Escuelas de Interpretación de Apocalipsis
Escuelas de Interpretación de Apocalipsis
Escuelas de Interpretación de Apocalipsis
Estas han sido clasificadas en diferentes escuelas de interpretación tales como la «preterista»,
«historicista», «futurista», «dispensacionalista» y «espiritual». En este sentido, a menudo se
combinan o se mezclan. Cabe anotar que esta son las más sobresalientes porque también existen
otras con menos trascendencia.
Esta consideración se aplica más directamente a cómo las personas interpretan el libro de
Apocalipsis y las revelaciones de Daniel a la luz del uno con el otro, sin embargo antes de
abordarlas debemos tener presente el premilenarismo, definida como una escuela basada en la
interpretación literal y el amilenarismo encaminada a un lenguaje figurado .
Esta posición es sostenida, mayormente, por comentaristas y críticos bíblicos liberales que
"repudian" el milagro de la predicción, y prefieren el más razonable y elegante "Vaticinium ex-
eventum" (profecía después de lo ocurrido). Por lo general, consideran que el libro de Daniel tiene
sólo un valor histórico, más no profético.
Aunque no se puede asegurar de qué acontecimientos históricos específicos, del segundo siglo al
presente, se habla en la profecía, los sucesos históricos y movimientos mundiales ilustran una y
otra vez los principios que allí se invocan.
El comentarista Matthew Henry escribe lo siguiente al respecto: >. Además, es evidente que
muchos de los eventos descritos en el libro, todavía no han ocurrido (todo lo que se describe desde
el capítulo seis en adelante).
Los Adventistas del Séptimo Día creen que éste es el método que mejor se adecua a los principios
de interpretación de las Sagradas Escrituras. Es el único método que respeta la intuición histórica
de los autores bíblicos como tales.
1.3. Interpretación «futurista» Por definición, este es el sistema de todos los exegetas que
interpretan la profecía en su sentido literal, tratando de diferenciar los hechos de los símbolos. La
realidad es que este libro es escatológico en su mayor parte, es decir, que habla de las cosas que
han de ocurrir (1: 19c), por lo tanto, la profecía que contiene, la cual es la base del libro, debe
entenderse en su sentido literal siempre que sea posible, y no en un sentido puramente simbólico.
Dice W.M. Smith: > es decir, considera Apocalipsis en lo fundamental, como una profecía que se
refiere a la Iglesia en el mundo. Las siete cartas están dirigidas a siete iglesias históricas; y los
sellos representan las fuerzas de la historia—no importa lo que esta se prolongue— a través de la
misma Dios lleva a cabo su propósito redentor y de juicio, hasta que sobrevenga el fin. Sin
embargo, comenzando con el capítulo 8 ó 16, los acontecimientos descritos se refieren
completamente al futuro y contendrían las disposiciones finales de Dios sobre la historia humana.
Apocalipsis concluye describiendo una sociedad redimida que habita una tierra nueva que ha sido
purgada de todo mal, y con Dios morando en medio de su pueblo; lo cual es la meta de la larga
historia de la redención. La interpretación «futurista» es premilenial, pero no dispensacionalista.
Enseña que Cristo retornará para establecer un reino milenial sobre la tierra, pero no será un
estado nacional judío.
Algunos dispensacionalista afirman que las siete cartas a las siete iglesias se interpretan
«proféticamente» como siete etapas en la era de la Iglesia. Apocalipsis 4.1 es interpretada como el
Rapto de la Iglesia, que se concibe como el arrebatamiento secreto de todos los creyentes llevados
al cielo antes de la «Gran Tribulación». El resto del libro trataría exclusivamente sobre la «Gran
Tribulación» y la suerte que correría Israel a manos del anticristo. De acuerdo con este punto de
vista, Cristo regresa para destruir a la bestia, atar a Satanás e inaugurar su reinado de mil años
sobre la tierra. Los dispensacionalistas identifican este Milenio con el período cuando la
aristocracia judía, junto al templo, el sistema de sacrificios y la Ley de Moisés, sean restaurados, y
se cumplan literalmente las profecías del Antiguo Testamento sobre el futuro triunfo político de
Israel sobre los gentiles.