Función Semiótica o Simbólica Piaget V
Función Semiótica o Simbólica Piaget V
Función Semiótica o Simbólica Piaget V
Al terminar el período sensoriomotor (año y medio o 2 años) aparece una función fundamental
para la evolución de las conductas posteriores. El niño a partir de allí puede REPRESENTAR algo
(un significado cualquiera: objeto, acontecimiento, esquema conceptual, etc.) por medio de un
significante diferenciado, que solo sirve para esa representación: lenguaje, imagen mental, gesto
simbólico, etc.
Se denomina SIMBÓLICA a esa FUNCIÓN GENERADORA DE LA REPRESENTACIÓN. Pero como los
lingüistas distinguen los “símbolos” y los “signos”, es mejor emplear con ellos la expresión de
FUNCIÓN SEMIÓTICA.
1- Imitación diferida: Es la que se inicia en ausencia del modelo. En una conducta de imitación
senso-motora, el niño comienza por imitar en presencia del modelo (Ej.: Un movimiento de la
mano), después puede continuar en ausencia de ese modelo.
2- Juego simbólico o juego de ficción: Es desconocido en el nivel senso-motor. Ej.: Una niña
inventa su primer juego simbólico aparentando dormir, sentada y sonriendo, pero cerrando los
ojos, haciendo un pico de la sabana que simula el de su almohada, es lo que habitualmente hace
mientras duerme, hace dormir a un oso de peluche etc. La representación es neta y el significante
diferenciado es un gesto imitador (como en el primer caso), pero está acompañado de objetos que
se han hecho simbólicos.
El lenguaje:
En el niño normal, el lenguaje aparece aproximadamente al mismo tiempo que las otras formas
del pensamiento semiótico.
Comienza tras una fase de balbuceo espontáneo (comunes a los niños de todas las culturas, de los
6 a 18 meses) y una fase de diferenciación de fonemas por imitación (desde los 11 a 12 meses),
por un estadio que se sitúa al término del periodo senso-motor y se denomina “palabras-Frases”.
Esas palabras únicas pueden expresar deseos, emociones o comprobaciones.
Desde el fin del segundo año se señalan frases de 2 palabras, luego pequeñas frases completas sin
conjugaciones ni declinaciones, y después una adquisición progresiva de estructuras gramaticales.
La adquisición de las reglas sintácticas no se reduce a una imitación pasiva, sino que se debe a una
asimilación generalizadora y a ciertas construcciones originales.
Por otra parte si se comparan las conductas verbales con las senso-motoras, se observan grandes
diferencias en favor de las primeras, mientras que las segundas se ven obligadas a seguir los
acontecimientos sin poder sobrepasar la velocidad de la acción, las primeras, gracias al relato y a
las evocaciones de todo género, pueden introducir relaciones con una rapidez mucho más
superior.
Estos progresos de pensamiento representativo con respecto al esquema sensoriomotor se
deben a la función semiótica: es ella la que desliga el pensamiento de la acción y la que crea la
representación.
La función semiótica presenta una unidad notable. Se trate de imitaciones diferidas, de juegos
simbólicos, de dibujo, de imágenes mentales y de recuerdos-imágenes o de lenguaje. Consiste
siempre en permitir la evocación representativa de objetos o acontecimientos no percibidos
actualmente.