Infierno A La Argentina
Infierno A La Argentina
Infierno A La Argentina
Si creo que ya me
acuerdo, cuando era joven era habitué del Café del Alba, allá en Pompeya, me parece
ESCENA 1 haberlo visto un par de veces por ahí... Yo soy Angelito…
El autor: Buenas noches, me presento, soy un ilustre desconocido, la obra tiene algo que ver con la Domingo Dei:
religión se corre el riesgo de herir susceptibilidades, entonces hay que elegir el menor de los males. ¿Como está ahora el café?, yo hace muchos años que no ando por el barrio.
ESCENA 2 Angelito:
LA VUELTA DE LUCIFERCHO Hace muchos años que cerró, fue algo extraño, fue perdiendo parroquianos de a poco,
Diablo: fue Mirá justo viene Mireya. M e disculpás
¡Pero mirá vos, con las cuentas que pagamos de carbón tengo que tener a estos dos sopla que te Mireya:
sopla para que no se me apague el fuego!. Tenemos tanta gente en el infierno que bien n os vamos Domingo hace tanto tiempo que no te veo
a la bancarrota Domingo Dei: Cómo está tu esposo
¡A ver vos, dale fuerte que se apaga! Mireya: Si, hace 1 año se me murió el pobrecito. Tuvimos una buena vida juntos, el fue
Ayudante 1: (con resignación y protesta) un hombre bueno, trabajador, nunca nos hizo faltar nada a los chicos y a mi…
¡Si, jefe!, le estoy dando, está bien que este sea el infierno pero hace 35 años que espero el relevo, Domingo Dei: Sin embargo la leyenda lo pinta como un malevolo, hombre de navaja
Diablo: No vés; ya ni respeto me tienen. Pero el que la pasa lindo es Dios ese si que se da la gran fácil…
vida!. Todo el día, vacaciones en el Caribe Mireya: Eso lo hicieron correr los compadritos, esos eran años salvajes, muchos
Ayudante 2: (en tono de confidencia) llevaban navajas para defenderse, después de esa noche en que mató al cajetilla para
Jefe, que podemos hacer para hacerle mal a Dios sin que él lo sepa defenderme me prometió jamás usarlo y lo cumplió; luego nos juntamos
Diablo:No te digo... No, si yo tengo que hacer algo, y ese algo es irme de vacaciones haber como Domingo Dei: ¿Y como era la vida con él?
van las cosas por allá arriba Mireya: A pesar de la pobreza y el trabajo pesado era una buena vida, el Floreal me
ESCENA 3 trataba muy bien, nos reíamos, jugábamos un rato con los chicos y después nos íbamos
Dios: (intenta unos acordes con el bandoneón y exclama con melancolía) a dormir temprano porque nos esperaba un día duro…
¡Ay Dorita!. Todo tiempo pasado fue mejor. Hubo una época cuando el paraíso estaba lleno de Domingo Dei:¿Y entonces por qué se la ve tan triste?
almas, cuando todos me saludaban. Mireya: Y… estoy triste por que se me fue el Floreal y porque no pudo entrar al paraíso.
Dorita: (un hombre se acerca a su escritorio con una pila de papeles en la mano, se levanta Domingo Dei: ¿Y por qué?. Si fue un hombre tan ejemplar como usted dice…
exaltada y grita) Mireya: Porque no tenía la papeleta de matrimonio, sabe, nunca nos casamos
¡Usté espere a que lo llame!, ¿no ve que estoy atendiendo al jefe? ¡maleducado!. (Todavía con (sollozando), nos dejamos estar, primero porque no la necesitábamos, después por un
mirada feroz hacia el individuo ceba un mate, luego con tono maternal) Tome jefe, tómese un poco de vergüenza, pero dígame… ¿qué vale más, una papeleta o todo el amor que nos
matecito no se me ponga tan melancólico tuvimos?
Dios:Si Dorita, puede ser, pero no puedo evitar recordar los tiempos viejos con nostalgia (Llora, Domingo Dei la abraza consolándola y ella llora en su hombro)
Dorita:¡Pero jefe! todo eso ayudó a que la tarea diaria se facilite Domingo Dei: No llores hija mía, tu Floreal va a entrar en mi reino… no te preocupes,
Dios:) pero, atendé al señor, no te olvides que en el paraíso estamos al servicio de los clientes... los justos volverán a ser sus habitantes.
Dorita: (con cara de resignación y un poco de asco) Mireya: Gracias Padre… ( se aleja hacia uno de los lados)
¡A ver usté! ¿qué problema tiene? Chofer: Señor… ¿quiere regresar ya?
Candidato 1: (se acerca sumiso)Vea señorita, es la quinta vez que hablo con usted, no se si se Domingo Dei: No, gracias morocho, primero me voy a tomar un cafecito por ahí…
acuerda de mi problema... ESCENA 6
Dorita: (impaciente) ¡Como quiere que me acuerde!, ¿sabe la cantidad de gente con problemas que EL CLÁSICO DE LOS CLÁSICOS
escucho yo por día?, vaya al grano... ( SE QUEDAN DISCUTIENDO) Domingo Dei: ¿Me puedo sentar?
Dios: Que es lo que voy hacer siento que todo esto en el cielo no va bien , no veo el amor por Lucifercho Belcebú: (sale de su ensoñación y reconociéndolo)
ningún lado Dichosos los ojos que lo ven… por favor. Qué alegría de verte Mingo!… no sabés como
Dorita: ¡Habrase visto semejante caradurez! me estuve acordando de vos últimamente…
Dios: Mejor bajaré como antes , para saber como van mis hijos, eso me ayudará un poco Domingo Dei: Yo también me acordé de ti, mirá que casualidad; quizá tú no tienes por
ESCENA 4 ahí al esposo de Mireya?
LUCIFERCHO A LA PLANCHA Lucifercho Belcebú: Si, estoy lleno de ellos que se te escaparon… ¡Ay Mingo!, vos
Lucifercho Belcebú: ¡Qué bárbaro!, no me puedo sacar el laburo de la cabeza, el stress me está necesitas un amigo y me parece que yo soy el último que te queda, como en los tiempos
matando… no puedo dejar de pensar en el infierno, ¿le habrán dado de comer a los dragones?, de Galilea…
¿habrán hecho la ronda de azotes de las 4?, ¿habrán sacado a pasear a los vampiros?. Domingo Dei: Tenés razón Lucifercho… ya no aguanto más
Lucifercho Belcebú: Y… no se, acá el inteligente sos vos, ¿qué se te ocurre?
¿Qué vendés pibe?, Domingo Dei: Voy a revisar toda mi estructura y la voy a descabezar. Primero tengo que
Pibe: (se acerca) volver a tomar las riendas y tener de nuevo el control total, después voy a seleccionar a
los que sean recuperables. ¿Estás dispuesto a recibir a los irrecuperables?
Lucifercho Belcebú: Dalo por hecho. Pelito pa’ la vieja (hace el gesto de arrancarse un
Pibe: (se acerca más, deja la heladera en el piso y saca un cigarrillo de entre sus ropas)
pelo).
No, (ofreciéndole un cigarrillo) ¿querés uno droga?
Lucifercho Belcebú: Pelito pa’ la vieja (hace el gesto de arrancarse un pelo), ¿amigos?.
Lucifercho Belcebú: (sorprendido)
Domingo Dei: (sonriendo pícaro)
¿No te parece que sos muy mocoso para andar fumando cigarrillos?
Amigos.
Pibe:
Lucifercho Belcebú: Vamos, vamos que no soy tan feo Natalia: ¡Jefe !, ¿qué le pasó
hay creo que miejor me voy tú no estas en la onda…
San Pedro: saliendo de entre los hinchas
Lucifercho Belcebú:
¡Bien Mingo!, no afloje
¿Y los adultos, no e dicen nada ; y miren con lel descaro que caminan estos por poco y en
Domingo Dei: con ternura. ¡Pedrito!, por suerte no me fallaste
pelo….tas? ahahah y las mujeres creo que ya no llevan nada, hay Dios mío, hayhayhay cómo pude
Domingo Dei: (se pone de pie y le da la mano)
decir eso.
, esta vez no me negaste.
(Aparece una mujer, de andar sugestivo, cargada de anillos y collares, Lucifercho la sigue con San Pedro: Sabés que estoy con vos desde la primera hora.
la mirada) Domingo Dei:. Si, ya sé.
(Canchero) Adiós… corazón de arroz… Dorita de rodillas intenta acercarse para pedir clemencia, en ese momento ingresa
Rubia: (se da vuelta y encara decidida) Lucifercho Belcebú corriendo y visiblemente agitado seguido de la hinchada roja.
¿Qué decís? Lucifercho Belcebú: ¡Mingo!, ¿qué pasa?
Lucifercho Belcebú: (turbado) Domingo Dei:¿Estás preparado para recibir nuevos huéspedes?
Ehhh… Nada… Dorita: (con cara de terror) Jefe, ¡por favor!, deme otra oportunidad…
Rubia: Lucifercho Belcebú: con suficiencia
¿Cómo nada bonito?. No te hagas que ya bastante tonto fue lo que me dijiste. ¡Je!, (dirigiéndose a su hinchada) ¿qué dicen ustedes muchachos?
(Cambia de actitud a seductora, se sienta al lado de Lucifercho en la reposera) Lucifercho Belcebú: Decime Mingo, ¿quién es el cabecilla de la banda de los
¿Te gusto? soberbios?
Lucifercho Belcebú: Domingo Dei: ¡Qué bien que los definiste!, este (señalando a Franz Kafka) es el que se
Y… claro… cree el salvador del pueblo.
Rubia:
Chau papito
Lucifercho Belcebú: ESCENA 7
huy, ahora todo es más fácil Domingo Dei: (con fastidio)Nada, ¡qué me va a pasar !, ¿ya te olvidaste que esta era mi
ESCENA 5 ropa habitual antes que aparecieran esta parva de atorrantes que me asesoran?
LOS BERRETINES DE DOMINGO DEI Natalia: (sorprendida)
Angelito: (formal y educado) ¿A qué se refiere?
Disculpe caballero, ¿no sería tan amable de convidarme fuego? Domingo Dei: (las personas que están en las colas empiezan a interesarse por el
Domingo Dei: (respondiendo con la misma amabilidad) diálogo)
Pero como no, es un gusto (le ofrece la llama de su encendedor blanco). ¡No te hagás la distraída que sabés perfectamente a lo que me refiero!
Angelito: Domingo Dei:
Natalia: ¡No Jefe!, la verdad es que no lo sé, yo pensaba que usted estaba contento
como todos nosotros con el señor Gerente General es ¡tan eficiente!, las cosas ahora
están tan
ordenadas… ya no tenemos en el Paraíso los tumultos de antes, no hay más bandadas
de piojosos y desarrapados malolientes caminando por las calles, era un espectáculo
tan feo…
Domingo Dei: (con tono irónico)
¡Pero mirá vos!, no sabía que tu gusto se había refinado tanto,
Dorita: (desafiante)
Es cierto, yo también era una de esos rotosos, pero no va a lograr avergonzarme, yo
cambié y ahora no pienso volver a sufrir nunca más lo que sufrí, ya no quiero verme
rodeada de esa gentuza, pienso conservar lo que me gané.
Domingo Dei:
¡A si que esas teníamos!
Dorita: (con despecho)
¡Si!, a él le debemos que esto ya no sea una pocilga inmunda, un refugio de
pordioseros…Y todo gracias a Frank Kafka
Domingo Dei:
Y el salvador del pueblo es sin duda Franz Kafka…
Dorita:
Sin duda…, él representa una administración eficiente y ordenada, eso es lo que
necesitamos, basta de sentimentalismos estúpidos…
Dorita: (furiosa)
Ya le dije que no estoy dispuesta a dejarme avergonzar ni intimidar, por fin la gente
decente tomó las riendas de este lugar y nos vamos a asegurar de que eso no cambie.
ENTRA FRANK KAFKA Y LAS MUNJERES SE PONEN DETRÁS DE ÉL
Domingo Dei: (con visibles muestras de disgusto)
¡. Voy a hacer honor a mi fama y les voy a dar la oportunidad de arrepentirse.
Franz Kafka: ¿Arrepentirme?, veo que usted todavía no ha tomado conciencia de la
gravedad de la situación. Hemos decidido que aquí no se escuchen más los cantos de
sirena que atraen al populacho, todo seguirá como está, solo ingresarán las personas
decentes Y YO SOY AHORA EL JEFE, EL NUEVO Dios, así es que a obedecerme
Domingo Dei:¡lo que siento ahora es pena porque con vos si que he fracasado y muy a
pesar mío voy a tener que mandarlos junto con todos tus secuaces a lo de Lucifercho.
Franz Kafka: Creo que no he sido lo suficientemente claro señor mío, su poder en el
paraíso ha caducado y ha sido reemplazado por el Consejo Académico que a su vez ..
Domingo Dei: (a uno de la hinchada blanca)A ver vos, andate de una corrida y avisale al
Lucifercho que lo necesito urgente acá. ¡Ah!, que se venga con su gente de confianza.
Hincha blanco:Si Jefe (sale a la carrera).
Domingo Dei:En cuanto a vos, pelandrún de cuarta (señalando a Franz Kafka), la
soberbia te cegó tanto que pensás que porque escribiste El Proceso ya podés dominar
cualqui
Lucifercho Belcebú: No te dije que es una luz este tipo, ¿tan rápido te enteraste de mi
nueva disposición?
Franz Kafka: Es mi obligación Señor Jefe.
Lucifercho Belcebú: Es que no dejo de sorprenderme de que queden tipos tan
eficientes.
Franz Kafka: Con todo respeto Señor Jefe, por esa causa me echaron del Paraíso.