Psicoterapia Gestalt Teoria
Psicoterapia Gestalt Teoria
Psicoterapia Gestalt Teoria
Atreverse a crecer
El precio para lograr el proceso de maduración es aceptar con honestidad las
situaciones desagradables. No crecemos porque los miedos nos atenazan en un
estado de infantilismo y nos impide buscar alternativas para dar respuestas a las
dificultades que se nos plantean. Podríamos plantear que se trata de “tomar el
toro por los cuernos”, con la conciencia que cada torero tiene su peculiar forma de
torear los envistes de sus propias vivencias. El terapeuta no tiene una función
interpretativa, como en el psicoanálisis, sino una tarea cuestionadora. Como la
mayéutica, que nos legó Sócrates, se trata de sacar a la luz todo aquello que nos
pertenece, tanto las alegrías como las tristezas, a través de preguntas. Con las
preguntas se trata de “mirar desde un determinado punto de observación” para
descubrir nuevas perspectivas de la realidad propia y ajena. Una vez hemos sido
capaces de ver nuevas perspectivas se trata de tomar las decisiones, de ser
protagonistas de nuestro propio guión de vida.
El proceso de crecimiento
Todos hemos experimentado necesidades simultáneas y hemos prestado
atención preferente a aquella que nos resulta más indispensable para sobrevivir.
Ciertamente, podemos encontrar personas que en nombre de la libertad de su
pueblo o la lucha contra los infieles sea capaz de sacrificar su propia existencia
biológica, pero habitualmente parece que hay dos tendencias básicas en toda
criatura viva: sobrevivir y crecer. Así, que en un momento dado pueden concurrir
varias necesidades la vez y darse en el ambiente varios elementos para satisfacer
alguna de ellas y no darse elementos para satisfacer otras.
Heráclito comprendió el flujo vital cuando sentenció “que no puedes bañarte dos
veces en el mismo río”. No podemos bañarnos en las mismas aguas, aunque si
podemos darnos cuenta –awareness- de las aguas que surcamos y, en gran
medida, somos responsables de nuestra singladura. Mientras nadamos vamos
satisfaciendo nuestras necesidades, a la vez que alimentamos nuestra chepa de
sinsabores. Nuestra chepa de sinsabores se nutre de las necesidades no
cubiertas o de las interrupciones en el ciclo gestáltico de satisfacción de
necesidades.
Vivir en el ahora.
Vivir en el aquí.
Expresarse o comunicar.
No aceptar ningún "debería", más que los propios, impuestos por uno
mismo en base a nuestras necesidades y experiencias.
Bibliografía