Ensayo Agresividad
Ensayo Agresividad
Ensayo Agresividad
siempre he tenido una admiración por cómo estamos constituidos, emocional, espiritual
y lo que nuestro cuerpo y mente es capaz de lograr. Desde que somos concebidos a
través de un acto de amor o entrega, de cuando estamos en desarrollo, como recién
nacido, con contamos con una inmensa capacidad de estar aprendiendo y conforme
vamos creciendo y desarrollándonos, también nuestras habilidades y al madurar,
mostramos a plenitud estas etapas previas en un ser humano integro y capaz de
alcanzar lo que nuestra imaginación los permita visualizar.
Todos tenemos más o menos la idea de que el cuerpo humano es verdaderamente una
obra maestra, en la que todos sus elementos, por más insignificantes que parezcan,
tienen su motivo y función, como pequeños engranes que es básicamente el que nos
permite vivir. Sin embargo, nada es perfecto y el ser humano no es la excepción, dentro
de toda esta maravilla que es nuestro ser, vienen emociones que, mezcladas con otras
situaciones, nos vuelven seres vulnerables, violetos y letales.
Uno de los mayores defectos que puede tener el ser humano es una actitud violenta,
porque todos sabemos que el día a día no siempre un bueno, y la manera como
interpretamos y afrontamos los eventos que nos suceden influye en nuestro
temperamento y en nuestra capacidad de resolver problemas. La agresividad es una
conducta que siempre trae consecuencias, especialmente cuando vivimos en una
sociedad civilizada. La historia nos confirma que a través del tiempo hemos mostrado
comportamientos violentos que han terminado en guerras mundiales, y que
lamentablemente, seguirán pasando.
Al vivir en sociedad, podemos decir que el mayor enemigo del ser humano es el ser
humano, tenemos la capacidad de atacar con premeditación, no solo por un instinto de
supervivencia ni por defensa personal, nos invaden sentimiento de avaricia, envidia,
deseo, dinero, somos intolerantes y posesivos. Cosa que no sucede con los animales,
no podríamos señalar ninguno comportamiento como este en algún ser que no sea
humano, ya que ellos sí que se mueven impulsados por el instinto ya que no tienen la
capacidad para razonar que tiene el ser humano.
Por parte de mi padre, recibí mucho amor y fue consentida, respetada cuando tomaba
mis propias decisiones, y aconsejada cuando algo no les parecía. La convivencia con
mi hermano tuvo momentos de confrontación como lo hay en cualquier relación de
hermanos, pero aun así nada se manejaba con violencia física o golpes bruscos, mis
padres siempre presentes para manejar las situaciones dándonos la oportunidad de
negociar lo que cada uno quería y buscando formas para que lo consiguiéramos, eso,
en resumen, me llevo a saber que métodos utilizar para resolver conflictos en el futuro,
que ahora aplica en mi vida diario. Sin embargo, en contadas ocasiones me he visto
atrapada en ese sentimiento de violencia para sacar algo que no me parece, me
molesta o que me parece injusto, también he vivido experiencias con otras personas
que no fueron capaces de controlas esos impulsos, y solo con agresividad pudieron
sacarlo.
He entendido a ir un poco más allá de las cosas, antes que juzgarlas por el simple
hecho de que pasaron, me pregunto el ¿porque pasaron? Considero que siempre es
necesario, profundizar en por qué haces lo que haces y piensas lo que piensas, para
entender como persona y después, empezar a entender a los que te rodean. Cuando
alguien pierde un trabajo, y se hunde en lamentos y toma una actitud pesimista, en
lugar de salir a buscarlo todas las horas útiles del día, cuando crean su propio destino y
lo persigue, tarde o temprano lo conquista a través de su esfuerzo, es decir, de sus
actos. Esto es la suma de actos de bien, y nuestro mal no es otra cosa que un espacio
momentáneo de oscuridad que, como todo, se aclarara, toda causa tiene su efecto. Es
por eso que creo que el existe un único motivo para que yo o alguna persona sea
agresiva consigo mismo, o con otra persona, la frustración. Como se menciona en libro
La psicología social, 10 edición, coincido en lo que se menciona, básicamente en el
sentimiento de no querer y no poder hacer más por algo o por alguien, y a ese
sentimiento, yo lo defino como frustración.
Esto vuelve muy difícil, en estos tiempos, llegar a acuerdos o que se respeten las
opiniones personales, y aún más, controlar la forma en que reaccionamos a este
sentimiento de frustración que se detona al no compartir al 100 % una idea, forma de
pensar u opinión con otro ser humano, que también tiene su derecho de expresarse en
otro sentido. Cuando la mayoría comenzamos a sentirnos señalados por algún
comentario, que al final del día termina en una contestación o confrontación agresiva, o
hasta vulgar, al menos en más frecuencia en el área virtual, por comentarios o
publicaciones. Esto solo rompe con las reglas de una sana convivencia social, sino que
nos lleva en sentido contrario a lo que en esencia nos diferencia como humanos, la
empatía con nuestros semejantes.
Así también, concuerdo con el otro factor que es aún más importante, en que involucra
a la misma persona que se siente agredida (factor personal) ya que será el ultimo
obstáculo que se interpondrá entre la salida de nuestro impulso de agresividad,
básicamente, tu serán el único que decida al final como vas a reaccionar a lo que te
está pasando. Aquí, considero que tiene que ver tu crianza, sus valores, y como fueron
fortalecidos durante tu desarrollo, estos se confrontan o se ponen a prueba con en tu
vida diaria, al salir a cumplir con tus compromisos (factor social) y también tendrás que
ponerlos aprueba con los elementos que tampoco podemos controlar (factores
situacionales) mucho, pero están ahí y si influyen, más porque vivimos en una
comunidad que, en el aspecto consumo (bebidas alcohólicas), lo tiene muy arraigado.
Pienso que una persona puede estar en puntos muy altos de frustración y, aun así,
controlarse y mantener la calma, y esto se puede lograr con una buena formación
desde pequeño, cosiéndose una mismo y entendiendo el sentimiento que estas
experimentando, para controlarlo. También concluyo que las bebidas alcohólicas, te
alejan de tu pensamiento racional, te llevan fuera de tu estado natural y nublan tu juicio
y tu control, por lo cual no es y siempre será un detonante para la agresividad del ser
humano.