Casos Prácticos!
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Casos Prácticos
CASO Nº 01
El éxito de dicho tratamiento del esguince de tobillo debe cumplir las siguientes
recomendaciones, siendo orientativas y modificables según cada paciente:
Controlar el dolor
Disminuir el edema
Recuperar la movilidad articular completa
Una vez que el diagnóstico esté bien definido tratándose de una lesión músculo-
esquelética, se debe acudir a un Fisioterapeuta para solucionar la patología. El
procedimiento a seguir irá enfocado en la disminución del tono de esa musculatura
implicada. Esta puede estar causando compresión neural o síntomas asociados a través de
técnicas como: Masaje terapéutico o Punción Seca. Otro de los enfoques terapéuticos
podría ser la movilización del raquis torácico, articulaciones entre costillas y vertebras y
entre costillas y esternón a través de la Osteopatía Estructural entendiendo el cuerpo como
un todo y no como el conjunto de estructuras aisladas y a través de la Osteopatía Visceral
para lograr una mayor movilidad.
En primer lugar, se debe aplicar la propia lógica: alejarse del mecanismo lesional. Si
un ejercicio o la repetición de un gesto crea una contractura, se deben evitar estos
ejercicios o gestos. El reposo, en muchas ocasiones, es el mejor método de curación.
Tan pronto como sea posible, algunas veces al cabo de unas horas de la operación,
se anima a la persona afectada a sentarse en una silla. Sentarse reduce el riesgo de úlceras
de decúbito y la formación de coágulos de sangre, y facilita además la posición erguida. Se
instruye a los afectados sobre la manera de realizar ejercicios para fortalecer el tronco y los
músculos de los brazos y, a veces, se les enseñan también ejercicios para fortalecer los
músculos grandes de ambas piernas. Generalmente, durante el primer día después de la
operación, se anima a la persona intervenida a sostenerse sobre la pierna sana, a menudo
con la ayuda de alguien o bien apoyándose en una silla o en la baranda de la cama. En la
realización de los ejercicios, se indica al afectado que solo deben tocar el suelo las puntas
de los dedos del pie de la pierna lesionada. A menudo, al segundo día tras la intervención se
le pide que descanse todo el peso en la pierna lesionada, pero esto depende del tipo de
fractura y de su reparación.
Una vez hayamos logrado estos objetivos, el último paso será reeducar la marcha y
el entrenamiento de la propiocepción para la vida diaria normal del paciente.