Caso Practico Richard Jaimes

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

ESCUELA DE DERECHO

SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

Caso Práctico

Terminación de la relación laboral

ALUMNO

RICHARD RAFAEL JAIMES GARCÍA

C.I.19.028.495

SAN JOAQUÍN DE TURMERO, MARZO DE 2021


1. NARRACION DE LOS HECHOS:

El Sr. José Henriques, venezolano, mayor de edad, de estado civil soltero,


titular de la Cédula de Identidad N° 23.367.567, domiciliado en la Urbanización
La Barraca. Calle 12. Edificio 1.Piso 4, Apartamento N°13, trabaja como cajero
en la empresa Bonny cosmetics, C.A. especializada en la venta cosméticos y
víveres, desde hace dos años. En cuanto a las especificaciones de su contrato
se encuentran: El tiempo del contrato es indeterminado, y comenzó sus
efectos a partir de la fecha en la que se firmó el contrato. Los servicios serán
presentado ante la sucursal ubicada en el Bulevar Pérez Almarza, N° 2103,
Maracay. Edo. Aragua, en el siguiente horario: de 7:00 AM a 12:30 PM. Y
Descansará los días sábado y Domingo. LA EMPRESA le paga a través de
trasferencia bancaria, en moneda de curso legal, la cantidad de 90.000.000
BOLÍVARES.

El Sr. José tenía por costumbre tomar dinero de la caja para salir a
desayunar, pequeños importes que a veces no devolvía y que justificaba como
diferencias de arqueo que resignadamente eran aceptadas por el propietario
del negocio. Como estas conductas se repetían, el empleado fue sometido a
un discreto control hasta que se descubrió su forma de proceder y, por tanto,
el origen de las pequeñas faltas de dinero.

Una vez reunidas las pruebas suficientes, José fue despedido al amparo
del artículo 79 de la LOTTT, siendo como causa justificada del despido la falta
de probidad o conducta inmoral en el trabajo. Siendo esto un supuesto de
apropiación indebida, y constituye un claro abuso de confianza en la relación
laboral que, con independencia del importe sustraído, justifica el despido
disciplinario. Así mismo en la Cláusula sexta del contrato se estipulo: “EL
CONTRATADO se obliga a resguardar la mercancía ubicada en LA EMPRESA
donde labora, como un buen padre de familia, por lo que EL CONTRATADO
se obliga a evitar su deterioro, extravío, pérdida o hurto”

La persona encargada de representar a la empresa es el Lcdo. Richard


Jaimes, abogado la organización. Venezolano, mayor de edad, de estado civil
Casado, titular de la cédula de identidad No. 12.793.450, domiciliado en
Maracay, Estado Aragua.

2. FUNDAMENTO JURIDICO DE LA CAUSAL DESPIDO:

El literal “a” del artículo 79 de la LOTTT consagra la falta de probidad y la


conducta inmoral como hechos del trabajador que configuran causal de
despido justificado. El citado artículo establece que: “Serán causas justificadas
de despido los siguientes hechos del trabajador: a) Falta de probidad o
conducta inmoral en el trabajo”. En este caso se observa que la causa
específica para el despido del empleado fue por hurto, siendo esto quien con
ánimo de lucro y contra la voluntad de su dueño legítimo, sustraiga bienes
ajenos siempre que no medie fuerza en las cosas ni intimidación en las
personas.

En lo que respecta a la mala fe, la misma se puede entender como la


“intención perversa, deslealtad, alevosía, conciencia antijurídica al obrar”
(Cabanellas, 2005). El termino dolo proveniente del latín “dolus”, es utilizado
también como sinónimo de mala fe, señalando a la voluntad maliciosa de
engañar a alguien o de incumplir una obligación contraída (RAE, 2010). El dolo
implica entonces una intencionalidad de causar daño o voluntad de causar
daño (Baudrit, 1991). Sin embargo, la intención de incumplir el contrato de
trabajo y la voluntad de causar daño con ese incumplimiento resulta difícil de
probar, ya que la buena fe se presume y la mala hay que probarla. En tal caso
sólo cabe demostrar la mala fe con conductas concretas cuya manifestación
haga presumir una intención dañosa por parte de su autor. Por tal razón, se
observa que la empresa rige por el principio de buena fe, donde no se acusó
ni tomo cargos contra el sujeto hasta no haber hecho la respectiva
investigación y recopilación de todas las pruebas posibles, siendo estas desde
el respaldo por escrito de toda transacción y toda autorización que ocurra, de
manera tal que sea posible rastrear quién hizo el gasto y si contaba con
autorización, hasta la revisión de cámaras de seguridad y testimonios.

Así mismo, en las cláusulas establecidas en el contrato de trabajo se


recalcaba las obligaciones que el trabajador aceptaba contraer con la empresa
en donde se especificaba tanto en Cláusula sexta del contrato: “se obliga a
resguardar la mercancía ubicada en LA EMPRESA donde labora…EL
CONTRATADO se obliga a evitar su deterioro, extravío, pérdida o hurto” como
en la cláusula octava: “Para todo aquello que no se encuentre especialmente
previsto o acordado por las partes en el presente contrato, rigen las
disposiciones de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de
la Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores y demás
leyes orgánicas o especiales.”

3. POSTURA DEL ABOGADO DEL TRABAJADOR:

La carga de la prueba de la falta de probidad o conducta inmoral por parte


del trabajador recae sobre el patrono que la alega, el cual debe demostrar de
manera indubitable, dada la gravedad de aplicar la sanción máxima que
implica la pérdida del empleo, que el trabajador ya sea a través de la palabra
o un hecho, ha faltado efectivamente a la honradez o rectitud en el trabajo,
tanto en su elemento material como humano, vulnerando así la moralidad que
se requiere para el desarrollo armónico de la actividad productiva.

Con respecto a lo antes dicho sobre el hurto, ocurre cuando en contra de


la voluntad del dueño legítimo, se sustraen bienes ajenos, de tal forma no se
está produciendo el hurto, si se tiene el consentimiento del propietario de la
cosa, por ejemplo, no podemos decir que haya hurtado cuando se dice que
estas diferencias de arqueo que tomaba el Sr. José eran aceptadas por el
propietario del negocio. Así mismo, las pruebas presentas en contra del
Ciudadano José Henriques, pueden ser refutadas la credibilidad de las mismas
debido a que en las grabaciones de las cámaras se vería a José tomar el
dinero, mas esto no es prueba suficiente para el hurto ya que como se
mencionó con anterioridad el propietario del negocio era consciente y
aceptaba la justificación de José para la toma del dinero. Así mismo puede
observarse en dichas grabaciones, las veces que José devolvió el dinero
prestado.
Referencias Bibliográficas

Baudrit Carrillo, Diego (1991). Incumplimiento contractual: dolo y la culpa.


Revista Ivstitia Nro. 51 pág. 4-5, marzo 1991. San José Costa Rica.

Cabanellas, Guillermo (2005). Diccionario Jurídico Elemental. Editorial


Heliasta S.R.L. Buenos Aires Argentina.

Carballo, C. (2013) Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las


Trabajadoras y su Reglamento Parcial sobre el Tiempo de Trabajo. Editorial
Jurídica Venezolana, Caracas.

Código Civil (1982) Gaceta Nº 2.990 Extraordinaria. Caracas, Venezuela

Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (2012): Gaceta
Oficial Extraordinaria de la República Bolivariana de Venezuela. Nº 6076,
Mayo, 7, 2012. Caracas, Venezuela.

Real Academia de la Lengua Española (2009). Disponible: www.rae.es,


consultado: 23/03/2021

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