Carlos Andrés Pérez Rodríguez
Carlos Andrés Pérez Rodríguez
Carlos Andrés Pérez Rodríguez
Su segundo mandato se inició con una economía endeudada con más de 6.500 millones de
dólares en cartas de crédito a vencerse en julio de 1989 lo que obligó a tomar medidas
económicas extremas a los pocos días de su ascenso que provoco la protesta conocida como
el Caracazo, estuvo marcado por privatizaciones de empresas públicas y escándalos de
corrupción que culminarían con su destitución como presidente, ante la declaración de
procedencia de antejuicio de mérito por parte de la Corte Suprema de Justicia acusado de
malversación de fondos públicos y fraude a la nación. Tanto los escándalos de corrupción,
como el Caracazo fueron utilizados como argumento primero por Hugo Chávez y luego por
Hernán Grüber Odremán para realizar dos intentos de golpe de Estado, el primero ocurrido
el 4 de febrero liderado por Hugo Chávez y el segundo ocurrido el 27 de noviembre de
1992 liderado por Hernán Gruber Odremán, respectivamente.
Al ser separado de sus funciones por el Congreso Nacional el 21 de mayo de 1993 por el
delito de malversación de fondos públicos, se convirtió en el único presidente en ejercicio
en la historia de Venezuela en ser destituido por una acción judicial. Conviene recordar
que, los 250 millones de bolívares en realidad provenían de la partida secreta, que tiene un
uso discrecional, según la legislación venezolana. Los gastos destinados a defensa y
seguridad del Estado son de carácter estrictamente confidencial y secreto, por lo cual la
divulgación de cualquier información relativa a los mismos conlleva un delito sancionado
por el Código Penal. El carácter secreto de los gastos no permitía comprobar la veracidad
de los hechos.
En 1998 resultó electo como senador por su estado natal ante el Congreso Nacional,
disuelto posteriormente por la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la
Constitución venezolana de 1999. Sus últimos años los viviría autoexiliado en República
Dominicana y en los Estados Unidos.
Vida familiar
Nació en Vega de la Pipa, jurisdicción de Rubio, estado Táchira, en el seno de una familia
dedicada al cultivo y comercio de café. Su padre, Antonio Pérez Lemus, fue un hacendado
y comerciante de ascendencia asturiana y canaria nacido en Chinácota, Norte de Santander,
Colombia, pero radicado en Venezuela desde fines del siglo XIX. Su madre Julia
Rodríguez era una venezolana nacida en Rubio, hija de un prominente hacendado local y
nieta de refugiados de la Guerra Federal provenientes de Barinas. Casados en 1905, el
matrimonio de Antonio y Julia produjo trece hijos del cual Carlos Andrés fue el penúltimo.
Sus otros hermanos son Nicolasa, Ana Julia, Antonio Rafael, Germán I, Ángela, Germán II,
Jorge, Hugo, Luis, Francisco, Miguel Ángel y Armando.
En este tiempo, mostró sus inclinaciones por la política, al actuar como presidente del
Centro de Estudiantes de dicha institución. Se casó en 1948 con su prima Blanca Rodríguez
teniendo de ese matrimonio seis hijos, Sonia, Thais, Martha, Carlos Manuel, María de los
Ángeles y María Carolina. Aunque Pérez se separó de su esposa en 1998 y se radicó en
Miami con su compañera sentimental, Cecilia Matos, el matrimonio Pérez Rodríguez
continuó como la única unión legal del exmandatario hasta su muerte el 25 de diciembre de
2010.
La relación sentimental de Carlos Andrés Pérez con Cecilia Matos comenzó hacia fines de
la década de los sesenta, cuando Matos era secretaria de la fracción parlamentaria de
Acción Democrática en el Congreso. Dicha relación sentimental fue controversial debido a
persistentes rumores y acusaciones de corrupción y tráfico de influencias que giraron en
torno a la figura de Matos, tanto a finales del primer gobierno de Pérez como durante su
segundo mandato. El tren de vida lujoso y extravagante de Matos fue repetidamente
presentado por la oposición política como prueba irrefutable de las irregularidades
administrativas y falta de honestidad del exmandatario, alegatos que Pérez siempre rechazó.
Pérez reconoció como suyas a las hijas de su relación con Matos, María Francia y Cecilia
Victoria Pérez Matos.
Estudios
Estudió educación primaria en Rubio en el Colegio María Inmaculada, hasta 1935, sexto
grado y el primer año de bachillerato. En Caracas, Carlos Andrés Pérez completa el
bachillerato, en el liceo Andrés Bello de esta ciudad, graduándose de bachiller en filosofía.
Posteriormente, inició Derecho en la Universidad Central de Venezuela, allí «estudia tres
años», los cuales continúa «uno en la Universidad Libre de Bogotá y otro en Costa Rica»,
más exactamente en la Universidad de Costa Rica.
En el Archivo General de la Universidad Libre consta que ingresó a esta en 1949 a cursar
tercero de Derecho; de esta experiencia expresó:
Vida política
Inicios
En 1938, se incorpora a las filas del Partido Democrático Nacional, que luego daría origen
al partido Acción Democrática (AD) en 1941. Conocido —desde entonces— generalmente
por sus iniciales CAP.
En 1946, fue electo diputado a la Asamblea Legislativa del estado Táchira, y en 1947,
diputado al Congreso Nacional por la misma entidad federal. En 1948 durante el
derrocamiento del escritor y representante de su partido, el presidente Rómulo Gallegos,
fue detenido al participar en los esfuerzos por instalar en Maracay un gobierno de
emergencia que supliera, conforme a la Constitución, al presidente depuesto por el golpe de
estado del 24 de noviembre.
Permaneció un año prisionero en Caracas (1949), hasta que fue expulsado del país. Regresó
clandestinamente a Venezuela para incorporarse a la resistencia que desarrollaba el partido
Acción Democrática en contra de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, siendo arrestado
por la Dirección de Seguridad Nacional y confinado en Puerto Ayacucho. Tras una segunda
expulsión, se unió en La Habana a Rómulo Betancourt. En 1952, pasa a vivir en San José
de Costa Rica con su esposa e hijos, donde permanecerá durante el resto de la dictadura,
ejerciendo la profesión de editor y periodista junto con sus actividades dentro de la
comunidad de exiliados venezolanos. En Costa Rica, establece lazos de amistad con José
Figueres Ferrer y su familia.
A raíz de los sucesos del 23 de enero de 1958 que pusieron fin a la dictadura, retornó a
Venezuela dedicándose de inmediato a la consolidación del incipiente sistema democrático
y a la reorganización de AD en el estado Táchira. En diciembre de 1958, es electo diputado
por el estado Táchira para el período 1959-1964. El 2 de febrero de 1960, es designado por
el presidente Rómulo Betancourt, como el primer director general del Ministerio de
Relaciones Interiores (1960).
Sus gestiones durante ese periodo, especialmente al derrotar los levantamientos militares y
a las guerrillas de izquierda que Betancourt había aislado políticamente a principios de los
años 1960, le dieron la fama de «hombre fuerte».
Durante los cinco años del gobierno del presidente Raúl Leoni (1964-1969) volvió al
Congreso Nacional como jefe de la fracción parlamentaria de Acción Democrática. En
1968 figura en dicha organización como secretario nacional y miembro del Comité
Ejecutivo Nacional, posición en la cual permaneció durante el quinquenio presidido por
Rafael Caldera (1969-1974).
Candidatura presidencial
Se desarrolló una polémica campaña electoral, «el hombre que camina», usando por
primera vez en la historia de Venezuela los mejores talentos de mercadotecnia y publicidad
de la época (Grupo Gallup y Chelique Sarabia, entre otros) para vender un mensaje político.
Esta campaña estaba centrada en el petróleo que había convertido a Venezuela en el país
con renta per cápita más alta de Sudamérica, pero que en ese momento atravesaba por una
fuerte recesión económica a consecuencia de la reflación que sufrían Estados Unidos
(principal comprador del crudo venezolano) debido al embargo petrolero causado a raíz de
la guerra del Yom Kipur de 1973. La idea de Pérez era el uso del petróleo como
instrumento de presión política y económica del Tercer Mundo para obtener un orden más
justo en el orden externo, y una amplia política de gasto público especialmente en el orden
educativo y social. La campaña convenció y fue un éxito, obteniendo el triunfó con
2.142.427 votos, el 48,7 % de los votos contra los del candidato de COPEI, Lorenzo
Fernández, que obtuvo el 36,7 %. Asumió el poder el 12 de marzo de 1974 recibiendo la
investidura presidencial por parte de Rafael Caldera.
En su primer año de gobierno desarrolló dos iniciativas relacionadas con el ámbito cultural:
la Biblioteca Ayacucho (calificada colección de las obras maestras de las letras
latinoamericanas) y el Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, para la capacitación
de millares de estudiantes venezolanos en los centros universitarios más prestigiosos del
mundo. Ese mismo año decreta la creación de nueve parques nacionales, para garantizar la
protección de los ecosistemas y fauna endémica. En 1975 nacionaliza la industria del hierro
y al siguiente año, la industria del petróleo, creando la empresa Petróleos de Venezuela,
S.A. (PDVSA) con el propósito de proporcionar al Estado una herramienta para la
administración de los recursos petroleros. Al fin de su mandato pudo afirmar la absoluta
normalidad registrada en el orden militar durante todo el ejercicio de su quinquenio. Por su
desvelo insistente en la protección a la naturaleza y en pro de la recuperación ecológica,
recibió en 1975 el reconocimiento mundial del Premio Earth Care otorgado por primera vez
a un jefe de Estado de América Latina. En 1976 se convirtió en el vicepresidente de la
Internacional Socialista.
Política exterior
En política exterior, Pérez -como hizo su predecesor Rafael Caldera- rompe parcialmente
con la «Doctrina Betancourt» y restableció relaciones con Cuba en diciembre de 1974; se
opuso a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle (Nicaragua) y apoyó al «hombre fuerte»
de Panamá, Omar Torrijos, en sus negociaciones con Estados Unidos para la entrega del
Canal de Panamá.
Mantuvo buenas y cordiales relaciones con Estados Unidos, colocando a Venezuela como
uno de los principales proveedores de petróleo a esa nación.
Economía
Pedro Palma
La bonanza petrolera
Como consecuencia del gran aumento de los precios del petróleo a mediados de los años
setenta, los ingresos del sector público nacional se elevaron súbitamente. Gracias a la
legislación venezolana vigente para época, las compañías petroleras aumentaron la venta de
dólares al Banco Central de Venezuela y así obtuvieron los bolívares que necesitaban para
cancelar los impuestos al Fisco, dados los altos ingresos percibidos en los mercados
internacionales. El gobierno de Carlos Andrés Pérez, en promedio, tuvo un índice de
miseria promedio de 20 %.
Indicadores económicos
Durante este gobierno, el PIB per cápita de la economía creció en promedio 0,27% anual, a
pesar del aumento del PIB. El crecimiento poblacional en este período podría ser la razón.
Por su parte, la tasa de desempleo promedio fue 5,88 %, siendo muy semejante a la del
primer gobierno del presidente Caldera, mientras que el promedio de la inflación anual
llegó a alcanzar 8,2 %. En relación a este último indicador, se debe mencionar que es a
partir de este gobierno cuando la economía venezolana comienza a experimentar una
inestabilidad en el comportamiento de los precios que se extiende hasta el presente.
Además, el índice de miseria creció cinco puntos con respecto al período democrático
anterior de Rafael Caldera y se mantuvo en 14,08 puntos en promedio. Esto sugiere que las
condiciones de vida del venezolano empeoraron, aunque para el final del período el índice
de miseria había bajado a 11,67.
Rentismo petrolero
Según los economistas Ricardo Hausmann y Francisco Rodríguez, en este período comenzó
a bajar el PIB per cápita no petrolero del venezolano. Desde 1978 hasta el año 2001, el PIB
real no petróleo cayó 20% en Venezuela. El factor de productividad tuvo una caída
sostenida desde 1978, motivado por causas que van desde la disminución de la inversión en
infraestructura pública, la creciente rigurosidad de las regulaciones del mercado laboral y el
colapso de la intermediación financiera. En este período, se llegó al pico histórico del PIB
real no petrolero.
Se ha explicado este fenómeno con diversas teorías económicas, entre ellas la enfermedad
holandesa. En las primeras décadas, la renta recibida de la exportación petrolera sustentó el
crecimiento de los otros sectores de la economía nacional, pero llegado un punto dicha
tendencia comenzó a revertirse. Venezuela comenzó a depender más de la producción
petrolera, que ya tenía varios años siendo el principal rubro de su economía. Para que el
sistema cambiario venezolano fuera viable y no se generara incertidumbre, era necesario
mantener un nivel óptimo de reservas internacionales, incluso en los períodos de caída de
las exportaciones. De esta forma, los empresarios estarían convencidos de que no se
produciría escasez. Sin embargo, Pedro Palma comenta:
Una de las condiciones básicas para que se pueda mantener un tipo de cambio fijo en una
economía como la venezolana, caracterizada por una baja diversificación de sus exportaciones y
altamente vulnerable a las violentas fluctuaciones de los precios petroleros, es contar con unos
niveles de reservas internacionales de tal dimensión que convenzan a los agentes económicos de
que, incluso en los períodos de caída de exportaciones, está garantizada la plena satisfacción de la
demanda de divisas. Obviamente, esa condición no ha estado presente en nuestra economía
desde que comenzó la volatilidad de los precios en los mercados internacionales de hidrocarburos.
Todo lo anterior, combinado con los desequilibrios en materia fiscal producto de las políticas
ampliamente expansivas que se implantaron esos años, rompieron aquella situación de
estabilidad, continuidad y predecibilidad que caracterizó a gran parte del período anterior a 1974.
En otras palabras, desaparecieron los balances fundamentales de la economía, dando paso a la
inestabilidad, a los cambios abruptos y a la alta exposición a fluctuaciones violentas en variables
de vital importancia. Esto, obviamente contribuyó a hacer insostenible e inviable el esquema de
tipos de cambio fijo.
Pedro Palma
A pesar de los altos ingresos petroleros percibidos en esta década, el aumento del ingreso
per cápita que se había registrado sostenidamente desde la década de los veinte se detuvo
en los setenta. La economía venezolana experimentó un proceso de estancamiento en los
últimos años de esta década. Los economistas Ricardo Hausmann y Francisco Rodríguez
sugieren dos causas que explican esta situación: el síndrome de la abundancia (Easterly) y
la desigualdad (Becker). La abundancia de recursos que el Estado recibió gracias a su renta
petrolera y la falta de libertades económicas generaron el estancamiento que se ve en esa
década.
Salida de capitales
Debido a que la constitución impedía la reelección inmediata (tendría que esperar cinco
años después de terminar su período presidencial), Pérez mantenía una popularidad hasta el
final de su ejercicio presidencial, pero el sospechoso accidente aéreo en el que muriese el
candidato opositor, el animador y productor televisivo y radial Renny Ottolina, sumada a la
debilidad del candidato oficialista Luis Piñerúa Ordaz y el estancamiento de la economía a
partir de 1977, hicieron que su partido, Acción Democrática, resultara derrotado en las
elecciones de diciembre de 1978, lo que dio paso en la presidencia de Venezuela a Luis
Herrera Campíns del partido social-cristiano COPEI, quien lo sucedió en el cargo.
Carlos Andrés Pérez, en la reunión anual del Foro Económico Mundial, 1989
El presidente venezolano Carlos Andrés Pérez (derecha) con George H.W Bush durante
una visita a Washington
De nuevo sirviéndose de una intensa campaña política y con el eslogan de «el gocho»
resulta electo en los comicios del 4 de diciembre de 1988 con 3.879.024 votos (52, 91 % de
los sufragantes), hasta esa fecha, el mayor número de votos en términos absolutos. La
imagen de Pérez como el presidente del "milagro económico" que se había creado entre los
votantes contribuyó a darle de nuevo la presidencia. Sin embargo, la situación económica
había ido empeorando paulatinamente al ir bajando los precios del petróleo. La moneda se
había devaluado, la inflación era alta y la deuda externa era una pesada carga para la
república. A pesar de que las medidas de ajuste no pudieron aplicarse por completo 3, los
índices de miseria bajaron drásticamente al final de su gobierno (pasando de 70 % a poco
más de 30 %).
En el plano exterior en su segunda estadía en el poder Pérez mantuvo una intensa relación
con otros jefes de gobierno como el español Felipe González y el alemán Helmut Kohl.
Economía
Privatizaciones
Indicadores económicos
Durante este gobierno, las tasas promedio de desempleo e inflación fueron 8,82 % y
44,6 %, respectivamente. Esta mejoría en el índice fue el resultado de una disminución
importante tanto en el desempleo como en la inflación. Esto permitió que Venezuela bajara
el índice de miseria en más de 30 % en pocos años. El promedio de este indicador para este
período gubernamental fue 53,42 %. uno de los más altos en el siglo XX.
Política económica
Caracazo
El 27 de febrero de 1989 surgió una serie de protestas, realizadas por quienes viviendo en
las ciudades-dormitorios de Caracas debían trasladarse a diario para trabajar en esta capital,
el aumento de precio de la gasolina como parte del ajuste en la economía anunciadas el 16
de febrero catalogadas por el intelectual Arturo Uslar Pietri, en El Nacional, como
«necesarias, coherentes y realistas» que incidió en el aumento en el precio de los pasajes
del transporte público. En poco tiempo, el movimiento que comenzó en las avenidas y
paradas de Guarenas (población localizada a unos 40 km. al este de la capital) se extendió
rápidamente a la propia Caracas, otras ciudades y regiones: La Guaira, Valencia,
Barquisimeto, Mérida, Guayana y los Valles del Tuy, convirtiéndose en grupos de violencia
que saquearon supermercados, centros comerciales y establecimientos de todo tipo.
Ante esta situación, y la incapacidad de la policía local para controlar los saqueos, el
gobierno de Pérez empleó al Ejército como medio de contención de los hechos violentos
ocurridos en toda la ciudad (se activó una estrategia de control de disturbios conocida como
Plan Ávila). Esta medida tuvo un alto costo, ya que las Fuerzas Armadas incurrieron en una
represión excesiva que dejó según cifras oficiales 276 muertos y numerosos heridos. Según
la O.N.G. de Derechos Humanos Cofavic el número oficial de víctimas no se corresponde
con la realidad, y cita la aparición de fosas comunes como La Peste, donde según esta
O.N.G. aparecieron 68 cuerpos sin identificar, «fuera de la lista oficial». Organismos no
pertenecientes a las FF.AA. como la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (Disip), la policía Metropolitana y la policía Judicial PTJ, cometieron abusos
policiales.
Pérez tuvo que enfrentar un segundo intento de golpe de estado el viernes 27 de noviembre
del mismo año; durante el cual los golpistas llegaron a tomar las instalaciones del canal de
televisión estatal Venezolana de Televisión, bombardear algunos edificios públicos, tales
como el Palacio de Miraflores, el Ministerio de Relaciones Exteriores, y el aeropuerto La
Carlota. La intentona fue derrotada pero una vez más contribuyó a mejorar la ya
desacreditada imagen del presidente.
Destitución y juicio
En marzo de 1993 el fiscal general, Ramón Escovar Salom, introdujo una solicitud de
antejuicio de mérito en su contra por el delito de «peculado doloso» y «malversación» de
250 millones de bolívares (17 millones de dólares en esa época) de la partida secreta por
cuyo manejo era responsable. El 20 de mayo de 1993 se conoció la ponencia solicitada por
la Corte Suprema de Justicia al presidente magistrado Gonzalo Rodríguez Corro,
declarando con lugar la solicitud de antejuicio de mérito. Al día siguiente, el 21 de mayo, el
Congreso Nacional autorizó el juicio, separando a Carlos Andrés del cargo de la
presidencia. Durante el proceso se reveló que dicho dinero había sido utilizado para ayuda
internacional a la presidente Violeta Chamorro en Nicaragua.
El juicio tuvo diversas irregularidades. Los apoderados jurídicos señalaban que este juicio
tenía un carácter político irrefutable. En un artículo del Diario de Caracas de 1993 se
señaló que la investigación estuvo viciada en sus orígenes, sus motivaciones fueron
políticas, las primeras decisiones se dictaron bajo presión y se desconocieron garantías
fundamentales en el Estado de Derecho. En el juicio no se respetaron los derechos
consagrados en los artículos 361, 367 y 369 del Código de Enjuiciamiento Criminal y la
Corte rechazó la petición de defensa, a pesar de lo señalado. Según Nikola Kedzo:
(...) se puede afirmar que el Congreso interpretó de forma aislada los artículos de la Constitución
dependiendo de las circunstancias que consideró oportunas. La inadecuada interpretación de la
normativa constitucional llevó a que la suspensión senatorial fuera transformada en una falta
temporal que culminaría en falta absoluta, la cual nunca hubiese podido ser tal sin la existencia de
una sentencia definitiva en el juicio que originó la suspensión. En este sentido, la acción de amparo
y de nulidad fue introducida basada en la violación del artículo 119 de la Constitución que expresa
que “Toda autoridad usurpada es ineficaz, y sus actos son nulos.” Al declararse la falta absoluta del
Presidente Pérez, se estaría generando una trasgresión de las atribuciones del Presidente y por lo
tanto dicha acción sería invalidada. “En otras palabras, el Presidente Constitucional de la República
ha sido juzgado y condenado por un órgano del Poder Público al que no le compete, en absoluto,
tal función y que no constituye su tribunal natural.” (Arteaga Sánchez et al., 1994, p. 68).
Nikola Kedzo
Trayectoria posterior
Una vez retirado de la presidencia, Pérez fue confinado en el Retén Judicial de El Junquito
y de allí, en aplicación de las previsiones legales relativas a límites de edad para el
encarcelamiento, pasó a arresto domiciliario en su Quinta La Ahumada, donde fue recluido
en espera de la sentencia del caso. El 30 de mayo de 1996, la Corte Suprema de Justicia lo
condenó por «malversación genérica agravada» a dos años y cuatro meses de arresto
domiciliario. Durante este periodo el poeta Caupolicán Ovalles le hizo una serie de
entrevistas al expresidente que fueron recopiladas en el libro titulado Usted me debe esa
cárcel, Conversaciones en La Ahumada.
En 1999, Pérez una vez en libertad, creó un nuevo partido: Movimiento de Apertura y
Participación Nacional, conformado por independientes y disidentes de AD, pero con el
objeto de conseguir un escaño de Senador y tal vez blindarse mediante la inmunidad
parlamentaria de las nuevas acusaciones de corrupción que habían aparecido (existencia de
cuentas secretas en Estados Unidos). A pesar de que obtuvo dicho escaño, la suspensión de
las cámaras legislativas y posterior disolución del Congreso de la República, debida al
proceso constituyente puesto en marcha por el nuevo presidente Hugo Chávez le obligó a
presentarse de nuevo a las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente, pero esta vez
no resultó electo, a pesar de haber obtenido una gran votación en su estado natal, Táchira.
Fallecimiento
La familia del ex mandatario (Pérez Matos), anunció que las honras fúnebres, se llevarían a
cabo el 29 de diciembre en el cementerio Our Lady of Mercy, al sur de la ciudad de Miami.
Debido a una demanda judicial, introducida por la familia Pérez Rodríguez (Blanca
Rodríguez de Pérez, la esposa legítima del exmandatario), se suspendió la inhumación del
ex mandatario, por orden del Juez de Miami-Dade, Gerald Hubbart. Un juicio fue
programado para agosto de 2011 para determinar dónde descansarían los restos del
fallecido. Finalmente se llegó a un acuerdo. El 4 de octubre de 2011, los restos de Carlos
Andrés Pérez fueron devueltos a Venezuela, nueve meses después de su muerte. El ataúd
llegó en un vuelo que se originó de Atlanta, Georgia, escoltado por el alcalde mayor de
Caracas, Antonio Ledezma, amigo de Pérez y miembro del partido Acción Democrática
(AD). Una vez en Caracas, los restos fueron trasladados al Cementerio del Este.
XXX
Presidencia de Carlos Andrés Pérez (1989-1993)
Aunque Pérez logra ganar la elección presidencial de 1988 bajo la promesa de restaurar la
"Venezuela Saudita", como se apodó a su primer período de gobierno (1974-1979) debido a
la marcada mejora en la calidad de vida de los venezolanos; en su segunda presidencia,
usualmente abreviada como "CAP II", el Estado venezolano no tiene casi recursos para
sostener el modelo rentista de economía del país, y Pérez aplica entonces políticas
económicas de shock que causan malestar en diversos sectores sociales, especialmente en
las capas más empobrecidas, que desencadenan el "Caracazo". Además de tener que
enfrentar un alto rechazo popular durante toda su gestión, Pérez también tuvo que lidiar con
la oposición del Congreso, así como de sindicatos, medios de comunicación, intelectuales e
incluso de su mismo partido. En febrero y noviembre de 1992 su gobierno es sacudido por
dos violentas intentonas golpistas de izquierda, que aunque fracasan, aumentan la presión
sobre Pérez, que ha estado lidiando con solicitudes de renuncia casi desde que reasumió el
mando. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia decide juzgarlo por la acusación de haber
desviado fondos para la seguridad del Estado en beneficio del gobierno de Violeta
Chamorro en Nicaragua, al día siguiente el Senado aprueba que sea separado del cargo para
ser juzgado, y el 31 de agosto de 1993 es cesado definitivamente como Presidente por el
Congreso.
Durante este gobierno, el país inicia un proceso mayor de transformación política que ha
continuado hasta la actualidad, e incluso dos décadas después, el segundo gobierno de
Pérez sigue siendo un tema polémico en Venezuela. Entre los principales cambios directos
en el escenario político destacan: el declive del bipartidismo adeco-copeyano, el
debilitamiento del centralismo, y el surgimiento de nuevos actores políticos "anti-política"
y "anti-sistema".
La campaña electoral
El lusinchismo
Para poder ser el abanderado de Acción Democrática (AD) en las elecciones presidenciales
de 1988, Carlos Andrés Pérez (CAP) tuvo que competir con Octavio Lepage, el candidato
del lusinchismo, corriente interna adeca apodada así por ser liderada por el entonces
presidente venezolano Jaime Lusinchi. El gobierno de Lusinchi, que en sus propias palabras
había sido el gobierno más adeco de la historia, se había caracterizado por premiar a su
militancia, siguiendo una tendencia excluyente, que se distanciaba de los tres primeros
gobiernos democráticos desde 1958, en los cuales se incluía en el gobierno a un importante
número de políticos independientes basándose en los méritos e influencia política de los
mismos.12 Tal vez la medida más emblemática de esta tendencia fue la decisión de Lusinchi
de nombrar como gobernadores estadales a todos los secretarios generales de Acción
Democrática a nivel estadal, pasando por alto liderazgos regionales, lo cual fortaleció el
lusinchismo dentro de AD, especialmente en los cuadros dirigentes.3
Con el control del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Acción Democrática en manos de
Lusinchi, y la maquinaría del partido trabajando a favor de Lepage, este último se jacta de
tener la mayoría de los colegios electorales en el bolsillo;45 CAP responde hablando
directamente a las bases del partido, usando su carisma y la popularidad de su período
anterior ("Él tiene los colegios, pero yo tengo los alumnos").45 Con esta estrategia, y con el
apoyo decisivo del buró sindical del partido, Pérez obtiene la nominación de AD en octubre
de 1987.63 No obstante, aunque atenuado por las elecciones presidenciales, el conflicto
interno de Acción Democrática está lejos de terminar.
Aunque oficialmente la campaña presidencial de 1988 debía durar ocho meses, la misma
inició en realidad el año anterior, una vez que los candidatos de AD y Copei fueron
seleccionados, y se destacó por la misma polarización bipardista que los venezolanos
venían experimentando en elecciones anteriores.5 Haciendo uso de sus grandes recursos
financieros, estos partidos se aseguraron el control de los medios audiovisuales
venezolanos, lo que probablemente contribuyó en la apatía del electorado.5
El 4 de diciembre de 1988, Carlos Andrés Pérez resultó electo con 3.868.843 votos, un
récord de votación que permaneció hasta 2006, aunque la abstención llegó a 18%, la más
alta desde la llegada de la democracia en 1958.8
Aupado por los altos precios del petróleo, en su primer período de gobierno Pérez había
impulsado el modelo rentista petrolero venezolano, que aunque daba resultados
incrementando el PIB del país, implicaba un brusco ascenso del gasto público. Cuando el
precio del barril de petróleo se desplomó a inicios de la década de los 80, el modelo rentista
entró en crisis, el PIB empezó a contraerse y el desempleo y la pobreza resurgieron con
fuerza. Cuando Lusinchi asume la presidencia en 1984, se plantea entonces alcanzar el
equilibrio fiscal y se compremete a pagar la deuda externa, y aunque rehúsa llegar a
acuerdo con el FMI, decide recortar el gasto público en todos los campos.9 En 1986, la
Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) presiona a Lusinchi a que modifique
su política restrictiva debido a el costo social de la misma, Acción Democrática hace lo
mismo, preocupada por el costo político.10 De esta manera, Lusinchi da marcha atrás e
incrementa de nuevo el gasto público, a pesar de que no cuenta con recursos para
mantenerlo siquiera a corto plazo. Aunque PDVSA logra la proeza de incrementar la
producción petrolera en 12% en un año, esto sigue siendo insuficiente para el enorme gasto
del gobierno, que entonces se apropia del superávit fiscal de años anteriores, resguardado
en la Tesorería, y además devalúa el bolívar frente al dólar (de 7.5 Bs./$ a 14.5 Bs./$).11 Sin
embargo, el déficit estadal sigue creciendo, y finalmente Lusinchi echa mano a las reservas
internacionales, las cuales en meses son reducidas a la relativamente pequeña cifra de 300
millones de dólares, sin contar las reservas en oro, que no fueron tocadas.
De esta manera, a su llegada al poder en 1989, Carlos Andrés Pérez se encuentra un país
con casi inexistentes reservas internacionales, un déficit fiscal de 6.1% del PIB, un
complejo control de cambio que ha sobrevaluado la moneda, y una inflación que alcanza el
29.5% a pesar de que existe un control de precios.12 A pesar de esto, Lusinchi se retira del
palacio presidencial con uno de los mayores índices de popularidad registrados por un
presidente venezolano saliente, en parte debido a que logra revertir la tendencia a la baja
del PIB y disminuye el desempleo.13
La "coronación" de Pérez
Si bien los actos de la toma de posesión de Pérez no fueron tan fastuosos como los que el
Sah de Irán realizó 18 años atrás, sí produjeron un efecto similar en la opinión pública
venezolana, que se encontraba afrontando una difícil crisis económica.14 No fue sorpresa
entonces que este episodio recibiera el mote popular de la "coronación".15 Un corresponsal
del diario español El País pronosticó, que ante semejante comienzo de gobierno, si Pérez no
entregaba pronto los resultados ofrecidos generaría frustración.14
El primer gabinete
El 14 de enero de 1989, horas antes de salir a una gira por Oriente Medio y Europa, el
entonces presidente electo Pérez había anunciado la lista de 21 ministros que conformarían
su gabinete de gobierno. Dos aspectos novedosos fueron identificados en este equipo de
gobierno: primero, con cinco ministras, era el gabinete con la mayor cantidad de mujeres en
la historia de Venezuela hasta entonces;16 segundo, había una cantidad considerable de
ministros con experiencia en el campo académico y la empresa privada, pero sin
experiencia alguna en la administración pública.16 El Cómite Ejecutivo de Acción
Democrática, que aparentemente se enteró de la composición del gabinete un día antes que
el resto del país, no dudó en recriminarle a Pérez el hecho de que muchas carteras claves
estaba en manos de "tecnócratas", quienes además no eran adecos.1718 CAP no había
discutido previamente con el partido los nombres de sus ministros, pero sí había incluido a
catorce de sus correligionarios en el gabinete, incluso en carteras claves como las del
Interior, de Relaciones Exteriores, la Secretaría de la Presidencia, de Energía y Minas, de
Hacienda, la de Transporte y Comunicaciones, y la presidencia de la CVG; otros dos eran
conocidos por su proximidad a AD; los cinco restantes eran considerados independientes
políticamente hasta su nombramiento.19
La revancha del CEN llegó unos días después al seleccionarse al Presidente del Congreso,
Pérez propuso al senador adeco David Morales Bello, pero para su sorpresa, su partido
prefirió a apoyar a Octavio Lepage, candidato del lusinchismo, y el Presidente recibió su
primera derrota política incluso antes de asumir el cargo.20
El "paquete"
Aunque los cinco "Forasteros" eran minoría en el gabinete, sus acciones fueron
determinantes en el curso que tomó el Segundo Gobierno de CAP. El gabinete presidencial
estaba muy influenciado por Acción Democrática.
Ímber, Sofía (31 de mayo de 1988). «Entrevista a Haydée Castillo de López Acosta, miembro del
partido socialcristiano Copei». Sala Virtual de Investigación Sofía Ímber y Carlos Rangel.
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5.
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En los anales históricos más reconocidos de Venezuela encontramos a Carlos Andrés Pérez
Rodríguez, también llamado CAP por las iniciales de su nombre y popularmente El
Caminante, era un funcionario del gobierno venezolano que tenía su lugar en la línea
partidista Acción Democrática, fue un líder que mantuvo la función de mandatario
venezolano en dos periodos muy importantes.
Su madre doña Julia Rodríguez era una venezolana que nació en Rubio fue hija de un
notable terrateniente cercano y nieta de exiliados de la Guerra Federal de Barinas. Quienes
se casaron en el año de 1905 cuyo matrimonio de Antonio y Julia se crearon trece hijos de
los cuales Carlos Andrés fue el penúltimo de sus hermanos.
Puede notarse que sus demás hermanos fueron Germán II, Antonio Rafael, Miguel Ángel,
Ángela, Nicolasa, Ana Julia, Germán I, Jorge, Hugo, Luis, Francisco y Armando, una
familia bastante numerosa. Vea a Cipriano Castro
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Año 1974:
Año 1975:
El 1 de enero de 1975, desde la ciudad de Puerto Ordaz, el Presidente de la
República anunció la nacionalización del hierro; semanas después, el día 21, estalló
una huelga general de los trabajadores de la industria del hierro nacionalizada.
Año 1976:
Año 1977:
El 15, el Ministerio de Hacienda informa sobre una baja en los ingresos por
concepto de la reducción de exportaciones petroleras.
El 28, en visita oficial de 2 días, llega al país el Presidente de Estados Unidos James
Carter; el 31, en Curazao, el Presidente Pérez firma el Tratado de Límites de Áreas
Marinas y Submarinas entre Venezuela y las Antillas Neerlandesas.
El 26 de abril, se informa que la deuda pública asciende a la suma de Bs.
37.180.000.000.
La Ley de Reversión fue promulgada el 30 de julio de 1971, y en ella se establecía que todo
lo relativo a los bienes corporales e incorporales, adquiridos con destino o afectos a las
labores de exploración, explotación, manufactura, refinación o transporte en las
concesiones de hidrocarburos o al cumplimiento de las obligaciones que de ellas se
derivaban, era materia de utilidad pública y por lo tanto, se regiría por esa ley. Los
concesionarios quedaban obligados a mantener y conservar los bienes que estaban sujetos a
reversión en perfectas condiciones de funcionamiento y pasarían a ser patrimonio nacional,
libres de gravámenes y cargas, sin pago de indemnización. Por disposición de la misma ley,
los concesionarios debían formar un Fondo de Garantía, con aportes que se depositarían en
el Banco Central de Venezuela, hasta alcanzar el 10% del costo aceptado por la
administración del Impuesto sobre la Renta a los fines de la depreciación de los activos
sujetos a reversión. Las disposiciones de la ley de reversión tenían carácter público y serían
aplicadas de inmediato a todos los concesionarios de hidrocarburos.
Bibliografía
*Ministerio para el Poder Popular de Ciencia y Tecnología.
Castañeda.
Autor y recopilador:
Post-Doctor Omar Gómez Castañeda, Senior, PhD
(2006-2008). (www.belforduniversity.net).
XXX
En el año 1973 fue postulado para las elecciones del 9 de diciembre Carlos Andrés Pérez
como candidato a la presidencia de la república para el periodo constitucional 1974-1979
por el partido Acción Democrática, con el apoyo de su fundador Rómulo Betancourt, su
polémica campaña electoral fue denominada “El hombre que camina” y el lema que lo
llevo a ganar fue “Democracia con Energía”. Obtuvo el triunfo con 2.142.427 votos, que
equivalía a un 48,7% de apoyo por parte del pueblo. Asumió el poder el 12 de marzo de
1974.
Carlos Andrés Pérez en la campaña electoral de 1973
1974: En su primer año de gobierno decretó dos importantes iniciativas relacionadas con el
ámbito cultural que fueron: la Biblioteca Ayacucho cuyo objetivo era recopilar y publicar
las más importantes obras del pensamiento latinoamericano y el programa de becas Gran
Mariscal de Ayacucho, con el fin de que militares y jóvenes venezolanos pudieran
capacitarse en los mejores centros universitarios del mundo. Para canalizar los ingresos
adicionales y tomar medidas urgentes por el alza de los precios del petróleo, Carlos Andrés
Pérez pidió al Congreso, y le fueron otorgados, poderes extraordinarios en materia
económica. Esto le permitió la creación del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV). Era
un hombre muy preocupado por la protección de la naturaleza y la recuperación ecológica,
es por ello que decreta la creación de nueve parques nacionales, también para la protección
de la fauna. En este mismo año creó la ley contra despidos injustificados.
XXX
XXX
En 1935 llega con su familia a Caracas, donde ingresa al liceo Andrés Bello para continuar
sus estudios, graduándose de bachiller en filosofía. Ya durante este tiempo, mostró sus
inclinaciones por la política, al actuar como presidente del Centro de Estudiantes de dicha
institución.
En 1938, se incorpora a las filas del Partido Democrático Nacional, que luego daría origen
al Partido Acción Democrática en 1941. Inició estudios de derecho en la Universidad
Central de Venezuela, pero los interrumpió por los cambios políticos que se produjeron en
el país como consecuencia del 18 de octubre de 1945, que lo llevó a desempeñar
importantes cargos políticos: secretario privado del presidente de la Junta de Gobierno,
Rómulo Betancourt, y secretario del Consejo de Ministros. En 1946, fue electo diputado a
la Asamblea Legislativa del estado Táchira y en 1947, diputado al Congreso Nacional por
la misma entidad federal. En 1948 durante el derrocamiento de Rómulo Gallegos, fue
detenido al participar en los esfuerzos por instalar en Maracay un gobierno de emergencia
que supliera, conforme a la Constitución, al primer magistrado depuesto por la asonada
militar del 24 de noviembre. En ese mismo año contrajo matrimonio con su prima Blanca
Rodríguez, con la cual tendría 5 hijos. Permaneció un año prisionero en Caracas (1949),
hasta que fue expulsado del país.
Presidencias
Con motivo de los acontecimientos de los días 27 y 28 de febrero y los excesos represivos,
el presidente Pérez perdió mucho de la popularidad que lo acompañó al comenzar su
segundo mandato. Por tal motivo, en los días sucesivos se produjeron varias
manifestaciones en su contra, las que conjuntamente con las críticas políticas formuladas
por varios partidos y sectores, a él y a su programa, debilitaron el piso político en el que se
sustentaba. En tal sentido, a pesar que durante este lapso se implementaron medidas (el
aumento de sueldos, un programa de becas alimentarias, una política de subsidios directos a
los componentes de la canasta alimentaria básica, así como la constitución de 42.000
hogares de cuidado diario) orientadas a compensar a las clases populares por el impacto en
las mismas del programa de ajustes macroeconómico de Pérez, la situación social empeoró
progresivamente.
En la madrugada del 4 de febrero de 1992 Venezuela entera fue sacudida por un intento de
golpe de Estado cuyos dirigentes proclamaban su justificación en el deterioro de la
situación social y el aumento de la corrupción administrativa. Derrotada la sublevación por
las fuerzas leales al presidente y recluidos sus cabecillas en prisión Carlos Andrés Pérez se
comprometió ante la opinión pública a corregir algunos aspectos de sus medidas; pero la
dinámica iniciada no podía ser objeto de contramarchas inmediatas, por lo que el proceso
de deterioro no se detendría.
El 27 de noviembre de 1992, se produjo una nueva asonada militar, ésta de mayor gravedad
que la anterior debido a la participación de parte de la Fuerza Aérea, por la jerarquía de sus
máximos dirigentes y la incorporación al mismo de sectores civiles. Sin embargo, luego de
combates por aire y por tierra los sublevados fueron vencidos por las fuerzas que se
mantuvieron al lado del presidente. Pese a la derrota de los alzamientos militares, la presión
política contra Carlos Andrés Pérez se incrementó, llegando a expresarse en la propuesta de
su remoción del cargo.
En marzo de 1993 el fiscal general de la República introdujo una acusación en su contra por
malversación de 250 millones de bolívares de la partida secreta por cuyo manejo era
responsable. El 20 de mayo siguiente la Corte Suprema de Justicia dictaminó que había
méritos suficientes para su juicio, por lo que el Congreso Nacional resolvió destituirlo para
que continuara dicho proceso. Una vez retirado de la Presidencia de la República fue
consignado en el Retén Judicial de El Junquito y de allí, en aplicación de las previsiones
legales relativas a límites de edad para el encarcelamiento, pasó a su casa donde fue
recluido en espera de la sentencia del caso. El 30 de mayo de 1996, la Corte Suprema de
Justicia lo condenó por malversación genérica agravada a 2 años y 4 meses de arresto
domiciliario.
Falleció a causa de un infarto, a los 88 años de edad, el 25 de diciembre de 2010, en la
ciudad de Miami (EE.UU.), en donde permanecía en calidad de exiliado desde el año 2000.