Sinestesia
Sinestesia
Sinestesia
SINESTESIAS.
ESCUCHAR
LOS COLORES, VER
LA MÚSICA
6 Introducción
Confusión de los sentidos
En busca del arte total
Simbolismo, impresionismo y naturaleza
Música, color y misticismo
El color es la tecla
Ritmo sin fin
Precisión y laberinto
20 Miércoles, 9 de noviembre - Primer concierto
Pascal Rogé, piano
Debussy y los impresionistas
32 Miércoles, 16 de noviembre - Segundo concierto
Eduardo Fernández, piano
Scriabin y el color
6
llón para otro), hay quien asocia los intervalos (segunda me-
nor, segunda mayor, tercera menor, tercera mayor) con sabores
(ácido, amargo, salado, dulce) y quien asigna un color determi-
nado a los días de la semana (el martes es amarillo blancuzco,
el jueves morado oscuro). También el que asegura: “Cuando
oigo música, veo pequeños círculos o barras de luz verticales
que se hacen más brillantes, o más blancas, o más plateadas en
las notas más altas, y adquieren un delicioso marrón intenso en
las más bajas”. Y quien, por último, confiesa: “En los concier-
tos, la orquesta me parecía un pintor. Me inundaba de todos los
colores del arco iris. Si el violín hacía un solo, de repente me
llenaba de oro y fuego, con un rojo tan brillante que no recor-
daba haberlo visto en ningún objeto. Cuando era el turno del
oboe, un verde claro me recorría, tan fresco que parecía sentir
el aliento de la noche”.
7
mal, Correspondances (“Les parfums, les couleurs et les sons
se répondent”), oficiará como germen y, enseguida, auténtico
emblema de esa vocación sinestésica que pretende interrela-
cionar y fusionar música, literatura y artes plásticas.
8
sique), Maeterlinck (Quinze chansons), Louÿs (La flûte de Pan,
La joueuse de flûte) o el joven Proust (Chopin, Schumann).
9
tal” –estas son sus palabras– que posibilite al oyente una escu-
cha imaginativa y activa.
10
Música, color y misticismo
11
Si Rimski-Kórsakov, su sinestésico contemporáneo, elaboró
una tabla de equivalencias entre notas y colores (Fa sostenido
es gris verdoso, Re bemol es negruzco, etc.), Scriabin estableció
un sistema de correspondencias entre los dos espectros –so-
noro (total cromático) y luminoso (doce colores)– basado en
la óptica newtoniana y ordenado según el círculo de quintas.
Obsesionado por la transmisión de la luz mediante el sonido
y viceversa, en la creencia de que los antiguos dioses griegos
lanzaban sus mensajes mediante destellos luminosos, Scriabin
concibe para su Prométhée, le poème du feu (1911), poema sin-
fónico para piano, gran orquesta, coro sin palabras y “clavier à
lumières”, un acorde sintético o “acorde místico” formado por
seis notas (Do–Fa sostenido–Si bemol–Mi–La–Re) que em-
pleará a menudo en sus últimas obras, basadas en estructuras
simétricas amparadas en proporciones numéricas (sección áu-
rea y sucesión de Fibonacci).
12
Para Mysterium, último proyecto de Scriabin, que a su tempra-
na muerte quedó solo esbozado en su primera parte (el llama-
do Acte préalable), concibió una obra de proporciones colosa-
les, culminación de las visiones delirantes con que el músico
preparaba la salvación última de la humanidad: una liturgia
cósmica y artística para orquesta, coro, bailarines y proyeccio-
nes luminosas que aunaría percepciones olfativas, táctiles y
gustativas a las auditivas y visuales, donde Scriabin pretendía,
en palabras de su amigo Rieseman, “encajar los fenómenos de
la naturaleza: el susurrar de los árboles, el centellear de las es-
trellas y los colores de la salida y la puesta de sol”. La represen-
tación de Mysterium (un verdadero espectáculo multimedia
avant la lettre) duraría siete días, transcurriría en un templo del
Himalaya y debutaría con repiques de campanas suspendidas
de las nubes. Sus vibraciones mortales destruirían el universo
y una nueva humanidad, de seres más puros y nobles, liberada
de desigualdades y limitaciones corporales, habitaría el mun-
do. Según el músico, “la catedral en la que tendrá lugar no será
una construcción de piedras homogéneas, sino que cambiará
continuamente con la atmósfera y el movimiento. Eso se hará
con la ayuda de brumas y luces, que modificarán los contornos
arquitectónicos”.
El color es la tecla
El blanco suena como un silencio
que de pronto puede comprenderse.
Vasili Kandinski
13
primeros pasos hacia la abstracción mediante improvisaciones
(un término eminentemente musical) cuyo propósito consistía
en crear paisajes sonoro-visuales que permitieran al especta-
dor-oyente percibir el “sonido interno” del color. Para lograrlo,
Kandinski debe crear una pintura que rompa toda relación con
la realidad, que no contenga “significados convencionales”, que
renuncie a lo figurativo.
14
Ritmo sin fin
La novedad del arte vivo y abstracto consiste
en la movilidad de los elementos del cuadro,
que surge del ritmo de las formas de color.
Robert Delaunay
15
monía y en su tonalidad como una obra musical. Y no es ca-
sualidad que el pintor parisiense fuera el predilecto de Olivier
Messiaen, el último gran sinestésico de la música del siglo XX.
En el transcurso de una larga entrevista con el pianista norue-
go Håkon Austbö publicada en 1988 confesaba:
16
Precisión y laberinto
La realidad me es ajena;
mi obra nada tiene que ver con ella.
Maurits Cornelis Escher
17
SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA
18
19
PRIMER CONCIERTO
I
Jardines y praderas
Jardins sous la pluie *
Monet, Vue du bassin aux nymphéas avec saule
Les sons et les parfums tournent dans l'air du soir **
Renoir, Femme avec parasol dans un jardin
Le vent dans la plaine **
Monet, Effet de vent
El viaje al sur
La soirée dans Grenade *
Sorolla, Torre de las Infantas, La Alhambra
La Puerta del Vino **
Rysselberghe, Fuente en el Generalife
Marinas
La cathédrale engloutie **
Monet, La cathédral de Rouen, le portail,
brouillard matinal
Ce qu'a vu le vent d'Ouest **
Monet, Tempête, côtes de Belle-Île
Voiles **
Monet, Les barques
L'isle joyeuse
Cross, Les îles d'or
* Estampas
** 24 Preludios
*** Imágenes
20
1
Miércoles, 9 de noviembre de 2016. 19:30 horas
II
Las estaciones
Brouillards **
Monet, Bras de Seine près de Giverny, brouillard
Les collines d'Anacapri **
Rysselberghe, Baigneuses sous les pins, à Cavalière
Feuilles mortes **
Monet, Effet d'automne à Argenteuil
Des pas sur la neige **
Sisley, La neige à Louveciennes
Escrito en el agua
Reflets dans l'eau ***
Monet, Reflets de nuages sur le bassin aux Nymphéas
Poissons d'or ***
Hassam, Bowl of goldfish
Ondine **
Kupka, L'eau
Nocturnos
Clair de lune, de Suite bergamasque
Vallotton, Clair de lune
Feux d'artifice **
Manigault, The Rocket
21
DEBUSSY Y LOS IMPRESIONISTAS
Claude Debussy
22
cual pintaba el retrato del compositor: “De paso en Auteuil,
aboceté al aire libre un estudio de su cabeza. Llovía, los árbo-
les verdeaban su corteza mate que la lluvia parecía barnizar”.
Aunque no ha de olvidarse la sugerencia del músico a la pianis-
ta Marguerite Long acerca de “un corro de niños en el Jardin
du Luxembourg”. Ricardo Viñes estrenó Estampes, publicadas
por Durand en octubre de 1903, el 9 de enero del año siguiente,
en la Salle Érard, durante un concierto de la Société Nationale.
“Jardins sous la pluie” hubo de ser bisada.
23
del libro I, fue concluido el 11 de diciembre de 1909. Se trata del
más breve –su duración oscila en torno a los dos minutos– de los
veinticuatro preludios escritos por el músico. Marcado “Animé,
aussi légèrement que possible”, está inspirado por unos versos
de Simon‑Charles Favart (“Le vent dans la plaine / suspend son
haleine”) situados como epígrafe del poema de Verlaine C’est
l’extase langoureuse, llevado al pentagrama por Debussy en 1887
como primera de sus seis Ariettes oubliées. El propio compositor
estrenó este preludio, junto con el anterior, el 29 de marzo de 1911.
24
El segundo libro de preludios contiene, al igual que el anterior,
doce breves composiciones fechadas entre los años 1910 y 1912.
Tercero de la serie, “La Puerta del Vino” –así es su título origi-
nal, en español– está inspirado en una postal iluminada remi-
tida por Falla al músico francés que representaba el conocido
monumento de la Alhambra, adornado con relieves en color y
sombreado por grandes árboles, en contraste, según escribirá
años después su remitente, con “un camino inundado de luz
que se ve en perspectiva a través del arco”. Como hiciera años
atrás en “La soirée dans Grenade”, Debussy se sirve de un lán-
guido y persistente ritmo de habanera para expresar, con orna-
mentaciones que evocan el rasgueo de la guitarra, la nostalgia
de los atardeceres andaluces, “con bruscas oposiciones de ex-
trema violencia y apasionada dulzura”, según las indicaciones
de Debussy. En palabras de Falla, “lo que el músico ha querido
evocar en ‘La Puerta del Vino’ es la hora calma y luminosa de
la siesta en Granada”.
25
que agita la fuerza tranquila del Atlántico rompiéndola con ra-
bia. Y, ciertamente, pocas veces la música de Debussy –apoyada
en acotaciones tales como “strident”, “angoissé”, “incisif ”, “fu-
rieux”– alcanzará tal nivel de paroxismo, estrépito y violencia
(falta un año para que Bartók escriba su áspero Allegro barbaro y
dos para la percusiva Toccata de Prokófiev) como en esta pieza,
erizada de dificultades para el intérprete, en la que la furia de
los elementos parece presentarse en estado puro.
26
brevedad, del teclado debussysta. El compositor alemán Dieter
Schnebel habla de “química sonora” al referirse a esta mágica
divagación carente de tema, desarrollo, forma tradicional, con-
trapunto o armonía en el sentido usual. Todo parece confun-
dirse o desvanecerse –las voces principales y secundarias, las
melodías y el acompañamiento– entre las brumas suspendidas
de un impreciso paisaje. Para Luca Chiantore, “se trata de la me-
táfora de un mundo sin proporciones, donde los objetos (en este
caso, los diversos acordes) pierden su relación con el contexto”.
27
pre en las fronteras del silencio. El ritmo, según su autor, debe
tener “el valor sonoro de un fondo de paisaje triste y helado”.
Para Roger Nichols, se trata de “una escena de desolación física
y espiritual, sin ninguna escapatoria posible, como lo simboliza
el cavernoso acorde final”.
28
Acaso inspirado por las ilustraciones de Arthur Rackham pu-
blicadas en 1909 para la Undine de La Motte Fouqué, “Ondine”,
Preludio nº 8 del segundo libro, evoca las piruetas y ondulacio-
nes de la ninfa acuática de la mitología germano-escandinava
–“rutilante, tentadora y desnuda”, según Cortot– por medio de
una escritura fluida y resplandeciente, emparentada con la de
otra famosa “Ondine” pianística solo un par de años mayor –la
que abre el Gaspard de la nuit raveliano, estrenado por Viñes
en 1909– pero no menos seductora en sus luminosos arpegios.
Denominado inicialmente “Promenade sentimentale”, el po-
pularísimo “Clair de lune” pertenece al final de la juventud
pianística de Debussy, pues forma parte de su primera obra
plenamente personal, la Suite bergamasque. Elaborado en 1890
pero inédito hasta 1905, el conjunto consta de cuatro piezas
cuyo título genérico remite al universo poético de Verlaine,
que en la misma época procuró a Debussy la sustancia literaria
para su primer volumen de Fêtes galantes (1891). La refinada
escritura instrumental de las posteriores Estampes e Images se
vislumbra ya en este evanescente “Clair de lune”, tercera pieza
de la suite y primer gran paisaje sonoro nocturno del todavía
joven músico. André Caplet, su gran amigo y discípulo, la or-
questaría en 1922.
El 5 de abril de 1913, Ricardo Viñes presentaba en la Société
Nationale el último de los preludios escritos por Debussy, otra
deslumbrante escena nocturna aunque de todo punto opuesta
al temprano “Clair de lune”. “Feux d'artifice” (Preludio nº 2 del
libro II) representa una despedida convertida en prodigioso
tour de force: una explosión de pirotecnias neolisztianas, de
destellos y chisporroteos multicolores que harán exclamar a
Cortot: “Todo lo que centellea y brilla en la noche, toda la ma-
gia de las luces está en esta música”. Casi al final, un eco breve
y espectral de La Marsellesa sugiere un espectáculo de fuegos
artificiales en la noche del 14 de julio.
29
PASCAL ROGÉ
Scriabin y el color
I
DO: Rojo puro
Preludio Op. 48 nº 2 en Do mayor
Preludio Op. 33 nº 3 en Do mayor
Preludio Op. 35 nº 3 en Do mayor
Preludio Op. 48 nº 4 en Do mayor
SOL: Naranja intenso y ardiente
Preludio Op. 11 nº 22 en Sol menor
Preludio Op. 13 nº 3 en Sol mayor
Preludio Op. 27 nº 1 en Sol menor
Preludio Op. 37 nº 4 en Sol menor
RE: Amarillo soleado
Preludio Op. 11 nº 5 en Re mayor
Preludio Op. 17 nº 1 en Re menor
Preludio Op. 39 nº 2 en Re mayor
Preludio Op. 11 nº 24 en Re menor
LA: Verde hierba
Preludio Op. 11 nº 2 en La menor
Preludio Op. 13 nº 2 en La menor
Preludio Op. 15 nº 1 en La mayor
Preludio Op. 51 nº 2 en La menor
MI: Azul oscuro verdoso
Preludio Op. 11 nº 4 en Mi menor
Preludio Op. 11 nº 9 en Mi mayor
Preludio Op. 13 nº 4 en Mi menor
Preludio Op. 33 nº 1 en Mi mayor
SI: Azul oscuro zafiro
Preludio Op. 11 nº 6 en Si menor
Preludio Op. 27 nº 2 en Si mayor
Preludio Op. 13 nº 6 en Si menor
Preludio Op. 2 nº 2 en Si mayor
32
2
Miércoles, 15 de noviembre de 2016. 19:30 horas
II
FA sostenido: Azul purpúreo
Preludio Op. 16 nº 5 en Fa sostenido mayor
Preludio Op. 37 nº 2 en Sol bemol mayor
Preludio Op. 37 nº 1 en Fa sostenido mayor
Preludio Op. 48 nº 1 en Fa sostenido mayor
DO sostenido y RE bemol: Violeta puro
Preludio Op. 11 nº 10 en Do sostenido menor
Preludio Op. 11 nº 15 en Re bemol mayor
Preludio Op. 17 nº 3 en Re bemol mayor
Preludio Op. 48 nº 3 en Re bemol mayor
SOL sostenido y LA bemol: Lirio rojizo
Preludio Op. 11 nº 12 en Sol sostenido menor
Preludio Op. 11 nº 17 en La bemol mayor
Preludio Op. 16 nº 2 en Sol sostenido menor
Preludio Op. 22 nº 1 en Sol sostenido menor
MI bemol: Azul acero
Preludio Op. 11 nº 14 en Mi bemol menor
Preludio Op. 16 nº 4 en Mi bemol menor
Preludio Op. 31 nº 3 en Mi bemol menor
Preludio Op. 45 nº 3 en Mi bemol mayor
SI bemol: Gris plomo
Preludio Op. 11 nº 16 en Si bemol menor
Preludio Op. 11 nº 21 en Si bemol mayor
Preludio Op. 17 nº 4 en Si bemol menor
Preludio Op. 37 nº 1 en Si bemol menor
FA: Rojo oscuro
Preludio Op. 11 nº 18 en Fa menor
Preludio Op. 11 nº 23 en Fa mayor
Preludio Op. 49 nº 2 en Fa mayor
Preludio Op. 17 nº 5 en Fa menor
33
Scriabin y el color
Aleksandr Scriabin
34
Fechado en 1889, el “Preludio nº 2 en Si mayor” es el primero
de sus preludios publicados (por Jurgenson en 1892) y consti-
tuye la pieza central de las Troix morceaux Op. 2. La impronta
chopiniana es notoria en esta página etérea que abre el motivo
evocador de una llamada de trompa similar a la que inaugurará
el Concierto para piano Op. 20.
35
una elegancia distante (el brevísimo y grácil nº 17, en La bemol
mayor). Otras veces acoge, incluso, intenciones descriptivas,
como en el nº 14 en Mi bemol menor, que ilustra con ímpetu el
burbujeante curso de un torrente de montaña en Bastei.
36
Entre los Seis preludios Op. 13, fechados en 1895, se suceden di-
versos caracteres: la solemnidad del coral del nº 1 en Do ma-
yor, la emoción y el lirismo contenidos del nº 3 en Sol mayor,
la atmósfera improvisatoria del nº 4 en Mi menor, la dulzura
del nº 5 en Re mayor (vecina al sexto de los Doce estudios Op.
8) y el tono urgente y apasionado, pese a su difuminada con-
clusión, del ardiente nº 6 en Si menor que cierra la serie. En el
conjunto de los Cinco preludios Op. 15 (1895-1896) sobresale la
introversión del ornamentado nº 1 en La mayor, que se advierte
aún más doliente y resignada en el chopiniano nº 5 en Do sos-
tenido menor.
37
¡1903 es un año crucial en la vida y la carrera de Scriabin, marca-
do por el encuentro con su nuevo amor, Tatiana de Schloezer, y
por su dimisión como profesor en el Conservatorio de Moscú.
Es también el año en que, junto a obras como el Poème satani-
que Op. 36 o los Ocho estudios Op. 42, nacen otros diecinueve
preludios, distribuidos en cinco colecciones publicadas todas
ellas en 1904 por Belaiev. Los aforísticos Cuatro preludios Op.
31 encierran rasgos de experimentación armónica (nº 3 en Mi
bemol menor) y acentos de intensa hondura dramática (nº 4
en Do mayor). Aún más breves son los Cuatro preludios Op. 33,
de los que el nº 1 en Mi mayor solo ocupa 20 compases: una
especie de tachón sobre el papel, de exigua sustancia temática.
Los Cuatro preludios Op. 37 oscilan entre el contemplativo so-
liloquio del nº 1 en Si bemol menor y las sonoridades masivas
del robusto nº 2 en Fa sostenido mayor, en cuyo sexto acorde,
según Gottfried Eberle, se escucha por vez primera el “acorde
místico”, desvelado plenamente cuatro años más tarde en la
Sonata nº 5, obra muy ligada al Poème de l'extase para gran or-
questa. La pentalogía de 1903 –en la que deben incluirse, junto
a las series citadas, los Tres preludios Op. 35– se cierra con los
Cuatro preludios Op. 39: al minúsculo nº 1 en Fa sostenido ma-
yor, henchido de cierto arrebato evocador de Chopin, siguen
los cambios de humor del nº 2 en Re mayor, de reminiscencias
wagnerianas.
38
Eduardo Fernández
39
TERCER CONCIERTO
I
El arte de la Alhambra
Estudios para piano
Cordes à vide, libro 1 nº 2
Bocetos realizados en la Alhambra
Fanfares, libro 1 nº 4
Ornamento I
Der Zauberlehrling, libro 2 nº 4
Ornamento II
Perspectivas imposibles - Ilusiones ópticas
Estudios para piano
Touches bloquées, libro 1 nº 3
Desarrollo I - Cubo con cintas mágicas -
División espacial cúbica
Arc-en-ciel, libro 1 nº 5
Otro mundo-Mariposas
Espejos mágicos - Universos simultáneos
Estudios para piano
Désordre, libro 1 nº 1
Contraste (orden y caos) - Gravedad - Ciclo-
Platelmintos - Reptiles
En suspens, libro 2 nº 11
Cinta de unión
Fém, libro 2 nº 8
Límite circular IV (ángel y demonio)
Autumne à Varsovie, libro 1 nº 6
Ojo - Predestinación - Tres mundos
40
3
Miércoles, 23 de noviembre de 2016. 19:30 horas
II
Metamorfosis
Musica ricercata
Sostenuto
Mesto, rigido e cerimoniale
Allegro con spirito
Tempo di Valse
Rubato. Lamentoso
Allegro molto capriccioso
Cantabile, molto legato
Vivace. Energico
Adagio. Mesto
Vivace. Capriccioso
Andante misurato e tranquillo
Metamorfosis
Universos infinitos
Estudios para piano
Galamb borong, libro 2 nº 7
Metamorfosis
L'escalier du diable, libro 2 nº 13
Serpientes - Límite circular I - Límite circular II -
Límite cuadrado - Balcón
41
Ligeti en el laberinto de Escher
42
gunda, cuatro en la tercera y así hasta llegar a doce en la undé-
cima y última. Algo muy similar a lo que, en el terreno literario,
comenzaban a practicar por entonces los miembros del grupo
experimental OuLiPo (Queneau, Roubaud, Perec y compañía).
43
La dedicatoria inicial de su título, “(Béla Bartók in memoriam)
Adagio. Mesto-Allegro maestoso”, anuncia el perfil doliente y
apesadumbrado de su motivo melódico, salpicado por obstina-
dos repiques de campanas.
44
Conlon Nancarrow; de un determinado tipo de fraseo jazzís-
tico (inspirado en figuras como Thelonius Monk o Bill Evans)
a las aportaciones de las músicas populares extraeuropeas (el
gamelán balinés, etnias diversas del África subsahariana); de
las connotaciones científicas (la geometría fractal, la teoría del
caos) a las alusiones plásticas (los bodegones de Cézanne, las
depuradas esculturas de Brancusi, las perspectivas fantásti-
cas de Escher). No en vano Ligeti ha declarado: “Mis compo-
siciones escapan con mucho a toda categorización: no son ni
de vanguardia ni tradicionales, ni tonales ni atonales. Y cier-
tamente tampoco posmodernas, pues la teatralización irónica
del pasado me resulta del todo ajena”.
45
en su última obra para dos pianos– En blanc et noir. Al respec-
to de la pulsación rítmica africana y de la simultaneidad entre
simetrías y asimetrías, Ligeti señala:
46
tudio, Arc-en-ciel (“Andante molto rubato, con eleganza, with
swing”), pero ante todo sus delicadas manchas de color y sus
líneas etéreas invocan el recuerdo de Debussy y Messiaen. La
referencia al swing subraya la alusión al arte de Bill Evans, gran
admirador de Debussy. “Es casi una pieza de jazz”, afirmaba
Ligeti de este estudio dedicado a Louise Sibourd que Volker
Banfield estrenó en el mismo concierto que el precedente.
47
mismo año en Estrasburgo por su dedicatario Pierre‑Laurent
Aimard. El título alemán evita cualquiera asociación direc-
ta con el popular poema sinfónico de Dukas en este estudio
alucinado y trepidante de notas repetidas a gran velocidad,
verdadero tour de force para el intérprete. “En suspens” es el
nombre del undécimo estudio, fechado en 1994 y dedicado por
Ligeti a su amigo, paisano y tocayo: el gran compositor György
Kurtág. Un “Andante con moto, avec l'élégance du swing” que
representa un mágico instante de reposo con ecos del Clair de
lune de Debussy en sus compases iniciales. La primera inter-
pretación de “En suspens” corrió a cargo de Pierre‑Laurent
Aimard el 7 de noviembre de 1994 en París. El estudio nº 13,
“L’escalier du diable” (“Presto legato ma leggiero”), es tam-
bién el más extenso del segundo libro y otra de las contadas
obras ligetianas basadas en una peripecia biográfica. En esta
ocasión, una desafortunada estancia en Santa Mónica en fe-
brero de 1993. Las inclemencias meteorológicas –tormentas e
inundaciones impidieron a Ligeti salir de su alojamiento du-
rante tres días– convirtieron “el paraíso de la isla en una pieza
absolutamente negra”. Volker Banfield, su dedicatario, estrenó
este preludio –cuya fuerza demoledora parece sugerir la idea
de una ascensión perpetua– el 23 mayo 1993 en Schwetzingen.
No es improbable que Alfred Brendel pensara en él cuando
afirmó: “Necesitas tres o cinco manos para tocar a Ligeti. Pero
merece la pena”.
48
Imri talgam
49
CUARTO CONCIERTO
Messiaen sinestésico
I
Preludios para piano
La colombe
(naranja bañado de violeta)
Chant d’extase dans un paysage triste
(gris, malva y azul prusia)
Le nombre léger
(naranja bañado de violeta)
Instants défunts
(gris suave con reflejos de malva y verde)
Les sons impalpables du rêve
(azul, naranja y violeta púrpura)
Cloches d’angoisse et larmes d’adieu
(luz de vidrieras, naranja, púrpura, y violeta)
Plainte, calme
(gris suave con reflejos de malva y verde)
Un reflet dans le vent
(venas de naranja y verde con manchas negras)
50
4
Miércoles, 30 de noviembre de 2016. 19:30 horas
II
Vingt regards sur l’Enfant-Jésus
2. Regard de l’Étoile
4. Regard de la Vierge
16. Regard des prophètes, des bergers et des Mages
5. Regard du Fils sur le Fils
8. Regard des hauteurs
11. Première communion de la Vierge
13. Noël
15. Le baiser de l’Enfant-Jésus
10. Regard de l’Esprit de joie
51
Messiaen sinestésico
52
Shalott (1917) y La tristesse d'un grand ciel blanc (1925)–, con
sus Huit préludes. Compuesto entre 1928 y 1929, este conjunto
de preludios podría parecer aún embrionario si se compara su
escucha con la de las grandes obras maestras que albergará su
catálogo pianístico en las tres décadas siguientes: en particu-
lar, Visions de l'Amen (1943), Vingt regards sur l'Enfant‑Jésus
(1944), Cantéyodjâya (1949), Quatre études de rythme (1949-
1950) y Catalogue d'oiseaux (1956‑1958). Sin embargo, y pese
a su condición de obra primeriza, los Huit préludes sintetizan
a la perfección la ineludible deuda con las piezas homónimas
de Debussy, evidente incluso en las resonancias poéticas de
sus nombres, próximos igualmente al simbolismo de ciertos
títulos de Paul Klee, y el nacimiento de una orientación esti-
lística muy personal. Si consideramos que Messiaen compone
los preludios cuando aún no ha terminado su formación acadé-
mica en el Conservatorio de París, antes de su nombramiento
como organista titular de la iglesia de la Sainte‑Trinité y de la
fundación, en 1936 ( junto con André Jolivet, Yves Baudrier y
Daniel‑Lesur), del grupo Jeune France, la justa reivindicación
de estas piezas admirables cobra mayor sentido.
53
del ataque, con yuxtaposiciones de motivos muy recortados,
a la manera de Scriabin, y un recuerdo a las ondulaciones de
los “Poissons d'or” debussystas. Los silencios de “Brouillards”,
otro preludio de Debussy, son evocados por Messiaen en
“Instants défunts”, marcado “Lent, ému, d'une sonorité douce
et lointaine”, y para el que imagina un color gris aterciopelado
con reflejos malvas y verdes. La sección conclusiva presenta ya
el sello de un músico inconfundible en su deseo de expresar la
eternidad.
54
dico, envuelto de arpegios sinuosos, es azul naranja para la pri-
mera presentación, verde naranja para la segunda presentación.
55
motivos particulares asignados a cada una de las veinte piezas:
el tema de Dios (presente en los números 1, 5 y 10, relativos a la
Trinidad, y en los números 6, 11, 15 y 20), el tema del amor místi-
co (números 6, 19 y 20), el tema de la estrella y la cruz (números
2 y 7) y el tema de acordes que, según Messiaen,
56
Messiaen introduce en la segunda mirada, “Regard de l’Étoile”
(“Modéré”), de rítmica austera marcada por la métrica griega
y los neumas del canto llano. No es improbable que su atmós-
fera misteriosa –“la estrella luce ingenuamente, coronada por
una cruz”, según el autor– influyera en la escritura de la segun-
da pieza de la Musica ricercata de Ligeti, pocos años después.
Con su cuarta mirada, “Regard de la Vierge” (“Bien modéré”),
Messiaen desea expresar, con ingenuidad y ternura, “la pureza
en música” pues la mirada de la Virgen es la de “la mujer de
la Pureza, la mujer del Magnificat”. Si no resulta difícil imagi-
nar en el dulce balanceo inicial a la Virgen acunando al Niño,
el alegre piar de los pájaros se escucha con fuerza en la sección
central y la conclusión. En la contundente y ceñida decimosex-
ta mirada, “Regard des prophètes, des bergers et des Mages”
(“Modéré”), el músico aporta la dosis de exotismo necesaria
mediante redobles de tam-tams y una melodía chillona con
sonoridades de oboe árabe. Los valores progresivamente ace-
lerados en diminuendo de la introducción contrastan con otros
progresivamente ralentizados en crescendo de la coda.
57
donde la Virgen está arrodillada, recogida en sí misma, de no-
che. […] Con los ojos cerrados, adora el fruto oculto en ella. Esto
transcurre entre la Anunciación y la Natividad: es la primera y
la más grande de todas las comuniones”. El tema de Dios, en su
segunda gran variación, se adorna con rápidas guirnaldas que
evocan estalactitas y con otras más lentas. Un breve recuerdo
de La Vierge et l'Enfant, primer movimiento del gran ciclo or-
ganístico La Nativité du Seigneur (1935), anuncia la jubilosa ex-
plosión del Magnificat central. Más adelante, unas reiteradas
pulsaciones graves simbolizan los latidos del corazón del Niño
en el seno de su madre antes de que el tema de Dios se des-
vanezca en una lenta coda. En la decimotercera mirada, Noël
(“Très vif-Joyeux”), Messiaen reclama al pianista una inusitada
capacidad para imitar, mediante diferentes ataques, los timbres
de otros instrumentos: campanas y tam-tam, xilófono y marim-
ba, clarinetes y flautas. Las campanas de Navidad repican en el
exaltado carillón de la primera sección, donde Messiaen inte-
gra el tema de acordes, concentrado y luego fraccionado, y el
58
ritmo hindú miçra varna (que en sánscrito quiere decir “mez-
cla de colores”). La sección central evoca a la Sagrada Familia y
la Adoración del Niño en el pesebre con sucesivas coloraciones
anaranjadas, doradas, grises y malvas.
59
hermana Teresita”. Opuesta por completo a la mirada anterior,
la décima, “Regard de l’Esprit de joie” (“Presque vif”), es una
danza frenética que combina ritmos orientales y canto llano en
un clima palpitante de irresistible y contagiosa vitalidad pues,
en palabras del músico, “Dios es feliz y Cristo poseía esa misma
alegría, ese arrebato, esa ebriedad espiritual”.
61
El autor de la introducción y notas al programa, Juan Manuel
viana, estudió Arquitectura en la Universidad Politécnica de
Madrid. Ha publicado numerosos artículos de temática mu-
sical en revistas especializadas, periódicos, enciclopedias
(Planeta), colecciones discográficas (El País, Le Monde), mo-
nografías y programas de mano (entre ellos el libro-programa
Integral de la música de cámara de Johannes Brahms, Liceo de
Cámara, 2001-2002) para diversas orquestas, festivales y ciclos
de conciertos. Asimismo ha pronunciado conferencias y tradu-
cido libretos de ópera (de Rameau a Poulenc).
63
La Fundación Juan March es una institución
familiar, patrimonial y operativa creada en 1955 por
el financiero Juan March Ordinas con el propósito
de promover la cultura humanística y científica
en España. Su historia y su modelo institucional,
garantía de la autonomía de su funcionamiento,
contribuyen a concretar su misión en un plan
definido de actividades, que atienden en cada
momento a las cambiantes necesidades sociales
y que en la actualidad se organizan mediante
programas propios desarrollados en sus tres sedes,
diseñados a largo plazo, de acceso siempre gratuito
y sin otro compromiso que la calidad de la oferta
cultural y el beneficio de la comunidad a la que sirve.
AULA DE (RE)ESTRENOS 98
Compositores Sub-35 (V)
Notas al programa de Nacho de Paz
7 de diciembre Obras de R. García-Tomás; T. Virgós*; Í. Giner**;
O. Escudero* y Raf Mur Ros*.
por Ensemble DRAMA!, violonchelo y piano
* Estreno absoluto
**Estreno en España
9, 11, 14 y 15 de enero