Psicoterapia Gestalt Teoria

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Psicoterapia Gestalt: conceptos, principios y técnicas

 Lic. César Vásquez Olcese

Gestalt es un término alemán, sin traducción directa al castellano, pero que


aproximadamente significa "forma", "totalidad", "configuración". La forma o
configuración de cualquier cosa está compuesta de una "figura" y un "fondo". Por
ejemplo, en este momento para usted, las letras constituyen la figura y los
espacios en blanco forman el fondo; aunque esta situación puede invertirse y lo
que es figura puede pasar a convertirse en fondo.
El fenómeno descrito, que se ubica en el plano de la percepción, también
involucra a todos los aspectos de la experiencia. Es así como algunas situaciones
que nos preocupan y se ubican en el momento actual en el status de figura,
pueden convertirse en otros momentos, cuando el problema o la necesidad que la
hizo surgir desaparecen, en situaciones poco significativas, pasando entonces al
fondo. Esto ocurre especialmente cuando se logra "cerrar" o concluir una Gestalt;
entonces ésta se retira de nuestra atención hacia el fondo, y de dicho fondo surge
una nueva Gestalt motivada por alguna nueva necesidad. Este ciclo de abrir y
cerrar Gestalts (o Gestalten, como se dice en alemán) es un proceso permanente,
que se produce a lo largo de toda nuestra existencia. El Enfoque Gestáltico (EG)
es un enfoque holístico; es decir, que percibe a los objetos, y en especial a los
seres vivos, como totalidades. En Gestalt decimos que "el todo es más que la
suma de las partes". Todo existe y adquiere un significado al interior de un
contexto específico; nada existe por sí solo, aislado.
El EG es esencialmente una forma de vivir la vida con los pies bien puestos en la
tierra. No pretende encaminar al individuo por el camino de lo esotérico o de la
iluminación. Es un modo de llegar a estar en este mundo en forma plena, libre y
abierta; aceptando y responsabilizándonos por lo que somos, sin usar más
recursos que apreciar lo obvio, lo que ES. El EG es en sí mismo un estilo de vida;
de allí que sea más adecuado denominarlo "enfoque", que es un término más
amplio, en lugar de "terapia", que restringe sus posibilidades de aplicación a lo
clínico.
Qué es la psicoterapia Gestalt
Es uno de los modelos encuadrados en el movimiento de psicología humanista.
Fritz Perls, el iniciador, la define como la filosofía de lo obvio, en cuanto su
objetivo es captar lo que es evidente en un momento dado. Frecuentemente se le
asocia expresiones como “terapia de darse cuenta”, “terapia de contacto” o
“terapia del aquí y ahora”. Así, el objetivo primordial consiste en ayudar a la
persona a que tome consciencia (tanto a nivel cognitivo como emocional) de
cómo esquiva una parte de una realidad, que le puede parecer traumática. La
función del terapeuta será disponer a la persona a enfrentar cosas desagradables,
es decir ayudarle para que adquiera un buen contacto con su realidad.
Para la terapia Gestalt el terapeuta es su propio instrumento y, a su vez, prioriza
la improvisación por encima de un corpus de técnicas de intervención pautadas y
corroboradas experimentalmente. La insistencia en que la terapia es tanto un arte
como una ciencia presupone que la improvisación y la creatividad están al servicio
de los fines terapéuticos, y se necesitan no sólo la intuición del terapeuta, sino la
asimilación de un profundo conocimiento teórico que permita emerger esa
intuición de forma adecuada.

La finalidad del modelo es madurar


El fin de la terapia es crecer y madurar. Podríamos comprender que madurar es
seguir el consejo de Píndaro, “llegar a ser lo que eres”. Perls describe el proceso
de maduración diciendo que se trata “de convertir a las personas de cartón en
personas de verdad”. Rank entiende a la persona madura como el “artista
creador” o Erich Fromm como una persona que vive desde el “ser” y no desde el
“tener”, en definitiva una persona madura es un “líder sin ser rebelde” (Fritz Perls)
y como es capaz de vivir en relación a su propio centro no necesita vivir
apoyándose en cosas.

Atreverse a crecer
El precio para lograr el proceso de maduración es aceptar con honestidad las
situaciones desagradables. No crecemos porque los miedos nos atenazan en un
estado de infantilismo y nos impide buscar alternativas para dar respuestas a las
dificultades que se nos plantean. Podríamos plantear que se trata de “tomar el
toro por los cuernos”, con la conciencia que cada torero tiene su peculiar forma de
torear los envistes de sus propias vivencias. El terapeuta no tiene una función
interpretativa, como en el psicoanálisis, sino una tarea cuestionadora. Como la
mayéutica, que nos legó Sócrates, se trata de sacar a la luz todo aquello que nos
pertenece, tanto las alegrías como las tristezas, a través de preguntas. Con las
preguntas se trata de “mirar desde un determinado punto de observación” para
descubrir nuevas perspectivas de la realidad propia y ajena. Una vez hemos sido
capaces de ver nuevas perspectivas se trata de tomar las decisiones, de ser
protagonistas de nuestro propio guión de vida.

El proceso de crecimiento
Todos hemos experimentado necesidades simultáneas y hemos prestado
atención preferente a aquella que nos resulta más indispensable para sobrevivir.
Ciertamente, podemos encontrar personas que en nombre de la libertad de su
pueblo o la lucha contra los infieles sea capaz de sacrificar su propia existencia
biológica, pero habitualmente parece que hay dos tendencias básicas en toda
criatura viva: sobrevivir y crecer. Así, que en un momento dado pueden concurrir
varias necesidades la vez y darse en el ambiente varios elementos para satisfacer
alguna de ellas y no darse elementos para satisfacer otras.
Heráclito comprendió el flujo vital cuando sentenció “que no puedes bañarte dos
veces en el mismo río”. No podemos bañarnos en las mismas aguas, aunque si
podemos darnos cuenta –awareness- de las aguas que surcamos y, en gran
medida, somos responsables de nuestra singladura. Mientras nadamos vamos
satisfaciendo nuestras necesidades, a la vez que alimentamos nuestra chepa de
sinsabores. Nuestra chepa de sinsabores se nutre de las necesidades no
cubiertas o de las interrupciones en el ciclo gestáltico de satisfacción de
necesidades.

El ciclo gestáltico de satisfacción de necesidades


El ciclo gestáltico tiene siete fases. La fase de las sensaciones es una fase
corporal y pasiva, que se define por los estímulos que afectan a nuestros
sentidos. La segunda fase es la de conciencia, en donde se interpretan las
sensaciones e intervienen factores cognitivos y emocionales. La tercera fase es la
de energitización en la cual surgen una serie de elementos volitivos y afectivos
que energetizan al sujeto, a través del movimiento interno emocional,
presionándolo hacia la consecución de la meta. La cuarta fase es la de la acción
en la que el sujeto pretende un cambio en relación con el ambiente. La quinta fase
es la de contacto, en ella se produce el encuentro intenso con el elemento del
ambiente que se había seleccionado. La sexta fase es la de satisfacción, que una
vez se ha satisfecho la necesidad aparece una sensación de homeostasis, calma
y consumación del proceso con la resolución del problema. Por último, la fase de
retirada en donde se produce una mutación energética que conduce al abandono
del objeto de contacto, es decir, un especie de “digestión de la experiencia”.
Bases de la psicoterapia Gestalt
El EG ha recibido la influencia de las siguientes corrientes:

 El psicoanálisis de Freud, retomando y reformulando su teoría de los


mecanismos de defensa y el trabajo con los sueños.

 La filosofía existencial, de la que rescata la confianza en las


potencialidades inherentes al individuo, el respeto a la persona y la
responsabilidad.

 La fenomenología, de la que toma su apego por lo obvio, por la experiencia


inmediata y por la toma de conciencia (insight).

 La psicología de la Gestalt, con su teoría de la percepción (figura-fondo,


Ley de la buena forma, etc.).

 Las religiones orientales, y en especial el Budismo Zen.

 El psicodrama, de J.L. Moreno, del que adopta la idea de dramatizar las


experiencias y los sueños.

 La teoría de la coraza muscular de W. Reich.

 La teoría de la Indiferencia Creativa, de Sigmund Friedlander, de la que


extrae su teoría de las polaridades.
El EG no es sólo la suma o la yuxtaposición de las doctrinas y enfoques antes
mencionados, sino su integración creativa, su elevación a un nuevo plano, llevada
a cabo por FRITZ PERLS, creador del Enfoque Gestáltico.
El hecho de darse cuenta (Awareness)
Este es el concepto clave sobre el que se asienta el EG. En pocas palabras darse
cuenta es entrar en contacto, natural, espontáneo, en el aquí y ahora, con lo que
uno es, siente y percibe. Es un concepto semejante en algo al de insight, aunque
es más amplio; una especie de cadena organizada de insights. Existen
tres Zonas del Darse Cuenta:

 El darse cuenta del mundo exterior: Esto es, contacto sensorial con


objetos y eventos que se encuentran fuera de uno en el presente; lo que en este
momento veo, toco, palpo, degusto o huelo. Es lo obvio, lo que se presenta de
por sí ante nosotros. En este momento veo mi lapicero deslizándose sobre el
papel formando una palabra, escucho el ruido de los carros pasando por la
avenida, huelo el perfume de una joven que pasa por mi lado, siento el sabor de
una fruta en mi boca.

 El darse cuenta del mundo interior: Es el contacto sensorial actual con


eventos internos, con lo que ocurre sobre y debajo de nuestra piel. Tensiones
musculares, movimientos, sensaciones molestas, escozores, temblores,
sudoración, respiración, etc. En este momento siento la presión de mi dedo
índice, mayor y pulgar sobre mi lapicero al escribir; siento que deposito el peso
de mi cuerpo sobre mi codo izquierdo; siento mi corazón late, que mi respiración
se agita, etc.

 El darse cuenta de la fantasía, la Zona Intermedia (ZIM): Esto incluye


toda la actividad mental que transcurre más allá del presente: todo el explicar,
imaginar, adivinar, pensar, planificar, recordar el pasado, anticiparse al futuro,
etc. En este momento me pregunto qué haré mañana en la mañana, ¿será algo
útil, bueno?. En Gestalt todo esto es irrealidad, fantasía. Aún no es el día de
mañana, y no puedo saber y decir NADA acerca de ello. Todo está en mi
imaginación; es pura y simple especulación, y lo más saludable es asumirlo como
tal.
El aquí y el ahora
Es realmente difícil aceptar que todo existe en el presente momentáneo. El
pasado existe e importa tan sólo como parte de la realidad presente; cosas y
recuerdos acerca de los cuales pienso ahora como pertenecientes al pasado. La
idea del pasado es útil algunas veces, pero al mismo tiempo no debo perder de
vista eso, que es una idea, una fantasía que tengo ahora. Nuestra idea del futuro
es también una ficción irreal, aunque algunas veces de utilidad, cuando lo
asumimos como un ensayo y sólo como eso. Tanto nuestra idea del futuro como
nuestra concepción del pasado se basa en nuestra comprensión del presente. El
pasado y el futuro son nuestras concepciones acerca de lo que precedió al
momento presente y lo que presagiamos que seguirá a lo actual. Y todo este
adivinar ocurre AHORA.
El ahora es el presente, aquello de lo que me doy cuenta. Ya sea que estemos
recordando o anticipando, lo estamos haciendo ahora. El pasado ya fue, el futuro
aún no llega. Es imposible que nada exista excepto el presente. Mencionó el
ejemplo que alguien medio una vez: si coloco un disco en el fonógrafo, el sonido
aparece cuando el disco y la aguja hacen contacto. No antes...ni después. Si
pudiéramos borrar el pasado inmediato o la anticipación de lo que vendrá de
inmediato, nos sería difícil entender la música del disco que estamos escuchando.
Pero si borramos el ahora, entonces no hay nada. De modo que no importa si
estamos recordando o anticipando, de todas maneras lo hacemos en el aquí y
ahora.
Cambiamos el
Al preguntar por qué lo único que se consigue es alguna racionalización o
"explicación". El por qué acarrea una explicación ingeniosa, jamás un
entendimiento cabal. Además, nos aleja del aquí y ahora y nos introduce en el
mundo de la fantasía; nos saca de lo obvio para teorizar. Perls consideraba que
las palabras, cuando se utilizan para "explicar" y alejarse de lo evidente o de la
realidad, son más una carga que algo útil. El las comparaba con el excremento.
En el EG distinguimos tres tipos de "blá, blá, blá": Caca de Gallina, que vienen a
ser los comentarios superficiales, los clisés (buenos días, qué gusto de verlo, qué
lindo día, etc.); Caca de Toro, esto es, "por qué", racionalizaciones, excusas,
conversación amena pero inauténtica, etc.; y Caca de Elefante, cuando
"filosofamos", hablamos de "la vida", teorizamos sobre el Enfoque Gestáltico sin
vivirlo, explicamos el por qué de la sociedad y el mundo, etc.
El por qué sólo nos conduce a interminables y estériles investigaciones de la
causa. Si se hacen la pregunta por el cómo, estamos mirando la estructura,
estamos viendo lo que ocurre, lo obvio; preocupándose por un entendimiento más
profundo del proceso. El cómo nos da perspectiva, orientación. El cómo nos
muestra que una de las leyes básicas, la de la identidad de estructura y función,
es válida. Si cambiamos las estructura, la función cambia. Si cambiamos la
función, la estructura cambia. Los pilares sobre los que se apoya el EG son: el
aquí y ahora y el cómo. Su esencia está en la comprensión de estas dos palabras.
Vivir en el ahora tratando de darnos cuenta cómo lo hacemos.
Las
El objetivo principal de la Terapia Gestáltica es lograr que las personas se
desenmascaren frente a los demás, y para conseguirlo tienen que arriesgarse a
compartir sobre sí mismos; que experimenten lo presente, tanto en la fantasía
como en la realidad, en base a actividades y experimentos vivenciales. El trabajo
se especializa en explorar el territorio afectivo más que el de las
intelectualizaciones (ZIM). Se pretende que los participantes tomen conciencia de
su cuerpo y de cada uno de sus sentidos. La filosofía implícita en las reglas es
proporcionarnos medios eficaces para unificar pensamiento y sentimiento. Tienen
por designio ayudarnos a sacar a luz las resistencias, a promover una mayor toma
de conciencia, a facilitar el proceso de maduración. Se busca también ejercitar la
responsabilidad individual, la "semántica de la responsabilidad". Algunas de estas
reglas pueden ser aplicadas como pautas para la terapia individual; sin embargo,
su empleo principal se da en la terapia de grupo, en los grupos de encuentro. Las
principales reglas son las siguientes:

 El principio del ahora: Este es uno de los principios más vigorosos y más


fecundos de la TG. Con el fin de fomentar la conciencia del ahora, y facilitar así el
darse cuenta, sugerimos a la gente que comunique sus experiencias en tiempo
presente. La forma más efectiva de reintegrar a la personalidad las experiencias
pasadas es traerlas al presente, actualizarlas. Hacer que el sujeto se sitúe allí en
fantasía y que haga de cuenta que lo pasado está ocurriendo ahora. Para ello
hacemos preguntas como las siguientes: ¿De qué tienes conciencia en este
momento? ¿De qué te das cuenta ahora? ¿A qué le tienes miedo ahora? ¿Qué
estás evitando actualmente? ¿Cómo te sientes en este momento? ¿Qué deseas?

 La relación Yo-Tú: Con este principio procuramos expresar la idea de que


la verdadera comunicación incluye tanto al receptor como al emisor. Al preguntar
¿A quién le estás diciendo eso? se le obliga al sujeto a enfrentar su renuencia a
enviar el mensaje directamente al receptor, al otro. De este modo suele
solicitársele al paciente que mencione el nombre de la otra persona; que le haga
preguntas directas ante cualquier duda o curiosidad; que le exprese su estado de
ánimo o sus desacuerdo, etc. Se busca que tome conciencia de la diferencia que
hay entre "hablarle a" su interlocutor y "hablar" delante de él. ¿En qué medida
estás evitando tocarlo con tus palabras? ¿Cómo esta evitación fóbica para el
contacto se expresa en tus gestos, en el tono de tu voz, en el rehuir su mirada?

 Asumir la propiedad del lenguaje y la conducta, o sea,


responsabilizarse de lo que se dice y/o se hace. Esto se vincula directamente con
el lenguaje personal e impersonal. Es común que para referirnos a nuestro
cuerpo, a nuestras acciones o emociones, utilicemos la 2º ó 3º persona. "Me
causas pena" en lugar de "Yo siento pena"; "Mi cuerpo está tenso" en lugar de
"Yo estoy tenso", etc. Merced al simple recurso de convertir el lenguaje
impersonal en personal aprendemos a identificar mejor la conducta y a asumir la
responsabilidad por ella. Como consecuencia, es más probable que el individuo
se vea más como un ser activo, que "hace cosas", en lugar de creerse un sujeto
pasivo, al que "le suceden cosas". Las implicancias para la salud mental y para
dejar atrás nuestras “neurosis” son obvias.

 En Gestalt está prohibido decir "no puedo"; en su lugar se debe decir


"no quiero", esto es, ser asertivo. Ello debido a que muchas veces el sujeto se
niega a actuar, a experimentar, a entrar en contacto, descalificándose antes de
intentarlo siquiera. No se puede obligar a la persona a hacer algo que no desea,
pero sí se le puede exigir responsabilidad, a asumir las consecuencias de su
decisión evasiva, para lo cual un honesto "no quiero" es lo más adecuado. Del
mismo modo, también deben evitarse o hacer que el paciente se de cuenta de
sus "peros", "por qués", "no sé", etc. Hay que recordar que en el ser humano el
lenguaje es uno de los medios de evitación por excelencia: se puede hablar de
todo y no entrar en contacto con nada, poner entre nosotros y la realidad una
muralla de palabras.

 El continuum del darse cuenta: El dejar libre paso a las experiencias


presentes, sin juzgarlas ni criticarlas, es algo imprescindible para integrar las
diversas partes de la personalidad. No buscar grandes descubrimientos en uno
mismo, no "empujar el río", sino dejarlo fluir solo, libremente.
 No murmurar: Toda comunicación, incluso las que se supone son
"privadas" o que "no interesan al grupo", debe ventilarse abiertamente en él o en
su defecto evitarse. Las murmuraciones, los cuchicheos sobre los demás, las
risitas cómplices, son evitaciones, formas de rehuir el contacto, además de faltar
el respeto al grupo e ir contra su cohesión al establecer temas "que no le
competen" en su presencia. Esta regla tiene por fin el promover sentimientos e
impedir la evitación de sentimientos.

 Traducir las preguntas en afirmaciones; salvo cuando se trata de


datos muy concretos. Preguntas como "¿Puedo ir al baño? ¿Me puedo cambiar
de sitio? ¿Me puedo ir?", etc., deben ser traducidas como "Quiero ir al baño; Me
quiero cambiar de sitio; Me quiero ir". Así, el preguntón asume su
responsabilidad y las consecuencias de lo que afirma, en lugar de adoptar una
postura pasiva y de proyectar su responsabilidad en el otro, a fin de que él le dé
la autorización.

 Prestar atención al modo en que se atiende a los demás. ¿A quién le


prestamos atención? ¿A quién ignoramos?, etc.

 No interpretar ni buscar "la causa real" de lo que el otro


dice. Simplemente escuchar y darse cuenta de lo que uno siente en función a
dicho contacto.

 Prestar atención a la propia experiencia física, así como a los cambios


de postura y gesto de los demás. Compartir con el otro lo que se observa, lo
obvio, mediante la fórmula de "ahora me doy cuenta de ...".

 Aceptar el experimento de turno; correr riesgos al participar en la


discusión.

 Considerar, aunque no se haga explícito, que todo lo dicho y vivido en el


grupo es estrictamente confidencial.
El ciclo de la experiencia
Para la TG, el llamado ciclo de la experiencia es el núcleo básico de la vida
humana, dado que ésta no es más que la sucesión interminable de ciclos.
También se le conoce como el "Ciclo de la autorregulación organísmica", pues
se considera que el organismo sabe lo que le conviene y tiende a regularse por sí
mismo. La conceptualización de este ciclo pretende reproducir cómo los sujetos
establecen contacto con su entorno y consigo mismos. Explica también el proceso
de formación figura/fondo: cómo surgen las figuras de entre el fondo difuso, y
cómo una vez satisfecha la necesidad dicha figura vuelve a desaparecer.
El ciclo de la experiencia se inicia cuando el organismo, estando en reposo, siente
emerger en sí alguna necesidad; el sujeto toma conciencia de ella e identifica en
su espacio algún elemento u objeto que la satisface, vale decir, que dicho
elemento se convierte en figura, destacando sobre los demás que son el fondo.
Acto seguido, el organismo moviliza sus energías para alcanzar el objeto deseado
hasta que entra en contacto con él, satisface la necesidad y vuelve a entrar en
reposo nuevamente.
En el esquema clásico del ciclo se identifican seis etapas sucesivas: 1) Reposo;
2) Sensación; 3) Darse cuenta o formación de figura; 4) Energetización; 5)
Acción ; y 6) Contacto.
En el reposo o retraimiento el sujeto ya ha resuelto una Gestalt o necesidad
anterior, y se encuentra en un estado de equilibrio, sin ninguna necesidad
apremiante. Su extremo patológico puede ser el autismo.
En la sensación el sujeto es sacado de su reposo porque siente "algo" difuso, que
todavía no puede definir. Como por ejemplo, puede sentir movimientos
peristálticos o sonidos en su estómago, o sino cierta intranquilidad.
En el darse cuenta, la sensación se identifica como una necesidad específica (en
los ejemplos anteriores, como hambre o como preocupación, respectivamente) y
se identifica también aquello que la satisface: se delimita cierta porción de la
realidad que adquiere un sentido vital muy importante para el sujeto, es decir, se
forma una figura. En la fase de energetización el sujeto reúne la fuerza o
concentración necesaria para llevar a cabo lo que la necesidad le demanda.
En la acción, fase más importante de todo el ciclo, el individuo moviliza su cuerpo
para satisfacer su necesidad, concentra su energía en sus músculos y huesos y
se encamina activamente al logro de lo desea. En la etapa final, el contacto, se
produce la conjunción del sujeto con el objeto de la necesidad; y, en
consecuencia, se satisface la misma. La etapa culmina cuando el sujeto se siente
satisfecho, puede despedirse de este ciclo y comenzar otro. Así ad infinitum.
Entre los diversos eslabones que conforman el ciclo se pueden formar o
autointerrupciones, dando lugar a diversos tipos de patologías. Allí también
actúan los mecanismos de defensa. En términos generales, se puede decir que el
ciclo de la experiencia, dado en un contaxto específico y significativo, constituye
en sí misma una Gestalt.
Un ciclo interrumpido es una Gestalt inconclusa; un ente que parasitará al
organismo consumiendo su energía hasta verse satisfecho.
Los estratos del yo
De acuerdo a Fritz Perls, en el Yo de todo ser humano existen seis capas que
recubren, a manera de una cebolla, al Ser auténtico de las personas. Estas capas
o estratos del Self, como también se les conoce, son las siguientes:
1) E. Falso.
2) E. del como sí.
3) E. Fóbico.
4) E. Implosivo o del Atolladero.
5) E. Explosivo.
6) El Self verdadero.
En el estrato Falso se encuentra nuestra "fachada", lo que colocamos en nuestra
vitrina de nosotros mismos y dejamos ver a los demás. Luego viene el estrato del
“como sí”; allí están los roles, los juegos que empleamos para manipular a los
demás, el actuar "como sí" fuéramos esto o aquello. Es nuestro carácter o forma
habitual y rígida de actuar.
Si en el proceso terapéutico atravesamos el estrato Falso y el del “como sí”
llegaremos al estrato Fóbico. Allí se encuentran todos nuestros temores y todas
nuestras inseguridades frente a nosotros mismos; nuestros secretos mejor
guardados y nuestras heridas narcisísticas; la pena, el dolor, la tristeza o la
desesperación; aquello que no queremos ver ni tocar de nuestra personalidad y
menos aún descubrir frente a los demás.
Si logramos pasar lo fóbico sentiremos una sensación de vacío, de inamovilidad,
de falta de energía, de muerte. Hemos llegado al estrato del Atolladero, donde
nos sentimos "atorados", sin salida. Sin embargo, detrás se encuentra el estrato
Implosivo, donde se hallan todas nuestras energías sin usar, nuestra vitalidad
"congelada" o dirigida hacia nosotros mismos para mantener nuestras defensas.
Finalmente, detrás de lo implosivo se encuentra el estrato Explosivo, donde las
fuerzas estancadas se disparan hacia afuera en un arranque de autenticidad,
dando paso al Yo verdadero que permanece oculto. Existen básicamente cuatro
tipos de explosión: gozo, aflicción, orgasmo y coraje.
En base a lo anterior, podemos imaginarnos a una persona X, que al comenzar la
terapia se mostrará superficial, formal o convencional (buenos días, qué calor
hace, qué gusto de verlo, blá, blá, blá: las Cacas de las que hablaba Perls).
Detrás de ello hallaremos sus temores, sus "traumas", sus evitaciones, que es
necesario confrontar. Lo meteremos así en un atolladero temporal, en donde él se
vivenciará sin fuerzas, casi muerto. Sin embargo, si confía en su organismo y le
da libertad éste le mostrará sus fuerzas sin utilizar, que emergerán libremente
como figuras al despejarse el campo de evitaciones, su verdadero potencial, y
experimentará una verdadera explosión de alegría, placer, ira o pena (todas ellas
positivas, terapéuticas y necesarias) que darán paso al verdadero ser humano
que hay detrás del sujeto X.
Esto debe hacerse repetidas veces, a cada momento de la terapia, hasta que el
sujeto se conozca lo suficiente y puede realizar el proceso por sí mismo.
Una persona madura es capaz de experienciar y sostener todo tipo de
experiencias emocionales en el "aquí y ahora"; además, utiliza sus propios
recursos (autosoporte) en lugar de manipular a los demás y al ambiente para
conseguir apoyo.
En síntesis, la TG persigue:

 Vivir en el ahora.

 Vivir en el aquí.

 Dejar de imaginar y fantasear en exceso sustituyendo al contacto real.

 Dejar de pensar innecesariamente sustituyendo a la acción.

 Dejar de aparentar o jugar al "como sí".

 Expresarse o comunicar.

 Sentir las cosas desagradables y el dolor.

 No aceptar ningún "debería", más que los propios, impuestos por uno
mismo en base a nuestras necesidades y experiencias.

 Tomar completa responsabilidad de las acciones, sentimientos, emociones


y pensamientos propios.
 Sea lo que Ud. es... sin importar lo que Ud. sea.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad
para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a
un psicólogo para que trate tu caso en particular.
.

Bibliografía

 CASTANEDO, Celedonio. Terapia gestalt. Un enfoque centrado aquí y


ahora. Barcelona: Herder.

 FAGAN, Joan y SHEPERD, Irma. Teoría y técnica de la psicoterapia


gestáltica. Buenos Aires: Amorrortu.

 LATNER, Joel. El libro de la terapia guestalt. Santiago: Cuatro Vientos.

 PERLS, Fritz. Yo, hambre y agresión. México: Fondo de Cultura


Económica.

 PERLS, Fritz y BAUMGARDNER, Patricia. Terapia gestalt: teoría y


práctica. México: Concepto.

 SALAMA, Héctor. Psicoterapia gestalt. Proceso y metodología. México:


Alfaomega.

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