Epistola Del Apostol Pablo A Los Romanos
Epistola Del Apostol Pablo A Los Romanos
Epistola Del Apostol Pablo A Los Romanos
La carta a los romanos probablemente escrita según los especialistas a finales del año 55 o finales
del 56 D.c, durante la estadía de pablo en corinto, en casa de Gayo, una de las cartas más largas
paulistas que busca básicamente explicar la salvación que Jesucristo ofrece para la raza humana,
se podría dividir en cuatro secciones:
Pablo comienza hablando de Jesús desde los profetas, el linaje de David y su poder como Dios en
su resurrección, alabando a la iglesia de roma por su diligencia, sin embargo se encuentra con un
estorbo grande, las diferentes nacionalidades y culturas han alterado una u otra forma el
mensaje del evangelio, por ello les aclara “vuestra fe se divulga por todo el mundo…” pero
acompañada con la verdad del evangelio “porque deseo veros, para comunicaros algún don
espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que
nos es común a vosotros y a mi” romanos 1. 11-12. El capítulo 1 de romanos busca incentivar el
liderazgo cristiano desde el poder de Dios (ROM 1.16), mostrando el evangelio como la justicia de
Dios, el poder, la salvación para judíos y no judíos, revelación y fe. Sin embargo, explica el porqué
de la culpabilidad del hombre ante Dios mostrando por una lado la actitud reprochable del
hombre, su desvió, su pecado, después, descubre el justo juicio de Dios señalando los
juzgamientos de unos en contra de otros por sus acciones y que a la verdad practican el mismo
mal; realizando una analogía de la esperanza de quienes esperan en Dios a quienes lo pasan por
alto, de igual manera no justifica el pecado por la ley, ni mucho menos a quienes no la conocen
aclarando “todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la
ley han pecado, por la ley serán juzgados” romanos 2.12. pues pareciera que algunos judíos por
seguir aún la ley se pensaban superiores, ataca el razonamiento judío en contra de los gentiles y
viceversa, pues, el capítulo 3 de romanos muestra una polémica frustración de la iglesia y su
posible fracaso en lo espiritual por inmiscuir la ley dentro de la gracia de salvación de Dios a los
hombres dando como resultado que no hay ningún justo “por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios” romanos 3.23, dando por terminada una disputa innecesaria
entre judíos, griegos y demás nacionalidades, concluyendo que sin la salvación de Jesucristo no
habría justicia por medio de la fe: el hombre es justificado por fe y es Dios de todos.
LA FE Y LA JUSTIFICACIÓN. Desde el capítulo 4 al capítulo 5.
Llevando al judío por las sagradas escrituras pablo demuestra la fe como una doctrina que no
solo la practicaban los antepasados, también a reconocer que las obras y la fe son un
matrimonio, señala que a pesar que Abraham era el patriarca de Israel, el “amigo de Dios” era
justo pero su justicia era por fe y sus obras eran por fe. Básicamente el capítulo 4 de romanos es
un paralelo entre la ley y la gracia, beneficios y resultados de ambas. Que de una u otra forma se
complementan pero que su fin es por la fe en Jesucristo el mismo Dios de todos los patriarcas de
Israel añadiendo así “plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo
que había prometido” romanos 4. 21, hablando de Abraham y su fe inamovible ante Dios dando
por concluido en este capítulo (4), que Jesús fue dado por nuestras trasgresiones y resucitado
para nuestra justificación, pablo afirma que la muerte y resurrección de Cristo fue el punto de
partida para una vida nueva en su presencia y que su amor incondicional nos lleva a la
reconciliación con Dios, el ejemplo más claro es la relación entre adán y Cristo, mostrando que
por un hombre vino el pecado, por uno viene la reconciliación “para que así como el pecado reino
para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo Señor
nuestro” romanos 5.21
La ley pablo la describe en tres partes, 1) la ley del espíritu; 2) la ley del pecado; 3) la ley de Dios.
La primera ley da vida, la segunda da muerte, la tercera es el camino de la salvación, estas leyes
pablo las instruye como el camino recto hacia Dios romanos 8.14, como herencia divina romanos
8.17. Como la vivimos romanos 8.26-27.
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Cristo Jesús demostrando así que la salvación es para todos sin importar su nacionalidad, estrato
social o cultura, problema que tenía la iglesia en roma. Una de la invitaciones más audaces de
pablo a los romanos es la fe, el oír la palabra, creer a la palabra y vivir en esa palabra, romanos
10.17; en conclusión, la principal búsqueda es reconocer el pecado, conocer a Dios y vivir en fe
para Dios.