Talleres Bachillerato
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Talleres Bachillerato
17 ENERO 2020
LIDER(ES): ESTUDIANTES:
OBJETIVO GENERAL: Invitar a los estudiantes a que reconozcan emociones propias y de otros
pares con el fin de establecer competencias en manejo de las emociones como la ira, la
decepción, la tristeza y el reconocimiento de la alegría, el agrado y otras.
AGENDA:
Duración: 15 a 20 minutos
Objetivo del momento: Explorar que las acciones humanas se relacionan con las emociones y que
se puede aprender a manejarlas y a reconocerlas asertivamente. Reconocer las emociones
básicas (alegría, tristeza, ira, temor) en el sujeto y en el otro.
Frank es un niño que está muy triste porque cada vez tiene menos amigos. Lo que le pasa a Frank
es que se pone bravo con mucha facilidad y cuando siente ira no se sabe detener… no sabe frenar.
Si a Frank lo empujan, él no para a preguntar… pega o empuja también. Si lo miran como no le
gusta… insulta, dice groserías o pega. Si dicen cosas feas sobre su familia… grita y da puños y
patadas. Si toman sus colores sin pedirle permiso… les quita los colores a sus compañeros, los
grita y los insulta. Frank se ha metido en tantos líos que ya está cansado… quiere tener amigos y
ayudar para que en su salón y en su casa las cosas estén bien… entonces Frank se encuentra con
dos personajes que le pueden ayudar.
PAUSA 1
“Yo también sentía mucha ira. Cada vez que pasaba algo que no me gustaba, me daba tanta ira
que en lo único que podía pensar era en golpes e insultos. Un día Tivo, el perro impulsivo, pasó y
me empujó, entonces yo sentí que me estaba llenando de ira y lo iba a empujar también. En ese
momento pensé en todo lo que podía pasar si lo hacía: Tivo me iba a devolver el golpe, yo iba a
gritar, él también… los dos íbamos a terminar maltratados… y ¡en problemas!
Entonces me acordé que mi caparazón era un sitio silencioso donde podía pensar en calma antes
de actuar. Entonces eso hice: me metí allí dentro y me puse a respirar. Muy pronto se me pasó la
ira y estuve lista para salir”.
PAUSA 2
A mí me pasó algo parecido. Cuando los demás se reían de mí, yo también sentía mucha, mucha
cólera. Entonces, les gritaba y los insultaba. Un día, estaba jugando pelota con todos los demás.
Cuando me pasaron la pelota, yo la iba a agarrar en el aire, pero la pelota pasó por encima de mí,
yo salté muy alto y me caí. Todos los demás me señalaron y se empezaron a reír. Yo sentí mucha
cólera, tenía ganas de levantarme y gritarles cosas muy feas. Me detuve y pensé que, si lo hacía,
quizás iba a herir sus sentimientos y, la próxima vez que jugaran a la pelota, no me iban a
invitar… Entonces, lo que hice fue esto: me levanté y me fui a un sitio calmado. Allí respire y pensé
en las cosas que me gustan… Así me calmé y estuve lista para volver al juego.
PAUSA 3
Duración: 20 Minutos
Objetivo del momento: Crear relaciones de empatía a través de herramientas lúdico didácticas de
aprendizaje de relaciones emocionales.
Duración: 20 Minutos
Objetivo del momento: Generar un espacio de creación plástica a través de la expresión no verbal
con el fin de generar reflexiones sobre las emociones y expresiones a través de la elaboración de
una máscara.
Descripción de la mediación: Se solicitará a cada estudiante que elabore una máscara con una
emoción, puede ser esta de ira, miedo, llanto, asombro, pena, alegría y otras.
Se preguntará para que respondan de forma escrita y luego socializar las respuestas en grupo:
Fuente: Escuelas de Paz como Entornos Protectores. Guía Pedagógica. Cátedra de la Paz. Edición
Fundación Escuelas de Paz. Bogotá, junio de 2017.
https://compartirpalabramaestra.org/documentos/otros/escuelas-de-paz-como-entornos-
protectores_guia-pedagogica-catedra-de-la-paz.pdf
AGENDA:
Duración: 30 minutos
Objetivo del Momento: Construir con los estudiantes herramientas de memoria histórica y línea
de tiempo que permitan el reconocimiento de la memoria individual, con el fin de generar un
ejercicio de reflexión sobre el contexto inmediato mediante la herramienta investigativa de la
entrevista familiar y la reflexión personal.
Descripción de la Mediación:
Los estudiantes deberán desarrollar una línea de tiempo personal en una hoja con el fin de
apropiarse del concepto de memoria individual (ver Anexo 1). Para ello se solicitará de manera
individual que los participantes resuelvan preguntas con algunas cuestiones acerca de su papel o
rol dentro de su grupo social.
1. ¿Cuáles son las fechas iníciales y finales importantes para construir su memoria individual?
2. ¿Cuáles son los eventos o situaciones que consideran importantes en sus historias de vida?
3. ¿Qué lugares recuerdo, qué personas recuerdo, qué olores recuerdo, qué sonidos recuerdo?
4. ¿Cómo me encuentro actualmente donde vivo, con quién vivo, dónde estudio, cuántos años
tengo hoy?
Duración: 30 minutos
I. E. D. INSTITUTO TÉCNICO OLGA SANTAMARIA
ANOLAIMA CUND.
ANEXO 1
QUÉ ES LA MEMORIA: Sobre ella se construye la identidad como individuo y como comunidad;
además permite periodizar y organizar el tiempo. Se convierte en el motor que acciona la
dinámica social o la inhibe. Sobre la base de las experiencias y sus recuerdos se construyen los
ejemplos sobre los que se interpreta la realidad y las relaciones al interior de la comunidad.
A QUE SE REFIERE LA MEMORIA COLECTIVA: Esta obedece a los recuerdos de una comunidad en
un lugar determinado se manifiesta a través de conmemoraciones, rituales, monumentos,
sabiduría popular, cotidianidad en las relaciones de las personas, permitiendo establecer
continuidades similares en el tiempo para la persona y el grupo.
QUE ES LA MEMORIA HISTÓRICA: Es no sólo recordar los hechos ocurridos, sino cómo
sucedieron, cómo intervinieron las personas e instituciones que se vieron implicadas. Es allí
donde el pasado cobra sentido y la experiencia se activa en el presente. También puede construir
un compromiso nuevo con el presente.
PARA QUÉ SIRVE OLVIDAR: Para no recordar hechos que nos causen sentimientos o emociones
de tristeza, vacío o rabia. Sin embargo los hechos que han generado pérdidas difícilmente se
olvidan y aunque muchas personas optan o prefieren el silencio, lo que en realidad ocurre es que
el recuerdo se instala como malestar indescriptible en el cuerpo y la sociedad.
Fuente: Escuelas de Paz como Entornos Protectores. Guía Pedagógica. Cátedra de la Paz. Edición
Fundación Escuelas de Paz. Bogotá, junio de 2017.
https://compartirpalabramaestra.org/documentos/otros/escuelas-de-paz-como-entornos-
protectores_guia-pedagogica-catedra-de-la-paz.pdf
ANEXO 2.
Escrito por Felipe Manjarres Ramos. Estudiante de licenciatura en Ciencias Sociales. Universidad de la
Amazonia.
“Mi nombre es Jeison Figueroa Calderón, soy nativo Coreguaje, nací el dos de noviembre del año 1992 en
Milán Caquetá. Hijo de un hogar amoroso, lleno de bendiciones y cultura, acompañado por mi madre y mi
padre quien era el líder gobernador de nuestro resguardo en Piedras Rojas, Caquetá.
Mi niñez fue construida por mi cultura, el amor de mis padres y nuestros amigos. Pasando el tiempo, yo ya
era joven, recuerdo muy bien que tenía once años de edad cuando mi padre, como miembro de nuestro
resguardo, con las fuerzas de nuestras creencias y el orgullo de lo que éramos, decidió que nos mudaríamos
al Putumayo para encontrar un lugar mucho mejor, donde estaríamos con amigos y familiares de nuestra
cultura.
Llegamos a Puerto Leguízamo, Putumayo; todo marchó bien temporalmente, ya que corriendo los años de
estar en el Putumayo y de haber puesto nuestra fuerza, conexión y vida con nuestra madre naturaleza en la
selva, llegó a nuestras tierras la guerra.
La guerra fue aquello que sin dolor nos arrebató lo que un día éramos, lo que vivíamos y lo que
adorábamos. En un inicio, guerrilleros del frente 48 de las FARC llegaron a nuestro resguardo haciendo
amenazas sobre nuestras actividades y poniéndonos un límite territorial para ejercer nuestras actividades,
ya que al que no aceptara las órdenes, lo fusilaban.
Pasaron los días, todo estaba tranquilo cuando los mismos señores de las FARC decidieron volver, pero esta
vez fue con la orden de que mi padre tenía que acabar con toda mi familia si quería vivir; tenía que matar a
sus amigos y seres amados, incluyéndome. Mi familia ante esta situación por el miedo y las amenazas, mi
abuelito se vio obligado a pedir reubicación a la ciudad de Neiva, recuerdo que eso fue en el 2008 en eso
entonces el día que viajaríamos también fue una tragedia:
Sin nosotros saber, ese día hubo un atentado de la guerrilla en el aeropuerto de la ciudad de Neiva, por el
riesgo en el que estábamos el avión se vio obligado a dirigirse a la ciudad de Bogotá, donde no conocíamos
nada ni a nadie. Fueron semanas que tuvimos que aguantar hambre y vivir en la calle. Fue un gran
sufrimiento para nosotros y más para los niños de nuestra comunidad que llevábamos en brazos.
Pasando el tiempo nos fuimos adaptando a la ciudad, rebuscándonos la comida con un poco de arte que
manejamos en nuestra etnia, sorprendiendo a personas de otras ciudades y otros países con rasgos de
nuestra cultura, por un instante fue alentador, porque estábamos consiguiendo dinero para poder comprar
lo necesario, como la comida.
I. E. D. INSTITUTO TÉCNICO OLGA SANTAMARIA
ANOLAIMA CUND.
Fueron unos pocos días que logramos vender y poco a poco fue disminuyendo más la venta, mi padre
preocupado entró en desesperación y decidió volver al Putumayo. Días después llamé a un conocido para
poder hablar con mi padre y en esa llamada fue donde confirmé que la guerra acabo con el eje central de mi
familia, ya que la guerrilla de las FARC había asesinado a mi padre.
Me contaron que lo habían encontrado tirado en el suelo amarrado con lazos de pies a cabeza sobre un
tronco cortado a la orilla del rio Putumayo, con cortadas en brazos y piernas, también le dispararon en la
cabeza, realmente fue algo que marcó mi vida.
Mi abuelito al enterarse de la muerte de mi padre decidió que buscaríamos ayuda del Gobierno, y en ese
proceso de ayuda mi abuelito falleció. Con la poca ayuda que nos brindó el Gobierno y las fuerzas de mil
lágrimas, salimos adelante estudiando y trabajando.
Ahora vivimos en la ciudad de Florencia donde estamos trabajando y luchando para recuperar nuestras
cultura y conexión con nuestra madre naturaleza.”
Esa tarde, un domingo por cierto, se encontraba compartiendo toda la familia en la entrada al municipio,
cuando de repente se escuchó un disparo y comenzó un tiroteo. Ellos preocupados porque estaban ubicados
cerca al lugar de los hechos, se entraron a la casa a refugiarse del enfrentamiento que estaban teniendo las
FARC con la Policía, donde resultó herida una hija de la señora Maximina, llamada Karol Yolima Chilatra,
quien minutos después sería víctima fatal, ya que sufrió un disparo en la espalda que le atravesó el corazón.
El enfrentamiento duró aproximadamente una hora, donde lograron tomarse el pueblo, las FARC entraron
al pueblo con la intención de comunicarles a los comerciantes que habitaban este que estaban citados al
campamento del frente 15 de las FARC, quienes eran los que operaban en esa zona.
La citación no era para otra cosa que para pedirles la mal llamada “vacuna” por propiedades y negocios; el
señor Alberto asistió al llamado que le hicieron donde tenía que ir a una vereda llamada Valledupar; fue un
miércoles 8 de mayo en las horas de la tarde donde además de pedirle apoyo monetario para la “causa” le
dijeron que tenía que entregarles la tienda y la parcela, además de darles uno de los dos carros que tenía. Al
día siguiente fueron amenazados donde les dijeron que ya tenían que entregarles todas las pertenencias,
I. E. D. INSTITUTO TÉCNICO OLGA SANTAMARIA
ANOLAIMA CUND.
Después de estos acontecimientos Alberto y su familia se refugiaron en el pueblo, sin ningún sustento ni
ingreso económico, Alberto se dedicó a vender verduras en la galería municipal y la señora Maximina en un
restaurante hasta el año 2006; ya en el año 2007 por las constantes amenazas que recibió el señor Alberto
hacia él y su familia decidió desplazarse hacia Florencia, por seguridad, en busca de un nuevo comienzo y
mejor futuro, desde ese entonces el señor Alberto, al llegar a Florencia decidió divorciarse de su esposa
Maximina y abandonar el hogar, donde ahora son los hijos con la ayuda de Maximina los que sostienen el
hogar, esperando a que el Gobierno les retribuya algo de lo que perdieron. Del señor Alberto no se sabe
mucho ya que no tiene una buena comunicación con sus hijos y su ex esposa, lo último que la familia supo
de él era que estaba viviendo en San José del Fragua donde trabajaba como mayordomo en una finca.