Dos Hogares

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Dos hogares, una familia.

A lo largo de mi infancia he tenido que afrontarme al hecho de tener a mis padres


separados, al entender qué era realmente el vivir alejada de uno de ellos, el
entender que no comeríamos juntos, que no iríamos a un parque a volar cometa, y
que no iríamos de viaje juntos. A mi edad, de 3 años no podía entenderlo y en
realidad no era algo que me preocupara, lo que realmente me rompió el corazón
unos meses después fue asimilar que junto a mi padre se había ido mi hermanita
mayor.
A mis 3 años y a los 5 años de mi hermana, mi madre y mi padre han decidido
separarse y su decisión ha sido que cada uno se llevaría a una de nosotras. Me
pregunto si cuando tomaron la decisión nos preguntaron si realmente estábamos
de acuerdo, quizás no lo hicieron porque pensaron que a nuestra edad no tendría
importancia, pero si alguna vez mi mamá o mi papá me preguntaran qué hubiera
respondido yo, o mi hermana, estoy segura que mi respuesta hubiera sido: “no me
alejen de mi hermana”.
Sólo éramos, unas pequeñas inseparables que guardaban sus secretos y se
cuidaban entre sí. ¿Por qué? por qué tuvieron que tomar la decisión que más
afectaría nuestras vidas, ¿creyeron que no dolería sólo porque éramos unos
bebés? Pues ahora, a mis 17 años, quisiera gritarles con todas mis fuerzas que
dolió, realmente nos dolió.
Ustedes como adultos con su orgullo en alto no podían aceptar que uno se
quedara con más que el otro, nos tomaron como si fuéramos objetos y nos
separaron. Sin embargo, hasta hoy en día no he podido ser capaz de decirles esto
a mis padres, el dolor ha sido demasiado como para sacarlo a flote de nuevo.
Además he sido egoísta, pues debido a que el dolor no desaparecía de mi vida no
pude notar que a mis alrededores también se sufría, porque no simplemente se
llevaron a mi hermana, también se llevaron una hija, una nieta y una sobrina.
Tengo recuerdos vagos de una tarde en mi antigua casa donde mi mamá estaba
en el patio lavando ropa mientras sollozaba y temblaba, mi abuela llegaba y la
abrazaba; yo sólo observaba y aunque era tan pequeña entendía el porqué de su
dolor, el dolor de haber perdido a una hija a causa de no poder mantener más su
matrimonio. A lo largo de los años me he preguntado si alguna vez se arrepintió de
haberse quedado conmigo en vez de haberse quedado con mi hermana, nunca
podré responderme esto pues no soy capaz de afrontar la verdad. Desde pequeña
me sentía algo rechazada e ignorada no sólo por mi madre sino por todos, creo
que olvidaron al igual que yo, que no eran los únicos que la perdieron. Olvidaron
que había otra pequeña que necesitaba que su madre la abrazara y le dijera que
no era un adiós y que ella volvería a estar con nosotros.
Estuve casi por 8 años hablando con mi hermana por teléfono, las veces que nos
veíamos eran tan pocas que los recuerdos que tengo son sólo de unas cuantas
horas, porque siempre que la veía era cuando pasaba por el aeropuerto yendo a
otro destino, y cuando al fin pude volver a verla más seguido ya que vivía más
cerca, decidí simplemente disfrutar mis momentos junto a ella y dejar de lado el
rencor.
¿Qué hay de mi padre? No hay mucho que decir, él fue alguien que vi con ojos de
ternura, siempre me complacía con regalos y sus caricias, no sé si sufrió al igual
que mi madre y yo. Lo único que sé es que fue, y es muy exigente con mi
hermana, en cambio conmigo ha sido, la mayoría de veces, distinto, aún hoy a mis
17 años me trata como su princesa pequeña.
¿Será culpa? ¿O sólo quiere sentir el amor de su otra pequeña hija? Realmente
no lo sé, ha habido muchos casos en los que mi padre me ha provocado mucho
miedo, pues con mi hermana ha sido tan correcto que cuando lo es conmigo lo
veo con tanto miedo que me pongo en llanto al instante, lo veo como un monstruo
furioso y por mi mente pasan tantos pensamientos que me hacen sentir rabia
conmigo misma, el imaginar cuánto miedo tuvo que pasar mi madre con él, lo duro
que debió ser para mi hermana vivir con él. Papá, tal vez toda esta cadena de
dolor se debe a tu fuerte carácter, el cómo lastimaste a mamá provocando que ella
quisiera alejarse de ti. Mamá, ¿acaso llorabas todas esas veces porque te sentías
culpable al dejar a mi hermana con él?
Mi madre es la luz de mi vida, y aunque ha sido tan dura conmigo, no hay nada
más que ame que a ella, pues sé lo duro que ha sido salir adelante sin una de sus
pequeñas, le tengo tanto respeto a esta maravillosa mujer que me ha dado todo
en la vida, y ahora que está con alguien más que le ha dado otros dos hermosos
hijos y me ha dado dos hermosos hermanos, me siento orgullosa. Mamá, a pesar
de que cometiste un error no te has detenido ni un día para darnos lo mejor, me
has dado a un padre, mi padrastro, que ha hecho el maravilloso papel de papá y
juntos han creado un hermoso hogar que necesita de mucha fuerza para
mantenerse pero que jamás le hará falta amor. Así mismo, mi padre pudo
conformar su propio hogar, también dándonos a mi hermana y a mi otros dos
pequeños hermanitos que amo con todo mi corazón.
Somos dos hogares distintos pero una misma familia, la unión de estos somos mi
hermana y yo, que sabemos que aunque nos dolió como sucedieron las cosas en
un principio, no podemos querer que las cosas hubiesen sido contrarias, pues a
través de toda esta vida hemos recibido personas maravillosas que el destino nos
iba a deparar desde un comienzo. En la vida algunos tienes que sufrir para que las
cosas lleguen tal y como se han predispuesto, tengo miles de dudas de pensar en
qué hubiese sido si todo pasará de manera distinta, pero quiero dejar eso de lado
y amar enormemente a mi familia, con nuestro pasado y nuestro presente.

Dana Antonella Bernal Toledo.

Liceo Nuestra Señora de Torcoroma.

También podría gustarte