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EL CUENTO DE TERROR SIMULACRO N° 01
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TEMA LA CASA DE LA BRUJA
A las afueras de Tijuana corría el rumor bastante tenía el lugar. Sin embargo, tenía un horario que
recurrente de la existencia de una casa en la que cumplir y no le gustaba quedarse por los
habitaba una bruja. Aunque esto causaba un alrededores al anochecer.
tremendo miedo para multitud de lugareños, no
ocurría para nada lo mismo en el caso de El día que los turistas contactaron con ella, era
infinidad de turistas que querían visitar el lugar.lluvioso, había una niebla que imposibilitaba ver
que sucedía alrededor y ello generaba una
Una joven guía, ofrecía la opción de conocer el sensación bastante siniestra de solo pensar el
lugar. No obstante, nadie había conseguido verla sitio en el que se encontraban y también, algunas
y los que lo hicieron, nunca más volvieron a ser historias que contaban de él.
vistos.
La mujer que se llamaba Marian, empezó a
Una pareja estadounidense procedente de sentir un gran pánico de solamente recordar
Boston, decidió comenzar una ruta por algunas de las historias que le habían sido
diferentes municipios de México y entre ellos, contadas tanto por las gentes del lugar, como por
una de las paradas prácticamente obligatorias, Emily y quiso marcharse del sitio, aunque su
fue la de conocer esta hermosa ciudad. esposo la convenció para dar un paseo
prometiéndole que no pasaría nada.
Cuando la pareja llegó al lugar y se enteró de las
noticias que eran contadas en cualesquiera de los Mientras Emily estaba hablando por el celular
bares por los que pasaban, comprendieron que con un compañero suyo, los turistas se
tenían que ver con sus propios ojos aquella casa adentraron en el bosque. Llegado un punto, la
en la que, al menos aparentemente, habían mujer del turista puso su mano sobre el hombre
sucedido extraños sucesos que resultaban de su marido y éste la respondió igualmente. Sin
inexplicables para la mayoría de científicos. embargo, al volverse para abrazarla se dio
cuenta que era una mujer de otra época.
Emily, era la guía que con gusto acompañaba a
los turistas que deseaban conocer la historia Pronto recordó las historias de la bruja y cómo
verdadera de la casa. De hecho, frecuentemente ésta se había llevado a su mujer sin él percatarse.
falseaba datos y añadía los que ella quería, para Rompió a llorar pero no brotaron las lágrimas de
darle mayor notoriedad de la que ciertamente sus ojos porque no podía, trató de gritar pero le
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literatura 1ero
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¡
TEMA N° 05
resultaba imposible y andar tampoco podía _______________________________________

hacerlo. Entonces, cerró los ojos y aceptó sus _______________________________________
circunstancias, había desafiado los consejos que _______________________________________
les dieron por curioso y no podía hacer otra cosa. _______________________________________
30 minutos después, era el momento de reunirse 2. ¿Consideras que la atmósfera del cuento está
de nuevo con los excursionistas, fueron llamados bien lograda? (explica tus razones)
pero no aparecieron para regresar. Con la llegada
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de la policía al día siguiente, solamente hallaron
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sus carteras y mochilas.
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PREGUNTAS: _______________________________________
1. ¿Cuáles son los operadores y agentes de terror
del relato leído?
Carolina.
Caroline, Charles Nodier (1780-1844)
por una parte y de malos tratos por la otra, el

infortunado amante sucumbió a una enfermedad
de la que aquel funesto amor fue en gran parte el
origen.
Sintiendo cercano su fin, solicitó, como último
deseo, que Carolina se dignase al menos ir a
recibir su eterno adiós. La joven rechazó
tajantemente este ruego. Una de sus amigas, que
estaba presente, le dijo amablemente que haría
Una joven de dieciocho bien en conceder este triste consuelo a un infeliz
años, llamada Carolina, inspiró la más violenta que moría por y para ella. Sus consejos fueron
pasión a un hombre de edad madura, y como a inútiles. Vinieron por segunda vez a hacerle el
los cincuenta uno es, según se dice, más mismo ruego, añadiendo que el enfermo
enamoradizo que a los veinte —aunque con solicitaba ver a Carolina más por el interés de
menos medios para complacer—, el ella que por el suyo propio. Pero este segundo
herrumbroso pretendiente asediaba sin cesar a mensaje no corrió mejor suerte que el primero.
Carolina, que estaba lejos de corresponder a sus
sentimientos. La amiga de Carolina, indignada por esta dureza
hacia un moribundo, la acució con más energía y
Pero esta muchacha cometió el más le reprochó su coquetería y malos
imperdonable de los errores: ponerle en ridículo procedimientos hacia un hombre a quien al
y atormentarle, cuando debería haberse menos podía ofrecer un instante de piedad como
contentado con alejarse de él con frialdad y expiación. Carolina, cansada de tales
decencia. Al cabo de tres años de perseverancia
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Cuento de terror
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impertinencias, consintió finalmente de muy Carolina lanza un profundo suspiro, como

mala gana y dijo: alguien que sale de un largo sopor. Las velas se
encienden solas; la gente de la casa se retira, y
—Vamos, llévame a casa de tu protegido: pero
Carolina, con una voz agonizante, dice:
sólo estaremos un momento, te lo advierto, no
me gustan ni los moribundos ni los muertos. —¡Ah! ¡Por fin se ha ido!
Las dos amigas partieron finalmente. —¿Lo has visto entonces?
El moribundo, al ver entrar a Carolina, hizo un —Sí, y estoy totalmente segura de que cumplirá
último esfuerzo y tomó la palabra con voz sus amenazas.
apagada:
—¡Y qué! ¿Te ha hablado?
—Ya no hay tiempo, señorita —dijo—, me
—Esto es lo que acabo de oír: durante tres años
habéis negado con crueldad la dicha de veros
vendré todas las noches a pasar un cuarto de
cuando os lo he rogado: sólo deseaba perdonaros
hora con vos. Por lo demás, estad tranquila, no
mi muerte. A partir de ahora me veréis más a
os haré ningún daño; limito mi venganza a
menudo que en el pasado. Recordad solamente
obligaros a ver cada noche a aquel a quien
que habéis tardado tres años en llevarme
habéis llevado a la tumba a causa de vuestra
dolorosamente a la tumba... Adiós, señorita...
imprudente conducta.
Hasta esta noche.
La amiga, que no sentía mucha curiosidad por
ver repetirse la misma escena, se negó a pasar
Al acabar de decir estas palabras, que le costó un las noches siguientes con Carolina, quien le
trabajo infinito pronunciar, expiró. reprochó que la abandonase a un vampiro.
Carolina, presa del horror, huyó Las visitas nocturnas continuaron.
precipitadamente. Su amiga usó todos los
Carolina, bella, rica, dueña de sus acciones, y
medios posibles para calmar su extrema
con veintiún años, quiso casarse con la
agitación. Carolina le suplicó que pasara la
esperanza de alejar al fantasma; pero el rumor de
noche con ella. Dispusieron otra cama en la
las apariciones hizo desistir a los pretendientes.
misma habitación, dejaron los candelabros
Sólo uno, un gascón, llamado Señor de
encendidos, y las dos amigas, como no podían
Forbignac, se presentó y se ofreció como esposo.
dormir, estuvieron mucho tiempo hablando entre
La necesidad le obligó a aceptar; pero al día
ellas. De repente, hacia la medianoche, las luces
siguiente de las bodas (sin que llegara a saberse
se apagaron por sí solas.
cómo había transcurrido la noche) el gascón
Carolina exclama con terror: desapareció con la dote y muchas joyas que no
formaban parte de ella.
—¡Ya está aquí! ¡Ya está aquí!
La amiga de Carolina, sensible a tantas
Su amiga, que sólo oye ahogados suspiros,
desgracias, acudió junto a ella, la consoló lo
seguidos de un profundo silencio, reúne sus
mejor que pudo y la llevó a un lugar donde
fuerzas y llama arrebatadamente; acude la gente
concluyó tristemente su penitencia. Pasados los
de la casa, intentan encender los candelabros,
tres años, su vampiro le anunció al fin que ya no
pero es inútil.
le vería más; y cumplió su palabra. Una lección
Al cabo de un cuarto de hora, que transcurre en tan severa suavizó su carácter. La muerte del
medio de mortales angustias, suena el reloj. Señor de Forbignac, que tuvo la honestidad de
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no volver, dejó libre a Carolina para que pudiera

casarse de nuevo, y esta vez encontró un esposo
que la hizo totalmente feliz.
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resultaba imposible y andar tampoco podía _______________________________________

por una parte y de malos tratos por la otra, el

impertinencias, consintió finalmente de muy Carolina lanza un profundo suspiro, como

no volver, dejó libre a Carolina para que pudiera

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