Estetica Definicion
Estetica Definicion
Estetica Definicion
Definiciónes.
En cuanto a la primera acepción, la estética estudia las razones y las emociones estéticas, así como
las diferentes formas del arte. La Estética, así definida, es el campo de la filosofía que estudia el arte
y sus cualidades, tales como la belleza, lo eminente, lo feo o la disonancia, desde que en 1750 (en
su primera edición) y 1758 (segunda edición publicada) Alexander Gottlieb Baumgarten usara la
palabra «estética» como ‘ciencia de lo bello, misma a la que se agrega un estudio de la esencia del
arte, de las relaciones de ésta con la belleza y los demás valores’. Algunos autores han pretendido
sustituirla por otra denominación: calología, que atendiendo a su etimología significa ciencia de lo
bello (kalos, ‘bello’).
La estética es la rama filosófica que estudia e investiga el origen del sentimiento puro y su
manifestación, que es el arte, según asienta Immanuel Kant en su Crítica del juicio. Se puede decir
que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los problemas del arte.
Si la estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se
contiene en el arte; y aunque un variado número de ciencias puedan ocuparse de la obra de arte,
solo la Estética analiza filosóficamente los valores que en ella están contenidos.
Por otro lado, filósofos como Mario Bunge consideran que la estética no es una disciplina:
Creo que la estética no es una disciplina sino un montón de opiniones injustificadas, y que quienes
no tienen experiencia artística debieran abstenerse de hacer estética.
Los seres humanos han mantenido y mantienen diversas relaciones con el mundo. Diversas son
también en ellas su actitud hacia la realidad, las necesidades que trata de satisfacer y el modo de
satisfacerlas. Entre esas relaciones figuran:
«Situad la belleza en la percepción de las relaciones, y tendréis la historia de sus progresos desde el
nacimiento del mundo hasta nuestros días».
- «El alma tiene el poder de unir las ideas que ha recibido separadamente,...».
• Immanuel Kant: Crítica del juicio: «Para discernir si algo es bello o no, referimos la
representación, no por el entendimiento al objeto con vistas al conocimiento, sino por la
imaginación (tal vez unida al entendimiento) al sujeto y al sentimiento de agrado o
desagrado experimentado por éste».
Lo estético: no se funda en conceptos, no se puede medir: «No puede haber ninguna regla de gusto
objetiva que determine por conceptos lo que sea bello, puesto que todo juicio de esta fuente es
estético, es decir, que su motivo determinante es el sentimiento del sujeto y no un concepto del
objeto». No hay ciencia sino crítica de lo bello. La sensación sensorial es incomunicable. La
comunicación viene de lo común (u ordinario) a todos.
• Calabrese: El lenguaje del arte. Jakobson trata de conjugar el estudio humanístico con las
teorías científicas modernas, sobre todo el de las estéticas informacionales. Se presenta la
matematización de la Estética como forma de expresión.
• Moles: Teoría de la Información en la percepción estética. Considera Moles una estética
exacta basada en los aspectos matemáticos de la teoría de la información y de la cibernética.
Se entiende aquí que la concepción del mundo exterior depende del conocimiento de
nuestros procesos perceptivos. Trabaja este autor en los mensajes visuales y auditivos. La
información estética que estudia está sujeta al orden de la probabilidad de su codificación.
• Bense: Aesthetica define el arte como una intervención de seres inteligentes sobre las
situaciones estéticas, es decir, que toda realidad física es soporte de una realidad estética
fundada en un proceso de comunicación.
• Nake: Tiene una definición precisa y abstracta de estética que define es sus dos formas
analítica y generativa.
Sus pilares han sido la semiótica de Peirce y de Morris, los autores Shannon y Weaver en la teoría
de la información, la cibernética de Wiener, la gestáltica de Ehrenfels, y el impulso de la estética
matemática en Birkhoff.
• Arnheim: Arte y entropía. Tiene en cuenta las teorías analíticas del arte basadas en las
ciencias exactas (cibernética, matemática, física teórica y teoría de la información). Señala
una forma unificadora de teorizar todos los aspectos de la vida cultural. Su fórmula
fundamental es la entropía informática, conectándose de esta manera con el segundo
principio de la termodinámica y encuadrando una estadística de la realidad física.
Arnheim, para teorizar las consideraciones de la información a las actividades estéticas, estudiar
mejor los conceptos de orden y desorden entrópicos, y verificar sus consecuencias en la noción de
estructura. La consecuencia obvia es que el arte escapa a cualquier intento de previsión y de
regulación «exacta».
El arte del siglo XX supone una reacción contra el concepto tradicional de belleza. Algunos teóricos
(Hal Foster3 ) llegan incluso a describir el arte moderno como «antiestético».
Antiestética
Estética de la fotografía
(1)El segundo fundamento se refiere a la fotograficidad, o sea esta propiedad abstracta que
constituye la singularidad del hecho fotográfico. El concepto de fotograficidad no designa la
foto obtenida, ni sus condiciones de posibilidad, ni sus condiciones de recepción sino sus
condiciones de producción.
¿Qué relaciones mantiene este arte con las otras y en que manera es incluso el corazón del arte
contemporáneo?
Metafotográfico: Todo lo que se dice y en ocasiones se hace alrededor de una foto durante su
concepción, realización, comunicación y recepción.
Calificaremos Sin-arte a una realidad o cosa que es realizada sin un proyecto ni una voluntad
artísticas.
¿Quién puede creer que una foto es una prueba? Una foto es una huella, por eso es poética.
Fotógrafo es aquel que debe crear huellas de su pasaje y del pasaje de los fenómenos, huellas de su
encuentro fotográfico con los fenómenos. Precisamente por eso es artista.
Toda fotografía es una huella enigmática que hace soñar y suscita problemas, que fascina e inquieta.
Por un lado, uno quiere creer que gracias a ella el objeto, el sujeto, el acto, el pasado, el instante,
etc.. van a ser recuperados; por el otro uno debe saber que jamás los restituirá: por el contrario, es la
prueba de su pérdida y su misterio; a lo sumo lo metamorfosea.
¿Sería la estética de la fotografía una estética del resto que queda tras la pérdida?
Para reflexionar en este arte y en la fotografía en general, queda por retomar el trabajo del
pensamiento. Los desafíos de la fotografía dependen de la filosofía en general- por ejemplo de lo
real y sus representaciones, el sujeto y el objeto, el ser y el tiempo, la vida y la muerte- y de la
estética en particular, por ejemplo el arte y el sin-arte, la creación y la técnica, el fragmento y la
obra, el arte fotográfico y las otras artes.
Fotograficidad
François Soulages despliega el concepto de fotograficidad como aquello inacabable que posee
posibilidades múltiples de expresión, y cuya operación más frecuente consiste en la fragmentación
de la apariencia. “La insignificancia, apunta Soulages, es esencial a la acción fotográfica porque
permite desbaratar el proyecto técnico y realístico”. (Soulages, 2010: 227). Aspecto que confiere
libertad para deslindarse de los lugares y métodos revisitados y generar un desarreglo en la creación
de visualidades, en sus usos y procedimientos.
(1)El segundo fundamento se refiere a la fotograficidad, o sea esta propiedad abstracta que
constituye la singularidad del hecho fotográfico. El concepto de fotograficidad no designa la
foto obtenida, ni sus condiciones de posibilidad, ni sus condiciones de recepción sino sus
condiciones de producción. Estudia la producción de la matriz de partida y del producto que se
saca, y, más precisamente, la relación entre esta matriz y este producto. La fotograficidad no remite
a una materia cualquiera, ni a un tipo de forma cualquiera, ni a un ser cualquiera, sino a una
relación habitada por un sinfín de posibilidades. Este enfoque teorético no es pues ontológico, sino
operatoriamente conceptual.
El enfoque materialista de la fotografía muestra que el corte significante no se sitúa entre el acto
fotográfico y la acción en laboratorio, como lo cree el enfoque humanista, sino entre la obtención
generalizada del negativo es decir la articulación del acto fotográfico y la obtención restringida del
negativo, o sea las seis operaciones (exposición, revelado, paro, fijado, lavado, secado) que van
desde la primera exposición hasta el secado del negativo y el trabajo del negativo-es decir la
obtención restringida de la foto, o sea las mismas seis operaciones que van de la segunda exposición
al secado de la foto.
En los dos casos, llegan a una cosa que será fija definitivamente (a no ser que actuemos
voluntariamente sobre ella): obtenemos en un caso un negativo, en el otro una foto.
en efecto, la primera está marcada por la irreversibilidad: así, el acto fotográfico una vez hecho es
irreversible, ya no se puede hacer de forma que no haya sido, el fotógrafo siempre puede volver a
sacar una foto, pero no volver a iniciar el mismo proceso: la película ya no es virgen, sino expuesta;
de la misma forma, las cinco operaciones siguientes revelado, paro, fijado lavado, secado- son
irreversibles.
La pérdida es irremediable: la fotografía nos lo dice a gritos, nos lo enseña, nos lo hace imaginar; si
la pérdida es absoluta y violenta, no es porque el tiempo, el objeto o el ser perdidos eran antes de
gran valor para nosotros o en sí mismos, sino porque este tiempo, este objeto o este ser están ahora
para siempre perdidos.
Lo restante no puede ser un remedio milagroso, menos para los que necesitan creer en los milagros;
de hecho ¿nos consuela de la pérdida, nos permite despedirnos de ella? A veces, quizás; en todo
caso, es lo único que nos queda, con lo que nos tendremos que batir, que debatir y combatir, lo
único con lo que el artista podrá crear.