Este poema describe una conversación entre Gabriela Mistral y un imaginero sobre el tipo de imagen de Jesús que ella desea. Ella quiere una imagen que refleje el fracaso de Jesús al intentar un mundo nuevo y que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos. No desea una imagen encerrada en iglesias o casas, sino una imagen viva de Jesús sufriendo que ilumine a quien la mire. Ella sugiere buscar la imagen de Jesús no en estatuas o templos, sino entre los pobres.
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Este poema describe una conversación entre Gabriela Mistral y un imaginero sobre el tipo de imagen de Jesús que ella desea. Ella quiere una imagen que refleje el fracaso de Jesús al intentar un mundo nuevo y que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos. No desea una imagen encerrada en iglesias o casas, sino una imagen viva de Jesús sufriendo que ilumine a quien la mire. Ella sugiere buscar la imagen de Jesús no en estatuas o templos, sino entre los pobres.
Este poema describe una conversación entre Gabriela Mistral y un imaginero sobre el tipo de imagen de Jesús que ella desea. Ella quiere una imagen que refleje el fracaso de Jesús al intentar un mundo nuevo y que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos. No desea una imagen encerrada en iglesias o casas, sino una imagen viva de Jesús sufriendo que ilumine a quien la mire. Ella sugiere buscar la imagen de Jesús no en estatuas o templos, sino entre los pobres.
Este poema describe una conversación entre Gabriela Mistral y un imaginero sobre el tipo de imagen de Jesús que ella desea. Ella quiere una imagen que refleje el fracaso de Jesús al intentar un mundo nuevo y que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos. No desea una imagen encerrada en iglesias o casas, sino una imagen viva de Jesús sufriendo que ilumine a quien la mire. Ella sugiere buscar la imagen de Jesús no en estatuas o templos, sino entre los pobres.
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DE QUE QUIERE USTED SU Que den ganas de bajarlo
IMAGEN De su cruz y del tormento,
Gabriela Mistral Y quien contemple esa imagen No quede mirando un muerto,
De qué quiere, usted la imagen? Ni que con ojos de artista
Preguntó el imaginero. Sólo contemple un objeto, Tenemos santos de pino, Ante el que exclame admirado Hay imágenes de yeso, ¡qué torturado más bello!.
Mire este Cristo yacente, Perdóneme, si le digo,
Madera de puro cedro, Responde el imaginero Depende de quien la encarga, Que aquí no hallará, seguro, Una familia o un templo, La imagen del Nazareno. O si el único objetivo Es ponerla en un museo. Vaya a buscarla en las calles Entre las gentes sin techo Déjeme pues que le explique, En hospicios y hospitales Lo que de verdad deseo. Donde haya gente muriendo Yo necesito una imagen De Jesús, el Galileo, En los centros de acogida Que refleje su fracaso En que abandonan a viejos, Intentando un mundo nuevo, En el pueblo marginado Que conmueva las conciencias Entre los niños hambrientos, Y cambie los pensamientos, En mujeres maltratadas En personas sin empleo. Yo no la quiero encerrada En iglesias y conventos. Pero la imagen de Cristo Ni en casa de una familia No la busque en los museos, Para presidir sus rezos, No la busque en las estatuas, No es para llevarla en andas En los altares y templos. Cargada por costaleros, Ni siga en las procesiones Yo quiero una imagen viva Los pasos del Nazareno, De un Jesús Hombre sufriendo, No la busque de madera, Que ilumine a quien la mire De bronce, de piedra o yeso, El corazón y el cerebro. ¡ mejor busque entre los pobres Su imagen de carne y hueso ¡