Tierra Plana

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Tierra plana

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Para el libro del mismo nombre, véase La Tierra es plana.
Para otros usos de este término, véase Mito de la Tierra plana.

Adaptación del siglo xv de un mapa O-T. Este tipo de mapamundi medieval ilustra tan
solo la parte accesible de una tierra esférica, ya que se creía que nadie podía ser
capaz de cruzar el clima tórrido cerca del ecuador para pasar al otro lado del
globo.
La noción de una Tierra plana se refiere a la creencia de que la superficie de la
Tierra es plana, en lugar de ser esférica. Este artículo se centra en las visiones
sobre la forma de la Tierra durante la historia de Europa, en evidencias históricas
a favor y en contra de la creencia moderna de que la gente en la Europa medieval
creía que la Tierra era plana, en creyentes modernos en una Tierra plana y en el
uso de la idea de una tierra plana en la literatura y la cultura popular de la
época.

En los principios de la Antigüedad clásica, hubo autores que sostuvieron que la


Tierra era plana y otros que era cilíndrica. Entre los filósofos griegos, Tales de
Mileto sostuvo la idea de una Tierra plana. Por su parte, Anaximandro creía que la
Tierra era un corto cilindro con una superficie plana y circular.1 Se ha
conjeturado que la primera persona en haber defendido la idea de una Tierra
esférica fue Pitágoras (siglo vi a. C.), pero esa idea contradice el hecho de que
la mayoría de los presocráticos pitagóricos consideraban que la Tierra era plana.2
En su obra Sobre el cielo, Aristóteles (siglo iv a. C.) dio una explicación
razonada de por qué la Tierra es una esfera y citó un valor para su circunferencia
que es el correcto dentro de un factor de dos. El conocimiento de la Tierra
esférica comenzó gradualmente a extenderse más allá del mundo helenístico a partir
de ese momento.3456 En el siglo iii a. C., Eratóstenes dio una estimación más
correcta de su circunferencia.7

En tiempos de Plinio el Viejo, en el siglo i d. C., la mayoría de los estudiosos


occidentales aceptaban que la Tierra tenía forma esférica. Más o menos por
entonces, Claudio Ptolomeo derivó sus mapas de un globo curvado, y desarrolló el
sistema de latitud, longitud, y climas. Sus escritos se convirtieron en la base de
la astronomía europea durante la Edad Media, aunque la Antigüedad tardía y la Alta
Edad Media vieron argumentos ocasionales en favor de una Tierra plana.[cita
requerida]

La idea extendida y falsa de que durante la Edad Media se aceptaba que la Tierra
era plana se introdujo por primera vez en el imaginario popular en el siglo xix.89

Índice
1 En psicología cognitiva
2 Antigüedad
3 La Iglesia primigenia
4 La Edad Media
4.1 Baja Edad Media
4.2 Mundo musulmán medieval
5 Mito de la Tierra plana
6 Edad moderna
6.1 Sociedad de la Tierra Plana
7 Resurgimiento de la noción a partir de 2017
8 Véase también
9 Referencias
10 Bibliografía
11 Enlaces externos
En psicología cognitiva
Estudios del ámbito de la psicología del desarrollo y psicología cognitiva muestran
que el modelo de la tierra plana es el primer modelo mental que se construye en la
infancia acerca del mundo en que vivimos. Los niños imaginan el mundo como un
rectángulo plano sobre el cual viven las personas. Posteriormente este modelo
evoluciona a un disco plano. En este modelo, el sentido de caída de los cuerpos es
un sistema de referencia absoluto, no relativo al centro de la Tierra. Este modelo
resulta corroborado por la experiencia diaria de niños y niñas. El modelo esférico
resulta más complejo, es contra-intuitivo y no trivial lo que dificulta su
adquisición a estas edades. En la medida en que se ponen en contacto con la
cultura, los niños van realizando un lento proceso de cambio que tiene varias
etapas intermedias en las que tratan de compaginar su modelo previo con el modelo
esférico. Algunos de esos modelos intermedios incluyen una tierra hueca con un
hemisferio inferior sólido en cuya superficie vive la gente y el hemisferio
superior es el aire y el cielo.101112

En el caso de la forma de la Tierra, se observa una discontinuidad entre el


conocimiento científico y el sentido común. Por otro lado, puede compararse el
cambio en los modelos mentales infantiles a través del tiempo de vida con el cambio
en las ciencias a través de la historia.12

Este proceso, que comienza en modelos infantiles y desemboca en la adquisición de


los modelos escolares o científico de la forma de la Tierra, no se da en todas las
personas. Tanto dentro de la cultura occidental escolarizada como en sociedades no
occidentales, existe un porcentaje de adultos que ofrecen modelos que se basan en
datos de la percepción aparente de la forma de la Tierra.13

Antigüedad

Reconstrucción del mapa del mundo por Anaximandro.

Mapa esquemático de un manuscrito del siglo xii del Comentario al Sueño de Escipión
de Macrobio, mostrando la zona habitada del norte del mundo, esférico, separada de
las antípodas por un océano imaginario que ocupaba todo el ecuador.
La creencia en una Tierra plana se encuentra en los escritos más antiguos de la
humanidad. En la primera mitología caldea, el mundo se representa como un disco
redondo y plano que flota en el océano, y eso formó la premisa para los primeros
mapas griegos, como los de Anaximandro y Hecateo de Mileto, así como a las
menciones de la Biblia sobre la forma del mundo.14 Tales de Mileto también concebía
la tierra plana.15

En los tiempos clásicos se descubrió que la Tierra era esférica. Esta concepción
fue defendida por Pitágoras, quien argumentaba que todos los demás objetos
astronómicos eran a su vez esféricos. Aristóteles presentó evidencias de la forma
esférica de la Tierra mediante sus observaciones,16 apuntando que los viajeros que
viajaban hacia el sur veían las constelaciones de ese hemisferio subir su posición
en el horizonte. Eso solo es posible si dicho horizonte se encuentra formando un
ángulo con respecto al horizonte de alguien ubicado más al norte. Por lo tanto, la
forma de la Tierra no podía ser plana.17Además, el borde de la sombra de la Tierra
en la Luna durante la fase parcial de un eclipse lunar siempre es circular, sin
importar lo alta que esté la Luna sobre el horizonte. Solo una esfera puede generar
una sombra circular en cualquier dirección, ya que un disco circular plano crearía
una sombra con forma de elipse en la mayor parte de las direcciones.18 Según
Burnet, «la Jonia no fue nunca capaz de aceptar el punto de vista científico en lo
relativo a la Tierra, y aun Demócrito siguió creyendo que era plana».15

La circunferencia de la Tierra fue medida hacia el 240 a. C. por Eratóstenes. Supo


que en la ciudad de Siena (hoy Asuán), en Egipto, la luz del Sol caía perpendicular
durante el solsticio de verano, mientras que la sombra creada por el sol en
Alejandría estaba en un ángulo aproximado de 1/50º de círculo. Estimó la distancia
en línea recta entre Siena y Alejandría en unos 5000 estadios, lo que le permitió
calcular la circunferencia de la Tierra en unos 252 000 estadios, y cada arco de
grado en 700 estadios.19Aunque Eratóstenes empleó aproximaciones bastante amplias,
dependiendo de la longitud que aceptemos para un stadion, su resultado está dentro
de un margen de entre un 2 y un 20 % de los valores calculados hoy en día. En el
tratado matemático chino Zhoubi Suanjing del siglo i d. C., se incluía una medición
similar, sin cuestionar la idea tradicional de la Tierra como un plano, pero
considerando que el cielo era una esfera que la rodeaba por completo.20

En la época, se solía considerar a la Tierra dividida en zonas de clima, con un


clima frío en los polos norte y sur, un clima tórrido cerca del ecuador, y un suave
y habitable clima temperado entre ambos. Se pensaba que las distintas temperaturas
en las regiones dependían de su distancia hasta el Sol, aunque se equivocaban al
creer que nadie podía cruzar la línea del clima tórrido y alcanzar las tierras de
la otra mitad del globo. En su día, esas tierras imaginarias y sus habitantes
fueron llamados antípodas.21Lucrecio (siglo i a. C.) cuestionó al concepto de la
Tierra esférica, porque encontraba absurda la idea de las antípodas. Sin embargo,
en el siglo i d. C., Plinio el Viejo afirmaba que todo el mundo estaba de acuerdo
con la idea de la forma esférica de la Tierra (Naturalis historia, 2.64), aunque
aún hubo disputas acerca de la naturaleza de las antípodas y sobre la posibilidad
de mantener el océano en forma curvada. De forma muy interesante, Plinio considera,
como «teoría intermedia», la posibilidad de una esfera imperfecta, «con forma de
piña» (Naturalis historia, 2.65)

En el siglo ii d. C. el astrónomo Claudio Ptolomeo dio varios argumentos


defendiendo la forma esférica de la Tierra. Entre ellos estaba la observación de
que al navegar hacia las montañas, parecían crecer sobre el mar, indicando que
estaban anteriormente ocultas por la superficie curvada del mar.22

A finales de la edad clásica, enciclopedistas tan renombrados como Macrobio (siglo


iv) y Marciano Capella (siglo v) discutieron la circunferencia de la esfera
terrestre, su posición central en el universo, la diferencia de las estaciones
entre los hemisferios norte y sur, y muchos otros detalles geográficos.23En su
Comentario al Sueño de Escipión, Macrobio describe la Tierra como un globo de
tamaño insignificante en comparación con el resto del cosmos.24

La Iglesia primigenia
Desde la antigüedad clásica, el concepto de la Tierra como esfera se había
extendido completamente.25 Como en la cultura secular, una pequeña minoría defendía
la forma plana para la Tierra, y también se debatía acerca de la posibilidad de la
existencia de habitantes en las antípodas. Esta creencia, a diferencia de la
esfericidad, era muy difícil de reconciliar con la visión cristiana de una
humanidad unificada, descendiente de una misma pareja original y redimida por
Jesucristo.

San Agustín de Hipona (354-430) argumentó en contra de que hubiera habitantes en


las antípodas:

Pero sobre la fábula de que existen los antípodas, es decir, hombres que viven en
el lado opuesto de la Tierra, donde el sol se levanta cuando para nosotros se pone,
hombres que caminan con sus pies opuestos a los nuestros, eso no es creíble en modo
alguno. Y, ciertamente, no se afirma que se haya aprendido tal cosa por
conocimiento histórico, sino por conjetura científica, basándose en que la Tierra
está suspendida dentro de la concavidad del cielo, y que tiene tanto espacio en un
lado como en el otro: por ello afirman que la parte bajo nosotros también debe de
estar habitada. Pero no remarcan que, aunque se supone científicamente demostrado
que el mundo tiene una forma esférica, de eso no se sigue que la otra cara de la
Tierra esté libre de agua; ni tampoco, aunque estuviera realmente libre de agua, se
sigue que esté necesariamente habitada.26
Como esa gente tenían que ser descendientes de Adán, tenían que haber viajado hacia
el otro lado del mundo en algún momento; san Agustín continúa:

Es demasiado absurdo decir que algún hombre puede haber tomado un barco y viajado a
través de todo el ancho océano, y cruzado desde este lado del mundo hasta el otro,
y que por tanto incluso los habitantes de esa lejana región puedan descender de ese
hombre primigenio.
Agustín no niega la idea de una Tierra esférica, sino que por el contrario la
describe explícitamente como una esfera en varios de sus escritos.27

Solo unos pocos autores cristianos se opusieron frontalmente al concepto de que la


Tierra era esférica entre ellos Lactancio (245-325) quien, tras su conversión al
cristianismo y su rechazo de la filosofía griega, calificó de "locura", creer en
los antípodas.28Se preguntaba:

¿Existe acaso alguien tan insensato como para creer que hay personas cuyas huellas
están más altas que sus cabezas? ¿Que las simientes y los árboles crecen cabeza
abajo? ¿Que las lluvias y las nieves caen hacia arriba hacia el suelo? No tengo
palabras para dar a aquellos que, una vez que han errado, perseveran
insistentemente en su locura y defienden una cosa vana tras otra.29
También Juan Crisóstomo (344-408) creía que una Tierra esférica era contradictoria
con el contenido de la Biblia30 y Severiano, obispo de Gabala (fallecido en 408),
escribió31:

Dibujo de la Tierra según el monje egipcio Cosmas Indicopleustes: la Tierra plana


dentro de un tabernáculo.

La Tierra es plana, y el Sol no pasa bajo ella durante la noche, sino que viaja a
través de las zonas del norte, como si estuviera oculto por un muro"
Severiano de Gabala citado por Dreyer

El comerciante alejandrino, luego monje nestoriano, Cosmas Indicopleustes (547) en


su Topographia Christiana, sostuvo que el Arca de la Alianza debía representar el
conjunto del universo, y argumentaba que la Tierra era plana, un paralelogramo
encerrado por cuatro océanos. sin embargo, esta opinión, que no era compartida por
sus contemporáneos, no tuvo demasiada trascendencia.32

San Cirilo de Jerusalén (315-386) describe a la Tierra cubierta por el firmamento y


flotando en el agua, si bien se trata de un sermón para los recién bautizados, por
lo cual no está claro si se trata de una licencia poética.[cita requerida] Diodoro
de Tarso (fallecido en 394) parece defender la idea de una Tierra plana basándose
en las Escrituras; sin embargo, esta opinión solo ha llegado a través de una
crítica realizada por Focio.33 No obstante autores eclesiásticos como san Basilio
de Cesarea (329-379), creían que el asunto de la forma de la Tierra era
teológicamente irrelevante.34

La Edad Media

Mapa T-O del siglo xii representando el mundo no habitado según descripción de san
Isidoro en su Etimologías. (cap. 14, de terra et partibus).
Con el fin de la civilización romana, Europa Occidental entró en la Edad Media con
grandes dificultades que afectaron a la producción intelectual del continente. La
mayoría de los tratados científicos de la antigüedad clásica (escritos en griego)
no estaban disponibles, ocupado su lugar por resúmenes y compilaciones
simplificadas. Aun así, la mayoría de los libros de texto de la Alta Edad Media
defendían la forma esférica de la Tierra, ya que, aunque los textos de Aristóteles
y Ptolomeo no fuesen accesibles, se tenía plena confianza en las afirmaciones de
los divulgadores como Plinio que aseveraban, como un dato, la esfericidad de la
Tierra.35 Por ejemplo, muchos manuscritos medievales de Macrobio incluían mapas de
la Tierra que mostraban las antípodas, mapas de zonas mostrando los climas
ptolemaicos derivados del concepto de Tierra esférica, y un diagrama mostrando la
Tierra ―etiquetada como «globus térrae» (‘el globo terrestre’)― como el centro de
un conjunto de esferas celestes ordenadas jerárquicamente.36Se pueden encontrar
imágenes de algunas de estas representaciones en el ya citado Sueño de Escipión.

La visión europea de la forma de la Tierra durante la Antigüedad tardía y la Alta


Edad Media se puede expresar mejor mediante los escritos de los eruditos cristianos
primigenios:

Boecio (480-524), quien también escribió un tratado de teología (Sobre la


Trinidad), repitió el modelo de la Tierra de Macrobio, como punto insignificante en
el centro de un cosmos esférico en su influyente y ampliamente traducida obra, De
consolatione Philosophiae.37
San Isidoro de Sevilla (560-636) enseñó en su ampliamente extendida enciclopedia
(Etimologías) que la Tierra era «redonda». La interpretación de su descripción es
ambigua, y algunos autores sostienen que en realidad se refería a una Tierra con
forma de disco; sin embargo, el resto de sus obras dejan claro que consideraba la
Tierra como un globo.38 También admitió la posibilidad de que fuesen ciertas las
leyendas de que habían seres humanos habitando las antípodas.39 y recalcando que no
había pruebas de su existencia.40 Además, la analogía ya comentada de san Isidoro
que podía interpretarse como presentando la Tierra como un disco fue usada a lo
largo de la Edad Media por autores claramente a favor de una Tierra esférica, como
por ejemplo el obispo y teólogo alemán Rabano Mauro (776-856), quien comparó la
parte habitable del hemisferio norte (el clima temperado del norte según
Aristóteles) con una rueda, imaginada como una sección de la esfera completa.
El monje Beda el Venerable (672-735) escribió en su influyente tratado sobre el
cómputus (o cálculo de la fecha de Pascua), El devenir del tiempo, que la Tierra
era esférica, explicando la longitud distinta del tiempo de luz diurna con las
estaciones por "la redondez [esfericidad] de la Tierra, pues no sin razón es
llamada el orbe del mundo en las páginas de las Sagradas Escrituras y en la
literatura ordinaria. Está, de hecho, situada como una esfera en el centro del
universo".41 La gran cantidad de manuscritos supervivientes de esa obra, copiados a
fin de alcanzar el requisito carolingio de que todos los clérigos estudiaran el
cómputus, indica que muchos clérigos (si no todos) estudiaron como cierta la idea
de la esfericidad de la Tierra.42 Aelfrico parafraseó a Beda en inglés antiguo,
diciendo "Ahora la redondez de la Tierra y la órbita del Sol constituyen los
obstáculos a la misma longitud del día en todas las tierras".43
A veces se menciona al obispo Virgilio de Salzburgo (700-784) como víctima de
persecuciones por haber enseñado "una perversa y pecaminosa doctrina... contra Dios
y contra su propia alma" acerca de la forma esférica de la Tierra. El Papa Zacarías
decidió que "si fuese claramente establecido que profesa creencia en otro mundo y
otras gentes existiendo bajo la Tierra, o en [otro] Sol y Luna, deberéis formar un
concilio y privarle de su rango sacerdotal, y expulsarle de la Iglesia".44 El tema
en disputa no era la forma esférica de la Tierra en sí misma, sino si la gente que
vivía en las antípodas eran o no descendientes de Adán, y por tanto si eran o no
susceptibles de redención. Virgilio logró librarse a sí mismo de esos cargos, fue
más tarde ordenado obispo y canonizado en el siglo XIII.45
Una pista no literaria y muy gráfica de que la gente en la Edad Media creía en la
forma esférica de la Tierra es el uso del orbe (globus cruciger) en la regalía de
muchos reinos y del Sacro Imperio Romano Germánico. Su uso está atestiguado desde
los tiempos del emperador Teodosio II (401 - 450), a lo largo de la Edad Media; el
Reichsapfel, por ejemplo, se usó durante la coronación de Enrique VI del Sacro
Imperio Romano Germánico en 1191.

Un estudio reciente de conceptos medievales acerca de la forma esférica de la


Tierra indicaba que "desde el siglo VIII, ningún cosmógrafo digno de tal nombre ha
cuestionado la forma esférica de la Tierra".46
Baja Edad Media
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Este artículo o sección tiene referencias, pero necesita más para complementar su
verificabilidad.
Este aviso fue puesto el 29 de enero de 2019.

Dibujo de una edición de 1550 de "De sphaera mundi", el libro de astronomía más
influyente del siglo XIII, escrito por Juan de Sacrobosco.
Hermann von Reichenau (1013–1054) fue de los primeros estudiosos cristianos en
estimar la circunferencia de la Tierra siguiendo el método de Eratóstenes. Alfonso
X 'el sabio', 1221-1284, en su: 'General Estoria', XXIII: 'De los términos de las
tres partes de la tierra', dice: 'Sabida cosa es por razón e por natura, e los
sabios assí lo mostraron por sos libros, que como el mundo es fecho redondo que
otrossí es redonda la tierra'.47

Tomás de Aquino (1225–1274), el más importante y estudiado teólogo de la Edad


Media, creía en una Tierra esférica; e incluso dio por sentado que sus lectores
también opinaban que la Tierra era esférica.48 Las lecturas en las universidades
medievales solían presentar evidencias de la idea de que la Tierra es una esfera.49
Así mismo, el "De sphaera mundi" de Sacrobosco, el libro de astronomía más
influyente del siglo XIII y de lectura obligatoria para los estudiantes de todas
las universidades europeas occidentales, describe el mundo como una esfera.50

El libro noruego Konungs skuggsjá, de hacia 1250, dice claramente que la Tierra es
redonda, y que cuando es de noche en el otro lado de la Tierra, es de día en
Noruega. El autor también discute la existencia de las Antípodas, y resalta que, si
existen, deben de ver el sol al norte de su posición durante el mediodía, así como
que sus estaciones serán opuestas a las que se aprecian en el hemisferio norte.51

Representación artística de una Tierra esférica, (c.1400).


El desarrollo tardío de escritos en lenguas vernáculas también ofrece evidencias
sobre la idea de que la forma esférica de la Tierra era un conocimiento extendido
fuera de los círculos estudiosos.[cita requerida] El conocimiento erudito de la
época se escribía habitualmente en latín. Por ello, los trabajos en idiomas o
dialectos nativos (como el italiano, el español o el alemán) normalmente se
destinaban a audiencias más extensas.[cita requerida]

La Divina Comedia de Dante Alighieri, la última gran obra de la literatura de la


Edad Media, escrita en toscano, presenta una Tierra de forma esférica.[cita
requerida] Así mismo, el Elucidarium de Honorius Augustodunensis (1120), un
importante manual para la instrucción de clérigos menores que fue traducido a
inglés, francés, alemán, ruso, holandés, noruego, islandés, español y varios
dialectos italianos, se refiere de forma explícita a una Tierra esférica.
Igualmente, el hecho de que Bertold de Ratisbona (mediados del siglo XIII) use la
Tierra esférica como ilustración de uno de sus sermones muestra que, por lo menos
en su congregación, la idea era ampliamente conocida.[cita requerida] El sermón fue
escrito y recitado en alemán vernáculo, por lo que no estaba dirigido a una
audiencia con estudios.[cita requerida]

Reinhard Krüger, profesor de literatura Romance en la Universidad de Stuttgart


(Alemania) ha descubierto más de cien escritores en lenguas latinas y vernáculas
desde la antigüedad hasta el siglo XV que estaban convencidos de que la Tierra era
esférica como una pelota. Sin embargo, en fecha tan tardía como el siglo XV, el
teólogo español Alonso Tostado aún discutía la existencia de habitantes de las
Antípodas.52 Desde un punto de vista europeo, la exploración portuguesa de África y
Asia, las exploraciones españolas en las Américas durante el siglo XV, y la
circunnavegación de la Tierra iniciada por Fernando de Magallanes y concluida por
Sebastián Elcano, aportaron las pruebas experimentales necesarias acerca de la
forma esférica de la Tierra.

Mundo musulmán medieval


Muchos sabios musulmanes, como Ibn Hazm (1069), Abu-al-Faraj ibn Al-Jawzi (1200) e
Ibn Taymiyyah (1328) declararon que había consenso (Ijma) según el cual los cuerpos
celestes son esféricos. La afirmación de eruditos posteriores, como as-Suyuti
(1505), de que la Tierra es plana, representa una desviación de esa opinión
inicial.53

Los eruditos que defendían el concepto de Tierra esférica lo usaron, de una forma
impecable, para calcular la distancia más corta entre cualquier punto de la Tierra
y La Meca. Eso también les ayudaba a determinar la Alquibla, la dirección hacia la
que todo musulmán debe rezar. Los matemáticos musulmanes desarrollaron la
trigonometría esférica con el fin de poder realizar estos cálculos.54

Mito de la Tierra plana


Artículo principal: Mito de la tierra plana
La creencia común de que la gente antes de la Era de los Descubrimientos creía que
la Tierra era plana entró en la imaginación popular tras la publicación del libro
La vida y viajes de Cristóbal Colón, de Washington Irving, en 1828. En los Estados
Unidos de América esta idea incorrecta sigue vigente entre la población, e incluso
es ampliamente repetida en libros de texto de gran tirada. Ediciones anteriores de
The American Pageant, un popular libro de texto de Thomas Bailey, afirman que «Los
supersticiosos marineros... se volvían cada vez más amotinados... porque temían
navegar más allá del borde del mundo»; sin embargo, no hay ninguna referencia
histórica conocida que afirme tal cosa.55 En realidad, los marineros fueron
seguramente los primeros en saber de la curvatura de la Tierra a través de sus
observaciones diarias, como por ejemplo el ver cómo los detalles de la costa o los
mástiles de otros barcos surgían o se hundían en el horizonte con la distancia.

Edad moderna

El tríptico El jardín de las delicias cerrado: La Creación del mundo, por el Bosco.
El pintor holandés pintó la Tierra como un disco, que flota en una esfera
transparente en la obra.
En el siglo XIX apareció un movimiento que defendía la idea de que la tierra era
plana y no esférica. El origen de la misma estuvo en las obras de un inventor
inglés, Samuel Birley Rowbotham (1816-1884), quien sostenía la creencia de que la
Tierra era un disco plano centrado en el polo norte y cerrado en su límite sur por
un muro de hielo, con el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas a tan solo unos
centenares de millas sobre su superficie. Al respecto publicó en 1849 un panfleto
de 16 páginas, al cual convirtió en libro en 1865. Este sistema ideado por
Rowbotham, al cual llamó Astronomía Zetética, se basa casi enteramente en pasajes
bíblicos.56

Rowbotham y sus seguidores alcanzaron notoriedad al enzarzarse en debates públicos


escandalosos con los científicos destacados de su tiempo. Uno de dichos
enfrentamientos, que implicó al prominente geógrafo Alfred Russel Wallace, degeneró
en varios juicios por fraude y calumnias.

Tras la muerte de Rowbotham, sus seguidores crearon la Sociedad Zetética Universal,


publicando una revista titulada The Earth Not a Globe Review, y permanecieron
activos hasta bien entrado el siglo XX. Tras la Primera Guerra Mundial, el
movimiento inició un lento descenso.

En los Estados Unidos de América, las ideas de Rowbotham fueron adoptadas por un
culto religioso, la llamada Iglesia Católica Cristiana. Fundada por el curandero
escocés John Alexander Dowie en 1895, la iglesia estableció la comunidad teocrática
de Zion, en la orilla del Lago Míchigan, a 70 km al norte de Chicago. En 1906 Dowie
fue depuesto como líder del culto por su lugarteniente, Wilbur Glenn Voliva, quien
se destacó por utilizar a sus seguidores como trabajadores forzados en la
corporación propiedad de la iglesia, Zion Industries [cita requerida]. En las
escuelas de la comunidad se enseñaba exclusivamente la doctrina de la Tierra plana.
Voliva murió en 1942 y la iglesia se desintegró bajo una nube de escándalos
financieros. Aunque algunos de sus seguidores continuaron viviendo en la comunidad
de Zion hasta la década de 1950.

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