trabajado la riqueza mineral entregada a extranjeros y que el gran culpable es
de estadísticas aunque sean finalmente inseguras; la aparición de las poblaciones el "papel moneda"; es decir, era "orero". En este último rasgo, se acerca a Agustín
hacinadas en tugurios, o "cités", más adelante "callampas", a fines de siglo sim- Ross, un notable publicista de temas económicos. Profuso escritor, en 1910
plemente "marginales"; eran cosas que mostraban la cara inaceptable del país en publica Sesenta años de cuestiones monetarias y financieras y problemas banca-
relación a las oportunidades y recursos que había heredado y con respecto al rios. Su visión acerca de las potencialidades económicas del país es en general
mundo de comienzos del siglo XX. ¿Cuánto de ello era culpa de quienes debían optimista. Sólo que el sistema financiero y la política monetaria vestirían a la
ser "minorías creadoras"; cuánto era producto del "sistema capitalista mundial"; economía y al desarrollo con una camisa de fuerza. El origen de los problemas
cuánto el resultado del tipo de civilización iberoamericana? Estas pueden ser las ya se visualizaba, para Ross, en la crisis de 1878. Las apreciaciones modernas y
preguntas que se hacen a lo largo del siglo y que anuncian respuestas que juzgan antimodernas se entrecruzan de manera inextricable en sus escritos, aunque de
el lugar de Chile en el globo. ellos no se desprenda, de manera clara, una interpretación acerca de Chile y el
mundo. E_ero en de Luis Orrego Luco (1866-1942),
A Mac-Iver le sigue en 1904 Nicolás Palacios (1854-1911) con Raza Chilena,
de 1908, es la novela que recoge la perspectiva de Ross, y de f<l especÜ!aciÓn
un libro que evidencia muchos de los (pre )juicios con que no pocos chilenos
B.nancieracomo causa de los miles económicosque ocasiona. No se trata tanto
han enfrentado este problema. No se sabe si Palacios le entregó el vocabulario,
de un juicio económico, como de una pesimista acerca del chileno comq -Y
o fue un traductor de un sentimiento más o menos arraigado, lo que es proba-
.É()J11:0
ble. En todo caso, el tema de "Chile y el mundo" es que al cruce original de dos
"razas patriarcales", se ha bastardeado el país con la llegada de "razas matriarcales" La voz que más ha perdurado, en este último sentido, es la de Francisco Antonio
(inferiores). Esto explicaría la desnacionalización. Palacios, que ha sido algo así Encina_, y su obra publicada en 1911, Nuestra inferioridad
como el Gobineau chileno, entrega una explicación racial al problema del "sub- Chile, que se publicará tres décadas después, cautiva al público general y
desarrollo". Pero, tras ello, subyace una amarga (no amargada) crítica social. en los lectores exigentes evoca reacciones contrapuestas por sus juicios a veces
Le duelen "los hirientes escritos contra el roto chileno, esa base de nuestra raza" 1. de un capricho inexplicable. A comienzos del siglo XXI, "nuestra inferioridad
Su punto de referencia positivo deber ser naturalmente una sociedad integrada; económica'', ha experimentado un cambio en el escalafón, como "economía
la realidad en la que se está es esta división entre compatriotas por su origen emergente:', pero todavía "inferior" a las "desarrolladas" o "maduras". Encina
-----------2Q. 71
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merece, pues, una reflexión que, sin ignorar la teoría económica, integre otras peligro la existencia de la sociedad, sino que existe dentro de ella una diversidad
perspectivas de análisis. Sobre todo, aunque se trata de un país inserto en la en donde las partes, ideas y percepciones mantengan entre sí un relativo equili-
"economía internacional", su manera de hacerlo y el grado de interacción posi- brio y que se influyan entre sí, lo que también genera incertidumbre y desazón.
tiva con ella, se origina en actitudes al interior de la sociedad chilena. La generación del centenario era manifestación de una crisis; era manifestación
Es cierto que en Encina hay que despejar ideas de determinismo racial y geográ- de que una parte del país alcanzaba la madurez.
fico, propios a cierta generación del1900, amén de una infinidad de prejuicios y
caprichos; en este autor parece haber influido fuertemente Nicolás Palacios. Pero
en su mirada de lo que se puede llamar "economía política", aflora, después de
El despunte una nueva polaridad
Zorobabel Rodríguez (1839-1901 ), un pensamiento acerca de la complejidad Junto a la crítica, nacía una nueva polarización. Frente a pipiolos y pelucones,
del desarrollo económico. Ni las explicaciones contenidas dentro de la "teoría clericales y (Alianza y Coalición), emergía
pura" ni aquellas que apuntan a un error de un genio maléfico (imperialismo, otra dualidad, que todavía no sería la más importante hasta los treinta. Pero
capitalismo, estatismo ... ) son suficientes para explicar el "subdesarrollo" del país, hace su estreno y se abre paso. Se trata de aquepa que se puede llamar, en un
aunque este no es sólo un fracaso. Desgraciadamente, Encina ayuda a propagar sentido amplio, d{ si se quiere, de revolucionaria
otro artificio, aquél que podríamos llamar "violación de lo propio". Pero sus y antirrevolucionaria. La primera denominación es más universal, y refleja mejor
agudas observaciones mantienen vigencia. También algunas acerca del "carácter los sentimientos e ideas del siglo. Además, marxismo y antimarxismo expresan
chileno", por discutible que sea el mismo concepto: "El trabajo metódico y de manera más clara la idea central este libro, que la sociedad política chilena
permanente, que dentro de las condiciones de la actividad industrial contempo- I!Jlresentó, más inmediatamente que otras lat:inoamericanas, las tende_ncias cam-
ránea es base ineludible del éxito, repugna, todavía, al chileno" 4 . Encina se en- mundial Y ló sigue haciendo.
cuentra dentro de los críticos de la actividad comerciante, una reacción muy
Demócratas, socialistas, que reflejaban al socialismo pre-marxista del primer tercio
común en Chile, razonamiento de gran influencia pública hasta los 1970. De la
del siglo XX, anarquistas, movimientos sociales con algo de potencial revolucio-
compleja obra de Encina, se rescata un texto en donde se refiere al puesto de
nario, existían desde los años 1890 7 . Como también existía una sensación y lue-
Chile en lo que podemos llamar "economía mundial":
go persuasión antirrevolucionaria, que a lo largo del siglo, en sus diversos mati-
Entre las causas que la han determinado ('nuestra crisis moral y la deca- ces, construiría el polo antimarxista hasta fines de los 1980. Lo importante, es
dencia del espíritu de nacionalidad'), debe contarse la penetración que desde un comienzo el polo marxista -en adelante se le llamará así- mani-
intensa del alma nacional por civilizaciones más fuertes( .... ) (El) con- festaba expresamente que era parte de una suerte de movimiento mundial de
tacto íntimo de pueblos muy desigualmente desarrollados determina desarrollo histórico. Si se toma a Luis Emilio Recabarren (1876-1924) como
una verdadera sugestión. La voluntad del inferior se debilita y se subor- ejemplo de esta sensibilidad, se descubren tópicos que acompañaron durante el
dina a la del fuertes siglo. En un texto de 1905, escrito al calor de acontecimientos locales y de la
revolución rusa de ese año, señala:
No es de extrañar que Encina fuera un punto de referencia para la generación
que defendía ardorosamente la "sustitución de importaciones". Expresiones como Hasta hoy día existen muchos trabajadores que aún creen que el ejército
estas estarían a lo largo del siglo en boca de las más diversas y contradictorias en cada país está destinado para defender la integridad y el honor nacional
posiciones, conscientes o no de la fuente 6 • y bajo el imperio de este fanatismo le prestan concurso y admiración. Esta
es una patraña inventada por los capitalistas (... )El único objeto que a los
Las palabras de Encina, alreferirse a una "decadencia",_ reflejan, muy bien a la
ricos les guía al tener ejército es para oprimir y explotar al trabajador a fin
"ge-ríeracíóñ defcentenario", que expresó el malestar de
de podrirse en millones de riquezas y vanidades.
-·clase dirigenté, no sólo en lo social, también en lo__p()lítico, ese
_medio que es entre profesional e intelectual, Estas palabras inauguran una larga pugna, en general latente, entre la izquierda
decir, se encuentrra no sólo una "clase alta", sino que una clase media, e incluso o, más bien, la izquierda radicalizada, y las fuerzas armadas. Expresan visiones
una clase que se acerca a la base de la pirámide social. En este sentido, se confor- caras a la izquierda de los siglos XIX y XX de todo el mundo: que la "seguridad"
maba una clase política moderna, por incompleta que sea. Y lo moderno es que internacional es un factor del orden de clases, de la lucha de clases, mejor dicho.
se viva en la "sociedad de la crisis". No en el sentido de que la crisis ponga en La "verdadera" naturaleza del sistema internacional estaría, entonces, en un
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 1 JOAQUÍN FERbHNDOlS H. CAPITULO llll CONCIENCIA DE CRISIS Y CRISIS MUNDIAL 1910-1920
mundo sin amenazas y sin aparato de seguridad, impensable dentro de la estruc- Ciertamente, el nacimiento del Chile político y social del siglo XX tenía su pro-
tura de la sociedad de clases. En este mismo artículo, se aprecia otro elemento pia dinámica, independiente de guerra y revoluciones; pero la simultaneidad y
latente, que prefigura los años de la Guerra Fría, la lucha entre estados reaccio- las reiteradas rebeliones en el lenguaje y en las formas son demasiado notorias
narios y estados revolucionarios: como para considerarlos fuera de su perspectiva planetaria.
Aquí aparece otra circunstancia aún más grave (... ) Sí por ejemplo en una Luis Emilio Recabarren es representativo del entusiasmo con que fue acogida la
nación triunfan los gobiernos capitalistas también de las otras naciones Revolución Rusa en los círculos socialistas de Chile; y no sólo de ellos. De ahí
pondrían sus ejércitos para aplastar la victoria obrera. Esto es lo que se sacaría la inspiración que lo llevó a refundar su Partido Obrero Socialista como
prepara en Austria; correr en amparo de los poderosos de Rusia, sí el Partido Comunista de Chile en 1922, afiliándolo a la Tercera Internacional.
pueblo decapita esa tiranía 8. "Nunca guerra alguna, ha producido el bien que nos dejó como herencia, la
No se puede negar que, aun quizás sin ser consciente, aquí se contiene una brutal hecatombe que desde 1914 a 1918, sacudió al mundo entero( ... ) ¿Cuá-
visión profética de un rasgo del sistema internacional del siglo XX, la lucha de les son los bienes producidos por esa guerra? El nacimiento de las primeras
estados y de ideologías. En todo caso, sería la manera chilena repúblicas socialistas comunistas en Rusia (que) constituye el más fundamental
esfuerzo del socialismo hacia la realización concreta del ideal" 10 • Los movimien-
vería su J2l!eSt() <::!1 e¿¡; o parte de un. __ de
·· · ---- tos sociales de los años del cambio de década estuvieron impregnados de este
tipo de referencia. El saQ.t;rse_par.te_dt; 1l..n.. movimiento_IDJJndi.a.l@ba..l1Idmpe_tu
Estas palabras se encuentran inmersas en los movimientos sociales de las prime- añadido a la de cambio social y político en el que se i11ser_taban y_[IláS
ras décadas del siglo, cuando la sangre llegó al río. Especialmente en la matanza lisaeiilaiínasecü-ñ6ffiicas. · · ··-- ···
de la Escuela Santa María en Iquique, en diciembre de 1907. Un catalizador de
la acción del Ejército fue la creencia de que entre los organizadores de la huelga, __ de 1920 inclusive, la izquierda revolucionaria (o 1r
había "agitadores extranjeros" 9 .__Re estamilJ1<::ra, e11ga!:J_ªQQ.g-o componente, el un actor central de la política chilena. En cambio, fue !:
antimarxismo, aun9_11e a veces fuera miedo Por grande el temor que la constelaciÓn internacional y los cambios dentro del país '
'.<.:. ·'!"
Pero la Primera Guerra Mú11aíal y la Revolución Rusa, polítiC:a. La icleade que hay un fermento internacional
con su cortejo de crisis económicas y crítica del "antiguo régimen", le dieron que provoca la agÍtaciéiiúni:erña, no era algo nuevo. No salió de la Guerra Fría.
nuevo aliento. Es curioso, pero la revolución mexicana, ocurrida en el vecindario La sensibilidad antirrevolucionaria viene desde el siglo xrxu. En el albor del
comparada con la "Gran Guerra", no tuvo influencia visible en el país austral. siglo, la "defensa social" se vincula con una mirada a las fuerzas revolucionarias
' En cambio la Revolución Rusa, ocurrida en una sociedad tan diferente a la como "antinacionales". A raíz de la "Huelga de la Carne", verdadero
i chilena, tuvo un impacto inmediato en estos países, no sólo en Chile. Pero en amotinamiento popular (o de algunos de sus sectores), el diputado Alfredo
e este último, le dio más ímpetu a la nueva polaridad.
Irarrázabal Zañartu decía en la Cámara:
Las elecciones parlamentarias de 1918 y las presidenciales de 1920 -todo un La bestia feroz y ciega, sin ninguna aspiración noble, sin ninguno de esos
hito en la historia política del país- estuvieron dominadas por las referencias sentimientos que dignifican al hombre ( ... ) la chusma que marcó con su
a la posibilidad revolucionaria. Se leía el futuro de Chile según las "lecciones" sello de mugre y de sangre los umbrales de nuestras propiedades; ¡no es
de aquella revolución. moyiiAieE_tos sociales afortunadamente el pueblo de Santiago! (... ) Ese conjunto de hombres
aumentarían en los Nada tiene de raro. La que llamamos gañanes, carrilanos y pililos son verdaderos gitanos, son
después el peronismo y en estos momentos el parias del país 12 .
"chavismo" serán sintomáticos de parte de la sociedad política y del alma po- Se pueden interpretar estas palabras como "arrogancia social", y ha habido un
lítica; pero no poseen la universalidad expresada por la Revolución Rusa en uso semántico en esta dirección, sin tener el hablante conciencia cabal de que
1917 o, en menor medida, por el castrismo a partir de 1959. La temprana toda realidad social también se ha desarrollado por sus vinculaciones externas.
recepción de la oleada revolucionaria de fines de los 1910 muestra también la En el "Chile' oligárquico", esta no era una lectura incorrecta. Pero en la política
sensibilidad de la cultura chilena ante la política mundial, añadida a lo que ya del siglo XX, la idea de "clase contra clase", por tomar otra referencia común,
se anotó, que la polaridad marxismo/antimarxismo ya estaba en el Chile de la tiene políticamente la intención de "desnacionalizar" al adversario, de expulsarlo
primera década, aunque no definía aún la sustancia del momento político. fuera de las muros del país. En este sentido, Irarrázabal -quizá sin presentirlo
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 i JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO llli CONCIENCIA DE CRISIS Y CRISIS MUNDIAL 1910-1920
él mismo- se adelantaba a un desafio que tendría la clase política durante gran aneJO, provocaron una lucha social que tendrá que imponerse para el
parte de la centuria. bien de la patria y para la seguridad del porvenir.
La nueva era de las revoluciones, que nace hacia 1917, le daría claramente este "Asistimos ciertamente al nacimiento de un nuevo régimen, y es ciego y sordo
sesgo y, al poco tiempo, ayudaría a definir el elemento principal de la política del quien no quiera verlo ni sentirlo", sellaba el propio León de Tarapacá 14 . Es
país entre los 1930 y los 1980 inclusive. Hacia 1918/20_eiJ.C_il.Jilbio, el temo_r decir, teniendo como telón de fondo lo que sucedía en Europa, la Alianza se
}!Acia en el o alg() parecic:lg,era la princi_2<l_l ponía de parte de la "reforma" como salvación ante la "revolución" que no
de la vida Desde un primer momento Lenin y el bolchevismo podía ser detenida por el establishment, con respuestas meramente reactivas.
fueron mirados como una "religión" de fanáticos, "con prosélitos en toda Euro- Lo mismo se diría en 1964. Mas, ¡qué es la "evolución", qué es lo "caduco"?
pa y varios sitios de América". Se miraba a los líderes bolcheviques -reprodu- A la candidatura de Barros Borgoño habían adherido sectores que también se
ciendo publicaciones europeas o norteamericanas- como "judíos" o "hebreos", podría llamar "nuevos", y que estaban personificados por nacionalistas como
aunque sin aludir a que ello constituyera una "conspiración judía", ya que estas Francisco Antonio Encina y el ingeniero Guillermo Subercaseaux, polemista
expresiones no estaban todavía insertas en el antisemitismo moderno. El socia- económico, y que en los años treinta tendría un gran papel en consolidar la
lismo, en Chile, según un artículo editorial de La Nación, "valdría por una re- República de la Constitución de 1925, junto al León y a Gustavo Ross. La
gresión que podría hacer más daño que la misma gran guerra". "reacción" también representaba la conciencia de cambio. Pero ambos tenían
En 1919, Agustín Edwards afirmaba que las "grandes democracias europeas, como convidado de piedra a la Revolución Rusa, visita que sólo se esfumaría a
con la de los Estados Unidos de América, son las que están salvando la civiliza- fines de los años 1980.
ción de las garras de la anarquía después de haberla salvado de las garras del
militarismo". Asimismo, desde una perspectiva anarquista entonces fuerte en
Chile, la Revolución Rusa aparecía como exitosa para defenderse de una "agre-
Chile y la Gran Guerra: la neutralidad y sus peligros
sión externa", pero la dictadura hacía que ella perdiera su sentido sociaP 3 . Las bases últimas de la política exterior chilena se fundaban en el equilibrio
Aquí se tienen delineadas las interpretaciones de la Revolución Rusa y de la europeo. Las guerras localizadas del siglo XIX no habían alterado esta situación.
situación en la política mundial por ella desatada, que tendrá un profundo im- Por lo demás, desde 1871 no había habido una de estas en el continente
pacto en la política interna y externa del Chile del siglo XX. europeo. Se hablaba de la posibilidad de guerra durante todo el período de la
"Paz Armada", pero después se consideró la probabilidad de guerra nuclear,
En la campaña presidencial de 1920, según el espejo de la Revolución Rusa, se
como algo remoto e irreal en el fondo.
dio una situación muy propia a los dilemas de la política mundial del siglo XX.
La candidatura que era considerada del Establishment, la de la Unión Nacional La realidad se hizo presente con sus fueros a partir del 31 de julio de 1914.
con Luis Barros Borgoño (1858-1943), señalaba lo peligroso que era confiar el Sucedió lo impensable. En todas partes del mundo, los pueblos "subdesarrolla-
país a quienes habían encendido con su oratoria las ilusiones irrealizables, y que dos" vieron con una mezcla de estupor y fascinación cómo las naciones "civiliza-
después no podrían detener el desborde revolucionario. Aquí el blanco era Arturo das" se arrojaron a una guerra destructiva como nunca se había visto antes. No
Alessandri, y el argumento era que él y los suyos habían derivado hacia un tipo sin razón, se la vería como la primera de las "guerras civiles" europeas, que
de actitud "maximalista", como entonces muchas veces se llamó a los bolcheviques terminarían por dejar a Europa, en su conjunto, como una potencia más, y no
o comunistas. "Pretendían cambiar la bandera roja del patriarca Matta (por la) como el centro de poder del mundo. A la guerra le sucedieron revoluciones y
( ... ) bandera roja de Lenin". Se afirmaba que liberales y radicales habían aban- contrarrevoluciones que definirían el carácter de gran parte del siglo XX. Para
donado las ideas moderadas de otros tiempos, y que ahora abrían consciente o Chile, como al principio para la gran mayoría de los estados de la región, no
inconscientemente las puertas a la revolución. A la inversa, la candidatura de la tomar partido le parecía la premisa básica de su comportamiento internacional.
Alianza sostenía, según uno de sus foLletos, que era aquella de la renovación ante Hasta 1942 seguiría siendo el supuesto de la política europea de la Cancillería y
el profundo malestar social que recorría el país, y que se debía ( ... ) del gobierno chileno. Mantener buenas relaciones con las principales potencias
europeas era un dogma a través del siglo XIX, y así se manifestó automáticamen-
(... ) única y exclusivamente a su testarudez de resistir las corrientes mo-
te en la reacción de Chile en 1914. El estado de ánimo en el país se refleja en
dernas que han triunfado en Europa, de no abrir los ojos a la realidad, de
no evolucionar, de mantenerse aferrados a los prejuicios, a lo caduco, a lo El Mercurio:
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CAPITULO Illl CONCIENCIA DE CRISIS Y CRISIS MUNDIAL I910-1920
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900·2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H.
A los alemanes debemos servicios inolvidables, relaciones cordialísimas además hubo un natural aumento del mercado norteamericano, que en 1918
y hasta esa buena amistad que contribuye a fortalecer el éxito de su consumió casi los dos tercios de las exportaciones chilenas. Algo análogo ocu-
comercio. A los ingleses debemos ejemplos en el mar y en los negocios. rrió durante la Segunda Guerra Mundial.
A Francia le debemos especialmente recuerdos y sentimientos íntimos Los altibajos del salitre, sin embargo, producían oleadas de desempleo en el
( ... ) El hecho que se están jugando sus destinos los tres pueblos que han Norte, y esto fue una caldera cuya presión subía de manera constante. El au-
ayudado más a la organización y riqueza del país, conturba profunda- mento de la demanda salitrera mantuvo pero no aumentó las ganancias de los
mente el alma nacionaPS productores chilenos, ya que se produjo un alza generalizada de los insumas.
En los cuatro años siguientes, La Moneda se mantuvo en el curso de neutralidad El salitre sintético, cuyo desarrollo había comenzado antes de la guerra, tuvo un
cuidadosa, a pesar de que se delineaban no pocos peligros en el horizonte. En impulso con el conflicto. Con __ d¡:bido a
todo caso, en una primera instancia, hay que decir que la guerra como "noticia", un_a __ poc(), d__ _que nº eggyQ_ausente una
como fenómeno de las comunicaciones, produjo fascinación. En los dos conflic- activa coordinación entre el gobierno y los productores. Pero la ga del salitre
tos mundiales ocurrió lo mismo. En la segunda mitad del siglo, en cambio, la
misma sobreabundancia de medios de comunicación y los cambios culturales
--
con todas''Slispromesas empeza-ba a
... -- --·--···---- .
final. ..
Las dificultades del comercio, la baja de ingresos por el salitre, el crédito más
-
produjeron el fenómeno a la inversa, provocándose una paulatina apatía hacia la oneroso y las consecuencias de las "Listas Negras", tuvieron como efecto un
política mundial por parte del público. cambio en la actitud del gobierno y del Estado hacia la vida económica, que era
Entre 1914 y 1918, este no fue el caso. Los diarios, con varias tiradas al día, el primer anuncio de la crisis del liberalismo, típico del siglo XIX. Era también,
reproducían una gran cantidad de información. Durante la guerra, y mayormen- el comienzo de una larga etapa de la historia de la economía política en el siglo
te en la década del veinte, una gran cantidad de libros acerca de los hechos XX. Espoleados por estos intereses y por los movimientos sociales, comenzó la
militares inundó las bibliotecas privadas de muchos chilenos. Era moda tener en "intervención" del Estado, al comienzo muy entrecomillas. Las "combinacio-
las casas una mesa con mapas que mostraran mediante banderitas los avances o nes salitreras" fueron seguidas por intentos de organización a partir del Estado,
retrocesos de los diferentes ejércitos. Las batallas de Coronel y las de las Malvinas o al menos con legislación impulsada por el gobierno. Las interrupciones a la
en 1914, entre escuadras navales alemanas e inglesas, la visita de la flota del navegación llevaron a las primeras demandas de proteccionismo. En general,
almirante von Spee, las recaladas del Dresden y su posterior hundimiento en la creció el nacionalismo económico como sensibilidad de la política nacional.
isla de Juan Fernández, todo ello provocó sensación. En muchos sectores socia- Ya antes de 1914las empresas inglesas lo olfateaban en la actitud de los políticos
les altos y medios, los sucesos relacionados con la Revolución Rusa, inextricables y de los funcionarios gubernamentales; pero esto ingresa al país a propósito de
de la Gran Guerra para quienes los miraban desde lejos, dejaron una impresión los trastornos producidos por la guerra. Para los chilenos, Chile debía hacer
de horror indeleble; en otros sectores, como se ha visto, abrieron una fuente de algo; este "algo" era mayor injerencia pública en la vida económica. Comienza
grandes expectativas. Quizás fue la huella permanente que este conflicto un ciclo de larga duración en términos de cultura política. Las carencias fiscales
dejó en Chile. llevaron a alzas en aranceles y a abrir paso a una nueva mentalidad tributaria, en
Otra huella profunda, fue el terremoto económico que produciría, mayor que un Chile donde todavía no se pagaba impuesto a la renta, que sólo llegaría con
en la Segunda Guerra Mundial. Las consecuencias se hicieron sentir de inmedia- el Movimiento Militar y la Misión Kemmerer a mediados de la década siguiente.
to. El comercio pasaría de un alto nivel hasta sufrir un grave quebranto; volvería Agustín Edwards veía en 1917 que se acercaba "el fin de la era liberal( ... ) (y de
a subir en un zig-zag exasperante. El país, en términos internacionales, vivía allí que) se diseñe el socialismo de Estado como un mal necesario" 16 . Durante, la
principalmente del salitre; después de la crisis inicial hubo un período de auge, guerra y los problemas económicos, el mismo Edwards anotó que en "Chile
pero la inestabilidad fue la marca de la guerra. En primer lugar, se paralizó el virtualmente no hay impuestos y su sistema tributario incólume constituye el
comercio con Alemania, el que sólo pudo ser reconstruido dificultosamente a lo mayor y más sólido fondo de reserva" 17 • Se refería a cómo despuntaba el Estado
largo de los años 1920. En los años de anteguerra, una cuarta parte de las im- benefactor e interventor que seguramente venía de un movimiento profundo de
portaciones venía de allí, y un quinto de nuestras importaciones iba al mercado la historia, pero que fue acelerado por la guerra.
germano. Esto fue un efecto con aire de catástrofe. Es cierto que luego las nece- El comercio de las potencias europeas con Chile sufrió de manera importante.
sidades de salitre y otros productos compensaron temporalmente esta pérdida; Aunque Álemania fue la víctima propiciatoria, Inglaterra y Francia cedieron
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO III 1 CONCIENCIA DE CRJSIS Y CRJSIS MUNDIAL 1910-1920
espacio a EE.UU. Visto desde Santiago, esto se presentó como una inestabili- excelentes contactos de los ingleses les permitieran burlar, con la indiferencia de
dad. En 1914 y 1915 las exportaciones disminuyen en un quinto; se recuperan las autoridades, disposiciones de la legislación de neutralidad. La ayuda a las
y superan el año 1913, para caer a la mitad, en una verdadera catástrofe, en firmas alemanas fue limitada y motivada por relaciones personales.
1919, restableciéndose de nuevo en 1920. Como se decía, esto fue un combus- Se ha especulado -al igual que en la guerra siguiente- sobre los partidarios de
tible adicional para la agitación social al interior del país. Desde la primera hora, los aliados y los de Alemania. Se dice que el Ejército y la Iglesia eran pro-alema-
Chile declaró solemnemente la neutralidad. Tuvo que ingerir un primer trago nes, como lo habría sido el círculo que rodeaba al presidente Sanfuentes. En el
amargo con las consecuencias de las batallas navales anglo-germanas. Con esca- mundo económico, en la Armada y en los sectores "progresistas", si se quiere, la
sos medios y sin presupuesto suficiente para combustible, la Armada tenía que "izquierda", había más admiración por los aliados, especialmente entre radicales
perseguir al Dresden18 . Después, tuvo que contentarse sólo con protestas ante la y liberales. Pero los hechos son más complejos. Salvo las colonias residentes, y
violación de la neutralidad chilena cuando los ingleses arrinconaron en Juan algunas opciones personales intransables, sólo se puede hablar de estados de
Fernández al crucero. Gran Bretaña y Alemania estaban en guerra mundial ánimo. Se trataba de conversaciones, de opiniones expresadas por ahí y por allá,
entre ellas, y en estos casos colapsaba el derecho internacional para quienes se que no comprometían ningún tipo ni de políticas ni siquiera de estados de
encuentran entre dos fuegos. Para castigar en forma económica a Alemania, ánimo generales. Sólo en un sentido extremadamente figurativo, hasta lo irre-
Londres instauró las "Listas Negras", o "Lista Estatutaria", en la que prohibía conocible, se podría hablar de un "partido pro-alemán" y otro "pro-aliado".
comerciar con quienes directa o indirectamente lo hacían con el enemigo; de El gobierno mismo fue impermeable a estas influencias y a las campañas públi-
hacerlo, se les negaba toda relación con intereses británicos y, en general, de sus cas. Pero si se quiere ver un trasfondo de la mentalidad neutralista, que también
aliados; después, de EE.UU. Esto afectó, de manera profunda, a la colonia empapaba a los responsables del Gobierno, podemos escuchar, en diciembre de
alemana, pero también a muchos intereses chilenos. Estaba fuera del derecho 1916, a Galvarino Gallardo Nieto:
internacional tal como había sido concebido hasta ese momento, pero era parte
de las reglas del juego de la "guerra total", que poblaría el paisaje del siglo XX. (Allá) en Europa pelean sin tregua, sin sujeción ninguna a los principios
Hay que decir que estas medidas provocaron una suerte de trauma en las colonias del Derecho de Gentes, millones de soldados: unos y otros ofrecen el
locales. Ingleses y alemanes habían convivido en perfecta armonía, y no pocos cuadro horrible de una guerra que niega, en forma experimental, cuanto
alemanes eran ejecutivos en empresas inglesas. Pero muy luego el "espíritu de se decía en homenaje a los progresos de la civilización y del humanitarismo
guerra" se apoderó de ellos y por cuatro años se levantó un muro infranqueable. ( ... ) Muy diversa la suerte del Derecho Internacional cuando lo evocan
aquellas naciones beligerantes en sus relaciones con los países sudameri-
A lo largo de la guerra el gobierno chileno y su opinión pública estuvieron canos, sin ejércitos, sin escuadras poderosas, sin suficiente amparo en otras
convencidos de lo legítimo y necesario de su neutralidad, que implicaba, entre regiones del hemisferio 21 .
otras cosas, prohibir toda actividad pública que fuera injuriosa para uno u otro
de los beligerantes 19 • Esto era potencialmente dañino para una democracia, o Con el lapso del tiempo, no se puede desconocer la justicia abstracta de este
"estado de derecho", aunque las instituciones chilenas no se debilitaron por esta observador, y lo razonable de su raciocinio.
actitud. Por definición, una guerra tiende a ser antidemocrática. Al comienzo En todo caso, hay que nombrar dos instancias en las cuales se da un tinte pro-
hubo un atisbo de posición latinoamericana ante el conflicto. Chile y Argentina aliado. La Cancillería mantuvo mejores relaciones con los ingleses, los que a su
querían que los países americanos hicieran una declaración conjunta, pero vez tenían más comprensión por la idiosincracia nacional. El subsecretario,
Washington se opuso. La estricta neutralidad chilena tenía que vérselas con las Carlos Castro Ruiz era claramente partidario de los ingleses. El Embajador en
violaciones llevadas a cabo por alemanes e ingleses; pero en realidad, los prime- Londres, Agustín Edwards, en esa calidad y por su influencia en El Mercurio
ros fueron más desdeñosos con las protestas chilenas y, en cambio, a raíz de lo (aunque no necesariamente aprobaba todos los artículos) mantenía su corazón
del Dresden, el Foreign Office respondió, en forma rápida, ofreciendo excusas, junto a los aliados, aunque discretamente. Para la embajada británica esto era
lo que causó buena impresión 20 . Se ha dicho que la neutralidad chilena era pro- muy claro y consideraba al país, en el fondo, simpatizante de los aliados.
germana; lo mismo seguirían diciendo -y siguen- diciendo voces ignorantes a
raíz de la guerra de 1939. Con Ricardo Couyoumdjian, hay que decir que Por último, el "Plan Centenario" de la Armada se vino al suelo. De acuerdo a las
quizás se la define mejor como "querer estar bien con Dios y con el diablo". normas usuales, el gobierno inglés requisó los navíos chilenos en construcción.
En todo caso, el "amiguismo" tan común en la "cultura chilena", hizo que los Gracias a la actividad de Agustín Edwards, durante la guerra hubo una especie
81
T
de compensación. Se prefería renunciar a los acorazados, debido a la rápida En EE.UU., estos eran los años del presidente Woodrow Wilson, que de una
obsolescencia de los navíos de guerra en ese entonces, y adquirir elementos más manera u otra dejó su impronta en el siglo. En relación a América Latina, quiso
ligeros. Llegaron al país los primeros submarinos y una cantidad de aviones; fundamentar las relaciones en bases más "modernas", promoviendo la democra-
serían la base de esas dos armas en los institutos uniformados nacionales, aunque cia ("gobierno según la ley") y el acatamiento al derecho internacionaL En cier-
esto creó desconfianza y protestas de Perú, país que luego rompería con Alema- ta manera, era una puesta al día de la Doctrina Monroe sobre bases aceptables en
nia, en demostrativa diferencia con Chile. el derecho internacional y en la sociedad internacional del siglo XX. Esta política
por cierto también quería impulsar el desarrollo comercial y financiero entre las
dos Américas. Por otro lado, y en parte por estas mismas razones, la suya fue una
EE.UU. en guerra, la incertidumbre de la paz
de las administraciones que provocó más intervenciones militares en América
y de la Sociedad de las Naciones
Central y el Caribe; y no necesariamente ayudó a levantar un orden regional de
En 1917 y 1918 se añade algo nuevo, de gran trascendencia planetaria, el mejor calidad.
ingreso de EE.UU. a la guerra. Aunque Chile, junto a Argentina, México y
El punto de partida fue auspicioso para Chile. Se inició con el discurso de Mobile,
Paraguay mantuvieron su neutralidad, esta posición fue posible sostenerla,
Alabama, del27 de octubre de 1913. Y, en efecto, la política hacia los países de
gracias a la solidez de la actitud del presidente Hipólito Yrigoyen, con su do-
América del Sur tuvo un carácter más consultivo y cooperativo. Ya se ha hecho
ble cariz de hombre de Estado, y de líder político de un proceso de democra-
mención al Pacto ABC. En 1914 EE.UU. elevó la categoría de sus misiones a
tización con muchos aliadófilos detrás de éL Además, se hacía respetar por
Argentina, Brasil y Chile, nombrando embajadores, entonces una distinción sig-
Alemania; Berlín tuvo más consideraciones con Argentina que con Chile du-
nificativa24. Un articulista chileno parecía aceptar primafacie las declaraciones
rante la guerra. Se podría especular, si la guerra hubiera durado un año más, se
del norteamericano:
hubiera llegado a la ruptura con las potencias centrales. En el año 1917, la
conjunción del ingreso norteamericano a la guerra, y la Revolución Rusa, Debido a los influjos de Mr. Wilson ( ... ) la cancillería americana ha abierto
dieron al conflicto una carga ética no vista desde las guerras de la Revolución nuevos horizontes a la política internacional y ha dado nuevas proyeccio-
Francesa. También una carga de moralismo y de moralina. Hasta esos momen- nes a la doctrina Monroe. Ya no se trata de hacer efectiva la célebre
tos, EE.UU. a grandes rasgos había tenido la misma política seguida por fórmula de "América para los americanos", sino de establecer una sobera-
Chile. Pero al cambiar la situación, a ojos del público norteamericano la nía moral en todo el continente, especialmente en Centroamérica y en las
postura de neutralidad carecía de fundamento moraL La guerra submarina Antillas; se trata de practicar una discreta vigilancia en los movimientos
total, desencadenada por Alemania, empleando un arma entonces descono- políticos y un amparo velado a la constitucionalidad de los gobiernos 25 .
cida y sentida como horripilante e "ilegal" (después adoptada por todos) su-
Dejando de lado lo que se podría ver como ingenuidad, este chileno capta bien
blevó la conciencia de los norteamericanos, y algo de esto se filtró hacia el sur.
la intención fundamental, en su origen, del wilsonismo en la política
Lo mismo en la idea de que los aliados luchaban por principios, por la libertad,
interamericana. Esto fue lo que se reflejó en los primeros años de las relaciones
contra el "despotismo".
con Chile. Pero las cosas cambiarían un tanto a partir del ingreso de EE.UU. en
Como se ha dicho, las relaciones entre Chile y EE.UU. habían sido algo la guerra. El neutralismo pasó a ser visto como una inmoralidad. Brasil ingresó a
distantes, aunque habían mejorado, sin llegar a ser calurosas. Pero en el aire la guerra de parte de los aliados. Más todavía, Perú y Bolivia tomarían la causa
flotaba una naciente simpatía con EE.UU. como país. La apertura del Canal aliada para exponer sus propias reivindicaciones. Tacna y Arica pasaron a ser sus
de Panamá era esperada con ánimos contrapuestos, y EE.UU. no dejaba de propias irredentas, las "Alsacia y Lorena" del continente. A oídos de los aliados,
hacer campaña pública a favor del canaF 2 • Se ha dicho que esta vía provocó la y de los diseñadores de Versalles, esto tenía credibilidad.
decadencia de Valparaíso. Explicación pueriL No se podían detener los cam-
Chile respondió la nota de Washington informando de su entrada en guerra
bios en el desarrollo de las comunicaciones a favor de Valparaíso, y se olvida
-y a su insinuación a hacer lo mismo- de manera reticente, aunque aseguraba
que acercó los puertos del Pacífico sur a la entonces zona económica más
condenar la guerra submarina irrestricta, que era la razón formal del cambio
dinámica del mundo, la costa este de EE.UU. El influyente El Ferrocarril, ya
norteamericano. Cuando Brasil ingresó al conflicto, Santiago le envió una nota
en 1905 aplaudía la idea del canal, que terminaría con "monopolios artificia-
marcadamente más cordiaL Claro está, Río de Janeiro no era una amenaza
les" del ferrocarril del istmo 23 .
para Chile. El embajador norteamericano Joseph Shea le dijo a Sanfuentes que
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE E'i LA POLÍTICA MUNDIAL I900-2004l JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO III 1 CONCIENCIA DE CRISIS Y CRISIS MUNDIAL 1910-1920
Santiago debía romper con la neutralidad; él respondió -con una afirmación chilenos les sonó como una amenaza. Los peruanos se referían sarcásticamente
que dice mucho acerca de la postura "realista" del país en el sistema interna- a que la doctrina de "respeto a los tratados" de ese país era de reciente data.
cional- que Chile no tiene importancia en la geopolítica de la lucha global y Wilson envió una nota a los gobiernos chileno y peruano el 3 de diciembre de
que no tiene ninguna disputa con Alemania 26 A la vez, las presiones 1918, lamentando el quiebre de relaciones consulares ocurrido poco antes;
indisimuladas para que Chile adhiriera al bando aliado provocaban, en su inte- señalando el peligro para la concordia, justo cuando se aproxima la Conferencia
rior, una reacción neutralista que tendría ecos muchos años después. Al final, de Paz en París, y ofreciendo su mediación. El Canciller Barros Borgoño contes-
la política unilateral de EE.UU. ante México, aunque sea comprensible en tó de manera cortés pero firme, de que Chile se encontraba en paz desde hace
algunos aspectos, ocasionaba aprensiones en Chile por la posibilidad de verse 35 años 30 . Pero no se escapaba a nadie lo resbaladizo de la situación, por lo que
sometido a un arbitraje forzoso. Washington también impuso "listas negras", privadamente ofreció ductibilidad ante Washington.
y en un momento paralizó los embarques de petróleo, dañando la producción
La Conferencia de Paz de París y la subsecuente creación de la Sociedad de las
salitrera. El diputado Emilio Claro adoptó un lenguaje que llegaría a ser muy
empleado en el siglo XX: Naciones ofrecía otro flanco débil para Chile. La política peruana y boliviana
consistía en pedir la revisión de los tratados por haber sido impuestos por la
Chile ha dejado de ser país independiente y soberano; en Chile mandan fuerza; creían contar con la simpatía de los victoriosos debido a que la neutrali-
las potencias aliadas con el sistema de las listas negras y haciendo imperar dad era mirada como una política pro-germana. En una presentación de
sus leyes y reglamentos sobre navegación, y el Gobierno contempla todo noviembre de 1920, el gobierno peruano afirmaba que "(Hechos) innumera-
esto impasible, aunque ello constituye pasar sobre el honor de nuestra bles demuestran que el pacto del cual el Perú pide un nuevo examen y revisión,
nación 27 • encierra un peligro inminente de guerra" 31 . Se refería a la "Guerra de don
No comprendía el diputado el carácter de la guerra total. En el transcurso del Ladislao", o la movilización de tropas chilenas a la frontera norte ante la errónea
año 1918las cosas se ponían más complicadas para Chile. Por otro lado, Agustín creencia de algo similar por parte de los peruanos. Este hecho fue también parte
Edwards, a partir de 1917, creía inevitable que el país escogiera bando en el de la batalla electoral de 1920, ya que, según se afirma, el Gobierno quería evitar
conflicto, aun sin tener una diferencia real con Berlín. De otro modo se quedaría la consagración de Alessandri como presidente mediante el estallido de una
solo en el continente americano: fiebre patriótica. Esto llevó a que una multitud de la jeunesse doreé, según se
decía, quemara la sede de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), acusa-
Chile necesita tomar posiciones y sus tradiciones democráticas, su amor da de falta de patriotismo 32 •
por la justicia, su culto por el derecho, su bien probada adhesión a la
causa de la solidaridad americana, sus intereses políticos, jurídicos y La diplomacia chilena debió esforzarse en 1919 y 1920 por aventar toda posibi-
económicos le señalan claramente el rumbo ... (No se trata de declarar la lidad de este tipol 3 . El país ingresó a la Sociedad de las Naciones (SDN) el27 de
guerra a Alemania), sino pura y simplemente una actitud de solidaridad octubre de 1919 y la delegación estaba encabezada por Antonio Huneeus Gana
y Manuel Rivas Vicuña ( 1880-1937); más adelante se agregó Agustín Edwards.
abierta, franca y calurosa con los Estados Unidos de América, el Brasil
y las demás naciones europeas y americanas que hacen causa común con En la medida en que las relaciones con Perú siguieron siendo tensas, el tema no
ellas28 . se acabaría en forma rápida, pero a fines de 1920 estaba claro que la SDN no
impulsaría una revisión de los tratados que pusieron fin a la Guerra del Pacífi-
Edwards se hace partícipe de la idea de "excepcionalismo" chileno y, hasta co34. Con una dosis de realismo, se debe reconocer que esto no sucedió princi-
donde se sabe, por primera vez un líder chileno pone como un activo internacio- palmente por la acción de los chilenos, por bien llevada que haya sido. Poner en
nal del territorio el que sea "democrático". El texto es un paso en la dirección de tela de juicio todos los acuerdos previos a la fundación de la SDN era llevar al
toma de conciencia de la necesidad de cooperar con EE.UU. mundo al caos; por algo la firma del Pacto, en 1919, ha sido punto de referencia
Wilson le espeta al nuevo embajador O.e Chile, Beltrán Mathieu que la "conclu- de la validez de los reclamos legales a lo largo del siglo XX. Last but not least, la
sión triunfante de esta guerra nos asegura que en adelante ninguna nación no participación de Washington en la SDN le restó toda energía a ésta para
puede aventurarse a buscar su propio engrandecimiento a costa de otros, o impulsar políticas en el continente americano. Mas Chile se iniciaba en los
que puede mantener esperanza de que esa política va a prevalecer" 29 . Aunque es vericuetos, en la frivolidad y en la necesidad de la política multilateral, uno de los
dudoso que Wilson haya tenido a Chile como una prioridad especial, a los rasgos del sistema internacional del siglo XX.
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,,.
CAPITULO IV
Modernización y Abismo
1920-1932
Tiempos de cambio
La elección de 1920 y la presidencia de Arturo Alessandri Palma (1868-1950)
abren un nuevo período de la vida política chilena. Al comienzo, esto se expe-
rimentó como una serie de frustraciones, que terminaron por desencadenar el
"movimiento militar" del 5 de septiembre de 1924. Este, junto a la figura del
León de Tarapacá, la Constitución de 1925, los cambios sociales y económi-
cos, la dirección autoritaria del líder del movimiento militar, en sus inicios el
apenas mayor Carlos Ibáñez del Campo (1877-1960), forman una unidad di-
símil. Unidad sólo en el sentido de que son actores que impulsan un mismo
proceso, la regeneración del Chile "corrompido", aunque se culparían en
forma mutua de ser parte de la crisis. También, el movimiento militar y el11
de septiembre de 1973, son dos grandes puntos de inflexión en la historia del
siglo XX, aunque el segundo representa con mucho una carga incomparable-
mente mayor de ruptura.
También, los años veinte es la época en que desde la política y el Estado se
emprende por vez primera en el siglo XX una especie de "proyecto" para alcan-
zar el codiciado estatus de "país moderno", ese metro de civilización, con sus
modelos de "larga duración", las democracias industriales de Europa Occidental
y EE.UU. Son años en donde se acrecienta la idea de que un impulso "desde
arriba" será básico para acceder a esa condición. Creció la fe en el poder del
Estado como agente transformador y, desde luego, "mejorador" de la sociedad.
También, hay una transformación política que está oculta por la falsa dicotomía
entre civiles y militares; se trataba del paso de una polaridad a otra, expresada en
la disputa de la Alianza vs. la Coalición ("izquierda" y "derecha" de entonces,
si se quiere), por aquella más coetánea, expresamente entre "izquierda" y
"derecha", cuyo corazón central aunque no siempre manifiesto será la díada
que va de los treinta a los ochenta.
En la segunda mitad de la década, por breves pero intensos años, se abre una
sensación de optimismo, como aquella que impregnaba la atmósfera nacional
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T:
en las últimas décadas del siglo XIX, antes del discurso de Mac-Iver, por poner Impulso internacional
un punto de referencia. Después todo pareció esfumarse; cuando el tiempo se Arturo Alessandri, el padre de la Constitución de 1925, y de su afianzamiento
decantó, se vio que había una herencia positiva, pero todo parecía tan lejano en los años treinta, no puede ser subestimado al mirar el Chile político del siglo
ante los formidables desafíos que el mundo arrojaba sobre el lejano Pacífico XX. En el ámbito internacional, también dejó huellas. Cierto, en sus dos admi-
sur. El ascenso y descenso de los años 1920, fue el primero de los escalones nistraciones, operó básicamente con el mismo equipo humano que se había
ambiguos por los que subió la sociedad chilena en su necesidad de ser un país formado en el "Chile oligárquico", con el desarrollo que se verá. El hombre que
moderno. En los 1920 y 1930 se da un cambio de formas y de experiencias en había sido parte de los vicios del sistema parlamentario, á la chilienne, abriría las
Chile, asomando un tipo de modernización que llega de manera visual a casi compuertas para su derrumbe. Pero en casi toda su primera administración,
todos los sectores sociales. Esto es inseparable de la política mundial, intensa, hasta que se ve depuesto por el movimiento militar, fue víctima de la guerrilla
en especial en los años de entreguerras ("crisis ideológica mundial") y de la enquistada en la vida política, casi como castigo divino. En política exterior, sin
Guerra Fría. embargo, dio un impulso creativo, en parte impelido por las circunstancias.
A la crisis de la guerra y al estatus ambiguo que había adquirido Chile con el Hay que reconocer que, aun en el período parlamentario la política exterior se
cambio de siglo, le sucede un país que es actor destacado en la región. Esto es desarrolló de manera efectiva, en la medida que fue un acto de Gobierno.
posible porque, además, se adapta bien al "orden de Versalles", es decir, el En su primera administración, y dejando de lado los breves meses de presidencia
sistema internacional que surge de la Primera Guerra Mundial y que es liderado en 1925, Alessandri tuvo ll cancilleres 1 . No deslucía la tradición parlamentaria.
por Francia e Inglaterra. Londres todavía parecía la capital internacional del Estos hombres seguían siendo del mismo círculo social del parlamentarismo, o
mundo; en los hechos EE.UU. era la potencia global. Pero entonces esto no del "Chile oligárquico" quedó intacto hasta 1925. Algunos de
se veía en forma clara y los chilenos seguirían mirando a Europa por otros eífos dejarían huella en la política del segundo cuarto de siglo, como Emilio
veinte años. En Chile se asentará definitivamente el principio de la vigencia Bello Codesido, Jorge Matte Gormaz y Galvarino Gallardo Nieto. Además, uno
del derecho internacional como la carta del país, expresada en la máxima del de ellos, Ernesto Barros Jarpa (1894-1977), hizo gala de creatividad, en espe-
"respeto a los tratados". cial como experto legal. Lo veremos en una divisora de aguas en la Segunda
Santiago también da ungiroa su posiciónypasa a aceptar Guerra Mundial. Fue nombrado Canciller a los 27 años y, por su talento, se le
conocía como "La Maravillita". En su ancianidad, dijo que después se había
ma Cierto que aquí opera
el todavía enojoso pleito con Perú por Tacna y Arica, pero ahora el país no "pasmado". Sólo es cierto en cuanto que -salvo los meses de 1942- no estuvo
podría ser acusado de indiferencia ante la paz americana. Más importante, en en primera fila. Hasta su muerte sería consejero en múltiples funciones de la
la reforma del Estado en los años 1920 y en su posición financiera y comercial política exterior chilena. Emilio Bello Codesido, nieto de Andrés Bello, tendría
internacional, jugaría un papel de magnitud la asistencia norteamericana, pú- larga vida y figuración, ya había sido varias veces Canciller. En este sentido, el
blica o privada, y la economía norteamericana. Tras el colapso de post-guerra, "Chile oligárquico" tenía capacidad de renovación y en un plano diplomático,
el salitre se recuperó y en la segunda mitad de la década operaban plenamente tuvo una gran destreza para adaptarse al ambiente internacional de la post-Pri-
tres grandes minas de cobre, Chuquicamata, El Teniente y Potrerillos. Chile mera Guerra Mundial gracias a la continuidad en hombres y actitudes, en clara
no dependía ya solamente de una materia prima; ahora lo hacía de dos recursos diferencia con la política interna2 •
naturales. ¿Era un progreso( Es dudoso, pero cuando desapareció el salitre con Ya se vio la lucha que tuvo que dar la diplomacia nacional para superar las incer-
la Gran Depresión, el cobre lo salvó. Sólo hacia el último cuarto de siglo se tidumbres que deparaban de la Conferencia de Paz y la fundación de la Sociedad
dieron algunos pasos (incompletos) para arrancar de esta holgada pero veleidosa de las Naciones. Los dos primeros años del funcionamiento de esta última enti-
dependencia. Al final de la década de 1920, a pesar de las crisis políticas de dad vieron a los chilenos ocupados en impedir que se pusiera en la orden del día
1924/25, y de febrero de 1927, Chile en el metro de la época aparecía en el el caso de Tacna y Arica; o, más aun, la revisión del Tratado de Ancón (1883) o
buen camino y, después de la firma del Tratado con Perú en 1929, podía aspi- el Tratado de paz con Bolivia (1904). Esta situación, en cierta manera, forzó a
rar a ser considerado dentro del simbólico triángulo ABC, como homologable los chilenos a tener una participación estelar en el funcionamiento de la SDN,
a Argentina y Brasil en su significación externa. figuración algo desmesurada con respecto a la importancia del país, pero com-
prensible teniendo en cuenta la realidad total. Realidad que incluía el "pecado
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MUNDO Y FIN DE MUNDO CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL I900-2004l JOAQUÍN FERMANDOIS H.
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CAPITULO IV 1 MODERNIZACIÓN Y ABISMO 1920-1932
momento el irredentismo podía volverse contra Santiago; estaba de moda la lados, se sentían también parte de esta pugna entre los dos países, y Chile
idea, claro está que sólo para los victoriosos de la Gran Guerra. Con Perú no expulsó a varios peruanos por incitar las pasiones contra las autoridades 10 . Más
sólo no había relaciones diplomáticas, sino que se habían cortado las relacio- en general, para el "Chile patriótico" era impensable que se perdieran las pro-
nes consulares. Y Chile dio el paso de involucrar a Washington, política celosa- vincias. Para los peruanos la ocupación era una total injusticia.
mente evitada hasta ese momento. Arturo Alessandri lo anunció a poco de
Es cierto que en Chile había otras posiciones, más abiertas a una transacción.
asumir el mando, de que para eliminar las causas que han "perturbado la
También -y aquí quizá se desaprovechó una circunstancia- había quienes
fraternidad" entre las naciones americanas, "estoy cierto de que contaremos
veían la oportunidad de entregar un corredor a Bolivia. J:.!;IO•.elchauvinismo
con la autoridad moral de los Estados Unidos y demás naciones americanas
insistía diplomacia "entregaba" al paísu. Las dificultades y la inexpe-
que han colaborado con nosotros en la realización del pensamiento
·-riéncíá de Pershm.geneSt:os'asuntos; más·Ia-hablildad peruana para halagarlo,
panamericano" 8 _ Era un claro golpe de timón.
hizo que lQ.S__n()t!_eam_gi_<;.ª!}()S_n_() __ buena imagen de _los chilenos.
Para romper este impasse, el canciller Ernesto Barros, en un acto de audacia, Con todo, la arbitral, del4 de marzode19i5-, condiciones
envió un telegrama a Washington y a Lima, por vía comercial, ofreciendo reanu- del .. .
fue
dar las tratativas para celebrar el plebiscito en Tacna y Arica, previsto en el Charles Evans Hughes, antiguo contendor republicano de Woodrow Wilson en
Tratado de Ancón para 1893, pero nunca realizado. Aunque al Perú no pareció 1916, y que más adelante sería Secretario de Estado con interés especial en las
agradarle la propuesta, no podía ahora aparecer como hostil a un acuerdo, De relaciones con América Latina. Además, los peruanos lo consideraron propicio a
esta manera, entrefinesde 192() selle.y<);¡cabo las tesis chilenas, cosa que no podían aceptar.
ción cüü el objeto de preparar el
Hacia 1926 el intento había naufragado. Pero de realizarse un plebiscito, de las
pobfac1ónJa . ..s.eJJ;¡,bJa
dos zonas como una sola, era muy probable un triunfo chileno 12 . En 1879 la
_aplicado enalgunas zonas de Ell[()pa en la post-guerra. En julio de 1922 se
de. Washington", donde se
eXduiala-¡i:oceCieñéfa o
zona estaba poco poblada, y más de cuatro décadas de administración chilena,
incluyendo el protagonismo económico del Norte Grande, había poblado la
arbitrar sus
zona principalmente de compatriotas. Los peruanos no tenían interés en ese
Chile imponía este punto, pero aceptaba una cuota importante de poder para desenlace; para ellos, la zona no estaba en litigio antes de 1879 y era un impera-
el árbitro. Los Protocolos fueron duramente criticados en el Congreso. tivo patriótico el mantenerla como parte del Perú. El siguió__
El Senado los invalidó al enmendarlos profundamente, y el León logró apro- pero _ahora_ Chile había demostrado su integsLóf1 __4.e.arreglo_y_e;s_to
barlos en la Cámara jugando con toda su habilidad; tras una seria discusión criticas ; que en el contJne:nte. Sobre
constitucional (un tratado internacional, ¿se aprueba como una ley1), el Sena- rüCí(\püsüeñ't)lieñ-pie ............... --· .
..-·------
do no reunió los dos tercios para rechazarlo. Pocas veces un acuerdo interna-
cional había levantado tantas pasiones. Recuerda que el "Chile patriótico" dejaba
poco margen de maniobra al Gobierno, aunque la oposición en cuanto tal Nueva conciencia acerca de Estados Unidos
jugó un papel de primera magnitud . La política interna le ganaba al consenso
Expresión de esto fue el impulso para la reforma del Estado que le entregó la
frente a lo internacional.
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN U\ POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 i JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO IV 1 MODERNIZACIÓN Y ABISMO 1920-1932
del siglo XXI. En los años veinte se puede encontrar su huella en la sociedad Un intelectual connotado, pero no especialista en temas económicos, Ricardo
13
chilena . El cine de Hollywood ya había hecho su ingreso triunfal en la segunda Latcham (1903-1965), decía que así como Cuba, México, Haití y Santo
década del siglo, pero ahora el "ir al biógrafo" (cine) sería un pasatiempo favo- Domingo han pagado tributo al "invasor", "mañana será Chile ( ... ) que hoy
rito de las grandes masas. Las modas, los bailes, la propaganda comercial inspira- vemos amenazado por la invasión económica de los Guggenheim y de sus
da en EE.UU., sobre todo en la prensa, serían manifestaciones de esta representantes ( ... ) Chile país de estructura moral débil, (es fácil presa) del
"norteamericanización del mundo", un rasgo central de la historia del siglo XX, capitalista yankee que, junto con arrebatarnos la soberanía económica, nos
y que continúa en nuestros días. arrebatará los últimos jirones de la libertad moral" 16 . Un escritor que volverá a
Por añadidura, aunque ya existía crítica "antiimperialista", la mayoría de los las páginas de este libro, Joaquín Edwards Bello, en muchos sentidos lo que
chilenos expresaba admiración por EE.UU., país que había emergido con gran aquí se llama un "observador complejo", recogía en los años 1920 a esa parte
, prestigio de la Primera Guerra Mundial. Las intervenciones en el área del del país que observaba en los norteamericanos, no sólo como Estado, sino
Caribe y América Central eran vistas como algo lejano, y ya se habló de la como sociedad, un peligro creciente:
actitud gubernamental de solicitar el arbitraje de Washington por la disputa Roma compró a Grecia y devoró a los bárbaros; el norteamericano,
plebiscitaria con Perú. Ello no hubiera sido posible si el público chileno hubie-
prognato, compra a Europa y devora a la América bárbara. Los iberoame-
ra estado imbuido de antinorteamericanismo. No es que este no existiera, pero
ricanos, que tenemos mentalidad aparte, sentimos en la guerra de 1914 la
en general, predominaba con mucho la visión hechizada hacia EE.UU. Sólo
revolución europea, el principio del fin del viejo prestigio, y presagiamos
en los treinta la percepción antinorteamericana alcanzará un estatus político
nuestra caída en otros brazos 17 •
de importancia.
Hasta los años 1930 inclusive, en la mente de la gran mayoría de los chilenos,
En efecto, no faltaban las críticas al "peligro yanqui". Estaba el polo revolucio-
"capital extranjero" era asociado con el salitre, donde los intereses de la familia
nario, o de simpatías revolucíonarias, que ahora tenía una esperanza concreta, el
Guggenheim eran de magnitud. Las referencias al cobre no tenían un gran im-
comunismo soviético. Pero las críticas más importantes a EE.UU. las desataron
pacto. Esto era acompañado por un fenómeno que ya se ha visto durante la
el desarrollo de las grandes inversiones de cobre, de las que se ha hablado.
"Gran Guerra", el crecimiento del nacionalismo económico 18 • Era el clima de l
Guillermo Viviani, en Sociología chilena (1926), escribía:
economía política que acompañó al proceso de reforma del Estado, producto de ,
l
De este modo, poco a poco, se va convirtiendo nuestro país en una los cambios políticos de los años 1920, el impulso de Alessandri, el movimiento 1
factoría extranjera; y las grandes riquezas de nuestro suelo pasan ama- militar y los años de Carlos Ibáñez.
nos extranjeras (... ) Es verdad que las empresas extranjeras benefician a
No se debe son d()S
nuestro pueblo porque le proporcionan trabajo en abundancia; pero
caras de unamis!l1a me_d;tll_a,__ en Cl;ükcornQen_Am-.f.r_i_c:aJ&t:i!la. Desde esta
también lo es que las grandes oligarquías financieras que ellas forman,
de siglo, en Chile todos los principales grupos políticos han sido
procuran ejercer un tutelaje, económico primero, después político, y
pro y antinorteamericanos y han solicitado la intervención norteamericana, cla-
por último moral sobre nuestra patriaH
ro está que no al mismo tiempo ni en una igual intensidad. Ambas posiciones no
Esta versión "antinorteamericana" es relativamente moderada, en cuanto tiene han tenido grandes confrontaciones dramáticas, aunque se vará lo que sucedió
una visión diferenciada de las cosas, pero indica una dirección que calaría en en los años 1970. Pero el contraste entre el desarrollo latinoamericano y el cre-
forma profunda. En su mirada más radical, dos autores se preguntan qué han cimiento colosal rara vez
traído las empresas norteamericanas, "(llevarse) la riqueza y contribuir al aniqui-
15
lamiento de la raza" . Aquí está, de manera intuitiva, la versión marxista de la que dig;
se con Carlos Keller que, "en el fondo ( ... )
posterior "teoría de la dependencia", es decir, que la riqueza de las grandes -;:_;,;¡;te una contra la civilización moderna ( ... ) (El iberoamericano) le
economías es producto de una expoliación de los países "coloniales", "semi- tiene horror a los números, a las fórmulas abstractas, al análisis desapasionado de
coloniales" o "periféricos". Se debe anotar que hasta pasada la mitad del siglo, la los fenómenos" 19 . A la vez, en estas palabras encontramos las huellas de Rodó y
palabra "raza" está asociada a una connotación más cultural, y no al "racismo", su antagonismo entre el norteamericano materialista y el iberoamericano
como ha sido corriente a fines del siglo XX. idealista, quizás otra desfiguración, al comparar ambas versiones de América.
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHiLE EN LA POLÍTICA MUNDIAL I900-2004 1 JOAQUÍN FERMfu'-'DOIS H. CAPITULO IV 1 MODEIL'l!ZACIÓN Y ABISMO 1920-1932
La Misión Kemmerer -en especial por sus hábitos de largas horas de trabajo- y sólo después de la
Gran Depresión hubo voces condenatorias que parecieron ser definitivas.
Con todo a mediados de los veinte, impelidos por los agitados -pero incruen-
A comienzos del siglo XXI es posible tener una mirada más ecuánime.
tos- cambios, se produce una convergencia de la mayoría de la clase política en
torno a estrategias estabilizadoras inspiradas en una misión no oficial norteame- Edwin W. Kemmerer (1875-1945), economista doctorado en Cornell en 1901,
ricana, ]a Misión Kemmerer. Aquí se da el vínculo más importante entre ambas se desempeñó casi toda su vida como profesor de economía y finanzas en
sociedades en los años 1920, y algunos de sus resultados perduran hasta el Princeton. Fue editor del American Economic Review y de otras publicaciones,
presente. La convergencia es perfectamente comparable con aquella que se dará donde escribió mucho. Su fama la ganó como asesor del gobierno norteameri-
en los años 1990, aunque esta última será el resultado final de un proceso de cano, ayudando nada menos que a establecer la Reserva Federal en 1911, a
reformas. Las reformas de mediados de los 1920, en cambio, fueron una salida a comienzos del siglo XXI una especie de naciente "banco central global", si es
una crisis que no divisaba puerto. Fue también el último estadio de la antigua que se puede emplear esta expresión. Fue un personaje muy conocido por las
polémica acerca de las políticas monetarias, aquella de "oreros" y "papeleros", asesorías que prestó a diversos gobiernos, en especial a los países andinos y a
que en el fondo era un debate acerca de causas y remedios sobre la inflación. Los Chile en los años 1920. En Chile, en su historia económica y en las relaciones
cambios concretos que impulsó la Misión Kemmerer no eran desconocidos para con EE.UU. y con la economía mundial, es todo un hito. Aunque, se recalca,
los chilenos. Todo lo contrario, venían discutiéndose interminablemente desde básicamente usó el peso de su prestigio para poner en marcha reformas y la
hacia muchos años. Nombres como los de Guillermo Subercaseaux, Agustín creación de instituciones ya discutidas y planificadas en Santiago, pero paraliza-
Ross, Julio Philippi y hasta el mismo Gustavo Ross, entre muchos, habían sido das por la guerrilla parlamentaria.
los orígenes de propuestas como las que luego se materializarían 20 .
Kemmerer, para Chile, es simbólico en otro sentido. EL asesor erala _Q!:l!l!.a.cisl
Al igual que en 1955 con la Misión Klein-Saks, el prestigio de una autoridad _e!l :·De-Sde antes
económica extranjera era fundamental para zanjar las discusiones. Además, el 1914, su economía había comenzado a exportar capitales; un ejemplo son las
Movimiento Militar y la crisis del parlamentarismo precipitaron una atmósfera grandes inversiones en cobre en Chile a partir de 1905, que hizo de este país
pública que apoyaría con aparente ardor las propuestas de la Misión Kemmerer. hasta mediados de siglo, el mayor destinatario de las inversiones directas norte-
Especialmente diáfano fue el mensaje enviado por los militares que veían sus americanas en América del Sur. Con la Primera Guerra Mundial EE.UU. cruzó
políticas como elemento indispensable de la "regeneración" del país. No sólo el umbral y su economía se hizo exportadora de capitales. Pero para acogerlas
estaba el sentimiento de desgobierno, sino que la "depreciación de la moneda", en sociedades "subdesarrolladas" y políticamente inestables, se requería de
es decir, las emisiones inorgánicas y la inflación, habían creado, junto a los acon- instituciones y prácticas convergentes con la economía mundial.
tecimientos políticos, tal zozobra, que en el ambiente de mediados de 1925 Es aquí donde el tipo de actividad como la de Kemmerer era fundamental, y
pareció imperativo que la clase política se inclinara ante las recomendaciones de en los hechos, aunque contratada por Santiago como a un privado, era discre-
la Misión Kemmerer21 . tamente apoyada por el Departamento de Estado. No se quiere decir con
Escoger una misión norteamericana demostraba una especie de consenso al menos esto que haya sido una extensión del "imperialismo". Desde Breton Woods
mayoritario de admiración hacia EE.UU. Tiene que ver también, todavía hasta (1944) en adelante, nacen instituciones que hasta estos momentos cumplen
la época de la Segunda Guerra Mundial, con una sensibilidad "progresista" aun- con papeles análogos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hasta
que no revolucionaria en Chile. Como contrapartida, siempre ha habido un 1914 eran motores económicos como Londres, apoyados por su diplomacia y
antinorteamericanismo en sectores de derecha en Chile, al menos como una por su flota, los que desempeñaban este papel. En un mundo más complejo
e
cara posible y en ciertos ámbitos. En 1925, la Misión Kemmerer fue recibida como el de la primera post-guerra, este tipo de asesoría era la herramienta
con gran fanfarria a su llegada a Valparaíso, con un gigantesco lienzo de bienve- indirecta que ayudaba a establecer las bases de una institucionalidad económi-
nida, delegaciones obreras, el Intendente, el Obispo, prohombres locales ... ca internacional.
El "gringo", Kemmerer, se sintió gratamente sorprendido. En la Estación Entonces, la Misión Kemmerer era parte del proceso de reformas al Estado de la
Mapocho en Santiago fue lo mismo, de manera aproximada, incluyendo una década de 1920. Es un ejemplo __
banda y un saludo militar, señal del apoyo de esto nuevos aunque temporales mostrar libro, cómo se esparcen las_
miembros de la clase política. Su estadía fue rodeada de un genuino respeto sus transformaciones
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creativas y sus Kemmerer, apoyado por un grupo de for- Tengo el convencimiento de que las leyes que en esta materia se han
-mfciables-asesores2i, a mediados de 1925 le pío el "vamos" a una serie de ins- do, corresponden al actual estado de la ciencia económica, considcrandu
y reformas. En primer lugar eJ;Banco Central/en el cual, no sin últimos progresos" 24 . El carácter de "ciencia" de la economía, mejor
\_j lucha por parte del norteamericano, habría representación de intereses valor científico como justificación de elecciones de políticas económicas, es un
gremiales, incluyendo a los sindicatos obreros, signo de los tiempos, pero tam- tema relevante en el mundo moderno.
bién de bancos extranjeros; como con el cobre, Kemmerer impuso limitacio-
El cerebro económico de las transformaciones de los años de Carlos Ibáñez fue
nes para impedir que especulasen con la moneda nacional.
1 i Pablo Ramírez (1886-1949). En el aspecto internacional de estas reformas,
(:Z'En segundo lugar, efectuó una trascendental/eforma tributaria¡haciéndose eco existe total continuidad de Alessandri hasta Ramírez. Este último opinaba en
no expresamente de las palabras de Agustín Edwards (Cap. III) acerca de la 1927 que "el Gobierno Revolucionario, cierto de que en el desorden financiero
"reserva tributaria". Se estableció el impuesto a la renta, del cual no quedarían y monetario estaba el nudo delos problemas que aquejaban al país, se decidió a
exentas, como hasta ese momento, las empresas norteamericanas del cobre, aun- afrontarlo a fondo, resueltamente, dispuesto a abrir paso a la prosperidad nacio-
que estas lograron evitar lo que más temían, el gravamea las exportaciones. Fue nal ( ... ) El concurso del señor Kemmerer y su cuerpo de expertos financieros fue
el comienzo de un largo camino de disputas que sólo terminaría con la naciona- de fundamental eficacia" 25 . Aquí hablaba la voz del optimismo histórico, que ¡
/ lización de 1971. En ese ¡nomento todos parecían contentos. En tercer lugar, / cogió a Chile en la segunda"!lliticCd.elos I92tCy tomó cuerpo tambitn--en::=::-----
@impulsó creación de la' de Bancos y la Contralorí,a General fñieñ-a párte·-rurmundo Ramírez, con el financiamiento
· de la Repubhca, de acuerdo a un patron bastante pareCido al que hab1a estable- de los créditos externos, en especial de origen norteamericano, impulsó además
cido en los otros países andinos. La Contraloría ayudaría a que el financiamiento un plan de obras públicas que, en proporción al país de entonces, quizás fue el
de inversiones no desajustara el presupuesto y contribuyera a la inflación. El más grande de la historia de Chile.
superávit del presupuesto ordinario sería la reserva para contratar empréstitos
internos o externos.
Lo más importante en el contexto que nos interesa, junto a la fundación del
"Optimismo histórico" se refiere a la sensación de que en ese momento se da u;· .'
salto cualitativo hacia una meta superior, vinculada a una mirada muy favorable r
a la sociedad norteamericana. En el siglo XX habrían varios "optimismos" y"----'
+,
-0Banco Central, es que Kemmerer dejó la moneda chilena vinculada inexorable- "pesimismos" históricos, aunque repartidos en diversos actores. El mismo Edwin
mente al "patrón oro", el deseo más señero de los "oreros" desde el último Kemmerer resumió su tesis acerca del "momento histórico" que en economía
cuarto del siglo XIX, y la consigna más importante en la economía mundial de la política internacional habría estado transitando Chile:
primera post-guerra. Para ello operó un mecanismo automático, el "ajuste
Por muchos años en el futuro, Chile (requerirá) dinero en los mercados
autocorrector". Se basó en las reservas en oro del Banco Central. Si la balanza
externos. Un país tan rico en recursos naturales necesita una gran canti-
comercial bajaba mucho, y subía la demanda del metal como divisa, aumentaba
dad de capitales para su desarrollo económico, y por algún tiempo va a ser
la tasa de descuento, descendía el crédito de los bancos comerciales, disminu-
una política pública sabia pedir prestado este capital en el extranjero. Chile
yendo la demanda por importaciones. También se llamó "ajuste automático",
está pasando por el mismo estadio de desarrollo económico que los Esta-
término que se volvió a utilizar al comienzo de la gran recesión de los 1980.
dos Unidos pasaron el siglo pasado; y que Canadá. Australía, África del
En todo caso, el sistema funcionó hasta la Gran Depresión. Kemmerer, en una
Sur y todos los países de América del Sur están pasando hoy en día. Para
entrevista, aseguró que "el patrón oro en Chile ha quedado hoy por hoy sólida-
cualquier país poseedor de grandes recursos poco desarrollados, es una
mente establecido sobre una base científica ( ... ) (Y) no existe el peligro más
ventaja obtener capital en aquellos países donde, debido a sus grandes
distante de que pueda caer. .. " 23 .
acumulaciones de capital, la tasa de interés es sustancialmente más baja
En el ambiente de los 1920, esto era la marca de un "país moderno", y sólo que la de los países que incurren en tales empréstitos 26
habían palabras de gratitud para Kemmerer. El Superintendente de Bancos,
La interpretación de Kemmerer se mueve dentro del mundo del lenguaje eco-
Julio Philippi, expresaba en 1928 esta idea, de que después de la guerra, todas la
nómico, y es dudoso que las explicaciones del "desarrollo" puedan contentarse
naciones "se han apresurado a estabilizar el valor de su moneda, porque han
con puras razones económicas. !'ero es que se trata de un lenguaj_e !
considerado la fijeza de su valor como una de las necesidades más fundamentales .' . . - --------- --------- ----,---------------.-------- ------ 1
de su vida económica ( ... ) (Hemos adoptado lo recomendado por Mr. Kemmerer ).
del_nmnd9_ ¡
siglo XXI parte de su lógica es un cimiento de la realidad. ·
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MUNDO Y FIN DE MUNDO] CHILE EN u, POLÍTICA MUNDIAL I900-2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H CAPITULO IV 1 MODER..'I!ZAC!ÓN Y ABISMO 1920-1932
Las reformas que siguieron a la Misión Kemmerer fueron tanto causa como en la valiosísima ayuda financiera que Europa prestó a los Estados Unidos
consecuencia de una mayor interrelación con EE.UU. En 1913 un quinto de en los años que siguieron a la guerra civil. En la época presente, como
sus exportaciones iban a EE.UU. En la segunda mitad de los 1920, aun con resultado del desarrollo de nuestras riquezas naturales y gracias, en parte,
fuertes variaciones anuales, iba allí un tercio y más de lo exportado. Asimismo al capital europeo, hemos podido reembolsar nuestras deudas exteriores y
un tercio de sus importaciones venía de EE.UU., que se había convertido en el producir un exceso de capital 28
principal socio comercial de Chile, aunque sea levemente detrás de Inglaterra,
mientras que Alemania iba recuperando lentamente el puesto de anteguerra. Hoover cree que una vez tomadas las medidas adecuadas, Chile y América Lati-
La competencia con Inglaterra era más nominal que real. La estrategia inglesa na tienen que seguir, de manera necesaria, el camino de sociedades como la
hizo que cuando hubiera choque de intereses con Washington en algún lugar de norteamericana; la historia económica se estaría reproduciendo, con una distan-
América Latina, Londres cediera su puesto a los norteamericanos. A partir de la cia de 80 años con la post-guerra civil de EE.UU. Este es un criterio para pensar
Gran Guerra, EE.UU. era la retaguardia de Inglaterra27 • el desarrollo de la economía moderna que, sin duda, tiene mucho a su favor, ya
que ayuda a comprender y actuar en vías de un crecimiento verdadero. Por otra
Fueron los años de grandes recursos en inversiones indirectas norteamericanas parte, el resultado general de estos años, la Gran Depresión y, sobre todo, la
en el mundo, y América Latina y Chile no fueron la excepción. La economía historia económico-social del siglo XX chileno, ha mostrado que este criterio
norteamericana proporcionó créditos generosos a países como Chile, cuyo go- de automatismo es insuficiente para lograr modernizarse en forma integral.
bierno colocaba bonos en el mercado estadounidense por intermedio de los En segundo lugar, la alusión a "trabajos reproductivos" y a la importancia de las
bancos de Wall Street, bonos que eran adquiridos por inversionistas privados. Se inversiones públicas, recuerda que ese mundo económicamente liberal todavía,
suponía que el "ajuste autocorrector" daba garantías de que nunca se iban a no consideraba un peligro notorio la intervención económica (limitada) del
paralizar los pagos de los intereses y del capital comprometido. En todo esto Estado. En Chile, en medio de convulsiones sociales y políticas, la reforma del
hay una interesante analogía con lo que sucedió a fines de los 1970. Estado, de la segunda mitad de los 1920, haría que estas ideas calaran más
También, algo que los chilenos alegarían mucho en los amargos años 1930 de hondo que en una economía desarrollada.
este país, era la creciente importancia de los recursos naturales. El salitre que se
recuperaba, aunque hacia 1929 no era más que un 40% de las exportaciones; y el
cobre, que en valor se iba acercando al salitre hacia 1929 y lo sobrepasaría en el
El "Chile Nuevo" y la nueva conciencia de mundo
año negro de 1932. Entre 1925 y 1929 se duplicó la inversión indirecta, es El movimiento militar y el surgimiento del hombre fuerte -el mayor, después
la deuda externa, de menos de 200 millones de dólares (de la época por coronel, luego general Carlos Ibáñez del Campo ( 1877-1960 ), con el interludio
a ca. 449 millones en 1932. Sobre todo, entre los inversionistas externos de Arturo Alessandri y la Constitución de 1925-, le darían su faz política más
había un claro clima de confianza en la capacidad de la economía chilena, y de la conocida a esta tenía un reformª-_dor
estabilidad de sus instituciones. e1J.J.a.nue:va..pola6d;t<;l_p.QJ.i!ic.a. Pero como se ha
señalado, las reformas sociales y laborales que ayudó a impulsar eran también una
Esto sonará raro a comienzos del siglo XXI, ya que eran los años de la "dicta-
respuesta a la naciente marea de proyectos revolucionarios, que la clase militar
dura de Ibáñez", pero así se consideraban las cosas entonces. En diciembre de
rechazaba con tanta energía como al antiguo régimen. Este afán
1928, cuando en un gesto espectacular por lo novedoso, el presidente electo
Herbert Hoover visita Chile, y otros países de la región, alaba esta dirección y de ser una "tercera vía" entre .
revolucionario o el comunismo, era también, y
de su economía y la compara asimismo con el caso norteamericano. Dos as-
pectos de su intervención pública al respecto nos deben llamar la atención, y todo, como cie refo;-
por eso hay que citarlas: Iñasz9:Este es el origen más remoto del "Estado de compromiso".
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H
manera apoteósica. Ahí viene el impulso para sacar adelante la Constitución de Pero en la práctica los poderes del Estado, teniendo una función que les es
1925 y la Misión Kemmerer. Pero el núcleo influyente en torno al mayor Carlos propia, estaban subordinados al caudillo o dictador. En el caso de Ibáñez, some-
Ibáñez es el poder detrás del trono, según la idea de no permitir el gobierno a tió a la clase política, cooptándola en buena medida. De esa manera, por un
los políticos responsables de la crisis. El 30 de agosto fue plebiscitada la "Cons- tiempo era un régimen republicano "normal" según la medida de los tiempos.
titución de 1925" y un mes después el ahora coronel Ibáñez, Ministro de De- A ningún gobierno del continente se le pasaba por la cabeza que en Chile había
fensa, obliga al Presidente a renunciar, siendo reemplazado, en forma interina, una "dictadura". Su represión fue mínima, en términos de muerte o de tortura
por su rival de 1920, Luis Barros Borgoño. Promovido por Ibáñez, es elegido del tipo de la segunda mitad del siglo. El exilio y la censura de prensa fueron sus
Emiliano Figueroa, el que es a su vez defenestrado por el mismo líder militar en principales manifestaciones. Sólo la crisis económica hizo de los exiliados el eje
febrero de 1927, en una verdadera revolución política: de una nueva clase política.
Soy partidario del gobierno fuerte porque lo demanda la situación del Por otra parte, cundían también en Chile en izquierda y en derecha (no sola-
país, y lo que hago el pueblo lo aprueba ardientemente( ... ) He deporta- mente en comunismo y fascismo) ideas "corporativas" y "funcionalistas", que se
do y relegado a elementos que consideraba perturbadores para la paz afirmaban en la impresión de que la democracia, tal como se había practicado
social. El país se ha tranquilizado y el Parlamento delibera libremente y hasta esos momentos, estaba irremediablemente viciada. Fundamentalmente, se
trabaja con eficiencia, sin verse distraído por (... ) intrigas y recelos 30 orienta a un cambio social y político expresando a la vez la participación de
nuevos sectores en la clase política. Los hombres del "Chile Nuevo" tenían un
Estas palabras son representativas del autoritarismo militar latinoamericano origen en la "mesocracia", y coincidían en un punto de referencia negativo, el
del siglo XX. Ibáñez descabeza a la clase política, exiliando a una parte de ella repudio al "antiguo régimen" como poco expresivo de un "alma nacional".
-incluyendo a Arturo Alessandri y su familia-, y no perdonando ni al alto En este sentido, el nacionalismo (limitado) que representó Ibáñez tenía un
mando de la Armada; también, sin miramientos por el origen social encumbra- fuerte componente de reforma social. En palabras del mismo caudillo:
do de muchos de esos políticos. Fuerza su elección presidencial e instaura
un régimen formalmente legitimado en la Constitución de 1925, pero en los Es preciso crear un sentimiento nacionalista, aún cuando en este esfuerzo
hechos se trata de lo que la teoría política bautizó como "régimen autorita- nos volvamos chauvinistas. ¡No importa' ¡Vivir con lo nuestro, usar cosas
rio", en lenguaje simple, "dictadura". ¿De qué tipo de dictadura se trató? Esta chilenas, nacionalizarnos hasta el máximo! Después de tantos años de
pregunta es importante, sobre todo por la importancia crucial del gobierno adormecimiento colectivo, necesitamos reaccionar con violencia 31 .
militar y del general Pinochet en la segunda mitad del siglo. En relación al En los años a que nos referimos, el nacionalismo en Chile apenas si tenía una
tema de este libro, se debe pensar al régimen de Ibáñez en el contexto de los connotación conflictiva en torno a la postura internacional del país. En Carlos
autoritarismos de la época. Ibáñez, como se ha visto, no había xenofobia "antiimperialista". Vicente
La "dictadura de Ibáñez" se encuentra a medio camino entre los golpes o rebe- Huidobro, aunque por cierto no venía de la clase media, pero que en 1925 se
liones, producto del caudillismo militar hispanoamericano del XIX, y las juntas identificó con el movimiento militar y la juventud rebelde y por un momento
militares de América del Sur en la segunda mitad del siglo XX. Más importante, fue su portavoz, expresó de la manera siguiente un sentimiento generalizado:
se orienta en lenguaje y estilo a la "Europa de los dictadores", según la conoci- Hace treinta o cuarenta años, vosotros recibisteis un Chile igual o superior
da expresión de Jacques Bainville. Es decir, el tipo específico del autoritarismo a la Argentina y que contaba en primera fila entre los países de América
moderno como se desarrolla en Europa Central y Oriental en los años 1920, y al y ahora vais a dejarnos en herencia un país deshecho, embrutecido
que, por analogía, se asimilaba (en los veinte) a la Italia de Mussolini y la España y segundón de casa grande. De un país libre y próspero habéis hecho
del general Primo de Rivera. Son el resultado de la debilidad del desarrollo un país maniatado por simples casas extranjeras y en plena decadencia
institucional, al menos en relación al "modelo occidental". ( ... ) Vosotros os conformáis con vivir así... y bien, nosotros no nos
Pero también el régimen de Ibáñez tiene elementos del estilo que utilizaba conformamos 32 .
Mustafá Kemal Bajá, Atatürk, el creador de la Turquía moderna en los años
Como se ve, en la medida que tomamos a Huidobro como representativo del
1920, y que presagiaba un tipo de régimen muy común en el mundo "subdesa-
Zeitgeist, la connotación internacional de este nacionalismo era primariamente
rrollado", especialmente en la segunda mitad del siglo. Un caudillo militar crea
"antiimperialista", es decir, Inglaterra y EE.UU. eran, después de la "oligarquía",
un sistema institucional que en principio sería una república, o una democracia.
los culpables del atraso chileno. Además se confirma la visión decadentista del inauguraba la política de un gobierno "hacedor". Para la gran mayoría, en forma
Chile moderno, que ya se anunció en la generación del centenario, que Chile aparente, esto fue la forma como se miró a la "dictadura de Ibáñez", hasta que la
había perdido su carrera a partir del fin de la Guerra del Pacífico. Gran Depresión se abatió con crueldad.
Si Ibáñez representó la ofensiva contra la clase política y la "oligarquía", no se Existe un elemento internacional poco atendido de la política exterior de Ibáñez.
debe olvidar que también cooptó a esos sectores. ¡Hasta por matrimonio el Si la influencia directa más clara de Alemania en el ejército chileno se había
nuevo Presidente llegaría ser parte de la nueva clase dirigente en unión con la terminado en 1914, en estos años del "Chile Nuevo" se reanuda, pero más
antigua! También fue anticomunista. Junto a los exiliados "oligarcas", parte circunscritamente. Al comienzo, era una misión semi-oficial y semi-privada,
de la izquierda militante fue exiliada y se persiguió a los comunistas, cuya no sin problemas para Berlín por las estipulaciones del Tratado de Versalles.
amenaza Ibáñez percibía. A esto se refiere el dicho propalado por él mismo, Arriba un par de oficiales, del c;ualla gran figura es Hans von Kiesling, que ya
del "termocauterio por arriba y por abajo"' como remedio los males de a había enseñado en la Academia de Guerra en Santiago entre 1910 y 1914.
Chile. Mas, a diferencia de Pinochet el gobierno de Ibáñez no podía ser A partir de las circunstancias del Tratado de Locarno (diciembre de 1925),
principalmente anticomunista (o antimarxista ), ya que el comunismo era toda- con una mayor participación de Alemania en la política mundial, la Reichswehr
vía un fenómeno en ciernes. Pero que era parte de un movimiento (no necesa- se atreve a establecer una política de intercambio, no sin protestas francesas.
riamente de una "conspiración") universal, lo dijo el mismo Recabarren poco Entre tanto, París, prestigiado por su triunfo en 1918, había intentado
antes de morir en 1924: aumentar su influencia militar en Chile en asesorías y venta de armamento.
Desde Rusia se ha fundado un poderoso Partido Comunista Internacio- Con todo, hubo algún desarrollo de las relaciones militares germano-chilenas,
nal, que por medio de sus secciones a través de todas las naciones de la y oficiales del Ejército se instruyeron en Alemania, entre ellos alguien que se
tierra, va construyendo la más formidable trama, en cuyas redes, quiera identificaría con el ibañismo, Tobías Barros Ortiz, futuro Embajador ante el
o no, se va aprisionando a la clase capitalista para hacerla desaparecer Tercer Reich 34 . Hacia fines de este período, había diez oficiales alemanes como
totalmente. Cada día que transcurre es una época nueva y cada día que instructores en Chile.
transcurre, es más poderoso el Partido Comunista Internacional y por
Más importante aún, para la reestructuración del antiguo cuerpo de carabine-
lo mismo cada día es más débil la clase capitalista. La extensión del po-
ros, y su fusión con la policía, se ocupó también a instructores alemanes. Esto
der moral y material de Rusia en el oriente, verificada por su vinculación
contribuyó al carácter más militarizado de esta policía, o Carabineros de Chile,
con la inmensa China de 500 millones de habitantes, es el más seguro
en clara diferencia con otros países de América del Sur, para no hablar de otras
quebrantamiento de la potencia capitalista inglesa, francesa y yankee 33 .
partes. Por cierto, la presencia alemana no fue el único factor de este desarrollo.
Palabras sorprendentes por la confianza de carácter milenarista que demuestra Estaba en la base el proyecto de Ibáñez de crear un cuerpo defensivo que, llega-
acerca de un movimiento planetario del cual sería parte, como vanguardia, el do el momento, hiciera de contrapeso al Ejército 35 . La policía uniformada, como
comunismo chileno. Este convencimiento definiría parte sustancial del elenco se la denomina muchas veces, tendría una importancia interna crucial por el
del país hasta la década de los ochenta. resto del siglo en Chile, y se la considera un producto muy típicamente surgido
Hay otro rasgo de Atatürk que muestra en el chileno una analogía con el turco. del suelo nacional.
Se trató de lo que la sociología politica, en general "progresista", de los años El terremoto político que, se debe recordar, se inicia con el movimiento militar
cincuenta y sesenta, denominó en tono positivo, "dictadura de desarrollo". Un y del que participa breve pero decisivamente Alessandri, alcanzó también a la
gobierno fuerte, que suspende una parte de la Constitución (de facto o decla- ejecución de la política exterior. Las juntas militares de 1924/25, la restauración
rándolo: 1927 o 1973) para acometer la "modernización". En esto se ve que el de Alessandri y el gobierno de Emiliano Figueroa aparentemente no cambiaron
caudillismo de Ibáñez era aquel que no podía ignorar la legitimación democrá- el carácter de los dirigentes. Hubo siete cancilleres y todos ellos o lo habían sido
tica ni el mejoramiento social por medio de las herramientas que estaban a anteriormente, o eran diplomáticos con experiencia 36 . Con Ibáñez hay un giro.
disposición del Estado. Y efectivamente, por un momento, se sintió un vendaval Es cierto que en el cuerpo de funcionarios es válido lo que se ha dicho para toda
de cambios y de organización en una sociedad que se había percibido como en la clase alta. chilena, que por diversas vías no es dificil integrarse a ella; y que ya en
erosión constante con dirigentes sumidos al parecer en la abulia. Entre 1927 y los veinte comienzan a afluir a la Cancillería sectores claramente mesocráticos.
1930 el "Chile Nuevo", la serie de instituciones creadas por Ibáñez, parecía que El primer Canciller de Ibáñez, Conrado Ríos Gallardo ( 1896-1983), como antes
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Ernesto Barros Jarpa, y como mucho después Carlos Martínez Sotomayor, o encima de la treintena, en analogía con el gobierno militar de los setenta y
fue un "joven maravilla" de 31 años en 1927 cuyos orígenes no estaban en la ochenta. Juan Bautista Rossetti (1904-1976), abogado y futuro parlamenta-
"oligarquía", pero sí en una clase dirigente más meritocrática. Con todo, el rio, a quien se encontrará después como Canciller en 1941/42; Guillermo del
nombramiento se debía a que, a pesar de haber sido un joven político liberal, era Pedregal, ingeniero que después será clave en las etapas iniciales de la CORFO
parte dirigente de lo que podría llamar el "ibañismo". En los últimos días del y en las políticas financieras; Desiderio García Ahumada (1898-1950), inge-
régimen, en julio de 1931, el Canciller Alberto Edwards Vives, fue uno de los niero, hijo de militar, quien llegaría a fundar y dirigir empresas públicas; Raúl
más influyentes intérpretes de la historia del país. Simón, ingeniero, que más tarde influiría en la llegada de los de su gremio a la
articulación de las políticas públicas. Todos ellos tendrían carreras en los go-
En febrero de 1927 Conrado Ríos fue uno de los que incitó a Ibáñez a efectuar biernos sucesivos, y serían hombres indispensables en los años del "Estado de
el virtual golpe. Su llegada a la Cancillería fue anunciada por él mismo como el compromiso".
de una nueva generación, también con la soberbia correspondiente: "Un viejo
no podría resistir el terrible trabajo que sobrellevo ahora" 37 • En el estilo del También se debe nombrar otro rasgo de estos años. Los nuevos aires llevaron a
momento, despidió sin mayores miramientos a los "oligarcas" Agustín Edwards, que la Cancillería (o el Gobierno) promoviera los estudios en el exterior, es
Beltrán Mathieu y a Miguel Cruchaga, opuestos al nuevo caudillo. Los tres vol- decir, en Europa y en EE.UU. aunque fuera poca la ayuda concreta que se
verían a servir a la diplomacia chilena en los 1930. Conrado Ríos seguiría siendo ofrecía. Se hizo posible, también, que se apoyara a talentos artísticos que sobre-
parte del ibañismo hasta los 1950; pero en un desenlace al parecer ineluctable salieran y nombrándolos cónsules, podían tener la oportunidad tanto de "cono-
en el mundo que rodeaba al "caudillo enigmático", terminaría amargamente cer el mundo", como de sustentarse a sí mismos, fundamentalmente por los
distanciado de éJ3 8. honorarios que se cobraban por las diligencias. Gabriela Mistral (1889-1957) y
Pablo Neruda (1904-1973), este nombrado por Conrado Ríos, llegaron a sus
Las grandes decisiones internacionales del momento no estuvieron en manos respectivos consulados de esta manera, por el talento y porque en Chile "todos
del Canciller, salvo el no pequeño caso de Tacna y Arica. El hombre de las se conocen entre sí". No pocos miembros de la Cancillería serían artistas, sobre
relaciones internacionales fue el Ministro de Hacienda Pablo Ramírez, que todo escritores, siguiendo una tendencia mundial en el gremio, que palideció
continuó las reformas de la Comisión Kemmerer y su nombre quedaría ligado hacia fines de siglo.
al brillo y al derrumbe de la política económica de los años de Ibáñez. En la
clase intelectual, se recuerda por la política entonces novedosa de becas que La política cruzó las fronteras; no porque Chile fuera una especie de símbolo. A
introdujo y en el público chileno, se asocia a la construcción de piscinas públi- diferencia de los años setenta y ochenta del siglo XX, el país seguía pertenecien-
cas. Personalidad no carente de extravagancias, sus conocimientos financieros do básicamente a una terra incognita. Pero en anticipo de lo que ocurrió en el
eran prodigiosos en el medio de la época; además tenía espíritu práctico e último cuarto del siglo, en los años de Ibáñez, los exiliados, dentro de sus renci-
inventivo, condiciones irreemplazables al momento de poner en marcha polí- llas, se conocieron en las ciudades europeas, principalmente en París. Este espec-
ticas económicas. Aun cuando Ibáñez, como lo hacía tan a menudo, le pide la tro antiibañista, de derecha a izquierda, aunque más de los primeros, operó
renuncia a fines de 1929, Ramírez siguió adelante con su plan favorito, que como una coalición de la que saldrían los principales líderes de los años treinta.
culmina con la puesta en marcha de la Compañía del Salitre de Chile También, habían ganado experiencia internacional y conocimiento del mundo
(COSACH). Se trata de un intento de organizar a productores nacionales y político, no en la misma intensidad que sus sucesores en la época de Pinochet,
extranjero con apoyo del Estado para enfrentar la creciente caida del negocio pero el fenómeno admite alguna comparación.
salitrero. Cuando por fin se inaugura, en 1931, la crisis ya ha hecho pedazos la El gran acto político-diplomático de estos años fue el Tratado de 1929 con
solución anticipada; y los enemigos de la dictadura, ahora numerosísimos, se Perú, documento central con el que finalizó la Guerra del Pacífico ante el dere-
arrojaron sobre la COSACH como presunto ejemplo de corrupción. Deberían cho internacional, cincuenta años después de haber comenzado. Los chilenos
sacar a luz una medida relativamente análoga, la COVENSA (Cap. V). En sabían que mientras no se firmara un tratado definitivo, tendrían un problema.
todo caso, la propuesta de Ramírez parece ser que era un recurso atinado en El Tratado de Ancón, con el plebiscito no resuelto, volvía de doble filo el prin-
las categorías de la época. cipio de "respeto a los tratados". Ibáñez y Conrado Ríos aprovecharon
Sobre todo, Ramírez encumbró a la dirección del Estado a una serie de figuras la fuerza inicial de todo gobierno, con mayor razón si procedía de una "revolu-
que tendrán importancia para nuestro tema. Eran entonces jóvenes, por debajo ción limitada", y también del hecho de que el movimiento militar se había
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apoderado de un lenguaje nacionalista (no necesariamente, "patriotero"), para Hacia el abismo: Chile y la Gran Depresión
entrar en negociaciones serias con Perú. Washington seguía ofreciendo su Chile fue el país que más sufrió con la Gran Depresión. Un conocido informe
mediación, pero provocaba suspicacias, especialmente por una propuesta de que de la Sociedad de las Naciones así lo manifestó entonces 40 . Este juicio se
EE.UU. administrara la zona en conflicto. En Perú no gustaron las insinuacio- extrae desde el punto de vista de las exportaciones, ya que ellas bajaron un
nes norteamericanas de entregar a Bolivia la parte en disputa. 88% entre 1929 y 1932. A partir de entonces, el salitre sólo tendría una impor-
1
Esto aceleró la disposición a transar, de acuerdo a una imagen que había estando tancia marginal para el
tomando fuerza, y que un gobierno con más autoridad como el de Ibáñez podía __a.las de salitre]ero sólo trajo poco más de 6 millones
ofrecer, es decir, dividir el territorio en discordia entre ambos países. Santiago -¿e dólares ese año, comparados con 28 millones en 1928. Cuando comenzó la
envió como embajador al mismo ex Presidente depuesto por Ibáñez, Emiliano recuperación, el cobre poseería una importancia irremplazable por más de
Figueroa Larraín, que estuvo en el cargo para el centenario y año y medio en cinco décadas en la economía chilena. Al comenzar la Depresión, Chile estaba
1925/27. Esta figura tan ridiculizada, tuvo su momento estelar por el tacto protegido por el patrón oro; pero cuando llegó, el primer semestre de 1931,
exquisito y natural, de "caballero a la antigua", que tuvo que desplegar en una se dejó caer como brazo de plomo. Lo que se podría llamar el "sistema
atmósfera cargada de amargura. Al fin de cuentas, en diplomacia, en algún Kemmerer" suponía los ingresos de sus dos principales recursos naturales y la
momento, siempre hay que recurrir al "antiguo régimen". El 3 de junio de afluencia de capitales externos. Los primeros se desplomaron. Los segundos se
1929, Figueroa y el Canciller peruano, Pedro José Rada y Gamio -en época del agotaron entre 1930 y 1931, y las obligaciones externas dejaron de ser paga-
presidente Augusto Leguía- firmaron lo que sería el tratado definitivo, ¡aun- das a fines de julio de 1931.
que algunas de sus cláusulas sólo serían acordadas a comienzos del 2000! Desde los 1830, cuando Rengifo (1793-1845) normalizó el pago de la deuda
De esta manera, Arica quedó para Chile y Tacna para Perú. Se sancionaba la externa, esta nunca había dejado de cumplirse, salvo para anunciar una mora-
situación creada de hecho, y al Tratado de Ancón, por lo demás. Se le añadió un toria temporal y asegurando al mismo tiempo el reconocimiento total de las
protocolo complementario, en el que se señalaba que ninguno de los dos países obligaciones. Ahora no había ninguna certeza de cuándo podría reanudarse el
podrán "sin previo acuerdo entre ellos, ceder, a una tercera potencia, la totali- pago de un compromiso que llegaba a la entonces fabulosa suma de 449 millo-
dad o parte de los territorios" a los que se refiere el Tratado 39 • nes de dólares. En 1932 las exportaciones totales fueron de 20 millones de
A pesar de desmentidos posteriores, esta cláusula estaba dirigida contra Boli- dólares. Chile se había quedado sin medios de intercambio externo. Se trataba
via, y ha sido el medio más eficaz para impedir un acercamiento entre Santiago de un país en quiebra. Lo que hoy se denomina Producto Geográfico Bruto,
y La Paz. En Bolivia se dice, "un país tiene el candado y el otro la llave". para medir el tamaño y crecimiento de la economía, probablemente disminuyó
Se presume que Chile posee el primero. Pero .entonces, para Santiago, era la en cerca de un 50% entre 1929 y 1932. Para comparar, en 1973 disminuyó un
única posibilidad de alcanzar un acuerdo que diera el paso final de legitimar el 5%; en 1975 casi un 13%; y en 1982 casi un 14%41 •
proceso de estructuración fronteriza del siglo XIX. Aunque en el Perú oficial El derrumbe del intercambio tuvo rápidas y catastróficas consecuencias al in-
y en la memoria colectiva permanecerá alguna malquerencia, este Tratado de terior de Chile. Es cierto que al comienzo, seguros de que estaban vinculados
1929 cerró un capítulo clave de la historia diplomática de Chile, y ha sido una a un sistema inexpugnable, el patrón oro, y a la economía mundial, la direc-
fuente para cimentar la doctrina estatal de las relaciones internacionales del ción no cambió ni un ápice la receta, y los recursos en moneda extranjera se
país que, en ese año 1929 parecía haber vuelto a la senda que después de 1900 agotaron, a la vez que los intereses subían y asfixiaban a las empresas. Pero a
se había perdido. Es cierto que las dictaduras son frágiles, pero dentro de la comienzos de 1931 todo comenzó a caerse como castillo de naipes. La ruina
lógica (aproximada) que se ha dado en la historia de Chile, no era imposible del salitre afectó a una región entera, causando un éxodo parecido a uno ante-
que ella misma diera paso a una institucionalización, aunque nadie sabía qué rior de 1919/20 hacia la zona central. El desempleo tuvo una brusca alza,
pensaba realmente Carlos Ibáñez. Si se hubiera podido adelantar el giro de aunque se carece de cifras exactas. Los sueldos y salarios se vieron reducidos y
1988/90, es decir, una transición ordenada, ello permanecerá en el plano de en todo caso detenidos por casi toda la década de los treinta. La inversión
las especulaciones. Pero, en el caso de Ibáñez, la historia terminó mal, y el país externa directa -lo que vale para las décadas que siguen- dejaría de ser un
se deslizó por la pendiente. factor significativo en la economía chilena, salvo en el cobre. Aun aquí no sería
demasiada la nueva inversión. Un ambiente de penumbra se enseñoreó del
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país. El "optimismo histórico" se desvanecería como por arte de magia y lue- es- "dispareja", sin que la clase media constituyera el núcleo más numeroso de
go, cuando algo se reanimaran los chilenos, no sería la misma situación, al la población, y todavía no animado por un proceso dinámico autónomo y a la
menos hasta la última década del siglo. vez integrado a la economía mundial. La civilización iberoamericana ha estado,
en el curso del siglo, al "borde del despegue", pero sin un impulso definitorio.
¿Qué había pasado? ¿Quién o quiénes tuvieron la responsabilidad? En 1930
hubo unanimidad para reconocer que la reacción de la política económica del Si el "capitalismo hispánico" ha tenido vallas económicas y sociales, o ha sido un
gobierno fue tardía; de ahí se concluirá que, en este sentido, a la economía le era problema de cultura económica, es un tema abierto42 • Después de la "genera-
indispensable el activismo gubernamental. Pero como lo comprobaría la tarea ción del centenario", aparecería ahora otra discusión pública acerca del origen
de Gustavo Ross, había más de una acepción de esta idea. No se debe olvidar del "atraso" más difundida, generalmente mas centrada en argumentos de
que aparte del derrumbe de precios de los dos recursos naturales de los cuales pretensión puramente económica.
provenía el 80% de sus ingresos externo, el hecho básico de que la Gran Depre-
sión fue un fenómeno global, no previsto (para el caso, ninguna gran crisis ha
sido prevista), ante el cual ninguna de las grandes economías de la época supo
El abismo político
reaccionar a tiempo con respuestas que después hayan sido consideradas válidas. Desde luego, el proyecto del "Chile Nuevo" se caería en forma estrepitosa.
También hay que decir que, aunque la recuperación en Chile se inició con Un país de larga tradición discutidora, con una democracia limitada pero no
algunas medidas tomadas a fines de 1931 y durante 1932, la respuesta real se dio irreal, no podía mantener un gobierno autoritario más allá de un proyecto de
durante la época de Alessandri, al mismo tiempo de otros casos clásicos, como el "modernización". Con la crisis se desbarató el naipe que legitimaba a Ibáñez
New Deal de Roosevelt, o la economía altamente dirigida de Alemania nazi. y su gobierno. Algo parecido sucedería en 1982/84, aunque con un resultado
Asimismo, esas primeras respuestas se concentraron en aislar la economía chile- diferente y paradójico. En 1931 Ibáñez no supo o no pudo responder con
na de los impactos externos, con una producción altamente protegida y medidas políticas; para medidas económicas la caja estaba agotada. A una
crecientemente regulada. crisis ministerial, la presión externa de los exiliados, que hasta ahora sólo
habían soñado conspiraciones, y la demanda de "la calle", terminaron por
Había un problema de fondo. El desarrollo durante el gobierno de Ibáñez se
provocar la renuncia de Ibáñez antes que encarar una acción sanguinaria de
financió con créditos externos. Esto no es una novedad para economías "en
incierto resultado.
desarrollo". El problema radicaba en que no estaban vinculadas a un proceso
productivo que ayudara a cubrir la contratación de capital externo. La única Tras la algarabía de los primeros instantes después de la "dictadura" o "tira-
manera de cumplir las obligaciones de la deuda era ... endeudándose más. Sólo nía", el país se deslizó con rapidez a lo que parecía un abismo insondable. La
a muy largo plazo, lo que revela falta de realismo, se puede esperar que esos rebelión de la escuadra en Coquimbo en septiembre de 1931, que pudo haber
gastos operen como motor del desarrollo económico. En América Latina ha llevado a un estallido revolucionario, tuvo un episodio desconocido, la peti-
habido no pocas ocasiones en que un gran endeudamiento improductivo se ción del Canciller para que EE.UU. interviniera militarmente, a lo que el
justifica como aporte al adelanto en obras públicas, de tipo faraónico, que Embajador norteamericano puso tal cantidad de condiciones que la hacía
después decaen tristemente, entre otras causas, porque no se dispone de me- imposible 43 . Fue un instante breve, pero no un hecho aislado. Casi siempre
dios para mantenerlas. -es dificil estar seguro como para decir "siempre"- en este continente las
intervenciones norteamericanas han tenido una contraparte que es un actor de
Sin embargo, aunque este elemento debe tener un peso al momento de juzgar la
la sociedad "intervenida" que ha clamado a ellos: "vengan".
situación, no se puede ignorar el factor internacional en la crisis. Una economía
en desarrollo que estaba reformándose, como la chilena, requería de un tiempo En los primeros meses de 1932, después de lo que se cree fue un alzamiento
mayor de crecimiento en el exterior. Esperar que no vinieran recesiones, era comunista en algunas ciudades del norte, parecía que la calma se recuperaba; era
total carencia del sentido de la realidad. Pero no era dable esperar lo que vino, la engañoso. En junio de 1932 un golpe de audacia llevó a proclamar la "Repúbli-
depresión más grave en términos de shock inmediato y global desde la Revolu- ca Socialista". Aunque sólo duró doce días, dejó una impronta. Por un lado,
ción Industrial. reforzó el toncepto estatista de la economía política y diseñó instrumentos de
intervención arbitraria que en el futuro tendrían un peso decisivo, aunque estas
Chile había crecido económicamente desde comienzos de siglo, y su sociedad se
tendencias venían de antes y sus defensores no estaban sólo entre esa persuasión.
había hecho más compleja, más "moderna" si se quiere. Pero todavía era -y lo
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE L/\ POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 1 )OAQUÍI' FERM.>U'ODOIS H. CAPITULO IV 1 MODERNIZACIÓN Y ABISMO 1920-1932
Por otro lado, fue un símbolo del nacimiento definitivo de un nuevo polo polí- este libro, interesa una frase de Carlos Keller, que sintetiza la "lección" de
tico y cultural en el país, la izquierda de orientación o convicción marxista 44 . Se economía política internacional que en la teoría y en la práctica la gran mayo-
dio un paso trascendental en la inclusión del país en la política mundial, de ría de los chilenos habían sacado de la Depresión: "(Como) consecuencia de
grandes consecuencias en la historia del siglo XX. Luego de este remezón, una esta constelación (la Gran Depresión), se puede hablar, sin exageración, del fin
serie de golpes y contragolpes termi:nan entregando el poder a la Corte Supre- de la economía universal. Actualmente se encuentran en plena formación gran-
ma, la que convoca elecciones presidenciales en octubre, siendo elegido el des unidades económicas nacionales" 48 . La idea central es que la una parte im-
caudillo de 1920, derrotado el año anterior, Arturo Alessandri Palma. Asume portante de la vida social, lo esencial vida económica, puede ser dirigida desde
en medio de un ambiente de fin de mundo el24 de diciembre de 1932. Aunque el liderato político, vale decir, desde el Estado. Y esto no era solamente una
también resultó un día de esperanza_ perspectiva revolucionaria, sino que caló profundamente en la clase política de
entonces y por las siguientes cuatro décadas. En economía política interna-
Como trasfondo a todo esto, las fuerzas armadas habían caído en una postra-
cional ello significaba acentuar el nacionalismo, o lo que después en América
ción anímica. El movimiento militar ele 1924 estaba agotado (en realidad, Ibáñez
Latina se llamó "desarrollo hacia dentro". Mas, en el curso de 1932 lo más
lo hirió de muerte durante su gobierno). Los oficiales superiores se sentían
patente era la proximidad del país a un abismo en su vida institucional.
usados por "los políticos", y entre ellos surgió un ansia de "normalidad" y un
espíritu de seclución con respecto al mundo civil, que fue-la principal espina
dorsal del ordenamiento que comenzaría con el León. Por cierto, crearía tam-
bién otros problemas y en 1931/32 los uniformados estaban hastiados del
papel desempeñado hasta el momento, El sentimiento general indicaba que el
país se hundía en el abismo, en el cual toda revolución o contrarrevolución
sanguinaria era posible.
La resonancia externa a la crisis fue de arrogante y despectivo repudio al carác-
ter de Chile. Al leer los documentos, el historiador experimenta el bochorno de
que su país era, a partir de ese momento, considerado como un "don Nadie".
Particularmente los norteamericanos, que habían estado tras su impulso en los
años veinte, son feroces en sus observaciones. No es sólo el país; son también los
chilenos. "Nunca debemos ser tan estúpidos de nuevo como para confiar en la
estabilidad de un político chileno o en el valor del peso chileno" 45 . El Cónsul
General en Santiago añade, en noviembre de 1933, en un escrito que tiene el
significativo título, "Chile's Plight", que hay "que dar una triste despedida a
Chile, el país con un sombrío futuro pero con un inolvidable pasado. Desde
ahora en adelante Chile debe olvidarse de sus lujos, volver a los días del trabajo
de la tierra de comienzos del siglo XX y efectuar un nuevo comienzo si es que
tiene la esperanza de retomar su lugar conspicuo entre la familia sudamericana
de naciones" 46 . Un colega suyo había observado que "es dificil volver a la cerve-
za después de haber estado acostumbrado al champagne" 47 . Parece que no
degustó los vinos chilenos.
Mas el lector se preguntará cuántas veces a lo largo del siglo XX los observadores
extranjeros se dijeron lo mismo. También en Chile existía una sensación de que
todo había ido por mal camino, por conductas y políticas erradas en su origen,
cada cual dándole la explicación según su perspectiva. Como varias veces a lo
largo del siglo, se afirmaba que llegaba "a su fin la era liberal". Para el tema de
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MUNDO Y FIN DE MUNDO i CHILE EK L.\ POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 JOAQUÍN FERMA:;DOIS H.
1 CAPITULO V 1 RECUPERACIÓN Y ESPECTRO IDEOLÓGICO 1932·1938
años desde e1 punto de vista de la acción de gobierno y de Estado: el afianza- atmósfera de movilización política y polarización de los espíritus. El país
miento institucional junto a la reconstrucción económica49 . Todo esto tendría quedó dividido en los polos "izquierdas" y "derechas", a lo que le es inherente
una profunda significación internacional. Desde el punto de vista económico, un "centro".
esto es obvio, desde el poder político, la relevancia de Alessandri debería carac-
En parte era el "vuelo" conspirativo de algunos círculos uniformados; en parte
terizar al segundo período de su presidencia, entre 1932 y 1938. Es en este
era la catástrofe social producto de la crisis; en parte la fortaleza relativa de la
momento cuando se consolida el Chile político moderno, el que en parte
nueva izquierda marxista. Con esta expectativa, el gobierno de Alessandri, man-
sucumbe en 1973, pero que en otro sentido se prolonga hasta nuestros días.
teniendo intacto el funcionamiento de las instituciones, hizo uso generoso del
Sólo con la finalización de su período presidencial, y la entrega del mando a sus
arma policial, en un grado mayor que el de Ibáñez. Esto le dio al período un aire
amargos adversarios político del Frente Popular en 1938, la Constitución de
1925 superó la prueba de fuego. de "emergencia". Si las medidas fueron exageradas, sólo se puede especular.
De todas maneras, tuvo dos momentos trágicos, que muestran el desencadena-
El logro de una democracia social y económicamente desarrollada, estaba más miento de la violencia que no es ajena a la realidad chilena. La matanza de
allá de su alcance; lo que sí se pudo hacer fue la creación del período democrá- Ránquil en 1934, un movimiento semi-social, semi-indígena, en la zona del
tico que diera la oportunidad de alcanzar la medida del "desarrollo", ser una Alto Bío-Bío, cruzado por una atmósfera embrutecida, en donde los factores
sociedad a la altura de las exigencias de la segunda mitad del siglo XX. Esta ideológicos jugaron también un pequeño papel 5\ y la matanza del Seguro Obrero
ambivalencia, entre otras razones, estuvo motivada porque en la política chile- en 1938, de tan decisiva influencia en la coyuntura política. Lo importante de
na se pensó y sintió la necesidad de impulsar un modelo alternativo, ya sea en destacar, es que el sistema político resistió el tormentoso año 1938 y hubo una
los regímenes totalitarios, aunque se los valorara con otras palabras; o en un transición política significativa dentro de la democracia.
"tercer camino" que, en el fondo, seguía los vaivenes de la pugna ideológica
Se puede personificar gran parte del mérito, en ese personaje central del Chile
mundial. Sin embargo, el éxito limitado de las instituciones chilenas en las
político del siglo XX, Arturo Alessandri Palma. Si hubiera muerto en 1930, o no
décadas que estaban por delante, le daría un valor añadido a la posición inter-
hubiera sido reelecto en 1932, la opinión sobre él sería ambigua. Se diría que
nacional del país. El que fuera "la única democracia existente" en América
abrió las compuertas, pero no dirigió las aguas hacia donde pudiera contenerlas.
Latina -expresión que repetían muchas veces los connacionales, y no pocas
Al haber consolidado la institucionalización, hizo carne la presencia teórica de la
veces los observadores extranjeros--, pasó a ser parte de su estrategia externa
Constitución de 1925. Fue puente entre el antiguo régimen y la república demo-
en los años cincuenta y sesenta.
crática que estalló en 1973, no sin antes haber dejado un modelo de referencia.
Desde los años 1930 en adelante, el carácter institucional (democracia, dictadura, Al momento de escribirse estas líneas, en los círculos intelectuales se ha hecho
orden totalitario, ... ) de un sistema político incidía en su valoración internacional moda denunciar la "mentira" de la historia de Chile. Pero cuando sucedió lo que
y en el sistema de alianzas o de aceptación al que ingresaba. No era la única desde estos enfoques sería la "verdad", es decir, la destrucción casi total de las
medida, y faltan muchísimos dedos en la mano para contar las excepciones principales instituciones políticas, ¡cómo se lloró la ausencia de esa institucionalidad!
durante la Guerra Fría y hasta en el presente. En este sentido, Chile, por situarse Es cierto que había otros modelos, que hoy se silencian, pero esa era precisamente
en el "hemisferio occidental", vio acrecentada su seguridad por tener un siste- la esencia de la política mundial durante la mayor parte del siglo.
ma democrático 50 • Claro, al final se vio que no se podía vivir solamente de eso.
Las figuras de A!essandri, y la de Gustavo Ross, plantean el problema insoluble
La consolidación de esta democracia no ocurrió en medio de mares tranquilos. de la relación entre individuo y circunstancia histórica, ¿son los "grandes proce-
Los años post-depresivos en Chile estuvieron caracterizados por movimientos sos" o los individuos los que hacen la historia; las personas o el azar? Quizás la
sociales reivindicativos. El estado de postración, fue la experiencia más sentida pregunta es ociosa al momento de tratar de entender la historia. Sabemos que
por la mayoría de los habitantes. Aunque una parte del alma nacional veía la en lo que el hombre puede concretamente influir es muy tenue. A la vez, en ese
salida en la actividad y el empleo, los ingresos permanecían más o menos rígidos. espacio y tiempo sutil, evanescente, se lleva a cabo la sustancia de lo humano.
A esto, se añadía la llegada al sistema político de la creciente izquierda marxista, En términQs políticos, se intentó en vano, en el mediano plazo, aislar al país del
que satanizaba las políticas más o menos clásicas de "ajuste" de Gustavo Ross. entorno internacional, "la guerra que viene". Mas, también tendría su aprendi-
La prensa opositora, ya liberada de la tutela a que la sometió Ibáñez, ejerció zaje en el exterior. Sobre todo, lo benefició un buen orden institucional interno,
gran violencia verbal contra el gobierno de Alessandri y había en el aire una con cierta respetabilidad en el mundo, el que no se fuera una mera république
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sudaméricaine, como Tocqueville se refería despectivamente a los países de la chileno no pudo mostrar aún la energía que en este sentido surgiría a fines de los
región, el que existiera una diferencia positiva frente a las "repúblicas bananeras". 1970. También Ross mantendría la tendencia al alza de aranceles proteccionistas.
Empezando con sensación de vértigo, en los años treinta con todo se empren- Aunque al parecer, por sus palabras en la campaña de 1938, quería eliminarlos o
dió un tipo de política que, en parte, correspondía a respuestas exitosas de la limitarlos, la tendencia era casi imparable como consecuencia de la crisis.
época, sin embargo, tuvieron una originalidad pocas veces vista. Esto abrió una
Aquí interesa la dimensión internacional de la política de Ross, o de "reconstruc-
"ventana de oportunidad".
ción nacional", como era presentada por la propaganda gubernativa. Se había
heredado un instrumento del conmovido año 1932, en especial del espíritu de la
Fin al abismo económico: la obra de Gustavo Ross "República Socialista", la Comisión de Cambios Internacionales (también, Comi-
sión de Control de Cambios). Con la escasez dramática de divisas, esta entidad
Al asumir el Ministerio de Hacienda, Gustavo Ross, llegando desde París, el centralizó su empleo, determinando qué se importaba y qué no. Con esto, auto-
24 de diciembre de 1932, opera con un claro liderazgo internacional, primero máticamente, se creó en Chile de manera profunda, "estructural" si se quiere, el
dentro del Ministerio mismo, y después, dentro del Gobierno por la confianza proteccionismo o "desarrollo hacia dentro". Como tantas veces, una instancia
que le entrega el León. Hasta las elecciones de 1938, será un polo político de surgida de la emergencia, se transforma en pilar del sistema. Cierto es que la ten-
la vida pública chilena, el caso más destacado entre los Ministros de Hacienda
dencia al proteccionismo venía de los 1920, y no era un caso aislado ni en América
del siglo XX y, aunque no lo supo expresar en una suerte de ideario, tenía del Sur ni en el mundo. Mas, los impulsos decisivos fueron la Gran Depresión y el
concepciones de economía política claramente modernas, incluso miradas al
cambio político de 1938. Lo que pudo ser un sistema flexible bajo Ross, se conso-
comenzar el siglo XXI.
lidaría (o congelaría) como jaula de hierro por los siguientes 40 años.
En primer lugar, hay que destacar las políticas de reactivación sostenidas por Ross. Hubo tres instancias de economía internacional en la que Ross fue un protago-
Dentro de una concepción de presupuestos equilibrados -recibiendo la crítica de nista esencial. En primer lugar, impulsó crear la Corporación de Ventas del
una especie de keynesianismo muy extenso entonces, que lo acusaban de "orto- Salitre y del Yodo, o COVENSA . Fue una reforma de la anterior COSACH.
doxo"-, luchó por reanimar la economía mediante incentivos propuestos por el Ahora, en vez de racionalizar la producción, se centralizaban las ventas. La nue-
Estado, con recursos que eran menos de la mitad de los de 1929 52 . Logró alcanzar va empresa pudo surgir por la clara mayoría parlamentaria que se tenía en 1933
un superávit presupuestario e incluso una pequeña revaluación del peso en 1937; que, tras largas discusiones, el parlamento aprobó sin grandes cambios. Lo no-
reanudó el pago de la deuda externa, medida discutida por las concepciones de la vedoso de la COVENSA, era no sólo la asociación de los privados para vender el
época, ya que con ello se desviaban fondos que, se sostenía, podían ir a aliviar la salitre en el mercado mundial, sino que el Estado era parte integrante de este
congelación de los salarios. Pero con un hábil uso de los escasos fondos del Banco sistema, con varios directores nombrados por el gobierno, presidido el mismo
Central, bajo la presidencia de Guillermo Subercaseaux, con una expansión mo- directorio por el Ministro de Hacienda. El fisco, además, recibía el 25% de los
derada, se pudo apoyar el crecimiento sin provocar inflación 53 . Siguió con una ingresos brutos, que más adelante Ross destinaría al pago de la deuda externa.
tendencia que a la larga sería peligrosa, el alza de impuestos; especialmente deba- Los opositores aducían que los privados tenían la mayoría; Ross, que había "na-
tidos fueron a la agricultura y a la compra y venta, este último por sus consecuen- cionalizado" la empresa, porque sumados los directores chilenos, privados y
cias sociales. Como contrapartida, y a pesar de la tradicional antipatía de los secto- fiscales, eran también mayoría. Quizás eran cálculos ociosos.
res conservadores por los empleados públicos, no disminuyó su número para no
aumentar el desempleo. Pero sí se contuvieron los sueldos y salarios, dando esa Lo interesante era que correspondía a un concepto de cooperación o asociación
"imagen" de miseria que presidiría el recuerdo del período. entre empresarios y el Estado, donde cada cual aportaba su ayuda de acuerdo a
sus facultades. La COVENSA heredó y desarrolló una amplia red de ventas a
Ross desarrolló una fuerte política de incentivo a la construcción, entregando a lo largo del mundo. No era estatismo; no era simplemente decir que "habló el
ello fondos acumulados en pesos para el pago de la deuda externa. Su herramienta mercado". Con todo, en el ambiente de los treinta, la estrategia de Ross estaba
fue la Ley 5580, sobre pago de la deuda externa. No hubo obras gigantescas más orientada a insertarse nuevamente en la economía de mercado. Las pasiones
como en la época de las vacas gordas de los 1920, pero quedaron algunas que despertó el tema del salitre en la política chilena en este período, miradas
entonces llamativas, como el Barrio Cívico y el Estadio Nacional. Apoyó asimismo desde la perspectiva de después de la Segunda Guerra Mundial, tiene algo de
las exportaciones mediante un cambio adecuado. Mas, el sistema productivo surrealisnio. Apenas si había alguna referencia al cobre, cuyo precio, al recuperarse
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estilo, Ross puso entre la espada y la pared a la política interna y a la, por decir lo El FBPC rechazó todos los años la oferta. Sólo en mayo de 1938 se alcanzó una
menos, poderosa contraparte externa, EE.UU. Lo hizo con argumentos de peso solución provisoria, cuando el Gobierno publicó un decreto interpretativo de la
para ambas partes, pero dificil de aceptar en la pesada atmósfera de entonces. Ley 5.580, en el que se explicitaba que los tenedores que aceptaran el Plan, no
Decidió comprometer la totalidad de los ingresos fiscales del salitre y del cobre perderían los derechos originales. Le habían precedido largas negociaciones
-que no eran todos los del país por concepto de estos recursos naturales- al informales con la FBPC y el Departamento de Estado, en las que intervinieron
pago de la deuda externa. Una mitad del valor iría a pagar intereses y la otra, al chilenos del sector público y del privado. El propio Ross, que ya había dejado el
rescate de bonos. Por cierto, al comienzo, quienes aceptasen esta oferta, recibi- Ministerio, se entrevistó en octubre de 1937 con Surnner Welles, el influyente
rían menos que lo estipulado en el contrato original. "Peor es nada", parecía ser Subsecretario de Estado. Es cierto que la embajada en Santiago ayudó a este pro-
el mensaje implícito de los chilenos. ceso, pero sin mucho gusto; sentía que estaban "'playing the garne' with Sr. Ross" 63 .
Para que no fuera a ser una política desestimada después, Ross decidió forzar su La Embajada estaba irritada con Ross, ya que éste, a su manera, no vacilaba en
aprobación dentro del país al formularla corno un proyecto de ley -Ley 5.580-, arrojar el guante cuando creía mejor defender los intereses del país. Ross, tam-
que logró una estrecha mayoría parlamentaria tras un encendido debate en bién, necesitaba de algún reconocimiento para su Plan en vista de las elecciones de
enero de 1935. De esta manera, otro Ministro u otro gobierno no podrían 1938. Por otro lado, el Departamento de Estado intervino esta vez para que el
desconocerlo más tarde. Por otro lado, los tenedores de bonos norteamericanos, FBPC aceptara este acuerdo, corno parte de un cambio de orientación de la
organizados en el Foreign Bondholders Protective Council (FBPC), apoyados política de Roosevelt hacia América Latina. Con todo, incluyendo ese año 1938, a
más o menos encubiertamente por el Departamento de Estado y financiado por través de acuerdos o de rescates, Chile había disminuido el monto de su deuda en
los bancos (que habían iniciado, por lo demás, todo este cuento), no podían más una cuarta parte, a un precio bastante inferior al que hubiera debido hacerlo de
que aceptarlo o rechazarlo 61 • Dijeron que no, a pesar de los esfuerzos de una haberse mantenido invariable el sistema que había en julio de 1931.
misión especial del gobierno chileno, presidida por Ernesto Barros Jarpa, uno Pero aquí no está lo más significativo del Plan. Si hubiera sido sólo esto, no sería
de los mayores entendidos entonces en relaciones con EE.UU. Es decir, el FBPC más que una "viveza", con la que los chilenos creen "hacer lesos" a otros. Lo
aconsejó a los tenedores de bonos no aceptar el plan, porque perderían sus dere- importante era que se acostumbrara al país a crecer y pagar sus deudas "con
chos originales (parcialmente cierto). fuerzas propias", corno aprendizaje de la economía mundial. No se podía expli-
En un principio, estos habían sido personas que pusieron los ahorros de su vida car esto al público de los años treinta; incluso al comienzo del siglo XXI no es
en bonos chilenos. Una anciana, Miss Matilda Richardson le escribía el Secreta- algo fácil de hacer. Entonces los defensores del Plan aludían al "honor de
rio de Estado Cordel! Hull, que no quería "tener nada que ver con un pueblo pagar", referencia de dudosa efectividad en el Chile paupérrimo de los 19 30.
(corno el chileno) que se ha mostrado a sí mismo tan desprovisto de todo senti- De lo que se trataba era de renunciar al arribo de un premio mágico desde el
do de honor o decencia" 62 . No es raro que en EE.UU. se mirara de esa manera exterior, tentación repetida a lo largo de la historia del país, y adaptarse en forma
a un país latinoamericano. Por añadidura, la negativa del FBPC era tornada corno creativa a la dinámica de la economía mundial. Esa fue la herencia más impor-
un indicio para que la Security Exchange Cornission no aceptara la transacción tante del período de recuperación.
de los bonos en Wall Street, lo que dificultaba la implantación de la ley 5.580.
Pero desde el sur del mundo las cosas se podían mirar de otro modo. En medio Gustavo Ross, el hombre público
de una deprivación que era horrenda, gastar una parte sustancial de los recursos
Antes de dirigir la mirada a otros aspectos de la situación internacional, hay que
externos en el pago de la deuda parecía inmoral. Además, ¿sería este esfuerzo
preguntar, ¿quién era Ross? Gustavo Ross Santa María (1879-1961) venía de un
reconocido en el exterior? Incluso gente del círculo político de Ross no creía
núcleo de la clase dirigente en lo político, en lo social y en lo económico del XIX
que esto tuviera sentido. Y es que el principal argumento político de Ross y de
chileno. Unía en él apellidos "vinosos" y "bancosos". Según la terminología de
quienes apoyaban el plan, era la importancia del "honor de pagar". Desde el
Vicente Huidobro, se describía así a la clase alta proveniente de la riqueza
punto de vista de las comunicaciones públicas, no era una estrategia muy exitosa;
agrícola frepte a aquella surgida del capitalismo de la segunda mitad del XIX.
frente a la destitución que significaba la crisis, ¿por qué pagarle a los poderosos?
En efecto, por formación y mentalidad, Ross provenía de esa clase dirigente edu-
Sólo la energía política del Gobierno hizo que se aprobara por una frágil mayo-
ría, que no se iba a mantener después. cada en torno al Valparaíso del XIX. Primo y amigo de Agustín Edwards McClure,
en muchos sentidos tendrían vidas paralelas.
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Era sobrino de Federico Santa María, millonario chileno que debía su fortuna a actividad del Estado en un rival ruinoso para la actividad de los particulares" 66 .
la especulación azucarera desde París, donde también Ross frecuentó a otro En parte, para el Ministro, habría sido la misma Europa la que habría impulsado
porteño capitán de las finanzas internacionales, Arturo López Pérez. Como a los países americanos al proteccionismo, ya que el viejo mundo impuso trabas
miembro de la elite, le era natural el oficio de la política y la proyección pública innumerables al comercio; se había creado una "normalidad anómala", que era
(Cap. II). En 1927 intentó detener los planes de Ibáñez de tomarse el poder, y el momento en que se vivía, y al que había que adaptarse 67 • Pero el horizonte
por ello fue exiliado junto a su familia. Este debe haber sido el hecho que cam- seguía siendo el librecambio, superando la "incomprensible y perniciosa política
bió su vida en términos políticos. En París, se acercó a los círculos de exiliados, económica, mal llamada 'nacionalista' que impera hoy en Europa y en Améri-
y al parecer ayudó al financiamiento de conspiraciones para derribar a Ibáñez. ca", con la que se estrangula al comercio, que es la base de la prosperidad. Hay
Sobre todo, se aproximó a Arturo .Alessandri, del que hasta entonces había sido que imitar a fenicios, venecianos y genoveses, "intercambio de lo mejor, al más
adversario. El León quedó impresionado por sus conocimientos de economía y bajo precio, cualquiera que fuese su procedencia" 68 . Este sería el orden natural
vio en él al hombre que debía apoyar su tarea en algún futuro gobierno. para Ross. Figura única a lo largo del siglo, en esta combinación de hombre del
Su genio estaba en la dirección de movilizar las energías económicas latentes en XIX con políticas económicas que tendrían relevancia mundial en la segunda
el país. Captaba con rapidez la esencia del problema, su mente matemática y su mitad del siglo XX, Ross ha sido el Ministro de Hacienda más importante del
experiencia del golpe audaz lo hacía diseñar una política determinada que mul- período cubierto por este libro y, en la acción, una suerte de profeta -hasta
tiplicaba los recursos. No sin razón, se le llamaba el "mago de las finanzas", donde se ve-, de la posición de Chile en la economía mundial.
denominación que no le disgustaba. Sus enemigos le decían el "ultimo pirata Políticamente, como en economía se orientaba a lo que se puede llamar el
del Pacífico". Su carácter personal, .lacónico en la palabra, cortante al contestar "modelo occidental". Dejando de lado sus discursos políticos, en un momento
preguntas, su refinamiento personal, su distancia y el "olor del dinero" que se confiesa en la intimidad, dando especial relieve a sus palabras:
emanaba de él, en momentos en que la idea del mismo entraba en profunda
Para mí, comunismo, nazismo y fascismo son iguales; son la destrucción
deslegitimación pública, no colaboraron a transformar su titánica acción en un
del individuo por el Estado; los repudio con igual fuerza a los tres. Cuan-
lenguaje que creara escuela. En términos sociales, era un hombre del "antiguo
do la democracia degenera en forma tal que se asemeja a cualquiera de
régimen"; como personaje público, diseñó políticas que alcanzarían su poten-
esos tres regímenes, no merece el nombre de tal y también la repudio.
cialidad cabal hacia fines del siglo XX. Pero en ese entonces, la misma derecha,
Yo defiendo el régimen capitalista y no me asusta decirlo; defiendo los
después de la derrota en 1938, no lo tomaría como punto de referencia; lamen-
principios de la democracia pero no sus abusos ( ... ) La democracia es el
tada memoria ha sido escasa en torno a los hechos de esta década.
gobierno de la selección y no de la masa inculta: Para mí el régimen ideal
Mas, tras la fachada del pragmatismo, la rica acción y las pocas referencias de la de gobierno es el de Inglaterra 69
palabra de Ross, se muestra la idea de aprovechar los mecanismos proteccionis-
tas para cruzar el desierto de la Depresión; negociar duramente con los intereses En estas líneas, más allá de Ross y en la medida en que sean representativas de
extranjeros, pero no para ignorarlos, sino con el fin de incluirlos en una estrate- algunos sectores dirigentes de gran influencia en el siglo, se encuentra la adhe-
gia nacional coherente con ellos; y liderar a los empresarios y a las empresas con sión chilena al "modelo occidental". Pero también sus límites; Chile no ha sido
participación estatal, con la finalidad de integrar al país, más adelante, a la diná- el adalid del "orden", pero tampoco ha permanecido sumido en estado bárbaro
mica de la economía mundial. El "sistema de sustitución de importaciones", en relación a sus potencialidades.
como se le llamó a partir de los cincuenta, es decir, proteccionismo e interven-
ción creciente del Estado en el desarrollo económico, le parecía una situación
Comercio internacional y relaciones con EE.UU.
pasajera que debía ser corregida por la promoción de actividades exportadoras,
"la pesquería, el azufre, la madera" 64 . El desarrollo agrícola, y las industrias que En los aspectos políticos, Chile seguiría mirando hacia Europa hasta promediar
de él derivaran, serían las bases de .la transformación económica 65 . El acuerdo la Segunda Guerra Mundial. Económicamente, sin embargo, el norte estaba en
entre la dirección del Estado y la producción, la acción mancomunada entre el norte. Los principales temas pasaban por allí. Lo que se ha visto de la actividad
ambos, sería el fundamento de esta actividad. "(La intervención del Estado de Ross, era consumida en gran parte, en lo que a economía internacional
servirá) principalmente para orientar la economía nacional de acuerdo con los concierne, por las relaciones con los norteamericanos. EE.UU. fue el principal
procesos internacionales ( ... ) pero no deberá emplearse para convertir la destino de las exportaciones chilenas; compraba el cobre, que era manejado por
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sus intereses. La mayoría de los años, fue también el origen primordial de las aunque reconocían las medidas proteccionistas de parte de ellos, respondían con
importaciones del país. La Fuerza Aérea de Chile, fundada en 1929 por Ibáñez, su mejor argumento, de ayer y de hoy, que su mercado, con todos los problemas
ya iniciaba su abastecimiento en EE.UU. que tiene, es el más abierto del mundo. En el caso de Chile se sentía discrimina-
do cuando no burlado por la Comisión de Cambios Internacionales.
En segundo lugar, el gran tema de economía internacional de todo el mundo
era la creación de barreras proteccionistas que disminuyeron el comercio a nive- El Departamento de Estado al comienzo quería una política muy firme ante
les parecidos a los que había durante la Gran Guerra. Buena parte de la tarea Chile; pero el embajador Culbertson les hizo ver que no era bueno exigir que
internacional del país, del Ministerio de Hacienda y de la Cancillería, se dedica- gastara todas sus divisas, obtenidas en el mercado de EE.UU. en productos de
ba a la reconstrucción del comercio. La política exterior en esta década, por la ese lugar, ya que los principales exportadores chilenos eran a su vez intereses
fuerza de las cosas, fue en primer lugar, política económica. De ahí el protagonismo norteamericanos 71 . Pero en estos años Ross les produce bastante aversión.
del Ministerio de Hacienda. A esto se añadía que el mismo Ross fuera un En 19 34 Hull decide enviar una misión especial, de relevancia, para que informe
profundo conocedor de la economía mundial. acerca de la situación. El resultado es que tras maratónicas reuniones en Santia-
go, principalmente con Ross, recomiendan dejar las cosas como están, a medio
Por las urgencias de la Depresión, por las ideas de la época, que ponían el acento
camino entre las posiciones norteamericanas y estilo del comercio que Chile
en la intervención estatal y en el "plan", en la regulación; por la escasez universal
tiene con Europa72 . Aunque se harían trata tivas para firmar un tratado de comer-
de divisas que siguió al colapso financiero; por la inexistencia de un centro reco-
cio ¡hasta fines de los 1940!
nocido internacionalmente como referente financiero; y por otras razones, el
intercambio mundial tendió a caer en un sistema que se parecía al trueque. En Nada se podría alcanzar en una década en la que la regulación del comercio
Chile todo esto fue agudo, en particular, por la caída casi sin paralelo de las parecía sana a tantos. Para los norteamericanos, un tratado en las condiciones
exportaciones. El control de divisas pareció en un momento ser la única manera ofrecidas por Ross hubiera sido abandonar los principios sin obtener nada a
de asignar los escasos recursos a lo que se estimaba más prescindible. cambio. Ross, aunque quería orientarse al modelo estadounidense, consideraba
que la escasez de divisas no permitía avanzar en este sentido. De hecho, los
También estaba la necesidad (u obsesión) por colocar el salitre; pocos podían
norteamericanos veían que mientras transcurrían los años, se iban solucionando
creer que su época había terminado. También, para entender a los hombres de la
caso a caso los problemas de los intereses de sus compatriotas, y sólo el alemán
época, la economía mundial tendió a caer en bloques económicos más o menos
era una astilla en sus ojos. Las importaciones de Chile desde el mercado norte-
clausurados entre sí. Existía el área del marco, de la libra esterlina, del franco
americano se mantuvieron relativamente altas, casi un 30% promedio y se arre-
francés. Es cierto que la administración Roosevelt, y en especial el Secretario de
glaban otras cosas.
Estado Cordell Hull, luchaba por limitar o disminuir este proteccionismo que
ahondó la crisis. Fruto de esto fue la legislación de "tratados de comercio recí- Inglaterra se deslizaba más y más a ser un protagonista secundario de las relacio-
proco" de 1934. En parte, el deterioro de las relaciones con Alemania nazi se nes exteriores de Chile, al menos en el plano económico. De todas maneras, era
debió a la agresiva y excluyente política comercial de ésta. Claro que EE.UU., con Argentina y con Brasil con los que Londres mantenía sus vínculos más
cuyo Senado había aprobado una legislación más proteccionista ya antes de la fuertes. El arreglo con la deuda no tuvo el mismo dramatismo que en el caso
Depresión, adolecía de credibilidad70 • norteamericano. La experiencia comercial inglesa les había proporcionado un
conocimiento profundo acerca de debilidades y fortalezas del país, que por lo
Chile persiguió con ahínco los "tratados de compensación", por los cuales un
demás, después de los tiempos gloriosos del salitre, era sólo una plaza limitada.
país se comprometía a importar una determinada cuota de salitre; y Chile se
obligaba a emplear esos recursos en compras en ese lugar. Desde el punto de Es Alemania la que en términos comerciales representaba un caso especial. Ber-
vista monetario, la transacción era puramente nominal. Chile y otros países lín había iniciado ya antes del nazismo y una vez estallada la Gran Depresión,
lograron poco a poco reconstruir sus vinculaciones comerciales a lo largo de la una política comercial agresiva, orientada hacia el trueque. De esta manera,
década. Pero este sistema era discriminatorio y producía lo que después se ha sufría no sólo Washington, sino que también Inglaterra. En diciembre de 1934
llamado "desviación de comercio" (no se compra lo mejor al precio mejor, si no se firmó un tratado de comercio con Alemania que sería base del creciente inter-
lo que ofrece aquel con quien uno se compromete). Washington sentía que cambio entre ambos países. Alemania llegó a representar el 25% del total
usaban sus divisas obtenidas en exportaciones a EE.UU. en comprar productos importado por Chile, mientras que para allá sólo iba ell 0% de las exportaciones,
de terceros. El Departamento de Estado reaccionaba con indignación, ya que, aunque sí el tratado incluía la compra de salitre. En opinión de la clase política
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de la época, se trataba de un modelo de relación comercial. Pero miradas más de La época liberal, en la medida que lo fue, aparece periclitada. El mundo de la
cerca, las negociaciones no fueron fáciles. Dentro de Alemania, el Ministerio de Misón Kemmerer quedó enterrado por varias décadas. Se ingresaba al "Estado
Asuntos Exteriores favorecía los por razones políticas; el Ministerio de de compromiso".
Economía mostraba inflexibilidad porque consideraba que se perdían otros
mercados donde adquirir a precios más baratos 73 . Como se ve, no se era del todo
inconsciente de que el comercio regulado podía hacer perder las ventajas del La guerra que viene
intercambio mismo. También los chilenos podían pensar muchas veces lo mis-
Al Ministerio de Relaciones Exteriores no se le ocultaba que Chile había descen-
mo y en el fondo de su razón y, quizás, corazón, el comercio por antonomasia se
daba con las economías anglosajonas. dido en su posición internacional como consecuencia de la Gran Depresión, o
"crisis", como se la llamaba entonces. Dentro del espíritu de cuerpo que animó
Finalmente, no se puede olvidar que el lenguaje intelectual y político de la época al gabinete de la segunda administración Alessandri, la Cancillería sabía que
iba en la dirección del "nacionalismo económico", al que el mismo Ross le ren- su primera prioridad era la de apoyar la reconstrucción económica del país.
día alguna cortesía de circunstancia. Fuera del Ministro, sólo algunas voces ais- El canciller Cruchaga le decía a un diplomático primerizo, de gran futuro, Enri-
ladas, pero inteligentes, como Héctor Rodríguez de la Sotta, influyente senador que Bernstein: "Ud. sabe bastante historia, derecho internacional y la teoría de
conservador, y el economista Danie1 Armanet, advertían de la necesidad de no las relaciones exteriores. Pero lo que necesitamos ahora, en momentos de crisis,
encapsularse ante el desarrollo de la economía mundial. Para la mayoría, es exportar porotos, cebollas y ajos. Por eso y para que se 'desasne' lo voy a
incluyendo las voces en la derecha, el impacto de la Depresión y sus horrendas enviar al Departamento de Política Comercial" 75 .
consecuencias en Chile fue tal, que no se podían imaginar el mundo económico
Alessandri recurrió al establishment tradicional de política exterior, a pesar de
del futuro sin alguna medida de intervención importante por parte del estado,
en lo interno y en lo externo. Como ejemplo de esta racionalización, se escoge que en el personal de la Cancillería ya comenzaban su carrera jóvenes surgidos
de sectores mesocráticos, aunque asumiendo los ritos que se suponían necesa-
un párrafo de un documento del Banco Central, dirigido por Guillermo
Subercaseaux, gran colaborador de Ross, ingeniero de larga trayectoria, para ver rios a un diplomático 76 • El principal canciller fue Miguel Cruchaga Tocornal
cuán profundo calarían las nociones que después se llamarían de "sustitución de (1869-1949), también una hechura del antiguo régimen. Su trayectoria educacio-
importaciones": nal era común, Instituto Nacional y Universidad de Chile. Había sido embajador
en Alemania durante la guerra, y su corazón siguió orientado hacia ese país;
La crisis por la que el mundo entero ha atravesado tiene un significado durante el segundo conflicto, desde el Senado fue un inflexible partidario de la
mucho más profundo del que generalmente se le atribuye. Ella significa el neutralidad. También había sido embajador en Washington y profesor de dere-
término de toda una época del desarrollo de la civilización. El liberalismo cho internacional. Supo secundar lealmente a Ross en la tarea de auxiliar al
económico que dio a esta época su brillo y su grandeza, indudablemente Ministro de Hacienda. Lo mismo se puede decir de José Ramón Gutiérrez Alliende
se encuentra en decadencia (... ) El nacionalismo económico es hoy un (1888-1980), aunque este conservador pertenecía a una sensibilidad a la que le
hecho innegable. En todas partes se ve el mismo afán de independizarse era extraña la manera de ser política y económica de Ross. Después del 5 de
de los mercados extranjeros, por lo menos, en todo lo que puede produ- septiembre de 19 38 (Seguro Obrero), ocupa la Cancillería por breve tiempo
cirse en territorio nacional; y en todas partes, el racionamiento es el mis- Luis Arteaga. Gutiérrez venía del catolicismo militante, de la redacción de
mo: el bienestar material de un país no debe depender de los caprichos de El Diario Ilustrado, y del trabajo en una empresa inglesa, Gibbs & Sons. El
los capitales internacionales, ni tampoco de las eventualidades de las !u- exilio en la época de Ibáñez lo acercó al León. Como en los 1970 y 1980, el
chas divergentes por el mercado mundial, sino que debe estar cimentado exilio es semillero de nuevas y viables coaliciones.
en la propia economía, en sus fuerzas propias y recursos, cuyo desenvolvi-
Aunque se trata de gente que tiene mucho de antiguo régimen, los que trabaja-
miento y consideración prima, por lo tanto, por sobre todo lo demás.
rán con el León tienen plena conciencia de que se encuentran en circunstancias
No es nuestro papel discutir si este desarrollo es o no un ideal. La política
absolutamente nuevas, y que con muchos menos medios que los de la época de
ha de mantener siempre el contacto con la vida real y, por eso, antes que
atrincherarse tras doctrinas y tradicionalismos, de be comprender los signos Ibáñez, también deben encontrar respuestas "modernas" para sacar al país del
de su época y las necesidades que surgen del desarrollo de las cosas 74 abismo. Agustín Edwards vuelve a la escena, desde la embajada en Londres,
desde la legación en la SDN en Ginebra, desde El Mercurio. Fue un activo en
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Europa para un país que había descendido claramente en importancia interna- tener en cuenta, en términos políticos para Santiago, los lugares de decisión
cional. Manuel Trueco Franzani, ingeniero, había sido Director de Ferrocarriles mundial eran Londres, París y Berlín, en ese orden. La orden del día, hasta
en los 1920 y senador por el Partido Radical durante Ibáñez; por lo tanto, en 1942, fue la de no ser parte de un conflicto europeo, la misma posición que
este caso no fue un exiliado. En Chile todo se olvida, es un dicho común, con tenía la política norteamericana, por lo demás. Hasta marzo de 1939, fue la de
bastante de cierto. En este período fue embajador en Washington, donde su Francia e Inglaterra.
experiencia profesional era apreciada. Dos personas que seguirían teniendo un
(Podía tenerse otra política? Se tenía interiorizada lo que se creía había sido la
papel en la política exterior fueron Germán Vergara Donoso (1902-1987) y "lección" de la Primera Guerra Mundial, que Chile era respetado en su neutra-
Ernesto Barros Jarpa, quienes estarían en primera fila en estos años.
lidad. Ya se vio que esa realidad tenía sus bemoles. Era natural que en los años
En el plano económico hay que nombrar a dos negociadores de la deuda exter- treinta, cuando todo parecía una incógnita, la política chilena haya consistido en
na, además de Barros, a Mariano Puga (1899-1977) y a Fernando Mardones casi anunciar anticipadamente esta posición en "la guerra que viene". En medio
(1905-1995), también mano derecha de Ross en el Ministerio, y que estaba de la relativa fragilidad de la recuperación económica, se temía que una nueva
destinado a ser Ministro de Hacienda si Ross hubiera ganado las elecciones. Por guerra echara al suelo lo que se había reconstruido con tanto sacrificio. Incluso
último, dentro de una lista corta que se escoge, está Desiderio García Ahumada, el estrechamiento de las relaciones interamericanas no debía entrabar en inter-
de quien se ha hablado. Será el creador de la Compañía de Aceros del Pacífico cambio activo y las buenas relaciones con las grandes potencias mundiales. Sólo
(CAP); era hechura tecnocrática del "Estado de compromiso" y sería parte de personas como Agustín Edwards sostenían que el activismo diplomático era
un grupo que daría continuidad, eficacia y propósito al sistema económico necesario para el país, "los pueblos europeos" nos consideran "los bárbaros del
chileno entre los treinta y los sesenta, más allá de las pugnas políticas. García fue mundo". "Una iniciativa para acentuar nuestra personalidad internacional mo-
un hábil negociador de las relaciones comerciales desde la Subsecretaría de dificaría sustancialmente el concepto en el que se nos tiene" 79 •
Comercio de la Cancillería.
En la región, Chile había visto reducidas, de manera drástica, sus proyecciones.
En una circular de 1934, Cruchaga recordaba al personal de la Cancillería que el En el cono sur son los años de la Guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay
trabajo de ésta debería ser "la defensa de los intereses económicos internaciona- ( 1932-1935 ). La Cancillería participó de los esfuerzos por finalizar ese conflic-
les", descubriendo mercados para los productos chilenos 77 • Ya no se trataba de to, que le significó alejarse de un país que le tenía simpatías, Paraguay, sin cose-
encontrar un lugar prominente para el país. El Canciller Gutiérrez remachaba char un agradecimiento de La Paz; en realidad se había atenido al Tratado de
a su gente diciéndoles que Chile sólo representaba el 0.005% del comercio mun- 1904, lo que le impedía detener el paso de armas al Paraguay. Pero eso era, claro
dial. "No doy estas cifras para empequeñecemos voluntariamente ( ... ) Las doy está, romper la neutralidad en el sentido legal. Centenares de chilenos fueron
para que no se nos suponga llamados a fijar directivas internacionales que están voluntarios a favor de Bolivia. ¿Revela un sentido de culpa? En realidad, el
lejos de correspondernos". A esta política se le acusaba de inactividad; en la canciller argentino, Carlos Saavedra Lamas, que veía la debilidad de los chilenos,
segunda mitad del siglo no fue poco común el confundir una apropiada política trataba de dejarlos fuera del juego; y éstos se esforzaban por ser tenidos en
exterior con presencia glamorosa en foros internacionales. Gutiérrez, en cam- cuenta. El canciller Cruchaga expresó lo que ha sido una constante a lo largo del
bio, dándole el mérito a Cruchaga -ahora en el Senado- dice que un país sin siglo en las relaciones regionales, de que aun "cuando los intereses de Chile no
crédito carece de credibilidad externa. La presencia verdadera se adquiere están sólo en Sudamérica, es por cierto indudable que las relaciones políticas
cuando se "ofrece el espectáculo de un país serio, en su política interna, de una sudamericanas son de importancia primordial" 80 •
democracia moderada, ilustrada y consciente" 78 • Se renuncia a los oropeles pero
Existió un tema iberoamericano cargado de simbolismo y de drama, la guerra
se orienta a la sustancia, favorecer la viabilidad interna y externa del país.
civil española ( 1936-1939). Ella tuvo una fuerte presencia en la política chilena,
De esto se siguió lo que se podría llamar una política exterior attentiste, es decir, y sus consecuencias e influencias todavía no se apagaban a fines del siglo XX.
de prudente compás de espera ante el desencadenamiento de la gran crisis que El gobierno chileno mantuvo su reconocimiento al gobierno español republica-
llevó a la "guerra del39". No se sabía a dónde iban las cosas, así que la orden del no, "leal", a pesar de que las simpatías personales de sus dirigentes se inclinaban
día era estar "al aguaite", pero no para intervenir, sino para agachar la cabeza por los nacionalistas de Franco. Sólo al divisarse el fin de la guerra, Chile cambió
cuando la jauría arrasara todo lo que sobresaliera a su paso. Si en términos eco- su reconocimiento a Burgos, entonces sede del gobierno nacionalista. Era lo que
nómicos se sabía que New York y Washington eran los centros que había que se estaba haciendo en Europa y América y a nadie le pareció extraño. Pero hubo
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un grave conflicto diplomático debido a que a lo largo de la guerra miles de los convenios, tendrá que fundarse en la fuerza y en el regreso a la vida primiti-
refuo-iados temerosos con razón de lo que les podía venir de manos de los repu- va"82. Por cierto, añadía que en los tratados de post-guerra había injusticia y que
blic:nos asilaron en la embajada de Chile (Argentina fue otra sede favorita). Alemania merecía ser comprendida. Dada la segura intervención de Edwards en
Madrid (0 Valencia, donde después estaba la sede republicana) pretendió desco- sus editoriales, hay que tomar estas palabras como sintomáticas de la clase diri-
nocer la institución, que en realidad era una hechura latinoamericana venida del gente de los 1930. Lo que hay que retener de esto, es que este tipo de reaccio-
siglo XIX, y que era una forma de moderar los excesos con los continuos e nes se encontraban igualmente en la prensa inglesa y hasta en Francia, para no
irregulares cambios de gobiernos. hablar del aislacionismo norteamericano. No iban a ser los chilenos los que cam-
biarían el curso de la historia europea.
El Encargado de Negocios Carlos Moda Lynch fue el héroe de la jornada, pero
entonces rara vez se le reconoció, y encima se le culpó después de haber negado Los alemanes sabían de la alta imagen que gozaba su país en Chile. Berlín inten-
asilo al poeta anarquista Miguel Hernández, muerto en las prisiones de Franco. tó penetrar la colonia alemana, "nazificándola". Pero desde su propia perspecti-
Vivió una verdadera odisea con los miles de asilados que le producían mil pro- va, fracasó en organizar a los chileno-alemanes, entusiastas del nuevo rumbo en
blemas a lo largo de estos años. De cuando en cuando, tras laboriosas negocia- el Reich, pero alejados anímicamente del fanatismo y movilización del Tercer
ciones, entre Valencia y Santiago, en las que intervenía mucho Agustín Edwards Reich. Eran más bien chilenos en este sentido. Salvo algunos artículos en los
desde Ginebra o Londres, se lograba una evacuación parcial. Al final de la guerra periódicos, y la investigación nerviosa de la inteligencia norteamericana (para
civil, un puñado de republicanos se refugiaron en la embajada de Chile. La para- llegar a nada), esto no fue un tema de época digno de mención, ni tampoco en
doja continuaba, debido a que ahora los líderes del nuevo gobierno chileno, el las relaciones con Alemania.
Frente Popular, simpatizaban con los derrotados, y en general se consideraban Para La Moneda, pertenecer a la SDN arrastraba al país a una definición en una
"antifascistas", en este caso, antifranquistas, y el nuevo gobierno de Franco qui- posible guerra ajena a los intereses chilenos, tal como se veían en ese momento.
so desconocer el privilegio81 . Cruchaga decía con respecto a esta pertenencia, que el deber de la política exte-
Lo interesante del caso es que, en el fondo, ambos gobiernos chilenos mantu- rior de un país era "apoyarse en su pasado que, como realidad, es cimiento
vieron una misma política, separando la política exterior de las pasiones encen- positivo y firme, y no limitar la mirada a un fugitivo presente, evitando así que
didas que estallaron entre sus compatriotas. Así se demostró que una política perturben la serenidad de nuestros juicios ( ... ) las circunstancias del momento
exterior definida externamente por el apego a la ley, cuando se la sigue de manera que a poco andar de la historia habrán de perder mucha de la aparente impor-
consistente, sirve como brújula en un mar embravecido en el que no hay garan- tancia de hoy" 83 . Era un deseo casi infantil de que no hubiera guerra para no
tía de arribar. Ello a pesar de que hubo una guerra civil paralela en Chile, que tener que llegar a definirse; pero también era una concepción realista de las
dividió a los espíritus en forma parecida a la de la península. Las elecciones de cosas, ya que el país no podía influir en el desarrollo mundial. No olvide el lector
1938 entre "las derechas y las izquierdas", con "nacis", derecha combativa y que nada menos que EE.UU. no formaba parte de la SDN.
Frente Popular, era terreno fértil para un desenlace parecido al español. Se verá De ahí que a comienzos de 1938 se tomara la decisión de retirarse de la SDN.
que había diferencias, aunque también había tendencia hacia la polarización. Para que resultara elegante, o lo pareciera, Edwards propuso una reforma al
La neutralidad ante "la guerra que viene" llevó, en forma temprana, a que La Pacto, para desligar a Chile de determinadas obligaciones, lo que naturalmen-
Moneda, deseosa de sostener buenas relaciones con Londres, París, Berlín y, te fue rechazado. Edwards anunció entonces el retiro el 12 de mayo, aunque
además, con Roma, hiciera lo posible para mantenerse fuera del conflicto. Aun- por sugerencia de Ross, lo hizo con todo tipo de consideraciones a Francia.
que siguió la línea general de la SDN de condenar las sucesivas violaciones por Los párrafos centrales del discurso de Edwards resumen la posición de Chile
Berlín y por Roma de los tratados suscritos (Versalles y Locarno ), lo hizo de hasta 1942:
mala gana. ¿Para qué estar en las malas con Italia y Alemania si la misma Inglate- Como hemos considerado siempre que el respeto a los tratados consti-
rra daba señales de querer reparar las relaciones con ambas capitales, al menos tuye el eje de nuestra política internacional, nos parece contrario a nuestra
hasta comienzos de 1939? Quienes vean una "tentación fascista" en el Gobierno tradición y a nuestros principios continuar ligados a obligaciones jurídicas
y en la clase dirigente chilena, harían bien en hacer estar sencilla reflexión. A raíz que son desconocidas e ignoradas y que, sin embargo, permanecen en
de la ruptura clave del Tratado de Locarno con la remilitarización de la Renania vigór, y pueden arrastrarnos en el momento más inesperado a respon-
en 19 36, El Mercurio decía: "Si la vida internacional no se funda en el respeto de sabilidades y consecuencias graves( ... ) No tenemos ningún interés en
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CAPITULO V 1 RECUPERACIÓN Y ESPECTRO IDEOLÓGICO 1932·1938
inclinarnos hacia ningún tipo de Potencia de Europa. No nos mueve otro estar contentos con el desarrollo de Chile, con Alessandri y con Ross. Los pro-
interés que salvaguardar precisamente nuestra posición neutral. Todas las blemas acuciantes de comienzos de la década se habían ido solucionando caso a
potencias de Europa son nuestras amigas tradicionales 84 •
caso. Los intereses norteamericanos del cobre y del salitre aportaron recursos
Estas palabras son el mejor epítome de la actitud de Chile en estos años, y que económicos a la campaña de Ross.
en lo esencial no cambió ni un ápice con el gobierno del Frente Popular. Los funcionarios del Departamento de Estado respetaban al Ministro, aunque
Aunque algunos miembros de la Cancillería querían que Chile no se retirara, la no lo consideraban el ideal desde el punto de vista de sus intereses debido a los
medida no tuvo mayor oposición. Salvo núcleos duros del "antifascismo" (que roces que habían tenido. En la Cancillería se apreciaba el nuevo curso del "buen
darían varios virajes poco después), nadie puso como objetivo el reintegrarse a la vecino", pero se lo sabía pasajero, dependiente de Roosevelt. La administración
SDN. Era, además, algo lejanísimo para el público chileno. La seguridad del de éste miraba a América Latina entre otras cosas, porque parecía estar franca-
país, desde la época de Portales y Andrés Bello, se orientaba hacia el sistema de mente preocupada por el "peligro nazi"; los chilenos, por su propia experiencia,
equilibrio europeo, entendiendo por este un grupo de potencias que estaban en eran más escépticos de la "Quinta Columna", como se llamaba de manera
paz entre sí.
común a esta "conspiración"; no creían en ella 87 • Para la Conferencia Panameri-
El retiro de la SDN hubiera hecho lógico pensar que debería integrarse a un cana de Lima, diciembre de 1938, ya a las puertas de la administración de Aguirre
"sistema americano" de seguridad y cooperación. Sin embargo, en este sentido Cerda, la delegación encabezada por Jorge Matte Gormaz y que incluía a Ernes-
no había una política activa de La Moneda. A pesar de que se reconocían las to Barros Jarpa, llevaba la instrucción de no aceptar una suerte de "Liga de
transformaciones que se habían operado con la "política del buen vecino" de las Naciones Americanas" liderada por Washington. Propuso el establecimiento
Roosevelt, Chile era escéptico del valor de las propuestas norteamericanas, que de un "sistema de consultas", pero fue rechazado por Argentina.
habían tenido por lo demás un mero carácter de "public relations" hasta 1937. De todos modos, la idea quedará planteada y a mediano plazo vio la luz 88 . En
cambio, se reforzó una disposición que venía de Buenos Aires, en 1936, de
Cordell Hull había venido a Chile después de participar en la Conferencia
estrechar la cooperación panamericana en caso de "amenaza externa". Era el
Panamericana de Montevideo en 1933, y se dirigió al Congreso, donde destacó
objetivo mínimo que llevaba Cordell Hull, quien lo primero que hizo al llegar
que la crisis en Europa hacía que el "Hemisferio Occidental" pueda estar "con-
a Lima y saludar a las autoridades locales, fue entrevistarse con Jorge Matte.
frontando grandes oportunidades" 85 • En su época, este fue un gesto importan-
También llevaba como refuerzo al candidato republicano derrotado en 1936,
te. En diciembre de 1936, con ocasión de la Conferencia Panamericana de
Alfred Landon, para asegurar que la "política del buen vecino" perduraría fuera
Buenos Aires, nada menos que el mismo Roosevelt, con su parálisis y todo, hizo
quien fuera el futuro presidente de EE.UU. Si hubiera una amenaza a la paz, los
el esfuerzo de asistir; el solo acto provocó furor, no sólo entre los porteños. Esa
países llamarían a una reunión urgente de cancilleres.
Conferencia fue la primera que acordó efectuar consultas en caso de amenazas
"extra-continentales". Roosevelt preparaba una coalición americana frente a "la En la Conferencia, Chile tuvo un desempeño que recordaría su antigua importan-
guerra que viene". cia. El orden institucional y la seriedad sin estridencias de su política exterior le
daba respeto. En términos económicos, sin "rescate internacional", podía pensar
En 1937 hubo un claro viraje en la política de Roosevelt hacia América Latina.
en un desarrollo de largo plazo gracias a la política del "Mago de las Finanzas",
Era parte del abandono de la política "aislacionista" seguida hasta entonces y la
Gustavo Ross, que acababa de ser derrotado en sus aspiraciones presidenciales.
aproximación a una actitud de liderazgo mundial que llevaría a EE.UU. al
La recesión norteamericana de 1937/38 sólo tuvo efectos marginales en Chile.
estrellato en 1945. El tema de la deuda se arregló ante una señal del Departa-
Finis terrae, el país donde se acaba el mundo, que es tan sensible a los estremeci-
mento de Estado de que había que lograr una "paz sin victoria", ya que a "los
mientos mundiales, podía quedar nuevamente al "borde del 'take-off"'. Se habían
intereses políticos generales de los Estados Unidos se les debe asignar gran im-
reconstruido los principales presupuestos. Pero, (qué tipo de país era este, poco
portancia" al momento de llegar a un acuerdo 86 . Vale decir, Washington dejó
antes del huracán en el que se vio engullido gran parte del
atrás el tema económico como el principal en las relaciones bilaterales, y dará
un espacio creciente al precio que tenía que pagar por sentar las bases de un Parece interesante consignar la opinión de tres embajadores de estos años. Para
alineamiento político. A comienzos de 1938 nombró como embajador a un quienes pensaban que Chile era parte de un mundo "más civilizado" que otros
funcionario muy destacado, Norman Armour, como señal de la importancia de la región, había que darles el sentido de la realidad, como este mensaje que el
creciente de las relaciones políticas. Los norteamericanos tenían razones para embajador de Inglaterra, Michell, que le dirigió a Anthony Eden, del Foreign
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el antimarxismo en Chile. La derecha enfrentó las elecciones de 1938 como una religión política, aquí y en gran parte del mundo. Supo extraer abnegación,
alternativa entre el orden y la revolución, aunque Ross sacó su mensaje de ese renunciamiento, eficiencia y, al final, una increíble capacidad de sacrificio y
contexto y se presentó como el hombre eficaz: "Muchos los problemas, una la martirio político entre 1973 y 1976, de lo más notable del Chile del siglo XX.
solución: Ross". (Pocas veces se ha estudiado esta relación entre el heroísmo y totalitarismo, algo
El Partido Socialista, fundado en 1933, pero que tiene antecedentes en una que está en germen en Dostoiewsky) En los ochenta saca su propia versión de
sensibilidad de izquierda formada en la segunda y tercera década del siglo, se terrorismo, pero ya es algo diferente. Estas aptitudes sólo se daban en las Fuerzas
debatía entre diversas tendencias y disputas de grupos y figuras. Era nacionalista, Armadas; o hacia el final de siglo, en ciertas órdenes religiosas. No fue un hecho
en el sentido de "antiimperialista"; semi-revolucionario, en parte podía ser un aislado; se trató de un sentimiento planetario que se implantó en gran parte del
partido del sistema; su corazón nunca estaría tranquilo, pero al final los socialis- mundo, aunque hasta 1944 sólo tenía el poder en la Unión Soviética93 •
tas se quedaron con el sueño más excitante, para recapacitar al final de siglo y El Partido Comunista es la expresión más clara de la simultaneidad de la vida
después de la tragedia, mas perdiendo en exceso toda ilusión. pública e intelectual de Chile con la política mundial. Si por una parte disciplinó
El marxismo chileno constituyó un mundo de sensibilidad e ideas que estaba en a un pequeño pero activo sector de la juventud obrera, profesional e intelectual;
el sistema, pero que no cooperaría constructivamente salvo para una transfor- por la otra, al poner el "deber ser" en el horizonte de las sociedades totalitarias,
mación radical. En los treinta, el Partido Socialista impulsó hacia un cambio fue una hipoteca para la izquierda chilena al momento de desarrollar una estra-
revolucionario y se sentía solidario de otras tendencias de la izquierda naciona- tegia de cómo reformar al sistema sin destruirlo. No estaba preparado para una
lista latinoamericana. En su declaración de principios se leía que: revolución, salvo muy parcialmente en 1973; podía actuar en forma legal como
opositor; pero si llegaba al gobierno, sólo tenía como visión programática el
(La) doctrina socialista es de carácter internacional y exige una acción tránsito hacia una sociedad marxista.
solidaria y coordinada de los trabajadores del mundo. Para iniciar la
realización de este postulado, el Partido Socialista propugnará la unidad En los años treinta el Partido Comunista mostró lo que sería su política de más
económica y política de los pueblos de Latinoamérica, para llegar a la larga duración, el "antiimperialismo" para definir el estado básico de Chile, lo
Federación de las Repúblicas Socialistas del Continente y la creación de que casi siempre lo ponía en la misma trinchera de los socialistas. La política
una economía antiimperialista 92 nacional estaba en estrecha dependencia explotadora con el "imperialismo"; la
producción chilena estaba sujeta a "la voluntad omnímoda de los banqueros de
Si esto fuera retórica, producía cinismo y rechazo en nuevas generaciones; si este Londres y Wall Street, cuyo personero genuino <Ross> es el candidato de la
lenguaje era tomado ardientemente como artículo de fe, como muchas veces reacción" 94 . Se podía acometer la ruptura con este orden, puesto que se había
sucedió, el Partido no podría articularse dentro de la democracia chilena. abierto un horizonte real de cambio, la "revolución de octubre". "Por primera
El Partido Comunista de Chile, fundado en 1922 según se vio, representa una vez en la historia humana, millones de oprimidos rompían las cadenas de una
de las creaciones más singulares del siglo XX en este país, donde no hay otro secular explotación para lanzarse llenos de decisión y esperanza en la grandiosa
fenómeno que haya sido tan dependiente de la política mundial como el comu- prueba de la construcción del socialismo" 95 . No se peca de grandilocuencia si se
nismo criollo. En los años treinta, se transformó en una hechura del Comintern, califica al comunismo chileno y, en general, al marxismo de los 1950 hasta ca.
la organización madre que desde Moscú controlaba la política de todos los 1980 como de milenarismo político. El horizonte final de la historia estaba al
partidos en el mundo; también, al parecer, ya desde aquellos años contribuyó al alcance de la mano. La transformación de Chile era parte de un proceso humano
financiamiento del chileno. Este sello permaneció básicamente inalterado hasta y natural.
1973, a pesar de que otras cosas habían cambiado en el comunismo mundial. Hasta 1934 el comunismo criollo mantuvo una política de ruptura con el siste-
Incluso el chileno, se mantendría en gran medida en esta fidelidad a Moscú ma, pero sin hacer preparativos revolucionarios, aunque sobre la matanza de
hasta casi el fin de la URSS, a comienzos de los noventa. Ránquil (1934) siempre quedaron flotando dudas. Pero después, con el cambio
Pero si tomamos las cosas desde esta perspectiva, parecería que se estuviera de postura del Comintern, llegaron instrucciones de girar hacia la estrategia
afirmando la "teoría del agente", el comunismo chileno como mera rama del "antifascista", de alianza con todas las fuerzas de izquierda y aun de centro para
"comunismo internacional". Sería una comprensión muy pobre de la realidad. detener al ·"fascismo" 96 • No quiere decir que hayan sido meros agentes; opera-
Se trató de una fuerza poderosa porque representó una pasión genuina, una ban con una creencia genuina y ardiente de que Moscú era la vanguardia del
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proletariado mundiaL El "fascismo" en Chile era algo bastante irreal, como se Partido Conservador defendería a ultranza al régimen de Franco, aunque dando
verá. Pero sirvió para articular al Frente Popular como una gran coalición de acogida a la opinión de vascos católicos; pero en general en el antimarxismo de
centro izquierda que venció estrecha pero decisivamente para la historia de Chi- derecha se percibiría que "en España triunfaron los nuestros". La derecha, en
le, el25 de octubre de 1938. El centro de gravedad de la coalición de socialistas, especial los conservadores y el Partido Liberal, aunque habrían otras fracciones,
comunistas y radicales, era el Partido RadicaL Pero al revés de su contraparte tendría su paradigma en Europa Occidental y EE.UU _Mas, por provenir de un
análoga en España, ni su líder, Pedro Aguirre Cerda, ni la dinámica del partido mundo con serias carencias de modernización; por no comprender lo que en
se iba a desarrollar por la pendiente revolucionaria. Eso sí, la alianza ayudaría a América Latina acarreaba, a un europeo y a un "gringo" del norte, el "ser de
consolidar internamente al partido, a darle influencia en la política nacional y derecha"; por la gran incomprensión en la cultura de derecha en Chile, acerca
halagos en el mundo intelectual. del carácter de la democracia occidental; y por la inestabilidad inherente a una
sociedad "subdesarrollada", había también una simpatía soterrada con algunos
A esto colaboró la guerra civil española, el conflicto nacional más influyente del
sistemas autoritarios.
siglo. Ayudó a dar un lenguaje a la izquierda chilena; y a cimentar más todavía
esa alianza entre intelectuales progresistas (o lo que se tiene por tal) y la política En la época del "fascismo" y "antifascimo", en Chile también hubo un grupo de
de izquierda, que será tan característica del desarrollo de gran parte del siglo XX. tipo fascista, el Movimiento Nacional Socialista de Chile (1932-1938), y su "Jefe",
Consolidó las filas de la izquierda en esos momentos y jugaría un papel en el Jorge González von Marées (1900-1962). Hijo de alemana y de un médico chile-
desenlace de 1973; la historia de la España franquista y post-franquista tendría no, fue el líder carismático de una movilización, con especial llegada a la juventud
influencia directa e indirecta sobre Chile hasta fines de siglo. Sobre todo, el universitaria. Tuvo casi el 5% de los votos, cifra nada despreciable en un partido
vínculo entre cultura y política en estos años hizo que la versión de la historia del que hace de la "calle" y de la "acción" su estilo de hacer política 98 _ Era una época
siglo XX chileno que más calaría en la clase política sería aquella que genérica- de milicias; socialistas y falangistas (juventud conservadora) tenían la suya; fue un
mente se podría llamar de "izquierda", así como la que subsiste sobre el siglo apronte a la paramilitarización de la política de fines de los 1960; también precur-
XIX es más bien "conservadora". sores del terrorismo y guerrilla de los 1970 y 1980; y contraterrorismo, a veces
otra forma de terrorismo99 • Fue un típico movimiento "fascista" de la época de
También la articulación de izquierda y derecha en el contexto de los treinta
entreguerras. Tuvo un final heroico, y señaló un camino al futuro; anticipó a otra
ayudó a crear un sentimiento antimarxista que también permanecería a lo largo
juventud heroica en política, la del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR),
del siglo. Como se dijo, venía desde sus comienzos. Los acontecimientos de la
con el que el lector se encontrará después, aunque también tuvo sucesores en la
década le dieron un dramatismo y el factor del miedo. Este no era omnipresente,
derecha, pero sin la abnegación tan absoluta.
y muchas veces provocaba burlas; pero en sucesivas ocasiones afloraba y fue
decisivo a comienzos de los setenta. El lenguaje patriótico -ocasional en este Por otro lado, nada tenían que ver con los nazis alemanes que se organizaban
período- en la derecha tenía un sesgo conservador. Aunque el foco de admira- animados desde Berlín. A González von Marées y los suyos, el embajador Von
ción estaba en las sociedades anglosajonas y en sus instituciones políticas -pero Schoen los miraba con desconfianza y desdén; a su vez, el órgano de los nacis
no en su "cultura política"-, también se dejan ver muchas instancias en donde (con "e", para distinguirse de los de Alemania), apoyó a Pío XI con ocasión de la
la "Europa de los dictadores" aparece como modelo de eficiencia. El entonces Encíclica "Con ardiente pena", tle 1937, que condenó las doctrinas nazis por
joven diputado liberal Raúl Marín Balmaceda (1907-1958) y Manuel Vega, un paganas y racistas. Les gustaba a estos nacis ser comparados con movimientos
escritor interesante, decían que "el Frente Popular en Chile, como en el mundo nacionalistas latinoamericanos, especialmente con el APRA del Perú, de Víctor
entero, ha declarado una guerra sin cuartel al régimen existente ( .. ) Es un deber Raúl Haya de la Torre (1895-1979), y razones no les faltaba, a pesar de que los
imperioso ante una guerra declarada, tomar posiciones de defensa" 97 • peruanos no aceptaban el parentesco. Caso raro en la historia de los movimien-
tos fascistas, su acción a partir de 1937 estuvo violentamente dirigida a atacar a
Derecha y antimarxismo no serían necesariamente sinónimos, pero en la prime-
un gobierno de derecha; intentó sin éxito acercarse a la izquierda, para que esta
ra el antimarxismo encontraría su casa más natural. No sería el único hogar del
apoyase al ex hombre fuerte, Carlos Ibáñez, por el que ya había nostalgia en la
antimarxismo; el centro jugaría o estaría muchas veces, de manera ardiente, con-
vencido de la necesidad de un antimarxismo. Como "antitotalitarismo" estaría política chilena.
presente en muchos marxistas desilusionados, y estos ponían como ejemplo el Todo terminó en un desastre. Un torpe intento de golpe de Estado el 5 de
destino de la república española a manos de los comunistas. En el futuro sólo el septiembr'e de 1938 finalizó con los alzados, ya rendidos, fusilados y pasados
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por bayoneta. La intentona recibió repudio, y esto hubiera bastado para inclinar hasta las filas de la izquierda. El "centro", en este sentido, además de su política
al electorado hacia Ross. Pero la ciega ejecución de los jóvenes, apasionados de de mayor intervención estatal, se inspiraba en el naciente "Estado de bienestar"
su causa, de clase media alta, provocó indignación. Para resumir, los nacis apo- como la influencia más marcada en términos retóricos. En realidad, es en econo-
yaron en forma activa al Frente Popular con el resultado de que Pedro Aguirre mía política internacional donde más influyente sería este partido en la vida
Cerda triunfó por 4 mil votos sobre Ross, en un electorado de 440 mil almas. internacional del país. En 1933, Pedro Aguirre Cerda ya lo había delineado:
Ironía suprema, el antifascismo del Frente Popular llegó a la Presidencia gracias
Una decidida protección a las industrias, agricultura y comercio, para que
al apoyo del prácticamente único movimiento fascista auténtico (hasta por ahí)
todas las actividades nacionales se desenvuelvan en forma de resistir la
que haya existido en el país. Sarcasmo de la historia de las ideologías en el siglo
XX. Pero Chile es Chile. competencia extranjera, ha ido formando una fuerza coordinada entre sí
y cooperada con la del Estado para elevar al máximo la potencialidad
A un esquema de díada izquierda-derecha le puede ser inherente un "centro". nacional y dominar al competidor100
Si es moderación, sentido de "estar centrado", vale decir, sensatez; sacar debajo
la manga una posibilidad de destrabar un sistema polarizado; o se trata de simple En referencias internacionales, en el "centro" surge otra fuerza en los años treinta
oportunismo, de respuestas aguadas, que mezclan ideas sin ton ni son; todo esto que tendría importancia decisiva al modelar gran parte de la conducta del país
depende de las circunstancias, de la sabiduría política. Una derecha creativa puede frente a la política mundial. Nació de la Falange, que se originó en la Juventud
convertir en realidad el fondo de los postulados de la izquierda; una izquierda, Conservadora. Recogían las ideas sociales de las encíclicas papales y de una tradi-
combinando su voluntad junto a elementos conservadores o de "derecha", puede ción de activismo social desarrollado entre la juventud católica. Terminarían
crear una fórmula política de largo aliento, y que desarrolle el "modelo occiden- dividiendo, en lo político, al catolicismo chileno, no sin anuencia del Vaticano.
tal", democracia y economía de mercado, con los matices de tiempo y lugar. La Falange, en sus inicios, no era ajena a la Falange de Primo de Rivera en España.
En fin, al decir "centro", en principio no se desea dar un juicio de valor. Sólo Pero es justamente la guerra civil española la que hace una divisora de aguas, al
hay que decir que en Chile, entre los treinta y los sesenta, a la dualidad izquier- seguir sus líderes, Eduardo Frei, Ricardo Boizard, Bernardo Leighton, la corrien-
da-derecha le era natural un fuerte centro, mientras que en los noventa emergió te del pensador católico francés, Jacques Maritain, que se distanciaron del
una dominando el escenario político, en donde ambos extremos no extremistas alzamiento militar dirigido por Franco, por reaccionario; además les disgustaba,
tomaron las banderas del centro. junto a otro francés ilustre, Georges Bernanos, el aspecto exterminador de la "Cru-
zada"101. Lo importante es que esta juventud que llegaría al poder tres décadas
Hasta la Primera Guerra Mundial, la relación del Partido Radical con la política después, se movía dentro de un agitado mar de pasiones políticas y de incertidum-
mundial se orientaba principalmente hacia la tradición laicizante francesa. bres de las que deseaba huir. Sentía el agotamiento de lo y soñaba, en actitud
Durante el conflicto los líderes del partido simpatizaron con los aliados. Un no carente de tintes románticos, con instaurar "un orden nuevo", que no fuera
sector colaboró con el gobierno de Ibáñez. Por otro lado, había viva herencia la vieja "reacción", ya agotada; ni tampoco se quería al marxismo, "concepción
del "Chile patriótico" (Cap. I). En el período de entreguerras, un grupo políti- materialista", ni menos al nazismo o fascismo italiano. La posición dentro del
co chileno, que en general aceptara la tradición institucional del país, no se le país se define según los parámetros de la política mundial.
ocurría trasladar, de manera automática, esa fe democrática a todos los rincones
de la tierra. Decir que era "centro" sin más es quizás expresar algo equívoco. En esta juven-
tud (Mario Góngora, Jaime Eyzaguirre, Fernando Durán, el sacerdote Osvaldo
En términos de política exterior, los radicales y los sectores políticos que se Lira, ... ) habían muchos que no estarían en las trincheras de la Falange o, des-
podrían vincular a este tipo de persuasión, que ya empezaba a participar del pués, de la Democracia Cristiana. Con todo, ésta nació de ese mundo de ideas
establishment respectivo, compartían las ideas matrices de la tradición diplomáti- de los treinta. Algunos transitaban de la derecha a la izquierda, y viceversa. Esta
ca. En los años treinta sus orientaciones internacionales estaban divididas según juventud expresaba, en muchos de ellos, angustia intelectual y espiritual, que no
las principales fuerzas mundiales. Pero lo que aparece más consistente es la se sentía interpretada con las alternativas del sistema internacional. Su importan-
herencia del "Chile patriótico", interpretado ahora de acuerdo a la idea de un cia consiste en que se desarrolló en el momento fundacional de la cultura políti-
cambio en torno a la mayor intervención del Estado. También, junto a un ca del restó del siglo, incluso hasta ahora, ya que la década de los treinta ha sido
"antiimperialismo" -que se demostraría muy atemperado- surgió el modelo la gran referencia del Chile moderno. El espectro ideológico de entonces, con
del "New Deal" de Frank!in Delano Roosevelt como paradigma. Esto llegaría todas las transformaciones entre los ochenta a los noventa, está presente todavía.
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CAPITULO VI
Guerra y Hegemonía
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 i JOAQUÍN FERM.A:N"DOJS H. CAPITULO VIl GUERRA Y HEGEMONÍA 1939-1945
"liberal-democrática". En 1936, la primera de las paradojas, dentro del Partido en Chile ayudaron la candidatura de Ross. Después el embajador Norman Armour
Radical, se opuso a la idea de la formación de un "Frente Popular", ya que temía fue claro en su apoyo al presidente electo. Más que eso, el Departamento de
a los comunistas, pero la moción fue ganada por su defensor, Juan Antonio Estado, conjuntamente con los intereses norteamericanos, envió al ex embaja-
Ríos, el que a su vez había sido más claramente partidario de Carlos Ibáñez. dor William Culbertson para que explorara el ambiente con el Presidente electo.
Sin embargo, fue Aguirre quien mejor manejó los hilos del poder dentro del Aunque advirtió que Aguirre estaba consciente del apoyo que se había dado a
partido, y logró la nominación como pre-candidato y luego candidato del Frente Ross, afirmó que estaba dispuesto a tener buenas relaciones con EE.UU. Eso
Popular en las decisivas elecciones de 1938. era suficiente. Pero, más todavía. Una parte de la misión de Culbertson consistía
La campaña, la amarga disputa con Gustavo Ross, y el "aire de época", dejarán en convencer a la derecha que aceptara el triunfo de Aguirre 4 • Aunque siempre
en él una marca de "amigo del pueblo" que acompañará su leyenda hasta el día es dificil precisar qué importancia tuvo esta gestión, ya que la derecha era capaz
de hoy. Su funeral en noviembre de 1941 fue ocasión de una impresionante de sacar sus propias conclusiones, muestra el ambiente de aceptación y después
muestra de "duelo popular". Se había identificado con los "humildes y ofendi- de simpatía que Aguirre tenía en Washington.
dos", y así sería recordado. Pero nada en su trayectoria autorizaría a afirmar Este acercamiento no sólo era una prueba de que Washington no temía al Fren-
que Aguirre estuvo en la estela de una tradición revolucionaria, o al menos de te Popular, sino que en ciertos círculos políticos y académicos se le empezaba a
drástica ruptura en el orden social o político. Sí que el gobierno del Frente admirar. En el mundo "liberal" (en inglés), sería de rigor admirar a la izquierda
Popular, marcó la elección por una economía política internacional que poste- latinoamericana como el producto más "genuino" de esos países. La protesta,
riormente sería bautizada como "sustitución de importaciones"; y lanzaría el dentro de EE.UU., contra el capitalismo norteamericano se volcaba en defensa
régimen de un Estado empresarial, y de preferencias por el "estatismo" como la de su "víctima", América Latina, y la defensa de todas las causas que reivindica-
política "moderna". En este sentido, la Segunda Guerra Mundial ayudaría a ran sus derechos. Mezcla de pasión y encantamiento moral (y moralista), y de
consolidar el proceso. cálculo, esta aproximación nace en los 1930 y tendrá profunda influencia hasta
El programa del Frente Popular afirmaba que el gobierno de Alessandri tenía comienzos del siglo XXI. La idea, entre los norteamericanos, de que los
abandonado "el patrimonio nacional". Para remediar la situación, se proponía "dueños de fundo" eran culpables del atraso de Chile, es producto de un autor,
implantar la "planificación de la economía nacional", la modificación de la Georges McCutchen McBride 5. Un conocido autor acerca de temas latinoame-
COVENSA "de acuerdo a los intereses de nuestra economía", la "revisión del ricanos, Frank Tannenbaum, se entrevistó con Aguirre e informó con entusiamo
pago de la deuda externa" para desviar esos fondos a gastos sociales; y una a la embajada6 .
nueva "legislación sobre las empresas imperialistas" para proteger el "patrimo- En líneas generales, la acción internacional de Aguirre, muy mediatizada por "la
nio nacional" 3 .
guerra que viene" y que vino, mostró una línea tradicional al momento de
En la parte "internacional" del Programa, se pronunciaba por apoyar a la "de- plantearse ante cada uno de los temas. Al interior del país, sin embargo, comen-
fensa nacional" dotando adecuadamente a las fuerzas armadas para "resguardar zó un estilo ideológico ("en qué bando se está") que tendría repercusiones en la
nuestra soberanía". Sería una declaración de rigor de las diversas candidaturas Cancillería. Así, 1938 junto con 1953 y 1973, están asociados a purgas que
presidenciales en las décadas de la Constitución de 1925. El programa afirmaba expulsaban con buenos y malos motivos a numerosos funcionaras de carrera.
apoyar la "defensa de la paz americana". Aquí se sostenía, en el fondo, mantener Esto afectaba el desempeño y el prestigio, aunque en general se olvidaba pronto.
la continuidad de la política exterior chilena ante los acontecimientos europeos. El carácter político-social de los nombramientos saltaba a la vista, como en todo
Es decir, no había que innovar en una tradición que venía del siglo XIX, de el mundo, mas a partir de 1938 se formalizó, casi sin interrupción, el carácter de
mantener buenas relaciones de manera pareja con las principales potencias "spoils system" que parte de los nombramientos siempre tendría. En los prime-
europeas, y en caso necesario, conservar la neutralidad a todo trance, tal como ros años hubo más caos que el que correspondería a un cambio de gobierno
se había hecho en la "Gran Guerra" (1914-1918). No era otra, por lo demás, la normal, y los nombramientos estarían, en el futuro, más ligados a la guerrilla
política que oficialmente seguía la principal potencia americana, los Estados política interna que lo que había sido hasta el momento.
Unidos, y desde luego los países más importantes de América Latina.
Hasta que Juan Antonio Ríos asume como Presidente, el 2 de abril de 1942,
Comparado con 1964 y 1970, ¿hubo alguna alarma continental por el triunfo hubo seis cancilleres. Abraham Ortega lo fue desde 1938 hasta febrero de 1940.
frente populista en Chile? Si la hubo, no hay huella. Los intereses norteamericanos Luego cuatro cortas cancillerías hasta junio de 1941, cuando la asume un
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líder político interno, Juan Bautista Rossett?. La crisis no era un asunto de De la "guerra del39" a Pearl Harbor
efectividad de hombres, o de circunstancias que se imponían, sino que fue Con este primer nombre se conoció a la guerra por un tiempo, hasta que las
resultado de la crisis de las relaciones entre sí de los partidos que apoyaban al dimensiones permitieron bautizarla como la Segunda Guerra Mundial, y auto-
Presidente. La "política" tenía su cara de desidia, irresponsabilidad, refugio de máticamente Primera Guerra Mundial a la "guerra del14". No era un aconte-
cabildeos. Aunque formalmente era la derecha la que hacía la oposición, la cimiento bien recibido en Chile. Además de las razones humanitarias, profun-
paralización del gobierno en la última fase de la corta Presidencia de Aguirre das o superficiales, se temían las consecuencias económicas de una guerra,
estuvo marcada por esa lucha de los partidos del Frente Popular en virtual aunque una minoría, siguiendo la "viveza" criolla, soñaba que el conflicto iba
guerra civil política entre ellos, y de ellos contra el Presidente. Esto tiene que a traer prosperidad a los neutrales 9 . Había incomodidad y temor a tener que
ver con la política interna. Con todo, dentro de la izquierda, esta pugna elegir bando y resultar, a la postre, condenado junto a los perdedores. La
también se enmascara con los argumentos políticos de la guerra. Socialistas y "lección de la historia", es decir, aquello que se cree "enseña" la historia, indi-
comunistas dividirán sus aguas a partir del Pacto Nazi-Soviético del 23 de caba que aferrarse a la neutralidad era la política correcta. En el fondo, el
agosto de 1939. cambio político de 1938 no modificó el enfoque fundamental del país 10 •
En una primera fase, en 1939, el Gobierno y la Cancillería dejaban traslucir su Los días iniciales de la guerra estuvieron llenos de paradoja. El pacto Nazi-
postura desafiante en temas que tenían connotación ideológica. Demoró mucho Soviético del 23 de agosto de 1939, uno de los hechos más significativos del
el nombramiento de un embajador en Roma y quiso imponer a un sacerdote, siglo, ayudó a profundizar la latente rivalidad comunista-socialista. En los pri-
el padre Guillermo Viviani, defensor de ideas de orientación "social" como meros días la reacción estuvo opacada por el "Ariostazo" (25 de agosto), un
embajador ante la Santa Sede. Esta no se iba a dejar provocar. Hubo proble- intento de cuartelazo militar contra Aguirre, en el espíritu del18 de julio español.
mas con el gobierno español, pero el estímulo ideológico venía, en general, de Pero el estallido definitivo de la guerra el 3 de septiembre hizo que las cosas
Madrid. Además de ser errores de todo nuevo gobierno en un momento de tuvieran que enfocarse más cuidadosamente en el Gobierno, o con más
convulsión global, muy luego también se impuso la prudencia 8 . El estallido de vociferación en la política. Como era previsible, los comunistas defendían una
la "guerra del 39" aconsejaba caminar como pisando huevos. El orden mun- neutralidad cargada de tintes "antifascistas", pero no podían ocultar el giro in-
dial colapsaba y no se sabía por donde podía caer el garrote. Cuando se critica usitado según el cual declarar la guerra a Alemania era parte de una "guerra
por "indiferente" este tipo de políticas, se olvida el destino de Polonia, por imperialista", el régimen nazi considerado ahora como esencialmente idéntico a
poner un caso extremo. las potencias aliadas, "imperialistas" de suyo. El Gobierno, por decreto del 8 de
Otra cosa fue que el aparato del Frente Popular, los funcionarios recién nom- septiembre, declaró la neutralidad con el mismo lenguaje claro de 1914, afir-
brados y la prensa adicta al régimen, sobre todo desde el diario estatal mando que lo hacía "de acuerdo con el sentimiento público e ideología del
La Nación, vomitaban agitación contra Alemania, Italia y España. El embaja- actual gobierno"ll. El decreto también conminaba a los chilenos a que "guarden
dor alemán incluso fue, al parecer, llamado a Berlín. Hubo mucha animosidad prudencia en todos los actos públicos y privados" que afectaran las relaciones
entre miembros de la Embajada o funcionarios de empresas e instituciones del país con cualquiera de los beligerantes. Así, ser neutral debía significar un
alemanas en Chile, y los enardecidos políticos de nuevo cuño, provistos del acto público y privado. No era tan sencilla la cosa, pero en el teclado internacio-
lenguaje "antifascista". En esa época, los gobiernos protestaban porque en un nal de entonces esto era lo usual.
diario aparecían artículos considerados injuriosos, y un argumento de la opo- Los comunistas optaron por defender a cualquier precio la "neutralidad", y lo
sición de derecha para criticar al Gobierno era que los parlamentarios de harían hasta la madrugada del 22 de junio de 1941; seguían las aguas de la
izquierda, básicamente socialistas y comunistas, injuriaban a un "Jefe de Estado" URSS, claro que a partir de un convencimiento propio. La URSS ha aceptado
de un país siempre amigo de Chile. A partir de septiembre de 1939 esto haría "la más plena neutralidad, como corresponde a un país en el cual no hay
peligrar la neutralidad. Hay que recordar, que entonces la definición implícita capitalistas" 12 .
de "interés nacional" era más amplia que al momento de escribirse estas líneas,
Existen, además, a trazo grueso, otros dos lenguajes (o "discursos") que mues-
y que se consideraba un deber elemental ejercer una especie de autocensura
tran el vínculo entre la política mundial y el Chile activo de la época. Desde
para defender los "intereses superiores de la nación". Como siempre, también
la perspectiva de los frentistas, se trataba de negar que la neutralidad de La
se manipulaba esta costumbre.
Moneda significase indiferencia política y moral. De ahí que se planteara la "no
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neutralidad moral" ante el conflicto, tal como lo expresó el diputado socialista chileno, que a ningún pueblo de la tierra debe la República de Chile mayor
Jorge Eduardo Hübner 13 . Se apoyaba la política oficial de neutralidad absoluta, gratitud que al pueblo alemán" 16 . Como se ve, aunque se tanteaba una distin-
se expresaba a la vez una filiación emotiva con esa parte del "antifascismo" de la ción entre régimen y país, a la vez se les confundía. Desde 1939 hasta enero de
izquierda radical o de la democrática, pero que no tenía como paradigma 1943, se recordaba insistentemente la presunta oposición de Bismarck para
vinculante a la URSS. Junto con condenar a las "potencias imperialistas", Inglate- impedir una intervención europea que diera término a la Guerra del Pacífico de
rra y Francia, no podían dejar de tenerles simpatías por haber sido las primeras que manera relativamente desfavorable a Chile. Se citaba continuamente la expe-
llegaron a la guerra con el nazismo. Estos sentimientos encontrados se pusieron riencia de la Primera Guerra Mundial, donde se creía que Chile había ganado
más tensos a raíz de la "Guerra de Invierno", el ataque soviético a Finlandia, entre prestigio por su neutralidad. En analogía con un fuerte sentimiento entonces en
diciembre de 1939 y marzo de 1940, ya que el país había sido asignado a Moscú EE.UU., se decía que eran conflictos ajenos al país. El diputado Antonio Varas
como "esfera de influencia" por el pacto del23 de agosto; aunque Finlandia tuvo resumía este sentimiento: "La América no tiene nada en común con esta lucha
finalmente que ceder a las pretensiones soviéticas, su resistencia impidió su de siglos" 17
sovietización. Todo esto se podría discutir en cuanto a que "fue así", tan enfáticamente, pero
Como se comprenderá, fue una cause célebre; levantó indignación y un tema es una imagen que se tenía (y en parte se tiene). Este lenguaje, que no era sólo
popular para defender. Hasta Mussolini se permitió un amago de independencia de "derecha", manifestaba la incomodidad de criticar a Alemania, donde rara
ante Hitler a raíz de esta agresión. El Vaticano y Roosevelt estuvieron entre los vez había distinción expresa entre país y régimen. De alguna manera se sentía a
que más protestaron, y parecía, a tenor de las declaraciones, que la guerra deri- la Alemania nazi relativamente cercana a los intereses chilenos, aunque puestos
varía en un combate entre el "totalitarismo" y la "democracia". Estos hechos entre la espada y la pared, los parlamentarios y los editoriales de prensa de tinte
atizaron en Chile la postura de "no neutralidad moral", y hubo un profundo neutralista mostraran su preferencia por los países anglosajones, que "han hecho
debate parlamentario para sacar una declaración de apoyo al Gobierno, que a lo que han podido por evitar el actual conflicto" 18 • En el fondo, las simpatías
la vez condenaba la invasión a Finlandia. Hubo una encendida polémica entre con Alemania partían de una fuerte dependencia sentida positivamente con los
comunistas de una parte, y las fuerzas frentistas y las de derecha por otro lado. aliados, con el "sistema" franco-anglo-norteamericano.
El falangista Ricardo Boizard (1903-1983) lo expresó con más vehemencia y ¡Y el Gobierno? El equipo que asumió la dirección de política y buena parte de
riqueza de palabra, distanciándose de La Moneda, ya que la "Cancillería ha los embajadores políticos, eran partidarios de los aliados, en diverso grado. En
dicho que 'lamenta' la situación de Finlandia. No condena, no protesta. Simple- algunos casos, como Gabriel González Videla (1898-1980) en Francia, perma-
mente 'lamenta"' 14 . necería hasta 1946 fiel a su ideario "antifascista". Pero, de 1939 a 1941 no se
El tercer lenguaje frente a la guerra venía de la oposición, es decir, la derecha, a sabe de ningún miembro del aparato diplomático que, en este sentido, haya ido
grandes rasgos, ya que no se debe olvidar que su contenido era, hasta cierto pun- más allá de las instrucciones. Eso sí, no era del todo raro que el embajador en
to, intercambiable por los diversos actores. Este lenguaje defendía la neutralidad Berlín, "político", Tobías Barros Ortiz, simpatizara en general con la causa ale-
absoluta con un dejo de valoración de Realpolitik. Un país pequeño debe perma- mana. Hay que recordar que la neutralidad suponía, en todo el mundo, una
necer inmutablemente ligado a sus "lecciones de la historia". Chile no puede actitud que limitaba en los hechos la libertad política de individuos, ya que nin-
pronunciarse sobre las disputas europeas. Además, se insiste, la izquierda y otros gún ciudadano podía efectuar actos que menoscabaran a algunos de los países
grupos querrían llevar a Chile a ponerse en contra de Alemania, país al que se le envueltos en el conflicto 19 .
debe tanto, por inmigración, por las instituciones, ... "No es necesario enumerar lo La delegación chilena participó en dos reuniones panamericanas de singular
que Alemania ha hecho por nosotros ( ... )No es esta la oportunidad ni el momen- importancia. Tal como estaba previsto desde Lima (1938), se convocó a una de
to de atacar a una nación que está sufriendo, de injuriar un Jefe de Estado que ha urgencia en Ciudad de Panamá el23 de septiembre de 1939. Esta Conferencia,
llevado el cumplimiento del deber hasta el mismo campo de batalla", decía el a la que en vez del Canciller Ortega fue una delegación encabezada por el diplo-
diputado conservador Manuel José Irarrázabal 15 • Se ve que Hitler no sólo era un mático Manuel Bianchi Gundián, acordó crear una zona de exclusión de 300
Jefe de Estado legítimo, sino que a veces se asemejaba a w1 modelo. millas en torno al continente americano, amén de las usuales declaraciones de
Raúl Marín Balmaceda, liberal, tras alabar a Francia e Inglaterra, afirmaba que solidaridad. Sin duda, significó un avance para la estrategia norteamericana de
no sería "sincero ni un patriota verdadero si no tuviera que reconocer como alcanzar la unificación de política exterior continental frente al conflicto; esto
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acentuaba el liderazgo de Washington. Demás está decir que lo de "300 millas" de Alemania a la URSS, el 22 de junio de 1941. El Partido Comunista dió un
era inútil en términos prácticos; la Batalla del Río de la Plata, en la que fue vuelco espectacular, que incluyó un cambio a última hora del titular de El Siglo, su
obligado a hundirse el acorazado de bolsillo alemán, "Graf Spee", testimonia diario oficial. Esta situación influyó en la posición de la izquierda, siempre más
esta impotencia. El lenguaje de la Declaración ("los pueblos de América han pronta a las alteraciones de la política mundial. El "frente antifascista" emergía
alcanzado la unidad espiritual") estaba redactada de acuerdo a principios occi- como "frente nacional" según los comunistas, aunque el influjo de EE.UU. fue
dentales, democráticos, con énfasis en el derecho internacional. más fuerte en los socialistas. En el resto de los grupos, la política de neutralidad no
merecía mayor reparo, salvo aquello de la "no neutralidad moral".
La Batalla de Francia, en mayo y junio de 1940, cambió de manera radical el mapa
estratégico de Europa y de la guerra. Ante la protesta de los países neutrales Mientras EE.UU. se acercaba ostensiblemente a una posición de beligerante en
(Noruega, Dinamarca -que no protestó-, Holanda, Bélgica, Luxem- el curso de 1941, Chile mantenía inalterable su neutralidad oficial, al igual que
burgo), Chile invariablemente respondía que "lamentaba profundamente" lo el resto de los países de América Latina. Por otra parte, el influjo norteamerica-
ocurrido, y que hacía votos por una "feliz solución al diferencio que separaba a dos no e inglés, tenía una sólida base en el país. Berlín no podía contar con estas
países amigos delnuestro" 20 • Puede sonar una frase hipócrita, pero sólo desde la naciones, no con Chile, por cierto, una vez llegado el momento de decidir.
perspectiva de quien sabe como terminaron las cosas. FDR roncaba y tronaba La influencia norteamericana y las simpatías de una parte del espectro político
frente a la expansión alemana, pero en los hechos, su política no difería, hasta chileno por la causa aliada, hacían impensable toda posibilidad de orientarse a
comienzos de 1941, de la que modestamente seguía La Moneda. Puede que haya favor del Eje. Es importante tener en cuenta que la cooperación con EE.UU. se
habido inconciencia y frivolidad en Chile; por cierto, la había. Pero seguía tam- incrementaba día a día antes de Pearl Harbor. No hay nada en la posición
bién el mandato de don Andrés Bello, de recordar el sino de Polonia. Se sabe norteamericana que indicara que desconfiaba del gobierno o del Estado chileno.
además, hoy en día, cómo sufría Polonia y los polacos a comienzos de los años Había inquietud por la "Quinta Columna", la presunta infiltración de agentes
cuarenta. Lo intuían algo en ese entonces en las calles del centro de Santiago. nazis para provocar un conflicto en el continente, pero era algo en lo que se
incluía a toda América Latina. No existe ningún indicio de que, en Washington,
La Batalla de Francia originó otra reunión panamericana, la Conferencia de
alguien importante haya pensado que Chile pudiera estar en una posición con-
La Habana del21 al 31 de julio de 1940. Junto con Panamá, dieron origen a
traria a los aliados en la guerra.
una serie de organismos interamericanos que fortalecían las relaciones hemisféricas
y, en el fondo, la solidaridad con Washington. Además de enunciar el principio Entretanto, la coalición del Frente Popular se desintegraba. Comunistas y socialis-
de "no transferencia", que ninguna colonia europea en América podía cambiar tas ya estaban distanciados. Aguirre tuvo, a partir de fines de 1940, un marcado
de soberanía de un Estado europeo a otro de ese mismpo continente, la Confe- giro hacia el anticomunismo, dentro de una versión democrática. En términos
rencia acordó declarar "no beligerante" a todo país americano que sufriera una políticos, intentó apaciguar a la derecha, mientras no tuviera una mayoría parla-
agresión no provocada de una potencia extracontinental. En este caso, no se mentaria, que la obtuvo en las elecciones de marzo de 1941, mas era una mayoría
aplicaría la legislación de neutralidad al país americano, lo que pavimentaba el que no se alineaba con ninguna estrategia seria o realista. No sería correcto decir
apoyo norteamericano a Inglaterra y su posible ingreso a la guerra. La Ley de que esto tiene que ver con la política mundial y la Segunda Guerra Mundial; bajo
Préstamos y Arriendos de marzo de 1941, impulsada por FDR para asistir a los la superficie estaba el tema chileno de un partido poderoso, el Partido Radical,
países que cooperaran en la lucha contra el Eje, se usó para ayudar a la afligida que no sabía aceptar la coherencia y disciplina que entraña el ser gobierno. Los
Inglaterra y después a la URSS, antes de Pearl Harbor. acontecimientos mundiales incidieron como estímulos externos, pero no explican
los flujos que decidían el curso de ellos.
Chile envió una amplia delegación a La Habana, encabezada por el Ministro de
Fomento, es decir, de la CORFO, el líder socialista Osear Schnake y se apoyó
todo lo acordado 21 • Tan significativo como esto fue la consecuencia política.
El significado: la influencia alemana y la "cuestión judía"
Los socialistas avanzaron un paso más en la dirección de favorecer a los aliados.
Especialmente, en su lenguaje y sentimientos, empezó a desarrollarse un empatía La Segunda Guerra Mundial ha devenido el símbolo más potente al momento
con el EE.UU. del New Deal; fue muy cierto en el caso de Schnake, quien de buscar el significado de la historia del siglo XX. Alemania nazi y el Holocausto
después efectuó una gira por EE.UU. Esto fue sintomático del recrudecimiento -para usar el más empleado de los vocablos- han pasado a constituir ejemplos
de la pugna entre socialistas y comunistas, lo que se vio morigerado por el ataque del "mal absoluto", aunque en términos históricos, haya comparación con otros
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o-enocidios del siglo XX. Comparación, sin embargo, no significa renunciar a funda en el respeto de los convenios, tendrá que fundarse en la fuerza y en el
;ntender la escala del mal; no se podría comprender la historia si se opone sim- regreso a la lucha primitiva". Se reconoce que Alemania tiene "argumentos
plemente el mal al bien, aunque un país civilizado del siglo XXI debe enseñar a justos" y que el Tratado de Versalles fue funesto. Con todo, "tanto mejor
sus hijas e hijos a usar esa medida en la vida cotidiana. De allí que al momento de serviremos el interés de Chile, cuanto más nos mantengamos alejados del con-
analizar Chile y la guerra, hay que detenerse a mirar dos puntos específicos de flicto europeo" 24 . Estas líneas resumen de manera clara el estado de ánimo
este vínculo, las relaciones con Alemania y la política hacia la inmigración judía. que prevalecía en Chile, dejando de lado el sentimiento "antifascista", escaso
en términos numéricos; es decidora de la política gubernamental al respecto.
En la "época del fascismo", <existió una "tentación fascista" que hubiera llegado
a ser un rasgo sobresaliente de la sociedad y del Estado chilenos? Alemania era Si se giran los ojos hacia un fellow teaveler de derecha, lo que podríamos llamar
apreciada como la única gran potencia que no había tenido ambiciones un admirador no nazi de Alemania nazi, confirmamos en cierta medida lo ante-
"imperialistas" hacia el país; al menos así se la veía. El aporte alemán a Chile era rior. Abe! Valdés, invitado oficialmente en 1935, no escatimó elogios hacia la
unánimemente reconocido; incluso por quienes era "antifascistas" se reconoce vida en Alemania, aunque reconoció como manchas el antisemitismo y los
al "pueblo alemán". La cultura y la calidad de los productos alemanes, como en problemas con los católicos. En un arranque de determinismo cultural, dijo que
casi todo el mundo, constituían hechos que nadie ponía en duda. La política de "en Alemania la libertad no es parte de la vida ni hace falta":
neutralidad seguida durante la Primera Guerra Mundial (Cap. III), no fue des-
No hay añoranza alguna de libertad, porque hay la convicción de que la
pués cuestionada por nadie, a pesar de que se han señalado sus limitaciones.
autoridad dirige bien los destinos del pueblo. Para los espíritus latinos la
En Chile, al llegar los nazis al poder en 1933, escasamente se diferenció entre
situación es diferente. Es difícil acostumbrarse a un ritmo de vida regido
Nación y régimen, salvo para la pequeña minoría "antifascista", cuyo lenguaje
por la autoridad del Estado hasta en sus detalles menores. Todos los siste-
estaba disperso por ahí y por allá. Para la gran mayoría, funcionaba eso de que
mas llamados totalitarios, y el nacismo <sic> es uno de ellos, participan de
"los alemanes son así", sin preguntas de mayor especie. Para el ciudadano co-
similares caracteres. El Estado empieza a fijar las normas generales de la
mún y corriente -de acuerdo, un apelativo complejo- el alemán se le aparecía
política del país, de su vida económica e industrial; después dictamina
como una "raza superior", pero raramente en el sentido "racista" del término,
sobre su vida artística, por último entra en la vida espiritual de cada indi-
biológico, segregacionista, sino como el relajado reconocimiento de que se te-
viduo, y no es extraño que exagerando el sistema, llegue el Estado a fijar
nía que aprender todo de ellos. Rara vez ha habido un paradigma menos puesto
el color de las camisas con que deben vestir los ciudadanos 25 .
en tela de juicio que el de los alemanes en Chile 22 .
Si la pregunta es si las "clases dirigentes" fueron proclives al nazismo por cues- La combinación de alabanza, de admiración, de extrañeza y de rechazo, en un
tión de simpatías profundas, la respuesta tendrá que ser invariablemente la texto meditado por lo demás, no común en esos años, es un buen reflejo de la
misma: la orientación hacia las potencias anglosajonas y hacia Francia creó imagen que de Alemania nazi se podía tener en Chile. Era posible estar en
desde siempre lazos dificiles de romper. Esto no era obstáculo para la prefe- contra de tener a Alemania como adversario, incluso "adversario moral", pero
rencia por la neutralidad y la casi incondicional admiración por Alemania. En no se dejaba de mirarla como fórmula inconcebible para Chile, en la medida
la medida que la clase política dirigente se colocaba dentro de la izquierda, se que el asunto importaba. El NSDAP, el Partido Nazi de Alemania, desarrolló
podía establecer un vínculo entre antifascismo y crítica al régimen alemán. Sin una política de "nazificar" a las colonias alemanas en el extranjero. Esto se
embargo, salvo en los comunistas, y en algunos líderes socialistas sólo a partir intentó en los principales países sudamericanos, con la advertencia de no inter-
de la polémica de mediados de 1942, nadie propiciaba apartarse de la política ferir con las autoridades locales, aunque en la práctica los funcionarios nazis,
de neutralidad. Entre los partidarios incondicionales de esta última, todavía a torpes, carentes de tino diplomático, provocaban incidentes que ponían en
fines de 1942, se encontraban representantes políticamente activos de los sec- aprietos a los diplomáticos alemanes. Así como se dio una mar gruesa de escri-
tores altos de la sociedad chilena 23 . tos que se identificaron con el marxismo revolucionario, también hubo una
delgada lista de escritos, muchos provenientes de chileno-alemanes, que se
Si se examina El Mercurio, y se escoge su posición ante la "remilitarización de la entusiasmaron con el lenguaje nazi, aunque la orientación hacia "la Europa de
Renania", un momento clave en la prehistoria de la guerra, se pronuncia en los dictadores" era más amplia. Publicaciones como Condor, de esos años, y el
contra de la acción alemana -que rompía con el Tratado de Locarno, el único Westküsten Beobachter representaron esta línea.
intervalo de cooperación en la entreguerras-. "Si la vida internacional no se
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 )OAQUÍOl FERMANDOlS H.
Un valdiviano, AdolfSchwarzenberg, fue el organizador del Partido Nazi en Chile. sociedad nacional. Habían llegado en las dos primeras décadas del siglo, antes del
Es interesante destacar como este esfi.Ierzo fue aquilatado en la propia Alemania, antisemitismo nazi. Por otro lado, se ha visto el papel de la inmigración en la
por los responsables nazis. Fue mirado como un completo fracaso, por la falta de historia del país que hasta 1930, era bastante abierto a ella. Esto cambió con la
entusiasmo y de compromiso de la colonia alemana26 . Los chileno-alemanes no Gran Depresión, que afectó fuertemente al empleo. La creencia en que el comer-
eran una minoría perseguida, desfavorecida. En general, todo lo contrario, eran cio y las profesiones liberales -"improductivas" de acuerdo a nociones de econo-
casi parte de los sectores dirigentes y muy admirados en el país. Las simpatías de mía política de la época- serían monopolizados por los inmigrantes judíos influ-
muchos de ellos por el régimen nazi no podían ser experimentadas como desleal- yó en restringir su llegada. Estos prejuicios se dirigían a todos los inmigrantes,
tad al Estado chileno. De todas maneras, al estallar la guerra, varios centenares de pero en especial contra los judíos. "Se considerarán útiles a los inmigrantes que
voluntarios de la colonia partieron a combatir y a morir por el Reich milenario; su sean agricultores o industriales y que vengan a dedicarse a la extracción de mate-
estado de ánimo no era distinto al de aquellos de orientación "British", que fue- rias primas o a su transformación en productos manufacturados; y perjudiciales
ron a servir y morir por King and Country, cuya lista se puede hoy leer en el para nuestra política económica a los comerciantes y profesionalesm8 .
Country Club de Santiago. Todos estos esfuerzos sólo influyeron de manera Es probable que hayan operado prejuicios anti-judíos, propios a la civilización
marginal, por decir algo, en la vida política y cultural del país, lo mismo que en su occidentaF 9 . Al avanzar la guerra, mas, cuando todavía el canciller Barros Jarpa
orientación internacional. A partir de 1939, pero con una fuerza inusitada defendía la neutralidad, aseguraba que como muestra del carácter democrático y
después de Pearl Harbor y de la ruptura, la colonia alemana sufrió aplastantemente occidental del país, se habían "derogado las circulares ( ... ) para excluir a la raza
las consecuencias de la persecución económica que emprendieron los aliados, y de judía del país" 30 • También estaba el temor a la agitación política de la inmigra-
la pasividad del Estado chileno. ción; se temía que los refugiados, españoles republicanos o judíos, engrosaran
También, desde 1942 en adelante, era poco lo que la embajada alemana podía las filas de la izquierda. Los funcionarios de la Cancillería no veían con muy
efectuar en Chile. Aunque no era nazi, el embajador von Schoen tampoco buenos ojos a los judíos. Pero por principio se admitía una cuota. Agustin Edwards
distinguía entre régimen y Estado, manifestando la lealtad suicida, moral y polí- en una ocasión se quejaba de que se tenía demasiada dureza con los judíos.
ticamente hablando, de los sectores dirigentes alemanes hacia el nazismo. Pero Miles de solicitudes, patéticas muchas de ellas, eran regularmente rechazadas.
en las relaciones bilaterales, tenía la independencia de juicio como para defender A partir de la llegada de Pedro Aguirre, la política inmigratoria se hizo más
al gobierno de Aguirre Cerda y abstenerse de actos provocativos, aunque la ira generosa. Este gobierno promovió la llegada de españoles republicanos, siendo
lo dominó al momento de la ruptura con Chile. Antes se había opuesto a todo el arribo del buque "Winnipeg", fletado por Pablo Neruda, el caso más simbó-
apoyo o simpatía por los "nacis" de Jorge González. En paralelismo con la idea lico31. El liderazgo norteamericano orientado a favorecer un entorno más
de Berlín, considera que nadie se atreve en Chile a defender a Alemania; la in- propicio a la migración judía, parece haber incidido en las posiciones chilenas,
fluencia anglosajona sería determinante 27 . como en todo el continente. Se puede leer, a partir de las opiniones de un fun-
¡La "cuestión judía" en Chile? Sólo asoma en estas páginas por la guerra. No sólo cionario de la Embajada en Berlín, todavía durante el gobierno de Alessandri,
por la posición central del Holocausto, sino porque la guerra colisionó con Chile que con "la Noche de los Cristales Rotos", en noviembre de 1938, se vieron
justo en este tema. La persecución antisemita en Europa empujó a centenares de "escenas dignas de la edad media", y que la persecución en algunas partes llegó
miles de judíos a América, alrededor de 80 mil a América Latina, aunque un a los católicos:
número indeterminado, de seguro pequeño, eran refugiados políticos. Habrían Como consideración personal te puedo agregar que creo que el problema
llegado muchos más, pero no tenían medios ni había por estos lados una disposi- judío alemán debe ser encarado por el mundo. El más primordial concep-
ción muy abierta a recibirlos. Sale un poco forzado poner a Chile en este problema, to humanitario así lo impone. Deberemos resignarnos a recibir nuestra
ya que su caso no presenta ninguna singularidad en América, salvo ser el tercer cuota ya que a esta solución va encaminada la acción actual de Inglaterra
país latinoamericano en recibir refugiados judíos entre 1936 y 1941. Chile acogió y Estados Unidos. Creo que proceder rápidamente sería mejor pues
a 13 mil judíos, comparados con los 16 mil de Brasil y 35 mil de Argentina, el podría hacerse una selección más fácil hoy por las circunstancias, entre los
mayor receptor de todos. México, refugio de españoles republicanos, recibió a 12 que tienen capitales escondidos en el extranjero y los pocos que hay que
mil. Este contexto no se puede perder de vista. trabajan en la agricultura. Los que sean católicos deben tener también
Los judíos en Chile, hasta mediados de los 1930, se habían mimetizado con la nuestra preferencia, pues, serán mejor asimilados por nuestra tierra 32 .
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDJAL 1900·2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO VI 1 GUERRA Y HEGEMONÍA 1939·1945
En este texto se encuentran un juicio sobre la economía, el "mejoramiento de la El camino a la ruptura: ¿comedia de equivocaciones 1 provincia1
raza" y principios generales de política inmigratoria. Resume la visión que en o consecuencia?
Chile se tenía de ella en estos años. Los inmigrantes provocaron más de un Desde Pearl Harbor hasta la ruptura de reacciones con el Eje, 7 de diciembre de
problema al Gobierno, debido a los ataques de la oposición. Algunos cónsules, 1941 y 20 de enero de 1943, se desarrolló uno de los acontecimientos más
no demasiados parece, cayeron en la corrupción y vendían las visas a judíos dramáticos de la política exterior chilena, aunque no dejaría ninguna huella visi-
desesperados. Esto llevó a la caída del canciller Abraham Ortega, en febrero de ble en el país. Fue la presión interna y externa que llevó a Chile a abandonar la
1940, aunque casi no tenían responsabilidad en este asunto. política de neutralidad, un cambio de magnitud en relación a más de cien años
Es cierto, existía también dentro del cuerpo diplomático simpatías por el Tercer de historia.
Reich, y se manifestaban a veces juicios de tipo antisemita. El cónsul en Praga, Los días finales de Pedro Aguirre no carecieron de su dimensión internacional.
Gonzalo Rivas Montt informaba, en el segundo semestre de 1941, sobre la depor- El gobierno cayó en manos de grupos de poder que, muy vagamente, se podría
tación de los judíos, con aparente indiferencia hacia lo que significaba, aunque denominar de "partido pro-norteamericano". Pero hubo un incidente. La revis-
es probable que no haya conocido todavía que se trataba de un genocidio: ta Time publicó una semana antes de la muerte de "Don Tinto", una pequeña
El problema hebreo se está solucionando parcialmente en el Protectora- nota en que se informaba de la crisis política creciente en Chile. Finalizaba
do, dado que se ha decidido desarraigar todos los judíos y mandar unos diciendo que Aguirre "pasaba más y más tiempo con el vino tinto que cultivaba.
cuantos a Polonia y otros a la ciudad de Terezin, en espera de encontrar Antenoche se informó que estaba enfermo". Al redactarse esas líneas, nadie, ni
un lugar más lejano (... ) En proporción del aumento de los ataques de en el país ni en el extranjero, pensaba en la muerte. Pero estas palabras aparecie-
Estados Unidos contra el Reich, Alemania acelera la destrucción del se- ron un día antes de su fallecimiento, y ardió pólvora. El Presidente era propietario
mitismo, ya que acusa al judaísmo internacional de todas las calamidades de una viña, y se creyó ver una alusión al alcoholismo, que no era cierto por lo
que ha sufrido el mundo. El éxodo de los judíos del Reich no ha tenido demás 34 . Leyendo el artículo, 60 años después, no se ve nada especial, aparte de
los resultados profetizados por los enemigos de Alemania, al revés: ellos ser un poco sonso, con un leve toque de mal gusto. Una semana después, el
han sido reemplazados por los arianos con obvias ventajas en todo y para Time publicó una nota respetuosa con la noticia de la muerte. Pero entonces
todos, excepto en la usura y en sectores afines, en los cuales son maestros entre los chilenos el primer artículo había causado furor, lo que fue magnificado
consagrados 33 • por el fallecimiento de don Pedro el 25 de noviembre; en sus funerales, las
grandes masas demostraron impresionantes sentimientos de dolor.
Es evidente que el cónsul no "informa" meramente, sino que expresa una opinión
que le parecía lo más normal del mundo. Es el núcleo de refugiados españoles el El embajador Bowers tuvo que impetrar la intervención del propio Roosevelt,
que llegó a dejar una herencia cultural y política muy lejana al extremismo, e quien dijo que el artículo en cuestión era "obsceno". Esto, a su vez, causó furor en
incluso lejana del marxismo, hasta el punto que no pocos de ellos estuvieron en la EE.UU. La intervención desusada de Roosevelt, fue respuesta a una petición ur-
trinchera enemiga de la Unidad Popular en 1973. Y de los inmigrantes judíos, no gente del embajador Bowers, que sabía lo delicado de la situación, la piel delgada
existió ni siquiera involucramiento político digno de mención en estos años. Líde- de los chilenos en estos asuntos, y que los alemanes estaban agazapados esperando
res comunistas como Marcos Chamudes y Natalio Berman, pertenecían a familias responder con artillería pesada las gaffes. De hecho, el cable de pésame de Hitler al
judías arribadas a Chile con bastante antelación a estos acontecimientos. En todo Vicepresidente, Jerónimo Méndez, fue escrito con palabras muy sentidas, extra-
caso, la polémica en la política chilena fue considerable sólo en lo que se refería a ñas en la boca del Führer dirigidas a un estadista del Frente Popular.
los espaüoles. La "cuestión judía" era algo tangencial, casi inexistente en el país EE.UU. tuvo como embajador al personaje más extraordinario en toda la histo-
hasta el presente, careciendo además de todo antisemitismo, aunque con algo de ria de las relaciones, un demócrata liberal como pocos ha habido, Claude G.
prejuicios anti-judíos en sectores medios y altos, propios al habla corriente de la Bowers (1878-1958). Antiguo orador demócrata e historiador, había sido em-
historia occidental. La política chilena ante la guerra "que venía y que llegó", y bajador en España en la Segunda República, y "antifascista" fervoroso durante
ante la inmigración judía, no fue muy distinta de la que siguió el mismo EE.UU. la guerra civil. Después del triunfo de Franco, había que trasladarlo. Cuando se
No iba a ser Chile el país vanguardista en formar un frente anti-nazi global. No le habló de Chile, seguramente respingó la nariz. ¿Tenía que irse a un país tan
hay que olvidar que Chile está al fin del mundo, aunque en su estructura íntima sea remoto( De su duda lo sacó el propio Roosevelt, cuando le dijo que la embajada
parte de ese mundo. en Chile, ':en nuestra lucha contra el fascismo, es un puesto de gran importancia
,
".
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para nosotros" 3'- Como Harry Barnes, más de 40 años después, venía con una que la Conferencia "ordenara" la ruptura de relaciones, Santiago y Buenos Aires
misión política de gran magnitud, "caerle bien a la nueva atmósfera política", pedían que meramente las "recomendara". En Washington esto no cayó nada
acercar al país a la órbita norteamericana y evitar, en la medida que pudiera de bien, y Cordel! Hull tuvo un exabrupto con Welles, pero FDR aconsejó acep-
hacerlo, toda polarización interna. tar las cosas como estaban. Se esperaba que las elecciones presidenciales del2 de
febrero de 1942 decidirían también la política exterior de Chile.
Estuvo hasta 1953, ¡l4 años! Después presentó sus memorias, publicadas en
español como Misión en Chile (1957). Están escritas en tono naiv, haciendo Se formaron dos grandes coaliciones. Una, de centro-izquierda, llevando a un
esfÍJerzo por halagar a los chilenos, un país de Jauja. Nadie puede tomarlas en claro anticomunista con apoyo de los comunistas, socialistas, radicales y los libe-
serio. Mas "don Claudia" no era naiv. Sus informes y mensajes al Secretario de rales que seguían a Arturo Alessandri. El designado, Juan Antonio Ríos (1888-
Estado dan muestra de gran conocimiento y sensibilidad de lo que pasa en Chile, 1946 ), triunfó de manera holgada. El Partido Conservador y parte de los libera-
sin ahorrar todo tipo de críticas. Otra cosa es que realmente estuvo encantado les se unieron al ibañismo en apoyar su caudillo, Carlos Ibáñez. Olvidaron al
en Chile, y que junto a su familia considerara que fue la mejor época de su vida. "tirano" que habían derribado en 1931, apenas ayer. Ríos saludaba con el signo
Claude Bowers llegó a intimar con toda la clase política; tenía una parcela en de la victoria, entendiéndose que era partidario de los aliados. A Ibáñez se le
Villa Alemana, cerca de Viña del Mar y Valparaíso; pasaba hasta tres meses de acusaba de pro-Eje, que estaba financiado por los alemanes ... Así se comentaba
vacaciones en el verano en Zapallar, el símbolo del balneario de clase alta. ¡Oh fuera de Chile. Para Time, el hemisferio veía en las elecciones la posibilidad de
tiempos! Aunque FDR no hacía caso del todo a "don Claudia", los presidentes escoger una política contraria al Eje 38 . Dentro de este país, nadie lo sabía. La
norteamericanos lo escuchaban, ya que lo sabían hombre de influencia. pugna electoral tuvo menos carácter internacional que la de 1938 39 . La mejor
demostración de esto es que al momento de reflexionar en la política exterior,
El último Canciller de Aguirre, y que continuó en su cargo hasta que asumió el
nadie, en círculos gubernamentales, pensó en cambiar la neutralidad, que era
nuevo presidente, fue Juan Bautista Rossetti (1903-1976). Era un político del
básicamente de no-ruptura. En todos los otros sentidos, Chile cooperaba con
mundo del ala más izquierdista del ibañismo, que se había unido con fervor al
EE.UU., aunque nunca al grado que estos exigían.
Frente Popular. Brillante, impulsivo en términos internacionales, era también
hijo del "antifascismo", lo que lo llevaría a un equívoco, el primer capítulo del El nuevo Canciller fue Ernesto Barros Jarpa, el "niño maravilla" de 1922 y de
extraño choque con Washington que finalmente condujo a la ruptura. los Protocolos de Washington. Asimismo había sido el negociador chileno por
lo de la deuda externa en 1935. Abogado de inversionistas externos, en 1938
Había dos principios de la política de Chile hacia la guerra que parecían artícu-
ayudó a fundar el Instituto Chileno-Norteamericano de Cultura, que con los
los de fe: neutralidad y convergencia con Estados Unidos. Hasta Pearl Harbor
años sería una fuerte instancia de contactos entre los dos países. El nombra-
no mostraba incoherencia; después del 7 de diciembre de 194lla política en
miento lo recibió en parte porque era hombre de confianza del León, quien
cuestión era completamente contradictoria. La primera impresión de los nor-
había jugado un papel significativo en la elección de Ríos. Ernesto Barros era
teamericanos fue que Chile entraría rápidamente al frente anti- Eje. En la tarde
"wilsoniano" sin decirlo, es decir, creyente fervoroso en la necesaria primacía
del 7 de diciembre, el embajador en Washington Rodolfo Michells, ingeniero
del derecho internacional en la política mundiaL Todo, como a pedir de boca
y ex senador radical, hijo de norteamericana, le comunica al Departamento de
para el gusto de Washington. Las cosas, sin embargo, no eran tan sencillas.
Estado que Chile había tomado todas las medidas para proteger el envío de
"material estratégico" 36 . Días después, fue el propio Canciller Rossetti quien, La primera declaración del nuevo gobierno, instalado el 2 de abril de 1942,
adelantándose a cumplir el acuerdo de La Habana, se apresura a convocar una aunque vaga, mantenía la neutralidad, y esa era la política que proseguía con fe
reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores americanos. el propio Barros Jarpa, quien sostenía que sólo "hechos nuevos" podían alte-
rar la política chilena, es decir, llevar a la ruptura de relaciones. Para el mensaje
La iniciativa de Rossetti fue severamente criticada dentro de Chile. Al parecer,
del 21 de mayo, Ríos advierte que desde el territorio nacional no se podrían
informó a los norteamericanos de una ruptura con el Eje, voluntad que no exis-
llevar a cabo "actos hostiles" contra EE.UU. y sus aliados 40 • Cuando en el
tía en La Moneda 37 . De esta manera, el enviado norteamericano aRio, Sumner
curso del mes siguiente arreció la presión tanto norteamericana como de un
Welles, se llevó una sorpresa cuando allí a Rossetti no le quedó más remedio que
creciente número de dirigentes chilenos, la Cancillería publica una declaración
confirmar la política chilena, que era de cooperar con EE.UU., proclamando la "no
que es apoyada por el Senado, en un acto inusual, por casi unanimidad, votan-
beligerancia", pero no rompiendo con el Eje. Chile y Argentina se opusieron a
do en contta sólo los dos senadores comunistas, que en esto nadie tomaba en
la propuesta norteamericana, apoyada por el resto de los países latinoamericanos,
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1 JOAQUÍN FERMAND01S H.
serio. En el Senado, en seión secreta, el Canciller declaró que si antes él mismo financiara noticiarios radiales en América Latina, lo que servía además para
había afirmado que no había presiones de EE.UU. "hoy tengo que poner el detener el flujo de las agencias informativas del Eje, no demasiado fuertes en
mismo énfasis para decir que esa presión existe, y en términos absolutamente realidad. Las fundaciones norteamericanas aumentaron sus invitaciones, los sindi-
desmedidos e inaceptables" 41 . Pero no se podía entregar el destino del país a catos comenzaron a tener contactos sistemáticos y a canalizar fondos para sus
las conferencias panamericanas, pues "sabemos muy bien quien tiene mayoría congéneres locales; en algunos puntos, como en el sector marítimo, lograron ejer-
en estas reuniones", en alusión a la falta de democracia en la gran mayoría de cer una influencia en el mediano plazo en una orientación anticomunista.
los países americanos. Mas, sobre todo, en esto años, el enemigo declarado era la "Quinta Columna",
La declaración pública de Barros Jarpa sostenía que "el Gobierno se mantiene la conspiración orquestada desde Alemania nazi para, llegado el momento, to-
fiel a sus compromisos de solidaridad continental". Sólo "hechos nuevos" mar el poder en algunos países de América Latina., tal como habría ocurrido en
podrían hacer variar su actitud: un ataque a la navegación chilena, al Canal la Europa ocupada. Ingentes cantidades de hombres del FBI -o de su rama de
de Panamá o un ataque en las costas del Pacífico sur americano 42 . Si hubo espionaje creada durante la guerra, el OSS, antecesor de laCIA-, se dedicaban
apoyo unánime, es porque en la sociedad chilena la política de neutralidad, a descubrir la trama de esta vasta maniobra que cubría con sus redes a los países
entendida como "no neutralidad moral" y como apoyo a EE.UU., no era cues- de la región. Los informes sobre Chile, de los que hay una amplia cantidad en
tionada mayormente. Ernesto Barros enristró una política de tono altamente los archivos norteamericanos, son casi rutinarios, y se podría decir, inventados
jurídico, en gran medida porque había sido el medio seguro con el que Chile en serie: "Armamento alemán ha sido importado a Chile como maquinaria
había enfrentado al sistema internacional. Para el Canciller, si se cedía en las agrícola, e internado a través del puerto de Corral" 45 • Es cierto que los respon-
presiones, se "desplomaba el fundamento del panamericanismo", que era el res- sables en Washington, y en la Embajada el mismo Bowers, escasamente creían
peto a la soberanía43 . Al embajador Michels le decía, todavía en septiembre, que en el "peligro" 46 , pero existía un amplio círculo de creyentes o de tentados con
no "tenemos duda que siguiendo la posición que hemos adoptado podremos esparcir este tipo de rumores.
vernos confrontados con la ruptura de relaciones, pero como US. Muy bien
Quizás es innecesario decir que esto era la punta del iceberg, pero en el senti-
sabe esa ruptura se haría sin presiones extrañas y resguardando en absoluto nuestra
do que apenas había una puntita, y nada más. Aparte de las actividades de
libre determinación" 44 .
propaganda que declinaron al estallar la guerra, y de la diplomacia normal en
Esta era la versión de Barros Jarpa de una "utopía jurídica", como se podría llamar cualquier caso, la influencia alemana en la política local en América Latina y en
a su postura en relación a la guerra. Utopía sólo en sentido limitado, ya que un Chile fue bastante escasa. En términos de orientación hacia el conflicto, el
país pequeño, por el mismo hecho de serlo, no se puede permitir un pragmatismo caso de Chile demuestra cómo los países con una tradición relativamente
que sea sinónimo de incoherencia, pues se lo llevaría el ventarrón del temporal. autónoma, habían seguido las aguas norteamericanas en la estrategia funda-
Sin embargo, en 1942 esta lógica empezó a estrellarse contra un muro de concre- mental. El Washington de la opinión pública, del Senado y de la gran prensa,
to armado. En "la guerra del 39", el conflicto llegó al continente mucho antes tendía a propagar lo de la "Quinta Columna"; pero desde el Washington de la
que lo hizo en la "guerra del 14". Y Chile no podía librarse de una situación Casa Blanca y del Departamento de Estado, el panorama parecía diferente.
Uamada "guerra mundial". Y no sólo por la presión norteamericana. También, no se debe olvidar, que no tiene nada de extraño que en la atmósfera
de los años 1941, 1942 y 1943, cuando no se estaba seguro del desenlace, la
Claro que esta existía. Y en un grado jamás vista antes; y es posible que tampo-
fantasía de un peligro se hubiese exacerbado.
co vista después. Empezando por el tamaño de la Embajada, que pasó de tener
un equipo de 40 personas en 1940, a tener 200 en 1945 y 300 en 1950. Se Lo que cambió las cosas fue la presión directa, política y diplomática de
convertiría no sólo en un interlocutor diplomático con el Gobierno y el Estado Washington. Sin embargo, no se debe ignorar que hubo una fuerte pugna, y una
chilenos, o en representante de intereses norteamericanos; sería también un parte del país, de la "clase política", incluyendo a intelectuales y sectores profesio-
actor en la vida política en general, en la sociedad y en la cultura. Se dio una nales no siempre movilizados políticamente, se alineó con la ruptura. ¡Neutrali-
fuerte política comunicacional que envolvió incluso a Hollywood. Un par de dad o ruptura? Este fue el dilema político principal en el segundo semestre de
generaciones escucharía las noticias al almuerzo y en la cena gracias al "Reporter 1942. A esto cooperaron los recursos humanos y financieros de los norteameri-
Esso" a partir de septiembre de 1941. En realidad, el Departamento de Esta- canos, pero el dilema en sí mismo no fue una hechura de la "inteligencia" o del
do le había pedido a la Esso que, como colaboración al esfuerzo de guerra, "imperialismo". Reflejaba un problema más que básico de la política mundial:
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que la guerra, más allá de un conflicto entre estados, era también un conflicto
EE.UU. precipitó una confrontación tácita, pero estruendosa. El Departamen-
entre formas de vida, lo que incidía en lo más profundo de estas sociedades.
to de Estado había invitado a Barros Jarpa a visitar EE.UU., pero el Canciller se
Aparte de la división política, en cuanto que la izquierda era más proclive a la resistió, temiendo presiones que quizás no pudiera resistir. En el fondo de su
ruptura, las fuerzas que apoyaban esta alternativa comenzaron a fortalecerse día corazón, era plausible que quisiera la ruptura, pero por una excusa entregada
a día. En el alto nivel de Gobierno, al embajador Michels, se añadieron cuatro por el Eje, que encajase perfectamente dentro de su política "hechos nuevos", es
ministros, el jefe de gabinete, el Ministro del Interior, Raúl Morales Beltramí; el decir, que añadiera algo a la situación del momento de la Declaración del 25
Ministro de Hacienda, Benjamín Matte, el de Economía, Pedro Alvarez Suárez, de junio. A continuación Roosevelt invitó al Presidente Ríos a visitar EE.UU.
y el de Fomento, Osear Schnake, este último con pronunciamientos públicos Los norteamericanos imaginaban que no podía partir de Chile sin haber roto las
que incluso molestaron a Ríos 47 . Pero no se crea que eran marionetas. Incluso, relaciones con el Eje.
para tener una salida que creían honorable, intentaron negociar la ruptura, es
Existe una confusión. Los mensajes indican claramente que la idea de los
decir, obtener ventajas económicas directas a cambio de ella. Fue una maniobra
norteamericanos era "viaje después de la ruptura". Los chilenos, o Ríos sin
torpe rechazada de inmediato por el Departamento de Estado 48 , y que demos-
conversado a fondo con el Canciller, parece que creían que tras la visita, con
traba un extraño desconocimiento acerca de la realidad internacional, propio a
apoyo militar adicional, se podría anunciar la ruptura después de regresar a
tantos chilenos.
Chile. En el ambiente de EE.UU., una actitud de este tipo era inimaginable.
A medida que la presión abierta de EE.UU. fue destacándose con mayor clari- Incluso los responsables del gobierno norteamericano expresaban genuina
dad, más miembros de sectores tradicionales de poder se sumaron a las filas de la indignación moral ante lo que veían como falta de cooperación por no ir a la
ruptura, como Gustavo Ross, quien incluso durante la guerra asesoró a sectores ruptura, ¡cómo habrá sido la de los medios de prensa! Le iban a proporcionar
de la "Francia libre" en EE.UU.; también el líder liberal y senador Hernán Videla Ríos un trago amargo. El editorialista del The Washington Post decía, en junio,
Lira (1903-1982 ), presidente de la SONAMI, vinculado fuertemente a EE.UU. que el caso de "Chile, desde el punto de vista de EE.UU., nos deja perplejos,
por las exportaciones minerales facilitadas por el convenio con la Metals Reserve por decir lo menos ( ... ) El Presidente Ríos en más de una ocasión ha expresa-
en enero de 1942. A través de folletos y libros con colecciones de artículos do, en palabras, es cierto, su adhesión al ideal de solidaridad continental; pero
existió una nutrida discusión al respecto49 . Las actividades de las respectivas co- comienza a parecer como que sus manifestaciones de lealtad a ese ideal son
lonias estaban restringidas, aunque era la alemana la que estaba sometida ama- sólo fingidas" 52 . Ríos partía elll de octubre a Washington, un viaje ya plani-
yor escrutinio 50 . Esta sufriría hondamente los estragos de la guerra, después de ficado en todos sus detalles.
la cual los diplomáticos alemanes encontrarían una colonia menos influyente de Según todas las evidencias, Sumner Welles, Subsecretario de Estado, fue el
lo que esperaban 51 . Fueron las víctimas chilenas de la "guerra total".
encargado de cortar el nudo gordiano y propinar un cachiporrazo a los chile-
Para la mayoría de los chilenos, la guerra era un fenómeno remoto, casi un puro nos. El 8 de octubre, en un discurso en Boston en referencia a Chile y Argen-
suceso noticioso, como lo sería cincuenta años después la Guerra del Golfo en tina, dijo que en el hemisferio había "dos repúblicas" que permitían que sus
1991. Era, además, un fenómeno entretenido. La lectura de los informes sobre hermanos fueran "apuñalados por la espalda", aunque confiaba que eso no
la evolución de los frentes de guerra, escuchar en las noches los noticieros en duraría mucho 53 . En Chile, las palabras tuvieron un efecto sísmico, instantá-
"onda corta" de las radios de los diversos países, fue una atracción fascinante. neo. Ríos canceló el viaje y lo que se podría llamar opinión pública reaccionó
La lectura de las Selecciones del Reader)s Digest se popularizó en Chile en estos con indignación. Desfiles delante de la embajada norteamericana, protestas
años, y la asistencia al cine ("biógraJ:o") tenía como aperitivo el noticiario de múltiples, una carta pública del viejo León, acusando a Welles de ebriedad (y
guerra, muy apetecido. Al igual que durante la Gran Guerra y para el caso español, algo más) y otras manifestaciones. Pero a los pocos días empezaron a surgir
en algunos hogares los mapas con avances y retrocesos de tropas se registraban reacciones diferentes. De los partidarios de la ruptura, pero también de los
en mesas instaladas en forma permanente. Había agitados debates en la calle, dirigentes gubernamentales, que se dieron cuenta que topaban con la "hege-
bares, reuniones sociales, a veces en el mundo académico o político. Con todo, monía"_ Y percibieron que Chile, cuando se orillaba un gran conflicto global,
no pasaba de ser un fenómeno marginal, pasajero, con su cuota de leyenda y tenía menos que decir de lo poco que ya imaginaban.
fantasías. La guerra, hay que decirlo francamente, fue una especie de entretención, El discurso de Welles fue ocasionado, en las apariencias, por el descubrimiento de
no muy distinta a lo que sucedía en EE.UU. en 1939 y 1940.
un grupo de espionaje alemán en Chile, en Santiago y en Quilpué. Sus miembros
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pertenecían casi todos a conocidas tamilias alemanas. Parecía confirmarse la Se requería de otras más. Desde luego convencer al Senado, que había estado
denuncia de la "Quinta Columna". Se acusó al gobierno y, especialmente, al con casi unanimidad apoyando la neutralidad que, como se ha visto, se limitaba
Canciller, de haber seguido este asunto con negligencia. ¡Ahí estaba la prueba a "no-ruptura". No había habido "hechos nuevos". Las sesiones secretas no
acerca de las actividades del Eje en Chile! Barros Jarpa respondía con increduli- presentan mucha novedad con el lenguaje público, sólo que los argumentos
dad, compartida entonces por muchos, de que no era posible que en Chile se están empleados con mayor claridad y carentes de circunloquios. Ríos, aunque
enviara información que sirviese pan hundir buques en el Caribe. En realidad, no estaba obligado, prefería consultar al Senado en un paso que, de seguro,
como se supo después, había algo de cierto en la afirmación norteamericana. todavía a esas alturas, le parecía algo atrevido.
La inteligencia alemana manejaba dos grupos, detenidos por la policía civil a Mientras en junio anterior la "no ruptura" había sido apoyada casi por unanimi-
fines de septiembre, y otro más en 1944. Pero no constituían uno que tuviera dad, ahora la ruptura obtuvo un apoyo de 30 senadores. La izquierda tenía su
que ver con la política ni con acciones chilenas. Eran partes de una red continen- posición fijada; el Partido Radical cambió en el segundo semestre del año, sin
tal para transmitir información radial. En esa época, aunque suene increíble; era mayor problema. Entre los liberales, los senadores Hernán Videla Lira y Gregorio
más fácil enviarla a Alemania desde el cono sur que desde el mismo Caribe, Amunátegui encabezaron la política rupturista a partir del discurso de Welles.
donde se originaba54 . Esos grupos se instalaron en Chile, usando a chileno- Otros diez, que se presumen del Partido Conservador, se pronunciaron en con-
alemanes que no imaginaban estar traicionando a Chile. Su existencia, tal como tra de la ruptura. Era una vuelta de carambola espectacular, y hecha sin mala
la de quienes colaboraban con la inteligencia norteamericana o inglesa, y años conciencia. Casi nadie lo reprochó. ¡Era en el fondo algo que pasaba tan lejos!
después se agregaría la soviética y la cubana, era parte de una red mundial En las sesiones secretas de fines de diciembre de 1942 y los primeros días de
que siempre se da en estos casos. No expresaba ninguna particularidad de la enero de 1943, los senadores que se pronunciaron a favor de la ruptura, esgri-
sociedad chilena. mían como argumento el "aislamiento" de Chile, que ya había sido adelantado
por el Canciller Fernández.
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juego en el inmenso conflicto que nos ha tocado presenciar es el choque japonés paralizara las exportaciones de cobre, en un momento en que este metal
de ideologías y tendencias profundas que afectan las raíces y el funda- era requerido, con intensidad, por la industria de guerra norteamericana. De
mento mismo de la cultura moral de los pueblos y la estructura social y acuerdo a lo más probable, esta era la única posibilidad de que la guerra llegara
política de todo orbe civilizado 59• a Chile con pólvora y todo. Los cañones quedarían para Chile. Pero los chilenos
Con estas palabras, Ríos asumió otro lenguaje, otro modo de explicar la situa- querían más, naturalmente. A partir de comienzos de 1943, llegó la hora de la
ción para anunciar un cambio total de la política frente a la guerra mundial, que renovación completa de un armamento obsoleto hasta lo indecible.
difería radicalmente de la seguida desde el siglo XIX. Para Chile, como sociedad Comenzó una estrecha relación de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), con su par
y cultura política, no era lo mismo qtúen ganara o no la guerra. Pero el supuesto norteamericana. Llegaron más de 150 aviones de tipo caza, la mayoría de entre-
sobre el que se actuaba hasta el momento, era que tampoco obtenía algo con namiento, un número nada exagerado según la tecnología de entonces. El Ejér-
tomar partidos en guerras "ajenas",. "extrañas", ni añadía poder a la "buena cito también recibió algún material, principalmente tanques livianos. La Armada
causa". Ahora en cambio, pertenecería al interés del país el elegir entre el "bue- tuvo que contentarse con equipos electrónicos, toda una novedad entonces, y
no" y el "malo". Esto no carecía de realismo, pero de una naturaleza diferente al con barcazas. Sólo a partir de 1945 pudo adquirir, baratas pero no regaladas,
anterior "realismo". Era también la aparición más directa de la hegemonía, de unas corbetas y fragatas de origen canadienses. La fuerza disuasiva de Chile, en
una manera como no se había sentido con el sistema de estados europeos del lo militar, no parecía haber aumentado de manera impresionante. Las cosas sólo
siglo XIX o de comienzos del XX. cambiarían después de la firma del Pacto de Ayuda Mutua en 1952.
La tormenta, ¿fue un tormento! Todo depende del tipo de "hegemonía" de que El Ejército tenía en estos años casi 24 mil hombres, y las fuerzas armadas en su
se hable. La ejercen, cada uno en su nivel, pequeños y poderosos. La de estos conjunto llegaban a alrededor de 35 mil60 • Además había que mantener un grueso
últimos, finalmente, será benigna o constituirá una férula pesada en relación a la contingente de personal en retiro, incluyendo pensiones importantes a cientos de
complejidad y liberalidad de su civilización. Por más que EE.UU. en un rapto generales y almirantes en esa condición. Por otro lado, es el sistema universal por
de inocencia homicida pueda arrasar una ciudad con un nuevo producto de la medio del cual se obtiene una constante renovación de personal en un oficio que
ciencia, para que los muertos -combatientes y, sobre todo, civiles- sean una lo necesita como el que más. Se debe anotar, que el sistema de pensiones, junto al
disuasión a la continuidad de la guerra, ofrecía nueva y hasta mejor vida al ven- contabilizar a Carabineros como "institución armada" a partir de 1973, es lo que
cido. No se podía decir lo mismo de otros participantes activos del conflicto. distorsiona el gasto de defensa de Chile, que lo hace aparecer desmesurado en
Fue una suerte que ese fuera el tipo de hegemonía con el que Chile se encontró. algunas contabilidades. En los veinte años de la segunda post-guerra, el grueso del
equipamiento fue de origen norteamericano. ¿Es mucho lo que esta incorpora-
ción cambió la orientación de las fuerzas armadas chilenas! No parece.
Las fuerzas armadas y su nuevo "aliado natural"
Si se mira lo organizativo, en las doctrinas de combate, en la "cultura militar",
Existe un campo en donde la guerra sí tuvo un efecto duradero, en las Fuerzas en todo aquello que hace de un instituto armado uno que aspire a estar a tono
Armadas. Chile había comenzado a comprar elementos en EE.UU. en los años con fuerzas armadas de la segunda mitad del siglo XX, en todo ello la transfor-
1930. Durante la guerra, un temor en parte fingido y en parte real, era la sensa- mación sería significativa, aunque con mayor peso en la FACH. Es cierto que se
ción de estar inerme ante un conflicto que efectivamente llegara a esta zona. mantuvieron otros aspectos, como un ethos (ideal) británico en la Armada, algo
El país sólo pudo comenzar a aprovechar la Ley de Préstamos y Arriendos des- del espíritu prusiano en el Ejército. Aunque en la marina las simpatías por
pués de la ruptura con el Eje en enero de 1943. Las mismas Fuerzas Armadas Inglaterra se trasladaban a simpatías por los aliados, no era más que tema de
argumentaban que ella favorecería equipar a las instituciones con armas más que conversaciones privadas. En el Ejército, el general Carlos Escudero, Comandan-
obsoletas; era también uno de los argumentos del Gobierno y en el memorandum te en Jefe durante la mayoría de los años de la guerra, le decía al agregado militar
de Raúl Morales a Roosevelt se pedía armamento específico. Se veía cómo Perú norteamericano que él mismo era uno de los pocos oficiales abiertamente parti-
lo obtenía y Chile "se quedaba atrás". dario de los aliados 61 . Las opiniones no afectaban ni la política de las Fuerzas
Pero ya antes Washington había puesto sus ojos donde creía que había un peli- Armadas ni de la posición de estas dentro del Estado chileno.
gro real. A comienzos de 1942 se enviaron lOO soldados norteamericanos a En cambio, es en este momento de la guerra cuando se efectuó un primer
instalar artillería pesada en Antofagasta y Tocopilla. Se temía que un sabotaje arraigo, la noción en las fuerzas armadas de que el "aliado natural", entre los
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en abril siguiente. La primera echaba las bases de una renovación del sistema
"grandes", era el sistema interamericano liderado por Washington. El creciente
interamericano, y asistió el Canciller Fernández. Fue también uno de los primeros
entrenamiento de oficiales en EE.UU. y la presencia en Chile de "misiones"
testimonios de una posición conjunta en economía internacional de los países
norteamericanas, sobre todo la naval, crearon una simpatía de largo plazo. Con
latinoamericanos. Chile se batió por la admisión de Argentina a la siguiente Con-
todo, la orientación antimarxista, rara vez muy explícita, estaba influida tanto
ferencia de San Francisco, ya que podía estar excluida por no haber estado en
por la polarización dentro de la política chilena, como del casi universal papel
guerra con el Eje; en realidad, había una cerrada posición soviética al naciente
"no-revolucionario" de las fuerzas armadas en todo el mundo. En esta esfera,
Chile también era parte de la política mundial. Y, sin embargo, ni aun así la peronismo. La segunda, la Conferencia de San Francisco, era la que inauguraba la
primera prioridad de las Fuerzas Armadas, al pensar en términos internacionales, Organización de las Naciones Unidas (ONU), que simbolizaría desde entonces la
dejaba de ser la "seguridad nacional", en el sentido de que el principal peligro "política multilateral".
podría venir de los países vecinos, según observaba el embajador Bowers, y no la Las expectativas eran grandes, y los logros serían bastante avaros. Chile no
amenaza a la Doctrina Monroe 62 . podría estar ausente; además, a través de una suerte de ramificación, la Comi-
sión Económica para Améria Latina (CEPAL), creada en 1949, los diplomáti-
cos y "funcionarios internacionales" chilenos tendrían una participación
Chile declara la guerra
bastante protagónica hasta 1973. Concurrió una nutrida delegación, siendo
Sí, al final, Chile también ingresó formalmente a la guerra. Al comenzar 1945, su objeto de críticas por lo dispendiosa e inútil, aunque esta primera vez, los
relación con el conflicto tuvo dos episodios finales. Uno de ellos, nada de glorio- gastos de la conferencia misma, traslados, comidas, recepciones y demases,
so, fue la declaración de guerra a Japón. Para pertenecer a las futuras Naciones fueron copiosamente asumidos por EE.UU. que quería "echar la casa por la
Unidas, un país debía haberse encontrado en guerra con otro país del Eje. Chile ventana". La delegación nacional permaneció en San Francisco (¡delicias!) hasta
no podía permanecer aislado, pero no se acertaba a encontrar un motivo para el término de la Conferencia, en junio siguiente 64 • Era un microclima chileno
declararla. FD R quiso dar la excusa al solicitar a fines de 1944 que Chile encabezara de la coalición triunfante en la guerra. Iban desde conservadores hasta un
a los países que todavía no se habían sumado a la guerra. Juan Antonio Ríos mostró comunista, amén de funcionarios de gobierno. Presidida por el Canciller,
la misma indecisión que en 1942. En marzo de 1945 la urgencia no daba lugar a asistía entre ellos como figura protagónica en relaciones públicas, el senador y
sutilezas, y la hegemonía volvió a mostrar su rostro. Ell3 de abril de 1945 Chile líder del ala izquierda del Partido Radical, Gabriel González Videla. Hacía
declaró en forma oficial la guerra a Japón, con la excusa algo patética de que antes rato que era candidato presidencial. Los otros también tendrían aspiraciones.
de la ruptura, Tokio había anunciado que de romperse las relaciones diplomáticas, Entre ellos, Eduardo Cruz-Coke, destacado político y científico, llegaría se-
se consideraría en estado de guerra con Chile. Había sido una torpeza de Japón. gundo el 4 de septiembre de 1946, detrás de González, "Gabito".
En 1945 fue un momento triste de la historia diplomática de Chile, eso de Por estrellato, la delegación chilena no se quedó atrás. Fernández fue escogido
declarar la guerra a una potencia, que no nos había "ni agredido ni ofendido" por sus colegas latinoamericanos como portavoz para rendir homenaje a FDR,
(según una expresión usual en los "neutralistas" de 1942), que estaba práctica- recientemente fallecido (en Chile, Salvador Allende había dicho que "murió el
mente derrotada, quemada de norte a sur, y aguardando su turno Hiroshima y más grande americano"). El brillo de la diplomacia del país no se quedaba atrás.
Nagasaki. También fue una decisión atenida al "realismo político", imposible de Chile además trabajó con relativo éxito para que el principio de "respecto a los
sortear. Entonces y ahora, cuando los chilenos han puesto atención en Japón, tratados" fuera explícitamente reconocido. En este tema había una historia na-
han encontrado mucho de admirable, y estos mismos chilenos miran con incre- cional que apelaba a la necesidad de estos foros.
dulidad cuando toman razón de que el país estuvo en guerra declarada con el
gran país asiático. Fue un acto de realismo que se ejecutó con poca elegancia.
Hay que decir, en todo caso, que hasta los oídos del siglo XXI resuena la primera
réplica del canciller Fernández a Bowers, en diciembre de 1944, que una dicta-
dura como la de Bolivia estaría representada en la ONU, pero no la democracia
chilena63 .
El segundo episodio fue el último acto de la guerra y el primero de la post-
guerra, las conferencias de Chapultepec en febrero de 1945, y la de San Francisco
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CAPITULO VII
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MUNDO Y FIN DE MUNDO i CHILE EN L' POLÍTICA MUNDIAL )OAQUÍK FERMANDO!S H. CAPITULO Vll 1 EL SISTEMA CORFO Y LA ERA DEL "SUBSIDIO"
Estaban también en los ingenieros que representaban a los nuevos proyectos oposición. Los recursos para ambos conceptos se buscarían en fuentes externas;
industriales, como Walter Müller. Para estos, la historia "de la industria manu- y el organismo que los manejaría tendría un carácter público (estatal), pero con
facturera en Chile y en los demás países, evidencia la necesidad de un recinto gran autonomía. El pato de la boda serían los intereses extranjeros y el Tío Sam,
nacional protegido de competencias exteriores". Sólo se puede importar hasta el grueso de los recursos iba a provenir de fuentes norteamericanas. El resultado
"la cantidad que la industria nacional no pueda abastecer" 4 . Estas ideas eran a fue la.. Ley 6334, aprobada gracias a que Aguirre logró obtener el apoyo de
peclir de boca para el impulso del Frente Popular; la mayoría del país, de su clase algunos parlamentarios liberales; en el fondo, parece, hubo un acuerdo en líneas
política, y de una mentalidad que penetraba profundamente en la conciencia generales que comprenclió a los partidarios de ambos sectores.
colectiva, las sostuvo casi de manera inalterable hasta 1973, por lo menos. La idea básica, que se había escurrido por todos los intersticios en los años 1930,
La "planificación de la economía nacional" era uno de los objetivos básicos del era que al país le faltaba un "plan", y se había "vivido permanentemente, solu-
programa del Frente Popular. Con el triunfo de Aguirre en 1938 se anunció que cionando los problemas del momento mediante fórmulas circunstanciales".
esta sería la política del nuevo gobierno. Se hizo saber a los norteamericanos que Ahora, rezaba el Proyecto, se trataba de reemplazar esa política, "por otra, per-
Alemania habría ofrecido créclitos para impulsar estos planes, sobre todo para fectamente organizada, dentro de un programa elaborado con sentido práctico
una refinería de cobre; pero que "una poderosa corriente de opinión" prefería a y de acuerdo con las conclusiones que la ciencia y la experiencia económica
los Estados Unidos 5. Lo que se quería no era colocar instrumentos financieros aconsejan" 8 . El Ministro Wachholtz añadió que lo esencial del plan sería el "a u-
en el mercado norteamericano, sino que se otorgara un préstamo de Estado a mento y mejoramiento de la producción exportable, la disminución de algunas
Estado, por medio del Export Impon Bank6 . Se jugaba tácitamente con la idea importaciones que serán sustituidas por importaciones nacionales", como me-
de que un banco cuasi-público como aquel, podría ser más manejable para una dio para lograr mayor intervención en el comercio externo y mayor inversión de
posible reprogramación de la deuda; un préstamo en el mercado ponía a cual- capital 9 • La Sociedad de Fomento Fabril planteó su oposición, en principio, a
quier gobierno sin retirada ante los vaivenes económicos. todo gravamen, por "ser freno a la producción". Pero apoyó casi sin reservas el
proyecto, sobre todo porque le garantizaba una representación en el Consejo,
El impulso para poner en marcha el plan de industrialización se originó en el
aunque habría que buscar créclito externo. Justificaba la Corporación por la
terremoto de Chillán del 24 de enero de 1939. Aunque el de mayo de 1960
necesidad de reconstrucción, lo que no podía hacerse sin "un plan de fomento a
sería más fuerte, éste costó más víctimas, alrededor de 30 mil. Fue noticia mun-
la producción y orientación de las actividades económicas del país" 10 .
dial y Pedro Aguirre solicitó la ayuda del mundo la que, en términos de la época,
llegó con generosidad. El gobierno impulsó una legislación para reconstruir las La idea de que hubiera un grado de dirigismo económico no era discutida. Por
zonas afectadas, que se descomponía en dos partes. Una de ellas iba directamen- otro lado, en las argumentaciones de la época se le otorgaba un lugar al poten-
te a la reconstrucción, y demandaba alrededor de 50 millones de dólares de la cial de exportación del país; pero una verdadera exportación era aquella de
época; y también se pedía unos 70 millones de dólares para promover una cor- productos manufacturados, que sólo estarían disponibles después que se hubiera
poración encargada del desarrollo económico. Esto desató una suerte de guerra desarrollado la "industria nacional". La tentación dictada por la costumbre, la
civil política entre el Presidente y las fuerzas frentistas por una parte, y la de medirse en términos puramente "nacionales", es decir, de un mercado cauti-
oposición de derecha por la otra. Se abrió la batalla política en la que el gobierno vo, era demasiado fuerte. Este era el talón de Aquiles de todo el sistema, y no se
veía la realización de un designio superior. La oposición no lo veía de manera trata de una simple medida económica. Desde el siglo XIX, existen casos en los
muy diferente 7• Hubo un debate en torno a la constitucionalidad del veto cuales ciertas economías han protegido relativamente algún sector de su pro-
presidencial, que preludió una disputa mucho más grave en 1973. ducción; pero, lo que fabrican para la exportación, lo miden de acuerdo a los
requerimientos cualitativos, el standard, de la economía munclial. Jamás se daría
El gobierno presentó la propuesta de reconstrucción de las zonas destruidas o
ese salto en Chile en los años de "sustitución de importaciones".
seriamente dañadas. Los críticos denunciaban la posibilidad de una expropia-
ción escondida en los impuestos que vendrían, o al menos daría un arma tan
formidable al Gobierno, que redundaría en un control político total. En medio
El debate.
de un encendido debate, y de giras de Aguirre a lo largo de la zona amagada
exacerbando sentimientos antiderechistas, en Santiago el Ministro de Hacienda En ese entonces, la CORFO no fue muy criticada por consolidar un cinmrón
Roberto Wachholtz, de acuerdo con el Presidente, maniobró y negoció con la protector en torno al país. La crítica se concentró en la posibilidad de que mayores
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impuestos agobiaran a la economía H. Desde la derecha, se daba por hecho que La idea de que el "capitalismo", o sea, el "sistema", sólo podía ser salvado por la
"las ideas de autarquía económica que dominan hoy en casi todos los países del intervención en grado variable del Estado, era común a las categorías económi-
mundo" imponían la creación de un mercado nacional, según decía el diputado cas de la gran mayoría de los actores. En estas palabras inaugurales, se va un
conservador Enrique Alcalde. Se oporría a desarrollar una industria de exporta- poco más allá, se determina la casi irrelevancia del metro externo. A mediano
ción -el objetivo final de la CORFO, se pensaba-, pues "sólo se lograría hacer plazo, esto sería el obstáculo más grande para el éxito del sistema.
más intensas las crisis que periódicamente azotan la economía mundial" 12 •
Una de las pocas cabezas que defendía de manera sistemática y con gran nivel, la
idea de una economía esencialmente de mercado era Héctor Rodríguez de la Los años fundacionales: punto de referencia
Sotta (1887 -1967). También era escéptico de la idea de una industria de expor- La Ley 6334 que creó la CORFO, contenía indicaciones tributarias que se ma-
tación, tal como estaba planteado en el proyecto de la CORFO. Su crítica tenía terializaron en la Ley 6640 y, dos años después, en la 7046. Aunque se preveían
sin embargo un matiz certero en cuanto a ver su tremenda limitaciórr: tributaciones internas, por redistribución tributaria, parte del presupuesto
Un plan de fomento que no se conoce (... )que se va a empezar a estudiar inicial en moneda dura de la entidad, provino de un cese parcial del pago de la
por la Corporación que crea esta ley (... ) ¿Qué se diría de una empresa deuda externa, prácticamente paralizando los efectos de la Ley 5580 (Cap. V).
industrial cualquiera, pongo por caso la Compañía de Papeles y Cartones, La mayor parte, venía del endeudamiento con entidades públicas externas, en
si tomara el acuerdo de hacer fuertes inversiones, de tomar créditos por especial en la década de los 1940 con el Export-Import Bank, creado por la
treinta, por cuarenta o cincuenta millones de pesos, con el objeto de am- administración Roosevelt.
pliar sus instalaciones y aumentar sus producción exportable para colocar Tras las políticas del banco, estaba también la intención de Washington de que
papel en el extranjero y que, después de realizados todos estos gastos (... ) sus créditos fueran otorgados de tal modo que se pudiera contener el nacionalis-
entrara a estudiar si había posibilidad de colocar esta producción exporta- mo económico latinoamericano; es decir, era parte del andamiaje que culmina
ble en el extranjero? Sencillamente, se diría que los directores de esa Com- con Breton Woods en 1944 y la construcción del orden económico mundial de
pañía eran unos insensatos, y con toda razón 13 . la segunda post-guerra15 . En Chile, a los diez años, se habían obtenido por este
Es decir, este político conservador apuntaba a que el proyecto de la CORFO no medio 108 millones de dólares empleados de preferencia en la adquisición de
se podía orientar a un mercado más allá de las fronteras, el único que servía de bienes de capital, en momentos en que las exportaciones anuales del país eran
medida para juzgar el desarrollo económico. 140 millones de dólares en 1940 y, la cota máxima, 470 millones en 1952,
siendo el promedio de unos 250 millones anuales 16 •
Pero el razonamiento que apoyaba a la CORFO, mejor dicho, la "sustitución de
importaciones", no podía estar más lejos de esta idea. Se toma como ejemplo, Más importante, la legislación de la CORFO representó otro impulso en el alza
antes que un lenguaje marxista, a un firme defensor del proyecto en el Senado, tributaria al que fueron sometidos los intereses norteamericanos del cobre 17 .
al radical Rubén Azócar (1901-1965), quien sostenía el carácter "científico" de Significó un alza de un 10% del impuesto a los ingresos; y vendría otra en 1942
la "economía planificada": que llevaría la tributación a alrededor de un 50% de las rentas. Era el comienzo
de la historia del "mito del cobre", el cuerno de la abundancia que se derramaría
(La economía planificada) es la única que puede salvar al capitalismo, bienhechoramente sobre el país. Hasta el punto de que el attaché comercial del
porque con ella puede éste dar el bienestar y aumentar constantemen- a Embajada de EE.UU. se preguntaba si el apoyo de la derecha al alza de este
te el 'standard' de vida, y un régimen que no aumenta el 'standard' de impuesto no sería un ardid para debilitar a Aguirre Cerda18 •
vida en forma de llevar el bienestar a toda la colectividad, es un régi-
men que está fatalmente destinado a desaparecer ( ... ) todos los planes La CORFO se constituiría en una poderosa herramienta de poder político inter-
toman primero como mercado la economía nacional (... ) El mercado no en Chile, aunque sería forzar las palabras si se dijera que "se politizó". Los
externo es cosa secundaria, que corresponde a una insignificancia líderes técnicos tuvieron siempre la última palabra y era raro escuchar un juicio
en proporción al mercado interno. La economía planificada y los acerca deJa "ineficacia" de sus operaciones. Con su oficina en Nueva York,
principios de ella establecen que hay que preocuparse ante todo del abierta en 1940, tuvo un brazo que la constituía en actor externo autónomo.
mercado interno 14 . Al interior del país, fue una institución codiciada, aunque hasta 1970 no se
transformó en presa de empleo político. Sería una suerte de partido político
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"técnico", que representaría diversos sectores, aunque dominando figuras de Aceros del Pacífico es otra muestra. Sobre todo, ayudó al establecimiento
técnicas de gran relieve público. El caso de Raúl Sáez (1913-1992), el más alto de la industria de bienes de consumo, de manera que por muchos años, los
exponente por cuatro décadas, es todo un ejemplo 19 . productos importados pasaron a ser una rareza, mezcla de exotismo y de teso-
Más adelante, bajo la inspiración de la CEPAL, el proyecto se racionalizó como ro escondido.
"sustitución de importaciones". Bajo la guía y protección del Estado, una A quienes venían desde Argentina, les llamaba la atención la baja calidad de los
economía como la chilena debería crear una industria pesada y de consumo productos chilenos y de los medios con que se desenvolvía la vida material
protegida. Entonces no se despilfarrarían las escasas divisas en importaciones cotidiana. Los precios estaban terriblemente distorsionados. En 1956, un nor-
que se podían producir en esta economía. Una vez creada la base industrial, teamericano observaba que el llamado por teléfono desde una cabina pública
sus productos empezarían de manera gradual a ser competitivos y la "madura- costaba un centavo, mientras que en EE.UU. era de diez; de esta manera, la
ción" de la economía permitiría acceder a una apertura; sólo entonces se empresa no tenía incentivos para la inversión y ampliación 24 • Eso fue lo que
podría abandonar la categoría de "periferia", según rezaría después la nomen- pasó. Los autos se habían sobrevalorado y el mercado de capitales, aunque
clatura de la CEPAL.
tenía sus ventajas, estaba paralizado por las regulaciones. Se veía y no se veía el
Este mundo de ideas nutría una profunda desconfianza hacia la capacidad es- problema central. Se quería "sustituir" las importaciones, pero se desarrollaba
pontánea de la economía de mercado, o "capitalismo" si se quiere, de poder una industria de consumo que requería de bienes de capital. El Banco Central
impulsar el desarrollo. Obedecía a la idea de que en la naturaleza de las grandes señalaba, con frialdad lejana, que "hay que invertir la mayor parte de los aho-
economías, y de las grandes potencias que la representaban, se escondía algo así rros monetarios ( ... )en la adquisición de nuevos bienes de producción", pero
como un "reparto injusto" de las riquezas. Anidaba en su corazón lo que des- "la escasa producción de bienes de capital que existe en el país" dependía de
pués se llamó "estructuralismo" y, en un desarrollo posterior, consecuencia y "una tasa de capitalización efectiva" muy baja 25 . Era el cuello de botella del
paralelo a la vez, la "teoría de la dependencia". Su remoto origen está en las que no se saldría en los años del "Estado de compromiso".
ideas políticas en torno a los autoritarismos de la Europa "subdesarrollada" de El "sistema CORFO", otra manera de bautizar a este período, confirmó una
20
los 1930 . Con todo, en Chile la práctica y el lenguaje provienen del desarrollo tendencia económica secular, la dependencia de la exportación de una sola
económico y político de los treinta, y eran casi unánimemente sostenidos 21 . materia prima. Las expectativas se fijaban en el aparentemente caprichoso movi-
La Segunda Guerra Mundial, al acentuar las regulaciones en los flujos comercia- miento del precio del cobre, que proporcionaba alrededor del 70% de las expor-
les, y la planificación en el desarrollo, le otorgó un gran espaldarazo a las ideas taciones del país hasta la segunda mitad de los 1970. Estaba la alternativa
22
de la CORF0 . Aunque los norteamericanos miraban con desconfianza la de aislarse de la dinámica de la economía mundial, de la que no se recibirían los
economía política chilena -reconociendo siempre la capacidad técnica de la beneficios del crecimiento de la segunda post-guerra. Esta idea, inseparable de
CORFO-, las razones generales de la época de la guerrá los llevaron a propor- una extrema regulación de nivel interno y externo, fue ganando adeptos hasta
cionar los recursos financieros, siempre avaros a ojos chilenos. Fortaleció lo que 1970. Fue la respuesta a lo que se vio como "desarrollo frustrado".
aquí se denomina "mentalidad de subsidio", la idea de que desde el exterior "se En los años de la guerra, el crecimiento económico fue mínimo. Los precios se
debe" algo a Chile; mientras esa "deuda" no se pague, no puede haber desarro- duplicaron entre 1938 y 1945. El alza de las expectativas y el aumento de la
llo en el país. Estados Unidos tendría gran responsabilidad en su crecimiento; si nómina de funcionarios públicos fue espectacular. ¿Se empobreció la economía
este no se producía, los intereses norteamericanos en el país tendrían que poner chilena con la guerra? No parecía. Existían carencias que impedían aprovechar la
lo suyo. Es decir, el cobre pagaría por él.
dinámica del mercado mundial, porque este sencillamente había dejado de exis-
tir. Dentro de esas circunstancias, a Chile no le fue mal. Se cerraron los flujos
Cuello de botella comerciales con Europa, salvo un pequeño canal con Inglaterra y los neutrales.
En parte por el mal recuerdo de la crisis de 1929, en parte por concepciones
Es cuestionable, sin embargo, en qué medida la actividad de la Corfo obedeció muy positiyas acerca del papel del Estado en la economía internacional, el
a una verdadera planificación. Ya en los 1950 esto se ponía en duda 23 ; en reali- Gobierno se concentró en solicitar ayuda a Washington para el desarrollo de los
dad, esta duda había sido anticipada por Rodríguez de la Sotta. Ayudó a desa- planes de industrialización. Al tenor de la documentación existente, casi parecie-
rrollar la industria energética. Endesa fue su producto más típico; la Compañía ra como si los chilenos quisieran "depender" de Washington 26 . En otro sentido,
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA M\iNDL>.L I900-2004j JOAQUÍN FERMANDO!S H. CAPITULO Vllj EL SISTEMA CORFO Y LA ERA DEL "SUBSIDIO" 1939-1973
en economía política internacional, se siguió con unanimidad las aguas de Las raíces de la "cuestión del cobre"
Washington. Los acuerdos de Breton Woods, que en agosto de 1944 dieron
origen a las principales instituciones económicas internacionales hasta nuestros En pocas cosas se vio más palmariamente esta realidad que en la política hacia el
días, merecieron aplauso universal y fueron aprobadas a comienzos de 1945 por cobre. La nacionalización de 1971 tiene sus raíces en estos años. El cobre es un
el Senado, sin oposición, ni siquiera de los comunistas. buen ejemplo de la mitología -en el mal sentido de la palabra- chilena del
siglo XX. En la segunda mitad del siglo llegó a ser artículo de fe el que los
"gringos nos hicieron lesos" con un precio artificialmente bajo del cobre duran-
La industrialización como meta te la Segunda Guerra Mundial. Después subió, y al cuantificar la "pérdida",
Salvador Allende afirmó en 19 51, que se habían perdido 600 millones de
Todo este período podría también denominarse como aquel del "desarrollismo", dólares, una cifra impresionante en el valor de la época 29 • Esta historia se sigue
para emplear un nombre que se haría común en los años 1950 en América Lati- repitiendo hasta nuestros días.
na. Viene a significar casi lo mismo que "sustitución de importaciones". El
desarrollismo pone el acento en el papel industrializador del Estado, en la Puro cuento. Es posible que el autor de este libro sea asimismo el autor del
"industria de chimenea" como "civilizadora" y en el gran consenso que evoca- único estudio detallado sobre este asunto 30 • Vale la pena retroceder un poco
ban estas políticas en un medio muy dividido en otros temas. Su espíritu aparece para aclarar este panorama denso de niebla. Tras el desplome del precio y pro-
diáfano en las palabras de Gabriel González: ducción de cobre entre 1929 y 1932, el precio se recuperó lentamente hasta
1937, pero sin alcanzar el nivel de 1929. La recesión norteamericana de 1937
La industrialización de los recursos naturales de que dispone el país es, lo bajó de 13 a 9 centavos la libra. Se recuperaría pausadamente hasta 1941,
como lo he sostenido y continuaré infatigablemente afirmando, el variando entre lO y ll centavos. En agosto de 1941 se fijó el precio máximo
fundamento de nuestro progreso futuro y la condición ineludible para en EE.UU. en 11.75 centavos la libra, y era el precio al que exportaban las
elevar los niveles de vida del pueblo y conferir a la economía chilena una compañías norteamericanas en Chile. Casi todo el cobre chileno se exportaba
sólida estructura que le permita, hasta donde sea posible, colocarse al a este valor a partir de entonces.
margen de las fluctuaciones que periódicamente conmueven a los mer-
cados mundiales. (Creo que) todos mis conciudadanos deben convenir Cuando se hablaba de "fijación", se hacía referencia a la extensa negociación
que la independencia económica nacional sólo la lograremos transfor- que llevó a cabo el organismo norteamericano respectivo, la Metals Reserve
mando a Chile, de país minero exportador de materias primas, en país Co., con el gobierno chileno. El cobre que cubría este trato se refería a aquel
fabril exportador de manufacturas 27 representado por la SONAMI, es decir, de la pequeña y a veces mediana mine-
ría. Pearl Harbor precipitó los hechos, y el Convenio se firmó el 26 de enero de
La in -dependencia económica y una verdadera inserción en la economía interna- 1942. De acuerdo a este, Chile exportaría la totalidad de su cobre -con una
cional se daría como resultado de los planes de industrialización. Este era el reserva de 12 mil toneladas para uso propio o exportar a otros países de la
canon del "sistema CORFO", y estaría vivo hasta bien avanzado los años 1960. región- al precio de 11.75 centavos la libra. La aprobación de este proyecto
Cuando la economía parecía marchar al borde del abismo, con una inflación estuvo vinculada a una última alza de tributación a las compañías, que llevó las
del 84% en 1955, y con ello arrastrando al país entero, vino la rectificación de tasas a más del 50%31 • Más todavía, el Convenio fue calurosamente recibido en
1955 y 1956, que conllevó consigo un ajuste. Esto fue posible por el estable- Chile. En el Senado, el Ministro de Hacienda Guillermo del Pedregal puso una
cimiento de un programa tanto de disciplina financiera como de apertura nota de alerta señalando que después de la guerra el precio volvería a bajar,
comercial limitada, de liberalización hasta cierto punto. Es interesante señalar como también la producción 32 • Había que aprovechar entonces esta época de
que se dio paralelo a otra política de liberalización, también relativa, el "Plan guerra para tener una tarifa estable y una producción creciente. Entre 1941 y
Prebisch" en Argentina, nada menos que conducido por el padre intelectual de 1945, el ingreso fiscal por concepto de retorno de las compañías pasó de 45 a 79
la CEPAL. Al igual que en 1925 con la Misión Kemmerer, se recurrió a una millones de dólares, un tercio del valor total de las exportaciones de entonces 33 .
comisión de expertos extranjeros, norteamericanos también, la Misión Klein-Saks, Esta idea yundió de tal manera, que llegó a ser artículo de fe en estos años. En
una consultora para dirimir entre las alternativas económicas que la política el memorando que Rios mandó a Roosevelt, por intermedio del ministro Raúl
chilena no podía efectuar28.
Morales Beltramí, se decía que una aspiración era que a Chile, en términos
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económicos, "le bastaría que los Estados Unidos congelara, estabilizándolo, el políticas reactivadoras independientes del mercado mundial; podían también
estado actual del suministro de sus materias primas" 34 . La producción alcanzaría modelar el carácter interno de la economía, independiente del mercado y hasta
en 1944 casi los 500 mil toneladas, meta que se logró nuevamente recién en de la clase empresarial. La creciente importancia no sólo económica, sino que
1959. Después de la guerra, una vez liberado el precio, este subió, pero también social y política de las empresas públicas, aseguraba un capital político contra las
bajó la producción mundial del metal. Ya en 1943los norteamericanos querían críticas o presiones. Además, la clase empresarial en líneas generales se dejó
desahuciar el tratado, pero los chilenos protestaban indignados. En enero de co-optar por esta tendencia, en la esfera de la estrategia económica, aunque la
1943 el Secretario de Estado Cordel! Hull decía que el Convenio era una barre- SOFOFA y la Confederación General de la Producción insistían siempre en los
ra al comercio, "fetter to trade" 35 . El embajador Bowers, por razones políticas, límites opresivos en que se dejaba a las fuerzas productivas. La candidatura de
pedía atender al deseo de conservar el Convenio. Hasta los comunistas exigían Jorge Alessandri (1896-1986) en 1958, líder de un poderoso grupo empresarial
mantenerlo 36 , ya que el temor de esta época era que después de la guerra los y ex presidente de la SOFOFA, indicaba un tipo de reacción crítica desde el
precios se deberían desplomar. No hubo ni una voz disidente en criticar el Con- punto de vista de quienes propiciaban dar más fuerza al mercado (Cap. XI).
venio. Es cierto que EE.UU. actuó como comprador monopólico. La verdad, Algunos líderes demócrata cristianos y el mismo Frei señalaron repeúdamente,
no podía haber mercado libre en época de guerra mundial. hacia el final de su gobierno, que la vía de impuestos y de recursos fiscales estaba
agotada. La tendencia hacia la intensificación del sistema CORFO se mostró, sin
embargo, irresistible.
Del impulso a la frustración
La CORFO constituyó un punto de referencia en general ampliamente respe-
tado en el Chile político y social. El país vio surgir una nueva estratificación
La contribución internacional como subsidio
social, en muchos sentidos muy positiva. El obrero industrial y sus poderosos Había un talón de Aquiles que afectó el desarrollo final de estos años, la "con-
sindicatos; el obrero y el empleado de cuello blanco del sector público; una tribución internacional", que aquí se llama "subsidio". En primer lugar, la
elite técnica de este sector, que trabajó para casi todos los gobiernos que economía nacional no quedó aislada de los vaivenes internacionales. Quedó
seguirían, incluso para la primera etapa económica del gobierno militar. Rela- vinculada a través de un hilo tenue al precio del cobre, y la promesa en él
cionado o independiente con estos procesos, la composición de los sectores implícita, que los chilenos imaginaban, que debería traerles los recursos para el
dirigentes experimentó un cambio significativo, con el surgimiento de un sec- crecimiento. Era una época de sueños en precios fijos, propia de la economía
tor industrial ligado a la "sustitución de importaciones", pero autónomo en lo política de después de la Gran Depresión. La idea era que el cobre cumpliera
social y cultmal a la irradiación del Estado. Parte de este fenómeno, fue el desa- esta función, siguiendo con la lógica que aceptó el convenio de 1942. En un
rrollo de una conciencia de "clase media", que siempre existió (y, memorando de Santiago al gobierno norteamericano, de febrero de 1951, se
presumiblemente, existirá), pero como nunca adquirió en estas décadas un asegura que "al Gobierno de Chile preocupa más que el precio mismo del
lenguaje que la legitimaba como tal. Chile no era un país de clase media, no era cobre su valor liberatorio, esto es, que con la misma cantidad de cobre pueda
un país desarrollado. Sin embargo, la mayoría quería identificarse como clase Chile seguir adquiriendo el mismo número de unidades de los elementos esen-
media. También de ella saldría una intelligentzia de aspiraciones revolucionarias ciales que debe importar" 39 •
y un sentimiento conservador profundo, llegadas las circunstancias. En segundo lugar, como se dijo, Chile logró crear una industria de tamaño
Mas, el estado general del desarrollo económico y social fue visto por unanimi- respetable en bienes de consumo y bienes intermedios, pero a costa de una alta
dad como "frustrado", según se popularizaría en el título de un libro de Aníbal protección. Esto no sería lo decisivo, ya que algunas de las grandes economías
Pinto Santa Cruz, que puede ser considerado como rótulo a toda una época 37 . del siglo XX crecieron, en sus primeras etapas, de manera similar. Sucedía que
El ritmo de crecimiento económico hasta 1973, habiendo sido real, era insufi- estas últimas produjeron principalmente para el mercado mundial y su metro
ciente para acceder al "desarrollo", variando entre el 2 y el 4% anual. Los años de exigencias, mientras que las chilenas lo eran para el mercado local. Sólo me-
en que creció un 7 u 8% estaban junto a años que le antecedían, por ejemplo, diante acuerdos, sin mayor significación estadística, como el Pacto Andino en
1947 y 1959, de una caída conmocionadora de dimensiones análogas 38 . 1969, se pudo ampliar el mercado. Aun, durante el cambio de siglo al tercer
milenio, la" producción manufacturera chilena va en su inmensa mayoría a los
La economía chilena había quedado protegida de las turbulencias internaciona-
les, en la medida en que los gobiernos tendrían las herramientas para promover países de la región.
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CAPITULO VII 1 EL SISTEMA CORFO Y L/\ ERA DEL "SUBSIDIO" 1939-1973
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Mi canclidatura rompió con este patrón tradicional de las campañas presi- muchos medios por el momento 45 . Aunque mirara con escepticismo el progra-
denciales y así, con todo éxito, fui capaz de mostrarle al pueblo de Chile, ma de Frei, no dejaba de tener una genuina consideración con el chileno.
que todas sus posibilidades de bienestar están ligadas a un sistema de libre
Frei había anticipado la misma idea en su estadía en Francia, que era parte de su
empresa aplicado con un sentido de justicia social, y de fortalecer la
gira a Europa, con la secreta esperanza de provocar una "alianza para el progre-
producción por medio de una política que asegurará la prosperidad del
so europea" 46 :
manejo de los negocios 43 •
¿Podemos limitar los gastos de Gobierno? Es muy dificil. Las obras públi-
Añade que el comunismo es fuerte en Chile, y apela a una solidaridad ideológica
cas deben continuarse e incluso aumentarse (... ) ¿Podemos acaso reducir
con Washington. Aunque Alessandri fue muy consecuente en su apoyo al forta-
los sueldos? No, eso sería imposible. Tenemos que preocuparnos, sin
lecimiento de la clase empresarial y al mercado, también su programa real estaba
embargo, de no provocar cesantía con estas medidas fiscales y proceder a
enmarcado a fin de cuentas en las categorías de "la era del subsidio". La misma
una reforma profunda de la administración civil e inculcar en nuestro
aceptación a regañadientes del programa de la Alianza para el Progreso, que
pueblo el sentido del ahorro ( ... ) Para empezar, dentro de la estructura
preveía "reformas estructurales", era parte de la necesidad de captar recursos
misma del plan (de su gobierno) un elemento de gran peso lo constituye
externos que de manera inevitable debían provenir en su mayoría de EE.UU.
la asistencia técnica47_
Esto se repitió con mayor intensidad en los comienzos de la administración de
"Asistencia técnica" no es exactamente lo mismo que "subsidio", pero sí que el
Eduardo Frei Montalva. Ningún otro gobierno de los años del "subsidio" gozó
recurso externo es la tabla de salvación que se tiene en un plano de retaguardia
de una atmósfera internacional tan favorable como el que se inauguró en 1964.
de la conciencia para evitar una reducción del nivel de vida producto de una
Más marcadamente que los que le antecedieron, Frei hizo depender el desarro-
reforma económica. Las consideraciones generales de Frei muestran los límites
llo interno de la asistencia externa. Podía Frei agregar que su momento era
de la época; también muestran una concepción caritativa de la vida pública, au-
crucial, ya que era un "modelo" de alternativa al de la Revolución Cubana;
sente hasta 1920, y con presencia más débil después de las reformas económicas
además, como "reformista", podía tocar las delicadas cuerdas de la conciencia
de los 1970. Cruzado por las tendencias burocráticas, populistas, la creciente
norteamericana y europea. Una vez electo, envió en misión a Europa a su futuro
participación del Estado fue concebida, en sus inicios, para responder con polí-
canciller, Gabriel Valdés, junto a Sergio Ossa y José Piñera, pesos pesados de su
ticas de protección social a la demanda revolucionaria48 .
entorno, iban con una carta del mismo Frei al canciller Ludwig Erhard:
Tuvo éxito en este sentido, al crear una clase media e incluso sectores obreros
La tarea que realizaremos en Chile exigirá un gran esfuerzo interno
con lealtad al sistema, en la medida que este fuera dando más y más, hasta en-
pero para ello no se tendrá éxito si no contamos con una amplia coope-
contrar los límites de hierro de la falta de crecimiento y de la incapacidad de
ración de las grandes naciones. Entre Estas, Alemania debe ocupar un
orientar la producción hacia un mercado global. Para lograr este objetivo se
lugar principal, no sólo por las vinculaciones doctrinarias que unirán a
requería de una reforma en grande, o una radical autarquía con una relación
los movimientos políticos que gobernarán a ambos países, las que crean
externa sumamente planificada, como emprendería la Unidad Popular; o una
nuevas formas de solidaridad internacional, sino también porque el
transformación productiva orientada al mercado mundial, con los riesgos que
extraordinario desarrollo de Alemania constituye para mi país un ejem-
ello involucraría. La Unidad Popular sostenía querer romper las cadenas del
plo de progreso económico y social dentro de la libertad y con partici-
"capitalismo" y del "imperialismo". También operó bajo las categorías de la
pación plena de la comunidad 44 •
"era del subsidio". El impulso nacionalizador contra capital extranjero encerra-
Al igual que Jorge Alessandri, Frei apelaba a la solidaridad política, ideológica, y ba la noción de que algo se sustraía al desarrollo (y propiedad) de Chile.
a lo imprescindible del apoyo externo. No interesa aquí que Erhard le haya Se trataba de una especie de restitución de un robo virtual. Las palabras con que
respondido de que la verdadera ayuda debe ser la inversión del sector privado. Allende encabeza su mensaje al Congreso, planteando la reforma constitucional
También, en la conversación con Frei en julio siguiente, este le recuerda que le que permitiría la nacionalización del cobre, están imantadas del sentimiento
prometió ayuda en un encuentro anterior si el chileno era elegido presidente. del subsidio:.
Interesante, Erhard le confiesa que los norteamericanos le habían solicitado que
Las cuatro grandes empresas norteamericanas, que han explotado en Chile
Alemania Occidental ayudara más a los países latinoamericanos como forma de
estas riquezas, han obtenido de ellas, en los últimos 60 años, ingresos por
detener al comunismo. El profesor Erhard añade, sin embargo, que no tienen
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la suma de 10.800 millones de dólares. Si consideramos que el patrimo- del hombre. Pero, como lo hacemos ahora no se necesita ser un prodigio
nio nacional, logrado durante 400 años de esfuerzo, asciende a unos 10.500 de suspicacia para darse cuenta de que es una retribución 5°
millones de dólares, podemos concluir que en poco más de medio siglo
Esta forma de plantear las cosas era un Chile posible, pero rara vez se traducía en
estos monopolios norteamericanos sacaron de Chile el valor equivalente
actitudes y políticas concretas. Un juicio de realismo, escaso en el lenguaje pú-
a todo lo creado por sus conciudadanos en industrias, caminos, puertos,
blico, estaba latente para ser aceptado. Lo sería a un alto costo en sufrimiento
viviendas, escuelas, hospitales, comercios ( ... ) a lo largo de toda su histo-
económico, a partir de 1973. ¿Era posible hacerlo antes, con menos sacrificio?
ria. Aquí está la raíz de nuestro subdesarrollo. Por eso tenemos un débil
crecimiento industrial. Por esto tenemos cesantes y bajos salarios. A esto El núcleo de la crítica al "sistema CORFO" se puede encontrar en el decano de
debemos nuestros miles de niños muertos en forma prematura. Por esto la prensa chilena, el más constante partidario de la economía de mercado:
tenemos miseria y atraso 49 Quince años de economía dirigida habrían reducido a la impotencia
Allende enuncia la tesis de que el desarrollo de los grandes (países capitalistas) política a la más fuerte nación del mundo, porque le habrían restado el
ha sido a costa del subdesarrollo de los pequeños (países atrasados). Es una concurso de todos los ciudadanos que dentro de ella colaboran a la gran-
especie de teoría global de la plusvalía, un valor escondido que enriquece a los deza de la patria con el señuelo de hacer su propia fortuna y de obtener su
dueños de los medios de producción, sustrayendo lo necesario para que los obreros propio lucro. Sería realmente fantástico que hubiera dejado incólume la
del mundo, los países dependientes o subdesarrollados puedan vivir, amén de estructura económica de un pequeño país en donde todo está por hacer y
ser sus legítimos propietarios. en donde no había en el momento de echarse a rodar el experimento, las
acumulaciones de capital que permitan costear los ensayos y los tanteos.
Todo indica que ha llegado la hora del cambio 51 .
La comprensión de los límites: ¿había alternativa? El cambio fue limitado, la liberalización entre 1956 y 1961, en parte resultado
Aunque minoritaria, la crítica a la "sustitución de importaciones" se hizo pre- de la Misión Klein-Saks, aunque respondía a un sentido de urgencia más amplio
sente desde un primer momento como llamado de atención hacia sus límites, y a y a la frustración con la economía política de la CORFO. El presidente del
la falta de dinamismo del crecimiento económico. El país social y cultural cam- Banco Central, Arturo Maschke, decía que "las inversiones extranjeras privadas
biaba; la economía no lo hacía al ritmo necesario para sostenerlos, y la demanda necesitan un clima propicio que no siempre pueden encontrar en aquellos países
por el crecimiento de las expectativas era una ola imparable. También, cuando de frágiles estructuras económicas, afectados por gérmenes inflacionistas y
los chilenos creían sincerarse, confesaban también que no se podía depender sometidos a restricciones bancarias" 52 .
para siempre de la bastante mitológica ayuda norteamericana. No era muy "co-
A lo largo de este libro se ha dado suficiente testimonio de cómo, en general,
rrecto" expresarlo públicamente con énfasis. Es el mérito de los genios de Coke
desde una perspectiva marxista se veía la historia del siglo XX como un redoma-
y Lugoze, con su profesor Topaze, como vocero del sentido común:
do fracaso. Lo era también para un economista de nota, Aníbal Pinto Santa
¡Qué me importa a mí que Chiang Kai Shek viva de la generosidad Cruz, uno de los mentores intelectuales del "sistema CORFO", y que veía la
norteamericana' ¡Qué me importa a mí (lo) que hayan pedido España, esencia del país como la vinculación del centro y la izquierda (Cap. VIII), escri-
Alemania o Yugoeslavia 1 Lo que me agradaría ( ... ) es que nosotros nos bía en 1958:
liberáramos de tanta abyección y empezáramos a pensar que el progreso
Por qué se ha tenido tan poco éxito en estos aspectos fundamentales?
y la prosperidad también se pueden obtener a través del propio esfuer-
( ... ) En primer lugar, y en lo que se refiere a productos básicos, los
zo. Y entonces sí que tendrían valor nuestras actitudes internacionales y
países adolescentes encaran los escollos provenientes de la limitación
nuestras definiciones. Por el momento, a mi me entra una vergüenza
naturales. Pero, aunque los tengan, el problema no está resuelto. Para
tremenda cuando veo reunidos a los pedigüeños confabulándose para
colocarlos en el mercado internacional en condiciones de competencia,
aumentar la pedida y luego, como recompensa a la generosidad de mi
necesitan explotarlos con un grado satisfactorio de eficiencia, esto es, de
Tío Sam, ofrecerle su desinteresado y espontáneo apoyo. Es nuestro
costos compatibles con los de otros exportadores. Ello, por lo general,
deber como demócratas estar aliado de los Estados Unidos en cual-
requiere considerables inversiones, que no están al alcance de sus me-
quier emergencia en que se ponga en peligro la libertad y los derechos
dios o que precisan arbitrios diversos que exceden la capacidad o estado
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También desde el Gobierno se avizoraba la crisis de crecimiento, tal cual Carlos por el Estado de los procesos de integración latinoamericanos. Esta era la refor-
Ibáñez tuvo que rendirse ante la evidencia en Eduardo Freí palpó la alter- ma máxima posible dentro del espíritu del Estado de compromiso; era quizás
nativa de una salida moderada a este dilema. Habiendo contenido las tendencias también la última oportunidad de una modernización orientada a la democracia
más radicales en su partido, nombrado a Edmundo Pérez Zújovic (1912-1971) y a los modelos occidentales de la economía mundial. Raúl Sáez permaneció un
como Ministro del Interior, en mayo de 1968 colocó a un "hombre de la mes en el cargo, ya que se sintió desautorizado por el Partido Demócrata
CORFO" como Ministro de Hacienda, Raúl Sáez. Su misión explícita era con- Cristiano al momento de negociar su propuesta. Freí mantuvo su mensaje y una
vertir en política consistente las palabras de Eduardo Freí, pronunciadas poco política sensata de las circunstancias, pero se esfumó la reforma más profunda
antes: "Todo el mundo pide más; quiere que se haga. Pero el problema es cómo que quizás todavía era posible. En 1969 sacó bajo la manga otra solución mági-
obtenerlo. Sólo podemos lograrlo con más trabajo, con más esfuerzo, con más ca, la "nacionalización pactada" de la Gran Minería del cobre.
producción". Freí había adoptado el discurso de Jorge Alessandri, y que este
repetiría en 1970. Asegura Sáez que asumió el cargo por imperativo del deber,
"ante los graves problemas que confronta nuestro país". "Sabemos que los El subsidio natural: auge de la "cuestión del cobre"
problemas que Chile confronta son varios y serios, un presupuesto fiscal fuerte- A partir de 1945, el cobre comenzó a instalarse en las discusiones de economía
mente desequilibrado pese a los ingresos excepcionales que el país ha obtenido política internacional en Chile 59 . Al cerrarse todo horizonte en torno al salitre,
del elevado precio del cobre". Ha llegado la hora de restringir el consumo y el cobre pasó a ser la nueva fuente de la esperanza en el "subsidio", esta vez en
poner el acento en el ahorro productivo. Sáez reconoce palmariamente que no el sentido de que algo se le sustraía de manera injusta, muchas veces como
se puede esperar por una eternidad que los recursos para las inversiones y el expoliación, a la economía chilena. El senador demócrata cristiano Radomiro
crecimiento vengan de la ayuda externa. "El financiamiento de estas inversiones Tomic, fue el político chileno que más insistentemente promovió una política
se debe lograr fundamentalmente con el ahorro nacional, público y privado. primero de control por parte del Estado, y después de nacionalización de las
El aporte de ahorro externo es importante, pero sólo puede completar el ahorro compañías norteamericanas. Fue el más obstinado promotor de una radical
propio". En este esfuerzo deben participar todos los sectores sociales, los traba- soberanía económica.
jadores incluidos, no sólo "los más ricos" y el sector público. Luego hizo una
definición de lo que debería ser la economía política en esas circunstancias, es Esta noción, aunque no necesariamente marxista desde el punto de político,
decir, la relación entre Estado y economía: correspondía a la práctica del marxismo en el poder, como racionalización de la
productividad y la justa distribución. Tomic habló del cobre como "don de la
Es responsabilidad del Estado abrir el camino, crear condiciones preci- providencia" para Chile; y como "viga maestra" del desarrollo nacional 60 • Jun-
sas y continuas, fijar las reglas del juego según las cuales pueden desen- tos estos tres elementos, conciencia de sustracción, integrar al cobre en una
volverse la empresa privada y la inversión extranjera. Ambas aportan política "racional" y encontrar la llave maestra para el desarrollo, dieron alas a
iniciativa, capacidad de organización, tecnología y capital nacional y un impulso irresistible que condujo a la nacionalización, dentro de una crecien-
externo; crean ocupaciones, dan trabajo estable e impulsan el crecimiento te esperanza en las virtudes de las planificaciones.
económico, factores fundamentales para preparar un nuevo paso hacia
adelante en el avance social de nuestro país, basado en la creación de Ya se ha hablado acerca de la historieta sobre el precio del cobre en la Segunda
recursos permanentes que permitan sostener dicho avance sin la nece- Guerra Mundial61 . La Guerra Fría, por la pugna acerca de las materias primas, le
sidad de una situación extraordinaria en el precio del cobre o de una añadió un elemento más polémico todavía a la posesión de este recurso natural.
permanente ayuda externa que ya ha elevado el endeudamiento a nive- La chispa que encendió la mecha fue la decisión del gobierno norteamericano a
les peligrosos y, por cierto, sin limitar la libertad y la democracia que raíz de la guerra de Corea de fijar el precio del cobre. De inmediato estalló en
procuramos perfeccionar 58 . Chile la guerrilla contra Washington y las compañías. Fue instantáneo que se
comparara con la fijación del precio en la Segunda Guerra Mundial. La clase
Desde esta perspectiva, se insistía también en los límites de la empresa privada. política y prácticamente todos los actores públicos se unieron a coro para repu-
U no de ellos era que los "grandes servicios" como ferrocarriles, END ESA, ENAP diar la medida, que tenía mucho de mirada aislacionista de parte de EE.UU.:
y otros, debían ser reservados para el Estado, el cual, en algunas áreas, era indis- suponer que todos tenían que compartir con la misma intensidad la estrategia Y
pensable que se asociara con los privados, como el cobre y la CAP y la tuición la finalidad ,de Washington en la Guerra Fría. Los norteamericanos incluso se
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extrañaban que no hubiera más solidaridad chilena, y los chilenos se indigna- Fruto de ello fue la gran mayoría parlamentaria que aprobó el "Nuevo Trato",
ban porque su apoyo político a EE.UU. no era compensado en más ayuda para nombre de consonancias rooseveltianas, o Ley ll.828, que racionalizaba los
la industrialización y la "independencia económica" de acuerdo a las "ideolo- tributos, dando incentivos al aumento de la producción. La legislación le dio
gías del desarrollo" 62 . En Chile se abrió camino casi sin oposición el afán de también autonomía al Departamento del Cobre, entidad a partir de la cual se
extraer más y más recursos del cobre, según el supuesto de que lo que quedaba creó un grupo de interés, partidario en última instancia, de la nacionalización.
en el país era menos de lo que debía ser. Esta actitud permanecería inalterable
A los dos años comenzó a crecer la demanda por nuevas políticas más activas
hasta 1971.
de parte del Estado. La estabilización en las relaciones entre el Estado y las
En mayo de 1951, Chile firmó el Convenio de Washington, por medio del cual compañías, nunca logró legitimidad real, hasta los noventa al menos, en otro
se le concedió al país un precio tres centavos más alto por libra de cobre, así contexto, con otros actores. Se quería más y más del cobre; los problemas de
como el 20% de las ventas en un mercado de libre elección. Rápidamente esto Chile se solucionarían con exigir o nuevos tributos o nacionalización, que de-
fue considerado insuficiente ante el alza del precio en el mercado europeo, no jarían en el país la rentabilidad de las compañías. Entre 1961 y 1963 parece
sometido al control. En 1952 La Moneda no renovó el Convenio y asumió la haberse dado el giro decisivo en los debates públicos. El cobre era un subsidio
totalidad de las ventas por medio de la Ley 10.255. En la práctica las compañías a la inversa, que Chile le entregaba a las compañías. Nada podía parecer más
ayudaron al Banco Central a moverse por el terreno fangoso del mercado mun- absurdo. "(Hay que afirmar) el derecho de la nación chilena y su voluntad
dial. Y, por supuesto, muy luego el cobre empezó a bajar de precio y el fisco se de manejar el Cobre como la primera palanca de penetración nacional en el
quedó con un sobrante de lOO mil toneladas, que después imploró a EE.UU. mercado mundial, de creación de divisas y de diversificación y capitalización
que lo adquiriera para su reserva estratégica. industrial ¡es el porvenir de Chile el que se juega en el cobre!" 64 . Ante el
Entretanto, las compañías intensificaban sus presiones a Chile para lograr un dramatismo de las palabras de Tomic, era difícil en la atmósfera de los sesenta
acuerdo de otro tipo. De hecho, con la mencionada Ley, la carga tributaria llegó pensar en otra alternativa a la de nacionalizarlo.
a su máxima expresión, cerca del 70% de las ganancias; los chilenos respondían, En la campaña electoral de 1964 Allende se comprometió con la nacionalización
con cierta razón, que no conocían las intimidades del manejo de las mismas. como objetivo central, aunque al igual que en 1970 sin entrar en mayores detalles.
Esta desconfianza perduró hasta 1971. La carga tributaria tenía muchos aspec- Freí no creía mayormente en esta medida tan radical, ni era una propuesta para el
tos irracionales, consecuencia de la mentalidad infantil de que "los gringos nos favorito de Washington. De ahí que sacara el lema de la "chilenización del cobre".
hacen lesos". Las cifras siempre se discutirán. Aquí se acepta como la investiga- Esta consistió en un acuerdo con las compañías, apoyado con entusiasmo por el
ción más seria, la de Markos Mamalakis, quien dividió los ingresos de ambas Departamento de Estado, para comprar el 51% de El Teniente a la Kennecott, y
partes como "distribución internacional de las ganancias". De acuerdo a ello, hacer lo mismo con algunas minas de la Anaconda, aunque esta no dejó que se
desde los años treinta a los sesenta, Chile recogió el 87% de las ganancias y las tocara a Chuquicamata. Pero las compañías mantuvieron en lo esencial el control
compañías el restante 17%. Estas no lo hacían mal, pero el país por entradas de la gestión y comercialización. Los norteamericanos consideraron que los con-
fiscales y otras vías logró una ingente suma de recursos 63 • venios habían sido muy favorables hacia ellos. El alza extraordinario del precio,
Las compañías, además, a petición de Santiago, en estos años actuaron como debido a la guerra de Vietnam -la última vez que los conflictos jugaron este
agentes oficiosos de los intereses del Estado chileno ante el gobierno y la banca papel- volcó las críticas contra los convenios, que sólo pudieron ser promulgados
norteamericanos. Hasta el final, hasta 1969, estaban permanentemente amena- como ley después de una larga discusión en enero de 1966.
zados de nuevas medidas tributarias, y en las presiones sindicales el Estado La presión nacionalizadora que llegó a la propia Democracia Cristiana, llevó a
tendía a buscar soluciones "políticas" que se efectuaran a costa de las compañías. Freí a acordar la "nacionalización pactada" en 1969. Fundamentalmente consis-
Era una de las razones de por qué éstas se apuraban en ayudar a Chile en sus tió en la compra del 51% de Chuquicamata, aunque su gestión continuaría por
cuitas de divisas ante las fuentes norteamericanas, o ellas mismas debían hacer años en manos de la Anaconda. Una vez más, Washington apoyó la medida ya
adelantos al gobierno chileno. que suponía una compensación convenida de mutuo acuerdo, en momentos en
Por otro lado, como se ha visto, al "desarrollo frustrado" se le agregó en estos que el gobierno militar peruano nacionalizó intereses petroleros norteamerica-
años la crisis inflacionaria, y hacia 1954 se pudo tener una visón más mesurada nos sin compensación, exigiendo encima que se restituyeran recursos. En el caso
acerca de la necesidad de mantener una relación más madura con las compañías. chileno, los intereses norteamericanos quedaron satisfechos.
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Esta "nacionalización pactada", sin embargo, rompió el último dique para una contexto de las relaciones económicas internacionales entre países pobres
nacionalización completa, pura y simple. Carlos Altamirano, el tronante líder de y países ricos. La inversión extranjera es uno de los mecanismos que -se
la extrema izquierda, a su voto negativo añadió el comentario que lo único afirma- puede contribuir a la elevación de los niveles de vida y al aumen-
bueno del convenio era que indicaba que la "nacionalización" era el camino to de las tasas de crecimiento de los países subdesarrollados. En el hecho,
hacia el que debía moverse el país 65 . Un informe de los jesuitas decía que esta sin embargo, tal mecanismo se ha convertido en un elemento más que,
medida "no puede mirarse en forma estática" y que la nacionalización avanza- junto a la dependencia financiera y el intercambio desigual, confignran
ba66. Un nutrido grupo de comentaristas se juntó para reforzar la idea de que la subordinación de las naciones atrasadas frente a las económicamente
toda nacionalización del cobre era más que nada "restitución", y una forma de poderosas 68 .
recuperar lo que en el mejor de los casos se había perdido por debilidad o malas
Esto es lo que llegó a ser conocido como la "Doctrina Allende". A poco andar,
negociaciones.
nadie tomó muy en serio la doctrina de las "rentabilidades excesivas", en la
Esta última era la idea que animó la reforma constitucional impulsada por el sustancia quizás inventada por los bolcheviques en 1917. Lo arriba enunciado,
gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende. No sólo se nacionalizaba la en cambio, que era pensado como justificación al cobro de las "rentabilidades
Gran Minería, culminando en la votación unánime del Congreso Pleno el 11 de excesivas", muestra una interpretación de larga data acerca del puesto de Chile
julio de 1971, sino que constitucionalmente se la vinculaba con el principio, que en el mundo. Es marxismo y es la interpretación marxista de la "teoría de la
se sostenía, tenía que hacer escuela, de las "rentabilidades excesivas". A la dependencia", tan en boga entonces. La idea de que algo se le debe al país, algo
indemnización a pagar, según el informe, en la práctica inapelable de una comi- que le ha extraído injustamente, hasta con alevosía, hace justificable la exigencia
sión chilena, se le deducirían las "rentabilidades excesivas", aquello que se del subsidio, entendido ahora como rescate de lo que es propio. Refleja esa acti-
consideraba las compañías habían ganado en demasía, a partir de un hipotético tud de la cultura chilena y latinoamericana de que alguien, algo, un actor, un
10% "justo" comenzando en 1955. De esta manera, las compañías no sólo no "sistema", es la fuente de los males nacionales. Es cierto que el marxismo refleja
recibirían indemnización, sino que tenían que pagar al Estado chileno casi 400 también una parte del alma moderna. Chile, se repite por enésima vez, es actor
millones de dólares por "rentabilidades excesivas". Así se le daba un envoltorio y parte de la política mundial.
más elegante a la postura peruana (que transaría en 1972 ), ahora alcanzando el
lenguaje filosófico en su defensa, citando un partidario de ella a San Buenaven-
tura, que los convenios anteriores eran "acaparamiento de lo ajeno bajo el velo
del contrato" 67 •
Se debe adelantar que la Gran Minería -regida a partir de esta fecha por la
Corporación del Cobre, CODELCO, fundada en 1965- no tuvo un mal des-
empeño en manos del Estado. Quizás no ha tenido el dinamismo de una em-
presa privada, pero en los treinta años transcurridos no mostró al menos en el
mismo grado la esclerosis de tanta empresa pública. Tampoco significó la "in-
dependencia" económica del país, en el sentido que le habían dado por tres
décadas los defensores del proceso. Se puede decir que hacia mediados de
siglo se había llegado al máximo de lo que se podía extraer del cobre en recur-
sos fiscales. Salvador Allende justificó así su determinación ante la Contraloría
General de la República:
Las relaciones económicas internacionales que ha sufrido nuestro pueblo
se basan sobre una estructura constitutivamente injusta, que impone a los
países dependientes decisiones adoptadas unilateralmente por los
hegemónicos( ... ) Que el atraso y la pobreza que afectan a numerosos
pueblos de la Tierra no son fenómenos que pueden canalizarse fuera del
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CAPITULO Vllll F!NIS TERRAE Y EL MUNDO' LOS CHILENOS DE LOS 1920 A LOS 1960
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE p; LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 1 )OAQUÍK FERMANDOIS H. CAPITULO Vllll FINIS TERRAE Y EL MUNDO, LOS CHILENOS DE LOS 1920 A LOS 1960
blancas, seguramente aparezca la luz y, entonces, nuestra felicidad y con la de que se han acometido "progresos". La cara más evidente de la aprecia-
nuestra paz serán invencibles y aptas para ser transmitidas y enseñadas a ción de Chile como problema, se ve en la conciencia de la fealdad. Joaquín
los hombres 6 Edwards Bello, genio singular, lo definió como el "imbunche":
Una mirada candorosa a estas palabras nos podría indicar que se refieren a un El conde de Keyserling notó nuestro cultivo de lo feo. Hay fuerzas secretas
estado de insuficiencia de Chile. Sería una interpretación pueril. Textos como enemigas de la hermosura. Estas fuerzas son imbunchistas, de 'imbun-
estos nos indican el trasfondo trágico de la existencia, sentimiento que le debe che'. Son llamados así ciertos monstruos fabricados expresamente por los
ser propio a toda cultura y a toda civilización. "Tragedia" no debe confundirse indios sureños mediante deformaciones y mutilaciones atroces practicadas
con "pesimismo", ni menos con "fracaso histórico"; tragedia es penetración en niños antes sanos y robustos ( ... )Actualmente la deliciosa Alameda no
hacia los abismos insondables y necesarios de la existencia. Se da, eso sí, una idea es deliciosa ni alameda. Ayer vi un trozo de ella convertido en polvorien-
de la mediocridad americana que en Chile se repite por doquier, hasta el mo- to desierto. La historia es larga. El hermoso y monumental Puente de Cal
mento de escribirse estás líneas. Luis Oyarzún (1920-1972), en su notable y Canto no pudo salvarse de las fuerzas destructivas del imbunchismo.
Diario íntimo lo ve como la fealdad que asoma en todo momento: Estas fuerzas anónimas hieren sin aviso previo. Como terremotos. Lo
cierto es que el Puente de Cal y Canto, reducido a polvo, cedió su lugar a
Lo que me aterra en Chile es la torpeza humana, la elementalidad de la
monstruosos puentecillas imbunches. La fuerza productora de monstruos
vida exterior. Mi país produce la impresión de estar habitado por ánimas
es perspicaz y astuta. No tarda en descubrir lo bello para convertirlo en
de devorador e infuso subjetivismo, en un plano inferior a la espirituali-
horrible. Así pasó con la Pérgola de las Flores de la Plaza San Francisco.
dad <2 de febrero de 1951> ( ... )Creo que buena parte de la agresividad
Esa joya fue mutilada y conducida al lugar más feo de Santiago 9 •
de la vida chilena proviene de la inexistencia de la vida de grupos de ins-
piración espiritual. Se vive en la soledad vacía o peleando. En cierto modo Esta autocrítica, muy común en el Chile de ayer y de hoy, puede coexistir
es verdadero aún lo que anotaba Lastarria. Sólo perdura vivamente en perfectamente con la idea de la "excepcionalidad", que Chile es un país más
este país el apetito de poder; todo tiende a transformarse en política, "serio", en cierta manera política (y moralmente) superior al resto de los paí-
incluso el arte o la universidad. Los inseguros de sí mismos quieren reves- ses latinoamericanos. El mismo Joaquín Edwards, al comentar con sarcasmo
tirse de mantos reales <18 de mayo de 1952> 7 . un auto de lujo encargado por el dictador venezolano de entonces, que no
carecía de popularidad, Marcos Pérez Jiménez (1914-2001), añadía:
Una espiritualidad -no sólo religiosa- pobre, parece ser una constante de obser-
vación de muchas mentes chilenas. Lo común, es que coexistieran en una misma El hecho es que nuestra Moneda ni es palacio ni tiene lujos. Nuestras
visión, el orgullo y la vergüenza, como se ve en un texto de Benjamín Subercaseaux presidentas son modelos universales de sencillez. Excelentes madres.
de 1940, en un libro que quería presentar a Chile, como "loca geografia": Los autos de nuestros Presidentes son vejestorios 10 .
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Francia elevó a De Gaulle con ocasión de su gira en 1964, se citaba la frase de representadas en el Congreso, en donde existen diarios y periódicos de
Jean Borde, "Despojado de todo exorismo, Chile no es más que una lejana todas opiniones. Es en nombre de ese país que me atrevo a preguntar
réplica de Europa"n. Aquí se tiene una típica reacción europea -y ahora norte- aquí si efectivamente la Democracia Representativa existe en todo el con-
americana- ante lo chileno, una desilusión porque la sociedad nacional no re- tinente. La respuesta a esta pregunta está en la conciencia de América 14
fleja un primitivismo idealizado, un supuesto estado de esplendor originario.
No, Chile es Chile, incluyendo al "imbunche" y el deseo de orientarse a un Se podrían pensar estas palabras desde dos ángulos contrapuestos. Después de
modelo superior, dos almas que tensan la mirada sobre el país. Es probable que 1973, se las puede tomar como ejemplo de la visión embellecedora acerca de la
la consistencia de la singularidad de "lo chileno", entelequia muy escurridiza, historia del país. El Canciller no se daría cuenta de la "mentira" de Chile, el que
sea mejor captada hacia 1930 por el Conde de Keyserling: no sería una verdadera democracia, por el atraso social, la pobreza, porque los
militares no creían en la democracia, y estaban agazapados esperando el mo-
Con todo, Chile pertenece a la zona psíquica suramericana, como lo de- mento oportuno para dar el "golpe".
muestra la existencia allí de una cultura de la fealdad semejante a la de los
antiguos Países Bajos ( ... ) Por otro lado, los chilenos son, de todos los Diferentes son las cosas si las miramos desde su circunstancia histórica. Chile
pueblos suramericanos, el de más carácter. Son también gente ruda por
había desarrollado el sistema político más pluralista del continente, y un "estado
cuanto son menos embusteros, menos presuntuosos, menos jactanciosos
de derecho" en términos políticos altamente civilizado, con las falencias de las
y menos dados a prometer lo que no piensan cumplir 12 que se habla en este libro. Como sociedad y como economía, medido con el
metro de las grandes democracias industriales dejaba mucho que desear.
Todos estos juicios están acompañados por su anverso, al destacarse el atraso Mas, el tema en Punta del Este era político, la exclusión de Cuba por su orien-
social graficado en los bolsones de miseria y en la estructura "feudal", o lo que tación marxista. EE.UU. con Dean Rusk a la cabeza, se apoyaba en especial en
se tiene por tal, en el mundo agrario. Un tipo de lenguaje que destaca la visión las dictaduras caribeñas, el apoyo del caso mixto de México y el de la nueva
del "excepcionalismo" chileno se encuentra en las palabras de Eduardo Frei democracia venezolana, harto azotada esta última por el terrorismo ayudado
en una recepción que le ofreció Charles de Gaulle en julio de 1965 en el Palacio desde Cuba.
del Elíseo:
En cambio, se le enfrentaban las democracias hasta ese momento existentes del
(Vengo) en representación de Chile cuyo parlamento es uno de lo más cono sur, Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. En los dos primeros casos esto
antiguos del mundo, pues a través ele 150 años de elecciones libres y de causaba conmoción interna, y sólo Chile y Uruguay tenían un lenguaje consis-
vida nunca interrumpida discierne esa imagen tan simplista de tente, aunque también se podía utilizar para evadir la realidad política (Cap. X).
Latinoamérica ( ... ) (No) se pueden aplicar de una manera forzada a Con todo, el país austral también reflejaba, no sin éxito, el intento de construc-
nuestras sociedades moldes que pueden ser muy satisfactorios para otras ción de la democracia, y denunciaba la hipocresía de la situación, todo lo que se
de muy distintas condiciones, estas fórmulas se han manifestado insufi- podía permitir, tanto por razones de fondo como de forma. Mostraban la
cientes para responder a los inquietantes problemas que nos afectanB autoimagen de "la única democracia", su altanería y su parte de verdad.
A la luz de lo que pasaría la década siguiente estas palabras podría atraer la sorna. Quizás un momento supremo de esta autoconciencia de democracia ejemplar,
Para apreciar el grado de realismo que expresan, podemos juntarlas a las de aplaudido unánimemente por todos los chílenos, fue el campeonato mundial de
Carlos Martínez Sotomayor en 1962, en Punta del Este, cuando se excluyó a la fiítbol celebrado en el país en 1962, única ocasión de desempeño lucido de la
Cuba revolucionaria del sistema interamericano, a lo que Chile se oponía: selección chilena en estos acontecimientos. De manera indirecta, podemos ver el
caso de la "excepcionalidad" chilena a través de Sillie Utternut, es decir, del escri-
En nombre de un país como Chile, que durante los últimos años ciento
tor Carlos Ruiz-Tagle, Revolución en Chile (1962 ), una parodia de la forma cómo
treinta años sólo ha tenido dos Constituciones Políticas cuyo texto se
la mirada externa hacia Chile, se "latinoamericaniza". Esto es, se vería a Chile, de
aplica en forma integral, en nombre de un país como Chile, que tiene
manera muy "silly", como Ms. Sillie Utternut, como cualquier "república
un Congreso Nacional que es el tercero en antigüedad en el mundo,
bananera", como un país de golpes y revoluciones, cumpliendo plenamente
después de la Cámara de los Comunes y del Parlamento norteamericano,
con la imagen asignada. Muy cómica para el lector de entonces, por las andanzas
en nombre de un país que tiene la más perfecta separación de poderes, en
de esta gíinga que venía a presenciar la revolución que tenía que ocurrir con
que todas las tendencias políticas, sin excepción alguna, se encuentran
motivo de las elecciones presidenciales de 1958, mostraba la ingenuidad de esa
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mirada; mostraba a la vez las "taras" de la sociedad chilena, y todas esas deficien- totalidad de la segunda mitad del siglo XX chileno, se puede comprender una
cias que en diversos grados según el sector social, eran vistas como fatalidad por clave del texto, la adaptación inacabada, quizás frustrada, no del desarrollo, sino
Jos chilenos. Visión desmitificadora de la mirada europea y norteamericana, pone que del ejercicio de un vínculo saludable entre la civilización y la cultura, entre la
al trasluz la pequeña miseria del Chile de entonces y, en parte, de ahora. organización compleja y los valores. Unas palabras adicionales del historiador
aclaran y profundizan este punto:
Uno de los juicios más penetrantes de la realidad chilena, una afirmación de
negatividad ante uno de los sinos de la historia del siglo XX y XXI, fue dicha en La transferencia fundamental de la religiosidad interior a la moral econó-
1966 por Mario Góngora: mica que realizara la burguesía nórdica, es algo impensable en Castilla y
sus colonias. El sentimiento del mundo mediterráneo y castellano tiene,
La teoría del subdesarrollo suele plantear con insistencia la concepción de como uno de sus pilares, la dualidad de lo sacro y de lo profano; ni los
que los países que caen bajo su enfoque se caracterizan por una dualidad negocios económicos alcanzan dignidad ética superior, ni la religión se
entre estructuras arcaicas (latifundio y campesinado, burocracia, "pue- seculariza; existe religiosidad e irreligiosidad, pero ni religión secularizada
blo") y estructuras modernas (capitalismo nacional, proletariado). El al modo nórdico. No se produce, en tal situación, una genuina "ética del
fomento de una burguesía industrial, de un sentido empresarial, de una capitalismo". La Iglesia se adaptó al capitalismo, pero adaptarse no signi-
mentalidad racionalista, parecen constituir el desiderátum de los ideólogos fica valorizar. Se trata de un auténtico "rechazo cultural" impasable de las
del desarrollo: o sea, tanto aspectos objetivos, como subjetivos (actitudes, nociones de la moral burguesa. Que esto lo lamenten muchos, no cambia
valores, estilos de vida), diferentes de los que ellos llaman "tradicionales". la potencia de las fuerzas históricas, más profundas 16 •
En Chile, la tendencia neocapitalista aparece aliada, debido a las vicisi-
tudes políticas recientes, con el Socialcristianismo. Sin embargo, no sin la El panorama pensado por Góngora era aquel de largo plazo, que se iniciaba por
natural tensión entre ideologías tan diversas ( ... )Pero, a la vez, la coyun- lo demás con los albores de la conquista. La modernidad, al crear el estado
tura más general, la llamada lucha contra el subdesarrollo, incita a una nacional, generó un problema en el fondo insoluble, aunque no carente de po-
alianza y parcial refundición con la ideología rival de la planificación, de la sibilidades creativas, como la relación entre el sustrato histórico de la sociedad
tecnocracia, del neocapitalismo, del racionalismo económico ( ... ) La as pi- chilena con las sucesivas oleadas de la política mundial.
ración a crear una clase capitalista nacional que dirija ese tipo de cambio
social que se denomina hoy "desarrollo" no es cosa fácil en Hispanoamé-
rica. No se trata solamente de crear un grupo que persiga el lucro a través
El sistema relaciones internacionales
de la empresa, de la racionalización y del contrato libre de trabajo como Desde los veinte a los sesenta, el centro de toma de decisión internacional de la
existe en Occidente desde el siglo XV1I. Habría que formar, además, una política exterior de Chile estuvo radicado en el Ministerio de Relaciones Exte-
convicción de la legitimidad de su existencia y de su predominio respecto riores de Chile, llamado "Cancillería", a la usanza iberoamericana. De hecho,
a la antigua aristocracia, una creencia en la eticidad en el valor de su casi hasta finales del siglo XX al hablarse de "relaciones internacionales", se en-
género de vida. Ahora bien, Hispanoamérica procede de Castilla, país tendía que eran "los diplomáticos", gente importante desde luego. La Cancille-
fronterizo de guerras y de culturas, país no plenamente participante de ría, como institución, canalizó la política exterior de los sucesivos gobiernos.
los giros culturales de Occidente hasta el siglo XV1; y extraño, a pesar de El reclutamiento se modificó, aunque no su carácter de establishment, algo
sus comerciantes y banqueros, a la tradición burguesa. Resulta pues, quizás indispensable para que tenga cohesión (Cap. N). De ser una prebenda
sumamente dificil que el elogio y propaganda de las virtudes burguesas y de la clase social y políticamente dirigente del siglo XIX, pasó a constituir una
capitalistas penetren hasta el fondo ético colectivo 15 . combinación de distinción y/o movilidad social, vocación, avance profesional y
padrinazgo político. La mayoría de los chilenos, desde lejos, los miraba como
Mario Góngora tomaba pie en ciertos aspectos de los años del gobierno de
una elite frívola, aunque también se les envidiaba.
Eduardo Frei Montalva. Escribió las páginas más cargadas de significados que ha
entregado el pensamiento histórico al país. Y lo son porque van más allá de esa Segura de ,sí misma, al menos hacia fuera, dejaba un rastro de arrogancia, de
circunstancia, comúnmente asociada a la preparación del conflicto ideológico acomodación y de exclusivismo. Cuando se producía un problema, la Cancillería
que identifica a Chile en el recuerdo. Como toda reflexión honda, requiere de tuvo su respuesta sutil, con sus recovecos, con ese don intangible, esas expresio-
una interpretación que sepa traducirla a diversas circunstancias. Si se mira la nes en el que si se las escucha como puro oyente, no se acierta a definirlas
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como frívolas o precisas. El trabajo los fines de semana, el turno en el télex, la 1953), Enrique Gajardo Villarroel (1899-1994), Enrique Bernstein (1910-1990),
redacción de rápidos memoranda o de respuestas, de sol a sol, ser eterno segun- Germán Vergara Donoso (1902-1987), René Rojas, son una muestra de la
do ante los hombres de la política, el temor a cada cambio de humor político, el vocación profesional y la entrega disciplinada al trabajo, mostrando inteligencia,
simular poder económico sin tener que empeñarlo, pues muchas veces se carecía cultura, razonamiento en las líneas del interés general del país, o lo que se supo-
de él. Así eran los contrastes de la vida diplomática en su aspecto cotidiano. ne que es. Estaba también la imagen de que la Cancillería era el depositario de
Tampoco tenía gran recompensa económica, salvo que tras las destinaciones al los hijos de "familias bien", social o políticamente hablando, pero que no tenían
exterior, la venta del automóvil que se podía traer libre de derechos, o de obje- futuro en otras actividades, por falta de medios o, sobre todo, de talento. Puede
tos de "línea blanca", aparatos eléctricos, escasos y de mala calidad en el Chile al haber algo de verdad en este aserto. Con todo, el resultado final del destino del
que se refieren estas líneas, eran la única fuente de ingresos que producía alguna país, o las grandes crisis que tuvo que superar, aun en el plano internacional, no
expectación. Porque los sueldos eran magros, sobre todo cuando se servía en la se originaron en decisiones de política exterior. No hubo un "fracaso de la di-
Cancillería en Santiago. plomacia", como en la magna crisis de julio de 19J4, que condujo a la Primera
A estas ventajas se sumaban otros funcionarios internacionales del aparato públi- Guerra Mundial.
co del Estado, los del salitre, de la CORFO (Cap. VII), los agregados de las Más aun, a medida que pasaron los años, entre 1945 y 1970, la "seguridad
fuerzas armadas, o de las misiones de algunas de las ramas en Washington, Lon- internacional" del país, medida en términos diplomáticos tradicionales, como
dres o Madrid, siempre apetecidas, y que los gobiernos temían eliminar. En las relación entre estados y gobiernos, se incrementó por el prestigio que Chile con-
Fuerzas Armadas dejó un sabor ingrato el que Jorge Alessandri haya suprimido citaba. Incluso el gobierno de la Unidad Popular hizo buen uso de este acervo.
muchas de estas misiones o viajes para ahorrar divisas. En 1970 esto provocaba Esto no fue mérito exclusivo de la diplomacia, sino que obedeció a un impulso
las burlas de los uniformados hacia los políticos de la derecha, apabullados y político del que ella fue instrumento eficaz. Al llegar el momento de las grandes
paralizados por el triunfo de Allende; los "paisas" ("paisanos", es decir, "civi- definiciones de identidad ideológica, la diplomacia se mostró impotente.
les"), se habían colocado su propia trampa, ellos debían arreglar sus problemas. No estaba formada para enfrentar ese tipo de desafios.
Hasta los años 1930, el reclutamiento se efectuaba entre la clase socialmente En cuanto al diplomático de carrera, ¡estaba sobre los partidos o era oportunis-
dirigente, tradicional, aunque en los escalafones bajos todo fuera más variopinto. ta? Hay que ver la estructura de poder. El funcionario de la Cancillería tenía que
En 1927 con Ibáñez, y en 1938 con el Frente Popular, ocurrieron pequeños mirar a la cara de los jefes, porque estos, al menos el Presidente y el Canciller,
terremotos políticos. Desde entonces hasta 1973, el reclutamiento provino de la muchas veces también el embajador y otro personal en las misiones, pertenecían
combinación de medio social alto junto con retoños de la clase política y de la al mundo de la política. De los cancilleres, pocos fueron diplomáticos de carrera
misma Cancillería o del aparato del Estado. Mario Barros (1928-2004) llevó (Joaquín Fernández, Alberto Sepúlveda, Germán Vergara) y también pocos
este proceso a una de sus frases muy citada: "Hasta 1938 ( ... )los diplomáticos fueron políticos clásicos de estos años; sólo cinco habían sido o después fueron
chilenos se reclutaron en un medio social fijo. Los pocos venidos de otros me- o diputado o senador. La rotación en el cargo era alta; entre 1945 y 1973 la
dios sociales fueron aceptados por sus extraordinarias facultades intelectuales. duración media de un Canciller fue de apenas 13 meses. Llama la atención de
La clase se imponía por sobre los partidos ( ... ) se había abierto una puerta a las cómo pudo desarrollarse una política exterior relativamente próspera en medio
nuevas capas intelectuales, inquietas si se quiere, desaprensivas ante muchos de tanto cambio.
postulados del sacrosanto código castellano-vasco, pero más imaginativas y más
El dinamismo o, según el caso, la actitud específica que un Presidente quiera
audaces" 17 . Los nuevos grupos dirigentes también se reclutaban de la intelligentsia
imprimirle a la política exterior es poco esperable de ser seguida por un funcio-
de la misma "clase política", que impregnó al Chile de estas décadas. La relación
nario de carrera, por destacada que haya sido su trayectoria. Por otro lado, el
personal, o "cuña", era un antecedente importante para entrar en las filas de lo
sueño natural de un funcionario es llegar a Canciller. De los cancilleres "políti-
que se veía como un privilegio. Es la sociedad de las relaciones personales y, en
cos", pocos de ellos mantendrían un perfil como "políticos internacionales", en
este sentido, "premoderna", aunque lo mismo se pueda decir de países desarro-
el sentido que la orientación hacia las relaciones internacionales haya marcado
llados, Austria e Italia después de 1945, España a partir de los 1960; en cierta
su vida prbfesional después de desempeñar el cargo. Hubo dos importantes
manera el Japón del siglo XX.
excepciones, Carlos Martínez Sotomayor y Gabriel Valdés Subercaseaux. Ambos
Como equilibrio, esta combinación social-política obligaba a mostrar un "brillo" venían de la política, del Partido Radical el primero y de la Democracia Cristiana
que no se quedaba en el puro maquillaje social. Félix Nieto del Río (1888- el segundo. Carlos Martínez llegó a la Cancillería en la última escena de juego
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de partidos del "Estado de compromiso", cuando los radicales apoyan a métodos ( ... )eficiencia, capacidad, preparación y amplio espíritu de sacrificio" 20 .
A!essandri, con puestos en el Gobierno claro está. Valdés, nieto de Ramón Las expresiones sobre "diplomacia moderna" se refieren a una parte del cua-
Subercaseaux, heredó el aplomo de su clase, casi una caricatura positiva de la dro que se ha tenido sobre la Cancillería y en general sobre la vida del mundo
misma, mientras que Carlos Martínez viene de los profesionales de clase media, internacional, es decir de los funcionarios que se dedicaban a él. Ese cuadro de
y en cierta manera se hizo a sí mismo, llegando a ser dirigente de la Juventud frivolidad inconsistente, inútil, onerosa para el país, carne de ahorros fiscales a
Radical, hasta que Alessandri se fijó en él, siendo Ministro a los 30 años. Valdés, toda hora, es la imagen que quizás la mayoría de los chilenos, en la parte
"joven de familia bien", hizo carrera en la CORFO y en la intelligentsia demó- espontánea de su conciencia, han tenido acerca de la vida diplomática.
crata cristiana, de orientación cepaliana, con buenas conexiones en ese mundo Es a lo que se refería el senador Isauro Torres (1893-1972) al preguntar si el
internacional, o "transnacional" y fue Canciller antes de cumplir los 50 años. canciller Joaquín Fernández se había ido a Hollywood después de la Conferen-
Ambos siguieron vinculados a instituciones internacionales después de abandonar cia de San Francisco, en vez de entrevistarse con el Presidente Truman 21 • Es
la Cancillería, y mantuvieron influencia como "viejos sabios" en la formulación dificil pensar tanta liviandad de parte de Fernández, y más dificil que Truman
de la política exterior chilena en los 1990 hasta estos momentos. hubiera tenido tiempo de recibirlo, pero Torres se afirmaba en esa imagen
siempre pronta. Pablo Neruda le dio sello poético: "Si Ud. nace tonto en Ruma-
nia/ sigue la carrera de tonto,/ si Ud. nace tonto en Avignon/ su calidad es
A favor y en contra de los diplomáticos
reconocida/ por las viejas piedras de Francia/ por las escuelas y los chicos/
Y tiene que ser así, porque es casi inevitable. La carrera diplomática no consiste irrespetuosos de las granjas./ Pero si Ud. nace tonto en Chile/ pronto le harán
en un saber hermético, ni en una especialidad comparable a la profesionalización Embajador./ Tome una voz ahuecada y un/ tono de vaca protectiva ... / Y qué-
que se desarrolla en las universidades y es defendida por los gremios respectivos. dese tranquilo, tranquilo:/ es Ud. un buen diplomático/ de Chile, es Ud. un
Su saber es por esencia sutil; sus conocimientos tienen que ser variables, lo que tonto/ condecorado y prestigioso". Claro, Neruda terminó de embajador en
atenta contra la profundidad. Se ha hablado de la carencia de especialistas en el París gozando de una alta imagen, secundado por funcionarios cuyo nombre
servicio exterior; el mismo tipo de trabajo y las características institucionales quiso hundir para siempre. Como se verá (Cap. XIII), la Unidad Popular tuvo
desalientan la especialización, ya que quien se esforzara en ella, podría ser desti- un excelente desempeño diplomático, gracias en buena medida al apoyo profe-
nado per secula a un cargo en una oficina oscura. No sería más que un mero sional de los diplomáticos de carrera.
"hombre de gris", un mero funcionario público, según una célebre
Por más que miremos esta boutade de Neruda como injusta, aluden a una ima-
caricaturización de Pablo Huneeus 18 • La diplomacia carece de la especialización
gen popular, a la que deben responder los diplomáticos. Jorge Edwards, en sus
de un saber formalmente aprendido; es más bien un estilo de trabajo y de vida
dos libros de memoria, Persona non grata y Adiós Poeta, nos ha dejado semblan-
que se vive. El aprendizaje se adquiere más "por la piel" que por la racionalización
zas de instantes, y alguna reflexión acerca del elemento teatral e histriónico de la
de la vida estudiantil. De hecho, y esto vale hasta fines de siglo, formalizar los
vida diplomática; pero también del valor de lo intangible y del consejo que saben
estudios en la Academia Diplomática Andrés Bello ha sido una dura tarea. No
entregar al Príncipe más allá de los intereses del momento. Las palabras de
sólo una parte de la Cancillería insiste, no sin razones poderosas, que más vale el
Edwards definen a veces la irritación con su oficio: "Ser jefe de Misión sin eco ni
aprendizaje vital que los conocimientos teóricos. La rutina y la falta de recursos
respaldo, es peor que ser 'suche'. Los argumentos en contra de mi continuación
tiene por resultado la reproducción constante de este dilema.
en la diplomacia han llegado a ser aplastantes. Como Embajador político, por
La conservación de un estilo fue adversaria a la profesionalización de la carrera. breve tiempo, pase. Pero eso supone dedicarse a la política, no a la diplomacia,
Cuando vinieron los terremotos de verdad, en 1973, y después, cuando seco- que cada día me parece más una profesión para 'cagamierdas'. Que mis colegas
menzó a pensar acerca del "diplomático moderno", todas estas cosas salieron a me disculpen. Es posible que si en veinte años más, si sobrevivo, siga en la carre-
luz. Pero lo de "moderno", de esto ya se hablaba en los 1930. El editorialista de ra y siga, como la gran mayoría de los diplomáticos, quejándome" 22 •
Hoy, en 1935, decía que terminó la "diplomacia de cocktails-parties" y que, de
Cuando Edwards reflexiona sobre los primeros tramos de la carrera, da un cua-
ahora en adelante, se debía dar importancia a la promoción comercial y tareas
dro de ligero sarcasmo:
por el estilo 19 . En 1945, el futuro Presidente, Gabriel González Videla, desde el
Senado decía que "(n)uestra Cancillería, nuestro servicio exterior, deben estar a Yo; en mi calidad de Secretario de la Delegación chilena, había sido
la altura de sus obligaciones presentes y futuras ( ... ) (Se requieren) "nuevos invitado para llenar un hueco en la mesa, como se acostumbra en la
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diplomacia con los Secretarios de Embajada, cuyas variadas funciones interamericano, para el perfeccionamiento de su seguridad, su progreso
pueden ser de jurista, de redactor de discursos o sesudos informes, de económico y su cooperación cultural; y 3) la solidaridad con las Naciones
traductor, de cicerone, de comensal número catorce cuando una excusa Unidas, para la aplicación progresivamente integral de los principios
intempestiva deja una mesa con fatídicos trece asientos, de correveidile, políticos, sociales, humanitarios y culturales que constituyen los funda-
de alcahuete, de chofer y de mozo de cuerda 23 mentos de la Carta de San Francisco 24 .
Quizás una gran cantidad de profesiones y oficios, si es que no todos, podrían No es el momento de hacer un análisis de este párrafo; contiene en estrecha
ser definidos con esta mirada algo burlesca. Sólo que la diplomacia es el ejemplo síntesis lo que es la mentalidad con que diversos gobiernos enfocan las relacio-
favorito, por una combinación de envidia, sana o insana, y de imagen de inutili- nes internacionales de Chile, aunque expresado en referencias propias a la
dad, que siempre la ha perseguido. Por añadidura, el diplomático enfrenta un década de 1950.
sarcasmo particular de la vida, que su inteligencia sólo puede mostrarse en su
máximo esplendor en momentos generalmente reservados a la mayor discreción
y confidencialidad. ¿Internacionalización de la política o política mundial?
Se ha dicho antes que el funcionario de la Cancillería no era el único actor de la Pertenece a un rasgo característico de toda sociedad moderna relativamente
política exterior chilena. Los responsables del Banco Central, del Ministerio de abierta, el que los diversos grupos y lenguajes sean acusados por sus respectivos
Hacienda y de la CORFO tenían también un papel en este campo, a veces más rivales de representar visones "extranjeras", de ser ajenas a la esencia local. Corno
destacado que en la Cancillería. Gustavo Ross y Ernesto Barros Jarpa lideraron se afirma en este libro, existe algo así corno el carácter y el ambiente insustituible
negociaciones internacionales en los 1930. Roberto Wachholtz, Guillermo del de cada sociedad; salvo exterminio físico, o una transformación secular de muy
Pedregal, Roberto Vergara. Luis Mackenna Shiell, Jorge Schneider, Felipe Herrera largo plazo, no se ha dado algo así de dramático corno "pérdida de identidad".
y Raúl Sáez pertenecen a esa cohorte. Herrera y Sáez además se movieron con Mas, esta es algo que se define en cada momento, en base a lo que se tenía en el
maestría en un mundo transnacional de las organizaciones internacionales, de la momento anterior, y es diferente según los diversos grupos y estilos de cada
CEPAL y del BID. La larga serie de renegociaciones de la deuda externa, o de sociedad25 . En un país corno Chile, marcadamente un "estado nacional", que ha
préstamos de urgencia ante crisis recurrentes de balanza de pagos, en los años sido una creación en última instancia de los grandes movimientos de la historia
1950 y 1960, son impensables sin su activa presencia. Al leer las minutas sobre del segundo milenio, esto tenía que alcanzar un status político. Era parte de su
negociaciones, el lector no puede dejar de maravillarse ante el delgado hilo per- pertenencia a la política mundial. La "internacionalización de la política", en
sonal del que dependía la crisis o la supervivencia de las finanzas del Estado. cambio, es la participación consciente en los debates e identificaciones mundia-
les. Esto fue muy fuerte en la izquierda chilena, que sacó sus argumentos del
A la diplomacia chilena le era propia una cultura sutil, sigilosa. No hay muchos arsenal de la crítica de la política mundial; pero la derecha, la "crítica de la
testimonios de objetivos de política exterior, de instrucciones, donde se esta- crítica", al defenderse, de manera inevitable también se identificaba tácita y a
blezcan prioridades, orientaciones. De las pocas veces en que existe una codi- veces (pocas veces) expresamente con una discurso universal.
ficación clara de las grandes líneas de política exterior corno instrucción
permanente, se puede citar este caso. Cuando la España franquista plantea Hasta 1950 la internacionalización de la política chilena era bastante escasa.
en 1953, la idea de crear una Comunidad Hispánica de naciones, paralela al Se entiende por esto las vinculaciones internacionales que pueden modificar
sistema interarnericano, Santiago reacciona enviando instrucciones, rechazan- las conductas de los grupos y persuasiones políticas internas, corno algo dife-
do el proyecto, que sólo podría tener un interés cultural. Y plantea lo que debe rente de las influencias político-culturales que desde siempre han ayudado a
ser la política exterior chilena: modelar el rostro público del país. En este último sentido, las izquierdas,
que han correspondido a una voluntad de transformación tributaria en espe-
Quisiera insistir y dejar bien en claro que la tradición de nuestra política cial de la racionalización de la política, han estado siempre mucho más vin-
exterior y la doctrina que al respecto sustenta nuestro Gobierno se funda- culadas a los cambios intelectuales y culturales del mundo. El Partido De-
menta en tres líneas esenciales, congruentes entre sí, que se complemen- mócrata y el Partido Radical, en la medida en que puedan ser denominados
tan y hasta se confunden: 1) el acercamiento cada día más estrecho a los genuinamente de izquierda, corresponden a este tipo de reacción. De alguna
países iberoamericanos, con miras a una integración económica y a una forma, se identificaban con las fuerzas que se podrían llamar progresistas en
cooperación política cada vez mayores; 2) la adhesión al sistema Europa.
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Con el nacimiento del moderno socialismo y del marxismo se dan vinculaciones Visiones sobre la política mundial
más directas. Sobre todo, el Partido Comunista representó el surgimiento de un
poderoso polo político que tenía un paradigma concreto y a la vez fuente de un Un autor ha analizado la "cultura política internacional" o cómo Chile en
fervor político pocas veces visto, la Unión Soviética. El comunismo, creó un cuanto país, Estado y sociedad, mira al entorno mundial. Distingue tres
tipo humano del militante curtido, por sobre todo, abnegado hasta un extremo "subculturas", la "dominante moderada", la "revolucionaria" y la "tradiciona-
no visto en el Chile del siglo XX. Lo probaría con creces entre 1973 y 1976. Ya lista-integrista"28. La primera, la más general, valora positivamente el puesto
en los años 1930 podía mostrar a la falange, sacrificados militantes y dirigentes. que Chile ha tenido en el sistema internacional, lo que conlleva asimismo una
Aunque están demostrados sus múltiples vínculos con el Comintern, y por su mirada positiva a la historia del país. Se caracteriza por una valoración positiva
inspiración en el modelo soviético, que moralmente le impidió insertarse de de la democracia, la orientación abierta a lo internacional y la identificación
manera estratégica en la democracia, se trató de un fenómeno en esencia chile- con Europa y Occidente. No se debe olvidar que hasta comenzar el siglo XXI,
no, quizás con pocos elementos criollos aunque con abundante parafernalia criolla, la influencia de ideas en términos políticos más importante sigue viniendo de
como soviética. Con todo, esto reflejaba las posibilidades del país. Europa Occidental. Por último, desde esta perspectiva se da un "legalismo"
ante el sistema internacional que lleva a la aceptación relativa del statu quo.
Tuvo a dos comunistas que se pasaron al campo del anticomunismo, Eudocio Habría que añadir que a este le es inherente una cierta dinámica, un cambio
Ravinés y Marcos Chamudes (1907-1989), peruano el primero, pero de gravi- gradual, que hace que no sea pura estática.
tación en la política nacional. Con todo, hasta los años 1980 hubo pocos
testimonios que reflejaran la sicología general del militante, como en cambio La segunda "subcultura", la "revolucionaria", que tiene una visión negativa de
abundan los testimonios en Europa y EE.UU. 26 • A medida que transcurría la la historia del país -aunque no en todos sus aspectos y en algunas valoraciones
década de 1950, las vinculaciones con la URSS se expandieron, como fuente convive con visiones "conservadoras"- y de su lugar en el sistema internacio-
de financiamiento, como Meca de viaje, como becas (no sólo a comunistas) y nal; su norte es el "antiimperialismo". Su enemigo, el "imperialismo", en el
como ayuda de material impreso. Nada de esto implica subordinación en el siglo XX ha sido identificado casi exclusivamente con EE.UU. El interés del país
sentido de "dependencia"; era "autosubordinación". La lealtad al bloque demandaría un cambio radical en la sociedad, a lo que debe corresponder un
soviético llevó a los comunistas a asumir la impopularidad en dos ocasiones cambio casi tan radical de su relación con el sistema internacional. La tercera
célebres, al apoyar las intervenciones soviéticas en Hungría en 1956 y en Che- visión "tradicionalista-integrista", combina una mirada positiva de la historia del
coslovaquia en 1968. siglo XIX, junto a la tesis coloreada de nacionalismo, con una interpretación más
restringida de lo que es "Occidente", a lo que se le añade "cristiano", aunque
La relación tan estrecha, consciente, no necesariamente "verdadera", entre el casi siempre sacando una conclusión más política y cultural que religiosa del
desarrollo de la política chilena y la evolución mundial, es palpable en el comen- mismo. Al juzgar al sistema internacional oscila entre el realismo político y la
tario de la revista Ercilla a raíz de la derogación de la Ley de Defensa de la adhesión a causas, como el anticomunismo, a veces el antinorteamericanismo y
Democracia en 1958, probablemente redactado por el influyente comentarista el antiliberalismo político. Busca una identificación nacional precisa, que la adi-
político Luis Hernández Parker (1911-1975): vina aunque no la puede verbalizar.
El nacimiento y la muerte de la LDD (Ley de Defensa de la Democracia) En este período, uno de los pronunciamientos más nítidos de una versión
estuvieron ligados a la historia actual de la humanidad y de la cual Chile es "occidentalista", de corte católico, tradicionalista sans phrase, es la del senador
un pequeño capítulo. En 1948 GGV (Gabriel González Videla) rompió conservador Héctor Rodríguez de la Sotta, uno de los cerebros económicos más
con sus aliados comunistas, porque creyó que ellos tendrían que ejercer brillantes del Senado en estas décadas. Vale la pena pensar las implicancias de
de soldados rusos en Chile contra USA. En 1958 CIC (Carlos Ibáñez del sus palabras:
Campo) abrió la puerta de la jaula a los comunistas -que no fueron sus
aliados- porque estima que una tercera guerra mundial es imposible y En la lucha mundial entre comunismo y democracia, entre Oriente y
porque quiere cancelar las deudas políticas que contrajo en 1952 como Occidente, que, como lo dijo elocuentemente no hace mucho Su Santi-
candidato 27 . dad Pío XII, deberá decidirse en un nuevo Lepanto, hay quienes desean
formar un tercer frente o tercera fuerza, equidistante, según dicen, del
Que esto fuera el lenguaje usual del comentario político cotidiano es otro testi- imperialismo comunista de Rusia y del imperialismo capitalista de los Es-
monio más sobre la estrecha inserción de Chile en la política mundial. tados Unidos. Ilusión que seduce a muchos, especialmente a los partidos
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CAPITULO VIII 1 FINIS TERRAE Y EL MUNDO' LOS CHILENOS DE LOS l 920 A LOS I 960
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Las naciones, grandes o pequeñas, han convenido en desprenderse de de las sociedades; en el siglo XX, en cambio, llegó a ser un supuesto ideológico,
una parte de sus antiguos privilegios absolutos de soberanía e indepen- semi-teórico, de lucha de clases entre estados capitalistas y países o sociedades
dencia para organizarse y convivir en una sociedad o comunidad explotadas, con el "campo socialista" ayudando a los segundos. Aquí se aludirá
internacionaL Y así como en las naciones el interés individual está su- a unos pocos textos; cuando se hable de la Unidad Popular (Cap. XII y XIII) se
bordinado al interés de las naciones, en la Comunidad Internacional el palpa más este lenguaje.
interés de una nación está subordinado a los intereses supremos de la
paz y de la seguridad del mundo. En 1952, Pablo Neruda expresaba la visión estática que siempre caracterizó al
comunismo criollo. Esta convivía sorprendentemente, mientras estuviera en la
Aquí se puede divisar un atisbo de "tercera posición", no en el sentido de oposición, con un acomodamiento práctico al sistema institucional, que muchas
marchar equidistante entre dos colosos, todavía impensable para el "antifascista" veces se parecía o al cinismo o a la entrega al paradigma soviético, aunque casi
de 1945, sino que en una realidad donde ambos mantengan la alianza labrada siempre expresaba una creencia inconmovible:
durante la guerra. Era probable que este lenguaje, durante la Guerra Fría, se
dirigiera hacia un neutralismo o "tercermundismo". Los hechos colocaron esta Estamos en el grave momento de la preparación de la tercera guerra mun-
sensibilidad política, en uno de los bandos de la Guerra Fría. En el momento dial por parte de los imperialistas. Estos se proponen la perduración del
en que se sintió amenazado por los comunistas, describió al mundo como capitalismo, aplastar a la Unión Soviética y países de democracias popula-
dividido en dos secciones, según le fue parafraseado al embajador Bowers. res, mantener el sistema colonial, impedir el triunfo de la clase obrera y de
Una parte estaba dominada por la "Rusia asiática", donde todas las libertades los pueblos en los países capitalistas. Por eso, la defensa de la paz es la más
humanas y personales son denegadas al individuo, y se ejecutan actividades noble y gran tarea. A través de ella nos unimos a otros pueblos y ayuda-
"viles y viciosas". La otra parte es la "occidental" o "anglosajona", el único mos a la liberación de nuestro propio pueblo 34 •
refugio para los derechos y las libertades. Chile se debería entonces alinearse Básicamente esta sería la fijación comunista en cuanto al sistema internacional y
con el grupo occidentaJ3 2 • al papel que ahí le cabría a Chile. Pablo Neruda fijó de manera memorable en el
La versión liberal de Occidente, la "dominante moderada", era compatible con Canto General (1950), entre otras cosas, toda una visión internacional del con-
el deslizamiento hacia un"tercermundismo", aunque no en su meta final, que tinente. La esencia del país era repetidamente declarada como "Chile es sobre
llegaba a un cambio revolucionario. Una enunciación clásica en una fase inicial todo, un país dependiente de los grandes monopolios norteamericanos". Es el
de este movimiento está dada por Gabriel Valdés en 1965, al inaugurar el fuerte mal de raíz, a donde se dirige toda posible cura y toda política que tenga senti-
activismo internacional que caracterizó a la administración Frei Montalva: do. Ni siquiera en el período de la inmediata post-guerra, en los días de la "unión
nacional", deja de estar presente la finalidad estratégica, por toda acomodación
Esta tensión Este-Oeste pierde fuerza al interior del mundo en desarro- táctica, como se deja leer en Pascual Barraza en 1945:
llo, porque ambos centros de poder vienen de un mismo esquema
sociológico y se mantienen en un equilibrio de coexistencia fundamen- Del hecho indiscutible que esta guerra trae envuelta una transformación
tado en la administración de la economía de bienestar 33 • profunda, una liquidación total de formas políticas y económicas regre-
sivas, es absolutamente lícito deducir que las fuerzas reaccionarias que
Valdés enuncia con estas palabras la versión criolla de la "teoría de la convergen- defienden y aprovechan este estado de cosas no se dejarán aplastar o
cia", de que la URSS y EE.UU. marchan en el largo plazo hacia un sistema más desplazar sin antes librar una batalla de vida o muerte 35 •
o menos similar; que los intereses de los países subdesarrollados serían más igua-
les entre sí que el de cualquiera de ellos con algunas de las superpotencias (toda- Era el enemigo el que pondría las reglas del juego para ser arrojado' al tarro de la
vía raramente denominadas de ese modo). A la reforma interna le corresponde- basura, según la famosa expresión de Trotski. La conciencia del milenarismo
ría una reforma del sistema internacional. ¿Qué parte de todo esto corresponde político que animaba al comunismo puede ser extendida a los socialistas y, en
a esa poderosa realidad que es el intangible de las relaciones internacionales? y general, al marxismo chileno. Un momento extremo e imborrable de identifica-
¿qué parte corresponde a la simple legitimación de una retórica ideológica? ción con el totalitarismo del siglo XX se encuentra en el mismo Pablo Neruda, al
hacer en 1952, una de sus recurrentes apologías de Stalin: "Stalin alza, limpia,
La versión "revolucionaria" de la cultura política internacional encontró su construye, fortifica,/preserva, mira protege, alimenta,/pero también castiga./
manifestación más importante en el marxismo, en sus diversos grados. En su Y esto es cuando quería decir camaradas/hace falta el castigo" (Canto General).
origen, el marxismo es una interpretación del cambio revolucionario al interior Lo hacía en alusión a un accidente en Sewell que ocasionó centenares de muertes.
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Como tema cotidiano, al menos es una alabanza a un despotismo que se supone "El pueblo amando la patria/y tan mal correspondido" ("Yo canto la diferen-
ilustrado; en la semántica del Chile del siglo XX, es la llamada consciente a la cia", ca. 1960), exclamadas a raíz del sesquicentenario. Reflejan el amor casi
revolución totalitaria. instintivo al suelo nutricio de las capas populares, y un sentimiento de "pertene-
cer sin pertenecer" que los sectores más pobres experimentan en la sociedad
La izquierda sostenía siempre, aquí y en la quebrada del ají, como parte del ser
moderna.
"izquierda" en la política moderna, que las diferencias culturales no establecían
distinciones en la actitud económica. La diferencia de clase era lo fundamental, Se podía tener una posición ambigua ante el "modelo occidental", y reclamar a
aunque en esto había muchos matices. Pero la posiciones se volvían a unir para la tradición chilena como compatible con una aproximación paulatina a los siste-
sostener que toda creencia en la supuesta superioridad cultural de los países mas revolucionarios, sin llegar a confundirse del todo con ellos. Nadie influyó
europeos y de EE.UU. (Japón no entraba todavía en el mapa chileno), superio- tanto en fortalecer el lenguaje en economía política internacional de la "época
ridad por ejemplo de la cultura económica, era manifestación de una creencia del subsidio", como Aníbal Pinto Santa Cruz en su Chile, un caso de desarrollo
"racista". Ariel Peralta, un observador que no carece de profundidad, lo señala- frustrado, de 1953. En una añadido de 1963, decía:
ba en un lenguaje que se podría llamar "tipo":
A nuestro juicio, cualquier apreciación realista de la situación presente y
Las colonizaciones realizadas con los elementos de la Europa "culta" de sus proyecciones tiene que asentarse obligadamente en las característi-
satisficieron el cúmulo de complejos raciales y de presuntas inhabilidades cas muy peculiares de la estructura social y política chilena ( ... ) Desde este
intelectivas del mestizo. El rubio, alemán o italiano, sus ojos azules, ángulo, lo que diferencia a Chile de la mayoría de los países latinoameri-
fueron como una carta de presentación para los "depuradores" de razas, canos no es la "vocación de libertad" o el "respeto a la institucionalidad",
y hasta hoy, tal tipología se une a la diferenciación instintiva. Nuestra valores importantísimos, pero que no pasan de ser abstracciones para buena
incapacidad de "reactivos" continúa considerando a los extranjeros como parte de la población. Lo que distingue desde antiguo a esta nación es el
seres superiores ( ... ) Si tal idea fue introducida por las capas gobernan- grado de estructuración de sus fuerzas sociales; la partidarización de esas
tes del siglo XIX, ya en nuestros días tiene la calidad de una idea que mismas fuerzas según cánones clasistas e ideológicos; la vertebración se-
sustenta todo el subconsciente del chileno medio 36 • gún instituciones básicas como las fuerzas armadas, la propia Iglesia, los
sindicatos, las agrupaciones gremiales, los movimientos estudiantiles, et-
De este discurso se miraría a otro tipo de superioridad, aquélla representada
cétera ( ... ) (Es) pertinente que hay dos denominadores mayoritarios: el que
por los sistemas marxistas. ¿Qué fue más realista? No cabe duda que sentirse
expresa la voluntad de cambios sustanciales y el que preconiza el manteni-
un soldado más de una causa global, con paradigmas en la Rusia Soviética, en
miento de un sistema 'abierto', democrático y pluripartidista. El gran pro-
la China de Mao o en la Cuba revolucionaria, fue una de las grandes emocio-
blema, el decisivo, es cómo ecuacionar esos términos, que hasta ahora no
nes políticas del siglo. Un editorial de El Siglo, el diario oficial del Partido
han logrado congeniar por completo y derivar en un régimen con amplia
Comunista, dirigido a sus apparatchiks, refleja bien esta conciencia de ser parte
eficacia social 38 .
de un combate general, en los meses afiebrados que precedieron a las eleccio-
nes de 1964: La "crítica de la crítica" se puede encontrar desnuda de todo atuendo intelec-
tual, pero no sin su cuota de sabiduría, en el Mensaje de Jorge Alessandri, del21
En estos instantes, la solidaridad con d pueblo brasileño y la defensa de
de mayo de 1963:
su proceso revolucionario está a la orden del día. Es un nuevo cauce que
se abre en el camino de la revolución en marcha en todo el Continente. Un hondo imperativo patriótico me impulsa a prevenir a los sembradores
Para nosotros, los chilenos, con el triunfo de Curicó en las manos y en de ilusiones y quimeras que es un juego peligroso exponerse a llevar al
víspera de conquistar el poder en septiembre, lo que está ocurriendo en alma de las multitudes -y especialmente de la juventud- de un paraíso
Brasil debe alentarnos en la lucha por imponer en Chile la revolución que prometido, a la duda primero y muy pronto a la más cruel decepción 39 .
el pueblo reclama37 •
Incluso, los lenguajes no marxistas muchas veces partían de la base de la compa-
En Brasil, eran los días anteriores a la caída del presidente izquierdista, Joao ración entre "socialismo" y "capitalismo", como realidades homogéneas. Esto
Goulart. La circunstancia podía ser leída por la izquierda chilena como anticipo fue entendido por Pedro Ibáñez, quien ayudó en el proceso de comprensión de
del Gran Cambio. Un trasfondo emotivo, con el cual es casi imposible no sentir la circunstancia histórica mundial en que se hallaba la derecha. Fue el primer
algún tipo de empatía, se revela en las palabras de Violeta Parra (1917-1967): chileno miembro de la sociedad Mont Pelerin. Decía en el Senado en 1962:
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La antinomia, la oposición entre capitalismo y socialismo, es una falsedad "antiimperialista" del "Balance Patriótico" de 1925, y admirador de la revolu-
divulgada tenazmente por el Partido Comunista como una consigna, en ción bolchevique4 2 • En las primeras páginas de este capítulo se cita otra de sus
la que caen inadvertida o deliberadamente muchas personas. El capitalis- boutades en favor de una revolución; también decía que "Chile es mi segunda
mo es un régimen económico fundado en el predominio del capital, como patria". En 1933 había afirmado que la crisis de los países latinoamericanos se
elemento generador de riquezas. El Socialismo es, en cambio, un sistema debía a "la lucha de los grandes países imperialistas, principalmente Inglaterra y
de organización social que supone que los derechos individuales derivan Estados Unidos, para dominar e implantar su hegemonía en el mundo" 43 . Esta
de la colectividad y que atribuye al Estado absoluta potestad para ordenar expresaría una parte del alma de Chile hasta comienzos del siglo XXI. Era a
las condiciones de vida civil, económica y política. Uno es un régimen todas luces un gran patriota, lo que revela su mismo estilo satírico. En cambio,
económico y el otro es un sistema social y político 40 . en la segunda postguerra, y a las puertas de la muerte, su idea era básicamente
diferente, aunque no muy distinta del grueso de la cultura política de entonces:
Pedro Ibáñez aludía al hecho elemental, de que el "capitalismo" es una realidad
que se desprende de otra, el del "sistema occidental", de una sociedad civil Personalmente yo creo en la sinceridad democrática de los Estados Uni-
económica. El socialismo, o marxismo más bien en este caso, es una crítica que dos y pienso que los anglosajones serían los más aptos para dirigir un
sólo tiene sentido dentro del margen del "sistema occidental". Como pura, ma- concierto de naciones unidas si ello fuera necesario para salvar a la huma-
nifestación de poder aislada de aquel, sólo devino en un "despotismo asiático". nidad; porque es evidente que ellos creen en la libertad y no tratarían de
ahogar al ser individual en ninguna parte ( ... ) Los Estados Unidos, Gran
El ambiente intelectual y los sentimientos en las ideas acerca del nuevo orden
Bretaña y todas las naciones democráticas deberán organizar mañana una
mundial después de 1945, se puede sospechar de la palabra de dos chilenos, el
nueva humanidad sin fronteras, sin límites mezquinos, sin predominio de
filósofo Clarence Finlayson (1913-1954) y el gran poeta Vicente Huidobro.
intereses particulares, sin odios raciales. La vida del hombre en la tierra
Finlayson, hoy hundido en el olvido, escribió maravillosamente sobre la poesía
del hombre 44 .
de Neruda y la pregunta acerca de América. En términos políticos, sus interro-
gaciones se dirigían a encontrar una síntesis que fuera más allá del "capitalis- Sin duda, existe en Vicente Huidobro una idealización, aunque nunca tan extre-
mo" y del "comunismo": ma como la de Neruda.
Nunca como antes, después de esta segunda guerra mundial, hemos
buscado más desesperadamente una solución política universal que con-
Visión del sistema internacional en los uniformados
sistiría en la confederación mundial de naciones( ... ). Pero los obstácu-
los que se presentan son de tal naturaleza que creo casi imposible su Después de 1973, se ha dicho que las fuerzas armadas compartieron la "doc-
realización( ... ). La confederación mundial de naciones y el gobierno trina de la seguridad nacional" que los habría subordinado a la política exte-
mundial presuponen ciertas bases universales que distamos muy lejos de rior norteamericana de le época de la Guerra Fría. Es seguramente una visión
poseer. Su propia formulación descansa sobre fundamentos espirituales simplista y llena de distorsiones, tal cual sería suponer que su misión podría
y el mundo actual carece de fe o de principios morales y filosóficos acer- resumirse con una "defensa de la patria" sin más. Como se dice más adelante,
ca de la esencia del hombre. Esta está prácticamente clasificada como no hay ejemplo (salvo el caso singular de Etiopía) de un ejército que mantenga
una cifra individual en vez de estar considerada como "una persona". su línea jerárquica y que haya apoyado una revolución marxista. Pero, entre
Todos los regímenes totalitarios desconocen el valor personal, la inde- esa posibilidad, y un antimarxismo militante como el que se expresó el 11 de
pendencia sagrada del hombre, y los regímenes democráticos en la septiembre, existe una multitud de posibilidades. Entre 1924 y 1932 hubo
práctica se mueven impulsados por esos oscuros factores materiales del bastantes ejemplos de simpatías entre la oficialidad por lo que se podría llamar
mundo económico y traducen todas las deficiencias posibles 41 . "nacionalismo de izquierda", lo que ha sido casi tan común como el
antimarxismo en las fuerzas armadas modernas.
Finlayson nos podrá parecer naiv. Revela de todas maneras una poderosa rai-
gambre latinoamericana del siglo XX, la idea de representar una síntesis superior En planes, en entrenamiento, en doctrina cotidiana, en la tradición, lenguaje
a las formulaciones planetarias de la política mundial. Incluso donde se ve que la familiar, en todo se indicaba que la "defensa de la patria", la "seguridad nacio-
vieja Europa puede aportar a las grandes disyuntivas de la postguerra, esto se ve nal", era la defensa de un territorio concreto, al que se le veía animado de una
asociado a las nuevas realidades de 1945. Vicente Huidobro habrá sido el cualidad. Esto era precisamente lo que se entiende por "patria", geografia e
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historia, tal como lo ve el oficial y el soldado de un estado nacional. Sólo cuando Hoy día el mundo se debate entre dos grandes ideologías que luchan a
la crisis política tocó las puertas de cuarteles y domicilios, y por el grado de su manera por la supremacía mundial. La una sigue los caminos de la
identificación de la crisis chilena con la Guerra Fría, es que los oficiales esgrimie-
revolución, y por ende de la muerte de miles de ciudadanos, como lo
ron el lenguaje acerca del mundo que más los interpretaba, aunque no era el
hemos visto en Hungría, Polonia, Alemania Oriental y ahora en Cuba,
único. Como en toda profesión, también aquí puede predominar un fenómeno
de acuerdo con la receta rusa; su insignia roja es emblema de sangre, de
"pre-político", el gusto por la profesión en sí. El uniformado moderno tiene
odio y de un calvario para millones de personas ( ... ) Su instrumento es
además una suerte de condena sobre sí mismo, que lo hace una suerte de Sísifo:
la dictadura basada en la fuerza bruta ( ... ) La otra ideología sigue los
su ideal debiera ser, después de 1914, que no llegara a ejercer su oficio, pero a la
caminos de la evolución, la que respetando los derechos humanos, la
vez debe estar preparado para hacerlo.
vidas y la libertad de expresión, llega a constituir estados de alto estándar
Con todo, debe haber un placer en la espera del combate real. En 1934 el de vida. Vemos en Europa a países que aún mantienen monarcas, aun-
Memorial del ejército afirmaba que "(es) necesario que todo el mundo se con- que los gobiernan mayorías socialistas.Abramos los ojos y sepamos reac-
venza de que la guerra no es un fenómeno extraordinario, un crimen o un cionar virilmente contra aquellos que por medio de la mentira siembran
pecado contra la humanidad ( ... ) Bajo la forma biológica de la lucha por la vida el odio y la discordia. La consigna de separar en la institución a oficiales
ella constituye el estado normal de cosas que rige entre los seres vivientes" 45 . y tripulantes está en marcha y para ello no reparan en difundir noticias
como la que habéis escuchado. Bien sabéis que la carrera de las armas
De los treinta a los cincuenta, años en general de retracción del mundo de la
no es para hacer fortuna, sino para entregar una vida a una causa, a un
"política", cuando se llegaba a pensar en ella, se creía que el "desarrollo" era el
ideal que desde niño consideramos sagrado, y así, los más viejos entre
objetivo más alto. "Desde el punto de vista económico, decía un oficial en retiro
vosotros podrán mirar hacia el pasado y reconocerán que nunca vues-
en 1963, estamos en los países subdesarrollados y ( ... )necesitamos urgentemen-
tros oficiales os han hablado de política, sino de patria, que a pesar de la
te del empleo de todas nuestras potencialidades y entre ellas está aquella de
crisis financiera que persigue al país desde el año 1930 la institución
mayor jerarquía por su organización, disciplina y vocación de servicio (Chile
entera ha levantado su nivel de preparación y de educación.
tiene) una tradición militar (... ) que (permite) pensar en una agrupación reducida
de países en estado de subdesarrollo económico, los cuales estaría en condicio- Toda una weltanschauung militar. Y no solamente acerca de la política mundial,
nes de crear, reestructurar y adaptar sus fuerzas armadas con el fin de acelerar el sino que de la misma historia reciente. Un texto tan claro era más posible de un
proceso hasta el pleno desarrollo"'16 • marino que de las otras ramas. Pero el haber proferido estas palabras en un
contexto de gran retraimiento de las fuerzas armadas de la política, el momento
Por cierto, existía la visión potencialmente antimarxista y de alineamiento con
de mayor estabilidad política del período que va de 1932 a 1973, imposibles de
EE.UU. En un análisis del Ministerio de Defensa, acerca de las potencialidades
ser expresadas sin anuencia civil, que por cierto simpatizaban con estos dichos,
del PAM (cap. IX), de 1952, se afirmaba:
ya que era una administración de derecha, pero cuidadosa en estos aspectos;
Esto quiere decir sencillamente que los países como Chile que no cuen- todo esto hace que el discurso de Swett pueda ser identificado con una concep-
tan con los recursos suficientes para desarrollar en forma conveniente las ción del sistema internacional por parte de todos los uniformados, si llegaba la
fuerzas armadas para asistir a la defensa del continente, deben buscar y hora en que fueran convocados como actores políticos.
esperar la ayuda de quienes pueden hacerlo, vale decir, de los EE.UU. de
Y las siguientes palabras finales de Swett, ¿no anunciaban en germen el principio
América. Por lo demás esta situación se ha hecho presente cada vez que se
de la Constitución de 1980, de que los uniformados tendrían posibilidad de
ha hablado ele la participación de Chile en actividades dirigidas a cumplir
deliberar para "proteger la institucionalidad"?:
con sus compromisos internacionales47 .
Chile goza de un bien merecido prestigio de nación democrática. Ese
Si aquí el lenguaje aparece algo indirecto, con tonalidades legalistas, el jefe de
prestigio lo ha ganado el país por la estabilidad política que han asegura-
estado mayor de la escuadra, en un discurso formal a bordo del crucero O'Higgins,
do las FF.AA., las que fiel a su juramento, se alejaron hace muchos años
el capitán de Navío Jorge Swett, después almirante, lo diría de una manera más
de los entretelones políticos. Esta es la razón de por qué algunas minorías
directa en 1960, a raíz de informaciones en la prensa de izquierda, que él juzga-
ba tendenciosas: desean socavar nuestra solidez institucional, para así ganar por la fuerza
lo que no pueden ganar en las urnas ( ... ) Os he hablado con absoluta
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CAPITULO Vlll] FINIS TERRAE Y EL MUNDOo LOS CHILENOS DE LOS 1920 A LOS 1960
MUNDO Y FIN DE MUNDO] CHILE EN L' POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 i )OAQUÍN FE!(MANDOIS H.
franqueza, como lo hacen aquellos que nada tienen que ocultar ni temer, cristianos y aún frecuentan los sacramentos, es inmoral, poniendo al
y es el deseo del señor Comandante en jefe que esa sea la constante norma hombre, alma viva e imagen de Dios, al nivel de un caballo o un arado.
a bordo de todos los buques 48 • No. El contrato de trabajo es contrato de sociedad. Nada de Arriendamiento.
Y en esta sociedad, "el socio principal-dice Pío XI- es tanto el capita-
Ver en todo esto la "doctrina de la seguridad nacional" tal como fue desarrollada
lista como el trabajador" 51 •
por los norteamericanos durante la Guerra Fría, es como pensar a la Revolución
Francesa o a la independencia hispanoamericana como una "conspiración "Entre las funestas consecuencias del liberalismo, tan en boga en el siglo pasado,
masónica". Sería como ignorar los procesos de la política mundial. subsiste aún en algunas partes la tendencia a considerar al hombre que trabaja
como un mero factor de producción y de riqueza". La Iglesia simbolizada por el
cardenal Raúl Silva Henríquez (1907-1999), puso el acento en la dimensión
La Iglesia, más allá o más acá de la política inmanente en 1962, en la misma ruta de crítica al liberalismo económico, y
debilitando la crítica antimarxista:
La Iglesia católica, como en todo el mundo el siglo XIX, fue en Chile una poten-
cia conservadora frente al mundo moderno. Lo sería también ante las conse- Las condiciones en que se encuentra en nuestros días el sector campesino,
cuencias de los cambios materiales, aunque los católicos políticamente motiva- como hemos visto, reclaman con urgencia una profunda transformación
dos no tuvieran este conflicto. La jerarquía de la Iglesia en cambio, influida de la estructura rural (... ) Sólo, pues, un cristianismo plenamente encar-
por nuevas corrientes de la política mundial, intentaría poco a poco diferenciar nado, concreto, presente a lo largo de nuestra jornada, de nuestra
su conservadurismo cultural de un conservadurismo político y económico, si- existencia, de nuestra generación, hará desaparecer la tentación de aban-
guiendo otra línea de su crítica alliberalismo 49 . De ahí comenzaría un largo donar a otras ideologías la valorización de la tierra y la humanización del
camino de relación nueva con la política, entre los treinta y los ochenta, que la hombre sobre la tierra en esta América Latina cristiana por nacimiento y
colocaba más allá y más acá de la política, en encuentros y desencuentros. Era por destind2
parte de la postura del catolicismo ante lo moderno y las grandes pugnas del
El punto de partida seguía siendo la crítica al marxismo. Pero esto requiere de
siglo, y de contribuir a la definición de sí mismo del país, que provocó y provoca
una respuesta que se va poniendo más y más en el horizonte de la "utopía reali-
divergencias dentro de lo que se puede llamar "pueblo católico".
zada", casi de un nuevo milenarismo, como está en una célebre carta episcopal
Un momento cumbre de este proceso estuvo en la carta que el Secretario de de los años sesenta:
Estado del Vaticano, cardenal Eugenio Pacelli, futuro Pío XII, dirigió al clero
No queremos dejar de hacer presente que la debilidad e inoperancia de
chileno en agosto de 1934. Aunque condenaba el "abstencionismo político abso-
los gobiernos democráticos, la falta de una acción decidida para solucio-
luto", quitaba todo fundamento a la identificación de los católicos con un solo
nar los graves problemas de la hora presente y la prolongación indebida
partido político, y esto significaba el fin de la antigua alianza entre el Partido
de una situación injusta e intolerable, ha llevado a gran parte nuestro
Conservador, eje de la derecha chilena entre los 1850 y los 1950, y la Iglesia 50 •
pueblo, aun en contra de su voluntad, a buscar la solución de su triste
Como el mismo país con respecto a la política mundial, la Iglesia chilena fue estado en la doctrina comunista ( ... ) No se puede pretender ser cristiano
actora de la transformación y de las convulsiones de la Iglesia romana a raíz del y marginarse de los esfuerzos por reformar las estructuras sociales según
Concilio Vaticano II. En el curso del siglo XX, sobre todo a partir de la separa- la doctrina de la Iglesia 53 •
ción entre Iglesia y Estado en 1925, se dio una aceptación y hasta afirmación en
El juicio sobre la "experiencia chilena", el gobierno de la Unidad Popular,
principio del liberalismo político, dentro de un claro rechazo al marxismo. Como
se puede encontrar resumido en un pronunciamiento de 1971, "Evangelio, Po-
contrapartida, el "antiliberalismo" se acentuó en el plano económico. Monse-
lítica y Socialismos", que a la postre legitimaba a los católicos tanto antimarxistas
ñor José María Caro (1866-1958), el primer cardenal chileno, decía en 1939:
-la mayoría de los católicos que concurrían a misa-, como a los que querían
Piense que la Iglesia no acepta (y su teoría la van copiando ya hasta los contribuir a la "construcción del socialismo", se suponía que desde una perspec-
socialistas, no diré, claro, que también los patrones verdaderamente tiva cristiana:
cristianos) la teoría liberal de que el trabajador "arrienda" sus servicios al
Junto con los anhelos de "personalización" y de "secularización" (en-
patrón. Esta doctrina, piedra fundamental de la economía atea, desgracia-
tendido este último en el sentido sano de reconocerle a lo temporal su
damente adoptada por algunos malos patrones que quieren llamarse
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T
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debida autonomía), es sin duda la tendencia moderna a la "socialización" de algo en nuestra alma, en nuestro inconsciente colectivo que nos urge re-
la vida humana uno de los más claros "signos de los tiempos" en que pode- chazar, como extraño al cuerpo social, todo aquello que signifique subyu-
mos discernir el llamado y la acción de Cristo como Señor y Liberador de la gar la persona o la nación a poderes extraños a ella misma. Expresémoslo
Historia (... )Hay en efecto, muchos tipos de socialismos. Pero entre ellos es en forma positiva: en el alma de Chile se da como componente esencial, el
dable concebir algunos compatibles con el espíritu cristiano, es decir, en los aprecio y la costumbre de la libertad, individual y nacional, como el bien
cuales pudiera asegurarse debidamente que el Estado no se transforme en un supremo-, superior, incluso, al de la vida misma 56
poder dictatorial incontrolable y que, por lo mismo, pueda garantizarse ade-
Bellísimas palabras, con las que se sostiene por lo demás la tesis del
cuadamente el respeto y la promoción de los valores de liberación personal y
"excepcionalismo chileno". El lector quedará no obstante, con un sabor amargo
social que proclama el Evangelio de Cristo resucitado 54 .
en la boca, ¿por qué no fueron pronunciadas en 1970, cuando hubieran sido
En muchos juicios episcopales de entonces, hay que leer un sutil equilibrio de la más necesarias( Muchos chilenos que estaban (con buenos motivos) atemoriza-
jerarquía por temor tanto a la división de los católicos, como de la misma Iglesia dos por el curso del país, habrían asentido a ellas. Las palabras del cardenal eran
y de la jerarquía, acerca del rumbo tanto espiritual como público de los católicos también una huella de una actitud de preocupación de la Iglesia romana ante el
con el advenimiento de la crisis nacional. El juicio de un católico ferviente hace desarrollo del catolicismo después del Concilio Vaticano II.
ver las honduras de la crisis y a la vez la consistencia de la fe. Mario Góngora
afirmaba en 1970, acerca de la relación de la fe con la historia:
El chileno y el mundo
Por otro lado, están los "resultados" de la historia, su espuma, sus rasgo
más visibles, el "estilo del tiempo". Uno puede adecuarse a él o no; pero ¿Qué se sabía del mundo en el Chile de esos años? A juzgar por los diarios, y por
ni una ni otra actitud implica realmente "hacer historia" en sentido fuer- lo que se recuerda de las radios, así como de los primeros noticiarios sistemáticos
te. Copiar las formas dominantes es padecer la historia, es capitular ante de la televisión, a fines de los 1960, había abundante material con el que cons-
ellas, nada más. "La verdadera historia se burla de la historia", podría truirse una imagen completa al menos de los hechos y problemas. Sobre la inter-
decirse, imitando el pensamiento de Pascal. El aggiornamiento como pretación, es dificil descubrir un texto que nos pueda abrir a comprender la
consigna significa un afán de modernizarse -seguramente, en sus realidad internacional de cada momento, salvo en unos pocos especialistas.
primeros adalides, por impulso misionero-; pero si verdaderamente no La intuición de ella puede aparecernos bastante visionaria. Pero, en general,
ha surgido una nueva idea, ni la época, ni la Iglesia, ni los hombres se no entregaba un mapa sobre el que pudiera desarrollarse una política ilustrada.
modificarán un milímetro, respecto del rumbo que ya tenían. Lo que Algunos discursos parlamentarios muestran buenas intuiciones acerca de cons-
los católicos "progresistas" (para emplear un vocablo cómodo, pues aún tantes de las relaciones internacionales, o sobre situaciones, cifras, ... También
no hay otro nombre) entienden por aggiornamiento es un plegarse existe una buena retención acerca de los principales temas en las cuestiones limí-
militantemente a la época, un "abrirse al mundo", pero esto no es genui- trofes con los países vecinos, la gran cruz de la diplomacia chilena del siglo XX.
na adquisición espiritual 5S Todo esto también se expresa en función de la polémica cotidiana del país, en el
fondo, terriblemente provinciana si se la toma como guía para entender al mun-
Una vez pasada la tormenta, llegando un huracán en algunos sentidos (aunque do y su realidad, con las excepciones que siempre hay.
los católicos y las mismas filas eclesiásticas también estaban divididas al respec-
to), después delll de septiembre, para el Te Deum dell8 de septiembre de Existía un "tejemaneje" cotidiano de la vida diplomática que tenía gran concien-
1974, por lo tanto un poco después del límite que trata este capítulo, y perte- cia acerca de lo que sucedía en el mundo. Los informes diplomáticos ocupan
neciente a otro momento, sin embargo es atinente recordar las palabras del largas páginas, a veces decenas de ellas, con textos acerca de lo que sucede en el
cardenal Raúl Silva Henríquez: país respectivo, o en el mundo en general (las políticas sociales de Roosevelt, el
conflicto chino-soviético, ... ), documentos que muestran conocimiento y hasta
En un mundo que parece hostil a }a tradición reactualizamos hoy, los
muchas veces finura de análisis. ¿Entretención, ejercicio, la tentación de dejar
chilenos, una que es bella y muy nuestra: darle gracias a Dios por Chile
por escrito lo que se acaricia como idea original( Son todas situaciones sobre las
( ... ) Por eso es que una patria no puede echarse a andar indiferentemente que aparecía amplia información en los diarios chilenos; o hubiera sido suficien-
por cualquier camino. La patria no se inventa. Sólo se redescubre y se te con que las dos principales universidades, la Biblioteca Nacional, la Biblioteca
revitaliza, y siempre en la fidelidad a su patrimonio de origen ( ... ) Hay del Congreso y las bibliotecas públicas de las principales ciudades de provincia,
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hubieran estado regularmente suscritas a media docena de grandes diarios y académicos. Esto llegaría hacia el final del período, y tuvo su momento estelar
revistas europeas y norteamericanas, para que se pudiera decir que había materia cuando Claudio Véliz fundó el Instituto de Estudios Internacionales en 1966,
prima para la existencia de una clase intelectual que nutriera a "internacionalistas" cuya clase inaugural fue dictada nada menos que por el mismísimo Arnold
y a sectores académicos, públicos y al público culto en general. Toynbee, sobre la importancia del estudio de historia contemporánea 58 . En 1963
apareció en inglés un libro clave del momento del internacionalista chileno Gus-
Pero en Chile no existía aprendizaje sistemático de las relaciones internaciona-
tavo Lagos Matus (1924-2003), quizás el padre de los estudios internacionales
les. Hubo autores destacados en derecho internacional, como Alejandro Álvarez,
en Chile, y posterior director del mismo centro universitario 59 .
de quien ya se ha hablado (Cap. III), o Antonio Huneeus Gana, que publicó en
ese entonces, un importante libro de política internacional escrito por un chile- Los sectores vinculados a la izquierda y a la Democracia Cristiana fueron los
no en 1945. Como en no pocos continuadores, su obra está inundada por un primeros en desarrollar una orientación internacional, no sólo en su interpreta-
idealismo naiv, quizás lo "políticamente correcto" de esa circunstancia: ción del sistema internacional como parte de su imagen de mundo, sino como
Intento en esta obra defender la soberanía -señaladamente la de los vínculos de sus propias organizaciones. Algunos sectores de orientación nacio-
países débiles-, la libertad e igualdad de los hombres y proyectar las vías nalista, con personas viniendo de la derecha y la izquierda (no netamente mar-
de su convivencia en paz honesta, digna y laboriosa. Con estos fines xista), crearon grupos de presión para temas específicos. Quizás el más impor-
procuro ilustrar a la juventud latinoamericana acerca de nuestros deberes tante fue el Comité Patria y Soberanía, que en los sesenta llegó a constituir un
y derechos de carácter permanente. De ahí que no trato sino por inciden- núcleo de influencia no despreciable en la cuestión limítrofe con Argentina.
cia de la conflagración que hoy despedaza al mundo. Estudio, en cambio, En esto estaban apoyados sicológicamente por la marina de guerra y por un
con particular atención el panamericanismo, su realidad y su porvenir (... ) lobby en la zona de Valparaíso; además, dos sacerdotes de gran fuerza retórica y
Señores de un continente no bien conocido todavía, que principia a dinamismo de ideas los apoyaban con intensidad, Enrique Pascal y Florencia
explotarse y que se nivela en riqueza agraria con los más vastos y fecundos Infante (1913-1998).
del orbe, los pueblos latinoamericanos, exentos de rivalidades y gestión No se crea que esto originó un movimiento de masas patriótico y patriotero,
mundial, de anhelos anexionistas, de odios legendarios, de sobreproduc- irresistible, como en las capitales europeas a fines de julio y comienzos de agosto
ción y deudas excesivas, regidos por tradiciones liberales y leyes republi- de 1914. Desde la perspectiva de estos grupos, los "políticos de Santiago" no
canas, aman su paz interna y exterior, la necesitan para su progreso y eran muy patriotas, no querían darse cuenta del "peligro argentino" y de la
anhelan la concordia de los pueblos amigos. He ahí la misión histórica, indefensión de Chile. Una mayoría del país miraba indiferente estos hechos que
humana y civilizadora que la Providencia le impone a América Latina, en se sucedían en zonas remotas. Esto no quiere decir que en ocasiones la mayoría
cambio de los prodigiosos beneficios con que la ha privilegiado 57 . se identificara con una emoción profunda, anti-argentina, como para el inciden-
Cuesta pensar que este diplomático esté hablando de "nuestra América". Cuan- te de Laguna del Desierto, en 1965.
do los chilenos cultos pensaban en las relaciones internacionales, su conciencia El caso de Argentina es relevante, ya que desde mediados de siglo, los chilenos
las entendía como "relaciones fronterizas", o "limítrofes". Esto se conectaba al comenzaron a mirar a los vecinos transandinos como el metro a alcanzar. El viaje
legado del siglo XIX, la Guerra del Pacífico y la Paz Armada (Cap. I). Estaba en a Mendoza fue el primero donde los acudían los chilenos, y Buenos Aires ejercía
manos de expertos vinculados a la Cancillería, a algunos internacionalistas de un influjo mágico sobre una minoría, que luego se identificaba con la mayoría.
nota, a ciertos parlamentarios (Exequiel González Madariaga, Hugo Zepeda, ... ) Pocos se daban cuenta de que, en todo el siglo XX, centenares de miles de
y a los expertos del Instituto Geográfico Militar. Cuando se hablaba de rela- chilenos emigraron a Argentina, especialmente desde el sur del país a la zona
ciones internacionales en un sentido más amplio, se veía el duelo entre los patagónica, donde encontraban trabajo y un nivel de vida superior. Lo que se
"dos grandes", la Guerra Fría, las guerras y revoluciones, más genéricamente, puede llamar "cultura argentina", concepto debatible como en cualquier parte,
los conflictos. Era como si Chile no fuera parte de ello, a pesar de que su política fue el mayor componente latinoamericano que tuvo influencia en Chile en estos
interna reflejaba las grandes contiendas y posiciones internacionales. años. Nada de esto era muy profundo, y la sociedad estaba siempre marcada
Lo que falta, en cambio, salvo en situaciones apremiantes (¿qué quieren los por su origen en el valle central, provinciana, poco elástica para el trato con el
militares argentinos, por ejemplo, en 1958 o 1966?), es un equipo estudioso extranjero, aunque siempre admirando al europeo, y en diversas instancias, sa-
entre los ambientes públicos, de la Cancillería y otras entidades estatales, y de cando a hiz una gran interacción con el mundo. Si su historia política y las
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costumbres sociales, o la "moda" corrían muy al unísono con la evolución del Para muchos sintetizaban lo que eran las "relaciones internacionales". Des-
mundo en el siglo XX, no dejaba de mostrar una mirada volcada sobre sí misma, pués, serían rutina que apenas si aparece en diarios y televisión. El chileno
en una síntesis marcada por la afirmación provista de falsa seguridad. comenzó a viajar recién en los setenta, pero claro, la masificación todavía no
llegaba a mediados de siglo. Había un núcleo reducido que estudiaba en
En otro sentido, no se debe olvidar en ningún momento, que hasta 1973 había
universidades europeas y norteamericanas. Pocos hablaban idiomas extranje-
un interés muy pobre o nulo por el estudio de la historia contemporánea en
ros, pero en lo cualitativo no parece haber mucha diferencia con lo que sucede
medios cultos y académicos. Era como si el Chile del siglo XX no existiera para
a comienzos del siglo XXI.
sus propios contemporáneos. Existían muchas alusiones al período del Frente
Popular, al año 1938, a la matanza del Seguro Obrero, pero casi exclusivamente Si esto ha cambiado, y es casi seguro que lo ha hecho, muestra una importante
dentro de la izquierda. Cuando se escriben estas líneas, se dice que hay que transformación en el Chile de comienzos del siglo XXI. En el período de que
"rescatar la memoria". Quizás. El caso es que desde 1973 se ha escrito mucho trata el capítulo, no puede dejar de nombrarse un caso inclasificable, Jorge Mar-
sobre historia contemporánea o del siglo XX chileno, pero en el período ante- qués de Cuevas, admirable por el sistemático arribismo, tan logrado, que no se
rior, daba la impresión que el pasado inmediato había desparecido del horizonte le podría menospreciar, y seguramente representa también una suerte de
intelectual de los contemporáneos. ¿Sería un signo de la crisis que luego se aba- "chilenidad", como lo expresara su antiguo compañero de colegio, Joaquín
tiría sobre el Chile de mediados de siglo1 Edwards Bello60 .
En el promedio de la conciencia de chilenas y chilenos, predominaba una visión Por último, no se debe olvidar a quienes colaboraron más en crear la "idea del
del siglo XIX, como del triunfo de la capacidad del país y del temprano "orden" chileno", ese personaje inefable que es la réplica de cualquier habitante "medio"
creado por Portales, a lo que se sumó la experiencia del "Chile patriótico". de cualquier país del mundo, que existe pero que escasamente se le puede defi-
Visión que fue (y es) fortalecida por la perspectiva más conservadora, aunque nir. Observadores como Joaquín Edwards Bello, Ariel Peralta, Benjamín
era (y es asumida) quizás por una gran mayoría de la población. En cambio, Subercaseaux o Jenaro Prieto ya han aparecido en estas líneas. Hay que añadir a
sobre el siglo XX, hasta 1973, predominaba una visión más "progresista", crea- los caricaturistas o autores de historietas, como Jorge Délano, Coke, creando a
da por la centro-izquierda, por llamarla así. Según ella, la verdadera fundación su inmortal Juan Verdejo Larraín, con lo que quiso simbolizar todo el espectro
del siglo XX estaba en el movimiento político social de 1920, las sacudidas que social en un personaje, y fundador de Topaze, semanario no alcanzado en la cima
siguieron a la caída de Ibáñez en 1931 y, sobre todo, con la elección de Pedro del humor y de la representación política en el segundo tercio del siglo XX;
Aguirre en 1938, la fundación de la CORFO y todo lo que significa el "Estado ARené Ríos, Pepo, el creador de Condorito y su entorno de Pelotillehue, encar-
de compromiso". Esto era el "logro" del siglo XX y, quizás, para muchos ya nación de defectos (y algunas virtudes) de los chilenos; a Renzo Pecchennino,
estaba agotado, pero habría "cumplido su misión". Con todo, ambas visiones Lukas, el auténtico poseedor del don de la ironía, que la tuvo en grado máximo
podían coincidir en más de un punto. Para ambas, la idea del siglo XX podía ser el hijo de inmigrantes italianos, avecindados en Valparaíso; su "Don Memorario"
de decadencia, ya sea en comparación con el siglo XIX; o porque ya no habría es testigo de Chile en la totalidad del siglo, como del desarrollo político; y, Jorge
más futuro "dentro del sistema". Mateluna, con su "Enano Maldito", ya en medio de la sangrienta sátira política
que inflamó el lenguaje público (y privado) durante la U ni dad Popular.
La realidad internacional había llegado no sólo por medio de los estremecedores
acontecimientos, como las guerras mundiales, seguidas con gran avidez como Pues bien, todos ellos definían al chileno -esa entelequia- quizás con algo
hechos militares y políticos por muchos chilenos. También fue la "época de los de olfato antes que raciocinio, en base a una diferenciación con el mundo, con
viajes", de los presidentes chilenos al exterior; y de figuras mundiales a Chile, el extranjero. Su gracia y su ironía resaltaba más en comparación con los persona-
todo ello favorecido por el traslado en avión. Comenzó con el viaje de Juan jes o caricaturas del Tío Sam o de don Otto. Y no pocas veces, era el extranjero
Antonio Ríos a EE.UU. en octubre de 1945; y culminó, ya en signo de quiebre el que quedaba mejor parado. En esto, era una constante de la mirada de Chile
nacional, con la polarizante visita de Fidel Castro en noviembre de 1971, y con a sí mismo.
el viaje de Salvador Allende a la ONU y a la URSS en diciembre de 1972.
Enu·emedio, hubo encuentros de gran atracción, como el de Ibáñez-Perón, en
1953, o la venida del general Charles De Gaulle en 1964, o de la reina Isabel II
en 1968. Convocaban a gran público y estaban provistos de toda una parafernalia.
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MUNDO Y FIN DE MUNDO! CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL I90C-2004j JOAQUÍN FE&v!ANDO!S H. CAPITULO IX j ALINEAMIENTO Y CAMINO PROPIO 1945-1958
conservadora del mismo, junto a un fracción más centrista del socialismo, y con senador Alfredo Duhalde (1898-1985). Era posible esta doble función, parla-
la ayuda distante de la derecha, que veía cómo la próxima presidencia caería mentario y ministro, porque técnicamente el país estaba en "guerra" con Japón,
inexorablemente en sus manos, a la luz del resultado electoral de marzo de 1945. y las disposiciones lo permitían, anomalía que duró todavía un tiempo.
Por otra parte, la izquierda había gozado y había sufrido con la guerra. Si bien se Duhalde pertenecía al ala más de derecha del Partido Radical. Quiso dejar una
había identificado con la coalición victoriosa en lo interno y en lo externo, eso impronta de dirección del país que, quizás, le sirviera para ser sucesor de Rios.
ponía un freno a su impulso de transformarse, y al eterno problema de su cons- En todo caso, los hechos se precipitaron. La movilización social llevó a una
titución, ¿debía perseguir o la reforma o la revolución( Esta disyuntiva la acom- huelga general el28 de enero de ese año, a una concentración y a incidentes con
pañaría hasta 1973. A mediados de los 1940 seguía ambos caminos. Esto era carabineros. Su resultado fue la "matanza de la Alameda", con seis muertos,
especialmente cierto en el caso de los comunistas, como se vería de ahí hasta entre ellos Ramona Parra, que daría el nombre a una combativa brigada callejera
1947. El Partido Comunista subordinaba sus movimientos internos a las de los comunistas durante la Unidad Popular. Radicales y socialistas se retiran
tendencias del comunismo mundial, lo que era lo mismo que decir la Unión del Gobierno; otra huelga general, negociaciones, vuelta de los socialistas, con-
Soviética. Al terminar la fase "browderista", de "colaboración de clases", co- cesiones del Gobierno. Ambas partes tomaban posiciones mientras la derecha
menzaba una de confrontación. Pero todavía se quería empujar hacia un miraba los acontecimientos, segura de su próxima victoria electoral.
frentepopulismo, de manera de liderar indirectamente a la izquierda y más allá
La historia de los siguientes seis meses fue de preparación para la inexorable
de ella, con el fin de evitar "maniobras antisoviéticas", como aquellas que se
muerte de Rios y de la próxima campaña. Gabriel González Videla (1898-1980),
habrían efectuado en la Conferencia de San Francisco 1.
como líder del ala izquierda del Partido Radical, supo tener la ventaja y ser el
En el plano interno, la confrontación ideológica aumentaba en intensidad, en lo abanderado de una coalición antiderechista, que incluía al Partido Comunista.
externo, no marcaba aún de manera destacada las relaciones con EE.UU. La Este, que todavía tenía arranques de "Frente Nacional", es decir, del "antifascis-
Guerra Fría se resistió todavía a nacer. En el viaje de Rios a EE.UU., antes mo" de la época de la guerra, tuvo que aceptar una coalición más reducida.
frustrado por el discurso de Welles (Cap. VI) y por una operación de mal agüero González, quizás en mayor medida que el León y que Aguirre Cerda, era un hijo
del Presidente, la colaboración económica (o subsidio) y las palabras de cortesía, de la clase media profesional, batallador del centro político, Las circunstancias y
ocupan un lugar mucho más preferente que toda preocupación por un naci- ambiciones lo llevarían a su ala izquierda.
miento de la "confrontación bipolar". Fue un largo viaje, entre el 28 de
La derecha, segura de su triunfo, se dio el lujo de dividirse en dos candidatu-
septiembre y el 26 de noviembre de 1945, 60 días en total, tiempo después
ras, la del Partido Liberal y la del Partido Conservador. Apoyaban a dos
impensable en emplear en una gira para un Jefe de Estado. Además de EE.UU.,
grandes espadas de la política chilena de mediados de siglo, Fernando Alessandri
se entrevistó con los presidentes de Perú, Ecuador, Colombia, México, Guate-
Rodríguez (1897-1982) y Eduardo Cruz-Coke (1899-1974) respectivamen-
mala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba, Haití y la
te. El primero, hijo del León, era también hijo de los cambios de los 1920,
República Dominicana. No se podía desairar nadie y la primera gran gira de un
pero ya integrado en lo político y social (como el padre) al establishment.
Presidente de Chile tenía que ser en grande. En el país, por lo demás, casi nadie
Su mirada mundial será la misma de la derecha chilena, entre astuta y con
se sintió molesto. La verdadera historia internacional, sin embargo, se entretejía
personalidad; a la vez aislada y despectiva de los que sucedía en el ancho
como prólogo a la Guerra Fría.
mundo. El Dr. Cruz-Coke en cambio, personalidad idiosincrática, tenía origi-
Incluso a su regreso, el Presidente comentaba a su círculo familiar que Truman nalidad. Médico e investigador, durante la segunda administración del León
no parecía preocupado por el "peligro comunista", como había tratado de expli- impulsó leyes sociales modernas, como la "medicina preventiva". Durante la
cárselo 2 • ¿Estaba Chile quizás "más adelantado" que EE.UU.1 No, era su propia guerra, había sido, desde un comienzo, partidario de los Estados Unidos y,
historia que ahora se encontraba con un elemento central de las relaciones inter- llegado el momento, de la ruptura. Su posición en 1946 prometía mucho,
nacionales, que se vivía en su propia cotidianeidad. Era un ejemplo de la pero llegó segundo, muy lejano del candidato "popular", a quien "el pueblo
"internacionalización" de la política interna de las sociedades en la era planetaria. llama Gabriel" (Neruda).
Desde su regreso de EE.UU. se sabía que Rios estaba enfermo. Tras pedir
González había sido un firme aliadófilo, e incluso tuvo tomas de partido al
permiso al Senado, a comienzos de enero de 1946 entregó el mando a su
respecto cuando fue embajador enRio de Janeiro entre 1942 y 1944, poniendo
Ministro del Interior, nombrado poco tiempo antes para esta eventualidad, el
en aprietos a la Cancillería. En 1945 y 1946, parecía ser un firme promotor
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CAPITULO IX 1 ALINEAMIENTO Y CAMINO PROPIO 1945-1958
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN L' POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H.
del "antifascismo", y seguiría dando testimonio de esto en algunos sentidos. que hubiese una crisis de magnitud dentro del país o en las relaciones
En parte, escogió el ala izquierda y la política de apoyarse en los comunistas, interamericanas. Por otro lado, los comunistas habían sido parte del gobierno
porque en caso de haber otra alianza, con el Partido Liberal por ejemplo, otro de Batista en Cuba durante los años de la guerra. Había coaliciones que incluían
hubiera sido el candidato radical. Chile, en mayor medida que en 1938 toda- a comunistas, en suerte de "frente nacional", en Francia, Italia y Checoslova-
vía, no estaba en ánimo revolucionario. Sigue siendo una incógnita qué llevó a quia, por nombrar los casos creíbles en cuanto a comparaciones.
los comunistas a pensar que podían ganar con estar en el Gobierno, si es que
no querían propiciar un cambio radical de la situación. Hubieran influido más
desde una oposición fuerte. Al apoyar en cambio, con gran movilización a Confrontación interna, alineamiento continental
González Videla, influyeron en la campaña y fueron parte del Gobierno, pero En sus lineamientos generales, la política exterior de González Videla no mostró
fue un triunfo efímero. mayores diferencias con la que le antecedía, salvo en lo referido a la nueva reali-
El 4 de septiembre de 1946, el primer "4 de septiembre", ningún candidato dad dentro de continente. Desde luego se refirman los dogmas básicos. Ya en
tuvo la mayoría absoluta, pero González había tenido una holgada mayoría rela- 1946, el Vicepresidente Alfredo Duhalde había dicho que una de los mejores
tiva, sobre el 40% de los votos. Los dos candidatos de derecha sumaban el 56%; ventajas de las recién fundadas Naciones Unidas, es que "consagra el principio
pero había ganado aquel "candidato popular". Hubo alarma ante el "triunfo del respeto a los tratados internacionales" 4 . En el primer Mensaje de Gabriel
rojo", pero casi nada en comparación con 1938, ni qué decir con 1970. González, el21 de mayo de 1947, es posible distinguir el lenguaje de la Gran
El Congreso debía elegir entre las dos primeras mayorías; la tradición ya deman- Alianza, en su versión occidental. Es interesante que diga que aunque original-
daba elegir la mayoría, pero también se negociaba algo acerca del carácter del mente Chile había sido contrario al derecho de veto en la ONU por parte de las
futuro gobierno. La segunda mayoría, el conservador Eduardo Cruz-Cake, grandes potencias, ahora lo apoyaba, "porque las grandes potencias lo conside-
quiso insistir en sus derechos; el líder de los liberales, el "Papá", es decir, el raban esencial para el feliz éxito de la alta empresa en que estaban empeñadas
León, se dejó querer. Paralelamente, el Vicepresidente, Alfredo Duhalde, jugó todas las naciones amantes de la paz".
con la posibilidad de provocar un golpe de Estado, "desde arriba", quizás en Añade que Chile no aceptará "bloques políticos dentro de las Naciones Unidas
nombre del anticomunismo. (ni menos) la formación de bloques regionales dentro de este Hemisferio" 5. Lo
Gabriel González supo poner en una encrucijada a los liberales y obligar a Duhalde primero sería abandonado bien luego por el desarrollo de la Guerra Fría. Lo
a renunciar antes de la votación en el Congreso Pleno. Con grueso apoyo en las segundo llevaba a una antigua divisa continental, repetida no sólo por Chile, de
Cámaras, ofrece un gabinete que después sería una curiosidad, ya que se encon- que no se podía reproducir en América del Sur un tipo de política de alianzas
traban desde liberales, pasando por radicales hasta incluir a los comunistas. como el que llevó a las dos guerras mundiales. ¿Había algún asomo de crítica al
La ceremonia de transmisión del mando tuvo un brillo especial, ya que por vez peronismo1 No parece, aunque no se pueda excluir, ya que poco costaba hacer
primera concurrieron delegaciones extranjeras. De EE.UU. vino un cercano una alusión grata a comunistas y a norteamericanos, y que no comprometía a
colaborador de Roosevelt y Truman, el almirante Leahy. De Argentina vino el nada. Además, Gabriel González mantuvo la política de los años de guerra, de
Vicepresidente Hortensia Quijano, en un acto bien decisivo del mismo Perón. no hacer caso de la hostilidad entre Washington y Buenos Aires, incrementando
Se inauguraba una época en la cual las ceremonias de investiduras adquirirían un sensiblemente el nivel de las relaciones bilaterales.
carácter protocolarmente internacional, en parte todo facilitado por la era del Hubo, eso sí, una confrontación política en Chile. Los comunistas, luego de
viaje en avión asumir responsabilidades de gobierno con tres ministros, de escaso poder por lo
¿Hubo alarma de los norteamericanos ante la participación comunista en un demás, pero con bastante presencia en nombramientos de autoridad en diversos
gobierno del "hemisferio"( Si la hubo, al igual que en 1938 se disipó otros ministerios y en el aparato gubernamental a lo largo del país, pierden esa
rápidamente.El embajador Bowers informó a Washington que el Presidente le posición en abril de 1947. Luego de una guerrilla política por medio de
había dicho que aunque no podía ser desagradecido con los comunistas, y por lo movilizaciones y conflictos sociales en el invierno de 1947, en septiembre y
tanto tenía que integrarlos al Gobierno, eso no duraría mucho. Al primer octubre de ese año, debido a un conflicto en las combativas minas de carbón de
incidente terminaría con la coalición 3 . El ambiente de las delegaciones norteame- Lota. La Moneda respondió declarando la guerra política al comunismo, e im-
ricanas y la información pública de entonces tenía que excluir toda inquietud de pulsando la legislación llamada Ley de Defensa de la Democracia, que culminó
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con la ilegalización del partido en 1948, y la reclusión de muchos militantes, acercado al "modelo occidental" en los años de la guerra, el carácter confronta-
como exilio de algunos otros. cional de sus palabras, con un sesgo claramente anticomunista en su sentido
Gabriel González había confiado que el apoyo comunista neutralizaría la ame- más pleno, hace ver la polarización que el tema causaba al interior de la política
naza de movimientos sociales; sucedió lo contrario. Un partido dentro del go- chilena.
bierno llevaba al mismo tiempo una política de movilización social que detenía La confrontación total se produjo en octubre, cuando se desarrolló un paro
las iniciativas políticas del Ejecutivo. Y además cosechaba otras ventajas, como persistente de los mineros del carbón en Lota. Era una zona combativa. Tam-
un triunfo neto en las elecciones municipales de abril de 1947, con el17% de los bién, el país dependía considerablemente del carbón como fuente de energía.
votos, la cota máxima alcanzada en toda su existencia. En abril de ese año, poco Una huelga prolongada ponía al Gobierno de rodillas. Este respondió azuzado
después de las elecciones, sentidas por el gobierno como una derrota, González por la oposición de derecha y por parte de sus propias fuerzas como de sectores
aceptó el retiro de los comunistas del gabinete, aunque continuó con algún tipo de la izquierda. Se acentuó un estado de emergencia declarado en la zona del
de colaboración. El Partido Liberal, el otro socio de la coalición, también se carbón, y se relegó luego a dirigentes y a activistas, o a mineros combativos, y se
oponía a muchas iniciativas del Gobierno, pero no era percibido como una ame- intervino militarmente en las mismas minas. La huelga que había comenzado el
naza de magnitud. En esto se ve la importancia del temor de "amenaza social" 4 de octubre, estaba casi terminada para el21 del mismo mes. El paisaje político
con que era visto el comunismo. La crisis política era interpretada en su dimen- había cambiado. La sensación de urgencia y de peligro que una parte del país
sión mundial y esto aumentaba más las tensiones internas. La idea de que el experimentó, terminó por actualizar una vieja disputa. (Se puede permitir
comunismo representaba una especie de "conspiración mundial" alimentaba esta que actúe de manera legal una formación política que propicie terminar con el
idea, exagerada aunque no del todo inventada. sistema democrático aunque sea por la vía constitucional( ¡Quién es el guardián
En julio, González Videla viajó a su amada Río de Janeiro para subrayar tanto las de la Constitución(
buenas relaciones con Brasil, como el apoyo a la Conferencia de Río que creó el Se ha especulado si fue la presión norteamericana la que provocó la salida de los
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Este alineamiento comunistas del gabinete y su exclusión política posterior 7 . Sin duda hubo algo
internacional era contradictorio con la posibilidad de mantener algún tipo de de esto, pero al separar radicalmente "factor interno" de "factor externo"· y
relación constructiva con el Partido Comunista. En agosto se formó un "gabi- tratar de medirlos en cuanto a fuerza se olvida al clima de época. Aun así no
nete de administración", "témico" se suponía, con altos cargos de las fuerzas parece que haya sido un factor significativo. En esos meses hubo dos negocia-
armadas ocupando posiciones ministeriales. En el intertanto, la situación políti- ciones importantes que muestran la interrelación entre la nueva política antico-
ca interna se encrespaba, y se formó un ambiente anticomunista dentro de un munista de Washington y la exclusión de los comunistas del gabinete y de la vida
amplio espectro de la clase política, desde socialistas a conservadores, pasando política oficial del país. Esto se puede entrever en un mensaje del Subsecretario
por un sector radical, por liberales y falangistas, aunque diferían en la estrategia Spruille Braden, célebre por su enfrentamiento con Perón cuando era embaja-
de combate, ya sea neutralizarlos mediante su alejamiento del gabinete y de la dor en Argentina en 1945/46, al embajador Bowers. La carta es del29 de mayo
administración pública, o de su exclusión simple y llana del sistema político. de 1947, y le dice que no cree que Gabriel González haya roto de verdad con los
El principal líder socialista de los 1940, Osear Schnake, protestaba por la perse- comunistas, ya que sus militantes, dice, todavía ocupan altos cargos en la admi-
cución que llevaban a cabo los comunistas de funcionarios y militantes socialis- nistración, aunque no sean ministros. "Estoy seguro de que en vista de esto, y
tas en la administración pública, o a los sindicalistas en la batalla social, que teniendo en cuenta el Mensaje que González envió recientemente al Congreso,
después en la zona del carbón incluyó a algunos muertos. "Esto pone en peligro que González no ha roto con los comunistas. Esta vacilación de su parte no le
las libertades básicas del régimen democrático, decía Schnake, y debemos hace ningún bien a la causa de Chile" 8 .
enfrentar a los enemigos con entereza, energía y decisión. La causa de toda esta Lo que Braden tenía en la mente, eran las negociaciones del gobierno chileno
persecución es sólo una: porque los afectados no son los comunistas ( ... ) En esta con el Eximbank por más créditos para los programas de industrialización del
forma se está encendiendo la antorcha de la guerra civil que puede extenderse a nuevo Gobierno, pieza vital de su lenguaje político y de sus promesas. Estaba
toda la República (... ) es necesario recurrir a todos los medios, a fin de orientar además, como parte del mismo "estado de la cuestión", de la negociaciones para
a la opinión pública de Chile hacia una política de enérgica defensa" 6• Aun te- superar el tema pendiente de la deuda externa, asunto logrado en 1948. Un año
niendo en cuenta que Schnake representaba un socialismo que se había antes, a Washington poco le hubiera importado este hecho, pero en 1947, el
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año de la "Doctrina Truman", que enunció la intención fundamental anticomu- distancia. Esto era entregar la vía pública a la fuerza organizada del comunis-
nista de la política que luego sería llamada de la "contención" de la Unión So- mo; conllevaba en sí misma una potencialidad revolucionaria aunque, quizás,
viética, esta actitud se revelaba en casi todos los gestos de los norteamericanos. no una intención de ese tipo. Tal vez, como dice Andrew Barnard, el Gobier-
Por otra parte, consideraban que ayudaban a un país como Chile, y esto era no no quiso o no pudo desarrollar una estrategia que disolviera pacíficamente
desde luego así, aunque en las relaciones entre las naciones toda ayuda desinte- las huelgas.
resada sea inseparable de la conveniencia propia; el desinterés y el interés se
(Cuáles fueron los motivos de la conducta comunista en este año1 Si no se cree
encuentran inextricablemente confundidos.
en la afirmación de que "González Videla nos traicionó", ni tampoco se puede
También existía la presión contraria, la de Chile hacia Washington, en la línea de ver un real intento comunista de provocar un estado revolucionario, se debe
la "mentalidad del subsidio"; había un factor relativamente nuevo, el argumento intentar otra explicación. Los comunistas habían sido un partido marginal hasta
de que Chile era un país democrático. "Chile es un país clave en el combate mediados de los años 1930. De ahí en adelante, con la disciplina y autodisciplina
contra el comunismo", decía el embajador Bowers al Secretario de Estado en de la era del Comintern, se trasformó en una organización férrea y de militancia
junio de 19479 . González Videla le había reclamado porque Guillermo del Pe- fervorosa y abnegada, que desde el momento del Frente Popular, adquiere
dregal, Vicepresidente de la CORFO, no había encontrado un ambiente propi- protagonismo en la política chilena. Luego tomarán un papel de primera magni-
cio en su gira a EE.UU. para solicitar ayuda financiera. Chile se podría retirar de tud en los conflictos sociales de los 1940. La fuerte conciencia de ser parte de un
los acuerdos de Bretón Woods dejó deslizar González. Era una bravata que no movimiento mundial que se encamina hacia el triunfo de las naciones democrá-
impresionaba a los norteamericanos, pero les recordaba que no podían dejar sin ticas, le inyectó un optimismo práctico que hacía de su estrategia política un
ningún tipo de asistencia a Chile. Este país, además, solicitaba con angustia el estadio hacia el rapto final, con un lugar lógico como eslabón de la cadena hacia
envío urgente de carbón. El Secretario de Estado Marshallle decía a Bowers que el socialismo. En 1945, con la condena del "browderismo", de la "colaboración
las cosas se debían de tratar "comercialmente" 10 . Con todo, las palabras de Gabriel de clases", es decir, con un pacto de consenso temporal de gobernabilidad, se
González nos muestran el paralelismo de ambos procesos, el de la polarización vuelve a abrir la senda hacia el Gran Cambio.
política en Chile, y de la política de alineamiento anticomunista que Washington
Pero se quiere mantener el protagonismo alcanzado en la guerra, en realidad
imponía a América Latina.
iniciado en 1936 con el Frente Popular. Para ello se requería de una coalición
Con el desarrollo del conflicto de Lota y la ruptura de relaciones con la Unión con fuerzas "patrióticas" pero no marxistas, aunque la dirección debería estar
Soviética, Checoslovaquia y Yugoslavia en octubre de 1947, se alcanzó un princi- fijada por la estrategia comunista. Junto a la retórica de "Unión Nacional", o
pio de acuerdo en las negociaciones financieras con EE.UU. y este país se allanó "todos contra el fascismo" o "todos por el triunfo de la Gran Alianza", se daba
a enviar cien mil toneladas de carbón. La coincidencia refuerza la tesis de la pre- una nueva consigna que reflejaba un estado de ánimo de combate contra las
sión a Chile; pero no logra convencer de que pudiera haber creado la confronta- instituciones del país. Era la idea de "unidad en la base y lucha de masas", una
ción de 1947 entre La Moneda y el Partido Comunista. Existía un elemento que especie de poder paralelo, una suerte de sociedad civil prerrevolucionaria. Era
después se olvidaría, la idea del Gobierno y de parte de la clase política de estar definido por el dirigente Luis Reinoso como "la suma de todas las organizacio-
sitiados. Si se da crédito a los informes del embajador Bowers, y existen muchos nes, de todos los comités y de todos los movimientos que se forman, desarrollan
indicios de que tenía independencia de criterio, por exagerado que nos pueda y consolidan a través de la lucha misma, lo que nos permite decir que está en
parecer muchas veces, se ve que la huelga apoyada por los comunistas tenía que marcha el reagrupamiento de las fuerzas democráticas y progresistas de Chi-
provocar una respuesta confrontacional por parte del Gobierno 11 . le"12. Mientras esta fuerza social correspondiera a un movimiento de oposición,
Era más que dudoso que los comunistas hubieran tenido la más mínima posibi- básicamente legal, el problema institucional era menor. Pero como estrategia
lidad de consolidar un liderazgo en el país; mas en caso de haberse desatado una que podía influir en un gobierno, creaba un dilema de ardua solución.
crisis de gobernabilidad de la administración de González Videla, esta podría Era imposible, además, que a esas alturas de la historia, la simultaneidad de los
haber sido víctima de la desestabilización institucional. La movilización social se sucesos chilenos con la política mundial, no alertara al resto de las fuerzas acerca
desplegó con violencia ya a partir de junio; generalmente sin armas de fuego, de este tipo de política. Además, el anticomunismo, según se ha visto, es casi
pero con piquetes que atacaban la fuerza pública e intimidaban a los trabaja- simultáneo con el comunismo. Existía desde los 1930 un debate acerca de si se
dores que no querían participar, y alentaban al resto de la gente a mantener podía permitir la operación libre dentro de los márgenes de la democracia de un
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partido cuya finalidad estratégica era destruir esa democracia, aunque le pusiera realizados con simulación y subrepticiamente". Los comunistas "no buscan esas
otro nombre. La derecha jamás había mirado con buenos ojos la existencia del soluciones (a los problemas sociales), sino la destrucción del régimen democrá-
comunismo, y casi siempre había apoyado su represión. Y estaba el factor inter- tico, para llevar al País a formar parte del grupo de satélites de Rusia, donde ni
nacional, la posición vigilante de EE.UU., que se precipita sorpresivamente siquiera reina el comunismo, sino una dictadura personal e imperialista" 13 .
entre 1946 y 1947 sobre todo el continente. La conjunción de estas fuerzas, El senador agrario-laborista Jaime Larraín García Moreno (1896-1975) dice
empezando por el activismo comunista, provocó doble exclusión de los comu- que los comunista socavaron "desde la Administración Pública los cimientos
nistas, del Gobierno primero, de la vida política después. mismos del Estado", lo muestra la percpeción de asalto al aparato con estatal
El comunismo criollo pudo en los años que van de 1932 a 1973, con la situa- con que se veía a los comunistas 14 .
ción dudosa de este año 1947, convivir con el sistema mientras estuviera básica- Desde la perspectiva de la continuidad de la visión del mundo, incluida la de un
mente en la oposición. Era una política estratégicamente revolucionaria, pero "orden internacional", es interesante consignar la argumentación del senador
que, en lo concreto, no impulsaba en esa dirección. Un partido de este tipo, conservador Héctor Rodríguez de la Sotta. Rodríguez representaba el "integrismo
comprometido a crear una nueva sociedad, desarrolló entonces una política de moderado", según se le ha denominado (Cap. VIII). Gran e inteligente comen-
convivencia con el sistema desde la oposición. Mas no tenía una estrategia para tador de los asuntos económicos, era el típico tradicionalista, es decir, liberal en
coexistir al interior de un gobierno que por reformista que fuese, cualquiera de lo económico y conservador, con un dejo autoritario, en la política y la cultura.
ellos, no podía ni quería ir a un proceso revolucionario. Su defensa del proyecto tiene la lógica maciza de las construcciones doctrinarias,
que incluye su falta de asimilación del liberalismo político del siglo XX; tiene
también un aire del antiguo caballero del Club de la Unión:
El debate por la "defensa de la democracia"
Se ha dicho que el régimen parlamentario es un régimen de caballeros; yo
Si el lector escucha la discusión del proyecto de Ley de Defensa de la Democra- diría que el régimen de libertad absoluta es también un régimen de caba-
cia, que ilegalizó por diez años al Partido Comunista, se puede comprender algo lleros; y, desgraciadamente para el mundo, la caballerosidad se fue de él
de la atmósfera, que era análoga a la que se dio en muchas partes del mundo. La por la misma parte puerta por donde entró la masa a hacerse dueña del
ley misma se aprobó en el Senado por 31 votos contra 8 el día 21 de junio de poder ( ... ) La naturaleza, con su sabiduría, no entiende de libertades para
1948. En el continente se había firmado, en 1947, el TIAR (próximo acápite), los enemigos de la vida. De la misma manera deben proceder las socieda-
que tenía en un sentido amplio aunque vago, un tono de alineamiento con Was- des; y ¡ay de ellas' Si, por escrúpulo liberal ( ... ) entregan sus principios
hington en la naciente Guerra Fría, aunque sus estipulaciones nunca operaron básicos a la libre discusión y a la picota de sus enemigos.
como tales en un caso de importancia. Por último, en los días previos a la discu-
sión en el Senado, se desarrolló el congreso panamericano que debía culminar En Rodríguez de la Sotta, se deja ver un toque del liberalismo ligeramente mo-
en la fundación de la Organización de Estados Americanos, OEA, en Bogotá. Y jado por el darwinismo social. Luego alude al "pacto" que, como "ejemplo
se produjo el "Bogotazo", el desborde de los enardecidos partidarios del asesi- vulgar", se da en el fútbol, hay leyes que no se pueden burlar. Quienes son
nado Jorge Eliécer Gaitán. Se culpó a los comunistas, sin justificación aparente, miembros del pacto, tienen derecho "para defender su vida y su estabilidad, y
aunque el "antiimperialismo" ayudó a caldear los ánimos de los manifestantes, para declarar delito, con las sanciones correspondientes, todo atentado contra
entregados a espasmos de violencia y víctimas de represión, todo con decenas de ella". Su argumentación culmina con la referencia a la "filosofia católica", "de
miles de muertos. Ha sido el estallido de violencia urbana más ejemplar de la que no pueden tener los mismos derechos la verdad y el error" 15 . Hasta las
historia latinoamericana. democracias industriales decretaron estados de excepción en algunas situaciones
a lo largo del siglo XX, esto no podía ser entonces extraño en la voz de un
En los días de la naciente Guerra Fría, el "Bogotazo" apareció con los aires de político chileno. Lo que sí le era extraño a Rodríguez era el espíritu del libera-
representar la amenaza comunista, y estuvo en el debate sobre la Ley de Defensa lismo político, salvo que lo de "régimen de caballeros" haya sido algo más que
de la Democracia. Al defender el proyecto el contralmirante Inmanuel Holger, arrogancia social.
Ministro del Interior, ponía como ejemplo "los luctuosos hechos de Bogotá"
para destacar que "la buena fe de las democracias y los engorrosos trámites Seguramente, antes que a los socialistas, Rodríguez tenía en su mente a los
procesales y penales corrientes hacen ilusoria la defensa efectiva contra delitos falangistas, en especial cuando se refería a los "cristianos de izquierda" (Cap.
VIII). Por décadas, el principal portavoz fue el futuro Presidente, Eduardo Freí
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Montalva. En un artículo de 1947, afirmaba que había incompatibilidad absolu- "antiimperialismo" y atacando a la derecha, el fundamento de su voto estuvo en
ta entre comunismo y cristianismo, había un abismo entre ambas doctrinas. Pero la crítica al comunismo y al régimen soviético, y su deseo "de propagar su fe y su
la represión sólo fortalecía a los comunistas. La verdadera respuesta es otra. doctrina por todo el mundo, de cualquier manera, aplicando los medios de con-
"Con otra filosofia total como es la dinámica del espiritualismo cristiano ( ... ) vicción que nadie aplicó tan diestra y hábilmente como los comunistas ( ... ) por-
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Con un sistema basado en la comunidad de trabajadores libres ( ... ) que dignifique que son tenaces e implacables en la persecución de su objetivo" . En cambio
a la persona humana, capaz de (poseer) propiedad personal, de familia organiza- Salvador Allende votó en contra. Aunque todavía no abrazaba la versión más
da, de libertad de expresión y de crítica (para que se luche por una sociedad más total del marxismo, su orientación hacia el mismo constituía el centro de su
justa) porque cree en la democracia y rechaza las persecuciones policiales, la posición. "Los socialistas somos marxistas sin atenuación". En un giro muy co-
mentira de los egoísmos que se disfrazan con el nombre de Patria, Orden y otras mún al marxismo, las "ideas del proletariado", criticaba a sus adversarios la falta
palabras". Y destacando más el carácter universalista de su postura de "tercera de cultura en torno al "marxismo y al materialismo". Y siguen largos párrafos
fuerza", lo corrobora: "Una política de reforma social ( ... )y una verdadera edu- sobre Marx, Hegel, Feuerbach, llegando a Descartes y Hobbes, y haciendo un
cación profesional y moral, serán los únicos medios eficaces de reemplazar la larguísimo resumen de la historia económica de Chile y el mundo. Pero su voto
esperanza que hoy muchos ven en el comunismo" 16 • ¿Qué quería decir Freí, se fundamenta en las mismas consideraciones que Eduardo Cruz-Coke y Jaime
realizar el programa del comunismo? ¿Convocar un tercer camino? ¿Criticar la Larraín García Moreno, dos derechistas moderados, porque "esta ley que se va a
endémica hipocresía de gran parte de la sociedad chilena? aprobar, es contraria a las bases democráticas; sostengo que el error no se combate
con el error, y la libertad no se defiende cortando la libertad":
Eduardo Freí, en este tema, se haría famoso por otra expresión suya, "sólo temo
una cosa más que al comunismo, al anticomunismo". ¿Expresaba el miedo a que Quiero decir tan solo que me inquieta profundamente la realidad de nues-
una lucha puramente "anti" terminaría por desvirtuar el sentido de la acción tro país ( ... ) Sí, tengo miedo por el destino de Chile, porque hay apatía,
política? Esto estaría perfecto si la política sólo constituyera la concurrencia de indiferencia, cobardía moral, falta de inquietud y de fortaleza espiritual, y
ideas y proyectos. Pero también es sensibilidad y determinadas prácticas de ac- esta ley, a mi juicio, culmina con este proceso de desintegración. Ella es
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ción. En términos puramente doctrinarios, el lenguaje del "tercer camino" siempre una lápida que se colocará sobre nuestra conciencia democrática •
escabulló este problema. Que en determinados casos, ante el comunismo -o el Resuena aquí todavía un hálito del espíritu de la democracia liberal, aunque
marxismo- no se trataba sólo de una "reforma social", lo vio Freí en septiem- quizás con el espíritu de cruzada del liberalismo político del siglo XIX. Por otro
bre de 1970, cuando estuvo pasivo ante los preparativos de una intervención lado, la diferencia de sensibilidad entre Allende y Domínguez no era mucha, en
militar, hasta el día del atentado al general Schneider; y nuevamente a mediados esos momentos. Ambos compartían la idea de que los comunistas habían desa-
de 1973, cuando propició la intervención, aunque nunca aceptó el anticomunis- rrollado una estrategia para dañar -o eliminar- la influencia socialista en los
mo o antimarxismo en sí mismos. movimientos sindicales.
Alfredo Duhalde, que dirigió un gobierno tan claramente anticomunista, votó Los comunistas, cuyos senadores fieramente permanecieron en todo momento
contra el proyecto. Reconocía que era una paradoja, ya que siendo Vicepresi- atacando frontalmente el proyecto, ponían igual énfasis en lo que se juzgaba
dente, "el 28 de enero de 1946 ( ... ) fui requerido para una entrega virtual del como inconstitucionalidad del mismo. El ya líder histórico, Elías Lafertte ( 1886-
poder por los Partidos Radical y Comunista ( ... ) Naturalmente, estoy en contra 1961), aseguraba que no "se trata de elegir en favor o en contra del comunismo;
de este proyecto. Lo estoy por dos razones fundamentales: porque siento un o por la democracia y en contra del comunismo, como algunos afirman ( ... )
profundo respeto por nuestra Constitución y porque soy anticomunista". ¡Qué De lo que se trata, es votar a favor o en contra del régimen democrático, en favor
se defiende del comunismo? Su respuesta, que es bastante larga, tiene una o en contra de la independencia del país". En el de fondo, ¡qué tipo de demo-
apariencia cursi: "Nuestra posición frente al mundo y a la vida no puede aceptar cracia querían? Aparecía el paradigma:
esta actitud que tiende a destruir la razón esencial de vivir: la belleza del espíritu.
Por esto, Señor Presidente, soy anticomunista" 17 • Probablemente era un ajuste (Debo) expresar que en los países de la Europa Oriental, a que me he
de cuentas con el Presidente. referido, no hay un solo perseguido político por defender al régimen de-
mocrático o por proferir ideas contrarias a las del gobierno, sino por hechos
En estos contrapuntos, hubo socialistas que apoyaron la Ley y otros que se delictuosos comprobados, por delitos contra la voluntad democrática de
pusieron en contra. El senador Eliodoro Domínguez, insistiendo en su sus pueblos y la seguridad y soberanía de sus Estados .
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Estas afirmaciones no podían traer tranquilidad sobre el futuro del comunismo principal "corrección política" del mundo intelectual y cultural de la segunda
en el poder; hasta fines de los 1980 sería uno de los quid de la discusión sobre el mitad del siglo XX.
marxismo en Chile. Es el que hasta un par de años antes había sido el Secretario
¡Qué resultado tuvo la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, o "ley
General del partido, Carlos Contreras Labarca, quien definió la postura oficial
del mismo ante el proyecto: maldita" como exitosamente la bautizaron los comunistas? Poco, a decir ver-
dad. No eliminó al Partido Comunista; tampoco lo fortaleció, como siempre
En efecto; son los intereses de clase ele los sectores más cavernarios de la fue la tesis de la mayoría de quienes se opusieron a su exclusión. Cuando
oligarquía los que determinan este proyecto ( ... ) Esos grupos, huérfanos reaparece, especialmente a partir de las elecciones parlamentarias de marzo de
de todo apoyo en el pueblo, en el País, no vacilan en buscar en el exterior, 1961, estaba casi intacto, con menos fuerza electoral, pero articulado con otro
en el imperialismo internacional, el apoyo que necesitan para llevar a acabos partido marxista cada día más radicalizado. En los años de la vigencia de la
sus propósitos. Y el Gobierno del señor González Videla sirve fielmente Ley, entre 1948 y 1958, el país no tuvo la "paz social" que se buscaba, ni la
los intereses de los encomenderos y los monopolios norteamericanos. pausa para el desarrollo económico. Sin embargo, en lo básico, no se puede
(Es una conspiración) de los representantes y lacayos de la reacción nacio- decir que el Chile de esos años haya sido ni autoritario ni una "democracia
nal y extranjera para despojar al pueblo de sus libertades 21 disfrazada". Teniendo en cuenta el subdesarrollo económico y social, en ese
Esta interpretación muestra la interrelación entre el programa de cambio inter- entonces hubo un "estado de derecho", hubo democracia. Por añadidura, el
no y de cambio externo, que es lo mismo que sucederá después entre 1970 y cuerpo electoral comenzó a ampliarse al conquistar las mujeres el voto en las
1973. Además, la dependencia hacia el paradigma soviético se muestra diáfana, elecciones políticas (en las municipales lo tenían desde los 1930), lo que en
cuando Contreras Labarca afirma en la misma sesión que el Plan Marshall, un general favorecería a los sectores conservadores, y Chile era considerado como
programa norteamericano de ayuda económica para poner en marcha las alicaí- la única (o casi) democracia del continente. Esto era consecuencia de que el
das economías de Europa Occidental, mirado con mucha alarma por Moscú, es país ganaba presencia internacional.
enjuiciado como parte de la expansión para "arrebatar a los países de Europa
Occidental su independencia", y que traerá la "ruina, miseria y esclavización" a
América Latina. La inserción en el sistema interamericano y el camino propio
Retrospectivamente, se ha considerado a la presidencia de Gabriel González
Se eliminó la presencia pública de los comunistas en la política chilena. Un
como de gran actividad internacional. Esto, a pesar de que tuvo una seguidilla
puñado de ellos se lanzó a la vía armada. En 1948 y comienzos de 1949
de cancilleres, pero guardando La Moneda y la Cancillería la coherencia gene-
cientos, quizás un par de miles de ellos estuvieron relegados, en "campos de
raJ22. Si no había parlamentarismo, sí había "partidismo" en la política chilena.
concentración" según le llamaron, aunque poco semejanza había con la expre-
La principal labor de la política exterior siguió radicando, en términos de horas/
sión común, o con los centros de detención de los primeros años del gobierno
trabajo de su equipo principal, en sostener la política económica internacional,
militar. La mayoría permaneció en la clandestinidad, dándole vida a un parti-
los años del "subsidio", pudo anotarse una serie de acciones políticas que en su
do, que la tuvo y bastante, y capacidad de articulación en la política chilena,
conjunto dejaron una huella. A Gabriel González, la experiencia que había
claro que con menor efectividad que antes. Entre 1948 y 1952 dejó de
ganado como embajador en Francia primero, y en Río de Janeiro después, le
publicarse legalmente El Siglo, el diario oficial del comunismo, hasta que la
había estimulado el gusto por las relaciones internacionales, y dirigió de manera
tolerancia de Ibáñez lo permitió de nuevo, incluyendo en la práctica la vida
directa la política exterior 23 .
partidaria. El episodio más bochornoso, para el Gobierno, fue el desafuero del
Pablo Neruda, por "injurias" al Presidente González Videla. Destituido del En estos años se inició la política antártica, al establecerse bases permanentes en
cargo y debiendo enfrentar prisión, el gran poeta se precipitó a una aventurera la zona reclamada por Chile como territorio nacional, desde un decreto de Pe-
fuga por el sur del país, seguido en los talones por la Policía Política, con dro Aguirre en 1940. González Videla dramatizó la política del país al efectuar
estrictas órdenes de buscarlo y de no encontrarlo. Luego se publicaría el Canto una visita a la zona en febrero de 1948. Las bases chilenas se encontraban y
General, que contenía todo tipo de diatribas contra González. Por aquello de encuentran muy cerca de otras de diversos países, de Argentina desde luego,
la "licencia poética", esto hizo que González pasara a engrosar la lista de también de Inglaterra, EE.UU. y la Unión Soviética. Los reclamos de propiedad
malhechores oficiales del paisaje político latinoamericano, al menos para la territorial de Chile se superponen a los de Inglaterra y Argentina. En 1947 hubo
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un serio incidente con Londres. Chile fue uno de los firmantes del Tratado similares. El18 de agosto de 1952 se firmó un acuerdo entre los tres países para
Antártico de 1959, que "congeló" la situación, prohibiéndose la militarización sostener esta tesis, y se conformó la Comisión Permanente del Pacífico Sur, que
y la explotación de los recursos naturales del continente. Aunque los derechos luego tuvo una considerable expansión. Mirada al comienzo con recelo por
de países como Chile se han debilitado al comenzar el nuevo siglo, su presencia muchos países, a las dos décadas sería adoptada de manera casi universal.
en el "continente helado" ha penetrado en sus habitantes, de manera que perte-
Cuando se habla de estos años, casi siempre se dice que fue el momento de la
nece en alguna medida a la conciencia territorial.
"subordinación" a la política de Guerra Fría de EE.UU. Se cita el caso del
Se iniciaba la "época de las visitas", de "las giras" (Cap. VIII). La primera, fue a Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, firmado el 2 de sep-
su amado Brasil, a fines de junio y comienzos de julio de 1947. Recibido por el tiembre de 1947 en Río de Janeiro. A Chile, al parecer, le tocó una participación
Presidente Eurico Dutra, se adjuntó toda la parafernalia que después aparecería destacada en promover una especie de "internacionalización" de los derechos
tan pomposa, entonces una novedad. La visita no sólo reflejó el placer personal humanos. ¡Ironías del destino! El tema tendría gran resonancia en la historia de
del Presidente, sino que la idea chilena de que Brasil es una especie de "aliado", Chile. En fin, EE.UU. logró un acuerdo de seguridad en época de paz, algo
por mucho que a Río de Janeiro no le guste saber nada de eso. Pocas veces ha inexistente antes en su propia política exterior. Este acuerdo le iba a servir para,
habido un amor tan poco correspondido, o respondido como frase de circuns- llegado el caso, crear un frente americano contra la URSS y el comunismo.
tancia, desalentadora.
Desde el punto de vista chileno, el TIAR tenía su propia legitimación. En primer
De Río, González siguió a Argentina. Se trató de la primera vez en que los lugar, Chile logró que se dejara fuera toda referencia a la revisión de los tratados.
encuentros presidenciales entre ambos países pasaron a ser posibilidades más o En segundo lugar, lo más clave, el TIAR, al comprometer a Washington a garan-
menos constantes. Perón sabía recibir fastuosamente. Juntos viajaron en ferro- tizar su seguridad en caso de ataque no provocado, o al poner en movimiento al
carril a Tucumán, a celebrar el aniversario de la Independencia el 9 de julio. Ahí sistema interamericano en caso de una situación que amenazara la seguridad,
Perón firmó el acta de "Independencia Económica" de la Argentina, que era constituía la mayor garantía del statu quo territorial que, desde fines de la Guerra
parte de una retórica que en el largo plazo le costaría cara a su país, como algo del Pacífico, constituía uno de los ejes de la política exterior chilena. Jorge
similar ocurriría en Chile. En esos momentos, a pesar de las tensas relaciones Alessandri lo mencionó como la principal razón para romper las relaciones con
entre Washington y Perón, Chile comenzó un contacto que debió haber dado Cuba después que lo ordenara la OEA en 1964. En diciembre de 1978 la
frutos. Un miembro de la comitiva chilena, el todavía joven Enrique Bernstein, Cancillería chilena tenía preparada una apelación al mismo en caso de haberse
recordaría después que el presidente chileno se molestó porque, mientras en producido un ataque argentino.
Brasilia gira fue como un homenaje a él, en Argentina todo parecía una manifes-
tación peronista, descuidándose delicadezas protocolares, al punto que González Al año siguiente, Chile concurrió a la creación de la Organización de Estados
Videla le pidió la renuncia al embajador de Chile, Alfonso Quintana Burgos, por Americanos, OEA, en la Conferencia de Bogotá. Esta devino célebre, más que
no haber advertido esto anticipadamente 24 . Cuando Perón hablaba de "demo- por la OEA, por el "Bogotazo". Chile, en parte por su interés de consolidación
cracia económica", González Videla repetía que democracia poli ti ca y económi- del sistema interamericano y porque participaba también de una especie de "an-
ca debían de ir juntas. ticomunismo internacional", se opuso vehementemente a toda postergación o
clausura. Sería "un golpe gravísimo al sistema interamericano", telegrafió el
La política regional tuvo una cara nueva, que parecía promisoria, las "200 Canciller Vergara25 . La Conferencia siguió adelante, porque el Secretario de Es-
millas". El 23 de junio de 1947 González Videla emitió la Declaración que tado norteamericano, George Marshall miraba también como un grave traspié
"confirma y proclama la soberanía nacional sobre todo el zócalo adyacente a su clausura precipitada, y Chile logró que se aprobara una declaración contra el
las costas continentales e insulares del territorio nacional ( ... ) declarándose "totalitarismo", más en el sentido de combate "contra la subversión" que de
desde luego dicha protección y control sobre todo el mar comprendido den- fortalecimiento de la democracia. En este aspecto, Chile pasaba plenamente a
tro del perímetro formado por la costa con una paralela matemática, proyectada ser un actor alineado de la Guerra Fría.
en el mar, a doscientas millas marinas de distancia de las costas continentales
chilenas". Luego se llamaría el "mar patrimonial". Aunque no era una tesis Hubo un 'tema en el que Gabriel González mantuvo su antiguo fervor de
completamente original, sería la política que Chile impulsó y que haría escue- "antifascista" (moderado). Se trataba del régimen franquista. Las Naciones
la. Poco después, los Presidentes de Perú y Ecuador efectuaron declaraciones Unidas habían condenado al régimen, insinuando la ruptura de relaciones
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diplomáticas. El gobierno de Juan Antonio Ríos y después de Duhalde lo se manifestaban incrédulos ante la "tibieza" del anticomunismo en Chile. En
habían interpretado de la manera más vaga y liberal, es decir, finalmente simpa- 1973 se invertiría la ecuación.
26
tizante con España . González no lo tomó así. Romper relaciones con España,
En 1948 Chile fue uno de los países más activos en la creación de la Comisión
como quizás le gustaba, le estaba vedado por el apoyo de sectores de derecha, en
Económica para América Latina, organismo internacional dependiente de las
general, admiradores de la España franquista. En la práctica, al no nombrar
Naciones Unidas, cuya primera sesión se llevó a cabo en Santiago en junio de
Embajador, lo retiró. El Embajador ante Washington, entonces concurrente en
ese año. El primer Secretario General de la CEPAL fue Raúl Prebisch (1901-
la ONU, Félix Nieto del Río, le puso duras palabras -seguramente no sentidas
por el Embajador de carne y hueso-: 1986), cercano a Chile, y varios chilenos fueron muy activos en la promoción
política que condujo a su fundación. Hay que nombrar aquí al embajador
Lo que decimos es que España ha sufrido una intervención extranjera y Hernán Santa Cruz (1906-1999). Como se sabe, la CEPAL simbolizó el "sis-
que su régimen actual, aliados de las Potencias que han perpetrado esa tema de sustitución de importaciones" siguiendo las ideas "estructuralistas"
intervención, ha sido establecido por estas. Decimos que es necesario ayu- de Prebisch, y su esquema de "centro-periferia", lenguaje que hasta el día de
dar al pueblo español a restablecer su libertad y sus derechos, que fueron hoy tiene adherentes. En los países "periféricos", dependientes de la exporta-
abolidos a consecuencia de la intervención germano-italiana. Por esta ción de recursos naturales de precio decreciente, el Estado tendría un papel
razón y porque el régimen franquista fue un aliado de nuestros enemigos, esencial en levantar una industria pesada y manufacturera, protegida de la com-
solicitamos a las Naciones Unidas ayuden al pueblo español y rompan petencia, hasta que la "maduración" les permitiría abrir a las economías 30 • Hasta
relaciones diplomáticas establecidas en una hora funesta 27 • aquí, representaba la racionalización de la economía política surgida en la re-
No se sabe qué es lo que llama más la atención en este discurso, si la complejidad gión a raíz de la Depresión.
no siempre reconocida de la historia, sus paradojas, al pensar que GGV al final Con todo, hacia 1950 la participación de Chile en la CEPAL cerraba una etapa
de su vida apoyó con ahínco al gobierno militar, que en sus inicios tomó como de recuperación de su grave retroceso internacional producto de dos fuertes
modelo al franquisrno; o su hipocresía, del discurso del Embajador, teniendo choques. Uno de más largo plazo, la "crisis de la decadencia", simbolizado por
presente que Chile había mantenido una política oficial de neutralidad en la la "cuestión social" (Cap. II y III), que a ojo de los chilenos fue restando fuerza
Segunda Guerra Mundial, hasta 1942. internacional al país. El segundo fue la Gran Depresión, cuando Chile "dejó de
González fue recibido como una bofetada en Madrid; y más todavía, causó estar en las tres primeras letras del abecedario" (Cap. V). No es que Chile "recu-
estupor cuando el giro anticomunista de 1947 no provocó un cambio de La perara un puesto", noción que tenía algún sentido en la competencia del último
Moneda hacia el régimen de Franco. La Embajada española sostenía muchas tercio del siglo XIX. Más bien, podía ejercer bienhechoramente para sí mismo y
relaciones con los sectores admiradores y defensores de la España tradiciona- la región una influencia mediante la ampliación de su diplomacia, de su prestigio
lista. Pero los españoles sospechaban que era un entusiasmo tibio. Refiriéndose democrático, por vulnerable que haya sido. Santiago aprovechó el desarrollo de
a un diplomático chileno, Enrique Gajardo Villarroel (1899-1994), quien por la "sociedad internacional" corno un parachoques externo que a la vez era
lo demás había sido el primer enviado de Santiago al entonces régimen de funcional a los intereses de América del Sur. Esto fue, hasta que la crisis interna
Burgos a comienzos de 1939, la embajada dice en 1947 que, "sin ser enemigo se descontroló.
nuestro, más bien amigo, no siente nuestra política y conserva algún punto de Después de Juan Antonio Ríos en octubre de 1945, el segundo viaje de un
amargor de su misión en España, entre otros la puerilidad de no haber sido Presidente chileno a EE.UU. fue el de GGV desde l3 de abril al4 de mayo de
condecorado al finalizar su rnisión" 28 . En 1949, el Encargado de Negocios 1950. Todo un acontecimiento, con las usuales palabras de circunstancias y las
observa que es cierto, "nuestros enemigos han dejado de hostilizamos, pero peticiones económicas de parte de los chilenos; discursos, ceremonias, almuer-
no lo es menos que nuestros amigos, salvo excepciones muy honrosas, han ido zos, cenas, conferencia de prensa, etc. En sus memorias, Dean Acheson, dejó
perdiendo también paulatinamente las calorías de su entusiasrno" 29 • El gobier- una ácida visión de esta visita 31 . En realidad se refería a una categoría de ellas,
no español era un "sistema ideológico", además de estar asediado. Buscaba ca- dentro de las cuales nombró la de González, a quienes invitaba el Departamento
maradería de principios, docilidad ante las visiones de la España "cruzada". La de Estado por razones políticas, y que una vez en Washington, había que darles
democracia chilena, incluso en sus versiones más conservadoras, no podía algo para que no volvieran con las manos vacías. Era humillante el Chile del
mostrar el mismo grado de celo y consecuencia que sus pares españoles, quienes subsidio; mirado desde afuera. Por otro lado hay que decir que esto no es un
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precio extraño en las relaciones internacionales, como lo testimonia el apoyo de más equitativo que le permitiera disponer de los recursos indispensables
Washington a Egipto, una economía muy ineficiente, desde fines de los 1970. para acelerar sus planes de industrialización ( ... ) El Gobierno de Chile
Sobre todo, desde la Segunda Guerra Mundial hasta 1970, no era extraño que ( ... ) está dispuesto a afrontar los sacrificios que la defensa de los princi-
los norteamericanos vieran en Chile una "planta rara" en cuanto la única demo- pios comunes haga necesarios, pero desea que su cuota sea apropiada y
cracia de la región 32 • Había que hacer un gesto. justa y corresponda a su capacidad económica. Si el Presidente de la
Gabriel González lo hizo en un ritual de adhesión al panamericanismo en su República no lograra obtener para Chile un tratamiento adecuado, no
versión anticomunista: podría impedir que el Congreso Nacional, velando por lo que considere
los intereses del país, dictara una legislación tendiente a poner remedio
Para mí y para la Nación democrática que me ha honrado otorgándome
a tal problema y, frente a cualquiera solución razonable y realista del
su más alta investidura, el anticomunismo no es una lucha política cir-
Congreso carecería de la autoridad moral y del respaldo político necesa-
cunstancial, ni mucho menos constituye un menguado pretexto para
rio para hacer primar una opinión distinta por vía del veto ( ... ) Una
silenciar esta o aquella expresión de libertad. Mi país es anticomunista y
actitud poco comprensiva de los Estados Unidos colocaría al Gobierno
mantiene en vigencia los derechos democráticos dentro de un clima que
de Chile en una posición difkiJ3 4 •
procura el constante robustecimiento de esta nobilísima concepción de la
vida civilizada 33 . O bravata, o gesto de independencia, como sea que se interpreten las palabras
de GGV, muestran cómo la mayoría de los chilenos vivían y sentían la posición
El25 de junio de 1950 Chile se topó de manera más directa con la Guerra Fría.
del país en el mundo. Las primeras líneas, antes citadas, corresponden a lamen-
Junto al resto de los países de América Latina apoyó las iniciativas de Washing-
talidad internacional del "subsidio". Después avanza la tesis de que Chile, al
ton en la ONU, que constituyeron la cobertura legal para la intervención mili-
aceptar no subir los precios de sus materias primas todo lo que debieran, ya
tar. Los norteamericanos, para poner énfasis en lo de "fuerzas de las Naciones
efectúa una contribución al "mundo libre". Después alude a que él no es un
Unidas", solicitaron el envío de tropas, aunque sea simbólica. Para Chile era un
simple dictador, que depende de un sistema político, aunque al mismo tiempo
símbolo que políticamente no podía permitirse; para tanto no alcanzaba el
da a entender que comparte los supuestos de economía política internacional
alineamiento con EE.UU.
que subyacen a estas demandas. Muestra los límites del alineamiento con EE.UU.
La guerra de Corea tuvo otro impacto más significativo en Chile, el "estallido" en un momento álgido de la Guerra Fría, y a la vez esa fatalidad de la economía
de la "cuestión del cobre". Como en la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. fijó política internacional, eso de sentirse "engañado". Como se ha dicho, la política
un precio máximo, pero esta vez en Chile se había asentado la idea de haber sido chilena hacia el cobre siguió de tumbo en tumbo hasta el Nuevo Trato de 1955,
birlado "por los gringos" y que el país había perdido 600 millones de dólares aunque también el Estado ganó algo de conocimiento en su manejo.
por este concepto. Se ha explicado como esta idea era fundamentalmente un
Finalmente, en 1952 en plena campaña presidencial, el Gobierno firmó el Pacto
espejismo; por otro lado, hay que resignarse ante el poder del anhelo mítico de
de Ayuda Mutua, un acuerdo militar con EE.UU., por medio del cual este país
los pueblos, y el juicio de "que nos engañaron" sigue instalado en la memoria
contribuiría con armas y entrenamiento al desarrollo de las fuerzas armadas
colectiva.
chilenas. El objetivo declarado era proveer a la "defensa hemisférica"; además,
El gobierno chileno, convencido de que estaba ante una amenaza seria, y presio- Washington pensaba así unificar el armamento continental e impedir que se apro-
nado por la indignación que iba de izquierda a derecha, empujó por adoptar una visionaran en otras fuentes. Los institutos armados latinoamericanos depende-
nueva política hacia el cobre. EE.UU. lo había fijado en 24 centavos la libra. Por rían de Washington. Asimismo, aunque no se crea, EE.UU. pensaba de esta
unos meses las negociaciones fueron acaloradas. En una reunión, González les manera evitar que los países latinoamericanos gastaran cuantiosos recursos en
espetó a los norteamericanos las palabras ya aludidas, que se reproducen aquí armamento moderno, desatando una ruinosa y en último término inútil carrera
por ser consideradas un texto clave para comprender el carácter de cómo los armamentista. EE.UU,. había proporcionado bastante ayuda militar a partir de
chilenos enfocaban las relaciones con EE.UU. en estos años: 1943 bajo la cobertura de la Ley de Préstamos y Arriendos, pero esto se había
convertido en un delgado hilo de agua próximo a la extinción. La renovación de
La opinión pública no acierta a comprender que el país deba solicitar
equipo era un problema permanente, y sólo encontraría una respuesta con la
préstamos que, después de vencer muchas dificultades, le son concedidos
Ley del Cobre bajo Jorge Alessandri y, al principio más satisfactorio, con el
en cantidad insuficiente para sus necesidades, cuando bastaría un tratamiento
gobierno militar a fines de los 1970.
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Los informes norteamericanos acerca de la capacidad de las fuerzas armadas de la derecha en 1942; elegido senador por el más puro ibañismo en 1949, con
chilenas son constantes a lo largo de estos años, destacando su capacidad huma- la primera mayoría nacional, era la mejor opción el 4 de septiembre de 1952.
na, pero a la vez la poca preparación para una guerra moderna, como se ve en Nadie esperaba la sorpresa del 47% de los votos. Sus partidarios venían de
este informe acerca del Ejército: izquierda y derecha, del nacionalismo, del socialismo y del anticomunismo. Ibáñez
se había transformado en un caudillo con arraigo popular, "el General de la
Debido a las deficiencias del reclutamiento, la mitad de un año de
esperanza", que ofrecía un cambio político con una vaga combinación de nacio-
entrenamiento es dedicado a temas de educación básica ("elementary")
nalismo, autoritarismo, populismo y regeneración moral. Se ha hablado de su
y de cursos prácticos como mecánica, para que el soldado pueda des-
analogía con Perón y el peronismo. Un grupo influyente de ibañistas, encabe-
pués tomar un trabajo en la vida civil. Los soldados chilenos tienen
zado por la primera senadora mujer, María de la Cruz (1912-1995), admiraba
seguramente un desempeño excelente en los desfiles, ejercicios y en la
incondicionalmente al caudillo trasandino.
vida de la guarnición. La disciplina es de la mejor, pero hay poca
experiencia en terreno, y el liderazgo de los suboficiales es pobre. En Existía el parecido y la relación directa; ambos se habían elevado a la política por
términos generales, Chile está entre los institutos mejor entrenados de medio del ejército, cuando sucede que la clase militar se convierte en clase polí-
América Latina 35 • tica; habían desarrollado, según se afirma sin pruebas, cierto conocimiento mu-
tuo durante el exilio de Ibáñez en Argentina en los años 1930. Cuando Ibáñez
El alcance regional y global de las intenciones norteamericanas salta a la vista.
fue electo senador en 1949, visitó un par de veces a Perón. Este, después de las
El mismo Bowers, al abrir las conversaciones formales para la firma del Pacto,
elecciones presidenciales, estaba consciente del significado de Ibáñez y miró su
afirmó que "el propósito del Plan de Seguridad Mutua era preparar al hemisfe-
triunfo como una especie de proyección suya en el cono sur, de lo que el aparato
rio occidental para su defensa contra un enemigo común en el caso de una gran
peronista haría uso en los años siguientes. Ya para las elecciones de 1952, se
guerra mundial" 36 . Para las fuerzas armadas chilenas, si bien compartían unan-
formaron movimientos ibañistas de chilenos residentes en Argentina, con tole-
ticomunismo básico con los norteamericanos, el problema fundamental era el
rancia, si es que no ayuda de las autoridades justicialistas. Mas, para decirlo en
aprovisionamiento de material. Después de las Gran Depresión, no existía mu-
una palabra, muy luego quedó en claro que Ibáñez no era un "segundo Perón".
cha lógica en la compra de las armas de primera línea, salvo lo que por ahí y por
El chileno se movía en un medio más institucionalizado que el argentino y ya
allá permitiera el presupuesto. El pacto de 1952 fue la herramienta por medio de
había pasado la hora en que pudo ayudar a reformar el Estado.
la cual las fuerzas armadas chilenas se abastecieron y entrenaron, hasta mediados
de la década de 1960. Con mayor fuerza, esto lo fue para la FACH. Aunque las Incluso se habló de una conspiración con lazos con los militares. en 1948,
armas debían usarse exclusivamente en la defensa continental, a nadie le cabía sicológicamente quizás favorecida por la presencia de uniformados en el gabine-
duda cual era su objetivo estratégico en los militares chilenos, o de los países del te, que apoyaban de manera irrestricta a Gabriel González, pero que a muchos
cono sur, la "seguridad nacional" era en primer lugar la intangibilidad de las hacía que les apareciera más normal o hasta deseable el empleo de manu militari.
fronteras. En 1978, todavía estaban en uso algunos buques como el crucero Esto demuestra que Chile no deja de ser un país iberoamericano en lo que al
Prat del tipo Brookling, y hubiera jugado un papel bastante central en el caso de orden político se refiere. Más importante, el caudillo de 1924 ejercía gran influ-
una guerra con Argentina, como parte de la defensa desesperada que organizaba jo en el país y quizás, dentro de las filas de uniformados. Se formó una masa que
Chile. Con todo, el Pacto agregó un elemento de internacionalización a las electoralmente resultó inmensa e inesperada antes de la era de las encuestas, del
Fuerzas Armadas como un actor político potencial en la vida chilena. Al día 47%, animada por el deseo de que el "hombre fuerte" pusiera orden y justicia.
siguiente del ll de septiembre los militares chilenos se dieron cuenta que no Todo parecía listo para que el anciano caudillo de 75 años lanzara una ola
tenía gran relevancia en la nueva situación. imparable que lo dejara como en 1927.
No fue así. Nadie lo ha descrito mejor que uno de sus colaboradores de estos
años, un más que típico político de la primera mitad del siglo, Arturo Olavarría
¿Camino nuevo con lbáñez?
( 1900-1977), de que el noventa por ciento de quienes votaron por Ibáñez lo
El caudillo militar de 1924, el hombre fuerte, el "dictador", de 1927, nunca hacían en forma consciente por un "dictador", pero que entre el diez por ciento
estuvo fuera de la política chilena después de su caída en 1931. Candidato pre- restante estaba el voto del propio general Ibáñez 37 . ¿El factor personal? ¿Fue el
sidencial en 1938 hasta la matanza del Seguro Obrero; candidato de gran parte hombre Cirios Ibáñez quien decidió seguir el camino institucional? Es probable
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que todo sea al revés, la persona siguió la fuerza de las instituciones. No las misma sufrió un pequeño terremoto, como el de 1938. Los funcionarios de
amoldó a sí mismo como fue el caso de Perón. Ibáñez quería ser "Presidente carrera vivían con el alma y el puesto en un hilo. Enrique Bernstein, cuando
constitucional", en lo que puso mucho énfasis, para borrar toda huella del regresó tras varios años de estadía en Egipto, recuerda una conversación con el
dictador. Es una tentación iberoamericana, la de pasar a la historia como "cons- Canciller Roberto Aldunate. No le habló nada de su nuevo puesto, de la política
titucional", y en alguna medida Pinochet lo conseguiría 40 años después, por un exterior del gobierno, y parecía completamente desorientado respecto a la situa-
tiempo Aunque Ibáñez jugó con la tentación de movilizar al Ejército contra "los ción internacional y a la política que Chile debiera seguir 41 .
políticos", al final el peso institucional era mayor y prefirió jugar esa carta 38 . El
Así fue más o menos durante todo el gobierno, aunque cuando ocurría algo
sistema de partidos en Chile, la continuidad presidencial, la idea de que era cosa
serio, las cosas se hicieron en forma profesional, pero como cuando se apaga
"de aguantar hasta las próximas elecciones", los militares reacios a participar en
incendios, y porque mal que mal el Estado chileno tenía un núcleo de buenos y
política, las "lecciones de 1932". En fin, el llamado al orden constitucional tuvo
muy buenos funcionarios, y un elenco de personalidades de las diversas clases
y tiene una marcada fuerza en la sociedad chilena, aunque no necesariamente en
dirigentes. El amiguismo campeó en muchas destinaciones profesionales, en es-
la cotidianeidad de sus habitantes.
pecial en las consulares, nombrándose y destituyéndose funcionarios, políticos
Fue un gobierno institucional, pero su impulso político estaba fuera del "siste- amigos convertidos súbitamente en enemigos, parientes que podían esperar más
ma de partidos", y eso le dio poca capacidad para interactuar con el Congreso. permanencia. Carlos Ibáñez era capaz de distinguir las buenas políticas y de
Se alió primero con la heterogénea coalición que lo acompañó, pero que no darles un impulso inicial, pero una mezcla de desconfianza, quizás de desidia en
tuvo una fuerza electoral comparable. Hizo experimentos de centro-izquierda, estos años, y de pura irracionalidad, no tenía persistencia en hombres y en inicia-
de centro y de centro-derecha, pero careció de todo hilo conductor. El factor tivas. Por otro lado, nunca lo abandonó la cazurrería, la atención, la cortesía si
personal aquí fue clave. Ibáñez pareció gozar con su puesto de Presidente cons- era necesaria, el sacrificio físico. Al llegar a La Paz en 1955, a cuatro mil metros
titucional y su estilo personalista, y la mala costumbre de desconfiar hasta un de altura, viajó de pie en un auto descubierto junto a Paz Estenssoro desde el
extremo exacerbaron el carácter caprichoso, cambiante y hasta frívolo de las aeropuerto hasta su residencia, a los 78 años. Esta contradicción ha nublado el
políticas administrativas. Salvo en algunos pocos temas claves, en economía, el recuerdo que del caudillo conservan los chilenos.
segundo gobierno de Ibáñez fue un lento pero seguro descalabro político. Como
se ha adelantado, la gran mayoría de los talentosos colaboradores e incondicio-
nales de Ibáñez terminaron decepcionados, salvo una especie de pequeña mafia La región: la frágil concordia
que después se enquistaría en torno al diario Clarín. Todo hacía parecer que Chile y Argentina marcharían por caminos paralelos. El
Algo de todo esto se vio en la política exterior del Gobierno. Durante la campa- escenario se abrió con la vísita de Perón a Chile en febrero de 1953. Su escena
ña, Ibáñez había destacado una crítica nacionalista, amenazando los intereses delataba que fue más que una visita de Estado, Perón quiso darle un elemento
del cobre (lo que sería rutinario hasta 1970) y en especial dirigiendo sus dardos de comunidad ideológica entre la Argentina peronista y el Chile ibañista; este
contra el PAM. En el lenguaje, había bastante parecido con el peronismo. último tuvo por lo demás un triunfo en las elecciones parlamentarias de marzo
La simbología de su campaña tenía un fuerte tono de nacionalismo mítico 39 . Por de ese año, triunfo que a la postre sería marginal. Todo estaba entremezclado.
otro lado, recordemos que su primera administración había sido la que aceptó Perón atrajo a multitudes, y repartía regalos (no billetes, como propalaba el
íntegramente las reformas económicas asociadas a la nueva presencia de EE.UU. rumor). Con todo, no se produjo, salvo en lo mediático, un verdadero "eje"
en la región. Apenas asume, Ibáñez tomará una actitud amistosa hacia EE.UU., entre ambos países. Perón ganó un espacio en un continente donde el aislamien-
que no difirió de manera sustancial de las políticas emprendidas entre 1938 y to que le imponía de manera indirecta EE.UU. le daba poco margen; y la des-
1970. En esto hubo continuidad. confianza que en la región producía la altisonancia peronista, hacía otro tanto
en inmovílizar la diplomacia bonaerense.
El inicio de su política exterior estuvo rodeada de la "pequeña política" que
caracterizó a esta administración. Exoneraciones arbitrarias, cambios inexpli- Perón usó retóricamente la idea de la "unión total" entre ambos países. No
cables y constantes, rayanos en la más completa irracionalidad. Hubo diez había pura -retórica, ya que a Perón le era ajeno un expansionismo militar o
cancilleres, cifra descomunal en seis años, uno de ellos duró sólo dos días, José geográfico.bajo la guisa de "unión"; se orientaba más bien a un liderazgo latino-
Serrano Palma, un diplomático de gran capacidad por lo demás 40 • La Cancillería americano, ejercido desde Buenos Aires, pero que agrupara al bloque regional.
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Ibáñez devolvió la visita en julio de ese año y Perón le dio una bienvenida que se encuentra Perón es más bien parecida a la que se encontraba él mismo en
apoteósica en la Avenida 9 de Julio. Se firmó el Tratado de Unión Económica 1927. "Nuestra idiosincrasia nacional rechaza con una prevención invencible
Argentino-Chilena el18 de julio, que preveía una complementación económi- todo intento de intervención gubernativa al control de las centrales obreras.
ca; un Consejo General, de carácter bastante técnico, regularía su puesta en (Existe una) extraviada pero poderosa conciencia democrática en las masas" 44 .
marcha. Visto con recelo por parte de la oposición a Ibáñez, logró sin embargo,
dentro del marco del sistema de "sustitución de importaciones", incrementar el No quería o no podía salir del cauce institucional. Tentaciones las hubo, y es
intercambio entre ambos países. Aunque el comercio no llegó a sobre pasar el aquí donde se hizo sentir la influencia directa o indirecta del peronismo, en
10% del intercambio externo chileno, favorecía los intereses de empresas pode- especial de una serie de reuniones militares de oficiales intermedios, conspirativos,
rosas, por lo que también tuvo defensores en este sentido 42 . que recibió genéricamente el nombre de "Línea Recta" 45 • Parece que el entorno
presidencial y el mismo Ibáñez jugaron esta posibilidad, hasta que primó la ad-
Perón usó un lenguaje militante que "a los hermanos chilenos, hemos declarado hesión (o inercia) institucional. Esto se relacionó con otro aspecto, la creciente
hace tiempo, como compatriotas de los argentinos". Y: alarma de sectores de oposición frente a la influencia peronista. El mismo Emba-
Los pactos firmados suelen ser a veces letra muerta, pero que en este caso, jador en Argentina, Conrado Ríos Gallardo (1896-1983 ), el joven Canciller de
detrás de ellos, está la fuerza que representa la voluntad mayoritaria de 1927, Embajador antes también en Buenos Aires en los 1940, llegó a desilusio-
nuestros pueblos, con una ambición insaciable de justicia, de libertad y narse con Perón y, parece, que actuó contra los intentos presuntamente dictato-
soberarúa ( ... ) cuando deben enfrentar (... ) un campo de batalla lleno de riales de Ibáñez46 . Mientras el último peronismo tomó una posición militante
encrucijadas, especiales para toda traición, para todo sabotaje ( ... ) y nos de "latinoamericanismo" mal recibida en muchos sectores chilenos, la persecu-
preparan para una permanente y sistemática campaña de difamación. ción a la Iglesia le aseguró la cerrada hostilidad de los católicos chilenos.
Ibáñez, llamando "camaradas" a los oficiales argentinos presentes, respondía: La caída de Perón fue en general bien recibida en Chile, y a la vez el gobierno
de la "Revolución Libertadora" repudió la intervención en los países vecinos y
(El Tratado no puede ser visto) como un modo de poner vallas a un
manifestó su deseo de mejorar las relaciones, incluso de cooperar con una
mejor entendimiento entre el Norte y el Sud de las Américas( ... ) rúngu-
investigación de la Cámara de Diputados en Chile acerca de pagos peronistas.
no de los países debe pensar que chilenos y argentinos pretendamos la
Buenos Aires solicitó en 1957la extradición de un grupo de peronistas exilados,
hegemorúa continental-como lo insinúa la suspicacia de algunos círculos
entre ellos el futuro y fugaz Presidente, Héctor Cámpora, la Corte Suprema
interesados- sino que, por el contrario, nuestro Pacto debe entenderse
concede la de uno de ellos, Guillermo Patricio Kelly. Este se fugó con compli-
como el primer eslabón práctico de la hermandad que une, desde su ori-
cidad de individuos del Estado chileno. La respuesta fue fulminante, el Con-
gen, a todas las naciones hispanoamericanas del Nuevo Mundo 43 •
greso destituyó a los Ministros de Relaciones Exteriores y de Justicia, en un
Hay dos estilos claramente delimitados. Perón involucra tanto la polarización acto que no tenía precedentes. La Casa Rosada se dio por satisfecha con esto.
interna en Argentina, como su aspiración de liderato continental. En cambio el Las relaciones aparentemente sólo podían mejorar. Pero fueron los años en
chileno repite la posición internacional clásica de su país, mesurada, en la cual al que se incubaron los serios litigios fronterizos que emponzoñarían las relacio-
tratarse de América del Sur el equilibrio continental le es básico, lo que incluye nes en las décadas posteriores, y que llegaron a su culminación, en esta etapa,
buenas relaciones con EE.UU. en los incidentes en el Canal Beagle entre mayo y agosto de 1958 (Cap. X).
(Existió un vínculo oculto, no racional desde luego, entre la política peronista
En 1954 y 1955, a medida que la situación política fue polarizándose en Argen-
de proyección y la nueva política de conflictos limítrofes influida por militares
tina, la tensión se trasladó a Chile. Existe una carta de Perón a Ibáñez, poco
y sectores nacionalistas en Argentina?
después del regreso del primero a su país, de autenticidad casi segura, pero cuyo
contenido parece inverosímil, por la forma audaz en la que revela el intento de Las relaciones con Bolivia tuvieron uno de los últimos episodios de bonanza.
crear un liderato ideológico. Recomienda a Ibáñez entregar "todo" al pueblo, y El Presidente Víctor Paz Estenssoro viajó a entrevistarse con Carlos Ibáñez a
aceptar su elección, de Ibáñez, "providencial". Hay que dar más al pueblo, decía Arica en 1955. Después, en agosto de ese año, el chileno efectuó una publicitada
Perón, "tratarán de asustarle con el fantasma de la economía Es ( ... ) mentira". visita a La Paz, notable por el sacrificio personal, como se elijo. La demanda
En suma, animaba al chileno a seguir su camino, y someter a la "oligarquía" y al boliviana de una "salida al mar", soberana, estaba ya planteada, aunque sin el
"imperialismo". Ibáñez responde evasivamente, diciendo que la situación en la radicalismo posterior; los chilenos insistían en hablar sólo de cooperación
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHJLE E!\ LA POLÍTJCA MUNDJAL 1900-2004 1 JOAQUÍN FERMANDOJS H. CAPJTULO JX 1 ALINEAMIENTO Y CAMINO PROPIO 1945-1958
económica. La petición se hizo más elocuente ahora. Al parecer, cuando Paz Como en tantas partes en el mundo, amigos, extraños, adversarios y enemigos,
Estenssoro la planteó, Ibáñez habría respondido, "para qué quieren puerto si la política norteamericana hacia América Latina aparecía envuelta en el misterio;
no tiene mar". Dudoso; si así fuera, hubiera sido una descortesía flagrante. De los chilenos a veces quedaban estupefactos por lo que miraban como anarquía
todas maneras, la frase entró al arsenal de mitología autosatisfecha de los chi- de Washington. Pensaban que se trataba de una política planificada, lo que los
lenos. Otra cosa es que se pueda, en el siglo XX, facilitar la salida al mar con cientistas políticos llaman "actor racional unificado". Osear Fenner, cuando le
concesiones soberanas dejando de lado la integración económica, herramienta tocó ser Canciller, preguntaba:
mucho más útil, si el problema es realmente la "salida". En medio de tan desconcertante juego de conjeturas, ¿cuál es la opinión
de US. respecto a las ideas directrices del Presidente Eisenhower y
del Departamento de Estado para encauzar estos procesos? ¿Cuál sería,
EE.UU. y el sistema interamericano
en concordancia con estas ideas, el alcance que deberíamos darle a la
Washington disipó sus temores, si es que los había, muy luego después de las visita próxima de Milton Eisenhower a Chile y a otros países de este
elecciones de Ibáñez. Por otro lado, la llegada al poder de los republicanos y continente? 48
de su Secretario de Estado John Foster Dulles, marcaba una política más mili-
Desde la provincia, muchas veces no se acierta a pensar que salvo para el caso
tante contra el comunismo, más allá de su amenaza real; y una limitación del
europeo o, después de la Segunda Guerra Mundial, asiático, EE.UU. no puede
apoyo económico hacia los programas de "sustitución de importaciones". Más
tener una política consistente donde no ve sino intereses de segundo o tercer
que ayuda, al menos al comienzo la política de Dulles pondría énfasis en las
orden en comparación con esos gigantescos teatros.
inversiones privadas y en promover una atmósfera favorable a ellas. Por otra
parte, desde FDR hasta 1980, la inmensa mayoría de los políticos chilenos Es evidente, decía el embajador Aníbal Jara, que no cabe conjeturas ni
preferían a los demócratas antes que a los republicanos, aunque tuvieran que hipótesis para juzgar la actitud de la administración republicana actual
convivir con ambos. con respeto a los problemas de la América Latina, los cuales según el
señor Dulles no pueden ser sometidos a consideraciones de orden polí-
Veían a los primeros como más respetuosos de América Latina y más propensos
tico sino puramente económico y comercial, consideración que está en
a la ayuda económica y a entender el punto de vista chileno. En esto hubo un
abierta contradicción cuando la política internacional de los Estados
éxito formidable de las "public relations" de los años de FDR y del embajador
Unidos en las Naciones Unidas o en la Organización de los Estados
Bowers. El flamante nuevo Canciller, Arturo Olavarría, de breve paso por el
Americanos solicita ayuda interamericana para resolver sus problemas
Ministerio, le decía al nuevo Embajador en Washington, Aníbal Jara:
políticos mundiales 49
Es innegable que el grado de firmeza y resolución impuesto ya a sus
Las eternas contradicciones de la política de Washington. Pero no tanto, si
primeras iniciativas internacionales constituye un cambio de objetivos
pensamos en esa lógica antes aludida, que la política norteamericana es espe-
respecto de la Administración demócrata, por lo menos un cambio de
cialmente caprichosa en aquellas áreas que no considera vitales. Milton
peligrosidad que nos obliga a seguir su proceso evolutivo con la más ex-
Eisenhower, hermano del Presidente y conocedor de la realidad latinoameri-
trema cautela. ( ... ) En un proceso como el internacional, esencialmente
cana, como más adelante Nelson Rockefeller, fue enviado por la nueva admi-
dúctil y controvertible, la afirmación de un mando unilateral, aplicado
nistración para hacer un "estado de la cuestión" sobre América Latina, entre-
con tanta firmeza, lleva al recuerdo de tantas otras proclamaciones césaro-
vistándose con las autoridades de una gran cantidad de países. Al parecer, por
papistas frustradas o a la pregunta simple del hombre de la calle que se
insinuación de Perón a Ibáñez, en Chile se le trató con algo de distancia y, al
niega a creer que su personal destino sea depender u obedecer a Washing-
arribar el "gringo" a Buenos aires, tuvo una recepción de príncipe 50 . Nada de
ton o a Moscú47 .
esto podía, sin embargo, crear un foso entre Chile y Washington. Ambos paí-
Olavarría, gran muñeca de la política interna, quizás la esencia del "politiquero", ses estaban vinculados por temas continentales, por intereses económicos,
no poseía especial sofisticación internacional. Reflejaba la actitud de distancia porque Washington no percibía un problema serio en Chile.
con que, en general, se acogen en Chile las iniciativas norteamericanas de gran
Chile apoyó a EE.UU. en un tema importante para los norteamericanos, en la Con-
revuelo, pero que no tocan directamente necesidades chilenas.
ferencia de' Caracas de la OEA en 1954, que declaró incompatible al comunismo
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EK LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDO!S H. CAPITULO IX 1 ALINEAMIENTO Y CAMINO PROPIO 1945-1958
con la democracia. Como muchas veces, la verdad y la hipocresía se tomaron de peligro específicamente comunista en Chile, aunque sí existía gran escepticismo
las manos. Esta resolución le dio cierta legitimidad al apoyo norteamericano acerca de su desarrollo económico y cierto cansancio con las interminables
para derrocar al régimen de Jacobo Arbenz en Guatemala. peticiones de asistencia financiera.
Fue el momento máximo de alineamiento de Chile con EE.UU., en un tema En 1958 existió otro importante acontecimiento en la relación de Chile con la
que no tocaba en forma directa los intereses chilenos. La Moneda tuvo proble- Guerra Fría, y en general con la historia ideológica del siglo. En una reforma
mas en la Cámara, ya que ahí se aprobó un voto de no intervención en Guate- de gran trascendencia, que terminaría por ampliar el cuerpo electoral, se inclu-
mala. Aunque no era vinculante, nadie en particular defendió la convocatoria a yó la abolición de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia. Los comu-
la reunión, y el gobierno la apoyó con desgano. Se le dice al Embajador en nistas quedaban de nuevo dentro de la ley. En la práctica, habían gozado de la
Washington, que Chile ampara la convocatoria sólo por razones de "solidaridad tolerancia desde el comienzo de la administración Ibáñez; los socialistas les
interamericana", pero sin ocultar "nuestra intranquilidad ante el peligro ella permitían a los candidatos comunistas presentarse como si fueran de sus filas.
pueda llegar a tener resultado contraproducente" si no se obtuviera "unanimi- Ante el fortalecimiento electoral de la derecha, los cambios súbitos de Ibáñez
dad". Sin esta podría haber "división países del continente con alcances tal vez entre apoyos de derecha e izquierda, y los deseos de purificar el proceso, que
más graves que propia situación ahora se trata de conjurar" 51 • Expresión tímida se suponía favorecía a la derecha, en julio de 1958 se aprobó la reforma electo-
de la distancia ante la política norteamericana. Como parte de este ral con el inciso que abolía la "Ley Maldita". Había tenido una duración de 1 O
"abuenamiento" con Washington, puede ser vista la asistencia de Carlos Ibáñez años, y una mudanza de parecer está dentro de lo humano. Con todo entra la
a la reunión de presidentes americanos en Panamá en julio de 1955. Se conme- sospecha, ¿no se hace desmemoria si se juntan dos mayorías para políticas tan
moraron los 130 años del Congreso de Panamá, convocado por Simón Bolívar. disímiles, totalmente contradictorias, en un breve lapso de tiempo? 54
Era claro que se estaba bajo un manto de EE.UU.; incluso tuvo que postergarse
unos meses por una enfermedad cardíaca de Eisenhower. Esto anunciaba, además, otro movimiento clave en la historia de la izquierda
chilena. Los socialistas, siempre habían oscilado entre un radicalismo "contra el
En 1955 y 1956, Chile se acercó a las posiciones norteamericanas con dos polí- sistema", y el apoyo al "sistema occidental", o democracia social como quizás
ticas específicas que pudieron tener gran trascendencia, el Nuevo Trato sobre el habría que llamar. Ahora transitaron a una posición radicalizada, antisistema,
cobre y la Misión Klein-Saks (Cap. VII). Ambas tuvieron amplio apoyo inicial que aunque mantenía distancia con el régimen soviético, y Allende criticó la
en la política chilena, para irse disolviendo posteriormente. El cobre tuvo un sanguinaria intervención en Hungría en 1956, miraba positivamente a otros
respiro bastante corto; era el tema más asediado; el cobre debía salvar al país. Las "modelos" revolucionarios, como el régimen de Tito en Yugoslavia, en la medi-
consecuencias de la Misión Klein-Saks, durarían un tiempo, y ayudaron al "des- da que se le puede calificar de tal. En 1956 se formó el Frente (Revolucionario)
pegue" que pareció darse en los primeros años de la Administración Alessandri. de Acción Popular, FRAP, que aunaría a grandes rasgos la estrategia de comu-
En su momento, los norteamericanos las miraron como pruebas exitosas de una nistas y socialistas. Al año siguiente, se unificaron las diversas tendencias socialis-
convergencia, que además coincidían con las reformas también liberalizadoras tas vinculadas por un programa para "derrocar al capitalismo". El retardo de la
que Raúl Prebisch desarrollaba para el gobierno de la "Revolución Libertadora" "liberación" en América Latina, para los socialistas, se debería a· la acción del
en 1955. "imperialismo" y de la "burocracia soviética":
En general, sin embargo, dominaba la impresión de crisis latente al mirar a El socialismo estima, entonces, la necesidad indispensable de que el FRAP
Chile. Hasta 1958 no existe una aprensión marcada de parte de Washington, y defina sin ambages su posición revolucionaria de Frente de Trabajadores,
se veía el principal interés en el país austral como una fuente confiable de abaste- como justa expresión de la unidad del socialismo y del movimiento obre-
cimiento de cobre 52 . Cuando se hace probable que Chile haya pedido autoriza- ro, eliminando todo compromiso contrario a esta posición 55 .
ción para trasladar material militar desde Iquique, a raíz de la asonada popular
del 2 de abril de 1957 -en su raíz, consecuencia del ajuste antiinflacionario Se estableció una lógica férrea entre la intransigencia interna y externa, frente
promovido por la Misión Klein-Saks-, el Departamento de Estado hizo ver al "capitalismo" y al "imperialismo", que fue el mayor obstáculo para cual-
que cuando se trata de elementos proporcionados de acuerdo al Pacto de Ayuda quier política de reforma. En realidad, la misma palabra "reforma" pasó a tener
Mutua, debe tratarse de un rebelión comunista, lo que no sería el caso 53 . Esto un estatus demoníaco, que fue un elemento de la crisis de la democracia chile-
parece ser una demostración palmaria de que hasta 1957 Washington no veía un na. La posición internacional aparecía como parte no sólo de un puro asunto
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CAPITULO IX 1ALINEA.\11ENTO Y CAMINO PROPIO 1945-1958
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FE&\1ANDOIS H.
de "política exterior", sino componente de la "crisis del capitalismo" en Chile, Ya hacia mediados de los 1950 las relaciones se habían hecho inmejorables.
país "semi-feudal", "semi-colonial". Bonn, como en todas partes, había logrado que las colonias alemanas acepta-
ran la "nueva Alemania", es decir la democracia de la República FederaL En lo
También en el plano interamericano. El año 1958 fue un primer punto de demás, hasta 1971, Bonn tuvo éxito en evitar el reconocimiento de la enton-
inflexión, cuando Washington avizoró el peligro estratégico que podía significar
ces Alemania Oriental, o República Democrática Alemana, y afianzó las rela-
una revolución social en el continente. El tumultuoso viaje del entonces Vice-
ciones económicas. También se convirtió en un importante destino de estu-
presidente Richard Nixon a varios países de América Latina fue la mecha que
diantes chilenos. Sobre todo, los enviados de Bonn veían lo bien recibidos que
encendió la alarma. Ahora sí que se comenzó a ver a Chile como fuente de
eran los alemanes. "La disposición sicológica de la opinión pública chilena
amenaza comunista; sobre todo, los mismos chilenos todavía no caen en cuenta
sigue siendo tan favorable (a Alemania) como era antes", aseguraba un infor-
que la lucha contra el comunismo es en el propio interés de los chilenos 56 . Esto
me de la Embajada en 1956 59 .
no deja de parecer extraño, ya que el antimarxismo tenía profundas raíces en
Chile, aunque estaba muy lejos de concitar el consenso mayoritario que se daba Pisándole los talones al acercamiento entre Washington y el régimen de Franco,
en EE.UU. En agosto de 1958, el encargado del "Chilean Desk" en el Departa- Chile normalizó sus relaciones con España, nombrándose embajador en ambas
mento de Estado, Robert Philips, decía que Alessandri era el candidato que más capitales. Santiago envió a Luis Subercaseaux, hijo del autor de Memorias de
convenía a EE.UU., ya que mantendría mejores relaciones con ellos. A la vez, ochenta años. Madrid se hizo ilusiones con la elección de Carlos Ibáñez, pero ni
añadía, que la alternativa era Allende; lo mejor, con todo, sería Eduardo Frei, ya este ni la política exterior chilena estaban dispuestos a seguir la orientación "his-
que Alessandri podría efectuar una reforma tributaria, quizás, pero sólo Frei panoamericana" de los españoles, aunque Chile consideraría de ahora en
añadiría una reforma agraria 57 • Este tipo de consideración tenía larga data en la adelante a Franco como legítimo, sin interrupción hasta su muerte en 1975.
historia de las relaciones entre ambos países. En 1957 se firma un convenio de "doble nacionalidad", para que inmigrantes
de uno u otro país no perdieran su nacionalidad de origen si emigraban a Chile
o a España, según el caso. La diplomacia chilena no dejaba de anotar que "el
El renacimiento europeo punto de vista de España es más bien ideológico que práctico" 60 . Al interior de
A partir de 1945 Chile debía preocuparse de reanudar las relaciones con Europa. Chile, los españoles y sus descendientes estaban todavía amargamente divididos
En el caso de Inglaterra, los lazos político y comerciales no se habían interrum- por la guerra civil; familiares no se saludaban e integraban organizaciones dife-
pido jamás, pero se habían debilitado más marcadamente que después de la rentes (Centro Español, Club Español) y, como se ha dicho, el lenguaje del
Primera Guerra Mundial. Los países europeos tenían como prioridad reanudar conflicto que estalló en 1936 seguiría todavía muy vivo por décadas.
los vínculos económicos en medios de las tribulaciones de la segunda postgue-
rra. Era asunto de vida o muerte para ellos, especialmente para Francia. "La
France ne peut vivre sans échanges internationaux", afirmaba un documento
galo de 1948, a propósito de la Carta de la Habana, del mismo año, que hablaba
sobre los problemas de los "países jóvenes", que afirmaba compartir 58 • En tér-
minos políticos, Francia había decidido jugar la carta de su prestigio cultural
para tener tanto una renovada presencia política como, sobre todo, económica.
La política chilena y el mundo de ideas seguiría siendo influida en especial por
París, pero hasta mediados de los sesenta no se notó una presencia de relieve de
la política exterior francesa en el cono sur americano. Es interesante anotar que
en esta fase, la política francesa, en su parte más puramente "política", estaba
dirigida a apoyar su propia mirada de "descolonización", que todavía soñaba
con mantener algo del antiguo imperio.
Algo similar se podría decir de la naciente República Federal de Alemania. Aquí
las ruinas eran mayores, pero también el prestigio del alemán junto a la empo-
brecida pero muy capaz colonia de ese país, eran activos de consideración.
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CAPITULO X
Reconocimiento Internacional y
Reforma Fallida 1958-1964
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MUNDO y FIN DE MUNDO j CHILE EN L>\ POLÍTICA MUNDIAL 1900·20041 JOAQUÍl" FER..\-!A:\DOIS H. C/IPITULO X 1 RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL Y REFORMA FALLIDA 1958-1964
de represalia política, ya que Pinochet le había sustraído su sueño de ser el padre crear un polo político -el "alessandrismo"- que tuvo gran fuerza hasta septiem-
de la nueva Constitución. No hay que adelantarse. bre de 1970, y que de una forma u otra perduró hasta la muerte de su caudillo.
Pero el mismo respeto y hasta popularidad que logró concitar "el Paleta", fue un
Sí, tenían razón sus adversarios, pero no toda la razón. Como hijo del León,
ariete más que ayudó a derruir a los partidos de derecha. También, e importante
miembro de una cofradia de hermanos sobresalientes, de gran poder político y
para el tema de este libro, Alessandri llegó comprometido a efectuar un golpe
prestigio profesional, su vida pública no dependía de manera exclusiva, ni mu-
de timón y enmendar el rumbo político y económico. Tuvo un éxito limitado,
cho menos, de los partidos, ni del dinero en el sentido estrecho del término. En
al igual que su sucesor, Eduardo Frei Montalva. La reforma que se requería, ésa
este aspecto tenía "independencia". Vivía para la política, pero no de la política,
no vino.
según la famosa expresión de Max Weber.
Este hombre preparadísimo en los números y en las leyes, no parece haber tenido
También era "apartidista" en un sentido especial. Tenía una trayectoria pública
mayor cultura ni literaria ni en ideas políticas o sociales, o de otra especie. Se
independiente de los partidos. Como profesor de la Escuela de Ingeniería de la
comparaba con su padre, a quien amaba y en vida discutía a menudo con él. Pero
Universidad de Chile, como presidente de la Compañía Manufacturera de Pape-
no se sabe que haya tenido una visión aunque sea esquemática e intuitiva de la
les y Cartones, un grupo empresarial surgido en los 1930, y como presidente de
historia de Chile. Ni tenía, parece, paradigma alguno en la historia del mundo
la Confederación de la Producción y del Comercio antes de ser senador, se había
moderno. Se hablaba de su admiración por De Gaulle, pero existen sólo referen-
asegurado figuración pública que le daba su propia plataforma. Hombre de ca-
cias a la política de plebiscitos del líder galo. Por otro lado, excusando a Perogrullo,
rácter fuerte, de gran personalidad, también era prisionero de sus iras, de sus
la política es el ejercicio del poder, y en eso fue un líder notable. El Paleta debe
preferencias y de su autorreferencia, aunque en términos políticos, esto no llevó
haber formado sus ideas en un mundo de conversaciones, fenómeno nada de raro
a una conducta que pudiera llamarse patológica:
en la vida social. En otros siglos, la conversación y la memoria de la misma, fueron
La Providencia parece haber querido que en estas hora inciertas por que la base de la transmisión de la alta cultura. En el siglo XX hacía tiempo que esto
atraviesa la humanidad, rija los destinos de esta República un hombre expresaba sus límites. En el entorno que lo rodeaba, a pesar de lo amplio que era
cuya soledad y retraimiento fuesen precisamente una garantía, ante el el círculo de contertulios informales que siempre acompañó a Alessandri, no había
pueblo, de su desinterés personaJI. gente que constituyera un punto de referencia hacia el mundo, salvo desde una
A comienzos del siglo XXI, estas palabras hubieran provocado la burla inmisericor- posición relativamente "aislacionista", insular en definitiva. Esto hace que desde el
de de las nuevas generaciones. En ese entonces, eran aceptadas como parte de la círculo de Alessandri, se tenía una visión de desconfianza acerca de la evolución
"escena alessandrista", de su proyección como el "patrón" que una cantidad de del mundo. Se vivía aceptando e incorporando la técnica de lo moderno, pero no
gente miraba con buenos ojos, con la idea de tener un presidente real, un timonel, en tensión vital con sus ideas. Jorge Alessandri pasó parte de su segunda juventud
en La Moneda. Por cierto, el Paleta cultivaba en forma hábil esta imagen. en un exilio sino dorado, al menos plateado, en París por supuesto, en el exilio que
impuso Ibáñez a su familia.
Esta personalidad lo convirtió, hasta los días de Pinochet, en el más fuerte
articulador de la crítica presidencial a los partidos, cuya inconsistencia sufrieron Pero, ¡la estadia francesa de JAR le dejó una huella en su formación? No hay
todos los presidentes, desde Pedro Aguirre Cerda hasta Salvador Allende. Una evidencia que lo confirme. Por eso mismo, llama la atención el que este hombre
palabra de "don Jorge" bastaba para zanjar un debate y crear un radio de respe- que tantas oportunidades tuvo en la vida, salvo su estadía en Francia, no haya
to suficiente para capear la tormenta, a pesar de que el apoyo político organiza- tenido curiosidad por viajar más. Después de regresar a Chile, no salió más, salvo
do se fue debilitando progresivamente durante los seis años de la presidencia. para su gira oficial a EE.UU. en diciembre de 1962. Ya era la época de los viajes y
Mal orador, sin embargo el ambiente que rodeaba su aparición le daba autori- Alessandri no la aprovechó. ¡Representa un provincianismo absurdo o una perso-
dad. No carente de histrionismo, proyectó una combinación de austeridad, nalidad fuerte que no necesita todas las ofertas de la sociedad de consumo?
seguridad, capacidad superior e impresión de que estaba en lo cierto, cualidades Mas, Chile continuó fortaleciéndose en términos internacionales durante los años
y aptitudes que en buena parte realmente poseía2• de Alessan1ri, aunque hasta 1973 no lo hizo en el plano de la economía política
Los partidos llevaron aJAR a La Moneda. Una vez elegido, de manera rápida se internacional. El Presidente cumplió estricta y en una ocasión, en Quito de 1962,
convirtió en un capital en sí mismo, y cuando la derecha entró en crisis a partir de penosamente sus deberes en éste ámbito. Entregó las relaciones internacionales a
las elecciones parlamentarias de marzo de 1961, ese capital fue suficiente para entendidos, de manera profesional, y se abocaba en forma directa a estudiar un
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CAPITULO X 1 RECONOCIMIENTO INTEfu'IACIONAL Y REFORMA FALLIDA 1958-1964
MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE E:-1 LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H.
asunto cuando el tema lo demandaba. Su estilo de austeridad lo llevó a desconfiar administración Alessandri, le dio un cariz que lo acercaba al lenguaje del proceso
de los gastos de la Cancillería y de muchas representaciones en el exterior. Pero no de descolonización y de la idea de crear un perfil latinoamericano que le diera
eludía el trabajo dedicado y paciente. personalidad a los países de la región. Su juventud y la también especial predilec-
ción que llegó a gozar de parte del Presidente, le dieron un contorno político más
Un sábado en la mañana, recibió el llamado del Subsecretario de Relaciones Exte- allá de lo que es común, a los cancilleres. Esto revertía de manera positiva sobre el
riores, que se encontraba en la Cancillería decoclificando un largo e importante Gobierno en general, de siempre asediado por una mayoría frágil; resaltaba, por
mensaje de una Embajada situada en un país latinoamericano, que debería leer de medio de la figura del Canciller, la autoridad y potencia política del Presidente.
inmecliato al Presidente. Este estaba en su oficina en La Moneda, edificio donde Fue el epítome de una política exterior de identidad nacional, que representara a
también se alojaba la Cancillería. Que a qué hora estaría listo el mensaje; que a esas un conjunto mayoritario de chilenos, sin romper con la clinámica histórica.
alturas, decía el Paleta, se lo llevaran al departamento de su cuñado Arturo Matte,
junto al suyo propio en la Plaza de Armas, donde almorzaba casi todos los días,. Después de la salida del Partido Raclical del gabinete, a mecliados de 1963, fue
¿A qué hora exacta1 "Ah, en esos momentos estaré ya de vuelta en mi departamen- reemplazado por Julio Philippi el que, entre otros atributos, era experto en dere-
to, pero estaré durmiendo siesta. ¡No me vaya a despertar! Mi empleada tiene día cho internacional y en la historia de conflictos fronterizos con Argentina. Tendría
de salida y no habrá naclie que lo reciba; empuje el documento por debajo de la su momento estelar al ser la principal cabeza en la defensa de la causa chilena en el
puerta, que para eso tiene un espacio más ancho que lo común. Cuando me levan- Beagle, y del exitoso fallo de mayo de 1977. También fue una de las principales
te, lo leeré y después me comunicaré con el Ministro. ¡No me despierte!". cabezas de la fallida canclidatura de Alessandri en 1970. El Presidente no se pre-
ocupaba ni le interesaba mayormente la parte "tradicional" de la política exterior,
¡El Presidente de la República durmiendo la siesta solo en su departamento, sin
la cliplomacia, la estrategia, los asuntos de seguridad que podrían estar envueltos.
nadie que lo atienda o lo aguarde! Habría que volver a comienzos del siglo XX
Pero hubo un campo en el cual sí dejó una huella, o intentó hacerlo. La mentada
para encontrar algo similar; después de don Jorge, no podría haber ya nada pare-
"austeridad" designaba también el estilo de política exterior que más le gustaba,
cido. Una fotografía de la parte considerable de vida real que había en la austeri-
según decía en su manifiesto como canclidato en 1957:
dad del hijo de el León, y de su estilo de gobernante, de las virtudes republicanas
que también las había y que permeaban al viejo Chile, haciendo equilibrio frágil Nuestra política internacional debe ajustarse al señorío y a la sobriedad
con las muchas deficiencias. de sus tradiciones, sin apartarse de la realidad ni en su sentido ni en sus
proporciones. La escasez de nuestros recursos y la limitación de nuestros
medios de acción son incompatibles con un gran despliegue diplomático,
Política exterior de identidad nacional así como con actitudes resonantes frente a los grandes problemas
Tuvo cuatro cancilleres, aunque sólo tres en propiedad. En primer lugar, Germán mundiales 3•
Vergara Donoso (1902-1987), funcionario de carrera, epítome de la combinación Es una visión que arranca de lo más profundo del siglo XIX, y que en general ha
de servicio público con elitismo social, ya había sido subsecretario en los 1930 sido adversa a ver en el "latinoamericanismo" un fundamento necesario de la
bajo el León, y después Canciller con GGV. De perfil bajo, naclie le clisputaba la política exterior chilena. A la vez, Alessandri participaba de una visión
seriedad de su trabajo y su dedicación, su experiencia, olfato, tino y buen gusto en "occidentalista", aunque en sus pronunciamientos públicos no hiciera profesión
las situaciones resbaladizas. Alessandri confiaba plenamente en él, y seguía sus de anticomunismo. Era un hijo del "Estado de compromiso", y en parte le gus-
proposiciones. Fue Vergara el que sin duda inició la política hacia Cuba, tan origi- taba. No antagonizó por ese lado a sus adversarios, aunque hiciera uso del
nal comparada con la del resto de los países latinoamericanos, y después continua- antimarxismo o anticomunismo, también relativamente clifunclido en la socie-
da y reforzada por los otros tres cancilleres. En varias ocasiones, por largos meses, dad chilena. Tuvo más comunicación con los comunistas que la que después
ya sea por la enfermedad a la vista que al final obligó a Vergara a renunciar, o por llegó a tener Eduardo Frei; como gran parte de la derecha, llegó a sentir más
el cambio político al ingresar los raclicales al Gobierno, fue reemplazado como animadversión y hasta oclio por los demócrata cristianos que por los marxistas,
subrogante por otro hombre de confianza de JAR, Enrique Ortúzar Escobar. con el interluclio entre 1970 y 1973.
Diligente funcionario, no dejó mayor huella personal como Canciller.
Con motivo de la Conferencia de Santiago de la OEA, en agosto de 1959, a la que
Carlos Martínez Sotomayor le imprimió un notable cambio a la política exterior asistió el Secretario de Estado Christian Herter, todo un acontecimiento para el
(Cap. VIII). Sin dejar de lado los grandes lineamientos traclicionales y caros a la país en ese entonces, Alessandri leyó una declaración que a fines de siglo sería
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MUNDO y FIN DE MUNDO i CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL !900-20041 JOAQUÍN H.
CAPITULO X 1 RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL Y REFORMA FALLIDA 1958-1964
considerado "inmoral", de que la defensa de los derechos humanos no debe queremos aliviar de verdad la situación de nuestros obreros y de nuestros
"vulnerar el principio de no intervención, que debe mantenerse de manera empleados, no podemos negarnos a la realidad de que necesitamos el
intangible": apoyo del capital extranjero 6
Se ha dicho que la independencia es para los Estados lo que la libertad para A la postre, después de la crisis de divisas en 1961/62, no sería mucho lo que
los individuos. La independencia es la libertad de los Estados. La interven- se hizo en este sentido. Fue, con todo, el pronunciamiento más fuerte y más
ción es un atentado contra esa libertad. Esto es efectivo y nada podríamos coherente de la necesidad de integración de Chile a la economía mundial (de
aceptar que vulnere este principio. En esta materia debe procederse con mercado). Miradas las cosas desde el siglo XXI, en comparación con los otros
extrema prudencia, porque las excepciones pueden conducir a nuevos ar- lenguajes políticos de esos años, ¿no era la postura de Alessandri no sólo la más
gumentos que en definitiva lleven al término de la soberanía, lo cual resulta realista, sino la que más se avenía a la naturaleza del sistema internacionaP Tam-
tanto más grave mientras más pequeñas sean las naciones 4 . bién, era quizás el camino más promisorio para haber salvado la democracia
Ni que fueran palabras que se habría redactado como munición para la derecha chilena y a la vez facilitar su modernización económica y social.
chilena en los años del gobierno militar. En ese entonces tenía varios blancos, Jorge Alessandri vio abierto un flanco expuesto en la zona menos esperada para la
como luego se probó cuando Chile adhirió al castigo a Trujillo, pero se opuso a derecha, en sus relaciones con la Iglesia. En los cuarenta y cincuenta había cundi-
algo similar para el caso de Cuba. Esas palabras eran herencia de la distancia polí- do la división al interior del catolicismo político, entre "tradicionalistas" y "pro-
tica hacia EE.UU. Por otra parte, como "defensa social", en la confrontación gresistas", por darles un nombre. El alto clero se iba inclinando más bien por la
entre sistemas, esta mentalidad miraba a EE.UU. como aliado, aunque al final de segunda opción. La atmósfera que rodeó al Concilio Vaticano II fortaleció la im-
su gobierno Alessandri tenía la sensación de que no lo había ayudado lo suficiente. presión de muchos obispos y sacerdotes, como de muchísimos católicos, de que
fórmulas políticas como la que gobernaba bajo Alessandri, eran cosa "del pasado".
En economía internacional sí que Alessandri pretendía dejar su impronta, dar el
El cardenal José María Caro había primero tendido a simpatizar con el cristianis-
golpe de timón que congraciara el "sistema CORFO" con la interacción con la
mo social; después, alarmado por el "avance del comunismo", parece que votó
economía mundial (de mercado) u occidental. Esto es, se mantenía dentro de
los márgenes del "Estado de compromiso", en el cual Alessandri se sentía muy por Jorge Alessandri en 1958, junto a monseñor Emilio Tagle, quien debía suce-
der al Cardenal fallecido a fines de 1958.
bien. A la vez, en toda su trayectoria, el ahora Presidente había desarrollado un
lenguaje en el que fustigaba el estatismo, la falta de inversión, la inflación y el El gobierno lo apoyaría, pero los conservadores le temían por su trayectoria
proteccionismo oficial (del cual gozaba la misma Papelera). Su propósito se socialcristiana; y a muchos les parecía que era demasiado favorecer a monseñor
enmarcaba dentro de la propuesta de la Misión Klein-Saks, pero dándole una Alfredo Silva Santiago (1894-1976), obispo de Concepción, muy tradicionalista.
dirección más consecuente: Se eligió entonces a un tercero, que se suponía equidistante, un hábil administra-
dor, monseñor Raúl Silva Henríquez, primero obispo de Valparaíso, después
Es una falacia creer que se puede mejorar en forma sostenida el standard
arzobispo en Santiago y, en 1962, el segundo cardenal, y de huella duradera por
de vida de los chilenos con medidas que tiendan meramente a redistribuir
su acción en los sesenta y setenta7• Nadie en el Gobierno conocía realmente su
el ingreso nacional. La única solución real reside en establecer las condi-
posición ante las disyuntivas del país, y parece que no las revelaba mucho. En la
ciones que estimulen el ahorro, creando así los capitales indispensables
primera visita que le hace a Alessandri, monseñor Silva le asegura que él está alar-
para incrementar con mayor rapidez el valor de la producción'-
mado por la colaboración con los comunistas que llevaba adelante la Democracia
Estas palabras tienen un vínculo directo con Gustavo Ross, aunque en su acción Cristiana. Lo cierto, es que el cardenal Raúl Silva lideró un momento de la Iglesia
no tendría la brillantez del Mago de las Finanzas; por otro lado, mostraría más que, en primera instancia, ayudó a restarle legitimidad a la estrategia de Jorge
capacidad puramente política. Alessandri quería volver, a partir desde las posibili- Alessandri. Mayor ironía, monseñor Tagle se inclinó de manera decidida hacia el
dades de liderazgo del Estado, a la economía de mercado, y no circunscribirla a un campo antimarxista durante las Unidad Popular, y después daría un apoyo más o
ángulo cada vez menor. Una manera de reformar era atrayendo recursos externos: menos directo al gobierno militar, como lo hizo una parte del clero.
Creo que no debemos cegarnos y no ver la realidad. Nuestro país Hay otro elemento de la política exterior de Alessandri que hay que tener en
necesita del capital extranjero, cualquiera que sea nuestra ideología. Si efec- cuenta. Venía de una historia política que miraba con desconfianza a las Fuerzas
tivamente deseamos un mejoramiento para las generaciones presentes, si Armadas; por formación profesional y por su desarrollo como "economista", debe
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haber sentido el impulso a rebajar su presupuesto. "Los milicos", empezando Y por otro lado, era grande la admiración hacia la sociedad argentina, su nivel
por "el Caballo" (Carlos Ibáñez), habían derrocado dos veces a su padre y exi- cultural, la oportunidad que dio a centenares de miles de emigrantes chilenos.
liado a la familia completa. De hecho redujo las misiones externas y minimizó la Había algo de la relación amor-odio como la que se da, por ejemplo, entre
extensión del viaje anual de la Esmeralda, el buque-escuela de la Armada. Por América Latina y EE.UU., aunque sin el dramatismo de esta última. También,
otro lado, el consumado político que era Alessandri tuvo las relaciones más tran- en Argentina una amplia mayoría de la población sólo tenía una vaga noción de
quilas que haya habido en ese entonces entre el Presidente y los militares. Era un lo que sucedía, y menos interés; no pocos creían que eran maniobras del "impe-
talón de Aquiles que no quería tener y que no tuvo. En fin, todo esto lo llevó a rialismo" según la consigna de "divide y vencerás". Lo mismo en Chile, para
renovar la idea del León de 1923 (Cap. IV), de proponer un política de limita- esto último, sólo que la conciencia de ser más vulnerable, más débil, de ser
ción de armamentos en la región. En una entrevista a The New York Times a fines agredido, penetró más o menos de manera profunda en la conciencia nacional, y
de 1959, que fue comentada en todo el continente, se extendió en una idea no se ha ido al comenzar el siglo XX:I9.
adelantada por él en la Conferencia de Santiago:
De nuevo, el elemento conflictivo sólo afloró a raíz de los incidentes en el extre-
Ya es hora sobrada de ir a un estudio formal del equilibrio en los medios mo sur, en el Beagle y Alto Palena principalmente; más adelante el dramático
de defensa de cada país, antes de continuar en deliberaciones de distinto incidente en Laguna del Desierto en 1965. Pero todo esto comenzó en 1956,
orden que, mientras tal no ocurra, tienen mucho de académicas. América llegando a su punto de combustión en agosto de 1958, con el bombardeo y
Latina no debe ser el mercado consumidor de armamentos que excedan ocupación del islote Sni pe en el canal Beagle por parte de la infantería de marina
lo razonable, con propósito de defensa ante una agresión. Ni mucho menos argentina. Esto fue un profundo shock para la opinión pública chilena, quizás
serlo a costa de la prosperidad de su pueblo, ya que estos gastos retardan más decisivo que Laguna del Desierto. Parecía tan contradictorio, sobre todo
el desarrollo económico de los países que la forman, sin el cual es ilusorio porque la junta militar que había derrocado a Perón llamó a elecciones cuando
pensar en un mejoramiento efectivo de las condiciones de vida de sus su mando comenzaba a hacer agua, siendo elegido Arturo Frondizi, del sector
hijos 8
nacionalista de los radicales, apoyado por el ahora ilegal justicialismo. Mas
Cuarenta años después de pronunciadas estas palabras se buscaba una "metodo- Frondizi, una vez electo, hizo una visita relámpago a Chile y después tuvo una
logía" para hacer homologables los gastos militares y poder llegar a su limita- política económica de su ministro Alvaro Alzogaray, análoga a la que seguía
ción. Como parte de su lejanía del mundo militar, Alessandrino debe haber Jorge Alessandri. Había más de un paralelismo 10 •
pensado mucho en su carrera anterior acerca de los problemas fronterizos entre Al Beagle le continuó una seguidilla de incidentes fronterizos que ponían los
las naciones latinoamericanas. Cuando llega a la Presidencia, el volcán ya había nervios de punta a los chilenos. Estos fueron particularmente graves en 1963 y
comenzado una erupción. Por ahí seguirá esta historia. 1964. Su patrón era bastante simple, se trataba casi siempre de reclamos argen-
tinos contra pobladores chilenos, acusados de fijar una frontera que según Chile
no correspondía, en zonas donde nunca antes había habido reclamos; o naves
El elemento conflictivo en las relaciones con Argentina argentinas efectuaban navegaciones o vuelos en aguas chilenas, o en zonas en
Desde 1902 hasta 1955, no había habido incidente fronterizo ni menos asomo de litigio, donde se suponía existía un acuerdo de no innovar. A protestas chilenas,
conflicto entre Chile y Argentina. Estaba la situación del Beagle, donde fracasó un seguían dilaciones argentinas, o intentos de la Cancillería rioplatense por am-
serio intento de arbitraje en 1938; pero era como un diferencio en la trastienda de pliar la zona de conflicto, para que el eventual arbitraje cubriera un espectro más
las relaciones. Había por cierto otro factor, aquel de la idea de la "patria amputada". amplio de problemas, mientras Chile lo reducía al Beagle y Alto Palena.
En Argentina, como en general en América del Sur, existió hacia 1900 la impre- Los chilenos estaban perplejos. Desde luego, siempre supusieron que los respon-
sión de que Chile había sido un país "expansionista". En el país trasandino, esto sables eran argentinos, y la evidencia en general respalda esta impresión. En Chile
había sido avivado por la cultura nacionalista, aunque no haya tenido, por el mo- se formó un lobby formidable de tipo nacionalista, que cruzaba gran parte del
mento, más efecto que ser una imagen de la memoria. En Chile era quizás más arco político, desde la (entonces casi inexistente) extrema derecha hasta el Partido
intenso, por el sentimiento de tener un potencial claramente inferior, por la Socialista, que estaba tomando una dirección ideológica revolucionaria, pocos años
diferencia de carácter entre los pueblos y la personalidad más avasalladora del después de extrema izquierda. Sólo los comunistas y, en cierta medida, los demó-
porteño, hecho sicológico de profundo impacto en el país austral (del Pacífico). crata cristianos, estuvieron alejados de esta sensibilidad. Subyacía a esta conciencia
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la imagen de que Chile, como consecuencia de negociaciones "entreguistas", a un mero actor, o empapaba la actitud del gobierno argentino con Chile. Con
había perdido la provincia de Cuyo y otras, después la Patagonia, y seguía dismi- rapidez se hizo mayoritaria la idea de que cuando había un gobierno democráti-
nuyendo su patrimonio. co en Argentina, las relaciones eran mejores. Pero esto era desmentido por la
También, en todos los grupos políticos y sociales había un discurso que encontra- continuidad de incidentes, bajo Frondizi, después bajo Guido (1962/63), tutelado
ba irrelevante preocuparse de estos problemas. Era la mentalidad que se expresaría por los militares, y más adelante bajo el radical Arturo Illia, en lo personal pacífico
en 1994 con Patricio Aylwin, al decir que no había que preocuparse "por unos como pocos. El Embajador José Maza (1889-1964) advertía, en el momento
pedacitos más o menos", a raíz del fallo sobre Laguna del Desierto, el primer fallo culminante del incidente del islote Snipe, en agosto de 1958, que "la amabili-
arbitral claramente favorable a Argentina. dad, cortesía y demás consideraciones de forma del Presidente Frondizi (... ) no
debe(n) inducirnos a error. El Gobierno y su Presidente hacen hoy lo que la
La perplejidad, y luego el encono y todo tipo de interpretaciones, sería la tónica de Marina de Guerra desea ( ... ) Argentina está dividida (... ) hay muchos que son
los años siguientes. ¿Por qué sucedía esto? Las respuestas chilenas variaban. La más peronistas o antiperonistas que argentinos" 11 •
más común y quizás la más verosímil decía relación con la crisis institucional en
Argentina a partir del peronismo. Las fuerzas armadas de ese país habían adquiri- El gobierno de Jorge Alessandri envió como Embajador a un joven y brillante
do poder político y ahora, especialmente la marina, imponían su visión de que abogado, Sergio Gutiérrez Olivos (1920-1994), dotado de dones sociales y pre-
Chile era un país "expansionista" que había que detener; o bien, pensaban los parado, hijo del Canciller del León, José Ramón Gutiérrez; provenían del mundo
chilenos, era Argentina la expansionista y se aprovechaban de la "buena fe" de los conservador católico, al mismo tiempo con gran capacidad de apertura. El Canci-
vecinos del Pacífico. El punto era, ¿en qué media se trataba sólo de una posición ller Germán Vergara le envía un cuidadoso memorando para establecer la política
aislada y desesperada de los uniformados o se había convertido en política del chilena. El principal origen del problema sería la situación interna argentina, en
Estado argentino? Al final se puede observar que en 1978 en Buenos Aires casi no donde no existirían partidos políticos organizados "como lo entiendo nuestro
hubo voces que se opusieran a una solución de fuerza por el diferencio del Beagle. régimen", es decir, en Chile:
Y estaba la creciente izquierda chilena, que veía el culpable en los "gorilas" argen- La falta de organización de dichas entidades ha permitido que las fuerzas
tinos, el apelativo de entonces a los militares antiperonistas y anticomunistas, per- armadas tomen un papel preponderante y, en este vaivén entre los gobier-
sonificados en el almirante Isaac Rojas. También, no debe olvidarse que este con- nos de derecho y los de fuerza, hemos visto imponerse ora a aquellos
traste, o lo que se tenía por tal, con Argentina, contribuyó al fortalecimiento de la grupos que preconizan ideas de hondo sentido americanista, ora a los que
imagen de sí mismo, del "excepcionalismo chileno": mientras Chile es un país exaltan ideas chauvinistas o de extremado nacionalismo (... ) Es obvio que
ordenado, Argentina y el resto de América Latina son lugares de golpes de estado. Chile tiene necesariamente que buscar y cultivar aquellos elementos
Ya se ha hablado del lobby nacionalista. También cada vez que había incidentes, argentinos que auspician los elevados fines de la política de sincera cor-
una pequeña multitud, representando esta sensibilidad, salía a las calles en el cen- dialidad que propician (Frondizi y Alessandri).
tro de Santiago o de la Av. Argentina en Valparaíso. Después de la Laguna del El Canciller también se rebela de manera implícita contra un supuesto que en
Desierto en 1965, esta última calle, aledaña a la Universidad Católica de Valparaíso, Chile sostenían los grupos patriotas más ardorosos, de que la hostilidad chileno-
pintaba el nombre de "Av. Hernán Merino Correa", el oficial de Carabineros argentina era una fatalidad de la historia:
muerto en el incidente. En Santiago, los jóvenes de la Escuela de Derecho de la
No ha de escapar al elevado criterio de US., que para cumplir estas finali-
Universidad de Chile, incitados por el popular profesor e historiador Jaime
dades es necesario tomar muy en cuenta las particulares condiciones en
Eyzaguirre, salían a protestar a las calles y a arrancar el busto de Domingo Faustino
Sarmiento, acusado de ser desagradecido de su refugio en Chile, para arrojarlo a que a través de la historia se han desenvuelto las relaciones entre ambos
países. Si bien es cierto que en muchas oportunidades ellas han sido tem-
las aguas barrosas y no muy abundantes del Mapocho. Las autoridades nacionales,
se sentían después obligadas a restaurar con ceremonia a Sarmiento a su lugar. pestuosas, no es menos cierto comprobar, después de un análisis desapa-
sionado y sereno, que a la postre ha primado un sentido de cordura y
En general, y desde el punto de vista del Estado chileno principalmente, se tomó de los diferendos producidos 12 .
la conciencia de que el problema institucional argentino, revertía sobre las rela-
Son las palabras más representativas de la dinámica, Q.e las relaciones bilaterales
ciones con Chile. El tema, que comenzó en la última etapa del peronismo, acom-
después de los Pactos de Mayo de 1902. Aunque la lógica del último siglo Y
pañaría las relaciones bilaterales. Se discutía sólo en qué medida esto identificaba
medio debió conducir a una guerra entre ambos estados, primó el principio
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arbitral y el avenimiento. Por otra parte, ha sido un recordatorio de que la En 1963, las elecciones, con exclusión de los peronistas, llevó al triunfo de la
competencia entre Estados, con efecto de conflicto armado, está entre las posi- Unión Cívica Radical y su abanderado Arturo Illia. Triunfo en extremo frágil,
bilidades de la historia. Ni la paz ni la guerra pertenecen necesariamente a un no sólo por los números, sino también por el surgimiento del poder militar
"orden natural". personificado en el general Juan Carlos Onganía. Esto era temido en Chile, y no
de manera exclusiva por los problemas de límites, también por su significación
En los años que siguen se dio el patrón de acercamientos y acuerdos por una
política. Onganía recogió la preocupación de diversos sectores militares en Amé-
parte, y de disensos, fricciones e incidentes, por otra. En una entrevista en San-
rica Latina por la expansión del comunismo y de la influencia de la Revolución
tiago entre ambos presidentes, en febrero de 1959 en Cerrillos, el entonces
Cubana; esto parecía tener el apoyo cuando no el incentivo de Washington.
aeropuerto internacional, se dio un primer paso para someter a arbitraje las cues-
Aunque se exageraba, el anticomunismo militante era visto con recelo en Chile,
tiones pendientes. En marzo de 1960 se anuncia la negociación para un arbitraje
no solamente por la izquierda marxista, embrujada por Castro, sino que por
de éstas, y el acuerdo se firmó en junio siguiente. Los Protocolos, como se
otros sectores, que temían un liderazgo cuando no hegemonía argentina.
conocerían, preveían un convenio de navegación de naves argentinas por los
canales del sur, no muy diferente al que resultó de la mediación papal en 1984. La recurrencia de incidentes mostraba la debilidad de Illia. Gendarmería, es pro-
Demostraban que en Buenos Aires también había equipos que trabajaban por bable, o la marina, argentinas, provocaba los incidentes; la Cancillería rioplaten-
un acuerdo. En Chile, surgió una catarata de oposición, de izquierda y derecha. se después trata de apagar incendios. Otro patrón recurrente hasta fines de 1965.
En la Marina y en Valparaíso se centró la arremetida más exitosa contra los Pro- La elección de Eduardo Freí Montalva ofreció un momento de esperanza. Como
tocolos. A fines de 1960 los protocolos estaban políticamente moribundos, aun- el caso de Frondizi y Alessandri, también había paralelismos entre Illia y Frei,
que no fueron oficialmente abandonados hasta asumir la administración Frei. aunque este último era o parecía políticamente invencible y el primero era la
debilidad misma. La gran mayoría de la Democracia Cristiana veía, como mu-
Entre el9 y elll de septiembre de 1961 se realizó en Viña del Mar la reunión,
chos chilenos, en estos conflictos reliquia del pasado, a la cual una actitud
"cumbre", entre Arturo Frondizi y Jorge Alessandri. Fue el momento máximo
"moderna", como la integración económica, dejaría obsoletos. El Canciller
de acercamiento de ambos países. Mas, la Declaración Conjunta no hacía men-
Gabriel Valdés lo dijo de manera bastante explícita en un discurso programático
ción a las cuestiones limítrofes, en parte porquen el curso de los Protocolos no
ante el Senado, en enero de 1965:
estaba del todo claro; en parte por el intangible diplomático que exige sortear
los obstáculos para superarlos. Sí hace mención, en cambio, a que los problemas Su mercado (el argentino) nos interesa y a ella el nuestro. Tenemos materia
económicos y sociales de América Latina sólo tendrán solución "dentro de la prima y capacidad técnica para ser exportadores. Sería vana toda palabra de
democracia representativa" 13 • Se deslindaban así las fronteras políticas con la integración si no fuéramos capaces de resolver una racional complementación
Revolución Cubana; al mismo tiempo, se hacía testimonio del ingreso del tema económica con Argentina. No puede desconocerse que allá existen factores
de la democracia en las relaciones internacionales de la región. que no comprenden que ha llegado el fin de la autarquía económica, que
tiene un estrecho parentesco con el expansionismo político 14•
Todo, hay que concluir, quedó frustrado por la continua crisis institucional en
Argentina. En marzo de 1962 fue derrocado Frondizi, y aunque las fuerzas arma- Aunque durante el cambio de administración se llegó a un acuerdo que resultaría
das apoyaron el Presidente del Senado, Guido, como nuevo mandatario, a nadie exitoso para ambas parte de arbitraje (1967), el Beagle y ahora Laguna del Desier-
se le ocultaba que los uniformados eran el poder tras el trono. Por si faltaba, la to serían los puntos de fricción. En medio de signos borrascosos para la supervi-
lucha entre "azules" y "colorados", que llegó al enfrentamiento armado, le dio un vencia de Illia, y sin estar seguro de cuál era el verdadero interlocutor, Frei se
dramatismo especial. Era lugar común en Chile, en la conversación cotidiana, entrevistó con el presidente argentino en Mendoza entre el28 y el 30 de octubre
decir que cada vez que había un problema interno en Argentina, los uniformados de 1965. Se pensó haber llegado a un acuerdo por lo de Laguna del Desierto. La
(o el Gobierno) efectuaban una distracción provocando un incidente fronterizo. incertidumbre hizo que se encrespara la situación dentro de la política chilena.
Desde luego, la realidad era más compleja. Pero a la luz del largo ciclo de 1955 a Esto llegó al rojo vivo cuando el 7 de noviembre siguiente, una patrulla de Cara-
1984, es imposible no pensar que la principal causa de esta recurrencia haya sido la bineros, estando segura de encontrarse en territorio chileno (no de acuerdo al
desestructuración institucional en Argentina, cuyo último coletazo se ha visto a tribunal arbitral en 1994), fue atacada por Gendarmería argentina y murió el
comienzos del siglo XXI, en contraste paradoja! con quizás la historia socio-cultu- teniente Hernán Merino Correa, el único héroe conocido de la larga historia de
ral y económica más sólida de toda la región. conflictos (o, semi-conflictos) entre ambos países.
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Mientras en Argentina, salvo por el mundo oficial, las reacciones públicas fueron palmaria de cómo puede nacer un mito, casi en el sentido originario de "relato
más o menos indiferentes, en Chile estalló un coro de indignación_ Valga como de una historia verdadera", en el mundo moderno. Todo ello, ha creado un
muestra un editorial de La Unión de Valparaíso, que para el caso representaba problema en cierta manera perenne aunque de baja intensidad para Chile.
más que a la derecha conservadora:
Sus raíces son más hondas y no se pueden explicar aquí. Pertenecen a la zona de la No tanto como para satisfacer lo que se demandaba. Los tres primeros años de
autoimagen de una cultura nacional. De todas maneras, esta "memoria colectiva" JAR vieron una clara contención inflacionaria y, si al comienzo el ajuste provocó
que se instauró firmemente en Bolivia en la segunda mitad del siglo XX, de que una leve recesión, luego hubo un fuerte crecimiento por un par de años, para
existe un país amputado, explicaría muchos de sus males, que la pérdida de su detenerse algo después, junto con el recrudecimiento de la inflación entre 1962 y
territorio marítimo condenó a Bolivia al ostracismo, etc. Es la demostración 1964. Según se ha dicho, en crecimiento e inflación, el período de Alessandri no
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inferencia26 . Eran sensibilidades distintas, entre un hombre como Alessandri, La 'cuestión cubana'
representando (con muchas buenas características) al patriciado chileno, y el Existió un tema que parece resumir el impulso central de la política exterior de
joven líder de una democracia que estaba en un estadio mucho más igualitario Alessandri, la "cuestión cubana" 29 . Desde casi el comienzo, Chile se rehusó a
que el chileno. Probablemente no hubo buena impresión mutua, al revés de la participar de la política norteamericana de aislamiento de Cuba, por considerar
entrevista con Ike. El tema de la reforma agraria, donde los norteamericanos que esto llevaría a la isla a entregarse en manos del bloque soviético. Planteadas
parecían ver todo el origen del "mal de Chile" en la propiedad de la tierra, así las cosas, caben dudas acerca de la sinceridad de esta idea, dado el carácter
enfrentó a ambos mandatarios y, sobre todo, tiene que haber confirmado al anticomunista de las fuerzas que apoyaban al Gobierno y de la propia polariza-
entorno de Kennedy acerca lo "reaccionario" del gobierno chileno. Pronto, los ción interna. Pero visto de otra forma, la política de "no intervención" frente a
asesores de la Casa Blanca, más que del Departamento de Estado, comenzaron Cuba tuvo una coherencia interesante.
a poner los huevos en la canasta de la Democracia Cristiana.
Una parte del país político, la izquierda marxista, se identificó con Cuba, un
Al regreso, recibió la usual recepción algo grandiosa en la capital mexicana, de sector que a su vez cooperaba en mantener en jaque a la administración Alessandri.
su colega Adolfo López Mateos. Y en Ecuador, donde existen grandes simpatías Jamás se va exagerar el papel que jugó la Revolución Cubana sobre la izquierda
por Chile y los chilenos, las cosas pudieron salir muy mal. La intemperancia del chilena, sobre el Partido Socialista en primer lugar, pero también sobre el Partido
presidente Carlos Julio Arosemena, dejando perplejos a chilenos y ecuatorianos, Comunista, al obligarlo a seguir la aguas de un partido con una visión táctica-
tuvo una respuesta llena de aplomo, digno silencio y jamás una mención posterior mente más radicalizada; y después, en 1965, con la creación del Movimiento de
de los labios del Paleta. Poco después, no en último término por este incidente, Izquierda Revolucionaria (MIR). Primero la influencia fue resultado del embru-
cayó Arosemena a manos de un golpe militar. jo espontáneo; más adelante, La Habana cooperó a que se fijara de manera inde-
leble hasta 1973 y después. No tienen nada de extrañas las siguientes palabras de
El disgusto y desilusión de Alessandri con lo que veía como carencia de compro-
miso norteamericano, se ve en su queja de que en una reunión, en un foro Salvador Allende, asiduo visitante y contertulio de Castro:
europeo -presumiblemente el "Club de Paris"- si bien el representante del La revolución cubana es el catalizador de todos los movimientos revolu-
Departamento de Estado había apoyado a Chile, no había sido el caso del dele- cionarios latinoamericanos. Existen diferencias. En Cuba, el socialismo se
gado del Banco Internacional de Desarrollo, dificultando la participación instaló después de un movimiento insurrecciona!; aquí en Chile pensa-
europea en la ayuda a Chile 27 . En general, en La Moneda había desencanto. mos llegar al mismo resultado por la vía electoral. Si tendremos éxito, y
Alessandri le escribía a su amigo, Fernando Aldunate, embajador en el Vaticano: creo que lo tendremos, Cuba y Chile serán los dos ejemplos válidos aun-
que sean distintos en la fase inicial. Por lo demás, no existen diferencias:
Me encuentro extraordinariamente preocupado por el porvenir, porque
nosotros haremos el socialismo como los cubanos 30 •
tengo el convencimiento de que los Estados Unidos no están en condi-
ciones de ayudar ni en forma remota a las necesidades de los países También se desató un fuerte temor a la Revolución Cubana, como parte del
americanos; entretanto, su gobierno está exigiendo reformas sociales en antiguo sentimiento antimarxista. Pero, lo nuevo, de verdad, era que la izquier-
materia agraria de una amplitud absurda, que provocarían un caos y para da chilena tenía un punto de referencia en el continente, verbalizado en castella-
las cuales no hay financiamiento posible, sobre todo si se tiene en cuenta no, y que a la vez expresaba un ardor universal y moralmente obligatorio para
que, a mi juicio, no contaremos siquiera con empréstitos suficientes para sus creyentes. Esto tendría influencia decisiva.
afrontar las necesidades del plan ordinario de desarrollo económico, ya
Al diferenciar la política hacia Cuba de la que mantenía EE.UU., La Moneda
aprobado por los organismos internacionales de crédito 28 •
desconcertaba a sus críticos de izquierda y aun de centro, aunque a veces también
Poniendo las cosas en su contexto, la administración Alessandri recibió conside- a sus propios partidarios por los motivos contrarios. Esta consideración de política
rable ayuda de EE.UU., alrededor de 300 millones de dólares de la totalidad de interna, jugó un papel no confesado en los cálculos del Gobierno, sobre todo
agencias influidas por el voto de Washington, si se toma en consideración que cuando Carlos Martínez Sotomayor le dio un impulso para perfilar una posición
Chile no podía figurar como prioridad en la política norteamericana global. distinta ala Guerra Fría en algunas áreas, como cooperación económica, descolo-
Por otra parte, aunque era acertado el juicio económico del Departamento de nización, relaciones con países con sistemas diferentes o antagónicos. ¡Por qué
Estado acerca del fracaso final de las reformas de Alessandri -no vino el punto entonces no pasar a apoyar a Cuba de manera más decisiva, como le pedían los
de inflexión que se esperaba-, esto no era toda la historia. senadores de izquierda1 La respuesta del Canciller ante el Senado, cuando se
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preparaba la Conferencia de Punta del Este que expulsó a Cuba de la OEA, hizo presiones directas, pero La Moneda no podía olvidar el entorno latinoameri-
expresaba un lenguaje tradicional de la política exterior chilena, adaptado a las cano. Argentina, aun con Illia, pero vigilado por el general Onganía y los suyos,
nuevas circunstancias: había roto con Cuba después de Punta del Este. En abril de 1964 en Brasil el
Presidente Goulart fue depuesto por los militares, que instalaron un gobierno de
Tal definición jurídica (de la oposición a expulsar a Cuba) podría agradar
gran ímpetu anticomunista. Sólo México, Bolivia y Uruguay habían acompañado
o satisfacer los intereses de la política exterior de Cuba en estos instantes,
a Chile. Del primero no se podía esperar ni liderazgo ni compromiso; con Bolivia
pero la razón que movió a Chile a oponerse a esta interpretación del no había ni relaciones (aunque en Naciones Unidas había conversaciones infor-
Trata do de Río no fue Cuba y sus aspiraciones, sino Chile y el concepto males); Uruguay haría, quizás, lo que hiciera Chile. Romper era apartarse de la
que este país tiene del Sistema Interamericano 31 • política seguida hasta ese momento, el dilema de 1942; no romper era desobede-
El Canciller aprovechaba, de paso, de arrojar el manto de la duda de si quienes cer un mandato legítimo desde el punto de vista legal (de la OEA) y desafiar el
defendían con ardor a Cuba a lo mejor olvidaban los intereses chilenos. Tam- TIAR. Allende fue a visitar a Alessandri, junto a otros líderes de la izquierda, para
bién exponía el viejo énfasis jurídico del lenguaje de política exterior chilena, ofrecer apoyo si se mantenía la política; Frei mandó a decir que por favor rompie-
que es universal, pero con un grado mayor en Chile, por aquello de "respeto a ra, que él lo apoyaría en público después. Alessandri prefirió seguir el primer cami-
los tratados", la divisa heredada de la historia del siglo XIX. Se dice, que el no, el que más se atenía en el espíritu y en la letra a la posición internacional de
lenguaje jurídico en relaciones internacionales conduce a políticas Chile, "respeto a los tratados", en una declaración personal, cuyo núcleo decía:
paralizadoramente conservadoras. Pero que, bien utilizadas como en este caso, De acuerdo a las disposiciones del Tratado Interamericano de Asistencia
puede ser una respuesta creativa. Los norteamericanos y quienes los seguían, Recíproca de Río de Janeiro, adoptado este tipo de decisiones por el
casi sin excepción -sistemas autoritarios, a veces dictaduras caudillescas-, aun- quórum necesario, ellas son obligatorias aún para los países que las vota-
que también obedeciendo a un genuino y a veces razonable anticomunismo, ron en contra. Ha sido y es el principio fundamental en la política interna-
estiraban las disposiciones de la Carta de la OEA poniendo, a ojos de Chile, en cional de Chile el fiel y exacto cumplimiento de los Tratados y el respeto
serio peligro la fortaleza de fondo de los argumentos jurídicos. por los acuerdos que dentro de sus disposiciones se adopten democrática-
En Punta del Este Chile, en especial junto a Argentina y a Brasil, se opuso a la mente por las mayorías necesarias. Sin faltarse a ese principio no puede
expulsión de Cuba. También México, pero nadie creía mucho en la sinceridad dejarse incumplida la reciente disposición sobre Cuba. El no cumplirla
de los mexicanos. Los norteamericanos lograron que Haití se descolgara de este implicaría un grave precedente, y significaría, tarde o temprano, el retiro
bloque, y juntaron los dos tercios necesarios para expulsar a Cuba. Sólo para la de Chile del sistema jurídico interamericano ( ... ) Las consecuencias que
"crisis de los misiles", en octubre de 1962, Chile apoyó a EE.UU. El tema no de un hecho así derivarían para Chile podrían ser muy graves, ya que el
era el régimen cubano, sino que un formidable desafío de la Unión Soviética tratado aludido es una garantía eficacísima en el resguardo de la integri-
que podía romper el equilibrio mundial. dad territorial y la soberanía de los Estados signatarios 32 .
Por último, vino la etapa de los castigos a Cuba. No eran inmotivados, por la Esta declaración de 11 de agosto, no se vio envuelta en la polémica electoral;
promoción que hizo Castro de la guerrilla urbana y del terrorismo en Venezue- JAR supo mantenerla aparte. La Habana reaccionó con relativa calma. Diría
la. Políticos venezolanos, de la joven democracia, venían a Santiago a pedir/ entonces y después cosas mucho más terribles sobre Frei que las que se hayan
exigir apoyo a las sanciones contra la isla; los mismos demandarían años después podido escapar contra Alessandri. Bolivia y Uruguay siguieron después las aguas
sanciones contra el gobierno militar chileno. En la Conferencia de Cancilleres chilenas, mientras que México desafió, o hizo que desafiaba, a la OEA mante-
de Washington, a fines de julio de 1964, en plena campaña presidencial chilena, niendo las relaciones.
el tema cubano era una piedra incandescente. Para Chile, concurrir en el apoyo
a las sanciones, era renunciar a una política con perfil y racionalidad propios. Se La época de las visitas: Charles de Gaulle
opuso, aunque votó a favor de la condena. Philippi elijo que con eso bastaba;
que la ruptura diplomática y las sanciones económicas, el quid del asunto, era La estrella solitaria, en lo que se refería a la "sociedad internacional", brilló con
"excesivo", "desproporcionado". claro fulgor. Lo haria por un tiempo más. El prestigio de Chile, para quienes
advertían de la existencia de este lejano y, en el fondo, minúsculo país, no hizo
Alessandri se vio en la encrucijada. En Chile la izquierda y, en cierta manera, la sino crecer. Chile volvió a estar en las tres primeras letras del abecedario (Cap. IV).
Democracia Cristiana, se oponían a la ruptura. El tema polarizaba. EE.UU. no
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN L' POLÍTICA MUNDlAL 1900·2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO X 1 RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL Y REFORMA FALLIDA 1958-1964
No por las armas, como después de la Guerra del Pacífico, o por su poder eco- país se ha dado mediante una categórica expresión directa de la voluntad
nómico, como en cierta manera lo había sido en la "era del salitre". Ya en 1957, nacional una Constitución apta para enfrentar la hora con eficiencia 3s
el Frankfurter Allgemeine Zeitung, había dicho que "Chile es uno de los pocos
JAR leía aquí su propio programa de los años finales de su mandato, o el que
países en América Latina que en un cuarto de siglo no había tenido un golpe o
acariciaba ya para 1970, fortalecer la autoridad presidencial en Chile, que pensa-
una revolución" 33 . En 1960 el embajador de Alemania decía que la gente de
ba sería ejercida por él. Sin embargo, la admiración que, se le reputaba, tenía por
Alessandri estaba fortaleciendo el puesto de Chile en América del Sur 34 .
De Gaulle, demuestra que el adusto Paleta, tan desinteresado por la vida política
Luego se dejaron caer las visitas europeas. La era de los viajes políticos interna- mundial, tenía su orientación intuitiva hacia uno de los grandes modelos de la
cionales constantes llegaba Chile. El mismo Presidente de Alemania Federal política mundial.
Heinrich Lübke estuvo en Chile en 1964. La venida de Joao Goulart en 1963
fue recibida por multitudes. El líder de la izquierda populista en Brasil tenía
excelentes relaciones con el líder de la derecha en Chile, Jorge Alessandri, y esto La pregunta abierta: el futuro político
era simbólico del puesto seguro del país austral, que para ello no requería perte- En1964, además de los problemas que se han visto (Cuba, Argentina), la verda-
necer clamorosamente a ningún bloque, ni de izquierda ni de derecha, en térmi- dera concentración internacional del país se dirigió al dilema que presentaban
nos de postura internacional. En un despliegue de neutralismo -que no era tal, las elecciones presidenciales. Al derrumbe de la coalición de centro-derecha, le
en el fondo- estuvo como visita especial el Mariscal Tito, en septiembre de siguió una nítida polarización marxismo-antimarxismo, aunque para este últi-
1963. Aun manteniendo Tito muy buenas relaciones con Washington, en el mo, la candidatura de Frei, le fuera desagradable esta etiqueta. La diplomacia
ambiente de la Guerra Fría de esos años, su venida era algo inusitado. Aunque chilena actuó en alerta, aunque Alessandri aparentó indiferencia ante el resulta-
Chile no tenía relaciones con el bloque soviético, sí las había reanudado con do; la Embajada en Washington estaba en extrema alerta para el 4 de septiem-
Yugoslavia, por ser neutral y por la gran colonia yugoslava de gran significación bre36. Al mismo tiempo, desde 1962 al menos, EE.UU. había comenzado a
en Chile. En realidad eran croatas, pero esto no lo descubrieron hasta 1991. financiar de forma masiva la actividad de las fuerzas políticas y sociales que pu-
La más importante era la que tenía mayor carga simbólica, la del general Charles dieran ser antimarxista, y los soviéticos incrementaban lenta pero seguramente a
de Gaulle, los primeros clías de octubre de 1964. Arribó a Valparaíso una maña- sus admiradores en el país austral.
na radiante a bordo del crucero Colbert. A Alessandri no le quedaba más de un En términos de "relaciones internacionales", el legado es más ambiguo, y casi se
mes en la presidencia, e hizo el papel estelar para esta·r digno de la altura de uno confunde con el trasiego de estos años. Jorge Alessandri supo darle categoría a la
de los grandes estaclístas del siglo XX. Podía conversar en francés con el hués- institución presidencial, fortaleciéndola como herramienta política. Esto se repi-
ped. De Gaulle, de 7 4 años, con problemas de salud, pasando por Chile como tió, siguiendo la estela, con Eduardo Frei, lo que comenzó a desmoronarse al
parte de una gira por once países latinoamericanos, De Gaulle, estoicamente, triunfar la Unidad Popular en 1970. A pesar de la debilidad política del gobier-
hizo un gran papel, recibido y adorado por multitudes y supo expresar con ele- no de Alessandri, su prestigio institucional, que se ganó a partir del día la
gancia diversos halagos a Chile, aunque algunos con sinceridad. Jorge Alessandri elección, le permitió ejercer el gobierno, desde el punto de vista político, más
quiso destacar el vanguardismo político de De Gaulle, para ponerse en su estela: tranquilo del siglo XX chileno, al menos hasta 1990. Combinó el desarrollo
Con verdadera emoción doy esta noche el saludo del pueblo de Chile al del "sistema CORFO", con una reforma que diera más dinamismo al mercado.
héroe de imborrable recuerdo, que en horas aciagas para su patria supo El terremoto abrumador de 1960, el débil entusiasmo parlamentario y lo dificil
encarnar la esperanza y la voluntad de sobrevivir, al gran estadista que con de introducir políticas de ajuste, hizo que este proyecto de modernización muy
inspirada visión ha restaurado en el suelo natal el concepto de la autori- factible, al final se frustrara. Dos cosas sobresalen. En 1963 y 1964 hubo recu-
dad e impreso a la dirección política un vuelco atrevido y juvenil (... ) peración, y aunque entró con fuerte la idea de que "todo debe cambiar", nadie
¿Cómo no detenerse admirado ante este intento vuestro de dar a la de- pensaba que el país estaba en una inmediata crisis, ya sea política o económica.
mocracia un impulso transformador en consonancia con los tiempos difi- El fin de Alessandri no se parecía en nada a los últimos años de González Videla
ciles que corren? Comprendiendo que los problemas políticos de la hora o de Ibáñez. Sí que la cultura política nacional dejaría por unos años de mirar a
presente difieren de manera fundamental de los del pasado siglo, cuyo la derecha para pensar su propio futuro. El equilibrio izquierda-derecho-centro
contenido primero fue de carácter filosófico y doctrinario, vuestro gran se estaba haciendo trizas.
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CAPITULO XI
Triunfo y Tormenta
1964-1970
Continuidad y cambio
Existía continuidad entre las voluntades políticas y estratégicas de los gobiernos
de Jorge Alessandri y Eduardo Frei Montalva. Ambos se inspiraban en una cul-
tura política que venía de Occidente, aunque con versiones diferentes en mu-
chos aspectos, pero no antagónicas. Para ambos gobiernos, las buenas relaciones
con EE.UU. constituían un punto cardinal de orientación. La reforma que que-
rían imprimir se encontraba dentro de los márgenes del "sistema occidental".
En el plano de las instituciones, en ambos casos la autoridad del Presidente fue
un activo de extraordinaria importancia al momento de definir la relación de
Chile con el mundo. Existió también una continuidad en el haber del prestigio
diplomático chileno, que se había ido construyendo pacientemente a partir de
1945, y que vio su esplendor en los años sesenta.
Las diferencias de grado, y algunas sustanciales, marcan también la discontinuidad
que se produce entre ambas administraciones. Si Alessandri había considerado
indispensable, para su programa interno, contar con ayuda norteamericana, la
administración Frei sostenía que la reforma interna debía ir acompañada de una
reforma del sistema internacional per se. Al menos en Eduardo Frei, esto estaba
alejado de toda referencia antinorteamericana, aunque difería del anticomunismo
internacional de Washington. También creía, él y su partido, que era posible una
reforma dirigida desde arriba, que interpretara las principales fuerzas sociales "pro-
gresistas", reformas que podían ser racionalizadas por una totalidad y responder a
una especie de "modelo". Se postulaba un "proceso inducido". El Estado sería el
principal agente que podría alcanzar esa reforma no meramente de políticas
macroeconómicas. En este sentido, aunque se mantenía dentro del margen
de una democracia política occidental, ni "autoritaria" ni "popular", también
correspondía a una redefinición de la sociedad. En cuanto tal, era la primera "pla-
nificación global", según lo ha expresado Mario Góngora1 •
La Democracia Cristiana, nacida de la Falange en los 1930, una generación
decisiva, bebió de forma muy directa de la política mundial del siglo XX.
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE El\ LA POLÍTICA MUNDIAL I900·2004 1 JOAQUÍN FERMANDOIS H. CAPITULO XI 1 TRJUNFO Y TORMENTA 1964·1970
Surgida del viejo tronco conservador, recibió el impacto de dos poderosas fuen- internacional de la Democracia Cristiana, aunque la influencia fue indirecta 3 .
tes iniciales, la doctrina social de la Iglesia, en especial como se formuló en la Aníbal Pinto Santa Cruz y Jorge Ahumada, así como el notable ingeniero Raúl
Encíclica Quadragessimo de Pío XI, 1931; y del ambiente de salvación Sáez, conformaron una intelligentsia que no era necesariamente del partido,
total, de milenarismo político y social que definía una parte importante del alma pero que encontraron quizás su voz política más genuina en esa tienda. Para
de la juventud políticamente motivada en los 1930. Jorge Ahumada, "se trata, en realidad, de una crisis integral, de un desajuste
En sus inicios, en la Falange la influencia de su homóloga de España era eviden- total entre las distintas piezas, cuya corrección exige un enorme esfuerzo de
te. Mas, la guerra civil española separó las aguas. Los chilenos muy al comienzo imaginación y voluntad" 4 • En esta atmósfera se favorecían reformas sociales im-
apoyaron la rebelión. Rápidamente se distanciaron. Siguieron las inspiraciones pulsadas desde un Estado-empresario, así como pasos para una integración lati-
al respecto de su principal mentor intelectual Jacques Maritain y de otros, como noamericana, dos elementos en los que se destacará la administración Frei.
George Bernanos, en su origen escritores de la nueva derecha católica, pero que
terminarían por criticar y hasta condenar a los nacionalistas. La combinación de
un estado de ánimo milenarista con la doctrina social de la Iglesia, originó una
Eduardo Frei, el político de la idea
poderosa combustión, que ha animado un fuerte sentimiento político en la se- Al presentarse como una respuesta diferente a la derecha clásica como al marxis-
gunda mitad del siglo XX en Chile, que puede llevar a exigir que la sociedad lo mo, Frei tuvo una mirada más "moderna" frente al comunismo. No quería ser
dé todo, que la transformación sea absoluta y se avance de manera incesante, de "anticomunista", y se le atribuyó la frase, "sólo hay una cosa más peligrosa que
salto en salto, hasta hallarse con la totalidad. O bien, tras pronunciar frases de el comunismo, el anticomunismo". Como toda consigna, es resbaladiza. El
retórica engolada, se precipite el oportunismo político en la más nefasta de sus antimarxismo jugó un papel clave en la elección de 1964; y Frei, junto a la casi
expresiones. Entremedio, se halla la misión de las grandes persuasiones políticas, totalidad de su partido, escogió el campo antimarxista en la Gran Polarización,
de insuflar ideas, dinámica y movimiento a la política moderna y a la sociedad entre 1970 y 1973. Por cierto, no quería limitarse a un "anti" y nada más, con el
abierta, para reformarla y ser reformado por ella. El tiempo diría cuáles de los que a veces se recubría la derecha. Y quería ser algo diferente al marxismo:
dos peligros era más probable.
El verdadero anticomunismo es el que presenta a un sistema ideológico
La juventud llena de ideas de transformación radical la expresaba el mismo Frei total como es el marxismo, otra filosofia total como es la que dimana del
en 1938, para quien los falangistas estaban "por una reforma total y sustancial. espiritualismo cristiano es el que opone a un nuevo Estado totalitario y
Quien crea que pretendemos cambios superficiales y de detalle, no nos han en- proletario, negador de la libertad humana, un sistema basado en la comu-
tendido. Es un cambio en la forma y en el fondo ( ... ) Creemos y sentimos el nidad de trabajadores libres, es el que opone el concepto digno de la
fracaso de una estructura espiritual, económico-social y política (y) trabajamos persona humana, capaz de propiedad personal, de familia organizada ( ... )
por otro orden diferente" 2 • Estas no eran ideas aisladas, sino que identificaron a Este anticomunismo es de superación en el sacrificio, y no competidor en
un grupo amplio, venido de la clase profesional o de la clase alta política yxeli- la violencia 5 .
giosa, motivado por las orientaciones socialcristianas, Bernardo Leighton,
Aquí están las bases del "comunitarismo" como alternativa frente al comunis-
Radomiro Tomic, Ignacio Palma, Manuel Antonio Garretón, Ricardo Boizard.
mo. Es una lenguaje imantado de "deber ser", también extraordinariamente
Tendrían un largo camino por delante, hasta que llegó su momento estelar.
analítico, pero no siempre bien compaginado con el anterior. Por otro lado,
En Chile, después del marxismo, este grupo es el que reflejó más los vaivenes de había un Frei muy realista. No se puede desconocer que muchas veces, la mayo-
la política mundial del siglo XX. Juntaban la cultura francesa del triunfo del ría quizás, en Frei asomaba la unión entre la palabra inspirada y la comprensión
laicismo, lo que saludaban, y eran a la vez católicos orientados hacia el sector que penetraba el esqueleto de la realidad. Al criticar la Conferencia Caracas en
liberal y social de la Francia de la época. Tuvieron otro paradigma en el "New 1954 (Cap. IX), decía:
Deal" de Roosevelt, como intervencionismo social y económico del Estado,
Pero para nosotros aquí hay algo más profundo; tenemos el convenci-
por las leyes sociales, por el desarrollo del Estado empresario. Con todo, lapo-
miento de una de las causas más hondas de la destrucción de la vida
lítica europea era más su salsa, y lo sigue siendo para casi todos a comienzos del
democrática y de la relación entre el pueblo y sus gobiernos, es lo que
siglo XXI. El desarrollo de las organizaciones internacionales, la CEPAL en
podemos llamar la falta de coincidencia entre el pensamiento y la acción.
primer lugar, fue otro semillero de donde salieron las ideas acerca del sistema
En la vida interna de los pueblos ha llegado a ser más importante el
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDL'L I900-2004l JOAQUÍN FEfu\1ANDOIS H. CAPITULO XI 1TRIUNFO Y TORMENTA 1964-1970
proceso de llegar al poder, que su ejercicio; es más importante compartir- En otras palabras, su ascenso social y, por último, político, proviene de la edu-
lo que la responsabilidad de ejercerlo, y por eso vemos que, en lo electoral, cación. En un país con tanto atraso, medido con el patrón de las naciones
se promete de una manera irresponsable lo que se sabe no se podrá cum- "desarrolladas" de entonces, con todo, el paso de la clase media a una "clase
plir; se estimula el apetito y se apela a las fuerzas pasionales, para después dirigente", era bastante fácil. Es la característica de una sociedad "semi-moderna",
no saber ni cómo realizar lo ofrecido. Primero se explota el instinto y de lo que Chile, al momento de escribir estas líneas, sólo ha escapado de manera
luego se quiere apelar a la razón para convencer de que una cosa era limitada. No ha habido político de primera línea que leyera tanto como Eduardo
obtener los votos y otra de gobernar6 • Frei. Sin ser intelectualmente original, su cultura estaba sobre el promedio de la
El texto podría ser parte de una antología del pensamiento político latinoameri- clase política. De esta manera, rara en Chile, se abrió a la necesidad de conocer
cano, aquel que surge de la acción. Apunta a que el juego esencial de su historia en forma seria la realidad internacional. A veces parecía entenderla desde una
es la apuesta por ser una civilización moderna. En la medida en que se acerque a óptica "realista", como equilibrio de poder; a veces como parte de una transfor-
ese parámetro, podrá lograr respetabilidad, un "puesto" en la política mundial. mación hacia la comunidad de hombres libres. En sus momentos culminantes,
De EE.UU, Frei esperaba "cooperación", es decir ayuda económica; de ella tenía clarividencia cristalina, aunque de inmediato venía su dificultad para trasla-
dependen en América latina, "su prosperidad futura y el bienestar de las masas". darla en una política creativa. Y también, en situaciones decisivas de su vida,
Y deslindó el terreno frente a la izquierda marxista o el anti-norteamericanismo existía una "tentación hamletiana" de duda vital ante las encrucijadas.
profesional, añadiendo que los que "usan el odio estratégico, en el fondo, están Fue el Presidente de Chile, que tenía los mejores vínculos internacionales al ser
sacrificando a los pueblos. Son la contraparte del entreguismo" 7 . elegido. Casi como si hubiera hecho campaña en el exterior, tanto como dentro
También eran ambiguas sus referencias a economía política, el radio de acción del país. En 1934 tuvo su primer viaje a Europa, siempre con curiosidad intelec-
donde más puede un Presidente dejar su impronta. A veces destacaba la reivindi- tual y entrevistándose con gente políticamente relevante. En los años 1940 y
cación: "La naturaleza de nuestras faenas mineras y la inversión de capitales 1950 desarrolló un amplio espectro de vinculaciones latinoamericanas e
extranjeros y la progresiva concentración industrial que se opera aquí como en el interamericanas. Entró en un terreno que jugó un papel preponderante en su
mundo entero va proletarizando al empleado". A renglón seguido, asoma la vida política, las relaciones con los países europeos, en especial con los de orien-
comprensión acerca de los límites de hierro de la realidad: "Por otra parte, la tación demócrata cristiana en Alemania Occidental y en Italia.
sucesiva desvalorización de la moneda, ha destruido toda posibilidad para esa Los europeos lo miraban con algo de embeleso, con el entusiasmo de tener
pequeña economía fundada en el ahorro y la técnica; ha hecho desaparecer pro- seguidores "progresistas" en el "Tercer Mundo", que les ayudaba a diversificar
gresivamente al pequeño artesano o industrial" 8 . Cierto es que está hablando su imagen tan conservadora dentro de la política ya sea alemana o italiana.
del destino de los grupos sociales, pero toda su referencia a la economía política Desde muy temprano, la diplomacia europea detecta en Freí un dirigente del
está cruzada por esta ambivalencia. futuro, y que además no es marxista9 . Asimismo, al no ser lo que para un euro-
Eduardo Frei Montalva ocupaba un lugar único en la historia de los Presiden- peo era la "izquierda" (tampoco en Chile, por lo demás), se le veía como un
tes de Chile al pensar en las relaciones internacionales. Hijo de un inmigrante rostro "progresista" de la derecha. Dicho sea de paso, esto no lo entendió nunca
suizo-austríaco, que se incorporó a la clase media baja, con mentalidad abierta la derecha chilena. Aunque parezca asombroso, y no lo es tanto, en 1957 el
a la educación y templado por la autodisciplina, impregnó a su hijo en los Embajador de la España de Franco lo miraba como de "derecha", aunque "eva-
valores de la vida esforzada. Su madre procedía de una "familia bien" de esca- sivo frente al tema del comunismo" 10 . La apreciación de "derecha" se manten-
sos medios, especie no poco común en Chile; mujer sacrificada, también le dría hasta la muerte de Frei en 1982.
legó la parte muy buena de ese Chile. Educado en buenos colegios católicos
para la clase media desprovista, salta a la Universidad Católica, donde en forma
rápida es detectado el joven estudioso, talentoso, trabajador, ambicioso, in- Internacionalización de las elecciones de 1964
tensamente católico. Caso extraño para un líder reformador, no habrá rastro Por vez en la historia, unas elecciones presidenciales en Chile tuvieron
de resentimiento social, que no faltaría entre sus correligionarios, no en últi- un significado directo en el continente y recibieron atención en Europa más allá
mo término de aquellos que procedían del mundo de "apellidos" (patología de lo usual. Internacionalización no sólo en el sentido de que la diplomacia
nada de extraña). interamericana las siguió con atención, o porque hubo un importante apoyo
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MUNDO y FIN DE MUNDO! CHILE EN LA POLÍTICA MUNDLU 1900-2004 1 JOAQUÍN FER.\!fu'<DO!S H. CAPITULO XI 1 TRJUNFO Y TORMENTA 1964-19?0
norteamericano. La disyuntiva, como en 1970, le dio a la política chilena el Buen orador, el candidato Salvador Allende tenía también algo del antiguo cau-
perfil mundial más delineado de todas las justas electorales o presidenciales lati- dillo popular, que en su lenguaje, junto a un marxismo bastante ortodoxo, ex-
noamericanas. O la "democracia occidental" o la "democracia socialista". presaba las emociones del cambio social con el sonido de la cultura kitsch, con su
Las elecciones de 1964, más quizás que las de 1970 o el mismo plebiscito de toque de radionovela, usado no sin gesto magistral. Un accidente torpe del Frente
1988, delineó con gran claridad la batalla ideológica de alcance global que se Democrático, que también revelaba su debilidad intrínseca, el "naranjazo" de
jugaba en Chile. La atención norteamericana fue mucho mayor en 1964 que en Curicó en marzo de 1964, lo destruyó y la derecha se sintió obligada a dar un
1970. Antes de 1988, marcó la participación electoral más alta por parte de la apoyo incondicional a la candidatura de Freí. Aunque tuvo éxito en su objetivo
población, el 87%, constituyendo más del 25% de los inscritos. Nunca ha vuelto inmediato, evitar el triunfo de la izquierda marxista, el hacerse a un lado tuvo
una movilización de este tipo, un entusiasmo como el que convocó. Quizás sólo como consecuencia su cuasi extinción política en marzo de 1965.
las tensas elecciones parlamentarias de marzo de 1973 sean comparables. Hubo Eduardo Freí y su partido, un sólido organismo con capacidad de movilizarse,
un ardor que recordaba a 1938, pero en esa fecha también clave, no participó presentaron la candidatura en términos continentales, con pretensión incluso
más allá del 10% de la población. global. Iba a simbolizar la alternativa de cambio (o "revolución") democrático
Como 1938, 1964 conllevó un terremoto político de magnitud, la trituración en América Latina. Frente al totalitarismo de la Revolución Cubana, a la cual
del antiguo centro personificado por el Partido Radical y la crisis que entonces se le reconocían algunos logros sociales, se ofrecía un modelo democrático de
parecía terminal de la derecha. Entre ambas fuerzas, habían armado el Frente "revolución", de "cambio" (dos énfasis distintos). Era una renovación, ya que
Democrático, que en 1963 aparecía electoralmente robusto, y quizás podría recogía el guante del desafio cubano.
capitalizar la popularidad de Alessandri. Lo acometió, sin embargo, una extraña EE.UU. apoyó masivamente la candidatura Freí y, en general, a sectores políti-
parálisis, que no era tan extraña. Se basaba en una casi exclusiva campaña antico- cos antimarxistas. Este tipo de "intervención" comenzó durante la guerra (Cap.
munista. Los radicales no estaban de corazón en una alianza con la derecha, a VI) y es probable que, en grado menor pero real, se mantuviera con perfil bajo
pesar de que el candidato era de sus filas, el senador Julio Durán. hasta comienzos de los sesenta. Parte importante de esta ayuda no iba sólo a un
Algo parecido sucedía con la derecha. Todo un mundo de sensibilidad no en- puro antimarxismo. Siguiendo la política hábil de Allen Dulles, Director de la
contraba lenguaje en el que expresarse. Había perdido el "aire del momento", CIA por largos años, la ayuda se enfocaba también a la izquierda anticomunista
ese don con el que se verbaliza un sentimiento que anida en la gente, y a la que que, muchas veces, se confundía con lo que los "sectores reformistas", una con-
el hombre público le otorga la palabra. Lo encontraría después, pero después de traseña que le encantaba -y les encanta- a los norteamericanos 11 . Es aquí don-
las elecciones. El nacionalismo de derecha se organizó junto a una herencia muy de hace su aparición el favoritismo del Departamento de Estado y, sobre todo,
viva del "Chile patriótico", Jorge Prat Echaurren, nieto del héroe de 1879 y, se de la Casa Blanca de JFK y de Lyndon Johnson, al comienzo, por la Democracia
demostraría, sí tenía un lenguaje. No era su momento. Cristiana y por Freí mismo. Ya se vio como Chile había sido escogido como
"buen modelo" por Eisenhower; y a tenor de la documentación del Departa-
La izquierda marxista, el FRAP, volvía por tercera vez con Salvador Allende; en mento de Estado, hasta 1963, por toda crítica que se hiciera al gobierno de
realidad, la segunda vez que tenía oportunidad. Muchos pensaban que en esta Alessandri, todavía se le consideraba la mejor carta ante el "peligro comunista".
ocasión, la izquierda sí podía triunfar con sus propias fuerzas. A pesar de unos En forma paralela, tanto gente del Departamento de Estado como del entorno
toques de vaguedad y de populismo, la idea de que con Allende comenzaba el de la Casa Blanca de Kennedy, comenzó a interesarse en la Democracia Cristia-
socialismo de corte radical era muy clara. Estaba apoyada por una cultura po- na. También, los líderes de esta se acercaron a Ralph Dungan, quien dirigía
lítica de izquierda que calaba muy profundamente en la cotidianidad de una desde la Casa Blanca los programas hacia América Latina, siendo también un
numerosa minoría de chilenos. Fuerte en el parlamento, en muchos sindicatos vínculo con la Iglesia católica norteamericana, y muy luego embajador en Chile.
y gremios, en las federaciones estudiantiles, capaz de hacer numerosos desfiles Incluso, Eduardo Freí llegó a entrevistarse con John Kennedy. Es decir, hubo
y concentraciones multitudinarias incluso fuera del período electoral, la iz- una activa política de lobbying por parte de los chilenos, que tuvo éxito completo
quierda marxista, aliada a unos segmentos políticos de una pequeña izquierda en el corto plazo; en el largo plazo también.
indefinida, sentía que había llegado su momento. Desde siempre en la historia
de Chile, la izquierda había sido el testigo más fuerte de la vinculación del país A los sectores conservadores en Chile, les era incomprensible la preferencia
con la política mundial. de los "yanquis" por gente "tan de izquierda", como en cierta manera lo eran.
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Mayor escándalo causó el apoyo insistente y al final odioso a la reforma agraria, canalizada a través de la CIA, su carácter clandestino y el aire inocentón de
y que en los textos históricos sobre Chile publicados en EE.UU. ha quedado quienes la recibían, desde la derecha hasta la centro-izquierda, tiene y tendrá un
hasta el día canónicamente expuesta la presunta necesidad de la reforma. La elemento bochornoso.
racionalidad de ésta era más que dudosa, además de la carga de odiosidad que
¿Qué tan importante fue este apoyo para el triunfo de Frei? Con toda probabili-
impuso 12 . Quienquiera que conozca la cultura política norteamericana, enten-
dad, estuvo lejos de ser decisivo; lo mismo vale para los años siguientes y, según se
derá por qué los estadounidenses tenían que entusiasmarse con la Democracia
explicará, para el discutido período 1970-1973. El derrumbe del Frente Demo-
Cristiana y no con la derecha. El dramatismo de la incomprensión se manifestó
crático le proporcionó a la candidatura Frei un electorado que en su inmensa
con toda su fuerza más adelante, durante el gobierno militar. No era extraño
mayoría se precipitó a darle su apoyo incondicional; una pequeña minoría del 5%
que el estilo tradicional de los sectores altos de la sociedad chilena, en donde al
permaneció fiel al candidato radical, Julio Durán. Salvo de manera estrecha en las
menos a primera vista destacan (o destacaban) rasgos y mentalidad
elecciones municipales de abril de 1971, nunca una mayoría de los chilenos votó
antidemocráticas, no igualitarias, le fueran extrañas y hasta chocantes a los nor-
por la izquierda marxista. A todo ello se sumó el fervor de la candidatura Freí, que
teamericanos13. Sus líderes empresariales podían simpatizar con estos sectores,
movilizó a masas, sobrepasando a las entusiastas muchedumbres que siempre
así como oficiales de la Misión Naval de EE.UU. trataban de demostrar una
reunía la izquierda. Hubo un aire del momento que fue capturado por la Demo-
empatía estratégica con sus colegas chilenos. Pero la derecha no gustaba.
cracia Cristiana y por Eduardo Freí mismo, parecido al Alessandri de 1920 o a
De esta manera, en el período entre 1962 y 1964, laCIA canalizó 4 millones de Pedro Aguirre en 1938. Ni los recursos del Kremlin a los comunistas ni los de la
dólares para ayudar a las fuerzas antimarxistas, aunque el grueso de ello fue a Casa Blanca a quien sea podían alterar drásticamente esta situación.
apoyar la candidatura Frei. El embajador Edward Korry la ha cifrado en 20
También, la pasión en torno a Frei marcó una tendencia de mediano plazo, que
millones de dólares, incluyendo los préstamos de agencias a labores sociales,
llevaría en forma directa a la crisis de 1973, la idea de que "todo tenía que
como las dirigidas por el sacerdote jesuita Roger Veckemans 14 . Esto es más difi-
cambiar", que se crearía la vaga "sociedad comunitaria" mediante la "revolución
cil de probar, pero la primera cifra, en un contexto en donde el dólar valía más
en libertad". Antes de ironizar sobre estas consignas, no se debe olvidar que se
que el precio oficial, es una cantidad significativa. Parte de ella se dirigió a cam-
hicieron carne en el sentimiento de una generación, que con el correr de los
pañas de publicidad anticomunista, modeladas de acuerdo a lo que la CIA había
años, desde diversas posturas, combatió políticamente y a veces por la violencia
hecho en las elecciones italianas de marzo de 1948, para apoyar a la Democracia
por dar una nueva identidad a la sociedad chilena. El discurso de Freí ante la
Cristiana de Alcide de Gasperi. Las mismas imágenes de tanques soviéticos atro-
"Patria Joven", una multitudinaria concentración de jóvenes venidos de todo el
pellando un país invadido. Aunque no faltaron los que denunciaron el apoyo, o
país en el entonces Parque Cousiño, muestra esta combinación de horizonte
escarnecían aspectos ingenuos de la propaganda, en el ambiente polarizado y
utópico y de aliento para el desarrollo creativo del país:
tenso del invierno de 1964 no dejó de crear un impacto emocional. Claro está,
que los dirigentes de la candidatura Frei no hayan sabido de la masiva inyección ¿Qué nos clice la tierra chilena? ¡Cuídenme, para que yo no me vaya hasta
de dinero de origen norteamericano, eso desafia el poder de credulidad del ob- el mar y se queden ustedes sin territorio que cultivar 1 ¿Qué nos clicen los
servador. Lo más probable es que miraran para el otro lado. ríos? ¡Sujétenme, porque cada litro de mi agua es para fecundar su tierra!
¿Qué nos grita el árbol? ¡No me quemen! No me destrocen inútilmente,
Este apoyo, ha sido rodeado por el aire turbio del escándalo a partir de 1973,
porque hay muchos años en mi corazón para servirte, para traerte lluvia,
siendo vilipendiado en los propios EE.UU. con las investigaciones de la Comi-
para sujetar desiertos, para regular tus ríos. Ustedes traen esta lección a
sión Church en 1975 en el Senado norteamericano. Ha llegado a ser un lugar
Chile, que muchas veces empequeñecido no se da cuenta que tiene un
común afirmar que fue la CIA la que dirigió la política chilena, aunque la litera-
territorio que amar, como un amigo querido. Ustedes nos traen un men-
tura especializada está lejos de hacer esta afirmación. Por ahora, se debe señalar
saje. Vamos a construir una nueva Patria (... ) Ahí está nuestro Chile, en
que esta intervención norteamericana era parte de la "internacionalización" de
una nueva expresión de solidaridad humana y de justicia social 15 .
la política interna, fenómeno de larga data en el mundo moderno. Los
financiamientos internacionales para causas que se consideraban "buenas" toda- La realidad de entusiasmo político se manifestó el4 de septiembre con el triunfo
vía eran impensables. Dos décadas después los financiamientos que hubieran abrumador en la historia electoral de Chile, cuando Frei obtuvo el 56% de los
discurrido a través de la CIA, llegaron a través de la más fashionable "Nacional votos y pareció comenzar una nueva y definitiva era no sólo de la política, sino
Endowment for Democracy" (Cap. XV). Eso no quita nada que la ayuda que de la vida nacional en todos sus aspectos.
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE El'\ LA POLÍTICA MUNDIAL 1900·2004 1 JOAQCÜ..; FERMANDOIS H. CAPITULO XII TRIUNFO Y TORMENTA 1964-1970
Salvador Allende parecía haber llegado al fin de su carrera política. En la misma sólo de alta sociedad y clase política. No sólo moda, era ampliar el carácter de
izquierda no pocos pensaron que ya era un líder periclitado y luego comenzaría "representatividad". También estaba el peligro del espejismo de que las
a ser marginalizado, hasta cierto punto, en el propio Partido Socialista. No mu- "reuniones"y los gestos pueden ser sustitutos del trabajo duro en el camino del
chos miraron seriamente las cifras en un sentido, de que la izquierda marxista al desarrollo.
alcanzar casi un millón de votos, se instalaba como una fuerza central y por Como se ha dicho, el resultado general económico de la administración Frei no
ahora inamovible de la política chilena. Su horizonte paradigmático, el "mode- difirió mucho del de Alessandri. En ambos casos, además, los Presidentes termi-
lo", estaba en las sociedades marxistas y toda la realidad chilena parecía pálida naron el mandato con su prestigio personal incrementado. En ambos casos,
ante los logros del "campo socialista". El38.8% de los votos era una cifra formi- también, hubo una suerte de fracaso. No se hubiera dicho lo mismo si uno de
dable, que con conciencia escogía ese horizonte, y sólo una mayoría coaligada ellos hubiera podido mostrar sus logros como Presidente en la década de 1940.
podría derrotarla. Pero en los sesenta, las cosas eran diferentes. Ambos naufragaron en su empeño
de producir un punto de inflexión en política y en economía en Chile. Alessandri
había finalizado su administración con la tranquilidad política no vista ante ni
La estrella solitaria busca el puesto bajo el sol
después, pero acompañado de una transformación del sistema de partidos y cam-
Ningún otro Presidente de la época de la Constitución de 1925 gozó de la bios de legitimación que tendría una consecuencia sísmica.
autoridad y poder político que hacía gala Eduardo Freí Montalva en sus prime-
De Eduardo Freí Montalva se podría decir lo mismo. En 1970 pocos negaban
ros dos años de gobierno. Las elecciones de marzo de 1965 le entregaron el
que si hubiera sido constitucionalmente posible, Frei habría sido reelecto, como
control absoluto de la Cámara a su partido. Por un error de cálculo no obtuvo el
se decía de Alessandri en 1964. Primera mayoría para el Senado en marzo de
tercio en el Senado. La derecha con poco más del10% de los votos, casi desapa-
1973, nadie dudaba que si el gobierno militar hubiera abandonado el poder,
rece como actor político formal, y no pocos de sus adversarios pensaron que ello
Freí era la primera carta electoral. La paradoja del destino es que su presidencia,
sería definitivo. El Partido Radical comenzaba su irreversible caída, y la izquier-
al finalizar, dio paso a la más grave crisis de redefinición de la identidad del país,
da, aunque lejos del 38% de Allende, mantuvo posiciones considerables.
al menos de aquellas que tienen que ver con la política mundial.
El prestigio interno y externo de la nueva administración, no admitía parangón
Ya se ha hablado del Canciller (Cap. VIII), nieto de Ramón Subercaseaux. Al
en América Latina. El gobierno militar brasileño era más fiel aliado del Washing-
igual que Germán Vergara, epítome de la antigua clase alta, su trayectoria perso-
ton anticomunista, pero el nivel de importancia estaba dado por el tamaño. Freí
nal había estado muy vinculada al sistema paraestatal chileno, a los ambientes
perfiló no sólo al país, sino que a sus ideas políticas como la vanguardia de la
"progresistas" y elegantes. Su mundo y don de gentes han llegado a ser
democracia y el desarrollo. Topaze lo mostró en el ring derribando por K.O. al
proverbiales en el Chile de comienzos del siglo XXI, inclusive con admiración
candidato republicano Barry Goldwater (había elecciones en noviembre en
popular hacia él, ya no más pije, sino que "caballero". En los años sesenta, re-
EE.UU.). Con las exageraciones de toda caricatura, interpretaba bien el aspecto
presentó la tendencia de "avanzada" dentro del Gobierno, aunque limitándose
político e institucional que representó el triunfo de Frei en la región.
al campo internacional, y allí con extremo cuidado. Conduciría con prestancia
La transmisión del mando, el 3 de noviembre siguiente, parecía una demostra- las relaciones internacionales, y su prestigio le había dado plataforma política
ción palpable del significado mundial del triunfo. En 1958, para dar una imagen propia. Introdujo pocos cambios en la Cancillería, aunque tras el guante de seda
de austeridad, Alessandri no había invitado a delegaciones extranjeras. Ahora era había también puño de hierro, sacando a relucir si era necesaria la altanería
diferente. Vinieron el Primer Ministro de Bélgica, Théo Léfébre, el embajador social, no pocas veces dirigida contra su propio sector social.
de EE.UU. ante la ONU, el conocido político Acllai Stevenson, la Ministro de
En su posición crítica a EE.UU. puede haber influido tanto el mundo del alto
Relaciones Exteriores de Israel, Gol da Meir, futura Primer Ministro (el tema
funcionario estatal de donde también provenía, como el dejo de "gente bien"
palestino era casi ignorado en la política interna chilena, donde todavía quedaba
que hace un must criticar a EE.UU. a veces incitado por los mismos norteame-
en el aire la ecuación entre mundo judío e izquierda), el Vicepresidente del
ricanos liberal (en inglés). En todo caso, la crítica contra EE.UU. estaba reves-
Perú, Eduardo Seoane, el futuro Presidente de Venezuela, Luis Herrera Campíns.
tida de una censura general a los "Grandes", de un cierto "tercermundismo"
En total, mil personas. En la recepción en La Moneda, se inauguró la moda de
atemperado por dotes de realismo y gradualismo, y a la vez dando una mirada
invitar a "pobladores", es decir, a darle un carácter de representación social, no
nostálgica, desde la seguridad, al sueño revolucionario. "Contra este mundo,
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE El' LA POLÍTICA MUNDIAL 1900 20041 JOAQUÍN FERJvlANDOIS H. CAPITULO XI 1TRIUNFO Y TORMENTA 1964-1970
que podríamos llamar el mundo de los satisfechos, se levanta la conciencia del formas de solidaridad internacional, sino también porque el extraordi-
mundo del subdesarrollo en cuyo esquema sociológico la lucha entre las fuerzas nario desarrollo de Alemania constituye para mi país un ejemplo de pro-
políticas mantiene todo su vigor original" 16 Se aspiraba a que la política exterior greso económico y social dentro de la libertad y con participación plena
fuera una parte integrante del programa de reformas internas 17 de la comunidad 18
En este sentido, se pueden distinguir varias líneas. En primer lugar, casi como Esta carta es una perfecta contraparte a la de Alessandri a Eisenhower de co-
un axioma, la política exterior de Freí suponía el apoyo norteamericano, que se mienzos de 1959, y del viaje a Allende a Moscú en 1972. Efectúa un abierto
vio de manera clara en la ayuda política y económica que le entregó para llevar a llamado a la comunidad ideológica y con ello se hace partícipe de los objetivos
cabo los programas de "chilenización del cobre". EE.UU., comprometido con centrales de política exterior de la entonces Alemania Occidental.
el triunfo de Freí y complacido en general por la alternativa democrática a la
Como se decía, el24 de noviembre, después de gestiones confidenciales realiza-
Revolución Cubana, no se hacía problema, al comienzo, por otros aspectos de
das por Enrique Bernstein en Buenos Aires, se reanudaron las relaciones con la
su política exterior, como su rápida reanudación de relaciones con la Unión
Unión Soviética en una ceremonia en el Salón Rojo de La Moneda. El Gobierno
Soviética, a fines de noviembre de 1964. De todas maneras, a lo largo de la
consiguió el efecto de sorpresa que buscaba, como demostración de un acto de
presidencia, Freí siempre puso énfasis en que Chile estaba vinculado con "Occi-
"independencia". Probablemente no gustó en Washington, pero en Chile, salvo
dente". Esto vale tanto para EE.UU. como para Europa Occidental.
los partidos de derecha, y éstos con diferentes matices, nadie criticó la medida.
En segundo lugar, la política económica y la estrategia política general de la Se consiguió la fuerza "comunicacional" que se quería imprimir. Las relaciones
administración, suponían un fuerte apoyo europeo. De hecho, en los inicios del con la URSS fueron bastante buenas como relación Estado-Estado. Moscú esta-
gobierno, y durante el viaje de Freí a Europa en julio de 1965, se tantea la ba satisfecho con la evolución, y en términos formales desarrolló una política
posibilidad de que Alemania Occidental, Bonn, encabece una suerte de Alianza "correcta", sin pretender influir en la política exterior chilena. Por otra vía, en
para el Progreso europea para América Latina. Al mirarse a Europa, se pensaba complemento con el apoyo norteamericano a las fuerzas antimarxistas, Moscú
en un equilibrio ante EE.UU.; en la alianza ideológica con partidos de centro, canalizaba recursos al Partido Comunista, más modesta que los norteamerica-
en la integración económica, en una suerte de "tercer camino" internacional. nos, pero articulándose con una poderosa fuerza interna de movilización. Esta
Esto iba a la par con un creciente interés europeo por América Latina. diferencia es muy importante.
En tercer lugar, estaban las relaciones con América Latina. Incluía, en carril La primera política "latinoamericanista" de Freí estuvo orientada a la promo-
diferente, la política bilateral con los países vecinos, que tienen su propia diná- ción en gran escala comunicacional, de la integración económica. En enero de
mica. La política regional quería impulsar la integración latinoamericana. En la 1965, Freí envió una carta a un grupo de economistas reputados de América
cultura política de los demócrata cristianos, las consideraciones de seguridad o Latina, invitándolos a presentar un proyecto para establecer "la institucionalidad
de rivalidad nacional habían ocupado un espacio más bien reducido; muchos que impulse la creación de un Mercado Común Latinoamericano". Y añade,
dirigentes parecían no tomarlas en serio o creían que eran inexistentes. En parte, "estoy convencido, como ustedes; que la integración económica latinoamerica-
porque en esa cultura política -como en el marxismo retórico- no se expresa- na es esencial para contribuir a la solución del grave problema del estrangula-
ba (o, mejor dicho, verbalizaba) una evaluación sobre el papel de los factores miento exterior que se opone a la aceleración del ritmo de desarrollo económico
irracionales en la vida internacional. y social de nuestros países" 19 •
El primer paso en estas líneas, fue seguir la misma estrategia general del "sistema Había otros elementos. El camino especial de México; los nuevos derroteros en
CORFO", el "subsidio" (Cap. VII). Como Presidente electo, Freí le envía la Brasil, con el desarrollismo basándose en la clase empresarial; las políticas simila-
siguiente misiva al Canciller alemán, Ludwig Erhard: res que intentó imponer el general Onganía en Argentina, estos dos últimos
gobiernos con un fuerte y solidario frente anticomunista, que se distinguía del
La tarea que realizaremos en Chile exigirá un gran esfuerzo interno,
énfasis chileno. Por último, aunque el prestigio de Chile con Freí llegaba a altu-
pero no tendrá éxito si no contamos con una amplia cooperación de las
ras no soñ.adas en 1945, el país era lo suficientemente pequeño en el ámbito
grandes naciones. Entres estas, Alemania debe ocupar un lugar princi-
latinoamericano como para que sus políticas pudieran recibir un discreto desdén.
pal, no sólo por las vinculaciones doctrinarias que unirán a los movi-
De hecho, el gobierno militar brasileño encabezado por el mariscal
mientos políticos que gobernarán a ambos países, las que crean nuevas
Humberto Castelo Branco, fue frío con las primeras propuestas integracionistas
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHJLE EN LA POLÍTJCA MUNDlAL 1900-20041 JOAQUÍN FERM.ANDOIS H. CAPJTULO Xl 1 TRIUNFO Y TORMENTA 1964-1970
de Freí, en parte porque molestaba el protagonismo que se quería atribuir -o se llevó a una salida negociada y a elecciones, en la que triunfó un heredero, en
así se veía- el chileno 20 . Sobre reforma de la OEA, se habló mucho pero al final el fondo, de Trujillo, el casi también presidente perpetuo, Joaquín Balaguer.
la oposición sorda de Washington anuló los esfuerzos de Santiago. Entremedio quedó la crítica chilena de la OEA, y los tanteos por trasladar la
Entretanto, un acontecimiento inesperado ayudó a perfilar más la política exte- gestión pacificadora a la ONU; así como una gestión acción directa del embaja-
rior de Freí y la chilena en general, la intervención norteamericana en la Repú- dor Magnet en la misma República Dominicana. Washington envió al Embaja-
blica Dominicana. En abril de 1965, EE.UU. envió a la infantería de marina que dor at large, el famoso Averell Harriman, a una gira explicativa a la región,
creó un muro de contención que finalmente favoreció a la parte que enarbolaba pasando por Chile y escuchando la posición escéptica del mismo Freí. El gobier-
la bandera del anticomunismo. Fue una consecuencia del final de la era de Trujillo no chileno se oponía a una intervención unilateral, aun cuando sea "solicitada
(1930-1961), y el paralelismo con el caso de Cuba, la caída violenta de un por el mismo gobierno" afectado. Después flexibilizó su actitud, justificando
dictador horro de todo prestigio podía llevar al comunismo, era evidente para que si el objetivo era lograr una democratización, la fuerza multilateral podía ser
muchos. Por el carácter de la cultura política chilena, el rechazo fue casi unáni- tolerada por breve tiempo 22 .
me, aunque de izquierda a derecha se iba moderando el tono y/o acentuando la La postura chilena tuvo un "triunfo moral", por decirlo así, en el mismo estilo
posibilidad de una revolución "comunista". EE.UU., actuando sobre la base de de la política de Jorge Alessandri ante la "cuestión cubana". Estaba claro que
la mayoría anticomunista (o inclinados a apoyar a Washington en estos temas) Washington había actuado forzando el espíritu de la letra y apoyándose en países
en los gobiernos de la región, logró que la OEA convirtiera la intervención de escasas credenciales democráticas; no se debe olvidar eso sí, que el temor al
unilateral en una multilateral, con inclusión de destacamentos en "general comunismo estaba extendido y no era puro combate contra "fantasmas". La
simbólicos de otros países americanos. Chile había concordado, por petición de posición chilena, de acuerdo al puro derecho internacional, era inobjetable, pero
Venezuela, en la convocatoria de manera extraordinaria al Consejo de la OEA. estaba políticamente aislada. Sin embargo, era coherente con la tradición y res-
Freí señaló que quería evitar dictaduras de "cualquier tipo"; su colega venezola- pondió de la misma forma que en 1942 ante la guerra y en 1962/64 ante la
no pensaba en una dictadura comunista, y el chileno en su "anti-anticomunis- "cuestión cubana", o de Ricardo Lagos frente a la guerra contra Irak en 2003.
mo", cada uno tenía su propia ilusión. Un gobierno de Alessandri no hubiera reaccionado de manera muy diferente.
La Moneda se movió colgada de un hilo delgado, criticando a Washington si Chile fue la fuerza motriz de la creación del Comité Internacional de Países
llevar a cabo una confrontación que entorpeciera gravemente la política de este Exportadores de Cobre (CIPEC), en diciembre de 1967. Modelado en la OPEP,
estrecho aliado de la administración Frei. La condena fue inequívoca, y llegó en y destinado a coordinar la política de los países cuya exportación de cobre tuvie-
una declaración ante el Consejo de la OEA el 30 de abril: ra un peso decisivo en su comercio exterior, el CIPEC tenía como fin estratégico
Con firmeza solicitarnos de la OEA el rechazo de la intervención unila- llegar a un precio alto de equilibrio del cobre, de modo que asegurara un ingre-
teral, la adopción de las medidas conducentes al cese de la lucha y el so mínimo para cubrir las importaciones. Esta noción, de precios fijos exporta-
respeto por la libre determinación del pueblo dominicano. La lentitud ción/importación, era un viejo sueño de la "era del subsidio". Si la OPEP, el
del procedimiento que, a pesar de nuestros esfuerzos, ha demostrado la cartel más exitoso de este tipo, ha tenido un resultado ambiguo, más incierto iba
Organización de Estados Americanos, permite que se mantenga una a ser el resultado con el cobre, y en los años noventa sé esfumaría en el olvido.
situación que los pueblos de América no pueden aceptar. El Gobierno En los sesenta, sin embargo, era mirado como parte de la coronación del incre-
de Chile considera la presencia de fuerzas militares norteamericanas, en mento de la capacidad internacional de la política exterior chilena.
la República Dominicana, aun si se trata de proteger a sus connacionales,
corno contraria a la Carta de la OEA y a claros principios del derecho
internacional, y pide su retiro, habilitando así al consejo de la Organiza- La visita a Europa
ción de Estados Americanos para adoptar las medidas colectivas que Lo político y lo económico se entremezclaron en un momento estelar. A co-
sean procedentes según la Carta 21 . mienzos de julio de 1965, Frei realizó una larga gira a Europa. La idea estaba
Aunque Chile se había opuesto a la fuerza inernacional, después su Embajador desde el primer momento, pero fue acelerada por la insistencia del propio
Alejandro Magnet (autor de Nuestros vecinos justicialistas, 1953), intervino para De Gaulle, a quien el viaje -aunque suene un poco increíble- "vestía" para
favorecer una mediación entre las fuerzas en pugna. Como se sabe, la situación las elecciones presidenciales que se avecinaban. Quería mostrarse con un líder
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r
extranjero, de un lugar exótico ( malgré Borda, Cap. VIII, así lo veían los france- la presidencia en 1969 y 1974 respectivamente. De parte chilena estaban Gabriel
ses), pero que usaba un lenguaje político inteligible para la política francesa, el Valdés, Raúl Sáez y Enrique Bernstein. En esa reunión, De Gaulle comienza
de la reforma, ligeramente "progresista", análoga a la de la palabra de Juan XXIII, diciéndole a Frei que en la nueva política mundial, "Ud. es uno de los principa-
y del Concilio Vaticano II. Que entre casi 150 países en el mundo, para les artesanos y( ... ) representa una innovación en la escena global". Y, al final,
De Gaulle fuera importante uno lejano, fuera del tradicional radio de acción de añade, entre otras consideraciones y halagos:
los intereses franceses, le parecerá extraño al lector; se pondrá escéptico. Sin Nosotros concedemos un interés especial a su empresa, porque usted
embargo, la documentación obliga a aceptar que, en cierta medida, fue así. quiere tomar con sus manos su propio destino y conducirlo de una ma-
nera moderna y humana. Así puede usted escapar a la opresión del mar-
La gira fue parte de la "era de los viajes" políticos y toda su parafernalia incluida
xismo-leninismo y a aquella del capitalismo y de los militares. El éxito
(Cap. VIII). Era el primero a Europa de un Presidente chileno en ejercicio.
de este esfuerzo es esencial para el equilibrio mundial. Su fracaso sería
A comienzos del siglo XXI ello no dirá nada a nadie; en ese entonces sí que
desastroso; no haría otra cosa sino mantener una confusión permanente
constituía un acontecimiento, además de ser un hecho cargado de significado
en América Latina y constituir un peligro para la paz 23
político, entre otras cosas porque mostraba cierta independencia ante EE.UU.,
como lo había hecho Arturo Frondizi algunos años antes. A su regreso, el20 de Freí alcanzó a replicar que sólo lamentaba que en la reunión no estuviera pre-
julio, Freí fue recibido por una multitud en la Plaza de la Constitución. Se sente el pueblo de Chile para escuchar al general. La comitiva tenía una larga
trataba desde luego, de un acto orquestado por medio de las organizaciones lista de peticiones de colaboración económica; en la reunión entre Frei y
sociales adictas al gobierno. Ello no quitaba que Freí estaba en la cumbre de su De Gaulle en el Palacio Cousiño en octubre anterior el chileno ya le había ade-
popularidad interna, y que los chilenos se sentían orgullosos de su Presidente. lantado estas ideas. En los meses y años siguientes el aparato gubernamental
Tampoco hay que olvidar el factor personal. Si Alessandri probablemente se francés sería remolón en responder a las expectativas chilenas; cuando era nece-
sentía incómodo en el mundo internacional, Frei resplandecía y aun se refugiaba sario, la Embajada en París tocaba las puertas del Elíseo y llegaba la orden de
en él. Desde su primer viaje de estudiante escaso de recursos, en 1934, hasta la De Gaulle de acelerar las negociaciones. Frei había tanteado la cifra de lOO
llegada a Londres a la Victoria Station, donde lo aguardaba en carroza la reina millones de francos en créditos -en esa época, equivalente a la mitad del inter-
Isabel II, también en la cúspide de su popularidad e irradiación, para conducirlo cambio anual con Francia- y Giscard dijo que no quería comprometerse con
a Buckingham Palace. Era un ascenso meritocrático en más de un sentido. cifras. La idea fija de los chilenos de que el desarrollo debía producirse gracias,
en gran medida, a la ayuda externa no se materializaría. En esto compartían con
Por lo demás, Frei hizo excelente impresión entre sus anfitriones europeos,
diferente intensidad el mismo parecer las administraciones Alessandri, Freí y
aunque algunos no dejaron de mostrar algún escepticismo ante su programa de
Allende. Las palabras de Freí a la Cámara de Comercio Franco-Chilena, son
reformas. En el viaje se entrevistó con los presidentes de Argentina y de Uru-
reveladoras de la estrategia general de su gobierno:
guay, en Dakar con el de Senegal, el legendario Leopold Senghor. En Roma,
amén de visitar a los líderes políticos, en apretado itinerario, se entrevistó con Para empezar, dentro de la estructura misma del plan (de la CORFO) un
Paulo VI, entonces en el apogeo de su pontificado, antes que comenzara la crisis elemento de gran peso lo constituye la asistencia técnica. Nuestra preocupa-
de la Iglesia. Al parecer, se interesó mucho por la reforma agraria en Chile. No ción es de llegar a un equilibrio entre la intervención estatal y la iniciativa
cabe duda que la Iglesia recibía a un hijo dilecto del espíritu del Concilio. De privada ( ... ) El dirigismo estatal puro en América Latina sería un desastre
manera al parecer excepcional, el Osservatore Romano reprodujo de manera ín- y la libertad completa y anárquica de la iniciativa privada absoluta, a su
tegra el discurso de Freí ante Paulo VI; el Papa recibió a 200 chilenos en audien- vez, sería en nuestros países otro desastre. Por ejemplo, sería una ficción
cia extraordinaria. Frei era el favorito en más de una capital. el pretender que los servicios eléctricos, que el servicio público en gene-
ral, .... pueda confiarse a la iniciativa privada. Debemos, por lo tanto, ate-
Al menos sabemos que el gobierno francés se esforzó por dar la impresión de
nernos a la realidad24
lo importante que era Frei a los ojos de París. En una de las entrevistas con
De Gaulle, con ambas comitivas, una sesión de trabajo, se encontraban grandes En estas palabras, se encuentra no sólo un corazón de las ideas y del impulso en
de la historia contemporánea de Francia, el Premier, Georges Pompidou ( 1911- economía política de Freí mismo, sino que del consenso mayoritario dentro de
1974), el Ministro de Finanzas, Valery Giscard d' Estaing, el mismo Ministro de Chile. Es un texto que nos muestra la conexión entre la política interna y la
Relaciones Exteriores, Maurice Couve de Murville; los dos primeros llegarían a externa de una manera cristalina, como expresión de la política mundial.
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Más que en Francia, era en Alemania Occidental, Bonn, donde estaban puestas de la URSS y China". Ante la pregunta de en qué pueden ayudar los países
las esperanzas de ayuda económica de la administración Frei. Se pensaba así, occidentales para detener al comunismo, Frei respondió:
tanto por el poder de la más que reconstruida economía alemana, como porque
Frei y su gente percibían bien el deseo de Bonn de agraciarse con lo que se Apoyar el desarrollo de una conciencia democrática entre la juventud,
suponía era un mundo receloso del antiguo expansionismo alemán y, por últi- con becas, intercambio de profesores, prácticas. Los partidos democráti-
mo, por las simpatías ideológicas del Partido Demócrata Cristiano (CDU) por cos en América Latina se unen. Y establecen relaciones con similares en
su par chileno. Había marcadas diferencias, ya que la CDU era más cercana a la Europa. Hay que ayudar a sindicatos no comunistas 27
derecha; quizás era la derecha por antonomasia. Mas, también operaba el anhelo Los chilenos, se irían desilusionando de las grandes y seguramente injustifica-
político de los alemanes de ser identificados como aliados de una fuerza "pro- das expectativas que se habían hecho de la ayuda alemana. También en Inglate-
gresista" en el mundo en desarrollo. Este ha sido un deseo irresistible para rra la atmósfera política había sido favorable, aunque no lo esperaban grandes
(derechistas) europeos y norteamericanos. Pero, no se hizo todavía patente en posibilidades de préstamos para el desarrollo. Para The Guardian, Frei era de
1965; mientras duró el gobierno de Erhard, hasta 1966, hubo siempre una "derecha", aunque se decía sin ánimo especialmente peyorativo 28 . Sólo la pro-
interpretación más "occidentalista" en la mirada hacia Chile de Bonn. En el moción del comercio parecía estar en el estado de ánimo inglés. Harold Wilson
discurso de bienvenida del presidente Lübke, señaló que Chile "pertenece irre- escuchó las peticiones de Frei, pero el resultado de la visita lo resumió el mi-
vocablemente al Occidente a través de lazos espirituales y culturales 25 . nistro del Foreign Office, Michael Stewart, que además es revelador de la es-
Con todo, al entrevistarse con el canciller Ludwig Erhard, las cosas no lucieron trategia europea de Frei:
tan bien. El padre del "milagro alemán" no destacó en política como lo había El propósito del viaje a Europa del Presidente Freí era principalmente
hecho al animar el renacimiento económico de la postrada Alemania de 1948. político. Ese era también nuesu-o propósito al invitarlo; y se debió a esta
Pero su visión de las cosas seguía intacta ese verano boreal de 1965. Frei venía a compatibilidad de motivos a la que en gran medida se produjo el éxito de
solicitar ayuda económica. Como presidente electo en septiembre de 1964, reci- la visita. No se esperaban beneficios inmediatos y sustanciales de parte del
bió el saludo del embajador alemán, Frei le había dicho que aquél tendría ahora Reino Unido en el campo económico y comercial. Es reconfortante saber
mucho trabajo, por la cooperación que recibiría del gobierno alemán 26 . ( .. )que el Presidente no tenía grandes esperanzas de beneficios económi-
Erhard, seguramente con toda sinceridad, le dijo a Frei que su triunfo era cos para Chile 29 •
señal de que sus ideas se expandirían en América Latina, para lo cual sería Las relaciones con los países europeos serían bastante buenas en los años si-
importante el éxito de las nuevas políticas. Le dice que hay que luchar contra guientes. Sólo las pruebas atómicas francesas en la Polinesia, y las vehementes
la inflación y ratificar un convenio para proteger las inversiones extranjeras. protestas chilenas pondrían un signo de irritación en París, que no comprendía.
Que Kennedy y Johnson le pidieron que Alemania ayude más a América Lati- ¿Comedia de En cierto sentido, sí. Las pruebas no ofrecían
na. El inversionista alemán reinvierte sus ganancias; el latinoamericano se las mayor peligro, si es que el ejemplo de tener armas nucleares no cundía en
lleva de su país. "Aquí radica la diferencia ente un pensamiento dinámico y un centenar de países. Por otro lado, nadie podía estar tranquilo si una nación
uno estático". También, al derivar la conversación hacia la política interna en europea decidía traer al Pacífico pruebas nucleares que de ser tan inofensivas,
América Latina, Erhard dijo que ante sentimientos profundos, ni mil millones ¿por qué no realizarlas en el Mediterráneo?
de marcos bastarían como ayuda. Que no hay diferencia entre socialismo
moderado y el marxista, salvo que como el caso del SPD (sociaidemocracia Hubo un lugar de Europa Occidental donde la gira de Frei dejó un sabor amar-
alemana), se acepta la economía de mercado. go, la España de Franco. Madrid había mostrado molestia porque no se la había
incluido en la gira. En la Moneda, en ningún momento se pensó en llegar a
Las palabras de Erhard tienen un tono catedrático, de suave y educada admoni- saludar al generalísimo Franco. Dentro de las filas del partido había siempre una
ción sobre economía política. En su viaje a varios países latinoamericanos, en actitud de distancia al franquismo, aunque hasta la primera mitad de los 1960
1967, criticó las políticas de la CEPAL, lo que al menos era una ante existía todavía un recuerdo vivo de los mártires católicos.
políticas como las de Frei. Solicitando ayuda, Frei no marca distancia real con
Mas, la diplomacia española en los 1960 tenía más manga ancha que en la déca-
Erhard. Sobre el comunismo, dice "es serio el 'peligro comunista'. Los comu-
nistas están dispuestos al sacrificio; disponen de muchos medios, reciben ayuda da anterior. Había asumido una política pragmática, una estrategia que saliera al
encuent;o de las tendencias latinoamericanas. Tenía excelentes relaciones con
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los militares argentinos y relativamente buenas relaciones con la Cuba de Cas- entonces. Era este aspecto el que llamaba la atención de Freí, y volvía más mar-
tro. No era extraño que se fijaran, en forma positiva, en la figura que en un país cada su frustración en torno a Chile. También, en España el régimen no era una
simbólico en cuanto a política como Chile, el candidato que había vencido al dictadura totalitaria monolítica. Nunca dejó de haber un sector que se podría
marxismo. Madrid se resintió por lo que miró como desaire no ser incluida, y llamar "social cristiano", en todo caso, como Gil Robles, era una suerte de opo-
demoró diez meses en nombrar un nuevo embajador. Frei tenía amigos en sición tolerada. De todas maneras, no deben abstraerse de toda comparación
España, y buena imagen dentro de alguna gente del régimen. A su vez, él simpa- estas opiniones de Frei con su actitud en 1973.
tizaba con algunos aspectos del sistema español. Había desarrollado, todavía
como candidato, buenas relaciones con el Embajador Tomás Suñer y Ferrer,
conocido suyo de décadas anteriores. PJ retirarse, Frei le rindió un homenaje Las dos Américas
formal, aludiendo entre otros aspectos a la importancia de lo español en América La dicotomía de amor-odio ante Estados Unidos, tan presente en Chile y Amé-
Latina y de la "Hispanidad" 30 • Como sea, hacia 1966 parece que Frei consideró rica Latina, era más fuerte y contradictoria en la Democracia Cristiana que en
que debía mejorar las relaciones con España. En junio de ese año arribó a Chile otras fuerzas políticas. Su creciente ala izquierdista a partir de 1967 haría del
el nuevo embajador, Miguel de Lojendio. "antiimperialismo" su nudo vital. La respuesta ante la política mundial fue
Lojendio, había conocido los falangistas chilenos a fines de los treinta, cuando buscar retóricamente un punto intermedio entre "capitalismo y socialismo", lo
tuvo un puesto en la embajada en Santiago, y aseguraba que había ayudado a que estaba en el impulso original del la Falange; o, para gran parte de su
Freí a organizar el partido. Afirmaba que el mandatario, sin aludir directamente intelligenisia, unirse a la causa del "socialismo" con algunos matices.
a esos lazos, recordaba la relación entre ambos 31 . En todo caso, se estableció un La política del Gobierno fue más prudente. El canciller Gabriel Valdés quería
estrecho contacto entre la embajada y La Moneda. Se produjeron continuas impulsar una versión más radical de "tercermundismo", cercana al entonces
visitas de delegaciones ministeriales chilenas a Madrid, en general vinculadas a "Grupo de los 77" no alineados. En cambio, Frei era en lo fundamental simpa-
proyectos de desarrollo. Ya en agosto de 1966 pasó por Chile Laureano López tizante de EE.UU. como sociedad y como historia. De alguna manera, sin
Rodó, el Ministro de Desarrollo Económico y Social de Franco, quien tuvo una embargo, todo perfilamiento de una política exterior pasaba por distinguirse de
cordial y larga entrevista con Frei. A tenor del informe de Lojendio, Freí le dijo Washington, sin llegar a ningún tipo de confrontación. Este último tipo de esce-
a López Rodó que "cualquier cosa que pase en España repercute en Chile -el nario, en la historia interamericana se ha originado en general en actitudes
Frente Popular fue un triste ejemplo-; porque el desarrollo español y sobre histriónicas y finalmente estériles de los latinoamericanos. Aunque la gente del
todo sus avances sociales son un ejemplo para Chile" 32 • Un año después, Frei equipo de Valdés no era inmune a esta tentación, se verá, el dinamismo general
repetiría a Lojendio la misma idea, al elogiar "el orden y tranquilidad que permi- era entregado por la actitud moderada e inteligente de Freí. A partir de 1967la
tían su desarrollo y elevación del nivel de vida (en cambio en Chile) es dificil, en estrategia internacional de La Moneda se concentró en llegar a un equilibro
frío, cambiar las estructuras de un país" 33 • También le aseguraba al embajador entre el desarrollo de una política hacia Washington que destacara a la vez las
que después de leer las memorias de Gil Robles, "se comprende que en España diferencias y los objetivos comunes por una parte; y el logro de un "sistema
no cabía hacer más que lo que hizo Franco" 34 . latinoamericano" que perfilara el liderazgo de las ideas chilenas.
Frei, ¿un admirador de Franco1 Sería un juicio basado en una perspectiva pobre. Ardían otras esferas de este continente. Entre 1964 y 1968, los países de la
A casi tres décadas de la muerte de Franco, domina en el público interesado una región y con mayor énfasis los del cono sur, se convirtieron en gobiernos milita-
visión condenatoria, unánime, acerca de la España franquista. Su modernización res. Frente al paradigma chileno, por llamarlo de una manera, y el marxista,
es mirada como "algo paralelo", aparentemente sin conexión con el régimen. latente, estaban los nuevos gobiernos militares, en Brasil en 1964, en Argentina
Pero en los 1960 la idea acerca de España era diferente. Salvo para los recalci- con Onganía en 1966, y en 1968 en Perú con Velasco Alvarado. El sesgo de
trantes antifranquistas, que los había mucho, y que desde luego dominaban a la estos gobiernos radicaba en que pretendían ser más que los amotinamientos
izquierda chilena, para el resto su mirada hacia España se podía calificar, sacando caudillescos del siglo XIX, o las juntas militares de la primera mitad del siglo XX,
una expresión de la sociología política de los sesenta y setenta, como de "dicta- generalmente paréntesis, o herramientas para proyectar al poder a un líder mili-
dura de desarrollo". La transformación económica y social de España en los tar que después se legitimaba como Presidente con mayor o menor fortuna. Los
1960 fue uno de los procesos que marcaron esa década y posibilitarían la demo- nuevos gobiernos militares estaban provistos de una posición clara ante la política
cratización después de 1975. Había pocos que no observaban este fenómeno, mundial. Los dos primeros tenían un antimarxismo militante. El tercero era una
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especie de "Revolución con muy relativa libertad", como alternativa ante el (casi) la única democracia de la región, no era un mero título honorífico; el
marxismo, pero que tomaba algunas de sus banderas y se colocaba en la perspec- prestigio de Freí fue un activo que La Moneda pudo mostrar hasta 1970; a los
tiva del nacionalismo de izquierda. ojos de Washington, acompañó a Frei hasta su muerte en 1982. En el cono sur
Los tres casos incidieron de manera fuerte en la posición internacional de Chile. no había gran peligro. Ya en 1967 la Cancillería le informaba al embajador en
La llegada al gobierno de Onganía, en junio de 1966, fue vista con alarma, casi Buenos Aires, Hernán Videla Lira, que mejoraban las relaciones con Argenti-
pánico, por Chile. Diversas declaraciones y actitudes de confraternidad con los na33. La llegada al poder de Onganía había puesto orden en un sistema antes
militares brasileños, hacían temer una entente entre ambos países, que no sólo caótico para los chilenos. Salvo algunos incidentes aislados, ya no existía la
quitaría protagonismo al "modelo chileno", sino que se podía interpretar como antes enojosa seguidilla de problemas limítrofes. La Casa Rosada tenía plena
una posición hostil al carácter más "progresista" del gobierno y, más grave, de la conciencia de que Frei no representaba ningún radicalismo político. En 1969
política chilena en general. Se veía a Chile como semillero de ideas "disolventes". las relaciones comenzaron a mejorar, al punto que el Canciller Costa Méndez
En el caso de Argentina, se combinaba la rivalidad ideológica con la geopolítica, se aproximó a la embajada de Chile para alcanzar una posición de consenso
o más bien, el potencial conflictivo de los diferendos limítrofes (Caps., X y XI). que no pareciera antinorteamericana, a raíz de la pretensión del líder peruano,
Existía en Chile, en sectores allegados a las fuerzas armadas en especial, la idea Velasco Alvarado, de que la expropiación de una empresa petrolera sea tomada
de que existía un real peligro del uso de la fuerza. Sobre la rivalidad ideológica, como causa común latinoamericana 36 .
Onganía había tomado la consigna de las "fronteras ideológicas" para destacar En enero de 1970, Ognanía efectuó una visita a Chile, entrevistándose con
que el antimarxismo militante suponía una actitud e institucionalidad específica, Frei en Viña del Mar. Aunque fue una pálida copia de la visita de Frondizi en
con toques autoritarios, incompatible con la Constitución en Chile y con su 1961, mostraba que con Chile, de la boca para afuera, no había "fronteras
cultura política.
ideológicas". Cierto, en los militares argentinos y un sector político que siem-
Los primeros presidentes del gobierno militar brasileño, el mariscal Castello pre los acompañó, había una desconfianza subyacente hacia Chile. El gobier-
Branco y los generales da Costa e Silva y Garrastazu Medici, representaban, en no militar de la Casa Rosada fue debilitándose. A mediados de 1970, Onganía
especial el último, un antimarxismo de principio en la política interna y externa. fue depuesto, y reemplazado por Roberto Marcelo Levingstone, quien acen-
Siguiendo una tradición brasileña desde la Primera Guerra Mundial, Brasilia se tuó una política de entendimiento con Chile, aunque más debido a razones
alineó con Washington en los grandes temas interamericanos. Esto no se originó internas que externas.
en un "sub-imperialismo", como se decía entonces, en el sentido de que Brasil Con Brasil, por debajo de la superficie, continuaron las tendencias de acomo-
hubiera sido el policía a quien EE.UU. hubiera encargado de "poner orden" en damiento y liderazgo tácito y limitado que le eran casi naturales. Las buenas
el patio trasero. La respuesta brasileña, la "Revolución de abril" de 1964, fue el relaciones con Chile eran parte de ese patrimonio, aunque eran miradas desde
autoritarismo desarrollista, eficiente en lo económico, que llevó a un "salto ha- el punto de vista histórico con más entusiasmo en Santiago que en Brasilia,
cia delante" hasta 1973 en el desarrollo de la industrialización dentro de una donde constituían un simple dato más de la causa. En enero de 1968 Frei
gran presencia del Estado como de la clase empresarial; duro en la represión visitó Brasilia, un hecho a destacar, ya que esto no podía ser del agrado de su
política y contra el terrorismo; antimarxista en lo internacional; en lo interno partido ni menos de la izquierda chilena, a la que se era sensible dentro de las
con pluralismo político muy limitado, representado tímidamente en el parla- filas del Gobierno. Frei logró sacar una fórmula que explicara su aproximación
mento, pero a la vez real.
a Brasilia, diciendo que lo más importante era el "respeto a los derechos hu-
Todo este ambiente, y el predominio de gobiernos militares en la región, signi- manos", insinuando que podía olvidar el carácter autoritario del sistema. Frei
ficó un aislamiento político para Chile. Todas las indicaciones que venían de y su canciller Valdés hicieron esfuerzos por negar que Chile pretendiera cual-
Washington, salvo frases de ocasión, mostraban la benevolencia con que se mira- quier tipo de liderato, destacando la importancia que para Santiago y la región
ba a los regímenes brasileño y argentino. En Chile, la izquierda sacaba a relucir tenía el desarrollo brasileño. En el comunicado conjunto se puso énfasis en el
constantemente este aislamiento, no para propiciar una contemporización, sino "sistema latinoamericano". Se quería decir que era algo distinto al "sistema
para urgir una mayor militancia de las fuerzas "progresistas". interamericano", aunque no necesariamente hostil al mismo. Ponía el acento
en el nacionalismo continental, aunque algunos círculos en Brasilia querían
El aislamiento era, sin embargo, un fenómeno superficial. Las relaciones con
anteponer el anticomunismo. Brasil no fue en ningún sentido una valla para el
EE.UU. se enfriaron, pero sólo comparado con el entusiasmo de 1964. El ser
despliegue internacional de Chile 37 .
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amistad entre ambos países. Un gobierno militar sería sensible a este aspecto y
El golpe del general Juan Velasco Alvarado en octubre de 1968 no fue bien
recibido en Chile. Se acentuaba el "cerco militar" frente al "único gobierno ello preocupaba a Chile 38 .
democrático" en la región. Parecía que los militares eran discípulos de los brasi- Que Chile mantenía buenas relaciones con Washington, lo demostró el Gobier-
leños o argentinos. Además, Freí era amigo personal del presidente depuesto, no al llegar a un acuerdo para comprar la gigantesca mina de cobre de
Fernando Belaúnde, y cercano en términos ideológicos, y Gabriel Valdés tuvo Chuquicamata en 1969, la "nacionalización pactada". La Anaconda, propietaria
que hacer un esfuerzo para que Frei no solidarizara en forma pública con el de la mina y de otras más pequeñas, accedió a vender el49% de sus acciones con
peruano caído. Muy luego, para sorpresa de moros y cristianos, Velasco desarro- promesa por el resto, a un precio considerado ventajoso para sus intereses. Tam-
lló el nacionalismo populista, que caracterizó al período de la historia peruana bién, dado el clima nacionalizador en Chile, sabía que no tenía opción, y la
que finalizó en 1980, con el triunfo en las urnas del mismo Fernando Beláunde. oferta de Santiago pareció razonable. El Departamento de Estado miró con
Entretanto, el Perú cambió su faz, no siempre para bien. buenos ojos la transacción. No hubiera sido así unos años antes. En cambio, en
1969la propuesta era vista como una alternativa más justa y lógica que la políti-
Velasco y el "velasquismo" se convirtieron en la consigna del populismo de
ca peruana de no pagar y exigir una deuda por un monto similar al valor-libro de
izquierda, que hizo de la "oligarquía" y del "imperialismo" sus enemigos favo-
los intereses petroleros intervenidos 39 . El gobierno de Freí hacía contraste con la
ritos e indispensables. Sin embargo, se detuvo ante una revolución social más
radicalizada, y se encontraba lejos de todo modelo marxista; el antimarxismo política de confrontación de Velasco.
seguía siendo una orientación destacada en el sentimiento de los militares Las relaciones constructivas con Perú se dieron en otro aspecto de las relaciones
peruanos y, parece, del mismo Velasco. Por otro lado, muy luego Velasco desa- latinoamericanas de la administración, en su proyecto largamente acariciado de
rrolló una política exterior que destacaba la confrontación con EE.UU. y una la integración. El fracaso de la ALALC era evidente hacia 1967. Freí pensó,
posición que se consideraba a sí misma independiente de EE.UU., de militante siguiendo ideas que se manejaban entonces, en un esquema más pequeño. Esto
tercermundismo. La ocasión para ello fue la expropiación sin indemnización de fue el origen del Pacto Andino, o Acuerdo de Cartagena, firmado por los presi-
intereses petroleros norteamericanos. Al revés, se exigió que la compañía pagara dentes de Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Chile, el 26 de mayo de 1969.
deudas al Perú por un monto superior al valor presunto de la inversión realizada. Por una parte, suponía una especialización de cada una de las economías según
Era un preludio a las "rentabilidades excesivas" que iba a exigir el gobierno de la las líneas donde se consideraban fuertes. Vale decir, protegían sus respectivos
Unidad Popular. sectores industriales, respetándose entre sí y no compitiendo entre ellas, aunque
dándoles un mercado más amplio. En segundo lugar, imponían un arancel
En Chile, al repudio inicial por parte de la izquierda chilena le siguió un apoyo
externo común, al menos ideal, junto a un tratamiento común a las inversiones
cada vez más entusiasta, sobre todo de parte de los socialistas. Aun antes que
externas, bastante riguroso en lo referente a repatriación de capitales.
Velasco reestableciera relaciones con Cuba (después que lo hiciera Chile en no-
viembre de 1970), cosechó las ansiadas frases lisonjeras de Castro, que europeos El plan para el mercado subregional, como era llamado también, reunía econo-
y latinoamericanos se han demostrado ansiosos por recibir en cuarenta y cinco mías no sólo subdesarrolladas en el ámbito latinoamericano, sino que quedaban
años. Los socialistas comenzaron a ver en los militares peruanos un modelo de fuera, por escepticismo, las poderosas economías de Brasil y Argentina. Eran
actor político que se podría recrear en Chile. Al sublevarse el regimiento Tacna también economías que poco o nada interactuaban entre sí; estas naciones no
bajo el liderato del general Roberto Viaux, el21 de octubre de 1969, con de- alcanzaban ni al4% del intercambio exterior chileno. En el resto, entre ellas, no
mandas gremiales pero de inmediato significado político, los socialistas tuvieron cambiaba mucho el panorama. Se creó un aparato que reproducía, en pequeño,
su mirada de simpatía. Se esperaba un "velasquismo" para Chile, que en la al del Mercado Común europeo. Chile había efectuado las jugadas diplomáticas
literatura especializada se le llamaba también "nasserismo", por el líder egipcio para hacerlo presentable en la región, es decir, ante Argentina y, sobre todo,
Gama] Abdel Nasser. Brasil, países que no vieron con celo la creación de este bloque económico. No
podían hacerlo, ya que era previsible que economías disímiles, muy protegidas,
Como consecuencia lateral del tacnazo, Chile emprendió adquisiciones de ar-
poco podrían hacer por establecer un polo de dinamismo. Se ha dicho que la
mas, para renovar un arsenal siempre anticuado. Gabriel Valdés las anunció como 40
razón profunda de la creación del Pacto Andino fue esencialmente política .
"la compra del siglo", dentro de la política gubernamental de reparar las fisuras
Era un medio, se razonaba con un ojo mirando a Perú y Bolivia, para superar
con los militares. Las relaciones con Perú han estado cargadas de sensibilidad
antiguas rivalidades nacionales, para crear un polo de influencia política ante
extrema, desde la perspectiva de Lima, y la presencia tácita de 1879 hipoteca la
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EE.UU., y tras su establecimiento vendría un desarrollo económico, al superar- Arribó a Chile un nuevo embajador de EE.UU., Edward M. Korry, un periodis-
se sus egoísmos nacionales 4 I. Si así fue, no duraría mucho. ta que había hecho su carrera en Europa después de la Segunda Guerra Mun-
dial. Corno uno de los "hombres de Kennedy", llegó a la Casa Blanca en 1961,
En esa época, no hubo mayor crítica. Por el contrario, en el Congreso y en la y después fue embajador en Etiopía. Johnson lo mandó para Chile, quizás para
prensa el Acuerdo de Cartagena recibió aplausos unánimes, aunque por cierto rectificar lo que se veía como un compromiso excesivo, y probablemente algo
esgrirniéndose argumentos encontrados. Nadie estaba contra la integración. irritados por la postura crítica a Washington de muchos funcionarios guberna-
En la derecha, se decía que había que incorporar más activamente a los empre- mentales, empezando por Valdés. Esto último se acentuaría. Korry tuvo muy
sarios y no poner tanto énfasis en los acuerdos entre estados; en la izquierda, buenas relaciones con Freí, pero desde un comienzo guardó distancia con Valdés;
se afirmaba que en muchos países, de manera especial en la URSS, el progreso y por otra parte no sostenía una visión tan crítica de la derecha chilena.
se había obtenido sin empresa privada, y de ahí que el papel del Estado debía
ser primordial.
El gobierno chileno envió a Washington corno embajador a Radorniro Tornic El paisaje político y cultural: "los sesenta"
(1914-1993), el segundo de a bordo en la Democracia Cristiana. Poderosa y Se ha hablado mucho acerca de la radicalización política de los años sesenta. En
carismática personalidad, desde el Senado se hizo un nombre en la tribuna Chile, esto comenzó a suceder desde el mismo 4 de septiembre de 1964. La
parlamentaria corno orador avasallante. Sus discursos adquirían un tono de derecha, aislada y derrotada, perdió toda posibilidad de articularse con uncen-
intensidad dramática, apocalíptica, tremebunda, con toques de profetismo del tro. Parte de su rigor durante el gobierno militar se gestó en estos años. Pero en
Antiguo Testamento, en un in crescendo extraño al Chile de esos tiempos, la izquierda, todo esto tuvo un eco mayor. Una posición "ultrista" tornó las
quizás no vista desde Arturo Alessandri Palma. Un apologista suyo lo define formas de "los sesenta", pero intentando (en vano) dejar fuera el espíritu bur-
como "una voz que parece provenir de muy lejos, de los tiempos bíblicos del gués, y emprender de manera directa la construcción del socialismo por medio
Dios tonante" 42 . Era dificil discernir qué quedaba una vez disuelta la nube de la revolución. Se inició el terrorismo, autopresentado como "guerrilla urba-
polvorienta. Tras encendidas palabras por el papel "progresista" que debía na" cuya locomotora era el MIR. El socialismo casi no le iba a la zaga, y en el
desempeñar EE.UU., seguían las denuncias contra el "imperialismo" y el Congreso de Chillán, en 1967, dio por clausurada la vía electoral y proclamó la
"neo-capitalismo". vía armada corno la política a seguir. En el mismo sentido, Salvador Allende
El nombramiento de Tomic corno embajador en Washington fue una sorpresa. dirigió desde Chile la Organización de Solidaridad con Cuba (OLAS), cuya mi-
El partido se quedaba si una de sus espadas más espectaculares, y el puesto no sión era promover la revolución en el continente. Mientras lo segundo no pasó
era la mejor credencial para un "antiimperialista". Por otro lado, en Chile, Tomic de ser una declaración, sin ser seguida de mucha actividad, los socialistas se
no hubiera podido evitar la tentación de convertirse en crítico del Gobierno, y a prepararon políticamente para los hechos, incluso enviando militantes a Cuba
su vez Freí hubiera tenido que combatirlo, quitándole apoyo para la candidatura para que recibieran entrenamiento rnilitar44 •
de 1970. Con todo, la figura de Tomic sufrió un deterioro estando en el ostra- En la misma Democracia Cristiana cundió un ánimo contestario con la adminis-
cismo de una embajada, que no era un puesto popular a ojos del votante chile- tración Freí. Las corrientes "tercerista" y "rebelde" juzgaban al gobierno caren-
no. También, porque el protagonismo de las relaciones con EE.UU. cayó bajo te de espíritu "revolucionario". Después de las elecciones de marzo de 1969,
las manos de Gabriel Valdés. Tomic regresó a comienzos de 1969, dejando corno una parte de los dirigentes del partido, sobre todo juveniles, se salió y se alineó
reemplazante a Domingo Santa María. con la izquierda marxista, en posiciones casi indistinguibles de esta última. Así se
Al finalizar 1966 comenzó una concatenación de hechos que debilitaron algo- formó el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), donde se ve que se
bierno. Ya no existiría una "relación especial" entre Washington y Santiago 43 . agitaba la idea de la "unidad popular", que como consigna no era nueva en
En un acto de política mezquina, en enero de 1967 el Senado le negó el permiso Chile. En una parte de ellos, cada día más gravitan te, se pasó no a la izquierda
constitucional requerido para que Freí viajara a EE.UU. Hubo una fuerte reac- marxista representada por socialistas y comunistas, sino que a la extrema iz-
ción de apoyo al Presidente, y este quiso aprovechar la oportunidad para quierda, próxima al MIR. El utopismo del cristianismo político e ira moral,
promover reformas constitucionales del mismo estilo de las que había defendido adquirirían rasgos de milenarismo anabaptista, combinado con un toque de
Alessandri. Luego el impulso se perdió, y la Democracia Cristiana sufrió un "rebelión de los notables", ya que no pocos de ellos eran "niños o niñas bien",
retroceso en las elecciones municipales de abril de 1967. que seguíah siendo una clase socialmente dirigente.
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Pues bien, en todos ellos el "antiirnperialisrno" era común corno compañero Desde 1966 había habido creciente malestar entre las filas, por motivos tanto
insustituible al orden existente, puntal de una visión de mundo que colocaba a la
salariales como de falta de equipamiento. A esto se sumó el conflicto político-
futura "revolución chilena" dentro de la escala de una lucha global. En 1967,
social que caracterizó los últimos años de la década, incluyendo el incipiente
una de las ponencias discutidas al interior del Congreso de Chillán del Partido
terrorismo, que llevaba la seguridad al plano interno, y que comenzó a preocu-
Socialista, afirmaba "la actitud clara y definida contra el imperialismo yanqui es
par al menos en forma indirecta a las fuerzas armadas. Esta situación, alejada del
hoy el único cartabón con el cual puede medirse la calidad revolucionaria de un
conocimiento público aunque no escapaba a la observación de los diplomáticos,
partido popular" 45 . Esta idea se repetía en toda la izquierda marxista.
estalló el 21 de octubre de 1969 con el acuertelamiento del regimiento Tacna,
En las elecciones de marzo de l969la derecha resucitó, con un 20% de los votos liderado por el general Roberto Viaux, que acababa de ser destituido de su mando
para el Partido Nacional, y con mucho entusiasmo y colores recuperados. Se en Antofagasta. En menos de 48 horas, el incidente estaba superado, y provocó
hacía posible la candidatura Alessandri. El Partido Nacional, ahora dirigido por un cambio en la actitud económica del gobierno, que concedió aumentos
Sergio Onofre Jarpa, surgido del tronco nacionalista, se unió con fuerzas a veces importantes en sueldos y equipamiento. Sin embargo, el hecho tuvo el efecto de
extrañas a esa tradición, los antiguos liberales y conservadores. De un impulso un shock. Para el gran público fue una sorpresa verse colocados en una posición
antimarxista, en el lenguaje cotidiano parecían odiar más a la Democracia Cris- de presencia militar subversiva en la vida pública. Parecía tambalear el
tiana. Representaba también una orientación "antisisterna", a lo que apuntaba, "excepcionalisrno" chileno.
por lo demás, el lenguaje de la izquierda marxista y del mismo Tomic.
El malestar era de tipo gremial. Pero, no existe acto deliberativo sólo "gremial"
Dentro de la derecha, aparecieron los "gremialistas", fundados en 1967 por en el detentar de la "violencia legítima". Autornáticamente,al deliberar de ma-
Jaime Guzmán. A fines de los sesenta sólo era un movimiento marginal, univer- nera pública, se convierte en actor político. Por primera vez, desde el "ariostazo"
sitario, en especial en la Universidad Católica de Chile, creado desde la nada por en 1939, los militares aparecieron como una posibilidad política. Por otro lado,
este joven casi imberbe. Tenía dos aspectos nuevos dentro del panorama. Por todavía la posición general hacia la sociedad por parte de los uniformados se
una parte, entregaba un sentido de propósito a la juventud de derecha, aunque destacaba por el sentimiento de exclusión con que se creían -y eran- manteni-
debido al tabú de la época, no se atrevía a calificarse de tal. Formaba una elite dos por los civiles ("paisanos"), correspondido por un tono de menosprecio por
que vinculaba de manera orgánica a la juventud de clase alta y clase media, sínte- parte de los militares. Mas, en la cual, en general era inconcebible la existencia
sis que se le había escapado a la derecha en las últimas décadas. Por otra parte, de un "gobierno militar". Existía, eso sí, una minoría activa de oficiales de grado
junto con una defensa todavía tácita de la economía de mercado, expresaba menor, para los cuales el programa político de "regenerar" al país, sí ocupaba un
una crítica de principio a la sociedad y a la política moderna, orientándose algo espacio en sus ideas.
vaga, aunque sentidamente, hacia la España franquista, en cuanto restauración
católico-conservadora. Los partidos políticos habían mostrado gran unanimidad en su apoyo al Gobier-
no el día 21 de octubre. Sólo los socialistas, ahora enemigos expresos de la
Hasta esta época, aparecía como axioma que las fuerzas armadas debían ser "legalidad burguesa", se habían abstenido, y dieron a entender que simpatiza-
descontadas corno actor político. La formación y la cultura militar, afirmaban ban con lo que se veía corno una posibilidad nacionalista y revolucionaria en este
este principio. Después de 1973, hast.a el presente, se ha dicho que aquello era movimiento militar. Para la derecha, la precipitación de estas cosas dañaba la
"un mito". Como se señaló en el Capítulo VIII, la posición apolítica -mejor posibilidad de la candidatura del ex presidente Alessandri de ser la única repre-
dicho, "ami-política"- de las fuerzas armadas era una realidad chilena que, sentante del "orden". Obligó, a su vez, al mismo Alessandri a anunciar la
si se compara con la situación latinoamericana, merecía el apelativo de postulación el siguiente 3 de noviembre de 1969, dando lugar a una larga y
"excepcionalisrno" que se le ha dado en estas líneas. Imponía acatamiento con desgastadora campaña. Por otra parte, dentro de la derecha había quienes acari-
el "Estado de compromiso", identificación con el desarrollo económico y se- ciaban un regocijo escondido por el descalabro anticipado de la institucionalidad;
paración de la vida civil. También había una hostilidad de grado variable con- y grupos nacionalistas de esta perspectiva miraban hacia esa dirección. Pero,
tra el marxismo, aunque no era indiferente al nacionalismo de izquierda. Por dentro de los uniformados había conciencia de crisis. En un informe del alto
sobre todo, la "seguridad nacional", era el objetivo mayor de la autocomprensión mando del Ejército de diciembre de 1969, se ve la indisolubilidad, en ciertos
del papel de los militares en el país, y ésta entendida prioritariamente como casos, de la vinculación entre lo interno y lo externo. Se afirmaba que el 80% del
seguridad en las fronteras. personal de planta era de centro-izquierda, "no proclive al marxismo". Habrá
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que creer que se quería decir que participaba, en forma mental, de la dinámica La nueva administración, deseando tener alguna manifestación de interés por
del "Estado de compromiso" y del "sistema CORFO". El20% restante era en América Latina, envió al gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, quien
parte de derecha y una parte más pequeña, de izquierda, y esta última comienza tenía genuino interés por la región, a una gira por el continente. Su objetivo era
a preocupar más y más por su vinculación con el MIR. En caso de subversión conocer las inquietudes y aspiraciones de los países latinoamericanos. El viaje
interna, no bastará la fuerza policial; el Ejército tendrá que intervenir. Y añade: fue antecedido y acompañado por un reguero de protestas, ya que el
antinorteamericanismo es un elemento combustible en las culturas políticas al
El destino inmediato de Chile (continuidad de la democracia imperante
sur de Río Grande, excitado además por el guevarismo y las protestas mundiales
con amenaza de una eventual guerra civil, o entronización de un régimen
por la guerra de Vietnam. La Moneda, que no quería vérselas con protestas en
marxista, con un previsible conflicto bélico internacional), requiere de
un ambiente de por sí caldeado, y no atreviéndose a mantener el orden, insinuó
una suprema solución política al más alto nivel de estadista, que implica
a los norteamericanos que no sería oportuna la visita de Rockefeller. Este, para la
una definitoria preelectoral antes de que venza el plazo legal de inscrip-
izquierda latinoamericana y para muchos más, era el símbolo del capitalismo
ción de candidatura que garantiza al país la continuidad de su democracia
explotador, lo que no impedía ni impediría después que muchos adherentes al
representativa, y que de acceso legal a un gobierno pluripartidista de efec-
"antiimperialismo" se esforzaran aplicadamente en postular a becas y grants de
tiva avanzada social. Esto debe ser capaz de salvaguardar el progreso moral
la Fundación Rockefeller.
y social ya logrado por la D.C. y asegurar nuevas transformaciones políti-
cas, económicas y sociales, aún más profundas, pero sin dar margen a la El "Consenso de Viña del Mar" fue el resultado de una reunión de los ministros
penetración del marxismo a las fuentes del poder46 • de la Comisión Especial de Coordinación Latinoamericana (CECLA), en mayo
de 1969. Se encargó al chileno, Gabriel Valdés, que hiciera la presentación respec-
Es decir, el pensamiento de los militares y, con toda probabilidad, de las fuerzas
tiva en la Casa Blanca. El aristócrata progresista vio que era su hora estelar, y
armadas y de orden en general, afirmaba la legitimidad del "Estado de compro-
pronunció su discurso de consonancias acusatorias ante un adusto Nixon, el con-
miso". La distancia hacia la derecha salta a la vista; se deslindaba con mayor
servador que había escalado sus posiciones partiendo desde un origen humilde.
precisión y mucho más fuerza del marxismo.
La Declaración expresaba una visión moderada de "tercemundismo" y de "ideo-
logía del desarrollo" con un toque de "teoría de la dependencia", es decir, de
El "Consenso de Viña del Mar" que la causa fundamental del subdesarrollo sería el desarrollo de los grandes
En términos diplomáticos, la política exterior chilena había dado saltos gigan- países "capitalistas". La declaración misma, combinaba afirmaciones más o me-
tescos desde 1945. Alcanzaba en estos momentos su máxima extensión. nos intemporales, como la "no intervención", el "respeto a los tratado" (re-
Como una herramienta de la postura de Chile en el mundo, aparecía diestra y cuérdese, tópico favorito de Chile) y la "igualdad jurídica de los Estados",
potente. También existía la tentación de extenderla hasta el máximo, como junto a otros postulados más de época, que en general esperaban una descarga
parte de un fin en sí mismo; como parte de la creencia de que la reforma política de recursos frescos de los cuales los países latinoamericanos deberían disponer
del orden mundial era el requisito para aventar la crisis posible en Chile y en de acuerdo a sus propias apreciaciones. En especial, la asistencia para el desa-
América Latina. El fruto inmediato de este voluntarismo fue el "Consenso de rrollo "no puede estar condicionada a la aceptación, por nuestra parte, de un
Viña del Mar". determinado modelo político, social o económico". Aquí se apuntaba contra
la promoción de economías de mercado como requisito de ayuda, aunque
En diversas cancillerías latinoamericanas y con más fuerza en Santiago, surgió la todavía no se generalizaba el uso "de mercado".
idea de que los países de la región tuvieran una posición común ante la nueva
administración republicana de Richard Nixon, que se inauguró en enero de 1969. Buscamos a través de negociaciones activas, conjuntas, y al más alto nivel
Se temía que esta abandonara en definitiva la idea de la Alianza para el Progreso, la solución de los problemas que afectan nuestro desarrollo ( ... ) En esta
proyecto por lo demás entonces moribundo. En el fondo, se quería más ayuda ocasión, es la expresión de la voluntad de América Latina para determi-
para el desarrollo, se suponía. Se temía asimismo la tendencia de los republica- nar, en relación con los Estados Unidos, las condiciones externas para
nos, según se veía, a ignorar al continente. Chile quería un protagonismo y lo nuestro desarrollo ( ... ) Nuestro desarrollo es responsabilidad del esfuerzo
obtuvo, ya que el canciller Gabriel Valdés fue el encargado de transmitir la posi- propio (... ) Pero necesitamos de la cooperación internacional, particular-
ción común al mismísimo presidente de EE.UU. mente de esta nación.
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:r-
Destaca aquí Valdés la idea del "subsidio" (Cap. VII), que se le debe algo, que posibilidad, estaba el mismo Freí, quien al igual que Alessandri terminó su
es Jo que le autoriza a exponer con fuerza la necesidad de la "cooperación período manteniendo un prestigio en una vasta y seguramente mayoritaria
internacional", aunque reconoce que EE.UU. tiene un derecho de expresar su parte del país.
orientación. El subsidio se destaca con gran énfasis acusatorio:
El partido, a pesar de que vivía gracias a Freí, en cuanto a quienes votaban por
Es creencia generalizada que nuestro continente está recibiendo una él, lo hacían por el gobierno de Freí, se identificó en 1970 con un caudillo
ayuda real en materia financiera. Las cifras demuestran lo contrario. populista de extraño cuño, Radomiro Tomic Romero. Proveniente de la clase
Podemos afirmar que Latinoamérica está contribuyendo a financiar el media profesional, por matrimonio vinculado a la elite social, dueño de una
desarrollo de Estados Unidos de América y de otras naciones industria- amplia y versátil cultura, estaba también provisto de una retórica avasalladora, y
les. Las inversiones privadas han significado y significan para América representó quizás la más genuina analogía chilena al caudillismo latinoamerica-
Latina que los montos que se retiran de nuestro continente, son varias no, como Perón, Velasco !barra, Haya de la Torre. Nunca se podrá tener una
veces superiores a los que se invirtieron47 . idea exacta de qué quiso decir con que el objetivo de su gobierno era "la revolu-
El discurso de Valdés es otro de los testimonios de la "época del subsidio", y ción nacional, democrática y popular". La idea acerca de Chile que entregó en
quizás debió haber sido reproducido en el Capítulo VII. Por otro lado, expresa su campaña, se puede ver en las siguientes palabras:
muy bien la autointerpretación de vastos sectores del país y del continente cuan- Habría que ser ciego y sordo y tonto para no reconocer los mil signos
do se veía el puesto en el mundo. Era también una bofetada no sólo al Washing- reveladores de que el país se acerca rápidamente a la crisis institucional
ton oficial, sino que al razonamiento económico del norteamericano medio. más grave que haya enfrentado desde la revolución de 1891 (... )El actual
Algunos han dado una versión exagerada de la reacción de la Casa Blanca. Sin es el último gobierno que podrá sostenerse dentro del marco institucional
embargo, al menos no gustó nada a Nixon según el testimonio del embajador y económico heredado del pasado49
Korry, y por esta época habría decidido excluir a Freí de la lista de posibles
invitados oficiales 48 . No parecía ser el candidato de la intención política del gobierno de Freí. Su
palabra es, más que denuncia de la crisis, una manifestación o, quizás, ejemplo
de ella, de su aspecto subjetivo, en el sentido de "crisis deseada", o de "profecía
Hacia el desenlace: las elecciones de 1970 auto-cumplida".
Se ha hablado repetidamente del Chile de los "tres tercios". En un sentido es- El ex presidente Jorge Alessandri Rodríguez, era la carta natural de la derecha.
tricto, sólo fue cierto para las elecciones del 4 de septiembre de 1970. Tres Claro que como "independiente", ya que su eco en el público llegaba más allá
candidaturas se repartieron el favor popular, aunque la derecha y la izquierda de la relativamente exigua derecha. Apoyado por respeto y hasta fervor público,
fueron los protagonistas finales. La Democracia Cristiana había afirmado su exis- su programa y el espíritu de su campaña, estaba también en la línea de destacar la
tencia política en pugna casi mortal con las fuerzas de la izquierda marxista. A la crisis que venía, aunque sin el elemento incendiario de Tomic. Ponía el acento
vez, hasta 1973 siguieron definiéndose como de "izquierda", aunque democrá- en la reforma constitucional que fortaleciera las atribuciones presidenciales, y en
tica. El partido había hecho fracasar dos intentos de Eduardo Freí por darle un la reforma económica, con énfasis en el apoyo al mercado y a la clase empresa-
contenido centrista y central al mensaje político del Gobierno y del mismo Freí. rial, de manera de lograr un crecimiento económico hasta ahora elusivo. En su
El fracaso de la breve gestión de Raúl Sáez en mayo de 1968 fue el primer caso campaña se reunían en frágil coalición, los economistas y empresarios hijos del
(Cap. VII). El segundo, se dio con la caída del Ministro del Interior, Edmundo "sistema CORFO", y economistas de nuevo cuño, que abogaban por la reforma
Pérez Zujovic (1912-1971), en abril de 1969, después de un incidente en Pam- que liberara la economía (y la democracia) de la asfixia de un crecimiento lento,
pa Irigoin, cerca de Puerto Montt, al morir varios pobladores que habían ocupa- que iba en la dirección contraria del aumento de las expectativas 50 .
do unas tierras, como consecuencia del desalojo por carabineros. La mayoría del La izquierda marxista había ido adquiriendo una intensidad de activismo muy
partido, junto a la izquierda, pidió la cabeza del Ministro; hubo una acusación marcada. Había también una diferencia en estilo y dinámica entre comunistas y
constitucional a la que el Gobierno se sobrepuso porque en esto tuvo el concur- socialistas. Los primeros, se habían transformado más en un "aparato", quepo-
so de la derecha. Pero las filas de las asambleas y la demanda de Tomic tuvo más día, aislado y a la vez dentro del sistema, convivir por largo tiempo con éste.
fuerza. Se derrumbó la posibilidad política de un centro que abarcara más de sí Pero estaba indisolublemente atado a los socialistas, que a su vez empujados
mismo, y que se convirtiera en permanente punto de referencia. Detrás de esta por el nuevo paradigma del MIR, sólo entendían su política como movilización
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hacia el acto revolucionario. La convención de partidos de la Unidad Popular participaba Henry Kissinger, aprobó la cantidad de 300 mil dólares para una
escogió como candidato a Salvador Allende. Hubo un murmullo de fi:ustración. campaña anticomunista. La mentalidad de los funcionarios del Departamento
Parecía carrera perdida; la cuarta candidatura a la presidencia, justo cuando la de Estado, que habían llegado a predominar en los 1960, veía con profunda
izquierda quería mostrar un rostro de renovación y corrían aires de activismo extrañeza cuando no rechazo a las posturas de la derecha chilena y del mismo
incompatibles con la figura (en apariencia) agotada de Allende, quien había di- Alessandri. Aceptaban ayudar una campaña anticomunista, pero no querían iden-
cho algunos años antes que su epitafio sería: "Aquí yace el futuro Presidente de tificarse con una fuerza "reaccionaria". ¿Influyó esto al interior de Chile1
la República". Tras el desconcierto inicial entre la izquierda chilena, vino la
recuperación. Los dirigentes socialistas querían otro candidato, pero las bases Parece que nada. El resultado de la batalla política tuvo que ver, al igual que en
del partido, movilizadas por el propio Allende, se inclinaron por éste. El 1964, esencialmente con la dinámica interna. Jorge Alessandri, partió con una
"allendismo" no se agotaba en el socialismo. gran ventaja en las encuestas en el segundo semestre de 1969, sobre el40% de la
intención de voto. No se podía mantener tan alto, sobre todo por ser una carre-
ra entre tres, lo que limitaba las ventajas electorales de la polarización. Esto era
La campaña y la "intervención" una parte del cuadro. Aunque la figura de Alessandri seguiría evocando respeto
después de 1970, en la campaña no supo o no pudo entregar un mensaje políti-
Marxismo y antimarxismo volvían a medirse. Este fue uno de los hechos básicos
co; parecía un lenguaje repetitivo, y su publicidad no fue capaz de responder al
de las elecciones presidenciales de 1970, al igual que las parlamentarias de marzo
dinamismo que áigía la transformación traída por los años sesenta.
de 1973. Los contornos, sin embargo, no eran tan claros en 1970 como lo
habían sido en 1964. El temor a un triunfo marxista, no estaba ni tan extendido Dinamismo y creatividad que le faltaba a la campaña de A!essandri, le sobraba a
o no era la emoción principal de quienes no votarían por Allende. Logró entu- la de Tomic y más que nada a la de Allende. A esto hay que sumarle el uso
siasmar a su público, en especial, gracias a la movilización del incasable aparato diestro que de la prensa amarilla efectuaron los adversarios de A!essandri. Los
del Partido Comunista. Tornic enfrentó su campaña como alternativa contra la comunistas sacaron Puro Chile, cuyo Enano Maldito, no carente de poder de
derecha y con acerbas críticas contra Alessandri. Después de las elecciones, golpe y de gracia, ayudó a demoler la ventaja de Alessandri. Nadie pudo sobre-
surgió a luz un pacto secreto entre Tomic y Allende, para coordinar las campa- pasar la campaña soez y brutal de Clarín, dirigido por Darío Sainte-Marie,
ñas y para tomar una actitud conjunta para el caso de un triunfo de Alessandri, Volpone como nomme de plume. Ante la condescendiente mirada del Gobierno,
cuya campaña destacó las falencias del gobierno de Frei, antes que el temor al sus titulares e información se arrojaron sobre el cuello de Alessandri, acusándolo
comunismo. El mismo Alessandri dijo que "no temía al comunismo", lo que de homosexual, y de enfermo senil, de corrupto. Desde un punto legal, un jui-
produjo confusiones en sus filas. cio por difamación le hubiera costado caro a Sainte-Mari e; este podía contar con
Al relativo descenso de la intensidad marxismo/antimarxismo, le correspondió que La Moneda amnistiaba siempre al director o a los periodistas del diario.
una menor atención internacional a estas elecciones, en comparación con 1964, Frente a esta evolución, todas las manipulaciones que hubiera podido hacer la
o con el plebiscito de 1988 y las elecciones de 1989. Paradójicamente, ha sido CIA eran irrelevantes. No la hacía por lo demás, ya que no podía conectarse a
uno de los casos más citados como piedra de escándalo de la historia de las un sentimiento dominante en Chile. En la embajada de EE.UU.los funciona-
últimas décadas de la Guerra Fría, los recursos que EE.UU. puso a disposición rios decidieron confiar en el triunfo de Alessandri, aunque el embajador Korry
de los adversarios electorales de Allende; y después de su triunfo, el apoyo a era escéptico.
cualquier gestión constitucional o extra constitucional para impedir su acceso al No sólo los norteamericanos; soviéticos y cubanos también tenían su mano en la
poder. Hay que ver los hechos de la campaña 51 • política chilena. La relación de los segundos con los socialistas y con el MIR es
En las elecciones parlamentarias de marzo de 1969 se habían entregado recur- un hecho poco discutido, al menos no como piedra de escándalo. Con toda
sos, principalmente a la Democracia Cristiana. En 1970 los norteamericanos probabilidad, no cambiaba mucho las cosas, aunque era un factor poderoso de
estaban muy lejos de la alarma de 1962/64, pero sus intereses en Chile trataban la realidad. La URSS venía ayudando por décadas al comunismo criollo. Esta
de influir sobre la Embajada y la CIA para que apoyara a Alessandri, pasando a ayuda era fundamentalmente material, de impresos, herramientas de publica-
su campaña -y presumiblemente a la de Tomic- alrededor de 700 mil dólares. ción, propaganda, invitaciones y becas de estudios, tanto para cuadros como
Después de muchas consultas, el Comité 40, una instancia de diversas agencias para técnicos y profesionales en la estela del partido. La ayuda en moneda dura
del gobierno norteamericano que decidía este tipo de acciones, y en las que era bastante menor que la de Washington a quienes consideraba sus aliados.
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Sin embargo, su potencial era bastante mayor, ya que apoyaba a una maquinaria menos esa noche. La misma que del4 al 5 de septiembre vio otro fenómeno que
organizada para adquirir poder, entusiasmada y provista de un verdadero ejérci- estaría ligado a la Unidad Popular en los años siguientes y lo sigue haciendo en
to político de voluntarios muy disciplinados. la memoria, el embeleso que provocó no sólo entre sus partidarios, sino sobre
todo en los observadores extranjeros. Los periodistas europeos y latinoamerica-
Los recursos no eran tan pequeños. Corvalán recuerda que por solicitud de
nos habían seguido la trayectoria del candidato durante toda la jornada, y en la
Allende, se pidieron cien mil dólares a los soviéticos; estos se negaron, y los
noche estaban exultantes, ya sea por simpatía o por la sensación que, pensaban,
comunistas chilenos, para evitar un bochorno, los pusieron de sus propias arcas.
iba a causar en todo el mundo la elección por un proceso rigurosamente demo-
Por otra parte, los archivos soviéticos testimonian que al menos entregaron 400
crático de un presidente marxista.
mil dólares al Partido Comunista de Chile 52 . Nadie podría decir con sensatez
que esto explica el éxito de Allende en las elecciones. El "oro de Moscú" era un Los barrios de clase media a clase alta, cayeron en un silencio y quietud temero-
dato menor en un país con una izquierda marxista muy organizada por casi sa, como si de pronto hubieran quedado desprovistos de toda seguridad. Esto se
cuatro décadas anteriores. Es la historia de Chile la que daba la posibilidad de la agravaba por el abandono en que dejó a sus electores el ex presidente Jorge
victoria de la izquierda marxista la noche del4 de septiembre de 1970. Alessandri, ahora derrotado, quien se fue a dormir sin dar explicaciones a ese
país que estaba trémulo. Esa noche, con la sola excepción de Pablo Rodríguez
Grez, luego inspirador del nacionalismo antimarxista, todos se fueron a dormir
De septiembre a noviembre: entre la desazón y el embeleso apabullados por la derrota, sin pensar en el público.
Al anunciarse los resultados finales a las 2:45 AM del día 5 de septiembre, ya se La Democracia Cristiana también mostró una reacción inicial de desmayo. Esta-
habían producido dos reacciones que marcarían al país en los años siguientes: la ba preparada sicológicamente para el propio triunfo o para el de AJessandri, no
alegría desbordante, aunque ordenada, en la concentración en la Alameda para para el de Allende. Con todo, en los 90 días siguientes, hasta diciembre, fue la
escuchar el discurso de Allende; y la desazón, desesperación, pánico y principal voz no marxista que se hizo sentir en el país. Una minoría, encabezada
apabullamiento de una parte de la población del país. El contraste era más fuerte por Tomic y por Bernardo Leighton, fue haciéndose poco a poco a la idea de
en Santiago que en provincias. apoyar no sólo la elección de Allende, sino que de participar en una coalición
Allende obtuvo el36.3% de los votos; Jorge A1essandriel34.9%; Radomiro Tomic con la Unidad Popular. El grueso de sus filas y la propia izquierda aborrecía de
el 27.8%. Alessandri alcanzó un porcentaje más alto que en 1958, cuando fue esa posibilidad.
electo y ganó en la ciudad de Santiago, aunque no por la distancia que se espe- No menos desconcertado y casi paralizado que la derecha, La Moneda se vio
raba. Se vio lo fuerte que podía ser la derecha cuando era acompañada, ya sea de remecida, de manera brusca, con el resultado. Al igual que en el comando de
una personalidad fuerte o de un mensaje integrador. La candidatura Tomic Alessandri, no tenía un escenario para el caso de la victoria de Allende. Eduardo
quedó fuera de combate desde los primeros cómputos. Pero sus votos se repar- Frei parecía golpeado y lucía casi depresivo en las fotografias de la época. Al
tieron de manera homogénea a lo largo del país, demostrando que su partido parecer, le pesaba la acusación que le hacían desde la derecha, que iba a ser el
sobreviviría al embate que le aguardaba el futuro. Allende tuvo menos votos en "Kerensky chileno", en alusión al líder socialdemócrata ruso de encendida ora-
porcentaje que en 1964. Pero había ganado. toria, pero que no pudo detener el golpe bolchevique en 1917.
Nunca antes la canción que era emblema de su campaña, "venceremos", había "Quiero que Ud. sepa, le decía en una carta al filósofo Jacques Maritain en
sido entonada con la seguridad de que "el futuro nos pertenece" como esa me- octubre, que nuestra experiencia no fue un fracaso y, yo diría, que ha abierto
dianoche en la Alameda, desde la entonces sede de la Federación de Estudiantes enormes perspectivas en Chile. Yo he sufrido muchos estos días, más de lo que
de la Universidad de Chile, FECH. La misma elección del lugar, era una apuesta Ud. pudiera imaginar. Después de haber trabajado tantos años, por errores de
por la juventud, por el futt1ro y por la infalibilidad de la esperanza que era propia estrategia política que advertí hasta la majadería, hemos cortado un proceso que
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a esa auténtica religión política que fue el marxismo. Alegría delirante hubo esa yo creo era el mejor camino para este país y una experiencia útil para otros" •
noche, sin la arrogancia ni la violencia que se temía, desmintiendo así los pro- Algo similar le dice al embajador de Argentina, Javier Teodoro Gallac, que cree
nósticos. Ello ayudó a consolidar, en la mayoría del país, la impresión general que Allende tiene práctica democrática, pero que sería incapaz de controlar las
del triunfo de Allende. Tomic se apresuró a reconocer la victoria del elegido. fuerzas qu,e lo acompañan, además de ser poco preparado para el cargo. Que
Ninguna figura demócrata cristiana lo acompañó en esta decisión política, no al Allende le. había pedido que reconociera su triunfo. Frei le respondió, según dijo
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a Gallac: "No puedo hacerlo, porque tu sabes que no soy marxista y, además, comenzaron a organizarse en todas las ramas, aunque con la falta de ardor que
porque creo que pese a tus buenas intenciones las acciones de (tus) partidarios denunciaba el éxito de la versión apolítica que los uniformados apoyaban a
llevarán a Chile antes de dos años a una dictadura totalitaria" 54 . Estos dos partir de 1932. Creían, en todo caso, contar con el apoyo más o menos tácito,
testimonios muestran el rechazo radical al marxismo, al percibirlo como un más o menos expreso, de los Estados Unidos.
peligro de primera magnitud. Aunque Frei no pertenecía primariamente al El triunfo de Allende cayó como bomba en la Casa Blanca. Incluso los medios
campo antimarxista ("sólo hay una cosa peor que el comunismo, el anticomu- de prensa liberales, es decir, de "izquierda", dejaban traslucir alarma. Nixon
nismo"), lo fue en las dos ocasiones en que, o rendía un fruto político eviden- estaba furioso. Creía que debería dar explicaciones ante la historia y la política de
te, en 1964; o lo sentía como un peligro letal, entre septiembre de 1970 y por qué "perdió a Chile", es decir, lo dejó caer en manos del comunismo. Nixon
septiembre de 1973. se sentía engañado por el Departamento de Estado. Concentró el proceso de
Frei no apoyó de manera activa al nuevo gobierno; ni tampoco una intervención decisiones sobre Chile en la Casa Blanca, poniendo a Henry Kissinger a cargo de
extra constitucional para impedir el acceso de Allende. Experimentaba el resul- supervisar todo hasta 1973. Chile pasaba a tener el status de "zona de crisis",
tado como un fracaso personal. Quizás, como no hubo otro estadista en el siglo alcanzando un puesto en la política mundial que era completamente despropor-
tan consciente del dilema, sabía que no existía régimen marxista consolidado cionado con la significación que había tenido hasta esos momentos. El mismo
que mereciera ser llamado "democracia", salvo que se adoptara el lenguaje del embajador Korry, el único miembro de la Embajada que había predicho el triun-
mismo marxismo. Frei cayó en una extraña inacción. Dejó que se jugara con la fo de Allende, decía en un mensaje a Washington que "tendrá el efecto más
posibilidad de elegir a Alessandri en el Congreso Pleno, que éste renunciara y profundo en América Latina y más allá de ella; hemos sufrido una grave derrota;
que constitucionalmente se llamara a nuevas elecciones en las que sí se podría las consecuencias serán domésticas e internacionales" 55 .
presentar Frei, esta vez apoyado además por la derecha. Alessandri se abrió a esta ¡Era algo tan grave para los intereses de EE.UU.? Los críticos a la gestión norte-
posibilidad. Mas, hubiera sido hacer burla del espíritu de la Constitución, un americana han señalado que la Casa Blanca fue engañada por su propia soberbia
"resquicio legal" de marca mayor. También, como se esperaron varios días para y espíritu imperial, a pesar de que son los mismos que, en general, critican la
plantear esta posibilidad, muchos diputados demócrata cristianos se pronuncia- defensa de los intereses particulares norteamericanos. Hay que recordar la
ron a favor de votar por Allende en el Congreso, siguiendo la costumbre hasta atmósfera de la Guerra Fría. Chile simbolizaba "la única democracia existente",
ahora siempre respetada. Tampoco Frei se interpuso de manera clara en el cami- y un cambio drástico hacia el marxismo en su cultura política, habría tenido un
no de quienes querían organizar una salida militar, aunque sabía que el ánimo impacto notable en la región. Quizás haya sido exagerado pensar que se hubiera
general de las FF.AA. era distante de la intervención política. producido un "efecto dominó" y que otros países siguieran la misma senda.
Es arriesgado afirmar esto, pero luce como la explicación más lógica a los hechos. Mas, era una época en que la pregunta de ¡hacía donde marcha el mundo, socia-
Sólo después del 22 de octubre, el atentado al general Schneider, el Gobierno lismo o capitalismo? era central en la política mundial. La elección de Allende
emprende una política decidida para apoyar el traspaso constitucional a Allende. aparecía como la confirmación del ineluctable triunfo del socialismo. En el mundo
Es probable que Frei haya querido ser depuesto por los militares. Existía el ante- diplomático y estratégico de los países occidentales, nadie dudó de que así fuese,
cedente de la caída de Arturo Alessandri, derribado por el movimiento militar aunque después las visiones fueran coloreándose de una difusa simpatía por la
en 1924, para volver meses después y tener todavía 25 años de vida política por "experiencia chilena". Al despedirse Enrique Bernstein del presidente Georges
delante. Es dificil que Frei, tan consciente de la historia, no haya acariciado una Pompidou, le asegura que Allende es un hombre de trayectoria democrática.
analogía. Para quien piense que esto es arrojar un baldón a la memoria del líder, Pompidou, tras decir que una vez nombrados los comunistas, es muy dificil
hay que recordarle que los escrúpulos de Frei se dirigían a que facilitaba el quie- deshacerse de ellos, le añadió: "No sé qué admirar más en usted, embajador, si
bre del estado de derecho al entregar constitucionalmente el mando. su optimismo o su patriotismo" 56 .
También comenzaron las reuniones del alto mando de las fuerzas armadas y de La Casa Blanca impulsó dos tipos de política. Por una parte, se ayudaría a
Carabineros. El más clave de todos, René Schneider, Comandante Jefe del Ejér- convencer a los parlamentarios, para que apoyaran la maniobra de votar por
cito, aunque hostil a la izquierda revolucionaria, quería apartar al Ejército de Alessandri, para ser seguida de su renuncia y de una nueva elección en la que
toda actividad política, y hacerlo sobrevivir convertido en un bunker. Al final, debería triunfar Frei, se suponía. Pero también se buscaría contactos con las
sería la política que se impondría hasta fines de 1972. Pero en otros niveles, Fuerzas Armadas para promover un golpe de estado, bajo el disimulo de que
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sólo buscaría crear las condiciones para llamar a una nueva elección presidencial Este hecho, le daría paz a Allende para lanzar su programa de "revolución con
en la que triunfase Freí. empanadas y vino tinto", como luego la llamaría, por los dos primeros años. Le
aseguró el acatamiento de las Fuerzas Armadas, espantadas del abismo al que
La tradición chilena ordenaba respetar la primera mayoría relativa. También
casi se entregan. Es difícil visualizar qué dinamismo y qué destino pudiera haber
había sido usual que hubiera algún tipo de acuerdo, formal o informal, entre
tenido un gobierno militar surgido en esas condiciones, cuando ya la mayor
las partes. En 1958 Jorge Alesaandri le había mandado señales al Partido Radi-
parte del país se había hecho la idea, resignada o entusiasta, a la toma de poder
cal, que más adelante lo apoyó. Una parte importante de los diputados y no
por parte de Allende. Además, la muerte del general René Schneider creó dudas
pocos senadores demócrata cristianos se rebelarían ante la idea de votar por el
acerca del "excepcionalismo" de la historia de Chile. Todo este episodio, no
candidato de la "reacción", perdedor además. Se acordó el "Pacto de Garan-
mostró un poder muy grande del "imperialismo"; por el contrario, es un ejem-
tías Constitucionales", con reformas a la Carta, para fortalecer el sistema
plo de la incapacidad de Washington de imponer un curso de acción que difiera
contra una transformación revolucionaria, en temas como la libertad de
prensa, la libertad de educación, la autonomía y monopolio de las armas por de la fuerza de las cosas.
parte de las Fuerzas Armadas. Eduardo Freí Montalva terminaba su gobierno en medio de una gran paradoja.
Al igual que Jorge Alessandri, como ya se ha señalado, su atractivo era igual o
Tampoco resultó la otra maniobra impulsada por Washington, que confidencial-
mayor que en 1964. La posición internacional del país y su sofisticación para la
mente se llamó "Track II", apoyar un golpe militar, en teoría para posibilitar una
política exterior lo habían llevado a la cúspide de su influencia externa, y de una
nueva elección, en la práctica el objetivo central era impedir el acceso de Allende
seguridad que devenía de su orden institucional, como del largo trabajo de di-
al poder. Casi resultó, casi por casualidad resultó, casi por casualidad no resultó.
plomáticos e internacionalistas chilenos. Por otro lado, espada de doble filo,
La gente de la CIA y el agregado militar buscaron hasta que encontraron a un
había abierto compuertas sin diseñar un cauce efectivo al torrente que todo lo
grupo que quería asumir el poder entre los chilenos, pero en general se encon-
arrasaría. Faro pero no timón, Eduardo Frei ejercería una gran fascinación sobre
traron con desgano. La ITT, que había apoyado la campaña de Alessandri, trató
sus contemporáneos y en el recuerdo, por frágil que sea la memoria de los chile-
también de buscar lo mismo, pero de acuerdo a la documentación, sólo estaba al
nos. Su discurso político abría una clara posibilidad de orientación en las turbu-
día de los rumores (pesimistas) que poblaban la embajada57 .
lentas aguas que la política mundial ofrecía al país, pero no pudo y no tuvo la
El grupo entretanto, altos jefes de las fuerzas armadas, encontraron resistencia fortuna de la segunda oportunidad. Mas, hasta su muerte en 1982 Eduardo Freí
en el general Schneider. De ahí surgió la idea de secuestrario, lo que sería la Montalva seguiría siendo una de las figuras polares de la política chilena.
excusa para declarar estado de emergencia en Santiago, cuyo jefe de plaza estaba
dentro de la conspiración. De acuerdo a los documentos norteamericanos, los
que siempre se citan, el grupo que llevó a cabo el intento de secuestro, era otro
al que la CIA había contactado 58 • En todo caso, para los líderes militares de la
conspiración, era importante contar o sentir que contaban con el apoyo norte-
americano. Todo el mecanismo del golpe se derrumbó cuando, por la torpeza
de la improvisación, uno de los secuestradores disparó sobre Schneider después
que este hiciera un gesto de alcanzar su pistola. En el Chile de su época, el
Comandante en Jefe del Ejército viajaba con su chofer en un auto lejos de
estar blindado, con la pistola en un portadocumentos. Que la intención no era
matarlo, se vio cuando la armadura del golpe se vino abajo, en forma instantá-
nea, y el Gobierno se dio a la tarea ahora sí que eficaz, de desmantelar todo
intento de toma de poder por los militares. El ejército, horrorizado por la
muerte pocos días después del general Schneider, cerró filas en torno al orden
constitucional 59 .
El país no quedó menos horrorizado. Desde la muerte del gran Diego Portales
en 1837, nunca un líder político o gubernamental chileno había sido asesinado.
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con el movimiento revolucionario, propio de épocas de precipitación histórica, Asia, salvo los países socialistas, Japón e Israel (incluidos en el primer
donde el tiempo pareciera dispararse. Todo tenía que ser revolucionario, con grupo); toda Oceanía, con excepción de Australia y Nueva Zelandia ( ... )
uso de la violencia para acceder al poder, al menos por el momento como arma Se trata de la zona sobre la cual gravita, prácticamente, toda la miseria del
retórica. A partir del Congreso de Chillán de 1967, se selló este compromiso
mundo. Estos fueron los pueblos que estuvieron presentes en La Habana7 •
que era más que retórico:
El Tercer Mundo debía entonces gravitar hacia ese segundo mundo, el del socia-
El Partido Socialista, como organización marxistaleninista, plantea la toma lismo. No se ve al Tercer Mundo moviéndose entre dos aguas igualmente
de poder como objetivo estratégico a cumplir por esta generación, para procelosas, equidistante de ambas. Por el contrario, existe un campo de gravita-
instaurar un Estado Revolucionario que libere a Chile de la dependencia ción sano y natural, hacia el cual deben aproximarse y según el cual, en líneas
(... )e inicie la construcción del Socialismo (... ) La violencia revoluciona- generales, deben modelarse los países subdesarrollados, "dependientes".
ria es inevitable y legítima. Resulta necesariamente del carácter represivo
y armado del estado de clase. Constituye la única vía que conduce a la
toma del poder político y económico (... )Sólo destruyendo el aparato Salvador Allende
burocrático y militar del estado burgués, puede consolidarse la revolu-
ción socialista. Las formas pacíficas o legales (se las) considera como Salvador Allende Gossens ( 1908-1973) era médico y fue un joven Ministro de
instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso político que Salud de Pedro Aguirre Cerda en 1939. Su pasión estuvo en la política. Surgió
nos lleva a la lucha armada 6 • de la juventud rebelde que se movilizó contra Ibáñez y fundó el Partido Socia-
lista en 1933. Venía de la clase media alta de provincia en términos sociales, clase
El lenguaje leninista se imponía por doquier. Todavía no expresaba la vida coti- dirigente en esos ámbitos, ya que como ha dicho Gonzalo Vial, en Chile la clase
diana, pero sí constituía el metro hacia dónde la izquierda chilena debía orientar alta es netamente capitalina. Su abuelo, Ramón Allende Padín, fue un periodista
toda labor política. mordaz, de fines del siglo XIX, situado en la izquierda de entonces, laica y de
La creación del Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, salido del crítica social; hacía víctima de su sátira a los sectores dirigentes, por su hipocresía
socialismo, en cierta manera en relación simbiótica con los socialistas, creó una moral y política, un eterno tema de referencia en el país. El origen social
atmósfera en donde los paradigmas de la revolución total se convirtieron en la también le permitía ser un hombre del sistema y, no cabe duda, que desde
orden del día para la izquierda. Salvador Allende, quien no era visto como el fines de los años cuarenta ya era miembro pleno de la clase dirigente, en un
líder por excelencia por esta sensibilidad excitada, fue delegado en Chile de la sentido amplio del término, que sólo con imperfección se deja etiquetar como
Organización Latinoamericana de Solidaridad (con Cuba), OLAS, fundada en "clase política" 8 .
La Habana en la reunión de la Tricontinental en 1967. Ahí se identificó al Ter- El ambiente agitado de los treinta impregnó al joven Allende del radicalismo
cer Mundo con el paradigma revolucionario radical y Allende lo asumió como social y hasta político. Hay upa foto que lo muestra desfilando uniformado en
lenguaje, aunque luego ocupó el cargo de Presidente del Senado en Chile: las Milicias Socialistas, donde hay todo un aire de época, y el observador se lo
podría imaginar en las calles del Madrid de la guerra civil, marchando al frente
La Tricontinental surge como una necesidad histórica de los pueblos
de batalla. En los 1940, desarrolló un lenguaje del nacionalismo revolucionario
postergados de Asia, Mrica y América Latina. El mundo en que vivimos
que se acercaría al final a una alianza con el comunismo. El marxismo ocuparía
se halla fundamentalmente dividido en tres grupos. El primer grupo,
más y más espacio en sus interpretaciones acerca de los acontecimientos chilenos
cuyo núcleo principal aparece formado por las comunidades
y mundiales. Hombre viajado para su generación, estaba dotado de un encanto
ultradesarrolladas instaladas en ambas costas del Atlántico, en América
personal no común en los líderes de la izquierda chilena, encanto que lo hacía
del Norte y en Europa, comprende a los países capitalistas (... )y aunque
llegar más allá de la izquierda, y que a veces se confundía con un estilo del
no representa más que a un 20% de la población mundial su producción
corresponde al 60% del producto mundial. El segundo grupo se halla burgués clásico de la Tercera República francesa 8.
integrado por los países socialistas: la Unión Soviética, las democracias Sin embargo, no conocía un idioma extranjero ni entendía en profundidad la
populares de Europa, la China, Mongolia, Corea del Norte, Vietnam evolución mundial, incluso desde una perspectiva marxista. Por otro lado, tam-
del Norte y Cuba (... ) El último grupo, el Tercer Mundo, incluye todo bién tenía un notable poder de impresionar humanamente y de ganarse a los
el Mrica, toda América, salvo Estados Unidos, Canadá y Cuba; todo extranjeros, lo que probó cuando fue Presidente. Poseía cultura, pero no era
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hombre de lecturas; sus conocimientos de economía eran mínimos y no supera- clase a los que jamás renunciarán voluntariamente. Más aún, como conse-
banlo del adoctrinamiento marxista. Seducción social, personal, cierta elegancia cuencia del mismo desarrollo capitalista mundial, la entrega de la burgue-
"siútica" -traducida a otro castellano como "cursi"-, hacía gala de ella a sía monopolista nacional al imperialismo aumenta progresivamente, se
sabiendas, elaborando un estilo personal inconfundible. acentúa cada vez más en su dependencia su papel de socio menor del
Entre populista, marxista, en ocasiones hacía malabarismos con un lenguaje capital extranjero. Para unos poco, vender a diario un pedazo de Chile es
republicano radical que se parecía al que hubiera empleado su abuelo, no des- un gran negocio. Decidir por los demás es lo que hacen todos los días 11 •
preciaba la buena vida y los placeres, aunque lejos del estilo corrupto brutal de Este era el cimiento sobre el que se levantaba el edificio conceptual y emocional
tanto político latinoamericano. Vivía en un estilo de clase media alta, a la que que transportó la voluntad política de la Unidad Popular. El mundo parecía
pertenecía, pero su discurso público, incluyendo las "siutiquerías", caló en for- dividido en dos realidades antagónicas, el bien y el mal radicales. El
ma profunda en vastos sectores populares 9 . Hubo un hecho decisivo que lo "antiimperialismo" es el primero; el "capitalismo" y el "imperialismo" era el
marcaría hasta su muerte, y que quizás lo llevaría a ella, la Revolución Cubana. segundo. Emprender el primer camino era acceder a la verdadera independencia
El romanticismo revolucionario y transformista que animaba a Allende, ganaría y realización del país, que es la ruta de los países "socialistas":
la fijación en un modelo concreto, el castrismo. Desde un primer momento,
empezó a viajar a Cuba y, como tantos, quedó embrujado por Castro. A su Se promoverá un fuerte sentido latinoamericanista y antiimperialista por
fidelidad en la alianza con el comunismo -aun dentro de alguna distancia con medio de una política internacional de pueblos antes que de Cancille-
rías. La defensa decidida de la autodeterminación de los pueblos será
la URSS-, añadió la admiración incondicional por el nuevo paradigma, la
Revolución Cubana. impulsada por el nuevo Gobierno como condición básica de la convi-
vencia internacional. En consecuencia, su política será vigilante y activa
Allende continuó desempeñándose con talento en el trabajo parlamentario; tam- para defender el principio de no intervención y para rechazar todo
bién con respeto a sus reglas del juego. Sus ideas y su empatía política fueron intento de discriminación, presión, invasión o bloqueo intentado por
girando hacia la ruta de la guerrilla, inspirada en el castrismo y, después, en el los países imperialistas. Se reforzarán las relaciones, el intercambio y la
guevarismo. Ya se nombró su papel en la Trincontinental y la OLAS, que debían amistad con los países socialistas (... ) Se solidarizará en forma efectiva
promover la lucha armada y el modelo cubano en América Latina y en el Tercer con la Revolución Cubana, avanzada de la revolución y de la construc-
Mundo. Cierto, fueron entidades algo fantasmagóricas, pero la cultura política ción del socialismo en el continente latinoamericano 12
que representaban, sí que era real. A ella se sentía obligado Allende, y su discur-
so dentro del país obedecía a esa lógica. El horizonte paradigmático, es decir, el marco regulativo por el que se debía
regir en su procedimiento la política de la Unidad Popular, estaba dado por el
socialismo de los países marxistas, en especial el régimen cubano. Para la Unidad
El propósito internacional Popular no cabía duda que había un polo positivo del sistema internacional,
favorable a los intereses del país, que además coincidían con los del Tercer
El Programa de Gobierno de la Unidad Popular destacaba la perspectiva inter- Mundo. Era el polo salvífica de la historia y la esperanza para quienes se sentían
nacional entre los propósitos de la coalición. "Apoyar al candidato de la Unidad atrapados en las garras de un orden internacional injusto. Sobre la política con-
Popular no significa, por tanto, sólo votar por un hombre, sino también pro- creta que se llevará a cabo, se anuncia un tanto escueta pero decidoramente:
nunciarse a favor del reemplazo urgente de la actual sociedad, que se asienta en
el dominio de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros" 10 • El cambio La política internacional chilena y su expresión diplomática deberá rom-
interno de la sociedad se apoyaba en un cambio de posición internacional. per toda forma de burocratismo o anquilosamiento. Deberá buscarse a
Ambas realidades le parecían inextricablemente unidas: los pueblos con el doble fin de tomar de sus luchas lecciones para nuestra
construcción socialista y de ofrecerle nuestras propias experiencias de
Lo que ha fracasado en Chile es un sistema que no corresponde a las manera que en la práctica se construya la solidaridad internacional que
necesidades de nuestro tiempo. Chile es un país capitalista, dependiente propugnamos 13 .
del imperialismo, dominado por sectores de la burguesía estructuralmente
Una revolución que partía de un sistema institucionalizado, que lo iba a trans-
ligados al capital extranjero, que no pueden resolver los problemas funda-
formar radicalmente, aunque usando los mecanismos que el mismo sistema per-
mentales del país, los que se derivan precisamente de sus privilegios de
mitía, no podía llegar a un rompimiento drástico con el entorno internacional.
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tomaba las riendas del poder, aunque fuera en forma legal, estaba condenada a Dentro de la propia Constitución modificaremos esa Constitución, para
construir su "modelo", entre otras razones, porque creía en él. Si en 1947, el dar paso a la Constitución Popular, que expresa auténticamente la pre-
Partido Comunista no había podido sustraerse a la tentación de movilizar las sencia del pueblo en la conquista y ejercicio del poder (.... ) Nuestra
fuerzas sociales que le eran adictas, mientras participaba en el Gobierno, en normativa jurídica, las técnicas ordenadoras de las relaciones sociales
1970 se trataba de una coalición de fuerzas políticas vastas que llevaban a cabo la entre los chilenos, , responden hoy a las exigencias del sistema capitalis-
"hipermovilización" que caracterizó la vida cotidiana en estos años. ta. En el régimen de transición al socialismo, las normas jurídicas
Mas, si una revolución radical debe tomar en cuenta el contexto internacional, responderán a las necesidades de un pueblo esforzado en edificar una
una voluntad de transformación, que se movía en un medio altamente nueva sociedad( ... ) Del realismo del Congreso depende, en gran medi-
institucionalizado como el chileno, debía andar con pies de plomo al tratar con da, que a la legalidad capitalista suceda la legalidad socialista conformes
el entorno internacional. El tema más importante para Allende y la Unidad a las transformaciones socioeconómicas que estamos implantando, sin
Popular, era posibilitar "la transición al socialismo". Chile estaba en el mismo que una fractura violenta abra las puertas a arbitrariedades y excesos
derrotero de Cuba, pero entendido como "medio de transformación", sería di- que, responsablemente, queremos evitar 19
ferente. El paradigma que orienta su empleo, es el de quienes "osaron repensar Un texto decidor como pocos. Expresa el carácter sólo instrumental, transito-
el mundo como un proyecto al servicio del hombre ( ... ) para la creación socialis- rio, en estado de disminución, con que era mirada y usada la "legalidad
ta", nombrándose de manera expresa a Cuba y "Rusia" 15 . "La Revolución Cu- burguesa". Es un cambio del sistema con los instrumentos del sistema. Allen-
bana y la Revolución Chilena son depositarias de las mejores tradiciones ( ... ) de agregó una amenaza apenas velada, de que la mayoría del Congreso debe
Los pueblos de Cuba y Chile están en la vanguardia de la lucha en esta nueva asentir a la gran transformación o si no, se desencadenará la violencia.
etapa liberadora, libertaria" 16 . En la mirada a la historia de Chile, hay una inter- Era también una invitación a que muchos de aquélla mayoría alentaran al uso
pretación que diferencia a una parte sana, siempre perdedora, que va desde los de la fuerza, antes que otros los atacaran a ellos. Claro, no era la intención de
indígenas originarios, hasta los luchadores sociales de la primera mitad del Allende colocar las cosas en esta perspectiva. Mas, era la lógica casi inevitable
siglo XX. La historia sería una gran violación de un status original, según Allen- de la política chilena.
de, en México en 1972:
Por último, la estrategia internacional se hacía en nombre de un enemigo, el foco
Desde la Conquista Cuauhtemoc, con sobriedad y orgullo de indio, con del mal en el mundo, agente del "subdesarrollo" en Chile, el "imperialismo":
el silencio responde a la tortura y sólo expresa que no está en un lecho de
rosas. En la zona austral, otro indio, de la raza araucana, Galvarino, con el Yo acuso ante la conciencia del mundo a la ITT, de pretender provocar en
mismo silencio, marca la dignidad del aborigen, y con los muñones de sus mi patria la guerra civil. Esto es lo que nosotros calificamos acción impe-
brazos en alto indica que no podrá su raza olvidar la epopeya que está rialista (... ) (no se puede aceptar) una interpretación al derecho interna-
viviendo 17 cional suborclinada a los intereses del capitalismo (... ) Estamos ante un
verdadero conflicto frontal entre las grandes corporaciones transnacionales
El tiempo de la Unidad Popular se engarza con ese momento original, de des- y los Estados. Estos aparecen interferidos en sus decisiones fundamentales
trucción de lo que, en el espíritu de este lenguaje, se suponía "comunismo -políticas, económicas y militares-, por organizacionesglobales que no de-
primitivo". Aunque en el resto de la historia de Chile habrían existido momen- penden de ningún Estado y que en la suma de sus actividades no están fisca-
tos de fidelidad con "el pueblo", según una interpretación algo forzada de lizadas por ningún Parlamento, por ninguna institución representativa del
O'Higgins, Manuel Rodríguez y Balmaceda, hasta llegar a los luchadores socia- interés colectivo. En una palabra, es toda la estructura política del mundo
les del siglo XX, la esencia de esa historia era la falsificación, la "dependencia". la que está siendo socavada. «Los mercaderes no tienen patria. El lugar don-
Existía también una profesión de reconocimiento a la "tradición republicana y de actúan no constituye un vínculo. Sólo les interesa la ganancia" Esta frase
democrática (que) llega así a formar parte de nuestra personalidad, impregnan- no es mía, es de Jefferson20 •
do la conciencia colectiva de los chilenos" 18 . Pero no es valorizada en sí misma, Allende pronunció estas palabras ante las Asamblea de la ONU, en diciembre de
sino que en su calidad de prólogo a la inevitable evolución hacia el socialismo. 1972. Fue su "momento estelar" en política internacional, en su posición ante la
El sentido de la "revolución chilena" era afirmarse a sí misma en esa marcha: política m;undial. Reflejan muy bien la estrategia de La Moneda ante EE.UU.,
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de no atacar directamente a Washington, incluso de ofrecer una "política de sociedad, el desenlace socialista de la pugna se hace globalmente viable y
simpatía", sin dar flanco a un contra-ataque, y a la vez ponerse las insignias del necesario para el mundo, radicalizándose así los objetivos de todo el
adalid del "antiimperialismo", que en cierta manera logró. Se asía de un tema movimiento revolucionario 21 .
pegajoso, el intento de la ITT por influir en los acontecimientos en septiembre
y octubre de 1970, hecho muy exagerado por lo demás. Dos aspectos llaman la atención. Primero, la insistencia en la alusión a lo "glo-
bal", que no fue concepto acuñado después de la Guerra Fría. En segundo
El texto refleja el rechazo de Allende a la economía mundial (de mercado). A lugar, la orientación hacia un paradigma universal que se supone ineluctable,
la vez, muestra en forma clara el paradigma de las relaciones internacionales forzoso, de próxima ocurrencia. En todo caso, estas palabras representaban un
que entreveía la persuasión marxista, aquel de un mundo dominado por Esta- esfuerzo semántico por incorporar a Chile a una esencia universal, que se desa-
dos (donde, por cierto, el "pueblo" sería quien ocuparía el poder), en los rrollaría de manera concreta a lo largo y ancho del mundo.
cuales la soberanía interna y externa estaría manejada por el poder político. En
efecto, durante los años de la Guerra Fría, el sistema de estados marxistas se
aproximó mucho a esta realidad, ya sea que fuera cooperativo entre sus acto- La atmósfera de la "vía chilena"
res, como el Pacto de Varsovia, o de una hostilidad total, como las relaciones
El destino decisivo de Chile se había desplegado fuera del país, arrastrando a las
entre la URSS y China. La estrategia internacional del cambio propuesto por
instituciones políticas chilenas a su inevitable disolución. "No hay ya desenlaces
la Unidad Popular, no podía consultar una cooperación creativa con la econo-
mía mundial de mercado. nacionales de las luchas políticas", es la justificación del gran giro que luego
habría de darse en Chile. Dentro del país, la izquierda fue la única que, con
La visión ideológica se orientaba a los paradigmas revolucionarios de tipo mar- fuerza, pudo articular esta combinación de visión mundial, movilización interna
xista, el modelo que servía de faro de navegación, y de referencia como puerto y paradigma de cambio social drástico -"irreversible" era el supuesto- que
de destino. Clodomiro Almeyda ( 1923-1997), el principal canciller de Allende, embrujó a una parte del país y fue, poco a poco, espantando y enardeciendo a la
diseña este horizonte con particular radicalismo, al menos tal como lo veía otra. Ocasionalmente hay referencias positivas hacia algunos aspectos de la his-
en 1967: toria de Chile, rasgos de la historia de Europa moderna, o regímenes no marxis-
Hoy por hoy, entonces, en Chile la gran cuestión política que divide ob- tas del Tercer Mundo. Casi siempre esta positividad consiste en que ese ejemplo,
jetivamente a Jos chilenos es su posición frente al imperialismo yanqui. cumple un papel en el camino necesario hacia el objetivo final de la sociedad
Como alguien lo ha expresado, no son ya las cuestiones de la seculariza- socialista. En el lenguaje del marxismo chileno de los sesenta y setenta, existía
ción de la vida política ni la intervención del Estado en la economía ni la poco y nada de crítica o distancia hacia el marxismo en el poder. Cuando se
defensa o ampliación de las libertades públicas, lo que divide las aguas en hacía, casi sin excepción se criticaba al "socialismo real" desde la perspectiva de
el proceso político real, sino la actitud frente al imperialismo. Este último una "revolución más auténtica" que en los hechos, favorecía una persuasión
por el rol reaccionario que cumple, ha planteado su tarea estabilizadora extremista, contra "el sistema". Como se ha dicho, esta dicotomía hacía que la
que cumple en términos de fuerza y de violencia. Esto determina la izquierda marxista pudiese convivir con el sistema estando en la oposición; una
radicalización de la lucha mundial antümperialista, la que adquiere tam- vez asiendo las riendas del gobierno, estaba condenada a experimentar con sus
bién un carácter esencialmente violento, considerada globalmente, como ideas y la práctica consiguiente.
lo demuestra la serie de escenarios bélicos que desde la Segunda Guerra No sólo estaba la letra del Programa de Gobierno de la Unidad Popular, sino
Mundial hasta ahora han ido ocupando sucesivamente la primera plana de que en el aire de fines de los sesenta en la izquierda chilena, nada había que
la atención mundial. La lucha de clases en esta segunda mitad del siglo recibiera más repudio que la idea de transar en el programa, en su espíritu, en el
XX, se manifiesta a través de la lucha antiimperialista a nivel mundial, objetivo estratégico de ser la "transición al socialismo", ojalá llegando luego a
cuyo desenlace global en la cúspide se define en términos de violencia. éste. Ese espíritu de intransigencia aparecía también en la Democracia Cristiana
No hay ya desenlaces nacionales de las luchas políticas. Todas estas se han y, luego se vería muy claro, en la derecha. Existía un espacio de transacción, y la
ido insertando en un proceso de alcance general al cual ningún país pue- usanza de la democracia, de que junto al debate y a la hostilidad, haya comuni-
de escapar. Al desembocar la lucha antiimperialista, necesariamente, en cación directa entre las partes, mantenía presencia, pero sin duda era un estado
la derrota del sostén armado de todas las estructuras capitalistas de la de ánimo en retirada. Se probaría en forma abundante en los siguientes tres
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años. Los nuevos actores en la izquierda, el MIR y el MAPU no hicieron sino convivir con el sistema democrático mientras estuviera en la oposición. En
exacerbar esta situación. Incluso, en plena campaña, Fidel Castro tuvo queman- cambio, una parte mayoritaria de los socialistas y el MIR y otra del MAPU, se
dar un mensaje a la izquierda de que aprobaba la vía electoral, en ciertos casos. deslizaban hacia una confrontación y preparación de la lucha armada. Se debe
Fue como un "perdonavidas" a la candidatura de Allende, quien no osaría, por anotar que, gracias a la influencia de Castro, en el MIR bajó el perfil de su
profundas razones políticas y sicológicas, poner en tela de juicio la autoridad de actividad terrorista en 1970 para no torpedear la candidatura de Allende. Se
Castro para dirimir la política chilena. suponía que una vez derrotado éste, se podría desencadenar con toda su fuer-
Por todo ello, era dificil que una vez en el poder, pudiera emprenderse un cami- za "la vía armada". Estaba sucediendo, bajo un gobierno militar, en Brasil y
no que se apartara en forma estratégica de la "transición al socialismo". Es cierto Uruguay; y luego se desarrollaría en Argentina 25 .
que había que considerar que la mejor defensa del Gobierno iba a ser, al menos
en el primer tiempo, su legitimidad de origen, que era constitucionalmente electo.
Si rompía de manera decisiva con ese marco, podía poner en marcha las fuerzas Polémica y talante en 1973: la Declaración de la Cámara
que lo depondrían aduciendo esa violación. Por otra parte, tenía que poner a su Donde mejor se puede ver esta preparación mental, es en lo testimoniado por la
vez en marcha los mecanismos para no ser prisionero de la institucionalidad y mayoría de la Cámara de Diputados e\22 de agosto de 1973, cuando se declaró
cumplir con el objetivo estratégico 22 • Era una apuesta que se podía ganar y una el "quiebre del Estado de Derecho" y se hacía un claro llamado a una interven-
novedad, ya que iba a ser el primer caso en la historia del siglo en que se inten- ción militar; nadie se engañaba, entonces, sobre esto último. Y la respuesta de
taría lograr construir un sistema marxista (o "socialista") con medios democrá- Salvador Allende a la declaración, que era aguardada por los jefes militares que
ticos. Y Allende se preocupaba mucho de recalcar la estricta ortodoxia marxista estaban organizando la intervención, se detuvo un paso antes de la de sus
de su posición. En el Estadio nacional, el 5 de noviembre de 1970, decía: homólogos de 1891. Tenía un valor de legitimación, ya que al menos para los
Desde el punto de vista teórico-doctrinal, como socialistas que somos, organizadores del golpe, era importante diferenciarse del "golpismo" latino-
tenemos muy presente cuáles son las fuerzas y los agentes del cambio americano, y mostrar las raíces "constitucionalistas" de su "intervención";
histórico. Y, personalmente, sé muy bien, para decirlo en los términos serían Allende y la Unidad Popular los que habrían violado la Constitución.
textuales de Engels, que: "Puede concebirse la evolución pacífica de la En la búsqueda del "poder total", el gobierno de la Unidad Popular "no ha
vieja sociedad hacia la nueva, en los países en donde la representación incurrido en violaciones aisladas de la Constitución y de la ley, sino que ha
popular concentra en ella todo el poder, donde, de acuerdo con la Cons- hecho de ellas un sistema permanente", amparando "poderes paralelos (... ) que
titución, se puede hacer lo que se desee, desde el momento en que se constituyen gravísimo peligro para la nación, con todo lo cual ha destruido ele-
tiene tras de sí a la mayoría de la nación" 23 • mentos esenciales de la institucionalidad y del Estado de derecho". La Declara-
Con igual énfasis se lo decía al dilettante de las revoluciones, Régis Debray: ción "representa", es decir, hace un llamado no sólo al Presidente, sino que "a
los señores Ministros de Estado, miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo
Lo he dicho aun antes de nuestra victoria. La lucha revolucionaria puede de Carabineros, el grave quebrantamiento del orden constitucional" 25 . Imposi-
ser el foco guerrillero, puede ser la lucha insurrecciona! urbana, puede ser ble encontrar una petición más clara a la intervención militar. De hecho, había
la guerra del pueblo, la insurgencia, como el cauce electoral; depende del comenzado cuando el general Carlos Prats, antes de permitir una intervención
contenido que se le dé24 •
golpista, prefirió colaborar con Allende -y, en cierta media, con la Unidad
Era una revolución que se efectuaría de la mano de la letra de la Constitución, Popular-, lo que hizo de las Fuerzas Armadas un actor decididamente políti-
pero contra su espíritu. No era el primer caso en que, con medios constituciona- co26. En la parte más medular para calificar la situación institucional del país,
les, se transitara de una democracia a un sistema totalitario. Alemania nazi había los diputados afirmaron:
sido el primero, pero dentro del marco del "fascismo radical"; ahí, el establish- Que en el quiebre del Estado de Derecho tiene especial gravedad la for-
ment había al menos asentido en forma pasiva la transformación. En la segunda
mación y desarrollo, bajo el amparo del Gobierno, de grupos armados
mitad de la década de 1960, se delineó una distinción en la política hacia "el que, de atentar contra la seguridad de las personas y sus derechos,
sistema" por parte de la izquierda marxista, que se vería todavía durante los tres y contra la paz interna de la nación, están destinados a enfrentarse contra
años de la Unidad Popular. Los comunistas tendían a desarrollar un fuerte
las Fuerzas Armadas 27
reivindicacionismo social y económico, a la larga insostenible, pero que podía
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Los firmantes de la Declaración apostaban a la carta de la intervención militar, Una vez cruzado ese umbral, ningún grupo, ni de la Unidad Popular ni de la
porque los uniformados empleaban armas de fuego que podían matar. Pero, oposición, poclía tener una lealtad íntima al sistema. Este era espurio para el
ante la imposibilidad de forzar otro tipo de cambio a la estrategia que en la marxismo, salvo en los rasgos que "anunciaban" al socialismo (movimiento obre-
práctica estaba imponiendo un golpe "totalitario", había que llamar a quienes ro, la izquierda política, las instituciones progresistas, .. ). El sistema parecía des-
tenían armas para que tuvieran la disuasión necesaria con el fin de restaurar la figurado a ojos de la Democracia Cristiana y de la derecha. Para los primeros,
democracia. O, según el caso, crear un orden en el cual un atentado a ella no para una gran mayoría de ellos, el golpe de Estado ya se había realizado; este
fuera posible, y que excluyera al marxismo. Que habría víctimas, de eso no le sentimiento se refleja en la Declaración. Para los segundos, el sistema estaba
cabía duda a nadie, ya que sería un enfrentamiento armado con las "milicias de viciado desde un comienzo. Para las fuerzas de oposición en su conjunto, la
la U ni dad Popular", las cuales a su vez, impusieron a sus adversarios o aceptar misma idea de hacer "oposición" era imposible de realizar sin recurrir a la con-
las vías de hecho producidas por la "movilización", o "movilizarse" también y tra-movilización que desfiguraba el espíritu de la democracia.
llamar a las fuerzas armadas a restaurar lo que aseguraban era una democracia Al sostener que la izquierda, a partir de 1970 como "Unidad Popular", iba tras
confiscada. su paradigma de los sistemas totalitarios, no se quiere decir que ello se podría
Parte de ellos aseguraba coincidir con el "socialismo", y hasta líderes de derecha equiparar a una oscura conspiración. Como toda actividad política tenía su lado
podían a veces sostener lo mismo. A muchos de los firmantes ni siquiera se les secreto. En el estilo de hacer política de los partidos marxistas, la Unidad Popu-
poclía ocurrir que los uniformados fundaran un "régimen militar", ni menos el lar desarrolló también un aparato secreto y conspirativo, tal como la derecha y
exterminio de los dirigentes políticos de los partidos marxistas ni la forma como hasta la Democracia Cristiana lo harían en estos años. Pero su objetivo, su sue-
ocurrió (Cap. XIV). Pero todos ellos veían que estaban ante un dilema militar y ño, la esperanza como alegría cotidiana estaba enfocada a una finalidad clarísi-
no político, aunque la solución última que quisiesen fuese política; pero aún ma, "la construcción del socialismo". Se entiende este no según el "modelo
para ello, los militares debían "pronunciarse" en defensa del espíritu de la Cons- occidental", irremediablemente encallado en las aguas de la "democracia bur-
titución. Incluso la parte de los líderes demócrata cristianos que condenaron el guesa", sino que del "bloque socialista".
11 de septiembre, ponían el acento de la responsabilidad en las acciones de la La respuesta de la Unidad Popular a la Declaración respira la seguridad de mar-
"extrema izquierda". Por lo demás, los chilenos que estaban en la oposición char a la vanguardia de la historia. Es un llamado a ponerse a las órdenes del
veían que en los seis años de Jorge Alessandri, la violencia política causó 9 muer- Gobierno, "para que el país mantenga su marcha incontenible hacia un destino
tos; en el período de Eduardo Freí Montalva fueron alrededor de 25; en los tres superior". En la respuesta más sustancial del mismo Allende, se reconoce sin
años de la Unidad Popular se acercaban a los lOO. Y además, estaba la violencia ambages que la Declaración hacía un llamado a "la intervención de las Fuerzas
cotidiana de palos y cadenas. Armadas y de Orden frente al gobierno democráticamente elegido". En lo que
De esta manera, se dio una situación que no podría calificarse de "revolución", interesa, Allende deconstruye la defensa del "Estado de Derecho" que invocaba
aunque sí de anticipo a ella. El mismo Fidel Castro, quien alcanzó a observar la Declaración; lo hace con un argumento que legitima el futuro, representado
que la oposición poclía ganar a la Unidad Popular en el mismo terreno de la por su Gobierno, la única fuente de realidad positiva. El "Estado de Derecho" al
movilización de masas, profirió un juicio prístino acerca de la "experiencia chile- que refiere la Declaración, supone "una injusticia económica y social entre chi-
na". "Chile vive un proceso revolucionario y no una revolución" 28 • Era la lenos que nuestro pueblo ha rechazado". Dice también:
expectativa de la revolución la que se agitaba en la polarización política en Chile La democracia chilena es una conquista de todo el pueblo. No es obra ni
en 1972 y 1973. regalo de las clases explotadoras y será defendida por quienes, con sacrifi-
En fin, una vez desatada la "política de masas", es decir, de movilizaciones, a cios acumulados por generaciones, la han impuesto ( ... ) (Nunca) antes ha
partir de fines de 1970, esta se erigió en un modo de hacer política paralela y habido en Chile un Gobierno más democrático que el que me honro en
muchas veces más fuerte a la del sistema institucional y al de la cultura política presidir, que haya hecho más por defender la independencia económica y
29
que existía desde los 1920. Las fuerzas que se sintieron y eran amenazadas por la política del país, por la liberación social de los trabajadores •
Unidad Popular, sólo poclían sobrevivir y ser efectivas si adoptaban esa actitud. La idea de la historia y de la posición de Chile en el sistema internacional aparece
Las fuerzas antirrevolucionarias debían incorporar unos aspectos de la práctica diáfana en el texto. Existe una relación de causalidad entre ambas. El verdadero
revolucionaria para que su posición tuviera sentido en el nuevo escenario. Era Chile se proyecta en la "construcción del socialismo", y en definirse a sí mismo
una vieja historia que había comenzado en los días de la Revolución Francesa.
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como "independiente" del "modelo occidental", aunque lo que este último de despreciable del MIR, con ramificaciones en todo el país, aunque su número
pueda contener de positivo se conservará en la sociedad final y feliz. Su fideli- no fuera muy grande; algunos núcleos en torno a los "cordones industriales";
dad tenía que dirigirse hacia el proyecto, no hacia la sociedad y las instituciones, tenía además, la posibilidad de otros en las FF.M. Para un caso de golpe, si en
cuyas contradicciones el mismo proyecto iba a superar. Es la misma idea Santiago se producían "días de julio", como en Madrid en 1936, con una masa
que había pronunciado en el Mensaje del21 de mayo de 1971. La coherencia humana desplazándose combativa hacia el centro y rodeando los cuarteles, y con
es impecable. unidades militares indecisas; o alguna rama de las FF.M. declarando defender al
Gobierno, Carabineros lo más probable, es que defendiera de La Moneda.
También la Unidad Popular tenía razones para esperar que el golpe fuera una
El golpe que viene, ¿de quién? especie de "Tancazo" en grande, es decir, como el desenlace del alzamiento
La Declaración y la contra-Declaración resumen bien el estado de ánimo que del29 de junio de 1973; o el "Ariostazo" del25 de agosto de 1939, en tiempos
embargaba a los chilenos, el de la guerra civil política, semi-armada si se quiere. de Don Tinto, Pedro Aguirre Cerda. Se podrían arrastrar algunas unidades
El mismo "no a la guerra civil", que empezó a ser propalado por Carlos para un lado, y otras para otro; una tercera, o la mayoría, estarían a la espera,
Altamirano, era un llamado a prepararse para ella; si alguien se interponía en el dubitativas, "al aguaite". En ese lapso, estaba la movilización ardorosa de las
camino de la movilización, tendría que enfrentar la legítima violencia del "pue- masas, con las que Allende todavía podía contar, quizás no como en 1971,
blo"; o si se provocaba un alzamiento militar, entonces el "pueblo" desataría la pero considerable aún. Era en ese momento, donde la organización armada de
guerra civil. Es importante recordar que la expectativa general de la población y, la Unidad Popular jugaba un papel esencial. Mil hombres, entrenados y orga-
sobre todo de sus representantes, era que la salida "no política" a la crisis iba a nizados, podían decidir la situación en Santiago, como apuntaba Pide! Castro,
costar miles de decenas de víctimas. Como lo relató un testigo el año 2002, el quien estaba detrás de esta estrategia (Cap. XIII). Harían, en efecto, "irrever-
general Prats hablaba de 15 mil muertos en caso de golpe de Estado; de "un sible" la marcha hacia socialismo.
millón de muertos" en caso de guerra civiP 0 • Cifra ésta última que se atribuía a la
Que se tuviera esa capacidad operativa no era fácil; se debe aprender a manejar
guerra civil española. La historiografia, a partir de los sesenta, ha ido reduciendo
las armas, dominar el ejercicio militar y poseer municiones así como tener una
el número hasta alcanzar alrededor de 300 mil. Sin embargo "Un millón de
organización altamente centralizada. Como se vio el 11 de septiembre, sólo el
muertos", título del segundo tomo de la célebre novela de José María Gironella,
MIR tenía esa capacidad, pero era insuficiente. Socialistas y comunistas, contan-
capturó la imaginación del mundo. Se manejaba como cosa común y corriente
do con un aparato semi-militar, no lo tenían afinado, al parecer. Los cubanos
en el Chile de la Unidad Popular.
habían ayudado en la estructuración de estos grupos, y tenían un destacamento
Esto indica hacia otro fenómeno de la inserción de Chile en la política mundial. en Chile, pero su número era pequeño y es probable que no hayan entrado en
Desde la guerra civil, y quizás desde los días del general Primo de Rivera, la acción; solos no podían hacer nada, ya que el sentido de su misión era preparar
política española tendría una gran influencia en los acontecimientos de Chile. a las fuerzas de la Unidad Popular para que aprovecharan las circunstancias de
España sería el espejo en el que se miraría la cultura política chilena como posi- un golpe fallido.
bilidad extrema. Los ardientes antimarxistas de 1973 y de los años siguientes, La sola preparación de esta estrategia implicaba poner el juego político más allá
veían en un régimen como el de Franco la solución a sus angustias. La izquierda del espíritu institucional que aceptaba la Constitución y el moderno "sistema
marxista había mirado el triunfo del "pueblo armado y combatiente" en las liberal". Para la oposición en 1973, si se seguían las formas constitucionales, ya
calles de Madrid y Barcelona en julio de 1936, como el modelo a seguir en el horras de todo contenido que permitiera que la "democracia salve a la democra-
caso de un alzamiento militar. Como peculiar ironía de la historia, a partir de cia", estaban en manos de la movilización, con las fuerzas armadas indecisas o
1973, los sucesos chilenos también jugaron un papel en el desarrollo político neutrales. La calle y poder total estarían, defacto, en manos de la Unidad Popu-
español aunque, por cierto, en menor magnitud. lar. Su propia gente, en contra-movilización, no tenía ni de manera remota la
La Unidad Popular había desarrollado un aparato con armas convencionales, en misma combatividad de la gente de izquierda. Era inexorable que algunos, como
torno a la Presidencia, para proteger a Allende y constituir el eje de una respues- seguramente Eduardo Freí y Patricio Aylwin, creyesen que el "golpe" ya se ha-
ta militar al alzamiento de las Fuerzas Armadas o algunos de sus sectores. Tenía bía dado, y que sólo la intervención militar podía restablecer la posibilidad de
otros polos, como grupos repartidos en el centro de Santiago, el aparato nada una opción de verdad democrática 31 .
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Y, ¿por qué la Unidad Popular no iba a mantener su curso1 Algunos de sus En una decisión netamente política, adoptó el segundo camino. En parte se vio
líderes podían ocasionalmente tener la conciencia de la necesidad de una tran- enmarañado por la combinación de "constitucionalismo" junto a la simpatía por
sacción, como fin táctico. Quizás Allende estaba entre ellos, aunque en realidad el mismo Allende. Llegó a identificarse con la política de Allende como líder,
no se sabe. A la vez, tenían la conciencia de que un acuerdo táctico, se podía sentimiento no recíproco. El Presidente se sintió decepcionado por la falta de
convertir en una detención del movimiento hacia el "socialismo", y en una pér- control que, por último, según él, mostró Prats en sus tratos con el alto mando
dida del objetivo estratégico. En 1973, la Unidad Popular pensaba lo que desde del ejército 32 Con todo, el lenguaje del mismo Prats fue deslizándose hacia el
hace mucho había aprendido como la lealtad a sus principios, que la democracia nacionalismo de izquierda, del cual sus propias Memorias son un testimonio,
del socialismo marxista era una "etapa superior" del desarrollo de la humanidad, aunque ello no significara simpatía por el marxismo revolucionario. Llegó inclu-
que era necesaria, es decir, buena en sí misma e inevitable. so a admirar algunos rasgos de la izquierda más ultra, del MIR, al menos en sus
dirigentes. Parece que propiciaba un compromiso entre la Unidad Popular y la
Democracia Cristiana, pero que mantuviera incólume el poder y gran parte del
La politización de la Fuerzas Armadas proyecto de la primera. Era la cuadratura del círculo.
Desde el "movimiento militar" de 1924, los uniformados habían sido un actor Como sea, su "constitucionalismo" implicó, ipso Jacto, una decisión política por
político activo o "en receso". En la historia del siglo XX, ello dependió de la parte del alto mando, donde el único que podía legítimamente "hacer política",
debilidad o solidez del sistema político. La orientación hacia el sistema interna- era el Comandante en Jefe. Esto sentó las bases de la crisis entre Prats y la vasta
cional se daba en primer lugar por la autoconciencia de ser los custodios de la mayoría de los oficiales, aunque sólo se manifestó después del 29 de junio de
integridad territorial, de la soberanía. Poder mantener este papel se denominaría 1973. El conflicto se desarrolló en torno al dilema de, o apoyar la gestión, o
luego "seguridad nacional". Constituía la razón de ser última de la conciencia forzar la modificación del programa de la Unidad Popular. Prats llegó a apoyar
de los oficiales. Se ha visto como esto se conjugaba con la conciencia del lo primero; la mayoría de los oficiales se fue inclinando, poco a poco, por lo
"excepcionalismo", de no ser fuerzas golpistas, como las otras en América Lati- segundo. Cuando la crisis general del país llegó a las familias, exacerbó en el
na, en especial de los vecinos. Esto no era un puro decorado, sino que carne. ambiente militar la sensación de que se preparaba una degollina de los oficiales
Si se le nombraba tanto, era porque no siempre había sido así. También, el antimarxistas. Era otra cara, como se hacía presente el espectro de la política
antimarxismo, más potencial que actual, era la toma de partido política más mundial, en la cual no había ejemplo de un cuerpo de oficiales que hubiera
decidida de los militares. En la práctica era una posibilidad remota, que sólo se sobrevivido a una revolución marxista.
pensaba si se creía eran víctimas de una "guerra irregular", ya sea en forma de
terrorismo o de guerrilla. Hubo otra experiencia muy simple de los militares que, en general, se pasa por
alto en los análisis del período. Allende sorteó el "Paro de octubre" en 1972
La intranquilidad de fines de los sesenta, había sido un primer paso hacia la gracias a la incorporación de los uniformados. Al mismo tiempo, las Fuerzas
politización de los uniformados. La muerte de Schneider consolidó el senti- Armadas tuvieron por vez primera, desde 1924, la sensación de dirimir los acon-
miento constitucionalista en los dos primeros años del Gobierno de Allende. tecimientos políticos, papel que les asignaba, casi a pedir de boca, la misma clase
La polarización interna, que se ha definido como "movilización" o política. Los militares eran cortejados por las dos alas del espectro. Los ejemplos
"hipermovilización", los volvió a arrastrar a la arena política. Desde luego, relativamente recientes, en los gobiernos de Gabriel González y de Carlos Ibáñez,
esto había sido elección de una minoría de oficiales, dispersos, casi paralizados eran menos significativos. En 1972/73, en cambio, fueron un factor político en
después de la muerte de Schneider. Tras el paro de Octubre (1972), Allende medio de la polarización, alentados a asumir esa función.
logró aquietar los ánimos y superar la prueba de fuerza llevando a los militares
al Gobierno. Se suponía que debían dar garantías a todos. Sin embargo, en La carrera del contralmirante Ismael Huerta Díaz (1916-1997) es representati-
primera instancia salvaron a la Unidad Popular. La situación colocó al general va de esta dinámica. Surgido de la generación que aborrecía "la política", en los
Carlos Prats (1915-1974) en una encrucijada donde o tomaba un papel años treinta, mantenía un orgulloso profesionalismo alejado de "los políticos".
políticamente estratégico, como un proyecto de pacificación que, de manera Compartió el entusiasmo inicial con la idea de un salto hacia adelante con Eduardo
inevitable, se apartara de las ideas de la Unidad Popular; o se sumaba a los Frei Montalva, para después tomar distancia ante la tensión entre uniformados y
esfuerzos por apuntalar a la Unidad Popular, aceptando un equilibrio inestable el gobierno. Sólo temía al triunfo de la izquierda marxista, porque ello podía
con la oposición. desencadenar una violenta agresión de los militares argentinos, frente a los cuales
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los chilenos se sentían inermes. Amigo del general Schneider, la muerte de este Chile es un laboratorio. La frase no es nueva, pero el sentido puede ser
acentuó su vocación constitucionalista, a pesar de la creciente desconfianza que trágico. Ideologías extranjeras y personajes foráneos a quienes importa
le producía el desarrollo del gobierno de Allende. un ardite el porvenir de nuestro país, se han entronizado en nuestras
Al ser nombrado Ministro de Obras Públicas y Transportes, después del Paro de instituciones, en los centros de poder político y económico, en las univer-
Octubre de 1972, en pocas semanas comenzó a tener choques con la mayoría de sidades, en los núcleos habitacionales, y se han dedicado a demoler y a
los funcionarios. Cuando el joven ministro Fernando Flores anunció, en enero destruir con el solo objetivo de utilizar nuestro suelo para experimenta-
de 1973, medidas de control del consumo que se asemejaban mucho al raciona- ción de teorías que no cuadran con la idiosincracia chilena. Cuando estos
miento, Huerta demandó a Prats que pusiesen en efecto lo que habían acordado personajes hayan sido expulsados, barridos fuera de nuestras fronteras por
los tres uniformados del gabinete, en el caso de una medida de esa dimensión e el verdadero pueblo de Chile, deberá comenzar la dura y larga tarea de la
inconsulta: renunciar. reconstrucción. Habrá que realizarla con un esfuerzo eminentemente
chileno que requerirá indudablemente del crédito externo, pero que se
Prats, que no desconocía la gravedad del anuncio, se puso reticente y al final se basará más que en recursos económicos, en un nuevo estilo, en una vo-
negó de plano a seguir al marino. Huerta tuvo el respaldo no sólo institucional luntad de trabajo que al desafio que la historia nos enfrenta. Sólo así
del alto mando de la marina y del cuerpo de oficiales, sino también la actitud de podremos vivir en paz con nuestras conciencias y con la satisfacción de
activo apoyo de los oficiales intermedios, fusionó el interés corporativo con la poder decir, cara al mundo, que los chilenos vencimos la adversidad y que
naciente manifestación política. En abril siguiente, Ismael Huerta encabezó la todo progreso es fruto del sudor, de la abnegación, del desinterés y del
protesta de los oficiales de las tres ramas contra el proyecto de la Escuela Nacio- esfuerzo mancomunado para incorporarnos al camino de la prosperidad 55 .
nal Unificada (ENU), que pretendía, entre otros fines, insuflar a la educación
escolar del espíritu marxista33 • Luego afluirían hacia él oficiales de grado inter- La visión es la clásica de los uniformados, aunque sin grandes huellas explícitas
medio de las tres ramas de las FF.AA. para ofrecerle apoyo si quería encabezar de una geopolítica entendida como doctrina. Tiene que ver con el lenguaje del
un movimiento militar. El Tancazo del 29 de junio puso las riendas en el alto "Chile patriótico" (Cap. I) y la idea que ese mundo está en trance de disolución.
mando, pero ya este se veía forzado a tomar una decisión. Con ello se extermina toda posibilidad de interacción rica con el mundo. El
antimarxismo pasó por el filtro de esta experiencia. También es un lenguaje que
Que la decisión de Prats de apoyar a Allende no era o no llegó a ser un mero percibe el paroxismo ideológico como una forma extranjera, "foránea", de ser.
acatamiento constitucional y legal, lo muestran sus palabras a Augusto Pinochet, La salvación, volver a lo propio, entendido como unidad. En el impulso semántico
después del ll de septiembre: de los oficiales que acaudillaron el sentimiento que condujo alll de septiem-
Augusto: El futuro dirá quién estuvo equivocado. Si lo que ustedes hicie- bre, había también una voluntad de crear un nuevo sistema político, por confusa
ron trae el bienestar del país y el pueblo realmente siente que se impone que haya podido ser la visión en un primer momento.
una verdadera justicia social, me alegraré de haberme equivocado yo, al
buscar con tanto afán una salida política que evitara el golpe 34 _
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la sociedad chilena 1 Lo auténticamente revolucionario sería la orientación in- de los No-Alineados, entre bastidores, la delegación chilena era vigilada para
ternacional de Chile como sociedad, en relación a la política mundial del siglo evitar resoluciones que se suponían manejadas por delegados muy influidos
XX. Los dirigentes, seguidos por una ardiente cantidad de chilenos y chilenas, por "los medios capitalistas", refiriéndose en concreto a afganos e "hindúes";
jugaron la carta de la "construcción del socialismo", teniendo como paradig- además, "no-alineamiento" no significa neutralidad, sino que tenía un sentido
ma los sistema marxistas. Algunos de ellos creían, en forma vaga, que el nuevo "antíimperialista". El delegado chileno Raúl Rettig, embajador en Brasilia,
Chile conservaría algunas características propias, y no sólo la "transición al interpretaba a su jefe cuando le informaba:
socialismo" sería única. En qué consistirían aquellos rasgos propios, eso no
(Me) orienté permanentemente por la tendencia actual de la política
quedó jamás en claro.
interna de Chile, por la actitud internacional que nace lógicamente de la
El Ministro de Relaciones Exteriores fue Clodomiro Almeyda, el teórico de la misma teoría que inspira esa política interna y por el afán natural de
revolución violenta. Su orientación hacía los sistemas marxistas permaneció nacer la defensa de las posiciones contingentes de nuestro país, a la vez
invariable en estos años, e incluso después, cuando tuvo que dar testimonio de que formular el ataque a sus agresores en el plano económico. Mi posi-
valor fisíco al ser prisionero entre 1973 y 1974 en condiciones incomprensi- ción al respecto que, es obvio, no podía discordar de la sostenida por
bles para el observador. No pertenecería a la izquierda "renovada", y de alguna todos los centros de expresión (de) nuestro gobierno está contenida en
manera una esperanza en un lejano futuro de inspiración marxista lo acompa- el discurso con que participé 5 •
ñaría hasta el finaF. Era uno de los líderes del socialismo, aunque su persona-
Es la toma de posición más clara que existe en torno a la defensa del país como
lidad de profesor universitario y de teórico de la doctrina fueron vallas para
un "proyecto", al menos antes del gobierno militar, en donde no hay diferen-
alcanzar los altos puestos. Provenía de una familia de linaje profesional; en este
cias entre política interna y externa. Pero cuando había posibilidad de una
sentido, era también parte de una "clase dirigente". Preparado para el cargo,
situación conflictiva, Almeyda mantuvo una posición pragmática.
poseía también la habilidad táctica para moverse en el mundo práctico de las
relaciones internacionales. En 1973, por algunos meses, Almeyda fue reemplazado por Orlando Letelier
(1932-1976). Venía del mundo de funcionarios internacionales o de las em-
Para sorpresa de algunos que esperaban a una suerte de Trotzky antes de Brest- presas públicas chilenas, militante del Partido Socialista. Con la ductibilidad
Litovsk, de revolución permanente en las relaciones internacionales de Chile, del hombre de salón, unida al encanto de un sueño revolucionario, Letelier
fue el estratega y ejecutor de una política exterior muy pragmática 3 . Supo vin- como embajador en Washington en 1971 y 1972, supo vincularse con los
cularse bien con el personal de la Cancillería como con el cuerpo diplomático. sectores liberales, lo que le sería muy útil más adelante, como exiliado y fue
Mantuvo una marcada continuidad en todo el ámbito de la diplomacia tradi- otro elemento de escándalo por su asesinato en 1976.
cional chilena. En todo aquello que no tocara asuntos de primera "necesidad
ideológica" o programática de la Unidad Popular, había pocos casos atingentes, Fue entonces Clodomiro Almeida el alma que formuló la política exterior chi-
parecía que no había cambio de gobierno. Donde se tocaba lo considerado lena en estos años. Operó por medio de la institución tradicional, la Cancille-
de "interés nacional", Almeyda supo aproximarse a todos los sectores, inclu- ría. Los poderes presidenciales eran, en todo caso, bastante amplios para con-
yendo a los especialistas reconocidamente de derecha, como Julio Philippi 4• ducir la política exterior. El Presidente nombraba a los embajadores, y hubo
Se trataba en general de cuestiones limítrofes, problemas de delimitación una amplia cuota de enviados "políticos", es decir, no profesionales, no mu-
pendientes con Argentina. En estas negociaciones, hubo total continuidad, cho más que en la generalidad de los gobiernos de antes y de después de 1990.
desde los últimos años de Jorge Alessandri hasta la publicación del fallo arbi- Fue el mecanismo mediante el cual el Gobierno colocó a su gente, aunque ya
tral en mayo de 1977. Buena parte del estilo de cooperación se debió a Almeyda, gozaba de una cuota de simpatizantes o militantes en los profesionales de ca-
como a la comprensión y habilidad personal que también mostró Allende. No rrera. La Moneda podía contar también con una falange de funcionarios inter-
hubo nada que se pareciese al estilo rupturista de la Cuba de Castro a los nacionales, del tipo de Orlando Letelier, ya sea de la CEPAL o de la ONU,
inicios de la revolución en 1959, o a la situación del gobierno militar a partir que tenían una fuerte simpatía por el marxismo o por las políticas de planifica-
de septiembre de 1973. ción. Eran. parte de la izquierda "elegante", o "red set", como se llamaría
después. L.es era elegante conversar sobre teorías acerca de la "alienación" o la
Esto no quiere decir que Almeyda no haya promovido la finalidad estratégica "dependencia", pero su mundo vital giraba en torno a las organizaciones
de orientar el país hacia un orden revolucionario mundial. En la Conferencia internacionales, al sistema académico de Europa Occidental o EE.UU., o al de
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las fundaciones originadas en este último país. Este grupo influyó en propagar 1973, que Allende le había encargado "afianzar las relaciones entre los dos
la imagen brillante que invistió al gobierno de Allende en el mundo. países de manera que diferencias ideológicas no pudieran ser obstáculos para
llegar a soluciones rápidas en asuntos pendientes". No le fue fácil con
Los gobiernos de la región, así como los aparatos diplomáticos de la mayoría
Levingstone, pero su Canciller, José María de Pablo Pardo, le allanó el cami-
de los países de Europa Occidental, para no hablar de Washington, miraban
no. Con Lanusse, las cosas mejoraron todavía más:
con escepticismo o alarma el desarrollo político en Chile a partir de septiem-
bre de 1970. Pero en su opinión pública, en los medios de prensa, en los (Cuando) se hizo cargo del Poder Ejecutivo el General Lanusse, encon-
corrillos de los dirigentes políticos, la curiosidad, la fascinación, la simpatía tramos el camino abierto para cumplir los objetivos que se me habían
o la expresa identificación, ponían otro elemento a ser considerado por los señalado. Los móviles de política interna que guiaban al nuevo gobier-
gobiernos respectivos. En los años sesenta, los gobiernos de la región habían no, sirvieron mucho a la aproximación y a las coincidencias entre ambos
participado de una política de aislamiento de Cuba. ¡Pasaría lo mismo con Presidentes ( ... ) La embajada de Chile en Buenos Aires cree ver a partir
Chile1 del gobierno del General Lanusse una nueva etapa en la política exterior
argentina, circunstancia que puede adquirir especial connotación en un
próximo Gobierno constitucionaJ8.
Coexistencia con los países latinoamericanos En efecto, las relaciones se distendieron. Allende viajó a Salta, donde apareció
En principio, los países de la región debían ser hostiles al gobierno de Allende, aclamado por una multitud junto a Lanusse, a quien nunca le había sucedido
cuya elección produjo alarma considerable. Salvo parcialmente el caso de Perú, lo mismo. Allí se firmó el acuerdo de recurrir a una corte arbitral para el
los regímenes militares que predominaban tenían una legitimidad antimarxita. diferencio del Beagle. Esto no era resultado de la acción de la Cancillería de
El hueso duro de roer era Argentina. Se añadían los problemas fronterizos y la Almeyda, sino que la culminación de un largo proceso. Sólo que el Canciller
dinámica de sus fuerzas armadas, en especial de la marina, que veían en una mantuvo tanto al equipo como las directrices, que casi se confundían con doc-
situación conflictiva con Chile un elemento más de legitimación. Entre 1955 y trinas tradicionales acerca de la política exterior chilena, de cuyo espíritu en
1983 esta situación iba a modelar un aspecto importante de las relaciones. general, la izquierda había guardado distancia.
En caso de la instalación de un gobierno marxista, los militares chilenos te- La declaración conjunta de los dos presidentes ponía el acento en la "no inter-
mían de manera suma una actitud agresiva de Argentina, apoyada en forma vención" y en el "pluralismo político en la comunidad internacional" 9 . Era
tácita por EE.UU. No menos alarma creó en Buenos Aires el triunfo de Allen-
una carta de presentación que Lanusse ofrecía a Allende, donde certificaba su
de el4 de septiembreó.
respetabilidad internacional. Nadie podría decir que Chile promovía la revolu-
Las condiciones, sin embargo, habían cambiado para el gobierno militar ar- ción continental. Argentina llegó a ofrecer generosos créditos para un comer-
gentino. Se había debilitado a partir de 1968. A mediados de 1970 Onganía, cio exterior chileno semi-paralizado. Lanusse devolvió la visita y viajó a
quien pretendía ser un Pinochet avant la lettre, había sido cambiado por el Antofagasta entre el 16 y 17 de octubre siguiente, semanas antes de la llegada
general Marcelo Roberto Levingstone, el que a su vez sería depuesto por el de Fidel Castro a Chile. Allende logró que sus aliados comunistas de la Unidad
nuevo maestro del juego, el general Alejandro Lanusse. Se había esfumado el Popular movilizaran algunas fuerzas para saludar a Lanusse; en todo caso, la
proyecto de un largo autoritarismo, y los militares se quedaron sin estrategia prensa de izquierda, tan adepta a denostar a los "gorilas", estuvo moderada en
política ante los embates del peronismo que movilizaba a las masas. Es aquí estos hechos.
donde entró Chile en la ecuación. Al mantener buenas relaciones con Santia- Hubo un punto negro, para ambas partes. Fue el episodio de "los guerrille-
go, al menos en lo público, Lanusse se adiestraba en su juego político, que ros" en agosto de 1972. Un grupo de terroristas (o guerrilleros urbanos) ha-
consistía en colocarse como futura alternativa a Perón. Falló y aceptó entregar bía huido de una prisión en Rawson, en el sur argentino, matando a un funcio-
el poder a lo que veía como mal menor, otro peronista, Héctor Cámpora. nario. Tomaron de rehén un avión y sus pasajeros llegaron a Chile a pedir
Al mantener buenas relaciones con Allende, Lanusse tenía el ojo puesto en la asilo. El gobierno ni los devolvió ni los asiló, los mantuvo en detención.
opinión pública interna 7 .
Entretanto, las autoridades carcelarias ejecutaron sumariamente a otro grupo
El Embajador chileno, Ramón Huidobro, experimentado diplomático de ca- que no había tenido éxito. La izquierda chilena presionó para lograr la libertad
rrera y gran amigo personal de Allende, comentaba en un informe de mayo de de los secuestradores en Chile, poniendo en aprietos a La Moneda, mientras
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Buenos Aires y una parte importante de la opinión pública argentina exigían la a los militares chilenos, y el mismo Perón condenó el derrocamiento de Allen-
entrega sin dilaciones, como el mismo gobierno argentino había hecho con de, aunque estaba preparado a coexistir de buena gana con el gobierno militar
una par de participantes en el fallido secuestro a Schneider en 1970. de Chile.
La desconfianza subyacente de los militares argentinos frente al Chile de Allende Brasilia era el custodio del antimarxismo en la región; Brasil había jugado un
salió a la superficie; en realidad, en apariencia, la misma ejecución de los gue- papel especial en las relaciones exteriores de Chile desde el siglo XIX. Una
rrilleros tenía que ver con una lucha de poder entre Lanusse y los "duros" leyenda popular decía que Brasil era un aliado secreto de Chile, en caso de una
antiperonistas. A los pocos días, Allende, en vez de seguir la vía jurídica, es confrontación con Argentina. Esto tuvo algún viso de verosimilitud en los
decir, que Argentina solicitase la extradición, un procedimiento largo, envió a tiempos de Pedro II. En el siglo XX jamás lo fue, aunque las buenas relaciones
los guerrilleros a Cuba. El criterio seguido por Chile lo expresó Carlos entre ambos países siempre fueron evidentes. Eran los años duros del régimen
Altamirano: "Sabemos las consecuencias que esto puede traer, pero tenemos militar, y la gran prensa brasileña reaccionó con severidad ante el triunfo de
que ser solidarios con los revolucionarios de América, cualesquiera puedan ser Allende. Se consideraba a Chile más peligroso que Cuba, que "por último, era
esas consecuencias" 10 . Probablemente Allende y Almeyda no estaban muy ale- una isla que podía ser aislada", según habría expresado oficiosamente un mili-
gres, pero sintieron la necesidad política de tomar esta medida. tar14. El embajador de Chile había sido un político prominente, Raúl Rettig,
surgido del ala más de derecha del radicalismo chileno. Incluso en los 1950
La reacción fulminante de Argentina no se hizo esperar, se llamó al embajador estuvo a punto de batirse a duelo con Allende. Ahora, lo nombró su embaja-
y se enfriaron las relaciones a todos los niveles. La prensa argentina se hizo eco dor en Brasil. Rettig había seguido con mansedumbre las tendencias más
de la indignación de la Casa Rosada 11 El mismo Lanusse fue puesto en aprie- radicales del Partido Radical, que en el lenguaje formal lo hacían casi indistin-
tos por sus colegas militares, y veía derrumbarse su política coexistencia con
guible del marxismo.
Chile. Con todo, la tensión bajó en forma rápida; Argentina no tenía muchas
armas a las que recurrir en esos momentos. Las relaciones se normalizaron, y Era el hombre para Brasilia. Usando un lenguaje que jamás empleaban los
para el cambio de mando en Argentina el25 de mayo de 1973, de Lanusse a líderes de la Unidad Popular, dijo que "el mantenimiento de las relaciones
Héctor Cámpora, Allende fue el invitado estrella de ambos presidentes 12 • exteriores (de Chile) no se fundamentará por modo alguno, en la ideología
que informe la conducta y la actitud de los gobiernos de otros países", y que
El cambio no tuvo una significación pequeña. Subía el ala izquierda del habrían las mejores relaciones con Brasil. "Chile no tiene un régimen igual al
peronismo. Parecía como si se estuviera produciendo un giro a la izquierda en de Cuba ni sigue la misma política( .... ) Nosotros mantenemos un régimen
el cono sur, excepto en Brasil. El aire del momento lo expresó Allende, dicien- democrático en toda su vigencia" 15 • En Brasilia, el embajador Rettig no recor-
do que la presidencia de Cámpora "marcará indiscutiblemente, entre Argenti- daba a sus contertulios el mensaje que le había enviado al Canciller en 1972,
na y Chile, la intensificación y profundización de nuestros vínculos y además, tras asistir en Argel a una reunión de los No-Alineados, de que la política
por cierto, una acción conjunta en la lucha por una América independiente, internacional de Chile nace "lógicamente" de la política interna16 .
libre y soberana" 13 . El viaje de Allende a Buenos Aires fue un buen ejemplo de
la "escena allendista", el líder chileno como una figura de relieve en América En 1971, a raíz del secuestro del embajador norteamericano en Brasil, el
Latina, al menos para una parte sustancial del público, y no sólo para la iz- gobierno de este país liberó a alrededor de setenta detenidos que fueron en-
quierda marxista. Ni el presidente de Cuba, Osvaldo Dorticós, un antiguo viados a Chile, a petición de Brasilia. Y esta capital no participó en ningún
apparatchik, o el Secretario de Estado William Rogers, opacado por Henry "bloqueo invisible" contra Chile, ofreciendo facilidades crediticias hasta el
Kissinger, podían competir con el chileno. final 17 . No había conflicto abierto, pues Brasil no tenía casus belli para un en-
frentamiento político. Sin embargo, es más que probable que haya enviado
Era la superficie, o al menos un lado de la cara. Luego vendría la lucha de una señal clara a los militares chilenos para que derrocaran a Allende. La pre-
poder dentro del peronismo, la caída de Cámpora a comienzos de julio a ma-
sencia del embajador Antonio Cándido da Camara en la jura del primer
nos del aparato del entorno del mismo Perón. Este dejaría caer un comentario gabinete de la Junta, el 12 de septiembre, no sólo señalaba que Brasil fue el
algo despectivo sobre la política de la Unidad Popular ("miren cómo le ha ido primer gobierno en reconocerla, sino que además la apoyaba activamente . El
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al pobre Allende") días antes del ll de septiembre, como diciendo que él gobierno militar chileno pudo contar con un entusiasta apoyo en los primeros
haría una gobierno distinto, para el cual es elegido por abrumadora mayoría
años, aun,que no duraría demasiado.
días después. El peronismo era antimarxista, aunque de una madera diferente
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México, el tercero de los "tres grandes" de América Latina, dio una triunfal sans phrase, la doctrina allendista de las "rentabilidades excesivas". Ambos paí-
bienvenida a Allende en 1972. El presidente Luis Echeverría se identificó, en ses aunaron esfuerzos en el CIPEC, que pretendía manejar el precio del cobre
términos retóricos, con su figura; hizo de las buenas relaciones con Chile, de una manera similar a como empezaba a hacerlo la OPEC. Pero hasta aquí
parte de su presentación internacional. Allende devolvió la mano, dándole cre- llegaron los paralelismos. Por más que Velasco propusiera un populismo de
denciales "revolucionarias" a Echeverría y al sistema mexicano de hegemonía izquierda, había una clara diferencia con el modelo marxista. Los otros líderes
del PRI: militares también se oponían a una radicalización, y en parte esto fue lo que
condujo a la ulterior deposición de Velasco en 1975. El Perú arregló sus dífe-
Chile y México, cada uno de acuerdo con su propia realidad, su historia
rencias con EE.UU. por la expropiación, ya que Washington tal vez decidió
y sus costumbres. ¡No hay recetas para hacer la revolución' Cada país
que no podía luchar en dos frentes, y le ofreció una solución parecida a la que
debe adecuar la parte que le concierne a su propia realidad. Ni ustedes
el embajador Korry había insinuado al gobierno de Allende.
ni nosotros exportamos revoluciones ( ... ) La revolución en Chile y en
México tiene perfiles propios, de acuerdo a las características de sus Además, la "experiencia chilena" le robó estrellato a la revolución peruana.
pueblos, de su propia historia y su propio contenido 19 . Sin embargo, en 1973 se veía venir la ingente compra de armamentos de Perú
No era lo que decía la izquierda mexicana sobre su sistema, pero Allende en la URSS, a precios muy rebajados, que también se le ofrecían a Chile. Esto
extiende un cierto manto de confusión acerca de su propio proyecto, en acti- fue seguido con preocupación por Santiago, ya que reforzaba una desconfian-
tud coherente con la política internacional de La Moneda. De esta relación, za latente, además que se añadía un elemento de tensión a las relaciones de
Echeverría haría mucho paño después de la caída de Allende. La identificación La Moneda con las fuerzas armadas, cuando el país marchaba a su confronta-
retórica con la Unidad Popular era parte de su propia legitimación, aunque en ción interna.
muchos sentidos México haya sido a la vez un aliado relativamente estrecho de Al asumir Allende, Bolivia se deslizaba hacia un gobierno de izquierda, tras el
EE.UU. golpe del general Juan José Torres, de orientación análoga a la de Velasco,
Más cercano a las fronteras, estaban las siempre cargadas relaciones con Perú. pero más impredecible en su política concreta. Allende trató de acercarse a
No sólo no había casus belli, sino que desde el Tratado de 1929, nunca había este gobierno, y envió al líder comunista, el senador Volodia Teitelboim, con
existido un incidente digno de mención. Pero una parte del Perú, el país del un mensaje personal. Poco después, el general Torres dijo que la reconquista
Estado y del sentimiento nacionalista, ve en Chile al enemigo por antonoma- del mar se haría por medio de "la comprensión revolucionaria" de los dos
sia. Por otro lado, a veces la misma gente en otros momentos, la mayoría pueblos 23 • En agosto de 1971 Torres fue derrocado por un levantamiento mi-
quizás, ve este recuerdo como una suerte de tentación peligrosa y la rechaza. litar antimarxista, dirigido por el general Rugo Banzer. Cambió completa-
Mas, la memoria persistente es un elemento entre ambas naciones. mente el signo ideológico. Las relaciones, en la práctica, no cambiaron, pero
se produjo una cierta batalla política. La Paz acusaba a Chile de cobijar terro-
Allende se había preocupado ya antes de las elecciones de 1970, de enviar un ristas; a la vez, el gobierno boliviano autorizó el exilio de algunos militares
mensaje de buena voluntad a Velasco, cuyo portador fue nada menos que chilenos que habían conspirado antes de 1970, y que llevaban actividad políti-
Pablo Neruda 20 . Una vez electo, agradece en especial el mensaje de congratu- ca, pero sin mayores consecuencias. Las relaciones entre ambos países no cam-
lación de Velasco, "al margen de todo formalismo protocolar", poniendo biaron la inmovilidad esencial que se había desarrollado a partir de 1962.
énfasis en la seriedad y, con una alusión velada pero efectiva a una suerte de
proyecto común revolucionario 21 . Allende hizo una visita de tres días a Lima El gobierno había adherido con entusiasmo al Pacto Andino. La crisis económi-
en septiembre de 1971. En la Declaración Conjunta aparecen conceptos co- ca impidió concretar muchos programas. Más importante, y lo decisivo para el
munes y tonalidades "antiimperialistas", como poner como objetivo la trans- futuro, el intercambio económico con esos países, no tenía mayor peso en el
formación del orden económico mundial, romper con la "dependencia", comercio internacional de Chile. Pero el tono desconfiado de los capitales
impulsar las nacionalizaciones para facilitar "la transformación de las estructu- extranjeros, hacía del Acuerdo de Cartagena una buena plataforma para la polí-
ras internas" 22 . tica latinoamericana de Allende. Lo más decisivo, fue la amplia estela de simpatía
que el mismo gobierno chileno despertó en la mayoría de la opinión pública
Chile apoyó calurosamente a Perú en su conflicto con EE.UU. por la expropia- latinoamericana. Esto perduraría por largo tiempo.
ción de intereses petroleros norteamericanos, acto en que se había adelantado,
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Europa Occidental y la "moderna utopía" según la lógica, de que en Europa se debía respetar el orden, porque había
más justicia. En los países del Tercer Mundo, en cambio, donde reinaba la
Ya se ha dicho que la marca más importante de la presencia del Chile de Allen- injusticia y la explotación, se requería de cambios más abruptos, que hasta
de en la política mundial fue su carácter de "moderna utopía". Esto tiene su fe
podrían ser revolucionarios. El lenguaje de la Unidad Popular, sobre todo
de bautismo en la recepción a la "experiencia chilena" en Europa Occidental.
aquél que aparecía en el extranjero, y la gran habilidad comunicacional de
Aunque los diplomáticos de las principales potencias europeas veían con es-
algunos de sus líderes, de Allende especialmente, ayudaron a fortalecer esta
cepticismo no sólo la factibilidad de la "experiencia chilena", sino que ponían
perspectiva. Además, en términos políticos, Chile todavía era un estado de
en duda sus credenciales democráticas, no era el caso de la opinión pública
derecho, y el que éste se fuera desdibujando en los años siguientes, no fue
europea y de su clase política. De manera casi unánime, veían en el caso chile-
percibido en las ciudades europeas.
no un intento de cambiar positivamente las condiciones sociales, combinando
medidas socialistas, con una práctica democrática. Aunque los diplomáticos europeos hayan sido más analíticos y realistas al pen-
sar la situación chilena, se sentían envueltos en un mundo extraordinario y
No se trataba de un juicio académico. Era una identificación emocional que entretenido. El embajador de Inglaterra, al cerrar su comentario sobre el país
creó el punto de fuga hacia donde se ordenaba la mirada y la apreciación sobre a propósito de las tensas elecciones parlamentarias de marzo de 1973, en alu-
la Unidad Popular. Los gobiernos no podían sustraerse a ese clima, al momen- sión a su próximo traslado a otro destino, añadía: "Although perhaps sorne of
to de decidir qué política tomarían. En un caso de total identificación de un the early glamour has worn off, the Chilean experience is still fascinating and
país europeo -se entiende, uno que no era marxista-, el de Suecia, se confe- on many ways I shall miss" 25 . Ni el carácter quizás flemático del embajador era
saba abiertamente que se tenía una conciencia culposa por su propia riqueza; un obstáculo para sentir una brisa tonificante de "fascinación" al vivir la "ex-
que eso se compensaba con la cooperación a los países subdesarrollados que periencia chilena".
luchaban contra la pobreza; por ello en América Latina se ayudaba a Cuba en
especial, y ahora se haría lo mismo con Chile. En el caso de Suecia, su embaja- Inglaterra apoyaba en forma pasiva a EE.UU., preocupada por lo que podría
dor, Harold Edelstam, su entusiasmo por la Unidad Popular llegó tan lejos ser el avance estratégico soviético. Al mismo tiempo, como todos, los gobier-
que hasta apoyó en forma activa los preparativos de lucha armada promovidos nos europeos del momento, no tomaron ninguna actitud hostil hacia los chile-
por Cuba 24 . Sería todo un personaje durante en los primeros meses del nos, mientras sus intereses concretos no estuvieran en peligro. El embajador
gobierno militar. La actitud hacia la Unidad Popular fue hija del "68", el am- no dejaba de anotar que toda nacionalización de intereses británicos se había
biente de revuelta contracultural de fines de los sesenta. El fracaso de la hecho de común acuerdo, y que en general no se tocaban a las empresas britá-
"Primavera de Praga" fue un shock que se debía compensar con el hallazgo de nicas. Un alto funcionario del Foreign Office, Joseph Godber, declaraba al
otra situación que repitiera la conciliación de socialismo con democracia. visitar el país, "nosotros no podemos criticar lo que hace el gobierno chileno,
y respecto a lo que se refiere a intereses de nuestro país, no tenemos quejas.
Esta al menos, era la explicación a posteriori. Porque en l968la revuelta no se Chile debe resolver sus propios problemas y nosotros no tendremos otra
dirigió en apoyo al programa de Dubcek y de la Primavera de Praga. En el actitud que la de resguardar intereses nuestros, los que por supuesto defende-
espíritu de los rebeldes del 68 no se identificaba al "sistema occidental" con remos"26. Esto lo pudo decir el funcionario de cualquier lugar de Europa Oc-
democracia; esta estaba a lo más en ciertos aspectos de la revolución contem- cidental. Lo mismo se podría afirmar para lo que sostenía el diputado laborista
poránea, en algunos rasgos del maoísmo, del castrismo y de otros "movimien- Eric Heffer:
tos de liberación". No era como para tranquilizar los ánimos del creciente
Debemos dar en el Partido Laborista nuestro más completo apoyo a
antimarxismo en Chile, aunque a decir verdad, pocos o nadie en el país per-
Allende. Es importante (no sólo) para Chile sino también para noso-
cibieron esta recepción triunfal que la cuna de Occidente dio a la Unidad Po-
tros. Si el experimento del Gobierno chileno de la Unidad Popular es
pular. Fue una forma de compensación de una civilización madura, que sueña
derrotado, será una derrota para el socialismo en todo el mundo. Por
con una sociedad simple y justa, más allá de las fronteras de una realidad que
eso debemos hacer presión para que Gran Bretaña dé créditos a Chile.
ha devenido carente del atractivo que encienda la imaginación.
Debemos desarrollar nuestro comercio con este país. Debemos pedir a
No sólo los rebeldes del 68 compartieron esta simpatía por Chile, sino que sus .-líderes políticos que viajen a Gran Bretaña y expliquen el camino
también círculos más moderados, o hasta conservadores. Ellos procedían, que están tomando 27
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Por último, el mensaje que enviaban los diplomáticos y funcionarios chilenos a rompía en forma automática relaciones con el país que las estableciera con el
los países europeos tenía un tono similar, parejo. A pesar de que España era un régimen comunista, con la excepción de la URSS. Era el duplicado de las
caso aparte en Europa Occidental, lo que le decía a Franco el embajador Agüero, relaciones entre China y Taiwán. La embajada alemana se preocupaba de hacer
podría haberlo repetido mucho funcionario de la Cancillería y líder político, un seguimiento crítico de todo contacto aunque fuera semi-oficial, entre las
no sólo marxista: autoridades chilenas y las de Alemania OrientaJ3I_ Sin embargo, la doctrina
Le recalqué (a Franco y al ministro López Bravo) el deseo de Chile de aquella se había ido erosionando a fines de los sesenta, lo que facilitaría las
poder sustituir, llegado el caso, parte de la ayuda extranjera que se cosas para el gobierno de Chile.
recibe por la que pueda prestarnos España, por lo menos en actividades Gobierno que no quería ver dañadas las relaciones con Bonn. Alemania Occi-
tecnológicas ( ... ) Finalmente, puse en claro que la política a seguir dental representaba el 10% de las exportaciones chilenas. Allende envió a un
basada en la no intervención en los asuntos propios de cada país, no diplomático de carrera y hombre de su entera confianza a entrevistarse con
significa que dejemos de observar atentamente el bienestar y desarrollo Willy Brandt, Hernán Santa Cruz, para decirle que la apertura de relaciones
alcanzado por España en las últimas décadas procurando estrechar con el régimen del Este no debía interpretarse como algo hostil a Bonn. Aun-
cada vez más las relaciones personales y oficiales en todos los sectores que a esta capital no le gustó nada el reconocimiento chileno -quería que no
nacionales 28 . se hiciera antes de la firma de un tratado entre ambas Alemanias, que entonces
La defensa casi exclusiva de los intereses económicos fue siempre la constante de se negociaba-, no reaccionó de mala manera, salvo para anunciar que no se
la política francesa, aunque el tono "gaullista" le había dado un matiz diferente. abrirían nuevos programas de ayuda 32 . Bonn no se sustrajo a la simpatía que
El público francés fue sin embargo uno de los más fervientes admiradores de la provocaba la "experiencia chilena". Almeyda visitó Alemania Occidental en
"experiencia chilena", quienes acuñaron esta- expresión. Desde las columnas de febrero de 1972, y Santiago no se sumó a una posición crítica hacia Bonn. La
Le Monde, se extendían las alabanzas optimistas sobre esa tierra de utopía. Ya atmósfera de los Ostvertrage, los acuerdos de Bonn con los países marxistas,
días antes del 11 de septiembre, miles de personas se manifestaron contra la ayudó a esta distensión. Hasta en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, donde
posibilidad de golpe. Todo ello, mientras el gobierno de Pompidou era escép- aparecían los reportajes más críticos hacia de Chile de toda la prensa alemana,
tico o lisa y llanamente no simpatizaba con la Unidad Popular, aunque sus había dejos de simpatía con Allende.
funcionarios de niveles medios e inferiores, y hasta el mismo embajador en El caso más asombroso fue el de España, como debe haber quedado en claro
Santiago, sí lo hicieran. Tampoco era óbice para que se sintieran halagados ante por el texto del embajador Agüero. Se suponía que la España franquista era la
el nombramiento de Pablo Neruda como embajador, al que se le hizo presentar némesis de la izquierda chilena. Allende era hijo del Frente Popular de 1938.
sus credenciales en tiempo record; ni era óbice para que Pompidou le dijera El franquismo es una de las expresiones más radicales del antimarxismo del
algunas palabras en el sentido de la democracia occidental, de que Chile y siglo XX. Debía haber hostilidad, cuando no guerra política. Pasó todo lo
Francia "deberían reforzar sus lazos, y están unidos según una antigua tradi- contrario. Las relaciones fueron tan buenas que, en España, incluso se jugó
ción fundada sobre los principios esenciales ( ... )vocación por los valores de la con la idea de invitar a Allende a una visita. (Qué había sucedido(
democracia, respeto de las leyes internacionales, no injerencia en los asuntos de
los Estados soberanos" 29 . No había veleidades tercermundistas en el lenguaje Que Allende y Almeyda hubieran querido tener buenas relaciones con España,
del presidente francés. En el caso de Inglaterra, se añadió, eso sí, el matiz de que eso se entiende. Lo interesante es que, desde un comienzo, fue el gobierno
se mantuvieron las excelentes relaciones con las fuerzas armadas chilenas, en español el que también extendió la mano abierta. El Ministro de Relaciones
paralelismo a la actitud norteamericana, con la diferencia que los chilenos siem- Exteriores, Gregario López Bravo mantenía una política de orientación
pre se han sentido mejor comprendidos por los ingleses 30 . "europeísta" y de pretensiones "neutralistas" en la lucha bipolar, representan-
do nuevos intereses que surgían en el aparato franquista, que hacían un guiño
Desde los cincuenta, la izquierda marxista había exigido abrir relaciones diplo- al escenario post-franquista, que un día tendría que venir. El mismo ministro
máticas con la República Democrática Alemana. A pesar del Muro de Berlín mandó un mensaje confiado al embajador Lojendio, tan identificado con Freí,
-y no pocos de ellos, por el muro-, la admiración por ese régimen comunista de que tranquilice a la colonia española, ya que es poco probable que la
iba en aumento, gracias a ese magnetismo que provoca la fuerza unida a la colectivización de la economía la alcance 33 . El Ministro Gonzalo Fernández
eficacia. Allende se enfrentaba a la Doctrina Hallstein, según la cual Bonn de la Mora, un teórico conservador, fue enviado a la transmisión del mando.
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Venía acompañado por el director del ABC, el gran diario conservador y mo- menor que el que se tenía con Alemania. Las circunstancias entre ambos paises
nárquico de España, Torcuato Luca de Tena. Este describió la situación permitieron, que la empresa española Pegaso sentara reales en Chile con un
diciendo que el chileno "carece de precedentes", y que "el momento político contrato que después sería una espina clavada para la política económica del
chileno, al igual que la ceremonia descrita del Tedeum de la Catedral, es con- gobierno militar. Madrid parece haber sido el único país occidental que apoyó
fuso, incitante, esperanzador y temible" 34 . El periodista revela un toque de la celebración de la conferencia de la UNCTAD en Chile en abril de 1972, en
entusiasmo ante la "experiencia chilena"; al menos no reacciona con temor todo caso evitó que se aplazara, hecho de magnitud para la proyección propa-
como la emoción dominante. No habría en Madrid ningún recelo ideológico a gandística de La Moneda 40 .
las buenas relaciones con Chile.
El nuevo embajador de España, Enrique Pérez Hernández, trabó relaciones
personales con Allende, y proporcionó a Madrid un cuadro muy optimista de
El "imperialismo": las relaciones con Estados Unidos
la evolución chilena, al menos hasta promediar 1972. Después se va llenando La estrategia chilena ante Washington, al menos del Chile de la Cancillería y
de alarma. Pero alcanzó a correr el agua bajo el puente. El ministro López del Gobierno en un sentido estrecho, marcaba una clara diferencia con la de
Bravo visitó Chile en marzo de 1971. Le dice a Almeyda que está en el país por la Cuba castrista por ejemplo. En vez de iniciar un ataque frontal contra el
"el interés que las experiencias económicas y políticas chilenas están desper- "imperialismo" -eso estaba a cargo de los partidos de la coalición-, se sos-
tando en el pueblo español, en su gobierno y en mí personalmente" 35 • Dando tendrían buenas relaciones con Washington, lleno de palabras cumplidas.
un paso más allá, el canciller Almeyda responde: Simultáneamente, por medio de la nacionalización del cobre, se iba a romper
el lazo esclavizante más oneroso, de todos los que vinculaban al país con el
Interpretamos esta visita como expresión de la política de no discri-
"imperialismo".
minación ideológica del gobierno español, y como nuestra reafirma-
ción de la vinculación tradicional y actual con España. Para los dos Por otro lado, en toda la estrategia general como, en parte, en su puesta en
países la visita corresponde a un nuevo tipo de relaciones de carácter práctica, traslucía un claro propósito de erosionar la posición internacional de
económico 36 EE.UU. Esto fue en especial en el acercamiento a Cuba, como en la acción
desarrollada ante organismos internacionales. Allende, al decir que "nuestra
La antigua España "fascista" de la izquierda chilena, no sólo ha sido restada al
herencia es una sociedad dependiente, cuyas fuentes fundamentales de riqueza
campo "imperialista", sino que es promovida a un rango, en lo cualitativo,
fueron enajenadas por los aliados internos de grande_s empresas internaciona-
más alto del sistema internacional. Más aún, Allende, sin estar protocolarmente
les", estaba mostrando el fondo y la forma de su política ante EE.UUY. Nixon,
invitado, asiste a la embajada de España a una recepción que se le hacía a
que en lo oficial tuvo muy pocas palabras para el Chile de Allende en estos
López Bravo, y en un brindis el chileno tuvo algunas expresiones de elogio
años, envió un mensaje diciendo que EE.UU. estaba preparado para mantener
para Franco. La comitiva española estaba radiante, no quería más.
con Chile las relaciones que este país quisiera tener, un tono de indudable
Allende le insistiría a Pérez Hernández que el ministro español López Bravo agresividad. Allende respondió:
había sido el artífice de las buenas relaciones, y de sus labios sólo saldrían
(Yo) les digo aquí al pueblo y al gobierno norteamericanos que es nues-
palabras elogiosas hacia España 37 • El embajador reprobaba que el ex Presiden-
tro interés y nuestro deseo el tener las mejores relaciones; por lo tanto
te Freí mantuviera una actitud hostil hacia la Unidad Popular, como que a su
existirán muy buenas relaciones entre Estados Unidos y Chile. Lo único
vez no entendía la política de Madrid hacia Allende, lo que para él demostraba
que pedimos es el respeto a nuestro derecho de dictar las leyes que esti-
"espíritu estrecho y poca visión" 38 • Es un menudo ejemplo acerca del encanta-
memos más convenientes y a tomar las medidas que sean necesarias para
miento europeo con la Unidad Popular. Es cierto que el embajador justifica a
recuperar para Chile las riquezas fundamentales que están en manos de
España, añadiendo que se esfuerza porque Allend no siga el camino de Castro,
capitales extranjeros42 •
y ven en el Presidente un tipo de política que no es igual a aquella de los
partidos que lo acompañan, más abiertos al "extremismo" 39 • Con todo, no Fue una pieza de oratoria de gran efecto. Sin nombrar expresamente a EE.UU.,
deja de ser impresionante la apertura hacia la "experiencia chilena" por parte todos a quien se refería. Fue la estrategia de La Moneda. En teoría, no
del representante del régimen de Franco. España mantendría una línea de había conflicto con EE.UU., sólo un enfrentamiento con las empresas delco-
43
crédito a Chile. Ofrecería ayuda comercial, aunque el intercambio era mucho bre, de propiedad de norteamericanos, que simbolizaban el imperialismo .
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Sólo hacia 1973, cuando los chilenos se sintieron abandonados en lo econó- comunista) en una isla lejos de la costa, que no tiene tradicionalmente
mico por la URSS, se volvieron de manera tímida a buscar un acomodo con una relación y un impacto en América Latina, sino que Ud. tendrá un
Washington en lo del cobre. La política exterior entera de la Unidad Popular gobierno comunista en un país importante de América Latina ( ... )
tenía una orientación antinorteamericana, como no podía ser de otra forma, Entonces, nos debemos desengañar que la toma de poder por parte de
teniendo en cuenta los presupuestos de la Guerra Fría, que la misma coalición Allende en Chile no presentará problemas masivos para nosotros y para
marxista representaba. Sólo que la política directa hacia EE.UU. no era con- las fuerzas democráticas y pro norteamericanas en América Latina; en
frontacional, y vivía de la ilusión de que no había conflicto formal entre ambos realidad, para todo el hemisferio occidental( ... ) Pero Ud. me preguntó
estados. cómo es la situación. Es una de esas situaciones que no es demasiado
feliz para los intereses norteamericanos 46
Paradójicamente, era la misma política de Washington hacia el Chile de Allen-
de. Se tenía una política "correcta, pero fría", según instrucciones de Kissinger, Como se ve, la Casa Blanca tomó en serio el propósito de la Unidad Popular,
y que se la transmitió a Allende de manera oral el enviado norteamericano a la y lo colocó de inmediato en el marco de la Guerra Fría. Tras el fracaso de los
transmisión del mando, Charles Meyer, Subsecretario de Estado para asuntos planes para impedir el acceso de Allende al poder (Cap. XI), la Casa Blanca
Latinoamericanos 44 . La verdadera política norteamericana hacia Allende se- con Kissinger a la cabeza, que tomó la política hacia Chile por los cuernos,
guía las recomendaciones del embajador Edward Korry, y partía del supuesto, dejando en segundo plano al Departamento de Estado, se volcó a escuchar las
de seguro correcto, de que la Unidad Popular intentaría crear una sociedad recomendaciones del embajador Korry.
marxista en Chile, al estilo de la de Castro en Cuba, pero sin un Fidel Castro.
De esta manera, surgió lo que iba a ser la viga maestra de la política norte-
Desarrolló esta idea en un largo y premonitor memorandum de agosto de
americana hacia Chile. Por una parte, se financió a los partidos políticos de
1970, afirmaba:
oposición, la Democracia Cristiana y el Partido Nacional; y a la prensa, en
Las fuerzas políticas que llevarán a Allende al poder pueden ser vistas, donde destacaba el diario El Mercurio, que encabezaba una cadena, columna
en su conjunto, como representantes de lo que cabría denominar vertebral de la información que estaba más allá del alcance de la Unidad Popu-
"fidelismo sin Pide!". En esencia, la Unidad Popular representa el mis- lar. Las instrucciones salieron de un documento del6 de noviembre de 1970.
mo tipo de incómoda alianza entre nacionalistas revolucionarios y co- Los recursos de acuerdo a las fuentes norteamericanas, se autorizaron por el
munistas ortodoxos que Castro ha establecido en Cuba. Sin embargo llamado "Comité 40" de la Casa Blanca, y sumaron un total de 8.8 millones
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hay dos diferencias fundamentales: Allende, político transaccional por de dólares, de los cuales se gastaron hasta 1973,6.5 millones de dólares . Esta
naturaleza, no es Pide!; y al Partido Comunista chileno, el socio domi- es la cifra conocida.
nante en coalición de Allende, le cabe un papel político incomparable-
Es cierto que 6.5 millones de dólares a comienzos de los setenta, en un país en
mente más activo que el que alguna vez desempeñó el PSP <Partido
donde el mercado negro llegó a multiplicar varias veces el cambio oficial, era
Comunista de Cuba hasta 1959> en su relación con Castro 45 .
una cantidad significativa, que potenciaba a la oposición. Mas, los dólares no
Si las cosas serían así, entonces, en opinión del embajador, se debería apoyar a eran suficientes para desencadenar un golpe militar en 1970, ¡por qué lo fue-
las fuerzas de resistencia, en especial a los diarios de la que iba a ser la oposi- ron ahora1 La respuesta más obvia, es que la confrontación desatada dentro
ción. La prensa libre era pieza fundamental para la subsistencia de una opción del país, hizo que esa ayuda haya sido, quizás, un elemento de gran peso para
no marxista, ya que se suponía que, aunque no deseable en sí misma, EE.UU. que las fuerzas opositoras pudiesen sobrevivir, porque se encontraban cercadas
podría convivir con un gobierno militar anticomunista. Las razones estratégi- en lo financiero y necesitaban ese recurso externo. Como se sospechaba en-
cas de la política norteamericana de confrontación soft con Chile, fueron tem- tonces, y ha sido más que confirmado después, la URSS y Cuba asistían finan-
pranamente establecidas en una declaración "off the record" de Kissinger a ciera y logísticamente a los partidos de la Unidad Popular. El torbellino se
periodistas norteamericanos el 16 de septiembre de 1970, pero que rápida- creó al interior del país; esto originó un campo magnético que atrajo a las
mente se filtraría: superpotencias y al activismo internacional. Como sucedía desde la Segunda
Ahora, es muy fácil predecir que si Allende gana (en el Congreso), hay Guerra M:mdial, no era extraño que hayan sido los actores internos los que
bastantes probabilidades de que en algunos años establecerá algún solicitabap. la ayuda externa. Esto sería así también durante los años del go-
tipo de gobierno comunista. En ese caso Ud. no tendrá un (gobierno bierno militar.
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política. Y sometió a sus ejecutivos a una implacable "marcación al hombre", inmediatos en pos de un objetivo esencialmente político. Ninguna gran po-
para obligar a la firma a negociar en condiciones impuestas por Chile. En eso tencia hace de manera consciente lo primero, financiar un proyecto que se
estalló el escándalo en marzo de 1972, con los "ITT Papers" publicados por el dirigía contra sus intereses; al tipo humano del empresario y comerciante, como
afamado periodista Jack Anderson en EE.UU. Esto fue aprovechado por el muchos otros oficios, le es extraña esta conducta, de un cálculo ajeno al ámbi-
gobierno de Allende que se apresura a publicar los informes en español. Se ha to económico, que implicaba el segundo supuesto.
dicho que no dicen demasiado, y que pocos se han asomado a leer los
"Hearings" sobre la ITT en el Senado norteamericano, que entregan un pa- La economía chilena requería de financiamiento externo para poder mante-
norama diferente, de mayor debilidad de la empresa, aunque por cierto inten- nerse en el precario equilibrio que la caracterizaba en la "época del subsidio"
tó hacer lo que se podía. Y nada pudo 52 . Intentó concertar, a fines de 1971, los (Cap. VII). Esto no tiene nada de anormal; la economía norteamericana ha
intereses norteamericanos en Chile, para presionar al Departamento de Esta- vivido con este financiamiento externo gran parte de la segunda mitad del
do, al que consideraban "soft"; y nada pudo, aunque William Rogers, enton- siglo XX, lo que no da señales de cambiar a comienzos del siglo XXI, y ello no
ces Secretario de Estado, les asegurara que la administración Nixon era una es raro. La misma Unidad Popular pensaba en esta integración. Sólo que la
"business administration" 53 . Por cierto, ese gobierno tenía su estrategia hostil proponía con el Tercer Mundo, con el bloque soviético y los países "socialis-
a Chile, pero ni la iba a revelar a los empresarios y ejecutivos, ni se iba a dejar tas", a lo sumo con el aporte de países de Europa Occidental, pero no con
a arrastrar a tomar medidas contraproducentes. Lo que algunos llamaban el EE.UU. La inflación y la crisis de balanza de pagos no pueden ser explicadas
"capital transnacional" era bastante torpe a la hora de pensar políticamente la en el mero contexto de la falta de recursos externos. Fue el desarrollo interno
situación internacional. Por lo demás, no se debe olvidar ni por un solo mo- de la economía el que produjo la crisis de la balanza de pagos y la inflación.
mento que otra cara del "capitalismo", la banca norteamericana, renegoció sin Los supuestos sobre los cuales se efectuó la política económica de la Unidad
mayor problema una reestructuración de la deuda a comienzos de 1972, así Popular, cuyo impulsor y principal cabeza en el período inicial fue Pedro
como otros acuerdos de nacionalización pactada con algunos intereses en par- Vuskovic, aparecen a posteriori increíblemente ingenuos e irresponsables. En
ticular. su momento, no tuvieron mucha crítica internacional.
Poca duda cabe que el mensaje que recibían los uniformados chilenos, era que La Unidad Popular quería efectuar la "transición al socialismo" en Chile. En
su intervención sería bienvenida. El mismo Patricio Carvajal en diciembre de todas las experiencias, el poder revolucionario había podido expropiar un sec-
1973, afirmaba que antes delll de septiembre había visitado EE.UU. e Ingla- tor de la población, y el consumo se había restringido, sin que se pudiera
terra, y que en ambos países le habían preguntado, que "cuándo se iban a articular una oposición política. Una parte de la población podía recibir algu-
librar de los marxistas, y ahora les piden que sean blandos con ellos" 54 . na ayuda adicional, alguna ganancia tangible, en general producto de aquella
expropiación. En el caso chileno, esto no podía hacerse. La transición se efec-
tuaba en condiciones de "sociedad abierta" en lo político, y no se podía efec-
Keynesianismo a ultranza, inflación, reservas, mercado negro tuar una expropiación drástica y masiva de bienes que sirviera de compensa-
Se ha hablado acerca del "bloqueo invisible", que EE.UU. habría impuesto ción a la caída del nivel de vida en muchas otras áreas. También, la izquierda
sobre Chile, cuya economía, "dependiente" de créditos del sistema financiero tenía en la política chilena una tradición de oferta populista y redistributiva,
norteamericano, y de las instituciones internacionales en las cuales el voto de por lo que nadie podía imaginar que una vez en el poder, el grueso de la
ese país tenía un peso considerable, habría encontrado las puertas cerradas población tuviese que privarse de algunos ingresos, y no aumentarlos como
para continuar con su desenvolvimiento internacional, lo que habría conduci- sería lógico.
do a una crisis de balanza de pagos y de escasez. Estos se habrían sumado al De ahí que se desarrollara un programa con un fuerte aumento de los ingresos
boicot interno que le efectuaron los sectores productivos y comerciales, para para vastos sectores de la población, incluso algunos medio-altos, junto a una
provocar escasez y la consiguiente reacción de los sectores medios. expropiación masiva de acuerdo a interpretaciones extremas del cuerpo legal,
Que esta sea una explicación adecuada requeriría de dos supuestos. Primero, los "resquicios legales". Estas, en sí mismas, no podían significar un aumento
que EE.UU. hubiera ayudado a financiar la "vía chilena", cualquiera hubiera de los ingresos. Para ello, se emitió una gran masa monetaria que aumentó
sido el fin estratégico de ésta. Segundo, que los empresarios chilenos hubieran sueldos y provocando un crecimiento sorprendente PGB en 1971, de
mostrado una capacidad de organización y renunciación a sus intereses un 8,5%, ailnque unos pocos especialistas en Chile y en el extranjero miraran
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con incredulidad. Entre diciembre de 1970 y diciembre de 1973, la cantidad lo demás reflejaba el precio de mercado en las condiciones del país en esos
de dinero creció en 3.255% 55 . El chileno promedio tuvo una sensación de momentos. Esto se agudizó hasta lo inverosímil hacia 1972 y 1973. Aparecie-
tener "más plata" que nunca; en 1971 parecía que la cantidad de dinero en los ron muchas cosas antes "desabastecidas" en septiembre de 1973, y todas ellas
bolsillos era una realidad nueva y maravillosa; incluso quienes temían el pro- surgieron al efectuarse el gran reajuste de precios en octubre de 1973. Esto
grama de la Unidad Popular y no fueron afectados en forma directa por una mostraría que el "acaparamiento" era una política consciente, planificada, de
expropiación o "toma", gozaron el momento como un acabo de mundo. manera estratégica, para provocar crisis y ayudar a un golpe de Estado.
Este uso intensivo de la política monetaria para activar y traspasar a la pobla-
Esta interpretación supone la existencia de una burguesía, alta y pequeña, que
ción una gran cantidad de recursos, es lo que se podría llamar "keynesianismo
puede sacrificar la ganancia en forma disciplinada en pos de un objetivo estra-
a ultranza".
tégico, de lo que no hay ejemplo en el mundo y, en Chile, es probable que se
Hasta al mismo Eduardo Frei le llamaba la atención a sus antiguos colabora- hubiera necesitado de una cuota adicional de heroísmo. La tesis de la "conspi-
dores, de que esta política económica habría demostrado que se podía emitir ración" olvida que la mayoría de los sistemas más grandes de producción, dis-
más dinero de lo que se creía, y que por qué sus consejeros económicos no lo tribución y comercialización estaban controlados por el Estado, aunque en la
habían dejado hacer eso 56 . La teoría consistía en que al inyectar dinero en la práctica eran feudos de diversos grupos de la Unidad Popular. Es presumible
economía, este se gastaría en adquirir bienes que serían cubiertos por la "capa- que una parte considerable del "mercado negro" se haya originado en el sector
cidad ociosa" de la producción. Con los precios controlados, no podría haber de la economía controlado por el gobierno y sus partidos. ¿Era entonces una
inflación. Por casi un año, todo parecía funcionar sobre ruedas. Por primera conspiración de la Unidad Popular, para manejar a la sociedad vía las Juntas de
vez, un proceso revolucionario, en vez de demandar sacrificios a la población, Abastecimiento y Precio, las JAP, como sostenían muchos en la
le entregaba beneficios tangibles, inmediatos. Por cierto, había en esto una Hubiera supuesto una disciplina y organización social que era muy difícil
estrategia política, de recoger dividendos en forma de apoyo electoral y de observarla en la vida cotidiana de ese entonces.
favorecer la movilización (Cap. XII), una suerte de gran cohecho, que se vio
La explicación más verosímil es, en el fondo, muy antigua, la "espontaneidad
manifestado en el enorme apoyo recibido en las elecciones municipales de
del mercado". Los actores que producían -comerciantes, empresarios, em-
abril de 1971.
pleados, obreros, campesinos, dueños de talleres- palpaban todos los días
También había una creencia genuina en que la política podía superar a la econo- cómo el producto que tenían entre manos poseía un doble valor: el oficial y el
mía. Es curioso, pero desde el corazón del materialismo histórico, el marxismo, del mercado negro. Ya sea en la empresa y actividad privada, reducida pero
podía surgir una voluntad que se pusiera por meta abolir las regularidades de la todavía considerable; o en el gigantesco aparato estatal o recién intervenido o
producción económica; el marxismo chino y el castrismo son los ejemplos más expropiado, se formó casi de manera instantánea la disposición a participar en
evidentes de esta situación. En cierta manera, el caso chileno vino a ser una este comercio. Desde ambos sectores, surgió la poderosa fuerza que succionaba
analogía. Mas, sin sacrificios, y a ello ayudó la veta populista, distribucionista, los bienes sometidos a precios artificialmente bajos, y los conducía a un mercado,
del marxismo chileno, que incitaba al consumo y consumismo exacerbado, que aunque este estuviera a su vez algo distorsionado por la sensación de escasez.
haría indolora la experiencia para la gran mayoría de la población. La ganancia era real; también muchos sólo podían vivir como lo habían hecho
hasta ese momento si recurrían a este mecanismo.
Claro, esto era 1971. La némesis vendría después. Ya la contramovilización
que se desencadenó, de manera más activa, a partir de la visita de Fidel Castro Era una posición comprensible desde el punto de vista moral, quizás justa.
(la "Marcha de las Cacerolas Vacías") estuvo relacionada con las primeras Salvo en momento de grave peligro, de corta duración, en donde se puede
percepciones de escasez. El aumento de la masa monetaria llevó a agotar los apelar verosímilmente a la "unidad nacional" y a un sacrificio general, hom-
productos y al crecimiento de las importaciones, que evaporó las para enton- bres y mujeres tienen el derecho a recurrir al intercambio en sus bienes, y a
ces considerables reservas de divisas heredadas de la administración Frei, 500 colocar sus reservas en moneda dura. Sólo el fuerte reajuste de precios de
millones de dólares, equivalente a más de la cuarta parte de las exportaciones mediados de octubre de 1973, volvió a crear las condiciones normales de ofer-
del país. ta, aunque para muchos a un nivel de sufrimiento que se arrastraría por años 57 •
Apenas los productos empezaron a escasear, su precio oficial era considerable- El engranaje económico empezó a sufrir no sólo por la inflación y la disminu-
mente más bajo que el "valor de cambio", surgió el "mercado negro", que por ción general de la actividad a partir de 1972, sino en forma más decisiva por el
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agotamiento de los recursos externos. El gigantesco aumento del gasto inter- extraer una abnegación extraordinaria de sus militantes. El comunismo, orien-
no fue alimentado, además de billetes, con el crecimiento de la importación de tado a Moscú, probaría un tipo de heroísmo particular, cuando sus líderes
bienes de consumo. Las reservas internacionales importantes, que se habían enfrentaron, pocos años más adelante, la persecución, las torturas escalofriantes
heredado, se esfumaron en gran medida ya en 1971. No se podía avanzar hacia hasta morir, y seguían con la organización política a sabiendas, a pesar de que
un incentivo en las exportaciones y el precio del cobre bajaba ininterrumpida- la mayoría de ellos no tenía un tipo de formación del combatiente clandestino.
mente hasta comienzos de 1973 (ahí comenzó a subir).
Los modelos marxistas de la URSS i¡ de Cuba, o algunos sistemas revolucio-
La U ni dad Popular todavía no había podido establecer al "poder popular", narios del Tercer Mundo, constituían parte de la imagen de sí misma de la
una consigna favorita, como el centro superior de poder en Chile. No podía izquierda chilena; era el horizonte hacia donde había que propender y un cons-
ejercer lo de otras revoluciones, que saben imponer sacrificios, aún a precios tituyente esencial de su cultura política. Fueron importantes en otro sentido,
horrendos. Todas ellas entregaron alguna cuota de ventajas a sus partidarios. sobre todo la URSS. Se suponía que los "estados socialistas", en sus relaciones
Quizás los beneficios no eran sólo "materiales", sino que consistían en ese mutuas, representaban una sistema internacional cualitativamente nuevo, una
intangible seductor del poder en sí mismo, o la sensación de tal. Y con la otra "fase superior" de la historia internacional, que entre otras cosas, sostenían un
mano estaba la dispensa de poder y represión. En el "momento de los quiubos", intercambio económico "justo". No era "explotador", como el caso inevitable
como se dice en Chile, el mismo gobierno militar se comportaría de manera del sistema dominado por el "imperialismo".
revolucionaria en lo económico, al menos entre 1975 y 1976. No lo podía
hacer la Unidad Popular en 1972 y 1973. Fue la contradicción más grande de Aunque la ayuda al Partido Comunista y a la izquierda en general, había sido
la izquierda hasta 1973, conducir una revolución del consumo sin tener las menor que lo que muchas veces esperaban, esto no hizo que la izquierda olvi-
herramientas para volver sobre sus pasos. dara sus ilusiones sobre la capacidad de Moscú de venir en ayuda de la revolu-
ción chilena. Sobre todo, el papel de la URSS y de los sistemas marxistas, en
La alternativa era o inducir un "ajuste" al modo clásico, que era impensable para la izquierda chilena, fue darle la sensación de que no eran una faceta de un
la izquierda dentro de un sistema abierto; dar un salto en el control del poder rincón aislado del planeta. El vínculo, aunque sea por pura emulación, les pro-
que le permitiera apoderarse de los llamados "excedentes" de la "burguesía", de porcionaba el sentimiento poderoso de ser parte un movimiento global, del
lo que trató la política en 1971 y 1972, pero era una situación que estaba empa- que eran una pieza relevante y se situaban en un momento determinado del
tada por el conflicto desatado desde el "Paro de Octubre" en 1972. Secas las desarrollo planetario.
otras fuentes, Allende y la Unidad Popular muy temprano jugaron con una car-
ta, que en el fondo siempre había estado en su fundamento político, la ayuda Frei había reanudado relaciones con la URSS, rotas en 1948, el momento
solidaria del "bloque socialista" encabezado por la Unión Soviética. álgido de la ofensiva anticomunista de González Videla, después de haber sido
establecidas por primera vez en 1945 (Cap. IX). Todo indica que los soviéticos
estaban satisfechos con el gobierno de Frei, ya que, según veían ellos, tenía
El paradigma lejano: el bloque soviético una orientación más "progresista" en relaciones internacionales, lo que debili-
taba al "imperialismo". Que esto haya sido así o no, es harina de otro costal; el
Se ha hablado acerca del impacto instantáneo de la Revolución Rusa en la asunto es que aunque conscientes acerca de la importancia del comunismo
política chilena; que había llegado, además, a terreno abonado. El Partido chileno, al cual ayudaban dentro de sus posibilidades, no ponían como priori-
Comunista, desde los días de Luis Emilio Recabarren, tuvo a la Unión Sovié- dad una estrategia de penetración decidida en el cono sur. No es que le fueran
tica como el paradigma esencial hacia donde debería orientarse Chile. Había indiferentes los aliados como los comunistas, o las fuerzas revolucionarias, que
obtenido ayuda económica que no era insignificante; era menor que la que afectaban a Washington.
recibió la campaña antimarxista en 1964 y la misma Democracia Cristiana,
pero con la diferencia que asistía a una organización políticamente eficiente y Moscú se había preparado para una mayor presencia estratégica, política antes
motivada como era este partido. Era probable que, incluso, rindiera mucho más. que militar, en América del Sur. En 1967 le otorgaron un generoso crédito a
Frei, aunqu,e era poco servible, como mucha de la ayuda soviética, ya que
Esto no quiere decir que el comunismo criollo fuera un "agente" soviético y suponía comprar productos industriales de esa procedencia. Al asumir, Allen-
tampoco que la CIA le pagaba a sus "agentes". Como se ha dicho con insisten- de expresó.que el pueblo de la URSS le suscitaba "un sentimiento de admira-
cia a lo largo de este libro, el marxismo fue una religión política que pudo ción que deriva del espectáculo de la edificación incansable de una sociedad
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donde desaparecieron explotadores y explotados. La sociedad soviética es una ya que esto también cumplía con objetivos de tipo estratégico. Capítulo parte
sociedad que constituye el baluarte seguro de la paz en todo el mundo" 58 . No son los intentos soviéticos para que las fuerzas armadas chilenas adquirieran su
eran meras palabras de cortesía; reflejaban una creencia fundamental de la iz- armamento, y la resistencia de los oficiales chilenos a la tentadora oferta.
quierda chilena.
Vistas así las cosas, los soviéticos ayudaron con generosidad al Partido Comu-
Desde un inicio, Chile y la Unión Soviética firmaron una gran cantidad de nista y ampliaron este tipo de asistencia a los socialistas y a otras agrupaciones
acuerdos. Además el país, arriesgando una represalia de Alemania Occidental, de izquierda. En este sentido, Moscú hizo un esfuerzo. Claro, era bien pobre-
estableció relaciones con la República Democrática Alemana, lo que iba más tón en relación a las esperanzas de los chilenos. La URSS dirigía sus recursos a
allá de lo acostumbrado por los países latinoamericanos hasta esos momentos. apoyar a las economías del bloque soviético, y subsidiaba fuertemente a Cuba
En 1971 Clodomiro Almeyda encabezó una delegación que realizó una gira -que era lo que veían los chilenos-, como ayudaba a los sistemas revolucio-
por la URSS y por Europa Oriental, para coordinar la ayuda económica que se narios del Tercer Mundo. Además, respaldaba o daba créditos dadivosos a
estaba recibiendo. Y lo declaraban así, explícitamente, de manera quizás de países que estaban en su radio de acción geopolítico, como la India, amén de
"cazar" a los soviéticos. No era, sin embargo, mera astucia, era parte del mapa países pro-soviéticos, pero no marxistas, del mundo árabe, como Siria. Es de-
de la realidad que tenían los chilenos. El vicepresidente de la CORFO, Kurt cir, al igual que en su política exterior en general, en su proceso de decisión
Dreckmann, dijo que se instalarían unas veinte fábricas en Chile, gracias a la combinaba criterios ideológicos, la URSS como vanguardia del socialismo, y
asistencia soviética y de los países socialistas. Debieron "haberse construido otros de tipo estratégico y geopolítico, el "interés de Estado". Para colmo,
hace muchos años ya por el sistema capitalista. Pero las circunstancias de que tenía que financiar al régimen comunista de Vietnam, en una guerra costosa y
la economía dependía del imperialismo norteamericano, y a éste sólo le interesa- decisiva para el prestigio de Moscú, por razones asimismo tanto ideológicas
ba obtener ganancias y no nuestro desarrollo, jamás se levantaron" 59 . Aunque como estratégicas.
especulaciones fantasiosas, no dejaban de revelar una visión del mundo.
Para una economía -ahora se sabe demasiado bien- muy limitada, lo que
Lo que en realidad se obtuvo del bloque soviético, en los tres años de gobier- sobraba para regímenes como el chileno, era poco; y de ese poco, no se entre-
no, fue magro y generoso a la vez. Lo primero, se amplió el crédito dado al gó poco. Además, se consideraba a Chile como país "en construcción del so-
gobierno de Freí, y se apoyó la construcción de dos fábricas, una de ellas se cialismo", no como "país socialista" a secas, ya que esto último hubiera exigi-
entregó como donación después del terremoto de julio de 1971. Se firmaron do, en lo moral, un compromiso mayor. Esto no quita que los soviéticos hayan
acuerdos pesqueros que provocaron una controversia pública, pues la oposi- estado exultantes por el triunfo de Allende. Si a veces se hablaba de una "polí-
ción, quizás exagerando, decía que los recursos naturales se entregaban a la tica antiimperialista" para referirse al proyecto chileno, otras se reconocía la
depredación soviética. Hasta 1972, la ayuda crediticia de los países marxistas actividad de vanguardia del Partido Comunista, y en las comunicaciones con-
era de 226 millones dólares. Esto no era despreciable, sólo que no tenía nada fidenciales, no se pone en duda que la meta final de la Unidad Popular era
que ver con lo que esperaba el gobierno chileno. Cuando las cosas parecían alcanzar un socialismo al estilo soviético. El nuevo embajador, Basov, no
naufragar, se confiaba que el bloque socialista viniera en ayuda de la revolu- pertenecía como el anterior a la carrera, sino que era un miembro importante
ción chilena. del PCUS.
En otros sentidos, sin embargo, la ayuda soviética no fue pequeña. "El mundo Aunque los soviéticos establecieron relaciones con otros partidos de la Unidad
mirado desde Moscú" se veía, como es natural, de otra manera que al obser- Popular, sus interlocutores especiales eran los comunistas, su secretario gene-
varlo desde el valle de Santiago de Chile. Los recursos en divisas de la URSS ral Luis Corvalán, sin duda el favorito, y Volodia Teilteboim. Su apreciación
eran muy escasos, y no sólo por la debilidad de su economía, muy patente del desarrollo de las cosas en Chile era mixta, en general, a partir de 1972,
después de la caída del sistema. En lo fundamental, la economía de los estados estuvo más marcada por la aprensión. Por otro lado, sin duda, estaban encan-
marxistas no interactuaba con la economía mundial; su comercio con los paí- tados por la fascinación que en Occidente despertó la "experiencia chilena",
ses desarrollados, era mínimo en relación al comercio internacional de la que les daba ventajas a cambio de poco, sobre todo porque incomodaba a EE.UU.
economía mundial. Su disponibilidad de monedas duras era muy limitada. Su y parecía confirmar las "leyes de la historia" que mostraban que el futuro estaba
posibilidad de asistencia estaba en productos, en maquinaria, en elementos en el socialismo. En cambio, el programa económico y las continuas peticiones
fisicos; sobre todo, en armas, para lo cual entregaba créditos muy generosos, chilenas los incomodaban, y les disgustaba el puesto de proveedor que los chilenos
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con ingenuidad le asignaban a Moscú. Esto se ve en un informe confidencial exterior chilena hacia el área del Pacífico, que entraría en una fase más intensa
de julio de 1972: en los años del gobierno militar. Hubo muchas visitas de líderes socialistas a
China, aunque los chinos, salvo alguna frase de cortesía no manifestaron nada
De esta manera, el plan de desarrollo del comercio chileno-soviético
del entusiasmo de los soviéticos. Eran años donde la prioridad china estaba
propuesto por la parte chilena implica que la unión soviética tendría
volcada al conflicto con la URSS; por lo demás, en las postrimerías de la Revo-
que aceptar condiciones que jamás se han contemplado en las relaciones
lución Cultural, Peking estaba muy ensimismado como para tener un interés
de la URSS con los países en vías de desarrollo. Los chilenos esperan
especial en Chile. Con todo, a comienzos de 1973, Almeyda visitó Peking para
que la URSS les suministre anualmente grandes cantidades de produc-
pedir ayuda. Como antiguo "maoísta", el Canciller era el más adecuado de los
tos de primera necesidad, y escasos en la URSS, como trigo, carne, man-
líderes chilenos, quizás el único.
tequilla, algodón, etc., sobre la base de un crédito a largo plazo. A su
vez, se supone que la Unión soviética tendría que importar productos, No fue mucho lo que consiguió, para no decir nada, dadas las necesidades de
de los cuales no tiene mayor necesidad, y pagarlos de inmediato en los chilenos. Luego, el primer ministro chino, Chou-En Lai le envió una carta
moneda firmc 60 • a Allende, que se cita largamente, debido al mensaje clarividente y a la vez
archirrevolucionario que allí se entrega:
Desde luego, en el informe quedaba en claro que todavía no se consideraba a
Chile "país socialista", y que sus proposiciones de colaboración económica Deseamos que esta medida pueda significar cierta ayuda para ustedes,
parecían descabelladas desde el punto de vista de los intereses soviéticos. ayuda que sólo podrá desempeñar, naturalmente, el reducido papel de
Como sea, cuando las cosas se ponían color de hormiga, en el segundo semes- cubrir una parte de sus necesidades urgentes. Nos habría gustado hacer
tre de 1972, los chilenos pusieron toda su esperanza en obtener una ayuda una contribución relativamente grande a la construcción económica en
soviética extraordinaria, cash. Este fue el objetivo básico del viaje de Allende a que está empeñado el pueblo chileno. Pero, como nuestro poder eco-
la URSS en 1972, días después de tener su gran momento de estrellato en las nómico es todavía muy limitado, y además, pesan sobre nuestros hom-
Naciones Unidas, el4 de diciembre de ese año. En la URSS Allende fue muy bros la obligación de ayudar al pueblo de Vietnam y toda Indochina en
bien recibido, y no dejó ninguna duda pública que ese sistema era un modelo su lucha y otros compromisos internacionales, nos encontramos aún en
para Chile. Se refirió a la Unión Soviética como "hermano mayor", lo que una situación en que nuestra fuerza está por debajo de nuestra voluntad
creó una pequeña tormenta política en un Chile polarizado 61 . Mas, la ayuda ( ... ) A fin de vencer estas dificultades <secuelas del imperialismo y del
esperada no se concretó 62 . colonialismo>, además de ayudarse recíprocamente, lo fundamental para
los países en desarrollo es apoyarse en sus propias fuerzas, vale decir,
Ciertos relatos sugieren que Allende y su comitiva estaban indignados y envia- tomar el autosostenimeinto como medio principal y la ayuda externa
ron a la directiva del Partido Comunista a presionar a los soviéticos, que Allen- como medio complementario. Es muy peligroso apoyarse demasiado en
de partiría antes de tiempo como signo de disgusto. Aunque esto sea exagera- la ayuda externa, particularmente en los créditos de las grandes poten-
do, los veinte millones de dólares que obtuvo producto, se presume, de sus cias, en lugar de basar la economía en los propios esfuerzos del país. ( ... )
amenazas, es una cantidad nimia para las expectativas, aunque no pequeña Para desarrollar con autodecisión nuestra economía nacional indepen-
para la URSS. Las premisas de los chilenos no carecían de una dosis de infan- diente, los países del Tercer Mundo tenemos que trabajar duro durante
tilismo. Mostraban el aspecto provinciano del marxismo, aunque no sólo del largo tiempo, pagar cierto precio y hacer ciertos sacrificios. Confiamos
chileno; lo mismo se puede decir de algunos sectores del gobierno militar. en que nuestros pueblos son todos valientes y laboriosos ( ... ) En una
En cierta manera, era una muestra de la particular combinación de toda socie- palabra, sólo actuando de acuerdo con las condiciones y posibilidades
dad, de mentalidad insular junto a una apertura al mundo. reales y en forma preparada y gradual es como se puede avanzar paso a
Si a los soviéticos no les gustaba una "revolución sin sacrificios", esto fue más paso el objetivo de cambiar la fisonomía de atraso económico y mejorar
marcado en Peking (como se escribía entonces). El gobierno de Allende cam- las condiciones de vida del pueblo. Este es el juicio nuestro que se ha
bió en forma rápida su reconocimiento de Taiwán a China Popular, aunque formado con las experiencias vividas en carne propia por China 63 •
Peking pidió negociar antes con los representantes del gobierno de Freí. Veía
Este extraordinario mensaje tiene una faz doble, de utopía y rechazo a la
a la Unidad Popular demasiado dentro del radio de influencia de Moscú.
interrelación del mundo, por una parte; y por otra, de aceptación del trabajo
En cierta manera, esta apertura fue parte de una reorientación de la política
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1 JOAQUÍN FERi\1A..'mOIS H. CAPITULO XIII 1 EN EL OJO DEL HURACÁN DE LA GUERRA FRÍA 1970·1973 "'
como premisa de construcción de la realidad social. En el fondo, es una carta posibilidad de consolidación de la Unidad Popular pasaba por conservar la
de tono duro, que debe esconder su cuota de escándalo porque la "experiencia unidad de la izquierda, y al unísono ir a la confrontación política y quizás
chilena" es, antes que nada, una revolución del consumo, y se pide ayuda para militar con la oposición. Sobre todo, si Allende admiraba a Castro, éste no
mantener el aumento que se realizó a fines de 1970, insostenible en 1973. quería interponerse ante el chileno, aunque sí guiarlo. Ambas partes planifica-
El viaje a Moscú y lo que se podría llamar, la "carta china", representaron no ron una visita de Castro a Chile con el fin de fortalecer, tanto la unidad de la
sólo un escenario de una etapa más bien final de la Unidad Popular, era tam- coalición chilena, y de las relaciones entre ésta y el MIR; como dar una mejor
bién un último capítulo de "la época del subsidio", de que la solución iba a posición a la Unidad Popular para "romper el empate", como se llamaba
venir más o menos en forma mágica desde "afuera" 64 . entonces a la situación interna. Castro era un personaje mundial, y tenía su
público de adoradores más allá de la izquierda en gran parte del mundo; en
Chile, esto era más fuerte.
El compromiso revolucionario: la presencia de Cuba
Los chilenos le tributaron un recibimiento grandioso ellO de noviembre de
Las relaciones con Cuba representan un caso extraordinario en la política exte- 1971, que se extendió a casi todos los rincones posibles del país. Vitoreado,
rior chilena. En las últimas cuatro décadas, las relaciones con este país han amado, atesorado por multitudes, sobrepasó el recibimiento a De Gaulle ( 1964)
tenido más influencia en la identidad política de la sociedad y del Estado chile- y la reina Isabel II (1968), aunque no al Papa Juan Pablo II en 1987. La gira
no, que toda otra vinculación con los vecinos del cono sur o con una gran de Castro fue la culminación de "la época de las visitas", ya que la del Papa
potencia regional como Brasil 6s Es una paradoja de las relaciones de Chile con corresponde a otro momento. Se entrevistó con todo tipo de gente, pero muy
la política mundial en el siglo XX. poca de la oposición, porque ella lo visualizaba como su peor enemigo, y dio
Como se ha dicho, la revolución cubana jugó un papel destacado en fijar a la consejos sobre la más amplia gama de actividades. Su discurso era confronta-
izquierda marxista chilena en un programa que se podría llamar "anti-siste- cional, aunque sin perder el toque de habilidad táctica que lo ha hecho tan
ma", revolucionario en lo estratégico y en la preparación de grupos armados poderoso, derrochando energía y atractivo.
antes de 1970. Esta última actividad sería protagónica en la relación entre Percibió la fortaleza de la oposición, comparándola con la que él tuvo en Cuba
ambos gobiernos 66 • Para la campaña de 1970, Castro instruyó al MIR de no en 1959, aunque en general sólo habló del "fascismo". Ni que hubiera sido un
seguir con su guerrilla urbana -o simple terrorismo- por ahora, y fue una sociólogo político, describió el momento liderado por Allende "no una revo-
ayuda no insignificante al triunfo de Allende. Para la izquierda chilena, inclu- lución, sino un proceso revolucionario". Nadie lo ha explicado de mejor ma-
yendo a los comunistas en este caso, el modelo final a alcanzarse en Chile no nera. Tras su triunfal recibimiento el lO de noviembre, todo indicaba que
podía ser menor que lo logrado por Castro; o hacia allá debía encaminarse. tendría el impacto que estaba pensado, y que tuvo inicialmente, si hubiera
Esta influencia continúa, desvaída como tantas cosas en torno a la revolución, permanecido una semana, un lapso de todas maneras inusitado. Dentro de su
en parte de la izquierda a comienzos del siglo XXI. estilo, tomó la ofensiva estratégica y sus enemigos en Chile estaban acorrala-
La Cuba de Castro tuvo una influencia marginal en la política exterior del país. dos, sin ser capaces de decir nada. Pero se quedó hasta el 4 de diciembre y esto
En cambio, la tuvo de manera manifiesta y quizás absoluta, en la política inter- cambió las cosas. Fue tiempo suficiente para que mostrara su lado flaco, su
na, en la estrategia de la Unidad Popular y, sobre todo, en el mismo Allende. incapacidad de coexistir con una crítica pública, la cual comenzó por la prensa
Al formar su aparato militar, lo rodeó de una guardia pretoriana que sólo po- combativa de oposición, que imitaba los métodos de la prensa políticamente
día ver el "bien político" en el avance a un sistema marxista como el cubano. amarilla de izquierda, y los copiaba con éxito. Se pintaba un cuadro sanguina-
Creó, aunque sea en potencia, un ejército paralelo, no insignificante en cuanto rio, burlesco de Castro, al que este respondía, dejándose arrastrar. No sólo
a validez militar, que iba a provocar la reacción violenta de las fuerzas armadas intervenía en política interna; mal que mal, para eso era su visita. Al inventor
chilenas. Ellos, los revolucionarios, lo sabían, pero esperaban que fuera des- en la región de la guerra de guerrillas, se le sometió a esas reglas del juego, en
pués de que el proceso se hubiera hecho "irreversible". Otros líderes de la el campo de la política abierta. Al final, incluso sus partidarios se cansaron de
Unidad Popular, que podrían haber jugado un papel de transacción, quizás asistir a todas las manifestaciones, y Castro no dejó de decir que consideraba
eran sicológicamente incapaces de pensar en ir contra la estrategia cubana. poco combativa a la Unidad Popular, y que volvía a Cuba más revolucionario
Mientras armaba a la extrema izquierda, Castro tenía una idea clara de que la que nunq¡.. Un poderoso mensaje.
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No es casualidad que la movilización de los sectores más activos de la oposi- pueden inclinar la balanza en la capital a tu favor aun cuando otras cir-
ción comenzara con su visita, en la "marcha de las cacerolas vacías" el 1 o de cunstancias sean desfavorables.
diciembre de 1971. Se inició un proceso de contra-movilización que no se
Tu decisión de defender el proceso con firmeza y con honor, hasta el
detendría hasta el ll de septiembre de 1973 67 . El mismo Castro quedó mal
precio de tu propia vida, que todos te saben capaz de cumplir, arrastra-
impresionado de sus amigos en Chile, aunque nunca criticó a Allende en pú-
rán a tu lado a todas las fuerzas capaces de combatir y a todos los hom-
blico, por quien parece haber tenido genuino respeto. Esto no le impedía diri-
bres y mujeres dignos de Chile. Tu valor, tu serenidad y tu audacia en
gir la estrategia del chileno en lo que fuera posible, incluso de prepararlo para
esta hora histórica de tu patria y, sobre todo, tu jefatura firme, resuelta
un enfrentamiento mortal y, dado que sabía la autoridad que tenía sobre Allende,
y heroicamente ejercida constituyen la clave de la situación.
"prohibiéndole salir con vida", como se ve en un extraordinario documento
de mediados de 1973. Se le cita entero, precisamente porque en los tiempos Hazle saber a Carlos y a Manuel en qué podemos cooperar tus leales
del "rescate de la memoria", se le arroja al laberinto de la desmemoria. amigos cubanos.
Te reitero el cariño y la ilimitada confianza de nuestro pueblo. Frater-
nalmente. Pide! Castro 68 •
Querido Salvador:
El temple de Salvador Allende el día 11 de septiembre no se había forjado sólo
Con el pretexto de discutir contigo cuestiones referentes a la Reunión
en respuesta al llamado de Castro. Pero el involucramiento del cubano en la
de los Países No Alineados, Carlos y Piñeiro realizarán un viaje a ésa. El
política chilena mostró un grado extremo de "internacionalización de la polí-
objetivo real es informarse contigo sobre la situación y ofrecerte como
tica" del país, quizás más importante que la que representó la de EE.UU. por
siempre nuestra disposición a cooperar frente a las dificultades y peli-
intermedio de la CIA. Esta historia no terminaría aquí. El mismo 11 de sep-
gros que obstaculizan y amenazan el proceso.
tiembre la embajada de Cuba ocultó armas de la extrema izquierda chilena,
La estancia de ellos será muy breve por cuanto tienen aquí muchas obli- con la ayuda de la embajada de Suecia, en un acto increíble de diletantismo
gaciones pendientes y, no sin sacrificio de sus trabajos, decidimos que revolucionario por parte del embajador Harold Edelstam 69 • Uno de los prime-
hicieran el viaje. ros actos de la Junta de Gobierno, el mismo ll de septiembre, fue romper las
Veo que están ahora en la delicada cuestión del diálogo con la Demo- relaciones diplomáticas con Cuba y dinamitar un monumento a Ernesto (Che)
cracia Cristiana en medio de acontecimientos graves como el brutal Guevara en San Miguel, comuna de Santiago entonces muy identificada con la
asesinato de tu Edecán Naval y la nueva huelga de los dueños de camio- izquierda. El apoyo cubano a la guerrilla en Chile, no cesó, al parecer, hasta
nes. Imagino por ello la gran tensión existente y tus deseos de ganar comienzos de los noventa.
tiempo, mejorar la correlación de fuerzas para el caso que estalle la lucha
y, de ser posible, hallar un cauce que permita seguir adelante el proceso
revolucionario sin contienda civil, a la vez que salvar tu responsabilidad
por lo que pueda ocurrir. Estos son propósitos loables. Pero en caso de
que la otra parte, cuyas intenciones reales no estamos en condiciones de
valorar desde aquí, se empeñase en una política pérfida e irresponsable
exigiendo un precio imposible de pagar por la Unidad Popular y la
Revolución, lo cual es, incluso, bastante probable, no olvides por un
segundo la formidable fuerza de la clase obrera chilena y el respaldo
enérgico que te ha brindado en todos los momentos dificiles; ella pue-
de, a tu llamado ante la Revolución en peligro, paralizar los golpistas,
mantener la adhesión de los vacilantes, imponer sus condiciones y decidir
de una vez, si es preciso, el destino de Chile. El enemigo debe saber que
está apercibida y lista para entrar en acción. Su fuerza y su combatividad
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a la vida política, despectivo y con su cuota de resentimiento hacia ella. No era global 4 . Por lo demás, toda sociedad tiene sus tiempos de turbulencias. Sólo que
mera exclusión, ya que fue el aprendizaje principal que efectuaron del turbulen- en América Latina el estado de "semi-turbulencia" se ha prolongado más allá de
to período de 1931 y 1932. Tenían la sensación de haber sido usadas y abusadas lo esperable en los tiempos modernos. En la misma Europa, las dictaduras medi-
por "los políticos", los "paisas" (paisanos, es decir, civiles). También era una terráneas han dado para toda una referencia política y cultural. No hablemos
manera de establecer una identidad intransferible frente a los militares del resto de Alemania. Inglaterra, una gran excepción se ha dicho, tuvo su época de tur-
de los países latinoamericanos, en especial de los argentinos, que hacían de la bulencias internas, la última de carácter revolucionario, en el siglo :A'VIL ¿Y Fran-
intervención en política una fuente incesante de desprestigio. Aparte de los na- cia, la patria de la libertad y de los derechos humanos? En el último medio siglo,
turales intereses corporativos (sistema de promoción, presupuesto, renovación al momento de escribirse estas líneas, tuvo dos golpes de estado (1958 y 1961)
de equipo ... ), la esencia de su misión era sostener la integridad territorial del o, para ser exactos, levantamientos militares. De lo señalado aquí no se debe
país, que ocupaba el área de "seguridad nacional" 1. deducir ninguna fatalidad o predeterminación, sino constatar la dificultad relati-
va del desarrollo político. La creatividad -o ineptitud- humana hace el resto.
En 1944, un teniente coronel se maravillaba de las virtudes de la geopolítica,
América Latina sigue siendo a comienzos del siglo XXI una suerte de clase me-
donde "los conocimientos derivados de este estudio, les capacitan (a los oficia-
dia de las naciones, según una analogía con la pirámide sociars. Una "clase me-
les) para formular sistemas políticos y para practicar el arte de los estadistas en
dia" entre la "civilización y la barbarie", no siendo en definitiva ni una ni otra, el
igual sentido, como el general domina el arte de la guerra" 2 • Si se cree que estas
continente parece rehuir de ambas. La crisis nacional de 1972/73 y su conse-
palabras son representativas de una fracción de la conciencia uniformada, se ve
cuencia, el gobierno militar, fueron, en última instancia, la expresión más clara
cómo la posibilidad de que la "seguridad nacional" podría llegar a manifestarse
de esta dialéctica.
en el ordenamiento interno. Asimismo, existía como discurso menor, aunque
constante, la conciencia de que las fuerzas armadas eran parte de un país "sub- En 1973, antes delll, lo probable era que la profundidad de la crisis política,
desarrollado", y por eso ellas debían participar en la tarea del "desarrollo". Motivo una vez zanjada, llevara a un cambio relativo en la posición internacional del
por el cual Allende, entre otras razones, parecía majadero con lo de la "seguri- país. Quizás, si Eduardo Frei Montalva y la Democracia Cristiana hubieran sido
dad nacional". Las Fuerzas Armadas parecían así vincularse o ser vinculadas a quienes recogieran los despojos, habría podido haber continuidad, buena o mala,
una empresa de avance económico y social provisto de connotaciones inter- con los años sesenta. Era dificil una solución como esta. Según Joan Garcés, que
nacionales, sin que esto se pudiera acusar de "deliberación interna". El mismo empujaba a Allende a una solución estratégica maximalista, el suicidio del
Prats, en la carta de renuncia a la Comandancia en Jefe, le decía a Allende que él, mandatario tenía como objetivo impedir esta salida, al dejar una clara marca de
Prats, había contribuido "a los lineamientos señalado por V.E., para una partici- cambio violento e inédito en la historia del siglo XX de Chile 6 • Incluso sin
pación realista de las Fuerzas Armadas en las grandes tareas del desarrollo del Pinochet, los oficiales que primero organizaron el ll de septiembre tuvieron
país, que tienen trascendente incidencia en la Seguridad Nacional, bajo la inspi- que superar tantos obstáculos internos, sicológicos: el apego al constitucionalismo;
ración del nuevo concepto de 'soberanía geoeconómica"' 3 . la carencia de la costumbre del "golpe"; la falta casi total de experiencia bajo
fuego, o de ordenar disparar; la duda sobre si tenían valor o no. En general se
Las Fuerzas Armadas y el cuerpo de Carabineros, cerraron filas de manera prác-
asimila al militar con el valor fisico. Mas, no existe la valentía de manera simultá-
ticamente unánime el 11 de septiembre, asumiendo una posición de dramático
nea para cualquier actividad; el valor fisico tiene que ver con el acondiciona-
antimarxismo en el contexto de la Guerra Fría. Entonces, la pregunta de rigor,
miento; lo podían mostrar sin problemas en "defensa de la patria". El empleo de
con la que el lector se ha encontrado varias veces en este libro, ¿no era una
la violencia en política los ponía en otra dimensión. Había que acumular energía
mascareta la fidelidad constitucional y el apoliticismo, la "excepcionalidad" de
total, con un argumento política y sicológicamente inexpugnable. Este les llegó
los militares chilenos? Al final de cuentas, las fuerzas armadas chilenas no eran
del."frente interno", de las familias, de la inquietud entre los mismos oficiales,
diferentes al resto de América Latina.
del desborde político. Se vinculó la idea de amenaza externa con interna, y se
Cuando se habla, teniendo como referencia la política moderna de los últimos extendió la idea de "seguridad nacional" a la vida interna
dos siglos, la subordinación de los militares al poder civil dentro de un estado de
Antes del 11 de septiembre, desde el mundo occidental se miraba a Chile
derecho ha sido flor escasa, sólo válida en las democracias anglosajonas, y olvi-
como democracia. Esto ayudó a configurar la imagen del país del gobierno
dándose de la guerra civil norteamericana. Otros casos como Suecia y Holanda,
militar como la "anti-utopía"; ayudó, pero no la creó del todo. La política de
por ejemplo, por asunto de tamaño, no alcanzan a tener el valor de ejemplo
aplastamiento de los adversarios del gobierno militar, amén de su decisión de
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•• CAPITULO XlV 1 LOS AÑOS DE HIERRO, EL GOBIERNO MILITAR 1973-1990
constituirse en un período de larga duración, fue un aliciente adicional para Augusto, el supremo
mirarlo de esta manera. La "moderna utopía" creó una imagen que acompaña-
ría siempre al gobierno militar, y estaba quizás más viva que nunca, ante el entu- Era el general de división y comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet
siasmo con que se asumió como tribunal moral en Europa el arresto del general Ugarte (n. 1915). Nada en su carrera lo diferenciaba de lo que se podría consi-
Pinochet en Londres en octubre de 1998. También se daba en EE.UU. y algo derar la mentalidad y actitud "normal". Fue una trayectoria casi anodina. Dos
similar se puede encontrar en muchas partes de América. Aunque a la "utopía" cosas resaltan, en primer lugar, su paso por la Academia de Guerra y su estadía
se pensaba que le seguiría la "antiutopía", fue la violencia y la continuación del en Ecuador, como profesor en la academia correspondiente, y miembro de una
régimen militar lo que potenció a la segunda. Si bien, desde un principio se creía misión militar chilena contratada por el gobierno de ese país. Por supuesto, lo
que un gobierno militar no iba a ser un paréntesis, nadie imaginaba que en Chile siguiente que destaca, es su llegada al generalato en 1969 y su posterior carrera
podría durar un régimen caudillista, dictatorial. Eso fue lo que pasó. ¿Por qué? meteórica hasta alcanzar a ser el segundo del Ejército en 1973, y Comandante
Por la conjunción de un jefe militar con ambiciones y voluntad antes no sospe- en Jefe a partir del 23 de agosto de ese año. El desarrollo de su trayectoria
chada, con un sistema político y social que había perdido su norte, y del cual militar indicaba la de un oficial que sabe hacer carrera, a fuerza de una extraordi-
actores poderosos jugaron su suerte en la carta militar. Al final, el gobierno no naria autodisciplina y capacidad de trabajo, que después demostraría desde el
fue juzgado en forma negativa por el "golpe", como temían los militares antes poder político. Sabía amoldarse a las cambiantes y, a partir de 1968, resbaladizas
del 11 de septiembre, ni por las políticas emprendidas. En la política mundial, condiciones para el alto mando. Oficial metódico, a muchos parecía opaco y sin
lo esencial del juicio se relaciona con lo que se denomina "violación a los dere- la personalidad descollante o desmedidamente ambiciosa, que asomó después
chos humanos". del 11 de septiembre. Era conocido por su capacidad de trabajo y de organizar
las cosas bien, pero su rara genialidad como su afán de poder se le escaparon a
Se trata de torturas, ejecuciones, desapariciones, estas últimas una combinación todos. Como ha dicho Gonzalo Vial, era el perfecto "segundo hombre", hasta
de las dos anteriores. Una parte de las ejecuciones aparecieron muy temprana- que se le presentó la oportunidad de ser el "primer hombre" 7 . Por otro lado, un
mente, y es dificil que hubieran sido ordenadas por el mismo Pinochet. Eran aspecto poco explorado, fue yerno de un poderoso político radical de mediados
resultado del clima que se vivía en el país, y de la "oportunidad" de redimirse de siglo, Osvaldo Hiriart. ¿Habrá aquí una raíz de su resentimiento contra los
por medio de la violencia, quizás como agresión reprimida. A las pocas semanas, "señores políticos"?
sobre todo en ejecuciones de miembros del escalafón político y administrativo,
ya derrotados en su intento de preparar una resistencia a la intervención militar, Mantuvo en la penumbra su visión política del país. Les regalaba versiones de su
estaba más la mano del alto mando representada por Pinochet, y también por el libro Geopolítica a los líderes de la Unidad Popular, incluyendo un ejemplar
general Gustavo Leigh, comandante en jefe de la FACH. Después, en 1974, con dedicado, con elogios, a Fidel Castro. Según todas las evidencias, sólo a último
la creación de laDINA, dirigida por el entonces coronel Manuel Contreras, se momento se unió a la organización del golpe, semanas después de que hasta los
desarrolló un instrumento de persecución política, de violencia antes no conoci- principales políticos de oposición lo hubieran propiciado, días antes del 11 de
da en el Chile republicano. septiembre. Todo esto ha llevado a que se afirme que Pinochet jugó a dos ban-
das. Que pretendía ser el líder salvador de cualquiera de las dos alternativas 8 . La
Alrededor de mil personas, que cayeron en sus manos, fueron torturadas hasta confianza que le profesaron Prats y Allende hasta el final, los llamados que se le
morir, de manera a veces extrañas a las prácticas antes empleadas. Se trató de un hacían la mañana del 11 para avisarle; parece que los generales que en realidad
exterminio de cúpulas políticas del MIR, de los comunistas y de los socialistas; organizaron la revuelta -sobre todo Arellano y Bonilla- decidieron incluirlo a
La gran mayoría de ellas no eran terroristas, aunque potencialmente podían apoyar él ya bien avanzados los preparativos; envió su familia a la Escuela de Alta Mon-
ese tipo de actividades, a las que miraban como legítimas por vivirse en "dicta- taña el día antes delll, y el comandante de la guarnición murió un mes después
dura". Torturas había habido siempre en la policía civil, aunque sin ocasionar la en circunstancias sospechosas.
muerte y, en general, sin dejar huellas permanentes. El grado de las que se ejer-
cieron ahora, asombrosas y espeluznantes, no eran invenciones chilenas, y se Otros antecedentes indicarían que el camino que escogió parece haber sido la
relacionaban con el incremento de los niveles de la violencia desenfrenada en decisión lógica en sus circunstancias. Desde luego, la misma "normalidad" de
América Latina y en muchos lugares del mundo. Lo chileno del asunto estuvo su trayectoria, hacía pensar que las simpatías por el marxismo fueran poco
en la adopción del estilo que, en su grado extremo, finalizaría hacia 1977, no sin probables. Lo que sí había habido dentro de los uniformados eran inclinacio-
antes dejar una marca que nublaría el recuerdo del gobierno militar. nes por el nacionalismo de izquierda; pero esto no se traspasaba al marxismo,
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salvo excepciones de poco peso institucional. Las expectativas de poder, dentro El documento más importante que tenemos acerca de las ideas de Pinochet
del marco de la Unidad Popular, con que Allende y la izquierda tentaron a antes del "11 ", es su libro Geopolítica de 1968. Eran las clases que había dictado
algunos militares, empezaron a palidecer después del "tancazo" del29 de junio como profesor en la Academia de Guerra, y dedica el libro a sus alumnos.
de 1973" Se podían quedar con las pequeñas prebendas entregadas o por entre- Consiste en una síntesis, con mucho de textual, de los principales autores del
gar, pero eran mucho mayores las que los políticos y el público de oposición les pensamiento geopolítico, de los alemanes principalmente. Sobresale la idea
ofrecían y hasta les imploraban que se quedasen, hasta que -mediante el pode- del "Estado" como el centro de la vida social e internacional y una concepción
roso incentivo de familias atemorizadas- cayeron además en la cuenta que podían orgánica del mismo. De todas maneras, incluye citas textuales, aunque sin refe-
recibir el Gran Poder. Tras la lucha de conciencia y superar el temor de no haber rencia explícita, al padre del "realismo político" norteamericano. Hans
oído prácticamente nunca disparar una ametralladora, en la agitación de junio, Morgenthau; a pesar de que están entre comillas, no cabe duda que las asume
julio y agosto de 1973, se abocaron a la acción. Es probable que Pinochet como propias. Lo entiende eso sí de una manera más cruda de lo que el norte-
compartiera este sentimiento. Había participado además de las reuniones entre americano hubiese deseado. Una frase que tiene el sabor de textual, pero que
generales de las tres armas que se comenzaron a juntar, al principio impulsados Pinochet no pone entre comillas, puede ser representativa de la visión del autor:
por el apremio del momento afiebrado, a partir del29 de junio, para representar
La característica esencial de la soberanía del Estado, para tomas decisio-
su posición ante el Gobierno 9 .
nes, es el poder que posee para ello, lo cual se ha mantenido a través de los
Por lo demás, en el panorama de la política mundial, casi no existe ejemplo en el años como parte integrante y esencial del concepto soberano del Estado.
siglo XX de altos oficiales militares que hayan podido transformarse en caudillos "No puede existir el Estado sin poder soberano" El poder soberano es la
revolucionarios. Estos son jóvenes que adoptan los aprestos militares, pero que más amplia libertad que tienen los Estados para hacer su voluntad en las
no representan el ethos de una institución tradicional. No existió ejército que diferentes acciones que emprenden y en todos los campos que compren-
haya sobrevivido como institución tras el cambio revolucionario. En muchas de la vida y desarrollo del Estado. Cuando el poder soberano se concentra
"dictaduras de desarrollo" de tipo "tercermundista" la clase militar sería la clase para ejecutarse en una aspecto nacional o internacional, su resultado es la
política, como sucedería en Chile. En esos casos, adoptaron el nacionalismo de política de poder que encierra otros poderes integrantes ( ... ) La política
izquierda, como Gama! Abdel Nasser en Egipto, aunque en otros sentidos po- internacional de un Estado, como toda política, es luchar por el poder.
drían ser parcialmente conservadores. Sería el camino de los militares peruanos Cualquier objetivo político que se persiga alcanzar exige recurrir a la lucha
un par de años después de la caída de Allende. La única excepción es la revolu- por el poder 10 .
ción radical y tendencialmente genocida de Mengistu en Etiopía, entre 1974 y
Se esfuerza por destacar que sus ideas no constituyen un llamado a una conducta
1991. En lo humano, no existe regla universal, y habría que inclinarse por en-
agresiva ni a un determinismo geográfico. De su dominio de la geografia y su
tender que allí operaron las razones de la vida política de Mrica negra.
relación con la política internacional, dan testimonio varias publicaciones de los
Los generales del ejército que venían organizando la toma del poder, conmi- años cincuenta sobre Chile y sus vecinos. En suma, todas estas fuentes muestran
naron a Pinochet a ponerse al mando en cuanto Comandante en Jefe; no lo una concepción del orden internacional "conservadora", si por tal se entiende la
hicieron con Prats o con otros que presumían de su línea. Suponían que existencia de constantes que no pueden ser eliminadas por un cambio revolucio-
Pinochet no iría a tomar medidas contra ellos. No quita ni pone que Pinochet nario. No hay ni una traza de simpatía por el nacionalismo tercermundista, para
era un maestro para ocultar su parecer y aguardar con paciencia su oportuni- no hablar del marxismo.
dad, oteando las ventajas y las probabilidades, así como la mañana del ll de
Es cierto que quizás lo mismo se podría haber dicho del general Prats, antes de
septiembre esperó ansioso hasta que la casi totalidad de las unidades estuvie-
ser seducido por la izquierda. También, hay huellas de una conducta o "aparien-
ran movilizadas, y entonces apareció en escena. La orientación hacia Franco
cia" que tal vez se podría calificar obsecuente por parte de Pinochet ante sus
en los primeros años del gobierno militar -amor no correspondido como se
superiores, dando a entender que no sólo era "constitucionalista" (hasta 1972
verá-, indica hacia algo más profundo que una mera careta oportunista.
lo era la inmensa mayoría de la oficialidad), sino que además simpatizaba con el
Más todavía, si los militares lograban no ser meros agentes del cambio polí-
programa en su conjunto. Varios generales, a los que la oposición sospechaba
tico, y ser promotores de una "modernización" mejor que la de los marxis-
proclives a la Unidad Popular, tuvieron después papeles destacados en el gobier-
tas, es una expectativa que no podía dejar indiferente a un oficial de la ambi-
no militar; es probable que fueran protegidos de Pinochet. La necesidad de
ción de Pinochet.
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tomar partido se presentó como una confusión para la conciencia de los milita- esta doctrina respondía a la racionalización de una práctica antigua, como la de
res, de la que trataron de huir encerrándose en el bunker del cuartel. las tropas napoleónicas en España a partir de 1808, las de los colonos norteame-
La figura central, ambiciosa, cazurra, que sabía amortiguar golpes y modificar el ricanos en la independencia (Minutemen), o las mismas guerrillas de la causa de
curso cuando lo estimaba necesario, constituyó el dínamo de todo el gobierno la independencia hispanoamericana; o las chilenas en la "Campaña de la Sierra"
militar. Poseía gran capacidad de absorber nuevas ideas, después de desconfiar entre 1881 y 1883, esta vez actuando en contrainsurgencia 13 • La Guerra Fría le
de ellas en primer lugar, podía seleccionar las políticas que han quedado como la entregó un nuevo lenguaje, más universal, pero la realidad era muy antigua. La
marca de la modernización. Podía rechazar en forma instintiva un proyecto, una crueldad represora no era la compañera inevitable del triunfo, sino que podía
decisión, una idea; podía reaccionar con iracundia, rabia y gritos aterradores abrir las puertas del descalabro, ya que arrojaba a la población a los brazos de los
para los que lo rodeaban. Después, entrando la sobriedad de la meditación, era insurgentes. Cuba y Vietnam fueron los grandes ejemplos de resonancia mun-
capaz de dar pie atrás, aunque se hubiera comprometido pública y rotundamen- dial de los años sesenta y setenta. Esta situación se vivió en el cono sur, a fines de
te con lo contrario. Con poderosa intuición, un sentido innato de las oportuni- los sesenta en Brasil, y con especial dramatismo en Argentina a mediados de los
dades, aunque dictador, como han dicho Simon Collier y Will Sater, Pinochet setenta. Ya se ha dicho cómo la imagen de la Guerra Civil Española conformó la
fue un "dictador chileno", y esto era intuido por la masa de los chilenos, era idea "de lo que vendría" en los actores políticos chilenos.
familiar para ellos. Estas racionalizaciones o "doctrinas" encubrieron otro hecho más universal, el
gusto por la violencia y la crueldad, innato como posibilidad en el ser humano, si
se abandona el marco contenedor que la civilización ha logrado construir. Pocos
Ensayo de explicación de la violencia
de los oficiales comprometidos en la parte violenta e injustificable de la repre-
El sistema autoritario terminó por legitimarse en alguna medida, por lo exitoso sión eran primariamente antimarxistas en 1970, ni siquiera el mismo Pinochet.
del desenlace, al menos a ojos de sus contemporáneos de Chile. En cambio, la Los excesos estuvieron marcadamente ligados a Carabineros, al Ejército y a la
"violación de derechos humanos", permanece como "el pecado original de la Fuerza Aérea, siendo en cambio más limitados en la Armada. Esta última era la
experiencia chilena", aludiéndose en este último sentido a la reforma económi- que más se podía identificar con un asomo de antimarxismo, ya en 1970, más
ca, que llegaría a ser considerada como "modelo" en la región. Quedará flotando que en las otras ramas, aun cuando esta emoción política no definía la esencia de
en el recuerdo la hipótesis terrible de que hubo una relación "funcional" entre su posición ante el Estado y el público.
los excesos y la reforma económica. Más que de sus encendidos enemigos, el
Esta hipótesis conduce a poner el acento en la pura crueldad que se anida como
testimonio de un miembro de la DINA puede ser decidor:
emoción posible en la sicología humana. El sadismo, traspasado por la
Usted cree que habría habido "milagro económico" chileno si no hubiera racionalización, está en el horizonte de posibilidades. En el caso chileno, tal
sido por nosotros, los de laDINA, que estábamos con la metralleta en como sucedía en el mundo, esta posibilidad se potenció con la toma de posición
mano ( ... ) ¿Qué país resiste el 20% de cesantía en esa condicionesr n_ junto a uno de los extremos en los que se había polarizado la sociedad chilena.
El antimarxismo en las fuerzas armadas tenía que estar unido a la doctrina de
Siguiendo las corrientes de interpretación en boga, el informe Rettig destaca la
"contrainsurgencia", la guerra contra el "partisano", es decir, el guerrillero, el
responsabilidad de la "doctrina de seguridad nacional" en la configuración de
"ejército en las sombras". En Chile, la guerra era sólo potencial, presunta, y de
la mentalidad que llevó a los abusos y excesos, una vez controlado el país 12 •
Es cierto que se añade que el anticomunismo chileno venía de la Revolución hecho la energía fulminante de la acción militar el ll de septiembre, fue la
condición de que no la hubiera.
Rusa, pero el acento lo puso en la anterior. Habría una especie de "nexo causal"
entre ambas. Parece una explicación insuficiente. Había también otra fuerza, la de la gran mayoría de la población movilizada en
orden a un triunfo final de uno u otro sector. Este sentimiento social comenzó a
Después de 1978, la violencia -injustificable- en la represión fue más ocasio-
nal relativamente aislada, y existía un militante antimarxismo como "ideología penetrar el corazón de las Fuerzas Armadas; en un grupo de ellos, los identificaría
oficial". La doctrina de la "contrainsurgencia", cómo combatir una "guerra con algunos aspectos de la Unidad Popular, aunque había pocos que fueran sólo
marxistas; la gran mayoría comenzó a asumir un antimarxismo militante a partir
irregular", fue la madre de la "doctrina de la seguridad nacional". El conflicto
"irregular" es aquel en el cual el soldado enemigo es un combatiente "disfraza- de 1972; un tercer grupo, haría ostentación de indiferencia, y después delll de
do" de civil, que no obedece a una institución reconocida. En otras palabras, septiembr:e a veces serían más papistas que el Papa. En el polo más antimarxista,
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que no necesariamente se podría identificar con un partido concreto, cundía la Por otro lado, está la reacción antimarxista encabezada por el general Suharto
idea de estar ante una amenaza que debía ser erradicada, reproducción del en Indonesia en 1965/66, que derrocó a Sukarno, el líder de la independencia.
sentimiento de "avanzar sin transar" de la extrema izquierda. Le siguió una cruel matanza de varios centenares de miles de comunistas, y un
Estos elementos pusieron en marcha el estado de ánimo que dio la apariencia gobierno de 33 años de duración. Es lo que más se acercó a un verdadero geno-
de legítima a cualquier tipo de represión, algo que se parecía al exterminio cidio cometido en nombre del antimarxismo. El caso chileno se mueve entre
colectivo, aunque de naturaleza muy diferente al genocidio. Se trató del ani- ambos polos. En la fijación antimarxista, en la crueldad para eliminar a una
quilamiento físico, después de sufrimientos indecibles, de las cúpulas políticas oposición fundamentalmente política, como en el intento de mediados de los
de los partidos "anti-sistema", aunque lo que fuera "sistema" bajo el gobierno setenta de dejar atrás, en una suerte de "basurero de la historia", a la democracia
militar en los setenta, era algo de naturaleza muy diferente a la terremoteada occidental, se acercaba al modelo de Suharto. Lo diferenció, por cierto, en que
democracia de 1973. Era un tipo de práctica de la que el marxismo en el poder la etapa de hierro del gobierno de Pinochet no alcanzó las dimensiones de
(en el mundo) empleó hasta la perfección. Indonesia, y no sólo en los números. Estuvo limitada además a una primera
etapa. Se acercaba al modelo de De Gaulle al ser un factor en (re)crear una
Este proceso fue ayudado, tanto por la indiferencia e ignorancia, en parte volun-
democracia en un acuerdo con sus propios opositores. Y estos adoptaron parte
taria, de los partidarios del gobierno militar, y por el estado de indiferencia de
del programa del mismo gobierno de Pinochet. Lo separaba no sólo la diferen-
una importante masa de la población, aliviada de tener que despreocuparse de
cia de historia, y que Francia es Francia (incluyendo dos golpes y un "boinazo"
"la política", después que esta hubiese llevado sus vidas a un paroxismo sin igual.
entre 1958 y 1968). También el que Pinochet tuviera más el semblante de Raoul
La gran masa se refugió en sus vidas personales, atenazada por la recesión eco-
Salan, el líder del levantamiento contra De Gaulle, antes que el del gran estadis-
nómica de 1975, encantada con la alegría de la vida corriente y "normal", feliz
ta. Si De Gaulle alentó un levantamiento militar en 1958 (otra cosas es si él se
de haber dejado atrás una pesadilla, o teniendo de manera simultánea la sensa-
levantó o no contra un orden constitucional en 1940), en su concepción y en su
ción de que le había sido escamoteado un país que sentían más propio. Si el
actuar político, siempre se movió dentro del horizonte de la democracia, es de-
gobierno militar dirigido por Pinochet, no hubiese ejercido esa violencia gra-
cir, del "modelo occidental".
tuita, más allá de la cantidad soportable, es de presumir que igual hubiese
habido unas 200 o 300 víctimas, de acuerdo a como sucedieron las cosas.
Pinochet hubiese sido arrestado en Londres en 1998 de todas maneras por El éxito de la 'clase
esas víctimas, porque la "experiencia chilena" había hecho ilegítimo a ojos del
mundo, cualquier derrocamiento de Allende. Una situación como esta hubiera, El tema de la violencia gratuita, es una cara de esta "experiencia chilena". Existe
en cambio, hecho más comprensible, ese derrocamiento a ojos de los chilenos de otra, la de la revaluación de la clase militar. No sólo porque los uniformados
fines de siglo. fueron nuevas estrellas en el Chile político y social, sobre todo en los primeros
años. El desenlace del gobierno militar, como experiencia, en muchos sentidos
mirada casi universalmente en forma positiva o hasta admirativa, los dejó en una
Chile y dos casos de intervención militar: Francia e Indonesia posición peculiar. Aunque al momento de escribir estas líneas aparece impensable
No se vive en un mundo aislado. Marxismo y antimarxismo definieron una una nueva intervención militar en estilo de 1973, los uniformados permanecen
parte fundamental de la política mundial del siglo XX. Más allá del18 de julio como parte integrante de la clase política en un sentido bastante amplio de la
de 1936 en España, existen otras dos intervenciones militares, que pueden ser expresión.
tomadas como "tipos", que delinean mejor la individualidad del caso chileno. La clase militar probó su valía y, al revés de sus congéneres en América Latina,
Por una parte, está la intervención militar del ejército francés en 1958, que quedaron con un prestigio considerable aunque no indisputado. Si bien existe
tuvo un desenlace constitucional y re-fundacional con el general Charles de alguna semejanza con el proceso brasileño, en cuanto los militares de Brasilia
Gaulle y su creación perdurable, la Quinta República. De Gaulle no era prima- planificaron su propio retiro del poder, el gobierno de Pinochet quedó plasma-
riamente antimarxista, sólo porgue Francia no estaba amenazada por una re- do como ".dictadura de desarrollo" en el más pleno sentido de la palabra 14 . Es
volución marxista, aunque el presidente galo, en 1968, no vaciló en acudir al cierto que ,la figura del mismo Pinochet crea controversia; mas la polarización en
lenguaje antimarxista para escenificar un "comeback" desde una posición que torno a él va siendo cada día asunto de minorías; casi se va a su total condena-
parecía perdida. ción. En la vasta mayoría del país reinaría a partir de la década de los noventa y
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CAPITULO XIV 1 LOS AÑOS DE HIERRO, EL GOBIERNO MILITAR 1973-1990
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en la primera del siglo XXI, una reacción mixta. Se considera que el advenimien- Sin embargo, en el origen del gobierno militar no había estado el "antimarxismo"
to del gobierno militar era inevitable; no se le perdonan los excesos. de manera explícita como la gran legitimación. Este era un lenguaje político que
fue adoptado después de que los uniformados cruzaron el Rubicón de la deli-
Fue un estilo de hacer política semi-personalista y semi-institucional de las fuer- beración política. El cruce fue expresado como el peligro para la "seguridad
zas armadas. El compromiso con el gobierno y sus resultados fue relativamente nacional". En el bando N° 5 de la mañana del ll de septiembre se decía:
análogo entre las diversas ramas, incluyendo a Carabineros. Con todo, fue el
ejército el más involucrado a través de la figura de Pinochet. A él mismo siempre lO.- Que existe anarquía, asfixia de las libertades, desquiciamiento moral
lo rodeó un aparato inmediato, compuesto de manera exclusiva por oficiales del y económico y, en el gobierno, una absoluta irresponsabilidad o incapaci-
ejército. Ya se dijo que Pinochet proporcionó los principales puntos oscuros del dad que han desmejorado la situación de Chile impidiendo llevarla al puesto
período; también la coherencia que permitió después rehacer al país político y que por vocación le corresponde, dentro de las primeras naciones del
económico. Sin Pinochet, no habría habido el desenlace que hubo; hubiera sido continente;
otro, como es obvio, sin poder afirmarse si mejor o peor. Pinochet, sin el apoyo ll.- Que todos los antecedentes consignados en los números anteriores
de las instituciones y la obediencia incondicional del ejército, su verdadero sus- son suficientes para concluir que están en peligro la seguridad interna y
tento político, tampoco hubiera sido nada. El ejército "ganó la guerra contra el externa del país, que se arriesga la subsistencia de nuestro Estado inde-
marxismo", como con sorna decían muchos chilenos. Tras esto, está el hecho pendiente y que la mantención del Gobierno es inconveniente para los
significativo que el logro más importante del ejército en el siglo XIX, fue la altos intereses de la República y de su Pueblo Soberano 15 .
Guerra del Pacífico, de la cual no todo es para enorgullecerse. En el siglo XX, la
Las razones de la intervención, son explicadas como la crisis interna y el peligro
conquista más destacada del ejército no fue una guerra internacional clásica, sino
que ello significaría para la supervivencia del país. Todavía era dificil tomar una
que el ll de septiembre, entendiendo por esto toda la labor de los años del go-
actitud que pareciera netamente "política". Para muchos fue casi sorprendente,
bierno militar, y todas las valoraciones, positivas y negativas, que lo acompañaron.
aunque natural, que el general Hernán Leigh dijera la noche delll de septiem-
En Chile, donde el "sistema occidental" estaba bastante desarrollado en lo bre, que había que "extirpar el cáncer marxista". El mismo Decreto Ley N° l,
político con insuficiente modernización económica y social, encerrarse en un del ll de septiembre, afirmaba que la Junta se constituía "con el patriótico
"camino propio", el "verdadero Occidente", llevaba a abandonar el del Occi- compromiso de restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad quebran-
dente real, por así decirlo. Tenía otro camino, volver en el menor plazo posible tadas"16. Estas palabras reflejaban mejor el mundo de sentimientos explícitos
al "sistema occidental", es decir, a la democracia política. Mas, ¿cómo recrearla que habían llevado a los uniformados a la acción política.
cuando sus últimos vestigios habían sido abolidos por el golpe1 Si los uniforma-
En las palabras de quien fue quizás el principal impulsor delll de septiembre en
dos se atrevieron a dar un paso que antes temían o desdeñaban, realizaron en-
el ejército, el general Osear Bonilla, ahora como flamante Ministro del Interior del
tonces una verdadera revolución mental que los decidió a ser "duros" y a crear
gabinete militar, sobresale la repetida afirmación de que las FF.M. llevaron a cabo
algo nuevo, a partir la idea de "estar en guerra". Dada la cultura institucional de
una tarea que les fue impuesta, que no la querían. "No se conversó con ningún
la que venían, era la única legitimación que se les podía venir a la cabeza. No
político para adoptar la actitud que adoptamos". Se trata de un "ejército legalista,
iban a entregar el poder para después de los aplausos ser el pato de la boda.
línea de conducta que jamás abandonó". Las FF.M. fueron "obedientes hasta la
Y emergió el goce y la ambición necesaria, sin la cual no se puede ejercer el
saciedad", y trataron de evitar una guerra civil, pero "no escapa a nadie que este
liderazgo político; y el otro anhelo, del poder por el poder. En ambos sentidos,
país estaba iniciando una etapa de anarquía política", por los excesos del poder
es paradigmática la trayectoria del mismo Pinochet.
ejecutivo, de la Unidad Popular y del mismo Allende. Lo peor fue que los políti-
cos de la Unidad Popular eran "vendepatrias" por haber traído a "extremistas
extranjeros". "Las cosas nuestras las arreglamos nosotros. No tenían por qué traer
El antimarxismo y la toma de partido en la Guerra Fría
a Chile asesinos importados" 17 • La Unidad Popular quería "liquidar" a las FF.M.
Chile quiso ser un adalid de la causa occidental y del antimarxismo en la Guerra y estas no habían tenido más remedio que pasar a la acción.
Fría. Sólo que ésta, a mediados de los setenta, si no finalizada, sí había cambiado
Las palabps del nuevo canciller, el vicealmirante Ismael Huerta, tras reiterar
de carácter. Y Chile no era deseado como aliado por los países occidentales. Este
algunos tradicionales de política exterior chilena, reflejaban la misma
hecho marcaría desde un inicio un aislamiento político casi inevitable.
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idea de ruptura de la legalidad como amenazadora de la existencia del país, y que Nuevamente, aparece un lenguaje que se desprende de la identificación de Chile
es el factor internacional en la legitimación del ll de septiembre: con la política mundial, como lo demuestra en especial la referencia al "totalita-
Ante el rompimiento de la unidad nacional y la incapacidad de mantener
rismo", representado por el marxismo. Una tercera declaración de un grupo
la convivencia entre los chilenos, ese Gobierno se colocó al margen de la que condenó el golpe, encabezado por Bernardo Leighton y Radomiro Tomic,
constitucionalidad, además de comprometer seriamente la seguridad del y otros que como el mismo "Hermano Bernardo", habían apoyado la Declara-
país. Las Fuerzas Armadas no podían permanecer indiferentes ante el cla-
ción de la Cámara, carga los dados a los "extremistas" de izquierda y derecha,
mor de la inmensa mayoría del país 18 . pero empezando por los primeros, y acepta prima facie la aseveración de la
Junta que devolverá el poder.
El haber intervenido para salvar la seguridad del país, ponía a los uniformados
en la coherencia del papel internacional que les entregaba el sistema político de Quienes apoyaron no sólo la toma de poder por parte de las fuerzas armadas,
la Constitución de 1925. Mas, luego afloró el antimarxismo como la principal sino que fueron el principal sustento político del gobierno militar, justificaban
legitimación de sí mismo que se dio el gobierno militar, y que sería personifica- la "suspensión" de la democracia, y el programa económico de profunda trans-
do por el entonces casi anodino (así lo parecía) presidente de la Junta, general de formación de la sociedad chilena, en la perspectiva final del antimarxismo. Es
división Augusto Pinochet. representativo José Piñera, en 1979:
La dinámica marxismo-antimarxismo que dominó al país, se puede ver en las Elll de septiembre de 1973 el Gobierno adquirió dos legitimidades: la
reacciones de los líderes de la Democracia Cristiana. Eduardo Frei Montalva, en salvadora y la revolucionaria. La legitimidad salvadora, para liberarnos
declaraciones al diario ABC, del lO de octubre de 1973, decía, primero, "la del comunismo y reconstruir el país, la cual se agota precisamente con el
Unidad popular seguía conscientemente una políticas conducente al caos y a la éxito. La legitimidad revolucionaria, que tienen hoy plena validez, para
locura colectiva. Segundo: las fuerzas militares han salvado realmente al país de realizar profundas transformaciones con la finalidad de que no se repita el
su total aniquilamiento ( ... ) Usted no desea operarse de un cáncer, pero llega un ciclo que terminó con el marxismo. Como se sabe que estas reformas no
momento en que Ud. tiene que operarse un cáncer. Nuestros cirujanos son las se pueden hacer con el juego político tradicional, la mayoría de los ciuda-
Fuerzas Armadas y el pueblo solicitó su intervención insistente, estruendosa y danos entrega al gobierno su apoyo para que éste, legislando con justicia
heroicamente". O en una carta célebre al líder demócrata cristiano italiano, en favor de todos los chilenos, alcance estas metas 21 •
Mariano Rumor: Este lenguaje tuvo su origen oficial en la Declaración de Principios del Gobierno
¿Cómo se explica que quienes invadieron Hungría y Checoslovaquia, que de Chile, delll de marzo de 1974. Era fruto del deseo de otorgar un sello a su
ahora mismo silencian o procesan a científicos, poetas, escritores, que no propio proyecto político. El principal redactor fue un civil, Jaime Guzmán
admiten ninguna crítica, ni la sombra de libertad de información, preten- Errázuriz (1946-1991 ), de gran trascendencia política en el país. Sería el princi-
dan dar lección de democracia a Chile y a este Partido 19 . pal asesor y estratega político no uniformado del gobierno militar, del general
Leigh primero, y del general Pinochet después. Aunque no sería el único
Estas palabras no reflejan una emoción antimarxista menor que las del general -Pinochet no lo hubiera permitido- y el favor de palacio tuvo sus veleidades,
Leigh la noche del 11 de septiembre, aunque su estrategia difiriera a partir de Jaime Guzmán sería la figura más influyente del gobierno en cuanto régimen,
esos momentos. Lo mismo la declaración oficial de la Democracia Cristiana el después del mismo Pinochet ciertamente.
día 12 de septiembre:
El factor internacional que asoma en la Declaración, reflejó tanto la visión del
Los hechos que vive Chile son consecuencia del desastre económico, al mismo Guzmán, como la que podía ser aceptable para los militares en las cir-
caos institucional, la violencia armada y la crisis moral a que el gobierno cunstancias post-ll de septiembre. Asume la visión hispanista, antimoderna y
depuesto condujo al país, que llevaron al pueblo a la angustia y a la deses- católica conservadora de la derecha chilena, unida al lenguaje nacionalista.
peración; los antecedentes demuestran que las FF.AA. y Carabineros no En Guzmán mismo, esto convivía con una destreza y flexibilidad política poco
buscaron el poder ( ... ) tan pronto sean cumplidas las tareas que ellas han comunes, aunque también con relativa ignorancia o desinterés acerca de la rea-
asumido para evitar los peligros de destrucción y totalitarismo que ame- lidad internacionaP 2 • Esto tenía raíces profundas en la derecha chilena.
nazaban a la nación chilena, devolverán el poder al pueblo soberano para
que libre y democráticamente decida sobre el destino patrio20 • La Declai-ación empieza afirmando el rechazo a una sociedad "de inspiración
marxista". Reconoce las limitaciones de tamaño de Chile, "por lo que no
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MUNDO y FL'I DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1JOAQUÍN FERMANDO!S H. CAPITULO XIV 1 LOS AÑOS DE HIERROo EL GOBIERNO MILITAR
pretende asumir ningún liderazgo que exceda sus propias fronteras", pero está (Su gobierno encabeza) el repudio de un pueblo libre a quien se preten-
consciente que el "desenlace" es mirado con atención por otros pueblos. El dió con ideas foráneas someterlo a la más vil de las tiranías y que gracias a
objetivo del gobierno militar es superar las divisiones y "mediocridades" y "ha- las FF.AA. y de Orden, logró salir de sus garras, hecho que perpetuamente
cer de Chile una gran nación". En política internacional se orientará a promover en el futuro será glorificado entre los hijos de esta república2s
el "poder nacional", entendido eso sí como la capacidad de defender el interés
Si se puede dar un ejemplo de un momento simbólico en la posición internacio-
del país ante otras naciones. Las bases últimas de la "reconstrucción" de Chile
nal antimarxista del gobierno militar, se puede aludir a la "Consulta", del 4 de
estarían en una entidad que le es propia, inalienable:
enero del año tan preñado de 1978. De manera improvisada, Pinochet convocó
En un mundo cada vez más interdependiente, el gobierno de Chile a una suerte de plebiscito para apoyar al Gobierno ante una condena de la ONU
plantea su carácter nacionalista en la seguridad de que nuestra patria por violación de los derechos humanos. En sí era un acto internacional, pero su
constituye un todo homogéneo, histórica, émica y culturalmente, no raíz era interna, afirmar el liderato de Pinochet. Fue un momento decisivo en el
obstante su disímil geografía. No afirmamos que Chile sea superior o que lo reforzó; fue el primer choque cuasi público con el general Leigh, su gran
inferior a otros pueblos. Sostenemos que es diferente, en cuanto tiene contendor dentro de la Junta de Gobierno; hasta el almirante Merino y muchos
un nítido perfil que le es propio. Pero la búsqueda de una reorganiza- consejeros civiles se asustaron o desagradaron. Había otros temas latentes, el
ción a partir de las entrañas mismas del alma nacional, no significa que "caso Letelier" que estaba por estallar; un posible boicot de los sindicatos
el actual Gobierno plantee un nacionalismo que empequeñezca la portuarios norteamericanos, que hubiese tenido consecuencias demoledoras; se
visión de universalidad que el mundo contemporáneo reclama ( ... ) Un estaba a días del desconocimiento argentino del laudo arbitral por el Beagle y
nacionalismo chileno de vocación universalista deberá conjugar simultá- más adelante fueron evidentes los aprestos bélicos de Buenos Aires. La sorpresa
neamente una tradición histórico-cultural que nos liga a la civilización de este recurso que podríamos llamar "bonapartista", de caudillismo plebiscita-
occidental y europea, con una realidad geoeconómica que, recogiendo rio, estaba en el mismo texto:
e incorporando esa misma tradición, proyecta a nuestro país dentro del con-
Frente a la agresión internacional desatada en contra del Gobierno de
tinente americano y, en especial, de Iberoamérica, a la vez que le abre
nuestra Patria, respaldo al Presidente Pinochet en su defensa de la digni-
perspectivas insospechadas hacia otras civilizaciones y culturas a través
dad de Chile, y reafirmo la legitimidad del Gobierno de la República para
del Pacífico, cuyas posibilidades y riquezas para Chile deberán ser apro-
encabezar soberanamente el proceso de institucionalización del país26 •
vechadas integralmente 23 .
Nunca en la historia de Chile republicano se había llegado a este grado de
La Declaración combina elementos del nacionalismo de raíz hispánica, con al-
personalización del poder instituido. Chile se aproximaba a un caudillismo más
gunos toques del pensamiento geopolítico, una más pequeña cuota de
cercano al Estado patrimonial de las tiranías caribeñas, o el Paraguay del Dr.
latinoamericanismo y liberalismo económico. Recogía también el sentimiento
Francia o de Solano López, que a la tradición portaliana. Y esto no era una pura
de muchos chilenos, en especial los de orientación conservadora, de ser finis
inmersión en sí mismo, sino que una respuesta a los dilemas ideológicos de la
terrae, de representar un tipo de valores occidentales junto al fin del mundo,
historia del siglo XX.
con orgullo en posición de avanzada.
Más directo, en el inconfundible "estilo Pinochet", el propio personaje lo decía
a comienzos de 1974 en Brasil: La imtitucionalización, lo "foráneo" y las semillas
Con respecto a la comunidad americana, les quiero decir que el marxismo El paroxismo ideológico tuvo algún límite. Pinochet dominaba al Gobierno, y
nos alejó de ella. Estamos logrando regresar. Y también quiero recalcar a la estrategia final, pero dependía del apoyo institucional. Las diversas ramas
que el gobierno de Chile no quiere formar 'eje' con nadie. Esta palabra de las fuerzas armadas nunca perdieron alguna voz. Se ha hablado de los "tec-
suena un poco rara. Algo así como 'eje' La Habana-Moscú. Nosotros no nócratas", los economistas que diseñaron el plan económico que hizo algo-
buscamos "ejes"u bierno militar tan conocido como por la DINA. Hasta 1978 sin embargo,
ellos no adquirieron influencia política, ni se interesaron mucho por ello. Fue-
De una manera grandilocuente, pero a la vez ilustrativa de su lenguaje, lo había
ron despertados de este sueño por la crisis internacional que se cernía. En
dicho a fines de 1973:
cambio, ningún gobierno puede ejercerse sin una clase política adicta; la "clase
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militar", aunque tuvo una capacidad inesperada, no era suficiente. Esta salió El articulado permanente de la Constitución de 1980, correspondía en gran
de tres sectores: los nacionalistas que tenían antigua data, y que se habían medida a las modernas normas constitucionales de la democracia liberal, la de-
dinamizado con los años de la Unidad Popular; los gremialistas encabezados por mocracia en sí misma, tal cual se ha dado en los siglos XIX y XX. En el articulado
Jaime Guzmán, que serían los más constantes consejeros del príncipe; y los anti- transitorio, en cambio, instauraba un sistema autoritario, que en gran medida se
guos derechistas sin filiación de partido, en general del entorno del ex presiden- ajustaba a la necesidad vital de Pinochet de tener protagonismo e inmunidad
te Jorge Alessandri 27 . personal, hasta que su edad se lo permitiera. Esto dio un plazo fijo para una
democracia con limitaciones, pero real, a partir de 1989. Los uniformados, de
Los nacionalistas habrían podido acompañar a Pinochet en un proyecto fran-
ahora en adelante, podían combinar su lealtad al Presidente y Comandante en
quista, pero era un grupo que creaba resistencia y políticamente era débil, con
Jefe, junto con su antiguo constitucionalismo. Los opositores estaban desalen-
pocas figuras destacadas. Los gremialistas -la futura UDI- podrían haber co-
tados. Al anunciar el plebiscito, el1 O de agosto de 1980, Pinochet afirmó que el
laborado en esta empresa. Guzmán había sido un rendido admirador de Franco
"pronunciamiento" -la expresión favorecida por los uniformados para referirse
en años anteriores; era también un gran realista, que avizoraba las dificultades de
al11 de septiembre, en la tradición española del XIX- se realizó para "detener
tal proyecto, en donde no existía el tipo de mística que cobijó al franquismo en
la desintegración del país":
la guerra civil primero, y en la década de 1940 después. En la masa del país que
saludó elll de septiembre, el fervor antimarxista de 1972 y 1973 se extinguió Mirando retrospectivamente desde mediados de la década del60, se vivió
de muerte natural poco después del golpe. Quedó un sentimiento de rechazo al en Chile un incremento del marxismo, con todas sus secuelas, convirtién-
marxismo, pero que no era movilizable, salvo de manera un poco artificial por el dose, además, en un instrumento de agresión permanente y total del
aparato gubernamental. El sistema autoritario quedó flotando en el vacío políti- imperialismo soviético, ya que, gracias al régimen político-institucional,
co hasta el "discurso de Chacarillas", el 9 de julio de 1977, donde por primera les era posible a sus agentes externos e internos infiltrarse en los cuerpos
vez se superó el peligroso "metas pero no plazos", y se estableció un itinerario vitales del cuerpo social, e incrementar su poder desde adentro hacia afuera
para restablecer "una democracia que sea autoritaria, protegida, integradora, para desquiciado todo. Todo ello, mientras se preparaba el golpe definiti-
tecnificada y de auténtica participación social". Las fuerzas armadas "camelarán" vo e irreversible, para transformar a Chile en otro país esclavo del yugo
el orden constitucional, y no permitirían "intervenciones foráneas" 28 . comunista, sin posibilidades futuras de retorno a la libertad31 •
Entre tanto, la inestabilidad potencial de los autoritarismos se mantenía en el Es decir, el nuevo instrumento constitucional era parte de una lucha mundial
caso chileno. El terrible año 1978, donde se caminaba por sobre "¡una cáscara entre marxismo y antimarxismo. Era también una instrumentalización para perpe-
de plátanos! Si la pisamos, el gobierno se va de espaldas", según dijo Pinochet, tuar el poder para este nuevo tipo de caudillo. Y era una expresión del paroxismo
en alusión a las dificultades internacionales, en especial al caso Letelier29 . La ideológico, expresión extrema de la política mundial en este rincón del planeta,
necesidad de consolidar el desarrollo económico, que parecía despuntar, y el enfinis terrae. No obstante, la Constitución así como tenía un ancla en el auto-
aumento de la influencia de un sector civil en torno a los gremialistas, llevó al ritarismo, estaba dotada de otra fuerza que la llevaba a la democracia liberal.
plebiscito para la Constitución de 1980. El proyecto redactado bajo la inspira- En cierta medida, esto se debió a que la mayoría de los sectores civiles que
ción de Jorge Alessandri, aunque legitimaba en la práctica todo lo realizado por podían dar un apoyo decisivo al Gobierno, estaban compuestos por gente que,
Pinochet, le ponía un límite temporal a su gobierno, en 1985, con lo que Pinochet aunque en general se sentían muy cómodos con el gobierno militar, incluso en
podía ver su propio fin. Este cambió el proyecto, y colocó un período de transi- sus momentos más duros, se habían formado en la cultura democrática. Si en su
ción más largo, en el cual incluso, tras el término de su primer mandato, en comportamiento concreto no se molestaron demasiado por la pérdida de la li-
1997, podía seguir jugando un papel significativo 30 •
bertad política, ni por la gran cantidad de excesos, en el momento de pensar el
El plebiscito delll de septiembre de 1980, al igual que la consulta de 1978, fue orden político, eran incapaces de discurrir en favor de un sistema autoritario,
manejado desde el gobierno, sin mayor posibilidad de control independiente. Es como el franquismo; en el caso más extremo, contemplarían algo parecido al
probable que el triunfo del Gobierno, con el67% de los votos por la opción "si", régimen militar brasileño, con un pluralismo limitado. Aunque sólo fuera por
reflejara una reacción real de los chilenos en esas circunstancias. Fue el momento este motivo', el caso chileno no podía ser "fascista". Era decidor el papel de
cumbre de Pinochet. La "democracia protegida" y la "reforma económica" (Cap. Jorge Alessandri en el origen de la Carta de 1980, que toleraba un parlamento
XV), toda una posición ante el mundo, estarían protegidas constitucionalmente. designado, pero que preveía una democracia completa para 1985. Pinochet, tal
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Primero, por razones políticas, luego, por las reducciones generales, decenas de confianza, tuvo una actuación televisiva que indignó a la Junta. Se le ordenó al
miles de empleados y personal de servicio debieron pasar a formar parte del Canciller expulsarlo de la carrera, "para que no se hable mal de nosotros"_ El
contingente de cesantes que caracterizaría los primeros años del gobierno mili- Canciller lo llamó a su despacho, donde le comunicó la decisión. ¿Por
tar. En la Cancillería, que no tenía demasiados funcionarios, las razones políticas Preguntó estupefacto el afectado. "Ud. lo sabe" fue la respuesta seca del Canci-
fueron las más válidas. Para el orden militar era impensable que las relaciones ller. "¿Por insistió el diplomático. El Canciller, exasperado, le espetó,
internacionales del país y su seguridad nacional, fuesen manejadas por personas "¡por maricón!" Ignoraba lo que observa Proust sobre un caso análogo, de que
que no participasen del espíritu del nuevo gobierno. Se usó de manera amplia la a los dos años de haber abandonado el cargo, y dejar la embajada en manos de
tijera de podar, y gran cantidad de funcionarios de carrera, hasta quizás un ter- un verdadero profesional, "Francia se encontraba en guerra con esta potencia".
cio, debieron abandonar la Cancillería37 . Muchos de ellos habían sido leales a Aludía al elemento intangible de las relaciones internacionales.
los lineamientos de la política exterior bajo los más diferentes gobiernos, y a la Este sería un cuadro incompleto si no se añadiera que los militares, por toda
vez tenían una clara preferencia política. Estas medidas importaron una verda- precipitación que mostrasen, tuvieron que aprender a moverse en el terreno
dera tragedia a muchos que no podían acomodarse al exilio o a un retiro de enmarañado de las relaciones internacionales, que incluye un tipo de consisten-
escasez en Chile. Aunque los funcionarios que permanecieron en el puesto, la cia y de voluntad que no coincide en todos sus aspectos con la firmeza de un
mayoría de las mejores mentes del Ministerio, miraron con aprensión y desagra- uniformado. Hubo un proceso de aprendizaje. En primer lugar, un grupo de
do este proceso, los años de la Unidad Popular habían agriado las relaciones y destacados funcionarios de carrera se mantuvo en altos puestos de la Cancillería
abierto un foso que, por el momento, no era fácil de cubrir. Estos hechos fueron y luego serían reconocidos por los cancilleres, por los uniformados y por los
parte, tanto de una convicción de la Junta, como de la improvisación inicial. miembros de la Junta, así como por el mismo Pinochet 38 . Enrique Bernstein,
Ismael Huerta ha dicho que, en cuanto "a la gran política, estimo que los primeros René Rojas, Tomás Amenábar, José Miguel Barros, Juan José Fernández, Mario
tiempos, fueron de accionar táctico a corto plazo, de dar y recibir. Los sucesores
Rodríguez, Mari os Barros van Buren (autor de la Historia diplomática de
podrían dedicarse a elaborar la estrategia a largo plazo".
Chile), ciertos expertos como Helmut Brunner y Guillermo Lagos Carmona;
Los mismos estrellones internacionales que fueron la tónica de todo el gobierno profesionales de gran prestigio y trayectoria, como los ex cancilleres Julio
militar, acrecentaron la desconfianza innata de los uniformados hacia los "civi- Philippi y Ernesto Barros Jarpa, o empresarios con grandes vinculaciones in-
les", los diplomáticos, tan "chuecos", "los empolvados" los llamaba Pinochet, ternacionales, como Ricardo Claro, son algunos nombres que ayudaron a pro-
"ni chicha ni limonada", sobre todo cuando, lo que encontraban inconcebible porcionar continuidad.
los militares, intentaban estar "en defensa de los intereses superiores del país" y
La grave situación que llegó en 1978, que incluía el peligro de una guerra con
no del gobierno de turno. Verdad y excusa al mismo tiempo, desde el punto de Argentina y el "estallido" del "caso Letelier", produjo un cambio radical, al
vista de los diplomáticos de carrera, la vida funcionaria pasó a ser un via crucis ingresar como Canciller Hernán Cubillos Sallato, ex oficial de la armada e hijo
permanente.
de un ex comandante en jefe de la armada (el que había sido nombrado embaja-
El estilo "pretoriano ideológico" no fue sólo una orientación. Significó que a la dor en Brasil en 1973), y empresario ágil, con gran sentido político 39 • Para mu-
Cancillería asignaron numerosos oficiales de las Fuerzas Armadas en altos car- chos, desde su puesto en El Mercurio, había sido el "hombre de los (norte)
gos. Aunque a partir de 1978, los cancilleres fueron civiles, los subsecretarios, o americanos"; aunque puede haber sido una línea de comunicación, en Chile no
el nuevo puesto de "Vicecanciller", eran de los uniformados. Al comienzo, la hubo sector que no tuviera algún lazo con los "americanos". Su llegada al
armada puso las plazas fundamentales, aunque la mayor parte de las embajadas Ministerio fue recibida como un alivio por los funcionarios de carrera y sin duda
se repartieron, casi de manera exclusiva, entre generales y almirantes en retiro, importó una mejora de las posibilidades diplomáticas del Gobierno.
en proporción entre las distintas ramas de las fuerzas armadas, incluyendo a
Cubillos tuvo éxito en imponer un marco más clásico, es decir, más "político",
Carabineros. Con el tiempo esto cambió, quedando los uniformados a cargo de
a la acción de la Cancillería, en especial a raíz del conflicto con Argentina.
embajadas latinoamericanas donde había gobiernos militares, o en otros conti-
Al comienzo del régimen militar, éste tenía muy buenas relaciones con los
nentes en situaciones parecidas.
otros gobiernos militares de América Latina, incluyendo el argentino de 1976.
Los matices personales del mundo diplomático eran extraños y hasta chocantes Se creyó que el vínculo "entre soldados (es) productivo", según lo dijo
para los militares. Un diplomático, en el que al principio se depositaba toda la Pinochet40 • Algo hubo de esto, pero cuando las cosas eran más complicadas,
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como las relaciones con Bolivia, su resultado fue nulo; con Argentina en 1978, que, en 1973, los militares estaban convencidos que iban a ser aplaudidos por el
pudo ser funesto. mundo occidental y el antimarxismo en América Latina.
Aunque el gobierno militar parecía darse sólo encontronazos con el mundo, no Después del terremoto del "filipinazo", en marzo de 1980, tras la caída de
quiere decir que a Pinochet no le haya gustado salir al mundo. Al comienzo, se Cubillos, Pinochet nombró a un diplomático de carrera, René Rojas Galdames
pensaba que la "campaña contra Chile" era un chaparrón que había que sortear. (1919-1988), que venía de la "familia radical" y masónica. Por otra parte, había
Al mismo Pinochet le encantaban los viajes. En el primero de ellos, en marzo de tenido un excelente desempeño en el Vaticano y su familia era católica, dualidad
1974 fue al cambio de mando en Brasil. Se trataba de puros gobiernos militares, común en Chile. Pero no trajo los "resultados" que demandaba Pinochet, por
y una breve entrevista con el general Perón. Con todo, al sentirse en confianza, ejemplo, que cada año fueran menos los gobiernos que en la Comisión de Dere-
en sus declaraciones sólo contribuyó a acentuar la primera imagen, la del hom- chos Humanos de la ONU condenaran a Chile. Era imposible, y en 1983 fue
bre de ceño fruncido que miraba a través de lentes oscuros, que lo haría famoso. reemplazado por un abogado muy cercano al Gobierno, Alex Miguel Schweitzer.
En su viaje a EE.UU., para la firma de los acuerdos sobre el Canal de Panamá en No alcanzó a durar un año, para ser sucedido por Jaime del Valle el mismo año
1977, su aparición desentonó. 1983, ex director de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica. Este,
Hubo dos viajes funestos, que deberían haberle precavido de sus aventuras fata- parece que no defendía tanto el estilo de los funcionarios de carrera, algo que
les de los noventa. Primero a los funerales de Francisco Franco, en noviembre de irritaba a Pinochet. Las negociaciones con Bolivia precipitaron su caída en 1987,
1975, en un gesto improvisado, pero que sacaba a lucir un deseo profundo, para ser reemplazado por otro abogado del mismo estilo, el ex Ministro del
tomar al franquismo como modelo. Fue ovacionado por los ultra del régimen, Interior Sergio García Rodríguez. En 1988, después del plebiscito, se formó un
que ya poco poder tenían. Pero hubo detalles que escaparon (o tenían que esca- gabinete que preparó la transición, que incluía las negociaciones con la
par) a su entorno. Los líderes europeos condicionaron su asistencia al Te Deum Concertación. Asumió Hernán Felipe Errázuriz, pero el ambiente ya era distin-
por Franco, a que no estuviera Pinochet. Su posición agresiva en algunas to y su desempeño no pertenece al perfil anterior.
expresiones, molestaron al gobierno madrileño. En realidad, el aparato guber- Los mismos militares comprometidos en la Cancillería terminaron por compren-
namental ya estaba tomando posición para los cambios y lo que menos quería der la inutilidad y acaso peligrosidad de una confrontación en política exterior,
era ser vinculado a Pinochet, símbolo del mal en Europa. Los chilenos no como de la necesidad del estilo discreto, persistente y político de la diplomacia.
parecían captar esta realidad. Primero fue un marino, el comandante Claudio Collados; a partir de 1975 fue-
La segunda vez, espectacular, el "filipinazo", en marzo de 1980. Una invitación ron comandantes del ejército, en servicio activo, Enrique Valdés, Roberto Soto,
de Marcos a visitar Filipinas, que había sido extraída con tirabuzón por el entor- Ernesto Videla y Humberto Julio. Videla tendría un papel de magnitud no sólo
no de Pinochet, no por la Cancillería, terminó en un desastre. Cuando volaban para avenir a La Moneda y a la Cancillería, sino que en la dificil mediación papal
por el Pacífico, se les comunicó que Marcos había cancelado la visita, en un acto entre Chile y Argentina a raíz del conflicto entre ambos países.
de increíble grosería, tal vez incitado por Washington. La situación era terrible
de humillante, exacerbada por las condiciones de viaje de la numerosa comitiva
a bordo y de la descortesía del gobierno de Fidji, azuzado por la expectativa de
Peligro y oportunidad
arrojar peñascazos a quién es políticamente correcto hacerlo 41 • Pinochet y su Se ha afirmado que la actitud "pretoriana", tuvo como respuesta inapelable el
familia reaccionaron con vehemencia y hasta brutalidad verbal. aislamiento político internacional. Esto se debería a que rompió con la tradición
democrática, que definía la posición internacional de Chile en el siglo XX; y a que
Ambas experiencias, mostraban, en diversas condiciones, que el gobierno de
el "estilo pretoriano-ideológico", habría chocado con la realidad internacional.
Pinochet jamás iba a ser "normal" para la comunidad internacional, a veces la
misma que aplaudía zalameramente a las celebridades totalitarias de entonces. Sin negar que esta explicación tiene muchos elementos verosímiles, es incom-
Pinochet y quienes lo acompañaban en el Gobierno -con excepciones como pleta. En esta etapa de la Guerra Fría, con cerca de 170 estados con repre-
Hernán Cubillos- no comprendieron jamás este fenómeno, como tampoco sentación ep. las Naciones Unidas, sólo una treintena correspondía a una
que los excesos provocaban una parte de esa reacción internacional. En térmi- democracia occidental, un estado de derecho. Los gobiernos militares de Brasil
nos de política exterior, debió haber hecho lo de su admirado Franco, no salir y Argentin_a, por dar un ejemplo, no tuvieron mayores problemas de aisla-
jamás de su reino y aceptar que eso era lo mejor para sus intereses. No se olvide miento internacional en la segunda mitad de los setenta. Cuba era una estrella,
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y los diplomáticos que aseguraban acometer una hazaña de ser descorteses, en después. No hubo protesta pública de ningún gobierno de la región, ni de otra
forma ostentosa, ante sus pares chilenos, como extender la mano sin mirar a la parte; no hubo un murmullo de desaprobación en la opinión pública internacio-
cara, o mirar sin ver, se agolpaban para mostrar "apertura de miras" y saludar nal, salvo para condenar "equilibradamente" a Santiago y Buenos Aires.
con adulación a los representantes de La Habana. Esto era marcado entre los del Muchas transformaciones claves del gobierno militar fueron respuestas a las pre-
llamado "Tercer Mundo", pero también distinguía a los europeos, que veían en siones de la administración Carter, como el anuncio de la institucionalización en
Castro al "buen salvaje", y el malo era naturalmente Pinochet. En quizás la 1977 y el fin de laDINA ese mismo año; o la gradual liberalización política a
mayor muestra de esta contradicción cuando no, de hipocresía burguesa, en mediados de los ochenta, de manera de hacer del plebiscito que se iba a realizar
1983 el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Claude Cheysson, afirmó en 1989 un acto con garantías. Al final, el gobierno militar logró encauzar estas
que el general Pinochet "era una maldición para su pueblo" 42 • Un mes después, transformaciones en una estrategia que tuvo peso propio, y sus creaciones, trans-
va a Cuba y declara que él, Cheysson, no es nadie para entrevistarse con Castro, formadas eso sí, subsisten a comienzos del siglo XXI. Eso no quita que el factor
un gran estadista del siglo XX, etc. internacional haya jugado un papel relevante.
Todos los años, Cuba y otras dictaduras totalitarias, encabezaban el movimiento Lo dicho hasta aquí, podría alimentar en el lector un juicio nefasto sobre la
para condenar a Chile, apoyados por las democracias occidentales, cuya opinión situación internacional del país por la política del gobierno militar, como obra y
pública estaba enardecida contra los militares chilenos. Y la visión de esta mano gracia de sus propias acciones. Sería una visión incompleta. En primer lugar,
conspirativa "contra Chile", los hacía redoblar más todavía la "mano dura". hiciera lo que hiciera el gobierno militar, una gran parte del aislamiento diplo-
Cuba jamás sufrió, hasta el fin de la Guerra Fría, una condena o investigación mático o la situación internacional hostil, hubiera existido de todos modos. Sólo
seria por parte de la ONU. Se estableció una comisión especial sobre derechos la renuncia del gobierno mismo habría cambiado las cosas. En ese caso, ¿hubiera
humanos en Chile, presidida por un pakistaní que no hablaba nada sobre lo que sido gobernable el país? En segundo lugar, esta visión se concentra en una de las
sucedía en su propia patria y alrededores; en esos años, no hubo nada que se le dimensiones de la realidad internacional, aquella de las decisiones racionales
pareciese frente al genocidio en Camboya, sobre el que se sabía aunque no se le canalizadas principalmente por los instrumentos diplomáticos; es lo que en
reconocía. No se puede negar que en el caso de Chile, es probable que esta general se denomina política exterior, referida a los ámbitos diplomático-
discriminación y, sobre todo la presión de EE.UU. y del Vaticano, sutil esta estratégicos. Dada la realidad de asedio, la política exterior no pudo ser otra que
última, tuvieran un influjo positivo en el desarrollo político chileno. Mas, la la de "manejo de crisis", muchas veces de simple supervivencia.
situación total de "doble-standard" en los años setenta, mostró la faz irracional
con la que se construye un movimiento histórico que, en su conjunto, puede Pero existió otro plano, que a la postre fue más decisivo. En el cruce entre
tener un resultado positivo, "racional" si se quiere, como por ejemplo que los Estado, sociedad y relaciones internacionales; instituciones públicas, opinión
derechos humanos sean metro de valoración de una sociedad. pública, actores políticos y sociales, estructura económica, alta cultura y cultura
de masas, todas ellas como parte también de la política mundial; y todos estos
Existía el doble-standard: el clima de ideas en Europa y en EE.UU. que tenía actores y espacios interactuaban en un mundo más vasto, marcado tanto por el
que criticar al gobierno militar. También, más intensa tenía que ser esta reacción sistema internacional como por la sociedad internacional. En este aspecto, Chile
si es que se le daban motivos más que verdaderos, como arrojar el cuerpo muer- no sólo no estuvo aislado, sino que tras un momento de gran peligro, de ensi-
to, ya torturado, de una mujer miembro del MIR, a los jardines de la Embajada mismamiento y de radicalización, los distintos actores fueron adaptándose en
de Italia43 • Los informes de las embajadas europeas eran terribles, y se deslizaban forma creativa al entorno internacional.
hacia los medios de prensa, ya excitados con una causa que era muy popular
en Europa. Si a ello se le suma el sentimiento de países "tercermundistas", La "reforma económica", radical y por momentos aproximándose al borde del
entre ellos algunos que eran aliados de EE.UU., y de la sistematicidad del abismo, en 1975 y en 1982; el intento de autoaislamiento político de la primera
bloque soviético, nunca se vio tal grado de presión internacional sobre Chile. fase del gobierno militar, junto con una represión desmesurada; la estrategia
"La seguridad nacional", en un sentido más o menos amplio, nunca estuvo más "antifascista" de un ala del marxismo que, en lo conceptual, todavía se encon-
deteriorada que en los años de Pinochet. ¡Gran paradoja! Ese régimen había traba en los; años 1930; el apoyo a la lucha armada de otra ala; las dos alas
surgido del sentimiento de que la "seguridad nacional" estaba en peligro. Parte convergen en la misma política a comienzos de los ochenta; las fuerzas de centro,
de esto fue la relativa impunidad con que actuó el gobierno militar argentino en por décadas el corazón de la política chilena, se refugiaban en fórmulas vagas
1978, al desconocer el laudo arbitral primero, y amenazar con una guerra de derechos políticos, aisladas de las condiciones políticas que los posibilitarían.
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quienes nutrieron al personal de estas instituciones, venían de la izquierda ya el totalitarismo, o sea, el despotismo oriental cubierto por la faz de la mo-
marxista e incluso de los comunistas, ocupando a veces puestos altos de las dernidad, se encaminaba a su fin. Esto es, el que la Iglesia haya terminado por
respectivas organizaciones políticas, las que a su vez en algunos casos llevaban afirmar que la democracia es el sistema moderno que mejor se aviene a una
a cabo operaciones terroristas, sobre todo en la década de los ochenta. El "política cristiana", por así decirlo. De nuevo, es el cardenal Silva Henríquez
apoyo a los perseguidos, en momentos en que el sistema judicial delegó toda quien afirma este centro de las cosas en una proclama del "deber ser":
su responsabilidad en la justicia militar, implicó no pocas veces defender a Todo chileno debe educarse y educar a respetar el Derecho. El Derecho
militantes de la lucha armada y simples terroristas. Se produjo un síndrome es la justa ecuación entre la libertad y el orden. Sólo el Derecho puede
común al "conflicto ambiguo" del siglo XX (y al XXI), defender los derechos regular, entre nosotros, el ejercicio de nuestras libertades básicas; sólo
humanos se podía hacer sólo en los países autoritarios, pero no en los totali- normas objetivas, válidas para siempre y para todos, pueden sancionar
tarios. Los católicos practicantes, definidos como los asistentes a la misa y proteger los derechos elementales de pensamiento y de opinión, de
dominical, estaban divididos acerca de este papel de la Iglesia, que no sólo libertad personal, de trabajo y subsistencia, de educación y de cultura,
era instancia de registro y apoyo a quienes eran perseguidos, sino que las de asociación y participación49 •
sucesivas cartas episcopales parecían condenar el "proyecto" del gobierno
Hay algo de tardío en estas palabras. Si se hubieran hecho carne en los católi-
militar. En sus inicios, una mayoría importante del clero dio la bienvenida al
cos hasta 1970, quizás otro gallo hubiera cantado.
golpe, para luego irse diferenciando. La oposición no surgió sólo por las
muertes, sino que también por el tipo de pequeñas arbitrariedades cotidianas
que implicaba un gobierno autoritario.
Una época que estuvo signada por la "reforma económica", tenía que evocar
en este sentido la voz de la Iglesia. Ella fue en general bastante crítica, partien-
do de una "ética de las convicciones", y del paradigma de una sociedad fraterna
que poco se avenía con la existencia de necesidad, de carencia, que no sólo
fueron los años de los cambios económicos, sino que de la misma existencia
histórica. Las palabras del cardenal Silva Henríquez para el Te Deum de 1974,
son representativas de la posición de la mayoría de los obispos hasta fines de
los ochenta:
(Hemos) mostrado la incompatibilidad de la fe cristiana con la ideología
del liberalismo sin freno, que considera al lucro como el motor esencial
del progreso económico; la concurrencia, como ley suprema de la econo-
mía; la propiedad privada de los medios de producción como un derecho
absoluto, sin límites ni obligaciones sociales correspondientes 48
Los católicos que simpatizaban con el gobierno militar quedaron, en este sen-
tido, en completo estado de perplejidad y de rechazo. Muchos de ellos no se
habían sentido lo suficientemente amparados por el episcopado en los años
sesenta y setenta. Dando un salto, se debe anotar que es el mismo sector que
en los noventa insistió, en las polémicas de valores, que se debería seguir al pie
de la letra la palabra episcopal. Quienes aplaudieron a la Iglesia en los setenta
y ochenta, la juzgaron como "retrógrada" e "inquisitorial" en los noventa.
¡Así nos cambia la vida!
A la Iglesia romana le había costado aceptar la democracia. Fue un largo cami-
no, que culminó en los años del pontificado de Juan Pablo II, aunque cuando
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Como sobre la "cuasi guerra" de 1978, después muchos chilenos no creerían Por una parte, en la delegación chilena, sus cabezas más importantes fueron los
que hubo peligro de conflicto. A diferencia de 1978, para el período de 1974 y embajadores Ismael Huerta -después de dejar la Cancillería en septiembre de
1975 no está claro que Lima haya tenido reales intenciones belicistas. Puede 1974-, Sergio Diez, Octavio Errázuriz y Sergio Onofre Jarpa, quien trabajó
haber sido parte de una maniobra para fortalecer la "revolución peruana" de sobre una base más pragmática que la de la pura doctrina antimarxista que pre-
Velasco Alvarado. No sería raro que Velasco haya llegado a ser prisionero de su valecía en el Edificio Diego Portales en Santiago, donde después del bombardeo
propia retórica. Después de ser depuesto Velasco, en septiembre de 1975, deca- a La Moneda, tenía su sede al Gobierno. Su contrapartida era que, tras la visión
yó la tensión. ceñuda con que se recibía el nombre de Chile en la Asamblea General y en las
La situación con el Perú fue el primer aviso acerca de la vulnerabilidad de la recepciones y discursos oficiales, la actitud concreta por parte de al menos la
posición internacional de Chile y de su gobierno militar. Los años siguientes, mitad de las representaciones era conciliadora. El mismo cargo de "relator espe-
casi hasta el final, sería un interminable y angustioso recordatorio acerca del cial" fue una transacción entre la voluntad de los países marxistas y los más
rechazo que experimentó por su razón de ser, y de sus propias obras. radicales, de llevar a una condena implacable, con posible suspensión del puesto;
Esto acompañó otra escisión, la que había dos Chile, el que aplaudía y el que y la de los países occidentales o los no claramente alineados con el bloque sovié-
sufría; como señalaba el embajador inglés en diciembre de 1973, en Chile tico. Veían el doble-standard y un precedente peligroso si se aceptaba aislar del
había "dos caras" 4 . todo a Chile.
La delegación chilena lograba establecer buena comunicación con muchas re-
presentaciones de Asia y Mrica, aunque la buena voluntad de ellas dependía de
Campo de guerrilla permanente, los organismos internacionales varios elementos. Al haber cambiado Chile su voto acerca del sionismo, que lo
Para la primera aparición del canciller Ismael Huerta en octubre de 1973, la identificaba como "racismo", mostró los límites de su acción. Se pasó de la
Asamblea General ya había sido un campo de batalla. Cuba encabezó una abstención al voto negativo, ya que no se podía desafiar a EE.UU. en este terre-
verdadera y odiosa campaña, en la que Raúl Roa no vaciló en emplear el no; los países árabes se indignaron con Chile. Los cubanos estaban atentos a
lenguaje procaz -según él, todo extraído del Quijote-, recibiendo sólo cualquier visita sudafricana a Chile o viceversa, y distribuían la información entre
débiles críticas de parte de las delegaciones occidentales, para no hablar del las delegaciones de Mrica negra; como las relaciones con Pretoria se incrementaron
llamado Tercer Mundo. En los años sucesivos, el gobierno chileno sería ri- en estos años, cuando crecía la presión internacional contra el régimen del
tualmente condenado casi siempre por más de los dos tercios de las naciones "apartheid", esto era muy sensible para Chile. Lo mismo sería el caso de Israel,
miembro, incluyendo casi todos los países de Europa Occidental, a la que a con el que el gobierno militar estableció estrechos lazos de seguridad, aunque
partir de 1977, se le unió España, todavía gobernada por quienes habían no en el sentido policial.
jurado lealtad al régimen franquista, y que ahora se hallaban enfrascados en El Secretario General, Kurt Waldheim, hacía gala de hostilidad hacia el gobier-
desmantelarlo.
no chileno, bajo la guisa de estar horrorizado con la situación de derechos
En realidad, no fueron "condenas" propiamente dichas, sino que la Comisión humanos. Como se sabe, después de dejar el cargo, apostó y ganó la presiden-
de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, estableció un grupo cia en Austria, sólo para caer en el total ostracismo por el pasado oscuro, pero
especial para investigar la situación, presidido por el pakistaní Ghulam Alí que insinuaba compromiso en crímenes de guerra en 1943 y 1944. Waldheim
Allana, a los que sumaron representantes de Ecuador, Senegal, Sierra Leona y reflejaba la apostura de "progresismo" de la burocracia de la ONU, que le era
Austria. Esta comisión, a la que en 1975 se le negó ingreso a Chile, emitía un tan característica en los setenta y ochenta. La oposición chilena tenía gran
informe que expresaba "la profunda preocupación" por el "deplorable" estado acceso a los organismos internacionales, y no sólo por un clima de opinión
de los derechos humanos. Luego el informe era sometido a la Asamblea, que lo pública que prevalecía, sino porque a los funcionarios les parecía natural,
aprobaba por abrumadora mayoría. Después de Allana, el senegalés Aboulaye además de "políticamente correcto", participar de una causa popular en el
Dieye, entre 1979 y 1983, tuvo el cargo de Allana, de Relator Especial para Tercer Mundo y en el bloque soviético, que entonces daban el tono del am-
Chile. Le sucedió el representante de las Islas Mauricio, Rajsoomer Lallah, a biente en la institución. De manera un poco más serena, la misma situación se
quien sucedió en 1985 el costarricense Fernando Volio. La historia se siguió repitió en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organismo bajo el
repitiendo, con algunos bemoles 5 . manto de. la OEA.
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continuar la venta de material de defensa, siempre que no fuera del tipo que visto dejar caer una frase contra Pinochet. Hay que añadir que eran los años de
pudiese ser empleado en la "represión" (este se podía comprar en cualquier la pleamar de las "Brigadas Rojas", que plantearon un desafio pocas veces visto
parte). Informaciones surgidas en 2003, indicarían que la inteligencia gala a un gobierno democrático de una sociedad desarrollada. Al arrojarse el cadáver
comunicó a la chilena el regreso de exiliados que esperaban crear un grupo de Lumi Videla, militante del MIR, con muestras de tortura, al jardín de la
armado dentro de Chile, los que fueron detenidos en este último país y al pare- Embajada de Italia -la antigua casona de Agustín Edwards McClure-, y cul-
cer murieron la mayoría 9 . No sería del todo doble-standard, ya que era parte del parse de ello a los refugiados en la sede, no hizo más que fortalecer en Italia la
duro combate mundial contra el terrorismo, pero en su momento hubiera sido imagen de un despotismo sanguinario. Se añadió una provocación que tenía que
un terremoto político para Giscard. Sólo con la llegada de Francois Mitterrand causar horror ante lo que sucedía en Chile 10 •
en 1981, una suerte de Allende en la tenacidad por buscar el cetro presidencial,
La Democracia Cristiana italiana también quedó molesta con su contraparte
se cerró esta fuente de aprovisionamiento. Ni tampoco se cerró de manera com-
chilena, y por ello tuvo que el mismo Freí. Además, poco después
pleta, ya que Francia siempre ha estado interesada en mostrarse como proveedo-
ra confiable de material bélico. llegarían a Italia algunos exiliados de esta tendencia, entre ellos Bernardo
Leighton, que había firmado una declaración de minoría en septiembre de 1973,
El gobierno de Bonn, la entonces capital de la República Federal de Alemania, rechazando el golpe. En un hecho increíble, este viejo pero pacífico zorro de la
mantuvo una política extraordinariamente fría hacia Chile, a la vez que abriendo política chilena, junto a su esposa, fue víctima de un atentado que los dejó lisia-
una ancha puerta a los asilados, casi todos provenientes de las filas del marxismo. dos. Con los años la evidencia confirmó la primera impresión, de que el hecho
A ellos, no les llamaba la atención ni la división de Alemania ni la existencia del fue manejado por laDINA. En Santiago, de manera increíble, poco se entendía
Muro de Berlín. Desatención que tampoco importaba en la misma Alemania que estos hechos tenían que estrechar más todavía el cerco internacional del
Federal, ya que a partir de comienzos de la década de 1970, la prensa de ese país país. No bastaba el argumento, nada de falso, que la propia Italia no tomaba
apenas levantaba las cejas cuando algún fugitivo moría acribillado en el Muro. El medidas contra los gobiernos que presumiblemente apoyaban de alguna manera
caso de Chile alimentó la lucha entre la coalición socialista-liberal (SPD y FDP) a las Brigadas Rojas, que llegaron a secuestrar y asesinar a una de las principales
y los demócrata cristianos (CDU y CSU). A los socialdemócratas les encantaba cabezas políticas de toda la post-guerra, Aldo Moro, en 1978. Al día siguiente
dejar en bochorno a la CDU, apuntando a que su congénere chilena había sido del plebiscito deiS de octubre de 1988, Roma anunció el nombramiento de un
instigadora del golpe. Dentro de la CDU, el aparato del partido apoyó la actitud embajador. Era el mismo Michelangelo Pisani, que había sido retirado en 1973.
de Freí. La juventud del partido no se pudo sustraer al influjo general, y esto le Esta vez Santiago no tuvo que tragarse la humillación -como tantas otras veces
provocó problemas a los chilenos. La CDU era una gran fuente de apoyo mate- lo hizo en estos años de asedio-, y negó el agreement. A los pocos meses, Italia
rial. La CSU, la organización en Baviera, era más claramente de derecha, y su mandó otro nombre.
líder Franz Josef Strauss, apoyó en forma explícita al gobierno militar; incluso
viajó a Chile en 1976, cosa que muy escasos políticos europeos hicieron en los
setenta. Alemania aceptó construir dos submarinos para Chile, y vendía otro La paradoja española
equipo militar que no fuera muy "comprometedor". España, la Madre Patria para muchos chilenos, presentó una fuente de extraor-
Italia fue un caso más especial. Retiró a su embajador, sin romper relaciones, dinarias paradojas. Ya se vio cómo las relaciones entre Franco y Allende, en el
pero "como si casi". Poco tiempo después llegó un Encargado de Negocios, plano institucional, fueron inmejorables, quizás las mejores entre Chile y Espa-
Tomaso de Vergottini, pero al comienzo no presentó sus credenciales por la vía ña desde el fin de la guerra civil en 1939. Después delll de septiembre, Pinochet
regular, para no dar señales de reconocimiento. La colonia italiana en Chile y los militares miraban al franquismo como inspiración. No sólo en el plano
-que se manifestaba a través de sus principales organizaciones, al igual que ideológico, ya que la España de comienzos de los setenta era mirada como un
otras congéneres de origen europeo- apoyaba al gobierno militar. El problema caso exitoso de "dictadura de desarrollo" lo que, por lo demás, fue la base de su
residía en Roma. La "partitocracia" estaba en su apogeo a mediados de los se- transición posterior.
tenta, y entraría en crisis en los años finales del gobierno militar. La enorme La desilusión no pudo ser mayor. En Madrid, salvo algunos círculos "ultra", se
influencia de los comunistas en el sistema de gobierno y sobre todo, de las co- miró con frialdad al desarrollo en Chile. En 1974 y 1975, el ex asesor de Allen-
municaciones, se dejó ver en el caso chileno. Era un tema simbólico y, en los de, Joan Garcés, de clara orientación marxista-leninista, publicó sus libros que
otros partidos junto con sentir genuino rechazo por el gobierno militar, era bien hicieron escuela, aunque a comienzos del siglo XXI apenas se citen. El mismo
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Cii.PITULO XV 1 MANEJO DE CRlSIS Y REORDENAMIENTO, 1973·1990
Garcés, gran paradoja, corrió a refujiarse a la embajada de España. Se desarrolló normales. La Fuerza Aérea de Chile se asoció con una empresa estatal española
una pesada disputa por un contrato entre la empresa Pegaso de España, para la para producir aviones de entrenamiento, aunque sin proporcionar armas que
fabricación de vehículos y motores, y el Estado chileno. Las nuevas orientacio- podían ser usadas en la "represión". Esto es cierto, en especial, en el plano econó-
nes económicas de Santiago demandaban que se pusiera término al contrato, mico, donde las relaciones con Chile siguieron las alternativas de su economía.
al que se le juzgaba demasiado favorable a una sola parte, Pegaso. El convenio Mientras Chile estaba en el nadir, entre 1975 y 1977, la condena para Santiago
chocaba con las nuevas políticas abiertas a la inversión externa, y tenía elementos era implacable. Cuando entre 1978 y 1981 se produjo un crecimiento extraor-
monopólicos, que no habían molestado a los responsables de la Unidad Popu- dinario, Madrid decía que las relaciones podían mejorar si se solucionaban los
lar. Fue un tema contencioso, al que Santiago tuvo que ceder en gran parte. El asuntos de derechos humanos. Cuando la crisis económica y política se abatió
almirante Merino debió viajar a España y se entrevistó con el anciano Franco. sobre Chile, entre 1982 y 1986, la presión política de la Comunidad Europea
Pinochet fue el funeral de Franco, en noviembre de 1975. Fue recibido formal- llegó a límites no vistos antes en el siglo XX, en cuanto a impulsar un cambio de
mente como un grande. Debería haber atendido a los detalles. Aunque aplaudi- gobierno en América Latina. Pero ni aún en el período del "boom", alrededor
do por los "ultra", su presencia fue un bochorno para el gobierno español como de 1980, el régimen chileno parecía "normal" en Europa Occidental.
se ha señalado.
Chile aspiraba a ser considerado con esa normalidad. Santiago creyó que se le
Tras un breve interludio, el Rey nombró a Adolfo Suárez Presidente del Gobier- ofrecía esa ocasión con el nombramiento del canciller Hernán Cubillos. Llevó a
no, primer ministro, el que escogió acentuar los aspectos "progresistas" de su cabo una política exterior activa, pero discreta. Sin embargo, al querer subrayar
política exterior. Era de rigor entonces aproximarse a Cuba y castigar en forma una cierta normalización, y realizar una gira por varios países de Europa Occiden-
visible a Chile. La buenamoza jefe de gabinete de Suárez decía en una entrevis- tal, aunque no sin resultados en términos económicos, constituyó otro traspié en
ta, que lo peor que le podría pasar a España era tener un Pinochet a la cabeza del lo político. A dónde pasaba, le seguía una estela de protestas y de declaraciones
Estado. Palabras curiosas para los herederos del régimen más antimarxista de la altisonantes de los respectivos funcionarios gubernamentales, de que las entre-
Europa del siglo XX. Se recurría al lenguaje del "anti-anticomunismo", lo que vistas enfocarían el asunto de los derechos humanos. En Bonn, Hans-Dietrich
en las frases atribuidas a Freí en los 1950, era "sólo hay una cosa peor que el Genscher, Ministro de Relaciones Exteriores, dijo que esto sería lo único trata-
comunismo, el anticomunismo". Era parte de la adquisición de un pasaporte do en la reunión. Jamás afirmaba algo así cuando asistía a una con Erich Honecker;
europeo, la primera empresa del post-franquismo.
al menos hasta que el dictador de Alemania Oriental estuvo al borde del precipi-
Los socialistas liderados por Felipe González llegaron al poder en octubre de cio. Los círculos de poder en Santiago, así como sus partidarios con acceso a la
1982; habían sido los mentores y sostenedores de la antigua izquierda chilena. prensa, salvo en forma parcial El Mercurio, jamás comprendieron la cultura
El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra se lucía, representando política que ordenaba esta conducta europea. Chile quería ser, tratado con el
declamativamente a la izquierda de su partido en el tema de Chile. Si la izquier- respeto que los mismos europeos mostraban hacia tanto régimen autoritario de
da chilena hubiera llevado la política que los socialistas impulsaban a comienzos izquierda y derecha en el Tercer Mundo. Pero Chile había llegado a ser el sím-
del ochenta, el golpe no hubiera existido, horro de toda necesidad. En los dos bolo de la anti-utopía.
principales gobiernos post-franquistas, el de Suárez y el de González, se puso un Por otro lado, los funcionarios de gobierno europeos, en la discreción de las
acento destacado en los gestos simbólicos; la pareja real pudo visitar Argentina reuniones, apuntaban a que había que satisfacer a sus propias opiniones públi-
durante el gobierno militar de allí, pero no a Chilell. El caso chileno tenía otro cas, pero que en lo demás las relaciones eran "normales". En esos círculos, en
elemento, "matar al padre", el imperativo en la cultura política española de cas- general se aceptaba que este era un gobierno militar "serio" y, con los vaivenes
tigar a Franco, post mortem. Esto encontraría su cauce de salida en la figura de antes anotados, se reconocían tanto las dificultades originales, como la puesta en
Pinochet, que culminaría en la excitada vehemencia que provocó su detención marcha de un programa económico consistente. Quizás sea representativo lo
en Londres en octubre de 1998, promovida por grupos de presión de Madrid. que un político ligado a Jacques Chirac, parte de la coalición de gobierno, le
dijera a Enrique Bernstein, recién retirado, en 1977, de que las declaraciones de
La actitud europea las autoridades chilenas "no nos ayudan a ayudar a su país como sinceramente
desearíamos" 12 . A esta actitud le acompañaba un estilo que, en las apariciones
En general, sin embargo, con excepción de la condena política y de la constante públicas al menos, se esforzaba por humillar a los representantes del gobierno
presión por los derechos humanos, las relaciones cotidianas eran relativamente chileno. En la misma Europa, la sutileza de una larga diplomacia le imponía
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pequeños actos denigrantes a los chilenos, a veces tácitos, como en ceremonias entre ambos países, de por sí provista de dificultades 15 . Por cambalache, la
oficiales colocar a los delegados de Chile junto a los de Africa negra, y no en izquierda chilena, o parte sustancial de ella, comenzó a desarrollar un conoci-
medio de Jos latinoamericanos como correspondía. ¿Aludían a un racismo de los miento más sofisticado acerca de EE.UU.
chilenos? En todo caso, mostraban también el propio. Las autoridades de Washington acogieron bien al gobierno militar, hasta con
Destacaban en este sentido, los suecos. En principio no se puede encontrar cierto entusiasmo inicial. Desde su punto de vista, aunque lo ideal hubiera sido
moralmente repudiable que el embajador Harad Edelstam se haya movilizado una derrota electoral de la Unidad Popular, elll de septiembre les borraba una
por todo Santiago a fines de 1973, para llevar a gente en peligro a la embajada perspectiva de crisis en América del Sur. Aunque los primeros meses no estuvie-
sueca. El ambiente, todavía muy polarizado, hacía que muchos chilenos extraña- ron exentos de incidentes, y de molestias de Washington por la falta de sentido
ran lo solícito de su actitud, contrastando con la indiferencia ante el sentimiento político del nuevo gobierno, se entregó ayuda directa, incluso de orden militar.
de indefensión en que se sentían ellos sumidos, por la movilización al parecer También se apoyó a Chile, tanto en las negociaciones por encontrar una salida al
inexorable de la Unidad Popular. Los Edelstam no hacían nada parecido en un tema de las indemnizaciones de las compañías del cobre, con las que alcanzó un
país marxista o en dictaduras radicales antioccidentales del Tercer Mundo, ni acuerdo en 1974; como en la renegociación de la deuda externa. También se
tampoco hacían diferencia entre perseguidos por razones políticas o por motivos siguió adelante con ventas de armas más sustanciales, como los jet F-5 y la entrega
de acciones de lucha armada o próxima a ella. Tanto Edelstam, como el primer de navíos a la marina. Henry Kissinger resumió este apoyo en una frase expresiva
ministro sueco, OlofPalme, se habían identificado con la Unidad Popular. Palme al canciller Ismael Huerta, "You may rely on our fu]] support; we want you to
pudo ganar unas estrechas elecciones de fines de 1973 gracias al empleo intenso succeed" 16 • El mismo Kissinger asegura haberse preocupado de los derechos
que hizo del 11 de septiembre. En Europa, el caso de Suecia era más perfilado, humanos en sus conversaciones con los chilenos (cosa que Huerta no recordaba
pero reflejaba una posición general del continente, opuesto al tipo de hubiera sucedido), en general sus memorias transpiran simpatía por el gobierno
antimarxismo que representaba el gobierno chileno. chileno, y también cierta irritación por tener que dedicarle un capítulo en cada
uno de los tomos de las memorias a un país tan lejano y tan chico, y en general
poco importante 17 .
El coloso del norte y las paradojas de la historia Poco duró esta luna de miel. Chile se convirtió en "papa caliente" en Washing-
En los primeros meses del gobierno militar, el apoyo norteamericano a la oposi- ton. Estaba la espectacularidad de la "experiencia chilena", que hizo del golpe
ción continuó en algunos sentidos, para pagar deudas, para ayudar al aspecto una noticia de primera plana; Time la puso como "cover story". Lo fundamental
político de la Junta, como el viaje de hombres públicos al extranjero a explicar es que el 11 de septiembre cayó de lleno en el remolino de crisis de gobierno,
las razones del golpe 13 . El gobierno de Nixon en general mantuvo una actitud del establishment y de la política exterior seguida por Washington desde el co-
positiva hacia la Junta. Como se sabe, esto no duró mucho, y en diversas cir- mienzo de la Guerra Fría, encabezada por los demócratas, aunque representaba
cunstancias es probable que Washington haya jugado con la idea de provocar un amplio espectro. La culminación de la protesta contra la guerra y, en todo
la caída de Pinochet. Esto llevaría a una inversión de posiciones, en donde la caso, el desencanto con la misma; la crisis de Watergate que llevó a la renuncia
derecha en Chile se quejaría del "imperialismo" norteamericano; y la izquierda del mismo Nixon en agosto de 1974. Se escogió a Chile como ejemplo acerca
en forma indirecta propiciaría la intervención del Departamento de Estado. de la perfidia de lo que habría sido la política exterior norteamericana.
Los líderes del gobierno militar reaccionaron a su vez con asombro y hasta estu- La acusación rezaba que EE.UU. había apoyado a fuerzas antidemocráticas,
pefacción por el rechazo al golpe y a la Junta de parte de los países occidentales. derrocando a un gobierno elegido democráticamente, y al establecimiento de
Este es el contexto de la expresión del almirante Carvajal, como Ministro de una dictadura. Resultado de todo esto fueron los "Hearings" sobre Chile, una
Defensa, en diciembre de 1973, al First Sea Lord, de que antes delll de sep- investigación llevada a cabo por una comisión del Senado liderada por el demó-
tiembre, sus amigos en EE.UU. e Inglaterra le preguntaban que cuándo los crata Frank Church. Puso en el banquillo de los acusados a los gobiernos repu-
uniformados "se iban a librar de los marxistas" 14 . Al pensar en EE.UU., los blicanos, a partir de 1969, a pesar de que había una gran continuidad desde la
uniformados chilenos combinarían una percepción de traición junto con una de época de Kennedy 18 . Last but not least, y esto era lo que costaba que se entendie-
admiración. La derecha y los sectores cercanos al gobierno militar desarrollaron ra en Santiago, el brusco paso de una democracia (en estado moribundo, es
un antinorteamericanismo retórico, no nuevo en la historia de las relaciones cierto) a dictadura violenta tenía que provocar una reacción más allá de las
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filas del Departamento de Estado y de la Casa Blanca 19 . Incluso en la primera de por persuasión moral". Pinochet debe haber creído que esta justificación, o era
estas instituciones había un sector dominante, de orientación política liberal, una trampa u otro tipo de hipocresía para el público. Pinochet a Kissinger: "Ru-
que se convertiría en un lobby crítico de Pinochet. El mismo gobierno republi- sia apoya 100% a su gente. Nosotros estamos detrás de ustedes. Ustedes son
cano fue puesto contra la pared en el caso chileno, y quiso darle un perfil bajo. nuestro líder. Pero ustedes tienen un sistema punitivo para sus amigos" 23 Esta
En vez de ofrecer el "full support", en 1976 Kissinger le dijo al canciller Carva- aseveración respondía a una extrema toma de posición antimarxista, sin tener en
jal, "I wish you the best" 20 . La administración Ford comenzó a colocar el tema cuenta otros aspectos que daban sentido a aquella. Demuestran la consideración
de los derechos humanos en las relaciones hemisféricas, y se le pedía continua- insuficiente al "¿qué es Occidente?" desde un punto de vista moral. También
mente a Chile que moderara su actitud. También EE.UU. se preocupó por la apunta al rasgo veleidoso con que siempre, los aliados de EE.UU. han percibido
postura agresiva de Perú y que la adquisición de armamento soviético podía las profesiones de fe de Washington
quebrar el equilibrio estratégico local.
Pero ya la atmósfera política, por las elecciones presidenciales de noviembre de
Entretanto, si Allende se quejaba del "bloqueo invisible", Pinochet experimen- ese año, estaba endurecida, más allá del alcance de la Casa Blanca. En el segundo
tó un "bloqueo bien visible". El Congreso eliminó gran parte de la ayuda a foro entre Ford y su contendor, Jimmy Carter, éste sacó a relucir el caso de
Chile, de manera que Santiago recibió menos asistencia en los años setenta que Chile como ejemplo de una conducta amoral en política exterior norteamerica-
la que había hecho a Allende en los tres años de la Unidad Popular. Después de na. En una declaración que, aunque distorsionaba los hechos, era ominosa para
1974, Chile no tuvo apoyo para renegociar su deuda externa ni podía ser candi- Chile, Carter afirmó en el debate del6 de octubre de ese año de 1976: "Me he
dato a ayudas extraordinarias. El golpe más abrumador se produjo en febrero de dado cuenta que Mr. Ford no tiene comentarios acerca de las cárceles en Chile.
1976, cuando el senador Edward Kennedy introdujo una enmienda, que prohi- Este es un ejemplo típico, y puede haber otros, de cómo esta administración
bía no sólo la asistencia militar, sino que la venta de material militar a Chile, derrocó a un gobierno elegido y ayudó a establecer una dictadura militar" 24
salvo certificación del gobierno norteamericano que se mejoraba la situación de Ford no recogió este guante, con lo que se daba a entender hasta qué grado el
derechos humanos. La Casa Blanca no se atrevería a hacer esto último 21 . Entre tema de Chile era indigerible para la Casa Blanca. El triunfo de Carter tuvo
otros efectos, la llamada Enmienda Kennedy afectaría de manera grave a la grandes consecuencias en el futuro.
pequeña flota de cazas de combate de la FACH, y dejaría una profunda huella
en las fuerzas armadas chilenas 22 . En plena campaña electoral, sucedió un hecho que marcaría las relaciones para
todo el período del gobierno militar. El21 de septiembre de 1976, una bomba
Chile consiguió a duras penas ser la sede de la Asamblea General de la OEA en puesta en el coche del ex canciller y ex embajador en Washington, Orlando
junio de 1976; el canciller de México no asistió. En Chile, el organizador de este Letelier, le dio muerte a él y a su secretaria. El atentado, que se produjo en pleno
momento delicado fue el empresario Ricardo Claro. La Asamblea debía pronun- centro de Washington D.C., produjo un fuerte impacto en EE.UU. y lanzó
ciarse sobre el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos inmediatamente las sospechas hacia Chile. A muchos chilenos les pareció que
sobre Chile, lo que se suponía iba a ser crítico a la situación del país, lo que hubiera sido demasiado torpe ordenar ese tipo de atentado en pleno EE.UU.,
ocurrió. Santiago estaba de todos modos interesado en que los cancilleres asis- pero cuando la evidencia comenzó a salir al público en febrero de 1978, de que
tieran, ya que rompía el aislamiento diplomático que se comenzaba a sentir. las huellas llevaban a la DINA, muchos también vieron levantarse nubes de tor-
Hasta se autorizó que se publicara el informe in extenso en la prensa. menta. Esta ve1úa por muchos motivos, pero este crimen, torpe por añadidura,
Asistió Henry Kissinger y se entrevistó con Pinochet. El norteamericano re- le añadió una gravedad insospechada.
flexionó después acerca de quien -según la saga antinorteamericana- era nada
más que un instrumento de Washington y se sentía hostilizado por los norte-
americanos. "Elegante, distante, cortés, no transmitía especial simpatía por De Carter a Reagan
Estados Unidos o por su representante". Pinochet se quejó de que él, amigo de Jimmy Carter no pertenecía a la elite que había dirigido los fuegos contra Nixon,
los Estados Unidos, recibía más presiones de ese país de las que había recibido pero recogió sus trofeos. En términos internacionales, fue de los tantos políticos
Allende. Kissinger le dijo que esa tarde abordaría el tema de los derechos huma- occidentales que hicieron campaña pensando que la Guerra Fría estaba por ter-
nos, el 8 de junio, en la Asamblea, y preferiría avisarle antes. Que ellos, los minar o ya había terminado. Criticó acerbamente las administraciones Nixon y
norteamericanos, no querían actuar "por medio de sanciones legales, sino que Ford por lo que veía como falta de moral en su conducta externa. En relación a
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América Latina y al Tercer Mundo, anunciaría, poco después de asumir la presi- norteamericano que había servido a Contreras desde 1973 27 . Al parecer, ambos
dencia, que ya no se apoyaría a una "dictadura" sólo por el hecho de ser antico- estuvieron también comprometidos en el asesinato de Prats y su esposa, y en el
munista" Se exigiría un alto standard en derechos humanos. Pocos vieron que lo atentado a Leighton y su esposa. Pinochet convino en un acuerdo por medio del
mismo se operaría con la Unión Soviética (aunque no con China), y las relacio- cual se entregó a Townley. Meses después, el fiscal norteamericano pidió la
nes entre las superpotencias empeoraron; esto ayudó al surgimiento de la prime- extradición de Contreras y de Pedro Espinoza, otro militar de laDINA. Al final,
ra disidencia en la URSS, aunque la torpeza de la Casa Blanca no desarrolló una
la Corte Suprema en 1979, operando en apaciguamiento ante el gobierno mili-
política coherente frente a ella. Con todo, la política de Carter reforzó la ten-
tar, negó la extradición. La administración Carter respondió imponiendo unas
dencia a colocar al estado de derecho como un modelo universal, y fue un factor
sanciones marginales; políticamente, Chile aparecía en situación comprometida
en la disolución de laDINA en 1977 y del paso a otra fase institucional.
en extremo. En los noventa, la administración Aylwin, primero, en tácito reco-
En efecto, Washington seleccionó a Chile dentro de los países de la región como nocimiento de la responsabilidad chilena, se pagó una indemnización ex gratia a
el lugar donde se tendría una conducta ejemplar. No se debe olvidar, sin embar- la familia de Letelier y a la de la secretaria del mismo, que también murió en el
go, que esto llevó a que la Casa Blanca tuviera roces con el gobierno militar atentado, como al marido de ella, herido en los hechos. En 1995, Contreras y
brasileño. Incidió en que Brasilia a fines de los setenta oscilara de su política de Espinoza fueron sentenciados a algunos años de prisión, una vez que la Corte
alineamiento con Washington a una posición ligeramente más "tercermundista". Suprema decidió que sí eran responsables.
También tuvo una posición crítica ante el gobierno militar argentino, aunque
no con la virulencia del caso de Chile, y Buenos Aires tenía más espacio para
resistir. Esto redundó en la posición internacional peligrosa en la que se vio
El corredor boliviano
precipitado Chile en los setenta 25 . La embajada norteamericana en Santiago se América Latina ha sido un continente de gran inestabilidad política, pero de
convirtió en un centro de reunión y de convocatoria de líderes de oposición de escasos conflictos internacionales; mas Chile destaca entre las exepciones por la
centro y de centro-izquierda. Cuando gran parte de la izquierda tuvo un giro Guerra del Pacífico. En el cono sur del siglo XX la Guerra del Chaco arroja un
trascendental en sus ideas políticas, hacia ca. 1980 por dar una fecha, se perdo- manto sobre el "excepcionalismo" sudamericano. De manera más reciente, los
naría u olvidaría la intervención norteamericana en los sesenta y setenta; y esa enfrentamientos entre Ecuador y Perú constituyen otra pincelada que es parte
izquierda apoyaría entusiasta el nuevo tipo de intervención que se desarrolló en del cuadro. Este es el contexto de percepciones e hipótesis de conflicto en que se
las administraciones Carter y Reagan, que significó, entre otras cosas, una serie halla involucrado Chile en la segunda mitad del siglo XX. Más delimitado en lo
de humillaciones para el gobierno chileno, además de una amenaza latente. Todo temporal, esto se desarrolló entre ca. 1955, la caída de Perón, y 1984, el Trata-
esto sí que fue un intento real "desestabilización". do de Paz y Amistad 28 . El gobierno militar cayó en las aguas de este remolino,
que pudo ser un infierno para el país; lo provocó su sola existencia. A veces sus
Pero fue un intento a lo lejos. Pinochet asistió a la ceremonia de firma del Tra-
errores lo magnificaron, pero al final Pinochet siguió una política consistente
tado del Canal de Panamá, entre Carter y Torrijos, a la que estaban convocados
que rescató el país de estos pantanos. Los primeros años del siglo XXI han de-
todos los presidentes americanos, aunque la mayoría de ellos, haciendo venia a
mostrado que todo esto no está completamente olvidado.
la orden tácita de rigor, trató de evitar ser fotografiado con Pinochet; Carter
quiso hacer lo mismo, o al menos no darle la mano; El Mercurio consiguió dar Se vio cómo pudo haber una guerra con Perú hacia 1974/75. La situación se hizo
con la foto en cuestión. Era un "bloqueo simbólico" 26 . La administración Carter más distendida después de la caída de Velasco, pero las cenizas no se podían apagar
retrocedió ante una verdadera "desestabilización", impedir operaciones finan- del todo. En un gesto audaz de "diplomacia militar", Pinochet se entrevistó en la
cieras con Chile; o imponer un embargo comercial. Eso hubiera sido crear una localidad boliviana de Charaña, sobre la frontera altiplánica, con el presidente
zona de crisis, cuando arreciaban la revolución en Irán y en Nicaragua. Algo Hugo Banzer quien, se recordará, había llegado al poder por un golpe cívico-
similar sucedería con la administración Reagan a mediados de los ochenta. militar en agosto de 1971, y creó un gobierno más estable, pero muy autoritario.
Se entendieron en forma rápida. "El Abrazo de Charaña", del 8 de febrero de
El "caso Letelier" impregnó las relaciones con Chile hasta fines del gobierno
1975, fue 1Un compromiso de que a cambio de la reanudación de relaciones
militar. Con paciencia y especial dedicación, el FBI logró desenrollar la made-
diplomáticas, Chile debía presentar una propuesta para dar a Bolivia un acceso
ja. En febrero de 1978 se destapó la bomba, al pedir EE.UU.la extradición de
soberano.il mar. De golpe, pareció que la situación estratégica y geopolítica de
un oficial del ejército, de servicio en la DINA; y de Michael Townley, un
la zona c¡1mbiaba de manera drástica. Las cosas no serían tan fáciles.
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MUNDO y FIN DE MUNDO! CHILE EN LA POLÍTICA MUNDLA.L 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H.
A fines de ese año Chile publicó su proyecto de salida. Preveía una franja peque-
La guerra que venía
ña, que se estrechaba al máximo al norte de la ciudad de Arica, donde podría Las relaciones entre Chile y Argentina habían sido bastante buenas a partir del
construirse un puerto boliviano. Como Arica quedaba tan cerca de la frontera, ll de septiembre. El gobierno de Perón, aunque no manifestó un calor especial
no se podía ofrecer más. Y si se ofrecía sin contraparte, era cosa d.e tiempo para hacia Chile, se esforzó por entregar un rostro sonriente. Pinochet logró que
que Bolivia exigiera más y más, hasta llegar al extremo del irredentismo total, el Perón, mal que mal un personaje continental, lo recibiera en la base aérea de
litoral que ocupaba en 1879. De ahí que la propuesta chilena haya exigido un Morón, después de un tira y afloja por el lugar de la reunión, y el argentino no
canje por territorios bolivianos, de la misma superficie en kilómetros cuadrados. podía ignorar al Presidente de Chile 30 . Luego, en abril de 1975 Augusto
Para la parte norte, el "corredor para Bolivia", se debía pedir el asentimiento del Pinochet viajó a la misma base de Morón para entrevistarse con la viuda de
Perú. En esto, el Tratado de 1929 era clarísimo ("un país tiene la llave; el otro el Perón, ahora la presidente María Estela Martínez. El encuentro demostró que
candado"). Perú dió largas al asunto. Las negociaciones chileno-bolivianas las relaciones se estrechaban, en cuanto a que los argentinos consideraban
restaban protagonismo a la política peruana; el antichilenismo extremo se vería importante mantener relaciones de perfil más fuerte con el régimen chileno,
privado de un sueño, la recuperación de las provincias perdidas en la guerra del mientras se insinuaba una crisis mayor dentro de Argentina. No se debe dejar de
siglo XIX. señalar que el asesinato del general Carlos Prats y su esposa, el 30 de septiembre
de 1974, no se hubiera podido llevar a cabo sin algún tipo de colaboración de
El gobierno de Lima, por medio de una "comisión de notables" presidida por
parte de la policía argentina.
el ex presidente José Luis Bustamente, respondió hacia fines de 1976 con una
contrapropuesta.En vez de un si o un no, como era la tesis chilena, planteaba Con la llegada del gobierno militar, presidido por el general Jorge Rafael Videla
un problema complejo. La fórmula peruana iba a resultar en la extensión de su en Buenos Aires, el 24 de marzo de 1976, las relaciones parecía que iban a ser
soberanía hasta parte de la ciudad de Arica, que sería de soberanía compartida inmejorables. Si ya antes había acuerdos más o menos informales sobre seguri-
entre las tres naciones. Era un proyecto complicado, que de llevarse a cabo dad, cuando laDINA era todopoderosa, y el terrorismo y guerrilla urbana esta-
crearía una fuente de pequeños conflictos cotidianos (es decir, grandes con- ban haciendo casi ingobernable a Argentina, esta acción mancomunada pasó a
flictos). Al anunciar la proposición, el canciller peruano había añadido que constituir un elemento importante de las relaciones. Ambos países adquirieron
suponía que Chile se tomaría su tiempo en estudiarla, y que ellos estaban abiertos la connotación de "Estados ideológicos", de carácter antimarxista. En lo inter-
a conversar sobre posibles modificaciones. Era un camino en que el problema no, la vida social argentina siguió siendo mucho más vivaz que la chilena, aun-
bilateral se convertía en trilateral. Chile no dudó un instante, afirmando que que esto era algo inscrito en las diferencias culturales. En términos políticos, la
Perú debía decir "si" o "no"; que hacer una propuesta por su parte, estaba represión tuvo una ferocidad varios grados más alta que la chilena. Cierto es que
fuera de lugar. Chile no aceptó discutir el asunto. Esto dejó tranquilos a los la situación era bastante más temible que la que encontraron los militares chilenos
asesores más destacados de su política exterior, como Julio Philippi, quienes a partir de media mañana delll de septiembre de 1973, cuando estratégica-
desde un comienzo habían desaconsejado a Pinochet embarcarse en este tipo mente el enemigo estaba derrotado; no era el caso en Buenos Aires. Y también la
de negociaciones. reacción estuvo más plagada de horrores, como si se viviera una cultura llamada a
superar todo exceso por medio de otro más chocante.
Todo volvió a fojas cero. Banzer quiso seguir negociando. Incluso hizo una
especie de invocación al "sacrificio" de Perú y Chile; que el primero renunciara En política internacional en cambio, Argentina no experimentó el aislamiento
a la soberanía compartida y que Chile hiciera lo propio con el canje. En marzo chileno. El golpe del24 de marzo tuvo legitimidad en América Latina y hasta en
de 1978, cuando la situación internacional era angustiosa para Chile, Banzer, ya Europa. En el viejo continente, sólo hacia fines de la década de 1970 comenza-
en las postrimerías de su poder, rompió relaciones con Chile. Aunque el respec- ron a escucharse críticas intensas. Washington lo vio como inevitable y quizás
tivo "cónsul general", en cada una de las capitales, ha ostentado un carácter de suspiró de alivio. En el campo ideológico, el gobierno de Videla -que tenía,
cuasi-embajador, al comenzar el siglo XXI no sólo no hay relaciones diplomáti- comparativamente hablando, mucho menos poder que Pinochet-, mantuvo las
cas y no se avizora una salida a la situación, sino que las cosas se han agravado 29 . relaciones con Cuba, y la URSS conservó una actitud más o menos amistosa
Por otra parte, la ruptura fue un elemento más en el panorama sombrío que se hacia Buenos Aires. Por cierto, los militares argentinos eran ardientes
cernía sobre Chile. anticomunistas, pero esto no se tradujo en un tono estridente en el campo inter-
nacional'. La derrota de la guerrilla urbana -ERP y Montoneros- era una
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derrota de la línea cubana, pero en forma oficial La Habana no se dio por ente- A nadie se le ocurrió hacer una comparación de este tipo en 1978. En Argentina
rada. La antigua percepción de conflicto entre Chile y Argentina, cuyos máxi- se alimentaban de la teoría del "enemigo eterno", un país más atrasado y mucho
mos exponentes eran las mismas fuerzas armadas respectivas, parecía que había más pequeño, que con ardides legales había logrado expandirse a costa de Ar-
sido superada por la percepción de un mortal enemigo ideológico común. El gentina. A Chile le penaba la (mala) fama de fines del siglo XIX, y su actitud algo
general Videla efectuó una visita de Estado a Chile en noviembre de 1976, y no arrogante, cuyo epítome, quizás, sea el "memorandum Konig" (Cap. II). Estas
había nube que enturbiara el horizonte 31 .
visiones de "juego suma cero" (lo que uno gana, lo pierde otro), llevaron en
De ese semi-idilio fueron despertados chilenos y argentinos a raíz del fallo del Europa a la Gran Guerra en 1914; en el cono sur se congelaron en algunos
Beagle, los últimos días de abril de 1977, dado a conocer en Chile el 1° de sectores, aunque también es un tipo de argumento que se asoma a la superficie,
mayo. Los chilenos quedaron extasiados, aunque a los responsables de las nego- esporádicamente, en diversas partes del mundo.
ciaciones no les cabía duda de que un fallo jurídico tenía que favorecer a Chile, La visión argentina se lee en las palabras de Ernesto Fitte, vicepresidente de la
tal como sucedió. Las tres islas en disputa, Nueva, Picton y Lennox, quedaban Academia Argentina de la Historia:
para Chile. Al determinarse cuál era el curso del canal Beagle, eran ellas las que
quedaban al sur de él, tal cual se leía con transparencia en el Tratado de 1881 32 . Para conservar la paz, terminamos perdiendo la totalidad del estrecho de
Si se consideraba el mar territorial correspondiente, la soberanía marítima chile- Magallanes, una ancha franja de su ribera septentrional, la mitad de Tie-
na hacía un gran avance hacia el Atlántico, en la medida en que esto realmente rra del Fuego, un puerto sobre el Pacífico, y por si esto no fuera bastante,
tenía alguna importancia. Es cierto que algunos chilenos hicieron declaraciones el Laudo Arbitral de 1977 desconoce nuestra soberanía sobre las islas
algo pagadas de sí mismas, con su matiz de imprudencia. Era, sin embargo, lo Picton, Nueva y Lennox, con lo cual la República de Chile consigue
mínimo de esperarse, y salvo en un ambiente de patología mental, ellas por sí introducirse en la jurisdicción atlántica 33
mismas no podían desencadenar lo que vino a continuación. Es posible que también se abriera paso la idea de que una guerra con Chile sería
En Argentina había una sensación de estupor. En un primer momento, las seña- "fácil", y que sería "guerra limpia", un conflicto internacional que "lavaría" la
les fueron de aceptación apesadumbrada del fallo arbitral. Pero luego comenza- "guerra sucia", frente al terrorismo y la guerrilla urbana, tal cual se lo dijo el
ron a alzarse las voces de personeros militares, de los políticos del poderoso general Guillermo Suárez Mason al canciller Cubillos 34 .
nacionalismo trasandino, así como las rivalidades dentro de la cúpula dirigente, No hubo tampoco dentro de la población, una crítica a la política de la junta
que se dirimían siendo "duro" con Chile. Parecía que el laudo violaba el princi- militar. Paradójicamente, la Junta en términos políticos fue más tolerante que su
pio "Atlántico-Pacífico". Esto no estaba escrito en ningún tratado, sólo en el contraparte chilena. Los antiperonistas o no peronistas, tenían cierta libertad de
Protocolo de 1893, en relación a la zona entonces en discusión, muy al norte expresión; en estos temas, incluso los peronistas gozaban de manga ancha. De la
del Beagle. De todas maneras, la noción de que ni Chile debía salir al Atlántico, sociedad civil no se escucharon gritos de guerra contra Chile, sólo que no hubo
así como Argentina no debía hacerlo al Pacífico, estaba bastante anclada en la crítica a la declaración de nulidad -con la excepción de Carlos Escudé-, lo que
conciencia territorial de ambos países. Los argentinos creyeron ver que el laudo al final resulta comprensible; no hubo tampoco crítica a los aprestos bélicos del
la destruía.
gobierno, aunque aquí puede haber operado el control dictatorial. Se deben
Un laudo, la decisión arbitral, es equivalente a un tratado internacional. Ambos recordar las notables posturas de los grandes, Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato,
países se sometieron a él de manera voluntaria, pero sus decisiones eran inapelables. exigiendo a toda costa la paz con Chile. Para tener el cuadro claro, se debe
Rechazarlo era lo mismo que abrogar unilateralmente un tratado perpetuo. Sin añadir que cuando se firmó el Tratado de Paz y Amistad en 1984, el gobierno de
embargo, eso fue lo que hizo el gobierno argentino; y además, aunque invitó a Alfonsín convocó a una "consulta", en la cual más del 80% de los electores lo
Chile a negociar en forma directa, ignorando el fallo, lo hizo bajo la amenaza de aprobó. Gesto elocuente. Al igual que en Chile, una gran parte de la población
guerra. No sólo eso; no fue una mera decisión cupular, sino que tuvo, al parecer, no parece haber tenido conciencia de lo cercana que estuvo la guerra.
bastante asentimiento en la sociedad argentina. Más aun, la comunidad interna- A partir del segundo semestre de 1977 para los chilenos estuvo claro que Argen-
cional, para darle un nombre, casi no reaccionó frente a un hecho tan grave, en tina comenzaba a movilizar sus efectivos armados a la frontera con Chile. Comi-
principio, como la ruptura del Tratado de Munich por parte de Hitler, el15 de siones de ambos países trataban el problema de las delimitaciones marítimas.
marzo de 1939, lo que en definitiva desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Los argentinos, interesados en mantener el principio de separación oceánica,
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ofrecían aceptar el laudo, pero con tales condiciones que lo hacían nulo en la Decidir por la vía jurídica no implicaba no prepararse para la guerra. Mientras
práctica. Como al mismo tiempo estaba la presión armada de un país más podero- Argentina tuvo una política deliberada de crear alarma pública, con el objeto de
so, que no sufría de embargo alguno, toda negociación era para Chile conceder convencer a la población de la inminencia de una guerra, que la provocaría Chile
bajo la amenaza de la fuerza.
con sus actos expansionistas, el gobierno militar chileno mantuvo a la población
Después del fracaso de todas las negociaciones, Argentina propuso un encuen- casi en la ignorancia, aunque a la vez, con medios más limitados, también llevaba
tro presidencial. Entre tanto, las relaciones con Argentina habían devenido en a cabo, de manera discreta, su propia movilización de tropas 36 .
un clásico ejemplo de la "diplomacia militar" durante los años de Pinochet, Entre tanto, había habido una pequeña revolución al formular la política exterior
sobre todo en su primera parte. Y esta vez pudo llevar al desastre 35 • El general chilena. Hernán Cubillos, fue nombrado canciller en julio de 1978, y rápidamente
Contreras, con laDINA ya disuelta, logró colocarse para ser de nuevo el "hom- mostró un nuevo estilo no sólo en la estrategia, sino que en la apariencia cotidiana
bre indispensable", y que él llevaría negociaciones secretas con Argentina. Esto de la política exterior. No sólo buscó asesores más independientes, como resca-
era paralelo, pero no coordinado, con la política que llevaba la Cancillería y la tar del retiro al respetado diplomático de carrera Enrique Bernstein, partidario y
embajada en Buenos Aires, con sus cabezas, el almirante Patricio Carvajal y el hombre de confianza de Eduardo Freí Montalva, sino que desarrolló el único
experimentado embajador René Rojas, hombre de carrera de toda la vida, reem- estilo que podía tener sentido, una política exterior más discreta, profundizando
plazado a fines de 1977 por el fuerte político de derecha, Sergio Onofre Jarpa. los campos donde había real posibilidad. Era algo así como la política exterior de
El canciller Carvajal no tenía bien firmes las riendas del mando. Franco en los años sesenta, o como la que llevaba a cabo el régimen militar
Es posible que la línea de Contreras, de negociar de "soldado a soldado" haya brasileño a partir de mediados de los setenta. Sólo podía ser un proyecto a me-
llevado a los argentinos a pensar que los chilenos iban a ceder, en cuanto acepta- diano plazo. Logró reafirmar en Pinochet la necesidad de seguir la mejor línea
rían una división de las islas o de islotes adyacentes. Esto llevó a dos reuniones de defensa, la jurídica.
presidenciales, la de Plumerillo, en Mendoza, el19 de enero de 1978. No hubo Esta pasaba por la posibilidad de la guerra, y Pinochet preparó al país para esa
acuerdo, aunque la situación se alivió un poco. El25 de enero, Argentina dio el eventualidad, aunque sin alarmar a la población o enardecerla en un chauvinis-
paso sin precedentes de declarar "insanablemente nulo" el laudo, y afirmó que mo contraproducente. Se trasladaron miles de tropas hacia el extremo sur, quizás
desconocería todo derecho que se arrogara Chile en base al mismo. Una nueva unos veinte mil. Aliado de lo que podía poner Argentina, era poco, habiéndose
reunión, en El Tepual, el aeropuerto de Puerto Montt, el 20 de febrero de dejado además unos centenares de hombres en los pasos cordilleranos de las
1978, tuvo como acuerdo crear dos comisiones bilaterales, que en forma sucesi- zonas centrales del largo país, con lo que con algo de azar, se pensaba que po-
va irían aproximándose a un acuerdo. Al finalizar la ceremonia con la firma dían defender hasta donde fuera posible. Otro núcleo armado esperaba lo que
de una declaración conjunta, de manera sorpresiva, Pinochet hizo un discurso sería la casi inevitable ofensiva peruana, en caso de divisarse un colapso de Chile
formal en que declaró con énfasis que Chile sólo aceptaría vía jurídica, es decir, en el sur. Lo importante, era que el gobierno argentino viera la decisión de Chile
se atendría el laudo.
de enfrentar la guerra. Sólo eso podría volver las cosas al plano jurídico, es decir,
¿Qué había pasado? Que Pinochet se atenía a la línea propuesta por "los empolva- una negociación que no envolviera, para Chile, el abandono del laudo arbitral.
dos", es decir, los expertos jurídicos de la Cancillería. La "diplomacia militar" El mando chileno confiaba en lo que se consideraba -acríticamente- evidente,
estaba clausurada. La fortaleza de Chile radicaba en su posición jurídica y en ate- de que el soldado chileno era superior al argentino; que en una guerra defen-
nerse a su tradición de "respeto a los tratados", desde siempre una defensa de los siva, el entrenamiento chileno le permitiría mostrar superioridad en el campo
débiles en el sistema internacional. En contra de la sabiduría popular, el derecho de batalla; que las armas sofisticadas, que Argentina tenía en mayor número, se
no es una simple ficción inventada por los fuertes; estos pueden modificar el dere- agotarían en forma rápida en los dos bandos, y la decisión estarían en el solda-
cho, aunque no sin pagar un precio. Si Chile, bajo la amenaza del uso de la fuerza, do individual.
hubiera aceptado una transacción ignorando el laudo, hubiera abierto la Caja de Casi como era de imaginar, las negociaciones previstas en el Acta de Tepual, no
Pandora a mayores demandas, incluso de Bolivia y de Perú. Se hubiera abando- alcanzaron ningún resultado para su fecha límite, el 1° de noviembre de 1978.
nado la trinchera jurídica, no concitando ningún apoyo silencioso -que algo de En Argentina, el gobierno tenía aparentemente convencida a la población de la
esto hubo de algunos países-, sino que la legitimación internacional de las inminenGia de un conflicto y de la responsabilidad de Chile en el mismo.
demandas. Esto ha pasado siempre en todas las circunstancias análogas. Si Santiago recurría en forma unilateral a la Corte Internacional de La Haya,
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Argentina había advertido que lo consideraría casus belli. Como Pinochet tenia
La intervención papal
claro que a Chile, y a su propia supervivencia política, le convenía la paz, sólo
podía recurrir a este tribunal al desatarse un ataque de Argentina. Era lo que se En primer lugar, la diplomacia chilena dirigida por Hernán Cubillos, había
iba a hacer. "Actuaremos sólo si somos agredidos", fue una de las pocas declara- logrado remover (un poco) la montaña. Pletórico de ideas y de iniciativas, Cubillos
ciones públicas de Pinochet 36 . Durante el mes de noviembre, las fuerzas se junto a su comité asesor, empleó con agilidad el poco espacio diplomático que
prepararon para la tormenta; Buenos Aires tenía decidido desarrollar un ataque había. Logró que Brasil hiciera ver a Washington y a Buenos Aires que la situa-
a Chile hacia Navidad. Al parecer la idea era ocupar las islas, algún otro territo- ción le preocupaba, y que EE.UU. hiciera lo propio. No era mucho, ya que
rio, y después obligar a Chile a aceptar un acuerdo de repartir las posesiones. nadie quería quemarse los dedos, y las cancillerías latinoamericanas, que se inte-
Estaba la incógnita de qué consecuencias podía desatar un conflicto regional, resaban, aconsejaban a Chile "transar" con Argentina.
con la participación de Perú, y tácita por parte de Bolivia.
Al hablarse de "mediación", los chilenos casi siempre tuvieron presente al Vati-
Mientras se aprestaban las fuerzas, Argentina aceptó la proposición chilena de cano. Los líderes argentinos no hicieron oídos sordos, al comienzo, al parecer
efectuar una entrevista entre los dos cancilleres, Hernán Cubillos y Washing- porque pensaban que las malas relaciones de Pinochet con las autoridades de la
ton Pastor, para ver la posibilidad de una mediación, idea del chileno Enrique Iglesia, harían que rechazara esa vía. Efectivamente, esa era la primera reacción
Bernstein, aunque sin abandonar el marco jurídico. La reunión se llevó a cabo en el chileno. Se tenía en cuenta que la alta jerarquía de la Iglesia en Argentina
en Buenos Aires el 12 de diciembre. Fue difícil redactar un comunicado con- había sido bastante más amistosa hacia el gobierno militar argentino, que su
junto; Pastor insistía en que no se podía poner una frase que rechazara en contraparte chilena. Cubillos logró convencerlo de que había que hacer distin-
forma explícita el uso de la fuerza. Se logró al final del día hacer un borrador, ción entre el clero en Chile, y el Vaticano. Este último representaba una tradi-
invocando la mediación de un "gobierno amigo", se suponía que iba a ser el ción de siglos, de quizás la mejor diplomacia del mundo. Por otra parte, las
Papa. Avanzando las horas Pastor, que había ido hablar con la Junta de Go- conferencias episcopales de los dos países pasaron a apoyar los esfuerzos de
bierno, llamó por teléfono diciendo que los líderes militares se oponían al mediación, por lo que no hubo el conflicto temido por Pinochet; el precursor
acuerdo y lo desautorizaron. La anarquía dentro del gobierno autoritario en de la iniciativa había sido el obispo de Osorno, Francisco Valdés, quien tenía
Argentina, fue un obstáculo para las negociaciones, y un factor que impulsaba acceso a Pinochet, y además era hermano del ex canciller Gabriel Valdés (esto
al enfrentamiento. no quiere mostrar una vinculación entre los hechos, sino lo pequeño del mundo
social del país).
El ambiente era fúnebre, parecido al 31 de julio de 1914 en Europa. El21 de
diciembre la flota argentina se desplazaba hacia el sur; la chilena le salió al en- El canciller Cubillos había desarrollado contactos con Pablo Vl; parecía ir bien
cuentro. En Argentina, la orden de guerra estaba dada; Chile tenía lista la apela- encaminado y Cubillos se entrevistaría con él, mas el Papa murió. Se reunió con
ción al TIAR. Mas, primero hubo un repliegue de la flota argentina, al parecer su sucesor, Albino Luciani, Juan Pablo I. Este decidió enviar una carta a los dos
por mal tiempo. Cuando de nuevo el 22 de diciembre, el día del ataque, los mandatarios, Pinochet y Videla. La misiva arribó después de la muerte del nue-
chilenos se movieron ante una alerta, volvió a retirarse la flota argentina. La vo Pontífice. Como "carta póstuma", no dejó de tener efecto, y llamaba a "crear
guerra que venía, se extinguía antes de nacer. ¿Qué sucedió? un clima generalizado en el que, depuesta toda actitud belicosa o animosidad,
prevalezcan las fuerzas de la concordia sobre las fuerzas del odio o de la división,
Una cadena de hechos originados en Santiago, Washington, Roma y Buenos
que sólo dejan tras de sí huellas destructoras" 37\. Cubillos no se amilanó, y tras la
Aires, había activado un "partido de la paz", aunque algunos de ellos eran
elección de Karol Wojtyla como sucesor, se entrevistó con Juan Pablo II tras
renuentes. En Chile también había algunos "halcones"; el almirante Merino
hacer una combinación para viajar desde China, donde se hallaba en visita ofi-
aseguraba que él "hundía la armada argentina"; que los otros problemas "eran
cial. Extendió los mapas sobre una mesa y le explicó el problema durante dos
de los diplomáticos". Con todo, Chile era la parte que más podía perder. Sólo
horas al Papa, el que escuchaba en forma atenta, haciendo preguntas.
iba a la guerra porque no tenía una alternativa real, y el aislamiento diplomático
no daba margen de maniobra. Nadie quería quemarse las manos por el Chile de Entre tanto, la "carrera hacia la guerra continuaba". Los medios de comunica-
Pinochet. Casi nadie. ción chilenqs empezaban a informar ampliamente acerca del conflicto inminente,
pero sólo en los lugares donde se sospechaba podría haber acción militar, se
tomaron rnedidas que involucraron a la población civil. En Santiago, el gobierno
abandonó' con sigilo el edificio Diego Portales, al que se le consideraba muy
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vulnerable a un ataque aéreo. En el norte, el ejército chileno también se movili- ba para poner en entredicho la acción. Además, Carter en su mensaje reiteraba
zaba ante el casi seguro estallido de un conflicto regionaL Los pilotos de los algo básico del derecho internacional moderno, el "no reconocimiento" del
F-5, un jet considerable para estos países, no tenían asiento eyectable, como cambio de territorio obtenido por la fuerza. Era una disuasión importante aun-
consecuencia de la Enmienda Kennedy, pero igual estaban esperando la orden. que no suficiente.
El Papa Juan Pablo II empleó todos los formidables recursos de su personalidad El último elemento fueron las dudas dentro de los dirigentes argentinos. En
para trazar un camino nuevo aunque riesgoso, de poner en juego el prestigio de primer lugar, el presidente militar, Jorge Rafael Videla consideraba que no se le
la Santa Sede en un problema complicado. Envió una carta urgente a ambos
podía decir que no al Papa, y fue apoyado por otros miembros, aunque muchos
mandatarios y el 22 de diciembre, en el saludo de Navidad al Sacro Colegio generales del ejército, de segunda fila pero no menos decidores que Videla y
Cardenalicio, anunció públicamente su disposición a mediar entre ambos países: Viola -comandante en jefe del ejército- querían avanzar de todas maneras.
A pesar de la aceptación, en principio, por parte de ambos contendientes, Tal vez sacaron la conclusión que todos los aprestos habían arrojado algún re-
de un recurso a la intervención mediadora de esta Sede Apostólica, por sultado; que la mediación forzosamente tendría que mejorar las expectativas
dificultades concretas, el común propósito no ha sido actuado. La Santa argentinas, lo que en efecto sucedió. También entre los oficiale argentinos es
Sede no habría rechazado el llamamiento aún consciente de lo delicado y posible que haya habido simpatías ideológicas hacia el régimen chileno.
complejo de la cuestión, considerando más importante, sobre los aspec- Juan Pablo II envió de inmediato al cardenal Antonio Samoré a los dos países.
tos políticos y técnicos del problema, los superiores intereses de la paz 38 . Un diplomático nato, formado en la suprema escuela del Vaticano, hablaba
Advertía en el mismo discurso acerca de lo frágil de la situación y de las noticias perfecto españoL Su figura algo pequeña, menuda, de modales educados y
"alarmantes" que llegaban a Roma; pero ambos gobiernos habían aceptado re- serenos, escondía autoridad, porfia y gran personalidad que llegado el caso
cibir un enviado de la Santa Sede. Este sería el no menos formidable cardenal sabía imponer con fuerza sus argumentos, sin jamás abandonar el tino y la
Antonio Samoré. La intervención del Vaticano había sido promovida también noción de lo posible. Cuando Enrique Bernstein le dice que por momentos se
por Washington. En parte, movido por el interés de apaciguamiento de la canci- ha sentido frustrado; Chile buscaba la amistad con Argentina, y ésta cerraba
llería brasileña, quizás la más escuchada en EE.UU. En la Casa Blanca se tiene las puertas en forma tenaz, el Cardenal, confiesa Bernstein, le dio una lección:
que haber dicho que no era el momento para mayores inestabilidades. Eran los "Un diplomático no debe sentirse nunca frustrado. Mientras más inconve-
meses de la revolución iraní; y había un interludio en Nicaragua que luego nientes encuentre en una negociación, más recursos debe pedir a su imaginación
desembocaría a mediados de 1979 en el triunfo sandinista. El panorama interna- para continuar adelante" 40 .
cional se tornaba amenazador y en el cono sur, una guerra perdida por uno de Lo probaría en arduas negociaciones en Buenos Aires y en Santiago. Los canci-
los bandos, podía volver a encender la mecha del incendio revolucionario. Carter lleres de ambos países, con la presencia del canciller uruguayo y del Cardenal,
lo deja ver en una carta a Pinochet dellS de diciembre que, a no dudarlo, era firmaron el Acta de Montevideo el 8 de enero de 1979. Eran dos Actas. En la
similar a una que debe haber enviado a Videla:
primera, la Santa Sede se comprometía a asistir a ambos países en la búsqueda
Estoy preocupado de que la movilización militar en curso pueda resultar de soluciones. Se agregaba que no pondrían objeciones "a que la Santa Sede
en que los acontecimientos salgan de control y las hostilidades comiencen manifestara ideas sobre todos los aspectos cbntroversiales del problema de la
y escalen (... ) Si fuera a ocurrir una agresión por la controversia del Canal zona austral". En la segunda Acta, se establecía el compromiso de no recurrir a
Beagle, nosotros la denunciaríamos vigorosamente. Los Estados Uni- la fuerza.
dos no quieren involucrarse en el fondo de este complicado asunto. Sin La primera, posibilitaba que la Santa Sede no fuera sólo mediadora, en el sentido
embargo, estaríamos preparados, si ambas Partes lo desean, a consultar de instancia posibilitadora, sino que fuera líder en la búsqueda de un acuerdo; le
con otros para ayudar a desarrollar una pronta mediación por alguna otorgaba autoridad. Con la segunda, se hacía más dificil que los sectores "ultra"
otra Parte 39
de Argentina impusieran su "guerra limpia", o que algunos chilenos se dejaran
Hasta donde se sabe, Washington jugó un papel importante en convencer a la llevar por la provocación.
Santa Sede para que interviniera. También, los días anteriores a la proyectada Eduardo Frei Montalva, en el momento álgido de comienzos de diciembre,
ofensiva argentina, "voceros oficiosos" de Washington señalaron que en "los emitió una declaración de apoyo a la posición chilena, con lo que avalaba la
próximos días" Argentina ocuparía militarmente las islas. El solo anuncio basta- estrategia seguida por el gobierno. En forma sorpresiva, el ministro del interior,
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Sergio Fernández, lo llamó para agradecer su apoyo. Mientras vivió Frei, fue el En 1979, la sensación general, dentro de Chile y fuera del país, era que el
único acto de cortesía que recibió del gobierno militar. ansiado "salto hacia delante" por fin estaba llegando en Jos días del llamado
"boom" a fines de los setenta y comienzos de los ochenta. El plebiscito delll
Chile caminó al borde de un precipicio, que pudo haberlo llevado a la derrota, de septiembre de 1980 pareció crear, en el extranjero, una actitud de mayor
y la caída estrepitosa del gobierno militar. Se podía abrir un abismo insonda-
aceptación de la evolución chilena, tal como esta era diseñada por el gobierno
ble. Cabía también conceder ante la amenaza de uso de la fuerza. No fue así, y
militar. La elección de Ronald Reagan como presidente de EE.UU., que exal-
aunque no se reconoció mucho en público, la vía jurídica del país terminó por taba el anticomunismo como la meta central de la política exterior, en noviem-
encontrar una aceptación continental. Como la inmensa mayoría de los
bre de 1980, eliminaba a un gran crítico de Chile. Con el Papa a cargo de la
chilenos no tenía conciencia clara de lo que estaba sucediendo, pocos de ellos
mediación, no parecía que habría peligro de una colisión con Argentina. Mas,
reconocieron a su vez que si bien la existencia de Pinochet como personaje
no eran tan fáciles las cosas.
maligno había ayudado a la amenaza del gobierno militar argentino, fue el
mismo líder chileno el que permitió avanzar por la cuerda floja de la resistencia Este relativo éxito de Pinochet, lo llevó a insistir en ser reconocido por el mun-
y la negociación sobre bases coherentes con políticas ya seculares. Fue uno de do, al menos como un líder del antimarxismo. Quería una invitación de Japón,
sus mejores momentos. Fue también clave la disposición de soldados, marinos, donde gozaría, es de suponer, con el protocolo estricto y la dignidad del mundo
aviadores y carabineros a morir en caso necesario ante un enemigo superior, oficial; como muchos chilenos curiosos acerca del oriente, debe haber tenido
al menos superior en el armamento más sofisticado; esto hacía que un ataque una admiración por ese país. Los nipones hicieron saber que sólo extenderían la
a Chile tuviera su precio, y por ello en 1982 los militares argentinos pensa- invitación si antes la precedía la de otro país asiático. Contra el mejor parecer de
ron que era Inglaterra la que no lucharía. Como nunca, en 1978 los unifor- la Cancillería, que tenía claro que la exposición internacional era contraprodu-
mados se acercaron a la perfección de su oficio, de que su ideal es no ser cente, el aparato presidencial logró arrancar una invitación del hombre fuerte
jamás empleados. de Filipinas, Ferdinand Marcos. Se le añadió una parada en Fidji. Ya se habló
del "Filipinazo" 41 .
Fue bochorno mayor. No sólo mirando a la historia de Chile, desde la existencia
Tratado de paz de los "viajes", sino que hay escasos paralelos en la historia del mundo en el siglo
No fue el fin de la historia. Le siguió el largo esfuerzo mediador, en que sólo la XX. Demostró la vulnerabilidad internacional de Chile; también la mediocridad
paciencia y la sutil eficacia vaticana logró ir perfilando una solución. El gran y la propia debilidad de Marcos. Es más que probable que EE.UU. hubiera
héroe de esta jornada, que duró hasta 1984 (al fin y al cabo, no fue "año puesto mano mora en el asunto, para castigar a Pinochet por lo de Letelier
orwelliano"), fue el cardenal Antonio Samoré. A su lado, estuvo monseñor (¡haberlo hecho en Washington D.C.!), para enviar a Chile una señal de la nece-
Faustino Sainz, un sacerdote español. De nuevo, Cubillos convenció a Pinochet sidad de reemplazarlo.
de la necesidad de poner a Enrique Bernstein a la cabeza del equipo negociador
Pinochet no volvería a salir de Chile mientras estuviera en el poder, lo que siem-
por parte de Chile, acompañado de un alter ego militar, el coronel Ernesto
pre debió haber hecho. Sacrificó su gusto por los viajes. Lo haría fuera de la
Videla. Después del retiro de Bernstein en 1982, la cabeza de la delegación fue
presidencia, pero el "filipinazo" no le sirvió de premonición, y sería la vulnerabi-
el diplomático profesional Santiago Benadava, experto en derecho internacio-
lidad externa la que precipitaría su derrota política, el arresto en Londres el16
nal, único caso del descendiente de una familia judía sefardita que ocupaba un
de octubre de 1998. Pinochet sacrificó también al canciller Cubillos, que no
alto y decisivo cargo en la diplomacia chilena. Aunque el peligro mayor había
tenía arte ni parte en la puesta en escena. Se aprovechó para deshacerse de un
pasado, quedaban muchas réplicas, a veces imbricadas con la situación
líder al que sentía, no controlaba y del cual sospechaba, podría serie peligroso.
institucionalmente inestable en ambos países. Ese año 1978 no fue el único
La carrera pública de Cubillos llegó a su fin, y su extraordinario talento político
peligro. A fin de año, los sindicatos norteamericanos de la AFL-CIO había
fue encauzado hacia la actividad empresarial, encerrándose en sí mismo. Hasta
amenazado con un boicot a los productos chilenos; Chile respondió adoptando
su muerte, en 2001, casi no dio una versión pública sobre lo acontecido, conce-
el "plan laboral", que asumía los mismos usos norteamericanos, producto de la
diendo entrevistas sólo para ser publicadas póstumamente.
mente fértil del joven José Piñera, nuevo Ministro del Trabajo y uno de los
ejecutores de la "reforma económica". En su momento, todo esto había recibi- La salida de Cubillos creó mala impresión en el país político que tenía palabra.
do casi más atención pública que el Beagle. Pinochet intentó recuperar credibilidad nombrando en forma inesperada a un
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destacado diplomático de carrera, René Rojas Galdames (1919-1988), quien se esos criterios consideraciones de equidad, cuya concretización -en ver-
adaptó a las necesidades de mantener el perfil internacional bajo, para facilitar la dad- menos fácil, pero que tampoco puede ser olvidada, cuando se
"diplomacia económica". Aunque no tuvo acceso -ni lo buscó- a un centro busca un arreglo honroso 43 •
de decisión política, trataba con Pinochet todas las cosas importantes; con éste,
se encontraba en permanente "tira y afloja" para defender al personal de carrera. El Papa intentaba alcanzar un acuerdo que básicamente fuera aceptable a ambas
Al final, cayó a comienzos de 1983, porque, como todos, no pudo disminuir las partes. Pide que los dos países se atengan al Tratado de 1881, y acepta la línea de
críticas a Chile, y las votaciones negativas en derechos humanos. Para Pinochet, laudo, quedando las tres islas en manos de Chile. A continuación hace una divi-
ello significaba que no había "avances" en las relaciones internacionales. sión del área marítima donde limita la proyección de las islas chilenas, y permite
la instalación de facilidades de navegación en manos argentinas, como la de
Sería fácil burlarse de esta diplomacia doblemente a la defensiva, tanto hacia buques argentinos por canales chilenos. Propone una zona de uso compartido,
dentro, ante la mirada sospechosa de La Moneda, a donde Pinochet se había como la firma de un "tratado de paz" que regule futuras diferencias.
trasladado, dejando el edificio Diego Portales, elll de marzo de 1980; como
hacia afuera, en las condiciones de país asediado. Era una tarea ingente, que En lo primero, partía de la "justicia"; en la delimitación marítima, se aproxima-
exigía energías inagotables. Los cancilleres tuvieron que soportar de manera ba a la "equidad". Con la primera, podía satisfacer a Chile; con la segunda, a
estoica la oleada incesante de presiones y críticas a Chile, sobre todo cuando Argentina. En Chile, no pocos entornaron los ojos y hubo murmullos de
arreció la crisis interna, política y económica, entre 1983 y 1986; escuchaban protesta, dentro de los círculos uniformados en especial. Mas Pinochet decidió,
también el doble-discurso de los diplomáticos, criticando en público la posición con el apoyo del grupo mediador y de otros consejeros, que no se podía decir no
del gobierno chileno, haciendo desaires en otros tiempos considerados impen- al Pontífice. El18 de enero de 1981 el embajador Benadaba le trasmite al carde-
sables en el protocolo, y a la vez expresando en privados algunos consejos, ala- nal Samoré en forma oficial, la comunicación chilena, en la cual se aceptaban
bando uno que otro aspecto de la actividad del gobierno chileno 42 • íntegramente los términos de la Propuesta.
Se nombró corno reemplazante a un abogado del foro, Alex Miguel Schweitzer, En Buenos Aires las cosas fueron diferentes. Se filtraron partes de la Propuesta a
hijo de un ex Ministro de Justicia del mismo Gobierno, y hombre de absoluta la prensa, junto con otras de fantasía. Comenzó, al igual que después del laudo
identificación con el gobierno militar, con ambición profesional pero no políti- de 1978, una campaña de prensa para rechazar la Propuesta. Al final, el 20 de
ca. Duró poco. Pinochet quería tener a alguien casi tan pinochetista corno él. marzo de 1981 entregó una respuesta, ni un sí, ni un no, que el público conoció
Nombró a un abogado vinculado con la Pontificia Universidad Católica, Jaime sólo dos años más tarde. En el fondo, era un rechazo. Entre 1981 y comienzos
del Valle, quien condujo la diplomacia hasta 1987. Entregaría el cargo por mo- de 1982, las relaciones volvieron a ponerse tirantes. Hubo muchas detenciones
tivos no muy diferentes a los de sus antecesores. Lo sucedió otro abogado y de funcionarios chilenos en Argentina, supuestos o reales "espías", los juicios se
hombre de confianza de Pinochet, Ricardo García Rodríguez, que había sido arrastraban de manera interminable; Chile terminó por ejercer represalias en el
Ministro del Interior desde comienzos de 1985. mismo sentido, y el general Galtieri, en un acto inconsulto con el presidente
Viola, cerró las fronteras en abril de 1981. Parecía que se iba por la pendiente
La mediación había sido confiada a lo más granado de la diplomacia profesional del enfrentamiento. Sólo una nueva intervención papal, trabajada en forma pa-
chilena. Pero también estaba inserta en las relaciones bilaterales y en el mudable ciente y muy profesional por el cardenal Samoré, volvió a calmar las cosas en los
curso interno de Argentina. El12 de diciembre de 1980, el Papa Juan Pablo II días siguientes. Para colmo, el atentado al Papa ell3 de mayo de 1981, había
presentó su propuesta de mediación. Aunque el cardenal Samoré, con la ayuda privado a la mediación de una referencia de autoridad indiscutible. También,
de monseñor Faustino Sainz fue el principal arquitecto de la proposición, el Buenos Aires había denunciado el Tratado de Solución de Controversias de 1972,
Papa y su Secretario de Estado, cardenal Casaroli, asumieron la responsabilidad no quedando instrumento jurídico oficial para regular las diferencias.
y la dirección estratégica final. Ante las dos delegaciones, Juan Pablo II pronun-
ció las siguientes palabras, que parecen resumir el núcleo de su mensaje: Intervino la eterna crisis de los militares argentinos. Galtieri destituyó a Viola y
se dispuso a dar un golpe internacional para ganar autoridad política. De ahí que
Puedo aseguraros que al redactar esta Propuesta que ahora, en mi calidad se decidiera conquistar las Malvinas (Falkland para los ingleses), ocupada por
de Mediador, os he de entregar, he querido inspirarme -no podía ser Gran Bretaña desde 1833, y habitada por colonos ingleses. Parece que el canciller,
menos- en criterios de justicia que no puede ser lesionada cuando se Nicanor Costa Méndez, antiguo embajador en Chile, aconsejó ese curso, ya que
desea no dar motivos para nuevos litigios. He intentado, a la vez, añadir a Londres I]O lucharía; Chile en cambio lo haría. Después de un triunfo espectacular
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en la Malvinas, se razonaba, y en el supuesto de que Inglaterra se limitase a nueva cabeza del equipo chileno, y el embajador argentino ante La Haya, Julio
denunciar la acción, Chile se vería sometido a presión irresistible. En la tarde del Barbieris. Las notas de entendimiento, "non-paper" en la jerga oficial, serían las
1 o de abril de 1982, el día de la ocupación, Galtieri señaló que era el inicio de bases del acercamiento definitivo.
"la recuperación de nuestras islas del Atlántico sur". La amenaza de uso de la A!fonsín mantuvo la delegación argentina, añadiendo nuevos nombres, y respe-
fuerza contra Chile era inconfundible. Era casi como volver a 1978, a fojas cero. tó lo avanzado hasta ese momento. En los aspectos técnicos no hubo solución
Se sabe que vino la "guerra de las Malvinas", en que tras dos meses Inglaterra, de continuidad. Se suprimió la "zona de paz", y se estableció una delimitación
después de duras pero claras victorias, restableció su dominio. En América Lati- marítima que, aunque no hacía alusión al laudo de 1977, lo respetaba implícita-
na, en los primeros días, hubo algunas voces de alarma por el uso de la fuerza mente. Chile cedió en la proyección marítima, y Argentina obtuvo la afrrmación
por parte de Argentina, cuando vino la reacción británica liderada por Margaret -tampoco explícita- del principio biocéanico, de colocar algunas señales en
Thatcher, funcionó la solidaridad latinoamericana. En el caso de Perú y de Vene- islas chilenas y derechos de navegación, aunque reconoció la soberanía chilena
zuela, este apoyo fue más fuerte. Lima destacó que estaba dispuesta a dar ayuda, sobre las islas que originaron el pleito. El subsecretario de relaciones Ernesto
en las palabras de sus líderes militares no cabía duda que el antichilenismo jugaba Videla, llegó a un acuerdo con el canciller argentino Dante Caputo -en muchos
un papel. El gobierno democrático de Fernando Belaúnde, instaurado en 1980, sentidos, furibundo crítico de Pinochet-, para reemplazar el denunciado Tratado
había vuelto a enviar un embajador a Santiago, y las relaciones eran mejores, de Solución de controversias de 1972, por uno de arbitraje obligatorio. Así se
pero las esperanzas en una revancha no estaban del todo alicaídas. llegó al Tratado de Paz y Amistad. El 29 de noviembre de 1984 los cancilleres
Dante Caputo y Jaime del Valle, junto al cardenal Agostino Casaroli, firmaron
Ante la situación angustiosa, el gobierno de Pinochet decidió correr el riesgo
los acuerdos; al día siguiente las delegaciones fueron recibidas en forma solemne
-para el futuro- de establecer una alianza militar secreta con Inglaterra.
por Juan Pablo Il44 •
Externamente, se apoyó la causa argentina, agradecida con desdeño por Buenos
Aires. De hecho, Chile colaboró en inteligencia con Inglaterra y dio otro tipo de Quedaban algunos obstáculos. En Chile no dejó de haber voces críticas. Dentro
apoyos logísticos; en el fondo, nadie engañaba a nadie. Es dificil culpar a del gobierno, el almirante Merino fue el más reacio. Pinochet logró imponerse
La Moneda por haberse aliado con el enemigo de su enemigo, sobre todo des- de nuevo. Lo que no había sido fácil, era la aprobación legislativa en Argentina.
pués de la clara amenaza de Galtieri, en circunstancias de dramático aislamiento Vuelta la democracia, el parlamento entraba a terciar. A!fonsín, seguro del apoyo
internacional y de crisis económica que estaba paralizando la economía del país. de la población, llamó a una consulta, no vinculante, es decir, no obligaba al
Una parte de Argentina, en algunos momentos, jamás olvidará esta acción. Fue, parlamento. El 81% de electorado apoyó el Tratado. Interesante, el "no" fue
por otra parte, la contrapartida a la oferta del canciller Zeballos en 1891, de más fuerte en algunas provincias fronterizas, en especial en el sur. En la Cámara,
apoyar a EE.UU., en el caso del incidente del Baltimore (Cap. I). Después de la una mayoría consistente lo aprobó; en el Senado, la aprobación fue por sólo un
catastrófica derrota en las Malvinas, salió a luz que Argentina estaba preparada voto. Se demostró que la resistencia al laudo no era asunto "sólo de los milita-
para una guerra con Chile, pero no para una con Inglaterra. No fue un momen- res", sino que tenía raíces en la sociedad argentina, aunque no necesariamente
to estelar para ninguno de los dos países. Las fuerzas armadas chilenas ganaron ello hubiese significado un entusiasmo por la guerra.
buenas relaciones con Inglaterra, al menos hasta 1998, y ambos gobiernos
tendrían un buen entendimiento en lo que restaba del gobierno militar.
La reforma económica entre abismos
Cuán ligada estaba toda la crisis con Argentina a la crisis institucional de este
país a partir de 1955, se vio en que la llegada del gobierno democrático de Raúl En 1973, parecía que el programa económico de la Junta de Gobierno iba a
Alfonsín en diciembre de 1983, cambió por completo las cosas. Aprovechando volver los relojes a 1970. Hubo medidas de liberalización de precios; la políti-
el desprestigio de los militares, se apartó no sólo de sus políticas internas, sino ca general de lucha contra la inflación de manera gradual, el programa de
que de sus expresiones internacionales, renunciando al uso de la fuerza en torno devolución de empresas y bienes expropiados o confiscados (o "tomados")
a las Malvinas; y adoptando un tono más constructivo en la mediación. Es cierto durante la Unidad Popular; la regularización de la deuda externa y el pago de
que esta política había sido precedida por una flexibilización de la postura del indemnizaciones a las compañías norteamericanas de la antigua Gran Minería,
gobierno argentino en 1983, después del fallecimiento del cardenal Samoré en todo ello no era más que una "normalización". Se puso énfasis en las virtudes
febrero de ese año, y por negociaciones discretas entre Santiago Benadaba, la del trabajo y se anunciaron reformas que recordaban el temperamento del
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La presentación del proyecto, y en la batalla de las ideas, se dio entre los partida- que a muchos parecía extraña, sino porque sirvió de punto de reunión de un
rios del gobierno, y en parte entre estos y la oposición demócrata cristiana 48 . Los equipo coherente que influía en el ambiente político 50 . En plena Unidad Popu-
primeros, mostraron la arrogancia del poder, una displicente seguridad en sí lar, supieron acercarse a sectores de la marina que, a la postre, estuvieron en la
mismos y la disciplina antes poco conocida de un grupo organizado para efec- vanguardia del levantamiento.
tuar la más profunda transformación del país desde la década de 1930. Alvaro Una vez instalada la Junta, este grupo de "economistas de nuevo tipo" los ayu-
Bardón puede ser tomado como un vocero representativo: dó en algo que sería una característica que sabrían impregnar a más de una
Si hubiera un convencimiento completo que la economía es una ciencia, generación, la fe de secta, de converso. Algunos habían trabajado en el gobierno
la discusión terminaría. Pero si se reconoce que la economía es ciencia, o de Eduardo Freí Montalva, pero todos sentían que su verdadero hogar político
que las ciencias sociales han tenido un gran avance, ello se traduce en que estaba todavía en el futuro. En realidad, podrían haber trabajado tanto para los
inmediatamente el Estado o la estructura política pierden poder, porque militares como para una hipotética "restauración freísta"; también, algunos de-
deja de tomar esas decisiones. Aquí hay una gran parte de la explicación mócrata cristianos como Carlos Massad y Juan Villarzú se pusieron desde un
de por qué mucha gente no acepta que la economía sea ciencia. Siempre primer momento a disposición de la Junta, como consejeros; el mismo Jorge
han existido grupos que, por razones ideológicas o de poder político, de Cauas, de tan decisiva intervención, procedía de ese hogar. Y todos se entendían
centralización política, de estatismo, han negado la condición de las cien- bien con los nuevos economistas. Estos tenían una coherencia entre ellos mis-
cias sociales y particularmente de la economía 49 mos, limpidez de visión, que les permitía afirmar su postura con tranquila
simplicidad y arrogancia, soberbia seguridad; no pocas veces, con simplismo que
¿Quiénes eran las personas que llevaron a cabo la reforma económica? Eran los se parecía al nihilismo pasivo anunciado por Nietzsche, es decir, la creencia que
míticos "Chicago Boys", economistas con estudios de post-grado en la Univer- la sociedad y la cultura -y no sólo le economía- podría ordenarse "automáti-
sidad de Chicago, de la escuela de Milton Friedman. En realidad, no todos camente" tras el principio del mercado.
venían de ahí -como José Piñera, Hernán Büchi y el mismo Cauas, de otras
universidades norteamericanas-, pero todos ellos compartían la visión de que Esto impregnaría al Chile de las reformas. En los setenta y parte de los ochenta,
el mercado debería ser el principal asignador de recursos de la economía. Se como en la práctica de la inmensa mayoría de los responsables y parte de las gran-
habían originado en un convenio de la Universidad de Chicago con la Escuela des masas en los noventa, se afirmarían en este lenguaje, de sabor tecnocrático.
de Economía de la Universidad Católica en 1955. En realidad, en los setenta, cuando se les dio una parcela de poder bajo la sombra
de Pinochet, constituían lo más cerca que se podía estar de la utopía del "gobierno
Como gran parte de la teoría económica, era la racionalización del lenguaje de de los técnicos", herencia Saint-Simoniana. Era contra el estado de ánimo, de
muchos economistas "prácticos". Representaban también una respuesta que verdadera ebriedad ideológica, de un "paneconomicismo" desatado, que rebelaba
fortalecía la creencia en el liberalismo económico, en tiempos de triunfo casi sin Mario Góngora en su Noción de Estado, escrito en 1981, aparecido en 1982:
contrapeso del supuesto de que el Estado debería ser el principal asignador de
recursos. Representaban al mismo tiempo, el lenguaje más académico de una Si los resultados de la política económica han sido, hasta ahora, positivos,
crítica al estatismo que se empezaba a hacer notar, consecuencia de la naciente sobre todo al reducir la inmensa inflación heredada -a costa, eso sí, de la
frustración con el "sistema CORFO" (Cap. VII). Se fortalecieron con el apoyo idea del Welfare State- se muestran ya los aspectos negativos que tiene
de grupos empresariales más modernos, más orientados a las ideas que se desa- que tener el planificar todo un Estado y una sociedad con criterios cuan-
rrollaban en las grandes democracias industriales, en especial en EE.UU. y titativos de costo y beneficio. Los ideales tradicionalistas y nacionalistas
Alemania Occidental. Descollaba en este sentido el senador Pedro Ibáñez Ojeda, de la primera hora, de la Declaración de Principios, han quedado relega-
el primer miembro chileno de la Sociedad Mont Pelerin, fundada bajo el alero dos al olvido ante el materialismo económico ambiente, por lo demás
de Friedrich von Hayek. Ibáñez fue también quien trajo a Chile a Ludwig Erhard, común a todo el mundo de masas. La planificación ha partido de cero,
como símbolo del modelo que quería implantarse. Un grupo de estos econo- contrariando o prescindiendo de toda tradición, lo que siempre trae consi-
mistas, ligados a empresas y a El Mercurio, convenció a la dirección de este go revanchas culturales. El neoliberalismo no es, efectivamente, un fruto
diario acerca de la necesidad de ilustrar al público en la importancia de las ideas propio de nuestra sociedad, como en Inglaterra, Holanda o Estados Uni-
económicas liberales. De ahí nació la "Página Económica", entonces de los días dos, sino una "revolución desde arriba", paradójicamente antiestatal, en
sábados, que llegó a ser destacada no sólo por la divulgación de una perspectiva una nación formada por el Estado 51.
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supo rúa pesada, es decir, aquellos sectores que debían ser el impulso del desarro- En ningún momento se debe olvidar que esta transformación titánica se realizó
llo. En los hechos, según se ha visto (Cap. VII), hubo una industria liviana de con un altísimo costo para la mayoría de los chilenos y chilenas. De esa mayoría,
sustitución de importaciones. una parte nunca recuperaría lo que era su nivel, o al que podía aspirar con un
Se demostró la capacidad para insertarse a un sector exportador antes impensado, cálculo prudente. La teoría económica sostiene que con la recuperación de empleo
las llamadas "exportaciones no tradicionales"; ahora se agregaba la capacidad de e ingresos -que se había más que alcanzado hacia 1980-, quedaba atrás lo más
aprovechar recursos externos (y no meros préstamos facilitados por los "petro- dificil de un ajuste inevitable. Es la teoría. La práctica, es que para muchos no
dólares"). En los años noventa se agregaron las inversiones chilenas en los países existe el tiempo humano para la recuperación. La economía ya no iba a deman-
vecinos, y la economía chilena pasó a ser considerada un "modelo", siendo dar su especialización; la educación, que verúa mostrando signos de deterioros al
clasificada hasta el momento en que se escriben estas líneas, como la mejor expandirse en los sesenta, no preparó para una flexibilidad laboral; no pocos que
administrada de América Latina. El "sistema CORFO" era un "nacionalismo habían alcanzado un status social, cualquiera que fuese, se sintieron desclasados
económico" mirado sólo desde el punto de vista de la doctrina de ideas eco- y no hubo una nueva oportunidad. La violenta caída de comienzos de los ochenta
nómicas. Mas, como modelo correspondía a una evolución mundial; era, por lo confirmó la condena para muchos. Esto se olvidaría en la larga ola de crecimien-
tanto, otra faz de la universalidad de la condición de Chile en la política mundial. to de 15 años, a partir de 1984, salvo para criticarse de manera retórica el "costo
En cambio, las reformas económicas de los setenta comprobaron el potencial social" de la obra del gobierno militar.
escondido en el seno de la sociedad chilena, la capacidad de la clase empresarial La solución en Chile, fue draconiana. Sin embargo, muy luego en las democra-
como la existencia de una capa profesional y técnica que podía emprender este cias desarrolladas comenzó a ponerse sobre el tapete el tema de los límites del
otro tipo de economía política. Con todo, después de tres décadas de implan- "Estado de bienestar". Mientras que desde la Segunda Guerra Mundial se pen-
tación de estas medidas drásticas, a pesar del salto cualitativo en economía y saba que las prestaciones sociales subirían casi indefinidamente, siguiendo el
sociedad, del vanguardismo y de la interiorización del sistema por la gran mayo- crecimiento de la economía, a partir del "shock petrolero" de 1973 la discusión
ría de los chilenos, Chile todavía no corresponde a lo que en realidad se llama se ha centrado, hasta comienzos del siglo XXI, en qué límites es indispensable
una "economía desarrollada". poner; qué se puede mantener; qué se debe eliminar; cómo hacer más dinámico
Para comparar lo comprable, Corea del Sur, Taiwán y Singapur, experimentaron el gasto social. La época de Margaret Thatcher y Ronald Reagan en los ochenta,
un cambio cualitativo de "desarrollo" en un lapso de tres décadas, y menos. constituyó un tipo de respuesta. En América Latina se llegó a este tema en los
Dificilmente, las insuficiencias del caso chileno podrían originarse en razones noventa. En no pocas partes, los asalariados han votado por quienes proponían
sólo económicas; mirar la "cultura económica", tal como se ha hecho desde los recortes de los gastos sociales, como manera de dinamizar la economía. No ha
críticos de comienzos del siglo XX, en especial Francisco Antonio Encina, sería llegado a ser visto como un problema que destruya la democracia. Problema, sí
más provechoso. Con todo, las diversas adaptaciones desde comienzos de los lo es, sobre todo con la "crisis latinoamericana" al iniciarse el siglo XXI.
años treinta demuestran que la herencia cultural no es del todo una fatalidad de Y otro problema. Aunque para el no especialista siempre es difícil dar un juicio
la que no haya escape.
que requiere familiaridad con la teoría económica, es dificil también no asom-
Desde el Estado y de parte de los empresarios se desarrolló una activa política de brarse por lo excesivo de la caída de la economía, un 12.9 en 1975; y un 13.5 en
promoción de las exportaciones, tanto con incentivos internos, como por la 1982, y otro 2.8 en 1983 53 . Por cierto, ambas caídas tienen orígenes diferentes.
estrategia de penetración en el mercado mundial. La situación estuvo favorecida A la vez proceden de una misma política económica, y en su conjunto, no son
por el auge de los "petrodólares", o la gran riqueza en divisas que ostentaron los fáciles de ser explicadas como indispensables, en esa medida, para poder lanzar
países exportadores de petróleo después del shock de 1973. A la nueva posición bases sanas para el desarrollo. Para comparar, en el año catastrófico de la Argen-
favorable a la exportación, junto al cambio libre, y los derechos de propiedad tina reciente, en 2002, la caída del producto llegó a un 11%. En realidad, existen
asegurados, se les unió la llegada de grandes capitales a modo de colocaciones. pocos ejemplos de caídas tan abruptas como la chilena, y sin embargo se produ-
A ello siguió la formación de nuevos grupos estratégicos, que asumieron la cen en forma simultánea con el despliegue de políticas que llevarán a un período
responsabilidad del endeudamiento externo. Por el cambio de la cultura econó- de crecimiento sin comparación en la historia del siglo XX. Quizás falló lo que
mica del país, y por la nueva flexibilidad tanto en la práctica económica, como en precisamente en esos años comenzó a llamarse "implementación" del programa
la práctica laboral, los nuevos "grupo económicos" se hicieron más visibles y en momentos de crisis. No se estaba preparado para una transición, y para el
hasta más "legítimos". papel político de la moderación de los costos, se escogió el camino de la arrogancia
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y de la ideología, como se mencionó antes. En este sentido, otro fue el tipo de en julio de 1931, se sucedieron varios equipos económicos. A mediados de 1983
estrategia impulsado por Gustavo Ross en los 1930, y por Hernán Büchi en la
comenzaría un cambio que podría llevar a una vuelta atrás, al menos al término
segunda mitad de los ochenta.
de la apertura de la economía. Como las condiciones políticas eran distintas a las
La agricultura comenzaba un largo calvario, todavía inconcluso, en la lucha de 1975, y había más espacio para la protesta; como por el cansancio de muchas
por sobrevivir en un medio económico, como el moderno, en el cual la tierra capas de la población, desilusionadas e iracundas ante la caída de su
agrícola en sí misma va perdiendo cada más su relevancia. Sin embargo, la encandilamiento o esperanza, siguió un período de "protestas" en que pareció
agricultura de exportación dio pasos gigantescos, tanto en el desarrollo de naufragar todo el programa de reforma.
nuevas formas de gestión y tratamiento, como en el conocimiento del merca-
La recesión mundial-o casi- de 1981/82 incidió en forma directa en Chile,
do global. Este último punto reflejó una transformación más profunda, que
con el alza de las tasas de interés mundiales. Empujadas por las medidas de
no tuvo interrupciones hasta fines del siglo XX. Se refiere a la cultura econó-
contracción dictadas por la Reserva Federal en EE.UU. para combatir la enton-
mica de la clase empresarial. La terrible crisis que comenzó a mediados de
ces alta inflación norteamericana, y que provocó asimismo una recesión en ese
1981, no alcanzó a borrar este importante legado de los años de la reforma
país que nubló los dos primeros años de la administración Reagan, afectó la
económica. Basada en un capital de conocimientos previos pero, sobre todo, creciente deuda externa que, por esa misma razón, se multiplicó todavía más.
reaccionando ante el estado de estropicio y ante las condiciones desesperadas Fue parte de la llamada "crisis de la deuda", que se abrió con la cesación de
de mediados de los setenta, y aprovechando las nuevas oportunidades que se pagos por parte de México, país exportador de petróleo, a mediados de 1982.
abrían, se produjo un proceso de dinamismo creciente. Con la reforma del
A Chile le costó más caro que a los demás. El proceso castigó fuertemente a
sistema de salud (ISAPRES) y de los fondos previsionales (AFP), obtuvieron
las exportaciones chilenas, por la depresión de los precios de las materias primas.
el acceso a recursos que siempre habían existido, pero que no habían enrique-
El abandono del cambio fijo, un dólar a 39 pesos, quebró la expectativa de
cido en forma debida al proceso productivo.
confianza que hasta entonces había prevalecido; se hacía una ecuación entre la
fortaleza del gobierno militar, la imagen de autoridad, persistencia y consisten-
Nuevo abismo y nueva recuperación cia de las medidas, y el desarrollo de las políticas económicas. El desempleo, al
igual que en 1975, alcanzó niveles catastróficos, de casi una cuarta parte de la
La experiencia estuvo a punto de derrumbarse a raíz de la profunda recesión que fuerza de trabajo. Diversos equipos económicos, en lo que parecía desconcierto
se inició a mediados de 1981, y que persistió hasta fines de 1983. En 1982 el estratégico, trataron de controlar la situación. Hubo un intento más ortodoxo
producto volvió a bajar un 13.5%, y nuevamente otro 2.8% el año 1983. Entre que encabezó Carlos Cáceres, y otro más intervencionista, de Luis Escobar Cer-
noviembre de 1981 y enero de 1983 se produjo la intervención de una gran da, con Sergio Onofre Jarpa como jefe de gabinete, en una jugada política que
parte de la banca, cuyas deudas en el exterior debieron ser asumidas por el Esta- quizás salvó al gobierno militar (y quizás a la oposición democrática, que de otra
do; para rescatarla, hubo de recurrirse a fuertes desembolsos que todavía pesan manera hubiera tomado las riendas de un poder sin musculatura). Sin embargo,
en la deuda total del Estado a comienzos del siglo XXI, por más que el resultado en general, se logró estabilizar las cosas hacia 1984, y retomar el crecimiento de
haya sido retomar el crecimiento.
manera lenta, en medio de una grave crisis política, iniciada en 1983, y que a
Junto a la banca, varios grupos económicos colapsaron, y el Estado parecía que comienzos de 1986 parecía no amainar.
volvía a ser el corazón de la economía chilena, así como había sido este el que
lanzó la reforma económica. En 1982 y 1983 parecía que haber divisado la isla
de la fantasía había sido sólo un truco financiero, de riqueza ilusoria. Todo no El estallido de la violencia
era más que una maquinación especulativa como la que había descrito Luis Orrego Hubo un acompañante de la crisis económica, la crisis política. Ya a partir de
Luco en Casa Grande en 1908, característica indeleble del Chile moderno. La 1980, había habido un aire de mayor apertura a la discusión pública, dada más
quiebra de grandes grupos económicos, que llevó al procesamiento de persona- bien por los hechos que por la estrategia de Gobierno. Las quiebras y el desem-
jes emblemáticos, antes miembros del círculo en torno a Pinochet, empresarios, pleo crearon una combinación combustible que comenzó a estallar en mayo de
un ex ministro, pareció poner una placa de mármol a esta "experiencia chilena". 1983, con olas de "protestas", que se llevaban a cabo con "cacerolazos" (gol-
Era como en 1931 y 1932, todo se desplomaba. Después de la devaluación de pear ollas vacías), técnica que se había usado contra la Unidad Popular. En los
junio de 1982, punto de inflexión parecido al cese del pago de la deuda externa primeros meses, hasta agosto de 1983, fueron in crescendo, alcanzando inusitada
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN POLÍTICA MUNDIAL 1 JOAQUÍN FERivL,NDOIS
violencia, la última con una veintena de muertos. Unió a diversos grupos sociales, fueron haciendo más y más violentas, hubo un desplazamiento social. Pasaron a
incluso de clase media alta, con la protesta "popular". Después del mediodía, ser cada vez más asunto de "poblaciones", es decir, de las los barrios pobres,
paralizaban las grandes ciudades, equivaliendo en la práctica a huelgas generales. marginales, en sectores donde la ley tenía una presencia menor. El FPMR supo
Al comienzo, fueron una manifestación general de descontento de una mayoría coaligarse en esos sectores, como dentro de los estudiantes universitarios, con
de la población; luego, se convirtió en una manifestación que dirigía una reapa- una materia prima que era la juventud que asumió una postura de gran violencia.
recida clase política en el día; al atardecer se transformaba en violencia pura y Allí, las "milicias rodriguistas" imponían su ley, dominaban el terreno, moviliza-
simple, que tenía como respuesta una represión con rasgos criminales. ban a sus habitantes usando violencia aunque en general sin armas de fuego.
La clase media se retiró de la parte activa de las protestas, pero las ciudades se
En este ciclo, que estuvo presente hasta 1986 inclusive, culminando con el
paralizaban al llegar la noche.
atentado a Pinochet el 7 de septiembre de 1986, hubo un factor internacional.
Apareció el terrorismo, organizado, reclutado de falanges endurecidas, también Tenía el objetivo clásico del terrorismo (o "guerrilla urbana"), de desenmascarar
de nuevo cuño. Eran hijos de líderes en general comunistas, que habían sido "al poder" como impotente para proteger a la población e incitarlo a la repre-
ejecutados o estaban "desparecidos" (es decir, habían sido torturados hasta morir); sión ciega. Por un momento, parecía que iba camino de ganar esta apuesta polí-
estaban formados militarmente en Cuba, o en algún país marxista de Europa tica; en 1985 y 1986, los episodios de los asesinatos de tres dirigentes comunis-
Oriental, o tenían experiencia de combate en la Nicaragua sandinista. tas mediante el corte de garganta, y el de los "quemados", parecían revivir las
prácticas de la DINA. Mas, en circunstancias de gran circulación de noticias
La decisión de pasar al combate no fue de una "ultra izquierda", de acuerdo a la dentro del país, estos hechos de inmediato fueron percibidos con horror por la
clasificación leninista; por el contrario, fue producto de la decisión del Partido población, debilitando al Gobierno. Los lazos entre la dirección política del
Comunista, aunque presionado por soviéticos y cubanos. Querían aprovechar la comunismo y sus aliados por una parte, y el terrorismo por la otra, no eran tan
coyuntura con la esperanza, no del todo infundada, de que en Chile se podría visualizados por el país, y la clase política de oposición moderada, aunque pre-
crear un proceso revolucionario que derribase al gobierno militar. En ese esce- ocupada, miraba para otro lado.
nario, las fuerzas centristas o democráticas, sin un soporte institucional, serían
arrastrados por el viento, tal cual los liberales rusos en 1917, o los moderados Todo esto culminó el 7 de diciembre de 1986, con el atentado a Pinochet al
regreso de su propiedad en el Cajón del Maipo, en la pre-cordillera de los alre-
cubanos en 1959. A su vez, al ser teledirigidos desde una central política, su
autonomía sería limitada, y no podrían jugar una pura estrategia confrontacio- dedores de Santiago. Fue una operación que demostró la capacidad organizativa
del FPMR, pero el auto del Presidente logró escapar. Imposible no relacionar
nal, como un fin en sí mismo, como el caso de los Montoneros y del ERP en
Argentina en los setenta, que los llevaría a la derrota completa. Miradas las cosas este hecho con otro, descubierto cinco semanas antes -quizás por aviso de la
desde Moscú, Berlín Oriental y La Habana, o para muchos desde el mismo inteligencia norteamericana-, en Carrizal Bajo, en una playa al norte del país,
se encontraron miles de armas, en especial fusiles M-16, de origen norteameri-
Chile, donde cundía la desesperación por la crisis económica que volvía un
sinsentido los sacrificios anteriores, pulverizaba las ilusiones del boom, y hacía canos, capturados por Vietnam del Norte en 1975, con los cuales se hubiera
aparecer en la neblinosa memoria como "edad de oro" los años sesenta o los podido dar armas a una brigada. Este arsenal, trasladado de un barco cubano a
tiempos de la Unidad Popular. ¡Cómo no iba a caer el tirano Pinochet de la lanchas del FPMR, no estaba destinado sólo a atacar a las fuerzas armadas chile-
misma manera que había caído el "tirano Ibáñez"? nas. En su mirilla, el objetivo era hacer ingobernable el país para las fuerzas
democráticas, tras la muerte de Pinochet.
La decisión por la vía violenta se había tomado antes, cuando el Secretario Ge-
neral del Partido Comunista, Luis Corvalán, anunció en Moscú que la lucha
armada ayudaba a crear las condiciones para derribar al "fascismo", "y que la La estrategia del bloque soviético
lucha es lo primero" 54 • Seguía usando el lenguaje de la época de entreguerras; y Como se ha visto (Cap XIII), la URSS nunca fue muy optimista acerca de la
se acercaba al "fascismo" en su glorificación de la "lucha" como actitud valiosa "experiencia chilena" 56 . En los primeros días, después delll, el aparato diplo-
en sí misma. Así se fundó el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), que mático soviético quería mantener las relaciones, sobre todo porque la Junta en
capturaría la imaginación de un sector de la juventud chilena, aludiendo a una Chile había manifestado lo mismo. Sin embargo, la caída de Allende, que produjo
figura guerrillera de la época de la Independencia 55 . No era puro combate de una viva impresión en la URSS, que se añadía a las consideraciones de conve-
guerrilla urbana que empleaba métodos terroristas. Cuando las "protestas" se niencia, hicieron que la URSS anunciara el 18 de septiembre la "suspensión" de
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relaciones, luego seguida, como "línea general", por todo el bloque soviético, habrán tenido un paradigma totalitario, pero estaban habituados a la agitación
con la excepción de Rumania. Al gobierno militar, con su nuevo postulado permanente y a la total libertad de acción que les permitía el sistema político.
antimarxista, esto no pareció impresionarle, sino todo lo contrario, jugaba con Aquí comenzó un proceso de distanciamiento que tendría grandes consecuen-
su propia autoimagen. cias en el futuro.
La Unidad Popular había sido un caso único, además de famoso. A esto se Poco a poco, se abrió paso otra idea de los líderes soviéticos y cubanos, un
añadió la inmediata persecución del aparato del Partido Comunista, y pronto apenas simulado menosprecio por la incapacidad militar de los líderes marxistas
afluyeron las informaciones sobre ejecuciones. Con todo, el exterminio de chilenos para enfrentar el golpe. Apelaron a una generación de líderes muy jóve-
centenares de miles de comunistas en Indonesia, en 1965 y 1966, no había nes, llenos de ardor justiciero y vengativo por el exterminio de las cabezas del
provocado similares reacciones de parte de Moscú. En cambio, todavía en 1980, marxismo que habían permanecido en Chile. Este fue el origen de la política de
Brezhnev defendía la ocupación de Afganistán aludiendo a lo que había pasa- "violencia aguda", es decir, de promoción del terrorismo y de la confrontación
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do en Chile5 . En Brasil, Uruguay y Argentina, informaciones parecidas a lo armada en general. Fue llevada a cabo tanto por el MIR, con escasa fortuna,
sucedido en Chile, no provocaron reacciones similares de parte de la URSS; la como por el FPMR (o FMR), de mayor envergadura, casi con éxito espectacu-
"experiencia chilena" no dejaba indiferente a nadie, y era terreno abonado lar, de haber matado a Pinochet.
para que se sumaran los soviéticos.
Las nuevas generaciones de combatientes encontraron un poderoso alero en
Al denunciar el "golpe fascista", se ganaba credibilidad ante el movimiento La Habana. Esta se comprometió con profundidad en la estrategia de hacer
marxista mundial, entidad no coherente como organización, pero sí un senti- ingobernable a un Chile post-Pinochet. Con armamento de peso en manos de
miento que producía diversas fórmulas marxistas antioccidentales a lo largo un grupo organizado que pudiera reclutar varios miles de combatientes, se po-
del globo. Al igual que la Revolución Cubana le sirvió de rejuvenecimiento drían crear las condiciones clásicas de una revolución, como en Rusia en 1917 y
revolucionario a la política de Khruschev en 1959, la identificación con la en Irán a comienzos de 1979. Sin embargo, tras la pleamar de violencia, hubo
difunta "revolución chilena" le daba legitimidad "activista" a la clase dirigente una vuelta atrás. Vuelta hacia un estilo de convivencia política pacífica, que era la
soviética. La reacción de repudio alll de septiembre en Europa Occidental, le marca del pasado. La combinación de factores internos y externos posibilitó la
proporcionaba la oportunidad a Moscú para tomar una posición aceptable para recuperación de la democracia y abrió las puertas a la paz de los noventa, que
la intelligentsia europea. Más importante, le permitía enfrentar un desafío que representaría otro tipo de esperanzas y frustraciones. Una vez más, se vio cuán
le traería pesadillas, el "eurocomunismo", en especial aquél de versión italiana, intensamente Chile era parte de la política mundial. Entre tanto, había ocurrido
de Enrico Berlinger, que quería sacar un programa de gobierno que repre- una suerte de "revolución silenciosa" (y bulliciosa). Una parte de ella, fue el
sentara un "compromiso histórico" entre las diversas fuerzas. En la versión momento maravilloso de abril de 1987, anticipo de la paz.
italiana al menos, iba más allá del clásico "frente nacional" o "frente popular",
según el caso, en los cuales se trataba de hacer buen uso de los "tontos útiles".
Al poner en duda la calidad de paradigma final del sistema soviético, los La visita de Juan Pablo H
"eurocomunistas" daban un paso para colocar al "sistema occidental", la de-
Todos estaban interesados en su visita, cada uno con la ilusión de llevar agua a su
mocracia, como meta final. Esto ponía en tela de juicio la legitimidad de los
molino. También, todos tenían temor que no fueran a salir las cosas al revés.
dirigentes de la URSS.
El viaje ha sido una de las manifestaciones centrales del estilo público del Papa
Moscú en los inicios, apoyó la versión de los comunistas chilenos de que la polaco, Juan Pablo II, una forma particular y efectiva de su apostolado. Su éxito
principal culpa de la caída de la Unidad Popular, además de los "fascistas" y los ha sido más marcado en las dos Américas, en América Latina su autoridad parece
"imperialistas", debía recaer en la "ultraizquierda". Efectuaron una gran opera- incontrarrestable, y sacó al catolicismo de una situación de asedio (esto último
ción para recibir a miles de exiliados, incluyendo a un gran número de dirigentes es válido para otras partes del mundo). Aunque subsiste la tensión entre catoli-
y militantes socialistas y de otras tiendas, repartiéndolos, en caso necesario, den- cismo y modernidad, ello es algo genérico al puesto de la religión en el mundo
tro de otros países de su bloque, especialmente en el régimen de Alemania Orien- moderno.,
tal. Se les proporcionó una gran ayuda material para vivir y estudiar, así como a
El viaje era deseado por el Gobierno, ya que era un reconocimiento implícito a
la infraestructura clandestina que operaba en Chile, aunque se vigilaba a los
su legitimidad. Pinochet no salía de Chile desde la malhadada gira a Filipinas en
primeros, constriñendo su libertad de desplazamiento. Los marxistas chilenos
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1980, y no saldría de nuevo mientras fuera Presidente. Casi nadie venía a Chile fue en la juventud, al estilo de apostolado pontifical, pero su escena no se agota-
a nivel ministerial; muy pocos de ellos accedían a visitar La Moneda. El Papa ba en el gesto o en el acto. El país se sintió convocado por una fuerza espiritual,
representaba en cierta manera al antimarxismo, aunque fuera de un género muy en una especie de comunión mística que llegó mucho más allá de las fronteras
diferente al del gobierno militar chileno. A esas alturas, nadie dudaba que los religiosas, para no hablar de las fronteras políticas. Hubo varios incidentes
cambios en Polonia a partir de la creación de "Solidaridad" en 1980, se había provocados casi siempre por manifestantes de oposición, el más serio de ellos en
producido como consecuencia de su elección al pontificado en 1978. Gran pa- el Parque O'Higgins el 3 de abril, cuando el mismo Juan Pablo II tuvo que
radoja, es probable que cuando Karol Wojtyla asumió como pontífice, ya tenía enfrentar y pacificar a parte de la multitud en su castellano profundo y ronco. El
una idea clara de que el marxismo ya no existía como idea viva en el bloque resultado general y casi inmediato de la visita fue un paso a la pacificación. Algu-
soviético. El desempeño del Papa como mediador en el conflicto del Beagle no nos sacerdotes protestatarios trataban de convertir la escena en denuncia del
podía recibir sino elogios de parte del gobierno chileno. Se percibía también gobierno militar. También, Pinochet emboscó al Papa en su oficina de La Mo-
una posición general del Vaticano menos simpatizante de las tendencias política neda y lo arrastró al balcón, donde ambos fueron vitoreados por una multitud
y socialmente movilizadoras de sectores del catolicismo, cercanas a la izquierda. de católicos y pinochetistas.
Por otra parte, era impensable que el Papa no fuera a solidarizar ni con la oposi- El impulso pacificador se sintió en el aire, muy rápidamente. La visita de Juan
ción de la Iglesia chilena a los abusos del gobierno militar en el campo de dere-
Pablo II demostró que el extremismo político podía ser erradicado por una nueva
chos humanos, ni acerca de la naturaleza de un régimen autoritario, sistema actitud de chilenos y chilenas, que se movían de la confrontación hacia otra
criticado en sí mismo por Roma desde el Concilio Vaticano II. Todo lo que
nueva forma de asociación política, aunque nadie supiera expresar cómo se iba a
hubiera olido a transacción entre el entorno papal y Pinochet sólo hubiera
constituir. La idea de la paz política, auspiciada por la convergencia en torno a
encontrado incredulidad y rechazo en los católicos del mundo. También, el Papa
una autoridad espiritual, fue un legado inmediato de la visita. Esto era compati-
no ignoraba que en Chile los católicos estaban divididos. Una parte del clero no
ble, casi requería la reinstalación del "modelo occidental", que incluye al "Esta-
era tan antipinochetista como parecía; una parte de los católicos, entre ellos los
do de derecho", aunque jamás renunciando a aquello de que "Mi Reino no es
más activos, eran ardientes partidarios del gobierno de Pinochet, cuando no de este mundo", se ve en:
admiradores incondicionales de su persona. La oposición, que en general en
forma aparente hubiese preferido que la visita no se realizara, aunque no lo Oh Chile, consciente cada vez más de las exigencias de tu fidelidad a
confesara en público, esperaba utilizarla como manifestación popular de recha- Cristo, no dudes un momento en resistir a la tentación de quienes quie-
zo al régimen. Había mucho ánimo de provocar una represión que pudiera ser ren olvidar tu innegable vocación cristiana y los valores que la plasman,
señalada como otro acto de salvajismo del gobierno militar. Y La Moneda para buscar valore sociales que prescinden de ella o la contradicen. A la
pensaba utilizar al Papa para realzar su imagen, a menos de dos años del plebis- tentación de lo que pueda debilitar la comunión en la Iglesia como sacra-
cito, aunque también le preocupaban las seguras manifestaciones. mento de unidad y salvación, sea de quienes ideologizan la fe o pretenden
construir una Iglesia popular que no es la de Cristo, sea de quienes pro-
Había un interés superior de parte de la Iglesia. El viaje era el estilo más promi-
mueven la difusión de sectas religiosas que poco tienen que ver con las
nente de un apostolado que quería hacer patente una aspiración de la Iglesia,
verdades contenidas en la fe. A la tentación anticristiana de los violentos
mostrar la universalidad, yendo incluso a países donde los católicos fuesen una
que desesperan del diálogo y de la reconciliación, y que sustituyen las
exigua minoría. Last but not least, la Iglesia tuvo un papel central en proteger a
soluciones políticas por el poder de las armas o de la represión ideológica.
la oposición política; pero ello no le valió ver crecer a sus feligreses que prove-
A la seducción de las ideologías que pretenden destruir la visón cristiana
nían de ese sector. Existía una creciente masa de chilenos que se situaba más allá
con los ídolos del poder y de la violencia, de la riqueza y del placer. A la
de su alcance y que ahora ni siquiera tendría su alero en las religiones políticas
corrupción de la vida pública o de los mercaderes de la droga y de porno-
como el marxismo. La presencia del Papa podría ser un imán que colocara el
grafía, que van carcomiendo la fibra moral, la resistencia y esperanza de
mensaje espiritual de la Iglesia en el centro de la vida pública.
los pueblos. A la acción de los agentes neomaltusianos, que quieren im-
Y lo logró. Sobrepasó con mucho el delirio popular de la visita de Isabel II en pontr un nuevo colonialismo a los pueblos latinoamericanos, ahogando
1968; o el delirio político y la polarización que provocara Pide! Castro en 1971. su potencia de vida con las prácticas contraceptivas, la esterilización, la
Durante los días de la visita, el país cayó bajo el hechizo de la maravilla que liberación del aborto y disgregando la unidad, estabilidad y fecundidad
irradiaba el Papa. A su vez, Juan Pablo II habrá llevado sus dotes de actor, que lo de la familia (... ) A las interferencias de potencias extranjeras que siguen
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chilena; sus intelectuales tenían más contactos globales que sus pares de las esquina la caída de Pinochet, y pidió su renuncia de inmediato. Jarpa terminó las
universidades chilenas, aunque no faltaban quienes se movían entre ambos conversaciones en el instante, ya que Pinochet -y él mismo- las veía como
mundos. Gente como Genaro Arriagada en la Democracia Cristiana y, sobre meramente instrumentales. Es para preguntarse si la transición hubiera sido
todo, Manuel Antonio Garretón, José Joaquín Brunner y Tomás Moulian en tranquila y el país se hubiese pacificado en caso de una abdicación rápida del
el socialismo, se hicieron un nombre como ensayistas de temas políticos, con gobierno militar en medio de la crisis que tan alterado tenía al país.
proposiciones críticas al rol del centro y de la izquierda, sin romper con su
posición, pero iniciando una modificación de trascendencia. Fueron el núcleo Al mismo tiempo, aunque pareciera inverosímil, se creaban las condiciones polí-
ticas para una salida a este dilema terrible. El principal testimonio de esta posibi-
de la "renovación socialista", todavía a fines de los 1980, un grupo de genera-
lidad fue el "Acuerdo Nacional" de agosto de 1985. Fue una declaración de
les sin soldados, pues era dificil saber si habían calado en el "pueblo de izquierda".
principios acerca de qué se quería, que emitieran una docena de partidos y
Su figura de referencia fue el pensador marxista (comunista) italiano, Antonio
agrupaciones políticas desde la izquierda a la derecha. En esta declaración se
Gramsci, que tuvo un "reviva!" mundial en los ochenta. Gramsci, con su idea
acordaba un marco político y económico que debería ser común a todos, desde
de la "hegemonía", les permitía escapar de la jaula de hierro del estrecho ma-
marxistas hasta gente cercana al gobierno militar. De los primeros, todos eran
terialismo histórico. Gramsci también le entregó un lenguaje al post-marxis-
mo de los noventa. partidarios de una alianza amplia, y se habían vuelto críticos del "socialismo
real". De los segundos, estaban en ese círculo porque no podían evitarlo, si es
que no querían contribuir a agrandar un vacío que la crisis les había revelado.
Confrontación y renovación La ocasión les servía para estrenarse como actores políticos en un campo abier-
to, y escapar a la trampa fatal que se abre a los seguidores de los regímenes
La explosión social de las protestas fue acompañada del despertar de los gru- autoritarios, que en la hora de la apertura, ellos nos están preparados para la
pos políticos de oposición. A mediados de 1983, nació la Alianza Democráti- movilización política.
ca, el núcleo último de lo que llegaría a ser la Concertación. Reunía a grupos
políticos de izquierda moderada, incluyendo a algunos socialistas que ahora se El alma del Acuerdo Nacional fue el cardenal Juan Francisco Fresno. Arzobispo
llamaban "renovados", a la Democracia Cristiana, y algunos políticos de dere- de La Serena, en 1983 sucedió al cardenal Raúl Silva Henríquez. Se suponía que
cha sin mayor tropa, pero de nombres simbólicos. La alarma comenzó a cundir reflejaba una orientación más estrecha con el Vaticano, más conservadora para
en los sectores de derecha que con casi total unanimidad había apoyado con muchos. Era un interlocutor más posible entre la oposición y La Moneda.
entusiasmo al régimen, y ahora tenía que sacudirse la modorra, cuando todo Mas, la dinámica de mediados de los ochenta lo llevó a criticar muchas medidas
parecía tambalear. gubernamentales, junto con proseguir con energía la defensa de los derechos
humanos. Pinochet apartó en forma brusca el tema del Acuerdo, dando al Car-
A comienzo de 1983, Pinochet dio un golpe de timón sorpresivo, y llamó a un denal un trato rudo. Este, a su vez, no ignoraba que la oposición lo quería
"político" a encabezar el gabinete, Sergio Onofre Jarpa, por muchos años el más emplear como caballo de batalla. Pinochet se vio ayudado por el hecho que un
destacado líder de la derecha, y hasta esos momentos embajador en Buenos sector de sus partidarios -el que lideraba Jaime Guzmán, y que aparecía ahora
Aires. Aunque se caracterizaba por ser completamente leal al gobierno militar y como partido político sans phrase, la Unión Demócrata Independiente-,
a Pinochet mismo, se le nombraba por su habilidad política, y para que desarro- rechazó el Acuerdo. Por ahora, los UDI seguirían siendo oficiales sin tropa. En
llara, de manera limitada, un juego político con la oposición, en la que se corría cambio la derecha que se sumó al Acuerdo, un sector del antiguo Partido Nacional,
el riesgo de la apertura. Porque esto fue lo que hizo Jarpa, una liberalización en actitud indecisa ante Pinochet; y otro sector que ayudaba al Gobierno, pero
relativa, una apertura política. En forma paulatina se levantó la prohibición de que gestionaba una política más abierta, de transición, era la Unión Nacional,
regreso para muchos exiliados, así como se levantó la censura para los libros y liderada en especial por Pedro Ibáñez, Francisco Bulnes y Andrés Allamand.
para un flujo significativo de informaciones.
El Acuerdo Nacional se refería a la "reconciliación", a la transición a una democra-
La situación experimentó una distensión rápida, canalizada por la protesta pública cia, a la justicia. Mas, en cuanto a modelo final, afirmaba que "la Democracia es el
y por un corto tiempo menos violencia en las protestas mensuales. Incluso se mejor sistdma posible de vida". Este es el corazón del mensaje. Habla de creci-
desarrollaron negociaciones entre el gobierno y la Alianza Democrática, auspicia- miento económico y de equidad, de estabilidad y de instituciones propias de un
das por Monseñor Juan Francisco Fresno. La Alianza creyó divisar a la vuelta de la estado de :derecho. Añade que "es indispensable eliminar cualquier incertidumbre
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respecto al régimen socio-económico que imperará una vez restablecida la comenzaba a desarrollar, hacía que el Secretario de Estado Alexander Haig pro-
normalidad". clamara que había que u-azar una línea a la expansión del comunismo ("to draw
Debe garantizarse constitucionalmente el derecho a la propiedad priva- de line"). Era natural que mejoraran las relaciones entre Washington y los go-
da de los bienes corporales e incorporales, incluidos los medios de biernos del cono sur66 .
producción, condición necesaria para estimular la iniciativa individual Chile se había hecho muchas ilusiones de la administración Reagan. En la típica
bajo distintas formas de organización y actividades económicas. No se actitud ingenua, provinciana, que ha caracterizado a actores de derecha, centro
usará el sistema tributario como mecanismo expropiatorio. Debe reco- e izquierda en finis terrae, se pensaba que Reagan sería el adalid de Occidente,
nocerse, también, la existencia de la propiedad estatal y mixta de medios lo que insinuaba en el entusiasta mensaje enviado por Pinochet a Reagan
de producción. El Estado debe tener una función activa y le correspon- al u-iunfar este último. Algunas cosas mejoraron. El canciller René Rojas se en-
de determinar los grandes objetivos nacionales, sobre la base de una u-evistó con Alexander Haig, y con el influyente senador republicano Jesse Helms;
planificación directa de su propia acción e indicativa para los demás se habló acerca de la posibilidad de revocar la Enmienda Kennedy que prohi-
agentes económicos, usando de preferencia instrumentos indirectos de bía asistencia y ventas militares a Chile. Jeanne Kirkpatrick visitó el país en
persuasión e incentivos 65 • agosto de 1981, en un explícito apoyo al gobierno chileno. El nuevo embaja-
El Acuerdo, se originó en un compromiso entre izquierda y derecha (y centro). dor James Theberge era un intelectual antimarxista, y se hizo cercano a los
Fue posible lo que bajo la Unidad Popular (y antes) había sido imposible. En círculos gubernamentales.
resumidas cuentas, postulaba a nombre de una amplia coalición de izquierda a Rápidamente se vieron los límites. En el Capitolio dominaba una visión crí-
derecha, que el pais debía moverse en torno a lo que a lo largo de este libro se ha tica hacia Chile que la Casa Blanca no iba a desafiar, teniendo campos de
llamado "modelo occidental". Era una roca firme a la cual asirse, después de los batalla más importantes. La Enmienda Kennedy continuaba en vigencia. Sin
devaneos del paroxismo ideológico, del cual los años del gobierno militar fue- embargo, el gobierno norteamericano no olvidaba el caso Letelier, ni podía
ron tanto síntoma como posibilidad de superación. Era síntoma de un pais que hacerlo; fue la piedrecilla en el zapato de las relaciones entre ambos países 67 .
quería reencontrarse y que le costaba hallar las palabras y la actitud en la cual También había otro aspecto paradoja! en el horizonte, señalado en su época
expresarse. Mas, todo esto podría haber parecido en 1985 un futuro lejano, por Genaro Arriagada. Si bien mejoraron las relaciones entre Washington y
agazapado tras la bruma de futuro. Los firmantes del Acuerdo Nacional no podían Santiago, más lo hicieron las que había entre Washington y Buenos Aires.
saber si no eran un grupo de generales sin oficiales ni soldados. Los principales Aunque el gobierno militar argentino recién comenzaba a ser criticado con
actores de la calle, aparte de las multitudes sordas y violentas, eran el CNI y el fuerza por su abuso en la política contraterrorista, lo era todavía mucho menos
Frente Manuel Rodríguez, al menos hasta fines de 1986. Las armas de Carrizal que el chileno. Y era más poderoso, y ayudaba a EE.UU. en el conflicto
Bajo y el atentado a Pinochet mostraron la posibilidad explosiva hacia la que centroamericano. Es cierto que el panorama cambió de manera brusca con la
también se deslizaba el pais. Pero no fue así, aunque existía un poderoso factor guerra de las Malvinas, pero la crisis en Chile no ayudaría a mejorar su posi-
internacional que ayudó a la pacificación final. ción ante Washington.
Cuando la economía chilena dejó de ser un "boom" en el segundo semestre de
Orden internacional y equilibrio político en Chile 1981, y estalló la crisis política en 1983, se creó otro dolor de cabeza para la
Casa Blanca. Podría ser ou-a punta del iceberg de una crisis regional. El Depar-
En EE.UU., los republicanos de la era Reagan seguían las ideas expresadas por tamento de Estado comenzó a emitir declaraciones críticas a la falta de democra-
Jeanne Kirkpatrick, embajadora de Washington ante la ONU, y con acceso al cia y por las carencias en derechos humanos en Chile; el mismo embajador
gabinete de la Casa Blanca. Tomando la antigua distinción de la teoría política Theberge se permitía hacer críticas. No se sabía si era por hacer un gesto o
entre "autoritarismo" y "totalitarismo", identificaba a los gobiernos militares revelaban una actitud política general. Hacia 1985 comenzó a hacerse patente
latinoamericanos entre los primeros, los que por naturaleza debían ser limita- una nueva postura política. Washington temía que la crisis chilena se desbordara
dos en el tiempo. Había entonces que ayudarlos a dirigirse a la democracia. a
y afectara la naciente democracia argentina, además de conducir al país a una
En cambio, los regímenes totalitarios, el marxismo en el poder, estaban más situación de total incertidumbre, cuando no a una condición revolucionaria,
allá del alcance de una reforma. Además, el conflicto centroamericano que se 68
debido a lo extendido de la rebelión civil y del terrorismo activo y poderoso .
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Washington decidió meter manos en el asunto. Tenía también motivos más de laCIA en Chile entre 1963 y 1973, es decir, apoyar las fuerzas que se perci-
amplios para hacerlo. Debía mostrar preferencia por las nuevas democracias en bían tanto amigas -o no hostiles- de EE.UU., y ofrecían estabilidad. Por
el continente; avanzaba la rebelión armada en el Perú; sobre todo, su interven- cierto, consistía en una manera más fashionable de intervención. Era parte de
ción en el conflicto centroamericano y el apoyo a los "contra" en Nicaragua, es una red que se extendía por los países latinoamericanos, por EE.UU. y por Europa
decir, a los combatientes antisandinistas, sólo tenía justificación formal bajo la Occidental, de apoyo a las fuerzas que luchaban contra el gobierno militar. Exis-
guisa de "defensa de la democracia". Si ayudaba a erosionar un régimen no tía la otra red, la que respaldaba a la izquierda tradicional y a su herramienta
democrático en Nicaragua, debía hacerlo también en Chile. Al menos sólo así discreta, el terrorismo del FMR.
era presentable su posición ante el Capitolio y la prensa norteamericana. Por más que Washington hubiera hecho muy pública su actitud crítica hacia el
La nueva política crítica hacia Chile fue así una parte del juego interno de EE.UU. gobierno militar, no quería decir que estuviera totalmente en su contra, como
Pero era un error mirarlo sólo desde esta perspectiva. La crisis era real y su impac- era el caso del régimen sandinista. Langhorne Motley, un alto funcionario del
to potencial en la región también lo era. Muchos chilenos simpatizaban e inclu- Departamento de Estado, explicó, en enero de 1985, cuál era la política norte-
so alentaban una posición crítica y hasta intervencionista de EE.UU. Esta se americana hacia Chile, diciendo que "nuestro objetivo es trabajar para propiciar
producía en medio de un movimiento general en América Latina de poner a la la restauración de la democracia por medio del díálogo entre las fuerzas en
democracia como categoría de legitimidad y -lo que se vería al final de la déca- pro de una transición dentro del Gobierno y las fuerzas pro negociación en la
da- de crisis de los paradigmas totalitarios. La nueva política fue obra del oposición" 70 • Es posible también, que los norteamericanos hayan intentado con
Departamento de Estado dirigido por George Shultz69 . Envió a Chile a un en- ahínco, en todos estos años, desplazar a Pinochet del gobierno militar. La bús-
durecido embajador de carrera, Harry Barnes. Quería mostrar que así como queda de una transacción, explica por qué EE.UU. no empleó armas más
Washington trataba de imponer la democracia en Nicaragua, también lo hacía contundentes, como un embargo comercial, o bloquear las renegociaciones de
en Chile. Apenas llegado, Barnes tuvo una posición muy visible, como partida- la deuda externa, en especial aquellas con el Banco Mundial para un "préstamo
rio de la Alianza Democrática, de la oposición democrática en general, con algu- de ajuste estructural", la señal para que los demás acreedores negociaran con
nos toques de simpatía hacia sectores más extremos. El Gobierno y sus partida- Chile. En esos casos, el representante de EE.UU. votó a favor de Chile, no sin
rios lo miraban incrédulos. Alimentó el pro-norteamericanismo del que que antes el gobierno chileno levantara el estado de sitio y otras restricciones a
esporádicamente ha hecho profesión de fe la izquierda y el centro en Chile; la oposición.
así como un "antiimperialismo" del que, en ocasiones, la derecha también ha Además, a medida que la recuperación chilena comenzó a ser palpable, hacia
hecho gala. Es probable que el Departamento de Estado temiera que la perma- 1987, Washington comenzaría a diferenciar entre los éxitos económicos y el
nencia de Pinochet en el Gobierno -como la de Batista en Cuba en 1958, o la autoritarismo político, este último a superarse. El dilema era cómo castigar un
de Somoza en Nicaragua en 1978- hubiera polarizado la situación, facilitando gobierno no democrático, sin hacerlo en forma simultánea a una economía que
el triunfo de fórmulas marxistas. Muchos chilenos temían lo mismo. era "la mejor del hemisferio y quizás un modelo para el Tercer Mundo", según
Es posible que la misión de Barnes hubiera sido más sutil. EE.UU alentaba un dijo el Subsecretario Robert Gelbard71 • El ánimo de Washington de promover
regreso a la democracia, pero no sabía cómo lograrlo. El Subsecretario de Esta- una salida democrática ordenada en Chile era genuino, aunque en la Casa Blanca
do para asuntos latinoamericanos, Elliot Abrams, lamentaba que EE.UU. no y en el Departamento de Estado se haya relacionado con el conflicto centroame-
pudiera influir mucho en Chile, "no tenemos disponibles suficientes zanahorias ricano, y con el deseo de evitar otro de proporciones. El fin de la Guerra Fría
ni suficientes garrotes". Entonces, la misión de Barnes se podría haber dirigido estaba a la vuelta de la esquina, pero nadie lo sabía. El enorme arsenal de Carrizal
a ganarse la confianza de los diversos grupos no extremistas de la oposición, lo Bajo era un recordatorio de la dimensión global del caso chileno.
que logró ampliamente. De esta manera, le fue más fácil convencerlos de asumir La situación regional, en especial del cono sur, estaba también imbricada con el
una política a la que parte de ellos ya se habían resignado: aceptar la legitimidad desarrollo de los acontecimientos en Chile. En lo político y en lo económicos,
constitucional vigente -la Constitución de 1980-, y en ese terreno desafiar en las administraciones de José Sarney en Brasil y de Raúl Alfonsín en Argentina
forma legal a Pinochet en el plebiscito de 1989. eran las estrellas, la vanguardia de las nuevas democracias. El Plan Cruzado y el
El National Endownment for Democracy, institución creada por el Congreso Plan Austral parecían presentar un proyecto económico de superación de la "crisis
norteamericano para promover la democracia en el mundo, cumplió con la función de la deuda. En Chile, la oposición los mostraba como el camino "democrático"
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de economía política. A esta constelación se le unió la retórica del nuevo presi- el equipo árabe Bin Mahfouz, está transformado en un moderno frigorí-
dente del Perú en 1985, Alan García, uno más de la larga lista de caudillos fico frutero, de novedosa tecnología. Todo un símbolo de una economía
demagogos en América Latina, de los que Chile ha estado más libre. Prometía que muere y otra que nace 72
solucionar el tema de la deuda externa estableciendo su propio programa "jus- Existe un triunfalismo en estas palabras, pero apuntan a un fenómeno real que
to" de pagos. De hecho hubo mucho ruido y pocas nueces. Como Castro, que tuvo un alto costo y un resultado certero en las mediciones básicas. No sería
convocó a La Habana a una conferencia de políticos, académicos y empresarios, percibido por el grueso de la población hasta unos años después, pero ya a fines
para repudiar la deuda externa a los países capitalistas "del centro", mientras de de los ochenta bastaría para que a Chile se le percibiera como una excepción en
manera callada renegoció la suya con la banca de Europa Occidental. En Chile, América Latina. Anunciaría un nuevo liderazgo político en Büchi, parecido al
no faltaban políticos en general sensatos que se entusiasmaban con estos fuegos tecnócrata, aligerado por un toque de vanguardia juvenil y ecos de la generación
artificiales. Con todo, Alan García desarrolló buenas relaciones con Chile; su hippy, con los límites de la política anidada junto al autoritarismo.
Canciller incluso tomó desayuno con Pinochet, algo que sus pares latinoame-
ricanos evitaban hacer cuidadosamente; incluso el Vicepresidente del Perú, el
venerable Luis Alberto Sánchez, uno de los fundadores del APRA, realizó una Del enfrentamiento a la paz: los días del plebiscito
visita a La Moneda. También, aunque A!fonsín evitaba con prolijidad tener
El régimen de Pinochet escapó a la maldición de los autoritarismos en crisis, que
contactos con el gobierno chileno, más allá de lo protocolar o de lo que tuvie-
indica que no tienen salida política. Se recuperó de la crisis y pudo organizar una
ra que ver con el Tratado de Paz y Amistad de 1984, del cual fue uno de los
estrategia para la batalla política en las nuevas condiciones. Logró retomar la
principales artífices, también le preocupaba el terrorismo en Chile, tema que
iniciativa económica y le permitiría -entonces y ahora-legitimar su gobierno
habría tratado tanto en La Habana como en Moscú, con cuyos líderes no te-
en base a la reforma económica. Pero Pinochet no logró derrotar a la oposición
mía mostrarse en público.
e imponer su programa a rajatabla. Es decir, no pudo repetir el plebiscito de
Entre 1986 y 1989 se vio cómo esos países se hundían en el fracaso de sus 1980 en 1989. Lo hizo finalmente el 5 de octubre de 1988, de acuerdo a las
planes económicos, aunque la crisis era algo menor en Brasil. Y desde 1987 en posibilidades que le daban los plazos. Fue uno muy diferente al imaginado en
adelante se hizo claro el camino de la recuperación. El equipo económico, 1980, ya que fue competitivo. Pinochet tuvo que ceder; a la vez, la oposición
bajo el liderazgo estilo "low key", de bajo perfil, de Hernán Büchi, recurrien- legitimó la Constitución de 1980, en vigencia todavía a comienzos del siglo
do a un conjunto de medidas ortodoxas y no ortodoxas, creativas, algunas de XXI. En este sentido, su triunfo fue incompleto. La demanda de la oposición
las cuales recordaban a Gustavo Ross en los años treinta, consolidó un proceso democrática, "elecciones libres", inmediatas, con llamado a asamblea constitu-
que parecía incierto. Se inició una continuidad que duraría hasta fines de los yente, implicaba la derrota completa del gobierno militar. No sólo éste se en-
noventa; contando desde 1984, hubo quince años de crecimiento económico contraba lejos de estar de rodillas, sino que a sus adentros, muchos líderes de la
que dejarán este período como una marca de referencia en la historia de Chile. Alianza Democrática, la futura Concertación, confesaron, que eso hubiera abierto
Desde esta perspectiva, en 1987 Joaquín Lavín, refiriéndose a un término que las puertas a la ingobernabilidad. Sobre todo si hubiese sucedido antes de que la
se popularizaría y discutiría, la "revolución silenciosa", pudo establecer la con- situación económica estuviera consolidada. Si esto era cierto en 1987, también
tinuidad con las reformas y afirmar: lo era que el Gobierno no estaba derrotado, y los actores políticos, liderados por
El modelo de economía global, integrada al mundo, representa una
el gesto arriesgado de 1986, después fecundo de Patricio Aylwin, aceptaron
jugarse en el terreno institucional, y derrotar al gobierno en el plebiscito "dÍ:
completa readecuación del aparato productiva. Ciertas actividades se
expanden, mientras otras disminuyen su importancia relativa. Hoy crecen 1989", realizado el5 de octubre de 1988.
las industrias que al competir con el exterior fueron capaces de moderni- En este sentido, la gran confrontación entre gobierno y oposición, que por
zarse, aquellas en las que el país tiene especiales ventajas, y las que ofrecen momentos alcanzó contornos sanguinarios, terminó en un empate, y en una
servicios de apoyo al sector exportador (... ) La profunda transformación situación no deseada originalmente por ninguno de los dos, pero asumida como
estructural que está experimentando la economía chilena tiene un símbo- propia en 1987/88. La presión internacional sobre el gobierno de Pinochet fue
lo a orillas de la carretera longitudinal sur, poco antes de llegar a Rancagua. un factorque explica por qué accedió a dar de manera gradual más libertad
Hasta hacer poco tiempo, los viajeros podían observar allí el edificio aban- política y acceso a la comunicación pública. Por una parte, La Moneda debía
donado del que fuera la planta de montaje de la Fiat. Hoy, adquirido por
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celebrarlo en condiciones que tuviera credibilidad. Tenía que dar más acceso a la situación. Sobre el país se dejó caer un enjambre de corresponsales, políticos y
oposición en los medios de comunicación de masas, aminorar las restricciones y "observadores" no oficiales del plebiscito. Chile volvió a tener un estrellato in-
permitir que más y más exiliados pudieran obtener autorización de retorno. ternacional. Los gestos públicos de los gobiernos extranjeros, de clarísimas
Los embajadores de la Comunidad Europea protestaban amenudo por esta o simpatías por el triunfo del "No" -no a la elección de Pinochet como Presidente
aquella medida del gobierno chileno, a veces con la justicia que asiste a socieda- por un período constitucional-, eran interpretados, en forma universal, como
des civilizadas, a veces por medidas inocuas que pudieran tomarse en los más presiones para que la "dictadura" no desconociera el resultado.
diversos países del mundo
En la noche del 5 de octubre de 1988, Pinochet hizo un ademán de desconocer
Se autorizó la aparición de un diario de oposición, La Época, que sería un impor- el resultado, pero careció de apoyo de la Junta de Gobierno. Además, la existen-
tante medio de comunicación hasta mediados de los noventa. Estaba modelado cia de una opinión pública articulada en dos grandes polos era un factor nuevo,
según el exitoso caso de El País de Madrid. Las instituciones comenzaban a hacía la situación diferente a la de 1980. El resultado, 56% para el "No", y 43%
actuar con autonomía. Aunque la televisión pública seguía férreamente contro- para el "Si", era contundente, imposible de ser desconocido. Junto con Nicara-
lada, el Canal13 de la Universidad Católica ejercía algún pluralismo desde co- gua en febrero de 1990, ha sido un caso único en que una dictadura debe
mienzos de los ochenta. Su programa, "Almorzando en ell3", transmitido a las convocar y dirigir una elección en que es derrotada, y se produjo el cambio
13:30 hrs., que era muy visto, en especial en provincias, mostró un amplio rango político 73 . La votación del "Si" no sólo representaba una respuesta automática,
de opiniones, que muchas veces usaban los asuntos de la política mundial para o "el temor a la dictadura", o el puro temor al "regreso del marxismo". De
referirse en forma elíptica a los hechos en Chile. Luego se cruzaría la frontera. El hecho, una parte de ella, quizá entre una cuarta y una quinta parte del electora-
caso más trascendental fue el del Tribunal Constitucional, que en septiembre de do completo, sintió la derrota como un acabo de mundo. En la comprensible
1985, empujado por la argumentación de su ministro Eugenio Valenzuela, en euforia de la victoria, los análisis de los opositores, la Concertación por el No, se
contra de la firme oposición del Ministro de Justicia, Rugo Rosende, determinó concentró en cómo frenar los intentos previsibles de Pinochet por desconocer
que el plebiscito debía celebrarse una vez instalado un Tribunal Calificador de los resultados, y no vio que ese electorado que lo apoyó representaría un polo
Elecciones; y además debía haber registros electorales y una ley de partidos permanente de la vida política chilena, hasta el momento de escribirse estas lí-
políticos. El plebiscito no se podría repetir en las condiciones de 1980, y en este neas. Lo que sigue, corresponde en gran medida a una historia interna de país,
aspecto ello se debió a la dinámica interna del país. aunque con gran significación para la política mundial.
Se comenzó a tolerar la existencia de partidos políticos, que fue aprovechada La transición que sucedió a estos hechos es incomprensible sin asomarse a la
incluso por la derecha para poder organizarse ante el inevitable cambio que atmósfera en la que tuvo lugar. Casi visiblemente se dio un proceso rápido de
sobrevendría. La derecha tuvo tiempo para luchar entre sí. Hubo una extrema distensión, entre los días después del plebiscito y los que siguieron a las eleccio-
derecha, organizada desde palacio, aunque no sin capacidad de acción autóno- nes presidenciales y parlamentarias de diciembre de 1989. Hubo un tránsito
ma. Hubo una derecha dura, la UDI de Jaime Guzmán, que representaba el extraordinario entre el sistema autoritario, que tenía algunas aperturas y muchas
corazón más exitoso del gobierno militar. Y se formó una derecha un poco más tensiones dramáticas, a la pacificación del país y el nuevo comienzo de la demo-
liberal en lo político, Unión Nacional, después Renovación Nacional, nombre cracia, que parecía mucho más auspicioso que otro momento comparable, la
que heredó de una fugaz unificación con la anterior, que terminó en riñas con inauguración de la administración Alessandri en diciembre de 1932. La gente
gañanes de población. Hubo otros grupos de derecha más dispuestos a hablar quería la paz. La clase política, en el espacio de alrededor de 18 meses, conver-
con la oposición democrática antes del plebiscito, pero no alcanzaron a arraigar. gió en un estilo de hacer política homogéneo, como en respuesta al grito de
"paz ahora", como se podría traducir el anhelo de los chilenos de entonces.
El Gobierno abrió casi todas las compuertas el mes y medio que antecedió al
plebiscito, convocado para el S de octubre de 1988. El31 de agosto, tal como se Incluso el resultado del plebiscito estuvo influido por esta perspectiva. Por las
esperaba, la Junta de Gobierno anunció que el candidato seleccionado era el encuestas que se hicieron, parece ser que el voto contra Pinochet estuvo motiva-
propio general Pinochet. Los chilenos eran convocados a aceptar, con un "Si" al do por dos impulsos principales. En primer lugar, el decisivo, que a pesar de la
candidato propuesto; o a rechazarlo con un "No". SiguiÓ una oleada de desen- notable recuperación económica, lo que la mayoría de la población percibía era
canto, incluso dentro de los propios partidarios del gobierno, ya que (casi) to- la carencia; los beneficios del crecimiento no eran una experiencia diaria.
dos sentían la necesidad de un aire fresco, necesario para enfrentar la nueva En segundo lugar, el intenso empleo de las imágenes de violencia por parte del
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"Si" ("si triunfa el 'No', volverán los días de la Unidad Popular y de la violencia del "Si" fue resonante, el 85.7% del electorado, y sólo 8.2% votó en contra,
callejera ... "), llevó a que el votante identificara la violencia con el triunfo de posiblemente la izquierda dura. Pocos han reparado, en los análisis a posteriori
Pinocher74 _ Esto implica algo desagradable para una creencia en la democracia de la transición, que este plebiscito fue el verdadero acto colectivo de "¡paz
desde una perspectiva cándidamente ilustrada y racionalista. No fue un rechazo
ahora!", pronunciado en el estilo chileno, sin mucha estridencia.
a la dictadura per se lo que construyó la mayoría. En realidad, cuando una pobla-
ción vota en forma expresa por la democracia, lo hace por el temor a una Las elecciones que siguieron, presidenciales y parlamentarias, parecieron la cul-
dictadura, y a los males concomitantes que cree percibir en esa probabilidad. minación de la paz. Aunque hubo un terrorismo marginal, nada de inocente,
Lo que sucedió en Chile a fines de los ochenta, fue un hastío con el enfrenta- con varias decenas de muertos hasta ca. 1992, que cobraría incluso la vida de
miento, junto a la convergencia de la clase política en el "modelo occidental". Jaime Guzmán, el principal político en el entorno de Pinochet, el camino hasta
marzo de 1990 estaría sembrado de actos pacíficos. Lo que menos se vería serían
El anhelo podría describirse como querer cambiar sin cambiar del todo, algo manifestaciones de revanchismo. Quizás por el temor a una reversión o, es pro-
diferente a la definición gatopardesca, "cambiemos todo para que nada cam- bable, por la ausencia de toda actitud contestataria de parte del público de opo-
biem5. Mientras esto último describe una estado de cinismo general, de lo cual sición, a medida que transcurrió la campaña más se respiraba un aire de alegría y
algo se vería avanzados los noventa, a fines de los ochenta reflejaba un instinto de tranquilidad.
conservador moderado, de no arrojar por la borda los logros alcanzados, y que
el cambio no fuera un volver a empezar "todo de nuevo", como habían sido las La oposición se unió en torno a la figura que se había quedado con el cetro de la
pretensiones en cada cambio político a partir de 1938. dirección política, Patricio Aylwin Azócar, el mismo que había sido uno de los
principales líderes de la resistencia contra la Unidad Popular, y apoyó el 11 de
septiembre. Hasta el Partido Comunista terminó por pronunciarse por su candi-
Reforma, nuevo plebiscito y elecciones datura. La derecha mostró la confusión propia a quienes tuvieron que despertar
en forma brusca a la necesidad de la política de partidos. Las fuerzas principales
Aunque en un primer momento La Moneda jugó con la idea de imponer la
se unieron en torno a Hernán Büchi, Ministro de Hacienda hasta comienzos de
totalidad de la letra y del espíritu de la Constitución de 1980, después triunfó la
1989. De gestión brillante, en privado reconocida también por los principales
prudencia. Siguió la primera negociación verdadera entre el gobierno militar y la
líderes de la oposición, su espontaneidad para hablar sobre la marcha de la eco-
oposición. Un nuevo ministerio, que le dio un rostro más civil y más "político"
nomía y la sobriedad de sus expresiones, algo "ingenieril", contrastó con los
al Gobierno, dirigido por Carlos Cáceres como Ministro del Interior, surgido
titubeos una vez que tuvo que enfrentar la "política". Aduciendo "contradiccio-
del círculo más original de hacer política de Pedro Ibáñez Ojeda (1914-1999),
nes vitales", se retiró de la campaña, sólo para volver después de muchas presiones,
se encargó de representar a Pinochet, entregándole este un pequeño margen de
76 a presentar su candidatura, pero ya como "saludo a la bandera". Este gesto hizo
movimiento . Por la oposición, el principal negoCiador fue el presidente de la
que se le llamara "hijo de la dictadura", que no tenía una real estatura política
Democracia Cristiana, Patricio Aylwin, que emergía como el líder indiscutido
una vez salido del papel estrecho del tecnócrata. Con todo, Büchi representó un
de la que ahora se llamaba Concertación por la Democracia.
estilo de hacer política que, con el refinamiento del caso, haría escuela en los
Las negociaciones dieron como resultado una reforma limitada a la Constitu- noventa. La derecha vio surgir de sus filas un fenómeno nuevo, hasta único, el
ción de 1980, que siguió manteniéndose -hasta escribir estas líneas- como la populismo de derecha, en la persona de Francisco Javier Errázuriz, empresario
norma básica que rige a los chilenos. Se modificó la composición de Consejo de audaz y político aventurero, que tuvo su hora de brillo. Aylwin ganó con el 55%
Seguridad Nacional, y hubo una reforma electoral que daba más peso a determi- de los votos; Büchi tuvo un 29% y Errázuriz un 15%. La suma de los dos candi-
nadas regiones, de mayor densidad demográfica, para equilibrar a los senadores datos de derecha era casi idéntica a la cifra del "Si" en 1988; aunque en parte
institucionales o "designados". Se modificó el hasta entonces discutido artículo puede ser coincidencia, reflejaba una realineamiento de la política nacional en
8 °, que excluía las ideologías totalitarias. Esto último resume algo la situación dos grandes
de entonces. Las negociaciones fueron selladas por un plebiscito que debía aprobar
En las parlamentarias, se estrenó el nuevo y peculiar sistema binominal,
(o rechazar) la reforma. Los grupos políticos más al extremo del arco, el Partido
que para muchos aparta a Chile de los países con real democracia representativa.
Comunista y otros aparecidos, y algunos de extrema derecha, aunque en reali-
Al escogerse a dos elegidos por distritos, tiende a favorecer la formación de dos
dad muy cercanos a los sectores "ultra", pidieron votar por el "No". El triunfo
bloques,y su inicio se vio en 1989. La derecha logró, no sin dificultad, empinarse
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al tercio de los votos y con ello obtener alrededor de un 40% de los asientos. del exterior fue positiva, para incitar al gobierno chileno a continuar en esa
Como los sistemas uninominales de las democracias anglosajonas, es sencilla- senda "aperturista".
mente un "sistema", con pro y contra. Si Chile quería y necesitaba la estabilidad, La misma dirección se tomó en otro puesto clave: En septiembre de 1989 se
esta se obtuvo. Más que el resultado presidencial, más decidoras fueron las elec- anunció el nombramiento del economista Andrés Bianchi como presidente del
ciones parlamentarias. La izquierda tradicional, marxista en el sentido más Banco Central, según un acuerdo entre el Gobierno y la oposición. Después de
estricto, fue derrotada en forma rotunda. Con alrededor del 5% de los votos las reformas a la Constitución, fue el acto de negociación más importante. Era
-aunque en algunos distritos fue fuerte-, hubiera alcanzado algunos cargos un mensaje, tanto al país como al extranjero. Pinochet seguía reconociendo a la
en la Cámara con un sistema proporcional. Mas, ¡qué diferencia con el Chile de oposición como agente legítimo de la vida pública chilena. También fue quizás
antes de 1973! La votación de izquierda, alrededor de un 25% del electorado, se el reconocimiento más explícito y políticamente más cargado de compromiso,
concentró en dos partidos nuevos. Por una parte, estaba el Partido Socialista, de que no se tocarían las reformas económicas del período del gobierno militar,
ahora dominado más bien por una orientación hacia el "socialismo europeo" de y que éstas habían sido positivas. La Constitución de 1980, confería una fuerte
corte social demócrata; y el Partido por la Democracia (PPD ), una suerte de autonomía al Banco Central, de acuerdo a las economías abiertas y desarrolla-
liberalismo de izquierda, aunque en general bastante similar al anterior. Hasta das. Claro, el articulado permanente de la Constitución sólo comenzaría a valer
esos momentos existía la duda si estas fuerzas no eran sino "generales sin solda- con el nuevo Presidente, y de hecho durante todo el gobierno militar el Banco
dos". Estos últimos llegaron en forma de votantes, sellando un proceso trascen- Central había sido dominado por el Gobierno, aunque para impulsar la reforma
dental en la vida chilena. económica. Ahora, su autonomía iba a constituir el compromiso más firme con
Todo esto se dio con un trasfondo que alcanzó atención dramática en Chile, la esta última, lo que no ha sido tocado hasta el momento de escribirse estas líneas.
"caída del Muro de Berlín", el 9 de noviembre de 1989, que resume la crisis y El Banco Central iba a manejar la política cambiaría y la monetaria con total
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desplome más o menos súbito de los sistemas marxistas en Europa Oriental. autonomía del Gobierno, y ello tenía rango constitucional •
Esto se selló con no menos espectacularidad después de las elecciones, con la La convergencia en el "modelo occidental" y en la afirmación de la política
violenta caída del régimen de Ceacescu en Rumania. La Perestroika se intensi- económica -aunque se decía que se le iba añadir un contenido "social"-, se
ficaba y entraba en crisis, sobre todo porque emergía una imparable crítica vio en el programa de política exterior de la candidatura Aylwin. Esta reflejaba
al marxismo dentro de la misma Unión Soviética, para no hablar de la crisis de no sólo la experiencia de la cultura política de la Concertación en general, sino la
las nacionalidades. Aunque es difícil decir "cuánto" influyó todo esto en el de ciertos grupos intelectuales y académicos en particular. Algunos nombres
resultado electoral, se puede presumir, sin riesgo, que complementó la evolu- venían de los sesenta, como Gustavo Lagos, Luis Maira, Osear Pinochet de la
ción política interna de Chile, cuyo punto inicial, al menos simbólico, fue el Barra, Luciano Tomassini. En las nuevas generaciones destacaban Manfred
Acuerdo Nacional. Wilhelmy, Heraldo Muñoz, Carlos Portales, Pilar Armanet, Juan Gabriel Valdés,
Alicia Frohmann y Juan Somavía, entre otros. Aunque no todos ellos obedecían
a un alineamiento completo con la Concertación, había coincidencia en la nece-
La transición internacional sidad de abastecer la estrategia de política exterior, como de la deseabilidad de
Como parte de la estrategia de afrontar el cambio, Pinochet permitió variar la llevar a cabo una labor de ilustración dentro del país.
intensidad en el manejo de la política exterior. El nuevo canciller fue Hernán Provenían de centros que eran continuidad de lo que había surgido en los años
Felipe Errázuriz, de plena confianza de Pinochet, a la vez provisto de autoridad sesenta, como el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile,
para encabezar una política exterior que ya no se tenía que deshacer en explica- que había mantenido todo el pluralismo posible dentro de las condiciones exis-
ciones. Su ideal era la defensa del "modelo económico chileno" y la estabilidad tentes en los setenta, y pudo servir de puente y foro entre diversos sectores, en
para después de la transición. Los embajadores de carrera o de carácter político, gran medida gracias a la habilidad de Francisco Orrego Vicuña, otro destacado
pero más autónomos, dieron la nota en estos meses. El embajador en Washing- internacionalista. En este sentido, se desarrolló FLACSO, que casi se podría
ton, Octavio Errázuriz, que después seguiría como embajador en varios países decir que había prosperado gracias a las condiciones. Como se la sabía una ONG
en Asia bajo la Concertación, puede ser considerado un ejemplo en este sentido. de oposición, fue el destinatario de fuertes recursos que apoyaban la "causa del
Esto fue acompañado de un estilo que quería ser más "businesslike", y en la vida pueblo y sus instituciones académicas informales. En su origen un "think
diplomática cotidiana, aquella que se lleva a cabo entre cuatro paredes, la respuesta
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tank" de izquierda, se puso a fines de los setenta a la cabeza de la "renovación" de las tantas canalladas que nos ha hecho Estados Unidos", decía el almirante
del pensamiento de izquierda y llegó a ser también, en la segunda mitad de los Merino), todo esto demanda mayor investigación 79 . Quedó en el aire una idea
ochenta, un foro de diversos sectores, sin perder su carácter distintivarnente de castigo al gobierno militar. Por otro lado, es dificil pensar que EE.UU. iba a
"progresista". Otros centros eran hijos del auge de las ONG, todos afiliados de dañar de manera planifica a una economía que consideraba ejemplar, y que
algún modo u otro a la oposición, sirvieron para desarrollar una visión rejuvene- funcionaba en lo referente a la fruta, corno complementaria a intereses norte-
cida de las relaciones internacionales, y campo de batalla intelectual propio a americanos también poderosos.
este tipo de asociaciones corno el Centro de Estudios Transnacionales y el Cen- Quizás la explicación más verosímil es que Washington, en un acto de ciega
tro de Estudios para el Desarrollo (CED), o el programa RIAL, impulsado arrogancia, no quiso creer que una institución tan magnífica corno la DEA se
desde la ONU por Gabriel Valdés, liderado en su concepción por Luciano pueda haber equivocado, y decidió apoyarla a todo coste, tratando de que el
Tornassini. La CEPAL participaba dentro de ellos. En líneas generales, emergía tiempo repare las relaciones con Chile. Si fue así, hay que concluir un corolario,
un cuadro más o menos común que correspondía en estudios internacionales, que se trató de un acto de prepotencia hegemónica, la "ley del más fuerte".
a la experiencia de los actores políticos con respecto al "modelo occidental", Desde estas líneas no se ha sostenido que EE.UU. sea por esencia una potencia
aunque en ese entonces todavía quedaba mucho de crítica a la "hegemonía", maligna o incivilizada; todo lo contrario. Eso no quiere decir que en muchos de
aunque ya menos al "imperialismo". La huella de la "teoría de la dependen- sus rasgos y actos no se muestre con esa faz, la del uso y abuso del tamaño del
cia" era apenas visible. poder, agravada por la injuria del empleo de un lenguaje moralista. Y un segun-
El mejor ambiente para el país y el gobierno no los libraba de algunos embates. do corolario, sobre todo porque este hecho sucedió cuando Washington sabía
Hubo uno particularmente llamativo. Fue el "caso de las uvas envenenadas". que el gobierno militar se encaminaba a su fin, y que la Guerra Fría comenzaba
Ell4 de marzo de 1989 la Drugs Enforcernent Adrninistration (DEA), impuso a diluirse en el horizonte; no hay que ser discípulo del realismo político para
un embargo a la importación de uva chilena ya que, afirmaba que se habían pensar que existen constantes de poder en el sistema internacional, que no van a
descubierto dos granos envenenados. El gobierno chileno se lanzó a una frené- abolirse en ningún "nuevo orden internacional", ya sea de izquierda o de dere-
tica actividad, incluyendo un viaje relámpago del Canciller a Washington a cha, o uno que deje expresarse en forma libre al "nuevo sujeto". La perspectiva
entrevistarse con el Secretario de Estado Brady y con el Vicepresidente Dan de la liberación final muchas veces se parece al subrnundo que se aprecia a
Quayle. En Chile, Pinochet fue a una viña a comer uva ante las cámaras de comienzos del siglo XXI en todos los paisajes donde se da el fenómeno del
televisión, mientras los agricultores se lanzaban a la calle para protestar contra el "Estado fallido".
"imperialismo". El 24 de marzo, después de comprobar que se trataba de un El programa oficial de Aylwin, que traducía e! lenguaje de la Concertación y de
caso aislado, la DEA levantó la prohibición. Pero el escándalo no había terminado. sus internacionalistas, todavía sostenía corno fines estratégicos algunas metas de
El daño que se le infligió a la agricultura chilena fue ingente. La exportación de otra época. Se prometía "el fortalecimiento de la autonomía nacional, la reduc-
fruta estuvo en la vanguardia del boom de los setenta y de nuevo, al iniciarse la ción de la dependencia exterior y la optimización de las relaciones de coopera-
recuperación en los ochenta. Se hirió al modelo en su punto más sensible, corno ción gubernamental y no gubernamental". No es la "teoría de la dependencia"
anotaban no sin cierta maligna ironía los opositores 78 • Se perdió gran parte de la que se escucha aquí, sino que los ecos del "sistema CORFO". Se culpaba al
una cosecha, ya que al mismo tiempo varios países se sumaron a la prohibición "régimen" de haber "malgastado la presencia internacional" de Chile y de haber
norteamericana, y un sector de los agricultores quebró. El Gobierno y los pro- ideologizado la política exterior. No se hablaba de las Fuerzas Armadas ni de
ductores siguieron con una campaña para que EE.UU.los indemnizara, en una "gobierno militar"; sin nombrarlo, se cargaban las tintas sobre Pinochet. "Nuestro
cifra de alrededor de 300 millones de dólares. Sostenían, entre otras cosas, que país deberá pagar un elevado costo político y económico para reinsertarse en el
las dos uvas en cuestión habían sido envenenadas en Filadelfia, y no en Chile. concierto internacional". Se deben retener estas últimas palabras.
Por consejo del Departamento de Estado, los chilenos siguieron la vía judicial, De ahí se derivaba la necesidad de lograr la "reinserción internacional" de Chile
que fracasó al final, al negarse la Corte Suprema de EE.UU. revisar el caso. y de afirmar la "vocación latinoamericana" de su política internacional, critican-
Si esto fue sabotaje de grupos terroristas; o acción de estilo mafioso, provenien- do a Joaquín Lavín -de quien ya casi todos habían olvidado el nombre- por su
te de EE.UU.; o, para seguir otra versión entonces creída por círculos gobiernistas, expresión .''Adiós a América Latina". También se decía que "Chile volverá a
una maniobra de Washington para influir en los acontecimientos chilenos ("una ocupar el lugar que tuvo, si actúa sin pretensiones de liderazgo y gracias a una
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MUNDO Y FIN DE MUNDO/ CHILE EN LA POLÍTICA 1900-20041 JOAQUÍN FERM.At'JDOIS H.
CAPlTULO XV 1 MANEJO DE CRISIS Y REORDENAMIENTO, 1973-1990
estrategia basada en la excelencia y creatividad de sus políticas y proposiciones". Había un aire de que al revés de los otros gobiernos militares de América Latina,
Era prácticamente lo mismo que afirmaba la Declaración de Principios del en el caso chileno las Fuerzas Armadas tuvieron éxito. Esto sería aceptado de
gobierno militar en 1974, y estaba alejado de posiciones de mayor pretensión una manera u otra por la clase política, al menos hasta 1998. Pinochet no dejaría
de vanguardia.
de aducir que él había posibilitado la nueva democracia.
No sólo en esto había continuidad. Se aceptaba la economía de mercado y se daban Era también afirmado, de una manera u otra, por el torrente de extranjeros y de
garantías a la inversión extranjera y apoyo al esfuerzo exportador de los empresa- líderes políticos latinoamericanos y europeos que comenzaron a arribar para las
rios chilenos. La continuidad sobresalía sin embargo en las primeras frases: ceremonias que se llevaron a cabo entre el ll y el 14 de marzo de 1990, en
Sin unidad nacional no hay presencia externa sólida y reconocida (... ) En Valparaíso y en Santiago. Que una mayoría de los jefes de estado o de gobierno
consecuencia la política exterior es una herramienta imprescindible para la hayan hecho un ademán de no visitar a Pinochet, no era más que un gesto de
seguridad e integridad de la nación, para su desarrollo, la conservación de "corrección política". Lo interesante es que algunos de ellos sí visitaron a un
su valores, el respeto, la confianza nacional y el prestigio internacional 80 . muy cortés Pinochet (que parecía otra persona). Alberto Lacalle de Uruguay,
Carlos Menem de Argentina y José Sarney de Brasil y el vicepresidente Dan
Al mencionar "unidad nacional" y "seguridad nacional", se asumían muchos
Quayle de EE.UU., lo fueron a ver. Aunque en Valparaíso, la nueva sede del
de los supuestos del lenguaje de las Fuerzas Armadas y del gobierno militar. Se
Congreso donde se efectuó el cambio de mando, había violentas manifestacio-
recogía la experiencia entera del período de Pinochet, incluso el desenlace,
nes contra Pinochet, no dieron la tónica del ambiente ni mucho menos.
una suerte de empate, sin un claro vencedor. Fue la base del consenso. Al
querer conservarse los "valores", se daba una interpretación conservadora, en Entre las figuras entonces respetadas, se puede escoger al presidente de Vene-
lo básico, al desarrollo de la democracia chilena en el siglo XX. Era el espíritu zuela Carlos Andrés Pérez, por años considerado uno de los dirigentes "progre-
de "paz ahora" y de reconciliación, aunque esta se pareciera mucho al olvido, sistas" de América Latina. No visitó a Pinochet, pero es casi como si lo hubiera
como es recurrente en la condición histórica del ser humano. hecho cuando dijo que:
De la derrota, Pinochet se recuperó con un programa para futuro. También se El general Pinochet pasó ahora a otro cargo en la república democrática
"re-inventó" a sí mismo. Esto comenzó con la reforma constitucional y el se- de Chile, y no nos corresponde a nosotros hacer juicios, y si algún juicio
gundo plebiscito, con el Banco Central y con la invitación a Aylwin a que lo tendríamos que hacer hoy ( ... ) es que tuvo el acierto histórico de abrir el
visitara después de su triunfo el14 de diciembre de 1989. De la manga sacó la camino a las elecciones y entregar el poder al Presidente Patricio Aylwin.
consigna de "misión cumplida", para animar a su gente y en especial a las Fuer- Aunque fue la presión de todos los sectores de la sociedad chilena la que
zas Armadas, como factor (¿o partido?) político en el nuevo sistema. Pinochet hizo posible este feliz tránsito a la democracia 82
recogió el reconocimiento universal a la transformación económica chilena, que
Llegaba a su término el gobierno militar y el régimen de Pinochet. De la sima de
él había impulsado. Lo dijo ya el día de las Glorias del Ejército, el19 de septiem-
los años setenta, y de la crisis de mediados de los ochenta, el gobierno militar
bre de 1989:
creó los medios para adaptarse al entorno internacional que surgió del mundo
¡Hemos cumplido cabalmente con el deber que nos impusimos el mismo de la post-Guerra Fría. Finalmente, el mérito del gobierno militar, como de la
11 de septiembre de 1973, de reconstruir la institucionalidad política, clase política que cruzó toda la experiencia en uno u otro lado de la barricada,
económica y social, acorde con el auténtico espíritu de nuestra raza! ¡La fue que no quedó entrampado en la maraña creada por el paroxismo ideológico.
misión definida en ese memorable día se encuentra absolutamente cum- Se regresaba al horizonte del orden de la civilización contemporánea.
plida! En efecto, la democracia renovada y fortalecida que se estableció ya
ha dado muestras de solidez y eficacia, y el sistema económico y social ha
restablecido el aparato productivo y ha otorgado un nuevo dinamismo a
la actividad creadora de todos los habitantes. ¡Los hechos son
indesmentibles y constituyen la prueba palpable de que las Fuerzas Arma-
das y de Orden han logrado, con creces, la misión que se impusieron al
asumir el poder! 81
491
CAPITULO XVI
El aire inaugural
Las ceremonias, discursos y mítines duraron varios días, delll al14 de marzo.
En la homilía del Te Deum de la Catedral el 12 de marzo, el arzobispo de
Santiago, cardenal Juan Francisco Fresno, puso el acento en la "reconciliación",
en el cuidado que había que tener con las nuevas instituciones y frente "a la
comunidad internacional que mira con interés hacia Chile". Destaca el catolicis-
mo del nuevo Presidente, que "profesa públicamente su fe" y añade un mensaje
de prudencia:
(En cuanto al Presidente) no basta ser inteligente para ser un buen gober-
nante. Es necesario, también, una gran bondad de corazón, capacidad de
amar y conceder a su pueblo, con bondad y justicia lo que exige cuando
es por el bien común y, detener o limitar con claridad las exigencias des-
medidas que vayan contra ese mismo bien común. No hacerlo, constitui-
ría una debilidad y una injusticia culpables ( ... ) Esta pacificación y este
entendimiento que Dios nos concede y que se está materializando en la
convivencia democrática que nos ha permitido elegir libremente un Pre-
sidente y un Congreso, es un bien que debemos cuidarlo entre todos.
Nos beneficia a todos y cada uno debe colaborar responsablemente a su
mantención y crecimiento 1 .
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cuanto aludía a la "excepcionalidad" chilena y que Chile se sentía democrático que en política "no hay diferencias reales". Sería parte de un sentido de crisis de la
hacia mediados de siglo. "Este es Chile, el Chile que anhelamos, el Chile por el política contemporánea, de la cual Chile es un ejemplo destacado 3 . Con todo,
cual tantos, a lo largo de la historia, han entregado su vida; el Chile libre, justo, desde fines de los ochenta no existían vitalmente bandos en Chile. No pocos par-
democrático. La nación de hermanos". Yañade en una idea que es tanto un nuevo tidarios ardientes de Pinochet confesaban que su triunfo en el plebiscito hubiera
comenzar como una reafirmación de la visión más tradicional: sostenido un alto nivel de violencia; la derrota del "Si", en cambio, abrió el campo
a una distensión no soñada en los meses previos al plebiscito. Los exiliados, que
Desde aquí (... ) proclamamos ante la faz del universo que el tradicional
debían retornar con una carga de odio y resentimiento no sólo contra el régimen
espíritu cívico y democrático del pueblo chileno, que nos ganó el prestigio
y su gente sino, se suponía, contra los chilenos que se habían "acomodado" a las
entre las naciones y fue justo motivo de orgullo patrio, no murió nunca;
condiciones, volvían dispuestos a rehacer su vida en las circunstancias que le ofre-
pudo dormirse, pero luego de años de sufrimiento (.. ) ha despertado con el
cía el país.
ánimo alerta para no dormirse más (... ) Nuestra hermosa historia patria nos
enseña cómo este pueblo pequeño y lejano, pero esforzado y emprende-
dor, superando las dificultades de la pobreza y de su bella pero loca geogra- La Presidencia
fía, rehaciéndose de terremotos, fue capaz de construir una República ejem-
plar, admirada entre las naciones. Ideologizados y divididos por utopías Patricio Aylwin Azócar (n. 1918), hombre culto en las ideas e historia política del
inconciliables, el odio prevaleció un momento por sobre la solidaridad y la siglo XX, era la quinta esencia del Chile de mediados de siglo, de su clase política-
fuerza se impuso sobre la razón. Tras años de cruentas divisiones y predo- mente dirigente, hasta cierto punto hombre también de los sectores dirigentes en
minio de la violencia, hoy nos reencontramos nuevamente, con espíritu lo social. Hijo de un presidente de la Corte Suprema, él y su familia pertenecieron
patriótico y voluntad de entendimiento, dispuestos a hacer que Chile lle- al estilo de la "clase política" de los años del Estado de compromiso. Por trayecto-
gue al amanecer del nuevo siglo como una nación próspera y pacífica 2 • ria de vida, "vivía de la política" y no sólo "para la política", según la clásica distin-
ción de Max Weber. Como muchos falangistas surgidos de la última fase de la
Este lenguaje no existía en 1970, para no hablar de los tres años siguientes. Esta generación de 1930 -década decisiva en el siglo XX chileno-, estaba bien versa-
ardiente profesión de fe, democrática y progresista, que incorporaba una visión do en los debates políticos y de ideas de la Francia contemporánea y en la doctrina
algo ingenua, aunque no del todo falsa acerca del pasado, sólo era posible por la social de la Iglesia.
convergencia en torno al "modelo occidental". Incluso, en forma tácita se asumía
parte de la herencia del gobierno militar. Senador desde 1965, pertenecía de lleno al sector freísta del PDC. Su celo doctri-
nario no era pequeño, y fue artífice de una de las disposiciones más discutidas de la
La convergencia fue favorecida por el fin de la Guerra Fría, que creó un pasajero de por sí discutible reforma agraria. Con todo, su triunfo en las elecciones internas
momento de euforia y optimismo en torno a las posibilidades del "nuevo orden de 1973 fue decisivo por llevar al partido a una posición todavía más combativa
internacional". En realidad, en el mundo se vivía un ambiente de afirmación del con la estrategia de la Unidad Popular. Fue actor de las fallidas conversaciones
futuro, similar al alba que siguió al armisticio delll de noviembre de 1918. Entre finales de la Democracia Cristiana con Allende, en julio de 1973, y uno de los
1989 y 1990 parecía que Chile confirmaba tendencias planetarias. En realidad, líderes que más insistía en que el presupuesto de todo acuerdo tendría que ser "la
como se ha visto en este libro, Chile fue protagonista dentro de sí del fin de la disolución de los grupos armados", en alusión directa a la movilización de la Uni-
Guerra Fría, antes que despareciera del gran escenario mundial. dad Popular. Su declaración del 12 de septiembre no podría ser tomada más que
como apoyo a la intervención de las Fuerzas Armadas, aunque como instancia
Existe un estado de ánimo de la gran masa de la sociedad chilena que ayudó en
arbitral, para reestablecer las condiciones de un gobierno constitucional.
este proceso. La euforia no se dio sólo dentro de algunos círculos de la clase
política, sino que fue un estado de ánimo general. Cuando se ha hablado de que el Cuando estuvo claro que a la Democracia Cristiana le esperaba cuando menos un
país no se encuentra "reconciliado", ello se refiere a algunos temas y a algunos ostracismo político, Aylwin desarrolló una lucha titánica por conservar algo de la
círculos de la población, tal vez bastante menos que el 10% de la misma. Para la estructura del partido y alguna semblanza de oposición; y probarse no sólo ante la
gran mayoría, para el90% de la población en su vida cotidiana y familiar, no existía hostilidad interna, sino contra los duros críticos del exterior, franceses, alemanes,
un sentimiento de hostilidad política de nadie contra nadie, ni personalizado, ni italianos. De siempre, los demócrata cristianos temían el juicio externo, y les mor-
como una amenaza más o menos concreta. Esto sería parte de la "democracia de tificaba q1,1e no se les considerase "democráticos" por haber apoyado la interven-
los acuerdos", del consenso de los noventa y de la impresión del observador, de ción militar. Aylwin fue uno de los líderes de la Alianza Democrática a partir de
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL I900-2004l JOAQUÍN FERMANDO!S H.
1983, y al ser elegido presidente del partido en 1986, cruzó el Rubicón y llamó a Aquí no sólo hay una apología sin excusas a la transición chilena; también ofrece
desafiar al gobierno militar aceptando el terreno abonado por la Constitución de un manifiesto acerca de lo positivo y del puesto ejemplar que el "modelo occiden-
1980. Salto audaz, podía ser tildado de un "colaboracionista". Don Patricio captó tal" tiene para el Chile del consenso. Esto último, se pone con énfasis a propósito
la marea del futuro inmediato o, mejor dicho, las posibilidades del momento. de la economía de mercado:
Emergió de la justa del plebiscito como el líder casi indiscutible de la Concertación. (Vengo) de un país que no sólo está viviendo un proceso político
"Casi", porque sus adeptos forzaron un resultado en las elecciones internas del esperanzador, sino que también está experimentando un proceso económi-
partido a fines de 1988, en lo que se conoció como "Carmengate". Los otros co positivo y promisorio. Tras diecisiete años de gobierno autoritario, Chile
precandidatos, Andrés Zaldívar, Gabriel Valdés y Eduardo Freí Ruiz-Tagle acepta- está demostrando que en el mundo en desarrollo una economía que crece,
ron morder el polvo de una derrota dudosa ante la "máquina" imparable de que es estable y busca ser equitativa, es compatible con un sistema político
don Patricio. abierto y democrático (... ) Por eso los chilenos miramos con optimismo
Como candidato y como Presidente electo, Aylwin ocupó de inmediato un puesto nuestro futuro económico. Un pasado de grandes fluctuaciones nos ha
que el subconsciente del chileno estaba esperando, el hombre que lo vinculara con permitido lograr un amplio consenso acerca de la estrategia de desarrollo
un pasado algo idealizado y que, a la vez, fuera una liberación del pasado inmedia- para el país4 •
to, cargado de violencia, incertidumbre y división. Frente a Büchi, personificación Son palabras de la post-guerra, es decir después de la Guerra Fría, la grande, la
de la verdad tecnocrática, de la eficiencia y al mismo tiempo, heredero de la gene- internacional; y la que se dio al interior de la sociedad chilena, como parte de la
ración de los sesenta, Aylwin era la representación del antiguo "caballero" chile- política mundial.
no, sin ser "pije". De sólida clase media alta, irradiaba seriedad, coherencia e idea-
En sus giras, a los cinco continentes, lo acompañaba la imagen asentada de manera
les. A casi nadie se le ocurrió recordar la campaña de 1970, donde la Democracia
firme, de representar lo más virtuoso del "modelo chileno", es decir, la feliz unión
Cristiana destacó, en especial, la edad de Jorge Alessandri, entonces sólo tres años
entre la reforma económica exitosamente introducida por los economistas del
mayor que Aylwin en 1989.
gobierno militar; y la vuelta a la democracia de la cual don Patricio era la muestra
La democracia chilena fue recibida como tal en una sola exclamación mundial. De más eximia. Quizás europeos y norteamericanos no lo habrán encontrado muy
su abundante palabra internacional, un texto bastaría para entender cómo veía su "latinoamericano"; los que entendían algo de Chile y los chilenos detectaban un
momento ante el mundo, en su discurso ante el Parlamento Europeo en 1991: tipo humano de chileno destacado. También, no le era agradable a él, o a su
En este tiempo nuevo, cuando una ola democratizadora recorre nuestro sucesor Eduardo Freí, tener que explicar a observadores algo incrédulos, cómo
mundo y los muros ceden el paso a la libertad, los avances de la Comunidad podía convivir con su antecesor, el dictador Pinochet, ahora comandante en jefe
Europea hacia su unidad económica y política están dando un nuevo rostro del ejército y todavía líder político para una parte del país. El mismo Pinochet le
al orden internacional. Con los pueblos latinoamericanos también estamos hizo una descortesía, por decir lo menos, al efectuar el "boinazo" mientras el
presentes en esta etapa trascendental de la humanidad contribuyendo a este Presidente arribaba a Rusia en 1993; fue un bochorno algo parecido al de Gabriel
nuevo rostro universal con nuestro propio esfuerzo de democratización, Valdés al decir que Chile era "normal" en Inglaterra, ¡el mismo 21 de octubre de
desarrollo e integración. Signo de esto es la historia reciente de mi país. Los 1969! Por otra parte, Aylwin siempre impresionaba por su talante sobrio, la serie-
chilenos hemos recuperado pacíficamente nuestra democracia, de la que en dad de sus propósitos y lo interiorizado que estaba de los asuntos públicos. George
el pasado tuvimos justo motivo de orgullo, a través de un largo camino (... ) Bush (padre) quedó con una excelente imagen del chileno, al ser recibido por
En este andar, Chile contó con la solidaridad de los pueblos europeos que Aylwín en su casa particular, un bungalow de un barrio y del estilo de la clase
tomaron en sus manos la causa de la democracia chilena (... ) Chile vive un media alta profesional.
clima de plena libertad y de paz social, lamentablemente perturbado por Patricio Aylwin sería el gran catalizador del consenso interno, aunque no pocas
algunas cruentas acciones de grupos violentistas que suscitan repudio ge- veces se encontraba incómodo con el fin de la era de las querellas ideológicas. Le
neral. Dentro de la vía institucional que el pueblo chileno escogió, libre y imprimió un pathos especial a la presentación del Informe Rettig, al mes tuvo que
soberanamente, para transitar del autoritarismo a la democracia, vamos avan- condenar el asesinato del senador Jaime Guzmán y asistir a su funeral. Esto creó,
zando a paso firme y decidido, con los escollos y demoras propias de todo por el tiempo venidero, una suerte de "empate" de la violencia. Dirigió un mo-
Estado de Derecho. mento cenit del desarrollo económico chileno de acuerdo a las pautas trazadas
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por el gobierno militar, pero a la vez se preocupaba de no dejar la impresión de sobriedad que era captada por una amplia masa de chilenos. No era el tipo del
que era un "mero" neo-liberal. Le gustaba hacer gestos que supuestamente de- "caballero" de Patricio Aylwin -y con un matiz clave de diferencia, de Jorge
mostrarían que estaba a disgusto por conducir una economía liberal. Alessandri y Freí padre-, tampoco era el "pije" o "pirulo" que produce recha-
El mismo Presidente profundizó algunas medidas de apertura económica em- zo en el Chile popular.
prendidas en los años de Pinochet. Famosa sería su expresión, "el mercado es De frases cortas y previsibles, hablaba a través de lugares comunes, como Pinochet,
cruel", a semanas del estallido de un escándalo por un fraude a CODELCO, a pero sin la violencia (y cazurrería) de éste. Su parquedad e incluso su inexpresividad
comienzos de 1994; o que él no iría nunca a un "mall", símbolo del consumo. No al comunicarse, transmitía honestidad y estaba desprovisto de demagogia. Su cul-
era sólo una ética de la sobriedad, que también representaba; era un gesto de tura ha sido un misterio, pero sin duda en la privacidad de la oficina sabía practicar
testimonio no carente de histrionismo para buscar -artificialmente- una cohe- su talento ejecutivo y empresarial. La combinación de ambas cualidades hizo que
rencia con el antiguo socialcristianismo, y la beatería del mismo. En esto último, el empresariado político, la famosa "derecha económica", tuviera amplia confian-
era fiel representante de una cierta conciencia de culpa que acompañó a la Falan- za en su gestión. Por lo demás, supo juntar a un grupo de talentos de primera fila
ge. Sus adversarios en la derecha y en la izquierda se burlaban de su "estilo de en la administración.
abuelito", por su tono docente, paternalista; "habla como cura" era una mofa
Un desconocido para el país, apareció en público a raíz del funeral de su padre,
favorita. En los hechos, representó a cabalidad el papel de pater familias que
momento dramático en 1982. Luego comenzaría a compartir su tiempo de traba-
ansiaba el Chile post-Pinochet, que quería cambiar en forma ordenada. Sin gran-
jo con la actividad partidista, en una vocación política recién descubierta. Después
dilocuencia ni pomposidad, Aylwin fue el caballero que dio seguridad y que abrió
del plebiscito, un grupo de amigos de los altos niveles del partido, lo convencie-
una época de oportunidades, por el cual el chileno medio había votado en diciem-
ron que su nombre era número ganador, como en efecto lo era en un país tan
bre de 1989.
patriarcal. Sólo el manejo habilísimo de la maquinaria de Aylwin le cerró el camino
Eduardo Freí Ruiz-Tagle (n. 1942), hijo de Eduardo Freí Montalva, presenta un en 1989. En cambio, ese año fue elegido al Senado y luego comenzó a recorrer el
caso que quizás singulariza la historia política de Chile. Es el quinto caso de un país y a preparar la maquinaria del partido. Era talla fuerza de su nombre, que a
hijo de Presidente que también lo llega a ser. Sería el sexto, si se agrega, como sería regañadientes, sus rivales dentro de la DC, Gabriel Valdés y Andrés Zaldívar, tu-
juicioso hacerlo, a Ambrosio O'Higgins, gobernador de la Capitanía General (1788- vieron que hacerse a un lado. En las primarias de la Concertación, la izquierda no
1796) y después Virrey del Perú, ya su hijo Bernardo O'Higgins, apelado "padre pudo con la maquinaria de la DC y Freí fue el preferido. Como si no bastara la
de la patria", a quien Pinochet elevó a la dignidad de "Libertador". Le seguirían magia del nombre, la derecha casi logra autodestruirse en un combate permanen-
en la historia republicana Francisco Antonio Pinto (1827-1829) y su hijo Aníbal te dentro de sí misma. El triunfo apabullante en las urnas, el 58% que superó a la
Pinto Garmendi (1876-1881);Manue!Montt (1851-1861) y su hijo PedroMontt victoria épica de su padre en 1964, tuvo como contrapartida la presencia de un
(l906-1910);Federico ErrázurizZañartu (1871-1876) y su hijo Federico Errázuriz gran ausentismo electoral representado por los jóvenes que habían dejado de ins-
Echaurren (1901-1906); Arturo Alessandri Palma (1920-1925; 1932-1938) y su cribirse. Era la aparición visual del "malestar con la política".
hijo Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964). No parece caber duda que esto
Eduardo Freí Ruiz-Tagle dirigió el país en los años de su pleamar de éxito en el
a!¡¡o dice sobre el país, sobre sus dinastías políticas y sobre el conservantismo social
desarrollo económico. Su culminación simbólica fue el discurso ante el Capitolio
y político que lo caracterizaría. En el inicio de sus respectivas carreras, a todos los
en Washington, destacando que era un Presidente que no venía a pedir dinero. No
ayudó el ser hijos de Presidente, y de provenir de cuna de sectores altos o medio
fue un líder político ni menos un estadista, pero su desempeño fue más que deco-
altos. Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), fue el único que era casi un desco-
roso hasta 1998. No podía imprimir al país una ruta creativa. Tampoco era dramá-
nocido al lanzarse a su primera lid presidencial en 1989.
ticamente necesario, ya que podía contentarse con administrar un período de ex-
Ingeniero civil de la Universidad de Chile, Eduardo Freí tuvo los privilegios plosión sin precedentes en el siglo XX de las fuerzas productivas en Chile. Sólo
normales de un hijo de familia destacada, incluyendo una estadía de estudios de cuando los restos de la "crisis asiática" de fines de 1997, arribaron a Chile en
post-grado en Italia. Llegó a ser socio importante de una gran firma, Sigdo 1998, y el Gobierno siguió con sus mismas políticas, se acumularon los problemas
Koppers, y adquirir los medios de vida de clase alta, aunque sin la parafernalia de por los que la Concertación pagaría en las elecciones presidenciales de diciembre
la misma. La sencillez y llaneza de su estilo, alejado de las pretensiones del des- de 1999. Esto sería el prólogo a la sensación (y realidad) de estancamiento que
orbitado rito social santiaguino y chileno, entregaba a Eduardo Frei un aire de predominaría a comienzos de la década del 2000.
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Aunque sin mayor formación en asuntos mundiales, se dejaba instruir por un Zaldívar. Lagos venía de la familia de izquierda laica, muy diferente a la de los dos
núcleo que sí lo tenía y sin duda gozó con su papel de Presidente estrella, de un presidentes anteriores. Hijo de la clase media profesional, de joven había sido un
país ya "normalizado", del "modelo chileno". Le tocó el momento estelar de la exponente de la izquierda del viejo radicalismo chileno, y a comienzos de los
presentación de Chile ante el mundo hasta el estallido del "caso Pinochet", el16
sesenta, cuando el Partido Radical entró al gobierno de Jorge Alessandri, se retiró
de octubre de 1998, cuando muchos líderes europeos "descubrieron" que Chile de sus filas y se fue al socialismo, identificándose con su programa revolucionario.
no era totalmente democrático. Con todo, este grave incidente no fue fatal, y la Su campo de batalla específico, antes que la agitada vida política, fue la académica.
imagen popular que quedó de Freí dentro y fuera del país no era mala. Fue el
típico presidente de los "viajes presidenciales". Exiliado, su doctorado en economía en Cornelllo puso en contacto con la reali-
dad norteamericana y su mundo universitario. A eso se sumó su vida de exiliado
En términos internacionales, el momento cumbre de Freí estuvo en su visita de
activo dentro del socialismo, experimentando la evolución de la que se ha habla-
Estado a EE.UU. en febrero de 1997. Habló ante una sesión plena del Congreso,
do, en dirección al socialismo occidental. Emergería como uno de sus líderes po-
no muy concurrida a decir verdad, puesto que Chile ya no era un "issue". Con
todo, tiene este simbolismo: lítico e intelectual más destacado. Tuvo una catapulta al estrellato. En el programa
del Canal13, "De cara al país", dentro de la apertura a la campaña al plebiscito, el
Tampoco hemos buscado una bonanza fácil. Hemos preferido un creci- 25 de abril de 1988, fue el primer líder de la oposición que se atrevió a increpar a
miento estable y sostenido. No hemos promovido avances efimeros, sino Pinochet por querer permanecer en el poder, extendiendo acusadoramente el dedo
aquellos basados en el esfuerzo real de los chilenos. No hemos creído en los índice. Su camino a La Moneda no fue del todo fácil. El primer período presiden-
milagros, sí en el trabajo duro y constante( ... ) Hemos superado la tenta- cial en democracia tenía que ser de un demócrata cristiano. Derrotado por Jaime
ción de la promesa fácil. La franqueza ha sido nuestro lenguaje. La discipli- Guzmán en las elecciones a senador por Santiago poniente en diciembre de 1989,
na social ha sido la respuesta. A pesar de las muchas demandas sociales a pesar de haber casi duplicado los votos del candidato de la UDI, pareció que era
postergadas, la conducta de mi pueblo ha sido ejemplar. detenido en su avalancha. Aceptó lo que para muchos era un suicidio político, el
Existe la continuación del mensaje de "eficiencia" que venía del iceberg de la Ministerio de Educación, para retirarse en 1992 a ser precandidato de la
exposición de Sevilla en 1992; y el reconocimiento de que Chile dejaría de ser Concertación, y ser vencido por la avalancha del pasado representada por Eduardo
Freí Ruiz-Tagle. Ministro de Obras Públicas de este, aprovechó con destreza el
"limosnero", quejumbroso o encantador, asumiendo que la posición internacio-
cargo para emprender políticas innovadoras. Eran los días de las vacas gordas, y
nal dependía en especial de su ordenamiento interno. También está la profesión
el ministro aparecía en forma constante en las numerosas inauguraciones, nunca
de fe internacional de la época, el libre comercio y las buenas palabras acerca de
una finalidad superior en la vida internacional: antes vistas, producto de la madurez de las reformas económicas que se habían
iniciado en los años setenta, y que los gobiernos de la Concertación y el mismo
Estamos comprometidos con el libre comercio. No son meras palabras. Es Lagos habían asumido con gran convencimiento. El "caso Pinochet" le produjo
absolutamente concordante con nuestra estrategia de desarrollo en la aper- las contradicciones de los personeros de su origen, ¿defender un principio que
tura de la economía, en la generación y aprovechamiento de nuevas venta- ayudaba al ex hombre fuerte? o ¿aceptar una acción internacional que mal que
jas competitivas y en la inserción en numerosos mercados( ... ) No quere- mal deslegitimaba al gobierno chileno, aunque castigaba a Pinochet?
mos pasar simplemente del mundo del enfrentamiento ideológico al de la
competencia económica. No queremos un mundo sin alma.( ... ) Sabemos Ante la sensación de crisis, y que nadie pudo montar una candidatura alternativa,
que la globalización no está guiada por la compasión ni solidaridad. Que Lagos fue la cabeza de la Concertación en las elecciones de 1999. La coalición
tiene dos caras, una hermosa y otra que no lo es. Rectificarla, hacerla justa, esperaba renovarse con un líder nato; la izquierda confiaba en que se destacaría un
es la responsabilidad y la tarea, no culparla de nuestros males 5• lenguaje más dinámico, que recuperara algo de la allure de la antigua fe, amorti-
guada por el poder, por seguir las políticas económicas y sociales "de otros", por el
Si estas palabras las hubiera pronunciado Jorge Alessandri en 1970, habrían sido eclipse de los "sueños", "utopías". Sin embargo, su triunfo que se preveía aplas-
suficientes como para que perdiera las elecciones. tante toda'\Ía en septiembre de 1999, le dio sólo el47% de los votos, treinta mil
Desde 1988, los herederos "renovados" de Allende tenían un líder indiscutible, por sobre Joaquín Lavín. El estilo de este, a su manera, "apolítico", en analogía
Ricardo Lagos Escobar (n. 1938). En 1999 estas fuerzas lograron imponer su disirnil con Jorge Alessandri, le trajo una inesperada resurrección a la derecha,
candidato en las elecciones internas de las Concertación frente al senador Andrés aunque el triunfo final fue para Lagos el16 de enero siguiente.
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años del régimen contribuyeron a la despolitización; por otra parte, ha sido en forma espontánea como excelente maquinaria; una falange de jóvenes estudiantes
diverso grado una manifestación globaL Los años de Pinochet sólo pueden expli- y profesionales entre los 20 y los 40 años de edad. Es el último grupo amplio que
car una parte de ello. Además, en las protestas de los ochenta ¿no se sostenía que cree en la política como vocación, aunque le da otro nombre. Como la Falange en
el pueblo chileno quería participación? La ironía fácil no es buen hilo conductor a los treinta, salió de un cenáculo universitario organizado por Jaime Guzmán en la
la comprensión de las cosas. En Chile, como tantas experiencias del siglo XX, los segunda mitad de Jos sesenta, un verdadero "partido de notables" (jóvenes). SupO-
hechos mundiales parecen darse con más intensidad y precipitación. Es el tipo de romper el capullo de la clase alta en Jo social, y llegaron a captar una elite extraída
pertenencia del país a la política mundial.
de la clase media y media alta, que exige rigor y sacrificio, y además es fashionable.
La paz política y (en gran medida) social de los noventa y de los primeros años de Se hicieron de la estructura, gracias a su participación casi sin reservas en el gobier-
la década siguiente, se ha ganado a un precio que en el largo plazo podría ser no militar, y de haber sido Jaime Guzmán el principal "consejero del príncipe".
peligroso: la crisis de la política no por la polarización, sino que por el desinterés No fueron afectados por el término del gobierno militar. Por el contrario, fue la
por lo público. En Chile han llegado a escasear Jos seres dotados de la palabra ante circunstancia que Jos proyectó a la escena política competitiva, con gran éxito.
un público, la quintaesencia del político según Hannah Arendt. Aunque siempre Ejercieron una combinación de inflexible defensa del sistema de Pinochet, y cuan-
hubo una permanente quejumbre contra "los políticos", que no fue inventada por do adquirían poder, transaron con la Concertación si el tema no les importunaba.
Pinochet, la actitud general hacia ellos es de indiferencia, cuando no de desprecio, Como tanta política exitosa, dieron muestra de la extraña y a veces chocante com-
en muchos sentidos injusto. Hay paz política y progreso material; mas el "malestar binación de inflexibilidad y transacción, que no pocas veces se parece al cinismo 8 .
con la política" es el fenómeno sustancial. Si el estado de ánimo descrito se pro- No tienen un paralelo real en el continente latinoamericano, sólo analogías distan-
yecta con intensidad hacia el futuro, sería el triunfo de La naranja mecánica, la tes. Se debe recordar que la derecha chilena nunca ha tenido ese paralelo, ya que
"utopía negativa" de Anthony Burgess, como "totalitarismo pasivo", y no el tota- más que la izquierda, ha sido un producto único de ftnis terrae. Quizás, una
litarismo activo que yacía en la visión de 1984 de George Orwell.
analogía lejana está en los llamados "neo-conservadores" norteamericanos de las
La crisis de la figura del político ha sido un tópico que ha recorrido toda la historia últimas dos décadas. Se ha dicho que junto con el Partido de los Trabajadores de
moderna, y por eso hablar de ella podría expresar una observación particular, Lula, son las únicas agrupaciones políticas latinoamericanas nuevas 9 • En todo caso,
parcial, que distorsiona el paisaje completo. Los autores de la crítica a Chile de no se debe olvidar que la síntesis de la UDI ha sido entre el liberalismo económico
comienzos del siglo XX (Cap. III), no opinaban otra cosa de Jos líderes de enton- y la raigambre del conservadurismo "hispanista".
ces. La diferencia parece estar en el cambio de perfil. La televisión, la herramienta
que más modela la cultura de masas del cambio de siglo, emite el mensaje de que
los modelos deseables son los showmen/women, o el tipo humano de ejecutivo La "internacionalización" de la política chilena
exitoso en momentos de esparcimiento. La mundialización informativa a través de La política interna chilena ha continuado el proceso de "internacionalización",
la televisión por cable y por internet ha reforzado esta tendencia. es decir, su inclusión en redes y percepciones de la sociedad internacional. En
Por lo demás, la crisis de la política no ha sido tan grave allí dónde siempre fue la extrema izquierda, y en parte de la Concertación, además de mantener el
sólida, y no ha habido ninguna desaparición de las "utopías", ya que estas desde paradigma cubano, se han identificado con la llamada "antiglobalización".
hace muchísimo tiempo nunca fueron un componente básico de las democracias Pretende ser la auténtica resistencia al "neo-liberalismo" y el "Consenso de
social y económicamente desarrolladas. De ahí que el caso chileno podria tratarse Washington", que sigue la economía política de la post-Guerra Fría -en mu-
de otro puente trabajoso hacia la "normalidad". chas partes, iniciada antes de 1989-, y las recomendaciones de organismos
como el FMI. Tiene fuertes lazos con las ONG europeas y hasta norteamerica-
En la misma política tradicional, ha habido un fenómeno nuevo que hace destacar nas que agitan los "nuevos temas" de las relaciones internacionales (medio
al país en una singularidad latinoamericana. A fines de la década de los noventa, la ambiente, género, minorías), y se ha visto fortalecida en su autoconvencimiento
UDI había ganado la batalla política dentro de la derecha, constituyéndose en la debido a la crisis de la mayoría de los estados latinoamericanos a fines de los
principal alternativa de la Concertación8• Dentro de un ambiente político en el cual noventa, en especial con el fenómeno de Chávez en Venezuela. Su impacto en
la disponibilidad de recursos decide mucho acerca de las elecciones -en un símil el país ha sido muy limitado, sin romper el marco de un ghetto político, aun-
lejano al "cohecho" de otros tiempos-, su triunfo no se debe sólo a lo cuantioso que mantiene presencia en el mundo de la cultura, en esa esfera en donde
de Jos aportes que recibió. Posee un aparato jerárquico aunque organizado en esta se epcuentra con la política en su sentido más amplio. El tema de los
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"derechos humanos", es decir, el castigo a los militares por los excesos de los exceso con un sistema heredado "de la dictadura" y se hacía alusión a "la mala
setenta, es otro espacio para su presencia pública. distribución de la riqueza".
El tema lo une al mundo de la Concertación, aunque la coalición ha tenido una Desde siempre, la derecha chilena fue más un producto "autóctono" del país, al
marcada evolución en este aspecto en los noventa. Se inició con una condena menos en comparación con la izquierda, aunque la orientación hacia el conser-
moral a raíz del Informe Rettig en 1991, y se añadió la presión de Aylwin, de gran vadurismo hispánico fue visible. Hasta 1973, sus relaciones con los pares del con-
consecuencia práctica, para que el poder judicial reinterpretara la Ley de Amnistía tinente fueron casi inexistentes, aunque hay que tener en cuenta que en el resto de
de 1978, que en los hechos ha llevado a su derogación. La importancia de ser un la región, la derecha nunca ha tenido un rostro tan perfilado como en Chile.
país "moralmente correcto" era de primera magnitud para la Concertación al pre- A título individual, algunos políticos chilenos habían mantenido relaciones con lo
sentarse al público internacional, en lo que cabía una fuerte dosis de sinceridad que se podría llamar "derecha" en EE.UU. y en Europa, como era el caso de
apasionada, fruto de experiencias a veces terribles. Sólo que, por gran parte de la Pedro Ibáñez con la Sociedad Mont Pelerin; o indirectamente los "Chicago boys"
década, esta actitud se vio algo sobrepasada por la nueva posición de ser estrella con la economía política norteamericana. Es decir, aunque la derecha chilena reci-
internacional y por la fiebre de promoción del libre comercio y las inversiones, bió los influjos externos a lo largo del siglo XX, nunca tuvo una actitud de curio-
todo esto matizado por una porción de "nuevos temas". sidad o de interés consciente hacia las grandes tendencias políticas de Europa o de
Hacia el fin de la década e inicios de los años del 2000, parecía promisoria la EE.UU., para no hablar de otras latitudes.
integración a la "Tercera Vía" propiciada por Tony Blair y su mentor, Anthony Pagaría un precio por esto. Durante los años de la Unidad Popular no recibió
Giddens. Ricardo Lagos, el más intelectual de los tres presidentes de la solidaridad externa, salvo de la Casa Blanca por intermedio de la CIA. Durante
Concertación, parecía el más identificado con esta postura, que se podía ver como el gobierno militar, no fue un factor internacional en su apoyo a la estrategia de
una suerte de alternativa al llamado "neo-liberalismo" sin caer en los modelos Pinochet, salvo en el ámbito empresarial. Sus líderes parecían no leer diarios del
estatistas o populistas. En qué consistió la Tercera Vía, eso nunca pudo ser formu- mundo ni entender nada de política mundial. En parte, el aislamiento diplomá-
lado con claridad. Una vez lo señala: tico del gobierno militar tiene aquí una de sus raíces. Para los norteamericanos
¿Cómo se relaciona esto con la llamada tercera vía? (... )El hecho de usar un por ejemplo, la derecha se les aparecía como la clase dirigente del sur de antes de
mecanismo del mercado no significa necesariamente que se va a crear una la guerra civil, una "oligarquía" esclavista. Como su enemigo era la izquierda
sociedad de mercado, es distinto. (... ) ¿Quién va a definir los bienes públi- marxista, la utopía de Washington tenía que dirigirse a la Democracia Cristiana
cos? Los ciudadanos, que eligen sus autoridades y representantes en una y a Eduardo Freí Montalva, que eran inteligibles para su cultura política. No es
sociedad democrática (... ) ¿Quién va a estar a cargo? Empresas del estado o el caso de la derecha, aunque hayan tenido que reconocer su efectividad a fines
empresas privadas, realmente no importa, y esto es muy importante 10 • del siglo XX.
Es la línea del socialismo europeo, posterior a la de 1945, de establecer un estilo y Esta realidad experimentó un cambio significativo en los noventa. El mundo inte-
contenidos diferentes en la forma de operar del mercado, y no meramente amino- resado en Chile "perdonó" a la derecha a raíz de su "triunfo" al haber ayudado a
rar sus efectos negativos. impulsar la estrategia modernizadora de Pinochet; la derecha, a su vez, ganó
provecho del universal coro de alabanzas hacia el "modelo Chileno". Pocos le
La práctica política de ese tipo de gobierno, que se sitúa entre una vuelta hacia el reprocharon haber sido uno de los cimientos del gobierno militar; en realidad, la
pasado "glorioso" de la izquierda -tal como Hobsbawm sugiere se desarrolló derecha cosechó casi todas las alabanzas, y casi ninguna de las críticas que empeza-
entre 1945 y 1973-, llevada a cabo por la izquierda antisistémica por una par- rían a caer como avalancha a fines de la década de 1990. Es cierto que algunos
te, y la derecha muchas veces provista de nuevo fervor por la otra, indica hacia sectores europeos y norteamericanos que en el medio chileno podrían ser califica-
una suerte de constitución de "centro político". Sin embargo, en la izquierda dos de derecha, se han sentido siempre mucho más cómodos en su relación con la
chilena, e incluso en la Democracia Cristiana, era inconcebible no ser de "iz- Democracia Cristiana, como los alemanes y los franceses, demócratas y (muchos)
quierda", y esto constituye la mayor carga de conciencia de esta perspectiva. En republicanos de EE.UU. El caso más paradoja! ha sido el de José María Aznar, el
América Latina, la Concertación recibe señales mixtas; se reconoce la estabilidad premier español hasta el 2004, que viene de un partido lo más análogo a la dere-
institucional y el relativo buen desempeño económico; por otra parte, desde la cha chilena que se puede encontrar en el mundo hispanoamericano e ibérico. El
izquierda continental se consideró a lo largo de los noventa que se convivía en mismo Aznar hace de su identificación con la Democracia Cristiana, no sin gesto
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histriónico, un puntal de su política. Es un diezmo a la "corrección política" que Carlos Figueroa, ocupó el puesto por ser hombre de la total confianza de Freí en
ha pagado religiosamente. En visita oficial a Chile, Aznar afirmó que sólo había 1994, y a los seis meses pasó a ser Ministro del Interior. Sólo dos de ellos, José
saludado a Joaquín Lavín por ser alcalde de Santiago. La respuesta de éste tenía el Miguel Insulza (entre 1994 y 1999) y Juan Gabriel Valdés (entre 1999 y 2000)
aire de poner la otra mejilla, al afirmar que él "representa un sector muy importan- pueden ser considerados como provenientes de una trayectoria de destacados
te de chilenos, que también lo conoce en forma personal en las reuniones que internacionalistasi 3.
hemos tenido en España" 11 •
Aunque los gobiernos de la Concertación entregaron gran confianza a diplomáti-
A pesar de este lastre, los dirigentes de derecha desarrollaron un activismo interna- cos de carrera que trabajaron para el gobierno militar, era inevitable que en los dos
cional pequeño, medido con el de otras fuerzas en Chile, pero que importó un altos cargos de ministro y subsecretario, al menos al inicio iban a nombrar a
cambio trascendental en relación a los que existían antes de 1990 o de 1973. políticos identificados con la coalición. Con nutrido grupo de intelectuales espe-
Renovación Nacional es parte de una "internacional liberal" y la UDI a través de cialistas en relaciones internacionales, con destacados diplomáticos en su entorno,
sus miembros, se vincula con entidades y actores norteamericanos y latinoameri- algunos desde siempre cercanos a las tiendas de la Concertación -aunque un
canos. Muchas veces esta actividad es dificil de distinguir de las relaciones empre- puñado también trabajó al comienzo para el gobierno militar-, nadie esperaba
sariales, llevadas acabo por sus alter ego del Centro de Estudios Públicos (CEP), que se nombrara a alguien lejano a esos ajetreos. Enrique Silva Cimma había reti-
dirigido por Arturo Fontaine Talavera, foro de derecha liberal ante la sociedad y la rado una precandidatura presidencial a cambio de la Cancillería. Una situación
totalidad del espectro político cultural. Este Centro empezó a ocupar un puesto parecida se vivió el año 2000. Soledad Alvear jugó un papel de primera magnitud
clave en la segunda mitad de los ochenta, de modo tanto de vincular a la derecha en el triunfo de Lagos en la segunda vuelta. A través de este cargo, Soledad Alvear
y a los empresarios con otros actores políticos y con el mundo intelectual, como ha logrado perfilarse como posible candidata presidencial de la Concertación en
en desarrollar una perspectiva no sólo económica, sino que también política y las elecciones de 2005.
culturalmente liberal. Está también: Libertad y Desarrollo muy cercana a la UDI;
Enrique Silva Cimma había sido -y es- un típico producto del antiguo centro
y Libertad, de Renovación Nacional. Mientras el primero es un centro intelectual
político, el Partido Radical. Fue propuesto al Senado como Contralor de la Repú-
y de diálogo político, los otros reflejan más bien su relación con los partidos. Nada
blica por Jorge Alessandri en 1963, cargo desde el que se retiró en 1967.
de esto había en la derecha antes de 1973, si se exceptúa en parte a El Mercurio.
Sin embargo, siguió la ruta hacia la izquierda de una gran parte del radicalismo.
En los noventa, las organizaciones independientes u ONG, recogieron y han man- Encabezó el Tribunal Constitucional durante el período de la Unidad Popular,
tenido viva la internacionalización de la vida pública que se hizo tan intensa a con evidente favoritismo por los intereses estratégicos de su gobierno. Durante el
partir de fines de los sesenta. Muchas de ellas no se pueden identificar sin más con gobierno militar siguió en la política activa, aquella de reuniones de amigos que
lo que se llamaba "izquierda" o "derecha", pero son parte de una comunicación podía ser tolerada, y a comienzos de los ochenta vivió en Venezuela y en España,
vital del país con el mundo. Por cierto, constituyen un factor de la estabilidad y pero nunca por demasiado tiempo. Volvió también a un centro político, aunque
desarrollo del país como país. Mas, quien de esto quiera sacar una lección de con cierta nostalgia por las coaliciones con la izquierda. La personalidad política y
optimismo incorregible, que recuerde que el crecimiento de un mundo cosmopo- la trayectoria le ayudaron en el buen desempeño en un período de recuperación
lita no fue óbice alguno para el estallido de la Primera Guerra Mundial 12 • de protagonismo discreto, y de auge del "modelo chileno". Mal comunicador,
era un buen interlocutor y negociador, sabiendo manejarse dentro de una clase
intelectual que miraba con cierto menosprecio a este advenedizo que se había
La política exterior bajo el signo del éxito "avivado" con el cargo.
Si la Cancillería era un problema para el gobierno militar, en los noventa y en los Eduardo Freí nombró primero a su amigo y miembro del "circulo de hierro"
primeros años de la década siguiente, el servicio exterior pasó a ser, en lo político, Carlos Figueroa, y a los pocos meses se lo llevó al Ministerio del Interior. Lo
un cargo prestigioso. Si se mira a los cancilleres de la Concertación, es sorpren- reemplazó por José Miguel Insulza. De joven había sido demócrata cristiano; como
dente que de los trece años transcurridos al momento de escribirse estas líneas, muchos talentos de su generación, se fue al MAPU y en el exilio derivó al socia-
durante casi ocho años hayan sido dirigentes netamente políticos los que usaron el lismo. Grari parte de esos años los pasó en México, donde junto a Luis Maira
cargo. Dos de ellos, Enrique Silva Cimma, entre 1990 y 1994 y Soledad Alvear (a ayudaron a crear un centro de estudios acerca de EE.UU. Aunque insertaron esta
partir de 2000), lo exigieron como retribución a su propio aporte; el tercero, especialidad en su lenguaje socialista, en los hechos era otro ángulo del nuevo
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de retribuir a los partidarios, tratando, "en lo posible", que sean aquellos que Esto fue acompañado casi por un "perdón" a Pinochet. Al igual que sucedia en la
tengan alguna experiencia comparable. política interna, se creó una curiosidad en torno a su persona y a sus viajes todavía
En el gobierno de Aylwin, la gran mayoría de los embajadores provenientes del como comandante en jefe del ejército. Aunque la imagen negra que tenia a lo
mundo político, eran personas que de un modo u otro tenían una trayectoria largo del mundo se mantuvo en lo básico, lo que se tendía a ver era el vigor de la
"internacionalista"; o habían ocupado embajadas ya sea antes de 1973; o eran nueva democracia y la vigencia del "modelo chileno". Un ejemplo típico o se
funcionarios de carrera que se había retirado en el curso del desarrollo del go- puede en encontrar en las palabras del representante norteamericano por Nuevo
bierno militar, y que se acercaron a la Concertación en los años ochenta. Fue México a su paso por Chile en 1990, Bill Richardson:
una carga para el funcionario de carrera, no pocos de los cuales habían sido Nosotros vemos a Chile como un modelo político para toda Latinoamérica,
desde su ingreso, aun después de 1973, simpatizantes de la oposición al régi- por su tradición del pasado, los pasos que se han dado, y por las medidas
men. Aunque los planes de estudios de la Academia Diplomática Andrés Bello económicas que se han adoptado 15 .
fueron cambiándose, en la búsqueda de un perfil adecuado para un funcionario
moderno, todo el proceso ha sufrido de la mencionada carencia de una "refor- Fue standard en los primeros años de los noventa. Una década después, se mantie-
ma del Estado". Sobre este tema se ha escrito mucho y se han realizado innume- ne mucho de ella, aunque le ha crecido una crítica ingente dentro y fuera del país.
rables seminarios, pero sin que se haya acometido realmente nada después de las Si bien el caso chileno fue el último dentro de un proceso de transición a la demo-
reformas de los setenta. Como en muchas partes, el simple hecho de ser funcio- cracia que comenzó hacia 1980 en América Latina, ha sido el único que pudo
nario de carrera "para toda la vida" ya no es una ocupación apetecible, sobre combinar crecimiento económico con digestión positiva de la democracia por
todo porque se esfumó el atractivo social y político para servir al Estado, lo que parte de una gran mayoría de la población 16 . Aunque estas dos características de-
antes, en cierta manera, había. ben ser puestas en su lugar señalando sus bemoles, en principio se puede decir que
la década de los noventa fueron los años más exitosos de Chile del siglo XX. Así de
Los viajes han constituido, para el público, casi la esencia de la diplomacia del simple. El mismo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique
período. Tienen que ver con el estilo del "desplazamiento" que caracteriza las Iglesias, al anunciar un préstamo al gobierno de chileno por 15 millones de dóla-
relaciones internacionales contemporáneas. Eduardo Freí parecía por momen- res según un nuevo programa, afirmaba que "es simbólico que esta primera línea
tos colmar la paciencia de los chilenos en lo asiduo de sus viajes. Hasta encargó de acción del Banco empiece en Chile, país que está a la cabeza de los procesos de
un avión especial que sería la comidilla de la oposición. En parte, los viajes eran reforma y modernización económica en América Latina" 17 . No había entonces ni
indispensables; tienen que ver con la política exterior enfocada a destacar al rubor en Chile para recibir estos halagos, ni despertaba un gesto ceñudo en la
"modelo chileno" en su parte puramente económica. A veces a esto se le ha región. El mismo George Bush lo decía en Santiago, cuando visitó el país en
llamado algo pomposamente "diplomacia para el desarrollo". El mundo se achi- diciembre de 1990:
ca, aunque no sea seguro que los viajes acerquen más a los seres humanos, pero
la mayoría de las veces pertenecen al reino de la eficacia. Ahora que he tenido la oportunidad de su visitar su país, estoy aun más
convencido que el futuro de Chile es brillante. Ustedes se merecen la repu-
tación de modelo económico para otros países de la región y del mundo.
Alegría y malestar con el "modelo chileno" Su crecimiento económico es el orgullo de Latinoamérica. Ysu compromi-
so al buscar soluciones en un libre mercado inspira al Hemisferioi 8 .
Empezó a fines de los ochenta. Casi sin que los mismos chilenos acertaran a
darse cuenta, la mirada hacia el país pasó de ser la "anti-utopía", según se ha En el curso del siglo XX fue la década más pacífica, usando el metro comparativo,
visto, a una especie de "modelo". Y no sólo se hablaba de la región latinoameri- el método privilegiado del historiador (es posible, que también lo sea de todo
cana. El "modelo Chileno" llegó a adquirir resonancias utópicas en la misma lector sensato). Se dieron entre medio los 15 años de mayor crecimiento conti-
política rusa de la primera mitad de los noventa. En la fase de su ascendiente nuado, desde que hay estadísticas confiables en la historia del país. En esta carac-
carrera política, el general Alexander Lebed se proclamó admirador del general terística, Chile se hizo acreedor de reconocimiento internacional a lo largo de la
Pinochet. Se vio como cuando asumió Aylwin, era de buen tono para los políti- década. A pesar de que no dejaron de llover críticas, tanto a raíz del "caso Pinochet"
cos extranjeros decir que Chile iba por el buen camino; que a la buena política como de la recesión económica, ambos hechos sucedidos casi al unísono, la voz
económica se le añadía el regreso a la democracia. más podewsa sigue mostrando a Chile como un caso exitoso.
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En América Latina, los dos fenómenos concomitantes, la democratización de los respetaba las atribuciones del Gobierno, excepto en dos ocasiones, en diciembre
ochenta y la "reforma económica" de la primera mitad de los noventa, han llegado de 1991 cuando ordenó un acuertelamiento por los crecientes juicios a oficiales; y
a su momento de parálisis en gran parte de la región a comienzos de la década del en 1993, el "boinazo", por defender a un hijo. La huella del Estado patrimonial
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2000. Los regímenes populistas, en especial en el mundo andino; la crisis del era patente, "modelo" al que se acercó Chile en los años del gobierno militat·
Estado en Colombia, fenómeno que se alumbra en otras partes; los autoritarismos Bastó que dejara por fin su cargo, hasta el momento máximo posible, en marzo
disfrazados; la reelección previamente no estipulada de presidentes en ejercicio de 1998, para que su siguiente viaje fuera el inicio de su resonante derrota polí-
(Perú, Argentina, Brasil), por medio de reforma constitucional; la crisis argentina tica, la última y perdida batalla. Su arresto en Londres en octubre de ese año
y la violencia en las calles, de la que en parte es responsable el narcotráfico; han marcó también un punto de inflexión con respecto al "modelo chileno" 20 De
puesto al menos entre comillas la vigencia del "estado de derecho". Y luego, la pronto, se precipitaron sobre el Chile de la "transición" los comentarios crueles
crisis económica en varios países, acompañada del populismo, le quitaron el aire y mordaces acerca de la democracia falaz que habría existido. Los mismos que
de consenso que tuvo la reforma económica. Denostada como "neoliberalismo", habían aplaudido y congratulado a Aylwin y a Frei, ahora les echaban en cara la
la reforma se disolvió en muchas partes hacia el fin de la década. A partir de 1998, falta de "justicia", de "memoria" y de cualidades para mostrar un verdadero
Chávez en Venezuela y en 20002, Lula en Brasil, han sido dos imanes que demos- modelo. Esto vino con fuerza del mundo político y académico europeo, así como
trarían una rebelión social ante el "Consenso de Washington" ( 1989), que sería la del latinoamericano. En la región, las miradas maliciosas, con su toque de envi-
"receta neoliberal". Un colofón importante ha sido la crisis argentina, que pasó a dia, parecían decir, "ven que no era como se le pinta".
una nueva y dramática aunque incruenta fase en diciembre de 2001.
Una vez que el gobierno chileno absorbió el castigo, y lo aceptó como justo, es
Esta realidad no ha sido homogénea en la región. En el caso argentino, se pasó decir, asumió que ahora tocaba castigar a los militares, finalizó el relativo ostra-
de la euforia de la primera mitad de los noventa a la desilusión creciente y una cismo en que se vio envuelta La Moneda. No fue entera casualidad que Pinochet
mayor crisis de identidad política para el cambio de siglo. Ha sido un caso más fuera liberado, por razones de salud, en marzo de 2000, días antes de que Ricardo
que emblemático para el continente latinoamericano. Fue la única sociedad de Lagos asumiera como Presidente. También en Chile el poder judicial volvió
la región que en las primeras décadas del siglo XX parecía destinada a ser "desa- sobre sus pasos y algunos jueces mostraron el celo con el que querían compensar
rrollada" o "moderna". La crisis argentina arroja una pregunta punzante a todo su inacción de otros tiempos, sobre todo por lo "del árbol caído ... "
pueblo de la región, ¿no estará la modernidad "normal" más allá de la capacidad
de la civilización latinoamericana, esta hija distante del mundo occidental( La creciente crisis en muchos países de América Latina, que parece más que oca-
sional, y que anula las reformas económicas y expone la eterna fragilidad de la
La historia reciente de Chile parece responder a esta inquietud, que a veces se política moderna en la región, hace que el "modelo chileno" mantenga validez
transforma en malestar. En el panorama regional, el "modelo chileno" levanta relativa21 . Particularmente el contraste con los países vecinos no podía ser mayor.
suspicacias, y a veces encendidas alabanzas. Se ha repetido mucho que Chile ha La firma de los dos grandes acuerdos de libre comercio con la Unión Europea en
sido un "laboratorio" desde 1964. Sucesivos observadores y sensibilidades de 2002, y con EE.UU. en 2003, no habrían sido posibles sin el juicio de que Chile
América y Europa, principalmente, han considerado que debe seguir tal o cual tiene estabilidad política y la única economía que ya no levanta entusiasmo, pero
camino, tal o cual receta. La "experiencia chilena", el mítico gobierno de Salvador que no hace temer por una caída a corto plazo. De hecho, por más que sean
Allende, constituyó el caso por antonomasia; fue la "moderna utopía". Le siguió lugares comunes, la estabilidad política y la transformación económica siguen siendo
la "antiutopía", según se ha visto. Se olvida que en gran medida Chile ha sido un los dos procesos más firmes de los años noventa, el activo de la década del2000.
laboratorio sólo porque los propios chilenos se han apropiado con inmadurez e
inconsistencia de las formas de algunas ideas y sensibilidades de moda. Habían
dejado de lado la facultad que produce la sabiduría propia a una alta civilización. La transformación material y las dudas
Quizás fue la aceptación del modelo chileno, la que impulsó a Pinochet a iniciar Entre 1984 y 1998 se produjo el período más prolongado de crecimiento econó-
una serie de viajes, en parte invitaciones, en parte promovidos por él mismo. Era mico en la historia de Chile sobre el que se tenga información confiable. Desde
bien recibido por un pequeño círculo de admiradores, o por empresas vinculadas 1987 hasta 1997llegó a un promedio de 7% anual, para decaer a menos del3% en
al sector defensa. Todos estos viajes fueron sin embargo acompañados por un coro los últimos años. Se trata de una cifra que esconde una realidad titánica de
de protestas y de situaciones embarazosas para el mismo gobierno chileno. Pinochet transformación material de la vida cotidiana para la mayoría de los chilenos.
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de la productividad ha llevado a cuerpos de trabajadores cada vez más peque- La consigna: el libre comercio
ños. Supone un tipo de labor y de experiencia empresarial, no sólo más avan- En medio de una solemne ceremonia, el presidente George Bush anunció en su
zada en lo técnico, sino que más diestra frente al mercado global. A pesar de la Iniciativa de las Américas en 1990, que Chile sería uno de los primeros candidatos
gravísima crisis de comienzos de los ochenta, se demostró que, en general, la a ingresar a un pacto de libre comercio. Las energías de Washington sólo alcanza-
economía chilena podía mejorar en interacción comercial y financiera con la ron para cumplir con NAFTA, el tratado de libre comercio con México y Canadá.
economía mundial de mercado. La mayoría de los supuestos de la "época del Pero el Estado y la clase política chilenos se sumaron con entusiasmo por los años
subsidio" se demostraron engañosos, falaces. Salvo uno, que para casos como siguientes. Políticos de todos los colores tomaron la consigna del "librecomercio"
el de Chile, no basta una pura receta económica, ya que el "desarrollo" es como el norte de la política exterior chilena, con excepción de algunos represen-
mucho más que eso. tantes de zonas agrícolas y de la izquierda extraparlamentaria, como del movi-
miento genéricamente denominado "antiglobalización".
Sin un impulso tecnológico que movilice a una capa más amplia de la pobla-
ción que hasta ahora, no se podrá dar el "valor agregado" a las exportaciones, En 1994, en la Cumbre de las Américas en Miarni, la administración Clinton
para que una cantidad más significativas de ellas deje de ser "recurso natural", anunció que Chile había sido seleccionado como el próximo candidato para ingre-
aunque seguirán siendo un componente principal. Como ha señalado la teoría sar en el NAFTA. El entusiasmo de Washington no duró mucho más, pero Chile
económica, esto no es malo en sí mismo. Sólo que la población activa está se lanzó en una serie de negociaciones de tratados de libre comercio con más de
menos preparada para las oscilaciones de la demanda en el mercado mundial. una docena de países. El primer tratado importante se celebró con Canadá a co-
La interiorización de este problema está bastante extendido en el Chile de mienzos de 1997, ya que tenía las exigencias de una economía desarrollada, y
comienzos del siglo XXI, tanto por los críticos del sistema, que tienden a lla- Santiago lo veía como el prólogo para uno con Washington. Como luego se verá,
marse "antiglobalizadores", como por la vasta mayoría que sigue saludando la administración del segundo Bush aceleró las negociaciones con Chile, aunque
las reformas. Las palabras del presidente de la SOFOFA, Juan Claro González, antes, en abril de 2002, se llegó al acuerdo con la Unión Europea. Estos tres
nieto del Presidente Gabriel González Videla, son elocuentes al respecto: tratados, y el que se está negociando con Corea del Sur en los momentos de
escribirse estas líneas, constituyen una columna vertebral de la consolidación de la
Debemos asegurarnos una posición estratégica en el mundo, que se sos-
"reforma económica". Los tratados de libre comercio cumplen sin embargo un
tenga en la calidad de nuestro recurso humano y en su capacidad para
papel adicional. Implican un reconocimiento político de las grandes economías
crear, adaptar y desarrollar nuevas tecnologías competitivas. Chile tiene
hacia el desarrollo económico y la aceptación política de Chile. Le dan un marco
una clara debilidad en esta materia (... ) Debemos introducir cambios en
legal en cierta manera internacional a la reforma económica, ya que por mucho
la gestión educativa para fomentar el compromiso con las necesidades de
que esta tenga casi tres décadas, existe una resistencia continental contra ella, que
largo aliento del país (... ) Debemos diseñar nuevos instrumentos que pro-
un día podría volcarse al interior del país. Al ir a una rebaja de aranceles, idealmen-
muevan la inversión, en particular aquella vinculada con procesos tecno-
te casi de cero, acentúa la apertura, que tiene sus costos, pero que Chile en lo
lógicos de punta que generan una demanda local por recursos humanos
sustancial ya pagó a elevado precio en otra época
de lata especialización (.... ) (En relación a la firma de tratados de libre
comercio), estamos compitiendo con China, la India, Irlanda y el propio Las palabras del Ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre ante la Asamblea de
Estados Unidos, entre otras potencias, todas ellas con acceso a mercados Gobernadores del BID en marzo de 2003, resumen esta cultura económica:
enormes y vinculadas a importantes redes de contactos en el mundo tec- Frente a la volatilidad de los flujos de capitales, lo que es sostenible en el
nológico y financiero 23 período alto del ciclo deja de serlo cuando los flujos de capital se con-
El tema del desarrollo sigue estando en el espacio de la "cultura económica", traen. De ahí la importancia de reglas de comportamiento fiscal. Estas
como con otras palabras lo señaló Francisco Antonio Encina en 1911, y ya lo deben acomodar algún endeudamiento en el período contractivo y com-
había antecedido en cierta manera Zorobabel Rodríguez en el siglo XIX. Que se prometer la reducción de las obligaciones en los períodos de auge cuando
identifique a la educación como la falencia central, indica tanto cesuras sociales nuestros gobiernos están en mejor capacidad de cumplir sus obligaciones
como un tema de mentalidad general. Va más allá de problemas de "reforma sociales usando sus propios recursos impositivos( ... ) Desde luego, todos
educativa", ya que por décadas se han efectuado planificaciones para reformarla, esto,s costos se pagan y toleran socialmente con mayor facilidad en perío-
desde las oficinas del Ministerio de Educación, sin un efecto muy visible. dos de auge que durante contracciones económicas. Más aún, el sentido
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de propiedad de las reformas es mayor cuando las hace el gobierno desde política y de los negocios, se esfumó la seguridad que los chilenos exudaban en los
una posición de holgura que cuando son impuestas por potenciales acree- noventa. La "crisis asiática" de 1997llegó al año siguiente a estas costas. En 1995
dores como condición para obtener financiamiento en medio de una crisis se había logrado detener la "crisis tequila", que fue la antesala de la crisis en
fiscal o de balanza de pagos ( ... ) La combinación de políticas macro Argentina. Ahora los efectos llegarían para quedarse. Cayeron los productos de
sostenibles y reformas estructurales, consistentes entre sí, contiene a nues- las principales exportaciones chilenas, se elevó el desempleo, de un 6 a un 10%.
tro juicio los elementos centrales de una estrategia destinada a minimizar el El PGB llegó a caer un 1% en 1999. Todos hablaban de "la crisis".
impacto doméstico de la volatilidad de los flujos de capitales ( ... ) Econo-
El gobierno de Freí la miró al comienzo como un malestar pasajero, tal cual
mías fuertes y que crecen aceleradamente benefician a todos los países y por
algunos habían comentado a mediados de 1981, que la recesión pasaría luego.
ello es que tenemos derecho a exigir que los países industrializados nivelen
No se tomaron ni medidas prudentes de ajuste, ni se siguió con una política
el campo de juego y adopten políticas para sí como las que exigen a los
creativa de incrementar la productividad de las exportaciones, cuyo valor co-
países en desarrollo24 .
menzaba a caer. En cuanto gobierno de la Concertación, no se quería empren-
El ministro postula una economía política que acepta integralmente las conse- der una política que dañase las perspectivas electorales de su candidato estrella,
cuencias de la economía mtmdial, lo que en muchas partes se llama "globalización". Ricardo Lagos. El resultado de la primera vuelta, con el estrecho triunfo de
Incluso el tirón de orejas del final sería saludado por la Sociedad Mont Pelerin. Lagos sobre Joaquín Lavín, tuvo una relación bastante directa con este panora-
Son palabras que serían casi irreconocibles para el mismísimo Jorge Alessandri. ma. Este callejón sin salida ayudó a deteriorar la capacidad de gobierno de la
Más todavía, las afirmaba cuando el país ya sufría los efectos de la crisis asiática. Concertación.
Dentro de esto se debe recordar el ingreso de Chile en APEC (Asia Pacific Economic Frente a este panorama, la negociación de los tratados de libre comercio y la
Council), una organización informal para remover los obstáculos al intercambio espectacular conclusión de ellos con la Unión Europea en abril de 2002 y con
de bienes y servicios entre los países del Pacífico. Dependiendo de cómo se midan EE.UU. un año después, servían de seguro contra el ambiente pesimista engen-
las cosas, es el segmento mayor de la economía mundial, y Chile ingresó a este drado por la recesión. Esto llegó incluso a ser percibido así, por parte de los
foro no sin esfuerzo. Era la consecuencia de una política que se remonta a una chilenos comunes y corrientes. En 1970, la idea de que "nos hacían lesos", que
toma de conciencia en los años sesenta, pero que sólo se encaró durante el gobier- nos timaban, y que había que sacarle más a los extranjeros, pues "por algo son
no militar, con la creciente importancia del intercambio comercial con Asia, ellos los interesados en venir para acá", era una de las trincheras más inexpugna-
alrededor del 30% del comercio exterior chileno se dirige a una región, en especial bles contra una mayor integración a la economía mundial. Llama la atención
con China, Japón, Taiwán y Corea del Sur. Había también una importante cadena que los tratados de libre comercio tengan atractivo político y le hayan servido al
de inversiones de origen australiano y neozelandés. gobierno de Lagos para contrarrestar, al menos en parte, el estado de ánimo
Esto resaltaba la importancia de tener una política consistente. Los gobiernos de pesimista que se apoderó del país en los últimos años.
la Concertación lo han hecho, incluso al precio de no decir nada, en su momento, Hay otro aspecto que ha ayudado al gobierno a mantener el curso de los tratados
por el sistema autoritario de Indonesia, o después por el caso chino. La política y el principio del libre comercio, que tiene que ver con el corazón de la economía.
chilena ha sido la de participar en forma activa en estos foros, hasta el punto de La "crisis latinoamericana" que vuelve a irrumpir a fines de los noventa, aunque
lograr ser la sede de APEC en 2004. Nada de esto traerá resultados espectaculares, exceptuando hasta el momento nada menos que a Brasil y a México, ha alimenta-
aunque sea una escuela de aprendizaje en relación a Asia oriental, zona que se do las críticas de los "antiglobalizadores", los que sostienen no sólo los enemigos
presume en un mediano plazo jugará un papel político más importante que el que per se del sistema, sino que muchos que han sido escépticos de la coherencia de las
ha tenido desde 1945 25 . reformas. En términos sólo económicos, los tratados van a entregar un elemento
considerable de impulso. Mas, en la historia de las últimas tres décadas no fueron
los tratados los que llevaron al crecimiento, sino que la disposición interna a tomar
Los restos de la "crisis asiática" políticas de. crecimiento, aunque fueron de un alto costo. También, junto a los
A partir de 1998 el crecimiento se detuvo de manera abrupta. De un promedio tratados, las autoridades y observadores ponen mucho acento en la reactivación
del 7% desde fines de los ochenta, se pasó a de 2.4% entre ese año y el 2002. en EE.UU., una vieja cantinela, y quizás de manera inconsciente sea una herencia
Aunque al instante de escribir estas líneas, existe optimismo en el mundo de la de la imagen de que "todo depende del imperialismo". Los cambios positivos que
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se impusieron en Chile no coincidieron necesariamente con momentos de auge deben ser redefinidas en forma constante, lo que significa que ya casi no existen
de la economía mundial, sino que de la propia preparación del país para interactuar los "derechos adquiridos", las "conquistas sociales" como hechos irrenunciables.
con ella 26 Aunque no se puede decir que en las economías que funcionan bien el "Estado
de bienestar" se esté exterminando, lo ganado un día puede modificarse al cabo
Otra cosa es que no todo el desarrollo económico depende en forma exclusiva
de poco tiempo. Las discusiones que hay en el Chile actual, sobre la "flexibilidad
del fenómeno económico. El estado de la sociedad es crucial, y es uno de los
laboral", son un buen ejemplo. La flexibilidad tiene que ver con el horizonte de
motivos de que los estudiosos acuñaran la expresión "desarrollo social". La
la economía mundial y de la productividad. En las economías modernas y diná-
Concertación está bajo el hálito de la antigua tradición de izquierda, la de ser
micas, la pérdida del trabajo es un accidente de duración limitada; no fue como
adalid de la igualdad. Norberto Bobbio aclara que el norte de la izquierda sigue
en las reformas en Chile, donde muchos grupos perdieron para siempre su pues-
siendo la igualdad, aunque no tenga que recurrir a un acto revolucionario ni que
fl!erce las cosas, para lograr la "igualdad posible". ¿Cómo queda en este sentido to en la tierra; al menos no pudieron acceder a otro comparable. Pero en las
economías que se cierran a la flexibilidad -de acuerdo, un nombre muy
el gobierno de Lagos, que fue electo según la consigna de "crecer con igualdad?
"tecnocrático"-la suerte de las mayorías está condenada a un lento y seguro
Aunque todo depende cómo se miren y se midan las cosas. Es cierto que las deterioro, dificil de revertir. Esas mismas mayorías estarán de manera inevitable
estadísticas han mostrado repetidas veces cómo Chile (y Brasil) tiene los peores atraídas por lo moderno, y maldecirán su encierro, y se abrazarán con infantilis-
índices de distribución del ingreso en América Latina. Los ricos han ido ganan- mo a una apertura aunque sea sin estrategia.
do, en proporción, más que los pobres, y con ello ganando espacios en la torta;
la tajada de los pobres, sobre todo el último quintil (20%) ha disminuido su Porque aquí está la otra razón de por qué las reformas no han sido más cuestio-
participación en la riqueza totaJ2 7• Esto suena terrible, aunque visto desde cerca nadas en Chile. Quizás ha sido una marca de madurez de la economía. Como lo
también pierde dramatismo. En toda economía de mercado las diferencias socia- ha dicho el presidente del Banco Central, Vittorio Corbo, la prueba de solidez
les son aproximadamente las mismas, si comparamos a países de desarrollo más de la nueva institucionalidad económica chilena, es que a pesar de "cinco años
o menos similares. Los países que viven un período de crecimiento abrupto y de shock externo", la estrategia económica se ha mantenido invariable 28 • La
sostenido por años, tienden a concentrar la riqueza en estratos superiores, sobre misma existencia de la "crisis latinoamericana" ha ayudado como disuasión al
todo los de nuevo cuño. Ellos son los propietarios de la parte de la economía cambio de políticas; ha demostrado que la fórmula de largo plazo que se abrió
que encabeza el "salto hacia delante"; son los que están creando la nueva rique- en Chile en 1975, ha sido en general beneficiosa o, para los menos entusiastas, la
za, aunque en sus apariencias muchas veces puedan aparecer como parasitarios. única posible teniendo en cuenta las tendencias mundiales.
Es muy raro que en períodos de crecimiento, los sectores que están en la base de Con todo, a Chile lo persigue la "maldición latinoamericana", la incapacidad de
la pirámide y tienen empleo, no vayan a la vez mejorando su posición. Los modernización, de sincronizar la civilización política con el desarrollo económi-
indicadores muestran de manera abrumadora un cambio material de gran pro- co. En el siglo XX, lo que podría llamarse el "síndrome argentino", es una espa-
greso, que incluye no pocas pérdidas, si se comparan con la realidad de 1970. da filosa que pende por sobre todo proyecto de modernización. Muchas veces se
Más de tres décadas, a la vez, hace dificil una comparación sólo numérica. Por lo ha dicho que en los años 1920 Argentina tenía una economía sólida, en tamaño
demás, el debilitamiento de algunos servicios sociales ha sido en general com- y vigor comparable a la de Canadá, Nueva Zelandia de esa época.
pensado en los largos años de crecimiento que siguieron a 1984. Lo que sí tiene Esta frustración, ¿es un indicio de que la civilización iberoamericana está conde-
esta llamada "mala distribución del ingreso", que no es demasiado diferente a la nada a ser perennemente una comparsa en la civilización moderna? 29 En 1972,
que existe en las sociedades de economías desarrolladas, es que la concentración Lord Nelson de Stafford decía que, "a lo largo de toda mi vida comercial escu-
de riquezas en países que recién avanzan hacia el desarrollo, se hace sentir de ché siempre decir que América Latina estaba a punto de despegar" 30 • La ironía
una manera más patente. En parte, esto se debe a razones culturales, el deseo de podrá parecer punzante a los oídos latinoamericanos. Escucharla, sin embargo,
exhibir riqueza y el poder social cotidiano que de ello deriva. puede ser un primer paso para afrontar en forma seria los obstáculos de la civili-
Chile tuvo que enfrentar también la crisis del "Estado de bienestar". Después zación (o, si se quiere, de la "organización"), con el objeto de tener una relación
del shock petrolero de 1973, se sabe que las fronteras del "Estado de bienestar" más fecunda con la "modernización".
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la negociación por el libre comercio entre las Américas, ALCA. Los neo- Por ello fue aprobado por el Congreso en Chile por cifras que bordeaban la
populisrnos revivieron algo del antiguo antinortearnericanisrno tan acendrado unanimidad, salvo representantes de zonas de la antigua agricultura, o algunos
en América Latina. Paradojalrnente, quizás esto ayudó a impulsar el avance de por motivos ideológicos. En EE.UU.las cámaras lo aprobaron por alrededor de
las negociaciones con Chile. La Casa Blanca podía demostrar buena voluntad los dos tercios. No ha habido otro tratado entre ambos países en el siglo XX que
hacia un país latinoamericano, corno respuesta a los movimientos regionales que alcanzase tanto consenso y aprobación no sólo de la clase política, sino que del
adherían a la retórica populista de Hugo Chávez, quien desde 1999 emergió público en general. Se podría decir que ha sido la nérnesis de la expropiación del
como el más ruidoso de los críticos de EE.UU. después de Castro. cobre de 1971, si no fuera porque ambos tratados han sido aprobados con bue-
Para ello pidió y obtuvo un nuevo tipo de permiso al Capitolio, la "Trade Prornotion na conciencia, sin reparar en la contradicción total en la mentalidad que promo-
Authority", de efectos similares al "Fast Track", en junio de 2002, quizás, impul- vió o aprobó tanto el uno como el otro, todo ello sucediendo en el año en el que
sado por la idea de mostrar un lado "diplomático" ante la concentración de la se habló hasta la saciedad de la "memoria".
Casa Blanca en la "guerra contra el terrorismo". Bajo la conducción en Chile de Se ha ido más atrás de las prevenciones de Diego Portales acerca de EE.UU., en
Direcorn, y del Subsecretario de Comercio de EE.UU., el hábil Roben Zoellick, un cambio monumental que es reflejo de otro no menos cabal que conmovió a
se alcanzó un acuerdo en diciembre de 2002. Sin embargo, su aprobación por las Chile en el último cuarto del siglo XX. Y una segunda ironía, si bien aunque
dos cámaras de Washington se puso en duda, por la negativa de Santiago a apoyar menos extraña. Aunque muchos líderes de la Concertación tienen mala con-
desde el Consejo de Seguridad de la ONU la guerra de EE.UU. contra Irak. ciencia de "administrar el capitalismo", se han entendido muy bien con los nor-
Primero Washington presionó, empleando principalmente un arma casi invenci- teamericanos de la administración Bush. Esto sucedió, no en último término,
ble, el halago. Después pasó a un desagrado manifiesto y preñado de una amenaza porque los llamados "neoconservadores" -un apelativo algo presuntuoso- se
no poco considerable, no firmar el tratado de libre comercio. A su vez Chile, sienten muy bien tratando con un gobierno "progresista" y mirado corno exito-
corno se verá luego, no podía por una multitud de razones, apoyar a Washington. so, tal cual los hombres de la Casa Blanca de Kennedy apreciaban a los demócra-
El mohín norteamericano duró poco. No ganaba mucho con castigar de una ma- ta cristianos de Eduardo Freí Montalva. Así, Washington se puede aliar con la
nera que en forma universal hubiera parecido desproporcionada y habría dañado "buena gente" del sur, según la óptica norteamericana.
su propio discurso ante el continente. Además, en las negociaciones Chile había
terminado por aceptar las condiciones de Washington, que era asentir en algunas
"excepciones" en la liberación de aranceles. Para un país corno Chile, que ya había La región, nueva realidad y viejas lecciones
hecho el sacrificio enorme de apertura unilateral en los setenta, no era gran pre- La convergencia con América Latina había comenzado con las reformas econó-
cio33. Al final, pasado poco más de un mes de enfriamiento de las relaciones, de micas en Chile. Ella dio los primeros y tímidos pasos de mayor entrelazamiento
actitud gélida de los funcionarios norteamericanos, y de muchos políticos y perio- de las economías del cono sur. Pero el punto de inflexión vino con la
distas, basado en una molestia moral genuina de no pocos que creían haber sido redemocratización en los ochenta, que se completó en Chile en 1990. La Ar-
dejados en la estacada por un aliado, Washington "perdonó" a Chile. gentina de Menern, de 1989 a 1999; el Brasil de Fernando Collar de Mello, y
En Chile, el TLC fue un excelente salvavidas para la Concertación y el gobierno sus sucesores, Italrnar Franco y Fernando Enrique Cardoso; el Perú de Alberto
de Ricardo Lagos. Fortaleció la posibilidad de que Soledad Alvear sea candidata Fujirnori, que permaneció en el poder hasta 2000, fueron realidades de cambio
presidencial de la coalición. Le sirvió como paliativo a un deterioro político que y adquirieron un rango simbólico para caracterizar a la región en los noventa. Su
parecía definitivo, por la pérdida de impulso político y por los escándalos de co- presencia, con la reforma económica que de una u otra manera impulsaron,
rrupción. Por momentos, el TLC y la personalidad de Lagos salvaron al Gobier- junto al hecho de que representaban democracias de nuevo cuño tras experien-
no. En el segundo semestre, las circunstancias político-sicológicas que rodearon la cias de dictaduras militares -con un matiz de diferencia en Perú-, impregnó el
conmemoración del trigésimo aniversario delll de septiembre de 1973, que idea- carácter de las relaciones de Chile con el entorno vecinal y regional.
lizaron a la Unidad Popular y a Salvador Allende, y la respuesta inhábil de la La particular relación con Cuba, que tanto influyó en la política interna chilena a
oposición a rumores de corrupción sexual, reviviendo las circunstancias de Clarín partir de 1959, permanecerá corno un caso único. Los dos países reanudaron
y la prensa amarilla y mafiosa de los sesenta, le dieron un triunfo estratégico con- primero relaciones consulares en 1991, y diplomáticas en 1993. La Concertación
siderable a la Concertación. El TLC se vio así incrementado en su significación. olvidaba (a medias) que Castro en los ochenta quiso impedir por un baño de
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sangre que ella llegara al poder, y que es posible que todavía haya ayudado al internas o externas comunes. Sobre todo, han mantenido a muchos sectores
terrorismo en Chile a comienzos de los noventa. Chile en general ha votado por protegidos, y ha tenido mucho de acuerdo de "comercio recíproco" y "managed
condenar a Cuba en la ONU, por violación de los derechos humanos, en un trade". De integrarse Chile a ellos, debería subir sus aranceles, y provocar una
terreno donde durante la Guerra Fría, Castro había gozado de impunidad. verdadera contrarrevolución económica. Todos los sacrificios de la reforma eco-
A comienzos del siglo XXI, la situación en este sentido es incierta. Las relaciones nómica de los setenta, y de sus coletazos a comienzos de los ochenta, habrían
han perdído en sustancia, aunque la isla sea meta favorita de muchos turistas sido en vanos. Ha existido una antigua frustración con las políticas comunes
chilenos, de todo signo político, para gozar de sus encantos, de todo tipo. Líde- latinoamericanas. Aunque sea más que razonable argüir que sólo la creciente
res de la derecha no han sido los últimos en ir a halagar a Castro, y hay inversio- coordinación o al menos comunicación, puede crear un espacio de poder signi-
nes de empresarios chilenos de varios colores. En todo caso, Cuba dejó de jugar ficativo en esta región, es dificil que ello se logre por medio de "golpes de amor
el papel estelar en las relaciones de Chile. latinoamericanistas".
Los antiguos problemas vecinales, sin ser del todo olvidados, no eran un motivo Chile ha tenido una estrategia peculiar ante MERCOSUR, al final aceptada con
de preocupación central, al menos mirados desde el punto de vista regional. El mayor o menos gusto por todos. Como no podía ignorar la tremenda realidad
narcotráfico tampoco tocaba al país, aunque el consumo masivo de drogas sí de esta asociación, ha utilizado sus relaciones con ella para desarrollar la parte
que se ha instalado como un drama en el corazón de la sociedad chilena. La "latinoamericana" de su política exterior, en sus aspectos más "políticos". En
nueva inmigración en Chile, como la inversión de capitales en los países vecinos, cambio, en su estrategia económica internacional, Santiago ha profundizado la
fenómenos nuevos, no ha traído consigo los problemas que por un momento se reforma económica de los setenta, siguiendo un camino bilateral, el único posi-
temieron. Por gran parte de la década, las relaciones entre los países del cono sur ble, sin sacrificar los sacrificios ya hechos, por decirlo así. De acuerdo a la retóri-
se orientaron a regular de una nueva manera su coexistencia como estados na- ca oficial chilena, se actúa según el principio del "regionalismo abierto", de que
cionales. Aunque el Grupo de Río, la instancia negociadora surgida al margen una región debe coordínarse hacia dentro, para simultáneamente poder abrirse
de la OEA a fines de los ochenta, se vio eclipsada al carecer de una misión estra- al mercado mundiaJ34 . Este concepto, nacido de la experiencia de APEC, marco
tégica, surgieron otras instancias. importante de la política exterior económica de Chile, ha servido de consigna a
los funcionarios chilenos, y refleja tanto la "ideología" de La Moneda, como
La más descollante de todas ha sido el MERCOSUR. En sus inicios, un medío de una práctica abierta y legítima.
negociación entre Argentina y Brasil en las administraciones de Alfonsín (1983-
1989) y de José Sarney (1985-1990), a partir de 1991, con la inclusión de Para- Ricardo Lagos no se cansa de afirmar que la fórmula es "cuatro más uno", para
guay y Uruguay, pasó a adquirir el nombre actual, y a constituir un formidable salvar tanto la colaboración con MERCOSUR, como el camino propio, el único
bloque económico, y se ha hablado mucho de que seguiría a la larga los plazos de realista en las circunstancias del momento 35 • Lo demás se deja al tiempo. Esto se
la Europa del Tratado de Maastricht. Chile fue repetidamente invitado a formar refuerza en las palabras de Lagos en 2003:
parte del mismo, hasta que entró como "miembro asociado" en1996, que es una
¿Por qué digo todo esto? Porque creo que hemos sido capaces en Chile
pertenencia parcial, más política que económica. En Chile, se levantaron muchas
de avanzar en acuerdos comerciales, pero entendemos con claridad que
voces dentro de la Concertación, que pedían integrarse al MERCOSUR, por re-
nuestra política exterior se hace desde aquí y esto es MERCOSUR. Y no
presentar la posibilidad de una "vía latinoamericana" de integrarse al sistema in-
me cabe duda de que va a haber un entendimiento de MERCOSUR con
ternacional. Con la crisis latinoamericana y de la "reforma económica", junto al
Estados o con Europa y es cuestión de tiempo, porque el mundo avanza
sentido de extrañeza que provoca la política de George Bush hijo, la demanda
(hacia una realidad) donde va a haber un intercambio mayor 36 .
hubiera sido mayor, si no fuera porque con todo la "excepcionalidad" del caso
chileno era al mismo tiempo una luz roja para cualquier experimento. Argentina ha sido desde fines del siglo XVIII la contraparte más decisiva en la
región. Por todas las diferencias en la historia del siglo XX, existen grandes ana-
En primer lugar, MERCOSUR fue designado para economías que tenían una
logías en el desarrollo general de las sociedades, al menos miradas las cosas
estrategia internacional díferente de la chilena. MERCOSUR ha sido una realidad
desde Chile.
de primera magnitud en América del Sur, y ha integrado mucho a las economías
argentina y brasileña, aunque se dé una dependencia de la primera a la segunda. En los noventa se dio el mejor período de las relaciones, desde los años que siguie-
Ha aumentado el intercambio entre ambos países, pero no ha llevado a estrategias ron a los Pactos de Mayo en1902. En la medida en que los conflictos entre 1955
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Con Ricardo Lagos, con quien tiene tantos paralelos personales e intelectuales,
su entrenamiento cotidiano, es la guerra entre ambos Estados, cosa que es difícil
fueron parte del círculo de la "Tercera Vía", junto a Blair y a Jospin, entonces
que desaparezca en el corto plazo.
primer ministro socialista de Francia. El triunfo del popular Luiz Inácio da Silva,
El ambiente público que domina en Argentina no puede estar más lejos del "Lula", a fines de 2002, derrotando al candidato apoyado por Cardoso, José
mundo de las "hipótesis de conflicto". Pero también está lejos de todo lo que Serra, otro antiguo exiliado en Chile, pudo crear una constelación diferente en
huela a las bases del "consenso" en Chile, aunque su sistema es admirado por el continente, "antiglobalizadora", como se presentaba su candidatura. Para Chile,
una minoría no pequeña, e incluso Eduardo Duhalde lo señaló como ejemplo al aparente excepción inmersa en un continente en cierta medida en crisis, esto no
asumir en los primeros y desesperanzados días de enero de 2002. era indiferente.
Brasil es para Chile una referencia obligada al momento de pensar las relaciones Mas, ya en la fase final de su candidatura, Lula dio a entender que no iba a jugar
en América Latina; el país austral sólo puede ser una preocupación marginal para con la economía ni la política brasileña. Al comenzar el siglo XXI, los políticos
Brasilia. Desde luego, Brasilia se ocupa y preocupa de la región con una postura latinoamericanos tienen menos espacios para el populismo que el que tuvieron a
de mucho menos arrogancia de superioridad moral con que lo hace Washing- mediados de siglo. Aunque es difícil juzgar a Lula a estas alturas, en sus primeras
ton. Brasil llegó a ser el tercer y cuarto socio en exportaciones e importaciones, medidas no cedió a la tentación de la demagogia en el poder, aunque no se
aunque las inversiones chilenas allí son de menor importancia. Si la política de divise aún la estrategia de mediano plazo. En cambio, Lula ha desarrollado un
Chile de tratados bilaterales, todos ellos de "libre comercio", parece muy dife- gran activismo internacional, por "causas buenas", como el combate al hambre,
rente a la de Brasilia, en los hechos las relaciones entre ambas economías no y la coordinación de las políticas exteriores de "potencias emergentes". Si bien
parecen ser tocadas por la presunta divergencia. Brasilia ha sido reacia a que ha mantenido buenas relaciones con EE.UU., excepto que no apoyó la guerra
Chile adquiera mucho espacio político en MERCOSUR, mientras no adhiera al en Irak, ha destacado posiciones que han sido características en la historia lati-
pacto en su totalidad lo que, como es obvio, no hará en un futuro predecible. noamericana, de compensar la omisión de un cambio interno, con un presunto
Esta política brasileña es de comprender, no afectará a Chile. cambio internacional que equilibre la "mala distribución de la riqueza". El pro-
blema que una política como la de Lula puede traer consigo para Santiago, se
Más todavía, mirado desde la perspectiva de la política mundial, hubo grandes ana-
vio en la simpatía expresada por Brasil a la renovada demanda boliviana de
logías, que iban más allá de una evolución común a los países de la región. El primer
viaje internacional de Patricio Aylwin, recién inaugurado en marzo de 1990, fue a multilateralizar su pretensión de anular el tratado de 1904.
presenciar el juramento de Fernando Collor de Mello, quien impondría reformas En 1990, cuando asume Aylwin, Perú se hallaba convulsionado en una verdade-
económicas más orientadas al horizonte chileno que al de la CEPAL. Después se ra guerra civil entre el gobierno y dos poderosos movimientos guerrilleros, Tupac
diría que todo fue el "Consenso de Washington". Este es un nombre simbólico para Amaro, de tendencia marxista revolucionaria, con uso de un intenso terrorismo.
el consenso real, en torno a lo que en este libro se ha llamado el "modelo occiden- El segundo era Sendero Luminoso, un extraño producto incluso para un conti-
tal", con un énfasis en el mercado y en los derechos de propiedad. Brasil abrazaría nente adepto al "realismo mágico": furor genocida, abyección, se hizo portavoz
esta causa con su parsimonia característica. Aunque tras la caída del malhadado de un indigenismo de orientación maoísta, o también comparable al Khmer
Collor de Mello en 1992, el gobierno de Italmar Franco empleó una retórica con Rouge de Camboya, pero desde luego creado por profesores universitarios inte-
tonalidades más tradicionales, con la llegada al poder de Fernando Enrique Cardoso lectualmente mediocres, quizás por ello mismo amargados, aunque con induda-
(1994-2002), se produjo más de una concomitancia con Chile. ble talento de movilización política y militar. De este profundo pozo, el país fue
extraído por la administración de Alberto Fujimori (1990-2000), a costa de
Este representaba no sólo un afianzamiento de una orientación hacia una econo-
crear un autoritarismo encubierto y con fuerte corrupción, una suerte de demo-
mía abierta, dentro de la velocidad brasileña. El mismo Cardoso había sido uno de
los exponentes académicamente más exitoso de la famosa "teoría de la dependen- cracia plebiscitaria o bonapartismo latinoamericano.
cia". Ahora, al igual que sus amigos chilenos, ya que había estado exiliado en el A mediados de los noventa, el Perú de Fujimori lucía como un buen ejemplo. Al
país austral a fines de los sesenta, abrazaba el "modelo occidental", incluyendo las parecer, recogía el asentimiento de una mayoría de la población y tenía apoyo Y
reformas de mercado y de apertura propiciadas por el "centro". Aunque en la reconocimiento internacional. En todo esto surgía muchas veces el nombre de
práctica Cardoso articuló una suerte de "centro-derecha" en Brasil, en teoría se Chile, de Pinochet, y de la democracia que se veía tan exitosa en los noventa. El
trata de dar ropaje socialdemócrata a la economía política del momento. Los chi- mismo Fujimori se refirió varias veces a Chile, según la idea de "modelo". En todo
lenos lo sintieron como uno de ellos.
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esto, resulta claro como estos países de América del Sur son parte de la política
inmigrantes de no ser acogidos verdaderamente por las autoridades ni por la po-
mundial. Aunque el Perú sea un país con un pasado y un presente tan marcadamente
blación. En los hechos, muchas de sus virtudes son valoradas, aunque el chileno
indígena, también está fundido con el mundo hispanoamericano.
no proviene de un país de inmigrantes, en relación al modelo argentino; en su
Las mismas relaciones entre los dos países fueron influidas por esta evolución. historia sólo tuvo simpatía espontánea por los venidos de Europa, de preferencia
Hacia 1990, en Chile había una preocupación oculta por el camino, al parecer occidental. De todas maneras, el chileno común y corriente ha podido palpar
sin retorno, de la crisis peruana. Aylwin tuvo palabras de frialdad para el autogolpe cómo los sectores populares del Perú, más necesitados que él mismo, manejan sin
de Fujimori, en 1992, con consonancia al llamado "Acuerdo de Santiago" de la embargo un idioma castellano de mayor nivel y mejor pronunciación.
OEA de excluir de la organización a todo gobierno no democrático. Luego, con
Con el cambio de siglo, también reapareció el espectro de una crisis en el Perú. La
los pasos de apertura y de legitimación (limitada) que dio Fujimori, las relacio-
corrupción y el desencanto de una sociedad inestable en lo político, pero no ca-
nes volvieron en forma rápida a tener un impulso propio. El peruano se afanó en
rente de sofisticación, llevó ala caída poco honrosa de Fujimori a fines del2000.
resolver los últimos diferendos por algunas cláusulas incumplidas del tratado de
El nuevo presidente, el economista de origen indígena Alejandro Toledo, tenía a
1929, situación en la que el Estado peruano quería mantener algo siempre pen-
chilenos como asesores destacados. Parecía corresponder al tipo del nuevo políti-
diente con Chile. Por ello se firmaron los "Protocolos de Lima" en 1993, que se
co y profesional que la Concertación trajo a Chile. Había un aire de "Tercera
habían comenzado a negociar desde 1991, con la interrupción de la actividad
chilena a raíz del autogolpe. Vía". No ha sido así hasta el momento. Además del pesimismo por el futuro del
país que invade a Lima, las relaciones han vuelto a mostrar la muda distancia que
Es probable, como se ha dicho, que por provenir de manera tan directa de un dejó la Guerra del Pacífico. Todo ello, sin embargo, no cabe duda que está relacio-
país asiático, Fujimori no haya estado ligado al recuerdo del sufrimiento por la nado con el "desarrollo frustrado", que no sólo en lo económico ha sido la marca
derrota y la ocupación. La "guerra con Chile" no habría sido un elemento de su de la civilización hispanoamericana, de la que Chile no está exento.
educación familiar. Quizás. Lo concreto es que fue e;! ptimer presidente peruano
El tema peruano por cierto no está ausente de los vaivenes de las relaciones con
en visitar oficialmente Chile; y después de tener que olvidarse de los protocolos
Bolivia. El gobierno de Aylwin logró sacar el tema marítimo del círculo de la
por la oposición del lobby antichileno, más un estado de ánimo que un grupo
OEA, introducido de alguna manera por la debilidad diplomática del gobierno
determinado, se llegó a un acuerdo más sui generis en 1999. En relación a las
militar. Chile intentó mejorar las relaciones bilaterales con una serie de gestos
cláusulas del tratado de 1929, se entregaba a la administración por parte de una
simbólicos, como tener relaciones diplomáticas prácticamente formales, cuando
empresa peruana, de un muelle para usufructo del Perú. Se trata, como es evi-
dente, de un hecho político y emocional antes que económico. en la teoría estaban rotas. Se jugó la mejor carta chilena, el libre comercio. Se
firmó un tratado en 1993, y se buscó otro más favorable para Bolivia en el nuevo
Aunque las relaciones entre estados con Fujimori nunca tuvieron el nivel de las siglo. En las reuniones presidenciales de la región, eran casi comunes las entrevis-
que se lograron con la Argentina de Menem, tenían una dinámica positiva. Nada tas personales entre ambos presidentes. A fines de los noventa se produjo una
de esto obstaba para que hubiera una callada distancia, expresada en el hecho de paradoja en relación a la historia contemporánea.
que ambas fuerzas armadas se manejan en la hipótesis de conflicto mutuo, por más
teórico que sea. Hubo otros fenómenos inéditos, y positivos en general. Por un En la sucesión ordenada de presidentes a partir de 1985, toda una nueva etapa en
lado, la llegada de inversiones chilenas a Perú. También crean vulnerabilidad, como la historia política boliviana, fue electo un eterno postulante, el general Hugo
Banzer, que entre 1971 y 1978 había sido una especie de "Pinochet boliviano".
lo que sucedió con una inversión considerable del grupo Luksic, una planta
Lucchetti, que fue cerrada al parecer en forma arbitraria por el alcalde Lima. Sin Abundando en paradojas, él había ayudado a elegir presidentes a antiguos oposi-
embargo, la presencia de ejecutivos chilenos en Lima, hacía probable el conoci- tores, los que le devolvieron la mano. Y desde el gobierno tuvo un buen interlocu-
tor en el gobierno chileno, con Eduardo Frei y Ricardo Lagos. Se retiró por enfer-
miento mutuo. Pero los chilenos, no siempre son sensibles a una cultura ajena.
medad y al fallecer, Lagos fue el único presidente latinoamericano en asistir, en un
Si a fines de los ochenta, producto de la violencia desatada por la guerrilla, Chile gesto no carente de dramatismo, para subrayar el interés chileno en Bolivia.
recibió la inmigración peruana de sectores medio-altos y altos, en los noventa,
El buen camino no duraría mucho. Estaba complicado por otra expectativa que
recibió la de sectores populares. Cuando los pueblos están en contacto directo, no
siempre mejora la comprensión mutua. A veces empeora. En este caso, ocurrieron había vuelto muy optimistas a los chilenos. Había la posibilidad de que se constru-
los problemas esperables, en los puestos de trabajo y en el sentimiento de los yera un ,gasoducto con un puerto propio por parte de inversionistas extranjeros,
para exportar gas boliviano a EE.UU. Así, los intereses materiales comunes, las
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demasiado revuelo en Europa, pero desataban siempre una polémica, y no falta- una etapa corta. Luego el caso fue derivando en un cuestionamiento mayor, tanto
ba el comentario de Pinochet, de efectos bochornosos. No se percataba que su a la fuerza de Pinochet como al pacto expreso y tácito que fue la transición. Sería
imagen era muy mala y que en el extranjero se hallaba en situación vulnerable. largo de narrar este proceso. En el curso de 1999, las fuerzas de la Concertación,
Desde antes de su retiro, a fines de 1997, su cambio de estatus generó una de la izquierda extraparlamentaria y del mismo Gobierno, ayudados por la cre-
polémica en Chile, que después se vería como prólogo a lo que sucedió. ciente revocación en la práctica de la ley de amnistía de 1978 llevada a cabo por
La detención cambió primero, con la rapidez de un rayo, su situación interna- líderes del poder judicial que querían justificarse, se preparó el terreno para una
cional así como la del mismo Gobierno y hasta "modelo chileno". De la noche derrota política definitiva de Pinochet y del papel político de las Fuerzas Armadas,
a la mañana, los medios políticos y publicitarios europeos (y latinoamericanos) que en lo esencial quedó consumado en los primeros años del nuevo siglo. Su
cambiaron en forma dramática su apreciación sobre la transición chilena. Esta momento culminante fue el desafuero y después virtual condena de Pinochet.
no se había completado; Chile no tenia "memoria", y el mismo Gobierno poseía Derrota de Pinochet, pero no del "modelo chileno", impensable sin la participa-
una suerte de legitimidad espuria, por ser producto de una transacción con las ción del general.
fuerzas del mal. La transición, tan alabada por los europeos, pasaba a ser conde- Se salvó de la extradición, a que forzosamente lo llevaba el proceso, por las
nada. Más complejamente, se sostenia que la superioridad de la jurisdicción mismas razones que al final fue liberado por la justicia chilena. El gobierno in-
internacional para crímenes contra los derechos humanos, si es que no eran glés llamó a una comisión que certificó que Pinochet, de 85 años, no se encon-
juzgados de manera satisfactoria por cada estado nacional. Esto casi coincidió traba en condiciones médicas de enfrentar un juicio, y se le despachó a Chile,
con la intervención de la OTAN en Kosovo en 1999, y con todo un clima gene- cuando ya estaba más que en marcha el proceso para llevarlo a la derrota. El
rado por la guerra en la ex Yugoslavia, como por el genocidio en Ruanda. ejército tuvo que mirar las cosas con impotencia, con furia, y luego con paulati-
Más importante, el símbolo mismo de Pinochet era muy poderoso en Europa, na aceptación de lo inevitable.
desde 1973; así como Allende había evocado la "moderna utopía", Pinochet era El "caso Pinochet" cambió un aspecto de la cultura política del país. Se esfumó
la "antiutopía". Era punto menos que Hitler, así no más; sólo iba un poco a la la visión autocongratulatoria con que la clase política se veía a sí misma; como
zaga del símbolo del mal del siglo XX, por injusto que esto sea en muchos también de la relativa liviandad con que se veían los excesos de los setenta
sentidos. Era algo que no lo habían visto sus partidarios en Chile; no lo querían -cualitativamente diferentes a los que acompañaron la confrontación de los
ver tampoco así sus enemigos dentro del país.
ochenta-, tanto de parte de moros como de cristianos. En este sentido, el
Hay otra ironia, o sarcasmo mejor dicho. En los primeros meses, el gobierno chile- proceso que se originó a partir del "caso Pinochet" fue parte de un conocimien-
no de Eduardo Frei y su canciller José Miguel Insulza, se vio obligado a defender a to de sí mismo por parte del país. Por otro lado, en la época del consenso,
Pinochet para apoyar la primacía del derecho chileno, la soberanía nacional, que era "post-ideológica" si se quiere, era también olvido de la profundidad de las dife-
lo que precisamente estaba en tela de juicio, como se vería con la trascendental rencias políticas de antes, como de la atmósfera de los setenta. Esto se vio en el
decisión de Kosovo, a la que se le ha declarado, con exageración, el fin de Westfalia triunfo mediático, pero ingresando a la conciencia colectiva, de la versión más
(1648/49). El gobierno debía defender asimismo la legitimidad de la transición cercana a la ex Unidad Popular sobre 1973, a propósito del trigésimo aniversa-
chilena, y por un momento parecía que todo el mundo se volvía contra Chile. rio delll de septiembre.
Las sucesivas apelaciones de los abogados de Pinochet mostraron lo politizado En la batalla de la historia, o de la "memoria", según el término fashionable, este
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del ambiente . A pesar de las protestas del gobierno chileno, de que se trataba nuevo capítulo tendrá que dejar su huella. Por otro lado, es indudable que en
de un senador, que tenía pasaporte diplomático, ex Jefe de Estado y la inmuni- términos de la sociedad internacional, al ampliarse esta política de perseguir de
dad presumible, así como el haber sido invitado por una empresa británica y ser manera judicial los excesos, se da más garantías para los habitantes de regiones
recibido en un salón VIP en Heathrow, el gobierno inglés de Tony Blair, como sometidas a la violencia o al despotismo. Si no se aplica el doble-standard o se
el español del derechista José María Aznar, tomaron la decisión política de no seleccionan los casos menos importantes, se podría esperar un resultado positivo
interferir en la ofensiva jurídico-política contra Pinochet, que dejaba mal parado de este tipo de políticas. Sin embargo, llevadas a sus extremos lógicos, impedi-
al gobierno de Chile. rían toda n'egociación de paz con el IRA o la ETA (y, aventurando una compara-
Dentro del país, por un momento, pareció que se abría paso a una confrontación, ción ahistórica, durante la Segunda Guerra Mundial no podría haber habido
cuando no a una política militar más agresiva de las Fuerzas Armadas. Pero esa fue alianza entre las democracias anglosajonas y la Unión Soviética).
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El "caso Pinochet" es otro ejemplo fascinante del involucramiento de Chile en (Rusia, China, Francia), el obtener una mayoría del Consejo tenía peso político.
la política mundial. Era otra demostración de cómo la sociedad chilena podía Para el gobierno de Ricardo Lagos vino un momento angustioso. De pasar por
vibrar al unísono con las tendencias mundiales, aunque en su estilo inconfundi- una auténtica luna de miel, de ser para Washington un favorito en muchos sen-
ble; como fue el último aletazo del movimiento que convirtió a Chile en estrella tidos, Chile se vio sometido a gran presión, con la amenaza latente de que el
planetaria en 1970. Fue asimismo una pequeña gran lección de Realpolitik de máximo galardón -por momentos úcico- de la administración era el tratado
las grandes potencias, en este caso, las de Inglaterra y España, que en un tema de libre comercio con EE.UU., el que podía evaporarse por la reacción de la
lejano a ellas corno gobiernos, dejaron de lado la política bilateral de los noven- Casa Blanca. Hay que añadir que una mayoría de los norteamericanos estaban
ta, y siguieron la fuerza de sus propias opiniones públicas, porque el gobierno de indignados con Chile, en la medida que sabían de qué y de quién se trataba. La
Santiago representaba una quantité negligeable en términos de poder. Casa Blanca empleó un método sutil, muchas veces de gran eficacia, el halago
El último encontronazo con la realidad dura de las relaciones internacionales ha ("necesitamos tanto a Chile, un país tan prestigiado, cómo nos va abandonar en
mostrado, hasta estos instantes, un aspecto más halagüeño de la postura del país. estos momentos ... "). Santiago supo resistirlos.
Se trata de la segunda guerra de Irak.. En la primera, en 1990/91, Chile apoyó a Lo mejor fue que la política de Chile no se expresó en un lenguaje rimbomban-
EE.UU. y la coalición encabezada por Washington, junto a la unanimidad del te, provocativo y chauvinista, como hubiera sido en un caso similar en un Chávez
Consejo de Seguridad de la ONU, así como la intervención en Mgacistán en o un Castro. En una situación que guarda mucha analogía con la que dominaba
2001. Aparte de la gravedad que hubiera revestido dejar impune la desaparición a la mayoría de la clase política hasta mediados de 1942, Santiago empleó un
de un país, Kuwait, el consenso internacional ahogó toda crítica al apoyo chileno. lenguaje de apoyo a la ONU, aunque a la vez respaldando la intención política
No era el mismo caso en la segunda guerra, en 2003. La iniciativa de Washing- de EE.UU., no su política militar de derribar sin más a Hussein. Más que opo-
ton tuvo, en su momento, amplio apoyo dentro de EE.UU., pero otra cosa fue nerse de manera directa a EE.UU., Chile desarrolló una estrategia de "cortina
la opinión pública internacional. Además, EE.UU. se alejó de la ONU y tomó de humo", evitando una colisión frontal con Washington, y comprensiblernente
una medida unilateral, con el apoyo inglés, de otras potencias y países más o atemorizado de que al final no se ratificara el tratado de libre comercio. Esta
menos presionados a hacerlo. Dentro de Chile, la gran mayoría, por buenos y amenaza fue sugerida por los norteamericanos, que la dejaron de lado porque
malos motivos como siempre, se opuso. Hubo una diferencia. Mientras la hubiera sido contraproducente. Chile proponía más y más medidas de inspec-
Concertación cerró filas en una posición crítica a Washington, una parte de la ción, con algo de esconder la cabeza en la arena, pero también para no tener que
derecha apoyó con entusiasmo a Bush Jr. Nueva ironía. La Concertación, cuan- sumarse a una política que debía romper con esquemas tradicionales de política
do nacía, había respaldado la intervención política de Washington en Chile en exterior chilena, y con la voz de la razón. El Presidente Lagos lo expresó en
los ochenta; la derecha había protestado contra el "imperialismo" norteamerica- vísperas de la guerra, el14 de marzo de 2003:
no. Ahora las fuerzas volvían a las posiciones más "normales". Inspirado en estos principios <paz y derecho internacional>, y asumiendo
Casi todos los países del mundo tuvieron que tomar una posición a favor o en plenamente nuestra responsabilidad, Chile ha sostenido una posición clara:
contra. En el caso chileno, había un matiz de diferencia. Era miembro temporal, respaldar plenamente la decisión de las Naciones Unidas, orientada a garan-
dos años, del Consejo de Seguridad. Lo había sido antes, en 1952/53, 1961/63, tizar en forma absoluta y comprobada el desarme de Irak. Ese es el mandato
1996/97. Fueron posiciones apetecidas por la diplomacia y los internacionalistas de Naciones Uni das expresado en su resolución 1441. A partir de esa posi-
chilenos; La Moneda ha sostecido siempre que el prestigio del país se acrecentaba ción, hemos desarrollado una intensa acción de diálogo, consulta y razona-
de esta manera. Aun reconociendo que el intangible es un elemento omnipresente miento con todos los miembros del Consejo de Seguridad, buscando obte-
en la vida diplomática, las razones, por las que la Cancillería deba empeñarse en ner un camino que haga efectivo el desarme de Irak con metas y plazos
esos puestos no aparecen nunca expuestas con una lógica irredargüible. Como precisos. En este esfuerzo, hemos construido un lazo especial de colabora-
sea, nada grave y sí muchos buenos momentos habían llegado por esa posición. ción con el Reino Unido. Para ello elaborarnos, en conjunto con otros países,
Nadie pensaba en la polvareda que se levantaba en el segw1do semestre de 2002. una propuesta para que el Consejo de Seguridad exija cinco condiciones básicas
que garanticen el desarme efectivo de Saddarn Hussein, que se derivan del
EE.UU. necesitaba el voto chileno, o el mexicano, el otro país de la región en el
actual proceso de inspecciones, garantías que deben ser cumplidas en un
Consejo, con carácter también temporal. Aunque una decisión de mayoría podría
plazo máximo de tres semanas -que nos parece acotado y realista-, a partir
ser vetada por cualquiera de los tres miembros permanentes opuestos a la guerra
del momento en que sean acordadas por el Consejo de Seguridad41 .
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Era el lenguaje de un pequeño Estado que no quiere perder su postura, pero Que se trata de un "conflicto mapuche", aunque sea de violencia irracional pero
tampoco ir al matadero. Si Chile hubiese seguido las aguas norteamericanas, esporádica, más latente que actual, es algo que se ha hecho común señalar.
habría recibido el murmullo de reprobación de la región; si hubiese tenido un Mas, ¿por qué es parte de la relación de Chile con la política Apareció
lenguaje heroico, es decir, superficialmente heroico, de oposición a Washing- corno un tema de identificación de este tiempo al unísono con tendencias globales
ton, no habría recibido mayor apoyo en la región, más allá de alguna frase de al respecto. Sus líderes han desarrollado un lenguaje creado en ámbitos políticos
cortesía. A los dos meses de la guerra -breve y quizás inútil-, Washington
y académicos, aquel de la "identidad", de la "diferencia", de los "derechos de las
"perdonó" al gobierno de Lagos, y se firmó el acuerdo, pero desprovisto de minorías". En sus versiones más radicales, como el de Chiapas en México, os-
toda pompa. Chile logró sobrevivir a este "enfrentamiento", que recordaba que tenta las marcas de ideologías globales, totalizadoras, de la modernidad, y que
lo que se logra un día, puede ser deshecho al día siguiente.
quieren ser introducidas a la fuerza de persuasión dialéctica, en un Chile que las
siente y no las siente como propias. En ningún caso pertenecen a un fondo
transparente, autóctono, a una tradición pura de un pasado arcaico. Son expre-
Los "nuevos temas": minorías
siones que revelan la política moderna. Ademanes, tipología y la apariencia de
Para los estudiosos de las relaciones internacionales es un lugar común decir que muchos de sus líderes, más que un trasfondo mítico, enseñan mucho de
a fines de siglo aparecieron los "nuevos ternas", género, medio ambiente y mi- Hollywood, de la idealización de lo (supuestamente) primitivo a partir, por cier-
norías, entre ellos. Corno el presente capítulo es la fuente de un libro más exten- to, de la extrema civilización. El que este "partido indigenista", por llamar de
so que aparecerá dos años después de éste, aquí no se tratarán los problemas de alguna manera a lo que en realidad es un movimiento algo amorfo, que también
género y medio ambiente que han tenido una presencia significativa en las rela- tiene su cuota de espontaneidad, que es una sensibilidad aguda, tiene su parte de
ciones internacionales de Chile en los últimos quince años. En torno a la Confe- abstracción.
rencia de Beijing en 1995, por ejemplo; o en el capítulo esencial de grandes
Puede ser un terna de integración, dentro del proceso incesante de cambio y
inversiones en recursos naturales, los temas medio ambientales tienen gran
permanencia en que consiste la existencia histórica. Al constituir la pobreza uno
protagonismo. En cambio, se dirán dos palabras sobre el terna de minorías.
de los puntos cardinales que identifican al indígena en Chile, aunque no el úni-
El caso del "conflicto mapuche" presenta un cariz más amenazador en lo inme- co, la solución puede provenir del cambio material unido a políticas y actitudes
diato. Tiene una violencia creciente desde comienzos de los noventa, en las sociales que los integren de manera más plena a la sociedad chilena. Existe, en
regiones donde existe de manera más perfilada esta minoría indígena, que en todo caso, una posibilidad diferente, de que se constituyan más y más como
todo caso siempre tiene algún rasgo mestizo semejante a la inmensa mayoría de cuerpo propio, separado, aunque estén en un territorio entremezclado en lo que
la sociedad chilena. Se desarrolló un liderato, varios lideratos, más o menos es- a origen étnico se refiera. Las proposiciones en este sentido, pensadas desde el
parcidos a lo largo del país, pero que hasta este momento sólo ha logrado crear mundo no indígena, se encuentran en una Comisión de Verdad Histórica y Nuevo
un clima de violencia en la IX y X regiones, en ciertas áreas. La gran mayoría que Trato, cuyo informe de 2003 señala hacia este carnino 43 . ¿No sería crear un
se define corno descendiente de "población aborigen" pertenece a estratos casi problema artificial, corno aquel de que el subdesarrollo de Bolivia es por no
completamente mestizos, y vive en la zona central del país. tener puerto propio( En política, el realismo mágico latinoamericano es capaz
de construir cualquier cosa.
En general, el período de pérdida territorial para el pueblo mapuche fue el siglo
XVI y el XIX. En el primero, la conquista los articuló en rápida interacción ¿Ganarían los chilenos de origen indígena( Todo historiador sabe cuán intrinca-
bélica, con gran capacidad de absorción de técnicas militares europeas, pero que do es acceder a aquello de la "verdad histórica". Entre tanto, para aquellos, la
en la siguiente etapa, de la coexistencia con la Capitanía General, no se produjo vasta mayoría, que tienen apellidos y algunas tradiciones mapuches, hubo una
una integración plena. Hubo otro momento de crisis y disgregación, y fue con la experiencia social que ya quedó atrás, y que ha sido uno de los frutos muy posi-
República, en el XIX. La "Pacificación", en los 1870 y 1880, aunque pretendía tivos de este desarrollo y que es el espectro del bochorno social por tener rasgos
terminar con su marginación, fue otra etapa penosa, para irse regulando en el o nombres indígenas. No ha sido un fenómeno exclusivo chileno. Tiene que ver
siglo XX, aunque en la medida en que su población quedaba concentrada, per- con que los medios de comunicación de masa globales han hecho crecientemente
manecía atrapada en una pobreza, en general mayor que la del resto de los chi- aceptable, cuando no fashionable, la diversidad de rasgos étnicos, y como tal es
lenos en prornedio 42 • una experiencia indirecta de la política mundial.
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Es también parte de la realidad internacional del país, en cuanto que se pone Pinochet ocupó una posición de poder político destacada en la primera mitad de
-con y sin razón- en tela de juicio la existencia del país como estado nacional, los noventa, tanto por las disposiciones de la nueva Constitución, como por ser
al menos como lo ha sido hasta ahora. Y no sólo por la eventualidad más que considerado un héroe por gran parte de la oposición de derecha. Incluso desde
improbable de una secesión, sino por la alta presencia del tema de la minoría y las filas de la Concertación se podía leer no sólo conformismo con su figura, sino
de la violación de los derechos humanos en la política internacional. que su cuota de admiración. En más de una recepción, incluso internacional, en
La Moneda, funcionarios y políticos ligados a la coalición hacían filas para darle
la mano, por curiosidad y por apaciguamiento. Nada tiene tanto éxito como el
Nuevas y antiguas concepciones de seguridad éxito, habrá anotado un escéptico. Los extranjeros se escandalizaban con esto.
En los noventa, los gobiernos de la Concertación, con la anuencia relativa- Luego vendría la vuelta de mano.
mente entusiasta de los mandos -al comienzo, hasta con alguna aprobación En otros sentidos, las Fuerzas Armadas pudieron establecer los vínculos interna-
del mismo Pinochet- trataron de crear una nueva doctrina de seguridad. Su cionales de manera más visible que en el pasado. Se levantaron las prohibiciones
producto más público es el Libro de la Defensa Nacional de Chile (1997). El de ventas de armas a Chile, siendo el caso más simbólico el fin de la Enmienda
objetivo era llevar a una modernización conceptual de la doctrina de seguri- Humphrey-Kennedy, anunciada poco antes de la visita de Bush en marzo de 1991.
dad, preparándose para el período post-Pinochet. Su impulsor fue el Ministro Chile renovó sus relaciones con EE.UU. en compra de armamentos, aunque el
de Defensa Edmundo Pérez Yoma, uno de los ejecutivos que estuvo tras el ejército y la armada, en alguna medida por motivos presupuestarios y por razones
origen de la candidatura de Frei Ruiz-Tagle. Se pretendía entregar tanto una de desconfianza, han limitado sus compras en ese país. En cambio la FACH, anunció
versión nueva de la antigua doctrina, como orientar a las fuerzas armadas hacia en 2001la renovación de sus aviones cazas, con los famosos F-16. Esto levantó
nuevos horizontes: alguna polvareda, por su significado, y porque aparecía Chile introduciendo armas
La legislación chilena define la Seguridad Nacional como "toda acción cualitativamente superiores, creando otra carrera armamentista. Poco se ha dicho
encaminada a procurar la preservación del orden jurídico institucional del que aunque en lo político era menos riesgosa la alternativa francesa, los Mirage,
país, de modo que asegure el libre ejercicio de la soberanía de la Nación, debido a la veleidad tradicional de los norteamericanos en estos aspectos, cuando
tanto en el interior como en el exterior, con arreglo a las disposiciones los F-16 estén en pleno uso, ya no serán el primer avión del mundo, sino que el
establecidas, a la Constitución Política del Estado, a las leyes de la Repú- mejor de una categoría ya en desuso en las grandes potencias. Es natural que
blica y a las normas del Derecho Internacional, según corresponda" ( ... ) países como Chile utilicen este tipo de aviones.
La Defensa Nacional persigue alcanzar una condición de seguridad exter- En las críticas a Chile resonó el antiguo rumor del "expansionismo chileno".
na tal que el país pueda lograr sus Objetivos Nacionales libre de Aunque consigna desgastada, se renueva por la imagen (positiva y negativa) de
interferencias exteriores44 . Pinochet y su influencia en el sistema político chileno. También forzaría a los
El Libro de la Defensa rescata la "seguridad nacional", que era anterior al régi- países de la región a una "carrera armamentista". En los hechos, Chile sólo ha
men de Pinochet. De hecho, Allende decía que su gobierno era el que más había recuperado espacio que no pudo ocupar durante el gobierno militar.
hecho por la "seguridad nacional". En los noventa se vuelve a la acepción que Por otra parte, en los noventa se hizo mucho esfuerzo por llegar a un nuevo tipo
adquirió en la década de 1960, de una integración cívico-militar, facilitada ade- de relación con las fuerzas armadas vecinas, y se logró una mayor distensión y
más por la forzosa y en cierta medida creativa cercanía entre uniformados y cooperación. El caso de Argentina es bastante espectacular en el campo de com-
civiles durante el mismo gobierno militar, algo que con frecuencia se pasa por prensión recíproca que se ha alcanzado. Fueron años en que se impuso el prin-
alto en los análisis del período; esto sucedió, en particular, en los años ochenta. cipio de "medidas de confianza mutua". Una serie de ONG trabajaron en este
Sin embargo, era todo un tema pensar en una política de defensa que tuviera en sentido, en Chile FLACSO y el Instituto de Estudios Internacionales de la
cuenta los grandes cambios: el fin del gobierno militar, el fin de la Guerra Fría y Universidad de Chile, sirvieron de puente de un nuevo tipo de relaciones entre
su sentido para la región, la preparación del ejército mismo para la era post- uniformados y académicos, no sólo dentro de Chile, sino que a nivel latinoame-
Pinochet. Todo ello, como se ha dicho, en un ambiente en el cual las Fuerzas ricano e ini:eramericano. La idea final era crear un sistema de "homologación
Armadas no se han sentido derrotadas, sino que todo lo contrario, que se sien- del gasto" en defensa, de modo de permitir, algún día, limitar por medio de
ten actores en la construcción del "modelo chileno". un acuerdo la inversión en armamento, sin que nadie sienta menoscabada su
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CAPITULO XVI 1 EL ESPLENDOR Y SUS LÍMITES 1990-2004
MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE E!\' LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERlvlANDOIS H.
Democráticas", para que en el caso de real necesidad y urgencia, pueda actuar al definición del gran historiador francés del siglo XIX, Ernest Renan, hay dos
margen del Consejo de Seguridad, y no sea una mera voluntad unilateral de condiciones para la existencia de una nación, que exista un relato común del
Washington 48 . pasado; y que haya la voluntad en el presente para continuar siéndolo, y por ello
una nación "es un plebiscito cotidiano". Habría que añadir a Edmund Burke,
Chile se recuperó con plenitud del trauma al que comenzó a precipitarse en
que piensa que una sociedad (o nación) es un pacto tácito entre los que están
1970, y solucionó algunos problemas que habían afectado a toda la democracia
muertos, los que viven y los que están por nacer; si se pierde esta noción, la
del período entre 1932 y 1970. Pero no todo es miel sobre hojuelas. Hay otro
sociedad se disgrega.
elemento crítico para el futuro del estado nacional, el que muchos observadores
lo achacarían a herencia del período autoritario pero, ha sucedido en todo el Se entiende que no existe un solo relato acerca de la historia de Chile; y que
mundo, en proporción diferente. Se trata del avance de la violencia cotidiana, varios de ellos son necesarios para crear un punto de referencia. Si chilenas y
como expresión de la cultura de nuestro tiempo. La pendiente se desliza para chilenos son incapaces de expresar el relato, que vincule emociones con la expre-
crear sociedades no sólo escindidas en sí mismas, aunque al final la violencia sión más o menos razonada de su historia, reciente o remota, se hallará un sínto-
afecta a todos; también crea divisiones implacables a lo largo del sistema interna- ma de deterioro en la relación entre Chile y el mundo. La configuración del
cional. Desde luego, la criminalización de la vida cotidiana por los robos, la "decir" de la gente está también afecta a la política mundial. ¿Será el adveni-
violencia y la corrupción no se restringe a los países "subdesarrollados", como miento de una crisis que el país no ha superado? Es una perspectiva insuficiente;
según ya se señaló lo deja ver la quizás más visionaria "utopía negativa" del siglo vivir sin crisis sería un paraíso artificial, un final maligno de la historia. De Occi-
XX, La naranja mecánica de Anthony Burgess. Este, a la postre, anticipó con dente se ha heredado el "sentido de la crisis", que es reconocimiento de la
mayor certeza que el mismo George Orwell cuál es nuestro mayor peligro, un misma como premisa de la superación, así como se sale de un túnel para, sin
"estado de derecho" sólo en el nombre, dentro del cual nadie tiene una vincula- pausa, ingresar a otro. Y de Occidente, lo heredó la política moderna. De la
ción moral verdadera con los fundamentos del orden existente. vorágine de la crisis del mundo contemporáneo, que es como siempre se percibe
los histórico, resta una tarea, la de una sociedad que aspira a incorporar la medi-
De todas maneras, hay una clara distinción en el sistema internacional del mun-
da de la civilización. Para ello debe rescatar valores y animarlos de vida, contra-
do de hoy. Por una lado, los países donde el "desarrollo" también incluye una 49
punto de los formidables desafios que resurgen con mil caras .
seguridad mínima; y aquellos donde todo orden termina por colapsar y se trans-
forma en "estados fallidos". Todo aquél que haya estudiado con detención el
caso de Haití en el continente, aunque no ose decirlo ante el público, confesará
que allí no hay esperanza alguna en un,futuro previsible. Además, el fin de la
Guerra Fría y la era del narcotráfico han revaluado la importancia de lo que se
podría llamar el "factor policial" en las relaciones internacionales, modificando
de manera peligrosa el concepto de "seguridad", hasta incluir a las fuerzas arma-
das en la lucha contra este mal. Es un desarrollo de resultados imprevisibles.
Es indudable que Chile se aproxima más al primer escalafón de países que al
segundo. Diversas mediciones internacionales ponen a Santiago como quizás la
capital más segura de la región. En muchos sentidos sin embargo, ha avanzado
esa tríada de violencia, corrupción y robos. Existen muchas causas en este fenó-
meno. Con atrevimiento, se podría apuntar a una de ellas. Dentro de los
fenómenos culturales que se perciben, está el del envilecimiento del lenguaje.
Con éste va un compañero de ruta, la pérdida gradual de un lenguaje común
que relate historias en común, y que es parte de lo que aquí se ha hablado como
la "crisis de lo público". Quien se alegre porque, musita, así lo dejarán tranquilo
"con sus derechos", que no se haga esta pobre ilusión, ya que la existencia de la
esfera pública es el sustento de la privada, y viceversa. De acuerdo a la clásica
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1'\0TAS
Capítulo I
15 La Aurora de Chile, 28 de mayo de 1812, cit-en ibid., p. 191.
1 Mario Góngora, Estudios sobre la historia colonial de Hispanoamérica (Santiago:
16 Sobre el origen del Estado nacional en Chile, en Ricardo Krebs, "Orígenes de la
Universitaria, 1998; original: Cambridge University Press, 1975), p. 32.
conciencia nacional chilena", y para el tema latinoamericano, Luis Navarro García, "El
2 Jaime Eyzaguirre, Breve historia de las fronteras de Chile (Santiago: Universitaria, 1967). orden tradicional y la revolución de Independencia en Iberoamérica"; ambos en Inge
Santiago Benadava, Historia de la.rfronteras de Chile (Santiago, 1993). Buisson, Günther Kahle, Hans-Joachim Kónig, Horst Pietschmann, eds., Problemas de
la formación del estado y de nación en Hispanoamérica (Bonn: Internationes, 1984).
3 Este es el tema de Pablo Lacoste, La imagen del otro en las relaciones de la A'l}entina y Chile
(1534-2000) (Buenos Aires, Santiago: Fondo de Cultura Económica, USACH, 2003 ). 17 José Miguel Barros, "José Miguel Carrera y los Estados Unidos de América" en Boletín
de la Academia Chilena dela Historia,v. 65-66 (1998-1999), n. 108-109. Sobre el
4 Armando de Ramón. José Manuel Larraín, Los orígenes de la vida económica chilena
influjo de las relaciones comerciales entre Chile y EE.UU., y en general sobre los
1659-1808 (Santiago: Centro de Estudios Públicos, 1982). Sergio Villalobos, Historia
vínculos, Eugenio Pereira Salas, Los primeros contactos entre Chile y Estados 1778-1809
del pueblo chileno (Santiago: Zig-Zag, 1983), Tomo III, pp. 18-23. Sobre las amenazas
(Santiago: Andrés Bello, 1971); y Ricardo Montaner Bello, Historia diplomática de la
de los rivales de España, Sergio Villalobos, Historia del pueblo chileno (Santiago:
Universitaria, 2000), Tomo IV, pp. 113-145. independencia de Chile (Santiago: Universidad de Chile, 1941).
18 Cit. en Simon Collier, op. cit., p. 190.
5 Este punto ha sido destacado por Sergio Villalobos, La vida fronteriza en Chile (Madrid:
Mapfre, 1992), pp. 297-345. 19 Cit. en Iván Jal<.sic, Andrés Bello: la pasión por el orden (Santiago: Universitaria, 2001), p. 112.
6 Para esto es válido lo que Arnold Bauer pensó para un período posterior, "Industry and 20 La discutida figura de Portales ha tenido una larga bibliografia. En las últimas décadas,
the Missing Bourgeoisie: Consumption and Development in Chile, 1850-1950", Sergio Villalobos, Portales, una falsificación histórica (Santiago: Universitaria, 1989).
Hispanic American Historical Review, LXX, 1990. Bernardino Bravo Lira, Portales, el hombre y su obra: la consolidación del gobierno civil
(Santiago: Jurídica de Chile, 1989). Alejandro Guzmán Brito, Portales y el derecho
7 Claudio Véliz, The New World ofthe Gothic Fox. Culture and Economy in English and
(Santiago: Universitaria, 1988). Una versión clásica, portaliana, en Francisco Antonio
SpanishAmerica (Berkeley: University ofCalifornia Press, 1994) Hernán Godoy Urzúa,
La cultura chilena (Santiago: Universitaria, 1985). Ecina, Portales. Introducción a la historia de una época (Santiago: Nascimento, 1934).
21 Mario Barros, Historia Diplomática de Chile 1541-1938 (Barcelona: Ariel, 1970);
8 Lawrence Littwin, "An integrated view of Chilean foreign policy" (N.Y.: Diss, 1967),
pp. ll-37. Robert N. Burr, By Reason m· Force: Chile and the Balnacing Power in South America
1830-1850 (Berkeley, Los Angeles: University of California Press, 1967)
9 John Lynch, Las revoluciones hispanoamericanas (Barcelona: Aire!, 1989), pp. 9-47.
22 Cit. en Santiago Lorenzo Schiaffino, "Portales y la política internacional", en Alejandro
Sobre la crisis del orden político colonial, en la perspectiva que aquí interesa, Luis
Guzmán, op. cit., p. 292s. Carta de Portales a Cea, Lima, 1822. Vale la pena reproducir
Navarro García, "El orden tradicional y la revolución de independencia en
la cita completa: "Parece algo confirmado que los Estados Unidos reconocen la
Iberoamérica", en Inge Buisson, Günter Kahle, Hans-Joachim Kónig, Horst
independencia americana. Aunque no he hablado con nadie sobre este particular, voy a
Pietschmann, Problemas del Estado y de la Nación en Hispanamérica (Bonn: Inter
Nationes, 1984), pp. 145-159. darle mi opinión. El Presidente de la Federación de N.A., Mr. Monroe, ha dicho:
'reconoce que la América es para éstos'. ¡Cuidado con salir de una dominación para caer
lO Ricardo Krebs, Cristián Gazmuri, eds., La Revolución Francesa y Chile (Santiago: en otra' Hay que desconfiar de esos señores que muy bien aprueban la obra de nuestros
Universitaria, 1990) Cap. 6, 7, 9, 10, 12. campeones de liberación, sin habernos ayudado en nada: he aquí la causa de mi temor.
¿Por qué ese afán de Estados Unidos en acreditar ministros delegados y en reconocer la
11 Alfredo Jocelyn-Holt, La Independencia de Chile. Tradición, modernización y mito
independencia de América, sin molestarse ellos en nada? ¡Vaya un sistema curioso, mi
(Madrid: Mapfre, 1992), p. 124. Para lo que sigue, pp. 213-221. Un resumen excelente
está en Hernán Godoy Urzúa, op. cit., pp. 130-140. amigo! Yo creo que todo esto obedece a un plan combinado de antemano; y ése sería
así: hacer la conquista de América, no por las armas, sino por la influencia en toda esfera.
12 Para la primera cita del abate Molina, Ricardo Krebs, "Orígenes de la conciencia Esto sucederá, tal vez hoy no, pero mañana sí. No conviene dejarse halagar por estos
nacional chilena", en Inge Buissson y otros, op. cit., p. 110. Este artículo es importante dulces que los niños suelen comer con gusto, sin cuidarse de un envenenamiento".
para el tema general. La cita del Abate Juan Ignacio Molina, en Francisco Antonio
23 Con los bemoles que le pone Sergio Villalobos, La vida fronteriza en Chile, op. cit.,
Encina, Historia de Chile (Santiago: Nascimento, 1946 ), T. V, p. 625.
p. 225-247.
13 Sergio ViJ!alobos, El comercio y la crisis nacional (Santiago: Ediciones de la Universidad
de Chile, 1968). 24 Ensayo histórico sobre la Noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX (Santiago:
Universitaria, 1998; original, 1981), p. 29-39
14 Un itinerario completo de este desarrollo está en Simon Collier, Ideas y política de la
25 Andrés Bello, Araucano, 1846 y 1847. Reproducido en, Andrés Bello, Escritos Jurídicos,
Independencia de Chile 1808-1833 (Santiago: Andrés Bello, 1977; original, Cambridge,
1977), esp. pp. 181-209. políticos[!' universitarios (Valparaíso: Edeval, 1979; Introducción y selección de Agustín
Squella), pp. 164-168.
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NOTAS
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHILE EK LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H.
26 Francisco Bilbao, "La América en Peligro", en El evangelio americano (Caracas: contrarrevolución de 1891 (Santiago: Universitaria, 1972). La obra clásica en este sentido
Editorial Ayacucho, 1988), p. 267. es la de Harold Blakemore, Gobierno chileno y salitre inglés (Santiago: Andrés Bello,
1977; original, Londres, 1974).
27 Ana María Stu ven, La seducción de un orden. Las elites y la construcción de Chile en las
Polémicas culturales y políticas del siglo XIX (Santiago: Ediciones Universidad Católica 38 Mario Barros, op. cit., pp. 357-362. Burr, op. cit., p. 154s.
de Chile, 2000). Cristián Gazmuri, El48 chileno. Igualitarios, reformistas, radicales, 39 Cit. por Rosendo Fraga, "Argentina y Chile entre los siglos XIX y XX (1892-1904)", en
masones y bomberos (Santiago: Universitaria, 1999, segunda edición). Sol Serrano, Joaquín Fermandois et al, op. cit., pp. 147-165.
Universidad y Nación: Chile en el siglo XIX (Santiago: Universitaria, 1994), cap. II.
40 El "partido de la paz" y el "partido de la guerra" están muy bien expuestos por Gonzalo
28 Ricardo Krebs v otros, Catolicismo y laicismo (Santiago: Ediciones Nueva Universidad de Vial, como "belicistas" y "argentinizados", es decir, las respectivas expresiones
la Pontificia Universidad Católica de Chile, 1981 ). peyorativas, en op. cit., vol. II, pp. 272-276.
29 Sobre los comerciantes ingleses, Eduardo Cavieres, Comercio chileno y comerciantes 41 Publicó un importante y muy bien impreso libro que contiene la historia del diferencio y
ingleses 1820-1880: un ciclo de historia económica (Valparaíso: Ediciones Universidad su participación en él. Col. Sir Thomas Hungerford Holdich, The Countries ofthe King's
Católica de Valparaíso, 1988). Sobre la ciudad de Valparaíso, Rodolfo Urbina, Award (Londres: Hurst and Blackett Limited, 1904).
Valparaíso. Auge y ocaso del viefo"Pancho" 1830-1930 (Valparaíso: Ediciones Universidad
Católica de Val paraíso; Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación, 42 Sobre esta parte, Burr, op. cit., pp. 228-244. Mario Barros, op, cit., pp. 523-537.
Editorial Puntángeles 1999)., esp. pp. 297-305. Santiago Lorenzo, Gilberto Harris, 43 Cit. por Rafael Sagredo, "La 'idea' geográfica de Chile en el siglo XIX", Mapocho, 44,
Nelson Vásguez, Vida, costumbres y espíritu empresarial de los porteHos. Valparaíso en el segundo semestre de 1998, p. 164.
siglo XIX (Valparaíso: Instituto de Historia, Universidad Católica de Valparaíso, Serie
Monografias Históricas, N° 11, 2000), esp. pp. 31-56.
30 Para los siglos XIX y XX sigue siendo válido el análisis de Kalevi Holsti acerca de por Capítulo 11
qué ha sido un continente felizmente avaro en guerras internacionales. En Holsti, K. J, Enrique Mac-Iver, "Discurso sobre la crisis moral de la república", 1900. Cit. por
The State, War and the State ofWar (Cambridge, Cambridge University Press, 1996). Cristián Gazmuri, Testimonios de una crisis. Chile: 1900-1925 (Santiago: Universitaria,
Sobre la raíz de la guerra con Perú, y sus avatares internacionales, Sergio Villalobos,
1979), p. 16s.
Chile y Perú. La historia que nos une y nos separa (Santiago: Universitaria, 2002); y Juan
José Fernández, "El Pacto ABC" en Boletín de la Academia Chilena de la Historia, 2 Cit. en Gonzalo Vial, Historia de Chile (1891-1973), vol. II, op. cit., p. 289. Un
contrapunto está en la figura del canciller argentino, Estanislao Zeballos, perteneciente a
LXIX, 112, 2003.
lo que se podría llamar el "partido belicista" en Argentina: "Si Chile busca la solución
31 "Guerra con Chile" en Perú; "Guerra del Salitre" en Europa y Estados Unidos. en las batallas, tendremos que aceptarlo, haciendo un paréntesis, penoso aunque
fructífero, a nuestro progreso para eliminar de una vez por todas de Sudamérica la
32 Un trabajo, aunque cargado de jerga innecesaria, acerca del desarrollo de la percepción
industria bárbara de la guerra que desde hace 30 años explota impunemente La Moneda
de "frontera" tanto en Chile como en Argentina lo tenemos en Alvaro Fernández Bravo,
( ... ) Chile quedará reducido a lo que es su forma en el mapa, a una vaina, porgue el
Literatura y Frontera. Procesos de territorialización en las cultura argentina y chilena del
pueblo argentino le arrancará la espada, sepultándola hecha pedazos entre las ondas del
siglo XIX (Buenos Aires: Sudamericana, Universidad de San Andrés, 1999).
mar, para que no vuelva a amenazar jamás los territorios, los derechos de los débiles y de
33 Todo esto está expuesto con una impresionante lógica, quizás demasiado racionalizada sus libertadores". Cit. en Mario Barros, op. cit., p. 557. Sobre el tema de las relaciones
desde el punto de vista del "equilibrio de poder", por Robert N. Burr, op. cit., pp. 117- con Argentina, Octavio Errázuriz Guilisasti, Las relaciones chileno-argentinas durante la
156. Sobre la conjunción de formas de burguesía activa con noción internacional del Presidencia de Riesco 1901-1906 (Santiago: Andrés Bello, 1968).
Estado, Luis Ortega, Los empresarios, la política y los orígenes de la guerra del Pacífico
(Santiago: FLACSO, 1984) 3 Cit. en Ibid., p. 535.
34 William F. Sater, The Heroic Image in Chile. Arturo Prat, Secular Saint (Berkeley, Los 4 El Ferrocarril, 27 de cliciembre de 1901.
Angeles, Londres: University of California Press, 1973).
5 Además de Vial, que trató este tema con gran latitud, hay que ver a Julio Heise, que
pone el inicio del "período parlamentario" en 1861. En Historia de Chile: el período
35 Vicente Pérez Rosales, Recuerdos del Pasado (Santiago: Gabriela Mistral, 1976), p. 73.
parlamentario 1861-1925. (Santiago: Andrés Bello, 1974) Otros ponen el acento con las
36 Las dificultades chilenas han sido bien estudiadas por William F. Sater, Chile and the reformas electorales y políticas de 1874. Este tema se pondría sobre el tapete a mecliados
War ofthe Pacifíc (Lincoln y Londres: University ofNebraska Press, 1986), pp. 534. de los años 1980, cuando se cliscernían "modelos" constitucionales que seguirían al
gobierno militar. Juan J. Linz, Arend Lijphart, Arturo Valenzuela; Osear Godoy, ed.,
37 Se ha hablado que la guerra civil de 1891 fue obra del "imperialismo inglés" para
Hacia una democracia moderna: la opción parlamentaria (Santiago: Ediciones
abortar un programa "progresista". Es la tesis de Hernán Ramírez Necochea y sostenida
por mucho tiempo por sectores de izquierda en Chile; en Balmaceda y la Universidad Católica de Chile, 1990).
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NOTAS
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE E:.J LA POLiTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQCÍN FEfu\1ANDOIS H.
20 La historia más concreta del "Pacto ABC" se dio en torno a la Revolución Mexicana v la
6 Nos referimos a una clasificación efectuada por Manfred Wilhelmy, entre presidentes consecuente intervención de EE.UU. Cristián Guerrero Yoaccham, Las conferencias del
"impulsores", que por propia iniciativa son activos en política exterior (v.gr., Eduardo Niagara Falls. La mediación de Argentina, Brasil y Chile en el conflicto entre Estados
Frei Montalva) y presidentes "árbitros", que principalmente dejan la iniciativa en manos Unidos y México en 1914 (Santiago: Andrés Bello, 1966). El grado relativamente alto de
de sus cancilleres. En "Política, burocracia y diplomacia en Chile", Estudios Sociales, coordinación entre los gobiernos se puede ver también en un estudio sobre la
35,1983. participación argentina. Beatriz Rosario Solveira, La Argentina, el ABC y el conflicto
7 Estos seis son: Rafael Errázuriz Urmeneta, Manuel Salinas González, Emilio Bello entre México y Estados Unidos (1913-1916) (Córdoba: Centro de Estudios Históricos,
Codesido, Raimundo Silva Cruz, Luis Martiniano Rodríguez Herrera. 1994), esp. Pp. 87-.92. Un estudio reciente sobre los orígenes de este pacto, en Juan
José Fernández, "El pacto A.B.C.", Boletín de la Academia Chilena de la Historia,
8 "Ministros de Relaciones Exteriores, Culto y Colonización", como se les llamaba.
LXIX, 112, 2003.
9 En sucesión temporal, Eliodoro Yáñez, José Francisco Vergara Donoso, Horacio Pinto,
21 El Ferrocarril, 21 de junio de 1906.
Rafael Soto mayor Gaete (el redactor del oficio que se cita más adelante, duró en su
cargo de abril a junio de 1903 ), Máximo del Campo, Agustín Edwards Me Clure, 22 En el contexto de las relaciones chileno-norteamericanas esto está tratado por Emilio
Raimundo Silva, Emilio Bello Codesido, Adolfo Guerrero, Luis Antonio Vergara Ruiz, Meneses, "Coping with Decline. Chilean Foreign Policy during the Twentieth Century
Agustín Edwards Me Clure (de agosto a octubre de 1905 ), Federico Puga Borne, 1902-1972" (Oxford, Diss., 1988), pp. 82-89. Una temprana obra, con ia parte
Antonio Huneeus. ventajosa del relato "positivo", está en William Roderick Sherman, The Diplomatic and
Comercial Relations ofthe United States and Chile 1820-1914 (N.Y.: Russell & Russell,
lO Juan Ricardo Couyoumdjian, "La Tesorería Fiscal de Chile en Londres, 1904-1907: 1973; original, 1926), esp. Pp. 194-214. Una mirada que llama la atención por su
notas sobre una institución particular", Boletín de la Academia Chilena de la Historia, realismo, es la de William F. Sater, Chile and the United States: Empires in Conflict
LXVIII, lll, 2002. (Athens, Londres: The University of Georgia Press, 1990); particularmente es
ll Gonzalo Vial, Historia de Chile (1891-1973). Triunfo y decadencia de la oligarquía interesante para este contexto su capítulo, "Chile's Long Descent, 1892-1920".
(1891-1920) (Santiago: Santillana, 1983) (A continuación, cit. como VIAL JI),
23 Cit. Por Gonzalo Vial, Vol. II, op. cit., p. 389.
pp. 501-504.
24 De canciller Rafael Sotomayor Gaete a Joaquín Walker Martínez, 28 de abril de 1903.
12 Ramón Subercaseaux, Memorias de ochenta años. Recuerdos personales. Críticas, Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile (ARREE), Fondo Histórico, vol.
Reminiscencias históricas. ViaJes. Anécdotas (Santiago: Nascimento, 1936), tomo II, 282. .
p. 133.
25 El Ferrocarril, ll de junio de 1905.
13 Sobre el Grand Tour: Manuel Vicuña, La belle époque chilena. Alta sociedad y muJeres de
elite en el cambio de siglo (Santiago, Ed. Sudamericana, 2001), p. 103-110. Sobre la 26 Mauricio Jara, Chile y el Imperio del Japón, 1897-1911: Inicios de la expansión
influencia francesa, Francisco Javier González Errázuriz, Aquellos añosfranceses1870- diplomática y salitrera en el Asia (Valparaíso, 1999).
1900. Chile en la huella de París(Santiago: Taurus, 2003) 27 Gonzalo Vial, Historia de Chile (1891-193. la sociedad chilena en el cambio de siglo
14 Santiago Aldunate, Ricardo Salas Edwards, Federico Puga Borne, José Rafael Balmaceda (1821-1920), Vol. I, tomo II, op. cit., pp. 785-824.
Fernández (hermano del trágico ex Presidente), Agustín Edwards Me Clure (lO días, en 28 Roberto Arancibia Clavel, La influencia del eJército chileno en América Latina 1900-
junio de 1909 ), Luis Izquierdo.
1950 (Santiago: CESIM, 2002).
15 Rafael Orrego, Enrique Rodríguez, Renato Sánchez, Joaquín Figueroa, Antonio 29 Sobre cifras y algunas consideraciones que se usan aquí, Baldomero Estrada, "Los
Huneeus Gana, Enrique Villegas, Manuel Salinas, Alejandro Lira, Rafael Orrego, intentos estatales por estimular el factor humano nacional a través de la inmigración
16 Ramón Subercaseaux Vicuña, Silvestre Ochagavía, Juan Enrique Tocornal, Alamiro europea 1880-1920", Mapocho, 47, primer semestre de 2000.
Huidobro, Arturo Besa, Eduardo Suárez, Guillermo Pereira, Daniel Feliú, Ruperto 30 Santiago Lorenzo, Gilberto Harris, Nelson Vásquez, op. cit, cap I. Rodolfo Urbina, ibid.
Bahamonde, Luis Barros Borgoña, Alamiro Huidobro, Antonio Huneeus Gana, Luis También Baldomero Estrada, Eduardo Cavieres, Karin Schmutzer, Luz María Méndez,
Aldunate. Va/paraíso. Sociedad y economía en el siglo XIX (Valparaíso: Universidad Católica de
17 José Luis Fermandois, El conflicto eclesiástico de Tacna (Santiago, 1923; original, Revista Valparaíso. Serie Monografías Históricas N°12, 2000).
de Historia, T. XXXIX). El apellido con que aparece está incorrectamente escrito como 31 Sobre este aspecto, y en general sobre la presencia inglesa en Chile antes de 1914,
"Fermandoiz". Ricardo Couyoumdjian, Chile y Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial y la
18 El Comercio, 15 de mayo de 1905; cit. en El Ferrocanil, 5 de junio de 1906. postguerra, 1914-1921 (Santiago: Andrés Bello, Ediciones Universidad Católica de Chile,
1986), pp. 25-48.
19 El Ferrocarril, 9 de junio de 1905.
32 La noción de "Estado de cultura del siglo XIX" está en Ernst Nolte, Historische Existenz.
Von Anfang und Ende der Geschichte? (Munich: Piper, 1998).
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33 Jean Pierre Blancpain, Les Allemands au Chili (1816-1945) (Colonia, Viena: Bohlau 5 Ibid., p. 210.
Verlag, 1974). Hay edición resumida en español: Jean Pierre Blancpain, Los alemanes en
Chile (Santiago: Hachette, 1987); Antonia Rebolledo, "La 'turcofobia': discriminación 6 Como se anotó, Encina tuvo un precursor en el siglo XIX en Zorobabel Rodríguez;
antiárabe en Chile, 1900-1950", Historia, 28, Sergio Villalobos ha afirmado incluso que es una repetición de Rodríguez. Sofia Correa,
"Zorobabel Rodríguez: Católico liberal", (Antología), en Estudios Públicos, 66, 1997.
34 Cit. por uno de los últimos y acuciosos libros sobre el tema, William F. Sater, Holger H. En todo caso, Encina rescata partes de esas ideas y le otorga una fuerte lenguaje que
Herwig, The Grand Illusion. The Prussianization of the Chilean Army (Lincoln, Londres: perdura a comienzos del siglo XXI.
University ofNebraska Press, 1999), p. 2. También Enrique Brahm, "Del soldado
romántico al soldado profesional: Revolución en el pensamiento militar chileno, 1885- 7 Sergio Grez, De la "regeneración del pueblo" a la huelga general. Génesis y evolución
1940", Histo¡-ia, 25, 1990. histórica del movimiento popular en Chile (1810-1890) (Santiago: Dibam-Ril, 1997).
35 Un testimonio extraordinario está en Benedicto Chuaqui, cuya familia, desde orígenes 8 Luis Emilio Recabarren, "¿Para qué sirve el La Voz del Pueblo, Valparaíso, 9
extremadamente sacrificados, dejaría una huella en diversas caras de la vida nacional, en de junio de 1904. Reproducido en Ximena Cruzat y Eduardo Devés, recopiladores,
Memorias de un emigrante (Santiago: Nascimento, 1957). Recabarren. Escritos de prensa (Santiago: Nuestra América. Terranova, 1985 ), Tomo I, p. 27s.
36 Michael Monteon, Chile in the Nitrate Era. The Evolution of Economic Dependen ce 9 Eduardo Devés, Los que van a morir te saludan. Historia de una masacre: Escuela Santa
(Madison, 1982). María de Iquique, 1907(Santiago: Lom, 1997; original, 1988), pp. 162-169.
37 Marcelo Sega!!, Desarrollo del capitalismo en Chile. Cinco ensayos dialécticos (Santiago, lO Luis Emilio Recabarren, "Los supremos bienes de la guerra", El Socialista, Antofagasta,
1953). También desde una perspectiva marxista, Julio César Jobet, Ensayo crítico del 12 de junio de 1920; cit. en Ximena Cruzat y Eduardo Devés, op. cit., T. 4, p. 61.
desarrollo económico y social de Chile (Santiago, 1955); muy citado en su época, Hernán ll Ramón Subercaseaux se refiere constantemente a la amenaza revolucionaria, sobre todo
Ramírez, cit. en Capítulo I, cuya eclición original es de 1958. Una crítica, a nuestro juicio al comentar la Comuna de París de 1871. En, Memorias de Ochenta Años, op. cit.,
esclarecedora, a esta posición está en Harold Blakemore, también cit. en Capítulo I. Tomo I, p. 272. Héctor Herrera, sobre los escritos de "José Ignacio Eyzaguirre,
38 Para la "era del salitre", será el eje de la explicación de otro influyente autor, sobre el Historiador" en Boletín de la Academia Chilena de la Historia, Santiago, lOO, 1989
que también se comentará más adelante, Aníbal Pinto Santa Cruz, Chile, un caso de 12 Boletín de Sesiones de la Cámara (BSC), 26 de octubre de 1905.
desarrollo frustrado (Santiago: Ed. Universitaria, 1959).
13 Estas citas, y otras referencias acerca de la campaña de 1920, están extraídas de Jaime
39 Sobre la dificultad de cuantificar las inversiones, Ricardo Couyoumdjian, op. cit., Fernando Estenssoro, "La temprana valoración de la revolución bolchevique en Chile,
pp. 36-41.
1918-1920" (Santiago, Pontificia Universidad Católica de Chile, tesis de licenciatura en
40 Andrés Sanfuentes, "La deuda pública externa de Chile entre 1818 y 1935" (Santiago: historia, 1992 ).
Cieplan, Notas Técnicas N° 96, marzo de 1987), p. 19.
l4 Luis Espinoza, El Presidente Alessandri y su gobierno (Santiago, 1926). Cit. por Jaime
41 La mejor obra acerca de la historia económica del cobre está en la parte de Clark Winton Fernando Estenssoro, op. cit., p. 116.
Reynolds, en su obra conjunta con Markos J. Mamalakis, Essays on Chilean Economy 15 El Mercurio, 7 de agosto de 1914; cit. por Ricardo Couyoumdjian, op. cit., p. 49.
(Honewood., Ill.: richard D. Irwin Inc., 1965). Para el contexto minero, Pierre
Vayssiére, Un Siécle de Capitalisme Miniére au Chili 1830-1930 (París: Editions du 16 De Agustín Edwards a Ministro de Relaciones Exteriores de Chile (MRE), 18 de
C.N.R.S., 1980). Una tesis sobre el origen de las inversiones norteamericanas en Chile, octubre de 1918. ARREE, vol. 640. Quizás convenga reproducir otro párrafo de este
y que sostiene ideas cliferentes a las expuestas en este libro, está en Joanne Fox oficio notable del Embajador: "La circulación material del oro ha hecho probablemente
Przeworski, "The Decline ofCopper Industry in Chile and the Entrance ofNorth su época y la circulación fiduciaria con mecanismos ideados para mantener la fijeza de
American Capital1870-l9l6" (Diss., Washington University, 1978). los cambios internacionales quedarán imperando. En el orden tributario los gastos
gigantescos de la guerra obligarán a todas las Naciones Beligerantes a crear impuestos
gravosos que acaso lleguen a absorber más de la mitad de la renta individual de sus
Capítulo IH respectivos ciudadanos".
Cit. por Cristián Gazmuri, op. cit., p. 23. 17 Cit. en ibid., p. 88.
2 Cit. en ibid., p. 30. 18 Informe de comandante Ismael Huerta Lira a Comandancia en Jefe de la Armada.
ARREE, vol. 553. También, María Teresa Parker, Tras la estela del Dresden (Santiago:
3 Cit. en ibid., p. 42.
Eds. Tusitala, 1995)
4 Francisco Antonio Encina, Nuestra inferioridad económica. Sus causas, sus consecuencias 19 Las disposiciones principales, contenidas en la primera declaración oficial chilena del 4
(Santiago: Universitaria, 1981; original, 1911), p. 67. de agosto, y una circular de la Cancillería a las misiones, en Mario Barros, op. cit., P·
628-630.
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE El'! LA POLÍTICA '1UND!AL I9QQ,2004 1 )OAQUÍN FER.;LONDOIS H.
T NOTAS
24 El Ferrocarril, 1o de junio de 1905. 6 Cit. por Beatriz Rosario Solveira, La Argentina y la Quinta Conferencia Panamericana
(Córdoba: Centro de Estudios Históricos, 1993), p. 57.
25 Para la política de Wilson hacia la región y hacia Chile en particular, Mark T.
Gilderhus, Pan American Visions. Woodrow Wilson in the Western Hemisphere, 1913- 7 "Circular Confidencial N° 6", l3 de febrero de 1924, de Cancillería embajador en
1921 (Tucson: The University of Arizona Press, 1986). Washington, Beltrán Mathieu. ARREE, Fondo Histórico, vol. 995.
26 Emilio Tagle, "La política del Presidente Wilson", El Mercurio, 4 de junio de 1914. 8 Cit. por Mario Barros, op. cit., p. 674.
27 Gilderhus, op. cit., p. 84s. 9 Regina Claro, "Entretelones de las negociaciones chileno-peruanas en Washington en
1922, basadas en el archivo privado de don Luis Izquierdo Fredes", Boletín de la
28 Cit. por Ricardo Couyoumdjian, op. cit., p. 153. Academia Chilena de la Historia, LXIX, 112, 2003.
29 De Agustín Edwards a MRE, 18 de ocrubre de 1917. ARREE, vol. 640. 10 Una semblanza vívida de hombres y situaciones en estos años está en Tobías Barros
30 Frederick B. Pike, Chile and the United States, 1880-1962. The Emergence ofChile's Ortiz, Recogiendo los pasos. Testigo militar y político del siglo XX (Santiago: Planeta,
Social Crisis and the Challenge to United States Diplomacy (Notre Dame: The 1988), pp. 63-78, 121-130.
University ofNotre Dame Press, 1963), p. 158. 11 Sobre este tema, Sergio González Miranda, "Pax castrense en la frontera norte (1884-
31 El texto completo del intercambio, en Mario Barros, Historia diplomática de Chile, op. 1929). El 'factor Trapacá' en el conflicto entre Perú y Chile por Tacna y Arica"
cit., pp. 649-651. (Santiago, tesis doctoral, USAC-IDEA, 2004).
32 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, 1919-1923 (MMRE), p. 393. 12 Gonzalo Vial, Historia de Chile, op. cit., Vol. III, pp. 263-291.
El texto completo del intercambio 13 Stefan Rinke, '"Amerikanismus' un "peligro yanqui": Aspekte des USA-Bildes in
33 Gonzalo Vial, Historia de Chile. Vol. II, pp. 673-676. Chile und in Deutschland, 1919-1929". En Hans-Joachim Kónig y Stefan Rinke,
Transatlantische Perzeptionen: Lateinamerika- USA-Europa in Geschichte und
34 Parte de estos ajetreos está en Eliodoro Yáñez, En viaJe. Apuntes para ayuda-memoria Gegemvart (Stuttgart: Verlag Hans- Dieter Heinz, Akademischer Verlag, 1998 ),
1919 (Santiago, 1921). Yañez fue parte de una misión a EE.UU. y Europa. Un estudio pp. 207-232.
reciente, Mario Barros, "Chile y la Sociedad de las Naciones",Boletín de la Academia
Chile de la Historia, LXV-LXVl, 108-109, 1998-1999. 14 Cit. en Ibid., p. 226.
15 Eulogio· Gutiérrez, Marcial Figueroa, Chuquicamata. Su grandeza y sus dolores
(Santiago, 1920), p. lls.
16 Ricardo A. Latcham, Chuquicamata: Estado yankee. Visión de la montaña rofa
(Santiago: Nascimento, 1926).
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NOTAS
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43 De embajador William S. Culbertson a Secretario de Estado, 5 de septiembre de 1931, 8 BSC, 16 de enero de 1933.
informando acerca de su conversación con el canciller Luis Izquierdo. En Foreign 9 BSC, 18 de octubre de 1933.
Affairs ofthe United States 1931 (A continuación, FRUS, seguido del año respectivo)
(Washington: Government printing Office, 1965), I, p. 9llss. lO BSC, 31 de enero de 1936.
44 Que las elecciones de 1931/32 marcaron este proceso, es una de las tesis principales de ll "Etica bancaria", El Mercurio, 30 de junio de 1933.
Paul Drake, Socialismo y populismo en Chile 1936-1973 (Valparaíso: Universidad 12 De embajador Hoffman Philip a Secretario de Estado, 13 de diciembre de 1935.
Católica de Val paraíso; Instituto de Historia; Serie Monograflas Históricas 6, 1992 ), NARA, RG 59, box 5771, 825.51/835.
pp. 81-96.
13 Para este tema, Joaquín Fermandois, "Del unilateralismo a la negociación. Chile,
45 De agregado militar, Ralph H. Wooten, Captain A.C. (G.S.), a Washington, 25 de EE.UU. y la deuda de largo plazo 1934-1938", Historia, 26, 1991-1992, pp. 71-115.
mayo de 1933. (NARA), RG 59, microfilm, 711.25/78. Hubo varios análisis más o menos contemporáneos a los hechos. Uno de los actores de
46 De Cónsul Franklin B. Atwood a Secretario de Estado, 28 de noviembre de 1933. la negociación, Mariano Puga V., Reanudación del servicio de la deuda externa
NARA, RG 59, box 5770, 825.51/644. (santiago, 1938); Raúl Vera Vera, "Historia de la deuda externa de Chile" (Santiago:
Universidad de Chile, 1942); Sergio Vergara, "Deuda externa de Chile" (Santiago:
47 De Cónsul Thomas D. Bowman a Secretario de Estado, 27 de febrero de 1932. Universidad Católica, 1940); José Carril Echevarri, "Nuestra deuda externa.
NARA, RG 59, box 5767, 825.50/23. Suspensión y reanudación de sus servicios" (Santiago: Universidad de Chile, 1944).
48 Carlos Keller, Un país al garete. Contribución a la seismología social de Chile (Santiago: Más recientemente, Samuel Vial, "La deuda externa de Chile, 1930-1940" (Santiago:
Nascimento, 1932), p. 49. Pontificia Universidad Católica de Chile, 1995.) Para el contexto latinoamericano de
esta historia, Carlos Mari chal, Historia de la deuda externa de América Latina (Madrid:
Alianza Editorial, 1988). En el marco de las relaciones interamericanas, Barbara
Capítulo V Stallings, Bankers to the Third World. U.S. Portfolio Investmmt in Latin America
(Berkeley, Los Angeles, Londres: University ofCalifornia Press, 1987), esp. Pp. 67-83.
Para lo que sigue, Joaquín Fermandois, Abismo y cimiento, op. cit. Otra monografla
que toca mucho la época es la de Isabel Torres y Tomás Mou!ian, Discusión entre 14 De Miss Mati!da Richardson a Secretario de Estado, 19 de enero de 1937. NARA, RG
honorables. Las campañas presidenciales de la derecha (Santiago: FLACSO, 1987). Una 59,box577l,825.5l/890.
contrapartida en Michael Monteon, Chile and the great depression: the politics of 15 De embajador Norman Armour a Secretario de Estado, 30 de abril de 1938. NARA,
underdevelopment 1927-1948 (Tempe, Arizona: Center for Latin American Studies RG 59, box 5772, 825.51/983.
Press, Arizona State University, 1998)
16 Discurso en Aconcagua, ca. Julio 1938. AGR.
2 La idea de "hemisferio occidental" corresponde a la interpretación que los
norteamericanos tuvieron por mucho tiempo acerca de su propia posición en el 17 Discurso ante la Confederación de la Industria y el comercio, campaña presidencial de
continente. En ese sentido, es algo ajena a los países latinoamericanos; sin embargo, 1938. AGR.
estos países no son nada de ajenos tanto a la tradición occidental, como a la versión 18 Exposición del Ministro de Hacienda ante la Comisión Mixta de Presupuesto. El
moderna de ella. Arthur P. Whitaker, The Western Hemisphere Idea: 1ts Rise and Decline Mercurio, lO de septiembre de 1935.
(Ithaca, N.Y.: Cornell University Press, 1965).
19 Discurso de Gustavo Ross ante banqueros en Londres, probablemente en 1936. AGR.
3 Sobre Ránquil y su relación con el ubicuo KOMINTERN, hay un reciente trabajo de
Oiga Ulianova, "Levantamiento campesino de Lonquimay y la Internacional 20 De Gustavo Ross a Rafael Urrejola, París, ll de diciembre de 1937. AGR.
comunista" en Estudios Públicos, 89 (verano 2003) 21 Sobre este tema en las relaciones interamericanas, Abraham Berglund, "The Reciproca!
4 Sobre la política económica de este período, ver también a Sebastián Sáez, "La Trade Ágreement Act of 1934", The American Economics Review, XXV, 3, septiembre
economía política de una crisis: Chile, 1929-1939" Santiago: Cieplan 130, Notas de 1935; Frederick C. Adams, Economic Diplomacy. The Export-Import Bank and
Técnicas, mayo de 1989). Manuel Marfán"Políticas reactivadoras y recesión externa: American foreign Policy 1934-1939 (Columbia, Miss.: Univesity of Missouri Press,
Chile 1929-1938", Estudios Cieplan, 12, marzo de 1984, pp. 89-119. 1976).
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NOTAS
39 Memoria Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile (MMRE), 1938, pp. 19-31. Para
22 De embajador Culbertson a Hull, 17 de mayo de 1933. FRUS, 1933, V, p. 126.
el contexto de la Conferencia de Lima, y de la posición de Chile ante EE.UU., Enrique
23 Los memoranda de estas reuniones están en dos informes fechados el 6 y el 8 de Bernstein, op. cit., vol. I, pp. 48-54.
agosto de 1934. FR US, 1934, V, pp. 40-49 y son del máximo interés.
40 Cit. por Emilio Meneses, op. cit., p. 192.
24 De Legación de Chile a Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile (MRE), lO de
41 De von Schoen a Auswartiges Amt, 8 de diciembre de 1938. NARA, Records of
marzo de 1933. ARREE, vol. 1339. De MRE a Legación de Chile, 30 de noviembre
German Foreign Office, M.T-120, R. 1372, D 526489.
de 1933. ARREE, vol1340.
42 De Embajador Norman Armour a Secretario de Estado, 29 de octubre de 1938.
25 Banco Central de Chile (BCCH), Novena Memoria Anual, 1934, p. 19.
NARA, RG 59, box 5758,825.00/1085.
26 Enrique Bernstein, Recuerdos de un diplomático. Haciendo camino. 1934-1957 43 Cit. por Julio César Jobet, Historia del Partido Socialista de Chile (Santiago: Ediciones
(Santiago: Andrés Bello, 1984), p. 6.
documentas, 1987), p. 80.
27 Los tres cancilleres del período, lo que muestra mayor estabilidad, fueron Miguel 44 Sobre el comunismo, para el período en consideración, Andrew Barnard, "The Chilean
Cruchaga Tocornal, José Ramón Gutiérrez Alliende y Luis Arteaga García. Communist Party, 1922-1947" (Londres, diss., 1974). Manuel Loyola, Jorge Rojas,
28 Circular Confidencial N° 31, de Canciller Miguel Cruchaga, 6 de septiembre de eds., Por un rojo amanecer. Hacia una historia de los comunistas chilenos (Santiago:
1934. ARREE, vol. 4119. Autoedición, 2000). Alfredo Riquelme, "Visión de Estados Unidos en el Partido
Comunista Chileno. l. 'La era rooseveltiana': 1933-1945" (Santiago: Flacso,
29 Circular Estrictamente Confidencial N° 8, de Canciller José Ramón Gutiérrez, 28 de
Documentos de Trabajo, 239, 1985).
agosto de 1937. ARREE, vol. 1597.
45 Frente Popular, 19 de octubre de 1938.
30 De Agustín Edwards a MRE, 8 de enero de 1936. ARREE, vol. 1534.
46 "El Aniversario de la Revolución Rusa", Principios, 7 de noviembre de 1934.
31 BSS, 4 de agosto de 1936.
47 Eudocio Ravinés, La gran estafa (Santiago: Editorial del Pacífico, 1952; original,
32 Algunos protagonistas dejaron memorias. Carlos M orla Lynch, Memoria presentada México 1952). Oiga Ulianova "El levantamiento campesino de Lonquimay y la
al Gobierno de Chile correspondiente a mi labor al frente de nuestra Embajada en
Internacional Comunista". art. cit.
Madrid durante la Guerra Civil (1937-1938-1939) (Berlín: Hans Winter,
Buchdrückerei, 1939); y Aurelio Núñez Margado, que había sido embajador pero 48 Raúl Marín, Manuel Vega, ¡Defendámonos! Santiago: s/f; reproduce comentarios
que no pudo regresar a su puesto después de un viaje por desagradar al gobierno de ambos de 1937). Joaquín Fermandois, Abismo y cimiento, op. cit., pp. 56-58.
republicano, Los sucesos de Espa1ia vistos por un diplomático (Buenos Aires: Talleres Joaquín Fermandois, "lntepretación histórica de las relaciones hispano-chilenas: el
Gráficos Argentinos, 1941). Cristián Garay, Cristián Medina, Chile y la Guerra Civil sentido de una pregunta", Estudios Internacionales, XXXII, 127-128, septiembre-
Española 1936-1939. Relaciones diplomáticas y paradigmas políticos (Santiago: diciembre de 1999.
Fundación Mario Góngora, Serie Avances, 2, 1994). Una valiosa colección 49 Michael Potashnik, "Nacismo: National Socialism in Chile, 1932-1938" (Diss.; Los
documental, Juan Eduardo Vargas, Juan Ricardo Couyoumdjian, Carmen Gloria Angeles, Berkeley, 1974). También hemos dirigido una tesis, con nuevo material,
Duharts, eds., España a través de los informes diplomáticos chilenos, 1929-1939 Magdalena Moller, "El Movimiento Nacional Socialista de Chile (1932-1938)"
(Santiago: Antártica, 1994 ). (Santiago: Pontificia Universidad Católica de Chile, 200l).Rodrigo Alliende González,
33 El Mercurio, lO de marzo de 1936. El Jefe. La vida de Jorge González van Marées Santiago: Ediciones Los Castaños, 1990).
34 BSS, 4 de agosto de 1936. 50 Fue una época de "milicias". Verónica Valdivia ha estudiado este aspecto a la luz de una
de ellas, de derecha, disuelta en 1935, en Las Milicias Republicanas. Los civiles en
35 AGR. armas (Santiago: Dibam, 1992). Sobre la autoconciencia acerca del rol del Ejército,
36 BSS, 4 de enero de 1934. Brian Loveman, Por La Patria.Politics and the Armed Parees in Latín America
(Washington, Del.: Scholarly Resources lnc., 1999), pp. 125-131.
37 De Wesley Frost a Secretario de Estado, 20 de abril de 1938. NARA, RG 59, box 5772,
825.51/977. Para la significación de América Latina en el can1bio de política exterior 51 Pedro Aguirre Cerda, El problema industrial (Santiago: Universidad de Chile, 1933), p. 51.
norteamericana, David G. Haglund, Latín America and the Transfomation of U S. 52 Para este contexto, Cristián Gazmuri, Patricia Arancibia, Alvaro Góngora, Eduardo Freí
Strategic Thought, 1936-1940 (Albuquerque: University ofNew México Press, 1984). Monta/va y su época (Santiago: Aguilar, 2000), Tomo I, pp. 255-260. Patricia
38 De Embajador Manuel Trueco a MRE, l 0 de diciembre de 1938. ARREE, vol. Arancibia, Mario Góngora: en busca de sí mismo (Santiago: Vivaria, 1993), cap. III YV.
1657. María Teresa Covarrubias, 1938. La rebelión de los fóvenes. El Partido Conservador Y la
Falange Nacional (Santiago: Editorial Aconcagua, 1987).
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4 Memorandum de conversación entre William Culbenson y Pedro Aguirre, 30 de 24 El Mercurio, lO de marzo de 1936.
noviembre de 1938. NARA, RG, box 5768, 825.5045/59.
25 Abe! Valdés, "Visión de Alemania", El Mercurio, 15 de diciembre de 1935.
5 Que una "small Janded aristocracy" ha reprimido la democracia en Chile, parece ser la 26 Es la idea central del único estudio profundo que exise. Cristel Converse, "The Rise
tesis central de su libro, Chile: Land and Society (N.Y.: American Geographical Society;
and Fall ofNazi influencia among the German-Chileans" (Washington DC., Diss.,
Research Series N°19, 1936).
Gergetown University, 1990).
6 "Memorandum Conversation of President Aguirre with Dr. Frank Tannebbaum.
27 Nada de lo que aparece en los documentos citados por Victor Farías hace variar
Chilean Agrarian Problem". De Wesley Frost a Secretario de Estado, 23 de agosto de estas afirmaciones. Los Nazis en Chile (Barcelona: Seix Barra!, 2000). Lo mismo vale
1939. NARA, RG 59, box 5768, 825.504/134.
para María Soledad de la Cerda, Chile y los hombres del Tercer Reich (Santiago: Ed.
7 Ellos fueron, Abraham Ortega Aguayo, Cristóbal Sáenz Cerda, Marcial Mora Miranda, Sudamericana, 2000), aunque entrega elementos para ver la "atmósfera".
Manuel Bianchi Gundián, Luis AJamos Barros, Juan Bautista Rossetti Colombino.
28 Ministro de Relaciones Exteriores, José Ramón Gutierrez, circular confidencial N°3,
8 De embajador Norman Armour a Secretario de Estado, 2 de junio de 1939. NARA, "Normas sobre visación de pasaportes", julio de 1937. ARREE, vol. 1657.
RG 59, microfilm, Scholary Resources, 725.00/13.
29 Esta es casi la única crítica que debería hacerse al completo estudio de Irmtrud Wojak,
9 El diputado Fernando Ruiz Correa advertía contra el peligro de dejarse llevar por estar Exil in Chile. Die deutsch-jüdische und politische Emigration wiihrend des
ilusión, que debe haber sido un comentario cotidiano. BSS, 12 de septiembre de 1939. Nationalsozialismus 1933-1945 (Berlin: Metropol Verlagg, 1994). Efectivamente, al
analizar los criterios del gobierno chileno en los años 1930, habla de tendencias
10 Sobre Chile y la guerra, las obras fundamentales son las de Michael J. Francis,
"antisemitas" en la política inmigratoria chilena. El antisemitismo es una ideología
The Limits of Hegemony. United States Relations with Argentina and Chile during moderna que no ha tenido lugar en Chile; en este país había prejuicios "antijudíos"
World War JI (Notre Dame, Londres: Universíty ofNotre Dame Press, 1977); y -concediendo que quizás los haya todavía, aunque casi confundido con la polémica
Mario Barros Van Buren, La Diplomacia Chilena en la JI Guerra Mundial (Santiago: por la política del Estado de Israel- no "antisemitas". Sobre la política gubernamental,
Arqueen, 1998). También Joaquín Fermandois, "Guerra y hegemonía 1939-1943.
Joaquín Fermandois, Abismo y Cimiento, op. cit., pp. 235-238.
Un aspecto de las relaciones chileno-norteamericanas", Historia, 23, 1988.
30 BSS, 24 de junio de 1942. Sesión Secreta. ARREE, vol. 2091, X 13 g.
11 Cit. Por Mario Barros, op. Cit., p. 33.
31 Sobre el Winnipeg, Jaime Ferrer Mir, Los españoles del Winnipeg: el barco de la
12 BSC, 28 de diciembre de 1939. Sobre este tema, Alfredo Riquelme, "Visión y discurso esperanza (Santiago: Cal Sogas, 1989).
sobre los Estados Unidos en el Partido Comunista chileno: (1945-1973)" (Santiago:
FLACSO, 1986).
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32 De Primer Secretario Diego Molina Letelier a Subsecrettario Germán Vergara Donoso, Nascimento, 1942 ). ¿Subercaseaux traicionó a Chile? (Liga de Defensa, Santiago,
18 de noviembre de 1938. ARREE, voL l69L Cabe la posibilidad de que Molina se 1942 ). Manuel Antonio Vittini, Carta a mi país. Posición ideológica frente al conflicto
estaba "abuenando" con los líderes del Frente Popular. Pero aún en esta hipótesis algo actual (Santiago, 1942). Gerardo Vergara Blanco, "Crisis de la neutralidad" (Santiago,
alambicada, se ve la legitimidad que tenía la política de recepción de un número de memoria, Universidad de Chile, 1943).
judíos y de refugiados en generaL
50 Mario Barros, La diplomacia chilena, op. cit., pp. 90-95.
33 De cónsul en Praga a MRE, 24 de noviembre de l94L ANCXX, oficio confidenciaL
Debo este dato a fuJfaele Nocera. 51 De embajador Campe a AA, 3 de octubre de 1957. PAAA, Ref. 306, Bd. 29.
34 Time, 24 de noviembre de l94L 52 Cit. por Joaquín Fermandois, "Guerra y hegemonía", art. Cit., p.30s.
35 Una completa biografía sobre Bowers está en el libro de Peter J. Sehlinger y Holman 53 Cit. por Francis, op. cit., p. 1999
Hamilton, Claude G. Bowers 1878-1958. Spokeman ofDemocracy(Indianapolis: Indiana 54 La mejor, casi la única investigación acerca de este asunto en Chile, está en Leslie B.
Historical Society, 2000). Rout Jr., y John F. Bratzel, The Shadow War. German Espionaje and United States
36 Memorandum de conversación entre Michels y Bursley, 7 de diciembre de 1941, Counterspionage in Latin America during World War JI (Maryland: U niversity
NARA, RG 59, microfilm, 711.25/115. Publication of America, Inc., 1986, pp. 234-320. Casi todo lo demás es banal.
46 Típico en este sentido es el informe del agregado naval, que era miembro de la 64 El recuerdo de uno de los delegados, Enrique Bernstein, op. cit., pp. 81-89. Por
inteligencia naval, "Nazi Methods in Chile. Lessons for the U.S.", NARA, RG 226, supuesto, también Gabriel González Videla, Memorias (Santiago: Gabriela Mistral,
M. 1499, R.8, 2348. Aunque pesquisa toda la desviación que no sea estrictamnte pro 1975), T. I, pp. 443-447.
aliada, en los editoriales de los diarios, por ejemplo, cree que finalmente la misma
estupidez de la acción nazi va a arruinar todos los planes. De la rutina burocrática de
estas comunicaciones se puede ver un saje del director del OSS al Presidente Roosevelt: Capítulo VII
"He escuchado nuevamente acerca de las actividades alemanas en el sur de Chile ( ... ) Adolfo Ibáñez Santa María, "Los ingenieros, el Estado y la política en Chile. Del
hay peligro de que el Eje intente lograr un mayor control político". FDRL, PSF, boxes Ministerio de fomento a la Corporación de Fomento", Historia, 18, 1983. Y, "El
163-164, folder 26. liderazg,o en los gremios empresariales y su contribución al desarrollo del Estado
moderno durante la década de 1930. El fomento a la producción y los antecedentes de
47 De embajador Rodolfo Michels a Canciller, lO de junio de 1942. ARREE, vol. 2019.
CORFO", Historia, 28, 1994. Después de redactado este capítulo, apareció un
48 De Bowers a Hull, 2 de junio de 1942, FRUS, 1942, VI, p. 22s. enjw1dioso estudio de este autor sobre el tema que aquí ocupa, Herido en el ala. Estado,
oligar,quías y subdesarrollo. Chile 1924-1960 (Santiago: Universidad Andrés Bello, 2003 ).
49 Galvarino Gallardo Nieto, La Conferencia de Río de Janeiro. Enero de 1942 (Santiago:
".---,_-_572 573
...___
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE E:-J LA POLÍTICA MUNDJAL 1900·20041 JOAQUÍN FER.MAN"DOJS H.
1 NOTAS
1
2 Flavián Levine, cit. Por Osear Muñoz Gomá, ed., Historias personales. Políticas públicas 19 Recopilación de sus escritos en, Raúl Saéz. Hombre del siglo XX (Santiago: Dolmen, 1994 ).
(Santiago: Los Andes, cieplán, 1993), p. 19 y siguientes.
20 Joseph L. Love, Craftíng the Thúd World. Theorizing Underdevelopmmt in Rumania
3 Industria, agosto de 1937, pp.498-500. and Brazíl (Stanford: Stanford University Press, 1996).
4 Raúl Simón, Rodolfo Jaramillo, Walter Müller, Vicente Izquierdo, "El concepto de la 21 Joaquín Fermandois, Abismo y Cimiento, op.cit., pp. 65-93.
industria nacional y la protección del Estado", Anales del Instituto de Ingenieros de
22 José del Pozo, "Les ideologies du developement au Chile a l'epoque de
Chile, XXXIX, 6 de junio de 1939, p. 317.
l'industrialisation (1939-1952)" (Montreal: PhD., 1986), pp. 92-103.
5 De Alfonso Fernández a Norbert A. Bogdan, 14 de diciembre de 1938, NARA, RG
23 Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas, Antecedentes sobre el
59, box 5772, 825.51/1034. Fernández era el Vicepresidente de la Caja Autónoma de
desarrollo de la economía chilena 1925-1952 (Santiago: Editorial del Pacífico, 1954), p. 16.
Amortización, y Bogdan un alto directivo de una corporación financiera -J. Henry
Schroder Banking- que muchas veces representó los intereses chilenos en EE.UU. 24 Arnold Harberger, "Memorandum sobre la economía chilena", Estudios Públicos, 77,
6 De encargado de negocios Wesley Frost a Secretario de Estado, l3 de enero de 1939. verano 2000.
NARA, RG 59, box 5772, 825.51/1037. 25 Balanza de Pagos de Chile. Año 1944 (Santiago: BCCH, 1994), p. 74.
7 Un buen resumen de esta batalla legislativa está en Super, op.cit., pp. 163-187. 26 Esta es la esencia de la tesis de Anthony Francis O'Brien, "The Politics ofDependency:
A Case Study ofDependency. Chile 1938-1945" (Notre Dame: Diss., 1977).
8 BSC, 1 de marzo de 1939.
27 "Frente al porvenir" (Santiago: Dirección General de Prisiones, folleto, s/f,), Mensaje
9 Citado en Luis Ortega et al., Corporación de Fomento de a Producción. Cincuenta años
de realizaciones I939-1989 (Santiago: CORFO, 1989), p.5l. Este trabajo es una del21 de mayo de 1947.
minuciosa reconstrucción de los pasos y argumentos que acompañaron el nacimiento y 28 Cfr. un excelente trabajo de Albert O. Hirschman, "Inflation in Chile", en Journeys
desarrollo de la CORFO. Sobre este tema, un extraordinario estudio, contemporáneo a toward Progress. Studies of Economic Policy-Making in Latín America ((N .Y.:
los hechos, está en P. T. Ellsworth, Chile. An Economy in Transition (Nueva York: Doubledays, 1965, original, 1963), pp. 215-296.
Macmillan, 1945), pp. 85-96. Ellsworth, en un informe confidencial a la Embajada
norteamericana de 1942, es más pesimista acerca de la economía chilena de lo que 29 BSS, 16 de enero de 1951.
aparece en el libro. Recomienda en todo caso ayuda a Chile, pero con condiciones, 30 Joaquín Fermandois, "Cobre, guerra e industrialización en Chile 1939-1945"
dirigidas a eliminar el control de cambios. Adjunto en comunicación de Embajador a (Santiago: Comisión Chilena del Cobre, 1992).
Secretario de Estado, 17 de junio de 1942. NARA, RG 59, box 4291, 825-50/74.
También, Markos Mamalakis, Clark Winton Reynolds, Essays on the Chilean Economy 31 El mejor estudio económico del cobre sigue siendo la parte de Clarck Winton
(Homewood, Illinois: Richard D. Irwin Inc., 1965), pp. 18-23. Reynolds, en el libro conjunto con Markos J. Mamalakis, Essays on the Chilean Economy
(Honewood, Ill. Richard D. Irwin Inc., 1965 ).
10 Ortega, op.cit., p. 55.
32 BSS, 6 de enero de 1942.
ll El editorialista de Hoy, 16 de febrero de 1939, revista simpatizante del Frente Popular,
advertía lo mismo. 33 Banco Central de Chile, Balanza de Pagos de Chile, 1945.
12 BSC, 1 de marzo de 1939. 34 Documento adjunto, de Wesley Frost a Secretario de Estado, 23 de diciembre de 1942.
NARA, RG 59, Scholary Resources, 711.25/312.
13 BSS, 28 de marzo de 1939.
35 De Secretario de Estado a Bowers, 4 de enero de 1944. FRUS, 1944, VII, p.706s. En
14 BSS, 28 de marzo de 1939. EE.UU. habían voces que advertían que de todas maneras había escasez de cobre.
15 Para este tema. Frederick C. Adams, Economic Diplomacy. The Export-Import Bank and Memorandum adjunto en carta de Donald M. Nelson a Roosevelt, 31 de mayo de
American Foreign Policy 1934-1939 (Columbia, Miss.: U niversity of Mossouri Press, 1944. FDRL, Presidente Secretary's File, War Production Board, box 11.
1976). 36 El Siglo, 28 de mayo de 1943.
16 Corporación de Fomento de la Producción, Esquema de diez años de labor (Santiago, 37 Aníbal Pinto Santa Cruz, Chile un caso de desarrollo frustrado. op. cit.
1949). Corporación de Fomento de la Producción, Cinco años de labor 1939-1943
(Santiago, 1943). 38 José Díaz, RolfLüders, Gert Wagner, "Economía chilena 1810-1995: evolución
cuantitativa del producto total y sectorial" (Santiago: Pontificia Universidad Católica
17 Joaquín Fermandois, "Guerra, cobre e industrialización en Chile, 1939-1945" de Chile, Instituto de Economía, Documentos de Trabajo, 186).
(Santiago: Comisión Chilena del Cobre, 1992).
39 "Mem<Drandum de instrucciones", informe adjunto en comunicación de MRE al
18 De Wesley Frost a Secretario de Estado, ll de marzo de 1939. NARA, RG 59, box embajador en Washington, 17 de febrero de 1951. ARREE, volumen circulares, 1951.
5772, 825.51/1060.
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40 Un resumen de esta conversación aparece en un despacho del canciller Benjamín Claro 59 Para este acápite, Joaquín Fermandois, "La larga marcha a la nacionalización: el cobre
al embajador en Washington, 24 de febrero de 1951, ARREE, vol. 2897. En extenso, en Chile, 1945-1971 ", ]ahrbuch für Geschichte Lateinamerikas, 38, 2001.
en inglés y en español, en memorando enviado por la embajada de EE.UU., NARA, 60 Radomiro Tomic, "El cobre: don de la Providencia a Chile y palanca de su desarrollo
RG 59, box 4630, 825.2542/2·151. Este texto se repetirá en el Capítulo XI.
industrial", Mensaje, X, 27, 1961.
41 De Embajada a Secretario de Estado, 16 de abril de 1953. NARA, Rg 59, box 2760, 61 Sobre la circunstancia de la post-guerra hasta el Convenio de Washington, Joaquín
611.25/4-1953. Fermandois, "Guerra Fría y economía política internacional: el cobre en Chile, 1945·
42 El programa de estabilización de la economía chilena y el trabajo de la Misión Klein & 1952", Ciclos, VIII, 16, 1998. También Joquín Fermandois "Cobre, guerra e
Saks (Santiago, 1958), p. 31. industrialización en Chile 1939-1945", op.cit.
43 De Jorge Alessandri a Dwight Eisenhower, 30 d enero de 1959. NARA, RG 59, 62 Este tema está muy bien tratado por Theodore H. Moran, Multinational Corporations
Records of Asistant Secretary of States for Inter· American Mfairs, Roy R. Rubottom, and the Politics ofDependence. Copper in Chile (Princeton, N .J.: Princeton University
box 11, Lot 61 D279, folder 1959-Chile. Press, 1974 ). La mejor historia económica del cobre, especialmente clarificadora en el
tema de las ganancias tanto del fisco chileno como de las compañías, está en Clark
44 De Eduardo Freí a profesor Ludwig Erhard, 3 de octubre de 1964. PAAA, IB2, Winton Reynolds, "Development Problemas of an Expon Economy", que es la mitad
Bd. 408. del libro conjunto con Markos Mamalakis, Essays on the Chilean Economy (Homewood,
45 Protocolo de conversación entre Ludmig Ehhard y Eduardo Freí Montalva, 18 de julio Ill.: Richard D. Irwin, Inc., 1965 ). Una visión diferente está en Mario Vera Valenzuela,
de 1965. PAAA, IB2, Bd. 408. Una política definitiva para nuestras riquezas básicas (Santiago, 1964); y Eduardo
Novoa, op. cit. Un tercer tipo de visión, en Ricardo Ffrench-Davis, Eduardo Tironi,
46 De embajador Nostiz a M, 16 de junio de 1965. PAAA, IB2, Bd. 408. eds. El cobre en el desarrollo nacional (Santiago: Ediciones Nueva Universidad, 1974).
47 De embajador Enrique Bernstein a MRE, 30 de julio de 1965, oficio, ARREE. 63 Markos J. Mamalakis, The Growth and Structure ofthe Chilean Economy: From
48 El origen de esta noción en los sentimientos políticos ha sido estudiado por Mario Indepmdence to Allende (New Haven y Londres, Yale University Press, 1976), pp. 223·
Góngora, "Libertad política y concepto económico de gobierno hacia 1915-1935", 227. Del mismo autor, "Minerals, Multinationals, and Foreign Investment in Latín
Historia, 20, 1985. America", en ]oumal of Latin American Studies, 9, 2; y también en "Contribution of
Copper to Chilean Economic Development 1920-67: Profile of a Foreign-Owned
49 "Mensaje del Presidente al Senado y a la Cámara". Cit. por Eduardo Novoa Monreal, Expon Sector", en Raymond F. Mikesell, ed., Foreign Investment in the Petroleum and
La nacionalización chilena del cobre. Comentarios y documentos (Santiago, 1972). Mineral Industries. Case Studies of Investor·Host Country Relations (Balmtimore,
50 Topaze, 26 de septiembre de 1958. Londres, 1971), pp. 387-420.
53 Aníbal Pinto San Cruz, op. cit., p. 256s. 66 Mensaje, XVIII, 180, 1969, editorial.
54 Para esta historia, Angel Soto Gamboa, El Mercurio y la difusión del pensamiento 67 José Echeverría, "Enriquecimiento injusto y nacionalización", Mensaje, marzo-abril
político económico liberal1955·1970 (Santiago: Instituto Libertad, 1995); y Gonzalo de 1971.
Vial Correa, Una trascendental experiencia académica. La Facultad de Ciencias 68 Cit. en ¡.tNovoa, op. cit., p. 440, 444.
Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la nueva
visión económica (Santiago: Fundación Facultad de Ciencias Económicas y
Administrativas Pontificia Universidad Católica de Chile, 1999).
55 ElMercttrio, 1° de junio de 1963. cit. por Angel Soto, op. cit., p.l09. Capítulo VIII
W. Anderson Smith, Temperate Chile. A progressive Spain (Londres 1899); cit. por
56 El Mercurio, 21 de junio de 1969, Página Económica. Cit. en Ibid., p. 115.
Hernán Godoy, El carácter chileno (Santiago: Universitaria, 1976 ), p. 261. Las
57 Pedro Ibátiez Ojeda. Empresario, político y educador (Viña del Mar: Editorial Algarrobo, dificultades en descubrir una "identidad" en una país, se ven claramente en Jorge
2000). Larraín, Identidad chilena (Santiago: LOM, 1996). Larraín no ve necesariamente una
pérdida de identidad en el eclecticismo. "Existe una identidad que, entre otros rasgos,
58 Raúl Sáez, "Exposición sobre el estado de la hacienda pública", en Raúl Sáez. Hombre
tiende a ser ecléctica, muy abierta a absorber ideas de todos lados". (p. 245).
del siglo XX, op. cit., pp. 107-120.
2 Joaquln Edwards Bello, Mitópolis (Santiago: Nascimento, 1973); cit. por Cecilia
García·Huidobro, Tics de los chilenos (Santiago: Sudamericana, 1998), P· 35.
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H. NOTAS
23 Ibid., p. 91.
3 Cit. en ibid., p. 52.
4 Cit. en ibid., p. 63. 24 De MRE a embajador en Madrid, 26 de octubre de 1953. ARREE, oficio confidencial
'
5 Alberto Rojas Jiménez, "Vincent Huidobro", El Mercurio, 23 de noviembre de 1924;
cit. por Cecilia García- Huidobro, Vicente Huidobro a la intemperie. Entrevistas 1 25 Muy claramente sobre esto, Claudia Véliz, "Persistencias culturales y preocupaciones
1915-1946) (Santiago: Sudamericana, 2000), p. 50. innecesarias" en Revista Universitaria, 54, 1996.
6 Miguel Serrano, Ni por mar ni por tierra .. (Historia de una generación) (Santiago: 26 Eudocio Ravinés, La gran estafa (Santiago: Editorial del Pacífico, 1952).
Nascimento, 1950), p. 390, 391s. 27 Ercilla, 8 de agosto de 1958
7 Luis Oyarzún, Diario íntimo (Santiago: Unversidad de Chile, Facultad de ciencias 28 Manfred Wilhelmy, "Hacia un análisis de la política exterior chilena contemporánea",
físicas y Matemáticas, Departamento de Estudios Humanísticos, 1995), p. 78 y 134 Estudios Internacionales, 48, octubre-diciembre de 1979.
respectivamente.
29 Jaime Eyzaguirre, Hispanoamérica del dolor (Santiago: Universitaria, 1990; original,
8 Benjamín Subercaseux, Chile o una loca geografía (Santiago: Ercilla, 1961; orig., 1968), p. 17.
1940), p. 122.
30 Ibid., p. 33s.
9 Joaquin Edwards Bello, "Bellezas y fealdades de Santiago", 1963, en Crónicas
(Santiago: Zig-Zag, 1968), p. 106. 31 BSS, 18 de julio de 1945. Lo que sigue también se encuentra aquí.
10 En "Automóviles presidenciales", 1957, en ibid., p. 215. 32 Gabriel González Videla ante los rotarios, según de Embajador a Secretario de Estado,
17 de septiembre de 1947. FRUS, 1947, VIII, p. 499s.
11 En Dossier preparado por Quay d'Orsay para la visita de Charle de Gaulle en 1964.
ADQd'O, Serie protocole, Chili, 1964, vol. 574. 33 Gabriel Valdés, discurso ante el Senado, 6 de enero de 1965. MMRE, 1965.
12 Meditaciones suramericanas (Santiago: Zig-Zag, 1930), cit. por Hernán Godoy, 34 En "Novena Conferencia Nacional del Partido Comunista de Chile", Suplemento de
El carácter chileno, op. cit., p. 295s. Principios, 1952, cit. por Alfredo Riquelme y Alonso Daire, "Visión y discurso sobre
Estados Unidos en el Partido Comunista chileno (1945-1973) (Santiago: FLACSO,
13 Cit. por Osear Pinochet de la Barra, Eduardo Freí Monta/va. Obras Escogidas, Documento de Trabajo, 311, agosto de 1986, p. 24.
1931-1982 (Santiago: Fondo de Cultura Económica, 1996), p. 250.
35 Pascual Barraza, "San Francisco: culminación de Crimea y Teherán", Principios, 45-46,
14 MMRE,1962,p. 70. marzo-abril de 1945, cit. en ibid., p. 7.
15 Mario Góngora, "Materialismo neocapitalista, el actual ídolo del foro", en 36 Ariel Peralta, El mito de Chile (Santiago: Universitaria, 1971), p. 88. Debo esta cita a
Civilización de masas y esperanza y otros ensayos (Santiago: Vivaria, 1987), pág. 176s; Esteban Contreras Triviño, que escribió una tesis bajo mi dirección, "Imagen del
original, Dilemas, 2, 1966. chileno en la crítica, la caricatura y la historieta (1962-1973)" (Santiago: PUC, 1999).
16 !bid., p. 179. 37 El Siglo, 28 de marzo de 1964, editorial.
17 Cit. en Manfred Wilhelmy, "Política, burocracia y diplomacia en Chile", Estudios 38 Aníbal Pinto, Chile, un caso de desarrollo frustrado (Santiago: Universitaria, 1973;
Sociales, 35, 1, 1983. Este trabajo nos ha sido sumamente útil para redactar estas original, 1953), pp. 356-358; énfasis en el original.
líneas.
39 Cit. por Carlos Malina Jonson, Chile: los militares y la política (Santiago: Andrés Bello,
18 El autor lo endilga a la mentalidad de los funcionarios públicos; por lo demás, es una 1989), p. 141.
visión de muchos observadores extranjeros, especialmente latinoamericanos, cuando
tiene que emitir juicios acerca de Chile. "Falta color y alegría", dicen. Pablo 40 Cit. en, Pedro Ibáñez Ojeda. Empresario, político y educador, op. cit., p. 122s.
Huneeus, "Hombre de gris", Paula, agosto de 1968; cit. en Hernán Godoy, 41 Clarence Finlayson, "Consideraciones sobre los tiempos actuales", Revista Nacional de
Estructura social de Chile (Santiago: Universitaria, 1971), pp. 543-546. Cultura, 73, Caracas, cit. en Tomás P. MacHale, ed., Clarence Finlayson. Antología
19 Hoy, 24 de noviembre de 1933. (Santiago: Andrés Bello, 1969), pp. 215-240, sin datos de fecha, pero con toda
probabilidad escrito un par de años después de 1945.
20 BSS, 18 de julio de 1945.
42 Reproducido en Mario Góngora, Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en
21 BSS, 8 de agosto de 1945. los siglos XIX y XX (Santiago: Universitaria, 1998), pp. 309-319; original, en Acción,
22 Jorge Edwards, Persona non grata (Barcelona: Seix Barra!, 1982; "versión 4, 8 de agosto de 1925.
completa"), p. 87. Edwards cita su propio diario de vida de diciembre de 1971.
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19 Presentación de Salvador Allende ante el Senado, 18 de junio de 1948. En Patricio 39 Elisa Fernández, "Beyond Partisan Politics in Chile: The Carlos Ibáñez Period ant hte
Quiroga, compilador, Salvador Allende Gossens. Obras Escogidas 1933-1948 (Santiago: Politics ofUltranationalism berween 1952-1958" (University of Miami, diss., 1996),
IEC, LAR, 1988), p. 486. pp. 165-190.
20 DSS, 16 de junio de 1948. 40 Los cancilleres fueron Arturo Olavarría Bravo, Osear Fenner Marín, Tobías Barros
Ortiz, Roberto Aldunate León, Osvaldo Koch Krefft, Kaare Olsen Nielsen, José
21 DSS, 16 de junio de 1948. Serrano Palma, Enrique Barbosa Baeza, Osvaldo Sainte Marie Sorucco, Alberto
22 Raúl Juliet Gómez, Germán Vergara Donoso, Germán Riesco Errázuriz, Horacio Sepúlveda Contreras.
Walker Larraín, Eduardo lrarrázabal Concha y Fernando García Oldini.
41 Bernstein, op. cit., p. 219.
23 Un estudio sistemático de la política exterior de este gobierno está en Rosa María 42 Rodrigo Mardones, "Chile y su comercio con Argentina 1930-1960", Historia, 29,
Lazo, María Isabel Diéguez, "La política exterior del gobierno de Gabriel González
1995/96.
Videla: variables externas e interna" (Santiago: Tesis de Magíster, Pontificia
Universidad Católica de Chile, 1991). 43 José Luis de Imaz, "Perón e Ibáñez: el tratado económico argentino chileno", en
Joaquín Fermandois et al, Nueva mirada a la historia (Santiago: Ver, 1996), p. 172.
24 Para la gira, Bernstein, op. cit., pp.l04-l08. González Videla, op. cit., pp. 549-569.
44 Ambas cartas citadas en Gonzalo Vial, "Chile y Argentina: Ibáñez y Perón
25 De Canciller a Embajada, lO de abril de 1948. ARREE, vol. 2714.
(1952-1954)", en ibid., pp. 212-216.
26 Oficio de Canciller a Naciones Unidas, 11 de mayo de 1946. ARREE, vol. 2425.
45 Verónica Valclivia, op. cit.
27 Alberto Lleonart, España y la ONU (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones
46 Parte de esto está en Conrado Ríos Gallardo, Las relaciones de Chile y Argentina.
Científicas, 1978), p. 312.
Consolidación de sus fronteras (Santiago: Editorial del Pacífico, 1960). Un libro escrito
28 De Secretario de Embajada de España a Ministro de Asuntos Exteriores, l 0 de bajo la impresión del "peligro" peronista, de gran venta, Alejandro Magnet, Nuestros
septiembre de 1947. AMAE, R/2413, Exp., 26. vecinos justicialistas (Santiago: Editorial del Pacífico, 1953); después de la caída de
Perón es reeditado como Nuestros vecinos argentinos (Santiago: Editorial Del Pacífico,
29 De Encargado de Negocios Francisco del Castillo a Ministro de Asuntos Exteriores, l 0 1956). Sobre este tema, y lo que sigue, Joaquín Fermandois, Michelle León,
de febrero de 1949. AMAE, R/2413, Exp., 26. "(Antinomia entre democracia y gobierno El momento de incertidumbre
30 Raúl Prebisch, "El desarrollo económico de la América Latina y sus principales 1955-1973", en Pablo Lacoste, Sergio González, Argentina, Chile y sus vecinos, por
problemas" (Naciones Unidas, Economic and Social Council, 1950). Hernán Santa aparecer.
Cruz, Cooperar o perecer: el dilemma de la comunidad mundial (Buenos Aires, GEL,
47 De Canciller a Embajador, 3 de marzo de 1953. ARREE, vol. 3478.
1984) Ver Cap. VII.
48 De Canciller a Embajador, 30 de abril de 1953. ARREE, vol. 2479.
31 Dean Acheson, Present at the Creation. My Years at the State Department (Nueva York:
New American Library, 1969), p. 647. 49 De Embajador a MRE, 1° de febrero de 1954. ARREE, vol. 3761.
32 De Brundage a Espy y Mills, 28 de agosto de 1947. NARA, RG 59, box 3450, 50 Gonzalo Vial, op. cit., p. 209.
711.25/8-2847.
51 De MRE a Embajador, 9 de junio de 1954. ARREE, vol. 3766.
33 Gabriel González Videla, op. cit., p. 867.
52 De Encargado de Negocios William Bol ton a Secretario de Estado, 25 de febrero de
34 Un resumen aparece en un despacho del Canciller subrogante Benjamín Claro al 1958. Microficha, 411.256/3-2158, seelección anexa a FRUS, 1958-1960.
Embajador en Washington, 24 de febrero de 1951. ARREE, vol. 2897. En extenso, en
53 De Dulles a Embajador en Santiago, 8 de abril de 1957. FRUS, 1955-1957, VII, p. 826.
inglés y en español, el contenido de estas expresiones está en un memorando en
NARA, RG 59, box 4630,825.2542/2-151. 54 Para este tema, hay un completo trabajo de Alonso Daire, "Derogación de la Ley de
Defensa de la Democracia: legalidad al comunismo, Chile 1958" (Pontificia
35 "Intelligence Review", 46,2 de enero de 1947, Intelligence Review, WDGS, War
Universidad Católica, tesis, 1989).
Department. HSTL, Truman Papers, Naval Aide Files, box 18.
55 Voto mayoritario en ell7° Congreso del Partido Socialista, 5-7 de julio de 1957. Cit.
36 De Consejero de la embajada, Carlos C. Hall, 31 de enero de 1952. NARA, RG 59,
en Julio César Jobet, Historia del Partido Socialista de Chile (Santiago: Ecliciones
box 3316,725.5 MSP/l-2152.
Documentas, 1987), p. 229.
37 Olavarría, op. cit., T. II, p. 121.
56 Es parte de un largo y, para los efectos de entender los malos entenclidos mutuos,
38 Verónica Valdivia, "Nacionalismo e ibañismo" (Universidad Católica Blas Cañas, Serie interesantísimo memorando del Encargado de Negocios, Bolton, al Secretario de
de Investigaciones, 8, 1995). Estado, 20 de mayo de 1958. FRUS, 1958-1960, microficha anexa, 611.25/5-2058.
582 583
MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900·20041 )OAQliÍ)! FERMA:-<0015 H.
,
1
:t':OTAS
Capítulo X 17 De John Foster Dulles al Presidente, "Memorandum for the President", 29 de octubre
de 1958. NARA, RG 59, box 3028,725.11/4-158. El comentario de Secretario
l Cit. en Gisela Silva Encina, recopiladora, Jorge Alessandri Rodríguez: su pensamiento Adjunto, de Roy Rubottom a Secretario de Estado, 28 de octubre de 1958, en ibid.
político (Santiago: Andrés Bello, 1985), p. 234.
18 Memorando de conversación, 20 de enero de 1959. FRUS, 1958-1960, microficha.
2 Patricia Arancibia, Alvaro Góngora, Gonzalo Vial, Jorge Alessandri 1896-1986. Una
biografía (Santiago: Zig-Zag, 1996). 19 De Embajador a Secretario de Estado, 8 de enero de 1960. FRUS, 1958-1960,
microficha.
3 Cit. en Gisela Silva Encina, recopiladora, jorge Alessandri Rodríguez: su pensamiento
político, op. cit. p. 144. 20 Dwigth Eisenhower, Mis años en la Casa Blanca. Segundo Mandato. 1956-1961
(Barcelona: Brugera, 1966), pp. 508-510.
4 Cit. en ibid., p. 146.
21 Alfredo Rehren, "El 'liderazgo encubierto' de Eisenhower", Estudios Internacionales,
S Cit. en ibid., p. 128. XXV, 98, abril-junio de 1992.
6 Cit. en ibid, p. 120. 22 Como está parafraseado en el Memorandum of Conversation, entrevista entre
7 Eisenhower y Alessandri, 29 de febrero de 1960. FRUS, 1958-1960, V, microficha,
Para todo esto, Sergio Carrasco, ed., Cartas del Presidente Jorge Alessandri con los
CI-29, 84-27126.
embaJadores en la Santa Sede 1959-1964) (Santiago: Pehuén, 1994); y Joaquín
Fermandois, "Liberalísmo y catolícismo en el Chile del siglo XX", Estudios Públicos, 93, 23 De Embajador Walter Howe a Secretario de Estado, 9 de octubre de 1959. NARA,
verano de 2004. RG 59, box 3029,725.5 MSP/l-957.
8 Cit. en Enrique Bernstein, Recuerdos de un diplomático. El honor de representar a 24 Stephen G. Rabe, The Most Dangerous Area in the World. John F. Kennedy confronts
Chile 1957-1965 (Santiago: Andrés Bello, 1986), p. 98 (Cit. a continuación como Communist Revolution in Latin America (Chape Hill, Londres: the University of
Bernstein II). North Carolina Press, 1999), para el caso chileno, pp. 109-116.
9 Para este tema, un enfoque nuevo, Pablo Lacoste, "Frontera e imagen del vecino. 25 De Embajador a MRE, 27 de septiembre de 1961. ARREE, Archivo Intermedio,
Argentina y Chile (1534-2000)" (Santiago, USACH, tesis, 2001), pp. 287-324. Sobre oficio, vol. 108. No existe un estuclío en profundidad sobre este tema, aunque el autor
la visión de los chilenos como una "historia amputada", las obras principales en los de este libro ha revisado una importante cantidad de información, sobre la que en parte
1950 y 1960 son Francisco Antonio Encina, La cuestión de límites entre Chile y basa su interpretación. Agradecemos la oportunidad que tuvimos de tratar
Argentina desde la Independencia hasta el Tratado de 1881 (Santiago: Nascimento, extensamente el problema con Robert Phillips, que estuvo a cargo del Chilean Desk los
1969); Osear Espinoza Moraga, El precio de la paz chileno-argentina (1810-1969) últimos años de Eisenhower. Ayudan en este sentido Paul E. Sigmund, The United
(Santiago: Nascimento, 1969, tres tomos; su sólo título indica su mensaje); Guillermo States and Democracy in Chile (Baltimore, Londres: The Johns Hopkins University
Lagos Carmona, Historia de las fronteras de Chile. Los tratados de límites con Argentina Press, 1993). Y Edward M. Korry, "Los Estados Unidos en Chile y Chile en los
(Santiago: Zig-Zag, 1966); Rafael Santibáñez Escobar, Los derechos de Chile en el Beagle Estados Unidos (1963-1975)"; y "El embajador E. M. Korry en el CEP", entrevista
(Santiago: Andrés Bello, 1969). Otras obras, José Miguel Barros, Falena: un río, un con Joaquín Fermandois y Arturo Fontaine; ambos en Estudios Públicos, 78, primavera
arbitraje (Santiago: Santillana, 1984, dos tomos); Conrado Rios Gallardo, Chile y 1998.
Argentina. Consolidación de sus fronteras (Santiago: Editorial del Pacífico, 1960 ).
26 Para algunos elementos de la gira, Patricia Arancibia et al, op. cit., op. cit., pp. 247-255.
lO Para lo que sigue, Joaquín Fermandois, "Paralelismo de las democracias: encuentros y Sobre el "factor norteamericano" y latinoamericano en la reforma agraria, está en Jorge
desencuentros (1958-1966)", en Joaquín Fermandois y otros, Nueva mirada a la Fontaine Aldunate, La tierra y el poder. Reforma agraria en Chile (1964-1973)
historia (Santiago: Ver, 1996). (Santiago: Zig-Zag, 2001), pp. 55-65.
11 De Embajador a MRE, 11 de agosto de 1958. ARREE, FA, oficio confidencial. 27 Del texto en inglés de la carta de Jorge Alessandri a John F. Kennedy, 8 de mayo de
1963. NARA, RG 59, box 3866, Po! Chile-US, 15-l Chile.
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w
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-2004 1 JOAQUÍN FERlvl-\NDOIS H.
". NOTAS
28 De Jorge Alessandri a Fernando Aldunate, 16 de febrero de 1962. En Sergio Carrasco 1O De Embajador José María Doussinague a Ministro de Asuntos Exteriores, 3 de
Delgado, Cartas del Presidente Jorge Alessandri con los EmbaJadores en la Santa Sede diciembre de 1957. AMAE, R/5438, Exp. 30, Despacho Reservado.
(1959-1964) (Santiago: Pehuén, 1964), p. 74s.
ll Para referencias sobre todo este tema, sobre todo sobre el problema de las fuentes cfr
29 Para esto, Joaquín Fermandois, "Chile y la 'cuestión cubana' 1959-1964", op. cit. Cap. X, nota (24). También a Stepehn G. Rabe, The most dangerous Area in the Wortd,
30 El Mercurio, 28 de julio de 1964; citaba una entrevista de Allende a Paese Sera. Esto p. cit. También, y para el Cap. XII, Joaquín Fermandois, Chile y el mundo. La política
creó controversia, ya que Allende negó haber dicho esto; pero rápidamente llegó el exterior de/gobierno de la Unidad Popular y el sistema internacional (Santiago:
ejemplar en cuestión. En todo caso, sus palabras reflejaban la idea general dentro del Ediciones Universidad Católica de Chile, 1985).
socialismo chileno, y más allá de éste.
12 Este aspecto ha sido destacado por Arturo Fontaine Aldunate, La tierra y el poder.
31 BSS, 7 de diciembre de 1961. Reforma agraria en Chile (1964-1973) (Santiago: Zig-Zag, 2001).
32 La Nación, 12 de agosto de 1968. 13 Esta imagen tiene antigua data. Pero si se quiere encontrar un formulador clave de esta
visión, se puede nombrar a Georges McCutchen McBride, Chile: Land and Socíety, op.
33 Frankfurter Allgemeine Zeitzmg, 19 de marzo de 1957.BSS, 7 de diciembre de 1961. cit.
34 De Embajador a Ministerio de Relaciones Exteriores (AA), 23 de marzo de 1960. 14 Aunque las deflacciones para largos períodos históricas pierden un poco de sentido, ya
PAAA, Ref. 306, vol. 102. que la cantidad de dinero tiene importancia diversa en cada momento, 20 millones de
35 De Embajador Sergio Gutiérrez a MRE, 1° de septiembre de 1964. ARREE, Telex. dólares corresponderían a aproximadamente 100 millones de fines del siglo XX,
bastante más de lo que se gastó, en un país muy diferente, en las elecciones
36 De Embajador Sergio Gutiérrez a MRE, 1° de septiembre de 1964. ARREE, Telex. presidenciales de 1999 y 2000.
Mario Góngora, Emayo histórico, op. cit., pp. 280-305. 16 Discurso ante el Senado, 6 de enero de 1965, en Gabriel Valdés, Conciencia
latinoamericana y realidad internacional (Santiago: Editorial del Pacífico, 1970), p. 16.
2 "Entrevista a Eduardo Frei", Zig-Zag, noviembre de 1938. Cit. en Cristián Gazmuri,
con la colaboración de Patricia Arancibia, Alvaro Góngora, Eduardo Frei Monta/va y su 17 Para una visión general de la política exterior del gobierno de Frei, Manfred Wilhelmy,
época (Santiago: Aguilar, 2000), p. 251. Algunas ideas sobre Frei aquí expuestas están "Chilean Foreign Policy. The Frei Government 1964-1970" (Diss., Princeton, 1973).
contenidas más latamente en Joaquín Fermandois, "Eduardo Frei Montalva: esplendor También, Otto Boye, "La política exterior chilena entre 1964 y 1970", Estudios
y ocaso", Estudios Públicos, 83, invierno de 2001. Sociales, 3, abril de 1974. También el capítulo respectivo en la tesis de Emilio Meneses,
"Coping with Decline", op. cit., pp. 331-361.
3 Sobre el momento latinoamericano de este asunto, Eduardo Devés, Del Ariel de Rodó a
la CEPAL (1900-1950) (Buenos Aires: Biblos, 2000), esp. 236-240,292-302. 18 De Eduardo Frei a Canciller, Profesor Ludwig Erhard, 3 de octubre de 1964. PAAA,
IB2, vol. 408.
4 Jorge Ahumada C., En vez de la miseria (Santiago: Editorial del Pacífico, 1965;
original, 1958), p. 18. 19 Cit. por Cristán Gazmuri, Eduardo Frei Monta/va y su época, op. cit., p. 731.
5 Eduardo Frei, "Anticomunismo", Política y Espíritu, abril de 1947. cit. por Cristián 20 De Embajador a MRE, 1° de abril de 1965. "Observaciones a la respuesta del Mariscal
Gazmuri, Patricia Arancibia, Alvaro Góngora, Eduardo Frei Monta/va (1911-1982) Castelo Branco al Presidente Frei". Gabinete del Ministro; Dirección Económica;
(Santiafgo: Fondo de Cultura Económica, 1996), p. 166. Dirección de Política Exterior. Gabinete del Ministro. Estrictamente confidencial.
ARREE. Texto salía 18 a y nota dos veces 18
6 Discurso ante el Senado, 27 de abril de 1954. Cit. en ibid., p. 226.
21 Cit. en William A. Medina, "La política exterior del gobierno de Eduardo Frei
7 Ibid., p. 240.
Montalva y la crisis dominicana: la gestión chilena durante la Décima Reunión de
8 En una obra en la que sumó a un clásico de la historiografía chilena, Alberto Edwards, consulta de Ministros de Relaciones Exteriores" (Universidad Católica de Valparaíso,
Historia de los partidos políticos chilenos (Santiago: Editorial del Pacífico, 1949); cit. en tesis, 2000), p. 123. Este trabajo es lo más completo que existe acerca de la posición de
ibid., p. 300. Chile.
9 Los diplomáticos europeos miraban con algo de escepticismo hasta mediados de los 22 Sobre el tema general de las relaciones interamericanas a raíz de estos sucesos, Enrique
1960; pero en los políticos europeos interesados, el atractivo se mostraba rápidamente. Bernstein, "Chile y la política de defensa continental desde la Segunda Guerra Mundial
De Embajada a AA, 24 de octubre de 1957. PAAA, Ref. 306, vol. 29. hasta el presente", Walter Sánchez, Teresa Pereira, eds., 150 años de política exterior
chilena (Santiago: Universitaria, 1977).
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE El\ LA POLÍTICA Mül\DJ,\L 1900-20041 JOAQUÍN FERl>IANDOIS H.
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NOTAS
23 "Compre rendu de l'entretien a L'Elyseé entre le General De Gaulle et le President 43 Es la tesis de Manfred Wilhelmy, "Chilean Foreign Policy", op. cit., pp. 312-317.
Frei". AQd'O, Serie Amérique, 1964-1970, voL 6L
44 Cristián Pérez, "Guerrilla rural en Chile: la batalla del fundo San Miguel (1968)",
24 Contexto de la conversación en oficio de Enrique Bernstein a Canciller, 30 de julio de Estudios Públicos, 78, 2000. Paul W. Drake, Populismo y socialismo en Chile, op. cit.
1965. ARREE El énfasis es nuestro.
45 "El Partido Socialista en la Lucha Mundial y Continental por el Socialismo", en Punto
25 Discurso de recepción a Eduardo Frei, 19 de julio de 1965. PAAA, I B 2, voL 408. Final, 42,22 de noviembre de 1967. cit. por Parías, La izquierda chilena 1969-1973.
26 De Embajador a M, lO de septiembre de 1964. PAAA, I B 2, voL 332. documentos para el estudio de su línea estratégica (Berlin: Wissenschaftlicher Verlag,
200), T. I, p. 49. Las mayúsculas de sustantivos y un adjetivo, que no son nombres
27 Protocolo de conversación entre Eduardo Frei y Ludwig Erhard, quien hace sus propios, parecen ser significativos.
intervenciones en forma de preguntas 18 de julio de 1965. PAAA, I B 2, voL 408.
46 Carlos Prats González, Memorias. Testimonio de un soldado (Santiago: Pehuén,
28 "The De Gaulle of Latin America", The Guardian, 12 de julio de 1965. El título del 1985), p. 142. Para todo este tema, Florencia Varas, Conversaciones con Viaux
artículo ya es significativo. (Santiago: Eire, 1972).
29 De Michael Stewart a Embajador, 8 de septiembre de 1965. PRO, PREM, 13/160. 47 Gabriel Valdés, Conciencia latinoamericana y realidad internacional (Santiago:
Sobre esto, ver también Macarena Carrió, Joaquín Fermandois, "Europa Occidental y Editorial del Pacífico, 1970), pp. 225-233.
el desarrollo chileno 1945-1973", Historia, 36,2003.
48 El testimonio de Korry, en Estudios Públicos, 72, primavera de 1998, "Los Estados
30 Carta personal y confidencial de Embajador a Ministro de Asuntos Exteriores, 7 de Unidos en Chile y Chile en los Estados Unidos (1963-1975)"; y la entrevista de
septiembre de 1965. AMAE, R/7929, Exp. 93. Joaquín Fermandois y Arturo Fontaine T. A Edward Korry, "El embajador E. M.
Korry en el CEP", op. cit. Sobre la versión de que Kissinger hubiera llegado furioso y
31 De Embajador a Ministro de Asuntos Exteriores, 17 de junio de 1966. AMAE, Exp. 4.
arrogante a la Embajada de Chile en Washington, Armando Uribe, El libro negro de la
32 De Embajador a Ministro de Asuntos Exteriores, 12 de agosto de 1966, 64/66. intervención norteamericana en Chile (México: Siglo XXI Editores, 1974). Esto es
AMAE, exp. 4. repetido por Seymour Hersh, Ihe price of power: kissinger in the Nixon White House
(New York: Summit Books, 1983)
33 De Embajador a Ministro de Asuntos Exteriores, 27 de octubre de 1967. AMAE, R/
8545,Exp.82 49 "Líneas generales de campaña presidencial de Radomiro Tomic en 1970", en
Radomiro Tomic, op. cit. p. 290.
34 De Embajador a Ministro de Asuntos Exteriores, ll de enero de 1968. AMAE, R/
8883, Exp. 29. 50 Angel Soto, El Mercurio y la difusión del pensamiento político económico liberal (1955-
1970) (Santiago: Instituto Libertad, 1995) Arturo Fontaine Aldunate, Los economistas y
35 De MRE a Embajador, 29 de agosto de 1967. ARREE.
el presidente Pinochet (Santiago: ZigZag, 1988)
36 De Embajador a MRE, 18 de julio de 1969. ARREE, oficio confidencial.
51 Para este tema, se debe recordar a Joaquín Fermandois, Chile y el mundo 1970-1973,
37 Wilhelmy, op. cit., pp. 280-286. op. cit., donde se analiza todo esto con detalle. También, es notable en cada uno de los
tomos de las memorias de Henry Kissinger dedique un capítulo al caso chileno, en los
38 Jorge Edwards, Persona non grata, op. cit., Emilio Meneses, op. cit.
dos primeros dando entender que es extraño preocuparse de un país tan pequeño, casi
39 El contexto general, Joaquín Fermandois, "La larga marcha a la nacionalización del irritado de hacerlo. En The White House Years (Boston: Little Brown, 1979). Years of
cobre 1945-1971", Jahrbuch fur Geschichte Lateinamerikas, 38,2001. Theodore Upheavals (Boston: Little, Brown, 1984 ).Y finalmente, Years of Renewal. Ihe
Moran, Multinacional corporations and the politics of dependence: copper in Chile (New Concluding Volume ofHis Memoirs (N.Y.: Simon & Schuster, 1999), pp. 749-760.
Jersey: Princeton U niversity Press, 1974).
52 Oiga Ulianova, Eugenia Fediakova, "Algunos aspectos de la ayuda financiera del
40 Manfred Wilhelmy, "La política exterior chilena y el Grupo Andino", Estudios Sociales, Partido Comunista de la URSS al comunismo chileno durante la Guerra Fría", Estudios
10, diciembre de 1976. También una tesis escrita bajo nnestra dirección, María Cristina Públicos, 72, primavera de 1998.
Delgadillo, "Chile y la formación del Pacto Andino 1967-1969" (Universidad Católica
53 Cit., en Gazmuri et al, Eduardo Frei Monta/va y su época, op. cit., 769s.
de Valparaíso, 1980).
54 Juan Bautista Yofre, Misión argmtina en Chile (1970-1973). Los registros secretos de una
41 Claudia Véliz, "Centralismo, nacionalismo e integración", Estudios Internacionales, 9,
difícil gestión diplomática (Santiago: Sudamericana, 2000), p. 91s.
abril-junio de 1969. Francisco Orrego, "Dilemas del Grupo Andino", Estudios
Internacionales, ll, octubre-diciembre de 1969. 55 Henry Kissinger, Ihe White House Years, op. cit., p. 653.
42 Osear Pinochet de la Barra en, Radomiro Tomic, Nuevos testimonios (Santiago: 56 Enriqne Bernstein, Recuerdos de un diplomático. EmbaJador ante De Gaulle 1965-1970
CESOC, 1999), p. 9. (Santiago: Andrés Bello, 1987), Vol. III, p. 145.
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MUNDO y FIN DE MUNDO [CHILE EN LA POLiTICA MUNDIAL I900·2004[ )OAQUiN FERMANDOIS H. NOTAS
57 Es muy conocida la documentación que apareció en la prensa norteamericana, 8 Es decidor de aquello de la "memoria", que sólo treinta años después de la muerte de
traducida por el gobierno de Chile, Documentos secretos de la liT (Santiago: Quimantú, Allende haya aparecido la primera biografía de Diana Veneros, Allende: un ensayo
1972 ). La documentación completa, leída por pocos, está en Multinational psicobiográfico. (Santiago: Sudamericana, 2003).
Corporations and United States Foreign Policy. Hearing befare the Subcommittee on
9 Pedro Ibáñez Ojeda acostumbraba a definirlo de esta manera.
Multinational Corpm·ations of the Committe on Foreign Relations. United States Sena te,
Ninety Third Congress on the International Telphone and Telegraph Company in Chile, 1 O La primera biografía de Salvador Allende, que merece el nombre de tal, está en Diana
1970-1971 (Washington: U.S. Government Printing Office, 1973). Un buen resumen Veneros, Allende, un ensayo psicobiográfico (Santiago: Ed. Sudamericana, 2003). Buenas
está en The International Telefone and Telegraph Company and Chile, 1970-71.Report to ideas para una biografía está en Tomás Moulian, Conversación interrumpida con
the Committee on Foreign Relations. United States Senate. By the Subcommittee on Allende (Santiago: LOM, 1998). Miguel Orellana, Allende: alma en pena. (Santiago:
Multinational Corporations (Washington: U.S. Printing Office, 1973). Cuatro Vientos Editorial, 2002 ).
58 La documentación esencial sigue siendo, Alleged Assassination Plots involving Foreign 11 "Programa Básico de Gobierno de la Unidad Popular", cit. en Hernán Godoy,
Leaders. Report of the Select Committee to study governmental Operations (United Est1'uctura social de Chile (Santiago: Universitaria, 1971 ), p. 567.
States Senate: Goverment Printing Office, 1975). También, así como para el capítulo
12 Ibid, p. 560.
que sigue, Covert Actino in Chile, 1963-1973. Staff Report of the Select Committee to
study Government Operations with Respect to Intelligence Activities. United States 13 Ibid., p. 580s.
Sena te (Washington: Government Printing Office, 1975 ).
14 "Programa Básico de Gobierno", de la Unidad Popular, 1969; cit., en Víctor Farías,
59 Recientemente, Joaquín Fermandois, "La persistencia del mito: Chile en el huracán de La izquierda chilena (1969-1973). Documentos para el estudio de su línea estratégica
la Guerra Fría", Estudios Públicos, 92, primavera 2003. (Berlin: Wissenschaftlicher Verlag Berlin, 2000), T. 1, p. 132.
15 La expresión de Isaiah Berlin, en Karl Marx. A Biography ( Oxford: Oxford University
Capítulo XII Press, 1966; original, 1939), p. 208. Las ideas generales para esta interpretación, en las
obras de Ernst Nolte. La relación entre estas obras del eminente historiador alemán y
Para este tema en el siglo XIX, Cristián Gazmuri, El48 chileno. Igualitarios, su posibilidad para interpretar la historia de Chile, en Joaquín Fermandois, "'Das
reformistas, radicales, masones y bomberos. Op. cit. Sergio Grez, De la "regeneración del europaische System' und die Zeitgeschichte Chiles", op. cit.
pueblo" a la huelga general. Génesis y evolución histórica del movimiento popular en Chile
(1810-1890) (Santiago: Dibam-Ril, 1997) Ana María Stuven, "La revolución de 1842 y 16 Allende. Su pensamiento político (Santiago: Quimantú, 1972), p. 116.
la conciencia nacional chilena" en Revista de Ciencia Política, vol. 9, n. 1, 1987. 17 Ibid., p. 282s.
2 Sobre el sistema de partidos y su influencia en la desarrollo político, Tomás Moulian, 18 La gira de Chile (Santiago, Quimantú, 1973) p. 25.
Democracia y socialismo en Chile (Santiago: FLACSO, 1983) Julio Faúndez, Izquierdas
y democracia en Chile, 1932-1973 (Santiago: Eds. Bat, 1992). 19 Allende. Su pensamiento político, op. cit., p. 18.
3 Un estudio que se podría llamar "clásico" sobre este tema, en Henry Landsberger, Tim 20 Ibid., p. 69 y ll7s.
Me Daniel, "Hypermovilization in Chile, 1970-1973", World Politics, 28, 1976. 21 Ibid., p. 60-62. El subrayado va en el original, lo que le confiere particular
4 Joaquín Fermandois, "Die Zeitgeschichte Chiles im Lichte der Theorie vom importancia.
"europaisches System" ("La historia comtemporánea de Chile a la luz de la teoría del 22 "Clodomiro Almeyda, dejar a un lado el ilusionismo electoral", entrevista, Punto Final,
"sistema europeo.", Helmut Fleischer, Pierluca Azzaro, eds., Das 20. ]ahrhundert. 42,22 de noviembre de 1967. Cit. en Víctor Farías, La izquierda chilena (1969-1973).
Zeitalter der tragischen Verkehrungen. Forum zum 80. Geburtstag Ernst Nolte. Documentos para el estudio de su línea estratégica. Op. cit, p. 30.
(München: Herbig, 2003).
23 Este dilema está muy bien expuesto por Joan E. Garcés, Allende y la experiencia
5 Luis Corvalán, Caminos de victoria (Santiago: Quimantú, 1971), p. 210. El contexto chilena. Las armas de la política (Barcelona, Editorial Ariel, 1976). En el Cap. XII se
de estas palabras vienen a ser una defensa de la política soviética ante Castro, que hacia habla sobre Garcés, y su extraña influencia sobre Salvador Allende.
1967 divergían en la estrategia hacia América Latina.
24 Salvador Allende, Su pensamiento político, op. cit., p. 19.
6 Cit. en Julio César Jobet, El Partido Socialista de Chile (Santiago: Ediciones Prensa
Latinoamericana, 1988), T. II, p. 130 25 En Régis Debray, Conversación con Allende (México: Siglo XXI Editores, 1973),
p. 124s.
7 Salvador Allende, Punta del Este. La nueva est,·ategia del imperialismo (Montevideo,
1967), p. 80s. Para todo este capítulo, Joaquín Fermandois, Chile y el mundo 1970- 26 Todo esto está desarrollado con más detalle en Joaquín Fermandois, "Transición al
1973, op. cit., socialismo y confrontación en Chile 1979-1973", Bicentenario, 2,2,2003.
591
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 )OAQUÍl\ FEfu\IANDOIS H. NOTAS
27 La Declaración, en Víctor Parías, op. cit., Tomo 6, pp. 4997-5000. 7 Javier Teodoro Gallac, Juan Bautista Yofre, Misión a'llfentina en Chile (1970-1973). Los
registros de una difícil gestión diplomática (Santiago: Sudamericana, 2000).
28 Esto está desarrollado por Gonzalo Vial, Pinochet. La biografía (Santiago: El
Desgraciadamente, este libro que es importante para entender algunos aspectos de los
Mercurio/Aguilar, 2002, dos tomos), p. 173-187.
años de la Unidad Popular, deja ver poco acerca de la política argentina hacia Chile.
29 Parías, op. cit., t. 6, p. 4999.
30 Cit. en Enilla, semana del8 all4 de diCiembre de 1971.
8 De Embajador a MRE, 14 de mayo de 1973. ARREE, FA, oficio confidencial.
31 Parías, op. cit., t. 6, pp 5001-5004.
9 MMRE, 1971, p. 10.
32 General ® Ernesto Videla, en programa de televisión de ARTV, entrevista con Patricia
lO Ercilla, semana del6 all2 de septiembre de 1972.
Arancibia, l de septiembre de 2002: General® Ernesto Vide/a Cifuentes. Entre la vida
militar y la diplomacia: de Ibáñez a Pinoch.t. Habían varias experiencias cotidianas, ll Recogido en El Mercurio, 29 de agosto de 1972.
como las que se encuentran en la obra de Claudia Rolle, Coordinador, 1973. La vida
12 Ramón Huidobro, "Allende y Cámpora: la última semana en la tierra", en Carolina
cotidiana de un año crucial (Santiago: Planeta, 2003).
Barros, ed., Argentina-Chile. 100 años de encuentros presidenciales (Buenos Aires:
33 La declaración de Patricio Aylwin a nombre del Partido Demócrata Cristiano dell4 de Editorial Centro de Estudios para una Nueva Mayoría, 1999).
septiembre; la carta de Eduardo Frei a Mariano Rumor de octubre siguiente; así como
13 El Mercurio, 29 de mayo de 1973.
el intercambio de cartas entre Frei y Bernardo Leighton de 1975, reflejan el estado de
ánimo aquí descrito. 14 De Embajador a MRE, 17 de septiembre de 1970. ARREE, cables.
34 Ismael Huerta Díaz, Volvería a ser marino (Santiago: Andrés Bello, 1988, dos tomos). 15 De Embajador a MRE, 12 de marzo de 1971. ARREE, oficios.
35 Ismael Huerta Díaz, Volvería a ser marino (Santiago: Andrés Bello, 1988, dos tomos). 16 De Canciller a Embajador, 15 de agosto de 1972. ARREE, oficio confidencial.
36 Camino recorrido. Memorias de un soldado (Santiago: Instituto Geográfico Militar, 17 Sobre facilidades ofrecidas al presidente del Banco Central, Hugo Fazio, El Mercurio,
1991 ), T. 2, p. 22. 1o de junio y 31 de agosto de 1972.
37 Ismael Huerta, op. cit., T. II, p. 63. 18 Augusto Pinochet, Camino recorrido. Memorias de un soldado (Santiago, Instituto
Geográfico Militar, 1990) Ismael Huerta, Volvería a ser marino. Op. cit. Testimonio de
Edward Corrí, El Mercurio, lO de mayo de 1981.
Capítulo XIII
19 La gira de Chile (Santiago: Quimantú, 1973), p. 28.
Todo esto está más desarrollado en Joaquín Fermandois, Chile y el mundo 1970-1973,
20 Jorge Edwards, Persona Non Grata (Barcelona: Grijalbo, 1976), pp. 19-22.
op. cit. esp. pp. 55-75. Este capítulo se basa fuertemente en el libro.
21 El Mercurio, 29 de octubre de 1970.
2 El testimonio de Clodomiro Almeyda, que es interesante para la historia política de la
segunda mitad del siglo XX, y que en la segunda mitad de los ochenta todavía muestra 22 MMRE, 1971, p. 22s.
una franca admiración por el marxismo revolucionario, está en Reencuentro con mi vida
(Santiago: Ediciones del Ornitorrinco, 1987).
23 El Siglo, 21 de marzo de 1971.
24 Según el testimonio de un conspicuo líder del GAP y del MIR, Max Marambio,
3 En este sentido, hay que suscribir la tesis de Heraldo Muñoz, Las relaciones exteriores
"Reportajes", La Tercera, 17 de agosto de 2003.
de/gobierno militar chileno (Santiago: Ediciones del Ornitorrinco, 1987).
25 De embajador D. H. T. Hydyard a FO, 13 de marzo de 1973. PRO, FO, LAE 13/
4 Carta de Clodomiro Almeyda a Julio Philippi, en Arturo Fontaine T. y Lucas Sierra
2593.
"Escritos y documentos de Julio Philippi" (Primera parte) en Estudios Públicos, 74,
otoño 1999. 26 La Nación, 7 de junio de 1972.
5 De MRE (RETTIG) a Jefes de Misión, 15 de agosto de 1972. ARREE, oficio 27 The Tribune, 15 de abril de 1972. Extraído de oficio ordinario de MRE a embajada en
confidencial, Brasil. Londres, 18 de abril de 1972. ARREE. Con ligeras modificaciones, se ha dejado la
traducción efectuada.
6 Como afirma un funcionario de la Embajada en Santiago, Jeffrey Davidow, después de
entrevistarse con el encargado de asuntos norteamericanos de la Cancillería, Eduardo 28 De embajador a MRE, 4 de mayo de 1971. ARREE, N° RlE 398/51, confidencial.
Jara, 27 de junio de 1973. NARA, Chile Desclassification Project, Human Rights on
Chile, Trenche 2, vol. l. 29 El Siglo, 27 de marzo de 1971.
593
592
MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUiN FERMANDOIS H. NOTAS
30 Ejemplares, en este sentido, son los informes al Foreign Office del embajador D. H. T. 48 Entrevista entre Richard E. Schwartz y Renán Fuentealba, en casa de Juan Abogabir,
Hildyard. De embajador a Foreign Office, "Chile: Annual Review for 1973", 22 de 29 de septiembre de 1972. NARA, Chile Desclassification Proyect, Human Rights in
enero de 1971. PRO, FCO 7/1902. Y de embajador a Foreign Office, 13 de marzo de Chile, Trenche 2, voL l.
1973. PRO, FO, LAB 12/2593.
49 United States and Chile during the Allende Years. Hearings berfore the Subcommittees on
31 Y siempre se consideraba que había "manga ancha" en el tratamiento a los funcionarios Inter-American Affairs ofthe Committee on Foreign Affairs. House of Representatives
del régimen comunista, lo que no debería de ser. De embajador a AA, 24 de octubre de (Washington: U.S. Government Printing Office, 1975 ), p. 37.
1960. PAAA, I, B 2, Bd., 411.
50 Para este tema, Joaquín Fermandois, "La larga marcha a la nacionalización: el cobre en
32 El Mercurio, 23 de abril de 1971. Chile, l945-l97l",]ahrbuchfür Geschichte Lateinamerikas, 38,2001.
33 Del Ministro de Asuntos Exteriores al embajador de España, 29 de septiembre de 51 Edward M. Korry, Joaquín Fermandois, Arturo Fontaine Talavera, "El Embajador E.
1970. AMAE, R/11359, telegrama secreto, N° 44. M. Korry en el CEP", Estudios Públicos, 72, primavera de 1998. p. l04s.
34 "Tedeum en la CatedraL Chile entre el pánico y la esperanza", ABC, 12 de noviembre 52 En Multinational Corporations, op. cit., 2, p. 643s, 761.
de 1970.
53 Ibid., pp. 975-979.
35 El Mercurio, 26 de marzo de 1971.
54 Como le decía el almirante Carvajal al First Sea Lord, almirante Sir Michael Pollock.
36 ABC, 25 de marzo de 1971. De Embajada a Foreign Office, 6 de diciembre de 1973. PRO, LAB 13, 2593.
37 De embajador a Ministerio de Asuntos Exteriores, 13 de enero de 1972, AMAE, 55 Banco Central de Chile (BCCH), Boletín Mensual, 1973.
R/10548, expL 14.
56 Cit. en Patricia Arancibia, Cristián Gazmuri, Alvaro Góngora, Eduardo Frei Montalva y
38 De embajador a Ministro de Asuntos Exteriores, 30 de marzo de 1972. AMAE, carta su época, op. cit., p. 803.
confidenciaL
57 Para mayor detalle, Joaquín Fermandois, Chile y el mundo, op. cit., pp. 423-444.
39 De embajador a Ministro de Asuntos Exteriores, 22 de mayo de 1972. AMAE,
despacho 548. 58 La Nación, 2 de enero de 1971.
40 De embajador a MRE, 8 de marzo de 1972. ARREE, oficios confidenciales. 59 El Siglo, 23 de junio de 1971.
41 Salvador Allende en, Allende. Su pensamiento político (Santiago: Quimantú, 1972), p. 17. 60 "Situación en Chile y perspectivas de colaboración económica soviético-chilena",
Informe confidencial N° 5, Academia de Ciencias de la URSS, Instituto de América
42 El Siglo, 1 o de abril de 1971. Latina. En "Chile en los archivos de la URSS", Estudios Públicos, 72, primavera de
43 Joaquín Fermandois, "La larga marcha a la nacionalización del cobre en Chile 1945- 1998, p. 440.
1971 ", ]ahrbuch fi'ir Iberomaerika, 200 l. 61 El Mercurio, 8 de diciembre de 1972.
44 Henry Kissinger, The White House Years, op. cit., pp. 679-681. 62 Una visión de la visita a Moscú y a La Habana, con testimonios desde el punto de
45 Edward. M. Korry, "Informe de contingencia", agosto de 1970, Estudios Públicos, 72, vista de la Unidad Popular, está en Manuel González Pino, Arturo Fontaine Talavera,
primavera de 1998, p. 335. Los mil días de Allende (Santiago: Centro de Estudios Públicos, 1997, dos tomos),
pp. 551-561.
46 En Multinational Corporations and United States foreign Policy. Hearings before the
Subcommittee on Multinational Corporations ofthe Committee on Foreign Rclations. 63 Carta de Chou-En Lai a Presidente Salvador Allende, reproducida en Víctor Parías, La
United States Senate. Ninety-Tthird Ccongress on the International and Telgraph izquierda chilena (1969-1973), op. cit., T. 6, p. 4.530s.
company and Chile (Washington: U.S. Government Printing Office, 1973), 2, p. 542s. 64 El contexto de las relaciones chino-chilenas, tanto políticas como por el no desdeñable
47 El informe, con un resumen decidor, en Covert Action in Chile 1963-1973. Staff Report tema de la inmigración, está minuciosamente tratado por Lin Chou, "Chile y China:
of the Sclect Committee to Study Governmental Operations with Respect to Intelligence inmigración y relaciones bilaterales (1845-1970)" (Santiago: Pontificia Universidad
Activities. U.S. Senate (Washington: U.S. Government Printing Office, 1975), Católica de Chile, diss., 2001).
pp. 59-61. Aparte de Joaquín Fermandois, Chile y el mundo 1970-1973, op. cit., donde 65 Esto se trata extensamente en dos capítulo de Chile y el mundo 1970-1973, op. cit. Aquí
se dedican tres capítulos al tema, cfr. Paul E. Sigmund, The United Sates and sólo se hará un breve esbozo.
Democracy in Chile (Baltimore, Londres: A Twentieth Century -Fund Book,
The Johns Hopkins University Press, 1993), pp. 58-74. 66 Para nu'evo material sobre esto, Cristián Pérez, "Historia del MIR: "Si quieren guerra,
guerra tendrán ... ", en Estudios Públicos, 91, invierno, 2003
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDO!S H.
"
67 Joaquín Fermandois, "Movilización y contra-movilización en Chile ... " Bicentenario, l4 En este sentido, es muy acertada la tesis de Carlos Huneeus, op. cit., p. 45.
6 Joan Garcés, Allende y la experiencia chilena. Las armas de la política. Op. cit. 26 Augusto Pinochet, op. cit., p. 167.
27 Esta clasificación viene de Carlos Huneeus, El régimen de Pinochet (Santiago:
7 Gonzalo Vial, Pinochet. La Biografia, Santiago: El Mercurio, Aguilar, 2002 Dos
Sudamericana, 2000), pp. 153-154, lo que tiene mayor desarrollo a lo largo de! libro.
Tomas.
Augusto Pinochet U gane, Geopolítica. Diferentes etapas para el estudio geopolítico de los
8 Entrevista de Patricia Arancibia a Alberto Jerez, ARTV, 21 de julio de 2002. Estados, op. cit., p. 162, 165.
9 Augusto Pinochet, Camino recorrido. Memorias de un soldado, op. cit., T. I, pp. 185- 28 Augusto Pinochet, op. cit., T. 2, p. 145s.
300. Ismael Huerta, op. cit., T. I, 453-499; T. II, pp. 9-106. Mónica González, Chile
la conjura: los mil y un días del golpe (Barcelona: Ediciones B., 2000 ). La primera 29 Cit. en Vial, op. cit. p. 322.
biografia más completa sobre Pinochet está en Gonzalo Vial, Pinochet. La biografía 30 Ascanio Cavallo, Manuel Salazar, Osear Sepúlveda, La historia oculta del régimen
(Santiago: El Mercurio/Aguilar, 2002), dos tomos. Un cuadro interesante está en militar (Santiago: Grijalbo-Mondadori, 1997), pp. 422-458.
Pamela Constable y Arturo Valenzuela, A Nation of Enemies. Chile under Pinochet
31 Pinochet, op. cit., T. 2, p. 254. Sobre interpretaciones divergentes de la Constitución,
(N.Y., Londres: W.W. Norton & Co., 1991), pp. 64-89.
Julio Canessa Robert, Francisco Balan Páez, Pinochet y la restauración del consenso
1O Augusto Pinochet U garte, Geopolítica. Diferentes etapas para el estudio geopolítico de los nacional (Santiago: "Geniart", 1998), pp. 303-309.
Estados (Santiago: Instituto Geográfico Militar, 1968), p. 162, 165.
32 Tomasso de Vergottini, Encargado de Negocios de Italia, acreditado sin significar
ll La Segunda, 15 de marzo de 1991. Cit. por Gonzalo Vial, Pinochet. La biografía, reconocimiento por parte de Italia al gobierno militar, que no se entrevistó con el
op. cit., p. 237. canciller Huerta, recuerda haberlo visto por televisión: "Rostro cuadrado, rojizo, de
facciones gruesas. No corresponde al arquetipo del oficial de marina". En Miguel claro
12 Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig)
1359. Recuerdos de un diplomático italiano en Chile (1973-1975) (Santiago: Arena,
(Santiago: La Nación, Ediciones del Ornitorrinco, 1991), T. I, p. 44s.
1991), P. 87. (De dónde habrá sacado De Vergottini esta imagen? Cualquiera que
13 Sobre el tema del "guerrillero" y la "guerra irregular", que no es fenómeno exclusivo recuerde al vicealmirante Ismael Huerta, lo verá precisamente como el "arquetipo" del
del siglo XX, Peer Schmidt, "Der Guerrillero. Die Entstehung des Partisanen in der oficial de marina que tiene en mente el italiano, alto para Chile, delgado, calvo, de
Sattelzeit der Moderne- eine atlantische Perspektive 1776-1848", Geschichte und
Gesellschaft, 29, 2, 2003.
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l
MUNDO y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN L' POLÍTICA MUI'DIAL 1900·2004 1 JOAQUÍN FER<\!ANDOJS H. NOTAS
expresivos ojos celestes y nariz algo aguileña, antes que un arquetipo anglosajón, 48 Cardenal Raúl Silva Henríquez, "El alma de Chile", Santiago, 18 de septiembre de
recordaba a un antiguo español, de origen estremeño que era; lo mismo puede decirse, 1974, en Hernán Godoy, El carácter chileno (Santiago: Universitaria, 1976), p. 432.
en tipo moreno de tez blanca, del almirante Carvajal. Son las afirmaciones que arrojan
49 Ibid., p. 430.
dudas sobre los alcances de testimonios como este.
33 Ismael Huerta dejó un enjundioso testimonio, Volvería a ser marino, op. cit.; Patricio
Carvajal también escribió sus memorias, Téngase presente (Santiago: Eds. Arquén, Capítulo XV
1993). Un examen reciente de estas raíces, Sergio Villalobos, Chile y Perú. La historia que
34 Heraldo Muñoz, Las relaciones exteriores del gobierno militar chileno (Santiago: nos une y nos separa. op. cit., (Cap. I). Sobre el tema a continuación, José Rodríguez
Ediciones del Ornitorrinco, 1986), p. 36ss. Elizondo, Chile-Perú. El siglo que vivmos en peligro (Santiago: La Tercera-Mondadori,
2004).
35 Para el tema del estilo de la Cancillería, así como de los cambios experimentados
durante el gobierno militar, Manfed Wilhelmy, "Política, burocracia y diplomacia en 2 Un ejemplo de esta preocupación recurrente, en mensaje de embajador Masona
Chile", en Heraldo Muñoz, Joseph Tulchin, comp .. , Entre la autonomía y la Foreign Office, 21 de febrero de 1968. PRG, FCO 7/1140, File ALC 10/4. Ahí se
subordinación. Política exterim· de los países latinoamericanos (Buenos Aires: Grupo expresa la alarma del canciller Valdés por las ventas de armas a Perú, antes del
Editor Latinoamericano, 1984), pp. 61-88. Joaquín Fermandois, "De una inserción a advenimiento del régimen de Velasco Alvarado.
otra: política exterior de Chile, 1966-1991 ", Estudios Internacionales, XXIV, 96,
3 "El general Nikolai Leonov en el CEP", Estudios Públicos, 73, verano de 1999.
octubre-diciembre de 1991. Manfred Wilhelmy, Joaquín Fermandois, "La Cancillería
en la futura política exterior de Chile", en Heraldo Muñoz, ed., Chile: política exterior 4 Como lo afirmaba el embajador británico en diciembre de 1973. De embajador a
para la democracia (Santiago: Pehuén, 1989), pp. 105-120. Foreign Office, 6 de diciembre de 1973. PRO, FO, LAB 13/2593.
36 Editorial de El Mercurio, ll de diciembre de 1974; cit. en Heraldo Muñoz, 5 Sobre Chile en la ONU, lo más completo está en las memorias de Ismael Huerta,
Las relaciones exteriores del gobierno militar chileno, op. cit., p. 42. op. cit., T. II, pp. 255-425. También Heraldo Muñoz, Las relaciones exteriores del
gobierno militar chileno, op. cit., pp. 191-200.
37 Heraldo Muñoz, op. cit., p.37, afirma que fue hasta un 50%.
6 Sobre esto, Joaquín Fermandois, "Política europea: el dilema del comunismo,
38 Además de lo antes citado, cfr. Enrique Bernstein, Recuerdos de un diplomático. De la
autoritarismo, democracia y su repercusión en la diplomacia de Europa Occidental", en
Unidad Popular al gobierno militar (Santiago: Andrés Bello, 1993), vol. V, pp. 47-60. Walter Sánchez G., ed., Panorama de la política mundial (Santiago: Universitaria, 1977).
39 Extractos de entrevista de Hernán Cubillos, publicada póstuman1ente, La Tercera,
7 Carta de Eduardo Frei Montalva a Mariano Rumor, Presidente de la Unión Mundial de
29 de abril de 2001
la Democracia Cristiana. Santiago, 8 de noviembre de 1973. www.bicentenariochile.cl.
40 Cit. en Heraldo Muñoz, op. cit., p. 39.
8 De embajador a MRE, 4 de octubre de 1973. ARREE, Gran Bretaña, oficio
41 Esto está relatado en Ascanio Cavallo et al, op. cit. p. 132ss; también en Gonzalo Vial, confidencial.
op. cit., pp. 396-404. El análisis, que sólo ve las responsabilidades del entorno de
9 El Mercurio, 16 de septiembre de 2003.
Pinochet, Heraldo Muñoz, op. cit., p. 51-54
10 Tomasso de Vergottini, op., cit. pp 213 ss. Para el contexto de la lucha de laDINA
42 El País, 20 de mayo de 1983.
contra el MIR, que produjo este hecho, Ascanio Cavallo, op. cit., pp. 76-80.
43 Tomasso de Vergottini, op. cit.
ll Heraldo Muñoz, op. cit., pp. 130-133.
44 Edgardo Boeninger, Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad (Santiago:
12 Enrique Bernstein, Recuerdos de un diplomático. Representante ante el Papa mediador
Andrés Bello, 1997), pp. 212-346; Paul W. Drake, lván Jaksic, eds., Tbe Struggle for
1979-1982 (Santiago: Andrés Bello, 1989), Vol. IV, p. 4.
Democracy in Chile (Lincoln: University ofNebraska Press, 1995).
13 Paul E. Sigmund, The United States and Democracy in Chile, op. cit., pp. 88-991.
45 Teresa Donoso, Historia de los cristianos por el socialismo en Chile (Santiago, Ed.
Vaitea, 1975 ). 14 De embajador R. L. Secondé a FO, 6 de diciembre de 1973. PRO, FO, LAB 13/2593.
46 www.bicentenariochile.cl 15 Existen dos obras de referencia acerca de estas relaciones desde la perspectiva histórica,
escritas por dos historiadores que representan dos puntos de vista, y generaciones sólo
47 Gilberto C. Aranda B., "La Vicaría de la Solidaridad: una perspectiva transnacional", en
ligeramente diferentes. Frederick B. Pike, Chile and the United States 1880-1962: the
José A. Morandé, Claude Pomerleau B., eds., Globalización y visiones religiosas.
emergen ce of Chile's social crisis and the challenge to United States diplomacy (Notre
Opciones por los derechos humanos y el medio ambiente (Santiago: Instimto de Estudios Dame: 'The University ofNotre Dame Press, 1963); y William F. Sater, Chile and the
Internacionales, RIL, University ofPortland, 2002).
United States: empires in conjlict (Athens, Ga.: University of Georgia Press, 1990).
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL I900,2004l JOAQUÍN FERMANDOIS H. NOTAS
16 Ismael Huerta, op. ciL T. II, p. 188. 33 Ernesto Fitte, Los límites con Chile (Buenos Aires: Plus Ultra, 1978), ciL, por Pablo
Lacoste, "Frontera e imagen del vecino: Argentina y Chile (1534-2000)" (Santiago:
17 Las memorias de Henry Kissinger, obras de gran categoría intelectual, relevantes para
este capítulo, como para el Cap. XIV, son Years of Upheaval (Boston: Little, Brown, Universidad de Santiago de Chile, tesis doctoral, 2001), p. 334. La tesis de Lacoste es
1982), Cap. 9.; y Years ofRenewal (N.Y.: Simon & Schuster, 1999), Cap. 24. un excelente examen acerca de estas visiones tanto en Argentina como en Chile.
18 Este punto lo ha desarrollado el ex embajador Edward M. Korry, quien fue nombrado 34 La Tercera, 6 de mayo de 200 l.
por Lyndon Jonson, op. cit. 35 Para lo que sigue, Hernán Cubillos y Gonzalo Vial, "Los grandes problemas de la
19 Dos jóvenes norteamericanos, Frank Teruggi y Charles Horman, que estaban política exterior entre 1973 y 1986", en Análisis crítico del gobierno ·militar (Santiago:
entusiasmados, como tantos, con la "revolución chilena", fueron ejecutados Universidad Finis Terrae ); también un muy completo reportaje a la Cancillería bajo
arbitrariamente en septiembre de 1973; se acusaría a la embajada de no prestarles Hernán Cubillos, La Tercera, Reportajes, 6 de mayo de 2001.
ayuda, y daría ocasión para vincularlos con la teoría de que el golpe fue· activamente 36 Para la cuasi guerra, Alfonso Tapia, Esta noche es la guerra (Viña del Mar: Ediciones de
organizado o planificado por EE.UU. Thomas Hauser, Missing: The Execution of la Universidad Marítima, 1997).
Charles Horman (N.Y.: Simon & Schuster, Touchstone Books, 1983). Esto había dado
lugar a la película "Missing", actuada por Jack Lemmon. Todo esto contribuyó más a
37 La Tercera, 21 de diciembre de 1978. cit. por Gonzalo Serrano, "Argentina y Chile en
poner una imagen negra en EE.UU. al gobierno militar chileno. 1978 a través de la prensa chilena" (Viña del Mar: Universidad Adolfo Ibáñez, tesis de
licenciatura, 2002), p. 28.
20 Ismael Huerta, op. cit., T. II, p. 188.
38 Cit. en Enrique Bernstein, op. cit., p. 16.
21 Paul E. Sigmund, op. ciL, pp. 101-105. También Heraldo Muñoz, Carlos Portales,
39 Cit. en Santiago Benadaba, Recuerdos de la mediación pontificia (Santiago:
Una amistad esquiva. Las relaciones entre Estados Unidos y Chile (Santiago: Pehuén,
1987), pp. 90-95. Universitaria, 1999), p. 43.
40 Cit. en ibid., p. 37.
22 Una visión demonizadora de Ford y Kissínger, en Peter Kornbluh, The Pinochet File. A
declassified Dossier on Atrocity and Accountabi!ity (NY, Londres: the New Press, 2003 ). 41 Bernstein, op. cit., p. 35.
23 Para este aspecto, Henry A. Kissinger, Years of Renewal, op. cit., pp. 749-760. 42 Un resumen de este affaire, en Gonzalo Vial, Pinochet, op. cit. pp. 396-405.
24 CiL por Sigmund, op. cit., p. 101. 43 Heraldo Muñoz, op. cit., pp. 54-83, para un análisis de la Cancillería en estos años.
25 Para este período, Sigmund, op. cit., pp. 108-131. 44 Cit. en Santiago Benadaba, op. cit., p. 85s.
26 Pinochet, Camino recorrido, op. cit., T. 2, pp. 148-150. 45 La primera fase de la mediación en Enrique Bernstein, Recuerdos de un diplomático.
Representante ante el Papa mediador 1979-1982 (Santiago: Andrés Bello, 1989).
27 Para este tema, ibid., pp. 111-118. Detallada la parte norteamericana, Taylor Branch,
Para la fase final, ibid., pp. 146-157. Y Heraldo Muñoz, op. cit., pp. 160-162.
Eugene Propper (el fiscal norteamericano que investigó el asesinato), Labyrinth
(N .Y: Penguin Books, 1983). Detallado y breve a la vez, Gonzalo Vial, Pinochet, op. 46 Sobre la resistencia de las fuerzas armadas a abandonar el "sistema CORFO", Verónica
cit., pp. 241-250; y Ascanio Cavallo et al, op. cit. pp. 166-174, 183-190 Valdivia, op. cit.
28 Joaquín Fermandois, Michelle León, "Democracia y gobiernos militares. 47 Sobre este tema, lo más completo, Arturo Fontaine Aldunate, Los economistas y
Chile y Argentina 1955-1973", en Sergio González, Pablo Lacoste, eds., el Presidente Pinochet (Santiago: Zig-Zag, 1988). Más sintéticamente, Ascanio Cavallo
Argentina y sus vecinos (en prensa). et al, op. cit., pp. 109-123. Antes delll de septiembre se difundían en muchos
niveles proyectos de políticasalternativas. Un ejemplo: Arturo Fermandois S., Principios
29 Uldaricio Figueroa, La demanda marítima boliviana en los foros internacionales
(Santiago: Andrés Bello, 1992). de economía y finanzas y la inquietud monetaria internacional (1973) (Valparaíso,
folleto, 1973).
30 Pinochet, op. ciL, T. 2, pp. 51-53.
48 La expresión es de Arturo Fontaine Talavera, "Sobre el pecado original de la
31 Para estas entrevistas, cfr. los artículos de Andrés Cisneros, Joaquín Fermandois y transformación capitalista chilena" barry B. Levine ed., El desafío neoliberal. El fin del
Hernán Felipe Errázuriz, en Carolina Barros, ed., Argentina-Chile. 100 años de tercermundismo en América Latina (Bogotá, Ed. Norma, 1992)
encuentros presidenciales (Buenos Aires: Editorial Centro de Estudios Unión para una
Nueva Mayoría, 1999). 49 Verónica Valdivia, El golpe después del golpe. Leigh vs. Pinochet. op. cit.
50 Cit. por Pilar Vergara, Auge y caída del neoliberalismo (Santiago: Flacso, 1985 ), p. 132.
32 Entre una vasta bibliografia en Chile, se puede escoger a Sergio Villalobos, El Beagle:
historia de una controversia (Santiago: Andrés Bello, 1979).
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MUNDO y FIN DE MUNDO i CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FEfu\1ANDOIS H. NOTAS
51 Angel Soto, El Mercurio y la difusión del pensamiento político económico liberal1955- 64 Francisco Bulnes Serrano, "La revista ChileAmérica: el espejo del exilio (1973-1983)"
1970 (Santiago: Eds. Centro de Estudios Bicentenario, 2003) El ladrillo: bases de la (Tesis: Universidad Finis Terrae, 2003).
política económica de/gobierno militar chileno (Santiago: Centro de Estudios Públicos,
65 Arturo Fontaine Talavera, "Revolution von oben und horizontele Vermittlung: der
1992) En Sofia Correa et al, Historia del siglo XX chileno (Santiago: Sudamericana,
Übergang Chiles zur Demokratie", Peter L. Berger, ed., Die Grenzen der Gemeinschaft
2001 ), p. 297s., se alude que el origen de esta relación fue caótica. No podía ser de
(Gütersloh: Verlag Bertelsmann Stiftung, 1997).
otra manera, al tomar las riendas del poder políticos uniformados y economistas, sin
mayor experiencia en el manejo del Estado. 66 Matías Tagle, ed., El Acuerdo Nacional. Significados y perspectivas (Santiago:
Corporación Justicia y Democracia, 1995), cit. en www.bicentenariochile.cl
52 Mario Góngora, Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglo XIX y XX
(Santiago: Universitaria, 1998; original, 1981), p. 301. 67 Para lo que sigue, Joaquín Fermandois, "Chile and the Great Powers", Michael A.
Morris, ed., Great Powers Relations in Argentina, Cl1ile and Antarctica (Londres:
53 Para el desarrollo económico, Felipe Larraín, Rodrigo Vergara, eds., La transformación Macmillan, 1990).
económica de Chile (Santiago: Centro de Estudios Públicos, 2000); Patricio Meller, Un
siglo de historia económica de Chile 1890-1990 (.Santiago: Andrés Bello, 1996) 68 Heraldo Muñoz, Una amistad esquiva. Las relaciones de Estados Unidos y Chile
(Santiago: Pehuén, 1987), pp.10l-128.
54 Para estadisticas, las que hemos usado son las de José Díaz, RolfLüders, Gert Wagner,
"Economía chilena 1810-1995: evolución cuantitativa del producto total y sectorial" 69 Mark Falcoff, "Chile: The Dilema for U.S. Policy", ForeignAffairs, primavera de 1986.
(Santiago: Pontificia Universidad Católica de Chile, Instituto de Economía, 70 Parte de lo dicho aqui se puede leer entre líneas en los recuerdos de George Shultz,
documento de Trabajo 186, 1998). Turmoil and Triumph. My Years as Secretary of State (Nueva York: Charles Scribner's
55 Cit. en Carlos Bascuñan Edwards, La izquierda sin Allende (Santiago: Planeta, Espejo Sons, 1993), pp. 969-975, con extraños errores [actuales.
de Chile, 1990), p. 48. 71 Cit. en Heraldo Muñoz, Las relaciones exteriores de/gobierno militar chileno, op. cit., p. 117.
56 Para el FPMR, Hernán Vida!, Frente Patriótico Manuel Rodriguez: el tabú del conflicto 72 El Mercurio, 17 de agosto de 1987. Días antes, había dicho ante un grupo de
armado en Chile (Santiago: Mosquito, 1995) Patricia Politzer, La ira de Pedro y los profesores de la Universidad Católica de Valparaíso, el autor entre ellos, Gelbard había
otros (Santiago: Planeta, 1988) dicho que Hernán Büchi era quizás "el mejor ministro de hacienda del mundo".
57 Para lo que sigue, Oiga Uliánova, "La Unidad Popular y el golpe militar en Chile: 73 Joaquín Lavín, Chile. La revolución silenciosa (Santiago: Zig-Zag, 1987), p. 31, 42.
análisis y percepciones", Estudios Públicos, 79, invierno 2000.
74 Un desarrollo detallado de estos hechos, Rafael O tano, Crónica de la transición
58 El Mercurio, 16 de enero de 1980. (Santiago: Planeta, 1995) Y Cavallo y otros, op. cit., cap- 53. Para este contexto, James
R. Whelan, Out ofthe Ashes. Lije, Death and Transfíguration ofDemocracy in Chile,
59 Juan Pablo JI en Chile (Santiago: Fundación nacional de la Cultura, 1987), p. 95.
1833-1988 (Washington: Regnery-Gateway, 1989), pp. 838-878.
Discurso en Puerto Montt.
75 Osear Godoy, "¿Por qué ganó el 'No'?", Estudios Públicos, 33, 1989.
60 Joaquín Fermandois, "Die Zeitgeschichte Chiles im Lichte der Thoerie vom
'europaischen System"', en Helmut Fleischer, Pierluca Azzaro, op. cit. 76 Sería la tesis de Tomás Moulian a fines de Jos noventa, y que se ve en Cap. XVII. Cfr..
Chile actual. Anatomía de un mito (Santiago: LOM, 1997).
61 El mismo testimonio de Luis Corvalán indica mucho de este camino, De lo vivido y lo
peleado: Memorias (Santiago: LOM Ediciones, 1997) Como ejemplo de radicalización 77 Para lo que sigue, Ascanio Cavallo, Los hombres de la transición (Santiago: Andrés
extrema de los socialistas, está la obra de Carlos Altamirano, Dialéctica de una derrota Bello, 1992) Y Osear Godoy, "La transición chilena a la democracia: Pactada", Estudios
(México: Siglo XXI, 1977). Públicos, 74, 1999.
62 Destacan dos novelas, que tienen mucho de autobiográfico, Carlos Cerda, Morir en 78 Arturo Fermandois V., Derecho constitucional económico. Garantías económicas, doctrina y
Berlín, de 1992; y Roberto Ampuero, Nuestros años de verde olivo, de 1999. jurisprudencia (Santiago: Ediciones Universidad Católica de Chile, 2001), p. SOs.
63 Aparte de Bascuñan, se debe citar una tesis de Mireya Dávila, "Historia de las ideas de la 79 Sergio Gómez, "Chile: crisis de la fruticultura de exportación. La fragilidad del
renovación socialista 1974-1989" (Tesis, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1994); y modelo", Cono Sur, VIII, 3, mayo-junio de 1989.
a Eugenio Ortega Frei, Historia de una alianza (Santiago: CEDOC, CECOC, LOM, 80 La Segunda, 14 de marzo de 1989.
1992 ). Sobre uno de los primeros encuentros entre sectores de centro y de izquierda, hacia
1980, Patricio Aylwin, El reencuentro de los demóaatas. Del golpe al triunfo del No 81 "Chile: política internacional del futuro gobierno democrático", Cono Sur, IX, .l,
(Barcelona, Santiago: Grupo Zeta, 1998), pp. 194-206.Sobre las vicisitudes de un líder de enero-febrero de 1990.
izquierda -Partido Radical-, y las tentaciones ya sea democrática o insurrecional, así 82 Cit. en Augusto Pinochet, Camino recorrido. Memorias de un soldado (Santiago:
como del "factor internacional" de la oposición chilena, Enrique Silva Cimma, Memorias Producción General "Geniart", 1998), tomo 3, volumen II, p. 292.
privadas de un hombre público (Santiago: Andrés Bello, 2000), pp. 371-420.
83 El Mercurio, 13 de marzo de 1990.
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MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOIS H.
¡ NOTAS
Capítulo XVI 20 Entre 1997 y 1999 aparecieron una serie de obras que ponían justamente el acento en
la falacia o, también ambivalencia, del "modelo chileno", y que constituyen tanto
La Nación, l3 de marzo de 1990; El Mercurio, 13 de marzo de 1990. análisis como parte de la historia intelectual del período. Tomás Moulian, Chile actual.
2 Discurso en el Estadio nacional. En http://www.bicentenariochile.cl Anatomía de un mito (Santiago: Lom, Arcis, 1997); Paul Drake, Iván Jaksic,
compiladores, El modelo chileno. Democracia y desarrollo en los noventa (Santiago:
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1999). Joaquín Fermandois, "Verdad y mito del Chile actual", Estudios Públicos, 69, verano de
4 MMRE, 1991,pp. 1002-1005. 1998.
5 El Mercurio, 28 de febrero de 1997. 21 Un ejemplo del tipo de crítica absoluta, Nira Reyes Morales, "Mito y realidades del
modelo chileno", Le Monde Diplomatique, edición en español, noviembre de 2002.
6 Santiago, 29 de marzo de 2000. En Discursos del Presidente Ricardo Lagos en el
exterior. http:/jwww.presidencia.cl. 22 Joaquín Fermandois, "¿Qué hacer con Codelco? El cobre en Chile 1973-1998",
Revista de Estudios Trasandinos, IV, 2, julio de 2002.
7 Ricardo Lagos, "Mensaje Presidencial en el inicio de la Legislatura Ordinaria",
Congreso Nacional, Valparaíso, 21 de mayo de 2002, en www.presidencia.cl 23 Discurso de Juan Claro, Cena Anual de la Industria, 29 de octubre de 2003.
http://www.sofofa.cl/mantenerdorjdetalle.asp
8 Para este tema, Andrés Allamand, La travesía del desierto (Santiago: Santiago: Aguilar,
1999). Joaquín Fermandois, "las paradojas de la derecha: el testimonio de Andrés 24 http:/ jwww. revistainterforum.com/espanoljarticulos/032803eco_asamblea-
Allamand", Estudios Públicos, 78, otoño 2000. chile.html
9 Alan Angel, "La mirada de un historiador inglés", El Mercurio, 24 de agosto de 2003. 25 Sobre esta área y la creciente importancia china, Augusto Soto, "Chile mira hacia
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13 Sobre política exterior en los años noventa, dos estudios generales, Alberto van 27 Osvaldo Larrañaga, "Distribución de ingresos: 1958-2001", en Ricardo Ffrench-Davis,
Klaveren, "Continuidad y cambio en la política exterior chilena", en Torcuato di Tella, Barbara Stallings, Reformas, crecimiento y políticas sociales en Chile desde 1973
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14 María Soledad Alvear, Una mirada integral (Santiago: Cegarles, 1994). Internacionales, XXVI, 104, octubre-diciembre de 1993.
15 El Mercurio, 14 de mayo de 1990 31 Para la trayectoria de las relaciones bilaterales al comienzo del gobierno de Lagos,
David R. Mares, Francisco Rojas A., The United Sta tes and Chile coming from the Cold
16 Angelo Codevilla, "Is Pinochet the ModeP", Foreign Affairs, 72, 5, November/ (N.Y.: Routledge, 2001).
December 1993.
32 Joaquín Fermandois, "Hacia el neoaislacionismo", Estudios Internacionales, XXXVI,
17 El Mercurio, 20 de junio de 1991. 142, julio-septiembre 2003.
18 El Mercurio, 7 de diciembre de 1991.
19 Para detalles de esta relación, Ascanio Cavallo, La historia oculta de la transición.
Memoria de una época 1990-1998 (Santiago: Grijalbo-Mondadori, 1998).
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.MUNDO y FIN DE .MUNDO 1 CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL 1900-20041 JOAQUÍ:--¡ FER..\1Pu'\DOIS H. NOTAS
33 Joseph Ramos, Alfie Ulloa Urrutia, "El Tratado de Libre Comercio entre Chile y 47 Bernardo Subercaseaux ha dicho: "Históricamente en Chile, como en toda América
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Le Monde Diplomatique (español), enero-febrero 2003. Revisitando Chile: identidades, mitos e historias (Santiago: Cuadernos Bicentenario,
34 Alberto van Klaveren, "América Latina: hacia un regionalismo abierto", en Alberto van Presidencia de la República, 2003 ); como se ve su título, semióticamente hablando,
Klaveren, ed., América Latina en el mundo (Santiago: Los Andes, Prospel, 1997). está sugestivamente en inglés.
35 Intervención de Ricardo Lagos en la XX Cumbre de Jefes de Estado del MERCOSUR, 48 Stanley Hoffmann, "America Goes Backward", The New York Review of Books, 12 de
en Asunción, 22 de junio de 2001. www.presidencia.cl junio de 2003.
36 Intervención de Ricardo Lagos en XXIV Cumbre de Mercosur, Asunción, 18 de junio 49 Héctor Herrera, "El sentido de la crisis en Occidente", en Dimensiones de la
de 2003. www.presidencia.cl responsabilidad educacional (Santiago: Universitaria, Universidad Metropolitana de
Ciencias de la Educación, 1988), pp. 70-78.
37 María Teresa Infante, "Tratado minero entre Chile y Argentina. Una visión global",
Estudios Internacionales, XXXIV, 135, julio-septiembre de 2001.
38 El Mercurio, 28 de mayo de 1992.
39 Para el aspecto jurídico-del caso, Jorge Carrasco Sandrock, "El caso Honecker en
relación al asilo diplomático y el proceso en la República Federal de Alemania"
(Santiago, Pontificia Universidad Católica de Chile, tesis, 1997).
40 Existe una ya copiosa literatura sobre este tema, desde diversos ángulos y diversos
niveles, Francisco rojas, ed., El "caso Pinochet": visiones hemisféricas de su detención en
Londres (Santiago: Flacso, 2001); Mónica Pérez, Augusto Pinochet: 503 días atrapado
en Londres (Santiago: Los andes, 2000); Hermógenes Pérez de Arce, La verdad del
juicio a Pinochet (Santiago: El roble, 2000); Ernesto Ekaizer, Yo Augusto (Madrid:
AguiJar, 2003).
41 Discurso el Presidente Lagos, 14 de marzo de 2003, Salón Montt-Varas, Palacio de
La Moneda. http.www.//presidencia-el.
42 Es interesante comparar la tesis de José Bengoa y Sergio Villalobos. De la vasta obra
del primero, Historia de un conflicto. El Estado y los mapuches en el siglo XX (Santiago:
Planeta, 1999). Del segundo, además de su activa intervención en las polémicas
públicas, está su tesis de la interacción en la frontera durante la colonia, que habría
hecho de los mapuches, culturalmente chilenos de la colonia, al menos hasta cierto
grado. Sergio Villalobos, La vida fronteriza en Chile, op. cit..
43 Http:/ jwww.gobiernochile.cljverdad. También, Felipe Larraín, "Comisión de
Verdad Histórica y Nuevo trato: opinión de minoría"; y Lucas Sierra, "la Constitución
y los indígenas en Chile: reconocimiento individual y no colectivo", ambos en Estudios
Públicos, 92, primavera 2003.
44 Libro de la Defensa Nacional de Chile (Santiago: Ministerio de Defensa Nacional de
Chile, 1997), p. 72s.
45 El Mercurio, 24 de diciembre de 2003.
46 Paula, junio de 199 8.
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MUNDO Y FIN DE MUNDO 1 CHILE EN u, POLÍTICA MUólDIAL 1900-2004 1 JOAQUÍN FERMAKDOJS H.
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628 629
lilflt,
•
MUNDO Y FIN DE MUNDO j CHILE EN LA POLÍTICA MUNDIAL l900-2004j JOAQUÍN FERMANDOIS H.
Índice de Nombres
A Arellano, Sergio 397 Berlinger, Enrico 428, 468 Cardoso, Fernando Henrique 503, 527, 532
Abrams, Elliot 478 Arendt, Hannah 504 Berman, Natalio 158 Caro, José María 226, 275
Acheson, Dean 253 Armanet, Daniel 128 Bernanos, George 143, 294 Carrera, José Miguel 27
Agüero 370, 371 Armanet, Pilar 487, 615 Bernstein, Enrique 129, 209, 250, 259, 305, Carter, Jimmy 437, 537
Aguirre Cerda, Pedro 140, 142, 143, 145, Armour, Norman 134, 147 309,331,415,433,445,446,449,450 Carvajal, Patricio 378, 412,444
270,339,353 Arosemena, Carlos Julio 286 Betancourt, Rómulo 284 Casaroli, Agostino 45 5
Ahumada, Jorge 295 Arriagada, Genaro 474, 477, 525 Bianchi, Andrés 487, 525 Cassidy, Sheila 429
Alberto Sánchez, Luis 480 Arteaga, Luis 129 Bianchi Gundián, Manuell51 Castelo Branco, Humberto 305, 314
Alcalde, Enrique 120, 176 Atatürk 102, 104 Biehl, John 525 Castro, Carlos Ruiz 81
Aldunate, Fernando 286 Aylwin, Patricio 278, 353, 481, 484,485, Bilbao, Francisco 32 Castro, Fidel 63, 232, 348, 350, 353, 363,
Aldnnate, Roberto 259 491,493,495,497,499,502,530,532,538 Bismarck, Otro von 39, 151 374,380,391,397,470
Alessandri Palma, Arturo 10, 51, 65, 76, Aznar, José María 507, 540 Blair, Tony 506, 540 Cauas, Jorge 459,460
87, 89, 91, 92, 101, 102, 112, 115, 117, Azócar, Rubén 176 Blest Gana, Alberto 49 Chamudes, Marcos 158,214
124,145,161,269,318,330,498 Blum, León 216 Chávez, Rugo 505, 514, 526, 531, 537, 543
Alessandri Rodríguez, Fernando 237 B Boizard, Ricardo 143, 150, 294 Cheysson, Claude 418
Alessandri Rodríguez, Jorge 183, 185, 186, Bainville, Jacques 102 Bolívar, Simón 216, 264 Chiang Kai Shek 188
192,208,221,251,255,269,271,275, Balaguer, Joaquín 307 Bonilla, Osear 405 Chirac, Jacques 433
277,279,280,283,290,291,293,307, José Manuel43 Borde, Jean 204 Chou-En Lai 387
325,327,328,329,333,350,360,410, Banzer, Rugo 367,439, 535 Borges, Jorge Luis 443 Church, Frank 300, 435
411,496,498,499,500,501,509,520 Barahona, Pablo 190,457 Bowers, Claude 159, 160, 163, 170, 182, Churchill, Winston 217
Alfonsín, Raúl443, 454, 455, 479, 480, 528 Barbieris, Julio 455 218,238,241,242,256,262 Claro, Emilio 84
Allamand, Andrés 475 Bardón, Alvaro 457,458 Braden, Spruille 241 Claro González, Juan 518
Allana Alí, Ghulam 426, 429 Barnard, Andrew 243 Brady, James 488 Claro, Ricardo 415, 436
Allende Padín, Ramón 339 Barnes, Harry 160, 478 Brandt, Willy 371, 473 Clinton 519, 524
171,181,196,232, Barraza, Pascual 219 Brunner, Helmut 415 Collados, Claudia 417
247,269,270,283,287,298,299,302, Barros Jarpa, Ernesto 89, 106, 122, 130, Brwmer, José Joaquín 474 Collier, Simon 400
319,326,336,338,339,349,391,514,526 135,161,212,415 Büchi, Hernán 458, 464, 480, 485 Collar de Mello, Fernando 525, 527, 532
Almeyda, Clodomiro 346, 360, 384, 473, 538 Barros, José Miguel 415 Bulnes, Francisco 475 Contreras Labarca, Carlos 248
Altanúrano, Carlos 196, 352, 364, 473 Barros Borgoña, Luis 7 6, 102 Burgess, Anthony 504, 550 Contreras, Manuel 396
Álvarez, Alejandro 52, 90, 230 Barros van Buren, Mario 18,208, 511 Burke, Edmund 551 Corbo, Vittorio 503, 523
Alvarez Suárez, Pedro 164 Barros Luco, Ramón 52, 69 Bush, George (Padre) 491, 513, 519 Correa, Enrique 473
Alvear, Soledad 508, 509, 510, 511, 526 Barros Ortiz, Tobías 105, 151 Bush, George (Hijo) 519,525,528 Corvalán, Luis 337, 385,466
Alsogarey, Álvaro 277 Basov 385 Bustamente, José Luis 440 Costa Méndez, Nicanor 453
Amenábar, Tomás 415 Batista, Fulgencio 239, 478 Buzeta, Osear 429 Couyoumdjian, Ricardo 19, 80
Amnnátegui, Gregario 167 Bautista Rossetti, Juan 107, 148, 160 Cruchaga, Miguel106, 129, 130, 131, 133
Anderson, Jack 378 Belaúnde, Fernando 316, 454 e Cruz-Coke, Eduardo 171 237 238 247
Aninat, Eduardo 516 Bello, Andrés 28, 30, 48, 89, 134, 152, Cáceres, Carlos 465, 484 Cubillos, Hernán 190 41S 41Ó 445
446,447 ' ' , , '
Aunan, Kofi 537 210,216,512 Calderón, Alfonso 199
Arbenz, Jacabo 264 Bello Codesido, Emilio 48, 89 Cámpora, Héctor 261, 362, 364 Culbertson, William 120, 127, 147
D
Arcos, Santiago 32 Benadaba, Santiago 450 Caputo, Dante 455
631
L
;?',
Da Costa e Silva, Arthur 314 69, 76, 79, 81, 84, 85, 92, 98, 106, 121, Franco, Francisco 131, 132, 141, 143, 159, González Videla, Gabriel151, 171,210,
De Cuevas, Jorge Marqués 233 123,129,131,132,157,431 252,267,297,309,311,312,352,370, 214,217,237,238,239,240,242,243,
De Gasperi, Alcide 300 Edwards Eastmann, Agustín 190 372,398,410,416,428,431,432,445 248,249,250,291,383,518
De Santa Cruz, Andrés 29, 34 Edwards Vives, Alberto 52, 106 Franco, Italmar 527, 532 González von Marées, Jorge 141
De Gaulle, Charles 11, 204, 232,289, Edwards Bello, Joaquín 33, 95, 199, 203, 233 Freí Montalva, Eduardo 11, 143, 186, 192, Goulart, Joao 220, 290
290,402 Edwards, Jorge 211 204,206,217,245,246,266,269,271, Gramsci, Antonio 474
De la Rúa, Fernando 531 Eisenhower, Dwight 185, 263, 264, 283, 273,281,291,293,295,296,297,299, Guerra, Alfonso 432
De la Cruz, María 257 284,299,305,524 301,302,324,329,303,333,350,353, Guevara, Ernesto Che 391
De Lojendio, Miguel312 Eisenhower, Milton 263 355,380,395,406,445,449,459,497, Guggenheim, Hermanos 67, 95, 120
De Valdivia, Pedro 30 Encina, Francisco Antonio 52, 66, 71, 77,462 498,507,527 Guido 279,280
De Rosas, Juan Manuel 29 Engels348 Freí Ruiz-Tagle, Eduardo 496,498,499, Gutiérrez Alliende, José Ramón 129, 578
De Pablo Pardo, José María 363 Erhard, Ludwig 186, 191, 304, 310,458 500,501,502,509,511,515,521,524, Gutiérrez Olivos, Sergio 279
De Castro, Sergio 190, 457 Errázuriz, Hernán Felipe 417,486 525,535,540,546 Guzmán Errázuriz, Jaime 320, 407, 410,
De la Cuadra, Sergio 190 Errázuriz, An1alia 50 Fresno, Juan Francisco 474,475,493 475,482,485,497,501,505
De Vergottini, Tomaso 430 Errázuriz Echaurren, Federico 47, 48, 498 Friedman, Milton 190, 458
De Tocqueville, Alexis 118 Errázuriz Zañartu, Federico 498 Frohmann, Alicia 487 H
Debray, Régis 348 Errázuriz, Octavío 427, 486 Frondizi, Arturo 277, 280, 308 Haig, Alexander 4 77
Del Pedregal, Guillermo 107, 173, 181, Escobar Cerda, Luis 465 Fuentealba, Renán 376 Hankey, Henry 429
212,242 Escudé, Carlos 443 Fujimori, Alberto 525, 527, 533 Harberger, Arnold 190
Del Valle, Jaime 417,452,455 Escudero, Carlos 169 Harriman, Averell 307
Délano, Jorge 233 Espinoza, Pedro 439 G Haya de la Torre, Víctor Raúl 141, 325
Descartes 247 Eyzaguirre, Jaime 143,216, 278 Gaitán, Jorge Eliécer 244 Heath, Edward 429
Díaz Albónico, Rodrigo 539 Eyzaguirre, Nicolás 516, 519 Gajardo Villarroel, Enrique 209, 252 Heffer, Eric 369
Dieye, Aboulaye 426 Gallardo Nieto, Galvarino 81, 89 Hegel247
Diez, Sergio 42 7 F Galtieri, Leopoldo 453, 454 Helms, Jesse 477
Domínguez, Eliodoro 246, 247 Fenner, Osear 263 García, AJan 480 Henríquez, Camilo 25
Dorticós, Osvaldo 364 Fernández, Juan José 415, 511 García Ahumada, Desiderio 107, 130, 173 Hernández Parker, Luis 214
Dostoiewsky 139 Fernández Albano, Elías 69 García Rodríguez, Ricardo 417,452 Hernández, Miguel 132
Dreckmann, Kurt 384 Fernández, Gonzalo 371 Garretón, Manuel Antonio 294, 474 Herrera, Felipe 212
Duhalde, Alfredo 237,238,239,246 Fernández, Joaquín 166,209,211 Garretón, Osear Guillermo 473 Herrera Cajas, Héctor 7, 18
Duhalde, Eduardo 531, 532 Fernández, Sergio 412, 450 Garrastazu Medici, Emilio 314 Herrera Campíns, Luís 302
Dulles, Allen 299 Feuerbach 247 Garzón, Baltazar 539 Herter, Christian 273
Dulks, John Foster 262 Figueres, José 284 Gazmuri, Jaime 473 Hildyard, D.H.T. 15, 17, 199
Dungan, Ralph 299 Figueroa Alcorta, José 69 Genscher, Hans-Die tri eh 433 Hitler, Adolf 150, 159,442, 540
Durán, Fernando 143 Figueroa, Carlos 509 Giddens, Anthony 506 Hobbes 247
Durán, Julio 298, 301 Figueroa, Eduardo 283 Gil Robles, José María 312, 313 Hobsbawm, Eric 506
Dutra, Eurico 250 Figueroa, Emíliano 69, 102, 105, 108 Gironella, José María 352 Hoffmann, Stanley 549
Finlayson, Clarence 222 Giscard D'Estaíng, Valery 308, 309, 429, 430 Holdich, Thomas H. 42
E Fítte, Ernesto 443, 611 Gobineau, Joseph Arthur 70 Holger, Inmanuel 244
Echeverría, Luis 366 Flores, Fernando 356 Godber, Joseph 369 Honecker, Erich 13, 166, 433, 537, 538, 539
Edelstam, Harold 368, 434 Fontaíne Aldunate, Arturo 190, 191 Goldwater, Barry 302 Hoover, Herbert 100
Eden, Anthony 135 Fontaine Talavera, Arturo 508 Gomien, Eduardo 284 Howe 284
Edwards McClure, Agustín 49, 50, 52, 62, Ford, Gerald 436, 437 Góngora, Mario 7, 18, 30,143,206,228,459 Hübner, Jorge Eduardo 150
Fox, Vicente 531 González Madaríaga, Exequiel 230 Huerta Díaz, Ismael 355, 356, 405, 412,
Foxley, Alejandro 516, 517 González, Felipe 432, 473
633
iiii..L _,,_
----.----
MUNDO y FL'l DE MUNDO 1 CHILE EN U\ POLÍTICA MUNDIAL I900-2004l JOAQUÍN FER."!ANDOIS H. ÍNDICE DE l'OMBRES
414,426,427,435 Kirkpatrick, Jeanne 476, 477 Mac-Iver, Enrique 45, 46, 70, 88,200 Motley, Langhorne 479
Huidobro, Ramón 362, 539 Kissinger, Henry 327, 331, 364, 435, 436 Mackenna Shiell, Luis 212 Moulian, Tomás 474
Huidobro, Vicente 50, 103, 123, 200, Kohl, Helmut 538 Magnet, Alejandro 306 Müller, Walter 173, 174,283,285
222,223 Konig, Abraham 47 Maira, Luis 473,487, 509 Muñoz, Heraldo 487, 511
Hughes, Charles Evans 93 Korner, Emil 64 Mamalakis, Markos 194 Mussolini, Benito 102, 150
Hull, Cordell122, 126, 134, 135, 161, 182 Korry, Edward 300,319, 324, 327, 331, Mao-Tse Tug 220
Huneeus Gana, Antonio 53, 85, 230 367,374,375,377 Marcos, Ferdinand 451 N
Hussein, Saddam 543 Mardones, Fernando 130 Nasser Gama!, Abdel 316, 398
L Marín Balmaceda, Raúll40, ISO Neruda, Pablo 15, 107, 157,200,211,
Lacalle, Alberto 491 Maritain, Jacques 143, 294, 329 219,222,223,237,248,366,370
Ibáñez, Carlos 61, 87, 95, 99, 101, 102, Lafertte, Elías 247 Marshall, George 184,242, 248,251,456 Nieto del Rio, Félix 208, 252
103,108,141,146,161,192,214,257, Lagos Carmona, Guillermo 415 Martínez, María Estela 441 Nixon, Richard 266, 322, 323, 324, 331,
259,261,264,267,276,355 Lagos Matus, Gustavo 231,487 Martínez Sotomayor, Carlos l 06, 204, 209, 373,377,378,434,435,437
Ibáñez Ojeda, Pedro 191,221,222,458, Lagos, Ricardo 307, 500, 506, 510, 511, 210,272,287
475,484,507 515,521,525,526,529,531,533,535, Marx 247, 342, 472 o
Illia, Arturo 279,281 537,543 Maschke, Arturo 189 O'Higgins, Ambrosio 498
Infante, Florencia 231 Lallah, Rajsoomer 426 Massad, Carlos 459 O'Higgins, Bernardo 28, 30, 344, 498
Isabel II 63, 232, 308, 389,470 Landon, Alfred 135 Mateluna, Jorge 233 Olavarría, Arturo 257,262
Insulza, José Miguel 509, 510, 511, 540 Lanusse, Alejandro 362, 363, 364 Matta, Roberto 15, 76 Onganía, Juan Carlos 281
Irarrázabal, Manuel José 150 Larraín García Moreno, Jaime 245, 247 Matte, Arturo 272 Orrego Luco, Luis 71,464
Irarrázabal Zañartu, Alfredo 75 Lastarria, Victorino 202 Matte, Benjamín 164 Ortega, Abraham 147, 158
J Latcham, Ricardo 95 Matte Gormaz, Jorge 89, 135 Ortúzar Escobar, Enrique 272
Jara, Arúbal262, 263 Lavín, Joaquín 480, 489, 501, 508, 521 Mathieu, Beltrán 84, l 06 Orwell, George 504, 550
Jaramillo, Rodolfo 173 Leahy, Almirante 238 Maza, José 279 Ossa, Sergio 186
Jarpa, Sergio Onofre 320, 427, 444, 465, 474 Lebed, Alexander 512 McBride, Georges Me Cluteher 147 Oyarzún, Luis 202
Javier Errázuriz, Francisco 485 Léfébre, Théo 302 Meir, Golda 302
Jiang Zemin 524 Le guía, Augusto 108 Méndez, Jerónimo 159 p
Joaquín, José Prieto 28 Leigh, Gustavo 396,405,406,407,409 Menem, Carlos 491, 525, 527, 530, 531, 534 Pablo Vl 308, 447
Johnson, Lyndon 299 Leighton, Bernardo 143,294, 329,407,431 Mengistu 398 Pacelli, Eugenio 226
Juan Pablo I 447 Lenin, Vladimir 76, 337 Merino, José Toribio 409,412,432,446, Palacios, Nicolás 70, 72
Juan Pablo II 13, 63, 389,422,447,448, Letelier, Orlando 361, 437 455,489 Palma, Ignacio 294
449,452,455,469,470,471 Levine, Flavián 173 Merino Correa, Hernán 278, 281 Palme, Olof 434
Juan XXIII 308 Levingstone, Roberto Marcelo 315, 362 Mesa, Carlos S36 Parra, Ramona 237
Julio, Humberto 417 Lira, Osvaldo 143 Meyer, Charles 374 Parra, Violeta 220
López Mateos, Adolfo 286 Michels, Rodolfo 135, 160, 162, 164 Pascal228
K López Pérez, Arturo 62, 124 Mistral, Gabriela l 07, 200 Pascal, Enrique 231
Keller, Carlos 95, 113 López Bravo, Gregorio 371 Mitterrand, 428, 430 Pastor, Washington 446
Kelly, Roberto 457 López Rodó, Laureano 312 Montt, Jorge 61 Patricio Kelly, Guillermo 261
Kemmerer, Edwin 10, 79, 93, 96, 97, 98, López, Francisco Solano 36, 409 Montt, Manuel 52, 498 Paz Estenssoro, Víctor 261
99,100,102,106,109,129,180,185 Lübke, Heinrich 290, 310 Montt, Pedro 52, 69,498 Pecchennino, Renzo "Lukas" 233
Kennedy, John Fitggerald 285,286,299, Luca de Tena, Torcuato 372 Morales Beltramí, Raúll64, 166, 168, 181 Pedro II 41, 365
310,319,376,435,436,448,477,527,547 Luciani, Albino 447 Morgenthau, Hans 399 Peralta, Ariel 220, 233
Keyserling, Conde de 203, 204 Lugoze 188 Moda Lynch, Carlos 132 Pérez, Carlos Andrés 491
Khruschev, Nikita 468 Lula-Luis Ignacio da Silva 503, SOS, 514, Morla Vicuña, Carlos 60 Pérez Yoma, Edmundo 536, 546
Kirchner, Néstor 531, 537 533,537 Moro, Aldo 431 Pérez Zujovic, Edmundo 192, 324, 536
635
111.;._
MUNDO Y FIN DE MUNDO 1CHJLE EN LA POLÍTlCA MUNDJAL 1900-20041 JOAQUÍN FERMANDOJS H. ÍNDICE DE NOMBRES
Pérez Hernández, Enrique 372 Primo de Rivera, Miguel 102 Roosevelt, Theodore 57 Shultz, Theodore 190
Pérez Jiménez, Marcos 203 Primo de Rivera, José Antonio 143, 352 Root, Elihu 57 Silva Santiago, Alfredo 275
Pérez Rosales, Vicente 37 Puga, Mariano 130 Rosende, Hugo 482 Silva Cimma, Enrique 508, 509
Perón, Juan Domingo 232, 238, 241, 250, Ross, Agustín 52, 62, 71,96 Silva Solar, Julio 473
257,258,259,260,261,263,277,325, Q Ross, Gustavo 10, 62, 77, 96, 110, 115, Silva, Patricio 525
362,364,365,416,439,441 Quayle, Dan 488, 491 116,117,118,121,123,135,146,164, Silva Henríquez, Raúl227, 228,275,475
Pershing, John 92 Quijano, Hortensia 238 173,191,212,274,464,480 Simón, Raúll07, 173
Philippi, Julio 96, 98, 273, 360, 415, 440 Quintana Burgos, Alfonso 250 Rubottom, Roy 283 Smith, Anderson 199
Philips, Roben 266 Rumor, Mariano 406, 429 Somavía, Juan 487
Piñera, José 186, 407, 450, 458 R Rusk, Dean 205 Sornoza, Anastasia 478
Pinochet, Augusto 13, 16, 30, 71, 102, 104, Rada y Gamio, Pedro José 108 Soto, Roberto 417
107,136,258,270,356,362,395,396, Ramírez, Pablo 99, 106, 173 S Sotomayor Gaete, Rafael 58
397,398,399,400,401,402,403,404, Ravinés, Eudocio 214 Saavedra Lamas, Carlos 131 Stalin, Joseph 217,219
406,407,408,409,410,411,412,413, Reagan, Ronald 13,437, 438,451,463, Sabato, Ernesto 443 Stevenson, Adlai 302
414,415,416,417,418,420,425,429, 465,476,477 Sáez,Raúl 173,178,192,193,212,295, Stewart, Michael 311
431,432,434,436,437,438,439,440, Recabarren, Luis Emilio 52, 73, 75, 382 309,324,456,457 Suárez, Adolfo 432
441,444,445,446,447,448,450,451, Reinoso, Luis 243 Sainte-Mari e, Daría 327 Suárez Masan, Guillermo 443
452,453,454,455,457,459,460,464, Renan, Ernest 37, 551 Sainz, Faustino 450, 452 Subercaseaux, Benjanún 202, 233
466,467,469,470,471,474,475,476, Rengrro,Manuel 109 Samoré, Antonio 448,449,450 Subercaseaux, Guillermo 52, 77, 96, 118, 128
477,478,479,480,481,482,483,484, San Buenaventura 196 Subercaseaux, Luis 267
485,486,487,488,489,490,491,495, Ricchieri, Pablo 41 Sánchez de Losada, Gonzalo 536 Subercaseaux, Ramón 50, 51,210, 303, 510
497,498,499,500,501,504,505,507, Richardson, Bill 513 Sanfuentes, Juan Luis 53, 190 Suharto, Thojik 403
510,511,512,513,514,515,524,533, Richardson, Matilda 122 Santa María, Domingo 318 Sukarno, Ahrned 403
535,537,539,540,541,542,546,547 Riesco, Germán 48, 49 Santa María, Federico 62, 64, 124 Suñer, Tomás y Ferrer 312
Pinochet, Osear 487 Ríos, Juan Antonio 146, 147, 161, 170, Santa Cruz, Hernán 253, 371 Strauss, Franz Josef 430
Pinochet, Tancredo 71 232,235,252,253 Sarmiento, Domingo Faustino 278 Swett, Jorge 224
Pinto, Garmendia Aníbal498 Ríos Gallardo, Conrado 105, 106, 107,261 Sarney, José 479,491, 528
Pinto, Francisco Antonio 498 Ríos, René 233 Sater, William 400 T
Pinto Santa Cruz, Aníbal182, 189,221,295 Rivas Montt, Gonzalo 158 Schnake, Osear 152, 164, 240 Tagle, Emilio 275
Pío XI 141,227,294 Rivas Vicuña, Manuel85 Schneider, 246, 330, 332, 333, 354, Tannenbaum, Frank 147
Pío XII 215, 226 Roca, Julio A 42 356,364 Teitelboim, Volodia 367, 385
Pipino, Adelio 190 Rockefeller, Nelson 263, 323 Schneider, Jorge 212 Teodoro Gallac, Javier 329
Pisani, Michelangelo 431 Rodríguez de la Sotta, Héctor 128, 176, Schwarzenberg, Adolf 156 Thatcher, Margaret 463
Poinsett 27 215,245 Schweitzer, Alex Miguel417, 452 Tito, Joseph 265, 290
Polibio 15, 16 Rodríguez, Manuel 344, 466, 476 Seilers-Albring, Ursula 538 Toledo, Alejandro 535
Pompidou, Georges 308, 331 Rodríguez, Mario 415 Senghor, Leopold 308 Tomassini, Luciano 487,488
Portales, Carlos 487, 61 O Rodríguez Grez, Pablo 329 Seoane, Eduardo 302 Tomic, Radorniro 193, 294, 318, 325,
Portales, Diego 28, 30, 332, 427, 429, 447, Rodríguez, Zorobabel 72, 518 Sepúlveda, Alberto 209 328,407
452,527 Rogers, William 364, 378 Serra, ]osé 53 3 Torres, Juan José 367
Prat, Arturo 36 Rojas, Isaac 278 Serrano Palma, José 258 Torres, Isauro 211
Prat, Jorge 298 Rojas, René 209,415,417,444,452,477 Serrano, Miguel20l Torrijas 438
Prats, Carlos 349, 354, 441 Roosevelt, Franklín DeJan o 57, 123, 126, Sevier, Hall2l Townley, Míchael 438
Prebisch, Raúl 253, 264 134, 135, 142, 150, 159, 165, 168, 177, Shea, Joseph 83 Toynbee, Arnold 16, 231, 393
Prieto, Jenaro 200, 233 181,217,229,238,285,294 Shultz, Geotge 478 Trotski, León 219, 360
637
T
MUNDO y FIN DE MUNDO 1CHILE EN LA POLÍTICA MU:-JDIAL JOAQUÍN FERMANDOIS H.
Trueco Franzani, Manuel 130 Volio, Fernando 426 ESPERANZA EN BUSCA DE INTELIGENCIA
Trujillo, Rafael274, 306, 307 Von Erckert, Carl Friedrich 64 Atisbos teológicos
Juan Noemí C.
Truman S., Harry 211,236, 238,242 Von Hayek, Friedrich 458
Von Kiesling, Hans 105 DIOS Y DIOSES
u Von Hindenburg, Paul 64 Historia religiosa del hombre
Undurraga, Sergio 190 Von Schoen, Wilhelm 136 Antonio Benrue B.
Antonio Bentué B.
ANTROPOLOG!A TEOLOGICA.
Acercamil·ntos a la paradoja d(•! hombre
2;¡ C'dición
638
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