Estrés Postraumático

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Estrés Postraumático

Definición
El DSM-III (1980) redefinió el trastorno de estrés postraumático (TEPT) como una entidad
diagnóstico principal dentro de los trastornos de ansiedad. Este trastorno surgió bajo la
influencia de la presión social desencadenada por las severas alteraciones psiquiátricas
presentadas por los veteranos de la guerra de vietnam. Caracteriza por una serie de
síntomas no específicos y que aparecen en un individuo como consecuencia de la
exposición a estresores traumáticos con amenaza vital grave y riesgo objetivo para la
integridad física, junto con la percepción subjetiva de miedo intenso y atribución de
incapacidad personal para afrontar el acontecimiento.
Características diagnosticas
La característica esencial del trastorno de estrés postraumático (TEPT) es el desarrollo de
síntomas específicos tras la exposición a uno o más eventos traumáticos. Las reacciones
emocionales al evento traumático (p. ej., el miedo, la impotencia, el horror) ya no forman
parte del Criterio A. La presentación clínica del TEPT varía. En algunos individuos se basa
en la reexperimentación del miedo, y pueden predominar los síntomas emocionales y de
comportamiento. En otros serían más angustiosos la anhedonia o los estados de ánimo
disfóricos y las cogniciones negativas. En otros individuos sobresalen la excitación y la
externalización de los síntomas reactivos, mientras que en otros predominan los síntomas
disociativos. Por último, algunos individuos presentan combinaciones de estos patrones de
síntomas.
Síntomas e implicaciones
A. Síntomas de reexperimentación: flashbacks y pesadillas. Uno puede encontrarse
reviviendo el suceso una y otra vez Esto puede ocurrir en forma de reexperimentaciones por
el día o pesadillas durante el sueño. Estas pueden ser tan reales que no se siente como si se
estuviera viviendo la experiencia de nuevo. Uno puede verlo en su mente. pero también se
pueden sentir las emociones y sensaciones físicas de lo que ocurrió miedo, sudoración
olores, sonidos, dolor. Eventos cotidianos pueden desencadenar flashbacks. Por ejemplo, si
se tuvo un accidente de coche con lluvia, un día de lluvia podría provocar
B. Evitación y embotamiento. Como puede ser terrible revivir la experiencia una y otra
vez, uno tiende a distraerse. Se puede mantener la mente ocupada en alguna actividad
agradable, trabajando muy duro o pasando el tiempo absorto en crucigramas. Se evitan los
lugares ya las personas que recuerdan el trauma, y se trata de no hablar de ello. Uno puede
lidiar con su dolor tratando de no sentir nada en absoluto, consiguiendo casi una
insensibilidad emocional. Puede comunicarse menos con otras personas y restringir sus
actividades y vida social
C. Estado de guardia. Se encuentra alerta todo el tiempo, como si estuviera buscando el
peligro. No puede relajarse. Esto se llama hipervigilancia Puede sentirse ansioso y que le
cueste dormir Otras personas pueden notar que está nervioso e irritable
D. Alteraciones en las cogniciones: estado de ánimo y comportamientos. El sujeto piensa
de forma muy negativa sobre sí mismo, el mundo que le rodea y el futuro, se siente
culpable y es incapaz de tener sentimientos de felicidad o emociones positivas, por lo que
no disfruta igual que antes Su forma de comportarse puede cambiar y empezar a manifestar
conductas agresivas, ya que está muy irritable, o también puede comportarse de forma
imprudente o temeraria
Criterios diagnósticos
A) La persona ha estado expuesta a: muerte, o amenaza de muerte o peligro de dato grave,
o violación sexual, real o amenaza, en una o más de las siguientes maneras:
1. Experimentar uno mismo el acontecimiento.
2. Ser testigo del acontecimiento que le ha ocurrido a otro.
3. Tener conocimiento de un acontecimiento que le ha ocurrido a alguien cercano o a un
amigo
4. Experimentar exposiciones repetidas o de extrema aversión a detalles del acontecimiento
(por ejemplo, personal de emergencias que recoge partes de cuerpo: agentes de policía
expuestos repetidamente a detalles sobre abuso infantil, etc.).
B) Síntomas intrusivos que están asociados con el acontecimiento traumático (iniciados
después de formas: acontecimiento traumático), tal y como indican una (o más) de las
siguientes
1. Recuerdos dolorosos del acontecimiento traumático, espontáneos o con antecedentes
recurrentes, e involuntarios e intrusivos.
2. Sueños recurrentes angustiosos en los que el contenido y/o la emoción del sueño están
relacionados con el acontecimiento.
3. Reacciones disociativas (por ejemplo, flashbacks) en las que el individuo se siente o
actúa como si el acontecimiento traumático estuviese ocurriendo (estas reacciones pueden
ocurrir en un continuo, en el que la expresión más extrema es una pérdida completa de
conciencia del entorno).
4. Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan
o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.
5. Importantes respuestas fisiológicas al recordar el acontecimiento traumático.
Entre otros.
Estudio de caso
1. Contextualización del caso presentado.
A.S. es una chica de 17 años que cursa segundo de bachillerato. Tiene un nivel cultural
medio y es muy inteligente. Es una persona extremadamente madura para su edad porque,
según ella, sus padres siempre han estado trabajando y ella se ha criado con sus abuelas,
tías y primas mayores que ella.
Viene a la consulta “empujada” por su madre, que dice de ella que últimamente está muy
rara, irascible, muy exigente con todo y con todos, (sobretodo con los padres y con su
novio), pero que lo que más le preocupa es que está exigiendo a todos un elevado nivel de
justicia, sinceridad, honradez, perfección, y que las cosas tienen un solo punto de vista y
una única forma de hacerse: la suya.
A.S. explica que hacía unas semanas había sufrido una agresión. Cuenta que durante un
recreo del instituto observó que unas chicas estaban discutiendo, a ella le hacía gracia
porque parecían niñas de cinco años, pero la discusión fue a mayores e intentaron pegar a
una de ellas. A.S. acudió a separarlas a la vez que algún profesor y la cosa no fue a más,
aunque sí recibió amenazas por parte de una de las agresoras por haberse metido en la
pelea. Ella no hizo el menor caso.
Ese mismo día, al terminar las clases a las 2:30 de la tarde, A.S. se marcha a casa andando,
como todos los dias. Cuando estaba ya en su calle, oye que unas chicas empiezan a
insultarla. Ella se vuelve y ve que son las chicas de la pelea del instituto acompañadas por
otras que no conoce, en total unas diez. A.S. acelera el paso y las otras siguen insultando y
empiezan a correr detrás de ella. A la altura de su casa, le dan alcance y la acorralan. A.S.
se pega a la pared y las otras empiezan a insultarla y empujarla, ella no se defiende, baja la
cabeza y se tapa la cara con las manos. Le dan puñetazos en la cara y el cuerpo, empujones,
le tiran del pelo, la tiran al suelo y le dan patadas en la espalda. Por curioso que parezca, a
esa hora no pasa nadie por la calle que la pueda ayudar. De repente puede salir corriendo,
llega a su casa y toca el timbre para que baje su padre. Las chicas salen corriendo y
escapan. El padre la lleva al hospital. Tiene la cara destrozada, una fisura en una costilla y
contusiones por todo el cuerpo, la curan, le dan tranquilizantes y les aconsejan que
denuncien. Del hospital van a la comisaría, ponen la denuncia correspondiente y se van a
casa.
Al día siguiente no quiere ir al instituto y sus padres acceden a que no vaya. Por la tarde su
novio la recoge para que salga un rato de casa y al volver, se encuentra a la madre de una
de las agresoras hablando con sus padres. Esta les pedía que quitaran la denuncia, que su
hija no había hecho nada y que había sido A.S. la que lo había empezado todo y que eran
“cosas de crías” que no había que hacerle caso y que lo que había pasado no tenía
importancia. A.S. sufre un ataque de ira, se pone a llorar, a gritar y la señora se va de casa.
A partir de ahí se derrumba, piensa que sus padres no la van a apoyar y proteger, se enfada
con ellos y empiezan las conductas y los problemas de los que hablaba su madre.
Reconoce que todo esto ha afectado a todos los ámbitos de su vida. Empieza a suspender
todas las asignaturas porque no puede concentrarse y estudiar, deja de salir sola a la calle,
por tanto deja de hacer muchas cosas que antes hacía, no puede dormir, no puede comer en
sitios no seguros, empieza a tratar mal a su hermano y a sus padres, con su novio también
empieza a llevarse mal, él no le da todo el apoyo que ella cree que debía darle, se da cuenta
que todo va mal en su vida. Ella era muy independiente y ahora depende de todos para
moverse y hacer cosas, se siente inútil y considera que así no merece la pena vivir. Es en
este punto cuando llega a la consulta.
2. Descripción clínica del caso - etiología (Criterios DSM-5).
3. Posibles hipótesis.
Miedo y ansiedad: la ansiedad es una reacción natural y habitual ante una situación de
peligro. Para ella el peligro continúa puesto que la visión del mundo y su sensación de
seguridad han cambiado. Tiene a su alrededor un gran número de estímulos que le hacen
sentir una activación constante: está inquieta, temblorosa, se sobresalta fácilmente y no
puede concentrarse ni dormir. Esta excesiva activación hace que necesite más energía de la
habitual, por lo que siempre se encuentra agotada.
La evitación: es la manera más habitual de controlar el dolor relacionado con el trauma.
Evita todo lo relacionado con la agresión para intentar no recordar: situaciones, lugares,
personas, horas. Pero a partir de aquí ha generalizado y ha evitado otras situaciones menos
relacionadas con la agresión, de forma que el círculo cotidiano de su vida se va cerrando
hasta verse incapaz de hacer nada por ella misma. Le explico la trampa de la ansiedad.
Reexperimentación del trauma: tiene flashbacks recurrentes y no puede deshacerse de
ellos. A veces tiene pesadillas tan vívidas que se orina en la cama. Le explico que la
experiencia que ha vivido es tan fuerte y tan diferente de su vida cotidiana que su mente no
puede encajarla dentro de su visión del mundo. Por eso, con el objetivo de comprender lo
que ocurrió, su mente sigue trayendo a su memoria lo acontecido para asimilarlo y asumirlo
mejor y de forma más eficaz.
Aprendizaje: le comento que ha aprendido a reaccionar así, a evitar y a generalizar a través
del Condicionamiento Clásico y del Refuerzo Negativo. A.S. es muy inteligente y cuando
le explico esto empieza a comprender porque está actuando así. Por fin sabe el motivo de la
mayoría de sus conductas, lo que le hace animarse mucho y tener gran motivación hacia la
terapia.
4. Proceso de evaluación (debe incluir los seis pasos presentados en el capítulo 6 del
texto guía).
5. Diagnóstico clínico.
Estrés postraumático

 Miedo y ansiedad
 Evitación
 Reexperimentación del trauma
 Alteraciones negativas en las cogniciones y el estado de animo

6. tratamiento y objetivos de la intervención de acuerdo con los resultados de la


evaluación.
A) En la fase de evaluación ocupo cuatro sesiones. El material empleado es el siguiente:
-Historia personal. Cuestionario biográfico (Pastor y Sevillá, 1990)
-Inventario Penn (P.T.S.D) (Hammarberg, 1990)
-Escala de Trastorno de Ansiedad Generalizada
-Autorregistros A-B-C
También intento averiguar si tiene estímulos indirectos y qué hace con ellos. Esto es
bastante laborioso y complicado porque ella efectúa muchos escapes sutiles ante estos
estímulos y apenas es consciente de que los hace, pero van saliendo poco a poco. De hecho,
hay escapes finísimos que encontramos en sesiones posteriores.
B) Lo más inmediato para A.S. es que pueda dormir y comer mejor. Para ello decido
empezar con la relajación. El objetivo fundamental es que, se vaya a la cama más tranquila
y con menos activación. También queremos que coma más, por tanto, necesitamos que
desaparezca ese nudo que tiene en el estómago que le impide comer con normalidad. Ella
domina muy bien la respiración porque le habían enseñado en el gimnasio y es capaz de
relajarse muy profundamente. Le grabo una cinta con la relajación y le pido que se relaje
dos veces al día. A la siguiente sesión me dice que ya lleva un par de noches que duerme de
un tirón, aunque sigue teniendo pesadillas. También empieza a comer un poco más, en el
instituto todavía no, pero en casa , a veces, ya come las mismas cosas y cantidades que el
resto de la familia. Llegamos hasta la relajación mental a lo largo de las semanas.

Referencias
Ortiz-Tallo, M. (Ed.). (2013). Psicopatología clínica: adaptado al DSM-5. Madrid, ES:
Difusora Larousse - Ediciones Pirámide.
Navarro, A, (2019)Centro de terapia de conducta, Tomado de:
http://www.cetecova.com/estudio-de-caso-sobre-estres-postraumatico/

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