La Psiquiatría Se Hunde. Por Peter Gotzche

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«La psiquiatría se hunde» por

Peter Gøtzsche

https://www.madinamerica.com/2014/01/psychiatry-go
ne-astray/

«El 6 de enero de 2014, publiqué el artículo «Psiquiatría


Gone Astray» en un importante periódico de Dinamarca
(Politiken), que comenzó un debate importante sobre el uso y
abuso de las drogas psiquiátricas. Numerosos artículos le
siguieron, algunos escritos por psiquiatras que estaban de
acuerdo con mis puntos de vista. Durante más de un mes, no
hubo ni un solo día sin discusión de estos temas en la
radio, la televisión o en los periódicos, y también hubo
debates en los departamentos de psiquiatría. Gente en
Noruega y Suecia me ha dado las gracias por haber iniciado
el debate, diciendo que es imposible tener este tipo de
debates públicos acerca de la psiquiatría en su país, y he
recibido cientos de correos electrónicos de pacientes que
han confirmado con sus propias historias que lo que escribí
en mi artículo es verdad.

Tres meses antes, di una conferencia de una hora sobre estos


temas en danés, que fue filmada y colocada en You Tube con
subtítulos en inglés. Después de sólo dos semanas, había
sido vista por más de 10.000 personas de más de 100 países.

Lo que esto me dice es que debo haber tocado algo que es muy
relevante. Por lo tanto, traduje mi artículo y David Healy
lo colgó en su sitio web. También apareció en
www.madinamerica.com, el sitio del periodista científico
Robert Whitaker, que da muchas conferencias para psiquiatras
y cuyo reciente libro, «Anatomía de una epidemia», fue una
auténtica revelación para mí, al igual que el de David Healy
«Démosles de comer Prozac«.

http://real-psychiatry.blogspot.co.uk/2014/02/an-obvious-respo
nse-to-psychiatry-gone.html?m=1

El 8 de febrero de 2014, el psiquiatra George Dawson


escribió «Una respuesta obvia a ‘Psiquiatría Gone Astray«‘
en su blog. Después de leer el blog de Dawson, siento que la
última frase en mi artículo, que no fue traducida al Inglés,
adquiere relevancia:

«Será difícil (cambiar las cosas) mientras los líderes de la


psiquiatría sigan ciegos a los hechos y no vean que su
especialidad está en una profunda crisis«.

También es relevante citar las primeras frases en mi


artículo:

«En el Centro Cochrane Nórdico, hemos investigado los


antidepresivos durante varios años y siempre me he
preguntado por qué los principales profesores de psiquiatría
basan su práctica en una serie de mitos erróneos. Estos
mitos son perjudiciales para los pacientes. Muchos
psiquiatras son muy conscientes de que los mitos no se
sostienen pero no se atreven a apartarse de las posiciones
oficiales, debido a que les preocupa su carrera. Soy un
especialista en medicina interna, no me arriesgo a arruinar
mi carrera por provocar la ira de los profesores y trataré
desde aquí ir al rescate de muchos psiquiatras y pacientes
con conciencia pero oprimidos por una lista de los peores
mitos y explicar por qué son tan perjudiciales«.
Hice una lista de 10 mitos en mi artículo, que voy a repetir
aquí para refutar la crítica de Dawson a cada uno de ellos.
Dawson dice que los mitos que describo «son mitos en la
mente del autor: no conozco ningún psiquiatra que piense
así». Como acabo de indicar, no hay persona más ciega que la
que no quiere ver y ningún psiquiatra más sordo que el que
no quiere escuchar. Todo lo que escribí en mi artículo se ha
documentado, la mayor parte de él en mi libro «Medicamentos
que matan y crimen organizado» y muchas contestaciones en su
propio blog muestran que Dawson está equivocado (Nota del
editor: posteriormente Gøtzsche ha publicado «Psicofármacos
que matan y denegación organizada» que más específicamente
aborda los problemas con los psicofármacos)

Mito 1: La enfermedad mental está causada por


un desequilibrio químico en el cerebro
Peter Gøtzsche:

«A la mayoría de los pacientes se les dice esto pero es


totalmente erróneo. No tenemos ni idea sobre cómo
interaccionan las condiciones psicosociales con los procesos
bioquímicos, los receptores y las vías nerviosas que
conducen a trastornos mentales; y las teorías de que a los
pacientes con depresión les falta serotonina y que a
los pacientes con esquizofrenia les sobra han sido siempre
refutadas. La verdad es todo lo contrario. No hay
desequilibrio químico en su inicio y al tratar las
enfermedades mentales con medicamentos creamos el
desequilibrio químico, una condición artificial que el
cerebro trata de contrarrestar.

Por eso usted se siente peor cuando trata de dejar el


medicamento. Un alcohólico también empeora cuando no hay más
alcohol, pero esto no quiere decir que su cerebro
tuviera una carencia de alcohol por la que comenzó a beber.

La gran mayoría de los médicos perjudican a sus


pacientes diciéndoles que los síntomas de abstinencia
implican que están aún enfermos y que todavía necesitan
medicación. De esta manera, los médicos convierten a la
gente en pacientes crónicos, incluyendo a los que habrían
estado bien sin ningún tratamiento. Esta es una de las
principales razones de que el número de pacientes con
trastornos mentales esté aumentando y de que el número de
pacientes que nunca volverá a trabajar también aumente. Esto
se debe en gran parte a los medicamentos y no la
enfermedad».

Dawson:

«Esta es una pista falsa que con frecuencia aparece en los


medios de comunicación y, a menudo, se ha relacionado con
una teoría de la conspiración sobre que los psiquiatras son
herramientas de las empresas farmacéuticas y que
probablemente originó esta idea. ¿Cuáles son los hechos? «

Peter Gøtzsche:

«Los hechos son abundantes. Muchos documentos escritos por


psiquiatras han afirmado esto y también es cierto lo que la
mayoría de los pacientes dicen que sus psiquiatras les
dicen. He dado conferencias para pacientes y la mayoría de
los pacientes dicen que se les ha dado exactamente este
argumento engañoso acerca del desequilibrio químico. Los
medicamentos no curan un desequilibrio químico; crean
uno que es muy difícil de revertir de nuevo».

Mito 2: No hay ningún problema para dejar el


tratamiento con antidepresivos
Peter Gøtzsche:

«Un profesor de psiquiatría de Dinamarca dijo esto mismo en


una reciente reunión de psiquiatras, justo después de que yo
acabara de explicar lo difícil que era para los pacientes
dejar los fármacos. Afortunadamente, fue rectificado por dos
profesores extranjeros que también estaban en la reunión.
Uno de ellos había hecho un ensayo clínico con pacientes que
sufrían de trastorno de pánico y agorafobia y la mitad de
ellos encontraron difícil dejar los medicamentos aun con una
disminución de las dosis muy progresiva. Los síntomas no se
deben a que la depresión haya regresado; muchos pacientes ni
siquiera estaban deprimidos, para empezar. Los síntomas de
abstinencia se deben principalmente a
los propios antidepresivos y no a que la enfermedad haya
recurrido.»

Dawson:

«Otra cortina de humo«.

Peter Gøtzsche:

«Dawson está de acuerdo en que puede haber «dificultad para


suspender los antidepresivos» pero luego trata de salir del
apuro al señalar que esto también se ve con otros
medicamentos además de los psiquiátricos. Permítanme decir
que un estacionamiento ilegal no hace al siguiente legal.
Dawson está de acuerdo conmigo pero trata de decir que no
está de acuerdo. Bastante raro.»

Mito 3: Los fármacos psicotrópicos para las


enfermedades mentales son como la insulina para
la diabetes
Peter Gøtzsche:

«La mayoría de los pacientes con depresión o falsa


esquizofrenia han escuchado esto una y otra vez, casi como
un mantra, en televisión, radio y periódicos. Cuando le
das insulina a un paciente con diabetes, usted da al
paciente algo de lo que carece, llamado insulina. Ya que
nunca hemos sido capaces de demostrar que a un paciente con
un trastorno mental le falte algo o que una persona no está
enferma porque no le falta nada, es incorrecto utilizar esta
analogía.

Los pacientes con depresión no carecen de serotonina y hay


medicamentos que funcionan para la depresión que en
realidad bajan la serotonina. Por otra parte, a diferencia
de la insulina, que simplemente sustituye lo que al paciente
le falta y no hace nada más, los psicofármacos tienen una
muy amplia gama de efectos en todo el cuerpo, muchos de
ellos perjudiciales. Así que, también por esta razón, la
analogía de la insulina es muy engañosa».

Dawson inventa testaferros aquí, por ejemplo, diciendo: «¿Me


estoy poniendo la prednisona para el asma porque soy
deficiente en prednisona?»

Peter Gøtzsche:

«Esto está totalmente fuera de la cuestión ya que ningún


especialista en asma sería tan tonto como lo son muchos
psiquiatras. Una vez más, la mayoría de los pacientes me han
dicho que esto es lo que sus psiquiatras les dicen; los
profesores de psiquiatría también han propagado este mito
públicamente, por ejemplo, en numerosas entrevistas y en
artículos escritos por ellos mismos.»
Mito 4: Los fármacos psicotrópicos reducen el
número de pacientes con enfermedades crónicas
Peter Gøtzsche:

«Este es probablemente el peor mito de todos ellos. El


periodista científico de EE.UU. Robert Whitaker demuestra
convincentemente en «Anatomía de una epidemia» que el
aumento del uso de medicamentos no sólo mantiene a los
pacientes atrapados en el papel de enfermos sino que también
convierte muchos de los problemas que habrían sido
transitorios en enfermedades crónicas.

Si hubiera algo de verdad en el mito de la insulina, se


habría esperado ver un menor número de pacientes incapaces
de valerse por sí mismos. Justo lo contrario de lo que ha
sucedido. La prueba más clara de ello es también la más
trágica, si consideramos el destino de nuestros hijos
después de que hayamos empezamos a tratarlos masivamente con
medicamentos. En los Estados Unidos, los psiquiatras reciben
más dinero de los fabricantes de medicamentos que los
médicos de otras especialidades y los psiquiatras que
reciben más cantidad de pagos son los que tienden a
prescribir antipsicóticos a los niños con más frecuencia.
Esto plantea una sospecha de corrupción en el juicio
clínico.

Las consecuencias son terribles. En 1987, justo antes de que


los nuevos antidepresivos (ISRS o píldoras felices)
aparecieran en el mercado, muy pocos niños en los Estados
Unidos eran discapacitados mentales. Veinte años más tarde,
hay más de 500.000, lo que representa un aumento de 35
veces. El número de personas con discapacidad mental se ha
disparado en todos los países occidentales. Una de las
peores consecuencias es que el tratamiento con medicamentos
para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH) y las píldoras de la felicidad han creado una
enfermedad completamente nueva en aproximadamente el 10% de
los tratados: el trastorno bipolar, anteriormente
llamado, enfermedad maníaco depresiva.

Un destacado psiquiatra ha afirmado que es «muy raro» que


los pacientes que toman antidepresivos se conviertan en
bipolares. Eso no es cierto. El número de niños con
trastorno bipolar aumentó más de 35 veces en los Estados
Unidos, que es un hecho muy grave, ya que tratamos con
fármacos antipsicóticos este trastorno. Los fármacos
antipsicóticos son muy peligrosos y una de las principales
razones por las que los pacientes con esquizofrenia viven 20
años menos que otros pacientes. He estimado en mi libro,
«Medicamentos que matan y Crimen Organizado» que con sólo
una de las muchas preparaciones, el Zyprexa (olanzapina),
han muerto más de 200.000 pacientes en todo el mundo.»

Dawson:
«Yo no sé de nadie que haya sugerido esta realidad.»

Peter Gøtzsche:

«Perdónenme, pero, Dawson, debe ser ciego y sordo para que


no se haya enterado de algo sobre lo que escriben los
psiquiatras todo el tiempo. Dawson utiliza el argumento de
que mis afirmaciones son «degradantes para cualquier persona
con un trastorno psiquiátrico grave que está interesado en
permanecer fuera de los hospitales y ser capaz de funcionar
en su vida o tratar de evitar un intento de suicidio. Ser
capaz de adherirse a ese tipo de plan depende de múltiples
variables incluyendo la toma de medicamentos», y, además,
dice que,»Es imprudente sugerir lo contrario y cualquier
psiquiatra conoce los resultados adversos graves que se han
producido como consecuencia de la detención de un
medicamento». Whitaker ha documentado extensamente en su
libro que el aumento del uso de drogas psicotrópicas ha
llevado a una explosión en el número de pacientes con
enfermedades crónicas y pensión de incapacidad permanente ;
también ha explicado y documentado los mecanismos que hay
detrás de este fenómeno.»

Mito 5: Los antidepresivos no causan suicidio


en niños y adolescentes
Peter Gøtzsche:

«Algunos profesores están dispuestos a admitir que las


píldoras de la felicidad aumentan la incidencia de conducta
suicida al tiempo que niegan que esto necesariamente lleve a
más suicidios, aunque esté bien documentado que los dos
hechos están estrechamente relacionados. El CEO de Lundbeck,
Ulf Wiinberg, fue aún más lejos en un programa de radio en
el año 2011, al afirmar que las píldoras felices reducían la
tasa de suicidio en niños y adolescentes. Cuando el aturdido
periodista le preguntó por qué entonces había una
advertencia al respecto en los prospectos, respondió que
¡esperaba que los folletos fueran cambiados por las
autoridades!

http://www.nogracias.eu/2016/10/15/informacion-para-consumi
dores-no-tome-antidepresivos-si-puede-evitarlo/

También se ha informado de suicidios en personas sanas,


desencadenados por píldoras de la felicidad. Las empresas y
los psiquiatras han culpado constantemente a la enfermedad
cuando los pacientes se suicidan. Es cierto que la depresión
aumenta el riesgo de suicidio, pero las píldoras felices lo
aumentan aún más, por lo menos, hasta los 40 años, según un
meta-análisis de 100.000 pacientes en ensayos aleatorios
realizados por la Food and Drug Administration.» (Nota del
editor: recientemente Gøtzsche y su grupo de investigación
han publicado pruebas al respecto. Esta investigación y sus
conclusiones ha sido criticada por el psiquiatra Pablo Malo
en su blog)

Dawson cree que yo revelo mi «antipatía a la medicación


utilizada por los psiquiatras» al referirme a los
antidepresivos como «píldoras de la felicidad.»

Peter Gøtzsche:
«Dawson juega la carta de la antipsiquiatría aquí, que es la
última carta trucada utilizada por los psiquiatras cuando no
tienen argumentos válidos. Considero que el término «píldora
de la felicidad» es extremadamente engañoso, ya que, por
ejemplo, la mitad de los pacientes tratados tienen su vida
sexual afectada, lo que me ha llevado a llamarlas «píldoras
de la infelicidad» ya que su acción principal parece ser la
de arruinar la vida sexual de los pacientes. Sin embargo, ya
todo el mundo usa el término (en lugar del engorroso
«inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina»),
incluyendo muchos psiquiatras, yo también lo uso. Dawson
dice que nunca ha conocido a un psiquiatra que llame a los
antidepresivos «píldoras de la felicidad», pero ¿Qué se
puede esperar de un hombre que parece estar ciego y sordo?
Dawson afirma que «decir que las píldoras felices son una
causa de suicidio es el equivalente a decir que la «medicina
del azúcar» (insulina) es una causa de la hipoglucemia que
daña a los niños y por lo tanto no se debe prescribir». ¿Qué
pretende exactamente Dawson con esta cortina de humo y
espejos? Es un hecho, que la FDA ha demostrado, que los SSRI
incrementan la conducta suicida en pacientes de hasta 40
años de edad, y los prospectos advierten sobre el riesgo de
suicidio y no recomienda el uso de ISRS en niños y
adolescentes. Entonces ¿por qué los usan los psiquiatras en
este grupo de edad? Para utilizar la alegoría de Dawson, no
usaríamos la insulina si aumentara la glucosa en sangre y el
riesgo de morir de un coma diabético.»

Mito 6: Los antidepresivos no tienen efectos


secundarios
Peter Gøtzsche:

«En una reunión internacional sobre la psiquiatría en 2008,


critiqué a los psiquiatras por querer cribar a muchas
personas sanas para la depresión. Las pruebas de cribado
recomendadas son tan pobres que una de cada tres personas
sanas serán diagnosticadas erróneamente como deprimidos. Un
profesor me respondió que no importaba que las personas
sanas fueran tratados con píldoras de la felicidad puesto
que ¡no tienen efectos secundarios!

Las píldoras de la felicidad tienen muchos efectos


secundarios. Eliminan la parte superior y la parte inferior
de las emociones, que, según algunos pacientes, es como
vivir bajo una campana de cristal. Los pacientes se
preocupan menos acerca de las consecuencias de sus acciones,
pierde la empatía hacia los demás y pueden llegar a ser muy
agresivos. En tiroteos en las escuelas en los Estados Unidos
y en otros lugares, un número sorprendente de personas
implicadas habían estado tomando antidepresivos.

Las empresas nos dicen que sólo el 5% tendrá problemas


sexuales con las píldoras de la felicidad pero eso no es
cierto. En un estudio diseñado para examinar este problema,
los trastornos sexuales se desarrollaron en el 59% de los
1.022 pacientes que tenían una vida sexual normal antes de
empezar con el antidepresivo. Los síntomas incluyen
disminución de la líbido, anorgasmia, incapacidad para la
eyaculación y disfunción eréctil, todo en unas tasas
elevadas y mala tolerancia en el 40% de los pacientes. Las
píldoras de la felicidad no deberían haber sido
comercializadas contra la depresión, donde su efecto es más
bien pequeño, sino como pastillas para destrozar vidas
sexuales.»

La ingenuidad de Dawson con respecto a la industria de la


droga es desgarradora. Sobre la incidencia de los problemas
sexuales causados ​​por los ISRS, alude a los datos de la
FDA. Pero lo que está «enterrado» en los archivos de la FDA
no es lo que las empresas dicen a los médicos. Es cierto,
que las empresas han dicho que sólo el 5% de los pacientes
tienen problemas sexuales. La verdadera tasa de problemas
sexuales es superior al 50%, y hay informes de que estas
alteraciones podrían convertirse en permanente, si
consideramos los estudios donde las ratas mostraron menos
interés en el sexo mucho después de haber dejado los
medicamentos.

Mito 7: Los antidepresivos no son adictivos


Peter Gøtzsche:

«Seguramente lo son y no es de extrañar ya que


están químicamente relacionada con y actúan como las
anfetaminas. Las píldoras de la felicidad son una especie de
narcóticos con receta médica. El peor argumento que he oído
para justificar que las píldoras no causan dependencia es
que los pacientes no requieren dosis más altas. ¿Debemos
entonces también creemos que los cigarrillos no son
adictivos? La gran mayoría de los fumadores consumen la
misma cantidad de cigarrillos durante años.»

Dawson dice que «los antidepresivos no son adictivos».

Peter Gøtzsche:

«Seguramente lo son, ya que la mitad de los pacientes tienen


dificultad para dejarlos, incluso con una reducción gradual
y experimentan síntomas similares a los de los pacientes que
tratan de salir de las benzodiazepinas.»

Dawson afirma que los ISRS no tienen ningún valor en la


calle y no lo haré subir con mis afirmaciones; y que mi
comparación con las anfetaminas está completamente fuera de
lugar y en consonancia con mi falta general de conocimientos
acerca de las adicciones.

Peter Gøtzsche:

Permítanme decir que hay sorprendentes similitudes entre los


efectos de las anfetaminas y los ISRS y también citar
algunas frases de mi libro:

«En 2004, la FDA emitió una advertencia acerca de que los


antidepresivos podían causar un cúmulo de síntomas por
activación o estimulación como agitación, ataques de pánico,
insomnio y agresividad. Se esperaban tales efectos, ya que
la fluoxetina es similar a la cocaína en sus efectos sobre
la serotonina (73). Curiosamente, sin embargo, cuando la EMA
en 2000 siguió negando que el uso de ISRS conducía a la
dependencia, no obstante afirmó que «se ha mostrado los ISRS
pueden reducir la ingesta de sustancias adictivas como la
cocaína y etanol. La interpretación de este aspecto es
difícil»(77). La interpretación es sólo difícil para los que
están ciegos porque no quieren ver».

«Hasta el año 2003, el organismo regulador de medicamentos


del Reino Unido propagó la falsedad de que los ISRS no eran
adictivos, pero el mismo año, la Organización Mundial de la
Salud publicó un informe en el que señaló que tres ISRS
(fluoxetina, paroxetina y sertralina) se encontraban entre
los 30 principales drogas adictivas (62)».

Mito 8: La prevalencia de la depresión ha


aumentado mucho
Peter Gøtzsche:

«Un profesor argumentó en un debate televisivo que el gran


consumo de píldoras de la felicidad no era un problema,
debido a que respondía al enorme incremento en la incidencia
de la depresión de los últimos 50 años. Yo le respondí que
era imposible decir mucho sobre esto porque los criterios
para hacer el diagnóstico se habían relajado notablemente
durante este período. Si desea contar elefantes en África,
no es recomendable bajar los criterios de lo que constituye
un elefante y contar también ñus.»

Dawson y yo parecemos coincidir en que no hay un verdadero


aumento de la prevalencia de depresión. El aumento aparente
se debe a la reducción de los criterios de lo que se
considera una depresión. También estoy de acuerdo con el
argumento de que debido a que el 80% de los antidepresivos
son prescritos por médicos de atención primaria podría haber
titulado mi artículo «La atención primaria se hunde».

Mito 9: El problema principal no es el


tratamiento excesivo sino el infratratamiento
Peter Gøtzsche:

«Una vez más, los psiquiatras líderes están completamente


fuera de la realidad. En una encuesta de 2007, el 51% de 108
psiquiatras dijeron que utilizaban demasiados medicamento y
sólo el 4% afirmó que utilizaba muy pocos. En 2001-2003, el
20% de la población estadounidense de entre 18 a 54 años
recibió tratamiento por problemas emocionales y las ventas
de píldoras de la felicidad son tan altas en Dinamarca que
cada uno de nosotros podría estar en tratamiento durante 6
años de nuestras vidas. Eso es insano.»

El principal argumento de Dawson es que no debemos culpar a


los psiquiatras por el tratamiento excesivo, sino a los
prescriptores de atención primaria.

Peter Gøtzsche:

«Claro que sin duda tienen culpa pero también los


psiquiatras. Aunque el Consejo Nacional de Salud de
Dinamarca recomienda que sólo un antipsicótico se debe
utilizar a la vez, este no es el caso. De acuerdo con un
informe de la Junta de Salud, sólo la mitad de los pacientes
con esquizofrenia recibió un fármaco antipsicótico, un
tercio tiene dos medicamentos y el resto tienen tres, cuatro
o incluso más medicamentos.»

Mito 10: Los antipsicóticos previenen el daño


cerebral
Peter Gøtzsche:
«Algunos profesores dicen que la esquizofrenia causa daño
cerebral y que, por lo tanto, es importante la utilización
de antipsicóticos. Sin embargo, los antipsicóticos conducen
a una reducción del cerebro y este efecto está directamente
relacionado con la dosis y la duración del tratamiento. Hay
otra evidencia que sugiere que uno debe utilizar
antipsicóticos lo menos posible, ya que a los pacientes
luego les va mejor en el largo plazo. De hecho, se puede
evitar por completo el uso de antipsicóticos en la mayoría
de los pacientes con esquizofrenia, lo que aumentaría
significativamente las posibilidades de que se conviertan en
personas saludables y, también, aumenten su esperanza de
vida, ya que los antipsicóticos matan a muchos pacientes.

Dawson llama mis argumentos «Más retórica»

Peter Gøtzsche:

«Ellos no la utilizan. Psiquiatras líderes han escrito y han


dicho a sus pacientes que necesitan tomar los medicamentos
con el fin de prevenir el daño cerebral, aunque se ha
documentado que los antipsicóticos causan daño cerebral en
una forma dependiente de la dosis.»

Dawson continúa sus inútiles intentos para matar al


mensajero al afirmar: «También habla de la medicación
antipsicótica con la arrogancia de una persona que no tiene
que tratar a las personas con psicosis aguda e
increíblemente habla de que estas drogas matan gente».

Peter Gøtzsche:

«Estos medicamentos matan a la gente. ¿No sabe esto Dawson?


He calculado que Eli Lilly ha matado a 200.000 personas con
Zyprexa que es sólo uno de los muchos fármacos
antipsicóticos.»

Dawson termina diciendo: «Al final de esta refutación ¿qué


hemos aprendido? Yo soy más escéptico que nunca con David
Healy y su sitio web»

Peter Gøtzsche:

«Dawson está muy en contra de que Healy pusiera mi artículo


en su sitio web y parece sugerir una vez más que un
estacionamiento ilegal hace que el próximo sea legal: «Es
bien conocido en los EE.UU. que la iniciativa de los CDC de
hace 20 años para controlar la prescripción excesiva de
antibióticos ha sido un fracaso».

¿Y qué? Eso no resta responsabilidad a los psiquiatras


¿verdad? Creo que una dosis de autocrítica ayudaría no sólo
a Dawson sino a muchos otros psiquiatras y sus pacientes.

Dawson finalmente dice que:

«los internistas tienen suficiente con centrarse en su


especialidad antes de criticar un área de la que es obvio
saben tan poco. El autor refiere también que está afiliado
al Centro Cochrane Nórdico y creo que cualquier persona que
considere los resultados de ese Instituto debería considerar
lo que ha escrito aquí y su relevante conflicto de interés».

Peter Gøtzsche:

«Estas son las palabras de un hombre desesperado. A falta de


buenos argumentos, Dawson dispara en todas direcciones. He
hecho la investigación sobre los ISRS durante varios años;
tenía un estudiante de doctorado que defendió su tesis sobre
los ISRS en el año 2013; he tenido acceso a los informes de
los estudios clínicos no publicados sobre los ISRS de la
Agencia Europea de Medicamentos a los que nadie más fuera de
la agencia tiene acceso y he comprobado como cuentan una
historia completamente diferente a la de los ensayos
publicados; y por lo tanto, sé más acerca de estos
medicamentos que la mayoría de los psiquiatras. No tengo ni
idea de a qué se refiere con mi relevante conflicto de
interés. ¡No tengo ninguno! Por último, el Centro Cochrane
Nórdico, que establecí hace 20 años, cuando fui co-fundador
de la Colaboración Cochrane y del que he sido director desde
entonces, es muy respetado por su investigación. Como
ejemplo, he publicado más de 50 artículos en las cinco
grandes (BMJ, Lancet, JAMA, NEJM, Anales), algo que muy
pocas personas en el mundo han hecho. Así que creo que mis
credenciales y mi Centro están bien.»

* * * * *

«Mis estudios en esta área me llevan a una conclusión muy


incómoda: Nuestros ciudadanos estarían mucho mejor si
dejaran todas las drogas psicotrópicas que existen en el
mercado ya que sus médicos no son capaces de manejarlos. Es
inevitable: su disponibilidad crea más daño que beneficio».

– Peter Gøtzsche, MD; Co-fundador de la Colaboración


Cochrane

Nota del editor: el psiquiatra Pablo Malo realizó una serie


de entradas en su blog criticando el texto de Peter Gøtzsche

https://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es/2015/09/crit
ica-gtzsche-mito-1.html

https://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es/2015/09/crit
ica-gtzsche-mitos-2-y-3.html

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