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Al final de los temas se hace una breve exposición de los rasgos generales que caracterizan
a los modelos de organización para enfatizar precisamente sus características compartidas y
la coexistencia de prácticas, unas comunes y otras divergentes, para mostrar la complejidad
de las organizaciones y sus diferencias.
Para lograr una cierta homogeneidad en las bases de explicación de los problemas y
fenómenos que se tratarán en el curso, es importante que puedas identificar ciertas
definiciones que estarán siendo utilizadas y que pueden tener otras significaciones según
diferentes autores. Estas definiciones se refieren a las nociones de desastre, fenómenos
naturales potencialmente desastrosos, sociedad, organización social, y modelo
gubernamental para enfrentar desastres.
Desastre
Como sabemos, durante mucho tiempo se ha desarrollado y mantenido la idea de que los
desastres son un evento que corresponde al impacto de un fenómeno desastroso, sea de
origen natural o antropogénico, es decir, generado por el hombre. En muchas de las
definiciones formales se ha señalado al desastre como un evento concentrado en el tiempo y
en el espacio que se caracteriza por la destrucción, la muerte, daños en general y la
interrupción de las actividades económicas de la sociedad afectada. Ese momento, que se
identifica con el impacto o sirve para distinguir otros dos etapas, una anterior y otra
posterior, es decir, antes, el durante y el después.
Desde hace algunos años, los estudiosos de los desastres han propuesto una nueva forma de
considerarlos, esto es, no como eventos (una porción del continuo espacio-temporal), sino
como procesos (la transformación de fenómenos en las sociedades). El cambio de enfoque
ha sido muy útil para ampliar las perspectivas de la prevención de desastres, mientras que la
visión tradicional, es decir, la del desastre como evento, se concentraba básicamente en la
respuesta a las consecuencias adversas de los impactos dañinos.
Además, los desastres pensados como procesos en las sociedades, lograron relacionar otros
aspectos del desarrollo de éstas, como el avance del conocimiento científico y tecnológico
sobre las amenazas naturales y antropogénicas, así como medios de mitigación o
anticipación de ocurrencia de esos fenómenos potencialmente desastrosos y el mismo nivel
de desarrollo económico y social como factores que cuentan mucho para reducir o no los
desastres. Por ello, se ha logrado avanzar en la superación de la idea de que los desastres
son “naturales”, porque esa idea del “desastre natural” ha venido vinculada la noción de
que los desastres se deben a impactos de fenómenos de la naturaleza que son imposibles de
enfrentar por las sociedades y, por tanto, la destrucción y el desastre son inevitables y causa
de la naturaleza.
Sociedad
El término sociedad tiene muchas definiciones, según varios autores. Para este curso vamos
a utilizar la que propone el sociólogo Gordon Marshall (1996, p. 185) como “un grupo de
personas que comparten una cultura común y ocupan un área territorial particular y sienten
ellos mismos que constituyen una misma entidad unificada y distinta de otras”.
Esta definición de sociedad es muy amplia y nos permite hablar tanto de la sociedad
nacional, como de otro tipo de posibles sociedades: rural, urbana, etcétera.
La idea de sociedad, para los propósitos de este curso, también será de mucha utilidad para
distinguir las acciones y creaciones humanas a través del tiempo, por oposición a sucesos
naturales. A esta idea de sociedad debemos agregar lo que propuso Max Weber (1984) para
entender la figura de autoridad y sus funciones propias. La sociedad requiere de una
autoridad, que puede ser un cuerpo gobernante organizado de diversas maneras y que, al
mismo tiempo dispone de recursos materiales, humanos y simbólicos para ejercer dos
funciones propias que son la administración y el gobierno. Una de las funciones esenciales
de la autoridad, según Weber, es la responsabilidad de la seguridad de los miembros de la
sociedad. La palabra seguridad aquí se usa en el sentido más amplio para referirse tanto a la
seguridad pública como a la seguridad y garantías personales de los miembros de la
sociedad frente a diversas amenazas externas e internas, sean de carácter natural o
antropogénicas.
Organización social
La sociedad o las sociedades en el mundo, son entidades humanas que han evolucionado a
través de la historia y esa evolución se debe en buena parte a que se encuentra organizada
en diferentes aspectos. Es importante considerar ahora la noción de organización social y
las variantes que se tienen para ubicar ahí la discusión concerniente a la protección civil, la
defensa civil, el manejo de emergencias y las combinaciones de éstas.
Existen muchos autores que proponen varias formas de entender lo que son las
organizaciones sociales, pero en general se distinguen dos tipos de organizaciones sociales,
las organizaciones formales y las informales. Los dos tipos de organizaciones surgen en la
sociedad y se crean por los mismos miembros de ésta, solo que las primeras se refieren a
organizaciones que tienen correspondencia con formas de objetivación, normatividad
escrita, esquema de organización, descripción de los roles o posiciones, por ejemplo, y las
organizaciones informales son aquellas que “contienen aquellos patrones de actividades y
relaciones que emergen de manera natural y que son creadas por miembros organizados,
como las familias. La manera que define el funcionamiento de éste tipo de organizaciones
no existe en documentos escritos, esquemas de organización o descripciones de los roles
(empleo, puesto)” (Scott, 1987).
En este curso, distinguiremos tres modelos de organización que por su orden de aparición
temporal son defensa civil, protección civil y manejo de emergencias.
Agregamos la gestión integral de riesgos, normalmente identificada por siglas GIRD, que
significan gestión integral de riesgos de desastre. Es un componente parcial y
complementario a una organización gubernamental para enfrentar riesgo-desastre, no es
considerada en sí misma una organización al nivel de las anteriores.
DEsastres en el mundo
El tema central de este curso, es decir, del panorama de la protección civil en el mundo nos
obliga a considerar dos aspectos de la esfera del riesgo-desastre. Uno es lo referente a la
ocurrencia de desastres de todo tipo en el planeta y el otro es el relacionado con la guerra.
Ambos se vinculan a través de la organización gubernamental que es la que han adoptado
las sociedades a través de la historia para enfrentar condiciones donde hay destrucción y
pérdidas de vidas y de bienes.
Hablemos del tema de los desastres y la ocurrencia de fenómenos destructores. El mundo tiene
como condición inherente la ocurrencia de fenómenos naturales que pueden ser muy destructivos
para los grupos humanos: volcanes, inundaciones, huracanes, terremotos, etcétera. Prácticamente
no hay lugar en el planeta que esté fuera del alcance de la ocurrencia de una manifestación de ese
tipo. Podemos ver un ejemplo reciente, el que presenta la empresa Munich Re y el panorama de
2013.
Los Fenómenos Naturales Potencialmente Desastrosos (FNPD) ocurren en todos los lugares del
planeta y desde luego, ahí donde existe población humana expuesta a esas amenazas es donde
suelen materializarse. Donde ocurren fenómenos naturales destructivos como erupciones
volcánicas, terremotos, inundaciones, etcétera, y no hay personas, entonces se puede decir que
no hay desastres. Por esa razón es que se afirma que los desastres son fundamentalmente sucesos
sociales y es importante reiterar la necesidad de distinguir entre:
Por otra parte, así como los fenómenos naturales son capaces de infligir daños, lesiones y hasta la
pérdida de vidas humanas, también los actos de guerra son muy dañinos y mucho más mortales
que los desastres. Por ejemplo la Segunda Guerra Mundial, que duró de 1939 a 1945, produjo una
cantidad de fallecimientos, entre militares y población civil, que llegó a una cifra que va de los 55 a
70 millones de personas (Anderson, 2011). El registro del desastre más mortal se atribuye a
inundaciones en el centro de China, acontecidas en 1931, que produjo una mortalidad de entre
145 mil y 4 millones de personas. La cifra tan fluctuante de muertes se refiere a las producidas
directamente por la inundación así como otras derivadas de la misma, pero que estuvieron
asociadas a fenómenos relacionados con enfermedades (NOAA, 2011).
Las sociedades humanas a lo largo de la historia han generado organizaciones para proteger su
existencia, su funcionamiento y desarrollo. Siguiendo la idea de sociedad que se señaló antes y
enfocándonos en el papel de la autoridad que propuso el sociólogo Max Weber, queda claro que
hay una relación muy estrecha (para la protección de la sociedad respecto de las amenazas a su
seguridad) entre el papel de la propia autoridad y la necesidad de generar organizaciones para
asegurar esa protección. Tal es el caso de la organización gubernamental para enfrentar desastres
como la protección civil, la defensa civil y el manejo de emergencias.
El desarrollo del conocimiento científico sobre las amenazas y sobre el propio desarrollo
alcanzado por las sociedades (en términos de sus propias organizaciones); así como el
desarrollo de la tecnología, han permitido que las sociedades puedan conocer aspectos de
las amenazas naturales (procesos de generación, desarrollo, expresiones de intensidades y
magnitudes, etcétera) y, junto con ello, desarrollar organizaciones dentro de las
instituciones gubernamentales para reducir los efectos adversos de sus ocurrencias. Se ha
logrado llegar a un plano en el que se conoce suficientemente sobre ciertas amenazas
naturales, por ejemplo, los ciclones tropicales o huracanes, que se puede identificar su
evolución y su trayectoria anticipada como para acceder a la adopción de medidas
eficientes y efectivas de prevención de desastres.
Como resultado ahora, después de más de medio siglo de investigaciones de las ciencias
sociales, los desastres, para fines de intervención organizada, ya no se ven más como actos
de dios o de la naturaleza, sino como resultado de los actos de los humanos. Desde luego
que hay que acotar la afirmación porque subsisten aún muchos argumentos que culpan a la
naturaleza de crear a los desastres, como una acción que trata de evadir las
responsabilidades en los malos funcionarios públicos. El fenómeno del cambio climático ha
resultado ser un buen pretexto para volver al naturalismo como la fuente de los desastres.
Los desastres con causalidad en las sociedades han conformado una visión que se
desarrolló entre los estudiosos e investigadores sobre el tema, o sea que los desastres son
resultados, directa e indirectamente, de las acciones, intencionales o no, de los seres
humanos. Eso ha quedado muy claramente evidenciado por determinadas condiciones de
existencia, por ejemplo, si la gente vive en llanuras de inundación desprotegida, o si vive en
edificios con estructuras sin resistencia contra terremotos en zonas sísmicas conocidas, o si
se asienta al lado de plantas químicas extraordinariamente peligrosas y tóxicas, están
creando las condiciones necesarias para que un peligro genere un desastre.
Retomar lo anterior nos permite recordar una serie de afirmaciones geniales del sociólogo
Russell Dynes (1995), quien ha señalado, “si los desastres son actos de Dios, entonces es
correcta una actitud fatalista. Si los desastres son actos de la naturaleza, entonces es
apropiado intentar soluciones de ingeniería. Sin embargo, si los desastres son actos de los
hombres o de la sociedad, entonces tomar acciones sociales es el curso de acción a seguir”.
Aunque los progresos en la identificación de los asuntos causales de los desastres han sido
notorios y se tiene conocimiento adecuado de todo ello, es indudable que la ocurrencia de
fenómenos naturales potencialmente desastrosos, así como las amenazas creadas por los
humanos (nucleares, químicas, etcétera), se mantienen como tales y, ante las diferencias de
desarrollo económico y social (también en el conocimiento científico, en la disponibilidad
de recursos) que existen en los diferentes países del mundo, es previsible la continuada
ocurrencia de desastres y, en consecuencia, la producción de víctimas y pérdida de bienes.
Como puedes observar, en la siguiente gráfica existe una importante variación en el número
de registros de desastres (según la base de datos CRED-Universidad de Lovaina) y en la
afectación de personas, mencionadas como víctimas. La gráfica ilustra poco más de dos
décadas (1990-2012) de registros y es posible considerarlo como una muestra de la relación
desastres-afectación para afirmar el hecho de que las sociedades necesitan organizarse para
enfrentar desastres. Cada ocurrencia de desastres y sus afectaciones representa pérdidas
para los grupos sociales y retrocesos en su desarrollo, además de todo el significado de
desgracia y drama humano.
El término protección civil tiene un referente específico que veremos más adelante y que se
relaciona tanto con circunstancias de guerra como con la ocurrencia de desastres. Muchas veces, y
de manera convencional, las personas y los medios de comunicación masivos se refieren a la
protección civil para englobar actividades relacionadas con el conocimiento de las amenazas y las
acciones de protección de las personas frente a ellas. Esta generalización del término protección
civil es muy común, no es sólo privativa de las personas no expertas en temas relacionados con la
esfera del riesgo-desastre y sus organizaciones, sino que también ha sido frecuente en personas
que tienen un importante nivel de conocimiento técnico y académico, lo cual puede ser
interpretado como si la protección civil se haya convertido en el término genérico que engloba las
nociones de riesgo, desastres y las acciones de protección (ver: Alexander, 2002; Horlick-Jones et
ál., 1995; Quarantelli, 2000). No obstante, tenemos que reconocer que ello genera una confusión
importante que dificulta entender y asimilar las diferencias esenciales entre las diversas
organizaciones de gobierno que actualmente se enfrentan con los desastres y el riesgo. Porque
aunque protección civil se acepte como un término genérico, otras organizaciones denominadas
como defensa civil no necesariamente son lo mismo, como veremos más adelante.
Elomaa y Halonen (2007) han apuntado observaciones refiriéndose al caso de los países
europeos:
Se utilizan una variedad de términos para referirse a las actividades de protección civil.
Mientras que protección civil es un término popular en Europa, términos como
planificación de desastres, manejo de emergencias y hasta defensa civil se utilizan en
muchos otros países. Hay una superposición considerable, aunque no completa, en estos
términos diferentes, aunque a menudo se utilizan como sinónimo. Por ejemplo, la
Organización Internacional de Defensa Civil (ICDO) afirma que "la defensa civil es
también conocida como protección civil y abarca la protección de las personas y bienes
frente a los desastres". El término manejo de emergencia se utiliza en los Estados Unidos
por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), mientras que protección civil
es utilizada por la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, que es
responsable de la cooperación comunitaria en materia de protección civil. Sin embargo, el
término protección civil no es usado por todos los Estados miembros. Los nombres de los
organismos responsables o departamentos indican la variedad de términos utilizados en la
Unión Europea (UE) y su énfasis en ciertos aspectos de la protección civil en lugar del
concepto en su conjunto: Agencia Danesa de Manejo de Emergencias (Danish Emergency
Management Agency), Agencia Sueca de Servicios de Rescate, Servicios Estatales de
Incendios y Rescate de Letonia, etcétera (p. 6).
Enrico L. Quarantelli es autor del que probablemente sea el más relevante y consistente
estudio que se ocupó de la evolución organizacional de lo que él llamó “las respuestas
colectivas” (Quarantelli, 2000), vistas como organizaciones de la sociedad frente a desastre
y situaciones de guerra, sus diferencias y similitudes. Me refiero a la defensa civil, la
protección civil y al manejo de emergencias, que son los que consideramos en este curso,
así como a algunos de sus antecedentes.
Casi todos los análisis históricos de la defensa civil coinciden en lo que Quarantelli (óp. cit.
p. 9) ha señalado respecto a que el impulso más específico, aunque indirecto, para crear
algún tipo de protección de la población civil fueron los ataques aéreos que acompañaron a
las primeras guerras del siglo XX. En la Primera Guerra Mundial, donde por primera vez
comunidades locales de algunos países de Europa fueron sometidas a una amenaza que
podía llegar desde lejos, viajando en aviones, es decir, las bombas. Para Quarantelli, las
características de esa amenaza, que era nueva, pero no insalvable (los aviones de la época
tenían un rango limitado de vuelo y también limitaciones importantes de capacidades de
carga) no influyeron en el hecho de que se presionara para desarrollar más ese conjunto de
actividades que se conoce como preparativos (sistemas de alerta temprana, planes de
emergencia, etcétera). Solamente tuvieron atención y se desarrollaron consistentemente las
alarmas sonoras como sistemas de alerta que avisaban de un inminente bombardeo, así
como algunos procedimientos de evacuación e instalación o designación de refugios
antiaéreos.
Pues bien, esa experiencia y conocimiento de los ataques aéreos en las décadas que
siguieron a la Primera Guerra Mundial y especialmente durante la Segunda Guerra Mundial
sirvieron para que se desarrollaran sistemas de defensa civil organizados en muchos países
(es en este contexto que aparece el término defensa civil, en general viene a significar un
sistema para la protección de civiles durante el tiempo de guerra). Este esfuerzo implicó la
creación de una organización de defensa civil vinculada justamente a un sistema de alerta
con personal entrenado como vigilantes de ataques aéreos y con equipos de búsqueda y
rescate, así como con instalaciones tales como refugios, etcétera. Esto tuvo un desarrolló
significativo después de la Segunda Guerra Mundial y fue fundamental para la
configuración de las organizaciones de defensa civil en muchos países alrededor del
mundo, tal como las conocimos a finales del Siglo XX.
Como se sabe, el fin de la Segunda Guerra Mundial marcó una división del mundo en dos
polos. Por un lado, los países del área de Europa Occidental, capitalistas y cuyo referente
vencedor fue Estados Unidos, país de la alianza anti-nazi que prácticamente salió indemne
de esa guerra. Por otro lado, la Unión Soviética, que emergió como potencia socialista y
que fue en realidad la parte del conflicto que derrotó al ejército nazi. Fue venciendo a su
enemigo, avanzando y ocupando de los territorios y países que había conquistado la
Alemania de Hitler. El mundo terminó esa guerra dividido en dos bloques cuyos líderes
desarrollaron un poderoso y destructivo armamento nuclear, otra nueva amenaza que
reforzaría y justificaría la creación de las defensas civiles y lo que se llamó la Guerra Fría.
Las defensas civiles de los países occidentales, en alguna medida fueron réplica de los usos
estadounidenses tanto en América como en Europa y algunos países africanos y del medio oriente.
En la esfera de la Unión Soviética también se creó una defensa civil con esquemas y administración
militar. La organización de defensa civil soviética data de 1932, cuando el denominado Consejo de
los Comisarios del Pueblo aprobó las normas y regulaciones en relación con la defensa civil
relacionada con el ataque aéreo. Su primer ensayo fue lo que en el territorio de la ex Unión
Soviética se conoce como la Gran Guerra Patriótica, es decir, la Segunda Guerra Mundial: “Durante
la guerra, personal del Ministerio de la Defensa del Ataque Aéreo había destruido 40,000 bombas
de ignición, extinguido 2,700 incendios y eliminó más de 3,000 desastres. Luego, hubo un sistema
de protección de la población que permitió sobrevivir a miles de civiles. En el periodo de la
posguerra el Ministerio de Defensa del Ataque Aéreo fue mejorado con el advenimiento de las
armas nucleares, químicas y bacteriológicas. Desde septiembre de 1971, la defensa civil se ha
controlado por el Ministerio de Defensa. Sin embargo, con el fin de la guerra fría, la Defensa Civil
dejó de tener sentido. Las tropas de la defensa civil demostraron ser incapaces para funcionar en
las condiciones de los desastres y catástrofes. En 1991, con el decreto de la Defensa Civil del
Presidente de la Federación Rusa las, tropas de la defensa civil fueron agregadas a la EMERCOM de
Rusia” (Civil Defence Troops, 2014).
Después de la Segunda Guerra Mundial y en los inicios de la Guerra Fría, los militares
estadounidenses abogaron, para su país, por una defensa civil dirigida por civiles, no por militares
y con la ley de la Defensa Civil de 1950 (que en realidad fue aprobada en 1951) se introdujo un
principio administrativo estratégico que se llamó doctrina de uso dual que luego habría de influir
en futuros cambios de las tradicionales defensas civiles.
La doctrina de uso dual dio a la defensa civil estadounidense las funciones de acción en
tiempos de guerra (ataque enemigo) y aquellas necesarias para realizar en tiempos de paz,
atendiendo desastres de todo tipo y emergencias civiles.
El llamado uso dual o uso doble de personal y recursos tanto para tiempos de guerra como
para crisis civiles contribuyó a que los programas locales y estatales de defensa civil
enfatizaran un enfoque que incluyera la preparación de la comunidad para todos los tipos de
amenazas, incluyendo las propias de los llamados desastres naturales, mientras que en el
nivel Federal los peligros nucleares fueron las principales preocupaciones.
En general, sería adecuado decir que la planificación ante desastres y la defensa civil en los
Estados Unidos, especialmente desde los años 60 hasta los 80, tenía una relación incómoda,
ambigua y muy criticad (Quarantelli, óp. cit.). A nivel del gobierno federal había alguna
vinculación entre esas dos actividades, pero esa relación era a menudo bastante separada a
nivel de la comunidad local, donde constantemente había fuerte hostilidad hacia cualquier
tipo de defensa civil relacionada con la guerra nuclear (Wenger, Quarantelli y Dynes,
1986). A principios de la década de 1980, el énfasis cambió bruscamente hacia un enfoque
sobre desastres y se alejó de la defensa civil, según los autores referidos, simbólicamente se
observó por el hecho de que muchas de las oficinas locales cambiaron sus nombres de
Oficina de Defensa Civil a algo que generalmente se relacionaba con los términos de
manejo de emergencias o planificación de desastres.
El párrafo anterior en realidad refleja la constante disputa por el control de las instancias de
provisión de seguridad de la población civil que, en Estados Unidos, se ha dado entre
militares y civiles. El cambio realizado después de los ataques terroristas del 11 de
septiembre de 2001, en donde se desmanteló el anterior Sistema Federal de Manejo de
Emergencias para elegir el Departamento de Seguridad Interna (Homeland Security
Department), lo reafirma.
Como veremos más adelante, existen diversos arreglos de organización en diversos países
que reúnen como organización mayor a la defensa civil y dentro de ésta a la protección
civil, o como sucede en la mayoría de los países latinoamericanos, las defensas civiles se
ven muy reducidas frente a otras organizaciones (sistemas) relacionadas ya sea con la
protección civil o la gestión de riesgo.
La protección civil
David Alexander (2002) ha sugerido que el término protección civil se ha venido usando
gradualmente en el mundo como uno que describe actividades de protección a la población
civil contra incidentes y desastres; y que en EEUU han adoptado, alternativamente y sólo
en ese país, el término preparativos de emergencia y que, sin embrago, el término
protección civil es más fácil de traducirse en las lenguas romances. Esta es una afirmación
que adolece de muchas imprecisiones y que nos da oportunidad para definir los orígenes de
la protección civil y sus principales diferencias, no con los preparativos de emergencias
como dice Alexander, sino con el manejo de emergencias, nombre adecuado, como vimos,
para ese modelo de organización desarrollado en los Estados Unidos de América.
En los EEUU y en la mayoría de los países europeos (también en otros países de otros
continentes, como se verá más adelante) se impulsaron las actividades de defensa civil al
estilo de la Primera Guerra Mundial, es decir, con limitación a los ataques aéreos y a
sistemas de sirenas y refugios.
Fue sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, cuando ya existía la nueva amenaza
nuclear (que supone muertes masivas), y la entrada a una nueva etapa (la Guerra Fría), que
significó una condición de peligro real de ataques con bombas nucleares sin necesariamente
el contexto de actuación militar, que se tuvo que recurrir a una nueva fórmula defensiva
contra el ataque enemigo y la protección de la población civil.
A partir de las propias experiencias sufridas durante la Segunda Guerra Mundial, de torturas y
masacres de civiles, entre otras atrocidades, así como la nueva disposición diplomática de la
organización internacional resultante de esa conflagración bélica, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), exigían la adopción de acuerdos de protección de personas no militares en
condiciones de guerra y la entrada en una nueva era de derecho internacional humanitario.
“El gran avance en este tema se hizo efectivo con posterioridad a la Segunda Guerra,
cuando los gobiernos adoptaron los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. En esa
oportunidad se reescribieron los Convenios existentes y se añadió un cuarto, relativo a la
protección de la población civil que se encuentra bajo el control del enemigo” (CICR,
2010)
Tareas de protección civil de 1949, según las fases del manejo de emergencias
Preparativos Respuesta Recuperación
La protección civil, como Defensa civilde actividades humanitarias que requerían ser
protegidas.
México creó una organización gubernamental para enfrentar desastres que adoptó el
nombre de protección civil, asimilando los supuestos básicos señalados anteriormente para
este tipo de organizaciones, pero incorporando, al menos nominalmente, algunas tareas
producidas en la esfera del manejo de emergencias estadounidenses, como las que aluden a
la prevención de desastres mediante el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC)
(1986).
El SINAPROC no surgió de condiciones que tuvieran alguna referencia con la guerra, sino
que como consecuencia de la necesidad por eventos sísmicos en septiembre de 1985 el
gobierno federal se unió para atender los problemas de la Ciudad de México (aunque desde
luego otras ciudades del interior del país también fueron afectadas), desastre de
proporciones enormes, tanto por los daños y pérdidas de vidas como por lo que
simbolizaba.
3.3. El manejo de emergencias
El manejo de emergencias (en inglés: emergency management) no tiene que ver con la
guerra directamente, sino que es resultado de una concepción administrativa empresarial
que se trasladó a la administración pública de varios países desarrollados y en los Estados
Unidos la adopción general de esos procedimientos se aplicó a las intervenciones en
desastres para que surgiera el emergency management como tal.
Los antecedentes del sistema federal de manejo de emergencias de los Estados Unidos pueden
remontarse hasta antes del siglo pasado, pero tienen un fuerte anclaje en periodo del presidente
Woodrow Wilson (1913-1921), en el cual se estableció el denominado Consejo de la Defensa
Nacional, mismo que estaba contemplado en la Ley de Apropiación del Ejercito de los Estados
Unidos. Según Kreps (1990), ésa fue la primera acción legislativa relacionada con la defensa civil,
ya que dicha ley y el propio Consejo de la Defensa Nacional establecieron otro consejo, el de
Industrias de Guerra.
Hasta que el Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés) se creó en 1947, la
oficina responsable de planear manejo de emergencias se había mantenido dependiente
directamente de la Casa Blanca. A partir de la creación del DOD, mantuvo cierto control de
la organización de la defensa civil, hasta que se creó la Administración Federal de la
Defensa Civil (FCDA, por sus siglas en inglés), de nuevo en la Casa Blanca, bajo la que
permaneció de 1950 a 1956. Es importante recordar que en 1949, Estados Unidos detectó la
explosión de la bomba atómica soviética, es decir, a partir de esa fecha el territorio de
Estados Unidos se vio realmente amenazado por un eventual ataque nuclear soviético y ello
definía nuevos términos a la defensa del territorio y de la población.
No cabe duda que el momento crucial en la creación del manejo de emergencias norteamericano
lo constituyó una reforma de la administración pública de ese país realizada a finales de los años
setenta en la administración del presidente James Carter. Pero hay que decir que esa reforma no
fue una ocurrencia más del presidente en turno, sino que fue motivada por presiones importantes,
sobre todo de los gobernadores de los estados ante resultados más bien pobres en el desempeño
gubernamental (en los tres niveles) frente a emergencias y desastres.
A mediados de los años setenta, en EUA ocurría una suerte de coincidencias entre el
incremento de riesgos tecnológicos y el aumento de personal y los costos de equipo de las
organizaciones vinculadas al Sistema Federal de Manejo de Emergencias; circunstancias,
según Whittaker, exigieron que los gobiernos en los niveles federales, estatales y locales
coordinaran sus recursos para mitigación de emergencia y recuperación a largo plazo,
además de la preparación y la respuesta: “Estas mismas fuerzas requieren el uso más
amplio de los recursos disponibles para satisfacer necesidades sin incrementar los costos”.
El estudio de Hilary Whittaker sobre las condiciones en las que operaban las
organizaciones de su país frente a emergencias y desastres ofreció muchos elementos
críticos básicamente ligados a problemas de dispersión, incoherencia y desvinculación entre
las agencias participantes, tanto porque correspondían a conceptos igualmente fracturados
como por problemas creados por intereses de protagonismo en el desempeño de la función
pública.
De forma interesante, ese estudio encontró vínculos de gestión directa entre los diferentes
tipos de amenazas y desastres y lo que definieron como las cuatro fases de actividad del
manejo de emergencia. Señalaron:
Manejo de emergencias
Mitigación
Deben reducir la probabilidad de algunos desastres y aminorar los efectos de todos ellos
Preparación (preparativos)
Deben reducir la probabilidad de las muertes, lesiones y daños a la propiedad causados por
situaciones de emergencia
La respuesta
Recuperación
El caso de la reorganización que nos ocupa fue muy relevante porque no se limitó a la
creación o a la reubicación de agencias dentro de la administración pública, sino que creó
conceptos y procedimientos para la acción. De un análisis empírico de las intervenciones
gubernamentales en la esfera del riesgo-desastre, lograron captar la forma en que se
proyectaba el mismo proceso de desastre. Además, avanzaron mucho en el tema del tipo
personal adecuado para esas nuevas propuestas:
Mitigación
Preparativos
Respuesta
Estas actividades siguen a una emergencia o desastre. Por lo general, están diseñadas para
proporcionar asistencia de emergencia para víctimas (por ejemplo, búsqueda y rescate,
refugios de emergencia, atención médica, alimentación masiva). También buscan reducir la
probabilidad de daño secundario (por ejemplo, apagar fuentes de suministro de agua
contaminada, acordonar y patrullar las zonas propensas a saqueos) y para operaciones
rápidas de recuperación (por ejemplo, evaluación de daños).
Recuperación
Las actividades de recuperación continúan hasta que todos los sistemas vitales vuelven al
nivel normal o a uno mejor. Incluyen dos conjuntos de actividades: de recuperación a corto
plazo para hacer retornar los sistemas de soporte de vida a los estándares mínimos de
funcionamiento (por ejemplo, vivienda temporal, limpieza); y actividades de recuperación a
largo plazo que se pueden continuar por varios años después de un desastre. Su propósito es
devolver las condiciones de vida a niveles normales o mejores (por ejemplo, préstamos de
reconstrucción, asistencia judicial y planificación de la comunidad)
Es importante concluir este apartado señalando que el manejo de emergencias, cuyo término se
ha aplicado a muchas otras actividades en realidad parciales, está definido como un modelo de
organización por sus implicaciones conceptuales, funcionales, de organización inter-
gubernamental y de profesionalización. El eje sustantivo son las cuatro fases señaladas
anteriormente que no son vistas como independientes unas de las otras sino que se observan
integradas para efectos de planificación, atención y definición de responsabilidades.
Como veremos en este tema, la Gestión Integral de Riesgos de Desastres (GIRD) aparece
en el escenario internacional como una suerte de simplificación del manejo de emergencias
(emergency management), por lo menos en términos de la mayor parte de las actividades
que propone, y se ideó para complementar las organizaciones de defensa civil o protección
civil que, como hemos visto, en general fueron diseñadas y han evolucionado en torno a las
actividades de preparativos y respuesta, y en algunas versiones hasta la fase de
recuperación.
Vale la pena recapitular para comprender mejor esta versión de organización, denominada
GIRD. Tomemos en cuenta los factores que definen las identidades de la defensa civil, la
protección civil y el manejo de emergencias.
La defensa civil tiene dos connotaciones: la original, que tiene que ver estrictamente con la
guerra debe ser relacionada con la Primera Guerra Mundial, lo que implicaría una dirección
militar de dicha defensa e involucra organizaciones civiles. En este sentido la función de
defensa es difusa, por un lado es la defensa del territorio nacional por parte de civiles, y por
otra, la defensa de la población civil por sí mismos y por militares que los organizan.
Para el caso de la protección civil, cuya figura formal sí surge del protocolo de Ginebra (a
los acuerdos de Ginebra de 1949), está absolutamente relacionada con la guerra y con la
protección en ésta de la población civil.
La idea de la defensa civil, puede decirse que es una definición unilateral, en tanto que la
idea de protección civil es convencional, es decir, surge de acuerdos internacionales para la
guerra, pero en ambas hay dos coincidencias, una es la doctrina de uso dual y la otra es la
necesidad de protección de personas vulnerables a las acciones militares sin importar la
parte a la que se adscriban.
La doctrina del uso dual desarrollada por los estadounidenses en su Ley de Defensa Civil
de 1950 fue un marco que posibilitó el tránsito de esas organizaciones (defensa civil o
protección civil) para funcionar de las condiciones de guerra a las situaciones de los
desastres. En América Latina, recordemos, las defensas civiles no se organizaron bajo
administraciones civiles, esto quiere decir que permanecieron como atributo y
responsabilidad de militares.
En la década de los años noventa, en el contexto del fin de la Guerra Fría, se puso en
marcha el Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales (DIRDN) de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). Dentro de éste, estuvo la creación de la Red
de Estudios Sociales para la Prevención de Desastres en América Latina (La Red), para los
cambios de las organizaciones de defensa y protección civil en el subcontinente, lo anterior
tuvo importante influencia. La Red se fundó con una inicial declaración de interés en
contribuir a la reducción del sufrimiento humano, de las muertes y pérdidas, criticando un
modelo de desarrollo que crea vulnerabilidad a desastres, corrupción, impunidad,
ineficiencia, etcétera, y frente a la falta de masa crítica de investigadores en ciencias
sociales y desastres en el subcontinente. Tuvo acierto en construir una plataforma difusora
de publicaciones y presencia en foros de organizaciones internacionales, creó una imagen
positiva y aparentemente comprometida con las causas que manifestó en su creación.
Algunos de sus fundadores se vincularon luego con la Estrategia Internacional para la
Reducción de Desastres (EIRD) de la ONU, y otros trabajaron en diversos proyectos
relacionados con la esfera del riesgo-desastre, varios de ellos asociados a iniciativas del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM), entre otras cosas,
impulsando la idea de la gestión integral de riesgos como alternativa a los arreglos
tradiciones ligados a la protección/defensa civil.
La Red se fundó con una inicial declaración de interés en contribuir a la reducción del
sufrimiento humano, de las muertes y pérdidas, criticando un modelo de desarrollo que crea
vulnerabilidad a desastres, corrupción, impunidad, ineficiencia, etcétera, y frente a la falta
de masa crítica de investigadores en ciencias sociales y desastres en el subcontinente. Tuvo
acierto en construir una plataforma difusora de publicaciones y presencia en foros de
organizaciones internacionales, creó una imagen positiva y aparentemente comprometida
con las causas que manifestó en su creación. Algunos de sus fundadores se vincularon
luego con la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (EIRD) de la ONU, y
otros trabajaron en diversos proyectos relacionados con la esfera del riesgo-desastre, varios
de ellos asociados a iniciativas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco
Mundial (BM), entre otras cosas, impulsando la idea de la gestión integral de riesgos como
alternativa a los arreglos tradiciones ligados a la protección/defensa civil.
La agencia de ayuda externa (ODA), del Reino Unido, etcétera. Además, es de resaltar que
esta conjunción de esfuerzos tuvo influencia en los arreglos gubernamentales
internacionales, por ejemplo, el Marco de Acción de Hyogo (MAH), que suscribieron
diversos gobiernos como el de México. Justamente derivado de ese compromiso, el
gobierno mexicano incluyó el enfoque de gestión integral de riesgos, en una nueva ley
general de protección civil aprobada en 2012 y sobre la que abundaremos más adelante.
Existe relación entre las políticas de las organizaciones financieras mencionadas por
ampliar el mercado de seguros con el fomento de la gestión de riesgos en América Latina.
Evidentemente, esto tiene una historia particular que se relaciona con la secuela destructiva
que dejó el huracán Andrew en el sur de la Florida en 1992, y que encontró a las principales
empresas aseguradoras y reaseguradoras en un estado de subcapitalización que
prácticamente los llevó a un estado de quiebra (Niehaus, 2012; Sheehan, 2003; Cummins y
Weiss, 2002), y que pudo ser salvado gracias a la intervención del gobierno estadounidense
y los organismos financieros internacionales que coordina. La sobrecapitalización que se
dio un par de años después habría de forzar al entorno internacional para expandir el
mercado del aseguramiento y reaseguramiento.
Los promotores de la Gestión Integral de Riesgos de Desastres crearon una plataforma
conceptual no demasiado sólida (Macías, 2014) para convencer a los gobiernos acerca de
las bondades del cambio de enfoque señalando que un desastre es más bien un resultado
negativo de acciones mal encaminadas por los propios gobiernos y las sociedades, y que
hablar de desastres era referirse a esos resultados negativos. En cambio, propusieron hablar
del riesgo y tomarlo como una categoría central en ese enfoque, porque una vez que se
conocía más del riesgo se podrían tomar mejores acciones anticipatorias para reducirlo,
eliminarlo o controlar sus efectos, incluidas, desde luego, las acciones de transferencia del
riesgo o compra de seguros, reaseguros o de otros instrumentos financieros como los
denominados bonos catastróficos.
El trabajo de Freeman et ál. (2001), es prácticamente una muestra casi pionera de todos los
esfuerzos realizados por las organizaciones internacionales, incluida la Estrategia
Internacional para la Reducción de los Desastre (EIRD) y su proyección en el denominado
Marco de Acción de Hyogo, y sobre todo las financieras del circuito del Banco Mundial y
del Banco Interamericano de Desarrollo, por fomentar la adopción de la Gestión Integral de
Riesgos de Desastres. Hay una síntesis muy interesante de la propuesta y de sus contenidos
que se resume en los siguientes términos:
Puntos clave
Como se puede observar en esta disposición el momento del impacto, que denominan como
desastre, es la parte nodal de la división de las actividades o de sus componentes. Esas dos
etapas tienen subdivisiones, por ejemplo, en la etapa pre-desastre se incluyen cuatro sub-etapas:
determinación del riesgo, mitigación, transferencia del riesgo y preparación.
La etapa del pos-desastre sólo incluye dos sub-etapas: respuesta frente a la emergencia, y
rehabilitación y reconstrucción
Etapa pre-desastre Etapa pos-desastre
En México se insertó legalmente el enfoque de GIRD dentro de los esquemas de la protección civil
en 2012, lo cual representa un cambio muy importante sin que hubiese mediado desastre alguno
en la consideración de su inclusión dentro del esquema de su protección civil, y quizás es el
cambio más importante desde la creación de la primera Ley General de Protección Civil en el año
2000, cuya promulgación fue motivada por una serie de desastres desde 1995 (los huracanes
Ismael, Opal, Roxana, los sismos de Puebla-Oaxaca, la reactivación del volcán Popocatépetl), 1997
(ocurrencia del huracán Paulina), 1998 (inundaciones catastróficas de la costa de Chiapas), 1999
(inundaciones en el centro occidente y sureste del país
La caracterización de los modelos de organización gubernamental para enfrentar desastres
En un manual de manejo (gestión) de desastres (Carter, 1992) referido por Freeman et ál.
(óp. cit. p. 1) se indica que una organización gubernamental diseñada para enfrentar
desastres debe incluir lo siguiente:
En un manual de manejo (gestión) de desastres (Carter, 1992) referido por Freeman et ál.
(óp. cit. p. 1) se indica que una organización gubernamental diseñada para enfrentar
desastres debe incluir lo siguiente:
Según Freeman y colegas “esa interacción puede ser formal o informal. Comúnmente se
cree que para que un sistema nacional haga frente a los desastres, los gobiernos nacionales
deben participar activamente en la creación y puesta en práctica de un sistema formal”.
Pero, como hemos visto a lo largo de este curso, la “creación y puesta en práctica de un
sistema formal” no puede ser ninguna garantía de esa integralidad porque si bien ésta
depende de los arreglos estructurales formales, la concepción misma del proceso de
desastre y las actividades apropiadas para cada momento de ese proceso son los que pueden
dar el carácter de integralidad.
Las formas que han adoptado las diferentes organizaciones gubernamentales para enfrentar
desastres en el mundo son muy variadas. Conviene señalar, aunque sea de manera sintética,
las principales variantes, tomado en cuenta solo los modelos de defensa civil, protección
civil y manejo de emergencias.
El primer caso, que es el más generalizado para los países de Europa, Asia, África y la
mayoría de los países que estuvieron integrados al bloque socialista, se refiere a la
existencia de la defensa civil que dio entrada a las funciones de la protección civil; es decir,
la organización existente da lugar a otra organización que tiene nuevas funciones, pero que
actúa subordinada.
A través de la siguiente gráfica proponemos considerar el esquema de las cuatro fases del
manejo de emergencias como el más consolidado y, a partir de éste, mostrar gráficamente
las fases que sólo en parte cubren los modelos de defensa civil, protección civil y el papel
complementario de la gestión integral de riesgos.
En la tabla siguiente se muestra una interesante diferenciación de los tres modelos que se
han tratado a lo largo del curso, excluyendo, desde luego, a la gestión integral de riegos.
Los factores diferenciadores son aquellos que se refieren a los presupuestos de acción, que
de hecho fueron las razones que los originaron. Se indica la diferencia de sus conceptos
operativos como organizacionales para terminar con las formas estructurales organizativas
más características.
Todos los factores mencionados antes ofrecen la posibilidad de realizar varios ensayos de
configuración tipológica de las organizaciones. Considerando los principios normativos de
esas organizaciones podemos advertir que son diferentes para los tres modelos, es decir,
para defensa civil, protección civil y manejo de emergencias. Los dos primeros están en
mayor o menor medida restringidos a emergencias o a intervenciones inmediatamente
posteriores al resultado de un impacto desastroso. El manejo de emergencias se diseñó para
cubrir todo un proceso de actividades que definió como las fases del manejo de desastres.
La gestión integral de riesgos de desastres, como se ha reiterado, es una extracción del
manejo de emergencias que se intenta introducir en las organizaciones existentes como
complemento para buscar tener una integralidad en la consideración del riesgo-desastre.
Colombia C2, M NO NO C1
Argentina C2 C1 NO C2
Brasil C1 NO C2
Venezuela A C1 NO C2
Canadá C1 C1 C1
Europa Alemania NO U NO
Occidental
Gran Bretaña C2 C1 C1
España NO U NO
Italia NO U NO
Rusia C1 C1 C1
Asia China A U C1
Japón A NO U
África Argelia U NO
Sudáfrica A A U
Egipto C1 NO NO C2
Otros Australia A NO U
países
Islandia A C1 C1
Notas:
1- Algunos países mantienen en su organización el término de defensa civil, pero también
el de protección civil.
2- La Gestión Integral de Riesgos de Desastre es una fórmula reciente que se intenta
incorporar en las organizaciones existentes.
Significados
A = Antecedente Compartida: M = Militar
U = Única, C1 = mayor
C = Compartida C2 = subordinada
Al = Alternativa
Como se ve en la tabla anterior, en la mayoría de los casos hay dos modelos actuando
dentro de las organizaciones nacionales. La letra C, que indica una existencia compartida
de dos o más modelos es dominante, pero desde luego que hay variación en el tipo de
importancia que cada modelo tiene dentro de la organización. La defensa civil, el principal
fundamento de todas las organizaciones, si ya no existe, se consigna que fue antecedente.
Se observa, por otro lado, que en los países americanos hay más compartición de los
modelos existentes que en los países de Europa, donde es más homogénea la protección
civil.
La parte final de este curso trata de las posibilidades enormes de cambios de las
organizaciones gubernamentales para enfrentar desastres, que no han resultado ser siempre
favorables, como vamos a ver. Esas posibilidades de cambio están en función directa de
decisiones de carácter político y dependen de sus concepciones, de los recursos financieros
y de las prioridades asignadas a los problemas de los desastres o de las emergencias, entre
otras cosas.
Esos cambios también están definiendo muchas de las conclusiones de los analistas de esas
organizaciones que intervienen para el análisis de las mismas y para la adopción de
recomendaciones, que si no se ubican en esa dimensión de cambio, pueden reflejar una
consideración fallida.
En la siguiente tabla se muestra el caso del denominado Sistema Federal de Emergencias
argentino, se ubican las alusiones de dos autores, que con algunos años de diferencia de
observación reflejan dos realidades o condiciones de una misma organización, el SIFEM.
Desde luego, el caso del SIFEM argentino no es el único, en la mayoría de los países se han
verificado cambios de sus organizaciones, como notorio es el de los Estados Unidos, que
desmanteló su sistema federal de manejo de emergencias luego de los denominados ataques
terroristas de 2001 para crear el Departamento de Seguridad Interna que retornó la
preeminencia de su defensa civil y el énfasis en terrorismo y emergencias propiciadas por
agentes no naturales.
Las organizaciones gubernamentales, para enfrentar los problemas que plantean los
desastres, sean de defensa civil, protección civil o afines al modelo de manejo de
emergencias, han mantenido vínculos permanentes a nivel internacional; dado que ese ha
sido el ámbito que en realidad les ha dado su impulso inicial, no olvidemos que las guerras
mundiales del siglo pasado fueron sus antecedentes esenciales.
Es importante advertir que el hecho de comprometerse en los términos formales que se han
planteado en los acuerdos internacionales no necesariamente significa un cumplimiento
completo de parte de las entidades nacionales porque ello depende de la naturaleza jurídica
y específica de los compromisos. Esto quiere decir que hay diversas formas de vinculación
entre los acuerdos que asumen los países y la realidad del cumplimiento que realizan.
Los antecedentes de ese esfuerzo internacional se remontan a la década de los años ochenta.
Diversas organizaciones al interior de la ONU dedicadas tanto al auxilio humanitario para
desastres como la extinta Organización para Ayuda en Desastres de la ONU (UNDRO, por
sus siglas en inglés) lo impulsaron.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y los organismos financieros del grupo
del Banco Mundial habían llegado a la conclusión de que los desastres estaban cobrando formas
insostenibles dado que no sólo producían muchos muertos (90% de los cuales habitaban los países
pobres del planeta) y pérdidas cuantiosas, sino que los recursos de la ONU y sus organismos
financieros se canalizaban insosteniblemente para resolver las etapas de ayuda humanitaria, y
para financiar la reconstrucción de los países pobres, con el agravante de que mucho de esos
recursos se desviaban de sus objetivos por la alta corrupción de los gobernantes y sus
correspondientes a nivel local en los países afectados.
Por tanto, las razones que impulsaron el DIRDN estuvieron centradas en dos ámbitos: el
humanitario y el que corresponde a los problemas del desarrollo. No obstante, como
también se encontró que la mayoría de los países frecuentemente asolados por desastres,
sustancialmente los más pobres, no habían adoptado acciones para reducir desastres, el
DIRDN adoptó una visión global de vinculación de fórmulas de organización, financieras,
científico-técnicas y diplomáticas para buscar establecer vías de mejoramiento. El DIRDN,
en sus inicios, se centró en una visión de los desastres enfocada en la ingeniería y en las
ciencias naturales, pero a lo largo del decenio fue tomando formas más cercanas a la
realidad de los desastres cuando análisis de científicos sociales mostraban que los aspectos
subyacentes que explicaban la ocurrencia de tantos desastres y su relación con la pobreza se
encontraban en la noción de vulnerabilidad social. En ese contexto fue innegable esa
relación entre pobreza y desastres, con la certeza de que reducir la pobreza impactaría
sensiblemente en la reducción de los desastres o de la vulnerabilidad a desastres.
Introducir en las políticas públicas los conceptos de prevención y evaluación de riesgos, así
como la manera de enfrentar los desastres o los modos de actuación tras una crisis
Alineamiento con la EIRD para hacer presión para que estos principios se respeten en cinco
áreas prioritarias para la toma de acciones
Aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres para el año
2015 en el contexto del desarrollo sostenible, vinculado a los objetivos de desarrollo del
milenio
Reducción considerable de las pérdidas que ocasionan los desastres, tanto en términos de
vidas humanas como en cuanto a los bienes sociales, económicos y ambientales de las
comunidades y los países
El caso de México en relación a sus compromisos con el MAH es muy importante debido a
que las motivaciones manifiestas de esas vinculaciones para nuestro país significan la
adhesión a los propósitos señalados en el MAH que, en síntesis, se pueden observar en el
apego al requerimiento de fomentar la práctica de aseguramiento y el compromiso de
desarrollar la Gestión Integral de Riesgos de Desastres como un enfoque dentro del
esquema organizacional del Sistema Nacional de Protección Civil. Los resultados de esos
progresos se pueden comparar con la siguiente gráfica que ilustra cómo en dos periodos de
tiempo (1980-1999 y 2000-2011) se concentra, por un lado un decremento de la mortalidad
por desastres, de más de 10 mil en 1980-99 a poco más de 2 mil en 2000-2011, lo que
quiere decir una baja del 21% en la mortalidad, cosa extremadamente plausible porque con
ello se cumple parte de los compromisos internacionales. Por otra parte, se puede observar
un incremento en el monto de los daños que asciende a un 172%, lo que es notablemente
muy alto y requiere de atención muy urgente.
La gran interrogante: ¿qué tan efectivos han sido esos esfuerzos internacionales?
No se puede negar que han existido avances en muchas aspectos de la reducción de riesgos
de desastres y también en algunos rubros relacionados con el problema de contención de la
pobreza, pero el análisis de los datos nos sugiere, lamentablemente, que no se ha logrado
aún lo propuesto en el conjunto de acciones internacionales.
Por otra parte, el propio contexto mundial mantiene complejidades crecientes, como la
mostrada por el suceso sísmico y tsunami que afectó a Japón el 11 de marzo de 2011.
Recordemos que las instalaciones nucleares de Fukushima resultaron con grandes
afectaciones y que ello conformó un escenario de amenaza global a la seguridad de la
población de muchas partes del planeta porque, al verificarse fuga de material radiactivo
que contaminó tanto el mar como la atmósfera, se convirtió en un problema global. Una de
las reacciones a tales condiciones la presentó el presidente ruso Dimitri Medvedev, quién
requirió del contexto internacional una nueva legislación para prevenir y reducir el impacto
de los desastres similares a la crisis de la planta nuclear en Japón, advirtiendo que el actual
derecho internacional fue ineficaz en situaciones donde "catástrofes toman dimensiones
transfronterizas”.
La Organización de las Naciones Unidas, sus agencias y sus programas, han sido muy
importantes referentes para la cooperación de las organizaciones gubernamentales creadas
para enfrentar desastres de diversos países. Sin embargo, también se han creado otras
organizaciones que vinculan ya sea organismos gubernamentales o asociaciones
profesionales y empresas independientes que, a través del establecimiento de vínculos
funcionales, han logrado desarrollar relaciones de mutuo provecho. Enseguida veremos
algunas de ellas.
La OICD, es una organización reconocida por la ONU como “organización especializada” (Le Jeune,
2001), que tiene como objetivos de acción conjunta defender a la gente y proteger sus
propiedades y ambiente. Desarrollan diversas actividades de intercambio que incluyen
capacitación y cooperación técnica
Esta organización fue creada en 1996, es decir, en medio curso del DIRDN, y tiene por
objeto “el fomento de la cooperación entre sus miembros, con el fin de mejorar la
prevención y protección frente a catástrofes y agrupa actualmente a todos los organismos
de protección civil y defensa civil dependientes de los gobiernos de los países que integran
la comunidad iberoamericana”. Esta es una organización cu
yo impulso, como se puede comprender de su denominación, provino de España, aunque se
fundó en Santiago de Chile y su inicio también se relaciona con la Cumbre Iberoamericana
de Jefes de Estado y de Gobierno (SELA, 2010).
La promoción de esta organización señala que abarca muchos países del mundo, entre los
que se encuentran Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, México, Brasil, Australia,
Inglaterra, Sudáfrica, China y Japón, entre otros. Está compuesta por representantes de
gobiernos nacionales, asociaciones no lucrativas, instituciones educativas, pequeños
negocios, gerentes de desastres profesionales, investigadores y voluntarios.
En el ámbito específico del manejo de emergencias, se puede mencionar las siguientes tres
organizaciones.
Esta organización se fundó en 1991 como una plataforma académica y científica enfocada
en la prevención y respuesta de emergencias. Se estableció en la ciudad de Milán, Italia,
compuesta inicialmente de sesenta expertos y varios consorcios asociados. Colaboraron
estrechamente con la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO, por
sus siglas en inglés).
Argelia, Benín, Burundi, Camerún, Colombia, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Gambia, Guinea,
Honduras, Kenia, Paraguay, Líbano, Macedonia, Madagascar, Malawi, Nueva Zelanda,
Nigeria, Samoa, Senegal, Sudáfrica, entre otros.
2) Prevención de emergencias
3) Respuesta en emergencias
Medidas de prevención
Agentes causantes
Después de que ocurre un incendio, muchas de las preguntas que surgen son encaminadas a
encontrar las causas o agentes causales que dieron origen al siniestro. En este sentido, lo
primero que se debe considerar es que desde el punto de vista de prevención de riesgos un
incendio es un accidente.
Es muy probable que muchas de tus respuestas estén relacionadas con que:
Lo anterior se debe a que en un accidente los actos inseguros y las condiciones riesgosas
permanentes son sin lugar a duda los indicadores concretos de que en cualquier
momento se puede esperar que se produzcan accidentes; esto significa que los
accidentes no son imprevisibles.
Sin duda también serán muchas las causas que se te vienen a la mente, pero algo que no
debes olvidar es que los incendios no son obra de la casualidad o de la mala suerte. En este
sentido, el término incendio accidental se refiere a todos los incendios que no se han
iniciado de forma deliberada o maliciosamente.
Para ello, como primera medida de prevención debes tener en cuenta que:
Todo incendio tiene una causa que lo origina, ya sea de manera directa o
inmediata.
Los incendios se pueden prevenir si primero se establecen las causas que lo
producen.
Sin embargo, lo importante es establecer que esas causas tienen su origen por actos
inseguros de las personas o por condiciones inseguras del lugar.
Pero, ¿por qué las personas cometen actos inseguros? o ¿por qué existen y no se corrigen
las condiciones inseguras? En términos generales la respuesta a estas preguntas se resume
en errores o fallas atribuibles a una persona, lo que se denomina factor humano, es decir,
debemos considerar: si la persona que tiene encargada una tarea tiene el conocimiento
suficiente, está dispuesto a realizarlo de la manera adecuada o tiene la capacidad requerida
También existe el factor trabajo, el cual se refiere al desgaste anormal o el uso anormal
del equipo, el diseño inapropiado de equipos de trabajo, el mantenimiento inadecuado de
herramientas y equipo, las instalaciones defectuosas, la falta de protocolos que describan
los procedimientos de trabajo, etcétera.
En la siguiente gráfica podemos observar que en los lugares de trabajo y el hogar las causas
que originan o incrementan el riesgo de incendio, en cierta medida dependen del uso que se
hace de los materiales o equipos de trabajo.
De acuerdo con la gráfica, las causas más comunes de los grandes incendios se deben a:
Si analizaste la gráfica podrás observar que la causa más común de incendios está
relacionada con el uso de aparatos e instalaciones eléctricas en la industria y el hogar.
Hay una variedad de factores que pueden causar un incendio y que está relacionado con la
electricidad que fluye a través de los equipos e instalaciones, como por ejemplo: en el caso
del cableado, éste se calienta, se funde y puede incendiar materiales inflamables cercanos.
Lo anterior lo puedes observar en los cables flexibles o en los centros de carga. Puede ser
posible que en una serie de incendios se deba al uso indiscriminado de multicontactos y
extensiones eléctricas de uso industrial, donde toda la cuerda del cable queda enredada
entonces, el flujo de electricidad y la estanqueidad del cable impiden la disipación de calor
que provoca un calentamiento y un fuego.
Conexiones flojas. La corriente que fluye a través de los contactos, clavijas y conexiones
eléctricas encuentra una resistencia al flujo de electricidad y genera calor, por lo que es
posible que se produzca un incendio en la pared o en la parte posterior de una toma de
corriente o enchufe, en una caja de conexiones de cableado en el techo, por encima de las
luminarias o dentro de un tablero de interruptor, fusible o panel de consumidores.
El nulo o poco mantenimiento, así como el uso no autorizado de los sistemas eléctricos,
componentes y equipos, la falta de controles y verificaciones formales e informales pueden
ser directamente vinculados a las causas de los incendios en el lugar de trabajo. Se han
sabido de incendios que han sido causados por plagas, por ejemplo de ratas que se comen
los cables eléctricos en los sótanos de los edificios, etcétera.
Por otro lado, aun cuando los lugares de trabajo se han declarado por Ley como zonas para
no fumadores y se prohíbe fumar dentro del inmueble, el número de incendios causados por
los fumadores y sus materiales de fumar desechados se establecen como la segunda
causa que origina un incendio. Se debe considerar que a menudo cuando se establece una
prohibición de las prácticas arraigadas como el tabaquismo, las consecuencias son impulsar
las prácticas informales prohibidas, resultando la zona de calderas, almacenes, baños y
otros los lugares de poca afluencia utilizadas para dicha práctica, que si no se controla
puede conducir a un mayor riesgo, sobre todo porque no existen acuerdos formales para la
eliminación de los materiales para fumar.
Con los ejemplos presentados sobre de las causas comunes que dan origen a un incendio te
podrás dar una idea de los diferentes factores que lo originan.
Actividad a evaluar
Acción
Observa el edificio y lo que sucede en su interior. Ten en cuenta las posibles formas en que los
incendios podrían ser intencionados. Identificar los puntos vulnerables, tanto dentro como fuera
del edificio y en las áreas externas dentro del perímetro del edificio. Además, ten en cuenta la
zona en que se encuentra el negocio con el fin de evaluar la probabilidad de un ataque
incendiario en el barrio.
Procedimientos de prevención
Como te habrás dado cuenta, la prevención de un incendio implica entre otras cosas definir el
riesgo en las instalaciones, contar con planes de emergencia, protocolos y procedimientos
administrativos. Afortunadamente en la literatura encontraras muchos ejemplos de ello, como las
especificaciones señaladas en el capítulo 7 de la Norma Oficial Mexicana NOM-002-STPS-2010.
Condiciones de seguridad-prevención y protección contra incendios en los centros de trabajo,
referente a las condiciones de prevención y protección contra incendios, de las cuales cabe
resaltar lo siguiente.
1. Clasificar el riesgo de incendio del centro de trabajo o por áreas que lo integran, tales
como plantas, edificios o niveles.
2. Contar con un croquis, plano o mapa general del centro de trabajo, o por áreas que lo
integran, actualizado y colocado en los principales lugares de entrada, tránsito, reunión o
puntos comunes de estancia o servicios para los trabajadores.
3. Elaborar un programa anual de revisión mensual de los extintores y vigilar que cumplan
con las condiciones de operación.
4. Contar con el registro de los resultados de la revisión mensual a los extintores.
5. Establecer y dar seguimiento a un programa anual de revisión y pruebas a los equipos
contra incendio, a los medios de detección y, en su caso, a las alarmas de incendio y
sistemas fijos contra incendio.
6. Establecer y dar seguimiento a un programa anual de revisión a las instalaciones eléctricas
de las áreas del centro de trabajo, con énfasis en aquellas clasificadas como de riesgo de
incendio alto.
7. Establecer y dar seguimiento a un programa anual de revisión a las instalaciones de gas
licuado de petróleo o natural, con el fin de identificar y corregir condiciones inseguras que
puedan existir.
8. Contar, en su caso, con la señalización que prohíba fumar, generar flama abierta o chispas
e introducir objetos incandescentes, cerillos, cigarrillos o, en su caso, utilizar teléfonos
celulares, aparatos de radiocomunicación, u otros que puedan provocar ignición por no
ser intrínsecamente seguros, en las áreas en donde se produzcan, almacenen o manejen
materiales inflamables o explosivos. Dicha señalización deberá cumplir con lo establecido
por la NOM-026-STPS-2008 o la NOM-003-SEGOB-2002, o las que las sustituyan.
9. Contar con las medidas o procedimientos de seguridad para el uso de equipos de
calefacción, calentadores, hornos, parrillas u otras fuentes de calor en las áreas donde
existan materiales inflamables o explosivos, y supervisar que se cumplan.
10. Prohibir y evitar que se almacenen materiales o coloquen objetos que obstruyan e
interfieran el acceso al equipo contra incendio, o a los dispositivos de alarma de incendio o
activación manual de los sistemas fijos contra incendio.
11. Contar con rutas de evacuación, salidas normales o de emergencia que estén señalizadas
en lugares visibles de conformidad con lo dispuesto por la NOM-026-STPS-2008 o la NOM-
003-SEGOB-2011 o las que las sustituyan.
Considerando el objetivo y los alcances de este curso, sólo se mencionan algunos de los
factores que debes consideran para identificar y prever un riesgo de fuego, ya que
corresponde a otros profesionistas con otro grado de especialidad y responsabilidad el
cumplimiento estricto de las especificaciones en cuanto al desarrollo y diseño de los
procedimientos que establece la Norma.
Los centros de trabajo o áreas que cuentan con sistemas automáticos de supresión
podrán contar hasta con la mitad del número requerido de extintores que correspondan, de
acuerdo con lo señalado en los incisos b y c, siempre y cuando tengan una capacidad
nominal de al menos 6 kilogramos o 9 litros.
Colocarlos a una altura no mayor de 1.50 m, medidos desde el nivel del piso hasta la
parte más alta del extintor.
Protegerlos de daños y de las condiciones ambientales que puedan afectar su
funcionamiento.
Como medida de prevención contra incendios en el trabajo los extintores deben estar
situados, inspeccionados y probados de acuerdo con las recomendaciones del fabricante;
esto debe incluir una prueba anual y la inspección de una persona competente. Además, los
extintores deben ser inspeccionados periódicamente para asegurarse que están en su lugar,
llenos, en buen estado y que han sido probados dentro del plazo pertinente.
Con respecto a las acciones preventivas que se deben considerar antes de la señal de alarma
son:
Asimismo, una vez activada la alerta de incendio, las primeras actividades que se sugiere
realizar son:
Los sistemas de alarma contra incendios que se instalan en los inmuebles tienen como
objetivo emitir una señal que llame la atención de las personas para que evacúen el lugar y
así salvaguardar su vida y sus bienes.
Lugar donde
Tipo de
Propósito se instala el
activación
sistema
Proporcionar un Lugares Manual
medio de pequeños de
comunicación ante la bajo riesgo
presencia de un
incendio
No debes olvidar que las alarmas automáticas se activaran de acuerdo con el tipo de
detector utilizado, el cual activa la alarma a partir de la aparición de un producto de la
combustión o cambios físicos en el ambiente.
a) Humo
b) Calor
c) Gases de combustión
d) Flama
Este tema tiene como objetivo que conozcas los mecanismos de extinción del fuego, sus
agentes extintores así como las técnicas y tácticas empleadas para el combate y control de
incendios en instalaciones industriales y edificios administrativos. En esta sesión
únicamente abordaremos los temas de métodos de extinción y agentes extintores.
Recordando los cuatro elementos del tetraedro del fuego (figura 3.1), que son
imprescindibles para que exista un fuego (calor, oxígeno, combustible y reacción en
cadena), los métodos de prevención y extinción se basan en la eliminación de uno o más de
los componentes de la combustión. De acuerdo con esto, los métodos de extinción son:
Enfriamiento
Como se ilustra en la figura 3.2., eliminando el calor, es decir, bajando la temperatura a un nivel en
que los materiales combustibles ya no pueden desprender gases y vapores inflamables. Para lograr
este enfriamiento, uno de los mejores elementos para lograrlo es el agua, ya que puede absorber
gran cantidad de calor antes de evaporarse. Mangueras y extintores con agua corresponden a la
aplicación de este método. La reducción de la temperatura depende de la aplicación de un caudal
adecuado y en forma apropiada para lograr establecer un balance negativo de calor. La ventilación
ayuda a combatir el incendio porque elimina el calor, vapores y humo de la atmósfera, reduciendo
al mismo tiempo las oportunidades de una explosión por acumulación de vapores.
Sofocación
Por último, recordarás que la reacción en cadena es la que permite la continuidad de la flama al
utilizar el calor generado para la vaporización del combustible. En este sentido, en la figura 3.5 se
ilustra cómo la inhibición de la reacción en cadena se logra impidiendo la transmisión de calor de
unas partículas a otras del combustible, interponiendo elementos catalizadores entre ellas, como
el uso de compuestos químicos que reaccionan con los distintos componentes de los vapores
combustibles neutralizándolos. Los extintores de polvos químicos secos y sustitutos del halón
tienen esta finalidad. Este método es sumamente efectivo en combustibles líquidos y gaseosos. En
la extinción de incendios sobre combustibles sólidos siempre se comportarán mejor los agentes
con capacidad de enfriamiento, es decir, agua.
Agentes extintores
Los elementos o productos que se disponen para el control o extinción del fuego se
denominan agentes extintores. Existe una gran variedad a partir de las características,
físicas o químicas que lo hacen capaz de interrumpir el proceso de combustión.
La clasificación de los distintos agentes extintores está determinada por el estado físico en
que se encuentran: sólidos, líquidos o gaseosos.
Líquidos
Agua. Es el agente extintor más utilizado, apaga por enfriamiento absorbiendo del fuego
grandes cantidades de calor para evaporarse.
En general, es más eficaz si se emplea pulverizada ya que se evapora más rápido con lo que
absorbe más calor. El agua cuando se vaporiza aumenta su volumen 1700 veces. Se utiliza
para apagar fuegos de clase A ya que apaga y enfría las brasas.
Espuma. Básicamente apaga por sofocación al aislar el combustible del aire, es decir el
oxígeno que lo rodea, ejerce una cierta acción refrigerante debido al agua que contiene. Se
utiliza en fuegos de clase A y B, además es conductora de electricidad por lo que no debe
emplearse en presencia de corriente eléctrica.
Mezcla de agua y acetato de potasio. Se utiliza para apagar fuegos clase K, no produce
derrame de grasas y evita la propagación del fuego gracias al efecto que produce la nube
vaporizada. El difusor descarga en forma de Spray, protegiendo al operador de
salpicaduras.
Sólidos
Polvos químicos secos. Son polvos de sales químicas de diferente composición capaces de
combinarse con los productos de descomposición del combustible, paralizando la reacción
en cadena. Pueden ser de dos clases: normal o polivalente.
Los polvos químicos secos normales (BC) son sales de sodio o potasio perfectamente
deshidratadas, combinados con otros compuestos para darles fluidez y estabilidad. Son
apropiados para fuegos de líquidos clase B y de gases clase C.
Los polvos químicos secos polivalentes (ABC) tienen como base fosfatos de amonio, con
aditivos similares a los normales. Además de ser apropiados para fuegos de líquidos y de
gases, lo son para los sólidos, ya que se funden recubriendo los brasas con una película que
las sella aislándolas del aire.
Existe un tipo de agente extintor a base de polvos especiales que es normalmente una
mezcla a base de cloruro de sodio con aditivo de fosfato tricálcico o compuestos de grafito
y coque, los cuales se utilizan exclusivamente para apagar fuegos clase D. Los agentes
extintores comunes no deben usarse en este tipo de incendios, ya que en la mayoría de los
casos existe el peligro de aumentar la intensidad del fuego debido a una reacción química
entre el agente y el metal ardiente.
Gaseosos
Dióxido de carbono (CO2). Es un gas inerte que se almacena en estado líquido a presión
elevada. Al descargarse se solidifica parcialmente en forma de copos blancos, por lo que a
los extintores que contienen este agente extintor se les llama de nieve carbónica. Apaga
principalmente por sofocación desplazando al oxígeno del aire, aunque también produce un
cierto enfriamiento. No conduce la electricidad.
Se emplea para apagar fuegos de líquidos clase B y clase C en fuego de sólidos clase A sólo
cuando son superficiales, de otra forma resulta un agente poco eficiente. Al no ser
conductor de la electricidad es especialmente adecuado para apagar fuegos en los que haya
presencia de corriente eléctrica.
Es asfixiante, por lo que los locales deben ventilarse después de su uso. Hay que tener
especial cuidado con no utilizarlo en cantidades que puedan resultar peligrosas en presencia
de personas.
Dada su gran eficacia extintora, los halones se han utilizado de forma masiva hasta finales
de los años ochenta. Se ha comprobado que su liberación afecta al deterioro de la capa de
ozono dada su composición a base de metano y elementos halogenados (cloro, bromo y
flúor). Por ello, la utilización de este tipo de agente extintor se está reduciendo rápidamente
sobre todo desde la ratificación del Protocolo de Montreal en 1988, firmado por 87 países.
Por estas razones, los fabricantes han desarrollado desde hace algún tiempo compuestos
alternativos que no afecten a la capa de ozono y que tengan eficacia extintora similar a los
halones. Generalmente se identifican con un número; los más eficaces y utilizados son el
1301 (bromotrifluormetano) y el 1211 (bromoclorodifluormetano) o CBF.
Se utilizan otros agentes extintores, pero su empleo se restringe a ciertas clases de fuego:
Arena seca. Proyectada con pala sobre líquidos que se derraman por el suelo, actúa por
sofocación del fuego. Se utiliza igualmente para tipo de fuego D de magnesio. Es
indispensable en los garajes donde se presenten manchas de gasolina, para impedir su
inflamación.
Mantas. Son utilizadas para apagar fuegos que, por ejemplo, hayan prendido la ropa de
alguna persona. Es necesario que estén fabricadas con fibras naturales y no con fibras
sintéticas.
Mezcla
grafito,
Coque
fosfatos
Agentes Inaceptable Inaceptable Inaceptable Inaceptable Aceptable
Especiales
Mezcla agua
acetato de
potasio
Las medidas activas de protección contra incendios están constituidas por el conjunto de
equipos portátiles, los sistemas fijos manuales o automáticos que permiten detectar,
almacenar, distribuir y proyectar los agentes extintores sobre el fuego. Los medios de
extinción que actualmente se utilizan de forma habitual son:
Extintores portátiles
La aguja en zona VERDE indica que el extintor tiene presión suficiente y está operativo.
Si la aguja está en zona ROJA, el extintor no está operativo. Esto se debe, por lo común, a
que ya fue usado y no se recargó oportunamente, o a que existe una fuga en la válvula y ha
perdido la presión.
Si la aguja se ha desplazado a la zona AMARILLA quiere decir que hay sobrepresión. Esto
puede ser una falla del manómetro mismo cuando es de mala calidad. Por lo tanto el
extintor no está operativo.
El gas impulsor suele ser nitrógeno o CO2, aunque a veces se emplea aire comprimido. El único
agente extintor que no requiere gas impulsor es el CO 2. Los polvos secos y los halones requieren
un gas impulsor exento de humedad, como el nitrógeno o el CO2 seco.
3. Mango. Parte metálica fija por la cual se agarra el extintor cuando se utiliza.
5. Pasador de seguridad. Metal que fija la palanca y evita que se accione el extintor
accidentalmente.
Se sugiere que busques el extintor más cercano para que te familiarices con las partes que
lo componen e identifiques a qué clasificación pertenece.
Hay diferentes tipos de extintores que contienen agentes apropiados para cada tipo de
fuego, es decir:
• Que el agente extintor sea apropiado para el fuego que se debe combatir. Hay PQS para
fuegos A, B y C; los otros son sólo para B y C.
• Que el extintor tenga la presión adecuada. Hay algunos modelos que tienen adosada una
botella auxiliar que contiene gas que da la presurización, en cuyo caso no es necesario el
manómetro que indica la presión al interior del cuerpo del extintor.
Una de las consideraciones que se debe tener al usarlo es que el polvo deja residuos en
abundancia, cuya eliminación posterior es engorrosa, por lo cual no es recomendable para
lugares en que existan equipos delicados o productos para el consumo humano.
Equipos fijos
Los equipos fijos son sistemas incorporados en edificios y que proveen protección en caso
de incendio. Uno de éstos está conformado por las redes secas, es decir, tuberías de gran
diámetro sin agua que los bomberos pueden utilizar para llegar al lugar del siniestro sin
necesidad de extender mangueras.
En la figura 3.8. se representa un sistema múltiple de redes secas para agua y espuma, en el
caso de incendio los bomberos se conectarían a la toma siamesa proporcionando agua a
toda la red, también se muestra un sistema para suministrar espuma y controlar un posible
incendio por medio de rociadores sobre una caldera que utiliza combustible.
En la figura 3.9., se presenta un sistema de red húmeda. Se llama así porque las tuberías tienen
permanentemente agua, en estos sistemas encontramos hidrantes con mangueras y pitones listos
para ser utilizados en caso de necesidad. Su fuente de abastecimiento son generalmente los
tanques de agua ubicados en la parte superior del edificio, pero también pueden ser alimentadas
por fuentes de agua propias impulsadas por bombas.
a. Hidrantes
Los principales cuidados que se deben tener con las mangueras son:
No colocar sobre ellas objetos pesados, ni que sean pisadas por vehículos o
personas, especialmente si están con agua
Vaciar completamente el agua una vez que han sido utilizadas, y lavarlas
antes de guardarlas. Hay que familiarizarse con el sistema de mangueras que
emplea la empresa, dado que hay diversas formas de almacenarlas (en rollos,
carretes, plegadas, etcétera).
Las mangueras están enrolladas en un carrete que gira al tirar de un extremo de éstas.
Frecuentemente se emplean mangueras semirrígidas, lo que hace su utilización más fácil.
Cajas de emergencia
Una modalidad muy usual son las cajas de emergencia, que se adosan a las paredes y en las
cuales hay elementos para combatir fuego o para rescate, tales como extintores, hachas,
barretas y otros elementos similares.
Es especialmente conveniente que se ubiquen en ellas los extintores, porque esto permite
tener reunidos en un solo lugar todos los elementos requeridos para una emergencia,
sirviendo además de punto de reunión para quienes deban utilizarlos.
Paso 1
Mantén la calma, de lo contrario tu acción puede ser más peligrosa que el mismo fuego.
Avisa del fuego a tu supervisor y las personas en el área, utiliza la alarma o llama al
teléfono de emergencia. Si no hay alarma o teléfono a la mano, da la voz de alerta o grita:
fuego; si estás acompañado envía al otro a avisar. Trata de cortar la energía eléctrica.
Paso 2
Asegúrate de elegir el tipo de extintor correcto. Un extintor apropiado para determinada
clase de fuego puede resultar peligroso para otras.
Paso 3
Retira el extintor con cuidado, evitando golpearlo o golpearte con él.
Paso 4
Toma el extintor de la manija al trasladarlo, no corras mientras lo transportas.
Paso 5
En los incendios al aire libre, siempre colocarse de espaldas al viento.
Paso 6
No acercarse excesivamente al fuego, aproximadamente a 3 metros de distancia, es
necesario recordar que el chorro del extintor sale con fuerza considerable y puede aventar
las llamas hacia lugares no deseados.
Paso 7
Una vez en el lugar del conato de fuego y sólo en ese instante, retira el seguro. Separa la
manguera del seguro que la retiene.
Paso 8
Presiona la palanca para que se inicie el proceso de descarga. Si sueltas la palanca se
interrumpirá la salida del agente extintor. No accionar la palanca de presurización, sin antes
haber comprobado que el cuerpo del operador se encuentra fuera del radio de acción de
cualquier proyección que pueda provocar algún elemento del extintor.
Paso 9
Dirige en lo posible el agente extintor hacia la base de la llama, de preferencia, haz un
movimiento de abanico horizontal o vertical según la necesidad. El accionar conjunto de
dos o más extintores sobre el foco ígneo hará que éste sea extinguido con mayor prontitud.
Paso 10
No se debe correr ni darle la espalda al fuego, tampoco se debe ingresar a un recinto con
gran cantidad de humo ni descargar el extintor si no puede ver dónde se va a lanzar el
agente extintor.
Paso 11
Completada la operación, y hayas o no extinguido el fuego, retírate del lugar para que otras
personas continúen con la labor.
Paso 12
Una vez usado, entrega el extintor vacío a quien corresponda para que sea cargado y quede
operativo nuevamente.
Paso 13
Cada cierto tiempo dedica algunos minutos para comprobar que los extintores de tu sector
están operativos de modo que ante una emergencia puedas usarlos sin problemas. Si no es
así, da cuenta a quien corresponda de inmediato.
Antes de extinguir un fuego en una situación de emergencia es recomendable haber
realizado una práctica real por lo menos una vez
Tabla 1
Propiedades físicoquímicas
Presión de vapor Temperatura de
mmHg Pa inflamación
Disolvente (°C)
1. Alcohol 47 6,266 13
etílico
(etanol)
Como medidas preventivas se consideraron los siguientes extintores con base al riesgo
calculado:
Tabla 2
Extintor
Establecimi Cantid Tipo Distanc
ento ad ia* (m) Áre Tipo
a de
riesgo
m2
1 2 BC 5 150 Ordina
(CO2) rio
1 ABC 17 Alto
(PQS)
2 BC 10
2 (CO2) 525
3 1 ABC 18 200 Ordina
(PQS) rio
4 2 Sustit 5 200 Alto
uto de
gas
halón
5 1 Espu 7 150 Alto
ma
Actualmente la geología comprende distintas ciencias o disciplinas, de entre las cuales destacan
las 12 siguientes:
Sismología:
Vulcanología:
Es el estudio de los volcanes, las erupciones volcánicas y sus productos (lava, cenizas,
etcétera). El término vulcanología viene del nombre del dios romano del fuego, Vulcano.
Un volcanólogo es un estudioso de los volcanes.
Estratigrafía:
Es la rama de la geología que trata del estudio e interpretación de las rocas sedimentarias
estratificadas y de su identificación, descripción, secuencia, tanto vertical como horizontal;
cartografía y correlación de las unidades estratificadas de rocas.
Geología estructural:
Geología económica:
Se encarga del estudio de las rocas con el fin de encontrar depósitos minerales que puedan
ser explotados por el hombre con un beneficio práctico o económico. La explotación de
estos recursos es conocida como minería.
Geología histórica:
Geomorfología:
Geoquímica:
Geofísica:
Estudia las propiedades físicas de la Tierra para entender todos los fenómenos relacionados
con su estructura, condiciones físicas e historia evolutiva. Al ser una disciplina
experimental, usa para su estudio métodos cuantitativos físicos como la sismología, física
de reflexión y refracción, y una serie de métodos basados en la medida de la gravedad, de
campos electromagnéticos, magnéticos o eléctricos y de fenómenos radiactivos. En algunos
casos dichos métodos aprovechan campos o fenómenos naturales (gravedad, magnetismo
terrestre, mareas, terremotos, tsunamis, etcétera), y en otros son inducidos por el hombre
(campos eléctricos y fenómenos sísmicos).
Hidrogeología:
Es la rama de las ciencias geológicas que estudia las aguas subterráneas en lo relacionado
con su origen, su transporte, sus condicionamientos geológicos, su interacción con los
suelos, rocas y humedales; su estado (líquido, sólido y gaseoso) y propiedades (físicas,
químicas, bacteriológicas y radiactivas).
Geotecnia:
Suelo
Otro concepto que debes considerar para la identificación de los fenómenos geológicos,
retomado de la geología, es suelo, al que se considera como un depósito de sedimentos y
otras acumulaciones de partículas sólidas producidas principalmente por la desintegración
mecánica y química de las rocas, con o sin materia orgánica. Atendiendo al tamaño y a la
distribución de sus partículas sólidas, al suelo se le puede clasificar en:
Suelos finos: Son aquellos cuyas partículas son menores a 0.075 mm, y están constituidos por
limos y arcillas.
Suelos gruesos: Son aquellos cuyas partículas son mayores a 0.075 mm pero menores a
dos pulgadas (5 cm), y están constituidos por arenas y gravas.
El agua contenida en los poros del suelo juega un papel tan fundamental en el
comportamiento mecánico del mismo, que debe considerarse como parte integral de éste
(Terzagui, 1943).
Fluviales: Son aquellos materiales que se depositan en los cauces y en las riberas de los ríos.
Aluviales: Son aquellos que son transportados por el agua y se depositan en las planicies costeras y
en el fondo de los valles.
Residuales: Son los que se depositan inmediatamente al pie de las rocas que les dan origen.
Tectónica de placas
Uno de los conceptos más importantes que te servirán para entender los peligros de origen
geológico es la tectónica de placas, teoría geológica según la cual se define a la corteza
terrestre como una capa de roca muy delgada flotando sobre el manto terrestre fluido. Los
movimientos convectivos del manto arrastran a la corteza rígida, de tal manera que ésta se
ha fragmentado en numerosas placas grandes y pequeñas. Los desplazamientos que se
observan entre las placas, en su movimiento sobre el manto terrestre fluido, explican la
generación de las cuencas oceánicas y la formación de las cadenas montañosas. Asimismo,
da una explicación satisfactoria sobre el hecho de que los terremotos y volcanes se
concentran en regiones concretas del planeta (como el cinturón de fuego del Pacífico) y de
por qué las grandes fosas submarinas están junto a islas y continentes y no en el centro del
océano.
Las placas tectónicas se desplazan unas respecto a otras con velocidades de algunos cm al
año, lo que es, aproximadamente, la velocidad con que te crecen las uñas de las manos. Las
placas interaccionan unas con otras a lo largo de sus fronteras o límites provocando intensas
deformaciones en la corteza de la Tierra, lo que ha dado lugar a la formación de grandes
cadenas montañosas (por ejemplo, las cordilleras del Himalaya, Alpes y Andes, y en
México la Sierra Madre Oriental, la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre de Chiapas) y
grandes sistemas de fallas asociadas con éstas (por ejemplo, el sistema de fallas de San
Andrés, en Baja California, y el de Polochic-Motagua, en Chiapas y Guatemala). El
contacto entre los bordes de las placas es responsable de la mayor parte de los terremotos.
Otros fenómenos asociados son la creación de volcanes (especialmente notorios en el
cinturón de fuego del océano Pacífico) y las fosas oceánicas.
La corteza oceánica, relativamente delgada pero más densa. Esto significa que una
placa tectónica puede estar formada por corteza continental, oceánica, o bien de
ambos.
Se han identificado tres tipos de bordes: convergentes (dos placas chocan una contra la
otra), divergentes (dos placas se separan) y transformantes (dos placas se deslizan una junto
a otra).
a cantidad de superficie de las placas (tanto continental como oceánica) que desaparece en el
manto a lo largo de los bordes convergentes de subducción está más o menos en equilibrio con la
corteza oceánica nueva que se está formando a lo largo de los bordes divergentes (dorsales
oceánicas), a través del proceso conocido como expansión del fondo oceánico. También se suele
hablar de este proceso como el principio de la cinta transportadora. En este sentido, el total de la
superficie en el globo terráqueo se mantiene constante, siguiendo la analogía de la cinta
transportadora, siendo la corteza terrestre la cinta que se desplaza gracias a las fuertes corrientes
convectivas de la astenósfera, que hacen las veces de las ruedas que transportan esta cinta,
hundiéndose la corteza en las zonas de convergencia, y generándose nuevo piso oceánico en las
dorsales. Observa que hay tres clases de límites entre placas:
Divergentes:
Son límites en los que las placas se separan unas de otras y, por lo tanto, emerge magma
desde regiones más profundas (por ejemplo, la dorsal Mesoatlántica, formada por la
separación de las placas de Eurasia y Norteamérica y las de África y Sudamérica; o la
dorsal del Pacífico Oriental en el golfo de California, donde se separan la placa del Pacífico
de las de Norteamérica y de Cocos). Son las zonas de la litosfera en que se forma nueva
corteza oceánica y en las cuales se separan las placas. En los límites divergentes, las placas
se alejan y el vacío que resulta de esta separación es rellenado por material de la corteza
que surge del magma de las capas inferiore
Convergentes:
Son límites en los que una placa choca contra otra. Donde una placa oceánica (más densa)
choca contra una continental (menos densa) la placa oceánica es empujada debajo hacia el
manto, formando una zona de subducción. Cuando dos placas oceánicas chocan, una de las
dos se hundirá bajo la otra y el resultado es un arco de islas (por ejemplo, Japón). Si ambas
placas son continentales, chocan y se comprimen pero como ambas son mucho menos
densas que el manto, ninguna se hunde por lo que se genera un cinturón orogénico. La
cadena del Himalaya es el resultado de la colisión entre la placa Indoaustraliana y la placa
Euroasiática.
Con frecuencia las placas no se deslizan en forma continua, sino que se acumula tensión en
ambas placas hasta que la energía acumulada sobrepasa la necesaria para producir el
deslizamiento brusco de las placas. La energía potencial acumulada es liberada como
presión o movimiento debido a la titánica cantidad de energía almacenada, estos
movimientos ocasionan terremotos de mayor o menor intensidad. Los puntos de mayor
actividad sísmica suelen asociarse con este tipo de límites de placas. Asimismo, la fricción
entre las placas produce un aumento de temperatura que favorece la fusión de las rocas en
la zona de subducción, llegando a fundirlas parcialmente. El material fundido, al ser de
menor densidad, tiende a subir hacia la superficie, dando nacimiento a los volcanes.
Transformantes:
Son límites donde los bordes de las placas se deslizan una con respecto a la otra a lo largo
de una falla de movimiento lateral. El movimiento de las placas a lo largo de estas fallas
puede causar considerables cambios en la superficie, lo que es particularmente significativo
cuando esto sucede en las proximidades de un asentamiento humano. Debido a la fricción,
las placas no se deslizan en forma continua; sino que se acumula tensión en ambas placas
hasta llegar a un nivel de energía acumulada que sobrepasa el necesario para producir el
movimiento. La energía potencial acumulada es liberada como presión o movimiento en la
falla. Debido a la titánica cantidad de energía almacenada, estos movimientos ocasionan
terremotos de mayor o menor intensidad. Un ejemplo de este tipo de límite es la falla de
San Andrés, ubicada en el oeste de Norteamérica, que es parte del sistema de fallas
producto del roce entre la placa Norteamericana y la del Pacífico.
Vas a estudiar sobre los volcanes porque alrededor de 7 de cada 10 mexicanos vivimos a la sombra
de uno de ellos, pues además de producir bellos paisajes, fertilizan los suelos y atraen a las nubes
promoviendo la lluvia. Sin embargo, en cualquier momento nos pueden dar un buen susto.
Volcán
Es
Un volcán (del nombre del dios mitológico romano Vulcano) es una estructura geológica
por la que emerge el magma (roca fundida) en forma de lava, ceniza volcánica y gases del
interior del planeta. El ascenso ocurre generalmente en episodios de actividad violenta
denominados erupciones, que pueden variar en intensidad, duración y frecuencia, desde
suaves corrientes de lava hasta explosiones extremadamente destructivas. En algunas
ocasiones los volcanes adquieren una forma cónica por la acumulación de material de
erupciones anteriores. En la cumbre se encuentra su cráter o caldera.
Se forman
Por lo general los volcanes se forman en los límites de placas tectónicas, aunque existen los
llamados puntos calientes, que no se atienen a los contactos entre placas. Un ejemplo
clásico son las islas Hawái.
Formas comunes
Los volcanes pueden tener muchas formas y despedir variados productos. Algunas formas
comunes son las de estratovolcán, cono de escoria, caldera volcánica y volcán en escudo.
Existen volcanes submarinos, así como otros que alcanzan alturas mayores a 5,000 metros
sobre el nivel del mar. Los volcanes submarinos son particularmente numerosos al ubicarse
una gran cantidad de ellos a lo largo de las dorsales oceánicas.
Volcanes activos:
Son aquellos que pueden entrar en actividad eruptiva. La mayoría de los volcanes
ocasionalmente entran en actividad y permanecen en reposo la mayor parte del tiempo.
Solamente unos pocos están en erupción continua. El periodo de actividad eruptiva puede
durar desde una hora hasta varios años. Éste ha sido el caso de los volcanes Popocatépetl y
Fuego de Colima. No se ha descubierto aún un método seguro para predecir las erupciones.
Volcanes latentes:
Son aquellos que mantienen ciertos signos de actividad como lo son las aguas termales, y
han entrado en actividad esporádicamente. Dentro de esta categoría suelen incluirse las
fumarolas y los volcanes con largos períodos de inactividad entre erupción. Un volcán se
considera latente si hace siglos no ha hecho una erupción, como el Iztaccíhuatl y la
Malinche.
Volcanes extintos:
Son aquellos cuya última erupción fue en los últimos 25 000 años, aunque pueden despertar
y liberar una erupción más fuerte que la erupción de un volcán que está despierto y causar
grandes desastres.
Sus lavas generalmente son bastante fluidas, sin que tengan lugar desprendimientos
gaseosos explosivos; estas lavas se desbordan cuando rebasan el cráter y se deslizan con
facilidad por la ladera del volcán formando verdaderas corrientes que recorren grandes
distancias. Por esta razón los volcanes de tipo hawaiano son de pendiente suave. El más
famoso es el Kilauea en la isla de Hawái.
Estromboliana:
Este tipo de erupción recibe el nombre del Estrómboli, volcán de las islas Eolias, al Norte
de Sicilia. La lava es fluida, pero presenta gases abundantes que se desprenden
violentamente con pequeñas explosiones que producen proyecciones de escorias, bombas y
lapilli. Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen cenizas
abundantes. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende por las laderas y
barrancos del volcán, pero no alcanza tanta extensión como en las erupciones de tipo
hawaiano.
Vulcaniana:
Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lipari. Se desprenden grandes cantidades de
gases de un magma poco fluido que se consolida con rapidez; por ello las explosiones son
muy fuertes y pulverizan la lava produciendo mucha ceniza lanzada al aire acompañada de
otros materiales fragmentarios. Cuando la lava sale al exterior se solidifica rápidamente,
pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello resulta
áspera y muy irregular.
Pliniana:
Nombrada así en honor a Plinio el Joven, que describió la erupción del año 79 d.C. en el
Vesubio, que destruyó las famosas ciudades de Pompeya y Herculano. La presión de los
gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas cuyas nubes eruptivas pueden
alcanzar la estratósfera. Adicionalmente, al colapsarse la columna eruptiva genera flujos
piroclásticos en las laderas del volcán y grandes precipitaciones de cenizas que pueden
llegar a sepultar ciudades.
Freato-magmática o surtseyana:
Cuando los volcanes se encuentran en aguas someras o presentan un lago en el interior del
cráter, sus explosiones son extraordinariamente violentas, ya que a la energía propia del
volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado. Normalmente no
presentan emisiones lávicas ni extrusiones de rocas. Algunas de las mayores explosiones
freáticas son las del Krakatoa y la Isla de Surtsey. El volcán Xico, en el valle de México, es
un anillo de tobas (cenizas y lapilli) formado por este tipo de explosiones en lo que fue el
lago de Chalco.
Peleana:
La lava es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a tapar por
completo el cráter formando un pitón o aguja. La enorme presión de los gases sin salida
provoca una enorme explosión que levanta el pitón, o bien destroza la parte superior de la
ladera del volcán y genera flujos piroclásticos. Recibe ese nombre por la erupción del Mont
Pelee en 1902, ubicado en la isla Martinica, que destruyó su capital, Saint-Pierre. La nube
ardiente que se produjo ocasionó 28,000 víctimas.
Erupciones submarinas:
Peligros volcánicos
Los materiales emitidos durante una erupción de cualquier tipo pueden causar diferentes
efectos sobre el entorno dependiendo de la forma cómo se manifiestan. Las principales
manifestaciones volcánicas que representan un peligro para la población y sus bienes son
los seis que te enlistamos a continuación:
Flujos de lava
Flujos piroclásticos
Derrumbes y deslizamientos
Balísticos
En esta sesión podrás identificar los tres primeros: flujos de lava, flujos piroclásticos y flujos de
lodo, a los que comúnmente se denominan lahares
Flujos de lava
La roca fundida, emitida por una erupción efusiva desde un cráter o desde una fisura en el
suelo, puede avanzar como lenguas o coladas de lava con velocidades que dependen de la
topografía del terreno, y de su composición y temperatura, pero que por lo general son
bajas. Esto permite a la gente ponerse a salvo y contar con tiempo suficiente para desalojar
sus bienes. Sin embargo, los terrenos y las construcciones invadidas por la lava son
destruidos y difícilmente pueden volver a ser utilizados. Esta manifestación se pudo
estudiar con mucho detalle durante la erupción del Paricutín. Este volcán nació el 20 de
febrero de 1943 en Michoacán. En los primeros días de 1944, un flujo de lava que tardó tres
días en desplazarse desde el volcán, alcanzó al pueblo de Paricutín a una velocidad de unos
30 m/h, cubriéndolo por completo. En mayo de 1944, San Juan Parangaricutiro también fue
alcanzado por otro flujo similar que se desplazaba a 25 m/h, destruyéndolo casi en su
totalidad.
El efecto destructivo proviene principalmente del peso de la lava, que aplasta a las
edificaciones de menor altura. Sin embargo, un edificio de altura que exceda el espesor del
flujo de lava, podría en principio resistir el avance de ésta. Tal fue el caso de la iglesia de
San Juan Parangaricutiro, cuyas partes más altas están relativamente poco dañadas, aunque
rodeadas por el derrame de lava.
Sin embargo, ese tipo de flujos de lava en bloques puede fragmentarse y generar fácilmente
derrumbes o avalanchas de rocas incandescentes que, al deshacerse, pueden liberar flujos
piroclásticos, como ha sido el caso de la actividad reciente del volcán de Colima.
Flujos piroclásticos
Durante las erupciones explosivas pueden generarse avalanchas formadas por mezclas de
fragmentos de lava, ceniza volcánica (magma finamente fragmentado) y gases muy
calientes que se deslizan cuesta abajo por los flancos del volcán a grandes velocidades y
pueden llegar a ser muy destructivas y peligrosas. Estas avalanchas de material magmático,
gases calientes y fragmentos de roca reciben varios nombres: flujos piroclásticos, nubes
ardientes o flujos de ceniza caliente. Estos flujos representan una de las manifestaciones
más impresionantes y destructivas de las erupciones volcánicas y ha sido la causa de
numerosos desastres volcánicos en distintas partes del mundo. Entre los más conocidos está
la destrucción de Pompeya por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Otro gran desastre
causado por flujos piroclásticos ocurrió durante la erupción del Monte Pelée, en Martinica,
isla francesa en el Caribe, el 8 de mayo de 1902, que destruyó la ciudad capital de St.
Pierre, causando cerca de 29,000 víctimas.
Estas avenidas pueden acarrear escombros volcánicos fríos o calientes y se mueven con
rapidez, erosionando e incorporando materiales de las pendientes del volcán, siguiendo las
barrancas que forman su drenaje natural. Los lahares pueden desarrollarse durante o
después de las erupciones, por ejemplo, en la estación lluviosa que sigue a una erupción.
Los valles angostos y con cierta pendiente pueden canalizar los lahares a través de grandes
distancias. Si un lahar llega a un valle amplio y de poca pendiente se dispersará
lateralmente formando un abanico que, aunque puede tener menor longitud, abarcará sitios
fuera de la desembocadura del valle angosto.
Las velocidades de estos flujos están determinadas por las pendientes, por la forma de los
cauces, por la proporción de sólidos/agua y en cierta forma por su volumen, y pueden variar
desde pocas decenas a más de 100 kilómetros por hora. Los lahares pueden destruir o dañar
gravemente poblados, tierras dedicadas a la agricultura y todo tipo de infraestructura,
sepultando carreteras, destruyendo puentes, presas, y bloqueando rutas de evacuación que
podrían haber sido consideradas seguras por su relativa lejanía al volcán. También pueden
depositarse formando represas y lagos de lodo que, al sobrecargarse, se rompen generando
un peligro adicional.
Es bien conocido el trágico caso del volcán Nevado del Ruíz, en Colombia, el 13 de noviembre de
1985, cuando una erupción relativamente pequeña originó una de las peores catástrofes
volcánicas de la historia. Los flujos piroclásticos erosionaron el glaciar y la nieve de la cumbre del
volcán, formando un lahar que, desplazándose a una velocidad media estimada en 12 m/s, arrasó
varias poblaciones, incluyendo la ciudad de Armero a 55 km de distancia y causando cerca de
25,000 víctimas. Una manera de reducir el impacto de los lahares es por medio de diques y otras
estructuras especialmente diseñadas para controlar el curso de sus flujos y reducir su energía de
movimiento. En Japón esta tecnología se ha desarrollado en gran medida y se denomina ingeniería
sabo.
Recuerda que en la sesión anterior pudiste reconocer los primeros tres peligros volcánicos:
flujos de lava, flujos piroclásticos y los lahares (flujos de lodo). En la que inicias hoy,
podrás culminar con el subtema de Peligros volcánicos, así como completar el tema de
Vulcanismo.
Los últimos peligros que debes reconocer son: derrumbes y deslizamientos, columnas
eruptivas, lluvias de fragmentos y de ceniza, y balísticos.
Derrumbes y deslizamientos
Los edificios volcánicos están formados por los depósitos de materiales emitidos en
erupciones pasadas, y por lo general no son estructuras muy firmes. Una erupción o un
terremoto pueden provocar la fractura y el derrumbamiento del material acumulado en las
partes altas del volcán y producir una gran avalancha de escombros. Este tipo de avalancha
por lo general llega a ser muy destructiva, dependiendo de la cantidad de material
involucrado, de la altura a la que se origina y de la topografía del terreno.
Por ejemplo, el volcán de Colima tuvo una gran erupción hace 4300 años que produjo el
colapso del cono volcánico existente entonces. Otro ejemplo reciente de este tipo de
manifestación se pudo observar en la erupción del volcán Mt. Saint Helens, en el estado de
Washington, E.U.A., del 18 de mayo de 1980.
Durante una erupción, los fragmentos más grandes caen cerca del volcán y los fragmentos
más finos pueden ser arrastrados por el viento sobre distancias de cientos y hasta miles de
kilómetros, especialmente a elevadas altitudes, produciendo lluvias de ceniza sobre grandes
extensiones.
La ceniza más fina puede permanecer en el aire por varios días y hasta por algunas
semanas, dependiendo de sus características, de su altitud y de los vientos dominantes. Los
aerosoles formados por la condensación de varios de los gases volcánicos y sus
interacciones con el agua, sea el vapor que acompaña a la columna eruptiva o la humedad
atmosférica, pueden permanecer suspendidos por tiempos mayores. Por ejemplo, aerosoles
formados por gotitas de ácido sulfúrico pueden permanecer por semanas, meses y hasta
años en las partes altas de la atmósfera.
El daño principal que causa la ceniza en las poblaciones se deriva de su acumulación en los
techos, pudiendo provocar su colapso, lo que puede evitarse removiendo la ceniza
acumulada, teniendo gran cuidado de no arrojarla al drenaje.
La inhalación o exposición excesiva a la ceniza volcánica también llega a ser dañina por su
carácter erosivo y, en ciertos casos, por los materiales volátiles que se pueden condensar
sobre la superficie de las partículas. En algunos casos, por suerte poco frecuentes, la ceniza
puede acarrear depósitos de flúor a niveles tóxicos.
La inhalación excesiva puede reducirse permaneciendo en casas o sitios en los que se evite
la entrada del polvo. También debe evitarse que la ceniza caiga en el agua potable, y de ser
posible proteger o trasladar animales y ganado doméstico a un lugar seguro. Cuando haya
ceniza en el aire, los equipos mecánicos deben protegerse con filtros adecuados. La ceniza
depositada sobre las vías de comunicación puede inhabilitarlas.
Balísticos
Se nombra así a los fragmentos de roca expulsados del cráter o de bocas laterales de un
volcán durante una erupción explosiva. Estos balísticos también son llamados bombas y
bloques. Los bloques son fragmentos de roca sólida arrancados por la fuerza de la
explosión de las paredes del conducto volcánico, mientras que las bombas volcánicas son
fragmentos de roca fundida (magma) o en estado semilíquido al momento de la explosión,
que se enfrían parcialmente adquiriendo forma de bolillos en su recorrido por el aire. El
tamaño de los balísticos (bloques y bombas) varía entre los 6 y 50 cm, aunque algunos
pueden presentar dimensiones mayores, de hasta algunos metros de diámetro. Las bombas
adquieren formas subredondeadas al girar en su trayectoria, aplastándose ligeramente al
caer, mientras los bloques son caracterizados por su geometría angulosa.
Todos estos fragmentos, al ser expulsados por el volcán, tienen trayectorias parabólicas en
el aire y por su tamaño y peso caen alrededor del centro emisor. No son influenciados por la
dirección y velocidad del viento, y tienen suficiente fuerza y temperatura para impactar con
brusquedad la superficie.
El mayor problema que representan estos materiales es la fuerza del impacto sobre personas
e infraestructuras. Además, por la elevada temperatura a la que son expulsados, provocan,
en ocasiones, incendios forestales, rupturas en las estructuras, daños en los cultivos. El
peligro de impacto por grandes fragmentos es máximo cerca al cráter y tiende a decrecer al
incrementar la distancia al mismo.
Los volcanes poligenéticos pueden producir cualquier tipo de erupción con un rango amplio
de intensidades. En los volcanes monogenéticos, por lo general, domina la actividad
efusiva, pero ésta puede ir acompañada de fases moderadamente explosivas.
México es un país rico en volcanes, que forman parte del cinturón de fuego del Pacífico. La
mayor parte del vulcanismo de esta región está relacionado con las interacciones entre las
placas tectónicas de Rivera y Cocos, que se subductan bajo la placa Norteamericana, y se
manifiesta principalmente en la Faja Volcánica Mexicana (FVM). Esta Faja es una región
volcánica elevada con orientación aproximada Este-Oeste, que se extiende más de 1,200
km con un ancho variable entre 20 y 150 km, aproximadamente, a lo largo del paralelo 19°.
Sin embargo, la FVM no es la única región volcánica de México. Actividad importante ha
ocurrido en el noroeste (Baja California y Sonora), en las islas del Pacífico (principalmente
las Revillagigedo) y en el sureste (principalmente en Chiapas).
El vulcanismo que se desarrolla a lo largo de la FVM es muy variado e incluye desde actividad
efusiva, cuyos productos más importantes son los derrames de lava, hasta volcanes que han
producido erupciones altamente explosivas, con emisión de grandes cantidades de materiales
piroclásticos tanto de flujo como de caída. Esto genera una diversidad de volcanes, casi 2000, que
incluye grandes estratovolcanes, volcanes escudo, calderas y extensos campos de pequeños conos
de ceniza
La tasa de erupción promedio en México durante los últimos 500 años ha sido de unas 15
erupciones, de diversos tamaños, por siglo. Si bien la mayoría de las erupciones han sido de
magnitudes bajas, otras han sido destructivas en grado moderado, como las del Colima de 1576 y
1818, o las del San Martín Tuxtla de 1664 y 1793, o en mayor grado, como recientemente ocurrió
en la erupción del volcán el Chichón en 1982, que causó numerosas víctimas, devastó 150 km2 de
áreas boscosas y de cultivo y destruyó varios miles de cabezas de ganado.
Erupciones como el nacimiento del volcán monogenético Paricutín han producido flujos de lava,
provocando la destrucción de poblaciones y tierras cultivables, pero sin causar víctimas. Casos
análogos de volcanes monogenéticos recientes son el Jorullo, que nació en Michoacán en 1759, el
Volcancillo, cerca de Xalapa, que hizo erupción hace unos 800 años, y el Xitle, que nació en el valle
de México hace unos 1,670 años. Los efectos de los flujos de lava del Xitle pueden apreciarse muy
claramente en la zona arqueológica de Cuicuilco en el sur del Distrito Federal
Monitoreo volcánico
En general, y a diferencia de los sismos, los volcanes muestran una infinidad de pequeños
precursores, es decir, señales que nos indican que un volcán se está reactivando. Estas
señales son debidas al ascenso de gases magmáticos y del mismo magma, y nos pueden
indicar, con horas, días y hasta semanas de antelación, que puede presentarse una erupción
volcánica. Para poder entonces prevenir una erupción, se instalan alrededor del volcán una
serie de equipos que permiten detectar estas señales precursoras. Sin embargo, es
importante entender que es frecuente que un volcán presente todos los síntomas de estarse
reactivando y aun así no presentar una erupción, ya que el ascenso del magma se detiene
antes de llegar a la superficie.
El monitoreo volcánico se basa en asumir que antes de una erupción habrá movimiento de magma
bajo el volcán, y que dicho movimiento puede ser detectado mediante instrumentos
especializados. Aunque existen múltiples técnicas de monitoreo volcánico, las más importantes
son:
Visual
Monitoreo sísmico
Monitoreo de deformación
Monitoreo geoquímico
Conforme el magma se acerca a la superficie libera gases que pueden interactuar con el
agua subterránea que circula por el interior del edificio volcánico, y pueden ser detectados
mediante análisis químicos del agua en los manantiales alrededor del volcán. Asimismo, se
pueden realizar mediciones de las emisiones de gases volcánicos, ya sea directamente en las
fumarolas o mediante sensores remotos.
2. Debes tener en mente que la respuesta que experimentan los depósitos de suelo ante la
acción de los agentes perturbadores externos puede ocasionar la falla o el mal
comportamiento de las obras y de las construcciones que se edifican sobre el terreno, tales
como viviendas, caminos, industrias, monumentos, puentes, puertos, subestaciones
eléctricas, líneas vitales como tuberías (agua, gas, drenaje, petróleo), tanques, telefonía,
carreteras, etcétera.
Puntos clave
Los conceptos que te iremos explicando en el tema 4 se resumen en los siguientes tres tipos:
Inestabilidad de laderas
Subsidencia
Licuación de suelos
En esta cuarta sesión de tu curso Fenómenos Naturales II: Geológicos, tendrás la oportunidad de
conocer el primer tipo: inestabilidad de laderas. ¡Éxito!
Inestabilidad de l
aderas
Cada año, en las zonas montañosas de México ocurren numerosos casos de inestabilidad de
laderas que en ocasiones llegan a afectar severamente comunidades y vías de
comunicación, causando decesos y cuantiosos daños materiales.
Entre los casos más relevantes documentados se encuentran los de Teziutlán, Puebla,
ocurridos en 1999, en el que perdieron la vida 110 personas (CENAPRED, 2006), y el de la
comunidad de la Pintada, Guerrero, ocurrido en 2013, en el cual perecieron 71 personas.
La inestabilidad de una ladera ocurre cuando se rompe o se pierde el equilibrio de una porción de
los materiales que la componen y se desplazan hacia abajo por acción de la fuerza de gravedad
(CENAPRED, 2006). Aunque seguramente habrás escuchado en alguna ocasión otros términos que
se encuentran relacionados, como es el caso de derrumbes, deslaves, desgajamientos, avalanchas,
etcétera.
Caídos o derrumbes:
Deslizamientos:
Movimientos de una masa de materiales térreos pendiente abajo, sobre una o varias
superficies de falla delimitadas por la masa estable o remanente de una ladera.
• Rotacionales:
La superficie principal de falla resulta curva hacia arriba (forma de cuchara o concha),
definiendo un movimiento de rotación de la masa inestable de suelos o fragmentos de
rocas, tal como se muestra en la siguiente ilustración.
• Traslacionales:
En este caso, la superficie principal de falla es más o menos plana, con muy poco o nada de
movimiento de rotación de la masa de suelos o fragmentos de rocas.
Flujos:
Movimientos de suelos y fragmentos de rocas pendiente abajo de una ladera, en donde sus
partículas, granos o fragmentos tienen movimientos relativos dentro de la masa que se
mueve (observa la siguiente ilustración).
Forma
Grado de inclinación
Grado de fracturamiento
Presencia de agua
Uso de suelo
Existen también otros factores, que son los factores externos o desencadenantes que son
los que provocan o desencadenan la inestabilidad, los más comunes son los siguientes: la
precipitación (lluvias), la modificación de la geometría de la ladera, los cambios en las
condiciones hidrogeológicas, la erosión, la deforestación, la sismicidad y la actividad
volcánica.
Peligro
Riesgo
Síntomas de inestabilidad
En muchas ocasiones, una ladera que se torna inestable presenta diversos síntomas o
características previos a la inestabilidad, a continuación se te presentan los más importantes
(Highland y Bobrowsky, 2008).
Mapas de susceptibilidad y de peligro
Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) son herramientas que permiten integrar y
analizar (combinar) información geográfica permitiendo visualizar los datos obtenidos en
un mapa a partir de la superposición de capas de información (Bosque, 1992), para lograr el
tratamiento automático de la información y la realización de numerosos análisis con
diferentes combinaciones. La siguiente ilustración te permitirá comprender cuántos mapas
combina para obtener la información de susceptibilidad y riesgos que se requiere.
Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) son herramientas que permiten integrar y
analizar (combinar) información geográfica permitiendo visualizar los datos obtenidos en
un mapa a partir de la superposición de capas de información (Bosque, 1992), para lograr el
tratamiento automático de la información y la realización de numerosos análisis con
diferentes combinaciones. La siguiente ilustración te permitirá comprender cuántos mapas
combina para obtener la información de susceptibilidad y riesgos que se requiere.
CENAPRED. (s. f.). Sobreposición de capas de información en un SIG [ilustración]. Tomada de Guía de contenido mínimo
para los atlas estatales y municipales de peligros y riesgos. (2012). Direcciones de Análisis y Gestión de Riesgos e
Investigación, CENAPRED, p. 79.
Tomando como base el mapa de susceptibilidad por inestabilidad de laderas para el estado
de Guerrero, además de los umbrales de lluvia indicados y haciendo uso de los mapas
nacionales de isoyetas (líneas de igual precipitación en una unidad de tiempo)
(CENAPRED, 2006b), para lluvias de 24 horas de duración y periodos de retorno de 2, 5,
10, 20, 50 y 100 años, se elaboraron los mapas estatales de peligro por inestabilidad de
laderas para lluvia acumulada de 24 horas, que podrás apreciar en el siguiente recurso. En
dichos mapas, cada píxel (cuadro de color mínimo), equivale a un área de 15 x 15 metros.
Subsidencia
En esta quinta sesión se te expondrán los dos últimos dos tipos de fenómenos geológicos
asociados a la dinámica de suelos y los procesos gravitacionales: subsidencia y licuación de
suelos.
Esto se puede observar en muchas obras públicas para colocar tuberías en las calles, o bien
cuando el drenaje se rompe y el material del subsuelo comienza a deslavarse y filtrarse por
la tubería rota. Al cabo de un tiempo el suelo se asentará y aparecerán agrietamientos
alrededor de la zona del hundimiento que coincide con el punto donde el drenaje se ha roto.
Hundimientos locales
Se dice que un hundimiento es local cuando sus dimensiones son relativamente pequeñas, y
casi siempre ocurre de manera rápida o repentina, por lo que es posible que sucedan
muertes o desapariciones cuando se presenta en zonas pobladas. Se caracteriza porque sus
dimensiones en planta son de algunos metros hasta decenas que no rebasan los 500 metros
de diámetro, o bien, cuando su relación largo ancho es igual o menor a dos y mayor a 0.5,
sin que hasta la fecha se tenga conocimiento de hundimientos locales de dimensiones
mayores a las indicadas, por lo menos en el territorio mexicano.
Hundimiento regional
Respecto a este fenómeno, debes saber que el suelo se hunde a diferente velocidad, y los
mayores daños y efectos en construcciones suceden en zonas donde el hundimiento
regional no es uniforme y ocurre de manera diferida, tanto en espacio como en tiempo. Ello
se debe a que diversos factores como la estratigrafía del subsuelo, la forma del basamento,
la aplicación de sobrecargas en la superficie del suelo y la forma en la que se extrae el agua
del subsuelo (observa las siguientes imágenes); es decir, de los gastos de extracción y de la
ubicación de los pozos de bombeo.
En nuestro territorio existen 11 estados en los que han ocurrido diferentes tipos de hundimientos
y agrietamientos del terreno y que se han documentado.
Hacia finales de 2013 en los registros de la Subdirección de Dinámica de Suelos (antes área de
geotecnia) del CENAPRED y del Atlas Nacional de Riesgos (ANR) se han contabilizado al menos 76
municipios y 11 delegaciones en las que han presentado daños en viviendas, caminos, carreteras,
obras de infraestructura, industrias, tierras de cultivo, tuberías y puentes. La mayoría de los casos
documentados fueron relacionados con zonas donde la extracción de agua del subsuelo fue la
causa principal, así como durante o después de lluvias intensas. No obstante, también fueron
numerosos los casos de hundimientos súbitos asociados a fugas y roturas en los sistemas de agua
potable y drenaje, así como en bancos de materiales, zonas minadas y zonas kársticas.
Licuación de suelos
En primer lugar, es muy importante saber que los únicos materiales térreos que presentan el
fenómeno de licuación son los suelos granulares que tengan una distribución de partículas
uniforme y con cierta cantidad o contenido de materiales finos, como limos o arcillas. Es
decir, gravas y arenas bien graduadas, arenas finas y arenas limosas.
Entre las condiciones necesarias que se deben reunir para que los suelos experimenten el
fenómeno de licuación se encuentran la distribución granulométrica (tamaño) de sus
partículas, baja compactación de las mismas, su ubicación bajo el nivel freático (suelos
saturados) y la acción de fuerzas dinámicas como las que generan los sismos.
Las fuerzas que transmite el sismo al subsuelo generan un aumento de presión en el agua
contenida en los poros de la masa del suelo, también reconocida como presión de poro. Este
proceso reduce la capacidad de los suelos para soportar cargas. Los aumentos de presión en
el agua que inducen el fenómeno de licuación son provocados por la acción de los
movimientos sísmicos o por la vibración de maquinaria, de manera que el material afectado
fluye por huecos o grietas, principalmente hacia las zonas de menor resistencia o no
confinadas.
Es por ello que durante el desarrollo del sismo se pueden observar flujos que forman una
especie de volcancitos de los que emergen el material licuado y el agua, como queda
mostrado en la siguiente imagen.
El fenómeno de licuación de suelos tiene un potencial destructivo muy alto y cuando ocurre
genera daños muy severos en obras de ingeniería, carreteras, caminos, canales, viviendas,
terrenos de cultivo, puertos, puentes, tanques de almacenamiento, etcétera. Ejemplos de
este fenómeno se han documentado principalmente en las costas del Pacífico y casos
aislados en el Altiplano Central y Golfo de México.
Los sitios donde puede ocurrir el fenómeno de licuación son principalmente en suelos
aluviales, fluviales y coluviales, son depósitos de suelos conformados principalmente por
gravas y arenas finas o arenas limosas que se localizan en cauces de ríos y cuencas con el
nivel freático superficial, de manera que si tú ubicas estos sitios en tu comunidad, deberás
identificarlos y solicitar que se realicen las pruebas de campo y laboratorio
La Tierra está formada por capas que tienen diferentes espesores y propiedades.
Corteza
Manto
Núcleo externo
Núcleo interno
México se encuentra bajo la actividad de cinco placas tectónicas, las cuáles son: Norteamérica,
Pacífico, Cocos, Rivera y Caribe, la actividad entre las placas genera sismos. El movimiento de las
placas genera tres tipos de contactos o fronteras, que se te presentan a continuación.
Subducción
Divergente
Las corrientes de convección de roca fundida que provienen del manto generan altas
temperaturas que rompen la corteza, este nuevo material forma el nuevo piso oceánico que
se comporta como bandas transportadoras y desplaza a las placas tectónicas alejándolas
entre sí, a este contacto se le denomina divergente y se puede observar en las dorsales
oceánicas, como la del océano Atlántico.
Transcurrente
En los contactos transcurrentes, las placas no se separan o se mete una por debajo de la
otra, sino que todo el tiempo están en contacto y con desplazamientos laterales. En México
podemos observar este tipo de contacto en el mar de Cortés, dentro del sistema de fallas de
San Andrés, generando la sismicidad en la zona.
Debido a la interacción de las cinco placas tectónicas en el país, México es considerado
como sísmicamente muy activo de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN),
que hasta el momento ha registrado más de 32,000 sismo de magnitud mayor o igual a 3
grados, desde enero del 2006 a la fecha.
Los efectos generados por la ocurrencia de un sismo pueden ser muy variados, desde la
ocurrencia de tsunamis en las costas, deslizamiento de laderas y taludes, caídos de rocas, y
sobre todo afectaciones a las personas y construcciones de vivienda o vías de
comunicación.
La sismología es una ciencia que explica los fenómenos sísmicos del presente y del pasado;
así mismo ha hecho esfuerzos por predecir los sismos que ocurrirán en el futuro, y para ello
hace uso de sus características para identificar los diferentes tipos de movimientos para
cada tipo de sismo.
Características
El movimiento de un sismo puede estimarse por medio de la intensidad que percibe una
persona, así como de la información que generan las ondas sísmicas (ondas de cuerpo y
superficiales), en su paso por el subsuelo, y que se registran por sensores especializados
llamados sismómetros y acelerómetros. Las ondas que se generar a partir de un sismo son
las de cuerpo y superficiales. Las primeras son la onda P, que tiene la propiedad de
atravesar por todos los medios a diferentes velocidades, tanto líquidos como sólidos, y la
onda S que solo atraviesa los cuerpos sólidos. Por su parte, las ondas superficiales se
generan cuando la S llega a la superficie y se propagan las Rayleigh y Love, causantes del
movimiento que percibimos cuando se genera un sismo.
Intensidad
En 1902 el sismólogo italiano Giusseppe Mercalli generó una tabla de intensidades, la cual
fue modificada en 1932 por Harry O Wood y Frank Neuman, y se basa en la energía
generada por el terremoto o sismo, la forma en cómo las ondas sísmicas llegan al sitio en
que se registra, la distancia a la que se produjo el movimiento principal, las características
geológicas y sobre todo a la percepción de la población ante el evento sísmico.
Grado de
Daños observados
movimiento
No es sentido, excepto por algunas personas bajo circunstancias
Grado I
especialmente favorables.
Sentido sólo por muy pocas personas en posición de descanso,
Grado II especialmente en los pisos altos de los edificios. Objetos delicadamente
suspendidos pueden oscilar.
Sentido claramente en interiores, especialmente en pisos altos de los
edificios, aunque mucha gente no lo reconoce como un terremoto.
Grado III
Automóviles parados pueden balancearse ligeramente. Vibraciones como
al paso de un camión. Duración apreciable.
Durante el día sentido en interiores por muchos; al aire libre por algunos.
Por la noche algunos despiertan. Platos, puertas y ventanas agitados; las
Grado IV
paredes crujen. Sensación como si un camión pesado chocara contra el
edificio. Automóviles parados se balancean apreciablemente.
Grado V Sentido por casi todos, muchos se despiertan. Algunos platos, ventanas y
similares rotos; grietas en el revestimiento en algunos sitios. Objetos
inestables volcados. Algunas veces se aprecia balanceo de árboles, postes
y otros objetos altos. Los péndulos de los relojes pueden pararse.
Sentido por todos, muchos se asustan y salen al exterior. Algún mueble
Grado VI pesado se mueve; algunos casos de caída de revestimientos y chimeneas
dañadas. Daño leve.
Todo el mundo corre al exterior. Daños insignificantes en edificios de
buen diseño y construcción; leve a moderado en estructuras comunes
Grado VII bien construidas; considerables en estructuras pobremente construidas o
mal diseñadas; se rompen algunas chimeneas. Notado por algunas
personas que conducen automóviles.
Daño leve en estructuras diseñadas especialmente para resistir sismos;
considerable en edificios comunes bien construidos, llegando hasta
colapso parcial; grande en estructuras de construcción pobre. Los muros
Grado VIII de relleno se separan de la estructura. Caída de chimeneas, objetos
apilados, postes, monumentos y paredes. Muebles pesados volcados.
Eyección de arena y barro en pequeñas cantidades. Cambios en pozos de
agua. Cierta dificultad para conducir automóviles
Daño considerable en estructuras de diseño especial; estructuras bien
diseñadas pierden la vertical; daño mayor en edificios comunes bien
Grado IX
construidos, colapso parcial. Edificios desplazados de los cimientos.
Grietas visibles en el terreno. Tuberías subterráneas rotas.
Algunas estructuras bien construidas en madera, destruidas; la mayoría
de estructuras de mampostería y marcos destruidas, incluyendo sus
cimientos; suelo muy agrietado. Rieles torcidos.
Grado X
Deslizamientos de tierra considerables en las orillas de los ríos y en
laderas escarpadas. Movimientos de arena y barro. Agua salpicada y
derramada sobre las orillas.
Pocas o ninguna obra de mampostería quedan en pie. Puentes destruidos.
Anchas grietas en el suelo. Tuberías subterráneas completamente fuera
Grado XI
de servicio. La tierra se hunde y el suelo se desliza en terrenos blandos.
Rieles muy retorcidos.
Destrucción total. Se ven ondas sobre la superficie del suelo. Líneas de
Grado XII
mira (visuales) y de nivel deformadas. Objetos lanzados al aire.
Magnitud
Hipocentro
Epicentro
Tipos de sismos
Los sismos, al ser la representación de movimiento del suelo, pueden generarse de dos
formas: de manera natural y de forma artificial.
Naturales
Los sismos naturales son todas aquellas perturbaciones o movimientos del terreno que se generan
por la interacción existente de las placas tectónicas, estas perturbaciones pueden ser producto de
los sismos.
Artificiales
Los sismos artificiales son todas aquellas perturbaciones en el subsuelo producidas por el hombre,
desde el circular diario de los automóviles hasta las explosiones que se generar con dinamita para
la extracción de materiales en minas, o en las aperturas de caminos, túneles y puentes, así como
toda la actividad industrial o social que genere vibraciones y que el instrumento detecte.
Con base en la teoría de tectónica de placas, la corteza está formada por seis grandes
casquetes esféricos y varios menores que engranan entre sí como un rompecabezas (Pierina
Pasotti, 1977, p. 1). Este gran rompecabezas, al estar en constante movimiento, genera los
diferentes tipos de sismos que se mencionan a continuación:
Los sismos que se generan en la interplaca representan el 5% del total de los sismos
y aparecen a una profundidad entre 70 y 300 km. Son típicos de zonas de
subducción, los focos de ellos van delimitando el plano de Benioff, es decir, el
plano de subducción. Son los segundos en energía, ya que a esta profundidad la
Tierra no almacena tanta como en el caso anterior, pero dado su carácter más
somero son destructivos (Duque-Escobar, 2013).
Los sismos intraplaca son sismos de fallas y representan el 85% de los sismos. Se
dan en el interior de las placas tectónicas cuando la energía se libera por sus zonas
más débiles (fallas). Son los más destructivos, aunque acumulan menos energía que
los anteriores, pero que se dan a menos de 70 kilómetros de profundidad. Se
distinguen porque tienen múltiples premonitores y réplicas, ya que a esta
profundidad las rocas, antes que plásticas, son rígidas. (Duque-Escobar, 2013).
Réplicas
Los volcanes son estructuras o edificios geológicos por las cuales ascienden gases y fluidos
desde el interior de la Tierra; este tipo de sismos representa el 7% y se presentan a menos
de 20 km de profundidad. A diferencia de los sismos tectónicos, la zona de afectación es de
pocos km, este tipo de eventos genera sismos que nos pueden indicar el nivel de actividad
del volcán (Duque-Escobar, 2013).
La velocidad de ascenso del magma, como su volumen, suelen inferirse por la magnitud de
los sismos y el desplazamiento temporal de estos, y nos ayudan a entender por qué se
generan.
procesos gravitacionales
Antropogénicos
Los sismos inducidos o antropogénicos son todos aquellos sismos que el hombre provoca.
Desde el circular de los autos hasta las explosiones controladas, por procesos bélicos o
industriales, generan ondas sísmicas y pueden registrase con un sensor.
Un sensor también registra la caminata de los peatones, el andar de los carros, los procesos
de las obras en construcción, el paso de los fluidos en las tuberías, los motores industriales
y todas aquellas vibraciones que estén en el lumbral de registro del sensor.
La tercera ley de Newton expresa que a toda acción corresponde una reacción y, cuando se
genera la acción de un sismo, las partículas reaccionan transmitiendo la energía que se
libera.
En zonas donde el suelo no esté bien consolidado, el sismo actuará con una intensidad
mayor, mientras que en zonas de roca la intensidad no es tan grande, esto se debe a que la
consolidación de las partículas que componen la roca es más estable y por eso la energía
pasa más rápido, generando una intensidad menor que en el caso contrario de los suelos o
material suelto.
Colapso de estructuras
Tsunamis
Los maremotos, también conocidos como tsunamis, son consecuencia de sismos tectónicos
bajo el fondo del océano. Debido al movimiento vertical del piso oceánico, el agua se
mueve como si un gran remo la empujara. A partir de los alrededores de la fuente del
terremoto, las olas provocadas se propagan a través del océano hasta que llegan a la costa
(CENAPRED, 2005).
Este tipo de consecuencias genera catástrofes en las zonas costeras, como en el Pacífico,
esto se debe a los proceso de subducción de la placa de Cocos sobre la Norteamericana. El
desplazamiento de las placas se verá reflejado en el tamaño de las olas; estas olas de gran
tamaño, al transgredir la tierra, revolcarán todo a su paso; por lo que en caso de alerta por
tsunami la población de la costa del Pacífico deberá de trasladarse a las zonas más altas de
su región, para evitar este fenómeno consecuente de la detonación de un sismo en el mar.
reactivación volcánica
En las sierras de nuestro país existen varios municipios y ciudades, que son susceptibles a
estos procesos. El estudio del suelo y de las estructuras que dan pie a estos movimientos
naturales o antrópicos es quehacer de la ingeniería sísmica.
La comprensión del fenómeno sísmico nos ayudará a entender la dinámica de la Tierra y las
consecuencias de construir en zonas de mayor vulnerabilidad, de igual manera
proporcionarán los parámetros adecuados de construcción para cada zona del país.
Licuacion de arenas
Cuando el suelo está formado por material suelto húmedo (como arena de playa) y ocurre un
sismo, el suelo se agita o mueve más fuerte que en un sitio en donde no hay material suelto (como
una roca). La agitación continua del suelo produce que el agua se separe de la arena, provocando
que el suelo se comporte como una gelatina y los edificios o construcciones se vean afectados.
Has llegado al final del curso de Fenómenos Naturales II: Geológicos y a manera de
conclusión te podemos decir que estás en la posibilidad de identificar cuáles son los
conceptos básicos de la geología (suelo y tectónica de placas), que te permiten diferenciar
los tres tipos de fenómenos geológicos que ocurren con mayor frecuencia en México, como
son:
Volcanes, sus tipos y los peligros para la población, así como la forma de prevenir
los desastres derivados de este fenómeno
Procesos gravitaciones y dinámica de suelos:
o Inestabilidad de laderas
o Subsidencia
o Licuación de suelos
Sismos
Por último, te invitamos a que navegues dentro de las páginas web del CENAPRED y del
Servicio Sismológico Nacional, para que estés en constante actualización de noticias y
publicaciones sobre el tema aquí desarrollado.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó del suceso de un sismo a las 15:41:06 h de
magnitud local o de Richter de 6.7 el 15 de junio de 1999 con epicentro en el suroeste de la ciudad
de Tehuacán, Puebla, con coordenadas 18.20° N y 97.47° O y con una profundidad de 70 km.
El sismo tuvo efectos en siete estados de la República: Morelos, México, Tlaxcala, Veracruz,
Guerrero, Oaxaca y Puebla. Estos dos últimos presentan las mayores consecuencias,
principalmente en monumentos históricos, viviendas, escuelas, hospitales y la pérdida de vidas
humanas.
De acuerdo con la sismicidad causante por la subducción de la placa de Cocos debajo de la placa
de Norteamérica ha causado daños en diversas ciudades y poblados del altiplano mexicano. De
acuerdo con las investigaciones del Dr. Singh, del SSN, desde 1864 hasta la fecha se han
presentado 10 sismos con magnitud mayor a 6.5 en la región epicentral del sismo de Tehuacán;
por lo que se ha podido calcular que el periodo de retorno medio para sismos de magnitud mayor
a 6.5 es de 20 a 30 años.
Si bien el evento sísmico provocó daños importantes en viviendas, escuelas, iglesias, edificios
públicos y obras de infraestructura, principalmente en los estados de Puebla y Oaxaca, donde se
tiene una gran variedad de suelos y formaciones geológicas; los principales problemas geotécnicos
que afectaron a la población y a las obras de ingeniería fueron los fenómenos de licuación de
suelos, los problemas de inestabilidad de laderas y los casos de hundimientos o agrietamientos del
terreno; estos últimos sucedieron principalmente en la zona urbana de los municipios aledaños a
Tehuacán, debido a las condiciones particulares del terreno y a la posible existencia de cavernas
creadas por la explotación a cielo abierto de antiguas minas de arena rellenas con materiales no
compactados, en combinación con el fenómeno de licuación de suelos.
Los casos de licuación reportados ocurrieron en algunas poblaciones del sur del estado de Puebla,
en donde se observaron asentamientos de hasta 50 cm que provocaron desplazamientos
diferenciales, grietas y el colapso de algunas casas habitación. En la carretera a Huajuapan de
León, Oaxaca, se observaron daños similares por el fenómeno de procesos gravitacionales
ocurrido en depósitos naturales de suelos y rocas. Finalmente, en la ciudad de Cholula, Puebla, se
reportó el colapso parcial de estructuras, principalmente iglesias.
Cabe comentar que en este evento sísmico los casos de licuación de arenas no fueron tan extensos
y severos como los ocurridos en octubre de 1995, lo que se debió seguramente a que después del
sismo de ese año se realizaron trabajos de mejoramiento de suelos en las zonas que sufrieron
licuación y estabilidad de taludes en las carreteras. Casos concretos fueron los trabajos que se
realizaron en el km 29 de la carretera Puebla-Tehuacán para la estabilidad de los taludes y la
remoción de rocas y suelos propensos a procesos gravitacionales e hidrometeorológicos en el
municipio de Ajalpán, Puebla.
Asimismo, se reportaron casos de deslizamientos de suelos en los cañones y barrancas de los ríos
aledaños al epicentro, donde se tienen laderas muy escarpadas con pendientes del orden de 70º
constituidas por materiales de origen calcáreo intercalados con depósitos fluviales con poca o nula
cementación. Otros deslizamientos se concentraron en cortes efectuados para dar paso a los
caminos y carreteras del estado.
El Centro SCT de Colima reportó, con fecha de enero 22, zonas de deslizamiento de tierras y rocas
en cortes de las carreteras, sumando un volumen de material caído de 102,100 m³, con el mayor
derrumbe de 100,000 m³ entre los km 16+000 al 26+000 de la carretera Huajuapan-Tehuacán, en
donde se cerró un carril y se canalizaron ambos sentidos por el cuerpo B de la carretera.
Antes del sismo, las condiciones registradas del Popocatépetl se reportaban estables. Sin embargo,
al día siguiente se observó un incremento en la actividad del volcán. Se registraron diversos
eventos volcanotectónicos, la mayoría con magnitud entre 2.5 y 3 y dos más con magnitud mayor
a 3. Estos eventos fueron localizados debajo del cráter entre 4 y 7 kilómetros de profundidad
desde la cima sin manifestaciones externas.
Este nivel de actividad motivó a las autoridades de Protección Civil a constituirse ese día en un
comité de seguridad, y a declarar un incremento en el nivel de alertamiento y la definición de
radio de seguridad de 13 km. Este radio fue sugerido para incluir al menos a varias de las
poblaciones más vulnerables, como San Pedro Benito Juárez y Xalitzintla, que está ubicada en uno
de los drenajes de flanco Norte, por lo que fue necesaria la evacuación preventiva de estas
comunidades que comenzó el 21 de agosto. Cerca de 41,000 personas abandonaron el área y
14,000 aceptaron ser transportados a albergues, en donde se quedaron por hasta 10 días. Como lo
anticipó el modelo predictivo, posteriormente de un periodo de 3 días de relativa calma, el 24 de
agosto por la tarde comenzó una erupción de baja explosividad y larga duración, lanzando grandes
cantidades de fragmentos incandescentes en los flancos del volcán, en tres diferentes episodios, y
destruyendo el domo.
Para el 13 de septiembre, con fotografías aéreas, se pudo observar que el domo había sido
parcialmente destruido; se recomendó la reducción del radio de seguridad a 12 kilómetros, por lo
que la gente pudo regresar a sus casas.
Días más tarde, el 22 de septiembre se presentó una emisión de ceniza que en pocos minutos
incrementó su explosividad, alcanzó más de 8 kilómetros de altura y generó flujos piroclásticos
que descendieron por varías de las barrancas del volcán hasta distancias estimadas de 4 a 6
kilómetros. Los flujos piroclásticos pasaron sobre el glaciar, lo fundieron parcialmente y generaron
un lahar que descendió hasta 1 kilómetro antes de alcanzar la población de Santiago Xalitzintla, sin
que se presentaran pérdidas humanas ni materiales.
1. Teoría de la combustión
Este tema se centra en la gestión de la seguridad contra conatos de fuego y sus principios,
los elementos clave que se abordarán serán para identificar cómo se inicia y se extiende un
fuego, conocer sobre su naturaleza química y física así como las fuentes de energía
calorífica, composición y características de los combustibles, las condiciones ambientales
necesarias para producir y mantener el proceso de la combustión y los fenómenos asociados
con el fuego; temas sumamente importantes para los no profesionales a efecto de que
puedan prepararse con anticipación para evitar daños que pongan en peligro su vida, las
instalaciones o el medio ambiente.
Te comentamos que debido a la extensión del tema nos hemos dado a la tarea de dividir los
contenidos en tres sesiones, el objetivo primordial es que tengas el tiempo suficiente para
comprender la información.
¿Qué es el fuego?
Es una reacción química conocida como combustión, la cual consiste en una oxidación
rápida del material combustible con desprendimiento de energía en forma de luz, calor y
gases.
Como puedes ver, en la definición de fuego encontramos los términos reacción química y
combustión, de los cuales a continuación daremos una breve definición.
Reacción química
Proceso por el cual una o más sustancias llamadas reactivos se transforman en otras
sustancias diferentes conocidas como productos de la reacción. Un ejemplo de reacción
química es la que ocurre entre dos reactivos uno líquido y otro sólido como el agua y el
bicarbonato de sodio para formar dióxido de carbono, es decir, gas
Combustión
Proceso de oxidación rápida de una sustancia acompañado de un aumento de calor y
frecuentemente de luz. Dicho proceso consiste en una combinación química con el oxígeno
de la atmósfera que lleva a la formación de dióxido de carbono, monóxido de carbono y
agua, junto con otros productos como dióxido de azufre, que proceden de los componentes
menores del combustible.
Se define fuego incipiente o conato al fuego en su etapa inicial que puede ser controlado o
extinguido mediante extintores portátiles, sistemas fijos contra incendio u otros medios de
supresión convencionales sin la necesidad de utilizar ropa y equipo de protección básico de
bombero, tales como chaquetón, botas, cascos o equipos de respiración.
En tanto que un incendio es el proceso de fuego que se propaga de una forma incontrolada
en el tiempo y en el espacio.
Ahora que ya conoces los conceptos relacionados con el fuego podemos explicarte cómo es
que se origina.
En la figura 2 puedes ver que el proceso del fuego será posible siempre y cuando contemos
con los siguientes insumos: combustible, oxígeno y una fuente de ignición o calor,
obteniendo como productos gases de combustión y calor.
Durante el proceso de combustión, además de los productos mencionados las altas temperaturas
originan la transformación del material, lo cual se conoce como pirolisis. De hecho, el humo que se
puede ver cuando se produce un incendio arrastra los productos no quemados incluyendo los
vapores emitidos.
Para explicarte cómo se origina el fuego nos apoyaremos en una representación sencilla que
se conoce como triángulo del fuego, el cual tiene como propósito explicar las
interrelaciones que se dan entre los tres principales factores que dan origen al fuego.
Como puedes ver en la figura 3, en el triángulo de fuego los elementos que se requieren son
combustible, una fuente de ignición o de calor y el oxígeno; si falta uno de estos el fuego se
termina. Además, se requiere que el combustible esté en fase vapor y que la cantidad de
oxígeno sea la estequiométrica para reaccionar con el combustible.
Para conocer cada uno de los elementos que participan en el proceso del fuego
recordaremos que el oxígeno es un gas incoloro e inodoro, no flamable que promueve y
acelera extremadamente la combustión; de hecho es uno de los pilares en el triángulo del
fuego antes mostrado, es decir que sin él no puede haber combustión.
Una atmósfera deficiente de oxígeno quiere decir que se tiene menos del porcentaje de
oxígeno que se encuentra en el aire normal. Cuando la concentración de oxígeno en el aire
se reduce aproximadamente al 16%, muchos individuos sufren mareos, experimentan un
zumbido en los oídos y les late el corazón más rápidamente. Además de las pruebas de
toxicidad, el contenido de oxígeno en la atmósfera de un tanque o cualquier otro espacio
confinado debe determinarse antes de entrar en él.
Otros términos relacionados con el triángulo de fuego con los que debes estar familiarizado son:
Calor
Temperatura
Los cambios de temperatura tienen que medirse a partir de otros cambios en las
propiedades de una sustancia. Por ejemplo, el termómetro de mercurio convencional mide
la dilatación de una columna de mercurio en un capilar de vidrio, ya que el cambio de
longitud de la columna está relacionado con el cambio de temperatura.
Con relación al triángulo de fuego, cabe mencionar que durante el proceso de combustión
se puede presentar el fenómeno conocido como incandescencia, en el cual dependiendo de
las características fisicoquímicas del combustible no necesariamente se produce fuego o
flama, lo anterior lo podrás observar al calentar ligeramente un material combustible en
estado sólido como el carbón y ponerlo en contacto con el oxígeno del aire, el material se
oxida produciendo una luz brillante y calor, sin embargo, no hay fuego. ¿Por qué?
Para contestar lo anterior, debes recordar que una de las condiciones para que exista fuego
es que el material combustible esté en estado gaseoso. Pero entonces ¿por qué podemos
utilizar combustibles que inicialmente están en estado sólido y líquido?
De tus clases de química, recordaras que la materia puede estar en cuatro estados de
agregación: sólido, líquido, gaseoso y plasma, como se observa en la figura 4. Es posible
pasar de uno a otro dependiendo de la presión, temperatura o energía a la que esté sometida.
Derivado de lo anterior se puede mencionar que en principio todos los materiales tienen la
capacidad de quemarse, siempre y cuando se suministre la suficiente energía calorífica para
que las moléculas cambien del estado físico (sólido o líquido) a estado vapor o gas.
Cuando se libera el vapor o gas y éste entra en contacto con el oxígeno se inflama,
provocando más calor, el cual sirve como fuente de ignición para transformar e incorporar
más material combustible en estado vapor, propagando así la reacción química y con ello el
proceso de fuego ha comenzado. Esta secuencia de eventos es lo que denominamos
reacción en cadena Es la autogeneración de calor para mantener la evaporación a
partir de la reacción simultánea entre el combustible, el oxígeno del aire y la energía
calorífica..
Muy bien, ya conoces el triángulo del fuego, ahora te explicaremos en qué consiste el
tetraedro del fuego.
Para comprender de manera integral las interacciones entre todos los factores que
intervienen en el fuego se incorpora al triángulo del fuego la reacción en cadena. Como
puedes ver en la figura 5, con el tetraedro del fuego sabemos que además del oxígeno, el
calor y el combustible debe existir dicha reacción
Para entender el proceso del fuego, además de los componentes del tetraedro del fuego es
necesario conocer las propiedades fisicoquímicas, es decir, cómo se comportan las
sustancias o materiales dependiendo de la temperatura, presión, etcétera. Cada uno de los
elementos o factores que intervienen permite en su momento tomar decisiones para
prevenir y controlar un conato de fuego.
Fuentes de ignición
Como observaste en el tetraedro del fuego uno de los elementos que se requiere para originar fuego es una
fuente de ignición, pueden ser diversas y de muy variado tipo y origen. A continuación mencionaremos
algunas de las más comunes para que las conozcas y puedas prevenir la combinación de éstas con los
combustibles en cualquier lugar en el que te encuentres.
Flama abierta
Chispas eléctricas
Ocasionadas por un tablero eléctrico, contacto o apagador eléctrico, por el arco de la soldadura
eléctrica, cables o terminales flojos, pelados o rotos.
Rayo eléctrico
Es una de las fuentes de calor más comunes en nuestro entorno, también puede hacerse fuego
usando una lente o lupa, un reflector curvo o el fondo de una botella para concentrar los rayos del
sol sobre el material combustible. Incluso en determinadas condiciones una gota de agua sobre un
pastizal seco podría servir como lupa.
Fricción o impacto
Pueden generar chispas con la suficiente energía para iniciar la combustión. Este tipo de chispas se
producen al golpear o friccionar metales, principalmente cuando utilizamos herramientas de
golpe.
Corriente eléctrica
Los circuitos eléctricos están expuestos al flujo de corriente de acuerdo al calibre del cable. Éstos,
al sobrecargarse con varios equipos al mismo tiempo y no tener considerado dicho calibre, tienden
a calentarse y pueden llegar a prender el forro protector del cable. Otro peligro que presentan los
circuitos eléctricos son las resistencias eléctricas o parrillas que generan suficiente calor,
provocando que los vapores combustibles cercanos se enciendan.
Electricidad estática
Al fluir líquidos y gases por tuberías y equipos, generan energía estática que se va acumulando
hasta llegar a cantidades tales que al momento de aterrizarse produzcan descargas eléctricas,
generando chispas que llegan a alcanzar temperaturas de hasta 350 °C, por lo que todos los
equipos (bombas, tuberías recipientes, etcétera) deben estar conectados a tierra a fin de que se
disipe la electricidad estática acumulada.
Compresión
Combustión espontánea
Es el resultado de una reacción química, rápida o lenta, que sufren los materiales
independientemente de cualquier fuente de calor externa. La combustión espontánea ocurre
a través de un ciclo de oxidación, mismo que genera calor lentamente en su inicio. Esta
condición se clasifica como calor espontáneo hasta que aumenta suficiente temperatura y
llega al punto de ignición. Este punto se convierte en ignición espontánea, la cual es
generalmente inevitable después de iniciada la reacción química. En muchos materiales este
proceso se desarrolla lentamente y no llega al punto de ignición en varios días, semanas o
meses, por consiguiente, el incendio que aparece hoy, realmente se inició muchas semanas
antes. Tales condiciones se encuentran en grandes masas de materiales que están flojos en
empaque. Ciertos materiales poseen las características de que con la humedad se aumentan
las reacciones espontáneas.
La mayor parte de los materiales que tienen propiedades de secamiento están expuestos a la
ignición espontánea. Algunos de los materiales más comunes los cuales pueden producir
calor espontáneo y arder son los aceites de pescado, de linaza, de semilla de algodón,
etcétera.
Existen también sustancias que por sí solas no son combustibles pero que arden cuando se
mezclan con otros materiales, como por ejemplo: glicerina con permanganato de potasio,
hipoclorito de sodio con aguarrás, sulfuro de hierro con aceite de linaza, o simplemente con
el oxígeno del aire, etcétera.
En la sesión pasada abordamos algunos conceptos básicos sobre el fuego, cómo es que se
origina, qué propiedades fisicoquímicas tienen los combustibles y cuáles son las fuentes de
ignición. En esta sesión abordaremos los temas Tipos y Fases del fuego, ¿qué te parece si
comenzamos?
Tipos de fuego
Fuego clase A
Fuego clase B
Fuego clase C
Es aquel que involucra aparatos, equipos e instalaciones eléctricas energizadas.
Fuego clase D
Es aquel en el que intervienen metales combustibles, tales como el magnesio, titanio, circonio,
sodio, litio y potasio.
Fuego clase K
Para que tengas una mejor idea de la clasificación del fuego, a continuación abundaremos
un poco más sobre el origen de cada uno de ellos.
Los incendios de la clase A son los que ocurren en general en materiales que
se encuentran en ese estado físico sólido tales como madera, papel, cartón y
diversos plásticos, los neumáticos, las telas y otros combustibles sólidos
ordinarios como trapo, viruta, papel, basura, etcétera. Cuando se produce un
fuego, al quemarse el material sólido, se agrieta, produce cenizas y brazas.
Los incendios clase B son aquellos que se producen en la mezcla de un gas, como gasolina,
aceite, combustible y productos derivados del petróleo así como también gases como el
butano, propano, etcétera, con el aire; o bien, de la mezcla de los vapores que se
desprenden de la superficie de los líquidos inflamables, como la gasolina, aceites, grasas,
solventes, etcétera.
Los incendios tipo C son aquellos que involucran algún equipo eléctrico energizado; por
ejemplo, electrodoméstico de cocina, computadoras, televisores u otros tipos de equipos
eléctricos.
Los incendios clase D son los que se presentan en cierto tipo de metales combustibles,
tales como polvos o virutas de aleaciones de metales livianos como el magnesio, titanio,
sodio, litio, potasio, aluminio o zinc en polvo.
De manera general, los incendios se originan por una fuente de ignición de tamaño
aparentemente insignificante, pero al paso de los segundos o minutos de originado, el
incendio que inició como un conato ahora se ha propagado y es declarado como un
incendio, en ocasiones fuera de control, sobre todo cuando se da en instalaciones
industriales que manejan grandes cantidades de combustible. A medida que avanza, la
descomposición del material que está involucrado en la combustión o incendio se queda
con menos capacidad de reacción y, en última instancia, esto origina que se apague el fuego
o se extinga. En la figura 12 podrás observar las etapas de desarrollo por la que pasa un
incendio.
Como podrás ver, hay cuatro etapas que figuran en este proceso y para que te des una idea
de cuáles son las condiciones nos contextualizaremos en una casa habitación.
1. Etapa de inducción
Durante la etapa de crecimiento hay un periodo de tiempo antes de alcanzar la etapa plenamente
desarrollada donde hay un grave riesgo de descarga disruptiva (proceso similar a una explosión).
Esto se debe a que el inmueble se llena de humo denso con la estratificación de los gases calientes
por debajo del techo y la concentración de oxígeno en el aire es menor de lo normal, a partir de
este momento la combustión es reducida y la llama podría dejar de existir si el área confinada es lo
suficiente cerrada. Sin embargo, al mismo tiempo se producirá hidrógeno y metano de los
materiales combustibles que se encuentran en el área, estos gases combustibles serán añadidos a
aquellos producidos por el fuego, ante estas condiciones un suministro de oxígeno incrementará el
peligro para los bomberos y creará la posibilidad de Explosión de Flujo de Aire en Retroceso
(BACKDRAFT).
Etapa de decadencia
El mismo caso será si los productos químicos tales como agentes oxidantes están
involucrados. Cuando se calientan los agentes oxidantes emiten grandes cantidades de
oxígeno que puede aumentar rápidamente, tanto el crecimiento y la propagación del fuego.
El control de aire (oxígeno) en los sistemas de ventilación y los conductos también tiene un
impacto sobre el crecimiento y propagación del fuego.
En un sólido la combustión puede ser tan lenta que el proceso de recuperación térmica sea
muy lento y puede pasar un tiempo muy largo en contacto con el aire y no producir llamas.
Sin embargo, pudiera producir una gran cantidad de humo, el cual al acumularse antes de
que ocurra la ignición y llegar a su límite inferior de inflamabilidad y de encontrar
condiciones favorables, produciría una flama, tal es el caso de un cigarrillo encendido en un
mueble tapizado.
Propagación de incendios
El calor es una forma de energía que se transfiere de un objeto a una temperatura más alta a
aquellos objetos que tienen una temperatura más baja. A continuación te describiremos las
formas de transmisión de calor más probables que pueden presentarse durante o para dar
origen a un incendio.
El ejemplo más claro de este tipo de fuente de energía la encontramos en el sol. Otro
ejemplo clásico de fuego por radiación es cuando queremos elevar la temperatura en una
habitación y conectamos un radiador eléctrico, el cual tiene cerca materiales combustibles o
inflamables los cuales alcanzan temperaturas para emitir vapores y después de un tiempo
estallan en llamas y, finalmente, en algunas fábricas son comunes los fuegos por radiación
en hornos de secado, tuberías de vapor, calderas, etcétera.
En la figura 15 se observa otro ejemplo de cómo el calor de un incendio puede ser irradiado
a un edificio adyacente al pasar a través de las ventanas y encender combustibles
contenidos en el segundo edificio.
Fenómenos especiales asociados con el fuego
Anteriormente se han descrito las etapas que transcurren durante un incendio, sin embargo,
es posible que se presenten otros fenómenos asociados al fuego, los cuales pueden
desarrollarse entre los primeros 3 y 10 minutos del conato, por lo que considerando el
alcance de este curso, si en determinado momento se pretendiera atacar el fuego con
extintores portátiles, se deben tener por lo menos las mínimas nociones de la etapa del
fuego y de los posibles peligros atribuidos a los fenómenos que se pueden presentar.
Pirólisis
En el caso de un incendio, una sustancia que se encuentra como sólido o líquido se calienta,
ésta emitirá gases. A la temperatura y condiciones de mezcla adecuadas estos gases se
volverán inflamables. Cuando son calentados, por ejemplo, el contenido y estructura de un
apartamento (pintura, madera, plásticos, textiles, etcétera) producirán gases inflamables
debido a la pirolisis. La cantidad de material pirolizado aumentará en la medida que la
temperatura aumente. La pirolisis puede tener lugar a partir de los 80 °C.
Dos de los fenómenos que se presentan con más frecuencia de manera secuencial durante el
desarrollo de un incendio es la combustión súbita generalizada o Flashover y la Explosión
de humo o Backdraft. En ambos se presenta el siguiente escenario.
El humo caliente que se va acumulando junto al techo irradia calor sobre los combustibles
de la habitación. Esto contribuye a la elevación de la temperatura en la habitación, aunque
este incremento lo genera principalmente la radiación de las llamas.
La capa de humo junto al techo tendrá cada vez mayor espesor y el límite de la capa de
humo se irá acercando progresivamente al suelo según crece el incendio. La temperatura en
las capas superiores de la habitación puede alcanzar cientos de grados centígrados, la
temperatura será menor cuánto más cerca se esté del suelo.
La causa más frecuente de este tipo de explosiones es debido a incendios externos que
envuelven el depósito en cuestión, debilitan mecánicamente su estructura produciendo
fisuras o el rompimiento del mismo con la consecuente despresurización, ondas depresión y
el bleve del conjunto.
No obstante se deben dar tres condiciones necesarias para que este fenómeno se presente:
Los fenómenos químico-tecnológicos tienen su origen en la actividad humana relacionada con las
sustancias químicas peligrosas, por lo cual se conocen también como fenómenos antropogénicos.
En este primer tema aprenderás cuáles son los tipos de eventos relacionados con estos
fenómenos, sus causas y sus posibles consecuencias. Para el desarrollo de esta asignatura que
abordará el estudio de los fenómenos químico-tecnológicos nos enfocaremos en las principales
actividades que involucran el uso de las sustancias químicas peligrosas, que son el
almacenamiento y el transporte. Aquí no se contemplan los incendios urbanos y forestales, sino
los que se generan debido a la actividad productiva.
Inflamabilidad (I)
Corrosividad (C)
Las sustancias químicas corrosivas (gases, líquidos y sólidos) pueden quemar, irritar o
destruir los tejidos vivos y material inorgánico. Cuando se inhala o ingiere una sustancia
corrosiva, se ven afectados los tejidos del pulmón y estómago.
• Gases corrosivos: se absorben fácilmente por el cuerpo a través del contacto con la piel y
por inhalación. Un ejemplo es el cloruro de hidrógeno.
• Líquidos corrosivos: se utilizan frecuentemente en el laboratorio y causan lesiones
corporales externas. Algunos ejemplos son ácido nítrico, ácido sulfúrico y ácido acético.
• Sólidos corrosivos: producen lesiones retardadas. Los efectos de los sólidos corrosivos
dependen en gran medida de la duración del contacto. Ejemplos son el hidróxido de sodio y
el hidróxido de potasio.
Reactividad (R)
Toxicidad (T)
La toxicidad se define como la capacidad de una sustancia para producir daños en los
tejidos, lesiones en el sistema nervioso central, enfermedad grave o, en casos extremos, la
muerte cuando se ingiere la sustancia. Ejemplos: cloro, isocianato de metilo y amoniaco.
Explosividad (E)
Capacidad de las sustancias químicas que provoca una liberación instantánea de gas, vapor
y calor ocasionado por un choque repentino (presión o alta temperatura). Ejemplos:
dinamita (trinitrotolueno, TNT), nitrato de amonio, nitroglicerina, picrato de amonio
Radiactividad
Estas son las propiedades de las sustancias químicas peligrosas que necesitas conocer, ya
que para trabajar en condiciones seguras es fundamental que estés informado de sus
características; así como de las afectaciones que pueden provocar a la población y al medio
ambiente.
Por lo anterior, el peligro es una característica intrínseca de las sustancias químicas debido
a sus propiedades fisicoquímicas que las hace ser tóxicas, inflamables, explosivas, reactivas
y radiactivas; mientras que el riesgo es la probabilidad de ocurrencia de daño a las
personas, al ambiente y a la propiedad.
Los accidentes con sustancias peligrosas se presentan con poca frecuencia; sin embargo,
cuando ocurren, el costo social, ambiental y económico es elevado. La principal
herramienta con la que cuentas para combatir estos accidentes es la prevención y el primer
paso es que estés preparado para la adecuada identificación de los peligros asociados con el
almacenamiento y el transporte de las sustancias y materiales peligrosos.
Los accidentes con sustancias químicas pueden presentarse por diversas causas, las cuales
te describimos a continuación:
Causa 1
Causas naturales producidas por fenómenos naturales como un sismo, huracán, inundación,
erupción volcánica, etcétera, y que dañan la instalación donde se almacenan las sustancias
peligrosas.
Causa 2
Causa 3
Causa 4
Fallas mecánicas en los procesos que pueden ocurrir en las bombas, válvulas, instrumentos
de control y sensores.
Causa 5
Causa 6
Pérdida de servicios auxiliares tales como agua, vapor, energía eléctrica y aire comprimido.
Causa 7
A continuación te mencionaremos cada uno de estos fenómenos químicos y los efectos que
tienen en las personas y en las construcciones:
Fuga
Derrame
Los efectos de las fugas y derrames son la formación de nubes tóxicas. Si lo que se libera es
un gas tóxico o un líquido volátil, lo que ocasiona son daños a la salud de las personas,
como intoxicaciones, enfermedades o síntomas tales como mareo, dolor de cabeza, nausea,
irritación en ojos y vías respiratorias; pero si es un líquido o sólido tóxico el daño ocurre
cuando se está en contacto directo con la sustancia a través de la piel o inhalando los
vapores que desprenda.
Incendio
Existen diferentes formas en que los incendios pueden presentarse dependiendo de las
condiciones en que ocurren y la manera en que se libera la sustancia del recipiente o tubería
en que está almacenada, estas formas son:
Los efectos de los incendios son la generación de radiación térmica durante el proceso de
combustión. Algunos datos que te podemos proporcionar de los daños que ocasionan los
incendios a las personas y los bienes se muestran en la tabla 2 y 3, respectivamente.
Deshidratación 0.3
Intensidad de Descripción
radiación
kW/m2
1.4 • Puede tolerarse sin sensación de incomodidad durante largos periodos (con vestimenta norm
considera inofensivo para personas sin ninguna protección especial
• En general se considera que no hay dolor (sea cual sea el tiempo de exposición) con flujos
inferiores a 1.7 kW/m2 (mínimo necesario para causar dolor)
3 • Zona de alerta
Explosión
La explosión es la liberación repentina y violenta de una cantidad considerable de energía
en un lapso de tiempo muy corto debido a un impacto fuerte, por reacción química de
ciertas sustancias o por ignición de ciertos materiales que provoca la expansión violenta de
gases.
Las explosiones pueden clasificarse, según su grado de confinamiento, que se refiere a las
barreras (edificaciones, paredes, equipos) que impiden la dispersión de la nube formada que
da lugar a la explosión, en:
Los efectos de las explosiones consisten en la formación de ondas de sobrepresión que producen
la rotura de tímpanos y hemorragia pulmonar; además, por efectos de la explosión las personas
pueden ser proyectadas y es posible que exista caída de vigas y estructuras que pueden ocasionar
heridos o muertes. Para que conozcas los efectos de la sobrepresión en la población y sus bienes
revisa el siguiente material.
Esta norma establece el uso de dos símbolos, uno en forma de rombo y otro en forma de
rectángulo para la identificación de sustancias químicas peligrosas. Ambos modelos
utilizan colores y criterios de clasificación como te indicamos en la tabla 4.
La forma para identificar sustancias químicas, así como los recipientes que las contienen, consiste
en ubicar el nombre o código de la sustancia química, el tipo y grado de riesgo, los colores e
información complementaria (riesgo especial, equipo de protección).
En la siguiente imagen puedes observar que se muestra un tanque de almacenamiento de
sustancias químicas peligrosas con el respectivo modelo del rombo y un pictograma (rombo en
color rojo).
Tanques atmosféricos
Los tanques atmosféricos abiertos se pueden utilizar para almacenar materiales que no se
vean dañados por el agua, el clima o la contaminación atmosférica. De otra manera se
emplean tanques con techo, ya sea fijo o flotante. Los techos fijos suelen ser escalonados o
de cúpula.
Los tanques atmosféricos de techo fijo requieren ventilas para evitar los cambios de presión que
se producen debido a los cambios de temperatura y el retiro o la adición de líquido. Hay que
considerar que las ventilas abiertas pueden provocar pérdidas excesivas de sustancias muy
volátiles.
Los tanques atmosféricos de techos flotantes deben tener un sello entre el techo y el cuerpo del
tanque, así como drenes para la eliminación del agua de lluvia y techo movible para eliminar el
espacio ocupado por la fase de vapor. Estos tanques se emplean, por ejemplo, para almacenar
diésel, gasolina, aceite lubricante y combustóleo; no deben usarse para almacenar líquidos a su
temperatura de ebullición o superior. El techo puede ser interno o externo.
Los tanques atmosféricos que almacenan sustancias peligrosas deben contar con un dique de
contención como medida de seguridad en caso de derrame.
Tanques a presión
Los tanques a presión generalmente son de los tipos esféricos o cilíndricos horizontales y se
emplean para almacenar, por ejemplo, hidrocarburos muy ligeros, que a presión atmosférica
se encuentran en estado gaseoso; tales como el propano, butano, propileno y amoníaco.
Los recipientes a presión se ilustran en las siguientes figuras y pueden usarse también como
tanques a baja presión y ambos como tanques atmosféricos.
Tanques aéreos
Los tanques aéreos se ubican sobre el nivel del suelo y pueden tener un soporte sobre una
base de arena, grava o piedras trituradas cuando el subsuelo tenga una resistencia de apoyo
adecuada. Esta base puede estar nivelada o escalonada, dependiendo de la forma del fondo
del tanque. La base porosa proporciona drenaje en caso de que haya fugas.
Los tanques aéreos elevados son aquellos que se encuentran a unos cuantos metros sobre el
nivel del piso, pueden proporcionar un flujo grande cuando se requiere, pero las
capacidades de bombeo no tienen que ser más del flujo promedio. En esa forma, es posible
ahorrar en inversiones de bombas y tuberías. También proporcionan flujo después que
fallan las bombas, lo que constituye una ventaja importante para usarse especialmente en
los sistemas contra incendios.
Tanques subterráneos
Los tanques subterráneos, como su nombre lo indica, se ubican por debajo de la superficie
del suelo. Estos tanques deben estar situados en un suelo bien drenado, lo que permite que
el agua no se acumule y fluya. El contenedor debe estar colocado de preferencia en un foso
revestido de hormigón o ladrillo que permita su instalación y facilite el acceso para las
inspecciones.
Los tanques enterrados deben estar colocados sobre cimientos firmes e instalarse de manera
que se impida el movimiento o la flotación. La superficie de los contenedores debe estar
adecuadamente preparada y tratada para protegerlos contra la corrosión. Entre los métodos
de protección están el revestimiento y la protección catódica. Todos los tanques enterrados
se deben instalar con sistema de detección y contención de fugas, tales como diques de
contención, depósitos con pozo de vigilancia, doble pared con detección de fugas, etcétera.
Como puedes observar, existen diferentes tipos de tanques con diversas características. De
acuerdo con el tipo de sustancia química y las condiciones a las que se va almacenar, así como a
las necesidades de la empresa se hará la elección del tipo de tanque a emplear.
En esta tercera sesión te hablaremos sobre las sustancias peligrosas almacenadas en mayor
volumen en nuestro país, la normatividad vigente sobre almacenamiento, los accidentes
más graves con sustancias peligrosas ocurridos en México y en el mundo, y las medidas de
atención de emergencias.
En nuestro país se puede conocer las sustancias peligrosas almacenadas y las cantidades en
que se almacenan a partir de la información que presentan las empresas por medio de los
Programas de Prevención de Accidentes (PPA) y sus estudios de riesgo ante la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Recordarás que en el primer tema se describieron los posibles eventos que se pueden
presentar debido al almacenamiento de sustancias químicas peligrosas, los cuales son: fuga,
derrame, incendio o explosión. Estos eventos también son llamados accidentes mayores
cuando traspasan ampliamente los límites físicos de las industrias involucradas y que
pueden afectar a la población, el medio ambiente y los bienes (viviendas, instalaciones,
infraestructura, etcétera). A continuación te describimos algunos accidentes químicos
tecnológicos ocurridos en México y en otros países.
En esta sección conocerás la normatividad vigente que aplica a las instalaciones que
almacenan sustancias químicas peligrosas; así como te enunciaremos, de manera breve, las
normas más importantes que regulan el almacenamiento.
Ley General de Salud, nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 7 de
febrero de 1984. Última reforma del 2 de abril de 2014.
Esta Ley reglamenta el derecho a la protección de la salud que tiene toda persona, establece las
bases y modalidades para el acceso a los servicios de la salud y la concurrencia de la
Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general. Es la Secretaría de
Salud la encargada de estudiar y determinar los riesgos y daños a la salud humana debido a las
sustancias tóxicas o peligrosas.
NOM-005-STPS-1998
Relativa a las condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo para el manejo,
transporte y almacenamiento de sustancias químicas peligrosas. Diario Oficial de la
Federación 02-Febrero-1999.
Objetivo: establecer los procesos y medidas para prevenir riesgos a la salud del personal
ocupacionalmente expuesto a agentes químicos contaminantes del ambiente laboral, y
establecer los límites máximos permisibles de exposición en los centros de trabajo donde se
manejen, transporten, procesen o almacenen sustancias químicas que por sus propiedades,
niveles de concentración y tiempo de exposición, sean capaces de contaminar el medio
ambiente laboral y alterar la salud de los trabajadores. Esta Norma rige en todo el territorio
nacional y aplica en todos los centros de trabajo donde se manejen, transporten, procesen o
almacenen sustancias químicas.
NOM-017-STPS-2008
Objetivo: establecer los requisitos mínimos para que el patrón seleccione, adquiera y
proporcione a sus trabajadores el equipo de protección personal correspondiente para
protegerlos de los agentes del medio ambiente de trabajo que puedan dañar su integridad
física y su salud. Esta Norma aplica en todos los centros de trabajo del territorio nacional en
que se requiera el uso de equipo de protección personal para proteger a los trabajadores
contra los riesgos derivados de las actividades que desarrollen.
NOM-018-STPS-2000
NOM-028-STPS-2012
Sistema para la administración del trabajo–seguridad en los procesos críticos que manejen
sustancias químicas peligrosas. Diario Oficial de la Federación 06-Septiembre-2012.
Objetivo: establecer los elementos de un sistema de administración para organizar la
seguridad en los procesos y equipos críticos que manejen sustancias químicas peligrosas
con el fin de prevenir accidentes mayores y proteger de daños a las personas, a los centros
de trabajo y a su entorno. Esta Norma Oficial Mexicana rige en todo el territorio nacional y
aplica a los centros de trabajo que manejen sustancias químicas peligrosas en procesos y
equipos críticos, en volúmenes iguales o mayores a las cantidades umbrales señaladas en el
apéndice A de esta Norma.
NOM-030-STPS-2009
Objetivo: establecer las funciones y actividades que deberán realizar los servicios
preventivos de seguridad y salud en el trabajo para prevenir accidentes y enfermedades de
trabajo. Esta Norma rige en todo el territorio nacional y aplica en todos los centros de
trabajo.
Las empresas que manipulan sustancias químicas trabajan activamente en administrar los
riesgos para asegurar la salud de sus empleados y de la comunidad. La mayoría de sus
esfuerzos se enfocan en asegurar que sus instalaciones sean diseñadas y operadas día tras
día de manera segura; utilizando equipo bien diseñado, efectuando mantenimiento
preventivo, actualizando sus procesos operativos y manteniendo capacitado a su personal.
Adicionalmente, debido a las actividades de terrorismo y sabotaje, las empresas están prestando
especial atención a la seguridad física de sus instalaciones en las áreas de almacenamiento y
procesamiento de las sustancias químicas. Todas las empresas, sean grandes o pequeñas, deberían
implementar algún tipo de medida de seguridad para minimizar el riesgo criminal y proteger los
intereses de la empresa. Esto es particularmente importante para las empresas que manejan
sustancias peligrosas.
Las empresas que manejan productos químicos peligrosos y sus residuos deben disponer de un
plan de emergencia contra derrames, fugas e incendios. Un plan de emergencia es un documento
que tiene como misión la minimización de las consecuencias de una emergencia mediante la
organización de los recursos técnicos y humanos disponibles en la empresa. Básicamente, un plan
de emergencia organiza a las personas para que actúen con la mayor eficacia posible durante una
emergencia.
A continuación te presentamos una breve descripción de cómo se debe atender una emergencia
en caso de fuga, derrame o incendio por almacenamiento de sustancias químicas peligrosas.
Debes tener muy presente que el personal que atiende una emergencia química debe estar
debidamente capacitado en los procedimientos de combate de incendios, recuperación de
materiales peligrosos derramados, atención de fugas, primeros auxilios, evacuación y búsqueda y
rescate (de acuerdo con su participación en el plan de emergencia); además de contar con el
equipo de protección personal adecuado para el tipo de evento en el que va a intervenir.
Se recomienda tener a disposición los siguientes elementos para atender los derrames:
Los derrames líquidos deben ser absorbidos con un sólido absorbente adecuado compatible
con la sustancia derramada. El área debe ser descontaminada de acuerdo con las
instrucciones dadas por personal capacitado y los residuos deben ser dispuestos de acuerdo
con las instrucciones proporcionadas en las Hoja de Datos de Seguridad.
Los sólidos derramados deben ser aspirados con aspiradoras industriales. Se pueden utilizar palas
y escobas, pero utilizando arena para disminuir la dispersión de polvo.
Deben establecerse procedimientos, por escrito, para actuar con seguridad frente a un posible
derrame o fuga. Por ejemplo, una forma de proceder ante un derrame o fuga de una sustancia
química peligrosa es la siguiente:
• Evaluar el área
• Localizar el origen del derrame o fuga
• Buscar la etiqueta del producto químico para identificar contenido y riesgos
• Recurrir a la Hoja de Datos de Seguridad
• Identificar los posibles riesgos en el curso del derrame, como materiales, equipos y
trabajadores
• Anotar todo lo observado para comunicarlo al mando superior
• Intentar detener el derrame o fuga, sólo si lo puede hacer en forma segura. Soluciónelo a
nivel del origen y detenga el derrame de líquidos con materiales absorbentes. Si lo va a
hacer en esta etapa, utilice elementos de protección personal
• Evitar el contacto directo con la sustancia
• Entregar toda la información que pueda a la supervisión directa para que se proceda al
control de la emergencia. Esto incluye equipos, materiales y áreas afectadas; señalando
ubicación, productos comprometidos, cantidad, su dirección y condición actual
• Buscar más información y recurrir a asesoría externa si es necesaria
segurar el área
• Antes de comenzar con el control o contención del derrame, se debe equipar con los
elementos de protección personal necesarios
• Localizar el origen del derrame y controlar el problema a este nivel
• Contener con barreras o materiales absorbentes. Se puede utilizar esponjas, cordones
absorbentes o equipos especiales, como las aspiradoras
• Si el problema es en el exterior, hacer barreras con tierra y zanjas
• Evitar contaminar el medio ambiente
En el caso de incendios debe efectuarse una eficiente coordinación con las brigadas de
bomberos locales para obtener asistencia inmediata en caso de un incendio. Debe además
contarse con una brigada contra incendio interna que coordine las operaciones de atención
del incendio.
UNO
• Hacer sonar la alarma y despejar el área de todo el personal, excepto de los que participan
en la atención de la emergencia
DOS
TRES
CUATRO
• Asegurar que los encargados de las instalaciones sean avisados y estén pendientes de la
llegada del cuerpo de bomberos
CINCO
Para combatir el incendio, la brigada debe tomar las siguientes medidas: trabajar con el viento a
favor, trabajar lo más lejos posible de la fuente del incendio en caso de una posible explosión y
enfriar las instalaciones adyacentes con agua.
Agua
El agua act�a como un medio refrigerante, es decir, reduce la temperatura del producto
que se quema hasta un punto por debajo del punto de inflamaci�n y, por lo tanto, extingue
el fuego. El agua debe ser usada preferentemente en forma de roc�o fino o de neblina en
vez de chorro. Esto permite aumentar el potencial de enfriamiento y prevenir la extensi�n
del fuego. Adem�s del uso como elemento de extinci�n, el agua act�a como elemento
de minimizaci�n de la extensi�n del fuego al usarse en el enfriamiento de materiales,
tanques, equipos, drenajes, etc�tera.
Sin embargo, se debe tener cuidado al usar grandes cantidades de agua para atacar
incendios con productos t�xicos, ya que pueden ocurrir reacciones violentas con el agua, o
�sta puede alcanzar cuerpos de agua a trav�s de los drenajes internos. El agua nunca debe
utilizarse con reactivos tales como carburo de calcio; isocianatos; �xido de calcio (caliza);
ciertos compuestos de hal�genos, tales como cloruro de acetilo, cloruro de aluminio; y
metales como sodio y calcio. Cuando se almacenen este tipo de materiales se debe discutir
los riesgos especiales con las brigadas de bomberos. El uso de agua con extintores debe
dirigirse directamente a la base del fuego.
Di�xido de carbono
Los extintores de di�xido de carbono son generalmente efectivos para extinguir incendios
en que est�n involucrados disolventes inflamables, productos que reaccionan con agua y
equipos el�ctricos. Sin embargo, al igual que el polvo qu�mico, s�lo se usa como ayuda
primaria (primera etapa de extinci�n).
Espumas
En incendios en que intervengan sustancias miscibles con el agua tales como alcoholes,
cetonas, �ter glicol, etc�tera, se utilizan espumas de alcohol resistentes. Estas espumas
tambi�n se utilizan para combatir incendios que involucran plaguicidas. Sin embargo,
debido a su contenido de agua, no se deben usar en situaciones que involucren equipos
el�ctricos o sustancias que reaccionen violentamente con el agua.
Para atender una emergencia en el manejo de sustancias químicas es muy importante conocer
cuál es la sustancia química que participa en el evento, por eso debes contar con la información
mínima de seguridad sobre los materiales peligrosos involucrados. Esta información se encuentra
en las Hojas de Datos de Seguridad (HDS) que te mencionamos anteriormente.
1. Prevención
La prevención puede definirse como las acciones dirigidas a controlar riesgos, evitar o
mitigar el impacto destructivo de los desastres sobre la vida y bienes de la población, planta
productiva, los servicios públicos y el medio ambiente. Los programas de prevención están
destinados a prevenir o mitigar los efectos de una emergencia e incluyen medidas tales
como el desarrollo de estándares o normas para la construcción, operación y mantenimiento
de equipo e instalaciones.
2. Preparación
Consiste en las actividades necesarias para asegurar un alto grado de disponibilidad para
que la respuesta a un incidente sea rápida y efectiva. Dentro de estas actividades se
incluyen la identificación de incidentes creíbles, el entrenamiento, los ejercicios, los
simulacros y el control de suministros y equipos. Los programas de preparación están
diseñados para que los individuos y los participantes (autoridades, grupos voluntarios,
etcétera) estén preparados para reaccionar efectivamente una vez que la emergencia ha
ocurrido, e incluyen medidas como planes de emergencia, convenios de ayuda mutua,
inventario de recursos, procedimientos de aviso o advertencia, ejercicios de entrenamiento
y sistema de comunicación de emergencias.
3. Respuesta
Los programas de respuesta están diseñados para combatir emergencias cuando éstas han
ocurrido, e incluye medidas como establecimiento del centro de operaciones, movilización
de recursos, previsiones para los servicios de asistencia médica y social, procedimiento para
la declaración de emergencia, etcétera.
4. Recuperación
En este tema reconocerás los conceptos básicos aplicables al transporte terrestre, los
distintos modos de transporte, los vehículos empleados para el transporte carretero y
ferroviario, el transporte por ducto y las causas de accidentes.
Conceptos básicos
Sustancia peligrosa:
todo aquel elemento, compuesto, material o mezcla de ellos que independientemente de su
estado físico represente un riesgo potencial para la salud, el ambiente, la seguridad de los usuarios
o la propiedad de terceros; también se consideran bajo esta definición los agentes biológicos
causantes de enfermedades.
Material peligroso:
aquellas sustancias peligrosas, sus remanentes, sus envases, embalajes y demás componentes que
conformen la carga que será transportada en las unidades o vehículos de transporte.
Residuo peligroso:
todos aquellos residuos, en cualquier estado físico, que por sus características corrosivas, tóxicas,
venenosas, reactivas, explosivas, inflamables, biológicas infecciosas o irritantes representan un
peligro para el equilibrio ecológico o el ambiente, así como envases, recipientes, embalajes y
suelos que hayan sido contaminados cuando se transfieran (transporten) a otro sitio.
En las anteriores definiciones puedes observar que se hace énfasis en la característica de peligro o
peligrosidad, la cual se refiere a la condición física, química o biológica que tiene el potencial de
causar daño; es decir, una sustancia o material puede ser peligrosa debido a la presión o
temperatura a la que se encuentra, a su toxicidad o inflamabilidad, o puede contener
microorganismos que puedan provocar enfermedades.
Modos de transporte
Modos de transporte
(s. a.). (s. f.). Transporte de amoniaco anhidro [imagen]. Tomada de http://www.taringa.net/posts/info/14080172/Al-
Principiante-Camionero.html
Autotransporte
• Camión unitario: es un vehículo automotor de seis o más llantas con peso bruto vehicular
mayor a 4 toneladas.
• Camión remolque: es un constituido por un camión unitario y un remolque, este último
acoplado mediante un convertidor.
• Tractocamión articulado: es un vehículo constituido por un tractocamión y un
semirremolque.
• Tractocamión doblemente articulado: es un vehículo constituido por un tractocamión, un
semirremolque y un remolque u otro semirremolque, acoplados mediante mecanismos de
articulación.
Para identificar las diferentes configuraciones (o arreglos) de los vehículos o unidades de
transporte, el vehículo, remolque y semirremolque se clasifican de acuerdo al número de
ejes que poseen; por ejemplo, a un tractocamión de dos ejes con un semirremolque de un
eje le corresponde la nomenclatura T2-S1.
Un tipo de unidad de transporte muy empleado es el autotanque, que se usa para el transporte de
líquidos, gases licuados o sólidos en suspensión. Un autotanque puede ser un camión unitario
(camión tanque) o ser una combinación de tractocamión y un semirremolque o remolque tipo
tanque.
Accidentes en autotransporte
Los accidentes en el autotransporte de materiales y residuos peligrosos se atribuyen a los
siguientes factores:
Vehículo
Están asociados a las características físicas del vehículo, entre los que se incluyen número
de remolques, longitud del remolque, capacidad de carga, desempeño dinámico del
vehículo bajo condiciones de carga variables, sistema de frenos y características del motor.
Camino
Son factores asociados a las características físicas del camino, entre los que se incluyen
número de carriles, estado de mantenimiento, ausencia de señalamientos, intersecciones y
barreras.
Ambiente
Son factores asociados al clima, incluyen a las condiciones meteorológicas adversas (lluvia,
viento, etcétera), condiciones de visibilidad (neblina), tráfico, entre otras.
Conductor
De manera general los factores asociados al conductor se consideran la principal causa de los
accidentes (debido, por ejemplo: velocidad excesiva, imprudencia, etcétera), seguido por los
factores asociados al vehículo, los factores asociados al camino y los factores asociados al
ambiente; asimismo, la combinación de dos o más factores tienen una participación importante.
Transporte ferroviario
El Sistema Ferroviario Mexicano está integrado por siete empresas, las cuales en 2011
operaron para el servicio de carga un total de 23,804 kilómetros de vía, empleando 1,236
locomotoras y 28,898 equipos de carga. La importancia del transporte ferroviario y en
particular el transporte ferroviario de sustancias y materiales peligrosos se debe a la
extensión de su recorrido y a la cantidad de toneladas que transportan. Para realizar esta
actividad se utilizan diversos equipos o unidades que a continuación te describimos.
Furgón o carro caja: es un carro cerrado, se emplean para transportar productos que requieren
protección contra la intemperie.
Góndola: generalmente son carros descubiertos que transportan todo tipo de material que no
necesita protección contra el medio ambiente. Estos carros están diseñados para facilitar la carga
y descarga por medio de grúas de volteo.
Tolva granelera: es un carro que posee compuertas en la parte inferior que facilita la descarga de
productos a granel; se utilizan para el transporte de productos industriales que no requieren
protección contra el medio ambiente; por ejemplo, carbón.
Caja tráiler: son carros plataforma en los cuales se colocan cajas cerradas.
Plataforma intermodal: es un carro tipo plataforma que posee aditamentos que permiten
asegurar la carga durante su transporte. Se utiliza para el transporte de carga en general o carga
pesada que no requiere protección contra el medio ambiente.
Carrotanque: unidad ferroviaria usada para el transporte de diversas sustancias, los carrotanques
a baja presión se emplean para líquidos y los carro tanques a alta presión se emplean para gases
licuados y gases comprimidos.
Condiciones de la vía
Comunicación y señalización
Se refiere a los diferentes equipos empleados para el proceso de comunicación, así como el
control de la señalización.
Se refiere a las operaciones que el conductor o tripulación realiza, como son el exceso de
potencia, acoplamiento a velocidad excesiva, exceso de velocidad, ubicación inapropiada
de los carros en el tren, entre otros.
Otros factores
Los accidentes en el transporte de sustancias peligrosas por ducto pueden atribuirse a diversas
causas, de manera general estas pueden clasificarse de la siguiente manera:
Corrosión:
Fuerzas naturales:
Daños de terceros:
Son daños ocasionados por actividades ajenas al operador del ducto. Incluyen las
excavaciones, tomas clandestinas, objetos arrojados al ducto y sabotaje.
Equipo:
Se refiere a las fallas en los componentes de los ductos; por ejemplo, válvulas, bridas,
empaques y comportamiento inadecuado de equipo.
Operación:
Debido a que los ductos transportan sustancias con diferentes propiedades (corrosividad,
viscosidad), estados físicos (líquido, gaseoso) y en regiones geográficas con diversas
características, las causas de los accidentes difieren; sin embargo, puede considerarse que
las principales causas de accidentes en México se deben a la corrosión y los daños de
terceros.
La legislación o marco legal que regula el transporte terrestre es muy extenso y tiene como
uno de sus propósitos principales que esta actividad se realice con un adecuado nivel de
seguridad. En su desarrollo participan diferentes dependencias de la administración pública
federal; sin embargo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes es el principal
responsable de su elaboración, control y vigilancia.
Entre los temas que regulan el reglamento y las normas oficiales mexicanas se encuentran
la clasificación de las sustancias peligrosas, el etiquetado de envases y embalajes, y el
sistema de identificación de unidades de transporte; los cuales te presentamos a
continuación.
Título primero
Establece que la aplicación del Reglamento en las vías generales de comunicación terrestre
corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y señala que para el
transporte de sustancias y materiales peligrosos se requiere del permiso correspondiente,
además indica la clasificación de las sustancias peligrosas.
ítulo segundo
Título tercero
Establece la manera en que deberán identificarse los vehículos y unidades que transportan
sustancias peligrosas, por medio del uso de carteles.
Título cuarto
Trata sobre las condiciones en que se realizará la inspección de las unidades de transporte,
el acondicionamiento de la carga y la documentación obligatoria para el traslado de
materiales.
Título quinto
Título sexto
Título octavo
1. Explosivos
� Objetos explosivos: son objetos que contienen una o varias sustancias explosivas.
Esta clase incluye las sustancias que a 50 �C tienen una presi�n de vapor mayor de 300
kilopascales (kPa) y son completamente gaseosas a 20 �C a una presi�n normal de 101.3
kilopascales (kPa). En esta clase los gases se clasifican, de acuerdo a su estado f�sico, en
gas comprimido, gas licuado, gas licuado a presi�n y gas en soluci�n. Dependiendo del
tipo de riesgo esta clase comprende tres divisiones.
L�quidos inflamables
Son mezclas o l�quidos que contienen sustancias s�lidas en soluci�n o suspensi�n que
despiden vapores inflamables. Para determinar las sustancias a incluirse en esta clase se
considera la temperatura a que despiden vapores inflamables y el punto de ebullici�n. Esta
clase no contempla divisiones.
4. S�lidos inflamables
Las sustancias y materiales en esta clase son s�lidos que presentan riesgo de combusti�n
espont�nea y que en contacto con el agua desprenden gases inflamables. Dependiendo del
tipo de riesgo esta clase comprende tres divisiones.
5.1. Sustancias oxidantes: sustancias que sin ser necesariamente combustibles, de manera
general pueden liberar ox�geno y causar o facilitar la combusti�n de otras.
6.1. T�xicos agudos (venenos): son sustancias que pueden causar la muerte, lesiones
graves, o ser nocivas para la salud humana si se ingieren, inhalan o entran en contacto con
la piel.
7. Radiactivos
Esta clase incluye a todos los materiales cuya actividad espec�fica es superior a 70
kilobequerelio/kilogramo (kBq/kg) o su equivalente 2 nanocurio/gramo (nCi/g).
8. Corrosivos
Son sustancias l�quidas o s�lidas que por su acci�n qu�mica causan lesiones graves a
los tejidos vivos con los que entran en contacto o que si se produce un escape pueden
causar da�os e incluso destrucci�n de otras mercanc�as o de las unidades en las que son
transportadas.
9. Varios
Puedes observar en la tabla 6 que, de acuerdo con las características del material, puedes
tener varias opciones que describen a la sustancia; por ejemplo, ácido arsénico líquido y
ácido arsénico sólido, los cuales poseen un número UN diferente.
Las etiquetas son una señal o símbolo escrito que mediante un código de interpretación,
indica el contenido, manejo, riesgo y peligrosidad de las sustancias, materiales y los
residuos peligrosos. Las etiquetas pueden ser adheribles, impresas o rotuladas y deben
contener un símbolo, texto de la clase o división de riesgo y número de la clase de riesgo.
Las unidades para el transporte de sustancias, materiales y residuos peligrosos deben contar
con un sistema de identificación que permita a simple vista identificar los riesgos asociados
a esos productos a efecto de que se adopten las medidas de seguridad necesarias. Este
sistema se basa en el uso de carteles, los cuales son un rotulo impreso, pintado o grabado
que identifica el contenido y riesgo del producto transportado.
Los diferentes carteles para cada clase de transporte se establecen en la Norma Oficial
Mexicana “NOM-004-SCT/2008. Sistemas de identificación de unidades destinadas al
transporte de substancias, materiales y residuos peligrosos”. Los carteles contienen un
símbolo internacional que identifica al material, ubicado en el extremo superior; el número
de identificación del material o número UN, ubicado en la parte central; y el número de la
clase de riesgo, en la parte inferior. En la siguiente ilustración puedes observar varios
ejemplos de carteles.
Para la identificación de las unidades de transporte, deben portar el cartel que indica el riesgo
primario, éste corresponde a la clase y división asignado a la sustancia o material y, en su caso,
otro cartel que indique el o los riesgos secundarios asociados con la sustancia, el riesgo secundario
se establece en la NOM-002-SCT/2011.
En el autotransporte los carteles deberán colocarse en la parte media superior de las vistas
laterales, anterior y posterior de las unidades de autotransporte; en el caso de unidades tipo
tractocamión o camión se debe colocar en la parte frontal, siempre y cuando no se obstruya
la visibilidad del operador; para combinaciones vehiculares de doble semirremolque, los
carteles se colocarán en ambos remolques. En la ilustración de abajo se muestra con un
pequeño rombo de color rojo la ubicación donde deberá colocarse las etiquetas para el
autotransporte.
En las unidades de arrastre ferroviario, los carteles deben colocarse en ambos costados y en los
extremos; en el caso de contenedores y contenedores cisterna deben colocarse en la parte media
superior de las vistas lateral, anterior y posterior. Puedes observar la ubicación de los carteles en
la ilustración de abajo.
Identificación de ductos
Las tuberías o ductos que transportan sustancias peligrosas pueden ser superficiales o
subterráneas. Para la identificación de las sustancias transportadas por ductos superficiales
la Norma Oficial Mexicana “NOM-026-STPS-2008. Colores y señales de seguridad e
higiene, e identificación de riesgos por fluidos conducidos en tuberías”, indica que se debe
emplear como color de seguridad el amarillo. La aplicación del color de seguridad puede
hacerse de las formas siguientes: pintar la tubería a todo lo largo y cubrir toda la
circunferencia con el color de seguridad correspondiente; pintar la tubería con bandas de
identificación de 100 mm de ancho como mínimo debiendo cubrir toda la circunferencia de
la tubería, o colocar etiquetas indelebles con el color de seguridad cubriendo toda la
circunferencia de la tubería. En la siguiente imagen puedes observar el uso del color de
seguridad (amarillo) para la identificación de ductos que transportan materiales peligrosos.
Las emergencias con materiales peligrosos generalmente requieren una pronta acción para
prevenir o reducir los posibles efectos o consecuencias a la población y al medio ambiente.
En las emergencias en autotransporte y transporte ferroviario, debido a que el propietario,
productor, embarcador o el experto en el manejo del material involucrado en el accidente
generalmente no se encuentra en el lugar donde ocurre, quienes de manera inicial
responden a la emergencia (bomberos, policía, protección civil, etcétera) emplean la Guía
de respuesta en caso de emergencia,el cual es un documento contemplado en la
normatividad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En los accidentes en sistemas de transporte por tubería o ductos deben emplearse para su
atención los procedimientos o planes requeridos por Secretaría de Energía (Sener) y la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Asimismo, pueden
emplearse de manera inicial las recomendaciones contenidas en la Guía, en tanto el
responsable del ducto establece las medidas de atención de la emergencia.
La Guía fue desarrollada para ser usada por bomberos, policía, personal de servicios de
atención a emergencias, protección civil y por el propio conductor de la unidad en la
respuesta inicial a un accidente en el cual ocurre o puede ocurrir una liberación del material
peligroso.
En esta sección algunas sustancias se encuentran resaltadas en color verde, lo cual indica
que debe consultarse la tabla 1 (en páginas con bordes en verde). También debes observar
que cuando el número de guía está seguido de la letra “P” indica que el material puede
sufrir polimerización violenta si se le somete a calor o contaminación.
Recuerda que el número de guía seguido de la letra “P” indica que el material puede sufrir
polimerización violenta si se le somete a calor o contaminación. También recuerda que
cuando las sustancias están resaltadas en verde son materiales RIT (riesgo de inhalación
tóxica), un arma química o un material reactivo con el agua (produce gas tóxico al contacto
con el agua); por lo que debes identificar el número UN o nombre del material en la Tabla
1. Distancias de aislamiento inicial y acción protectora (las páginas de borde verde) y
utilizar las distancias en esta tabla.
Paso tres: Lee cuidadosamente la guía numerada (páginas con borde en naranja)
Lo anterior significa que el SINAPROC, además de conformarse por distintas dependencias es,
esencialmente, las relaciones de corresponsabilidad que se establecen entre las mismas. Podemos
ver que el SINAPROC, en sentido metafórico, es un sistema como el del cuerpo humano,
compuesto por muchos órganos, todos coordinados con el fin de que el organismo viva; de este
modo el SINAPROC se compone de diversas partes (organizaciones, gobierno, sociedad) que
funcionan ligadas unas a otras con un mismo objetivo
La definición en análisis señala que el SINAPROC está conformado también por las
normas, los principios, los instrumentos, las políticas, todos los procedimientos que los
distintos ámbitos de gobierno y sociedad establecen entre sí; con el fin de coordinar y
orientar las actividades de manera ordenada al logro de los objetivos que se ha propuesto.
Para elo, la federación es el ámbito de gobierno encargado de asegurar el correcto
funcionamiento del mismo y dictar los lineamientos generales para coordinar las labores de
protección civil en beneficio de la población, sus bienes y entorno; induciendo y
conduciendo la participación de los diferentes sectores y grupos de la sociedad en el marco
de la gestión integral de riesgos.
Cada una de las autoridades que forma parte del SINAPROC se coordina con las demás
para hacer planes, proyectos, solicitar información y orientación para lograr su objetivo.
Esto se logra a través de una división muy extensa de labores asignadas a cada parte del
SINAPROC, iniciando por las diferentes responsabilidades a cargo de las autoridades que
lo conforman, ya que éste se regula por diversas leyes y reglamentos que se verán más
adelante.
Federal
Estatal
Municipal
Estructura federal
En el SINAPROC participan diversos actores de dos maneras distintas. Están los que
directamente toman parte de las actividades señaladas en las Leyes en materia de
protección civil y su objetivo es precisamente colaborar con ésta; y otros entes, que si bien
no están específicamente dirigidos al tema de protección civil, sí contemplan dentro de su
estructura o funciones, sus respectivas Unidades Internas, la elaboración de sus Programas
Internos de Protección Civil, la implementación de medidas de seguridad o son
organizaciones de la sociedad civil que buscan coadyuvar en la materia.
Considerando a los integrantes del SINAPROC, una primera estructura del mismo es la
ejemplificada a continuación:
El ejecutivo federal
La Secretaría de Gobernación
Por lo anterior, la relación entre la CNPC y las distintas áreas adscritas a ella se
esquematiza de la siguiente manera:
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC)
a) Coordinar al SINAPROC.
b) Verificar los avances del Programa Nacional de Protección Civil.
c) Promover la difusión de la cultura de protección civil y gestionar que se incluyan
contenidos en la materia en todos los niveles educativos.
d) Buscar medios para atender desastres mediante el establecimiento de fondos
económicos.
e) Apoyar la capacitación y formación de profesionales, especialistas y técnicos en
protección civil.
f) Promover con los gobiernos Estatales y Municipales la investigación, la construcción de
infraestructura y elaboración y actualización de los respectivos Programas Estatales o
Municipales de Protección Civil y el establecimiento de programas básicos de seguridad
por regiones o entidades federativas.
g) Asesorar a las entidades federativas en la contratación de seguros para la transferencia de
riesgos y en la prevención y atención de desastres.
h) Investigar, estudiar y evaluar riesgos, peligros y vulnerabilidades y difundir los
resultados de las investigaciones.
i) Emitir declaratorias de emergencia y desastre natural.
j) En el ámbito internacional, intercambiar conocimiento y experiencia, suscribir convenios
y gestionar la recepción y envío de apoyos internacionales.
k) Instrumentar y operar redes de monitoreo y alertamiento y supervisar la elaboración y
actualización del Atlas Nacional de Riesgos (ANR).
l) Emitir Normas Oficiales Mexicanas (NOM).
Bienvenido a tu segunda sesión, en la cual continuarás revisando cómo está estructurado el
Sistema Nacional de Protección Civil.
La CNPC, para realizar las doce grandes encomiendas, se vale de las siguientes unidades
administrativas:
DGPC
DGGR
La Dirección General para la Gestión de Riesgos (DGGR) tiene a su cargo las actividades
de:
a) Auxilio a la CNPC en materia de instrumentos financieros de gestión de riesgos (seguros
y fondos).
b) En cuanto a estos instrumentos financieros, propone criterios para la aplicación de las
leyes, coordina su operación, gestiona su utilización y asesora a las entidades federativas en
su aplicación.
c) Análisis y autorización de las solicitudes de apoyo con cargo a los instrumentos
financieros.
d) Organización y participación en foros nacionales e internacionales sobre la reducción y
gestión de riesgos.
DGVIN
CENAPRED
ENAPROC
Además de las dependencias que a nivel federal colaboran en el SINAPROC, éste cuenta
con órganos de consulta para apoyarse, que veremos a continuación:
Este Consejo Nacional establece las acciones a realizar en materia de protección civil para
dar cumplimiento a asuntos relacionados con:
Habrá seis consejeros por cada una de las siguientes regiones del país:
Zona Noroeste: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora
Zona Noreste: Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas
Zona Occidente: Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit,
Querétaro y Zacatecas
Zona Centro: Distrito Federal, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Puebla y
Tlaxcala
Zona Sureste: Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán
Este Comité está presidido por el Secretario de Gobernación y tiene como función
coordinar entre distintas dependencias la ejecución de acciones en situaciones de
emergencia y desastre; por ello, está formado por los titulares o por un representante de las
dependencias y entidades de la Administración Pública Federal.
Comités Interinstitucionales
. Cabe destacar que estos Comités pueden ser apoyados técnicamente por los Comités
Científicos Asesores u otras instancias técnicas para el mejor cumplimiento de su labor.
Los CCA son los órganos técnicos de consulta para los Comités Interinstitucionales que se
integren para los desastres originados por Fenómenos Geológicos, Hidrometeorológicos,
Químico-Tecnológicos, Sanitario-Ecológicos y Socio-Organizativos.
La Ley General de Protección Civil establece que los Gobernadores, el Jefe de Gobierno
del Distrito Federal, los Presidentes Municipales y los Jefes Delegacionales del Distrito
Federal tienen dentro de su jurisdicción la responsabilidad sobre la integración y
funcionamiento de los sistemas locales de protección civil y deben asegurarse del correcto
funcionamiento de los Consejos y Coordinaciones locales en materia de protección civil.
En términos generales, los Estados y Municipios deben obedecer las bases establecidas en
las Leyes y otras disposiciones federales, por lo que es atinado considerar que dichos
Sistemas locales integrados por las autoridades (Estatal o Municipal) y los sectores privado
y social que conforman el Estado y Municipio, de la m
El sector privado, se entiende en el sentido de este ejercicio, como aquél regido por
disposiciones que son propias de los individuos y dependen de su libre voluntad, es decir,
entendido en el sentido de toma de decisiones que están en manos de particulares, no de
servidores públicos, sino de personas que tienen sus propios intereses y actúan
consecuentemente con los mismos, sin embargo, obligados al cumplimiento de las leyes
impuestas por el Estado.
Grupos voluntarios
Esta Red Nacional es una estructura formada por personas voluntarias capacitadas en
materias afines a la protección civil que trabajan coordinadamente con autoridades en su
comunidad para enfrentar riesgos.
Cuerpos de Bomberos
La existencia de los Cuerpos de Bomberos es de origen estatal, es decir, cada Estado crea
estos cuerpos de auxilio, los reglamenta y tiene a su cargo su funcionamiento; como partes
importantes del SINAPROC.
Para el logro de sus objetivos, el SINAPROC cuenta, a nivel federal, con dos instrumentos
financieros primordiales: el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (instrumento
preventivo) y el Fondo de Desastres Naturales (instrumento reactivo).
El FOPREDEN tiene una subcuenta denominada “Fideicomiso preventivo” que tiene fines
específicos, como se verá más adelante.
Los Municipios pueden acceder a este fondo, siempre que la solicitud se presente a
través del Estado correspondiente.
El FOPREDEN apoya dos tipos de proyectos: Preventivos y Preventivos Estratégicos.
Proyectos Preventivos
Los Proyectos Preventivos son aquellos presentados por las autoridades mencionadas
anteriormente y que tienen como objeto reducir riesgos a través de la ejecución de
actividades de prevención, utilizando la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico,
principalmente.
o un conjunto de riesgos
• Son estudios e investigaciones dirigidos a transferir el conocimiento, fomentar la
capacitación y la formulación de políticas públicas
El Comité Técnico está encargado de resolver sobre las solicitudes y, en su caso, autorizar
la entrega de los recursos y está formado por:
Este Comité desarrolla funciones relacionadas con el análisis de los proyectos presentados,
la autorización de los recursos para realizar los proyectos, solicita la opinión del Consejo
Científico Asesor del FOPREDEN de los proyectos, entre otros necesarios para el
desarrollo y ejecución de los proyectos presentados.
El Consejo Científico Asesor se integra por tres representantes del CENAPRED y por los
Presidentes de los Comités Científicos Asesores (CCA) del SINAPROC.
Este Consejo Científico Asesor está encargado de analizar, opinar y calificar técnicamente
los Proyectos Preventivos y los Proyectos Preventivos Estratégicos que se presenten para
ser apoyados con los recursos del FOPREDEN; sustentan sus conclusiones reuniendo la
evidencia técnica y científica necesaria, requieren información adicional a los solicitantes
de apoyo del FOPREDEN, entre otras funciones.
El Comité Interno del FOPREDEN sirve para evaluar los Proyectos de Investigación para
la Prevención, mismos que están considerados en la Subcuenta de investigación para la
prevención del FOPREDEN. Está conformado por personal del CENAPRED y puede ser
apoyado por los miembros de los CCA.
Primer paso
Segundo paso
Una vez que la CNPC toma conocimiento de la solicitud, la remite para su atención a la
DGGR, que es la Dirección General de la CNPC encargada de los asuntos relacionados con
los instrumentos financieros.
Tercer paso
La DGGR analiza que la solicitud cumpla con los requisitos administrativos que marcan las
Reglas de Operación del FOPREDEN y, si cumple, convoca a sesión al Consejo Científico
Asesor.
Cuarto paso
En sesión, los integrantes del Consejo Científico Asesor analizan y debaten sobre el
contenido y características técnicas del proyecto que se somete a su consideración y emiten
una opinión, ya sea favorable o desfavorable, misma que la DGGR envía a los integrantes
del Comité Técnico del FOPREDEN.
Quinto paso
Una vez que el Consejo Científico Asesor ha emitido su opinión, la DGGR convoca a
sesión del Comité Técnico del FOPREDEN, cuyos integrantes se reúnen y revisan el
proyecto presentado en conjunto con la opinión del Consejo Científico Asesor y, en caso de
así decidirlo, emiten la aprobación de que el proyecto sea apoyado con los recursos del
FOPREDEN.
Cabe destacar que, en su caso, los Estados o las dependencias deben hacer un porcentaje de
aportación del valor total del proyecto. Esta aportación es variable, deben aportar del 5 al
20 por ciento del monto total del proyecto aprobado.
Para acceder a los recursos del FONDEN es necesario que el titular del ejecutivo, por
conducto de la Secretaría de Gobernación, emita o una Declaratoria de Emergencia o una
Declaratoria de Desastre, las cuales son definidas por la Ley General de Protección Civil:
acto mediante el cual la Secretaría de Gobernación reconoce que uno o varios municipios o
delegaciones de una o más entidades federativas se encuentran ante la inminencia, alta
probabilidad o presencia de una situación anormal generada por un agente natural
perturbador y por ello se requiere prestar auxilio inmediato a la población cuya seguridad e
integridad está en riesgo.
Para el caso de las declaratorias de desastre natural, éstas también podrán ser solicitadas por
los titulares de las instancias públicas federales, a fin de que puedan atender los daños
sufridos en la infraestructura, bienes y patrimonio federal a su cargo.
Dentro de los 10 días siguientes, el comité presenta a la Secretaría de Gobernación los resultados
de los daños en la infraestructura de los diversos sectores afectados y los montos necesarios para
su reconstrucción. Por lo que respecta a infraestructura estatal, el Estado aludido solicitará como
anticipo hasta un 50% de la coparticipación que le corresponda al Fideicomiso FONDEN Federal
para iniciar de inmediato las labores de reconstrucción.
Verificación de información
a) Verificar que no haya duplicidad de acciones entre las diversas instancias federales y
estatales ni anticipos pendientes de regularizarse
b) Verificar que los recursos solicitados no sean para la reparación de daños ajenos al
desastre en cuestión
Verificar que la infraestructura objeto de apoyo no haya sido materia de otros apoyos
c) anteriores con cargo al FONDEN; en caso contrario, deberá solicitar e incorporar al
expediente las constancias que acrediten el aseguramiento de la misma
Elaborar y presentar para aprobación de la Comisión Intersecretarial de Gasto
d) Financiamiento, órgano colegiado compuesto por los titulares de cinco dependencias del
gobierno federal, la solicitud global de recursos; incluyendo su opinión respecto a si las
solicitudes se ajustan a los contenidos previstos por la norma legal.
Paso 3. El órgano colegiado, dentro de los 4 días siguientes, se reúne para discutir la
procedencia de los montos solicitados y, de ser el caso, recomienda que los recursos sean
autorizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y entregados por conducto del
Programa Fondo de Desastres Naturales del Ramo General 23 del Presupuesto de Egresos
de la Federación vigente o del Fideicomiso FONDEN Federal, bajo las siguientes
vertientes:
Bienvenido a la sesión 4, iniciarás con un tema nuevo que, debido a su extensión, se divide
en dos sesiones.
Como se revisó con anterioridad, el SINAPROC está formado por “todas las dependencias
de la Administración Pública Federal”; sin embargo, esto no significa que todas las
dependencias realicen actividades relacionadas con la protección civil y la gestión integral
del riesgo; más bien se refiere a que, en determinados casos, las actividades de las
diferentes dependencias “cruzan” con actividades en materia de protección civil, derivado
de las funciones naturales de cada una, por ejemplo, cuando hablamos de riesgos
hidrometeorológicos, existe un importante trabajo en coordinación con la Comisión
Nacional del Agua debido a que integra información de importancia para la gestión integral
del riesgo (informes sobre cuentas y niveles de agua, inundaciones, por señalar algunas).
Dentro del marco de la gestión integral del riesgo y centrándonos en la etapa preventiva
(previsión, prevención, mitigación y preparación), dependiendo del tipo de fenómeno
perturbador, encontramos las siguientes dependencias con sus respectivas funciones.
Funciones
• Propicia la regulación de uso del suelo ante las autoridades locales, principalmente en
aquellas zonas que son consideradas de mayor vulnerabilidad.
• Fortalece y mantiene la comunicación permanente e intercambio de información con la
Secretaría de Gobernación, los gobiernos o el Centro Nacional de Prevención de Desastres,
los sistemas de protección civil estatales y organismos internacionales para estar en
condiciones de atender con oportunidad el impacto en la población, en sus viviendas e
infraestructura urbana, en torno de un fenómeno natural de origen geológico.
• Define los lineamientos, normas y mecanismos para ejecutar actividades y programas en
materia de prevención y atención en asentamientos humanos.
• Coordina acciones encaminadas a la implementación de Programas Emergentes de
Reconstrucción de viviendas e infraestructura urbana dañadas y brinda asesoría técnica de
carácter normativo a las entidades federativas tanto en la evaluación de los daños como en
la instrumentación y seguimiento de dichos programas.
• Emite dictámenes técnicos de impacto urbano y regional sobre la procedencia de obras de
infraestructura y equipamiento que promuevan las instancias de los tres órdenes de
gobierno, a efecto de que se cumplan los planes y programas de desarrollo urbano y
regional.
• En coordinación con la Secretaría de Gobernación, identifica en las áreas urbanas aquellas
instalaciones, construcciones, sistemas y servicios cuya falla, diseño o ubicación pudieran
significar un riesgo.
Funciones
• Vigila que, en la realización de obras públicas y servicios relacionados con las mismas,
las dependencias y entidades cumplan y exijan a los contratistas la observancia de las
disposiciones en materia de asentamientos humanos, desarrollo urbano y construcción
aplicables en los ámbitos federal, estatal y municipal.
Funciones
• Gestiona programas, proyectos y acciones de cooperación técnico-científica bilateral, regional y
multilateral para la prevención de desastres.
• Coordina la negociación y suscripción de Tratados y Acuerdos Internacionales, así como los
Acuerdos Interinstitucionales en temas de protección civil y desastres naturales, así como aquéllos
vinculados con éstos.
Secretaría de Marina
Funciones
Secretaría de Economía
Funciones
• Integra un sistema estratégico de información con los principales mayoristas, productores y
proveedores, que permita identificar redes de abasto privado en las zonas afectadas, de cuya
recuperación depende el restablecimiento en el suministro de productos básicos de consumo
generalizado.
• Convoca a los grandes proveedores para promover el desplazamiento de mercancías cerca de
las zonas con posible afectación y campañas preventivas de contratación de seguros y
establecer compromisos de participación en la Red Nacional de Abastecedores.
Secretaría de Comunicaciones
Funciones
• A través de estudios, conoce las zonas de riesgo sísmico en las entidades federativas para
identificar caminos y evalúa condiciones geológicas y de estabilidad con el fin de determinar
obras susceptibles de posible afectación que permitan realizar programas y medidas
preventivas, también identifica y actualiza el inventario de caminos rurales y carreteras
alimentadoras para facilitar el conocimiento de su vulnerabilidad ante la ocurrencia de los
distintos fenómenos naturales para incrementar la capacidad de respuesta en la atención de la
emergencia.
• Identifica y actualiza el inventario de caminos rurales y carreteras alimentadoras para facilitar
el conocimiento de su vulnerabilidad ante la ocurrencia de los distintos fenómenos naturales.
• La realización de acciones preventivas y correctivas en la red de carreteras alimentadoras y
caminos rurales.
• Regula el transporte de materiales y residuos peligrosos en vías generales de comunicación
terrestre, marítima y sus servicios auxiliares y conexos.
• Apoya en el alertamiento y atención de contingencias a las autoridades de gobierno y de
Protección Civil a través del Sistema Nacional de Emergencia en Transportación de Materiales
y Residuos Peligrosos.
• Elabora un diagnóstico con el fin de determinar las vías y puntos conflictivos en los servicios
y rutas de comunicación aérea, terrestre, fluvial y marítima.
• Establece y actualiza permanentemente los reglamentos en materia de uso y mantenimiento
preventivo de las vías y medios de comunicación.
Funciones
• Impulsa programas de protección civil en el marco de la gestión integral del riesgo en apoyo a
la población rural en situaciones de desastre, destacando las afectaciones en las actividades
productivas y el patrimonio de la población del sector rural, y coadyuvar en la aplicación de
medidas de atención ante su presencia.
• Integra y administra el Fondo para Atender a la Población Afectada por Contingencias
Climatológicas.
• Fomenta una cultura de prevención contra la ocurrencia de fenómenos naturales que afectan
las actividades productivas y el patrimonio de la población del sector rural, y coadyuvar en la
aplicación de medidas de atención ante su presencia.
Secretaría Educación Pública
Funciones
Secretaría de Salud
Secretaría de Turismo
Petróleos Mexicanos
Establece medidas y acciones que eliminen o reduzcan los riesgos de tipo químico
generados en sus instalaciones, en coordinación con las autoridades locales de
protección civil.
Dirige los proyectos y estudios de investigación orientados a censar los recursos con
que cuenta el país en las materias asistenciales de su competencia y promueve su
óptimo y racional aprovechamiento en beneficio de la población sujeta de atención.
Ahora veremos que el riesgo, desde la GIR, se entiende como la amenaza por la
vulnerabilidad de la comunidad y por la exposición de ésta ante un peligro.
El problema del riesgo de desastre desde la gestión del riesgo no se ubica sólo en la esfera
de eventos extremos, sino en los eventos recurrentes para los cuales, en principio, por esa
recurrencia la sociedad dispondría de mecanismos de planificación, de protección o de
mitigación.
Desde nuestro primer tema abordamos ciertos elementos de la gestión integral del riesgo
(GIR), sin embargo, ahora lo definiremos tomando como referencia la Ley General:
En esta última sesión de la asignatura Sistema Nacional de Protección Civil se concluye con el tema
de la Gestión integral del riesgo y el SINAPROC
Un instrumento que los Estados miembros de las Naciones Unidas van a implementar para
la reducción de riesgo de desastre y tendrá como objetivo principal aumentar la resiliencia
de las comunidades vulnerables.
Para ello marca cinco áreas prioritarias de acción:
Garantizar que la reducción del riesgo de desastres (RRD) sea una prioridad nacional y
local con una sólida base institucional para su implementación.
Identificar, evaluar y observar de cerca los riesgos de los desastres, y mejorar las alertas
tempranas.
Reducir el riesgo
Si continuamos trabajando bajo este enfoque, los programas, planes y estrategias van a
contribuir en mayor medida a que las comunidades, gobiernos estatales, municipales y
delegacionales así como los demás sectores de las sociedad cuenten con mayor
información, capacidades y herramientas para minimizar los efectos de los fenómenos,
reduciendo los riesgos y con ello los daños que éstos puedan ocasionar.
La gestión del riesgo se desarrolla en distintos niveles de intervención que van desde lo
global, integral, sectorial y macro-territorial hasta lo local, comunitario y familiar. La
importancia de lo local y lo comunitario reside no tanto en qué define un área de
intervención, sino en que el riesgo y los factores que lo constituyen se expresan más
fidedignamente en estos niveles, y también es en estos niveles que el desastre, los daños y
pérdidas se concretan. Requiere de la existencia de sistemas o estructuras organizacionales
e institucionales que representen estos niveles y que reúnan, bajo modalidades de
coordinación y roles establecidos, una participación más activa en la detección de la
construcción del riesgo y en su previsión y mitigación.
Despedida
Como revisaste a lo largo de este curso, para contribuir con el desarrollo del SINAPROC se
realizan de manera permanente acciones que fomentan la mitigación significativa y
sistemática de los riesgos y peligros que tienen lugar en nuestro país, así como fomentan las
capacidades de recuperación que las comunidades tienen.
En la actualidad el Sistema está en una transición donde se tiene que ir más allá de la
respuesta inmediata que se genera ante situaciones de emergencia, y lo que se busca es un
desarrollo en todos los ámbitos poniendo especial atención en la planeación y, con ella,
fortalecer la prevención y la participación de todos los actores de la sociedad.
Esperando que el tema haya sido de utilidad, te damos las gracias por el tiempo invertido.
¿Qué son los primeros auxilios?
Introducción
Para adentrarte en los temas de la asignatura, debes saber que existe un grupo de
conocimientos que conviene adquirir para tomar las mejores decisiones en situaciones que
pueden ser vitales para nuestra propia vida y para la de otras personas. Los primeros
auxilios forman parte de ese grupo de conocimientos.
En la actualidad los primeros auxilios son técnicas desarrolladas a partir del conocimiento
médico, sistematizadas en forma de protocolos que pueden ser aprendidas y aplicadas por
casi cualquier persona. Estos apuntes corresponden al primer nivel de aprendizaje, que es el
que se recomienda para la población en general.
Cuando la aplicación de los primeros auxilios es realizada como una actividad profesional,
las técnicas y los protocolos adquieren un mayor nivel de invasividad y todas esas
actividades se engloban en una disciplina que se conoce como Atención Prehospitalaria de
las Urgencias Médicas.
Durante el curso se clarificarán los conceptos más importantes de cada uno de los temas, y
se tratarán los aspectos teóricos básicos que te ayudarán a entender por qué se aplican
determinadas técnicas. Sin embargo, el énfasis está en las prácticas dirigidas para ayudarte
a que desarrolles las habilidades necesarias.
Los primeros auxilios pueden definirse como la primera ayuda inmediata que se le presta
a una persona que no se encuentra estable física o psicológicamente. Esta definición
coloca a cualquier persona mayor de siete años de edad en la posibilidad de brindarlos.
Los primeros auxilios agrupan una gran cantidad de intervenciones, que van de lo simple a
lo complejo. Brindar primeros auxilios es acercarse a una persona que acaba de ser
golpeada y preguntarle si desea ayuda; también lo es realizar acciones como la
desfibrilación temprana o aplicar técnicas de Reanimación Cardiopulmonar.
Existen tres principios básicos de los primeros auxilios que deben ser permanentemente
observados:
1. No provocar mas daño
2. No curan, son una ayuda provisional
3. La persona lesionada debe ser atendida posteriormente en un servicio medico por
profesionales de la salud
Hay personas que temen intervenir en situaciones de urgencia médica por miedo a que “los
involucren y salgan perjudicados”. Sin embargo, no existe ley que sancione ayudar a un semejante;
lo que está penado es el abandono de enfermos y lesionados, menores de edad y personas que no
pueden valerse por sí mismas. Todos los códigos penales de los estados tipifican el delito de
abandono. Las personas deben ayudar a quien lo necesita de acuerdo con sus posibilidades físicas
y conocimientos, siempre y cuando no tengan que poner en riesgo su seguridad personal para ello.
Si una persona mayor de edad, que se encuentra consciente, es atendida por la fuerza y trasladada
a un centro hospitalario, los involucrados podrían ser acusados de privación ilegal de la libertad.
El mejor respaldo que cualquier prestador de primeros auxilios tiene es hacer lo que sabe y
hacerlo bien.
El entorno del lesionado o enfermo debe ser siempre analizado antes de iniciar su atención. Nancy
L. Caroline, una de las fundadoras de los sistemas de urgencias prehospitalarios en Estados
Unidos, decía al respecto: “los héroes muertos no pueden salvar vidas”, y tenía razón. Existen tres
situaciones que deben ser siempre evaluadas al llegar a la escena del accidente o problema:
Seguridad
Tienes que prestar atención en primer lugar a la seguridad propia. En segundo lugar,
ocuparte de la seguridad del lesionado o paciente y, de ser posible, de aquellos que se
encuentren alrededor. Un buen ejemplo es la escena donde alguien ha sido atropellado: es
necesario limitar las posibilidades de que mientras proporcionas los primeros auxilios
resultes lastimado por un segundo o tercer vehículo. El cuidado de la seguridad en este caso
puede consistir, entre otras acciones, en pedir a una persona que se encargue
específicamente de alertar y desviar el tráfico vehicular.
Una medida básica para quien aplica los primeros auxilios es protegerse las manos del
contacto con fluidos corporales de la víctima utilizando guantes de látex. Recuerda que
como parte de tu seguridad es indispensable contar con un equipo básico de primeros
auxilios.
Puntos Clave
Mecanismos de lesión
Significa responder a la pregunta: ¿qué pasó? La información que obtienes ofrece pistas
acerca de las posibles lesiones y de su gravedad. Si se trata de un incendio, puedes
encontrar personas intoxicadas o quemadas; si la persona se cayó de una bicicleta, es
posible que tenga fracturas y abrasiones. Todo esto ofrece una orientación del tipo de
servicios de urgencia que se deben solicitar, tales como bomberos, policía o ambulancias.
Existen dos grandes tipos de mecanismos de lesión que conviene distinguir: clínicos (como
la agudización de enfermedades crónicas) y traumáticos (accidentes y violencia).
Numero de pacientes
En México, el 066 es el número único que recibe las llamadas para la atención de las
urgencias. El operador que responde puede contactar a la policía, los bomberos y a los
servicios de ambulancias. Los tiempos de respuesta y la seguridad de que enviarán los
recursos son aspectos que varían mucho entre los estados de la república. Entre las grandes
urbes que cuentan con los sistemas más desarrollados los tiempos de respuesta oscilan entre
los 20 y los 30 minutos
A pesar de que ya existe normatividad específica (NOM 237 SSA 1- 2004) acerca de los
tipos de ambulancia, sus equipamientos y el personal (médico y técnicos en urgencias
médicas) que las tripulan, hay lagunas legales importantes con respecto al funcionamiento
de los sistemas de atención de las urgencias. Por ello, la prestación de los servicios suele
encontrarse fragmentada. En muchas poblaciones operan desordenadamente los servicios
de ambulancia, las organizaciones de salud, protección civil, seguridad pública,
instituciones de asistencia privada y grupos voluntarios. En el caso del medio rural la
situación es todavía más precaria.
Por todo ello, es recomendable que averigües con anticipación cómo funciona este tipo de
servicios en el lugar donde vives y trabajas. Registra los teléfonos y mantenlos siempre a la
mano.
¿Qué decir?
Todos los días se reciben llamadas a los servicios de urgencia, y con mucha
frecuencia las ambulancias no llegan a tiempo, o simplemente no llegan, porque la
persona que llama no proporciona la información mínima para la ubicación del
lugar de la urgencia.
Es por ello que el proveedor de primeros auxilios debe aprender a dónde llamar y
qué decir para dar credibilidad a su solicitud. Se han elaborado guías mínimas de los
datos que se deben proporcionar a los operadores de los servicios de emergencia. A
continuación te presentamos una de estas guías.
En esta tabla te mostramos algunos datos que debes considerar al hacer una llamada de
emergencia.
Puntos Clave
El estrés que suele encontrarse presente en escenarios de urgencias médicas provoca que, en
ocasiones, la persona que hace la llamada interrumpa la comunicación antes de ofrecer los datos
mínimos para recibir la ayuda. Por ello, es importante recordar que quien llama debe ser siempre
el último en colgar.
Hay sitios donde el radioperador está capacitado para dar instrucciones por teléfono mientras
llega la ambulancia.
El conjunto de la evaluación y el tratamiento tiene como base común, en todos los casos,
tres principios:
1. Preservar la vida
2. Preservar la función
3. Preservar la estética
Para ello, las prioridades de tratamiento que son válidas se encuentran claramente definidas
para cualquier nivel de intervención médica, desde los primeros auxilios que proporciona el
lego, hasta las que realiza un médico especialista al decidir una cirugía o tratar a un
paciente en una sala de cuidados intensivos.
Estas prioridades han sido sintetizadas mediante el uso de una nemotecnia, el ABCDE cuyo
significado se describe a continuación:
La A (abrir la vía aérea) te permite recordar que la primera condición necesaria para que
una persona pueda vivir es que los conductos por los cuales el aire pasa del medio ambiente
a los pulmones (vía aérea) estén libres. Si, por el contrario, se encuentran obstruidos y esta
obstrucción no es resuelta, las neuronas comenzarán a morir a partir de los 4 a 6 minutos
desde que se interrumpió el paso del oxígeno. A los diez minutos de que las células
cerebrales (neuronas) no reciben oxígeno, el cerebro es irrecuperable. En la siguiente figura
puedes ver la obstrucción de la vía aérea causada por la lengua y la epiglotis.
Buena respiración
Una vez que la A se ha resuelto o que has comprobado que la vía aérea no está
comprometida, es preciso verificar que la persona está respirando y que el aire entra y sale
adecuadamente (B).
La B (buena respiración) implica que hay intercambio gaseoso (oxígeno y bióxido de
carbono) entre los alveolos y los vasos capilares que los recubren. Hay que recordar que
para que el paciente respire es condición imprescindible que los conductos respiratorios
estén libres. Esto se hace revisando la respiración como se muestra en la siguiente imagen.
Sin embargo, no basta con que la vía aérea se encuentre abierta y el aire oxigenado entre a
los pulmones con cada respiración; es preciso que el oxígeno circule y sea aprovechado por
todas las células del organismo. A eso se refiere la C (circulación con control de
hemorragias externas). Las células que transportan el oxígeno se encuentran en la sangre y
sólo si éste circula los tejidos del cuerpo podrán estar oxigenados. En este punto de la
evaluación es donde se debe considerar tratar el paro cardiaco (después de haber evaluado y
tratado los problemas en la A y la B) y, en su caso, controlar las hemorragias externas. En
las sesiones subsecuentes encontrarás los procedimientos adecuados para controlar las
hemorragias.
1. Alerta (pacientes que responden de manera espontánea a los estímulos del medio).
2. Somnolencia (pacientes que están en apariencia dormidos, pero que responden a
estímulos verbales).
3. Estupor (pacientes que no responden a estímulos verbales, pero sí a estímulos dolorosos
como presionar la uña de un dedo).
4. Coma (pacientes que no responden a ningún estímulo).
Cuidar al paciente
Evaluación Primaria
La evaluación primaria es la técnica de primeros auxilios que te permite identificar y tratar todas
las lesiones o condiciones que ponen en peligro inmediato la vida. Se realiza en todos los
pacientes. El orden de la evaluación y el tratamiento es el de los ABC (anteriormente
mencionados); los problemas deben irse identificando y tratando en ese orden.
Eso significa que habrá pacientes en los que las intervenciones de primeros auxilios quedarán
circunscritas a la evaluación y tratamiento de las condiciones prioritarias para su vida.
¿Qué hay que buscar y resolver en la evaluación primaria? Te presentamos los siguientes cinco
puntos.
Identificar el estado de conciencia del paciente
La nemotecnia AVDI sirve para recordar los diferentes estados en el nivel de conciencia de
una persona:
La nemotecnia VES sirve para recordar una de las técnicas más utilizadas para saber si una
persona ventila o no, y significa:
Ver
Escuchar
Sentir
Como auxiliador debes colocar tu oído cerca de la boca y la nariz del paciente para sentir su
aliento, escuchar la salida y entrada de aire y ver al mismo tiempo como su tórax sube y baja.
En pacientes inconscientes, antes de realizar el VES debes abrir la vía aérea (la técnica para ello se
explica en el apartado “Obstrucción de la Vía Aérea”). En este punto también debes verificar la
calidad de la ventilación: si la respiración es rápida o lenta, profunda o superficial, regular o
irregular.
Además de identificar si la persona a la que se estás ayudando tiene pulso o no, debes
verificar algunos parámetros de la calidad del mismo: si es rápido o lento, regular o
irregular, apenas perceptible o lleno.
Existen varios lugares donde el pulso es perceptible. Los más útiles y utilizados son dos: el
carotídeo (se localiza en el cuello, a un costado de la tráquea) y el radial (se encuentra en la
parte interna de la muñeca del lado del pulgar). Hay que recordar que para sentir el pulso no
debe utilizarse el dedo pulgar, toda vez que tiene una arteria grande que puede provocar que
el auxiliador confunda sus propias palpitaciones con las del paciente.
Debido a que es posible que el pulso radial esté ausente y el carotídeo presente, es éste
último el que los profesionales de las urgencias médicas buscan para determinar el paro
cardiaco. Dentro del ABC, el paso donde se busca el pulso se encuentra en la C.
La primera revisión o evaluación primaria puede ser efectuada en un tiempo que varía entre los 15
y 20 segundos, siempre y cuando no haya que detenerse en alguna de las etapas para resolver el
problema. Si al establecer el nivel de conciencia el paciente se encuentra alerta, ello quiere decir
que la vía aérea está abierta, el paciente está respirando y su corazón se encuentra latiendo;
entonces puede procederse a realizar la evaluación secundaria. Si por el contrario el paciente está
estuporoso o comatoso, el primer paso será abrir la vía aérea, después determinar si está
ventilando y si la calidad con que lo logra es buena. Si no respira, en ese momento debe iniciarse el
tratamiento del paro respiratorio (en siguientes sesiones, revisarás el apartado de “Reanimación
Cardiopulmonar”)
Evaluación secundaria
Consiste en:
1. Exploración física
2. Toma de signos vitales
3. Interrogatorio
Exploración física
La secuencia de esta exploración es: cabeza, cuello, tórax, abdomen, pelvis, extremidades
inferiores, extremidades superiores y la espalda. Para ello es importante ir retirando la ropa
que pueda ocultar lesiones. Las sesiones prácticas para aprender los procedimientos de esta
parte de la evaluación sirven para que el proveedor de primeros auxilios consiga diferenciar
la normalidad de la anormalidad que puede indicar la existencia de lesiones.
1
2
3
4
Exploración física
La secuencia de esta exploración es: cabeza, cuello, tórax, abdomen, pelvis, extremidades
inferiores, extremidades superiores y la espalda. Para ello es importante ir retirando la ropa
que pueda ocultar lesiones. Las sesiones prácticas para aprender los procedimientos de esta
parte de la evaluación sirven para que el proveedor de primeros auxilios consiga diferenciar
la normalidad de la anormalidad que puede indicar la existencia de lesiones.
Los signos vitales son manifestaciones objetivas de vida. Tienen la característica de ser
cuantificables y ofrecer información muy valiosa sobre la condición del paciente.
Pulso
Respiración
Temperatura corporal
Tensión arterial
Signos vitales
Exploración física
La secuencia de esta exploración es: cabeza, cuello, tórax, abdomen, pelvis, extremidades
inferiores, extremidades superiores y la espalda. Para ello es importante ir retirando la ropa
que pueda ocultar lesiones. Las sesiones prácticas para aprender los procedimientos de esta
parte de la evaluación sirven para que el proveedor de primeros auxilios consiga diferenciar
la normalidad de la anormalidad que puede indicar la existencia de lesiones.
Los signos vitales son manifestaciones objetivas de vida. Tienen la característica de ser
cuantificables y ofrecer información muy valiosa sobre la condición del paciente.
Signos vitales
Los hallazgos de la exploración física cabeza-pies, los signos vitales y los resultados relevantes del
interrogatorio debes anotarlos y reportarlos al personal de la ambulancia. En la siguiente tabla se
listan los datos que es necesario que registres para informar a los servicios de emergencia al
solicitar la ayuda.
Sexo
Edad aproximada
Estado de conciencia
Calidad de la respiración y el pulso
Signos vitales
Posibles lesiones
Tratamiento instalado
El soporte básico de vida es la aplicación de las técnicas que se realizan para mantener
respirando y con pulso a una persona. El SBV comprende:
Son las situaciones más graves que existen dentro de las urgencias médicas, donde con
seguridad la persona morirá si no hay quien intervenga de manera adecuada desde los
primeros minutos de iniciado el problema. Todas las personas que se forman en primeros
auxilios deben conocerlas y dominarlas.
Las urgencias que se contemplan en la aplicación del SBV son las que deben iniciarse con la
intervención de las personas que están presentes cuando inicia el problema. En estos casos, sin
esa primera ayuda, el paciente difícilmente sobrevivirá hasta la llegada de una ambulancia. Es por
ello que son maniobras que debieran ser enseñadas a toda la población a partir de los siete años
de edad.
Para mantenerse vivo, el cuerpo requiere que sus células se encuentren oxigenadas. Si esto no
ocurre, el primer órgano que sufre la anoxia (ausencia de oxígeno) es el cerebro.
El cerebro puede tolerar la ausencia de oxígeno sin sufrir daños irreversibles de cuatro a seis
minutos. Después de este tiempo las neuronas empiezan a morir. Una vez que han pasado diez
minutos el cerebro es irrecuperable.
Los dos aparatos que intervienen directamente para proporcionar oxígeno son el respiratorio y el
cardiovascular.
Aparato respiratorio
• La boca
• La nariz
• La faringe
• La laringe
• La tráquea
• Los bronquios (2)
• La tráquea
• Los pulmones (2)
• Los alveolos
El aire contiene un 21% de oxígeno, del cual aprovechamos aproximadamente un 6%. Esto significa
que en nuestra exhalación todavía hay oxígeno (16%).
El aire es conducido a través de la nariz y los tubos conformados por la faringe, la laringe, la
tráquea y los bronquios hacia los alveolos, donde a través de un mecanismo de intercambio
llamado difusión, el oxígeno entra a los capilares (vasos sanguíneos más delgados del cuerpo)
mientras el bióxido de carbono hace el recorrido contrario. Una vez que el oxígeno está en el
torrente sanguíneo, es el aparato cardiovascular el que permite que la sangre circule y lleve el
oxígeno a las células.
La OVA es la condición que se presenta cuando alguno de los conductos que permiten el paso del
aire a los pulmones es bloqueado total o parcialmente. Es un problema que puede conducir
rápidamente al paro cardiorrespiratorio si no es atendido y resuelto.
Es muy importante distinguir de qué tipo de obstrucción se trata, debido a que los tratamientos no
son iguales. A continuación, te presentamos la clasificación.
Clasificaciones
Obstrucción anatómica
La causa más frecuente de OVA es la provocada por la lengua. Ésta suele ocurrir cuando
una persona queda inconsciente: debido a que la lengua es un músculo, se relaja y puede
caer hacia la faringe, ob struyendo el conducto total o parcialmente. Este tipo de
obstrucción se resuelve extendiendo el cuello y levantando el mentón del paciente.
El proveedor de primeros auxilios debe suponer y tratar la obstrucción de la vía aérea por la
lengua al atender a una persona que se encuentra inconsciente. En los ABCDE que
priorizan la evaluación y el tratamiento de los problemas, la OVA se ubica en el primer
lugar.
Se considera un objeto extraño cualquier cosa que pueda introducirse por la boca (canicas,
comida, juguetes pequeños). En algunas entidades de la república, ésta ha sido identificada
como la primera causa de muerte en niños de menos de un año.
Cuadro clínico:
Tratamiento:
• Procurar tranquilizarlo
Cuadro clínico:
• No emite sonidos
• No puede toser
Tratamiento
Tratamiento para un adulto con OVA total que está consciente (personas de
más de ocho años)
Decirle al paciente que se le va a ayudar y pedir a alguien que active el Servicio Médico
de Urgencias de inmediato.
a. Las compresiones abdominales deben realizarse con menor fuerza que en el adulto.
b. Mientras el niño se encuentre consciente, el auxiliador puede arrodillarse detrás de
él o sentarlo sobre sus piernas para comprimir.
c. Si queda inconsciente se debe aplicar la RCP (ver el apartado correspondiente). La
fuerza de las compresiones debe ser menor que en el caso del adulto.
OVA total. Tratamiento para casos especiales
Pacientes embarazadas. Si se trata de una paciente que está dentro del tercer
trimestre de su embarazo, mientras se encuentre consciente, las
compresiones se realizan en la línea intermamaria sobre el esternón. Si cae
en inconsciencia por la OVA total se aplica la RCP (ver apartado
correspondiente).
Pacientes obesos. Si el auxiliador no alcanza a abarcar con sus brazos al
paciente para aplicar la maniobra de Heimlich, se le puede recargar en una
pared para aplicar compresiones sobre el esternón, esto es al centro del
pecho, a la altura de la línea intermamaria.
La condición más grave con la que se puede encontrar el proveedor de primeros auxilios es, junto
con la obstrucción total de la vía aérea, el paro cardiorrespiratorio. Su identificación y tratamiento
debe ser realizado siempre dentro de la primera revisión del paciente.
¿Qué es la RCP?
La RCP consiste en realizar una serie ordenada de maniobras que permitan mantener con pulso y
respiración artificial a una persona con el fin de revertir el paro cardiorrespiratorio, y mantener
viable el cerebro durante el proceso.
La vida de las personas que sufren un paro cardiorrespiratorio súbitamente se salva mediante la
rápida ASMU (Activación del Servicio Médico de Urgencias), la intervención de un auxiliador que
aplica la RCP, el pronto arribo de una ambulancia, la instalación de las maniobras avanzadas de
soporte vital, el traslado al hospital apropiado y la instalación del tratamiento definitivo.
Algunas de las causas más comunes de paro en personas previamente sanas son:
Traumatismos severos en la cabeza o aquellos que provoquen una gran perdida de sangre
Sobredosis de drogas
Ahogamiento
Asfixia
Electrocución
Las guías publicadas en el año 2010 aceptan que durante la parada cardiaca súbita, es decir, en
pacientes donde no se detectan signos de vida, la C predomine sobre la A; de esta manera es
posible brindar lo que se ha denominado RCP sólo con las manos, realizando compresiones
torácicas rápidas y profundas sin necesidad de verificar si el paciente respira mediante la técnica
VES (antes descrita) ni tomar el pulso.
Para mantener el ritmo puedes seguir mentalmente el ritmo de la canción Staying de los bee gees
o macarena..
Tratamiento del paro cardiorrespiratorio (conforme protocolos actualizados del 2010 AHA-
ILCOR)
Debido a que estos protocolos cambian como consecuencia de los resultados mostrados en los
nuevos estudios, se recomienda a todo proveedor de primeros auxilios que actualice
periódicamente sus conocimientos, al menos cada cuatro años.
3. Posicionar al paciente en decúbito dorsal (boca arriba) sobre una superficie rígida.
5. Verificar si está respirando durante cinco a diez segundos (utilice la maniobra VES).
7. Aplicar 30 compresiones rápidas (< de 100 por minuto) y fuertes al centro del pecho sobre el
esternón, a la altura de la línea intermamaria
10. Si no respira, continuar con las maniobras y volver a revisar unos minutos después.
Puntos Clave
Al aplicar las compresiones el proveedor debe mantener sus brazos rectos, en un ángulo de
90 grados con respecto al paciente.
La mala posición de las manos y los brazos al realizar las compresiones puede provocar
que:
Sean inefectivas
Se fracturen costillas
Se lesionen órganos
3. Posicionar al niño en decúbito dorsal (boca arriba) sobre una superficie rígida
7. Aplicar 30 compresiones rápidas (< de 100 por minuto) y fuertes al centro del
pecho (sobre el esternón, a la altura de la línea intermamaria). Repetir ciclos de 30
compresiones por dos ventilaciones
En el caso de pacientes semiahogados, la reanimación se realiza igual que con cualquier otro
paciente en paro cardiorrespiratorio. No se debe intentar sacar el agua de los pulmones. Hacerlo
es una pérdida de tiempo y complica el cuadro porque suele provocar vómito y subsecuente
broncoaspiración.
En las siguientes sesiones te presentaremos una síntesis de cada uno de los temas que
conforman este bloque, los cuales son:
Heridas
Hemorragias
Estado de choque
Fracturas
Quemaduras
Heridas
Una herida se define como la pérdida de continuidad del tejido blando. Todas las heridas, excepto
las realizadas en un quirófano con fines terapéuticos, están contaminadas.
Funciones de la priel
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y cumple las siguientes funciones:
Clasificación
1. Epidermis
2. Dermis
3. Tejido celular subcutáneo
4. Músculo
5. Hueso
6. Cavidad
7. Órgano
Conforme a su origen
a) Punzantes. Provocadas por objetos con punta como picahielos, alambres o agujas.
b) Cortantes. Provocadas por objetos con filo.
c) Punzocortantes. Causadas por objetos con punta y filo como cuchillos.
d) Avulsivas. Causadas por arrancamiento, por ejemplo, en el caso de una mordedura. En
estas hay desprendimiento de parte del tejido.
e) Abrasivas. Se producen por fricción, como los raspones.
f) Amputaciones. Cuando un miembro es separado de la extremidad (dedos, manos, pies,
etcétera).
Las heridas que deben ser tratadas tal y como se describirá en el texto, son las superficiales y
algunas profundas. Las demás provocan lesiones que pueden poner en peligro la vida y por ello las
intervenciones de primeros auxilios deben enfocarse en la atención global del paciente y no en la
lesión específica. Siempre debe respetarse el orden de prioridades (ABC), por lo que antes de
ocuparse de la herida, debe atenderse la hemorragia.
La seguridad del auxiliador es prioritaria; utilice guantes siempre que vaya a tener contacto
con fluidos corporales como sangre, orina, etcétera.
Casos especiales
Mordeduras de perro:
Heridas provocadas por objetos muy contaminados (estiércol detritus humanos o metales
oxidados)
Se realiza el tratamiento general de heridas al cual se le agrega el uso de
agua oxigenada antes del antiséptico.
1. Tratar las heridas en pacientes que tienen problemas que comprometen o pudieran
comprometer los ABC. Las heridas sólo deben identificarse y tratarse en una
evaluación secundaria.
2. Utilizar alcohol. Es muy irritante para el tejido vivo y resulta poco útil en estas
ocasiones.
3. Utilizar materiales que no se encuentren limpios.
Hemorragias
Una hemorragia se define como la salida de sangre de los conductos por los que
normalmente viaja. El término utilizado para decir que se va a detener una hemorragia es
hemostasia.
Los vasos sanguíneos que transportan la sangre pueden ser: arterias (llevan sangre oxigenada),
venas (llevan sangre desoxigenada) y capilares (vasos sanguíneos tan delgados como un cabello,
en los cuales se realiza el intercambio entre el oxígeno y el bióxido de carbono).
Clasificación
a. Por el lugar donde se produjo las hemorragias pueden ser internas o externas.
b. Por el tipo de vaso roto las hemorragias pueden clasificarse en:
o Arteriales. Se caracterizan porque la sangre es de color rojo brillante
y sale en chorros intermitentes y potentes.
o Venosas. La sangre es oscura y escurre laminarmente.
o Capilares. La hemorragia se observa como un puntilleo rojo en la
piel. Es el tipo de hemorragia que se produce por raspones.
c. Por la cantidad de sangre perdida se clasifican en:
o Leves. Pérdida de hasta un 15% de sangre, que en un adulto
corresponde aproximadamente a 500 ml.
o Moderadas. Pérdida del 20% al 25%.
o Severas. Pérdida del 30% al 35%.
o Mortales. Pérdida de más del 40%.
Las hemorragias que se pueden tratar con los métodos que se describen en este apartado son sólo
las externas. En cuanto a las internas, es un tema que se aborda en la parte de “Estado de
choque”.
En un porcentaje muy alto, las hemorragias ceden con los métodos que se describen en este
apartado.
1. Elevación de la extremidad:
2. Presión directa:
3. Presión indirecta
Se comprime la arteria que irriga el sitio de donde está saliendo la sangre. Estos puntos se
denominan puntos de presión y suelen ser lugares donde se localiza el pulso.
4. Crioterapia
Consiste en enfriar el sitio sangrante colocando hielo, previamente colocado en una bolsa
de plástico y envuelto en una gasa o pañuelo, en el sitio de la lesión.
5. Torniquete:
Casi prohibido por algunas décadas, estudios recientes han demostrado su utilidad en el
tratamiento de hemorragias intensas en las extremidades.
El tratamiento para detener una hemorragia forma parte de las tres principales prioridades
por atender en una urgencia médica (ABC). Después de asegurarse que una persona respira
y tiene pulso, el siguiente paso es controlar las hemorragias externas. Material necesario
para dar atención:
Guantes de látex
Gasas limpias
Vendas de 5, 10 y 15 cm
Hielo (o un paquete frío que se consigue en una farmacia)
Un paliacate
Casos especiales
Es un conjunto de signos y síntomas que se presentan cuando no hay una adecuada irrigación de
sangre a los tejidos de todos los aparatos y sistemas del organismo.
En este apartado sólo se abordará el cuadro clínico y el tratamiento del estado de choque
hipovolémico.
JAMÁS debe confundirse un estado de choque hipovolémico con uno cardiogénico. Los
tratamientos son radicalmente opuestos y tratarlos equivocadamente es letal. Por lo
demás, el manejo en el resto de los estados de choque es parecido.
El cuadro clínico evoluciona de acuerdo con la cantidad de sangre que se haya perdido. Si el
problema no es atendido, las diferentes etapas se presentarán progresivamente.
Debes tener presente que la hemorragia o hemorragias que se encuentran provocando el estado
de choque pueden ser internas o externas. Generalmente las internas pasan desapercibidas por no
ser tan evidentes. La forma de reconocer el problema es tomando en cuenta el mecanismo de la
lesión (si la persona fue golpeada, se cayó, sufrió un accidente automovilístico, etcétera),
obteniendo sus signos vitales y realizando una exploración física.
Etapa compensatoria
• Inquietud o agresividad
• Respiración rápida y profunda
• Tensión arterial normal o ligeramente elevada
• Pulso acelerado
• Palidez y sudoración
• Llenado capilar normal
• Temperatura normal
• Reflejo pupilar normal (excepto en los casos donde preexiste intoxicación
por alcohol
o drogas)
Etapa progresiva
• Somnolencia o estupor
• Respiración rápida
• Pulso acelerado y débil
• Descenso de la tensión arterial
• Palidez (sin sudoración)
• Llenado capilar retardado (mayor a dos segundos)
• Piel fría
• Reflejo pupilar lento
Etapa irreversible
• Comatoso (no responde a estímulos verbales ni dolorosos)
• La respiración es irregular o no respira
• El pulso radial no se siente y el carotideo es apenas perceptible o no se
siente
• La tensión arterial es muy baja o no se registra
• Coloración marmórea
• Llenado capilar de más de 2 segundos
• Temperatura central por debajo de lo normal
• Pupilas grandes (midriáticas) y responden poco al estímulo luminoso
Tratamiento
Una vez que se ha identificado el problema, la actuación rápida y adecuada puede significar la
diferencia entre que el paciente viva o no. Se debe seguir los siguientes pasos:
Qué no hacer
EL AXIAL corresponde a aquellos huesos que protegen algún órgano, como los del cráneo, la
columna vertebral, el esternón y las costillas. Las fracturas del esqueleto axial suelen ser graves
porque pueden asociarse con los órganos que protegen. En estos casos no debe ser tratada la
lesión específica (la fractura), sino el daño general que ésta provocó o pudiera provocar, como un
choque hipovolémico o un paro cardiorrespiratorio.
En cambio, las fracturas DEL ESQUELETO APENDICULAR (brazos, muslos, piernas, pelvis y
escápulas) son frecuentemente menos graves, aunque pueden complicarse si el hueso roto
seccionó vasos sanguíneos o nervios.
El cuadro clínico y tratamiento descritos en este apartado corresponden sólo a las fracturas del
esqueleto apendicular, las cuales son las únicas que pueden ser tratadas como tales fuera del
hospital.
Clasificación
Algunas fracturas, aun siendo cerradas, como las cabalgadas de fémur, pueden romper una vena o
una arteria y capturar suficiente sangre entre los tejidos como para ocasionar un estado de
choque hipovolémico, en cuyo caso la atención de éste es prioritaria a la fractura.
Cuadro clínico
Averiguar el mecanismo de lesión es muy importante para sospechar que se trata de una fractura.
La mayor parte de las veces no puede asegurarse que lo es a menos de que se trate de una
fractura abierta o que la deformidad sea muy evidente. Por regla general, las fracturas se
diagnostican mediante la obtención de una placa radiográfica.
Sólo después de identificar, y en su caso tratar problemas de los ABC, el proveedor de primeros
auxilios debe ocuparse de tratar las fracturas. Los principios generales de dicho tratamiento se
enumeran a continuación.
Casos especiales
Clasificación
Calor directo
Radiación
Químicos
Electricidad
2. Por su profundidad
Primer grado
Afectan a la epidermis y parte de la dermis. Se observa enrojecimiento local y se
presenta dolor.
Segundo grado
Afectan la epidermis, dermis y parte del tejido celular subcutáneo. Se caracterizan
por la formación de ámpulas (llamadas flictenas),además de haber enrojecimiento
local y mucho dolor.
Tercer grado
Afectan incluso músculos y huesos. No son dolorosas porque las terminaciones
nerviosas quedan destruidas. Tienen una coloración blancuzca o negra. Siempre que
hay una quemadura de tercer grado, el dolor es ocasionado por las de segundo y
primero que hay alrededor.
Tratamiento de las quemaduras por calor directo
Las quemaduras provocadas por calor directo son frecuentes en casos como los incendios,
flamazos de gas, accidentes con planchas, etcétera. Todos estos mecanismos de lesión pueden
causar quemaduras de primero, segundo o tercer grado. El tratamiento consiste en:
Hay que tomar en cuenta que en los incendios las lesiones graves más frecuentes, y debido a las
cuales muere la mayor parte de las personas, no son las quemaduras sino la intoxicación por
humo. Recuerde vigilar muy de cerca los ABC del paciente, la intoxicación por humo puede llevar
al paro respiratorio, en cuyo caso debe aplicarse la Reanimación Cardiopulmonar.
Brindar primeros auxilios puede causarte temor, lo que es normal, lo verdaderamente grave sería
caer en la rutina que deriva en la indiferencia.
Esperamos que lo revisado en este curso sea de utilidad a ti y a cualquiera que lo necesite.
Para recapitular, los temas que revisaste a lo larga de esta asignatura están estructurados de la
siguiente forma:
Propósito
Por la importancia que tienen los medios informativos en la cobertura de temas vinculados
con riesgos y desastres, te presentamos algunas recomendaciones para considerarlos como
aliados en la formación de una cultura preventiva.
Finalmente, podrás conocer los pasos básicos a seguir en el planteamiento de una estrategia
de difusión y contarás con un inventario de herramientas a utilizar como medios para el
fomento de la protección civil en tu comunidad.
¿Qué es cultura?
Cultura de la autoprotección
Es importante destacar que dentro de una misma cultura se pueden desarrollar subculturas y
éstas presentan características específicas que las distinguen de las demás, pero continúan
compartiendo la identidad general de la cultura a la que pertenecen.
En el caso de nuestro país, todos somos mexicanos, pero a la vez estamos subdivididos por
regiones o por el estado de la república en que vivamos. En la siguiente imagen se
ejemplifica esa subdivisión que se puede generar en una cultura: todos los personajes de la
siguiente ilustración pueden pertenecer a un mismo país, sin embargo, cada región que lo
conforma presenta características propias y aspectos sociales que los distinguen de los
demás, por ejemplo: vestimenta, creencias, actividades productivas, entre otras.
De acuerdo con Marín (1994), las culturas poseen las siguientes características:
Para explicar más fácilmente las características de las culturas, basta con pensar en
nuestra historia como país y cómo ésta se ha modificado a lo largo de los años, dando pie
a diversas épocas y culturas que interactuaban entre sí y que, a pesar de que cada una
presentó características, organización y creencias propias, lograron influirse entre ellas.
¿Qué es autoprotección?
Ya hemos definido qué es la cultura y cuáles son sus características básicas, ahora vamos a
describirte qué es la autoprotección para construir más adelante el concepto de cultura de
autoprotección y logres entenderlo y adoptarlo más fácilmente.
Por lo anterior, es importante que tengas en mente que la autoprotección la podemos ejercer
en el entorno o entornos donde nos desenvolvamos cotidianamente, con la finalidad de
reducir los riesgos a los que estamos expuestos y saber qué hacer en caso de que una
emergencia o desastre ocurra.
Ahora vamos a unir estos dos conceptos, autoprotección y familia, para continuar
avanzando en la comprensión de qué es la cultura de autoprotección. Dentro del núcleo
familiar es posible desarrollar una serie de actividades que permitan autoprotegerse dentro
y fuera del hogar, éstas pueden adaptarse a cualquier tipo de fenómeno o amenaza, por lo
que se integran en un Plan Familiar de Protección Civil y, como su nombre lo indica,
requiere de la participación de cada uno de los individuos que integran la familia con el
firme propósito de llegar a la meta: autoprotegerse.
Como puedes observar en la siguiente imagen, el Plan Familiar se elabora a partir de cuatro
pasos básicos, mismos que puedes repetir en otros entornos como el trabajo, la escuela, el
deportivo, etcétera.
A lo largo de este material habrás notado que la mejor medida de autoprotección es la
prevención, sobre todo si la entiendes como la identificación de riesgos, la preparación y
coordinación de medidas anticipadas para reducir el impacto de éstos o evitar los daños.
Por ejemplo, cuando vas al cine, ¿te detienes un minuto a observar las salidas de
emergencia, ubicación de extintores o a detectar los posibles riesgos? Ésta es una medida
muy sencilla que podrá ser de mucha ayuda en caso de una emergencia.
Para los fines de esta asignatura se entenderá la cultura de la autoprotección como la:
Estas acciones se realizarán a través de conocer y reconocer las prácticas, códigos gráficos y
cromáticos establecidos a partir de las características propias de la sociedad en la que se
implementará, e involucrará un compromiso de cooperación por parte de todos bajo un mismo
fin: proteger a la población.
Es por esto que la protección civil es considerada una actividad social en la que la
participación de promotores culturales dentro de los planes que la impulsan resulta muy
favorable, ya que permiten introducir este tema dentro de la sociedad de una forma activa y
participativa.
La palabra promotor viene del verbo promover, que quiere decir adelantar, hacer avanzar algo
hacia un fin o en una dirección determinada (Colombres, 1992, p. 7).
Entre otras acciones de promoción de la cultura de protección civil está el desarrollo de
actos académicos y exposiciones (como pueden ser ferias o jornadas de protección civil) y
campañas de comunicación social en diversos medios de comunicación con la finalidad de
generar cambios en la sociedad en beneficio de su autoprotección.
Debes saber que un desastre se produce cuando se dan principalmente cuatro condiciones al
mismo tiempo, como se muestra a continuación:
1. Que las personas vivan en lugares peligrosos, por ejemplo, vivir cerca de un
volcán activo, de laderas con peligro de deslizamiento o próximo a ríos que
se puedan desbordar.
2. La ocurrencia de un fenómeno extremo (natural o causado por actividades
humanas).
3. Que el fenómeno provoque muchos daños en zonas vulnerables, es decir, donde
no se consideraba ninguna medida de prevención.
4. Cuando el medio ambiente se ha alterado como producto de la actividad del ser
humano.
La discusión acerca de los desastres y sus impactos en la sociedad es un tema que se aborda
desde dos perspectivas: una es desde las ciencias exactas, que se preocupan por entender la
forma en la que se manifiestan los fenómenos naturales y sus impactos físicos en la
sociedad, y que se conforman de áreas del conocimiento que se enfocan en el desarrollo de
tecnologías para enfrentar dichos fenómenos perturbadores; y la otra a partir de las ciencias
sociales, que se interesan en estudiar cómo los fenómenos extremos impactan a la sociedad
y cómo ésta responde y se adapta a las nuevas condiciones que generan los desastres.
Nuestro país, por su ubicación geográfica, presenta frecuentemente fenómenos naturales como
huracanes, inundaciones, sequías, actividad volcánica, terremotos, granizadas e incendios
forestales, entre otros fenómenos perturbadores, así como actividades humanas que perjudican a
su entorno. Por ello, la sociedad mexicana debe estar preparada para reaccionar en caso de
emergencia y contar con una cultura de autoprotección.
Científicos sociales, como sociólogos, antropólogos y geógrafos, entre otros, han propuesto
enfoques y diseñado metodologías que han sugerido el uso de herramientas para acercarse
al tema de prevención de desastres y a las problemáticas derivadas de ello. Una de sus
inquietudes ha girado en torno a utilizar y aplicar teorías para el estudio de la realidad
contemporánea de los desastres. Una de ellas radica en el hecho de que la gente no quiere
prevenirse. El por qué es complicado de conocer puesto que, según Rodríguez (2007) se
involucran factores psicológicos, culturales y, sobre todo, los relacionados con la
comunicación.
En una explicación, Guerrero (1995) comenta que la población no previene debido a que
consideran que los desastres y los accidentes están alejados de su realidad. Es por eso que
podemos comentar que los mensajes de las autoridades hacia la población deben ser
directos para conseguir su participación. Para una campaña de comunicación del riesgo es
indispensable que se muestre al receptor que los efectos de un desastre o un accidente se
pueden disminuir en la medida que la gente conozca sobre los fenómenos perturbadores
que se encuentran a su alrededor, sus riesgos y cómo disminuir el peligro; esto con el fin de
que el receptor tenga mayor interés y un sentido de responsabilidad.
García, Gil y Valero (2007) señalan que investigaciones en el área de las ciencias sociales
centradas en el estudio de la conducta humana en situaciones de emergencia sugieren que la
respuesta común de la población ante los avisos de desastres es de incredulidad,
desmitificando la creencia de que en tales situaciones se genera una conducta de pánico.
Esta conducta se encuentra asociada con un rechazo, por ello, es frecuente que en
situaciones en las que se da la advertencia de peligro inminente, algunas personas hagan
caso omiso de ella. Dicho problema de interpretación de mensajes también se intensifica
cuando una persona no ha tenido otras experiencias previas relacionadas a desastres o
cuando han ocurrido falsas alarmas anteriores.
Como existen distintos puntos de vista por parte de investigadores que estudian los
desastres en el ámbito social, al retomar la pregunta inicial sobre por qué la gente no
previene, la respuesta depende de factores como la experiencia previa de la persona; en qué
lugar del país habita; las características del ambiente que la rodea; la situación en la que se
encuentra respecto a sus círculos sociales; sus características sociodemográficas, como el
género, estatus social y económico; y sus características psicológicas, como habilidades,
personalidad o actitudes.
Dado lo anterior, podemos decir que en el país existe la necesidad de una mayor difusión y
educación sobre lo que debe hacerse para protegerse en caso de tragedias de origen natural,
por lo que es necesaria una población mejor informada y preparada ante cualquier
eventualidad.
Respecto a la capacidad y preparación para afrontar un desastre natural, se realizó en el año 2010
una encuesta a 1,000 mexicanos mayores de 18 años denominada Protección Civil: La población
no sabe qué hacer en caso de tragedias. Los datos mostraron que sólo uno de cada siete
mexicanos considera que la población está preparada para afrontar una tragedia natural.
Percepción del riesgo
Las personas generalmente tienen la sensación de que algo está fuera de lo normal, y en su
entorno suelen existir señales de alerta de lo que puede suceder, éstas van desde sonidos de
sirenas hasta mensajes en los medios de comunicación.
Ahora imagina que las personas reciben el aviso de un peligro inminente. La primera
reacción que tienen es intentar verificar lo que están oyendo a través de otras fuentes de
información inmediatas, como el radio, la televisión o Internet, que confirmen o nieguen la
amenaza y, en función de toda la información, tomar o no medidas de protección.
Slovic et ál (1981) y Lindell (1994) (citados en Mendoza, 2005), clasifican las variables
que determinan si una persona percibe mayor o menor riesgo. La lista se muestra a
continuación.
elación costo-beneficio
Cuando un riesgo es el costo que hay que pagar por un beneficio derivado de correrlo, la
magnitud de este último determina la tolerancia al primero.
Control
Los eventos sobre los cuales consideramos que tenemos mayor control se perciben como de
menor riesgo.
Los eventos naturales suelen conllevar menor percepción de riesgo que los eventos
generados por el hombre.
Confianza
Cuando se confía en las personas o instituciones encargadas del auxilio, hay una menor
preocupación por los riesgos.
Temor
Los eventos que suscitan mayor temor se perciben como de mayor riesgo.
Capacidad de elección
Los eventos que nos imponen suelen ser percibidos como de mayor riesgo que aquellos que
elegimos, nuestras decisiones se autojustifican como seguras.
Aquellos fenómenos que afectan al grupo infantil suelen generar mayor conciencia de
riesgo en la población que aquellos que afectan a los adultos, posiblemente por su relación
con la reproducción del grupo.
Riesgos nuevos
Los eventos nuevos generan mayor percepción de riesgo que otros que nuestra experiencia
colectiva o individual han ayudado a poner en perspectiva.
Aquellos eventos que nos afectan de manera directa son percibidos como de mayor riesgo.
Los puntos anteriores te brindan un panorama de la multitud de variables que intervienen en la
percepción de un riesgo, sin embargo, continuaremos revisando autores para que tengas más
elementos y puedas comprender mejor los factores que intervienen en ese proceso.
Para Vallejo y Vélez (1997), la percepción del riesgo difiere de un individuo a otro y está
condicionada por los siguientes factores:
Sociales
Culturales
Económicos
Donde el nivel de representación del riesgo varía conforme a la calidad de vida de las
personas, ya que existe una alta probabilidad de que la comunidad preste mayor atención a
los riesgos diarios que enfrentan. Por ejemplo: el desempleo, la falta de alimento, el déficit
en educación y vivienda, etcétera, que a los posibles riesgos ambientales o naturales que le
circundan.
La gente que habita en un lugar determinado ubica los riesgos y las amenazas a los que
están más expuestos, por ejemplo vivir cerca de una planta nuclear, cerca de un volcán
activo, cerca de una presa, en una ladera, etcétera.
Ahora, al hacer la revisión de los elementos anteriores, puedes entender que la percepción del
riesgo es un producto socio-cultural complejo que impacta en la participación de la población en
cuanto a la prevención, la preparación, la respuesta y la recuperación de una situación de
emergencia. También es un proceso cognitivo y emocional que depende de la disposición mental
para que una persona reciba y decodifique que el mensaje que está recibiendo es de alerta. Y que
también debe ser muy importante la credibilidad de las fuentes y del foco emisor. La información
de alerta y su importancia para prevenir desastres es de una gran relevancia debido a que
involucra a la comunidad científica, a los medios de comunicación, a los tomadores de decisiones y
a la presencia de la población a la que eventualmente se le destina la información de alerta
(Macías, 1999).
De acuerdo con Wilches (1996), en ciertos desastres poco familiares para la población, por
ejemplo, cuando en un lugar cada año se dan lluvias severas solamente y de pronto surge un
terremoto, la información puede causar incertidumbre creando la necesidad de una
demanda de información; es por ello que la confirmación del aviso juega un papel
importante para facilitar la comprensión, creencia y toma de decisiones frente a este tipo de
eventos. Otro hecho apoyado por numerosos autores del área de las ciencias sociales es que
la familia intenta estar unida ante el aviso de un desastre inminente, incluso puede ser más
prioritario que la confirmación de éste o tomar una acción de protección.
Fitzpatrick y Mileti (1994) (citado en García, Gil y Valero, 2007) hablan de dos tipos de
factores que muestran una relación entre sí e influyen en la percepción de riesgo y la
respuesta al mismo. El primero es la fuente de información y el segundo es la persona que
recibe el mensaje de aviso y el contexto en el que se desenvuelve. La siguiente imagen te
muestra los factores que influyen en la respuesta de aviso ante un desastre.
Percepción del riesgo
También podemos sugerir que lo importante es que, ante el aviso de un riesgo, se tome la
respuesta adecuada; lo que implicará que la percepción ante un riesgo fue la pertinente.
Finalmente, diremos que la percepción del riesgo implica que diferentes grupos, en función
de sus características socio culturales, tendrán diferentes interpretaciones de un mismo
hecho y diferentes necesidades de información, por lo tanto, responderán de manera distinta
a los estímulos que genera su exposición a un riesgo determinado y a los mensajes que
reciban. Por ello, la comunicación del riesgo y los procesos de culturización en protección
civil para sectores tan distintos de la población deben considerar sus creencias, diversidad
de realidades y preocupaciones. Recuerda que para modificarlas positivamente se requiere
que estos grupos se apropien del conocimiento e información sobre los riesgos a los que
están expuestos y con ello se detonen acciones concretas para reducirlos y enfrentarlos
responsablemente.
En el tema anterior se explicó la percepción del riesgo, así como su construcción individual
y social; ahora se te explicará qué es la resiliencia y cuáles son las características que hacen
a un individuo y a una comunidad resilientes.
La palabra resiliencia proviene del latín resilio, que significa “volver hacia atrás, volver de
un salto, resaltar, rebotar”. En la década de 1980 el adjetivo resiliente, del inglés resilient,
hace referencia a las personas que desarrollan competencias a pesar de haber sido criadas
en condiciones adversas o en circunstancias que incrementan las posibilidades de padecer
patologías mentales o sociales; en cambio, en francés, résilience, al igual que en el español,
se utiliza en áreas como la metalurgia y la ingeniería civil para describir la capacidad de
algunos materiales de recobrar su forma original después de ser sometidos a una presión
deformadora.
Es precisamente esta propiedad la que se espera que las comunidades desarrollen para ser
resilientes y se recuperen de cualquier desastre (Enciclopedia de la ciencia y de la tecnología,
1964), no obstante, esta condición sólo la alcanzan las comunidades que están mejor preparadas,
cuando en ellas se ha desarrollado la cultura de la autoprotección a través de acciones de
prevención, mitigación y recuperación, elaboradas en cada sitio con los habitantes de dicha
comunidad.
Dado que la resiliencia es una capacidad intrínseca al ser humano y, por ende, adaptable a
las comunidades, tiene la virtud de permitir construir bases para prevenir situaciones de
riesgo. En este sentido, el desarrollo humano está vinculado en un contexto específico que
comprende el entorno físico y social en el que se desenvuelve el individuo, por ello, la
resiliencia, como un recurso para la prevención, se adecúa a aspectos de protección y de
riesgo, además de la personalidad del ser humano.
Se dijo líneas atrás que la idea de resiliencia surgió en la década de 1970 en la psicología,
donde se consideraba la capacidad del ser humano para superar los infortunios a los que se
enfrenta a lo largo de su vida; de modo que, según Zuckerland (2005), un hombre puede:
Un individuo resiliente tiene control de sus emociones, de sus impulsos, posee alta
capacidad de comunicarse y de percibir la situación que está atravesando y la de los demás
integrantes de su comunidad. Al centrarse en las cualidades personales, los aspectos que
distinguen al individuo son la capacidad de autonomía y alta autoestima, lo que condujo a
establecer factores en el desarrollo de la resiliencia, sobre todo, en los niños: (1) atributos,
(2) aspectos de su familia y, (3) características de su ambiente social (Masten y Garmezy,
1985).
Como se ha mencionado, la resiliencia es una cualidad que puede desarrollar cualquier
persona o grupo. Podrá encontrar y utilizar adecuadamente dentro de sí mismo y en el
ambiente en el que se desenvuelve herramientas para protegerse, tomar la situación de
riesgo como una oportunidad de crecer y fortalecerse.
Hablamos de una ciudad, idealmente, resiliente (ONU, 2010) cuando en ésta los desastres
son minimizados porque la población ha tomado conciencia de habitar viviendas que
cuenten con servicios e infraestructura adecuados, lugares que cumplen con códigos de
construcción razonables y en los que no existen asentamientos informales ubicados en
llanuras aluviales o pendientes debido a la falta de otro terreno disponible en el cual puedan
construir sus casas.
Una ciudad resiliente es donde las autoridades y la población comprenden los riesgos a los
que están expuestos y crean una base de información compartida sobre las pérdidas
generadas por la presencia de desastres, las amenazas y los riesgos, y sobre quién está
expuesto y quién es vulnerable. Ha tomado medidas para anticiparse a los desastres y
mitigar su impacto, mediante el uso de tecnologías de monitoreo y alerta temprana para
proteger la infraestructura y los integrantes de la comunidad, incluyendo sus casas y bienes,
el patrimonio cultural, la riqueza medioambiental y económica. Además, una ciudad es
resiliente cuando es capaz de minimizar las pérdidas físicas y sociales derivadas de
fenómenos meteorológicos extremos, terremotos u otras amenazas naturales o inducidas
por el hombre; también cuando es capaz de implementar estrategias inmediatas de
recuperación y restaurar rápidamente los servicios básicos necesarios para reanudar la
actividad social, institucional y económica después de un desastre.
Prevención
Autonomía
Existe autonomía en los procesos de acción después del desastre en cada institución.
Control
Dentro de los beneficios sociales que trae consigo una ciudad resiliente, se puede
mencionar la protección de vidas y bienes materiales en caso de desastre, con una
reducción considerable de víctimas; la participación ciudadana y una plataforma para el
desarrollo local; finalmente, protección de logros alcanzados en la comunidad y del
patrimonio cultural utilizando menos recursos urbanos para la recuperación y respuesta ante
el desastre.
En este sentido, se plantean diez aspectos para lograr ciudades resilientes (ONU, 2010) que se
muestran a continuación:
Establecer la organizaci�n y la coordinaci�n necesarias para comprender y reducir el
riesgo de desastre con base en la participaci�n de todos los sectores de la sociedad. Vigilar
que todos niveles de gobierno (municipal, estatal y federal) comprendan su papel y la
contribuci�n que pueden hacer en la reducci�n del riesgo de desastres y en la
preparaci�n en caso de que sucedan.
Asignar un presupuesto para la reducci�n del riesgo de desastres y ofrecer incentivos a los
propietarios de viviendas, las familias de bajos ingresos, las comunidades, los negocios y el sector
p�blico para que inviertan en la reducci�n de los riesgos que enfrentan.
Invertir y mantener una infraestructura que reduzca el riesgo, como desag �es para evitar
inundaciones y, seg�n sea necesario, ajustarla de manera que pueda hacer frente al cambio
clim�tico.
Proteger los ecosistemas y las zonas naturales para mitigar las inundaciones, las
marejadas ciclónicas y otras amenazas a las que las comunidades podrán ser
vulnerables.
Aun cuando las comunidades y las poblaciones sufren grandes daños físicos, sociales y
psicológicos a causa de los desastres, son la base para constituir ciudades resilientes, para
desarrollar sociedades más fuertes, aprender de las experiencias y evitar cometer los
mismos errores. La recuperación se logra no sólo con este tipo de ciudades, sino cuando se
entiende lo que es un desastre, por qué ocurre y se buscan soluciones individuales y
colectivas a los riesgos, amenazas y vulnerabilidades de la sociedad.
A pesar del trabajo científico y todas las medidas que se tomen para aumentar la resiliencia en las
ciudades, los desastres pueden, las más de las veces, exceder la capacidad de un país, por ello es
importante contar con un sistema coordinado de protección civil que permita prever ese tipo de
situaciones. Por ejemplo, establecer planes y protocolos para activar en caso de emergencia;
evaluar y monitorear de manera sistemática los riesgos de desastres; incentivar la investigación
para comprender las causas y plantear soluciones a escenarios probables; mejorar sistemas de
alerta y crear formas de concientización de los riesgos a los que está expuesta la sociedad;
construir una cultura que fomente responsabilidad en la sociedad civil, incluyendo el sector
privado y organizaciones civiles para la planeación y cooperación en la prevención, respuesta y
recuperación; finalmente, cooperación internacional relativa a la planeación y respuesta rápida,
además de investigación y evaluación de los factores de riesgo.
Ahora que conoces algunos aspectos de la percepción del riesgo, en el siguiente tema hablaremos
de la importancia de los medios informativos en la cultura de la protección civil.
Durante los últimos años huracanes, ciclones y sequías han afectado en mayor medida a las
comunidades vulnerables del planeta y han detenido su desarrollo, de acuerdo con datos de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 2014.
Por ello, en la actualidad son un reto para los gobiernos de distintos países del mundo que han
tenido que enfrentar algún tipo de desastre con resultados devastadores para sus comunidades,
pero que además mantienen una amenaza constante al bienestar de cientos de millones de
personas.
Cabe destacar que los medios informativos desde sus orígenes han colaborado como agentes
educativos y difusores de la cultura de manera informal, ya que, con frecuencia, de acuerdo con
Castillo (2006), llegan a sustituir el papel de la familia o escuela por la influencia que tienen en la
construcción del pensamiento social de los consumidores, debido a los contenidos llamativos e
interesantes que ofrecen.
De esta forma, los mensajes que transmiten los medios informativos, a través de sus contenidos,
llegan a provocar impactos en la forma y estilo de vida de sus seguidores porque suelen
transportar la realidad a sus espectadores de una forma tan eficaz que influyen en sus acciones y
tomas de decisiones.
Castillo (2006) explica que los medios informativos inciden más que nunca en la educación
de las nuevas generaciones, moldean gustos y tendencias en públicos de todas las edades, e
incluso influyen en la manera de cómo el individuo se relaciona consigo mismo, con sus
semejantes y con el mundo. Agrega también que los valores tradicionales que ha defendido
la escuela han sido reemplazados por el mundo creado desde el mensaje que han construido
los medios audiovisuales de comunicación, principalmente por la televisión, ante cuya
pantalla los niños pasan más tiempo que en la escuela.
El argumento anterior ha sido explotado por medios y organizaciones que han aprendido
que comunicar es compartir problemas, propiciar la participación y compartir la acción.
Retomando lo anterior, la educación sería en el contexto de los medios de información, la
conversación entre la sociedad civil, gobierno y organizaciones en torno a una problemática
general, es por esto que en el mundo actual los medios informativos tienen una enorme
importancia en la vida social de todas las personas, a tal punto que en nuestros días pocas
son las personas que puede vivir sin estar informadas, ya sea por la televisión, la radio, el
periódico o Internet a través de las redes sociales.
Entre estos esfuerzos se encuentran las campañas “Adopta un árbol”, y “Por los bosques y
selvas de México”.
Para Sánchez (1997), la comunicación social es una actividad de servicio público, cuyo
objetivo es la emisión de información de carácter público de manera sistematizada,
oportuna, ágil y veraz, con el objetivo de informar, persuadir, convencer y crear consensos
respecto al ejercicio de una actividad pública.
1885 Desde la época de Maximiliano, su cortesano Olliver Resseguier, por instrucciones de Stefan
Herzfeld, planeaba la creación de un Gabinete Mexicano de Prensa.
1872 En esta época surgieron portavoces de la opinión pública que bien pudieron ser los primeros
comunicadores sociales, como Francisco Zarco, Ignacio Manuel Altamirano y Guillermo Prieto.
1900 Rafael Reyes Espíndola, desde las columnas del Imparcial, del que era director, transmitía el
pensamiento y la tesis del gobierno.
1940 a la fecha Las funciones de comunicación pública quedaron bajo la supervisión de oficinas
especializadas ubicadas en cada una de las dependencias gubernamentales.
1980 A partir de esa época, los vínculos del gobierno y los medios de comunicación dan lugar e
incrementan prácticas que tienden a reforzar la estructura formal y las actitudes. Desde entonces,
la relación del Estado con la prensa, la política de comunicación gubernamental, las oficinas de
comunicación social y sus titulares como forjadores de imagen han jugado un papel importante en
los propios medios de comunicación.
Por ello, en materia de prevención, gobiernos de distintos países de América Latina como
del resto de mundo, en conjunto con organismos internacionales, como la ONU, han hecho
un llamado a la sociedad civil a través de medios informativos para fomentar una cultura de
la prevención capaz de enfrentar un desastre.
En cuanto a la comunicación de riesgos, han surgido diversas definiciones, entre las más
difundidas y completas se encuentra la de National Research Council de los Estados Unidos
(1989), que la define como “un proceso interactivo de intercambio de información y de
opiniones entre individuos, grupos e instituciones. Es un diálogo en el cual se discuten
múltiples mensajes que expresan preocupaciones, opiniones o reacciones a los propios
mensajes o arreglos legales e institucionales del manejo de riesgos” (p. 14).
Como has visto en temas anteriores, estamos transitando, a través de la participación activa
de la sociedad, gobierno y los propios medios de comunicación, de una protección civil
reactiva a una de carácter preventiva, es decir, estamos cambiando la estrategia general para
consolidar una cultura más amplia de autoprotección mediante la concientización y
educación de la población y el de cada uno de los integrantes del Sistema Nacional de
Protección Civil (SINAPROC).
Si revisas la historia de los desastres en México, te podrás dar cuenta que la atención de las
emergencias ocasionadas por la presencia de un fenómeno de carácter natural o
antropogénico ha generado costos muy altos, y ha propiciado que las instituciones públicas
y privadas actúen desorganizadamente por la premura de los acontecimientos. Por ejemplo,
el estado de Tabasco, en el periodo 2007-2011, acumuló daños y pérdidas por más de 57
mil millones de pesos, es decir, unos 4,738 millones de dólares a un tipo de cambio
promedio en el periodo referido (CENAPRED, 2013).
En este sentido, en 1999, el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, señaló lo siguiente:
Estas acciones deben entenderse como la suma de las medidas diseñadas para evitar o eliminar el
impacto de los peligros de origen natural, ambientales o tecnológicos que pueden relacionarse
entre sí.
Considerando lo anterior y retomando las palabras de Carmelo Angulo (1999), quien fue
coordinador del Sistema de Naciones Unidas en Nicaragua durante el huracán Mitch, señala lo
siguiente:
En la siguiente imagen se puede apreciar que los fenómenos de origen natural son inevitables, se
han presentado y seguirán presentándose porque, justamente como su nombre lo indica, son
naturales. Asimismo, se ilustra que la preparación anticipada brindará tranquilidad a la familia, la
población y la comunidad, permitirá proteger sus bienes y entorno para reducir los daños y
afectaciones que la presencia de estos fenómenos pudiera ocasionar.
Es importante mencionar que para impulsar una cultura preventiva dentro de la sociedad es
necesario recordar que las estrategias y herramientas que se lleven a cabo incidirán en el
comportamiento humano, por lo que debemos tomar en cuenta lo siguiente:
Las acciones de prevenci�n no se pueden considerar como ocasionales ni parciales, deben ser
permanentes e integrales.
La cultura preventiva debe verse como esa acci�n colectiva, anticipada y sistem�tica que trata
de evitar o reducir los desastres y la vulnerabilidad de la poblaci�n.
La cultura preventiva implica el cambio del comportamiento colectivo desde el nivel individual,
familiar, comunal y nacional.
(UNDRO por sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) (citado en Beltrán, 2004), para lograr la reducción de desastres o reducir el
impacto de los fenómenos sobre la vida, bienes y entorno es necesario considerar las
siguientes acciones:
• Mitigación. Se refiere a las acciones preventivas antes del desastre, por ejemplo, la
detección oportuna de riesgos dentro y fuera del hogar: un librero no fijo a la pared, falta de
mantenimiento a las instalaciones de electricidad, postes de luz fuera de casa, etcétera.
Retomemos lo último que has visto: para fomentar la cultura de autoprotección es necesario
incidir en las formas de ser y hacer en materia de protección civil a través de un cambio de
dirección de acciones reactivas a acciones preventivas. Para lograr este cambio en necesario
contar con estrategias que nos permitan intervenir adecuadamente en esta transformación y
que la comunicación sea uno de los elementos principales para que éstas funcionen como se
desea.
La coerción es fácil de implementar y útil a corto plazo, ya que la imposición implica vigor,
provocando que las personas desistan del comportamiento inducido que se generó
involuntariamente, por ejemplo, cuando estabas pequeño seguramente te obligaban a comer
ciertos alimentos que no eran de tu agrado, pero que eran impuestos por alguien con cierta
autoridad y no podías negarte. Estos comportamientos obligados duran poco porque son
impuestos y no implementados a través de la educación, seguramente en este momento
difícilmente te obliguen a comer algo que no es de tu agrado.
La persuasión resulta más difícil y lenta al momento de la implementación, ya que la gente debe
adoptarla libremente y para ello es necesario romper diversas barreras. El comportamiento
logrado que resulta es duradero debido a que la gente se convence de ello y lo acepta con
voluntad. Este tipo de acciones son las que se llevan a cabo a través de la educación,
involucramiento y práctica consciente de qué se quiere hacer y, sobre todo, para qué se tiene que
hacer. Un ejemplo de lo anterior es el juego de la ruleta del conocimiento que se lleva a cabo
durante las Jornadas Regionales de Protección Civil, mediante la cual se involucra a los
participantes para que logren entender, comprender y adoptar las medidas que en un momento
podrían ser de utilidad para prevenir un desastre o saber qué hacer en caso de uno.
Para planificar una estrategia de comunicación se deben considerar los siguientes aspectos:
Como has visto, la planeación de la estrategia de comunicación reduce los errores e impulsa
la eficacia y eficiencia de los mensajes que quieras emitir, pero recuerda, todos los
mensajes deben construirse a partir del público objetivo y su necesidad comunicativa (qué
necesitan saber y en qué momento lo requieren).
Un modelo sencillo de comunicación preventiva que incida en las tres etapas de un desastre
(antes, durante y después) y que señale cuáles son los temas o puntos más importantes que
deben comunicar para cada etapa, es el que presentó la Estrategia Internacional para la
Reducción de los Desastres, (EIRD) y la Organización Panamericana de la Salud de la
Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) (2002). A continuación se muestran los
puntos que deben tratarse para llevar a cabo dicha comunicación:
Antes de un desastre
Durante un desastre
Posterior al desastre
En este momento ya tienes las bases generales para comprender cómo llevar a cabo una
estrategia de comunicación preventiva pero, para complementar esta información, ponemos
a tu disposición un inventario de medios de comunicación (también conocidos como
productos comunicativos) para que conozcas las características de cada uno y puedas elegir
adecuadamente en el momento que lleves a cabo tu práctica.
Seguramente a ti te han llegado diversos materiales (folletos, videos, audios, etcétera) con
fines educativos, informativos y de promoción cultural, los cuales son elaborados por
instituciones públicas, privadas o universidades, entre otros. Estos materiales fueron
diseñados especialmente para un propósito (objetivo) y el medio, o soporte, fue elegido
porque sus características son las más adecuadas para el envío de un mensaje en particular,
tal como lo vimos anteriormente.
Para saber que estás eligiendo el medio de comunicación adecuado es necesario conocer un
poco más de ellos, es por ello que a continuación se explicarán las características generales
de los medios de comunicación, así como su clasificación; asimismo, se han colocado
ejemplos gráficos que te ayudarán a reconocerlos a simple vista en tu vida diaria.
De acuerdo con lo señalado en el manual del difusor del proyecto TAISHIN, vivienda
sismo resistente (2012), los medios de comunicación se dividen, por su presentación, en
impresos y electrónicos. Los medios impresos son considerados también medios masivos
porque estamos en contacto con dicho material a diario y tienen uno de los mayores
alcances geográficos.
• Estructura física
Por su estructura física se clasifican en revistas, periódicos, folletos y, en general, todas las
publicaciones en papel que tengan como objetivo informar.
• Estructura de carácter
Informativos
De entretenimiento
De entretenimiento, son los medios que buscan recrear a las personas valiéndose de
recursos como juegos, concursos, dibujos, trivias, etcétera.
De análisis
De análisis, son los medios que fundamentan su acción en los acontecimientos y las
noticias del momento; su finalidad es examinar, investigar, explicar y entender lo que está
pasando para que el público entienda las causas y consecuencias de dicha noticia. El medio
impreso es el que más utiliza el análisis.
Especializados
Características principales
Cada recurso cuenta con características específicas que lo hacen ideal para llenar ciertos
tipos de necesidades de difusión bien definidas. Entre ellos tenemos:
Revistas
Folletos
Son publicaciones que tienen como finalidad informar a personas que tienen interés sobre el
tema. Suele ser de dimensiones pequeñas y limitado en sus páginas. De acuerdo a la experiencia
del CENAPRED, estos materiales son de gran utilidad para repartir masivamente durante ferias de
protección civil, ya que cuentan con un lenguaje sencillo y de fácil entendimiento.
Volantes
Es un material impreso que se utiliza para trasmitir información publicitaria sobre productos y
servicios o información puntual. Consta de una sola hoja y dos caras impresas.
Este material es muy útil para identificar o dar a conocer a una institución, servicio o empresa, de
tal manera que únicamente se colocará información contundente y de gran impacto para atrapar
al público objetivo. Los volantes, también conocidos como flyers, tienen un carácter de vistosidad.
Dipticos
Muy similar al flyer, pero compuesto por una hoja plegada que genera 4 caras. Como se te ha
comentado, el díptico es similar al flyer, de hecho es una variante del mismo
Triptricos
Son folletos que se destacan por contener información más específica de una institución o algún
producto. Compuesto por una hoja con dos plecas que genera seis caras. Este material presenta
una mayor cantidad de información que se presenta a detalle, comúnmente se utiliza para ventas
y promoción de productos o servicios.
Periódico
Un periódico publica diferentes tipos de artículos, presentando eventos actuales y varios temas de
interés. Son publicaciones que llegan prácticamente a todos.
Tú puedes emplear este medio de comunicación si la información que vas a difundir es basta y de
diversa índole (cultural, eventos, reportajes, entrevistas, etcétera). Es importante que consideres
que este medio se publica cada determinado tiempo (diario, semana, mes, etcétera) por lo que
debes considerar la periodicidad.
Cartel
Es una lámina de papel, cartón u otro material, normalmente de gran tamaño, que sirve para
anunciar o dar información sobre algún tema.
Los carteles suelen exponerse en lugares por donde pasan muchas personas para que el impacto
sea masivo a menor costo.
Infografías
Las infografías son aquellas representaciones visuales que surgen a partir de los textos, estás
pueden dar una idea gráfica general sobre un tema o situación que se presente.
Tú puedes utilizar la infografía cuando quieres explicar las características más concretas de un
tema, dando mayor peso al tratamiento gráfico.
Catálogos
El catálogo es una publicación institucional cuyo fin es la promoción de productos o servicios que
se ofrecen. Un catálogo es la manera más ordenada de exponer diversos productos o servicios al
público consumidor y generalmente está compuesto por varias imágenes que presentan
visualmente los productos o los servicios. El catálogo es principalmente visual.
Este medio tiene un fin comercial o de promoción, por lo que es recomendable si quieres mostrar
libros, juegos, postales, etcétera.
Fasciculos
Son los cuadernillos o partes de un libro que se van publicando y entregando a los lectores de
forma periódica.
Estos documentos muestran aspectos técnicos de un tema y antecedentes, asimismo, difunden
recomendaciones útiles para los lectores. El CENAPRED utiliza éstos para informar a la población
aspectos relacionadas con cada fenómeno perturbador.
Cartillas
Es el cuadernillo o tratado básico y breve de un arte u oficio donde se ofrecen opciones para la
ejecución de algún proceso.
El CENAPRED utiliza estos medios para ofrecer soluciones sencillas y prácticas a sus lectores sobre
un tema en particular, por ejemplo, cómo se puede reforzar una vivienda de forma económica y
sencilla.
Ahora que has completado esta asignatura, puedes comprender de mejor manera la
importancia de adoptar actitudes y medidas de autoprotección en tu vida diaria.
Del mismo modo, todo lo aprendido sirvió para reflexionar y tomar conciencia acerca de la
trascendencia y efectos positivos en la sociedad de la prevención y la autoprotección.
También has conocido la importante función que tienen los medios informativos en la
opinión de las personas. Contar con un periodismo preventivo contribuye a tener una
sociedad preparada para enfrentar y mitigar desastres, reduciendo considerablemente las
pérdidas económicas y humanas.
Introducción
A continuación conocerás datos importantes sobre las ondas gélidas y las medidas de
prevención que puedes tomar.
Las ondas gélidas u olas gélidas son eventos de muy baja temperatura, junto con los vientos
secos y fríos del norte en el subcontinente que provocan sensaciones térmicas excesivas en
la gente, dando lugar a un clima que parece aún más frío de lo que es.
Las ondas gélidas, también llamadas olas de frio (cold wave), son un fenómeno meteorológico que
se distingue por un enfriamiento del aire. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos
define una ola de frío como una rápida caída de la temperatura dentro de un período de 24 horas
y que requiere un aumento sustancial de protección a la agricultura, la industria, el comercio y las
actividades sociales (Donald, 1999).
El ser humano es vulnerable a ciertas temperaturas, tanto por arriba de un umbral (límite de
resistencia) como por debajo de éste. Debido a esto, junto con la presencia de bajas
temperaturas, debe analizarse su duración, ya que no es lo mismo que se presenten
temperaturas por debajo de los cero grados un par de horas al día, que durante varios días
de manera continua. Por lo anterior, es importante definir las variables de temperatura y
duración, así como los conceptos de temperatura percibida y viento helado.
Temperatura
La duración de una onda gélida, en horas, es el tiempo en que la temperatura esté por
debajo de un umbral fijado.
El término de temperatura sentida toma en cuenta a la temperatura y los factores del clima:
viento, humedad, radiación.
Es conveniente identificar cuáles son aquellas enfermedades que de forma directa son las
causantes de los decesos durante el invierno. Entre ellas se encuentran la hipotermia, la
congelación, el dolor de cabeza, los padecimientos de las vías respiratorias, la urticaria del frío, los
ataques cardiacos, la intoxicación de monóxido de carbono y las quemaduras.
Las medidas de mitigación son las mismas para las heladas y las ondas gélidas, ya que tanto
heladas y ondas gélidas son manifestaciones de masas polares (masas de aire proveniente
del norte, de los polos) (CENAPRED, 2007). Es importante recalcar que la duración de las
ondas gélidas es mucho mayor que la de las heladas, puede ir de 24 o 48 horas hasta 7 días,
dependiendo la velocidad de traslación de éstas.
Un ambiente frío puede congelar la superficie del cuerpo humano, aumentar la presión
arterial y exigir un mayor esfuerzo al corazón. El enfriamiento del cuerpo también reduce la
resistencia a las infecciones, desde un simple resfriado a enfermedades graves como la
gripe. Además, las enfermedades infecciosas se transmiten fácilmente en el invierno,
debido a que la gente se reúne en lugares cerrados
Medidas durante la helada u onda gélida
Si vas a estar fuera de tu hogar, asegúrate de:
Te invitamos a que reconozcas la zona donde vives, te informes y documentes sobre qué
fenómenos tienen mayor ocurrencia, y que identifiques las medidas de protección civil que
debes tomar. Recuerda siempre que los seres humanos estamos obligados a aprender a
convivir con la naturaleza.
Tormentas severas
A continuación conocerás las manifestaciones de las tormentas severas, las cuales pueden
ocurrir en forma aislada o en conjunto, según la cantidad de energía y humedad que tengan
las nubes cumulunimbus, que son las que forman a las tormentas severas. También sabrás
las medidas de protección que debes tomar ante la presencia de alguno de estos fenómenos
hidrometeorológicos con el objeto de que estés preparado y puedas prevenir cualquier
desastre.
Una tormenta severa se puede definir como aquella tormenta que es capaz de producir
daños materiales importantes, pérdidas humanas o ambos.
Para la formación de una tormenta severa es necesario que se desarrollen las nubes
conocidas como cumulunimbus. Éstas son densas y muy altas, en forma de coliflor. Una
parte de su región superior es generalmente lisa, fibrosa o estriada y casi siempre aplanada,
la cual se extiende frecuentemente en forma de yunque o de penacho. En la siguiente
imagen se muestra una nube cumulunimbus típica, la cual puede desarrollar una tormenta
severa.
Los rayos son una descarga eléctrica que resulta de la acumulación de cargas positivas y negativas
dentro de una nube de tormenta. Un rayo alcanza una temperatura en el aire que se aproxima a
los 30,000 grados centígrados en una fracción de segundo. El aire caliente provoca que éste se
expanda rápidamente, produciendo una onda de choque que llega en forma de sonido llamado
trueno, éste viaja hacia fuera y en todas direcciones desde el rayo.
Tipos de rayos
a) Nube-aire. La electricidad se desplaza desde la nube hacia una masa de aire de carga
opuesta.
b) Nube-nube. El rayo puede producirse dentro de una nube o entre dos cargas de signo
contrario.
c) Nube-suelo. Las nubes con cargas de signo negativo son atraídas por las cargas positivas
del suelo
Los efectos de las tormentas eléctricas van desde herir o causar el deceso de una persona de
forma directa o indirecta, hasta dañar la infraestructura de la población, lo que provocaría la
suspensión de la energía eléctrica, además de afectar algunos aparatos (radio, televisión,
computadoras, refrigeradores, etcétera). En ocasiones, las descargas eléctricas llegan a
matar al ganado y son la causa más común del retraso de las aeronaves y de los accidentes
aéreos, siendo el mayor peligro para la aviación (Hebbs, 2005).
Las muertes por tormentas eléctricas se presentan porque las personas realizan actividades
al aire libre justo cuando la tormenta está en su máximo desarrollo.
Deshazte de todo material metálico, recuerda que los metales son buenos
conductores. Apártate de los elementos como vallas alambradas.
Las tormentas de nieve son una forma de precipitación sólida en forma de copos. Un copo
de nieve es la aglomeración de cristales transparentes de hielo que se forman cuando el
vapor de agua se condensa a temperaturas inferiores a la de solidificación del agua. La
condensación de la nieve tiene la forma de ramificaciones intrincadas de cristales
hexagonales planos en una variedad infinita de patrones.
Los fenómenos meteorológicos que provocan las nevadas son los que ocurren generalmente
durante el invierno, como son las masas de aire polar y los frentes fríos, que en algunas ocasiones
llegan a interactuar con corrientes en chorro, líneas de vaguadas y entrada de humedad de los
océanos hacia tierra adentro. Estos fenómenos provocan tormentas invernales que pueden ser en
forma de lluvia, aguanieve o nieve.
Los efectos negativos de las nevadas en la población son las bajas temperaturas que se
asocian a ellas, que pueden provocar enfermedades en las vías respiratorias o, en el peor de
los casos, muerte por hipotermia, especialmente en indigentes o personas de bajos recursos
económicos.
En las ciudades, las nevadas pueden ocasionar graves daños, como el desquiciamiento del tránsito
(accidentes), apagones y taponamiento de drenajes; acumulación de nieve en los techos de las
casas y su colapso, bloqueo de caminos, congelamiento de la red de agua potable, suspensión de
las actividades aéreas, suspensión de labores y clases en las escuelas. En las zonas rurales, si el
fenómeno es de poca intensidad, no llega a dañar a la agricultura; en cambio, si la nevada es
fuerte, la afectación puede ser extensa, dependiendo del tipo de cultivo y de la etapa de
crecimiento en la que se encuentre; el ganado que está a la intemperie puede morir congelado,
etcétera.
Un ambiente frío puede congelar la superficie del cuerpo humano, aumentar la presión
arterial y exigir un mayor esfuerzo al corazón. El enfriamiento del cuerpo también reduce la
resistencia a las infecciones, desde un simple resfriado a enfermedades graves, como la
gripe. Además, las enfermedades infecciosas se transmiten fácilmente en el invierno debido
a que la gente se reúne en lugares cerrados. Para ello se recomiendan las siguientes
medidas.
Tener siempre a la mano un radio de pilas con repuestos suficientes para escuchar la
información meteorológica
Si el auto se descompone, coloca una manta de color brillante en la antena de radio para
atraer la atención de socorristas. Mantente despierto. Enciende el motor y la calefacción por
unos 10 minutos cada hora y baja la ventana unos centímetros para que entre el aire.
Observa que la nieve no esté tapando el escape de humo para evitar respirar monóxido de
carbono.
Las piedras de granizo se forman dentro de una nube cumulunimbus a alturas superiores al nivel
de congelación y crecen por las colisiones sucesivas de estas partículas de agua sobreenfriada,
esto es cuando el agua está a una temperatura menor que la de su punto de solidificación, pero
que permanece en estado líquido y queda suspendida en la nube por la que viaja. Cuando las
partículas de granizo se hacen demasiado pesadas para ser sostenidas por las corrientes de aire,
caen hacia el suelo. El tamaño de las piedras de granizo está entre los 5 milímetros de diámetro
hasta pedriscos del tamaño de una pelota de golf; las cuales pueden ser muy destructivas, como
para romper ventanas y abollar la lámina de los automóviles. A veces, varias piedras pueden
solidificarse formando grandes masas de hielo y nieve sin forma. Sin embargo, el mayor daño se
produce en los cultivos.
En México, los daños más importantes por granizadas se presentan principalmente en las
zonas rurales, ya que se destruyen las siembras y plantíos, causando a veces la pérdida de
animales de cría. En las regiones urbanas afectan a las viviendas, construcciones y áreas
verdes. En ocasiones, el granizo se acumula en cantidad suficiente dentro del drenaje para
obstruir el paso del agua y generar inundaciones durante algunas horas. La magnitud de los
daños que puede provocar la precipitación en forma de granizo depende de su cantidad y
tamaño.
La magnitud de los daños que puede provocar la precipitación en forma de granizo depende
de su cantidad y tamaño.
• Si tu vivienda tiene techo de lámina de cartón o asbesto, protégete debajo de una mesa o
dentro de un ropero.
En el exterior
• Aléjate de las alcantarillas y zonas bajas para evitar ser arrastrado por el agua o el gran
volumen de granizo.
En el exterior
• Cierra todas las ventanas y permanece dentro del vehículo con el motor apagado.
Introducción
Las sequías se presentan en gran parte del mundo, cada vez con mayor frecuencia
(UNESCO, 1979). Las regiones que las padecen sufren fuertes pérdidas económicas y
favorecen la migración de gran parte de su fuerza de trabajo hacia otras zonas. Las sequías
afectan grandes extensiones de terreno de cultivo y pueden provocar la muerte de
numerosas cabezas de ganado. Además, disminuyen la disponibilidad de agua para la
producción industrial y pueden afectar el uso doméstico entre los habitantes.
Algunos fenómenos meteorológicos, como las lluvias torrenciales y granizadas, suceden en forma
impetuosa y suelen afectar regiones relativamente pequeñas durante algunas horas o días. En
cambio, la sequía se presenta en forma lenta y es poco notoria, pero desgasta a la agricultura, la
ganadería y la industria. Las sequías pueden llegar a afectar a amplias regiones y durar meses o
inclusive años. Históricamente, se ha comprobado que es el fenómeno meteorológico que mayor
daño económico causa a la humanidad (Cody K., 1998).
A continuación conocerás datos importantes sobre las sequías y las medidas de prevención que
puedes tomar.
¿Qué es sequía?
No existe una definición de sequía que sea aceptada universalmente. Sus definiciones dependen
del enfoque científico (meteorología, hidrología, geografía, etcétera) o de la actividad económica
que se afecta (agricultura, ganadería, industria, recreación, etcétera). A continuación se describen
las más comunes.
Una sequía es el tiempo durante el cual la disponibilidad del agua es menor a su demanda.
La demanda depende del tipo de uso del agua (doméstico, industria, agrícola, ganadero,
etcétera), de la densidad y distribución de los usuarios. Por ejemplo, en México más del
50% del agua se utiliza en la agricultura (Comisión Nacional del Agua, 2001).
Características de la sequía
La severidad de la sequía radica en que es variable en el espacio, ya que puede abarcar grandes
extensiones de territorio, además de durar meses o años, por lo que sus efectos pueden ser
catastróficos en comunidades que no se encuentran suficientemente preparadas para afrontarlas
Las principales causas de las sequías están relacionadas con cambios en las presiones
atmosféricas y alteraciones en la circulación general de la atmósfera (variaciones de los
vientos a escala planetaria), así como modificaciones en la cantidad de luz solar reflejada
en la superficie de la tierra, cambios en la temperatura de la superficie de los océanos e
incrementos en las concentraciones de bióxido de carbono en la atmósfera, que a su vez
ocasionan variaciones espacio-temporales de las precipitaciones.
Una de las causas de las sequías se atribuye a los cambios en la circulación general
atmosférica que son provocados por el fenómeno de El Niño y La Niña dependiendo de la
localización mundial o del país.
Efectos de la sequía
Los efectos de una sequía se dejan sentir en el aspecto económico y social, ya que las
pérdidas en cosechas, animales, disminución de la producción industrial y otros, ocasionan
la reducción del poder adquisitivo de la población, la migración obligada de la fuerza
laboral hacia otras regiones menos afectadas y cierto retroceso en el nivel de vida.
Como daños secundarios por las sequías se consideran a los incendios forestales y la aceleración
de la erosión de los suelos. La falta de humedad en las plantas aumenta la materia orgánica,
convirtiéndola en un combustible potencial; y con la sola presencia de una pequeña llama de
fuego (natural o intencional) hace que se forme un incendio forestal (CENAPRED, 1996). Una vez
consumida por el fuego la capa vegetal, el suelo queda desprotegido ante los agentes climáticos,
como son el viento o la lluvia, acelerando el proceso de erosión (CENAPRED, 1994).
Las medidas de mitigación para disminuir los efectos negativos de las sequías se pueden
dividir en dos grandes ramas: estructurales y no estructurales.
Medidas estructurales
Son las construcciones y obras de ingeniería que ayudan a controlar, almacenar, extraer y
distribuir el agua con el fin de optimar el uso del vital recurso en época de sequía. Entre
estas obras de ingeniería están las presas, tanques de almacenamiento, sistemas de
abastecimiento de agua potable, plantas de tratamiento de aguas negras, perforación de
pozos, canales revestidos y sistemas de irrigación.
Las presas son las obras de ingeniería de mayor importancia para almacenar agua. El diseño
de estas obras debe estar en función de la hidrología del lugar y su topografía, así como de
las actividades humanas cercanas a esta obra, como es la ganadería, la agricultura y la
industria.
Otra obra de ingeniería, de igual importancia que las presas, son las plantas de tratamiento
de aguas negras. Un gran recurso que se puede usar en cierta clase de industria, riego,
sanitario y en la jardinería son las aguas negras después de ser tratadas. En la Ciudad de
México se desalojan alrededor de 40 m3/s de aguas negras y de éstas sólo 4.5 m 3/s son
tratadas en plantas; 2.5 m3/s se obtienen de la planta de tratamiento “Cerro de la Estrella” y
los restantes 2 m3/s de otras plantas de menor tamaño.
Debe mencionarse que un sistema de drenaje doble, uno sanitario (aguas negras) y otro
pluvial (agua de lluvia), es lo más recomendable, ya que un buen porcentaje del agua que se
va por el drenaje es agua de lluvia, y ésta no necesita un tratamiento tan complicado como
el de las aguas negras para depurarla; es más, en algunas ocasiones, sin tratamiento se
podrían inyectar al subsuelo para recargar los mantos acuíferos.
En general, todas las obras de ingeniería para mitigar las sequías son costosas y por sí solas
no son la solución que evite las sequías, más bien son el complemento de otras medidas que
en conjunto ayuden a contrarrestar los efectos negativos de este fenómeno.
Medidas no estructurales
Las medidas no estructurales o institucionales son aquellas acciones que se adoptan antes y
durante la sequía para disminuir sus efectos negativos sin involucrar la construcción de
obra alguna. Estas medidas son socioeconómicas, legales, de planeación y se refieren
principalmente a reglamentos sobre uso del agua.
Las medidas institucionales se pueden clasificar a su vez en dos grandes ramas, las cuales
son reactivas y preventivas (o prospectivas).
Medidas reactivas
Son aquéllas que se adoptan durante el evento e implican que la comunidad actúe haciendo
algo al respecto. Como ejemplo se tienen limitar la dotación de agua a la población y a la
agricultura, implantar programas de emergencia que ayuden a los agricultores y ganaderos
a disminuir las pérdidas económicas dentro de sus actividades, redistribuir el agua entre las
diferentes actividades económicas dando prioridad a aquéllos de mayor importancia,
teniendo en cuenta que en el escalafón de importancia, debe estar como primer lugar el uso
del agua para consumo doméstico de la población.
Son aquéllas que se implantan mucho antes de que suceda una sequía, como es crear una
cultura en la población para cuidar el agua. Por ejemplo, se recomienda que en las escuelas
de nivel básico se impartan clases sobre el uso adecuado de los recursos naturales; repartir
folletos en los mercados, en la calle, en los centros de trabajo, en los lugares recreativos,
etcétera, donde se hable sobre el uso adecuado del agua. Otras medidas son la implantación
de técnicas de irrigación para reducir la cantidad de agua en la agricultura y que las
cosechas sean satisfactorias; introducir en el campo algún tipo de ganado o de cultivo que
se adapte mejor al clima; poner en marcha programas de supervisión continua en las
industrias para que no viertan desechos a los ríos y cuidar que éstos no se contaminen, entre
otros.
El trabajo conjunto entre los diferentes sectores económicos (agricultura, ganadería e industria),
así como con los centros de investigación, la Comisión Nacional del Agua, la población en general y
los sectores gubernamentales será la clave del éxito de las acciones.
Introducción
Las olas de calor son fenómenos que se han estudiado poco pero tienen grandes efectos en
los sectores productivos, en el sector de servicios y en el de la salud. Rara vez las olas de
calor causan daños físicos que llamen la atención en comparación con otros eventos
extremos como las inundaciones, huracanes, tornados, etcétera.
A continuación conocerás datos importantes sobre las olas de calor y las medidas de
prevención que puedes tomar.
El estudio del fenómeno de la ola de calor es reciente, por lo que en México se tienen pocas
referencias y registros al respecto. El Servicio Meteorológico Nacional presenta la siguiente
definición:
Ola de calor (onda de calor) es el calentamiento importante del aire o la invasión de aire
muy caliente, sobre una zona extensa; suele durar de unos días a una semana (SMN, 2014).
Las olas de calor se presentan porque existe una anomalía de la temperatura mínima, siendo
ésta la que genera el evento.
También podemos decir que las olas de calor son una anomalía de altas temperaturas, tanto
en las temperaturas máximas como en las mínimas. En general, existe un desfase de altas
temperaturas.
Estas anomalías en la temperatura son estudios de un grado mucho más avanzado, por lo que no
se describirán aquí, pero es importante que sepas que existen y que son las que ocasionan las olas
de calor.
Las olas de calor provocan afectaciones importantes al ser humano en diferentes ámbitos, y
combinadas con otros factores pueden ocasionar la muerte.
Uno de los eventos que causó más conmoción fue el del año 2003, en donde, debido a las
ondas de calor, en Francia perdieron la vida cerca de 15,000 personas (Hémon & Jougla,
2003).
abe destacar que el primer día que se presentó la canícula (se le llama canícula a la pequeña
temporada en la cual hay una disminución notable de la precipitación dentro de la estación
lluviosa del año) murieron 300 personas en inmediaciones de zona metropolitana de París.
Después, del 4 al 13 de agosto se presentó el mayor número de muertes. A partir del 15 de
agosto la temperatura se estabilizó entre los 30 °C y se dejaron de registrar más muertes.
Finalmente, el desafortunado evento cobró la vida de 14,802 personas.
En México, afortunadamente no se ha presentado un fenómeno tan extremo como el de
Francia. La Secretaría de Salud semanalmente pública un informe de vigilancia
epidemiológica de temperaturas extremas en donde se lleva un registro de los casos y las
defunciones en la temporada de calor.
Como pudiste ver en el apartado anterior, si no tomas las medidas pertinentes frente a las
olas de calor, las consecuencias pueden ser mortales.
Acciones de prevención
Dentro de las acciones que debes seguir frente a las ondas de calor, tienes que tomar
en consideración las acciones preventivas, qué hacer y qué no hacer mientras se esté
dando el fenómeno.
Preventivas en tu hogar (SADKN, 2009)
• Instala ventiladores o un sistema de aire acondicionado, en caso de que tengas el
aire acondicionado revisa los conductos para que tengan un aislamiento adecuado.
• Cubre las ventanas que reciben los rayos del sol con cortinas, persianas o toldos
(los toldos o persianas reducen el calor que entra en una casa hasta en un 80%).
• Si presentas síntomas de deshidratación (sed, boca seca, piel seca, dolor de cabeza,
náuseas), busca atención medica inmediatamente.
• La ropa que uses, de preferencia que sea de colores claros y suelta. No envuelvas a los
bebés.
• En caso de tener que salir de casa, de preferencia que sea por la mañana o por la noche.
• Si tienes mascotas asegúrate que tengan suficiente agua, no las dejes bajo el sol.
• Si tienes trabajadores externos procura que tomen descansos más frecuentes y que se
hidraten.
• Si la temperatura del exterior es mayor que la del interior mantén las ventanas cerradas.
• No te sientas inmune al calor del exterior sólo porque trabajas en un ambiente caliente,
como una panadería o pizzería. El daño puede acumularse a lo largo del día.
Introducción general
Lo anterior supone un reto importante para las autoridades de protección civil de todo el
país en todos sus niveles, ya que los fenómenos hidrometeorológicos afectan por igual a
cualquier región o sector social; incluso, un desastre de tipo hidrometeorológico puede
tener alcance nacional. Por ejemplo, un mismo huracán puede impactar tanto a la península
de Yucatán como la región noreste del país, crear afectaciones directas en cada región y
desencadenar otros fenómenos como desabasto de alimentos, movimientos migratorios,
problemas sanitarios, partidas especiales de recursos económicos, etcétera.
La siguiente gráfica presenta, de manera general, cómo y en qué medida los fenómenos
hidrometeorológicos (excepto las inundaciones) afectan a los estados del país.
Introducción
Los ciclones tropicales han impactado de manera significativa distintas regiones del mundo.
Por ejemplo, en 1970, en Bangladesh, la marea de tormenta producida por uno de estos
fenómenos causó la muerte de 300,000 personas. Bangladesh es una nación emergente la
cual resulta muy vulnerable a los ciclones tropicales por tener bajo relieve y cercanía al mar
donde se generan dichos fenómenos; sin embargo, es importante mencionar que los
ciclones tropicales impactan a todos aquellos países que tienen población y bienes
expuestos a sus efectos sin importar su nivel de desarrollo. Por ejemplo, en los Estados
Unidos ocurrió uno de los ciclones tropicales más costosos de la historia, el huracán
Katrina, que en 2005 produjo daños por un valor estimado en $81,000,000,000 de dólares y
causó la muerte de 1,500 personas. En México, el huracán Gilbert en 1988, provocó la
muerte de 200 personas y Pauline, en 1997, causó 228 decesos y pérdidas económicas por
$448,000,000 de dólares.
Como su nombre lo indica, el ciclón tropical se origina en las regiones tropicales de nuestro
planeta, mientras que en latitudes templadas los ciclones son referidos como depresiones o
ciclones extratropicales.
En su etapa más intensa, los ciclones tropicales son conocidos por varios nombres según las
regiones en donde ocurren:
Los ciclones tropicales requieren, al menos, dos requisitos básicos: calor y humedad. Como
consecuencia, sólo se desarrollan en los trópicos, entre las latitudes 5° y 30° norte y sur, en
las regiones y temporadas en que la temperatura del mar es superior a los 26° C.
En la siguiente imagen puedes reconocer las trayectorias típicas de los ciclones tropicales
en el mundo.
La energía de los ciclones tropicales proviene esencialmente del calor y la humedad que transfiere
el océano al aire, es decir, en los niveles bajos de la atmósfera. Mientras el centro del ciclón
permanezca sobre aguas cálidas, temperatura mayor a los 26°C, el suministro de energía es
enorme. Mientras más y más aire húmedo se dirige hacia el centro de la tormenta para
reemplazar al aire caliente que asciende rápidamente en forma de nubes, mayor calor es liberado
a la atmósfera por condensación del vapor de agua y la circulación del viento continúa
incrementándose.
Los ciclones tropicales están entre los fenómenos meteorológicos más peligrosos y
destructivos de la Tierra. Mientras la estructura y funcionamiento de un ciclón tropical son
bien conocidos, su origen aún no es bien entendido. La etapa antecedente de un ciclón
tropical es conocida en América como perturbación tropical. Los ciclones tropicales se
clasifican de acuerdo a la velocidad de su Viento Máximo Sostenido en superficie (VMS)
en:
Esta escala ha sido utilizada por autoridades de seguridad pública en los Estados Unidos
como una estimación del daño potencial por viento y marea de un huracán próximo. La
escala de daño potencial indica los daños materiales probables, pero debe usarse con
cautela para el caso de regiones fuera de los EUA. En la siguiente figura se ejemplifica
dicha escala.
Efectos de los ciclones tropicales
Inundaciones costeras
Se presentan cuando el nivel medio del mar asciende debido a la marea y permite que éste
penetre tierra adentro en las zonas costeras, generando el cubrimiento de grandes
extensiones de terreno. En las siguientes imágenes se visualiza tal efecto.
Un tipo de inundación costera es la marea de tormenta, la cual es generada por los vientos de los
ciclones tropicales sobre la superficie del mar y por la disminución de la presión atmosférica en el
centro de estos meteoros. Por su parte, el oleaje en el océano puede ser provocado por diferentes
factores; sin embargo, su causa más común es el viento. La suma de los efectos de ambos
fenómenos puede causar importantes estragos.
Beneficios
A pesar de que los ciclones tropicales pueden causar muchos daños por efecto del viento,
oleaje, lluvia y marea de tormenta gracias a la precipitación producida, es factible que las
presas se llenen y los acuíferos se recarguen, facilitando con ello el suministro de agua para
el consumo humano, la agricultura y la generación hidroeléctrica.
Acude a tu unidad de Protección Civil o a las autoridades locales para saber e informarte:
Introducción
Cada año la República Mexicana es afectada por precipitaciones originadas por diferentes
fenómenos hidrometeorológicos. En verano (de junio a octubre) las lluvias más intensas
están asociadas con la acción de ciclones tropicales que afectan gran parte del territorio
nacional. En cambio, durante el invierno los frentes fríos son la principal fuente de lluvia.
A estos fenómenos se suma el efecto ejercido por las cadenas montañosas (lluvia
orográfica), además del convectivo, que ocasiona tormentas de corta duración y poca
extensión, pero muy intensas (lluvias convectivas).
stas condiciones climatológicas dan lugar para que los ríos presenten desbordamientos e
inundaciones, alternando estiajes duraderos (cuando existen niveles bajos de agua por un
tiempo prolongado nos conduce a las sequías) con periodos de avenidas muy grandes.
Es importante que a lo largo de la asignatura tengas siempre presente que las lluvias son
producidas por varios agentes perturbadores (frentes fríos, ciclones tropicales, lluvias
convectivas, etcétera) y que en todos los casos pueden traer como consecuencia
inundaciones, dependiendo de la intensidad y lugar donde se presenten.
Por lo anterior, en esta sesión encontrarás información que te ayudará a entender qué causa
las lluvias extremas, qué tipos de lluvias hay y las medidas de prevención frente a este
fenómeno.
¿Qué es la lluvia?
El termino precipitación se usa para designar cualquier estado del agua que cae de las nubes
a la tierra. Con lo anterior podemos decir que la lluvia es un tipo de precipitación que se
presenta cuando el agua cae en su estado líquido.
Para comenzar a hablar sobre lluvias extremas, es importante que entiendas las causas de la
precipitación. El vapor de agua se condensa en las capas altas y frías de la atmósfera,
creando nubes que se presentan en diversas formas: cúmulus, cirros, estratos y nimbus; de
acuerdo con el contenido de vapor de agua que se condensa, se convierte en gotas de agua.
Al estar suficientemente grandes aumentan su peso y velocidad, haciendo que se precipiten
hacia el suelo en forma de lluvia.
Uno de los principales mecanismos por los que se genera una precipitación se debe a los
ciclones tropicales.
Las lluvias intensas asociadas a los ciclones tropicales en cualquiera de sus etapas (desde
depresión tropical y tormenta tropical hasta huracán) ocurren principalmente en su
semicírculo derecho y pueden extenderse a grandes distancias de su región central (como se
muestra en la siguiente imagen). En huracanes muy simétricos, la lluvia suele concentrarse
cerca de su centro y en todas direcciones.
Debes considerar que mientras más tiempo se mantenga el sistema ciclónico en tierra, se
espera una mayor cantidad de lluvia. Generalmente el ciclón que presenta una larga
duración en tierra está acompañado por un fuerte movimiento del viento en la parte
superior, y una zona donde chocan las líneas de flujo del viento que favorecen la humedad
en los niveles bajos de la tropósfera.
Desplazamiento
Otro dato que tienes que tomar en cuenta, es que en determinadas condiciones la cantidad
de vapor de agua que ingresa en los niveles bajos del ciclón tropical es más grande, por lo
que al entrar a tierra ocurren lluvias fuertes. Por ejemplo, el huracán Camille en 1969
produjo 788 mm en 5 horas sobre el estado de Virginia. Cuando su banda nubosa interactuó
con un cinturón de nubes cúmulo nimbos originada cerca del Ecuador, mantuvo un flujo
constante de vapor de agua.
Interacción de un ciclón tropical con un fenómeno de latitudes medias
Por otro lado, la atmósfera es una capa de gases que rodea al planeta. La intensidad, el
tamaño, la duración y distribución asimétrica de la llegada a tierra de un ciclón tropical
puede estar afectada por fenómenos térmicos y dinámicos de latitudes medias. En
particular, el flujo de aire frío sobre el ciclón tropical favorece la generación de lluvias
torrenciales, y éste puede aumentar la intensidad del ciclón tropical.
La configuración de la línea de costa, las montañas y las islas son elementos fundamentales
sobre la estructura de un ciclón tropical. Ello se debe a la fricción que ejerce y reduce la
velocidad de desplazamiento del ciclón. Por otra parte, los movimientos ascendentes y la
diferencia de los flujos superficiales de calor y humedad durante su paso a través de las
montañas incrementan la cantidad de lluvia.
Lluvias ortográficas
Se originan con las corrientes de aire húmedo cuando chocan con las barreras montañosas,
provocando su ascenso y consecuente su enfriamiento, lo que da lugar a la condensación y,
como resultado, la ocurrencia de precipitación en el lado por donde sopla el viento
(barlovento) hacia las montañas.
Puntos clave
La cantidad de lluvia que se presenta en cierto tiempo es conocida como la intensidad de
la precipitación (altura de precipitación por unidad de tiempo). Sus unidades son mm/h,
mm/día, etcétera, por ejemplo, puede ser que escuches llovió 10mm de agua en una hora.
Dependiendo de la intensidad con las que se presenten las lluvias, estas pueden traer
distintas consecuencias, desde las más simples, como lo son los encharcamientos; hasta
otras que ponen en riesgo la vida de las personas, por ejemplo, una gran inundación.
Muchos de los grandes desastres del país se deben a los grandes efectos que las lluvias
pueden causar, no es raro escuchar que año tras año nuestro país sufre los destrozos
producto de éstas, con grandes avenidas de agua, inundaciones, deslizamientos de laderas y
hasta flujos de escombro. Lo anterior son los efectos de las lluvias en los que debes prestar
más atención.
Alertamiento de lluvias en México
Recuerda que las lluvias extremas se presentan por varios agentes perturbadores, así que
siempre debes de estar alerta, ya que pueden aparecer en distintos momentos.
Uno de los objetivos del SMN es vigilar continuamente la atmósfera para identificar los
fenómenos meteorológicos que pueden afectar las distintas actividades económicas y, sobre
todo, originar la pérdida de vidas humanas.
Introducción
El agua es uno de los recursos naturales más valiosos de cualquier país debido a los
beneficios sociales y económicos que se derivan de su consciente explotación; sin embargo,
junto con las ventajas existen también situaciones extremas tales como las inundaciones y
las sequías.
En las planicies de los grandes ríos de México, prácticamente todos los años se producen
inundaciones derivadas de sus desbordamientos. La causa principal es la pérdida de la
capacidad hidráulica de esas corrientes, una vez que dejan la zona de sierras y se adentran
en las planicies, y es aquí donde se producen los desbordamientos. En contraste, en las
zonas semidesérticas las inundaciones son menos frecuentes, por lo que suelen olvidarse;
sin embargo, cuando se presentan causan serios problemas.
Por lo anterior, se entiende por inundación “aquel evento que, debido a la precipitación,
oleaje, marea de tormenta, o falla de alguna estructura hidráulica, provoca un incremento en
el nivel de la superficie libre del agua de los ríos o el mar mismo, generando invasión o
penetración de agua en sitios donde usualmente no la hay y generalmente causa daños en la
población, sus bienes, agricultura, ganadería e infraestructura”.
Aún antes de la aparición del humano sobre la Tierra, el entorno físico mantenía un
equilibrio: el agua que llovía en las zonas montañosas bajaba por los cauces e inundaba las
zonas bajas para luego volver a su estado inicial.
La modificación del terreno en las cuencas (cambio en los usos del suelo) produce daño
cada vez más considerable por efecto de las inundaciones, debido a que:
El tiempo que debe transcurrir para que los efectos de una inundación sean
percibidos por la población ha disminuido, esto debido al crecimiento de la
población y su área donde habitan, poniéndose muchas veces en riesgo,
estableciéndose en zonas cercanas al cauce del río; esto a la vez ha
provocado que en ocasiones la respuesta de las autoridades y de la población
se vea comprometida, ya que el tiempo que tienen para actuar y alertar a la
población es poco.
Las causas por las que se origina una inundación son diversas y algunas de ellas son:
Inundaciones pluviales
Inundaciones fluviales
Se generan cuando el agua que se desborda de los ríos queda sobre la superficie de terreno
cercano a ellos. A diferencia de las pluviales, en este tipo de inundaciones el agua que se desborda
sobre los terrenos adyacentes, corresponde a precipitaciones registradas en cualquier parte de la
cuenca y no necesariamente a la lluvia sobre la zona afectada. Es importante observar que el
volumen que escurre sobre el terreno a través de los cauces se va incrementando con el área de
aportación de la cuenca, por lo que las inundaciones fluviales más importantes se darán en los ríos
con más desarrollo (longitud) o que lleguen hasta las planicies costeras.
Inundaciones costeras
Se presentan cuando el nivel medio del mar asciende debido a la marea, y permite que penetre
tierra adentro en las zonas costeras, generando el cubrimiento de grandes extensiones de terreno.
Se puede encontrar más información al respecto en el subcapítulo “Ciclones tropicales”.
Inundaciones por falla de infraestructura hidráulica
Existe una causa que puede generar una inundación aún más grave que las antes mencionadas. Si
la capacidad de las obras destinadas para protección es insuficiente, entonces la inundación
provocada por la falla de dicha infraestructura será mayor que si no existieran obras.
Diseño escaso
Mala operación
Este caso se refiere, básicamente, a las presas con compuertas. Las posibles alternativas
son: Cuando la compuerta de una presa se abre más de lo necesario y las descargas a través
del vertedor producen una cantidad de agua mayor a la que puede conducir el cauce aguas
abajo, se provoca el desbordamiento del río y, en consecuencia, una inundación.
Cuando dicha compuerta no se abre lo suficiente para dejar pasar la crecida, tratando de
almacenar el mayor volumen de agua y posteriormente su capacidad es insuficiente, el agua
sube de nivel más allá de lo diseñado y pone en peligro la estabilidad de la cortina.
Obras como las mencionadas fueron construidas a finales del siglo XIX. Se considera que
han rebasado su periodo de vida útil. En las presas tanto la obstrucción por arenas existente
como las filtraciones a través del cuerpo de las cortinas son indicios de una falta de
mantenimiento, posiblemente porque las estructuras llegaron al término de su vida útil. Sin
embargo, un punto de suma importancia es el referente a las modificaciones que realizan
las poblaciones locales cercanas a las obras hidráulicas, acciones con las cuales han ido
alterando su funcionamiento hidráulico respecto al diseño original.
Para llevar a cabo acciones en contra de los daños causados por inundaciones, es
indispensable emprender acciones de protección. Éstas pueden ser de dos tipos: medidas
estructurales (construcción de obras) o medidas no estructurales (indirectas o
institucionales).
Medidas estructurales
El objetivo de las medidas estructurales es evitar o mitigar los daños provocados por una
inundación mediante la construcción de obras (usualmente realizadas por las dependencias
gubernamentales, ya que se requiere de fuertes inversiones). Por ejemplo, para proteger una
zona urbana rodeada o atravesada por un río, se puede proponer como medidas
estructurales la retención, almacenamiento y derivación del agua, hacer modificaciones al
cauce (canalizarlo o entubarlo), construir bordos o muros de encauzamiento y modificar
puentes o alcantarillas.
Medidas no estructurales
Por otra parte, entre las medidas no estructurales se encuentran aquéllas cuya finalidad es
informar oportunamente a las poblaciones ribereñas de la ocurrencia de una posible avenida
para que no haya muertes y se minimicen los daños. En este rubro se incluyen los
reglamentos de usos del suelo, el alertamiento y los programas de comunicación social y de
difusión.
Desde el punto de vista económico, tanto las medidas estructurales como las no
estructurales tienen aplicación en las zonas que ya están desarrolladas; mientras que en las
áreas poco desarrolladas, las segundas muchas veces tienen el mismo o un mayor impacto
que las estructurales.
Por ejemplo, en una comunidad con pocos habitantes la construcción de una presa (medida
estructural) resulta mucho más costoso que la reubicación (medida no estructural) de la
población.
Concluyendo, se puede mencionar que las acciones estructurales tienden a minimizar los
daños de las inundaciones con la construcción de obras, mientras que las no estructurales
tratan de hacerlo sin la construcción de éstas.
Dado que las inundaciones son el fenómeno natural que más comúnmente se presenta en el
territorio nacional, es de particular importancia estar preparados para enfrentarlas y
responder adecuadamente.
• Debes identificar los lugares más altos de la región, que no puedan ser inundados, así
como las rutas de acceso a los refugios temporales.
• Ten a la mano un botiquín de primeros auxilios, lámpara de mano, radio portátil y las
baterías respectivas.
• Guarda tus documentos personales (cartilla del Servicio Militar Nacional, certificado de
estudios, acta de nacimiento, etcétera) en una bolsa de plástico, para evitar su pérdida o
destrucción.
• Ten a la mano un directorio con teléfonos de emergencia.
Evita dejar solos a los niños, personas enfermas o con capacidades diferentes durante la época de
lluvias. Si lo haces, informa a algún vecino.
• En la temporada de lluvias mantén una reserva de agua potable, alimentos enlatados y ropa en
lugares bien resguardados.
• Si vives en zonas bajas, casa de palma, carrizo o adobe, es preferible refugiarse en lugares más
seguros, como la escuela, la iglesia, el palacio municipal (si están fuera de peligro) o en los refugios
temporales.
• Cuando seas avisado de que una inundación puede afectar la zona donde vives, desconecta los
servicios de electricidad y gas.
Los antecedentes de la protección civil son observables en las antiguas acciones de auxilio, en las
organizaciones de beneficencia y en las juntas de socorros que recolectaban y distribuían beneficios para los
damnificados y desvalidos tras un desastre. Posteriormente, las consecuencias de las guerras impulsaron el
reconocimiento universal de las instituciones que hasta nuestros días han velado por los más afectados en
conflictos bélicos y desastres de origen en un agente natural o en uno antrópico.
Por lo anterior, es necesario distinguir las características más básicas que conforman un desastre, el riesgo,
una amenaza, los factores de vulnerabilidad y lo que se denomina agentes naturales y antrópicos que
pueden detonar desastres
Con ese marco general y conceptual se observan en esta materia las etapas históricas de nuestra nación y la
manera en que ha evolucionado el altruismo, la atención de emergencias, la protección civil y la gestión
integral de desastres; que se han traducido en un marco que legitima las acciones de los diferentes actores
involucrados en la labor de auxiliar a las víctimas y prevenir catástrofes.
Competencia
Elementos de competencia
Identificar los instrumentos internacionales, así como sus antecedentes, en materia de gestión
integral de riesgos
ELEMENTOS DE COMPETENCIA
La ciencia de nuestro tiempo ha logrado establecer que la edad de la Tierra es cercana a los 4 mil 600
millones de años. Y que a lo largo de ese tiempo ha pasado por distintos periodos de enfriamiento y de
calentamiento global. La primera era glacial ocurrió hace 2 mil 300 millones de años y se perpetuó por mil
150 millones de años. Se calcula que el agua apareció hace 3 millones 800 mil años y 200 millones de años
después surgieron las primeras formas de vida.
Según investigaciones recientes, el oxígeno se produjo hace 2 mil millones de años. La segunda era de la
Tierra como bola de nieve ocurrió hace mil 200 millones de años, luego ocurrió un periodo templado y
enseguida se produjo una nueva glaciación hace 700 millones de años. Uno de los periodos más enigmáticos
es el precámbrico, el cual inició hace 550 millones de años. Posteriormente se desarrolló una era conocida
como paleozoica, hace 540 millones de años. Y ese periodo finalizó con una quinta era glacial que comenzó
hace cerca de 430 millones de años.
Hace 300 millones de años la Tierra tenía la forma conocida como Pangea, inferida como un segmento de
tierra que unía los bloques que hoy denominamos continentes. En ellos había lagos, y grandes extensiones
de flora con pequeños reptiles, y peces de agua salada sin alta concentración de salinidad. Durante 100
millones de años evolucionaron las especies y los grandes mamíferos han sido ubicados en el periodo
conocido como era ica, hace cerca de 245 millones de años, la cual abarcó un periodo de 180 millones de
años, hasta que se produjo una extinción masiva hace cerca de 65 millones de años (Viñas, 2013).
Posteriormente ha sido registrado un nuevo periodo de glaciación global y se deduce que hace 50 millones
de años los continentes adquirieron la forma que caracteriza al planeta Tierra hasta nuestros días. Se estima
que desde entonces se han producido en el planeta los fenómenos geológicos e hidrometeorológicos que
son parte de nuestro tiempo, aunque con características particulares.
El Sol es el astro que produce la mayoría de los fenómenos que ocurren en la Tierra. La fuerza de atracción le
permite circular en una trayectoria astronómica. El viento en la Tierra surge de la evaporación del agua
debido a los rayos de calor solar. El sol transmite energía a los seres vivos por medio de distintos procesos
como la fotosíntesis de las plantas. Y sin el Sol, ningún tipo de vida existiría en el planeta llamado Tierra.
En el interior del tercer planeta del sistema solar también se producen procesos que han sido deducidos. Al
parecer el planeta Tierra está constituido por tres capas, un núcleo duro, un núcleo externo líquido, un gran
manto y la corteza.
La corteza está dividida en dos partes, la corteza continental, de entre 10 a 70 kilómetros de espesor; y la
corteza oceánica, de 7 kilómetros de delgada.
Estos enormes bloques, al moverse, dan estabilidad a la gran masa terrestre. Además, se realizan
desplazamientos de enormes placas continentales. Han sido identificadas tres: a) divergentes, son las que se
van separando; b) transformers, son las que se deslizan una con respecto a otra; y c) convergentes, son las
que chocan y producen fenómenos como la subducción, que contribuye con el surgimiento de coordilleras
montañosas y volcanes.
La mayoría de los volcanes están ubicados en el denominado Anillo de Fuego del Pacífico, que es
identificado en el contorno del Océano Pacífico. En el planeta existen súper volcanes cuya actividad
explosiva es capaz de afectar la vida en todo el globo terrestre, como ocurrió hace aproximadamente 642
mil años cuando se presentó la última erupción del volcán ubicado en el parque Yellowstone.
Los primeros humanos surgieron hace 200 mil años. Y los vestigios más antiguos de civilizaciones se
remontan a los 5 mil y hasta 20 mil años antes de Cristo (Göbekli Tepe, Tell Qaramel, Tell Hamoukar,
etcétera). Desde entonces han ocurrido diversos sucesos catastróficos que han producido la extinción de
civilizaciones que aún son enigmáticas para la ciencia actual.
Esos antecedentes muestran que las catástrofes se han presentado en diversas ocasiones y que los desastres no
son un invento de la modernidad, sino una posibilidad cuando se convive entre manifestaciones extremas de
la naturaleza. Los desastres en la antigüedad guardan características con los actuales, puesto que resultan de la
combinación de varios factores: la exposición, la presencia de una amenaza natural y las condiciones
vulnerables que hacen mayores o menores los impactos. Desde que el humano habita la Tierra, la
sobrevivencia ha representado un problema, pues depende de la naturaleza y de sus múltiples
manifestaciones, ante las cuales ha tenido que adaptarse.
México es el único país que es afectado por huracanes desde dos océanos: el Atlántico y el Pacífico. El
Atlántico es más activo, pero en el Pacífico se han producido más impactos de ciclones tropicales entre 1970
y el 2010. México cuenta con un litoral de cerca de 11,593 kilómetros y dos terceras partes están frente al
Océano Pacífico. El país está dividido en 31 estados y un Distrito Federal, y 17 de sus estados se ubican en
zona costera, expuestos a los efectos e impactos de los ciclones tropicales. La mayor cantidad de muertos en
un desastre asociado a un huracán ocurrió en 1976, durante el paso del fenómeno Liza, sobre La Paz, Baja
California Sur, donde una presa se desbordó y al agua impactó las casas que se encontraban a su paso.
En promedio se forman 26 ciclones tropicales anualmente en ambas cuencas, 617 en el Pacífico mexicano
entre 1970 y el año 2010. Y 468 en la cuenca del Golfo y Atlántico entre 1970 y 2010. El año 2005 ha sido la
temporada más numerosa de ciclones tropicales, se formaron 28 en la cuenca Golfo-Atlántico y 15 en la del
Pacífico. La frecuencia decadal es opuesta en las cuencas, cuando incrementan los ciclones en una,
disminuyen en otra. El fenómeno El Niño influye en la formación de huracanes más intensos, pero pocos
impactan territorio mexicano, la mayoría se internan en el Pacífico.
Los eventos mas fuertes del NIÑO son considerados los de:
1983: El huracán Tico, Cat 4 impactó en Sinaloa. El huracán Adolfo también impactó en ese estado.
1997: El huracán Rick, Cat 2 impactó Oaxaca y Chiapas. El huracán Paulina, Cat 4 impactó Oaxaca y Guerrero.
La tormenta tropical Olaf afectó Chiapas y Colima. Y el huracán Nora, Cat 4 impactó Baja California.
1998: La tormenta tropical Javier impactó Colima. El huracán Isis, Cat 1 impactó BCS y Sonora.
LOS fenómenos geológicos más peligrosos que afectan a México son los sismos y las erupciones volcánicas.
El sismo más mortal de nuestro tiempo ocurrió en septiembre de 1985 y destruyó una porción muy poblada
de la Ciudad de México, en la que se ha deducido que se alcanzó la cifra de 6 mil muertos. La actividad
sísmica se concentra en algunas regiones de México, principalmente en los estados de Chiapas, Oaxaca,
Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit; aunque también en la zona norte de los estados de Baja
California y Sonora se han reportado sismos intensos.
México está considerado como uno de los países con más alta sismicidad en el mundo, ya que en él se
concentra alrededor del 6% de la actividad mundial. Esto se debe a que su territorio se localiza en una región
donde interactúan cinco importantes placas tectónicas: Cocos, Pacifico, Norteamérica, Caribe y Rivera,
además de algunas otras fallas regionales o locales con distintos grados de actividad sísmica, entre las que
destacan la de Acambay, localizada en la zona central, y el sistema de fallas de Ocosingo, en Chiapas, al sur
del país.
Las zonas afectadas por sismos comprenden todo el territorio de 11 estados y parte del territorio de otros
14, abarcando en conjunto más del 50% del total nacional. Por las características del subsuelo, la Ciudad de
México es una de las zonas que presentan mayor riesgo frente a la ocurrencia de sismos de gran magnitud,
como el que se espera se origine en la brecha sísmica de Guerrero (Mansilla, 1996).
La explosión volcánica más mortal ha sido la del volcán Chichón, en Chiapas, ocurrida en 1982. Pero el
incremento de población en torno a los volcanes más activos de México podría causar un desastre, ya que la
exposición a estas amenazas se ha incrementado notablemente.
Desastre
En la Ley General de Protección Civil (2012) se define al desastre como “el resultado de la
ocurrencia de uno o más agentes perturbadores severos y/o extremos, concatenados o no, de
origen natural o de la actividad humana, que cuando acontecen en un tiempo y en una zona
determinada, causan daños y que por su magnitud exceden la capacidad de respuesta de la
comunidad afectada” (p. 2). Sin embargo, la palabra desastre tiene antecedentes muy
antiguos. Según el historiador Gerrit Jasper Schenk, la palabra desastre tiene por
equivalente en alemán las palabras desaster o unstern, que significan "bajo una mala
estrella” (Jasper, 2007, p. 12). Explica que en las lenguas romances como el francés se
refieren a désastre y en italiano a disastro, porque al parecer en el antiguo mundo era
común creer que ciertas constelaciones de estrellas eran las responsables de eventos
fatídicos para la vida de los humanos.
Entre las categorías más básicas para diferenciar a los desastres se hace distinción entre los
detonados por algún fenómeno natural y los desastres asociados a la intervención humana,
también llamados antropogénicos.
Se consideran pequeños desastres a los que, sin llegar a causar una catástrofe, generan
alteraciones en la cotidianidad, afectan económicamente las estructuras sociopolíticas
locales e implican periodos cortos de recuperación. Sin embargo, se ha documentado que
estos pequeños desastres suelen menguar gradualmente la resistencia ante un fenómeno
extremo y al producirse un impacto mayor contribuyen en que el desastre sea mayor.
También Alan Lavell explica que “los recurrentes pequeños eventos erosionan de continuo
la capacidad de desarrollo de las zonas y poblados afectados, y conducen a una inexorable
acumulación de vulnerabilidades, que hace que el efecto de los grandes desastres sea más
agudo una vez que suceden” (Lavell, 2000, p. 6). Los medianos desastres “son aquellos que
atraen la atención de los medios regionales y la recuperación se alcanza con capitales
nacionales/estatales” (De la Parra, 2009, p. 19). Los grandes desastres producen daños
mayores a un millón de dólares, se reportan más de 100 muertos y atraen la atención
nacional e internacional de los medios masivos de información, por lo cual se reciben
diversos apoyos extranjeros (De la Parra, 2009).
Recientemente se han utilizado otras categorías para denominar a los desastres como
intensivos y extensivos. Por desastres intensivos se denomina a los sucesos en que se
reportaron 25 o más muertes o fueron destruidas 300 o más viviendas. Por desastres
extensivos, en los que mueren menos de 25 personas o se da menos de 300 viviendas
(UNISDR, 2013, p. 14).
El CENAPRED publicó que entre los años 1999 y 2011 han fallecido en México 2,326
seres humanos específicamente a causa de algún desastre detonado por un fenómeno
hidrometeorológico, y
por los daños durante el mismo periodo han ascendido a poco más de 14,598 millones de
dólares (SEGOB-CENAPRED, 2007, p. 21).
Durante siglos han perdurado dos ideas fundamentales con relación a los desastres; la primera es
que son actos de Dios y ocurren como un castigo divino ocasionado por una divinidad ante ciertas
violaciones a sus códigos de conducta moral. La segunda es que los desastres son actos de la
naturaleza (“desastres naturales”), que son inevitables y serán prevenibles cuando el humano
controle la naturaleza. Para los antropólogos los desastres son “procesos que se desarrollan a
través del tiempo, y sus orígenes están profundamente arraigados en la historia social. Como tal,
los desastres tienen raíces históricas, que se desarrollan en el presente, y en el futuro que los
procede de acuerdo con las formas de reconstrucción que se llevan a cabo. Estos problemas se
refieren directamente a la relación entre los humanos y la naturaleza y con las estrategias para
formas más sostenibles de desarrollo” (Oliver-Smith, 2009).
Los desastres básicamente resultan de la combinación entre una población vulnerable (v),
una amenaza (a) que supera las capacidades de preparación, prevención y respuesta, y
algún grado de exposición (e) a la amenaza. En síntesis: D = V+A/E.
Riesgo
La Ley General de Protección Civil (2012) define riesgo como los “daños o pérdidas
probables sobre un agente afectable, resultado de la interacción entre su vulnerabilidad y la
presencia de un agente perturbador” (p .4). Considera que existe riesgo inminente, el cual
“según la opinión de una instancia técnica especializada, debe considerar la realización de
acciones inmediatas en virtud de existir condiciones o altas probabilidades de que se
produzcan los efectos adversos sobre un agente afectable”.
Según el sociólogo Niklas Luhmann, el antecedente más remoto del concepto riesgo surgió en
algún momento del siglo XV, pero fue con la imprenta, después de 1544, cuando se popularizó
principalmente socializado por los marineros que requerían seguros mercantiles para proteger sus
mercancías durante los largos traslados (Luhmann, 2006). El riesgo fue un concepto que se usó
durante siglos sin mucha reflexión a profundidad y con un sentido principalmente pragmático, por
ello se ha utilizado como sinónimo de, fenómeno natural y peligro, y fue incorporado al lenguaje
económico y comercial para explicar la incertidumbre y la protección de los productos cada vez
más demandados por la modernidad.
El concepto de riesgo en los estudios de desastres sigue sin consenso, pues mientras el
enfoque de las ciencias naturales lo considera una probabilidad de sufrir un daño, los
estudios culturales lo ubican en la percepción simbólica y los estudios sociales consideran
que el riesgo es igual a la amenaza por la vulnerabilidad:
R=AxV
Donde amenaza se refiere al fenómeno natural que puede afectar diferentes lugares
independientes o en combinación y en distintos momentos (Wisner, 2004, p. 49). La
vulnerabilidad se supone particular para un tipo de amenaza en específico, en un tiempo
dado y con cierto tipo de exposición y población. Aunque simplificada, la fórmula guarda
variables debatibles que son distintas en cada caso de estudio.
Amenaza
En la década de los años ochenta era muy común definir la amenaza como sinónimo de
desastre, pero con la evidencia se identificó que la amenaza es sólo una parte del proceso
que constituye un desastre.
Las ciencias naturales identifican las amenazas por las características físicas del agente
natural u otro tipo de agente como podrían ser los químicos.
Las ciencias naturales clasifican a las amenazas en distintas categorías que se muestran en
seguida.
En cambio, para los estudios sociales del riesgo y los desastres la amenaza está asociada
con un fenómeno natural o de otro tipo, pero su factor amenazante está condicionado por la
exposición, la vulnerabilidad y las capacidades organizativas de respuesta social.
Por lo anterior, una amenaza es “cualquier fenómeno o proceso de cualquier origen, cuya
ocurrencia pueda generar efectos que representen un peligro o una serie de peligros para el
territorio (comunidades y ecosistemas) en el cual se llegue a materializar” (Wilches-Chaux,
2008).
Los estudios sociales han clasificado a las amenazas según distintas categorías que se muestran a
continuación:
Amenazas naturales:
Amenazas antrópicas:
Amenazas socio-naturales:
Vulnerabilidad
Sin embargo, existen distintos modelos para explicar la vulnerabilidad. Algunas agencias e
instituciones suelen identificar este concepto casi como un formato, por medio de encuestas o
sondeos después de cada desastre para obtener un informe. Pero el concepto vulnerabilidad en
los estudios de desastres profundiza y busca comprender las causas que los producen, es decir, el
funcionamiento y las relaciones de los sistemas económico, político y sociocultural, que conviven
con la naturaleza y permiten la existencia y persistencia de diversas características que hacen
vulnerables a individuos y grupos ante ciertas amenazas.
Dimensión física: expresa las características de ubicación en áreas propensas y las deficiencias de
resistencia de los elementos expuestos, de los que depende su capacidad de absorber la acción del
suceso que representa la amenaza. La sismo resistencia de un edificio, la ubicación de una
comunidad en el área de influencia de un deslizamiento o en el cauce de un río son ejemplos de la
dimensión física de la vulnerabilidad.
Dimensión económica: los sectores económicamente más deprimidos son los más vulnerables. La
pobreza aumenta la vulnerabilidad. Local e individualmente este aspecto se expresa en
desempleo, insuficiencia de ingresos, dificultad o imposibilidad de acceso a los servicios. En la
esfera nacional se traduce en una excesiva dependencia económica de factores externos
incontrolables, la falta de diversificación de la base económica, las restricciones al comercio
internacional y la imposibilidad de políticas monetarias.
Dimensión social: cuanto más integrada esté una comunidad, superando los inconvenientes que
suelen presentarse, le resultará más fácil absorber las consecuencias de un desastre y podrá
reaccionar con mayor rapidez que una comunidad sin esas condiciones. Las sociedades pueden ser
más o menos vulnerables en el sentido que pueden reaccionar como grupo organizado, mediante
procesos de autoorganización, o con intereses particulares primando sobre los grupales, con
relaciones más estrechas entre sus integrantes, o relaciones meramente circunstanciales.
Dimensión educativa: se expresa en una educación deficiente o que no tiene una buena cobertura
en una comunidad propensa. La ausencia de conocimiento sobre las causas, los efectos y las
razones por las cuales se presentan desastres, el desconocimiento de la historia y la falta de
preparación y desconocimiento del comportamiento individual y colectivo en caso de desastre son
aspectos que hacen que una comunidad sea más vulnerable. Igualmente, la falta de socialización
de la información aumenta la vulnerabilidad.
Dimensión política: se expresa en el nivel de autonomía que tiene una comunidad con respecto a
sus recursos y para la toma de decisiones que la afectan. La comunidad se hace más vulnerable
bajo esquemas centralistas en la toma de decisiones y en la organización gubernamental. La
debilidad en los niveles de autonomía para decidir regional o localmente impide una mayor
adecuación de las acciones a los problemas sentidos en estos niveles territoriales. En la medida
que la comunidad participe más en las decisiones que le atañen será menos vulnerable.
Dimensión territorial: está relacionada con las dificultades que tienen las instituciones para hacer
gestión del riesgo, situación que se refleja en la falta de preparación para responder ante un
suceso, o cuando sabiendo que existe el riesgo no llevan a cabo acciones eficientes y efectivas
para reducirlo o mitigarlo. Se expresa en la falta de flexibilidad de las instituciones, en el exceso de
burocracia, en el hecho de que prevalece la decisión política y el protagonismo.
Dimensión cultural: esta dimensión de la vulnerabilidad está referida a la forma en que los
individuos se ven a sí mismos en la sociedad y como colectividad, lo que en ocasiones influye de
manera negativa debido a estereotipos perniciosos que no se cuestionan y que se consolidan. Al
respecto juegan un papel crucial los medios de comunicación, puesto que contribuyen a la
utilización sesgada de imágenes o la transmisión de información ligera o imprecisa sobre el medio
ambiente, la misma sociedad y los desastres.
Dimensión ideológica: está relacionada con las ideas o creencias que tienen las personas sobre el
devenir y los hechos del mundo. Se expresa en actitudes pasivas, fatalistas y creencias religiosas
que limitan la capacidad de actuar de los individuos en ciertas circunstancias. La percepción
dogmática de las cosas puede generar confusión acerca de un propósito, falta de reacción y
muchas veces pérdida de la motivación, que debilitan una acción transformadora.
Los modelos propuestos por Wilches-Chaux y Cardona definen la vulnerabilidad como una
condición o circunstancia principalmente dinámica o cambiante, pero fueron conscientes
que es “un proceso acumulativo de fragilidades, deficiencias o limitaciones que
permanecen en el tiempo como factores que inciden en que exista o no una mayor o menor
vulnerabilidad” (Cardona, 2001).
Otro modelo muy influyente es el propuesto por Ben Wisner y otros geógrafos. Se trata de un
modelo de macro y micro escala en el cual hay dos polos, por un lado está el sistema político y
económico y por el otro entorno natural, y al centro se producen las dinámicas de presión y
condiciones inseguras, que son múltiples variables que deben ser consideradas con un estudio y
enfoque local y nacional, y partir de relaciones de producción, subsistencia, arreglos, condiciones
riesgosas, etcétera. Los creadores del modelo PAR coinciden en que “las dinámicas de presión y las
condiciones inseguras están sujetas a cambios, y en muchos casos los procesos involucrados
cambian más rápidamente que como lo hicieron antes” (Wisner, 2004) e involucran causas raíz.
Las causas raíz se dan en el ejercicio y distribución del poder en la sociedad. Requieren de
una explicación histórica, social, económica y cultural. Las dinámicas de presión “son
procesos y actividades que trasladan los efectos de las causas raíz temporal y espacialmente
a condiciones inseguras” (Wisner, 2004) para la población que encara las amenazas. Las
dinámicas requieren una explicación sociocultural y económica. Las condiciones inseguras
“son las específicas formas en las cuales la vulnerabilidad de una población es expresada en
tiempo y espacio en conjunción con la amenaza” (Wisner, 2004). Todas estas variables
requieren una explicación descriptiva.
Por amenazas los autores señalan a los fenómenos naturales extremos a los que está
expuesto un grupo o comunidad, y que desafían sus capacidades de respuesta y
recuperación. El siguiente esquema ilustra lo explicado anteriormente.
En Latinoamérica, desde 1985 se difundieron los primeros estudios comparativos de
vulnerabilidades que identificaron ciertos patrones presentes en distintas sociedades, los
cuales producen y reproducen desastres.
Algunos se han perpetuado durante siglos y otros por varias décadas en distintas sociedades
de América Latina, entre las coincidencias de los grupos más vulnerables a desastres
asociados con inundaciones y sequías, destacan los siguientes:
Estos factores son evidencia comparativa de la vulnerabilidad, pero también son parte de las
construcciones sociales de riesgos que se configuran históricamente en América Latina, creando
condiciones propicias para desastres recurrentes o crónicos (Caputo, 1985).
Peligro
Se denomina peligro a un agente que puede causar daño. Los peligros pueden ser
turales, biológicos o antrópicos. Por ejemplo, en África, el peligro más mortal es la sequía.
La intensidad es un efecto similar a la luz de un foco, entre más cerca se está de él es mayor la luz
y entre más distante de la irradiación es menor la luminosidad.
Los fenómenos naturales y los antrópicos son agentes que pueden estar asociados a
desastres. Sin embargo, un fenómeno natural, por sí solo, no es un desastre. Para que ocurra
un desastre, el fenómeno debe afectar a una población y rebasar sus capacidades de
preparación, prevención o respuesta.
Entre los fenómenos antrópicos se incluyen los peligrosos agentes biológicos o químicos,
los derrames de hidrocarburos, fugas de gas, radicaciones y hasta los tumultos, guerras,
rebeliones.
La contaminación de una nube nuclear, las epidemias y algunos huracanes como Mitch, afectan a
varios países a la vez, lo cual hace evidente que se requiere una amplia intervención para ciertas
amenazas. Sin embargo, en algunas naciones el tema de la protección civil es prioritario, mientras
que para otras ha sido una imposición del modelo hegemónico norteamericano. En Latinoamérica,
hasta nuestros días se realizan acciones para actualizar los protocolos de protección civil y pocos
países cuentan con algún fondo similar a los desarrollados en México, denominados Fondo
Nacional de Desastres Naturales (Fonden) y Fondo de Prevención de Desastres Naturales
(Fopreden).
Antecedentes del Derecho Internacional Humanitario (guerras, consecuencias de las guerras, surgimiento
de organismos internacionales)
El Derecho Internacional Humanitario proviene de las antiguas culturas, quienes sujetaron las guerras a
ciertas leyes y costumbres. Actualmente es un conjunto de normas que por razones humanitarias trata de
limitar los efectos de los conflictos armados, protegiendo a las personas que no participan en los combates,
además, limita ciertos usos de armas y métodos de hacer guerra. Está integrado por acuerdos o tratados que
son firmados por los Estados que los reconocen como obligatorios.
La Segunda Guerra Mundial influyó en la firma de estos acuerdos internacionales para proteger los derechos
humanos, mayoritariamente aceptados por los estados y que han dado forma a documentos como los
Convenios de Ginebra de 1949, entre ellos el de la Protección Civil.
Estos convenios, después de la Segunda Guerra Mundial, contemplaron la protección de las víctimas de los
conflictos armados, limitaron el uso de ciertas armas de destrucción masiva y dieron pie a la Convención de la
Haya de 1954, donde también se protegieron los bienes culturales. Ha sido particularmente delicado el tema
del uso de armas bacteriológicas, debatido ampliamente desde la convención de 1972. Y de manera similar se
han firmado acuerdos para limitar el uso de ciertas armas convencionales, en 1980; restringir ciertas armas
químicas, en 1993; evitar las minas antipersonales desde 1997 y proteger la vida de los niños involucrados en
los conflictos armados.
La Segunda Guerra Mundial dejó una cifra de 14 millones de combatientes muertos en el campo de batalla.
Pero, sobre todo, mostró al mundo el poder de la destrucción masiva tanto de militares e inocentes como de
infraestructura arquitectónica y entorno ecológico. Fue dramático el impacto de las bombas arrojadas por
los E.U.A en Japón en 1945, porque hicieron evidente que era posible la extinción de la raza humana por
medio del poder tecnológico al servicio de las fuerzas bélicas. Y a pesar de que se firmó el fin de conflicto, la
amenaza de la destrucción masiva nuclear continuó durante la denominada Guerra Fría, protagonizada por
los antagónicos Estados Unidos de América y la Unión Soviética.
Al terminar la Guerra Fría, el medio ambiente se convirtió en un tema fundamental por su importancia en la
preservación de la vida que amenazó la radiación nuclear. A la par, nuevas investigaciones mostraron que
existían otros peligros para el humano, en los cuales estaba influyendo de manera inconsciente. Sin
embargo, en 1985 se logró la firma del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y entró en
vigor el 22 de septiembre de 1988. Fue ratificado universalmente, pues el problema de la destrucción de la
capa de ozono demostró, por medio de la opinión pública, su peligrosidad para la raza humana.
Por lo anterior, el Convenio de Viena ha promovido la cooperación internacional para la investigación acerca
de los impactos que los humanos causamos en la capa de ozono. Con estas investigaciones se aporta evidencia
para demostrar las actividades humanas nocivas y para proponer medidas legales o administrativas para
sancionar a los responsables.
Entre los años 70 y 80 las diversas catástrofes tecnológicas causaron el cuestionamiento acerca de los
riesgos que estaban implícitos en los desarrollos tecnológicos. Con base en observaciones directas, la
antropóloga Mary Douglas identificó que algunas comunidades e individuos están dispuestos a aceptar
ciertos riesgos, mientras que rechazan otros (Douglas, 1985); y que la comodidad permite aceptar la
contaminación ambiental, a pesar de sus consecuencias para la salud; en parte por un fenómeno social
conocido como inmunidad subjetiva, el cual se manifiesta cuando los individuos piensan que están exentos
de padecer un desastre o un accidente.
La contaminación de una nube nuclear, las epidemias y algunos huracanes como Mitch, afectan a varios
países a la vez, lo cual hace evidente que se requiere una amplia intervención para ciertas amenazas. Sin
embargo, en algunas naciones el tema de la protección civil es prioritario, mientras que para otras ha sido
una imposición del modelo hegemónico norteamericano. En Latinoamérica, hasta nuestros días se realizan
acciones para actualizar los protocolos de protección civil y pocos países cuentan con algún fondo similar a
los desarrollados en México, denominados Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) y Fondo de
Prevención de Desastres Naturales (Fopreden).
Durante la Guerra Fría, distintas organizaciones enfocaron ciertos esfuerzos en la atención a las víctimas y el
socorro en el seno de las Naciones Unidas, cada agencia operaba según su mandato: la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Food and Agriculture Organization, FAO) y el
Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme, WFP) para el suministro de la ayuda alimenticia,
la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization, WHO) para la vigilancia de las epidemias y
la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Office of the United Nations
High Commissioner for Refugees, UNHCR) para la puesta en práctica de eventuales desplazamientos de
población.
En Bangladesh, en noviembre de 1970, un ciclón detonó un desastre que causó la mayor cantidad de
muertos registrados en la historia.
Desde 1971, esta organización se ha encargado de coordinar las actividades de socorro de las principales
agencias de la ONU, cuando los países afectados buscan asistencia internacional. La idea principal ha sido
crear una institución capaz de dirigir los socorros a nivel mundial. Sin embargo, algunos países han temido
perder su soberanía, por lo que actualmente la UNDRO está autorizada solamente a movilizar, orientar y
coordinar las actividades de socorro de los diversos organismos de las Naciones Unidas para satisfacer una
demanda de asistencia formulada por un estado víctima de un desastre (Revet, 2011).
Uno de los instrumentos internacionales en materia de protección civil es el Manual para la evaluación de
desastres.
Surgió después del terremoto de Managua que azotó la capital nicaragüense en diciembre de 1972. La
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) lo propuso en 1991 tras participar en más de
90 estimaciones de los efectos e impactos sociales, ambientales y económicos de desastres en 28 países de
la región (entre ellos, 15 de los 20 desastres más letales acaecidos en América Latina y el Caribe en los
últimos 40 años). En los desastres evaluados por esa entidad se han registrado aproximadamente 310, 000
fallecimientos y 30 millones de personas afectadas con un costo de 213, 000 millones de dólares a precios
del año 2000.
Por lo anterior, en 1991 la experiencia acumulada por la CEPAL en esta materia fue plasmada en la primera
edición del manual de desastres, a cargo de Roberto Jovel. Tras esta publicación, el Banco Mundial comenzó́
a usar esa metodología en países fuera de la región. A la fecha, se ha empleado en 40 países de otros
continentes, fundamentalmente África y Asia.
En 2003 se publicó una segunda edición bajo la dirección de Ricardo Zapata, un esfuerzo que contribuyó a la
difusión de esta metodología y a la “transferencia de conocimiento sobre la materia a gobiernos de la
región” (Bárcena, 2014).
En materia de prevención, desde los años 70, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (United
Nations Development Programme, UNDP) y la FAO establecieron un sistema de alerta para supervisar la
evolución de las sequías y de las hambrunas, mientras que la Organización Meteorológica Mundial (World
Meteorological Organization, WMO) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (International
Telecommunication Union, ITU) se han movilizado en las áreas de la predicción de tormentas y de la rapidez
del sistema de comunicaciones intercontinentales (Revet, 2011). Sin embargo, los mayores esfuerzos
preventivos surgieron después de que se visibilizó la proporción del problema de los desastres. La
información contenida en las organizaciones del llamado primer mundo les permitía participar en labores de
asistencialismo.
Pero en los noventa se hizo evidente que hacía falta ampliar el panorama de los riesgos y los desastres. Por lo
anterior, Naciones Unidas declaró los años noventa como el Decenio Internacional de Prevención de
Catástrofes Naturales (DIRDN).
El geofísico estadounidense Frank Press, ex consejero científico del presidente Carter de 1977 a 1980 y
presidente de la Academia Nacional de Ciencias de E.U.A de 1981 a 1993 (bajo la administración de Reagan y
después bajo la de George H. Bush), evocó por primera vez la idea de un decenio internacional sobre el tema
de las catástrofes "naturales" en 1984, en el VIII Congreso Internacional de Ingeniería Sísmica. Durante
varios años se dedicó a fortalecer la propuesta y buscar investigadores que representaran a una gran
cantidad de países para que pudieran contribuir con conocimiento sobre riesgos y desastres.La propuesta de
la ONU tuvo como principales cinco objetivos, los cuales se muestran a continuación:
Los avances y logros fueron expuestos en diversos medios y encuentros, uno de los más célebres, la
Conferencia Mundial en Yokohama en 1994, fue la primera Conferencia de las Naciones Unidas organizada
sobre el tema de la reducción de riesgos y de catástrofes “naturales".
De 1990 a 1999, la contribución de los científicos es innegable y se observó una transformación significativa,
sobre todo en la creciente influencia de las ciencias sociales en el estudio del riesgo y los desastres, abriendo
brecha en la hegemonía de las ciencias naturales.
En los años noventa, en Costa Rica, se conformó un grupo llamado La RED (Red de Estudios Sociales en
Prevención de Desastres en América Latina), en parte como respuesta a la tecnocratización de las amenazas y
desastres promovida por Naciones Unidas.
Desde La RED, diversos académicos, instituciones, grupos no gubernamentales de diferentes países han
promovido, hasta nuestros días, el estudio social de los riesgos y desastres; en particular en los países menos
desarrollados o en desarrollo, principalmente de Latinoamérica.
La RED promovió un enfoque constructivista que profundiza en los antecedentes históricos y las relaciones
sociales, políticas, culturales y medioambientales que explican la construcción social del riesgo y del desastre.
Se hizo evidente que, aunque algunos fenómenos son destructivos, no todos son devastadores, pues la
vulnerabilidad es el agente social activo que determina el grado del desastre.
Como lo señala la especialista en riesgo, la antropóloga francesa Sandrine Revet, en el siglo XXI surgió la
Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (International Strategy for Disaster Reduction,
ISDR), que fue aprobada por la Asamblea General de la ONU el 21 de diciembre de 2001.
Se formó con un equipo menor que el del DIRDN, pero la ISDR tomó un rumbo cauteloso durante los años
2001-2005. Sin embargo, tras el tsunami de 2004 en el sudeste de Asia se realizó la Conferencia de Kobé
organizada por la ISDR en 2005. La mediatización y la conmoción que suscitó a nivel internacional esta
catástrofe impulsaron la temática de los riesgos y de los desastres al primer lugar en todas las agendas,
debates e introducciones de informes o textos producidos en los meses y años siguientes.
Con evidencia de diversos casos, se hizo notable que el asistencialismo no resuelve el problema de la
vulnerabilidad de los países, y que la vulnerabilidad es la condición que hace que un desastre tenga menores o
mayores proporciones.
Ante ese panorama, se propuso enfocar los esfuerzos en reducir las vulnerabilidades a través de distintos
mecanismos.
Para ello se planteó un marco de acción a través de una resolución de la Asamblea General de la ONU en
diciembre de 2005. El Marco de Acción de Hyogo (Hyogo Framework for Action, HFA), se hizo operativo
para el periodo 2005-2015, y fue adoptado por los 168 países y por las organizaciones que participaron en la
conferencia de Kobe, donde se pretendió definir las acciones prioritarias que se aplicarían para reducir las
vulnerabilidades ante los desastres.
Así, la ISDR se presentó desde entonces como un sistema de alianzas que incluye gobiernos, organizaciones
intergubernamentales y no gubernamentales, instituciones financieras internacionales, actores científicos y
técnicos del sector privado. Su secretaría es la encargada de coordinar y de ejecutar la apertura del HFA
(Revet, 2011).
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una organización que surgió posterior a la
Segunda Guerra Mundial con el propósito de mantener la paz en el mundo.
Sin embargo, también ha ampliado sus perspectivas y participa en operaciones de socorro ante desastres.
Particularmente su participación se vio fortalecida después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en
Nueva York, ya que evolucionó la noción de seguridad, y colocó en el mismo nivel a las amenazas terroristas,
los riesgos naturales y las catástrofes tecnológicas, principalmente mediante el concepto de seguridad global
y de administración de todos los riesgos (all hazards management).
Gradualmente la OTAN se ha consolidado cada vez más como una organización de gestión del riesgo que se
centra en las amenazas futuras. Sus operaciones de prevención de riesgos en Ucrania o en Asia Central
demuestran este reposicionamiento. Aunque no todos los miembros de la Alianza tienen un consenso real en
las transformaciones del papel de la OTAN en términos de protección civil, algunos quisieran ver en el futuro
en la Alianza una agencia de seguridad global.
Sin embargo, las amenazas -naturales y las tecnológicas o terroristas- son presentadas como permanentes, y el
mundo es percibido como día a día más "vulnerable" en razón de las actividades
Con la GIRD, se hizo evidente que era necesario capacitar a la población para mejorar sus capacidades de
respuesta ante las amenazas naturales. Por ello se promovió la Gestión de Riesgos y Desastres (GRD), que
además procuraba atender oportunamente las emergencias y manejar de la mejor manera los desastres.
A pesar de la perspectiva de la GRD aún predominaba la idea de que el fenómeno natural era el desastre y que
por lo tanto los desastres eran inevitables. Esta idea aún está presente en los sectores menos informados, y aún
siguen confundiendo a los fenómenos con “desastres naturales”.
Sin embargo, desde la década de los ochenta, algunos estudios latinoamericanos ya insistían en que el factor
presente en todos los desastres era la sociedad y que las condiciones de vulnerabilidad social influían en la
intensidad del desastre. La Gestión Integral de Desastres no es una invención reciente, en realidad es un
concepto para denominar lo que las comunidades indígenas han realizado al largo de siglos, para enfrentar las
inclemencias del medio ambiente. Y en el plano urbano se aplica para identificar las formas como las
comunidades citadinas se defienden del medio ambiente y de las condiciones riesgosas.
El especialista en riesgos, el colombiano Gustavo Wilches-Chaux, coincide en que la Gestión de Riesgos “es
un proceso social complejo cuyo fin último es la reducción o la previsión y control permanente del riesgo de
desastre en la sociedad en consonancia con, e integrada al logro de pautas de desarrollo humano, económico,
ambiental y territorial, sostenibles”.
En principio, admite distintos niveles de intervención que van desde lo global, integral, sectorial y macro-
territorial hasta lo local, lo comunitario y lo familiar. Además, requiere de la existencia de sistemas o
estructuras organizacionales e institucionales que representan estos niveles y que reúnen bajo modalidades de
coordinación establecidas y con roles diferenciados acordados a aquellas instancias colectivas de
representación social de los diferentes actores e intereses que juegan un papel en la construcción de riesgo y
en su reducción, previsión y control (Wilches-Chaux, 2008).
Fenómenos Antrópicos I: Socio-Organizativos
Elementos de competenciasocio
Psicología de masas
El per socio-organizativo relacionado con las concentraciones masivas de población, en su mayoría implica la
masa, y sus más grandes complicaciones surgen precisamente ante su descontrol.
Podemos visualizar el fenómeno desde esta perspectiva a fin de sensibilizarnos con las implicaciones que éste
conlleva, y la necesidad de que detectemos situaciones que pudiesen conllevar emergencias mayores o
desastres.
En el marco de los eventos masivos pueden aparecer distintos riesgos conductuales, los cuales serán definidos
como las conductas derivadas de actos que conllevan un factor de riesgo para los asistentes en donde puede
verse comprometida la salud o incluso la vida. Los riesgos conductuales en este contexto se agudizan debido
al factor masa, por lo cual abordaremos la temática desde la psicología de masas.
Como viste en la primera sesión, una masa es el conjunto numeroso de personas con un objetivo, interés u
objeto en común, la cual se solidifica al aparecer un líder, mismo que incita al contagio, sugestión y, por lo
tanto, a la acción (Le Bon, 1986). La masa, a su vez, nos refiere a la identidad colectiva y al anonimato,
elemento de vital importancia para que los riesgos conductuales se consoliden.
Un factor interesante es que la masa pierde cualquier razonamiento que a nivel individual pudiese tener el
individuo, y debido a que en ésta tiende a exagerar sentimientos y emociones, algunos factores como la
violencia y situaciones de pánico pueden derivar en emergencias o desastres.
Dentro de los factores de riesgo que destacaremos como focos rojos está la violencia y actos terroristas.
La violencia como factor de riesgo conductual, por ejemplo, en un entorno deportivo, como lo es un estadio
de futbol, suele darse al interior de los grupos de animación o de las autodenominadas barras, y se agudiza
como parte de la identidad colectiva en donde éstas tienen que defender a cualquier precio el orgullo de su
equipo.
Definiremos como acto terrorista a aquel acto ofensivo dirigido a cualquier persona o grupo de personas que
conlleva violencia y que va en contra de la seguridad humana, y cuya intención es causar una
desestabilización emocional colectiva.
Cuando las conductas de riesgo se hacen presentes en una concentración masiva, la palabra control suele ser
excesiva, es decir, ya no se puede controlar a la masa, en realidad será excepcional quien lo haga.
Recordemos que la masa es voluntariosa, primitiva, se esconde en el anonimato y no entiende razones. De ahí
que la importancia de conocer cómo se desenvuelve una masa radique en detectar indicios que puedan llevar a
un acto violento a dicha masa, porque en esa medida se podrán tomar algunas medidas de acuerdo con el caso.
Me parece importante recordar las palabras freudianas con las que inicia el apartado que titula Le Bon
y su descripción del alma de las masas porque ello nos permite vislumbrar el lugar que para el autor posee el
fenómeno del que va a ocuparse. Dice: “Para comenzar, creo más oportuno que dar una definición, hacer
referencia al campo de fenómenos y extraer de él algunos hechos particularmente llamativos y
característicos que pueden servir de asideros a la indagación” (1). Como puede observarse, Freud ingresa
al análisis de las masas no por la vía de la definición o concepto, sino por lo que él nombra “campo de
fenómenos” a los que considera como fuente de “hechos particularmente llamativos y característicos” .y se
sirve de Le Bon para obtener ambas cosas. Freud va precisando el problema del que va a ocuparse del
siguiente modo: “Si la psicología, que explora las disposiciones, mociones pulsionales, motivos,
propósitos de un individuo hasta llegar a sus acciones y los vínculos que mantiene con sus allegados,
hubiera dado solución cabal a sus enigmas haciendo transparentes todos estos nexos, se encontraría de
pronto frente a una nueva tarea que se erigiría irresuelta, frente a ella. Tendría que explicar el hecho
sorprendente de que ese individuo a quien había llegado a comprender siente, piensa y actúa de
manera enteramente diversa de la que se esperaba cuando se encuentra bajo una determinada
condición: su inclusión en una multitud que ha adquirido la propiedad de una “masa psicológica”.
Qué es entonces una masa, qué le presta la capacidad de influir tan decisivamente sobre la vida anímica
del individuo y en qué consiste la alteración anímica que impone a éste último?” (2). Como puede
observarse, Freud parte de un fenómeno: el individuo inmerso en una masa siente, piensa y actúa de
manera diversa a como lo haría estando por fuera de dicha masa. De este fenómeno, extrae tres
preguntas:-Qué es una masa?-Qué le presta a la masa la capacidad de influir tan decisivamente sobre la vida
anímica del individuo.? Dice anímica porque lo que el fenómeno muestra como alterado es el
pensamiento, el sentimiento y por esta vía la acción.
Las concentraciones masivas de población son quizás de lo más representativo de los fenómenos socio-
organizativos. Generalmente, suceden ante actividades específicas de diversa índole, como los eventos
deportivos, eventos políticos, las festividades regionales o religiosas. Las ciudades con mayor densidad de
población son las que están más expuestas a este tipo de fenómenos (ver figura 1). Sin embargo, también
pueden suceder en poblaciones con bajo número de habitantes, cuando en determinados eventos se congrega
una cantidad de personas más allá de lo habitual.
Es así que prácticamente en cualquier lugar de la República Mexicana y en cualquier momento se puede
presentar este fenómeno, ya sea en fiestas regionales y estatales, pasando por municipios y localidades, hasta
entidades en las que existen centros turísticos de cualquier índole, los cuales son visitados por un gran número
de personas en fechas establecidas, como días festivos o vacaciones.
No pierdas de vista que una concentración masiva de población no es por sí misma un accidente o un desastre,
sino que para que esto suceda deben interactuar diversos elementos que lo pueden provocar.
En el marco de las concentraciones masivas se pueden generar demostraciones de inconformidad que
generalmente suelen ser de orden político, en donde un grupo de ciudadanos muestran su descontento con
alguna situación. Cabe aclarar que también se dan casos en los cuales la demostración de inconformidad es de
un pequeño grupo de personas.
Durante el operativo, 12 personas perdieron la vida y 17 más resultaron lesionadas. Entre las víctimas
mortales se encontraban nueve menores de edad de entre 13 y 17 años, asimismo, se reportó la muerte de dos
policías preventivos y un judicial. A raíz de este hecho, fueron destituidos los mandos de la Policía Judicial y
la Policía Preventiva que coordinaron el operativo en la discoteca (Centro Nacional de Prevención de
Desastres, 2008).
¿Por qué sucedió esto? El operativo resultó fallido debido a la mala coordinación, a que el establecimiento se
encontraba sobrepasado en su capacidad, y no cumplió con las medidas de protección civil necesarias, como
contar con su Programa Interno de Protección Civil actualizado.
Otro caso:
El 26 de mayo de 1985, durante la final del campeonato de primera división del futbol mexicano entre los
equipos América y Pumas.
De acuerdo con reportes periodísticos, ocurrió la combinación de diversas situaciones: una involucró a grupos
porriles que quisieron entrar a la fuerza; otra, el sobrecupo del estadio de Ciudad Universitaria por la excesiva
venta de boletos que superó el número de lugares disponibles, y se sumó el fallido operativo policial para
detener a la multitud sin control.
El evento comenzó con una gresca entre aficionados a las afueras del estadio, que la policía quiso acabar
mediante una “cargada”, que significa empujar a los alborotadores; lo que provocó una estampida y la
aglomeración de personas en un túnel de acceso. Esto ocasionó la muerte de ocho adultos y tres niños, así
como 70 heridos.
Otro caso:
De concentraciones de población que provocan accidentes por no contar con las medidas de seguridad
apropiadas.
En el estado de Morelos, el 28 de febrero de 2008, en un evento musical que celebraba el aniversario de una
radiodifusora local, se registró un saldo de tres jóvenes muertos y unos 60 heridos. La radiodifusora entregó
casi 30 mil boletos, pero sólo 15 mil personas lograron entrar al lugar del evento, el cual contaba con una
capacidad instalada para 7 mil personas. Esto originó la molestia de los asistentes quienes, al no alcanzar un
lugar, se amotinaron a las afueras del foro e ingresaron en estampida (s. a., 2008).
¿Qué hay en común en estos casos?
Por lo anterior, las concentraciones masivas de población requieren, por su propia naturaleza demográfica y
por su dinámica social, de la participación tanto de las autoridades como de las personas involucradas, además
de las condiciones del lugar en donde se realice la actividad, que debe contar con los mínimos requisitos de
acuerdo al aforo aprobado para el inmueble.
Sea cual fuere el motivo de la concentración de la población, tanto personas como autoridades deben de
trabajar juntos para evitar lesiones, heridas o muerte, así como los daños materiales que perjudiquen a
terceros.
No debes perder de vista que la concentración masiva de población no es por sí misma un accidente o un
desastre de facto, sino que para que esto suceda deben interactuar otros elementos que lo pueden provocar,
como es el desconocimiento o incumplimiento de las medidas de seguridad y autoprotección, la imprudencia,
el desorden y la falta de preparación. Es por lo anterior que cada evento deberá ser analizado previamente
para evaluar el riesgo y las medidas preventivas.
Las peregrinaciones
En México se realizan todo el tiempo actividades que concentran un gran número de personas que cuentan
con una estructura, logística y medidas de seguridad implementadas con éxito que han permitido disminuir al
máximo el riesgo de accidentes.
Las peregrinaciones son recorridos que hacen los fieles o creyentes para llegar al santuario de su devoción y,
comúnmente, se realizan en lugares pocos propicios, como vías rápidas o carreteras sin ningún tipo de
acotamiento apto para peatones. De este modo, los peregrinos están expuestos a todo tipo de peligros.
Si bien se han presentado sucesos graves en esta fecha, como en 1980, donde se registraron tres muertos,
2,000 personas lesionadas y otras tantas extraviadas derivado de la falta de medidas de control en la
explanada del recinto; en los últimos años, como resultado de la elaboración e implementación del Plan
Sistemático de Operaciones, en el que se trazaron patrones de procedimiento en casos de sismo, incendio,
amenaza de bomba, riñas, robo, personas lesionadas o extraviadas, se ha tenido un saldo blanco. Hoy, a pesar
de que se congregan más de cinco millones de personas no se ha tenido registro de ningún herido.
Según la Arquidiócesis Primada de México, en la Basílica de Guadalupe se tienen registradas más de 2,500
peregrinaciones, cada una de ellas compuestas por al menos 500 fieles, con lo que anualmente suman 1,
250,000. Provienen de la Diócesis de Querétaro, 120 mil peregrinos, de Toluca con 80 mil, de la del Estado
de México 20 mil y de Morelia, alrededor de 15 mil; quienes recorren a pie y durante varios días largas
distancias, además de encontrase expuestos a todos los incidentes como atropellamientos, deshidrataciones,
descompensaciones, hipotermia, cansancio extremo, robos, entre muchos otros (ver figura 5).
Estas cifras corresponden a peregrinos oficiales, es decir, a los registrados ante la Arquidiócesis Primada de
México, con lo cual el número se puede elevar si consideramos las diferentes peregrinaciones de sindicatos,
instituciones gubernamentales, asociaciones civiles, industrias, empresas, escuelas, universidades, familias,
comunidades y pueblos de distintos puntos de la República, entre otras, las cuales corren mayor peligro. En
total se estima que cada año, por peregrinaciones, el santuario de la Virgen de Guadalupe es visitado por
alrededor de siete millones de personas.
La elaboración de planes como medida preventiva es de suma importancia, te mostraremos casos que lo
ilustran.
La Unidad Estatal de Querétaro cuenta con una Guía de referencia para implementación de esquemas
operativos en eventos con aglomeración de público, donde se consideran amenazas tales como incendios,
explosiones, fallas estructurales, atentados, inundaciones, accidentes personales, accidentes vehiculares,
comportamientos no adaptativos, intoxicaciones alimenticias, intoxicaciones por gases o vapores tóxicos,
desórdenes y riñas (Dirección de Gestión de Emergencias del Estado, 2010). Las medidas de acción y
prevención para la reducción de riesgos se presentan en diferentes tiempos o periodos. Las fases durante el
desarrollo del evento son:
La elaboración de trípticos para la población que acude a estas concentraciones es recomendable, ya que
permite permear a través de la cultura de la protección civil en eventos masivos recomendaciones sobre las
medidas a seguir en casos como evacuación, localización de puntos cardinales (baños, estacionamientos,
entradas, salidas, lugares de venta de alimentos, extintores, puestos de seguridad), atención de las indicaciones
de las autoridades, recomendaciones para emergencias específicas, notificación a las autoridades sobre
anomalías detectadas y la recomendación de mantener la calma, fomentando un ambiente de tranquilidad.
En general las medidas son de tipo preparativas o durante la concentración, y consisten en:
La propuesta radica, esencialmente, en que cada evento cuente con un plan de acción de protección civil que
contemple todos los peligros a los que se expone, así como las acciones a realizar por cada una de las
corporaciones involucradas. Este plan no requiere detallar los procedimientos como lo requeriría un plan
emergencia, pues estamos en el supuesto de que el inmueble cuenta con un Programa Interno de Protección
Civil y, por tanto, con planes de emergencia. En conclusión, el ejercicio plasma los riesgos y acciones de
mitigación particulares del evento y debe elaborarse por los organizadores del evento y supervisado por
Protección Civil.
La delegación Iztacalco, en el Distrito Federal, cuenta con el Plan Sistemático de Operación ante Riesgos
Sísmicos (PSORS).El Palacio de los Deportes, el Foro Sol y el Autódromo Hermanos Rodríguez, todos
recintos donde se realizan frecuentemente eventos para cientos de personas, son considerados por las
autoridades como puntos vulnerables ante una emergencia sísmica.
Por esto, y ante la posibilidad de un sismo de gran intensidad en la Ciudad de México, se elaboró el Plan. Uno
de sus objetivos es conocer la peligrosidad existente en el perímetro de esta delegación; asimismo, busca
estimar la vulnerabilidad de las construcciones cuya destrucción pueda ocasionar víctimas, interrumpir un
servicio imprescindible o aumentar los daños por efectos catastróficos asociados. El PSORS contempla
también establecer la organización y los procedimientos de actuación, la adecuada distribución y el uso de los
recursos y servicios.
De acuerdo con el Plan hay cuatro fases: alertamiento, prevención, normalización y recuperación ante un caso
de emergencia en situación adversa y de peligro.
Cabe destacar que en caso de alguna emergencia relacionada con el plan se prevé la participación de grupos
de intervención, donde participan el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), el cuerpo de
bomberos, Cruz Roja, Jurisdicción Sanitaria, técnicos y organizaciones delegacionales de voluntarios de
protección civil; grupos de perros de salvamento, grupos de búsqueda y rescate especializados y empresas de
maquinaria, entre otros; también contempla la instalación del puesto de mando en la Sala de Armas en otra
delegación, la Magdalena Mixhuca, donde se ubica la Base Plata, que contempla una red de teléfonos de
emergencia y cámaras de video vigilancia.
En el caso de lugares cerrados en el que se concentra un gran número de población, como es el caso de
conciertos y eventos deportivos, entre otros, es de fundamental importancia que se cuente con un Programa
Interno de Protección Civil, que es un instrumento de planeación y operación que se circunscribe al ámbito de
una dependencia, entidad, institución u organismo de la Administración Pública Federal y los sectores privado
y social, lo que quiere decir que cualquier dependencia, empresa, negocio o servicio lleve a cabo acciones de
prevención y esté preparada en su organización para responder efectivamente ante la presencia de riesgos que
pudieran generar una emergencia o desastre dentro de su entorno.
En este tema identificaste que las grandes concentraciones de población no deben derivar en una
emergencia o en un desastre, siempre y cuando exista una correcta planeación y coordinación
tanto de las autoridades como de las personas involucradas, además de que las condiciones del
lugar en donde se realice la actividad deben poseer los requisitos solicitados por protección civil y
al aforo (número de personas) permitido, de acuerdo a las características del evento. Contar con
planes de protección civil actualizados es una herramienta muy importante para prevenir
cualquier tipo de consecuencia negativa en un evento masivo.
Una vez revisadas las propuestas presentadas, será importante puntualizar que la supervisión del evento por
parte de protección civil deberá dar énfasis en lo siguiente:
Se debe conocer las características de evento: tipo de evento, tipo de asistentes, aforo
esperado, etcétera, lo cual se logra a través de una entrevista con los organizadores e
investigación de eventos similares. Se sugiere monitorear redes sociales respectivas del
evento. Este análisis, que por cierto no suele hacerse, permitirá a la autoridad detectar otro
tipo de riesgos de orden conductual y así prever que el operativo de seguridad sea reforzado
en ciertos puntos
Realizar reuniones previas al evento con las corporaciones involucradas en el evento (se
deberán programar las que sean necesarias de acuerdo con el evento)
El siguiente tema, sobre comportamiento antisocial, es tal vez el más difícil de abordar dentro de las
manifestaciones de tipo socio-organizativo, como podrás observar conforme avance la sesión.
Terrorismo, vandalismo y algunas medidas preventivas
Terrorismo
Si bien existen distintos tipos de actos terroristas, es importante señalar que, de acuerdo con
la Resolución 1566 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas
(2004), el terrorismo se define como:
Actos criminales, inclusive contra civiles, cometidos con la intención de causar la muerte o
lesiones corporales graves o de tomar rehenes con el propósito de provocar un estado de
terror en la población en general, en un grupo de personas o en determinada persona,
intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a
realizar un acto, o a abstenerse de realizarlo.
Podemos entender como acto terrorista a aquel acto ofensivo dirigido a cualquier persona o grupo
de personas que conlleva violencia y que va en contra de la seguridad humana, cuya intención es
causar una desestabilización emocional colectiva
Como podrás notar, el término es complicado, ya que tiene implicaciones políticas, y esto dificulta
consensuar una definición precisa
En la tabla 2 puedes ver las actividades terroristas que han ocasionado el mayor número de
víctimas en los últimos años. El ataque en Estados Unidos al World Trade Center en septiembre de
2001 ha sido tanto el más mortífero y el que mayores pérdidas económicas ha ocasionado.
Pérdidas
económic Pérdidas
as asegurada
Muerto Herido estimadas s en
Fecha País Ciudad Evento
s s en millones
millones de
de dólares*
dólares*
11- Estados Nueva Ataques 3,122 2,250 90,000 19,000
terroristas al
World Trade
York,
Sep- Center y al
Unidos Washingt
01 Pentágono
on D.C.
por aviones
secuestrados.
Bombardeo
a cuarteles
de la Marina
23-
de Estados
Oct- Líbano Beirut 300 100
Unidos y a la
83
base de
paracaidistas
francesa.
12- Serie de 13
Mar- India Bombay atentados 300 1,100 6
93 con bombas.
Choque de
21-
Reino Boeing 747
Dic- Lockerbie 270 0 138
Unido debido a
88
bomba.
Dos bombas
simultáneas
ocasionaron
07- daño en los
Ago- Kenya Nairobi alrededores 253 5,075 169 0
98 de la
embajada de
los Estados
Unidos.
Atentado
11-
Madrid, con bomba a
Mar- España 191 2,062 126
Atocha varios
04
ferrocarriles.
Ataque de
19- coche bomba
Estados
Abr- Oklahoma en un 166 467 757 145
Unidos
95 edificio de
gobierno.
23- Comoro Océano Avión 127 0 0 45
Nov- s Índico Boeing 767
96 -260
secuestrado
de aerolíneas
Etíopes
abandonado
en el mar.
Explosión de
bomba
13-
destruye
Sep- Rusia Moscú 118 0
edificio de
99
departament
os.
Incendio
04- intencional
Addis
Jun- Etiopía en el 100 0
Ababa
91 almacén de
armas.
Ataque de
31-
Sri bomba en
Ene- Colombo 100 1,500 0 0
Lanka casa
96
Celynco.
Ataque de
bomba en
18- Argentin Buenos
edificio de 95 147
Jul-94 a Aires
organización
judía.
Finalmente, tanto las compañías aéreas de otros países como los aeropuertos, se han quejado del
endurecimiento de las normas impuestas por Estados Unidos para vuelos que tengan como
destino ese país, por el impacto tanto en las finanzas como en su logística y trato a los pasajeros
Una variante de los ataques terroristas es el bioterrorismo, término utilizado para definir:
El(los) acto(s) de terrorismo realizado(s) con fines criminales mediante el uso de agentes
biológicos, tales como microorganismos patógenos, toxinas o sustancias dañinas,
producidas por organismos vivos o derivados de éstos. Los objetivos potenciales de los
ataques pueden ser los seres humanos, los cultivos alimentarios y los animales. Un ataque
bioterrorista puede propagar enfermedades y generar situaciones de pánico y, en muchos
casos, la muerte (Programa Interamericano para la promoción del Comercio, los Negocios
Agrícolas y la Inocuidad de los Alimentos, 2006).
Entre los grupos que utilizan este tipo de ataque se encuentra Aum Shinrikyo, que está
identificado dentro de la lista del Centro Nacional de Antiterrorismo de Estados Unidos
como uno de los principales grupos terroristas; ya que experimentó con agentes biológicos
como la toxina botulínica, el ántrax, el cólera y la fiebre Q.
Además, en 1994 fueron denunciados por querer utilizar al virus del Ébola como arma biológica.
Llevaron a cabo uno de sus ataques el 20 de marzo de 1995. Dentro de los trenes subterráneos de
la ciudad de Tokio, colocaron paquetes que contenían una sustancia llamada gas sarín al interior
de bolsas de plástico y cubiertas con periódicos que eran aguijoneados con un paraguas; en cinco
trenes distintos que convergerían en el centro de la ciudad, zona donde se ubican las principales
agencias del gobierno, los ministerios más importantes y la sede de la agencia nacional de policía
japonesa.
En 2001, el Servicio Postal de los Estados Unidos se vio afectado por un ataque con esporas de
Bacillus anthracis. En total, se infectaron 22 personas con carbunco (en inglés anthrax), de las
cuáles cinco murieron. Nadie se atribuyó el atentado ni se encontraron a los culpables.
En México, de acuerdo con el Programa para la Seguridad Nacional 2009-2012, en el país debe
reconocerse la existencia y capacidad de grupos ilegales que utilizan el terror en contra de la
población civil como instrumento para alcanzar sus objetivos. En este caso, la amenaza por
terrorismo se potencia por factores geopolíticos, como la vecindad con Estados Unidos y Canadá,
el grado de integración de la economía norteamericana, el fácil acceso a tecnologías de
información y comunicación, más y mejores medios de transporte; así como la presencia de
oficinas diplomáticas e intereses comerciales de otros países en territorio nacional.
La amenaza principal considerada por el programa se refiere a que el país se convierta en una
plataforma de tránsito, preparación o refugio de grupos terroristas, además de ser víctima de un
acto terrorista. Aunque en México este tipo de fenómenos se manifiestan en casos aislados, es
importante mencionar que en los últimos años se han presentado dos incidentes sin precedentes:
la explosión de ductos de Petróleos Mexicanos en 2007 perpetradas, presuntamente, por el
Ejército Popular Revolucionario (EPR) y las explosiones ocurridas en Morelia, Michoacán, en 2008.
El impacto económico provocado por los actos anteriormente mencionados se estimó en 524
millones de dólares, aproximadamente, cifra que incluye las pérdidas en el sector industrial, así
como las derivadas de la disminución en la facturación de Pemex por menor venta del energético
Otro acto de este tipo se llevó a cabo el 15 de septiembre de 2008, con dos explosiones en la
ceremonia del Grito de Independencia en el Centro Histórico de la ciudad de Morelia, en
Michoacán, lo cual dejó un saldo oficial de ocho muertos y más de un centenar de heridos.
En este caso, nadie se atribuyó el origen de las explosiones, por lo que existen posturas que
mencionan que el suceso estrictamente no correspondió a un acto terrorista, ya que no existió un
móvil de por medio; sin embargo, según la Encuesta de Seguridad Nacional del grupo Sistemas de
Inteligencia en Mercado de Opinión (SIMO) realizada en 2008, a nivel nacional los ciudadanos
consideraron como atentados terroristas los sucesos ocurridos y que 90% de la población conoció
esos hechos
Existen diversas teorías que señalan factores que pueden provocar la aparición del
comportamiento antisocial. La identificación temprana de las características individuales y sociales
que discriminan entre adolescentes que persisten y no persisten en el comportamiento social
delictivo durante el curso de su vida, constituye una estrategia importante para el diseño de
acciones eficaces en el ámbito de prevención de violencia juvenil y que derivan en diversas
variaciones de actos delictivos.
Como te diste cuenta, este tema está lejos del ámbito de acción de la protección civil, y requiere
intervención de diversa índole, ya que para la prevención de comportamientos antisociales es
importante lograr una identificación temprana de factores y variables atendiendo modelos como
el de la figura 11. Sólo a través de su detección temprana es posible la construcción de programas
de intervención eficaces que eviten el desarrollo de conductas violentas y delictivas, así como la
necesidad de invertir esfuerzos en programas dirigidos a remediar sus efectos negativos en el
futuro.
El punto delicado es que sí nos impacta durante la emergencia, de ahí la importancia de conocer
acerca del comportamiento en masa.
Durante la infancia y adolescencia aparecen y se consolidan patrones de comportamiento
importantes para la salud física, psicológica y social que marcarán a la persona para el resto de la
vida. El involucramiento de expertos en el tema en los modelos de educación es de vital
importancia para la prevención de este tipo de conductas, principalmente en niños de educación
inicial y primaria, con el fin de identificar y modificar los factores y condiciones que los ponen en
riesgo de caer en conductas problemáticas.
En el caso de los jóvenes, no se debe descuidar que para que se conviertan en adultos sanos es
indispensable satisfacer una serie de necesidades que, entre otras, incluyen sentirse valorado,
finalizar su formación, establecer una red de relaciones humanas satisfactorias, sentirse útil a los
demás y creer en un futuro con oportunidades reales. Es necesario el fortalecimiento de políticas
públicas como alternativa para promover la calidad de vida, el desarrollo y la inserción de los
jóvenes en el mercado laboral, así como el desarrollo de estudios que asocien el comportamiento
antisocial y las conductas criminales.
Por otra parte, ante la aparición de conductas extremas, como es el caso del terrorismo, los
estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaron el 8 de
septiembre de 2006 la Estrategia Mundial de las Naciones Unidas de Lucha contra el
Terrorismo.
La estrategia, en forma de resolución y plan de acción anexo, entre otras cuestiones incluye:
Por otra parte, desde abril de 2007 México y Estados Unidos colaboran bajo el acuerdo de
Megapuertos con el fin de acentuar las medidas de seguridad en puertos marítimos, en los
que inicialmente participan Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Altamira y Veracruz. El objetivo
principal es la detección de material radiactivo y nuclear.
De acuerdo con las Estadísticas de Transporte de América del Norte (ETAN), en la figura
13, el 99.1% de las muertes relacionadas con los accidentes de transporte son de tipo
carretero, provocados principalmente por automóviles de pasajeros y camionetas.
Como se muestra en la figura, los accidentes terrestres son los que registran mayor número
de decesos. De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Seguridad Vial, publicado en el
año 2010, el 62% de las muertes por accidentes de tráfico en el mundo ocurre en tan sólo
10 países, México ocupa el séptimo lugar (Organización Mundial de la Salud, 2013).
Para darte una idea y conocer la dinámica de los accidentes de tránsito, en los Estados Unidos
hace 30 años, William Haddon Jr. describió e ideó lo que se conoce como matriz de Haddon, que
explica la interacción de tres factores que conforman un accidente: ser humano, vehículo y
entorno; durante tres fases de un choque: previa, durante el choque y posterior. La matriz
resultante simula el sistema dinámico y cada una de sus nueve celdas ofrece posibilidades de
intervención para reducir las lesiones causadas por el accidente. Este trabajo permitió
considerables avances en el conocimiento de los factores del comportamiento, como los
relacionados con la vía pública y el vehículo, que influyen en el número y la gravedad de las
víctimas del tránsito
Además, los daños materiales a causa de los accidentes sobrepasan los mil millones de
pesos. Entre las medidas que se han establecido para disminuir el número de accidentes se
encuentra el incremento de infracciones y la implementación de programas como Conduce
sin alcohol. Del 2000 al 2009, los accidentes manifestaron un descenso; sin embargo,
repuntaron en los últimos cuatro años, por lo que probablemente hay otras causas asociadas
a éstos.
En la figura 15 puedes notar que los indicadores muestran que, a partir de 2001, los accidentes
disminuyeron manteniendo una tendencia constante los siguientes años, sin embargo, ha
aumentado el número de personas lesionadas y el número de muertes, de ello podemos deducir
que los accidentes han incrementado respecto de las consecuencias fatales. Se debe considerar
que las medidas de prevención para estos fenómenos están relacionadas con la adopción de
prácticas adecuadas de transporte, organización, operación y vigilancia.
Un factor importante respecto a los accidentes es el tamaño de las poblaciones, ya que el número de
accidentes tiende a crecer conforme mejora la economía nacional y se incrementan los viajes de personas y
mercancías.
En México, la mayor parte de los estudios demográficos y urbanos clasifican como urbanas a las localidades
de 15 mil o más habitantes y como rurales a las menores de 2,500 habitantes, mientras que las localidades de
2,500 a menos de 15 mil habitantes se definen como mixtas o en transición rural-urbana. Así, y según datos
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el sistema urbano de México está formado por 358
ciudades: 56 zonas metropolitanas, 64 conurbaciones y 238 localidades de 15 mil o más habitantes cuya
población en 2005 ascendió a 73.7 millones de personas, que representaban el 71.4% de la población
nacional.
De acuerdo al tamaño de localidades, el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes identificó que los
accidentes presentan ciertas características, como puedes ver en la tabla 6.
Otros accidentes
De 50,000 a 99,999 habitantes Ocupante de automóvil lesionado en accidente de transporte
Peatón lesionado en accidente de transporte
De 100,000 habitantes y
Ciclista lesionado en accidente de transporte
más20052006
Motociclista lesionado en accidente de transporte
De acuerdo con esta institución, para lograr una efectiva prevención, las prácticas a evitar son las
siguientes (Organización Mundial de la Salud, 2013):
Para saber más sobre las diversas medidas para la prevención de accidentes puedes dirigirte
al Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, que es la unidad administrativa de la
Secretaría de Salud responsable de dirigir la política nacional en materia de prevención de
lesiones ocasionadas por accidentes (Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes,
2013), además de generar datos estadísticos sobre éstos.
Como podrás observar en las siguientes figuras, esta institución cuenta con publicaciones
especializadas, manuales, comics, libros, folletos y trípticos, con temas como:
Esto en cuanto a prevención por parte de usuarios, pero ¿qué sucede con la
prevención desde un ámbito de competencia público?
Para prevenir es importante diagnosticar, es decir, detectar los peligros a los que el
contexto social se enfrenta. Una vez detectados se deberán tomar cartas en el asunto
y promover medidas que mitiguen los riesgos.
En la siguiente sesión identificarás la interrupción o afectación del suministro de
servicios vitales y algunas medidas preventivas.
Interrupción o afectación del suministro de servicios vitales o infraestructura
estratégica y algunas medidas preventivas
Los servicios básicos son los que se necesitan para vivir de manera cómoda, de acuerdo con
los criterios propuestos por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi): el agua, el drenaje
y el combustible.
Así, la Ley General de Protección Civil en su artículo 2 fracción XXXI nos dice que la
infraestructura estratégica “es aquella que es indispensable para la provisión de bienes y
servicios públicos y cuya destrucción o inhabilitación es una amenaza en contra de la
seguridad nacional” (Secretaría de Gobernación, 2012).
Para entenderlo mejor, la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública en su
artículo 146 dice:
Un ejemplo fue el apagón del 14 de agosto de 2003 en varias ciudades del este de Estados
Unidos y Canadá, donde se vieron afectadas más de 50 millones de personas al
interrumpirse el servicio de energía eléctrica en grandes centros urbanos con una actividad
financiera e industrial importante. Entre las ciudades afectadas se encontraron Nueva York,
Toronto, Ontario, Ottawa y Albany. La interrupción del servicio duró aproximadamente dos
días, sin embargo, varias zonas registraron apagones constantes durante toda una semana,
lo que ocasionó pérdidas económicas millonarias estimadas por el Departamento de
Energía de los Estados Unidos en 6,000 millones de dólares aproximadamente (figuras 20 y
21).
Instrucción: Haz clic en cada imagen para que se muestre su descripción; utiliza las flechas
para ver el resto de las imágenes.
En México, el 26 de febrero de 2002 se registró la suspensión del suministro de energía
eléctrica en los estados de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Yucatán, Campeche y
Quintana Roo debido a una falla en la subestación Temascal-Puebla, ocasionando una
sobrecarga en las líneas de transmisión de las hidroeléctricas Angostura, Chicoasen,
Malpaso, Peñitas y Mérida. El flujo de energía eléctrica quedó suspendido por varias horas,
provocando pérdidas económicas significativas, sobre todo en el sector comercio, servicios
e industria, así como conflictos viales en varias ciudades del sureste mexicano. De igual
forma, el sistema de bombeo de agua potable resultó afectado, ocasionando la interrupción
de este servicio.
r otra parte, en los últimos años ha sido necesaria la interrupción del suministro de agua en
la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), que ha afectado a cerca de cuatro
millones de personas. Estos cortes de agua son producto de los bajos volúmenes de
almacenamiento a causa de la disminución de las lluvias y las fugas en la red en las siete
presas que abastecen el sistema Cutzamala, el cual le aporta al menos el 25% del abasto de
agua potable.
En este caso, la sobreexplotación de los recursos naturales, que es una actividad humana, es
la que provocó la interrupción (ver figura 23).
Por mencionarte a uno de los transportes más importantes por la cantidad de personas que
transportan diariamente, se encuentra el Sistema de Transporte Colectivo Metro, que
transportó durante 2012 a más de 4 millones de personas diariamente en la Ciudad de
México (Sistema de Transporte Colectivo Metro, 2008). La suspensión en este servicio
repercute directamente en la vida cotidiana de miles de habitantes de la Zona Metropolitana
de la Ciudad de México, ocasionando grandes concentraciones de población, ausentismo
laboral y pérdidas económicas significativas
Si bien en México la interrupción de servicios aún no ha provocado un desastre de grandes
proporciones, es probable que en el futuro la escasez de agua, petróleo o alimentos sean
causantes de una crisis no sólo a nivel nacional, sino mundial. En la siguiente tabla se
pueden observar algunas de las causas de interrupción de servicios, las principales
consecuencias que conllevan y los sectores que resultarían mayormente afectados (ver tabla
7).
Son varias las medidas de prevención que se pueden efectuar para mitigar el impacto
económico y social, en cuanto a la interrupción de servicios se refiere.
Lo importante es la elaboración y puesta en marcha de los Programas Internos de
Protección Civil por parte de las empresas y prestadores de servicios, mismos que deben
incluir un plan de continuidad de operaciones, ya que es una obligación institucional que
deben realizar de acuerdo a las normas de protección civil, para que garantice su operación
y su recuperación ante escenarios adversos.
Otra medida preventiva que puede implementarse, al menos en los sectores industria,
transporte y servicios, es la adquisición de plantas eléctricas para emergencias y el uso de
fuentes de energía alternativa y renovable
Por ejemplo, en países como España se cuenta ya con un número significativo de centrales
solares termoeléctricas, tal es el caso de la PS10, misma que produce energía limpia y
estable, capaz de alimentar hasta 5,500 hogares
Otro ejemplo es el uso de las aguas grises, como son las generadas por los procesos de lavado de
utensilios de cocina o ropa, así como por el aseo y baño de las personas, representa una medida
sustancial para el ahorro de agua. Una medida que pudiese ayudar a ahorrar una gran cantidad de
agua es promover en los grandes proyectos de construcción de inmuebles la inclusión obligatoria
de sistemas de tratamiento y reutilización de aguas grises
Como te diste cuenta, sería muy complicado no contar con los servicios considerados como
vitales, y la dificultad que representa para la sociedad la suspensión de este tipo de servicios
y todas las consecuencias económicas que pueden traer consigo. También pudiste aprender
algunas medidas que pueden contribuir a reducir el impacto de la reducción de éstos.
Dentro de los fenómenos de origen socio-organizativo, el siguiente tema se enfoca a la
importancia de conocer algunas fuentes en donde puedes obtener información estadística
que es de suma importancia para crear indicadores sobre la medida en la que nos afectan
este tipo de fenómenos como sociedad.
De igual forma, existe información de otras fuentes como la base de datos EM-DAT de la
Universidad de Lovaina, en Bélgica. Cabe mencionar que la información hemerográfica
debe tomarse con algunas precauciones, ya que en algunas ocasiones se han llegado a
encontrar inconsistencias en cuanto a cifras de daños o muertes se refiere.
Consideraciones importantes
Como revisaste en sesiones anteriores, una masa es el conjunto numeroso de personas con
un objetivo, interés u objeto en común, la cual se solidifica al aparecer un líder, mismo que
incita al contagio, sugestión y, por lo tanto, a la acción (Le Bon, 1986). La masa a su vez
nos refiere a la identidad colectiva y al anonimato, elemento de vital importancia para que
los riesgos conductuales se consoliden.
Un dato interesante es que la masa pierde cualquier razonamiento que a nivel individual se
pudiese tener, debido a que dentro de ella se tiende a exagerar sentimientos y emociones.
Algunos factores como la violencia y situaciones de pánico pueden derivar en emergencias
o desastres.
Existe otro término que debes conocer puesto que no es sinónimo de masa como
coloquialmente suele usarse. Me refiero a la multitud, la cual no tiene un objetivo, ni un
líder común.
Lo que la masa necesita para que el orden sea alterado es un disparador. Por ejemplo, basta
un grito de fuego, sea o no verdad, para que se genere una estampida y mucha gente esté en
posibilidad de resultar lesionada.
Más allá de lograr contener a una masa es importante que aprendas a identificar algunos
factores de riesgo que pueden generar mayor conflicto. Dentro de los riesgos conductuales
destacaremos como nuestros focos rojos a la violencia y el pánico.
De ahí que se vuelve necesario incluir en el Plan de Acción de Protección Civil la detección
de comportamientos sospechosos que pudieran generar violencia. Por ejemplo, cuando se
detecte a un grupo de personas con intención de causar problemas se deberá reportar al
puesto de mando que se integre en el estadio para que la seguridad comience a monitorear
de cerca a dichas personas y de ser necesario separe al líder.
La prevención en este contexto se rige a través de dos cosas: la elaboración del plan de
acción de protección civil y la aplicación de la psicología de las masas. Aunque es
importante comentar que esto no garantiza la eliminación de los riesgos.
Un ejemplo, retomando el caso del News Divine, cuando los empujones aparecieron, los
usuarios se contagiaron e intentaron salir, al no tener capacidad suficiente las salidas de
emergencia, o al no tener las puertas abiertas, la situación se convierte en emergencia. El
punto que nos atañe es que de nada hubiera servido intentar calmar a las personas, el
procedimiento dicta abrir puertas de emergencia en caso de evacuación (mismas que no
deben tener candados, en todo caso cinchos de plástico). Es decir, en una situación de crisis
colectiva se deberá ser muy directivo y decir qué hacer.
En conclusión, la planeación adecuada es la clave para mitigar los riesgos que deriven de
estos fenómenos perturbadores, así como la inclusión del impacto psicológico.
sez
poca prehispánica
Aunque se ha documentado que antes de la predicción instrumental poco se podía hacer
para evitar la fuerza de las tormentas o sus efectos en el comercio o la guerra.
Existe evidencia para argumentar que las culturas prehispánicas de Mesoamérica contaban
con prácticas y estrategias para observar, predecir, reducir los efectos, mitigar los impactos
y obtener beneficios de fenómenos tan extremos como los huracanes, como lo han
documentado algunos antropólogos como Fernando Ortiz desde 1947 (Ortiz, 1987) y
posteriormente Herman Konrad (1985).
Por ejemplo, con la división de tierras y asignación de propietarios fueron bloqueadas las
migraciones naturales y estratégicas de los grupos indígenas asociadas a los impactos de los
huracanes, como las reportadas por Konrad (1985).
Además, fueron abandonados los antiguos pueblos y los indígenas se vieron obligados a
acercarse a las nuevas construcciones españolas. Los representantes indígenas perdieron la
posibilidad de decisión propia ante el nuevo poder peninsular.
De estas maneras fueron controlados los mayas en su espacio, dominados en cuerpo y alma;
manipulados en su consciencia ante la imposición de creencias y modelos imaginarios
distintos e incluso contradictorios para su experiencia. Estas condiciones propiciaron la
construcción de riesgos de desastre y vulnerabilidades entre los mayas, algunas de las
cuales han perdurado a través del tiempo hasta nuestros días, como los incendios, la
exclusión, la tala inmoderada, la marginación y la invisibilidad de sus identidades incluso
cuando se detona un desastre.
n Latinoamérica aún desconocemos la mayoría de desastres ocurridos en tiempos prehispánicos,
pero desde los últimos años del siglo XX se han realizado estudios históricos que abarcan los
tiempos precolombinos y se relacionan con inundaciones, El Niño, sequías, temblores, vulcanismo
y otras manifestaciones naturales, los cuales han sido incorporados en pioneras recopilaciones
históricas de desastres como los volúmenes II y III de Historia y desastres en América Latina.
Los estudios sobre respuestas sociales ante desastres en periodos precolombinos han sido
construidos con base en información obtenida en vestigios arqueológicos, códices, relaciones
administrativas, crónicas y fábulas o historias locales que contienen información y permiten
proponer algunas hipótesis. Por ejemplo, como parte de sus indagaciones, la historiadora María
Eugenia Petit-Brehuilt planteó la hipótesis de que las fuerzas de la naturaleza han sido el punto de
partida para una larga serie de tradiciones (Petit-Brehuilh, 2006) y consideró que la geodinámica
ha marcado la vida cotidiana y a la sociedad. Reflexionó que los desastres han pervivido en los
mitos cosmogónicos y en los relatos indígenas legendarios, es decir, en la memoria colectiva de
estos pueblos en forma de leyendas. Así, indagó en la tradición oral para explicar cómo se ha
perpetuado en las narraciones la historia local desastrosa y en ella identificó los antecedentes de
las ancestrales relaciones sociales con el medio ambiente.
Las manifestaciones de los volcanes fueron muy conocidas para los grupos indígenas, en el
Caribe los indígenas rendían ritual al dios Chirakán, a quien reconocían sus
manifestaciones violentas. Las experiencias ancestrales se manifiestan actualmente en
tradiciones que algunos antropólogos han recogido en los pueblos indígenas que viven
asentados en torno a volcanes como el Popocatépetl (Glockner, 2000).
Periodo post-independencia
Por lo anterior, las juntas de socorro que se realizaron en diversos estados para paliar los
impactos desastrosos constituyen parte de los antecedentes del Consejo Nacional de
Protección Civil
Para María de la Cruz Labarthe Ríos, después de los daños causados por la inundación del
18 de junio de 1888 en León, Guanajuato, se conformó una Junta Local de Socorros. Esta
Junta era apoyada por el presidente Díaz y era la encargada de canalizar lo que recibía del
exterior en alimento, vestido y dinero. La Junta Local de Socorro, a través de un boletín, se
encargó de dar cuenta detallada de los donantes y de cómo fue distribuido lo recaudado en
las campañas promovidas para ayudar a los damnificados.
Por su parte, el historiador Elino Villanueva González (2004) identificó que después del
desastre detonado por el ciclón del 30 de septiembre de 1895 en varias comunidades desde
San José del Cabo hasta las cercanías de Loreto en Baja California Sur “la jefatura del
Distrito Sur estableció una Junta Central de Socorro […] la cual avocó a gestionar apoyo
económico a favor de quienes resultaron afectados por la tempestad” (Villanueva, 2004). El
autor hace énfasis en la importancia del servicio telegráfico, pues aunque en aquellos
tiempos era deficiente, el gobierno y la Junta Central de Socorro pudieron establecer
comunicación con el Presidente de la República y, además, solicitar ayuda a los gobiernos
de los estados del país.
De acuerdo con la autora, esta Junta era la encargada de buscar la manera de obtener fondos
y resolver cuáles eran las primeras necesidades urgentes de remediar.
En los ejemplos mencionados, es notable que existe en las diversas juntas cierta
organización, arreglos, coordinación y una estructura colectivas con instrumentos de acción
como el boletín, las listas de apoyo y entrega de recursos como medicinas, alimentos,
dinero y ropa. Las juntas de socorro realizaban distintas actividades, como organizar la
distribución de apoyos federales, acopio de alimentos y medicinas para entregarlas a los
damnificados, kermeses, peleas de gallos, corridas de toros, obras teatrales y colectas para
reunir dinero y apoyar a los más afectados. La integración de la Junta de Socorros hacía
evidente la urgencia de la participación de las fuerzas armadas para salvar a las víctimas y
ayudar en la rehabilitación de algunos servicios. De esta manera se pedía apoyo a los
batallones para que intervinieran en auxilio de la población.
Desde el siglo XVIII y hasta 1890, en las mayores ciudades se contrató a servidores públicos que se
encargaban de vigilar las calles para evitar delitos, pero también para alertar incendios y mitigar
sus impactos lamentables. A estos trabajadores se les conoció como serenos, ya que mientras
realizaban su labor se serenaban en las calles y debido a que sus actividades terminaban a las
cuatro de la mañana. Entre otras funciones, también se les encomendaba participar en el combate
de los incendios, pero sobre todo en dar la alarma para responder con prontitud y disminuir las
pérdidas. Sus servicios fueron muy bien conocidos y a fines del siglo XIX pasaron a ser parte de la
policía auxiliar, cuando se sustituyó el alumbrado público con gas. Esta figura pública fue
importada de España, donde sigue vigente hasta nuestros días en algunas ciudades.
Durante 4 siglos, los bomberos fueron muy necesarios para evitar los incendios producidos por las
prácticas que dependían del fuego en los hogares para diversas labores cotidianas. El fuego se
propagaba en algunas ciudades con gran rapidez en las casas construidas con materiales
artesanales como zacate, carrillo, tejamanil y múltiples maderas. Por lo anterior, los antecedentes
de la protección civil pueden notarse en ciertas manifestaciones y objetivos de los cuerpos de
bomberos, los cuales tenían por misión proteger las propiedades civiles e institucionales y
salvaguardar la integridad de las vidas humanas. Debido a su función tan necesaria, los bomberos
constituyeron uno de los primeros grupos de ayuda civil reconocidos por las más altas
autoridades. Sus funciones eran reglamentadas en México por los virreyes.
Durante la gestión del presidente Benito Juárez fue creado el primer cuerpo de bomberos de
la Ciudad de México, debido a que se presentó un incendio en la Plaza Santo Domingo y
los voluntarios no contaron con el equipamiento necesario ni con agua para extinguirlo.
Estos constituyen los más claros antecedentes de lo que hoy denominamos Protección Civil
(Garza, 2001).
Desde la primera década del siglo XX se contó en México con el apoyo de la Asociación Mexicana
de la Cruz Roja en situaciones de emergencia. El 5 de julio de 1909 fue organizada la primera mesa
directiva de la Cruz Roja y el gobierno de Porfirio Díaz y el Congreso de la Unión reconocieron a la
institución por su utilidad pública. No en todos los estados de la República se contó con una
representación, pero gradualmente la necesidad de enfrentar distintos desastres y apoyar a la
población afectada contribuyó en la conformación de los grupos estatales y municipales. Por su
parte, los bomberos construyeron un reglamento, el cual fue reconocido en la Ciudad de México
en el año de 1927.
Otro de los antecedentes más directos con la protección civil proviene del año de 1942,
cuando el gobierno federal declaró la guerra a los países del Eje y en el Diario Oficial de la
Federación instituyó el servicio de protección de la población contra agresiones aéreas.
Durante la llamada Guerra Fría, posterior al fin de la Segunda Guerra Mundial, se comenzó
a dar forma al modelo militarizado de respuesta a emergencias que impera en nuestros días.
En 1966, a consecuencia del desbordamiento del Río Pánuco, que detonó un desastre en
poblaciones de Veracruz y Tamaulipas, el Gobierno Federal solicitó a la Secretaría de
Defensa Nacional hacerse cargo de las operaciones de rescate y asistencia a la población.
La secretaría elaboró un plan de intervención con base en un protocolo, que derivó en el
actual Plan DN-III-E, el cual expone las medidas de emergencia para auxiliar a la población
civil en casos de desastre, mediante acciones de rescate, evacuación, prestar atención
médica y asistencial, protección y mantenimiento del orden en zonas afectadas.
Este plan incluye etapas de preparación y prevención con acciones específicas como planear la
coordinación, ubicación e identificación de instalaciones y zonas de riesgo, supervisión en el uso
de explosivos, monitoreo de los fenómenos hidrometeorológicos e implementación de medidas
para disminuir los riesgos
En el Plan DN-III-E, el Presidente de la República es el único facultado para instruir que se aplique
el Plan.
La organización del SIPROR se integró por una dirección y dos subdirecciones, una de
prevención y otra de atención de emergencias, además de contar con un centro de
operaciones. Orgánicamente el SIPROR quedó originalmente adscrito a la Secretaría
General de Protección y Vialidad; sin embargo, después de los sismos de 1985, el SIPROR
se convirtió en la Dirección de Protección Civil, pasando a depender de la Dirección
General de Gobierno del Departamento del Distrito Federal.
A pesar de contar con instancias para la atención de emergencias, éstas no tuvieron una
actuación efectiva frente a la magnitud del evento y el Estado se vio en la necesidad de
pedir ayuda a organismos sociales y privados, nacionales e internacionales, pero también
pudo comprobar que no tenía capacidad para coordinar este tipo de ayuda (Mansilla, 1996).
A su vez fueron creados diez subcomités. Al comité de prevención de seguridad civil se le instruyó
la tarea de diseñar los lineamientos para el establecimiento del SINAPROC.
El SINAPROC fue concebido entonces como un conjunto orgánico y articulado de estructuras,
relaciones funcionales, métodos y procedimientos que establecen las dependencias y entidades
del sector público entre sí, con las organizaciones de los diversos grupos sociales y privados, así
como con las autoridades de los estados y municipios, a fin de efectuar acciones de común
acuerdo destinadas a la protección de los ciudadanos contra los peligros y riesgos que se
presentan en la eventualidad de un desastre.
En cuanto a la estructura del SINAPROC, se crearon tres tipos de organización: una consultiva, una
ejecutiva y otra participativa.
La primera comprende a los consejos, la segunda constituye el órgano normativo que es la propia
Secretaría de Gobernación, cuya responsabilidad consiste en aplicar el SINAPROC, a través de la
Subsecretaría de Protección Civil y de Prevención y Readaptación Social, de donde depende ésta
de la Dirección General de protección Civil, creada el 13 de febrero de 1989. El propósito de esta
Dirección General es fundamentalmente: Integrar, coordinar y supervisar el SINAPROC, para
garantizar mediante una adecuada planeación la protección, el auxilio y rehabilitación de la
población y de su circunstancia frente a situaciones de desastre; igualmente, proponer planes,
políticas y estrategias para el desarrollo y aplicación de programas específicos de Protección Civil y
establecer sistemas de coordinación con las dependencias y entidades de la Administración
Pública Federal, para alcanzar sus objetivos. La organización interna de esta Dirección General
para cumplir con dicho objetivo se compone a su vez por tres direcciones: una de coordinación,
otra técnica y otra de operación.
Para su construcción se contó con el apoyo económico y técnico del Gobierno de Japón y de la
UNAM, quien cedió el terreno y proporcionó personal académico y técnico. El Objetivo del
CENAPRED es “promover la aplicación de tecnologías para la prevención y mitigación de desastres,
promover la capacitación profesional y técnica en la materia y difundir medidas de preparación y
auto protección entre la sociedad mexicana expuesta a la contingencia de un desastre”
(CENAPRED, 2007).
El Sistema Nacional de Protección Civil cuenta con un Consejo Nacional de Protección Civil que
funciona como órgano consultivo de coordinación de acciones y de participación social en la
planeación de la Protección Civil.
Dicho consejo actualmente es el órgano de mayor jerarquía dentro del SINAPROC y es presidido
por el propio Presidente de la República, también participan en calidad de Secretario Ejecutivo el
titular de la Secretaría de Gobernación, un secretario técnico que es el Coordinador Nacional de
Protección Civil, así como también está integrado por los titulares de todas las secretarías de
estado.
Las acciones específicas que cada una de ellas aplica en el caso de desastres se encuentran
establecidas en los reglamentos internos de cada dependencia.
Lo relevante de estos dos casos es que las instancias militares han estado siempre presentes
a lo largo de la historia de los desastres ocurridos en México, antes e incluso después de la
creación del Sistema Nacional de Protección Civil.
El papel que juegan y la presencia misma de las fuerzas armadas presentan diferentes
matices en cada desastre, y se determina por la magnitud del mismo. En el caso de desastres
de pequeña o mediana magnitud intervienen en forma inmediata, aunque de manera un
tanto moderada; sin embargo, cuando se trata de desastres de gran magnitud, son las
instancias militares las que mantienen bajo control la situación y su presencia se revela con
mayor intensidad
En 1995 El SINAPROC también cuenta con comités científicos asesores y funcionan como
órganos técnicos de consulta en la prevención de desastres asociados a diversos fenómenos.
En ellos emiten opiniones y recomendaciones fundamentalmente para que el CENAPRED
implemente la toma de decisiones en la respuesta a desastres (Garza, 1998). En este año
también los estados de Veracruz y Yucatán publicaron sus leyes estatales de Protección
Civil
En 1996 En febrero se publicó la primera Ley de Protección Civil para el Distrito Federal.
En 2000 En mayo de ese año fue publicada la primera Ley General para la Protección Civil.
Además de la Ley General para la Protección Civil, otras leyes han sido complementarias al
ejercicio del SINAPROC, por ejemplo:
Esta Ley es considerada como el principal sustento legal para los planes y programas de protección
civil. Sin embargo, al igual que toda la legislación mexicana, es de carácter muy general y, a partir
de las últimas modificaciones que sufre, en el año de 1993, solamente se hacen algunas
menciones sobre la prevención de desastres, fundamentalmente dirigidas hacia la protección del
medio ambiente y con una política de manejo de la problemática a través de los tres niveles de
gobierno (federal, estatal y municipal), cancelando con ello la instrumentación de una política de
alcance nacional (Diario Oficial de la Federación, 21 de julio de 1993).
formas. La nueva Ley incluyó consideraciones importantes, como catalogar como delito
grave permitir asentamientos humanos o construcción de infraestructura en zonas de
riesgo (no seguras).
Con la nueva Ley también fue creado el Comité Nacional de Emergencias para coordinar
situaciones o desastres que pongan en riesgo a la población, sus bienes y su entorno. El Comité es
presidido por el titular de la Secretaría de Gobernación. El Comité convocará a sesión cuando se
presente alguna situación de emergencia o desastre, o cuando la probabilidad de afectación sea
muy alta, poniendo en inminente riesgo a grandes núcleos de población e infraestructura del país.
La nueva Ley también establece que la SHCP proveerá los recursos financieros para la atención de
emergencias y desastres. La Ley entró en vigor el 7 de junio de 2012 y cuenta con 94 artículos en
18 capítulos.
Protección Civil es dar cumplimiento a una serie de tareas humanitarias surgidas a partir de los
convenios de Ginebra de 1949. La Protección Civil pretende proteger a la población contra los
peligros bélicos y las catástrofes; y además, ayudar a sociedad a recuperarse de los impactos y
facilitar las condiciones para la supervivencia. Las acciones fundamentales son:
1. Servicio de alarma
2. Evacuación
3. Habilitación y organización de refugios
4. Aplicación de medidas de seguridad
5. Salvamento
6. Servicios sanitarios, incluidos los de primeros auxilios
7. Lucha contra incendios
8. Detección y señalamiento de zonas peligrosas
9. Descontaminación y medidas similares de protección
10. Provisión de alojamiento y abastecimientos de urgencia
11. Ayuda en caso de urgencia para el restablecimiento y el mantenimiento del orden en
zonas damnificadas
12. Medidas de urgencia para el restablecimiento de los servicios públicos
indispensables
13. Servicios funerarios de urgencia
14. Asistencia para la preservación de los bienes esenciales para la supervivencia
15. Actividades complementarias necesarias para el desempeño de cualquiera de las
tareas mencionadas, incluyendo entre otras cosas la planificación y la organización
16. captura y combate de animales peligrosos
Campo de acción
El personal que labora en Protección Civil debe comprender que las características de su
desempeño exigen de su función el compromiso institucional y social, la capacidad creativa
para resolver problemas con inmediatez y para advertir escenarios riesgosos para la
población, improvisación para reaccionar de la manera adecuada en situaciones extremas,
liderazgo ante sus compañeros de trabajo y ante la sociedad por medio de su ejemplo,
trabajo en equipo con el personal de su dependencia y con los representantes de todos los
sectores productivos o académicos, sinergia con las propuestas que se plantean para el bien
de la sociedad por medio de las instituciones gubernamentales y civiles, honradez en su
profesión, lealtad para respaldar la soberanía nacional, honestidad en su ejercicio
profesional y humildad en sus éxitos y fracasos.
Puntos clave:
Después de las grandes guerras, la humanidad se dio cuenta del poder destructivo del
humano sobre el medio ambiente y sobre la misma especie. Por ello, gestionó la formación
de instituciones y organizaciones que protejan la vida humana, los derechos de las víctimas
y el patrimonio de la humanidad. Igualmente, los estados asumieron su responsabilidad en
la protección de los ciudadanos y entonces fue necesario oficializar las labores de atención
a emergencias, distribución de bienes y ayudas para los damnificados tras sucesos
desastrosos. Así han surgido diversas instituciones y grupos voluntarios como la OTAN,
ONU, Cruz Roja, Bomberos y, en particular, en México el Sistema Nacional de Protección
Civil (SINAPROC).
Por medio del SINAPROC, el Gobierno Federal coordina todos los esfuerzos colectivos por
mejorar la respuesta a desastres por medio de distintos programas, tales como el Fondo
Nacional de Desastres Naturales (Fonden) y Fondo de Prevención de Desastres Naturales
(Fopreden). Dichos programas tienen distintos objetivos, pero son complementarios y
contribuyen con las etapas de rehabilitación, reconstrucción, preparación y prevención.
Aunque aún impera el modelo de reacción ante emergencias, actualmente se transita hacia
un enfoque más preventivo, el cual reducirá los costos de los impactos de las amenazas
naturales y antrópicas, pero sobre todo el número de pérdidas humanas por medio de la
planeación estratégica, la previsión de escenarios desastrosos y la reducción de
vulnerabilidades tanto físicas como sociales. Por lo anterior, en el SINAPROC confluyen
diversas instituciones, secretarías de estado, dependencias y grupos de voluntarios, quienes
con amplia experiencia, vocación de servicio y capacitación profesional, enfrentan las
distintas amenazas y protegen la vida de cada uno de los ciudadanos mexicanos.