Formación de Catequistas 2021
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Formación de Catequistas 2021
PASTORAL CATEQUÉTICA
PRIMERA PARTE
LA PROFESIÓN DE LA FE
PRIMERA SECCIÓN
«CREO» – «CREEMOS»
TALLER PERSONAL
2. ¿Has tenido una experiencia concreta del amor de Dios por ti, amor
creador y redentor?
CAPÍTULO PRIMERO
«Tú eres grande, Señor, y muy digno de alabanza (…). Nos has hecho para ti y
nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti» (San Agustín).
TALLER PERSONAL
5. ¿Crees que los niños de hoy conservan esa inquietud por Dios?
DIÓCESIS DE CARTAGO
PASTORAL CATEQUÉTICA
A partir de la Creación, esto es, del mundo y de la persona humana, el hombre, con la
sola razón, puede con certeza conocer a Dios como origen y fin del universo y como
sumo bien, verdad y belleza infinita.
Dios nos ha dado una razón o capacidad para conocer la verdad. A Dios es
posible conocerle a través de la razón. Dios no es conocible desde lo
experimental porque es espíritu puro, pero si desde lo razonable, se puede
tener certeza de su existencia. Hay un texto de la Sagrada Escritura que
afirma esto: Romanos 1, 20: “pues lo invisible de Dios, su poder eterno y
su divinidad, son perceptibles para la inteligencia, a partir de la creación
del mundo, a través de sus obras. De modo que son inexcusables, pues
habiendo conocido a Dios no lo glorificaron como Dios ni le dieron
gracias, todo lo contrario, se ofuscaron en sus razonamientos de tal modo
que su corazón insensato quedó envuelto en tinieblas”. Es decir que no
pudieron llegar a la conclusión de la existencia del creador a través de la
contemplación de las creaturas. Dios es conocible desde la razón,
obviamente Dios no es conocible en su intimidad, pero si en su
existencia, en su infinitud y omnipotencia. El Concilio Vaticano I lo
afirma: “La santa Iglesia, nuestra madre, mantiene y enseña que Dios,
principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante
la luz de la razón humana, mediante las cosas creadas”. Existen a lo largo
de la historia, diversos intentos por descubrir las vías del conocimiento
humano para acceder a Dios. Las más conocidas son las cinco vías
propuestas por Santo Tomás de Aquino. De ellos hay dos que tienen un
peso específico:
a) El orden del mundo: Todo en este mundo está ordenado no por
casualidad sino respondiendo a una ley que las ordena. El mundo no
se explica por casualidad sino por causalidad. El mundo necesita un
ordenador, necesita a Dios que es orden y ordena.
TALLER PERSONAL
Para conocer a Dios con la sola luz de la razón, el hombre encuentra muchas
dificultades. Además, no puede entrar por sí mismo en la intimidad del misterio
divino. Por ello, Dios ha querido iluminarlo con su Revelación, no sólo acerca de las
verdades que superan la comprensión humana, sino también sobre verdades religiosas
y morales, que, aun siendo de por sí accesibles a la razón, de esta manera pueden ser
conocidas por todos sin dificultad, con firme certeza y sin mezcla de error.
Nuestra capacidad racional está herida por el pecado, así como el pecado
nos obstaculiza nuestra capacidad de amar, también lo hace con nuestra
capacidad de razonar. Dios ha tenido misericordia de nosotros, de nuestro
entendimiento que le cuesta conocer la verdad y ha querido mostrarse, ha
dado un salto de un conocimiento natural, a darse a conocer. La diferencia
entre el conocimiento de Dios por naturaleza y el conocimiento por
revelación es inmensa. Ej. Imaginemos un periodista que intenta conocer la
vida de un famoso, debe conocerle desde la distancia, debe suponer cosas.
Pero imaginemos que ese periodista un día llega a su casa y suena el
teléfono y al contestar se da cuenta que ese personaje a quien está
queriendo conocer es quien le llama y le dice que le quiere contar su vida.
Esa es la diferencia.
TALLER PERSONAL
Se puede hablar de Dios a todos y con todos, partiendo de las perfecciones del
hombre y las demás criaturas, las cuales son un reflejo, si bien limitado, de la infinita
perfección de Dios. Sin embargo, es necesario purificar continuamente nuestro
lenguaje de todo lo que tiene de fantasioso e imperfecto, sabiendo bien que nunca
podrá expresar plenamente el infinito misterio de Dios.
Por una parte, se nos invita a pensar que para poder hablar de Dios no hay
que ser necesariamente un profesional, se trata del algo íntimo ya que Dios
es más íntimo que nuestra propia intimidad, por lo tanto, cuando hablamos
de Dios, debemos saber que vamos a hablar de lo más íntimo. Hay que
hablar de Dios porque “de la abundancia del corazón habla la boca”. Es
importante que quien tiene a Dios en su corazón hable, que le salga por los
poros Dios mismo. Es importante caer en la cuenta de que las cosas que
decimos de Dios hay que intentar purificarlas. Dios será siempre más de los
que expresamos, siempre nuestras palabras se quedarán cortas. Lo cual no
quiere decir que no hablemos de Dios, pero sí que hablemos con humildad.
Porque Dios es superior a nuestra capacidad de entenderle. Somos nosotros
los que tenemos que hacernos a imagen y semejanza de Dios, no pretender
meter a Dios en nuestros conceptos. No hacerlo a Él a nuestra imagen y
semejanza, no manipular el concepto de Dios.
TALLER PERSONAL
2. ¿Qué crees que debes hacer para hablar con mayor propiedad de
Dios?
CAPÍTULO SEGUNDO
LA REVELACIÓN DE DIOS
Dios se revela a sí mismo. No es que Dios diga cosas, sino que revela su
intimidad. La gracia de Dios mal entendida, consiste en cosas que Dios me
da, pero es mejor entenderla como el amor de Dios que me acompaña. La
revelación no son cosas que Dios me dice, sino la amistad que Él me ofrece
y lo hace por su bondad. Lo hace a través de acontecimientos y palabras.
En esa comunicación de la intimidad de Dios, Él nos muestra su plan para
con el hombre en Cristo. Como un pintor que tiene un modelo y desea
pintarlo en un lienzo. Dios Padre es el pintor, Cristo el modelo y nosotros
el lienzo. Dios ha tenido un designio desde toda la eternidad que es
hacernos participar de la sobreabundancia de la relación paterno-filial que
tiene con Jesucristo. Él ha querido “injertarnos” en esa filiación divina,
participamos de ella. Por ello le podemos llamar “PAPÁ” y cuando le llama
Hijo a Cristo, también nos llama a nosotros. Somos hijos en el Hijo, en
Jesucristo. El Padre nos ha querido crear en Cristo y nos ha querido
introducir en la intimidad que Él tiene con Jesucristo y con el Espíritu
Santo. No podría habernos dado un designio de mayor gracia e intimidad.
No nos hubiésemos ni atrevido a soñar algo de estas dimensiones. No son
cosas que Dios nos comunica, sino que es Él mismo quien se nos da a
conocer y nos hace participar de su vida. Lo que viene a continuación a este
misterio es nuestra respuesta.
TALLER PERSONAL
3. ¿Qué puedo hacer en mis catequesis para que los jóvenes y niños
sientan a Dios como Padre?
DIÓCESIS DE CARTAGO
PASTORAL CATEQUÉTICA
Desde el principio, Dios se manifiesta a Adán y Eva, nuestros primeros padres, y les
invita a una íntima comunión con Él. Después de la caída, Dios no interrumpe su
revelación, y les promete la salvación para toda su descendencia. Después del diluvio,
establece con Noé una alianza que abraza a todos los seres vivientes.
TALLER PERSONAL
Dios escogió a Abram llamándolo a abandonar su tierra para hacer de él «el padre de
una multitud de naciones» (Gn 17, 5), y prometiéndole bendecir en él a «todas las
naciones de la tierra» (Gn 12,3). Los descendientes de Abraham serán los depositarios
de las promesas divinas hechas a los patriarcas. Dios forma a Israel como su pueblo
elegido, salvándolo de la esclavitud de Egipto, establece con él la Alianza del Sinaí, y
le da su Ley por medio de Moisés. Los Profetas anuncian una radical redención del
pueblo y una salvación que abrazará a todas las naciones en una Alianza nueva y
eterna. Del pueblo de Israel, de la estirpe del rey David, nacerá el Mesías: Jesús.
Hay una afirmación clave: Dios para llevar a cabo su plan ha optado por
elegir a Abraham para formar un pueblo. En nuestro mundo igualitarista
se discute si esto puede ser así y no mas bien que Dios se vaya revelando
en todas las religiones. Jesús en su diálogo con la Samaritana afirma que la
salvación viene de los judíos (Jn, 4, 22). El pueblo judío ha sido elegido
para que, a través de él, Dios se muestre al mundo. Mas que el orgullo de
ser elegidos, Jesús llama al pueblo judío a la conciencia. La revelación de
Dios es concreta en el tiempo, lugares, personas y acontecimientos. Ello va
escribiendo una historia, historia de salvación. Dios hace alianza con su
pueblo y le acompaña a través de los profetas. Dios ha elegido un camino
con sus etapas para revelarse.
TALLER PERSONAL
1. ¿Sabes qué es el Pentateuco?