Preparacion Psicologica Ante Procederes Invasivos
Preparacion Psicologica Ante Procederes Invasivos
Preparacion Psicologica Ante Procederes Invasivos
INTRODUCCIÓN
Las personas que deben someterse a procederes invasivos, ya sean diagnósticos o
terapéuticos como las intervenciones quirúrgicas, experimentan sentimientos
ambivalentes ante estos; por una parte la operación representa la posibilidad de
recuperar la salud y por otra, constituye una fuente generadora de miedo e
incertidumbre ante las posibilidades de complicaciones y mutilaciones.
Los procederes diagnósticos y el acto quirúrgico condiciona con frecuencia la
presencia de niveles elevados de ansiedad y depresión, que a veces imposibilita la
realización de la intervención.
Desde el punto de vista subjetivo, muchas de estas intervenciones pueden vivirse
como agresiones aunque técnicamente no se consideren como tales, por lo que se
convierten en situaciones generadoras de un elevado nivel de estrés con todo el
posible acompañamiento sintomático de este. Para esto no solo debe atenderse a
lo que verbaliza el paciente como sus propios temores y preocupaciones, quejas de
malestares estomacales, excesivo frío de la habitación, etc. si no también a
manifestaciones no verbales que nos transmita entre ellas, expresiones de la cara,
la mirada, sudoraciones, temblor, intranquilidad. Además de lo detectado en la
vigilancia de enfermería de aquellos cambios fisiológicos que puede presentar el
paciente como, alteración de la frecuencia cardiaca, variación de la tensión arterial,
sensación de disnea u opresión precordial no justificada, nauseas, cefaleas,
insomnio, pesadillas, etc.
A esto podemos sumarle la incertidumbre derivada del desconocimiento de a qué
se someterá, lo que puede propiciar representaciones distorsionadas o exageradas
que aumenta la posibilidad de síntomas de ansiedad, depresión, ira, y que se
manifiesten mecanismos ineficientes de autorregulación de la persona. Por tanto
existen determinados elementos que nos indican de riesgos quirúrgicos de origen
psicológico, que precisan la intervención siendo objetivos centrales en nuestro
trabajo.
Estos son, elevada ansiedad preoperatorio como en el momento previo al proceder
diagnóstico que no disminuye a pesar de la información que se le ha brindado al
paciente por los distintos especialistas implicados en el acto. Están implicados
también los antecedentes vivenciados negativamente por el paciente, a los que no
pudo adaptarse en acciones similares con anterioridad, así como características de
personalidad que entorpezcan la pronta adaptación o aceptación al acto quirúrgico
o intervención diagnostica cruenta dado el caso. Y a parecen como un alto riesgo
psicológico las cirugías mutilantes o pos-operatorios muy difíciles.(1,3)
En la preparación psicológica para el acto quirúrgico también están las situaciones
quirúrgicas especiales, estas precisan de una intervención muy puntual con
técnicas creadas para estos momentos. Nos referimos aquellas donde no se puede
hacer una preparación previa, para evaluar la ansiedad o temores del paciente, ni
tampoco buscar el momento más adecuado u oportuno para la intervención. Estas
situaciones pueden ser dadas por accidente u otras causas de urgencia quirúrgica,
fundamentalmente las cirugías mutilantes.
En estos casos el proceder seria evaluarlas y tratarlas como un hecho traumático
con sus síntomas muy específicos y propios de este, apareciendo un aumento de la
ansiedad confucional y además pueden aparecer conductas desordenadas. Para
estos casos el actuar del psicólogo esta marcado posteriormente al acto quirúrgico
de forma inmediata y continua.
El objetivo fundamental del trabajo psicológico con este tipo de pacientes es
garantizar la estabilidad emocional requerida y la cooperación activa, de modo
que, estados emocionales agudos no impidan una intervención oportuna y un
adecuado diagnóstico y/o rehabilitación.
El desarrollo del protocolo de intervención permite que el psicólogo conozca cuales
son las manifestaciones más frecuentes en los pacientes ante la posible
intervención cruenta tanto la de tipo quirúrgica como de diagnostico, facilitando y
enriqueciendo siempre la transmisión de experiencia anecdóticamente en cada
nueva sesión que se desarrolle.
De estas intervenciones se conocen entre los síntomas más frecuentes aparecen
los miedos y temores, referidos a la muerte, a la anestesia, al dolor, al diagnostico
y al futuro, además aparece ansiedad, angustias, estados de negación y
preocupaciones, estas ultimas las más frecuentes están dirigidas a consecuencias
individuales, familiares, económicas, laborales situacionales. Las preocupaciones
centradas en el futuro se relacionan más con el diagnostico que tenga el paciente
de su enfermedad, que con el acto quirúrgico o diagnóstico como tal, esto se ve
con mayor frecuencia en aquellas intervenciones en pacientes con patología
oncológica y las cirugías mutilantes.
Podemos concluir que es de vital importancia la intervención directa y oportuna del
psicólogo de la salud en todo este proceso por el que atravesara el paciente
tributario de una intervención cruenta, así como los familiares de estos pacientes,
detectando y evitando complicaciones en las etapas prequirúgica y de recuperación
del paciente así como de procederes diagnósticos; propiciando que la estadía
hospitalaria sea lo más breve posible. De igual manera es mantener una vigilancia
de la relación entre paciente/familia con el equipo de salud para facilitar una
comunicación adecuada, donde el equipo de salud pueda comprender con claridad
las preocupaciones, reacciones, conductas así como las emociones y sentimientos
que aparecen en el paciente y su familia.
OBJETIVOS
Los objetivos que persigue la realización de una preparación psicológica en
procederes invasivos incluyendo la cirugía son:
Lograr que el paciente conozca su estado y la necesidad del proceder o
intervención, para que se convierta en un colaborador activo durante el
proceso.
Brindar conocimientos al paciente y su familia acerca del proceder y de la
recuperación posterior a este.
Garantizar la estabilidad emocional necesaria para la realización efectiva del
proceder indicado.
Lograr una adecuada adherencia terapéutica.
Promover estrategias de afrontamiento individuales eficaces que incluyan el
sentido de control personal.
DESARROLLO