Conceptos de Paradigmas

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Conceptos de paradigmas

Un paradigma es el resultado de los usos, y costumbres, de creencias establecidas de verdades a


medias; un paradigma es ley, hasta que es desbancado por otro nuevo. Los Paradigmas nos los han
impuesto los dioses primero, y luego nosotros nos hemos creado otros para sostener los primeros,
y así sucesivamente. Kuhn, establecía que al cambiar el paradigma todo volvía a cero, pero los
paradigmas son más complejos ya que no actúan aislados sino interactúan a sí mismo con los
demás. En la ciencia, un Paradigma es un conjunto de realizaciones científicas "universalmente"
reconocidas, que durante un tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una
comunidad científica..

La noción de paradigma implica un modo de conocer en un tiempo y lugar determinados


históricamente, es decir, en un orden civilizatorio o tipo de sociedad, de tal manera que se puede
decir que un paradigma es una síntesis de creencias, compromisos grupales, maneras de ver,
compartidas por una comunidad científica, generan y controlan las teorías y discursos de una
comunidad. Los paradigmas funcionan de manera, de patrones, modelos mentales o reglas
operativas.

En el Cuadro 2 se consignan las expresiones que textualmente utilizaron los diferentes
autores consultados para referirse al término paradigma; los aspectos relevantes de
cada una de ellas se consignaron en el Cuadro 3.

AUTOR DEFINICIÓN
Briones (citado por Un paradigma de investigación es una concepción del
Hurtado y Toro, objeto de estudio de una ciencia, de los problemas para
1997) estudiar, de la naturaleza de sus métodos y de la forma de
explicar, interpretar o comprender los resultados de la
investigación realizada.
Capra (1996). Paradigma científico es una constelación de alcances,
términos, valores, técnicas, etc. que tiene una comunidad
científica en común y que son aplicados por esa comunidad
para la definición de problemas y soluciones legítimas.
Paradigma Social sería una constelación de términos,
valores, percepciones y prácticas que tienen en común una
comunidad y que forma una determinada vista, percepción
de la realidad que es el substrato de la manera como esta
sociedad se auto-organiza.
Contreras (1996). De acuerdo con Kuhn, un paradigma es un sistema de
creencias, principios, valores y premisas que determinan la
visión que una determinada comunidad científica tiene de
la realidad, el tipo de preguntas y problemas que es
legítimo estudiar, así como los métodos y técnicas válidos
para la búsqueda de respuestas y soluciones. En
consecuencia el enfoque o paradigma en que se inscribe un
estudio, sustenta el método, propósito y objetivos de la
investigación.
Damiani (1997). "Un paradigma constituye un sistema de ideas que orientan
y organizan la investigación científica de una disciplina,
haciéndola comunicable y modificable al interior de una
comunidad científica que utiliza el mismo lenguaje" (p. 56).
García Guadilla El paradigma hace referencia a un consenso
(1987) institucionalizado, implícito, en cuyo marco se insertan los
criterios de acuerdo con los cuales se enjuicia la validez del
quehacer profesional de los miembros de la comunidad que
comparten el paradigma, el cual proporciona problemas de
investigación y modos de abordarlos, así como también
criterios para enjuiciar la validez de las soluciones
propuestas, vocabulario e instrumental, tanto conceptual
como práctico. En resumen, un paradigma proporciona a
los miembros de la comunidad científica que lo aceptan,
una visión global de su campo de trabajo, de las normas de
investigación y de los posibles problemas a resolver, tanto
como de los patrones y tipos de soluciones posibles,
aceptables; de modo que el paradigma organiza y define la
práctica profesional de los miembros de la comunidad que
lo aceptan.

Cuadro 2 (cont.)

AUTOR DEFINICION
González (1997) Un paradigma constituye un marco conceptual en el que se
inscriben, como supuestos básicos subyacentes, creencias
y valores a los cuales los integrantes del grupo que lo
comparten se adhieren fuertemente, sin que sean siempre
explícitos o conscientes.
Grinspun (1974). Paradigmas son realizaciones científicas universalmente
conocidas que durante un cierto período de tiempo nos
ofrecen, además de los problemas, las soluciones modelos
para la comunidad que está involucrada con la ciencia.
Cuando hablamos de paradigma, por lo regular, nos
estamos refiriendo a un patrón, a una descripción que nos
oriente y nos haga comprender algún hecho explícito.
Paradigma es un modelo o patrón aceptado por una
determinada comunidad.
Hurtado y Toro Los paradigmas nos muestran, entonces, la diversidad de
(1997). las formas de conocer de una época y cada uno de ellos
constituye un modo común fuera del cual no es posible
conocer.
Marquiegui (1997). Por paradigma se entiende un conjunto de pareceres,
intuiciones, modos de comprender la realidad. Su
característica fundamental es su coherencia y su supuesta
evidencia. Otra no menos importantes es que es
compartida por la sociedad, o por un segmento de ésta lo
que permite poder interactuar dentro de la misma en el
universo de un conjunto simbólico compartido. Viene a
constituir un idioma a través del cual se ve, se comprende
y se actúa en la sociedad.
Martínez (1989). Los paradigmas son "diferentes sistemas de reglas del
juego científico", son "estructuras de razonamiento o de la
racionalidad"; por ello, constituyen la lógica subyacente
que guía el corazón de la actividad científica y, en último
término, proporcionan la explicación de los sistemas de
explicación" (p. 18).
Martínez (1993, " un paradigma científico puede definirse como un principio
citando a Morin, de distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre
1992) algunas nociones matrices que generan y controlan el
pensamiento, es decir, la constitución de teorías y la
producción de los discursos de los miembros de una
comunidad científica determinada (Morin, 1982). El
paradigma se convierte, así, en el principio rector del
conocimiento y de la existencia humana" (pp 62-63)

Cuadro 2 (Cont.)

AUTOR DEFINICIÓN
Montero (1992). Paradigma, un modelo de acción para la búsqueda del
conocimiento... ejemplo, o ejemplar que muestra cómo
hacer para hallar la respuesta a los problemas que la
ignorancia o el saber nos plantean (mayéutica socrática, la
deducción aristotélica, la lógica formal con sus relaciones
circulares entre premisas y conclusión y sus modos de
formular nuevas propuestas; la inducción originadora del
empirismo, el cartesianismo que dio lugar al
deductivismo...); un modo de conocer, una vía preferente
de producción de conocimiento...
Morales y Moreno El término paradigma fue acuñado por Kuhn para hacer
(1993). referencia a un conjunto de suposiciones interrelacionadas
que proporcionan un marco filosófico para el estudio
organizado de este mundo.
Moreno (1993) Un paradigma vendría a ser " una estructura coherente
constituida por una red de conceptos a través de los
cuales ven su campo los científicos, una red de creencias
teóricas y metodológicas entrelazadas que permiten la
selección, evaluación y crítica de temas, problemas y
métodos, y una red de compromisos entre los miembros
de una comunidad científica, todo lo cual implica una
definición específica del campo de la ciencia
correspondiente, y se expresa en una tradición orgánica
de investigación científica" (p. 53)
Planchart (1978) Los paradigmas constituyen realizaciones científicas
universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo,
proporcionan modelos de problemas y de soluciones a una
comunidad científica.
Rivas Balboa "un paradigma es una síntesis de creencias, compromisos
(1996). grupales, maneras de ver, compartidas por una comunidad
científica" ... un paradigma se presenta como un principio
capaz de producir distinciones, relaciones, oposiciones
fundamentales entre nociones, las cuales generan y
controlan las teorías y discursos de una comunidad
científica.... los paradigmas funcionan a manera de
patrones, modelos mentales o reglas operativas que tiene
funciones específicas: a) establecen los límites de los
enfoques teóricos y prácticos; b) explican cómo resolver
problemas dentro de esos límites; c) determinan y guían
nuestras percepciones; d) actúan como filtros selectores de
información; e) pautan la acción más adecuada en cada
caso (pp 7-8). Para Rivas Balboa, un paradigma es una red
de creencias teóricas y metodológicas entrelazadas que
permiten la selección, evaluación y crítica de temas,
problemas y métodos, y establece una red de compromisos
entre los miembros de una comunidad ( p. 17).

Cuadro 2 (Cont.)

AUTOR DEFINICION
Ruiz Bolívar (1992). Un paradigma es entendido como el conjunto de
conceptos, valores, técnicas y procedimientos compartidos
  por una comunidad científica, en un momento histórico
determinado, para definir problemas y buscar soluciones
  (p. 178).
Ruiz Bolívar (1997). Kuhn introduce la noción de paradigma para denotar la
manera consensual como la comunidad científica de una
época determinada asume la producción de conocimientos.
Por lo tanto, un paradigma puede ser entendido como un
sistema de creencias, valores y técnicas que comparten
los miembros de una comunidad científica. Es decir, un
paradigma es una manera de hacer ciencia que supone
una forma de interpretar la realidad, una metodología para
abordarla y problemas típicos de investigación. (p. 11).
Shulman (1989). El concepto de paradigma comenzó a formar parte del
vocabulario de trabajo de los científicos sociales bajo la
influencia del Thomas Kuhn (La Estructura de las
Revoluciones Científicas). En el sentido que Kuhn le asigna
al término, un paradigma es un compromiso implícito, no
formulado ni difundido, de una comunidad de estudiosos
con determinado marco conceptual.

Evolución del termino paradigma

La emergencia de un nuevo paradigma se hace dentro de un marco de leyes nuevas que


se suman a las existentes, para reafirmarlas, refutarlas o modificarlas. Estas leyes conllevan
un mayor grado de complejidad y por lo tanto de libertad. Con esto, el paradigma nuevo
trata de contestar interrogantes que el paradigma cuestionado es incapaz de hacer.
Podemos sacar en conclusión que el paradigma es una entidad que evoluciona en el
sentido que este concepto adquiere a lo largo del libro. Es decir, el paradigma está sujeto a
los procesos de todo sistema que evoluciona. Esto parece confirmar que los procesos de
los sistemas ideológicos son idénticos a los procesos de los sistemas físicos. Como ya se
dijo, un paradigma científico atraviesa por un período de estasis  durante el cual es cuasi
universalmente aceptado sin cuestionamientos. Sin embargo, en un momento
determinado, empieza a ser cuestionado por un número reducido pero creciente de
científicos en un período de crisis. En este momento, algunos elementos del paradigma
base evolucionan hacia el nuevo paradigma; otros elementos se estancan; y un tercer
grupo de sus elementos se extingue. 

Evolución del término Paradigma 

Dado el carácter histórico y social del lenguaje, las palabras, y por ende todos los
elementos que componen el acervo léxico de una cultura, son depositarias del
dinamismo y adaptabilidad que refleja el progreso de los hablantes y demás usurios de
una lengua. Por ello, es muy poco probable que hoy en día un determinado término
esté sometido a las restricciones que predominaron durante el período en que fue
usado por vez primera. Tal es el caso del vocablo paradigma, el cual ha alcanzado un
grado tal de madurez que lo ha convertido en una de las palabras de mayor
trascendencia en el habla de los cultivadores del hacer científico. En esta parte del
trabajo se hará referencia a la evolución histórica que ha tenido esta palabra, desde
que fue usada primigeniamente por los griegos hasta la época actual cuando, gracias a
la obra del físico y filósofo norteamericano de la ciencia Thomas S. Kuhn, adquiere una
notable relevancia en el ámbito de la epistemología y la sociología del quehacer
científico. 

Para la revisión del proceso de evolución histórica del término paradigma y su


posicionamiento actual en el vocabulario de quienes se interesan por los asuntos
propios de la ciencia y su filosofía y por las prácticas de sus protagonistas, es decir, los
científicos, se hará la transposición del esquema que Michel Serres* (1968, citado por
Li Carrillo, 1981, p. 78) ha propuesto para el estudio de los conceptos matemáticos.
Serres afirma que en la evolución de dichos conceptos es posible identificar tres
edades:

La edad de aparición, la edad de reactivación y la edad de recurrencia. La edad de


aparición corresponde a la época de nacimiento del concepto, a su génesis en el
tiempo histórico; la edad de ractivación, al momento de inserción del concepto dentro
de un sistema "que le da un nuevo sentido"; y la edad de recurrencia, a la etapa actual
donde se revela "la potencia de fecundidad" del concepto, su valor y su eficacia en el
trabajo científico efectivo. "Con respecto de la historia ordinaria, cronológica, es la
primera edad la que cuenta; con respecto de la verdad de la sincronía del sistema, es
la segunda; y con respecto de la diacronía completa de las matemáticas, es
evidentemente la tercera" (Li Carrillo, 1981, pp. 78-79) (Las comillas fueron
introducidas por Li Carrillo para distinguir lo tomado textualmente por él a partir de la
obra de Serres). 
Para la aplicación del Esquema de Serres en el estudio del vocablo paradigma que se
propone: (a) asociar la edad de aparición con el uso primigenio que Platón hace de
este término; (b) vincular la edad de reactivación con su inserción en la Sociología por
parte de Merton y Parsons; y, (c) considerar como edad de recurrencia, el período que
se inicia a partir de la relevancia que alcanza el vocablo como consecuencia de la
publicación del libro de T. S. Kuhn, La Estructura de las Revoluciones Científicas, en
1962. 

La Edad de Aparición del vocablo podría ubicarse rastreando su etimología.


Paradigma proviene del griego paradima (que significa ejemplo o, mejor aún,
modelo o patrón); originalmente, Platón utilizó esta expresión para designar
un instrumento de mediación entre la realidad y su ideación. En efecto, como
lo expone Vassallo (1977), uno de los problemas que transita toda la obra de
Platón es el que se refiere a la relación entre el Mundo Inteligible o Mundo de
las Ideas y el Mundo Sensible o Mundo de las Cosas; sostiene Vassallo que:

Estas ideas, estas formas o esencias reales constituyen un mundo "inteligible", es


decir, sólo accesible a la razón, al "logos"; mundo inteligible que no sólo es exterior al
sujeto cognoscente, sino que existe "separado" también del mundo de las cosas
sensibles, trascendente a ellas y por sí subsistente. Inmateriales, permanentes y
eternas, ellas son el principio de las cualidades de las cosas sometidas al flujo del
devenir, del mundo de lo sensible e impermanente (Vassallo, 1977; XVIII-XIX). 

El reto platónico consiste en exhibir el vínculo entre ese mundo inteligible, conceptual,
ideativo y el sensible, el material. Platón ofrece tres posibles soluciones: (a)
participación, la Idea como propiedad intrínseca de la cosa: todo lo bello participa de la
Idea de Belleza; (b) presencia, como cualidad circunstancial de la cosa: la Sabrosura
de la fruta se extingue cuando ésta es definitivamente consumida; (c) imitación, entre
las Ideas y las cosas en que resplandecen sus cualidades se da una relación análoga a
la existente entre el modelo y su imagen "las cosas sensibles tienden a ser ´como´ lo
inteligible, ´semejantes´ a lo inteligible (Vassallo, 1977, p. XXV). Es en esta solución
por imitación, con la cual aspira explicar el asunto de la relación entre el Mundo de las
Ideas y el Mundo Sensible, donde Platón hace uso del término.

En la versión platónica, un paradigma constituye no un simple modelo, a modo de


"copia", "patrón" o "muestra" de algo que es real, sino, mucho más que eso: un
paradigma es un modelo ejemplar, es decir, perfecto de tal modo que se ha de
considerar digno de ser seguido e imitado (ver Ferrater, 1994, pp. 2691-2693)
(Cursivas añadidas).

Este último es el mismo significado que se le atribuye en el contexto de la gramática;


en este caso, con la expresión paradigma se alude a un Conjunto de formas flexivas
que toma una unidad léxica, o conjunto de unidades léxicas que pueden aparecer y ser
intercambiables entre sí en un determinado contexto; en la gramática tradicional se
utiliza este término para designar al conjunto de formas flexivas que toman las
palabras que presentan flexión, es decir, variaciones o cambios en su forma que
indican tanto sus relaciones con las demás palabras, como sus diferentes
significaciones; como ejemplificaciones de esto se pueden mencionar: a) la
conjugación en el verbo; b) la declinación en sustantivos, pronombres y adjetivos en
las lenguas que presentan la categoría de caso. Así: -ré, -rás, -rá, -remos, -réis, -rán
constituyen el paradigma del futuro de indicativo de cualquier conjugación
(Enciclopedia Microsoft® Encarta® 98 © 1993-1997) Por ello, en este ámbito, se
pueden considerar como paradigmas a los ejemplares que se utilizan como modelos en
la conjugación de los verbos, como lo es el caso del verbo amar cuya conjugación en
todos los modos y tiempos sirve como modelo ejemplarizante para conjugar todos los
otros verbos que integran la familia de los verbos regulares de la primera conjugación
(ar). 

La Edad de la Reactivación del vocablo paradigma podría ubicarse a partir del


momento cuando, desde estos contextos filosófico y lingüístico, el término pasa a ser
utilizado en el ámbito sociológico. Robert Merton y Talcott Parsons (Strimska, 1981)
son quienes comienzan a utilizarlo para referirse a sus teorías acerca de los
mecanismos de la acción social y los principios organizativos que subyacen en las
estructuras sociales. En este caso, al vocablo le son incorporadas otras connotaciones
que contribuyen a ampliar su significado original. 

La Edad de Recurrencia, tercera etapa en la evolución histórica del término, podría ser
ubicada al comienzo de la década de los años sesenta, gracias a la obra de T. S. Kuhn
1. Quien reconoce la influencia que en su obra tuvieron los trabajos de muchos
pensadores dedicados a áreas muy disímiles que "aparentemente carecían de relación
con la historia de las ciencias" (p. 10) y entre los cuales destacan:

1. Alexandre Koyré, Émile Mayerson, Hélène Mitxger, Anneliese Maier: Historia de las
ideas científicas.

Análisis psicolingüístico del termino paradigma

Para Platón, los paradigmas son los modelos divinos a partir de los cuales las cosas terrestres
están hechas.3 A su vez tiene las mismas raíces que «demostrar».
Michel Foucault usó los términos epistemológico, discursivo, matesis y taxinomial, para
aspectos del paradigma en el sentido original dado por Kuhn.
En lingüística, Ferdinand de Saussure ha usado paradigma para referirse a una clase de
elementos con similitudes.
En arquitectura, «modelo» (maqueta) o «plano» de un edificio y también es utilizado por
escultores y pintores de manera semejante.4
Dentro de la enfermería se emplea también el concepto paradigma aunque con cierta
imprecisión, ya que se establece dentro de esta disciplina la existencia de tres paradigmas de
enfermería (categorizacion, integración y transformación) y un metaparadigma constituido por
cuatro conceptos esenciales para la enfermería (persona, salud, entorno y cuidado).
Este concepto fue de uso específico en la gramática. En 1992 el diccionario Merriam–
Webster's Collegiate Dictionary definía su uso solamente en tal contexto, o desde
la retórica para referirse a una parábola o a una fábula.
En ciencias sociales y en teoría de sistemas, el paradigma es equiparable al concepto
de pensamiento de grupo5 -Groupthink- o su casi equivalente Mindset -mentalidad-, como
cuerpos de ideas, métodos y asunciones teóricas sostenidos y validados por una persona o
grupo de personas, que incluye una serie de comportamientos, actitudes y creencias.
La palabra paradigma también se utiliza para indicar un patrón o modelo, un ejemplo fuera de
toda duda, un arquetipo. En este sentido se la utiliza frecuentemente en las profesiones
del diseño. Los paradigmas de diseño —arquetipos— representan los antecedentes
funcionales para las soluciones de diseño.6
También se usa en cibernética en donde —en un sentido muy amplio— refiere a un
preprograma conceptual para el ordenamiento de unos datos aún más caóticos en términos
relativos.

Análisis psicolingüístico del término Paradigma

En esta parte del trabajo, el vocablo paradigma será analizado tomando en


consideración recursos provenientes del campo de la Psicolingüística. Para ello se
utilizarán el Triángulo de Referencia de Schmidt (citado por Lizt, 1997) y el Esquema
Epistémico Cognitivo de la Palabra propuesto por Becerra (1998). Estos dos autores
abordan el estudio de procesos cognitivos de orden superior, tales como el
entendimiento y la comprensión, a través de los vínculos que pueden establecerse
entre las palabras y las ideas, ubicando éstas últimas en lugares y contextos históricos
determinados, con lo cual incorporan perspectivas tanto psicológicas como sociológicas
en la interpretación del significado de los términos que se utilizan para designar
prácticas sociales, como es el caso del quehacer investigativo que llevan a cabo los
científicos.

La historia de los paradigmas

El concepto de paradigma es utilizado comúnmente como sinónimo de “ejemplo”, también se


puede decir que es hacer referencia en caso de algo que se toma como “modelo". En principio
se tenía en cuenta en el campo, tema, ámbito, entre dos personalidades u otros..., gramatical
(para definir su uso en un cierto contexto) y se valoraba desde la retórica (para hacer mención
a una parábola o fábula). A partir de la década de 1960, los alcances de la noción se
ampliaron y paradigma comenzó a ser un término común en el vocabulario científico y en
expresiones etimológicas cuando se hacía necesario hablar de modelos de conocimiento
aceptados por las comunidades científicas.

2. Epistemología Genética (Jean Piaget, quien distinguió las etapa del desarrollo
intelectual del niño).

3. Psicología de la Percepción (principalmente los trabajos de los investigadores


alemanes Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka, quienes plantearon que la
percepción estaba muy influida por el contexto y la configuración de los elementos
percibidos; las partes derivan a menudo su naturaleza y su sentido global, y no pueden
entenderse separadas de éste. Más aún, la mera suma de las partes no equivale al
todo).

4. Efectos del lenguaje sobre la visión del mundo (B. L. Whort). 


5. Problemas de Filosofía (W. V. O. Quine, conocido por su afirmación de que el modo
como el individuo usa el lenguaje determina qué clase de cosas está comprometido a
decir que existen 

6. Además de las anteriores, una influencia crucial, aunque no suficientemente


reconocida por Kuhn, fue la que recibió del médico judío polaco Ludwik Fleck quien, al
padecer los rigores de la crueldad nazista en el Campo de Concentración de Auschwitz,
tomó conciencia de que las teorías científicas no son inocentes (Mires, 1996). 

Métodos de conocer

La identificación de los elementos relevantes de las expresiones utilizadas por


diferentes autores para referirse al vocablo paradigma, y que fueron consignados en
el Cuadro 3, permitió develar aspectos que pueden ser utilizados para distinguir
paradigmas; en consecuencia, se ofrecen como dimensiones conceptualizadoras que
permiten delimitarlos; dichos elementos se muestran en la Tabla 1.

ASPECTO
1. Carácter sociológico

Nivel de consenso y aceptación en el seno de la comunidad.


Vigencia, actualidad y contemporaneidad de sus planteamientos.
Relacionabilidad estructural y sistémica de sus diferentes elementos.
Precisión en cuanto a alcance y límites del ámbito de la realidad que pretende
abarcar.
Estatuto metodológico.
Criterios de Legitimación de las afirmaciones que se hacen en su seno.
Lenguaje que suscribe.
Criterios organizacionales del quehacer profesional de los miembros de la
comunidad.
Modos de Producción de saberes que privilegia.
Prescripciones relacionadas con los modos de actuación de los miembros de la
comunidad.

Tabla 1: Elementos utilizables para distinguir paradigmas

Los aspectos incluidos en la Tabla 1 indican que, para delimitar y caracterizar un


paradigma, han de tenerse en cuenta los siguientes aspectos: (1) carácter sociológico,
es decir, la referencia a la comunidad científica que lo asume; (2) exigencia
consensual, lo cual alude a la necesidad de aceptación general y no impuesta de
modos básicos de actuación; (3) historicidad, reconocimiento de la vigencia temporal;
(4) naturaleza estructural y sistémica, referida a la presencia de una organización
armoniosa, integrada y completa de diferentes componentes; (5) instrumentalidad
demarcadora, delimitación de un ámbito de estudio; (6) estatuto metodológico,
convenios en cuanto a los medios para abordar la porción de la realidad en la que se
tiene interés; (7) contexto de legitimación, criterios para evaluar las propuestas de
solución a los problemas abordados; (8) lenguaje, modos y medios de expresión y
comunicación convencionalmente aceptados; (9) aspecto organizacional, sistema de
jerarquías y relaciones inter e intracomunitarias; (10) naturaleza epistemológica,
modos para producir saberes privilegiados en el seno de la comunidad y, (11) carácter
prescriptivo, normas de actuación convenidas. Seguidamente, se expondrá en detalle
el alcance de cada una de las dimensiones paradigmáticas aludidas.

1. Carácter sociológico. Una de las primeras cuestiones que se puede constatar es que
un paradigma presupone la existencia de una comunidad de científicos, investigadores
y/o estudiosos profesionales. Sobre esta base se podría resaltar, en primera instancia,
la dimensión sociológica del término paradigma; es decir, sólo es concebible la
existencia de un paradigma cuando está orgánicamente vinculado y es suscrito por los
miembros de una comunidad de personas que, profesionalmente, comparten un
quehacer científico, investigativo y/o de estudio. Navarro (1997) considera que esta
sociologización de la ciencia es uno de los más grandes aportes de Kuhn, quien
consideró "a la comunidad científica (i.e. practicantes de una especialidad científica)
como el eje principal del desarrollo científico y no únicamente a los individuos, como
entes aislados, generadores de teorías, encerrados dentro de las paredes de un
laboratorio" (Navarro, 1997, p. 11); reconociendo con esto que "aunque la ciencia es
practicada por individuos, el conocimiento científico es intrínsecamente un producto
grupal y ni su peculiar eficacia ni la manera en que se desarrolla será entendida sin
referencia a la naturaleza especial de los grupos que la producen" (Kuhn, citado por
Navarro, ibidem).

2. Exigencia consensual. Un paradigma constituye: (a) una constelación de alcances,


términos, valores y técnicas que los miembros de una comunidad científica tienen en
común (Capra, 1995); (b) un consenso institucionalizado implícito (García Guadilla,
1987); (c) un modelo o patrón aceptado por una comunidad (Grinspun, 1974); (d) un
conjunto de pareceres, intuiciones, modos de comprender la realidad compartido por la
sociedad o un segmento de ella (Marquiegui, 1997); (e) una síntesis de creencias,
compromisos grupales, maneras de ver, compartidas por una comunidad científica
(Rivas Balboa, 1996); (f) una manera consensual como los miembros de una
comunidad científica asumen la producción de conocimientos (Ruiz Bolívar, 1997) y (g)
un compromiso implícito de una comunidad de estudiosos (Shulman, 1989).

3. Historicidad. Esta dimensión refiere que un determinado paradigma tiene vigencia


durante y/o en un lapso temporal preciso, aun cuando esta temporalidad no sea
establecible a priori; desde este punto de vista, un paradigma: (a) ofrece, durante
cierto tiempo, además de los problemas, las soluciones modelo (Grinspun, 1997;
Planchart, 1978); (b) muestra la forma de conocer de una época (Hurtado y Toro,
1997) y (c) constituye un conjunto de conocimientos, valores, técnicas y
procedimientos compartidos por una comunidad científica en un momento histórico
determinado (Ruiz Bolívar, 1997).

4. Naturaleza estructural y sistémica. Las imágenes con las que los autores
consultados pretenden ofrecer una visualización gráfica de la noción de paradigma son
varias; se le presenta como: (a) constelación (Capra, 1995); (b) sistema (Contreras,
1996; Damiani, 1997; Ruiz Bolívar, 1997); (c) marco conceptual (González, 1997); (d)
conjunto (Marquiegui, 1997; Morales y Moreno, 1993; Ruiz Bolívar, 1992); (e)
estructura (Moreno, 1993); (f) red (Martínez, 1993; Rivas Balboa, 1996) y (g) marco
filosófico (Morales y Moreno, 1993). Sin embargo, a pesar de su aparente diversidad,
en estas expresiones subyace la idea de que un paradigma constituye una totalidad
organizada. Efectivamente, las nociones de sistema, constelación, marco, conjunto,
estructura y red, de algún modo, sugieren que los elementos, partes, componentes de
un paradigma "no constituyen un simple agregado, sino que se hallan ordenados y
concertados en una determinada forma" (Martínez, 1989, p. 60); es decir, conforman
una estructura, "una red de elementos que pierden su condición de tales al unirse
entre sí en forma interdependiente, y al relacionarse con ella mediante el desempeño
de una función" (ob. cit., pp. 184-185); la interrelación entre sus elementos
componentes hace que el comportamiento de cada uno de éstos altere y, a su vez, se
vea alterado por el de todos los demás; en esto consiste el carácter sistémico de un
paradigma.

5. Función como instrumento demarcador del ámbito abarcado por el quehacer


profesional de los miembros de la comunidad que lo suscribe. En este sentido, el
paradigma contribuye a delimitar tanto el objeto de estudio como los modos como éste
debe ser abordado, estudiado, considerado, tratado, etc. El primero de estos aspectos
remite a la dimensión ontológica del paradigma, en tanto que el segundo conlleva una
connotación metodológica. Se tiene así que, un paradigma: (a) implica una concepción
del objeto de estudio (Briones, citado por Hurtado y Toro, 1997); (b) determina la
visión de la realidad (Contreras, 1996); (c) proporciona una visión global del campo de
trabajo (García Guadilla, 1987); (d) implica una definición específica del campo de la
ciencia correspondiente (Martínez, 1993). La dimensión ontológica del paradigma, es
decir, la visión de la realidad que soporta, se expresa mediante la declaración,
definición y delimitación de los problemas que son legítimamente considerados como
dignos de ser estudiados por los profesionales que lo suscriben. De tal modo que, al
suscribir un paradigma, los miembros de una comunidad científica adquieren un
repertorio de problemas para estudiar (Briones, citado por Hurtado y Toro, 1997;
Grinspun, 1974) o resolver (García Guadilla, 1987), junto con sus respectivas
definiciones (Capra, 1995; Ruiz Bolívar, 1992), tipos (Contreras, 1996) y modelos
(Planchart, 1978).

6. Carácter de estatuto metodológico. En este sentido, el paradigma proporciona no


sólo los problemas considerados como dignos de estudio, sino también un régimen de
acuerdo con el cual se ha de llevar a cabo su abordaje; por ello, un paradigma: (a)
establece la naturaleza de los métodos utilizados en los esfuerzos que se realicen para
encontrar la solución a los problemas (Briones, citado por Hurtado y Toro, 1997); (b)
abarca las técnicas aplicables (Capra, 1995); (c) determina métodos y técnicas válidas
para la búsqueda de respuestas y soluciones (Contreras, 1996); (d) proporciona
modos de abordar los problemas de investigación (García Guadilla, 1987); (e) muestra
cómo hacer para hallar la respuesta a los problemas (Montero, 1992); (f) explica cómo
resolver los problemas (Rivas Balboa, 1996); (g) señala las técnicas y procedimientos
(Ruiz Bolívar, 1992) y (h) proporciona una manera de abordar la realidad (Ruiz Bolívar,
1997).

7. Constitución como Contexto de Legitimación. Desde este punto de vista, un


paradigma dota a quienes lo suscriben de un régimen según el cual se han de evaluar
las propuestas de solución a los problemas estudiados; así, el paradigma: (a)
proporciona criterios con los que se legitiman las soluciones encontradas, o sea, se
establece si una solución es legítima o no (Capra, 1995); (b) proporciona criterios para
enjuiciar la validez, tanto del quehacer profesional de los miembros de la comunidad
científica como de las soluciones por ellos propuestas; y, simultáneamente, ofrece los
patrones y tipos de soluciones posibles y aceptables (García Guadilla, 1987); (c)
aporta elementos que permiten seleccionar, evaluar y criticar temas, problemas y
métodos (Martínez, 1993), y (d) sustenta tanto el método como los propósitos y
objetivos de la investigación (Contreras, 1996).

8. Invocación como un Lenguaje. En efecto, las ideas integradoras de un paradigma


contribuyen a organizar el proceso de búsqueda de soluciones a los problemas (i. e. la
investigación) y denotan o designan sus productos o resultados; de este modo, el
paradigma contribuye a hacer comunicable y modificable la acción investigativa que se
lleva a cabo en el seno de la comunidad científica que comparte el mismo lenguaje
(Damiani, 1997). En este sentido, un paradigma constituye "un idioma a través del
cual se ve, se comprende y se actúa en la sociedad" (Marquiegui, 1997) y dota a los
miembros de la comunidad científica de "un vocabulario e instrumental, tanto
conceptual como práctico" (García Guadilla, 1987).

9. Aspecto organizacional. Desde este punto de vista, un paradigma remite a un


conjunto de criterios para disponer, arreglar y ordenar el quehacer investigativo y/o el
accionar laboral de los miembros de la comunidad científica que lo adopta; es decir,
organiza y define la práctica profesional de los miembros de la comunidad que lo ha
aceptado (García Guadilla, 1987). Además, (a) representa un universo simbólico
compartido en cuyo marco interactúan los profesionales que lo comparten (Marquiegui,
1997); (b) constituye "la lógica subyacente que guía el corazón de la actividad
científica" (Martínez, 1989); (c) "es el principio rector de la existencia humana" (Morin,
citado por Martínez, 1993) y (d) pauta las acciones de los científicos que se consideran
adecuadas en cada uno de los casos que deben afrontar (Rivas Balboa, 1996).

10. Naturaleza epistemológica. Éste es uno de los aspectos más relevantes de un


paradigma; alude a los modos de producción de saberes que los miembros de la
comunidad científica asumen como legítimos, los cuales se corresponden con "la forma
de explicar, interpretar o comprender los resultados de la investigación" (Briones,
citado por Hurtado y Toro, 1997) y representan las "normas de la investigación"
(García Guadilla, 1987). En relación con su aspecto epistemológico, puede decirse que
un paradigma: (a) representa la forma de conocer predominante en una época
histórica dada (Hurtado y Toro, 1997); (b) alude a un modo de comprender la realidad
(Marquiegui, 1997); (c) constituye una "estructura de la racionalidad" (Martínez,
1989); (d) refiere a las "distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre
algunas nociones matrices que generan y controlan el pensamiento, es decir, la
constitución de teorías y la producción de los discursos de los miembros de una
comunidad científica determinada" (Morin, citado por Martínez, 1993), por ello, se
convierte en "principio rector del conocimiento (ibidem); (e) representa un "modelo de
acción para la búsqueda del conocimiento, un modo de conocer, una vía preferente de
producción de conocimientos" (Montero, 1992); (f) proporciona "un marco filosófico
para el estudio organizado del mundo" (Morales y Moreno , 1978); (g) puede ser
asumido como un principio generatriz y controlador de las teorías y discursos de una
comunidad científica (Rivas Balboa, 1996) y (h) remite al modo como "la comunidad
científica de una época determinada asume la producción de conocimientos" (Ruiz
Bolívar, 1997).

11. Carácter prescriptivo. Éste es perceptible a través de los señalamientos,


ordenaciones y regulaciones mediante las cuales los miembros de la comunidad
científica que suscriben un determinado paradigma, se ven conminados a actuar de
conformidad con ciertas reglas operativas, no necesariamente explícitas ni conscientes
(González, 1997), pero que "(a) establecen los límites de los enfoques teóricos y
prácticos; (b) explican cómo resolver problemas dentro de esos límites; (c) determinan
y guían nuestras percepciones; (d) actúan como filtros selectores de información y (e)
pautan la acción más adecuada en cada caso" (Rivas Balboa, 1996, pp. 7-8); en
definitiva, la prescriptividad, no como posibilidad inminente de fenecer, sino como
ordenamiento y regulación, asocia a un paradigma con "una manera de hacer ciencia
que supone una forma de interpretar la realidad, una metodología para abordarla y
problemas típicos de investigación" (Ruiz Bolívar, 1997, p. 11).

Modernidad

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