Unidad 1 Derechos Humanos
Unidad 1 Derechos Humanos
Unidad 1 Derechos Humanos
Derechos Humanos.
CARACTERISTICA.
PRINCIPIOS:
Principio de Universalidad, señala que los derechos humanos
corresponden a todas las personas por igual.
Principio de Interdependencia: consiste en que cada uno de los derechos
humanos se encuentran ligados unos a otros, de tal manera que el reconocimiento
de uno de ellos , así como su ejercicio, implica necesariamente que se respeten y
protejan múltiples derechos que se encuentran vinculados.
Principio de Indivisibilidad: Se habla de indivisibilidad de los derechos
humanos en función a que poseen un carácter indivisible pues todos ellos son
inherentes al ser humano y derivan de su dignidad.
Lo anterior quiere decir que disfrute de los derechos humanos sólo es posible
en conjunto y no de manera aislada ya que todos se encuentran estrechamente
unidos.
Principio de Progresividad: Constituye una obligación del Estado para
asegurar el progreso en el desarrollo constructivo de los derechos humanos, al
mismo tiempo, implica una prohibición para el Estado respecto a cualquier
retroceso de los derechos.
El Estado debe proveer las condiciones más óptimas de disfrute de los
derechos y no disminuir ese nivel logrado.
El poder público debe hacer todo lo necesario para que sean superadas la
desigualdad, la pobreza y la discriminación.
La promoción, respeto, protección y garantía de los Derechos Humanos
tiene la función de:
Clasificación de los derechos humanos.
Los Derechos Humanos han sido clasificados atendiendo a diversos criterios,
así podemos encontrar clasificaciones que atienden a su naturaleza, al origen,
contenido y por la materia a la que se refieren. Con un propósito pedagógico han
sido clasificados en tres generaciones, esto en función al momento histórico en
que surgieron o del reconocimiento que han tenido por parte de los Estados. Es
conveniente indicar que el agrupamiento de los derechos humanos en
generaciones no significa que algunos tengan mayor o menor importancia sobre
otros pues todos ellos encuentran en la dignidad humana el principio y fin a
alcanzar. Así entonces en la primera generación fueron agrupados los derechos
civiles y políticos, en la segunda generación los derechos económicos, sociales y
culturales y en la tercera generación se agruparon los que corresponden a grupos
de personas o colectividades que comparten intereses comunes.
Actualmente es mayormente aceptado clasificar los derechos humanos
únicamente en civiles, económicos, sociales, culturales y ambientales.
Es importante decir que dentro del conjunto de derechos humanos no existen
niveles ni jerarquías pues todos tienen igual relevancia, por lo que el Estado se
encuentra obligado a tratarlos en forma global y de manera justa y equitativa, en
pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso.
Derechos Naturales.
Garantías Individuales.
Garantía, es el medio o instrumento que implica certeza, seguridad o la tenencia o
disfrute de algo.
Asegurar el cumplimiento o acuerdo de un compromiso. Acción y efecto de
afianzar lo estipulado.
Derechos Fundamentales.
El concepto de derechos fundamentales o derechos constitucionales se reserva
generalmente a los derechos de al persona, que se encuentran reconocidos en el
ordenamiento jurídico de un estado en la Carta Fundamental, aunque autores
como Peces-Barba asumen que la expresión “derechos fundamentales” compone
tanto presupuestos éticos como los componentes jurídicos. Por regla general se
entiende por derechos fundamentales, Hernández Valle “conjunto de derechos y
libertades jurídicas e institucionalmente reconocidos y garantizados por el derecho
positivo”.
Garantías Constitucionales.
El concepto de garantía nos da una connotación de seguridad y protección a favor
del gobernado dentro de un Estado de Derecho, así se refiere Ignacio Burgoa,
señalando que la actividad del gobierno está sometida a normas preestablecidas
que tienen como base la sustentación el orden constitucional, son garantías
jurídicas en beneficio de los gobernados.
Ignacio Burgoa “son en concreto medios jurídicos de protección, defensa o
salvaguarda de los derechos del hombre en primer término, por lo que estos
derechos son jurídicamente reguardados y tutelados por la constitución y el
sistema jurídico mexicano”.
RESEÑA HISTÓRICA.
La vigencia de los derechos humanos es desarrollada en el siglo XIX a raíz de las
revoluciones francesas y americana. Durante el siglo XX, los países a través de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados
Americanos (OEA), generan un conjunto de tratados y pactos internacionales que
sirven de eje para la consagración jurídica internacional de los derechos humanos,
cuya normativa central en esta materia es la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. (origen)
1- Los delitos son creación del estado, puesto que están tipificados en las
leyes, y los derechos humanos son atribuciones inherentes a la persona.
2- los delitos son atribuibles a particulares, los derechos humanos son
universales.
3- Los delitos determinan culpabilidad, los derechos humanos establecen
responsabilidad.
4- los delitos son imputables a particulares, la violación de los derechos
humanos son imputables al estado.
5- La acción penal en contra de los delitos prescriben y la acción en contra de
una violación de derechos humanos no prescribe. 6- Los que cometen
delitos son jugados por los tribunales ordinarios nacionales, y la violación
de los derechos humanos pueden ser juzgados por tribunales
internacionales.
Instituto de Filosofía del Derecho Dr. J.M. Delgado Ocando Universidad del Zulia.
Maracaibo, Venezuela. lrincone@gmail.com
1. Introducción
El presente trabajo se circunscribe al análisis de la Sentencia No. 1265 de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia del 5 de agosto de 2008 (Expediente
05-1853), a la luz de los tratados internacionales sobre derechos humanos,
fundamentalmente la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San
José del 22 de noviembre de 1969, así como de la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, órgano encargado de la interpretación y
aplicación de la Convención. En dicha Sentencia, la Sala Constitucional declaró la
constitucionalidad del Artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la
República y del Sistema Nacional de Control Fiscal, en el marco del recurso de nulidad
por razones de inconstitucionalidad interpuesto por la ciudadana Ziomara del
Socorro Lucena Guédez.
2. Análisis de la Sentencia
La Corte debe enfatizar, sin embargo, que los tratados modernos sobre derechos
humanos, en general, y, en particular, la Convención Americana, no son tratados
multilaterales de tipo tradicional, concluidos en función de un intercambio recíproco de
derechos, para el beneficio mutuo de los Estados contratantes. Su objeto y fin son la
protección de los derechos fundamentales de los seres humanos, independientemente
de su nacionalidad, tanto frente a su propio Estado como frente a los otros Estados
contratantes. Al aprobar estos tratados sobre derechos humanos, los Estados se
someten a un orden legal dentro del cual ellos, por el bien común, asumen varias
obligaciones, no en relación con otros Estados, sino hacia los individuos bajo su
jurisdicción (subrayado nuestro).
Sin embargo, la Sala Constitucional en la Sentencia 1265 sostiene que de existir una
antinomia entre el artículo 23.2 de la Convención Americana sobre DDHH y la
Constitución venezolana, la prevalencia del tratado internacional no es absoluta ni
automática, como expresamente lo ordena el artículo 23 del texto constitucional. Con
este criterio, la Sala desconoce las obligaciones internacionales del Estado venezolano
derivadas de los tratados internacionales sobre derechos humanos y, en este caso, de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En efecto, si una norma
constitucional es contraria a la Convención, la sola existencia de la misma genera la
responsabilidad internacional del Estado en virtud del artículo 2 de la Convención que
obliga a los Estados partes a adoptar las medidas legislativas o de otro carácter que
fueren necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos en la Convención.
Por otra parte, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia también asume
en este punto una interpretación que aniquila la preeminencia y auto-ejecutividad de
los tratados relativos a derechos humanos en el orden interno, contraria al artículo 23
constitucional y a su Exposición de Motivos, que establece claramente que los tratados
sobre derechos humanos tienen aplicación preferente en el orden interno, incluida la
Constitución, cuando contengan normas más favorables al individuo (cláusula del
individuo más favorecido). De modo pues que de la misma manera que no puede
aplicarse un tratado que restrinja los derechos consagrados constitucionalmente,
tampoco puede aplicarse una norma constitucional o legal más restrictiva que la
contenida en el tratado internacional, pues ello implicaría la violación del tratado y
justificaría el recurso a la protección internacional. En efecto, como sostiene Nikken
(2006), la interpretación pro homine autorizada por una convención internacional
prevalece sobre el texto constitucional mismo, considerándose el principio rector para
la interpretación del alcance de la protección a los derechos humanos ofrecida por la
Constitución de 1999.
Por último, la Sala Constitucional concluye que la restricción de los derechos humanos
puede hacerse conforme a las leyes que se dicten por razones de interés general, por
la seguridad de los demás integrantes de la sociedad y por las justas exigencias del
bien común, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 30 y 32.2 de la
Convención Americana sobre derechos humanos. En este caso, la Sala no puede
apoyarse en ambos artículos de la Convención Americana para declarar la
constitucionalidad del Artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría, porque al
hacerlo ignora que estas disposiciones no autorizan restricciones ilegítimas a los
derechos humanos consagrados en ella (en este caso, los derechos políticos). Ello es
así, en primer lugar, porque como la Corte Interamericana ha explicado en su Opinión
Consultiva OC-6/86 La Expresión Leyes en el artículo 30 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, el hecho de que una ley sea aprobada por el Parlamento en
el marco de los procedimientos constitucionales, ello no implica que la misma no pueda
ser violatoria de los derechos humanos, por lo que debe garantizarse la existencia de
algún régimen de control posterior.
En segundo lugar, porque el artículo 32.2 de la Convención que establece que Los
derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la
seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad
democrática, ha sido interpretado por la Corte en el sentido de que si bien el ejercicio
de los derechos garantizados por la Convención debe ser armonizado con el bien
común, ello no indica, sin embargo, que el mencionado artículo sea aplicable en forma
automática e idéntica a todos los derechos que la Convención protege, sobre todo en
los casos en que se especifican taxativamente las causas legítimas que pueden fundar
las restricciones o limitaciones para un derecho determinado, como es el caso de los
derechos políticos cuyas restricciones legítimas están taxativamente consagradas en el
artículo 23.2 de la Convención (Opinión Consultiva OC-5/85 La Colegiación Obligatoria
de Periodistas) (subrayado nuestro).
Así mismo, la Corte Interamericana ha sido clara al sostener que de ninguna manera
podrían invocarse el orden público o el bien común como medios para suprimir un
derecho garantizado por la Convención o para desnaturalizarlo o privarlo de contenido
real, como bien lo establece el artículo 29.a de la propia Convención que consagra que
ninguna disposición de la misma puede ser interpretada en el sentido de permitir a
alguno de los Estados Partes suprimir el goce y ejercicio de los derechos reconocidos
en ella o limitarlos en mayor medida que la prevista en ella. En este punto, la Corte ha
sostenido que los conceptos de orden público y de bien común en tanto sean
invocados como fundamento de limitaciones a los derechos humanos, deben ser objeto
de una interpretación estrictamente ceñida a las justas exigencias de una sociedad
democrática que tenga en cuenta el equilibrio entre los distintos intereses en juego y
la necesidad de preservar el objeto y fin de la Convención (Opinión Consultiva OC-5/85
La Colegiación Obligatoria de Periodistas).
Conclusiones