TEMA 9. Resistencia Al Fuego
TEMA 9. Resistencia Al Fuego
TEMA 9. Resistencia Al Fuego
de los Elementos
Estructurales
Madrid – Mayo 2019
Recopilación efectuada para la asignatura (apuntes sin
pretensión de originalidad, se ruega no divulgar fuera del ámbito para el que han
sido preparados).
En el Código Técnico se incluye un DB (Documento Básico) que tiene por objeto establecer
reglas y procedimientos que permiten cumplir las exigencias básicas de seguridad en
caso de incendio, con objeto de conseguir el requisito básico “Seguridad en caso de incendio”
que no consiste en otra cosa que reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios de
un edificio sufran daños derivados de un incendio de origen accidental, como consecuencia de
las características de su proyecto, construcción, uso y mantenimiento. Para satisfacer este
objetivo, los edificios se proyectarán, construirán, mantendrán y utilizarán de forma que,
en caso de incendio, se cumplan las exigencias básicas que se indican a continuación:
Teniendo en cuenta las exigencias básicas indicadas en el apartado anterior, puede deducirse
que el planteamiento fundamental en lo que se refiere a la resistencia estructural, radica en
que los elementos estructurales aguanten lo suficiente para permitir tanto la evacuación de los
ocupantes como la intervención de los servicios de bomberos.
Resulta imprescindible comprender los conceptos básicos que se incluyen en los siguientes
párrafos. Téngase presente en todo momento lo que se ha indicado antes sobre la existencia de
distinta normativa, pues puede ocurrir que el lector encuentre distintos términos para los
mismos conceptos en dichos textos normativos o en los documentos generados por los
diferentes roles involucrados (instaladores, fabricantes, administraciones). Sea cauto en la
interpretación de lo que lee. Nosotros hemos elegido los términos que consideramos más
adecuados para el concepto que se explica:
Se suele entender como protección activa contra incendios, el conjunto de medios, equipos y
sistemas instalados para alertar sobre un incendio e impedir que éste se propague evitando
las pérdidas y daños producidos por el fuego.
Compartimentación o sectorización:
Espacio de un edificio separado de otras zonas del mismo por elementos constructivos
delimitadores resistentes al fuego durante un periodo de tiempo determinado, en el interior
del cual se puede confinar el incendio para que no se pueda propagar a otra parte del edificio.
Fíjese el lector que aquí el término “resistente”, utilizado para los elementos de
compartimentación, se refiere no tanto a los estados tensionales sino más bien a la capacidad
de evitar la transferencia de calor.
Curva nominal que representa un modelo de fuego estándar totalmente desarrollado dentro
de un sector de incendio.
Reacción al fuego:
Carga de fuego:
Suma de las energías caloríficas que se liberan en la combustión de todos los materiales
combustibles existentes en un espacio (contenido más elementos constructivos).
a) alcanza la clase indicada en la tabla 3.1 o 3.2 del DB que representa el tiempo en
minutos de resistencia ante la acción representada por la curva normalizada tiempo
temperatura, o bien.
b) soporta dicha acción durante el tiempo equivalente de exposición al fuego indicado
en el anejo B del DB.
Las tablas y consideraciones que siguen, están establecidas, en realidad, a partir de los
siguientes factores:
Uso del edificio. En tanto en cuanto ese uso se relaciona con la cantidad de gente
que hay que evacuar y con la carga de fuego existente. Un uso “complicado” exige
mayor resistencia al fuego necesaria.
Facilidad de evacuación. A mayor facilidad de evacuación menor resistencia a fuego
necesaria.
Carga de fuego. Obviamente la carga de fuego hace aumentar la exigencia.
Ventilación. La ventilación favorece el avance rápido del incendio.
Transmisión de calor. Al contrario que la ventilación, los problemas en la
evacuación del calor retrasan la curva de temperaturas.
Figura 2: Tabla 3.2 Resistencia al fuego suficiente de los elementos estructurales de zonas de
riesgo especial integradas en los edificios(1)
Una vez establecida cuál es la exigencia que debe cumplir cada elemento estructural del
edificio, hace falta determinar cómo cubrir esa exigencia.
Para estimar la pérdida de capacidad podemos acudir al “fuego modelo” o curva de tiempo
temperatura normalizada y aplicar métodos simplificados para valorar la reducción.
Asimismo, puede precisarse algo más, modelizando la curva de tiempos temperatura en
función de las características del problema. Y también existe la posibilidad de realizar ensayos
específicos para determinar la distribución de temperaturas.
La transmisión del calor y por tanto el calentamiento del elemento estructural son más
complicados si presenta mayor relación entre el área y el perímetro de la sección
transversal. Para la misma área, se calienta antes con más perímetro. Para el mismo
perímetro se calienta más tarde si tiene más área. La relación entre el área A y el
perímetro P se conoce como masividad y se mide en m. El valor inverso se conoce
como factor de forma, y se mide en m-1. Téngase en cuenta que estos dos nombres
(masividad y factor de forma) se utilizan confundidos en muchas ocasiones. Se
recomienda estar atentos a las unidades para evitar equivocaciones.
Cuando se quiere hacer un cálculo simplificado, adicional a la utilización de las tablas del
Anexo C del CTE, pueden utilizarse métodos alternativos como el Método de la ISOTERMA
500.
Además, se considera que las características mecánicas del hormigón de la sección reducida
no se ven afectadas por la temperatura, conservando sus valores iniciales en cuanto a
resistencia y módulo de elasticidad, mientras que las características mecánicas de las
armaduras se reducen de acuerdo con la temperatura que haya alcanzado su centro durante el
tiempo de resistencia al fuego considerado. Se considerarán todas las armaduras, incluso
aquéllas que queden situadas fuera de la sección transversal reducida de hormigón.
En el caso de la estructura metálica, los elementos deben protegerse en la gran mayoría de los
casos. Mediante la Tabla D.1 puede dimensionarse la protección frente al fuego de vigas
arriostradas lateralmente o tirantes para una determinada resistencia al fuego:
Existen tres grandes grupos de protecciones posibles para la estructura metálica. Algunas de
ellas son igualmente válidas para el caso de hormigón. El espesor o el tipo del material
empleado, dependerá del coeficiente de aislamiento que estamos demandando a la solución:
Pinturas intumescentes:
Material que se dilata al estar expuesto al calor del incendio y forma una barrera
aislante en forma de burbujas de gas inerte que retrasan la propagación del calor dentro
de la sección.
Morteros ignífugos:
Dentro de los recubrimientos, tenemos los proyectados de cemento, yeso, etc. con
perlita, vermiculita, etc. Los podemos clasificar como:
- Proyectados rígidos:
• Mortero de escayola y perlita.
• Mortero de cal y vermiculita.
• Mortero de cemento y vermiculita.
- Proyectados flexibles:
• Morteros de fibras minerales y ligantes hidráulicos.
• Morteros de fibras minerales y cemento.
Las densidades de estos proyectados, varían desde 900 kg/m3 a 300 kg/m3. Al igual
que con las pinturas, es muy importante la adhesión de estos proyectados al elemento a
proteger. En casos de difícil agarre o espesores grandes, conviene colocar una malla
metálica, para facilitar la puesta en obra.
Revestimientos ignífugos:
9.7. Bibliografía